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La Historiografía de Izquierda en el Bicentenario: Reflexión sobre los aportes de Rath,

Harari y Tarcus sobre la Revolución de Mayo


Introducción

En el presente ensayo se desarrolla una reflexión acerca de los aportes de los historiadores marxista
argentino centrado en una problemática común: “la Revolución de Mayo de 1810”. Por ello el trabajo
centrara su análisis en los trabajos de Christian Rath, Fabián Harari y Horacio Tarcus, historiadores
que a pesar de pertenecer a la misma corriente historiográfica y compartir el mismo objeto de estudio,
divergen en la mirada del mismo y en las conclusiones que rescatan. La importancia de este ensayo
radica en mostrar esas divergencias que imperaron en los debates en torno al Bicentenario de la
Revolución de Mayo de 1810 y la impronta de la llamada “revolución burguesa” tan presente en los
análisis marxistas.

Por eso la problemática de este trabajo se centrada en la cuestión ¿En qué consisten esas miradas
divergente sobre la Revolución de Mayo? Y ¿En qué hacen énfasis?

Pero antes de responder estas preguntas es necesario repasar brevemente cuales fueron los
antecedentes de la visión marxista entorno a los sucesos de mayo, haciendo repaso de los aportes de
Puigros y de la Nueva Izquierda. Luego nos centraremos en el contexto de producción para entender
porque se volvió a tomar a la Revolución de Mayo como objeto de estudio y cuál es el interés de por
medio. A continuación se abordara la figura intelectual de estos tres historiadores marxista en la cual
se hace referencia a sus obras y a los grupos intelectuales o políticos a los que pertenecen. Para pasar
finalmente al eje de nuestro ensayo, resaltar los aportes de cada uno y sus divergencias.

Desarrollo

Ya han pasado siete años del Bicentenario de la Revolución de Mayo, quedara en la memoria de cada
uno recuerdos de aquella celebración traducida en grandes festejos y eventos que marcaron aquel
2010. Llevadas al cabo por el Kirchnerismo durante el gobierno de Cristina Fernández, los festejos se
traducían en nombramientos (de bicentenarios) de torneos deportivos, material didáctico, libros “todo
remitía a los 200 años de la llamada primera independencia, y con este discurso gobierno logro
recuperar cierta legitimidad”1. De fondo de estas celebraciones, incluso la antecedía por unos años,
tenía lugar un arduo debate intelectual sobre el carácter de esta revolución. Pero este debate no tenía
lugar cualquier campo intelectual sino que se dio principalmente en el ámbito historiográfico de las
izquierdas argentinas.

1
Rodríguez, Martiniano “Sobre el Carácter de llamada Revolución de Mayo de 1810 en Argentina: Una
discusión bicentenario”. En Revista web: Socialismo o Barbarie. Buenos Aires. Año 2012. Pag. 1
Sin embargo el interés por la revolución no era algo nuevo en los estudios marxista, por el contrario su
impronta se podría rastrearse ya en la mitad del siglo pasado.

Antecedente

Aunque no es el primero, es sin duda Rodolfo Puiggros quien mejor trata el carácter de la Revolución
de Mayo. Ya a fines de la década del 30 y de sobretodo la del 40, su perspectiva está presente
publicaciones como su participación en la revista Argumento (Revista mensual de estudios sociales)
de 1938, en sus obras como “De la colonia la revolución”, “130 años de revolución de Mayo” ambos
de 1940, o en “Mariano Moreno y la revolución democrática argentina” de 1942, en otros. En ellas
Puiggros expresa que la revolución es un fenómeno de lucha de clases, donde la sociedad colonial está
preñada por una serie de contradicción, por ejemplo: “…en el área (…) distinguía el desarrollo de dos
tipo de sociedades: aquella del interior, señorial, basada en una economía doméstica que reposaba
sobre la mano de obra servil, y la que abarcaba el litoral de los ríos y el espacio bonaerense, que dio
lugar a la acumulación de capital comercial por parte de una burguesía que pronto entrara en la
estrecha relación con el capital británico”2. Pero en general lo que imperaba eran el señorío, el
latifundio y la servidumbre, por la cual la sociedad era feudal y esta determinación fue lo que impidió
el desarrollo de una revolución democrático burguesa, debido tambien a la ausencia de fuerzas
sociales. Por eso Puiggros concluye que si bien la revolución logro barrer con la sociedad colonial no
logro imponer una nueva configuración social.

Aunque los postulados de Puiggros fueron criticados por otros autores marxistas, fue la “Izquierda
Nacional” quien mejor desarrollo un nuevo análisis sobre los sucesos de mayo. A pesar de estar
divida en varias vertiente, el máximo exponente del movimiento fue Jorge Abelardo Ramos, quien en
obras como “América Latina: un país. Su historia, su economía, su revolución (1949), “Revolución y
Contrarrevolución en Argentina” (1957) y su colaboración con el grupo “Frente Obrero” con los
“Cuadernos de Indoamericana” (1957) perfilaba su pensamiento, por ejemplo: rechazando “la
caracterización la revolución de mayo como un movimiento separatista y partidario del libre
comercio…”3 y remarcando que la relación de esta con los sucesos ocurridos en la península en los
mismo años, al decir: “la revolución española es el centro de inicial revolucionario cuya fuerza
gravitatoria arrastra a toda América hispana”4. Y es la derrota de los movimientos liberales
españoles en la península lo que motiva a estallar prematura la revolución en Buenos Aires, cuyo

2
Devoto, Fernando y Pagano, Nora , Cap. 5 “Historiografía de las izquierdas”; en Devoto, Fernando y Pagano,
Nora, Historia de la historiografía argentina. Ed. sudamericana. Buenos Aires. Año 2009, pág. 303
3
Galasso, Norberto “La corriente historiográfica socialista, federal-provinciana o latinoamericana”. Cuadernos
para la otra historia. Centro Cultural “Enrique S. Discépolo”. Buenos Aires. Año 2006, pág. 12
4
Ídem pag. 12
protagonismo recayó sobre la oligarquía porteña que se hizo antinacional, librecambista y portuario.
Por eso fue una revolución burguesa sin burguesía donde predomino un carácter reaccionario del
liberalismo.

Se podría seguir mencionado diversos aportes de otros historiadores de izquierda, como los Sergio
Bagu, Eduardo Astesano, Manfredo Kossov, pero no es parte del eje de nuestro ensayo. Por eso nos
remontaremos a los aportes de los últimos años. Pero antes debemos entender porque se la revolución
de mayo se convirtió nuevamente en objeto de estudio de los marxistas.

Contexto

Resulta difícil abordar el contexto de producción debido a que estos aportes son muy recientes y hay
poca bibliografía historiografía que lo aborden. A esto último hay que agregar que estos aportes
pertenecientes a la izquierda se desarrollan por fuera o “bordes del campo historiografía strictu
sensu”5 es decir por fuera del ámbito académico, lo que subsista muchas veces una exclusión de su
abordaje. Aun así creo que hay dos factores que motivaron el retorno del análisis marxista sobre la
revolución de 1810.

Sin duda el primero refiere a la llegada del Bicentenario de la Revolución de Mayo, lo que motivo
diversos festejos y celebraciones de diferente índole, como torneos deportivos, jornadas culturales,
publicaciones de libros, etc. El bicentenario ofrecía a la sociedad la posibilidad de festejarlo, ello se
tradujo en la fuerte participación popular de los eventos y en cierta manera había motivo para hacerlo.
El país llegaba a su segundo centenario a través de la perdurabilidad interrumpida del sistema
democrático, desde 1983, que contrastaba con la celebración de aquel primero centenario
caracterizado por ser llevado a cabo por un gobierno oligárquico y el estado de sitio impuesto durante
los festejos. Así que mientras el centenario fue celebración solo de las elites, el bicentenario fue una
fiesta popular. Este carácter democrático y popular contemporáneo motivaba a los intelectuales a
pensar si en los sucesos de 1810 también estuvieron presentes.

Una segunda motivación, la podemos encontrar en el contexto político. Tanto en Argentina como en el
resto de América del Sur los años previos al bicentenario se caracterizaron por tener gobiernos
populares y que revindicaban y abrazaban la hermandad latinoamericana. No llama la atención que
durante los festejos del bicentenario hicieran presencia los presidentes de los países sudamericanos
como Evo Morales (Bolivia), R. Correa (Ecuador), F. Lugo (Paraguay), Lula Da Silva (Brasil), Pepe

5
Devoto, Fernando y Pagano, Nora, Cap. 5 “Historiografía de las izquierdas”; en Devoto, Fernando y Pagano,
Nora, Historia de la historiografía argentina. Ed. sudamericana. Buenos Aires. Año 2009, pag.288
Mujica (Uruguay), entre otros. Así muchos de estos gobiernos progresistas en su discurso decían venir
a terminar la revolución, que terminaría con el retraso y la dependencia económica de Latinoamérica,
“hoy cristina Fernández, Evo Morales, Chávez y todos los gobiernos progresistas de la región dicen
venir a concluir la independencia, que por diversas razones nunca concluyo”6. Ese retraso algunos
intelectuales y la clase política lo veían por la ausencia y falta de una revolución burguesa, o por lo
menos nunca concluyo.

Frente a esas motivaciones los intelectuales argentinos, en especial los marxistas, esbozaron teorías
sobre el carácter de la revolución de mayo.

Los historiadores de izquierda: Rath, Harari y Tarcus.

Los que han retomado y centrado su interés por los sucesos de 1810 con mayor fuerza fueron los
intelectuales de izquierda, en su mayoría de tendencia trotskista, quienes a través del análisis en
perspectiva de la teoría marxista han desarrollado diferentes aportes en los últimos años.

A pesar de estar situado en fuera del ámbito académico, por lo tanto no es un historiador profesional,
Christian Rath es uno de los trotskistas que estudia, analiza y hace importante aportes entorno a la
revolución de mayo. Dirigente del Partido obrero, ha participado como delegado en diferentes
agrupaciones sindicales en SMATA córdoba (en el periodo del Cordobazo), OUM en el congreso
nacional de sindicatos, organizador de la Primera Asamblea Nacional piquetera (2001), también
realizado conferencias en los seminarios organizados por la Federación Nacional de Trabajadores
fabriles de Bolivia, y ha publicado libros como “La Asamblea Constituyente” (1993), “La Revolución
Clausurada” (2013) y una serie de publicación sobre el Bicentenario de la Revolución de mayo en la
revista “En Defensa del Marxismo” (2010).

Por su parte Fabián Harari, quien si es un historiador profesional, es Doctor en Historia egresado de la
UBA y ha desempeñado el cargo de docente en la Facultad de Filosofía y Letras y en la de Ciencias
Sociales de la misma universidad. Perteneciente al grupo Razón y Revolución, realiza investigaciones
en el CEICS (Centro de Estudios e Investigación en Ciencia Sociales) ha publica diferente artículos
referidos al Rio de la Plata en los siglos XVIII y XIX y libros como “La Contra: los enemigos de la
revolución de mayo, ayer y hoy” (2008) y “Hacendados en Armas: El cuerpo de Patricios, de las
invasiones inglesas a la Revolución (1806-1810)” (2009).

6
Rodríguez, Martiniano “Sobre el Carácter de llamada Revolución de Mayo de 1810 en Argentina: Una
discusión bicentenario”. En Revista web: Socialismo o Barbarie. Buenos Aires. Año 2012. Pag.1
Finalmente, el ultimo historiador es Horacio Tarcus, quien también doctor en historia pero egresado de
la Universidad de la Plata e investigador del CONICET. Desempeña el cargo de docente en la
Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) y es miembro
del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CEDINCI). En su haber
como historiador ha publicado “El Marxismo Olvidado en la Argentina: S. Frondizi y M. Peña”
(1996), “Mariátegui en la Argentina” (2002), “Diccionario biográfico de izquierda argentina” (2007),
entre otras. Además ha participado en otras diversas publicaciones como libros compilatorios, revistas,
diarios, etc.

Aportes sobre la Revolución de Mayo

“El marxismo argentino se ha planteado un problema historiográfico de dudosa eficacia explicativa:


el atraso”7. Como ya vimos más arriba es la cuestión del atraso lo que motiva a centrar el eje de
estudio en la revolución de mayo, que es vista como el punto de arranque del atraso argentino y de su
dependencia económica. Este atraso los marxista lo relacionan con la ausencia o fallida “Revolución
Burguesa”. Por eso en el siguiente análisis de los aportes de estos historiadores se focaliza en la
interpretación y el carácter de revolución de Mayo, en lo que redunda su divergencia.

Fabián Harari comienza su análisis por examinar la naturaleza de las clases que se enfrentaron en
1810, y por la magnitud de las transformaciones que lleva a cabo la revoluciona. En sus análisis hace
énfasis el concepto marxista de lucha de clases y busca saber quiénes conformaban estas clases, y en
su respuesta, encuentra que el clase burguesa se halla presente en las milicias, como el Cuerpo de
Patricios y en los sectores revolucionarios. Por ejemplo, Cornelio Saavedra, comándate del cuerpo y
presidente de la junta es propietario rural, teniendo campos en San Isidros y las Conchas; mientras
Castelli, presentante de la Junta en el Alto Perú, también es propietario de una propiedad agraria en
San Isidro; Belgrano, vocal de la Junta es propietario de un tierras en Las Conchas, etc. el análisis
continua pero con tres ejemplo basta. En estos revolucionarios predomina la propiedad rural, por lo
que en análisis de Harari ellos son la burguesía, además por tener su vinculación con comercio
mundial en la producción de cuero. Por otra parte el sector monopolista se encuentra los que defienden
el estado colonial como Martin de Alzaga, Diego de Agüero, Pablo Vilariño, entre otros, que son los
comerciantes peninsulares monopolistas que responde al comercio entre Buenos Aires y Cádiz, que
gozan de los privilegios de poner y distorsionar el precio de los productos exportados e importados.

7
Harari, Fabian (2009), “Hacendados en Armas: El cuerpo de Patricios, de las invasiones inglesas a la
Revolución (1806-1810)”. Ediciones RyR. Buenos Aires. Año. 2009, pág. 40
Por lo tanto en el análisis de Harari, la revolución se haría presente en la lucha de intereses entre estos
dos clases: burguesas (hacendados) y feudales (comerciantes monopolistas).

A este análisis Harari agrega “ninguna revolución se hace sin una clase económicamente interesada
en cambios profundos y que el Rio de la Plata no fue la excepción.”8. Lo que hace la revolución de
mayo como una burguesa es que esta clase perjudicada por el monopolio península toma el poder en
1810 e inicia una transformación. En primer tratan de expandir la revolución para tomar el control de
las otras regiones rioplatense, intentando llegar a Lima. Pero a pesar de su derrota, la revolución no
solo dio rienda suelta al capitalismo agrario sino que también abolió la servidumbre, la esclavitud, el
trabajo gremial y los privilegios. Ahí radica su cambio social. Además Harari hace uso del concepto de
los “procesos de larga duración”. Así la revolución de mayo seria burguesa, porque la burguesía
porteña se erigió como clase dominante en las siguientes décadas cuando el país se puso bajo la tutela
de Buenos Aires con el gobierno de Juan Manuel de Rosas.

Por su parte historiador y dirigente del Partido Obrero, Christian Rath retoma el carácter social de la
revolución, es decir haciendo énfasis en el enfrentamiento de un sector feudal con la burguesía. Por
eso niega el carácter espontaneo de la revolución de mayo, al decir: “Existió un proceso de
maduración, de profundos cambios en las relaciones sociales y de la formación de una capa de
intelectuales, estancieros y comerciantes (…) donde surgiría el núcleo de dirigente de la burguesía
que fue protagonista de las jornadas de 1810”9. Aplicando, también, el concepto marxista, el de
“lucha de Clases” Rath lo percibe en la aguda lucha de intereses presente en el virreinato entre el
gobierno y una parte de los comerciantes y terratenientes que levantaban las banderas del libre
comercio, como el conflicto de 1790 a 1796 entre los hacendados y los monopolistas entorno al precio
del cuero.

¿Qué clases? Las primeras serian aquellas que buscan la libertad absoluta del comercio y se
encontraba compuesta, en la perspectiva de Rath, por los hacendados, los comerciantes volcados a la
exportación de los frutos de la explotación ganadera: cuero, y aquellos ligados al comercio inglés, a
los sumarian los agricultores, que reclamaban libertad económica para exportar los cereales. Mientras
que las fuerzas contrarias “se alineaban los beneficiarios del orden vigente: los fuertes comerciantes
españoles, que lucraban con el monopolio; los hacendados que tenían su mercado dentro la
monarquía y no sufrían las consecuencia de las restricciones al comercio extranjero (…); y los

8
Harari, Fabián. ”La Contra: los enemigos de la revolución de mayo, ayer y hoy”. Ediciones RyR. Buenos Aires.
Año 2008, pág. 57
9
Rath, Christian. “El Carácter de la Revolución de Mayo “. En Defensa del Marxismo Nº 40. Año 2013. pág. 11
dueños de la manufacturas de interior, que podían ser barridos por la producción extranjera de
calidad y precio”10.

El fracaso de las invasiones inglesas de1806 y 1807 provocarían el ascenso de los criollos al poder, a
través de las milicias, convirtiéndose en la fuerza política dominante. Así con los sucesos peninsulares
(invasión napoleónica, cautiverio del rey, caída de la Junta central de Sevilla), el sector criollo, que
eran favorables a liberación de la economía, tomaron el poder en 1810. Por eso entre sus medidas se
encuentran: liberalizar la condición del comerciante ingles permitiendo su estadía indefinida en el país;
la reducción de los impuestos de exportación sobre el cuero y sebo, del 50 al 7,5 %, levantar la
prohibición de exportar metálico. Todo tendió a liberalizar el comercio con extranjeros, lo que
beneficio a ganaderos y comerciantes. Y las consecuencias sociales se hicieron sentir con la
prosperidad de los hacendados y el declive de la producción local, como los productores de cereales;
sobre todo sobre los pobres que se le hacía más difícil vivir con el salario anterior.

Con ello Rath “destaca el desarrollo de una revolución burguesa desde el interior de una estructura
social pre capitalista, en oposición a una fuerza burguesa extranjera que se caracterizó el exportar la
revolución burguesa hacia la periferia”11

Finamente Horacio Tarcus completa nuestro análisis. Sin bien tomamos historiador reconocido en el
ámbito académico no desarrollo un nuevo aportes a la interpretación de los sucesos de Mayo, sino que
lo hacemos porque es el quien retoma y saca del olvido los aportes de Milciades Peña. Es decir que
abordaremos a Peña desde la óptica de Tarcus. El historiador y autodidacta M. Peña tuvo su desarrollo
intelectual durante un poco tiempo, entre fines de la década del 50 y principio del 60, donde logro
desarrollar una interesante mirada sobre la historia Argentina. Por eso Tarcus dice: “Peña aspira a
pensar la historia argentina como historial social, no como luchas entre principios ideales (…) sino
como desenvolvimiento y conflicto entre sujetos sociales materialmente situados (…) Los alcances y
límites de cada figura histórica (…) son ponderados y explicados a partir de las fuerzas sociales que
ellos expresaron”12

Tarcus rescata de Peña que su interpretación histórica tiende a reducir los conflictos sociales a su
ultima ratio económica, donde los antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los
individuos. Por eso Peña, para Tarcus, en su interpretación histórica de mayo busca alejarse de la
mirada del marxismo vulgar que profundizaba la revolución añadiéndole la dimensión económica y

10
Ídem pag. 10
11
Ídem pág. 19
12
Tarcus, Horacio “Estudio Preliminar: La visión trágica en historia de Milciades Peña”. En Milciades Peña;
“Historia del pueblo argentino”. Editorial Emece, Buenos Aires. Año 2014, pág. 11
remitiendo un conflicto entre relaciones de producción y fuerzas productivas, entre un orden colonial
que frenaba el desarrollo económico y un nuevo orden que inauguraba el librecambio. Sino que “lejos
de reducir los acontecimiento políticos de mayo a una última ratio económica, busco entenderlos en
su especificidad: el de luchas políticas, de una disputa por el poder entre los sectores dominante del
orden colonial”13

Así que para Peña, la revolución de mayo no era una revolución burguesa porque no implico una
modificación en las estructuras sociales ya estas mantuvieron intactas, solo se beneficiaron las elites
que lograron obtener el poder político sin la participación popular. Por eso la revolución de mayo fue
política (no social), elitista y no democrática.

Conclusión

Se puede observar que el interés por la interpretación de Mayo estuvo presente en la historiografía de
izquierdas desde el siglo pasado, historiadores como Puiggros, Bagu, Abelardo Ramos, Astessano, ya
habían abordado esta problemática. Este interés se renueva por la llegada y festejos del Bicentenarios
de aquella “primera independencia”, motivo suficiente para que los intelectuales, en especial los
historiadores retomen su análisis sobre el carácter de la revolución. Esto no quiere decir que los
historiadores no se hallan preocupados por interpretarlo sino que la diferencia radicaba en foco de
interés, por ejemplo Noemí Goldman centra su atención en los discursos sin entrar en constatar hasta
donde esas enunciaciones representan un problema, mientras que Ternavasio analiza a la revolución en
su carácter institucionalista, centrándose en la evoluciones de las legislaciones. Pero en el preludio y
después del bicentenario los historiadores, en especial los marxistas se interesaron por el atraso
económico argentino que tenía su génesis en los sucesos Mayo, es decir por la falta o fallida
revolución burguesa.

Es así que un historiador ubicado fuera del ámbito académico, Christian Rath centra su análisis en las
luchas de intereses entre sectores opuestos, hacendados y comerciantes criollos que buscan liberalizar
la economía frente al segmente monopolista, comerciantes peninsulares, agricultores y productores del
interior. Para este la revolución se tornaría burguesa al llegar al poder los primeros e implantarían una
serie de legislación que los beneficiaria, que paradójicamente tuvo consecuencia drásticas para los
sectores más débiles y aquellos no participaban en el comercio mundial. Por su parte Harari también
hace énfasis en la cuestión social, la lucha de clases. Pero su análisis vas allá. Ve en América un
feudalismo que traduce en el dominio los comerciantes monopolistas peninsulares, que enfrenta a una
burguesía agraria encarnada por los hacendados, muchos de los cuáles serán los mismo

13
Ídem pág. 13
revolucionarios de 1810. Por eso la revolución es burguesa al triunfar estos sobre el estamento feudal
y colocar a la burguesía agraria porteña en el poder, cuya transformaciones sociales se verán a largo
plaza. Finalmente Tarcus, quien rescata al olvidado Milciades Peña, rechaza las cuestiones sociales
presente en la revolución de mayo, descartando su carácter burgués por ser realizadas por
comerciantes y hacendados que solo querían acceder al poder político y mantener la estructura social
tal como estaba. Estos lograron tomar el poder político y desplazar a los peninsulares de los puestos
importantes de la administración para poder defender mejor sus intereses, por eso político, elitista y no
democrático.

En los últimos años la izquierda ha abordado la revolución de Mayo desde diferentes perspectivas, es
decir, sociales o políticas, como lo dice Devoto, esta “corriente político-intelectual han diseñados
diversas interpretaciones del pasado, no frecuentemente antagónicas entre sí”14

Bibliografía

_ Devoto, Fernando y Pagano, Nora (2009); Cap. 5 “Historiografía de las izquierdas”; en Devoto,
Fernando y Pagano, Nora, Historia de la historiografía argentina. Ed. sudamericana. Buenos Aires.

_ Galasso, Norberto (2006) “La corriente historiográfica socialista, federal-provinciana o


latinoamericana”. Cuadernos para la otra historia. Centro Cultural “Enrique S. Discépolo”. Buenos
Aires.

_Harari, Fabián (2008),”La Contra: los enemigos de la revolución de mayo, ayer y hoy”. Ediciones
RyR. Buenos Aires.

_Harari, Fabián (2009), “Hacendados en Armas: El cuerpo de Patricios, de las invasiones inglesas a la
Revolución (1806-1810)”. Ediciones RyR. Buenos Aires.

_ Rath, Christian. (2013) “El Carácter de la Revolución de Mayo “. En Defensa del Marxismo Nº 40.
Buenos Aires.

_ Tarcus, Horacio (2014) “Estudio Preliminar: La visión trágica en historia de Milciades Peña”. En
Milciades Peña; “Historia del pueblo argentino”. Editorial Emece, Buenos Aires.

_Rodríguez, Martiniano (2012) “Sobre el Carácter de llamada Revolución de Mayo de 1810 en


Argentina: Una discusión bicentenario”. En Revista web: Socialismo o Barbarie. Buenos Aires.

14
Devoto, Fernando y Pagano, Nora (2009); Cap. 5 “Historiografía de las izquierdas”; en Devoto, Fernando y
Pagano, Nora, Historia de la historiografía argentina. Ed. sudamericana. Buenos Aires. Año 2009, pag. 287

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