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La hipertensión es otro término usado para describir la presión arterial alta. La presión arterial alta puede
provocar:
Accidente cerebrovascular
Ataque cardíaco
Insuficiencia cardíaca
Enfermedad renal
Muerte prematura
Usted es más propenso a tener presión arterial alta a medida que envejece. Esto se debe a que los vasos
sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. Cuando esto ocurre, su presión arterial se eleva.
El número superior se denomina presión arterial sistólica. Para la mayoría de las personas, esta lectura
está demasiado alta si es de 140 o superior.
El número inferior se denomina presión arterial diastólica. Para la mayoría de las personas, esta lectura
es demasiado alta si es de 90 o superior.
Las lecturas de presión arterial arriba mencionadas son los objetivos acordados por la mayoría de
expertos para la mayoría de las personas. Para las personas de 60 años y mayores, algunos médicos
recomiendan un objetivo de presión arterial de 150/90. Su proveedor de atención médica considerará la
manera como estos objetivos aplican a usted específicamente.
Los adultos mayores tienden a tomar más medicamentos y esto los pone en mayor riesgo de efectos
secundarios perjudiciales. Un efecto secundario de los medicamentos para la presión arterial es un
aumento en el riesgo de caídas. En el tratamiento de los adultos mayores, los objetivos de la presión
arterial deben equilibrarse contra los efectos secundarios del medicamento.
Reducir la cantidad de sodio (sal) que consume. Procure que sean menos de 1,500 mg por día.
Reducir la cantidad de alcohol que toma, no más de 1 trago al día para las mujeres y 2 para los hombres.
Consumir una dieta saludable para el corazón que incluya las cantidades recomendadas de potasio y
fibra.
Permanecer en un peso corporal saludable. Encuentre un programa para bajar de peso, si lo necesita.
Hacer ejercicio de manera regular. Por lo menos 30 minutos al día de ejercicio aeróbico moderado.
Reducir el estrés. Trate de evitar las situaciones que le causan estrés y pruebe con meditación o yoga
para desestresarse.
El proveedor puede ayudarlo a encontrar programas para bajar de peso, dejar de fumar y hacer ejercicio.
También puede conseguir una remisión de su proveedor a un nutricionista. El nutricionista puede
ayudarlo a planear una dieta que sea saludable para usted.
El hogar
Algunas farmacias
El proveedor puede solicitarle que lleve un registro de su presión arterial en el hogar. Cerciórese de
conseguir un dispositivo casero que ajuste bien y de buena calidad. Es mejor tener uno con un manguito
para su brazo y lectura digital. Practique con su proveedor para constatar que esté tomando la presión
arterial correctamente.
Es normal que su presión arterial sea diferente en distintos momentos del día.
A menudo es más alta cuando usted está en el trabajo. Baja ligeramente cuando usted está en casa.
Generalmente es más baja cuando está durmiendo.
Es normal que su presión arterial aumente repentinamente cuando se despierta. En personas con presión
arterial muy alta, este es el momento cuando están en mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un
accidente cerebrovascular.
Control
El proveedor le practicará un examen físico y verificará su presión arterial con frecuencia. Con su
proveedor, establezca una meta para su presión arterial.
Si usted vigila su presión arterial en casa, mantenga un registro escrito. Lleve los resultados a la consulta
clínica.
Dolor torácico
Sudoración
Náuseas o vómitos
Vértigo o mareo
Desmayo
Confusión
Otros efectos secundarios que usted piensa que podrían ser a raíz del medicamento o su presión arterial
Nombres alternativos
Control de la hipertensión
Referencias
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Ultima revisión 8/22/2016
Versión en inglés revisada por: Laura J. Martin, MD, MPH, ABIM Board Certified in Internal Medicine
and Hospice and Palliative Medicine, Atlanta, GA. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical
Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.
3. Comer sano
El alcohol puede ser bueno y malo para la salud. En cantidades pequeñas, puede
disminuir la presión arterial en 2 a 4 mm Hg; sin embargo, ese efecto protector se
pierde cuando se bebe en exceso, lo que generalmente significa más de una
bebida diaria para las mujeres y hombres mayores de 65 años, o más de dos
bebidas diarias para los hombres de 65 años o menos. Por otro lado, si usted
normalmente no consume alcohol, no debe empezar a hacerlo como un medio de
reducir la presión arterial porque los posibles daños del consumo de alcohol
superan las ventajas.
Aparte de todos los demás peligros de fumar, la nicotina presente en los productos
derivados del tabaco puede aumentar la presión arterial en 10 mm Hg o más
puntos, hasta una hora después de fumar. Por lo tanto, cuando una persona fuma
durante todo el día, su presión arterial puede permanecer siempre alta.
Se debe evitar el humo de segunda mano porque inhalar el humo producido por
otros lo pone a uno en peligro de sufrir problemas de salud, tales como presión
arterial alta y enfermedad cardíaca.
7. Reducir la cafeína
8. Disminuir el estrés
Si cree que necesita más apoyo, aparte del de sus familiares y amigos, considere
unirse a un grupo de apoyo. De esa manera, usted podrá entrar en contacto con
gente capaz de ofrecerle incentivos emocionales o morales, además de
sugerencias prácticas para lidiar con la afección.
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Los hombres corren riesgo si su cintura mide más de 102 centímetros (40 pulgadas).
Las mujeres corren riesgo si su cintura mide más de 89 centímetros (35 pulgadas).
Estos números varían entre los diferentes grupos étnicos. Pregúntale a tu doctor
cuál es una medida saludable de cintura para ti.
los afro-americanos
las personas de 51 años o mayores
cualquier persona diagnosticada con presión alta, diabetes, o enfermedad renal
crónica
Para reducir el sodio en tu dieta, considera estos consejos:
Lee las etiquetas de la comida. Si fuera posible, elige alternativas bajas en sodio
para las comidas o bebidas que compras normalmente.
Come menos comidas procesadas. Sólo una pequeña cantidad de sodio se
encuentra naturalmente en los alimentos. — la mayoría se agrega durante el
procesamiento.
No agregues sal. Sólo 1 cucharadita al ras de sal tiene 2.300 mg de sodio. Usa
hierbas o especies para darle más sabor a la comida.
Implementa el cambio lentamente. Si no piensas que puedas reducir drásticamente
el sodio en tu dieta, redúcelo gradualmente. Tu paladar se acostumbrará con el
tiempo.
5. Limita la cantidad de alcohol que tomas
El alcohol puede ser bueno y malo para tu salud. En pequeñas cantidades, tiene el
potencial de reducir la presión en 2 a 4 mm Hg.
Pero ese efecto protector se pierde si tomas demasiado alcohol — en general,
más de un trago por día para las mujeres y los hombres mayores de 65 años, o
más de dos por día para los hombres de 65 y menores. Un trago es equivalente a
12 onzas de cerveza, cinco onzas de vino, o 1 onza y media de bebidas
alcohólicas de 80 grados.
Beber más que las cantidades moderadas de alcohol puede realmente hacer subir
la presión en varios puntos. También puede reducir la efectividad de la medicación
para la presión.
6. Deja de fumar
Cada cigarrillo que fumes hará que tu presión suba por varios minutos después de
que lo terminaste. Dejar de fumar te ayuda a que la presión vuelva a lo normal. Sin
importar su edad, la gente que deja de fumar tiene un aumento sustancial en sus
expectativas de vida.
7. Reduce la cafeína
Aún se debate el papel de la cafeína sobre la presión. La cafeína puede elevar la
presión tanto como 10 mm Hg en la gente que la consume rara vez, pero su efecto
es poco o nada en la de la gente que toma café habitualmente.
Aunque los efectos de la consumición crónica de cafeína no están claros, existe la
posibilidad de que cause un pequeño aumento en la presión.
Para ver si la cafeína te hace subir la presión, tómate la presión dentro de 30
minutos de tomar una bebida cafeinada. Si tu presión aumenta entre 5 y 10 mm
Hg, puede que los efectos de la cafeína te afecten. Habla con tu doctor sobre los
efectos de la cafeína en tu presión.
8. Reduce el estrés
El estrés crónico contribuye de manera importante a la presión alta. El estrés
ocasional también puede contribuir a la presión si reaccionas comiendo alimentos
poco saludables, bebiendo alcohol o fumando.
Toma un poco de tiempo para pensar qué te estresa: factores como el trabajo, la
familia, la situación económica, o las enfermedades. Una vez que sepas qué te
causa estrés, considera cómo puedes eliminarlo o reducirlo.
Si no puedes eliminar todas tus causas de estrés, por lo menos puedes hacerles
frente de una manera más saludable. Intenta:
Cambiar tus expectativas. Date tiempo para hacer las cosas. Aprende cómo decir
"no" y cómo vivir dentro de límites razonables. Trata de aprender a aceptar las cosas
que no puedes cambiar.
Piensa en los problemas que puedes controlar, y haz un plan para
solucionarlos. Quizás puedas hablar con tu jefe sobre las dificultades en el trabajo, o
con los miembros de tu familia sobre los problemas en casa.
Conoce qué desencadena tu estrés. Evita los desencadenantes que puedas evitar.
Por ejemplo, pasa menos tiempo con la gente que te molesta, o evita manejar en el
tráfico de hora punta.
Crea oportunidades para relajarte y hacer actividades que disfrutas. Tómate 15 a
20 minutos por día para sentarte en silencio y respirar profundamente. Intenta disfrutar
lo que estás haciendo y no apresurarte a través de tus actividades de relajamiento a
un ritmo que te estrese.
Practica la gratitud. Expresar tu gratitud a otros puede ayudar a reducir los
pensamientos estresantes.
9.Controla tu presión en casa, y visita al doctor con
regularidad
Controlar la presión en casa puede ayudarte a vigilar la presión, asegurarte de que
los cambios en tu estilo de vida están funcionando, y alertarte a ti y a tu médico
sobre posibles complicaciones de salud. Los aparatos para tomar la presión se
consiguen con facilidad y sin receta. Habla con tu doctor sobre el control de la
presión en casa antes de comenzar.
Las visitas regulares a tu doctor también son clave. Si tu presión está bajo control,
puede que necesites visitar a tu doctor cada seis o doce meses, dependiendo de
otras enfermedades que tengas. Si tu presión no está controlada, es posible que
tu doctor quiera verte con más frecuencia.