Sunteți pe pagina 1din 8

MODULO DE

FILOSOFÍA
FILOSOFIA MOERNA

*Solo para uso pedagógico Página 1


FILOSOFIA MODERNA

 El Espíritu Idealista: No fue idealista dejo sembrado el


D germen idealista.
E La filosofía ya no va a ser un estudio de la realidad entera, del
S mundo, del hombre, de Dios; se va a restringir casi
exclusivamente al estudio del Yo y sus ideas
C
 Las Reglas del Método: Para evitar el error, basta la
A inteligencia, es necesario aplicarla adecuadamente, es decir
R , se requiere del Método, es decir énfasis en lo racional 4
T reglas metódicas:
E a) Regla de la Evidencia: Aceptar como verdadero lo evidente
S b) Regla de Análisis: Descompensar las ideas completas en sus
partes mas simples.
c) Regla de Síntesis: Es necesario reconstruir el todo a partir de
los principios encontrados.
d) Regla de la Enumeraciones y Repeticiones: No omitir nada.
 La Duda Metódica: Si dudo, es que pienso y sí pienso es
que existo: Pienso luego existo (Cógito ergo sum)

*Solo para uso pedagógico Página 2


 Crítica la Razón Pura: El objeto que alrededor del sujeto, es
decir el investigador científico no va a preguntar a la naturaleza
sino que va a interrogarla.
KANT
 El imperativo Categórico: “Si fuera más dinero, trabaja
1724 - 1804 arduamente” es decir no se ejecuta el deber por el deber (de
trabajar) sino por una condición extrínseca.

*Solo para uso pedagógico Página 3


IDEALISTA
 La Dialéctica: Ley universal del devenir e inclusive como el
mismo proceso de cambio se aplica a todo ente: sea
espiritual o material, nuestro modo de pensar es dialéctico y
lo mismo la historia del pensamiento y los cambios de los
cuerpos físicos. La evolución tiene lugar por la contradicción.
HEGEL Cada ente, por ser finito (limitado) lleva en sí el germen de su
propia negación.
1770 - 1831
La dialéctica no es otra cosa sino la tensión que hace saltar esos
límites del ente finito, para dar por resultado otro ente, en cierto
modo opuesto al anterior, contrario, en cuanto presenta
características que el primero no manifestaba positivamente. La
misma tensión logra la asimilación o superación de los contrarios
en un nivel o etapa superior: Esta es la síntesis resultado de la
evolución de la tesis y antítesis.

*Solo para uso pedagógico Página 4


LECTURA

René Descartes, El discurso del método (cuarta parte)

No sé si debo entreteneros con las primeras meditaciones allí realizadas, pues son tan metafísicas y tan poco comunes que no serán del gusto
de todos.

Y, sin embargo, con el fin de que se pueda opinar sobre la solidez de los fundamentos que he establecido, me encuentro en cierto modo
obligado a referirme a ellas.
Hacía tiempo que había advertido que, en relación con las costumbres, es necesario en algunas ocasiones seguir opiniones muy inciertas tal
como si fuesen indudables, según he advertido anteriormente. Pero puesto que deseaba entregarme solamente a la búsqueda de la verdad,
opinaba que era preciso que hiciese todo lo contrario y que rechazase como absolutamente falso todo aquello en lo que pudiera imaginar la
menor duda, con el fin de comprobar si, después de hacer esto, no quedaría algo en mi creencia que fuese enteramente indudable. Así pues,
considerando que nuestros sentidos en algunas ocasiones nos inducen a error, decidí suponer que no existía cosa alguna que fuese tal como
nos la hacen imaginar.

Y puesto que existen hombres que se equivocan al razonar en cuestiones relacionadas con las más sencillas materias de la geometría y que
incurren en paralogismos, juzgando que yo, como cualquier otro estaba sujeto a error, rechazaba como falsas todas las razones que hasta
entonces había admitido como demostraciones.

Y, finalmente, considerando que hasta los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos pueden asaltarnos cuando dormimos, sin
que ninguno en tal estado sea verdadero, me resolví a fingir que todas las cosas que hasta entonces habían alcanzado mi espíritu no eran más
verdaderas que las ilusiones de mis sueños.
*Solo para uso pedagógico Página 5
Pero, inmediatamente después, advertí que, mientras deseaba pensar de este modo que todo era falso, era absolutamente necesario que yo,
que lo pensaba, fuese alguna cosa. Y dándome cuenta de que esta verdad: pienso, luego soy, era tan firme y tan segura que todas las más
extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacerla tambalear, juzgué que podía admitirla sin escrúpulo como el primer
principio de la filosofía que yo indagaba.

Para dialogar:
1. Comenta las razones que encuentra Descartes para dudar de la verdad de los conocimientos
adquiridos.
2. A través de un cuadro comparativo diferencia: opinión, creencias, razonamientos y
demostraciones.
3. Descartes sostiene que uno de los motivos esenciales para dudar de nuestro conocimiento es el
engaño de nuestros sentidos:
a) Explica las razones que supone Descartes para dudar de los sentidos.
b) Desarrolla tres argumentos que refuten su punto de vista.
c) Comenta la relación entre conocimiento y sentido en Descartes.
4. A través de un cuadro comparativo muestra las diferencias de las propuestas más relevantes de los
filósofos sobre el origen del conocimiento.

*Solo para uso pedagógico Página 6


Lectura 2

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura

Cuando Galileo hizo rodar por el plano inclinado las bolas cuyo peso había él mismo determinado; cuando Torricelli hizo soportar al aire un
peso que de antemano había pensado igual al de una determinada columna de agua; cuando más tarde Stahl transformó metales en cal y ésta a
su vez en metal, sustrayéndoles y devolviéndoles algo, entonces percibieron todos los físicos una luz nueva. Comprendieron que la razón no
conoce más que lo que ella misma produce según su bosquejo; que debe adelantarse con principios de sus juicios, según leyes constantes, y
obligar a la naturaleza a contestar a sus preguntas, no empero dejarse conducir como con andadores; pues de otro modo, las observaciones
contingentes, los hechos sin ningún plan bosquejado de antemano, no pueden venir a conexión en una ley necesaria, que es sin embargo lo que
la razón busca y necesita. La razón debe acudir a la naturaleza llevando en una mano sus principios, según los cuales tan sólo los fenómenos
concordantes pueden tener el valor de leyes, y en la otra el experimento, pensado según aquellos principios; así conseguirá ser instruida por la
naturaleza, mas no en calidad de discípulo que escucha todo lo que el maestro quiere, sino en la de juez autorizado, que obliga a los testigos a
contestar a las preguntas que les hace. Y así la misma física debe tan provechosa evolución de su pensamiento, a la ocurrencia de buscar (no
imaginar) en la naturaleza, conformemente a lo que la razón misma ha puesto en ella, lo que ha de aprender de ella de lo cual por sí misma no
sabría nada. Solo así ha logrado la física entrar en el camino seguro de una ciencia, cuando durante tantos siglos no había sido más que un
mero tanteo.

(…)

No hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia. Pues ¿por dónde iba a despertarse la facultad de conocer,
para su ejercicio, como no fuera por medio de objetos que hieren nuestros sentidos y ora provocan por sí mismos representaciones, ora ponen
en movimiento nuestra capacidad intelectual para compararlos, enlazarlos, o separarlos y elaborar así, con la materia bruta de las impresiones
sensibles, un conocimiento de los objetos llamado experiencia? Según el tiempo, pues, ningún conocimiento precede en nosotros a la
experiencia y todo conocimiento comienza con ella.

*Solo para uso pedagógico Página 7


Mas si bien todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, no por eso origínase todo él en la experiencia. Pues bien podría ser que
nuestro conocimiento de experiencia fuera compuesto de lo que recibimos por medio de impresiones y de lo que nuestra propia facultad de
conocer (con ocasión tan sólo de las impresiones sensibles) proporciona por sí misma, sin que distingamos este añadido de aquella materia
fundamental hasta que un largo ejercicio nos ha hecho atentos a ello y hábiles en separar ambas cosas.

Es pues por lo menos una cuestión que necesita de una detenida investigación y que no ha de resolverse enseguida a primera vista, la de si hay
un conocimiento semejante, independiente de la experiencia y aún de toda impresión de los sentidos. Esos conocimientos llámanse a priori y
distínguense de los empíricos, que tienen sus fuentes a posteriori, a saber, en la experiencia.

Aquella expresión, empero, no es bastante determinada para señalar adecuadamente el sentido todo de la cuestión propuesta. Pues hay
algunos conocimientos derivados de fuentes de experiencia, de los que suele decirse que nosotros somos a priori partícipes o capaces, de ellos,
porque no los derivamos inmediatamente de la experiencia, sino de una regla universal, la cual, sin embargo, hemos sacado de la experiencia.
Así, de uno que socavare el fundamento de su casa, diríase que pudo saber a priori que la casa se vendría abajo, es decir, que no necesitaba
esperar la experiencia de su caída real. Mas totalmente a priori no podía saberlo. Pues tenía que saber de antemano por experiencia que los
cuerpos son pesados y por tanto que cuando se les quita el sostén, caen.

En lo que sigue, pues, entenderemos por conocimientos a priori no los que tienen lugar independientemente de esta o aquella experiencia,
sino absolutamente de toda experiencia. A estos opónense los conocimientos empíricos o sea los que no son posibles más que a posteriori, es
decir por experiencia. De entre los conocimientos a priori llámense puros aquellos en los cuales no se mezcla nada empírico. Así por ejemplo,
la proposición: todo cambio tiene su causa, es una proposición a priori, mas no es pura, porque el cambio es un concepto que no puede ser
sacado más que de la experiencia.

Para responder:
5. ¿Qué quiere decir Kant cuando afirma que el conocimiento se origina en la experiencia y qué quiere decir cuando dice
que no todo él procede de la experiencia? Explicar.
6. Elabora un cuadro donde indiques las diferencias entre conocimiento a priori y conocimiento a posteriori, anota para
cada uno dos ejemplos.
7. A través de un cuadro comparativo muestra las diferencias de las propuestas más relevantes de los filósofos sobre la
esencia del conocimiento.

*Solo para uso pedagógico Página 8

S-ar putea să vă placă și