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En el marco del estudio de la ingeniería civil, el conocimiento acerca de los

distintos tipos de cimentaciones es fundamental, indistintamente del área de la ingeniería


civil en la que se quiera especializar, dado que todas las edificaciones deben tener
fundaciones. Desde tiempos remotos que el ser humano ha construido grandes obras
civiles, todas las cuales debían tener algún sistema de asentamiento al suelo, quizás no
con un estudio detallado, ni menos científico, sino más bien artesanal. Actualmente,
estos estudios se realizan con cálculos avanzados de las estructuras en cuestión.
El cálculo de las solicitaciones de un edificio nos indicará el tipo de cimentación
más apropiado para cada caso. En este sentido, tenemos dos tipos de cimentaciones
principales: superficiales o profundas. Las cimentaciones superficiales son aquellas que
se reparten la fuerza en un estrato superior del suelo sobre el cual se está edificando, y
las profundas son aquellas que trasladan las cargas del edificio a estratos más
subterráneos (generalmente la roca subyacente al suelo en cuestión). Dentro de las
primeras tenemos las zapatas, uno de los tipos más comunes de cimentación, pero que es
de gran importancia, ya esa en países sísmicos o no, o en construcción de casas o de
grandes estructuras (todo esto depende del análisis de la estructura, y del análisis
geotécnico del suelo).
En ocasiones, cuando comenzamos a realizar la excavación para la ejecución de
obra, podemos encontrarnos diversas dificultades para encontrar el estrato resistente o
firme donde queremos cimentar. O simplemente se nos presenta la necesidad de apoyar
una carga aislada sobre un terreno sin firme, o difícilmente accesible por métodos
habituales. Los cimientos, a fin de distribuir la carga, pueden extenderse horizontalmente
(superficiales), pero también pueden desarrollarse verticalmente hasta alcanzar estratos
más bajos capaces de soportarla. En estos casos se recurre a la solución de cimentación
profunda, que se constituye por medio de muros verticales profundos de hormigón, los
muros pantalla o bien a base de pilares hincados o perforados en el terreno, denominados
pilotes.
Zapatas, definición general
Las zapatas son cimentaciones superficiales que garantizan la estabilidad de la
obra que soportan, resistiendo compresiones altas y medias. Éstas se caracterizan por ser
un ancho prisma de hormigón que se encuentra bajo los pilares de la edificación (Figura
1), el que sirve para enviar todas las cargas de la estructura al suelo y disiparlas en
presiones más pequeñas dada una mayor superficie de contacto. Como ésta es una
cimentación superficial se debe construir sobre un terreno apto, dado que, si el suelo no
resiste las cargas, la estructura puede colapsar.
Cuando el suelo es apto para soportar las cargas en un estrato superficial,
entonces las zapatas son construidas de hormigón armado. En cambio, cuando el estrato
superficial del suelo es muy blando, y no soporta las cargas debido a lo inestable del
terreno, se debe profundizar la cimentación. En este caso, la zapata se construye con
hormigón en masa, disminuyendo los costos en cuanto a acero.
Existen varios tipos de zapatas, en general se dividen en estos tres:

1) Zapatas aisladas: donde recae un solo pilar sobre la base de hormigón en el


centro de éste, se usa más para suelos duros.

2) Zapatas combinadas: donde recaen dos o más pilares sobre una base de
hormigón.

3) Zapatas continuas: donde los pilares que se construyen sobre la base, se


encuentran muy cerca y por la presión se terminan juntando y formando un
bulto, se usa más para suelos blandos como tierras vegetales, arena, etc.

FIGURA 1: (Esquema de la posición y forma de una zapata en una casa).


Tipos de zapatas
1. Zapatas Aisladas
Las zapatas aisladas son el tipo más simple de zapatas, y consisten en una
cimentación superficial que soporta elementos estructurales puntuales como lo son
pilares o columnas. En la base de la columna, la superficie aumenta hasta lograr que el
suelo soporte sin problemas la carga que se le transmite (Figura 2).

Figura 2: Zapatas para una edificación de varios pisos


En general, este tipo de zapatas, en planta, son cuadradas. Solo se utilizan zapatas
aisladas rectangulares por razones de espacio (derechos de propiedad de un sitio).
También se les denomina zapatas para columnas individuales. En la superficie
inferior de la zapata se producen los correspondientes esfuerzos de tensión a los que se
está sometida la estructura.
Una zapata aislada puede ser:
A. Interior: cuando está en el área interna de la edificación, es decir, alejada
de los bordes. En este caso, el pilar se debe centrar en el área de la zapata
(Figura 3), disminuyendo al máximo las excentricidades, facilitando el
cálculo de la misma.
B. De borde: cuando se encuentra pegada a uno de los bordes del terreno.
Aquí, el pilar que es soportado queda en un costado de la superficie basal
de la zapata, transmitiendo una carga excéntrica a la zapata.

C. De ángulo o doble medianería: cuando se encuentra en una esquina del


terreno, Nuevamente, la carga que el pilar transmite es excéntrica, dado
que este queda ubicado en una esquina de la superficie de la zapata.

Figura 3: Zapata aislada

2. Zapatas Combinadas
Al momento de diseñar un edificio, se puede dar el caso de que se produzcan
muchos pilares próximos entre sí, o bien, que las cargas puntuales por cada uno de los
pilares sean demasiado elevadas, o incluso que dos pilares se encuentren separados
únicamente por una junta de dilatación. En estos casos, si se realiza el dimensionamiento
de las zapatas individuales, se da lugar a zapatas muy cercanas o incluso solapadas. En
este caso, se procede a utilizar zapatas combinadas, que son aquellas que sostienen más
de una columna o muro.
Se pueden clasificar por la cantidad de columnas que soporta una zapata
combinada en: zapatas para dos columnas (Figura 4), o zapatas mara más de dos
columnas. En ambos casos, el cetroide de la zapata debe coincidir con la resultante de las
cargas de las columnas, para así evitar la tendencia a inclinación de la zapata.
Además de la anterior clasificación, se pueden diferenciar en: zapatas
combinadas de Lindero, que se utilizan cuando la capacidad de carga del terreno es muy
baja y la carga de lindero muy alta; o en zapatas combinadas intermedias, cuando se
utiliza una capacidad de carga del terreno muy baja y la densidad entre los ejes de las
columnas es pequeña, resultan zapatas aisladas muy grandes y muy juntas, por lo que es
preferible utilizar una zapata combinada intermedia.
Figura 4: Zapata combinada, con dos pilares.

3. Zapatas Continuas
Provienen del concepto de zapata combinada, que considera aquellas zapatas que
soportan sobre sí más de una columna o un muro (Figura 5). Se denomina zapata continua
a aquella que soporta toda una hilera de columnas. Este tipo de zapata se construye en dos
casos principales:
1. Cuando el límite del terreno donde ha de ser construido el edificio no permite
la construcción de zapatas aisladas para todas las columnas de la edificación.

2. Cuando el cálculo de las zapatas aisladas de la construcción determina un


traslape de las zapatas.

Además de los casos antes mencionados, se puede dar el caso de que la capacidad
de carga del terreno sea muy baja para soportar cargas puntuales, haciéndose necesaria la
construcción de una estructura continua de cimentación.
Cuando se construyen zapatas continuas en ambos sentidos de la edificación se
denomina una cimentación reticular. Este tipo de cimentación, en suelos de baja
capacidad de carga, resulta mucho más económica que la construcción de zapatas
individuales para cada columna aislada, dado que la gran área de cada zapata determina
un costo adicional para la obra. Además, se minimizan los momentos flectores que se
producen en una zapata aislada, puesto que se tiene una mayor superficie de apoyo que
impide el giro.
En muchos casos, se da que, al momento de calcular la cimentación reticular, se
traslapan una o más hileras, siendo mejor y más efectiva la construcción de lo que se
denomina, una losa de cimentación.

Figura 5: Zapata continuas para muro de albañilería.

4. Losa de cimentación
Este es el caso “extremo” de una zapata, y se da cuando el cálculo de las zapatas
individuales determina zapatas muy próximas o solapadas, aquí se utiliza lo que
denominamos losa de cimentación (Figura 6).
Consiste en una losa maciza de concreto reforzado en ambas direcciones, ubicada
en la planta inferior de todo el edificio. En este caso, se está aprovechando al máximo la
superficie de contacto bajo el edificio. Esta placa de cimiento puede considerarse una
zapata muy grande, que soporta y transmite al terreno los esfuerzos del edificio.
Una de las grandes ventajas que presenta este tipo de cimentación es la gran área
de contacto para distribución de las cargas del edificio, minimizando los momentos y
asentamientos puntuales. Además, dado su alto grado de rigidez, disminuye
considerablemente los asentamientos diferenciales que pueden producirse por diferencias
en la capacidad de carga del suelo, de una zona a otra, eliminando, en parte, riesgos de
deformaciones y daños estructurales del edificio. Es por esto que este tipo de
cimentación se utiliza frecuentemente en edificios sensibles a los asentamientos
diferenciales.
Figura 6: Planta y alzado de una losa de cimentación con pilares.

Factores de diseño de una zapata


En la etapa de diseño de una zapata, se deben considerar una amplia gama de
factores, algunos con más incidencia que otros, pero que al final determinan las
dimensiones, materiales, y otras características de una zapata.
El primer factor a considerar es el suelo. Para ello, el equipo de diseño deberá
basarse en estudios geotécnicos del terreno sobre el que se desea construir la edificación.
Esto afecta de la siguiente manera: para zapatas que descansan sobre suelos granulares
gruesos, la presión es mayor en el centro de la zapata y disminuye hacia los costados. En
contraste, en suelos arcillosos las presiones son mayores cerca del borde que en el centro
de la zapata (Figura 7)

Ilustración 7: Presiones de contacto: (a) supuesta; (b) real para suelos granulares; (c)
real para suelos cohesivos.
Una vez determinada la capacidad de carga del tipo de suelo correspondiente,
viene el dimensionamiento de la zapata. Esto se basa en la cantidad de carga que deba
soportar la zapata en sí. De esta manera, el área basal requerida para la zapata que se
desea calcular queda expresada en términos de las cargas solicitantes, y además del tipo
de suelo.
Posteriormente, se debe agregar al cálculo de la zapata la influencia de fuerzas
externas, como momentos y cortantes, además del diseño sismo resistente, y la acción de
los vientos.

Principio físico del funcionamiento de una zapata.


Una zapata, tiene su funcionamiento principalmente basado en la distribución de
las cargas totales del edificio en una superficie amplia de terreno, permitiendo un buen
asentamiento del edificio sobre el terreno. Para explicar mejor el fenómeno físico,
partiremos con un ejemplo: imaginemos a dos personas, de peso similar, que van
caminando sobre un suelo de tierra, una de ellas lleva zapatos anchos en su planta, y la
otra, lleva zapatos con taco alto. ¿Cuál de las dos personas es más propensa a hundirse
en el terreno? Rápidamente concluimos: la que lleva taco alto. Pero ¿por qué?... Bueno,
lo que sucede es que las cargas de ambas personas (peso) se distribuyen en áreas
diferentes. La que lleva zapatillas anchas distribuye su peso en el suelo, siendo que la
que lleva taco, lo concentra, aumentando la presión específica sobre el suelo que la
soporta, hundiéndose con mayor facilidad que la otra.
Lo mismo sucede en el caso de las zapatas. La zapata, lo que hace es aumentar la
superficie de contacto de los cimientos, para distribuir la carga total en presiones
específicas menores, impidiendo el hundimiento del edificio.
En este sentido, vemos cómo funciona la fórmula física:

P=F/A
Con P, presión sobre el suelo; F, solicitaciones totales del edificio; A, área de la
cimentación (zapata). A medida que F aumenta, se hace necesaria mayor área para
mantener la misma presión. Asimismo, si necesitamos menor presión deberemos
aumentar el área. Esto es, básicamente el funcionamiento de las fuerzas verticales de una
zapata.
Si graficáramos P=F/A, con F constante, obtendríamos un gráfico como el de la
Figura 6, donde, P y A son inversamente proporcionales (Figura 8).

Ilustración 8: Grafico P=F/A, con F constante


Ahora, también sobre las zapatas actúan fuerzas horizontales y momentos.
Fuerzas Horizontales: Son aquellas que mantienen confinada la zapata en un
sitio específico. Dentro del funcionamiento de una zapata es necesario mencionar el
confinamiento de esta a un sitio específico. Ejemplifiquemos: supongamos que
tenemos una zapata aislada, sobre un sitio liso, de gran resistencia a las cargas
superficiales. En cuanto a fuerzas verticales no hay problemas, ya que el suelo resiste
sin mayores inconvenientes las solicitaciones del edificio. Ahora bien, el problema se
genera cuando se generan fuerzas horizontales. Supongamos, un sismo de onda
longitudinal (hacia los lados). El edificio completo tenderá a “arrastrarse” de un lado a
otro, dando pie a posibles daños estructurales. Es por ello que se debe “enterrar” la
zapata en cierta medida, para que el mismo suelo realice estas fuerzas horizontales
que contrarrestan fuerzas horizontales externas.
Momentos: El momento es una fuerza de giro en cierto sentido (rotación).
Bueno, en la zapata también se da este caso. Nuevamente nos ponemos en el caso
antes nombrado. Si sobre la columna que está sobre nuestra zapata aislada actúa una
fuerza horizontal en alguna zona alta, se generará un momento, que inducirá una
rotación de la columna. Para evitar esta rotación, nuevamente se recurre al
confinamiento de la zapata, generando fuerzas horizontales y otras verticales que van
en contra del giro inducido por las fuerzas horizontales externas.

Figura 9: Fuerzas a considerar en el cálculo de una zapata.


En la Figura 9, podemos ver las fuerzas que han de ser consideradas para el cálculo
estructural de una zapata. En la imagen, N representa la fuerza que ejerce el pilar sobre la
zapata, M, es un momento inducido por fuerzas externas, V es una fuerza horizontal en la
base del pilar, P es el peso propio de la zapata, y “h” y “b” son las dimensiones de la
zapata.
Factores en el Diseño
Momento flector en la Zapata Aislada:El momento flector en cualquier sección
de una zapata debe determinarse pasando un plano vertical a través de la zapata, y
calculando el momento de las fuerzas que actúan sobre el área total de la zapata que quede
a un lado de dicho plano vertical.

Para una zapata aislada el momento máximo amplificado, debe calcularse en las
secciones críticas localizadas como se indica a continuación:

a) Para zapatas que soporten una columna o muro de concreto, en la cara de la


columna o muro.
b) En zapatas armadas en una dirección y en zapatas cuadradas armadas en dos
direcciones, el refuerzo debe distribuirse uniformemente a lo largo y del ancho total
de la zapata.
c)
Dimensionamiento de la zapata: El dimensionamiento preliminar de la zapata se
efectúa en base solo a las cargas de gravedad: permanentes y sobrecarga, buscando que la
presión admisible del suelo no sea sobrepasada.

Para la determinación de las dimensiones del cimiento se consideran las cargas


transmitidas por la columna, el peso de la zapata, el peso del suelo sobre ella y la
sobrecarga del terreno. Las tres últimas son consideran como el “concepto de capacidad
portante neta“(figura 10), que es la capacidad del terreno reducida por efecto de la
sobrecarga, el peso del suelo y el peso de la zapata.

La capacidad neta portante es igual a:

qsn= qs – ytht – ychc – S/C


 qsn: Capacidad portante neta
 qs : Carga admisible del terreno
 yt: Peso específico del suelo
 ht: Altura del suelo sobre la zapata
 yc: Peso específico del concreto
 hc: Altura de la cimentación. Estimada en función de la longitud de anclaje del
refuerzo de la columna y del recubrimiento necesario.
 S/C: Sobrecarga del terreno
Figura 10: parámetro empleados para la determinación de la capacidad neta portante
del terreno

Haciendo uso del parámetro de dimensionamiento de la cimentación se efectúa


tomando en cuenta las cargas transmitidas por la columna, pues los otros efectos ya han
sido considerados. De este modo , el área de la zapata es :

A= Carga externa vertical sin amplificar/ qsn

Dónde: A: Área de la cimentación

Conocida el área, se definen las dimensiones de la cimentación cuadrada,


rectangular, circular, entre otras; y se verifica la presión del terreno.

En esta etapa, se considera los momentos flectores transmitidos a través de la


columna o muro. Se verifica solo las cargas de gravedad. Si los esfuerzos son superiores a
la capacidad del suelo, entonces es necesario incrementar las dimensiones del elemento.

Si las cargas externas incluyen efectos de sismo, se realiza una segunda


comprobación. Bajo este tipo de cargas, que actúan por periodos breves de tiempo, la
capacidad portante del suelo se incrementa.

Procedimiento constructivo de una zapata aislada construida en obra.

a. Trazo y excavación de la zapata :

Una vez hecho el trazo de la zapata se procede a excavar hasta llegar al terreno
resistente. En caso de que exista estudio de mecánica de suelos se deberá llegar a la
profundidad que dicte el estudio.
Al llegar al estrato resistente se procederá a compactar con una compactadora de
motor excéntrico para que vibre y comprima con el objeto de que el terreno obtenga
deformaciones de cero y de esta manera evitar que el terreno se deforme con las cargas de
la zapata.

b. Colocación de una plantilla de concreto

Una vez compactado el terreno se procede a colar una plantilla de concreto con una
resistencia a la compresión de f ’c = 100 Kg. /cm2 y un espesor de 5 cm. sin armado, esto
con el objeto de evitar que se deteriore el suelo que ya está preparado y compactado y en
caso de lluvia que la estructura del terreno no se modifique. (Figura 11)

Figura 11: Plantilla de concreto sin armado f ’c = 100 Kg. /cm2

c. Colocación de acero inferior de la zapata.

Se procede a colocar el acero inferior de la


zapata utilizando varilla de marcas reconocidas que
nos garanticen una resistencia de f y = 4200 Kg.
/cm2 y en caso de utilizar varillas de laminadoras
no conocidas se deberá de pedir una prueba de
laboratorio con el objeto de cerciorarnos que la
fatiga de fluencia de la varilla de esa laminadora no
sea menor de f y = 4200 Kg. /cm2. (Figura 12)

Figura 12: isométrico de plantilla


d. Colocación de acero vertical del dado de la columna.

Se arma el acero del dado de la columna con


sus respectivos estribos de varilla dejando la longitud
de anclaje del dado hacia los vértices de la zapata , se
coloca el dado y se amarra alambre recocido a la
varilla de la parrilla de la zapata. (Figura 13)

e. Colocación del acero vertical de la columna


Se armara la columna, si la columna es de concreto se construirá con su altura final


mas el anclaje de apoyo en el acero inferior de la zapata, si la columna es de acero el
armado de la columna se cortara a la altura del dado y deberá de tener incluida una placa
metálica de apoyo de la columna con sus anclas. (Figura 14)

Figura 14
Pilotes, definición general
Un pilote es un soporte, normalmente de hormigón armado (Figura 15), de una gran
longitud en relación a su sección transversal, que puede hincarse o construirse in situ en una
cavidad abierta en el terreno. Los pilotes son columnas esbeltas con capacidad para soportar
y transmitir cargas a estratos más resistentes o de roca, o por rozamiento en el fuste. Por lo
general, su diámetro o lado no es mayor de 60cm. Constituye un sistema constructivo de
cimentación profunda al que denominaremos cimentación por pilotaje. Los pilotes son
necesarios cuando la capa superficial o suelo portante no es capaz de resistir el peso del
edificio o bien cuando esta se encuentra a gran profundidad; también cuando el terreno está
lleno de agua y ello dificulta los trabajos de excavación. Con la construcción de pilotes se
evitan edificaciones costosas y volúmenes grandes de cimentación.
Los pilotes pueden alcanzar profundidades superiores a los 40m teniendo una
sección transversal de 2−4m, pudiendo gravitar sobre ellos una carga de 2000 t. Los
pilotes deben recibir fuerzas longitudinales de compresión, ya que las cargas por flexión
producen deformaciones mayores con alto grado de peligrosidad; sin embargo, en
ocasiones deberán tomarse en cuenta otras solicitaciones de cargas horizontales como
viento y sismo. Una excentricidad por pequeña que sea provoca cambios importantes en
los esfuerzos de los pilotes.

Figura 15

Casos en los que se utilizan los pilotes:


A. Cuando las cargas transmitidas por el edificio no se pueden distribuir
adecuadamente en una cimentación superficial excediendo la capacidad portante
del suelo.
B. Puede darse que los estratos inmediatos a los cimientos produzcan asientos
improvistos y que el suelo resiste este a cierta profundidad; en el caso de edificios
que se apoyan en suelos de baja calidad.
C. Cuando el terreno está sometido a grandes variaciones de temperatura por
hinchamiento o retracciones producidos con arcillas expansivas.
D. Cuando la edificación está situada sobre agua o con la capa freática muy cerca del
nivel del suelo.
E. Cuando los cimientos están sometidos a esfuerzos de tracción.

Función de los pilotes


Cuando el suelo situado al nivel en que se desplantaría normalmente una zapata o
una losa de cimentación, es demasiado débil o compresible para proporcionar un soporte
adecuado, las cargas se transmiten al material más adecuado a profundidad por medio de
pilotes o pilas. La diferencia entre estos elementos es algo arbitraria. Evidentemente los
pilotes se utilizan cuando las condiciones del suelo no son adecuadas para el empleo de
zapatas o losas de cimentación o cuando la construcción de estas en los lugares dispuestos
para su emplazamiento es inadecuada, antieconómica o bien no viable. Por consiguiente los
pilotes van generalmente asociados con problemas difíciles de cimentación y con las
condiciones peligrosas del suelo.
Sin embargo, esto no significa que las cimentaciones sobre pilotes sean peligrosas,
es una advertencia para los inexpertos e imprudentes, particularmente para los propietarios
y constructores. El planteamiento de una cimentación con pilotes -y frecuentemente la
realización de ésta- requiere obtener todos los datos que puedan conseguirse de un modo
razonable sobre las características del suelo sobre el que se va a cimentar,
Estudiar y comprobar las posibles soluciones para la cimentación, eliminar hasta
donde sea posible, toda incertidumbre que pueda evitarse y respetar el sano criterio
profesional de la ingeniería.

Tipos de cargas en pilotes


La mayoría de las estructuras están sometidas a un conjunto de cargas combinadas y
no únicamente a cargas verticales o laterales, por esta razón las cimentaciones deben ser
capaces de soportar momentos. Debajo de estructuras como muros de compuertas, muros
de sostenimiento y edificios ordinarios se producen fuerzas verticales hacia abajo causadas
por el peso de la estructura y que suelen ser mucho mayores que las fuerzas hacia arriba
producidas por los momentos provocados por las cargas laterales.
Por otro lado, los pilotes situados del lado de sotavento de las torres altas de acero o
depósitos para almacenar gas del tipo de pistón, puede considerarse que producen una
reacción que contrarresta las fuerzas verticales hacia arriba. cuando deben transmitirse al
subsuelo fuerzas laterales por medio de un a cimentación piloteada, es importante el decidir
si se deben hincar algunos pilotes inclinados.
Esta decisión debe basarse en la capacidad de los pilotes para soportar cargas
laterales. Cuando las cargas laterales por pilote exceden a la carga vertical que puede
soportar un pilote vertical, es necesario utilizar pilotes tanto verticales como inclinados.
Los pilotes inclinados se usan comúnmente en los estribos y pilas de puentes, en los
muros de contención y para proporcionar estabilidad a olas filas transversales de pilotes.
Cuando se usan pilotes verticales e inclinados, y si están hincados a la misma profundidad y
trabajan por punta, se puede suponer que la capacidad de carga axial de cada uno de ellos
es la misma; cuando los pilotes son de fricción puede hacerse la misma suposición bajo las
mismas condiciones.
En la cimentación los pilotes están sometidos predominantemente a cargas verticales,
pero en algunos casos deben tenerse en cuenta otros tipos de solicitaciones como son:

 Cargas horizontales debidas al viento, empujes de arcos o muros etc.


 Rozamiento negativo al producirse el asiento del terreno en torno a pilotes
columna por haber extendido rellenos o sobrecargas, rebajar el nivel freático a
través de suelos blandos aun en proceso de consolidación.
 Flexiones por deformación lateral de capas blandas bajo cargas aplicadas en
superficie.
 Esfuerzos de corte, cuando los pilotes atraviesan superficies de deslizamiento de
taludes.

Tipos de pilotes
Los pilotes se construyen en una gran variedad de materiales, longitud y forma de su
sección, y que se adaptan a diversas necesidades de carga, colocación y economía. Entre
algunos de los más comunes tenemos:

1) Pilotes de madera: Son el tipo de pilote más antiguo, ya desde la época del Imperio
Romano se utilizaban. Proporcionan una cimentación segura y económica con
ciertas restricciones, su longitud está limitada por la altura de los árboles
disponibles. No pueden resistir esfuerzos debidos a un fuerte hincado ya que
pueden romperse fácilmente, sobre todo cuando se penetran estratos muy
resistentes.
2) Pilotes de concreto: Son de los más usados en la actualidad, los hay de sección
circular, cuadrada y octagonal y en tamaños de 8, 10 y 12 metros. Pueden dividirse
en dos categorías: colados en el lugar -in situ- y pre colados. Los colados en el lugar
pueden ser con o sin ademe. Los pres colados pueden ser también pre esforzados
con el fin de reducir las grietas que se forman por el manejo e hincado además de
que proporciona resistencia a los esfuerzos de flexión. Todos los pilotes de concreto
son reforzados con acero apara evitar que sufran daños durante su transportación y
colocación.
3) Pilotes de acero: Los tubos de acero se utilizan mucho como pilotes y usualmente se
llena de concreto después de hincados, y si el hincado es violento es posible utilizar
perfiles I o H de acero. Estos pilotes están sujetos a corrosión, aunque el deterioro
no es significativo aunque si se hincan bajo el mar, la acción de las sales puede ser
importante.
4) Pilotes compuestos: Ocasionalmente, los pilotes se fabrican uniendo secciones
superiores e inferiores de materiales diferentes, como concreto arriba del nivel de
las aguas freáticas y madera sin tratar debajo. se dispone de una gran variedad de
pilotes que consiste de varias combinaciones

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