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Butler, J (2001). Mecanismos psíquicos del poder: teorías sobre la sujeción.

Ediciones Cátedra:
Universidad de Valencia
El poder

 Da forma al sujeto, le proporciona su condición de existencia y la trayectoria a su deseo. Por tanto, no


es solo algo a lo que nos oponemos, sino también, algo de los que dependemos para nuestra existencia
y que abrigamos y preservamos en los seres que somos (pág. 12).
 El poder tiene una doble valencia: la subordinación y la producción (pág. 12).
El sometimiento
Consiste en la dependencia fundamental ante un discurso que aunque no hemos elegido, paradójicamente,
inicia y sustenta nuestra potencia (pág. 12).
Aunque se trata de un poder que es ejercido sobre el sujeto; el sometimiento es al mismo tiempo un poder asumido
por el sujeto y esa asunción constituye el instrumento de su devenir (pág. 22).
La sujeción
Es el proceso de devenir subordinado al poder, así como el proceso de devenir sujeto. El sujeto se inicia mediante
una sumisión primaria al poder (pág. 12). Esto quiere decir que la sujeción es tanto la subordinación como la
formación del sujeto (pág. 18).
¿Cómo el sujeto se forma en la subordinación?

 Butler: El poder que en un principio aparece como externo, presionando al sujeto, asume una forma
psíquica para constituir la identidad del sujeto al darse la vuelta. Es decir, el poder se ejerce sobre uno
mismo, incluso contra uno mismo (pág. 13).
El sujeto es la modalidad del poder que se vuelve contra sí mismo. El sujeto es el efecto del poder en
repliegue (pág. 17).

 Althusser: La subordinación del sujeto se produce mediante el lenguaje, como efecto de la voz
autoritaria que interpela al individuo. La interpelación tiene lugar en el intercambio por el cual el
reconocimiento es ofrecido y aceptado (ej. Un policía interpela a un transeúnte que pasea y este se da
la vuelta y se reconoce como la persona interpelada). (pág. 16).
La conciencia
Entendida como el funcionamiento psíquico de la norma reguladora. Es una operación psíquica y social del poder
(pág. 16).
Ver abajo… en la pagina 4.
La dependencia del vínculo en la configuración del sujeto

 Ningún sujeto emerge sin un vínculo apasionado con aquellos de quienes depende de manera esencial.
Por lo tanto, la subordinación resulta ser esencial para el devenir del sujeto. Implica una sumisión
obligatoria. Quien promete la continuación de la existencia, explota el deseo de supervivencia, el deseo
de ser: “Así prefiero existir en la subordinación que no existir” (pág. 18).
 Para poder persistir psíquica y socialmente debe haber dependencia y formación de vínculos: no existe
la posibilidad de no amar, cuando el amor está estrechamente ligado a las necesidades
básicas de la vida (pág. 19).

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 Pero para que el sujeto pueda emerger, las formas primarias de este vínculo deben surgir y a la vez
ser negadas, su surgimiento debe consistir en su negación parcial. Ello explica en parte el sentimiento
de humillación del adulto: “no es posible que yo haya podido amar a una persona como esa”. El “yo” aparece
fundado sobre el repudio. El “yo” se ve amenazado por el fantasma de la reaparición de ese amor
(imposible) y condenado a reescenificarlo en el inconsciente, reviviendo y desplazando una y otra vez el
escándalo y la imposibilidad que representa: “yo no podría ser quien soy si amase del modo en que
aparentemente amé y si he de persistir siendo yo, deberé seguir negando ese amor y a la vez, reescenificándolo
inconscientemente en la vida actual, con el sufrimiento más atroz como resultado” (p.p. 19 – 20).
 Mediante la repetición neurótica, el sujeto persigue su propia disolución, su propia descomposición y
esta búsqueda revela una potencia, pero no del sujeto, sino una potencia de un deseo que persigue la
disolución del sujeto. El deseo intentará descomponer al sujeto, pero se verá coartado precisamente por
el sujeto en cuyo nombre opera. Para poder persistir, el sujeto debe frustrar su propio deseo. Y para
que el deseo pueda triunfar, el sujeto debe verse amenazado con la disolución. Por consiguiente: Desear
las condiciones de la propia subordinación es un requisito para persistir como uno mismo (pág. 20).
En síntesis:
1. El sujeto depende del poder para su propia formación
2. Dicha formación (del sujeto) es imposible sin la dependencia (a los vínculos)
3. La postura del sujeto adulto consiste en la negación y reescenificación de esa dependencia.
(p.p. 20 – 21).
Del individuo al sujeto:

 El sujeto es una estructura en formación y no es intercambiable con la idea de persona o individuo.


 Los individuos llegan a ocupar el lugar del sujeto y adquieren inteligibilidad solo en tanto están
previamente establecidos en el lenguaje. Es decir, el sujeto ofrece la oportunidad lingüística para que el
individuo alcance y reproduzca la inteligibilidad.
 Ningún individuo deviene sujeto sin antes padecer sujeción o experimentar “subjetivación”.
 Los individuos adquieren inteligibilidad al devenir sujetos.
(pág. 22)
El poder como productor

 El poder que da origen al sujeto es distinto del que ejerce y por ende constituye su potencia (pág. 23).
¿Cómo se asume el poder?

 El proceso de asumir el poder no consiste sencillamente en cogerlo de un lado, transferirlo intacto y en


seguida convertirlo en propio. El poder sufre una modificación: El poder asumido/apropiado actúa en
contra del poder que hizo posible esa asunción.
 Ambivalencia: El poder asumido puede mantener y al mismo tiempo resistir la subordinación.
 El dilema de la potencia es que no necesariamente una resistencia es una recuperación del poder; ni
una recuperación del poder es realmente una resistencia.
(págs. 23 – 24)
¿Cómo actúa el poder en el sujeto?

 No sólo actúa sobre [acts on] el sujeto sino que actúa al [enacts] sujeto, en sentido transitivo otorgándole
existencia.

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 En tanto que condición, el poder precede al sujeto; sin embargo, pierde su apariencia de anterioridad al
ser ejercido por el sujeto y eso da lugar a la idea de que el poder es efecto del sujeto, que es algo que
los sujetos efectúan.
El poder actúa sobre el sujeto de dos formas (p.p. 24-25):
1. Haciéndolo posible (como su condición de posibilidad y ocasión de su formación).

2. Como aquello que es adoptado y reiterado en la “propia” actuación del sujeto (éste último se convierte
en súbdito del poder).
Esta forma (como sometimiento) tiene dos modalidades temporales:
a) El poder como anterior al sujeto, fuera de él y en funcionamiento desde el principio.
b) El poder como efecto voluntario del sujeto
Esto puede significar que:
i. El sometimiento es una subordinación que el sujeto se provoca a sí mismo
ii. El sometimiento es el proceso por el cual el sujeto se convierte en garante de su propia
resistencia y oposición
La potencia (pág. 26)

 Resultado de un proceso de ocultación e inversión, el poder como potencia emerge como algo que
pertenece exclusivamente al sujeto.
 La potencia desborda al poder que habita.
 Los propósitos del poder no siempre coinciden con los de la potencia
 La potencia opera en una relación de contingencia e inversión con respecto al poder que la hace posible
y al que no obstante pertenece. Y este es el escenario ambivalente de la potencia.
La reiteración (pág. 27)

 Para que puedan persistir las condiciones del poder han de ser reiteradas
 El sujeto es el lugar de esa reiteración, que no se da de forma mecánica
 Conforme el poder pasa de condición del sujeto a efecto del sujeto, sus condiciones asumen una forma
presente y futuraria.
El gran dilema cultural y ético
¿Cómo adoptar una actitud de oposición ante el poder aun reconociendo que toda oposición está comprometida
con el mismo poder al que se opone?

 El sujeto deriva su potencia del poder al que se opone (pág. 29)


¿Cómo se produce el proceso de formación del sujeto? (págs. 29 – 32)

 Foucault: Asocia el carácter formativo o productivo del poder a los regímenes reguladores y
disciplinarios
 El proceso de volverse el poder contra sí mismo (es decir, en contra del sujeto), se produce en los actos
de autoacusación de la conciencia y de la melancolía que operan de manera conjunta con los procesos
de regulación social.
 La formación de los sujetos se realiza a través de la incorporación de las normas, proceso que no
ocurre de manera mecánica ni predecible.

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 Este proceso fabrica la distinción entre vida interior y exterior, ofreciendo una distinción entre
lo psíquico y lo social.
 El sujeto es vulnerable a un poder que no ha creado, en tanto que su producción y la formación de su
voluntad son consecuencia de una subordinación primaria. Así es como el sujeto se encuentra obligado
a buscar el reconocimiento de su propia existencia en categorías (como el género, la etnia, etc), términos
y nombres que él mismo no ha creado, el sujeto busca los signos de su existencia fuera de sí, en un
discurso que es al mismo tiempo dominante e indiferente.
 En síntesis… dentro del sometimiento, el precio de la existencia es la subordinación.
Precisamente cuando la elección se vuelve imposible, el sujeto persigue la subordinación
como promesa de existencia. El sometimiento explota el deseo por la existencia, que
siempre es conferida desde fuera; impone una vulnerabilidad primaria ante el Otro como
condición para alcanzar el ser (pág. 32).
¿Cómo actúan las normas? (págs. 32 - 33)

 Las normas operan como fenómenos psíquicos, restringiendo y produciendo el deseo. De esta manera
rigen la formación del sujeto y los circunscriben al ámbito de la socialidad vivible.
 El funcionamiento psíquico de la norma permite que el poder regulador actúe de forma exitosa.
 El sometimiento psíquico constituye una modalidad específica del sometimiento.
 La conciencia es fabricada como efecto de una prohibición internalizada (Foucault / Nietzsche). De esta
manera la prohibición no solo es privativa, sino también productiva. La prohibición de la acción
fabrica un ámbito interno, que es la condición de la introspección y la reflexividad.
 Así, la pulsión vuelta contra sí misma (como prohibición / autocensura) actúa como catalizador en la
formación del sujeto.
La conciencia (págs. 33 – 34)

 Es el medio por el cual el sujeto se convierte en objeto para sí mismo, reflexionando sobre sí (pag. 33).
 Así, el autoconocimiento es el resultado del autocastigo (Nietzsche).
 Uno se convierte en objeto de reflexión para sí mismo con el fin de refrenar el deseo.
 Uno puede tomarse a sí mismo como objeto de reflexión en el proceso de producción de la propia
otredad.
 Constreñir el deseo (la vuelta sobre sí mismo) produce otro tipo de deseo: un deseo por el
sometimiento.
¿Cómo es prohibido el deseo? (pág. 35)

 Para Freud el repudio de ciertas formas de amor sugiere que la melancolía que funda al sujeto, se debe
a un duelo incompleto e irresoluble.
 La melancolía disocia al sujeto: puesto que el sujeto no reflexiona sobre la pérdida ni tampoco puede
hacerlo, esa pérdida marca el límite de la reflexividad.
 La pérdida como repudio (ej. Amor homosexual) inaugura al sujeto y lo amenaza con la disolución.
 Nietzsche y Hegel: El sujeto se coarta a sí mismo, lleva a cabo su propia sujeción, fabrica sus propios
grilletes y de esa manera se vuelve contra un deseo que sabe que es suyo.
La pérdida de la pérdida (pág. 35 - 36).

 Refiere a la perdida de la posibilidad misma del amor: la pérdida de la capacidad de amar. El duelo
interminable por aquello que funda al sujeto.
 Existen varios modos de negarse a amar, pero no todos ellos pueden ser considerados como repudio.

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 El repudio puede adoptar la forma de un ideal regulador (Foucault). Un ideal que determina que ciertas
formas de amor sean posibles y otras imposibles. De esta forma, el repudio como sanción actúa no para
prohibir el deseo existente, sino para producir ciertos tipos de objetos y excluir otros del campo de la
producción social. Actúa como un mecanismo de producción.
El sentimiento de culpa (pág. 36)
El sentimiento de culpa actúa como un recurso provisional para prevenir una destrucción sádica. Es decir, actúa
como un deseo compensatorio de conservar el objeto al cual se le desea la muerte, en términos de separación
o pérdida (Melanie Klein).

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