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Se conoce con el nombre de aleación a la adición de elementos, tanto metálicos como no

metálicos, a un metal base con el fin de mejorar sus propiedades en el aspecto deseado.

Las propiedades de una aleación son, esencialmente, función del metal que se toma como
base, así como de la naturaleza y cantidad de los elementos con que se alea.

Es un hecho cierto que no todos los elementos son igualmente miscibles en un mismo metal
base, dependiendo las posibilidades de esta mezcla de una serie de características a escala
atómica, tanto del metal base como de los elementos aleantes. Ciertas aleaciones poseen la
propiedad de aumentar la miscibilidad de algunos de sus elementos aleantes al incrementarse
la temperatura, y se dice de ellas que son tratables térmicamente; por ello pueden dar lugar a
toda una gama de diferentes propiedades mediante el simple procedimiento de calentar la
aleación hasta una cierta temperatura y enfriarla adecuadamente hasta la temperatura
ambiente o por debajo de ella. Esta propiedad es de una importancia fundamental en la
tecnología del automóvil y, por supuesto, en la industria metalúrgica en general. Existen otros
tipos de aleaciones cuyas propiedades fundamentales son muy específicas, tal como el poseer
una buena resistencia a la corrosión y otras que se caracterizan por su óptimo comportamiento
frente al rozamiento y al desgaste.

Las aleaciones se obtienen fundiendo los diversos metales en un mismo crisol y dejando luego
solidificar la solución líquida formando una estructura granular cristalina apreciable a simple
vista o con el microscopio óptico.

La estructura queda conformada por diferentes microconstituyentes o fases como son:

Cristales simples o de componentes puros, cristalizados separadamente donde cada cristal


contiene un solo componente. En este caso la aleación llamada eutéctica es una mezcla íntima
de cristales formada cada uno de ellos de un solo componente puro. Estas aleaciones son de
poca aplicación práctica debido a sus bajas propiedades mecánicas. Por su baja temperatura de
fusión, se emplean casi exclusivamente para la soldadura dulce. El ejemplo típico lo constituye
la aleación plomo estaño empleada en la soldadura de láminas de cinc, cobre y latón.

Cristales de elementos compuestos. Estos cristales están formados por compuestos químicos
de los componentes donde no es posible distinguir separadamente los componentes originales
como en el carburo de hierro que le aporta dureza a los aceros que lo contienen.

Cristales de solución sólida. Llamada así por semejanza con las soluciones líquidas. Están
formados por una solución sólida de los componentes puros o por uno de ellos y un compuesto
químico de ambos. Se forman debido a la solubilidad de los componentes en el estado sólido.

Cuando los cristales de solución sólida se forman con enfriamiento muy lento, tienen
estructuras muy homogéneas y de buenas propiedades mecánicas para emplearlos en la
construcción de partes de máquinas.

Las propiedades de las aleaciones dependen de su composición y del tamaño, forma y


distribución de sus fases o microconstituyentes. La adición de un componente aunque sea en
muy pequeñas proporciones, incluso menos de 1% pueden modificar intensamente las
propiedades de dicha aleación.

En comparación con los metales puros, las aleaciones presentan algunas ventajas:

· Mayor dureza y resistencia a la tracción.

· Menor temperatura de fusión por lo menos de uno de sus componentes.

Pero son menores la ductilidad, la tenacidad y la conductividad térmica y eléctrica.

Para la preparación de las aleaciones se emplean diferentes tipos de hornos:

· Hornos de crisol

· Hornos eléctricos de arco o inducción

· Hornos de reverbero

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