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Condensado de Bose-Einstein. Fue el quinto estado en el que los científicos han descubierto que
se puede observar la materia y están descritos por algunas de las características que adoptan
las partículas atómicas que componen la materia, pudiéndose presentar en cinco formas distintos,
dependiendo cada una de las condiciones de presión, temperatura y otras variables físicas a que
sean sometidas, dentro de los estados más conocidos se encuentran el sólido, el líquido y
el gaseoso, aunque existen otros dos: el plasma y el condensado de Bose- Einstein o (cubo de
hielo cuántico) como cariñosamente se le conoce también.
Origen
Condensado de Bose- Einstein también se originó a partir de un gas, pero al que se enfrió a una
temperatura cercana al cero absoluto.
Los átomos de dicho gas perdieron entonces energía, frenándose y uniéndose entre sí, para dar
origen a una especie de “superátomo”, mucho más denso que el estado sólido.
Los científicos establecieron la existencia de un cuarto estado, al que bautizaron con el nombre de
plasma, y todo quedo en suspenso hasta que en la segunda mitad del 1995, se anunció la creación
en laboratorio de un quinto estado, cuya existencia la habían predicho, en 1925, el físico
germano_ estadounidense Albert Einstein y su colega de la India Satvendra Nath Bose.
Precisamente en honor de estos dos científicos, ese quinto estado en que se ha presentado la
materia antes los ojos humanos ha sido bautizado como Condesado de Bose_ Einstein, aunque
una parte de la comunidad científica mundial prefiere llamarlo “cubo de hielo cuántico”.
Primera vez
Estos científicos afirmaron que es muy probable que la quinta forma de la materia jamás haya
existido de modo natural en ningún otro lugar del universo.
Método de obtención
Quienes lo vieron dijeron que recordaba a una cereza con una picadura de insecto, salvo que su
diámetro es de dos cien millonésimas de milímetro.
Para crearlo, los doctores Eric Cornell y Carl Wieman se valieron de una nube de átomos de
rubidio, cuya temperatura se bajó mediante la aplicación de una técnica conocida como
enfriamiento láser y de dos campos magnéticos.
Ello produjo una temperatura que nunca antes se había alcanzado en ningún laboratorio del
mundo: 180 grados Nano kelvin (nK) o, lo que es lo mismo, una mil millonésima de grados por
encima del cero absoluto.(-270°C)
Aplicación
Se espera que este hallazgo de un quinto estado de la materia puede tener, en el futuro,
aplicaciones prácticas en el campo de la electrónica y en el desarrollo de los relojes atómicos más
preciosos que se hayan construido jamás
Sabemos que el espectro de un elemento químico es característico de éste y que del análisis
espectroscópico de una muestra puede deducirse su composición.
El origen de los espectros era desconocido hasta que la teoría atómica asoció la emisión de
radiación por parte de los átomos con el comportamiento de los electrones, en concreto con la
distancia a la que éstos se encuentran del núcleo.
El físico danés Niels Bohr ( Premio Nobel de Física 1922), propuso un nuevo modelo atómico que
se basa en tres postulados:
Primer Postulado:
Los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas estacionarias sin emitir energía
Segundo Postulado:
Los electrones solo pueden girar alrededor del núcleo en aquellas órbitas para las cuales el
momento angular del electrón es un múltiplo entero de h/2p.
siendo "h" la constante de Planck, m la masa del electrón, v su velocidad, r el radio de la órbita y n
un número entero (n=1, 2, 3, ...) llamado número cuántico principal, que vale 1 para la primera
órbita, 2 para la segunda, etc.
Tercer postulado:
Cuando un electrón pasa de una órbita externa a una más interna, la diferencia de energía entre
ambas órbitas se emite en forma de radiación electromagnética.
Mientras el electrón se mueve en cualquiera de esas órbitas no radia energía, sólo lo hace cuando
cambia de órbita. Si pasa de una órbita externa (de mayor energía) a otra más interna (de menor
energía) emite energía, y la absorbe cuando pasa de una órbita interna a otra más externa. Por
tanto, la energía absorbida o emitida será:
En resumen podemos decir que los electrones se disponen en diversas órbitas circulares que
determinan diferentes niveles de energía.
Cada órbita se corresponde con un nivel energético que recibe el nombre de número cuántico
principal, se representa con la letra " n " y toma valores desde 1 hasta 7 .
La teoría de Bohr predice los radios de las órbitas permitidas en un átomo de hidrógeno.
La teoría también nos permite calcular las velocidades del electrón en estas órbitas, y la energía.
Por convenio, cuando el electrón está separado del núcleo se dice que está en el cero de energía.
Cuando un electrón libre es atraído por el núcleo y confinado en una órbita n, la energía del
electrón se hace negativa, y su valor desciende a
RH es una constante que depende de la masa y la carga del electrón y cuyo valor es 2.179 · 10-18 J.
1 0,53 Å
2 2,12 Å
3 4,76 Å
4 8,46 Å
5 13,22 Å
6 19,05 Å
7 25,93 Å
Nota: Con Å se designa la unidad de longitud Angstrom (en el sistema SI) y equivale a 1.0 x 10-
10
metros.
El electrón puede acceder a un nivel de energía superior pero para ello necesita "absorber"
energía. Cuando vuelve a su nivel de energía original, el electrón necesita emitir la energía
absorbida (por ejemplo en forma de radiación).
Cargas eléctricas y órbitas restringen la amplitud, longitud y frecuencia de la onda descrita por los
electrones. Broglie explicó el movimiento de los electrones alrededor del núcleo atómico.
Para desarrollar su propuesta, Broglie partió del principio de que los electrones tenían una
naturaleza dual entre onda y partícula, similar a la luz.
En ese sentido, Broglie realizó un símil entre ambos fenómenos, y con base en las ecuaciones
desarrolladas por Einstein para el estudio de la naturaleza ondulatoria de la luz, indicó lo siguiente:
– La energía total del fotón y, en consecuencia, la energía total del electrón, resulta del producto
de la frecuencia de la onda y la constante de Plank (6,62606957(29) ×10 -34 Jules x segundos), tal
como se detalla en la siguiente expresión:
En esta expresión:
h= constante de Plank.
f= frecuencia de la onda.
– El momento lineal del fotón, y por ende, del electrón, es inversamente proporcional a la longitud
de la onda, y ambas magnitudes se relacionan a través de la constante de Plank:
En esta expresión:
h= constante de Plank.
λ = longitud de la onda.
– El momento lineal es el producto de la masa de la partícula por la velocidad que tiene dicha
partícula durante su desplazamiento.
En dicha expresión:
λ = longitud de la onda.
h= constante de Plank.
Dado que h, la constante de Plank, tiene un valor pequeño, la longitud de onda λ también lo es. En
consecuencia, es factible enunciar que las propiedades ondulatorias del electrón se presentan
únicamente en niveles atómicos y subatómicos.
– Broglie también se base en los postulados del modelo atómico de Bohr. Según este último, las
órbitas de los electrones son limitados y solo pueden ser múltiplos de números enteros. Así:
Donde:
λ = longitud de la onda.
h= constante de Plank.
r= radio de la órbita.
n= número entero.
Según el modelo atómico de Bohr, al cual Broglie adoptó como base, si los electrones se
comportan como ondas estacionarias, las únicas órbitas permitidas son aquellas cuyo radio sea
igual a un múltiplo entero de la longitud de onda λ.
Por ende, no todas las órbitas cumplen con los parámetros necesarios para que un electrón se
movilice a través de estas. He allí el porqué de que los electrones solo puedan desplazarse en
órbitas específicas.
La teoría de onda de los electrones de Broglie justificó el éxito del modelo atómico de Bohr para
explicar el comportamiento del electrón único del átomo de hidrógeno.
Análogamente, también dio luces sobre por qué este modelo no se ajustó a sistemas más
complejos, es decir, átomos con más de un electrón.
La comprobación experimental del modelo atómico de Broglie tuvo lugar 3 años más tarde de su
publicación, en 1927.
Los destacados físicos estadounidenses Clinton J. Davisson y Lester Germer confirmaron de forma
experimental la teoría de la mecánica ondulatoria.
– En primera instancia, se colocó un montaje con haz de electrones que tenía una energía inicial
conocida.
– Se instaló una fuente de voltaje para acelerar el movimiento de electrones incitando una
diferencia de potencial.
– Se dirigió el flujo del haz de electrones hacia un cristal metálico; en este caso, níquel.
Al repetir el experimento empleando cristales metálicos con distintas orientaciones, los científicos
detectaron lo siguiente:
– La dispersión del haz de electrones a través del cristal metálico era comparable con el fenómeno
de interferencia y difracción de los rayos luminosos.
Limitaciones
El modelo atómico de Broglie no predice la ubicación exacta del electrón sobre la órbita en la cual
se desplaza.
En este modelo, los electrones se perciben como ondas que se movilizan en toda la órbita sin una
ubicación específica, con lo cual se introduce el concepto de orbital electrónico.
Además, el modelo atómico de Broglie, análogo al modelo de Schrödinger, no considera la
rotación de los electrones sobre su mismo eje (spin).
Al obviar el momento angular intrínseco de los electrones, se están dejando de lado las
variaciones espaciales de estas partículas subatómicas.
En el mismo orden de ideas, este modelo tampoco toma en cuenta los cambios en el
comportamiento de los electrones rápidos como consecuencia de los efectos relativistas.
Bohr había postulado un modelo que funcionaba perfectamente para el átomo de hidrógeno, pero
en los espectros que fueron realizados para otros átomos, se veía que los electrones aun siendo
del mismo nivel energético, poseían energías algo diferentes, hecho que no respondía el modelo
de Bohr, lo que hacía necesaria una urgente corrección de su modelo. Fue Sommerfeld quien
modificó el modelo de Bohr, al deducir que en cada nivel energético existían subniveles, lo explicó
añadiendo órbitas elípticas y usando la relatividad.
El modelo atómico de Schrödinger definía al principio los electrones como ondas de materia
(dualidad onda-partícula), describiendo de este modo la ecuación ondulatoria que explicaba el
desarrollo en el tiempo y el espacio de la onda material en cuestión. El electrón con su carácter
ondulatorio venía definido por una función de ondas (Ψ), usando una ecuación de ondas sencilla
que no era más que una ecuación diferencial de segundo grado, donde aparecían derivadas
segundas de Ψ.
Cuando se resuelve esta ecuación, se ve que la función depende de unos parámetros que son los
números cuánticos, como se decía en el modelo de Bohr. De este modo, el cuadrado de la función
de ondas correspondía con la probabilidad de encontrar al electrón en una región concreta, lo que
nos introducía en el Principio de Heisenberg. Es por esto, que en el modelo de Schrödinger,
aparece un concepto pare definir la región del espacio en la cual cabría mayor posibilidad de hallar
al electrón: el orbital.
Max Born, poco después interpretó la probabilidad de la función de onda que tenían los
electrones. Esta nueva explicación o interpretación de los hechos era compatible con los
electrones puntuales que tenían la probabilidad de presencia en una región concreta, lo que venía
explicado por la integral del cuadrado de la función de onda de dicha región, cosa que permitía
realizar predicciones, como anteriormente se explica.
De esta manera, el modelo atómico de Schrödinger hacía una buena predicción de las líneas de
emisión espectrales, ya fuera de átomos neutros o ionizados. También conseguía saber los
cambios de los niveles de energía, cuando existía un campo magnético (efecto Zeeman) o eléctrico
(efecto Stark). Además de todo esto, el modelo conseguía dar explicación al enlace químico, y a las
moléculas estables.
En conclusión, el modelo de Schrödinger, nos hace abandonar por completo el concepto anterior
de los electrones, que venían definidos como pequeñísimas esferas cargadas que daban vueltas en
torno al núcleo, para dar paso a ver los electrones como una función de onda, y añadiéndonos un
útil concepto, el de orbital.
Actualmente cuando se necesita una precisión alta en cuanto a niveles de energía se refiere, se
usa un modelo similar al de Schrödinger, modificando la descripción del electrón usando la
ecuación relativista de Dirac, en vez de la famosa ecuación del físico austríaco. También es un
modelo válido para explicar las configuraciones electrónicas de los átomos.
El nombre de modelo atómico de Schrödinger, suele llevar confusión, debido a que no explica
totalmente la estructura del átomo. Este modelo explica solamente la estructura electrónica del
átomo y su interacción con la estructura de otros átomos, pero en ningún momento nombra al
núcleo, ni hace referencia a la estabilidad de éste