LA VANGUARDIA ESPAÑOLA

AJEDREZ
Jueves 21 de febrero de 1957 COLUMNA Nº 15
por ROMAN
TORAN
Maestro Internacional
de la FIDE

Las partidas de interés teórico

En los grandes torneos magistrales y
también en otros de menor importan- Blancas: Torán
cia, se editan unos boletines con todas Negras: Donner
las partidas disputadas que son muy Apertura Española
solicitados tanto por los aficionados,
como también por los grandes maes- 1.e4 e5
tros que no toman en el mismo, con el 2.¤f3 ¤c6
fin de conocer las innovaciones teóricas 3.¥b5 a6
que se producen en las aperturas y estu- 4.¥a4 ¤f6
diar aquellas que merecen interés. Po- 5.O-O ¥e7
cos, muy pocos, son los certámenes que El sistema cerrado de la defensa
no dejan una serie de mejoras para las Morphy, qué es el más practicado en los
aperturas, que como siguiendo los im- últimos torneos. La partida transcurre
pulsos de la moda, se practican más o ahora durante muchas jugadas, por los
menos, guiados más por los resultados cauces teóricos de la conocida defensa
de las partidas en sí que por la misma Tchigorin.
bondad del planteo. 6.¦e1 b5
Una de las aperturas que ha resistido 7.¥b3 d6
mejor los embates del tiempo y de las 8.c3 O-O
modas ha sido nuestra Apertura Espa- 9.h3 ¤a5
ñola, que fuera creada por Ruy López de 10.¥c2 c5
Segura, obispo en la época de Felipe II, 11.d4 £c7
considerado el mejor jugador mundial 12.¤bd2 ...
de su tiempo. Hasta aquí todo es perfectamente
Veamos una partida jugada en el tor- conocido y ha sido jugado en miles de
neo de Berverwijk, en la que se presenta partidas. En este momento, las negras
una refutación de un sistema que reco- pueden elegir entre estos sistemas: 12...
mienda Smyslov, excampeón del mun- cxd4, 12...¤c6, 12...¥b7 y 12...¥d7,
do, en la apertura Española. pero se deciden por un sistema preconi-
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 MI Román Toran - La Vanguardia Española - Prof. José Luis Matamoros
zado por Smyslov consistente en asegu-
rar la situación del flanco de rey, que es
donde las blancas atacan generalmente.
Al ser punto menos que imposible pro-
nunciarse en favor de uno u otro ya que
todo es cuestión de gustos y estilos de
cada jugador.
12. ... ¦e8
13.¤f1 g6
14.¤e3 ...
La recomendación aquí por los tra-
tados de apertura es 14.¥h6, para opo-
nerse al fianchetto de alfil del rey negro
pero con mi última jugada me preparo
para iniciar un ataque en todos sectores
del tablero que se comienza por el ala de
dama siguiendo la idea moderna b4.
14... ¥f8
Con 14...¥d7 se llegaba a las par-
tidas Bronstein vs Gligoric. Moscú. 58.
y también Szabo -Gligoric, Hastings.
56-57. En la primera la partida siguió
15.b4! cxb4 16.cxb4 ¤c4 17.¤xc4
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bxc4 18.¥d2 c3 19.¥h6 a5? 20.bxa5
y las blancas ganaron el peón c3 negro
posteriormente. Sin embargo, en la se-
gunda Gligoric encontró una mejora
importante, jugando 19...¦ab8!, presio-
nando sobre el peón b4 y entabló con re-
lativa facilidad. Vemos una vez más que
una simple alteración de jugadas hace
que se considere bueno o malo todo un
sistema cuando no se busca el error y se
conforma, uno con los resultados.
15.b4! cxb4
16.cxb4 ¤c6
Interesante es la alternativa 16...¤c4,
pero las blancas siguen con 17.¤xc4
bxc4 18.¥d2 c3 19.¥g5 ¥b7, con po-
sición muy favorable con relación a la
analizada en el comentario anterior.
17.¥b2 ¥b7
La aceptación del peón b4 represen-
taría muchos problemas para las negras.
Una variante que muestra algunas de
las dificultades es: 17...¤xb4 18.¥b3 a5
19.a3 ¤a6 20.¤g5! ¦e7 21.¦c1 £b8
22.dxe5 dxe5 23.¦c6, con graves ame-
nazas.
18.¥b3 ¥g7
19.¦c1! £d8?
Un error que acelera la derrota. La
mejor defensa era 19...£b6, pero las
blancas mantenían su superioridad me-
diante: 20.¤g5! ¦e7 21.¤d5! ¤xd5
22.exd5 ¤d8 23.dxe5 dxe5 24.d6 ¦d7
25.¥xe5 ¥xe5 26.¦xe5 £xd6 27.£xd6
¦xd6 28.¦e8+ ¢g7 29.¦e7. Esta va-
riante, aunque no es de carácter forza-
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do, sirve para ilustrar las posibilidades ría calidad. Una interesante partida des-
de la excelente posición de las blancas. de el punto de vista teórico, siendo muy
20.dxe5! ¤xe5 instructivo el tema de la liquidación fi-
21.¥xe5! dxe5 nal tras la cual quedan las negras sin po-
22.£xd8 ¦axd8 sibilidad de defender su peón f7.
23.¦c7 ¦d7
24.¦xd7 ¤xd7
25.¤g5! ¦e7
26.¦c1! ...

También era ganadora, directamen-

te, 26.¤xf7 ¦xf7? 27.¦c1. El ataque
blanco se ha desarrollado con sencillez
y energía. El resto es simple.
26... ¥h6
27.¤xf7! ¥xe3
28.fxe3 ¢g7
Claro está que si 28...¦xf7 29.¦c7,
sería decisivo.
29.¦c7 ¥xe4
30.¤d6 ...
1-0
Abandonan.
En efecto, si 30. ¥b1 31.¤c8, gana-
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