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“Arreglo de la marcha Turca” del Chavo como introducción de la temática.

https://www.youtube.com/watch?v=UlCd7ixbrSY

Que bonita vecindad sería la excusa perfecta para poder hablar sobre la caracterología que se hace
dentro de la vecindad. En este mismo sentido podemos comenzar a abordar que significa una
vecindad en México como una de las formas en las que las familias pobres viven acosadas por la
falta de vivienda y el cobro constante de la renta.

https://www.youtube.com/watch?v=z7va_vmfI1E

Eso, eso, eso Canción de reconciliación moral del Chavo. Acá podemos abordar de forma
específica al Chavo como personaje y Chespirito como actor. Lo más interesante en este sentido es
la naturalización de la condición de calle de un niño y la dignificación de la pobreza como forma de
hacer vivible lo invivible.

https://www.youtube.com/watch?v=fWedEREySeo

“Joven aún” esta es una de las canciones que le cantan a Don Ramón pero que nos permite abordar
todas las vicisitudes que actualmente viven los actores que encarnaron a los personajes de la serie.

https://www.youtube.com/watch?v=6FFl05V1tX4

“Las brujas” este es un tema que canta Don ramón y abre el espacio entre El Chavo en específico y
lo que será Chespirito como show.

https://www.youtube.com/watch?v=7sK2buw6p5o

El Chavo del 8 es una serie de televisión cómica mexicana creada y protagonizada por Roberto
Gómez Bolaños, producida por Televisión Independiente de México (más tarde, Televisa). Fue
emitida por primera vez el 20 de junio de 1971 por Canal 8.2

El programa trata sobre las vivencias de un grupo de personas que habitan en una vecindad
mexicana donde su protagonista, el Chavo, lleva a cabo travesuras junto con sus amigos que
ocasionan malentendidos y discusiones entre los mismos vecinos, por lo general de tono cómico. El
guion surgió de un sketch escrito por Gómez Bolaños en donde un niño pobre de ocho años discute
con un vendedor de globos en un parque.4 Se le prestó una mayor importancia al desarrollo de los
personajes, a los cuales se les asignó una personalidad distintiva. Desde un comienzo, su creador
contempló que El Chavo estaría dirigido al público adulto, no al infantil, aun cuando se tratara de
adultos interpretando a niños.2 El elenco principal estuvo integrado por Gómez Bolaños, Ramón
Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Angelines
Fernández y Édgar Vivar, que interpretaron al Chavo, Don Ramón, Quico, la Chilindrina, Doña
Florinda, el profesor Jirafales, Doña Clotilde y el señor Barriga, respectivamente. La dirección y
producción de la serie recayeron en Enrique Segoviano y en Carmen Ochoa.

El éxito de El Chavo del 8 fue tal que, para 1973, era transmitido en varios países de
Hispanoamérica y tenía altos índices de audiencia televisiva.5 Se estimó que en 1975 era vista por
más de 350 millones de televidentes cada semana.3 Dada la popularidad, el reparto realizó una gira
internacional que abarcó varios de los países en los que se transmitía el programa en ese entonces,
en una serie de presentaciones donde bailaban y actuaban en vivo frente a un público.6 En 1978,
Villagrán dejó el programa de forma definitiva debido a conflictos con Gómez Bolaños respecto a la
autoría del personaje de Quico,2 y al año siguiente hizo lo mismo Valdés debido a motivos
personales. A pesar de ello, este último se reincorporó al programa tiempo después. La última
emisión de El Chavo del 8 como programa independiente se dio el 1 de enero de 1980, aunque
continuó como parte de Chespirito hasta el 12 de junio de 1992.3 Gómez Bolaños consideró que el
impacto de la serie en otros países se debía al éxito previo de El Chapulín Colorado.7

En cuanto a la crítica, obtuvo una recepción mayormente negativa en sus primeras emisiones, ya
que su contenido era calificado como «vulgar»,8 «bobo e insulso», «enajenante»2 y «no
recomendable».9 Uno de los temas que más críticas negativas ha generado es la violencia explícita
a través de los golpes e insultos entre algunos de los personajes.1011 No obstante, otros medios
aseguraron que un aspecto positivo de El Chavo es el uso de «situaciones universales» con las que
la audiencia puede identificarse fácilmente, sin importar la edad o nacionalidad del espectador.12

A pesar de su conclusión a comienzos de los años 1990, la serie ha sido retransmitida de forma
ininterrumpida en varios países desde entonces. Hasta 2011, se tenía noción de veinte países que
aún la emitían como parte de su programación habitual.3 En 2006 debutó El Chavo animado, un
programa de animación basado en El Chavo del 8 y producido también por Televisa. Su éxito,
equiparable al del formato original, ha permitido que la franquicia se haya expandido en cuanto a
mercadotecnia y productos comerciales. Televisa la considera como una de las marcas más exitosas
de su propiedad.13 Entre algunos productos derivados del programa se incluyen el libro El diario del
Chavo del ocho (escrito por Gómez Bolaños y publicado en 1995), el musical El Chavo animado:
show en vivo (estrenado en 2010), un videojuego para Wii lanzado en 2012, así como aplicaciones
para Facebook y dispositivos móviles de Apple. En cuanto a la cultura popular, El Chavo del 8 ha
perdurado como uno de los programas de entretenimiento más reconocidos14 y exitosos de la
televisión hispanohablante.15

Género y ambientación[editar]

Véase también: Anexo:Episodios de El Chavo del Ocho

El Chavo del Ocho es una comedia de situación que aborda las interacciones de un grupo de
personas que habitan una vecindad. El protagonista, el Chavo, es un niño huérfano que suele
meterse en problemas con los demás habitantes, entre ellos Don Ramón, Doña Clotilde y Doña
Florinda, debido a malentendidos, a distracciones o a sus travesuras. Ahí convive también con sus
amigos Quico y la Chilindrina. Con frecuencia se lo encuentra en un barril de madera que se ubica
en el patio de la vecindad (al que se acostumbra meter, casi siempre, después de que Don Ramón lo
golpea en la cabeza). Cada capítulo hace uso de bromas, slapstick, ironía, cómicos de repetición y
situaciones graciosas en las que el elenco se involucra. También se incluye el uso de risas grabadas
para dar énfasis en las escenas cómicas. La trama transcurre en su gran mayoría en el patio de una
vecindad, donde se aprecia un barril y un lavadero. En dicha vecindad habitan la mayoría de los
personajes principales, excepto el señor Barriga, su hijo Ñoño, Godínez, el profesor Jirafales y
Popis. Se observa también, a primera instancia, el departamento 14 donde residen Quico y Doña
Florinda, y justo a su derecha se encuentra la habitación 71, hogar de Doña Clotilde, y el
departamento 72, donde viven Don Ramón y su hija la Chilindrina. Si bien existen unas escaleras
que conducen al departamento 23, el interior de este pocas veces se ha visto. Hay también en la
vecindad una fuente, a la cual se llega al atravesar un pasillo ubicado entre los apartamentos 71 y
72.

Hay segmentos que ocurren en otros lugares ajenos a la vecindad, tal es el caso de un reducido
predio donde, en uno de los episodios, los personajes aprenden a jugar fútbol americano con
Jirafales y Don Ramón, y en Acapulco, al cual acuden a pasar unas vacaciones. Existe igualmente
una escuela, a la que asisten los niños de la vecindad y donde imparte clases Jirafales. No obstante,
en la serie sólo se ve un aula y no todo el edificio como tal. En otros capítulos aparecen el
restaurante de Doña Florinda, una peluquería en donde en una ocasión trabaja Don Ramón y la
banqueta donde se ubica la entrada a la vecindad (donde los niños deciden establecer un puesto de
aguas frescas en alguna ocasión, o donde Don Ramón instala un puesto provisional para vender
churros en algún instante).

Reparto[editar]

Protagonistas[editar]
Roberto Gómez Bolaños como El Chavo: es el protagonista, un niño de ocho años de edad que llega
a la vecindad después de escaparse de un orfanato, una vez que su mamá lo abandonó.16 Si bien
acostumbra meterse en el interior de un barril situado casi en la entrada de la vecindad, vive en el
departamento 8.17 En ninguno de los capítulos se menciona su nombre verdadero. Uno de sus
rasgos característicos es la «garrotera», en donde su cuerpo se encorva y mantiene paralizado, ante
situaciones de miedo. Se le quita tirándole agua fría.

Carlos Villagrán como Quico: es un niño de nueve años de edad,18 cuyo nombre verdadero es
Federico. En uno de los capítulos se menciona que su padre era marinero, por lo que él acostumbra
vestir siempre una indumentaria reminiscente a él. Vive en el departamento 14 junto con su madre
Doña Florinda. Es generalmente presumido y envidioso al mismo tiempo, por lo que suele tener
conflictos con los demás niños de la vecindad.

María Antonieta de las Nieves como la Chilindrina: es la hija de Don Ramón, una niña «traviesa,
pecosa e inteligente» de 8 años, y amiga del Chavo y de Quico. Está enamorada del primero, por lo
que rivaliza con Paty, interés romántico del Chavo en uno de los episodios.19

Ramón Valdés como Don Ramón: vive en el apartamento 72 de la vecindad, junto con su hija la
Chilindrina. Está desempleado y posee una deuda de 14 meses de renta con el señor Barriga, así
que intenta evadirlo tan pronto lo ve llegar a la vecindad.

Florinda Meza como Doña Florinda: es la madre de Quico, una mujer «soberbia, engreída y
altanera» que suele menospreciar a sus vecinos por cuestiones económicas, refiriéndose a éstos
como «chusma».19 Está enamorada del profesor Jirafales.

Rubén Aguirre como el Profesor Jirafales: es el maestro de la escuela primaria a la que asisten los
niños de la vecindad. Tiene una relación romántica con Doña Florinda. Una de sus expresiones más
características es «¡Ta, ta, ta, taaaa, tá!» al enfadarse. Su larga estatura suele ser motivo de chistes
y burlas entre el Chavo y sus amigos.

Édgar Vivar como el Señor Barriga: es el dueño de la vecindad a la que acude a cobrar la renta de
los inquilinos. En la mayoría de los capítulos, el Chavo acostumbra a «recibirlo con un golpe».
Debido a su obesidad, es objeto constante de burlas por parte de los demás.

Angelines Fernández como Doña Clotilde: es una señora soltera que habita en el departamento 71,
a la que los niños de la vecindad le suelen decir «la bruja del 71», debido a su excéntrico
comportamiento (por ejemplo, tener un perro llamado Satanás, o realizar una sesión espiritista en
uno de los capítulos).19 Está enamorada de Don Ramón.

Otros personajes[editar]

Véase también: Anexo:Personajes de El Chavo


Además de los anteriores, existen otros personajes recurrentes en El Chavo del 8, en su mayoría
interpretados por los mismos actores del reparto principal. Entre ellos figuran Ñoño (interpretado por
Vivar), hijo del Señor Barriga, que suele ir a la vecindad para jugar con el Chavo, Quico y la
Chilindrina. Al igual que su padre, posee obesidad lo que provoca las burlas de sus compañeros en
la escuela. La Popis (encarnada por Meza), es la sobrina de Doña Florinda, una niña que siempre va
acompañada de una muñeca a la que llama Serafina, y que es gangosa. Estudia en la misma
escuela que los otros niños de la vecindad. Con menor frecuencia también aparecen, en algunos
episodios, el Doctor Chapatín, un anciano «satírico y burlesco» y el Chapulín Colorado,20 ambos por
Gómez Bolaños, así como Doña Nieves, la bisabuela de la Chilindrina e interpretada por De las
Nieves. Igualmente en uno de los capítulos se aprecia a Don Federico (actuado por Villagrán), como
el padre de Quico.

Tras la salida de Valdés en 1981, Raúl Chato Padilla se incorporó al programa y asumió el rol de
Jaimito el Cartero en 1982, un anciano que se encarga de entregar el correo en la vecindad (para
más información, véase la sección Conflicto con Villagrán y muerte de Valdés). Horacio Gómez
Bolaños, hermano del creador del programa, se encargó de Godínez, un niño al que se le ve
solamente en la escuela, y que suele ignorar la respuesta de la mayoría de las preguntas que el
profesor Jirafales le hace en las clases. Otros personajes incidentales incluyen a Gloria (por Maribel
Fernández, Regina Torné y Olivia Leiva); Paty (por Rosita Bouchot y Ana Lilian de la Macorra); Don
Román, primo de Don Ramón (por Germán Robles); Malicha, ahijada de Don Ramón (por María
Luisa Alcalá) y el señor Calvillo (por Ricardo de Pascual).

Historia[editar]

Antecedentes[editar]

Tras colaborar en el programa Cómicos y canciones como escritor y actor ocasional,2 el mexicano
Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido por el apodo de Chespirito, debutó en el canal 8 (XEQTV)
de la cadena Televisión Independiente de México con la serie El ciudadano Gómez, donde actuaba
junto con Rubén Aguirre (que anteriormente participaba en El club del Chori). Si bien este se
transmitió en 1968, Bernardo Garza Sada, propietario de canal 8,21 decidió posponer
indefinidamente su emisión con tal de «tenerla preparada para una futura competencia con canal 2
(XEW-TV) de la cadena rival Telesistema Mexicano».2 El ciudadano Gómez reanudó sus emisiones
en 1970.22

En este lapso, el productor Sergio Peña, también del mismo canal, invitó a Gómez Bolaños al
programa Sábados de la fortuna, que duraba ocho horas y que contenía segmentos de diversas
temáticas, tales como actos de magia, concursos y bailes. Su labor ahí consistió en escribir nuevos
sketches cómicos, de media hora de duración. Gran parte de estos segmentos eran conocidos por el
propio creador como «chespirotadas», en alusión a su apodo.2 Uno de estos se tituló La mesa
cuadrada, que más tarde adoptaría el nombre Los supergenios de la mesa cuadrada. Ahí actuaban
Ramón Valdés como el Ingeniebrio Ramón Valdés Tirado Alanís,232 Aguirre como el profesor
Jirafales, Gómez Bolaños como el doctor Chapatín y María Antonieta de las Nieves como la
presentadora. Gómez Bolaños había observado la actuación de Valdés en el filme El cuerpazo del
delito (1968), donde ambos compartían créditos como parte del reparto,24 mientras que De las
Nieves había ingresado a Los supergenios tras sustituir a Bárbara Ramson. Previamente, había
prestado su voz para el doblaje en español de algunos personajes como Eddie Munster, de The
Munsters, y Wednesday Addams, de The Addams Family.2

Mientras que El ciudadano Gómez funcionaba como parodia a la política mexicana, Los supergenios
consistía en una parodia de los programas informativos, en el que tres personajes respondían a
preguntas leídas por De las Nieves, mismas que eran enviadas por el público (en realidad, eran
parte del libreto) y que abordaban temas populares de ese entonces. Dado el éxito de Los
supergenios, los productores de la cadena aceptaron extenderlo como programa independiente, que
se transmitió por dos meses en 1970.232

A pesar del éxito de Los supergenios, su creador decidió cancelarlo. En su libro biográfico, Sin
querer queriendo (2006), el también comediante reveló:

Había un motivo poderoso: la constitución misma del sketch [Los supergenios de la mesa cuadrada]
exigía que muchos chistes fueran adecuados al momento, de modo que había funcionado muy bien
en un programa como Sábados de la fortuna, que se presentaba en vivo, pues esto permitía la
mención de personas y acontecimientos actuales, pero perdía tal característica cuando el producto
se almacenaba durante dos o tres semanas para constituir la reserva necesaria de capítulos.25

Los supergenios dio origen a Chespirito, un nuevo programa conformado por varios segmentos
cómicos entre ellos El Chapulín Colorado, Los Caquitos y Los chifladitos. En este último, Gómez
Bolaños participaba en el rol estelar junto con Aguirre. Debido a que Aguirre firmó un contrato
temporal con el canal 2, el primero tuvo que idear un nuevo sketch que fungiera como reemplazo de
Los chifladitos. Este pasaría a denominarse El Chavo.26

Guion y personajes[editar]
Yo nunca pretendí que la gente creyera que éramos niños, sino que aceptaran que éramos adultos
interpretando a los niños.

—Roberto Gómez Bolaños.2

Sobre la base de otro sketch previo, Gómez Bolaños elaboró el esbozo de El Chavo con una trama
atemporal (es decir, sin seguir una cronología con alguna otra historia) en donde un niño pobre, de 8
años de edad, discutía con un vendedor de globos en un parque. Él interpretaría al niño, y el otro
personaje recaería en Valdés.4 «Cuando [Gómez Bolaños] ve la aceptación y descubre que tiene
elementos de comedia muy atractivos, vuelve a escribirlo, pero ya con más forma [...] la clave fue
meterlos [a los personajes] en una vecindad donde hubo un potencial más grande y poco a poco lo
armó [el concepto central del programa]», según recordó su hijo Roberto Gómez Fernández.3

Los siguientes capítulos surgieron de manera similar, mientras usaba historias que no habían sido
consideradas anteriormente. No obstante, quiso apartarse de los personajes de niños interpretados
hasta ese entonces: «El reto no era sencillo [...] Porque todos (o al menos casi todos) han sido
variantes diversas del clásico Pepito, cuya gracia radica precisamente en que es un niño, pero que
actúa con la picardía propia del adulto», de acuerdo al propio escritor en su libro biográfico. En su
percepción, el personaje del Chavo debía ser uno «inocente e ingenuo».4 El contenido de El Chavo
estaría dirigido «al público adulto, no al infantil».2 Su hija Marcela Gómez Fernández reveló que
varios de los gestos y ademanes del protagonista provenían de ella y de sus hermanos cuando eran
pequeños. En opinión de Roberto Gómez Fernández: «mi padre trató de encontrar valores
universales infantiles, con personajes que pudieran tener grandes contradicciones, elementos
opuestos, así surge la comedia [...] y eso lo sabía perfectamente». Cabe añadirse que el personaje
es también conocido como el Chavo del 8 debido a que la serie era transmitida en sus inicios por el
canal 8; Gómez Bolaños reveló luego que era conocido así porque vivía en el departamento 8 de la
vecindad, y no en el barril donde solía meterse comúnmente.3

Para el personaje de Don Ramón, pensó en un individuo «holgazán, inculto, comodino [...] pero
poseedor de esa gracia natural que identifica al pícaro». En cuanto a la Chilindrina, su apariencia
física sería similar a la del Chavo al tener varias pecas en su rostro, pero en su personalidad debía
figurar como «más traviesa e inteligente que él». Para dar esa impresión, optó por definirla como una
niña sin dientes y que usara anteojos. Inclusive, le dio un sentido de liderazgo sobre los demás niños
de la vecindad.24 Su nombre proviene de un pan típico mexicano que posee semillas de ajonjolí,
reminiscente de las varias pecas que tiene el personaje.19 Doña Florinda era el estereotipo de una
«mujer de edad y que cuida poco de su arreglo personal» y su sobrina, Popis, sería más bien
«bobalicona». El término «Doña» se debía a la connotación de un buen nivel social, según el
escritor. El personaje de Quico, a su vez, funcionaría como contraparte de las cualidades del
protagonista: «caprichoso, testarudo, consentido y envidioso». Su nombre era originalmente
«Federico», para enfatizar la última sílaba del mismo («rico»), sobre la base de una de sus
características en la serie. Sin embargo, se lo conoció mejor por el apodo de Quico. Gómez Bolaños
lo relacionó luego como el hijo de Doña Florinda; sobre su vestimenta de marinero, en uno de los
capítulos se menciona que su padre era marino y había muerto cuando su barco se hundió. Esa es
la causa de su indumentaria habitual.2 En una entrevista, Villagrán dijo que Enrique Segoviano
había propuesto varias de las frases y movimientos característicos de su personaje, incluyendo el
llanto.27

Hay que recordar que el personaje del profesor Jirafales, junto con el irregular doctor Chapatín, ya
aparecía con la mayoría de sus rasgos en Los supergenios, y no se modificó mucho al respecto. Si
acaso una diferencia era que en Los supergenios, Jirafales no era un profesor de escuela, sino «un
sujeto intelectual y educado que resolvía las dudas de sus compañeros». Para El Chavo, adoptó el
rol de maestro de primaria y enamorado de Doña Florinda.2 Aguirre sugirió utilizar la expresión «¡Ta,
ta, ta, taaaaa, tá!», al recordar que uno de sus profesores, Celayo Rodríguez, solía decir una frase
similar al enojarse.28 Se planteó adicionalmente que el señor Barriga fuera el dueño de la vecindad,
al que molestan los niños cada vez que llega a cobrar la renta de los inquilinos, y su versión infantil
recayó en su hijo Ñoño. Al principio no tenía apellido; este se usó en referencia a la apariencia física
del actor.2 La bruja del 71, o Doña Clotilde, se había concebido como una «quisquillosa solterona»,
y finalmente el rol de Godínez era «el que menos estudiaba» de todos los niños.22

Primeras emisiones y popularidad[editar]

Surgido inicialmente como segmento de Chespirito, El Chavo del Ocho obtuvo su propia serie de
media hora de duración y consistente en un capítulo por semana, transmitido en «horario estelar».5
Ante esto, Gómez Bolaños adquirió escenografía y demás utilería para recrear la vecindad donde
habitan los personajes del sketch, y comenzó las audiciones para contratar a otros actores. Además
de Aguirre, De las Nieves29 y Valdés, que ya colaboraban con Gómez Bolaños desde años
anteriores, se contrató a Florinda Meza, que participaba en la serie de comedia La media naranja.24
Por medio de Aguirre, conoció a Carlos Villagrán, quien actuaba en un programa conducido por el
primero. Particularmente, se lo contrató una vez que Gómez Bolaños observó un sketch donde
interpretaba al muñeco de un ventrilocuo; su nombre era Pirolo, y desde ahí Villagrán ya «inflaba sus
cachetes» para proporcionarle más comedia a su actuación. Gómez Bolaños comparó su estilo con
el del francés Henri Bergson y su filosofía de «la humanización de lo mecánico y la mecanización de
lo humano».22 Villagrán aportó también el característico llanto de Quico, heredado del personaje de
una anciana llamada Lola Mento, en el programa El club del Chori.2 Nacho Brambila, amigo de
Gómez Bolaños, le recomendó al médico Edgar Vivar para El Chavo.22 El propio actor dijo que su
incorporación había sido «algo totalmente no planeado, me gustaba ver teatro y cine, pero nunca
pensé estar en este proyecto».3 Por otra parte, la española Angelines Fernández ya era conocida
por sus actuaciones en el cine español.230 Otros actores que llegaron a participar ocasionalmente
en el programa fueron Ofelia Guilmain, Germán Robles, Héctor Bonilla, Rogelio Guerra, entre
otros.22

El primer capítulo de la serie El Chavo del Ocho se transmitió el 20 de junio de 1971.2 El sketch más
antiguo del que se tiene noción es «El ropavejero», grabado en 1971. Aquí aparecen solamente
Valdés, De las Nieves y Gómez Bolaños en sus correspondientes personajes. No fue sino hasta el
capítulo «La fiesta de la buena vecindad» que aparecieron algunos de los personajes principales
restantes. Además, en «Los muebles de don Ramón», el personaje del Sr. Barriga aún no tenía ese
apellido, por lo que se refieren a él como «el señor». Este capítulo se regrabó en 1972.31 Apenas
dos años después de su aparición, El Chavo del Ocho ya se transmitía en varios países de
Hispanoamérica y contaba con altos índices de audiencia televisiva.5

En 1972, era el programa más exitoso del canal 8,2 por lo que, al año siguiente, el empresario Emilio
Azcárraga Milmo invitó a Gómez Bolaños para que El Chavo y sus demás programas, transmitidos
en el canal 8, se incorporaran al canal 2. Asimismo, le garantizó un mejor salario del que ganaba en
ese entonces. El comediante no aceptó la propuesta, aduciendo que tenía un contrato firmado en
canal 8 que debía cumplir.232 En 1974 Telesistema Mexicano (canal 2) y Televisión Independiente
de México (canal 8) se fusionaron para dar lugar a Televisa, entonces el programa comenzó a
transmitirse en el canal 2.2

En 1973, el canal 13 (XHDF-TV) contrató a De las Nieves como presentadora del programa Pampa
Pipiltzin. Su ausencia de El Chavo fue explicada por Don Ramón en uno de los capítulos, donde
reveló que «se había ido a estudiar a Guanajuato, bajo el amparo de unas tías».33 A manera de
solución debido a su salida, se incorporó a la Popis, personaje que sería interpretado por Meza.34
Más de un año después, De las Nieves se reincorporó al reparto de la vecindad.33

De acuerdo al periódico Excélsior, en 1975 la serie era vista por más de 350 millones de televidentes
cada semana, y obtuvo hasta 55 y 60 puntos de cuota de pantalla.3 El reparto principal comenzó a
realizar giras por otros países a partir de 1977, en las que actuaban y bailaban frente a una
audiencia.6 Visitaron varios sitios como el Estadio Nacional de Chile en doble función en un solo día,
en las que llenaron el recinto con capacidad para 80 000 personas, y en el Anfiteatro de la Quinta
Vergara,235 el Poliedro de Caracas, en Venezuela,35 el auditorio Luna Park, en Buenos Aires,
Argentina (donde estuvieron por una semana), y otros escenarios del mismo país como los estadios
Malvinas Argentinas y Mario Alberto Kempes,36 el Coliseo Amauta, en Perú, en el estadio Ramon
Tahuichi Aguilera en Santa Cruz, Bolivia, en Panamá (en un evento al que asistieron también varios
políticos, entre ellos el entonces presidente Demetrio Lacas), así como San Juan,37 Ponce y
Mayagüez en Puerto Rico, el Madison Square Garden en Estados Unidos, San Pedro Sula,
Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Uruguay, Paraguay y la Casa
de Gobierno de Colombia.3538

Conflicto con Villagrán y muerte de Valdés[editar]

En 1978, Villagrán dejó el elenco del programa para comenzar su propio espectáculo con el
personaje de Quico, para lo cual le solicitó autorización a Gómez Bolaños, quien accedió.39 Sin
embargo, tiempo después el primero consideró que el personaje era de su autoría y demandó a
Gómez Bolaños. El resultado fue favorecedor para Chespirito.40 Más tarde, Villagrán dijo que su
salida del elenco se debió a problemas de «celos y envidia» entre su personaje y el del Chavo. De
acuerdo a Vivar, este último solía escribir los mejores chistes de la serie para Quico, pues sabía de
su popularidad en la audiencia. A pesar del conflicto con el creador de la serie, Villagrán grabó sus
últimos capítulos con sus compañeros en 1978, con una aparente normalidad. Una vez que
abandonó El Chavo del 8, Villagrán quiso usar el personaje para otro programa de Televisa, a lo cual
se rehusó Gómez Bolaños ya que aquel no quería reconocer su autoría. Debido a esto, Azcárraga
Milmo optó por cancelar el proyecto independiente de Quico.2 No obstante, el actor siguió usando el
personaje en Venezuela en 1981.41

En esa época, los productores Valentín Pimstein y Fabián Arnaud le pidieron a Gómez Bolaños
escribir el guion para una adaptación cinematográfica de El Chapulín Colorado o de El Chavo del 8.
Este no quiso pues consideró que, en el caso de El Chavo, su historia se desarrollaba únicamente
en la vecindad, y le resultaría además difícil redactar una trama inédita que no fuera redundante con
lo mostrado en la serie hasta entonces. En su lugar, se involucraron en la producción de El Chanfle,
que contó con el mismo reparto de El Chavo del 8.42 En esta película participó también Villagrán, a
pesar de su distanciamiento con sus otros compañeros.

Poco después, en 1979,43 Valdés abandonó El Chavo «debido a motivos personales». Tras esto, se
contrató a Raúl Chato Padilla para integrarse al reparto de El Chavo en 1980, aunque Gómez
Bolaños no quería sustituir a Don Ramón. En su lugar, incorporó el personaje de Jaimito el
Cartero.44 En 1981 Valdés se reincorporó al programa por un buen tiempo, ya que a principios del
año siguiente 1982 protagonizó la serie Federrico con Villagrán. Seis años después, en 1988, trabajó
nuevamente con él en ¡Ah, qué Kiko!. Sin embargo, su estado de salud era delicado pues le había
sido detectado cáncer de estómago. Finalmente murió el 9 de agosto de ese año.2

Últimos episodios y conflicto con De las Nieves[editar]


Debido a las salidas de Villagrán y Valdés, Gómez Bolaños optó por regrabar varios de los capítulos
pasados pero con ligeros cambios en la historia y en los diálogos, primordialmente sustituyendo a
Quico y Don Ramón con nuevas escenas.4546 El último capítulo de media hora de El Chavo del 8
como serie se emitió el 1 de enero de 1980 (algunas fuentes como Chespirito.org, entre otras,
consideran a «La lavadora» el episodio final)31 mientras que el sketch final apareció más de una
década después, el 12 de junio de 1992, como parte nuevamente de Chespirito (que se volvió a
producir inmediatamente después del término de El Chavo del Ocho).3 En total se transmitieron 290
capítulos.1 Gómez Bolaños declaró en una entrevista:

Dejé de hacerlo, precisamente por eso, porque el peor error que uno puede cometer es dejar de
evolucionar. El ser humano es un producto de la evolución y tiene que ir cambiando.2

Lo anterior aunado a su edad avanzada (63 años). Cabe añadirse que Vivar dejó la serie en 1992,
debido a problemas cardiovasculares.47 Gómez Bolaños confesó, en 2008, que en algún momento
concibió el final del programa con un capítulo donde el Chavo moría atropellado por un automóvil.
Una de sus hijas le advirtió que esa idea impactaría, de forma negativa, en la audiencia infantil pues
alentaría sentimientos depresivos y de suicidio. Ante esto, el comediante desechó su concepto.48

Entre 2002 y 2005 se llevó a cabo un proceso legal por parte de Gómez Bolaños para prohibir a De
las Nieves utilizar el nombre de la Chilindrina; el proceso finalizó en buenos términos,49 pero en
2006 la Chilindrina fue excluida de la serie animada. En 2010 el escritor volvió a demandar a De las
Nieves por supuesto uso indebido del personaje.50 Asimismo y respecto a posibles reencuentros de
los protagonistas a manera de conmemoración de la serie, el comediante rechazó la idea. En sus
palabras: «los personajes existen y viven en la imaginación y en lo que vieron y ahí quedó».51

Producción[editar]

La dirección y producción de la serie recayeron en Enrique Segoviano, que previamente había


colaborado con Gómez Bolaños en Chespirito, y en Carmen Ochoa. En algunos episodios, el propio
Gómez Bolaños aparece enlistado en los créditos finales como director escénico, junto con
Segoviano.52 Mary Cabañas, Tere de la Cueva, Ersilia Anderlini y Norma Gutiérrez eran las
asistentes de Ochoa y del equipo de producción,53 y Luis Felipe Macías fungía como el jefe de
producción, Saltiel Peláez era el responsable del foro donde se grababan los episodios, mientras
que Gabriel Vázquez era el director de cámaras. A su vez, se tenía hasta tres camarógrafos para
grabar uno solo de los capítulos. Entre ellos se incluyen Andrés H. Salinas, José M. Carrillo, Jaime
Sánchez y Armando Soto. La escenografía era responsabilidad de Julio Lattuf (en episodios de 1976
y 1977), de Gabriel Bernal (en 1977 y 1978) y de Alicia Cázares (en 1979), mientras que Leopoldo
Sánchez y Alberto García eran los jefes de piso.5254 Los episodios se grabaron en los foros 855 y
5,5256de Televisa San Ángel, aunque hubo algunas excepciones donde algunos se filmaron en
exteriores, tal como aquel donde la vecindad visita Acapulco. Algunas fuentes mencionan que este
capítulo fue el único en donde apareció el reparto completo.57 El vestuario de los personajes
provenía de la compañía Casa Tostado, ubicada en la ciudad de México, misma que está
especializada en el alquiler de disfraces.5258

Un aspecto característico de la mayoría de los capítulos radica en las risas grabadas que se
escuchan cuando alguno de los personajes comenta algo gracioso u ocurre una situación delirante
en la historia. Villagrán comentó al respecto: «Los gringos [estadounidenses] hicieron un estudio que
demostraba que al escuchar risas reales grabadas, se lograba risas en el televidente. Entonces
nosotros lo utilizamos [...] la gente estaba acostumbrada a eso».

Varias escenas eran realizadas de manera sincronizada; por ejemplo, para grabar las bofetadas de
Doña Florinda a Don Ramón, la cámara asumía un rol importante en la toma, pues hacía creíble tal
interacción entre los personajes. Por ejemplo, para el sonido de una bofetada, se recurría a una
palmada.27 Este tipo de efectos de audio eran realizados bajo la supervisión de Carlos Inzunza,
Javier Torres y José Guzmán en los episodios de 1976.52 Por otra parte, las labores de edición se
realizaban en el centro de postproducción de Televisa, por parte de Manuel Hong y Martín
Santillana,5254 y los efectos especiales eran producidos por Raúl Gutiérrez,59 Víctor G. Ávila y
René Tirado en las primeras temporadas emitidas en los años 1970.5253

Secuencia de apertura y de cierre[editar]

La canción usada en la secuencia de apertura de El Chavo del Ocho es «The elephant never
forgets», compuesta por el francés Jean-Jacques Perrey en 1970. A su vez, esta melodía se halla
basada en la obra "Las Ruinas de Atenas" de Ludwig van Beethoven.28 La secuencia tuvo algunas
variantes en cuanto a las escenas que aparecían conforme se mencionaban los actores junto con
sus respectivos personajes. Generalmente, se compone de breves escenas para presentar a cada
personaje y una voz en off que menciona tanto al actor como a su interpretación en la serie. Una
variante notable es aquella que apareció en las emisiones de 1979, la cual consiste de una
animación en stop motion de los personajes modelados en plastilina.56

En la secuencia de apertura, De las Nieves fue la primera encargada de la presentación durante las
dos primeras temporadas (1972 y 1973), luego Meza quedó a cargo una vez salida De las Nieves,
desde finales de 1973 a inicios de 1974. Previamente en 1974, Jorge Gutiérrez Zamora se convierte
en el encargado de la presentación. Su primera presentación fue en el episodio "El billete de lotería".
Gutiérrez estuvo a cargo hasta 1979, quién fue precedido ese mismo año por Aguirre hasta su último
episodio como serie independiente en 1980, incluso aún en las primeros años de la serie Chespirito
(entre 1980 y 1981). En 1983, Gabriel Fernández, esposo de De las Nieves, fungió como el narrador
que presenta al reparto estelar. Su primera presentación fue el episodio en que regresa Valdés al
programa.57 En cuanto a la secuencia de cierre, solamente aparecen los créditos del equipo de
producción responsable de un determinado episodio, con la última escena del mismo o una imagen
fija relacionada, junto con el mismo tema musical usado en la apertura.60

Música[editar]

Véase también: Anexo:Banda sonora y canciones de Chespirito

En un primer momento, la musicalización de El Chavo del Ocho fue efectuada por Ángel Álvarez,59
Luis A. Diazayas,52 René Tirado y luego por Alejandro García.54 En algunos episodios se usaron
melodías para marcar cierto énfasis en algunas escenas. Entre estas se encuentran «The Second
Star to the Right», compuesta originalmente para la película animada Peter Pan,61 «Funeral
March», escrita por Frederic Chopin,62 «Miss Lilly Higgins Sings Shimmy In Mississippi's Spring» del
grupo argentino Les Luthiers,63 «Minnie's Yoo Hoo» de Disney, «Gonna Fly Now» del filme Rocky,
entre otros.64

En 1977, Polydor Records, subsidiaria de Universal Music, distribuyó el disco LP Así cantamos y
vacilamos en la vecindad del Chavo, con canciones que se incorporaron en algunos episodios del
programa. El disco contiene 10 temas en total, con una duración de poco más de media hora.65
Entre ellos se encuentra la canción «La vecindad del Chavo» (también conocida como «Qué bonita
vecindad»), que pasó a convertirse en uno de los temas musicales con los que sería asociada la
serie, después de la melodía usada en la secuencia de apertura.6667 Tres años después, en 1980,
se publicó otra serie de 3 discos denominada Síganme los buenos a la vecindad del Chavo,
igualmente en formato LP con canciones tanto de El Chapulín Colorado como de El Chavo.68 En
1981 salió a la venta el LP El Chavo canta Eso, eso, eso...! con 10 canciones en total, distribuido por
PolyGram.69 Más de una década después, en 1992 se comercializó el primer CD con la música del
programa, al que le siguieron Así cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo (2000) y Así
cantamos y vacilamos en la vecindad del Chavo volumen 2 (2007), en el mismo formato.70

Cabe añadirse que varias de estas canciones poseen letras que se refieren a un tema en específico,
acorde al capítulo para el cual se destinaron. Por ejemplo, el tema «Gracias Cri-Cri» está dedicado a
Francisco Gabilondo Soler, cantautor mexicano conocido por el apodo de cri-cri, catalogado como
«el más importante creador de música infantil en México»,71 o la canción «Eso, eso, eso» que,
además de guardar relación con una frase reiterada por el Chavo en el programa, habla del amor y
la alegría. De manera similar, «Óyelo, escúchalo» posee un mensaje religioso al hacer mención de
Jesucristo.

Distribución[editar]

Véase también: Anexo:Emisión internacional de programas de Chespirito

El primer país en el que se transmitió El Chavo, fuera de México, fue Guatemala. Posteriormente,
llegó hasta Puerto Rico, República Dominicana y Ecuador; inclusive, se distribuyó en otros
continentes al emitirse en países como China, Marruecos, India, Italia, Rusia y Angola, y se dobló en
50 idiomas diferentes.3 Para Gómez Bolaños, la popularidad de la serie a nivel internacional se
debió al éxito previo de El Chapulín Colorado.7 Hasta 2011 se tiene noción de que aún era
transmitida en 20 países.3 Por citar algunos, en Chile se transmitió por primera vez en 1976 por
TVN, y entre 1988 y 1992 por UCV Televisión, para luego ser transmitida por Megavisión a partír de
ese año.72 En Brasil, donde se denomina Chaves, la cadena SBT posee los derechos de
transmisión desde 1984.73 El único país iberoamericano donde no se transmitió el programa, con
excepción de unos cuantos días, fue Cuba.74 A continuación, se enlistan algunos de los países que
han transmitido la serie, y el correspondiente canal donde se ha difundido.

Mercadotecnia[editar]

El Chavo ha pasado a posicionarse como una de las marcas que le ha permitido a Televisa ampliar
su oferta como compañía de medios a otros países, más allá de México.92 La estrategia de
mercadotecnia del programa radica en sus retransmisiones y en el precio que conlleva el uso de los
derechos de los personajes.93 En 1974, una historieta de El Chavo empezó a comercializarse tanto
en México como en varios países de Hispanoamérica.3 El estreno de la serie animada, en 2006, ha
permitido el lanzamiento de nuevos productos basados en sus personajes.93 Tal es el caso de una
línea de juguetes distribuidos en 2008 por la cadena de restaurantes McDonald's,94 una serie de
cereales de Kellogg, mochilas,95 tortas de jamón,96 juguetes y animaciones en formato DVD,97
zapatos (que son exportados de México a Colombia y a EE.UU),98 una máquina de bingo para
casinos,99 un curso de inglés para dispositivos móviles,100 entre otros. En 2011, Televisa reconoció
a El Chavo del 8 como una de sus marcas comerciales más exitosas.13 Otras compañías que han
obtenido la licencia de la marca, además de las ya mencionadas anteriormente, son Grupo Bimbo,
American Greetings, Barcel y Mabesa.101 Federico de la Garza, director general de la Motion
Pictures Asociation en México, mencionó que los productos derivados de El Chavo son de los más
comercializados ilegalmente en América.102
En 1995, salió a la venta el libro El diario del Chavo del ocho, redactado por Gómez Bolaños y
publicado por la editorial Santillana, tanto en español como en inglés. La obra contiene la biografía
del Chavo narrada en primera persona, e incluye las vivencias de los demás personajes de la
vecindad.103104 Un mes después de su debut, se vendieron 8 000 ejemplares, esto en su primera
tirada.105 Más de una década después, en octubre de 2006, Televisa estrenó El Chavo animado,
una serie animada producida en asociación con Ánima Estudios. Sus primeros capítulos están
basados en la serie original de los años 1970,106 y aborda primordialmente elementos fantásticos a
diferencia de la original. En 2008, comenzó a transmitirse en EE.UU, convirtiéndose en uno de los
programas «más populares de la televisión en español por cable».97 Su sexta temporada comenzó
a transmitirse en abril de 2013.107

En diciembre de 2010, se presentó el musical El Chavo animado - Show en vivo en el teatro


Metropólitan, en la ciudad de México. La trama consiste en una historia inédita en la que los
habitantes de la vecindad intentan evitar que el señor Barriga le venda la vecindad al empresario
Rufino Malacara.14 El aspecto visual del musical está basado en la serie animada,108 y consta de
10 temas musicales, varios de los cuales los compuso Gómez Bolaños. El director, Daniel Chávez
Marín, comentó sobre la producción: «Después de que la serie animada tiene tanto éxito en el
mercado, se plantea la posibilidad de que exista un show animado en vivo basado en la caricatura.
Hacerla con la serie original resultaba imposible porque necesitabas a los actores originales». Cabe
señalarse que tanto en la serie animada como en el musical resulta notoria la ausencia de la
Chilindrina. En abril de 2012, El Chavo animado en vivo emprendió una gira por EE.UU.109 Entre
junio y septiembre de 2012, se estableció un parque temático en Venezuela, inspirado en el capítulo
de «La fiesta de la buena vecindad», y consistente en un recorrido por parte de actores
personificados como los personajes de El Chavo del 8.110

A comienzos de 2012, se distribuyó un juego titulado de forma homónima para la consola Wii,
desarrollado por el estudio mexicano Kaxan Games y publicado por Slang. Este cuenta tanto con un
modo individual como uno cooperativo con capacidad para 4 jugadores simultáneos, y consiste en
minijuegos que rinden homenaje a juegos clásicos mexicanos, como tiro de dardos, batallas de
globos, entre otros. Cabe añadirse que su diseño está basado en la serie animada.111112 Ese
mismo año, Televisa estrenó una aplicación para Facebook titulada La vecindad del Chavo,
consistente en un juego en donde los usuarios deben encargarse del mantenimiento de su propio
departamento, convivir con los demás personajes y llevar a cabo una serie de tareas asignadas por
el mismo sistema de juego. A un mes de su lanzamiento, registró más de un millón de usuarios
participantes.113 En mayo de 2012 estuvo disponible para su descarga Una feria en la vecindad,
una aplicación para productos de la empresa Apple (iPhone, iPod y iPad),114 y el 22 de febrero de
2014 se contempla la distribución del videojuego El Chavo Kart, para las consolas Xbox 360 y
PlayStation 3, producido por Televisa y desarrollado por Slang,115 cuyo sistema de juego es
reminiscente al del videojuego Mario Kart, de la empresa nipona Nintendo.

En cuanto a la distribución de la serie original en formato de video, en México apareció la colección


de discos VHS Lo mejor de El Chavo del Ocho en diciembre de 2002.116 Igualmente, la edición
DVD estuvo disponible en diciembre de 2001 para su renta, y en abril de 2004 para su venta.117
Está conformada de seis volúmenes comercializados por separado, cada uno con cinco
capítulos.118 En este último año, se posicionó como uno de los lanzamientos en DVD más exitosos
en Colombia,119 y en Estados Unidos, donde se vendieron más de 600 000 copias.120 Existen
otras ediciones, además de las anteriores: La fiesta,121 El examen,122 Travesuras en la
vecindad,123 El chicle en el sombrero,124 y Los globos.125 Una nueva colección titulada El Chavo
del 8 presenta surgió a comienzos de 2006. Desde entonces, sus ediciones, cada DVD con cinco
capítulos en su haber, han sido Lo mejor de los niños de la vecindad,126 Lo mejor de Don
Ramón,127 Lo mejor de Quico,128 Lo mejor del Profesor Jirafales129 y Lo mejor de Doña
Florinda.130 Inclusive, existen ediciones en las que se incluyeron tanto capítulos de El Chavo como
de El Chapulín Colorado.131

Recepción[editar]

Crítica[editar]

El Chavo se convirtió rápidamente en el programa más exitoso del canal 8,2 siendo uno de los pocos
que superó en cuota de pantalla a los del canal 2 en su época,132 si bien en un inicio el programa
«era considerado vulgar», a pesar de contar con «una buena estructura dramática».8 Aguirre
mencionó que se lo calificó como «una basura, [con contenido] bobo, insulso». En Colombia, el
gobierno buscó prohibir su difusión al considerarlo como un «programa enajenante»,2 mientras que
en Brasil algunos ejecutivos de la cadena SBT lo calificaron como «no recomendable» para su
difusión.9

Si bien Gómez Bolaños declaró que no está dirigido para el público infantil, existen estudios que
demuestran que los niños procuran sintonizar programas televisivos «que les permita relajarse por
medio de risas», siendo El Chavo del Ocho uno de estos ejemplos. Para Valerio Fuenzalida
Fernández, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, «muchos adultos creen que los programas
de humor son inútiles e irrelevantes para los niños, y prefieren pensar en programas educativos», lo
cual calificó como un prejuicio erróneo.133
Uno de los temas por los que se ha criticado a la serie es la violencia. En una encuesta llevada a
cabo en Ecuador, en 2008, a más de 1400 padres de familia y niños, se concluyó que los golpes que
les da Don Ramón a los niños de la vecindad, así como las bofetadas de Doña Florinda a este,
representan una mala influencia para la audiencia infantil.134 Patricia Ávila Muñoz, en la revista
española Sphera Pública, determinó que si bien hace uso de humor blanco, la trama se aparta del
aspecto familiar al «mostrar personajes aislados, y adultos que con frecuencia son burlados por los
niños». Además, añadió que los diálogos son «flojos y sosos». La comparó con Los Simpson, al
«presentar uno de los posibles reflejos de la sociedad [... pero] minimiza los problemas sociales».10
El escritor mexicano Fernando Buen Abad consideró, por otra parte, que su contenido constituye una
vía de «terrorismo mediático», al enfocarse en el concepto del entretenimiento que brinda a la
audiencia la orfandad de un menor de edad, y la violencia a la que se expone en la vecindad.135
Sumado a lo anterior, otros autores han incluido a la discriminación, y a las agresiones contra los
estereotipos físicos de algunos de los personajes, como objeto de crítica. En este sentido, el señor
Barriga siempre es golpeado por el Chavo. Además, su obesidad le lleva a ser víctima constante de
mofas por los otros personajes.11 A su vez, la Popis, cuya característica más predominante es su
voz gangosa, en algún instante produjo la inconformidad de un padre de familia que, en una de las
giras realizadas por el reparto a otros países, expresó que su manera de hablar era una especie de
burla hacia otros niños con este mismo problema.2

A pesar de las anteriores críticas, existen medios que elogian el contenido del programa. Para el
chileno Paulo Ramírez, editor del diario El Mercurio: «El Chavo es uno de esos personajes y de esas
series imperecederas»; en su análisis, hizo hincapié en que, a pesar de que es una serie mexicana,
contiene «situaciones que son universales», y reconoció que su éxito se debía a que cualquier
televidente podía identificarse «con una gracia realmente impresionante» con los personajes y con
los temas abordados, primordialmente algunos valores como la amistad o la traición.12 En 2010, el
presidente de Ecuador, Rafael Correa expresó que El Chavo es «el mejor programa de la televisión»
y elogió el guion, los personajes y las actuaciones, en especial la de Villagrán como Quico.136 Cabe
señalarse que debido a su forma de humor, se lo considera como un programa precursor del doble
sentido en Hispanoamérica.137

La escritora brasileña Ruth Rocha destacó, al igual que Ramírez, la temática universal abordada
desde una perspectiva «sumamente infantil». Igualmente señaló que una de las razones de su éxito
radica en que «lo que vemos son niños, caricaturizados, pero niños verdaderos en su manera de
reaccionar, de relacionarse y de expresarse [...] podemos ver no a un niño mexicano, sino a un niño
simplemente que podría hasta ser brasileño, argentino, o chino, lo que vemos es a un niño que nos
recuerda que una vez lo fuimos».73 De una manera similar, Joaquín Bode apuntó, en su reseña
publicada en el sitio web Veintemundos.com, que el programa había resultado popular en la
audiencia de varios países debido a que «refleja muy bien la forma de ser y de vivir de los latinos, es
decir nuestra cultura. El idioma, el aporte lingüístico y el humor; pero también sus inolvidables y
queridos personajes, dónde estos vivían, e incluso aspectos morales y religiosos son parte de una
identidad común [...] es un fiel reflejo de la realidad social latinoamericana: gente de condición social
baja, desempleada, padres solteros, que pese a todos los problemas y carencias, logran salir
adelante con esperanza, buen humor, lealtad y amistad».138

Brendan Koerner, de la revista en línea estadounidense Slate, comparó el estilo de la serie,


ambientado prácticamente en un único escenario (la vecindad), con el del musical You're a Good
Man, Charlie Brown (1967). Asimismo, Koerner comentó que la población hispana en Estados
Unidos ve El Chavo del 8 principalmente por la «nostalgia» que conlleva mirar producciones
mexicanas en un país diferente al suyo. Apuntó en su reportaje que el programa sigue siendo
exitoso debido a que es transmitido de generación en generación.120 Similar a su opinión, Carolina
Sanín, de la revista electrónica Revista Arcadia, mencionó que gracias a «la estructura y la estética
de la comedia, y sus yuxtaposiciones», el programa se había convertido en uno de los más
memorables para ella. Así, reflexionó sobre la posibilidad de que su contenido constituyera una
metáfora sobre la educación y la inexistente «interioridad del niño».139

Premios y distinciones[editar]

En 1974 se lo galardonó, junto con El Chapulín Colorado, con el Heraldo de México por parte del
periódico del mismo nombre, como «el mejor programa cómico de la televisión mexicana».140 En
2004, la asociación mexicana A Favor de lo Mejor le otorgó el premio Qualitas como «mejor
programa de entretenimiento en la televisión mexicana»,141 y en 2011 Televisa reconoció a la
franquicia como una de las «marcas más productivas de la empresa» en ese año. En la ceremonia
de entrega del respectivo galardón, Roberto Gómez Fernández subrayó: «La prueba del tiempo ya la
pasó, es sin duda, una obra atemporal que podrá seguir por mucho tiempo».13 En cuanto a
distinciones, la revista chilena Qué Pasa calificó a El Chavo del 8 como uno de los «programas más
destacados de la televisión chilena»,72 y Google lo distinguió en 2016 con un «Botón de oro» por
ser «el primer show de televisión mexicano en obtener un millón de suscriptores» en Youtube.142

Cuotas de pantalla[editar]

Las retransmisiones del programa han sido vistas por más de 30 millones de espectadores en al
menos 90 países.143 En varios países, ha logrado posicionarse como una de las series más vistas
por la audiencia, aún tratándose de retransmisiones de sus capítulos. Por ejemplo, en Chile, era uno
de los diez programas más sintonizados en 2004, con 26,5 puntos de audiencia,72 mientras que en
Brasil, en 2006, alcanzó hasta 19 puntos de audiencia según informes del IBOPE, el registro más
alto del que se tenía conocimiento en el horario en que se transmitía (a mediodía). Incluso superó la
audiencia conseguida por programas de distinto género. Desde finales de los años 1980, tiene en
promedio 13 puntos de cuota en Brasil, lo cual representa una audiencia de aproximadamente 700
mil espectadores.73 En este país se transmitió por primera vez en 1984, una vez que Silvio Santos
adquirió sus derechos de transmisión. Tras su debut, se volvió un éxito instantáneo para SBT y
superó a la audiencia de su rival Rede Globo.9

Esto ocurre de forma similar en países como México (donde en sus comienzos llegó a 55 y 60
puntos),3 Perú,144145 Ecuador,146 Argentina147 y Estados Unidos (donde pasó a ser el programa
en español más visto por audiencias de entre 6 y 11 años de edad),148120 entre otros.

Legado[editar]

La popularidad que llegó a generar la serie les permitió a varios de los actores llevar a cabo
presentaciones con sus propios circos tanto a nivel nacional como internacional. Tal es el caso de
los circos del profesor Jirafales entre los años 1970 y 2000,149 Quico en los años 199041 la
Chilindrina en las décadas de 2000 y 2010,150151 y el señor Barriga.152 A su vez, el creador de la
serie se ha convertido en un ícono del entretenimiento a partir del éxito de El Chapulin Colorado y El
Chavo del 8.14

Tras el término de la serie, Gómez Bolaños continuó como escritor y guionista de otras
producciones, y contrajo matrimonio en 2004 con Meza, mientras que De las Nieves y Villagrán
continuaron con sus interpretaciones de la Chilindrina y Quico, con los que se presentaron en otros
países y grabaron discos. Ambos tuvieron problemas legales con Gómez Bolaños por la autoría de
sus respectivos personajes, por lo que han permanecido distanciados de este y de sus otros
compañeros del reparto. Vivar ha participado en la película El orfanato (2007) y en la telenovela Para
volver a amar (2010).153 Respecto a su participación en El Chavo del 8, Vivar mencionó que le daba
«nostalgia y cosas buenas [...] haber conocido tanta gente, viajado a tantos lugares»; acerca de la
transmisión ininterrumpida del programa, mencionó que «es un lujo que no cualquiera tiene la
oportunidad de vivirlo».3

El Chavo del Ocho se ha transmitido ininterrumpidamente en las cadenas televisivas de varios


países de Hispanoamérica y en EE.UU; hasta 2011, continuaba difundiéndose en al menos 20
países diferentes, entre ellos México.3 De acuerdo a la escritora Julia Burg, el éxito de la serie fue tal
que aún «se pueden ver los episodios en varios canales de todo el mundo y los niños siguen
creciendo con el Chavo», a pesar de la «sociedad cambiante, distinta a la de ese entonces donde
actos como pegarle a los niños a manera de sanción» por sus malas conductas, en la época
contemporánea no son vistas como apropiadas.154 Sus retransmisiones lo han llevado a ser uno de
los programas más exitosos en la historia de la televisión, de acuerdo a la revista estadounidense
Forbes.15 En Brasil, por ejemplo, en 2003 varias personas protestaron en las calles para pedirle a la
televisora SBT que retomara la retransmisión de El Chavo en el canal. Sus peticiones consiguieron
que los ejecutivos volvieran a incluirlo en su programación habitual.155

Se lo catalogó como «el Mickey Mouse de la televisora mexicana», debido a su éxito a nivel
internacional y a su adaptación a la exitosa serie animada de 2006, la primera producción de
animación de Televisa.156 Asimismo incorporó varias frases o diálogos en el léxico popular, entre
las que se incluyen: «fue sin querer queriendo», «bueno pero no te enojes», «es que no me tienes
paciencia» o «se me chispoteó», todas ellas pronunciadas por el Chavo, «¡ya cállate, cállate, cállate,
que me desesperas!» por Quico, «no te juntes con esta chusma», por Doña Florinda, o «tenía que
ser el Chavo del 8», por el Señor Barriga.157158137 Las anteriores, junto con otras adicionales así
como diálogos completos, se caracterizaron como señas de identidad de los mismos personajes en
la mayoría de los episodios. Como ejemplo de diálogos repetitivos, se encuentran el saludo entre
Doña Florinda y el profesor Jirafales, que siempre llegaba con un ramo de flores a obsequiarle a la
primera, o las palabras de Doña Florinda cada vez que le daba una bofetada a Don Ramón.

Por otra parte, se han realizado homenajes en otros programas en conmemoración de El Chavo,
tales como en las producciones mexicanas Código F.A.M.A159 y Big Brother,160 o la chilena
Teletón 2007, donde se realizó un sketch en donde participó De las Nieves.161 Ha servido además
como inspiración para otros programas como Vila Maluca, transmitido en Brasil.162 En cuanto a la
popularidad de los personajes, en una encuesta realizada en Argentina en 2010, la Chilindrina se
ubicó como el personaje femenino mexicano favorito de la audiencia,163 mientras que Don Ramón
goza de un considerable seguimiento por la audiencia brasileña (donde es conocido como Seu
Madruga), país en donde se han producido videojuegos y ropa con la imagen del personaje, además
de servir de inspiración para el nombre de algunas bandas de rock.164 Mientras tanto, en El
Salvador, el mismo personaje fungió como imagen de una campaña civil en 2010, la cual promovía
que los salvadoreños no pagaran extorsiones a grupos de pandilleros con tal de garantizar su
seguridad.165 A mediados de 2012, el personaje de Jaimito, el cartero fue reconocido con una
estatua de bronce que se ubicó en el municipio mexicano de Tangamandapio, Michoacán, el cual
era de donde provenía el personaje según El Chavo del 8.166 La indumentaria también ha sido
usada por personalidades como los futbolistas Sebastián González, que en 2004 usó el gorro
característico del Chavo para celebrar una anotación,167 y Lionel Messi, que se vistió de Quico en
una fiesta de disfraces en 2012.168
En 2012, con motivo del cuarenta aniversario de su debut, se realizó el homenaje América Celebra a
Chespirito en el Auditorio Nacional al cual asistieron casi 10 000 personas, entre ellas artistas como
Juan Gabriel, Xavier López Chabelo y Thalía, y que se organizó por parte de 17 países, entre ellos
México.169 Como parte de los festejos, se realizó una coreografía del tema «Qué bonita vecindad»
en el Monumento a la Revolución,170 El programa se transmitió de manera simultánea en más de 9
países de Hispanoamérica;78 incluso, se llevaron a cabo otras coreografías en otros países, además
de la realizada en México.17167 De manera similar, Correos de México lanzó una serie de cinco
estampillas impresas con las imágenes del Chavo y del Chapulín Colorado.172

Roberto Gómez Bolaños traía la política en la sangre. Su tío era el ex presidente Gustavo Díaz
Ordaz Bolaños Cacho, a quien siempre se refirió como "un tipo simpático que cantaba muy bien y
era muy bueno para contar chistes", según reveló el propio comediante en sus memorias de 2005. Y
aunque toda su vida expresó que la política era "un mal necesario", la realidad es que en 2000 y
2006, Chespiritoapoyó públicamente las campañas presidenciales de los panistas Vicente
Fox y Felipe Calderón, respectivamente.

Sobre Fox, el comediante aseguró en 2005 que era “el mexicano que empezaba a contagiarnos con
la insólita idea de que podría haber un cambio inconmensurable”. Además, participó en una serie de
spots y, semanas antes de los comicios, asistió a uno de los actos de campaña junto a su esposa
Florinda Meza.

Durante el evento, el político guanajuatense bromeó con el cómico y dijo ante miles de personas:
“Yo sé que no vinieron a verme a mí, que vinieron a ver a Chespirito, pero gracias de todos modos”.
Sobre el sexenio foxista, el creador de El Chavo decía que “aquel 2 de julio de 2000 fue lo mejor que
le ha sucedido al país desde muchos, muchos años”.

Seis años después, en 2012, el cómico no cambió de preferencias, pues volvió a promover el
sufragio por la candidata panista Josefina Vázquez Mota, aunque esa vez no a través de la
televisión, sino de su cuenta de Twitter, donde señaló: “Siempre he vivido rodeado por mujeres. De
mis seis hijos, 5 son hembras. Confío pues en las mujeres. Y me uno a los que votaremos por JVM”.

EN CONTRA DEL ABORTO

“Hola, soy su amigo Chespirito. Cuando estaba yo en el vientre de mi madre, ella sufrió un accidente
que la puso al borde de la muerte. El médico le dijo: tendrás que abortar. Y ella respondió: ¿Abortar
yo? ¡Jamás!... es decir, defendió la vida: mi vida. Y gracias a ello, estoy aquí”.
Así rezaba un spot de marzo de 2007 en el que Gómez Bolaños se opuso a la despenalización
aborto como parte de la campaña “Abortemos la ley, no la vida”. El comercial fue dirigido por una
organización civil llamada denmechance.org, la cual sigue activa (según su sitio web) y está
conformada por diversos organismos religiosos como Courage Latino, Damas del Socrro A.C., La
Posada del Buen Samaritano, Loma, Grupos de Formación Integral Femenina Pio XII, Caballeros de
Colón, entre otros.

La postura de Chespirito coincidió con la que asumió el PAN en aquellos años. En 2011, el entonces
presidente Felipe Calderón encendió el debate a través de un comunicado en el que mostró su total
apoyo a “la Convención Americana sobre Derechos Humanos para proteger la vida desde el
momento de la concepción”.

Incluso el propio presidente del PAN, Ricardo Anaya, manifestó ayer en sus redes sociales la
"enorme gratitud" que tiene su partido con el comediante.

La torta de jamón o el objetivo


histórico
Más allá de haber sido un creador de programas cómicos, Roberto Gómez Bolaños fue un
hombre que entendió la lucha de clases. No hay mayor ejemplo que "El Chavo del 8".

La identidad Latinoamericana, que sabe del Materialismo Histórico por oídas, encontró su objetivo
histórico en la torta de jamón, símbolo utópico de la abolición de la lucha de clases. Roberto Gómez
Bolaños, como antes Ismael Rodríguez en la saga de Nosotros los Pobres (Ustedes los ricos y Pepe
el Toro), entendió claramente la batalla social que producían el progreso y el urbanismo: la Vecindad
del Chavo del Ocho era, antes que un escenario cómico, un debate de conciencia de clases.

El señor Barriga, de próspero estómago y sobrada salud (como la de Noño, su hijo) dirimía el patio
con el noble niño de grandes sentimientos, el Chavo, ajeno a cualquier tipo de corrupción moral. Un
“sin casa” portador de la ética y las más altas lecciones cristianas; “óyelo, que está buscando
amigos”, cantó en una noche llena de hambre.

Ése fue el gran éxito de la serie que dominó el imaginario de las grandes masas latinoamericanas
por más de cuatro décadas. En ese sentido, nadie debe discutir la brillantez y atinada observación
de Gómez Bolaños, acaso el más grande entendedor del perfil de sus televidentes en los años 70,
de Guerra Fría y guerrillas.

En medio se escondían personajes que, también, representaban la orfandad de los gobiernos


imperantes en la región. La imagen del profesor Jirafales es contundente. Alto, de traje, fumador de
puro (tic de buen comportamiento y ascendencia social), era además el galán que enamoraba a la
viuda del marinero de la Guerra. El Maistro Longaniza dejaba ver sin celofanes el rol que la
educación manifestaba en un ecosistema social huérfano de libros y letras: los profesores, desde las
campañas de Vasconcelos, gozaron de gran respeto y autoridad en muchas comunidades de
América Latina. El proceso de alfabetización les otorgó una posición altiva, bien reflejada en el
programa que se transmitía originalmente a las ocho de la noche de los lunes.

La Chilindrina, doña Florinda y La Bruja del 71 son seres solos: huérfana, viuda y soltera. No hay
pues, en la Vecindad del Chavo, familias funcionales y ordinarias. Como lo dijo bien Tolstoi, las
familias distintas son las apetecibles para los espectadores, por muy comunes que sean sus vidas.
Gómez Bolaños atrapó a ambos bandos, los extraordinarios y los convencionales con cierta
maestría. La televisión es una gran mentira que juega a ser verdad. Por lo tanto, la verdad estaba
reflejada mentirosamente en cada capítulo de El Chavo.

EL ESTATUS DE LA BARRIGA

Dos personajes sobresalen en la anagnórisis del espectáculo. Más por la forma en la que fueron
actuados que en los personajes mismos. Don Ramón y Quico dieron frescura a fabulosa trama. Uno,
desempleado, pícaro, ejemplo mismo del nuevo proletariado sobrevive a los días con unos cuantos
pesos, tan pocos que le impiden pagar la renta (la tasa impositiva más básica para los desprotegidos
de la Escuela de Chicago y la oferta y la demanda). Ron Damón, tan bien actuado, se gana la
comprensión y la ternura de los muchísimos fanáticos del show.

El Señor Barriga es el capitalista abundante que enseña su preponderancia con un portafolios y


unos lentes; tiene, pues, pendientes y manera de “componer” sus defectos físicos. El otro, el obrero
mano de obra barata, es de una delgadez asombrosa. Sus ropas son las más elementales, mezclilla,
camiseta y tenis. Por si fuera poco, es hincha (como dicen en el Sur) del futbol, le va al Necaxa,
equipo de electricistas. Pero, y ese es un gran gesto del director, ambos tienen buen corazón. En el
Señor Barriga, la generosidad se convierte en un desplante de Ogro Filántrópico, del que habló
Octavio Paz. Es el Consejo Coordinador Empresarial, El PRI, que ahorcaba pero no mataba. En Don
Ramón, la debilidad demuestra (como en Nosotros los Pobres) que entre la miseria se encuentran
los grandes sentimientos humanos. Las virtudes teologales, fe, esperanza y, sobre todo, caridad, se
manifiestan con mayor énfasis en los que nada tienen. Esa fue la lectura religiosa y sociológica
durante muchos años. Esa actitud franciscana matiza el debate de clases del reparto.

QUICO, ESE HIJO DE LA MACHA

Quico, es, antes que todo, el actor incómodo para el creador de los personajes. Su enorme forma de
interpretar no combate, abate a El Chavo. En la ejecución, el marinerito echa a perder las enormes
dotes de clown de Gómez Bolaños. Lo apabulla rotundamente, tanto que no hay quien supla a
Villagrán cuando éste sale por la puerta de atrás, el traspatio. La serie se viene abajo con esa
abrupta salida producida por líos sentimentales.

Pero Quico es, también, el niño burgués clásico y de una simple fotografía sociológica: torpe,
consentido, con una remesa que le permite tener todos los juguetes (el juguete entendido como
símbolo de acumulación de capital). Al mismo tiempo es huérfano. Una forma sutil de presentar a un
país sin padre, como la sociedad mexicana misma. Martín, hijo de la Malinche. Una madre que
quiere, anhela que su hijo crezca con una figura paterna de sólidos principios morales, un profesor
que sabe utilizar perfectamente las palabras y los acentos.

Quico es los millones de huérfanos que dejaron las dictaduras latinoamericanas. “Un cafecito más y
tengo papi nuevo”, repite en las mil repeticiones de escenarios del programa. La repetición, no sobra
decirlo, es lo que queda, una forma barroca de imponer una costumbre en el televidente. “Cállate,
cállate, cállate que me desesperas”, grita millones de veces el niño rico, el snob. Muchos años
después, el ¡Cállate Chachalaca! (exclamado con el mismo ahínco) costaría una presidencia a
Andrés Manuel López Obrador.

Hijo de su tiempo, brillante y devoto de los regímenes de derechas y autoritarios, Roberto Gómez
Bolaños fue un narrador genuino de un tiempo turbulento de América Latina que encontró también
en la Teoría de la Liberación una respuesta a las preguntas esenciales de la política del Estado de
Bienestar: ¿Por qué el progreso económico produce tan pocos muy ricos y tantos muchos muy
pobres?
Se le deben reprochar muchas cosas, muchas, sobre todo su servidumbre al poder. Pero no debe
discutirse que se convirtió en un referente altísimo de una época de desigualdades.

Ha muerto un hombre creativo, y con él se han ido sus defectos y virtudes.

'El Chavo del 8' celebra sus 45 años

La celebración se da tres días después de la muerte de Rubén Aguirre, quien interpretó al personaje
del profesor Jirafales por casi 30 años

Este lunes se cumplen 45 años de la primera emisión de El Chavo del 8. El programa, producido por
Televisa (entonces llamada Televisión Independiente de México), que presentaba la vecindad dónde
vivían el Chavo, la Chilindrina y Quico, se estrenó el domingo 20 de junio de 1971, fue recordado
hoy por Google, que dedicó su doodle del día al emblemático show mexicano.

La celebración llega tan solo tres días después de la muerte de Rubén Aguirre, de 82 años, quien
interpretó al personaje del profesor Jirafales por casi 30 años. Este mes Aguirre tuvo que ser
hospitalizado durante 10 días mientras se recuperaba de una neumonía y días después su hija,
Veronica Aguirre, confirmó el deceso del comediante.

El fenómeno del Chavo comenzó en la década de los setenta pero es un programa que hoy en día
aún se repite a diario en varios países. Fue el actor Roberto Gómez Bolaños (Chespirito), que murió
en noviembre de 2014, el que dio vida al niño que vivía en el barril de la vecindad. El Chavo del 8
comenzó como un segmento del show Chespirito, que por su éxito tuvo luego su propio espacio
como una serie de media hora en un horario estelar.

Dos años después de su inicio, en 1973, ya la serie era transmitida en varios países
latinoamericanos y para 1975, se estima, la veían alrededor de 350 millones de personas cada
semana. El programa continuó hasta 1980 por su cuenta y volvió a ser parte de Chespirito donde
siguió hasta junio de 1992. Según comentó Aguirre tras la muerte de Gómez Bolaños, el creador de
la serie quiso darle fin a la historia del Chavo mientras estaba un buen momento.

Pese al gran éxito que tuvo, la controversia fue algo que El Chavo del 8 no supo eludir. En 1978
Carlos Villagrán, que interpretó a Quico, dejó el programa por conflictos con Chespirito sobre la
autoría de su personaje. Ramón Valdés (Don Ramón), se marchó por un año en 1979 también por
problemas con Gómez Bolaños.

Aún después de terminada la serie se dieron problemas. En 1995 María Antonieta de las Nieves, la
actriz que tenía el papel de la Chilindrina, decidió registrar el personaje como propio. El acto no fue
bien recibido por Chespirito y Televisa y en 2002 comenzó una disputa legal entre la actriz que tomó
unos 12 años para resolverse a favor de la actriz.

Además de la serie Gómez Bolaños publicó El diario del Chavo del 8 en 1995, en 2006 se produjo
una serie animada, en 2010 se estrenó un musical y en 2012 se lanzó un videojuego para Wii.

Una serie que estaba destinada a los adultos, El Chavo del 8, a 45 años de su creación, dejó un
enorme legado que queda presente en los recuerdos de sus seguidores, adultos, jóvenes y niños por
igual.

"Sin querer queriendo", los personajes de vecindad jamás serán olvidados por el impacto que
tuvieron en la cultura televisiva latinoamericana.

Sus inicios[editar]

Fue el segundo de cuatro hermanos, sus padres, Carlos Villagrán y Eva Eslava provenían de una
familia de escasos recursos, pero a pesar de ello, lograron mantener su hogar con cuatro hijos. Su
padre trabajó como fotógrafo de las alamedas con una cámara 5×7 y Villagrán (hijo) lo acompañaba,
combinando sus estudios con el trabajo para poder sacar adelante a su familia, debido a esto,
Carlos, estuvo hasta segundo grado de secundaria. En 1967 Carlos obtuvo su primer trabajo, como
reportero gráfico del periódico “El Heraldo de México” cubriendo los Juegos Olímpicos de México
1968. Sin embargo, aprovechando su credencial de fotógrafo de prensa, en 1968 comenzó a
frecuentar las instalaciones de Telesistema Mexicano (propietaria de los canales 2, 4 y 5).

En dichas visitas, Carlos se fue adentrando a otro ambiente, el cual seria su verdadera vocación: la
comicidad y actuación. Él mismo pedía trabajo a productores y cómicos de la época, como es el
caso de Capulina o Los Polivoces; ellos le daban trabajo como extra en sus programas, siempre
actuando pero nunca hablando, también formó parte del elenco del programa Bartolo de Enrique
Guzmán, cuyas apariciones eran de diversos papeles como banquero, representante artístico,
gánster, policía, etc. . Ese mismo año, muchos actores emigraron a Televisión Independiente de
México (Canal 8), Carlos estuvo entre ese grupo; pronto surgió el primer personaje que le daria
popularidad, “Pirolo“, dentro del programa “El Club de los Millonarios”(1968). Luego de participar en
“El Club de los Millonarios”, Carlos se unió a Rubén Aguirre, un actor, director y productor recién
llegado de Monterrey, Nuevo León, quien comenzó en canal 8 un programa llamado “El Club de
Shory”; un programa de comedia en el que Villagrán interpretaba a una viejita llamada “Lola Mento”.

Sin embargo, no fue "Pirolo" el papel que marcó su carrera. En 1971, Roberto Gomez Bolaños
“Chespirito” realizó una fiesta en su casa donde invitó a todos los que trabajaban con él en ese
momento. Su amigo Rubén Aguirre, lo llevó a esta fiesta como un invitado en ese determinado
momento. En esta fiesta, Carlos interpretó un pequeño sketch cómico junto Rubén Aguirre, en este
la creatividad de ambos, más el ingenio, caracterización y naturalidad, hizo que Chespirito quedara
impresionado. Días mas tarde, Chespirito llamó a Villagrán para que formara parte del elenco, de el
segmento de “Los supergenios de la Mesa Cuadrada” dentro del programa “Sábados de la Fortuna”,
y despues en el antiguo programa Chespirito. Para 1973 cuando se canceló dicho programa, él
continuó trabajando para Chespirito en El Chavo del 8 y El Chapulin Colorado. En la serie El Chavo
del Ocho interpreta el papel que le daría fama mundial: "Quico", un niño mimado, vestido de
marinerito, con los cachetes inflados y cuya frases favoritas eran: "¡no me simpatizas!", "¡me doy!",
"¡Cállate, cállate, cállate que me desespeeee...ras!", "¡que cosas no!", "¿qué me habrá querido
decir?" y "¡chusma, chusma...prr!". En El Chapulín Colorado trabajó haciendo diversos papeles,
como por ejemplo, encarnando el personaje El cuajinais así como en ocasiones siendo llamado por
su verdadero nombre "Carlos".
Carlos Villagrán Eslava, más conocido a finales de los años 1960 como Pirolo, (Colonia Nativitas,
Ciudad de Mexico, 12 de enero de 1944)1 es un actor y humorista mexicano, conocido
mundialmente como Quico o Kiko en su papel en El Chavo del 8. En el año 2013 fue designado
embajador en Porto Alegre, una de las doce sedes del Mundial de Brasil 2014.2

El 12 de enero de 2010 anunció que debido a su avanzada edad dejaría de interpretar este
personaje.3 El 11 de mayo de 2013 vistió por última vez el traje de su personaje en Brasil.4 El 8 de
agosto de 2014, anunció su regreso a los escenarios en Brasil como Kiko en conmemoración a los
30 años en que la serie El Chavo del Ocho se exhibe en ese país.5

"Quico", luego llamado "Kiko" por problemas legales con Roberto Gómez Bolaños (Chespirito),
representa un niño vestido de marinero de 9 años, mimado y envidioso, grosero con sus amigos,
pero con un gran corazón cuando la ocasión lo amerita.

Su verdadero nombre es Federico, pero él se pone muy triste cuando su mamá lo llama por ese
nombre ya que era el nombre de su padre fallecido y significa que ella está muy enojada con él.
Como la mayoría de personajes creados por Roberto Gómez, se caracteriza por su torpeza e
ingenuidad. Es el hijo único de doña Florinda (Florinda Meza) y perdió a su padre Federico, un
marino, que murió junto con el resto de la tripulación cuando su barco se hundió en alta mar. A
veces Quico bromeaba con que su padre fue comido por un tiburón, por eso Quico dice que su
padre descansa "en pez" y de un "colapso" (colazo) que un tiburón le dio.

La parte cómica que le impregnó a su personaje, es la cantidad de gestos y expresiones curiosas


propias que le valieron un sitio muy destacado en el programa.

La polémica salida de Quico[editar]

De todos los actores que renunciaron, la renuncia de Villagrán fue la más polémica, y nunca
esclarecida en su totalidad. Las versiones de la salida de Carlos Villagrán del programa son muchas
entre las que se dicen que una pudo haber sido celos profesionales de parte de Roberto Gómez
Bolaños ya que en su momento el personaje de Quico llegó a ser más popular que el propio Chavo.
Otras versiones indican que entre Carlos Villagrán y Florinda Meza hubo roces profesionales y hasta
sentimentales, en el momento en que ella empezaba o mantenía una relación sentimental con
Roberto Gómez Bolaños y a raíz de esta relación de Florinda Meza con Roberto, ella fue adquiriendo
un papel más importante dentro de las jerarquías del programa al ser ella la pareja del dueño
tomando decisiones sobre los personajes y quedando demostrado con la salida de Ramón Valdés
meses más tarde. Según entrevistas al mismo Villagrán, Rubén Aguirre y Roberto Gómez Bolaños,
revelan que tras el último capítulo donde apareció Quico en El Chavo (El viaje a Acapulco), Carlos
recibió una oferta de trabajo en Sudamérica donde le pagaban 10 veces más que en Televisa, al
consultarlo con Chespirito le dijo que no había ningún problema pero que no podría hacer uso del
personaje Quico ni inflar los cachetes, ya que el personaje era de su autoría y además el público se
sentiría hostigado; esto ocasionó una disputa por el uso de Quico hasta que Emilio Azcárraga Milmo,
presidente de Televisa, intervino llamando a Villagrán a su despacho, y le solicitó que le hiciera un
proyecto para otro programa estando él como protagonista principal pero supervisado por Roberto
Gómez Bolaños. Villagrán intentó explicarle las diferencias que existían entre él y Chespirito, pero
Azcárraga se concretó a preguntarle si le interesaba o no la propuesta. Villagrán se negó, y tal cosa
ocasionó que Azcárraga se molestara y ordenara de inmediato el veto del actor a nivel continental,
advirtiendo a las televisoras de América Latina y habla hispana que si llegaban a darle trabajo a
Villagrán, él les dejaría de surtir emisiones importantes como El Chavo del 8 y las telenovelas que en
ese entonces se producían.

Permanencia en Venezuela 1981-1987[editar]

Luego de intentar otros proyectos cómicos en otros países, Villagrán se fue a Venezuela en 1981,
donde produjo tres programas para Radio Caracas Televisión, canal que transmitió en ese país los
episodios de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado. El primero de estos programas fue el Niño de
Papel (1981 - 1982), que logró mantenerse al aire sólo unos pocos meses. Luego de la cancelación
de la anterior en 1982 hizo la serie Federrico (1983 - 1984), que fue la más exitosa de su carrera en
solitario. Su primera temporada contó con la actuación de Ramón Valdés. La personificación de
Villagrán en este programa estaba basada en su conocido personaje de Quico en El Chavo del
Ocho, y la trama era una especie de parodia de dicha serie. La segunda temporada y final fue
rebautizada como "Las Nuevas Aventuras de Federrico" (1984 - 1985). Además de la producción de
estas comedias para la televisión venezolana, también fue director de todas ellas y escritor de
Federrico.

Villagrán fue protagonista de un espacio televisivo infantil en vivo, llamado El Circo de Monsiueur
Cachetón. El actor interpretaba a Monsieur Cachetón, el dueño de un circo. Este programa era una
especie de reminiscencia del programa de Bozo, con una gran interacción con el auditorio y
llamadas telefónicas de televidentes. Fue emitido por varias cadenas latinoamericanas
independientes a partir de 1985 y lo mantuvo de gira por el continente.

Su tercer y última serie, fue Kiko Botones en 1986, donde compartió el escenario con humoristas
venezolanos de la talla de Emilio Lovera, entre otros.
Estos programas fueron recibidos tibiamente por la audiencia. Fueron exportados a otros países,
entre ellos México, donde fue emitido por la antigua cadena de TV estatal Imevision -hoy llamada TV
Azteca- sin mucha resonancia de rating.

Regreso a México en 1987[editar]

Luego de su experiencia en Venezuela tuvo una aventura en el exterior, el actor regresó con su
personaje a México en 1987, donde logró un contrato con la pequeña televisora Tele Rey para
realizar un nuevo proyecto de comedia, denominado ¡Ah, qué Kiko! en 1988. En un principio contó
una vez más con la presencia de Ramón Valdés, siendo sustituido posteriormente por el actor Sergio
Ramos «El Comanche». Sin embargo, la serie se canceló abruptamente con sólo unos meses al
aire, posiblemente debido a la escasa audiencia que logró.

Participaciones en concursos[editar]

En 2004 Villagrán es invitado al programa de concursos venezolano La guerra de los sexos,


animado por Viviana Gibelli y Daniel Sarcos, donde concursa como su personaje celebre de El
Chavo del 8 en diferentes ginkanas como El Striptease Intelectual, La Cámara de la Tortura, Los
Chismosos y entre otras ginkanas, al final del programa terminando ganando el equipo masculino
dándole la victoria a Kiko (Carlos Villagrán).Para el 2005 Villagrán vuelve a concursar como Kiko
participando en las Ginkanas El Piso Fantasma, El Sofá Loco, Los Forzudos y otras más, aunque
esta vez termina ganando el equipo femenino al final del programa.

La reconciliación[editar]

El 1 de abril de 2000, durante un especial de El Chavo del Ocho que Televisa organizó como un
homenaje a Goméz Bolaños por su larga trayectoria, se logró una supuesta reconciliación entre
Carlos Villagrán y Roberto Gómez Bolaños. Ésta también fue la primera ocasión que se volvieron a
ver tras 22 años de alejamiento. La ocasión fue muy agradable y entrañable para todos los
presentes en el evento, entre ellos todos los actores que fueron parte del elenco de Gómez Bolaños
a lo largo de sus diferentes programas (menos Ramón Valdés fallecido en 1988, Angelines
Fernández y Raúl Padilla fallecidos en 1994, y Horacio Gómez Bolaños fallecido en 1999 a quienes
también se les recordó y rindió homenaje). Sin embargo, con el tiempo se demostró que esa
supuesta reconciliación fue básicamente un recurso publicitario.

Roberto Gómez estableció batallas legales con los antiguos actores de El Chavo del Ocho para
evitar que usaran los personajes del programa sin su consentimiento. Ésta fue una de las razones
por las que Villagrán se mudó a Argentina, donde puede usar libremente el personaje de Kiko ya que
Chespirito no tenía poder de derechos de autor en Argentina y el nombre está registrado en México
como "Quico" mientras que Carlos Villagrán lo registró como "Kiko". No se tuvo constancia de
reconciliación real, ni de acercamiento entre Gómez Bolaños y Villagrán, ni tampoco con María
Antonieta de las Nieves, con quien también mantuvo una lucha legal por el uso del personaje de la
Chilindrina. El contacto de amistad fue sólo con algunos miembros sobrevivientes del elenco, tales
como Édgar Vivar y Rubén Aguirre.

Tras saber del fallecimiento de Gómez Bolaños, ocurrido el 28 de noviembre de 2014, Villagrán
entregó un mensaje en su página de Facebook lamentado el deceso.6 Días después, llegó hasta el
velorio de Chespirito en México, donde pudo abrazar y entregar el pésame a Florinda Meza, dejándo
atrás años de disputas. A pesar de que para entonces ya se había retirado de interpretar a su
personaje más emblemático, como un homenaje en los eventos luctuosos, Villagrán vistió
nuevamente a Quico.7

Vida personal y actualidad[editar]

Carlos Villagrán vivió de forma itinerante en diversas ciudades del continente (entre ellas México
D.F., Caracas, Buenos Aires, Santiago y Miami), motivado por su trabajo humorístico. Su última
residencia se encuentra en el barrio de Palermo Soho de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, país
donde Kiko es popular. Se casó 3 veces y es padre de seis hijos: Paulo, Sylvia, Samantha, Edson,
Gustavo y Vanessa. Por varias décadas (en especial entre los 80s y 90s) viajó por Latinoamérica
con su circo llamado "El circo de Kiko".

En mayo de 2013, hizo sus últimas presentaciones con su típico personaje en Brasil, que culminaron
en Río de Janeiro el 11 de mayo frente unas mil personas. Según sus propias palabras: "Quien les
habla ahora es Carlos Villagrán. Hace 30 años estamos juntos, pero llega un momento en el que
tenemos que parar. Me despido de ustedes aquí en Río de Janeiro. Esta es mi última presentación
(…)".

En una entrevista con el diario brasileño O Globo, afirmó: "Estoy con 69 años y por respeto a los
admiradores voy a parar de competir contra mi peor enemigo: el Kiko más joven que aparece todos
los días en la televisión. No puedo disputar con él porque él no envejecerá y yo no le simpatizo. Voy
a sentir falta del público y de las risas. Es algo muy lindo”.8 En abril del 2016, se presenta con el
personaje Kiko en Bolivia.
En 2017, se anuncia la película brasileña "Como se Tornar o Pior Aluno da Escola" (en traducción
literal: "Cómo convertirse en el peor alumno de la escuela"), cuyo lanzamiento será en octubre y con
Carlos Villagrán en el papel de Ademar, el director de la Escuela y antagonista de la película. El
largometraje se basado en el libro homónimo del humorista y presentador brasileño Danilo Gentili.

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