Esta es la historia de dos hermanas que querían llegar allá, donde esta eso que los adultos no

pueden ver, pero lo niños sí.

El principio:
Emilia la mayor de ellas, es una pequeña de carácter fuerte, que no siempre hace caso a lo que
dice su mamá, pero que siempre, está atenta a lo que pasa en casa, especialmente se preocupa de
la pequeña Rafa, la menor, ella, es histriónica y aguerrida, le gusta jugar fuerte, pero, por sobre
todo, le encanta estar cerca de su hermana, ella sabe que mientras esté con Emilia, cualquier cosa
que se ponga delante de ellas, solo es un obstáculo más con el que podrán jugar.

Nuestra historia ocurre en la CASA de las hermanas, una tarde de invierno, de esos donde la
oscuridad envuelve todo de manera rápida, y el frio se siente en las calles, tanto es así, que las
veredas parecen resfriarse del montón de frío y agua que fluye a lo largo de ellas. Emilia estaba en
la búsqueda de un cepillo para peinar a Rafa, su mamá, le dijo que le arreglarían el pelo a su
hermanita antes de dormir, ya que tal como es Rafa de inquieta en el sueño, su cabello al otro día
aparece lleno de nudos que nadie puede sacar.
- ¡mamá no encuentro ni uno!
_!busca bien Emilia, aprovechemos que Rafa está tomando su mamadera!
Emilia estaba busca que busca, hasta que encuentra el Cepillo, que su mamita quería, -Ya lo pille-,
grita contenta, y se lo lleva a su mamá para que entre las dos, comiencen con la idea de cepillarle
el pelo a Rafita.
Mamá, termina de peinar a Rafa y las acomoda para que puedan dormir, es entonces, que la
magia comienza. Cuando los niños crecen y se vuelven adultos, pierden la facilidad de soñar e
imaginar tanto como lo hacían al ser niños, algunos, logran mantener la imaginación, pero lo que
nunca podrán reencontrar es la habilidad de entrar a “Ese mundo”.

“Ese mundo”, como lo conoceremos hoy, es un lugar donde los niños que duermen juntos y se
quieren pueden visitar en sus sueños, un espacio donde las cosas que mas quieren ocurren, el
lugar donde sus sueños, mas vívidos se juntan y parecieran volverse reales.

-Emilia depieta!, -sacude a su hermana-, ¡Emilia Depieta!, sigue sacudiendo a su hermana hasta
que la despierta.

-Qué pasa Rafa!, le contesta enojada a su pequeña hermana.

-Tamos en el barco Blanco, etamos por llegar.

El barco blanco, era un buque gigante, que cruzaba los cielos, en él, se podían contar infinidades
de asientos, con niños de todas las razas, quienes, junto con sus amigos y hermanos más queridos,
lo recorrían de punta a punta esperando el arribo a “Ese mundo”.
- Pasajeros, por favor siéntense que estamos llegando, abracen a sus peluches para no sentir el
aterrizaje, dice una pequeña hada de color lila por un megáfono. Los niños parten corriendo a
aferrarse cada uno a su peluche, haciendo caso de la orden de la pequeña hada, escuchan un gran
ruido, a algunos les salpica agua, pues el Barco blanco había entrado en el agua de la Costa de Azul
mar, primer gran pueblo de “Ese mundo”, lugar donde alguien muy especial esperaba a nuestras
hermanas.
Comienzan a bajar y una voz chistosa se escucha a lo lejos:
-¡Rafa!, ¡Emilia!, ¡Rafa ¡Emilia, ¡apuren que me canso!, Era Cadiel, el unicornio azul, que siempre se
reunía con ellas, estaba parado en dos patas, en uno de los pilares del muelle para que lo vean.
- Cadiel ya vamos, espera! Grita Emilia
- Cadiel, Caballito!!! – le dice Rafa-
- Apuren mis niñas, El señor Archilon, les quiere ver con urgencia.

Las pequeñas, atraviesan el mar de niños, hasta reunirse con Cadiel, entonce la mayor pregunta
- ¿Quién es Archilon?
- Es el duque Dragón de ciudad Magmamiel, que se ubica al noreste de Costa Azul mar… Bueno no
se preocupen, suban a mi lomo, las llevaré de inmediato, las niñas se suben y Cadiel comienza a
golpar, mientras corre va dejando el típico rastro arcoíris, pero Cadiel, no era un Unicornio
Cualquiera, el unicornio Azul, asi que Rafa, le acaricia su cabello y le susurra
-Colle como me guta
Cadiel hace caso a su pequeña e inocente amiga, les dice, Afírmense de mi cabello con fuerza,
relincha mientras su cuerno brilla de un intenso color azul, entonces su galope se vuelve más
intenso y en lugar de dejar un rastro de arcoíris, va arrojando pequeños polvos de estrellas, que
parecen nieve y entre más rápido más “nieve estelar” el unicornio comienza a dejar.

Miestras van galopando hacia Magmamiel, Emilia mira los destellos, que deja su equino amigo, y
comienza a recordar cómo es que ellas conocieron por primera vez a este peculiar personaje…
(continuara?)