Sunteți pe pagina 1din 8

2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page1

Daniel Bensaïd arte, la política o las ciencias, la filosofía ha Sobre el camino de esta reconquista filosó-
venido a declararse inferior sus propias dis- fica el discurso de Alain Badiou se articula en
posiciones” 1/. torno de los conceptos de verdad, aconteci-
Badiou y el milagro Bajo efecto del “acontecimiento galileano”, la miento y sujeto: la verdad estalla en el acon-
del Acontecimiento filosofía habría caído a la edad clásica en la tecimiento y se propaga como una llama en el
dominación de su condición científica. Bajo el soplo de un esfuerzo subjetivo siempre inaca-
El topo esta miope, eso ya se sabe. choque de la Revolución francesa, se habría bado. Porque la verdad no es asunto de teoría,
¿Por pasar constantemente de la oscuridad plegado a la condición de lo político. Con sino una “cuestión práctica” ante todo; no es la
a la luz deslumbrante de día? ¿O para Nietzsche y Heidegger por fin, se habría adecuación de un saber a su objeto, sino algo
protegerse de este deslumbramiento? ¿ borrado ante el poema. De donde la tesis de que llega, un punto de exceso, una excepción
Puede olvidar el instante del surgimiento, una filosofía “cautiva de una red de suturas en événementielle, [acontencimental: neologismo,
y losesfuerzos necesarios para llegar allí? sus condiciones, especialmente en sus condicio- relativo al acontencimiento, NdT] “un proceso
El montículo de retoños de donde emerge nes científicas y políticas”, tristemente resig- de donde emerge algo nuevo” 3/. Es por eso que
lo demuestra: no hay abertura liberadora nada a la idea que su “forma sistemática” sea “cada verdad es a la vez singular y universal”.
sin obstinación testaruda. en adelante imposible. El mayor efecto de esta Esta verdad en acto se opone al principio
sumisión sería la renuncia pura y simple al mundano del interés. En una primera fase, el
Marx ha cometido la imprudencia de anun- “deseo de una figura de eternida” no religiosa, pensamiento de Badiou permanecía subordi-
ciar la decadencia de la filosofía en el cumpli- “interior al propio tiempo”, “cuyo nombre es nado al movimiento de la historia. Bajo el
miento de su devenir estratégico: ya no se tra- la verdad”. Perdiendo de vista así su objetivo golpe de los desastres históricos, se volvió más
taba solamente de interpretar el mundo, sino constitutivo, la filosofía se habría exiliado de fragmentario y más discontinuo, como si la
de cambiarlo. Alain Badiou propone, al con- sí misma. Sin saber si posee un lugar propio, historia ya constituyera su trama esencial,
trario, rehacer hoy el gesto filosófico por se reduciría a su propia historia. sino su condición ocasional. Ya no es entonces
excelencia, un “gesto platónico”, que se opone Volviéndose “el museo en si misma”, “com- un avance subterráneo que se manifiesta en
a las tiranías de la opinión y a los renuncia- bina la deconstruccion de su pasado con la la irrupción del acontecimiento. Se convierte
mientos de la antifilosofía. Intenta rehabili- espera vacía de su futuro” 2/. más bien una consecuencia post-acontenci-
tar así a la filosofía de las degradaciones ante El programa que traza Badiou apunta a mental. “Enteramente subjetiva”, asunto de
los “pensamientos fascinantes” que la subyu- liberar a la filosofía de esta triple influencia de “pura convicción”, sale en lo sucesivo de la
garon: “El pensamiento científico dio lugar al la ciencia, de la historia y del poema, sus- declaración sin antecedentes ni consecuencia 4/.
conjunto de los positivismos, el pensamiento traerla de los discursos antifilosóficos geme- Cerca de la revelación, siguiendo sin embargo
político engendró la figura de una filosofía de los de los positivismos dogmáticos y de las es- un proceso, uno contenido en el principio ab-
Estado, finalmente el arte desarrollo una fun- peculaciones románticas, a terminar con la soluto del acontecimiento del cual es la fiel
ción de atracción singular desde el siglo XX. complicidad con “las religiones de toda índole”. continuación.
Fascinada, captada, o incluso sometida por el Ya que, “ateos, no tenemos los medios del ser Esta es la razón por la que, contrariamente
mientras el tema de la finitud organice nues- a Kant para quien la verdad y el alcance uni-
1/ Alain Badiou, Le Monde, 31 de agosto de 1993. tro pensamiento”. No podríamos llegar a eso versal de la Revolución francesa se encuen-
2/ Ídem, Condiciones, México D.F, Siglo XXI Ed. más que reanudando “la eternidad sólida y tran en la mirada entusiasta y desinteresada
3/ Una “categoría activa” ver a Peter Hallward en su tesis, Generic
Sovereignty. The Philosophy of Alain Badiou, Londres, King's Colle- laica de las ciencias”: sólo la devolución del de sus espectadores, la verdad del aconteci-
ge, 1999. Ver también a Eustache Kouvélakis, “La política en sus lí- infinito a su “banalidad neutra” de “simple miento es, según Badiou, la de sus actores:
mites, o las paradojas de Alain Badiou” en “¿Pensamiento único en numero” podría arrancarnos de la “asquerosa Hay que buscarla, o escucharla resonar, no en
filosofía política?”, Revista Actual Marx, Bs. As., Kohen, 2000.
4/ Alain Badiou, San Pablo, La Fundación del universalismo, Anth- capa de sacralización” y volver a lanzar una el comentario distanciado da Furet y de los
ropos, Barcelona, 1999. “desacralización radical”. historiadores termidorianos, sino en la palabra
1
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page2

viva de Robespierre o Saint-Just; no en los jui- decisiva. Porque, cuando renunciamos al uni- ¿La verdad sería pues asunto de escucha,
cios sin riesgo de Hélène Carrére de Encausse versal, es siempre para correr el riesgo del más que de decir? ¿De escucha o eco de lo que
o Stéphane Courtois, sino en las decisiones “universal horror” 6/. Así, los particularismos resuena en un lugar vacío? Esta escucha per-
trágicas de Lenin (y de Trotsky). vindicativos y subalternos quedan impoten- mitiría resistir a los discursos filosóficos de la
Esta idea de la verdad excede lo que puede tes delante de la universalidad falsa y despó- posmodernidad, forma contemporánea de la
ser probado o demostrado. Pone otras condi- tica del capital, a la cual otra universalidad antifilosofía. En su pretensión “curar de la ver-
ciones que la simple coherencia de los discur- debe oponerse. La filosofía aparece entonces dad” o a “comprometer la idea misma de ver-
sos, que la correspondencia de las palabras a como una “apuesta de alcance universal” que dad” en la desgracia general de los grandes
las cosas, o que tranquilizadora comprobación se choca, a cada paso, a “un mundo especiali- relatos, estos discursos se refutan a sí mismos
de las lógicas ordinarias. En este sentido, se zado y fragmentario”, bajo las formas catas- abandonándose en la confusa batalla de las
trata de un concepto plenamente materialista: tróficas de las pasiones religiosas, comunita- opiniones. En este asunto se continúa el
no hay para Badiou verdad, transcendental, rias o nacionales; o a las afirmaciones según cuerpo a cuerpo del filósofo y del sofista, “ya
sino solamente verdades de situación y de re- las cuales sólo una mujer podría comprender que lo que el sofista, antiguo o moderno, pre-
lación, de las situaciones y de las relaciones de a una mujer, un homosexual a un homosexual, tende imponer, que no existe la verdad, que
verdad, orientadas hacia una eternidad atem- un judío a un judío, y así sucesivamente. el concepto de verdad es mutilado o dudoso,
poral. Si bien todo universal tiende en primer porque solo existen convenciones”. Este des-
Esta verdad no puede deducirse de nin - lugar a una singularidad, y si toda singulari- afío sarcástico pone a la verdad a la prueba
guna premisa. Es axiomática y fundadora. dad se origina en un acontecimiento, “la uni- de las opiniones le tiende al filósofo la trampa
Toda verdadera novedad ocurre así “en la versalidad es un resultado excepcional que que consiste en proclamar un único lugar de
oscuridad y la confusión”. Es a la filosofía a tiene su origen en un punto, la consecuencia Verdad, cuando se trata solamente de respon-
la que vuelve a reconocer y a declarar su exis- de una decisión, una manera de ser más que der, “por la operación de la categoría vacía de
tencia. Lo mismo, el acontecimiento solo de saber” 7/. la Verdad, que existen verdades”. La réplica
puede ser calificado como tal retrospectiva- La posibilidad de filosofía gira en torno a (positivista, estatal y poética) que pretende-
mente, por una “intervención interprétate”. una categoría de verdad que no podría confun- ría colmar este vacío sería en efecto “excesiva,
La petrificación – la substancialización – dirse ni con el sentido común ni con el tensa en extremo, desastrosa”.
burocrática, estatal, académica, de estas ver- conocimiento científico. Ciencia, política, esté- Que el lugar de captura de las verdades
dades acontecimentales y procesales equival- tica tienen cada una su verdad. Sería tenta- deba quedar vacío significa particularmente
drían a su denegación. Toma la forma del dor concluir que filosofía detenta la Verdad de que el combate del filósofo con el sofista no
desastre recurrente que tiene como nombre estas verdades. Badiou niega a esto: “aquí no podría finalizar. Es, en suma, el combate del
propio Termidor. se trata, entre la Verdad y las verdades, de filósofo con su sombra, con su otro, que es tam-
La distinción entre verdad y saber es crucial una relación de hundimiento, de subsunsion, bién su doble. La ética de filosofía consiste en
a los ojos de Badiou 5/. En efecto existen verda- de fundamento o de garantía. Se trata de cap- mantener abierta su controversia. La aniqui-
des. Cada una surgida como “una singulari- turar de la filosofía una pizca de verdad”. lación pura y simple del uno o del otro, decre-
dad inmediatamente universalizable”, Un pensamiento extractivo cuyo “esencial tando, por ejemplo, que “el sofista no debe ser”,
característica del acontecimiento por el cual sustractivo”, hace vacio. Lo que importa en la sería propiamente siniestra. Ya que “la dialéc-
sucede. Esta lógica de universalización es rosca de pan, dice el poeta Ossip Mandelstan, tica incluye el decir del sofista y la tentación
5/ Ver ídem, El Ser y el Acontecimiento, Manantial, Bs. As 1999, es el agüero, porque es lo que permanece. Así autoritaria de hacerlo callar expone el pensa-
p. 269… y Condiciones, op. cit., pág. 201. mismo Badiou nos ordena suponer que la miento al desastre” 8/.
6/ Idem, Théorie du Sujet, Paris, Le Seuil, 1982, p. 197. categoría central de filosofía está vacía y que Este desastre no es una hipótesis. Es, des-
7/ Idem, “Huit Thèses sur l’Universel”, en Jessica Sunnic (dir.), Uni-
versel, singulier, sujet, Paris, Kimé, 2000. debe permanecer así para recibir al aconteci- graciadamente, una experiencia consumada.
8/ Op. cit., Condiciones, pp. 30, 60, 74. miento. Instalando el pensamiento en esta relación
2
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page3

contradictoria entre el filósofo y el sofista, ble de azar. El golpe de dados mallarmeáno se puede asignar”. Y la política coquetea con
entre la verdad y la opinión, Badiou parece ilustra así el “pensamiento puro del aconteci- una teología o con una estética del aconteci-
querer plantear y plantearse la cuestión de la miento”, sin relación con la pesada determina- miento.
democracia a la que no deja sin embargo de ción de las estructuras. Este acontecimiento La revelación religiosa, escribe Slavoj Zi-
clausurar. Un nuevo peligro se anuncia en se caracteriza por la impredecibilidad de lo zek, constituye “su paradigma inconfesado” 11/.
efecto: el de la filosofía acechada por la sacra- que habría podido o no. Es lo que le confiere un Sin embargo, la toma de la Bastilla se con-
lización del milagro acontencimiental. aura de “gracia laicizada” 9/. El no se sobrevive, cibe sólo en las condiciones de crisis del Anti-
Consecutivo a “lo que llega”, la verdad, “de luego, más que por la nominación soberana de guo Régimen; la confrontación de junio de
pura convicción”, “enteramente subjetiva”, es su existencia y por la fidelidad a la verdad que 1848, en el contexto de la urbanización y la
“pura fidelidad a la apertura del aconteci- sale a la luz. Así el incontable cero del “aniver- industrialización; la insurrección de la Co-
miento”. Fuera del acontecimiento, ya no hay sario cero” de la Revolución francesa testimo- muna, en el trajín de las nacionalidades euro-
más que asuntos corrientes y el juego ordina- nia solamente, según Péguy, lo que puede ha- peas y el hundimiento del Segundo Imperio; la
rio de las opiniones. El acontecimiento, es la cerse en su nombre en el imperioso deber de revolución de Octubre, en las particularida-
resurrección del Cristo, la toma de la Basti- continuarlo. des del “desarrollo capitalista en Rusia” y en
lla, la insurrección de Octubre, o también, el El acontecimiento auténtico pone en jaque el desenlace convulsivo de la Gran Guerra.
outing de los san-papiers que se salen de su así al cálculo instrumental. Este es del orden Tercer término del discurso de Badiou, la
condición de víctimas clandestinas para con- del encuentro amoroso (el relámpago), político cuestión del sujeto refuerza las sospechas: des-
vertirse en actores; el de los desocupados que (la revolución), o científico (el eureka). Su nom- pués del “proceso sin sujeto” según Althusser,
salen del rango de la estadística para volverse bre propio suspende la rutina de la situación, el sujeto sin historia. A menos que se trate de
sujetos de su resistencia; el de los enfermos en la medida en que consiste precisamente en una nueva versión de la misma persistencia en
que no se resignan a ser de simples pacientes “forzar el azar cuando el momento está maduro el historicismo.
sino se proponen pensar y actuar su propia para la intervención” 10/. Esta madurez propi- “El sujeto es raro”, dice Badiou. Raro como la
enfermedad. cia del momento oportuno remite inopinada- verdad y como el acontecimiento, Intermitente
Así mismo Pascal renunció a la argumenta- mente la historicidad que lo determina y lo como la política, que es siempre, según Ran-
ción demostrativa de la existencia de Dios en fa- condiciona. Parece contradecir por inadverten- cière, “un accidente provisorio de las formas de
vor de la experiencia acontecimental de la fe. La cia la afirmación, muchas veces recordada, la dominación”, siempre “precaria”, siempre
gracia de Pascal o el azar de Mallarmé se pre- según la cual sería puramente irruptivo y no “puntual”. Su manifestación que admite sólo
sentan así como la interpelación de una “voca- podría deducirse de la situación. “sujeto en eclipses”. Este sujeto que se desva-
ción militante”, como la forma emblemática del ¿En qué consiste esta madurez de las cir- nece sinembargo es aquel por que la verdad se
puro acontecimiento productor de verdad. cunstancias? ¿Cómo medirlas? Badiou no res- vuelve efectiva; lucho, pues soy; soy, porque lu-
La relación de este acontecimiento con la ponde a este problema. Por no aventurarse en cho. La verdad es así definida como un proceso
ontología de lo múltiple constituye para Ba- los pliegues y los espesores de la historia real, de subjetivización. No es la clase obrera la que
diou el problema central de la filosofía contem- en las determinaciones históricas y sociales lucha. Categoría del discurso sociológico, sería
poránea: ¿Qué es pues un acontecimiento? Aza- del acontecimiento, oscila en una política ima- un elemento subordinado y funcional de la es-
roso por naturaleza, no podría ser predecido ginaria, en levitación, reducida a una sucesión tructura (de la infernal reproducción del capi-
fuera de una situación singular, ni deducido de acontecimientos incondicionales y de “se- tal). Lo que lucha, es el proletariado, el modo
de esta situación, sin una operación imprevisi- cuencias” sobre las que no se sabe por qué ni subjetivizado de la clase que se autodetermina
cómo se agotan y se acaban. La historia y el y se declara en el conflicto.
9/ San Pablo, op. cit., p. 89. acontecimiento se vuelven entonces milagro- Lo mismo, para Pascal, el mundo necesaria-
10/ Théorie du sujet, op. cit.
11/ Slavoj Zizek, El Espinoso Sujeto. El centro ausente de la ontolo- sos, en el sentido en que Spinoza dice que un mente no lleva a Dios, sin la decisión riguro-
gía política, Bs. As., Paidos, 1999. milagro es “un acontecimiento cuya causa no samente aleatoria del apostante que lo hace
3
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page4

existir 12/. Lo mismo, para Lukács, el sujeto po- Esta apuesta no tiene mucho que ver con El trayecto filosófico de Badiou aparece en
lítico no es la clase, prisionera del círculo vi- la duda. Es el signo de una confianza en una efecto como una larga marcha hacia una “polí-
cioso del reificación, sino el partido que sub- certeza práctica, contrariada por cierto, pa- tica sin partido” que sería el resultado de un
vierte la estructura y rompe el círculo. El radójica, siempre bajo la amenaza de una po- subjetivización a la vez necesaria e imposible.
partido sostiene al proletariado como sujeto sibilidad contraria. Apostar, es comprome- ¿Una política sin partido no es, en efecto, una
que tiende a disolver las relaciones de clase terse. Es jugar el todo sobre la parte. Es política sin política?
de las que esta cautivo. La clase sólo se vuelve “jugarse a la afirmación siempre indemostra- Le correspondería a Rousseau haber fun-
sujeto a través de su partido. ble de una relación posible entre lo dado sen- dado el concepto moderno de la política, en
¡Hay que apostar! Badiou hace suya la sible y el sentido, entre Dios y la realidad em- tanto que comienza no con la disposición de
inyucción pascaliana: hace falta también “apos- pírica detrás de la cual se esconde, una la estructura, sino con el acontecimiento del
tar la política comunista” ya que “jamás la de- relación que no se puede demostrar y sobre la contrato: el sujeto es ante todo su propio
duciría del capital”. En su incierta relación al cual hay que comprometer toda la existencia legislador. No hay, desde entonces, verdad más
lugar vacío de la verdad como al Dios escon- entera”. Así pues, el trabajo por lo incierto activa que la de la política que ocurre como
dido de Pascal, la apuesta es la figura filosófica “no podría ser jamás certeza absoluta, sino pura instancia de libre decisión, cuando se
de todo compromiso, a contra corriente de la acción, y por esto necesariamente apuesta”. descompone el orden de las cosas y que, refu-
certeza dogmática del saber positivo y del es- En este sentido, Lucien Goldmann consta- tando su necesidad aparente, nos aventura-
cepticismo cínico, mundano y senil. Releva un taba que el marxismo “continua la herencia mos a descubrir un campo de posibles insospe-
pensamiento que irrita a las certezas dogmá- pascaliana”. chados.
ticas de la ciencia positiva así también como En Badiou, las intermitencias del aconteci- La política aparece entonces verdadera-
a las inconstancias de la opinión: “La apuesta miento y del sujeto hacen sin embargo pro- mente a partir de su separación del Estado y
de Pascal no podría involucrar ni al escéptico, blemática la misma idea de la política. Ella se de la “brutal toma de distancia del Estado”,
al que le bastan los valores limitados del define según él por la fidelidad al aconteci- que es el contrario mismo y la negación del
mundo, ni al dogmático, quien cree que él ha miento en el cual las víctimas se pronuncian. acontecimiento, la forma petrificada de la an-
encontrado en el mundo los valores auténti- Su preocupación de desprender a la política tipolítica. Ya no existiría lo estatal contra el
cos y suficientes, ya que sus posiciones exclu- del Estado para su mejor subjetivización, por Estado, ni lo económico contra la economía.
yen forzosamente la apuesta. Es por eso que “librarla de la historia para devolverla al acon- Bajo la influencia de la economía y del Es-
se puede, en la medida en que son seres pose- tecimiento”, se inscribe en la búsqueda titu- tado, quedan sólo protestas dominadas, resis-
edores de certezas o de verdad que le bastan beante de una política autónoma del oprimido. tencias cautivas, reacciones subordinadas a
para vivir, asimilarles ambas” 13/. Contrariamente, la sumisión a un “sentido los fetiches tutelares que pretenden desafiar.
El que entrevee la verdad en el tirar de de la historia” de memoria siniestra incor- No podría entonces haber allí más que política
dados no es necesariamente un creyente que pora la política al proceso de tecnicización ge- subalterna, según la terminología de Gramsci.
busca en Dios el fundamento de su inquebran- neral y la reduce “la gestión de los asuntos Para Badiou, la separación de la política y del
table confianza. Sólo puede apostar, al contra- del Estado”. Hace falta “tener la audacia de Estado está pues en el fundamento mismo de
rio, aquel cuyo Dios está ausente, dejando plantear que, desde el punto de vista de la la política. Precisemos en cuanto a nosotros:
abierto el vació de donde puede surgir la política, la historia como sentido no existe, de una política del oprimido, que es la única
representación dialéctica, y de ninguna ma- sino solamente la ocurrencia periódica de los forma imaginable bajo la cual la política
nera de la tragedia moderna. a priori del azar”. Este divorcio entre el acon- pueda sobrevivir a su desaparición totalita-
tecimiento y la historia (el acontecimiento y ria o mercantil.
12/ ¿Se puede pensar la política?, Nueva Visión, Bs. As., 1990. sus condiciones históricamente determina- Elaborado sistemáticamente al filo de los
13/ Lucien Goldmann, “¿La apuesta es escrita para el libertino?”, en
Investigaciones Dialécticas, Caracas, Univ. Central de Venezuela, 1962. das) tiende sin embargo a volver la política si años 1980 y 1990, este discurso filosófico toma
14/ ¿Se puede pensar la política?, op. cit., p. 18. no impensable, al menos impracticable 14/. su sentido en el contexto de la contrarreforma
4
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page5

y de la restauración liberal 15/. Se opone al de- por la idea “rara”, incluso excepcional, de la acontecimiento, de la policía y la política con-
termin is mo d e mer c ad o, al c onsenso política parece frecuentado por el ideal pau- ducen a la imposibilidad de una politización ra-
comunicacional, a la retórica de la equidad, al lino de santidad, siempre siendo amenazado dical y se alejan del “pasaje en acto” leni-
despotismo de la opinión, a la resignación pos- con transformarse en sacerdocio burocrático nista 17/. A diferencia “de la irresponsabilidad
moderna, a la vulgata antitotalitaria. Tiende de Iglesia, de Estado o de Partido. La incom- liberal de izquierda”, la política revolucionaria
a conjugar un imperativo de resistencia y un patibilidad absoluta entre la verdad y la opi- “asume plenamente las consecuencias de su
arte del acontecimiento. nión, entre el filósofo y el sofista, entre el acon- elección”.
A semejanza de la fidelidad amorosa en el tecimiento y la historia conduce un impasse Llevado por su impulso, Zizek llega hasta
primer encuentro, el compromiso militante práctico. La negativa de obrar en la contradic- reivindicar estas consecuencias, “por desagra-
relevaría entonces una fidelidad política al ción y en la tensión equívoca que los vinculan dables que sean”. A la luz de la historia del
acontecimiento inicial, fidelidad que se prueba acaba en efecto en un voluntarismo puro, que siglo, no se puede sin embargo asumirlas sin
en la resistencia al ambiente de la época: “Lo es la forma a veces efectivamente izquierdista precisar hasta dónde siguen siendo necesa-
que más admiro en Pascal, es el esfuerzo, en de la política, a veces la de su evitación filosó- rias y hasta qué punto entran en contradic-
circunstancias difíciles, por ir contracorriente, fica. En ambos casos, la combinación del eli- ción con el acto inicial del cual se pretenden la
no en el sentido reactivo de turno, sino para in- tismo teórico y del moralismo práctico significa consecuencia lógica. Es toda la cuestión de la
ventar las formas modernas de una antigua una retirada altiva del espacio público, lami- relación entre la revolución y la contrarrevo-
convicción, más que de seguir el tren del nado entre la verdad acontecimental del filó- lución, entre Octubre y el Termidor stalinista
mundo, y de adoptar el escepticismo portátil sofo y la resistencia subalterna de las masas lo que debe plantearse de nuevo.
que todas las épocas de transición resucitan a la miseria del mundo. Existe sobre este Desde el 1977, el pensamiento de Badiou
para uso de las almas demasiado débiles para punto un aire de familia entre la radicalidad se desarrolló en el alejamiento progresivo, pero
valorar que ninguna velocidad histórica es filosófica de Badiou y la radicalidad socioló- sin ruptura explícita, del maoísmo de los años
compatible con tranquila voluntad de cambiar gica de Bourdieu. Atormentados por el “corte ‘60. En una situación dominada por las políti-
el mundo y de universalizar la forma” 16/. epistemológico” que separaría para siempre cas liberales gemelas de centro izquierda y
Indispensable Pascal, en efecto, para enfrentar al sabio del sofista, a la ciencia de la ideolo- centro derecha, donde las veleidades de resis-
los tiempos de dimisión y adhesión. De esta gía, ambos pronuncian un discurso de mando. tencia pueden tomar las formas beatas del
contracorriente pascaliana hace exactamente Entonces la política que actúa para cambiar el nacionalismo reaccionario o el fundamenta-
eco en Walter Benjamin el deber “de cepillar mundo precisamente se inscribe en la herida lismo religioso, su política del acontecimiento
la historia a contra-pelo” ambos reivindican del corte, sobre el lugar y el instante en que el se opone frontalmente a los fenómenos com-
una dialéctica de la fidelidad, susceptible de pueblo se pronuncia. plementarios de la mundialización imperial y
salvar la convicción de la debacle de las ilu- Separado de sus condiciones históricas, puro de los pánicos identitarios. Proclama orgullo-
siones, y de la tradición del conformismo que diamante de verdad, el acontecimiento, como samente que el consenso no es su punto fuerte.
siempre la amenaza. el encuentro absolutamente aleatorio del úl- Se esfuerza, a contracorriente, por salvar el
Si el futuro de una verdad “se decide por timo Althusser, se emparenta al milagro. Y la acontecimiento maoísta y el nombre propio de
los que continúan” y se atienen en esta deci- política sin política, a una teología negativa. Mao de la influencia petrificante de la historia.
sión fiel de continuar, el militante requerido La preocupación de su pureza reduce en efecto Y afirma valientemente no haber jamás de-
la política a una gran negación y le prohíbe jado de ser militante, de mayo del 68 a la gue-
15/ Théorie du sujet, 1982; ¿Se puede pensar la política?, 1985; El ser
y el acontecimiento (1988); Condiciones (1992); San Pablo (1997); producir efectos duraderos. Su rareza ya no rra de la OTAN en los Balcanes.
Abrégé de metapolitique (1998). Se indican los años de su aparición permite pensar en su expansión como la forma En esta larga marcha, mayo del 68 equivale
[NdT]. por fin encontrada de la desaparición del Es- a la caída sobre el camino de Damasco. Se re-
16/ El ser y el acontecimiento, p. 127 y p. 245.
17/ Ver los artículos de Slavoj Zizek y Eustache Kouvélakis, en ¿“Pen- tado. Slavoj Zizek y Eustache Kouvélakis de- vela allí que las masas hacen la historia, “in-
samiento único en Filosofía política?”, op. cit. dujeron como las antinomias del orden y el cluida la historia del conocimiento”. La
5
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page6

fidelidad al acontecimiento significará en lo historia, el acto y el proceso, el momento y la Realpolitik y contra las consideraciones de
sucesivo la negativa obstinada de rendirse, en duración. La política de las situaciones singu- pura oportunidad. Pero, rechazar la confronta-
la negativa terca de la reconciliación y del arre- lares e históricamente indeterminadas, se em- ción con lo real y la prueba prosaica de la prác-
pentimiento. Después de la muerte de Mao, el parenta entonces, por una nueva astucia iró- tica, permiten conservar las manos limpias a
año 1977 data un nuevo giro, marcado en nica de la razón, con desmenuzamiento la manera de la moral kantiana.
Francia por el empuje electoral de la Unión posmoderno que pretende combatir. “Lo que Esta política como voluntad pura es recu-
de la izquierda y por la aparición, en el campo llamo política, es algo que no puede ser dis- perada por la realidad de las relaciones de
intelectual, de “la nueva filosofía”. cernido más que en breves secuencias, a me- fuerzas, de las cuales no es tan fácil escapar
En Inglaterra y en los Estados Unidos, Tha- nudo rápidamente cerradas, disueltas en la para refugiarse en la pureza de las prescripcio-
cher y Regan se aprestan a tomar el poder. vuelta a los asuntos corrientes”. nes teológicas. Siguiendo una evolución en
La reacción liberal es anunciada. El “desas- El “primer Badiou” estaba tentado de supe- ciertas consideraciones paralela a la de Pierre
tre oscuro” está en marcha. ditar la filosofía al curso soberano de la histo- Bourdieu, La Distancia política saludaba, en
Badiou se ensaña entonces en “pensar la ria. En adelante, el acontecimiento interrumpe las huelgas del invierno de 1995, una resis-
política” como resistencia al “giro lingüístico”, el desarrollo histórico. Badiou aparece así, re- tencia saludable a la “desestatización” liberal
a la filosofía analítica, a la hermenéutica marca Slavoj Zizek, como un pensador de la re- que juega exclusivamente a favor del mercado
relativista. Contra los juegos de palabras, con- velación, “el último gran autor de la tradición y del Capital 19/. Se llegaba incluso hasta afir-
tra la apología del “pensamiento débil”, con- francesa de los católicos dogmáticos”. Parece mar que el Estado garantiza, hasta cierto
tra la capitulación de la razón universal ante sin embargo peligroso pretender fundar una punto, “el espacio público y el interés general”.
del centelleo de las diferencias, contra todas política sobre el imperativo puro de fidelidad, ¿El espacio público y el interés general? ¡Ca-
máscaras del sofista triunfante, intenta sos- recusando todo proyecto inscrito en la dura- ramba! He aquí que huele a un su sofista en
tenerse sobre la verdad. Opone “el gesto plató- ción de una perspectiva histórica. su propia nariz.
nico”, que hace sistema, a la filosofía en miga- “¡Dios nos libre de los programas sociopolí- Este giro brusco no es tan sorprendente.
jas y a las migajas filosóficas, donde la verdad ticos!” grita Badiou, en un movimiento de nega- Nunca salió nada bueno de la santa purifica-
ya no tiene lugar, donde la cultura en caldo ción horrorizado de la tentación o del pecado 18/. ción del pecado voluptuoso. Si, como afirma
reemplaza al arte, donde la tecnología su- Máxima pura de igualdad, la política sin par- Badiou desde 1996, “la era de las revolucio-
planta a la ciencia, donde la gestión triunfa tidos ni programas no tendría ningún fin a al- nes está cumplida”, no queda más que atrin-
sobre la política y la sexualidad sobre el amor. canzar. Tendría su entereza en el presente de cherarse en altiva soledad del anacoreta o aco-
Estas derivas conducirían en efecto tarde o su proclamación: “La sola cuestión política es: modarse en los asuntos despreciables y
temprano a una policía del pensamiento y a la ¿Qué podemos hacer en nombre de este prin- corrientes 20/. ¿Cómo imaginar, en efecto, a un
capitulación que prefiguraban, desde de los cipio [de igualdad] en nuestra fidelidad mili- Estado “garante del espacio público y el inte-
años ‘70, los pequeños amos del deseo. tante a esta proclamación?”. Esta política se- rés general” sin partidos ni deliberaciones, sin
Para Badiou como para Sartre, el hombre no ría sinónimo no de programa, sino de mediaciones ni representaciones? no es asom-
es verdaderamente humano, más que de una “prescripciones” ilustradas por mandamientos broso, cuando la Organización política se aven-
humanidad efímera, en el acontecimiento de incondicionales, tales como “cada individuo tura sobre el terreno de propuestas constitu-
su revuelta. De dónde la dificultad no supe- cuenta por uno”; “los enfermos deben recibir cionales prácticas, descubriendo sólo allí
rada de sostener juntos el acontecimiento y la los mejores cuidados sin condiciones de nin- reformas banales, como la supresión de la pre-
18/ Respuestas escritas a las preguntas de Peter Hallward. guna clase”, “un niño iguala a un alumno”; “los sidencia de la República (a fin de cuentas muy
19/ La Distance Politique (La distancia política) es el Boletín de la que están aquí son de aquí”. Bajo la forma dog- necesaria), la elección de una Asamblea única,
Organisation Politique (Organización con mayúscula) de la que se mática de mandamientos religiosos, estas má- la exigencia de que el Primer ministro sea el
reclama Badiou.
20/ Ver la carta a Peter Hallward del 17 de junio de 1996, en Peter ximas abastecen de principios de orientación líder del principal partido parlamentario, la
Hallward, Generic Sovereignty, op. cit. contra los acomodamientos sin principios de la recomendación de un sistema electoral que
6
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page7

garantice la formación de mayorías 21/. Sea, re- samiento de Badiou como le era del pensa- ¿Cómo piensa en Marx? ¿Y cómo el “gesto pla-
marca Peter Hallward con flema, “algo que se miento de Althusser. El solo imperativo “de la tónico” puede dar cuenta de este pensamiento
parezca mucho a la Constitución inglesa”. fidelidad a la fidelidad”, subraya Françoise dialéctico?
Esta súbita conversión al realismo es el Proust, acaba sólo en un formalismo estéril Lector generalmente vigilante y penetrante,
reverso profano de la sed heroica de pureza. frente a “un mundo que solo nos ofrece la ten- Badiou da de repente la impresión de no saber
Más bien que un “guerrero bajo las paredes tación de ceder”. La fidelidad al aconteci- más que decir sobre un Marx que se niega a la
del Estado”, Badiou define al militante como miento revolucionario esta en efecto constan- alternativa simple entre el filósofo y el sofista,
un “centinela del vacío al que instruye el acon- temente bajo la amenaza del Termidor y de entre la ciencia y la no ciencia: “Marx es todo
tecimiento”. A fuerza de explorar este desierto los termidorianos de ayer y de siempre. Va salvo un sofista, lo que no quiere decir, por
de Tártaros, de donde vendrá el enemigo y lo para el Termidor en política como para el Ter- lo demás, que sea un filósofo” 23/.
hará héroe, el centinela termina por adorme- midor en amor, bajo la influencia del desamor. ¿“Todo, salvo…”? En Badiou, esta negación
cerse frente a los espejismos del vacío. ¡Hay tantas ocasiones de rendirse! ¡Tantas reforzada tiene valor de homenaje.
Estas contradicciones y estas aporías reen- tentaciones de bajar la cabeza y de doblar la ¿Pero “todo” qué? ¿Ni filosofo, ni sofista?
vían – lo habíamos señalado – a la negación de columna! Tantos pretextos a resignarse y a Con Marx, este par fundador desde Platón no
la historia y las cuentas no ajustadas con sta- reconciliarse, por cansancio, por sabiduría, por funciona más. ¿Se puede ser circunstancial-
linismo. Para Badiou, la bancarrota del buenas y malas razones razonables, para no mente, un poco, mucho, apasionadamente ser
paradigma marxista leninista se remonta a hacer la política de lo peor, por elección del filósofo, es decir mantener una relación acce-
1967. ¿Por qué 1967? ¿A causa de giro de la re- mal menor (que se revelará como el camino soria y ocasional con la verdad? ¿Y si Marx no
volución cultural china y del aplastamiento más corto hacia lo peor), para limitar los da- es más que “secundariamente” filósofo, pero
de la comuna de Shangai? ¿Y por qué no an- ños, o simplemente para mostrarse “respon- de ninguna manera sofista, qué es “principal-
tes? Para no tener que entrar más profunda- sable”. ¿Pero de qué, en que escala del tiempo mente”? ¿Según qué modo de pensamiento y
mente en el balance histórico del maoísmo y se mide la responsabilidad de una política? acción desconcertante frustra la alternativa
de sus relaciones con el stalinismo. Françoise Por no de haber clarificado su relación con binaria entre el sofista y el filósofo?
Proust comprendió bien que se trataba de una la herencia stalinista y maoísta, Badiou no En lugar de enfrentarse con estas cuestio-
tentativa desesperada para salir del maoísmo puede clarificar tampoco su relación con Marx. nes que emanan lógicamente de su propio jui-
por “la ausencia de la historia”. El precio de Se contenta, lo que es lo menor de cosas, de cio, Badiou sale de la confusión sacando de su
este gran silencio histórico es exorbitante. afirmar que el marxismo al singular no existe, manga el comodín del desdoblamiento. A ejem-
Llega hasta convertir a la democracia en im- aunque su crisis oculta mucho más de lo que plo de Marx mismo, a la vez sabio y militante,
pensable e impracticable, tan ausente del pen- un antimarxista jamás podrá imaginar. Tam- su obra sería doble: de una parte “una teoría
bién se niega a declararse infielmente “pos- sobre el ideal de la ciencia, de la historia, de
21/ Ver La distance politique, febrero de 1995. marxista”. A pesar de la invocación vaga de la economía y del Estado”, y por otra parte “la
22/ Manifiesto por la filosofía, Bs. As., Nueva Visión, 1990, p. 43 un marxismo dogmático, justifica, en cierta fundación de un modo histórico de la política”,
23/ Entrevista publicada en Philoshopie, philosophie, revista del de- medida, la acusación de positivismo: “Marx y el modo “clasita” donde el Manifiesto del par-
partamento de filosofía de la universidad de Paris-VIII.
24/ A cerca de esto: “La verdad contenida en el pensamiento del fin sus sucesores, en esto tributarios de la sutura tido comunista sería el naipe. Entre los dos,
de la filosofía en Marx es en realidad la tesis del fin del Estado, es dominante, pretendieron elevar siempre la po- la filosofía ocuparía un “lugar inducido” 24/.
una tesis ideológico-política, la tesis del comunismo. Sostener la idea lítica revolucionaria al rango de ciencia” 22/. ¿Nunca lo sabremos?
de un fin de la filosofía no identifica al sofista. Qué identifica a so-
fista, su posición respecto al vínculo entre el lenguaje y la verdad. ¿Cuál parte de esta pretensión verdadera- Habiendo anunciado que ya no se trata
Anunciando la realización revolucionaria de la filosofía, su disolu- mente vuelve a Marx, y cuál a los epígonos y solamente de interpretar el mundo, Marx
ción en la praxis real, Marx organiza una sutura entre filosofía y po- a la ortodoxia codificada en el folleto de Stalin, seguiría siendo a pesar de todo, a pesar de él,
lítica. En sus efectos ulteriores, esta sutura empeña una suerte de
extenuación de la filosofía. Pero no confundiremos esta sutura con la Materialismo histórico y materialismo dialéc- filósofo por defecto y por intermitencia. Ba-
morgue disolvente de los sofistas” (ibíd.). tico? ¿De qué ciencia nos hablan unos y otros? diou no interroga esta manera, tan singular
7
2004_00_05_DB 564 ES 436_Mise en page 1 04/01/13 20:11 Page8

(por relación a la “sutura positivista domi- cia. La rebelión lógica de Rimbaud, la resis- la prueba democrática y condena el sofista al
nante”), de hacer ciencia, que Marx se obstina tencia lógica de Cavaillés o Lautman son se- destierro. Ve también en su noción de sobera-
en nombrar “crítica”. Esta se esfuerza en pen- gún él compromisos, escapando a todo cálculo, nía al fantasma de un sujeto sin objeto 25/. Una
sar a la altura de su objeto, a altura del capi- obligados a resolver de manera paradójica la retorno a una filosofía de soberanía majes-
tal. Algo nuevo se jugó sin embargo en el modo ausencia de relación entre verdad y saber. Por- tuosa, cuya decisión estaría fundada en una
en el que, sin someterse a las vicisitudes de que el axioma es más absoluto que toda defi- nada que manda el todo.
la política, el pensamiento mantiene con ella nición. Más allá de toda demostración y de
una relación de indivisión conflictiva y no cesa toda refutación, engendra soberanamente sus Nota del traductor:
de interrogar la práctica. propios objetos como puros efectos. – El capitulo publicado aquí, forma parte
¿Entonces, Marx? ¿Todo, salvo un sofista? Surgido de nada, el sujeto soberano es, como del libro Resistances. Essai de Taupologie gé-
Al pensarlo burlándose de los espejismos de la la verdad acontecimental, él mismo su propia nérale (Resistencias. Ensayo de topología ge-
opinión en nombre de la “ciencia alemana”, norma. Él mismo es representado por sí neral), II parte: “Erupciones y cráteres. Polí-
sin duda alguna. ¿Todo, incluido un sofista? mismo. De donde la negativa inquietante de ticas del acontecimiento”, Capitulo.
Burlándose criticando las “excomuniones los informes y de las relaciones de las confron- Paris, Fayard, 2001. Se mencionan los
sabias” de Proudhon y las utopías doctrina- taciones y de las contradicciones. Badiou es- libros citados cuando los hay en su versión
rias, ciertamente. Pero, como Witz freudiano, coge siempre la configuración absoluta prefe- al español, empero los números de pagina
la crítica es burlona e irónica. Opone a la risa rentemente a la relativa: la soberanía absoluta citados pertenecen a su edición original.
amarilla de los sacerdotes su gran estallido de la verdad y del sujeto, que comienza donde
insolente de risa roja. termina el tumulto de la opinión, en una sole-
La fidelidad un a acontecimiento sin histo- dad desolada. Peter Hallaward ve justamente Traducción: Julio Rovelli
ria a una política sin contenido tiende a vol- en esta filosofía de la política una “lógica ab- Para el Instituto del Pensamiento Socialista
verse en Badiou en axiomático de la resisten- solutista”, que borra lo múltiple, se libra de Karl Marx www.ips.org.ar

25/ Peter Hallward, op. cit., p. 409


8

S-ar putea să vă placă și