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Anuncios de tempestad.

Cosmovisión y observación de la naturaleza en las predicciones del tiempo


entre los zapotecos del sur de Oaxaca: propuesta para un análisis comparativo

Damián González Pérez


Posgrado en Antropología
UNAM-FFyL/IIA

Trabajo presentado inicialmente como ponencia en el IX Congreso Centroamericano de


Antropología. Territorio, Recursos Naturales y Sociedades Locales, Universidad San Carlos de
Guatemala, Guatemala, 18 al 22 de febrero de 2013. El título original de la ponencia fue:
“Anuncios de tempestad: Predicciones del temporal en la etnoclimatología de los zapotecos
del sur de Oaxaca, México”.

Trabajo en dictamen para su publicación.

Preámbulo

Este trabajo consiste en un primer acercamiento al conocimiento tradicional sobre


predicciones de distintos fenómenos físicos, que son denominados de manera general
por los zapotecos de la zona sur de Oaxaca como “tempestad” o “temporal”.1 Entre ellos
existen aquellos propiamente climatológicos y otros de carácter geológico. Estos
conocimientos continúan vigentes en varias comunidades, pero son aplicados sobre
todo por personas adultas y ancianos, en particular como parte de la actividad agrícola.
En este caso, nos enfocaremos a la revisión y sistematización de datos etnográficos de
varias comunidades zapotecas de los distritos de Miahuatlán, en la región Sierra Sur, y
Pochutla, en la región Costa (mapa 1). De manera específica, utilizamos información de
las comunidades de Santiago Xanica (SX), Buenavista Loxicha (BL), San Agustín
Loxicha (SAL), San Miguel Suchixtepec (SMS), San Marcial Ozolotepec (SMO), San

1
El marco del presente texto es la investigación que desarrollo como parte de la tesis de Doctorado en
Antropología, intitulada: “Llover en la sierra. Ritualidad y cosmovisión en torno al Rayo y la lluvia entre los
zapotecos del sur de Oaxaca”, la cual es asesorada por la Dra. Johanna Broda.
Pedro el Alto (SPA), San Pedro Coatlán (SPC), Santa Cruz Xitla (SCX) y San Andrés
Lovene (SAL).2
En la praxis cotidiana, estos conocimientos permiten a los zapotecos del sur
anticipar distintas manifestaciones tempestivas e intempestivas del temporal, como
lluvias, tormentas, huracanes, temblores, heladas, sequías, entre otros. Los medios o
recursos a partir de los cuales se hacen las predicciones provienen sobre todo de
animales, específicamente de aves, reptiles, anfibios, mamíferos e insectos; así como
de distintos fenómenos físicos, entre ellos las nubes, movimientos de la tierra, el
arcoíris, rayos, neblina y el viento.
El enfoque a partir del cual se realiza este trabajo se ubica dentro de la
propuesta de estudios comparativos de Johanna Broda, en particular dentro del campo
de la cosmovisión y la observación de la naturaleza. Este marco es totalmente
pertinente, debido a que nos permite enlazar aquellos conocimientos específicos sobre
el medio ambiente de comunidades zapotecas del sur, con la visión que tienen dichas
comunidades del cosmos. Estos conocimientos han permitido a las comunidades
adaptarse y sobrevivir en un entorno muchas veces agreste, tanto por la intensidad de
sus fenómenos climatológicos como por las características de su geología.3

Foto 1. A la izquierda el cerro de la


Virgen, a la derecha el cerro Sirena y
al centro el Río San Francisco,
tributario del Río Yuviaga y
posteriormente Copalita. Vista desde
San francisco Ozolotepec. Foto del
autor.

2
La mayor parte de la información se obtuvo mediante trabajo de campo en las comunidades
mencionadas. Sin embargo, una parte ha sido publicada por otros autores, los cuales serán referidos en
su momento.
3
El territorio en cuestión es en su mayor parte montañoso y se ubica sobre una falla geológica.

2
Área de estudio

Es importante tomar en cuenta que el área de estudio se caracteriza por ser una de las
menos conocidas dentro de la investigación antropológica, etnohistórica y arqueológica
en México. Un dato significativo es que en el Distrito de Miahuatlán, en particular en los
municipios de San Juan y San Pedro Mixtepec, se encuentran las dos montañas más
altas de Oaxaca, conocidas como Cerro Quie Yelaag y Cerro Quiexobee, con
elevaciones de 3,720 y 3,600 msnm, respectivamente. Los climas predominantes en
toda esta zona son cálido y semicálido húmedo y templado húmedo y subhúmedo, con
temperaturas promedio de entre 10º y 22º C en la parte correspondiente a la Sierra Sur,
y 24º y 26º en la parte que desciende hacia la Costa. Las elevaciones de las
comunidades son también contrastantes, Santa María Ozolotepec y San Miguel
Suchixtepec, por ejemplo, se ubican a una altura promedio de 2,500 msnm, mientras
que Candelaria Loxicha está a solo 450 msnm. Sin embargo, al interior hay municipios
que incluyen altitudes muy distantes, como San Marcial Ozolotepec, cuya cabecera
está a 2,380 msnm, pero dentro del territorio del municipio hay localidades por debajo
de los 1,000 msnm. Esta variabilidad se refleja en el conocimiento y la observación
sobre la naturaleza, los cuales están influidos fuertemente por las características
regionales y locales del medio físico.

Mapa 1. Área de estudio

Santa Cruz Xitla

San Pedro
Coatlán Distritos de Oaxaca: Miahuatlán y Pochutla
San Miguel
San Marcial San Andrés
Suchixtepec
Ozolotepec Lovene
Papaloapan
San Agustín
Loxicha Cañada
Mixteca
Buenavista Santiago Xanica Sierra
San Pedro
Loxicha Norte
El Alto Valles
Central Istmo
es
Sierra Sur
Costa

Regiones de Oaxaca

3
Foto 2. Panorámica de la sierra de
Ozolotepec. Vista desde San Marcial
Ozolotepec. Foto del autor.

Cosmovisión y observación de la naturaleza en la propuesta de enfoque


comparativo de Johanna Broda

En Mesoamérica el culto a los dioses vinculados con la tierra, la lluvia, la fertilidad y los
distintos fenómenos climatológicos es uno de los más antiguos y trascendentes (Broda
1971: 248; 1991: 465, 466; 2003; 55), debido a su incidencia en muchos de los ámbitos
de la vida de los pueblos antiguos y modernos.4 Muestra de ello es su papel en la
agricultura, que fue una de las actividades centrales dentro de estas sociedades (cf.
Broda 2007b: 192-193; 2009a: 79). Es precisamente en este aspecto de la religiosidad
y la cosmovisión, donde diversos investigadores ubican una de las principales
constantes del complejo mesoamericano. Nos referimos a la correspondencia entre
dioses de la lluvia de distintas sub áreas de la región. Tales son los casos de Tláloc
entre los nahuas, Chac entre los mayas, Tzahui entre los mixtecos, Tajín entre los
totonacos y Cocijo entre los zapotecos (Caso y Bernal 1952: 360; Caso 1942; Broda
1971: 248; 1991: 465, 2008: 39; Smith 1996: 7; De la Garza 2003: 221; Contel 2009: 20;

4
En la región del Altiplano Central la predominancia del dios de la lluvia en lugares como Teotihuacan se
remonta al periodo Clásico (Broda 1991: 465). No obstante, desde finales del Preclásico comenzó a
gestarse en Mesoamérica un culto generalizado hacia las montañas, los accidentes geográficos, la tierra,
los fenómenos climatológicos y el mar (Broda 2006: 55).

4
cf. Urcid 2009: 30). Para el caso de Tláloc, Johanna Broda (1971: 250; 2008: 41)
encuentra en algunas de las principales propuestas etimológicas la síntesis del carácter
ambivalente de la deidad. Por un lado, se le representa asociado con el agua, las
plantas y la riqueza natural que se genera en la tierra; pero por otro, es también
propiciador de las manifestaciones extremas y muchas veces catastróficas de la misma
naturaleza, como refirió el propio Sahagún (2006: 30):

[...] era el dios de las lluvias [...] Tenían que él daba las lluvias para que regasen la tierra,
mediante la cual lluvia se criaban todas las yerbas, árboles y frutas y mantenimientos:
también tenían que él enviaba el granizo y los relámpagos y rayos, y las tempestades
del agua, y los peligros de los ríos y de la mar [...] da a los hombres los mantenimientos
necesarios para la vida corporal.

En un sentido pragmático derivado de la percepción del medio físico, esta


dualidad de carácter “caprichoso y ambiguo” (Broda 2003: 56) era el resultado tal vez
de la asimilación de las características ecológicas y climáticas propias del Altiplano
Central, así como de otras regiones de Mesoamérica. En esta región en particular, los
cambios extremos entre la escases de agua durante la temporada de secas y las aguas
torrenciales y excesivas durante la temporada húmeda, derivaron en la necesidad
apremiante de controlar las lluvias en ambos periodos del año (tonalco, “tiempo del
calor del sol”, y xopan, “tiempo verde”, Broda 1991: 478; 2004a: 38; 2008: 42; 2009b:
62), mediante la acción eficiente de la religión estatal con base en el ritual.
Esta distinción entre las dos manifestaciones del dios de la lluvia en su
correspondencia con las condiciones climáticas y geográficas, está estrechamente
vinculada con la relación que mantenían las personas con dicha entidad. Tal relación ha
sido identificada por la autora de carácter contractual: “El dios daba las lluvias en
préstamo, para recibir a cambio sacrificios humanos [...] Los hombres tienen que si no
rendían suficiente culto a Tláloc, éste podía montar en cólera y retener la lluvia o
destruir las cementeras” (Broda 1971: 254, 255). De ahí la consideración sobre los
sacrificios humanos, en especial de niños, como actos que buscaban saldar la deuda
indisoluble de las personas, quienes recibían el agua necesaria para el crecimiento de
los diferentes cultivos, y por ente, para el sustento humano. En este sentido, los

5
sacrificios eran denominados nextlahualli o nextlaualoia, “pagar su deuda” (Broda 1971:
276; 2007b: 299; 2004a: 56).5 Sin embargo, dentro de la lógica contractual, los
sacrificios tenían un poder coactivo sobre los dioses, ya que los forzaban a dar la lluvia.
Es tal vez por ello que la mayoría se realizaba durante la parte más seca del año (Broda
2009b: 62, 63).
Con su propuesta teórica, Broda (1991: 462-463; 1992: 38; 2003: 53; 2001: 16;
2007a: 295; 2007b: 188; 2008: 37; 2009c: 41) aporta elementos para entender la
relación entre las nociones sobre el medio ambiente y el cosmos, como aquellos
campos dentro de los cuales los seres humanos se ubicaban y desarrollan todas sus
actividades (cosmovisión), y el conjunto de conocimientos estructurados que les
permiten adaptarse a su distintos contextos, desde el más inmediato hasta el más
abstracto, que sería el cosmos mismo (observación de la naturaleza). Estos
conocimientos, los cuales abarcaban ámbitos como la astronomía, la geografía, la
climatología, la botánica, la zoología, la medicina, etc., permitían hacer predicciones
sobre el acontecer de la naturaleza, al tiempo en que incidían en el comportamiento
social. En este contexto, el ritual se constituyó en la religión mesoamericana como el
principal mecanismo para el control y manejo de las distintas manifestaciones de la
naturaleza, tanto de las que resultaban benéficas, como de las que eran percibidas
como adversas por las personas.
La cosmovisión y la observación de la naturaleza formaban parte a su vez del
complejo más amplio de la religión, que era vista como un todo que articulaba distintos
ámbitos de la vida social (Broda 2004b: 62; 2007b: 187), constituyéndose en un hecho
social total en el sentido propuesto por Marcel Mauss. En esta perspectiva, es
precisamente la antropología una de las ciencias que se caracteriza por categorizar
estos distintos aspectos de la vida del hombre, para estudiarlos de manera sistemática,
mirándolos como elementos interrelacionados (Broda 2007b: 184; 2009a: 75-76).
En términos teórico-metodológicos, este enfoque es definido por la propia autora
como interdisciplinario, ya que combina de manera sistemática elementos de disciplinas
como la etnohistoria, la arqueología, la arqueoastronomía, la etnografía, la iconografía y

5
En su consideración, el rito propiciatorio para solicitar lluvias más antiguo en Mesoamérica fue el
sacrificio de niños (1996: 43).

6
la geografía, entre otros (1997: 129). Para el caso de los mexicas, siguiendo a Broda,
es posible reconstruir con base en esta metodología un panorama etnográfico detallado
de la religión, así como la cosmovisión y el ritual, a partir del estudio de fuentes como
crónicas, códices (Broda 2004a: 35; 2006: 49) vocabularios y otros documentos
coloniales, y material arqueológico.

Complejo zapoteco del agua, la lluvia y el rayo desde un enfoque comparativo

Para el caso de los zapotecos, son escasas las fuentes que nos permiten tener una
idea sobre su religiosidad y cosmovisión antes y al momento de la conquista. Sin
embargo, es posible identificar de manera general aspectos comunes con deidades
como Tláloc. El Rayo o Cocijo,6 como fue registrado por el fraile dominico Juan de
Córdova en su Vocabvlario en lengua çapoteca (1987), era concebido como “Dios de
las lluuias” (Ibid: 141r), pero también como “Rayo del cielo” (Ibid: 339r). Es decir, la
misma entidad era deidad, a la vez que manifestación de la naturaleza. Por eso,
siguiendo a Smith (1996), cuando tronaba el cielo, hablaba Cocijo (tinnij cocijo, tinñij
cocijo, tinñij xoo cocijo; Ibid: 413v); cuando caía el rayo, caía Cocijo (tace cocijo; Ibid:
339r); cuando golpeaba el rayo a alguien, golpeaba Cocijo, hería Cocijo, castigaba
Cocijo (tiquiñea cocijo; Ibid: 218v, 339r).
En el ámbito de los estudios arqueológicos e históricos, Cocijo ha sido
considerado como la deidad zapoteca más significativa, debido en parte a que es el
personaje con la mayor cantidad de alusiones en vasijas y otros materiales
arqueológicos, así como en documentos coloniales (Caso y Bernal 1952: 360; Corpus
Antiquitatum Americanensium 1966: 9). Dentro del contexto de las deidades
mesoamericanas de la lluvia, Cocijo fue asociado inicialmente por Miguel Covarrubias
con el proceso evolutivo del dios jaguar olmeca (1946: 168; 1961: 66; cf. 1942, 1980:
240), el cual se dio entre el 600 y el 200 a.C. En este sentido, Urcid considera que
diversas deidades mesoamericanas de la lluvia comenzaron a caracterizarse en este

6
En la escritura del Vocabvlario de Córdova debe considerarse la observación hecha por Thomas Smith
(1996, 2001), sobre la utilización de la “j” en el español del siglo XVI para representar una “i” larga. Este
autor emplea la forma “ii” en palabras como cocìio, para expresar manera más fidedigna la fonética del
zapoteco. Javier Urcid (2009: 30) recurre a la “y” para escribir cociyo. Aquí usaremos la forma tradicional
de cocijo, teniendo presente la distinción entre el sonido y la escritura.

7
periodo, entre ellas por supuesto Cocijo. Esto coincide con lo señalado por Broda sobre
el surgimiento durante el preclásico de un culto a la lluvia, el rayo, la tierra, las
montañas y el mar, tal como se señaló antes. Esta misma observación fue hecha por
Joyce Marcus (2001: 99-100) para los zapotecos, al afirmar que la cosmovisión
zapoteca estuvo regida por fuerzas asociadas con la tierra, la lluvia y el rayo.
El papel de Cocijo como entidad proveedora del agua y la lluvia puede
observarse en distintos elementos iconográficos. Uno de ellos es el denominado glifo C,
el cual se caracteriza en ocasiones por constituirse de una figura en forma de vasija
conteniendo líneas ondulantes que representan agua (Caso y Bernal 1952: 24-25). Este
glifo aparece comunmente en el tocado de las esculturas (figura 1). Las alusiones al
agua, en forma de lluvia o vapor, fueron comunes también en partes como la capa y el
faldellín de las esculturas (figura 1, fotos 3 y 4). En otras coasiones, Cocijo aparece
explícitamente como entidad propiciadora de la lluvia y la agricultura, al portar en sus
manos cántaros de los que brotan agua o alusiones de maíz y vegetales (fotos 5 y 6).
También existen piezas en las que las representaciones de maíz son más bien realistas
y aparecen en forma de mazorcas, en lugares como los tocados de las esculturas (fotos
6, 7 y 8).

Figura 1. Cocijo con forma inicial de glifo C Figura 3. Personaje con máscara Figura 4. Efigie de Cocijo con motivos de agua y
en el tocado y alusiones al agua y la lluvia bucal de Cocijo y motivos de niebla lluvia en el tocado y la capa, respectivamente:
en la capa y la base del tocado y lluvia en la capa y el faldellín: 200 200-750 d.C., Museo de Arte Prehispánico
(reproducción del autor con base en Caso y a 900 d.C., Museo Comunitario de Rufino Tamayo. Foto del autor.
Bernal 1952: 34). Macuilxóchitl. Foto del autor.
8
Al igual que entre los mexicas, el concepto de
sacrificio y ofrenda tuvo una connotación sagrada
para los zapotecos, constituyéndose como “pagos”
rituales para las deidades. El término
correspondiente era el de quìxe, “pagar”, y aparece
dentro del Vocabvlario de Córdova en las entradas:
“Sacrificar hombre por la pluuia o niño”, “Sacrificar
por las miesses hombre [...] Sacrificado assi”;
tiquixea cocijo, “pagar al rayo”. De la misma manera,
las personas que eran sacrificadas en estos
contextos eran denominadas pèni quìi cocijo,
“persona sacrificio cocijo, o pèni cocijo, “persona Figura 5. Cocijo sujetando entre sus manos un
cántaro del que brotan hojas de milpa y al centro
cocijo” (Smith 2001: 179-180). maíz germinado; de sus orejeras cuelgan espigas y
hojas de milpa: 200-500 d.C., Museo Nacional de
Antropología e Historia. Foto del autor.

Figura 6. Vasija de piedra con personaje Figura 7. Representación de Cocijo con Figura 8. Vasija efigie de Cocijo
portando máscara bucal de Cocijo y sujetando personaje antropomorfo en el tocado, quien portando tres mazorcas en el tocado:
un cántaro del que brota agua; de cada lado porta a su vez tres mazorcas en la frente: Fundación Bustamante Vasconcelos.
del tocado se aprecian dos mazorcas: Museo Museo Nacional de Antropología e Historia. Foto del autor.
Nacional de Antropología e Historia. Foto del Foto del autor.
autor.

9
Complejo del agua, la lluvia y el rayo entre los zapotecos del sur

En el presente, los zapotecos del sur siguen considerando al Rayo como la entidad
sagrada más importante, pues se le concibe como regente del agua y la lluvia, patrón
de los animales y dueño del cerro y las riquezas contenidas en él:

Un señor de San Pedro El Alto que era regidor del pueblo acudió al tanque de agua en
una ocasión que la lluvia demoraba. Al llegar levantó la tapa del pozo, entró y adentro se
abrió un camino, bonito era ese lugar. Empezó a caminar por ese camino y cruzó por
una milpa, luego se cruzó con dos abuelitos, una abuelita y un abuelito. Los abuelitos le
dijeron:
―¿A dónde vas?
―Lo que pasa es que en mi pueblo no hay agua, ya tiene tiempo que no llueve.
―No te preocupes, nosotros quitamos tantito el agüita para regar nuestra milpita,
pero ya al rato la mandamos. Pero siéntese usted, ande, coma un poco.
Pero el plato de comida estaba simple, no tenía sal, ni chile. Cuando terminó de
comer el señor los abuelitos le dijeron:
―Bueno, ya terminaste, ahora regrésate a tu casa. Vete por aquí derechito y no te
preocupes, que ya luego enviamos el agua. O si quieres, vente con nosotros, vamos a
nuestra casa, nada más que nuestra casa está en medio del mar.
―No, gracias, mejor me regreso de una vez.
Cuando llegó a la entrada del pozo ahí estaba su sombrero y su escopeta que llevaba.
Al otro día empezó a llover y empezó a platicarle a sus vecinos lo que había pasado,
pero nadie le creyó. Otro día, y volvió a caer mucha agua. Todo pasó así porque fue a la
casa de los rayos, porque los rayos son dueños del agua, pero también son patrones del
mar.7

Las peticiones que se hacen al Rayo consisten en agua y lluvia, maíz y cosecha
en general, salud, riqueza, suerte, permiso y puntería para la cacería de venado,
muerte y venganza, entre otras. Las ofrendas y sacrificios que se le hacen siguen
siendo consideradas como pagos rituales y se llevan a cabo sobre todo en lugares
sagrados considerados su morada, a los que se les llama “casas de rayo” (González

7
Relato del señor Marcos Cruz Hernández, especialista ritual, San Miguel Suchixtepec, mayo de 2012.

10
Pérez: 2012). Las ofrendas (pagos, regalos) consisten sobre todo en flores, cera,
veladoras y velas, copal y en ocasiones sangre de aves y granos de cacao.

Cuadro 1. Términos zapotecos para ofrendas y sacrificios


Término Equivalente en español Comunidad
Nguìx, nxàx Pagar San Marcial Ozolotepec
Kix men Pago de gente, pago de persona San Miguel Suchixtepec, Buenavista Loxicha
Kixna Mi pago San Miguel Suchixtepec
Kix men la isliu Pago de persona a la tierra Buenavista Loxicha
Kix men la mdi’ Pago de persona al Rayo Buenavista Loxicha
Kix men la Dios Pago de persona a Dios Buenavista Loxicha
Nguìx lo wndi Pagar al Rayo San Marcial Ozolotepec
Nguìx lo nit Pagar al agua San Marcial Ozolotepec

Foto 9. Atardecer en la sierra de


Ozolotepec. Vista desde San Antonio
Ozolotepec. Foto del autor.

Predicciones del temporal

Al igual que en varias regiones indígenas y campesinas de México, en la zona zapoteca


del sur existe un procedimiento para pronosticar las condiciones del tiempo a lo largo
del año, es decir “a largo plazo”, el cual es denominado en términos generales como
“mes de cabañuelas”.8 En la región la lectura del tiempo anual se lleva a cabo en el mes

8
Si bien es cierto que la tradición de las “cabañuelas” o “témporas” fue introducida por los europeos en
América, es importante atender las formas específicas mediante las que se interpreta o pronostica el
clima en regiones indígenas de México, las cuales seguramente tienen antecedentes muy antiguos. En
este caso haremos énfasis en dichas señales y no tanto en el procedimiento de las cabañuelas. Un

11
de diciembre o enero, dependiendo la comunidad. En términos generales, los primeros
doce días del mes correspondiente permiten saber cómo se comportará el tiempo
durante los doce meses del año. Es decir, las interpretaciones durante el día 1
corresponden a enero, las del día dos a febrero, las del día tres a marzo y así
sucesivamente. En casos como San Marcial Ozolotepec, existe además una
interpretación en sentido inverso que permite pronosticar el tiempo para el área del
Valle de Oaxaca. De tal suerte que, del primero al 12 de diciembre algunas personas
interpretan el comportamiento del clima para la zona del sur, justo donde se asienta la
comunidad, pero del 13 al 24 se hacen pronósticos para la región central del estado.
Los días restantes se hacen nuevamente predicciones, pero un día completo indica lo
que ocurrirá durante dos meses: el 25 de diciembre para enero y febrero, el 26 para
marzo y abril, el 27 para mayo y junio, etc.; y la víspera de Año Nuevo permite hacer
una lectura general del año. Sin embargo, este procedimiento está cayendo en desuso
entre las personas de las comunidades, siendo sobre todo los abuelos quienes
conservan el conocimiento de su estructura y funcionamiento.
Además de este sistema de largo plazo, existen otros que podríamos llamar “a
corto plazo” (Ibid), los cuales se realizan de manera cotidiana y permiten anticipar
distintas manifestaciones físicas y climáticas en un rango de tiempo corto, de por lo
mucho unos cuantos días. En este sentido, al mes o periodo en el que se hacen las
lecturas del temporal se le denomina en Santiago Xanica como rluu mioo: rluu,
“enseñar” y mioo, “luna” o “mes”; es decir, “mes que enseña” o “mes en el que se
interpreta o pronostica”. En cambio, en el contexto del corto plazo, en San Miguel
Suchixtepec se denomina al día en que se hacen las predicciones como with xab, “día
de pensar”, de with, “sol” o “día” y xab, “pensar”. En la práctica, ambos sistemas son
complementarios. Sin embargo, en este caso nos centraremos en aquellas señales
específicas que los zapotecos del sur toman como anuncios del temporal.
En pueblos como San Miguel Suchichixtepec, San Marcial Ozolotepec y los
Loxicha, las predicciones sobre el temporal se realizan en las ciénegas, consideradas
lugares sagrados donde habitan el Rayo y la culebra de agua. Esta última entidad es

estudio reciente del funcionamiento de este sistema en España es el de Mesa Jiménez, et al. (1997: 93-
126), así como para la zona nahua de Guerrero el de Hémond y Goloubinoff (1997: 237-270).

12
servidora y nahual del Rayo, es decir, vigila la ciénega, pero a la vez es una de las
personificaciones de dicha entidad. Este tipo de predicciones se hacen sobre todo entre
abril y mayo, periodo que coincide con el fin de la temporada de calor e inicio de las
lluvias, los cuales son llamados en San Miguel Suchixtepec mbe’ bë’, “mes de calor” y
mbe’ mbi yi, “mes de lluvia”. Otras expresiones que aluden a periodos climáticos son
mbe’ yiee’, “mes de flores” (primavera) y mbe’ mbi’, “mes de viento” (noviembre,
diciembre, febrero). En San Marcial Ozolotepec los términos para algunas de las
épocas del año son: mbe beyi, “mes de lluvia”; mbe nâ, “mes frío” y mbe bĕ, “mes
seco”.

Foto 10. Panorámica de Buenavista


Loxicha. Foto del autor.

En relación a la forma de nombrar los distintos fenómenos, en Buenavista


Loxicha se le denomina huix a cualquier suceso físico o climatológico fuerte, es decir, a
cualquier manifestación intempestiva de la naturaleza; en tanto que a aquellos sucesos
asociados sobre todo con tormentas y huracanes los llaman yi tab, término empleado
también en San Marcial Ozolotepec. De manera general, las señales o predicciones del
temporal pueden clasificarse a partir de su procedencia, ya sea que deriven de
animales, fenómenos físicos u otro tipo de señales. En los tres casos los anuncios
pueden anticipar el arribo del temporal, pero también su retirada o intensidad. En el

13
primer caso, se contemplan distintas aves, mamíferos, insectos y reptiles o anfibios
(cuadro 2).
Entre las señales que se distinguen en las aves está su sonido. La chachalaca,
por ejemplo, anuncia que lloverá muy pronto cuando grazna al medio día o en
momentos de mucho calor. De manera similar, el canto de la perdiz por las noches o
cuando el calor es muy fuerte, anticipa la lluvia. También el vuelo es considerado en
ocasiones una señal, como en el caso de los pericos, ya que cuando éstos vuelan
durante la temporada de lluvia a baja altura y cerca del pueblo, es indicio de que las
lluvias pararán. Un caso muy curioso es el de las gallinas, de quienes se dice que
cuando se les ve comer piojos cuando ha dejado de llover, significa que ese mismo día
volverá a caer agua. Además de las lluvias, otro tipo de tempestades como los
temblores9 son anunciados por las aves. Tal es el caso del gallo, quien al cacarear
durante varias noches seguidas avisa de la proximidad de dicho fenómeno.
En ocasiones los nombres de las aves que pronostican el temporal son al
parecer expresiones onomatopéyicas. Muestra de ello es el nombre de un pájaro
llamado Santiago. Al respecto, el señor Prudencio Santiago, originario de Buenavista
Loxicha, explica lo siguiente: Hay un pájaro que su canto suena `santiooo, santiooo,
santiooo, chrr… santiooo, santiooo, santiooo, chrrr´. A este pájaro le llamamos
Santiago, debido al sonido que produce y cuando canta por las noches quiere decir que
se aproxima la lluvia. Por eso la gente lo escucha cada año antes de la temporada de
agua”. 10

11
Cuadro 2. Señales para la predicción del temporal provenientes de animales
Nombre común Zapoteco/variante Descripción, Significado
Animales (mañ, SX; mă’, SMO)
Aves (mañ tob, SX; mâ dob, SMO; “animal con plumas”)
Sarnícula Msiy lit´ (SX, SPC) Pájaro que habita en la costa, semejante al gavilán. Anuncia la retirada de
las lluvias, en especial cuando éstas han sido muy fuertes.

9
Xù’, xu’, xu, xo’ en distintas variantes zapotecas del sur.
10
Testimonio del señor Prudencio Santiago, Buenavista Loxicha, mayo de 2012.
11
Parte de los datos etnográficos que aparecen en las tablas siguientes fueron recabados mediante
trabajo de campo en las comunidades zapotecas correspondientes. Para el caso de la información de
Santiago Xanica, una parte se obtuvo del artículo de los hermanos Sara y Raúl Cruz (Cruz y Cruz 1992),
originarios de Santiago Xanica. Para la información de San Agustín Loxicha se consultó el libro de Cruz
Santiago (2009). Debe tomarse en cuenta que la mayoría de los datos de las tablas corresponden en
realidad a conocimientos comunes entre varias comunidades zapotecas de la Sierra Sur y la Costa de
Oaxaca.

14
Chachalaca Kiik (SX) Cuando se le oye cantar al medio día o en momentos de mucho calor, es
señal de que pronto lloverá.
Gallina de monte o Mtsúu (SX, BL) Cuando canta en horas de calor o por las noches, anuncia la llegada de
perdiz las lluvias.
Perico Mkiil (SX) Si durante la temporada de lluvias vuela a baja altura por las mañanas y
cerca del pueblo, quiere decir que pronto dejará de llover.
Calandria (SAL) Si hace su nido con anticipación, la lluvia llegará antes de tiempo.
Pájaro primavera Mkiin miaan (SX, SAL) Si se le ve volar antes de lo acostumbrado, anuncia el arribo anticipado de
las lluvias.
Pájaro chismoso Ndxuúb (SAL) Si por las tardes canta en tono bajo cerca de las casas, significa que la
lluvia se acerca.
Gallina (SAL) Si comen piojos cuando ha parado la lluvia, significa que volverá a llover
ese mismo día.
Gallo Ngid te (SMO) Su canto nocturno y repetitivo se interpreta como anuncio de temblores.
Pájaro Santiago (BL) Su canto nocturno anuncia la llegada de las lluvias. Se le llama Santiago
porque su sonido es percibido por las personas como: “santiooo, santiooo,
santiooo, chrr...”
Mamíferos (mañ reats, SX)
Venado (SAL) Cuando brama antes del anochecer significa que lloverá.
Insectos e invertebrados (mă pchò, SMO; “insecto”)
Hormiga Mer be´ (SX) Con su aparición en ciertos lugares anuncia la llegada de las lluvias.
barrendera
Hormiga chicatana Mieats (SX) Especie de hormiga grande, color café, con alas largas. Cuando sale de
su hormiguero anuncia el arribo de las lluvias.
Luciérnaga (SAL) Su vuelo a ras del suelo en la temporada de lluvia es indicio de la
continuidad y la abundancia del agua.
Cierto tipo de Mbéeyloóbdeh (SX) Cuando se le ve en la superficie, es señal de que ese día lloverá.
lombriz
Chicharra o cigarra Su sonido anuncia la lluvia.
Mantis Wins (SX) Cuando hace mucho ruido por las noches, se sabe que lloverá pronto.
Reptiles y anfibios (mañ nrruch, “reptil”; mañ rtsea lo, “anfibio”; SX)
Rana Meets pi´ (SX) Si en un día caluroso canta al mediodía, anuncia la llegada de las lluvias.
Lagartija hija del Xi mdi’, xua mdi, win Cuando extiende su membrana que tiene debajo de la cabeza, anuncia
Rayo wnziy (hijo del Rayo)’, lluvia para ese día. A principios de la temporada de lluvia, si la membrana
xumbil, mbil (varias es color rosa, es señal de que habrá lluvia abundante, pero si el color es
comunidades) rojo intenso, se sabe que habrá poca lluvia.
Tortuga terrestre (SAL) Si se le ve en el suelo a medio día, significa que lloverá pronto, pero si se
le ve en el agua, quiere decir que habrá sequía.
Sapo win wnziy, “hijo del Su aparición anuncia la llegada de las lluvias. En varios pueblos
Rayo” (SX) zapotecos de la zona sur y los Valles Centrales se cree que los sapos son
animales del Rayo y caen de las nubes con la lluvia.

La información disponible sobre mamíferos es muy limitada, pues sólo se cuenta


con el registro del venado, cuyo bramido antes del anochecer es tomado por los
zapotecos del sur como anticipo de la lluvia. En el caso de los insectos, los anuncios
indican únicamente el arribo del agua y las señales consisten sobre todo en su
presencia o vuelo en ciertos lugares y su sonido. Un caso peculiar es el de la Mantis
religiosa, ya que se cree que cuando hace mucho ruido por las noches avisa que muy
pronto lloverá.

15
Foto 11. Panorámica de San Marcial
Ozolotepec durante el mes de mayo,
tiempo propicio para la
interpretación del temporal. Foto del
autor.

Finalmente, están los reptiles y anfibios, en cuyo grupo se encuentran la rana, el


sapo, algunas lagartijas y tortugas terrestres. Los sapos y algunas lagartijas son
llamados en ocasiones “hijo del Rayo”, pues se cree que son animales vinculados con
dicha entidad sagrada, propiciadora de la lluvia. En el caso de las lagartijas, la especie
Anolis nebuloides es sumamente significativa dentro de la cosmovisión y la
etnoclimatología en diversas comunidades zapotecas de la zona sur. Según el
conocimiento tradicional, este reptil no sólo anuncia el arribo de la temporada de lluvia,
sobre todo a partir de su presencia abundante cerca de las casas, lo cual ocurre a
finales de abril. También permite a las personas saber la intensidad o comportamiento
del temporal, mediante la tonalidad de la membrana que porta en la parte baja, desde la
papada hasta el pecho. Si su color es rosa la gente tiene la certeza de que el agua será
abundante, así como la cosecha de maíz; pero si el color se percibe como un rojo
intenso, se cree que con mucha probabilidad la lluvia se retrasará o habrá sequía.
Sobre los fenómenos físicos (cuadro 3), denominados en San Marcial
Ozolotepec como ko nchak lo islio, “fenómenos que suceden en la tierra”, se
encuentran las vibraciones del suelo, el arcoíris, el rayo, la neblina, las nubes y el
viento. Las vibraciones de la tierra se pueden percibir en distintos lugares, pero sobre
todo alrededor de manantiales y ciénegas. Cuando las vibraciones ocurren entre las 5 y
6 de la mañana suelen anunciar lluvias intensas, en especial durante la canícula, que
consiste en una recesión de la lluvia de mediados de julio a mediados de agosto. Sin
16
embargo, estas vibraciones también pueden anticipar huracanes, tormentas o
temblores. En la mayoría de los casos, dicho fenómeno es asociado con la culebra de
agua,12 entidad emparentada con el Rayo y a quien se le adjudica el papel de vigilar las
cuevas, las ciénegas y los manantiales de agua, así como a los animales, en especial al
venado. En la cosmovisión de los zapotecos del sur, la presencia o ausencia de la
culebra implica de manera análoga la abundancia o desaparición del agua, situación
que puede corroborarse a partir de una serie de relatos y testimonios como el siguiente,
el cual fue proporcionado por el señor Policarpio Reyes de San Miguel Suchixtepec, en
septiembre de 2011:

La culebra de agua es un encantado. Ese animal está en los lugares que son encantos.
Esos lugares están donde hay laguna. En el Calvario antes había una laguna y la gente
iba a traer agua en cántaros. Ahí llegaba el venado a tomar agua. Un señor que vive allá
abajo que se llama Tomás Sánchez dice que una vez que había una temporada fuerte
retumbó mucho la tierra y cayó mucho rayo. Entonces vio cómo se arrastró la culebra en
el suelo y se fue bajando, hasta que desapareció. Así fue como se secó esa laguna.

Cuadro 3. Señales para la predicción del temporal provenientes de fenómenos físicos


Nombre Zapoteco/variante Descripción, Significado
común
Vibraciones (SX, BL) Sobre todo en las comunidades más cercanas a la costa, las vibraciones entre las
de la tierra 5 y 6 de la mañana anuncian lluvias intensas, en especial, durante la aparición de
o la canícula. Éstas son adjudicadas a la culebra de agua, entidad que habita en
“retumbos” cuevas, manantiales y en el mar. Dependiendo de sus características, pueden
anticipar otro tipo de tempestades, como huracanes, tormentas o temblores.
Arcoíris (BL) Cuando se le ve en el horizonte se toma como señal del cese de las lluvias.
Rayo Mdi, mdi’ wndi, wnziy’, Cuando se perciben relámpagos sobre ciertos lugares, en especial aquellos
wzy (varias considerados “casas de Rayo” (gyy lo wzy, lits wnziy’, list mdi’, list wndi’, liz wndi),
comunidades) se toma como señal del arribo de las lluvias. Con esto, las personas comienzan a
limpiar sus terrenos para la siembra. Estos lugares pueden ser las cimas de los
cerros, llanos con árboles de ocote, cuevas, manantiales, entre otros. Otra señal
es a partir del rumbo donde aparecen. Con frecuencia, cuando la gente los ve
aparecer sobre los cerros de la parte norte de los pueblos, saben que ese día
lloverá fuerte. En tanto, cuando los ven hacia el sur, es señal de la retirada de las
lluvias hacia la costa.
Neblina Mbe, bee, be’, be Cuando se percibe neblina sobre ciénegas o manantiales se sabe que pronto
(varias comunidades) lloverá. En San Marcial Ozolotepec se denomina específicamente be yi a la
“neblina de lluvia” y be yi tab a la “neblina de temporal” o “neblina de huracán”.
Nube Xkow, xkwa, xkëw Existen distintos tipos y cada uno anuncia cosas distintas: nube de hielo o helada
(varias comunidades) (xkow yig), nube de lluvia (xkow gi), “nube piedra” o nube de granizo (xkow yi kie’,

12
Mbel nith, SPC; ma’l nis, SX; mbëa nith, BL; mbea’ nith, SMO.

17
xkow gi kie’, xkwa yi kie, gi kie’), nube de tormenta (xkow gi, xkow yi, xkow yi
13
xo’), nube viento (xkow bii, xkow bi), nube de terremoto (xkow xo’, xkow yoo,
xkow xu’), nube de sequía (xkow ren), nube blanca (xkëw agüits).
Viento Meh to’, meh tux (SX) El “viento de tempestad” es aquel que anuncia manifestaciones intempestivas del
temporal, como huracanes y tormentas, y se caracteriza sobre todo por su fuerza.

En el caso del Rayo, en su calidad de manifestación física, éste refleja la


dualidad propia de la cosmovisión mesoamericana, debido a su carácter ambivalente
como rayo de lluvia o de agua y rayo seco.14 El primero es aquel que cae al inicio de la
temporada de lluvia, mientas que el último cierra el temporal, ya sea el ciclo pluvial o
una tormenta asociada a un huracán. Del último rayo se dice que cae aun cuando no
está lloviendo y el fuego que provoca no puede ser apagado con agua común, sólo con
agua con sal. Este último rayo ha sido incorporado en la tradición oral mediante relatos
que refieren a ataques de naguales enemigos, los cuales provocan incendios en
iglesias o en casas, tal como cuenta el señor Jaime Vicente López de Santiago Xanica:

En una ocasión, hace mucho tiempo, unas personas fueron a San Mateo del Mar y se
pelearon con la gente de allá. Como venganza, los de San Mateo enviaron naguales de
rayo a Xanica y quemaron la iglesia. En ese tiempo la iglesia era de paja y madera. Eso
lo hicieron los enemigos de San Mateo del Mar. En ese tiempo yo creía en eso de los
tonales. Los abuelitos decían que esos rayos eran rayos secos, por eso la lumbre no
podía apagarse fácilmente, sino con agua con sal.15

El carácter del Rayo como propiciador de la lluvia se da en su calidad de rayo de


lluvia y rayo de agua. Esto ocurre, por ejemplo, en el mes de mayo, que es cuando
inicia el ciclo de lluvia. Hay ciertos lugares que son especiales para observarlos, como
los santuarios o adoratorios llamados “casas de rayo”,16 que consisten en cuevas,
cimas de cerros, ciénegas, manantiales y pequeñas planicies con pinos de ocote. En
algunos de estos lugares hay piedras semiesféricas llamadas “piedras de rayo” y a ellas

13
En San Miguel Suchixtepec la nube de lluvia es llamada xkow gi, mientras que en Buenavista Loxicha
este término se usa para la nube de tormenta.
14
Wzî’ nith (SPC), wndi nith (SMS y SPA), wnziy' kyo (SX), wdi yi (SMS), “rayo de lluvia” o “rayo de
agua”; wzî’ bits (SPC), wndi bits (SPA), wnziy' bits (SX), “rayo seco”.
15
Relato del señor Jaime Vicente López Ambrosio, Santiago Xanica, septiembre de 2011.
16
Gyy lo wzy (SAL), lits wnziy’ (SX), list mdi’ (BL), list wndi’ (SMS), liz wndi (SMO), lo wndi’ (SPA); “casa
de rayo” o “donde está el rayo”

18
se les sahúma y ofrenda. Se cree que su profanación trae consigo enfermedad o
muerte para quien lo hace.
De manera similar, el avistamiento de neblina sobre ciertos lugares es señal de
lluvia y de huracanes. El nombre general para la neblina en algunas de las variantes es
mbe, bee, be’, be. Sin embargo, en San Marcial Ozolotepec existen términos
específicos para ambos tipos de neblina, los cuales son: be yi, “neblina de lluvia” y be yi
tab, “neblina de temporal” o “neblina de huracán”, respectivamente.

Foto 12. Panorámica del cerro Sirena


visto desde la cima del cerro
Campanario, en San Francisco
Ozolotepec. Foto del autor.

Uno de los casos más interesantes y complejos es el de las nubes, de las cuales
hay una categorización amplia. En la región las variantes que se emplean para nube
son xkow, xkwa y xkëw, y los tipos de nubes, así como sus nombres correspondientes,
son: xkow yig, “nube de hielo” o “nube de helada” (SMO, SMS); xkow gi, xkow yi, “nube
de lluvia” (SMS, SMO); xkow yi kie’, xkow gi kie’, xkwa yi kie, gi kie’, “nube de piedra” o
“nube de granizo” (SMS, SMO, SCX, BL); xkow gi, xkow yi, xkow yi xo’, “nube de
tormenta” (BL, SMS, SMO); xkow bii, xkow bi, “nube viento” (SMS, SMO); xkow xo’,
xkow yoo, xkow xu’, xkwa xo’, “nube de terremoto” (BL, SMS, SMO, SCX); xkow ren,
“nube de sequía” (SMO); y xkëw agüits, “nube blanca” (SX).
Otros dos elementos que sirven como señales del temporal son el arcoíris y el
viento. El primero de ellos indica el término de la lluvia y el segundo puede anunciar

19
lluvia, tormentas o huracanes, recibiendo los nombres de be yi, “neblina de lluvia” y bĕ
yi xo’, “viento de lluvia fuerte”, en San Marcial Ozolotepec, y meh to’, “viento grande”, y
meh tux, “viento peligroso”, en Santiago Xanica.

Foto 13. Atardecer nublado en San


Marcial Ozolotepec. Foto del autor.

Por último, existen otro tipo de señales que corresponden a diversas situaciones
o sucesos (cuadro 4). Una de ellas es la caída de rocas o piedras de la parte alta de los
cerros sin alguna causa aparente. Esto es tomado como señal de la proximidad de un
huracán o tormenta. De igual manera, algunos sonidos del mar también alertan sobre el
arribo de dichos fenómenos. Dos señales que anuncian la llegada de la temporada de
lluvia son el vuelo al aire de una telaraña y la formación de espuma en la superficie de
los ríos. Un elemento que puede interpretarse de dos maneras distintas es la lumbre.
Su tono rojizo durante la temporada de lluvia es signo de un cese próximo del agua, en
tanto que la lumbre rojiza de la quema de la parcela, antes de la siembra, anticipa el
retraso de la lluvia. En contraste, su tono claro durante la temporada es indicio de la
prolongación del ciclo pluvial, mientras que en la quema del terreno de siembra este
tono se interpreta como la pronta caída del agua.

20
Cuadro 4. Otras señales para la predicción del temporal
Nombre Zapoteco/variante Descripción, Significado
común
Otras señales
Piedras y (SAL) Cuando caen piedras o rocas de una montaña sin causa aparente, es señal de que se
rocas aproxima una tormenta o huracán.
Mar (SAL) Cuando por la mañana se escucha un ruido proveniente del mar, se toma como señal
de un huracán o tormenta. Este fenómeno se asocia con la culebra de agua y el Rayo.
Telaraña (SAL) Cuando se ve volar en el aire cerca de la temporada de lluvia, significa que ésta
arribará pronto.
Lumbre (SAL) Si durante la temporada de lluvia su color suele ser de un rojo intenso, significa que
pronto dejará de llover, pero si es un tono claro, se cree que la lluvia continuará por
más tiempo. Cuando se quema el terreno de siembra, si el tono de la lumbre es muy
claro, es señal de que la lluvia no demorará, pero si es intenso su color, se cree que
ésta se retrasará.
Espuma (BL) Cuando se forma espuma en la superficie de los ríos se toma como señal del arribo de
las lluvias.

Reflexiones finales

En su propuesta sobre el estudio de la religión y cosmovisión mesoamericanas, Broda


(2009c: 47) considera que a pesar de la desarticulación de dichos complejos,
provocada por la conquista española, sobrevivieron en las comunidades campesinas
buena parte de los conocimientos en torno al medio ambiente, los ciclos de la
naturaleza, la agricultura, la botánica y la geografía: “[...] los cultos del agua y de la
fertilidad agrícola siguen teniendo tanta importancia para el campesino indígena actual
como para el de hace siglos (Broda 2001: 23)”.
A partir del análisis realizado a lo largo este trabajo, podemos constatar la
vigencia de conocimientos tradicionales sobre el comportamiento de la naturaleza, en
términos del medio ambiente, la agricultura y, en este caso, la zoología en la región
zapoteca del sur de Oaxaca. Tal como señala Broda, el culto al agua y la lluvia sigue
ocupando un lugar fundamental dentro de la religiosidad y la cosmovisión de estos
pueblos. En este caso, la predominancia del Rayo como aquella entidad que concentra
las atribuciones de propiciación de la lluvia y el crecimiento de las plantas, es muestra
de la continuidad del complejo que hemos descrito como parte de un proceso de larga
duración. Éste ha sufrido adaptaciones y particularidades entre las comunidades
zapotecas. Muestra de ello es tal vez la terminología sobre “etnoclimatología” y
“etnozoología”; algunas señales específicas derivadas de las características propias de
21
los distintos hábitat; una mayor o menor influencia de formas de conocimiento ajenas a
la tradición, las cuales se han ido incorporando a las formas de relación con la
naturaleza, entre otros. Sin embargo, es necesario un estudio más detallado que dé
cuenta de aspectos como: la descripción física de las especies de animales que
permiten pronosticar lluvias; un mayor énfasis en el territorio geográfico y el paisaje
ritual en los que se ponen en práctica los conocimientos tradicionales; y la importancia
de otros elementos como las plantas.
Finalmente, para el caso de los animales, o mejor dicho, de la etnozoología de
los zapotecos del sur, un estudio como este puede abarcar también predicciones
distintas a las lluvias, huracanes, tormentas, temblores y sequías (cuadro 5). En ambos
casos, resulta totalmente pertinente el empleo de un enfoque interdisciplinario como el
propuesto por Broda. Sirva pues este ejercicio como una propuesta de sistematización
del conocimiento tradicional y la observación de la naturaleza en una región poco
conocida aún por la antropología, la arqueología y la historia.

Cuadro 5. Señales para la predicción de otros sucesos


Nombre común Zapoteco Descripción / Significado
Aves
Pájaro muina Mkyin xianh (SX) Cuando se pasea o canta cerca de una persona, significa que ésta tendrá
un fuerte disgusto.
Pájaro de la Mkyin ilzii´ (SX) Con su presencia, avisa de accidentes como tropiezos o caídas.
desgracia
Pájaro chismoso Ndxuúb (SAL) Si su canto es fuerte y chillante, anuncia desgracias.
Gallo (BL) Si canta durante varias noches seguidas anuncia desgracias, como
accidentes, fracasos en los negocios, enfermedades, etc.
Lechuza (BL) Cuando canta cerca de las casas anuncia visitas.
Colibrí Varias comunidades Cuando vuela cerca de las casas anuncia visitas.
Mamíferos
Zorro o costoche Maa´s (SX, BL) Al acercarse a la casa de algún enfermo indica que éste agravará. Cuando
mira directamente a los ojos de una persona, ésta se siente hipnotizada. Su
canto repetitivo por las noches, cerca de una casa, es también señal de
accidentes o de que se avecina algo malo.
Fenómenos físicos
Rayo Mdi’, mdi, wndi’, wnziy’ Si cae en una casa o cerca de ella, quienes viven ahí tendrán problemas
(varias comunidades serios o enfrentamientos con enemigos. También se le considera un acto
de venganza por parte de un enemigo, sobre todo un nagual de rayo.

22
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