Sunteți pe pagina 1din 7

EL AUTODOMINIO

es la competencia, que comprende el autoconocimiento y la auto-regulación. Significa


tener consciencia de nuestras propias emociones, estados de ánimo y sentimientos de
manera permanente en nuestra vida personal y laboral. Junto a la capacidad de responder
adecuadamente en lugar de simplemente reaccionar, la diferencia está en que la primera
(responder) nos ayuda a poder controlarnos y buscar una solución cuando hay una situación
de tensión y/o estrés y la segunda (reaccionar) nos hace actuar en base a impulsos primarios,
llamados automatismos, los cuáles no tienen control a nivel consciente y por lo general, nos
llevan a actuar erróneamente.

Es así que el líder necesita autoconocimiento y auto-regulación para saber responder y no


reaccionar propiciando un clima laboral donde las personas se puedan comunicar con plena
confianza, sin miedo a ser juzgadas o criticadas, lo que conllevará a que puedan aportar ideas
que permitan mejorar su propio puesto de trabajo.

capacidad que nos permite expresar los propios sentimientos, pensamientos y opiniones en
un momento oportuno de manera clara, sin afectar a las demás personas ni a nosotros
mismos.

En el entorno laboral, muchas veces suceden conflictos y malentendidos, no por lo que se


dice sino por cómo se dicen las cosas, es por esta razón que desarrollar esta habilidad será
de gran ayuda para el líder, ya que podrá comunicarse de manera efectiva y brindar un feed-
back o retroalimentación adecuada a todos sus colaboradores, de manera que no se dañe la
relación a futuro.

capacidad de mantener el equilibrio y estabilidad ante la adversidad, después de haber


pasado un episodio estresante o doloroso en nuestra vida. Ser resiliente nos da la fortaleza
interior que necesitamos para superar los obstáculos en nuestra vida por medio de mantener
un equilibrio interior y sacando un aprendizaje de cada evento. Esta capacidad se puede
aprender por medio de la Educación Emocional. El líder necesita desarrollar esta capacidad
para sobreponerse a los desafíos en su gestión.
LA CONFIABILIDAD

La persona que ejerce el liderazgo en una organización política o empresarial debe


garantizarse el respeto y la confianza de su gente. Mientras éste se fortalece en la medida
en que se sirve a los demás.

Esta definición sencilla e ideal contradice con la realidad que nos presentan casos en los que
las personas que deberían servir, lo que hace es servirse del trabajo de los demás.

Ser líder es ser confiable, es decir que la gente crea en esa persona, que sepa que no fallará,
y si lo hace que sus fallas sean reconocidas porque son de buena fe, lo que corresponde a
las personas de buen corazón. Pero también significa dar confianza a los demás.

Según el pensador Stephen Covey, el liderazgo moderno consiste en facultar a las personas
a tomar decisiones basadas en principios correctos, alineados con una visión compartida”.
El liderazgo centrado en principios constituye el fundamento de la efectividad personal y
organizacional.

El líder que controla a los demás por medio del miedo o de las dádivas, pronto descubrirá
que su autoridad es temporal, tendente a desaparecer con esas coyunturas.

El poder del líder impone una carga psicológica y emocional a los seguidores, pero jamás
debe alentar sospechas, mentiras, la deshonestidad, porque eso a largo plazo lleva a la
disolución.

Cuando se dirige a un conglomerado, y para ejercer ese liderazgo hay que contar con los
medios de comunicación, es porque abajo se ha perdido la confianza y el respaldo, entonces
lo correcto y valiente es dejar el paso a otro.

Cuando un líder pierde el respaldo de su base, es como cuando perdemos el amor de una
mujer. Hay que dejarla trillar su propio camino y jamás tratar de mantenerla a la fuerza.

Como señaló el poeta y filósofo ruso Alexander Solzhenitsin: Solo se tiene poder sobre la
gente mientras no se le saque todo. Pero cuando a un militante usted le roba hasta la
esperanza, él ya no está en su poder: es libre nuevamente
LA ESCRUPULOSIDAD

Si se entiende que una persona escrupulosa es la que tiene sumo cuidado al examinar o
hacer una cosa y para cumplir sus deberes, entonces muchas investigaciones dan fé y
testimonio que, si desde niño uno es escrupuloso, automáticamente será organizado,
responsable y notablemente exitoso.

En este caso, muchos emprendedores pueden contar con este rasgo de una personalidad
que los lleva al éxito.

Los especialistas señalan que este tipo de personas tiende a ser muy responsable,
organizada y planea todo con anticipación. A ello se suma a que se enfrentan a retos
controlando a la misma vez sus impulsos.

Ellos frecuentemente siguen las normas y reglas al pie de la letra siendo fácilmente
identificables en las aulas de clases, por ejemplo: se sientan en sus carpetas tranquilos, no
pelean, se quejan o se rebelan, lo que contribuye a que los profesores les pongan buenas
notas. Y para identificarlos en el trabajo, solo hay que fijarse quiénes son los que nunca
llegan tarde.

Los empleados que son escrupulosos son muy conscientes que se deben hacer ciertas cosas
de la mejor forma posible que los demás. A ello se suma que ellos se establecen metas
personales como objetivo de vida trabajando y siendo muy persistentes si se presenta
contratiempos.

Y si una meta es muy ambiciosa que no puede realizarse, la cambian por otra más alcanzable
en lugar de rendirse o desanimarse logrando alcanzar sus metas fácilmente.
LA ADAPTABILIDAD

Los procesos de cambio unas veces ocurren de manera que los podemos anticipar y otras
veces llegan sin avisar, como imprevistos. Esta última, es posiblemente una de las formas
más difíciles de enfrentar los cambios, y es que a pesar de que todos decimos que nos
gustan las sorpresas, la realidad es que no, porque los imprevistos llegan de sorpresa y ese
proceso de incertidumbre es uno de los más complejos de superar.

Dentro del mundo del liderazgo se conoce el "liderazgo situacional", es aquel líder o persona
que en medio de la situación que llegó sin avisar, sin haberse proyectado, manifiesta una
gran capacidad de adaptación, flexibilidad y control que lo llevan a sobrellevar exitosamente
el momento de cambio.

Sabemos que no podemos anticipar ciertos eventos, pero sí podemos controlar como
responderemos ante eventos inesperados. Las destrezas cognitivas y la inteligencia
emocional que haya desarrollado el líder jugarán un papel determinante en medio de la
situación. Se requiere haber desarrollado varias habilidades cognitivas que ayudan a
desarrollar la llamada inteligencia emocional. Entre las habilidades a desarrollar está la
flexibilidad cognitiva que es la capacidad de poder ver desde otras perspectivas, ser más
creativos y considerar nuevas opciones sin obsesionarnos con los únicos métodos que
conocemos de lograr las cosas. Esta destreza es primordial en medio del cambio porque es
la que principalmente nos ayuda a ser adaptables. Nuestro cerebro tiene la capacidad de
adaptabilidad, a través de un proceso neuronal llamado neuro plasticidad, el cual hace que
las neuronas tengan elasticidad y reflejándose en mayor capacidad de aprendizaje en el ser
humano.

La otra habilidad cognitiva que es importante en el proceso de cambio es el control. Esta


nos ayuda a tener dominio de nuestras emociones y pensamientos en medio de la
incertidumbre que genera el proceso de cambio. Ambas habilidades son desarrollables por
los líderes y con ellas el proceso de cambio será distinto.
LA INNOVACIÓN

Hay una clara diferencia entre el líder innovador y el ejecutivo eficiente. Todos podemos
reconocer claramente dos perfiles directivos, cuando pensamos en personas que
conocemos: el visionario, entusiasta, creativo y motivador; o el ejecutivo detallista,
metódico y disciplinado. El primero, normalmente, está orientado a la estrategia. El
segundo, al micromanagement. Y ambos deben convivir en las organizaciones.

Probablemente, dichos perfiles respondieran a prototipos como Steve Jobs (en el primer
caso) o su sucesor en su primera etapa de Apple, o John Sculley (en el segundo
caso,contratado para “introducir disciplina empresarial en Apple”)

Liderar es el máximo exponente de acto creativo en las organizaciones. No hay mayor


creatividad que la concepción de una nueva visión de empresa, y la capacidad de inspirar y
arrastrar hacia ella a un equipo. Pero ¿qué caracteriza un líder innovador?

un líder innovador se caracteriza por:

a) Definir visiones claras e inspiradoras. Sin escenarios de futuro motivadores, sin sueños,
una organización (o un equipo) entra en decadente mecanicismo, en inercia inmovilista y
complaciente autogestión.

b) Comunicar de forma apasionada. Un líder innovador debe creerse sus propias visiones,
transmitirlas apasionadamente, hacer que su equipo vibre con nuevas e ilusionantes
iniciativas. El líder innovador es un líder resonante.
c) Establecer retos, no objetivos. ¿Qué mueve a un hombre a escalar el K2, poniendo en
altísimo riesgo su propia vida? El reto personal, no el objetivo. Una ascensión como esa es
un camino al encuentro del propio yo, una lucha contra los propios miedos y automatismos.
Los retos se miden contra uno mismo, los objetivos contra la organización, que los suele
asignar de forma arbitraria. Un líder innovador es capaz de retarse y de retar a sus
colaboradores, haciéndolos mejores, buscando sus límites, invitándoles a transgredir sus
propias fronteras.

d) Determinar el qué y el cuándo, nunca el cómo. No hay nada más desmotivador que te
expliquen cómo hacer las cosas. El líder innovador pide respuestas claras (el qué) y marca
hitos temporales (el cuándo), pero deja plena autonomía para decidir el cómo. Sólo con
autonomía y responsabilidad se pueden desarrollar auténticos profesionales
independientes y capaces.

e) Gestionar por confianza, no por control. Gestionar por confianza significa no estar
nunca. El mejor director es el que no está (en todo caso, está pensando en el horizonte
estratégico, no entrometiéndose en la gestión de los proyectos cotidianos). Gestionar por
confianza significa ser un recurso, acudir cuando se es llamado. Gestionar por control, por
el contrario, significa planificar reuniones sistemáticas, repasar listas de tareas, pedir
continuas explicaciones, buscar culpables a los problemas del día a día, estar presente en
las operaciones rutinarias… El directivo controlador, por otro lado, suele quedar rodeado
de necios incapaces de retarle o cuestionarle, imbuidos de cobarde respeto e incapaces de
generar ideas propias. El directivo controlador es una auténtica fábrica de estúpidos. Es una
vieja falacia pensar que quien todo lo controla nunca se equivoca. Al contrario, el directivo
que todo lo controla se olvida de su misión fundamental: dirigir.
f) Dirigir mediante autoridad, no mediante poder. La autoridad es propia, el poder es
conferido. La autoridad se gana con credibilidad personal, experiencia y empatía. El poder
se da y se quita por un poder superior. La autoridad es permanente, el poder es temporal.

g) No preocuparse de tener el mejor equipo, sino de que su equipo tenga el mejor líder.
Triunfar con equipos de élite es razonablemente sencillo. El verdadero reto, la verdadera
experiencia transformadora es desarrollar equipos de élite, ayudar al equipo a crecer
personal y profesionalmente.

El liderazgo es un acto creativo. No hay liderazgo sin innovación, pues es imposible liderar
la rutina. Y no hay innovación sin liderazgo, pues la conducta humana suele ser reactiva al
cambio y debe ser estimulada para avanzar hacia nuevos escenarios. Liderazgo e innovación
son dos caras de la misma moneda.

S-ar putea să vă placă și