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Polígonos

Competencia matemática y competencias en ciencia y tecnología

1 POLÍGONOS

Un polígono es una figura cerrada y plana limitada por un


mínimo de tres segmentos rectilíneos, formando una línea
poligonal que denominamos contorno del polígono. Los
polígonos con los lados y ángulos iguales se llaman regu-
lares y pueden inscribirse o circunscribirse en una circun-
ferencia.

Fig. 1
1.1 Elementos de cualquier polígono

Q Elementos lineales

– Lado. Cada uno de los segmentos que configuran la


forma poligonal; por ejemplo, AB y CD, en la figura
1. Sus intersecciones definen los vértices del polígono,
puntos A, B, D...
– Diagonal. Es el segmento que une dos vértices no con-
secutivos del polígono. Su número, en un polígono de
n lados, viene dado por la fórmula n (n – 3) / 2.
– Apotema. Es el segmento perpendicular a un lado tra-
zado desde el centro del polígono (Fig. 2). En los po-
Fig. 2
lígonos regulares, su valor coincide con el radio de la
circunferencia inscrita en el polígono.
– Radio. Es el segmento trazado desde el centro a uno de
los vértices. En los polígonos regulares es igual al radio
de la circunferencia que lo circunscribe.
– Altura. Es la distancia de un vértice al lado opuesto o
la distancia entre dos lados paralelos, dependiendo del
tipo de polígono (Fig. 3).
– Perímetro. Es el contorno formado por el conjunto de
todos sus lados. Numéricamente es igual a la suma de
las longitudes de los lados.
Fig. 3

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2 Geometría

Q Elementos angulares

– Ángulo interior. Es el determinado por dos lados con-


secutivos: ángulo _ de la figura 4. En un polígono con-
vexo de n lados su suma es 180º · (n – 2).
– Ángulo exterior. Es el formado por un lado y la pro-
longación del contiguo: ángulo `. Cada ángulo interior
y el exterior correspondiente son suplementarios.
– Ángulo central. Tiene el vértice en el centro del polí-
gono y los lados pasan por dos vértices consecutivos:
ángulo a de la figura 4. En un polígono regular de n
lados su valor es 360º / n. Fig. 4

1.2 Clasificación

POLÍGONOS

Triángulos (tres lados)

Cuadriláteros (cuatro lados)

Regulares
Convexos (ángulos y lados iguales)
Pentágonos (cinco lados)
(ángulos interiores
inferiores a 180º) Irregulares (ángulos
y lados desiguales)

Hexágonos (seis lados)

Otros (se denominan según


el número de lados)

Equiláteros
Polígonos estrellados
(lados iguales)
Cóncavos
(mínimo un ángulo interior
superior a 180º)
No equiláteros
(lados desiguales)

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Geometría
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2 TRIÁNGULOS

Un triángulo es un polígono de tres lados. La intersección


de cada dos lados define la posición de un vértice, que
designamos con letras mayúsculas: A, B y C (Fig. 5). Desig-
namos cada lado con una letra minúscula coincidente con
la del vértice opuesto.

2.1 Propiedades y clasificación

Q Para que podamos construir un triángulo con tres seg-


mentos cualesquiera, se ha de cumplir que la longitud
de cada segmento sea menor que la suma de los Fig. 5
otros dos y mayor que su diferencia. En las figuras 6
y 7 vemos la comprobación gráfica de esta propiedad.

Fig. 6 Fig. 7

Q La suma de los tres ángulos interiores de un triángulo es


siempre 180º.
Q Cada ángulo exterior de un triángulo es igual a la suma
de los otros dos interiores no adyacentes (Fig. 8).

Fig. 8

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– Según sus lados, podemos clasificar los triángulos como sigue:

EQUILÁTERO ISÓSCELES ESCALENO

Con los tres lados y los tres ángulos iguales. Con dos lados iguales y uno desigual. Con los tres lados diferentes.
Es el triángulo regular.

– Según sus ángulos, podemos clasificar los triángulos del siguiente modo:

ACUTÁNGULO RECTÁNGULO OBTUSÁNGULO

Los tres ángulos son agudos. Tiene un ángulo recto. Los lados que Uno de sus ángulos es obtuso.
lo forman son los catetos y el opuesto
es la hipotenusa.

Ejemplo de la utilización del triángulo como forma constructiva en la cubierta del Esplanade Theatre
que Michael Wilford y su equipo de arquitectos levantaron en el año 2002 en Singapur.

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Geometría
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2.2 Rectas y puntos notables de un triángulo

A cualquier triángulo podemos trazarle cuatro rectas con


los puntos de intersección y las propiedades que vemos a
continuación (en el triángulo equilátero, rectas y puntos,
son coincidentes):

Q Bisectrices. En los ángulos interiores de un triángulo,


podemos trazar tres bisectrices que se cortan en un pun-
to equidistante de los tres lados, al cual denominamos
incentro y que es el centro de la circunferencia inscri-
ta* en el triángulo (Fig. 9).

Las bisectrices de los ángulos exteriores de un triángulo


se cortan dos a dos en los centros de las circunferen-
cias exinscritas*, puntos C1, C2 y C3. Estas circunferen-
cias son tangentes a un lado y a la prolongación de los Fig. 9
otros dos (Fig. 10).

Q Mediatrices. Las tres mediatrices de los lados de un


triángulo se cortan en un punto que se llama circun-
centro y que, por ser equidistante de los tres vértices,
es el centro de la circunferencia circunscrita* (Fig.
11). Según el tipo de triángulo, el circuncentro puede
estar situado en el exterior o en el interior del triángulo.

Fig. 10

Fig. 11

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Q Medianas. Las medianas son los segmentos que unen


cada vértice con el punto medio del lado opuesto. Se
cortan en un punto llamado baricentro (Fig. 12).

La mediana BT y la paralela a ella trazada por el pun-


to medio M dividen a la mediana AN en tres partes
iguales, dos de la cuales quedan entre el vértice A y el
baricentro BC y una, entre el baricentro y el lado. Esta
posición del baricentro es la misma si consideramos
cada una de las otras dos medianas.

Uniendo los puntos medios de los lados, resulta un


triángulo MNT de lados paralelos al triángulo ABC y
cuyas longitudes son la mitad de las del correspondien-
te lado paralelo.

Q Alturas. Las alturas de un triángulo son los segmentos Fig. 12


trazados perpendicularmente desde un vértice al lado
opuesto o a su prolongación. Las tres alturas se cortan
en un punto llamado ortocentro.

Si unimos en la figura 13 los pies de las alturas, puntos


D, E y F, resulta un nuevo triángulo que se denomina
órtico del triángulo inicial ABC. Las alturas de un trián-
gulo son bisectrices de su triángulo órtico y, por tanto,
el ortocentro del triángulo ABC coincide con el incen-
tro del órtico.

Fig. 13

Paul Klee, Castillo y sol. 1928. Óleo sobre tela. Detalle.

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2.3 Construcción de triángulos

Tres datos son suficientes para construir un triángulo; este


número puede ser inferior si se conoce alguna de las pro-
piedades geométricas del triángulo. Vemos a continuación
algunos casos representativos.

Q Dados los tres lados


Situamos uno de los lados y, haciendo centro en sus
extremos, trazamos dos arcos, cada uno con un radio
igual a la longitud de uno de los otros lados. La inter-
sección de estos arcos determina la posición del tercer
vértice (Fig. 14).

Fig. 14

Q Dados dos lados y el ángulo comprendido


Por los extremos de uno de los lados conocidos trans-
portamos un ángulo igual al dado. Sobre la semirrecta
que define el segundo lado del ángulo, trasladamos la
longitud del otro lado. De este modo, quedan determi-
nados los tres vértices del triángulo (Fig. 15).

Fig. 15

Q Dados dos ángulos y el lado opuesto a uno de ellos


Trazamos un segmento de longitud arbitraria y, toman-
do como vértice cada uno de sus extremos, trasladamos
los ángulos B y C dados para construir el triángulo ABC
semejante al que estamos buscando.

Sobre el lado CA, y a partir de C, llevamos la longitud


b dada; así determinamos el vértice A'. Por este punto
trazamos una paralela al lado AB del triángulo auxiliar,
que nos determina la posición del vértice B' (Fig. 16).

Fig. 16

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Polígonos
2 Geometría

Q Construcción de un triángulo equilátero dada su


altura
Con un segmento MN cualquiera como lado, deter-
minamos el tercer vértice T de un triángulo equilátero
auxiliar. A partir del punto medio de la base y sobre la
altura del triángulo MNT, llevamos la altura h dada.

De esta manera, determinamos el vértice C del trián-


gulo solución. Por este punto trazamos paralelas a los
lados TM y TN para determinar, respectivamente, las
posiciones de los vértices A y B del triángulo (Fig. 17).

Fig. 17

Q Dados un lado, la altura correspondiente y la me-


diana de otro lado
Situamos el lado dado como base y le trazamos dos
paralelas, la primera a una distancia igual a su altura y
la segunda, que denominamos paralela media, a una
distancia igual a la mitad de la altura.

Desde el extremo B de la base, y con un radio igual a


la mediana, describimos un arco que corte la paralela
media; por este punto, desde el extremo C de la base,
hacemos que pase el segundo lado del triángulo. El
punto de intersección con la otra paralela determina la
posición del vértice A del triángulo solución (Fig. 18).

Fig. 18

Q Dados un lado y dos alturas, una en relación con el


lado conocido
Trazamos una paralela al lado b conocido, a una distan-
cia igual a la altura correspondiente hb. Con centro en el
punto medio de b y radio b/2 trazamos un arco (capaz
de 90º) y seguidamente otro desde A y con radio ha.

La intersección de los dos arcos anteriores determina un


punto que, unido al extremo C, define la posición del
lado a del triángulo. El punto en el que el lado a corta
la paralela inicial nos define la posición del tercer vértice
B del triángulo (Fig. 19).

Fig. 19

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Polígonos
Geometría
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Q Dados un lado, la mediana corres-


pondiente y el ángulo opuesto
En relación con el lado dado, traza-
mos el arco capaz correspondiente a
su ángulo opuesto, también conocido.
Haciendo centro en el punto medio de
a, y con un radio igual a la mediana
conocida, trazamos un arco que corta
el arco capaz en dos puntos, posiciones
del vértice A de dos posibles triángulos
solución (Fig. 20).

Fig. 20

Q Dados un lado y las medianas de los


otros dos
Mediante construcciones auxiliares deter-
minamos las 2/3 partes de las longitu-
des de las medianas conocidas. Estos
segmentos, a partir de los extremos A
y C del lado, son los radios que nos sir-
ven para determinar el baricentro Bc del
triángulo.

Unimos A y C con el baricentro Bc y


prolongamos estos segmentos hasta
completar la longitud real de cada una
de las medianas; por cada extremo libre
de las medianas ma y mc hacemos pa-
sar, respectivamente, los lados a y c que
completan el triángulo (Fig. 21).
Fig. 21

Q Dados dos ángulos y el radio de la


circunferencia circunscrita
En cada extremo de un segmento cual-
quiera construimos uno de los ángulos
dados para representar un triángulo
auxiliar semejante al solicitado. Bus-
camos su circuncentro y trazamos la
circunferencia de radio dado (Fig. 22).

Unimos el circuncentro con uno de


los vértices del triángulo hasta cortar
la circunferencia; a partir de este pun-
to, trazamos paralelas a los lados del
triángulo auxiliar para obtener el trián-
gulo inscrito. Fig. 22

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Polígonos
2 Geometría

3 CUADRILÁTEROS

Cuadrilátero es el nombre genérico que se da a cualquier 3.1 Clasificación y características


figura poligonal cerrada compuesta por cuatro lados. La
suma de los cuatro ángulos interiores es 360º. Cada par Agrupamos los cuadriláteros según las condiciones de pa-
de vértices opuestos define una diagonal. ralelismo que hay entre los lados que lo integran:

Descripción Nombre Figura Lados Ángulos Diagonales

Iguales y
Cuadrado Iguales Todos de 90º perpendiculares

Iguales Todos de 90º Iguales y


PARALELOGRAMOS

Rectángulo dos a dos oblicuas

Lados
paralelos
dos a dos

Iguales Iguales dos Diferentes y


Rombo a dos perpendiculares

Iguales Iguales dos Diferentes y oblicuas


Romboide dos a dos a dos

Isósceles Iguales los Iguales dos Iguales y oblicuas


no paralelos a dos
TRAPECIOS

Dos lados
paralelos, que Rectángulo Todos Dos de 90º Diferentes y
denominamos diferentes oblicuas
bases

Escaleno Todos Todos Diferentes y


diferentes diferentes oblicuas
TRAPEZOIDES

Ningún lado Iguales Dos iguales Diferentes y


paralelo Biisósceles
dos a dos perpendiculares

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Geometría
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3.2 Cuadriláteros inscribibles y circunscritos

Siempre es posible trazar una circunferencia que pase por


los vértices de un triángulo, pero con un cuadrilátero no
sucede lo mismo. Para que un cuadrilátero sea inscribible
en una circunferencia es necesario que sus ángulos opues-
tos sean suplementarios (Fig. 23).

Fig. 23

En cualquier cuadrilátero circunscrito a una circunferen-


cia, la suma de las longitudes de dos lados opuestos es
igual a la suma de los otros dos (Fig. 24).

Las longitudes de las dos tangentes trazadas desde un


punto exterior a una circunferencia son iguales. Si lo apli-
camos a la figura anterior, tendremos:

AB + CD = (x + y) + (v + z)
AD + BC = (x + v) + (y + z)

Así se demuestra que las dos sumas de parejas de lados


opuestos son iguales.
Fig. 24

3.3 Construcción de cuadriláteros

Q Un rectángulo, dados la diagonal y un lado


Dibujamos una circunferencia que tenga como diámetro
la diagonal dada. Con un radio igual al lado conocido,
y haciendo centro en los extremos del diámetro, des-
cribimos dos arcos que cortan la circunferencia por los
puntos 1 y 2. Estos puntos, junto con los extremos del
diámetro, determinan los cuatro vértices del rectángulo
(Fig. 25).

Fig. 25

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Polígonos
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Q Un rombo, dadas sus diagonales


Situada una de las diagonales, en la figura 26 la diago-
nal D, trazamos la mediatriz. A partir del punto medio
y hacia cada dirección llevamos la longitud d/2 corres-
pondiente a la mitad de la otra diagonal; de este modo,
obtenemos los vértices C y D, que, unidos a los extre-
mos A y B de la primera diagonal, completan los cuatro
vértices del rombo.

Fig. 26

Q Un romboide, dados sus lados y el ángulo com-


prendido
A partir de un punto A construimos un ángulo igual al
conocido, _, y sobre sus lados llevamos las longitudes L
y I correspondientes a los lados del romboide. De esta
manera definimos los vértices B y C.

Por C trazamos una paralela al lado L y por B, al otro


lado; ambas paralelas se cortan en el punto D, que com-
pleta el trazado (Fig. 27).

Fig. 27

Q Un trapecio rectángulo, dados la base, el lado obli-


cuo y el ángulo comprendido
Por uno de los extremos de la base trazamos el ángulo
_dado y por el otro, uno de 90º. Sobre el segundo lado
del ángulo _, llevamos la longitud del lado oblicuo y,
por su extremo, trazamos una paralela a la base que,
cuando se corta con la perpendicular trazada inicial-
mente, nos determina la posición del cuarto vértice del
trapecio (Fig. 28).

Fig. 28

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Q Un trapecio isósceles, dadas la base mayor, la altu-


ra y la diagonal
Determinamos la mediatriz de la base mayor B y, sobre
ella, medimos un segmento igual a la altura h. Por su
extremo trazamos una paralela a la base.

Los vértices de la base menor se obtienen en la inter-


sección de esta paralela con los arcos de radio iguales
a la diagonal d y con centro en los extremos de la base
mayor (Fig. 29).

Fig. 29

Q Un trapecio escaleno, dados sus cuatro lados


Disponemos el segmento mayor AB como base del
trapecio; a partir del extremo A, llevamos la longitud
CD, que utilizaremos como base menor, y obtenemos
el punto T. Haciendo centro en T y en B, con radios
iguales a las longitudes de los otros lados, trazamos dos
arcos que se cortarán en la posición del vértice C.

El cuarto vértice D se encuentra a una distancia de C


igual al segmento CD, medida sobre la paralela a AB
trazada por el vértice C (Fig. 30).

Fig. 30

Q Un trapezoide, dados tres lados y dos ángulos


Del trapezoide ABCD (Fig. 31), conocemos los lados
AB, BC, y AD, y los ángulos A y C.

En uno de los extremos del segmento AB, construimos


un ángulo igual a A y, con la medida del lado AD, de-
terminamos el vértice D. Respecto a los vértices B y D
determinamos el arco capaz de un ángulo igual a C; la
posición del cuarto vértice quedará determinada con un
arco de centro B y radio igual al lado BC.

Fig. 31

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4 CONSTRUCCIÓN DE POLÍGONOS
REGULARES

Un polígono regular se suele construir a partir de uno de en tantas partes como las que queramos realizar sobre
estos dos datos: el radio de su circunferencia circunscrita la circunferencia, o en tantas partes como vértices ha de
o su lado. Veremos los diferentes procedimientos de reso- tener el polígono: 7 en el ejemplo de la figura 32.
lución en los siguientes apartados:
Con centro en los extremos del diámetro, y un radio
4.1 Construcciones a partir del radio de igual a su longitud, trazamos dos arcos que se cortan
la circunferencia circunscrita en los puntos M y N. Por estos puntos y por divisio-
nes alternas del diámetro, hacemos pasar semirrectas
Q Construcción general auxiliares que, en la intersección con la circunferencia,
Con el radio conocido, describimos una circunferencia señalan las divisiones correspondientes a los vértices del
y trazamos el diámetro vertical. Dividimos este diámetro polígono inscrito.

Fig. 32

Q Construcciones particulares
– Triángulo y hexágono. Tomando como unidad el mis-
mo radio con el que hemos trazado la circunferencia,
esta queda dividida en seis partes iguales (Fig. 33). Si
las unimos alternativamente, obtenemos un triángulo
equilátero, y si las unimos de manera consecutiva, un
hexágono regular.

La mediatriz de uno de los lados del hexágono cortará


la circunferencia en un punto que, unido con uno de los
extremos de este lado del hexágono, es el lado I12 de un
dodecágono también inscrito en la circunferencia inicial,
como los otros dos polígonos.

Fig. 33

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Geometría
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– Cuadrado y octógono. Si trazamos dos diámetros


perpendiculares, la circunferencia queda dividida en
cuatro partes, que son los vértices del cuadrado inscrito
(Fig. 34).

Las mediatrices de cada lado dividen la circunferencia


en ocho partes iguales, que son los vértices del octógo-
no regular inscrito. Con nuevas mediatrices a los lados
del octógono, podemos dividir la circunferencia en die-
ciséis partes iguales.

Fig. 34

– Pentágono y decágono. A partir del radio dado, dibu-


jamos la circunferencia trazando dos diámetros perpen-
diculares (Fig. 35). Determinamos el punto medio M del
radio OA; con centro en este punto y un radio igual a la
distancia MB, trazamos un arco que corte en el punto
N el diámetro horizontal.

El segmento NB es el lado I5 del pentágono y NO es


el lado I10 del decágono. Estos segmentos, trasladados
sobre la circunferencia, nos permiten determinar los
vértices de los dos polígonos regulares e inscritos.

Fig. 35

– Heptágono. A partir del radio dibujamos la circunfe-


rencia y, en ella, dos diámetros perpendiculares. Traza-
mos la mediatriz del radio OA, que corta la circunferen-
cia en el punto N (Fig. 36). El segmento MN es el lado
del heptágono que, trasladado sobre la circunferencia,
nos permite completar el heptágono regular.

Fig. 36

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Polígonos
2 Geometría

4.2 Construcciones a partir del lado

Q Construcciones generales
Con centro en los extremos A y B del lado
conocido, y un radio igual a su longitud,
describimos dos arcos que se cortan en el
punto O6. Con el mismo radio y centro en
O6 trazamos una circunferencia; la media-
triz de AB intercepta sobre esta circunfe-
rencia el punto O12 (Fig. 37).

Dividimos el radio O6O12 en seis partes


iguales; cada división es el centro de una
circunferencia que, con un radio igual a su
distancia hasta A o B, permite inscribir un
polígono de número de lados 7, 8, 9…

Fig. 37

En la figura 38, describimos otro proceso gráfico para


construir un polígono regular a partir del lado. Traza-
mos un polígono auxiliar de cualquier medida, con el
mismo número de lados que el que queremos construir
con el lado I dado.

Unimos el centro O del polígono auxiliar con cada uno


de los vértices; sobre uno de los lados o sobre su pro-
longación, el 3-4 en la figura, llevamos la magnitud del
lado I y por su extremo trazamos una paralela al radio
O-4 hasta cortar en el punto C la prolongación del radio
O-3. Llevamos la magnitud O-C sobre las prolongacio-
nes de los otros radios y obtenemos así los vértices A,
B, D y E, que completan el polígono del lado l.

Fig. 38

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Q Construcciones particulares
– Triángulo. Situamos el centro en los extremos A y B del
lado y, con un radio igual a su longitud, trazamos dos
arcos que se cortan en un punto equidistante de A y B;
este punto es el vértice C del triángulo (Fig. 39).

Fig. 39

– Cuadrado. Por uno de los extremos A del lado, traza-


mos una perpendicular sobre la que llevamos la lon-
gitud I4 de este; así obtenemos el punto D. Por D y
B trazamos paralelas, respectivamente, a los lados AB
y AD. La intersección de estas paralelas determina el
cuarto vértice C del cuadrado (Fig. 40).

Fig. 40

– Pentágono. Por el extremo B del lado, trazamos una


perpendicular y un arco de radio igual a su longitud;
ambos se cortan en el punto N (Fig. 41). Con centro
en el punto medio M del lado AB, describimos un arco
de radio igual a la distancia MN, hasta que corte en el
punto P la prolongación del lado. El segmento AP es el
valor de la diagonal del pentágono.

Situamos el centro en A y, con un radio igual a la dis-


tancia hasta P, trazamos un arco que corte el trazado en
primer lugar en el vértice C y a la mediatriz del lado AB
en el vértice D. El vértice E se encuentra a la distancia I5
de los vértices ya conocidos, A y D.

Fig. 41

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Polígonos
2 Geometría

– Hexágono. En el hexágono regular son iguales el lado


y el radio de la circunferencia circunscrita. En una cir-
cunferencia de radio igual al lado I6 llevamos seis veces
la magnitud del lado; obtendremos de este modo los
seis vértices del hexágono inscrito (Fig. 42).

Fig. 42

– Heptágono. Determinamos la mediatriz del lado AB


conocido del heptágono (Fig. 43). Situamos el centro
en el extremo A y tomamos como radio la magnitud del
lado; describimos un arco que corte en N la prolonga-
ción del segmento AB y en S su mediatriz.

Con centro en N y un radio igual a la distancia SM,


trazamos un arco que corte en el punto G al trazado
anteriormente de centro en el vértice A. Las mediatrices
de los segmentos AB y AG se cortan en el punto O;
este punto es el centro de la circunferencia que, pasan-
do por A, B y G, contiene también los cuatro vértices
restantes del heptágono.

Fig. 43

– Octógono. Con centro en el punto medio M del lado


AB del octógono (Fig. 44), dibujamos una semicircun-
ferencia que pase por sus extremos y que corte a su
mediatriz en el punto 1.

Utilizamos el punto 1 como centro para trazar una cir-


cunferencia que pase por A y B, y que corte la media-
triz de AB en el punto O8. Este punto es el centro de
una circunferencia que, pasando por A y B, inscribirá al
octógono. Llevamos la medida del segmento AB sobre
ella y unimos los puntos de división.

También podemos dibujar el octógono sabiendo que


cada ángulo interior es de 135º (el exterior correspon-
diente de 45º) y que los lados opuestos son paralelos.
Fig. 44

44
Polígonos
Geometría
2

5 POLÍGONOS ESTRELLADOS

Imaginemos una circunferencia dividida en n partes igua-


les. Si unimos cada división con la siguiente, obtenemos
el polígono convexo; pero si pasamos dos, tres… p divi-
siones, de manera que volvamos al punto inicial después
de pasar por todas las divisiones, el polígono se denomina
estrellado. El número p de divisiones que saltamos para ir
de un vértice al siguiente se denomina paso del polígono
estrellado.

Para averiguar si un polígono tiene construcción de estre-


llado, y saber qué valor de paso podemos utilizar para unir
los vértices, buscamos los números enteros menores que Fig. 45
la mitad del número n de sus vértices, diferentes de 1, que
no sean divisores del número de vértices.

En el heptágono de la figura 45, los números enteros más Podemos generar nuevas formas a partir de otras más
pequeños que la mitad de sus vértices son el 1, el 2 y el 3. elementales por sustracción y adición de partes (Fig. 47).
Con p = 1, obtenemos el heptágono convexo; por p = 2 y Ejemplos evidentes de esto son los mosaicos creados por
por p = 3, no divisores del número de vértices, obtenemos el artista y matemático holandés M. C. Escher, inspirados
los dos polígonos estrellados posibles. en los mosaicos de la Alhambra.

En general, el módulo es concebido para repetirse y gene-


6 MÓDULOS Y REDES rar, de este modo, una forma compuesta mayor: las series
modulares, que se aplican en el mundo del diseño, del
interiorismo y de la decoración.
Cuando partimos de una forma elemental, que denomina-
mos módulo o tesela*, y la repetimos de manera seriada Para cubrir totalmente el plano con formas geométricas,
en filas y columnas hasta cubrir el plano, obtenemos una tra- estas han de tener como base polígonos regulares y, de
ma con aspecto de cenefa o mosaico a la que genéricamen- estos, serán válidos únicamente los que tienen un ángulo
te llamamos red. El uso de colores y la repetición con cierto interior que sea divisor de 360º (el triángulo equilátero, el
ritmo acentúa la impresión de red organizada (Fig. 46). cuadrado y el hexágono).

M. C. Escher, mosaico de lagartijas en tres colores


Mosaico nazarí. Alhambra de Granada, siglos XIII-XV. Fig. 46 generado por la rotación de un triángulo. Fig. 47

45
Polígonos
2 Geometría

La figura 48 reproduce el mosaico de la pajarita del Patio


de los Arrayanes de la Alhambra de Granada. Partiendo de
un triángulo equilátero, su contorno está delimitado por
arcos de circunferencia en vez de por segmentos rectos.
Este contorno aparece geometrizado en la construcción de
la figura 49.

La pajarita es el más conocido de los polígonos nazaríes.


El plano se completa con otros elementos decorativos de
construcción geométrica, como pueden ser polígonos es-
trellados. Este mosaico es un ejemplo de las posibilidades
creativas y decorativas que se pueden conseguir con la
combinación de formas geométricas.

Mosaico nazarí. Alhambra de Granada, siglos XIII-XV. Fig. 48 Fig. 49

El mosaico nazarí: la sublime


belleza de la geometría

Nos narran las crónicas medievales


que la corte de los sultanes nazaríes
del reino de Granada reunió, entre
los siglos XIII y XV, a la flor y nata
de los matemáticos y geómetras
del mundo musulmán. Estos
sabios idearon técnicas y procesos
matemáticos para transformar las
formas poligonales elementales
en módulos más complejos, que
los artesanos de Granada supieron
trasladar con maestría a los
mosaicos geométricos que decoran
la Alhambra.

46
ACTIVIDADES
TRIÁNGULOS 13 Dibuja las figuras combinadas de distintos triángulos,
1 Dibuja un triángulo isósceles dados los lados iguales, según las cotas que se indican (Figs. 51, 52 y 53).
55 mm, y la altura, 40 mm.

2 Construye un triángulo isósceles de 20 mm de base,


cuyo ángulo opuesto mida 15º.

3 De un triángulo rectángulo se conocen la longitud de un


cateto, 40 mm, y la medida de su ángulo opuesto, 75º.
Dibuja el triángulo.

4 Dibuja un triángulo del cual se conocen las longitudes


de los lados, 40 y 30 mm, y el ángulo opuesto al más
pequeño de ellos, 45º.

5 Construye un triángulo cuyos lados miden 40 y 35 mm,


y la altura correspondiente al mayor de ellos es de
20 mm.

6 De un triángulo se conocen dos de sus ángulos inte-


riores, 30º y 75º, y el lado comprendido entre ambos
ángulos es de 35 mm. Determina el triángulo.

7 Dibuja un triángulo del cual se conocen las longitudes


de sus dos alturas, 40 y 45 mm, y el lado correspon-
diente a la más pequeña de ellas mide 50 mm.

8 De un triángulo se conocen la longitud de un lado,


40 mm, y las longitudes de las medianas correspon-
dientes a los otros dos lados, 50 y 75 mm. Determina
el triángulo.

9 Construye un triángulo del cual conocemos el valor del


ángulo A = 60º, hb = 110mm y ha = 90 mm.

10 Construye un triángulo del que conocemos el lado AB


= 8 cm y la posición del baricentro, que se halla a 4 y
6 cm de los vértices A y B, respectivamente.

11 Construye un triángulo sabiendo que el radio de la cir-


cunferencia circunscrita es de 45 mm, la altura corres-
pondiente a un lado b es de 60 mm y otro lado a mide
75 mm.

12 Dibuja un triángulo del que conocemos un lado a = 55


mm, la mediana mb = 48 mm y la altura hb = 40 mm
correspondientes al lado b.

47
ACTIVIDADES
CUADRILÁTEROS MÓDULOS Y REDES
14 Determina un rectángulo del que se conocen las medi- 27 A partir del módulo de la figura, construye una red
das de las diagonales, 60 mm, y el ángulo que forman suficiente a su alrededor para que sea apreciable la
entre ellas, 120º. repetición del módulo inicial (Fig. 54).

15 Construye un rombo con un lado de 25 mm y con una


de sus diagonales de 40 mm.

16 Construye un romboide cuyas diagonales midan 60 y


40 mm y que, al cortarse, determinen un ángulo de
60º.

17 Dibuja un trapecio rectángulo cuyas bases midan 45 y


30 mm y tenga una altura de 20 mm.

18 Construye un trapecio isósceles de base mayor 45 mm, 28 A partir del módulo de la figura, construye una red
altura de 25 mm y diagonal de 45 mm. hasta ocupar la totalidad del cuadrado que lo rodea
(Fig. 55 y 56).

19 Dibuja un trapezoide biisósceles con un lado de 25 mm,


en el cual una de las diagonales mida 60 mm y uno de
los ángulos iguales sea de 135º.

20 Construye un trapecio escaleno de bases 50 y 25 mm,


cuyos ángulos adyacentes a la base sean de 60º y 75º.

POLÍGONOS
21 Construye un triángulo regular cuya altura sea 45 mm.

22 Dibuja un cuadrilátero regular cuya diagonal mida


40 mm.

23 Determina un cuadrado circunscrito en una circunfe-


rencia de 30 mm de diámetro.

24 Dibuja un hexágono cuya apotema mide 35 mm.

25 En una circunferencia de 40 mm de radio, dibuja todos


los polígonos estrellados posibles de 10 lados. Comien-
za todos los polígonos a partir de la misma división de
la circunferencia.

26 Construye un polígono regular de 16 lados y de 3 cm de


lado; después, dibuja un polígono estrellado de paso 5.

48
OBJETIVO UNIVERSIDAD

TRIÁNGULOS 34 Determina el triángulo ABC de manera que el ángulo


29 Dados el segmento AB y el punto E: CAB sea de 45º, el punto P sea el incentro del triángu-
Dibuja el triángulo ABC, sabiendo que el ángulo en lo, la magnitud del lado AB sea de 10 cm y el punto B
el vértice C es de 60º y está situado a la distancia más esté situado en el lado derecho del punto P (Fig. 59).
corta posible del punto E.
Representa la circunferencia inscrita en el triángulo
ABC (Fig. 57).

35 Dibuja un triángulo rectángulo con los siguientes da-


tos: la altura sobre la hipotenusa es de 40 mm y la
proyección de un cateto sobre la hipotenusa, 32 mm.
Señala el ortocentro, el baricentro, el circuncentro y el
incentro.

36 Dados el segmento AB y el punto M, dibuja el triángulo


rectángulo ABC, sabiendo que el ángulo en el vértice B
es recto y que el punto M es su circuncentro (Fig. 60).

30 Dibuja un triángulo ABC sabiendo que:


El ángulo en el vértice B es igual a 45º.
El ángulo en el vértice C es igual a 30º.
La altura ha (perpendicular al lado BC) es de 5 cm.

31 Construye un triángulo escaleno conocidos un lado,


a = 140 mm, y las alturas correspondientes a los otros
dos lados, hb = 80 mm y hc = 100 mm. 37 De un triángulo rectángulo se conoce la hipotenusa BC
y el punto de corte sobre ella de la bisectriz del ángulo
32 Dibuja un triángulo del que se conocen los puntos A (Fig. 61).
medios de los lados (Fig. 58).

38 Construye la figura ABCDE teniendo en cuenta los


siguientes datos:
En el triángulo BCD, el lado CD = 70 mm; la altura
sobre BD = 55 mm; la altura sobre CD = 60 mm.
En el triángulo ABD, la mediana sobre AD = 65 mm
En el triángulo ADE, el ángulo en E = 90º; el lado
AD = 100 mm; la altura sobre DA = 30 mm; el lado
DE es mayor que el lado AE (Fig. 62).

33 Dibuja un triángulo sabiendo que dos de sus ángulos


miden 75º y 60º y que la circunferencia inscrita tiene
un radio de 20 mm.

49
OBJETIVO UNIVERSIDAD

39 Construye la figura 63 con los siguientes datos: 46 Representa un paralelogramo ABCD conocidos la dia-
gonal, AC = 126 mm, la mínima distancia entre los la-
a) Triángulo BEC dos, AB y CD = 45 mm, y su perímetro, 288 mm.
BE = 100 mm
Altura sobre BC = 85 mm
47 Construye un cuadrilátero ABCD inscriptible en una
Mediana sobre BE = 85 mm
circunferencia de modo que AB = 20, BD = 60 y AD =
b) Triángulo ABE 50 mm, siendo BC = CD.
Altura sobre AE = 70 mm
Altura sobre AB = 60 mm 48 Delinea en escala 1:1.000 el plano de la finca ABCD,
sabiendo que AB = 90 m, BC = 60 m, CD = 75 m, el
c) Triángulo CDE ángulo en A = 75º y el ángulo en D = 90º (Fig. 64).
Altura sobre CE = 50 mm
Altura sobre CD = 88 mm

POLÍGONOS REGULARES
49 Dibuja un pentágono regular de apotema igual a 4 cm.
CUADRILÁTEROS
40 Construye un rectángulo conocida la diferencia entre
sus lados, que es igual a 20 mm, y el ángulo entre las 50 Construye un hexágono regular sabiendo que la dis-
diagonales, a = 75º. tancia entre dos lados paralelos es igual a 80 mm.

41 Dibuja un rombo conocido el ángulo agudo que for- 51 Dibuja un heptágono regular estrellado de paso 3 que
man sus lados al cortarse, 45º, y la separación entre esté inscrito en una circunferencia de centro O y radio
sus lados paralelos, que es de 40 mm. Clasifica los 36 mm.
cuadriláteros.
52 Dibuja un octógono regular inscrito en un cuadrado de
42 Construye un romboide de lados a = 40 mm, b = 60 mm diagonal d = 70 mm.
y diagonal menor de 50 mm.

43 Construye un romboide sabiendo que el lado mayor MÓDULOS Y REDES


AB = 90 mm; la diagonal menor BC = 68 mm y el án- 53 Dibuja la tracería regular que se muestra en la figura 65.
gulo entre las diagonales es _ = 120°.

44 Dibuja un trapecio dadas las bases, a = 55 mm y


b = 25 mm, y los lados no paralelos, c = 30 mm y
d = 28 mm.

45 Construye un trapecio sabiendo que la diferencia de sus


lados paralelos es BC-AD= 50 mm, siendo AB = 30,
BD = 40 y CD = 40 mm.

50
La perspectiva cónica
Conciencia y expresiones culturales

Los seres humanos conocemos el mundo que nos rodea a


través de la información que facilitan los sentidos. En este
conocimiento juegan un papel importante las imágenes
que obtenemos a través de la vista; imágenes que intenta
reproducir la percepción fotográfica y que imitamos cuan-
do realizamos una perspectiva cónica.

1 PERCEPCIÓN VISUAL Y FOTOGRAFÍA

1.1 La visión humana


Músculo recto medial
Los humanos vemos una única escena tridimensional apre-
ciando la profundidad, que sitúa unas formas en relación
con otras; el responsable de esta apreciación es la visión Párpado
binocular. Retina

En el ojo humano, que es una estructura esférica (Fig. 1), Nervio óptico
cabe destacar los siguientes elementos: Córnea
• Párpado: al abrirse o cerrarse, permite o impide el paso Iris Arteria
de la luz. Pupila
• Pupila: controla la cantidad de luz que entra en el ojo. Cristalino
• Cristalino: tiene forma de lente biconvexa y se acomo-
Cámara
da automáticamente para ver enfocados objetos situa- posterior
dos a diferentes distancias.
• Retina: es la capa más interna del globo ocular; la per-
cepción se realiza por la excitación de unos receptores, Párpado
conos y bastones, que transforman la energía de radia- Esclerótica
ción en impulsos nerviosos que el nervio óptico trans-
Músculo recto medial
mite al cerebro; allí son descodificados y dan lugar a la
percepción visual. Fig. 1

163
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

Formación de las imágenes en el ojo


Pupila

Retina

Imagen formada
en la retina

Nervio
Córnea óptico
Objeto Cristalino

Fig. 2

Cuando miramos un objeto, el cristalino forma en la re- • La cámara oscura: consiste en una caja vacía en la
tina una imagen real e invertida del objeto (Fig. 2). Las que solo entra luz por un orificio practicado en una de
imágenes de las dos retinas se transmiten a las regiones sus paredes; los rayos de luz proyectan las imágenes
asociadas de la corteza cerebral; el cerebro fusiona ambas del exterior sobre la cara opuesta del orificio.
imágenes para obtener una representación única que per- Se conoce desde Aristóteles, en el siglo IV antes de Cris-
mite percibir la profundidad o tercera dimensión. to, pero es en el Renacimiento cuando algunos artistas
la utilizan para realizar mejor sus dibujos en perspec-
tiva. Durante el siglo XVII se fabricaban móviles, de un
1.2 La fotografía tamaño suficiente para que el pintor, en su interior, di-
bujara con lápiz sobre la imagen proyectada (Fig. 3).
La palabra fotografía deriva de dos raíces griegas: photos,
luz, y graphos, escribir; por tanto, fotografía significa es- • Materiales sensibles a la luz: la necesidad de dibu-
cribir con la luz. Su nacimiento se sitúa en la primera mi- jar sobre la imagen proyectada desaparece al descubrir
tad del siglo XIX, cuando el francés Joseph Niépce realiza, materiales, como el nitrato de plata, que se ennegre-
en 1826, la primera fotografía de la historia: un paisaje cen con la luz. La permanencia de la imagen se logró
tras ocho horas de exposición. De los conocimientos cien- con el descubrimiento, hacia 1819, del hiposulfito de
tíficos que permiten llegar a este hecho, destacamos dos: sodio como fijador de las sales de plata.

Fig. 3

164
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

A partir de aquí, se suceden numerosos avances que


desarrollan la fotografía, con hitos importantes como
el descubrimiento del daguerrotipo*, la aparición de la
Kodak n.º 1, la fotografía en color, la cámara portátil, la
réflex*, etc., hasta llegar a la fotografía digital. Con va-
riaciones y mejoras sucesivas, todas las cámaras fotográ-
ficas tienen unos elementos comunes, con las siguientes
equivalencias respecto al ojo humano:

OJO HUMANO ELEMENTO DE LA CÁMARA FUNCIÓN EN LA FOTOGRAFÍA

Grupo de lentes que concentran los rayos de luz emanados del objeto
Cristalino Objetivo
que se quiere fotografiar

Dispositivo mecánico que controla el tiempo de exposición a la luz


Párpado Obturador
(apertura del diafragma)

Pupila Diafragma Permite la entrada de luz en la cámara

Superficie sobre la que se forma, en el interior de la cámara, la imagen


Retina Plano focal
del objeto que queremos fotografiar

De manera esquemática, en la figura 4, vemos el proceso


de formación de la imagen fotográfica. Esta imagen tiene
las mismas características que la visión monocular del ojo
humano, que intentamos reproducir al realizar una pers-
pectiva cónica:
• Ante dos objetos iguales, vemos más pequeño el que
está más alejado del observador.
• En determinados casos, las rectas paralelas se ven con-
vergentes al alejarse de la posición del observador.
• Los elementos más lejanos quedan situados por encima
de los más cercanos.

Fig. 4
2 FUNDAMENTOS DE LA PERSPECTIVA
CÓNICA

La historia de los sistemas de representación es una bús-


queda continua para representar la profundidad del mun-
do real sobre superficies planas. En 1415, el arquitecto
florentino Brunelleschi formuló las leyes de la perspectiva
central, tal como recoge Alberti en su obra De pictura
(1435). Llama la atención la introducción de un método
científico en el campo artístico de la representación pic-
tórica.

Alberti propone unas reglas para pintar lo que ve el ojo


humano y basa su método en el llamado velo de Alberti
(Fig. 5). Si se coloca entre la escena y el ojo una pantalla
de vidrio, su intersección con cada rayo proyectante de- Fig. 5

165
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

termina sobre esta un punto de la escena. Los puntos de


esta sección (Fig. 6) definen una imagen parecida a la es-
cena inicial y semejante también, pero sin invertir, a la de
la imagen que se forma sobre la película de una cámara
fotográfica.

Alberti introduce términos como proyección y sección, que


están en la base de lo que aún hoy conocemos como sec-
ción plana de la pirámide visual. Su método, enriquecido
con las aportaciones de Da Vinci, Piero della Francesca y
Durero, permitirá conseguir trazados perfectos desde un
punto de vista geométrico.

Fig. 6

2.1 Elementos por considerar

Los elementos descritos en los apartados anteriores, que • Línea de tierra, LT: es la intersección de los planos
intervienen en la generación de una imagen en perspecti- geometral y del cuadro.
va cónica, los complementamos en la geometrización re- • Línea del horizonte, LH: es la intersección de los pla-
presentada en la figura 7 explicada a continuación: nos del horizonte y del cuadro.
• Plano del cuadro, PQ: es el plano que determina la • Punto de vista, V: representa la posición del observa-
sección plana de la pirámide visual y sobre el que se dor y el vértice de la pirámide visual que, al cortarse con
forma la imagen en perspectiva. Está situado entre los el PQ, forma la imagen perspectiva de los objetos.
objetos que se han de representar y el punto de vista. • Punto principal, P: es la proyección ortogonal sobre el
• Plano geometral, PG: es un plano horizontal, perpen- plano del cuadro del punto de vista V; está situado en
dicular al del cuadro en el que se apoyan tanto el obser- la línea del horizonte, LH.
vador como los objetos por representar. • Puntos de distancia (en la perspectiva cónica de un
• Plano del horizonte, PH: se trata de un plano paralelo punto de fuga): son dos puntos D y D’ situados sobre la
al geometral, que contiene el punto de vista. LH, uno a cada lado del punto principal P.

Fig. 7

166
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

Los elementos anteriores, considerando el plano del cua-


dro como plano de trabajo, quedan dispuestos en la for-
ma esquemática de la figura 8. La distancia entre LH y LT
equivale a la altura desde la que miramos el objeto que
queremos representar y el segmento PV es la distancia del
punto de vista al plano del cuadro.

Fig. 8
2.2 Tipos de perspectiva cónica

La imagen formada en el plano del cuadro produce en los


sentidos la misma impresión de realidad que la visión de
este objeto desde un punto de vista determinado, con las
deformaciones y reducciones fruto de la distancia y de la
altura de observación.

La posición del objeto en relación con el plano del cuadro


determina las características de la perspectiva y el tipo de
imagen que obtenemos. Como presentación y clasifica-
ción de la perspectiva cónica, vemos la representación de
un mismo objeto en los tres supuestos siguientes:

• Perspectiva frontal, o de un punto de fuga. Cuando


el objeto por representar tiene una cara paralela al pla-
no del cuadro. Las aristas perpendiculares a PQ concu-
rren en el punto principal P, mientras que las paralelas,
verticales u horizontales, se mantienen en esta posición
(Fig. 9). Fig. 9

• Perspectiva oblicua, o de dos puntos de fuga. Cuando


ninguna de las caras del objeto es paralela al plano del
cuadro. Las aristas oblicuas a PQ concurren en los puntos
de fuga F y F’ situados en LH, mientras que las paralelas
verticales se mantienen en esta posición (Fig. 10).
Fig. 10

• Perspectiva oblicua, de tres puntos de fuga. Cuando


ninguna de las caras o aristas del cuerpo es paralela al
plano del cuadro. Hay un punto de fuga para cada una
de las tres direcciones del espacio (Fig. 11).
Fig. 11

167
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

2.3 Variaciones y tipologías


de la perspectiva cónica

La imagen directa que tenemos de un objeto depen-


de de la posición desde la cual lo miramos. En el
caso de la perspectiva cónica sucede lo mismo y esta
posición se concreta en los parámetros siguientes:
• Posición del plano del cuadro, PQ: define la
posición del observador respecto al objeto, esco-
giendo las caras que nos interesa destacar. En la
figura 10, al no tener caras paralelas al plano del
cuadro, se consigue la visión simultánea de dos Fig. 12
caras del objeto, con una mejor comprensión de
su geometría.
• Altura del punto de vista: es la altura desde la
que se mira el objeto y determina cómo lo vemos,
desde arriba o desde abajo; llevado al extremo,
podríamos llegar a realizar representaciones simi-
lares al picado o contrapicado fotográfico.
Se refleja en la separación entre las líneas de ho-
rizonte y de tierra, LH y LT. En las figuras 12 y 13
representamos un cubo en el que, manteniendo
iguales los otros parámetros, varía la altura desde
la que se observa.
• Distancia de observación: es la separación des-
de la que miramos el objeto, más cerca o más
lejos (valores extremos de este parámetro provo-
carían las mismas deformaciones que un gran an-
gular o un teleobjetivo).
Se refleja en la distancia entre los puntos principal
y de vista, P y V. En los dos cubos representados
en la figura 14, manteniendo iguales los otros pa- Fig. 13
rámetros, vemos el efecto de utilizar valores dife-
rentes de la distancia de observación PV.

Fig. 14

168
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

3 CONSTRUCCIÓN DE PERSPECTIVAS 3.2 Perspectiva de formas planas


FRONTALES
Comenzamos por situar un segmento en perspectiva
(Fig.15). Esta construcción nos servirá para medir distancias.
3.1 Disposición de los parámetros de
la perspectiva La distancia AT representa la separación del punto A de la
línea de tierra, LT; dado que este segmento es perpendicu-
Nuestro plano de dibujo es el plano del cuadro; empezare- lar a LT, su representación en perspectiva fugará al punto
mos por situar los elementos de referencia para el trazado P; sobre el segmento TP determinaremos la posición del
de la perspectiva: punto A en perspectiva.
• Dos rectas paralelas, LH y LT, con una separación entre
ambas igual a la altura desde la que se observa el objeto. Las magnitudes medidas sobre LT son siempre magnitu-
• Punto principal P, y puntos de distancia D y D’ situados des reales. Medimos sobre LT el segmento T(A), igual a
sobre LT. Las distancias PD y PD’ son iguales entre sí e la distancia TA, y unimos (A) con el punto de distancia D;
iguales a la distancia entre P y el punto de vista V. la intersección con el segmento TP define la posición del
punto A’, perspectiva frontal del punto A.
En la perspectiva frontal, el punto principal P es el punto
de fuga de las rectas horizontales que forman 90° con el El triángulo perspectivo T(A)A’ es rectángulo e isósceles, y
plano del cuadro. Los puntos de distancia D y D’ lo son de los segmentos T(A) y TA’ representan la misma magnitud.
las rectas horizontales que forman 45° con el plano del Por tanto, TA’ representa la magnitud de TA, siendo A’ la
cuadro; se utilizan para medir distancias sobre las rectas posición perspectiva del punto A.
que concurren en P.

Fig. 15

169
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

• Cuadrado, en posición horizontal,


con un lado coincidente con LT
El cuadrado de la izquierda (Fig. 16) tiene el
lado AE sobre LT, por lo que estará en verda-
dera magnitud. Los dos lados perpendicula-
res, AB y EC, fugarán al punto principal P.

Sobre las rectas que concurren en P llevaremos


la magnitud reducida del lado del cuadrado.
Unimos E con D y la intersección con AP de-
termina la posición de B’. El lado B’C’ se man-
tiene paralelo al lado AE en la cónica frontal.

• Cuadrado horizontal separado de LT, pero


con dos lados paralelos
El cuadrado de la derecha (Fig. 16) se halla por
detrás de PQ, con dos lados paralelos a LT. Pro-
longamos los otros lados, AB y EC, hasta su in- Fig. 16
tersección con LT, desde donde fugan al punto P.

Para situar los vértices en perspectiva trazamos


la diagonal AC, que prolongamos hasta su in-
tersección con LT en el punto R. El segmento
RD’ determina la posición de los vértices A’ y
C’; por estos vértices trazamos paralelas a LT
para determinar los otros dos vértices, E’ y B’,
y completar el cuadrado en perspectiva.

• Cuadrado horizontal con un vértice en LT


y girado un ángulo cualquiera
Trazamos una LT auxiliar, paralela a LT y a cual-
quier distancia de ella, respecto a la que dibu-
jamos el cuadrado auxiliar ABCE, figura 17. Por
cada uno de los vértices del cuadrado trazamos
perpendiculares a LT y, desde los puntos de in-
tersección, rectas que fugarán al punto princi-
pal P. Para situar sobre estas rectas los vértices
B’, C’ y E’, nos valemos de la perpendicular 1-2
que pasa por E, como línea de referencia.

Para determinar el vértice B’, por el vértice B


del cuadrado auxiliar trazamos una paralela a
LT hasta cortar el segmento 1-2; con centro
en 1 trazamos el arco 1b. Desde el punto b,
Fig. 17
perpendicularmente a LT, determinamos la
posición (b), que unida al punto de distancia
D, intercepta sobre el segmento 2P el pun-
to b’, desde el que, mediante una paralela a
LT, determinamos B’. De forma similar, halla-
remos la posición perspectiva del vértice C’ y
E’; el vértice A’ estará situado sobre LT. Los
vértices A’B’C’E’ determinan la posición del
cuadrado en perspectiva.

170
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

• Circunferencia situada en un plano horizontal


Respecto de LT dibujamos la circunferencia auxiliar en
verdadera magnitud y el cuadrado circunscrito, ABCE,
que nos servirá como referencia (Fig. 18). Situamos el
cuadrado en perspectiva (cuadrilátero ABC’E’); utilizan-
do el procedimiento para trazar la elipse dados los diá-
metros conjugados, determinamos los puntos 1’, 2’, 3’
y 4’ que, unidos a mano alzada, determinan la posición
de la circunferencia en perspectiva cónica frontal.

En la circunferencia auxiliar, mediante las diagonales AC


y BE, determinamos los cuatro puntos de intersección
con la circunferencia y su centro O. Estas diagonales,
puestas en perspectiva, determinan los puntos 1’, 2’, 3’
y 4’ y el centro O’ de la elipse (observamos la posición
desplazada de este en el cuadrilátero ABC’E’).
Fig. 18

3.2 Perspectiva de sólidos

Los procedimientos utilizados en el apartado anterior son


generalizables a cualquier forma plana, y están en la base
de los trazados necesarios para situar sólidos en perspecti-
va, de los que veremos algunos ejemplos:
• Perspectiva frontal de un cubo
El primer cubo, figuras 19 y 20, tiene la cara ABCE situa-
da en el plano del cuadro, por lo que estará en verdadera
magnitud. Por los vértices de esta cara trazamos rectas
perpendiculares a ella que, en perspectiva frontal, fuga-
rán al punto P. Para situar sobre una de estas rectas, la
AP en la figura, la magnitud de la arista del cubo, unimos
el vértice B con el punto de distancia D y en su inter-
sección tenemos la posición perspectiva G’ de un nuevo
vértice del cubo. Fig. 19
A partir de G’, trazamos la paralela y la perpendicular a
LT que nos definen, respectivamente, la posición de los
vértices I’ y H’. A partir de estos hallamos la posición
del vértice J’. Cuando unimos los vértices para definir
el cubo tal como aparece en la figura 20, diferencia-
mos, mediante el tipo de línea, las aristas vistas y las
ocultas.

Fig. 20

171
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

El segundo cubo, figuras 21 y 22, tiene la cara ABCE


paralela al plano del cuadro, pero a una distancia d por
detrás de él. A partir de un punto 1 cualquiera de LT,
situamos las verdaderas magnitudes de la distancia d
(punto A) y de la arista del cubo (punto B); desde este
último, sobre una perpendicular a LT, determinamos el
punto E (con la verdadera magnitud de la arista).

Fig. 21

Desde los puntos A, B y E fugamos al punto principal P;


el segmento 1-D’ determina la posición perspectiva de
los vértices A’ e I’; a partir de ellos, mediante paralelas
y perpendiculares a LT, completamos los vértices y las
aristas del cubo tal como vemos, finalmente, en la figu-
ra 22.

Fig. 22
• Perspectiva frontal de un sólido cualquiera
El sólido de la figura 23, del que conocemos las vistas
acotadas, es el que pondremos en perspectiva cónica
frontal. Conviene, previamente, imaginarse la pieza y
la orientación más conveniente para que la perspectiva
refleje todos los detalles con claridad.
Comenzamos por situar la planta en perspectiva (Fig.
24), con el lado AB en LT y sus perpendiculares fu-
gando a P. Para llevar sobre BP la profundidad b de
la figura, la medimos sobre LT a partir del punto B y
unimos el otro extremo con el punto de distancia D; la
intersección con BP nos sitúa la posición del vértice C’.
La paralela a LT, trazada desde C’, intercepta sobre AP
la posición del cuarto vértice E’ de la planta.
Desde el vértice A levantamos una recta perpendicular
a LT, sobre la que situamos en verdadera magnitud las
alturas de la figura tomadas del alzado. De esta manera
obtenemos la arista AG, fugando el extremo G a P. La
vertical levantada desde E’ nos determina la arista E’H’
(las verticales AG y E’H’ representan la altura c de la
pieza, en dos posiciones perspectivas diferentes).
A partir de la figura 24 resulta fácil completar la pers-
pectiva; así lo hemos llevado a cabo en la figura 25. Por
el punto J de la altura correspondiente a 1/3 c, traza-
mos una paralela a LT hasta cortar las verticales levan-
tadas desde B y desde el punto medio de AB, puntos
M y N desde los que fugamos nuevamente a P. A partir
de los vértices disponibles en la planta, podemos deter-
minar los vértices y las aristas restantes para completar
la representación del sólido. Fig. 23

172
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

Fig. 25 Fig. 24

4 CONSTRUCCIÓN DE PERSPECTIVAS
OBLICUAS

4.1 Disposición de los parámetros de situamos el punto de vista V a una distancia PV igual a
la perspectiva la de observación.
3. Desde V trazamos dos rectas perpendiculares entre sí
Los datos para construir una perspectiva oblicua son que, al cortarse con LT, nos definen la posición de los
la altura y la distancia desde las que miramos el objeto, puntos de fuga, F y F’. En relación con la horizontal, es-
además de las vistas y cotas de este. El proceso previo al tas rectas suelen formar ángulos de 30° y 60°, según la
trazado de una perspectiva de dos puntos de fuga F y F’, cara del objeto que queramos destacar; estos ángulos
que representan los extremos laterales de un campo de son los mismos que formará la planta con el plano del
visión de 90°, supone situar sobre el papel del dibujo los cuadro.
elementos que vemos en la figura 26 y que, paso a paso, 4. Cada punto de fuga tiene asociado un punto métrico.
situaremos del siguiente modo: Con un arco de circunferencia de centro en F y radio
1. Líneas de tierra y de horizonte, LT y LH, separadas una igual al segmento FV, determinamos sobre LH el punto
distancia igual a la altura de observación. métrico M correspondiente al foco F; el punto métrico
2. Sobre LH marcamos el punto principal P y, sobre la per- M’, correspondiente al otro foco F’, se determina con
pendicular a la línea de tierra trazada por este punto, un arco de radio igual al segmento F’V y de centro F’.

Fig. 26

173
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

4.2 Perspectiva oblicua de formas


planas

Podemos situar un objeto en perspectiva cóni-


ca oblicua mediante dos métodos diferentes:
puntos métricos y proyecciones visuales.
Utilizaremos ambos para poner en perspecti-
va un cuadrado; esta forma geométrica (o un
rectángulo) la podemos circunscribir a cual-
quier forma plana irregular para realizar más
fácilmente la representación en perspectiva.

• Por el método de los puntos métricos


En la figura 27 hemos dispuesto un cua-
drado en perspectiva cónica oblicua, con
uno de sus vértices en la línea de tierra. Los
lados perpendiculares, AB y AD, fugarán
desde A a cada uno de los puntos de fuga.
Para situar sobre AF’ y AF la medida del
lado del cuadrado, hemos de llevar la mag-
nitud real sobre la línea de tierra, segmen-
tos A(B) y A(D), y unir los extremos (B) y
(D) con el punto métrico correspondiente.
De esta manera, el segmento (B)M’, al cor-
tarse con AF’, nos determina el punto B’.
De forma similar, obtendremos la posición
del vértice D’.

Para hallar la posición perspectiva del Fig. 27


cuarto vértice, desde B’ trazamos la para-
lela perspectiva a AD’ (un segmento que,
partiendo de B’, fuga al mismo punto que
AD’) y desde D’ trazamos la paralela pers-
pectiva a AB’; la intersección de B’F y D’F’
determina la posición del vértice C’.

• Por el método de proyecciones visuales


En la figura 28 hemos dispuesto un cuadra-
do en perspectiva cónica oblicua, situado
tras el plano del cuadro. Primero situamos
los parámetros perspectivos: las líneas LH y
LT, y los puntos P y V. Dibujamos un cua-
drado real auxiliar sobre LH con la separa-
ción e inclinación en relación con el PQ so-
licitados. Los pasos seguidos para ponerlo
en perspectiva han sido:
1. Las paralelas trazadas por el punto de
vista V a los lados AD y AB del cuadra-
do auxiliar, cuando se cortan con la LH,
determinan los focos F y F’.
2. Unimos V con los vértices del cuadrado
auxiliar, determinando en la intersec-
ción con LH los puntos 1, 2, 3 y 4. Fig. 28

174
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

3. Prolongamos los lados AB y AD del cuadrado hasta • Prisma hexagonal regular por el método
la LH, y desde aquí trazamos perpendiculares a LH de proyecciones visuales
hasta que corten por A1 y A2 la línea de tierra. Por encima de LH dibujamos la planta hexagonal en
4. Unimos A1 con F’ y A2 con F; su intersección es la verdadera magnitud (Fig. 29) y le circunscribimos un
posición perspectiva A’ del vértice A del cuadrado. rectángulo para referir más fácilmente sus vértices a la
5. Las perpendiculares a LH desde los puntos 1 y 4, perspectiva. El proceso seguido para representar el pris-
cuando se cortan con A’F y A’F’, determinan, res- ma ha sido el siguiente:
pectivamente, la posición de los vértices D’ y B’. 1. Desde el punto de vista, trazamos paralelas a los
6. Desde D’ y B’ trazamos paralelas perspectivas (con- lados del rectángulo circunscrito al hexágono para
currentes en el mismo punto de fuga) a los lados A’B’ definir los focos F y F’.
y A’D’; su intersección es el vértice C’, que permite 2. Prolongamos los lados 1-4 y 3-4 del rectángulo hasta su
completar la perspectiva del cuadrado A’B’C’D’. intersección con LH, y desde ahí trazamos perpendicu-
lares a LH hasta que corten por 41 y 42 la línea de tierra.
3. Unimos 41 con F’ y 42 con F; la intersección de estos
4.3 Perspectiva oblicua de sólidos segmentos determina el vértice 4’ del rectángulo.
4. Unimos V con los vértices 1 y 3 del rectángulo cir-
Utilizaremos los dos métodos anteriores para determinar cunscrito y, por los puntos de intersección con LH,
la perspectiva oblicua de dos cuerpos diferentes. En am- bajamos perpendiculares que, cuando se corten con
bos casos, primero situaremos la planta en perspectiva y, 4’F y con 4’F’, determinarán la posición de los vérti-
después, la altura de los vértices que la tengan, midiendo ces 1’ y 3’ del rectángulo.
los valores reales de estas en relación con la línea de tierra;
mediante paralelas perspectivas, las trasladaremos a la po-
sición correspondiente.

Fig. 29

175
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

5. Desde 1’ y 3’ trazamos paralelas perspectivas, res-


pectivamente, a los lados 4’3’ y 4’1’; su intersección
define el vértice 2’, que completa el rectángulo en
perspectiva.
6. Sobre los lados del rectángulo 1’2’3’4’ hemos de si-
tuar los vértices del hexágono. Para ello unimos V
con cada uno de sus vértices y, desde los puntos de
intersección con LH, trazamos perpendiculares a LT
para determinar sobre el lado correspondiente de
1’2’3’4’ los vértices de la base hexagonal.
7. Con la planta ya en perspectiva, nos falta llevar la
altura del prisma a sus diferentes vértices. Unimos F’
con D’ y A’ y prolongamos la recta hasta que corte
la línea de tierra por el punto Q (Fig. 30); por este
punto levantamos una perpendicular a LT igual a
la altura en verdadera magnitud y unimos el extre-
mo R con F’. Los segmentos QF’ y RF’ son paralelos
perspectivos; las verticales levantadas por A’ y D’,
cuando se cortan con RF’, determinan segmentos de
igual longitud que QR.
8. Repetimos el proceso para situar la altura del pris-
ma sobre los otros vértices de la base inferior. Con
la altura en perspectiva en todos ellos, realizaremos
la unión de los extremos superiores para obtener la
segunda base del prisma.
9. Resaltaremos el resultado en perspectiva, diferen-
ciando las aristas vistas y ocultas según el punto de
vista de la perspectiva.

Fig. 30

176
La perspectiva cónica
Sistemas de representación
9

• Escaleras en perspectiva por el método de


los puntos métricos
Pondremos en perspectiva cónica oblicua un tramo de
cuatro escalones, más un pequeño rellano. Además de
los parámetros de la perspectiva, suponemos que cono-
cemos las dimensiones de la escalera: la huella a de cada
uno de los peldaños y la altura u, así como la profundi-
dad 3a del rellano y el ancho m del conjunto.

Situamos (Fig. 31) las líneas de tierra y de horizonte, LT


y LH, a una distancia igual a la altura de observación
y el segmento PV igual a la distancia de observación.
Desde V, con ángulos de 60° y 30°, determinamos los
puntos de fuga, F y F’ y, a partir de estos, los puntos
métricos M y M’.

Situamos la escalera con el vértice A coincidente con el


plano del cuadro; desde este punto trazamos las perpen-
diculares perspectivas que fugan a F y F’. Sobre la línea
de tierra, a la derecha de A, llevamos la magnitud real de
las huellas de los cuatro peldaños y la del rellano y, hacia
la izquierda, el ancho m de la escalera; verticalmente, a
partir de A, llevamos la altura u de uno de los peldaños.

Para situar los valores de las huellas en perspectiva, uni-


mos los extremos de los segmentos a1, a2, a3, etc. con
M’, y en su intersección con AF’ determinamos el valor
perspectivo. A continuación, mediante el punto métrico
M y sobre AF, llevamos la magnitud perspectiva de la
anchura m de la escalera.

Fig. 31

177
La perspectiva cónica
9 Sistemas de representación

A partir de la vertical con la altura u del primer peldaño,


fugamos otra vez a F y F’, y desde el punto 1’ de AF’
levantamos una vertical para determinar, en perspectiva,
la huella del primer peldaño. Desde este punto fugamos
también a F y, repitiendo el proceso por el otro extremo
de la escalera, habremos completado el primer peldaño.

En la figura 32 hemos completado el trazado de la pers-


pectiva del tramo de escaleras; para determinar la altu-
ra del resto de peldaños, hemos fugado a F’ desde cada
una de las divisiones marcadas con la altura u sobre la
vertical trazada por A, hasta determinar la intersección
con la vertical correspondiente levantada por las divisio-
nes 2', 3', 4'.

Fig. 32

Una mirada con perspectiva

En el año 1415, el arquitecto


florentino y teórico de la perspectiva
renacentista Filippo Brunelleschi
realizó un famoso experimento para
demostrar que la perspectiva cónica
era el sistema de representación más
parecido a la visión humana y la que
mejor imitaba la realidad.

Pintó minuciosamente el edificio del


Baptisterio de Florencia en un cuadro
pequeño, y practicó un agujero en
medio. Se colocó frente al edificio
sujetando la pintura. Situó un espejo
frente al cuadro que reflejara la
imagen pintada. ¡Y al mirar por el
agujero comprobó que la pintura y la
realidad encajaban y se confundían de
un modo prodigioso!

178
A C TI V I D A D E S
CÓNICA FRONTAL 5 Dibuja la perspectiva frontal de la figura 36, a escala
1 Realiza la perspectiva de un cuadrado de 35 mm de lado doble, a partir de los datos del enunciado y situando el
colocado sobre el plano geometral, con sus lados for- punto A’-A’’ en el punto A del papel.
mando un ángulo de 45° con el plano del cuadro y uno
de los vértices situado sobre este y 10 mm a la izquierda
de la línea del punto de vista. La altura de visión es de
50 mm y la distancia de visión es de 60 mm.

2 Dibuja una perspectiva frontal de un cubo de 30 mm


de arista, situando el punto de vista a 54 mm de la cara
vertical más próxima y a una altura de 60 mm.

3 Realiza la perspectiva frontal de una pirámide regular


de base pentagonal apoyada sobre el plano geometral.
6 Representa en cónica frontal la figura 37 dada por sus
Los lados del pentágono miden 30 mm y la altura de la
vistas. Datos de situación: distancia principal = 55 mm,
pirámide es de 60 mm. La altura de visión es de 84 mm
distancia entre LT y LH = 45 mm. El punto A está 25
y la distancia de visión, de 102 mm.
mm a la izquierda del punto de vista. Cotas en milíme-
tros. Dibuja a escala doble.
4 Realiza la perspectiva frontal de las figuras 33, 34 y 35,
a escala doble, a partir de los datos del enunciado. Sitúa
el punto A’-A’’ en el punto A del papel.

7 Dadas las proyecciones de la figura 38, dibuja la pers-


pectiva cónica frontal, a escala doble, a partir de los
datos del enunciado y situando el punto A’-A’’ en el
punto A del papel.

CÓNICA OBLICUA
8 En perspectiva cónica oblicua, dibuja un cubo de 60
mm de arista apoyado en el plano geometral de manera
que las caras verticales del cubo formen 30° y 60° con
el plano del cuadro; sitúa la arista vertical más cercana a
40 mm del plano del cuadro y 30 mm a la izquierda del
plano principal (lámina en posición horizontal).

179
A C TI V I D A D E S
9 Realiza la perspectiva oblicua de las figuras 39, 40 y 41, 11 Realiza la perspectiva cónica oblicua de la figura 43, a
a escala doble, a partir de los datos del enunciado. escala doble, según los datos del enunciado. Sitúa la
figura a partir de la posición del punto N.

12 Realiza la perspectiva cónica oblicua de la figura 44 a


partir del punto de vista indicado y según los datos del
enunciado. Lámina en formato apaisado.

13 Dibuja la perspectiva cónica oblicua de la figura 45 a


partir de los datos del enunciado. Cotas en milímetros.
Lámina en formato apaisado.

10 Dibuja la perspectiva cónica oblicua del sólido repre-


sentado en la figura 42. El punto de vista V está situa-
do a 70 mm del plano del cuadro y a 65 mm sobre el
plano geometral, en el que se apoya. Cotas en milí-
metros.

14 A partir de las vistas de la figura 46, dibuja la pers-


pectiva cónica oblicua según los datos del enunciado.
Lámina en formato apaisado.

180
O B J E TI VO U N I V E RS I DA D

15 Definido el sistema cónico por la línea de tierra LT, la 18 Dadas las proyecciones diédricas de la figura, dibuja la
línea del horizonte LH, el punto principal P y el abati- perspectiva lineal central, a escala 1:1, desde el punto
miento sobre el plano del cuadro del punto de vista (V), de vista V y considerando el plano del cuadro vertical p,
se pide: dibujar la perspectiva cónica de la figura pla- la línea de tierra LT y la línea del horizonte LH (Fig. 50).
na dada por su abatimiento sobre el plano del cuadro,
sabiendo que esta figura está situada sobre el plano
geometral, por detrás del plano del cuadro (Fig. 47).

19 Dadas las proyecciones de la figura 51, dibuja la pers-


pectiva cónica oblicua, según los datos siguientes:
16 Dadas las proyecciones diédricas de la figura, dibuja a. Distancia P-V = 70 mm
a escala 1:1 la perspectiva lineal central de plano del b. Altura V (distancia LT-LH) = 100 mm
cuadro vertical, considerando el punto de vista V, la c. Cotas en milímetros
línea de tierra LT y la línea del horizonte LH (Fig. 48).

20 Dadas las proyecciones diédricas de la figura 52, rea-


liza la perspectiva lineal del plano del cuadro vertical
17 Dibuja a escala 2:1 la perspectiva lineal central de pla- π desde el punto de vista V, considerando la línea de
no π del cuadro vertical, desde el punto de vista V, da- tierra LT, la línea del horizonte LH y el punto N de los
dos la línea de tierra, la línea del horizonte y el punto datos. Escala de realización 1:1.
N (Fig. 49).

181
O B J E TI VO U N I V E RS I DA D

21 Dadas las proyecciones de la figura 53, dibuja la pers- 24 Dadas las proyecciones de la figura 56, dibuja la pers-
pectiva cónica oblicua siguiente: pectiva cónica oblicua siguiente:
a. Distancia P-V = 110 mm a. Distancia P-V = 120 mm
b. Altura V (distancia LH-LT) = 110 mm b. Altura V (distancia LH-LT) = 170 mm
c. Cotas en milímetros c. Cotas en milímetros

22 Dadas las proyecciones diédricas, dibuja la perspectiva


lineal del plano del cuadro vertical π, desde el punto 25 Dadas las proyecciones de la figura 57, dibuja la pers-
de vista PV, considerando la línea de tierra LT, la línea pectiva cónica oblicua siguiente:
del horizonte LH y el punto N. Escala 1:1 (Fig. 54). a. Distancia P-V = 115 mm
b. Altura V (distancia LH-LT) = 90 mm
c. Cotas en milímetros

23 Dadas las proyecciones diédricas de la figura 55, dibuja 26 Dadas las proyecciones diédricas de la figura 58, dibuja
la perspectiva lineal del plano del cuadro vertical π des- la perspectiva lineal de plano de cuadro vertical π des-
de el punto de vista V, considerando la línea de tierra de el punto de vista V, considerando la línea de tierra
LT, la línea del horizonte LH y el punto N. Escala 1:1. LT, la línea del horizonte LH y el punto N. Escala 1:1.

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