Sunteți pe pagina 1din 365

www.elsolucionario.

net

www.elsolucionario.net
www.elsolucionario.net

n . A. CTE 11HH

C O nPO TH B JIEH M E

MATEPHAJIOB

www.elsolucionario.net

MOCKBA

H 3 d a m e jib c n i6 o «B u c u i a n uíkoacl»
www.elsolucionario.net

RESISTENCIA
DE MATERIALES

P. A. STIOPIN
i ? ?/J l )

SEGUNDA EDICION
REVISADA Y AMPLIADA

TRADUCIDO
DEL RUSO POR

www.elsolucionario.net
PEDRO GUTIERRES MORA
C andidato a Doctor en Ciencias técnicas

EDITORIAL MIR M O SCU


www.elsolucionario.net

Impreso en la URSS. 1976

www.elsolucionario.net

H a ucnancKOM H3bine

© Traducción al español.
E d ito rial M ir. 1976
PREFACIO www.elsolucionario.net

En muchos centros soviéticos de enseñanza superior, incluso en


los de la industria minera y metalúrgica, en los de ingenieros y eco­
nomistas, químico — tecnológicos, eléctricos y de construcción de
máquinas y otros, la Resistencia de M ateriales se estudia por un
programa reducido, calculado para 80-120 horas de estudio.
En estas condiciones resulta conveniente disponer de un texto
reducido, que contenga el m aterial fundam ental de la asignatura
que se estudia.
El presente texto está escrito de acuerdo con el programa para las
especialidades indicadas y tiene el fin de proponer a los estudiantes
un texto abreviado de la Resistencia de M ateriales.
Las cuestiones fundam entales del curso van ilustradas con ejem ­
www.elsolucionario.net
plos, que no son numerosos y de carácter complicado. Se supone que
el estudiante, paralelam ente al estudio del m aterial teórico, asiste
a las clases de ejercicios, donde adquiere hábitos en la solución de
problemas más complicados y realiza las tareas que se le encomiendan
para casa, sirviéndose de manuales especiales.
Teniendo en cuenta que el paso al Sistema Internacional de uni­
dades (SI) en la URSS, por toda una serie de causas, requerirá un
tiempo prolongado, en este texto, al resolver los problemas numé­
ricos, se adm itió el Sistema de unidades MKS. Sin embargo, en el
primer capítulo, se dan las nociones fundam entales sobre el Sistema
Internacional de unidades (SI) y las relaciones entre las unidades
del sistema actual y las del SI. Al mismo tiempo, algunos ejemplos
se resuelven en dos variantes, empleando los dos sistemas de uni­
dades de medición.
En la segunda edición española, en comparación con la prim era,
fueron am pliados los capítulos que se refieren al impacto, a las osci­
laciones y al empleo de los métodos energéticos. Se han agregado
ejemplos nuevos y se ha eliminado la brevedad excesiva en el enfoque
de ciertas cuestiones.
Han sido corregidos los errores y las erratas observadas en la edi­
ción anterior.
Prof. P. A. STIO PIN
www.elsolucionario.net
CAPITULO I

CONSIDERACIONES
FUNDAMENTALES

••

§ 1. Propósitos del texto "Resistencia de materiales"


Las diversas estructuras y máquinas, de cuyo diseño y construc­
ción se ocupa el ingeniero en su actividad práctica, deben tener,
entre otras, la propiedad de resistencia mecánica, es decir, deben
oponerse a la rotura al ser sometidas a la acción de fuerzas exteriores
(cargas).
Con este propósito, los elementos (piezas) de las estructuras y
máquinas deberán ser fabricados del m aterial correspondiente y tener
las debidas dimensiones.
www.elsolucionario.net
E l primer propósito del texto «Resistencia de Materiales» consiste,
pues, en la exposición de los métodos de cálculo de la resistencia de las
construcciones.
Además de esto, en muchos casos, es necesario determ inar las
variaciones de la forma y de las dimensiones (deformaciones), que
surgen en los elementos de las construcciones sometidas a cargas.
Los cuerpos absolutam ente rígidos, indeformables, que se estu­
dian en la Mecánica Teórica, en realidad no existen.
Claro está, las deformaciones del sólido que acompañan a las
cargas habituales de explotación son pequeñas y pueden ser detectadas
solamente con instrumentos especiales (extensómetros).
Las deformaciones pequeñas no influyen sensiblemente sobre
las leyes de equilibrio y de movimiento del sólido, por lo que la Mecá­
nica Teórica prescinde de ellas. Sin el estudio de estas deformaciones
es imposible resolver el problema de suma im portancia para el inge­
niero, que consiste en hallar las condiciones en las cuales puede tener
lugar el fallo de la pieza, o aquellas en las que la pieza puede servir
sin tal peligro.
Al mismo tiempo, en muchos casos, resulta necesario lim itar la
m agnitud de las deformaciones, a pesar de ser éstas pequeñas en
comparación con las dimensiones de la propia pieza, puesto que en
caso contrario, el funcionamiento normal de la construcción puede
ser imposible. Por ejemplo, durante el maquinado de la pieza en
7
www.elsolucionario.net
el torno, como consecuencia de la deformación de aquélla y de éste,
puede ser afectada la precisión del maquinado, lo que es inad­
misible.
La propiedad del elemento de la construcción de oponerse a las
deformaciones se denomina rigidez.
De aquí el segundo propósito del texto: la exposición de los métodos
de cálculo de la rigidez de los elementos de las construcciones.
El problema siguiente de la Resistencia de Materiales está rela­
cionado con el estudio de la estabilidad de las formas de equilibrio
de los cuerpos reales (deformables).
Se entiende por e s t a b i l i d a d , la capacidad de un elemento de opo­
nerse a grandes perturbaciones del equilibrio inalterado, como resultado
de acciones de perturbación pequeñas.
Como acción de perturbación puede ser considerada, claro está,
una variación pequeña de la carga exterior. Por eso el concepto de
estabilidad se define tam bién de la manera siguiente.
E l equilibrio de un elemento es es table, si a una variación pequeña
de la carga corresponde una variación pequeña de las deformaciones.
Al revés, el equilibrio es inestable, si un crecimiento lim itado de
la carga va acompañado de un crecimiento ilim itado de las deforma­
ciones.
El cambio súbito de una forma de equilibrio por otra constituye
tam bién un síntoma de la pérdida de la estabilidad.
Como ejemplo, veamos el caso de un elemento fino, sometido

www.elsolucionario.net
a la acción de una fuerza de compresión que actúa a lo largo de su eje.
Este elemento m antiene su forma rectilínea m ientras la fuerza sea
inferior a cierto valor (valor crítico) que depende del m aterial, de
las dimensiones y de las condiciones de fijación del elemento.
Al alcanzar la fuerza su valor crítico, sim ultáneam ente a la forma
rectilínea de equilibrio, resulta posible otra, curvilínea, de mayor
peligro para el elemento.
La pérdida de estabilidad puede ocurrir para valores de la carga,
no peligrosos desde el punto de vista de la resistencia o rigidez del
elemento.
E l tercer propósito del texto consiste en exponer los métodos de cálculo
de la estabilidad de los elementos de las construcciones.
Al realizar los tipos indicados de cálculo, se debe tender a una
economía máxima del m aterial, es decir, que las dimensiones de las
piezas de las máquinas y de las estructuras no deben ser superiores
a las necesarias. Claro está, para eso es indispensable un estudio lo
más amplio y profundo posible de las propiedades de los m ateriales
empleados, así como de las características de las cargas que actúan
sobre la pieza que se calcula. Esto se consigue por medio de investi­
gaciones experimentales detalladas y un estudio minucioso de la
experiencia acumulada en el diseño y m antenim iento de las cons­
trucciones.
Por otra parte, la Resistencia de M ateriales se ve obligada, al
deducir las fórmulas esenciales para el cálculo, a introducir toda
www.elsolucionario.net
una serie de hipótesis y suposiciones para sim plificar el problema.
La validez de estas hipótesis y suposiciones, así como el error a que
ellas conducen en los cálculos, se comprueba, comparando los resul­
tados del cálculo con los datos del experimento.
Las construcciones que el ingeniero encuentra en su práctica
tienen, en la mayoría de los casos, configuración bastante compleja.
Los diversos elementos de éstas se reducen a los siguientes tipos sim ­
ples:
1. Barra es un cuerpo que tiene dos dimensiones pequeñas en
comparación con la tercera (fig. 1.1, a). Como caso particular, puede
ser de sección transversal constante y de eje rectilíneo.

Ir

a)

FIG . 1.1 FIG . 1.2

La línea que une los centros de gravedad de sus secciones trans­

www.elsolucionario.net
versales se denomina eje de la barra.
2. Placa es un cuerpo lim itado por dos planos, a distancia pequeña
en comparación con las otras dimensiones (fig. 1.1, b).
3. Bóveda es un cuerpo lim itado por dos superficies, a distancia
pequeña en comparación con las otras dimensiones (fig. 1.1, c).
4. Bloque es un cuerpo cuyas tres dimensiones son del mismo orden.
En la Resistencia de M ateriales se estudian principalm ente los
cuerpos que tienen forma de barra de sección constante y los sistemas
más simples, constituidos por éstas. Las barras se consideran sufi­
cientemente rígidas, es decir, no sufren deformaciones considerables
al ser sometidas a cargas.
En el caso de barras muy flexibles (fig. 1.2) las deformaciones
son tan grandes que no se puede prescindir de ellas, incluso al calcular
las reacciones de apoyo. El cálculo de la distancia /2, que se diferencia
considerablemente de la original llt presenta una tarea bastante com­
plicada.
Los métodos de cálculo de barras flexibles, placas, bóvedas y blo­
ques se estudian en la Teoría de la Elasticidad, que está libre de
algunas de las hipótesis que se introducen en la Resistencia de M ate­
riales para facilitar los cálculos. Los métodos de la Teoría de la Elas­
ticidad perm iten obtener tanto la solución precisa de los problemas
que se analizan en la Resistencia de M ateriales, como la de otros
problemas más complejos, donde no es posible introducir hipótesis
sim plificativas adecuadas.

9
El cálculo de los www.elsolucionario.net
sistemas formados por barras se estudia en la
Teoría de las Estructuras (Mecánica de Construcción).
El desarrollo de la Resistencia de Materiales y de las otras ciencias
afines, está estrecham ente relacionado al de la técnica.

El su rg im ie n to de la cien c ia que tr a ta de la resiste n c ia de los m a te ria le s


se rem o n ta al siglo X V II y está ligado a los tra b a jo s de G alileo . E n g ran m ed id a
c o n trib u y ero n al d esarro llo de la R esisten cia de M a teria les y de la T eo ría de
la E la stic id a d los destacad o s c ien tífico s, R. H ooke, J . B ern o u lli, B. S a in t—
V e n a n t, A. C auchy, G. L am é y o tro s, que fo rm u laro n las h ip ó tesis esenciales
y o b tu v ie ro n alg u n as ecuaciones.
M erecen esp ecial m ención las m ag n íficas in v estig acio n es (siglo X V III)
d el fam oso cien tífic o , m iem bro de la A cadem ia de C iencias de San P etersb u rg o ,
L eonard E u ler. Su tra b a jo sobre el c álcu lo de la e sta b ilid a d de b a rra s co m p ri­
m id as aun hoy d ía se em p lea am p lia m e n te .
E n el siglo X IX , a d q u ie re n fam a m u n d ia l los tra b a jo s de los c ien tífico s
t u s o s D. I. Z h u rav sk i, J . S. G o lo v ín y otros. L as ten sio n es ta n g en c ia les, o ri­
g in ad as en la flex ió n , se c a lc u la n a c tu a lm e n te por la fó rm u la de Z h u ra v sk i.
A fines del siglo X IX , F. S. Y asin sk i realizó im p o rta n te s e in teresa n te s inves­
tig acio n es, que aú n no h an perd id o su im p o rta n c ia , sobre el cálcu lo de la e s ta ­
b ilid a d de b arras co m p rim id as.
D esde com ienzos del siglo X X , el papel de los cien tífico s rusos en el de­
sa rro llo de la R esisten cia de M ate ria le s crece aún m ás. A parecen las m ag n íficas
obras del profesor I. G. B ú b n o v , académ ico A. N. K rilo v y o tro s ded icad as al
d esarro llo y m ejo ram ien to de los m étodos de la R esisten cia de M ateriales. E l
m étodo de solución de los com plejos p ro b lem as de la R esisten c ia de M ateria les,
pro p u esto por B úbnov, goza de fam a m u n d ia l.
Los ad m ira b le s te x to s y num erosos tra b a jo s cie n tífic o s sobre el cálc u lo de

www.elsolucionario.net
la resisten cia, e s ta b ilid a d y v ib ra cio n e s de las e stru c tu ra s de S. P . T im oshenko
c o n stitu y e n u n a g ran co n trib u c ió n a T d e sa rro llo de la R esisten cia de M ateria les.
D u ra n te el P o d er so v iético h a sido cread a en la U R S S u n a red de in s titu to s
de in v estig ació n c ie n tífic a que tr a b a ja n sobre el cá lc u lo de las e stru c tu ra s.
Los cien tífico s de estos in s titu to s d e in v estig a c ió n y de las escuelas de enseñanza
su p e rio r, reso lv iero n m uchos p ro b lem as de g ran im p o rta n c ia p a ra el d esarro llo
de la técn ica, crearon nuevos y efectiv o s m étodos de cálc u lo de piezas de con­
fig u ració n co m p leja so m e tid a s a la acción de d iv ersas cargas.
E s necesario m en cio n ar aq u í las o bras del académ ico N. N. D a v id én k o v
so b re la teo ría de re siste n c ia , las del acedém ico S. V. Serensen sobre la re s iste n ­
c ia de piezas so m etid as a cargas v a ria b le s, las del académ ico A. N. D in n ik
so b re e sta b ilid a d , etc.
E sp ecia lm e n te deben ser señ alad o s los destacad o s tra b a jo s del profesor
V . S. V lásov, que tie n e n g ra n ap lic a ció n en la téc n ic a m o d ern a, sobre el cálcu lo
d e b a rra s de paredes d elg ad as y bóvedas.
Im p o rta n te s in v estig acio n es fueron re a liz a d a s por Y u. N. R ab o tn o v ,
A . A. Ilu sh in , E. I. G rig o liu k , N. I. B esújov, V. V . B o lo tin , S. D. P onom a-
rio v , A. R. R zh a n itsin , A. F . S m irn o v , I. A. S im v u lid i, V . I. F eodósiev, y otros
•científicos soviéticos.

§ 2. Suposiciones introducidas en la resistencia de materiales


En la Resistencia de M ateriales se introducen ciertas suposiciones
(hipótesis) respecto a las propiedades del m aterial, a las cargas y al
carácter de su interacción con las piezas, para sim plificar el compli­
cado problema que representa el cálculo de los elementos de las cons­
trucciones.
10
La comprobación www.elsolucionario.net
experimental de las fórmulas que se basan en
las hipótesis que se enunciarán más adelante, demuestra que el error,
a que éstas conducen en los cálculos, es insignificante y se puede pres­
cindir de él, cuando se trata de fines puram ente prácticos.
1-ra suposición. El material se considera macizo (continuo). Es
decir, no se tiene en consideración la estructura atom ística, discon­
tinua de la m ateria. Desde el punto de vista práctico, esta hipótesis
tiene plena justificación, puesto que los granos de la mayoría de los
materiales de construcción son tan pequeños, que sin error apreciable
se pueden considerar continuos. Incluso en el caso de materiales
como la madera, el hormigón y la piedra, los cálculos que se basan
en la suposición de continuidad del m aterial dan resultados prácticos
satisfactorios. Esto se explica por el hecho de que las dimensiones
de las piezas reales son muy superiores a las distancias entre los áto­
mos.
Esta suposición nos perm itirá en adelante aplicar el aparato m ate­
mático de las funciones continuas.
2-a suposición. E l material de la pieza es homogéneo, es decir Atiene
propiedades idénticas en todos los puntos. Los metales son altam ente
homogéneos, es decir, sus propiedades son, prácticam ente, iguales
en todos los puntos. Menos homogéneos son la madera, el hormigón,
la piedra, los plásticos con relleno. El hormigón, por ejemplo, está
rellenado por piedras pequeñas, grava, gravilla, cuyas propiedades
son distintas de las del cemento. La madera tiene nudos, de propie­
dades muy diferentes de las del resto de la madera. En los m ateriales
www.elsolucionario.net
plásticos las propiedades de la resina son distintas de las del re­
lleno.
Sin embargo, como demuestran los experimentos, los cálculos
basados en la suposición de homogeneidad del m aterial de la pieza,
dan resultados satisfactorios para los m ateriales fundamentales de
construcción.
3-a suposición. E l material de la pieza es isótropo, es decir, sus
propiedades en todas las direcciones son iguales.
Las investigaciones demuestran que los cristales que forman
muchos m ateriales tienen propiedades muy distintas según las dife­
rentes direcciones que se consideren. Por ejemplo, la resistencia
de los cristales de cobre en las distintas orientaciones se diferencia
en más de tres veces.
Sin embargo, en el caso de m ateriales compuestos por granos finos,
las propiedades en las distintas direcciones se igualan, debido a la
inmensidad de cristales orientados caóticam ente, resultando posible
interpretar, prácticam ente, estos m ateriales como isótropos.
Para los m ateriales como la madera, el hormigón armado y los
plásticos esta interpretación es lícita con cierta aproximación.
Los m ateriales cuyas propiedades en diferentes direcciones son
diferentes se denominan anisótropos.
4-a suposición. Las fuerzas interiores, originales, que preceden a la
carga son nulas. Las fuerzas de interacción entre las partículas del

11
www.elsolucionario.net
m aterial, cuyas distancias varían, se oponen a la variación de la forma
y dimensiones del cuerpo sometido a carga.
Al hablar de fuerzas interiores (fuerzas elásticas), en adelante,
tendremos en cuenta precisamente estas fuerzas prescindiendo de
las fuerzas moleculares que existen en el sólido no sometido a carga.
Esta suposición no se cumple cabalm ente en ninguno de los m ate­
riales. En las piezas de acero existen fuerzas interiores debidas al
enfriam iento no uniforme; en la madera, estas fuerzas son originadas
por el secamiento, tampoco uniforme, y en el hormigón, durante el
fraguado.
El constructor, generalmente, no conoce la m agnitud de estas
fuerzas. En los casos en que existan motivos para sospechar que estas
fuerzas son considerables, se procurará determ inarlas experim ental­
mente.
Se debe advertir que el problema de los esfuerzos iniciales en las
construcciones y sus elementos no está suficientemente estudiado.
5-a suposición o principio de superposición de cargas. E l efecto
debido a la acción conjunta sobre el cuerpo de un sistema de fuerzas es

www.elsolucionario.net
FIG . 1.3

igual a la suma de los efectos de las acciones de estas fuerzas, aplicadas


consecutivamente, en orden arbitrario. Se entiende por efecto de acción,
según el caso concreto, las deformaciones, fuerzas interiores que
surgen en el sólido, y los desplazamientos de cada uno de los puntos
de éste.
Se debe tener en cuenta que la acción de cada una de las fuerzas
del sistema se considera conjuntam ente con las reacciones de las liga­
duras correspondientes a éstas.
El principio de superposición de las fuerzas tiene amplio uso
en la Mecánica Teórica en el caso de sólidos indeformables. Al tra ­
tarse de sólidos deformables, esta hipótesis es válida solamente cuando
se cumplen las dos condiciones siguientes:
1. Los desplazamientos de los puntos de aplicación de las fuerzas
son pequeños en comparación con las dimensiones del sólido.
2. Los desplazamientos que acompañan a las deformaciones del
sólido dependen linealm ente de las cargas. Estos sólidos (sistemas)
se denominan sólidos linealm ente deformables.

12
www.elsolucionario.net
En las construcciones ordinarias estas condiciones se cumplen
y, por tanto, el principio de superposición de las fuerzas tiene amplio
uso en los cálculos de las construcciones.
6-a suposición o principio de Saint-V enant. E l valor de las fuerzas
interiores en los puntos del sólido, situados suficientemente lejos de los
lugares de aplicación de tas cargas, depende m uy poco del modo concreto
de aplicación de estas cargas.
Este principio permite en muchos casos sustituir un sistema de
fuerzas por otro, estáticam ente equivalente, lo que puede conducir
a la sim plificación del cálculo.
Por ejemplo, al calcular un carril (fig. 1.3) como una viga de
apoyos m últiples (traviesas), la carga real que se transm ite de la
rueda y que se distribuye en el área de contacto según cierta ley (difícil
de obtener), se puede sustituir por una fuerza concentrada.
En adelante, en los correspondientes lugares del texto, se tratarán
otras suposiciones e hipótesis.

§ 3. Sistemas de unidades de medición de las magnitudes mecánicas

Al estudiar la Resistencia de Materiales nos encontraremos con


las magnitudes: fuerza, masa, trabajo, potencia, etc.
Estas m agnitudes se miden en diversos sistemas de unidades.
En ingeniería, hasta hace poco, el sistema de unidades más difun­
dido era el MKS, en el cual las unidades fundam entales son: unidad
www.elsolucionario.net
de longitud, metro; unidad de fuerza, kilogramo-fuerza (kgf); unidad
de tiempo, segundo. Este sistema tiene ciertos inconvenientes.
Prim ero, la unidad básica, el kilogramo-fuerza, es una m agnitud
variable que depende de la latitud del lugar, de la altura sobre el
nivel del mar y varía aproxim adam ente alrededor del 0,2% .
Segundo, el sistema MKS resultó ser inaceptable para las unidades
eléctricas y magnéticas y, por lo tanto, no puede ser universal.
La XI Conferencia General de pesos y medidas, que tuvo lugar
en octubre de 1960, llegó al acuerdo de establecer un sistema univer­
sal práctico de unidades de medición, basado en seis unidades funda­
mentales que son: unidad de longitud, metro; unidad de masa, kilo­
gramo-, unidad de tiempo, segundo-, unidad de tem peratura, grado
Kelvin*; unidad de intensidad de la corriente, amperio-, unidad de
la intensidad de la luz, candela. Este sistema de unidades se denomina
Sistema Internacional de Unidades, SI.
En lo que se refiere a los problemas de la Resistencia de Materiales,
la diferencia esencial entre el sistema SI y el sistema MKS consiste
en que en el primero se considera básica la unidad de masa, kg, y la
unidad de fuerza, derivada.

* Al cero de la escala K elvin corresponde —273° C (ex actam en te —


—273,16° C).
www.elsolucionario.net
E n el sistema S I por unidad de fuerza se toma la fuerza que comunica
una aceleración de 1 m/seg2 a una masa de 1 kg. Esta unidad se denomina
newton y se designa por N.
En relación con esto, cam bian tam bién las unidades de medi­
ción de otras m agnitudes como el momento, la tensión, la potencia,
etc.
El paso del sistema MKS al sistema SI y viceversa se realiza
m ediante las relaciones siguientes:
fuerza,
1 kgf = 9,80665 N « 10 N,
1N = 0,10197 kgf « 0 ,1 kgf;
masa,
1 kgf-seg2/m «¿9,81 « 1 0 kg,
1 kg « 0 ,1 kgf-seg2/m;
presión
1 kgf/cm2 « 10 N/cm2 « 105 N/m2,
1 N/cm2 « 0 ,1 kgf/cm2.
trabajo (energía)
1 kgf-m « 10 N -m « 10 J ,
1 N -m = 1 J « 0 ,1 kgf-m .
La unidad de trabajo en el sistema S I es el trabajo realizado por
www.elsolucionario.net
1 newton en 1 metro. Esta unidad se denomina joule y se denota porJ;
potencia
1 kgf-m/seg = 10 N-.m/seg = 10 J/seg = 10 W,
1 CV = 75 kgf-m/seg = 736 W = 0,736 kW,
1 kW = 1000 J/seg = 1000 N-m /seg = 100 kgf-m/seg.

§ 4. Fuerzas exteriores (cargas)


Las cargas que actúan sobre las estructuras y sus elementos están
constituidas por fuerzas y pares (momentos). Estas cargas pueden
ser concentradas o distribuidas.
En efecto, en la naturaleza no existen fuerzas concentradas. Todas
las fuerzas reales son fuerzas distribuidas sobre cierta área o volumen.
Por ejemplo, la presión de la rueda sobre el carril se ejerce sobre
un área muy reducida, originada por la deformación de la rueda
y del carril (véase fig. 1.3). Sin embargo, al determ inar las fuerzas
interiores que surgen en el carril y en la rueda, en lugares suficien­
temente alejados del área de contacto, es posible según el principio
de Saint-Venant expuesto anteriormente, sustituir la carga distri­
buida por su resultante, lo que simplifica el cálculo.
Las fuerzas concentradas se miden en kilogramos o toneladas
(o en newtones, según el sistema SI).
Las cargas distribuidas pueden ser de superficie (presión del viento
www.elsolucionario.net
o del agua sobre una pared) o de volumen (peso propio de un cuerpo).
El peso de una barra se interpreta, generalmente, no como una
fuerza de volumen, sino como una carga distribuida a lo largo de la
barra (carga lineal), ya que las dimensiones transversales son peque­
ñas en comparación con la longitud.
Las cargas distribuidas se miden en unidades de fuerza referidas
a la unidad de longitud, de área o de volumen. Tanto las cargas con­
centradas como las distribuidas pueden ser estáticas o dinámicas.

F IG . 1.4

Las cargas cuya magnitud o punto de aplicación (o dirección) varía


muy lentamente, de tal manera que se puede prescindir de las aceleraciones
que surgen, se llaman cargas estáticas.
Cuando actúan cargas de este tipo, las vibraciones de las estruc­
turas y sus elementos son insignificantes.
Las cargas que varían con el tiempo a una velocidad considerable
www.elsolucionario.net
(cargas de impacto, por ejemplo) se llaman cargas dinámicas. La acción
de este tipo de fuerzas va acompañada de vibraciones de las estruc­
turas, durante las cuales, al variar la velocidad de las masas que
vibran, surgen fuerzas de inercia proporcionales (según la segunda ley
de Newton) a las masas que oscilan y a las aceleraciones. La m agnitud
de estas fuerzas de inercia puede superar en muchas veces a la de las
cargas estáticas.
Las leyes de variación de las cargas en función del tiempo pueden
ser muy complejas.
En caso particular, la variación de la carga P puede ser de carácter
periódico, es decir, que los valores máximos de la carga se repiten
cada determinado intervalo de tiempo t.
Estas cargas se denominan cargas de régimen estable o cargas
de repetición periódica (fig. 1.4). El cálculo de la resistencia en el
caso de este tipo de cargas se analiza en el capítulo X II.
Sin embargo, en muchos otros casos, la variación de la carga en
función del tiempo no tiene carácter estable (fig. 1.5). Estas son, por
ejemplo, las que actúan sobre las piezas de los automóviles, tractores,
tornos, así como las que actúan sobre las estructuras (edificios, m ásti­
les, etc.) por efecto del viento, la nieve, etc. Estas son cargas repetidas
correspondientes a regímenes no estables.
Un estudio más profundo de estas cargas se hace posible solamente
recurriendo a los métodos estadísticos y a métodos de la Teoría de

15
Probabilidades, quewww.elsolucionario.net
se emplean para el estudio de magnitudes oca­
sionales.
Como ejemplo, veamos la carga del viento, que se considera en
el cálculo de las grúas de torre, puentes, edificios y otras estructuras.
La velocidad del viento, de la que depende la presión de éste,
varía continuam ente en un mismo lugar geográfico.

FIG . 1.5

Por ejemplo, en la región de Moscú, según las observaciones lle­


vadas a cabo durante un prolongado período de tiempo, la velocidad
del viento varía en un margen muy am plio (fig. 1.6)
La velocidad más frecuente (33% de todos los casos) es de
3,5 m/seg. Pero se observaron velocidades de 12 m/seg (2% de todos

www.elsolucionario.net

V eloctíai del viento, en m /seg

FIG . 1.6

los casos) y mayores aún. Por otra parte, hubo casos de velocidades
muy inferiores, incluso nulas7 (poco'frecuentes).
Las curvas, como la analizada, se denominan curvas de distribu­
ción. Ellas nos dan una idea clara sobre el grado de la dispersión
(variabilidad) de esta m agnitud.
¿Qué velocidades del viento se deben considerar para el cálculo?
www.elsolucionario.net
Parecería lógico considerar en el cálculo la velocidad máxima
registrada. Pero, primero, no existe ninguna garantía de que, durante
el período de servicio de la estructura, ésta no será sometida a vientos
más fuertes que los registrados anteriorm ente y segundo, no es eco­
nómico calcular una estructura de corto período de duración (por
ejemplo, una estructura de madera) para velocidades del viento que
se repiten una vez cada 100 ó 200 años.
Por lo tanto, la m agnitud de la carga que se considera en el cálcu­
lo, debe estar estrechamente relacionada al período de servicio de
la estructura y a su grado de importancia.
Todo lo expuesto respecto a la carga del viento, se refiere igual­
mente a la m ayoría de otros tipos de carga.
Al calcular las estructuras, las m agnitudes de las cargas para el
cálculo se reglam entan por las condiciones técnicas y las normas
de diseño.
En la construcción de máquinas, estas cargas se determinan en
función de las condiciones concretas de trabajo de la máquina: valor
nominal de la potencia, velocidad angular de sus piezas, peso propio,
fuerzas de'inercia, etc. Por ejemplo, para calcular las piezas de un
autom óvil de 3 toneladas de capacidad, se considera el peso útil
nominal, tres toneladas. La posibilidad de una sobrecarga del au to ­
móvil se tiene en cuenta fijando las dimensiones de las secciones de
las piezas con cierta margen de seguridad.
Sobre la m agnitud de este margen de seguridad se hablará con

www.elsolucionario.net
más detalle en el § 12.

§ 5. Deformaciones y desplazamientos
Como se indicó anteriorm ente, todos los sólidos, bajo la acción
de las fuerzas exteriores, se deforman en una u otra medida, es decir,
modifican sus dimensiones, su forma o ambas cosas sim ultáneam ente.
La variación de las dimensiones lineales del sólido se denomina defor­
mación li ne a l ; la variación de los ángulos, d e f o r m a c i ó n an gu la r .
Cuando las dimensiones aum entan se dice alargam iento, cuando
disminuyen, acortamiento.
Si las deformaciones son distintas en los diversos lugares del sólido,
entonces se introduce el concepto de deform ación en un punto y direc­
ción dados.
Si en la superficie del sólido, alrededor del punto que se considera,
trazamos un pequeño rectángulo 1, 2, 3, 4 (fig. 1.7, a), al deformarse
el sólido, este rectángulo se transforma en el caso general en parale-
lógramo 1', 2', 3', 4' (fig. 1.7, b).
Las longitudes de los lados del rectángulo varían (aum entan o
disminuyen), y los propios lados giran respecto a su posición original.
Si, por ejemplo, la longitud del lado 2-3 recibe un incremento de
m agnitud As, entonces la fracción
As
em = — .

2—01228
se denominará deformación lineal media (en nuestro caso, alarga­
www.elsolucionario.net
miento medio) en el punto 2.
Al dism inuir el segmento s, pasando al lím ite, obtendremos

donde la m agnitud e se denomina deformación lineal real en el pun­


to 2 y en la dirección 2, 3.
La variación del ángulo inicial recto, formado por los lados del
rectángulo examinado, y = a + P caracteriza la deformación angular
(o ángulo de distorsión) en el punto dado.
Los ensayos demuestran que las deformaciones, tanto lineales
como angulares, pueden, una vez retirada la carga, desaparecer com-

FIG . 1.7

www.elsolucionario.net
pletam ente, o en parte (según el m aterial de que se trate y según el
grado de solicitación).
Las deformaciones que desaparecen al retirar la carga se denomi­
nan deformaciones elásticas. La propiedad del sólido de volver a adqui­
rir su forma inicial, una vez retirada la carga, se denomina elasti­
cidad.
Las deformaciones que se m antienen en el sólido después de anular
la carga se denominan deformaciones residuales o plásticas y la pro­
piedad del m aterial de adm itir estas deformaciones residuales se
denomina plasticidad.
Conociendo las deformaciones del sólido en todos sus puntos y las
condiciones de apoyo, pueden calcularse los desplazamientos de todos
los puntos del sólido, es decir, se podrá indicar la posición que
ellos ocuparán (sus nuevas coordenadas) una vez deformado el sólido.
Para la explotación normal de una estructura, las deformaciones de
sus elementos deberán ser, como regla general, elásticas y los des­
plazamientos que ellas originan, inferiores a ciertos valores adm i­
sibles. Estas condiciones, expresadas m ediante ciertas ecuaciones,
se denominan condiciones de rigidez. En algunos casos se toleran
incluso deformaciones plásticas pequeñas (en las construcciones de
hormigón arm ado o de plástico y tam bién en las construcciones m etá­
licas cuando se someten éstas a altas tem peraturas).

18
§ 6. Método de tas secciones
www.elsolucionario.net
Consideraremos que las fuerzas interiores (fuerzas de elasticidad)
que se engendran en el sólido al aplicar la carga, se distribuyen de
una manera continua, según la suposición de continuidad del mate­
rial del sólido.
Más adelante señalaremos cómo se obtienen estas fuerzas en cada
punto del sólido.
Hallemos ahora los esfuerzos resultantes (incluyendo tam bién
los momentos) a las que se reducen las fuerzas elásticas que aparecen
en una sección dada.
Estos esfuerzos resultantes son las componentes del vector prin­
cipal y del momento principal de las fuerzas interiores.
Para determ inar los esfuerzos interiores (o factores interiores de
fuerzas se emplea el método de las secciones que consiste en lo siguiente,

\ Js h Q

5— / i _1 3_j
- n
a | Mr,
’flect

F IG . 1.8

www.elsolucionario.net
En el sólido, que se encuentra en equilibrio (fig. 1.8), en el lugar
que interesa, se traza m entalm ente una sección, por ejemplo, por
a-a. Se retira una de sus partes (generalmente aquella, sobre la que
actúa un número mayor de fuerzas). La interacción de ambas partes
se sustituye por los esfuerzos interiores que equilibran las fuerzas
exteriores, que actúan sobre la parte separada. Si las fuerzas exteriores
se encuentran en un mismo plano, para equilibrarlas es necesario,
en el caso general, aplicar a la sección tres fuerzas interiores: fuerza
N, dirigida según el eje de la barra denominada fuerza axial, otra
f uerza transversal o cortante Q que actúa en el plano de la sección
transversal, y un momento M nec., ubicado en el plano perpendicular
al de la sección. Este momento surge como consecuencia de la flexión
de la barra y se denomina momento flector.
Después, se escriben las ecuaciones de equilibrio de la parte
separada del sólido, de las cuales se obtienen N , Q y M f ¡ec. En efecto*
proyectando las fuerzas que actúan sobre la parte separada, sobre
el eje de la barra, e igualando a cero la suma de las proyecciones»
obtendremos JV; proyectando las fuerzas en la dirección perpendicular
al eje de la barra, obtendremos Q e igualando a cero la suma de los
momentos respecto a un punto arbitrario, encontraremos M f iec.
Si las fuerzas exteriores, incluyendo las reacciones de apoyos^
no se encuentran en un mismo plano (problema tridimensional),,
entonces, en la sección transversal, en el caso general, pueden apare­
cer 6 fuerzas interiores, que son las componentes del vector y momento

2* 19
principales de las fuerzas interiores (fig. 1.9). Estas fuerzas interiores
www.elsolucionario.net
son: la fuerza axial N , las cortantes Qy y Qx y tres momentos: M v,
M x, M z. Los dos primeros son momentos flectores y el últim o M z,
que actúa en el plano de la sección transversal, es un momento torsor
que tiende a retorcer la barra. Para calcular estas seis fuerzas serán
necesarias 6 ecuaciones de equilibrio, es decir, será preciso: igualar
a cero las sumas de las proyecciones de las fuerzas (aplicadas a la
parte separada) sobre los tres ejes de coordenadas e igualar a cero las
sumas de los momentos de las fuerzas respecto a tres ejes de origen
en el centro de gravedad de la sección.

En la figura 1.9 y en adelante se considerará el sistema dextró-


giro de coordenadas. El eje z, generalmente, lo haremos coincidir

www.elsolucionario.net
con el de la barra.
Así, pues, para el cálculo de las fuerzas interiores es necesario:
1) seccionar la barra o el sistema de barras;
2) retirar una de las partes;
3) aplicar en la sección las fuerzas que equilibren las cargas exte­
riores que actúan sobre la parte separada;
4) calcular los valores de las fuerzas interiores por las ecuaciones
de equilibrio que se escriben para la parte separada.
En casos particulares puede ocurrir que en las secciones trans­
versales surja:
1) Sólo una fuerza axial N . Este caso de solicitación se denomina
tracción, si la fuerza N actúa hacia afuera, y compresión, si la fuerza
está dirigida hacia la sección.
2) Sólo una fuerza cortante Ox ó Qy. Este es el caso de desliza­
m iento puro.
3) Sólo un momento torsor M tor. Aquí tenemos torsión.
4) Sólo un momento flector M x ó M y. Este es el caso de flexión.
5. Varias fuerzas interiores que actúan sim ultáneam ente, por
ejemplo, un momento flector y otro torsor. Tendremos aquí una
deformación compuesta (o resistencia compuesta) que analizaremos
al final del texto.
Si el número de esfuerzos desconocidos es igual al de las ecuaciones
de equilibrio, entonces, se dirá que el problema es estáticam ente
determinado (isostático) y si el número de esfuerzos desconocidos es

20
superior al de las ecuaciones de equilibrio, que el problema es está­
www.elsolucionario.net
ticamente indeterm inado (hiperestático).
En el caso de problemas hiperestáticos, sim ultáneam ente a las
ecuaciones de equilibrio, se requiere el planteam iento de ecuaciones
complementarias que se obtienen analizando las deformaciones de un
sistema (véase § 21).

§ 7. Tensiones
Anteriormente indicábamos, y conviene repetirlo, que en la sec­
ción transversal de la barra actúan fuerzas distribuidas y no las con­
centradas N , Q, M ton etc. La intensidad de aquéllas puede variar
de punto a punto de la sección y tener diferente dirección.
¿Cómo se mide la intensidad de las fuerzas interiores en un punto
dado de una sección dada, por ejemplo, en el punto A (fig. 1.10)?

Elijam os un área pequeña AF alrededor del punto A . Sea AR

www.elsolucionario.net
la resultante de las fuerzas interiores que actúan sobre este área.
Entonces, la m agnitud media de las fuerzas interiores, correspon­
diente a la unidad de superficie del área AF en cuestión, es

Pin 1• 1)
La m agnitud p m se denomina tensión media y caracteriza la inten­
sidad media de las fuerzas interiores. Disminuyendo las dimensiones
del área y pasando al lím ite obtenemos:
p = lím ^-. ( 1.2)
A F -0
La m agnitud p se denomina tensión real o, simplemente, tensión
en el punto dado de la sección. Simplificando la cuestión se puede
decir que se denomina tensión la fuerza interior correspondiente a la unidad
de superficie en dicho punto de una sección dada.
De las fórmulas (1.1) y (1.2) se deduce que la tensión se mide
[fuerza[
en [área]
En el sistema MKS la tensión se mide en kgflm 2. En la práctica
se emplean generalm ente las unidades kgf/cm2 ó kgflm m 2 que no
están previstas en el correspondiente sistema.
En el sistem a SI la tensión se mide en N /m 2 = m kgm2 — =
= n r 1kgseg~2.
21
www.elsolucionario.net
Puesto que en este sistema las tensiones reales se representan
por números muy grandes se deben emplear m últiplos de estas uni­
dades, por ejemplo, meBa,^ ton Q a b re v ia d a m e n te -^ = 106 N lm 2.
Puesto que la medición del área en metros cuadrados no está de acuer­
do con la esencia de la tensión, muchos autores proponen emplear
para medir las tensiones la unidad N /m m 2, que no está prevista por
los sistemas de unidades.
La tensión completa p se puede sustituir por dos componentes
(fig. 1.11, a).

FIG . 1.11

www.elsolucionario.net
1. La normal al plano de la sección. Esta componente se anota
por o y se denomina tensión normal.
2. La situada en el plano de la sección. Esta componente se denota
por x y se denomina tensión tangencial.
La orientación de la tensión tangencial en el plano de la sección
depende de la carga exterior y puede ser arbitraria. Para mayor como­
didad, x se sustituye a su vez por sus componentes dirigidas según
los ejes de coordenadas (fig. 1.11, b).
Las notaciones comunes de las tensiones están indicadas en la
fig. 1.11, b. La tensión normal va provista de un subíndice que señala
el eje de coordenadas paralelo a ella. La tensión normal de tracción
se considera positiva y la de compresión, negativa.
La notación de las tensiones tangenciales tiene dos subíndices.
El primero señala el eje paralelo a la norm al al plano en que actúa
la tensión dada y el segundo, el eje paralelo a la propia tensión.
La descomposición de la tensión com pleta en norm al y tangen­
cial tiene un sentido físico bien definido. La tensión normal surge
cuando las partículas del m aterial tienden a separarse o, al revés,
a acercarse. Las tensiones tangenciales están ligadas al deslizam iento
de las partículas del m aterial, en el plano de la sección en cuestión.
Si alrededor de un punto se escoge un elemento de forma cúbica
infinitam ente pequeño, entonces en sus caras actuarán en el caso
general las tensiones indicadas en la fig. 1.12.
22
www.elsolucionario.net
E l conjunto de tensiones que actúan en todos los planos elementales,
que se pueden trazar a través de un punto del sólido, forman el estado
tensional de este punto.
S i en las caras del cubo actúan solamente tensiones normales, éstas
se denominan tensiones principales y los planos sobre los que ellas actúan,
planos principales.
En la Teoría de la Elasticidad se demuestra, que en cada punto
del sólido solicitado, existen tres planos principales, ortogonales
entre sí.
Las tensiones principales se designan por alt a 2 y o 3, teniendo en
cuenta que la m áxima de ellas (considerando el signo) se designa
por a, y la mínima (considerando el signo tam bién), por 0 3.

www.elsolucionario.net
Los diversos tipos de estados tensionales se clasifican según el
número de tensiones principales que surgen.
Si las tres tensiones principales son diferentes de cero, el estado
tensional se denomina triaxial o de volumen (fig. 1.13).
Si una de las tensiones principales es igual a cero, el estado ten­
sional se denomina biaxial o plano
Si son nulas dos tensiones principales, entonces el estado tensional
se denominará monoaxial o lineal.
La resistencia de la':pjeza se puede apreciar si se conoce el estado
tensional de todos sus puntos.
En los casos más simples la apreciación de la resistencia de los
elementos de las estructuras se realiza por el valor máximo de la ten­
sión normal o por el de la tensión tangencial máxima (cálculo por
cizallam iento), resultando que la condición de resistencia será,
^máxSS; (1-3)
ó
't:m á x ^ [ T]i (1-4)
siendo [a] y [ t ] los valores admisibles de las tensiones normal y ta n ­
gencial respectivamente, ,que dependen del m aterial y de las con­
diciones de trabajo de! elemento que se calcula.
23
Las m agnitudes de [a] y [x] se escogen de manera que se garantice
www.elsolucionario.net
la explotación normal de la estructura (véase el § 12).
En casos más complicados, la valoración de la resistencia se realiza
por la tensión reducida o equivalente, de acuerdo con una de las
hipótesis de resistencia (véase el capítulo V III).
En adelante se señalará que, en algunos casos, es más correcto
plantear la condición de resistencia de la pieza m ediante las cargas
y no las tensiones, puesto que cuando las tensiones alcanzan su valor
lím ite en el punto más peligroso, no siempre significa esto la rotura
de la pieza.
Ejemplo 1.1. Calcular los esfuerzos en las barras A B y BC del
sistema representado en la fig. 1.14.
Resolución. Calculamos los esfuerzos en las barras A B y BC por .
el método de las secciones. Para ello, trazamos la sección a-a por

www.elsolucionario.net
las barras, sin tener en cuenta la parte izquierda del sistema, y anali­
zamos el equilibrio de la parte derecha.
Prim eram ente, suponemos que los esfuerzos en ambas barras
sean de tracción (los esfuerzos de tracción están dirigidos hacia afuera
del nudo) y los designamos por N i y N 2. Escribimos las ecuaciones
de equilibrio de la parte separada del sistema
h Y = 0; — P — N., sen a = 0. De aquí obtenemos N 2 = — s~-n - •
El signo negativo indica que el esfuerzo N 2 es de compresión
y no de tracción, como se supuso.
La segunda ecuación de equilibrio es:
H X = 0; —Ni ■ — N 2 eos a — 0.
p
Sustituyendo aquí N 2 = — - , obtendremos N y — P ctg a.
Ejemplo 1.2. Determ inar los esfuerzos en las barras A B y CD
del sistema representado en la fig. 1.15.
Resolución. Veamos el equilibrio de la parte de la estructura
situada debajo de la sección. Igualando a cero la suma de las proyec­
ciones sobre el eje horizontal, se demuestra que el esfuerzo en la liga­
dura horizontal que sirve de apoyo móvil (en el punto A) es igual
a cero.
24
Igualando a cero lawww.elsolucionario.net
suma de los momentos de todas las fuerzas,
que actúan sobre la parte separada, respecto al punto A , hallam os
= 0; — 3 - 2 - ¡ ~ N Cd - 3 + 6 = 0. De aquí resulta N Cd = 0 .

f ig . 1.15

Puesto que la suma de las proyecciones de las mismas fuerzas


sobre el eje vertical es nula, obtenemos: 2 F = 0; NAB — 3 = 0;
de donde N AB = 3 t.
El signo positivo del esfuerzo NAB indica que su dirección coin­
cide con la que está representada en la figura, es decir, el esfuerzo-
es de tracción.
Si se emplea el Sistema Internacional de Medidas (SI) tendría­
mos las variaciones siguientes. La carga de 3t, en newtones (N) sería
igual a 3-104 N y el momento sería M « 6 - 1 0 4 N -m , en lugar de
M « 6 tm. El esfuerzo NAB resultaría (de las mismas ecuaciones de­
www.elsolucionario.net
equilibrio) igual a N ab « 3 - 1 0 4 N.
CAPITULO II
www.elsolucionario.net

TRACCION Y COM PRESION

§ 8. Cálculo de las fuerzas inferiores


Veamos el caso de tracción o compresión axial (central), en el
que las fuerzas exteriores actúan a lo largo del eje de la barra (fig. 2.1).
Para obtener las fuerzas interiores (fuerzas axiales), recurrimos al
método de las secciones.
Tracemos una sección, la sección a-a por ejemplo, y analicemos
•el equilibrio de la parte separada inferior. Sustituyam os la acción

www.elsolucionario.net
a ----- 5a
\8t 8t

5t

5t '5t
FIG . 2.1

de la parte superior sobre la inferior por una fuerza axial que in i­


cialm ente dirigimos hacia afuera de la sección; es decir, suponemos
que esta fuerza es de tracción. Planteemos "ahora la ecuación de equi­
librio. Para ello, proyectarnos todas"Tas fuerzas que actúan sobre la
parte inferior, sobre el eje paralelo al de la barra, e igualamos a cero
la suma de las proyecciones. Así, obtenemos: N y + 8 — 5 = 0,
<es decir, N 1 = —3t.

26
www.elsolucionario.net
El signo «menos» indica que la dirección de la fuerza N 1 debe cam ­
biarse por su opuesta; es decir, en este caso la fuerza axial será de
compresión y no de tracción como habíamos supuesto. De manera
semejante, se calcula la fuerza axial en la sección b-b: iV3 = 51 (trac­
ción). En adelante, consideraremos que la fuerza axial correspondiente
a la tracción es positiva.
La ley de variación de las fuerzas axiales a lo largo de la barra
se ilustra, de una manera muy clara, m ediante su gráfico (diagrama
de las fuerzas axiales). El eje de las abcisas de éste se orienta parale­
lamente al de la barra y el de las ordenadas, en dirección perpendicu­
lar. Los valores de las fuerzas axiales en las secciones transversales
de la barra se trazan (teniendo en cuenta el signo) a una escala deter­
m inada, sobre el eje de las ordenadas. El diagrama de N , correspon­
diente al caso analizado anteriorm ente, está representado en la figu­
ra 2.1.

§ 9. Cálculo de las tensiones


Si trazamos sobre la superficie de una barra prism ática una red
de líneas rectas, unas paralelas y otras perpendiculares al eje de la
barra (fig. 2.2, a) y si sometemos la barra a una fuerza de tracción,
observarem os que, después de la deformación, las rectas de la red
permanecen ortogonales entre sí en toda la superficie, excepto una

www.elsolucionario.net
k
<*>

,'V\ O AD
a ■ *. • a

<
>• ./>>
v-‘ / \ \>\
\ O *9
•A f vW •
vf¡ .* 2 f ■ 3ib¡i<}teco > :
í O \ Ingeniería ¡^ ¡
irZ

°) I b) ,
’p ‘P ®í'«V
* b a ^ ’.
FIG . 2.2

pequeña zona, próxima al punto de aplicación de la fuerza, y de la


que por ahora prescindiremos*, m ientras que las distancias entre las
rectas varían (fig. 2.2, b). Todas las rectas horizontales, la recta cd,
por ejemplo, se desplazan hacia abajo, permaneciendo, sin embargo,
rectas y horizontales. Es de suponer tam bién que en el interior de
la barra tiene lugar el mismo fenómeno, es decir, que las secciones
transversales de la barra, que eran planas y perpendiculares a su eje

E n la fig u ra 2.2 esta zona no e stá re p re se n ta d a .

27
antes de la deformación, permanecen planas y normales a éste después
www.elsolucionario.net
de ocurrir la deformación. Esta hipótesis, que tiene gran im portancia,
se conoce como hipótetis de las secciones planas o hipótesis de Ber-
noulli.
Los ensayos confirman las fórmulas que se basan en esta hipó­
tesis.
Lo expuesto sobre las deformaciones, nos perm ite suponer que
en las secciones transversales de la barra actúan solamente tensiones
normales, distribuidas uniformemente.
De la ecuación de equilibrio de la parte de la barra representada
en la fig. 2.2, c obtenemos: 2 Z — 0; — oF + P = 0, es decir,

En el caso general, cuando sobre la parte separada actúan varias


fuerzas, en el numerador de la fórmula (2.1) figurará la suma alge­
braica de las proyecciones de estas fuerzas sobre el eje de la barra.
Esta suma es igual a la fuerza axial N, es decir,
N
° = Jr - [2.2]*
Estas fórmulas son tam bién válidas en el caso de compresión,
salvo que las tensiones de compresión se consideran negativas.
En este caso se calcula no solamente la resistencia de la barra
comprimida, sino tam bién, su estabilidad (véase cap. X).
www.elsolucionario.net
§ 10. Cálculo de las deformaciones y de los desplazamientos
Los ensayos demuestran que al esitrar una barra, su longitud
aum enta, m ientras que las dimensiones transversales dism inuyen
(fig. 2.2, b). Cuando se trata de compresión, el fenómeno se invierte.
Para muchos m ateriales se establece experim entalm ente que* •,
cuando las cargas se encuentran entre ciertos lím ites, entre la defor­
mación unitaria lineal e y la tensión a existe la correlación siguiente:

e= X - [2>3]
que se denomina ley de Hooke. Su enunciado es: las deformaciones
unitarias lineales son proporcionales a las tensiones normales.
En la fórmula (2.3), E es un coeficiente cuyo valor depende de
las propiedades del m aterial y se denomina módulo de elasticidad
longitudinal o módulo de elasticidad de prim er género. Este coefi­
ciente caracteriza la rigidez del m aterial, es decir, su capacidad de
resistir las deformaciones.
Puesto que e es una m agnitud adim ensional, de la fórmula [2.3]
se deduce que E se mide en las mismas unidades que a, o sea, en
kgf/cm2.
* La fó rm u la [2.2] y las m ás im p o rta n te s de las po sterio res se a n o ta n co
corchetes.

28
Tabla 2.1
www.elsolucionario.net
MODULO DE ELASTICIDAD LONGITUDINAL

M aterial E, kgf/cm2

Acero 2-10« — 2,2-106


Cobre MO6
Madera 1-105
A lum inio 0,675-106
H ierro fundido 0 ,7 5 -1 0 6 — 1,6-106
P lástico de fibra de vidrio 0,18-106 — 0,40-106

En la tabla 2.1 se dan los valores medios de E para algunos m ate­


riales. En diversos manuales se puede encontrar el módulo de elas­
ticidad longitudinal de otros m ateriales que puedan interesar.
Teniendo en cuenta que para una barra de sección constante e =
= ~ y 0 = y , de la fórmula [2.3] se obtiene la fórmula que deter­
mina el alargam iento (acortamiento) absoluto de la barra,
Al ' = ^ L . [2.4]

Experim entalm ente se establece que entre las deformaciones u n i­


www.elsolucionario.net
tarias longitudinal e y transversal e' existe la correlación siguiente:
e' = —¡1 8 . (2.5)
En esta fórmula fx es el coeficiente de deformación transversal
(coeficiente de Poisson), que caracteriza la capacidad del m aterial
de adm itir deformaciones transversales. En la fórmula (2.5) el a la r­
gamiento se considera positivo y el acortam iento, negativo. El valor
de ¡xpara todos losm ateriales oscila entre 0^ fx ^ 0,5 ypara la
mayoría de losm ateriales varía entre 0,25 y 0,35 (tabla 2.2).

Tabla 2.2

M aterial n M aterial

Acero 0 ,2 5 -0 ,3 3 Plom o 0 ,4 5
Cobre 0 ,3 1 -0 ,3 4 Latón 0 ,3 2 -0 ,4 2
Bronce 0 ,3 2 -0 ,3 5 A lum inio 0 ,3 2 -0 ,3 6
H ierro fundido 0 ,2 3 -0 ,2 7 Z inc 0,21
V idrio 0 ,2 5 P iedra 0 ,1 6 -0 ,3 4
Hormigón 0 ,0 8 -0 ,1 8 Caucho 0 ,4 7
Corcho 0,00 Madera contracha- 0 ,0 7
C eluloide 0 ,3 9 pada

29
En el caso de deformaciones elásticas, se puede considerar que el
www.elsolucionario.net
coeficiente de Poisson de! acero es ¡x « 0,3. Conociendo el valor de
e', por la fórmula
Ab
e h > (2 .6)
se calcula la deformación transversal absoluta Ab. En esta fórmula b
es la dimensión transversal original de la barra.
Cuando las barras son de sección variable, (si el ángulo de conici­
dad a < 12°) (fig. 2.3), se puede adm itir que las tensiones en las

secciones transversales se distribuyen uniformemente, es decir, se


pueden calcular por la misma fórmula (2.2) que se obtuvo para el
caso de barras de sección constante.
Para obtener las deformaciones de una barra de sección variable,
www.elsolucionario.net
en cuyas secciones transversales aparece una fuerza axial N , calcu­
lamos prim eram ente el alargam iento A (dz) del elemento dz, que es la
diferencial del alargam iento absoluto Al. Por la ley de Hooke hallamos

A(dz) = d( A/ ) = ^ - . (2.7)

Integrando la expresión (2.7) entre z = 0 y z = /, se obtiene el


alargam iento absoluto de la barra, es decir,
i
N dz
Al (2 .8)
=í EF

Si N y E son m agnitudes constantes, entonces

jy_ f dz
A/ = (2.9)
' E J F •

Para poder aplicar esta fórmula, es necesario conocer cómo varía


F en función de z.
Cuando se trata de barras escalonadas (fig. 2.4), la integración
se sustituye por una suma y entonces el incremento absoluto de la
longitud de la barra se obtiene como la suma algebraica de las defor­
maciones de sus partes, en los lím ites de las cuales E , N y F son mag-

3o
nitudes constantes,
www.elsolucionario.net
AVj
A 1 = 2 A/, = 2 (2 .10>
i= 1
Por ejemplo, en el caso de la barra representada en la figura 2.4
tendremos,
Aí = A/, + A4 = - g L + - ^ - ,
donde N x — N 2 = P.
Calculemos ahora el alargam iento de una barra de sección cons­
tante, sometida a la acción de su propio peso, que equivale a una
carga distribuida uniformemente a lo largo de la barra (fig. 2.5, a).
Z////////Á'////////< ■

www.elsolucionario.net
FIG . 2.4 FIG . 2.5

El peso específico del m aterial de la barra lo designaremos por y..


Veamos la deformación del elemento dz, que se encuentra a una dis­
tancia z del extremo inferior. Este elemento está estirado por
la fuerza yFz, igual al peso de la parte de la barra situada por debajo
de la sección m — n. El alargam iento de este elemento es,

A (dz) = d (Al) = (2.11)

El alargam iento de la barra se halla integrando esta expresión entre


2 = 0 y z = Z, es decir,

A /= j - | - z d z = - g - . (2.12)
o
Esta expresión se puede escribir de otra forma, si tenemos en
cuenta que el peso propio de la barra G = yFl, o sea,

31
De la fórmula (2.12), obtenemos,
www.elsolucionario.net
Gl
A/ = (2.13)
2EF

Así, pues, el alargamiento originado por el peso propio de una barra


de sección constante es dos veces menor que el alargamiento debido a una
fuerza de magnitud igual al peso de la barra y aplicada al extremo de ésta.
Ay /////////A N diagrama 6 diagrama______S diagrama

6b-0,075cm

www.elsolucionario.net

FIG . 2.6

El desplazamiento 8Z de la sección m — n es igual al alargam iento


del tramo de la barra de longitud l — z. Por la fórmula (2.12) se
obtiene,
i
Sz = j - 2 - z dz = ¿ - ( / * - * ) .
Z

En la figura 2.5, b está representado el diagrama de los desplaza­


mientos.
Ejemplo 2.1. Calcular la fuerza axial N y las tensiones cr en las
secciones transversales de la barra de acero de la figura 2.6. Deter­
m inar tam bién los desplazamientos verticales 8 de las secciones
transversales de la barra. Representar gráficam ente los resultados
obtenidos, construyendo los diagramas de N , o y 8.
www.elsolucionario.net
Resolución. Para obtener N , seccionamos im aginaria!11®11 ® Ja
barra por / - / y 11-11. De la ecuación de equilibrio de la p 0 .,e . J 3
barra por debajo de I-I, obtenemos: N x = P 1 = It (trace1011);
la condición de equilibrio de la parte inferior a I I - I I se obtiene.
—N u + P 2 — Pi = 0, es decir, —jVn + 4 — 1 = 0 , o se01 ^ ll ~
= 31 (compresión).
Construimos, a una escala adecuada, el diagrama de l£s b erzas
axiales, considerando que la fuerza axial de tracción N i e$ Posltlva
y la de compresión, N u es negativa.
En las secciones transversales del tramo inferior de la t,arra las
tensiones son:
trt = = 1000 kgf/cm 2 (tracción)

y en las del tram o superior,

ffj-j = — ----- _ — 1 500 kgf/cm2 (compresióí1) -

Construimos ahora a la escala correspondiente el dia^rama


las tensiones.
Para construir el diagrama de 8, hallamos los despla#am l® <?s
de las secciones características B-B y C-C (el desplazarme!1 0 e
sección A -A es igual a cero).
Puesto que el tram o superior de la barra está com prí011^0’ ía
sección B-B se deplazará hacia arriba, es decir.

www.elsolucionario.net
8b = — ‘g^foe1;?0 = — 0,075 cm (hacia arriba).
El desplazamiento de la sección hacia abajo será considerado
positivo y el desplazamiento hacia arriba, negativo.
El desplazamiento de la sección C-C se obtiene como *a surria
algebraica del desplazamiento de la sección B-B (SB) y e' alarga­
miento del tram o de la barra, de longitud llt es decir:

6c = 5B + ALl = — 0,075 + - § £ - =

= — 0 ,0 7 5 + - y ^ j|y - = = 0,025 cm (hacia abajo).

Trazando los valores de 8C y 8 B obtenidos a cierta escala y um€jn'


do los puntos obtenidos con líneas rectas, puesto que \Os despla­
zamientos son funciones lineales de las abcisas de las secci<?n ®s J.a
barra, se obtiene el gráfico (diagrama) de los desplazam i^nio s- e
este gráfico se desprende que cierta sección D-D no se despiaza-
secciones que se encuentran sobre ésta, se desplazan h a arnt )a
y las que se encuentran por debajo, hacia abajo. , .
Ejemplo 2.2. Calcular el alargam iento de una barra cónica de
sección circular, si su diám etro menor es dx y el mayor, ^ 2 (vease
fig. 2.3).
33
3—01228
Resolución. El diám etro de la sección situada a una distancia z
www.elsolucionario.net
del extremo izquierdo es igual a

dz = d l +

y por tanto, el área de esta sección a la distancia z será:

El alargam iento de la barra se obtiene por la fórmula (2.9), es


decir,
i
. . 4N f dz 4NI
~ nE J , d2— di n E d id z
o ^ 1 + — 7— z j

Cuando dt = d 2 — d se obtiene el alargam iento de una barra de sec­


ción (circular) constante.

§ 11. Estudio experimental de las propiedades de los materiales

A. Própositos y tipos
de ensayos

www.elsolucionario.net
Para el estudio de las propiedades de los m ateriales y para obtener
las tensiones admisibles (para la destrucción o las deformaciones
plásticas), se ensayan probetas de estos m ateriales, hasta ser destrui­
das. Estos ensayos se realizan con diversos tipos de cargas, como son:
estáticas, de impacto y cíclicas (ensayos de fatiga). Según el tipo
de deformación de la probeta, se distinguen los ensayos a tracción,
compresión, torsión y flexión. Menos frecuentes son los ensayos de
probetas sometidas a resistencia compuesta, como, por ejemplo, la
combinación de tracción y torsión.
Puesto que los resultados de los ensayos dependen de la forma
de la probeta, de la velocidad con que se desarrollan las deformacio­
nes, de la tem peratura a que se lleva a cabo el ensayo, etc., los ensayos
se realizan en condiciones previstas por standart estatal.
Estos ensayos se llevan a cabo en máquinas especiales, de diversa
construcción y potencia.
Las deformaciones se miden con dispositivos especiales, muy
sensibles, que se llam an extensómetros.
Una exposición detallada de las máquinas y dispositivos que
se emplean en los ensayos, se puede encontrar en manuales especiales.
Para los ensayos estáticos se toman, como mínimo, dos probetas
idénticas y para los ensayos dinámicos, tres. Para realizar los ensayos
a fatiga se necesitan, como mínimo, de 6 a 8 probetas idénticas. En el
caso de m ateriales menos homogéneos, para obtener resultados satis­
factorios, se debe aumentar, en lo posible, el número de ensayos.

34
II. D iagram as de tracción
y compresión www.elsolucionario.net
Los ensayos más difundidos corresponden al caso de tracción
y compresión estáticos, puesto que son los más fáciles de realizar y,
iil mismo tiempo, en muchos casos, perm iten juzgar, con suficiente
pxíictitud, sobre el comportam iento del m aterial cuando está some­
tido a otro tipo de deformaciones.
En la figura 2.7, están representadas las probetas que se emplean
en la URSS, para los ensayos de tracción. Las probetas principales
son cilindricas, de 20 mm de diámetro, y tienen una longitud inicial

-1f - — y l-
+ lo ------
L n > l
z

www.elsolucionario.net FIG. 2.7

efectiva de /„ = 10 d 0 (las probetas largas) y l 0 = 5 d 0 (las cortas).


La longitud inicial efectiva l 0 es igual a la distancia entre los trazos
en la parte cilindrica de la probeta.
Los ensayos a tracción se realizan para obtener las características
mecánicas del m aterial. D urante el ensayo se traza autom áticam ente
el diagrama de la relación que existe entre la fuerza P, que estira
la probeta, y el alargam iento (Al) de ésta.
Para que los resultados de los ensayos que se realizan con probetas
del mismo m aterial, pero de distintas dimensiones, sean comparables,
el diagrama de tracción se lleva a otro sistema de coordenadas. En
el eje de las ordenadas se coloca el valor de la tensión normal que
p
surge en la sección transversal de la probeta, o = ■=-, donde F 0 es el
o
área inicial de la sección de la probeta, y sobre el eje de las abcisas»
los alargamientos unitarios, e = , donde l0 es la longitud inicial
de la probeta.
Este diagrama se denomina diagram a convencional de tracción
(o diagrama de las tensiones convencionales), puesto que las tensio­
nes y los alargam ientos unitarios se calculan, respectivamente, refe­
rente al área inicial de la sección y a la longitud inicial de la probeta.

3* 35
En la figura 2.8www.elsolucionario.net
está representado, en el sistema de coordenadas
e, ct, el diagrama de tracción de una probeta de acero de bajo conte­
nido de carbono.
Como se puede observar, en el tram o OA del diagrama las defor­
maciones crecen proporcionalmente a las tensiones, cuando éstas
son inferiores a cierta tensión, ap, llamada lím ite de proporciona­
lidad.
Así, pues, hasta el lím ite de proporcionalidad es válida la ley
de Hooke. En el caso del acero CT-3, el lím ite de proporcionalidad
es op « 2 0 0 0 kgf/cm2 (se le suele designar tam bién por a lp).

www.elsolucionario.net F IG . 2.8

Al aum entar la carga, el diagrama resulta ya curvilíneo.


Sin embargo, si las tensiones no son superiores a cierto valor,
a e, denominado lím ite de elasticidad, el m aterial conserva sus pro­
piedades elásticas, es decir, que al descargar la probeta, ésta recu­
pera su dimensión y su forma iniciales.
El lím ite de elasticidad o elástico del acero Ct -3 es cre «í.
« 2 100 kgf/cm2. En la práctica no se hace distinción entre ap y o e;
puesto que los valores de lím ite de proporcionalidad y del lím ite
de elasticidad se diferencian muy poco.
Al seguir aum entando la carga, llega un momento (punto C),
cuando las deformaciones comienzan a aum entar sin un correspon­
diente crecimiento sensible de la carga.
E l tramo horizontal CD del diagrama se denomina e s c a ló n d e
flu e n c ia .
f La tensión que se desarrolla en este caso, es decir, cuando las defor­
maciones crecen sin aumento de la carga, se denomina l ím it e d e
f l u e n c i a y se designa por of *.
El lím ite de fluencia del acero Ct -3 es of 2 400 kgf/cm2.

* A veces, a esta c a ra c te rístic a se la d en o m in a lím ite físico de flu en cia


a d iferen cia del lím ite c o n v en cio n al de flu en cia, del que h ab larem o s m ás ad e ­
lan te.
En el caso de ciertos m ateriales, el diagrama de tracción no tiene
tm escalón de fluencia www.elsolucionario.net
bien acentuado. Para estos m ateriales se intro­
duce el llamado, l í m i t e c o n v e n c io n a l d e f l u e n c i a .
Se denomina límite convencional de fluencia, la tensión correspon­
diente a una deformación residual del 0,2% . Este lím ite se denota
por cr0>2-
EI duralum inio, el bronce, los aceros aleados y de alto carbono»
son ejemplos de m ateriales, para los cuales se determina el lím ite
convencional de fluencia (en el caso del acero 37XH3A, por ejemplo*
(T()l2 = 10 000 kgf/cm2).
Como demuestran ciertas investigaciones, la fluencia del acero
va acompañada de significantes deslizamientos relativos entre lo%*

\X X X X /W l " -------"
xSoo<><\ ^
aI $
FIG . 2.9
r “o
cristales. Como resultado de estos deslizamientos, en la superficie
de la probeta aparecen las, llamadas, líneas de Chernov — Lüders,
que forman con el eje de la probeta un ángulo de alrededor de 45°
(fig. 2.9, a).
Después de que la probeta recibe cierto alargam iento bajo una

www.elsolucionario.net
carga constante, es decir, después de pasar el estado de fluencia, el
material de nuevo adquiere la capacidad de oponerse al alargam iento
(el m aterial se endurece) y el diagrama, una vez rebasado el punto D ,
asciende, aunque con menos intensidad que antes (fig. 2.8).
El punto E del diagrama corresponde a la tensión convencional
máxima que se denomina lím ite de resistencia o resistencia tem ­
poral. En el caso del acero Ct-3, el lím ite de resistencia es crr — 4 000 -f-
-r- 5 000 kgf/cm2 (se emplea tam bién la notacion a¿r). En los aceros
de alta resistencia, el lím ite de resistencia llega a ser 17 000 kgf/cm2
(acero tipo 40XHMA (JNMA) y otros). El lím ite de resistencia a la
tracción se designa por a rt y el de resistencia a la compresión, por o rc.
Cuando la tensión se iguala al lím ite de resistencia, en la probeta
se observa una reducción brusca y local de la sección, en forma de
cuello (fig. 2.9, b). El área de la sección disminuye súbitam ente en
el lugar del cuello y, como consecuencia, se reduce el esfuerzo y la
tensión convencional. La rotura de la probeta ocurre por la sección
menor del cuello.
Durante los ensayos a tracción, a parte de las características
mecánicas mencionadas, se determ inan tam bién el alargam iento
residual unitario 8, correspondiente al momento de rotura. Este
es una característica im portante de la plasticidad del m aterial, que
se obtiene por la fórmula,
8 = h -d lio o % , (2.14)
l0

37
donde l0 es la longitud de cálculo de la probeta (fig. 2.7); lx es la
www.elsolucionario.net
longitud de la probeta después de su rotura. Se mide al unir dos partes
de la probeta rota.
Para el acero Ct -3, 8 > -24% . En el caso de aceros de alta resisten­
cia, esta característica disminuye y llega a ser igual al 7-10%. La;
magnitud de 8 depende de la relación entre la longitud de la p ro -;
beta y sus dimensiones transversales. Por eso, en los manuales, sel
indica la probeta para la que se ha determinado 8. Por ejemplo, 8 5
indica que el alargam iento fue obtenido en una probeta de longitud
efectiva, cinco veces mayor que el diámetro.
El alargam iento así hallado es un alargam iento medio, puesto'
que las deformaciones no se distribuyen uniformemente a lo largo
de la probeta. El alargam iento mayor corresponde al lugar de rotura.]
Generalmente se le denomina alargam iento real de rotura.

www.elsolucionario.net
La segunda característica de la plasticidad del m aterial es la
reducción u n ita ria residual de la sección en el momento de la rotura:

f ° ~ f l -100°/o, (2.15)

donde F 0 es el área inicial de la sección transversal;


F1 es el área, después de la rotura, de la sección transversal
en el lugar más fino del cuello.
La m agnitud caracteriza la plasticidad del m aterial de una
manera más precisa que 8, puesto que depende menos que ésta de
la forma de la probeta. Para el acero Ct -3, la m agnitud i|) es del orden
del 50-60%.
Como se dijo anteriorm ente, los diagramas de tracción de muchas
marcas de acero, y de las aleaciones de m etales no ferrosos, no tienen
escalón de fluencia. La forma típica de los diagramas de tracción de
estos m ateriales está representada en la figura 2.10.
Para el estudio de las deformaciones plásticas grandes, es nece­
sario disponer del diagram a real de tracción, que establece la relación
que existe entre las deformaciones y tensiones efectivas, que se obtie­
nen dividiendo la fuerza de tracción por el área efectiva de la sección

38
www.elsolucionario.net
transversal de la probeta (teniendo en cuenta la reducción de la sec­
ción).
Puesto que el área efectiva de la sección transversal es menor
que el área inicial, el diagrama de las tensiones efectivas se encon­
trará por encima del diagrama de las tensiones convencionales, sobre
todo, después de formarse el cuello, cuando la sección transversal
de la probeta disminuye bruscamente (curva OCS de la figura 2.8).
El diagrama de las tensiones efectivas se construye generalmente
por métodos aproximados que se exponen en los textos completos
de Resistencia de Materiales*.
El diagrama de tracción (fig. 2.8) analizado es característico
para los m ateriales plásticos, es decir, para aquellos m ateriales que
adm iten grandes deformaciones residuales (6) sin destruirse.
Cuanto más plástico sea el m aterial, tanto mayor será 8. Son
muy plásticos el cobre, el alum inio, el latón, el acero de bajo conte­
nido de carbono y otros m ateriales. Menos plásticos son el duralu­
minio y el bronce.
La mayoría de los aceros de liga son m ateriales de poca p lasti­
cidad. Y
Fragilidad es el antónim o de plasticidad. Se entiende por fra­
gilidad, la propiedad del m aterial de destruirse al recibir deforma­
ciones residuales insignificantes. En estos m ateriales, el alargam iento
residual en el momento de la rotura, no es superior al 2-5%. A veces
es, incluso, inferior, llegando a ser décimas de un porciento. El hierro

www.elsolucionario.net
fundido, el acero instrum ental de alto contenido de carbono, la piedra,
el hormigón, el vidrio, los plásticos de fibra de vidrio, etc., son ejem­
plos de m ateriales frágiles, es decir, quebradizos. La clasificación
de los m ateriales en plásticos y frágiles es convencional, puesto que
los m ateriales frágiles pueden comportarse como plásticos y vice­
versa, según sean las condiciones en que se realizan los ensayos (velo­
cidad de la carga, tem peratura) y las características del estado ten­
sional.
Por ejemplo, una probeta de hierro fundido, sometida a compre­
sión en todas las direcciones, se comporta como un m aterial plástico,
es decir, no se destruye, incluso, al recibir deformaciones considera­
bles. Al mismo tiempo, una probeta de acero, con una ranura, se rompe
al recibir deformaciones relativam ente pequeñas.
Es más correcto, pues, hablar de estados plásticos y frágiles del
material.
Al traccionar probetas de m ateriales frágiles, se observan ciertas
peculiaridades.
En la figura 2.11 está representado el diagrama de tracción de
una probeta de hierro fundido. Se puede notar, que el diagrama de
tracción comienza muy tem prano a desviarse de la ley de Hooke.
La rotura de la probeta ocurre inesperadamente, sin que se forme el
cuello, para deformaciones pequeñas. Esto es característico para
todos los m ateriales frágiles.
* V . F eodosiev, R esisten cia de m a te ria le s, M ir, 1972
39
Del diagrama se obtienen las dos características siguientes: el
www.elsolucionario.net
lím ite de resistencia a la tracción a r y la deformación unitaria resi­
dual en el momento de la rotura. En los cálculos prácticos, se pres­
cinde, generalmente, de la desviación de la ley de Hooke que tiene
lugar en los m ateriales frágiles. Es decir, el diagrama curvilíneo
se sustituye por otro rectilíneo convencional (véase la línea punteada
en la fig. 2.11).
El lím ite de resistencia del hierro fundido y de otros m ateriales
frágiles depende considerablemente de las dimensiones de la probeta.
Este hecho se aprecia m ediante el coeficiente de escala,
®rd (2.16)
° rlo

donde, a rd es el lím ite de resistencia de una probeta de diámetro d;


crrl0 es el lím ite de resistencia de una probeta de diám etro
d = 10 mm.
En la figura 2.12 están representados los gráficos de s r, en fun­
ción del diám etro de la probeta, para los m ateriales siguientes:
ír
1,0 == -4 /

0,9
0,8
's
N\ Xs
0,7 \V-
0,6
\
0,5
v
www.elsolucionario.net OA
0,3
10 30
Z0 50
100
ZOO
500
a,w m
FIG . 2.12

1) acero de alto carbono y acero al manganeso, 2) acero de liga, 3) hie­


rro fundido modificado, 4) hierro fundido gris.
El aumento de las dimensiones absolutas de la probeta, especial­
mente de hierro fundido, influye sobre la m agnitud de s r, de una
manera considerable [véase curvas 3 y 4 (fig. 2.12)].
Señalemos que en los últim os años se han obtenido considerables
éxitos en la creación de m ateriales de alta resistencia.
El valor teórico del lím ite de resistencia, que se halla conside­
rando la acción recíproca entre los átomos del cristal, constituye,
aproxim adam ente, la décima parte de E , es decir, que en el caso
del acero es de 200 000 kgf/cm2, aproxim adam ente, o sea 10 veces
mayor que el lím ite de resistencia de las marcas de acero de alta
resistencia, existentes.
Existen dos caminos para aproxim arse a la resistencia teórica.
El primero consiste en la creación de m ateriales libres de defectos
interiores que tengan una red cristalina perfecta.
Actualm ente, en los laboratorios, ya se ha conseguido obtener
cristales en forma de filamentos de hierro y de otros metales, de
40

i
1-2 micrones de diám etro com pletam ente exentos de defectos inte­
www.elsolucionario.net
riores. El lím ite de resistencia de estos hilos de hierro alcanza
150 000 kgf/cm2.
El otro camino, por paradójico que parezca, es completamente
opuesto al anterior y consiste en la creación de metales con el núme­
ro mayor posible de perturbaciones de la estructura cristalina correcta.
Estas alteraciones de la m icroestructura (dislocaciones) se pueden
obtener combinando la deformación plástica del metal (endurecimien­
to por deformación en frío) con el tratam iento térmico, o mediante
una irradiación neutrónica. Así se desplazan los átomos del metal
de la red cristalina, creando o lugares vacíos o átomos sin su lugar,
átomos intersticiales. Estas alteraciones de la m icroestructura hacen
más resistentes el m etal, ya que dificultan los deslizamientos dentro
del cristal, de la misma forma que la rugosidad de las superficies
de dos cuerpos en contacto impide el deslizamiento de éstos.

C. Aumento del lím ite


convencional de fluencia por cargas repetidas
(endurecimiento por deform ación en frío)

Si, al cargar la probeta, no fue rebasado el lím ite elástico, al


descargarla, todas las deformaciones desaparecerán completam ente
y, al cargarla de nuevo, la probeta se comportará igual que cuando
se cargó por prim era vez.
Pero, si se rebasa el lím ite elástico y se llega, por ejemplo, a la
www.elsolucionario.net
tensión correspondiente al punto K del diagrama de la figura 2.8,
entonces la descarga ocurrirá según la recta K L , paralela a OA. La
componente elástica de la deformación (segmento LM ) desaparece,
mientras que la componente plástica (segmento OL) queda.
Si cargamos de nuevo el m aterial, el diagrama coincidirá con
la recta L K hasta el propio punto K * ■
El alargam iento residual correspondiente al momento de rotura,
que es igual al segmento L R , será menor que el que se observa cuando
el m aterial se ensaya por primera vez, y se lleva hasta la rotura.
Así, pues, al cargar de nuevo la probeta, que fue estirada ini­
cialmente hasta tensiones superiores al lím ite de fluencia, el lím ite
de proporcionalidad se eleva y se hace igual a la tensión que se alcan­
zó durante la solicitación anterior. Si entre la descarga y la nueva
solicitación pasa cierto tiempo, entonces el lím ite de proporcionali­
dad aum entará aún más.
Es necesario observar que el diagrama L K E N , que se obtiene al
cargar nuevamente la probeta, no tiene área de fluencia. Por eso,
para la probeta que fue descargada y cargada de nuevo, se establece
el lím ite convencional de fluencia (cr0>2) que es, claro está, superior
al lím ite de fluencia correspondiente a la primera solicitación. En

* L as líneas co rresp o n d ien tes a la carga y a la descarga no coin cid en e x a c ta ­


m ente, pero la d iferen cia es in sig n ifica n te , por lo que se puede p rescin d ir de ella.
este sentido se puede hablar de un aumento del lím ite de fluencia,
www.elsolucionario.net
al repetir de nuevo la carga.
Este fenómeno, que consiste en un aumento del lím ite de pro­
porcionalidad y en una disminución de la plasticidad del m aterial
por cargas repetidas, se denomina endurecim iento por deformación
en frío.
El endurecim iento por deformación en frío, en muchos casos,
es un fenómeno indeseable, puesto que el m aterial endurecido se
hace más frágil.
Sin embargo, en muchos otros casos, el endurecim iento por defor­
mación en frío es útil y se crea artificialm ente, como por ejemplo,
en el caso de piezas sometidas a cargas alternadas (véase el cap ítu ­
lo XII).

D. Influencia del tiempo sobre


la deform ación. Reactividad.
F luencia plástica. Relajación

Los ensayos demuestran que las deformaciones originadas por


la carga no aparecen instantáneam ente, sino que necesitan cierto
tiem po para desarrollarse. Si interrum pim os el proceso de carga,

www.elsolucionario.net

al alcanzar la tensión el valor correspondiente al punto 5 (fig. 2.13)


y mantenemos la probeta cargada durante cierto tiempo, entonces
la deformación seguirá creciendo (segmento S T ), rápidam ente al
principio y, lentam ente, después. D urante la descarga, la parte de
la deformación correspondiente al segmento GJ desaparece casi inm e­
diatam ente, m ientras que la otra parte, representada por el segmento
OG, necesita cierto tiempo para desaparecer*.
Este fenómeno, que consiste en la variación de l^d e fo rm a cio n e s
elásticas en función del tiempo, se denomina tiempo de efecto o reac­
tividad.
Cuanto más homogéneo es el m aterial, menor es su reactividad.
E n el caso de m ateriales refractarios, a tem peraturas normales, la

* E n la fig. 2,13 el segm ento S T está rep re se n ta d o , p a ra ilu s tra r m ejor


fenóm eno, a u n a escala m ay o r que el resto del d iag ram a.

42
reactividad es tan insignificante que se puede prescindir de ella.
www.elsolucionario.net
Lo contrario ocurre en los m ateriales de procedencia orgánica. En
éstos, el tiempo de efecto es tan grande, que no se puede prescindir
de él.
En muchos m ateriales, solicitados por cargas a altas tem peraturas,
se observa otro fenómeno que consiste en un aumento constante de
las deformaciones residuales que, en ciertas condiciones, term ina
con la destrucción del m aterial.
Por ejemplo, el tubo de acero que sirve de conductor del vapor
y que trabaja a ciertas presiones y tem peraturas, está sometido a un
continuo aumento de su diámetro.
La variación, en función del tiempo, de las deformaciones de
una pieza sometida a carga, se denomina fluencia plástica.
En los metales que tienen baja tem peratura de fusión (el cinc
y el plomo, por ejemplo), y en el hormigón, la fluencia plástica se
observa incluso a tem peraturas normales. En el acero una fluencia
apreciable aparece a tem peraturas superiores a 300° C.
La tensión, para la que la velocidad con que se desarrollan las
deformaciones plásticas, a una tem peratura determ inada y para
una carga constante, adquiere cierta m agnitud determ inada previa­
mente dada, por ejemplo 0,0001% por hora, se denomina límite de
fluencia plástica afp y constituye una característica mecánica muy
importante.
A la fluencia plástica está estrechamente relacionado otro fenó­
meno, que consiste en que las deformaciones elásticas del sólido,
www.elsolucionario.net
con el tiempo, se convierten en plásticas y, como resultado, varían
las tensiones, sin alterar la m agnitud total de la deformación. Este
fenómeno se denomina relajación. Como resultado de este fenómeno
las juntas pretensadas se debilitan con el tiempo, si trabajan a altas
tem peraturas.

E. In flu en cia de la tem p e ra tu ra

Como demuestran los ensayos, las propiedades del m aterial depen­


den considerablemente de la tem peratura.
En la figura 2.14 están representados algunos diagramas de trac­
ción de acero de poco carbono (0,15% C), correspondientes a ensayos
realizados a diversas tem peraturas. En las figuras 2.15 y 2.16 se
dan los gráficos de las constantes de elasticidad (E y ¡i) y las carac­
terísticas mecánicas (op, af y a r), así como ap y 6 en función de la tem ­
peratura, para un mismo tipo de acero.
De estos gráficos se desprende que la tem peratura influye consi­
derablemente sobre las propiedades del acero. H asta la tem peratura
de 300° C, el lím ite de resistencia a T aum enta (en 20-30%), mientras
que un ulterior aumento de la tem peratura disminuye bruscamente
este lím ite.
Los lím ites de fluencia y de proporcionalidad af y ap disminuyen
al crecer la tem peratura. A tem peratura de 400° C, el lím ite de fluen­
43
cia representa el 60-70% del correspondiente a una tem peratura
www.elsolucionario.net
habitual. Al aum entar la tem peratura, disminuye el área de fluencia
y, a una tem peratura de 400° C, desaparece completamente.

F iG . 2.14

Las propiedades plásticas del m aterial (deformación unitaria


residual en el momento de la rotura 8 y la disminución del área de

■’ mmz' J"' ’ mmZ Ó ]7 *; V{/o


nrnn -/?&- zn x

www.elsolucionario.net

10 -

0— I I L J 1 I I 11
0 200 m 600 800 100 300 500 700
100 300 500 700 ¿00 m 600 800

FIG . 2.15 FIG . 2.16

la sección transversal ib) dism inuyen cuando la tem peratura crece


hasta los 300° C y aum entan con el crecimiento posterior de iaxtem -
peratura (véase fig. 2.16).
Las propiedades mecánicas de los m ateriales dependen del tiempo
que duran los ensayos.
A ciertas tem peraturas (por ejemplo, superiores a 800° C en el
caso de aceros de bajo carbono), la probeta que se ensaya puede fallar,
incluso cuando la tensión es inferior al lím ite de proporcionalidad,
44
www.elsolucionario.net
obtenido a una tem peratura habitual, si esta tensión actúa un pro­
longado período de tiempo. Por eso, la resistencia de los metales
sometidos a altas tem peraturas no se caracteriza por el lím ite habi­
tual de resistencia, que se obtiene en ensayos de poca duración, sino
por el, así llamado, límite de resistencia prolongada (crri). Este lím ite
es igual a la tensión que, actuando a una tem peratura constante
durante cierto intervalo de tiempo, conduce a la destrucción de la
probeta.
Las piezas destinadas a trabajar a altas tem peraturas, se hacen
de aceros especiales termorresistentes y de aceros resistentes a la
oxidación a altas tem peraturas, que contienen elemento de liga
especiales.
Se entiende por termorresistencia del acero la capacidad de con­
servar alta resistencia a grandes tem peraturas y, en particular, su
alta resistencia a la fluencia plástica. Para aum entar la term orre­
sistencia del acero, éste se liga con wolfram, molibdeno y vanadio.
Se entiende por resistencia a la oxidación a altas temperaturas,
la capacidad del m aterial de oponerse a la destrucción química de
su superficie bajo la acción del aire o gas caliente (corrosión gaseosa).
Para aum entar la resistencia a la oxidación a altas tem peraturas,
el acero se liga con cromo, silicio y aluminio.
w.-
r

F. Algunas particularidades
de los ensayos a compresión

www.elsolucionario.net
Para los ensayos a compresión se escogen probetas cúbicas o cilin­
dricas de poca altura h ^ 3cL, puesto que en el caso de probetas más
altas puede ocurrir la flexión.
El empleo de probetas muy bajas tampoco es deseable, puesto
que las fuerzas que originan la fricción, que se desarrollan en los extre-

v s ///////////
/ \

\ _________/
777777777777Z
0 } 6)

FIG. 2.17

mos de la probeta, obstaculizan su libre ensanche y, como consecuen­


cia, la probeta adquiere la forma de un barril (fig. 2.17, a, b).

45
Los resultados dewww.elsolucionario.net
los ensayos a compresión dependen sensible­
mente del valor de las fuerzas de fricción. En este sentido, las pro­
betas cilindricas son más convenientes que las cúbicas.
La influencia de las fuerzas de fricción se puede elim inar par­
cialm ente, engrasando (con parafina, por ejemplo) los extremos de
la probeta.
En la figura 2.17, b se puede apreciar el carácter del fallo de una
probeta de piedra cúbica cuando no se engrasa, y en la figura 2.17, c,
cuando se engrasa.
Ultim am ente se comienzan a emplear probetas huecas de extremos
de superficie cónica (fig. 2.17, d).
Escogiendo debidam ente el ángulo del cono, se puede debilitar,
en gran medida, la influencia de las fuerzas de fricción. Esta impor-

www.elsolucionario.net FIG . 2.18

tante cuestión, que trata de la influencia de las fuerzas de fricción


sobre la resistencia de la probeta, requiere nuevas investigaciones»
tanto teóricas, como experimentales.
El diagrama de compresión de un m aterial frágil es análogo al
de tracción (véase la fig. 2.11). La rotura ocurre cuando las deforma­
ciones son insignificantes. El diagrama perm ite determ inar el lím ite
de resistencia o rc y la deformación unitaria residual correspondiente
a la rotura 6.
En el caso de m ateriales frágiles, el lím ite de resistencia a compre­
sión o rc es muy superior al de resistencia a tracción a rt.
En la figura 2.18, a, está representado el diagrama típico de
compresión de m ateriales plásticos (acero de bajo carbono). A l prin­
cipio el diagrama es análogo al de tracción. Después la curva sube
bruscamente, como consecuencia del aumento del área de la sección,
transversal y del endurecimiento del m aterial. La probeta no se
destruye, sino que simplemente se aplasta (2.18, b), y en estas con­
diciones se interrum pe el ensayo. De los ensayos se obtiene el lím ite
de fluencia a compresión que, en este caso, cuando se trata de m ate­
riales plásticos, coincide prácticam ente con el de tracción. Pero en
la compresión el escalón de fluencia es considerablemente m enor
que en la tracción.
46
G. Propiedades mecánicas
www.elsolucionario.net
de las masas plásticas (plásticos)

En los últim os años en las construcciones se emplean cada vez


con mayor am plitud nuevos m ateriales basados en los polímeros
naturales y sintéticos que se llam an masas plásticas o plásticos.
Los plásticos son resinas puras o el conjunto de resinas y toda
una serie de componentes, tales como el relleno, el plastificante,
el estabilizador, el colorante, etc.
Según el relleno que se emplea, los plásticos se dividen en plás­
ticos de composición y laminares. Los primeros, a su vez, se dividen
en plásticos en polvo, fibrosos y con relleno en forma de migajas.
En calidad de rellenos se emplean m ateriales orgánicos e inor­
gánicos. Estos rellenos sirven para modificar las propiedades del
material, para mejorar sus propiedades físico-mecánicas, las caracte­
rísticas del m aterial al frotamiento y otras propiedades, así como
para reducir el costo de los plásticos.
Son rellenos orgánicos la harina de la madera, la celulosa, el
papel y el tejido de algodón. El am ianto, el grafito, la fibra de vidrio,
el tejido de vidrio, la mica, el cuarzo y otros m ateriales se emplean
en calidad de rellenos inorgánicos.
Los rellenos en forma de lienzos (tejidos o no) perm iten obtener
plásticos laminares de gran resistencia.
Empleando como relleno el tejido de algodón, se obtiene la tex-
tolita; si se emplea el tejido de vidrio, se obtiene la textolita de v i­

www.elsolucionario.net
drio; con el papel, se obtiene la micarta, con el tejido de am ianto,
el plástico armado con amianto y con la madera en chapa, se obtienen
los plásticos laminados con madera y con la arena y grava, el plástico
reforzado con hormigón.
Un grupo especial de rellenos lo constituyen los m ateriales que
sirven de arm adura, a base de fibras de vidrio, de cordón de fibra
de vidrio, colchón relleno de lana de vidrio, que perm iten producir
piezas de resistencia no inferior a la del acero (tabl. 2.3).
Tabla 2.3

L ím ite de resis­ Módulo de elas­


R elleno a base de vidrio tencia ar , ticidad E,
kgf/cm 2 kgf/cm -

Colchón relleno de lana de vidrio 1 400-2 100 (8 0 -1 2 )-103


Colchón rellen o de lana de vidrio de estruc­ 5 000-6 000 (18-23)-104
tura róm bica
Tejido de vidrio 1 800-3 500 (1 4 -2 1 ).104
Fibras de vidrio p aralelas 7 800-10 500 (23-40)-104

Los plásticos de fibra de vidrio que se obtienen sobre la base de


pliamidas y policarbonatos se emplean en la producción de blindajes
impenetrables para las balas.
«O * \V •O m
Los plásticos dewww.elsolucionario.net
fibra de vidrio sirven para la producción de los
alabes directores de los compresores, de los motores de los aviones
y de los cohetes, lo que perm ite reducir el peso de estos apa­
ratos.
Los plásticos de fibra de vidrio resisten relativam ente bien las
cargas dinámicas y son capaces de extinguir las oscilaciones de los
Tabla 2.4

R esistencia especifica,
M ateria! kgf/mm2
gf/cm3

Acero C t . 3 5 ,7
Acero 30rCA 20,4
D uralum inio Ü16 17,5
CBAM 1 : 1 26
CBAM 10 : 1 48

elementos de las construcciones. Las propiedades de los plásticos


como m ateriales de construcción son las siguientes.
1. Tienen un peso específico pequeño (1,2-1,9 gf/cm3) lo que en
combinación con la alta resistencia perm ite obtener construcciones
muy livianas. Existen muchos plásticos que tienen una relación del

www.elsolucionario.net
lím ite de resistencia al peso específico (resistencia específica) muy
superior a la de los aceros (tabla 2.4).
En esta tabla constan los valores que se refieren al m aterial plástico
de fibra de vidrio anisótropo (CBAM) con proporciones diversas de las
fibras de vidrio longitudinales y transversales.
2. Los diagramas de las deformaciones de los plásticos son muy
diversos. En el caso de los plásticos de fibra de vidrio, con las fibras
de vidrio debidam ente orientadas, por ejemplo CBAM, son rectos
casi hasta el punto de rotura (fig. 2.19, a).
Sin embargo, los diagramas e-cr de la m ayoría de los plásticos
tienen la forma de una línea ligeramente encorvada, que en cierto
tram o a partir del origen de coordenadas, puede ser considerada como
una recta.
El alargam iento en la rotura de la mayoría de los plásticos que
se emplean en la construcción, no supera el 3-4% , valor bastante infe­
rior al de los aceros.
3. Las características mecánicas a tracción y compresión de los
plásticos generalmente son distintas.
4. Los plásticos resisten considerablemente peor que los m etaléíf
las cargas alternadas y de larga duración.
5. Los valores de las características elásticas y las de resistencia
de los plásticos se distinguen por su dispersión mayor en comparación
con los de los metales. Esto se explica por el envejecimiento de los
m ateriales, por la higroscopicidad, por la influencia de la tem pera­

48
tura, por la anisotropia de las propiedades, por la heterogeneidad
de la estructura y porwww.elsolucionario.net
la influencia de la tecnología de fabrica­
ción.
6. El efecto de «escala» en los plásticos es mucho más acentuado
que en los metales. El lím ite de resistencia de las piezas de plástico
disminuye considerablemente al
Gt , Kgf/mnjZ aum entar las dimensiones de la
sección transversal.
En la figura 2.20 están dados los
valores del coeficiente ea «escala»
para el caso de tracción de plásticos
de fibra de vidrio, en función del
área de la sección transversal de la
probeta.
7. Las propiedades de los plás­
ticos dependen considerablemente
de la tem peratura. En la figura 2.21
están representados los gráficos del
lím ite de resistencia en función de
la tem peratura.

www.elsolucionario.net

90 o í '

FIG . 2.19

Los principales grupos de plásticos pueden tra b a ja r'a tem peratu­


ras de —200° C a + 205° C. Con la aparición de las siliconas y los
plásticos fluorocarbúricos el lím ite superior de la tem peratura se
eleva a +500° C.
Los plásticos de fibra de vidrio sobre la base de resinas silicónicas
no pierden su resistencia a tem peratura de 250° C, y resisten tem pe­
ratura de 2750° C durante 2 minutos.
8. Los plásticos son muy propensos a la fluencia plástica y a la
relajación, incluso a tem peraturas normales.

o I 228 49
9. Los plásticoswww.elsolucionario.net
son poco rígidos. El módulo de elasticidad de
los plásticos más rígidos (plásticos de fibra de vidrio) es, aproxima­
damente, 10 veces menor que el del acero. Como consecuencia, las

m m 300 600
F,m m Z

FIG . 2.20

piezas de plástico sometidas a cargas reciben deformaciones y despla­


zamientos mucho mayores que las piezas de acero.
10. Hay muchos plásticos que son anisótropos, es decir, que tienen
propiedades diferentes en las distintas direcciones. Esta anisotropía

www.elsolucionario.net

IDO 200 300 tIC

FIG . 2.21

está bien manifestada en los plásticos laminares. En las figuras 2.19, b


y 2.19, c están representados el lím ite de resistencia y el módulo de
elasticidad en la tracción en función de la dirección del esfuerzo para
el caso del plástico CBAM 1 : 1 .
La anisotropía de las propiedades deberá tenerse en cuenta, debi­
damente, en los cálculos de la resistencia.
En la tabla 2.5, están dadas las propiedades mecánicas de los
principales grupos de plásticos. Es necesario indicar que todavía
queda por delante un gran trabajo de investigación sobre las pro­
piedades mecánicas de los plásticos.
*

www.elsolucionario.net
2. 5

LO o
o LO CO
<N CN CNJ CO CO CO
Tabla

O O o o o o o
CN L
O CN LO es LO ,,
CM CN CN
O o o
O O O o

(U-t-j
O
■o o ®l o o o
2 -E o LO LO
5 E p o CN CM
32ca0
r^-T"
*‘Oo.Ü ^o 11 LO 1 1
— '
CM o o
w
LO 0
0 00
T3

o o o o o
■g-gaj*.« o o .o o o o CO
CN LO o T
f o
o o
32o
3U «Í
¡ CO — 1 CO —< 0
0 T
í*
*0*2 oü 'tr. O o o o o o o
>0w W
03 RJ *¿*¡ o
00
o
T
T
LO
05
o
CN
o
o
o
LO
05
CN
S ü-fc es

0) <
t->
a¡ ^ CO
ceo E CO CN Tf O LO*
0) — CN —-. ’
—1 —i
T3 3. cty'-O
Cw_ O) T**
LO 00 05
s«rs<1) ^550 CO 05
>
—1 r~*

¿ LO
03 —< O LO LO co
jo £ — ’
~“4
5«=te "T
o
i
* CO
1
1
T
_L
.;i-gSb
.2; o w
J w<J
>

www.elsolucionario.net
<
UcO •
u *»«*
53 b g o
LO
O
O _ CN O co
CN
oT
•o g C E ’
-p 1
• CN T_p
• 5*2 C5* c¿ o c¿ r^ có Jl,
Et-*
®’O tU
u vD CN co 2
n T

_O
Ow
E

CO
O o
r Í2 °3 Ig |
7^ T3 tns
í Tj
^ ex gjB-.
X3 C co ■~«
03 Í5 C
L>
<D O
) CU
EE
co co % -*-*'O
C .2 E
de

O sB 0>TD ■o <u
o | 2
03 O 3 T3 O
tuO
«•O co
o ü <
wy’aoí —
a> •° « 1,3 8
£/) Ul
co a; a> ~
O)rr
co KJ <US
00
D £>• =
x¡ *n <u 03 03 2 cu ^
0 -0 a
o <
U
o
-Qco
a> cu £ 8I-h5X3'cO
< < <

o c

-•-*. q T3 G
co O
•Sí C
•tí^ca
‘■ca > *■03 CJ xi •a tío
E

4 * 51
H. H eterogeneidad de los m ateriales
www.elsolucionario.net
En el § 2 se introdujo la suposición de que el m aterial, dentro de
los lím ites de una pieza dada, es homogéneo e isótropo. Sin embargo,
las propiedades mecánicas y plásticas del m aterial de piezas dife­
rentes, obtenidas de un mismo m ateria!, pueden diferenciarse consi­
derablemente entre sí (dispersión).
En efecto, si fabricamos de un mismo acero varias probetas iguales,
las ensayamos a tracción y obtenemos el lím ite de fluencia, obser­
varemos que, como regla, los resultados no coinciden.
Por ejemplo, en la figura 2.22 está representada la curva de dis­
tribución del lím ite de fluencia del acero de bajo contenido de car-

Lím ite efe flu e n c ia , en k § //m m z


www.elsolucionario.net f i g . 2.22

bono Ct -3, que fue construida con los resultados de los ensayos de
6 000 probetas. La línea punteada representa el diagrama experi­
mental de distribución de frecuencias y la línea continua el diagrama
teórico (curva gaussiana), a la que tiende la curva experimental,
al aum entar el número de ensayos.
De esta curva se desprende que el valor más frecuente del lím ite
de fluencia de este acero es of = 30 kgf/mm2 (el 15% de todos
ios casos). El valor mínimo del límite se acerca a los 22 kgf/mm2 y el
máximo, a 38 kgf/mm2. El carácter de la curva indica que no está
descartada la posibilidad de que se obtengan (para un número mayor
de ensayos), por una parte, valores mayores y, por otra, valores meno­
res que el lím ite de fluencia.
C urvas análogas han sido construidas para otros m ateriales.
Para m ateriales menos homogéneos, por ejemplo, el hormigón, la
m adera, etc., estas curvas son más suaves, puesto que, en estos casos,
la dispersión de los valores de la m agnitud correspondiente es consi--
derablem ente mayor.
En la figura 2.23 están representados los diagramas de las fre­
cuencias del lím ite de resistencia de los aceros Ct -1 -t- Ct -5. De estos
diagram as se desprende que los aceros Ct -4 y Ct -5 son menos homo­
géneos que los demás.
Como se ve de la figura 2.23, los diagram as de las frecuencias para
www.elsolucionario.net
los aceros de d istin ta s m arcas pueden tener iguales características
m ecánicas y en tre ellas el lím ite de resistencia.
P or ejem plo, el lím ite de resistencia a r = 40 kgf/m m 2 puede
pertenecer a cu atro m arcas de acero C t-1; Ct-2; C t-3 y Ct-4.
— Acero CT.1
— AceroCU
— AceroCT.3
/ \ — AceroCT.4

30 32 34 36 38 W 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64
6r ,Kgf/mmz
FIG . 2.23

Las curvas de distribución que son una característica segura de’


grado de homogeneidad del material permiten calcular las piezas más
diferenciadarnente tomando, a iguales condiciones, tensiones admisibles
mayores en el caso de m ateriales más homogéneos.
Las curvas de distribución sirven de base para el nuevo método
estadístico de cálculo de las construcciones (véase el § 118).

www.elsolucionario.net
§ 12. Coeficiente de seguridad. Elección de las tensiones admisibles
Hemos visto que tanto las cargas reales que actúan sobre la pieza,
como las propiedades de los m ateriales de ésta, pueden diferenciarse
considerablemente, en un sentido desfavorable, de las que se consi­
deran en el cálculo.
Los factores que disminuyen la resistencia de la pieza (sobrecar­
gas, heterogeneidad de los m ateriales, etc.) son magnitudes de carác­
ter accidental, que no pueden ser previstas. Puesto que, sin embargo,
las piezas y las estructuras tienen que trabajar en estas condiciones
desfavorables, es necesario tomar ciertas precauciones.
Con este propósito, las tensiones que garanticen un trabajo sin
fallos (explotación) de la máquina o de cualquier otra estructura deberá
ser inferior a las tensiones lím ites que puedan conducir al fallo o al
surgimiento de deformaciones plásticas. Así, pués, se adm ite

M = (2-17)

siendo [a], la tensión admisible,


[n], el coeficiente normativo (impuesto por las normas de
diseño de las construcciones) de seguridad, o reserva de
resistencia,
CTi¡m, la tensión lím ite del m aterial.
53
Se entiende por tensión lím ite, el lím ite de resistencia, en el caso
www.elsolucionario.net
de materiales frágiles, y el lím ite de fluencia, en el caso de m ate­
riales plásticos, puesto que cuando las tensiones son iguales al lím ite
de fluencia, se desarrollan deformaciones plásticas considerables que
son inadmisibles.
Así, pues, el coeficiente de seguridad se introduce para conseguir un
funcionamiento sólido y seguro de la estructura y de sus partes, a pesar
de las posibles desviaciones desfavorables de las condiciones reales de
trabajo, en comparación con las que se consideran en el cálculo.
La m agnitud norm ativa del coeficiente de seguridad [«], es decir,
el valor que establecen las normas de diseño de construcciones, se
elige teniendo en cuenta la experiencia adquirida en el m anteni­
miento de las estructuras y máquinas.
Ultim am ente, el coeficiente unitario de seguridad [n] se descom­
pone en una serie de coeficientes de seguridad parciales. Cada uno
de estos coeficientes considera la influencia de un determinado factor
o grupo de factores sobre la resistencia del elemento de la construc­
ción. Por ejemplo, uno de los coeficientes refleja las desviaciones
posibles de las características mecánicas del m aterial en comparación
con las que se adm iten en el cálculo; otro, el desacuerdo entre la
magnitud de las cargas reales y la que se toma para el cálculo, etc.
Esta división del coeficiente general de seguridad perm ite con­
siderar mejor la diversidad de condiciones concretas de trabajo de
las piezas de las máquinas y construcciones y diseñarlas con mayor

www.elsolucionario.net
solidez y de una manera más económica.
El coeficiente de seguridad se representa en forma de producto,
[n] = [rtj [n2] [ /tj. . . . (2.18)
No hay todavía unanim idad en lo que se refiere al número de
coeficientes parciales y sus magnitudes.
Los valores de los coeficientes de seguridad se establecen, gene­
ralmente, basándose en la experiencia acumulada en el diseño y m an­
tenimiento de máquinas de un tipo determinado.
Actualmente, en la construcción de m áquinas, se emplean uno,
tres, cinco y hasta diez coeficientes de seguridad parciales.
En el «Manual del constructor de máquinas» se recomienda em­
plear tres coeficientes parciales de seguridad, es decir,
[n] = [%] [n2] [n3], (2.19)
donde [rcxI es el coeficiente que considera el error posible al determ inar
las cargas y las tensiones. Cuando las tensiones se calculan
con gran precisión, este coeficiente se puede señalar
igual a 1,2 -f- 1,5. En el caso de menor exactitud, de 2-^3;
ln 2] es el coeficiente que tiene en cuenta la heterogeneidad del
m aterial, su sensibilidad a los posibles defectos en el
maquinado de la pieza. El valor de [n2], cuando los
cálculos se hacen partiendo del lím ite de fluencia y las
cargas son estáticas, está dado en la tabla 2.6, en función
de la relación entre el lím ite de fluencia y el de resistencia
54
www.elsolucionario.net
(estos valores no reflejan la influencia de las dimensiones
absolutas de la pieza).
Tabla 2.6

Of/Or 0 ,4 5 -0 ,5 5 0 ,5 5 -0 ,7 0 ,7 -0 ,9

t«2l 1 ,2 -1 ,5 1 ,4 -1 ,8 1 ,7 -2 ,2

Si los cálculos se refieren al lím ite de resistencia, cuando se trata


de m ateriales frágiles y de m ateriales poco plásticos, t« 2] se considera
igual a:
a) [n2] = 2 ^ 3 , para m ateriales poco plásticos (aceros de alta
resistencia ligeramente revenidos a bajas tem peraturas);
b) [n2] = 3 ^ - 4 , para m ateriales frágiles;
c) [tt2] = 4 - 7 - 6 , para m ateriales muy frágiles.
En los cálculos por fatiga (véase cap. X II), el coeficiente [n2] se
considera igual a 1,5-f- 2,0. Este coeficiente se aum enta, en el caso
de m ateriales de poca homogeneidad (sobre todo en el caso de fundi­
ción) y en el de piezas de gran tamaño, hasta tres y más;
[rc3] es el coeficiente de las condiciones de trabajo que tiene en
cuenta el grado de responsabilidad de la pieza. Su valor se
adm ite entre 1 y 1,5.
En la tabla 2.7 figuran las magnitudes aproximadas de las ten­
www.elsolucionario.net
siones admisibles de algunos materiales, para el caso de cargas estáticas.
Tabla 2.7
Tensiones adm isibles, kgf/cm 2

M aterial Tracción Compresión


[<7t ] [°cl

H ierro fundido gris en lingotes 0412-28 200-300 700-1 100


» » » s> » CM 15-32 250-400 900-1 500
» » » » » CM21-40 350-550 1 600-2 000
Acero Ct -0, y Ct -2] 1 400 1400
Acero Ct -3 1 600 1 600
Acero Ct -3, para puentes 1 400 1 400
Acero de construcción al carbono, para la cons­ 600-2 500 600-2 500
trucción de m áquinas
Acero aleado de construcción de m áquinas 1 000-4 000 1 000-4 000
D uralum inio y más y más
800-1 500 800-1 500
L atpfí 700-1 400 700-1 400
Pino, en el sentido de las fibras 70-100 100-120
R oble, en el sentido de las fibras 90-130 130-150
M anipostería hasta 2 6-25
H ormigón 1-7 10-90
T ex to lita 150-300 300-400
M icarta 500-700 500-700

55
§ 13. Principales tiposwww.elsolucionario.net
de problemas sobre el cálculo
de la resistencia de barras fraccionadas (comprimidas)
Una vez obtenida, por la fórmula (2.2), la tensión en la sección
peligrosa de una barra traccionada (comprimida) y establecida la
tensión admisible, según lo expuesto anteriorm ente, es posible evaluar
la resistencia de la barra.
Para ello, se comparan las tensiones reales en la sección peligrosa
con las tensiones admisibles:
or = - ^ - < [ a ] . [2.20]

En esta fórmula se tiene en cuenta la tensión admisible a tracción


ta j o a compresión [gc], según sea el caso analizado de tracción o de
compresión.
La desigualdad (2.20) se denomina condición de resistencia a
tracción (compresión).
A base de esta condición se pueden resolver los problemas
siguientes:
1. Comprobar la resistencia de una barra, es decir, dada la carga
y las dimensiones de la sección transversal de una barra, calcular
las tensiones reales y com pararlas con las admisibles. Las tensiones
reales no deben diferenciarse de las admisibles más de ± 5 % . Desde
el punto de vista de la resistencia, es inadm isible una sobretensión
superior a ésta. Si la tensión es inferior a la adm isible en una m agni­
www.elsolucionario.net
tud superior a la indicada, quiere decir que se tiene un gasto excesivo
de m aterial.
2. Calcular (conociendo los valores de la carga y de la tensión
admisible) las dimensiones de la sección transversal de la barra que
se requieren según la condición de su resistencia,

F> ~ k ■ [2'211
3. Calcular la magnitud de la fuerza axial admisible conociendo
las dimensiones de la sección transversal de la barra y la tensión
admisible,
[N] < F [cr], [2.221
Después de obtener la fuerza axial adm isible y establecer la rela­
ción que existe entre la fuerza axial y la carga (por el método de
las secciones), es posible hallar tam bién la carga admisible.
Se debe tener en cuenta, que en el caso de barras comprimidas,
aparte de la resistencia en la sección más debilitada, se calcula tam ­
bién la estabilidad de la barra; puesto que, cuando la fuerza de com­
presión recibe cierto valor, puede ocurrir el pandeo (flexión longi­
tudinal) de la barra comprimida (véase el cáp. X).
Ejemplo 2.3. Calcular la carga admisible para una lámina frac­
cionada de acero debilitada por orificios de diám etro d = 20 mm
(fig. 2.24).
La tensión adm isible es [crj = 1 600 kgf/cm2. El espesor de la
lámina 6 = 10 mm y www.elsolucionario.net
su anchura b = 200 mm.
Resolución. Calculamos la carga adm isible de la condición de
resistencia de la sección debilitada por los orificios, puesto que lo

www.elsolucionario.net

FIG . 2.25

más probable es que la rotura ocurrirá, precisamente en este lugar.


El área completa de la sección de la lámina ( F b r u ta ) >
F b r u t a = 2 0 - l = 2 0 cm2.
El debilitam iento por dos agujeros es, AF = 2-1-2 = 4 cm2.
El área efectiva de la sección (Fneta),
'f neta = F b r u ta — A F = 20 — 4 = 16 CHl2 .

La carga adm isible es igual a:


[/>] = F neía [<T(] = 16 • 1600 = 25600 kgf.
Ejemplo 2.4 Calcular la sección de los elementos del sistema
representado en la figura 2.25 y hallar el desplazamiento del nudo*
B. El m aterial empleado es acero Ct-3, para el cual [a] = 1 600 kgf/cm2.
Resolución. Por el método de las secciones calculamos los esfuer­
www.elsolucionario.net
zos en las barras, analizando la parte del sistema por debajo de la
sección a — a:
2 ^ = 0; — yV1sen30o4-/V2sen45° = 0,
de donde se obtiene,
N i = N2 V2 ; 2 ^ = 0; A/1cos30° + /V2c o s 4 5 ° - 5 = 0.
Resolviendo estas dos ecuaciones con dos incógnitas, hallamos,
N x = 3,68 t y N 2 = 2,60 t.
Los dos esfuerzos resultaron ser de tracción. Calculamos las sec­
ciones de los elementos:
p Ni 3680 2 30 c m 2
1 [a] 1600 ’ ’
P N2 2600 ¡
^ = - F T = i 6 c r = 1’6 2 c m 2 -

Hallamos ahora el desplazamiento del nudo B, para lo cual, deter­


minamos los alargam ientos de las barras:
a i __ Afi / i 3680-116 __0 0 9 2 cm
1— EFt ~ 2-106.2,30 — ,U 9 '
2600-141 „ , )0
2 — 2* 106- 1,62 “ 0,112 cm.
www.elsolucionario.net
Por el método gráfico, el desplazamiento del nudo B se obtiene
de la manera siguiente.
Por los puntos A y C trazamos dos arcos de radios iguales a las
nuevas longitudes de las barras AB y BC respectivam ente (teniendo
•en cuenta los alargamientos). Estos arcos se cortan en el punto B ',
que coincide con la nueva posición de la articulación B. Puesto que
las deformaciones son pequeñas, los arcos indicados pueden ser sus­
tituidos por las rectas B tB ' y S jB ', perpendiculares a BC y A B .
Para que la solución sea más exacta, el diagrama de los desplaza­
mientos se construye a escala grande (fig. 2.25). Entonces el seg­
mento B B ' representará, a la escala escogida, el desplazamiento
del nudo B.
En este caso el desplazamiento es 8 = 0,13 cm.

§ 14. Tensiones en planos inclinados en el caso de tracción


(compresión) en una dirección
Para poder juzgar plenamente sobre la resistencia del m aterial,
es necesario saber calcular las tensiones que surgen en cualquier
plano inclinado del elemento traccionado (comprimido) (fig. 2.26).
Las tensiones normales en la sección transversal a de la barra
(crx = se consideran conocidas.

68
Calculemos las tensiones que aparecen en la sección inclinada A B ,
www.elsolucionario.net
cuya normal forma un ángulo a con la dirección de av La dirección
del ángulo a , opuesta a la de las manecillas del reloj, la consideramos
positiva.
Designemos por,
F, el área de la sección perpendicular al eje de la barra;
Fa, el área de la sección inclinada,
Fa­ (2.23)
zos <x

En el caso general, en la sección inclinada pueden actuar tanto


tensiones normales oa, como tangenciales Ta . Sus magnitudes las

www.elsolucionario.net
FIG . 2.26

obtenemos de la condición de equilibrio de la parte separada, de la


inferior, por ejemplo (fig. 2.26, b). Proyectando las fuerzas sobre la
dirección de a a tendremos,
<*aFa 0 -.F eos a — 0.

Teniendo en cuenta la ecuación (2.23), se obtiene,


o a = ai eos2 a . [2.24]
Proyectando lasTuerzas sobre la dirección de t a , hallamos,
Ta F a — (TiF sen a = 0,
de donde
Ta = 4 p s e n 2 a . [2.25]

Cuando ctx es positiva (tracción) y 0 < a < 90°, la tensión r a


resulta tam bién positiva, lo que quiere decir que la tensión tangen­
cial está orientada como en la figura 2.26, b.
Esta dirección de la tensión tangencial se caracteriza por el hecho
de que para hacer coincidir la normal n al área, con la dirección de
59

'
la tensión tangencial,www.elsolucionario.net
es necesario g irar Ja norm al según las m ane­
cillas del reloj.
Las tensiones tangenciales que se orientan de esta forma se acuerda
considerar positivas*.
Si, para hacer coincidir la normal al área con la tensión tangen­
cial, es necesario girarla en dirección contraria a la de las manecillas-
del reloj, entonces la tensión tangencial se considerará negativa
(fig. 2.26, c).
De la fórmula [2.24] se deduce que las tensiones normales reciben
la m agnitud máxima cuando a = 0, es decir, en la sección perpen­
dicular al eje de la barra.
De la fórmula [2.25] se deduce que cuando a = 0,1a tensión tan­
gencial es tam bién nula y, de las fórmulas [2.24] y [2.25], que cuando
a = 90°, cr = 0 y t = 0.
Así, pués, en las secciones longitudinales no existen tensiones
normales ni tangenciales.
Como se indicó ya (§ 7), los planos en los que no existen tensiones
tangenciales se denominan planos principales y las tensiones normales
que actúan sobre estos planos, se denominan tensiones principales.
Es decir, que la tensión normal que surge en la sección transversal
de una barra fraccionada o comprimida es una tensión principal.
Esta tensión se designa por alt puesto que los subíndices 1, 2 y 3 se
atribuyen solamente a las tensiones principales (§ 7).
Como en el caso en cuestión, es diferente de cero solamente una

www.elsolucionario.net
tensión principal, este estado tensional es monoaxial.
De la fórmula [2.25] se desprende tam bién que la tensión tangen­
cial m áxima surge en la sección inclinada a = 45° y es igual a la
m itad de la tensión principal:

Tmáx = ^ - - (2.26)

Es precisam ente en estas secciones donde surgen los primeros


deslizamientos de los cristales, hecho que se demuestra por las líneas
de Chernov-Lüders (véase el § 11).

§ 15. Ley de reciprocidad de las tensiones tangenciales

Calculemos las tensiones normales y tangenciales en dos planos


ortogonales entre sí.
Para el plano inclinado bajo un ángulo a , según las fórmulas
(2.24], [2.25] obtenemos,
o a = o ! eos2 a,
Ta = sen 2 a .

* E n la T eo ría de la E la stic id a d se a d m ite o tra reg la p a ra los signos de las


ten sio n e s tang en ciales.

60
Para el plano perpendicular al primero e inclinado bajo ángulo
www.elsolucionario.net
■a + y , las tensiones normales y tangenciales se pueden obtener
directam ente de la condición de equilibrio de la parte superior o infe­
rior, (fig. 2.26, c), o por las fórmulas [2.24] y [2.25], sustituyendo a
por a -f- ^ ■
Aplicando las fórmulas [2.24] y [2.25] hallaremos,

a „ = a 1cos2 = a i sen2a , (2.27)


a+— V ¿ /

^a+Jt = - y - s e n 2 ) = — -y -s e n 2 a . (2.28)

Analizando los resultados obtenidos, vemos que: primero


°a 4" 0 n = °1»
~2
es decir, que la suma de las tensiones normales en dos planos ortogonales
entre sí es constante e igual a la tensión principal-, y segundo,
Ta = — r (2.29)
“+T
es decir, en dos planos ortogonales entre sí actúan tensiones tangenciales

www.elsolucionario.net
de igual valor y de signo contrario (ley de reciprocidad de las tensiones
tangenciales). Las tensiones tangenciales en dos planos perpendi­
culares entre sí, o van sim ultáneam ente dirigidas hacia la arista donde
se cortan los planos o en dirección opuesta, como lo indica la figu­
ra 2.26, a.
Por ejemplo, si se cambia el signo de a, entonces las tensiones
Ta y t „ cam biarán su dirección por la opuesta y ambas se orien-
tarán hacia la arista A , formada por la intersección de los planos.
La ley de reciprocidad de las tensiones tangenciales no solamente
es válida para el caso de un estado tensional lineal, sino tam bién para
cualquier estado tensional, plano y de volumen.

§ 16. Cálculo de las tensiones en planos inclinados en el caso de


tracción (compresión) en dos direcciones

Veamos el caso más general del estado tensional plano (biaxial)


cuando las dos tensiones principales y a a son diferentes de cero
(fig. 2.27, a).
Como se indicó en el § 7, los subíndices en las anotaciones de las
tensiones principales se ponen de tal manera que 0 ! > c r a. Conside­
raremos positivo el ángulo a , entre Gj y la normal al plano arbitrario,
que se mide en el sentido contrario al de las manecillas del reloj.
se mide desde la dirección de la mayor de las tensiones hasta la nor­
www.elsolucionario.net
mal al plano. Se considera positiva la dirección del ángulo tp opues­
ta a la de las manecillas del reloj. Designemos por dF el área de la
cara inclinada. Entonces el área de la cara vertical será dF sen t|>,
y el de la horizontal, dF eos op.
Proyectando todas las fuerzas sobre la dirección de crlf! obtendre­
mos,
dF — (aa dF eos i|j) eos ip + (x dF eos ap) sen i|) + (r dF sen i|)) eos ip—
— (op dF sen t|)) sen ip = 0.
Proyectando ahora todas las fuerzas sobre la dirección de halla­
remos,
dF — (cra dF eos i);) sen op — ( i dF eos i{>) eos 1)5 +
+ (t dF sen ij)) sen 1|5 + (o 3 dF sen i])) eos ip — 0.
Simplificando estas expresiones por dF e introduciendo las fun­
ciones de los ángulos dobles, obtendremos,
) = °a eos2 xp + crp sen2 1|) — t sen 2ip (2.33)
fi)) = — 2 0p sen 2i|) -j- t eos 2\p. (2.34)

La m agnitud a 4, varía continuam ente, al variar el ángulo de


inclinación 1)3 del plano.
Para hallar la posición de los planos principales, es decir, la posi­
www.elsolucionario.net
ción de aquellos planos sobre los cuales actún las tensiones normales
extremas, es necesario igualar a cero la derivada ^axb o igualar a cero
las tensiones tangenciales t^,, puesto que en los planos principales
no existen tales tensiones.
En ambos casos, se obtiene, para el ángulo \p0 de inclinación de
los planos principales, la relación siguiente:
~a sen 2 ^ 0+ t eos 2\p0= 0
o sea,
[2.35]

Para obtener los valores extremos de las tensiones normales, es


decir, las magnitudes de las tensiones principales, introducimos en
la fórmula (2.33) el valor del ángulo de la fórmula [2.35], P revia­
mente, expresamos las funciones trigonométricas que figuran en la
fórmula (2.33), por la tangente del ángulo doble. Para ello se emplean
las conocidas fórmulas trigonométricas,
tg 2%
sen 2\p0 = ú.
V 1 + tg2 2 tf0 ’
eos 2\p0 = ±
V 1 + tg 2 2\|)0

64
www.elsolucionario.net
CO S2 \|)0 :
h l
■e o s 2 t|j0) ,

sen 2 == y (1 — eos 2 ^ 0) .
Después de transformaciones elementales, que el estudiante debe
realizar él mismo, obtendremos para el cálculo de las magnitudes
de las tensiones principales la fórmula siguiente:
tfet 4*013
Omáx :
m ín
±-k V ( O a + O:p )2 + 4 T 2 . (2.36)

Si una de las tensiones normales dadas es igual a cero, entonces


la fórmula (2.36) se simplifica,
[2.37]

Esta fórmula la emplearemos más adelante al estudiar la flexión


y la resistencia compuesta.
Analizando la segunda derivada nos convencemos de que
la tensión principal máxima actúa en el plano principal inclinado un
S t-r n %

www.elsolucionario.net
6^300*21
* enfi
Gz . -6 2

foóX--382%

F IG . 2.29 FIG . 2.30

ángulo i|)0, en las condiciones adm itidas (cra > crp), y la tensión prin­
cipal mínima actúa en el plano de inclinación + 90°.
Ejemplo 2.5. Calcular la m agnitud y la dirección de las tensiones
principales en el caso del estado tensional representado en la figu­
ra 2.29.
Resolución. Por la fórmula (2.35), calculamos la posición de los
planos principales, perpendiculares al plano del dibujo,
t g 2 ib = 2-100 = —2-
g ™ 200 — 300 ’

; 2 ^ 0 = — 63°30';
\p °= — 31°45'.

5 -0 1 2 2 8 65
www.elsolucionario.net
El signo negativo indica que a|90 se mide desde la dirección de aa =
= 300 kgf/cm2, según las manecillas del reloj.
Por la fórmula (2.36) obtenemos,
= 3001 200 + 4 / (300 - 200)2 + 4 ■1OO2 =
= 2 5 0 + 1 1 2 = 362 kgf/cm 2
cTmin = 250 -—1 1 2 = 138 kgf/cm 2
Según lo dicho anteriorm ente, 0 máX actúa en el plano de inclina­
ción y a mín, en él de inclinación tj)0 + 90°.
Ejemplo 2.6. ¿Qué cambios ocurrirán en el problema anterior,
si las tensiones tangenciales se orientan en dirección contraria?
Respuesta. Puesto que la tensión tangencial r será, entonces,
negativa, variará el signo del ángulo de inclinación de los planos
principales, resultando igual a = 31°45' (en dirección opuesta a
la de las manecillas del reloj). La m agnitud de las tensiones princi­
pales no variará.

§ 18. Relación entre las deformaciones y las tensiones


en los casos de estados tensionales planos y de volumen (ley de
Hooke generalizada)
Calculemos las deformaciones unitarias ex y e2 en dirección de las
tensiones principales, en el caso de un estado tensional plano (fig. 2.30).
www.elsolucionario.net
Para ello, recurrimos a la ley de Hooke correspondiente al estado
tensional monoaxial (véase la fórmula 2.3), a la relación (2.5) entre
las deformaciones longitudinal y transversal y al principio de super­
posición de las fuerzas (principio de superposición de las deformaciones).
El alargam iento unitario en dirección vertical, originado por la
tensión solamente, es

Esta tensión origina tam bién, en dirección horizontal, un estran-


gulam iento unitario igual a

e 2i — — Ia "2T ’
En el caso de que actúe solamente o 2, tendremos en dirección
horizontal un alargam iento e 22 = y y en dirección vertical, un estran-

gulam iento e12 = — ¡x y .


Sumando las deformaciones, hallaremos,

[2.38]

66
Estas fórmulas constituyen la ley de Hooke generalizada para el
www.elsolucionario.net
caso del estado tensional plano.
Si se conocen las deformaciones y e2, entonces, resolviendo
las ecuaciones [2.38] se obtienen para ox y a 2 las fórmulas siguientes:

[2.39]

De una manera análoga, cuando todas las tres tensiones princi­


pales 0 !, <t2 y os son diferentes de cero, se obtiene para el caso del
estado tensional de volumen (tridimensional) las fórmulas siguientes:

ei — — [°i — í-i (°2 + ^s)] >

e2 = -gr [ct2 — H-(0 3 + 0 i)]> [2.40]

e3 — ~p- [°3 — (°1 + ° r2 )]-

Las fórmulas [2.40] nos dan la ley de Hooke generalizada para el


caso del estado tensional del volumen. Las deformaciones Sj, e 2 y e 3
en dirección a las tensiones principales se denomian deformaciones
principales.
Conociendo ex, s 2 y e 3 se puede calcular la variación del volu­
men, originada por la deformación. Veamos un cubo de 1 X 1 X 1 cm.
www.elsolucionario.net
Su volumen que antes de la deformación era V 0 — 1 cm3, después
de la deformación, será
V = (1 + 8 j ) (1 4 * ^ 2) (1 + £ 3) ^ 1 + s i H- e 2 + s3

(prescindimos de los productos de e, por ser éstos de m agnitudes


muy pequeñas en comparación con los propios e).
La variación unitaria ev del volumen, es

£y = —~ - = e¡-f-e2 -f- s 3 (2-41)

Introduciendo aquí los valores de e1? e 2 y e3, de la fórmula [2.40],


obtendremos,
— — (CTi + 02 + o's)- [2.42]

De la fórmula T2.42] se deduce que el coeficiente de Poisson ¡x


no puede ser mayor de 0,5. En efecto, en el caso de tracción triaxial,
claro está, no puede dism inuir el volumen, es decir, que s v será
positivo, lo que puede ocurrir solamente cuando 1 -2 p. > - 0 , puesto
que las tensiones principales son, en este caso, positivas (04 i > 0 2 >-
> cj3 > 0 ).
Las fórmulas [2.38M2.42] no expresan solamente la relación que
existe entre las tensiones principales y las deformaciones principales,

67
sino que, tam bién, www.elsolucionario.net
la que existe entre valores cualesquiera (no prin­
cipales) de estas m agnitudes; es decir, estas fórmulas siguen siendo
válidas incluso en el caso cuando en los planos actúan, tam bién, ten­
siones tangenciales.
Esto se deduce de que las deformaciones lineales (en las direccio­
nes perpendiculares a t) no dependen de las tensiones tangenciales.

Ejemplo 2.7. Calcular las tensiones ax y ay, si las deformaciones


unitarias en estas direcciones son ex = 0,001, ey= —0,0008, el mó­
dulo de elasticidad E = 2 - 106 kgf/cm2 y el coeficiente de Poisson
li = 0,3.

www.elsolucionario.net
Resolución. Por la fórmula [2.39] obtenemos,

= t = ^ 2 - (e* + V&») = - i ^ o f -r (0,001 - 0,3 • 0,0008) =


= 1670 kgf/cm2,
p - 9. 106
°« = (e« + ^ = i - o V ( ~~ 0 ,0 0 0 8 + 0 ’3 ' 0 ,0 0 1 } =
= —-1100 kgf/cm2.
Ejemplo 2.8. El cubo de goma ABCD se introduce libremente,
pero sin holgura, en un molde de acero de tal manera que dos caras
opuestas quedan libres (fig. 2.31). El cubo está sometido, en su parte
superior, a la presión p kgf/cm2. Calcular la tensión a x, las deforma­
ciones By y ez y la variación unitaria del volumen. El módulo de elas­
ticidad de la goma es E y el coeficiente de Poisson, p,. Prescíndase del
roce entre el cubo y las paredes. Considérese que el molde es absoluta­
m ente rígido (indeformable).
Resolución. Por la ley de Hooke generalizada, obtenemos,
es = _£_ [crs:— (X(Oy + Cz)]»

8¡/ — [Oy (Pz “I- *^a:)] t

o z = - y [crz jx (<yx -f- o^)].

68
Según la condición del problema, ay
www.elsolucionario.net0 , o z = —p y e* 0.
Teniendo esto en cuenta, hallaremos,
, |x((i+l)
_ 1 +U.2
-HP, p; ez = ------- p ^ - p ;
(1 —2 |*)(l+ n)
£y = Sx ~

§ 19. Trabajo de las fuerzas exteriores e interiores en el caso de


fracción (compresión). Energía potencia! de la deformación
En el caso de tracción (compresión) las fuerzas exteriores realizan
cierto trabajo, debido al desplazamiento de los puntos de su aplicación
(fig. 2.32, a).
Calculemos el trabajo de una fuerza exterior aplicada estática­
mente, es decir, el trabajo de una fuerza que crece, al desarrollarse

www.elsolucionario.net
FIG . 2.32

las deformaciones, de cero hasta su valor final, con una velocidad


muy pequeña.
El trabajo elem ental dA de la fuerza exterior P en el desplaza­
m iento d8 es,
dA=Pd8. (2.43)
Pero entre 6 y P existe la relación (ley de Hooke),
Pl
8 =
EF ’
por lo tanto,
EF8
l
Introduciendo esta expresión en la fórmula (2.43), obtendremos,
dA = ^ 8 d 8 .

69
www.elsolucionario.net
El trabajo total realizado por la fuerza se obtiene integrando esta
expresión entre cero y el valor definitivo del desplazamiento 6 :

¿5 EF f EFbl PiS,
21
0
Así, pues,
[2.44]

es decir, el trabajo de una fuerza exterior, aplicada estáticamente,


es igual a la mitad del producto de su magni ud definitiva por la mag­
nitud definitiva del desplazamiento correspondiente.
dz+Mdz)

dz

F IG . 2.33

Gráficamente, el trabajo de la fuerza P se representa (teniendo

www.elsolucionario.net
en cuenta las escalas) por el área OAB del diagram a, construido en el
sistema de coordenadas 6 — P (fig 2.32, b).
El trabajo de la fuerza P u de m agnitud constante, en el desplaza­
m iento 5X será,
A = PA,
es decir, dos veces mayor que en el caso de la acción estática.
D urante las deformaciones, no solamente realizan trabajo las
fuerzas exteriores, sino tam bién las interiores (fuerzas elásticas).
El trabajo de las fuerzas interiores en el caso de tracción (compre­
sión) se puede obtener de la manera siguiente.
En la figura 2.33 está representado el elemento dz de una barra,
sobre el cual actúan tensiones normales o, que son para este elemento
fuerzas exteriores.
Las fuerzas interiores, claro está, estarán dirigidas en dirección
contraria, es decir, en dirección opuesta al desplazam iento. Por
eso, el trabajo de las fuerzas interiores, durante la carga, es siem ­
pre negativo.
El trabajo elemental de las fuerzas interiores (para el elemento
dz) se calcula por la fórmula, análoga a [2.44], es decir,
dW ~ NA (dz), (2.45)
donde N es el esfuerzo interior (fuerza axial) y A (dz) es el alarga­
m iento del elemento.
70
Pero según la ley de Hooke,
www.elsolucionario.net
. . , . N dz
A (dz) = —p-p-,
A ~~~EF
por lo tanto,

<2-46>
El trabajo total de las fuerzas interiores se obtiene, integrando
los dos miembros de (2.46) a lo largo de toda la barra Z,

W = ---- (2-47)
o
Si N, E y F son constantes, entonces,
1 Nn EFM 2 /o a q\
W==- T - É T ==------ 21 ’(248)
donde A/ = 6 = ^ es el alargam iento de la barra.
La magnitud igual al trabajo de las fuerzas interiores, pero de signo
contrario, se denomina energía potencial de la deform ación. Esta es la
energía que acumula el cuerpo al deformarse.
Así, pues, en elcaso de una barra de sección constante, cuando
la fuerza axial tiene iguales valores en todas las seccionestransver­
sales, la energía potencial de tracción (compresión) se determina por
la fórmula siguiente:
www.elsolucionario.net
u = - w = y = EF¿ r " I2‘49]
La energía potencial, referida a la unidad de volumen, se denomina
energía potencial u n itaria,
u u m a2 /0 cnx
U ~ V ~ Fl ~ 2EF'H 2E (2.50)
Ó

u = -^-Ee2 (puesto que a = Es),

u = ^-o e . (2.51)

En el caso de un estado tensional de volumen, la energía potencia


unitaria se obtiene como la suma de tres sumandos (a base del principio
de la independencia de la acción de fuerzas).

U= (O181 + (J2e2 ~"t~°3S3) • (2 •52)

Aplicando la ley de Hooke generalizada, se obtiene,

u= [0 j + c?2 + ot — 2¡x (O1O2 -f- o2o3 + 03er!)] (2.53)


De esta fórmula, como caso particular, suponiendo que una de las
www.elsolucionario.net
tensiones principales es nula, se obtiene fácilm ente la fórmula corres­
pondiente al estado tensional plano.

§ 20. Propiedades de la energía mecánica


Señalemos dos propiedades im portantes de la energía mecánica
que se emplean am pliam ente en los métodos modernos de cálculo de
las construcciones sometidas a cualquier tipo de deformación: trac­
ción, torsión, flexión, etc.*
1 . Ley de conservación de la energía mecánica.
Al transformarse la energía de las fuerzas exteriores en energía de
las fuerzas interiores y viceversa, se cumple la ley de la conservación
de la energía, que puede ser formulada de la forma siguiente:
Cuando un sólido (sistema) elástico, bajo la acción de cierta carga, pasa
del estado sin deformar al estado deformado equilibrado, el trabajo total
realizado en este proceso por las fuerzas exteriores e interiores es igual a
cero,
A + W = 0, (2.54)
siendo A el trabajo de las fuerzas exteriores (que es positivo en el pro­
ceso de carga);
W, el trabajo de las fuerzas interiores (que es negativo en este proce­
so).
Teniendo en cuenta que W — — U, sustituim os la ecuación [2.54]
www.elsolucionario.net
por la siguiente,
A = U (2.55)
siendo U la energía potencial de la deformación.
Esta ley es válida cuando se trata de solicitaciones que se desarro­
llan lentamente (solicitaciones estáticas) y de deformaciones elásticas.
En el caso de solicitaciones dinámicas y cuando se trata de defor­
maciones plásticas, parte de la energía de las fuerzas exteriores se trans­
forma en energía cinética del movimiento del sólido, en energía electro­
m agnética, térmica y en otros tipos de energía.
La ley de conservación de la energía nos proporciona una ecuación
que perm ite determ inar una de las incógnitas, por ejemplo, el despla­
zamiento en la dirección dela fuerza exterior o elesfuerzo desconocido
en una de las barras.
Ejemplo 2.9. Calculemos por medio de esta ley el desplazamiento
vertical del nudo B (fig. 2.25).
Resolución. El trabajo de la fuerza exterior P es
A= ±Pa,
siendo 8 „ el desplazamiento vertical, por ahora desconocido, del
nudo B.
* La d em o stració n de estos teo rem as se puede e n co n tra r en los te x to s de
T eoría de la E la stic id a d .

72
www.elsolucionario.net
La energía potencial de la deform ación de las barras A B y B C será,

De la ley de conservación de la energía se obtiene

Introduciendo aquí los valores dados: P = 5000 kgf, E =


= 2-10 6 kgf/cm2, = 3680 kgf, N 2 = 2600 kgf, h = 116 cm, Za =
= 141 cm, Fx = 2,30 cm2, F 2 = 1,62 cm2, hallamos = 0,124 cm.
2. Ley del mínimo de la energía potencial de la deformación (prin­
cipio del trabajo mínimo)
Tiene amplia aplicación tam bién en el cálculo de las construcciones,,
la siguiente ley energética que se denomina principio del trabajo m í­
nimo:
El estado tensional real del sólido (sistema) en equilibrio se diferencia
de todos los estados de equilibrio próximos a él, en que al primero le corres­
ponde la energía de la deformación m ínim a.
Por lo tanto, si la energía de la deformación depende de las m agni­
tudes incógnitas, por ejemplo los esfuerzos X lt X 2, etc., estas últimas-
se podrán determ inar de las condiciones del mínimo de la energía, es­
decir,
dU n dU
^ = n. ro ccj
dXi : 0;9 7dX% 0; . . . [2.561
www.elsolucionario.net
El principio del trabajo mínimo es válido para los sólidos elásticos
y sistemas que se deforman linealm ente (que se someten a la ley de
Hooke). Este principio nos proporciona el número necesario de ecua­
ciones (además lineales) para determinar los valores de las incógnitas.
En el párrafo siguiente se ilustrará la aplicación de este principio-
para el cálculo de los sistemas hiperestáticos más simples.
Más adelante, en los lugares correspondientes del texto, se indicarán
otras propiedades de la energía mecánica.

§ 21. Problemas hiperestáticos en la tracción y compresión


Existen muchas construcciones en cuyos elementos no pueden ser
determinados los esfuerzos partiendo solamente de las ecuaciones de
v- equilibrio. Estas construcciones (sistemas) se denominan hiperestáticas
o estáticam ente indeterm inadas.
Veamos, por ejemplo, la barra representada en la figura 2.34.
La carga P se transm ite parcialm ente al empotram iento superior
y parcialm ente al inferior. Para determ inar las dos reacciones que sur­
gen en los empotram ientos disponemos solamente de una ecuación de
equilibrio: la suma de las proyecciones de todas las fuerzas sobre el eje
vertical es igual a cero. Las otras dos ecuaciones de equilibrio se con­
vierten en identidades.
7a
Puesto que son dos las incógnitas, y una sola la ecuación de equi­
www.elsolucionario.net
librio, resulta indispensable el planteam iento de otra ecuación adicio­
nal que se obtiene analizando las deformaciones de la barra o los des­
plazamientos de sus secciones. El grado de hiperestaticidad es aquí uno.
Los sistemas que requieren el planteam iento de dos ecuaciones de
los desplazamientos tienen doble grado de hiperestaticidad y así suce­
sivam ente.
Para resolver el problema en cuestión, retiram os un empotramiento,
por ejemplo,el inferior, y lo sustituim os por la reacción desconocida.
En el sistema así obtenido, que comúnmente se denomina sistema
¡base, igualamos a cero el desplazamiento de la sección inferior ya que

www.elsolucionario.net
FIG . 2.34 F IG . 2.35

en el sistema dado esta sección está empotrada y no puede desplazarse.


Bajo la acción de la fuerza R B la sección B se desplazará hacia arriba,
al comprimirse toda la barra, m ientras que al actuar la fuerza P se
desplazará hacia abajo, al alargarse el tram o superior de la barra de
longitud l1, como consecuencia de que al retirar el empotram iento
inferior la fuerza P se transm itirá al em potram iento superior sólo
por esta parte de la barra.
Al determ inar las .deformaciones recurrimos a la ley de Hooke.
•Como las áreas de las secciones de la barra son diferentes en los dife­
rentes tramos, determinamos la deformación por partes.
La ecuación de los desplazamientos será
Rsh Rah , Ph n
EF3 EF z E F í "r E F i ~
Los tres primeros sumandos representan el desplazamiento hacia
arriba de la sección B, bajo la acción de la fuerza R B, y el cuarto, el
desplazamiento hacia abajo de la misma sección, como consecuencia
de la acción de la fuerza P. De esta ecuación obtenemos R B y después,
la determinación de las fuerzas axiales en las secciones se realizará
sin dificultades algunas por el método de las secciones, como esto se
ilustró en párrafos anteriores.
74
www.elsolucionario.net
Ejemplo 2.10. Calcular la reacción en el empotram iento inferior
de la- barra de la figura 2.35, a.
Resolución. Entre el extremo inferior de la barra y el em potra­
miento inferior hay, antes de aplicar la carga, una pequeña ranura de
m agnitud A.
Como resultado de la acción de la fuerza, la ranura se cierra y surge
la reacción R Á. Para calcularla, separamos de la barra el em potra­
miento inferior y sustituim os su acción sobre la barra por la fuerza
R a (fig. 2.35, b). Planteam os la ecuación de las deformaciones. El
segmento AD representa el alargam iento que recibiría la barra
'///

P
r
r M A
Fc a F
0

' ____ í_________ ü


1 L

www.elsolucionario.net F IG . 2.36

bajo la acción de la fuerza P , si no existiese el empotramiento. El


segmento KD representa el acortam iento de la barra debido a la reac­
ción R a .
Del dibujo se deduce, que
Pl{ • KD
AD = KD + A, pero A D — FFi Ra‘2
EF,
' RaU
EF i
Por tanto, a d KO
Pl i RAh R A h = A.
E F . EFEF,
De la ecuación obtenida se halla R A. Si la reacción RA resulta posi­
tiva, entonces la dirección fijada de RA es correcta, es decir, actúa
de abajo arriba. Si resulta negativa, entonces la fuerza P es insuficien­
te para cerrar la ranura y se necesita aplicar al extremo inferior de la
barra otra fuerza, R A , orientada de arriba abajo.
Por lo tanto, si la reacción RA es negativa, el problema consiste
en calcular los esfuerzos en las secciones transversales de la barra
originados por la fuerza P solamente (problema estáticam ente deter­
minado o isostático).
Ejemplo 2.11. Calcular la carga adm isible para el sistema de barras
de acero representado en la figura 2.36. La viga AC se considera absolu­
tam ente rígida. La tensión admisible es [a].
75
Resolución. Para www.elsolucionario.net
el cálculo de sistemas, formados por varias barras,
generalmente se emplea el método siguiente que se puede denominar
método de comparación de las deformaciones.
Prim eram ente, por el método de las secciones, fijamos los esfuer­
zos desconocidos que deberán ser determinados y planteam os las
ecuaciones de equilibrio que se pueden plantear en el problema en cues­
tión.
En este caso se pueden plantear solamente dos ecuaciones: igualar
a cero la suma de las proyecciones sobre el eje vertical de todas las
fuerzas que actúan sobre la parte separada e igualar a cero tam bién
la suma de los momentos de estas fuerzas respecto a cierto punto, por
ejemplo, al punto B. Considerando que todos los esfuerzos son de trac­
ción obtendremos:
1) 2 y = 0 , N ± + N 2 + N s — P = 0; I
2) 1,M b = 0, N = N s.
De estas ecuaciones no se pueden determ inar tres incógnitas. Es
necesario, por lo tanto, plantear una ecuación complementaria que ex­
prese la condición de com patibilidad (continuidad) de las deformacio­
nes del sistema.
Para plantear la ecuación de compatibilidad de las deformaciones, es
necesario representar el sistema en su estado deformado y, directamente del
esquema (geométricamente), establecer después la relación entre las defor­

www.elsolucionario.net
maciones de las diversas barras (partes) del sistema.
Así, en el caso dado, después de aplicar la carga, la viga AC se
desplazará hacia abajo, permaneciendo en virtud de la sim etría para­
lela a su posición original. Por lo tanto, los alargam ientos de todas las
barras serán iguales
A lX = A/ 2 = A/g.
Esta es la ecuación de com patibilidad de las deformaciones.
De la ley de Hooke se obtiene,
, Ahl __ A;22 /
EF ~ EF '

de donde se deduce que,

Introduciendo los valores de jV2 y N 3 en la ecuación de equilibrio


( 1 ) hallamos,
N l = N s = 0,4 P, (A)
N t = 0,2 P. (B)
Introduciendo en estas expresiones los valores admisibles de las
fuerzas axiales fA^] = [A y = [A y = F (o),hallaremos los valores
admisibles de P. De las igualdades (A) y (B) se obtiene,
r / y = 2,5 lo] F; [/>2] = 5 [o] F.
76
Es obvio que de laswww.elsolucionario.net
dos cargas [P] la adm isible será la menor, es
decir,
[P] = [P J = 2,5 [o] F.
Así, pues, en este caso la carga admisible está lim itada por la re­
sistencia de las barras extremas.
En casos más complejos, el cálculo de los sis­
temas estáticam ente indeterminados por el m éto­
do de comparación de las deformaciones puede
representar ciertas dificultades y conducir a resul­
tados incorrectos (véase el ejemplo siguiente).
Por lo tanto, para calcular los sistemas hiperes­
táticos se recomienda recurrir a métodos más pre­
cisos: al método de las fuerzas o al método energé­
tico basado en el principio del trabajo mínimo.
Ejemplo 2.12. Determ inar los esfuerzos en las
barras del sistema de la figura 2.37, a:
a = 30°, p = 45°, Z7! = 3,14 cm2,
F2'= 3 ,1 4 c m 2, F? = 21,9 cm2.
Resolución. Empleamos el método energético.
Seccionamos una de las barras, por ejemplo, la
barra inferior (fig. 2.37, b), y anotamos el esfuerzo
en ella por X , considerándolo de tracción.
Determinamos ahora los esfuerzos en las barras
www.elsolucionario.net
debidos a la acción del esfuerzo X (fig. 2.37, c y d),
2 y — N iX sen 30° — X sen 45° = 0,
iV ix = l,4 1 4 X (tracción);
2 * = - l,4 1 4 X c o s 3 0 ° — W2X- X eos45° ==0,
N 2x — — 1,931AT (compresión).
Determinamos después los esfuerzos en las ba­
rras, originados por la fuerza P (fig. 2.37, e y f).
2 ^ = Ar1Psen30° — P = 0, N iP = 2P (tracción);
2 — A rceo s3 0 °— N 2p = 0 ,
N 2P= — 1,732P (compresión)
Los esfuerzos totales serán
NÍ ^ 2 P + 1,414X,
iV2 = —1,732P — 1,931 AT,
N 3 = X, FIG . 2.37
y la energía potencial de la deformación,
ahh
7 J __ 1 S J /v i 1i __
22E
£ Zj F;
F¡ ~

= —
2e í ( 2 P + 1 ,43,14
L
1 4 X ) 2 139 ,
^
( 1 .7 3 2 P + 1,931X )2
3^4
X z \70
21,9
• v
www.elsolucionario.net
Determinamos ahora el esfuerzo X de la condición del mínimo de
la energía de la deformación, obteniendo,

250,38P + 176,98* + 255,63P + 285,01X + 15,52X = 0,


de donde hallamos,

X = N 3 = — 1,059P (compresión);
Nj, = 2P + 1,414 (— 1.059P) = 0.503P;
N 2 = — 1.732P — 1,931 (— 1.059P) = 0.315P.

La resolución de este problema por el método de la comparación


de las deformaciones nos lleva en este caso a resultados erróneos. Con­

www.elsolucionario.net

siderando que todos los esfuerzos son de tracción, obtendremos las


dos ecuaciones de equilibrio siguientes (fig. 2.38, a y b),

2 X = —N 1 eos a — N 2 — N 3 eos P = 0,
2 Y — — Ni sen a — JV3 sen p + P = 0.

Plantam os ahora la ecuación de las deformaciones (fig. 2.38, c).


La articulación B se desplaza y ocupará la posición B i de coordenadas
óx y 8 y. Como las deformaciones de las barras son pequeñas, se puede
considerarlas iguales a las proyecciones del desplazamiento del nudo
B u sobre las direcciones originales de las barras correspondientes.
Expresamos las proyecciones del desplazamiento B B X y, como con­
secuencia, tam bién las deformaciones de las barras, a través de las
proyecciones de las coordenadas del punto B x (fig. 2.38, c):
www.elsolucionario.net
A/i = BB' = BCi + B"C2 = 8X eos a + 8y sen a;
A/2- / * § ' = 6,;
Al3 = BB'" — D {B "— B D 2 = 8y sen p — 8X eos ¡3.
Elim inado de aquí 8X y 8y se obtiene,
Mi A/3 í eos a 1 eos P
sen a, sen p \ sen a 1 sen p )A / 2

los esfuerzos,
n 3i3 / eos a , eos P
EFi sen a EF33 sen p
EF \ sen a 1 sen p / EF"2

En el caso particular cuando Fx — F2 = F = 3,14 cm2, F 3 —


— 21,9 cm2, a = 30°, P = 45° y l2 = 1,2 m, se obtiene el sistema si­
guiente de ecuaciones
0,865 iVx + N 2 + 0,706 N 3 = 0,
0,5 N i — 0,706 N 3 — P = 0,
2,31 N x — 2,732 N 2 — 0,286 N s = 0 ,

www.elsolucionario.net
cuya solución nos dará,
N = 0,4P, N 2 — 0,458 P, N 3 = — 1,14P (compresión).
Como se puede observar, hemos obtenido resultados erróneos. La
situación se agrava por que aparentem ente esta solución parece verosí­
mil: como debe ser, las barras primera y segunda están fraccionadas y la
tercera, comprimida.
¿Dónde se ha cometido el error?
El error radica en que las tensiones no corresponden al estado de
deformación. El estado tensional adm itido considera que todos los
esfuerzos son de tracción, m ientras que el estado deformado considera
que las dos primeras barras se fraccionan y la tercera se comprime
(fig. 2.38, c).
Para evitar el error se debe considerar una de las dos variantes si­
guientes:
a) El estado deformado se escoge de acuerdo con la figura 2.38, c
pero entonces, en el estado tensional, se considerará que N 3 es de com­
presión, obteniendo así:
1) 0 ,8 6 5 ^ + N 2 = 0,706^3 = 0,
2) 0,5yVx + 0,706N3 — P = 0,
3) 2.31AÍ1 — 2,732N 2 — 0,286W3 = 0.
La solución de este sistema nos daría los valores correctos de los
esfuerzos = 0,503P, N 2 = 0,315P, N 3 = 1,059P (compresión).
b) El estado tensional se escoge según la figura 2,38, b, pero se
variará entonces el estado deformado de manera tal, que todas las ba-
79
ira s estén fraccionadas (fig. 2.38, d) Así, pués,
www.elsolucionario.net
A/j = B B ' = BC{ -f- B"C2 = ó* eos a + 8y sen a,
M 2 = BBT = 6X,
Al3 — BB" = BD 2 — B"'D1 = 8X eos p — 8y sen {5.
Elim inado 8X y 8y y pasando de las deformaciones a los esfuerzos,
hallaremos,
2,31#! - 2,7 3 2 # 2 + 0 ,2 8 6 # 3 = 0.
A esta ecuación se debe sumar las ecua­
ciones de equilibrio:
0,865#! + N 2 + 0,7 0 6 # 3 = 0,
0,5 Nj, — 0,706#3 — P = 0.
Resolviendo estas tres ecuaciones se ob­
tienen los valores correctos
N i = 0,503-P, # 2 = 0,315P,
N — 3 — 1,059P (compresión).
En algunos sistemas es imposible partir de
un estado deformado tal qué todas las barras
sufran alargamientos. En estos casos la solu­

www.elsolucionario.net
b)
FIG . 2.39
ción del problema por el método de compa­
ración de las deformaciones es preferible co­
menzar por la elección del estado deformado
(fig. 2.39). Por ejemplo, se puede escoger el
estado deformado de acuerdo con la figura 2.39, a donde las dos pri­
meras barras se alargan y la tercera se comprime, pero entonces el
estado tensional deberá ser tal que los esfuerzos N x y # 2 sean de
tracción y el esfuerzo N s, de compresión (fig. 2.39, b).
Son posibles tam bién otras variantes, pero siempre los estados ten-
sionales y de deformación deberán estar de acuerdo el uno con el otro.
En caso contrario pueden cometerse errores semejantes al del ejem­
plo 2 . 1 2 .

§ 22.Tensiones originadas por los cambios de temperatura y durante


el montaje. Regulación artificial de los esfuerzos en las
construcciones
Veamos dos barras, de las cuales la primera (fig. 2.40, a) forma un
sistema isostático y la segunda (fig. 2.40, b), un sistema hiperestático.
La barra empotrada en un extremo, al ser calentada At grados
aum enta sus dimensiones longitudinales y transversales (fig. 2.40, a).
El alargam iento Alt se obtiene por la conocida fórmula de la Física,
Al = a A /7 ,

80
donde a es el coeficiente de dilatación lineal. En el caso del acero, por
www.elsolucionario.net
ejemplo, es a = 125-10~7 1/grado.
Puesto que nada obstaculiza el libre alargam iento, no aparecerán
en la barra esfuerzos interiores.
Al calentar A i grados la barra empotrada en sus dos extremos
(fig. 2.40, b), surge un esfuerzo interior de compresión, puesto que el
segundo em potram iento impide su alargam iento.
De aquí se deduce la regla general siguiente: en los sistemas está­
ticamente determinados, al variar la temperatura, aparecen deforma­
ciones sin que surjan esfuerzos interiores-, en los sistemas estáticamente

H í
a-J - M
a) d x '.£f.
ÉT

i)

FIG . 2.40

www.elsolucionario.net
indeterminados el cambio de la temperatura va acompañado de esfuer­
zos interiores. Para calcular estos esfuerzos se emplea el método co­
mún de cálculo de sistemas hiperestáticos. Separamos m entalm ente
uno de los empotramientos, por ejemplo, el derecho. Entonces la
barra recibe la posibilidad de alargarse en A lt — aA ti. A su vez,
XI
la fuerza reactiva X comprime la barra en A lx = .
Puesto que el desplazamiento real de la sección extrema derecha
de la barra es nulo, obtendremos,
XI
aA ti =
EF
y definitivam ente,
X
X — E F aA t 6 ot = —=- = EaAt. (2.57)

Esta fórmula es válida solamente para las barras de sección cons­


tante.
Las tensiones originadas por la tem peratura o t pueden tener una
m agnitud considerable. Para dism inuirlas, en las construcciones se
preven juegos (juntas) de temperatura.
Aparte de las tensiones originadas por la tem peratura, en los siste­
mas hiperestáticos pueden aparecer tensiones al m ontar la construc­

6 -0 1 2 2 8 81
www.elsolucionario.net
ción, como consecuencia de que las dimensiones de algunas de las ba­
rras de la construcción pueden diferenciarse de las previstas en el cálcu­
lo, por errores de fabricación.
Veamos, por ejemplo, el sistema representado en la figura 2.41.
Supongamos que las barras están fabricadas de un mismo m aterial y que
las secciones tienen áreas iguales. Las distancias
entre las barras tam bién son iguales, es decir,
A B = BC. Supongamos que la longitud de la
barra central es una m agnitud 6 menor que la
que se deduce del esquema geométrico de la
construcción. (Para mayor claridad de los cál­
culos posteriores, el segmento 6 que generalmente
es muy pequeño en comparación con la longitud
de la barra, está representado con gran exagera­
ción). Al m ontar este sistema, será necesario
estirar, de una u otra manera, la barra central
para poder fijarla a la viga A B C (para soldarla,
por ejemplo). Como consecuencia, después del
m ontaje, en el sistema aparecerán ciertos esfuer­
zos. Una vez montado el sistema, la viga AB C
ocupará la posición A 'B 'C '.
FIG . 2.41 Las longitudes de las barras extremas dis­
m inuyen y, por lo tanto, surgirán en ellas es­
fuerzos de compresión, y la longitud de la barra central aum enta en la

www.elsolucionario.net
m agnitud D B ', es decir, en esta barra surgirá un esfuerzo de tracción.
Recurrimos al método de comparación de las deformaciones para
determ inar los esfuerzos en las barras.
De las ecuaciones de equilibrio hallamos,
1) 2A ÍB = 0, de donde se obtiene N l = N a,
2) 2 Y — 0, de donde se obtiene N 2 — 2
y de la condición de com patibilidad de las deformaciones, obtenemos
A A ' = B B ' = D B — DB' .
Pero como
A A ’ = AA, D B = 6 , DB ' = AZa,
entonces
A/i = 6 — A
Es decir,
A 'V - ,V 22/
EF —v — £F •
Introduciendo aquí N 2 = 2N u obtenemos,
SEF 2 SEF
Ni= 51 y nz
5 l
El signo positivo de y N 2 indica que las direcciones que se
dieron a estas fuerzas resultaron ser correctas, es decir, que las barras
laterales están comprimidas y la central, traccionada.

82
Si al sistema se lewww.elsolucionario.net
aplica ahora, por ejemplo, una fuerza P en el
punto B, entonces los esfuerzos en todas las barras serán de tracción
(véase el ejemplo 2.11 y fig. 2.36).
Sumando estos esfuerzos a los originados durante el m ontaje,
obtendremos,

n 1 = 45- p s 5/
ef ’
P , 2 SEF
;V2 =
5 5 l
Variando la magnitud de la ranura 8 , resulta posible regular
artificialmente los esfuerzos y las tensiones en los sistemas estáticamente
indeterminados.
Se puede escoger la m agnitud 8 de tal manera que, por ejemplo,
las tensiones en todas barras del sistema sean iguales.
De la igualdad ox = ~ = o 2 = ^ se obtiene 8 = Las
r r átr
tensiones en todas las barras resultan ser idénticas e iguales a
5 P „ 0:0 i P
Oj — o 2 — 0 3 — ~\5~p — 0,33 — .

En el sistema sin regulación de los esfuerzos (fig. 2.36), tendría­


mos: la tensión en las barras laterales,

Oi = o3= T
2
tP = 0,4
„ . P
—,
www.elsolucionario.net
la tensión en la barra central,
P a n P
02= 5 F = 0 , 2 j .

Comparando estos resultados, vemos que, al regular artificial­


mente las tensiones de la barra central se reduce la tensión efectiva de
0,4 P
j a 0,33 y -
La idea de regular artificialm ente los esfuerzos seemplea cada
vez con más am plitud en los distintos tipos de estructuras y, p a rti­
cularm ente, en las de hormigón (hormigón pretensado).
La arm adura, que fue estirada artificialm enr ntes de colocar el
hormigón, se libra de los dispositivos de preUnsar, una vez colo­
cado y habiendo fraguado el hormigón, creando en el elemento de
hormigón armado un estado tensional opuesto al que surge bajo la
acción de la carga. Es particularm ente im portante dism inuir las ten­
siones de tracción en el hormigón, puesto que éste resiste mal estas
tensiones.
Actualm ente, en la URSS (y en otros países) el hormigón preten­
sado se fabrica en masa, tanto para las estructuras como (en menor
escala) para la construcción de m áquinas (bastidores de m áquinas
pesadas, etc.).

6* 83
Ejemplo 2.13. Calcular las tensiones que surgen en los carriles de
www.elsolucionario.net
acero (de ferrocarril o de tranvía) en el verano, cuando t = +30°C , si
los rieles se colocaron sin holguras, en invierno, cuando t = —30° C.
En el acero, a = 125-10-7 y É = 2 - 106 kgf/cm2.
Observación. Si se em p lea el S istem a In te rn a c io n a l de u n id a d e s (SI), la
te m p e ra tu ra se m ide por la escala a b so lu ta de K elv in . E n to n c e s, en lu g ar de
t = + 3 0 ° C, se debe e scrib ir t = 273 + 30 = 303° K v en lu g a r de t — — 30° C,
t = 273 — 30 = 243° K.

Resolución. Por la fórmula (2.57) se obtiene para A i = 60°,


ot = 125-10"7-2-106-60 = 1 500 kgf/cm2. Este valor está bastante
próximo al de las tensiones admisibles para el acero de bajo contenido

a
A=0,6cm- 1=1000cm A /2

n
!
l 1

A lt/2 .... _ h lt/Z

FIG . 2.42

www.elsolucionario.net
de carbono. Para dism inuir las tensiones originadas por los cambios
de tem peratura, en los rieles se prevén holguras, situadas entre sí a
una distancia determ inada. En otros aspectos éstas son bastante
indeseables.
Ejemplo 2.14. Calcular las tensiones en el mismo carril si cada 10 m
están previstas juntas A = 6 mm (fig. 2.42).
Si los carriles contiguos a éste no presentasen ningún obstáculo,
el alargam iento originado por el calentam iento del carril sería, Alt =
= a l A t.
La fuerza reactiva X , que aparece al cerrarse la junta (cuando la
longitud del carril es igual a / + A, es decir, a la distancia entre
las líneas I y II), comprime el carril en,

De la figura se desprende que A lt = A lx + A. Introduciendo aquí


los valores de Al t, A lx y A, obtenemos a t = 300 kgf/cm2. Así, pues,
una pequeña holgura es capaz de dism inuir considerablemente las
tensiones originadas por el cambio de la tem peratura. Se comprueba
fácilm ente, que cuando la holgura es de 7,5 mm, las tensiones ot
desaparecen.
84
§ 23. Concentración www.elsolucionario.net
de tensiones. Tensiones de contacto
La distribución uniforme de las tensiones en la sección transversal
de una barra traccionada (comprimida) tiene lugar solamente a cierta
distancia del punto de aplicación de la fuerza, si, al mismo tiempo, las
dimensiones transversales de la barra no varían a lo largo de ella,
o varían muy suavemente. Pero si el contorno de la sección longitu­
dinal de la barra varía bruscamente, entonces, en los lugares donde
cambia bruscamente la forma prism ática o cilindrica de la barra, la
distribución de las tensiones en la sección transversal ya no será uni­
forme.
Este fenómeno que consiste en un aumento súbito de las tensio*
nes en los lugares donde la forma geométrica de la barra cambia

www.elsolucionario.net FIG . 2.43

súbitam ente, se denomina concentración de tensiones. La deter­


minación de las tensiones en los lugares de concentración se realiza
o por los métodos experimentales o por los métodos de fa Teoría de la
Elasticidad.
En la figura 2.43, a, en calidad de ejemplo, están dados los resul­
tados de la resolución de este problema para el caso de una banda an­
cha con un pequeño agujero, sometida a tracción uniforme. La ten­
sión máxima en el borde del agujero crmáX es tres veces mayor que la
P
media (nominal) que se obtiene por la fórmula a = -p .
Para una banda ancha con dos debilitam ientos en forma de semi­
círculos en los bordes, la tensión máxima es dos veces mayor que la
nominal (fig. 2.43, b).
La razón de la tensión local m áxima a la nominal se denomina
coeficiente teórico de concentración de tensiones:

= (2.58)

Por tensión nominal se entiende la tensión que se obtiene por


las fórmulas de la Resistencia de M ateriales, sin tener en cuenta
85
p
www.elsolucionario.net
el efecto de concentración. Por ejemplo, en el caso de la banda con un
agujero, o — y , donde F es el área de la sección debilitada.
El coeficiente teórico de concentración délas tensiones se obtiene,
suponiendo que el m aterial, al deformarse, sigue la ley de Hooke.
En muchos casos este coeficiente no da una idea correcta de la influen­
cia de la concentración de tensiones sobre la resistencia de la pieza.
Si el m aterial siguiese la ley de Hooke hasta la rotura, entonces, la
resistencia de la pieza, cuando existe concentración de tensiones, sería
a a (coeficiente teórico de concentración de tensiones) veces menor que
la resistencia de otra pieza semejante, pero sin focos de concentración.
Los ensayos demuestran que para la mayoría de los m ateriales, la dis­
minución de la resistencia, como consecuencia de la concentración
de tensiones, resulta menor que a„ veces.
Esta reducción se establece experim entalm ente como la razón
del lím ite de resistencia (ar) de la pieza sin concentración de ten­
siones al lím ite de resistencia (orc) de la misma pieza con un concen­
trador de tensiones determinado,

= (2.59)
; rc i

El coeficiente k s se denomina coeficiente efectivo de concentración


de tensiones. Sus valores se dan en los manuales.
Los ensayos demuestran que en el caso de piezas de m ateriales
www.elsolucionario.net
plásticos y de cargas estáticas, el coeficiente prácticam ente es k s = 1 ,
es decir, que cuando se trata de este tipo de cargas, la concentra­
ción de tensiones deberá considerarse solamente en el cálculo de piezas
de m ateriales frágiles o de poca plasticidad.
Cuando actúan cargas alternadas (cálculo por fatiga), la con­
centración de tensiones se tiene en cuenta para todos los m ateriales.
Las tensiones locales grandes aparecen también en los lugares de trans­
misión de la presión de un cuerpo a otro.
Si el contacto inicial de los cuerpos ocurre en un punto o en una lí­
nea, entonces las tensiones se denominan tensiones de contacto, y si
el contacto inicial tiene lugar por cierta área de dimensiones finitas,
entonces generalmente se dice que las tensiones son de aplastamiento
(fig. 2.44).
Como resultado de las deformaciones de los cuerpos en contacto,
el contacto por un punto o por una línea pasa a ser contacto por cierta
área pequeña.
La presión que se transm ite de una pieza a otra se distribuye sobre
el área de contacto de manera no uniforme.
La determinación de las tensiones de contacto y de las deformacio­
nes se realiza por los métodos de la teoría de la elasticidad.
El problema se resuelve sobre la base de las suposiciones siguientes:
a) los m ateriales de los cuerpos en contacto se sujetan a la ley de
Hooke,
86
b) las dimensioneswww.elsolucionario.net
lineales del área de contacto son pequeñas
en comparación con los radios de curvatura de las superficies en
contacto,
c) la fuerza de compresión es normal al área de contacto,
d) en la superficie de contacto surgen solamente tensiones nor­
males.
Como se demuestra en la Teoría de la Elasticidad, si se cumplen
estas condiciones, las tensiones normales que aparecen en el área de
contacto, se distribuyen según una superficie elipsoidal y el área de
contacto adquiere la configuración de una elipse. La tensión máxima
P
a, w

£>cm
/1
p
Z 7fr777777Z 77777Z

www.elsolucionario.net
FIG . 2.44 FIG . 2.45 FIG . 2.46

surge en el centro del área de contacto. A continuación, damos, sin


demostración, algunas fórmulas de cálculo para ciertos casos particu­
lares de deformaciones de contacto.
1. Cuando dos esferas elásticas de diám etros d1 y d2 (fig. 2.45)
presionan m utuam ente, se forma un área de contacto circular, cuyo
radio a puede calcularse por la fórmula,
(2.60)

La tensión de aplastam iento máxima, en el centro del área, se de­


term ina por la fórmula,
(2.61)

Al deducir estas fórmulas, el coeficiente de Poisson se consideró


igual a fx = 0 ,3 . La fórmula (2.61) es válida tam bién en el case
cuando una esfera de diám etro dx se encuentra sobre una superficie
esférica cóncava de diám etro d 2 (fig. 2.46); salvo que en la fórmula
se debe cam biar el signo de d2. Así, obtenemos,
En este caso las tensiones resultan menores que en el caso anterior.
www.elsolucionario.net
Cuando una esfera presiona sobre un plano, las tensiones se calculan
por la misma fórmula (2.62), suponiendo que d 2 es infinitam ente grande,

pmáx = 0,62 (2.63)

En el caso de contacto de dos cuerpos cilindricos de generatrices


paralelas cuyas longitudes se consideran infinitam ente grandes, la
presión máxima se determ inará por la fórmula (para ^ = 0,3),

Pmax = 0-59 Út (2.64)

siendo q una carga uniformemente distribuida a lolargo de los cilin­


dros.
En los manuales correspondientes figuran las fórmulas para la de­
term inación de las presiones de contacto en otros casos.!
De las fórmulas anteriores se desprende que la relación entre la
carga y la presión de contacto no es lineal. .
Investigaciones más completas demuestran que a medida 1 que nos
alejamos del área de contacto, las tensiones en los sólidos en¡ contacto
disminuyen rápidam ente. En el caso general, el estado tensional es
tridim ensional. Como se demostrará más adelante, (véase el capítulo
V III) en estas condiciones, los m ateriales son capaces de resistir ten­
siones muy considerables. Es por esto que las tensiones admisibles

www.elsolucionario.net
de contacto son 3—5 veces mayores que las tensiones admisibles en el
caso de compresión monoaxial.
Si las dimensiones del área de contacto son comparables con la
m agnitud de los radios de curvatura de las superficies en contacto,
entonces las fórmulas expuestas no serán ya válidas. Esto ocurre, por
ejemplo, al determ inar la presión entre la superficie del perno (o del
remache) y la superficie cilindrica del orificio. En estos casos la solu­
ción teórica resulta muy complicada y para la comprobación de la
resistencia del m aterial en la zona de contacto se emplean, general­
m ente, métodos aproximados de cálculo basados sobre los ensayos co­
rrespondientes.
Por ejemplo, al calcular los remaches y pernos se considera que las
tensiones en el área de contacto (aplastamiento) se distribuyen unifor­
memente y que las tensiones admisibles, justificadas por los ensayos,
son 2-2,5 veces mayores que las tensiones admisibles en la compresión
M = 2 - ^ 2 ,5 [ o ] .
Estas tensiones se denominan generalmente tensiones de aplasta­
miento y no de contacto, aunque el contacto inicial entre el remache
y la lámina ocurre por una línea.
www.elsolucionario.net
CAPITULO III

DESLIZAMIENTO

§ 24. Conceptos generales


Si sobre las caras del elemento actúan solamente tensiones tangen­
ciales (fig. 3.1), este estado tensional se denomina deslizamiento puro
(véase tam bién el § 16).
Los planos sobre los que actúan solamente tensiones tangenciales
se denominan planos del deslizamiento puro.

www.elsolucionario.net
1
X
FIG . 3.1

En calidad de ejemplo de sólido en cuyos puntos tiene lugar el


deslizamiento puro se puede citar la barra torsionada de sección cir­
cular (véase más adelante).
Además de los cálculos de resistencia, en el deslizamiento puro, en
la práctica, se realizan tam bién a menudo los cálculos de resistencia
sobre la base de las tensiones tangenciales, independientemente de que
los planos sobre los que actúan estas tensiones sean del deslizamiento
u otros arbitrarios. Estos cálculos se denominan cálculos por desliza­
miento o cizallamiento (en el caso de la madera o el hormigón se dice
tam bién cortadura). Pueden servir de ejemplo de juntas que se calcu­
lan por cizallam iento, las juntas remachadas, las juntas con pernos y las
soldadas.
A pesar de toda una serie de simplificaciones, los cálculos por ciza­
llam iento, como lo demuestra la práctica, son suficientemente seguros.
§ 25. Estado tensional y deformaciones en el deslizamiento puro
www.elsolucionario.net
El estado tensional en el deslizamiento puro se puede analizar
con las fórmulas del § 17, suponiendo que aa y o p son iguales a cero.
Particularm ente, se puede demostrar que en el deslizamiento puro
las tensiones principales son de igual m agnitud pero de signo opuesto.
^máx — ^ :T,
m ín

es decir, que una de las tensiones principales es de tracción y la otra


de compresión (fig. 3.2).
Puesto que las dos tensiones principales son diferentes de cero,
el deslizamiento resulta ser un caso particular del estado tensional
biaxial.
De la fórmula (2.35) se desprende que los planos principales están
inclinados 45° respecto a la dirección de los planos del deslizamiento

B 8'-

www.elsolucionario.net
FIG . 3.3

puro (fig. 3.2). En efecto, cuando o a = o p = 0, se obtiene que


tg 2 1])0 = oo y, por lo tanto t|)0 = 45°.
Vemos ahora las deformaciones del deslizamiento.
El elemento ABCD que era rectangular antes de la deformación
por deslizamiento (fig. 3.3) después de ésta, adquirirá la forma A B 'C 'D
(AD se considera fijo).
El ángulo y se denomina deformación angular o ángulo de distor­
sión.
Los ensayos demuestran que en el caso de muchos m ateriales, hasta
ciertos lím ites de solicitación, entre las tensiones y las deformaciones
en el deslizamiento, se verifica la siguiente dependencia lineal,
T
[3.11

que expresa la ley de Hooke para el deslizamiento. La constante G


se denomina módulo de deslizamiento (módulo de elasticidad de segun­
do género) y caracteriza la capacidad del m aterial de resistirse a la
deformación por deslizamiento.
La dependencia lineal entre r y y resulta válida m ientras las tensio­
www.elsolucionario.net
nes tangenciales no superan el lím ite de proporcionalidad en el desli­
zamiento.
De la fórmula (2.42) se deduce que en el caso del deslizamiento puro
la deformación del volumen ev es igual a cero ya que,
O í — t; o2 — 0; — t.

§ 26. Energía potencial del deslizamiento. Relación entre las tres


constantes de elasticidad E , G y fJ.
Calculemos la energía potencial del deslizamiento. Para sim plificar
el problema, suponemos que la cara AD del elemento no se mueve
(fig. 3.3). Entonces, al desplazarse la cara superior, la fuerza tS dx
(donde 6 es el espesor del elemento) realizará cierto trabajo en el des­
plazamiento y dy. Por lo tanto, la energía potencial de la deformación
acumulada en el elemento será,

dU = -^-Tyó dx dy

y la energía potencial unitaria (específica),


dU 1
U~ ~ d V ~ ~ 2 T^'
Al expresar y a través de t según la ley de Hooke (3.1), obtendremos,
www.elsolucionario.net «“ TTT- <3 -2)
El coeficiente 4- se introduce porque la fuerza es proporcional al des­
plazamiento.
La energía potencial puede ser expresada tam bién por las tensiones
principales normales. De la fórmula (2.53), en el caso delestado ten­
sional plano, como lo es el deslizamiento puro, suponiendo o 2 = 0 ,
se obtiene,

u = -¿r(< * ? + G¡ ~ 2 1 1 0 ^ 3 ). (3.3)
Pero las tensiones principales en el deslizamiento son = t, a3 =
= — t y, por lo tanto,

u = llíí± J i> . (3 .4 )

Como la m agnitud de la energía no debe depender de la orientación


de las caras del elemento, igualando los segundos miembros de las
expresiones (3.2) y (3.4) hallaremos,
T2 T2 ( 1+ M-)
~2G~ E ‘
91
De aquí se obtienewww.elsolucionario.net
la dependencia entre el módulo del deslizamiento
G y el módulo de elasticidad de primer género E
E
[3.5]
0 " 2 ( 1 + 1*) *
Para el acero, el módulo del deslizamiento es igual a
2 * 106
8 - 1 05 kgf/cm 2.
2 (1 + 0 ,3 )

§ 27. Cálculos prácticos por deslizamiento


Analicemos los fundamentos de los métodos prácticos de cálculo
por deslizamiento (cizallamiento) de las juntas remachadas y soldadas.

/
TV /
T\/TV

- ¡ [ /
- 0 - - 4 -

www.elsolucionario.net
A it-
V777?til-,////tib//777Á _¡fe ________i

T
b)
F I G . 3.4

Estas cuestiones se estudian con más detalle en los cursos de piezas de


m áquinas y de estructuras metálicas.
En la figura 3.4, a está representada la junta remachada de dos lá­
minas (junta solapada). El aspecto de la posible rotura de la junta
remachada está representado en la figura 3.4, b.
La junta falla cuando se cortan los remaches en el plano de contacto
de las láminas.
Si la rotura de cada remache ocurre por un plano de cizallam iento
se dice que la junta es de un hilo (fig. 3.4) y si ocurre por dos planos,
de dos hilos (fig. 3.5), etc...
Teniendo en cuenta las grandes dificultades relacionadas con el
establecim iento del estado tensional real del m aterial de los roblones
en la zona de la rotura, para sim plificar el problema, se adm ite que en
los planos del cizallamiento actúan exclusivam ente tensiones tangen­
ciales.

92
Surge la pregunta www.elsolucionario.net
siguiente: ¿cómo se distribuye la fuerza P entre
los remaches? es decir, ¿están o no los remaches cargados igualmente?
Investigaciones teóricas y experimentales demuestran que los ro­
blones, a lo largo de la línea de acción de la fuerza, están cargados de
manera no uniforme.
Si se calcula la junta remachada como un sistema hiperestatico,
adm itiendo, por ejemplo, el sistema base según la figura 3.6, entonces
1
- 4 --4--4- ! 4 ^ 4 - p
p
- $ - - ^ - - 4 ¡ -4 -4 " 4 ~
¡ ~44 -4 -
i 1

r\ . Q—o_

FIG . 3.5

www.elsolucionario.net FIG . 3.6

obtendremos para las fuerzas cortantes en los remaches, Q3 — X s — X 2


etc., los resultados ubicados en la tabla 3.1 (el problema ha sido re-
— T abla 3.1

Número Oí <?2 Os 04 Os 06
de re­ Qn e d i a
maches (en partes de P)

3 0,353 0,294 0,353 0,333


4 0,29 0,21 0 , 21 0,29 0,25
5 0,26 0,17 0,14 0,17 0,26 0,20
6 0,24 0,15 0,11 0,11 0,15 0,24 0,166

suelto suponiendo que las áreas de las planchas que se empalman son
iguales).
Como se puede observar, al aum entar el número de remaches
el trabajo de éstos se hace menos uniforme.
En el caso de 6 remaches, la fuerza cortante en los remaches
extremos (primero y sexto) es casi 2,5 veces mayor que el esfuerzo en
los remaches centrales (tercero y cuarto).

93
Cuando se ensamblan elementos de distinta área de la sección
www.elsolucionario.net
transversal, aum enta la diversidad en el trabajo de los roblones.
Los más recargados resultan los remaches que se encuentran del
lado de la plancha de menor área.
Sin embargo, los ensayos demuestran, que cuando actúan cargas
estáticas, los remaches se destruyen sim ultáneam ente. Esto se ex­
plica por que en el momento del fallo los esfuerzos en los roblones se
igualan, como consecuencia de la plasticidad del m aterial y las hol­
guras entre los remaches y las planchas.
Cuando actúan cargas de percusión y vibratorias, resulta indispen­
sable contar con la diversidad del trabajo de los remaches.
Así, pues, en el caso de cargas estáticas, se puede considerar que el
esfuerzo cortante en cada remache es igual a,

Q= 4 ’ (3 -6)
siendo P la fuerza que actúa sobre la junta y ti, el número de remaches.
Después, se supone que las tensiones tangenciales en el plano de
cizallam iento se distribuyen uniformemente, aunque, en realidad,
como lo indican los ensayos, la distribución no es uniforme. La solu­
ción teórica rigurosa de este problema presenta dificultades, sobre todo
si se tiene en cuenta la existencia de ciertos juegos entre los remaches
y las planchas, las fuerzas de roce entre ellas, etc. Al mismo tiempo,
para fabricar los remaches se emplean las marcas más plásticas de ace­
ros, por lo que la diversidad en la distribución de las tensiones tangen­
www.elsolucionario.net
ciales desaparece, debido a las deformaciones plásticas que acompañan
al fallo.
Adm itiendo que las tensiones tangenciales se distribuyen unifor­
memente en la sección del remache, es fácil ya calcular su m agnitud.
Planteando la ecuación de equilibrio de la parte separada de la jun­
ta, la parte superior (fig. 3.4, b) por ejemplo, obtenemos,
2 X = 0, — P + nxF = 0,
de donde se halla,
r--£r, (3.7)
JT£¿2
donde F = — es el área de la sección transversal del remache de
4
diám etro d.
Teniendo en cuenta la fórmula (3.6), de (3.7) obtenemos,
t = -£ -. (3.8) ■

La condición de resistencia de los remaches al cizallam iento se


escribe en la forma siguiente:

* = -E r = "jr<[Tc!z], [3.9]
donde [x iz] esla tensión tangencial admisible (tensión admisible
al cizallamiento).
94
www.elsolucionario.net
De la fórmula (3.9) fácilmente se obtiene el número necesario de
remaches de un hilo:

....<3 ' 10)

En el caso de juntas de dos o más hilos, en lugar de n en la fór­


mula (3.9) se debe introducir el número total de cortes de los remaches
situados a un lado de la junta.
Los agujeros en las planchas que empalman son de un diámetro
0,5-1 mm superior al diámetro del remache antes del remachado, pero
sin embargo, en los cálculos se considera el diám etro del agujero puesto
que una vez realizado el remachado, el roblón prácticam ente llena ple­
namente el agujero.
El valor de las tensiones tangenciales admisibles se establece, gene­
ralm ente, m ediante ensayos, para revelar la influencia sobre la resis­
tencia de la junta, de la diversidad en la distribución de las tensio­
nes tangenciales, de las fuerzas de fricción, de las holguras, etc. Para
el cálculo de los remaches se considera que [ t cí-2] = ( 0 , 6 0 ,8 ) [ a f],
donde [a(] es la tensión adm isible a tracción.
Los m ateriales fibrosos (la madera, por ejemplo) que son muy he­
terogéneos y anisotrópicos, presentan, según lo demuestran los ensayos,
muy poca resistencia al cizallam iento (cortadura) en el sentido de las
fibras. Por ejemplo, para el pino se considera [T c o r i] = 0,1 [o*], cuan­
do se corta en la dirección de las fibras.
www.elsolucionario.net
Aparte del cálculo por cizallam iento, las juntas remachadas se cal­
culan tam bién por presión (aplastamiento), es decir, se comprueban
las tensiones de aplastam iento sobre el área de contacto de las planchas
unidas y los remaches. Las proyecciones de las áreas de aplastam iento
sobre el plano del dibujo están representadas en la figura 3.4, a con
líneas gruesas. El área de aplastam iento de un remache se considera
igual a F apí = d - 8 .
Dado el caso del empalme (unión solapada) de dos láminas de espe­
sor diferente, al calcular F ap¡ se debe considerar 8 mín. Para una unión
al tope, con dos cubrejuntas (véase la fig. 3.5) se debe entender por 8
el espesor de las lám inas ensambladas, si no es superior a 28c (donde
Sc es el espesor de un cubrejunta). En el caso contrario (cuando 25c < 8 )
se debe considerar Fapi = 2 dSc.
Las tensiones de aplastam iento se consideran uniformemente dis­
tribuidas sobre el área de aplastam iento y, por lo tanto, la condición
de resistencia al aplastam iento se expresa por la fórmula,

Japl '■ ;[0«pj], (3-11)

donde [crap¡] es la tensión admisible al aplastam iento y ti', el número


de remaches.
En el caso de agujeros taladrados o punzonados con un posterior
retaladrado, se adm ite [oap¡] = 2 [o].
95
De la fórmula (3.11) se puede obtener la cantidad necesaria de re­
www.elsolucionario.net
maches, según la condición de resistencia al aplastam iento,

(3.12)
[° a p í]
De las dos m agnitudes obtenidas, n y r í , se adm ite la mayor.
F se calculan, tam bién, las juntas soldadas, que
últim am ente, cada vez con mayor intensidad, sustituyen a las rem a­
chadas. En la figura 3.7, a está representada una junta solapada de dos
planchas, unidas por costuras frontales y de flanco. Al calcular las cos­
turas frontales y las de flanco, se considera que la sección peligrosa de

Q,7k

m
Costura
frontal

i
www.elsolucionario.net 6)

FIG . 3.7

la costura coincide con el plano que pasa por la bisectriz mn del ángulo
recto A B C (fig. 3.7, b). Así, pues, el área de la sección peligrosa de una
costura frontal es b-0,7 k y el de una costura de flanco, /• 0,7 k , siendo
k el cateto de la costura.
En el caso representado en la figura 3.7, el cateto es igual al es­
pesor 8 de la plancha superior. Las tensiones tangenciales se consideran
distribuidas uniformemente en el área de la sección peligrosa. Teniendo
en cuenta estas suposiciones, la carga admisible, correspondiente a la
costura frontal, es,
[Pf ront ]=b-0Jk[Xs], (3.13)
donde [t s] es la tensión admisible, por cortadura, para la costura.
El esfuerzo admisible para una costura de flanco, es,
l Pn ] = / 0 , 7 H t s]. (3.14)
Es obvio, que para conseguir una 1ju n ta resistente, será necesario
que la resistencia total admisible de las costuras no sea inferior a la
96
fuerza que a c tú a sobrewww.elsolucionario.net
la ju n ta , es decir,
2 [ P f l ] + 2 [ P f ron t } > P . (3.15)
De esta ecuación se puede obtener la longitud necesaria de la cos­
tura, si se fija previamente el valor de k.
Ejemplo 3.1 Calcular la junta remachada de dos planchas de
igual sección y espesor 6 = 1 6 mm, si están unidas por dos cubrejuntas
(fig. 3.5) y la fuerza es P = 60 t. Las tensiones admisibles son, [crc] =
= [a¿] = 1 600 kgf/cm2,
[Tc*z] = 1 000 kgf/cm 2 y [aapl\ = 3 200 kgf/cm 2.
Resolución. En este caso los remaches son de dos hilos, puesto que
para que ocurra el fallo, es necesario que cada remache se corte por dos
planos. Supongamos que el diám etro de los remaches es d = 20 mm.
Calculamos el número necesario de cortes por la fórmula (3.10),
P 60 000-4 . ,
17,4 cortes.

Por lo tanto, es necesario adm itir 9 remaches. La cantidad indis­


pensable de remaches, por aplastam iento, se obtiene de la fórmula (3 . 1 2 )
P 60000 K oc
O^oO cO r0IT13Cn.0S.
.
SdlOaptl 1 , 6 - 2 - 3 200

www.elsolucionario.net
Resultó ser decisivo el cálculo por cizallam iento. Admitimos
9 remaches a cada lado de la junta y los disponemos en tres filas,
con tres remaches en cada una (véase la fig. 3.5). Calculemos la sección,
F de la plancha, a tracción,
n P 60 0 0 0 e 9
= ~ TBoo” = 37,5 cm

De aquí se deduce que, si 8 = 1,6 cm, el ancho de la plancha


será,
, F 37,5 00 _
bi = —
o
= —1,6
— = 2 3 ,5 cm.

A la anchura neta obtenida se la suma la anchura de los aguje­


ros, 3d = 6 cm, y hallamos de esta forma la anchura, completa de la
plancha, b = 23,5 + 6 = 29,5 cm. Esta anchura es suficiente para
colocar tres remaches. (La distancia entre los centros de los remaches
se toma igual a 3d). El espesor Sc de cada cubrejunta no debe ser menor
que la m itad del espesor de la plancha. Así, pues, aceptamos 6 . =
= 0 ,8 cm.
Ejemplo 3.2. Calcular la variante de una junta soldada según los
datos del ejemplo anterior (fig. 3.8). La tensión admisible de cortadura
de las costuras es,
[ t s] = 1 100 kgf/cm3.,, e*/' 0 ' Oy -,

7—31228 l K *, 97
o ¡' ' ?. 6
0
\g eni©tí*a / ^( ) ¡*
Resolución. Para www.elsolucionario.net
poder ubicar las costuras de flanco, escogemos
la anchura del cubrejunta, bc, un poco menor que la de la plancha
bp, es decir, bc = bp — 26 = 235—32 = 203 mm. Para que la re­
sistencia de los cubrejuntas sea no menor que la de la plancha, el área
¡S
\l?
nnüi P=60t

FIG . 3.8

de la sección de los primeros no deberá ser inferior a la de la plancha,


es decir, 26c¿>0 ^ Fp. De aquí se obtiene que el espesor del cubrejunta,

www.elsolucionario.net 6 C> - W - = 0’92cm


Admitimos óc = 10 mm. La longitud efectiva indispensable de
las costuras de flanco l¡i se obtiene de la condición [véase la fórmula
(3.14)] 1 100-4»0,71 n% - 60 000. De aquí se obtiene lf ¡ = 19,5 cm.
CAPITULOwww.elsolucionario.net
IV

CARASTERISTICAS GEOM ETRICAS


DE LAS SECCIO N ES

§ 28. Momento estático de la sección v


Para el estudio posterior de los problemas de resistencia, rigidez
y estabilidad, será necesario introducir algunas características geo­
métricas de las secciones, como son: los momentos estáticos, los mo­
mentos de inercia y los momentos de resistencia.

www.elsolucionario.net

S ejllam a momento estático S x de una sección (figura), respecto


a cierto eje x (fig. 4.1), la característica geométrica determinada por
la integral,
Sx = ^ y d F , [4.1]
F
donde y es la distancia del área elemental dF al eje a:.
El momento estático se mide en unidades de longitud elevadas a la
tercera potencia, generalmente en cm3. Este momento puede ser posi­
tivo, negativo o, como caso particular, igual a cero. Si identificamos el
área con una fuerza que actúa perpendicularm ente al plano del dibujo,
entonces la integral (4.1) se puede interpretar como la suma de los

7* 99
www.elsolucionario.net
momentos de las fuerzas dF, respecto al eje x. Del conocido, en la Me­
cánica Teórica, teorema sobre el momento de la resultante, se deduce,
S x = \ y d F = Fyc, (4.2)
F
siendo F el área total de la figura (resultante);
y c, la distancia del centro de gravedad de la figura al eje x.
De (4.2) se obtiene la fórmula que determina las ordenadas del
centro de gravedad,
[4.3]
De una manera análoga, se tiene para el momento estático respecto
al eje y,
(4.4)
F
de donde,

[4.5]

El centro de gravedad tiene la propiedad de que si el sólido se apoya


en este punto, se encontrará entonces en equilibrio.
De las fórmulas (4.2) y (4.4) se deduce que cuando los ejes x e y
pasan por el centro de gravedad, el momento estático de la figura será
www.elsolucionario.net
igual a cero. Estos ejes se denominan ejes centrales.
Si la figura está compuesta por figuras .elementales (cuadrados,
triángulos, etc), para las cuales se conocen las posiciones de los centros
de gravedad, entonces el momento estático de toda la figura se puede
obtener como la suma de los momentos estáticos de las figuras elemen­
tales. Esto se deduce directam ente de las propiedades de la integral
definida.
Si la figura tiene eje de sim etría, entonces el momento estático
de la figura, respecto a este eje, es igual a cero, puesto que el eje de
sim etría siempre pasa por el centro de gravedad.
En muchos casos, en lugar de las integrales simples, del tipo (4.1)
y (4.4) conviene recurrir a las integrales dobles del tipo,

(4.1a)
F D
(4.4a)
, F D
siendo D la región de integración.
Ejemplo 4.1. Determ inar la posición del centro de gravedad de la
sección (fig. 4.2, a).
Resolución. Dividimos la sección en dos rectángulos y trazamos los
ejes auxiliares x e y.
Por las fórmulas (4.3) y (4.5) obtenernos,
www.elsolucionario.net
F í X i + F zXz 10-1'0,5 + 4 -1-3
xc : 1 ,2 2 cm;
F\ + F z 10 + 4
10-1-5 + 4 - 1 - 0 , 5
ye 10 + 4
: 3,72 cm.

Estas coordenadas determinan la posición del punto C, es decir, del


centro de gravedad, punto que se encuentra en la línea que une los
puntos Q y C2 y se sitúa más próximo a la figura de mayor área.

www.elsolucionario.net
F I G . 4.2

Ejemplo 4.2. Determ inar la ordenada del centro de gravedad de la


m itad del círculo (fig. 4.2, b).
Resolución. Recurrimos-a la fórmula,

S, f ¡ydxáy
yc=— = — r — •

El numerador, teniendo en cuenta la ecuación de la circunferencia


x 2 + í/2 = R 2, será,
R Y r 2-X2
yl V r 2-X2 2
S x = [ dx ,j y d y = J dx -R 3-
2“ 0 ” T
- R - R

Hallamos ahora y c que teniendo en cuenta que F — -^.n R 2, será,

í' c = t 4 t - 0'w '


101
§ 29. Momentos de www.elsolucionario.net
inercia de la sección
Se denomina momento axial (ecuatorial) de inercia de una sección,
la característica geométrica, numéricamente igual a la integral:
respecto al eje a;
j yz d F = j j y 2dx dy, [4.6]
F D
y respecto al eje y,
I v = ^ x 2 dF — j j x 2 dx dy,
F D
siendo y la distancia del área elemental dF al eje x (fig. 4.1);
x, la distancia del área elemental dF al eje y,
D, la región de integración.
Se denomina momento polar de inercia de la sección la característi­
ca geométrica, determ inada por la integral,
[4.7]

siendo p la distancia del área dF al punto (polo) (véase la fig. 4.1),


respecto al cual se calcula el momento polar de inercia.
Los momentos de inercia axial y polar son siempre magnitudes po­
sitivas.
En efecto, independientemente del signo de la coordenada del área

www.elsolucionario.net
-elemental arbitraria, el sumando correspondiente es positivo, puesto
que contiene el cuadrado de esta coor­
denada.
Se denomina momento centrífugo de
inercia de la sección la característica geo­
m étrica, determinada por la integral,

¡xy = [ xy dF — j j x y d x d y , [4.8]
F D
donde x e y son las distancias del área dF
a los ejes x e y.
El de inercia se mide en unidades de
longitud elevadas a la cuarta potencia
(generalmente en cm4).
El producto de inercia puede ser po­
sitivo, negativo o, como caso particular, igual a cero.
Si los ejes ortogonales x e y, o uno de ellos, son ejes de simetría de la
figura, entonces el producto de inercia, respecto a estos ejes, es igual a cero.
En efecto, en una figura sim étrica siempre se pueden escoger dos ele­
mentos de su área (fig. 4.3), que tengan iguales ordenadas y y abscisas,
tam bién iguales, pero de signos contrarios. Escribiendo la suma de los
productos xy dF de estos elementos, es decir, calculando la integral
>(4.8), obtenemos como resultado, cero.
d02
Es fácil demostrar, que el momento polar de inercia, respecto a un
www.elsolucionario.net
punto arbitrario, es igual a la suma de los momentos axiales de inercia
respecto a dos ejes ortogonales que pasan dicho punto.
En efecto, de la figura 4.1 se deduce que
p2 = x 2 + y 2.
Introduciendo este valor p2 en la expresión (4.7) hallaremos,

Ip = j p2 dF = j (x2 + y2) dF = J x 2 dF + j y^dF,


F F F F
y por lo tanto,
7p ■i x h- i y [4.9]

§ 30. Relación entre los momentos de inercia respecto a ejes


paralelos
Calculemos el momento de inercia de una figura respecto a un eje
cualquiera -xx (fig. 4.4).

www.elsolucionario.net

FIG . 4.4

Sea x 0 un eje central y J x0, el momento de inercia, que se considera


conocido. De la figura se deduce directam ente que y x — a + y, por
lo tanto,
Jx 1 = j (a + y)2dF = a2 j dF -{-2a j y d F + ^ y1 dF.
F F F F
La primera integral nos da el área de la sección. La segunda, que
representa el momento estático respecto al eje central x 0, es igual
a cero. La tercera, es el momento de inercia J x0 de la figura, respecto
al eje x 0. Así, pues,
JXi = JX0 + Fa2. [4.10]

103
E l momento de inercia, respecto a un eje arbitrario, es igual al mo­
www.elsolucionario.net
mento de inercia respecto al eje central, paralelo al primero, más el producto
del área de la figura por el cuadrado de la distancia entre los ejes.
De la fórmula (4.10) se deduce, que el momento de inercia, res­
pecto a un eje central, es menor que el momento de inercia, respecto
a cualquier otro eje, no central, paralelo al eje central.
El momento de inercia, respecto a un eje central, se denomina
momento central de inercia.

§ 31. Momentos de inercia de las secciones simples

1 . Rectángulo (fig. 4.5, a). Hallemos el momento de inercia de la


sección, respecto al eje x 0, que pasa por el centro de gravedad.

k Uo

XQ Xq

.
a=2r

www.elsolucionario.net

FIG . 4.5

Escogemos dF igual al área de una banda infinitam ente delgada


dF = bdy, obteniendo así

+2
J *o = b 2
\ y dy -
bh3
12 •

Así, pues,
, bhi3
>x o ¡ y • [4.11]

104
Está claro que, ^ yo www.elsolucionario.net
= '^ _- (4-12)
2. Círculo (fig. 4.5, b). Calculemos primeramente el momento polar
de inercia, respecto al Centro del círculo,
J ,= J p2dF.

Entenderemos por dF el área del anillo infinitam ente fino de anchu­


ra dp,
dF = 2np dp.
Entonces,
r
n r4
J p = 2n j p3 dp = — ,

y por lo tanto,
J r ~ ! £ = J l £ X 0 ,1 # . [4.13J

Ahora es fáeil ya hallar J Xo. En efecto, para el círculo se obtiene, por


la fórmula (4.9), J p = 2 J x0 = 2J vo, de donde

•/.„ = ^ 0 = ^ ^ « 0 ,0 5 # . [4.14]
3. Anillo (fig. 4.5, c). El momento axial de inercia, en este caso,

www.elsolucionario.net
es igual a la diferencia entre los momentos de inercia de los círculos
exterior e interior,
= J»o = ^ - ~ ^ - 0,05/> (1 - c*), (4.15)
siendo
d
C~ D ‘
De una manera análoga se obtiene el momento polar de inercia,
= = (4.16)
4. Triángulo (4.5, d) Calculemos el momento de inercia, respecto
al eje x x que pasa por el vértice del triángulo y es paralelo a la base,

Jx 1 = j y2dF.
F
Entendemos por dF el área del trapecio infinitam ente fino A B D E ,
cuya área puede considerarse igual a la de un rectángulo,
dF = bydy,
siendo by la longitud del rectángulo.
De la condición de semejanza de los triángulos se deduce:
Entonces,
www.elsolucionario.net
h

J » = T W dym,!lT - (4’17)
o
Hallemos ahora el momento de inercia, respecto al eje central.
Para ello, empleamos la fórmula (4.10):
r
JX0 = Jt xl - F ra *2 = -b h 3------ b2h- (l t 2 A)
, \2 bh3 ..
(4.18)
El momento de inercia, respecto al eje que pasa por la base, es
r T i c ? bh3 . bh / 1 , \ 2 bh3 .. . n .

§ 32. Momentos de inercia de figuras complejas


E l momento de inercia de una figura compleja es igual a la suma de
ios momentos de inercia de sus partes integrantes,
jx= j l : ••• (4.20)
Este resultado se deduce directam ente de las propiedades de la
integral definida
¡ y 2d F = ¡ y * d F + j t ? d F + . . . ,
F Fi F2
donde

www.elsolucionario.net F = Fx + F 2 + . . .
Así, pues, para obtener el momento de inercia de una figura
■compuesta es necesario descomponerla en una serie de figuras simples,
calcular sus momentos de inercia y sumarlos después.
Este teorema es válido tam bién para el cálculo del producto de
inercia.
Los momentos de inercia de los perfiles laminados (doble te, de
canal, hierro angular, etc.) figuran en las tablas del surtido de perfiles.

§ 33. Variación de los momentos de inercia al girar los ejes


Hallemos la relación entre los momentos de inercia, respecto
a los ejes x e y, por una parte, y los momentos de inercia, respecto
a los ejes x x e z/i girados un ángulo a , por otra (fig. 4.6). Sea J x >■ J v.
Supongamos que el ángulo positivo a se mide del eje x en dirección
opuesta a la de las manecillas del reloj.
Para resolver el problema planteado, veamos la relación entre las
«coordenadas del área dF en el sistema de ejes inicial y en el girado.
De la figura se deduce que,
= OC = OE + EC — OE + A F = OA eos cc + A B sen a =
= x eos a + y sen a, (4.21)
y x — BC = BF — A E - y eos a — x sen a . (4.22)
106
Hallemos ahora los momentos de inercia respecto a los ejes x1 e y
www.elsolucionario.net
JXi — j y \ d F — j (y cosa — x sen a )2 áF =
F F
— ij y2eos2 a d F — 2 j xys e n a cosa d F \ x 2 sen2 a dF

Jx¡ = J x eos2 sen2 a — 2J xy sen a eos a. (4.23)

De una manera análoga se obtiene,

J VÍ — j (x eos a + y sen a )2 dF = Jx sen2 a + J y eos2 a -f


F
+ 2J xy sen a eos a . (4.24)

Jxiyi= j (* eos a y sen a) (y cosa — a; sen a) dF =


F
cpn ^)ct
= r sen ^ssn
ja ---- y__---- + J ^ co 2a
s2 a. (4.25)

Sumando las expresiones (4.23) y (4.24), hallamos,


(4.26)
www.elsolucionario.net J V i — Jx-\r Jy — jP ‘

Restanto ahora la expresión (4.23) de la (4.24) obtendremos,


J Xi — Jyi = (Jx — Jy) eos 2a — 2J xy sen 2 a . (4.27)
La fórmula (4.26) demuestra que la suma de los momentos de inercia,
respecto a ejes perpendiculares arbitrarios, no se altera al girar estos ejes.

• / \ '? *
o > i 3 < b ? ? c — *>
°°0 í: I ingeniería
¡ . / /W j•
3 *
6\ 'v \"v.
o
/
.................. ..
FIG . 4.6

La fórmula (4.27) puede servir para calcular el producto de inercia,


respecto a los ejes x e y , cuando se conocen los momentos axiales de iner­
cia respecto a x, y y x lt y v
107
§ 34. Ejes principaleswww.elsolucionario.net
de inercia y momentos principales de inercia
Al variar el ángulo a, las magnitudes J xl, J yl y J xlyl varían tam ­
bién. Veamos el valor del ángulo, correspondiente a los valores extre­
mos de J xl y J yl. Para ello, hallemos la primera derivada de J xl o de
J yl, respecto a a e igualémosla a cero,
dj„.
XI
da - 2J x eos a 0 sen a 0 -j- 2J y sen a 0 eos (%,— 2 J Xy eos 2a0= 0

(Jy — J x) sen 2ccu— 2 J xy eos 2a0 = 0 ,


de donde,
2J,
tg 2 cc0 :
Esta fórmula determina la posición de dos ejes. Respecto a uno
de ellos, el momento axial de inercia es máximo y respecto al otro,
mínimo.
Estos ejes se denominan e je s p rin cip a les. Los momentos de inercia
respecto a estos ejes se llaman m o m en to s p rin c ip a le s d e in ercia.
Los valores de los momentos principales de inercia se obtienen
por las fórmulas (4.23) y (4.24), introduciendo en ellas a 0 de la fór­
mula (4.28). Para ello, aplicamos las conocidas fórmulas trigonom étri­
cas para las funciones de ángulos dobles (§ 17).
Después de ciertas transformaciones, obtendremos la fórmula si­
guiente, para el cálculo de los momentos principales de inercia,
www.elsolucionario.net
•^máx =
mfn
ó-i ~ñ~
¿
(Jx — Jy)Z-f- ‘i Jxy •
z
[4.29]
Por su estructura, esta fórmula es análoga a la fórmula (2.36)
para las tensiones principales.
cj%j
Analizando la segunda derivada se puede demostrar que, en
este caso (Jx > J y), el momento de inercia máximo Jm&x corresponde
al eje principal, girado un ángulo a 0 respecto al eje x, y el momento de
inercia mínimo, al otro eje, perpendicular al primero. En la mayoría
de los casos no hay necesidad de recurrir a este análisis, puesto que,
por la configuración de las secciones, se ve cuál de los ejes principales
corresponde al momento de inercia máximo. Aparte de la fórmula
(4.29), para calcular los momentos de inercia principales, se pueden
emplear tam bién las fórmulas (4.23) y (4.24). De esta manera se resuelve
por sí sola la pregunta: ¿qué eje principal corresponde al momento de
inercia máximo y cuál de ellos, al mínimo?
Demostremos ahora que el producto de inercia, respecto a los
ejes principales, es igual a cero. En efecto, igualando a cero J xlyl,
por la fórmula (4.25), obtendremos,

— - --- sen 2a0+ Jxy eos 2 a 0 = 0,


de donde se obtiene la fórmula (4.28) para el valor de tg 2 a 0.
108
www.elsolucionario.net
Asi, pues, se denominan ejes principales de inercia los que tienen
las propiedades siguientes:
1. El producto de inercia, respecto a estos ejes, es nulo.
2. Los momentos de inercia, respecto a los ejes, principales, tienen
valores extremos (respecto a uno de ellos el máximo y respecto al otro,
el mínimo).
Los ejes principales, que pasan por el centro de gravedad de la
sección, se denominan ejes principales centrales de inercia.
En muchos casos resulta muy fácil determ inar la posición de los
ejes principales centrales. Si la figura tiene un eje de sim etría, enton­
ces este eje es uno de los ejes principales centrales; el otro pasa por el
centro de gravedad y es perpendicular al primero. Esto se deduce de
que respecto al eje de sim etría y a otro cualquiera, perpendicular a él,
el producto de inercia es igual a cero.
Por las fórmulas (4.23)-(4.25), se puede demostrar que si los dos
momentos principales centrales de inercia de la sección son iguales,
entonces todo eje central de esta sección será eje principal y todos los
momentos principales centrales de inercia serán iguales (círculo, cua­
drado, hexágono, triángulo equilátero).
En efecto, supongamos que para cierta sección los ejes x e y son
principales y centrales y que, al mismo tiempo, J x = J y. Entonces,
de las fórmulas (4.23) y (4.24), se obtiene que J x = J y = J xl = J yl
y de la fórmula (4.25), que J xlyl = 0, es decir, que los ejes cualesquiera
Xx e y 1 son ejes centrales principales de inercia de esta figura.

www.elsolucionario.net
§ 35. Relación entre los productos de inercia respecto a dos
sistemas paralelos de ejes

Supongamos dados los ejes centrales x 0 e y 0 (fig. 4.7) y el momento


de inercia J xovo. Hallemos el producto de inercia respecto a los ejes
jíj e y1. De la figura se deduce que,
xi = x o ^
Vi = Vo + a.
Por lo tanto,

Jx 11/1 = j xiyidF= j (x0+ b ) { y 0 + a) dF = j x 0y0dF +


F F F

-\-b ^ y 0dF + a [ x 0 dF-\- j abdF, (4.30a)


F F F
o sea,
Jxwi ~ Jxovo ~i~ Füb. (4.30b)
La segunda y tercera integral del segundo miembro de la igualdad
(4.306), que representan los momentos estáticos respecto a los ejes
centrales, son iguales a cero.

109
Así, pues, el producto de inercia, respecto a un sistema de ejes ortogo­
www.elsolucionario.net
nales paralelos a los ejes centrales, es igual al producto de inercia respecto
a los ejes centrales más el producto del área de la figura por las coordenadas
de su centro de gravedad, respecto a los nuevos ejes.

Si losejes x 0 e y 0 son ejes principales centrales, entonces respecto


a estos ejes, Jx Uq= 0, loque simplifica la fórmula (4.30),
Jxm — Fab. (4.31)
En el caso de una figura com pleja, compuesta por n figuras simples,

www.elsolucionario.net h
Jxiyi ~ 2 F¡a¿bi
i
(4.32)

(siempre que los ejes centrales propios de cada figura sean ejes prin­
cipales).
Ejemplo 4.3. Calcular el producto de inercia del perfil angular
100 x 100 x 10, respecto a los ejes centrales x x e y x (fig. 4.8).
Resolución. Recurrimos a la fórmula (4.25) y, hallando de la tabla
del surtido de perfiles, los momentos de inercia, respecto a los ejes
principales centrales, x 0 e y 0; J Xo = 2 8 4 c m 4, J Vq = 74,1 cm4, calcu­
lamos el producto de inercia,
sen 2 a
Jxwi = 2 Jtxam eos 2 a .
El producto de inercia J xOV„ es igual a cero, puesto que los ejes
x 0 e y o son ejes centrales principales (x 0 es el eje de sim etría de la figu­
ra). El ángulo a-= — 45°, ya que los ejes xx e y lt respecto a los que se
calcula el producto de inercia, están girados en el sentido de las mane­
cillas del reloj respecto a los ejes x 0 e y 0. Por lo tanto,
Jxm = -284~ 74' 1 ( - 1)-= - 104,95 cm4.
Ejemplo 4.4. Calcular los momentos principales centrales de iner­
cia de la sección de la figura 4.9.

lio
Resolución: 1. Calcularnos las coordenadas del centro de gravedad»
www.elsolucionario.net
Para ello trazamos los ejes auxiliares x t e y x y descomponemos la sec­
ción en dos: el canal (I) y el angular (II). Todos los datos necesarios

www.elsolucionario.net
referentes a estos perfiles están dados en la tabla del surtido de perfiles
(tabla 4.1).
Calculamos las coordenadas del centro de gravedad de la sección
por las fórmulas,
x 0-- ^ 1*1 + ^ 2^2
^ 1 + ^2
Fiy\ + p2y2
y0-- Fí + F2 '
siendo Ft el área de la primera figura (de canal);
x u la distancia del eje y { al centro de gravedad del canal.
Tabla 4 J

Momentos de inercia res­


Area de la Posición del pecto a los ejes centrales
F igura sección F , centro de propios, cml
cm2 gravedad ío,
cm
H orizontal V ertical

C anal N° 20a 2 5 .2 2 ,2 8 1 670 139


A ngular 100, X 100 X 10 19.2 2 ,8 3 ■ 179 179
Aquí, x 1 = 8,0—2,28 = 5,72 cm, siendo 8,0 cm la anchura del
www.elsolucionario.net
ala del canal y z0 = 2,28 cm, la distancia del centro de gravedad del
canal a su alma;
F 2 es el área de la sección del angular;
Xa, la distancia del centro de gravedad del angular al eje «/,: x-2 =
= 8,0 + 2,83 = 10,83 cm. 1
La distancia del eje x t al centro de gravedad del canal es y { =
= 10 cm, puesto que la altura del canal es 20 cm. La distancia del
eje x x al centro de gravedad del angular es y 2 = 2,83 cm. Introduciendo
estos valores numéricos, obtendremos,
25.2-5,72+19,2-10,83 _ no
= ---------- 2 5 , 2 + 1 9 , 2 ----------= 7 ’ 9 3 C m ’

25.2-10+19,2.2,83 CA
y ° = ------- 2 5 , 2 + 1 9 , 2 ------- = 6 ’9 C“ -

Con los resultados obtenidos hallamos el punto 0 , es decir, el


cento de gravedad de la sección, y trazamos por éste los ejes centrales
auxiliares x e y. El punto O deberá encontrarse en la recta que une los
centros de gravedad de canal y del angular.
2. Calculamos los momentos de inercia respecto a los ejes x e y,

Jx — 4 -f
Jv — Jy + Jy1•
www.elsolucionario.net
Para obtener el momento de inercia del canal J \ respecto al eje
x, recurrimos a la fórmula (4.10),
Jx — 1 670 + 25,2 ( + 3,10)2 = 1912 cm4,
donde J x>= 1 670 cm 4 es el momento de inercia del canal respecto a
su eje cenral x';
F = 25,2 cm2, el área de la sección del canal;
% = 1 0 — 6 ,9 0 = la distancia del eje x al centro de gravedad
= 3 ,1 0 cm del canal, que se considera positiva puesto
que el centro de gravedad del canal se en­
cuentra por encima del eje x.
De una manera análoga se obtiene el momento de inercia del
angular, respecto al eje x,
= 1 7 9 + 1 9 ,2 ( - 4 ,0 7 ) 2 = 497 cm4,

siendo J = 179 cm 4 el momento de inercia del angular respecto


a su eje central x " ,
F = 19,2 cm2, el área de la sección del angular,
a 2 = 2,83 — 6,90 = —4,07 cm, la distancia del eje x al
centro de gravedad del perfil angular. El signo menos
indica que el centro de gravedad del angülar sé encuen­
tra por debajo del eje x.
112
www.elsolucionario.net
El momento total de inercia de la sección, respecto al eje x, es
/ , = 1912 + 497 = 2 409 cm4.
De la misma manera se calcula el momento de inercia de la sección
respecto al eje y.
Para el canal tenemos,
4 = 139 + 2 5 ,2 ( - 2 ,2 1 ) 2 = 262,5 cm4,
donde bi = 5,72 — 7,93 = —2,21 cm, es la distancia del eje y al
centro de gravedad del canal. Se coge ésta con signo
negativo puesto que el centro de gravedad del canal se
encuentra a la izquierda del eje y.
Para el perfil angular hallamos,
1 7 9 + 1 9 ,2 (2,9 )2 = 340,5 cm4,
donde b2= 8 + 2,83 — 7,93= 2,9 cm, es la distancia del eje y al
centro de gravedad del angular.
El momento total de inercia de la sección, respecto al eje y es,
J y = 262,5 + 340,5 = 603 cm4.
Calculamos ahora el producto de inercia de la sección, respecto
a los ejes x e y.
Para ello recurrimos a la fórmula f 4.306]. Puesto que el canal tiene
un eje horizontal de sim etría x ' , sus ejes centrales x ' e y ' serán ejes
www.elsolucionario.net
principales y, por lo tanto, el prim er sumando de la fórmula [4.30b],
en el caso deí canal, será igual a cero.
Los ejes centrales propios del angular, paralelos a x e y, es decir,
los ejes x" e y", no son principales y, por lo tanto, el primer sumando
de la fórmula [4.30b], para el caso del angular, no desaparecerá, sino
que deberá ser calculado por el mismo procedimiento que se empleó en
el ejemplo 4.3. Entonces se obtuvo ser J x«y» = — 104,95 cm4. Así, pues,
el producto de inercia de toda la sección será,
J xy = 25,2 ( + 3,10) ( — 2,21) — 104,95+ 19,2 ( — 4,07) (2,90) =
= - 1 7 2 ,0 - 1 0 4 ,9 5 - 2 2 5 = - 5 0 1 ,9 cm4.
3. Hallamos la orientación de los ejes principales por la fórmula
(4.28),
+rr
lg ¿°n*
a 0- ^ xy 2 4 0 9 -u ,w555
^603 _501,95)_0 >o,

2 a 0 = 29°03'; a 0 = 14°31'30".
Colocamos este ángulo (en dirección contraria a la de las m ane­
cillas del reloj) y trazamos los ejes centrales principales X e Y. Si
tg 2 a 0 y a 0 hubiesen resultados negativos, entonces los ejes centrales
principales estarían girados respecto a x e y, en el sentido de las m ane­
cillas del reloj.

8— 01228 113
4. Calculamoswww.elsolucionario.net
los momentos de inercia centrales principales
la fórmula (4.29).

Jmáx = 2--~-9+- m ± ~ V ( 2 409 - 603)2+ 4 • 501,952 = 1 506 ± 1 030.


mín
Por lo tanto,
J máx = 2 536 cm; «Anín==476 cm4.
Puesto que, J x > J y , Jmáx tendrá lugar respecto al eje principal
X Y J mín, respecto al eje Y.
Para comprobar los cálculos recurrimos a las fórmulas (4.23)
y (4.24),
Jx = 2 409 0,937 + 603 0,0625 + 501,95 0,485 = 2536 cm4,
J y = 2 409 0,0625 + 603 0 ,9 3 7 -5 0 1 ,9 5 0,485 = 476 cm4,
siendo,
cos2a = cos2(14°31 '30") = 0,9682 = 0,937;
sen2a = sen2(14°31'30") = 0,252 = 0,0625;
sen 2a = sen 29°03' = 0,485.
Ejemplo 4.5. Calcular el producto de inercia del triángulo rectángu­
lo respecto a los ejes x e y y x 0 e y 0 (fig. 4.10).
Resolución. El producto de inercia se

www.elsolucionario.net calcula por la integral doble,


j j xydxdy.
La ecuación de la recta OA será,
h
y = -r*>
y, por lo tanto,
h
b T x
b°-h2
Jxy = j x d x j y d y =
FIG . 4.10

E1 producto de inercia respecto a los ejes centrales x n e y0 se obtie­


ne por la fórmula,
b2h2 bh b°-H3
IT
Respecto a los e je sx e y que coinciden con los catetos del triángulo,
hallamos de manera análoga,
» , , c u b2h2 . bh / b\ h 62/i3
JxVi — Jx0v04- Fab — — 2“ ( -3-) 3- — 24
CAPITULOwww.elsolucionario.net
V

TORSION

§ 36. Construcción de los diagramas de los momentos torsores


Una barra (árbol) está sometida a torsión, si en sus secciones trans­
versales surgen momentos torsores, es decir, momentos que se encuen­
tran en el plano de la sección. Generalmente estos’ momentos torsores
interiores M tor son consecuencia de momentos exteriores (fig. 5.1).

www.elsolucionario.net
P

FIG. 5.1 FIO. 5.2

Los momentos exteriores se transm iten al árbol, generalmente, en los


lugares donde se colocan poleas, ruedas dentadas, etc.
Sin embargo, la carga transversal, cuando está aplicada con
cierta desviación respecto al eje de la barra, tam bién origina momen­
tos torsores interiores (fig. 5.2); pero en este caso, en las secciones
transversales de la barra, sim ultáneam ente a los momentos torsores,
surgen tam bién otros esfuerzosfinteriores, como las fuerzas cortantes
y los momentos flectores.
Las barras que giran y trabajan a torsión se denominan árboles.
En este capítulo se analiza^el cálculo por torsión, para cargas
estáticas. El cálculo de los árboles cuando actúan momentos torsores
que varían en función del tiempo (cálculo por fatiga), se analiza en el
capítulo X II.
www.elsolucionario.net
En adelante, recurriremos principalm ente a las representaciones
planas en lugar de las axonométricas, por ser las primeras más simples.
Los momentos torsores exteriores y los momentos torsores interiores,
los representaremos por una línea con dos círculos. En uno de ellos pon­
dremos un punto, que indica el comienzo de la saeta (hacia el lector),
y en el otro, una cruz, que representará el final de la saeta que sale del
lector (fig. 5.3).
Para calcular los momentos torsores M tor que surgen en las sec­
ciones de la barra, bajo la acción de momentos torsores exteriores
o de una carga transversal, emplea­

c
mos el método de las secciones. Tra­
cemos m entalm ente una sección por
la barra (fig. 5.3), por a — a, por
® ejemplo, y apartemos una de las par­
© tes, en este caso la izquierda, y vea­
mos el equilibrio de la parte derecha.
La interacción entre las partes
de la barra la sustituim os por un
momento torsor M tor que equili- •
bra al momento exterior 3JÍ. Para el
equilibrio de la parte separada es
necesario que la suma algebraica de
todos los momentos que actúan sobre
ella, sea igual a cero. De aquí, en este
www.elsolucionario.net caso, se obtiene M tor = SJJÍ . Si so­
bre la parte separada actúan varios
momentos exteriores, entonces por
FIG . 5.3 el mismo procedimiento, nos con­
vencemos de que el momento torsor
en la sección es numéricamente igual a la suma algebraica de los
momentos torsores exteriores que actúan a una de las partes de la sec­
ción.
f Para ilustrar el carácter de la distribución y la m agnitud de los
momentos torsores a lo largo de la barra, se construye el diagrama
(gráfico) de estos momentos. Su construcción es análoga a la de los
gráficos de las fuerzas axiales en el caso de tracción o compresión.
Para construir-los gráficos, es necesario ponerse de acuerdo respecto
a los signos. Para los momentos torsores, no existe un acuerdo sobre
los signos, que sea adm itido por todos. Puede ser adm itida cualquier
regla. Lo único que im porta, es atenerse a la misma regla en todo el
gráfico.
Nosotros seguiremos la regla siguiente (fig. 5.4). El momento tor­
sor en la sección a — a se considerará positivo, cuando el momento
exterior gira la parte separada en dirección contraria a la de las
manecillas del reloj, si se observa esta parte desde la sección. El mo­
mento torsor en la sección se considerará negativo, si el momento
exterior gira la parte separada en la dirección de las manecillas del
reloj (si se la observa desde la sección).

116
Ilustremos con el ejemplo que sigue la construcción del gráfico
www.elsolucionario.net
de los momentos torsores (fig. 5.5). Veamos el árbol CD, apoyado
en los cojinetes A y B, que se encuentra en equilibrio bajo la acción

® Ma>0 © ® Mg<0 ©

a /.V .

© © ©

tor Mtor
,
Af BA^ O
FIG . 5.4

de los momentos aplicados en las secciones E, K y L. Tracemos la


sección a — -a en un lugar arbitrario del tramo DL. Analizando
el equilibrio de la parte separada derecha, se demuestra que M[0T = 0 .

ttm 3tm Ztm

C E
0 A
X///X
0 B
V //A <3

www.elsolucionario.net
© © ©

- Ztm
ü
s p
ytii
FIG. 5.5

Si trazamos después la sección b — & en cualquier lugar del tram o


L K y analizamos el equilibrio de la parte que se encuentra a la
derecha de la sección, entonces resulta que,
yW¿or = 2 tm.
De acuerdo con la convención anterior sobre los signos de los mo­
mentos torsores, este momento se considera positivo. Trazando la
sección c — c en el tramo K E , del equilibrio de la parte derecha se
obtendrá,
2 — 3 —Ai tí». = 0,
de donde se deduce que,
M'ior = — 1 tm.
El gráfico obtenido tiene la forma de dos rectángulos. Es im por­
tante subrayar, que en los lugares donde se aplican los momentos
117
exteriores, las ordenadas del gráfico varían súbitam ente en una
www.elsolucionario.net
magnitud igual a la del momento exterior aplicado.
Si están dadas las cargas transversales que originan la torsión
de la barra (fig. 5.2), entonces se calculan previamente los momentos
torsores exteriores, originados por estas cargas. En el caso representado
en la figura 5.2, el momento torsor exterior debido a la fuerza P es
53Í = Pr. Una vez calculados los momentos exteriores, se determinan
los momentos torsores interiores y se construyen sus gráficos, como
se indicó anteriorm ente.

§ 37. Cálculo de las tensiones en las barras de sección circular

Los momentos torsores, de que se habló en el parágrafo anterior,


no son más que los esfuerzos resultantes interiores. En realidad, en

n
V
br
/ ■
;---------- .......
/

www.elsolucionario.net

la sección transversal de una barra torsionada, actúan fuerzas tan ­


gentes, distribuidas de una manera continua. Pasemos ahora al cálculo
de estas fuerzas.
Veamos, ante todo, los resultados de los ensayos. Si sobre la super­
ficie de una barra de sección circular trazamos una red rectangular,
entonces, después de ocurrir la deformación, se observará lo siguiente
(fig. 5.6):
1 ) la red rectangular se transforma en una red compuesta por para-
lelogramos. Esto indica que en las secciones transversales de la barra
existen tensiones tangenciales y, como consecuencia de la ley de re­
ciprocidad de las tensiones tangenciales, aparecen tam bién en las
secciones longitudinales;
2 ) las distancias entre las circunferencias, entre las circunferen­
cias / y I I , por ejemplo, no varían. Tampoco varían la longitud de la
barra y su diámetro. Esto demuestra la ausencia de tensiones normales
en las secciones transversales y longitudinales de la barra.

118
Así, pues, durante la torsión, en las secciones transversales
www.elsolucionario.net
y longitudinales actúan únicamente tensiones tangenciales, es decir,
el estado tensional de los puntos de una barra torsionada es desli­
zamiento puro;
3) el diám etro A B de la sección extrema (fig. 5.7) girará cierto
ángulo qp respecto a su posición inicial, permaneciendo recto. Es
lógico suponer, que los radios del resto de las secciones transversales
tam bién girarán, permaneciendo rectos. Las fórmulas que se obtienen

Hot

FIG . 5.8

www.elsolucionario.net
sobre la base de esta suposición, son confirmadas por los ensayos-
El punto A se desplaza por el arco A A ' y el punto C , por el arco me­
nor CC'.
Para establecer la ley de distribución de las tensiones tangen­
ciales en la sección transversal de la barra torsionada, analicemos
con más detalle su deformación (fig. 5.6 y 5.8). En la figura 5.8
está representada, a mayor escala, la parte de la barra que se encuentra
entre las secciones / y I I , así como el lado K N del elemento K L M N .
El ángulo de distorsión del elemento K L M N , que se encuentra
sobre la superficie de la barra (fig. 5.6), es igual al cociente del segmento
N N ’ y la longitud del elemento dz (fig. 5.8),

Separando m entalm ente de esta parte de la barra un cilindro


de radio p arbitrario y repitiendo los mismos razonamientos, obten­
dremos el ángulo de distorsión correspondiente al elemento situado
a una distancia p del eje de la barra,

Según la ley de Hooke para el deslizamiento, obtenemos,

x = Gy==Gp- § (5.3)

119
Como vemos, enwww.elsolucionario.net
la torsión, la deformación por deslizamiento y las
tensiones tangenciales son proporcionales a la distancia al centro dé
gravedad.
El gráfico de las tensiones tangenciales en la sección transversal
de la barra está representado en la figura 5.7, a la derecha.
En el centro de gravedad de una sección circular, las tensiones
tangenciales son nulas. Las tensiones tangenciales máximas aparecen

en los puntos de la sección que se encuentran en la superficie de la


barra.
Conociendo la ley de distribución de las tensiones tangenciales,
es fácil ya determ inar su m agnitud, partiendo de la condición de
equilibrio.
www.elsolucionario.net
Analicemos el equilibrio de la parte de la barra a la derecha de la
sección a — a (fig. 5.9). La suma algebraica de los momentos respecto
al eje de la barra, que actúan sobre la parte separada, es igual a cero,
es decir,
j %pdF = 0, (5.4)

siendo rp dF el momento torsor elemental de las fuerzas interiores


que actúan sobre el área dF,
^ T p dF, el momento torsor en la sección en cuestión.

Introduciendo en esta fórmulai el valor d<


de la tensión de (5.3),
obtendremos,
2» — G - g - f p2 dF = 0. (5.5)

Teniendo en cuenta que,


j p2dF = J p, (5.6)

donde J p es el momento polar de inercia de la sección, hallaremos,


^P _J°L (5.7)
dz G Jr

120
Introduciendo en la fórmula (5.3) el valor de dz\ , deducimos
www.elsolucionario.net
SO? I r Q\
x = -y— p# (5.8)
Jp
Si sobre la barra separada actuasen varios momentos exteriores,
en lugar de uno, ÜD1, entonces, en la fórmula (5.4) y en las siguientes
se introduciría la suma algebraica de estos momentos exteriores que
es de m agnitud igual al momento torsor interior M tor (véase el § 36).
Así, pues, la fórmula definitiva para la determinación de las ten­
siones tangenciales en la torsión es,
x= - ^ p . [5.9]
Jp
De esta fórmula se deduce que en los puntos equidistantes del
centro de lasección las tensiones x son iguales.
Las tensiones máximas en los puntos situados en el borde de la
sección son
_Mtor __Mtor /c in\
T ó n áx — ~ J ^ — "¡p >
_
( O .i U )

siendo
= Jp ( 5 .ii)
La característica geométrica Wp se denomina módulo .polar de
la sección o módulo de la sección en la torsión.
www.elsolucionario.net
En el caso de una sección circular maciza,

y en el de una sección anular,

w p = ^ = n{D- ^ í = n r (i - c4) » ° ’ 2D 3 ( i - c4). (5-i3)


donde,
d
C— D -
La condición de resistencia estática de un árbol sometido a to r­
sión se escribe así,

Tmíx = - ^ < [ T ] . [5-14]


Aquí [x] es la tensión tengencial admisible.
Cuando se trata de cargas estáticas, se considera
[t ] = (0,5 0,6) [a¡].
Aparte de comprobar la resistencia, esta fórmula perm ite tam bién
calcular el diám etro del árbol, u obtener el momento torsor adm i­
sible, cuando es conocido el resto de las magnitudes.
121
Teniendo en cuenta que, para una sección
www.elsolucionario.net circular maciza,
Wp « 0 ,2 d3, obtendremos,

o -V n íft-w V W - <5-15)
Por esta fórmula se calcula el diámetro del árbol, partiendo de la
condición de resistencia.
El momento admisible, por la condición de resistencia, se obtiene
por la fórmula,
[A4<or] — W p [ t ] . ( 5 .1 6 )
Las tensiones tangenciales no sólo actúan en las secciones trans­
versales, sino que, como se desprende de la ley de reciprocidad de
m

Tmáx

www.elsolucionario.net
las tensiones tangenciales, tam bién en las secciones longitudina­
les (fig. 5.10).
En las secciones inclinadas surgen tanto tensiones normales,
como tangenciales, que se pueden obtener por las fórmulas del capí­
tulo II.
Las tensiones principales son las que presentan el máximo inte­
rés. Estas se obtienen por la fórmula (2.36), suponiendo oa = 03 = 0.
De esta manera se demuestra que o 1 — crraáX = t y a 3 — crm ¡n =
= — t . La primera de estas tensiones es de tracción y la segunda
de compresión. De la fórmula (2.35) se obtiene el ángulo de inclina­
ción de los planos principales, que es a ' = 4 5 ° y a ¡ = 135° (fig. 5.11, a).
Los ensayos demuestran que los m ateriales frágiles como el hierro
fundido, por ejemplo, se destruyen, durante la torsión, por un plano
(más precisamente, por una superficie helicoidal) inclinado respecto
al eje del árbol 45° (fig. 5.11, b), es decir, por los planos donde actúan
las tensiones de tracción máximas.
Así, pues, en la torsión, en todos los puntos de la barra, excepto
los ubicados en su eje, (donde las tensiones son iguales a cero) surge
el estado tensional biaxial de deslizamiento puro. La parte de la
122
barra, próxima a la www.elsolucionario.net
superficie, resulta más tensada que la que se
encuentra cerca de su eje. Es decir, el estado tensional correspon­
diente a la torsión no es homogéneo. Si se torsiona un tubo de pare­
des delgadas, entonces se puede considerar que, prácticam ente, todos
los puntos de la pared tienen las mismas tensiones, lo que significa
que el estado tensional es, en este caso, homogéneo. Los ensayos a tor­
sión de estos tubos se emplean, generalmente, para el estudio del des­
lizamiento puro y, en particular, para determ inar el lím ite de fluencia
por deslizamiento xf .

§ 38. Relación entre el momento que se transmite por el árbol, la


potencia y la velocidad angular
Generalmente, en los problemas técnicos se dan por conocidos
la potencia que transm ite el árbol y su velocidad angular, expresada
en revoluciones por m inuto. Con estos datos se calcula el momento
torsor transm itido por el árbol. Como se sabe, la potencia (en ca­
ballos de vapor) es igual a,
,, Pv P2nrti ,r
= 7fT = "75^60 ’ <5 ' 1 7 )

siendo P el esfuerzo circunferencial que se aplica al árbol;


v, la velocidad de un punto situado en la superficie de éste
y n, el número de revoluciones por m inuto del árbol.
Puesto que Pr — 9JÍ, de (5.17), se obtiene,
www.elsolucionario.net Sft = 716,2-^-kgf*m . (5.18)

Un caballo de vapor es igual a 0,736 kilovatio, luego,

™ " - r a r = 9 7 4 - 2 £ ks< <5- 19'

siendo K la potencia en kilovatios.


En el sistema SI
= n -m , (5.20)

siendo N la potencia en vatios y


(o, la velocidad angular en rad/s.

§ 39. Deformaciones y desplazamientos en la torsión de árboles


Para calcular las deformaciones del árbol en la torsión, recurrimos
a la fórmula (5.7), considerando en ella M = M tor, de acuerdo con
lo expuesto anteriorm ente,
(¿CP :
Mtor dz
GJP
123
La deformación del árbol correspondiente a la longitud 2 (ángulo
www.elsolucionario.net
de giro mutuo de las secciones) será,

MtoT dz
<P=j GJp

Si el momento torsor y la m agnitud GJP, denominada rigidez de


la sección a la torsión, son constantes en todo el intervalo de inte­
gración, entonces,

f - (5.21)

De manera análoga se obtiene en el caso cuando la longitud del


árbol es l,
<p= ^ - ' . [5.22]

Por su estructura, esta fórmula es análoga a la fórmula obtenida


para el cálculo de las deformaciones en el caso de tracción-compre-
sión.
El ángulo de torsión, correspondiente a la unidad de longitud,
se denomina ángulo de torsión unitario. Este es igual a,

www.elsolucionario.net 0 = — = ^(jJ~ . p
(5.23)

Para conseguir la rigidez requerida de un árbol, es necesario


que el ángulo de torsión unitario máximo no sea superior al admisible,

0 = _ g p i ^ [ 0 ]. [5.24]
’p
Esta fórmula expresa la condición de rigidez de una barra de sec­
ción circular a la torsión. En ella, [0] es el ángulo de torsión unitario
admisible, expresado en radianes por unidad de longitud del árbol.
En la mayoría de los casos, la m agnitud del ángulo de torsión
unitario admisible se da en grados por metro de longitud. Siendo así,
en lugar de la fórmula (5.24), tendremos,

6 = — A% ^ O
- < [ 0 J. (5.25)
JX (jJ p
La m agnitud [0] se escoge en función del destino del árbol y de
sus dimensiones. Para árboles de dimensiones medias, en el «Manual
del Constructor de Máquinas» se recomienda un ángulo de torsión
admisible de 0,5° por metro de longitud.
De la condición (5.25) se puede obtener el diám etro del árbol en
centímetros, si está dada su rigidez. Teniendo en cuenta que J p &
124
« 0 ,1 d4, hallamos, www.elsolucionario.net
d~ (5-26)
ó

d= A V lT ' (5-2?)
siendo, N la potencia que transm ite el árbol, expresada en caballos
de vapor; n, la velocidad angular del árbol, en revoluciones por
minuto; los coeficientes A y B se determ inan en función de [0] por
la tabla 5.1 (para G = 8-10B kgf/cm2); [0] es el ángulo de torsión uni­
tario admisible en grados/m.
7 Tabla 5.1
VALORES DE LOS COEFICIENTES A Y B EN LAS FÓRMULAS
(5.26) Y (5.27)

www.elsolucionario.net
§ 40. Construcción de los gráficos
de los desplazamientos angulares en la torsión
Disponiendo de las fórmulas que determ inan las deformaciones y co­
nociendo las condiciones de apoyo de la barra, es fácil ya calcular los
desplazamientos angulares de las secciones de la barra y construir los
gráficos de estos desplazamientos. En el caso de un árbol (barra en ro­
tación) que no tiene secciones inmóviles, se considera, al construir el
diagrama de los desplazamientos angulares, convencionalmente que
cierta sección es inmóvil.
Veamos un ejemplo concreto (fig. 5.12, a). El correspondiente grá­
fico de M tor está representado en la figura 5.12, b.
Consideramos que la sección en el punto A no se mueve y determ i­
namos el ángulo de giro de la sección B respecto a la sección A.
De la fórmula (5.22) se obtiene,

siendo M AB el momento torsor en el tramo A B y lAB, la longitud de


este tramo.
Admitimos la regla siguiente para los signos de los ángulos de
torsión: el ángulo <p se considerará positivo, si, m irando de izquierda
a derecha, el giro de la sección resulta orientado en la dirección de
las manecillas del reloj. En nuestro caso cpBA será positivo. A una

125
escala determ inada www.elsolucionario.net
colocamos la ordenada <pBA (fig. 5.12, c). El
punto K obtenido lo unimos por una recta con el punto E, puesto
que en el tramo A B los ángulos de giro varían linealmente. Calcu­
lemos ahora el ángulo de giro de la sección C respecto a la sección B .
Teniendo en cuenta la regla adm itida para los signos de los ángulos
de torsión, obtenemos,
M b c 1b c
(pCB- GTp '

Puesto que la sección B no es inmóvil, el ángulo de giro de la sec­


ción C respecto a la sección A será,
, MbcIbO i
V C A — <PC B + TsA = ---------Q J -------- b < P b a -

El ángulo de torsión cpC A puede resultar positivo, negativo o, como


caso particular, ser igual a cero.
Supongamos que en este caso el ángulo cpCA resultó ser positivo.
Entonces, situando esta m agnitud, a la escala adm itida, desde el

www.elsolucionario.net
q N

F IG . 5.12

eje del gráfico hacia arriba, obtendremos el punto M . Uniendo los


puntos M y K , se obtiene el gráfico de los ángulos de torsión cp en el
tram o BC. En el tramo CD no hay torsión (M cd = 0). puesto que
en él todas las secciones giran un ángulo igual al que gira la sección
C. El tramo M N del gráfico de <p es aquí horizontal. Se deja al lector
la posibilidad de convencerse de que si se considera inmóvil la sec­
ción B, entonces el gráfico de los ángulos de giro adquirirá el aspecto
representado en la figura 5.12, d.
Ejemplo 5.1. Calcular el diám etro de un árbol de acero que gira
con una velocidad angular de 300 rev/m in y transm ite una potencia
de 500 c. v. La tensión adm isible es [t] = 800 kgf/cm 2 y el ángulo de
giro admisible, [0] = 0,5 grad/m , G = 8-10 5 kgf/cm2.
126
Resolución. El momento transm itido por el árbol se calcula por la
www.elsolucionario.net
fórmula (5.18),
9J1 = 71620-^ = 71 620 119-103 kgf-cm.

El momento torsor es constante en todas las secciones transversales


del árbol,
M tor = W = 119* 1 03 kgf-cm .
El diámetro del árbol se obtiene de la condición de resistencia por
la fórmula (5.15),

<¡=1,72 72 f / Ü g f = 9,1 cm.

Al ángulo de torsión admisible le corresponde, por la tabla 5.1,


el coeficiente B — 0,62. De la condición de rigidez, por la fórmula
(5.26), se obtiene el diám etro del árbol,
d = 0 ,6 2 ^ 1 1 9 - 103 = 11,5 cm.

El diám etro definitivo del árbol se determina de la condición


de rigidez y debe ser adm itido igual a d = 11,5 cm.
Ejemplo 5.2. Calcular las dimensiones de la sección de un árbol
tubular que transm ite un momento Di = 600 kgf-m , si la relación
de los diámetros c = ^ = 0 ,8 y la tensión admisible es [ t ] =
www.elsolucionario.net
= 600 kgf/cm2. Compárese el peso de este árbol tubular con el de un
árbol macizo de igual resistencia.
Solución. Las dimensiones del árbol tubular son: D = 9,52 cm,
d — 7,62 cm. El área de la sección es F t = 25,9 cm2. El diámetro del
árbol macizo es dx = 8 cm y el área de su sección, Fm = 50,2 cm2. El
peso del árbol tubular constituye el 51 % del peso del árbol macizo.

§ 41. Energía potencial de la torsión


D urante la torsión los momentos exteriores realizan un trabajo
como consecuencia del giro de las secciones a las que están aplicados.
Este trabajo se gasta en crear una reserva de energía potencial de la
deformación, que num éricamente es igual al trabajo de las fuerzas
interiores.
Se puede demostrar de una manera análoga a como se hizo en el
caso de tracción, que el trabajo de un momento torsor exterior, aplicado
estáticamente, es igual a la mitad del producto del valor definitivo del
momento por el del ángulo de torsión definitivo,
^l = -Í3Jlcp1. (5.28)

El^ trabajo de las fuerzas interiores, que es de signo negativo y la


energía potencial de la torsión, que es num éricam ente igual a éste,

127
www.elsolucionario.net
se calculan de la misma manera que se calculaba el trabajo de las
fuerzas interiores en el caso de tracción (compresión).
El trabajo elemental de las fuerzas interiores es,

d W = - ± M tordq>,

siendo M tor el momento torsor interior;


d(f, el ángulo de torsión del elemento de longitud dz.
Pero de la fórmula (5.7) se deduce que
M to rd z
dV - GJp
por lo tanto,

El trabajo completo de las fuerzas interiores se obtiene inte­


grando la expresión del trabajo elemental en toda la longitud / de la
barra,
1 2
Alíor dz
r . - i f
GJp

Para calcular la energía potencial, que es de m agnitud igual al


trabajo de las fuerzas interiores pero de signo contrario, tendremos,
www.elsolucionario.net u = —w
- T Í - T J T - ( 5 '2 9 )

Si el momento torsor y la rigidez de la barra no varían a lo largo


del eje, entonces
u .4 ^ - . 15.30]
¡\¡2 [
Esta fórmula, por su estructura, es análoga a la fórmula U =
para el cálculo de la energía potencial de la tracción (compresión).

§ 42. Resultados principales de la teoría de la torsión


de barras de sección no circular
En este tipo de barras, durante la torsión, las secciones no perm a­
necen planas, sino que se curvan (alabean) (fig. 5.13, a).
Si el alabeo no es restringido, entonces en las secciones transver­
sales no aparecen tensiones normales. Esta torsión se denomina tor­
sión pura o libre
La torsión libre es posible solamente si el momento torsor y la
sección transversal son constantes y los extremos de la barra no están
empotrados.
128
El cálculo de las tensiones tangenciales en las barras de sección
www.elsolucionario.net
no circular representa un problema bastante complicado, que se

Lmx

jf i irik
/t
r i

p r
a
h)

FIG . 5.13

resuelve por los métodos de la Teoría de la Elasticidad. Exponemos


aquí los resultados fundamentales para barras de sección rectangular,
cuando a > 6 (fig. 5.13, b).

www.elsolucionario.net
Las tensiones tangenciales máximas surgen en los puntos 1 y 2,
es decir, en el centro de los lados largos, y son iguales a
T _ Mtor Mior
l máx • aab2 Wtor (5.31)
El ángulo de torsión es,
(p = (5.32)

Las m agnitudes W t0T = aab 2 y J tor = pa ¿>3 son características


geométricas de la resistencia y de la rigidez, respectivamente, de una
barra de sección rectangular en la torsión.
Aquí a y P son coeficientes que dependen de la relación entre los
lados. Sus valores están dados en la tabla 5.2.
Tabla 5.2
VALORES DE LOS COEFICIENTES a Y (5 PARA EL CALCULO DE LA RESISTENCIA
A LA TORSION DE BARRAS DE SECCIÓN RECTANGULAR

a :b i 2 3 4 5 10 20 oo

a 0,21 0,2 5 0,2 7 0,2 8 0,29 0,31 0,32 0,3 3


p 0,1 4 0,2 3 0,26 0 ,2 8 0,29 0,31 0,3 2 0,33

9 - 0 ¡C28 129
Como se ve de lawww.elsolucionario.net
tabla, para las secciones rectangulares estrechas
de relación ~ >• 10 , se puede adm itir a = |J « - i .
La distribución de las tensiones tangenciales en el perímetro de
la sección de una barra, a lo largo de sus ejes y diagonales, está re­
presentada en la figura 5.13, b. En los vértices t = 0.
Para otros perfiles (elípticos, circulares con ranura de chaveta
y otros) las fórmulas para el cálculo se dan en los manuales.
Para los perfiles abiertos compuestos por rectángulos largos y finos
( y > - 10), la característica geométrica J tor se puede calcular por la
fórmula
Jtor = - j 2 ab3 ’ (5 ‘3 3 )

siendo a la longitud del lado mayor (largo) del rectángulo;


b, la longitud del lado menor (corto) del rectángulo.
La tensión tangencial máxima tiene lugar en el rectángulo de mayor
anchura y se halla por la fórmula,
__ M torbm ¿x /c 0 /n
Tmáx — ------------ -----> (D.o4)

siendo bm&x el valor máximo del lado menor del rectángulo.


El ángulo de torsión se determina por la fórmula,
„ Mtnrl /E ocr*
GJ tor ( }

www.elsolucionario.net
Para ¡os perfiles laminados, el valor de J tor se da en tablas espe­
ciales. Señalemos que el valor de J tor para los perfiles de este tipo
(perfiles de paredes delgadas de sección abierta) es muy pequeño
en comparación con el de J t0r de barras de sección circular maciza
de igual área, sin hablar ya de la sección anular. Es por esto, que
se debe evitar que las barras de sección abierta trabajen a torsión.
En el caso, cuando la torsión no es libre (restringida), es decir,
cuando el alabeo de las secciones es dificultoso, las fórmulas anterio­
res ya no son válidas. La teoría general de la torsión restringida de
barras de paredes delgadas de sección abierta fue elaborada por
V. S. Vlásov. El demostró que en el caso de la torsión restringida, apar­
te de las tensiones tangenciales debidas a la torsión pura, que se deter­
minan por las fórmulas anteriores, en las secciones transversales apa­
recen tam bién tensiones adicionales considerables tanto tangenciales
como normales. La exposición de la teoría de la torsión restringida de
barras de paredes delgadas está fuera de los marcos de este breve texto
de Resistencia de M ateriales.

§ 43. Torsión de barras de paredes delgadas de sección cerrada


Los perfiles de paredes delgadas de sección cerrada son mucho
más rígidos a la torsión y, por lo tanto, más convenientes.
Veamos la barra cilindrica cuya sección transversal está repre­
sentada en la figura 5.14. El espesor de la pared 6 se considera sua­
130
vemente variable a lo largo de la línea del contorno de tal manera
www.elsolucionario.net
que se puede prescindir de la concentración de las tensiones.
Puesto que el espesor de la pared es insignificante, se puede adm itir
que las tensiones tangenciales originadas por la torsión se distribuyen
uniformemente en el espesor de la pared.
Se puede demostrar tam bién, que el producto de la tensión tangen­
cial, en cierto punto de la pared, por su espesor es una magnitud cons­

www.elsolucionario.net
F I G . 5. 14 FIG . 5.15

tante para todos los puntos de la línea media del contorno de la sec
ción es decir, t 8 = const.
Para ello es suficiente analizar la condición de equilibrio de cierto
elemento de la barra, por ejemplo del elemento 1 2 3 4 (fig. 5.14).
En la sección longitudinal 1-4 actúa la tensión tangencial y en
la sección 2-3, la tensión tangencial t 2 .
Proyectando las fuerzas que actúan sobre el elemento, sobre la
dirección del eje de la barra, obtendremos,
dz = t 2S2 dzs
y como los puntos 3 y 4 han sido escogidos al azar, t 5 = const.
Ahora podemos ya ligar la m agnitud de la tensión tangencial
al momento torsor que surge en la sección. Para ello, veamos el equi­
librio de una parte de la barra (véase la fig. 5.14).
La fuerza que actúa sobre el área elemental 8 ds es igual a t 8 ds,
m ientras que el momento torsor originado por esta fuerza elemental,
respecto a un punto arbitrario O, que se encuentra en el plano de la
sección, es xSdsp, siendo p el brazo de la fuerza respecto al punto O.
Para que la parte de la barra en cuestión se encuentre en equili­
brio, es necesario que la suma de los momentos respecto al eje para­
lelo a la generatriz de la barra y que pasa por el punto O, sea igual

9* 131
a cero. www.elsolucionario.net
9JI— j i 8 pds = 0 .

La integración se realiza en toda la longitud del contorno s. Puesto


que el producto p ds es igual al área doble del triángulo Oab,
p ds = 2 d a ,
entonces,
T§2dco =c0.
* -í
El producto 2 tS, como m agnitud constante, se saca fuera de la in te­
gral, quedando la expresión j d a que representa el área de la sección
ú)
maciza lim itada por la línea media de la pared. Así, pues,
m — t S 2(0 = 0. (5.36)
Cuando actúan varios momentos exteriores, esta fórmula deberá
incluir la suma de los momentos exteriores que actúan sobre la parte
separada, de magnitud igual al momento torsor interior M tor en la
sección. Teniendo esto en cuenta, obtenemos de (5.36)

'= - § r - i5-37i

www.elsolucionario.net
La tensión máxima surge en el lugar de menor espesor de la pared,

' — ■ e fe - (5'38)
El ángulo de torsión cp de una barra de longitud l se calcula de la
condición de que el trabajo del momento torsor exterior es igual al
de las fuerzas interiores. El trabajo del momento exterior 501, aplicado
estáticam ente, en el desplazamiento angular (p es,
.3 %
2 '
Calculemos ahora la energía potencial de la deformación, que es
numéricamente igual al trabajo de las fuerzas interiores. La energía
potencial unitaria en el caso de tensiones tangenciales se obtiene por
la fórmula (3.2),
__ T2
11 ~2G '

La energía potencial correspondiente al elemento de volumen


dlds es,
2
dU = ~u blds,
siendo l la longitud de la barra.
132
La energía potencial total para toda la barra será,
www.elsolucionario.net
8

U -lg jr td j.
0
La integración se realiza a lo largo del contorno de la sección de lon­
gitud s.
Sustituyendo t por su expresión de [5.37], obtenemos,

o
Sacando las constantes fuera de la integral, hallamos,

,, Mtorl f rfs
U 8G(o2 J 6 '

Teniendo ahora en cuenta que la energía potencial U es numérica­


mente igual al trabajo A del momento exterior, obtendremos, siendo
Mtor =
m
cp— 4<3gj2

www.elsolucionario.net
Ejemplo 5.3. Calcular la tensión máxima y el ángulo de torsión
de la barra tubular (fig. 5.15), si
M tor = W = 150 kgf*m, G = 8» 106 kgf-cm 2.
Resolución. Por la fórmula (5.38) tenemos
150 • 102 c .n , c, o
Tmáx = 2 -3 , 5 -7 -0,5 = kgf/cm .
Por la fórmula (5.39) hallamos el ángulo de torsión correspondiente
a 1 metro de longitud,
1 50 -102 - 100 / 2 -3 ,5 , 2 - 7 , n nQ7 ,
V = 4 ^ 5 2 ^ 8 7 1 0 5 ( —i---- *"075 ) = ° > 037 rad‘
Ejemplo 5.4. Calcular la tensión máxima y el ángulo de torsión
de la misma barra, si el perfil está abierto (es decir, si su contorno se
corta en un lugar).
Resolución. Calculamos la tensión por la fórmula (5.34).

Tmax= - ^ ° r&máx = _______ 15-103:.1______ = "TM" = 5120 kgf/cm2.


T 2 ab3 - j ( 2 - 3 ,5 - 1 3 + 2 - 7 - 0 , 5 3 )

Obsérvese, que este resultado tiene sentido solamente en el caso


de una barra de acero de liga, cuyo lím ite de proporcionalidad en
el deslizamiento puro tp no es menor que el valor de TmáXobtenido,
133
ya que todas las fórmulas de este capítulo son válidas sólo cuando lo
es la ley de Hooke. www.elsolucionario.net
El ángulo de torsión se determina por la fórmula (5.35),
15-103-100 „ „ . ,
(p 8-105-2,93 ’64 rad.
La comparación de los resultados obtenidos en estos dos ejemplos
confirma las ventajas de las barras de sección cerrada, en comparación
con las de sección abierta, cuando trabajan a torsión.

§ 44. Problemas hiperestáticos


En la torsión, al igual que en la tracción, se encuentran proble­
mas que no pueden ser resueltos solamente por las ecuaciones de
equilibrio. En estos problemas el número de incógnitas es superior
> Wlj
<5
I— ^ £ ^
f - 1
— i
J É 1
a i
i ¿ .
o) i (

www.elsolucionario.net
i
b) J

W l/ 'X

/ “
~7

I i I
\ <pc \ l

a)
FIG . 5.16

al de las ecuaciones de equilibrio. El orden a seguir para la solu­


ción de estos problemas coincide con el que se empleaba al resolver
los problemas hiperestáticos de la tracción (compresión).
Veamos, en calidad de ejemplo, una barra em potrada en sus dos
extremos (fig. 5.16, a). Esta barra es estáticam ente indeterm inada,
i
puesto que para calcular los dos momentos reactivos en los em potra­
www.elsolucionario.net
mientos, la Estática nos proporciona solamente una ecuación de equi-
librio.
Retiremos un empotram iento, sustituyéndolo por el momento
desconocido X (fig. 5.16, b). La ecuación suplem entaria (que, como
sabemos, se denomina ecuación de la deformación o ecuación de los
desplazamientos) se obtiene de la condición de que el ángulo de giro
de la sección correspondiente al em potram iento eliminado, que es
igual al ángulo de torsión de la barra originado por los momentos 9Ji
y X , es igual a cero: <pB = 0.
En el sistema estáticam ente determinado (isostático) obtenido,
el giro de la sección B es consecuencia de la acción del momento exte­
rior y del momento X. El ángulo de giro de la sección B, originado por
el momento X , es,
Xa . Xb
(P B _ " G J p G Jp ’
siendo,
J p z z 0 ,ld*.
El ángulo de giro de la misma sección, correspondiente al momen­
to S1 U será
«Oía

Introduciendo estas expresiones en la ecuación de las deformaciones


www.elsolucionario.net
se obtiene,
Xa Xb Wa _ Q
G Jp G Jp G Jp ~ ’

de donde se calcula X .
Después de esto, se puede calcular el momento torsor en cual­
quier sección y construir el gráfico de M toT y el de los ángulos de giro.
Para construir el gráfico de cp es suficiente hallar el ángulo de giro de
la sección C, que es igual a
Xb _ ( m — X) a
<f>c:
G JP G Jp

Los ángulos de giro de las secciones A y B son iguales a cero y,


como dependen linealm ente de la distancia, entonces los puntos
del gráfico obtenidos se pueden unir con líneas rectas. Los gráficos de
M tor y <p están representados en la figura 5.16, c y d.
Ejemplo 5.5. Un tubo de paredes delgadas, cuyo m aterial tiene el
m ódulo Gi, está encastrado en otro de módulo GE. Uno de los extre­
mos de la pieza así obtenida está empotrado, y sobre el otro actúa
un momento exterior Sft aplicado a los dos tubos (fig. 5.17). Calcular
los momentos torsores en las secciones transversales de los dos tubos.
Resolución. Tenemos dos momentos torsores desconocidos: el que
surge en el tubo interior M toTj y el que se desarolla en el tubo exterior

135
M toTE, y una sola ecuación de equilibrio.
www.elsolucionario.net
M to Ti + M to = 931. (I)

El problema tiene un grado de hip^restaticidad. Planteamos la


ecuación de las deformaciones, igualando los ángulos de giro de las
secciones del extremo derecho de los tubos (iguales a los ángulos
completos de torsión de los tubos),
<Pí = tyE
ó
Mfor 1 ^ _ Mtor / 11 v
GiJ p i Ge J pe
El momento polar de inercia de la sección del tubo interior es
Jpi y el del exterior, J pE. Estos momentos se determinan por las

0
m

www.elsolucionario.net FIG . 5.17

fórmulas del § 31, para las secciones anulares. Cuando el espesor de


la pared es pequeño, los ángulos de torsión se pueden obtener por la
fórmula [5.39], que,cuando el espesor 6 es constante, se escribe de la
forma siguiente,
„ _Mforls __ AMtorl
V — 4Gü)2ó “ Gnd 36 ’
siendo d el diám etro medio del tubo,
A d-ft + di .
2
s = roí, la longitud de la circunferencia media del mismo.
De las ecuaciones (I) y (II) se obtienen los momentos torsores en
las secciones transversales de los tubos y después, por la fórmula
(5.37), las tensiones. Cuando el espesor de las paredes es considerable,
para calcular las tensiones se debe emplear las fórmulas del § 37.

§ 45. Concentración de tensiones


Cuando la configuración de la sección transversal o longitudinal
del árbol varía bruscamente tiene lugar la concentración de tensiones.
La influencia de esta concentración se considera m ediante el coeficien-
te de concentración, que se determina o teóricamente, por los métodos
www.elsolucionario.net
de la Teoría de la E lasticidad, o experimentalm ente.
En la figura 5.18 está dado el gráfico para hallar el valor del coefi­
ciente teórico de concentración de las tensiones a x en el caso de tor­
sión de un árbol formado por dos partes unidas con un chaflán cóncavo*

AD
n° s* 3
* //
' s :i
- v

www.elsolucionario.net
FIG . 5.18

circular de radio p. Como se puede observar, en el caso de cambios


bruscos, es decir, para valores pequeños de -j, el valor de a x crece
considerablemente.
Conociendo el coeficiente de concentración de las tensiones, la
tensión máxima tangencial correspondiente a una barra de sección
circular se obtiene por la fórmula,
T"rnáx —
~
— O. r ^
Mtor

donde xn = es la tensión nom inal, calculada para la sección


W p

menor.
El efecto de la concentración de las tensiones se tiene en conside­
ración cuando:
a) actúan cargas estáticas, en el caso de m ateriales de poca plasti­
cidad y de m ateriales predispuestos a una rotura frágil;
b) actúan cargas alternadas (cálculo por fatiga) para todos los ma­
teriales.
Para dism inuir el efecto de la concentración de las tensiones se deben
evitar cambios súbitos de la configuración de la sección, empleando
en los lugares de variación escalonada del diám etro de la sección,
acuerdos del máximo radio posible.

137
§ 46. Formas convenientes de las secciones en la torsión
www.elsolucionario.net
De dos secciones de un mismo módulo polar de la sección (o en
el caso de una sección no circular de la misma característica W t 0r)
y, por lo tanto, de un mismo momento torsor adm isible, será con­
veniente la sección de menor área, es decir, la que origina un gasto
menor de m aterial. Puesto que la relación - ^ ( o ) es una m agnitud
dimensional, para comparar las diversas secciones es muy cómodo
emplear la m agnitud adimensional siguiente,

(en el caso de sección no circular, wtor= ^7 = ) , que se puede denomi­


nar módulo unitario de la sección en la torsión. Cuanto mayor es
wp tanto más conveniente es la sección. En la tabla 5.3 están dados los
valores de wtor para algunas secciones.
Se puede ver que los menos convenientes en la torsión son: el canal,
el perfil doble te, los rectángulos finos y las más convenientes, las
secciones anulares, sobre todo las de paredes delgadas.
Comparemos el peso de una barra de sección tubular F t con el
de una barra de sección maciza F m para distintos valores d e c = ^ ,
partiendo de la condición de igualdad de resistencia. Igualando los
módulos polares de las secciones, maciza y anular, obtendremos
www.elsolucionario.net
P a ra que las secciones tengan igual resistencia, es necesario que

T abla 5.3
MÓDULOS UNITARIOS DE LA SECCIÓN EN LA TORSIÓN DE BARRAS
DE DIVERSAS SECCIONES

Tipo de sección

Canal 0,04-0,05
Doble te 0,05-0,07
Sección rectangular para - ^ - = 1 0 0, 1

La misma sección, cuando -^ -= 2 0 ,1 8


b
Cuadrado 0,21
Sección circular maciza 0,28
A n illo circular, para c = - ^ - = 0 ,5 0,3 7
A nillo circular, para c = 0 ,9 1,16

138
La relación de las www.elsolucionario.net
áreas de la sección (y, por lo tanto, de los pesos)
será
F* — n / n 2 A \ . ndl __ £>2 (1 —c2)
Fm 4 ' a ) - 4 df
Introduciendo aquí el valor de D , obtenido de la condición de
igualdad de resistencia, hallaremos
v . c l — c2
' m ~ fA(1 —C4)2 ‘
1
En la tabla 5.4 están dados los valores de F t :F m, obtenidos por
esta fórmula para distintos valores de c = .
De ella se ve que el empleo de barras tubulares de pared delgada
conduce a una gran economía de m etal.
Tabla 5.4
RELACIÓN ENTRE LOS PESOS DE BARRAS DE SECCIÓN MACIZA Y DE LAS
DE SECCIÓN ANULAR EN EL CASO DE IGUAL RESISTENCIA A LA TORSIÓN

c 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9

Ft
1 0,9 9 0 ,9 6 0,9 2 0,85 0,79 0 ,7 0 0,61 0,51 0,3 9
Fm

www.elsolucionario.net
Cuando las secciones se calculan de la condición de rigidez, como
criterio para juzgar sobre la economía del m aterial del perfil puede
utilizarse la m agnitud adimensional

(o jtor = en el caso de secciones no circulares) que se puede deno­


m inar momento unitario polar de inercia o característica geométrica
unitaria de la rigidez a la torsión.
En la tabla 5.5 están dados los valores de j tor, para algunas de las
secciones de mayor uso.
T abla 5.5

Tipo de sección *tor Tipo de sección *tor

Canal 0,010-0,011 Cuadrado 0,1 4


Doble te 0 ,0 09 -0 ,01 5 Sección circular maciza 0,1 6
Sección rectangular, pa- A n illo circular, para
0,031 C - 4 - - 0 ,5 0,264
b
La misma sección, para A nillo circular, para
a c = 0 ,9 1,52
0,115
T = 2

139
Como se puede ver, al calcular por rigidez, se revelan más aún
www.elsolucionario.net
las ventajas de las secciones anulares de paredes finas en compara­
ción con los otros tipos de sección. La comparación de los pesos de ba­
rras de sección de anillo circular con las de sección maciza de igual ri­
gidez, está dada en la tabla 5.6. En esta tabla F t es el peso de una barra
de sección tubular y F m, el peso de una barra de sección circular maciza.
Tabla 5.6

c 0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9

Ju 0,6 9 0 ,58 0 ,4 6 0,32


1 0,99 0,96 0 ,9 2 0,85 0,7 8
Fm

Comparando esta tabla con la 5.4, vemos que en el cálculo por ri­
gidez, las barras tubulares de paredes finas perm iten obtener una eco­
nomía mayor aún del m aterial.

www.elsolucionario.net
www.elsolucionario.net
CAPITULO VI

FLEXION. C A L C U L O
DE LAS TEN SIO N ES

§ 47. Nociones generales sobre la deformación en la flexión


Muy a menudo la barra se somete a la acción de una carga trans­
versal o a la de pares exteriores, cuyo plano de acción pasa por el
eje de la barra (fig. 6 . 1 ).
En sus secciones transversales aparecen momentos flectores, es de­
cir, momentos interiores que actúan en un plano perpendicular al de la
sección transversal de la barra.
Cuando actúa este tipo de carga, el eje de la barra se encorva.
El tipo indicado de solicitación se denomina flexión. Las barras
que trabajan principalm ente a flexión se denominan comunmente vigas.
www.elsolucionario.net
FIG. 6.1

La flexión se denomina pura, si el momento flector es el único esfuer­


zo interior que surge en la sección transversal de la barra.
Con mayor frecuencia, en las secciones transversales de la barra,
sim ultáneam ente al momento flector, aparecen tam bién fuerzas cor­
tantes. Este tipo de flexión se denomina flexión transversal.
Si el plano de acción del momento flector (plano de solicitación)
pasa por uno de los ejes centrales principales de inercia de la sección
transversal, entonces esta flexión se denomina plana.
Si el plano de acción del momento flector en la sección no coincide
con ninguno de los ejes principales de la sección, la flexión se denomina
desviada..
Más adelante se demostrará que en la flexión plana el eje de la ba­
rra permanece, incluso después de la deformación, en el plano de las
fuerzas exteriores, plano de solicitación.
En la flexión desviada el plano de la deformación no coincide con
el de solicitación.
El estudio de la www.elsolucionario.net
deformación en la flexión lo comenzaremos por
el caso de la flexión plana pura. En adelante analizaremos el caso
más general de la flexión, la flexión transversal. La flexión desviada
pertenece a la resistencia compuesta de barras y será analizada en el
capítulo IX.

§ 48. Tipos de apoyos de las vigas


Los apoyos de las vigas, que se consideran como sistemas planos,
son de los tres tipos principales siguientes.
1. Apoyo articulado móvil (fig. 6.2, a). Este apoyo no impide el
giro del extremo de la barra, ni su desplazamiento en el plano de ro­
dadura. En él puede surgir solamente una reacción, que es perpendi­
cular al plano de rodadura y pasa por el centro del rodillo.
Esquemáticamente, este apoyo se representa como una barra a rti­
culada en los extremos (fig. 6 .2 , b).
Los apoyos móviles perm iten que la viga varíe libremente su lon­
gitud al variar la tem peratura y, por lo tanto, eliminan la posibi­
lidad de aparición de tensiones originadas por la tem peratura.

www.elsolucionario.net FIG . 6.2

2. Apoyo articulado inmóvil (6.2, c). Este apoyo perm ite el giro
del extremo de la viga, pero impide su desplazamiento de traslación
en cualquier dirección. La reacción que surge en este apoyo se puede
descomponer en dos componentes: la horizontal y la vertical.
3. Apoyo rígido o empotramiento (fig. 6.2, d). Este apoyo no
permite desplazamientos lineales, ni angulares de la sección de apoyo.
En él, en el caso general, puede aparecer una reacción que se des­
compone en dos componentes (vertical y horizontal) y un momento
de em potram iento (momento reactivo).
La viga empotrada en un extremo se denomina viga volada o sim ­
plemente, voladizo.
Si las reacciones de apoyo pueden ser obtenidas solamente de las
ecuaciones de la estática, entonces estas vigas se llam an estática­
mente determinadas (isostáticas). Si el número de reacciones incóg­
nitas es mayor que el de las ecuaciones de la estática que se pueden
plantear en el problema dado, entonces se dice que estas vigas son
estáticamente indeterminadas (hiperestáticas). Para calcular las
reacciones en este tipo de vigas, resulta necesario plantear ecuacio­
nes suplementarias: las ecuaciones de las deformaciones (desplaza­
mientos).
142
§ 49. Cálculo de las reacciones de apoyo
www.elsolucionario.net
Examinemos algunos ejemplos.
Ejemplo 6.1. Calcular las reacciones de apoyo en el voladizo de
la figura 6.3.
Resolución. Representamos la reacción en el empotram iento como
la suma de dos fuerzas: A z y A y, dirigidas como se indica en la figura,
y un momento reactivo M A.
Planteamos las ecuaciones de equilibrio de la viga.
1. Igualamos a cero la suma de las proyecciones sobre el eje z
de todas las fuerzas que actúan sobre la viga: 2 Z = 0. Obtenemos
que A z = 0. Cuando no existe carga horizontal la componente hori­
zontal de la reacción es igual a cero.
</

Ay Pl
?
A
z
/VA 0, o-z a3

FIG . 6.3

2. Realizamos lo mismo respecto al eje y: h Y — 0. Sustituim os

www.elsolucionario.net
la carga uniformemente distribuida q, por su resultante qa 3 aplicada
en el centro del tram o a3:
A y — P 1 — qas = 0,
de donde se deduce,
A y = P i + qa3.
La componente vertical de la reacción en la viga en voladizo es
igual a la suma de las fuerzas aplicadas sobre la viga.
3. Planteam os la tercera ecuación de equilibrio. Igualamos a cero
la suma de los momentos de todas las fuerzas, respecto a cualquier
punto, por ejemplo, respecto al punto A ,
^ M a = 0\ — M a — P ta¡ — <70:3 (¿üj+ a 2 + - j ' ) = 0 )
de donde,
M , -P ia 1 — qa3 ( a i + a 2 + -O
^s- ) .

El signo menos indica que la dirección original, adm itida para el


momento reactivo, debe cambiarse por su opuesta. Así, pues, el mo­
mento reactivo en el empotram iento es igual a la suma de los
momentos de las fuerzas exteriores, respecto al empotramiento.
Ejemplo 6 .2 . Calcular las reacciones de apoyo en la viga de dos
apoyos de la figura 6.4. Estas vigas se denominan, generalmente, vigas
simplemente apoyadas.

143
Resolución. Puestowww.elsolucionario.net
que no existe carga horizontal, A z = 0,
1. S M a = 0 ; — A y-4 + 4-2 + 4-1 — 2 = 0; A„ = 2,5/.
2. = 0; B u-4 — 4-3 — 4-2 — 2 = 0; B y = 5,5/.

P^t ,By
Ai q-Zt/m
^\ i ^^\ i ^^^^yB
Jl \
/ m=2tm V
2m ,Zw *k 2

FIG. 6.4

E n jlu g a r de la segunda ecuación podía haberse aprovechado la


condición: 2 Y = 0 que, en este caso, debe emplearse para comprobar
el resultado:
S 7 = 0; 2,5 — 4 — 4 + 5,5 = 0, es decir, la identidad.

www.elsolucionario.net

f a
w -------------------------
FIG . 6.5

Ejemplo 6.3. Calcular las reacciones de apoyo en la viga quebrada


de la figura 6.5.
Resolución.
1. 2 M A = 0; — Pa + B ya = 0; B u = P .
2. 2 Z = 0 ; — A z + P = 0 ; A l = P.
3. 2 7 = 0 ; A y + B y = 0; A„ = B, P,
es decir, la reacción A y, está dirigida hacia abajo y no hacia arriba.
Para comprobar el resultado, se puede plantear, por ejemplo, la
ecuación 2 M B — 0.
§ 50. Cálculo de las fuerzas interiores en la flexión
www.elsolucionario.net
Como se observó anteriorm ente, en la flexión transversal plana,
en las secciones transversales de la viga surgen dos esfuerzos interiores
(dos factores interiores) que son: el momento flector M fiec y la fuerza
cortante Q. Para calcularlos, empleamos el método de las secciones.
En el lugar que nos interesa, trazamos, m entalm ente, una sección,
por ejemplo, a una distancia z del apoyo izquierdo (fig. 6 .6 , a). Re­
tiramos una de las partes de la viga,
la derecha, por ejemplo, y analiza- q/ Ipi |P¿
mos el equilibrio de la izquierda.
La interacción entre estas dos
partes la sustituim os por los esfuer­
zos interiores: momento flector M fiec
y fuerza cortante Q (fig. 6 . 6 , b).
Para calcular M f¡ec y Q plantea­
mos dos ecuaciones de equilibrio:
1 . s r = 0 ;. A — ? ! + Q = 0 ;
Q — P \ — A; Q = 2 (Pi)y.
2 .2 j M 0 = 0; Az — P iiz — Oi) —
— Mfiec = 0;
M ilec = A z — P i(z — a t);

www.elsolucionario.net
Así, pues,
M ÍZec = 2 mo(Pi)-

1) la fuerza cortante Q en la sec­ FIG. 6.6


ción transversal de la viga es numérica­
mente igual a la suma algebraica de las proyecciones sobre el plano de
la sección de todas las fuerzas exteriores que actúan a una parte de la
sección',
2 ) el momento flector en la sección transversal de la viga es numé­
ricamente igual a la suma algebraica de los momentos (respecto al centro
de gravedad de la sección) de las fuerzas exteriores que actúan a una parte
de la■sección dada.

§ 51. Convención sobre los signos de los momentos flectores y de


las fuerzas cortantes
La fuerza cortante en una sección de la viga, por ejemplo, en la
sección mn (fig. 6.7, a), se considera positiva, si la resultante de las
fuerzas exteriores a la izquierda de la sección, está dirigida hacia arriba
y la de las fuerzas a la derecha, hacia abajo. En caso contrario, la
fuerza cortante se considera negativa (fig. 6 . 7 , b).
El momento flector en la sección de la viga, por ejemplo, en la
sección mn (fig. 6 .8 , a), se considera positivo, si el momento resul­
tante de las fuerzas exteriores a la izquierda de la sección está orien­
10— 0 1 2 2 8 145
tado según las m anecillas del reloj y el de las fuerzas a la derecha,
www.elsolucionario.net
en contra de las manecillas. En caso contrario el momento se considera
negativo (fig. 6 .8 , b). Los momentos representados en la figura 6 .8 , a

t}m > 0 p p h n <0


rfi | y ip

hp r> n \p
a) b)

FIG. 6.7

encorvan la viga con la parte convexa hacia abajo y los momentos de la


figura 6 .8 , b, con la parte convexa hacia arriba. Esto es fácil de compro­
bar, encorvando una regla esbelta.
De aquí se deduce otra regla, más fácil de recordar, para el signo
de los momentos flectores. E l momento flector se considerapositivo,
si enla sección en cuestión laviga seencorva conla parte convexa hacia

m Mm >0 Mm <0

www.elsolucionario.net
r c E ±
■— t— 1
3 ^ c
n
:

n
a) b)
FIG . 6.8

abajo. Es obvio que las fibras de la viga, situadas en la parte cón


cava están comprimidas y las situadas en la parte convexa, trac-
cionadas. Así, pues, si nos ponemos de acuerdo en colocar las orde­
nadas positivas del gráfico de los momentos M f iec hacia arriba de­
eje, resulta entonces, que el gráfico se construye sobre las fibras com­
primidas.

§ 52. Relación entre el momento flector, la fuerza


cortante y la intensidad de la carga distribuida
Entre el momento flector, la fuerza cortante y la intensidad de
la carga distribuida fácilmente se establece cierta relación.
Veamos una viga, solicitada por una carga arbitraria (fig. 6.9).
Calculemos la fuerza cortante en la sección que dista z del apoyo
izquierdo. Proyectando sobre el eje vertical las fuerzas situadas a la

146
izquierda de la sección, obtenemos,*
www.elsolucionario.net
Q z = A — Px + qz. (a)
Igualm ente calculamos la fuerza cortante en una sección contigua
a la primera, situada a una distancia z + dz del apoyo izquierdo,
Q z + dQz — A — P 1 + q (z -f- dz). (b)
Restando (a) de (b), obtenemos dQz = q dz, de donde hallamos,

?= § , [6 .1 1
es decir, la derivada de la fuerza cortante respecto a la abscisa de la
sección de la viga es igual a la intensidad de la carga distribuida.

Hallemos ahora el momento flector en la sección de abscisa z,


www.elsolucionario.net
escribiendo la suma de los momentos de las fuerzas aplicadas a la
izquierda de la sección. Para ello, sustituimos la carga distribuida en
el tramo de longitud z por su resultante qz, aplicada en el centro del
tram o, a una distancia de la sección:

M z= A z — Pi (z — b) + q z j . (c)
De una manera análoga se calcula el momento flector en la sección
contigua, distante z + dz del apoyo izquierdo,
q (z + dz)2
M z + d M z = A ( z + dz) — P t (z + dz — b) (d)
Restando (c) de (d), obtenemos el incremento del momento flector,
d M z = A dz — P dz + qz d z '= dz (A — P x + qz).
La expresión entre paréntesis es la fuerza cortante Qz, por lo tanto,
d M z — Qz dz,
de donde se obtiene
dM z
Qz dz [6 .2]

* La notación de Qz que se emplea aquí (y un poco m ás ad ela n te ta m b ié n


la de M z) indica que ta n t o la fuerza c ortante , como el m om ento flector son fun ­
ciones de la abscisa z de la sección tran sversal de la viga.

10* 147
es decir, la derivada del momento flector respecto a la abscisa de la sec­
www.elsolucionario.net
ción de la viga es igual a la fuerza cortante (teorema de Zhuravski),
Derivando los dos miembros de la igualdad (6.2) se obtiene,

lo que significa que la segunda derivada del momento flector respecto


a la abscisa de la sección de la viga, es igual a la intensidad de la carga
distribuida.
Las correlaciones obtenidas serán aprovechadas en adelante prin­
cipalm ente para la construcción de los gráficos de los momentos flecto-
res y de las fuerzas cortantes.

§ 53. Construcción de los gráficos de los momentos


flector^s y de las fuerzas cortantes
Para ilustrar el carácter de la variación del momento flector y la
fuerza cortante a lo largo de la viga y para hallar las secciones peli­
grosas se construyen los gráficos de M f ieC y Q. La técnica de la construc­
ción de estos gráficos la explicaremos en los ejemplos siguientes.

www.elsolucionario.net

Ejemplo 6.4. Construir los gráficos de M nec y Q para la viga repre


sentada en la figura 6 . 10 , a.
Resolución. Trazamos una sección a la derecha de la fuerza a una
distancia zx del extremo derecho de la viga (sección I — I).
La m agnitud zt es variable. El subíndice 1 corresponde al número
del tramo donde se secciona. El momento flector en esta sección se
obtiene con la máxima facilidad, escribiendo la suma de los momentos
de las fuerzas exteriores, situadas a la derecha de la sección. Obtenemos

148
así: M f i ec = 0. Este www.elsolucionario.net
resultado es válido para todas las secciones del
tramo BC.
El momento flector en una sección cualquiera 11-11 del tramo A B ,
tam bién lo obtenemos como la suma de los momentos de todas las
fuerzas a la derecha de la sección. Entonces no será necesario calcular
previamente las reacciones de apoyo en el empotram iento. Así, halla­
mos:
M Z2= — P (z2 — a2); (a 2 ^ 2 2 < a 1 + a 2).
La abscisa de la segunda sección se puede medir tam bién de cual­
quier otro punto, por ejemplo del punto B, y no sólo del punto C, pero
sin embargo, esto no nos proporciona ventaja alguna.
El signo «menos» fue escogido porque la barra se encorva con la
convexidad hacia arriba. Hemos obtenido la ecuación de una recta
inclinada. Para construir el gráfico calculamos dos valores de M z:

^ z 2=a2 ~ 0 j ^ z 2=al + °2 = PO-i-

A la escala escogida colocamos el valor de P ax hacia abajo del;


eje del gráfico. El gráfico de M nec está representado en la figura 6.10, b.
El momento flector máximo surge en la sección de empotram iento:
^ímáx = P Q-i.
Calculemos ahora la fuerza cortante en la sección / —I. Proyectan­
do sobre el eje vertical las fuerzas que se encuentran a la derecha

www.elsolucionario.net
de la sección, obtenemos que Qzl = 0. Para la sección 11-11, del
mismo modo se obtiene Qz2 = P. El signo «más» se justifica porque
la carga exterior, a la derecha de la sección, está dirigida hacia abajo.
El gráfico de Q está representado en la figura 6.10, c.
Para hallar el signo de la fuerza cortante, sim ultáneam ente a la
regla anterior, se puede recomendar otra: la fuerza cortante Q es po­
sitiva en aquellos tramos de la viga, donde el gráfico de M f iec se eleva
(imoviéndonos de izquierda a derecha) y negativa, en aquellos tramos donde
el gráfico de M f¡ec baja.
Ejemplo 6.5. Construir el gráfico de M f iec y Q para el voladiza
de la figura 6 . 1 1 , a.
Resolución. Aquí tenemos dos tramos {AB y BC) con distinto
carácter de solicitación y, por lo tanto, con leyes distintas de variación
de M flec y Q.
El momento flector en el tramo AB, en la sección ubicada a una
distancia z1 del punto A, se halla como el momento de las fuerzas
izquierdas. Para ello, sustituim os la carga distribuida, situada a la
izquierda de la sección, por su resultante qz1 aplicada en el centro del
tramo de longitud zv Así, se obtiene:
\a : n7 _£i_ ££l
zi Q1 2 2 '
El signo «menos» indica que la viga se encorva con la convexidad
hacia arriba.
149
www.elsolucionario.net
Esta es la ecuación de una parábola, que trazamos, aproxim ada­
mente, por tres puntos,
M Zi=0 = 0; M _*L = - q- £ \
2

M ______ q°L
Jzi= a t — 2 '

Trazamos una sección en el tramo BC, a una distancia z 2 del extre­


mo libre de la viga. Sustituim os la carga distribuida en la longitud

www.elsolucionario.net
ax por su resultante qalt aplicada en el centro del tramo A B . El mo­
mento en la sección 1 1 - 1 1 es,
M l2= — qüi ( z a — •

Esta es la ecuación de una recta. Calculamos M z2 para dos valores


de z2: z .2 — ax y z 2 = ax + a2.. Entonces obtendremos:
M b -------- — ,

M c = — qai ( - f - + a2) •
El gráfico de M nec está dado en la figura 6.11, b.
La fuerza cortante en la sección" I-I se obtiene como la suma de
las proyecciones, sobre el eje vertical, de las fuerzas situadas a la
izquierda de la sección, es decir,
Qzl = — qzl -
Esta fuerza se puede obtener, tam bién, por la fórmula (6.2),
dM
La fuerza cortante www.elsolucionario.net
en la sección I I - I I es Qz2 — —<7 ai-
El gráfico de Q está representado en la figura 6.11, c.
En los dos casos la fuerza cortante resulta de signo negativo,
puesto que el gráfico de M n e c baja (moviéndonos de izquierda a de­
recha). Se debe prestar atención a la siguiente relación que se despren­
de de la fórmula (6.2). En los tramos de la viga, donde el momento
flector varía según una parábola (curva de segundo orden), la fuerza
cortante varía linealm ente, es decir, su gráfico es una recta inclinada
(línea de primer orden). Allí, donde M iXec varía linealmente, es decir,
el gráfcio de M f lecesuna recta inclinada, la fuerza cortante Q es cons­
tante y su gráfico, una recta horizontal (línea de orden nulo). En ge­
neral, el orden de la función que representa la variación de Q es en una
unidad inferior al de la función que expresa la ley de variación de M f ¡ ec
Esto se deduce directam ente de la fórmula (6.2).
Ejemplo 6 . 6 . Construir los gráficos de M f i ec y Q para una viga
de dos apoyos, solicitada por una carga uniformemente distribuida
(fig. 6 . 1 2 ).
Resolución. Debido a la sim etría de la carga, las reacciones son
iguales:

El momento flector en la sección de abscisa z es,

i.

www.elsolucionario.net
El primer término representa el momento flector de la reacción,
positivo, puesto que al fijar m entalm ente la viga en la sección en
cuestión, resulta que la parte a la izquierda de la sección se encorva
con la parte convexa hacia abajo. El segundo térm ino es el momento
flector originado por la carga uniformemente distribuida situada
a la izquierda de la sección. La resultante de esta carga es qz y está
aplicada en el centro del tramo, es decir, a una distancia 4A- de la

sección. Por lo tanto, el momento de esta carga es , de signo negati­


vo, puesto que esta carga encorva la viga (fijando m entalm ente la
sección) con la parte convexa hacia arriba. La ecuación obtenida para
el momento flector es la de una parábola. Calculamos tres ordenadas
del gráfico de M f ¡ ec:
/W ,= 0 = 0 ; M M z^ = 0.
Z= T 8
Con los datos obtenidos construimos el gráfico de M f i ec. El mo­
mento flector máximo (en la sección media de la viga), es
9/2
M máx —'
Conviene aprenderse este resultado, ya que se emplea con fre­
cuencia en los cálculos. Derivando la expresión de M z e igualando
151
a cero la primera derivada, nos convencemos de que el momento m áxi­
www.elsolucionario.net
mo M f iec surge, en efecto, en el centro del vano de¿la viga.
La fuerza cortante en la sección (obtenida como la suma de las
fuerzas situadas a la izquierda) es

Qz = -y - = — qz.
Este mismo resultado se obtiene por la fórmula (6.2). Calculemos
dos valores de Q,
n — ql ,■ nH z= l
V z= 0 = — =
sL
------ 7T
2 i

y construyamos el gráfico de Q. Prestemos atención a que Q = 0 en


el centro del vano de la viga, donde el momento flector es máximo,
lo que se deduce de la relación (6 .2 ).
Ztm 3tm

a)
Itm

b)
i Mm t
2tm
-Q--0

www.elsolucionario.net o)
FIG . 6.13

Ejemplo 6.7. Construir los gráficos de M flec y Q para el voladizo


de la figura 6.13, a, b, c.
Resolución. El momento flector en el tramo DC (obtenido como
la suma de los momentos de las fuerzas a la izquierda) es M z = 0.
En el tramo CB tenemos M z = — 2tm. En el tramo B A , M z =
= — 2 + 3 = Itm .
En todas las secciones, la fuerza cortante es Q = 0.
Ejemplo 6 . 8 . Construir los gráficos de M fiec y Q para la viga repre­
sentada en la figura 6.14, a, b, c,
Resolución. De la ecuación de equilibrio calculamos las reacciones,
que resultan ser: A = 2t dirigida hacia abajo y B = 14t, dirigida
hacia arriba.
El momento flector en la sección de abscisa zx se obtiene como la
suma de los momentos de las fuerzas situadas a la izquierda:
M Zl = — 2 z j— ~ .

Esta es la ecuación de una parábola. Calculamos tres valores de


M zl:
M Z i= 0 = 0 ; MZl=m i = — 3 tm; AÍZl=2m= — 8 tm.

152
Con estos datos construimos el gráfico de
www.elsolucionario.net en el tramo AE .
Calculamos el momento flector en la sección de abscisa z2:
M z2 = —2Z2 -—4 (z2 — 1) + 8 .
El segundo término de esta expresión es el momento flector origi­
nado por la resultante de la carga distribuida que actúa sobre el tram o

www.elsolucionario.net FIG . 6.14

AE. Esta resultante es igual a 4t y su distancia a la sección en cuestión


es z2— lm.
Damos a z 2 los valores: z 2 = 2m y z 2 = 4m, obteniendo,
AÍZ2= 2 = 0; MZ2= 4 = — 12 tm .
Con los valores hallados se ha construido el gráfico de en
el tramo BE. Hallam os el momento flector en la sección que dista z 3
del extremo derecho de la viga. Puesto que en la parte a la derecha
dela sección hay menos fuerzas exteriores que a la izquierda, resulta
más fácil calcular M zS como la suma de los momentos de las fuerzas
a la derecha,
AÍZ3= - 4 z s - 2 - f ■
El primer térm ino es el momento flector de la fuerza P = 4t, y el
segundo, el de la carga distribuida que actúa a la derecha de la sección
que se analiza.
Los dos términos figuran con el signo «menos», ya que la viga, al
ser fijada m entalm ente en la sección en que se busca el momento
M f i ec, se encorva, bajo la acción de las fuerzas a la derecha, con la
parte convexa hacia arriba.
www.elsolucionario.net
Evaluando esta expresión para z 3 — 0 y z 3 = 2m, obtenemos el
gráfico de M f ¡ec para el tramo BC.
La fuerza cortante se determina o mediante la relación Qz = d- ^
o proyectando sobre el eje vertical las fuerzas que actúan sobre la parte
separada. Para controlar los cálculos, se recomienda aplicar ambos mé­
todos.
Hallam os la derivada de M zí, obteniendo,

Esta es la ecuación de la línea recta. El mismo resultado se obtiene


proyectando sobre el eje vertical las fuerzas situadas a la izquierda
o a la derecha de la sección de abscisa zx.
La fuerza cortante en una sección arbitraria del tramo EB es:
dM,
< ^ = - ^ = - 6 1.

El gráfico de Q, en el segundo tramo, está constituido por una recta


horizontal.
Al calcular Qza, como la derivada del momento M z3, se debe tener
en cuenta que z 3 se mide de derecha a izquierda y, por lo tanto, como
se demuestra en las m atem áticas, para obtener el signo correcto de
Q es necesario, después de la derivación, cam biar el signo,
www.elsolucionario.net Qz3 — 4 + 2z3.
Por la ecuación de esta recta se ha construido el gráfico de Q en el
tram o BC. Los saltos bruscos en el gráfico de Q son de m agnitud igual
a las fuerzas concentradas aplicadas en las correspondientes secciones
de la viga, es decir, a las reacciones A y B, y a la fuerza P (en el ex­
tremo derecho).
Ejemplo 6.9. Construir los gráficos de M f iec, Q y N, fuerza axial,
para la barra quebrada representada en la figura 6.15, a.
Resolución. El método general de determinación de M ílec, Q
y N en una sección cualquiera permanece sin variar. Sin embargo,
en este caso, es necesario ponerse de acuerdo en cuanto a la regla
de construcción de los gráficos en las barras inclinadas y verticales.
Existe el acuerdo de construir en todas las barras el gráfico de M f iec
en la parte cóncava de la barra (en las fibras comprimidas), es decir,
conservar la regla, adm itida al construir los gráficos en barras hori­
zontales. El momento flector en la sección I-I, se obtiene como la suma
de los momentos de las fuerzas exteriores, situadas a una parte de la
sección (la de abajo),
M Zi = P zl.
Si nos imaginamos que la parte inferior separada de la barra está
em potrada en la sección I -I entonces se verá claram ente que la fle­
xión ocurre con la parte convexa a la derecha, es decir, la fibra com­
154
prim ida se encuentra www.elsolucionario.net
a la izquierda. Por lo tanto, construimos el
gráfico de M zl en la parte izquierda (fig. 6.15, b). Cuando z± = 0,
M f i ee = 0 y cuando zx = 2m, M //ec = 4tm.
El momento flector en la sección I I - l l es igual a la suma de los
momentos de las fuerzas situadas a la derecha de la sección, es decir,

FIG . 6.15

al producto de la fuerza por la distancia a la sección, o sea, por la


www.elsolucionario.net
longitud del segmento DE.
M Z2 = 2-2 = 4 tm.
La fibra comprimida resulta estar abajo (fig. 6.15, b). La fuerza cor­
tante se puede obtener por la fórmula (6 . 2 ),
n 2 MZ
dz ’

o sea, determ inar Q, como la tangente del ángulo de inclinación de


la tangente al gráfico de los momentos. Para la barra CD, el momento
flector es M — const., por lo tanto, Q = 0. En la barra DE,

Q = | = 2 t.
Se puede, claro está, obtener la fuerza cortante como la suma de
las proyecciones de las fuerzas que actúan a uno de los lados de la
sección sobre la dirección perpendicular al eje de la barra.
El signo de la fuerza cortante se establece por la regla anterior.
Si, al observar la barra D E desde la izquierda o desde la derecha
el gráfico de M asciende, entonces Q es positiva. El gráfico de los
valores positivos de Q lo construimos en el lado derecho (fig. 6.15, c).
Determinamos la fuerza axial N por el método de las secciones
(fig. 6.15, d).

155
En el caso de la www.elsolucionario.net
barra D E (fig. 6.15. e), proyectamos las fuerzas
aplicadas por debajo de la sección I-I, sobre la dirección de su eje,
obteniendo así N De = 0 -
P ara la barra CD proyectando las fuerzas que se encuentran a la
derecha de la sección I I - I I sobre la dirección del eje de esta barra,
obtenemos N Cd — 2 t (compresión).

Los valores negativos de N los colocamos hacia abajo del eje de


la barra. El signo «menos» significa compresión (fig. 6.15, d).

§ 54. Determinación de las tensiones normales


En la flexión plana pura, en las secciones transversales de la viga,
surgen solamente momentos flectores, que actúan en el plano que
pasa por uno de los ejes centrales principales de inercia de la sección
transversal de la viga.
El momento flector es el momento resultante de las fuerzas nor­
males interiores, distribuidas en la sección.
Para establecer la ley de distribución y la m agnitud de las fuerzas
interiores, que surgen en la sección transversal de la viga, son insu­
ficientes las ecuaciones de la estática. Hace falta recurrir tam bién
a las condiciones de deformación de la viga.
Si una viga (probeta), sobre cuya superficie se ha marcado una red,
se somete a flexión plana pura, podremos observar lo siguiente
(fig. 6.16):

www.elsolucionario.net
1 ) las líneas 1 - 1 y 2 - 2 de la superficie de la viga giran cierto ángulo
dQ, después de la deformación, permaneciendo rectas. Es de suponer
que las secciones transversales de la viga, que eran planas antes de ocurrir
la deformación, permanecerán planas también después de la deformación
(hipótesis de las secciones planas). Los cálculos que se basan en tal supo­
sición, concuerdan bien con los resultados de los ensayos;
2 ) la fibra ab, situada en la parte convexa de la viga, se alarga, lo
que certifica que esta fibra se fracciona, m ientras que la fibra ef se
acorta, lo que demuestra su compresión. La longitud de la fibra cd
no se altera y, por lo tanto, esta fibra no sufre tracción, ni compresión.
La capa de la viga (al nivel de la fibra cd) que no sufre en la flexión
tracción ni compresión, se denomina capa neutra. La línea por la que
se corta esta capa con el plano de la sección transversal de la viga
(fig. 6.17) se denomina eje (línea) neutro. La intersección del plano de
solicitación con el de la sección transversal se denomina línea de solici­
tación.
De los resultados de los ensayos analizados se deduce que las fibras
de la viga se deforman de manera distinta: las deformaciones mayores
las sufren las fibras que se encuentran más lejos de la capa neutra.
Demonstremos que las deformaciones varían linealm ente, según la a l­
tura de la sección de la viga.
En efecto, el segmento b'b" representa el alargam iento total de la
fibra ab, cuya longitud, antes de la deformación, era igual a la de la
fibra cd, situada en la capa neutra. El alargam iento unitario de esta
156
íibra es, www.elsolucionario.net
b'b'r _ _ b 'b " ydQ
ab cd p dQ p"’ (6-4)

siendo p el radio de curvatura de la capa neutra de la viga; la m agni­


tud de p, es, por ahora, desconocida;
y, la distancia de la fibra en cuestión a la línea neutra.
Antes de pasar al cálculo de las tensiones, introducimos una
hipótesis más: suponemos que las fibras de la viga no presionan unas

b
c i
e f .** \ 0 A D > %
"S-o \
i 2
: \ > *
iz Bibiio*e=r' \ o
\% \ ínrjeráec.o
■i
J >11
:
y
o

www.elsolucionario.net

FIG . 6.17

sobre otras, es decir, que las tensiones en dirección perpendicular


al eje de la viga, son iguales a cero. Así, pues, cada fibra resulta
sometida a tracción o compresión monoaxial. La fórmula que se
obtiene, basándose en esta hipótesis, da resultados que están bien
de acuerdo con los datos de los ensayos. Entonces, según la ley de
Hooke para el caso del estado tensional monoaxial,
o = Ee = E ^ , (6.5)
P
es decir, que las tensiones normales varían, según la altura de la sección
transversal, proporcionalmente a la distancia del eje neutro. Las tensio­
nes máximas tendrán lugar en los bordes, superior e inferior, de la
sección.

157
www.elsolucionario.net
El gráfico de a está representado en la figura 6.17. Considerarnos
que las tensiones de tracción son positivas.
Se debe subrayar que los vectores de las tensiones normales son,
claro está, perpendiculares al plano de la sección transversal de la
viga y los segmentos, que representan estas tensiones en el gráfico,
convencionalmente, se hacen coincidir con el plano de la sección.
Una vez determinada la ley de distribución de las tensiones se
puede calcular su m agnitud de las ecuaciones de equilibrio. Exam i­

www.elsolucionario.net
nemos el equilibrio de la parte de la viga que se encuentra sometida
a la acción del momento exterior 9JI y de las fuerzas interiores que
surgen en la sección transversal trazada (fig. 6.18). Para que esta parte
se encuentre en equilibrio se deben satisfacer seis ecuaciones de
equilibrio: las sumas de las proyecciones de las fuerzas que actúan
sobre los tres ejes de coordenadas, así como las tres sumas de los
momentos, respecto a los ejes x, y y z, deberán ser iguales a cero.
1. Igualamos a cero la suma de las proyecciones sobre el eje y ,
2 7 = 0.
2. Lo mismo respecto al eje x, 2 X = 0.
Las ecuaciones 2 F = 0 y H X = 0 se convierten en identidades,
puesto que las fuerzas interiores odF son perpendiculares a estos ejes.
3. Igualamos a cero la suma de las proyecciones sobre el eje z,
2 Z = 0,
o sea,
J a dF = 0.
F
Teniendo en cuenta (6.5), hallamos,

f J ydF=<¡.
F
158
E
Pero — =¿= 0, ya www.elsolucionario.net
que p =t¿ oo, pues se analiza el caso cuando la
viga está encorvada. Luego, j y dF = 0.
F
Esta integral representa el momento estático del área^de la sección
transversal de la viga respecto al eje neutro. Puesto que la integral
es igual a cero, la línea neutra en la flexión, pasará por el centro de gra­
vedad de la sección.
4. La ecuación 2 A íz = 0 se convierte en identidad, al ser los
esfuerzos interiores o dF paralelos al eje z.
5. La ecuación = 0 nos da ^ a dFx = 0. Teniendo en cuenta
F
(6.5), obtenemos, — ^ x y d F = 0.
F
Pero -~=j¿=0, luego, j xy dF = 0.
F
La integral J xy = ( xy dF representa el producto de inercia de la
F
sección, respecto a los ejes x e y.
Puesto que este producto es igual a cero, los ejes x e y deberán
ser ejes principales de la sección y el momento deberá
encontrarse en el plano que pasa por uno de los ejes principales, con­
dición que se cumple en el caso de la flexión plana. De aquí se deduce
www.elsolucionario.net
tam bién, que la línea de solicitación y la línea neutra (eje neutro) son
perpendiculares entre sí.
6 . Igualamos a cero la suma de los momentos de las fuerzas respecto
al eje x,
2 ^ = 0; - 9 K + j í/adF = 0.
F
Teniendo en cuenta (6.5), hallamos,
m = f ¡ y 2 dF.
F
La integral J x = j y 2 dF representa el momento de inercia de la
F
sección respecto al eje neutro x.
Sobre la parte separada de la viga pueden actuar varios pares
exteriores, en lugar de uno, así como cualquier otra carga. En este
caso, en la ecuación de equilibrio 2 M x = 0 figurará la suma algebrai­
ca de los momentos de todas estas fuerzas, que es num éricamente igual
al momento flector en la sección transversal.
Teniendo esto en cuenta, podemos escribir la correlación anterior
en la forma siguiente:
M flec = f j x, (6 . 6 )
de donde se deduce,
www.elsolucionario.net
1 _ M fU [6 .7 ]

La m agnitud K = -^ es la curvatura de la capa neutra de la viga.


Anteriormente se demostró que la línea neutra déla sección trans­
versal pasa por el centro de gravedad. Por lo tanto, el eje (eje longi­
tudinal) de la viga, que es el lugar geométrico de los centros de gra­
vedad de sus secciones transversales, se encuentra en la capa neutra.
Así, pues, obtenemos que la expresión (6.7) determina la curvatura
del eje de la viga.
Es decir, la curvatura del eje de la viga en la flexión es proporcional
al momento flector e inversamente proporcional a E J x, que se denomina
«rigidez» de la sección a la flexión. Introduciendo el valor de en
(6.5), llegamos a la im portante fórmula,
[6.8]

que permite calcular la tensión normal en cualquier punto de la sección


transversal de la viga, si se conoce el momento flector M fíec y el mo­
mento de inercia de la sección.
La fórmula (6 .8 ) fue obtenida para la flexión pura.
En la flexión transversal, en las secciones transversales de la barra
aparecen tanto tensiones normales como tangenciales.
www.elsolucionario.net
El surgim iento de tensiones tangenciales va acompañado de la
aparición de deslizamientos, y, como resultado de éstos, las secciones
transversales de la viga dejan de ser planas (deja de ser válida la hi­
pótesis de Bernoulli). D urante la flexión transversal surgen también
tensiones en las secciones longitudinales de la barra, es decir que las
fibras presionan las unas sobre las otras.
Estudios más minuciosos demuestran que a pesar de esto la fór­
mula (6 .8 ) da resultados suficientemente seguros en la flexión trans­
versal también.

§ 55. Condición de resistencia por tensiones normales


Para garantizar la resistencia de una viga, es necesario que durante
la flexión, las tensiones máximas de tracción y compresión en la
sección peligrosa, es decir, en la sección donde M f iec tiene el valor
máximo, no rebasen las correspondientes tensiones admisibles (se
analizan solamente las vigas de sección constante en toda la longitud).
Designemos por h t (véase la fig. 6.18) la distancia de la fibra frac­
cionada más alejada del eje neutro y por hc la distancia de la fibra
más comprimida al mismo eje. Entonces, la tensión máxima de trac­
ción en la flexión será,
máx o t = Mf ~~ ht (6.9)

160
y la tensión m áxim a (en valor absoluto) de compresión,
www.elsolucionario.net
m á x o c = ^ j ^ h c. (6 . 10 )
J X

Para los m ateriales frágiles (hierro fundido, por ejemplo) las ten ­
siones admisibles a tracción y a compresión son distintas: [ac] es de
3 a 5 veces mayor que [at]. Por eso, en el caso de vigas de estos m ate­
riales, generalmente, se emplean secciones que no son simétricas res­
pecto al eje neutro. La sección se coloca de tal manera que h t < h c,
es decir, que se cumpla la desigualdad máx a t < m á x ac. En estos
casos se plantean dos condiciones de resistencia:

m á x o t = ^ { ^ ht s ^[ ot], (6 . 1 1 )
J X

máxorc = ^ í ^ / z c< [(7c]. (6 . 1 1 ')


J X

En las fórmulas (6.11) y (6.11') se debe introducir el valor máximo


(en su valor.absoluto) del momento M f ¡ec.
Si la sección de la viga es sim étrica respecto al eje neutro (este tipo
de secciones es conveniente emplear para las vigas de m ateriales
plásticos), es decir, si h t = h = entonces en lugar de dos fórmu­
las (6.9) y (6.10) obtenemos una,

° = ( 6 . 12)
www.elsolucionario.net 2J x
Anotando W x —— , obtenemos, para iguales tensiones admisibles
a la tracción y a la compresión [a], la condición de resistencia siguiente:

a= fc < [a ]. [6.13]

La m agnitud W x se denomina momento axial de resistencia o módu­


lo de resistencia e n ía flexión. El momento de resistencia es una carac­
terística geométrica de la sección transversal de la viga, que determina
su resistencia a la flexión.
Los valores de W x para las secciones más simples son:
a) para el rectángulo
2 JX bh3 bh?-
12 —
2
b) para el círculo
W / X JTGÍ^ J ld 3 _ ^ j
x~ ~ lA d ¡2 ~ '1 & ~ ' ’

c) para el anillo
W x = 2J^= = f g ( l - C4) » 0 , 1D 3 ( 1 _ ¿ 4 ) ;

11— 012 28 161


d) www.elsolucionario.net
para los perfiles laminados (doble te, de canal, etc.) los valores
de W x están dados en las tablas del surtido de perfiles. Para calcular
la sección de una viga, de la fórmula (6.13) se obtiene la relación
siguiente,
[6.14]

El momento flector adm isible se calcula por la fórmula,


\[Mflec] ^ W x [a]. [6.151
Una vez obtenido por esta fórmula el momento flector admisible
y conociendo la relación que existe entre M fiec y la carga (por el grá­
fico de M f i ec construido), sepuede hallar el valor de la carga admisible.
Ejemplo 6.10. Calcular la sección de una viga de perfil doble te,
de luz l = 6 m, solicitada por una carga uniformemente distribuida
(véase la fig. 6 . 1 2 ):
q = 4t/m; [a] = 1 600 kgf/cm2.
Resolución. En este caso, el momento flector máximo tiene lugar en
la sección media de la viga:
M fle,C= = tm = 18-105 kgf-cm .
El módulo de la sección necesario es,
Ty r 18 • 10° __ . | n r 3

www.elsolucionario.net
M f l e C

[a] 1 600 ■
De la tabla del surtido de perfiles (Apéndice II) escogemos el perfil
doble te N° 45, para el cual W x = 1 220 cm 3 (según el GOST 8239-56*).
En este ejemplo y en los siguientes empleamos las tablas del nuevo
surtido de perfiles (según el GOST 8239-56*).
Si se empléase el Sistema Internacional de Unidades (SI), la reso­
lución sería la siguiente.
La carga distribuida que actúa sobre la viga sería, q = 4 t/m =
= 4-10 4 N/m. La tensión admisible, [a] = 16-107N/m2 «
160 N/mm2.
El momento flector máximo es,
Mf i ee= 18-10® k g fcm = 1 8 -106 N c m = 1 8 -104 Nm
y el módulo de la sección que se requiere,
Wx = = 0,001125 m 3 = 1 125 cm3.
Ejemplo 6.11. Calcular la carga admisible para una viga de sección
rectangular (fig. 6.19), si [cr] = 100 kgf/cm 2 y a = 1 m.
Resolución. Calculamos el valor admisible del momento flector,
[Mfiec] = Wx [o] = ^ ~ [ o ] = 12 ,?4 100 = 115,2 • 103 kgfcm = 1 ,1 5 tm.

GOST es la a breviación de las N orm as E s ta ta le s S oviéticas ,(N. d e l R . ) .

162
Para hallar la carga admisible, es necesario conocer la relación
www.elsolucionario.net
entre el momento flector máximo y la carga. Para ello es necesario
construir el gráfico de los momentos flectores.

Determinando las reacciones, hallamos que RA = -jr P y R B =


2
= — P. El momento flector máximo ocurre en la sección que se en­
cuentra debajo de la carga, y es,
M }lec = R A2a = ^ P a .
Ahora podemos calcular la carga adm isible,

www.elsolucionario.net
[/ 3] = - ¿ [ A Í / ¡ec] = 06-1 I ’15: 0,96 t.

§ 56. Determinación de las tensiones tangenciales


En el caso general de la flexión (flexión transversal) en las seccio­
nes transversales de la viga surgen momentos flectores y fuerzas

cortantes. La existencia del momento flector está relacionada con la


aparición en las secciones transversales de tensiones normales, que
se calculan por la fórmula (6 .8 ) (véase § 54).
La existencia de la fuerza cortante está relacionada con el surgi­
miento, en las secciones transversales de las viga, de tensiones tangen­
ciales. Según la ley de reciprocidad de estas tensiones, tensiones aná­
logas surgen en las secciones longitudinales (fig. 6.20). Para hallar

11* 163
/
las tensiones tangenciales, veamos primer; mente el caso de una viga
www.elsolucionario.net
e sección rectangular de poca anchura (fig- 6.21). Separemos de la
viga un elemento de longitud dz y de anchura igual a la de la viga b.
Sobre este elemento actúan las fuerzas siguientes.
Sobre la cara 3-4 4'-3' actúan tensiones normales que, según la
fórmula (6 .8 ), son iguales a
Oi = -Mi
f-y, / *
(a)
JX

siendo el momento flector en la sección 3-4 4'-3'.


Al mismo tiempo, sobre la sección actúan tam bién tensiones tan ­
genciales, por ahora desconocidas, t , quepueden serconsideradas

www.elsolucionario.net
FIG. 6.21

uniformemente distribuidas a lo ancho de la viga, debido a que la


anchura de la sección de la viga es pequeña*.
Sobre la cara 1-2 2 ' - í actúan tensiones normales,

y tangenciales x.
Sobre la cara 3-2 2'-3' actúan solamente tensiones tangenciales
que, por la ley de reciprocidad de las tensiones tangenciales, son
iguales a las que actúan sobre las caras verticales. Planteemos la
ecuación de equilibrio del elemento separado de la viga. Proyectemos
las fuerzas que actúan sobre el elemento, sobre el eje horizontal. Es
obvio que los esfuerzos tangenciales, aplicados a las caras verticales,
no entran en esta ecuación.

* E s ta suposición se den o m in a hipóte sis de Z huravski.

164
www.elsolucionario.net
El esfuerzo tangencial sobre la cara 2-3 3'-2' se proyecta sin variar,
t b dz. Los esfuerzos normales, sobre la cara 3-4 4'-3', tienen una resul­
tante igual a
Nt= j crí dF.
F sep

Los esfuerzos normales sobre la cara 1-2 2 '- l' tienen por resultante,
yV2= J o 2 dF.
F sep

Estas integrales deben calcularse sobre el área de la parte separada,


es decir, sobre el área de las caras 1-2 2'-1' y 3-4 4 '-3 '.
De la ecuación de equilibrio 2 Z = 0, se obtiene,
—N 2 + N x + xb dz = 0 ,
luego,
— j o 2 d F Jr J o l dF- \ - x bdz = 0 .
Fsep ^ F ¿ep

M ediante (a) y (b) obtenemos,

J, . „ -
F sep F sep

www.elsolucionario.net
La expresión ^ y dF = S%p representa el momento estático del
F s ep
área de la parte separada de la sección, respecto al eje neutro. Por lo
tanto,
<?sep
—y— (Aí2 — M ^ — xb dz.
J X

Pero M 2 ■— = d M z es el incremento del momento flector en


el tramo de longitud dz. Por lo tanto, la fórmula anterior se puede
escribir de la forma siguiente,
Ssxep dMz , ,
j— - = xb dz,
J X

de donde se halla,
S sxeP dM z
X■ J xb dz
Teniendo en cuenta (6.2)
dM
dz Q z,

se obtiene definitivam ente,


T _ QSíep [6.16}
Jxb
Esta fórmula fue obtenida por prim era vez por D .I. Zhuravski
y por eso lleva su nombre.

165
Analicemos la ley www.elsolucionario.net
de distribución de las tensiones tangenciales
en la sección de una viga rectangular (fig. 6.22). Esta ley se determ i­

na por la de variación de S s°p, ya que las otras m agnitudes para la


sección dada, permanecen constantes. El momento de inercia es,

12 •

El momento estático del área rayada, respecto al eje x, es

S» = 6( 4 - ! / ) t ( 4 + ¡ ') = Í ( ¥ - ^ ) -
Esta es la ecuación de una parábola.

www.elsolucionario.net
La tensión tangencial,
« » ( .£ _ » » ) , 2 _ 6

— bh? ■2b bh3


bh? \ 4 -y2)-
Tracemos ahora el gráfico de r por los tres puntos siguientes,
3 Q
r h = 0; fy = 0 2 P ' h = 0.
y~ t
El gráfico de t está representado en la figura 6.22. La tensión
tangencial m áxima, para una viga de sección rectangular, surge al
nivel de la línea neutra y es
A ÜL v Í j t C ' .iÁ t’j j ; ' i •’- f y f>
^máx : 2 F ’ [6.17]
es decir, es 1,5 veces mayor que la tensión que resultaría, si las ten­
siones tangenciales se supusiesen distribuidas uniformemente en la
sección.
Con cierta aproxim ación, la fórmula de Zhuravski puede em plear­
se tam bién para calcular las tensiones tangenciales en vigas de sec­
ciones transversales de otra configuración. De manera análoga para
una sección circular, se obtiene el gráfico de t de la figura 6.23. El
valor máximo, al nivel del eje neutro, es

ffmáx = - ° ’ ' f6 - 181

166
www.elsolucionario.net
Para una sección anular
IÍL (6.19)
F'i
Es necesario subrayar, que por la fórmula de Zhuravski se calculan
las tensiones tangenciales que son paralelas a la fuerza cortante, es
decir, en nuestro caso las tensiones verticales (fig. 6.23).
En los puntos de las secciones circulares, triangulares, etc., situa­
dos cerca de la superficie, las tensiones tangenciales completas debe­
rán estar orientadas según la tangente al contorno de la sección.

FIG. 6.23

Veamos, por ejemplo, el punto A situado en la proxim idad del con­


torno de la sección circular (fig. 6.23). Si suponemos que la fórmula
www.elsolucionario.net
de Zhuravski nos da la tensión completa t , entonces, al descomponerla,
obtendremos dos componentes: según la normal al contorno t n y se­
gún la tangente, r t .
Pero como según las condiciones de solicitación la superficie de la
barra está libre de tensiones, y por lo tanto deberá ser igual a cero;
la tensión t que se obtiene por la fórmula de Zhuravski no podrá ser la
tensión tangencial completa sino solamente la componente vertical
de ella. La componente horizontal de la tensión completa, así como
tam bién la propia tensión completa en estos puntos del contorno nos
son desconocidas, puesto que no pueden ser determ inadas por los m éto­
dos de la Resistencia de M ateriales.
El análisis de las soluciones exactas dadas por la Teoría de la Elas­
ticidad demuestra que, en la mayoría de los casos, las componentes
horizontales de las tensiones tangenciales son pequeñas.
En el caso de vigas de sección de doble te, el gráfico de t resulta ser
escalonado, debido a la variación brusca de la anchura de la viga*
(fig . 6 . 2 4 , a)

* Se debe tener en cu enta, que la p a rte del gráfico, que se refiere a las
alas de la viga, tien e u n carácter b a sta n te co nvencional, puesto que la suposi­
ción sobre la distrib u ció n un iform e de las tensiones tan ge nc iales a lo ancho de
la sección, no es a plic able en este caso. Teniendo esto en cu enta, el gráfico de t
en las secciones tran sversales de vigas de sección de doble te, como regla gene­
ra l, se construye so lam en te d entro de los lím ites del alm a de la viga.

167
La tensión tangencial máxima en una sección doble te surge en
www.elsolucionario.net
los puntos del eje neutro y se calcula por la fórmula de Zhuravski.
Aquí se debe considerar el momento estático del área rayada (de la
m itad de la sección). En las tablas del surtido de los perfiles se dan
los valores del momento estático de la m itad de la sección de los per­
files doble te y canales. En las figuras 6.24, b y 6.24, c está represen­
tada la configuración del gráfico de t para algunas otras secciones.

V i 8
Y'
__________________ _______________ y.
z B dz
p
y a)
y / 3

Z 4

www.elsolucionario.net Tmáx
b)

La condición de resistencia por tensiones tangenciales se escribe


de la forma siguiente:
Tmáx ^ [t ] >
siendo [t] la tensión tangencial admisible. Para las vigas de acero,
[t] « ¿ 0 ,6 [cr].
Algunos m ateriales, como la m adera, por ejemplo, (en la direc­
ción de las fibras,) resisten muy mal el cizallam iento. Por eso en las
vigas de estos m ateriales es obligatoria la comprobación de la resisten­
cia por tensiones tangenciales.
La teoría expuesta de cálculo de las tensiones tangenciales, es
válida solamente en el caso de secciones macizas.
En las barras de paredes delgadas, como se dijo anteriorm ente,
incluso cuando el plano de solicitación coincide con uno de los ejes

168
centrales principales de inercia de la sección, puede ocurrir que la
www.elsolucionario.net
barra se torsione. Para comprender mejor este fenómeno, veamos una
viga en voladizo de perfil de cajón (fig. 6.25, a). La sección transver­
sal de esta viga está representada, a gran escala, en la figura 6.25, b.
Supongamos que la carga P actúa en un plano que pasa por eje
y central principal de inercia de la sección, que no es eje de sim etría
(fig. 6.25, b). M ediante la sección 1-2, paralela al plano yz, separamos
una parte del ala superior de longitud dz y analizamos su equilibrio
(fig. 6.25, c). Supongamos que la cara 1-2 4-3 se refiere a la sección
B — B. Sobre las caras 8 -6 5-7y 1-2 4-3 de este elemento actúan las ten­
siones normales ox y cr2. La fuerza normal sobre el área 1-2 3-4, que

P
r tu

FIG . 6.26 FIG . 6.27

www.elsolucionario.net
se encuentra en la sección B —B, es mayor que la fuerza normal sobre el
área 8 - 6 5-7, puesto que el momento flector en la sección B — B es
mayor que en la sección A — A .
Por eso, el equilibrio del elemento separado resulta posible sola­
mente cuando sobre la cara 1-2 6-5 actúan tensiones tangenciales xn.
Pero, según la ley de reciprocidad de las tensiones tangenciales, a estas
tensiones tangenciales, que actúan sobre la cara 1-2 6-5, corresponden
otras tensiones tangenciales, de igual m agnitud pero de signo contra­
rio, que actúan en los puntos de la arista 1-2, sobre el plano 1-2 4-3.
Razonando de una manera semejante, nos convencemos de que
en el ala inferior de nuestra viga de cajón tam bién aparecen
tensiones tangenciales horizontales, orientadas en dirección opuesta
a las que aparecen en las secciones del ala superior.
Las resultantes de estos esfuerzos T 1 forman un par interior T xh
(fig. 6.26), «momento torsor interior».
Así, pues, la flexión de la barra va acompañada de torsión.
Las tensiones normales en la sección se distribuyen entonces se­
gún una ley más compleja que en el caso de flexión plana.
Para obtener la flexión plana de eje neutro x, el plano vertical,
en el que actúa la fuerza P, deberá pasar por cierto punto O (fig. 6.27),
denominado centro de flexión (a veces se le denomina tam bién centro
de torsión, centro de rigidez, centro de cizallam iento). La teoría del
cálculo de barras de paredes delgadas, por flexión y torsión, fue elabo­
rada por V. S. Vlásov.

169
§ 57. Tensiones en las secciones inclinadas
www.elsolucionario.net
de la viga. Tensiones principales
Hemos demostrado que en las secciones transversales de una viga
actúan tensiones normales y tangenciales, m ientras que en las seccio­
nes longitudinales, solamente tensiones tangenciales*. En los planos

FIG. 6.28

inclinados de la viga, en el plano bc, por ejemplo, (fig. 6.28), apare­


cen tanto tensiones normales como tangenciales. Para calcularlas-
aplicamos las fórmulas del § 17.
Por la fórmula (2.37) hallamos las tensiones principales,

" £ £ -4 ± 1 >f55+lír
www.elsolucionario.net
El ángulo de inclinación de los planos principales, según (2.35), es;

tg 2 .

Las tensiones tangenciales máximas, que actúan en los planos qun


forman con los planos principales un ángulo de ± 45° se determina9
por la fórmula (2.32),
w = / W - C T mm = ± 1
m ín ¿ /
De esta fórmula se desprende que las tensiones principales a máX,
m ín
así como las tensiones máximas tangenciales Tmáx serán las máximas en
m ín
aquellos puntos de la sección transversal de la viga, donde existen
sim ultáneam ente tensiones normales y tangenciales considerables.
Para el perfil doble te, por ejemplo, un punto de estas característi­
cas es A , punto superior (inferior) del alma (fig. 6.29). Sin embargo,
presenta el interés analizar: ¿si el punto peligroso se desplaza abajo al
crear las tensiones tangenciales?
* La ausencia de tensiones norm ales en los planos lo n g itu d in ale s de la
v ig a se deduce de la hipótesis a d m i ti d a sobre la ausencia de presión m u tu a
en tre las fibras (véase el § 54).

170
www.elsolucionario.net
Se recomienda al estudiante que investigue por su cuenta este
interesante problema.
Está claro tam bién que, a lo largo de la barra, se deben comprobar
las tensiones principales en las secciones donde el momento flector

6 T

FIG . 6.29

(que origina a) y la fuerza cortante (que origina t) adquieren sim ul­


táneam ente valores considerables.

§ 58. Concentración de tensiones en la flexión


En los lugares donde la configuración del contorno de la sección
longitudinal de la viga varía bruscamente, la distribución de las ten­
siones cambia súbitam ente y surge la

www.elsolucionario.net
concentración de tensiones (fig. 6.30, a).
Para dism inuir la concentración de

r
tensiones, es necesario elim inar estos
cambios bruscos del contorno de la sec­
ción longitudinal de la viga, sustituyén­
dolos por curvas de acuerdo suaves
(fig. 6.30, b). i
La influencia de la concentración
de tensiones sobre la resistencia está­ a)
tica, en el caso de m ateriales poco plás­
ticos y frágiles, se evalúa, o bien me­ K.
diante el coeficiente teórico de concen­
tración de tensiones a a, obtenido por los
métodos de la Teoría de la Elasticidad,
o bien m ediante el coeficiente efectivo 1 r
de concentración ks, determinado expe­
rim entalm ente. Para ello, se determina FIG . 6.30
el lím ite de resistencia a la flexión de
una probeta sin concentración de tensiones a rí y, sim ultáneam ente,
el mismo lím ite para una probeta con concentración a rf .
La relación k s = — determina el valor del coeficiente efectivo de
° r/c
concentración para la probeta.Los datos sobre el valor de k s se pueden
encontrar en los manuales.
171
www.elsolucionario.net
En el caso de cargas repetidas (cálculo por fatiga), la concentración
de las tensiones se tiene en cuenta para todos los m ateriales tanto frá­
giles, como elásticos.

§ 59. Energía potencial de la deformación en la flexión


En la flexión, al igual que en las demás deformaciones, el trabajo
realizado por las fuerzas exteriores se gasta en alterar la energía poten­
cial de la barra deformada.
De la misma manera que esto se realizó en el caso de la fuerza exte­
rior concentrada,(fórmula 2.44), se puede demostrar que el trabajo del
momento exterior SR se calcula por la fórmula
,4 = ± m (6 . 2 0 )
siendo 0 el ángulo de giro de la sección en el punto de aplicación del
momento.
El trabajo elemental del momento flector se puede obtener por
una fórmula análoga a (2.45) es decir,
dW = — i- M f lecdQ,
pero en el caso de la flexión (fig. 6.16),
dQ=*i .
P

www.elsolucionario.net
Anteriormente fue obtenida para la curvatura la fórmula siguiente
(6.7)
1 _ M f i ec

luego,

d W = ~ T T ¿ 7 dz-
El trabajo total de los momentos flectores para una viga de longitud
l será,
1 C dz
- H o -M r (6-21)
La energía potencial de la flexión es igual al trabajo de las fuerzas inte­
riores, pero de signo opuesto,

U = -W =\ j ■ (6 . 2 2 )
o *
En el caso general de la flexión además de los momentos flectores
aparecen fuerzas cortantes.
Sin embargo, la energía potencial del deslizamiento correspondiente
al trabajo de la fuerza cortante, como lo demuestran los ensayos, es
muy pequeña y, como regla general, se presciende de ella.
Por lo tanto la fórmula (6.22) es válida tanto para la flexión pura
cuanto para el caso general de la flexión.
www.elsolucionario.net
CAPITULO VII

FLEXION. CALCULO DE
LOS DESPLAZAMIENTOS

§ 60. Ecuación diferencial de la línea elástica de la viga


Bajo la acción de la carga la viga se encorva. Sus secciones se des­
plazan en dirección perpendicular* al eje inicial recto y, al mismo
tiempo, giran (fig. 7.1.).
El desplazamiento del centro de gravedad en dirección perpendi­
cular al eje de la viga se denomina flecha de la viga en el punto (sec­
ción) en cuestión y se designa por y.
El ángulo 0 que gira la sección respec­
www.elsolucionario.net
to a su posición inicial, se denomina
ángulo de giro dé l a sección. Teniendo
en cuenta que la sección girada es per-
pendiular a la línea elástica de la viga,
resulta que en lugar de calcular el án­
gulo de giro de la sección se puede cal­
cular el ángulo entre la tangente a la
elástica en el punto dado y el eje inicial
de la viga, ya que los dos son de igual
m agnitud (véase la fig. 7.1, donde la
flecha y el ángulo de giro de la sección
corresponden al punto A).
Para calcular las deformaciones de
la viga, recurrimos a la ecuación que
une la curvatura del eje de la viga con
el momento flector y la rigidez de la sección (véase el § 54):
1 _ Mile
K (7.1)
EJ

* H a b la n d o con rigor, los centros de g raved ad de las secciones tr a n s v e r­


sales de la viga reciben, s im u ltá n e a m e n te a los d esplazam ien tos perpendiculares
al eje, desplazam ientos a lo largo del eje, pero los segundos desplazam ientos
son m uy pequeños en co m paració n con los primeros y por eso no se tien en en con­
sideración.

173
Del curso de m atem áticas se conoce la siguiente fórmula para la
www.elsolucionario.net
curvatura de una línea:
K = ± (7.2)
[l + (¿0 2]3/2’
donde
tf = É L
y y dz2
Introduciendo este valor de K en (7.1), obtendremos,

± — y" 3/2 — * (7.3)


[i + (¿/')2]3/2 EJ
La ecuación (7.3) representa la ecuación diferencial exacta de la
línea elástica de la viga. La integración de esta ecuación no lineal pre­
senta grandes dificultades. Sin embargo, en la mayoría de los

y Mflect>° y Mflect<0
y">o r< o

a)

www.elsolucionario.net
Mflect>0 fle c t <0
M
r< o y>o
b)
FIG . 7.2

problemas prácticos,se puede prescindir déla m ag n itu d (y')2= tg 2 0 =


= tg 2 0 0 2, por ser muy pequeñas las deformaciones en compara­
ción con la unidad.
Los valores reales de los ángulos de giro de las secciones de la viga
son del orden de milésimas de radián. Considerando incluso que 0 =
= 0 ,0 1 radián, en este caso, la m agnitud de 02 será ínfima en compara­
ción con la unidad.
Prescindiendo de y ' 2 en el denominador déla fórmula (7.3) se obtiene
la ecuación diferencial aproxim ada de la línea elástica de la viga:
± E J y" = Mfie (7.4)
Su integración no presenta dificultades. El signo del primer miembro
se determina en función del sistema de coordenadas adm itido. Para
el sistema de coordenalas considerado en la figura 7.2, a, tenemos que
la curvatura K & y " y el momento M iXe son del mismo signo.

174
www.elsolucionario.net
Por lo tanto, en este sistema de coordenadas, se debe escribir la
ecuación (7.4) de la forma siguiente:
EJy" — M flec. [7.5]
En el caso del sistema de coordenadas representado en la figura 7.2, b,
tenemos signos distintos para y" y Aí/¡ec; luego aquí, la ecuación
(7.4) se escribirá así,
EJy" — — M f lec. (7.6)
En adelante, emplearemos el sistema de coordenadas de la figura
7.2, b y, por lo tanto, escribiremos la ecuación diferencial de la línea
elástica en la forma [7.5],
Para calcular los ángulos de giro 0 «í y' y las flechas y, es necesa­
rio integrar la ecuación [7.5], lo que se puede realizar de tres mane­
ras distintas: por elmétodo analítico, por el método grafo-analítico
y por el método gráfico. Veamos el método analítico.
Integrando la ecuación [7.5] una vez, obtenemos la de los ángulos
de giro,
EJy'= j M flecdz + C, (7.7)
siendo C la constante de integración. Integrando por segunda vez,
hallamos la ecuación de las flechas,

j (7.8)
www.elsolucionario.net EJy= dz [ M flecdz + Cz + D,

donde D es la segunda constante de integración.


Las constantes de integración, C y D se obtienen de las condicio­
nes de apoyo de la viga (condiciones de contorno). Así, para la viga
empotrada en un extremo (véase la fig. 7.1), en el lugar de su apoyo,
tanto la flecha como el ángulo de giro de la sección tienen que ser igua­
les a cero. Si la viga está apoyada en sus extremos, entonces tienen que
ser nulas las flechas en los dos extremos, izquierdo y derecho.
Una vez obtenidas las constantes de integración, se pueden calcular
m ediante las ecuaciones (7.7) y (7.8), la flecha y el ángulo de giro en
cualquier sección.
En muchos casos, por motivos relacionados con el m antenim iento,
las flechas máximas de las vigas se lim itan por cierta m agnitud deno­
m inada flecha admisible [y] *. El valor de esta flecha depende del
destino de la estructura o de la m áquina. Por ejemplo, en el caso de las
vigas de un puente-grúa se considera

^ = (¡300 ~ 7 0 0 ) .
siendo l la luz de la viga.

* E n la lite r a tu r a técn ica especial y en los m a n u a l e s la flecha a dm isible


(flecha m áxim a) se denota, generalm ente, por [fj.

175
En la construcciónwww.elsolucionario.net
de m áquinas, la flecha adm isible varía en un
diapasón bastante am plio, según sea el destino de la pieza,

^ ( l 000 • 300)
Los ángulos máximos de inclinación de las secciones de los apoyos
deberán ser inferiores a 0 ,0 0 1 radián.
Ejemplo 7.1. Calcular z/m á x y 0 m á x para el voladizo solicitado por
una fuerza concentrada en su extremo (fig. 7.3).
Resolución. Ubicamos el origen del sistema de coordenadas en el
extremo izquierdo de la viga.E l momento flector en la sección de abs­

cisa z se determina como el momento de las fuerzas exteriores situadas


entre la sección dada y el origen de coordenadas,
www.elsolucionario.net
Por lo tanto,
M z = — P z,

EJ"y = — Pz.
Integrando esta expresión, hallamos,
p? 2
E J y '^ -~ + C .
Integrando ahora por segunda vez, se obtiene,
EJy = - ~ + Cz + D.
Disponemos de las siguientes condiciones de borde para hallar C y D:
1 ) cuando z = l, y = 0 ;
2 ) cuando z = l, 0 = 2/ ' = 0 .
PP
De la segunda de ellas se deduce que, C = — 2
y de la prim era,

o _ _ ! £ + « ? + z>

de donde,
P l3
D- 3

Ahora podemos calcular ya los valores de í/máx y 0m á x -


176
Es obvio que z/máxwww.elsolucionario.net
y 0máX ocurren cuando z = 0. Evaluando estas
fórmulas para z = 0 , se obtiene
' —a
¿/máx _ ——
•— o m gx — p l2 .

PP
ym&x - — 3J J ■ (7.9)
El signo positivo del ángulo de giro 0 indica que la sección gira en
sentido contrario a las manecillas del reloj.
El signo negativo de y demuestra que el centro de gravedad de la
sección se desplaza hacia abajo, es decir, en la dirección de los valores
negativos de las ordenadas y.
Prestemos atención a que,
C = EJQ 0 (7.10)
y

D = EJy0 (7.11)
siendo y 0 la flecha en el origen del sistema de coordenadas y
0 O, el ángulo de giro en el mismo origen.
Las relaciones (7.10) y (7.11) siempre son válidas para vigas con
un solo tram o de solicitación, si los momentos flectores se obtienen
a través de las fuerzas que se encuentran entre la sección y el origen
de coordenadas. Esto permanece válido tam bién para vigas con un
número arbitrario de tramos solicitados, si empleamos algunos métodos
artificiales para la integración de la ecuación diferencial de la línea

www.elsolucionario.net
elástica. Estos métodos los emplearemos más abajo al deducir la, así
llamada, ecuación universal de la línea elástica de la viga.

§ 61. Determinación de los desplazamientos en el caso


de varios tramos de solicitación. Ecuación universal
Si sobre la viga actúan varias fuerzas (fig. 7.4), entonces, en los d is­
tintos tramos la ley de variación de los momentos flectores estará dada
por distintas expresiones analíticas. Será necesario plantear la ecuación
diferencial de la línea elástica para cada tramo.
El número de constantes de integración resultará ser el doble del
número de tramos. Para calcularlas, siempre se puede plantear un nú­
mero suficiente de ecuaciones, aprovechando para ello las condiciones
en los apoyos y en los extremos de los tramos contiguos, donde las fle­
chas y los ángulos de inclinación son iguales entre sí.
Con procedimientos especiales, puede reducirse a dos el número de
constantes de integración, independientem ente del número de tramos.
La manera más fácil de realizarlo consiste en resolver la ecuación
[7.5] m ediante las integrales definidas.
Escribimos la ecuación (7.5) en la forma siguiente
EJ d0 = Mflecdz, (7.12)
www.elsolucionario.net
Integramos los dos miembros de la igualdad (7.12) entre 0 y z, conside­
rando que la rigidez E J de la viga es una m agnitud constante,
e z
EJ j £¿0= j M flecdz, [7.13)
de donde

EJ B=EJ QI0+ j Mfies dz,

donde 0 O es el ángulo de giro de la sección de la viga cuando z = 0 ,


es decir, en el origen de las coordenadas.

■ f e
J 2l
A
l

www.elsolucionario.net FIG. 7.4

Escribimos la ecuación (7.13) en la forma siguiente,

EJ ^ ~ E J ^ o - Mfiec

e integrarnos de nuevo los dos miembros entre 0 y z


y z z z
E J | dy = EJQ0 j dz + j dz j M f iecdz.
y0 o o o

De aquí hallamos,
Z Z

EJ y = E J y 0 + EJQ0z -f j dz [ M f iecdz, [7.14]

siendo y 0 la flecha en el origen de coordenadas.


Las ecuaciones [7.13] y [7.14] se pueden interpretar como ecuaciones
universales, escritas en la forma general, para la determ inación de los
ángulos de giro y las flechas de la viga.
Nos lim itam os a los tres tipos de cargas exteriores representados en
la figura (7.4). Los valores de los términos integrales en las ecuaciones
[7.13] y [7.14] serán dados en forma desarrollada.

178
www.elsolucionario.net
En el caso del momento concentrado aplicado a la distancia a
del origen de coordenadas, como en el tramo 0 <<z < a el momento
flector es nulo y en el tram o z > a el momento flector es M t i e . = 3JÍ,
integrando por partes hallaremos
z ■ . a z z ■ -j'y.
j M flecd z = j M flecd z + J M Uecdz = 0 + j 3Kdz = ? !Jl(z -a ).
0 0 a a ■ .,

De manera análoga,
z z a a z z
j dz j M f[ecdz = -j dz jM flecd z + j dz j M ftecdz =
0 0 0 0 a a

= 0 + j m ( z - a ) d z = W( z ~ a)\
a
En el caso de la fuerza concentrada P que actúa a la distancia b
del origen de coordenadas, el momento flector es, a la izquierda de la
fuerza M nec = 0 y a la derecha, M f i ec = P (z — b),
z b z ]
j M flecd z = | M flecdz + j M f [ecdz = 0 + ~ ^ Z~ ^ :
0 0 b
z z b b z 2
j dz j Mflec dz = j dz [ M f íec d z + j dz j M tlec dz = — (z¡ ~ b)3 .

www.elsolucionario.net
0 II U0 b b
En el caso de la carga uniformemente distribuida de intensidad q
que dista c del origen de coordenadas, el momento flector en el tramo
d e z = 0 a z = c e s nulo:M nec = 0, pero cuando z > c , M nec =
_ q(z~ c) _ por j 0 tanto,

z c z /
j M flec d z = j M Uecdz + j M flec dz = .? ( z ~ c)3 ,
0 , ' 0 c
z z c e 2 z
j dz j Mf i ecdz = ^ dz j Mf i ecdz-]- j dz j M flecd z = q{z~ c)i .
0 0 0 0 c c

Cuando sim ultáneam ente actúan varias fuerzas exteriores de los


tipos indicados, las ecuaciones para la determinación de los ángulos
de giro y las flechas serán,
E Jy' = E J f t = E J ()0 + 2 + 3 — ; [7.15|

E J y = E J y í +EJ<S<¡z + 2 3 S ^ • 17-161
Estas ecuaciones se denominan ecuaciones universales de la línea
elástica de la viga. En ellas se introducen, con el signo correspondiente,
todas las fuerzas exteriores (incluyendo las reacciones) situadas entre
el origen de las coordenadas y la sección de abcisa z en donde se calcula

12* 179
el desplazamiento. Las www.elsolucionario.net
fuerzas exteriores representadas en la figura
7.4 se introducen en la ecuación con el signo positivo, las fuerzas exte­
riores opuestas a ellas, con el signo negativo.
Im porta destacar, que el últim o término de estas ecuaciones es v áli­
do solamente cuando la carga distribuida no se interrum pe antes de
la sección en la que se calcula y ó 0. Si la carga se interrum pe, entonces
se la debe continuar hasta la sección dada, agregando al mismo tiempo
otra carga de m agnitud igual pero de dirección opuesta (fig. 7.5).

Las ecuaciones universales [7.15] y [7.16] se pueden escribir en for­


ma más compacta,

EJy' = EJQ0+ 2 W zm + 1 2 Pz% + i 2 qz\ [7.17]

E Jy = E J y 0 + EJQ0z + - ^ y i 9#z|>? + -g- 2 Pzp+ 1& 2 t7-I8l

www.elsolucionario.net
siendo z ^ z P, y z q las distancias de la sección donde se busca el despla­
zamiento al momento, fuerza concentrada o comienzo de la carga dis­
tribuida respectivamente.
El inconveniente de las fórmulas universales consiste en que no
se pueden emplear directam ente para el cálculo de los desplazamien­
tos en vigas de distinta rigidez de la sección E J en los distintos tra ­
mos. Estas fórmulas no son aplicables al caso, cuando las secciones
varían de una manera continua a lo largo de la viga. En estos casos
se debe emplear el método general de cálculo de los desplazamientos,
el método de Mohr, que explicaremos más adelante.

§ 62. Ejemplos de cálculo , de desplazamientos en la flexión por la


fórmula universal
Ejemplo 7.2. Calcular la flecha máxima y el ángulo de giro m á­
ximo en el voladizo solicitado por una carga uniformemente distribui­
da (fig. 7.6).
Resolución. Resulta muy cómodo ubicar el origen del sistema de
coordenadas en el extremo izquierdo de la viga, puesto que en este
caso i/o = 0 y f l o = 0 .
Por lo tanto, por la ecuación universal se puede calcular directa­
mente yra&n y Qmáx, que, como se ve del dibujo, tienen lugar en la sec­
ción z = l.
180
Como se dijo, parawww.elsolucionario.net
poder emplear la fórmula universal, es necesa­
rio escribir los momentos y las fuerzas que se encuentran entre la
sección considerada y el origen del sistema de coordenadas. Para ello,
calculamos previamente la fuerza y el momento reactivos en el empo­
tram iento.
La fuerza reactiva es A = ql y está dirigida hacia arriba. En la
fórmula universal figurará-con signo positivo. El momento reactivo
B

i \A=ql

f4
q l¿ lili
t
FIG . 7.6

931a = está dirigido en contra de las manecillas del reloj,


lo que quiere decir que en la fórmula universal, figurará con signo
negativo.
Las distancias del origen de coordenadas al momento, a la reac­

www.elsolucionario.net
ción de apoyo y al Origen de la carga uniformemente distribuida, son
iguales a cero, es decir,
a = b = c — 0.
Calculemos y, cuando z = l, es decir, y m&x
F in ^ i S l S tz 0)3 9(¿ — °)4 Ql*
ym&x 2 2 6 24 8 '
Luego,
ql*
8E J
(hacia abajo). (7.19)

De la fórmula universal para los ángulos de giro se deduce que


ql (l —O)2 q(l — 0)3 _ ql 3
0 )-
EJym&x -£ < *• 6
por lo tanto,
ql3
y m á x — Q m áx :
6E J

Ejemplo 7.3. Determ inar ym&x y y'm&x del voladizo solicitado por
un par de fuerzas 9J1 que actúa en su extremo (fig. 7 . 7 ).
Resolución. Ubicamos el origen de coordenadas en el extremo iz­
quierdo de la viga. Entonces y 0 = 0 y 0O = 0. Las reacciones de apoyo
serán R A = 0 y Aía = 9)1. Este últim o va orientado en contra de las
manecillas del reloj.

18)
-t Los valbres í/máx ywww.elsolucionario.net
y'mSx ocurren en el extremo derecho de la viga
cuando z — l. ;o
De la ecuación universal se obtiene.
—sro (/—0)2 sro/2
E J í/m á i = ------ ¿------ = ----- 2 ~ 1
sro/2
í / m á x --------- 2 I J 1 (7.20)
= - 2 JI (/ ~ 0 ) = - S0 1 /,
as;
í/máx = — -gj- (orientado según las manecillas del reloj). (7.21)

FIG. T

Ejemplo 7.4. Determ inar y m&x y 0máx para la viga representada en


la figura 7.8.
Resolución. En virtud de la sim etría, las reacciones son iguales a
ql
www.elsolucionario.net A= B=

Ubicamos el origen de coordenadas en el apoyo izquierdo. Enton­


ces y 0 = 0 .
y
1
H

i ¿
/
/
-

l’X
> ^ l _ .

FIG . 7.8

Para obtener 0O empleamos la condición, cuando z — l, y = 0 .


Así, pues,
E Jyz=l = EJQ0l + «L - Ü Í - '7(¿~ ° )4-= 0,
de aquí resulta,
00 = 24£7 0A-

Es obvio que 0A = — 0B.


182
Señalemos que los www.elsolucionario.net
ángulos de giro máximos tienen las secciones de
apoyo, es decir, 0 máx = | 0A | = | 0 B | .
La flecha máxima ocurre en el centro del vano,
qi
1 , 2 5 ql*
E Jy 24 2 24 384 '

Por lo tanto,
5 ql*
ym á x — — :m E J ■ (7.22)

Ejemplo 7.5. Calcular la flecha máxima y el ángulo de giro en los


apoyos de la viga, solicitada por una fuerza concentrada en el medio
del vano (fig. 7.9).
y
P L
11 i z
b~2
A B
— — —** 77777777
z
V///Á **** -------

F I G . 7 .9

www.elsolucionario.net
Resolución. Las reacciones son iguales a V2P cada una y están di­
rigidas hacia arriba.
Situamos el origen de las coordenadas en el extremo izquierdo, por
lo tanto y 0 = 0 .
Para hallar 0Oempleamos la condición, según la cual, cuando z = /
la flecha es nula: y — 0 *.

■—l : : EJQ,
E J yZ
P (/ — 0)3 ( '- 4 ) '
de aquí,
Pl*
£ 7 0 n= - 16
Por lo tanto,
P /2
0o—0A —0máx — jee j '

En virtud de la sim etría, el ángulo de giro en el apoyo derecho será,


P /2
0 R-- 0 A -- 1 6 E J'

* E n este casc se puede calcular 0o tam bién de la condición de que en el me­


dio del vano la ta ngente a la línea e lástica es horizontal, es decir,
y i = 0.
Z 2

183
y la flecha máxima,
www.elsolucionario.net
í/m áx — y^ J_

4
luego,
l \3
PP l . P ( ) P l3
E J í/m áx — 1 2
16 2 ' 6 ~W
y por fin,'
/>/3
Umax —
48 E J '
(7.23)

Ejemplo 7.6. Calcular las flechas en los puntos D y C, así como


el ángulo de giro en el punto B de la viga representada en la figura 7.10.

<ly2t/m B"m ( í ; 2 t/m _

■ V i- iv N B. 1 ,TT¿ i, r
c z
Zm _ c Zm | Zm
A-Zt

FIG . 7.10

www.elsolucionario.net
El momento de inercia de la sección de la viga es / = 13 380 cm 4
(perfil doble te N° 36). El módulo de elasticidad, E = 2 - 106 kgf/cm3.
Resolución. Calculamos las reacciones de apoyo:
1. S M b = 0; A -4 + 4-3 — 8 — 4-1 — 4-2 = 0, A = 2t.
2. 2 7 = 0; — 2 — 4 + B — 4 — 4 = 0, B = 14t.
Situamos el origen de las coordenadas eíl el apoyo izquierdo. E n­
tonces y o = 0. El ángulo de giro 0Ose determina de la condición y = 0,
cuando z = 4m.
Por la fórmula universal de las flechas obtenemos para z = 4m,

E J y „ i = EJ%. 4 + ^ - ^ - % 5 t f + íii_ z íí= 0 .


Puesto que la carga distribuida se interrum pe en el punto D,
según lo dicho anteriorm ente, la prolongamos hasta el extremo pero
la compensamos con otra carga de dirección contraria aplicada al
tramo D B . El últim o término considera precisamente la carga distri­
buida que actúa hacia arriba (en la figura no están reflejadas estas
transformaciones de la carga).
Realizando las operaciones oportunas, tendremos

184
Hallamos ahora la www.elsolucionario.net
flecha en el punto C ( z = 6 m):
E J y c = 6,33 • 6 + ^ - + 2- ^ +

, 2(6—2)4 2(6 4)4__ — 39,3 tm 3 = — 3 9 ,3 -109 kgf-cm 3-


i 24 24

La flecha en el punto D será,


E.Iyn = 6,33• 2 - 2 (2¿ -^-3- 2(2^ - = 8,67 tm 3 = 8,67-109 kgf-cm 3.

Definitivam ente obtendremos:


-39,3-109 _ — 39,3-108 , ÁQ _
y e — E J — 2 -106-13 380 ~ ’ C m ’

8,67-10» 8,67-109
yD— EJ — 2 . 106 . 13 380 — 0,324 cm.

Calculamos el ángulo de giro en el punto B. Por la fórmula univer­


sal para los ángulos de giro, cuando z = 4 m, obtenemos,
n- on 2-42 2-43 , 2 (4 — 2 ) 3
EJ y s — 6,33 —
f~8 (4 2) ^ ^ 0

= ' — 12,3 tm 2= — 12,3-107 kgf-cm 2,.


luego,
12,3-107 -1 2,3-107

www.elsolucionario.net- E J -------=

§ 63. Teorema de reciprocidad de los trabajos.


2-106-13 380 = ~ 4 6 ' 10 rad ‘

Teorema de reciprocidad de los desplazamientos


Demostremos ahora un teorema que tiene im portantes aplica­
ciones. Se trata del teorema de reciprocidad de los trabajos, o teorema-
de Betti, científico italiano que fue el primero en publicar este teore­
ma. Para ello, analicemos un sistema linealm ente deformable en dos
estados diferentes que corresponden a dos cargas distintas (fig. 7.11).
Para sim plificar los cálculos analizamos una viga simple solicitada en*
los dos estados por la carga más elemental (una fuerza concentrada en
cada estado). La carga, los esfuerzos interiores y las deformaciones,,
correspondientes a estos dos estados, van acompañados de los subín­
dices 1 y 2 .
En la figura 7.11, a está representado el primer estado del sistema
y en la figura 7.11, b, el segundo. El desplazamiento en dirección a la
carga del primer estado, originado por la carga del mismo estado, está
designado por An .
El desplazamiento en dirección a la carga del segundo estado, ori­
ginado por la carga del primer estado, se designa por Aal.
Las anotaciones de los desplazamientos del segundo estado están 1
indicadas en la figura 7.11, b. Los desplazamientos cuyas anotaciones
tienen dos subíndices iguales, por ejemplo Au , A22, se denominan
185’
www.elsolucionario.net
«desplazamientos principales y los desplazamientos tipo A12, A21
<etc, auxiliares. Demostremos el teorema de reciprocidad de los tra­
bajos que dice: el trabajo de las fuerzas exteriores o interiores del primer

a)

www.elsolucionario.net
F IG . 7.11 FIG. 7.12

-estado, en los desplazamientos del segundo estado, es igual al trabajo


<de las fuerzas del segundo estado en los desplazamientos originados por
las fuerzas del primer estado.
Para demostrar este teorema carguemos la viga con las fuerzas P¡
y P 2, aplicándolas en orden distinto.
1. Prim ero aplicamos la fuerza P x y después, a la viga deformada,
aplicamos P 2 (fig. 7.12, a).
Calculemos el trabajo realizado por las fuerzas exteriores. El tra ­
bajo realizado por P x en su propio desplazamiento Au , originado por
esta fuerza, es,

'[véase la fórmula (2.44)].


El trabajo, realizado p o rP 2en su propio desplazam iento A22 será,

El trabajo suplem entario que realiza la fuerza Px en el despla­


zam iento A12 debido a P 2 es,
^12 = P 1^)2-
186
Hacemos hincapié,www.elsolucionario.net
en que al calcular A 12, no aparece el coeficien­
te , puesto que la fuerza P 1 permanece constante, al realizar este
trabajo en el desplazamiento A12.
El trabajo total, realizado por las fuerzas exteriores, al ser aplica­
das en el orden correspondiente al primer caso, resulta ser,
A t = Ati + A Z2+ A i2.
El trabajo A 12 que realiza la fuerza en los desplazamientos origi­
nados por otra fuerza (fuerzas) se denomina tr a b a jo su plem entario.
Sin embargo, este trabajo puede que, en realidad, no se realice, sino
que se interprete como posible; es decir, como un trabajo que será
realizado, si se solicita el sistema sim ultáneam ente por las dos car­
gas. Este trabajo se denomina trabajo virtual (posible).
En los cálculos posteriores no haremos diferencia entre el trabajo
suplem entario y el virtual.
2. Carguemos ahora la viga en otro orden: primero aplicamos la
fuerza P 2 y después la fuerza P x (fig. 7.12, b). El trabajo que realiza
P 2 en su propio desplazamiento A22 será,
A P2&22 '
SÍ22 — — ----- ’

y el que realiza P x en su propio desplazamiento Au tam bién, es,


A P\^li
Au —— 2 ‘
www.elsolucionario.net
La fuerza P 2 realiza, en el desplazamiento A21, el trabajo siguiente,
A2¡ = P 2^ 21-
Así obtenemos para el trabajo completo, en el segundo caso de soli­
citación,
^ I l = -^22 + ^ l l + ^ 2i'
Puesto que el trabajo total no depende del orden de aplicación de
la carga,
A t = A u,
luego,
A l2 = A2i- (7-24)
En nuestro caso concreto,
P 1A12 = P 2A21. ' (7.25)
Queda demostrado el teorema enunciado anteriorm ente sobre la
reciprocidad de los trabajos virtuales de las fuerzas exteriores. Su
demostración se llevó a cabo para el caso de fuerzas exteriores concen­
tradas, aunque es válido tam bién para cualquier tipo de carga ex­
terior: concentrada, distribuida o momentos exteriores. Se debe tener
en cuenta, que el trabajo de los momentos se calcula no en los despla­
zamientos lineales, sino en los desplazamientos angulares.
www.elsolucionario.net
De una manera análoga se demuestra la reciprocidad de los trabajos
virtuales de las fuerzas interiores,
W¡2 = W2l. (7.26)
El trabajo virtual, W12, por ejemplo, para un elemento de viga de
longitud dz, será (fig. 7.12, c y d): dW 12 = M x í/02.
De la figura se obtiene directamente,
de2= —
P2
Puesto que,
■= - g j (véase la fórmula 6.7),
P2
por consiguiente,
de2- ME*Jdz ’
y por lo tanto,
M iA /2 dz
dW l2 - EJ

El trabajo virtual W12 para toda la viga de longitud l será,

W iZ= \ ^ - d z , (7.27)
o

www.elsolucionario.net
siendo M x y M 2 los valores corrientes de los momentos flectores en el
primer y segundo estados.
Insistimos en que en esta fórmula, igual que al calcular el trabajo
virtual de las fuerzas exteriores, ño figura el coeficiente 1 / 2 .
De una manera análoga se puede demostrar que el trabajo de las
fuerzas interiores del segundo estado en los desplazamientos originados
por las fuerzas interiores del prim er estado se calcula por la fórmula
siguiente:

w 21 = j M dz. (7.28)
o
Comparando las expresiones (7.27) y (7.28) vemos que, en efecto
W12= W21.
debido a que

<7-29>
o o
Queda demostrada la reciprocidad de los trabajos virtuales de las
fuerzas interiores.
Partiendo de la ley de conservación déla energía,se puede demos­
trar que el trabajo virtual de las fuerzas exteriores es de magnitud
188
igual al trabajo virtual de las fuerzas interiores.
www.elsolucionario.net
A a = W%i.
En efecto, al solicitar el sistema por la fuerza P x, las fuerzas exte­
riores realizarán el trabajo siguiente,
A í ’l A ll
^ 11 —— 2— ’
y las interiores, (véase el § 59),
TV7 l f Ml dz
Wí l --------T J ~e T ■
o
De la ley de la conservación de la energía se deduce,
A _ 1 f Ai*dz
1

2 ” i
ii5 " J -É T -
o
Al cargar después el sistema con la fuerza P 2, obtendremos de
manera análoga
I d a 1 f dz
2 - ^ 2 2 —y j ~EJ
0
Al mismo tiempo, al solicitar el sistema por la fuerza P 2, la fuerza
P u realizará el trabajo suplementario siguiente,

www.elsolucionario.net A 12 = P iA12,
y las fuerzas interiores, a su vez, realizarán el trabajo siguiente,

^ 12 = I ^ w r dz (7-3°)
o
De la ley de conservación de la energía se deduce que el trabajo
A 12, en su valor absoluto, deberá ser igual al trabajo 1F12.
^ 12 = ^ 1 2 y de manera análoga Á 2i = W21, [7.31]
De lo expuesto se desprende que,
A í2 = A 2i = W12 — W2i. [7.31a]
Estas correlaciones serán empleadas más adelante para justificar
el método general de cálculo de desplazamientos (método de Mohr).
Del teorema de reciprocidad de los trabajos, como caso particular,
se deduce otro teorema im portante, el teorema de reciprocidad de los
deplazamientos (teorema de Maxwell).
Considerando P x — P 2 = 1 del teorema de B etti se obtiene por la
fórmula (7.25),
S12 = S21. [7.32 |
Aquí los desplazamientos originados por las fuerzas unitarias (fuerzas
iguales a la unidad) se anotan por 6 n , 6 12, etc., en lugar de Au , A12,

189
etc., que se adm iten www.elsolucionario.net
para desplazamientos originados por fuerzas de
magnitud arbitraria.
E l desplazamiento del punto de aplicación de la primera fuerza unita­
ria, en dirección a ésta, originado por la otra fuerza unitaria, es igual al
desplazamiento del punto de aplicación de la segunda fuerza unitaria en
dirección a esta última, originado por la primera fuerza unitaria.

§ 64. Determinación de los desplazamientos por el método de Mohr.


Regla de Vereshchaguin
Veamos ahora el método general de cálculo de los desplazamientos,
válido para cualquier sistema linealm ente deformable, solicitado por
una carga arbitraria. Este método fue propuesto por el destacado cien­
tífico alemán O. Mohr.
Supongamos, por ejemplo, que es necesario calcular el desplaza­
miento vertical del punto A de la viga representada en la figura 7.13, a.

, I s*
a) i Estaío T

www.elsolucionario.net /

A ------------------------------------ ---------------
77777777. ’77777}.\
61 Estad o 'i “

FIG . 7.13

El estado (de carga) dado lo anotamos por k. Escogemos ahora otro


estado auxiliar (ficticio) de la misma viga con una fuerza (adimensio-
nal) unitaria que actúa en e l punto A , en dirección al desplazam iento'
que se busca. Designamos por i el estado auxiliar ficticio (fig. 7.13, b).
Calculemos el trabajo virtual de las fuerzas exteriores e interiores
del estado ficticio en los desplazamientos originados por las fuerzas
del estado de carga.
El trabajo de las fuerzas exteriores será igual al producto de la
fuerza unitaria por el desplazamiento en cuestión, yA ,
Aih = 1 - y a i
m ientras que el trabajo de las fuerzas interiores se determina por la
integral,

, W ih = W k i - - = [

1 90
www.elsolucionario.net
Como A ik = W ik (véase la fórmula 7.31 á), resulta que

y A=z j m [7.33)’
o
Esta es la magnífica fórmula de Mohr (integral de Mohr) que permite-
determinar el desplazamiento en cualquier punto de un sistema lineal­
mente deformable.
En esta fórmula, el producto que figura dentro déla integral M i M k
es positivo si los dos momentos flectores tienen el mismo signo y nega­
tivo si M t y M h tienen diferentes signos.
Si se calculase el desplazamiento angular en el punto A, entonces-
en el estado ficticio se debería aplicar, en el punto A, un momento de-
m agnitud igual a la unidad (adimensional).
Anotando por A cualquier desplazamiento (lineal o angular) escri­
bamos la fórmula (integral) de Mohr en la forma siguiente:

A= j (7.34)!
, -o i
En el caso general, la expresión analítica de M t y M h puede ser
distinta en los distintos tramos de la viga o, en gen eral, del sistema elás-'
tico. Por ello en lugar de la fórmula (7.34) se debe emplear otra más
general,

www.elsolucionario.net
■ A=2j (7.35>
o
^ d z .

Si las barras del sistema trabajan a tracción (compresión) y no


a flexión, como, por ejemplo, en las arm aduras, entonces la fór­
mula de Mohr será,

A = h !^ r dz- (7-36>
En esta fórmula el producto N tN h es positivo, si los dos esfuerzos
son de tracción o los dos de compresión. Si las barras trabajan al'
mismo tiempo a flexión y a tracción (compresión),entonces, en los
casos corrientes, como lo demuestran los cálculos comparativos*,
se puede calcular el desplazamiento considerando solamente los mo­
mentos flectores, puesto que la influencia de las fuerzas axiales es
muy pequeña.
Por la misma causa, como se indicó anteriorm ente, en los casos
corrientes, se puede prescindir de la influencia de las fuerzas cortantes.
En lugar de calcular directam ente la integral de Mohr, se puede
recurrir al método grafo-analítico, denominado «método de multipli­
cación de los gráficos» o método de Vereshchaguin.
Veamos dos gráficos de los momentos flectores, de los cuales
uno M k tiene configuración arbitraria y el otro es rectilíneo
(fig. 7.14, a, tí).

191
Consideramos quewww.elsolucionario.net
la sección de la barra es constante en el tramo
A B . En este caso,
i i
= ± j M tM h dz. (7.37)
o ' o
El producto M k dz es igual al área elemental dmh del gráfico de
M k (rayada en la figura). Así, pues,
B B
j
M tM h dz = M t d(úh. j (7.38)
Pero,
M¡ = 2 tg a , (7.39)
por lo tanto,

(7.40)

La expresión j z d a k representa el momento estático del área


A
del gráfico de M k respecto a cierto eje y, que pasa por el punto O.

(% )

www.elsolucionario.net
\ i é ta r

1 -~ J \ j z i a)


J © 1
di I ——
—— n ^ - í
z i b)
1
Z<¡ ------ *1

FIG. 7.14

Este momento estático es, claro está, igual a wkzc, siendo wk el área
del gráfico de los momentos y zc, la distancia del eje y al centro de
gravedad del gráfico de M k .
De la figura se deduce directam ente que,
M c-
Zc = " t g a " ’ (7 ' 4 ] )

Aquí M \ es la ordenada del gráfico de M¡ situada debajo del centro


de gravedad del gráfico de M k (debajo del punto C),
Por lo tanto,
j Mid(ok = t g a j z deok = tg acoftzc = a hM \, (7.42)

192
es decir, la integral quewww.elsolucionario.net
se calcula es igual al producto del área del gráfico
de M h [de configuración arbitraria) por la ordenada del gráfico rectilíneo,
M í, situada debajo del centro de gravedad del primer gráfico. El valor
de se considera positivo, si los dos gráficos se encuentran a un
mismo lado de la barra y negativo, en caso contrario. El resultado
positivo de la m ultiplicación de los gráficos indica que la dirección
del desplazamiento coincide con la de la fuerza unitaria (o momento).
Es necesario tener en cuenta que la ordenada M i se escoge siempre
en el gráfico rectilíneo. En el caso particular, cuando los dos gráficos
son rectilíneos, se puede m ultiplicar el área de cualquiera de ellos por
la correspondiente ordenada del otro.
Para las barras de sección variable la regla de Vereschaguin de
m ultiplicación de los gráficos no se aplica, pues, en este caso no se
puede extraer el valor E J del signo de radical. En este caso E J debe
expresarse como la función de la abscisa de la sección y, luego, calcu­
larse la integral de Mohr (7.33).
Cuando tiene lugar la variación escalonada de la rigidez de la barra,
la integración (o la m ultiplicación de los gráficos) se lleva a cabo para
cada tram o de la misma (para su propio valor de E J) y, luego, suman
los resultados.
En la tabla 7.1 están dados los valores de las áreas de estos gráfi­
cos así como las coordenadas de sus centros de gravedad.
Para acelerar los cálculos se puede emplear la tabla de los produc­
tos de los gráficos (tabla 7.2). En esta tabla, en las casillas donde
se cruzan los gráficos correspondientes, están dados los resultados
www.elsolucionario.net
de la m ultiplicación de estos gráficos.
Al descomponer un gráfico complejo en «gráficos elementales» dados
en las tablas 7.1 y 7.2, se debe tener en cuenta que los gráficos parabó­
licos corresponden a la acción exclusiva de la carga distribuida.
En aquellos casos, cuando en un gráfico complejo los tramos cur­
vilíneos corresponden a la acción sim ultánea de momentos concen­
trados, fuerzas concentradas y carga uniformemente distribuida,
para evitar errores, se debe descomponer el diagrama compuesto
en una serie de gráficos independientes: de losmomentos concentra­
dos, de las fuerzas concentradas y de la carga uniformemente distri­
buida (véase el ejemplo 7.8).
Se puede emplear tam bién otro método que requiere la descom­
posición de los gráficos solamente en su parte curvilínea, partiendo de
la cuerda que une sus extremos.
Veamos estos dos métodos en un ejemplo concreto.
Supongamos que, por ejemplo, se necesita calcular el desplazamiento
vertical del extremo izquierdo de la viga de la figura 7.15.
El gráfico total de la carga está representado en la figura 7.15, a.
El gráfico correspondiente a la fuerza unitaria aplicada en el
punto A , está dado en la figura 7.15, d.
Para calcular el desplazamiento vertical del punto A , es necesario
m ultiplicar el gráfico correspondiente a la carga por el de la fuerza
unitaria.

13-01228 193
www.elsolucionario.net Tabla 7. ¡

D istancia al centro
Tipo de gráfico Area del gráfico de gravedad

» (

zc hl
L

i hi ¡‘

Parábola
cuadrática
i hl
wa

www.elsolucionario.net
Pardbola
auca
: hi h
5/81
l

Observamos que en el tram o BC el gráfico total es curvilíneo y co­


rresponde no solamente a la carga uniformemente distribuida, sino
tam bién a la fuerza concentrada P. Resulta pues, que el gráfico en
el tram o BC no es un gráfico parabólico elem ental, como el de las
tablas 7.1 y 7.2, sino un gráfico complejo, para la cual los datos de estas
tablas no valen.
Por eso, es necesario descomponer, el gráfico complejo de la fi­
gura 7.15, a en elementales, representados en las figuras 7.15, &
y 7.15, c.
El gráfico de la figura 7.15, b se debe exclusivam ente a la fuerza
concentrada, y el de la figura 7.15, c, a la carga uniformemente d istri­
buida.
194
Ahora ya se pueden www.elsolucionario.net
m ultiplicar los gráficos con ayuda de las
tablas 7.1 y 7.2.
Para ello m ultiplicam os el gráfico triangular de la figura 7.15, b
por el otro, tam bién triangular, de la figura 7.15, d y sumamos a este
producto el producto del gráfico parabólico de la figura 7.15, c por

www.elsolucionario.net FIG. 7.15

el trapezoidal del tram o BC de la figura 7.15, d, puesto que en el tram o


A B las ordenadas del gráfico de la figura 7.15, c son nulas.
Veamos ahora el segundo método de multiplicación de los gráficos.
Veamos de nuevo el gráfico de la figura 7.15, a. Coloquemos el
origen de las coordenadas en la sección B. Demostremos que dentro
del dominio de la curva L M N , los momentos flectores se pueden
obtener como la suma algebraica de los momentos flectores correspon­
dientes a la recta L N y los momentos flectores correspondientes al
gráfico parabólico L N M L , que coincide con el gráfico correspondiente
a una viga simple de longitud a, solicitada por una carga uniforme­
mente distribuida q (véase el ejemplo 6 . 6),

2 Z 2 ’

y cuya ordenada m áxim a, en el centro del vano, es .


8
Para demostrar esto, escribamos la expresión real del momento
flector en la sección a la distancia z del punto B
Mz = - P ( a + z ) - l f = - P a - P z (A)

13* 195
www.elsolucionario.net

www.elsolucionario.net
www.elsolucionario.net

www.elsolucionario.net
Veamos ahora la www.elsolucionario.net
expresión del momento flector en esta sección
interpretada como la suma algebraica de las ordenadas de la recta
L N y las ordenadas de la parábola L N M L .
La ecuación de la recta LN es,
M r = — Pa — kz,
siendo k la tangente del ángulo de inclinación de esta recta,
qa¿
-P-2a— -(-Pa)
qa
k=- ■= — P —

Por lo tanto, la ecuación de los momentos flectores, obtenida como


la suma algebraica de la ecuación de la
recta L N y la de la parábola L N M N
será,

:Mr + M 0= - P a - ( P + % ) z -
qz 2
-Pz-
~
1
lo que coincide plenam ente con la expre­
sión (A).
Al m ultiplicar los gráficos por el

www.elsolucionario.net método de Vereshchaguin, será necesa­


rio m ultiplicar el trapecio B L N C por
el trapecio del gráfico unitario de mo­
mentos del tram o BC (fig. 7.15, d) y res­
ir> tar el producto del gráfico parabólico
L N M L (de área co = — a por el
0)
mismo trapecio del gráfico unitario.
FIG . 7.16 Este método de descomposición de los
gráficos es conveniente cuando el tramo
curvilíneo se encuentra en urto de los tramos centrales de la viga.
Ejemplo 7.7. Calcular el desplazam iento vertical y el angular de un
voladizo en el lugar de aplicación de la carga (fig. 7.16).
Resolución. Construimos el gráfico de los momentos flectores para el
estado de carga (fig. 7.16, a).
Para calcular el desplazamiento vertical escogemos el estado
ficticio de la viga con una fuerza unitaria en el punto de aplicación
de la carga.
Construimos el gráfico de los momentos flectores de esta fuerza
(fig. 7.16, b). Por la fórmula de Mohr, se obtiene el desplazamiento
vertical,
L
M i M p dz
-J EJ

198
El momento flectorwww.elsolucionario.net
de la carga es,
M j , = — Pz
y el de la fuerza unitaria,
Mi = — 1 z.
Introduciendo estos valores de M P y M t en la integral, después de la
integración, se obtiene

y = -k r\ (-P z){-z)d z= -§ j.
o

Este mismo resultado fue obtenido anteriorm ente por otro procedi­
miento.
El signo positivo de la flecha indica que el punto de aplicación
de la fuerza P se desplaza hacia abajo (en dirección a la fuerza uni­
taria).
Si hubiésemos dirigido la fuerza unitaria hacia arriba, entonces
M t — Iz y, por lo tanto, al integrar, la flecha resultaría negativa.
Este signo indicaría que el desplazamiento ocurre hacia abajo como
es en realidad y no hacia arriba.
Calculemos ahora la integral de Mohr, m ultiplicando los gráficos
por el método de Vereshchaguin.

www.elsolucionario.net
Puesto que los dos gráficos son rectilíneos, no importa en cuál
de los gráficos se coge el área y en cuál de ellos la
El área del gráfico de la carga es,
ordenada.

®P = { P / 2.

El centro de gravedad de esta figura se encuentra a la distancia


y l del empotram iento.
Hallemos la ordenada del gráfico de los momentos de la fuerza
unitaria situada bajo el centro de gravedad del gráfico correspondiente
a la carga. Es fácil demostrar que esta ordenada es, 2/31.
Por lo tanto,
1 , . c 1 1 nv¡ 2 , Pl3
y - EJ cúp i EJ 2 3 3EJ ■

Este mismo resultado se obtiene por la tabla de las integrales.


El producto de los gráficos resultó positivo, puesto que ambos grá­
ficos se sitúan debajo de la barra. Así, pues, el punto de aplicación
de la carga se desplaza hacia abajo, en la dirección adm itida para la
fuerza unitaria.
Para determ inar el desplazamiento angular (ángulo de giro) esco­
gemos el estado ficticio de la viga, con un momento concentrado unita­
rio que actúa sobre el extremo de la viga.
199
www.elsolucionario.net
Construimos el gráfico de los momentos flectores para este caso
(fig. 7.16, c).
M ultiplicando los gráficos, obtenemos el desplazamiento angular.
El área del gráfico de la carga es,
toP = i - m

Las ordenadas del gráfico del momento unitario son iguales a la


unidad en todos los puntos. Por lo tanto, el ángulo de giro de la sección
será,

Puesto que los dos gráficos se encuentran en la parte de abajo, el


producto resulta positivo. Así, pues, la sección del extremo de la
s=m M t
q-Wn> I q-Zt/m |

www.elsolucionario.net

barra gira en la dirección de las m anecillas del reloj (en la dirección


del momento unitario).
Ejemplo 7.8. Calcular por el método de Mohr-Vereshchaguin la
flecha en el punto D de la viga representada en la figura 7.17. El
gráfico total de los momentos flectores está dado en la figura 6.14.
Resolución. Descomponemos el gráfico de los momentos de la
carga, es decir, construimos por separado los gráficos correspondientes
a cada carga. Para mayor comodidad al m ultiplicar, conviene construir
los gráficos descompuestos (elementales) respecto a la sección, cuya
200
flecha se calcula, en www.elsolucionario.net
este caso, respecto a la sección D. En la>
figura 7.17, a está dado el gráfico de los momentos flectores de la reac­
ción A (tramo AD ) y de la carga P = 4t (tramo DC). Los gráficos se-
construyen en la fibra comprimida.
En la figura 7.17, b se representan los gráficos de los momentos de la
reacción B (tramo BD ), de la carga uniformemente distribuida izquierda
(tramo AD) y de la carga uniformemente distribuida sobre el tram o BC.
Este gráfico está representado en la figura 7.17, b, en el tram o DC,.
en la parte de abajo.
Escogemos después el estado auxiliar de la viga, para lo cual
aplicamos una fuerza unitaria en el punto D , cuyo desplazamiento-
se calcula (fig. 7.17, c). El gráfico de los momentos de la fuerza unitaria
está dado en la figura 7.17, d. M ultiplicamos ahora los gráficos del
1 al 7, por los gráficos 8 y 9, aprovechando las tablas para la m ultipli-
cación de los gráficos. Estas operaciones se realizan teniendo en cuenta
el signo. Los gráficos que se encuentran al mismo lado de la viga
se m ultiplican con signo positivo y los que se encuentran a distintos
lados de ella, con signo negativo.
M ultiplicando el gráfico 1 por el 8 se obtiene,
Mc — 4-L-2._ 8 fm3
i 8— 3 3 ‘ 3 * /f'

M ultiplicando el 5 por el 8 hallamos, \


-M ® - = - 4- 44 ^ = - 2 tm 3. ^ J2
www.elsolucionario.net 4

El producto del 2 por el 9 da,


-

_ ^ ( 2 , 4 + A5) = _ i ^ ± ^ = _ f tm».

el del 4 por el 9,
h h al 1-28-2 56 ^
3 3 3

y el del 6 por el 9,
_ « . (2A4 + h5) = — ^ (2 • 12 + 4) = - tm 3.
Sumando los productos, obtendremos,
E J y D = — 8,67 tm3.
El signo «menos» indica que el punto D se desplaza hacia arriba
y no hacia abajo, como se orientó la fuerza unitaria.
El mismo resultado se obtuvo antes por la fórmula universal
(véase el ejemplo 7.6).
Claro está, en este ejemplo se podía haber descompuesto el gráfico
solamente en el tram o AD, puesto que en el tram o D B el gráfico resul­
tante es rectilíneo y no hay necesidad de descomponerlo. En el tramo
BC no hay necesidad de descomponer el gráfico', puesto que el gráfico
correspondiente a la fuerza unitaria es cero. La descomposición del
201
www.elsolucionario.net
gráfico en el tram o BC resulta necesario para el cálculo de la flecha
en el punto C.
Ejemplo 7.9. H allar los desplazamientos vertical, horizontal
y angular de la sección A de la barra quebrada de la figura 7.18, a.

/
* ©

www.elsolucionario.net k J
i

FIG .

La rigidez de la sección del tram o vertical de la barra es E J V y la


del tram o horizontal, E J a.
Resolución. Construimos el gráfico de los momentos flectores de la
carga (fig. 7.18, b) (véase el ejemplo 6.9). Para hallar el despla­
zam iento vertical de la sección A , escogemos el estado auxiliar del
sistema de la fig. 7.18, c. La fuerza unitaria, aplicada en el punto A ,
está dirigida hacia abajo.
202
El gráfico de los www.elsolucionario.net
momentos flectores para este estado se repre
senta en la figura 7.18, c.
Calculamos el desplazamiento vertical por la fórmula de Mohr,
empleando el método de m ultiplicación de los gráficos. Puesto que
en el estado auxiliar, en la barra vertical, no existe gráfico de M u
m ultiplicam os solamente los gráficos correspondientes al tram o hori­
zontal. El área del gráfico la cogemos del gráfico de la carga y la orde­
nada del auxiliar,

A vert — EJ<¿ 2
" "

Como estos dos gráficos se encuentran por debajo, el resultado del


producto se escribe con signo positivo. Por lo tanto, el punto A se
desplaza hacia abajo, es decir, en la misma dirección que la fuerza
unitaria vertical.
Para hallar el desplazamiento horizontal del punto A , escogemos
el estado auxiliar con una fuerza horizontal unitaria, dirigida hacia
la izquierda (fig. 7.18, d). En esta misma figura está representado
el correspondiente gráfico de los momentos.
El producto de M P y M 2

A hoT == ~2 "3

resultó positivo, puesto que los gráficos m ultiplicados se encuentran

www.elsolucionario.net
a una misma parte de la barra.
Para obtener el desplazamiento angular, escogemos el estado
auxiliar del sistema, según la figura 7.18, e y construimos el gráfico
de los momentos flectores que lecorresponde (fig. 7.18, é). El pro­
ducto de M P y M s es igual a,

» = W ¡T PI>l ‘ - l + T k P ,<1* -'-


Como los gráficos m ultiplicados se encuentran a una misma parte
de la barra, este producto resultó positivo. La sección A , pues, gira
en la dirección de las manecillas del reloj.
El mismo resultado se obtiene, aplicando las tablas para m u lti­
plicar gráficos.
El aspecto de la barra deformada está representado en la figu­
ra 7 .1 8 ,/, donde los desplazamientos están representados a una escala
desproporcionalmente grande.

§ 65. Ecuaciones universales sin los parámetros de origen


Sobre la base del método de Mohr, se pueden obtener ecuaciones
universales muy cómodas para la determ inación de desplazamientos
lineales y angulares en vigas de rigidez constante. En estas ecuaciones
ya no figurarán los parám etros de origen: la flecha y el ángulo de giro
en el origen de coordenadas.
203
www.elsolucionario.net
Veamos para ello una viga apoyada en sus extremos que soporta
momentos, fuerzas concentradas y cargas uniformemente distribuidas
(fig. 7.19, a).
Supongamos se requiere determ inar la flecha de la viga en la sec­
ción m-n que dista z0 del apoyo izquierdo.
Para ello, empleando el método de Mohr, se debe aplicar en la
sección m-n una fuerza unitaria y construir el gráfico de los momentos

www.elsolucionario.net

FIG . 7.19

flectores correspondientes a esta fuerza (fig. 7.19, b). Después, por


el método de Vereshchaguin, se halla el producto de este gráfico y el
gráfico de los momentos flectores de la carga. Descomponemos ahora
este últim o gráfico en sus partes componentes, es decir, por separado
para cada carga, sin considerar, por ahora, la reacción de apoyo RA .
Veamos prim eramente la carga situada a ía izquierda de la sección.
204
Los gráficos de los momentos correspondientes al momento exte­
www.elsolucionario.net
rior 53?, a la fuerza concentrada P y a la carga uniformemente d istri­
buida q están representados en la figura 7.19, c, d y e.
Hallamos el producto de los gráficos de las figuras 7.19, b y 7.19, c,
obteniendo así la flecha de la sección m-n, originada por el momento,

E J y m = ^ - W z ^ { 2 z 0- z m ). (7.43)

Hallamos ahora el producto de los gráficos de las figuras 7.19, b


y 7.19, d, obteniendo la flecha originada por la fuerza P,

E J y p = ± = p - Pzp (3z0— z p). (7.44)

Hallamos, por últim o, el producto de los gráficos de las figuras 7.19, b


y 7.19, e, obteniendo la flecha originada por la carga uniformemente
distribuida q,
EJ y q = - QZq (4 2 0 — zq) . (7.45)

La flecha total de la sección m-n, originada por un número a rb i­


trario de momentos, fuerzas concentradas y cargas uniformemente
distribuidas que se extienden hasta \á propia sección, se determina por
la ecuación universal siguiente,

Uzo = y 2 ^ 2 a» (2*» — 2'2r) +


www.elsolucionario.net
+ -g- 2 ^ z r> (3zo — z p ) + "24 - 2 (^z° 2«)‘ (7.46)

Esta misma fórmula perm ite considerar tam bién la acción de la


carga situada a la derecha de la sección, teniendo en cuenta que z ^ ,
zp y z q son ya las distancias de la sección a las fuerzas exteriores de la
derecha y z0, la distancia de la sección al apoyo derecho.
Las cargas situadas a la derecha y a la izquierda de la sección
y representadas en la figura 7.19 se incluyen en la ecuación universal
con el signo positivo y originan un desplazamiento positivo de la
sección, es decir, un desplazamiento cuya dirección coincide con la
de la fuerza unitaria (hacia abajo).
Si las cargas se orientan en dirección opuesta a la indicada se
deberán considerar en la ecuación universal con signo negativo.
En el caso cuando la carga distribuida Uniformemente no llega
hasta la sección en cuestión, se la debe continuar hasta esta sección
y contrarrestarla después con otra carga de dirección opuesta.
Para determ inar el ángulo de giro de la sección, aplicamos en ésta
un momento unitario (fig. 7.19, /), construimos el gráfico de los
momentos flectores correspondiente (fig. 7.19, g) y hallamos el pro­
ducto de este gráfico y los gráficos de los momentos flectores represen­
tados en la figura 7.19, c, d y e, obteniendo así la ecuación universal
siguiente para determ inar los ángulos de giro de la sección m — n
205
www.elsolucionario.net
originados por la carga situada a la izquierda de la sección,
E J I Q Z0 = 2 (2 2 0 — zs¡j¡) + i - 2 ^ 4 1320 — z v ) +

+ ¿ -2 ^ (4 2 o -^ ). (7.47)
El signo positivo del ángulo de giro de la sección indica que este
ángulo se orienta como el momento unitario, es decir, en contra de
las m anecillas del reloj.
El ángulo de giro de la sección debido a la carga situada a la
derecha de áquella se puede obtener por la misma fórmula, con la

diferencia de que las cargas indicadas en la figura 7.19, a la derecha


de la sección, deberán considerarse de signo negativo.
www.elsolucionario.net
Para las vigas que están empotradas en un extremo se obtienen
fórmulas universales análogas a las fórmulas (7.15) y (7.16) pero
sin los parámetros de origen y 0 y 0 „, siempre que el origen de las coor­
denadas coincida con el extremo empotrado de la viga.
Ejemplo 7.10. Determ inar la flecha y el ángulo de giro originados
por la fuerza P (fig. 7.20).
Resolución. La flecha originada por las fuerzas de la izquierda,
2
es decir, por la reacción RA = - j P será, según lafórmula (7.46),
pr l 1 2 p. /2 / l l\ API3 . 8P/3 ^
, 1 , lJi ~~ 6 3 9 \ó ' 3 3 / 486 ’ y * _ 1 458£7'
T X
\
La flecha originada por las fuerzas de la derecha, es decir, por la
reacción R B — será,
EJl 1 FP
1 44 ,2„ / /q0 22 , , 2 ,\ 16Pl*
Ib P/3 16P/3 *
3 "9 V 3 3 / 486 ’ ^ 1 458 E J '
3

y la flecha total,
4P/3
y ~ 243E J ’ H ,
estará dirigida hacia abajo.
206
El ángulo de girowww.elsolucionario.net
correspondiente a las fuerzas de la izquierda
se determina por la fórmula (7.47),

486 ’
0 />•
•° V
o ,>■
0 ,: 4/5/2
486J57 ’
y el correspondiente a las fuerzas de la derecha,
i P 4 ... i „ 2 , 2 16P P
40 =
__16PP v
d 486£y >- x \
El ángulo de giro total es, b
12 P /2 _ 2p¡2
486EJ ~ 81 EJ
y está orientado según las manecillas del reloj.
Ejemplo 7 . 1 1 . Determ inar la flecha en el punto D y el ángulo de
giro de la sección B de la viga representada en la figura 7.10.

IZtm

Zm 77Y /
www.elsolucionario.net fíg=6t

FIG . 7.21

Resolución. Sustituim os la acción del voladizo sobre la viga por


el momento 931 = 12 tm y la fuerza P = 8 t, aplicados sobre el
apoyo. La fuerza P disminuye la reacción R B de 14 t a 6 t. Como
resultado de ésto, se obtiene el esquema de la viga representado en la
figura 7.21.
La flecha en el punto D , originada por las fuerzas de la izquierda,
será,
E J - 2 y i = — ~ 2 - 2 2 ( 3 - 2 - 2 ) - ~ ¿ - - 2 - 2 3 (4-2 - 2 ) = - 9 , 3 4 tm 3,

y la originada por las fuerzas ubicadas a la derecha,


E J - 2 y d = - y - 1 2 - 2 ( 2 - 2 — 2) + i- - 6 - 2 2 ( 3 - 2 - 2 ) = - 8 tm 3.
La flecha total (m ultiplicada por EJ ) es
E J y D= — 8,67 tm 3
y va dirigida hacia arriba.
Determinamos ahora el ángulo de giro en el punto B, para lo
cual continuamos la carga uniformemente distribuida hasta el punto B

207
y la contrarrestamoswww.elsolucionario.net
con una carga de dirección opuesta. Así obte­
nemos,

JE/.4-0B = y . 8 - 2 ( 2 . 4 - 2 ) - - i - 2 - 4 a ( 3 - 4 - 4 ) -

- - ¿ - 2 - 4 3 (4-4 — 4 ) + - ¿ - .2 - 2 3 (4-4 - 2) = - 4 9 ,3 2 tm 2;
EJQb = — 12,33 tm 2,
{según las manecillas del reloj).
Los valores obtenidos de la flecha y del ángulo de giro coinciden
con los calculados anteriorm ente m ediante otros procedimientos
(véase el ejemplo 7.6).

§ 66. Cálculo de vigas estáticamente indeterminadas (hiperestáticas)

Se llaman estáticamente indeterminadas (hiperestáticas) aquellas


vigas en las cuales las ecuaciones de equilibrio son insuficientes para
calcular los esfuerzos interiores.
En el cálculo de estas vigas, a parte de las ecuaciones de las estática,
es necesario plantear ecuaciones suplem entarias que se denominan
ecuaciones de los desplazamientos (o ecuaciones de las deformaciones),
y que se obtienen, analizando las condiciones de deformación de la viga.
Veamos, por ejemplo, la viga representada en la figura 7.22, a.
El número de reacciones de apoyo desconocidas es cuatro: tres en el
www.elsolucionario.net
em potram iento y una en el apoyo móvil. Disponemos de tres ecua­
ciones de la estática. Es decir, el número de incógnitas supérfluas
es uno, y el grado de hiperestaticidad de la viga es tam bién igual
a uno. Las incógnitas supérfluas que aparecen en este tipo de proble­
mas son resultado de la existencia de ligaduras que son superabundan­
tes para el equilibrio del sólido absolutam ente rígido.
Para calcular las vigas estáticam ente indeterm inadas, se puede
emplear el método que ya conocemos, que se empleaba para resolver
problemas hiperestáticos de la tracción y torsión.
Para ello, convertimos m entalm ente el sistema hiperestático dado
en isostático, eliminando las ligaduras supérfluas y sustituyéndolas
por las reacciones desconocidas.
El sistema estáticam ente determinado obtenido de esta manera
lo denominaremos sistema base. Para que el sistema base no se dife­
rencie del dado, es necesario exigir que, en el sistema base, los des­
plazam ientos de las secciones en los lugares de las ligaduras elim ina­
das, y en dirección a las reacciones desconocidas, aquí aplicadas, sean
iguales a cero. Estas ecuaciones representan las condiciones de com­
patibilidad de las deformaciones del sistema base con las ligaduras
impuestas al sistema hiperestático dado y perm iten resolver el pro­
blema planteado.
Estas ecuaciones se denominan tam bién ecuaciones de compatibili­
dad de las deformaciones (mejor dicho de los desplazamientos).
208
Para una misma vigawww.elsolucionario.net
hiperestática se puede escoger de varios modos el
sistema base. Por ejemplo, se puede elim inar el apoyo móvil, su stitu­
yéndolo por la fuerza desconocida X x (fig. 7.22, b). La ecuación de las
deformaciones, en este caso, expresara la idea de que, para que el
sistema dado y el sistema base sean equivalentes, es necesario que el
desplazamiento vertical del extremo derecho de la viga (punto B),
bajo la acción de la carga q y de la fuerza X lt sea igual a cero.

. /

r -
Jr1 i
i’
))

Vlect

www.elsolucionario.net

FIG . 7.22

Las flechas (desplazamientos) se pueden obtener por los métodos


que ya conocemos: la fórmula universal o el método de Mohr-Vere-
shchaguin.
Claro está, si se dispone de las fórmulas de las flechas, conviene
aplicarlas. Este método generalmente, se denomina método de com­
paración de las deformaciones.
Por ejemplo, para plantear las ecuaciones de las deformaciones
(para el sistema base de la figura 7.22, b) se puede recurrir a las fór­
mulas (7.9) y (7.19), obtenidas anteriorm ente. Igualando las flechas
del extremo derecho del voladizo, correspondientes a la carga
distribuida uniformemente y a la fuerza concentrada, hallaremos,
ql 4 A',/3
8E J 3EJ

14— 01228 209


3
De esta ecuaciónwww.elsolucionario.net
se obtiene: X x = —ql. Después de hallar X u
la construcción de los gráficos M jle<, (fig. 7.22, c) y Q (fig. 7.22, d)
se realiza como en una viga isostática.
En la segunda variante de sistema base (fig. 7.22, e), se eliminó
la ligadura, que impide el giro de la sección izquierda (el empotra­
m iento se sustituyó por una articulación inmóvil). Su acción se susti­
tuye por el momento desconocido X 2. La ecuación suplementaria

Mn Mn*1 Hn+2
u U O

¿/ / / /i/ '— ---------- ' 2 $ " --------■'ZX


'/ 777777/7. 777777777 "7777777/7 V777/7777,

b)

www.elsolucionario.net F I G . 7.23

(ecuación de las deformaciones) expresa la condición de que el ángulo


de giro de la sección A , bajo la acción de la carga q y el momento
X 2, es igual a cero.
La elección de uno u otro sistema base no influye sobre el resultado
final del cálculo. Los gráficos definitivos de Mf ¡ ec y Q serán idénticos
independientem ente del sistema base adm itido. Sin embargo, la
laboriosidad del cálculo depende del sistema base que se adm ita.
En el caso de vigas de una incógnita superflua, esta laboriosidad, prácti­
camente, es igual para todos los sistemas base. Cuando se trata de
varias incógnitas supérfluas el sistema base se escoge de tal manera
que la resolución del sistema de ecuaciones de los desplazamientos
requiera el menor trabajo posible. Si en el caso de una viga de varios
vanos (estas vigas se denominan tam bién vigas continuas, fig. 7.23),
se escogen como incógnitas supérfluas las reacciones en los apoyos eli­
minados, entonces en cada una de las ecuaciones de los desplazamientos
figurarán todas las incógnitas supérfluas, lo que conducirá a grandes
dificultades, al resolver el sistema de ecuaciones.
Si el sistema base se escoge de una manera racional, entonces las
incógnitas se separan, es decir, disminuye el número de inógnitas que
figura en cada una de las ecuaciones. Claro está, el número total de
ecuaciones permanece constante (igual al número de incógnitas super-
210
fluas), pero en lugarwww.elsolucionario.net
de resolver un sistema de ecuaciones con un
gran número de incógnitas, se resuelven varios sistemas más simples.
Así, en este caso, se consigue una considerable simplificación,
si interpretam os como incógnitas superfluas los momentos flectores
interiores en las secciones correspondientes a los apoyos intermedios
(momentos de apoyo), como esto está representado en la figura 7.23, b.
En el sistema base, sobre cada apoyo intermedio se introduce una
articulación y la ligadura retirada entre los vanos de la viga, que
impide el giro mutuo de las secciones situadas a las dos partes del
apoyo, se sustituye por momentos desconocidos.
Las ecuaciones de los desplazamientos representarán la condición
de igualdad de los ángulos de giro de las secciones de los apoyos de la
viga en los vanos contiguos. Por ejemplo, para la sección del apoyo
n (fig. 7.23, a), tendremos,
r\izq __rvder
— Un •
Desarrollando estas ecuaciones, se puede demostrar que en cada
una de ellas no figuran más de tres momentos de apoyo.
Para calcular las vigas hiperestáticas, así como cualquier otro
sistema estáticam ente indeterm inado, se puede emplear tam bién uno
de los métodos energéticos, por ejemplo, el método basado sobre el
principio del trabajo mínimo (§ 20 ).
En el caso de la viga de la figura 7.22 la energía potencial de la
deformación será,

www.elsolucionario.net
^ ==2EJ l MflecdZ = 2EJ \ i XlZ 2~) dz==
0 o
1 ¡Xifi X tqli , <72/5 ^
_ 2EJ \ 3 4+ 20/ *

Del principio del trabajo mínimo se deduce,


l y ¡3 n.
d X i ~~ 3 1 4
es decir,

§ 67. Ejemplos de cálculo de vigas hiperestáticas


Ejemplo 7.12. Construir los gráficos de M flec y Q para la viga
representada en la figura 7.24, a.
Resolución. Esta estructura tiene, como es fácil de demostrar, una
sola ligadura superflua. El sistema base se escoge en forma de vola­
dizo, eliminando el apoyo derecho y sustituyéndolo por la reacción
desconocida X (fig. 7.24, b). La ecuación de las deformaciones es:
yB = 0.

14* 211
www.elsolucionario.net
La flecha originada por X (fig. 7.24, b) en el punto B (véase la
fórmula 7.9) será:
_ XI3
VBX ~ 3EJ '
Para calcular la flecha del punto B , al actuar la fuerza P
{fig. 7.24, d), recurrimos a la fórmula universal. Ubicamos el origen de las
l
Z

a) -A s -

Ma,=x I

(I- c) Tx
*
i! i)
ma4

www.elsolucionario.net
* L__ L H bp

J a^ á I ¡
\M
1flect
16 Pl

....... y
0
FIG . 7.24

coordenadas en el extremo izquierdo de la viga, obteniendo entonces,


y 0 = 0 Y 0o = 0.
Las reacciones de apoyo son: A = P y M A = P-— (véase la
fig. 7.24, d). Suponiendo z = /, tendremos para la ecuación universal:
MA ( l - O)2 , A (l- O )* P ( l — 1/2)3
£ j y Bp - 2 1
---6------- 6-- •
Pl
Introduciendo aquí M A = y y A = P , hallaremos,
5 P l3
Ub p —
48 E J

212
La ecuación de las deformaciones se puede escribir ahora de la forma
siguiente
www.elsolucionario.net
X I3 5P l3 n
3E J 48E J ~~ ’
de donde resulta,

x = rep -
El momento flector en una sección arbitraria del tram o CB, a la
distancia del extremo derecho, será (fig. 7.24, e),
M Zi = X z l = ^ ) Pz i .
Para el tram o A C se obtiene,

El gráfico de M nec está representado en la figura 7.24, f.


La fuerza cortante en el tramo CB será,

y en el tram o AC ,

e .! = - r e ' >+ í>- r e />-


En la figura 7.24, g está representado elgráfico de Q.
Ejemplo 7.13. Construir los gráficos de M f ieCy Q para la viga
www.elsolucionario.net
de dos vanos de la figura 7.25, a.
Resolución. El problema tiene un grado de hiperestaticidad. En:
calidad de incógnita supérflua adm itim os la reacción X en el apoyo
interm edio, obteniendo así, para la ecuación de las deformaciones,
yB = o.
En este caso, no representamos en la figura el sistema base soli­
citado por la carga dada y por la reacción incógnita X .
La flecha en el punto B, originada por la carga q se obtiene por
la fórmula (7.22),
5 q (21)*
Um — 384 Ej ■
La flecha correspondiente a X se determina por la fórmula (7.23),
X (2/)3
V b x — 48EJ ■

La ecuación de las deformaciones será la siguiente:


5g(2/)* , X (2¿)3
384 E J 1 48 E J
de donde se obtiene,
X = \ql.

213
Las reacciones Awww.elsolucionario.net
y C son,
A = C = q l - ^ q l = ±ql.
El momento flector en la sección arbitraria del tram o BC resulta,

Por esta ecuación se construye el gráfico de M f iec (fig. 7.25, c).

23331

a)

lífll
X
Zj
-3 l

^ríTTÍ TíTtk xrTÍÍ i ÍÍTrK

www.elsolucionario.net M u itrn r^ ,

i)
F IG . 7.25

En la m itad izquierda de la viga, el gráfico es simétrico al de la derecha.


La fuerza cortante en el tram o BC, será,
Qzj = — §■$ + <Jz i
y en el tramo A B ,

Qz2 ==T í ? / _ T <?/ + ‘7Z2-


Por estas ecuaciones se construye el gráfico de Q (fig. 7.25, d).

§ 68. Fundamentos del método general de cálculo


de sistemas hiperestáticos
(fundamentos del método de las fuerzas)
En parágrafos anteriores se analizaban las vigas estáticam ente
indeterm inadas (hiperestáticas).
En la técnica se encuentran sistemas hiperestáticos más complejos,
donde las fuerzas interiores no se pueden obtener exclusivamente de las
ecuaciones de equilibrio.
214
Los sistemas hiperestáticos formados por barras, unidas rígida­
www.elsolucionario.net
mente, se denominan pórticos.. Los métodos de cálculo de sistemas
hiperestáticos compuestos por barras se estudian con todo detalle en
la Mecánica de Construcción.
Estos métodos son muy variados. Aquí daremos solamente los
fundamentos de uno de los más difundidos, el método de las fuerzas,
y lo ilustrarem os con ejemplos de sistemas hiperestáticos muy simples.
Al calcular sistemas estáticam ente indeterminados por el método
de las fuerzas, se escoge en calidad de incógnitas, los esfuerzos que
sustituyen la acción de las ligaduras elim inadas (superfluas).
Las ligaduras superfluas son aquellas que, desde el punto de vista
de la inmovilidad del sólido rígido, sobran. La inm ovilidad de la barra
en el plano se obtiene con tres ligaduras impuestas debidamente. Estas
ligaduras se denominan indispensables.
Las ligaduras que se imponen al sólido por encima de las necesarias
se denominan suplem entarias o superfluas.
La inmovilidad de la barra en el espacio se garantiza con seis
ligaduras.
El orden a seguir para calcular los sistemas hiperestáticos por el
método de las fuerzas es el siguiente.
1. Se comienza por determ inar el grado de hiperestaticidad del
sistema, calculando el número de ligaduras supérfluas.
2. Se escoge, después, el sistema base que se obtiene separando,
del sistema dado las ligaduras superfluas. Estas se sustituyen por
los esfuerzos supérfluos desconocidos.
www.elsolucionario.net
3. Se plantean las ecuaciones de las deformaciones (mejor dicho,
de los desplazamientos), que expresan las condiciones de com patibi­
lidad de las deformaciones del sistema base con el sistema hiperestá-
tico dado. Si los desplazamientos en dirección a las ligaduras eli­
minadas en el sistema base no existen, entonces las ecuaciones de las
deformaciones representarán la condición de igualdad a cero de estos
desplazamientos.
4. Se resuelven las ecuaciones obtenidas.
5. Una vez calculadas las incógnitas superfluas, se calculan los
esfuerzos interiores en los elementos del sistema hiperestático (momen­
tos flectores, fuerzas cortantes, etc.). Este cálculo, por el método
de las secciones, no presenta dificultades.
Las ecuaciones de los desplazamientos, al calcular un sistema está­
ticam ente indeterm inado por el método de las fuerzas, se escriben
de una forma determ inada (canónica).
Si el sistema hiperestático dado tiene ti incógnitas superfluas,
entonces el sistema de n ecuaciones canónicas para el cálculo de estas
incógnitas se escribe de la forma siguiente:
ShXj + S12X 2 + - + 8lnX n + A ip = 0,
^21^1 + ^ 2 2 -^ 2 + • • • + ^2 7 1 -^ n *T p = 0;
El coeficiente Sn www.elsolucionario.net
de la primera ecuación es el desplazamiento del
punto de aplicación de la primera incógnita superflua, en su propia
dirección, originado por la misma incógnita de valor igual a la unidad.
El producto representa el desplazamiento del mismo punto,
y en la misma dirección, pero originado por la fuerza X t .
El segundo sumando, 812 X 2, es el desplazamiento del punto anterior,
en la misma dirección, pero debido a la fuerza X 2, etc.
El sumando Alp representa el desplazamiento del punto anterior
en esa misma dirección, que surge al aplicar la carga exterior.
El primer miembro de la primera ecuación es el desplazamiento
total del punto de aplicación de la fuerza X lt en dirección a esta fuer­
za, originado por todas las fuerzas.
Puesto que en el sistema dado este desplazamiento no existe, se
iguala su expresión a cero.
La segunda ecuación expresa la condición de igualdad a cero del
desplazamiento total del punto de aplicación de X 2, en dirección
a esta fuerza, debido a todas las fuerzas.
El sentido de las demás ecuaciones está claro.
Las dificultades del cálculo de sistemas hiperestáticos radica no
en el planteam iento de las ecuaciones, sino en su resolución.
Cuando el número de ecuaciones es pequeño, éstas pueden ser
resueltas sin dificultad por el método de eliminación sucesiva de las
incógnitas. En el caso de un número mayor de ecuaciones, se emplean
métodos especiales que facilitan la solución (método de Gauss, método
www.elsolucionario.net
de aproximaciones sucesivas, cálculo por medio de máquinas, etc.).
En el curso de Teoría de las Estructuras este problema se estudia
con más detalle.
La técnica del cálculo de los sistemas hiperestáticos más simples,
la expondremos en los ejemplos siguientes.
Ejemplo 7.14. Construir el gráfico de los momentos flectores en el
pórtico representado en la figura 7.26,a. La rigides de las sec­
ciones de las barras es igual.
Resolución. El pórtico tiene un grado de hiperestaticidad. En
efecto, el número total de reacciones de apoyo es cuatro (tres en el
em potram iento y una en el apoyo derecho). El número de ecuaciones
de equilibrio es solamente tres.
El sistema base se obtiene, eliminando el apoyo derecho, como
se ve de la figura 7.26, b. La incógnita superflua que compensa la
ligadura retirada es X ±. Planteam os la ecuación de los desplazamien­
tos. Para ello, igualamos a cero el desplazamiento en dirección a X x.
En este caso la ecuación canónica es la siguiente

^ 11-^1 4 *Aiq = 0 ,
siendo ón el desplazamiento en dirección a la primera incógnita,
originado por esta misma incógnita igual a la unidad;
A1(J, el desplazamiento en dirección a la prim era incógnita
debido a la carga.
www.elsolucionario.net
Para calcular los desplazamientos empleamos el método de Mohr-
Vereshchaguin (multiplicamos los gráficos).
En la figura 7.26, c está representado el gráfico de los momentos
flectores de la carga y en la figura 7.26, d, el gráfico M 1 correspon­
diente a la fuerza unitaria X x = 1 .

T ffn rrT T T w ,

S is te m a
ía u o
y '
i) MB ';x< .•**
a)

777777.: -;Ul*

TlTlT]TlTriTrt3a>

S is te m a /I

www.elsolucionario.net
base
b)

F/
É
'2
q l2
2

FIG . 7.26

Para hallar el desplazamiento 5U, m ultiplicam os el gráfico


por sí mismo, obteniendo,
i l
5 l 1 — E J ’ 2 11 3 * 3£7 *

El desplazamiento Alg se obtiene, m ultiplicando los gráficos


M q y M lt teniendo en cuenta que se encuentran a distintos lados de
217
www.elsolucionario.net
la barra (horizontal),
1 ql2 , l ql*
EJ 2 2 AEJ'
Así, pues,

De aquí se obtiene,

El signo positivo de demuestra que la dirección que fue adm K


tida para X lt corresponde a la verdadera.
El problema queda así resuelto.
Ahora podemos ya construir el gráfico de los momentos flectores
en el sistema dado. La manera más fácil de realizarlo es aum entar
las ordenadas del gráfico M 1 3/Aql veces (así se obtiene el gráfico de
M 1) y sumarlas a las del gráfico M q.
El gráfico Mx está representado en la figura 7.26, e. Sumando
este gráfico al gráfico M q, se obtiene el gráfico M totai definitivo
(total) representado en la figura 7.26, f.
Ejemplo 7.15. Construir el gráfico de los momentos flectores
en el pórtico de las figura 7.27, a.
Resolución. El grado de hiperestaticidad de este pórtico es tam ­
bién uno. En la figura 7.27, b está representado el sistema base corres­
www.elsolucionario.net
pondiente a este caso, en la figura 7.27, c, el gráfico de los momentos
de la carga y en la figura 7.27, d, el correspondiente a la incógnita
unitaria superflua.
La ecuación canónica de los desplazamientos es la siguiente:
^11-^1 "t" A j g --- 0

M ultiplicando el gráfico M x por sí mismo, hallamos 6 n ,

y m ultiplicando M q por M lt hallamos A1?. Para m ultiplicar la pará­


bola cuadrada por el triángulo (en la barra vertical), recurrimos a la
tabla de m ultiplicación de gráficos. Tenemos:
; _____ 5ql*_
EJ 2 8E J -
Por lo tanto,

A l~ ~ I T i ~ w q
— 15
Aumentamos las ordenadas del gráfico M lt ^ ql veces (fig. 7.27, e)
y las sumamos a las del gráfico M q. El gráfico definitivo de los momen­
tos se da en la figura 7.27, f.
218
www.elsolucionario.net
Ejemplo 7.16. Construir el gráfico de los momentos flectores para
el pórtico de la figura 7.28, a.
Resolución. El grado de hiperestaticidad de este pórtico es dos.
En la figura 7.28, b está representado el sistema base adm itido, for­
mado por una barra quebrada.

www.elsolucionario.net

FIG . 7.27

Las ecuaciones canónicas para el sistema de dos incógnitas son,

+ 612-^1 -f" ^íg = 0 ;


^ 2 1^ 1 + 822-^2 A2g = 0 .
La primera ecuación expresa la condición de igualdad a cero del
desplazamiento en dirección a la primera incógnita, originado por
todas las fuerzas.
219
www.elsolucionario.net
La segunda ecuación expresa la condición de igualdad a cero del
desplazamiento, en dirección a la segunda incógnita, originado por
todas las fuerzas.

f f r m r r n ^

e)

&

yA

__
Xi J

www.elsolucionario.net
•ql!
l

f>)
(Mi

A
FIG . 7.28

Los coeficientes de las ecuaciones se calculan m ultiplicando los


gráficos.
Los desplazamientos 6 U y 8 22 se denominan desplazamientos
principales y S12 y S21, auxiliares. Según el teorema de Maxwell de
220
www.elsolucionario.net
reciprocidad de los desplazamientos, tenemos:
^12 ” ^ 21“
El gráfico de los momentos correspondiente a la carga, así como
los de las incógnitas supérfluas unitarias, están representados en la
figura 7.28, c, d, e.
M ultiplicando el gráfico por sí mismo,
tendremos:
4l3
8h = (véase el ejemplo anterior),
?3
fi22 = — (véase el mismo ejemplo),
3E J
JL
%2 = ^21 = ~¡rj ~2 ^ ' ' 2EJ '
5 ql4
A iq —
8 EJ
ql*_
A2q — AEJ '
Introduciendo estos resultados en las ecua-
13
ciones canónicas y sim plificando por , ha­
llaremos:

www.elsolucionario.net
T Xl + ~TX 2 T ql ~ ° ’

j- q l — 0 .
Una vez resuelto este sistema hallaremos,
X i = y -q l,

Los gráficos de los momentos correspondien­


tes a X j y I j están representados en la figura
7.28, f y g y el gráfico total de los momentos
flectores, en la figura 7.28, h.
Ejemplo 7.17. Determ inar los esfuerzos en
las barras del sistema analizado en el § 2 1
(fig. 7.29, a).
Resolución. El sistema tiene un grado de
hiperestaticidad. Consideramos incógnita super-
flua el esfuerzo en la barra inferior (fig. 7.29, b)
La ecuación canónica del método de las fuerzas será entonces,
+ A1P = 0.
Como en este sistema las barras trabajan exclusivamente a trac­
ción o compresión, los desplazamientos se calcularán por la fórmula
siguiente www.elsolucionario.net
vi NjNhli
& ih =
¿ E ¡F i ’
o tam bién por la regla de Vereshchaguin, m ultiplicando los corres­
pondientes gráficos de las fuerzas axiales (fig. 7.29, c y d).
Los esfuerzos en las barras 1 y 2 originados por la carga serán
(véase el ejemplo 2.12): N 1P = 2P (de tracción) y N 2p = — 1,732P
(de compresión). Los esfuerzos en las barras 1 y 2 debidos a X = 1
son, N x = 1,414 (de tracción) y ~Ñ2 = — 1,931 (de compresión).
Los desplazamientos serán,
- I ^ Ñil¡ 1 /1,4142-139 1,9312-120 12-170 \ 238,75
°n — E h Ft E \ 3,1 4 + 3 ,1 4 1 2 1 , 9 / E
, 1 v , ÑiNpl 1 / 1 , 4 1 4 - 2 / * - 1 3 9 . 1 ,9 3 1 • 1 , 7 3 2 P - 120 \ 2
i p ~~ E 2 j Fí E \ 3 ,1 4 + 3 ,2 4 ) ~ E '

Obtenemos después,
X = N 3— — = — 2^ 3 y5 = — 1,059P (compresión),
Nj. = 2P — 1,414-1,059/> = 0,503P,
N 2 = — 1,732P + 1,931-1,059P = 0,315P.
Este resultado coincide con el obtenido en el ejemplo 2 . 1 2 m ediante
otro procedimiento.

www.elsolucionario.net
§ 69. Ubicación racional de los apoyos de las vigas
Desde el punto de vista de la economía del m aterial, tiene gran
importancia la ubicación correcta de los apoyos de las vigas (si no
existen obstáculos relacionados con la producción o de otra índole).
Esto se refiere a las vigas estáticam ente determ inadas (isostáticas)
y a las hiperestáticas.
En una viga simplemente apoyada en sus extremos y solicitada
por carga uniformemente distribuida, el momento flector máximo
(fig. 7.30, a), como se sabe, surge en el medio del vano 7Wmáx =
No es difícil demostrar que en la viga de igual longitud, pero con
voladizos (fig. 7.30, b), el momento flector es menor.
El valor mínimo del momento flector máximo se obtiene cuando
el momento en la sección del apoyo es igual al momento máximo en el
vano. Esta condición se cumple cuando la longitud de cada uno de los
voladizos es 0,207/. El momento máximo obtenido en este caso es,
-Mmáx = ^ 0 •
Así, pues, ubicando debidam ente los apoyos, se consigue dismi­
nuir el momento flector seis veces, aproxim adam ente.
Se recomienda al estudiante que calcule, él mismo, la longitud
más conveniente de la viga de un voladizo, solicitada por una carga
uniformemente distribuida.
222
www.elsolucionario.net
En el caso de una viga hiperestática de dos vanos se requiere operar
con tres momentos flectores distintos: M Á, M B y el momento en el
vano M v (fig. 7.31, a y b). Para que la viga tenga la mínima sección,

V/A////

U ttTTT

www.elsolucionario.net
FIG. 7.30

FIG . 7.31
' i}
1
constante en toda la longitud, es necesario conseguir que sean iguales
dos momentos máximos de los tres indicados.
Se recomienda tam bién al estudiante demostrar que el valor
mínimo de los momentos flectores máximos resulta cuando la longi-
tud de los voladizoswww.elsolucionario.net
es 0,408/ y, entonces, M A = M B = Mv =
= 9/2
34'
Para una viga de dos vanos de la misma longitud (0,408/-2 +
+ 21), pero sin voladizos, el momento flector máximo tiene lugar en
la sección sobre el apoyo intermedio (véase las figuras 7.31 y 7.25)
y es,
q ( 1 ,408/)2 ql 2
M=
4 ‘
Así, pues, en este caso, la introducción de dos voladizos perm ite
dism inuir el momento de cálculo tres veces. En una viga de tres vanos,

www.elsolucionario.net
sin voladizos, la división en vanos más favorable está representada
en la figura 7.32, a y en una de cinco vanos, en la figura 7.32, b.
El análisis correspondiente perm ite establecer la ubicación más
conveniente de los apoyos para otros tipos de solicitación. Suponga­
mos que, por ejemplo, la carga de intensidad q puede ser aplicada
a cualquier tramo de la viga. Al cargar los voladizos (fig. 7.33, a)
con la carga qlt obtendremos,
M' 9ia2
2 '
Si se carga el tramo entre los apoyos (fig. 7.33, b) con la carga q2,
entonces,
M"m áx :
Igualando los valores máximos de los momentos, se obtiene la
longitud óptima del voladizo,
r= _L - [ /.J L
' 2 V Ql
Es necesario señalar que no siempre resulta decisivo el cálculo
por los momentos flectores, es decir, por resistencia.
224
En algunos casos, www.elsolucionario.net
la colocación de los apoyos se debe realizar
partiendo de la condición de rigidez, para conseguir las flechas m íni­
mas. Por ejemplo, en la viga sim plem ente apoyada, solicitada por
una carga uniformemente distribuida (fig. 7.30, a), la flecha máxima
en el medio del vano es,
. 5 ql* _ 0,013(7/4
384 E J EJ '

Cuandojhay dos voladizos, la flecha en el centro del vano dismi­


nuye (fig. 7.30, b). La longitud óptim a del voladizo se obtiene de la

www.elsolucionario.net

FIG . 7.33

condición de igualdad de las flechas en el extremo del voladizo y en


el'centro del vano. Por la fórmula universal, om itiendo los cálculos
que se recomienda realizar al estudiante, se obtiene la longitud óptim a
del voladizo, de la condición de rigidez,
a = 0,223/.
La flecha máxima correspondiente a esta longitud del voladizo
es 0,00095 es decir, 13,7 veces menor que la flecha de la viga sin

15— 012 28 225


voladizos. Esto no www.elsolucionario.net
es extraño, ya que la longitud de la viga figura,
en la fórmula de la flecha, elevada a la cuarta potencia, lo que quiere
decir, que al dism inuir la longitud de la viga dos veces, la flecha de la
viga dism inuirá 16 veces.

§ 70. Formas racionales de las secciones de las vigas


Las más convenientes desde el punto de vista del gasto de m aterial,
son las secciones de las vigas que tienen la mayor parte del m aterial

www.elsolucionario.net
F IG . 7.34

situada en las partes superior e inferior de la sección, donde las tensiones


son máximas, y el m aterial, porlo tanto, se aprovecha con la mayor
plenitud (fig. 7.34, a).
Para evaluar cuantitativam ente la eficiencia de una sección (par­
tiendo del gasto del m aterial) se puede emplear la m agnitud adimen-
sional siguiente:

que se denomina módulo unitario axial de la sección.


La m agnitud wx depende solamente de la forma de la sección.
En la tabla 7.3 están dados los valores de wx para algunas de las
secciones más difundidas.
Como vemos, las secciones menos convenientes son: la circular,
la cuadrada y las semejantes a ellas, que tienen gran parte del m ate­
rial concentrado en el eje neutro, donde el m aterial está débilmente
cargado (fig. 7.34, b).
226
www.elsolucionario.netTabla 7.3
VALORES DE LOS MÓDULOS UNITARIOS AXIALES
DE LA SECCIÓN

Tipo de sección w.
x

Círculo 0,1 4
Cuadrado 0,167
Anillo ( c = - ^ - = 0 , 9 j 0,5 8
Canal 0 ,5 7 -1 ,3 5
Doble te ordinario 1,02-1,51

Las secciones más convenientes son las de doble te, canal* y en


forma de caja (fig. 7.34, á).
Tiene gran importancia práctica el problema de la altura racional
de las vigas de perfil de doble te, puesto que este perfil constituye
el perfil principal para vigas, que producen las fábricas soviéticas.
Al resolver este problema son posibles las simplificaciones siguien­
tes.
1. Se puede prescindir del espesor del ala 8 a en comparación con
la altura h al del alma y, por lo tanto, la altura del alma hal se puede
identificar con la de toda la viga h (fig. 7.34, a).

www.elsolucionario.net
2. Al calcular el momento de inercia de la sección respecto al eje
neutro, se puede prescindir del momento de inercia del ala respecto
a su propio eje central.
Teniendo en cuenta estas suposiciones, se obtiene para el momento
de inercia,

siendo F a el área de la sección del ala.


El módulo de la sección es,

Ahora estamos en condiciones de calcular la altura h, para la


cual el área de la sección es m ínima. Para ello es necesario establecer
la relación entre el espesor del alma óa¿ y la altura h.
* Con la condición de que está d escartad a la p o sib ilid a d de la torsió n de
la viga.

15* 227
En la figura 7.35www.elsolucionario.net
está representada 8at en función de h para las
vigas de doble te. De este gráfico se deduce que larelación entre
y h puede ser representada, aproxim adam ente, por la ecuación
de una recta, que no pase por el origen de las coordenadas,
óaz= a + p/z. (7-48)
Los coeficientes a y |3, para las vigas son, según el GOST 8239-56.
« = 2mm y P = 0,0129.
Teniendo en cuenta la relación (7.48) para Sa ¡, se obtiene para el
área de la sección,
F=^ + ^ - a h + ^ - $ h 2. (7.49)
dF
Igualando a cero la derivada ^ = 0, se obtiene la altura óptima
de la viga,
W x - ^ h 2óp- ^ - ^ h ¡ p = 0. (7.50)
De esta ecuación cúbica se halla hóp. Para resolverla, se pueden
em plear las tablas, o el método de intentos sucesivos, o, por últim o,

www.elsolucionario.net

h,mm
F IG . 7.35

el método gráfico. Para ello se fijan ciertos valores de hóp, por la


fórmula (7.50) se calcula Wx y se construye el gráfico de la relación
entre estas dos magnitudes. Disponiendo de este gráfico, es fácil
resolver el problema recíproco: dado W x, calcular hóp.
La curva 2 de la figura 7.36 representa la dependencia óptima
entre W x y h, según la ecuación (7.50). En la misma figura la curva 1
representa la dependencia entre W x y h para los perfiles doble te,
del GOST 8239-56.
Comparando estas curvas, vemos que la altura de las vigas de la
tabla de perfiles típicos resulta rebajada en comparación con la óptim a,
lo que conduce a un sobregasto del metal ( 10 — 2 0 %).
Cuando a = 0, dewww.elsolucionario.net
la fórmula (7.50), obtenemos la fórmula apro­
ximada siguiente,
(7.51)
que se emplea, por ejemplo, para designar la altura de las vigas solda­
das.
Si el m aterial tiene distinta resistencia a tracción y a compresión
(el hierro fundido, por ejemplo), entonces la sección simétrica respecto
al eje neutro se hace antieconómica.
h,om
90
80
70 2. - -
60 1
50
W / pf
y i
30 //
V 1
10 A 1
10 /
|//25
500 1000 1500 2000 2500IV, cm¡
www.elsolucionario.net FIG . 7.36

el

Comparemos, por ejemplo, dos secciones de una viga de hierro


fundido, una de perfil te y la otra, de doble te (fig. 7.37).
En la sección doble te (fig. 7.37, a y b) las tensiones máximas en
las fibras extremas son iguales. Las dimensiones de la sección se
determ inan por la tensión adm isible a tracción que es menor que la
adm isible a compresión. La tensión en la zona comprimida resulta
inferior a la adm isible. El m aterial no se aprovecha cabalmente.
En el caso de una sección de te, la línea neutra se desplazará hacia
el ala y el gráfico de las tensiones tendrá el aspecto representado en la
figura 7.37, d.

229
Las tensiones en www.elsolucionario.net
las fibras extremas del ala son menores que las
de las fibras extremas del alm a. Por eso, cuando se emplean estas
vigas resulta necesario comprobar la resistencia en dos secciones,
correspondientes al momento flector máximo positivo, una de ellas,
y al máximo negativo, la otra.
Cuando el gráfico de los momentos flectores es de un solo signo,
conviene colocar el ala en la zona traccionada y el alma en la compri­
mida. En este caso, se pueden calcular las dimensiones del alma

-- «<, J

h
FIG . 7.38

y del ala de tal manera, que las tensiones de tracción a¡ sean iguales
a [ctJ y las de compresión a c, a [crj. Por lo tanto, el m aterial se apro­
vecha, de esta manera, cabalmente.
Más racional aún, por el gasto de m aterial, resulta, para las vigas
de hierro fundido, la sección representada en la figura 7.37, e. Para

www.elsolucionario.net
es espesor del alma se adm ite el valor mínimo obtenido del cálculo
por tensiones tangenciales y por tensiones principales. Escogiendo
debidam ente las dimensiones de las alas, se puede obtener el despla­
zamiento necesario de la línea neutra, para que las tensiones en las
fibras extremas sean iguales a las admisibles a tracción y compresión.
Al escoger la sección de una viga se debe tener en cuenta tam bién,
que los momentos flectores varían a lo largo de la viga. Por eso, para
economizar m aterial, es conveniente emplear vigas de sección variable
(fig. 7.38).
El método expuesto de. análisis de la racionalidad de las secciones,
basado en la condición de resistencia, se puede aplicar tam bién al
análisis de la racionalidad de las secciones partiendo de la condición
de rigidez, es decir, de la condición necesaria para obtener el área
mínima de la sección, para un momento de inercia dado.
Puesto que en este texto breve no hay posibilidad de analizar
esta im portante e interesante cuestión con más detalle, proponemos
al estudiante que realice esta investigación por sí mismo.
Se le recomienda demostrar, particularm ente, que en el caso de
una sección de doble te, la altura óptim a, de la condición de rigidez,
se obtiene de la ecuación,

4 p4; + X ^ - 4Jx==0-
Los valores de a y p son los mismos que antes.
230
www.elsolucionario.net
Se recomienda tam bién determ inar la altura óptima de la sec­
ción de te.
Ejemplo 7.18. H allar la sección de una viga de perfil de doble
te óptimo, para el ejemplo 6.10 del § 55.
Resolución. Por el gráfico de la figura 7.36, calculamos hóp en
función del módulo de la sección W x = 1 125 cm3, obteniendo h¿p —
= 48 cm. El área de la sección, según la fórmula (7.49) es
F= + 0, 2 •4 8 + - | - 0,0129-482 = 73 cm2.

En el ejemplo del § 55 adm itim os un perfil doble te N° 45 de


área de sección F = 83,0 cm2, lo que significa un 14% más que el
área óptim a (según la condición de resistencia) de la sección.
En la actualidad los países miembros del CAME han elaborado
últim am ente un surtido más económico de los perfiles laminados.

www.elsolucionario.net
www.elsolucionario.net
CAPITULO VIII

HIPOTESIS DE RESISTENCIA

§ 71. Propósito de las hipótesis de resistencia

H asta aquí, veníamos estudiando los cálculos por resistencia,


cuando el m aterial estaba sometido a un estado tensional monoaxial
(tracción, compresión) o a un estado bidim ensional muy simple,
cuando las tensiones principales en cada punto eran de igual m agni­
tud, pero de signo contrario (deslizamiento, torsión).
El planteam iento de las condiciones de resistencia en estos casos

www.elsolucionario.net
no presentaba dificultades. Para garantizar la resistencia del m aterial
se requería que la tensión normal máxima (en el caso de tracción,
compresión), o la máxima tensión tangencial, no fuese mayor que la
correspondiente tensión adm isible, cuyo valor se establecía por el
lím ite de fluencia o, por el de resistencia correspondiente (para los
m ateriales frágiles), determinados experim entalm ente.
Más adelante, al estudiar deformaciones más complejas, como la
torsión con flexión, por ejemplo, y otras, nos encontraremos con
estados tensionales más complicados.
En la figura 8.1 está representado el caso general de un estado
tensional tridimensional, así como el plano en el que actúa la tensión
tangencial máxima. Recordemos que anteriorm ente se adm itió la
convención siguiente para designar las tensiones principales: >.
> < j 2 X t 3 (teniendo en cuenta el signo).
Surge la pregunta siguiente:
¿Con qué tensiones o1 i¡m, cr2 nm y ct3 nm se llega al estado
lím ite del m aterial, es decir, cuando ocurre la rotura o comienza la
fluencia?
Responder a esta pregunta significaría tam bién resolver el pro­
blema siguiente: calcular los valores seguros (admisibles) de las ten­
siones principales alt a 2 y o 3.
El problema planteado es muy complejo. La manera más segura
de resolverlo, consiste en ensayar una probeta, con la relación de las
tensiones principales dada, hasta su rotura o el comienzo de la fluen-
232
www.elsolucionario.net
cía, y establecer, de esta manera, los valores lím ites de las tensiones
principales y, después, los admisibles.
Sin embargo, nos vemos obligados a rechazar este método, puesto
que cada combianación nueva de las tensiones, requerería un nuevo
ensayo.
Al mismo tiempo, la realización de estos ensayos requiere el empleo
de máquinas y dispositivos muy complicados. Resulta necesario, por
lo tanto, disponer de alguna hipótesis
(teoría), que perm ita evaluar el peligro
relacionado con el paso del m aterial al 3
estado lím ite, en el caso del estado ten­
sional compuesto, sin recurrir cada vez a
ensayos lim itándonos a los resultados de
los ensayos más elementales, es decir, a los
ensayos de estados tensionales mono-
axiales.
Fueron propuestas varias hipótesis de
este tipo y continúan las investigaciones
en esta dirección. Esto se explica por la
complejidad de la naturaleza del fallo.
Desde el punto de vista físico, la destruc­
ción del m aterial consiste en la separación
de unas partículas de otras (la, así llam a­
da, destrucción frágil), o en el deslizamiento de las partículas

www.elsolucionario.net
(denominada destrucción dúctil, acompañada de grandes deforma­
ciones plásticas).
La complejidad del problema consiste en que un mismo m aterial
en condiciones de ensayo diferentes (tem peratura del am biente,
velocidad de la deformación, etc.) y para estados tensionales distin­
tos, puede destruirse de una manera frágil o dúctil. Al mismo tiempo,
en algunos casos, puede ocurrir la rotura de tipo combinado, cuando
en unas zonas la destrucción ocurre como resultado de la separación
de las partículas y en otras, como resultado del deslizamiento. Esto
demuestra que la naturaleza del estado lím ite del m aterial y las
condiciones necesarias para que éste pase al estado lím ite dependen
de muchos factores.
Es lógico considerar en calidad de estos factores las tensiones
(normales y tangenciales) y las deformaciones (lineales y angulares).
Fue propuesto tam bién adm itir en calidad de criterio de paso al estado
lím ite, la energía potencial de la deformación. La idea de las hipótesis
de resistencia, que en adelante se analizan, consiste en que cada una
de ellas escoge, de la gran cantidad de factores que influyen sobre la
resistencia del m aterial, uno, ignorando los demás (subrayamos que
aquí y en adelante, al hablar de resistencia, tenemos en cuenta tanto
la destrucción, en el sentido propio de la palabra, como el comienzo
de la fluencia).
A medida que se fueron acumulando datos experimentales, se
hizo evidente la necesidad de emplear hipótesis de resistencia más
complejas, basadas nowww.elsolucionario.net
solamente en los ensayos de tracción y compre­
sión monoaxiales, sino tam bién en los ensayos de estados tensionales
compuestos.
La seguridad de una u otra hipótesis de resistencia se comprueba
experim entalm ente. Por eso, antes de pasar a la exposición de las
hipótesis de resistencia, analizamos los resultados de algunos ensayos
de estados tensionales biaxiales. Los estados tensionales biaxiales,
para distintas relaciones de las tensiones principales, se obtienen con

www.elsolucionario.net
re la tiv a facilidad, ensayando tubos de paredes delgadas, sometidos
a presión interior y a la acción de una fuerza axial, sim ultáneas.
Los resultados de los ensayos los representamos gráficam ente
(fig. 8 . 2 ), m ediante el diagrama de la dependencia entre los valores
de las tensiones principales en el momento de la rotura, o en el del
comienzo de la fluencia del m aterial (es decir, el diagrama de la
relación entre los valores lím ites de las tensiones principales).
Entonces, la tensión lím ite correspondiente a la tracción monoaxial
se representará por la recta OF (si el elemento representado en la
figura se fracciona en dirección vertical), o por OA (en el caso de trac­
ción del elemento en dirección horizontal), siendo, para los m ateriales
isótropos, OF = OA. La longitud de estos segmentos es igual al lím ite
de resistencia o al lím ite de fluencia, de la tracción monoaxial, según
el estado lím ite que se analice*.

* Al c on stru ir el d ia g ra m a en cuestión, se a lte ra p a rc ia lm e n te la regla de


a no tac ió n de las tensiones principales. Así, por ejem plo, en el c u a d ra n te / , las
abscisas de los pu nto s correspondientes a cua lq u ie r estad o ten sion al b ia x i a l
son iguales al valo r lím ite de la ten sió n princ ipal, que a c tú a h o riz o n ta lm e n te
y que se designa por o 2 (véase la rep resen tación del elem en to trac cio n a d o en el

234
Cuando se trata dewww.elsolucionario.net
compresión monoaxial, la tensión lím ite se
representa por el segmento O B , o por el segmento O K -
Ensayemos ahora una probeta sometida a cierto estado tensional
biaxial, por ejemplo, a un estado tal, en el que la tensión trlf al crecer,
sea siempre dos veces mayor que la tensión cr2- Al alcanzar estas ten­
siones ciertos valores, por ejemplo a\ i [m y iím , ocurrirá la destruc­
ción o la fluencia del m aterial. Situemos en el diagrama el punto E ,
cuyas coordenadas son o\ iím y 0 2 nm. Realizando ensayos semejantes
para otras relaciones entre las tensiones principales, situando en el
diagrama los puntos correspondientes y uniéndolos entre sí, obtendre­
mos cierta línea K F C A B que denominaremos diagrama de las tensiones
límites. En el caso de m ateriales isótropos, la línea a-a es, obviamente,
el eje de simetría de este diagrama, resultando suficiente construir
la m itad del diagrama de las tensiones límites: C E F K o C A B [el caso
de compresión biaxial (III cuadrante del diagrama) no se analiza].
Los puntos situados en el primer cuadrante del diagrama caracte­
rizarán la tracción biaxial (a 3 = 0 ; a x > 0 y cr2 > 0 ); los que se en­
cuentran en los cuadrantes segundo y cuarto, la tracción-compresión
biaxial (ctx > 0 ; = 0 ; a a < 0 ); los situados en el tercer cuadrante,
la compresión biaxial (cr2 < 0 ; a 3 < 0 ; üj = 0 ).
En la figura 8.3 está representado el diagrama de las tensiones
lím ites para el m aterial frágil, hierro fundido gris. La composición
química del hierro fundido es: C-3,48%, Si-2,21% , Mn-0,52%. Se
ensayaron tubos de hierro fundido de diám etro exterior, 14 mm y de
espesor de la pared 0,75 mm. Los tubos se sometían a la acción sim ul­
www.elsolucionario.net
tánea de una carga axial y una presión interior.
Del diagrama se desprende que en el prim er cuadrante la destruc­
ción ocurre para una tensión de tracción, prácticam ente constante,
de 19 kgf/mm2. En el cuarto cuadrante, la tensión de tracción de
19 kgf/mm 2 permanece constante hasta que la segunda tensión, que
es ahora de compresión, no supere los 23 kgf/mm2. La tensión de
tracción comienza después a dism inuir m ientras que la de compresión
crece, llegando a ser de 63 kgf/mm 2 (lím ite de resistencia para la com­
presión monoaxial). El tercer cuadrante no se analizó.
En la figura 8.4 están representados los diagramas de las tensiones
lím ites para otros m ateriales frágiles como el vidrio (fig. 8.4, a)
y el yeso (fig. 8.4, b). Los diagramas fueron obtenidos de los ensayos
realizados por académico N. N. Davidenkov.
Las probetas de vidrio tenían la forma de tubos de 35 mm de
diám etro interior, con paredes de 1 mm de espesor y de 2 2 0 mm de
longitud. Las probetas de yeso que fueron fundidas de yeso m edicinal,
eran tam bién de forma de tubos de 39,5 mm de diám etro interior
y de paredes de 3 mm de espesor. Por ser la m áquina de ensayos de

c u a d ra n te /) , a pesar de que, p ara los p u n to s que se en cu e n tra n por debajo de


la línea p u n te a d a OC, cf2 > a i, es decir, al ate ne rse rig u ro sam e n te a la regla de
las notaciones, se deb ería considerar como p rim era la ten sión que a c tú a en direc­
ción ho rizo n ta l.

235
www.elsolucionario.net
potencia insuficiente no se consiguió recibir para el vidrio puntos
intermedios entre a 3 = —30 kgf/mm 2 y cr3 = —87,5 kgf/mm2.
De la figura 8.4, a se ve que para el vidrio, hasta la tensión o 3 =
= —30 kgf/mm2, la tensión de tracción = + 4 kgf/mm 2 tenía
un papel decisivo. En el caso del yeso, hasta la tensión <j 3 =

Kgj/mm'¿
25
20 'F %
-4 C
15 i
i KQf
10 •í k '-íir 7
/
i 2
r
’í
71
5
5 10 15 2f 25 3L 0 M L
0 U 58
4 m \
-5 / 1 1 0,2 10,60 í I
-10 ; i /
T / *
f l -8
-15 i / 1►
I
-20 i
// |T
-12 / ¡
-25 1 f / 1
/ ’f 1 1
-JO -16 1
/ <t í
-35 i/ > t
-W
-k5
www.elsolucionario.net
/
i
/
r
7
-20

-2 k
1 i/

) K f
-50 1
1i
-55 / pJ -28
-60 /
4 -86 //
-65 -88
-70 a) b)
FIG . 8.3 FIG . 8.4

= — 1 , 2 kgf/mm2, el papel decisivo corresponde a la tensión de trac­


ción = + 0 ,4 kgf/mm2. El tercer cuadrante (compresión biaxial)
no se analizó.
En la figura 8.5 están dados los resultados de los ensayos para el
acero y el cobre, que pertenecen al grupo de m ateriales plásticos.
En este caso, en los ejes de coordenadas no se ubican los valores
absolutos de las tensiones límites, sino sus cocientes con el lím ite
de fluencia tracción (compresión) monoaxial. Del diagrama se des­
prende, que los puntos experimentales se ubican sobre cierta curva
CKADB. Esto testifica que, a diferencia de los diagramas anteriores,
en este caso ninguna de las tensiones juega un papel decisivo.
236
Para el caso del estado tensional tridim ensional, existen mucho
www.elsolucionario.net
menos datos experimentales que para el del estado tensional plano.
Se han realizado ensayos solamente para un número lim itado de
combinaciones de las tensiones principales.
Pasemos ahora a la exposición de las hipótesis de resistencia funda­
mentales existentes. Algunas de ellas se confirman por los esayos

6ln. ÍMl

/ >° o rxD
° 4:/' v ' *.
¡¡ü í .. v *.
• > I a\VlV°, ,'..0 l * l

o .>*

www.elsolucionario.net

tanto como hipótesis que determ inan la resistencia del m aterial


a la destrucción, como hipótesis que determ inan la resistencia del
m aterial a las deformaciones plásticas (a la aparición de la fluencia).

§ 72. Primera hipótesis de resistencia


La primera hipótesis de resistencia se denomina tam bién hipóte­
sis de las tensiones normales máximas,, puesto que se adm ite como
criterio de resistencia la tensión normal máxima. Su enunciado puede
ser el siguiente.
E l estado lím ite del material en el caso de un estado tensional com­
puesto surge cuando la tensión normal máxima alcanza el valor de la
tensión límite correspondiente al estado tensional monoaxial,
O'máx lím = Otím (8 -1 )

237
www.elsolucionario.net
siendo (rmáx iim el valor lím ite de la tensión normal máxima (de las
tres) (en el momento del fallo),
<Ti¡m, la tensión lím ite para la compresión o tracción
monoaxial (lím ite de resistencia).
El diagrama de las tensiones lím ites según la primera hipótesis
de resistencia está representada en la figura 8 .6 , a y consta de las
rectas, 1-2, 2-3, 3-4 y 1-4.
Los segmentos OA — OF representan las tensiones lím ites co­
rrespondientes a la tracción monoaxial; los segmentos OB = OK,

www.elsolucionario.net
la tensión lím ite de la compresión monoaxial. En el caso de m ate­
riales frágiles, OB ^>OF y en el de m ateriales plásticos, OB — OF
(fig. 8 . 6 , b). Dividiendo los miembros de la desigualdad (8.1) por
el coeficiente de seguridad, obtendremos,
(Ti < [a] (8 .2 )
siendo el valor real máximo de la tensión principal, en valor
absoluto, que surge en el punto peligroso de la pieza;
[a], el valor adm isible de la tensión normal, correspondiente
a la tracción o compresión monoaxial.
Teniendo en cuenta la desigualdad (8.2), se puede enunciar la
primera hipótesis de resistencia de la manera siguiente.
La resistencia del material en el caso de un estado tensional compuesto
se garantiza, si la tensión normal máxima no rebasa la tensión normal
admisible, correspondiente al estado tensional monoaxial.
Como vemos, esta hipótesis considera solamente la influencia de
la tensión principal máxima (en valor absoluto), prescindiendo de la
influencia de las otras dos tensiones principales sobre la resistencia
del m aterial. Los ensayos analizados anteriorm ente sobre m ateriales
plásticos no confirman esta hipótesis como hipótesis de plasticidad,
es decir, como hipótesis que establezca el criterio de surgim iento de la
fluencia (fig. 8.5). Los puntos experimentales no se sitúan, sobre las

238
rectas FC, CE y B Ewww.elsolucionario.net
, como se deduce de la primera hipótesis, sino
sobre la línea curva CKADB.
En el caso de m ateriales frágiles, en el primer cuadrante del dia­
grama de las tensiones lím ites y, en gran parte, en el cuarto (o segundo),
la primera hipótesis concuerda bien con los resultado^ de los ensayos
(fig. 8.3 y 8.4). En estos casos se debe de emplear esta hipótesis,
considerándola como hipótesis que establece el criterio de la destruc­
ción frágil.
Si el m aterial tiene diferentes tensiones admisibles a tracción
y compresión, entonces en lugar de la condición de resistencia (8 .2 )
tendremos dos condiciones, una para las tensiones de tracción y otra
para las de compresión:
m áx <7¿ < [<Jí ], (8.2a)
m áx 0 C < [ctc]. (8.2b)

§ 73. Segunda y tercera hipótesis de resistencia


Según la segunda hipótesis de resistencia que se denomina tam­
bién hipótesis de las deformaciones lineales máximas, para juzgar
sobre la resistencia se examina la deformación lineal máxima.
Puesto que los ensayos no confirman esta hipótesis, no la exponemos
detalladam ente, pasando a la exposición de la tercera hipótesis que
en la actualidad se aplica am pliam ente.
Según la tercera hipótesis de resistencia, denominada tam bién
www.elsolucionario.net
hipótesis de las tensiones tangenciales máximas, la resistencia del mate­
rial en el caso de un estado tensional compuesto se considera garantizada,
si la tensión tangencial máxima no es superior a la tensión tangencial
admisible, establecida sobre la base de los ensayos realizados para
un estado tensional monoaxial,
TmáxSS-M. (8-3)
En el § 19 se demostró que en un estado tensional biaxial, las
tensiones tangenciales máximas surgen en las secciones inclinadas
a = 45° respecto a la dirección de las tensiones principales y son
iguales a la semidiferencia de estas tensiones.
En el caso de un estado tensional de volumen las tensiones tan ­
genciales m áximas tienen lugar en el plano ABCD y su valor es,
(véase la fig. 8 . 1 )
__ Oi—Os
lmáx — 2 *

La tensión tangencial adm isible [t] para un estado tensional


monoaxial, está relacionada con la tensión normal adm isible [a],
m ediante la fórmula,

que se deduce de la fórmula anterior, si se supone en ella a 3 igual


a cero.

239
www.elsolucionario.net
Así, pues, la condición de resistencia, según la tercera hipótesis,
expresada a través de las tensiones normales, se escribe así,
OreqU1v= O rl — 0-3 <[CT]. (8.4)
La expresión en la parte izquierda de la desigualdad (8.4) constituye
cierta tensión denominada tensión reducida o equivalente.
Se la debe interpretar como la tensión que se debe crear en la
probeta traccionada (comprimida) para que su resistencia sea igual
a la de la probeta que se encuentra sometida a un estado tensional
complejo.
Para comparar esta hipótesis con los resultados de los ensayos,
escribamos de acuerdo con la tercera hipótesis, la condición de paso
del m aterial al estado lím ite:
llm lím = Oiími (8-5)
siendo iím y i¡m los valores de las tensiones principales co­
rrespondientes al estado lím ite;
criím, la tensión lím ite correspondiente a la com­
presión o tracción monoaxial.
Representamos la condición (8.5) en el diagrama de las tensiones
lím ites. En el caso de tracción biaxial, la tensión m ínima o 3 será
nula, y, por lo tanto, en el primer y tercer cuadrante, la tercera hipó­
tesis coincidirá con la prim era, líneas F2, 2A, /C4 y 4B (véase la
fig. 8 . 6 , b).
En el segundo cuadrante, la ecuación (8.5) es la de una recta incli­
www.elsolucionario.net
nada (45°) respecto a la línea K F (véase la fig. 8 .6 , b). En el cuarto
cuadrante, la línea A B corresponde a la línea KF.
Comparando el diagrama de las tensiones lím ites de acuerdo con
la tercera hipótesis (rectas CA y A B de la figura (8.5) con los resulta­
dos de los ensayos para m ateriales plásticos, observamos que la ter­
cera hipótesis, en líneas general, caracteriza la resistencia de estos
m ateriales a las deformaciones plásticas de una manera satisfactoria,
en todo caso, de una manera más acertada que la primera hipótesis
(líneas CE y BE).
En el caso del deslizamiento puro (torsión), cuando = t y a3 =
= —t , según la fórmula (8.5) se obtiene,
2 t f = o f,
es decir,
t f = 0,5 üf,
siendo el lím ite de fluencia por deslizamiento puro,
Of, el lím ite de fluencia en la tracción monoaxial (compresión).
Los ensayos, para la mayoría de los aceros, dan i f m 0,6 Of.
La deficiencia de la tercera hipótesis de resistencia consiste en que
no considera la influencia de la tensión principal interm edia (o2)
sobre la resistencia del m aterial.
A ctualm ente, la tercera hipótesis de resistencia se emplea am plia­
m ente para los m ateriales plásticos, que se resisten igualmente a la
tracción y a la compresión.
240
www.elsolucionario.net
§ 74. Hipótesis energéticas de resistencia
Según la primera de las hipótesis energéticas, la resistencia del
material en el caso de un estado tensional compuesto queda asegurada,
si la energía potencial unitaria de la deformación no es superior a la
energía potencial unitaria admisible, obtenida de los ensayos con estados
tensionales monoaxiales,
u ^ [«]. (8 . 6)
La energía potencial unitaria de la deformación en el caso de
un estado tensional de volumen es, (§ 19),
a= K + ° l + - 2^ (at<r2 + cr2cr3 + 0^ 1)]. (8.7)

Esta m agnitud es siempre positiva. Por eso, la hipótesis energé­


tica, igual que la tercera, no considera la diferencia entre latracción
y la compresión, es decir, según esta hipótesis se debe adm itir que,
[<T(] = [crc] = [a ].

La energía potencial unitaria adm isible en el caso de un estado


tensional m onoaxial, cuando == [cr], <x2 = a s = 0 » se calcula por
la misma fórmula (8.7),

www.elsolucionario.net
Introduciendo el valor de u de la fórmula (8.7) y el de [u\ de la
fórmula (8 .8 ), en la fórmula (8 . 6 ), obtendremos,
° i + °2 "H a l — ( CjOg cr2cr3 -j- 1) ^ [ü ]2!
o sea,
üequiv — \ r CTi + a ! + a 3— 2fx(cr1a 2-l~cr2CJ3 + 0r3,1i ) ^ [ 0’]- (8-9)
Los ensayos demuestran que si en calidad de criterio de resistencia
se considera no toda la energía de la deformación, sino solamente
la parte que está relacionada con la variación de la forma del sólido,
entonces se obtienen mejores resultados.
La manera más fácil de obtener esta condición, consiste en suponer
en la fórmula (8.9) ^ = 0,5 puesto que cuando fx = 0,5, el volumen
del sólido novaría (véase el § 18).
Por lo tanto, la condición de resistencia (en este caso, la condición
de plasticidad), según la hipótesis energética de la variación de la
forma (que se denomina tam bién cuarta hipótesis de resistencia)
se escribirá de la forma siguiente,

Gequiv = V °¡ + °¡ + <*2 “ a l° 2 — ° ^ 3 — < [<*] • (8 -1 0 )

En el caso particular, cuando se trata de un estado tensional


plano (cr3 = 0 ), obtendremos,
<TeguzD= / 5 7 + ^ r ^ 5 ¡ ^ [ CT]. (8 . 1 1 )

16-01228 241
Para comparar esta hipótesis con los resultados de los ensayos,
www.elsolucionario.net
planteemos de acuerdo con esta hipótesis la condición lím ite para
un estado tensional plano,
2 - 2 2
lím “H ^ 2 lím 1 ' lím ®^ lím = ^fím ( 8 .1 2 )
siendo o1 iím y ct2 i¡m los valores lím ites de las tensiones principales,
oj¡m, el valor lím ite de la tensión en la tracción
monoaxial (compresión).
A esta ecuación, en el diagrama de las tensiones lím ites, le co­
rresponde una elipse (fig. 8 . 6 , b). Comparando la condición de plasti­
cidad según la cuarta hipótesis (línea C K A D B de la figura 8.5),
con los resultados de los ensayos, observamos una buena coinciden­
cia. Para el deslizamiento puro, de (8.12), se obtiene 3x/ = o}, de
donde hallamos, rf « 0 ,5 8 af , resultado que se aproxima al experi­
m ental.
En el caso de m ateriales frágiles, los resultados de la cuarta hipó­
tesis no son satisfactorios.
§ 75. Nociones breves sobre otras hipótesis de resistencia
Las hipótesis de resistencia analizadas anteriorm ente dan resulta­
dos satisfactorios, o solamente en el caso de rotura frágil (primera
hipótesis), o en el caso de rotura dúctil (tercera o cuarta). Al mismo
tiempo estas hipótesis no tienen en consideración la diferencia de la
resistencia de los m ateriales a tracción y a compresión.
www.elsolucionario.net
Aparte de las hipótesis analizadas, fueron propuestas otras muchas
hipótesis. Algunas de ellas merecen atención, aunque no pueden ser
expuestas en este breve texto con detalle. En este sentido se debe
destacar, ante todo, la hipótesis de resistencia de O. Mohr, que cons­
tituye una generalización de la tercera hipótesis y que permite consi­
derar la diferencia de la resistencia de los m ateriales a tracción y a com­
presión. Según la hipótesis de Mohr, la condición de resistencia se
escribe en la forma siguiente,
a e q u i v = a l — V<T3 < [ < * ( ] , (8.13)
siendo
V ---------- .
alím c
oiím t — tensión lím ite a la tracción;
criím c — tensión lím ite a la compresión.
En el caso de m ateriales plásticos, las tensiones lím ites son iguales
a los respectivos lím ites de fluencia, es decir, oriim ¡ = oilu. t \
tfiím c = Ofiu- c y en el caso de m ateriales frágiles, las tensiones
lím ites son iguales a los lím ites de rotura, es decir, o iím t = o r *,
^ lím c “ ®rc* ......
Cuando v = 1, la hipótesis de resistencia de Mohr coincide con la
tercera hipótesis. En el diagrama de las tensiones lím ites, la hipótesis
de Mohr, en el primer cuadrante, coincide con la primera y la tercera
hipótesis de resistencia (líneas FC y CA de la figura 8.3). En el cuarto
cuadrante nos da la dependencia entre los valores lím ites de las ten­
www.elsolucionario.net
siones o-j íím y a 3 h'm en forma de la recta AB. Como vemos, en el caso
de m ateriales frágiles, la hipótesis deM ohr da resultados satisfactorios.
Merece atención tam bién la generalización de la hipótesis energé­
tica de resistencia propuesta por P. P. B alandin, que perm ite consi­
derar la diferencia de la resistencia del m aterial a tracción y a com­
presión. La condición de resistencia, según P. P. Balandin, es,
° e g u iv = ~ 2~ (°l + + O 3) +

+ ~ V (1 — v )2 K + o-2 + o 3)2 + 4V [of+ + a¡ ■+-

— {°la 2 + °2°3 ^sC T l] = ^ [°¡]i


siendo
v -—■ ---------- •
a lim c
Para el estado tensional biaxial, cuando a 3 = 0, se obtiene,
a equiv — 2
+ \V 1 — V)2 (cr1 + o 2)2 + 4v (a l+ o ¡ — OjCTa^tOí].

En el caso de m ateriales de igual resistencia a tracción y a com­


presión, es decir, cuando v = 1, la hipótesis de Balandin coincide
con la cuarta hipótesis de resistencia.

www.elsolucionario.net
Los ensayos demuestran que la hipótesis de Balandin, en cierto
intervalo de estados tensionales, da resultados satisfactorios. Así,
para el hierro fundido, puede emplearse en la segunda parte del cuarto
cuadrante de las tensiones (véase fig. 8.3), comenzando desde el
momento, cuando la tensión de compresión se hace igual a la de trac­
ción. Al parecer, tam bién se puede emplear en el tercer cuadrante
(aunque no existen todavía datos experimentales suficientes para el
tercer cuadrante).
Merecen atención las así llamadas hipótesis de resistencia unidas,
que fueron propuestas últim am ente, donde como criterio de resistencia
se considera, no un solo factor, sino dos e incluso tres. El profesor
Y. B. Fridm an propuso unir la segunda y tercera hipótesis de resisten­
cia. El académico N. N. Davidenkov, basándose en los ensayos citados
anteriorm ente con el hierro fundido, el vidrio y el yeso, propuso unir
la primera hipótesis con la de P. P. Balandin.
Por ejemplo, para el hierro fundido, la primera hipótesis deberá
emplearse para el primer cuadrante de las tensiones y en la primera
parte del cuarto, m ientras la tensión de compresión no sea superior
a la de tracción.
El académico N. N. Davidenkov considera que en el resto del
cuarto (o segundo) cuadrante, así como tam bién en el tercero, se
debe emplear la hipótesis de P. P. Balandin.
Fueron propuestas tam bién otras hipótesis de resistencia. El pro­
fesor M. M. Filonenko-Borodich propuso escribir la condición de

16* 243
resistencia en forma www.elsolucionario.net
de un polinomio de segunda, o incluso, de tercera
potencia respecto a las tensiones principales, que contiene cierto número
de constantes arbitrarias que se determinan de los ensayos, en p a rti­
cular, de los ensayos del estado tensional compuesto. Sin embargo, los
diagramas de la destrucción de los m ateriales frágiles, expuestos an te­
riormente, indican de una manera clara, que la condición de resistencia
del m aterial no puede ser representada por
una función continua en todo el intervalo
de los estados tensionales.
Para los m ateriales frágiles parece ser
más justificada la hipótesis unida de re­
sistencia de N. N. Davidenkov.
Hemos analizado las hipótesis de re­
sistencia, basándonos en los resultados de
los ensayos de estados tensionales bia­
xiales. Para los estados tensionales tria ­
xiales, se dispone de mucho menos datos
experimentales. Los ensayos existentes
testifican que en los estados tensionales
cercanos a la compresión triaxial, los materiales, incluso los frágiles,
son capaces de resistir grandes tensiones. Al comprimir uniformemen­
te m ateriales como el acero, el corbe, el alum inio no se observa la
destrucción incluso a presiones enormes de 50 000-200 000 kgf/cm2.
Según los datos experimentales de que se dispone, se puede con­
siderar que en el caso de m ateriales plásticos sometidos a un estado
www.elsolucionario.net
tensional triaxial, la hipótesis energética de cambio de forma y la
tercera hipótesis de resistencia dan resultados satisfactorios. En lo
que se refiere a los m ateriales frágiles, para éstos se recomienda el
criterio de resistencia de Mohr.
Ejemplo 8.1. Comprobar la resistencia del m aterial (acero 20)
sometido a compresión triaxial: a 3 = —5 000 kgf/cm2, a 2 =
= —4 000 kgf/cm2, Gr = —4 000 kgf/cm2, [crt] = 1 600 kgf/cm2.
Resolución. Según la hipótesis de resistencia enérgetica de cambio,
la tensión equivalente es (fórmula 8 . 10 ),
Oequiv = V ° ¡ + + ° í — < W i — < ^ 1 ~ <*2<*3 =

= Y 50002 + 40002+ 40002— 5000 •4000 — 4000 •4000 — 4000 • 5000 =


= 1000 kgf/cm 2 < 1600 kgf/cm2.
Es interesante señalar que según la primera hipótesis de resistencia,
que en este caso no es aplicable, se obtiene o equiv = 5 000 kgf/cm2,
es decir, una tensión mucho mayor.
Eiemplo 8.2. Comprobar la resistencia de una pieza de hierro
fundido, cuyo estado tensional del punto peligroso, está representado
en la figura 8.7. Las tensiones admisibles son: [crf] = 350 kgf/cm2,
v = 0,29.
Resolución. Puesto que el estado tensional no está dado por las
tensiones principales, calculamos previamente estas tensiones por
244
las fórmulas del § www.elsolucionario.net
17. Obtenemos:

01 = T + T ^ o2 + 4t2 = 1T + T ^ 1002 + 4 2 002 =


= 50 + 206 = 256 kgf/cm2;
ct3 = -^----- ^ -|/ra 2 + 4x2 = 50 — 2 0 6 = — 156 kgf/cm2.
Como la tensión de tracción es, en valor absoluto, mayor que la
de compresión, entonces según la hipótesis unida de resistencia de
N. N. Davidenkov, en este caso se debe aplicar la hipótesis de las
tensiones normales máximas, es decir,
Gequiv = 256 kgf/cm 2 < 350 kgf/cm2.
De la hipótesis de Mohr se obtuviera
°equiv — 256 — 0 ,2 9 (— 156) = 301 < ; 350 kgf/cm2,
es decir, una apreciación más prudente.
Ejemplo 8.3. Calcular el coeficiente de seguridad para una pieza
de hierro colado, si en el punto peligroso las tensiones principales
son: Oí = 250 kgf/cm2, o% = 0, o 3 = —500 kgf/cm2.
El lím ite de resistencia a tracción del hierro fundido es a T, t =
= 1 600 kgf/cm 2 y a compresión, o r. c = 5 500 kgf/cm2, v = 0,29.
Resolución. Puesto que la tensión de compresión es, en valor abso­
luto, mayor que la de tracción, la tensión equivalente se calculará
www.elsolucionario.net
por la hipótesis de resistencia de P. B alandin, es decir,
Oequiv = —2 ~ ( CT1 + G3 ) + ~2 V ( 1 — v ) 2 ( ° 1 + ° 3 ) 2 + ...-»-

4 v (<x? + o¡ - 0 , 03 ) = (250 _ 5 0 0 ) +

+ 4 - V i 1 - 0,29)2 (250 - 500)2 + 4-0,29 (2502 + 5002 + .77 ->


-t- • •. + 2 5 0 -5 0 0 ) = 276,5 kgf/cm2.
El coeficiente de seguridad es, n = = 5,8.
Para comparar los resultados, calculemos el coeficiente de seguridad
por la hipótesis de Mohr,
° equiv = ° i — ver3 = 250 + 0,29 •500 = 395 kgf/cm2,
1600 . A„
n — 395 — ’ ’
es decir, que de nuevo se obtiene un resultado más prudente.
Así, pués, el empleo de las hipótesis de resistencia unidas permite
fijar de manera más económica las dimensiones de las piezas de m ate­
riales frágiles.
Ahora bien, se recomienda en el caso de m ateriales frágiles recurrir
a la hipótesis de resistencia de Mohr puesto que no existen suficientes
datos experimentales acerca del estudio de la resistencia de m ateriales
sometidos a estados tensionales complejos.
www.elsolucionario.net
CAPITULO IX

CASO GENERAL DE SOLICITACION


DE UNA BARRA
(RESISTENCIA COMPUESTA)

§ 76. Conceptos fundamentales


Hemos estudiado cuatro tipos de solicitación simple de una barra:
tracción (compresión) central, deslizamiento, torsión y flexión plana.
En todos estos casos, en las secciones transversales de la barra,
surgía, bajo la acción de la carga, solamente un esfuerzo interior
(fuerza axial o cortante, momento torsor o flector). Solamente el caso
general de flexión plana (flexión transversal) resultó ser una exclusión.
En este caso, en las secciones transversales de la barra surgen sim ul­
táneam ente dos esfuerzos interiores: el momento flector y la fuerza
www.elsolucionario.net
cortante. Pero, incluso en este caso, en los cálculos por resistencia
y por rigidez, como regla general, se consideraba solamente un esfuerzo
interior, generalmente, el momento flector.
Sin embargo, en la práctica a menudo se encuentran casos más
complicados, cuando en las secciones transversales de la barra, actúan
sim ultáneam ente varios factores interiores (esfuerzos interiores), que
se consideran conjuntamente en los cálculos por resistencia, por ejemplo,
la fuerza axial y el momento torsor, o la combinación de tres o más
esfuerzos interiores. Estos casos se denominan resistencia compuesta.
El orden a resolver estos problemas es el siguiente.
Prim eram ente, por el método de las secciones, se determinan los
factores interiores, que aparecen en las secciones transversales de la
barra.
Si la carga es compuesta, se recomienda construir los gráficos de
los esfuerzos interiores, que perm iten determ inar la posición de la
sección peligrosa*. Después de esto, basándose en el principio de super­
posición de las fuerzas, se calculan las tensiones normales y tangencia­
les correspondientes a cada esfuerzo interior por separado, por las
fórmulas obtenidas en capítulos anteriores. Analizando la distribu­

* E n algunos casos re s u lta im posible, con plena seguridad, establecer por


los gráficos de los esfuerzos interiores, cuál de las secciones es la peligrosa.
E n este caso, por los gráficos, se escogen dos (a veces más) secciones que se su po ­
nen peligrosas y se realiza el cálculo p a ra cada u n a de ellas.

246
ción de las tensiones en la sección, se halla el punto peligroso (o supues­
www.elsolucionario.net
tam ente peligroso), para el cual se plantea la condición de resistencia.
Si resulta que en el punto peligroso tiene lugar un estado tensiona
monoaxial (tracción o compresión monoaxiales), entonces para el
cálculo por resistencia es suficiente comparar la tensión normal total,
que surge en este punto (debida a todos los esfuerzos interiores), con
la admisible ([cr¡] o [crc]). Si el estado tensional del punto peligroso
es biaxial*, entonces el cálculo se debe realizar empleando una u otra
hipótesis de resistencia. Como se sabe de lo expuesto anteriorm ente, la
elección de la hipótesis de resistencia se determ ina, ante todo, por
el estado del m aterial (plástico o frágil).
Si se necesita calcular uno u otro desplazamiento, entonces tam bién
se recurre al principio de superposición de las fuerzas.

§ 77. Ejemplos de construcción de gráficos de los


esfuerzos interiores en barras de eje quebrado
Veamos un ejemplo de construcción de los gráficos de los momentos
torsores y flectores, así como de las fuerzas axiales, para la barra

www.elsolucionario.net

de eje quebrado de la figura 9.1, a. En esta misma figura está repre­


sentado el sistema de coordenadas.
El momento flector en una sección arbitraria de la barra se obtiene
como la suma algebraica de los momentos (respecto al eje correspon­
* E n el cálculo de b arras no se e nc uen tra n casos de estados tensionales
triax ia les.

247
diente) de las fuerzas exteriores, que actúan a una parte de la sección.
www.elsolucionario.net
Para no calcular previamente las reacciones en el empotram iento, se
recomienda coger la suma de los momentos de las fuerzas que actúan
sobre el extremo libre de la barra.
El momento flector en una sección cualquiera del tramo A B ,
es Aíu l = Pu* (fig. 9.1, b).
Por esta ecuación, en la parte derecha de la barra (en la fibra com­
prim ida), se construyó el gráfico M ftec para el tram o AB.
Para obtener los momentos flectores en las secciones del tram o BC,
conviene trasladar la fuerza P paralelam ente a sí misma del punto
A al punto B. Al trasladar la fuerza, se debe agregar un momento que
se encuentra en el plano del dibujo, es decir, en el plano ZOY, y que
es igual a M yz = P lv Puesto que el plano de acción de este momento
es perpendicular al eje del tram o BC de la barra, el momento torsiona
la barra. La flexión se origina solamente por la fuerza P. Por eso,
el momento flector en la sección de abscisa u2 es,
M U2 = P uz.
Las fibras comprimidas del tramo BC se encuentran a la derecha
donde se construyó el gráfico M u2, cuya ordenada máxima es Pl 2.
De una manera análoga se construye el gráfico de los momentos flecto­
res para el tramo CD. Para ello, trasladamos la fuerza P y el momento
M yz = Pl x del punto B al punto C.
En este últim o actúan la fuerza P, dirigida a lo largo del tram o
CD, y dos momentos, uno de ellos M yz = P que se traslada sin
www.elsolucionario.net
cambio alguno, y el otro M xy = P l 2, que resulta al trasladar la
fuerza P del punto B al punto C.
Estos dos momentos M yz y M xy (en la figura no están representa­
dos) encorvan la barra; el primero, en el plano vertical y el segundo,
en el horizontal.
Los correspondientes gráficos de los momentos flectores para el
tram o CD están representados en la figura 9.1, b. Estos están cons­
truidos en la parte de las fibras comprimidas del tramo.
Construyamos ahora el gráfico de los momentos torsores. La barra
en el tramo A B no sufre torsión, puesto que la fuerza P se encuentra
en el mismo plano que el eje longitudinal del tram o AB.
El momento torsor en las secciones del tram o BC es,
Mf 0r = M yz = P /j.
El gráfico Aífor se puede construir a cualquier lado de la barra
(fig. 9.1, c).
El tram o CD no sufre torsión, puesto que la fuerza P es paralela
a su eje.
Construimos ahora el gráfico de las fuerzas axiales. De la condi­
ción de equilibrio de las partes separadas, proyectando las fuerzas

* Las distancias de uno de los e xtrem os del tr a m o dado a la sección en


cuestió n se designan por ux, « 2> u 3, resp ectivam ente .

248
sobre las direcciones www.elsolucionario.net
de los ejes de los distintos tramos de la barra,
obtendremos (fig. 9.1, d).
N ab = = 0; N bc = 0; N CD = P (tracción).
El gráfico de N está representado en la figura 9.1, e.
Analizando los gráficos vemos que:
1) el tramo A B trabaja solamente a flexión,
2) el tramo BC trabaja a torsión y flexión en el plano horizontal,
3) el tram o CD trabaja a flexión en dos planos y a tracción.
De acuerdo con esto se deben realizar los cálculos de resistencia
en cada uno de los tramos de la barra.

§ 78. Flexión en dos planos (Flexión oblicua)


La flexión desviada aparece cuando las fuerzas exteriores, que
son perpendiculares al eje de la barra, no se encuentran en un plano
que pasa por un eje principal de inercia de su sección transversal
(fig. 9.2).- En este caso el momento flector que aparece en la sección

www.elsolucionario.net

transversal se puede descomponer en dos momentos flectores, que


actúan en los planos que pasan por los ejes principales de inercia de la
sección. Así, pues, la flexión desviada se puede considerar como la
combinación de dos flexiones planas en planos ortogonales.
En la flexión desviada las tensiones normales, en cualquier punto
de la sección transversal, serán iguales a la suma algebraica de las
tensiones originadas por los momentos flectores que actúan en los
dos planos.
Veamos, por ejemplo, el punto C de la sección de apoyo, de coor­
denadas x e y, respecto a los ejes principales centrales.
249
En esta sección: www.elsolucionario.net
a) el momento flector que surge como consecuencia de la flexión
de la barra en el plano vertical con el eje neutro x, es
M x = P vl = P l sen cp (a)
b) el momento flector, originado por la flexión de la barra en
el plano horizontal de eje neutro y , será,
M v = P hl — P l eos cp (b)
Aquí, P B y P hson las componentes vertical y horizontal de la fuer­
za P;
l, es la longitud de la viga;
cp, ángulo de inclinación del plano de la carga respecto
al eje x.
En la m itad superior de la viga y en el punto C inclusive surgen
tensiones de tracción, m ientras que en la m itad inferior, tensiones
de compresión, puesto que la parte convexa de la barra es la de arriba.
El valor de las tensiones en el punto C se obtiene por la fórmula,
que ya conocemos de la teoría de la flexión plana,
Mx
tfi= - 7 * y ,
siendo y la distancia del eje neutro x al punto C;
J x, el momento de inercia de la sección transversal respecto
www.elsolucionario.net
al eje *.
En la m itad derecha de la viga y, por lo tanto, en el punto C tam ­
bién surgirán tensiones de tracción, m ientras que en la parte izquierda
de la viga, tensiones de compresión, ya que la parte convexa de la
viga, en la flexión en el plano horizontal, se encuentra a la derecha.
Es fácil convencerse de esto, encorvando una regla flexible en el plano
horizontal.
El valor de las tensiones en el punto C se determina por la fórmula
análoga a la anterior,
My
<r2 = -7— x,
Jy
siendo jc la distancia del eje y (la línea neutra en la flexión en el
plano horizontal) al punto C;
J y, el momento de inercia de la sección transversal de la viga,
respecto al eje y.
La tensión total en el punto C será evidentem ente,
Mx My
a - - f - y + -T - x, (9.1)
Jx Jy
Esta fórmula será válida tam bién para cualquier otra forma de la
sección de la viga.
Si la sección tiene puntos angulares, en los cuales se tiene x m&x
e í/máx sim ultáneam ente (rectángulo, doble te), entonces las tensiones
250
www.elsolucionario.net
m áxim as, en v alo r absoluto, aparecen precisam ente en estos puntos,
M-X | My
a — ± ' w, [9.2]
O Ty
siendo Wx = el módulo de la sección respecto al eje x ;
Q Ty
Wy = ~ , el módulo de la sección respecto al eje y.
Es obvio, que serán peligrosos aquellos puntos angulares de la
sección, donde se suman las tensiones de un mismo signo.

www.elsolucionario.net

En el caso representado en la figura 9.2, puntos de este tipo son


B y E; el punto B se encuentra en la zona de tracción y E , en la de
compresión. Por eso, las tensiones en los puntos B y E serán,
My
Gb = W 7 + ’
My M„
(Te. --

Para una sección arbitraria, que no tiene ángulos salientes, resulta


necesario establecer previamente los puntos «peligrosos», es decir,
aquellos puntos de la sección, donde actúan las tensiones máximas
de tracción y compresión (fig. 9.3).

251
Esto se realiza dewww.elsolucionario.net
la manera siguiente. Prim ero se halla la posición
de la línea neutra en la flexión desviada, es decir, se halla el lugar
geométrico de los puntos de la sección, en los cuales las tensiones
normales son iguales a cero. En otras palabras, se determina la línea
que separa la parte traccionada de la sección, de la comprimida. Supon­
gamos que esta línea es n-n.
En la flexión las tensiones crecen a medida que nos alejamos de la
línea neutra. Teniendo esto en cuenta, deducimos que los puntos
en los que se deben comprobar las tensiones ,son los más alejados de la
línea neutra, es decir, los puntos K y L. Cuando el m aterial trabaja
igual a tracción que a compresión, el más peligroso será aquel de los
puntos indicados, donde surge la tensión de máximo valor absoluto.
La ecuación de la línea neutra se obtiene, igualando a cero el
segundo miembro de la fórmula (9.1),
My
~r~ y o+ *0 = 0
Jx Jy

Mx
<9 -3>
donde
M

y x 0 e y 0 son las coordenadas corrientes de los puntos de la línea neutra.


www.elsolucionario.net
Puesto que M x 0, entonces,
-|L + i i ° = 0. [9.5]
Jx Jy
Esta es la ecuación de la línea neutra.
Como vemos, esta esuna ecuación de una recta que pasa por el
origen de lascoordenadas. Esta recta puede ser escrita de otra forma.
Para ello, dividimos los dos miembros de la ecuación por x 0, obte­
niendo,
Vo ' K - = 0. (9.6)
y
Puesto que — = tg p es la tangente del ángulo de inclinación
de la línea neutra respecto al eje x, es decir, el coeficiente angular
de la recta tg p = k, entonces,

1x * 1J y
Ó
¿ = tg p = _ t f A = _ £ = Ctg(p. (9.7)
Jy Jy
Como vemos de esta ecuación, cuando J x ^ Jy, el ángulo (5 no es
igual a <p, es decir, que la línea neutra no es perpendicular a la línea
252
de solicitación, como www.elsolucionario.net
ocurre en el caso de la flexión plana. Solamente
en el caso particular, cuando J x = J y (círculo, cuadrado, etc.),
se obtiene
tg P = — ctg <p = — tg (90° — <p) = tg (cp — 90°),
es decir,
P = cp — 90°
Por lo tanto, en este caso particular (J x = J y), la línea neutra es
perpendicular a la línea de la carga, es decir, tiene lugar una flexión
plana.
Conviene señalar que la línea neutra y la línea de la carga se encuen­
tran en cuadrantes contiguos.
Si, por ejemplo, la línea de solicitación se encuentra en los cuadran­
tes primero y tercero (0 C qp < 9 0 ° ), entonces de acuerdo con la
fórmula (9.7) obtendremos para P un valor inferior a 90° y de signo
negativo. Esto demuestra que el ángulo p se debe medir desde el
eje x según las manecillas del reloj, es decir, que la línea neutra se
situ ará en los cuadrantes cuarto y segundo.
Una vez determinada la posición de la línea neutra y después de
hallar los puntos de la sección transversal, más alejados de la línea
neutra (puntos peligrosos), se puede realizar la comprobación de la
resistencia de la sección.
Si el m aterial de la viga se resiste de manera diferente a tracción

www.elsolucionario.net
y a compresión, entonces la comprobación de la resistencia se debe
realizar para los dos puntos más alejados de la línea neutra (puntos
K y L de la figura 9.3).
En el caso indicado (fig. 9.3), la condición de resistencia se escribe
así,

° k — ----- y L y a ----~i~ %k [*^c]> (9-8)


•>x Jy
Mx M v
Ü L ^ —j— Ul -\— 7— (9-9)
Jx Jy
Cuando [at] = [crc], esdecir, en el casode m ateriales plásticos,
el cálculo, como ya se indicó, se realiza para un solo punto, por ejemplo,
en el caso representado en la figura 9.3 para el punto K , puesto que
I °k I > I I•
En las secciones tipo rectángulo, doble te, etc., la condición de
resistencia se obtiene de la fórmula (9.2),
Mx
*= t9 -10!
En el caso de un m aterial frágil, como el hierro fundido, por
ejemplo, en la fórmula (9.10) se debe introducir la tensión adm isible
a tracción [at].
El cálculo de las dimensiones necesarias de la sección transversal
se realiza (según sea forma de la sección) por las fórmulas (9.8), (9.9)

253
ó (9.10). Generalmente resulta necesario realizar el cálculo por tan­
www.elsolucionario.net
teos sucesivos.
Una vez adm itidas ciertas dimensiones de la sección, se comprueba
el cumplim iento de las condiciones de resistencia: fórmulas (9.8),
(9.9) y (9.10). Si la diferencia entre las tensiones de trabajo y las
admisibles es considerable, se escogen otras dimensiones de la sección
y se repite, después, el cálculo. Los tanteos indicados se repiten hasta
que la diferencia entre y [a] no sea superior a 5 - f 10%. Para
calcular las secciones de las vigas perfiladas se emplean las tablas del
surtido de perfiles.
El cálculo de una sección circular se realiza por la fórmula de la
flexión plana, partiendo del momento flector total,
M fiec. to ta l = ~ V M x - f - My.
puesto que en el caso del círculo, la línea neutra es perpendicular
a la línea de acción del momento M flec. totai-
Tiene determinado interés práctico el problema de cómo escoger
la forma de la sección transversal de tal manera, que el gasto de m ate­
rial en la flexión desviada sea el mínimo. Es fácil demostrar (se reco­
mienda al estudiante realizarlo) que el gasto mínimo de m aterial
para una sección rectangular (fig. 9.2) (el área m ínima de la sección)
se obtiene cuando se cumple la condición,
h _ Mx
o ~ My'

www.elsolucionario.net
Sin embargo, la sección rectangular no es la más conveniente
en la Jlexión desviada. Las más convenientes son las que tienen forma
de caja de paredes delgadas.
Las flechas en la flexión desviada se calculan en cada plano por
separado, o integrando la ecuación diferencial de la línea elástica,
o por la fórmula universal, o por el método de Mohr.
La flecha total se obtiene como la suma geométrica de las flechas
componentes,
y totai — yh "1_ yvi (9-11)
siendo y h e y v las flechas en los planos horizontal y vertical, res­
pectivam ente.
La condición de rigidez se escribe así,
[y\i
donde [y] es la flecha admisible.
Ejemplo 9.1. Calcular la sección de una viga que se encorva en
dos planos (fig. 9.4). La tensión adm isible es [a] = 1 600 kgf/cm2.
Resolución. Una vez construidos los gráficos de los momentos
flectores en los planos vertical y horizontal, hallamos los valores
máximos de los momentos,
M x = 2 tm y M y = 1 tm.
Comparemos algunas variantes de secciones transversales.
254
1 . Sección rectangular. Admitamos la relación óptimia' (9.11),
www.elsolucionario.net
■^- = ^— — 2, es decir, h = 2b.
Entonces, por la fórmula (9.10) se obtiene:
0: - = [*];
Wx
2 - 105-6 1-10 5 .6
o-Ab2 2 b-b%
1600 kgf/cm2.
De aquí hallamos, b = 7,2 cm y h = 14,4 cm. El área de la sección
transversal será, F1 = 104 cm2.

www.elsolucionario.net

FIG . 9.4

2. Sección doble te. Admitimos un perfil doble te N° 36, para


el cual W x = 743 cm3, W v = 71,1 cm 3 y F = 61,9 cm2. Por la fór­
mula (9.10), obtendremos

° = ^ Í r + T n ~ == 2 7 0 + 1 4 0 0 = 1 6 7 0 kgf/cm2,
tensión que es superior a la adm isible en un 4,4% (lo que es per­
misible).

255
3. Sección anular de relación de los diámetros interior y exterio
www.elsolucionario.net
c = ¿ = 0,9.
La barra circular (maciza o anular) se debe calcular por las fór­
mulas de la flexión plana, partiendo del momento total:
AI«« = Vr AIÍ + A l y = y ^ + T * = 2,23 tm.
Hallam os el diám etro de la sección,
2 , 2 3 - 105 , cnA , ,
g = 0 , W (1- 0 , 9 ) 7 = 1600 kgf/cm2,
de donde se obtiene £> = 16 cm; d = 0,9-16 = 14,4 cm y F =
= 37,7 cm2.
Si consideramos el área de la sección circular hueca por 100%,
entonces el área del perfil doble te será el 165% y la del rectángulo,
276%.
De este ejemplo se ve qué grandes posibilidades existen para
dism inuir el gasto de m aterial, empleando secciones racionales.
Se propone al estudiante que continúe la investigación de este
problema, analizando secciones de caja de diversas relaciones de la
altura a la anchura.

§ 79. Flexión y tracción (compresión) combinadas


En la figura 9.5 está representada una viga sometida a la acción
sim ultánea de flexión y tracción central. La carga transversal, que
www.elsolucionario.net
origina la flexión, puede ser tam bién más compleja.

Para calcular las tensiones completas, recurrimos al principio


de superposición de las fuerzas. Las tensiones de tracción originadas
por la fuerza P x son, en todos los puntos de la sección transversal,
iguales y se obtienen por la fórmula,

o, en el caso general (para cualquier carga axial), por la fórmula (2 . 2 ),

siendo N la fuerza axial en. la sección en cuestión.


256
Las tensiones debidas al momento flector son, según la fórmula (6 .8 ),
www.elsolucionario.net
a = -Mx
f-y .
° X

Por lo tanto, la tensión total en cualquier punto es,


iV M x 1n ,
G= T + ^ f y - (9' 12)
En nuestro caso la sección peligrosa es la del em potram iento,
donde actúa el momento flector máximo AfmáX = P J- En esta sección,
los puntos más recargados serán aquellos que se encuentran en la línea
A B , puesto que precisamente en ellos se suman las tensiones debidas
a la tracción y lastensiones de tracción m áximas, originadas por la
flexión,
_ N , M-x
Omáx +

En los puntos de la línea DC las tensiones serán menores e iguales a


N M x
(7 = --------------- — .
F Wx '
Para las barras que trabajan igual a tracción y a compresión,
la condición de resistencia se escribe así,
<?máx = ^ + | ^ <[<?]• [9.13]
Si la carga transversal es compleja, entonces para determ inar
www.elsolucionario.net
la sección peligrosa y el valor del momento flector máximo, será
necesario construir previam ente el gráfico de los momentos flectores.
Las correlaciones obtenidas son válidas tam bién, cuando actúa
N
una fuerza de compresión, salvo que la tensión y será negativa,
y las tensiones máximas (en valor absoluto), ocurrirán en los puntos
de la línea DC. Es necesario señalar, que cuando actúa una fuerza
de compresión, las fórmulas expuestas son válidas solamente para
barras de gran rigidez, es decir, cuando la influencia de la fuerza
axial de compresión sobre la deformación de la flexión es insignificante
y se puede prescindir de ella (véase el capítulo X).
Cuando se combinan la tracción (compresión) con la flexión des­
viada, las tensiones se calculan por la fórmula,
A7 M X My
g— ± -7T + -7 —- y -V —r - x . (9.14)
r Jx Jy
En el caso de barras de m ateriales plásticos (que trabajan igual
a tracción que a compresión) de secciones transversales que tienen
puntos angulares, que son los más alejados de los ejes principales
x e y (tipo rectángulo, doble te, etc.), la condición de resistencia
se escribe así,
¡V M r M r.
a = T + W + w 7 ^ 101' 19.15]

17— 01228 257


www.elsolucionario.net
En el caso de barras de m ateriales que no trabajan igual a tracción
que a compresión, la comprobación de la resistencia deberá realizarse
tanto por las tensiones de tracción como por las de compresión.

§ 80. Compresión (tracción) excéntrica


Muy a menudo, la carga axial está aplicada no en el centro de
gravedad de la sección transversal de la barra, sino con cierta des­
viación (excentricidad) respecto a los ejes principales de inercia de
la sección (fig. 9.6, a).
Por el método de las secciones hallamos, en una sección arbitraria
de la barra, una fuerza axial N = P y momentos flectores que son:
respecto al eje x,
M x = P yp = N yP
y respecto al eje y.
My
— P xp — N x P.
Por eso, la tensión en un punto
cualquiera de la sección transver­
sal de coordenadas x e y, se ob­
tendrá como en el caso de tracción
axial y flexión en dos planos, com­
binadas, es decir, por la fórmula
(9.14),

www.elsolucionario.net N ,
a = T + T ^ í/ + — x.
r
M x
Jx
My
Jy
Para las secciones de puntos
angulares salientes, las tensiones
extremas se calcularán por la
fórmula,
N . Mx . M v ,n
a=T ± ^ ± W ^ ' <9 -16)
donde Wx y W y son los módulos
de la sección respecto a los ejes x
e y, respectivamente.
En la sección representada en la figura 9.6, b, las tensiones m áxi­
mas surgen en el punto E, puesto que aquí se suman las tensiones
de tracción debidas a la tracción central con las tensiones de tracción
originadas por la flexión en dos planos,
N Mx M„
F T- -T- W y
(9.16a)
Las tensiones mínimas (en el sentido algebraico) ocurren en el
punto D,
N M x M v
—i
pudiendo ser tanto de tracción, como de compresión.
258
www.elsolucionario.net
La condición de resistencia por las tensiones de tracción será
N M Mu
= + I9 ' 17'
Si el punto de aplicación de la fuerza se encuentra sobre uno de los
ejes principales de inercia de la sección, por ejemplo, sobre el eje y,
entonces la fórmula anterior se sim plificará,
N M
pí = T + T f f r < [0]- [9 - 1 8 1
En el caso de una sección transversal de forma arbitraria, para
calcular la posición de los puntos peligrosos esnecesario hallar la
posición de la línea neutra. Su ecuación se obtiene, igualando a cero
las tensiones,
i\¡ NyP NxP
~F Jx Jy A° = ^ ’ (9.19)
siendo x 0 e y 0 las coordenadas corrientes de los puntos de la línea
neutra.
Introducidas las notaciones siguientes:
;2 _ Jx
LX — p i

i2 —
ly — ÍfL *

Las magnitudes ix = j / ' y , iy = j / " ^ caracterizan la geometría de

www.elsolucionario.net
la sección y se denominan radios de giro de la sección respecto a los ejes
x e y , respectivamente. Los radios de giro se miden enunidades de
longitud, generalmente en cm. Ahora, la fórmula (9.19) se puede
escribir en la forma siguiente,

Como -p =/= 0 resulta que,


xpx0 y Py o
- ^ - + - ^ P + 1 = 0. (9.20)
ly Lx
Esta es la ecuación de la línea neutra, que se puede escribir a tra ­
vés de sus intersectos sobre los ejes, en la forma siguiente,
^ + -f= l, (9.21)
siendo

a = ------ —
Xp
(9.22)
b=
yP
los intersectos de la línea neutra sobre los ejes de coordenadas x e y,
respectivamente.

17* 259
www.elsolucionario.net
Puesto que el radio de giro es simpre positivo, las m agnitudes
a y x p y b e y p son de signos opuestos.
Una vez hallada la posición de la línea neutra, es fácil ya construir
el gráfico de las tensiones normales. Para ello, trazamos la línea / — /
(eje del gráfico) perpendicular a la línea neutra (véase la fig. 9.6, b).

www.elsolucionario.net
FIG . 9.7
77777777777!^ 77777777Z
FIG . 9.8

Trazando por los puntos E y D perpendiculares a la línea / — / , lleva­


mos a ella los puntos extremos D y E de la sección.
Para la construcción del gráfico de las tensiones disponemos de
dos puntos: el punto K de la línea neutra, donde a = 0, y el punto L
que se obtiene, teniendo en cuenta que el segmento LM, a cierta
escala, tiene que representar la tensión en el centro de gravedad de
la sección. Puesto que en este centro x = y = 0, por la fórmula (9.15)
se demuestra que esta tensión es,

Ejemplo 9.2. H allar la posición de la línea neutra para la sección


representada en la figura 9.7, si x p — 3 cm y yp = —2 cm.
Resolución. Por las fórmulas (9.22) calculamos los intersectos de
la línea neutra sobre los ejes principales de inercia x e y,
12-183
íL'2y
Xp
18 - 123
i%
b + 6 cm.

260
Situamos estos segmentos y, por los puntos B y C, trazamos la
línea neutra n — n.
www.elsolucionario.net
Ejemplo 9.3. D urante el taladro de una pieza, sobre el husillo A
de la máquina de taladrar actúa una fuerza axial de 1000 kgf (fig. 9.8).
Calcular el diám etro de la columna maciza de hierro fundido B.
La tensión adm isible a la tracción es [crt] = 400 kgf/cm2.
Resolución. La columna trabaja a tracción excéntrica. Por la fór­
mula (9.18) tendremos,

Introduciendo aquí los valores numéricos, hallaremos

Por tanteos, obtenemos, d = 10,1 cm.


Ejemplo 9.4. Una barra de sección rectangular, 10 X 20 cm,
empotrada en un extremo, se fracciona por una fuerza P 1 = 5 t,

www.elsolucionario.net
FIG. 9.9

aplicada con una excentricidad de 2 cm respecto al eje x, y se encorva


por la fuerza P 2 = 400 kgf (fig. 9.9). Calcular las tensiones normales
en los puntos A , B , C y D de la sección de empotram iento.
Indicación. La fuerza P } origina tracción y flexión en el plano
vertical (respecto al eje x ); la fuerza P 2 encorva la barra en el plano
horizontal (respecto al eje y).
Solución : oA = —65 kgf/cm 2 (compresión), aB = —5 kgf/cm 2
(compresión), oc — + 1 1 5 kgf/cm 2 (tracción), aD = + 5 5 kgf/cm 2
(tracción).

§ 81. Torsión y deslizamiento combinados.


Cálculo de resortes en hélice de paso pequeño

La acción combinada de una fuerza cortante y un momento torsor


ocurre en las secciones transversales de las espiras del resorte en hélice
de pequeño paso, comprimido o fraccionado por una fuerza P (fig. 9.10)

261
Para calcular los www.elsolucionario.net
esfuerzos interiores en las secciones transversales
del hilo del resorte, aplicamos el método de las secciones. Tracemos
una sección cualquiera y analicemos el equilibrio de la parte inferior
del resorte (fig. 9.11).
Sea D el diám etro medio del resorte; ti, el número de espiras y d,
el diám etro de la sección de la espira. Prescindimos de la inclinación
de la espira.
El equilibrio de esta parte del resorte se conseguirá solamente si
se aplica en la sección transversal del hilo una fuerza cortante Q

ti

www.elsolucionario.net .11

de valor absoluto igual a P y u n momento torsor Aít0r igual al momento


creado por la fuerza P respecto al centro de gravedad de la sección
(respecto al eje longitudinal de la espira).
Si tenemos en consideración la inclinación de la espira, entonces
en la sección transversal del hilo del resorte surgirán dos esfuerzos
más: la fuerza axial y el momento flector. Pero estos esfuerzos serán
pequeños y se podrá prescindir de ellos cuando el ángulo de inclinación
de la espira sea tam bién pequeño.
La m agnitud de la fuerza Q y del momento M tor la hallamos de la
ecuación de equilibrio. Igualando a cero la suma de las proyecciones
sobre el eje vertical de las fuerzas, que actúan sobre la parte separada,
obtendremos,
Q = P.
Igualando ahora a cero la suma de los momentos, aplicados a la parte
separada, hallaremos,
M t0T= P ~ .
Supongamos que las tensiones tangenciales correspondientes a la
deformación por deslizam iento (relacionadas con la fuerza cortante)
262
se distribuyen uniformemente en la sección (fig. 9.12, a):
www.elsolucionario.net

Admitamos tam bién que las tensiones tangenciales correspon­


dientes a la deformación de la torsión (relacionadas con el momento
torsor) se distribuyen en la sección transversal de la espira de la
misma forma que en la torsión de una barra recta de sección circular,
es decir, que aum entan linealm ente del centro al contorno de la sec­
ción (fig. 9.12, b). Siendo así, las tensiones máximas debidas a la

torsión se determ inarán por la fórmula siguiente,


www.elsolucionario.net M tor
P —
2 8P D
Wp Jtd3 Jtd3
(9.24)
16

El punto peligroso será el punto A del contorno, en el cual coinci­


den las direcciones de r 1 y t 2 . Por lo tanto, las tensiones tangenciales
máximas serán,
4P , 8P D SPD t , , d
Tm á x :
nd2 jt d3 nd3 ( 1 + W ) - (9 ‘25)
En la mayoría de los casos el segundo sumando, dentro de los
paréntesis, es muy inferior a la unidad y se puede prescindir de él,
lo que equivale a prescindir de la influencia del deslizamiento en
comparación con la de la torsión.
Entonces podemos escribir, de una manera aproxim ada,
8P D
T m áx ~ T2 » ~^¿3~ •
En la práctica, el cálculo de resortes en hélice de pequeño paso
se realiza por la fórmula siguiente:

T m á x = = ¿ -^ r< [T ]. (9.26)

263
www.elsolucionario.net
siendo k el coeficiente de corrección, que considera la influencia
de la fuerza Q y la de la curvatura de la espira sobre la
distribución y m agnitud de las tensiones tangenciales,
debidas al momento torsor.
Los valores de k están dados en la tabla 9.1.
Tabla 9.1
COEFICIENTE DE CORRECCIÓN K PARA EL CÁLCULO POR RESISTENCIA
DE LOS RESORTES EN HÉLICE

D 4 6 10
d 3 5 7 8 9

k 1,58 1,40 1,31 1 ,2 5 1,2 1 1,18 1 ,16 1,14

Para hallar la flecha (variación de la altura) 8 del resorte, iguala­


mos el trabajo de la fuerza exterior P a la energía potencial de la defor­
mación por torsión.
El trabajo de la fuerza P en el desplazamiento 6 es, como se sabe,
A 2 .

La energía potencial de la deformación por torsión sera (§ 41),

www.elsolucionario.net U = i M ¡J
GJp 2
K c) ' 2/
GJp

donde l = nD n es la longitud del hilo del resorte; n, el número de


espiras, G, módulo de cizallamiento.
Puesto que A = U, obtendremos,
P8 P 2D2n D n
¿2 gGrrd4na ’
32

es decir,
x SPD^n
[9.27]
6= - w -
Ejemplo 9.5. Comprobar la resistencia del resorte en hélice y deter­
m inar su flecha, si P — 300 kgf, D = 200 mm, [x] = 2 500 kgf/cm2,
d = 20 mm, el número de espiras es n = 8 y G = 8 • 105 kgf/cm2.
Resolución. Calculamos la tensión,
, - . 8*300*20 o io a t 2
^máx — 1,14 3)14.23 = 2 1 8 0 kgf/cm2,

que resulta ser un 8 , 8 % inferior a la admisible.


En este caso se consideró k = 1,14, según la tabla 9.1, para y =
= 10.

264
Hallamos la flecha www.elsolucionario.net
del resorte por la fórmula (9.27),
„ 8 • 300 • 20 3 •8 1fl
8 - ÍO5 • 24 — Cm'
Ejemplo 9.6. Un resorte en hélice de hilo de acero de diám etro
d = 4 mm, tiene un diám etro medio D — 45 mm. El número efectivo
de espiras *, n = 6 . El espacio entre las espiras, antes de aplicar
la carga, es S 0= 1,0 mm. ¿Qué fuerza se debe aplicar al resorte
para que desaparezca este espacio?
Indicación. La flecha del resorte, hasta entrar en contacto las
espiras, es,
5 = ( n — 1) 5.
Solución: P — 2,35 kgf.

§ 82. Torsión y flexión combinadas


La barra representada en la figura 9.13, trabaja a torsión y flexión.
En las construcciones de máquinas son muy frecuentes las piezas que

www.elsolucionario.net

FIG . 9.13

trabajan a torsión y flexión combinadas. Un ejemplo típico de ellas


lo constituyen los árboles de diversas máquinas.
Comencemos por calcular por separado, basándonos en el prin­
cipio de superposición, las tensiones debidas a la torsión y las origina­
das por la flexión. D urante la flexión, como se sabe, en las secciones
transversales de la barra, aparecen tensiones normales que alcanzan
el valor máximo en las fibras extremas de la viga,
n __ M fle c

* El núm ero to t a l de espiras de los resortes co m p rim ido s es 1,5-2 más que
el núm ero efectivo de espiras, puesto que las de los extrem os, que e stán en con­
ta c t o con los platos de apoyo, no p a rt ic i p a n en la deformación de! resorte.

265
así, como tam bién www.elsolucionario.net
tensiones tangenciales, que alcanzan el valor
máximo en la línea neutra, y se calculan por la fórmula de Zhuravski.
En las secciones circulares y, en general, en las secciones macizas,
estas tensiones son insignificantes en comparación con las tensiones
tangenciales debidas a la torsión y se puede prescindir de ellas.
D urante la torsión, en las secciones transversales surgen tensiones
tangenciales, que alcanzan el valor máximo en los puntos del contorno
de la sección:
_ Mtor Mior
2r .
En el caso representado en la figura 9.13 la sección, donde surge
el momento flector máximo, coincide con la sección de momento
torsor máximo. Esta es la sección de empotram iento. En ella (sección

www.elsolucionario.net FIG . 9.14

peligrosa), los puntos peligrosos son A y B. Veamos el estado tensional


del punto A (fig. 9.14). En el plano de la sección transversal que pasa
por este punto, actúan las tensiones tangenciales máximas originadas
por la torsión t = Wp y las tensiones normales máximas (en este
caso son de tracción) debidas a la flexión a = Md!e- . En el plano de
la sección longitudinal no existen tensiones normales, m ientras que
las tangenciales (en virtud de la ley de reciprocidad) tienen el mismo
valor que en la sección transversal.
Puesto que el estado tensional es biaxial, para comprobar la
resistencia empleamos una de las hipótesis de resistencia. Teniendo
en cuenta los árboles de acero, aplicamos la tercera o cuarta hipótesis
de resistencia. Para ello es necesario determ inar las tensiones princi­
pales del estado tensional dado (fig. 9.14).
Las tensiones principales se obtienen por la conocida fórmula,
,3 = P máx = J ± | f o 2+ 4x2.
mín
No nos planteam os el problema de calcular el ángulo de inclina­
ción de los planos principales, aunque se puede obtenerlo por la for­
m ula (2.35).
266
La condición de resistencia según la tercera hipótesis (hipótesis
www.elsolucionario.net
de las tensiones tangenciales máximas), es
®equiv = ^ l® ] •

Introduciendo aquí los valores de ex* y cr3, obtendremos,


tfegu*0 = / a 2 + 4T2 <[CT]. [9-28]
Teniendo en cuenta que
Mflec T7.
u —------- Mtor
-------
a= T ^r y a*.
hallamos,

oequiv= VMhe^ M¡nr^ [ o ] . [9.29]


Para calcular la sección obtenemos de aquí la relación siguiente:

Wx = ^ ^ — (9.30)
Recordemos que en el caso, cuando el árbol está sometido a flexión
en dos planos perpendiculares,
M flec = V M U - M I .
Según la cuarta hipótesis de resistencia (hipótesis de la energía
potencial unitaria de cambio de fórmula) la condición de resistencia
para el estado tensional plano es,

www.elsolucionario.net
Oeqniv = V G¡ + ~ [<*!•
Introduciendo aquí (rx y 0 3, expresados a través de cr y x en la sección
transversal del árbol, obtendremos,
o equiv = ] / o 2 + 3x2^ [O], [9.31]
Pero o = y x = por lo tanto,
;, wx wp
V M h ._-[-0,75Aífnr
<Jequiv=V ----- - < [ < * ]• [9.32]
De aquí, para calcular la sección, se obtiene,

(9.33,
En el caso de m ateriales de diferente resistencia a tracción y com­
presión (algunos tipos de aceros de liga, hierro fundido y algunas
aleaciones), se debe emplear la hipótesis de resistencia de Mohr.
Según la hipótesis de Mohr,
& equiv — VCTg [G ( ].
Introduciendo aquí los valores de y o 3, obtendremos,
crequiv = o+ -4p- V o2+ 4x2 ...........^(9.34)
\-t \
Bibltotp'; i
Ingeniería ■; •
o sea,
www.elsolucionario.net
Oequlv^^ M^ C + ^ V M } lee + M to rK [0 \. [9.35J

De aquí se obtiene la relación siguiente, para calcular la sección,


W/ — Mflec (1 —V) + U +v) ~ \ í ec + Mjpr
* 2 [CT] ' \ • 1

§ 83. Torsión y tracción (compresión) combinadas


En este caso, en las secciones transversales de la barra surgen sim ul­
táneam ente dos esfuerzos interiores: el momento torsor y la fuerza
axial (de tracción o de compresión).
En una barra de sección circular las tensiones tangenciales m áxi­
mas, debidas a la torsión, ocurren en los puntos del contorno y son,
r,._Mt0r
wp •
La tracción ocasiona, en todos los puntos de la sección transversal,
tensiones normales,
N

Ahora, como en el caso de torsión y flexión combinadas, se debe


calcular las tensiones principales y emplear la hipótesis de resistencia

www.elsolucionario.net(9.31)
correspondiente.
Como resultado se obtiene para las tensiones reducidas la fórmula
(9.28) (por la tercera hipótesis de resistencia) y la fórmula
(por la cuarta hipótesis).
En estas fórmulas se deben introducir los valores de cr y t obteni­
dos anteriorm ente.
Definitivam ente, se obtiene la condición de resistencia para la
torsión y tracción (compresión) combinadas:
a) según la tercera hipótesis de resistencia

= ( f ) 2+ 4 ( ^ ) 2<[a]. (9.37)
b) según la cuarta hipótesis de resistencia

<W*K= ] / ( ^ ) 2+ 3 ( ^ ) 2<[a], [9.38}


Se debe preferir la fórmula (9.38), puesto que la cuarta hipótesis,
en el caso de m ateriales plásticos, concuerda bien con los resultados
de los ensayos y conduce a soluciones más económicas.
Para los m ateriales de diferente resistencia a tracción y a compre­
sión, de la hipótesis de Mohr, según la fórmula (9.34),
se obtiene

oe9u¿0 = 1 = ^ - ^ + - ^ ] / ( t ) 2 + 4 ( ^ 7 ) 2 < [ a ] - t9 '391

268
Cuando se trata dewww.elsolucionario.net
flexión, torsión y tracción (compresión) com­
binadas, por el mismo procedimiento se obtiene la fórmula para el
cálculo (según la cuarta hipótesis de resistencia),

O e q u i v ^ j / ( T + ^ T + 3 ( J}W f ) 2< l 0]- I9 '40!


Al calcular las secciones, se debe emplear el método de aproxi­
maciones sucesivas, es decir, fijar algún valor del diám etro y compro­
bar después, si se cumplen las condiciones de resistencia (9.38), (9.39)
ó (9.40). Si resulta una diferencia grande entre el primer miembro
y el segundo, entonces se debe fijar un nuevo valor del diám etro y así
sucesivamente. Empleando la regla de cálculo no se requerirá mucho
tiem po para realizar el cálculo.
En los cálculos de comprobación, cuando el diám etro del árbol
es conocido, el coeficiente de seguridad se halla por la fórmula,
Of
(9.41)

siendo el lím ite de fluencia;


a equivi la tensión equivalente (reducida) según la hipótesis
de resistencia correspondiente.
En el caso de m ateriales plásticos, la tensión equivalente se puede
calcular por la tercera hipótesis de resistencia, es decir, por la fór­
m ula (9.28)

www.elsolucionario.net
Así, pues, el coeficiente de seguridad será,
af
V t ----------------------i ____________

~ \f cr2 + 4x2

Esta fórmula se puede escribir tam bién de la forma siguiente,

n = ---- r_ -o, 1 .9
=■= — -A 021 T2 ’
(9.42)>
v
í 02 t2 1 / ~ a'
Y T (1 L \2 Vf Tf

siendo i j = ~ (de acuerdo con la tercera hipótesis de resistencia).


La fórmula (9.42), después de algunas transformaciones, recibe
la forma siguiente,
1 nan x
[9.43]
V k -
V n i 1 ni

siendo na = ~ el coeficiente de seguridad por las tensiones nor­


males;
nx = -£ , el coeficiente de seguridad por las tensiones tan ­
genciales.

269
www.elsolucionario.net
Se debe observar, que las fórmulas (9.42), (9.43) permanecen
válidas tam bién, cuando se emplea la cuarta hipótesis de resistencia,
salvo que, en este caso,
Xf « í 0,58<Jy.

§ 84. Ejemplo de cálculo de un árbol por


flexión y torsión combinadas
Al diseñar árboles que trabajan a torsión y flexión combinadas,
éstos se calculan por resistencia estática a los esfuerzos máximos de
poca duración y por fatiga para las cargas alternadas que actúan
un tiempo prolongado (cap. X II).
Veamos un ejemplo de cálculo de la resistencia estática de un
árbol (fig. 9.15, a). El árbol está sometido a la acción de dos fuerzas

Pi-lt

www.elsolucionario.net

F IG . 9.15

verticales P x y P 3, una horizontal P 2 y tres momentos exteriores:


53?! = 0,4 tm, = 1 tm y = 0,6 tm , que originan su torsión.
El m aterial del árbol es acero 45, cuyo lím ite de fluencia af =
= 3 600 kgf/cm 2 y cuyo lím ite de resistencia, a r = 6 100 kgf/cm2.
Por los datos del § 12, establecemos el coeficiente general norm a­
tivo de seguridad [ti], como el producto de tres coeficientes parciales,
[n] = [n^ [re2] [n3].
Admitimos [ n j = 1,3 (considerando que las tensiones se obtienen
con una exactitud media), [n2] = 1,4 (para la relación ~
or = 0,6)
270
y [w3] = 1,3 (considerando un grado medio de responsabilidad de
www.elsolucionario.net
la pieza).
Así, pues, el coeficiente general de seguridad es,
[n\ = 1,3-1,4-1,3 = 2,36.
La tensión adm isible es,

[cr] = 1500 kgf/cm 2


1. Construimos el gráfico de los momentos flectores originados
por las fuerzas verticales, (fig. 9.15, b).
2. Construimos el gráfico de los momentos flectores originados
por las fuerzas horizontales. El diagrama M.’filc, que situamos con­
vencionalm ente en el plano del dibujo, está representado en la
figura 9.15, c.
Puesto que la sección del árbol es circular, realizamos el cálculo
por las fórmulas de la flexión plana, partiendo del momento resul­
tante (total.)
3. Para mayor claridad construimos el gráfico de los momentos
flectores totales como la suma geométrica de los dos anteriores. Los
momentos flectores totales son,
M¿oi= 1 tm; M ^ V 12+ 1 2= 1 , 4 1 tm; = 1 tm.
4. Construimos el gráfico de los momentos torsores. El gráfico
www.elsolucionario.net
Ai t o r está representado en la figura 9.15, e .
Calculamos el diám etro del árbol en la sección peligrosa C, donde
actúa el momento flector máximo Mfllc = 1,41 tm y el momento
torsor M tor = 0,6 tm. Para calcular la sección, recurrimos a la cuarta
hipótesis de resistencia,
,v/ _ V M h ^ + ó ’7 5 M i 0r _ V l 4 1 0 0 0 2 + 0 , 7 5 - 6 0 0 0 0 2 1A n s
wx— — 15Q0 — 1 UU cm .

de donde se obtiene,
, \/~ ~ w ü I/T o ó 1A
d = y o J = V o T = 1 0 cm.

§ 85. Cálculo de recipientes de paredes delgadas


En la técnica se emplean con frecuencia recipientes cuyas paredes
resisten la presión de los líquidos, gases y m ateriales movedizos (cal­
deras de vapor, depósitos, cámaras de trabajo de los motores, cisternas,
etc.). Si los recipientes tienen la forma de cuerpos de revolución y si
el espesor de las paredes es insignificante, entonces, el cálculo de las
tensiones en las paredes sometidas a carga, se realiza fácilmente.
En el caso de pequeños espesores de las paredes, sin cometer un error
grande, se puede considerar que en las paredes aparecen solamente

27 1
www.elsolucionario.net
tensiones normales (de tracción o de compresión) y que estas tensiones
se distribuyen uniformemente dentro del espesor de la pared.
- Los cálculos que se basan en estas suposiciones se confirman bien
por los experimentos, si el espesor de la pared no supera la décima
parte, aproxim adam ente, del radio de curvatura mínimo de la pared.
Separemos de la pared del recipiente un elemento de dimensiones
á lx y dl2. Designemos el espesor de la pared por 8 (fig. 9.16). Los

www.elsolucionario.net
Tadios de curvatura de la superficie del recipiente en este lugar son
Pi y p2. Sobre el elemento actúa la presión interior p perpendicular
a su superficie.
Sustituyamos la interacción entre el elemento y el resto del reci­
piente por las fuerzas interiores cuya intensidad es Oi y a 2. Puesto
que el espesor de las paredes es pequeño, como se dijo anteriorm ente,
se puede considerar, que estas tensiones se distribuyen uniformemente
en el espesor de la pared.
Planteemos la condición de equilibrio del elemento. Para ello,
proyectamos las fuerzas que actúan sobre él, sobre la dirección de
la normal ti — ti a la superficie del elemento.
La proyección de la carga será pdlx d l2.
La proyección de la tensión alt sobre la dirección de la normal
se representa por el segmento ab igual a ax sen ~ .
La proyección del esfuerzo que actúa sobre la cara 1-4 (y 2-3) es,
dcpi
2a, 8 d l 2 sen

■272
De manera análoga se obtiene la proyección del esfuerzo que actúa
sobre la cara 1-2 (ywww.elsolucionario.net
4-3),
2 g28 di í sen .

Después de proyectar todas las fuerzas que actúan sobre el ele­


mento elegido, sobre la dirección de la normal n — n, obtendremos
p dli d l2— 2 0 $ d l2 sen — 2cr2S d/j sen = 0.
Puesto que las dimensiones del elemento son pequeñas, podemos
considerar que,
sen^ i « Í | i y Se n ^ « ^ .
Teniendo esto en cuenta, de la ecuación de equilibrio hallamos,
p ¿l/j d l^ ■ o^ó ^p2 02^ dlydxfi ■
——0»
Advirtiendo que depx = ^ y dtp2 = ~ , obtendremos,

p dU dU - d¿zó - ^ dl* - = 0.
Pl lP 2

Después de sim plificar por dl± dl2 y de dividir por 8 se obtiene,


[9.44]
Pl P2 Ó 1 J

www.elsolucionario.net
Esta fórmula se denomina ecuación de Laplace.
Veamos el cálculo de dos tipos de recipientes, que se encuentran
a menudo en la práctica: el esférico y el cilindrico *. Nos limitamos
al caso de la presión interior de los gases.
1. Recipiente esférico.
En este caso,
Px = Pa = r y ox = a 2 = a.
De la fórmula (9.44) se deduce que,
2a __ p
r ~ ó ’
de donde obtenemos,
c— g- . ( 9 .4 5 )

Puesto que en este caso el estado tensional es plano, para el cálculo


por resistencia será necesario recurrir a una de las hipótesis de resisten­
cia. Las tensiones principales son las siguientes: — a, cr2 = o y
o 3 = 0. Según la tercera hipótesis de resistencia o1 — a 3 ^ [cr].
Introduciendo aquí ax = o y a3 = 0, obtendremos,

* Los ejem plos de cálculo de recipientes de paredes delgadas de o tra confi­


guración, véanse en los tex to s completos de R esistencia de M ateriales.

18-01228 273
www.elsolucionario.net
es decir, la comprobación de la resistencia se realiza como en el caso
de un estado tensional monoaxial.
Según la cuarta hipótesis de resistencia,
V a l + o \ — <7i02<[<T].
Puesto que en nuestro caso o 2 = cr2 = o y a 3 = 0,

<r = - g - < [ a ] .
Es decir, obtenemos la misma condición que se obtuvo por la tercera
hipótesis de resistencia.
2. Recipiente cilindrico.
En este caso (fig. 9.17, a) p* = r (radio del cilindro) y p 2 = 00
(radio de curvatura de la directriz del cilindro).

FIG . 9.17

www.elsolucionario.net
De la ecuación de Laplace se obtiene,
£ i £
T Ó ’
es decir,
<Ti = - f - . (9.46)
Para calcular la tensión <r2 seccionamos el recipiente por un plano
perpendicular a su eje y analizamos la condición de equilibrio de una
de las partes del recipiente (fig. 9.17, b).
Proyectando sobre el eje del recipiente todas las fuerzas que actúan
sobre la parte separada, obtendremos,
—P + a 22 jtr 6 = 0 ,
siendo P = nr2p la resultante de las fuerzas de presión del gas sobre
el fondo del recipiente.
Así, pues,
— pnr2 + a22nrb = 0 ,
es decir,
(9-47)

Observemos que, puesto que el anillo que constituye la sección


del cilindro, donde actúan las tensiones <r2, es de pared delgada, su
274
área se calculó como el producto de la longitud de la circunferencia
www.elsolucionario.net
por el espesor de la pared.
Comparando las tensiones cTj y g 2 en el recipiente cilindrico, obser­
vamos que,

La condición de resistencia, según la tercera hipótesis de resisten­


cia, es para el recipiente cilindrico,

ffe9u¿o = Oi = - y - < [ 0 ] . (9.48),

La condición deresistencia, según la cuarta hipótesis, será


°eq u iv = V al + ^ 2 — O ja 2 ^ [ 0 ].
Introduciendo aquí los valores de ox y a 2 de las fórmulas (9.46) y (9.47),,
se obtiene,
aequiv — 0,86 [o]. (9.49)

Ladiferencia entre los resultados obtenidos por las fórmulas (9.48)


y (9.49) es del 14%. Se recomienda emplear la fórmula que se basa
en la cuarta hipótesis de resistencia.

www.elsolucionario.net

Ejemplo 9.7. Calcular por la cuarta hipótesis de resistencia el


espesor de las paredes de una caldera cilindrica de diám etro D — 2 m ,
sometida a la presión interior del vapor, p — 10 atm « 10 kgf/cm2,
[ a ] = 1000 kgf/cm2.
Resolución. De la fórmula (9.49) obtenemos,
o 0 , 86p r 0 , 86. 10-100 „ oc oc
S = —¡-f— = ----- jQQQ---- = 0,86 cm = 8 ,6 mm.
A dm itim os 6 = 10 m m .

18* 275
www.elsolucionario.net
Ejemplo 9.8. Calcular el espesor de las paredes del recipiente
cilindrico para el líquido de peso específico y = 1t/m 3. Las dim en­
siones del recipiente están indicadas en la figura 9.18. La tensión
adm isible del m aterial de las paredes es [cr] = 1 000 kgf/cm 2.
Resolución. La presión del líquido sobre la pared del recipiente
es proporcional a la distancia a la superficie libre,
p = v-
Si el espesor de la pared es constante, entonces el cálculo se realiza
por la máxima presión, que tiene lugar en la base,
pmáx = p3 = y h = l - 9 = 9 t/m 2 = 0,9 kgf/cm2.
El espesor de la pared del recipiente es, según la fórmula (9.48),
c 0,9 -3 0 0 _ 0
3= ~ lm T ~ ~ ' cm = 2,7 m m » 3 mm.
Si por las condiciones de corrosión se puede adm itir un espesor
menor, entonces se deben emplear recipientes de espesor de la pared
variable, dividiéndola en secciones y calculando el espesor de cada
una de ellas por las presiones plt p 2 Y Ps> respectivamente (en la parte
inferior de cada sección).

www.elsolucionario.net
CAPITULOwww.elsolucionario.net
X

CALCULO DE LA ESTABILIDAD
DE BARRAS COMPRIMIDAS
(FLEXION LONGITUDINAL)
: -f W .
.% {
if*> *j
* Inflen'*1
'0
® \

§ 86. Formas estables e inestables del equilibrio


De la Mecánica Teórica se sabe, que el equilibrio de un sólido
absolutam ente rígido puede ser estable, indiferente e inestable. Por
ejemplo, la esfera que se encuentra sobre una superficie cóncava
tiene un estado de equilibrio estable. Si se la desvía ligeramente de
esta posición y se suelta después, entonces, volverá a ocupar su posi­
ción inicial (fig. 10.1, a). La esfera que se encuentra sobre una super­
ficie horizontal tiene un estado de equilibrio indiferente (fig. 1 0 . 1 , b).
Al desviarla de esta posición no volverá a ella aunque su movimiento
www.elsolucionario.net
cese. Por últim o, la esfera que se encuentra sobre una superficie con­
vexa tiene un estado de equilibrio inestable, pues al ser desviada de
su posición inicial, seguirá desplazándose (fig. 10 . 1 , c).
Se pueden mencionar tam bién otros ejemplos análogos que se
refieren al equilibrio de sólidos deformables.
Así, cuando sobre una barra larga actúa una carga axial de compre­
sión relativam ente pequeña (menor que cierto valor crítico), aquélla
se encontrará en un estado de equilibrio estable (fig. 10.2, a). Si,
aplicando una carga transversal, se da una pequeña flexión a la barra,
ésta recuperará su forma inicial de equilibrio, se rectificará, una vez
retirada la carga transversal. Para un valor de la fuerza de compre­
sión P igual al crítico P criu la barra se encontrará en un estado de
equilibrio indiferente, es decir, al ser desviada ligeram ente de su
posición rectilínea inicial, y después de liberarla, permanecerá tam bién
en equilibrio en la posición desviada (fig. 10.2, b). Por últim o, si la
fuerza P es mayor que la crítica, entonces la forma rectilínea de
equilibrio resultará inestable. Cuando la fuerza es superior a la crítica,
resulta estable la forma curvilínea de equilibrio. La barra trabajará
ya a compresión y flexión combinadas y no exclusivam ente a compre­
sión (fig. 10.2, c). Incluso un pequeño exceso de la fuerza sobre el
valor crítico, conduce a que la barra reciba grandes flechas y a la
aparición en ella de grandes tensiones. La barra se destruye o recibe
deformaciones inadm isiblem ente grandes. En ambos casos, la barra,
277
www.elsolucionario.net
prácticam ente, se inutiliza, es decir, desde el punto de vista del cál­
culo de ingeniería la fuerza crítica deberá considerarse como carga
peligrosa (límite).
Así, pues, la fuerza crítica se puede definir como aquella fuerza,
para la cual el equilibrio de la barra comprimida es indiferente-, en otras
palabras, como la fuerza para la cual tanto la forma rectilínea, como la
curvilínea contigua a ella, son formas posibles de equilibrio.
El esquema analizado del trabajo de una barra comprimida ax ial­
mente, tiene hasta cierto punto un carácter teórico. En la práctica
nos vemos obligados a contar con que la fuerza de compresión puede
actuar con cierta excentricidad y la barra
p<pcrít puede tener cierta (aunque pequeña)
curvatura inicial.
Por eso, la flexión de la barra se
observa, como regla general, ya al co­
mienzo de su solicitación longitudinal.
Las investigaciones demuestran que
m ientras la fuerza de compresión sea
menor que la crítica, las flechas de la
barra serán pequeñas; pero al acercarse
el valor de la carga al crítico, comien­
zan a crecer rápidam ente.
Este criterio (aumento rápido de las
/
flechas para un crecimiento lim itado de
la fuerza de compresión) puede ser consi­
www.elsolucionario.net
WXWA
derado como criterio de pérdida de esta­
bilidad.
Una vez calculada la fuerza crítica,
es necesario establecer la carga adm i­
sible sobre la barra comprimida.
Por motivos de seguridad, la carga
admisible, naturalm ente, deberá ser me­
nor que la crítica,
crit
F IG . 10.1 FIG . 10.2 1^ 1 [ 10 . 1 ]
[ne
siendo \n e\ el coeficiente de seguridad por estabilidad.
La m agnitud del coeficiente de seguridad por pandeo deberá ser tal,
que garantice el trabajo seguro de la barra, a pesar de que las condi­
ciones reales de su trabajo puedan ser menos favorables que las a d m iti­
das para el cálculo (debido a la heterogeneidad del m aterial, a los
errores cometidos al determ inar las cargas, etc.). El coeficiente de
seguridad por pandeo se adm ite algo mayor que el de seguridad por
resistencia, puesto que se tienen en consideración factores desfavorables
suplementarios como son: la curvatura inicial de la barra, la excentri­
cidad de la carga y otros.
Para el acero la m agnitud del coeficiente norm ativo de seguridad
por pandeo n e se adm ite entre 1,8 y 3, para el hierro fundido, entre 5

278
y 5,5 y para la madera, entre 2,8 y 3,2. Los valores indicados del
www.elsolucionario.net
coeficiente de seguridad por pandeo son los adm itidos en el cálculo
de las estructuras. Los valores de ne que se consideran, al calcular
los elementos de las máquinas (por ejemplo, los tornillos de acciona­
miento de los tornos para trabajar metales), son superiores a aquéllos.
Así, para el acero, se considera n e = 4 -f- 5. Para una consideración
mejor de las condiciones concretas de trabajo de las barras compri­
midas, se recomienda emplear no un coeficiente general de seguridad
por pandeo, sino todo un sistema de coeficientes particulares de segu­
ridad, al igual que en el cálculo por resistencia.
La pérdida de la estabilidad del equilibrio elástico puede ocurrir
tam bién en la torsión, flexión y en las deformaciones compuestas.
Las investigaciones demuestran que la pérdida del pandeo fue
la causa de muchas catástrofes y averías de las construcciones.

§ 87. Fórmula de Euler para la fuerza crítica


Veamos el estado crítico de una barra comprimida, cuando la
fuerza de compresión alcanza el valor crítico, y supongamos que la
barra pandea ligeramente (fig. 10.3). Si los momentos de inercia

Pcrit

www.elsolucionario.net A

l
¿y
77Z

FIG . 10.3

respecto a los dos ejes centrales principales de la sección transversal


no son iguales, entonces el pandeo ocurrirá en el plano de menor
rigidez, es decir, que las secciones transversales girarán respecto al
eje de menor momento de inercia. Esto se demuestra fácilmente,
comprimiendo una regla flexible.
Para el estudio del pandeo y para calcular la fuerza crítica recu­
rrimos a la ecuación diferencial aproximada de la línea elástica de la
viga (véase el § 60):
E Jmíny" = M Uec. (10.2)
El momento flector respecto al centro de gravedad de la sección A
de la barra encorvada es,
M nec= — Pcríty- • (10-3)
El signo negativo indica que la barra se encorva con la parte
convexa hacia arriba, m ientras que la ordenada y es positiva. Si la
barra se encorvara con la convexidad hacia abajo, entonces el momento
sería positivo, pero las ordenadas de y serían negativas, y obtendríamos
279
de nuevo el mismo resultado (10.3). Teniendo en cuenta (10.3), la
www.elsolucionario.net
ecuación ( 1 0 .2 ) se escribirá así,
E J m ín íJ --------- P critU-
Designando,

obtendremos,
y " + a 2y = 0 . (10.4)
Esta es una ecuación diferencial lineal de segundo orden. Su
solución general, como se demuestra en las M atem áticas, es
y = A eos a z + B sen az, (10.5)
siendo A y B las constantes de integración. Para calcularlas se emplean
las conocidas condiciones de los extremos de la barra:
1 ) cuando z = 0 , y — 0 ;
2 ) cuando z = l, y = 0 .
De la primera condición hallamos A = 0. Por lo tanto, la barra
se encorva según una sinusoide,
y = B sen az.
De la segunda condición se tiene,
B sen a l = 0.
www.elsolucionario.net
Esta relación es válida en dos casos:
1-er caso. 5 = 0 . Pero, si A = 0 y B — 0, de la ecuación (10.5),
resulta entonces que las flechas de la barra son iguales a cero, lo que
contradice a la suposición inicial.
2-do caso, sen a l — 0. Esta condición se cumple, cuando al re­
cibe la serie infinita siguiente de valores:
a l = 0, ¡rt, 2jt, 3jt, . . ., nn,
siendo n un número entero arbitrario. De aquí hallamos que a = —
y, puesto que,

entonces,

Así se obtienen una infinidad de valores de las cargas críticas, que


corresponden a distintas formas de pandeo de la barra.
Desde el punto de vista práctico, presenta interés solamente el
valor mínimo de la fuerza crítica, para la cual tiene lugar la pérdida
de estabilidad de la barra.
280
La prim era raíz n www.elsolucionario.net
= O no resuelve el problema. Cuando n = 1, se
obtiene el valor mínimo de la fuerza crítica, siguiente:

Pcrit — - - J ~ . [10.6]
Esta es la fórm ula de Euler. A la fuerza crítica obtenida por la
fórmula ( 1 0 -6 ), corresponde la flexión de la barra por una sinusoide
con una semionda,
5 Jt
sen -y- z.
El resto de las raíces dan valores mayores de la fuerza crítica y,
por lo tanto, no los consideraremos. A ellos corresponde la flexión
de la barra por una sinusoide de varias semiondas, que resulta en
el caso cuando la flexión por la sinusoide de una semionda no puede
ocurrir debido a la existencia, por ejemplo, de ligaduras intermedias.
Se debe prestar atención a que la constante B y, por lo tanto, la
forma de la línea elástica de la barra quedaron indeterminadas.
Si para la investigación del pandeo se emplea la ecuación dife­
rencial exacta de la línea elástica (7.3), y no la aproxim ada, entonces
resulta posible determ inar no solamente la m agnitud de la fuerza
crítica, sino tam bién la relación entre la fuerza de compresión y la
flecha de la barra.

§ 88. Influencia del tipo de apoyo de los extremos de la barra


www.elsolucionario.net
sobre el valor de la fuerza crítica
Generalmente, los extremos de la barra se apoyan de una de las
cuatro maneras representadas en la figura 10.4.

= d| □

\Jt‘2 Ji=0,7
\H
■>//////;

F IG . 10.4

La segunda, correspondiente al apoyo articulado de los dos extre­


mos, fue analizada ya, al deducir la fórmula de Euler.
Para los otros tipos de apoyo, la fórmula generalizada de Euler
para el cálculo de la carga crítica, es la siguiente,

= tlO -7 ]

281
www.elsolucionario.net
donde ¡u, es el coeficiente de reducción de la longitud de la barra (coe­
ficiente Yasinsky), que depende del tipo de apoyo de sus extremos
(fig. 10.4); le = \il es la longitud efectiva de la barra.
La fórmula (10.7) se obtiene analizando la ecuación de la flexión
longitudinal
z/IV + a V = 0 ,
que se deduce de la ecuación (10.4) después de una doble derivación.
La solución de esta ecuación es,
y = A sen az + B eos az + Cz + D ,
donde las constantes de integración A , B, C y D se determ inan de las
condiciones de borde. Por ejemplo, en el tercer caso de em potram iento
(fig. 10.4) en el origen de las coordenadas, en el extremo inferior,
tendremos (l es la longitud de la barra),
1) yz=o = 0; 2) y'z=0 = 0; 3) yz=t = 0;
4) Mfiecz--i = E Jyz=i = 0 ó yz=i = 0.
De estas condiciones se obtiene,
B + D = 0;
A a -j~ C = 0;
A sen a l + B eos a l + Cl + D = 0 ;
www.elsolucionario.net
A sen a l + B eos a l = 0.
En las m atem áticas se demuestra que el sistema de ecuaciones
homogéneas (es decir, sin segundos miembros) tiene solución diferente
de cero solamente en el caso cuando su determ inante es nulo
0 1 0 1

“ 0 1 ° -0
sen al eos al e 1
sen a l eos al 0 0
Desarrollando el determ inante obtendremos,
tg a = al.
La raíz mínima, diferente de cero, de esta ecuación será,
De manera análogawww.elsolucionario.net
se obtienen los valores de los coeficientes indi­
cados en la figura 10.4 en el caso de otros tipos de apoyo de la barra.
Según la fórmula (10.7) cuanto menor es p,, mayor será la carga
crítica y, por lo tanto, la carga admisible sobre la barra. Por ejemplo,
la carga que actúa sobre la barra empotrada en sus dos extremos puede
ser 16 veces mayor que la que actúa sobre la barra empotrada en un
solo extremo. Por eso, allí donde resulta posible, se deben de empotrar
rígidam ente los dos extremos de la barra. Sin embargo, en la práctica,
esto no siempre es posible. Los elementos que sirven de apoyo de los
extremos de la barra en cuestión, son siempre, más o menos, elásti­
cos, ceden, y ésto introduce cierta indeterm inación en los cálculos.
Por eso, muy a menudo, incluso cuando los extremos de la barra están
empotrados rígidam ente a otros elementos, el cálculo se realiza consi­
derando que los extremos están articulados, lo que va a favor de la
reserva de resistencia.

§ 89. Dominio de la fórmula de Euler


No siempre se puede emplear la fórmula de Euler. Al deducirla,
empleamos la ecuación diferencial de la línea elástica, que se basa en
la ley de Hooke. Esta últim a, como es sabido, es válida m ientras las
tensiones no rebasen el lím ite de proporcionalidad.
Para establecer el dominio de la fórmula de Euler, calculemos la
tensión crítica ocrft, es decir, la tensión que surge en la sección trans­

www.elsolucionario.net
versal de la barra al actuar la carga crítica,

O erlt—
P cr i t
p— -
I t2 £ ^ m ín
([ú )tp ,
/ino\
(1 0 .8 )

siendo F el área de la sección transversal de la barra.


Puesto que ;mín = ] / ^ 2 es ej ra d ¡0 de giro mínimo de la sección
transversal de la barra, por lo tanto, la fórmula ( 1 0 .8 ) se puede escribir
de la manera siguiente:
Jl2£
&crít :

m ín

La magnitud caracteriza la influencia de las dimensiones de la


barra y el modo de apoyo de sus extremos. Se denomina esbeltez de la
barra y se anota por h. La esbeltez es una m agnitud adim ensional.
Así, pues, designando

^mín
obtenemos
¡fi.E
@crít — ^2

283
Para que se puedawww.elsolucionario.net
emplear la fórmula de Euler, es necesario que
se cumpla la condición siguiente:

o'crft=-^f-<C Tp, (10.9)

siendo op el lím ite de proporcionalidad del m aterial de la barra.


Despejando de la fórmula (10.9) la esbeltez, obtendremos el domi­
nio de la fórmula de Euler en la forma siguiente:

* > j / [ 10 . 10 ]

Para el acero Cr-3, ap — 2 000 kgf/cm 2 y

Así, pues, para las barras de acero de bajo carbono,lafórmula de


Euler se puede aplicar, si la esbeltez de aquéllas es mayor que 100. De
una manera análoga se establece el dominio de la fórmula de Euler
para el hierro fundido: X 80.
Para los aceros de contenido medio de carbono, así como para los
de alto contenido de este elemento y los aceros de liga, la fórmula
de Euler se puede aplicar tam bién para esbelteces menores que la
indicada. Así, para las barras de acero al cromo-molibdeno lafór­
mula de Euler es aplicable cuando X 70.
www.elsolucionario.net
§ 90. Fórmulas empíricas para la determinación
de las tensiones críticas
Si, como ocurre muy a menudo en la práctica, la esbeltez de la
barra es menor que las m agnitudes indicadas, entonces la fórmula
de Euler resulta inaceptable, puesto que las tensiones críticas serán,
en este caso, superiores al lím ite de proporcionalidad y la ley de Hooke,
por lo tanto, dejará de ser válida.
Existen métodos teóricos aproximados para el cálculo de las
fuerzas críticas cuando la pérdida de estabilidad ocurre en el dominio
no elástico, pero su análisis sale fuera de los márgenes de este texto.
En estos casos se emplea,generalmente, la siguiente fórmula em
rica, Tetmaüer—Yasinsky, obtenida a base de numerosos experi­
mentos
acrit = a — bX, [10.11]
siendo a y b coeficientes que dependen del m aterial. Para el acero
C t -3, cuando la esbeltez varía de X = 40 hasta X =
= 10 0 , los coeficientes a y b pueden ser considerados
iguales a a = 3 100 kgf/cm 2 y b = 11,4 kgf/cm2.
Para esbelteces X < 4 0 , las barras se pueden calcular por resisten­
cia, sin tener en consideración el peligro del pandeo.
284
www.elsolucionario.net
§ 91. Fórmula práctica para el cálculo por paneleo

En lugar de las dos fórmulas (la de Euler y la de Yasinski) cada


una de las cuales es válida en el correspondiente intervalo de la esbel­
tez, es más cómodo operar con una sola que sea lícita para cualquier
esbeltez de la barra.
Esa fórmula práctica, que se emplea am pliam ente al calcular las
estructuras, es la siguiente:
[P] = <p [crc] F, [10.12]
siendo [oc] la tensión adm isible básica a compresión;
<p, el coeficiente de disminución de la tensión adm isible básica
(o coeficiente de pandeo). La m agnitud de cp depende del m ate­
rial y de la esbeltez de la barra y se obtiene por la tabla 1 0 . 1 ;
F, es el área de la sección transversal de la barra.

Tabla 10.1

Aceros: Acero de alta


Esbeltez calidad O H ierro
K CT-1, CT-2,
CT-3, CT-4.
Acero CT-5
kgf/cm 2
3 200
fundido Madera

0 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00


10 0,99 0,9 8 0,9 7 0,9 7 0,99
20 0,9 6 0,9 5 0,95 0,91 0,9 7

www.elsolucionario.net
30
40
50
0,9 4
0,9 2
0,8 9
0,9 2
0,8 9
0,86
0,91
0 ,8 7
0,83
0,81
0,69
0 ,5 7
0 ,9 3
0,8 7
0,80
60 0,86 0 ,8 2 0,79 0,4 4 0,71
70 0,81 0,76 0,72 0,34 0,6 0
80 0,75 0,70 0,6 5 0,2 6 0,4 8
90 0,6 9 0,62 0 ,55 0,20 0 ,3 8
100 0,6 0 0,51 0,4 3 0,1 6 0,31
110 0,5 2 0,4 3 0,3 5 — 0,2 5
120 0,4 5 0,3 7 0,30 — 0,22
130 0 ,4 0 0,33 0,2 6 — 0 ,1 8
140 0 ,3 6 0 ,2 9 0,2 3 — . 0 ,1 6
150 0 ,3 2 0 ,2 6 0,21 — 0,14
160 0,2 9 0,24 0,19 — 0 ,12
170 0,2 6 0 ,21 0,17 — 0 ,11
180 0,23 0,19 0,15 — 0,10
190 0,21 0,1 7 0,1 4 — 0,09
200 0,1 9 0,16 0,1 3 —■ 0,0 8

La m agnitud <p [crc] puede interpretarse como la tensión adm isible


en los cálculos por pandeo (estabilidad), es decir,
[ a e] = <p [<rc]. (10.13)

285
La tensión adm isible básica a compresión [<rc], como se sabe, es
www.elsolucionario.net
[véase la fórmula (2.17)J,
1 lím
~~ [n] ’
siendo anm la tensión lím ite que se considera igual al lím ite de
fluencia (para los m ateriales plásticos, y al lím ite de
resistencia para los frágiles.
La relación entre el coeficiente cp, la tensión crítica a cr«, la tensión
lím ite CTiím y los coeficientes de seguridad por resistencia [n] y por
pandeo [ne] se puede establecer de la forma siguiente:

[ae] = cp[cTc] = 1 ^ - , (10.14)


de donde se deduce que,

9*=
Y
i—
[Ocl [» e 1
' (10.15)
V ’
Empleando la fórmula (2.17) obtendremos,

lím t- el
Al calcular la sección, la fórmula (10.12) se transforma de la for­
ma siguiente:
F _ IP]
www.elsolucionario.net <P [crc]
En los cálculos nos vemos obligados a fijar previam ente el valor
de cp, puesto que la esbeltez X no se conoce, por ser desconocida tam ­
bién el área F de la sección de la que depende la esbeltez. Como pri­
mera aproximación, se recomienda considerar (px = 0,5. Se calculan
después F, J m¡n, ímín, ^ y» por la tabla, se obtiene el correspondiente
valor de <p'x.
Si hay gran diferencia entre los valores de cpx y cp¡, entonces se
debe repetir el cálculo, fijando otro valor de cp2,
rr _ <f>i + <PÍ
^2— ó >
y así, sucesivamente, hasta que la diferencia entre los valores conse­
cutivos no sea menor de 4 - ^ - 6 % .
Para las barras, cuyas secciones tienen grandes debilitam ientos
(agujeros, por ejemplo), aparte del cálculo por pandeo, se debe reali­
zar tam bién el cálculo común de resistencia por la fórmula,
a = -p ^ — < [ f f c],
r neta
siendo /^eta el área efectiva (de trabajo) de la sección de la barra.
En los cálculos por pandeo se considera el área de la sección com­
pleta (/''bruta)-
286
En algunos casos (al calcular, por ejemplo, los elementos de las
www.elsolucionario.net
construcciones de máquinas), los valores de los coeficientes de seguri­
dad por pandeo [ne] que fueron previstos, al confeccionar las tablas de
los coeficientes <p, resultan insuficientes. En estos casos el cálculo se
debe realizar, partiendo directam ente del coeficiente n e necesario,
empleando la fórmula de Euler o la de Yasinski. De la misma manera
se debe obrar, al calcular por pandeo barras de m ateriales que no fi­
guran en la tabla de los coeficientes (p.

§ 92. Formas racionales de las secciones de barras comprimidas


La forma y las dimensiones de la sección transversal de una barra
comprimida, cuando se conoce su longitud, la carga y la tensión adm i­
sible, se caracterizan por el radio de giro,

ím ín -V-
El radio de giro i es una m agnitud dimensional. Para comparar
las diversas secciones entre sí es más cómoda la m agnitud adimensional
siguiente,
‘m ín l^ m ín n n 17 \
Pmín — ~ y'p f » ( 1 0 .1 7 )

que se puede denominar radio unitario de giro.

www.elsolucionario.net
En latabla 10.2 están dados los valores de pmín para algunas de las
secciones más difundidas.
Tabla 10.2

Tipo de sección Pmín

ikD
Rectángulo de -^- = 2 0,204 *4
Cuadrado
\P \
0,289 ; I BSbRo»*»» \ o %
Círculo 0,36
Perfil doble te 0 ,2 7 -0 ,4 1 « ■p\
Canal 0 ,3 8 -0 ,4 5
P erfil angular 0 , 4 - 0 ,6 _______
A nillo, para c = 0 , 7 - h 0 , 9 0 ,8 6 -1 ,5 3
.............. -

Como vemos, las menos convenientes son las rectangulares m aci­


zas, que tienen momentos de inercia desiguales respecto a los ejes
principales y, por lo tanto, no se cumple el principio de igual estabili­
dad de la barra en los dos planos principales de inercia.
Las secciones más convenientes son las anulares, así como las
de cajón de paredes delgadas. Los cálculos demuestran, que la susti­
tución de las barras comprimidas de sección angular y doble te, por
las tubulares, da una economía del m aterial que llega al 20-40%.

287
Ejemplo 10.1. Calcular la sección de doble te de una barra compri­
www.elsolucionario.net
mida articulada en sus extremos, si la fuerza de compresión es P =
= 501 y la longitud de la barra, 2m. La tensión adm isible básica es,
oc = 1 600 kgf/cm2.
Resolución. Consideramos como primera aproxim ación cpj = 0,5,
obteniendo,
F — P _5° 000 — g 2 5 cm 2
q>i [ o ] 0 ,5 -1 600 b ,b cm •

De las tablas del surtido de perfiles típicos (GOST 8239-56*) esco­


gemos el perfil doble te Ne 36 de área F = 61,9 cm2.
El radio de giro mínimo, de estas mismas tablas, resulta ser imín =
= iy = 2,89 cm. La esbeltez de la barra será,
, _ Mi _ 1 -200 69>5 _ 70>
‘m ín 2,89

El coeficiente cp para el acero Ct -3, cuando X = 70, de la tabla 10.1,


resulta cp' = 0,81. La diferencia entre cpx y <p' es considerable, por lo
tanto, repetimos el cálculo adm itiendo
0 ,5 —
j—0,81 rv c e
<P2 = — -6 - - = 0,65.
Entonces,
F = __50.000. = 48 cm 2
www.elsolucionario.net 0,65-1 600

Escogemos el perfil doble te N° 30 de área F = 46,5 cm 2 e i y =


= 2,69 cm.
La esbeltez de la barra es,
y_ _ 200 ^ yc
i mín — 2 69 ~
De la tabla 10.1 se obtiene tp' m 0,78 (interpolando los valores
correspondientes a X — 70 y X = 80).
La tensión en la sección transversal de la barra será entonces,

a= T = 5S = 1080kgf/cm2-
La tensión admisible en el cálculo por pandeo resulta,
[<T,] = q>; [o,.] = 0,78 • 1600 = 1225 kgf/cm2.
La subtensión supone,
1225-1080 1 0 0 = = ] l j 8 o/0_
1225
Realizamos otro intento más, considerando que,
0 ,7 8 + 0 ,6 5 /n
Así obtenemos,
www.elsolucionario.net
P 50 000 _ 4 3 5 cm 2
0,72-1600 ’

Escogemos el perfil doble te No 27 de área F = 40,2 cm 2 e i e =


= 2,54 cm. La esbeltez de la barra correspondiente es igual a % =
= 200 _ 79
2,54
El coeficiente (p, según la tabla, es <¡p* = 0,75.
Tenemos para la tensión

12 5 0 kgf/cm2-
La tensión adm isible r e s u lta ^ [cxc] = 0,75-1 600 = 1 200 kgf/cm2.
La sobretensión de — *100 = 4,2% resulta adm isible.
Ejemplo 1 0 . 2 . Calcular las dimensiones de una sección anular para
los mismos datos del ejemplo anterior. La relación entre el diám etro
interior del tubo y el exterior es c = = 0,9. Comparar el área de
la sección anular con la del perfil doble te, escogido en el ejemplo ante­
rior.
Solución. D = 14,5 cm, cL = 13,0, y F = 32 cm2. En comparación
con la sección de doble te, la economía del m aterial representa un
46f c 32-100 = 31%.

www.elsolucionario.net
Ejemplo 10.3. H allar la carga adm isible para una barra compri­
mida de acero Ct -3 de sección rectangular 4 x 6 cm. Los extremos de
la barra están articulados.
La longitud de la barra l es 80 cm, y el coeficiente necesario de
seguridad por pandeo, n e = 3 .
Resolución. Puesto que está dado un determinado coeficiente de
seguridad por pandeo, realizamos el cálculo directam ente por la fór­
mula de Euler o la de Yasinski.
Para hallar cuál de las dos es aplicable a este caso, calculamos la
esbeltez de la barra,

m ín
siendo,
-. \n/ ^mfn b3h .. f b3 / ~ 42 ,
¿mín * F ~~V 12b h ~ V 12 J' ¡2 — U15cm,
A 1 *80
1,15 69,5-
La esbeltez resultó menor de 100, es decir, la fórmula de Euler
para la barra de acero de bajo carbono, no es aplicable.
El cálculo deberá realizarse por la fórmula de Yasinski,
[ P y. . P crít GCrltF _ {a-bX) F = ( 3 1 0 0 - 11,4-69,5) 4-6 = lg 4 0 () kgf_

19— 0 1 2 2 8 289
§ 93. Flexión por fuerzas longitudinales y transversales
www.elsolucionario.net
Veamos de nuevo el caso de la acción combinada sobre la barra,
de una fuerza axial de compresión y de una carga transversal
(fig. 10.5). Bajo la acción de esta carga la barra se deforma como
está indicado en la figura por la línea punteada. Si las deformaciones
son pequeñas en comparación con las dimensiones de la sección, en­
tonces las tensiones que surgen en la barra, se pueden determinar

FIG. 10.5

partiendo del principio de superposición de las fuerzas, es decir, por


separado, para la fuerza de compresión, por la fórmula,

(10.18)

www.elsolucionario.net
y para la carga transversal que origina la flexión, por la fórmula
a2 = ± ^ ^ , (10.19)

siendo M ofiec el momento flector debido exclusivamente a la carga


transversal.
La tensión total se obtiene, por lo tanto, por la conocida fórmula,
n— S _l_ M0fleo (10.20 )
w
Sin embargo, al crecer la esbeltez de la barra resulta necesario ya
considerar la influencia de las flechas sobre el aumento del momento
flector originado por la fuerza longitudinal.
La tarea de determinación de las deformaciones y fuerzas interio­
res en la flexión por fuerzas longitudinales y transversales se puede
resolver de manera exacta o aproximada.
Veamos la solución exacta del problema representado en la figu­
ra 10.5. Teniendo en cuenta que las deformaciones son pequeñas, recu­
rrimos a la ecuación diferencial de la flexión de la barra ( 1 0 . 2 ).
Planteam os la ecuación de la flexión solamente para la parte
izquierda de la viga, ya que esta última es simétrica,
Pz
E Jxy" = M f lec = — S y — ~ ( 10.21)

290
o sea,
www.elsolucionario.net
tt o P%
i

y + « y= — 2e j x ’

siendo,

= (10.22)
La solución de esta ecuación diferencial consta de dos partes: la solu­
ción de la ecuación sin el segundo miembro,
y — A sen a z + B eos az,
y la solución particular de la ecuación no homogénea, que, como es
fácil de comprobar, introduciéndola en la ecuación, es
,* Pz
y ~ 2S
Así, pues se obtiene
Pz
y = A s e n a z -\-B c.osaz— ^ ,
p
y' = Aa, eos az — B a sen a z — ^ •

Para la determinación de las constantes A y B se dispone, de las


condiciones siguientes:

www.elsolucionario.net
1) y z= o = 0 ; 2)

De la primera condición se halla B = 0 y de la segunda,


y'z= i /2 — 0-

^ n
2S a eos ~ -

Por lo tanto,

y 2 ry
9 a..<
S?ros n //2
eos al / 2 Sen KZ 9S
2S (10.23)
La flecha máxima será,

T-)- <‘°-24>
La ecuación de los ángulos de giro es la siguiente,
, P i al \
ya = 2 S---------- ttk eos az — eos -¡r ,
eos al / 2 V 2 / ’
P ( l — c o s a / / 2) , ,,„ nn
y ^ = 2 Scosk ¿/2 (Para 2 = 0). (10.25>
La ecuación de la curvatura,
„ Pa, sen az
y 2S cosa//2

IV* 291
www.elsolucionario.net
La de los m om entos flectores,
E J P a sen az P sen az
2 a eos al¡2

La del momento flector máximo, (para z = 1/2)

(10.26)

y la de la tensión máxima originada por la compresión y la flexión,

g = — —------ M fle c — _____— ____ — t£ — (10 27)


F W F 2a 8 2

Como se puede observar de estas fórmulas, a medida que la m agni­


tud a l/2 se aproxima a n/2, las flechas y las tensiones tienden al infi­
nito, es decir, que tiene lugar la pérdida de la estabilidad de la barra.
n2EJ
Esto ocurre para la fuerza crítica S E = * que se denomina fuerza
crítica de Euler.
Lo expuesto es válido m ientras las tensiones en el momento del
pandeo sean inferiores al lím ite de proporcionalidad (por ejemplo,
cuando la carga transversal es pequeña). En el caso de cargas transver­
sales mayores, antes de ocurrir la pérdida de la estabilidad ocurrirá
el agotam iento de la capacidad resistente de la barra, una vez alcan­
cen las tensiones en los puntos más peligrosos el lím ite de fluencia.
www.elsolucionario.net
Por lo tanto, la determinación de la carga crítica de la barra compri­
mida y flexada en el plano de la acción de la carga transversal, requie­
re el análisis de las deformaciones elástico-plásticas, lo que sale
fuera de los marcos de este texto.
En el caso de cargas complejas la ecuación (10.21) se debería plan­
tear e integrar para cada tram o de la viga. El número de constantes de
integración sería en este caso el doble del número de tramos, aum en­
tando así considerablemente la cantidad de operaciones necesarias. Es
por esto que en estos casos se recurre a la resolución aproxim ada*.
Cuando la carga es sim étrica respecto a la sección media (o está
cerca de ser simétrica), las flechas se determ inan por la fórmula si­
guiente,
y = y 0c , (10.28)
siendo y Q la flecha de la viga originada por la carga transversal ex­
clusivamente;
C, el coeficiente de corrección igual a

c (10.29)

(En esta fórmula S E es la fuerza crítica de Euler.)


* V. 1. Feodosiev. R esistencia de m ateriales. E d it o r ia l M I R , Moscú, 1972

292
www.elsolucionario.net
Conociendo la flecha de la viga en la sección se puede determ inar
la tensión m áxima por la fórmula,
a = ____ ;____ M 0 flec + M s _ S M o f i e c __________ S y 0 n n om
W F W W ( 1 — S /S E ) '

siendo el momento flector en la sección, originado exclusi­


M 0f ¡ ec
vam ente por la carga transversal,
M s = S y , el momento flector en la misma sección, correspon­
diente a la fuerza axial.
De las fórmulas (10.27) ó (10.30) se desprende que las tensiones
crecen con mayor rapidez que la carga. En efecto, suponiendo que la
carga transversal y la longitudinal crecen proporcionalmente a un
mismo parám etro digamos n veces, entonces la m agnitud y 0 aum entará
también n veces y el último sumando de la fórmula (10.30) crecerá
no proporcionalmente a ti, sino de manera bastante más rápida. Por lo
tanto, el cálculo de la resistencia en el caso de cargas longitudinales
y transversales no se puede realizar ya por las tensiones admisibles.
El cálculo se lleva a cabo por las cargas límites, determinando el valor
de las fuerzas para las cuales la tensión en el punto peligroso de la
sección transversal alcanza el lím ite de fluencia. Estos valores se
dividen después por el coeficiente de seguridad requerido, obteniendo
así la carga admisible.
Al comprobar la resistencia de una barra se determina el coefi­
ciente efectivo de seguridad y se lo compara con el requerido. La deter­

www.elsolucionario.net
minación de este coeficiente efectivo de seguridad se lleva a cabo adm i­
tiendo que la fórmula (10.30) es válida hasta la aparición de la fluen­
cia, y que durante el crecimiento de las fuerzas exteriores la relación
entre las cargas transversal y longitudinal se m antiene constante (este
tipo de carga se denomina carga simple). Partiendo de estas suposicio­
nes y basándonos en la fórmula (10.30) podemos escribir,
„ _ Sn , Mofiecn , Sny0n /1A otN
° f ---- ~ - \ vF r ~ 7 nS \ ’ (lU.dl)
w
l SE )
siendo n el número que indica cuántas veces deberán aumentarse las
fuerzas exteriores para que la tensión en el punto peligroso sea igual al
lím ite de fluencia. En otras palabras, que n es el coeficiente efectivo
de seguridad por las cargas. De la fórmula (10.31), una vez resuelta
la ecuación cuadrática correspondiente, se obtiene ti.
En lugar de la fórmula aproximada (10.31) se puede recurrir a la
fórmula más exacta que se obtiene a base de la fórmula (10.27),
S ti Pn

W w
El coeficiente de seguridad n se determina de la misma fórmula por
tanteos.

29a
www.elsolucionario.net
Aparte del cálculo de la resistencia, las barras comprimidas y
flexadas se calculan tam bién por rigidez y por pandeo en el plano
perpendicular al de la acción de la carga transversal, por las fórmu­
las de los § 87-91.
Ejemplo 10.4. Comprobar la resistencia y la rigidez de la viga
indicada en la figura 10.5 teniendo en consideración su peso propio y
partiendo de los datos siguientes:
la viga es un doble te N° 18a de F = 25,4 cm2, Wx = 159 cm3,
J x = 1430 cm, l = 4 m, of = 2400 kgf/cm2. La carga transversal es
P = 500 kgf, la fuerza de compresión 5 = 20 000 kgf y el peso de un
metro de viga 19,9 kgf/m. El coeficiente de seguridad requerido es
[n] = 1,7. La flecha admisible es [/] = ^
Resolución.
1. Cálculo de la resistencia.
Teniendo en cuenta que la carga es sim étrica respecto al centro de
la viga, recurrimos al método aproxim ado que en estos casos propor­
ciona gran exactitud.
Por las fórmulas del capítulo VI, determinamos el momento flector
máximo en la sección media del vano, originado por la carga trans­
versal:
el momento originado por la fuerza concentrada es,
Jl/f Pl 500-400 rri n n n 1 c
M P= — = ----------- = 50000 kgf-cm;

www.elsolucionario.net
el correspondiente al peso propio será,
Mq -19’^ '42. — 3 9 ,9 kgf-m = 3980 kgf-m,

y el momento flector total,


Ai = 50 000 + 3980 = 53 980 kgf-cm.
La tensión m áxima, sin considerar la influencia del momento ori­
ginado por la fuerza de compresión 5 , será,
S M q f i ec _ 20 000 53 980 __
F Wx ~ 25,4 159 —
= - 788 - 339 = — 1127 kgf/cm2.
Determinamos ahora las tensiones debidas al momento suplemen­
tario originado por la fuerza axial.
Para ello, calculamos la flecha máxima correspondiente a la carga
transversal empleando para ello las fórmulas del capítulo VII:
flecha originada por la fuerza concentrada,
Pls
Vp~ 4 8 EJ X ’

flecha originada por la carga uniformemente distribuida

294
flecha total
www.elsolucionario.net
Vo =mrx(P+ 4?í) = 48.2 . ^ 1 4 3 0 * ( 5 0 0 + 4 1 9 ,9 - 4 ) = 0,256 cm.
La carga crítica de Euler será,

SE = = -■-■142 42002°6' 1430 = 175600 kgf = 1 7 5 ,6 tf,

el coeficiente de corrección,

^ 1_ 5 _ 1
1— 20/175,6
1,05.
Se
La tensión suplementaria originada por el momento correspon­
diente a la fuerza axial S ,
„ _ _ = |jS É . = j o o o o ^ s - ! ■ « . „ _ 34 kel/cm ,

la tensión total,
a = — 1127—34 = — 1161 kgf/cm2.
El coeficiente de seguridad se obtiene de la fórmula (10.31), por
tanteos: n = 1,90 > [«].
Es decir que está garantizada la resistencia de la viga.

www.elsolucionario.net
2. Cálculo por rigidez.
La flecha máxima es,
y — yoC — 0,256-1,05 = 0,269 cm
y la flecha admisible
rfi ¿ 400 ■»
^ 400 400 = CI11,

Es decir, y < [/] lo que garantiza la rigidez de la viga.

§ 94. Método energético de determinación de las cargas críticas


Los métodos energéticos resultan muy efectivos al resolver toda
una serie de problemas de estabilidad, sobre todo problemas compli­
cados. Uno de estos métodos lo analizaremos ahora.
Al alcanzar la carga de compresión el valor crítico, la barra puede
perder la estabilidad (fig. 10.6).
La carga exterior P crít realizará en este caso cierto trabajo que se
transformará en energía potencial de la flexión de la barra. Esta
última se determina por la fórmula (6.22),
ó www.elsolucionario.net
l
£7 = 4 - j EJy"2dz, (10.33)
o
puesto que,
M f lea = E Jxy".
El trabajo de la fuerza de compresión será
A = Pcríth (10.34)
siendo X el desplazamiento del punto de aplicación de la fuerza P chu
En la expresión del trabajo A no consta el coeficiente — puesto-
que la pérdida de la estabilidad se caracteriza precisamente porque

www.elsolucionario.net
la forma de equilibrio varía m ientras que las cargas exteriores perma­
necen constantes.
El desplazamiento X se obtiene como la diferencia entre la longi­
tud l y la proyección del eje encorvado de la barra sobre la recta que
une los apoyos. Es obvio (fig. 10.6) que,

d!k = dz — dz eos 9 = -y" sen2 ® ^ 4 "= T" ^ 2*

(Debido a que las deformaciones son pequeñas seconsidera que


sen 0 = tg 0 = 0 = y'). Por lo tanto,
i
K = ^ - \ y ' 2dz. (10.35)
o
El balance energético del sistema se da por la ecuación
U = A (10.36);
ó
i i
J EJy"2 dz = P crit j y 'z dz.
o o
296
De esta ecuación se determina la fuerza crítica,
www.elsolucionario.net
i
j E J y " 2 dz
Pcrlt =z ~ J------------------------------------------------ .[10.371
j¡ y ' 2 dz
ó
Fijando una u otra función adecuada y, que satisfaga las condicio­
nes de borde dadas, se podrá obtener, de manera aproximada, el valor
de la fuerza crítica.
Al escoger la función y se deben cum plir obligatoriam ente las
condiciones cinem áticas de borde (las flechas, ángulo de giro de las-
secciones) m ientras que las condiciones de borde estáticas (momentos
flectores, fuerzas cortantes) pueden no satisfacerse. Sin embargo, para,
obtener resultados más exactos, es deseable que se cumplan también.
La exactitud de los cálculos crece si se calcula la energía de la
flexión por la fórmula (6.22) y no por la fórmula (10.33). Esto se debe
a que es más fácil fijar la ecuación de y, de la que depende el m om ento
M flec, con mejor exactitud que fijar la ecuación de y".
Ejemplo 10.5. Determ inar por el método energético la fuerza crítica:
para la barra de sección constante de la figura 1 0 . 6 .
Resolución. Admitimos para la ecuación de la curva elástica una:
parábola,
y = cz (l — z)
que satisface las condiciones cinemáticas,
www.elsolucionario.net Vz=o = 0 , 2/z=í = 0 ,
pero no satisface las condiciones de borde estáticas ya que y" — constr
es decir, que el momento flector es constante a lo largo de la barra,
m ientras que en realidad éste crece de los extremos de la viga al cen­
tro de ella.
12 E J
Por la fórmula (10.37) obtenemos Pcru = j¿ , en lugar del
valor exacto P críí = « 9’8¿72£ / .
Si la energía de la flexión se obtiene por la fórmula (6.22) y no-
por la fórmula (10.33) entonces P cru = . valor mayor que el
exacto solamente en el 1,3%. (En los cálculos se considera que M /¡ec =
= P y ).
Observemos que las fuerzas críticas que se determ inan por el método-
enérgetico son siempre superiores a las reales.
Supongamos ahora que la ecuación de la elástica es,
nz
y = c sen - y - .
Esta ecuación satisface las condiciones de borde cinem áticas y estáti­
cas, ya que en los extremos de la barra las flechas y los momentos
flectores son nulos, de acuerdo con lo que en realidg^& curre.
.•**,*Ó D
« ------ 1> r.* * . \, oo i
R ealizam os los cálculos
www.elsolucionario.net

i i

o o
i i

Por la fórmula (10.37) se obtiene,

es decir, el valor exacto. Esto ocurrió por que adm itim os la expresión
exacta de la elástica.
Ejemplo 10.6. Determ inar Pcrít para la barra de la figura 10.7.
y
2E3

www.elsolucionario.net FIG. 10.7

Resolución. Consideramos que la barra, al perder la estabilidad,


se flexa según la sinusoide,
f nz
y = f sen — .
Esta ecuación satisface tanto las condiciones de borde cinem áticas
como las estáticas. El momento flector variará tam bién según la
sinusoide,

M fle c = Pcrlty; M fle c = PlritP Sen2 —


H allam os la energía de la flexión,

o o

298
www.elsolucionario.net
y el trabajo de la fuerza de compresión,
nz , P e r ita
A = ~ Y p crít j y'2 dz = Y Pcrít j ^ JT ~ COs2 ~J dz
41

Igualando ahora A — U obtendremos,

m ientras que la solución exacta es,

Perú = 17 , 6 2 § .

www.elsolucionario.net
www.elsolucionario.net
CAPITULO XI

ACCION DINAMICA DE LAS CARGAS

§ 95. Cargas dinámicas


H asta aquí, estudiábam os la acción, sobre las piezas, de las cargas
estáticas. Como se sabe de lo expuesto anteriorm ente, las cargas está­
ticas varían su m agnitud, de cero a los valores definitivos, tan lenta­
mente, que las aceleraciones que en estas condiciones reciben los
elementos de las estructuras son despreciablemente pequeñas. Sin
embargo, muy a menudo las cargas tienen carácter dinámico, puesto
que varían en función del tiempo con gran rapidez. La acción de estas

www.elsolucionario.net
cargas va acompañada de vibraciones de las estructuras y sus ele­
mentos.
Las tensiones que surgen durante las vibraciones de las piezas, pueden
ser de magnitud muchas veces mayor que las tensiones correspondientes
a cargas estáticas.
El cálculo de las piezas de las estructuras por cargas dinámicas
es más complicado que el cálculo por cargas estáticas. La dificultad
consiste en que, por una parte, los esfuerzos interiores y las tensiones,
debidos a las cargas dinám icas, se obtienen por métodos más compli­
cados y, por otra, en que los métodos de determinación de las caracte­
rísticas mecánicas de los m ateriales para cargas dinám icas, son tam ­
bién más complicados.
Por ejemplo, cuando actúa una carga de im pacto (es decir, una
carga de duración muy pequeña), muchos m ateriales, que cuando se
tra ta de cargas estáticas son plásticos, se comportan como m ateriales
frágiles. En el caso de cargas variables repetidas, la resistencia del
m aterial decrece bruscamente.
El método general de cálculo por cargas dinámicas se basa en el
conocido principio de D ’Alembert de la Mecánica Teórica.
Según este principio, cualquier sólido en movimiento se puede
considerar en estado de equilibrio instantáneo, si se agrega a las fuer­
zas exteriores que sobre él actúan, la fuerza de inercia, igual al pro­
ducto de su masa por su aceleración, y dirigida en dirección opuesta
a la aceleración. Por eso, cuando se conocen las fuerzas de inercia, se
300
puede emplear, sin lim itación alguna, el método de las secciones y
aplicar las ecuacioneswww.elsolucionario.net
de equilibrio para calcular los esfuerzos inte­
riores.
En aquellos casos, cuando resulta dificultosa la determinación
de las fuerzas de inercia, como por ejemplo, en el caso de las fuerzas
de impacto, para el cálculo de las tensiones y deformaciones dinámicas
se recurre a la ley de conservación de la energía.

§ 96. Cálculo de las tensiones en el caso


d e movimiento uniformemente acelerado
En muchos casos, las aceleraciones de las piezas de las máquinas
son conocidas. Las tensiones dinámicas se calculan, entonces, sin
dificultad. Veamos algunos ejemplos.

a)

, /

■ — M /

m
1
1' r h i
0

............................ ...................................i

www.elsolucionario.net 77^(771
A
///y//

w a l^rrn T T M T T T r^J
FIG . 11.1 F IG . 11.2

Ejemplo 1 1 . 1 . Un peso Q se mueve hacia arriba con la aceleración


■a (fig. 11.1). Calcular la tensión que surge en el cable, si se prescinde
del peso de éste.
Resolución. Aplicamos al peso la fuerza de inercia ma = -^a ,
dirigida hacia abajo. Empleamos el método de las secciones. Trazamos
la sección m ■ — n y retiramos la parte superior del cable. Anotamos
el esfuerzo en el cable por N din. Puesto que las tensiones en el caso
de tracción axial se distribuyen en la sección uniformemente, podemos
•considerar que Ndin — o'din F, siendo odin la tensión dinámica en
el cable, que se busca.
Proyectando todas las fuerzas, incluyendo las de inercia, sobre el
■eje vertical, obtendremos
GdinF — Q ( l + - |- ) = 0 ,

301
de donde hallaremos,
www.elsolucionario.net
°din = -y- ( 1 — GestKdin>

siendo oest~ la tensión correspondiente a la acción estática del


peso,
Kdin = 1 + - | , el coeficiente dinámico.
Así, pues, en muchos casos, las tensiones dinámicas se pueden expre­
sar a través de las estáticas y del coeficiente dinámico. Esto es espe­
cialm ente cómodo, puesto que el valor del coeficiente dinámico con
frecuencia se obiene experim entalm ente.
Ejemplo 1 1 . 2 . Una barra de peso q, por unidad de longitud, se
eleva m ediante dos hilos fijados a sus extremos (fig. 11.2). Su movi­
m iento, que es de traslación, tiene una acelaración a. Calcular las
tensiones en la barra.
Resolución. Aplicando a cada elemento de la barra, de longitud
unitaria, la fuerza de inercia j a, vemos que el problema es equivalente
al de una viga simple, solicitada por una carga uniformemente distri­
buida de intensidad q + —a.
8
El momento flector máximo ocurrirá en el centro de la viga:

AA _ {q + ~ga) 1 __ <7¿2 /1 hA k
www.elsolucionario.net
|
M-din— -------g-------— —g- — Mest^din,

siendo M eit = j el momento flector correspondiente a una carga


estática, uniformemente distribuida de intensi­
dad q,
Kdm — 1 + y * el coeficiente dinámico.
La tensión dinámica m áxim a se obtiene por la fórmula de la fle­
xión
„ _ ts
u d in — ^ e s t^ d in *

§ 97. Determinación de los desplazamientos y las


tensiones en el impacto
Veamos el caso de impacto longitudinal de un peso, sobre un
cuerpo inmóvil. Supongamos que el peso Q cae de una altura h sobre
una barra inmóvil (fig. 11.3, a). La velocidad del cuerpo en el instante
del impacto se determina por la conocida fórmula de la caída libre,
o = Y 2gh.
Esta velocidad disminuye hasta hacerse nula en un período de
tiempo muy pequeño que se mide en milésimas o centésimas de se­

302
gundo. Debido a la www.elsolucionario.net
gran aceleración (retardación), surge una fuerza
de inercia considerable que determ ina la acción del impacto.
Sin embargo, es muy difícil establecer teóricamente la ley de va­
riación de la velocidad y, por lo tanto, la m agnitud de la fuerza de
inercia. Aquí se emplea otro método, basado en la ley de conservación
de la energía y en las suposiciones siguientes:

FIG . 11.3

www.elsolucionario.net
1) Las tensiones durante el impacto no son superiores al lím ite de*
proporcionalidad, manteniéndose pues válida la ley de Hooke.
2) Los cuerpos después del impacto no se separan uno del otro.
3) La masa de la barra que se golpea se considera pequeña en
comparación con la del cuerpo que golpea y no se tiene, por lo tanto,,
en consideración en el cálculo.
4) Se prescinde de la pérdida de parte de la energía, que se trans­
forma en calor y en movimiento oscilatorio del cuerpo que golpea.
Igualamos el trabajo del cuerpo que cae a la energía potencial de
la deformación de la barra. El trabajo realizado por el peso que cae es:
Q (h -\-A ldin)t
siendo Aldin la deformación dinám ica (acortamiento) de la barra.
La energía potencial de la deformación de la compresión (véase
el § 19), es,
rr MlinEF
21
De estas dos expresiones hallamos:

o sea,
A lh n E F - Q2lAldln — Qh2l = 0.

303.
Dividiendo los dos miembros de esta igualdad por E F obtendremos
www.elsolucionario.net
A/Ji„ - ~ 2 M din — J L 2h = 0 .

Pero 2^, = A/esi es la deformación de la barra debida a la carga


<Q, aplicada estáticam ente, por lo tanto,
A/din — 2AlestA.ldin — 2A lesth = 0.
Despejando de esta ecuación cuadrática a Aldin, hallaremos,
AIdin = Alest ± Y A l l st-]r 2hAlest.
Escogiendo el signo positivo (la solución con el signo negativo
•delante de la raíz contradice al sentido físico del problema), obten-
•dremos,

A ldin = Alest ( l + j / l + - Á ^ 7 ) = AlestKdin, [11.1]


siendo Kdtn el coeficiente dinámico.
Dividiendo los dos miembros por la longitud de la barra y m ulti­
plicándolos por el módulo de elasticidad E , según la ley de Hooke,
pasamos de las deformaciones a las tensiones,

0din = Gest -{-]/ 1 + ) = LestKdin- [ 1 1 .2 ]


De estas fórmulas se deduce que las magnitudes de las tensiones y

www.elsolucionario.net
los desplazamientos dinámicos dependen de la deformación estática
■del cuerpo que se golpea. Cuanto mayor es la deformación estática
(siendo iguales las condiciones en lo demás) tanto menores resultan las
tensiones dinámicas.
Es por esto que para suavizar el impacto se emplean alm ohadillas
(de goma, de muelle, etc), que dan mayores deformaciones.
En el impacto de compresión, para evitar el pandeo, las tensiones
dinámicas no deberán superar las críticas (véase el capítulo X).
Son semejantes las fórmulas para el caso del impacto transversal
(flexante), salvo que en este caso en lugar de Al eat se debe considerar
la flecha estática de la viga en el lugar del impacto y est, y en lugar de
A¿d¿n se debe considerar la flecha dinámica y din (fig. 11.3, b).

Casos particulares

1. Si h = 0, es decir, si la carga se aplica súbitamente, entonces de


las fórmulas ( 1 1 . 1 ) y ( 1 1 . 2 ) se obtiene,
Aldin = 2 Alesti
O din = 2(7esí.
Es decir, al aplicar súbitam ente la carga, las deformaciones y las ten­
siones son dos veces mayores que las que ocurren en el caso de la acción
estática de la misma carga.
304
2. Si la altura www.elsolucionario.net
de caída h es considerablemente mayor que la de­
formación estática A/es , entonces para determ inar el coeficiente diná­
mico obtendremos la fórmula aproximada siguiente,

Ejemplo 11.3. Sobre el centro de la barra de acero doble te N° 27a


de 3 m de luz, cae un peso Q = 100 kgf de una altura h — 10 cm. El
momento de inercia de la sección es J x = 5 500 cm4, el módulo de la
sección W x = 407 cm 3 (de las tablas del surtido de perfiles típicos);
E = 2 - 106 kgf/cm2.
Calcular la flecha máxima de la vira y las tensiones máximas en
su sección transversal.
Resolución. Por la fórmula (7.23) hallamos la flecha estática de la
viga en el lugar de aplicación del peso,
Q/3 100-3003 n A n, Q
— — 0,0048 cm.
48 E J 4 8 - 2 - 106-5500
El coeficiente dinámico será,

K » ,- 1 + / 1+ ^ = 1 = / 1 + 5 ^ 5 = 64.

En este caso el efecto dinámico del peso que cae es 64 veces mayor
que el estático.

www.elsolucionario.net
Calculamos la tensión estática del peso Q.
El momento flector máximo ocurre en la sección central de la
viga y es igual a
,, Ql 100-300 _cnA , f
M f i ec = —j —= — 4— = 7500 kgf-cm .

La tensión estática m áxima será,


Mfiec 7500 io £ i ti 2
Vest = - ^ r - = -4 0 7 - = 1 8 ,6 kgf/cm 2
y la m áxima tensión dinámica,
adin = cestK din= 18,6-64 = 1 190 kgf/cm2.
De este ejemplo se ve qué peligrosas son, por su acción, las cargas
dinám icas. A esto hay que agregar que las tensiones admisibles en el
im pacto se escogen inferiores a las correspondientes a cargas estáticas.

§ 98. Impacto excéntrico


Presenta bastante m ayor interés práctico el impacto excéntrico
que en la práctica generalm ente se dá.
Por ejemplo, al hincar los pilotes en el terreno, si existe cierta obli­
cuidad, por pequeña que sea, entre el pilote y la masa, el impacto re­
sultará excéntrico (fig. 11,4, a).

2 0 — 01 223 305
www.elsolucionario.net
Considerarnos aquí válidas las mismas suposiciones sobre el carác­
ter del impacto, que en el caso del impacto central.
Como en el impacto excéntrico además de las deformaciones y ten­
siones de tracción (compresión) surgen tam bién deformaciones y ten-
Z

www.elsolucionario.net
FIG . 11.4 FIG. 11.5

siones originadas por la flexión, admitimos la hipótesis según la cual


la línea elástica de la barra en el impacto coincide con la línea elástica
correspondiente a la acción estática de la carga.
Las suposiciones hechas son admisibles en el caso de velocidades
de impacto pequeñas.
Calculamos el trabajo del peso Q que cae de una altura h,
A = Q (h-\-6din), (11.3)
siendo 8din el desplazamiento del punto de impacto C (fig. 11.5).
Este desplazamiento puede ser representado como la suma,
& d in = S i —j—ó 2 —(—ó 3, (H -4 )

siendo 8 X = P^ - 1 el acortam iento del eje de la barra debido a la


fuerza axial P d¡n,
8 2, el acortam iento del eje de la barra debido al encorvamiento.
Si el extremo inferior de la barra está empotrado, aquel se podrá obte­
ner por la fórmula (10.35).
i
S2 = ± ¡ y ' 2dz. (11.5)
o
306
En el caso particular, cuando el punto de impacto se encuentra en
www.elsolucionario.net
uno de los ejes principales de la sección, tendremos (véase el ejem­
plo 7.3),
/ M ¿ l in z P d t n az /ii cy
y pj
J_j d
p iti •v 1• u /

Por lo tanto,

*>=4-1»’**—
o
¡8;r - (n '7)
siendo a la excentricidad de la fuerza del impacto, respecto al eje
central principal x. fe
El desplazamiento del punto de S3, impacto originado por el giro
de la sección, es
cr3 = a tg 0 Tu <20 , ( 1 1 .8)
siendo 0 el ángulo de giro de la sección superior de la barra (como la
deformación es pequeña, admitimos que tg 0 « 0 ),
n M d inl P ¿ in al /1 , m
0 = _ £7----=
x ~TJ----
oc ’ ( 1L9)'
Por lo tanto,
6 3= p %■£■■■ ( 1 1 - 10 ).
Al calcular los desplazamientos S2 Y $3 se prescindió del efecto de
www.elsolucionario.net
la flexión por fuerzas longitudinales y transversales, es decir, se consi­
deró que la barra es bastante rígida.
Definitivam ente la fórmula (11.3) se escribe así,

A ^ n + ^ + ^ + J ^ L ) .

Hallamos ahora la energía potencial de la deformación de la barra,


1 Pd i¿ 1 M dinl
" = T T r + - T ¡ r ' ( H - 12 )
Teniendo en cuenta que M dln = P d¡na obtendremos,
fT P h ¿ (J* + F °2) P$i¿Jxc
2E J F ~ 2 E J XF ’ (1 1 .1 3 )

siendo J Xc = J x + Fa 2 el momento de inercia de la sección respecto-


al eje x c que pasa, paralelam ente al eje x, por el punto C del impacto.
De la ley de conservación de la energía se desprende
A = U.
Después de ciertas transformaciones se obtiene la ecuación cuadrática
siguiente para la determinación de la fuerza del impacto P din:
6 Qi2
x hEF2+ 6 Q lJ xcP din + P*diri (Alesta W F - 3 J Xcl) = 0, (11.14)

20* 307
www.elsolucionario.net
siendo ix — ] /~ y - el radio de giro de la sección respecto al eje x,
Alest = Qj,, el acortam iento estático de la barra,

X = 4-, la esbeltez de la barra respecto al eje x.


l X

Una vez hallado de esta fórmula P ¿ in podremos ya,por la fór­


m ula (11.4), hallar el desplazamiento delpunto de impacto. Las ten­
siones en el caso del impacto de compresión se calculan por la fórmu­
la siguiente,

c ^ = - z f L ± - ^ r = ^ ¡n( - 4 - ± -wz)' (1L15)


Si las deformaciones de la barra son pequeñas en comparación con
la altura de caída h, entonces igualando el trabajo de la fuerza Q, A =
= Qh, a la energía potencial de la deformación (11.13) hallaremos,

de donde se obtiene,

= Q V ~ P d in ~ ■
P estKáin, (H -17)
r L1Lest J xc
siendo Kdm el coeficiente dinámico

Kdm = (11.17a)
www.elsolucionario.net
Las tensiones serán,
r ¿^íest J xc

® d in ~ P d ln ^ ~p~ i W x )= P e stK d in ^ ~p i ~W ~¡¿) ~ ^e stK d in -

(11.18)
De manera análoga se puede resolver el problema en el caso gene­
ral del impacto, cuando el punto de impacto no se encuentra en nin­
guno de los ejes principales de la sección transversal de la barra.
Ejemplo 11.4. Determ inar la fuerza del impacto y las tensiones
originadas por el peso Q al caer éste sobre una barra de sección circu­
lar. Analícense los dos casos siguientes: 1) im pacto central y 2) impacto
excéntrico cuando a = r.
Resolución. Calculamos el coeficiente dinám ico por las fórmulas
aproximadas, considerando que/i es grande en comparación con Alest.
1. Impacto central.
Por la fórmula (11.2a) calculamos el coeficiente dinámico,
2h
Kdin= j / -A/,est
Pdin = PestKdin = —Q ]/'^
„ Q - ,/~ 2 ~
^ d in — a estí \ d in — p f/

308
2. Impacto excéntrico (a = y ) .
www.elsolucionario.net
Por la fórmula (11.17a) hallamos /Cdm.

TV" _ -i ^ ______ «/^______


A d in- y Aiest (J x + Fo* ) “

—i/" ___________ 0,05rf4________ = 0 4 4 6 l / " 2/1


~ V Mest (0,05a4-f-0,785a2•0,25d2) ’ K A/esi

/>«» = - P . s , K i „ = - 0 .4 4 6 Q j / ;

« „ » - - K a,„ = - 0 , 4 4 6 X
, , ! 0-4 , Q -0 ,5d -3 2 \ 0 00 4Q /" ~ W ~
X V na2 r nd 3 ) ’ Jid2 K A/esí '

Comparando los resultados, observamos que en el impacto central


la fuerza de impacto Pd,n es 2,24 veces mayor que en el impacto ex­
céntrico, m ientras que las tensiones son 0,43 veces menores.
De aquí se deduce, por ejemplo, que al hincar los pilotes conviene
aplicar el golpe centralm ente para aum entar la fuerza del impacto que
hace penetrar el pilote en el suelo y para dism inuir las tensiones diná­
micas al desaparecer el momento flector que no influye sobre la pene­
tración del pilote.
Para centrar el golpe, el sombrerete del pilote deberá tener un
www.elsolucionario.net
saliente centrador (fig. 11.4, b) y su extremo, una forma redondeada.

§ 99. Ensayos de materiales a cargas de impacto


(ensayo por impacto)
Las investigaciones demuestran que la velocidad de las deforma­
ciones influye, sensiblemente, sobre las propiedades mecánicas de los
m ateriales.
En la figura 11.6 están representados dos diagramas de tracción,
correspondientes uno a la solicitación estática ( 1 ), y a la solicitación
dinám ica, el otro, (2). De estos diagramas se deduce que, en la tracción
por impacto, el lím ite de la fluencia y el de resistencia crecen. Las
investigaciones de N. N. Davidenkov y otros demuestran que el lím ite
de fluencia aum enta en un 20-70% y el lím ite de resistencia, en un
10-30%, en comparación con los correspondientes a la solicitación de
tracción estática. La plasticidad, al crecer la velocidad de las defor­
maciones, disminuye. Ya para velocidades de solicitación relativam en­
te pequeñas, el m aterial revela una tendencia a la destrucción frágil.
P ara construir el diagrama de tracción por impacto, del tipo 2
de la figura 1 1 . 6 , se requieren máquinas especiales muy
complicadas. Generalmente, se emplea otro método simplificado para
evaluar las propiedades del m aterial, cuando actúan cargas de im pacto,
el, así llamado, ensayo por impacto. Para los ensayos se emplean
309>
probetas de forma www.elsolucionario.net
estandartizada. Una de ellas está representada en
la figura 11.7.
En el medio de la probeta se hace una ranura de 2 mm de profun­
didad para que el m aterial trabaje en las condiciones más desfavo­
rables, pues la ranura conduce a la concentración de tensiones.
La probeta se somete a destrucción por impacto en un m artinete
pendular especial (fig. 11.8). El cuchillo del péndulo (C), elevado a la

SO
J
____
IjJ ■ JO ^
r Wmm I

F I G , 11. 6 FIG. 11.7

altura h¡, al caer, rompe la probeta golpeándola en el punto K (véase


fig. 11.7), elevándose después a una altura h2 < .h x, debido a la ener­
gía cinética que le queda.
El trabajo realizado por el péndulo es A = Q (hx — h2). Este tra ­

www.elsolucionario.net
bajo se gasta en la destrucción de la probeta, excluyendo una parte

F I G . 11. 8

pequeña AA que se absorbe por las resistencias (fricción en la m áqui­


na, resistencia del aire). La m agnitud de estas pérdidas, para cada
m artinete, son conocidas.
Se entiende por capacidad del m aterial de oponerse a la acción
de una carga de impacto la m agnitud,
Ai r kgf-m 'I
ah (11.19)
F L cm2 J ’
310
siendo A x ~ A — k Awww.elsolucionario.net
la energía que se consume para la destrucción
de la probeta,
F, el área de la sección transversal de la probeta
en el lugar de la ranura.
La magnitud ah se denomina resiliencia unitaria del materialJ
Cuanto mayor es ah, tanto mejor se resiste el m aterial al impacto
y tanto más dúctil es.
La m agnitud de la resiliencia ah depende de la tem peratura t
en que se desarrollan los ensayos. Para el acero Ct-3, el gráfico de
ah en función de t está representado en la figura 11.9. Al dism inuir
la tem peratura, ah disminuye tam bién. Existe un intervalo de tem ­
peraturas tcrít en el que ah disminuye con especial rapidez. Este inter­
valo se denomina intervalo crítico de la temperatura. La zona de las
tem peraturas situadas a la izquierda del intervalo crítico se denomina
zona fitérmica. Como vemos, esta zona, en el caso del acero Ct-3 co­
rresponde a tem peraturas inferiores a —25°C. Para tem peraturas de
—20° a +30°, el valor de ah de este acero es 6-12 kgfm/cm2.
Señalemos aquí, que la m agnitud de ah para los laminados reforza­
dos con m anta de fibra de vidrio constituye 1-4 kgfm/cm2. Es decir
que los plásticos de fibra de vidrio resisten las cargas de impacto bas­
tante peor que el acero de poco contenido de carbono.
§ 100. Oscilaciones libres de sistemas
de un grado de libertad

www.elsolucionario.net
Como ya se indicó, la particularidad característica de las cargas
dinámicas consiste en el surgimiento de oscilaciones en las estructuras
y sus elementos.
D urante las oscilaciones, debido a la aparición de y/////////
aceleraciones, surgen fuerzas de inercia que pueden su­
perar muchas veces los esfuerzos debidos a la acción de
cargas estáticas en los elementos de las estructuras. Es
por esto que las cargas dinámicas son bastante más pe­
ligrosas que las estáticas.
Veamos el problema más simple de la teoría de las
oscilaciones: las oscilaciones libres (o propias) de un cuer­
po, cuya masa se concentra en un punto (fig. 11.10). La
masa de la barra (o del muelle) que soporta el sólido se
considerará despreciablemente pequeña en comparación
con la del sólido que oscila.
En este caso, la posición del cuerpo oscilante se ca­
racteriza cabalmente por un parámetro 6 , que es el despla­
zamiento del sólido respecto a la posición del equilibrio FIG . 11.10
estático.
En este caso y en los casos análogos, se dice que el sistema tiene un
grado de libertad.
El número de grados de libertad, es decir, el número de parámetros
independientes que determ inan la posición del sistema depende del
esquema de cálculo adm itido.

311
Así, por ejemplo,www.elsolucionario.net
si en el caso en cuestión no se pudiese prescindir
de la masa de la barra A B , sería necesario entonces introducir un nú­
mero infinito de coordenadas para la determinación de la posición de
todos los puntos de la barra A B , es decir, que el sistema tendría un
número infinito de grados de libertad.
Para que el cuerpo oscile alrededor de su posición de equilibrio,
alargamos la barra A B en una m agnitud arbitraria S0y soltamos después
el cuerpo. Este comenzará a oscilar en la dirección vertical (en la
dirección AB).
Las oscilaciones que realiza el sistema, libre de toda solicitación
exterior, se denominan oscilaciones libres (o propias).
Estas oscilaciones se m antienen hasta que la energía transm itida
al principio del movimiento oscilatorio, no se gaste totalm ente en el
trabajo realizado contra las fuerzas de fricción con el aire y contra las
fuerzas de la fricción interior en el m aterial.
Las oscilaciones se denominan forzadas si ocurren bajo la acción
de fuerzas exteriores variables, denominadas fuerzas perturbadoras.
Al plantear las ecuaciones del movimiento partim os del principio
de D ’Alembert que consiste en que al sistema que se mueve con acele­
ración se le pueden aplicar las ecuaciones de la estática, si entre las
fuerzas exteriores se incluye tam bién la fuerza ficticia de inercia que
es igual al producto de la masa por la aceleración y se orienta en direc­
ción contraria a la aceleración.
Supongamos que la desviación del cuerpo de la posición de equili­

www.elsolucionario.net
brio es 8 . Sobre el cuerpo, durante las oscilaciones, actuarán las fuer­
zas siguientes:
1) la reacción de la barra A B que según la ley de Hooke es,

siendo óu el desplazamiento originado por la fuerza unitaria aplicada


al punto donde se fija el peso,
2 ) la fuerza de inercia, igual al producto de la masa por la acele­
ración,
( 11. 21)

La suma de estas fuerzas deberá ser igual a cero, es decir,


d2ó , 6 n
(11.22)
m ^ r + lh 7 = 0

d 2S . 2c p.
l í r + © 26 = °, (11.23)
siendo
(11.24)

la frecuencia circular de las oscilaciones.

312
www.elsolucionario.net
La ecuación (11.23) es una ecuación diferencial de segundo orden„
homogénea, lineal y de coeficientes constantes.
La integral general de esta ecuación es,
8 = A x eos a t + A 2 sen a t (11.25)
ó
8 = A sen (cot + cp), (11.26)
siendo A 1? A 2, A y q> constantes arbitrarias.
íL a ecuación (11.26) es la ecuación de las oscilaciones harmónicas.
En ella, A representa la desviación m áxima (amplitud) de la masa
oscilante, que se mide desde la posición de equilibrio, ya que el valor
máximo de sen (u>í + cp) es igual a la unidad. El argumento coi + q>
se denomina fase de las oscilaciones y la m agnitud <p, fase inicial de
las ecuaciones, es decir, la fase cuando t = 0 .
La velocidad de la masa en movimiento será,
¿/ó
v = ~¿f — A® eos (ai -f- <p). (11.27)

La am plitud A y la fase inicial <p se determ inan de lascondiciones


en el momento inicial del movimiento. Si en este momento, cuando.

www.elsolucionario.net
FIG . 11.11

t — 0, el desplazamiento de la masa era 8 = S0 y la velocidad v = v0r


entonces de las ecuaciones anteriores obtendremos,
S0 = A sen cp; v0 — Aa> eos cp.
De aquí hallemos

A = ] / d l + ^;-, tgcp = -^ £ -, es decir, cp = a r c t g - ^ - . (11.28)

El diagrama de las oscilaciones (11.27) está representado en la


figura 11.11. Hallemos ahora el período completo de las oscilaciones T r
es decir, el lapso de tiempo que requiere la masa para volver a su posi­
ción original. Como el período del seno y del coseno es 2jt, al transcu­
rrir el tiempo T la fase de las oscilaciones aum entará 2n, es decir que
a base de la fórmula (11.26) obtendremos,
co (t + T) + (p — (cot + cp) = 2aT,
313-
d e donde hallarem oswww.elsolucionario.net
2n
co ’ (11.29)

o introduciendo aquí el valor de co,


T — 2n Y m b n . (11.30)
Como en esta fórmula no figuran ni ó 0 ni v0, el período de las osci­
laciones no depende de las condiciones en el momento inicial del mo­
vimiento.
De la fórmula anterior se obtiene tam bién,

(11.31)

es decir que la frecuencia circular de las oscilaciones determina el nú­


mero de oscilaciones completas que la masa realiza en 2n segundos.
Teniendo en cuenta que 8 U = ^ hallamos,

es decir, la frecuencia de las oscilaciones es tanto mayor cuanto mayor


sea la rigidez de la barra (muelle) y disminuye al aum entar la longitud
de la barra y la m agnitud de la masa oscilante.
Las fórmulas anteriores son válidas tam bién para las oscilaciones
www.elsolucionario.net
transversales (en la flexión) de la barra, salvo que en este caso 8 ^ se
determina como la flecha de la viga originada por la fuerza unitaria
aplicada al punto donde se fija la masa oscilante.
Como se indicó ya, las oscilaciones libres, al pasar el tiempo, se
am ortiguan como consecuencia de la acción de diversas fuerzas de
resistencia.
Considerando que la fuerza de resistencia es proporcional a la velo­
cidad del movimiento, (lo que se puede adm itir cuando las velocida­
des son pequeñas), al plantear las ecuaciones de las oscilaciones, se
debe incluir entre las fuerzas exteriores, la fuerza de resistencia a ~ ,
siendo a el coeficiente de proporcionalidad entre la fuerza y la veloci­
dad. Obtendremos así, en lugar de la fórmula (11.22),
(11.32)
ó
(11.33)
siendo
(11.34)
La solución de esta ecuación será,
6 = Ae~nt sen (co^ + <p), (11.35)

>314
siendo, www.elsolucionario.net
coi — Y 0,2 — n2- (11.36)
El diagrama de estas oscilaciones está representado en la figu­
ra 1 1 . 1 2 , donde se puede observar que las oscilaciones libres, al pasar
el tiempo, se am ortiguan. La frecuencia de las oscilaciones cdj se dife­

rencia poco de la frecuencia de las oscilaciones propias sin am ortigua­


miento, puesto que ti2 es generalmente muy pequeña en comparación
con co2.
www.elsolucionario.net
La razón entre dos am plitudes distantes un período es,
dn __ __ e n T
K +i e ~ ^ t+T)
de donde se obtiene
«r = ln ^ - = 7. ( I I .37)
O71+1
La magnitud y se denomina decremento logarítmico del amortigua­
miento y caracteriza la velocidad del am ortiguam iento de las oscila­
ciones propias.

§ 101. Oscilaciones forzadas de sistemas


de un grado de libertad. Resonancia
Analicemos ahora el caso cuando sobre el sistema de un grado de
libertad actúa una fuerza que varía según la ley periódica,
P (t) = P 0 sen Qt, (11.38)
siendo P 0 el valor máximo de la fuerza,
£2 , la frecuencia circular de su variación.
La ecuación diferencial del movimiento, sin considerar las fuerzas
de resistencia, será,

di2 +1 £o28 = m— sen Qí. '


(11.39) '
315
www.elsolucionario.net
La integral de la ecuación homogénea (es decir, sin el segundo
miembro) ya la conocemos del párrafo anterior.
Escogemos la integral particular en la forma siguiente (para el
caso cuando co Q):
Su = j4/or sen (11.40)
Introduciendo esta expresión en la ecuación (11.39) hallaremos,

0)2

puesto que
? 1
® = —s—
tnoa •
Es decir que la solución de la ecuación (11.39) es

6 = A sen (co¿ -f- (¡p) -f- P°^¿i—--senQ t. (11.42)


( ' “ I r )

El prim er sumando constituye las oscilaciones propias y el segundo,


las oscilaciones forzadas.
Como las primeras se am ortiguan al transcurrir el tiempo, analiza­
mos solamente las segundas.

www.elsolucionario.net
Estas oscilaciones transcurren con la frecuencia de la fuerza pertur­
badora Q y con la am plitud,

¿/or = - ^ % r ‘ (11.43)
1 "(D2

Teniendo en cuenta que el producto P 0^11 constituye el desplaza­


miento que recibiría la masa si se aplicase estáticam ente la fuerza P Q,
obtendremos,

A f° r — ------ ^ q T = Ee s tK d im

siendo Kdm — — ^ ¡ 2 el coeficiente dinámico que indica cuántas veces


^ co2
la am plitud de las oscilaciones forzadas es mayor que el desplaza­
m iento estático originado por el valor máximo de la fuerza pertur­
badora.
En la figura 11.13 está representado el diagrama de los valores del
coeficiente dinámico (en su valor absoluto). De este gráfico se des­
prende, que cuando la frecuencia de las oscilaciones forzadas Q se
aproxim a a la frecuencia de las oscilaciones propias co, el coeficiente
dinámico crece infinitam ente. Por ejemplo, cuando Q se diferencia de
co un 30% , Kdin « 2 .
www.elsolucionario.net
El estudio de las oscilaciones forzadas considerando las fuerzas de
resistencia, demuestra que Kdin permanece lim itado incluso cuando
Q = co, pero recibe aquí su valor máximo.
El fenómeno que consiste en el crecimiento de la am plitud cuando
coinciden las frecuencias de las oscilaciones propias y de la fuerza
perturbadora se denomina resonancia y la propia coincidencia de la s _
frecuencias se denomina condición de la resonancia. ...........

FIG. 11.13 FIG. 11.14

Como el crecimiento de las amplitudes va acompañado del creci­

www.elsolucionario.net
m iento correspondiente de las tensiones que surgen en los elementos
oscilantes, está claro que el problema de la resonancia tiene gran im ­
portancia en el cálculo de las construcciones.
En efecto, el análisis de las averías de las estructuras demuestra
que precisamente las oscilaciones de am plitudes crecientes son, muy
a menudo, la causa principal de las averías.
Cuando la comparación de las frecuencias Q y co indica que existe
el peligro de la resonancia, es necesario aum entar con medidas cons­
tructivas la diferencia entre las frecuencias, variando Q o co. Lo más
racional en este caso es variar las frecuencias aumentando la razón
(fig. 11.13) para conseguir la disminución más sensible de Kdm•
Esto se puede conseguir variando la rigidez del sistema oscilante.
Si el constructor no dispone de tal posibilidad, se debe recurrir al
amortiguamiento de la estructura, es decir, recurrir a dispositivos espe­
ciales (amortiguadores de vibraciones) que aum entan la dispersión de
la energía en las oscilaciones (amortiguadores de fricción seca, hidráu­
licos, de percusión, de goma, etc.).
Se debe indicar aquí que la resonancia de poca duración general­
mente, no presenta ningún peligro puesto que para que ocurra el «ba­
lanceo» del sistema se requiere cierto tiempo, es decir, que la am pli­
tud no tiene tiempo suficiente para alcanzar grandes valores.
Casos más complejos de oscilaciones (oscilaciones de sistemas con
varios grados de libertad, oscilaciones de sistemas con la masa distri-
www.elsolucionario.net
buida de manera continua y otros) se estudian en textos más completos
de Resistencia de Materiales y en manuales especiales.
Ejemplo 11.5. Sobre el extremo de la viga de dos perfiles N° 12
(fig. 11.14) se encuentra un motor que pesa Q = 400 kgf y que origina
la carga vibrante P = P 0 sen Aquí P 0 = 100 kgf, Q = 22 1/seg.,
J x = 2-304 = 608 cm4, W x = 2-50,6 = 101,2 cm3.
' Resolución. Prescindimos de la masa de la viga y de las fuerzas de
resistencia. Hallamos la frecuencia de las oscilaciones propias,

CO
md H
Calculemos ahora la masa
m= 0,408 i ^ cm
S - 2.
981

y la flecha del extremo de la viga originada por la fuerza unitaria


[véase la fórmula (7.9)],
s ¿3 2503 n m .no
3 EJ q o i nfi cnu
3-2-106-608
0,00428 cm.
Así, pues
1
CO : 23,9 1/seg.
0,408-0,00428

Como la diferencia entre las frecuencias Q y co no es grande, surge

www.elsolucionario.net
el peligro de la resonancia. Para alejarnos de ella, variamos la posi­
ción del motor en la viga ubicándolo a 2 metros del empotramiento.
En este caso obtendremos,
<! __ ______
13
_______________
2003
= 0 ,0 0 2 2 cm,
11 3E J 3-2-106-608

co = r i 33,3 1/seg,
0,408-0,0022

Esta frecuencia se diferencia ya considerablemente de la frecuencia


de la carga perturbadora £2 .
Calculemos ahora la tensión dinámica.
El coeficiente dinámico es,
K
¿'din —' * ' 1,78,
222
i - 4co2 1-
33,32
el momento flector en el empotramiento,
M fiec = Ql + PKdiiJ = 400• 2 0 0 -f-100-1,78-200= 115600 kgf-cm.
y la tensión,
Mfle 115 600
101,2
1 150 kgf/cm 2
www.elsolucionario.net
CAPITULO XII

CALCULO DE LA RESISTENCIA
EN EL CASO DE TENSIONES QUE
VARIAN CICLICAMENTE EN FUNCION
DEL TIEMPO (CALCULO POR FATIGA)

§ 102. Definiciones fundamentales*


Muchas piezas de las máquinas, durante su servicio, se someten
con frecuencia a la acción de cargas (tensiones) que varían periódica­
mente en función del tiempo.
Por ejemplo, el eje de un vagón que trabaja a flexión y gira con­
juntam ente con las ruedas, experimenta tensiones que varían cícli­
camente, aunque las fuerzas exteriores m antienen su m agnitud y d i­
rección. Las fibras del eje se encuentran alternativam ente en la zona

www.elsolucionario.net
de tracción o en la de compresión.
Es muy característico, que cuando actúan cargas alternadas repe­
tidas la destrucción ocurre como consecuencia del desarrollo progre­
sivo de grietas, que se denomina grieta de fatiga. El término «fatiga»
debe su procedencia a la suposición errónea de los primeros investiga­
dores de este fenómeno, de que bajo la acción de las tensiones alterna­
das cambia la estructura del metal.
Actualmente se ha demostrado que cuando actúan cargas periódi­
cas, la estructura del metal no se altera. La naturaleza de la destruc­
ción por fatiga se debe a las particularidades de la estructura mole­
cular y cristalina de la m ateria. Parece ser que se debe a la hetero­
geneidad de la estructura del m aterial. Los distintos cristales del
metal tienen distinta resistencia en las diferentes direcciones. Por
ello, cuando las tensiones adquieren cierto valor, en algunos cristales
aparecen deformaciones plásticas.
En el caso de cargas y descargas alternadas, aparece el endureci­
miento, aumentando así la fragilidad del m etal. En definitiva, cuando
es grande el número de repeticiones de la carga, la capacidad del m ate­
rial a aum entar su endurecimiento se agota y aparecen grietas micros­
cópicas en uno de los planos de deslizamiento de los cristalitas. Esta
grieta se convierte en un fuerte concentrador de tensiones y, teniendo

* E n el m étodo de cálcu lo por fatig a no hay to d a v ía u n ifo rm id a d . A quí


nos atenem os al m étodo y a las n otaciones que em plea el académ ico soviético
S. V. Serensen.

319
«en cuenta el debilitamwww.elsolucionario.net
iento progresivo de la sección, se convierte en
■el lugar del fallo definitivo.
En la sección donde ocurre la destrucción se pueden observar cla­
ram ente dos zonas: una de superficie lisa, esmerilada (zona del desa^
Trollo paulatino de la grieta) y otra de superficie rugosa (zona de la
destrucción definitiva, debida al debilitam iento de la sección).
En la figura 12.1 se ve la fotografía de la sección de un carril des­
truido. Alrededor de la grieta interior, que quedó en el carril después
de ser laminado, se ve una superficie lisa, esmerilada, que se formó

FIG . 12.1

www.elsolucionario.net
como resultado del desarrollo paulatino de la grieta. Se ve después la
superficie rugosa de la sección, donde ocurrió la destrucción definiti­
va del carril, como consecuencia del fuerte debilitam iento de su sec­
ción.
Para el surgimiento y desarrollo de las grietas de fatiga tienen gran
im portancia no solamente los defectos de la estructura interior del
m aterial (grietas interiores, incrustaciones de escoria, etc.), sino tam ­
bién los defectos superficiales de la elaboración de la pieza (rasgu­
ños, huellas de la cuchilla o de la piedra esmeril, etc.).
La acumulación de transformaciones mecánicas irreversibles en el
m aterial al aplicar cargas cíclicas se denomina fatiga y la destrucción,
como consecuencia del desarrollo paulatino de las grietas, se denomina
destrucción por fatiga.
Las investigaciones demuestran que la rotura de las piezas de las
m áquinas, en la inmensa m ayoría de los casos, ocurre como conse­
cuencia de la aparición de grietas de fatiga.
En el caso general, como se indicó en el §4, las cargas y las ten­
siones pueden variar en función del tiempo por leyes muy complejas.
Las tensiones alternadas pueden ser de régimen establecido o no esta­
blecido.
Cuando se trata de un régimen no establecido, la ley de variación
de las tensiones en función del tiempo puede ser arbitraria.
Si se trata de un régimen establecido, entonces la variación de las
tensiones en función del tiempo tiene un carácter de repetición (pe­
320
riódico). Cada determinado intervalo de tiempo (período) se repiten
www.elsolucionario.net
exactamente las tensiones.
El conjunto de todos los valores de las tensiones en el intervalo
de tiempo correspondiente a un período se denomina ciclo. Se puede
decir también que se llama ciclo cada cambio unitario de las ten­
siones.
En la figura 12.2 están representadas las curvas de la variación
de las tensiones normales y tangenciales en función del tiempo, en

el cigüeñal de un motor Diesel, correspondientes a una revolución.


Como vemos, las tensiones varían según una ley muy compleja, pero

www.elsolucionario.net
tienen un carácter periódico (cíclico).
La influencia de la forma de la curva de la variación de la tensión
sobre la resistencia de la pieza por fatiga no está estudiada suficien­
temente, aunque los datos de que se dispone, perm iten considerar
que esta influencia no es grande, sino que el papel decisivo lo juegan
los valores de las tensiones m áxima y m ínima del ciclo, así como su
relación. Por eso, en adelante consideraremos que la variación de las
tensiones en función del tiempo tiene carácter senoidal, como esto
está representado en la figura 12.3, a.
El ciclo de las tensiones alternadas se caracteriza por:
1 ) la tensión m áxima en el sentido algebraico de la palabra amáx,
2 ) la tensión mínima crn
3) la tensión media <rm = gmá* + gmin. ( 12. 1)
La tensión media (estática) del ciclo es la componente del ciclo
que no varía en función del tiempo (puede ser positiva o negativa),
4) la am plitud del ciclo aa = (12.2)
La am plitud de las tensiones del ciclo es el valor máximo (positi­
vo) de la componente variable del ciclo de las tensiones.
5) El coeficiente de asim etría del ciclo
m ín
R (12.3)
J m áx

2 1 -0 1 2 2 8 321
Los ciclos de valor www.elsolucionario.net
igual de R se les denomina semejantes.
De las fórmulas (12.1) y (12.2), así como de la figura 1
duce que,
°máx = *^a* 0 2 .4 )
*^mín = ® m ~~ (12.5)
Cuando crmáX = o y <xmín = ■ —a se tiene un ciclo de tensiones
simétrico (fig. 12.3, b). En este caso,
o m = 0, cra = o, R = — 1.

' 'es

D)

www.elsolucionario.net
El ciclo de las tensiones representado en la figura 12.3, c se deno­
mina pulsante. En este caso,
°m á x = O, tTm¡n = 0 , Om = ~2 ~,

a a = Y , R = o,

La tensión estática constante se puede interpretar (fig. 12.3, d)


como un caso particular del ciclo variable cuyas carasterísticas son:
G m áx — G j & m ín — @> @a — 0> R — ~h 1 •

Cualquier ciclo de tensiones alternadas se puede representar como


la suma de un ciclo simétrico de tensión m áxima igual a la am plitud
del ciclo dado y una tensión constante igual a la tensión media del
ciclo en cuestión (véase la fig. 12.3, a).
En el caso de tensiones tangenciales alternadas, se m antienen los
términos y relaciones expuestos aquí, con la sustitución de o por t .

§ 103. Curva de la fatiga para el ciclo simétrico.


Límite de resistencia a la fatiga
Para los cálculos por resistencia, cuando actúan tensiones alter­
nadas repetidas, se deben conocer las características mecánicas del
m aterial, que se determ inan m ediante ensayos de probetas en máqui-
322
ñas especiales. El ensayo más simple y más difundido es el de probe­
www.elsolucionario.net
tas sometidas a un ciclo simétrico de tensiones. El principio del fun­
cionamiento de una de estas máquinas para ensayar probetas a la
flexión, se ilustra en la figura 12.4.
La probeta 1 se fija en el m andril 2 del husillo de la m áquina, que
gira con cierta velocidad angular. En el extremo de la probeta se
coloca un cojinete 3, a través del cual se transm ite la fuerza P de d i­
rección constante. Es fácil ver, que en estas condiciones, la probeta se
somete a flexión de ciclo simétrico. En efecto, en el punto A más peli­

groso de la sección / — / de la probeta, ésta está sometida a una^ten­


www.elsolucionario.net
sión de tracción a, puesto que el voladizo se flexiona con la parte con-
vexa hacia arriba. Sin embargo, después que la probeta gire m edia re­
volución, el punto A se situará ya abajo, en la zona comprimida, y la
tensión en él será — o. Después de la media vuelta siguiente el punto
A volverá a encontrarse de nuevo en la parte de arriba, etc. Al pasar
por la línea neutra, la tensión en el punto A será igual a cero.
Los ensayos se realizan en el orden siguiente. Se escogen 10 pro­
betas iguales de superficie pulida y de diámetro, generalmente, igual
a 6 H- 10 mm. La primera probeta se carga hasta una tensión conside­
rable ^ para que se destruya después de un número N x de revoluciones
(ciclos), relativam ente pequeño. Aquí se tiene en cuenta la tensión
máxima del ciclo en el punto más cargado de la sección. En el caso
de la flexión, como se sabe, la tensión máxima surge en los puntos
extremos de la sección y se determina por la fórmula,
Mfle,
^ m áx : ' wr

Los resultados de los ensayos se sitúan sobre el diagrama que se


construye en el sistema de coordenadas a máx — N (fig. 12.5).
Después de ensayar la primera probeta, aparece en el diagrama en
punto A , de coordenadas y a lmáx (o simplemente CTj).
Se ensaya después la segunda probeta, sometiéndola a una tensión
algo más pequeña a 2. N aturalm ente, la probeta se destruirá para un

21* 323
número mayor de ciclos N 2. Sobre el diagrama se ubica el punto B
www.elsolucionario.net
de coordenadas N% y a 2, y así sucesivamente.
Una vez ensayadas todas las probetas, y después de unir los pun­
tos A , B, C, etc., por una línea suave, se obtiene la curva ABCD que
se denomina curva de la fatiga (o curva de Wohler).

&máx

Esta curva se caracteriza por ser, a partir de cierta tensión, prácti­


camente horizontal (tramo CD). Esto quiere decir, que cuando la
tensión adquiere cierto valor la probeta puede resistir sin destruir­
l e un número infinito de ciclos.

www.elsolucionario.net
E l valor máximo de la tensión del ciclo máximo, que el material puede
resistir sin destruirse durante un período infinitamente grande, se deno­
mina límite de resistencia a la fatiga y se denota por a_j.
Prácticam ente, como lo demuestran los ensayos, la probeta de
acero al carbono que resiste 10 7 ciclos (este número se denomina base
de los ensayos) puede resistir tam bién una infinidad de ellos. Por eso,
los ensayos de las probetas de acero se interrum pen después de 10 7 ci­
clos.
La tensión cr^ que corresponde a N = 107, se establece como lím i­
te de resistencia a la fatiga.
En los metales no ferrosos y aceros templados no se consigue esta­
blecer un número de ciclos tal, después del cual, la probeta no se des­
truya. En estos casos se introduce el concepto de límite de resistencia
restringida, igual al máximo valor de la tensión máxima del ciclo
que la probeta es capaz de resistir un número determinado de ciclos
(generalmente N = 108).
De manera análoga, pero en otras máquinas, se realizan los ensayos
y se determinan los límites de resistencia a la fatiga, cuando actúan
-fuerzas axiales cr_1P, cuando se trata de la torsión y de deforma­
ciones compuestas.
Actualm ente para muchos m ateriales se han obtenido ya los lím i­
tes de resistencia a la fatiga que figuran en los manuales. De estos
datos se ve, que, para la mayoría de los metales, el lím ite de resisten­
cia a la fatiga, en el ciclo simétrico, es inferior al lím ite de fluencia.
324
Muchas piezas de las máquinas, durante su servicio, se someten
solamente a un número www.elsolucionario.net
lim itado de variaciones de las tensiones. En
estos casos, los cálculos se realizan partiendo de un lím ite de resisten­
cia restringida superior, cuando el m aterial resiste un número deter­
minado de ciclos. Su m agnitud se determina por la curva de la fatiga
para el número de ciclos dado.

§ 104. Diagramas de las tensiones límites


Para determ inar el lím ite de resistencia a la fatiga cuando actúan
tensiones de ciclo asimétrico, se construyen diagramas de diversos
tipos. Los más difundidos de ellos son:
1 ) el diagrama de las tensiones lím ites, en el sistema de coordena­
das a máx — a m (diagrama de Smith);
2 ) el diagrama de las amplitudes límites, en el sistema de coorde­
nadas oa — om (diagrama de Haigh).
Veamos estos diagramas de las tensiones límites.
En el diagrama de Sm ith la tensión lím ite del ciclo que corres­
ponde al lím ite de resistencia a la fatiga se ubica sobre el eje vertical
y la tensión media, sobre el horizontal (fig. 1 2 . 6 ).

www.elsolucionario.net

Se comienza por situar sobre el eje a m¿x el punto C cuya ordenada


es el lím ite de resistencia a la fatiga en el ciclo simétrico a_ t (en el
ciclo simétrico la tensión media es igual a cero). Después, experimen­
talm ente, se determ ina el lím ite de resistencia a la fatiga para una
carga arbitraria asim étrica, por ejemplo, para la de pulsación, cuando
la tensión m áxima es siempre dos veces superior a la media.
Se sitúa sobre el diagrama el punto P, cuya ordenada es igual al
lím ite de resistencia a la fatiga del ciclo pulsante cr0.
Para muchos m ateriales los valores de y cr0 son conocidos y se
dan en los manuales.

325-
De una manera semejante, experimentalm ente, se halla el lím ite
de resistencia a la www.elsolucionario.net
fatiga para los ciclos asimétricos de otros pará­
metros.
Los resultados se sitúan sobre el diagrama en forma de puntos A , B,
etc., cuyas ordenadas son los límites de resistencia a la fatiga de los
ciclos correspondientes de las tensiones. El punto D que se encuentra
al mismo tiempo sobre la bisectriz OD, caracteriza la tensión lím ite
(lím ite de resistencia) para la carga constante, cuando ormáx = am.
Puesto que para los m ateriales plásticos el lím ite de fluencia a} es
tam bién tensión peligrosa, en el diagrama se traza la línea horizontal
K L cuya ordenada es af . (En el caso de m ateriales plásticos, cuyos
diagramas de tracción carecen del escalón de fluencia, el papel de of
lo juega el lím ite convencional de fluencia cr0,2.) Por lo tanto, el dia­
grama de las tensiones lím ites tiene definitivam ente la configuración
CAPKL.
Generalmente, este diagrama se sim plifica sustituyéndolo por dos
rectas CM y M L, trazando la recta CM por los puntos C (correspon­
diente al ciclo simétrico) y P (correspondiente al ciclo de pulsación).
Este método de simplificación del diagrama de las tensiones lím i­
tes fue propuesto por S. V. Serensen y R. S. Kinasoshvili.
En este caso, en el dominio de la recta CM la tensión máxima del
ciclo (lím ite de resistencia a la fatiga) se expresa por la ecuación si­
guiente:
CTmáx = <7 -1 + g-° ~ og~1 Om = ° - l + (1 — t o ) % , ( 1 2 .6)

www.elsolucionario.net
o sea,
i r

Oa — ^máx ' — ®-l — (12.7)


siendo,
% = . ( 1 2 .8 )
El coeficiente % caracteriza la sensibilidad del m aterial a la asi­
m etría ciclo. Los valores de a|5„ y del coeficiente análogo para la tor­
sión i|jt = 2—— T- están dados en la tabla 1 2 . 1 .
*0
En los cálculos por resistencia a la fatiga se emplea muy a menudo
tam bién el diagrama aa — am (diagrama de Haigh). Para construirlo,
T a bla 12.1

crr _t , kgf/mm3
Coeficientes
32-4 2 40-50 50-75 70-105 105-125

xj)o(flexión, tra c c ió n , com ­ 0 0 0,0 5 0 ,1 0 0 ,2 0


presión)
i(jt (to rsió n ) 0 0 0 0,0 5 0 ,1 0

326
sobre el eje vertical se sitúa la tensión am plitud y sobre el horizontal,
la tensión media (fig.www.elsolucionario.net
12.7).
El punto A del diagrama corresponde al lím ite de resistencia a la
fatiga en el ciclo simétrico, ya que en este caso, am = 0 .
El punto B corresponde al lím ite de resistencia para la tensión
constante, ya que aquí, aa = 0 .
El punto C corresponde al lím ite de resistencia a la fatiga, en el
ciclo de pulsación, puesto que aquí aa = am.

/NO^
www.elsolucionario.net
Los otros puntos del diagrama corresponden a los límites de resis­
tencia a la fatiga en los ciclos de distintas relaciones entre oa, y om.
La suma de las coordenadas de cualquier punto de la curva lím ite
AC B nos da la m agnitud del lím ite de resistencia a la fatiga, dada la
tensión media del ciclo (fórmula 12.4):
VR
rr
—umax —üm ~r ua
___ rrl í m — rTl í m - L rrI í m

Para los m ateriales plásticos, la tensión lím ite no deberá ser mayor
que el lím ite de fluencia,
&a Gf.
Por eso, en el diagrama de las tensiones lím ites, se traza la recta
D E , que se obtiene de la ecuación,
"i- Gm ~
El diagrama definitivo de las tensiones lím ites está dado por la
línea A K D .
En la práctica, generalm ente, se emplea el diagrama aproximado
de oa — a m que consta de dos tramos rectos A L y LD, y que pasa
por los tres puntos A , C y D (método de Serensen-Kinasoshvili).
El punto L se obtiene en la intersección de las rectas D E y AC.
Los cálculos que se realizan por el diagrama de Sm ith y por el
de H aigh, con métodos de aproximación iguales, conducen a los mis­
mos resultados.

327
§ 105. Factores que influyen sobre el límite
www.elsolucionario.net
de resistencia a la fatiga

Los ensayos demuestran que los factores: concentración de tensiones,


dimensiones de la pieza, estado de la superficie, el carácter del trata­
miento tecnológico y algunos otros, influyen sensiblemente sobre la mag»
nitud del lím ite de resistencia a la fatiga.
Analicémoslos con más detalle.

A. In flu e n c ia r e
la concentración de tensiones

La variación súbita de la forma de la pieza, los agujeros, las ranu­


ras, cortes, etc., disminuyen considerablemente el lím ite de resisten­
cia a la fatiga en comparación con el lím ite de resistencia para probe­
tas cilindricas lisas.'
Esta disminución se tiene en cuenta por el coeficiente efectivo de
concentración de las tensiones, que se determina experimentalm ente.
Para ello, se escogen dos series de probetas iguales (10 probetas en
cada serie), las primeras sin concentración de tensiones y las segundas
con concentración, y se determ inan los lím ites de resistencia a la fatiga
para el ciclo simétrico, a_ 1( en el caso de probetas sin concentradores
de tensiones, y 0 _lc en el caso de probetas con concentrador.
La fracción,

www.elsolucionario.net =
u-lc
(12.9)

determina el valor del coeficiente efectivo (real) de concentración de


tensiones. Los ensayos demuestran que el coeficiente efectivo de
concentración se diferencia del teórico aS, puesto que el primero de­
pende, no sólo de la forma de la pieza, sino tam bién del m aterial.
Los valores de ka se dan en los manuales. Como ejemplo, en la figu­
ra 1 2 .8 , están dados los valores de los coeficientes efectivos de con­
centración para el caso de la flexión de árboles escalonados de rela­
ción-^a = 2 con chaflanes cóncavos circulares del radio r. Estos datos
han sido obtenidos al ensayar probetas, de d = 30 50 mm, de aceros
con un lím ite de resistencia a r = 50 kgf/mm 2 y 120 kgf/mm2. En esta
misma figura, para comparar, está dado el gráfico del coeficiente
teórico de concentración a 0 (línea punteada).
En la figura 12.9 se dan los valores de los coeficientes de concen­
tración para la torsión, a x y k %, y en la figura 1 2 . 1 0 , para la tracción-
compresión. Para hallar los coeficientes efectivos de concentración,

* Los v alo res del co eficien te teó rico se d e te rm in a n o te ó ric a m e n te 1 (por


los m étodos de la T eo ría de la E la stic id a d ), o e x p e rim e n ta lm e n te , co m p ar ando
los lím ite s de re sisten c ia p a ra p ro b e tas de m a te ria le s m u y frág iles sin co n cen ­
tra c ió n de ten sio n es y con ella.
www.elsolucionario.net

1 l>
1 \ y i
t--------- Mfle c t
,\ k
\\ i— ^ r~ Mfle c t
V v
/6
/ 1
vS'
S i-
I

II

O 0,1 0,2 0,3 r/d


FIG . 12.8

www.elsolucionario.net
FIG . 12.9

329
correspondientes a www.elsolucionario.net
otros valores de se debe aplicar la fórmula,
k a = 1 + £ [(ko)0 - 1], (12.10)
siendo (&0)o el coeficiente efectivo de concentración, correspondiente
a £d = 2
S, el coeficiente de corrección, que se obtiene de la figura 1 2 . 1 1 .
La curva 1 nos da los valores de £ para la flexión y la curva 2, para
la torsión.
Los valores de k a y k x para los árboles con ranuras de chavetas
{una o dos) se dan en las tablas 12.2 y 12.3.
Tabla 12.2

<Tr t, kgf/ m m 2 50 75 100

ko 1,5 1,75 2,0

Tabla 12.3

a r _j, kgf/m m2 60 70 80 90 100

kx 1,5 1,6 1,7 1,8 1,9

www.elsolucionario.net
B. In flu e n c ia de las dim ensiones
absolutas de las piezas

Como demuestran los ensayos, cuanto mayores son las dimensiones


.absolutas de las piezas, tanto menor es el límite de resistencia a la fatiga.
El cociente del lím ite de resistencia a la fatiga de una pieza de tamaño
■d al lím ite de resistencia a la fatiga de una probeta de configuración
análoga de pequeñas dimensiones (d0 = 6 -f- 1 2 mm) se denomina
coeficiente de influencia de las dimensiones absolutas de la sección
(factor de escala);
= Para las tensiones normales,
' *'(¡0
eT par a las tangenciales.

Los coeficientes de influencia de las dimensiones absolutas de la


sección se puede determinar tam bién en las probetas con concentra­
ción de tensiones. En este caso,
„ _ (CT- l c ) d .
a C - > - l c ) rf0 ’
„ __ (T - l c )d
XC~ (x-lc)d0 •
330
www.elsolucionario.net
Se considera que la pieza de tamaño d y la probeta de tamaño d0 debe­
rán tener configuración geométrica semejante.
En la figura 12.12 está dado el gráfico de los valores de ea."
La curva 1 corresponde a los aceros al carbono dúctiles de lím ite
de resistencia a rt = 40 -i- 50 kgf/mm2, la curva 2, a los aceros de liga
de alta resistencia, de lím ite de resistencia a rt — 120 -f- 140 kgf/mm2.
Para valores intermedios del lím ite de resistencia, se debe inter­
polar entre las dos curvas.

FIG. 12.12

Por falta de suficiente cantidad de datos experimentales, sobre


www.elsolucionario.net
los coeficientes ax (para la torsión) se puede aproxim adam ente con­
siderar que et « ea.
Se debe señalar que todavía no hay suficientes datos experimenta­
les para determinar ea y sx.

C. In flu en cia de la calid ad


de la superficie y de la consolidación
de la capa superficial

Los ensayos demuestran que el mal tratamiento de la superficie de


la pieza reduce el lim ite de resistencia a la fatiga.
La influencia de la calidad de la superficie está relacionada a la
alteración de la microgeometría y al estado del metal en la capa super­
ficial, lo que a su vez, depende del método de tratam iento mecánico.
Para evaluar la influencia de la calidad de la superficie sobre el
lím ite de resistencia a la fatiga, se introduce el coeficiente p, igual
al cociente del lím ite de resistencia a la fatiga de una pieza con un
tratam iento de su superficie dado (cr_ls) y el lím ite de resistencia a la
fatiga de una pieza escrupulosamente pulida (a_i):

En la figura 12.13 se da el gráfico de los valores de |3 en función


del lím ite de resistencia a r del acero y del tipo de m aquinado de la
331
superficie. Las curvas corresponden a los maquinados superficiales
siguientes: 1, pulido,www.elsolucionario.net
2, esmerilado, 3, torneado fino, 4, torneado de
desbaste y 5, presencia de escoria.
Los distintos métodos de consolidación de la superficie (endureci­
miento por deformaciones en frío, cementación, nitruración, tem ple

60 80 100 IZO
6r,*gf/m m 2
FIG. 12.13

superficial por corrientes de alta frecuencia, etc.) aum entan sensible­


m ente el valor del coeficiente de calidad de la superficie p pudiendo
éste alcanzar valores mayores de la unidad: 1,5-2 e incluso mayores,
en lugar de 0,6-0 ,8 para las piezas sin consolidación. Por este procedi­
miento, m ediante la consolidación superficial de las piezas, se puede
aum entar 2-3 veces la resistencia a la fatiga de las piezas de las má­
www.elsolucionario.net
quinas.
Datos más completos sobre el valor de p, en función del método
empleado para la consolidación de la capa superficial, se dan en los
manuales.

§ 106. Determinación del coeficiente de seguridad para el ciclo


simétrico
Teniendo en cuenta la influencia conjunta de los factores señala­
dos, el lím ite de resistencia a la fatiga de una pieza real será menor
que el lím ite de resistencia a la fatiga de una probeta de laboratorio.
Él primero se determina por la fórmula siguiente,
(0_lc)d = ^ L (12.11)
Conociendo la tensión m áxim a del ciclo simétrico con que deberá
trabajar la pieza dada, se podrá obtener el coeficiente de seguridad a
la fatiga,
na = (- ^le)d. [12.12]
m áx
De una manera análoga se determ ina el coeficiente de seguridad en
la torsión,
nt = ^ l d . (12.13)
Tm áx

332
En el caso del estado tensional compuesto, el coeficiente de seguridad
www.elsolucionario.net
se calcula generalm ente por la fórmula (9.43):
nanx
ti — -- —£

donde na y se determ inan por las fórmulas (12.12) y (12.13).

§ 107. Determinación del coeficiente de seguridad


para el ciclo asimétrico de tensiones
Los cálculos para el ciclo asimétrico de las tensiones se basan sobre
el diagrama simplificado, CM L, de las tensiones lím ites de la probeta
(figuras 12.6 y 12.14).
El diagrama de las tensiones lím ites de la pieza se construye,
teniendo en cuenta la concentración de las tensiones, la influencia

www.elsolucionario.net
de las dimensiones absolutas y el estado de la superficie. De acuerdo
con losdatos del exprim ento, la influencia de los fectores citados
se refiere solamente a la componente variable del ciclo, esdecir, a la
am plitud de aa. La am plitud lím ite de la tensión para la probeta es,
según la fórmula (12.7)
oa = ormáx — o m = a . i — \|)o0 m (12.14)
y para la pieza, según lo expuesto anteriorm ente,

(<yah)d = = -(CT- 1 _ y m) SP • (12.15)

La ecuación de la línea de las tensiones límites, E N (véase la


fig. 12.14), para la pieza será, entonces,
(om )d - (o'akU + o ’m = {a- 1 Kq
e p + o ;t. (12.16)

Aquí, con primas están indicadas las coordenadas variables.


333
Calculemos ahora www.elsolucionario.net
el coeficiente de seguridad de la pieza cuando
actúan las tensiones alternadas (rmáx y crm (punto R del diagrama,
véase la figura 12.14).
Supongamos que al aum entar la carga que actúa sobre la pieza,
la fracción permanece constante. Este tipo de carga se denomina
simple. En este caso, el punto lím ite que corresponde al fallo, será 5 .
El coeficiente de seguridad se obtendrá como la fracción de los
segmentos S S ' y R R ', es decir,
SS' [a Rk)d nn 1 ~7\
° RR' — ~Tr~. *‘ r
La m agnitud (aRk)d (ordenada del punto S) la obtendremos resol­
viendo las ecuaciones de las líneas E N y OS. La ecuación de OS, es,

^ = ^ 4 . (12.18)

Con primas están representadas las coordenadas variables. Igualando


los segundos miembros de las fórmulas (12.16) y (12.18), obtendremos

de donde,

www.elsolucionario.net . ka
8^
i a n)áx
Om
ka
ep
Introduciendo ahora el valor de a'm en la fórmula (12.16) o (12.18),
hallaremos la ordenada del punto 5 ,

(°nk)d = - k - ~- Gmáx • (12.19)


°a +

Por lo tanto, basándonos en la fórmula (12.17), se obtiene la corre­


lación definitiva siguiente para la determinación del coeficiente de
seguridad,
= ----- . (12.20)
T r + ’M »
De una manera análoga se obtiene para la torsión,
T-i ( 12 . 21 )
x~ T t

En el caso de un estado tensional compuesto, por ejemplo, en el de


la torsión y flexión combinadas, el coeficiente de seguridad se calcula
334
por la fórm ula (9.43).www.elsolucionario.net
n = - n°nx
V n§ + « ?
y los valores de na y nx, por las fórmulas ( 1 2 .20 ) y ( 1 2 .2 1 ).
Aparte del coeficiente de seguridad por resistencia a la fatiga, se
debe calcular tam bién el coeficiente de seguridad por resistencia a las
deformaciones plásticas, puesto que el punto 5 puede resultar por en­
cima de la línea M L . El coeficiente de seguridad por resistencia a las
deformaciones plásticas se calcula por las fórmulas,

- — ------- ^ — • ( 1 2 .2 2 )
3máx +

(12.23)
m áx Ta + Trc

El coeficiente efectivo de seguridad (real) es el menor de los obte­


nidos por las fórmulas ( 1 2 .2 0 ) y ( 1 2 .2 2 ), o, en el caso de la torsión,
por las fórmulas (12.21) y (12.23), respectivamente. En el cálculo'
por flexión y torsión combinadas, en la fórmula que determ ina el
coeficiente general de seguridad (ti) se debe introducir el menor de los
valores n 0 y nx, que se obtienen como se indicó anteriormente.

§ 108. Medidas prácticas para el incremento

www.elsolucionario.net
de la resistencia a la fatiga
Al diseñar piezas que trabajan a tensiones alternadas, se reco­
m ienda recurrir a las medidas siguientes, para aum entar la resistencia
a la fatiga.
1. Em plear m ateriales que sean homogéneos lo más posible, de
estructura m icrogranular, libres de focos de concentración de tensio­
nes (grietas, burbujas de gas, incrustaciones no metálicas, etc.).
2. Dar a las piezas configuraciones que reduzcan la concentración
de tensiones. No se debe adm itir que se pase de una dimensión de la
sección a otra sin curvas de acuerdo intermedias. En algunos casos
se recomienda emplear ranuras de descarga especiales, deconcentra-
dores de tensiones. Así, por ejemplo, si en el lugar de un cambio brus­
co de la sección se hace una ranura circular en la parte más gruesa de
la pieza (fig. 12.15), entonces disminuye bruscamente la m agnitud d&
las tensiones locales.
3. Elaborar cuidadosamente la superficie de la pieza, puliéndola
incluso, para elim inar las diminutas rayas, puesto que estas pueden
ser el comienzo de una futura grieta de fatiga.
4. Em plear métodos especiales para aum entar la resistencia a la
fatiga (consolidación superficial, entrenam iento de las piezas con
cargas elevadas de poca duración, etc.).
Con la consolidación superficial por endurecimiento por defor­
maciones en frío solamente se puede aum entar el período de servicio'
335
de las piezas de laswww.elsolucionario.net
máquinas 2-3 veces con gastos suplementarios
insignificantes. Esto equivale a duplicar o triplicar la producción
de máquinas.
De este ejemplo se ve qué efecto económico tan grande se puede
obtener con un diseño y maquinado tecnológico correcto de las piezas
de las máquinas.
Ejemplo 12.1. Calcular por fatiga un árbol con un chaflán cóncavo
de r = 5 mm (fig. 12.16).
En la sección transversal del árbol actúan un momento flector
Mfiec — 0,30 tm y otro torsor M t0r = 0,40 tm.

El m aterial del árbol es acero 45, de o> = 6 100 kgf/cm2, af —


= 3 600 kgf/cm2, = 2 500 kgf/cm2, r f = 2 100 kgf/cm 2 y t_i =
= 1 500 kgf/cm2.
La superficie del árbol está pulida, por lo tanto el coeficiente de
www.elsolucionario.net
calidad de la superficie es p = 0,92 (véase la figura 12.13).
Considérese el caso cuando las tensiones originadas por la flexión
varían según el ciclo simétrico y las originadas por la torsión, según
el ciclo pulsante.
Resolución. Calculamos las tensiones nominales:
gmáx = - = 4 1 1 kgf/cm2,

T m áx = = 0,42-9°gr = 2 7 5 k g f / C m 2 -

Calculamos ahora las am plitudes y las tensiones medias del ciclo:


ü m = 0, aa = 411 kgf/cm2, xm = xa = 138,5 kgf/cm2.
Hallamos los coeficientes de concentración de las tensiones. Cuando
t 5D
— qq = 0,055 y - j — 2, según el gráfico de la figura 12.8, obtene­
mos (ka)0 — 1,8. Teniendo en cuenta que en nuestro caso ~ ^ =
= 1 , 1 1 , según en gráfico de la figura 1 2 . 1 1 , hallamos el coeficiente de
corrección l = 0,7.
Así, por la fórmula (12.10), tendremos,
¿ 0 = 1 + 0,7 (1,8 — 1) = 1,56.
El coeficiente de escala para un eje de d. — 90 mm es, según la
figura 1 2 . 1 2 (curva 1 ), ea = 0,71.
336
Calculamos el coeficiente de concentración de tensiones para la
www.elsolucionario.net
torsión. Por el gráfico de la figura 12.9, para -^-=0,055 y ^ = 2,
obtenemos: (k x)0 = 1,4.
Teniendo en cuenta que en nuestro caso ^ = 1,11, según el grá­
fico (véase la figura 1 2 . 1 1 ), hallamos el coeficiente de corrección £ =
= 0,58 (curva 2). Entonces por la fórmula (12.10), se obtiene,
k x = 1 + 0,58 (1,4 — 1) = 1,23.
El coeficiente de escala en la torsión lo consideramos igual al de
la flexión, es decir, s = 0,71.
Calculamos los coeficientes de seguridad:
a) por el lím ite de resistencia a la fatiga,
0_1 2 500
= 2,54,
gp , tq m 0 ,7 1 - 0 ,9 2
T_! _ 1 50 0 K VC
kxTa m ~ 1 ,2 3 - 1 3 8 ,5 , n
e¡3 r * %Xm 0,71-0,92 + °
_ nanx _ 2,54-5,75 = „
V n$ + o | 1^2,542+5,752 ’ ’ /¡ot€rf
b) por el lím ite de fluencia, *• > \ nsen,e'/0
•= 8,7,
V 7 j
www.elsolucionario.net lm áx 275 ~ 7 ’6 5 ’
'Z & A T o 'y

r í= = 5,7.
1 / 8,72 + 7,652
Como vemos, el coeficiente de seguridad mínimo resultó ser el
calculado por el lím ite de resistencia a la fatiga n — 2,35. Este debe
compararse con el coeficiente de seguridad que dan las normas [«],
cuyo valor se establece de acuerdo con las indicaciones del § 1 2 .
Suponiendo que las tensiones se han calculado con una exactitud
media, podemos considerar [ n j = 1,3.
Considerando el caso de una tecnología normal, una homogeneidad
del m aterial media y unas dimensiones tam bién medias, admitimos
que [tt2] = 1,5.
Suponiendo, por fin, que la pieza tiene un grado medio de respon­
sabilidad, admitim os [n3] = 1,3.
Así, pues, el valor general del coeficiente de seguridad normativo
resulta,
[ni = 1,3-1,5-1,3 = 2,53.
Así, pues, en el ejemplo en cuestión, el coeficiente de seguridad
efectivo (n = 2,35) resultó ser algo menor que el normativo. Es nece­
sario, por lo tanto, aum entar el diámetro o emplear un acero más
resistente.

22-01228 337
CAPITULO XIII
www.elsolucionario.net

RESISTENCIA DE MATERIALES
A LAS DEFORMACIONES PLASTICAS

§ 109. Modelos para el cálculo del material elástico-plástico


H asta aquí, al plantear las ecuaciones para el cálculo, partíam os
de la ley de Hooke.
Del diagrama de tracción (compresión) vimos que la ley de Hooke
es válida solamente m ientras que las tensiones no sean superiores al
lím ite de proporcionalidad. Tolerando cierta inexactitud, aplicába­
mos la ley de Hooke hasta tensiones iguales al lím ite de fluencia.
Sin embargo, el que la tensión sea igual al lím ite de fluencia en un
sólo punto, aunque sea éste el más peligroso, no significa todavía la
www.elsolucionario.net
destrucción de la pieza o la aparición de deformaciones tales, que ha­
gan imposible su funcionamiento (explotación). Gracias a las defor­
maciones plásticas se incorporan al trabajo las partes del m aterial
menos solicitadas, lo que perm ite aum entar la carga admisible so­
bre la construcción.
La deformación plástica de 0,2% , que se adm ite, al establecer el
lím ite de fluencia, no es la deformación lím ite y, en muchos casos,
puede ser rebasada.
P ara realizar los cálculos que consideren las deformaciones plásti­
cas del m aterial, es necesario determ inar la relación calculada entre
las tensiones y las deformaciones (diagrama cr — e).
Este diagrama debe ser, dentro de lo posible, simple y al mismo
tiempo, reflejar las propiedades principales del m aterial.
Los diagramas reales a — e se pueden dividir en tres tipos
(fig. 13.1):
a) el diagrama de la figura 13.1, a que es característico para los
m ateriales frágiles (hierro fundido, fundición frágil),
b) el diagrama con un área de fluencia bien acentuada, que es
característico para los m ateriales muy plásticos (acero de bajo carbo­
no), fig. 13.1, b.
c) el diagrama de la figura 13.1, c que caracteriza a los aceros de
pequeña y media plasticidad, así como a los metales no ferrosos y sus
aleaciones, de plasticidad media y alta.
338
Para los m ateriales frágiles, la desviación de la ley de Hooke es
relativam ente pequeñawww.elsolucionario.net
y, al calcular piezas de estos m ateriales,
se puede prescindir de las deformaciones plásticas, por ser éstas muy
pequeñas. Se considera pues, que el m aterial hasta su destrucción
se atiene a la ley de Hooke (fig. 13.1, d). Al calcular piezas de m ate­
riales muy plásticos (fig. 13.1, b), el diagrama obtenido, teniendo en
consideración las deformaciones plásticas, se acepta según la figu­
ra 13.1, e, es decir, se prescinde de la consolidación del m aterial,

www.elsolucionario.net FIG . 13.1

puesto que cuando las tensiones se igualan al lím ite de fluencia, se


desarrollan considerables deformaciones plásticas y aparecen des­
plazamientos, que impiden el ulterior funcionamiento seguro de la
pieza. A veces se emplea otro diagrama, más simple aún, OCB
(diagrama de P randtl), es decir, se considera que el m aterial es ideal­
mente plástico. Partiendo de esta simple suposición sobre las propie­
dades del m aterial, resulta posible resolver los problemas más compli­
cados de la plasticidad: estado tensional combinado, sistemas hiperes­
táticos.
Más adelante se analizan algunos de los problemas más simples,
que se resuelven, empleando este tipo de diagrama.
Para los m ateriales de mediana plasticidad, en los cálculos se
emplea el diagrama de las deformaciones elástico-plásticas de la figu­
ra 13.1, f, que tiene en consideración la consolidación del m aterial.
H asta el punto L, se considera que el m aterial se deforma elásti­
camente según la ley de Hooke, y después del punto L, que se deforma
plásticam ente (recta LM ). Se han realizado ciertas investigaciones,
basándose en el diagrama OKM.
Se debe señalar, que en el dominio de las deformaciones plásticas,
las leyes de carga y descarga son distintas, siendo la de carga no
22* 339
www.elsolucionario.net
lineal y la de descarga siempre de carácter lineal. En la figura 13.1, e
la ley de carga se caracteriza por la línea OAB y la de la descarga, por
la línea BE , que siempre es paralela a OA. La deformación completa
OD está compuesta por dos partes: la plástica OE y la elástica ED
que desaparece después de retirar la carga.
Se debe señalar tam bién, que al estudiar las deformaciones plás­
ticas, así como al estudiar las deformaciones elásticas, se deben dife­
renciar dos casos:
1) el caso de las deformaciones elástico-plásticas pequeñas,
cuando las deformaciones son pequeñas en comparación con las di­
mensiones de los cuerpos que se deforman.
2 ) el caso de deformaciones elástico-plásticas grandes, cuando
no se puede prescindir de la variación de las dimensiones del sólido
y de la variación de la distancia entre los puntos de aplicación de las
fuerzas, etc.
En adelante se analizan los casos de deformaciones elástico-plásti­
cas pequeñas. Se tienen en cuenta solamente las cargas estáticas, que
se aplican una sola vez, puesto que en el caso de cargas repetidas, re­
sultaría necesario calcular las deformaciones plásticas que aparecen
en la pieza durante cada descarga nueva. Cuando actúan cargas alter­
nadas periódicas, las piezas se deben calcular por resistencia a la
fatiga.

§ 110. Cálculo de sistemas hiperestáticos que trabajan


www.elsolucionario.net
a tracción-compresión, considerando la plasticidad del material
Veamos el ejemplo del § 21 (fig. 13.2).
Al resolver este problema, suponiendo que las deformaciones eran
elásticas, es decir, que las tensiones no superaban el lím ite de propor­
cionalidad, se obtuvo,
Ni = = 0,4P- N 2 = 0 , 2 P.
Puesto que las áreas de las barras son iguales, la tensión en las
barras extremas ol = o3 = será dos veces mayor que en la barra
0 2P
central ct2 = La carga peligrosa* (P f) se determ ina, igualando
las tensiones en las barras extremas al lím ite de fluencia,
P f = ^ L = 2,bojF. (13.1)

Veamos ahora el comportamiento del sistema cuando la carga si­


gue creciendo, considerando que el m aterial es idealmente plástico
(véase la fig. 13.1, e).

* Al re a liz a r el cálc u lo d en tro del d om inio e lá stico , se coínsidera peligrosa


aq u e lla carga que ocasiona por lo m enos en u n a b a rra , ten sio n es que alca n zan
el lím ite de flu en cia. C laro está, el térm in o «peligrosa» tie n e u n ca rá c ter con­
v en cio n al.
Los esfuerzos de las barras de los extremos, a pesar del aumento
de la carga, no puedenwww.elsolucionario.net
crecer, permaneciendo constantes e iguales
a ofF.
El esfuerzo en la barra central crecerá, hasta que sus tensiones
no alcancen el lím ite de fluencia. Una vez que los esfuerzos en las
tres barras sean iguales a o fF, se agotará la capacidad resistente del

N/ Ni

sistema. De la condición de equilibrio del sistema que se encuentra


en el estado lím ite, se obtiene,
p lim==3af F . (13.2)
Comparando esta expresión con la (13.1), vemos que, cuando se
tiene en cuenta la plasticidad del m aterial, la carga lím ite resulta

www.elsolucionario.net
mayor que la peligrosa obtenida según el cálculo basado sobre las de­
formaciones elásticas.
En calidad de segundo ejemplo, veamos el sistema representado en
la figura 13.3. Calculando los esfuerzos en las barras de este sistema
cuando el m aterial trabaja dentro del dominio elástico, se demostró
que la barra más sobrecargada es la central.
La carga peligrosa se determina por la fluencia del m aterial de
esta barra,
P f = o fF (2 eos3 a + 1 ).
Cuando se realiza el cálculo del sistema considerando las deforma­
ciones plásticas, se debe considerar como estado lím ite el caso, cuan­
do las tensiones en las tres barras alcanzan el lím ite de fluencia, y
los esfuerzos, la m agnitud afF.
De la condición de equilibrio de la parte separada, obtendremos,
2 7 = 0; ofF + 2ofF eos a = P lím.
resultando que la carga lím ite es,
P\ím = OfF (2 c o s a + 1 ) > P f .
De aquí se deduce que cuando se consideran las deformaciones plás­
ticas, la carga límite en un sistema hiperestático jesuíta mayor que cuando
se calcula considerando solamente las deformaciones elásticas.
341
Cuando actúa una carga estática, según lo expuesto, tenemos la posi­
bilidad de aumentar,www.elsolucionario.net
en ciertos casos, tam bién la carga admisible,
igual a,
lím
[P]= P[n]
'

Cuando se calcula por estado elástico,


Pf
[P] [/!']
El cociente de la cargas admisibles, obtenidas por los dos métodos
p
indicados, no es igual a —p y , ya que el coeficiente de seguridad [«'],
como regla general, se considera un 15-20% mayor que [n]. Así, pues,
lo que se gana en la m agnitud de la carga admisible (o en el peso del
m aterial en el diseño) al pasar al cálculo que considera las deformacio­
nes plásticas, resulta algo inferior que a lo que, a prim era vista, parece
al comparar la carga peligrosa (Pf) con la lím ite (.Pi¡m).
Se debe indicar, que en los sistemas isostáticos, cuyos elementos
trabajan a tracción (compresión), los valores de P f y P iím coinciden.

§ 111. Torsión plástica de barras de sección circular


En el caso de la torsión elástica de una barra circular (§ 37), las
tensiones máximas en los puntos del controno de la sección se determ i­
www.elsolucionario.net
nan por la fórmula,
Traáx = ^ . (13.3)
La m agnitud del momento torsor peligroso se

1
W

dF j

de igualdad de las tensiones máximas al lím ite de fluencia (fig. 13.4, a),
es decir,
(13.4)
Sin embargo, este no es el momento lím ite para un m aterial p lásti­
co. Es posible un crecimiento posterior del momento torsor a cuenta
342
del aumento de las tensiones en los puntos interiores de la sección que
están menos solicitados.
www.elsolucionario.net
Para un material idealmente plástico, el estado lim ite es aquel en el
cual las tensiones en todos los puntos de la sección son iguales al lím ite de
fluencia (fig. 13.4, b).
Planteemos la expresión del momento torsor lím ite, como el mo­
mento resultante de las fuerzas tangenciales interiores que surgen en la
sección (en el estado límite),

(13.5)
F
Puesto que dF = 2np dp (área del anillo elem ental, fig. 13.4, c),
resultará que,
r

(13.6)
0

o sea
(13.7)
donde,
[13.8]

www.elsolucionario.net
La m agnitud Wp.p iás se denomina módulo plástico de la sección
en la torsión.
Comparando las fórmula (13.7) y (13.4), vemos que el momento
torsor lím ite, cuando se consideran las deformaciones plásticas del
m aterial, es mayor que el momento peligroso que se obtiene cuando
se tienen en cuenta solamente las deformaciones elásticas. La razón
de estos dos momentos es,

M tor. lím W p. plás nd3 16 4


M to r. f ~ Wp “ 12 Jtd3 — 3
(13.9)

Los ensayos demuestran que el momento torsor lím ite obtenido


por la fórmula (13.7) coincide muy bien con su valor experim ental.
Sin exponer la demostración, señalemos que en caso de una sección
anular de diám etro exterior D y de diám etro interior d, el módulo
plástico de la sección en la torsión es,

Wp.piás = ~ ( l - ^ )

siendo c = .
La demostración de esta fórmula se recomienda realizar al propio
estudiante.

343
§ 1 1 2 . Fléxion plástica de vigas isostáticas
www.elsolucionario.net
En la flexión elástica se entendía por estado peligroso aquel en
el que las tensiones normales en los puntos extremos de la sección
de la viga alcanzaban el lím ite de fluencia (fig. 13.5, a).
El momento flector resultaba ser,

M flec. f ' W xü f , (13.10)


siendo W x el módulo de la sección en la flexión. Por ejemplo, en el
caso de un rectángulo,
bh2
6
Sin embargo, como demuestran los ensayos, este estado no es el
estado lím ite. Es posible un crecimiento posterior de la carga como

www.elsolucionario.net
a)
FiG. 13.5

consecuencia de la propagación de la fluencia a las fibras interiores


de la viga.
El gráfico de las tensiones correspondientes al estado lím ite está
representado en la figura 13.5, b.
El aumento posterior de la carga resulta imposible (la consolida­
ción del m aterial no se tiene en cuenta). En la sección peligrosa (donde
actúa el momento flector máximo) surge la, así llam ada, articulación
plástica. En esta sección el momento flector alcanza su valor lím ite
M flec. lím-
La m agnitud de este momento se obtiene de la condición de que
en todos los puntos de la sección peligrosa las tensiones normales son
iguales (en valor absoluto) al lím ite de fluencia of .
Veamos primeramente el caso de la flexión plana pura. Hallemos
la posición de la línea neutra de la sección transversal. Teniendo en
cuenta que la fuerza axial, que es la resultante de las fuerzas normales
interiores o} dF, es igual a cero, hallaremos,

N = j Oj dF = 0,

344
www.elsolucionario.net
o sea,
h\ h%
of j b dy — 0 f j bdy = O,
o o
siendo b la anchura de la viga (variable).
Las integrales representan las áreas F1 y F 2 de las partes fraccio­
nada y com prim ida de la sección. Así, pues,
ay (F1 - F 2) = 0, (13.11)
de donde se obtiene,
Fx = F t . (13.12)
Por lo tanto, en la flexión plástica la línea neutra divide la sección
en dos partes de igual área.
Obtengamos ahora la expresión del momento flector lím ite como
el momento resultante de las fuerzas normales interiores of dF:
Mfiec. iím = ^ o f dF y
F

o sea,
Mfiec lím — of | y dF -I- Of ^ y d F .
Fi f 2

Estas integrales representan los momentos estáticos S l3C y S ix de la


www.elsolucionario.net
parte superior e inferior respectivamente del área de la sección, res­
pecto a la línea neutra. Por lo tanto,
Mlfleclím = c’f (Six-h S 2X). (13.13)
Para las secciones que son simétricas respecto al eje perpendicular
al plano de solicitación, hallamos,
Six = $2x = S qx,
siendo S ox el momento estático de la m itad de la sección respecto a la
línea neutra. La fórmula (13.13) se escribe ahora así,
Mflec lím= C/250x— OfWXpiás, (13.14)
siendo W x p iáS = 2S0x el, así llamado, módulo plástico de la sección
en la flexión.
Por ejemplo, en el caso de un rectángulo,
W xplit = b ± * : 2 = ^ ' . (13.15)

Así, pues, para una sección rectangular,


Mflec lím ^ x plásbh2 _ btfi _ i r
Mflecf ~ ~~4~ ' 6
Es decir, elmomento flector lím ite, cuando se consideran las defor­
maciones plásticas, aum enta 1,5 veces. En el caso de una sección
345
circular, la razón entre los momentos límites es 1,7 en el de una sec­
www.elsolucionario.net
ción anular de ^ = 0,5, es 1,57 y en el de una sección doble te, 1,15.
El método analizado es válido, como lo demuestran los ensayos,
como prim era aproximación, tam bién en el caso general de flexión,
cuando en las secciones transversales surgen un momento flector y una
fuerza cortante.
Al calcular vigas estáticam ente indeterm inadas, la consideración
de las deformaciones plásticas perm ite m anifestar reservas, mayores
aún, de aumento de la capacidad resistente del sistema.
Analicemos, por ejemplo, el trabajo de la viga estáticam ente inde­
term inada representada en la figura 7.24. Como el momento flector
m áximo surge en la sección A, es aquí donde aparecerá, antes que en
cualquier otro lugar, la articulación plástica, una vez que las tensiones
alcancen, en toda la sección, el lím ite de fluencia. El surgimiento de
la articulación plástica en la sección A no quiere decir que se agota
con esto la capacidad resistente de la viga. Es posible un crecimiento
posterior de la carga, hasta que en la sección C no se forme otra a rti­
culación plástica que convierta la viga en un sistema cinem áticam ente
variable, incapaz de resistir cargas.

§ 113. Flexión plástica con consideración


de la consolidación del material

www.elsolucionario.net
Para resolver este problema consideramos la dependencia no lineal
más simple entre a y e correspondiente a la del m aterial rígido-plástico
o = of + E-jt, (13.16)
siendo E x el módulo de consolidación igual a la tangente del ángulo
de inclinación de la recta A B (fig. 13.6). Consideraremos que los
módulos de consolidación en la tracción
y compresión son de igual m agnitud.
El modelo del m aterial rígido-plástico
refleja bien los diagramas reales o — e
para los materiales plásticos.
Limitándonos al caso de deformaciones
elástico-plásticas pequeñas se puede adm i­
tir, como en el caso de la flexión en el do­
minio elástico, válidas las dos hipótesis
siguientes:
a) la hipótesis de las secciones planas,
FIG. 13.6 b) la hipótesis sobre el estado tensio­
nal monoaxial de la viga.
De la primera hipótesis se deduce la fórmula que establece la ley
lineal de distribución de las deformaciones unitarias a lo alto de la
viga,

346
www.elsolucionario.net
siendo y la distancia del eje neutro a la fibra que se analiza,
p, el radio de curvatura de la viga.
De la segunda hipótesis y de la fórmula (13.16) se obtiene:
en la zona de tracción,
a ^ O f + E i fy ; . (13.18)
y en la de compresión,
0 = _ ( 0, + £ i | . ) . (13.18a)

Analizando lassecciones con eje horizontal de sim etría planteemos


la ecuación de equilibrio de una parte de la viga, para determ inar el
radio de curvatura. Con este propósito, igualamos a cero la suma de
los momentos respecto a la línea neutra,

2 j o y dF = M flec,
F /2 o \
‘O . 0Dí
siendo Mf¡ec el momento flector en la sección.* , \ nSenie¡i
A base de la fórmula (13.18) obtendremos, °

2J (of + E iy/ p ) y d F = M ílee TO(1g:*19)


F/2
Ó

www.elsolucionario.net
{ ij 2
F /2
ofy d F + ^
F /2
y2dF = M ilec. (13.20)

Designando,
Wxpl = 2S0x = 2 j ydF ; (13.21)
FJ2

J x = 2 j y2d F = J y2dF, (13.22)


F /2 F
siendo W x p[ el módulo plástico de resistencia en la flexión,
J x, el momento de inercia de la sección respecto a la línea
neutra *. Teniendo en cuenta las fórmulas (13.21) y (13.22), de la fór­
m ula (13.20) obtendremos
of Wxpl + ^ J x = M tlec, (13.23)
de donde hallamos,
± = Mftec__ (13.24)
P & 1^X l'* X

Introduciendo este valor de en la fórmula (13.18) hallaremos,

0 = 0f + J}!bie£_ _ a_ ^ v } y m (13.25)
J X J X

347
Las tensiones m www.elsolucionario.net
áxim as en las fibras extrem as serán,

a = ± (a, + f e - ^ ) ; (13.26)

Cuando af = 0 obtendremos la conocida fórmula de la flexión lineal.


El momento lím ite (de rotura) se obtiene por la fórmula (13.26)
considerando que las tensiones son iguales al lím ite de rotura a r,
Mflec. r — ^ x ( ° r — ü /) “1~ ® f W x pií (13.27)
Cuando o r = af (plasticidad ideal) de la fórmula (13.14) se obtiene,
Mflec. T — pi.

Ejemplo 13.1. Determ inar la carga lím ite para la viga de sección
rectangular b = 4,67 cm, h = 10,07 cm. La viga es de acero suave
para el cual of = 2120 kgf/cm2, a r = 4300 kgf/cm2, er = 0,24 (de­
formación unitaria en el momento de la rotura), W x = 78,6 cm3,
J x = 394 cm4, y W Xpi — 118,4 cm3. La longitud de la viga es l —
= 0,7 m.
„ a r — Of 4 3 0 0 — 2 120 n 1AA , Cl ~
E , = - ^ - L = - — 24 ....- = 9 10 0 kgf/cm2.

Resolución. Por la fórmula (13.27) determinamos el momento de


rotura,
Mfiec. T= 78,6 (4 300 — 2 120) + 2 120-118,4 =
www.elsolucionario.net
La carga de rotura será,
= 422-103 kgfcm = 4,22 tfm .

p __4 M fle c . r 4 -4 ,2 2 i j.r


l ~~ 0 , 7 _ ’

El ensayo de una viga semejante fue suspendido cuando la carga


alcanzó 28,2 tf, debido a que las deformaciones eran ya excesivas.
El hecho de que la carga de rotura real es superior a la calculada se
explica por que en la zona de consolidación del m aterial, el diagrama
real cr — e tiene la convexidad dirigida hacia arriba y se ubica por
encima de la recta teórica A B (véase la línea punteada en la fig. 13.6).
Si calculásemos el momento lím ite sin tener en consideración la
consolidación del m aterial obtendríam os,
M f lec. T= OfWxpi = 2 120-118,4 = 2,52 tfm,
y la carga de rotura sería entonces,

P t = ~Ü7 T~ = 14 ,4 tf’
o sea un 40% inferior a la obtenida con la consideración de la consoli­
dación del m aterial, 24,1 tf.
Como se puede observar, la consolidación del m aterial influye
considerablemente sobre la m agnitud de la carga de rotura.
348
§ 114. Condiciones de plasticidad
www.elsolucionario.net
En el caso de un estado tensional combinado, así como en la tor­
sión y en la flexión pura (es decir, en el deslizamiento puro y en el
estado tensional monoaxial), resulta imposible, basándose solamente
en las ecuaciones de la E stática determ inar los valores lím ites de las
fuerzas interiores. Para su determinación, a parte de las ecuaciones
de equilibrio y de las de continuidad de las deformaciones, se emplean
tam bién las, así denominadas, condiciones de plasticidad, que son
hipótesis que marcan criterios de aparición de la fluencia del m aterial.
Actualm ente, en los cálculos prácticos y en las investigaciones teóricas
se emplean las dos hipótesis siguientes.
1-ra hipótesis (condición de plasticidad de Saint-Venant). Inde­
pendientem ente del tipo del estado tensional, la fluencia del m aterial
surge, cuando la tensión tangencial m áxima alcanza cierto valor, que
es constante para el m aterial dado. Este valor de TmáX se establece
experim entalm ente de los ensayos, a tracción monoaxial de la probeta.
La formulación m atem ática de esta condición de plasticidad conduce
al criterio de equivalencia, según la tercera hipótesis de resistencia.
2-da hipótesis (condición de plasticidad de Huber-Mises). Inde­
pendientem ente del tipo del estado tensional, la fluencia del m ate­
rial surge, cuando la energía potencial unitaria correspondiente a la
variación de la forma alcanza cierto valor, que es constante para
el m aterial dado. Este valor u¡ se establece experim entalm ente de
los ensayos, a tracción monoaxial de la probeta. La formulación
www.elsolucionario.net
m atem ática de esta condición de plasticidad conduce a la condición
de equivalencia de la cuarta hipótesis de resistencia.
La segunda condición de plasticidad concuerda algo mejor con
los resultados de los ensayos que la primera, aunque las correlaciones
de cálculo resultan más complicadas.

§ 115. Torsión y tracción combinadas plásticas


de una barra de sección circular

Aquí aprovechamos los resultados definitivos de la solución de


este problema.
Se supone que las tensiones son iguales en todas las secciones de
la barra. Para las deformaciones longitudinales se adm ite la hipóte­
sis de las secciones planas. Se adm ite tam bién que, en vista de que
las deformaciones son pequeñas, el contorno de la sección transver­
sal, en su propio plano, no se deforma, sino que gira como un disco
rígido.
Partiendo de esta hipótesis se obtiene la ecuación que une la
fuerza axial y el momento torsor en el estado lím ite.
j/2
M íor. lím + -i 3r—
2^ l í m , ^ l í m
+ ^ - K- = —° W v v lá s
ro----- , /lo OQ\
(13.28)

siendo r el radio de la sección transversal de la barra,


349
/Co, es una constante igual a tres, si se emplea la primera condi­
www.elsolucionario.net
ción de plasticidad, y a cuatro, si se parte de la segunda con­
dición de plasticidad,
r r 2
Wp piús, el módulo plástico de la sección en la torsion, igual a — nrs.

§ 1 1 6 . Flexión, tracción y deslizamiento combinados plásticos


Exponemos los resultados de la solución aproxim ada de este pro­
blema obtenida por N. I. Besujov para el caso de una sección rectan­
gular.
La ecuación que establece la relación entre el momento flector
M fiec lím, la fuerza axial Niim y la fuerza cortante QUm, en el estado
lím ite se escribe así,
N 2- 9 O2
M fie c . lím + ~ G jW x p iá s , (13.29)

siendo Wx v i ás =
bh2
el módulo plástico de la sección en la flexión.
Existe otra solución más exacta de este problema, pero las fórmu­
las de cálculo resultan, naturalm ente, más complicadas.

§ 1 1 7 . Nociones básicas sobre el cálculo por estados límites


El método de cálculo de piezas expuesto en los capítulos anteriores
www.elsolucionario.net
se denomina cálculo por tensiones admisibles.
Según este método, el cálculo de la resistencia y la rigidez de las
piezas se realiza, basándose en la ley de Hooke. Se entiende por estado
peligroso de la pieza aquel en el que la tensión, aunque sea en un solo
punto ( peligroso) , alcanza el límite de fluencia.
La resistencia de la pieza se considera garantizada, si la tensión
de explotación (de trabajo) en el punto peligroso no es superior a la
admisible,

0 < [ 0! = - § r ’
siendo [n] el coeficiente norm ativo de seguridad.
El coeficiente efectivo de seguridad se obtiene como la fracción
del lím ite de fluencia y la tensión real,

Sin embargo, como se señaló anteriorm ente, siguiendo la ley de


Hooke, no estamos en condiciones de calcular las cargas lím ites que
puede resistir la pieza en el momento de su rotura o en el de la apa­
rición de una deformación plástica de determ inada m agnitud.
En muchos casos, es más correcto realizar los cálculos de la re­
sistencia, cuando actúan cargas estáticas, teniendo en consideración
las deformaciones plásticas, como se indicó en este capítulo, y cal-
350
cular el coeficiente dewww.elsolucionario.net
seguridad como el cociente de la carga lím ite
Qiím y la de trabajo Q (que en realidad actúa),

Es más justo tam bién, al calcular las piezas, en lugar de uno,


emplear todo un sistema de coeficientes parciales de seguridad que
consideren la influencia de los factores principales sobre la resisten­
cia de la pieza. Esto perm ite, de una manera más diferenciada, tener
en cuenta las muy diversas condiciones concretas de trabajo de la
pieza.
En relación a esto, últim am ente, recibe mayor difusión el método
de cálculo de las piezas por estados límites que perm ite, en ciertos
casos, considerar las deformaciones plásticas. En el diseño de las
estructuras el método de cálculo por estados lím ites se adm itió como
obligatorio desde 1955.
En la construcción de m áquinas, debido a la gran diversidad de
condiciones, no existe una reglamentación tan estricta de los métodos
de cálculo.
Actualm ente, en la construcción de m áquinas, el método más di­
fundido de cálculo es todavía el cálculo por estados elásticos (por ten­
siones admisibles).
Sin embargo, aquí tam bién comienza a emplearse el método de
cálculo por estados lím ites.

www.elsolucionario.net
En calidad de estados lím ites de la pieza de una m áquina, se pue­
den considerar los siguientes:
1. El estado lím ite por capacidad resistente, que se caracteriza
por las cargas correspondientes a los estados lím ites por resistencia,
estabilidad, resistencia a la fatiga y resistencia a las deformaciones
plásticas. Estas cargas pueden estar constituidas por fuerzas P, mo­
mentos M , presiones q, etc.
2. El estado lím ite por deformaciones y desplazamientos. Cuando
se alcanza este estado, en la pieza, que sigue m anteniendo su resisten­
cia y estabilidad, aparecen deformaciones u oscilaciones tales que
hacen imposible la explotación ulterior de la pieza.
3. El estado lím ite por la m agnitud del desgaste de la capa super­
ficial de la pieza.
Cada uno de estos estados lím ites se caracteriza por su condición
lím ite que indica, que para que sea posible la explotación segura,
las fuerzas que actúan sobre la pieza deberán ser menores que la mag­
nitud lím ite y, en el estado lím ite, iguales a ella.
Para el primer estado lím ite esta condición que se denomina con­
dición de no destrucción, es la siguiente,
N < O, (13.30)
siendo N el esfuerzo en la pieza,
<E>, la resistencia lím ite de la pieza correspondiente al momento
de agotam iento de la capacidad resistente.
351
El esfuerzo en la www.elsolucionario.net
pieza se establece como la suma de los esfuerzos
de cada carga norm ativa considerando, en cada caso, los correspon­
dientes coeficientes de sobrecarga nr, mayores que la unidad.
Así, pues,
W = 2 Acorra i. (13.31)
La resistencia lím ite de la pieza O depende de la forma y dimen­
siones de la pieza, de la resistencia del m aterial al correspondiente
tipo de deformación y de las condiciones de trabajo de la pieza, es
decir,
^ norF, (13.32)
siendo n.¿ el coeficiente de homogeneidad del m aterial,
n 3, el coeficiente de las condiciones de trabajo, que considera
el grado de responsabilidad de la pieza y otras particula­
ridades que directam ente no se reflejan en los cálculos,
a nor, la resistencia norm ativa del m aterial (para los materiales
plásticos, el valor norm ativo del lím ite de fluencia, y para
los frágiles, el valor normativo del lím ite de resistencia.
En los cálculos por fatiga, el lím ite de resistencia a la
fatiga),
F, el factor geométrico de la pieza (área, módulo de la sec­
ción, etc.).
Al calcular por fatiga la resistencia lím ite deberá incluir los coefi­
www.elsolucionario.net
cientes correspondientes, que disminuyen la capacidad resistente de
la pieza (coeficiente de concentración, coeficiente de escala, etc.).
Así, pues, el desarrollo de la condición de la no destrucción se
escribirá, así:
2 NnorlT-i — N ^.flsn20norF. (13.33)
Para el segundo estado lím ite, la condición lím ite será la siguiente:
A < A Iím (13.34)
siendo A el desplazamiento máximo de la sección de la pieza, origi­
nado por la carga de trabajo,
A¡im, el desplazamiento lím ite, que implica la necesidad de inte­
rrum pir la explotación de la pieza (en función del destino
de la pieza).
Para que el método de cálculo por estados lím ites se emplee más
am pliam ente en la construcción de máquinas, es necesaria una nor­
m alización más detallada de los coeficientes de sobrecarga, de homo­
geneidad, de las condiciones de trabajo, del valor lím ite de la defor­
mación plástica, del desgaste lím ite, etc.
Esto perm itirá, al escoger las dimensiones de la pieza, basarse no
solamente sobre la experiencia y el arte del constructor, sino tam bién
sobre criterios objetivos y normas, lo que aum entará la seguridad de
la pieza y perm itirá dism inuir el gasto de m aterial al confeccionarla.
352
§ 118. Conclusión. Direcciones modernas en el desarrollo
www.elsolucionario.net
de los métodos de cálculo de las estructuras

Los métodos de cálculo de las estructuras se desarrollan continua­


mente, mejorándose y profundizándose.
En los últimos años se elaboran de una manera muy intensa los
problemas de la dinám ica de las estructuras, los métodos de cálculo
de las estructuras que tienen en cuenta las deformaciones plásticas
del m aterial, los métodos de cálculo por fatiga, los problemas de la
estabilidad, el empleo de las máquinas computadoras en los cálculos
de las estructuras, y otros problemas.
Merece especial atención el nuevo método de cálculo de las
estructuras que se elabora, de una manera muy intensa, en los
últimos años, esencialmente en la Unión Soviética, (los trabajos de
N. S. Streletski, A. R. R zhanitsin, V. V. Bolotin y otros).
Este método se puede denominar convencionalmente método
probabilístico-estadístico (o simplemente estadístico).
La idea fundam ental de este método consiste en lo sguiente.
Las magnitudes que figuran en la ecuación de resistencia, rigidez
y estabilidad, tales como las cargas, las características de las pro­
piedades del m aterial, las características geométricas de las seccio­
nes, no se consideran, como m agnitudes constantes rigurosamente
determinadas, sino como m agnitudes casuales (conjuntos estadísti­
cos) que tienen una determ inada, a veces muy considerable, variabi­
lidad (dispersión). El estudio de estas m agnitudes es posible sola­
www.elsolucionario.net
mente por los métodos de la Teoría de Probabilidades.
El grado de dispersión de una u otra m agnitud se caracteriza por la
correspondiente curva de distribución.
En calidad de ejemplo, en la figura 1.6 se representó la curva de
distribución de la presión del viento y en la figura 2 . 2 2 , la curva de
distribución del lím ite de fluencia del acero dé bajo carbono.
Incluso m agnitudes que parecen constantes, como el área de la
sección, módulo de la sección, momento de inercia y simplemente,
las dimensiones lineales de la pieza, son, en realidad, magnitudes esta­
dísticam ente variables, como consecuencia de los inevitables errores
de confección y medición.
Las curvas de distribución se pueden construir a base de los datos
experimentales o, en algunos casos, de una manera puram ente espe­
culativa según ciertas leyes teóricas, que responden a las propiedades
im portantes del conjunto estadístico dado. Existen criterios (de Pear-
son, Kolmogorov, Bernstein) por los cuales se puede establecer que la
curva teórica corresponde, con suficiente exactitud, a la empírica.
Las curvas de distribución pueden ser sim étricas (fig. 2.22) o asi­
métricas (fig. 1 .6 ).
La curva teórica más difundida, que describe la distribución sim é­
trica, es la curva de Gauss, o curva normal (fig. 2.22).
Es posible emplear la curva de Gauss para las leyes de distribución
asim étricas, recurriendo a una u otra «corrección» de esa curva.

2 3 — 01228 353
La conservación de la ley de Gauss para la descripción de fenóme­
www.elsolucionario.net
nos asimétricos es deseable, puesto que las operaciones m atem áticas
con esta ley son las más simples, están bien estudiadas y tabuladas.
Disponiendo de las curvas de distribución de las m agnitudes ori­
ginales, se puede, por los métodos de la Teoría de Probabilidades,
construir las curvas de distribución de las funciones.
Por ejemplo, si se dispone de la curva de distribución de la carga
y del área de la sección, entonces resulta posible construir la curva de
p
distribución de la tensión normal en el caso de tracción axial a = -=■. F
Si las curvas de distribución de P y F son de configuración nor­
m al, entonces la curva de distribución de a tam bién lo será. Se escribe
después la condición de resistencia, que, para las tensiones, es la si­
guiente:
o <R, (13.35)
siendo a la tensión de cálculo,
R , la tensión lím ite (para los m ateriales plásticos, el lím ite de
fluencia).
Si se consideran las deformaciones plásticas, entonces las tensio­
nes se sustituyen por los esfuerzos,
(13.36)
El problema sobre la disminución de la tensión en comparación
con la lím ite, se resuelve según el método existente de las tensiones
www.elsolucionario.net
admisibles introduciendo el coeficiente de seguridad ti.
En el método estadístico se considera que la dism inución de las
m agnitudes de los segundos miembros de (13.35) o (13.36) n veces
no da una garantía completa de la no destrucción de la pieza, ya
que las curvas de distribución no cortan el eje horizontal. Por eso,
incluso para una magnitud considerable del coeficiente de seguridad
siempre existe alguna posibilidad de que la pieza se destruya.
El problema consiste en saber calcular esta posibilidad del fallo
y, en función del destino de la pieza, escoger uno u otro valor de esta
como admisible. Para ello, es necesario construir la curva de dis­
tribución de la función de resistencia D — <E> — N (o R — a).
Cuando la función de distribución de R y o es normal, la curva de la
función D lo será tam bién (fig. 13.7). Sobre el eje vertical se sitúan
los valores de la densidad de la probabilidad de la distribución de D ;
sobre el horizontal, los valores de la propia función D. El área de la
curva es igual a la unidad. Los valores positivos de la función D co­
rresponden a los casos de solicitación sin peligro; los valores negativos,
a los casos de fallo de la pieza. La probabilidad V de que la pieza se
destruya se caracteriza por el área de la curva de distribución de la
función que se encuentra entre el infinito negativo y cero.
o
( 13. 37)
— OO

354
-

En lugar de la probabilidad del fallo V, se puede operar con la


www.elsolucionario.net
probabilidad de la no destrucción W, que es igual al área de la parte

positiva de la curva de distribución de la función de resistencia,


oo
r = j p Dd D = l - F . (13.38)
0 í
Para calcular la integral (13.37) existen tablas especiales. La pro­
babilidad calculada de la destrucción de la construcción no deberá
superar cierta m agnitud pequeña, que se puede denominar probabili­
dad admisible del fallo de la construcción.
La m agnitud admisible de la posibilidad del fallo de la pieza deberá
www.elsolucionario.net
escogerse en función del carácter de las consecuencias originadas por
el fallo de la pieza. |
Si la destrucción de la pieza puede conducir a víctim as, entonces
la probabilidad del fallo deberá ser muy pequeña, prácticamente nula.
Las investigaciones del profesor N. S. Streletski demostraron que
para las estructuras existentes, la posibilidad del fallo se encuentra
entre 1 - 1 0 “5 1 - 1 0 -7, es decir, de un millón de estructuras puede,
en término medio, fallar en cualquier''momento, una.
En el proyecto de las nuevas normas de cálculo de las estructuras
para los edificios y estructuras de especial responsabilidad, si su
fallo significa una catástrofe, se recomienda como probabilidad adm i­
sible del fallo 3-10-6, es decir, que se adm ite la posibilidad de la des­
trucción de tres estructuras de cada millón.
Si el fallo de la pieza (construcción) no conduce a víctim as, sino
que, solamente, conduce a la necesidad de una reparación o a la sus­
titución de la pieza, entonces la probabilidad admisible del fallo de la
pieza puede determinarse por motivos puramente económicos, es
decir, partiendo del mínimo del costo total de la pieza (el costo de su
confección y de su reparación).
Al empleo práctico del método estadístico antecede trabajo de
investigación para el estudio de las curvas de distribución de las
cargas, de las características de la resistencia del m aterial y de
otras magnitudes, que influyen sobre la resistencia de la construcción.

23* 355
APENDICES www.elsolucionario.net

A PEN DICE I

A lfabeto griego A lfabeto ruso

A, a — alpha Aa a
B, P — beta B6 • b
T , y — gama Bb V
A, 8 — d elta Tr g
E , 8 — épsilon ÍU d
Z, £ — zeta Ee e
H , r j — eta Eé yo
0 , Ó— theta zh
I, t — io ta 3 s z (ds)

www.elsolucionario.net
K , x — kappa Hh i
A , \ — lambda f if t y
M, n — mi Kk k
N , v — ni JI ji i
a, l- x i Mm m
0 , o — óm icron Hh n
II, Jt— pi Oo 0
P , p — rho nn P
2 , a , s — sigma Pp r
T , t — tau Ce s
T , u — ypsilon Tt t
í>, tp— phi yy u
X , X— ji <t>4> f
1F , ij>— psi Xx j
Q, to— omega U u ts
ch
lililí sh
mm sch
tí. signo de dureza
blH i (dura)
bb sig n o de b la n d u ra
33 e (abierta)
KDio yu
Hh ya

356
www.elsolucionario.net
A P E N D I C E II
; t f N o /\
, j ; ¡ B ib lio te c a y' ;
♦ P \ ¡n g en ierío ‘¿> ¡

V /íB A 'í® ..* *

el GOST 8239-56, 8240-56, 8509-57, 8510-57

TABLA 1. PERFILES DOBLE TE

Datos respecto a los ejes


N° del perfil

Peso Tam año, en mm Area


por de la X —- X y—y
m etro sec­
lineal, ción,
'* • X’ V S x' V w , V
en kg h b d t en cm2
cm & cm3 cm cm’ cm3 cm3 cm

10 9,46 100 55 4 ,5 7 ,2 12,0 198 3 9 ,7 4 ,0 6 23,0 17,9 6 ,4 9 1,22


12 11,5 120 64 4 ,8 7 ,3 14,7 350 58,4 4 ,8 8 33,7 27,9 8,7 2 1,38
14 13,7 140 73 4 ,9 7 ,5 17,4 572 81,7 5,73 46,8 4 1 ,9 11,5 1,55

www.elsolucionario.net
16 15,9 160 81 5 ,0 7 ,8 20,2 873 109 6 ,5 7 6 2 ,3 58,6 14,5 1,70
18 18,4 180 90 5,1 8 ,1 23 ,4 1 290 143 7 ,4 2 8 1 ,4 82,6 18,4 1,88
18a 19,9 180 100 5,1 8 ,3 2 5 ,4 1 430 159 7,51 8 9 ,8 114 22,8 2 ,1 2
20 2 1,0 200 100 5 ,2 8 ,4 2 6 ,8 1 840 184 8 ,2 8 104 115 23,1 2,07
20a 22,7 200 110 5 ,2 8,6 28 ,9 2 030 203 8,37 114 155 •28,2 2,32
22 24,0 220 110 5 ,4 8 ,7 30 ,6 2 550 232 9 ,1 3 131 157 28,6 2,27
22 a 25,8 220 120 5 ,4 8 ,9 3 2 ,8 2 790 254 9 ,2 2 143 206 3 4 ,3 2,50
24 27,3 240 115 5 ,6 9 ,5 34,8 3 460 289 9,97 163 198 34,5 2,37
24a 29,4 240 125 5 ,6 9 ,8 37,5 3 800 317 10,1 178 260 41 ,6 2,63
27 31,5 270 125 6,0 9 ,8 40 ,2 5010 371 1 1 ,2 210 260 4 1 ,5 2,54
27a 3 3 ,9 270 135 6,0 10,2 4 3 ,2 5 500 407 11,3 229 337 50,0 2,80
30 36,5 300 135 6 ,5 10,2 4 6 ,5 7 080 472 12,3 268 337 4 9 ,9 2,69
30a 39,2 300 145 6 ,5 10,7 4 9 ,9 7 780 518 12,5 292 436 60,1 2,95
33 42,2 330 140 7,0 1 1 ,2 5 3 ,8 9 840 597 13,5 339 419 59,9 2,79
36 48,6 360 145 7 ,5 12,3 6 1 ,9 13 380 743 14,7 423 516 71,1 2,89
40 56,1 400 155 8,0 13,0 71,4 18 930 947 16,3 540 666 85,9 3,0 5
45 65,2 450 160 8,6 14,2 83,0 27 450 1220 18,2 699 807 101 3,12
50 76,8 500 170 9 ,5 15,2 9 7 ,8 39 290 1570 20,0 905 1040 122 3,26
55 8 9 ,8 550 180 10,3 16,5 114 55 150 2000 22,0 1150 1350 150 3,44
60 104 600 190 1 1 ,1 17,8 132 75 450 2510 2 3 ,9 1450 1720 181 3 ,6 0
65 120 650 200 12,0 19,2 153 101 400 3120 2 5 ,8 1800 2170 217 3,7 7
70 138 700 210 13,0 20,8 176 134 600 3840 27,7 2230 2730 260 3,94
70a 158 700 210 15,0 24,0 202 152 700 4360 27,5 2550 3240 309 4,01
706 184 700 210 17,5 28,2 234 175 370 5010 27,4 2940 3910 373 4 ,0 9

357
Pescfpor m etro
lineal, en kg

Area d é l a sec­
ción, en cm2
www.elsolucionario.net

www.elsolucionario.net

Area del per­


fil en cm2
Pescfpor m etro
lineal, en kg

Area d é l a sec­
ción, en cm2

Area del per­


fil en cm2
www.elsolucionario.net

www.elsolucionario.net
Continuación de la Tabla 3
www.elsolucionario.net
Datos respecto a los ejes

Peso por me­


Area del per­
N° peí perfil
Tam año,

fil en cm2
en mm *0-* o

tro lin eal,


X - X yo - y o X I — XI
20,
cm
i V0’

en kg
b d 1X' 1X ’ 'x O '
máx,
l x0'
máx,
'y0<
m ín, m in, ^x l '
cm4 cm era* cm cm4 cm cm*

4 ,5 6,20 4 ,8 7 29,0 2,16 46,0 2,72 12,0 1,39 51,0 1,88


5 6,86 5 .3 8 3 1 ,9 2,16 50,7 2,72 13,2 1,39 56,7 1,90
7 70 6 8,15 6 ,3 9 37,6 2 ,1 5 59,6 2,71 15,5 1,38 6 8 ,4 1,94
7 9 ,4 2 7 ,3 9 4 3 ,0 2,14 68,2 2 ,6 9 17,8 1,37 80,1 1,99
8 10,7 8,37 4 8 ,2 2,13 76,4 2,68 20,0 1,37 91,9 2,02

5 7 ,3 9 5 ,8 0 3 9 ,5 2,31 6 2 ,6 2,91 16,4 1,49 6 9 ,6 2,02


6 8 ,7 8 6 ,8 9 4 6 ,6 2,30 7 3 ,9 2,90 19,3 1,48 8 3 ,9 2,06
7 ,5 75 7 10,1 7,9 6 5 3 ,3 2,29 84,6 2 ,8 9 22,1 1,48 9 8 ,3 2 ,10
8 11.5 9,02 5 9 ,8 2,28 94,9 2 ,8 7 2 4 ,8 1,47 113 2 ,1 5
9 12,8 10,1 66,1 2,27 105 2,86 2 7 ,5 1,46 127 2,1 8

5 ,5 8 ,6 3 6 ,7 8 5 2 ,7 2,47 8 3 ,6 3,11 2 1,8 1,59 93 ,2 2,1 7


6 9,3 8 7 ,3 6 5 7 ,0 2 ,4 7 90 ,4 3,11 23,5 1,58 102 2,19
O oü
7 10,8 8,51 6 5 ,3 2,45 104 3,09 27,0 1,58 119 2,23
8 12,3 9 ,6 5 73 ,4 2 ,4 4 116 3,08 30,3 1,57 137 2,2 7

www.elsolucionario.net
9 yu
6
7
8
10,6
12,3
13,9
8 ,3 3
9 ,6 4
10,9
82,1 2 ,7 8
94 ,3 2 ,7 7
106 2,76
130
150
168
3,50
3,49
3 ,4 8
34,0
3 8 ,9
4 3 ,8
1,79
1,78
1,77
145
169
194
2 ,4 3
2,47
2,51
9 15,6 12 ,2 118 2,75 186 3 ,4 6 4 8 ,6 1,77 219 2,55

6 ,5 12,8 10,1 122 3,09 193 3,88 5 0 ,7 1,99 214 2,68


7 13,8 10,8 131 3,08 207 3,88 5 4 ,2 1,98 231 2,71
8 15,6 12,2 147 3,07 233 3,8 7 6 0 ,9 1,98 265 2,75
10 100 10 19,2 15,1 179 ■3,05 284 3,84 74,1 1,96 333 2 ,8 3
12 22,8 17,9 209 3,03 331 3,81 8 6 ,9 1,95 402 2,91
14 26,3 20,6 237 3,00 375 3 ,7 8 9 9 ,3 1,94 472 2,99
16 29,7 23,3 264 2 ,9 8 416 3,74 112 1,94 542 3,06

7 15,2 11,9 176 3 ,4 0 279 4,2 9 72,7 2,1 9 308 2,9 6


11 1 1U 2 ,1 8 353 3,00
8 17,2 13,5 198 3 ,3 9 315 4 ,2 8 8 1 ,8

8 19,7 15,5 294 3,8 7 467 4 ,8 7 122 2 ,4 9 516 3,36


9 22,0 17,3 327 3,8 6 520 4 ,8 6 135 2 ,4 8 582 3,40
10 24,3 19,1 360 3,85 571 4 ,8 4 149 2 ,4 7 649 3,45
12,5 125 2 ,4 6 782 3,53
12 28,9 22 ,7 422 3,8 2 670 4 ,8 2 174
14 3 3 ,4 26,2 482 3,80 764 4 ,7 8 200 2 ,4 5 916 3,61
16 3 7 ,8 29,6 539 3 ,7 8 853 4 ,7 5 224 2,44 1051 3 ,6 8

360
Continuación de la Tabla 3
www.elsolucionario.net
- <1V Datos respecto a los ejes
Tamaño, <U
<U en mm ° “(M —X
o, v E u ^ X *0—*0 yo—yo X l— Xl

■o u
zo.

tro lin<
Peso pe
V cm

en kg
7x 0’ l oc0' v>
6 d S « 1x > ‘X’ máx, máx, mín, ‘yp’ ¡x l ’
2 cm 4 cm cm4 cm cm 4 min, cm 4

9 2 4 ,7 19,4 466 4 ,3 4 739 5 ,4 7 192 2 ,7 9 818 3 ,7 8


14 140 10 2 7 ,3 2 1 ,5 512 4 ,3 3 814 5,4 6 211 2 ,7 8 911 3 ,8 2
12 3 2 ,5 2 5 ,5 602 4,31 957 5 ,4 3 248 2 ,7 6 1 097 3 ,9 0

10 3 1 ,4 2 4 ,7 774 4 ,9 8 1 229 6 ,2 5 31 9 3 ,1 9 1 3 56 4 ,3 0
11 3 4 ,4 2 7 ,0 844 4 ,9 5 1 341 6 ,2 4 348 3 ,1 8 1 494 4 ,3 5
12 3 7 ,4 2 9 ,4 91 3 4 ,9 4 1 450 6 ,2 3 376 3 ,1 7 1 6 33 4 ,3 9
16 160 14 4 3 ,3 3 4 ,0 1 046 4 ,9 2 1 662 6 ,2 0 431 3 ,1 6 1 911 4 ,4 7
16 49,1 3 8 ,5 1 175 4 ,8 9 1 866 6 ,1 7 485 3 ,1 4 2 191 4 ,5 5
18 5 4 ,8 4 3 ,0 1 299 4 ,8 7 2 061 6 ,1 3 537 3,1 3 2 4 72 4 ,6 3
20 6 0 ,4 4 7 ,4 1 419 4 ,8 5 2 248 6 ,1 0 5 89 3 ,1 2 2 756 4 ,7 0

11 3 8 ,8 30 ,5 1 216 5,6 0 1 9 33 7,0 6 5 00 3 ,5 9 2 128 4 ,8 5


18 180
12 4 2 ,2 33,1 1 317 5,5 9 2 093 7,0 4 540 3 ,5 8 2 324 4 ,8 9

www.elsolucionario.net
12
13
47,1
5 0 ,9
3 7 ,0
3 9 ,9
1 823
1 961
6 ,2 2
6 ,2 1
2 8 96
3 116
7 ,8 4
7,8 3
7 49
805
3 ,9 9
3 ,9 8
3 182
3 4 52
5 ,3 7
5 ,4 2
14 5 4 ,6 42 ,8 2 097 6 ,2 0 3 333 7 ,8 1 861 3 ,9 7 3 722 5 ,4 6
20 200 16 6 2 ,0 4 8 ,7 2 363 6 ,1 7 3 755 7 ,7 8 970 3 ,9 6 4 264 5 ,5 4
20 7 6 ,5 60,1 2 871 6 ,12 4 560 7 ,7 2 1 182 3 ,9 3 5 355 5 ,7 0
25 9 4 ,3 7 4 ,0 3 466 6 ,0 6 5 494 7 ,6 3 1 438 3,91 6 733 5 ,8 9
30 1 1 1,5 8 7 ,6 4 020 6,00 6 351 7 ,5 5 1 688 3 ,8 9 8 130 6 ,0 7

14 60 ,4 4 7 ,4 2814 6 ,8 3 4 470 8,6 0 1 159 4 ,3 8 4 941 5 ,9 3 ;


22 220
16 68,6 53 ,8 3 175 6,81 5 045 8 ,5 8 1 306 4 ,3 6 5 661 6 ,0 2

16 7 8 ,4 6 1 ,5 4717 7 ,7 6 7 4 92 9 ,7 8 1 9 42 4 ,9 8 8 286 6 ,7 5
18 8 7 ,7 6 8 ,9 5 247 7,7 3 8 3 37 9 ,7 5 2 158 4 ,9 6 9 342 6 ,8 3
20 9 7 ,0 76,1 5 765 7,71 9 160 9 ,7 2 2 370 4 ,9 4 10 401 6,91
25 250 22 1 0 6 ,1 8 3 ,3 6 270 7 ,6 9 9 961 9 ,6 9 2 5 79 4 ,9 3 11 464 7 ,0 0
25 119,7 94 ,0 7 006 7 , 6 5 11 125 9 ,6 4 2 887 4,91 13 064 7 ,1 1
28 1 3 3,1 104 ,5 7717 7 , 6 1 12 2 44 9 ,5 9 3 190 4 ,8 9 14 67 4 7,2 3
30 14 2,0 1 1 1,4 8 177 7 , 5 9 12 965 9 ,5 6 3 389 4 ,8 9 15 753 7,31

361
www.elsolucionario.net
362

& l'
¿r,

PERFILES ANGULARES DE ALAS DESIGUALES


X¡_ X/
b \u

D atos re sp e c to a los e je s
T a m a ñ o , en mm
A rea Peso *—X —y XI— XI Vi—yi u—u
N° d el del por
p e rfil p e rfil, m etro D istan c ia D istan c ia
en cm2 lin e a l, al centro al c e n tro lu' ¿u- A ngulo de
23 6 d en kg '*• ‘*> '
k V '.Ti’ de g ra v e ­ 1mvy
m, de g ra v e ­ m ín , m ín ,
in c lin a ció n
cm4 cm cm* cm cm4 d el e je
dad í/o, cm4 dad ^o» cm í cm
cm cm tg a
2, 5 / 1 , 6 25 16 3 1,16 0 ,9 1 0,7 0 9 ,7 8 0,22 0,4 4 1 ,5 6 0,86 0 ,4 3 0 ,4 2 0 ,1 3 0 ,3 4 0,392

3 ,2 /2 32 20 3 1,49 1 ,1 7 1 ,5 2 1,01 0 ,4 6 0 ,5 5 3,2 6 1,08 0 ,8 2 0 ,4 9 0 ,2 8 0 ,4 3 0,3 8 2


4 1,94 1 ,5 2 1 ,9 3 1,00 0 ,5 7 0 ,5 4 4 ,3 8 1,12 1,12 0 ,5 3 0 ,3 5 0 ,4 3 0,3 7 4

4 /2 ,5 3 1,89 1 ,4 8 3 ,0 6 1 ,2 7 0 ,9 3 0,7 0 6 ,3 7 1,32 1,58 0 ,5 9


40 25 0,5 6 0 ,5 4 0,385
4 2 ,4 7 1 ,9 4 3 ,9 3 1 ,2 6 1,18 0 ,6 9 8 ,5 3 1,37 2,1 5 0 ,6 3 0,71 0,5 4 0,381

4 ,5 /2 ,8 45 28
3 2,1 4 1,68 4 ,4 1 1 ,4 3 1 ,3 2 0 ,7 9 9,0 2 1,47 2,20 0 ,6 4 0,7 9 0 ,6 1 0,382
4 2,8 0 2 ,2 0 5 ,6 8 1,42 1,69 0 ,7 8 12,1 1,51 2 ,9 8 0,68 1 ,0 2 0,6 0 0,379

www.elsolucionario.net C ontinuación de la Tabla 4


Datos respecto a los ejes
Tamaño, en mm
l
Area
Peso X—X y—y XI— XI yi—yi u—u
N° del del por
perfil metro
perfil, lineal, Distancia Distancia
al centro al centro Angulo de
!w
B b d
en cm2 en kg X’ lx ’
,y\ V 1x l ’ de grave­ V ’
m in , de grave­ m ín ,
1U ’
mín,
inclinación
cm4 cm cm* cm cm* dad y0, del eje
tg a
cm 4 dad xa, cm4 cm
cm cm

3 2,4 2 1,90 6 ,1 7 1,60 1,99 0 ,9 1 1 2 ,4 1,60 3 ,2 6 0 ,7 2 1,18 0 ,7 0 0,4 0 3


5 /3 ,2 50 32
4 3,1 7 2 ,4 9 7 ,9 8 1,59 2 ,5 6 0,9 0 16,6 1,65 4 ,4 2 0 ,7 6 1,52 0,6 9 0,401

3,5 3,16 2 ,4 8 10,1 1,79 3,3 0 1,02 2 0 ,3 1,80 5 ,4 3 0 ,8 2 1,95 0 ,7 9 0,4 0 7


5 ,6 /3 ,6 56 36 4 3,5 8 2,81 11,4 1,78 3,7 0 1,02 2 3 .2 1,82 6 ,2 5 0 ,8 4 2,1 9 0 ,7 8 0,4 0 6
5 4 ,4 1 3 ,4 6 13,8 1 ,7 7 4,4 8 1,01 2 9 .2 1,86 7,91 0,88 2,66 0 ,7 8 0,4 0 4

4 4,0 4 3 ,1 7 16.3 2,01 5 ,1 6 1 ,1 3 3 3 ,0 2 ,0 3 8,51 0,91 3,07 0,8 7 0,3 9 7

6, 3 / 4 , 0 63 40
5 4 ,9 8 3,91 19,9 2,00 6 ,2 6 1,12 4 1 ,4 2 ,0 8 10,8 0 ,9 5 3 ,7 3 0,86 0,3 9 6
6 5 ,9 0 4 ,6 3 23 .3 1,99 7 ,2 8 1,11 49 .9 2,12 13,1 0 ,9 9 4 ,3 6 0,86 0,3 9 3
8 7 ,6 8 6 ,0 3 2 9 ,6 1,96 9 ,1 5 1,09 6 6 .9 2,20 17,9 1 ,0 7 5 ,5 8 0 ,8 5 0 ,3 8 6

4 ,5 5 ,0 7 3,9 8 2 5 ,3 2 .2 3 8 ,2 5 1,28 51 2 ,2 5 13,6 1,03 4 ,8 8 0 ,9 8 0,4 0 7


7 /4 ,5 70 45
5 5,5 9 4,3 9 2 7 ,8 2.2 3 9 ,0 5 1 ,2 7 5 6 ,7 2 ,2 8 15,2 1 ,0 5 5 ,3 4 0 ,9 8 0 ,4 0 6

5 6,11 4 ,7 9 3 4 .8 2,3 9 12.5 1,43 6 9 ,7 2 ,3 9 20,8 1,17 7 ,2 4 1 ,0 9 0,4 3 6


7 ,5 /5 75 50 6 7 ,2 5 5 ,6 9 40 .9 2,3 8 1 4 .6 1,42 83 ,9 2 ,4 4 ' 2 5 .2 1,21 8 ,4 8 1 ,0 8 0,4 3 5
8 9 ,4 7 7 ,4 3 52 ,4 2,3 5 18,5 1 ,4 0 112 2,5 2 34 .2 1,29 10,9 1 ,0 7 0,4 3 0

8/5 80 50
5 6 ,3 6 4 ,9 9 4 1 ,6 2 ,5 6 12.7 1,41 8 4 ,6 2,6 20,8 1,13 7 ,5 8 1 ,0 9 0,3 8 7
6 7 ,5 5 5,9 2 4 9 ,0 2 ,5 5 14.8 1 ,4 0 102 2 ,6 5 2 5 ,2 1 ,1 7 8,88 1 ,0 8 0,3 8 6

5 ,5 7 ,8 6 6 ,1 7 6 5 ,3 2,88 1 9 , 7 1.58 132 2,9 2 32 .2 1,26 11,8 1,22 0,3 8 4


9 /5 ,6 90 56 6 8 ,5 4 6 ,7 0 7 0 ,6 2,88 21,2 1.58 145 2 ,9 5 35 .2 1,28 12,7 1,22 0,384
8 11,18 8 ,7 7 9 0 ,9 2 ,8 5 27,1 1,56 194 3 ,0 4 4 7 ,8 1,36 16,3 1,21 0,380

6 9 ,5 9 7,5 3 9 8 ,3 3 ,2 30,6 1,79 198 3 ,2 3 4 9 ,9 1 ,4 2 18,2 1,38 0,393


CO
05 7 11,1 8 ,7 0 113 3,1 9 35 .0 1,78 232 3 ,2 8 5 8 .7 1 ,4 6 20,8 1,37 0,392
10/6,3 100 63
8 12,6 9,8 7 127 3,1 8 39 ,2 1,77 2 66 3 ,3 2 6 7 ,6 1 ,5 0 2 3 ,4 1,36 0,391
10 15,5 12,1 154 3,1 5 47.1 1 ,7 5 3 33 3 ,4 0 85 .8 1,58 2 8 ,3 1,35 0,387
Continuación de la Tabla 4

Datos respecto a los ejes

«tí
o

H
E
cu
E
E

ro

364

X — X

£
!

1
S»t
3
Peso

^
3

1
1


Area por
N° d e l del
p e rfil perfil, metro Distancia

^
^
Distancia Angulo de
en cm2 lineal, al centro

•**«

-o

cq
en kg *X'
al centro l a

S in
inclinación

S
|
de grave­

J^E

^^ Ea
o

- -!#
o
mín,

HE

s*E
de gráve­

CJ
cm del eje
o

n Co
dad X q , i
e
lo, cm cm tg a
cm
6 ,5 11,4 8 ,9 8 142 3 ,5 3 4 5 .6 2 286 3 ,5 5 7 4 .3 1,58 2 6 ,9 1.53 0 ,4 0 2

O
70 7 12,3 9 ,6 4 152 3 ,5 2 4 8 .7 1,99 309 3 ,5 7 8 0 .3 1 ,6 2 8 ,8 ' 1.53 0 ,4 0 2
8 13,9 10,9 172 3,51 5 4 ,6 1,98 353 3,61 9 2 .3 1,64 32,3, 1,52 0 .4 0 0

C"-
T f
CS
1-0
14,1 11 227 4,01 7 3 ,7 2 ,2 9 4,01 119 1 ,8 4 3 .4 1,76 0 ,4 0 7

00

O
16 12.5 256

00
1 2 ,5 /8 125 4 8 3 ,0 2 ,2 8 4 ,0 5 137 1 ,84 4 8 ,8 1,75 0 ,4 0 6

O
—< r f
00 03

L O CO
19,7 15.5 312 3 ,9 8 100 2 ,2 6 4 ,1 4 173 1,92 5 9 ,3 1,74 0 ,4 0 4

CS
00
2 3 ,4 18,3 365

C"—
3 ,9 5 117 2 ,2 4

—<
4 ,2 2 210 2 6 9 .5 1,72 0 ,4 0 0

00

T f
06 364
140 18 14,1 4 ,4 9 120 2 ,5 8 727 4 ,4 9 194 2 ,0 3 7 0 ,3 1,98 0,411

O
2 2 ,2 17,5 444 4 ,7 146 2 ,5 6 911 4 ,5 8 245 2 ,1 2 8 5 ,5 1,96 0 ,4 0 9
9 2 2 ,9 18 606 5 ,1 5 186 2 ,8 5 1 221 5 ,1 9 300 2 ,2 3 110 2 ,2 0,391
10 2 5 ,3 19,8 667 5 ,1 3 204 2 ,8 4 1 359 5 ,2 3 335 2 ,2 8 121 2 ,1 9
16/10 160 100 0 ,3 9 0
12 30 2 3 ,6 784 5,11 239 2 ,8 2 1 634 5 ,3 2 405 2 ,3 6 142 2 ,1 8 0 ,3 8 8
14 3 4 ,7 2 7 ,3 897 5 ,0 8 272 2 ,8 1 910 5 ,4 0 477 2 ,4 3 162 2 ,1 6 0 ,3 8 5
www.elsolucionario.net

O
LO
00

10
cr >

2 8 ,3 2 2 ,2 952
LO

18/11 180 5 ,8 276 3 ,1 2 1 933 444 2 ,4 4 2 ,4 2 0 ,3 7 5


lO
05

12
T f

3 3 ,7
oo h-

2 6 ,4 1123 5 ,7 7 324
05

3,1 2 324 537 2 ,5 2 2 ,4 0 0 ,3 7 4


11 3 4 .9 2 7 .4 1449 6 ,4 5 446 3 ,5 8 2 920 6 ,5 718 2 ,7 9 264 2 ,7 5 0 ,3 9 2
12 3 7 .9 29., 7 1568 6 ,4 3 482 3 ,5 7 3 189 6 ,5 4 786 2 ,8 3 286 2 ,7 4 0 ,3 9 2
2 0 /1 2 ,5 200 125
14 4 3 .9 3 4 .4 1801 6,41 551 3 ,5 4 3 726 6 ,6 2 922 2,91 327 2 ,7 3 0 ,3 9 0
16 4 9 ,8 39,1 2026 6 ,3 8 617 3 ,5 2 4 264 6,71 1061 2 ,9 9 367 2 ,7 2 0 ,3 8 8
12 4 8 ,3 3 7 .9 3147 8 ,0 7 :1032 4 ,6 2 6212 7 ,9 7 1634 3 ,5 3 604 3 ,5 4 0 ,4 1 0
www.elsolucionario.net

16 6 3 ,6 4 9 .9 4091 8 ,0 2 ,1333 4 ,5 8 8 308 8 ,1 4 2200 3 ,6 9 781 3 ,5 0 0 ,4 0 8


25/16 250 ; 160
18 71,1 5 5 ,8 4545 7 ,9 9 1475 4 ,5 6 9 358 8 ,2 3 2487 3 ,7 7 866 3 ,4 9 0 ,4 0 7
20 7 8 ,5 6 1 ,7 4987 7 ,9 7 1613 4 ,5 3 10410 8,31 2776 3 ,8 5 949 3 ,4 8 0 ,4 0 5
IN D IC E www.elsolucionario.net

PREFACIO

CAPITULO I. CONSIDERACIONES FUNDAMENTALES

§ 1. P ro p ó sito s del te x to « R esisten cia de m ateriales» . . . . 7


§ 2. Suposiciones in tro d u c id a s en la re siste n cia de m a te ria le s 10
§ 3. S istem as de u n id a d e s de m ed ició n de las m ag n itu d es m e­
cánicas .................................... • ................................................... 13
§ 4. F uerzas ex terio res ( c a r g a s ) ........................................................... 14
| 5. D eform aciones y d e s p la z a m ie n to s .............................................. 17
■§ 6. M étodo de las s e c c i o n e s ................................ .................................... 19
§ 7. Tensiones ................................................................................................ 21

CAPITULO II. TRACCION Y COMPRESION

§ 8 . C álculo de las fuerzas i n t e r i o r e s ................................................ 26

www.elsolucionario.net
§
§
§
9. C álculo de las t e n s i o n e s ..................................................................
10. C álculo de las deform aciones y de los d esp lazam ien to s
11. E stu d io e x p e rim e n ta l de las p ro p ied ad es de los m a te ria le s
27
28
34
§ 12. C oeficiente de seg u rid ad . E lección de las ten sio n es a d m isib les 53
§ 13. P rin c ip a le s tip o s de p ro b lem as sobre el cálculo de la re ­
sisten cia de b a rra s fraccio n ad as ( c o m p r im id a s ) .................... 56
§ 14. T ensiones en p la n o s in clin ad o s en el caso de trac c ió n (com ­
presión) en u n a d i r e c c i ó n 58
§ 15. Ley de recip ro c id a d de las ten sio n es ta n g e n c ia le s . . . . 60
§ 16. C álculo de las ten sio n es en p lan o s in clin a d o s en el caso de
tra cció n (com presión) en dos d ir e c c io n e s ................................ 61
§ 17. C álculo de las ten sio n es p rin c ip a les y o rie n ta c ió n de los 1
plan o s p r i n c i p a l e s ............................................................................. 63
§ 18. R elación e n tre las deform aciones y las ten sio n es en los ca­
sos de estad o s te n sio n a le s p lan o s y de v o lu m en (ley de
H ooke g e n e r a l i z a d a ) ......................................................................... 66
§ 19. T rab ajo de las fuerzas e x terio res e in te rio re s en el caso de
tracció n (com presión). E n erg ía p o ten c ia l de la d eform ación 69
§ 20. P ro p ied ad es de la en erg ía m e c á n i c a ......................................... 72
§ 21. P ro b lem as h ip e re stá tic o s en la tracció n y com presión . . . 73
§ 22. T ensiones o rig in a d a s por los cam bios de te m p e ra tu ra y d u ­
ra n te el m o n taje. R egulación a rtific ia l de los esfuerzos en
las c o n s t r u c c i o n e s ............................................................................. 80
§ 23. C oncentración de tensiones. Tensiones de co n tac to . . . . 85

CAPITULO III. DESLIZAMIENTO

§ 24. C onceptos g enerales ......................................................................... 89


§ 25. E sta d o te n sio n al y deform aciones en el d eslizam ien to puro 90

365
§ 26. E n erg ía p o tenwww.elsolucionario.net
cial del d eslizam ien to . R elació n e n tre las
tres c o n sta n tes de e la s tic id a d E , G y ( i ................................ 91
§ 27. C álculos p rá c tic o s p or d e s l iz a m ie n t o ......................................... 92

CAPITULO IV . CARACTERISTISTICAS GEOMETRICAS DE LAS SECCIONES

§ 28. M om ento e stá tic o de la s e c c i ó n .................................................. 99


§ 29. M om entos de in ercia de la s e c c i ó n .............................................. 102
§ 30. R elació n e n tre los m om entos de in ercia respecto a ejes
p a ra le lo s ................................................................................................ 103
§ 31. M om entos de in ercia de las secciones s i m p l e s ....................... 104
§ 32. M om entos de inercia de fig u ras c o m p l e j a s ............................ 106
§ 33. V ariació n de los m om entos de in ercia al g ira r los ejes . . . 106
§ 34. E jes p rin c ip a le s de in ercia y m om entos p rin c ip a le s de in ercia 108
§ 35. R elación e n tre los p ro d u cto s de in ercia respecto a dos sistem as
p a ralelo s de e j e s ........................................................................... . 109

CAPITULO V . TORSION

§ 36. C onstrucción de los d iag ra m as de los m o m en to s to rso res 115


§ 37. C álculo de las ten sio n es en la s b a rras de sección c irc u la r 118
§ 38. R elació n e n tre el m om ento que se tra n s m ite por el á rb o l, la
po te n c ia y la v elo c id ad a n g u l a r .................................................. 123
§ 39. D eform aciones y d esp lazam ien to s en la to rsió n de árboles 123
§ 40. C onstrucción de los gráficos de los m om entos an g u lares en
la t o r s i ó n ................................................................................................ 125
§ 41. E n erg ía p o ten cial de la t o r s i ó n .................................................. 127
§ 42. R esu ltad o s p rin c ip a le s de la te o ría de la to rsió n de ba­
rra s de sección no c i r c u l a r ........................................................... . 128
§ 43. T orsió n de b a rra s de p ared es d elg ad as de sección ce rra d a 130

www.elsolucionario.net
§
§
§
44.
45.
46.
P ro b le m a s h ip e re stá tic o s ................................................................
C on cen tració n de t e n s i o n e s ............................................................ ...
F o rm as convenientes de las secciones en la to rsió n . . . .
134
136
138

CAPITULO V I. FLE X IO N . CALCULO DE LAS TENSIONES

§ 47. N ociones generales sobre la deform ación en la flex ió n 141


§ 48. T ipos de apoyos de la s v i g a s ........................................................... 142
§ 49. C álculo de las reacciones de a p o y o .............................................. 143
§ 50. C álculo de las fuerzas in terio res en la f l e x i ó n ....................... 145
§ 51. C onvención sobre los signos de los m om entos flectores y
de las fuerzas c o rta n te s ..................................................................... 145
§ 52. R elació n e n tre el m om ento flecto r, la fuerza c o rta n te y la
in te n sid a d de la carga d i s t r i b u i d a .............................................. 146
§ 53. C onstrucción de los g ráficos de los m om entos flecto res y de
las fuerzas c o rta n te s ......................................................................... 148
§ 54. D eterm in ació n de las ten sio n es n o r m a l e s ................................ 156
§ 55. C ondición de re siste n c ia por ten sio n es n o r m a l e s .................. 160
§ 56. D eterm in ació n de las ten sio n e s t a n g e n c i a l e s ............................ 163
§ 57. T ensiones en las secciones in c lin a d a s de la v iga. T ensiones
p r i n c i p a l e s ................................................................................................ 170
§ 58. C oncen tració n de ten sio n es en la f l e x i ó n ..................................... 171
§ 59. E n erg ía p o ten cia l de la d eform ación en la f l e x i ó n .................. 172

CAPITULO V II. FLEXIÓN. CALCULO DE LOS DESPLAZAMIENTOS

§ 60. E cuació n d iferen cial de la lín e a e lá s tic a de la v ig a . . . . 173


§ 61. D eterm in ació n de los d e sp lazam ien to s en el caso de v ario s
tram o s de so lic ita ció n . E cu ació n u n i v e r s a l ................................ 177

366
§ 62. E jem plos de cálcu lo de d e sp lazam ien to s en 1a flex ió n por la
www.elsolucionario.net
fórm ula u n iv ersa l .............................................................................. 180
§ 63. T eorem a de recip ro c id a d de los tra b a jo s. T eorem a de re cip ro ­
cidad de los d e s p la z a m ie n to s ............................................................ 185
§ 64. D eterm in ació n de los d esp lazam ien to s p o r el m étodo de M ohr.
R egla de V e r e s h c h a g u i n ................................................................ 190
§ 65. E cuaciones u n iv e rsa le s sin los p a rá m e tro s de origen . . . 203
§ 66. C álculo de v ig as e sá tica m en te in d e te rm in a d a s (hiperes-
t á t i c a s ) .................................................................................................... 208
§ 67. E jem p lo s de cálc ulo de v ig a s h i p e r e s t á t i c a s ........................... 211
§ 68. F u n d am en to s del m étodo general de cálc u lo de sistem as
h ip e re stá tic o s (fu n d am en to s del m étodo de las fuerzas) . . . 214
§ 69. U b icación ra cio n al de los apoyos de las v i g a s ........................... 222
§ 70. F orm as racio n ales de las secciones de las v i g a s ....................... 226

CAPITULO V III HIPÓTESIS DE RESISTENCIA

§ 71. P ro p ó sito de las h ip ó te sis dé r e s i s t e n c i a ..................................... 232


§ 72. P rim e ra h ip ó tesis de r e s i s t e n c i a .................................................. 237
§ 73. S egunda y te rc e ra h ip ó tesis de r e s i s t e n c i a ................................ 239
§ 74. H ip ó tesis en erg éticas de r e s i s t e n c i a .............................................. 241
§ 75. N ociones breves sobre o tra s h ip ó tesis de re s isten cia . . . . 242

CAPITULO IX. CASO GENERAL DE SOLICITACION DE UNA BARRA


(RESISTENCIA COMPUESTA)

§ 76. C onceptos f u n d a m e n t a l e s ................................................................ 246


§ 77. E jem p lo s de co nstrucción de gráficos de los esfuerzos in te ­
rio res en b a rra s de eje q u e b r a d o ......................................... . . 247
§ 78. F lex ió n en dos p lan o s (F lexión o b l i c u a ) .................................... 249
256

www.elsolucionario.net
§ 79. F le x ió n y tra c ció n (com presión) c o m b i n a d a s .......................
§ 80. C om presión (tracció n ) e x c é n t r i c a .............................................. 258
§ 81. T orsión y d esliz a m ien to com binados. C álculo de reso rtes en
hélice de paso p e q u e ñ o ..................................................................... 261
§ 82. T orsión y flex ió n c o m b i n a d a s .................................................. 265
§ 83. T orsión y tra c c ió n (com presión) c o m b i n a d a s ....................... 268
§ 84. E jem p lo de cálc u lo de un árbol por fle x ió n y to rsió n com ­
b in a d a s ..................................................................................................... 270
§ 85. C álculo de re c ip ie n te s de p ared es d e l g a d a s ........................... 271

CAPITULO X. CALCULO DE LA ESTABILIDAD DE BARRAS


COMPRIMIDAS (FLEXION LONGITUDINAL)

§ 86. F o rm as e sta b le s e in e sta b le s del e q u i l i b r i o ........................... 277


§ 87. F ó rm u la de E u le r p a ra la fuerza c r í t i c a ................................ 279
§ 88. In flu e n c ia del tip o de apoyo de los e x trem o s de la b a rra
sobre el v a lo r de la fuerza c r í t i c a .............................................. 281
§ 89. D om inio de la fó rm u la de E u l e r .............................................. 283
§ 90. F ó rm u las em p írica s p a ra la d ete rm in a c ió n de la s tensiones
c rític a s .................................................................................................... 284
§ 91. F ó rm u la p rá c tic a p a ra el cálcu lo p o r p a n d e o ....................... 285
§ 92. F o rm as racio n ales de las secciones de b a rra s co m p rim id as 287
§ 93. F lex ió n por fuerzas lo n g itu d in a le s y tra n sv e rsa le s . . . . 290
§ 94. M étodo en ergético de d eterm in ació n de las cargas crític a s 295

CAPITULO X I. ACCION DINAMICA DE LAS CARGAS

§ 95. C argas d i n á m ic a s .............................................................................. 300


§ 96. C álculo de las ten sio n es en el caso de m o v im ien to u n ifo r­
m em ente a c e l e r a d o .......................................... 301
..• V \ 0 í c> ;
367
•*~v i . . ■’v
fiibiioií.Cf' \-
i51 Ingeniería jj
§ 97. D eterm in ació n de los d esp lazam ien to s y las tensiones en
el iwww.elsolucionario.net
m p a c t o ...........................................................................................
§ 98. Im p acto ex cén trico ........................................................................
§ 99. E nsay o s de m a te ria le s a cargas de im p acto (ensayo por
i m p a c t o ) ................................................................................................
§ 100. O scilaciones lib res de sistem as de un grado
§ 101. O scilaciones forzadas de sistem as de un g rad o
R e s o n a n c i a ...........................................................................................

CAPITULO X II. CALCULO DE LA RESISTENCIA EN EL CASO DE


TENSIONFS QUE VARIAN CICLICAMENTE EN FUNCION DEL TIEMPO
(CALCULO POR FATIGA)

§ 102. D efiniciones fu n d am e n ta le s .......................................................


§ 103. C urva de la fa tig a p a ra el ciclo sim étrico . L ím ite de resis­
te n c ia a la f a t i g a .............................................................................
§ 104. D iag ram as de las tensiones l í m i t e s .........................................
§ 105. F a c to re s que in flu y en sobre el lím ite de resiste n c ia a la
fa tig a ....................................................................................................
■§ 106. D eterm in ació n del co eficiente de seg u rid ad p a ra el ciclo
s i m é t r i c o ................................................................................................
■§ 107. D ete rm in a c ió n del co elicien te de seg u rid ad p a ra el ciclo
a sim étrico de t e n s i o n e s ....................................................................
•§ 108. M edidas p rá c tic a s p a ra el increm ento de la resisten cia a la
fa tig a ....................................................................................................

CAPITULO X III. RESISTENCIA DE MATERIALES A LAS DEFORMA­


CIONES PLASTICAS

§ 109. M odelos p a ra el cálculo del m a te ria T elástico -p lástico . . .


§ 110. C álculo de sistem as h ip e re stá tic o s que tr a b a ja n a tracción-

www.elsolucionario.net
com presión, co n siderando la p la s tic id a d del m a te ria l
§ 111. T orsión p lá s tic a de b a rra s de sección c i r c u l a r .......................
§ 112. F lex ió n p lá s tic a de v ig as i s o s t á t i c a s ........................... ....
§ 113. F le x ió n p lá s tic a con consideración de la consolidación del
m a te ria l ................................................................................................
§ 114. C ondiciones de p l a s t i c i d a d ............................................. .... .
§ 115. T orsión y trac c ió n co m b in ad as p lá stic a s de u n a b a rra de
sección c i r c u l a r ..................................................................................
§ 116. F lexión¡ trac c ió n y d eslizam ien to co m b in ad o s p lástico s
§ 117. N ociones básicas sobre el cálcu lo p or estad o s lím ite s
§ 118. C onclusión. D irecciones m odernas en el d esarrollo de los
m étodos de -cálculo de las e s t r u c t u r a s .....................................
A péndices ..................................................................................................................
In d ice de m a t e r i a s ...........................................................................................

S-ar putea să vă placă și