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1 reelaboración respuesta 4 y 6
El sol: el sol es uno de los recursos energéticos más importantes y de hecho es el más inagotable
de los que existe en nuestro planeta. Es por ello que cada vez se promueve más el uso de la
energía solar.
El agua: recurso natural que resulta indispensable para la vida de todos los seres vivos que
habitan el planeta Tierra . Y además, se trata de una fuente energética, gracias a los
movimientos de las masas de agua. Pese a que es inagotable, es muy importante su cuidado
puesto que los procesos para purificarla resultan costosos. A su vez, desde la perspectiva
ambiental, el agua puede ser objeto de contaminación y esto hace que requiera ser objeto
de protección y regulación en cuanto a sus usos y aprovechamiento.
Si bien el agua ocupa gran parte de la superficie del planeta, la cantidad de potable es
absolutamente menor, lo que transforma a este recurso natural en sumamente escaso en muchas
partes del globo terráqueo.
Al igual que el acceso al agua potable y la posibilidad de instalar redes de distribución
domiciliaria, plantas potabilizadoras, etc., el saneamiento de las aguas hace a la calidad
de vida de las personas y con esa perspectiva, al derecho humano al ambiente y al
llamado desarrollo sustentable o sostenible.
Las mareas: estos cambios en el nivel del mar como consecuencia de la fuerza de atracción
gravitatoria también resultan inagotables. Este recurso es utilizado en muchas comunidades
para generar energía.
Aire y Atmósfera: Desde la perspectiva ambiental, el aire, al igual que el agua, resulta
indispensable para la vida, pudiendo ser objeto de contaminación a través de procesos de
emisión‐inmisión, o a través de olores y ruido y esto hace que deba ser objeto de protección y
regulación en cuanto a sus usos y aprovechamiento (LN 20284, LPC 7343, 8167).
La atmósfera es una envoltura gaseosa en la que están presentes el oxígeno, el nitrógeno, el
anhídrido carbónico, el vapor de agua y ciertos gases menores, que se mantiene adherida a la
Tierra por gravedad y la acompaña en todos sus movimientos. Es parte indispensable del
entorno natural, constituyendo el común hábitat de la mayor parte de las especies animales y
vegetales que pueblan el planeta y si bien constituye una unidad natural, está formada por
diferentes estratos, siendo el más importante desde el punto de vista ecológico, la troposfera
o biosfera, situada entre los 0 y 12 km.
El aire es el fluido que forma la atmósfera y constituye una mezcla de elementos químicos, no
combinados, cada uno de los cuales conserva sus propiedades individuales.
El espacio aéreo constituye el medio físico asociado a la atmósfera, que las especies vivientes
terrestres necesitan para su desarrollo y desplazamiento. A través del espacio aéreo es posible
la transmisión de ideas, imágenes y energía.
Desde el punto de vista jurídico, la atmósfera constituye una cosa, aunque su dominio no
pueda ser adquirido por los particulares, dado el carácter ambulatorio del elemento, siendo
considerada res communis omnia, al resultar imposible, por lo menos hasta la fecha, que sea
objeto de apoderamiento. Distinto es respecto del espacio aéreo, que integra el concepto de
propiedad inmobiliaria del Código Civil (Art. 1945 del CCyC), que puede ser delimitado por
planos horizontales y también verticales que sigan las líneas de frontera de los Estados y a su
vez, reconoce vinculación concreta con cuestiones de soberanía estatal (Ley 23968). Existen
conflictos vinculados a la problemática del aire‐ atmósfera, como el que afecta la capa de
ozono, las lluvias ácidas, el calentamiento global y el cambio climático, así como fenómenos
naturales que ocurren en su ámbito, que también se relacionan con la cuestión meteorológica.
Energía: recurso natural de fundamental importancia en la evolución de la humanidad,
concebida como una fuerza o una propiedad de la materia, asociada a otro recurso, sea éste
el Sol, el viento, el agua, el calor interno de la tierra, los minerales o los combustibles.
Desde los más remotos tiempos de su existencia, el hombre utilizó la mayor parte de las
fuentes energéticas que le ofrecía la naturaleza. La madera, el viento, el vapor, las caídas de
agua, la radiación solar, los hidrocarburos (no renovables) y la radiactividad, son fuentes
primarias de energía, en tanto que la electricidad, es una fuente secundaria de energía, toda
vez que se obtiene mediante la utilización de una fuente primaria.
Desde el punto de vista del derecho, la energía, en tanto es susceptible de apropiación por el
hombre, es objeto de una relación jurídica directa que permite reconocer su autonomía con
relación al recurso que la genera.
El consumo energético, es uno de los indicadores del grado de evolución material alcanzado por
un país
Para el adecuado abordaje de la problemática de la energía en el mundo del Derecho,
debemos ab initio determinar su categorización jurídica. Al respecto, se puede sostener con
base legal y doctrinaria suficiente, que para el Derecho la energía es una cosa, distinta de la
fuente de la que se obtiene (Art. 16 CCyC, ley 15336 y sus modificatorias).
El viento: es inagotable e indispensable como fuente de energía, que se capta a través de
molinos. Se trata de la energía eólica.
Los biocombustibles: estos productos que permiten generar energía se producen a partir de los
alcoholes que derivan de la caña de azúcar o de distintas semillas y plantas. En los últimos
años se han convertido en la alternativa del diesel,
que sí es agotable.
La madera: a partir de la tala de árboles se puede obtener madera para la producción de
distintos bienes, como pueden ser los muebles. Ahora bien, como se mencionó antes, es
esencial que la tala no sea compulsiva, porque podría superar el tiempo que lleva la
regeneración de este producto y así, se corre el riesgo de que escasee este bien tan útil y
fundamental.
Legislación sobre AGUA: Existen normas en la Constitución Nacional y en las provinciales, así
como en el Código Civil y leyes nacionales y provinciales, que tienden a regular el
aprovechamiento de las distintas fuentes y cursos de agua y contra usos inadecuados. En ese
contexto, cabe citar los artículos 14, 17, 41, 75 incisos 5, 17, 18, 19 de la Constitución
Nacional; 235, 239, 1947, 1949, 1971, 2166 y 2175 del CCyC; los artículos 66 y 68 de la
Constitución de la Provincia de
Córdoba; las leyes nacionales 23968, 24815, 24922, 25230, 25263, 25470 y 25675 y las leyes de la
provincia de Córdoba
7343 y 5589.
Las Constituciones Provinciales, por lo general, establecen principios referidos a:
El derecho de usar el agua será objeto de concesiones, beneficiando al predio para el que se
utilizará el recurso. El otorgamiento de dichas concesiones debe hacerse por ley,
correspondiendo a los poderes administrativos el control del cumplimiento de las condiciones.
Los códigos de agua provinciales: Algunas provincias han dictado leyes o códigos de aguas,
siendo la más antigua del año 1884, de la provincia de Mendoza; en 1946, Salta dictó un
moderno código de agua; en 1950, Santiago del Estero, modificado en 1955. Estas leyes
establecen principios en materia de concesiones de aguas que, por el Código Civil,
corresponden al dominio público de ellas. Dentro de la región pampeana, Córdoba cuenta con
un código de aguas, que indica que las concesiones deben gestionarse ante la Dirección
Provincial de Hidráulica, ente registrador de los usuarios.
Estas concesiones pueden otorgarse tanto a propietarios individuales como a comunidades de
usuarios. En el caso de las aguas superficiales, la concesión es a perpetuidad. Para el caso de
las subterráneas, la concesión es eventual (no permanente) y se requiere informar las
características de la perforación y los equipos previstos, la calidad y el caudal de agua
extraída, e identificar al perforista y al técnico responsable, quienes deben estar inscriptos
en un registro especial.
En ese código se ha fijado un orden de prioridades para el uso de aguas, y la máxima, la
tienen los aprovechamientos para uso doméstico, municipal y el abastecimiento de la
población; en segundo término, están los usos industriales; en tercer lugar, el uso agrícola
(riego); en cuarto, la bebida del ganado y, luego, los restantes (energético, recreativo y
minero). Para obtener una concesión para uso agrícola debe demostrarse que el riego es
necesario, que los suelos son aptos y que se cuenta con el adecuado desagüe.
Algunas provincias fijaron en sus constituciones los principios básicos de su política hídrica; tal
como los casos de Mendoza, Rió Negro y Chubut; otras, dictaron reglamentos. Las provincias
no solo fueron elaborando códigos
sistemáticos y orgánicos que pretendían regular todas las alternativas posibles, sino que
algunas llegaron a cambiar sus códigos recientes por modelos que consideraban más modernos.
Como resultado, las provincias argentinas lograron verdaderos modelos jurídicos que
contemplaban muchas variables, pero que no siempre coincidieron con los requerimientos
perfeccionistas. Los códigos de agua de San Luis y Santa Cruz concentran su enfoque normativo
sobre los requerimientos específicos de cada provincia (Valls, 1994).
En 1999, se promulgó la ley 12.257 que sancionó el Código de agua de la Provincia de Buenos
Aires "estableciendo el régimen de protección, conservación y manejo de recurso hídrico de
la provincia". En dicho código, se prevé la creación de un ente autárquico "autoridad del
agua", la formación de consorcios integrados por los beneficiarios y se reglamentan los
distintos usos; la mencionada ley aún no fue reglamentada, lo que dificulta su aplicación.
Maderas:
6- El Sr. Juan Romero ha sufrido un daño en sus cosechas debido a una fumigación en el
campo vecino.
A partir de este cuadro, esboce Ud. el planteamiento legal correspondiente a través de una
acción de daños. Especifique y plantéela, fundamentando legalmente su respuesta.
El planteamiento legal para este caso encuadra en las siguiente figuras jurídicas inherentes al daño
provocado, tanto al ambiente como a sus cosechas (procede la indemnización):
Daño ambiental: toda alteración relevante que modifique negativamente el ambiente, sus recursos,
el equilibrio de los ecosistemas, o los bienes o valores colectivos. "El que cause el daño ambiental
será objetivamente responsable de su restablecimiento al estado anterior a su producción". En caso
de que no sea técnicamente factible, la indemnización sustitutiva que determine la justicia
ordinaria interviniente, deberá depositarse en el Fondo de Compensación Ambiental que se crea por
la LGA, el cual será administrado por la autoridad de aplicación, sin perjuicio de otras acciones
judiciales que pudieran corresponder.
La exención de responsabilidad sólo se producirá acreditando que, a pesar de haberse adoptado
todas las medidas destinadas a evitarlo y sin mediar culpa concurrente del responsable, los daños
se produjeron por culpa exclusiva de la víctima o de un tercero por quien no debe responder.
La responsabilidad civil o penal, por daño ambiental, es independiente de la administrativa. Se
presume iuris tantum la responsabilidad del autor del daño ambiental, si existen infracciones a las
normas ambientales administrativas.
La competencia judicial ambiental será la que corresponda a las reglas ordinarias de la
competencia. El acceso a la jurisdicción por cuestiones ambientales no admitirá restricciones
de ningún tipo o especie. El juez interviniente podrá disponer todas las medidas necesarias
para ordenar, conducir o probar los hechos dañosos en el proceso, a fin de proteger
efectivamente el interés general. Asimismo, en su Sentencia, de acuerdo a las reglas de la
sana crítica, el juez podrá extender su fallo a cuestiones no sometidas expresamente a su
consideración por las partes.
En cualquier estado del proceso, aun con carácter de medida precautoria, podrán solicitarse
medidas de urgencia, aun sin audiencia de la parte contraria, prestando debida caución por
los daños y perjuicios que pudieran producirse. El juez podrá, asimismo, disponerlas, sin
petición de parte.
En todo caso la acción corresponde al titular de un derecho real que pueda ver perjudicado
su interés por las perturbaciones que se desea hacer cesar; las perturbaciones no deben
referirse a un hecho aislado o puntual, en cuyo caso lo procedente sería utilizar la acción de
responsabilidad civil, sino una actuación continuada que se pretende detener, tratándose de
perturbaciones de índole material. Las perturbaciones jurídicas que son las que
tradicionalmente constituyen el objeto del ejercicio de la acción negatoria, no son las que
interesan cuando se trata de la protección ambiental.
Acción de mitigación: Tienen por finalidad evitar o disminuir los efectos adversos del
proyecto o actividad, cualquiera sea su fase de ejecución. Se expresarán en un Plan de
Medidas de Mitigación que deberá considerar, a lo menos, una de las siguientes medidas:
a) Las que impidan o eviten completamente el efecto adverso significativo, mediante la
no ejecución de una obra o acción, o de alguna de sus partes.
b)Las que minimizan o disminuyen el efecto adverso significativo, mediante una adecuada
limitación o reducción de la magnitud o duración de la obra o acción, o de alguna de sus
partes, o a través de la implementación de medidas específicas.
Acciones de clase
La "acción colectiva" o "acción de clase" supone que una resolución judicial tiene un alcance
general para todas las personas o miembros de un grupo que se vean afectados en un mismo
derecho. De esta forma se evita la multiplicidad de demandas por un mismo hecho.
Otras acciones
La acción de prevención o llamada también de protección, procede ante la amenaza de
producción de un daño grave e inminente o para la cesación de los perjuicios actuales
susceptibles de prolongarse en el tiempo.
RECOMPOSICIÓN DEL DAÑO AMBIENTAL. El art. 41, 1 párrafo, de la CN nos dice que el daño
ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer según lo establezca la ley;
esta norma requiere para su plena operatividad la existencia de una norma legal y es ahí
donde entran en juego todas las normas ambientales de rango municipal, provincial y/o
nacional.
Se considera daño ambiental a toda alteración relevante que modifique negativamente el medio
ambiente, sus recursos naturales, el equilibrio de los sistemas, los bienes o los valores
colectivos.
Respecto de la ACCIÓN DE REPARACIÓN del daño colectivo podemos decir que siendo el
ambiente un bien público o colectivo, el daño es también colectivo; el art. 28 de la LGA
establece la responsabilidad objetiva para quien cause un daño ambiental, siendo como ya
dijimos, responsable de restablecerlo a su estado anterior. Esta obligación surge del
reconocimiento de un Orden Público Ambiental.
REDACCION DE DEMANDA:
Sr. Juez
1. PERSONERIA:
Con el poder especial que acompaño soy apoderado de el sr. Juan Romero, domiciliado en
calle AV. Fundador al 953, ciudad de san Juan y cuyos demás datos obran en el citado
instrumento.
Me presento y este carácter fijo domicilio procesal en calle rio calegaro en la cidad de San
Juan al 737.
2. OBJETO:
3. HECHOS:
Siendo el dia 20/11/2017 el Sr. Ceferino Pepinato realizo imprudencialmente un acto de
desinfección en su propiedad dañando las cosechas del campo vecino este ultimo
perteneciente a mi representado
4. DAÑOS:
A partir de una desinfección efectuada en el campo aledaño de mi representado, se
produjeron daños sobre las cosechas del mismo, evitando la venta de dichas cosechas y la
recaudación del monto en que estaba valuado el mismo antes del daño pertinente, por lo
que se solicita reparación ocasionados a mi representado con una suma de $600.000 mas
intereses que por ley o por jurisprudencia o por el fallo sean aplicables.-
Se demanda, además, las costas y los intereses sobre los montos pagados para iniciar y
concluir este proceso.-
SERA JUSTICIA