Sunteți pe pagina 1din 2

Neuronas espejo y los mecanismos de la

empatía emocional
Giacomo Rizzolatti y Corrado Sinigaglia
http://www.elcultural.com/revista/ciencia/Neuronas-espejo-y-los-mecanismos-de-la-empatia-
emocional/18753
El descubrimiento de las propiedades de las llamadas neuronas espejo ha sacudido el
mundo del arte y disciplinas como la antropología, la psicología o la sociología.
Adelantamos un fragmento de Las neuronas espejo, que la editorial Paidós publicará la
próxima semana.
| 28/09/2006 | Edición impresa

No hace mucho, Peter Brook declaró en una entrevista que, con el descubrimiento de las neuronas
espejo, las neurociencias habían empezado a comprender lo que el teatro había sabido desde siempre.
Para el gran dramaturgo y cineasta británico, el trabajo del actor sería vano si éste no pudiera, más
allá de las barreras lingöísticas o culturales, compartir los sonidos y movimientos de su propio
cuerpo con los espectadores, convirtiéndolos así en parte de un acontecimiento que éstos deben
contribuir a crear. Sobre dicho acto inmediato de compartir, el teatro habría construido su propia
realidad y su propia justificación, mientras que, por su parte, las neuronas espejo, con su capacidad
de activarse cuando realizamos una acción en primera persona o cuando la vemos realizada por otras
personas, habrían venido a prestarle una base biológica.

Las consideraciones de Brook revelan el gran interés suscitado fuera de los límites de la
neurofisiología por las inesperadas propiedades de tales neuronas: no sólo han impresionado a los
artistas, sino también a los expertos en psicología, pedagogía, sociología, antropología, etcétera. Pero
son tal vez pocos los que conocen la historia de su descubrimiento, las investigaciones efectuadas y
los presupuestos teóricos que lo han hecho posible, amén de las implicaciones que éste tendría
respecto a nuestra manera de entender la arquitectura y el funcionamiento del cerebro. [...]

Si volvemos la mirada a los mecanismos según los cuales funciona nuestro cerebro, nos daremos
cuenta de lo abstracta que es la descripción habitual de nuestros comportamientos que tienden a
separar los movimientos físicos puros de los actos que se realizarían a través de estos. Como
igualmente abstractos parecen muchos de los experimentos realizados generalmente para registrar la
actividad de las neuronas y en los que los animales -como, por ejemplo, los simios- se miden con el
mismo rasero que esos pequeños robots que sólo son capaces de realizar tareas muy específicas. Pero
si los registros de las neuronas se efectúan en el contexto más natural posible, dejando al animal
plena libertad para coger como más le plazca la comida u otros objetos ofrecidos, descubriremos que,
a nivel cortical, el sistema motor no tiene nada que ver con los movimientos, sino con las acciones.
Por lo demás, al igual que los primates no humanos, las más de las veces nosotros no nos limitamos a
mover brazos, manos y boca, sino que alcanzamos, cogemos o mordemos algo.

Es en estos actos, considerados como actos y no como meros movimientos, donde toma cuerpo
nuestra experiencia del entorno que nos rodea y donde las cosas se revisten inmediatamente de
significado para nosotros. Una diferenciación rígida entre los procesos perceptivos, cognitivos y
motores suele acabar siendo artificial. En efecto, no sólo la percepción parece participar en la
dinámica de la acción, siendo en realidad más articulada y compleja de lo que se creyó en el pasado,
sino que también, y sobre todo, el cerebro que actúa es un cerebro que comprende [...] Este tipo de
comprensión se refleja también en la activación de las neuronas espejo. Descubiertas a principio de
los años noventa, éstas demuestran que el reconocimiento de los demás, así como de sus acciones y
hasta de sus intenciones, depende en primera instancia de nuestro patrimonio motor. Desde los actos
más elementales y naturales -como puede ser el coger la comida con la mano o con la boca- hasta los
más sofisticados, que requieren una habilidad particular [...], las neuronas espejo permiten a nuestro
cerebro correlacionar los movimientos observados con los nuestros propios y reconocer así su
significado. [...] El sistema de las neuronas espejo parece decisivo en el surgimiento de ese terreno de
experiencia común que está a su vez en el origen de nuestra capacidad de actuar como sujetos, y no
sólo en el plano individual sino también, y sobre todo, en el plano social. Hay, en efecto, formas más
o menos complicadas de imitación, aprendizaje y comunicación gestual, e incluso verbal, que
encuentran una correspondencia puntual en la activación de circuitos espejo concretos. Y no sólo
esto: nuestra posibilidad de captar las reacciones emotivas de los demás está por su parte también
relacionada con un determinado conjunto de zonas caracterizadas por propiedades espejo. Al igual
que las acciones, también las emociones se comparten inmediatamente [...]

Esto muestra cuan arraigado y profundo es eso que nos une a los demás, y cuán raro resulta concebir
un yo sin un nosotros. Como dijera Peter Brook, más allá de toda diferencia lingöística o cultural, los
actores y los espectadores están unidos por el hecho de compartir las mismas acciones y emociones.
El estudio de las neuronas espejo parece ofrecernos por primera vez un marco teórico y experimental
unitario con el cual tratar de descifrar ese “compartir” que el teatro pone en escena y que constituye,
sin duda, el presupuesto mismo de toda nuestra experiencia intersubjetiva.

Marco legal para el Mediterráneo

El Mediterráneo, a cuya sostenibilidad se va a dedicar el IV Encuentro Hispano Francés -que


organiza la Fundación Santander Central Hispano y el Instituto Francés de Madrid- tiene en estos
momentos dos desafíos esenciales: para las aguas de los Estados de la Unión Europea nos
encontramos con la gran oportunidad de adaptar y aplicar correctamente la directiva Marco de
Aguas, labor pendiente aún en España pues se adaptó de forma incorrecta e incompleta. Para las
aguas comunes de toda la cuenca el desafío es aún mayor pues la cooperación internacional que debe
liderar la Unión Europea necesita un gran esfuerzo diplomático y económico. De todos estos desafíos
se debate estos días en Madrid. Además de los encuentros, que se prolongarán durante todos los
miércoles de este mes, se realizarán ciclos de cine todos los lunes y exposiciones hasta el 30 de
noviembre como “El hombre y el bosque”, “El agua H2O” y “Frágil Mediterráneo”.

S-ar putea să vă placă și