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Carrera: Abogacía
Materia: Teología I
DNI: 40.425.756
Año: 2017
Comisión: 09
Ahora bien, por más de que desde lo legal se considera todo lo anteriormente dicho, la
muerte es lo más trágico por lo que el hombre debe pasar. El miedo a lo desconocido. A
que sucederá luego. El creer y la fe nos hacen comprender que la muerte como hombres
no lo es todo, que no sólo somos materia, sino también espíritu, y nos permite esperarla
alerta y con los ojos abiertos, o entender y no enojarnos con la muerte de seres queridos.
Acercándonos al cristianismo podemos enfrentarnos a la muerte serena y confiadamente.
Sin temor del que vendrá después.
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Derecho romano, Felipe Serafini
DESARROLLO:
En relación con lo que ya pudimos ver, el hombre da fin a su existencia con la muerte, de
acuerdo con la Ley General de Salud: el concepto de muerte encefálica o cerebral, implica
el cese total e irreversible de toda actividad cerebral, comprendiendo los centros superiores
e inferiores.
Del fin de la vida y de este hecho jurídico se deriva como consecuencia principal el fin de la
existencia de la persona humana. Por ello, este hecho natural, resulta el límite de todas las
proyecciones de la personalidad en el mundo jurídico, particularmente entre ellas los
derechos personalísimos, produciendo muchos cambios en las condiciones económicas de
la familia en cuanto los bienes que dejó el difunto pasan a sus herederos, para quienes
aquella muerte puede ser causa de múltiples derechos.
Hay muchos aspectos a cubrir cuando la muerte se presenta en el ámbito legal, por ej:
*en los art 110 a 125 del CCyC se establece como presunción de fallecimiento por
ausencias en lapsos determinados.
*La ley 24.193 establece luego de determinados requisitos médicos, determinar la muerte
de una persona y proceder al transplante de órganos, si así la persona lo decidió en vida.
Como hemos visto hay muchos aspectos del fin de la existencia humana, que es regulada
desde el Derecho.
¿Pero qué sucede con la parte espiritual? ¿Con los miedos, el dolor, la irremediable pérdida
de un ser amado, o incluso enfrentarnos a nuestro propio final?
¿De dónde sacamos fuerzas para hacer todos esos “tramites” legales? ¿Cuándo estamos
destrozados por dentro?
si bien en el derecho la persona era vista como "persona física" también toda persona tiene
un alma, fe, tiene su acercamiento a Dios, por ende tiene creencias
* "Si sufres mucho y tu sufrir te impide cualquier otra actividad, acuérdate de la misa. En la
misa, Jesús, ahora como entonces, no trabaja ni predica, Jesús se sacrifica por amor. En
la vida se pueden hacer muchas cosas, decir muchas palabras, pero la voz del dolor,
aunque sea sorda y desconocida a los otros, es la palabra más fuerte, aquélla que penetra
el cielo. Si sufres, mete tu corazón en el Corazón de Jesús. Di tu misa. Ofrécete con Jesús
por la salvación del mundo. Y, si el mundo no te comprende, no te turbes, basta que lo
comprendan Jesús y María, los ángeles y los santos. Vive con ellos y deja correr tu sangre
en beneficio de la humanidad. La misa es un misterio demasiado grande para poder
comprenderla. Su misa y tu misa, Jesús y tú, su amor y tu amor, podéis salvar al mundo"
Porque tenemos que morir? Es un interrogante eterno del hombre, la biblia nos dice: "Así
pues, por medio de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y con el pecado la muerte,
y la muerte pasó a todos porque todos pecaron." (Romanos 5, 12).
"El pago que da el pecado es la muerte; pero el don que da Dios es vida eterna en unión
con Cristo Jesús, nuestro Señor."
La muerte existe en el mundo como consecuencia del pecado. Como nosotros también
somos pecadores, un día moriremos. Desde la fe vemos que en la muerte unidos a Cristo
también resucitaremos con Él.
CONCLUSIÓN:
A veces el final de la vida nos atemoriza, nos paraliza y atormenta, es por ello por lo que
la muerte ha sido y es el problema más grande del pensamiento de los hombres.
Muchas de las consecuencias de ésta están reguladas por el derecho, pero son cosas
materiales, de disposiciones de bienes o del propio cuerpo.
Es lo que nos permitirá tomarla con serenidad y confianza, recordando cuando Jesús vio
venir a él su propia muerte y oró: Padre mío, si es posible, líbrame de esta copa de
amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mateo 26, 39)
Tenemos que aprender a aceptar la muerte como algo que forma parte de la vida.
Podemos lograrlo de a poco, acercándonos a Dios, poniendo en Él nuestra confianza. Los
cristianos sabemos que todo no acaba con la muerte, porque el amor la supera.
Webgrafía:
CCyC
http://www.scba.gov.ar/leyorganica/CCyc30/CODIGO30.html#__RefHeading__320
02_628858921
http://es.catholic.net/op/articulos/54148/cat/303/el-sufrimiento-nos-lleva-a-dios.html
Bibliografía:
** modulo de teología paginas xx
Biblia católica