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LA NACION | OPINIÓN | EDUCACIÓN

¿Qué sujetos queremos formar?


Guillermina Tiramonti SEGUIR
PARA LA NACION

13 de febrero de 2017

L a película The Wall hizo su aporte a la embestida crítica contra las instituciones
de la sociedad burguesa, como la familia, el matrimonio y la escuela, mediante una
escena en la que se ve una fila de alumnos que van cayendo de a uno en la boca de una
máquina de picar carne que simboliza la institución escolar. Según esa mirada, la
escuela transformaba las individualidades en partes de un conjunto en el que era
imposible distinguir quién era quién. La metáfora de la picadora de carne también
hacía alusión a una metodología cruel en el proceso de socialización con el que se
lograba ese resultado. Si bien en la actualidad las metodologías disciplinadoras son
mucho más sutiles e incruentas, el propósito de borrar las diferencias y uniformar los
sujetos sigue vigente en las escuelas, aunque proliferen los discursos sobre el respeto a
la diversidad.

En un momento en que se están ideando e implementando diferentes propuestas


pedagógicas destinadas a generar alternativas a una escuela que pasa por verdaderas
dificultades para afrontar el desafío de formar a las nuevas generaciones para actuar
en un mundo en permanente mutación, corresponde reflexionar sobre qué sujetos se
proponen formar estas innovaciones educativas.

Si bien hay una multiplicidad de experiencias, podríamos incluirlas todas en tres


grandes grupos si consideramos el impacto que en la formación de las subjetividades
conllevaría su aplicación.
Fuente: LA NACION

Uno de los grupos pone énfasis en la implementación sistemática de exámenes y


pruebas. En la generalidad de los casos no incursionan en innovaciones pedagógicas,
sino que siguen teniendo un currículum tradicional y una metodología basada en la
transmisión de contenidos; nada que las diferencie del común de las escuelas. Pero
organizan la escolarización de los alumnos como una carrera de obstáculos que deben
ser superados para poder avanzar en la trayectoria escolar. El ejemplo más extremo es
el de los países asiáticos. Es un modelo de exitosos y fracasados, de sociedades de
ganadores y perdedores.

La opción por esta alternativa exige a las familias transformar su vida y la de sus hijos
en una preparación constante para los exámenes. ¿Quiénes piensan que esta forma de
vida los hará mas felices a ellos y a sus hijos? Y lo que es más importante: ¿vale la
pena? Además, ¿los exámenes preparan mejor para vivir en un mundo de
incertidumbres? En una sociedad imprevisible, ¿qué sujetos serán mas aptos para
construir un orden que les permita vivir con felicidad: los preparados para la
competencia permanente para definir quién es el mejor o aquellos capaces de construir
colaborativamente las soluciones que requerirán los cambios a los que estarán
sometidos?.

Otro de los tipos alternativos que se están ensayando tiene una impronta que
podríamos denominar "tutelar" de las trayectorias escolares. En él, la escolarización
está permanentemente custodiada por docentes que acompañan las instancias de
aprendizaje para que los alumnos que tienen más dificultades puedan, aunque más no
sea, mantenerse en la escuela. La propuesta tutelar en general se piensa asociada a los
sectores más vulnerables o, para decirlo sin eufemismos, para los chicos pobres, que
dado el modelo pedagógico vigente cuentan con menos recursos culturales que el resto
de los chicos. ¿Qué sujetos nos propone esta escolarización? No es difícil deducir que se
trata de alguien que se piensa a sí mismo como incapaz de ser por sí mismo. Estos
sujetos están condenados a construir lazos de dependencia y tutelaje para sostener su
derrotero de vida.

Hay otra serie de propuestas que modifican sustancialmente el modelo clásico, al


transformar a los alumnos en un grupo que colectivamente y de forma colaborativa
participa de manera activa en la producción del conocimiento a través del desarrollo de
proyecto y la resolución de problemas de la vida real. En ellas, las nuevas tecnologías
son utilizadas para acceder a la información y programar alternativas y los docentes
actúan como guías que hacen posible la construcción del conocimiento sobre la base de
las investigaciones y los hallazgos de sus alumnos. El modelo se propone formar sujetos
capaces de interrogar el mundo en que les tocará vivir, posicionarse en él y construir en
cooperación con otros. Es una escolarización que apuesta a la producción de sujetos
capaces de pilotear su propia vida sin empujar a nadie, sin pasar por el temor de ser
empujado y sin protecciones invalidantes. ¿Cuál de estos sujetos quisiéramos que
fabrique nuestra escuela?

Investigadora de Flacso, miembro del Club Político Argentino

Por: Guillermina Tiramonti

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