Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Marx
Kant llamó conocimiento trascendental al que el sujeto que conoce tiene acerca
del modo en que él mismo conoce, no al conocimiento de los fenómenos
empíricamente observables. Por esto se llama idealismo trascendental a su
filosofía. Es un idealismo distinto al de Platón, en el que las ideas eran la realidad.
Los juicios sintéticos a priori son enunciados por medio de los cuales se expresan
las leyes científicas.
1
La idea en Kant surge de una distinción hecha por Hume entre juicios de hecho
y de relación.
2
Ahora bien, estos juicios cuya verdad no es necesaria y su alcance no es universal
son los juicios que describen los hechos empíricamente observables. Son juicios
a posteriori de cualquier experiencia y son los juicios, según Hume, que usa una
ciencia como la física para expresar sus leyes. De acuerdo a este criterio la física
no sería una ciencia exacta y necesaria en lo que hace a sus verdades sino
meramente probable. Esto es lo que no acepta Kant. Para este autor tanto la
física como la matemática son ciencias cuyas verdades son necesarias y tienen
alcance universal. Esta es una característica de los enunciados analíticos que son
universalmente verdaderos y lógicamente necesarios. Tienen la limitación de ser
juicios que no describen hechos y, además, ser a priori, es decir, no parten de la
experiencia.
Kant considera que las leyes de la ciencia son universales en lo que respecta a su
verdad y, además, necesarias. Pero no acepta que los juicios por medio de los
cuales se las enuncia sean analíticos, ya que estos no agregan información ni
describen hechos mientras que las leyes de la física sí los describen. Un
enunciado como "el calor dilata los cuerpos" es un enunciado sintético. Su
verdad es fáctica y no obstante universal y necesaria.
Kant dice que este tipo de juicio es sintético a priori, por eso es universalmente
verdadero y necesario. Estos juicios tienen la característica de los sintéticos por
cuanto describen hechos empíricamente observables y la de los analíticos, cuya
verdad es necesaria y universal.
3
cuenta que para Kant las leyes científicas se expresan por medio de juicios
sintéticos a priori y por lo tanto lo que se debe explicar, no demostrar ni probar,
es como son posibles esos juicios.
La Crítica de la Razón Pura puede dividirse en tres partes, cada una estudia una
capacidad cognitiva.
4
Estas tres facultades del conocimiento humano cumplen funciones específicas:
La sensibilidad intuye, percibe sensorialmente. El verbo intuir proviene del latín
y significa "ver". Para Kant no hay intuición intelectual, quiere decir que el
entendimiento no intuye.
No es posible intuir, ver las ideas, como en Platón. El entendimiento juzga, o sea,
enuncia, construye los juicios por medio de los cuales organizamos y enunciamos
lo que intuimos a nivel sensorial.
El ser humano conoce a nivel sensible gracias a los cinco sentidos, al tiempo y al
espacio que son intuiciones puras a priori que permiten ordenar los datos que le
llegan por la vista, el tacto, el olfato, el gusto y el oído.
Esto quiere decir que el sujeto cognoscente está como programado para percibir
los fenómenos en el espacio y el tiempo. No habría fenómenos sin la condición
a priori de la sensibilidad humana para percibirlos en el espacio y en el tiempo.
Dicha percepción o intuición de los fenómenos - que acaecen en el tiempo y se
ubican en el espacio- tiene como condición a priori, sin la cual no sería posible,
5
el espacio y el tiempo, que no son propiedad de los individuos materiales que
percibimos por los sentidos sino condiciones de nosotros mismos como sujetos
cognoscentes.
Esto es un primer paso en la explicación de Kant sobre los elementos a priori que
la conciencia humana pone en el proceso de conocimiento. Los fenómenos, lo
que el hombre conoce en la experiencia sensorial, son posibles porque él mismo
les da forma con el concurso de los sentidos y las formas a priori de la
sensibilidad.
Analítica transcendental:
De esta clasificación también se derivan las categorías que son ideas a priori de
carácter estructural y general ligadas a los doce tipos de juicios obtenidos por la
clasificación mencionada.
De acuerdo a dicha clasificación los juicios y las categorías respectivas son: juicios
6
D) Por la modalidad: problemáticos, asertóricos y apodícticos.
categorías son: la posibilidad, la existencia y la necesidad.
Aristóteles consideraba a las categorias como el modo de ser de las cosas y, por
lo tanto, propiedades de ellas.
Para Kant: son conceptos puros del entendimiento de carácter general y a priori
que sirven para ordenar las intuiciones sensibles que por sí mismas no brindan
un conocimiento completo.
Para Kant las intuiciones son ciegas si no se las ordena de acuerdo a las
categorías, y dice que las categorias son totalmente carentes de contenido sin
las intuiciones.
7
que son los datos sensoriales específicos que nos llegan por los sentidos (no el
espacio y el tiempo que son formas a priori de la sensibilidad). Lo que el sujeto
conoce es el fenómeno.
8
formula una relación necesaria de antecedente a consecuente entre el primero
y el segundo. En la ley física que se describe la relación de causa a efecto entre
una fuente de calor y los cuerpos que se dilatan al ser sometidos a la acción de
la misma, se enuncia una regularidad entre el fenómeno A (la fuente de calor) y
el fenómeno B (un cuerpo cualquiera sometido a su acción que se dilata) por
medio de un juicio hipotético: si A entonces B, o sea, si una fuente de calor afecta
a un cuerpo entonces este se dilata.
Esto es una antinomia en la que se antepone una tesis (el universo es finito), a
una antítesis que la contradice (el universo es infinito) que no aporta nada al
conocimiento científico. Si podemos demostrar A y no A se incurre en una
inconsistencia.
9
Y en ella incurre la razón pura cuando usa las categorías del entendimiento con
el objeto de obtener conocimientos sobre el mundo, lo que no es posible porque
dicho conocimiento requiere del concurso de la intuición sensible y las categorías
conjuntamente. Las formas a priori de la sensibilidad y las categorías por sí solas
constituyen un conocimiento transcendental, o sea un conocimiento del modo
de conocer pero no de un hipotético "mundo" exterior.
La razón pura cae en las antinomias justamente porque usa esas categorías y
formas a priori con el objeto de obtener un conocimiento, imposible, del cosmos.
Este sujeto es autónomo, o sea que se dicta la norma a sí mismo. Esta autonomía
es la que lo hace libre. La libertad es la condición del sujeto moral, y si las normas
proviniesen de un legislador externo no sería libre. Tampoco sería libre si actuara
con el objeto de alcanzar un fin externo, aun cuando este fin fuese bueno. El
10
sujeto es autónomo porque se da la norma a sí mismo para actuar y porque su
acción no está orientada hacia un fin externo que lo condiciona.
La Norma dice: no se debe mentir, no se debe robar, y debe ser acatada sin
discusión y con independencia de las circunstancias y de los medios. Como la
norma emana del mismo sujeto, cumplirla actualiza su libertad. Además el sujeto
moral no está condicionado por nada y por lo tanto es un fin en sí mismo. Su
dignidad es su autonomía y no es negociable. El imperativo categórico
fundamental que guía la acción del sujeto moral es: actúa como si la pauta que
orienta tu acción fuese de alcance universal para toda persona en cualquier lugar
y momento.
Para Kant la ética no es posible sin el sujeto moral y sin un mundo u orden moral
en el que dicho sujeto actúe y sin un Juez Superior capaz de evaluar los actos
morales más allá incluso de esta vida. Pero el mundo del sujeto moral no es como
el orden natural en el que imperan las leyes de la naturaleza. Este es el reino de
la necesidad, dice Kant. El mundo moral es el reino de la libertad, porque las
leyes que en él imperan emanan de la libre voluntad del sujeto moral. También
es necesario Dios, el Juez Supremo, ya que los actos morales no pueden ser
juzgados y sancionados por un juez humano.
El juez de las actos morales es la conciencia moral del sujeto y Dios. El sujeto
moral sólo emite juicios pero no sanciona. Dios puede sancionar, pero no en este
mundo. Esto lleva a Kant a sostener que el sujeto moral es un ser con alma
inmortal. El sujeto moral actúa como ser autónomo en el reino de la libertad. El
11
hombre es un ser social que actúa dentro del orden jurídico donde impera el
derecho positivo.
Las normas del derecho positivo son imperativos hipotéticos, es decir que tienen
la forma de los juicios hipotéticos: si tal cosa, entonces tal otra. Además no se
acatan libremente sino por interés o por coacción externa.
Esto se debe a que son libres dado que no están condicionados por ninguna ley
natural como es el caso de los fenómenos. Debe tenerse en cuenta que las leyes
morales son obligatorias pero no necesarias y, por ende, susceptibles de ser
violadas. Las leyes de la naturaleza son inviolables porque son necesarias. Por lo
tanto, si el sujeto moral fuese un ente fenoménico, como una piedra o un
planeta, estaría absolutamente condicionado por esas leyes inviolables. Pero el
sujeto moral es libre por principio y definición, por lo tanto no puede ser un ente
fenoménico. El sujeto moral en tanto que sujeto moral no está condicionado ni
12
por el espacio y el tiempo ni por ley natural alguna. Esto no significa que cada
hombre en tanto individuo corpóreo no esté sujeto a las leyes naturales. Lo que
significa es que el sujeto moral no se identifica con su cuerpo individual. La
voluntad del sujeto, que es libre, se sobrepone a las condiciones de su ser como
ente corpóreo sometido a las leyes inexorables de la naturaleza.
La del nominalismo, sostuvo que los conceptos, así como lo términos que los
expresaban, carecían de entidad independiente y no eran más que rótulos que
se les ponía a las cosas para nombrarlas. Estas tres respuestas, en sus distintas
modalidades perduraron en el tiempo y fueron adaptadas a problemáticas
nuevas dentro del ámbito de las disciplinas.
13
En las matemáticas se adoptaron posiciones realistas, conceptualistas o
nominalistas en relación con ciertos problemas claves de la disciplina.
Entre otros los relacionados con los conjuntos infinitos definidos por Cantor a
fines del siglo XIX, que es posterior a Hegel, es importante mostrar la
problemática que surge a partir del descubrimiento de los conjuntos infinitos en
relación con la realidad - o no-de los entes matemáticos, que sin duda son los
entes intelectuales o racionales más relevantes en función de lo que nos importa
mostrar. El problema fue o estuvo ligado a la realidad o potencialidad del infinito.
Cantor había probado que existían infinitos de distinta dimension.
Hay conjuntos que no son coordinables con los números naturales y que son
considerados "más grandes" que los conjuntos del tipo aleph. Es importante
destacar lo siguiente: algunos matemáticos sostuvieron que los conjuntos
infinitos eran actuales, quiere decir que estaban dados y completos. Otros, por
el contrario, siguiendo una vieja tradición aristotélica, consideraron que no había
infinitos actuales sino sólo potenciales, esto es, componibles por la agregación
sucesiva de partes sin llegar nunca a constituir una totalidad infinita en acto,
aunque sí potencial, dado que los elementos- partes podían continuar
añadiéndose al todo potencial(el infinito) indefinidamente. A los que adoptaron
14
la primera posición se los llamó: logicistas, es decir, realistas. A los segundos
intuicionistas, o conceptualistas.
A los nominalistas se los llamó formalistas y adoptaron una posición que les
permitió zafar del dilema entre intuicionistas y logicistas.
La lógica clásica y la lógica matemática pueden ser concebidas desde las tres
posiciones mencionadas. Pero no se debe, pensar que los realistas creen que
toda la realidad, empírica o de otro orden, es racional.
15
pitagóricos y con Platón, a afirmar que toda la realidad es racional porque la
esencia de todas las cosas es el número o alguna otra categoría matemática.
Dialéctica y realidad
16
"La antigua metafísica- dice Hegel- tenía un concepto del pensamiento más
elevado del que se ha vuelto corriente en nuestros días. Ella partía de la siguiente
premisa: que lo que conocemos por el pensamiento sobre las cosas y
concerniente a las cosas constituyen lo que ellas verdaderamente tienen de
verdadero, de manera que no toma las cosas en su inmediación, sino solo en la
forma del pensamiento como pensadas. Esta metafísica, por lo tanto, estimaba
que el pensamiento y las determinaciones del pensamiento no eran algo extraño
al objeto, sino que constituían más bien su esencia, o sea que las cosas y el
pensamiento de ellas (...) coinciden en sí y por sí, o sea que el pensamiento en
sus determinaciones inmanentes y la naturaleza verdadera de las cosas
constituyen un solo y mismo contenido" (Hegel: Ciencia de la Lógica, p. 43). Esta
cita tiene por objeto mostrar a la lógica dialéctica en relación con la realidad,
según los criterios del pensamiento idealista, que parte del supuesto de que "...el
pensamiento es el principio del mundo y que la esencia del mundo ha de
determinarse como pensamiento. De este modo se ponen los fundamentos de
una visión intelectual del universo, cuya forma pura debe ser la lógica". Lógica y
realidad no se contraponen. "`Pensar` es una expresión que aplica con
preferencia a la conciencia la determinación contenida en ella. Pero, cuando se
dice que existen en el mundo objetivo intelecto y razón, que el espíritu y la
naturaleza tienen leyes universales, según las cuales se realizan su vida y
modificaciones, se acepta que las determinaciones del pensamiento tienen
asimismo valor y existencia objetivos" (ibidem, p 47).
17
"La única manera de lograr el progreso científico es el reconocimiento de la
proposición lógica que afirma que lo negativo es a la vez positivo, o que lo
contradictorio no se resuelve en un cero..sino en ...un nuevo concepto, pero un
concepto superior, más rico que el precedente; porque se ha enriquecido con la
negación de dicho concepto precedente o sea su contrario; en consecuencia lo
contiene, pero contiene algo más que él, y es la unidad de sí mismo y de su
contrario" (ibidem, p. 50). En esto la lógica dialéctica se contrapone a la lógica
clásica. Pues para esta última las contradicciones quedan fuera de su ámbito. A
lo sumo se las elimina negándolas. La negación dialéctica es una negación del
contenido particular de la contradicción, o sea una negación determinada con
un contenido y no sólo un signo negativo puesto delante de un enunciado,
contradictorio en virtud de su forma.
En tanto que ciencia de la forma la lógica es la ciencia de la Idea y dado que esta
es real su primer objeto de estudio es el ser en sí. El ser en sí es la más alta
generalización y, por lo tanto, la indeterminación por excelencia. Es la nada, el
no ser, su propia negación. Tales son sus momentos iniciales. Pero la negación
es negada a su vez, y el resultado de esta doble negación es el devenir, la
existencia, síntesis del el ser y el no ser. El ser existente (Dasein) es un ser
determinado. En otras palabras: es algo, alguna cosa, algún existente. Y es ese
algo porque que está determinado por alguna cualidad. Pero toda determinación
implica una negación, o sea que toda cosa que es algo por una cualidad
determinada está limitada y ese límite es la cantidad. Esto quiere decir que la
cualidad por sí sola no determina a los existentes. Debe haber una cantidad que
limita a esa cualidad. No todo es blanco, sino que hay cosas blancas. Pero la
cantidad no está determinada en sí misma: la determina la medida. La
determinación del Dasein está dada, entonces, por la cualidad, la cantidad y la
medida. En resumen: cualidad, cantidad y medida son los tres momentos de la
lógica como ciencia del ser en sí.
19
El concepto, la forma, es lo que determina al objeto. Un objeto es lo que es,
porque la forma del concepto que determina su contenido lo diferencia de otros
objetos.
20
representación de sí mismo como Religión y el conocimiento absoluto de sí
mismo como Filosofía.
21
El paso del Ser en sí al Ser para sí, a través del Ser para otro. "La manifestación
es el nacer y el perecer, que por sí mismo no nace ni perece, sino que es en sí y
constituye la realidad y el movimiento de la vida de la verdad".
El proceso dialéctico:
22
sujeto en el concepto. De este modo, momento y concepto se sumergen el uno
en el otro constituyendo lo real, lo objetivo, a saber, lo que es otro para un
sujeto. El conocimiento conceptual presupone a toda determinación como
esencial: "...su elemento y su contenido no son lo abstracto o irreal, sino lo real,
lo que se pone a sí mismo y vive en sí, el ser ahí en su concepto". Los conceptos
son instancias dialécticas del conocimiento que no sólo son la culminación en un
resultado sino, también, partes constitutivas del mismo como términos de un
desarrollo y principio de otro. El concepto es a la vez su momento, su desarrollo
y su resultado. Se fusionan en él, como la tesis (lo puesto) y la antítesis (lo
opuesto) de un argumento se fusionan y superan en la síntesis (el resultado). En
todo proceso dialéctico será tesis el concepto inicial, antítesis el concepto que se
le opone y síntesis el concepto superador o resultado.
23
el cambio: lo que es, es en tanto y en cuanto cambia. No se puede ser idéntico a
sí mismo en un orden temporal sin cambios (cuantitativos o cualitativos) que
permitan identificarnos como lo que somos porque algo ha cambiado en
nosotros, permaneciendo, sin embargo, siendo los mismos. El recuerdo de lo que
fuimos y la conciencia de lo que somos: he ahí el cambio. Podemos decir que
cambiamos porque en algún sentido permanecemos. Pero permanecemos
porque cambiamos. Heráclito sostiene que nunca nos bañamos dos veces en las
mismas aguas del mismo río, porque las aguas fluyen y no son las mismas y
nosotros envejecemos y no somos los mismos. Pero ni el río sería el cause de las
aguas que por él fluyen si no fuese el mismo río, ni nosotros seríamos lo que
somos sino hubiésemos ya sido y estuviésemos por ser lo que continuaremos
siendo y no siendo hasta el día de nuestra muerte.
25
dicha formalización a la hora de aplicar la lógica en la organización teórica de los
contenidos de las diversas ciencias naturales y sociales. Se ha intentado,
inspirándose en la lógica formal, formalizar a su vez la lógica dialéctica. Por otra
parte, han vuelto a replantearse los viejos problemas acerca de si la dialéctica es
la estructura de la realidad, un reflejo fiel de la misma o un método como
cualquier otro usado para describirla y explicarla. También se ha propuesto
incluir a la lógica formal clásica en la lógica dialéctica como una parte de esta.
El marxismo es una teoría y una praxis. Como teoría explica (más que describir)
la realidad histórica, social, política y económica a partir de un método de análisis
dialéctico que, como en el caso de Hegel, reflejaría objetivamente el proceso
dialéctico de lo real. Como praxis es una concepción del mundo que propone y
lleva a la práctica acciones con el objeto de cambiar y superar estados sociales,
políticos y económicos considerados superables y mejorables. "Los filósofos-
dice Marx- se han limitado a interpretar el mundo de distintas maneras: de lo
que se trata es de transformarlo" ("Tesis sobre Feuerbach"; La Ideología
Alemana). En tal sentido, el marxismo sostiene que el sistema capitalista de
producción no sólo se superará a sí mismo por sus contradicciones estructurales
internas sino que, además, debe ser superado. Las clases, en la lucha estructural
que las enfrenta, no son pasivas. La clase obrera, revolucionaria, se enfrenta a
26
su oponente consiente de que está frente a su enemigo. No espera a que las
condiciones objetivas estén dadas: las genera. En muchos casos más allá de las
intenciones particulares de los actores sociales, pertenezcan a cualquiera de los
bandos en pugna. Y lo hace por el hecho de que el sistema del que forma parte
como clase es de por sí conflictivo y contradictorio. La revolución es constante
porque las contradicciones también lo son. No existe un momento pre -
revolucionario en el que no estén dadas aún las condiciones objetivas porque
ello supondría que el sistema, estructuralmente contradictorio y conflictivo, en
un momento no lo sería o dejaría de serlo.
La dialéctica marxista explica los procesos históricos a partir del supuesto de que
la evolución social es el resultado de la lucha entre las clases, no entre los
individuos.
27
En la llamada Edad Moderna y en el seno del sistema de producción capitalista,
las clases en pugna fueron: la burguesía y el proletariado. El conflicto entre
ambas clases se ha extendido a lo largo de varios siglos hasta nuestros días. La
burguesía es la propietaria de los bienes de producción, de la renta y de la tierra,
y el proletariado de la fuerza del trabajo.
28
Pero el trabajo tiene una característica que no tienen las otras mercancías: es la
única que rinde beneficios sólo a quien lo compra. O sea que el trabajo se vende,
en un sentido literal, siempre por debajo de su valor. Es lo único que tiene el
obrero para ofrecer.
Y como lo ofrece en un mercado libre su trabajo nunca tiene el mismo valor, con
independencia de cuales sean las necesidades reales del obrero y su familia. De
esta manera los gastos fijos de una subsistencia al límite de la precariedad no
pueden ser solventados regularmente. En este sistema el proletario siempre
juega con desventaja: entre otras, la desventaja de carecer de capacidad de
ahorro, justamente porque lo que debiera obtener por su trabajo no es lo que
efectivamente obtiene. El plus del salario, que debiera estar constituido por el
sobrante de los gastos efectuados para la satisfacción de las necesidades básicas
más el sobre valor inherente a toda mercancía, que sería la base de su ahorro,
se lo queda el patrón: es la plus valía. Este concepto está ligado al de mercancía.
Esta es un bien de intercambio, no un bien de uso. El bien de uso tiene un valor
funcional determinado para el usuario. Una lapicera es un utensilio usado para
escribir. Como tal es un bien de uso. El fabricante de lapiceras y los que tienen
comercios en las que se las vende no consideran a la lapicera un bien de uso sino
una mercancía. La mercancía es un bien de uso convertido en bien de
intercambio con un valor. En el valor está la plusvalía. Lo que la cosa vale en el
mercado tiene plus valía. El trabajo genera la plus valía porque él mismo implica
un plus valor. La cosa "hereda" ese plus valor y ese plus valor, con el que se queda
el patrón, genera el capital.
Pero, además, el trabajo exige, por parte de quien lo vende, enajenar parte de
su propia vida, puesto que el trabajo es tiempo de vida productivo. Esa vida que
29
el obrero enajena - vende por un mal precio en el mercado del trabajo- se la
apropia, por decirlo de algún modo, la mercancía, cuyo propietario es el patrón.
Esto implica que el trabajo enajenado es trabajo alienado por la simple razón de
que la vida del obrero puesta en la producción de la cosas se hace ella misma
cosa. La vida convertida en cosa es vida alienada, es decir, otra de quien la vive.
El obrero al no realizarse en su obra se des- realiza, esto es, se hace otro, deja el
sí mismo de su ser en la cosa que produce. Es, como dice Marx, menos que
humano. El patrón, que obtiene el usufructo de la cosa producida, ahora
transformada en mercancía, se convierte en mercader de vida: compra y vende
vida, nada más ni nada menos, que la vida del obrero. Por ello, al ser el trabajo
vida y esa vida transferida al producto del trabajo, el trabajo mercantilizado,
degradado a la categoría de mercancía, es alienante.
30
subordinado y sometido a la ley del mercado, ley que rige la trasferencia del bien
no como bien de uso sino como bien de cambio.
Los conflictos de clase sólo pueden ser superados definitivamente por dos
factores concurrentes: las contradicciones estructurales del sistema y la lucha
revolucionaria. Estos conflictos tienen una lógica: la dialéctica. Una dialéctica
que podríamos llamar material, porque no es un proceso dado en el nivel ideal
del Espíritu, como en Hegel, sino un proceso político, social y económico dado
en el marco de la historia humana concebida como un proceso evolutivo de la
materia a lo largo del tiempo. El materialismo dialéctico y el materialismo
histórico son la explicación del proceso de evolución de una realidad total,
holística, que parte de un supuesto: la materia genera la conciencia.
31
es lógico concluir que el ente regulador de los conflictos, sobre todo del conflicto
entre las clases, carece de sentido.
32