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fiX1STENCIA 1; 1NE:XISTEKCIA DI.: LO5 A(:TOS JUIIIDICOS

Por t.1 Dr. KaIarl ROJIYAVILI.EC.LS,


Profesor dr la Facultad de Derecho.

l.--Existencia pcrfcctn :v, erist~ncioirripe,-jedu del acto jirridico.- El


acto jurídico puede ser existeiite o iriexiiteiite; vilido o nulo. Se traia de
dos cii~stioncsradicalmente disiirit~.i.Por c:oiisigiiicntc,, sr impone la siguioi-
Lo clasificación:

U.--Actos r:\-istciiics iiulos.

La validez iiu admite ~ r a d o s ,y por '.do ai>iuexiste iiriü catcgoria de actos:


!os existentes tálidos.
La inexislciicia ianipoai admite grado:; y liar c ~ t osjio cli>te una cate,-
goria de actos: los inrxis:c~~:rs.
La nu!ldari si ndniite grados, y por ts;o di:iiiro <Ic 12 caiigoria cit. actos
cxktenks nulos, podeuios iiistiiigiiir las dr>s cati,gvria., de la esciicla clásica:
actos exist!intes ~{ectndus dc ai~li(izdalisi,/uia y <irtos czidenics afeciados
de ~~ulisrad relatit,u.
Ei i n d i ~ ~ ~ e r i s ainipoiicr
blc la terniiliologia aril:-ilor para qiie iio vuella a
coiii~ndir,r: la inexistencia cnn la rililidnd. Se trata de dos cuisiioiies csen-
cialiiiinte. diul:ntns. Eii 13 incxisttmcia falta al aclo un eleniriito escnciul.
Eri la nuiidad, i1 acto juridico ixistc; por cuaiito que tiene todos sus elc-
mcntos esenciales, pero nlyurio de cl!~,s paderr d i un viciu quc le rcsia val¡.
d a . Este vicio puede ser iii!irno, originando la nulidad relativa, o i,xteriio,
:notivarido la a1:soluta.
RAFAEL ROJINA VILLEGAS

Es substancial esta distinciúii, para que ya no se confunda más la in-


existencia con la nulidad. No deben existir las confusiones que se pre.
sentaron dentro de la escuela clásica y en los códigos influídos por el na-
poleónico.
Proponemos, al efecto, la siguiente clasificación:
l.-Actos existcntes válidos (existencia perfecta).
2.-Actos existentes nulos iexktencia imperferta) ; que a su vez se
subdividen en:
a).-Actos afectados de nulidad absoluta.
b).-Actos afectados de nulidad relativa.
3.-Actos inrxistentes (nada jurídica).
1*:I criterio debe ser científico y no histórico o tradicional. Debe aban-
donarse el criterio histórico. S i el acto es una rlaboración estrictamente ju-
rídica, que supone elrmcnios de rsencia y de validez (los que no afectan
a su esencia), iio nos importa que históricamente no se haya hecho este
análisis. El punto de vista cientiliro nos va a permitir rcctificnr, perfec-
cionar el histórico; no nos debe <Irtciier la tradicibn. El punto de vista
científico, parle de la distinción y aniilisis d e las dos clases de elementos
que encontramos en cl acto jurídico; A,-Elementos d e esen&. B.-Ele-
mentos de validez. A los primeros r:orrrsponde el problema d e la inexisten.
cia o cxi~tcncia.y a los segiindos, (4 de la nulidad o validez.
Los i~lementosesenciales son aquellos sin los cuales e1 acto no se puede
concebir juridicamente, o sean, los atributos <le existencia r n la definición
del mismo acto.
Dos wn los tdvmeiitos esenciales dcl acto jurídico:
a).-Una mariifestación de voliintad animada d e la intención de pro-
ducir coi>seciiencias jurídicas, qnc puede ser expresa <> tácita. Es expresa,
ciiando se exterioriza por el lenguaje: oral, escrito o niimico. Es tácita, cuan-
do se desprende de licclios u omisionri qiie de manvra necesaria e induhi-
table revelan un iletermiiiado ~>rol)bsito,aunqlir rl aiitor del acto juridicn
no exteriorice SU voliintad a t r a G del Irngunjc..
EXISTENCIA DE LOS ACTOS JI!RII>ICOi a 7

Ii).--Un objeto fisica y jurídicamente posible. :'u los actos juridicos


ilebemos d i ~ t i i i ~ i i iun
r objeto dirrcto y cii ocasiorir~s i ~ i iobjeto iiiiiirccto.
F. objcto dirrcto cuiisiste en crear, transmitir, modificiir o extiiiguir dere-
clios i i ubligaciones. La defiiiiciún drl acto jurítlico revrla -u objeto, por esto
~li:cinios<Iiie cs una m:inifrstación <Ir voliiiitad coii cI <ibji.to <le crear. trans-
iriitir, modificar o txtiiiyuir dcrr,chos u oliliga<:ionr,s.
Pero no rii todo acto jurídico :r? z.oalii:aii estas cu;itio ronnifetai.iiiil~~s
anotadas; hay acto, d e crr~ciúriiIc <I;reclios y o:>ligaí~iones;Iiay otros dt.
transmisión Únicaiiirrit:~; otros soii de modificacióii. CLC. Desde ~.stt: punto
d,: vista la ~1asificat:iÚiiqiir m i s iii;l>orta al drrerlio ci\,il consiste en dictiii-
giiir n;tos curistitutivos, traslatiros. rxtiniiios y riiodicati\os. I'rro ha? <IUC
tomar en coiisitlernciún que tambií-ti iiri ai:to puede rcaliznr las cuatro
fiincionrs, como ucurrr eii el caso del testaiiiriito. Fundamentalmeiite su
función es trari-mitir <terechos y ~Yigacioncs,siéridole positile eii ucasionc>s,
r:rcarlos. Tamtiiéii puedi niodilLcar <:icrtun derechos dzl trsta~lor liara qiit,
pasen a PUS herederos, piir cjerntilr>: reducir una deuda. Fiiialn~~:ntt,,cl
testadur puede extinguir dcrtclios 1- obligacioi~csr u ~ n ~ lperdona o las drii-
ri;is a uno o todos siis deudorrs.
Eii rl contrato riicontramos S fiiiiciones di: !as ciiiitro qiie hemoti
i~:iiinirr~irlo.Se drfiiir como el acto jurídico ~jliirilatrralqiic tiene por ohjeto
<:i.car o traiisinitir <li.rcch<isu o!)ligaci«i!v~. En caml~ir,, rl conveiiio r s cl
ticto jurídico p l u r i l a t < ~ rqire
~ l tit~x:por obji.:o modifir:ar o <,rtin,oiiir drrcchos
t i obligacionri.

La Icy no ::si,oc quc el aiitur se propoiiga a i i - a ~ i <le . ~ h i i inaiiif~~tari,;~:


<le voliiiitad realizar to<los y ca<iii uno iir los :,frr.tos i l u ~i.1 dererho i-.?n>-
i>oxi,.a; basta cuii qiiii rc proponga originar rirrtas consr.ciic~iicinsjuri<liras.
Pucde protegerse parrialriiciitc la iiiznilcstarii>ri ilr I i v~~liiri~iid, di. tal
manera que no s1: l>roduzcantodas las i.oiisecucncia.i <lc.-i~ndn;o i.s poiil>li.
i-eionocrr mayor niime~m ile efectos dc aqtiellus yur. liicr<i!i d~~.zarl:>s ),o/.
1.1 autor dcl acto; o si no cun1;ile con IGI.~ri:q~iisitos Icgrrli.?, puede i i r i pro-

(lucir consecurirciis jurí<liins. 1'cr ij<.i!ii>Ii>,mi 1" ~~ul;cla<l. rufin<li>rxiste~i


vicios del vonsenti;nii~ii;r,, Ir.il>i<li.iiq i i ~l;i niaiiileslariú~i r l t , la voluiitzd +c;i
i,iii.az o apta p a r ~ iproducir co11.-1~~1(11(.iai jltritlirfic.
Hay tninbién iiri ol~jvtoinilirvcto; 1~i.i-iieste titi si, Iirrsr,iita cii !a totiili<!nd
<(c 10s a;.t<is iii!irlic<~;;e! sr,f,rc todo on los coiitiaiGi y :.ii !i,s coirv:ir;io.
dori~leIi, eiicoiii~.iimo~:.El ohjctir <lircctr> e:i los in:ivcr!i<is c:i r r x r , traiic-
mitir, niodili<ai- I > <.itirigi:i:- drrrchos y ohligncii>iirs y el indirrcto roiisistc
la cosa o rii i.1 Iircho i:iatc.ria ilt.1 r.o~ii.t~iii<>. I)<:tiil rnanii-U qiir i~i;r r b i l -
20tl RAFAEL ROJINA VILLEGAS

trato crea obligaciones que pueden ser de dar, hacer o no hacer, y así cada
obligación tiene su objeto que consiste en prestaciones o abstenciones. Este
objeto directo de las obligacionrs es el objeto indirecto del contrato. A s u
vez, la prestación tiene como objeto indirecto la cosa o el hecho.
InezUtencia del acto juridico.-Los dos elementos analizados se denomi-
nan esenciales o de existencia, porque sin ellos no existe el acto jurídico.
También se les llama elementos de definición. Cuando en un acto jurídi-
co falta uno de esos elemintos, decimos que el acto jurídico es inexistente
para el derecho, es la nada jurídica. Si no hay manifestaci6n de la vo-
luntad, no pncde existir el acto jurídico. Si hay una manifestación de
voluntad, pero no se propone ningún objeto juridico, tampoco existe acto
jurídico; por ejemplo: podemos convenir con u n amigo en estudiar o pa-
sear; este acuerdo de voluntades no es un acto jurídico, porque no se pro-
pone ~iingnnode los efectos específicos del derecho. Finalmente si hay mani-
fatación de voluntad con el fin de producir consecuencias dc derecho, pero
la ley no toma en cuenta ese deseo, por no encajar en la hipótesis normativa,
tampoco habrá acto juridico. Debe distinguirse este caso, del relativo a la
violación de la norma en que la falta de efectos se dcbe a nulidad y no a
inexistencia.
De manera que la inexistencia se produce por falta de voluntad cn el
acto unilateral o por falta de conscntimiento en el acto plurilateral. F.\ con-
sentimiento es el acuerdo de voluntades. Si las voluntades no se ponen d e
acuerdo no llega a formarse e1 contrato.
Es ine~istcntctambién el acto jni.ídico por falta de objcio, o cuando éste
es imposible, bicri desde el punto tic vista físico o jurídico, pucs esta impo-
sibilidad del objeto equivale a la no existcncia del mismo. SP dice que hay
imposibilidad física ciiando el objeto jamás se podrá realizar, en virtud
de que una ley de la naturaleza constituye un obstáculo insuperable para su
realización. Por ejemp!~: el contrato que tuviera por objeto hacer un trans-
porte de cosas o d e personas al sol, no sería posible su realizaci6n por los
medios que actualmente conoce la ciencia.
Hemos dicho que el objeto puede también ser imposible en sentido jurí-
dico; físicamente puede realizarse, pero una norma jurídica impedir su rcali-
?ación de manera absoluta. Por ejemplo, en materia de bienes de uso común
cs jurídicamente iml~osihicla venta de una vía pública.
En los contratos se al~licala tcoría d e la inexistencia. Son elementos
csenciales del contrato: cl consentimiento o acuerdo dc xoluntades y en el
objeto, que puede ser directo o indirecto. La falta d r consentimiento o
EXISTENCIA DE LOS ACTOS JURIDICOS 209

de objeto prodiicirá la inexistencia del contrato; así como la imposibilidad


física O jurídica de su objeto directo o iii<iirt~to.Habrá imposibilidad física
cuando el contrntu ?;e proponza uri objeto que conforme a las leyes de la
naturalrza j a m k sr podrá rializar y habrá imposibilidad jurídica, cuando
una norma de dercclio constituya un obsticulo insuperable para la realización
del mismo objeto. V. gr.: un contrato entre dos mayores <le cdad en el que
lirio convenga cii n<$olltaral otro.
Un acto juridico incxistcnte no pnirir producir efectos como acto juridi-
co, p:ro sí como hecho juridico. La inexistencia en los actos jurídicos impide
qiie éstos protluz~,anelectos de derecho o ira, que un acto juridico como tal
pueda producir cIi:cio?.
Tiene gran i n t ~ r é shacer rsta dirtinciiiii, porque aqucllos que no accptan
la teoría dc la in<:sisteiicia diicn que el Ilaniado acto jiirídico inexistente, sí
produce ciertos electos. Quiencs así piensan no tomiin en cuenta que estos
efectos no se producen por el acto, sino por d hecho. En ocasiones, no hay
n i siquiera un hecho juridico cn la inexistcncia, es decir, no se produce
tiingúii supuesto, ni como acto ni como hccbo. Por esto la inexistencia se
caracteriza como una ineficacia total o falta absoluta de efectos jurídicos. El
s i t o jurídico iiirritentc jamás p e d e producir consccucncias de drreclioe
como tal acto; i , x i ~ t rcomo siniple hecho. Claro está quc si una de las partrs
se resiste, por ejemlllo, a dcvolvcr lo que había recibido, entonces será ne-
ceslirio siguir iin juicio para que el juez reconozca que el acto es inexistente
y que no debe producir efrctos. La inexistencia se caracteriza porque el acto
es iriconiirmabie. cualquirra qiic tcnga interés piicde invocarla y en todo
ticnipo pucdc adiicirsr, decir, es imprcscriptible.
Caracteris~icasde la inexistencia.-Las razones que se dan para carar-
tcrziar a la inexistencia en sus tres aspectos: oponiblc por cualquier intere-
sado, iinprrscriptihle e inconfirmable, son las siguientes:
ia.<omo 13 inexist~nciaCE. la nada jurídicamente hablando, es evidcn-
te que todo aquel a quirn se opongn un acto in~xistentetiene un interés
jurídico para invocar la inexistencia y pedir que no surta efectos aquel acto.
Se rc-quiere que haya interés juridico para hacerla valer en juicio, porque
no cualquicrn n quipn iio lrsione el acto inexistente, esti facultado para
invocarla: si un tercero sahc que se ha celebrado un contrato inexistcntc
entre A y E, o que se ha otorgado un testamento inexistente, no por ese
solo liecho va a presentarse a invocar la inexistencia para que el juez la
d e d a r c No tiinc ningún intrrEs jurídico, no le lesiona sus intereses o dere-
chos aqud acto.
210 KAFAEI, KOJlNA VILLEGAS

Esto es importante, porque generalmente se dice que la inexistencia


puede ser invocada por todo mundo, lo que es faiso, pues sólo puede adu-
cirla quien tenga interés jurídico, y hay interés cuando se lesiona en alguna
forma el derecho del que pretenda hacerla vnler.
La inexistencia no se intenta en forma de acción ni de ex~epción;no
es necesario seguir un juicio ejercitando una acción para que se declare,
ni tampow se requiere oponer una excepción en el momento preciso, al
contestar la demanda, para que el juez la tome en cuenta. En cualquier
momento del juicio, cuando un acto inexistente perjudique los derechos de
cualquiera de los litigantes, puede invocarse la inexistencia de ese acto, para
que el juez simplemente en su sentencia la rewnozca, sin declararla, porque
la inexiste~iciano se declara, sino sólo se reconocr que el acto inexistente no
tiene ningún valor jurídico.
En cambio, la nulidad debe generalmente ejercitarse por vía de acción
o de excepción, porque ningún acto jurídico nulo puede ser privado de
efectos (salvo cuando la ley así lo diga expresamente), si no hay decla-
ración judicial estableciendo la nulidad, y esta declaración sólo puede re-
caer cuando se ha intentado una acción o se ha opuesto la excepción co-
rrespondiente.
&.-Una segunda característica de la inexistencia consiste en que no
puede surtir efectos por la prescripción; es decir, el tiempo no puede con-
validar el acto jurídico inexistente por una razón obvia; si el acto no es,
desde el punto de vista jurídico, capaz de producir efectos; si no existe tal
acto jurídico, si es la nada, entonces el tiempo no puede convertir la nada
en acto jurídico. El tiempo simplemente podró hacer que un vicio desapara-
ca, pero cuando el acto exista; cuando no exista, la funcibn del tiempo es
totalmente inoperante para atribuirle efectos a lo que desde un principio no
ha tenido vida jnridica. Por ello en todo tiempo puede invo<:arsr la ineais-
tencia por el que tenga interés jurídico.
3a.--Por último, el acto jurídico inexistente is inconfirinal~le;no puede
ser convalidado por ratificación expresa o tácita. La ratificaciíin, en sentido
jurídico, significa que cuando un acto está viciado, las partes pueden con-
firmarlo, rcniinciando a la acción, para que produaca efectos desde que ce
celebró y no desde que se ratifich. Esta es la finalidad de la ratificación.
Si la finalidad fuera que el acto produjera sus efectos a partir del momen-
to de la ratificación, bastaría con otorgar un nuevo acto y no se alcanzaría
la ntilidad que desde el punto dr vista jnrídico r ~ i s t eal i:onvalidar rrtro-
aclivminntr. Asi, por rjemplo, sc celr:bra iin contrato por ~ i r imenor, si llega
a la masoria de f.dad y saiwdor de qiie puede c,jrrcitar la acción de nuli-
dad, coiiocc<lor del vicio, rei~uriciaa <.sa accibn y ratifica, r.1 r.oiitrato. & t < .
siirtiri cfectos desde quv S<: <:rlehró cua!ido era incapu.
En la inexistencia iio puede habrr riitilicariím, primero Iiorqu,: r.o -i
trato ~11. un vicio; segundo. porque no puede r a t i f i r ~ r s cla nada; rn tcic<:r
lugar, porque tampoco podr5 losrars< t.1 efecto retroactivo, supucsto qiic si
i.1 acto es la nada drsde el punto di. vista jurídico, seria un Iieclio contrs-
rio a la realidad declarar quc aqiicl ncto iiiuristeni<: ~iro<liijoelectos cuan-
do 1:ra inexistente. De maiiera qiie cii rl caso (1,: incxistr iicia, cuando 1 ~ ,
partes advicrtcti la falta del clcmi:iitr~ esencial, lo il!,ico quc pueden haccr
rs wlebrar un nuevo ncto juri<lir.<>cumpliendo roii c..? <~l<~:il<iito qiie no
observaron.
Como afirman los i:lásicos, la iiiexistcmcia don1iii.r 10s códipos, ~yit5por
encima de la ley; el juez no declara la iirc~xister~cia, i.ini~>lcmrntrla r i i n n o i i
y cornprucba, porque rs antrrior y S,. d<,sprendr ticct~ariarnrntt~ <lela lógica
misma del ordenamiriito jiiridico.
La nulidad.-los actos existriitra pucdcii ~:lasificar-c v i i vilido, y nuloa.
El acto válido no sólo reúne 10s elernrntos rcrnciali..;, hirio tambikn los el<-
m n t o s de valnler la voluntad :c inaiiiiiesta eii forma lihri, )- cirrta. por p e r ~
sana capaz y ron las formalidades riqiir,i-idas por la Iry. /.o\ cl,,rr!rrito. ri,.
~.aliúc;son:
1.-~-Capncida~l.
2.-1. 'orma.
:Í.--Ausrncia dc vicios interno. I prior- dolo. iiolr.i,<i.! S Ii..ióii)
L.- -Fin. ohjeto. motivo y condici<in lícitoz.

Cuando Salta alguno dr ritos i,lr~mriito.;: (4 . i r i ~ ,vxi-ti,iitr. :<, iiiilra. lii-

rlrmriitoe dc iiiralidez o caiisas 11,. ~iii!idnd. sori:

1.0s actos iáli<los no admiten grados. 1.2 pi:rfrccii>ii riu purdr icr mayor
i>menor; ohscrvados todos 10% requi;.itoi. VI ;irlo t- prriicto y -;u valid<,,
absoluta. Pero los actos nulos sí adrnitrn prados. poríliic ~ ~ i t i , i hl rn h : ~ rmay<.r
o mvrior irnperfecrií>n. Drhrmoi Iio,t,r rsta iiih<li\riii&ii:
212 Rt\FAEL ROJINA VILLEGAS

1.-Nulidad absoluta, que a su vez comprende: Actos nulos por declara-


ción judicial y actos nulos de pleno derecho.
11.-Nulidad relativa.
La escuela clásica, indebidamente, formuló una teoría tripartita: inexis-
tencia, nulidad absoluta y nulidad relativa; como tres categorías irreduc-
tibles. La clasificación debe ser bipartita. Hay que oponer la nulidad a la
incxistenciu en forma radical, irreductible; entre la nulidad absoluta y la re-
lativa, sólo hay diferencia en el grado de ineficacia. En los códigos qiie sí-
y e n al napoleónico, sólo hay un criterio histórico, arbitrario, no se habla de
la inexistencia, y se le confunde con la nulidad absoluta.
2.-Radical diferencia entre la inexistencia y la nulidad en nuestro de-
recho.-Paaremos desde lurgo a establecer la radical diferencia que existe
cntre inexistencia y nulidad d e los actos juridicos: Para ello es imprescin-
dible que partamos de la definición del acto jurídico. El concepto más
simple y quizás el más exacto que pueda darse del acto juridico es el si-
guiente: todo acto jurídico es una manifestacih d e voluntad que tiene por
objeto crear, trasmitir, modificar o extinguir derechos u obligaciones. De
a t a definición se desprenden los elementos eseiicialcs del acto. Todo acto
implica una manifiestación de voluntad. Este elemento psicológico, cs cons-
titutivo del acto, imprescindible. Sin manifestación de voluntad, exprrea
o tácita, no puede haber acto juridico; pero no cualquier manifestación de
voliintsd, sino aquella que se propone mi objeto juridico. Y aquí t e r ~ m o s
<!I segundo elcmenio esencial del acto. El objeto juridico consistirá, den-
tro d i una clasificaciíin lógica posible, en crear, trasmitir, modificar o ex-
tinguir derechos u obligaciones, o en otras palabras, en producir consecuen-
cias de derecho. No podrá concebirse el acto juridico faltando el elemento
intencional, subjetivo, psirológico, d e externar, de exteriorizar una voluntad,
o bien el elemento objetivo: que aquella voluntad tenga como fin, como
propósito, como objeto, producir consccuencias de derecho. Al lado de estos
elementos esenciales del acto jurídico: manifestación de voliintad y objeto,
tenemos elementos de validez del acto, que le vienen a dar una existencia
perfecta y eii ausencia de los cuales, i1 acto existe, pero de manera imper-
fecta: es un acto nulo, pues que la iiulidad es la existencia imperfecta de
los actos jurídicos. (Estos elementos de validez son l a capacidad de ejer-
cicio en el autor o autores del acto; la observancia de la forma, cuando
l a ley la exija; la ausencia de vicios de voluntad: error, dolo, violencia y
lesión en los contratos; y, además, licitud en el objeto, en el motivo, o en
EXISTENCIA DE LOS ACTOS JURIDICOS 213

el fin del acto jurídico). Si faltar? algún elemento de validez de los enun.
ciados, el acto jurídico existiri, pero tcndrá una existencia imperfecta, cx
decir, existiri porque tienc sus clrrnentos ccenciales. Hay uiia declaracijn
de voluntad y hay un objcto jiirídiro posible; pero Iiahrj. un vicio en algún
elemento esencial. La incapacidad vicia la vo!untad, porque no se trata en
(51 sujrto incapaz de una voluntad pleriamcnic consciente, como la requiere (-1
derecho, en el mayor de edad en pleno iiso y goce de sus facultades men-
tales. La inobservancia de la fornia ~s otro vicio, pero ya refcrido a la
espresióri de la voluntad. No basta en ocasiones e x p r c s r In voluntad en
cualquier forma. Debe expresarse, supon$arnos, en un dociimento público,
en un documento privado. Si In declaracijn de voluntad sc hace en forma
verbal, si la voluntad se expresa a través del l e ~ i ~ i i a jmimim, e hay el elr-
mento esencial dcl acto, pcro Iiay uii vicio que originará la nulidad re!a-
tiva de ese acto jurídico. Cuado existe lo que sc dciiomina propiamente
vicios de la voluntad: el error, el dolo o la violr.ilci.i: riucvamente tenemos
que el t4rmento psicoliigico, la declaración d r volunta<l, se ~xteriorizad r
una manera irrrgular; de nqiii que haya tina existencia impcrfccta del acto
iiirídico. i>e aquí que esté VI acto herido de niilidad, pr,ro es un acto exis-
tente. Por último, el vicio pu<,de i-cferir~tial olijctn, VI otro clemento csen-
cial drl acto. El objeto puede si.r licito o ilícito. Si i I objeto es ilicito, por-
que vaya cri contra de las normas de orden público, o de las biirnas cos-
tumbres, el acto jurídico taiiibiéii rctari afectado (1%: nuli<lad, que podri
i-cr alisoliita o relativa, scgiiii lo dcclare la 1i.y. H C C ~esta L ~ breve enuniv-
ración <le los elementos escncialcs y de validez d r toilo acto jurídico, p o d c ~
mos sostener que en tanto qiie la validez cs la rristencia perfecta del ncio.
la niilidad es la existencia imperfecta del rnismo, y quc todo acto nulo c i
iin acto rxistcritc; que hahri, por consiguieiitr, uiia contradiccibn, no sini-
I I ! < , I ~ C I I ~ C di: derecho p o s i t i ~ osino
~ dc tipo lbgico, en qitirn afirrnc qric uli
acfi>es a la Y ~ inexistente L y nulo, porque quien afirmr, que el a<:Locs nulo.
está diciiriclo cii otra-; palabras qiiv es iin acto ti\-i-lente; pcro que tienr
uiia esislrricia iinl>criiicta. Los acto; iiiilos, por rorisig~iiente~?<in sienipri
actos exihteniii. Ko habrá ~ i o ~ i b i l i d y;i ~ < !<le confiidir ni la nulidad abso.
luta, ni uqurlla nulidad al>soliita d,: I>lriio derecho qiic olicra ip.9~~ jure, ni
mriios niiii la ~ ~ u l i d arelati\n, d criii I;I incsist<~ricia.k:ri canihio, lo qiie cri
dcrcrtio se 1l;iina iiicxistcncia d ~ arto. l SIII)»IIC i1c10 t.n vias dv formaciSn.
sulioiii: quc iiubo iina liosibilidnd (Ic q i ~ eel a::io jurí~licoIlt,gase n nacer.
Sólo ticnc sciiiido dc 1i;ihlar dc la iriisiitencia dr.1 acto jiirídico, no para
referirnos n la nada absoluta. piirs alpo <sistr,n, qur rl direr!io califica dc
I~:XISrENCIADI< LOS A<~i'OI>JURIDICOi 215

habido una \-olunta<l y iin ohjrto posiblc; pcro i i i i vicio Iia impedido ~ I I P
el acto nazca a la vida ji~ridica coi1 tina existencia ~>i,rfrrta,qiie le d r la
plenitud de todos sus efectos y esc vicio i m p ~ d i r áde plano que haya cfec-
tos; o traerá como corisecuencia que sblo existan <,fcctos provisionales que
serán destriiidos hactn <liic se proiiuricic la sentencia de iiulidail; ~ ~ o d r ú
ier ese vicio siiscelitible de <lcsal>areccr por e! tienipo, rs decir, la pres-
cripción negativa cniiv~lidar5($1 acto o cl vicio no dcsap3rccer.i n través
del tiempo. Podrli rsa nulidad sei imprcscriptible. pero lo esencial será
sicmprc que el acto tiivo sus elementos para poder existir y &lo presen-
tara uiia irrt:gul;irid3<1. Podenlos decir que la nulidad es la rnfcrmedad
del acto jurídico y toda ~,nferine<iadsupone la rxisteiicia del ser. No r s
la niiierte del acto jurídico, ni menos aúii is la no existrncia del acto jiirí-
dico. es simplr~int:nie una irregul3ridad del acto.
por f a h dc z~obnlnd en <!1 a-& juridico.-Es
5. -~lm~zis~ericirr f&li
presentar casos dc incxi'tencia ?n los contratos o cn los convenios por falta
d e consentimiento, porque podremos siempre acudir a los rjeml)lus que ya
mencionamos. relativos al error obstáculo que impide: VI acuerdo d e vo-
luritadcs. bien sobre la naturaleza iurídira dc! contrato o sohrc la identi-
dad del objeto; pero crecmos que la ini:xistencia no sblo <Ii+c referirse al
caso di: falta dc consentimiento. . 4 d ~ m i s de estos casos evidentes en los
actos jurídicos l~liirilateralesr n gciiernl. creenios qur podcmos sostener 13
inexistencia de los actos jurídicos iiiiilaterales o de los actos jiiridicos plii-
diitcrulcs, por causas diversas drl error obstáculo. En tanto que en rl
jovi:ri de 20 350s sí hay una voliintad aunque viciada para el aclo jiirídi-
co; en el niño de: 5 años, cii el niño <le 7 aíios, no habrá una voluntad
capar d e podcr iurmzir <:1 acio ji~ridicu. ~ S c r i a~iosihlisostener que el ob-
sequio que hago de una alhaja cl nierior de 5 zñoi, i., iiiia verdadera do-
nación? ¿,Qué cs simplrn>eritc iiiia donacibn afectada <le nulidad relativa.
porque se tratii de iin menor de edad? í:reem<is <íile esto sería simplemciitr:
absurdo. En <lercrho, el infante ii<i tiene voli~ritad p:ira poder formar el
acto jurídico, como tampoco 1.1 enajeiiarlo mental, si la enajenaciíin mental
cs absoluta. Si los peritos coinridiw en quc no piido rspresarse una volun-
tad, en oue el enajenado simplemente actuS por actos inconscientes, por
simples reflejos. No podríamos admitir qiic cstos arios rc:alizados por su-
jetos que padrzcari enajenación niental ahsoluta. scaii zctos con existencia
jurídica, y simplementp nIc<:tados de uiia nulidad relativa.
También s e r i inrsistcnte el acto por falta de voluntad, cuando se de-
muestro plenam~ntr qur se ~ p r o v t ~ ~u11 h ó docun~ento firmado en blanca,
216 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

si el que lo suscribió no autorizó para que se hiciera uso de él o cuando


se compruebe que el contenido d e voluntad consagrado en el mismo, es
distinto del que haya manifestado el suscriptor. En los casos en que se
justifique plenamente que se obYigó a una persona a firmar un docu-
mento cuyo tenor se le ocultó, o estando en blanco, será asimismo inexis-
tente el acto jurídiw que se pretende hacer constar en documento. Nótese
que no es el caso de violencia en que se hace firmar un documento cuyo
contenido se conoce, sino es un caso en el cual haciendo uso de la vio-
lencia se obliga a firmar u n documento cuyo contenido se oculta. Eviden-
temente que no puede haber ahí declaración de voluntad. No es la voluntad
coactada que al fin y al cabo es voluntad viciada; no, es ausencia com.
pleta de voluntad, porque la firma o la huella digital se han estampado
en un documento que contiene, por ejemplo, una obligación, pero cuyo
contenido se oculta. La violencia sólo sirve para lograr la firma o la
impresión d e la huella digital; o cuando el documento s e encuentra e n
blanco y se obligue a firmar o a estampar la huella digital para después
hacer constar ahí una obligación. Independientemente del delito que re-
sulte, para el d e ~ e c h ocivil no hay acto jurídico. Cuando se justifique
plenamente la simulación absoluta, comprobándose que la parte o partes
declararon falsamente lo contenido en el acto, éste será inexistente. Es
evidente que la simulación absoluta impide la formación del consentimien-
to; nosotros diríamos: ni hay consentimiento ni hay objeto jurídico. No
hay consentimiento, porque las partes declaran falsamente lo que en rea.
lidad no quieren y justamente el acto oculta, el acto secreto, viene a de-
mostrar que lo manifestado en el acto aparente es falso; que no es verdad
que A venda a R y que B coiiipre. No hay voluntad ni para vender ni para
comprar, aunque aparentemente se declare así en el acto ostensible. S e
plenamente que no hay esa voluntad para vender y comprar, para
dar y tornar en arrendamiento, etc., a través del acto secreto que ser6 la
prueba indiscutible d e que faltó el acuerdo de voluntades; adeniás tam-
bién falta rl objeto directo del acto jurídiw, porque las partes declaran
lo que cn realidad no quieren. No se proponen producir las consecuen.
cias <le derecho que aparcnternentc declaran. Si e1 objeto directo del acto
va a consistir, supongamos, en crear derechw y obligaciones entre A y B,
y por virtud del acto secreto se demuestra que no hubo el propósito de
crear derechos y obligaciones entre A y B, será entonces evidente que
no sólo el acto careció del consentimiento o acuerdo de voluntades, sino
también de ohjeto. Las p a r t a no se propusieron crear. trasmitir, modificar
I;XISTENCIA DE LOS ACTOS JURIDICO.5 217

o extinguir dereihos y obligaciorics. &tos son rn nur-stro concrpto los


casos principales que se podrían presentar de inexistencia por falta dc-
voluntad.
4.--1nexUtencia por falta de oLjeto.-Esta inexistericia puede resultar.
porquc falte el objeto indirecto del acto jurídico: la cosa o el hecho; es-
pecialmente en los contratos o en los testamentos cuando se refirra a Irw
legados; o porque la cosa o el hecho resulten físicamente imposibles, bien
porque la cosa no exista ni pueda existir en la naturaleza o porquc cl hc-
cho no pueda realizarse, debido a que una ley natural presente un 0b6-
táculo insuperable. Adem6s de estos casos de inexistencia p m falta di.
objeto u objeto imposible en sentido físico o jurídico, creemos, que deben
destacarse los casos de inexistencia por objeto dirccto jurídicamente im-
posible, es decir, porqiie la norma de derecho venga a ser el obsiiciilo
insuperable para quc el acto jurídico (sea patrimonial, sea de derecho
familiar, tenga o no contenido económico), pueda rralizar su finalidad juri-
dica. Es dccir, si hay una norma que impide, por rjcmplo; que el dereclio
sea trasmisible, un acto d e trasmisión, un contrato referidu a tal derr-
cho, hará que í.1 objeto directo sea imposible. Si se pretendc r r d r r (4
derecho de uso o de habitación, que son derechos intransmisibles, hay
tina norma que ronotituyc el obstáculo que impidc rsa trasmisi<;n. Se prr-
tende renuticiar un derecho iri-c~iiinciable;por ejcmplo, la patria potestad
en el conveiiio de divorcio voluntario y ha habido jiteccs que aceptan 1;i
renuncia ante tina norma de derecho que constituyv el nhstáculo iniupcrii-
ble. Lti patria ~ i o t ~ ~ es
t a dirrenuriciable, luego si las yartm e ~,ropont,ii
iin objeto jiirídico imposiblr, renunciar lo irrenunciah!~, para PI derechn
seria la riada; aquella cláusiila no eristr, sc: timis por no puwta. Sr prr-
tende trasmitir e1 usnfructo por testnrnrnto. El usufriicto por natiiralt~zit
cs vitalicio, lo mismo qiie el uso o la habitación, l,cr<>riiirdcri durar i i i ~
término miwor 31 de la vida dc.1 iiiiilar. Sor,, por t;irito: der~chosqiir rii,.
cesari;imriite R P extinguen con su mticrti.. Pues hi,,rl; c.1 !rstnmcnto a tiavE-
del cual sc prctr,ndicse trasmitir el usufructo, el uso o 1.i habitación. seria
inexistente en ruarito a esa cláusula que vanamente p r c t ~ n d eun objt,to iru-
posible para ,:I derecho. A E podríamos
~ seguir niencioriaiido casos de abso.
luta imposibilidad jurídica. Sc pacta la irrr:vocabili<lud del testamento; si e¡
ttxtameritu rs iin acto revocable por esencia, al pactarse su irrcvocabilidad.
se lirfrtende algo jiirídicamente imposible. Ese pacto d r irrevocabilidad drl
testamento es como si no estuvit,i'e escrito.
116 RAFAEL ROJIN4 VILLEGAS

1-05 casos de iiiexisteniia por objeto impr>siblr, no ?&lo mn 10s que


vn doctrina se han considerado romo evidentes cuando la cma o cl hecho
son imposibles, bien en scntido físico o jurídico, pues además de esias
situaciones, que en nuestro concepto no presentan problema alguno, tene-
~iiosverdaderos casos de inexistencia cuando el objeto directo del acto ju-
i-idico es imposible. Es decir, ciiaodo éste no puede alcanzar su objeto espe-
cifico, consiste en: crear, transmitir, modificar o extinguir derechos y obli-
.zaciones,
, debido a que una norma de derecho constituye un obstáculo in-
superable para su realización. Un análisis cuidadoso demostrará que se
pueden presentar múltiples ejemplos en los actos jurídicos del derecho
I;~rniliary en los del derecho patrimonial, en los que la inexistencia proven-
ga exclusivamente de que una norma de derecho constituya siempre el
obstáculo insuperable para que el acto jurídico pueda realizar su objeto.
Ya no comprenderemos aquí las situaciones bien sencillas de perecimiento
ilp la cosa, de que ésta esté fucra del comercio, de que no sea determinada
o determinable, en los que el contrato será inexistente, ni tampoco aquellas
rn las que el hecho resulta imposible, porque una ley de la naturaleza
mnstituya un obstáculo insuperable: por ejemplo, contrato de transporte
al sol; en tanto que es posible el contrato de transporte al polo norte o al
palo sur. Creemos que además de estos casos simples que la doctrina nos
presenta como ejemplos típicos de inexistencia, por una imposibilidad fí-
sica o jurídica respecto a la cosa o al hecho materia del contrato o del
neto juridico, pero especialmente materia del contrato, tenemos los pr*
Iilemas verdaderamente interesantes para el jurista (no simplemente casos
imaginarios), en donde una ley viene a constituir el obstáculo insuperable
para que el acto jurídico, bien sea de derecho familiar o de derecho patri-
monial (el matrimonio, el reconocimiento de un hijo, la emancipación,
la adopción, el contrato, el testamento), pueda realizar su objeto directo
consistente en crear, trasmitir, modificar o extinguir derechos y obliga-
<tienes. Algunos ejemplos podrán aclarar in importancia que esrimarnos con-
,reniente reconocer a este nuevo aspecco de la inexistencia en los actos ju-
rídicos: Matrimonio entre personas del mismo sexo. La imposibilidad es
jurídica porque el matrimonio, por definición crea derechos y obliga-
<,ionesentre un hombre y una mujer. Hay un obstáculo en la norma de
derecho que impide que se pueda lograr el objeto directo del matrimonio:
drear derechos y obligaciones entre hombre y mujer. Adopción de un mayar
d~ edad en pleno uso y goce de sus facultades mentales. Hay un nuevo
od~stáculode orden juridico que impide que la adopción pueda referirse a
1,;XIS'rE:NCIA I)E LOS ACTOS JURIDICOh 219

uri sujeto capxz. Ei~nnci~~ai:i<jii Jrl qiiv aún no 1i;i cumplida 18 años y que
no si lleva a cabo por matrimonio. Una iiorma impide que pueda emari-
ciparse a aquel que no 1i.i llrgado a los 18 años dc edad; o convenio qur
tenga por objeto que a p<-sar <Ir1 matrimonio; iio S P la emaii.
cipación del mimor. Nueiarni~nti iina norma jiiridica es un obstáculo iii-
superable para que pueda realizarse ese ohjcto q u r vanamente, inútilmente,
se proponen el autor o los autorcs drl acto juridico, y así podríamos se.
guir multi~~licuiidolos ejcrnplos: Te.sianiciito ejecutado por un alBoderado.
S i el testamento cs iin acto perso~iali~imo, iio se puede dar mandato para quc
el mandatario haga un testamento en noinbre del mandsiite. En un deter-
ininado derecho positivo, el tetarnriito no podrá rjeciiiarsr jnrnás por
un niandatario, hieii. que el rnsiidato >-.t. quiera referir a actos jurídicos
personalísimos. Ni> st. podri lograr esti. objeto n través drl contrato de
mandato, por ciiaiito que tina norma d r derecho vcntlríi a ser también u11
obstáculo insuperable, parti que el mandatario liudiese representar a! man-
dante, por ejemplo, cn rl acto jurídico de declarar ante el juez, pues la
declaración del testigo ticne que ser (lirrcta roinn acto personalísimo dc
lo que ha visto, de lo que ha oído, de lo q u t le consta. Uoiiaciún respecto
d e 1,ienes futuros. Una nornia d e dererlio también ronstituye un obstáculo
insuperable para que la donación pueda referirse a los bienes futuros. Es-
tos y otros ejemplos, que súlo hemos querido citar para destacar la im-
portancia que tiene el estudio de la iiieuiiteiiciü cuaii(lo el objeto directa
del acto juridico e . imposible, nus liiiii Iiecho pensar que s r preilntaii
lógicamente no s¿~lolos rasos indiscutihles de iiiexistcncia cuando el ob-
jeto indirecto del acto: la cosa o e! hecho: son física y juridicamente im-
posibles, siiio también, y esto es lo m i s importante, se comprenden los ca-
sos de inexistencia cuando Iiay uii objcto directo ji~rídicamente imposible,
debido a que "tia iiorma de derecho constituya uii olistíiculo insuperable
para alcanzar ese objeto. Es decir. la iiicxistencia puede resultar no sólo
porqite el objeto indirerto llamado c0.w <I h:<:ho, especialini~iit~ eii los con-
tratos o convenios, s i a física o f e g a l m ~ i t eimposible. sino tamljién. cuando
el objcto directo del acto no pueda realizarse.
5.-Principios lril~darncntalescn rno/t,ria de nulidad.-Poden104 señalar
los siguientes pri~icipios,qui. necrcariamrntr deben tornarsi: en cuenta r n todo
caso d r nulidad:
lo.-El d e segurid:!d jurídica.
20.-El del equilibrio de loi i n t r r r s c ~t ~~rescnrin.
~ i
220 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

30.-El de conservación.
40.-El de destrucción.
50.-E1 de retroactividad.
60.-E1 de protección.
Reproducimos aquí lo expuesto en los parágrafos anteriores, sobre la
naturaleza y características de la nulidad.
Principio de segurido6 j u r i d i c a . S e ha considerado que el derecho
tiene como desideratum realizar la seguridad jurídica. Es decir, lograr el
orden y la estabilidad sociales. Aplicando estas ideas a nuestro estudio,
comprobamos que en el conflicto que plantea toda cuestión de nulidad,
destacan como indiscutibles los siguientes valores: seguridad, orden y esta-
bilidad. En el caso de la nulidad, el derecho se ocupa de una situación
irregular que afecta precisamente la seguridad en las transacciones, la es-
tabilidad en el crédito, la firmeza en las posesiones y propiedades, la va-
lidez y, por lo tanto, la eficacia eri las obligaciones, contratos y actos ju-
rídicos en general. Pero también el derecho se coloca ante un problema
de singular importancia, por cuanto que para reparar la irregularidad
causada, para restablecer el orden violado, es necesario destruir un con-
junto de situaciones jurídicas preconstituídas, cuya invalidez origina in-
defectiblemente un trastorno no sólo desde el punto de vista del interés
particular del Icsionado directamente por la nulidad, sino generalmente
un conflicto con terceras personas vinculadas por el acto nulo. Y ante
este problema, el derecho debe optar entre las dos formas que presenta
la seguridad, como explica Demogue: la estática y la dinámica. En la
seguridad estática se pretende mantener a tolla costa el orden social desde
el punto de vista de los estados rrgulares. Y, sobre todo, cn relación con
las partes dircctampnte afectadas por la nulidad. En cambio, en la segu-
ridad dinámica, se busca el respeto a las situaciones jurídicas que vin-
culando intereses de terceros, o de la <:olectividad en general, han origi-
nado un movimiento de creación y de renlizacíón de situaciones jurídicas
nuevas, cuya destrucción seria perjudicial para los intereses colectivos.
Se plantea, por consiguiente dentro drl principio de la seguridad jurídica,
el primer conflicto: respetar la scguridad estática y sacrificar la dinámica,
o bien, sacrificar la seguridad estática y respetar la dinámica. Es decir,
desamparar los intereses particulares que están de acuerdo con el orden
y con la regularidad, para mantener un conjunto de situaciones jurídicas
que han tenido vida, que han funcionado, que han rinci~lndointereses de
EXISTENCIA DE LOS ACTOS JURIDICOS 221

terceros y que han sido la base dc una serie de transacciones que quedarán
invdidadas si se destruye esa base. Ante este conflicto es el legislador el
que debe, en el articulado d e un código, según los casos, ir resolviendo
cuál seguridad debe prevalecer: la estática o la dinimica. La doctrina clá-
sica prctpnde sicnipre darnos un criterio uniforme; la seguridad cstitiw
es la que cii todo raso del>? procurarsir i.n el dereclio. Todo acto nulo no
debc producir eIcrtos y los qiie pro~isionalmcnte produzca deben ser des-
truidos. Por consiguirnie, la rq~ariiciúii dcl~eser absoluta. No iiitercsa la
svguridad dinimica, i i i las intrrcces en roriilictr,. ni los tiuivas situacio-
nes creadas, ni el desorden que .se origina desde el punto de vista social
al destruir toda una serie de actos y contratos que a trzrGs del ticmpo
adquirieron estabilidad. Este critirio clásico s61o admite un temperamen-
to: en los; casos d e nulidad relativa. el tiznil~o,inediaiite 13 ~~rescripción,
viene a rcalizar la seguridad de las transacciones, la firmeza de los actos
nulos, para que transcurrido cierto plazo prevalczca 13 seguridad diná-
mica sobre la est5tica. Sin embargo, cl legislador i?o ha procedido en cada
dereclio vigente con istc criterio iiiirnnsigeiite y cerrado de la escuela clá-
sica. Admite, no &lo los casos de nulidad relativa en los que el tiempo
viene a estabilizar las transacciones y a dar firmeza a los actos nulos; sino
que reconoce también que en lo; casos considerados como de nulidad ab-
soluta, la seguridad dinámica seri la que se tome en cuenta y el tiempo
podrá lograr la estabilidad de los actos nulos, dindoles firmcza y validez,
a pesar de que si: tratc de formas quc lior sns carartrrísticas están clasi-
ficadas en la nulidad absoluta y quc, de acuerdo con la escuela clisica,
no podrán ~ e convalidadas
r mediante la prescripciúri riegatira.
Se comprueba, por consiguiente, quc e1 legislador tonia cn cuenta este
principio filosbfico-jurídico dc la seguridad dinámica, como valor prefe-
rente para resolver los siguientes proble~nas:
a).-El derecho debe rcalizar el orden y la estabilidad como valores
supremos.
b).-Respeto a 13s situaciones corisolidadas y a los derechos adquiridos.
c).-Firmeza del crédito. por encerrar un principio de interés general
que es preferente al interés particular del perjudicado en la nulidad.
d).-Estabilidad de las propiedades y poscsioncs, a través de la prrs-
cripciiin posiliva, por scr tamliikii prcferentc al interés particular del per-
judicado. Es en materia de propiedad y posesiíin en donde funciona el priii-
cipio de la seguridad dinámica. hIediante la posesión en concepto de dueño,
pacífica. continiia, pública, y durante cierto tiempo; sc adquieren la pro-
222 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

piedad y algunos derechos reales distintos del dominiu, a pesar de que el


título constitutivo sea nulo. Es decir sobre el interés particular del perjn-
dicado en la nulidad, está el interés general de la estabilidad en la pro-
piedad y en la posesión. Por esto los romanos dijeron que la prescripción
era la patrona del género humano. Por esto ya no se Ic otorgan cfectoi.
restitutorios a la nulidad, para restablecer las cosas a su estado primitivo,
cuando se ha adquirido VI dominio, purgando así el vicio de nulidad. Por
esto es falso, que en los casos de nulidad absoluta, la acción sea impres-
rriptible, ya que frente a las acciones de nulidad, el demandante opondró
la excepción de prescripción adquisitiva. Y jristificamos entonces la supe-
rioridad de la segririda<l dinimica sobre la st>guridad rstática. El princi-
pio d e conservacióii s i impone al principio de destrucción; la función
del tiempo viene a convalidar el acto, no obstante su nulidad absoluta o
relativa. La misma razón existe cn materia de relaciones familiares y dt,
relaciones hereditarias. La seguridad dinámica se impone a la seguridad
estática.
Al regular los iasos de nulidad e matrimonio se advierte, que es
en función de la seguridad dinámica, como la ley reglamenta la nulidad
del matrimonio, y como va graduando los efectos. En ci régimen heredita-
rio tenemos un caso de fundamental importancia, el del heredero incapaz
o aparente; las enajenaciones y gravámenes que lleve a cabo w n terceros
de buena fe, son válidos a pesar de que por tratarse de un heredero apa-
rente, no tiene derecho a disponer de los bienes hereditarios. Funciona
nuevamente el principio de la seguridad dinámica para que los terceros ad-
quirentes de buena fe y a titulo oneroso sean respetados. T a m b i h In
seguridad dinámica se presenta rn los casos en que hay un conflicto entre
los terceros adquirentes de buena fe y rl perjudicado por rl acto nulo. El
criterio general del legislador, es considerar preferente 1.1 interés dcl ter.
cero adqiiirente d~ buena f e y a título oneroso, otorgando validez al acto.
a pesar de que el pnajenante no tenga derecho para disponer d e la cosa.
Este principio se consagra generalmente en los Códigos Civiles.
En relación con el principio d r vguridad jurídica. < 1 I~gi9ladortoma en
cuenta los siguiente? datos:
lo.-La ~jecuciónde los actos nulo*
20.--Las diferentes consecuencias tm los actos y contratos instantáneos
y en los actos y contratos de tracto sucesivo. En los casos d e ejecución
hay en vrrdad uiia imposibilidad d r hrclio pn la mayoría de los casos,
EXISTENCIA DE LOS ACTOS IIIRIDl(.O\ ?2{

para lograr el efecto restitutorio de la nulidad. Si: trata de una situación


irrcparahlemente consumada, qiie no puedc, por consiguiente, reponerse,.
Este principio de ejecución está íntimamente ligado coi1 el de seguridad.
porque aquellos actos irreparablemente ejecutados drbeii dar derecho, u1
que los ejecuta, a recibir la prestación, aun cuando el contrato sea nulo.
Su]*orlgamos la nulidad del contrato de prestación de servicios. Una veA
realizado el trabajo, aun cuando rxista alguna causa de nulidad, el dti-
recho debe respetar este principio <le cjrcución, para no decretar la resti-
tución unil;iteral y, por consiguiente, arbitraria. Son respectivameiite i.1
valor justicia, y (11 valor seguridad, los que permiten negar el efecto resti-
iutorio de la nulidad y, por el coiilrario, fundar el efecto conservatorio. El
sirvicio realizado en todas las obligaciones de hacer cuando son bilateralc..
i,s decir, a cambio de unx prestacióii; debe por eqiiidad; para evitar un eir.
riquccimiento sin causa, moti\.nr un paya, aun cuando <:I contrato esté sfect;i-
do de nulidad.
Como coneecuencia <le este principio, se afirma una diferencia ciitre lo-;
contratos instantáneos y los de tracto suce5ivo. En los primeros, geiieral-
mente funciona la seguridad rstática y el efecto rtstitutorio. Es decir, el
principio d e destrucción; en cambio, en los contrato.; de tracto succ~iví>
funciona la seguridad dinámica 1: el principio de coiiservacilii. En lo:
instantáneos, generalmente iio puede halirr situaciones irremediahlemcnic
consumadas, se trata d e una entrega dt: prectacioncr cuya devolucióii si
(5s posihlc. Por ejemplo, la compraventa al contado. En los contratos di.
tracto siicesivo, que suponen un estado o serie de actos realizados en el ticni-
110, cnya destruccióii es imposible; como en los coiitratos de arrendamieiit<i.
+ocir<lad, aparcería, y en los actm ejecutados por el heredero apareiitv.
no <v posiblc la restitución, porque iina de las prestaciones queda drfini-
iivamente realizada y no podría ser restituida. Si se decreta la iiulidacl
(le un arrendamieiito, el inquilino no podrá restituir cl iiso de la cosa; ri
si: decreta la nulidad del título de iin usufructo, <:1 usufructuario no podri
rrstituir el liso y goce percibido. Por esto, rn los contratos de tracto sii-
cesivo. no funcionan ni el principio de rctroactividnd, ni el de restitiirióri.
Dehe 1101 consiguiente fomularse iiiia nueva modificación a la doitriri:?
frariu~s;~. cn cuanto a los efectos drl acto nulo. I\;o es rxacta la regla de q u i
la riiilicl;id declarada implica siempre un restablecimiento para la devoluriirii
<leI:IS ~restaciones.
Icn verdad debe decirse que cuando el acto jiiriiiico nulo origina i t u i i -
cioiles definitivamente con~umadas(sea instnntáiiro o de tracto S U C P S ~ V O ~ .
224 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

no puede haber cfecto restitutorio, sino súlo indemnizatorio; en cambio, si


dicho acto crea situaciones no consumadas (sea instantáneo o de tractn su-
cesivo), entonces sí opera el efecto restitutorio. En consecuencia, lo que im-
porta no es que el acto sea instantáneo o de tracto sucesivo, sino que origine
o no situaciones irreparablemente consumadas.
Principio del equilibrio de los intereses en presencia.-En rigor, de
acuerdo con el desarrollo que antecede, este principio sólo es una mani-
festación de la seguridad dinámica. El legislador debe lograr un equili-
brio de los intereses afectados. El acto nulo provoca un conflicto de inte-
reses que debe ser distinto según que el conflicto tenga un alcance particu-
lar o general. Es decir, según que el acto afecte exclusivamente a una
de las partes, o a terceros en general. Cuando el acto afecta a una de
las partes, para lograr el equilibrio de los intereses, debe decretarse la
nulidad con efecto restitutorio, en aquellos casos en que las situaciones
de hecho lo permitan, porque si existe un principio de ejecución, o se
realizan actos de tracto sucesivo, este principio no puede ser integral. Pero
cuando las situaciones de hecho permiten el efecto restitutorio en forma
integral, el principio de seguridad jurídica aconseja que la mejor forma
de lograr el equilibrio de los intereses afectados, es proteger exclusiva-
mente a una de las partes y, por lo tanto, conceder sólo a ella la acción
de nulidad, para dejar a su arbitrio intentarla o dejarla prescribir, con-
firmar o no confirmar el acto. Pero cuando el conflicto de intereses afecta
a terceros en gencral, o bien, cuando por los actos de ejecución éstos
resultan lesionados, aun cuando la nulidad en su origen afecte sólo a una
persona, la ley debe entonces buscar una armonía de los intereses de los
terceros, en relación con los intireses particulares de las partes en el acto
nulo. Para obtener esta armonía, la nulidad se presenta ante todo como
una ~rotección jurídica. En términos generales, sólo para distinguir las
consecu~nciascoactivos de las demás, sí aceptamos que la nulidad es una
sanción. En la nulidad relativa, existe la finalidad de protección jurídica,
respecto a los intereses particulares del afectado. Si el derecho partiera
de un acto ilícito que habría que castigar, no dejaría a la voluntad del
perjudicado el intentar la nulidad. En cambio, como la nulidad es uno
protección particular o general, cuando el interés lesionado es único, se
deja al arbitrio del perjudicado invocar o no la nulidad; cuando el inte-
rés es múltiple, ya no depende de las partes invocarlo, sino que se con-
cede a todos aquellos lesionados. Esta forma protectora se hace evidente
al concederles acciones en juicio, para pedir en todo tiempo la nulidad.
EXISTENCIA DE LOS ACTOS JURIDICOS 225

Por consigiiicntc, para reso1ver r s t o ~conflictos & interese:, lomanrio eii


cuenta q u d a nulidad es iina protecciiii, el legislador y el juez drheii
primero invcsligar si Iiny iin iiitzrés psriiciiiar exclusivamente lesioiiaclo.
si hay iriiereses d t . terceros dcicrmiriados, afectados por la nulidad, o si
hay iin ititerés ,:i~iicral perjudicado.
Tcncinos tri-S ti1,os ( 1 ~artoc, q11e iios pcrniitrn formular a '11 i r z tres
clasilicacioiics:
al.-Actos <:Iúsicaiiiente considerndos como di: riulidad relativa, por
indapacidad, do!o, violencia o inobservancia de la forma. (Eii rl <raso d r
la inobservancia illi la forma: a ambas parir,s sc IPS ccncedari la accii>i>
de iiulidad.)
b).-Actos i.ri frautle de acreedores. S610 n cicrtos terceros detcrniitia-
do3 se les conccde la acciíin de nulidad. J:stos actos se presentan cuando
el deudor provoca o aumenta sil iiisolvenc'a, ei~ajeiianrloLienes o dere-
chos, para perjudicar a sus acri:edorcs. Son ;?tos, es decir, un número de-
tcrmiiiado de tercerris. los qiie pueden intciitar la accióii de nulidatl. Estc
riúmero dctermiriado puede inteiitar scgúii los distintos drrechos povitiroi
la acciiin cri todo tienipo o CII un plazo determinado.
c).-Uri tercer griipo eslarío represeiit:ido por aquellos actos iiulos qiic
perjudican iiitr.:rsrs gcniralr.9. Acluí teiidremos que citar los actos simu-
lado*. p I<is rontr;itos cori fiiies dcliriuosos, en los que se violan los int+
rc.scs geiirralcr <le la ~ociedn<l.siipiicsio qiic cl contratir es el mcdio d,:
<:ameter un acto iliciio. Porlemos, por coiisiguierite, formular un:l jrrarquíil
de ititereses, y3ra resolver editas di=tiii:os conflictos y niediaritc. un criie-
rio de valorización que sc deje al Irgislndor, drterminar en cada caso, cuál
intcri.5 dehe prevalecrr. !.os rl-rrclios positivos demurstran que siempre
!iri:valece el intcrgs de los ti,rceros e n pencr;il sobre el interCs drl afcctado
cn la nulidsd.
I1rii~cipiode conseiz.iciiíii.---l.:stepriixipio podemos dividirlo en dos
parte^: 1:s.-11
-
drl resprto; !; 2n.- I:! (le los hechos coiisuniado::.
Conforme al principio de coriscri-s~il>n, )- dc acucrdo con las coiii liiiionc:
anreiiores. d~l,eti rr.=pviars<: los dereciios adquiridos, las ~ituacionesconso-
Lidadns por 11 ~>rescripciúii~iusitiva.13s al~aiidoiiada~ pcr el iio <:jeri:icio
del dcrcclio (los casos d e prescripciún negativ3) y todos aclui.llis raso..
en que iniervirnen terceros adquirentes dc Luena fe y a titulo oneroso.
La s e p i i d a partc drl priiici~lio de conszrr~:!cii>ntiriir rilis I.irn un al-
cance d p orden fisico. El rc:pcto a las siiuacioncs de Iiccho irreparable-
226 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

mente consunindai, por las pc~rturbacioiiesque originarían los efectos rcs-


litutorios de la nulidad. En las eiiajeoacioiies de cosas, cuando éstas han
sido transformadas, consumadas, deterioradas o enajenadas a tercero, hay
una situación irreparablemente consumada. Ni se lograría el efecto res.
titutorio, ni se respetarían los derechos legítimos de los terceros adquiren-
tes, cuando hubiese habido distintas enejanacionffi. Por esto debe preva-
lecer el principio de conservación.
Principio de destrucción.-En oposicióii al principio anterior, existe el
de destrucción o reposición, que ha sido cl único que la escuela clásica
considera fundamental eii materia de nulidades. La doctrina clásica fran-
cesa pas6 por alto los principios de seguridad, equilibrio de los intereses
en coidiicto, y conservación, para enfocar el prablema a través del prin-
cipio de destruccibn. i G decir, se postula coino consecucncia primaria eii
la nulidad, la restitución de las prestaciones, la reposicibn de las cosas a
su estado priinitivo y la retroactividad en cuanto a una reparación intc-
gral. Este l>rincipio de destrucción, en realidad debe ser sobordiri3da a los
tres que primeramente hemos cnuiiciado, porque la restitiición cSlo debe
fniicionar, cuando iio se violan los intereses Icgítiinos de tercero y cuando
exisle una posibilidad de hecho o jurídica, eii cuanto a la restituciún. Para
regular este priiicipio, es necesario distinguir: primrrn la reparación ma-
terial; eii seguiido término la restitución jurídica quc puede ser unilateral
o reciprom y, en tercer lugar, la compeiisacióii en diiicro o valores. Una
vez que por la aplicacibn de los principios anteriores, cl legislador con-
sidera pertinente decretar el electo rcstitutorio de la nulidad, puede ha-
ierlo eri una forma material, cuando sea menester destruir de bccho ciertas
obras realizadas, o bien, en uiia forma jurídica, cuando sea necesaria una
devolución de prestaciones. Según intervenoa la buena o mala fe, puede
haber resiituciún unilateral o recíproca, que puede ser integral o simple-
nieote compensatoria. Es integral, cuando las cosas restituidas se devuelven
en especie. Por ejemplo, en la permuta. La restitución puede ser com-
pensatoria, cuaiido se trata de bienes fungibles. También funciona este
principio compensatorio en los casos de frutos e intereses.
El prirlcipw de retrouctividad.-Intimamente ligados los efectos resti-
tutorio~con los retroactivos, Iiaii caracterizado a la nulidad como la san.
ción más perfecta del derecho, por cuanto que logran un restablecimiento
absoluto, volviendo las cosas a su estado primitivo. Por consiguiente, la
doctrina clisica ha ligado rl efecto restitutorio con el principio d~ la rt-
truactivi~lad,para lograr la i.clinr;irióii coinpli.tn, 11rirando al acto d e ~ o & >
efetto, y d?stru)crido los de c~~:II:LPI.p r o \ i ~ i o i i i ~ql ~ r est: h ~ l l > i c r e rea1iz.i~
~l
do. Dc r i t n rnniiern. ni,!, i.ii;:i~clo:iiiiiii!c q!ic la nulidad r ~ l s t i v zl ~ r < ~ d ~ ~ ~ ~
efectos )>rcivi:.iorialc-, <Ii:liotic qlic &tos wi:iii d r ~ r i i i d i i s forni:~ r:rtri>-
activa c1131id0 sc proliui~cic; por x ~ i i t ~ ~ i 1Iü ~ i riiiilidnci.
l I'ara los acms afcc.
tadcs ?,e iiulidacl al>soluta se II;I i\is<uii<lort:s[>rc.io s In ~~osiliiliilnd de q u r
exislnn rfccto; Iirovisiona:i= y 10:. ;iiilores r l i i i , ;i<lrnitr~ic::I:,,s ~ f x t n ; , <;uii-
~ i d c r a r iqiir ~.oiriorii rl ra.-i~ (11. 1.1 i<.lntitn3 rlii<~<l:ir;iiiiI<.ctrt~idosr!iuiido
e1 jiiez In <I<wlr;-cpor ~cntc-i;i,i.i.
E n este i i s p ~ c t ~COIIIL) , 1.11 10- iir~nli-.l,i gr~iivra/iz:~viórt<i<i lil d o c t r i n ~
ciásirn r c dcmilsindci nhsuI~!a. i::i-iiii<lo 1,or alto iiii i:oiijiiiiirr di, ctisos rri
10s qitt! 110 ~ L I C , I C « p r r a r la ~iulidaclcon alcniicc rrtt.o;irii\o.
Es iicresai-io clistiiigiiir el <,fccto i-i,troncii\i> r o i i ri'!;i<i;)ii ;i las ll;;rtc*,
y con r e ~ ] w c t oa ici.r:rc>;.
En rclücióri con l a i ~ l r i i t ~ iii , -.,i i r z v. I u m : i - ~ <lií'<,ri,iiii,!r .i<.t*i-
!ti.+

d e rralizacióii i t t e t . d l o l iizair> siicisiir>. i i i i i.oiiio li>s q u r


irnpli<:an situüciotirs i i . r c l ~ a r ~ l I ~ m e ri,oli-llii~adas.
rtr y I i b i q w romprcnilen
- i l i i a c i o i i ~siis<rl>iil~Ics
~ de rcstiti:<i<'~:~.
I.:n c,in111<>:! 10s 38:ioc d<l rr.n!irüciiari t t . J I 7 m i : si-
t u ~ c ; , > i i c irril,.i~~
s ~hlriric,i~e~ ~ u n s i i n i a ~ l :i
u i . ucrfitamoi cii l,riii<i:>ii,iii rcz-
t i t u c i h con v a r i i t r r rrtron<.iivo aliaoliiii>. :Sin tmbargo, ;l¿ri vri esto5 acto5
el Ir,oisladí~r. ir>rnaildo eii vitriiin c! liri: <.i!iio <Ir ii,piirii!ad <liiiimica ! ri
del eq1~ilit>rio<Ic k:. ; n t r r < s q l~rv.v~~wi:~, a:i <,amo V I de j~tt>tc~r<iGn para
los Lprccroi n<ic,i$ir?iilesdi. hiti:ii:i t i , . ni1,riiic :~xce~ii~ioiies, qtiv c ~ inrayil- o
r;iri~<~- rscnln Iiodi.rnos <,iicontr:ir t.1: 1.):; dis!ir:!<is <Irrr.rlioj ]>oiiti\-05.
1;~i los act!>s ~1'. trncio sur.?-iro, <latln la i c r i i (le sitiincio~irsjuridicas
qUt; C ~ i ~ ~ ~ ~ ~ l lsCL rt~a1~7,;l~l
~ ~ l ~ ~ 2l ~tr:~\:> n l C dc: 1111 ll~ri0110 t 1 i k O 111 :170S 1 : l ~ ~ O .
cl piiiiripio i.l:i.iro de ln rcsiitiici;>ii <:o11 alrnnre rctroar.ti\ri j)ierdp ;!I c3-
r:ii.t:.r d<: i-cylii griicrnl, para coiiii,rliis< rii mri-~ici6ii.Siitnmcntc r.1 legis-
l:111or 1ior1~.< (1 j ~ r r g oel ~ O I I ~ I I I ~ I <: >{ ( ~pri~:cil~ios
a j : i c r i ( t r ~ : ~ ~ rcn!~ncindos
~t<: y,

rnnclii~. ljor una irnyo~ihiiidii~l rlt. h<x:lio, la ¡<,y n o :lecrí,t.i. ni liiir!de <Ircr<
lar 1.: d ~ s t r i i c r ii.i.troactlvn
~~~~ <!c idcclus.

I:inalmciiii; lu- actos qoi. origiiiail sitiiarionis su.:e;,tibir:i <le r e p o r i ~


.,
<:ioii, a u n ciiarido ginerairneiiic eil rllos la niili<lad fiiiiriotin ríiii carácti;
retroactivo. piiede no operar rii 1 . q ~ iririnn.
220 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

De lo expuesto se a'edace que a l lado del prirzcipio d e la retroactividnd,


funciona también en forma constante el de la irretroactiuidad.
Y si esto lo decimod en relacijn con las partes, respecto a terceros el
carácter retroactivo pierde aún niás su eficacia.
P o r lo Lanto, no podcmos admitir, con la escuela clisica, que la repo-
siciijii con alcance retroactivo absoluto, sea un principio general en ma-
trria dc nulidadcs.
En el curso de rste estudio hcmos tenido oportunidad de comprobar
la tesis que aniccedc, por lo que formulamos las siguientes conclusiones:
a).--La retroactividad opfra, por regla general, entre las partes, para
los actos iiistantáneos susceptibles de reposicibn.
b).-La retroactividad también funciona entre las partes, para los ac-
tos de tracto sucesivo cuyos efectos no se liayan consumado en Corma irre-
parable.
C ).-La retroactividad es inoperante respecto a las partes en los actos
que implican situaciones irreparableniente consumadas.
d).-La retroactividad es inoperante respecto a terceros adquireiites
dc buena fe y a título oneroso, aun cuaiido se trate de actos instantáneos
o de situaciones consumadas o no en forma irreparable.
e).-La retroactividad es inoperante en materia de nulidad respecto
a las situaciones jurídicas coiistituídas por la prescripción positiva (ad-
quisición de la propiedad y además derechos rcales por la posesiln con
10s ~.c:quisitos legales).

E1 principio d e protección.-Hemos dicho ya que la nulidad es aiue


todo a n a prot:2cción a intereses purlicalares o generales.
La mejor demostración de nuestra tesis resulta evidente ante el hecho
de que en la niilidad relativa depende de la voluritad del perjudicado in-
tentar o no la acciún y, por consiguiente, darle o no efectos al acto. Si
la iiulidad Cuera $610 una sanción, la ley no podría pirrnitir la vonvalida-
: ción del acto por la simple ratificación expresa o tácita, sino que inde-
pendientemente de la voluntad del perjudicado, la drcretaría.
i
1)esde otro punto de vista se aprecia el carácter de simple protección
jurídica en Ir nulidad, tanto en la absoluta como en la relativa, si se toma
e11 cuenta que en la primera, a1 caracterizarse como inconfirmable, impres-
criptible y susceptible de invocarsi por todo interesado, lo único qiic ha
buscado el legislador es proteger cn forma absoluta los intereses generalrs
E.YIS1'ENCIj\ DE LOS ACTOS JUIIIDICO5 229

de la sociedad o de los terceros dircciamiiite alcctüdou, contra los actos


cuyo objeto, motivo o Iin, son contrarios a las lcyes dc orden i~úblicoo
a 13s buenas costiimhres. Si la niilidad Iuncionara ~irincipalmente como
sanción, toda nulidad ahsoluta debt,ría operar dc pleno derccho y por mi-
nistprio de ley, sin iiccesidad di: q u c se Iiicicra valer crimo acci6ri n com<,
excepción, y jamis el acto podría tener cfcctos privisionalrs. En efccto, el
ataque a los iiitereses generales, por la cclelir~c'óiide actos jurídicos (mu-
nifestaciones de voluntad con intt:iición de producir cunsecueiicias de de-
reclio) con fin ilícito, puede cooirarrTstarse dentro dc l : ~t6ciiica jui-iilica.
en dos formas: a ) .-Con la sancióri, y 11).-Con la prutrciibn a los prr.
judicados. El primrr sistema, que es cl ac<.ptndo por los teó-
ricos de la iiulidad, no es en iiuestio concepto cl qiic verdaderamente ir
deiimeiide dc los códigos u legi.ilacioiies sohrc la maieri:~, IJUes auii cuando
es iiniforine la creencia de que la nulidad se presenta como la sanción
perfecta del dcrccl~oprivado, al privar al acto de coiisecuriicias jurídicas,
esio drbe eiitendcrse así dintro de uii concepto ainpii&no de Id sani,i6ri.
para diferenciar en general las coiisecut~iii~ias coaciivaa de las no coaciivas.
Ahora bien, enfocada la cuiiiiún dcsde un punto de >isla rnás concrrto,
es decir, sin Ins pretensiones de una teoría geiicral que sirva d e criterio
para clasificar las consecuencias jurídicas, crcenios que se purdn sostener.
con apoyo en el dcreclio positivo, que la nulidad prrsenia, sobre todo cn
los casos de anulabilidad, la5 caractcrísiicas dc utna irirdida juridica pro-
tectora pars diterminados intereses ~>crjudicados.Es así conio ,>odria de-
cirse que dentro dcl géiicro de las niedidas jurídicas represivas o saiicio-
nadoras, unas lo haceii prutcgiendo iiitcreses por iiiia i>nrt<:y s~nr:ionand;i
actos perjiidicia1t:s a esni iritcrtse~.O dicho e11 otras palabras, lo quc F>
pro:n-ción para el afectarlo, sc presciita conio sanción para c1 autor dri
h ~ c l i oilícito (dolo, riolcncia, Ic>ión, n i ~ l : fc,
~ o ilicihid rir rcnerel r n rl
objeto, motivo, fiii o contlicióii del acto jilrírlicoj.
Concebida 13 nulidad conio sanción, iio debe drpciider di. la voluntad
del perjudicado intentar o no la occiúii. sino qne í:;ia, como pena; debi,
proceder de oficio, y el órgaiio cctatal dihe tener la ul,ligaciún dc decla.
rarla siemlire que se prcseiiten las circ~ii>stanciasrequeridas al rfecto por
la norma jurídica. Aliora Iiieii, como csto no ocurre eii 1.1 derccho posi-
tivo, sino que aún en los casos iie niilidad absoluta, Fsta produce, iior regla
general efectos provisioiiales, que debrii ser dcstruidns por sciitencia, pro-
cede coiicluir que en el derecho positivo. la t&ciiica ha reglacientado la
nulidad considrrindola iundameiitalmrnie romo m~riidajiiridiru protectora.
excepto cuando de plaiio la ley priva a1 acto jurídico de toda clase de
consecuencias, sin necesidad de una declaración judicial. Esta hipótesis se
realiza en los actos en que el legislador así lo declara expresamente, en cu-
ya hipótesis no será menester que la nulidad se haga valer por vía de acción
o d e excepción, concretándose el juez a reconocerla y declararla en su
caso, cuando se cumplan los requisitos previstos para que opere.
En cambio, cuando la nulidad se presenta como medida jurídica pro-
tectora, simpl-mente es un recurso eficaz quc la lry otorga a l perjudicado,
dicdole la posibilidad normativa de defenderse contra el acto irregular,
por la vía de acción o de excepción. Dada la diversa naturaleza de los in.
tereses lesionados, cs también lógico que en la nulidad relativa, s61o el
incapaz, el que ha sufrido los vicios de la voluntad, o cualquiera de las
partes en el acto informal, sean los capacitados para intentar la acción
i,orrcspondiente. Eri los casos en que el acto nulo afecta a tcrceros, o en
general, a la sociedad, la nulidad tiene ya el carácter mixto de protección
y sanción a la vez, y por esto se permite a dichos trrceros y al Ministerio
IJúblico conio representnnte dc la sociedad, impugnar el acto. Esta protec-
ción jurídica dada la naturaleza general de los derechos lesionados, debe
ser absolutic y, por tanto, imprescriptihlc; para que en todo tiempo cual-
quiera de los perjudicados pueda hacerla valer. Además, no podrá dejarse
al arhitrio de uiio de ellos convalidar el acto por ratificación tncita o ex-
lrtaa, dado que son múltiples los intereses afectados. Es por esto que la
nulidad ahsoluta se concede con el carácter de iiiconfirmahle o imprescrip-
tilde, y la acción se otorga a todo interesado.
Por otra parte, su caricter mismo de protección jurídica tios permite
entender por qué en algurios casos no se concede la nulidad, o por lo me-
nos no funciona con su alcance restitutorio integral, dado que existe un
conflicto de valores por proteger, y las necesidades que informati los prin-
cipios de seguridad jurídica, equilibrio de intereses en presencia, conser-
vaciún de las situacioiies estabilizadas o prescritas, imponen un respeto ii
lo: derechos adquiridos y, por tanto, el legilador en cada caso dche ir gra-
duando el efecto restiiutorio de las nulidades, para reconocer una verda-
dera jerarquía de efectos. Esperamos que no obstante la vieja tradición
jurídica que pesa sobre los teóricos rn esta maieria de las nulidadis, por
culpa de la intransigencia de la escuela clásica francesa, comience ya a
ceder ante la evidencia de las nuevas conquistas logradas por la Filosofía
del Derecho, que afortunadamente, para el pensamiento jurídico coutempo-
ráneo, tienen la virtud de demostrar que un conjunto de instituciones bá-
sic3-i del derecho r i ~ i l .se !i:iii rhborado coi, el poLrz metodo exegctico o
casiiístico, c:s clccir, coii i i n ~i;tcnia cn el co.11 In pi>hrcz:i do generalizaciúri
f!s sri car,ii:leri5tica ?;.riicinl. I:it:iinos rii!~) kjo- de i,rt:cr ,{u<:el piii?;iniicnt<s
jiir(dico sc detuvo cii 1::- !ir5itiiüs :h;>t~iilar.ioni,.:ioni;iiiai, 4) r:i1 <:I cori-

,iiili!!> de sistcnias f~irrl~iriro? ~!aíi«icdosn la i t r ~di, v ~ u sidinc, rari,iitcs de


tina filosofin jiii-iilicii in<!i=l:c:i-il,lc para i'iiiidar esa acrii dc <:otirlusioiic~
c1ti.. cx la mavoria i l o lo- < ; i c : i - ir fui-niula~irlr-xrticiilindolas di, nn siulrni:<
;;c!!eral.
La i n a t c r i ~ilt: los irtilirlndi.~<lem:iiutr;i jr~ii.iini:iit<: qiic esta i114itu~iÓl1
gc.r\<.r:il del r!rrcclio. I,iiedc y <li4>eartic:iliiisr coi] i1 prol,len12 ii!;>r.bficii
q ~ i ese refiere a los fiii:,s í!ltirnos i!c lo<!<> :;i:l?nia jirriilico: In ?ez:iiir;nd, 1:i
justicia, rl hii.11 conikri, la paz púhiii:;~. c.1 equilibrio di, 10s iritcrrses eii p r t -
sen<:ia r , i . i ~ co~iflicto~ el r!,:piio :: 11s sitiiacion[<s juridira; coris<>lidad:~.
por l a I,i-eicri!ii.ii>n, criiiio Iii ~iati-unadel ;&tiero Iiuiria,io.
Tnrnbi<:n el problr~iiaiic las nulidades iio sólo dclic srr ~~eiislido iclco-
liigicarriciiic, sino asiolí>yicamente, pues b i i i uii crit~i-ioque forniiilf: iina
jerarquía d e iiilnrci, iio es posible ela¡>or:ir uri siitiniii jiirí<licn qiic a1i:ir-
qui: en todos ~ u aspectos s ei <lificil 11rol)lenin Jti las iiiilidadr~s.
Turii;ir:do en ciiznta l;i cli~tinta ~intur;il:-ali jurídir:n di: las ni:lidi!di-
alisolutis o relat'viis, ~ioileriiosprolioiii,r, relativnin:.titr al i,rir~i:iliiodi. pro-
tecciúii. l a c1iii;iIicaclÚri ziguiciile:
Cunnclo los intereses afeciados son soiaiiic:iic di: una <!<: 1:s partes. t;i
protccciún sc concedo ron el c z r k t e r iiriil:i/<.rrrl (incaIi;i<.id:irl, i-rror.
do!,), violencia y lesiijii).
Cuaiido los iiiterises lesioii;irlci~ i:oii la iiuliil~d se r r l i i i ~ ; i ti :ini!ia-
partes, la protccciúit se coiriedc cori el ciráctir dc Lilutcnl/, t;ll coi,i ocurrt.
eir 10s cotitratos y corivenios cuando iio EC o l ~ i r r ~laa fointii 11rr-<:ritnp o r
13 1:,y, yn que ambas partes pucden iiiteiit~r13 act.iOri d- nulid,id.

Cuando se a t x a a los iniereses gener~les !actos r,jccuta<los cii <<:ci:rii


de lus leyes d e ordcii púbiicu o de 13s bu?iias rostumbri:s), la protecc:iÚi!
se coiiccde bien sea <:mel c ~ ~ r i c k dcr general, otorgando ar,cií>n al Minis.
tcrio Público, 31 Fisco cri cirrios casos, y a los terceros itiirr:-ldui. o coi,
el carácter d e colecliiir riiira ciertos tcrceroi ciliccial y directamcrii<i ufec-
tados, como los iicrredoris t t i las acciones paiilinna y dc t.inula<:iiii; cii rl
sistema de los C ú d i ~ o smo<leriio:;, que para i d t - i.,~:con.i<!vr::i> i> rpi<:5:. ir.i-
ta de actos nulos.
232 RAFAEL ROJINA VILLEGAS

Por consiguiente, existen dos formas de la protección jurídica en ma-


teria de nulidades: 1.-Particular, y 11.- General.-La particular, puede
ser: a ) .-Unilateral, y b ) .-Bilateral.-La gciieral, puedc ser: a ) .-Ce-
neral en sentido estricto y b).-Colectiva.

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