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índice

Prefacio .................. 11

In t r o d u c c ió n ..................... 29
Los p re p a ra tiv o s p a ra el viaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Libro prim ero : E l t r a z a d o del mapa del viaje . . . . . . . . . . .. 39


U na gu ía p rá c tic a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 41
Los a rq u e tip o s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 60
Ei h é ro e ............................. 65
El m e n to r: el a n c ia n o o a n c ia n a sa b io s . . . . . . . . . . . . . . .. 76
El g u a rd iá n d el u m b ra l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 87
. El h e ra ld o ............. 91
La figura c a m b ia n te ..................... 95
La so m b ra ............. 101
El e m b a u c a d o r . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 106

L ibro seg u n d o : L as etapas del viaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111


P rim era etapa: El m u n d o o rd in a rio . .................................. 113
L I.I.IA1J.UAHAHAW íV
*.1". 1njni.H-Vil M
. «{ i nundar <
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fc

Tercera etapa: El re c h a z o d e la lla m a d a ............. 140


C uarta etapa: El en cu en tro con el m en to r ., . 149
Q u in ta etapa: La trav esía d e l p rim e r u m b ra l ............. 160
Sexta etapa: Las p ru e b a s , los alia d o s, lo s e n e m ig o s . . . . . . . 167
S é p tim a e ta p a : La a p ro x im a c ió n a la c a v e rn a
más profunda ...................... 176
O ctava etapa: La o d isea (el c alv ario ) ................. 190
N o v en a etapa: La re c o m p e n s a ................ 212
10 EL V IA J E D E L E S C R ITO R

D écim a etapa: El cam ino de r e g r e s o ..................................... 224


U ndécim a etapa: L a resurrección .......................................... 233
Duodécim a etapa: El retom o con elelixir ............................ 252

E p ilo g o ............................................................................................................... ■2 6 9
U na m irada retrospectiva sobre el viaje .............................. 271

A p É n d i c e s .................................................................................................................................... ..3 3 9

Film ografia ............................................................................. -341


Esquem a del viaje del h é r o e ................................................... 351
Bibliografía ................................................................................... •353
índice alfabético ...................................................................... 355

É
Prefacio
N o pretendo imitar a la n aturaleza.
Intento en con trar los principios que ella emplea.
(R. B uckm inster F u lle r)

n libro surge com o las olas que se arrastran y rom pen al llegar a
U la orilla. Las ideas irra d ia n desde la m ente del autor y c o lisio n a n
con las m entes de sus lectores, hecho que dispara nuevas olas que
regresan al autor. A su vez éstas generan otros pensam ientos y em a­
naciones, y el ciclo se repite. Los conceptos descritos en E l v i a j e d e l
e s c r i t o r se irradiaron, y es ahora cuando resuenan a m odo de críti­
cas y retos m uy interesantes, así com o en la fo rm a de vibraciones de
com plicidad y simpatía. He aquí, pues, m i reacción ante todas esas
olas que me han bañado desde la publicación del libro, y a las nue­
vas olas que envié com o respuesta.
E n este volum en expuse la serie de conceptos que se conoce con el
nom bre de El viaje del héroe, que proceden de la honda estructura de la
psicología de C arl G. Jung y los estudios m íticos de Joseph Cam pbell.
Traté de establecer una relación entre esas ideas y la narración de h is­
torias, con la esperanza de generar una guía para el escritor que lo con­
duzca hasta tan excelentes dones desde lo m ás ín tim o de n o so tro s y
nuestro m ás rem oto pasado. Inicié este periplo en busca de los princi­
pios de la narración de historias, si bien a lo largo del camino hallé algo
m ás: una serie de principios para vivir. Llegué a la creencia de que el
viaje del héroe no es m ás que un m anual para vivir, un com pleto m a­
nual de instrucciones para el desarrollo del arte de ser humano.
El viaje del héroe no es una invención, antes bien se trata de una
observación. Es el reconocim iento de un herm oso deseo, de unos
principios que gobiernan la conducta de la vida y el m undo de la na­
rración de historias, del m ism o m odo que la física y la quím ica rigen
el m undo físico que nos circunda. R esulta difícil eludir la sensación
12 EL VIAJE DEL ESCRITOR

de que, en efecto, el viaje del héroe existe en alguna parte, existe de


algún m odo, com o una realidad eterna quizás, que adopta la form a
de un ideal platónico, que se trata de un m odelo divino. D e este
m odelo pueden producirse copias infinitas y m uy variadas, siendo
así que en cada una de ellas resuena el espíritu esencial de la forma.
El viaje del héroe consiste en un patrón que parece extenderse \
adentrarse en m uchas dim ensiones, de suerte que describe m ás de
una sola realidad. D escribe con precisión, entre otras cosas, el pro­
ceso de la realización de un viaje, las diferentes partes necesarias
para el buen funcionam iento de una historia, los gozos y las m ise­
rias del oficio de escritor y el tránsito de u n alm a por esta vida.
U n libro que explora sem ejante patrón participa, naturalm ente,
de esa cualidad pluridimensional. El. v i a j e del e s c r i t o r fue concebi­
do com o una guía práctica para escritores, pudiendo asim ism o leer­
se com o una guía de aquellas lecciones de la vida que han sido m e­
ticulosam ente construidas y reflejadas en las narraciones de todos
los tiem pos. A lgunas personas lo han usado incluso com o una suer­
te de guía de viaje, donde se predicen los altibajos inevitables en la
realización de cualquier viaje geográfico o físico.
Ciertas personas dicen que el iibro les ha afectado en un nivel que
bien puede no tener relación alguna con el negocio de contar histo­
rias o la escritura de un g u ió n . En la descripción del viaje del héroe
podrían haber extraído u n mayor y m ás hondo conocim iento de su
propia vida, hallando un modo o una m etáfora de gran utilidad para
la percepción de las cosas que los rodean, incluso un lenguaje o prin­
cipio que define sus problem as y sugiere cóm o resolverlos. A sí las co ­
sas. reco n o cen sus problem as en el calvario que padecen los héroes
m íticos y literarios, y obtienen sosiego de las historias, que les pro­
porcionan abundantes estrategias (cuya eficacia dem uestra el paso
del tiem p o ) para la supervivencia, la consecución del éxito y la dicha.
Otros m uchos encuentran en este libro una validación de sus
propias observaciones y principios. D e tarde en tarde m e topo con
gente que conoce bien el viaje del héroe, aunque puede que nunca lo
haya oído nom brar de esa m anera. Cuando leen sobre el viaje u oyen
descripciones del m ism o, experim entan el placentero im pacto del re­
conocim iento com o resultado de la resonancia de dichos m odelos al
cotejar lo visto en las historias y en sus propias vidas. Tuve la m ism a
sensación cuando p o r vez p rim era descubrí estos conceptos en el
texto de Cam pbell, The Hero w ith a Thousand Faces (El poder del
m ito), y le oí hablar de ellos con una pasión contagiosa. El propio
Cam pbell sintió lo m ism o cuando escuchó por vez prim era a
PREFACIO 13

H einrich Zim m er, su m entor, hablando de mitología. En Zim m er re­


conoció un a actitud com partida respecto a los m itos; a saber, que no
son teorías abstractas ni las peculiares creencias de los pueblos de la
A ntigüedad, sino m odelos prácticos de los que podem os extraer v a­
liosas ensenanzas para vivir.

Una guia práctica

L a intención original de este libro consistía en producir un m anual


accesible y práctico de escritura, redactado con los pies en el suelo,
edificado alrededor de estos elem entos m íticos que vuelan a tanta al­
tura. Ceñido a este espíritu pragm ático, m e siento recom pensado
cuando tantos lectores opinan que el texto constituye una guía m uy
útil para la escritura. Los escritores profesionales, com o los noveles
y los estudiantes, afirm an que es una herram ienta m uy útil, que v a­
lida sus instintos y les proporciona nuevos conceptos y principios
que aplicar en sus relatos. Los ejecutivos del m undo del cine y la te­
levisión, los productores y los directores m e explican que el libro ha
tenido una gran y positiva influencia en sus proyectos y les ha ayu­
dado a solventar algunos problem as que surgían a su paso. Los n o ­
velistas, dram aturgos, actores y profesores de escritura han puesto
en práctica las ideas aquí expuestas en su propio trabajo.
A fortunadam ente, el libro ha tenido aceptación y se ha converti­
do en uno de los m anuales de uso corriente en H o lly w o o d y es m uy
empleado en la elaboración de guiones para las pantallas. Tanto es
así, que la revista Spy llegó a calificarlo como «la nueva Biblia de la
industria». Las diversas ediciones internacionales del texto (las del
Reino Unido, la alemana, la francesa, la portuguesa, la italiana, la is­
landesa y la versión en lengua española que tiene ahora entre sus
m anos) han contribuido a que traspase las fronteras del gran H olly­
w ood y alcance la com unidad m undial de narradores de historias.
Cineastas y estudiantes de m uchos países han m anifestado su inte­
rés por la idea del viaje del héroe y su aprecio por el libro como una
guía práctica p ara el diseño y la resolución de historias.
E l viaje del escritor , entretanto, ha sido llevado a la práctica de
m aneras m uy diversas, no sólo p o r escritores que cultivan géneros y
form as de expresión m uy distintos, sino tam bién p o r m aestros y p ro ­
fesores, psicólogos, ejecutivos del m undo de la publicidad, personal
penitenciario, diseñadores de videojuegos y estudiosos de los m itos
y la cultura popular.
14 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Estoy convencido de que los principios que encierra el viaje del


héroe han tenido una vasta influencia en la elaboración de las histo­
rias del pasado y m ás honda habrá de ser su influencia en el futuro,
a m edida que las nuevas hornadas de narradores sean conscientes de
su existencia. El gran logro de Joseph Campbell fue la articulación
nítida y clara de algo que había estado ahí siempre, es decir, la arti­
culación de los principios de la vida que se encuentran arraigados en
la estructura de las historias. Puso p o r escrito las norm as no escritas
de la relación de historias, y todo indica que con ello estimuló a los
autores para que desafiaran, verificaran y em bellecieran el viaje del
héroe. H oy p o r hoy, atisbo signos de que los escritores están ju g a n ­
do con estas ideas e incluso introducen un lenguaje y térm inos
« c a m p b e llia n o s» en sus obras dram áticas.
L a tom a de conciencia de estos m odelos puede ser una bendición
agridulce, y a que resulta sencillo generar clichés vacíos e irreflexivos y
estereotipos partiendo de esta m atriz. El uso consciente y cargado de
este m odelo puede resultar tedioso y m uy predecible. Pero si los escri­
tores asim ilan estas ideas y las recrean con un enfoque fresco y en com ­
binaciones sorprendentes, pueden construir nuevas y asom brosas fo r­
m as y diseños originales derivados de los roles antiguos e inmutables.

Cuestiones y críticas

Es necesario tener un gran enemigo para construir un gran avión.


(Dicho popular de las Fuerzas Aéreas)

Inevitablem ente, algunos de los aspectos del libro han sido puestos
en tela de juicio o criticados. Y o recibo estas críticas com o un signo
de que las ideas que en él se vierten son objeto de discusión. Tengo
la certeza de haber aprendido m ás de los retos que de las reacciones
positivas. E scribir un libro puede ser, tal com o afirm a el historiador
Paul Johnson, «la única vía para estudiar sistem áticam ente un asun­
to, con un propósito concreto y de form a retentiva.» C osechar re s­
puestas, sean positivas o negativas, form a parte de ese estudio.
D esde que se publicó el libro en 1993 he seguido trabajando en
el negocio cinem atográfico, en la Disney primero y ahora en la F OX .
A sí, he tenido la oportunidad de probar los conceptos del viaje del
héroe a lo grande. Pude v er dónde funcionaba y tam bién dónde mi
PREFACIO 15

entendim iento del asunto se quedaba corto y requería ciertos ajus­


tes. M is creencias sobre aquello que conform a un a buena historia
fueron puestas a prueba en los ruedos m ás duros que hay sobre la
t i e r r a -la s c o n f e r e n c ia s s o b re g u io n e s q u e se c e le b r a n en
Hollyw ood y el m ercado m undial-, y confío que m i entendim iento
haya crecido y se haya enriquecido a partir de las objeciones, las du­
das y las cuestiones planteadas po r m is estim ados colegas, así com o
con la reacción om ním oda del público.
Igualm ente, sostuve un apretado calendario de conferencias en
tom o al texto Et. v i a j e del ESCRITOR que m e llevó m ucho m as allá de
la literalidad y los límites geográficos de H ollyw ood. de suerte que
m e abrí al m ayor y m ás amplio m undo de H ollyw ood, en otras p a­
labras, a la com unidad cinem atográfica internacional. Y tuve la fo r­
tuna de constatar cómo las ideas incluidas en el viaje del héroe se
despliegan en culturas m uy distintas a la que m e vio nacer a m edida
que mi itinerario me llevaba a Barcelona, la isla de M aui. Berlín.
R om a, L ondres, Sydney y otros m uchos lugares.
Los gustos y el pensam iento locales pusieron en tela de juicio
m uchas de las facetas de la idea central del viaje del héroe, a m enu­
do con severidad. Cada cultura posee un a orientación única que la
posiciona con respecto al viaje del héroe, y algo hay en el carácter
autóctono que se resiste a dar validez a algunos de sus térm inos, de­
finiéndolos de m anera distinta o bien dotándolos de un én fasis dife­
rente. M i m arco teórico se h a visto zarandeado desde todos los án­
gulos, lo cual, según creo, constituye su riqueza.

U n a fo rm a , q u e n o u n a f ó r m u la

En prim er lugar. debo abordar una objeción significativa que se ha


hecho a E l v i a j e del e s c r i i o r : la sospecha p o r parte de críticos y ar­
tistas de que supone una fórm ula que propicia la repetición vacía.
N os hallam os frente a una gran disyuntiva acerca de la teoría y la
práctica de estos postulados. A algunos escritores p ro fe sio n a le s les
disgusta la idea de analizar el proceso creativo, y recom iendan a sus
pupilos que ignoren textos y m aestros y, sencillamente, se pongan
« m an o s a la obra». A lgunos artistas optan por evitar todo pensa­
m iento sistem ático, rechazan todos los principios. ideales. escuelas
de pensam iento, teorías, patrones, m odelos y diseños. En su opinión.
el arte es un proceso enteram ente intuitivo que no puede acom eter­
se desde las norm as y que jam ás debería ser reducido a una fó rm u ­
16 EL VIAJE DEL ESCRITOR

la. Y no yerran al decirlo. En el interior de cada artista existe un lu­


gar sagrado donde todas las reglas se disipan o se olvidan delibera­
dam ente, donde nada im porta salvo las decisiones instintivas que
nacen del corazón y el alma del artista.
Con todo, eso es tam bién un principio, y cuantos dicen que re­
chazan las teorías y los principios no pueden evitar adscribirse a al­
gunos de ellos: evitar todas las fórm ulas, desconfiar del orden y los
m odelos, resistirse a la tradición y la lógica.
Los artistas que basan su labor en el principio del rechazo a todas
las form as son, sin duda, dependientes de la form a. L a frescura y la
em oción que suscita su trabajo procede del contraste con el predo­
m inio de las fórm ulas y los m odelos en la cultura. Em pero, estos ar­
tistas corren el riesgo de llegar tan sólo a una audiencia m inoritaria,
dado que una gran m ayoría de la gente no es capaz de relacionarse
con el arte que se sitúa com pletam ente al m argen de lo convencio­
nal. P or definición, sus obras no intersecan con los m odelos de la ex­
periencia com únm ente aceptados. S u trabajo sólo podría ser apre­
ciado por otros artistas, una ínfim a parte de la com unidad, en
cualquier tiem po y en cualquier lugar. Es por ello que una cierta do­
sis de form a es necesaria para llegar a un am plio sector del público.
La gente la espera y disfruta de ella, siem pre y cuando no peque de
predecible, estereotipada y proponga una variación interesante m er­
ced a una com binación o presentación innovadora.
En el extrem o opuesto están los grandes estudios de H ollyw ood
que em plean los m odelos convencionales para llam ar la atención de
los sectores del público m ayoritarios. En los estudios de la Disney
tuve ocasión de v er la aplicación de los principios m ás sencillos, ta­
les com o convertir al personaje principal en «un pez recién salido
del agua», una estrategia pensada para com probar el poder de una
historia narrada y su atracción sobre una audiencia m asiva. En ese
tiem po, los dirigentes de la D isney creían que había varias pregun­
tas m uy adecuadas que form u lar tanto a una historia com o a sus per­
sonajes: ¿A caso plantea un conflicto? ¿T iene un tem a? ¿Trata de algo
que puede ser expresado m ediante un aforism o am pliam ente cono­
cido y existente en la cultura popular com o, p o r ejem plo, «N unca
ju zgue un libro p o r su cubierta>) o «El am or lo vence todo»? ¿P re­
se n ta la historia com o una serie de actos o grandes m ovim ientos,
perm itiendo que la audiencia se oriente y participe de la narración?
¿ T ran sp o rta al espectador a un lugar donde nunca h a estado antes,
o acaso le perm ite ver lugares que te son fam iliares pero desde una
nueva perspectiva? ¿V iven los personajes historias paralelas in te re ­
PREFACIO 17

sa n te s y m otivaciones plausibles, cuya narración m erece ser expues­


ta al público? ¿A trav iesan p o r diversas etapas verosím iles que pro­
vocan sus reacciones y les hacen crecer (los arcos del personaje)? Y
otras cuestiones sim ilares.
Los estudios tienen que recurrir al uso de principios y aplicar al­
gunos estándares para evaluar y desarrollar las historias, aunque
sólo sea porque producen un gran núm ero de ellas. U n estudio de
tipo m edio en H ollyw ood ha adquirido y está desarrollando entre
ciento cincuenta y doscientas historias sim ultáneam ente. P or eso
que deben em plear m ás recursos en la evaluación de los miles de
proyectos potenciales que reciben de los agentes cada año. Para m a ­
nejar con eficacia un núm ero elevado de historias es necesario utili­
zar algunas de las técnicas de la producción m asiva com o, por ejem ­
plo, la estandarización, si bien deben utilizarse con m oderación y
gran sensibilidad, sin perder de vista las necesidades particulares de
cada historia.

El lenguaje estándar

El empleo de un lenguaje estándar se erige en una herram ienta de


capital im portancia a fin de posibilitar los m illares de com unicacio­
nes que son necesarias p ara contar tantas historias. N adie dicta este
lenguaje, sino que form a parte de la educación com ún de las perso­
nas y habita en las norm as no escritas de este negocio. Los advene­
dizos aprenden el léxico con rapidez, así com o los conceptos y las
asunciones que se han transm itido generación tras generación de
narradores y cineastas. Con ello, todo el m undo dispone un amplio
abanico de expresiones abreviadas que favorece la com unicación rá­
pida de las ideas con las que se elabora una historia.
En el ínterin se forjan nuevos térm inos y conceptos que reflejan
las condiciones cam biantes del sector. Los ejecutivos noveles o «jú­
nior» escuchan con detenim iento y atrapan cualquier signo de pers­
picacia, las ideas, la filosofía o los principios para la ordenación que
proceden de sus jefes. L a gente tom a el liderazgo de sus líderes. Se
caza al vuelo cualquier térm ino relacionado con el arte, cualquier
aforism o o regla, y se transm ite de suerte que en poco tiem po pasa a
form ar parte de la cultura corporativa de cada estudio y del saber g e­
neral de toda la industria. Algo particularm ente cierto cuando esos
pedazos m inúsculos de sabiduría transm itida conducen a la realiza­
ción de productos lúdicos de gran éxito entre el publico.
18 EL VIA JE DEL ESCRITOR

Así las cosas, el lenguaje del viaje del héroe em pieza y a a form ar
p a rte del acervo c o m ú n que em plean quienes cuentan historias, toda
vez que sus principios han sido em pleados conscientem ente para la
creación de películas que han alcanzado un elevado ín d ice de popula­
ridad. Pero existe un peligro que acecha a cuantos lo em plean con ple­
na conciencia de ello. El abuso del lenguaje tradicional o de las pala­
bras de últim a m oda podría cristalizar en la form a de productos vacíos
y de escaso calado. U n uso perezoso y superficial de los térm inos que
aparecen en el viaje del héroe, una interpretación excesivam ente lite­
ral de este sistem a m etafórico o la im posición arbitraria de sus form as
en cada historia puede resultar em brutecedor. D eberían, pues, em ple­
arse com o una form a, que no fórm ula, com o un punto de referencia y
una fuente de inspiración, nunca com o un m andato dictatorial.

El im p e r ia lis m o cultural

Otro de los peligros del lenguaje y los m étodos estandarizados tiene


que ver con las diferencias locales, con aquellas cosas que aportan
em oción y sabor a los viajes que nos transportan a lugares lejanos,
dado que podrían verse aplastadas hasta lo anodino por la pesada
m aquinaria intrínseca a la producción m asiva. Los artistas de todo el
m undo están en guardia frente al im perialism o cultural, frente a la
exportación agresiva de las técnicas para la narración de historias
prevalecientes en H ollyw ood y el estrangulam iento de los variados
acentos regionales. Los valores am ericanos y las asunciones cultura­
les de la sociedad occidental am enazan con asfixiar y erradicar los
sabores únicos de otras culturas. M uchos observadores han resalta­
do el hecho de que la cultura norteam ericana se está convirtiendo en
la cultura global, y cuán irreparable sería la pérdida en caso de que
los sabores a nuestro alcance fueran únicam ente los del azúcar, la
sal, la m ostaza y el catsup.
Éste es un problem a bien instalado en la sensibilidad de los n a­
rradores de historias europeos, especialm ente en estos tiem pos en
que son m uchos los países que están inm ersos en el proceso de in­
tegración en la U nión Europea. Se afanan por crear historias de un
carácter hasta cierto punto universal, capaces de traspasar sus fro n ­
teras nacionales, dado que el público dom éstico puede no ser sufi­
cientem ente num eroso para sufragar el siem pre elevado coste de la
producción. Com piten con el profundam ente com petitivo producto
am ericano que agresivam ente corteja al m ercado mundial. M uchos
PREFACIO 19

se plantean la aplicación de las técnicas am ericanas, pero al tiem po


sienten preocupación ante la posibilidad de que se pierdan las tradi­
ciones regionales, siem pre únicas.
¿Es acaso el viaje del héroe un instrumento del imperialism o cul­
tural? Podría serlo, en caso de ser interpretado ingenuam ente, o si se
copiara a ciegas, o si se adoptara sin cuestionarlo apenas. Si bien po­
dría tam bién convertirse en una herram ienta de sum a utilidad para
el narrador de historias de cualquier cultura, siem pre y cuando se
proceda a adaptarlo con buen criterio y de m anera considerada a fin
de reflejar las cualidades únicas e inim itables propias de la geogra­
fía, el clim a y las gentes de cada lugar.
D escubrí que algunos narradores australianos eran plenam ente
conscientes del im perialism o cultural al que se encuentran expues­
tos, tal vez porque en ese país la gente tuvo que vencer m uchas ad­
versidades p ara crear su propia sociedad. H an forjado algo distinto
de lo que existe en Inglaterra, independiente de lo americano y lo
asiático, influenciado p o r todas estas culturas aunque profunda­
m ente australiano, algo que m urm ura la m isteriosa energía de la tie­
rra que habitan y de los aborígenes. M e señalaron algunas asuncio­
nes culturales ocultas que escapaban a m i percepción del viaje del
héroe. Siendo universal y atem poral, y pudiendo hallarse sus m eca­
nism os en todas las culturas de la tierra, una lectura occidental o
am ericana p odría incurrir en sesgos m ás o m enos sutiles. A m odo de
ejemplo: referir la inclinación de Hollywood hacia los finales felices
y las resoluciones lim pias, la tendencia a m ostrar héroes virtuosos
dignos de adm iración que vencen al m al por m edio del esfuerzo in­
dividual. M is m aestros australianos m e ayudaron a ver que tales ele­
m entos podrían generar buenas historias para el m ercado m undial,
pero que igualm ente podrían no reflejar la visión de todas las cultu­
ras. M e hicieron caer en la cuenta de algunos supuestos que se tran s­
m iten en las películas hechas al estilo de H o lly w o o d , así com o que
había m uchas cosas que dejaban de expresarse.
En el transcurso de m is viajes aprendí que Australia, C anadá y
m uchos países europeos subvencionan a sus cineastas. en parte para
preservar y celebrar las diferencias regionales. C ada región, cada de­
partam ento o Estado opera al m odo de un estudio de cine en p e­
queña escala, de m anera que confecciona los guiones, da trabajo a
los artistas y produce cintas p ara la pequeña y la gran pantalla. Para
Estados U nidos m e gustaría im aginar un H ollyw ood descentraliza­
do, donde cada Estado de la U nión funcionase como un estudio ci­
nem atográfico que exam inara las historias de sus ciudadanos y ad e­
20 EL VIAJE DEL ESCRITOR

lantara el dinero necesario para la producción de películas regiona­


les que representen y engrandezcan la cultura de la localidad, toda
vez que m antiene a los artistas locales.

Las culturas con fobia a la figura del héroe

D ondequiera que m e han llevado m is viajes he aprendido que algu­


nas culturas, para em pezar, no se sienten enteram ente cóm odas con
el térm ino héroe. A ustralia y A lem ania son dos países que parecen te­
ner una cierta «fobia» hacia la figura del héroe.
Los australianos desconfían del atractivo propio del héroe virtuoso,
dado que tales conceptos se han em pleado para convencer a varias g e ­
neraciones de jóvenes australianos e involucrarlos en las batallas de los
británicos. N i qué decir tiene que los australianos cuentan con sus p ro ­
pios héroes, pero tienden a no tener dem asiadas pretensiones ni a h a­
cerse notar en exceso, razón p o r la cual se m ostrarán reticentes a este
m odelo durante m ucho m ás tiem po que otras culturas. Com o la m a­
yoría de los héroes, se resisten a la llam ada de la aventura, siguen sien­
do com edidos y puede que nunca se sientan cóm odos en la piel del h é­
roe. En la cultura australiana resulta indecoroso pretender el liderazgo
o estar en el candelero, y quien lo hace se convierte en un «gallito» que
es reducido con rapidez. El héroe m ás adm irable es aquél que niega su
papel heroico tanto com o puede, com o M ad M ax, que evita aceptar
cualquier responsabilidad que no le atañe directamente.
L a cultura alem ana parece ser am bivalente en su relación con el
concepto del héroe. L a veneración del héroe tiene una larga tradición
en Alem ania, pero las dos guerras m undiales y el legado de H itler y
los nazis han envilecido este concepto. El nazism o y el militarism o
alem án m anipularon y distorsionaron los poderosos sím bolos del
m ito del héroe, tras invocar sus pasiones para esclavizar, deshum a­
nizar y causar destrucción. Com o en cualquier sistem a arquetípico,
com o en cualquier filosofía o credo, la form a heroica puede ser de­
form ada y usad a con protervas intenciones.
En el período que siguió a la época de H itler se concedió un cier­
to descanso a la figura del héroe, m ientras que toda la cultura era so­
m etida a una redefinición. A sí, los antihéroes desapasionados y de
sangre fría se ajustan m ejor al espíritu alemán. U n tono realista
exento de sentim entalism o es la form a m ás aceptada en la actuali­
dad, aunque siem pre existirán una inclinación hacia el rom anticis­
m o y un gusto p o r la fantasía. Los alem anes disfrutan con las h isto-
PREFACIO 21

rías imaginativas sobre h é ro e s q u e proceden de otras culturas, si


bien por el momento no se sienten del todo cómodos con los h é r o ­
es ro m á n tic o s de cosecha propia.

ií lien cunto f t i i e f t e t o

En un sentido mas general, el viaje del héroe ha sido criticado til­


dándolo de ser la e n c a rn a c ió n de la cultura del guerrero dominada
por los hom bres. Sus detractores arguyen que se trata de un instru­
mento propagandístico concebido para animar a los hombres jóve­
nes a que se alisten en los e jé rc ito s, un mito que glorifica la muer­
te y la a u to in m o la c ió n Sin se n tid o . A lg o de c ie rto tie n e e sta
acusación, pues m uchos h é ro e s de leyenda y de otras narraciones
s o n g u e rre ro s, toda vez q u e los modelos del viaje del héroe fre ­
c u e n te m e n te se han utilizado con fines p ro p a g a n d ís tic o s y para in­
crementar el número de reclutas. Sin embargo, condenar y desechar
estos modelos porque puede hacerse un uso m ilitar de los mismos
supone un ejercicio de cerrazón Y una evidente cortedad de miras.
El guerrero no es sino una de las m uchas caras que puede presen­
tar el h é ro e , que tam bién puede ser un pacifista, una madre, un pe­
regrino, un iluso, un v a g a b u n d o , un eremita, un inventor, una en­
fermera, un salv ad o r, un artista, un lunático, un amante, un payaso,
un rey, una victima, un esclavo, un trabajador, un rebelde, un aven­
turero. un fracasad o trágico, un cobarde, un santo, un monstruo,
etc. Tantas son las posibilidades creativas de esta forma que des­
bordan con creces su potencial para el abuso.

El viaje del heroe es a veces c ritic a d o por ser una teoría e m in e n te ­


m e n te m a sc u lin a , cocinada por los hombres para así fortalecer su
d o m in io , de escasa re le v a n c ia en el también único y muy diferen­
te viaje de la c o n d ic ió n fe m e n in a . Es posible que exista una cierta
d e sv ia c ió n masculina edificada en torno a las descripciones del ci­
clo del héroe, p u e s m uchos de sus leoriCOS han sid o hombres, y yo
lo admito con toda lib ertad : sov un hombre y no puedo evitar perci­
bir el mundo desde una ó p tic a marcada por mi género. Aun así, he
procurado aprehender y e x p lo ra r los modos y maneras en que el via­
je de la m u je r difiere del viaje masculino.
22 EL V I A J E DEL E S C R I T O R

Considero que en gran m edida ese viaje es idéntico para todos los
seres hum anos, dado que com partim os m uchas realidades, tales
com o el nacim iento, el crecim iento y la decadencia, si bien, y clara­
m ente, ser m ujer im pone ciclos, ritm os, presiones y necesidades dis­
tintos. Puede que haya una diferencia real en las form as que adop­
tan los viajes del hom bre y la m ujer. Los viajes m asculinos tal vez
sean m ás lineales, y procedan desde un objetivo externo al siguien­
te, m ientras que en el caso de las m ujeres el viaje puede girar sobre
sí m ism o o describir espirales centrífugas o centrípetas. Q uizá sea la
espiral un analogía m ás precisa para definir el viaje de la m ujer que
otras form as com o la línea recta o un sim ple círculo. O tro m odelo
asim ism o posible incorpora una serie de aros concéntricos, donde la
m ujer se desplaza en su viaje hacia el interior, en dirección al cen­
tro, y ulteriorm ente se expande hacia la periferia. L a necesidad m as­
culina de salir y superar obstáculos, conseguir logros, conquistar y
poseer puede ser sustituida en el viaje fem enino por el impulso ha­
cia la conservación de la fam ilia y la especie, la construcción de un
hogar, el apego a las em ociones, la búsqueda de la conciliación y el
acuerdo y el cultivo de la belleza.
Las m ujeres han hecho un gran esfuerzo para articular estas dife­
rencias, tanto es así que recom iendo encarecidam ente algunos libros
tales com o W hen G od W as CL W om un (Cuando Dios era m ujer) de M e r­
lin S to n e, G oddesses ín Everyw om an (Las diosas de cada m ujer: una
nueva psicologíafem enina) de Jean Shinoda B olen, The H ero in e’s J o u r ­
ney (E l viaje heroico de la mujer: guía práctica) de M au re en M urdocks
y de esta m ism a autora The W om an ’s D ictionary o f M yth and S y m bo ls
(D iccionario de m itos y sím bolos de la m ujer). T odos ellos constituyen
un excelente punto de partida hacia un m ejor y m ás equilibrado en­
tendim iento de los aspectos m asculinos y fem eninos que conform an
el viaje del héroe. (U na nota para hom bres: para cualquier duda so­
bre este particular, no duden en consultar a una m ujer.)

El desafío de la computadora

Poco después de publicarse la prim era edición de este libro, algunas


personas (guardianes del um bral), no m uchas, salieron a la palestra
para afirm ar que la tecnología del viaje del héroe estaba ya obsoleta,
debido fundam entalm ente al advenim iento de las com putadoras y
sus posibilidades de interactividad y de una narrativa no lineal.
Según esta partida de críticos, las antiguas ideas sobre el viaje están
PREFACIO 2 3

irrem ediablem ente ahogadas en la convención que lo divide en plan­


team iento, nudo y desenlace, los conceptos de causa y efecto y la su­
cesión de acontecim ientos en el tiem po. L a nueva hornada, dicen,
destronará al viejo narrador de historias lineales, y cederá el poder a
la gente para que cuenten las historias en la secuencia que prefieran,
saltando así de un punto a otro, tejiendo las historias al m odo de una
telaraña y no com o un encadenam iento lineal de hechos.
Es cierto que las com putadoras crean una amplio abanico de p o ­
sibilidades m uy estim ulantes de nuevo cuño, así como que alientan
el pensam iento no lineal. C on todo, las personas siempre hallaran
placer en el simple hecho de «C uéntam e una historia». Siempre ha­
llarán deleite en abandonarse a la atm osfera de una narración para
internarse en el trance que ha previsto y urdido un cuentista exper­
to en el oficio. C onducir un autom óvil resulta divertido, com o tam ­
bién puede serlo dejar que nos lleven en él, siendo ésta una expe­
riencia que perm ite a los pasajeros gozar del paisaje, m ucho m ás que
si se vieran obligados a concentrarse y elegir qué ocurrirá a renglón
seguido.
La interactividad siem pre ha estado entre nosotros -en todo m o ­
m ento llevam os a cabo vínculos de hipertexto no lineales en nues­
tras m entes, aun cuando escuchem os el relato de una historia line­
al-. A decir verdad, el viaje del héroe se adapta perfectam ente al
m undo de los juegos de ordenador y las experiencias de naturaleza
interactiva. Las m iles de variaciones que adopta este paradigm a, des­
arrolladas con los siglos, ofrecen ram ificaciones infinitas desde las
que puede tejerse un sinfín de historias.

La respuesta de los cínicos

O tro de los presupuestos o asunciones culturales en los que he incu­


rrido y que ha sido puesto en tela de juicio es la idea de que una per­
sona puede m arcar diferencias, que los héroes son necesarios para p ro ­
vocar el cam bio, siendo así que el cam bio es una buena cosa.
Conversando con diversos creadores de la Europa del Este pude ob­
servar que en sus culturas respectivas existe un profundo cinism o res­
pecto del heroico afán p o r cam biar el m undo. El m undo es com o es, y
cualquier esfuerzo encam inado a m odificarlo resulta infructuoso y
fútil, y los supuestos héroes que tratan de cam biarlo están irrem isi­
blem ente condenados al fracaso. E ste punto de vista no supone n e­
cesariam ente la antítesis del viaje del héroe, dado que el modelo es
EL V IAJE DEL ESCRITOR

lo suficientem ente flexible para abrazar cualquier filosofía de corte


cínico o pragm ático, y m uchos de sus principios siguen siendo ope­
rativos en aquellas historias que son su reflejo. N o obstante, debo
confesar que no todas las personas ni todas las culturas perciben este
m odelo con tanto entusiasm o com o el que siento yo, ni tan o p ti­
m istam ente, y no seré yo quien les quite la razón.

Pero ¿y si...?

R esulta em ocionante com probar que los conceptos vertidos en el


viaje del héroe conducen a un proceso de aprendizaje que no tiene
fin. M e sorprenden y deleitan a un tiem po los giros y m atices que
surgen con cada nueva historia que trabajo, es com o si la vida m is­
m a no cesara de m ostrarm e nuevos ángulos y facetas.
M i com prensión del arquetipo de la som bra, por citar un ejemplo,
sigue evolucionando. N o dejo de sentirm e im presionado ante el po­
der de este m odelo, en particular cuando opera dentro del individuo
como un agente depositario de todos aquellos sentim ientos y deseos
no expresados. Es una fuerza que se acum ula cuando uno no hace
ju sticia a sus talentos, cuando no nos hacem os eco de la llam ada de
las m usas o dejam os de vivir ciñéndonos a nuestros ideales y princi­
pios. Posee una fuerza m ayúscula a la p ar que sutil, que opera desde
los niveles profundos para entablar com unicación con uno, quizá
para sabotear nuestros esfuerzos, quebrando nuestro equilibrio hasta
que reparam os en el m ensaje que portan los acontecim ientos, 0 sea,
que debem os hallar una vía de expresión para nuestra creatividad,
nuestra naturaleza verdadera o m orir. H ace unos años, un accidente
autom ovilístico m e reveló el carácter rebelde de la som bra, m e m os­
tró que yo estaba distraído, disperso, que no vivía en arm onía, y que
m e encam inaba en pos de desastres m ayores a m enos que hallara un
cauce por el que expresar m i naturaleza creativa.
A lgunas m uecas esporádicas de incredulidad y estupefacción en
los rostros de m is estudiantes m e han enseñado que no había pro­
fundizado suficientem ente en a lg u n o s de los aspectos del modelo.
A lgunas personas expresaban su confusión ante las peripecias, vici­
situdes y puntos de inflexión del m odelo, particularm ente derivada
de la distinción entre el punto m edio. que denom ino la odisea o el
calvario, y el clím ax del segundo acto, al que m e refiero con la ex­
presión el camino de regreso. El intento de explicar esta distinción m e
condujo a una conclusión nueva. C ada acto se asem eja a cada uno
PREFACIO 25

de los m ovim ientos que integran una sinfonía, que consta de su pro­
pio inicio, un desarrollo y un desenlace, así com o un clím ax (el p un­
to de m áxim a tensión) que se produce justo antes de la finalización
del acto. Estos puntos álgidos de cada uno de los actos constituyen
los puntos de inflexión m ayores del diagram a circular:

P n n c i p i o y final
clím ax ¿ e l tercer acto
y d e toda la historia)

El cammo de regreso
Prim er umbral (clímax del segundo
(clímax del p r im e r acto) acto. segunda parte)

Odisea
(clímax del segundo acto, prim era parte)

En una ocasión, cuando pronunciaba un a conferencia en Rom a,


di un paso m ás en el desarrollo de esta idea, hallé una m anera alter­
nativa para representar gráficam ente el viaje del héroe, no y a como
un círculo, sino com o un diam ante. E staba explicando que cada acto
conducía al héroe po r un cierto cam ino con un objetivo o destino es­
pecífico, y que cada clím ax de cada uno de los actos variaba la di­
rección del periplo del héroe com o resultado de asignarle un nuevo
objetivo. E l objetivo del héroe en el prim er acto, por ejem plo, podría
ser la búsqueda de un tesoro, pero tras el encuentro con una am an­
te potencial en el cruce del prim er um bral, ese objetivo podría ver­
se alterado en beneficio de la obtención de ese amor. Si en el punto
m edio de la odisea el villano captura al héroe y a su am ante, el ob­
jetivo del siguiente m ovim iento bien podría ser escapar del captor. Y
si el villano acaba con la vida de la amante durante el camino de re­
greso, el nuevo objetivo del m ovim iento final podría ser la vengan­
za. A sí, el objetivo inicial podría tam bién alcanzarse. o bien podría
establecerse un objetivo global (conocer la dependencia propia o re­
conciliarse con los fracasos del pasado, po r ejem plo) que aparezca
en todos los m ovim ientos a m edida que el héroe acom ete los diver­
sos objetivos superficiales y cam biantes.
26 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Para ilustrar este concepto dibujé los objetivos del héroe para cada
uno de los actos m ediante una serie de lineas rectas, vectores de in­
tención, evitando las curvas. A l enderezar las curvas del círculo se
generaron varias inflexiones m uy m arcadas, de 90°, situadas en los
cam bios de acto que revelaban las variaciones drásticas que podían
acontecer en la consecución del objetivo perseguido por el héroe.
C ad a línea recta representa un objetivo del héroe, correspondiente a
cada uno de los actos -escapar a los condicionam ientos del m undo
ordinario, sobrevivir en u n a tierra extraña, obtener las bendiciones y
huir de la tierra hostil, regresar al hogar sano y salvo portando algo
que puede ser com partido y con capacidad para reactivar el m undo.

M e divirtió constatar que acababa de trazar un diam ante sem e­


jan te a una cancha de béisbol. A m enudo he tenido la sensación de
q u e el trazado de los cam pos de ju eg o genera diagram as que se so­
lapan con el diseño de la estructura del viaje del héroe. El béisbol
bien puede leerse como otra m etáfora de la vida. siendo los ju gado­
res que corren entre las bases com o los héroes que cubren diversas
etapas en pos del objetivo final del viaje.
La m ejor m anera de explorar las infinitas posibilidades del viaje
del héroe quizá sea aplicarlo a un determ inado núm ero de películas
o historias. A este efecto un nuevo libro y un CD -RO M se están fra-

1
PREFACIO 27

guando en M ich ael W iese Productions, un trabajo que versará sobre


los m itos en las películas. En este caso abordarem os una amplio n ú ­
m ero de películas que han alcanzado gran popularidad y las analiza­
rem os desde la óptica que nos proporcionan las tesis del viaje del hé­
roe. Se trata de un m odo de probar y verificar la idea que le perm itirá
ver con sus propios ojos si resulta válida y de utilidad. U no puede
intuir cóm o opera en general y cóm o se transform a en algunos casos
concretos. Y fruto de la com paración de m uchos ejem plos y a través
del estudio de algunas excepciones de interés, podrá encontrar más
inform ación acerca de los principios que la rigen, sus valores, y las
relaciones que perm iten al creador dom inar la forma.
Al final del libro he añadido algunos elementos que se incluyen
en una sección titulada «Epílogo: U na m irada retrospectiva sobre el
viaje». En este apartado he optado por em plear algunas herram ien­
tas que proceden de la m itología y del viaje del héroe con el propó­
sito de realizar un análisis m ás exhaustivo de algunas cintas clave,
entre las que destacan T itan ic, El rey león (The L ion King), Pulp
Fiction, F u ll M onty (The F ull M onty) y la saga de L a guerra de las g a­
laxias (S ta r W ars). Confío que con ello dem ostraré algunas de las
m aneras en que los principios m íticos siguen em pleándose para la
realización de productos destinados a entretener al gran público.
A l contrario que en las historias sobre héroes, que siem pre en­
cuentran resolución, el viaje hacia el entendim iento y la articulación
de estas ideas es verdaderam ente interm inable. Pese a que hay as­
pectos de la condición hum ana que jam ás cam biarán, siem pre sur­
gen situaciones nuevas, y el viaje del héroe tendrá que sufrir adap­
taciones que perm itan reflejarlas. Se form arán nuevas olas, que
seguirán su cam ino, una, otra vez, y siempre.
Introducción
Los preparativos para el viaje
Este es el relato por el que rezo a la musa divina para que nos lo
exponga. Inícialo, diosa, desde donde tú desees.
(Homero, Odisea)

e invito a que m e acom pañe en el viaje de un escritor, una m i­


L sión de descubrim iento encam inada hacia la exploración y el tra­
zado de toda una cartografía de las tierras fronterizas que se locali­
zan entre los m itos y la narración de historias entendida desde la
modernidad. N os guiará una idea m uy sencilla: to d a s la s h is to r ia s
están co m p u estas p o r u n o s pocos e lem en to s e stru c tu ra le s que en ­
contram o s en los m itos u n iv e rsa le s, los cuen to s de h ad a s, las p e­
líc u la s y los s u e ñ o s . C om únm ente se los conoce por el nom bre de
e l v i a j e d e l h é r o e . El entendim iento de estos elementos y su utili­
z a c ió n en la escritura m oderna constituye el objeto principal de
nuestra búsqueda. Em pleadas con sabiduría, estas herram ientas an­
tiguas pertenecientes al oficio de la narración de historias conser­
van un trem endo poder capaz de aliviar a nuestros pueblos y de
construir un m undo m ejor.
M i propio y personal viaje del escritor da inicio con el m uy p e­
culiar poder que la narración de historias siem pre a ejercido sobre
m i persona. Los cuentos de hadas m e causaron una honda fascina­
ción y a en la infancia, m aterializándose a través de aquellos peque­
ños libros dorados que m i m adre y m i abuela leían en voz alta.
D evoraba los dibujos anim ados, las caricaturas y las películas que
veía en televisión allá por los años cincuenta, las em ocionantes
aventuras que contem plaba en los autocines, los espeluznantes c ó ­
m ics, así com o la harto estim ulante ciencia-ficción de la época.
C uando, tras sufrir una torcedura en el tobillo, m e encontraba po s­
trado en cam a, m i padre acudía a la biblioteca de la localidad y tra ­
32 EL VIAJE DEL ESCRITOR

ía consigo m aravillosas historias de las m itologías celta y escandina­


v a que m e ayudaban a olvidar el dolor.
U n rastro de historias varias que finalm ente desem bocó en la lec­
tura entendida com o m odus viven di cuando em pecé a trabajar com o
analista de historias para los estudios de H ollywood. A unque exa­
m iné m iles de novelas y guiones, nunca llegué a hartarm e de explo­
rar el laberinto que presenta una historia, ni de la pasm osa repeti­
ción de m odelos y patrones, ni de sus desconcertantes variantes y
tantas otras cuestiones confusas. ¿De dónde proceden las historias?
¿ C ó m o funcionan? ¿Q u é nos dicen de nosotros m ism os? ¿Q ué sig­
nifican? ¿P or qué las necesitam os? ¿C óm o podem os usarlas para
construir un m undo m ejor?
P or encim a de todo, ¿cóm o consiguen quienes las redactan que
cada historia tenga un significado? Las buenas historias nos hacen
sentir que hem os vivido una experiencia plena y satisfactoria. N os
han hecho reír o llorar, o am bas cosas. U n a vez acabada la historia
sentim os que hem os aprendido algo sobre la vida o sobre nosotros
m ism os. Tal vez hayam os caído en la cuenta de algo y estem os m ás
sensibilizados, tal vez hayam os descubierto un personaje nuevo, una
nueva actitud que m odelará nuestra vida de entonces en adelante.
¿C ó m o consigue un escritor p rovocar tantas cosas? ¿C u ále s son los
secretos de un oficio tan antiguo? ¿Q u é norm as lo rigen? ¿Q ué prin­
cipios encierra su diseño?
C on el paso de los años em pecé a detectar algunos elem entos co ­
m unes a todas las historias de aventuras y los m itos, ciertos rasgos
fam iliares e intrigantes, escenarios, accesorios, localizaciones y si­
tuaciones asim ism o com partidas. Tom é vaga conciencia de que, en
efecto, existe una plantilla o patrón que de un m odo u otro guía el
diseño de las historias. T enía algunas de las piezas del rom pecabezas,
si bien el plan general m e eludía.
Entonces, en la escuela de cine de U SC (U niversity o f Southern
California), tuve la fortuna de que m i investigación coincidiera en
algunos aspectos con el trabajo que entonces estaba realizando
Joseph C am pbell, el gran experto en m itos. El encuentro con
Cam pbell fue, para m í y p ara otros m uchos, una experiencia ca­
paz de cam biar m i vida. B astaron unos pocos días de estudio del
laberinto de su conocido libro, El poder del mito, para que llevara
a cabo u n a profunda y electrizante reestructuración de m i vida y
de m i pensam iento. A h í estaba, perfectam ente explorado, el p a­
trón que yo había intuido. C am pbell había descifrado el código
secreto de las historias. Su obra se erigió en una suerte de llama­
LP S PREPARATIVOS PARA EL VIAJE 33

rada que súbitam ente ilumino un paisaje que se hallaba sumido


entre las som bras.
Trabaje con la idea de Cam pbell relativa al viaje del héroe para
entender el fenom enal ejercicio de repetición que ponía en práctica
la industria cinem atográfica en películas tales com o L a guerra d e las
g a la x ia s y E n cu en tros en la tercera f a s e (Glose E n cou n ters o f the T hird
K in d ). L a gente acudía a las salas de proyección y visionaba una }
otra vez estas cintas com o si anhelara una experiencia religiosa. M e
parecía que estas películas arrastraban al público de una m anera tan
singular porque reflejaban los satisfactores universales que Cam p­
bell halló en los mitos. Poseían algo que la gente necesitaba.
El poder del m ito constituyó una especie de salvavidas cuando
in icié m i trabajo com o analista de historias p ara los grandes estu­
dios de cine. En m is prim eros trabajos sentí un hondo agradeci­
miento al texto de Campbell, pues se c o n v irtió en una herram ienta
de gran valor para el diagnostico de los posibles problem as que po­
día presentar u n a historia, a la par que para prescribir soluciones al
respecto. Sin los consejos de Cam pbell y la m itología m e habría
sentido perdido.
En m i opinión, el viaje del héroe era m uy estimulante, entrañaba
una tecnología extrem adam ente útil para que ejecutivos y cineastas
pudieran elim inar parte de la incertidum bre y los gastos implicados
en el desarrollo de historias para el cine. Pasaron los años y en con­
tré m uy pocas personas que se sintieran afectadas tras el encuentro
con Joseph Cam pbell. Fuim os algo así com o u n a sociedad secreta de
verdaderos creyentes, que conjuntam ente depositábam os nuestra fe
en «el poder del m ito».
Escaso tiem po después del inicio de m i trabajo com o analista de
historias para la W alt Disney C o m p a n y redacté un inform e de siete
páginas llam ado G uía práctica d e El poder del mito; en él describía la
idea del viaje del héroe por m edio del análisis de algunos ejemplos
de películas tanto de reciente estreno com o clásicas. R epartí el m e­
m orando entre m is amigos, colegas y algunos ejecutivos de la Disney
con el objeto de exam inar y pulir las ideas a través de sus reaccio ­
nes. D e form a progresiva amplié la G u ía p r á c tic a hasta convertirla en
un ensayo m ás extenso, y em pece a v e rte r todo ese m aterial en una
asignatura dedicada al análisis de historias que im p a rtí en un curso
para escritores que por aquel entonces organizaba la UCLA
(U n iv ersitv o f California, Los Angeles).
U na serie de conferencias que pronuncié p o r todo el país posibi­
litó que exam inara m is postulados en varios seminarios con g u io ­
34 EL VIAJE DEL ESCRITOR

nistas, escritores de novela rom ántica, escritores de libros para niños


y narradores de historias de toda índole. A la sazón descubrí que
m uchos de ellos estaban explorando los im bricados senderos del
m ito, las historias y la psicología.
D escubrí, pues, que el viaje del héroe es m ás que u n a sim ple des­
cripción de los entresijos ocultos de la m itología. A su vez presenta
u n a guía m uy útil para la vida, en particular para la vida del escritor.
En la peligrosa em presa de m i propia escritura hallé las diversas eta­
pas del viaje del héroe, que se evidenciaban tan útiles y dignas de
confianza com o suelen revelarse en los libros, los m itos y las pelícu­
las. E n m i vida personal m e sentí sum am ente agradecido por dispo­
ner de u n m apa que guiara m i búsqueda y m e ayudara a anticipar
aquello que iba a encontrarm e al doblar el siguiente recodo de mi
andadura.
L a utilidad del viaje del héroe com o guía para la vida penetró por
la fuerza en m i hogar en los días previos a m i prim era charla públi­
ca sobre este asunto, que debía tener lugar en el m arco de u n gran
seminario que iba a celebrarse en la U C LA (Universidad de Califor­
nia, Los Á ngeles). Dos sem anas antes del sem inario aparecieron p u ­
blicados dos artículos en el H e r a ld -E x a m in e r de Los Angeles; en ellos
u n crítico de cine arrem etía contra el director G eorge Lucas y su p e ­
lícula Wiííovv. D e algún m odo, dicho crítico había tenido acceso a la
G uía práctica y afirm aba que sus contenidos habían tenido u n a hon­
da influencia y que había corrom pido a los guionistas de Hollywood.
E ste crítico achacaba a la G uía práctica todos los fracasos habidos y
p o r haber, desde Ish ta r h asta H ow urd... un nuevo h é r o e (H ow urd the
D u c k ), así com o el éxito de Regreso al futuro (Bach to the F u tu re).
Según su parecer, los ejecutivos de la industria, iletrados y perezo­
sos, deseosos de encontrar u n a fórm ula para ganar dinero rápido y
fácil, habían adoptado la G uía práctica com o la panacea y se afana­
ban en hacérsela tragar a todos los guionistas, una circunstancia que
sin duda ahogaba su creatividad por m edio del uso de u n a herra­
m ienta que los ejecutivos ni siquiera se habían tom ado la m olestia
de com prender.
A unque halagado al constatar que alguien podía pensar que m i
influencia en la m ente colectiva de H ollyw ood era tan avasalladora,
tam bién sentí u n a gran pesadum bre. Encontrándom e en el um bral
de u n a nueva fase en la elaboración de estas ideas, m e tum baron an­
tes de com enzar siquiera. 0 al m enos eso parecía.
A lgunos am igos m ás veteranos y curtidos en estas lides señalaron
que con este desafío a m is ideas sim plem ente m e había topado con

M
LOS PREPARATIVOS PARA EL VIAJE 35

un arquetipo, es decir, uno de esos personajes tan fam iliares que


pueblan los paisajes en los que transcurre el viaje del héroe, en este
caso un guardián del umbral.
Esa inform ación aportaba un nuevo enfoque que m e hizo recu­
p e ra r instantáneam ente la orientación y m e enseñó a m anejar la si­
tuación. C am pbell había descrito la m anera en que a m enudo los h é­
roes se topan con «estas fuerzas ajenas aunque extrañam ente
ín tim as, algunas de las cuales constituyen una auténtica amenaza»
para ellos. Todo indica que los guardianes aparecen en los diversos
um brales que siem bran el viaje, esos pasos peligrosos y angostos que
com unican u n a etapa de la vida con la siguiente. Cam pbell sacaba a
relucir las m uchas form as en que los héroes pueden lidiar con los
guardianes del um bral. A ntes de atacar abierta y directam ente a es­
tos poderes en apariencia hostiles, los viajeros aprenden a ser más
listos que ellos o bien a u nir sus fuerzas, de suerte que absorben su
energía en lugar de acabar destruidos por ella.
Así pues, reparé en que el ataque del guardián del um bral consti­
tuía una bendición en potencia y no una m aldición. H abía pensado
en la posibilidad de retar al crítico en duelo (con nuestras com puta­
doras portátiles situadas a veinte pasos), pero pronto reconsideré
esta opción. Con un leve cam bio de actitud bien podría transform ar
su hostilidad en m i beneficio. M e puse en contacto con el crítico y
le invité cordialm ente a exponer nuestras opiniones divergentes en
un sem inario público. A ceptó m i propuesta y se integró en un deba­
te entre expertos que poco a poco fue tornándose m uy vivo y entre­
tenido, en el transcurso del cual arrojam os luz sobre algunos puntos
oscuros del m undo de la escritura de historias que apenas había yo
vislum brado hasta entonces, A resultas de esta circunstancia, el se­
m inario ganó calidad y m is ideas se vieron fortalecidas por el des­
afío. En vez de enzarzarm e en una lucha dialéctica con el guardián
del um bral, había conseguido integrarlo en m i propia aventura.
A quello que parecía un golpe letal se había transform ado en algo sa­
ludable y harto útil. El enfoque m itológico había probado su valor
con creces, com o historia y en la v ida mism a.
En ese tiem po com prendí que la G uía p r á c tic a y las ideas de Cam p­
bell en efecto habían ejercido su influencia sobre H ollyw ood. A sí, em ­
p e c é a recibir pedidos de los estudios cinem atográficos para que les hi­
ciera llegar copias de la G uía práctica. Me llegaron ecos de que los
ejecutivos de otros estudios entregaban el panfleto a sus escritores, di­
rectores y productores, cuyas ideas consideraban com o m odelos u n i­
versalm ente aceptados p ara la confección de historias com erciales.
36 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Todo parecía indicar que el m undo de H o lly w o o d había descubierto


la utilidad que encerraba el viaje del héroe.
E ntretanto, las ideas de Joseph C am pbell habían explotado provo­
cando u n a m ás am plia sensibilización y difusión tras su aparición en
el show de Bill M oyers en la PBS, una entrevista que llevó por título
«El poder del m ito». E l program a fue u n rotundo éxito, que borró las
barreras de edad, política y religión, apelando directam ente al espíritu
de las personas. La versión en form ato libro, u n a transcripción de las
entrevistas, figuró en las listas de los m ás vendidos que publicaba The
N ew Y ork Tim es durante m ás de u n año. El poder del m ito, el venera­
ble libro de texto y caballo de batalla de Campbell se convirtió, de la
noche a la m añana, en un bestseller tras aparecer durante m ás de cua­
renta años en los últim os puestos de las listas, con escasas aunque
constantes ventas.
E l program a de la PBS difundió y puso en conocim iento de m i­
llones de personas las ideas de Cam pbell, e iluminó el impacto que
su trabajo había tenido en la obra de cineastas como George L u­
cas, John Boorm an, Steven Spielberg y George M iller. Súbitam en­
te m e encontré ante u n conocim iento y u n a aceptación crecientes
de los postulados de C am pbell, que se disem inaban en todo el en-
tom o de H ollyw ood. U n núm ero creciente de escritores y ejecuti­
vos tenía conocim iento de estos conceptos y m ostraba interés en
su posible aplicación a la escritura de guiones y la elaboración de
películas de cine.
E l m odelo del viaje del héroe siguió durante m ucho tiempo pres­
tándom e u n gran servicio. M e sirvió para leer y evaluar m ás de diez
m il guiones para m edia docena de estudios. E ra m i atlas, u n a carta
de navegación surtida con m apas que perm itían que m e adentrara en
m is viajes escritos. M e guió h acia un nuevo cargo en la Disney, de tal
m anera que fui nom brado consultor para la división de anim ación
en la época en que se gestaron L a síren ita y La bella y la bestia
(Beauty and the B east). Las ideas de Campbell resultaron trem enda­
m ente valiosas en la investigación y el desarrollo de historias basa­
das en cuentos de hadas, tem as m itológicos, de ciencia-ficción, li­
bros de c ó m ic s y aventuras históricas o de época.
Joseph Cam pbell falleció en 1987. N uestros cam inos se cruzaron
m uy brevem ente en un p ar de sem inarios. A sus ochenta años toda­
vía era u n hom bre atractivo, de elevada estatura. elocuente, vigoro­
so, divertido, henchido de energía y entusiasm o, revestido de u n en ­
canto irresistible. A ntes de m orir m e dijo: «Sigue por ahí. Te aguarda
un largo cam ino ».
LOS PREPARATIVOS PARA EL VIAJE 37

R ecientem ente descubrí que durante algún tiem po la lectura de


la Guía práctica ha sido u n requisito indispensable para los ejecuti­
vos encargados del desarrollo en la Disney. Los pedidos y las con­
sultas diarios, así com o infinidad de cartas y llam adas de novelistas,
guionistas, productores, escritores y actores indican que las ideas del
viaje del héroe se están em pleando y desarrollando con m ás vigor
que nunca.
Y así me decidí a escribir este libro, descendiente directo de la
G uía p ráctica. Este v o lu m e n está concebido según el m odelo de I
Ching, e incluye una visión general introductoria seguida de algunos
com entarios que abundan sobre las etapas típicas del viaje del héroe.
E l libro prim ero, titulado «El trazado del m apa del viaje», constitu­
ye una rápida inspección del territorio. El capítulo 1 no es sino una
revisión de la G uía práctica y u n a presentación concentrada de las
doce etapas que integran el viaje del héroe. Bien podría percibirse
como el m apa de u n viaje que estam os a punto de iniciar juntos y
que habrá de llevarnos por el particular m undo de las historias. El
capítulo 2 supone u n a introducción a los arquetipos, dram atis p e r ­
so n a e de la historia y del mito. En él se describen siete tipos o per­
sonajes com unes, funciones de naturaleza psicológica que encontra­
m os en todas las historias.
El libro segundo, «Las etapas del viaje», presenta u n exam en por­
m enorizado de los doce elem entos que com ponen el viaje del héroe.
A cada capítulo sigue u n a serie de sugerencias, «Cuestionario del via­
je » , para que u sted profundice en las diversas cuestiones expuestas.
U n epílogo, «U na m irada retrospectiva sobre el viaje», aborda la par­
ticular aventura del viaje del escritor toda vez que señala algunos e s­
collos y tram pas que deben evitarse en el periplo. Igualm ente inclu­
ye el análisis, siempre bajo el prism a del viaje del héroe, de varias
películas que se han revelado m uy influyentes y entre las que cabe
destacar T itunic, Pulp Fiction, El rey león, Full M onty y L a guerra de
tas galaxias. En uno de estos casos, El rey león, tuve la oportunidad
de poner en práctica las ideas del viaje del héroe desde m i cargo de
consultor experto en historias durante gran parte del proceso de su
construcción y desarrollo, pudiendo com probar de prim era m ano
cuán útiles pueden ser estos principios.
El texto presenta u n buen núm ero de referencias a películas, tan­
to clásicas com o recientes. Q uizá brote en usted el deseo de ver es­
tas cintas p ara com probar cóm o funcionan los postulados que n u ­
tren el viaje del héroe. Del m ism o m odo, se incluye u n a lista de las
películas m ás representativas, que conform a el prim er apéndice.
38 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Tam bién podría escoger u n a película o historia en particular y te­


nerla m uy presente a m edida que se interna en la lectura de e l via ­
je del Fam iliarícese con la historia o cinta elegida com o re ­
escritor .

sultado de leerla o visionaria varias veces con detenim iento,


tom ando algunas notas de lo que acontece en cada escena y cóm o se
articula en el contexto de todo el drama. H acerlo con la ayuda de un
reproductor de cintas de vídeo es lo m ás idóneo, dado que le perm i­
te detener la cinta y anotar los com entarios que estim e oportunos so­
bre el contenido de cada escena, al tiem po que deduce y analiza su
significación y la relación que establece con el resto de la historia.
Le sugiero que lleve a cabo el citado proceso con u n a historia o
película que pueda em plear para verificar las ideas que expone este
libro. Exam ine la historia y com pruebe que refleja las etapas y los ar­
quetipos del viaje del héroe (en el segundo apéndice, pág. 351, en­
contrará u n a hoja donde podrá trabajar el viaje del héroe). O bserve
cóm o las diversas etapas se adaptan a fin de satisfacer las necesida­
des que plantea la historia o la cultura específica para la que fue con­
cebida. Ponga en cuestión todas estas ideas, verifíquelas en la prác­
tica, adáptelas a sus necesidades y hágalas suyas. Em plee estos
conceptos con el propósito de pro b ar sus ideas y com o fuente de in s­
piración para la escritura de sus propias historias.
El viaje del héroe ha sido de gran utilidad tanto para los narrado­
res de historias com o para sus oyentes desde el principio de los tiem ­
pos, y hasta la fecha no evidencia signo alguno de desgaste. C om en­
cem os, por tanto, el viaje del escritor y explorem os juntos estas ideas.
Confío en que sabrá descubrir su u tilidad com o llaves m ágicas que
nos dan acceso al m undo de las historias y al laberinto de la vida.
Libro primero

El t r a z a d o del m a p a
DEL VIAJE
Una guía práctica
Sólo existen dos o tres historias humanas, pero se repiten con
tanta insistencia que parece que nunca antes hubieran ocurrido.
(W illa C ather, en 0 Pioneers!)

la larga, puede que el libro de Joseph Campbell titulado El po­


A der del m ito se erija en u no de los textos m ás influyentes del si­
glo xx.
Las ideas expresadas por C am pbell en dicho volum en están te ­
niendo u n gran im pacto en el arte de narrar historias. Poco a poco, los
escritores están cayendo en la cuenta de la atem poralidad intrínseca a
los patrones y m odelos que identifica Cam pbell, y optan en conse­
cuencia por em plearlos para m ayor enriquecim iento de sus obras.
Ineluctablem ente, H ollyw ood ha detectado la utilidad y el jugo
que puede extraerse del trabajo de Campbell. Algunos cineastas
de la talla de G eorge Lucas y G eorge M iller reconocen su deuda
con Cam pbell, y su influencia puede percibirse en las películas de
Steven Spielberg, John Boorm an, Francis Ford C oppola y m uchos
otros.
De este m odo, no es de extrañar que H ollyw ood haya em pezado
a adoptar sin reparos las ideas que C am pbell expone en su libro. Sus
conceptos constituyen u n conjunto de herram ientas de gran versati­
lidad para escritores, productores, directores o diseñadores, que en ­
globa un sólido instrum ental que perfectam ente se a d e c ú a al oficio
de la narración de historias. Con la ayuda de estas herram ientas po­
dem os construir u n a historia que haga frente y resuelva casi cual­
quier situación, u n a historia que sea a u n tiem po dram ática, entre­
tenida y veraz en su vertiente psicológica. Con sem ejante equipo
u sted podrá diagnosticar los problem as y los puntos flacos inheren­
tes a cualquier argum ento y practicar las correcciones necesarias
para extraer el m ejor partido de todo su potencial.
42 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Estas herram ientas han resistido el paso del tiem po. Superan en
edad a las pirám ides, al anillo m ágico de Stonehenge y preceden a
las pinturas rupestres m ás antiguas halladas en las cavernas.
L a m ás inestim able aportación de Joseph Cam pbell consiste en
haber recopilado estas ideas, haberlas reconocido, articulado, dado
nom bre y organizado sistem áticam ente. P or prim era vez expuso el
m odelo que subyace y da vida a todas las historias que se han con­
tado hasta el presente.
El p o d e r d el mito! constituye la afirm ación del tem a m ás persis­
tente en la tradición oral y la literatura escrita: el mito del héroe.
Con el estudio de los m itos del héroe que se dan en nuestro m undo
Cam pbell descubrió que todos relatan básicam ente u n a m ism a h is­
toria, que se cuenta u n a y otra vez, siem pre inconclusa y recurrente
en sus infinitas variaciones.
D edujo que toda la narración de historias, consciente o incons­
cientem ente, se ajusta al vetusto patrón del m ito, y que todas las h is­
torias, desde los chistes m ás crudos y descarnados hasta las m ás al­
tas cim as literarias, pueden entenderse en los térm inos que presenta
el viaje del héroe: ese « m o n o m ito » cuyos principios desbroza C am p­
bell en su libro.
El m odelo del viaje del héroe tiene u n alcance universal, ocurre
en todas las culturas y en todas las épocas. Sus variantes son tan in­
finitas com o pueda serlo la especie hum ana en sí m ism a, siendo así
que en todos los casos su form a básica perm anece inalterada. El via­
je del héroe integra varios elem entos increíblem ente ten a c e s que
em ergen desde los m ás recónditos confines de la m ente hum ana, in ­
term inablem ente, y que sólo difieren en los detalles propios de cada
cultura, si bien su quintaesencia es siem pre la misma.
El pensam iento de Campbell corre paralelo al del psicólogo sui­
zo Carl G. Jung y su notable teoría de los arquetipos: la constante
repetición de ciertos caracteres o energías. que acontecen en los sue­
ños de todas las personas, así com o en los m itos de todas las cultu­
ras. Jung apuntó que estos arquetipos son un reflejo de los diferen­
tes aspectos de la m ente hum ana, de tal suerte que nuestras
personalidades se dividen y desdoblan en estos personajes para así
participar en el juego del dram a de nuestras vidas. N otó que existe
u n a extraña correspondencia entre las figuras que poblaban los sue­
ños de sus pacientes y los arquetipos com unes a cualquier m itolo­
gía. Seguidam ente se aventuró a decir que am bos proceden de u n a
fuente m ás honda y prim igenia: el inconsciente colectivo de la es­
pecie humana.
UNA GUÍA P R A C T IC A 43

Los personajes recurrentes en el m undo de los m itos tales com o


el joven héroe, el anciano o anciana sabios, la figura que cam bia de
aspecto, el antagonista som brío y escurridizo, son idénticos a esas fi­
guras con presencia constante en nuestros sueños y fantasías. Es por
eso po r lo que los m itos y m uchas de las historias elaboradas según
el m odelo m itológico resultan convincentes y nos presentan u n a ilu­
sión de la verdad psicológica.
Dichas historias son m odelos m uy precisos de los m ecanism os
que m aneja la m ente hum ana, verdaderos m apas de nuestra psique.
D esde u n a óptica psicológica resultan válidos y describen las em o­
ciones con m ucho realism o, aun cuando nos presenten aconteci­
m ientos fantásticos, irreales o sencillam ente imposibles.
Todo ello redunda en u n poder universal que caracteriza dichas
historias. Los relatos edificados sobre los fundam entos básicos del
viaje del héroe poseen u n atractivo que está al alcance de cualquier
ser hum ano, u n a cualidad que brota de u n a fuente universal u b ica­
da en el inconsciente com partido y que es un fiel reflejo de las in­
quietudes universales.
Son relatos que abordan cuestiones m uy infantiles, pero de largo
alcance: ¿Q u ié n soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde iré tras m i m uer­
te? ¿Q u é es el bien y qué es el m al? ¿Q u é hacer con el bien y el mal?
¿Q ué ocurrirá el día de m añana? ¿Q ué pasó con el ayer? ¿Acaso hay
alguien ahí fuera?
Las ideas que porta la m itología y que con tanto tino identificó
Campbell en El poder del m ifo jp u e d e n ser aplicadas para el entendi­
m iento de cualquier problem a hum ano. Constituyen una excelente
llave que nos da acceso a la vida en toda su m agnitud, y son un ins­
trum ento que favorece el establecim iento de vínculos m ás eficaces
con el gran público.
Si desea com prender las ideas que m odelan y m odulan el viaje del
héroe, nada será m ejor que leer la obra de Campbell. Como dije an­
teriorm ente, se trata de u n a experiencia que puede cam biar al más
pintado.
D e form a análoga, sería u n a buena idea acudir a los m itos y leer
sobre ellos, si bien la lectura del texto cam pbelliano podría suplir
esta tarea, debido a que su autor es u n a em inencia en la m ateria, ade­
m ás de un m agistral narrador de historias que se deleita en la ilus­
tración de sus tesis, y adorna sus postulados con exuberantes ejem ­
plos procedentes de la mitología.
Cam pbell proporciona u n esbozo del viaje del héroe y delim ita su
contorno en el capítulo IV , «Las claves», perteneciente a El poder del
4 4 EL V IAJE DEL ESCRITOR

TABLA 1
C o m p a ra c ió n d e la te rm in o lo g ía y las lín e a s m ae stra s

E l v ia je d el escrito r T h e H e ro w ith a Thousand Faces


(El p o d e r d el mito)

P rim e r acto L a p a rtid a , la se p a ra c ió n

El m undo ordinario El m undo cotidiano


La llam ada de la aventura La llam ada de la aventura
El rechazo de llam ada El rechazo de la llamada
El encuentro con el m entor La ayuda sobrenatural
La travesía del prim er um bral La travesía del prim er um bral
El vientre de la ballena

S e g u n d o acto El d escen so , la in ic iac ió n , la


p e n e tra c ió n

Las pruebas, los aliados, La senda de las pruebas


los enemigos

La aproxim ación a la caverna


m ás profunda
La odisea (el calvario, El encuentro con la diosa
La m ujer com o tentación
La reconciliación con el padre
La apoteosis
La recom pensa

La recom pensa La bendición final

T e rc e r acto T ercer acto: el re g re so

El cam ino de regreso El rechazo al retorno


El vuelo mágico
El rescate desde el interior
La travesía del um bral
El retorno
La resurrección Señor de am bos m undos

El retorno con el elixir La libertad para vivir


U N A G UÍA P R A C T IC A 45

m ito. M e he tom ado la libertad de rem endar ligeram ente este esque­
m a, en u n intento p o r reflejar algunos de los tem as com unes que con­
curren en las películas, y para ello he recurrido a ilustrar m is argu­
m entos con ejem plos extraídos de películas contem poráneas y de
algunos clásicos del cinem atógrafo. De este m odo el lector podrá com ­
parar ambos perfiles en sus líneas m ás generales, así com o la term i­
nología con sólo ojear la tabla num ero uno.
Com o puede verse, re sc rib o el mito del héroe a m i m anera, y us­
ted debería sentirse igualm ente libre para hacer lo propio. Cada n a ­
rrador ajusta el m odelo m ítico a los rasgos y peculiaridades de su
propósito o a las necesidades y prioridades de cada cultura.
De ahí que se diga que el héroe tiene m il caras.
Para finalizar, tan sólo añadiré u n a breve nota sobre el térm ino
h éroe: tal com o se em plea aquí, este vocablo, com o a m enudo suce­
de con las palabras doctor o p o e ta , puede hacer referencia tanto a un
hom bre com o a u n a mujer.

E! viaje del héroe

En el fondo, pese a sus infinitas variantes, la historia del héroe siem ­


pre im plica u n a suerte de viaje. U n héroe abandona su entorno có­
m odo y cotidiano para em barcarse en u n a em presa que habrá de con­
ducirlo a través de u n m undo extraño y plagado de desafíos. Podría
tratarse de u n viaje real con u n destino claro y bien definido, a saber:
u n laberinto, u n bosque, u n a gruta, u n a ciudad o u n país extraños, u n
lugar que se transform a en el cam po de batalla donde dirim irá sus di­
ferencias con el antagonista 0 las fuerzas puestas en su contra, etc.
Pero, a la par, son otras tantas las historias que conducen al h é­
roe a través de un viaje interior, que ocurre en la m ente, el corazón,
el espíritu. En cualquier historia que se precie el héroe crece y sufre
cam bios, viaja desde u n a m anera de ser a la siguiente: de la deses­
peración a la esperanza, de la debilidad a la fortaleza, de la locura a
la sabiduría, del am or al odio, y nuevam ente de vuelta. Son precisa­
m ente estos periplos em ocionales los que atrapan al público y con­
siguen que u n a historia bien m erezca u n a lectura o u n visionado.
A sí, las etapas que integran el viaje del héroe pueden rastrearse en
historias de toda índole, y no solo en aq u éllas que describen una aven­
tura o acción que pueda ser tildada de «heroica». El protagonista de
cada historia es el héroe de u n viaje, aun cuando la senda únicam en­
te transite por su m ente o se desarrolle en el ám bito de las relaciones.
46 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Q ue las distintas estaciones que com ponen el viaje del héroe


em erjan naturalm ente, aun cuando el autor no sea consciente de
ello, no es óbice para afirm ar que el conocim iento de las líneas
m aestras ancestrales que gobiernan toda narración se revela m uy útil
a la hora de identificar y subsanar algunos de los problem as que
plantean. Dicho esto, considere el lector las doce etapas que siguen
com o u n a carta de navegación que abarca el viaje del héroe, desde el
inicio hasta su conclusión, com o u n a de las m uchas form as en que
podem os desplazarnos de u no a otro lugar, si bien u n a de las m ás fle­
xibles, duraderas y fiables.

L as e ta p a s q u e c o m p o n e n el v ia je d e l h é ro e

1. El m undo ordinario.
2. La llam ada de la aventura.
3. El rechazo de la llamada.
4. El encuentro con el m entor.
5. La travesía del prim er umbral.
6. Las pruebas, los aliados, los enem igos.
7. L a aproxim ación a la caverna m ás profunda.
8. L a odisea (el calvario).
9. L a recom pensa (apoderarse de la espada).
10. El cam ino de regreso.
11. L a resurrección.
12. El retorno con el elixir.

El m o d e lo d e l v ia je d el h é ro e

Crisis Clímax

ACTO I A C TO II A C TO III

i
A p ro x . 30 p ag in as d el g u ió n 60 p ág in as 30 páginas

I
UNA G UÍA PRÁCTICA

1. U mundo ordinario

La m ayoría de las historias sacan al héroe de su m undo ordinario, con­


suetudinario y m undano para situarlo en u no especial, nuevo y total­
m ente ajeno a él o ella. «Com o pez fuera del agua», reza el dicho, una
idea que h a dado form a a incontables películas y series televisivas [El
fu g itiv o (The F u gitive ) , T he B everly H illb illie s , Caballero sin espada (Mr.
Sm ith Goes tO W ashington), U n yanqui en la corte del rey Arturo (A
C onnecticut Y ankee ifl King A rthur’s C o u rt), El m ago de O z (The W izard
o f O z), Único testigo (Witness), Límite: 48 h o r a s (48 H r s J , Entre pillos
an d a el juego ( Trading Places), Superdetective en H olly w ood (B ev erly
Hills Cop), etc.]. Si lo que se pretende es m o strar a un pez fu era de su
hábitat natural, fuera del agua, en prim er lugar deberá m ostrarlo en su
m u n d o ordinario, a fin de crear u n vívido contraste con el m undo n u e­
vo y extraño en el que está a punto de introducirse.
En único testigo podem os ver al policía urbano y la m adre y su
hijo am ish (m enonitas) en su respectivos e n to rn o s habituales antes
de ser arrastrados a un am biente totalm ente ajeno para ellos: los
am ish se sienten abrum ados p o r la ciudad, m ientras que el policía
se topa con el m undo decim onónico característico de la cultura de
la com unidad amish. En prim era instancia vem os a Luke Skyw al-
ker, el héroe de Lu g u e r r a de las galaxias, trem endam ente aburrido
con su rutina de granjero antes de partir hacia su particular abor­
daje del Universo.
Del m ism o modo, en El m a g o de O z se invierte un tiem po consi­
derable en la descripción de la vida m onótona y gris que lleva D o rita
en Kansas antes de su entrada en el m aravilloso m undo de Oz. A quí
el contraste se ve realzado p o r el rodaje en riguroso blanco y negro
de las escenas que ocurren en K ansas, m ientras que para las escenas
enm arcadas en el m undo de O z se em plea un vibrante T echnicolor.
En Oficial y caballero (An O ffícer und a G en tlem an ) se esboza un ví-
vido contraste entre el m undo ordinario del héroe -poblado por un
rudo jovenzuelo de la m arina con u n padre borracho que corre tras las
putas siem pre que tiene ocasión- y el m undo especial de la m uy pul­
cra y pulida escuela de elite de la M arina donde ingresa el héroe.

2. La llamada de la aventura

El héroe se enfrenta a u n problem a, u n desafío o aventura que debe


superar. U na vez planteada la lla m a d a d e la a v e n tu ra , el p ro ta g o ­
48 EL VIAJE DEL ESCRLTOR

nista no podrá y a perm anecer en la tranquilidad de su m undo ordi­


nario.
Q uizá la tierra esté m oribunda, corno sucede en los relatos del
rey A rturo y la búsqueda del Santo G rial, el único tesoro que po­
dría sanar la tierra herida. E n L a guerra de las galaxias, la llam ada
de la aventura adopta la form a del desesperado m ensaje h o lo g rá fi-
co que transm ite la princesa Leia dirigido al viejo sabio O bi W an
K enobi, quien pide a Luke que se una a él en la búsqueda. El m al­
vado D arth V ader ha secuestrado a Leia, com o ocurrió con la dio­
sa griega de la prim avera, Perséfone (Proserpina, en la m itología
rom ana), que fue raptada p o r Plutón, señor de los m uertos, y con­
ducida al reino subterráneo y triste de los Infiernos. A sí pues, su
rescate será de vital im portancia para la restauración del equilibrio
norm al del Universo.
E n m uchas historias de corte detectivesco, la llam ada de la aven­
tura no es sino la solicitud a un investigador privado para que acepte
un nuevo caso que im plica la resolución de un crim en que ha altera­
do el orden habitual de las cosas. U n buen detective debería deshacer
entuertos, así com o reso lv er crím enes.
En asuntos de venganza, la llam ada de la aventura suele m anifes­
tarse en la form a de una m aldad que exige reparación, por tratarse
de una ofensa al estado natural de las cosas y el orden establecido.
En El conde de M ontecristo, Edm ond D antes es injustam ente encar­
celado, de m odo que es el deseo de venganza lo que anim a su fuga
de la prisión. El argum ento de S u p erd etectiv e en H o lly w o o d echa a an­
dar tras el asesinato del m ejor amigo del héroe. En A corralado (F irst
B lo o d ) los actos de Ram bo encuentran m otivación en el m altrato que
recibe a m anos de un s h e r iff injusto e intolerante.
P or otro lado, en las com edias rom ánticas la llam ada de la aven­
tura podría resultar del prim er encuentro con alguien m uy especial
a la par que m olesto, con quien el héroe o la heroína discute, pero al
que tam bién busca.
L a llamada de la aventura establece las reglas del juego, plantea
la contienda y define el objetivo del héroe: hacerse con un tesoro o
con el am ante, obtener venganza o enderezar las cosas, alcanzar un
sueño, enfrentarse y superar un reto o cam biar una vida.
Lo que está en juego suele expresarse en la form a de una pre­
gunta que form ula dicha llam ada. ¿R eg resará a casa E. T .?, ¿y D o rita
en El m ago de O^? ¿P o d rá Luke Skyw alker rescatar a la princesa
Leia y derrotar al siniestro Darth V ader? Y en Oficial y caballero,
¿acaso el héroe acabará expulsado de la escuela de elite de la M arina

I
U N A G UlA PR A C TIC A 49

a causa de su propio egoísm o y las intrigas y chirigotas de un feroz


instructor m ilitar, o se ganará el derecho a ser considerado un ofi­
cial y un caballero? Chico conoce a chica, pero... el chi­
co a la chica?

3. El r e c h a z o d e la lla m a d a ( e l h é r o e r e t ic e n t e )

É sta es una cuestión que tiene m ucho que v er con el m iedo. C on m u-


cha frecuencia llegados a este punto el h éro e se m u estra rem iso a cru- •
zar el um bral de la aventura, de suerte que rechaza la llam ada o b ien i
expresa su re n u e n c ia . D espués de todo, se enfrenta al m ayor de todos
sus tem ores: el terror a lo desconocido. El héroe todavía no se h a j
com prom etido por com pleto con el viaje y puede que esté pensando j
en echarse atrás. Será necesaria alguna influencia externa -un cam - j
bio en las circunstancias, u n a ofensa m ayor contra el orden natural 1
de las cosas o el encuentro con un m entor- p ara que logre superar jl
este instante de m iedo absoluto y paralizante. (
En las com edias rom ánticas el héroe puede expresar su reticencia J
a im plicarse plenam ente (quizá por m iedo a revivir los sinsabores de I
una am arga relación anterior). En las historias de detectives, en pri­
m era instancia el investigador privado puede rechazar el caso, úni-
S
cam ente p ara aceptarlo m ás tarde en contra de los dictados del buen j
juicio. j
En L a guerra de ¡as galaxias, llegado a esta tesitura, Luke re­
chaza la llam ada de la aventura que propone Obi W a n y re g re s a a
la granja ju n to a sus tíos, sólo p ara descubrir que las tropas de
asalto del Im perio han cercenado sus vidas. L a actitud de Luke su­
fre un cam bio súbito que le hace olvidar toda reticencia para em ­
prender la búsqueda que se le propone. L a m aldad del Im perio se
ha transform ado en una afrenta contra su propia persona. A hora
está m otivado.

4. El m entor (el anciano o andana s a b io s )

A estas alturas del relato m uchos escritores habrán introducido ya


a un personaje sem ejante al del m ago M erlín, que habrá de erigir­
se en el m entor del héroe. La relación que se establece entre el h é­
roe y el m entor es uno de los tem as m ás com unes de la m itología,
y uno de los más ricos en el plano simbólico. Equivale al lazo que
50 EL VIAJE DEL ESCRITOR

se forja en tre p a d re e hijo, m aestro y p u p ilo , doctor y paciente,


dios y hom bre.
El m e n to r p u e d e a d o p ta r la fo rm a de u n m ag o anciano y sabio
(La g u e rra de las galaxias), u n d u ro sa rg e n to in stru c to r (O ficial y ca­
ballero ) o u n an tig u o e n tre n a d o r de boxeo y a e n tra d o e n añ o s (Ro-
cky)\ en la m ito lo g ía de La chica de la tele (The M ary Tyíer M oore
S h o w ) e ra e n c a rn a d o p o r L otl G rant, y e n T ib u ró n (Ja w s) tom a la for­
m a del b ru sco y rocoso p ersonaje de R obert Shaw , q u e lo sabe todo
acerca de los escu alo s.
La fu n ció n d el m e n to r consiste e n p re p a ra r al héroe p a ra q u e
se en fren te a lo desconocido. P u e d e d arle consejos, servirle de
g u ía o p ro p o rc io n a rle p ó cim as m ágicas. O bi W an e n La g u e r r a de
las g alax ias e n tre g a a L uke la e s p a d a d e lu z q u e p erten e ció a su
p a d re , y q u e n ec e sita rá p a ra b atallar c o n tra el lad o oscuro de la
Fuerza. E n El m ag o de Oz, la b ru ja b u e n a G lin d a g u ía a D o r i t a y
le e n tre g a las z a p a tilla s color ru b í q u e fin alm en te la lle v a rá n de re ­
g reso a casa.
Sin em b arg o , el m e n to r n o p o d rá ac o m p a ñ a r al héroe h a sta el fi­
n al del viaje. T ard e o te m p ra n o tam b ién d eb e rá en fren tarse a lo
d esco n o cid o e n co m p leta so led ad . E n o casiones será necesario q u e
el m e n to r em puje al h éro e p a ra q u e d é com ienzo su av en tu ra.

5. La travesía del primer umbral

F in alm en te el h éro e accede a in te rn a rse en la a v e n tu ra y p e n e tra p o r


v e z p rim e ra e n el m u n d o especial de la historia. Lo hace com o re­
s u lta d o de a tra v e sa r el p rim e r u m b ra l, de su erte que ace p ta todas
las consecuencias q u e p u e d a n d e riv a rse d e d icha em presa, p ro b le m a
o reto m a n ifestad o p o r m ed io de la lla m a d a de la a v e n tu ra. Es en este
m o m e n to c u a n d o d a inicio la h isto ria y e m p ie z a n a su ced erse las
a v e n tu ra s. El globo asciende, el b u q u e z a rp a , em p ieza el rom ance, el
a v ió n o la n av e esp acial re m o n ta n el v u elo , el tre n inicia su m archa.
F recu e n te m e n te las p elícu las p re s e n ta n u n a e stru c tu ra d iv id id a
e n tres actos, tres p a rte s b ie n d iferen ciad as que p o d e m o s definir
com o sigue: 1) el h éro e se decid e a actu ar, 2) la acció n e n sí m ism a,
y 3) las consecuencias q u e d e riv a n de la acción. El p rim e r u m b ra l
d e te rm in a el p aso en tre los actos p rim e ro y seg undo. El héroe, u n a
v e z q u e h a su p e ra d o sus m ied o s, to m a la d e term in ac ió n d e afro n ta r
el p ro b le m a y p a sa r a la acción. A h o ra e stá to talm en te co m p ro m eti­
d o co n el viaje y y a n o p u e d e d a r m a rc h a atrás.
U N A G UÍA PR Á C TIC A 51

Éste es el instante en que D o rita inicia su periplo por el camino de


baldosas amarillas. A xel Foley, el héroe de Superdetective en H o lly ­
w o o d , se decide a desafiar la orden de su jefe, de tal m odo que aban­
dona su m undo ordinario de las calles de D etroit para investigar el
asesinato de su amigo en el nuevo escenario del m undo especial de
Beverly Hills.

6. Las pruebas, los aliados y los enemigos

U n a vez traspasado el prim er um bral, el héroe encuentra a su paso,


natural y progresivam ente, nuevos retos y pruebas, hallando en su
cam ino aliados y enem igos, y poco a poco asim ila las norm as que
rigen ese m undo especial.
Salones y bares sórdidos parecen ser lugares idóneos para estas
transacciones. Infinidad de w estem s llevan al héroe a un salón don­
de su determ inación y su hom bría serán puestas a prueba y donde
sus am igos y los villanos harán acto de presencia. Los bares son tam ­
bién m uy útiles para óbtener inform ación, así com o para aprender
las nuevas norm as que se aplican en el m undo especial.
En Casablanca, el R ick’s Café es la guarida donde se cuecen intri­
gas, donde se forjan enem istades y alianzas, y donde la estatura m o ­
ral del héroe se pone a prueba constantem ente. En L a guerra de las
galaxias, la cantina es el escenario que ve nacer la gran alianza con
H an Solo y la fuerte enem istad con Jabba the Hutt, líder de los con­
trabandistas, que se saldará dos películas m ás tarde en El retorno del
Jedi (R etu rn o f th e J e d i) . A quí, en esta atm ósfera vertiginosa, surrea­
lista y violenta de la cantina, un horm iguero de seres extraños, L u k e
asim ism o tom a contacto con el em ocionante y peligroso m undo es­
pecial en el que acaba de internarse.
Escenas com o éstas favorecen el desarrollo del personaje a m edida
que observam os cóm o el héroe y sus com pañeros reaccionan bajo p re­
sión. En la cantina de L a guerra de las g a la x ia s, Luke averigua cómo
H an Solo m aneja u n a situación com prom etida, al tiem po que descu­
bre que O bi W an es un m ago guerrero m uy poderoso.
Secuencias similares contiene la película Oficial y caballero llega­
dos a este punto de la historia, donde el héroe encuentra aliados y
enem igos y descubre un «interés am oroso». Entonces se revelan al­
gunos aspectos del personaje protagonista -su agresividad, su h o s­
tilidad, su dom inio de las técnicas de lucha callejera, sus actitudes
respecto de las m ujeres-, que afloran de entre la presión que im ­
52 EL VIAJE DEL ESCRITOR

pregna las escenas y, casi con toda certidum bre, una de ellas se p ro ­
ducirá en el recinto de un bar.
N i qué decir tiene que no todas las pruebas, alianzas y enem ista­
des suceden en los bares. En m uchas historias, en El m ago de O z por
ejem plo, son sim ples encuentros en el camino. En la etapa del ca­
m ino de baldosas amarillas, D o rita recluta a sus com pañeros: el E s­
pantapájaros, el H om bre de hojalata y el Léon cobarde, toda vez que
hace algunos enem igos, com o un huerto de árboles gruñones que
hablan. Y supera una serie de pruebas tales como liberar al Espanta­
pájaros, engrasar al H om bre de hojalata y ayudar al León cobarde a
que venza sus m iedos y obtenga el coraje que le falta.
En L a guerra de las galaxias las pruebas no term inan en la canti­
na, antes bien continúan una vez zanjada la escena. Obi W an inicia
a Luke en la Fuerza haciéndole volar con los ojos vendados. Las pri­
m eras batallas con los cazas im periales constituyen una prueba más
que Luke logra superar con éxito.

7. La aproximación a la caverna más profunda

Y en últim a instancia, el héroe se aproxim a al lugar que encierra el


m áxim o peligro, que a m enudo se encuentra bajo tierra, donde se es­
conde el objeto de su búsqueda. Suele tratarse del cuartel general del
m ayor enem igo del héroe, el enclave m ás peligroso del m undo espe­
cial, su c a v e rn a m á s p ro fu n d a . Cuando el protagonista penetre en el
lugar de sus tem ores cruzará el segundo gran um bral. Los héroes sue­
len detenerse a sus puertas, en preparación para lo que se cierne so­
bre ellos, para planear su estrategia y burlar a los guardias del villa­
no. E sta fase se denom ina la a p ro x im a c ió n o el acerc am ie n to .
En la m itología, la caverna m ás profunda puede adoptar la form a
del reino de los m uertos, el Hades. Puede que el héroe tenga que des­
cender a los Infiernos p ara rescatar a su am ada (O rfeo), internarse en
u n a gruta donde luchará con un dragón y alcanzar un tesoro (Sigfrido
o Sigurd en la m itología escandinava) o en un laberinto para enfrentar­
se a un m onstruo (Teseo y el M inotauro).
En las historias artúricas la caverna m ás profunda tiene la form a de
la capilla peligrosa, esa cám ara siniestra que podría albergar el Grial.
En la m oderna m itología que m uestra la cinta L a guerra de las g a­
laxias, la aproxim ación a la caverna m ás profunda surge cuando
Luke Skyw alker y sus cam aradas son arrastrados hasta la E strella d e
la M uerte, donde se encontrarán cara a c a ra con D arth V ader y libe-
UNA GUÍA PRACTICA 5 3

rarán a la princesa Leia. En El m ago de O z D o rita es secuestrada y lle­


vada al castillo siniestro de la bruja m alvada, una circunstancia que
obligará a sus com pañeros a introducirse en él para salvarla. El títu ­
lo Indiana Jones y el tem plo m aldito (Indiana Jones and the Tem ple o f
D oom ) es suficientem ente elocuente y revela cuál es la caverna m ás
profunda del film.
L a aproxim ación engloba, por tanto, todos los preparativos pre­
vios a la entrada en la caverna m ás profunda y el enfrentam iento con
la m uerte 0 un peligro supremo.

8. La odisea (el calvario)

L a fortuna del héroe toca fondo y es hora de que se enfrente direc­


tam ente con quien m ás tem e. Se enfrenta a una m uerte posible y da
inicio la batalla con la fuerza hostil. La odisea, este calvario, consti­
tuye un «m om ento negro» para la audiencia, que es m antenida en
tensión y se arroba al no saber si el protagonista fenecerá o sobrevi­
virá a sem ejante trance. El héroe, com o Jonás, «está en el vientre de
la bestia».
En L a guerra de las galaxias este m om ento atorm entado tiene lu­
gar en las entrañas de la Estrella de la M uerte. cuando Luke, Leia y
com pañía se encuentran atrapados en la trituradora de basura gigan­
te. Luke es reducido por los tentáculos del m onstruo que habita en
las aguas residuales, y tanto tiem po pasa sum ergido que el público
em pieza a dudar de que pueda salir con vida de ese entuerto. En E. T.
El extraterrestre (E. T. the E x tr a -T errestria l), el adorable extraterrestre
por m om entos parece m orir en la m esa de operaciones. En El m ago
de Oz, D o rita y sus am igos son retenidos por la bruja m alvada, y todo
indica que no hay salida posible para ellos. A estas alturas de la his­
toria en Superdetective en H o lly w o o d , Axel Foley h a caído en las garras
de los hom bres del villano y un arm a apunta a su cabeza.
En Oficial y caballero, Z ack M ayo sufre un calvario cuando su ins­
tructor de la M arina lo atorm enta y hum illa para que abandone el
program a. Es un m om ento de alta tensión psicológica, una cuestión
de vida o m uerte, dado que si abandona sus opciones de convertirse
en un oficial v un caballero se habrán esfum ado. Sobrevive a esta
odisea negándose a abandonar, y el sufrim iento lo cambia. El sar­
gento instructor, un anciano sabio y taim ado, le ha forzado a adm i­
tir su dependencia de los dem ás, y desde ese m om ento en adelante
será m ás colaborador y m enos egoísta.

¡ttk .
54 EL VIAJE DEL ESCRITOR

En las com edias rom ánticas, el héroe se enfrenta a la m uerte, pu-


diendo tratarse de la m uerte tem poral de una relación, com o en el
segundo m ovim iento del viejo y clásico argum ento «chico encuen­
tra a chica, chico pierde a chica, chico recupera a chica». Las posi­
bilidades de que el héroe alcance el objeto de sus afectos parecen es­
tar en su m om ento m ás bajo y som brío.
Se trata de un m om ento crítico en la historia, una odisea en la que
el héroe debe m orir o parecer m orir p ara que pueda renacer seguida­
m ente. Constituye una fuente de gran trascendencia, pues de ella
m ana la m agia del mito h ero ico . Las experiencias acaecidas en las
etapas previas han inducido nuestra total identificación con el héroe
y su destino. Lo que sucede a nuestro héroe nos sucede a nosotros.
Sus desventuras son nuestras desventuras. De m odo que nos senti­
m os anim ados a experim entar con él ese lance a vida o m uerte que
habrá de determ inar su suerte. N uestras em ociones quedan tem po­
ralm ente suspendidas p ara que podam os revivirlas cuando regrese
desde la m uerte. El resultado de este renacim iento es que nos invade
un inconm ensurable sentim iento de regocijo y euforia sin igual.
Quienes diseñan y proyectan las atracciones de los parques de
ocio y entretenim iento saben m uy bien cóm o em plear este principio.
En las m ontañas rusas los pasajeros sienten que van a m orir en el si­
guiente tobogán, y obtienen u n a gran em oción de su enfrentam ien­
to con la m uerte y de poder vivir p ara contarlo. N unca se siente uno
m ás vivo que al m irar cara a cara a la muerte.
Tam bién existe un elem ento clave en las cerem onias de tránsito o
los ritos de iniciación que certifican el ingreso en las herm andades y las
sociedades secretas. El iniciado es obligado a probarse frente a la m uer­
te en el decurso de una experiencia terrible, y luego se le perm ite ex­
perim entar la resurrección cuando renace siendo y a un nuevo m iem ­
bro del grupo. Por consiguiente, el héroe de cualquier historia es un
iniciado al que le son revelados los m isterios de la vida y la muerte.
C ada historia precisa de un m om ento crítico y decisivo en el que
el héroe o sus propósitos corran un serio peligro de muerte.

9. La recompensa (apoderarse de la espada)

H abiendo sobrevivido a la m uerte, vencido al dragón, o m atado al


M inotauro, el héroe y la audiencia tienen m otivos para el festejo. El
héroe ahora tom a posesión del tesoro m ás preciado, persiguiendo el
cual h a llegado hasta aquí, obtiene finalm ente su re c o m p e n sa . É sta
UNA G UÍA PRÁCTICA

podría ser un arm a singular, por ejem plo u n a espada m ágica, o un


símbolo como el Grial o algún elixir capaz de aliviar los m ales de la
tierra herida.
En algunas ocasiones la «espada» no es sino el conocim iento o la
experiencia que posibilitan un m ayor entendimiento de las fuerzas
m aléficas y la reconciliación con ellas.
En La guerra de las galaxias, Luke rescata a la princesa Leia y se
hace con los planos de la E strella de la M uerte, fundam entales para
derrotar a D arth Vader.
D o rita se fuga del castillo de la bruja m alvada con el palo de su
escoba y las zapatillas color rubí, esenciales para su regreso a casa.
En este m om ento, el héroe tam bién puede resolver un conflicto
anterior con uno de sus progenitores. En El retorn o d e l j e d i , L uke se
reconcilia con D arth V ader, quien resulta ser su padre y a la postre
no es un personaje tan m alvado.
El protagonista puede asim ism o reconciliarse con el sexo opues­
to, co m o suele ocurrir en las com edias rom ánticas. En m uchas de es­
tas historias el ser am ado es el tesoro que el héroe pretende ganarse
o rescatar, y a m enudo se plantea u n a escena am orosa con la que ce­
lebra su victoria.
D esde la óptica del héroe, los m iem bros del sexo opuesto pueden
p arecer f ig u r a s q u e c a m b ia n d e f o r m a , arquetipos del cambio. Su
form a, aspecto o edad parecen cam biar constantem ente, cosa que re ­
fleja los aspectos confusos y cam biantes que caracterizan al sexo
opuesto. Los relatos de vam piros, hom bres lobo u otros seres m u ­
tantes son resonancias sim bólicas de esta cualidad cam biante que
hom bres y m ujeres perciben en el sexo opuesto.
De la cruzada del héroe puede obtenerse un m ejor entendim ien­
to del sexo opuesto, u n a capacidad p ara v er alle n d e la apariencia ex­
terna y cam biante de las cosas, que en ultim a instancia conduce a la
reconciliación.
A nálogam ente, el héroe puede increm entar su atractivo tras ha­
ber superado el calvario. Con te só n y constancia se ha ganado el tí­
tulo de «héroe», tras haber corrido un riesgo extrem o por el bien de
la com unidad.

1 0 . El camino de regreso

Pero nuestro héroe todavía no h a salido de la floresta. Estam os,


pues, a las puertas del tercer acto, y el protagonista em pieza a vivir
56 EL VIAJE DEL ESCRITOR

las consecuencias de su enfrentam iento con las fuerzas del m al, que
supuso su particular odisea. Si todavía no h a alcanzado la reconci­
liación con su progenitor, con los dioses o las fuerzas hostiles, p o ­
drían enfurecerse y volverse en contra suya. A lgunas de las m ejores
escenas de persecución se inician en este m om ento, cuando el héroe
debe huir e iniciar el cam ino de regreso, perseguido por las fuerzas
vengativas que ha importunado al apoderarse de la espada, el elixir
0 el tesoro.
A sí, Luke y L eia huyen, y D arth V ader, furioso, los persigue en su
frenética fuga de la Estrella de la M uerte. El camino de regreso en E. T.
no es sino ese vuelo en bicicleta a la luz de la luna que llevan a cabo
Elliott y el propio E. T. huyendo de «Keys» (Peter Coyote), que re­
presenta a la autoridad gubernam ental represora.
Esta etapa realza la firm e decisión de regresar al m undo ordina­
rio. El héroe cae en la cuenta de que es necesario dejar atrás el m un­
do especial, aunque todavía le aguardan otros peligros, tentaciones y
pruebas.

ll. La re s u rre c c ió n

En tiem pos pretéritos, los cazadores y los guerreros debían ser p u ri­
ficados antes de regresar a sus com unidades de origen porque tenían
las m anos m anchadas de sangre. A quel héroe que se h a adentrado en
el reino de los m uertos tendrá que renacer y purificarse por m edio
de un últim o calvario de m uerte y r e s u r r e c c ió n antes de iniciar su
retorno al m undo ordinario de los vivos.
Estam os ante un segundo lance a vida o m uerte, poco m enos que
una repetición de la m uerte y el renacim iento que caracterizan la
odisea (o el calvario). L a oscuridad y la m uerte por fin se funden en
un postrero y desesperado envite que precede a su derrota definiti­
va. Es una suerte de exam en final para el héroe, que deberá superar
una vez m ás para refrendar las lecciones aprendidas en el transcur­
so de la odisea.
Estos m om entos de m uerte y renacim iento transform an al héroe,
tanto que regresa a su vida ordinaria anterior convertido en un nue­
vo ser con nuevas m iras.
L a trilogía de L a guerra de las galaxias ju ega con esta prem isa
constantem ente. Las tres películas nos deleitan con la escena de una
batalla final en la que Luke casi pierde la vida, parece m orir por un
segundo, y luego sobrevive m ilagrosam ente. Con cada odisea el hé-
U N A G U ÍA PRÁCTICA 57

roe adquiere un m ayor conocim iento y dom inio de la Fuerza. Pode­


m os afirm ar que la experiencia lo ha transform ado en un ser nuevo.
En la secuencia principal de S u p erd etectiv c en H o lly w o o d , Axel
F oley se enfrenta nuevam ente a u n a m uerte segura a m anos del villa­
no, pero el cuerpo de policía de Beverly Hills acude en auxilio del
héroe.
O ficial y caballero nos ofrece una serie final de «calam idades»
harto más com plejas, en las que el protagonista deberá sortear la
m uerte de m aneras diversas. El egoísmo de Zack se desvanece cuan­
do rechaza la posibilidad de obtener un trofeo atlético y prefiere ayu­
dar a otro cadete. L a relación que m antenía con su novia parece h a­
ber pasado a la historia, y a su vez debe sobrevivir al golpe mortal
del suicidio de su m ejor amigo. Por si fuera poco, tras estos duros
reveses sostiene una batalla final a vida o m uerte, un m ano a mano
con su instructor, al que obviam ente sobrevive aunque transform a­
do en ese galante «oficial y caballero» que da título al film.

12. El retorno con el elixir

El héroe regresa al m undo ordinario, mas su viaje carecerá se senti­


do a m enos que vuelva a casa con algún elixir, tesoro o enseñanza
desde el m undo especial. E l elixir es una poción m ágica con capaci­
dad sanativa. Podría tratarse de una gran tesoro, com o el Grial, que
posee un poder mágico capaz de sanar la tierra herida, o sencilla­
m ente consistir en un conocim iento o experiencia que algún día p o ­
dría revelarse ú til para la com unidad.
D o rita regresa a K ansas, sabiéndose am ada y con la enseñanza de
que «no hay m ejor lugar que el propio hogar». E. T. retorna a casa
habiendo experim entado la amistad con los hum anos. Luke Skyw al-
k er derrota a D a rth V ader (por el m om ento) y restablece la paz y el
orden en toda la galaxia.
Z ack M ayo gana su rango y abandona el m undo especial de la
base de entrenam iento con nuevas perspectivas. A taviado con el u n i­
form e nuevo y reluciente de oficial (y con una nueva actitud) levan­
ta literalmente a su novia del suelo y la lleva consigo.
A veces el elixir no es sino un tesoro ganado a pulso tras la b ú s ­
queda, si bien puede asim ism o ser el amor, la libertad, la sabiduría o
el conocim iento de que ese m undo especial existe y no necesaria­
m ente im plica la muerte. Otras veces puede sim plem ente c o n sistir
en regresar a casa con una buena historia que contar.
58 EL V I A J E D EL E S C R I T O R

A m enos que se regrese de la odisea en la caverna m ás profunda


con algún «trofeo», el héroe estará condenado a revivir la aventura.
M uchas com edias recurren a este final, tal que un personaje algo es­
tu p id o no aprende la lección y se em barca en la m ism a locura que le
causó grandes problem as en prim era instancia.
Recapitulando lo dicho acerca del viaje del héroe:

1. Los héroes se nos presentan en el M U N D O ORD IN A RIO , donde


2. reciben la LLAMADA DE LA AVENTURA.
3. Inicialmente se m uestran RETICENTES o bien RECHAZAN LA
LLAM ADA, pero
4. u n M E N T O R los anim a a
5. CRUZAR EL PRIM ER U M BRAL e internarse en el mundo espe­
cial, donde
6. encontrarán PRUEBAS, ALIA D O S Y ENEM IGOS.
7. Se APRO X IM A N A LA CAVERNA M ÁS PROFUNDA, atravesan­
do un segundo um bral
8. donde em pezará su ODISEA o CALVARIO.
9. Se apoderarán de su RECO M PEN SA y
10. serán perseguidos en el CA M IN O D E REG RESO al m undo ordi­
nario.
11. Cruzan un tercer um bral, experim entan una R ESU RRECCIO N y
esta vivencia los transform a.
12. R E T O R N A N CO N EL E L IX IR , una bendición o tesoro del que se
beneficiará el m undo ordinario.

E l viaje del héroe constituye un esqueleto que tendrá que ser desa­
rrollado y enriquecido con detalles y sorpresas adaptados a las p e­
culiaridades de cada historia. L a estructura no debería llam ar la
atención sobre sí m ism a, ni debería seguirse con excesiva rigurosi­
dad. El orden de las etapas expuesto aquí no es m ás que una de las
m uchas variaciones posibles. Las etapas pueden suprim irse, agre­
garse y alterarse drásticam ente o sucederse sin perder por ello un
ápice de su efecto.
Los valores que encierra el viaje del héroe es lo verdaderam ente im ­
portante. Las im ágenes de su versión básica -jóvenes héroes en b u s­
ca de las espadas m ágicas de los viejos sabios, las doncellas en apuros,
el riesgo de m uerte que se corre p ara salvar al ser am ado, caballeros y
paladines que luchan con dragones m alvados en cavernas p ro fu n -

iI á
UNA G U ÍA PRÁCTICA 5 9

das, y asuntos sim ilares- sim plem ente son sím bolos de experien­
cias vitales de alcance universal. Estos sím bolos pueden sufrir infi­
nitas m odificaciones con objeto de ajustarlos a la historia que nos
ocupa y las necesidades de la sociedad que los recibe.
El viaje del héroe puede fácilm ente traducirse a las com edias,
dram as, rom ances o aventuras contem poráneos a resultas de susti­
tu ir las figuras sim bólicas y los accesorios que rodean al héroe y su
historia por equivalentes m odernos. C onsecuentem ente, el anciano
sabio podría ser un ch Jm á n 0 un m ago reales, pero asim ism o podría
ser cualquier m entor o m aestro, un terapeuta o un doctor, un je fe
«brusco aunque bondadoso», un superior duro a la par que ju sto, un
progenitor, un abuelo o una figura cualquiera que actúe com o guía
del protagonista.
Los héroes m odernos pueden no adentrase en laberintos y caver­
nas para enfrentarse a bestias m íticas, pero sí que se internan en un
m undo especial y en una caverna profunda cuando parten hacia el
espacio exterior, al fondo del m ar, cuando deam bulan por los bajos
fondos de una m etrópolis m oderna o exploran el interior de sus co ­
razones.
El m odelo del m ito puede em plearse por igual para relatar des­
de el cóm ic m ás sencillo hasta el dram a m ás sofisticado. El viaje del
héroe crece y m adura en la m edida en que se experim entan y ex­
ploran los lím ites de su estructura. Con sólo introducir variaciones
en el sexo y las edades relativas de los arquetipos se gana en inte­
rés, y ello favorece la creación de estructuras m ás com plejas y n u e ­
vos enfoques con los que percibir e interpretar a los personajes. Las
figuras básicas pueden com binarse o cada una de ellas puede divi­
dirse en varios personajes, a fin de revelar diversos aspectos de una
m ism a idea.
El viaje del héroe es infinitamente flexible, permite múltiples va­
riaciones sin sacrificar p o r ello su m agia y nos sobrevivirá a todos.
A hora que hem os contem plado el m apa, procedam os a conocer a
los personajes que pueblan el paisaje de la historia: los arquetipos.
Los arquetipos
C o n v o c a d o o no, el dios vendrá.
(L eyenda que corona la puerta de la casa de C ari Ju n g )

a n pronto com o nos adentram os en el m undo de los cuentos de


T hadas, las leyendas y los m itos, detectam os tipos de personajes
recurrentes, así com o u n a serie de relaciones que incesantem ente se
repiten: héroes que algo anhelan, heraldos que los llam an a la aven­
tura, sabios ancianos o ancianas que los dotan con poderes m ágicos,
guardianes del um bral que parecen entorpecer su periplo, viajeros
cuya form a cam bia y que tratan de confundirlos y deslum brarlos, si­
niestros villanos que persiguen su destrucción, tram posos y em bau­
cadores que transgreden el e sta tu s quo y aportan un cierto desaho­
go derivado de su com icidad. A l describir estos personajes com unes,
los sím bolos y relaciones que se establecen, el psicólogo helvético
Carl G . Jung optó por em plear el concepto del arquetipo, aludiendo
con ello a los m odelos de la personalidad que se repiten desde tiem ­
pos antiguos de suerte que suponen una herencia com partida para la
especie hum ana en su totalidad.
Jung apuntó la existencia de un inconsciente colectivo, de tenor
sim ilar al inconsciente individual de las personas. Los cuentos de
hadas y los m itos son com o sueños com partidos por toda la cultura,
que em anan del inconsciente colectivo. Los m ism os tipos de perso­
najes parecen originarse tanto en el plano individual como en el co­
lectivo. E stos arquetipos prevalecen de m anera sorprendentem ente
constante en todos los tiem pos y todas las culturas, en los sueños y
personalidades de los individuos así com o en los m itos que se han
im aginado en el m undo entero. U n correcto entendim iento de estas
fuerzas pude erigirse en uno de los aparejos de m ayor utilidad entre
los que com ponen el abanico de herram ientas que precisa todo na­
rrador de historias.
LOS ARQUETIPOS 61

El concepto de arquetipo es una herram ienta indispensable para


com prender la función o el propósito de los personajes que partici­
p a n en cualquier historia. Si aprehendem os la función del arquetipo
expresado p o r un personaje concreto, bien podrem os determ inar si el
personaje desarrolla todo su potencial en el devenir de la historia. Los
arquetipos form an parte del lenguaje universal em pleado en la com ­
posición y la narración de historias, y el dom inio de su energía es tan
esencial para el escritor com o el aire que respira.
Joseph C am pbell calificó los arquetipos de biológicos: como ex­
presiones de los órganos del cuerpo, están enraizados en lo más h o n ­
do del ser humano. L a universalidad de estos patrones posibilita la
experiencia com partida de la relación de historias. Q uienes cuentan
historias instintivam ente seleccionan personajes y relaciones con re ­
sonancias de los arquetipos, a fin de crear experiencias dram áticas
que todos podem os reconocer. E l conocim iento de los arquetipos no
puede sino expandir el dom inio de su arte.

L o s a rq u e tip o s e n te n d id o s c o m o fu n c io n e s

C uando em pecé a trabajar con estas ideas, yo concebía el arquetipo


como un rol fijo que un personaje tenía que desem peñar a lo largo de
toda una historia. C uando identificaba un personaje con el m entor, es­
peraba que se m antuviera en ese papel y que no lo abandonara hasta
el final. Pero durante mi trabajo con m otivos extraídos de los cuentos
populares y de hadas (una de m is tareas en m i faceta de consultor de
historias para D isney A nim ation) encontré otro m odo de enfocar los
arquetipos, no tanto com o roles de personajes rígidos cuanto como
funciones que los personajes desem peñaban tem poralm ente, con el
objeto de producir determ inados efectos que enriquecían una historia.
Esta interesante observación tiene su origen en la obra de V ladim ir
Propp, experto ruso en cuentos de hadas, cuyo libro M orfología d el
cuento analiza los m otivos y patrones recurrentes que articulan m ás de
un centenar de cuentos de la cultura popular rusa.
Si observam os el arquetipo desde esta vertiente, es decir, com o un
conjunto de funciones flexibles y no com o unos tipos de personajes
rígidos, sin duda aportarem os libertad al oficio de contar historias.
Esta m irada explica cóm o un personaje de una historia puede m ani­
festar los rasgos de m ás de un arquetipo. Podem os interpretar los ar­
quetipos com o si se tratase de m á sc a ra s, caretas m uy necesarias para
que la historia progrese y que portan tem poralm ente los personajes.

i A
62 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Así, u n p erso n aje p o d ría a p a re c er en la h isto ria con la fu n ció n carac­


terística de u n h erald o , cam b iar se g u id a m en te de m áscara y tra n sfo r­
m arse e n u n e m b au cad o r, u n m e n to r y u n a som bra.

Las facetas de la personalidad del héroe

O tro m o d o de in te rp re ta r los a rq u e tip o s clásicos consiste en co n sid e­


rarlo s facetas d e la p e rso n a lid a d d el h éro e (o del escritor). Los p e r­
sonajes re sta n te s re p re s e n ta n las p o sib ilid a d e s d el héroe, p a ra b ie n y
p a ra m al. D u ra n te el cu rso de u n a h isto ria, u n h éro e p ro ce d e e n oca­
siones d e tal m a n e ra q u e re ú n e e in c o rp o ra la e n erg ía y los rasgos de
o tro s p erso n ajes. A p re n d e de los p erso n ajes q u e lo ro d ean , y fu n d e
su s características h a sta g e n e ra r u n ser h u m a n o co m p leto q u e h a
a d o p ta d o algo de to d o aq u él q u e se h a c ru z a d o en su cam ino.

Los a rq u e tip o s
como em anaciones del héroe

A sim ism o, los a rq u e tip o s p u e d e n in terp retarse com o sím bolos


p e rso n ific a d o s de las d iv e rsa s c u a lid a d e s h u m a n a s. C om o e n las c ar­
tas de los arcan o s m a y o re s d el taro t, e n c a rn a n los asp ectos q u e con-
LOS ARQUETIPOS 63

form an la personalidad hum ana completa. C ada buena historia re ­


fleja, por tanto, la historia hum ana en su totalidad, la condición h u ­
m ana universal que supone el hecho de nacer en este m undo, el cre­
cimiento, el aprendizaje, el esfuerzo invertido en hacerse individuo
y la m uerte. Las historias pueden leerse com o m etáforas de la situ a ­
ción hum ana en general, pobladas con personajes que engloban los
rasgos arquetípicos universales, com prensibles tanto para el colecti­
vo como para el individuo.

Los arquetipos más comunes y de utilidad

D esde la perspectiva del narrador de historias, algunos arquetipos


son del todo indispensables para el buen desarrollo de su oficio. No
podem os contar historias en su ausencia. Los arquetipos que con
m ás frecuencia aparecen en las historias y que parecen ser los más
útiles para el trabajo del escritor, son:

EL HÉROE
EL M EN TO R (El anciano o anciana sabios)
EL GUARDIÁN DEL UMBRAL
EL HERALDO
LA FIGURA CAMBIANTE
LA SOMBRA
EL EMBAUCADOR

H uelga decir que existen m ás arquetipos, tantos com o cualidades


hum anas susceptibles de aparecer dram atizadas en las historias. Los
cuentos populares y de hadas están plagados de figuras arquetípicas:
el lobo, el cazador, la m adre bondadosa, la m adrastra perversa, el
hada m adrina, la bruja, el príncipe o la princesa, el posadero avari­
cioso y otros m uchos m ás que desem peñan funciones altam ente es­
pecializadas. Jung y algunos otros han identificado m uchos otros ar­
quetipos psicológicos, com o el Puer A eternus o el m uchacho eterno,
que puede encontrarse en los m itos en la form a del siem pre jo v en y
lozano Cupido, así com o en personajes com o P eter Pan y en la vida
real en aquellos hom bres que se niegan a crecer y m adurar.
Los géneros particulares de las historias m odernas poseen sus
propios personajes especializados, com o la prostituta con un cora­
zón de oro o el guardiam arina arrogante (el teniente altanero de
W est Point en los w estern s), el poli bueno/poli malo, tan habitual en
r-i

6 4 EL VIA JE DEL ESCRITOR

las películas de cam aradas y am igos, o tam bién el sargento duro pero
justo, m uy com ún en las películas bélicas.
Sin em bargo, los anteriores no son sino variantes y versiones refi­
nadas de los arquetipos que se expondrán en próxim os capítulos. Así,
abordarem os los arquetipos y m odelos m ás básicos, desde los que de­
rivan todos los dem ás y adoptan distintas form as a fin de satisfacer
las necesidades propias de cada historia y género específicos.
D os cuestiones son especialm ente útiles para el escritor cuando
se trata de identificar la naturaleza de un arquetipo: 1) ¿C uál es la
función psicológica o el aspecto de la personalidad que representa?
y 2) ¿C u ál es su función dram ática en la historia?
T enga, pues, m uy presentes estas cuestiones a m edida que exa­
m inam os estos siete arquetipos básicos, esas personas o energías que
con toda probabilidad encontrarem os en el viaje del héroe.
El héroe
Venimos en misión divina.
(De Granujas a todo ritmo [ The Blues Brothers] ,
de D a n A y k ro y d y Jo h n L andis)

a palabra héroe procede del griego, de una raíz que significa «prote­
L g er y servir» (que casualm ente coincide con el lem a del departa­
mento de policía de la ciudad de Los Ángeles). U n héroe es alguien ca­
paz de sacrificar sus propias necesidades en beneficio de los dem ás,
com o un pastor que se sacrifica p ara proteger y servir a su rebano. En
consecuencia, el significado de la palabra héroe está directam ente em ­
parentado con la idea del sacrificio personal. (N ótese que cuando em ­
pleo la palabra héroe hago referencia al personaje central o protagonis­
ta de una historia, que puede ser hom bre o m ujer indistintam ente.)

La función psicológica

En su vertiente psicológica, el arquetipo del héroe representa aquello


que Freud denom inó ego, en otras palabras, esa parte de la persona­
lidad que se separa de la m adre y se considera distinta del resto de los
seres hum anos. En ú ltim a instancia, un héroe es aquél capaz de tras­
cender los límites y las ilusiones del ego, si bien, en un principio, los
héroes son todo ego: el yo, el único, esa identidad personal que se
piensa separada y distinta del resto del grupo. El viaje de m uchos hé­
roes describe precisam ente la historia de esa separación de la fam ilia
o la tribu, algo equivalente a lo que siente un niño cuando se separa
de la madre.
El arquetipo del héroe representa al ego en la búsqueda de su
identidad e integridad. D urante el proceso que conduce a la forja de

I
E L VIAJE DEL ESCRITOR

u n ser h u m a n o ín teg ro y com pleto, to d o s som os h éroes q u e nos e n ­


fren ta m o s a los g u a rd ia n e s, m o n stru o s y co lab o rad o res in te rn o s. E n
el tra n sc u rso de la ex p lo ració n d e n u e stra s m en tes nos to p am o s con
m aestro s, guías, d em o n io s, dioses, cam a ra d as, sirvientes, chivos ex­
piatorio s, profeso res, sed u cto res, tra id o re s y aliad o s que se nos p re ­
se n ta n e n fo rm a de los d istin to s asp ecto s d e n u e s tra p e rso n a lid a d y
los perso n ajes q u e p u e b la n n u e stro s su eñ o s. E n n u e stro in te rio r p o ­
d em o s en c o n tra r a to d o s los villan o s, e m b au cad o res, am an tes, am i­
gos y enem igos del h éro e. La lab o r psicológica que to dos afrontam os
consiste e n in te g ra r estas p a rte s s e p a ra d a s e n u n a sola e n tid a d com ­
p le ta y e q u ilib ra d a . El ego (la concepción d el héroe com o u n a reali­
d a d d istin ta de to d a s las p a rte s de sí m ism o ) debe in c o rp o ra rla s a fin
de convertirse en el yo.

las funciones dramáticas

La identificación co n e l p ú b lic o

El p ro p ó sito d ra m á tic o del h éro e es p ro p o rc io n a r al p ú b lico u n a


v e n ta n a a b ie rta a la h isto ria . C a d a p e rs o n a q u e escu ch a u n cu e n to o
q u e asiste a u n a o b ra te a tra l o ve u n a p e líc u la es in v ita d a , e n las fa ­
ses iniciales de la h isto ria, a id e n tific a rse co n el héroe, a fu n d irse
con él y p ercib ir el m u n d o de la h isto ria a trav és de su s ojos. Los n a ­
rra d o re s co n sig u e n esto com o re su lta d o de d o ta r al héroe con u n a
p ec u lia r co m b in ació n de c u a lid a d e s, u n a m ezcla de ra sg o s ú n ico s y
u n iv e rsa le s.
Los h éro es p o se e n c u a lid a d e s co n las q u e to d o s p o d e m o s id e n ­
tificarnos y q u e b ie n p o d e m o s reconocer en no so tro s m ism os.
E stas características re s p o n d e n a u n a s m o tiv a c io n es u n iv e rsa le s in ­
teligibles p a ra todos: el deseo de ser c o m p re n d id o y am ado, de te­
ner éxito, sobrevivir, ser libre, o b ten er v en g an za, rem ed iar el m al y
expresarse.
L as h isto ria s n o s in v ita n a d e p o sita r p a rte de n u e s tra id e n tid a d
p erso n a l e n el h éro e d u ra n te el tiem p o q u e d u ra la experiencia. E n
cierto sen tid o n os conv ertim o s en h éroes p o r u n rato. P royectam os
n u estro ser en la p siq u e del héroe, y v em os el m u n d o a través de SUS
ojos. Los h é ro e s n e c e sita n a lg u n a s c u a lid a d e s d ig n a s de ad m iració n ,
de su erte q u e q u e ra m o s p arecern o s a ellos. Q u erem o s ex p erim en tar
EL HÉROE 67

Ja confianza en nosotros m ism os que ostenta K atharine H epburn, la


elegancia de Fred A staire, el ingenio de Cary Grant, el atractivo se­
xual de M arilyn Monroe.
Los héroes deberían tener cualidades universales, em ociones y
m otivaciones que todos hayam os experim entado en uno u otro m o ­
mento de la vida: la venganza, el enojo, la lujuria, la competitividad,
Ja territorialidad, el patriotism o, el idealism o, el cinismo o la deses­
peración. Pero los héroes tam bién deben ser personas únicas, y no
criatu ras estereotipadas o dioses de hojalata predecibles y sin defec­
tos. Com o cualquier obra de arte que se precie, necesitan buenas do­
sis universalidad y originalidad. N adie quiere v er una película o leer
u n libro acerca de abstracciones con fo rm a hum ana. Q uerem os h is­
torias que nos hablen de personas reales. U n personaje real, como
cualquier persona real, no es un sim ple rasgo, sino una com binación
única de m uchas pulsiones y cualidades, siendo así que algunas de
ellas pueden entrar en conflicto. Y cuanto m ayor sea el conflicto,
mejor. U n personaje desgarrado por la lucha entre la fidelidad al
am or y el sentido del deber será, p o r definición, de gran interés para
el público. U n personaje que evidencia una com binación única de
im pulsos contradictorios, tales com o la confianza y la sospecha o la
desesperación y la esperanza, siem pre parecerá m ás realista y hum a­
no que uno que sólo m uestre un rasgo de su carácter.
U n héroe redondo puede ser determ inado, indeciso, encantador,
olvidadizo, im paciente, de cuerpo robusto y corazón débil, todo a un
tiempo. E s esa singular com binación de cualidades lo que transm ite
al público la sensación de que el héroe es realm ente un ser único,
u n a persona real y no un tipo.

El crecimiento

O tra de las funciones de un héroe enm arcado en u n a historia es el


aprendizaje o crecim iento que lleva a término. Cuando se evalúa un
guión a veces resulta difícil dirim ir quién es el personaje principal o
qu ién debería serlo. A m enudo lo m ejor es responder: aquél que más
aprende o crece en el curso de la historia. Los héroes salvan obstá­
culos y logran objetivos, pero asim ism o am plían sus conocim ientos
Y ganan sabiduría. Así, el meollo de m uchas historias no es sino la
relación de aprendizaje que se establece entre el héroe y el m entor o
entre el héroe y su am ante o entre el héroe y el villano. Todos somos
m aestros de todos.
66 EL VIAJE DEL ESCRITOR

La acción

O tra de sus funciones heroicas consiste en hacer o actuar. El héroe es


generalm ente el personaje m ás activo del guión. Su voluntad y sus de­
seos propician el avance de la m ayoría de las historias. U no de los
defectos detectados con m ás frecuencia en los guiones es que el héroe
suele m ostrarse bastante activo a lo largo de toda la historia, si bien en
el punto álgido se torna pasivo y es rescatado por la providencial lle­
gada de u n a fuerza externa que acude en su auxilio. Es precisam ente
en este m om ento culm inante cuando el héroe debe ser m ás activo )
evidenciar un control total sobre su propio destino. El héroe debe eje­
cutar la acción decisiva de la historia, la acción que supone un riesgo
m ás elevado o im plica un m ayor grado de responsabilidad.

El sacrificio

L a gente com únm ente piensa que los héroes son valientes y poseen
una gran fortaleza, cualidades am bas que adoptan un papel secunda­
rio respecto del sacrificio -la verdadera m arca del héroe. Sacrificio
es la disposición del héroe a desprenderse de algo de m ucho valor,
quizá la propia vida, en beneficio de un ideal o del grupo al que per­
tenece. S a crificio significa « sacralizar» , elevar algo a la categoría de lo
sagrado. En tiem pos antiguos la gente hacía sacrificios, aun de seres
hum anos, con objeto de reconocer su deuda con el m undo del espí­
ritu, los dioses o la naturaleza, para apaciguar a tan poderosas fuer­ ll
zas y sacralizar los procesos que se llevan a cabo en la vida cotidiana. n
Incluso la m uerte era santificada, definida com o un acto sagrado.

El enfrentamiento con la muerte ti


C

En el corazón de cada historia radica un enfrentam iento con la o


m uerte. Si el héroe no se enfrenta a una m uerte cierta, entonces ha­ P
brá una am enaza de m uerte o de m uerte sim bólica en la form a de un g
ju eg o de apuestas fuertes, un asunto am oroso o una aventura en la k
que el héroe podría vencer (vivir) o salir derrotado (morir). L
L os héroes nos enseñan a luchar con la m uerte. Podrían sobre­
vivir, probando así que la m uerte no es tan dura com o la pintan.
Podrían perecer (quizá sólo sim bólicam ente) y renacer, dem os­
trando así que es posible trascender la m uerte. Pueden sufrir una

i l
EL HÉROE 69

m uerte heroica, y trascender así la m uerte a resultas de ofrecer sus


vidas por u n a causa, un ideal o un grupo.
El verdadero heroísm o aparece en u n a historia cuando los héroes
§£ ofrecen en el altar de la suerte, al aceptar el riesgo que supone em ­
barcarse en u n a cruzada en pos de u n a aventura que podría ser p e­
ligrosa, donde podrían sufrir graves pérdidas o incluso encontrar la
m uerte. C om o soldados conscientes de que al alistarse han consen­
tido dar la vida p o r su país en caso de ser necesario, los héroes acep­
tan la posibilidad del sacrificio.
Los héroes m ás efectivos son aquellos que experim entan el sacri­
ficio. Tal vez pierdan al ser am ado o a un buen amigo en algún reco­
do del camino. Puede que renuncien a algún vicio apreciado o a una
excentricidad com o precio p o r internarse en una nueva form a de
vida. Q uizá devuelvan algunas de sus ganancias o parte de lo obteni­
do en el m undo especial. 0 puede que regresen al punto de partida,
a su pueblo o tribu, portando consigo algún beneficio, elixires, ali­
m entos o un conocim iento que com partir con el resto del grupo. Los
héroes ilustres de la cultura com o M artin L uther K ing o el m ism o
G andhi dieron su vida por los ideales que defendían.

El heroísmo en otros arquetipos

E n ocasiones, el arquetipo del héroe no se m anifiesta en el persona­


je principal, en el protagonista que valientem ente lucha contra el vi­
llano y sale victorioso de la batalla. El arquetipo puede también m a­
nifestarse en otros personajes cuando proceden con heroísm o. Un
personaje no heroico puede crecer hasta desarrollar el heroísm o. El
personaje epónim o de G u n ga D in em pieza p o r encam ar a otro ar­
quetipo, un em baucador o un payaso, pero en su lucha por conver­
tirse en héroe, y com o resultado de sacrificarse en el m om ento cru ­
cial en beneficio de sus com pañeros, se gana el derecho a ser
considerado un héroe. En L a g u erra de las galaxias, Obi W an Kenobi
pone claram ente de m anifiesto el arquetipo del m entor a lo largo de
gran parte de la narración. Sin em bargo, actúa heroicam ente y se co­
loca la m áscara del héroe cuando opta p o r sacrificarse a fin de que
Luke escape de la Estrella de la M uerte.
En esta m ism a línea podría ser de gran eficacia que el villano o el
antagonista m anifestase de form a inesperada algunas cualidades h e­
roicas. En las com edias de situación, cuando un personaje com o el
vil y despreciable m ensajero «Taxi» Louie, encam ado por D a n n y
iv tL VIAJt d e l ESCRITOR

D eV ito, revela que tam bién tiene corazón o q u e ha realizado un acto


noble, el episodio gana un Emmy. U n villano galante, de algún modo
heroico al tiem po que despreciable, puede resultar m uy atractivo,
Idealm ente, todo personaje redondo debería sacar a relucir un toque
de cada uno de los arquetipos, porque los arquetipos son expresio­
nes de aquellos aspectos que definen una personalidad completa.

Los defectos de los personajes

U nos defectos interesantes hum anizan al personaje, de suerte que


podem os reconocer facetas de nosotros m ism os en un héroe que es
retado a superar sus m ás ín tim a s dudas, los errores de su p ensa­
m iento, una culpa o un traum a del pasado, o el m iedo al porvenir.
Las debilidades, las im perfecciones, las m anías, las rarezas y los vi­
cios de inm ediato consiguen que un héroe o cualquier personaje nos
parezca m ás verosím il y atractivo. Parece ser que cuanto m ás n euró­
tico sea un personaje, m ás gustará a la audiencia y m ás se identifi­
cará el espectador con él.
Asim ism o, los defectos proporcionan un destino al personaje -el
llam ado arco del personaje en virtud del cual se desarrolla desde la con­
dición A hasta la condición Z, transitando por una serie de etapas o pa­
sos interm edios. Los defectos constituyen un punto de partida incom ­
pleto e im perfecto desde el que un personaje puede crecer. Puede
tratarse de algunas deficiencias o carencias del personaje. Q uizá el hé­
roe no tenga pareja, y pueda estar buscando su «m edia naranja» para
que su v ida sea com pleta. En los cuentos de hadas esto aparece m uy a
m enudo en form a sim bólica cuando el héroe sufre alguna pérdida o la
m uerte de un fam iliar. M uchos cuentos populares de esta índole dan
inicio con la m uerte de un pariente o el rapto de un herm ano o una
herm ana. E sta sustracción de un m iem bro de la unidad fam iliar origi­
n a y pone en m ovim iento la energía nerviosa de la historia, que ya no
habrá de detenerse hasta que se restablezca el equilibrio con la creación
de una nueva fam ilia o la reunión de todos sus m iem bros.
En las historias m odernas es la personalidad del héroe la que debe
ser recreada o restaurada h asta que alcance su plenitud. Ese com po­
nente perdido podría ser un elem ento crítico y fundam ental de la per­
sonalidad com o, por ejem plo, la capacidad de am ar o confiar en los de­
más. Los héroes pueden verse en tesitura de vencer algún problem a
como la indecisión o la falta de paciencia. El público adora contem plar
cóm o el protagonista forcejea con un problem a de su personalidad has-
EL HEROE 71

jj, superarlo. ¿Acaso Edw ard, el adinerado a u n q u e frío m ag n ate de


pretty W otnan, se encenderá bajo la influencia de la m u y vital Vivían
jjgjta convertirse en SU príncipe azul? ¿C o n seg u irá V ivían respetarse a
m ism a y dejar atrás su vida de prostituta? ¿R ecuperará Conrad, el
adolescente asolado por la culpa en Gente co rrien te ( O rdinaty P cop ie),
sll antigua capacidad de aceptar el am or y la intimidad?

Las variantes del héroe

Los héroes pueden ser de m uy diversos tipos, entre los que cabe in­
cluir los que desean y no desean serlo, los sociables y los solitarios,
los antihéroes, los héroes trágicos y los catalizadores. Com o todos
los arquetipos restantes, el concepto del héroe es flexible y puede ex­
p resar m uchas clases de energía. Los héroes pueden com binarse con
otros arquetipos para producir híbridos com o el héroe em baucador,
0 pueden tam bién portar tem poralm ente la m áscara de otro arqueti­
po, transform ándose en una figura cam biante, en el m entor de otra
persona o incluso en una sombra.
A pesar de que suele ser retratado com o u n a figura positiva, el h é­
roe puede expresar igualm ente facetas oscuras y som brías del ego.
E n todo caso, el arquetipo del héroe representa por lo general el es­
píritu hum ano en su acción positiva, pudiendo tam bién m ostrar las
consecuencias derivadas de la debilidad y la renuencia a actuar.

Los héroes r e s u e lto s y los reticentes

Parece haber héroes de dos tipos: 1) los héroes resueltos, activos, en ­


tusiastas en grado extrem o, com prom etidos con la aventura, que no
dudan y siem pre avanzan con valentía, que por sí m ism os se m oti­
van, o 2 ) los héroes reticentes, vacilantes y rem isos, llenos de dudas,
Pasivos, que necesitan de una m otivación externa o que alguien los
em puje a la aventura. Con ambos pueden escribirse historias m uy
entretenidas, si bien un héroe que m antiene su pasividad a lo largo
de toda la narración podría desem bocar en la producción de una ex­
periencia dram ática incapaz de conseguir la im plicación del público.
usualm ente será conveniente que un héroe reticente y poco c o m ­
Prom etido cam bie de actitud llegado un determ inado m om ento, de
filodo que se im plique totalm ente en la aventura una vez que se le
haya proporcionado la debida m otivación.
r
72 EL V IA J E D EL E SC R ITO R

Los antihéraes

Antihéroe es un térm ino resbaladizo que puede generar m ucha con­


fusión. A sí, tan sencillam ente expuesto, un antiheroe no es lo opues­
to al héroe, sino un tipo de héroe m uy concreto, uno que tal vez p u ­
diera ser considerado un villano p o r encontrarse fuera de la ley, según
la percepción de la sociedad, pero h acia q u ie n el público principal­
m ente siente sim patía. N os identificam os con estos seres extraños,
forasteros en su realidad: porque todos nos hem os sentido así en un
m om ento u otro de nuestras vidas.
Los antihéroes puede ser de dos tipos: 1) personajes cuyo com ­
portam iento es m uy parecido al de los héroes convencionales, pero
que m anifiestan un fuerte toque de cinism o o bien arrastran alguna
herida, com o el personaje que interpreta B ogart en El sueño eterno
(The Big Sleep) y C asablanca, o 2) héroes trágicos, figuras centrales
de una historia que pueden no ser adm irables ni de nuestro agrado,
cuyas acciones podem os incluso deplorar, com o M acbeth o Scarface
o la Joan C raw ford de Q u erid ísim a m a m á (M om m ie D earest).
El antihéroe herido podría ser un heroico caballero en su arm a­
dura deslustrada, un solitario que ha rechazado a la sociedad o que
ha sido rechazado p o r ella. Estos personajes podrían vencer en últi­
m a instancia y podrían gozar de la sim patía del público en todo m o­
m ento, pero a ojos de la sociedad son m arginados y proscritos, com o
R obin H ood, picaruelos piratas o héroes bandidos, o m uchos de los
personajes que encarnó Bogart. A m enudo son hom bres honorables
que se han alejado de la corrupción que im pera en la sociedad, quizá
antiguos policías o soldados desencantados que ahora operan en la
som bra de la ley y ejercen com o investigadores privados, contraban­
distas, tahúres o soldados de fortuna. A doram os a estos personajes
porque son rebeldes, porque desafían a la sociedad com o a todos nos
gustaría hacer. Otro arquetipo de este tenor es el que personifica
Jam es D ean en R ebelde sin causa (R ebel W ithout a Cause) y A l este del
Edén (E a st o f Edén) o el joven M a rió n Brando, cuyo personaje en The
W ild One (¡S a lv a je!) puso de m anifiesto la nueva y m uy diferente in '
satisfacción que sentía toda una generación con la precedente.
A ctores com o M ickey Rourke, M att D illon y Sean Penn prosiguen
hoy en día con esta tradición.
El segundo tipo de antihéroe se asem eja más a la idea clásica del
héroe trágico. Se trata de héroes im perfectos que nunca superan sus
dem onios internos, sino que son abatidos y finalm ente destruidos
po r ellos. Pueden tener m ucho encanto y adm irables cualidades, pero
II 1
EL HÉROE 73

gS la im perfección quien vence en últim a instancia. Algunos a n tih é ­


roes clásicos no son tan adm irables, pero asistim os fascinados a su ca­
ída porque «allí, por la gracia de D ios, voy yo». Com o los antiguos
griegos que contem plaban la caída de Edipo, somos purgados de
nuestras em ociones y aprendem os a evitar los m ism os errores al asis­
tir desde el patio de butacas a la destrucción del personaje que inter­
preta Al P acin o en El precio del poder ( Scarface ) . Sigoum ey W eaver en
su papel de D ian Fossey en Gorilas en la niebla o del personaje de
Diane K eaton en Buscando al Sr. G oodbar (Looking fo r Mr. Goodbar).

Los h é r o e s s o c ia b le s

Otra distinción debe hacerse al analizar al héroe en su relación con la


sociedad. A l igual que los prim eros narradores de historias o los pri­
m eros hum anos que salían a cazar y se reunían en las llanuras de Áfri­
ca, los héroes son en su m ayoría sociables. Form an parte de la socie­
dad cuando da com ienzo la historia, y su viaje los lleva a una tierra
desconocida lejos de su hogar. Cuando los conocem os están integrados
en un clan, tribu, aldea, pueblo o familia. Su historia es la historia de
su separación del grupo (prim er acto), su aventura en solitario en el
desierto y alejados del grupo (segundo acto) y, p o r lo general, su rein­
tegración final en el grupo que los vio partir (tercer acto).
Los héroes que pertenecen a un grupo a m enudo tienen que es­
coger entre el retorno al m undo ordinario del prim er acto o la per­
m anencia en el m undo especial del segundo. Los héroes que optan
por quedarse en el m undo especial son m uy raros en la cultura oc­
cidental, aunque m uy com unes en los relatos clásicos de casi toda
A sia y la India.

Lo s héroes solitarios

En contraposición a los héroes que se integran en un grupo encon­


tram os al héroe solitario del western com o, p o r ejem plo, en Raíces
profundas ( Shane ), el hom bre sin nom bre de Clint Eastwood, el Ethan
de John w a y n e en Centauros del desierto ( The Scarchers) o el Llanero
Solitario. Con este tipo de héroe, las historias se inician cuando el
protagonista es enajenado de la sociedad, con la que está enemistado.
Su habitat natural es el desierto, la jungla, toda vez que la soledad es
su estado natural. A sí p u es, el viaje describe su reentrada en el grupo
74 EL VIA JE DEL ESCRITOR

(prim er acto), sus aventuras en el seno del grupo, en el territorio h a­


bitual del grupo (segundo acto), y su regreso al aislam iento en el des­
ierto (tercer acto). Para ellos, el m undo especial del segundo acto es
la tribu o la aldea, que visitan brevem ente pero donde siem pre se
sienten incóm odos. L a m aravillosa tom a de John W ayne al final de
C entauros del desierto resum e la energía que encierra este tipo de hé­
roe. W ayne aparece en la entrada de u na cabaña con la im agen de un
forastero eterno aislado de los gozos y las com odidades de la familia.
N o es necesario lim itar esta clase de héroe únicam ente a los w esterns.
Pueden asim ism o em plearse con éxito en películas dram áticas o de
acción, donde un detective solitario siente la tentación de regresar a
la aventura, una persona retirada o un erm itaño recibe una llam ada
de la sociedad o una persona aislada en el plano em ocional se en­
frenta a un posible regreso al m undo de las relaciones.
Com o sucede con los héroes sociables, los héroes solitarios tienen
la opción final de volver a su estado inicial (la soledad) o de perm a­
necer en el m undo especial del segundo acto. A lgunos héroes em pie­
zan siendo solitarios y term inan convertidos en héroes perfectam en­
te integrados en el grupo, donde escogen quedarse.

Los héroes catalizadores

Existe un cierto tipo de héroe que supone una excepción a la regla


expuesta anteriorm ente, según la cual el protagonista es el persona­
je que sufre m ayores cam bios a lo largo de la historia. M e re fie ro a
los héroes catalizadores, figuras centrales que pueden actuar heroi­
cam ente, pero que no sufren grandes cam bios, dado que su función
principal consiste en provocar transform aciones en otros. Com o
cualquier catalizador quím ico, inducen el cambio en el sistema sin
sufrir alteraciones.
U n buen ejemplo de lo dicho es A xel Foley, el personaje que in­
terpreta Eddie M urphy en S u p erd etectiv e en H o lly w o o d . Su persona­
lidad está totalm ente form ada y posee un carácter singular y bien de­
finido al iniciarse la trama. N o presenta un gran arco del personaje
porque no tiene adónde ir. N o aprende ni cam bia dem asiado en el
curso de la historia, pero sí p rovoca cam bios en sus com pañeros p o ­
licías de Beverly H ills, T aggart y Rosew ood. En com paración, ambos
poseen arcos relativam ente fuertes, y pasan de m ostrarse tensos y
convencionales, m uy propios, a revelarse com o personas m ás m o ­
dernas y espabiladas, todo gracias a la influencia de Axel. D e hecho,

1
EL HÉRO E 75

aunque Axel es la figura central, el m ayor oponente del villano y el


personaje con los m ejores diálogos y que goza de m as tiem po en
p an talla, podría decirse que no es un héroe verdadero, sino el m en ­
tor de la pieza, m ientras que el jo v en R osew ood (Ju d g e Reinhold) es
el héroe real, porque es quien aprende más.
Los héroes catalizadores son especialm ente útiles cuando se tra­
ta de prolongar las historias, com o ocurre en los episodios de las se­
nes televisivas y las secuelas de películas. Com o Superm an o el Lla­
nero Solitario, estos héroes sufren escasos cam bios internos, si bien
actúan principalm ente en auxilio de los dem ás o com o guías duran­
te su crecim iento. D esde luego que es una buena idea proporcionar
de vez en cuando a estos personajes alguna oportunidad o m om en­
tos de crecim iento, p ara que cam bien y m antengan su frescura sin
perder un ápice de verosimilitud.

El camino de los héroes

Los héroes son sím bolos del alm a en transform ación, así com o del
viaje que cada persona lleva a térm ino en el transcurso de su vida.
Los estadios de dicha progresión, las etapas naturales de la vida y el
crecimiento, com ponen el viaje del héroe. El arquetipo del héroe
constituye un fértil cam po p ara la exploración p o r parte de escritores
y de cuantos anhelan conocer el espíritu. El libro de C aro l S. Pearson
titulado Despertando los héroes interiores aborda y desbroza esta idea
del héroe, dividiéndola en algunos otros arquetipos m uy útiles (el
inocente, el huérfano, el m ártir, el vagabundo, el guerrero, el protec­
tor, el buscador, el am ante, el destructor, el creador, el soberano, el
m ago, el sabio y el tonto), y elabora representaciones gráficas del p ro ­
greso em ocional de cada uno de ellos. Se trata de una buena guía con
I* que lograr una com prensión m ás profunda de la psicología del hé­
roe en sus m uchas facetas. L a avenidas p o r donde transitan algunos
héroes fem eninos están descritas en El viaje heroico de la mujer: guía
Práctica, libro ‘que firm a M a u re e n M urdock.
El mentor:
el anciano o anciana sabios

no de los arquetipos que con m ás frecuencia encontram os en


U los sueños, los m itos y las historias es el llam ado m entor, por
lo general una figura positiva que ayuda o instruye al héroe. En pa­
labras de C am pbell este personaje recibe el nom bre de a n c ia n o sa­
b io o a n c ia n a sa b ia . Este arquetipo se m anifiesta en todos aquellos
personajes que enseñan y protegen a los héroes y les proporcionan
ciertos dones. Se trate de Dios cam inando junto a A dán por el ja r ­
dín del Edén, de M erlín guiando al rey Arturo, del hada m adrina
que ayuda a Cenicienta o de un sargento veterano que da consejo
a un policía novato; la relación entre el héroe y el m entor consti­
tuye una de las fuentes de entretenim iento m ás fecundas de la li­
teratura y el cine.
L .a palabra m en tor llega hasta nosotros desde la Odisea. U n perso­
naje llam ado M entor sirve de guía al joven héroe Telém aco en el
transcurso de su viaje. En rigor, es la diosa A tenea (M inerva, en la
m ito lo g ía rom ana) quien sirve de guía, consejera y apoyo a Telé-
m aco, y lo hace en la persona de m entor (véase el capítulo 4 del li­
bro segundo, donde hay una explicación m ás extensa del papel de
M entor). A m enudo los m entores hablan en nom bre de un dios, o
bien les inspira ia sabiduría divina. Los m aestros buenos y los m en­
tores están entusiasm ados, en el sentido original del término.
E n tu siasm o es una voz que procede del griego en theos, que significa
«inspirado p o r dios, que alberga un dios en su interior o que está en
la presencia de una divinidad».


EL MENTOR: EL ANCIANO 0 ANCIANA SABIOS 77

|,a función psicológica

En la anatom ía de la psique hum ana, los m entores representan el yo,


el dios que habita en nosotros, ese aspecto de la personalidad que
está en contacto con todas las cosas. E ste yo m ás elevado constituye
nuestra parte m ás sabia, noble y semejante a la divinidad. Como
pepito Grillo en la versión que hizo D isney de Pinocho (Pinocchio),
el yo actúa com o una conciencia que nos g uía p o r la senda de la vida
cuando ni el hada azul ni el bondadoso G epetto están ahí para pro­
tegernos y distinguir lo correcto de lo que no lo es.
Las figuras del m entor, y a sea si aparecen en los sueños, los cuen­
tos de hadas, los m itos o los guiones, personifican las aspiraciones
m as elevadas del héroe. Encarnan aquello en lo que podrían conver­
tirse en caso de perseverar p o r el cam ino de los héroes. M uy a m e­
nudo, los m entores son antiguos héroes que han sobrevivido a las
pruebas de la vida anterior, y es ahora cuando transm iten el don de
la sabiduría y el conocim iento.
El arquetipo del m entor está estrecham ente relacionado con la
im agen del progenitor. El hada m adrina de historias como La Ceni­
cienta bien puede interpretarse com o el espíritu protector de la m a­
dre m uerta de la m uchacha. M erlin no es sino un progenitor s u s ti­
tutorio para el jo v en rey A rturo, cuyo padre está muerto. M uchos
héroes buscan m entores porque sus propios padres son m odelos de
conducta inadecuados.

Las funciones dramáticas

la enseñanza

A sí como el aprendizaje es una de las funciones m ás im portantes del


héroe, la instrucción o la enseñanza constituye una función esencial
en el mentor. L os sargentos, los instructores, los m aestros y p ro feso ­
res, los jefes, los guías, los progenitores, los abuelos, los viejos y ru ­
dos entrenadores de boxeo, y cuantos inician al héroe en alguna
cuestión o destreza, son m anifestaciones de este arquetipo. H uelga
decir que la enseñanza y el aprendizaje pueden producirse en ambos
^ n tid o s . C ualquiera que haya enseñado alguna vez sabe que se
aprende tanto de los estudiantes com o aprenden ellos de uno.
78 EL VIAJE DEL ESCRITOR

Proporcionar un obsequio o un don

Proporcionar un don es otra de las funciones capitales de este arqueti­


po. En el análisis que desarrolla V ladim ir Propp de los cuentos popu­
lares rusos, M orfología del cuento, identifica esta función y lo denom i­
na el donante o dador, en referencia a alguien que tem poralm ente ayuda
al héroe, norm alm ente porque le proporciona algún don o le obsequia
con algo. Puede tratarse de un arm a con poderes m ágicos, una p ista o
inform ación de sum a im portancia, algún rem edio o alimento m ágico o,
sencillam ente, un consejo que salvará su vida. En los cuentos de hadas
ese donante podría ser el gato de la bruja que, agradecido por la am a­
bilidad de la niña, le obsequia un peine y una toalla. Posteriormente,
cuando la bruja persigue a la niña, la toalla se transform a en un río de
aguas turbulentas a la vez que el peine se convierte en un frondoso bo s­
que que im pedirá que la perseguidora alcance su objetivo.
Los ejem plos de estos dones abundan en las películas, desde el
gángster de p o ca m o n ta Puttynose, que proporciona a Jam es Cagney
su prim er arm a de fuego en el film El enem igo público núm ero uno,
hasta Obi W an K enobi, que entrega a Luke Skyw alquer la espada de
luz que había pertenecido a su padre. En la actualidad, este obsequio
suele ser un código inform ático que supone la llave de acceso a la
guarida del dragón.

L o s d o n e s e n la m ito lo g ía

P roporcionar un don, la función dadora del m entor, responde a un


papel preponderante en la m itología. A sí, m uchos héroes recibían
obsequios de los dioses, sus m entores. Pandora, nom bre que signifi­
ca «todos los dones», recibió m uchos presentes, entre los que cabe
destacar la caja que le obsequió el vengativo Zeus, y que no debía
abrir bajo ninguna circunstancia. Otros héroes com o H ércules reci­
bieron dones de sus m entores, si bien entre los griegos fue Perseo el
héroe m ás y m ejor dotado.

P erseo

El ideal griego del heroísm o encuentra su m áxim a expresión en el


m ito de Perseo, el asesino de m onstruos. Se distingue de los dem ás
por ser uno de los héroes m ejor dotados, portador de tantos dones
EL MENTOR: EL ANCIANO 0 ANCIANA SABIOS 79

recibidos de los poderes m ás elevados que sorprende incluso que


pueda cam inar. En su m om ento, con la ayuda de m entores como
Herm es y A tenea (M ercurio y M inerva, en Rom a), obtuvo los tala­
res, una espada de diam ante y un casco que le hacía invisible, así
com o una hoz y un espejo m ágicos, la cabeza de M edusa (que con­
vertía en piedra a todo aquel que osaba m irarla) y una cartera m ági­
ca donde guardarla. Y po r si esto fuera poco, la versión cinem ato­
gráfica del m ito de Perseo, Furia de titanes ( C la sh o f the T itan s), le
proporcionaba tam bién el corcel alado Pegaso.
En la m ayoría de los casos esto significaría exagerar m ás de la
cuenta. Pero se supone que Perseo es un dechado de virtudes entre
todos los héroes, de m odo que resulta adecuado que los dioses le
concedan tantos dones, siendo com o son los m entores de su periplo.

Los obsequios y dones deben ganarse

En la disección que hace Propp de los cuentos populares rusos, ob­


serva que los personajes donantes entregan objetos m ágicos a los h é­
roes, pero norm alm ente sólo después de que éstos hayan superado
alguna prueba. É sta es una buen premisa: el d o n o la a y u d a d e l d o ­
n a n te d e b e m e r e c e rs e , g a n a r s e p o r m e d io d e l a p r e n d iz a je , e l s a ­
c rific io o e l c o m p r o m is o . Los protagonistas de los cuentos suelen
g a n a r s e la ayuda de anim ales o criaturas m ágicas com o resultado de
h a b e r sido am ables para con ellos en un principio, haber com parti­
do la com ida o haberlos protegido de algún peligro.

El mentar como inventor

En ocasiones el m entor hace las veces de inventor o científico, cu ­


yos obsequios no son sino sus artefactos, invenciones y diseños.
Dédalo es el gran inventor en la m itología clásica, diseñó el laberin­
to y otras m aravillas por orden de M inos, gobernante de Creta.
Com o m aestro artesano de Teseo y la leyenda del M inotauro, con­
tribuyó en la creación del m onstruo del M inotauro y diseñó el labe­
rinto com o ja u la para la bestia. Com o m entor, fue Dédalo quien pro­
porcionó a A riadna el ovillo de hilo que permitió a Teseo adentrarse
y salir con vida del intrincado laberinto.
Encerrado en su propia e inextricable m orada por haber prestado
ayuda a Teseo, D édalo tam bién inventó las fam osas alas de cera y

l
80 EL V IA J E DEL E SC R ITO R

plum as con las que él y su hijo ícaro consiguieron escapar de su cau­


tiverio. En su papel de m entor de ícaro, aconsejó a su vástago que no
volara m uy cerca del Sol. ícaro, que había crecido en el lado oscuro
del laberinto, poco a poco cobra bríos y no tem e nada, abandona su
guía y se eleva irresistiblem ente atraído por el Sol, ignorando las pa­
labras de su padre, de suerte que se precipita hacia la m uerte cuando
el calor derrite la cera de sus alas. El m ejor consejo no surte efecto si
uno lo ignora.

La conciencia del héroe

A lgunos m entores desem peñan una función especial de conciencia


del héroe. Personajes como Pepito Grillo en Pinocho o Groot de W al­
ter Brennan en Río R o jo (Red R iver), procuran recordar al héroe erran­
te la necesidad e im portancia del código moral. N o obstante, un h é­
roe puede rebelarse contra u n a conciencia excesivam ente gruñona e
insistente. Los m entores deberían de tener presente que en la histo­
ria original de Collodi, Pinocho aplastó al grillo para callarlo. El án­
gel que desde un lado habla al héroe nunca podrá ofrecer argum en­
tos tan atractivos com o los que le presenta el Diablo desde el opuesto.

La motivación

O tra im portante función que lleva a cabo el arquetipo del m entor es


m otivar al héroe y ayudarle a vencer el miedo. A veces el don basta
por sí m ism o para proporcionarle m otivación y tranquilidad. En
otros m uchos casos el m entor m uestra algo al héroe o arregla las co­
sas de m anera que encuentre m otivación, actúe y se com prom eta d e­
finitivam ente con la aventura.
En otras ocasiones el héroe es tan rem iso o tem eroso que necesi­
ta que alguien lo arrastre a la aventura. De este m odo, un m entor
bien podría verse obligado a propinarle una p a ta d ita para que dé ini­
cio la aventura.

La siembra
i
U na función del arquetipo del m entor consiste en s e m b ra r cierta in ­
form ación o p la n ta r un apoyo que posteriorm ente se revelara de
EL MENTOR: EL ANCIANO 0 ANCIANA SABIOS 81

gran im portancia. Las películas de Jam es B ond presentan una esce­


n a obligatoria en la que el experto en armas «Q », uno de los m en­
tores recurrentes de B ond, explica los m ecanism os de algún artilu-
gio de m aletín a un aburrido 007. E sta inform ación es una sem illa
concebida para que el espectador la detecte y la olvide hasta que lle­
gue el m om ento culm inante de la historia, cuando el chism e se con­
v ertirá en un salvavidas. C onstrucciones sem ejantes sirven para unir
el principio y el fin de la tram a, y dem uestran que tarde o tem prano
todo lo que aprendem os de nuestros m entores será de utilidad.

1,3 iniciación sexual

En el plano am oroso, la función del m entor podría ser iniciarnos en


los m isterios del am or o del sexo. En la India lo llam an sh a kti -un
iniciador sexual, un com pañero que nos ayuda a experim entar el po­
d e r d e l s e x o com o vehículo capaz de conducirnos a una conciencia
m á s elevada-. U n sh a kti es u n a m anifestación de D ios, un m entor
q u e c o n d u c e al amante a la experiencia de lo divino.
Seductores y ladrones de la inocencia enseñan lecciones a los h é­
roes de la peor m anera, siem pre a las m alas. Igualm ente, los m ento­
res podrían tener un lado oscuro, que dirigiría al héroe por la peli­
grosa senda de un am or o un desam or obsesivos, de un sexo turbio
y m anipulador. El aprendizaje adopta infinidad de formas.

Tipos de mentores

Com o ocurre con los héroes, los m entores pueden estar bien d isp u e s­
tos o ser reticentes. A veces enseñan m uy a p esar suyo. En otros casos
el protagonista aprende del m al ejem plo del m entor. L a ruina de un
m entor debilitado v trágicam ente im perfecto puede m ostrar al héroe
los errores que debe evitar. Com o se dijo para el héroe, los lados n e ­
gativos y oscuros pueden hallar expresión a través de este arquetipo.

Los mentores oscuros

E n determ inadas historias, el poder del arquetipo del m entor p u e -


¡Éu d e em plearse para generar confusión en el público. En algunas pe-
82 EL VIAJE DEL ESCRITOR I
lículas de suspense o t h r ille r s , la m áscara del m entor suele ser un
señuelo con el que se tienta al héroe para que se interne en el pe­
ligro. En cintas de gángsters antiheroicos com o El enem igo público
núm ero uno o U no de los nuestros ( G o o d fe lla s ) , que invierten todos
los valores heroicos convencionales, aparece una especie de a n ti­
m entor con el fin de guiar al antihéroe por la senda del crimen y la
destrucción.
O tra de las inversiones que sufre la energía de este arquetipo se
resuelve en una clase especial de g u a rd iá n del u m b ra l (un arqueti­
po que será discutido en el siguiente capítulo). U n ejem plo de esto
puede encontrarse en Tras el Corazón V erde (R o m a n cin g the ston e),
donde la m alvada y viperina agente literaria de Joan W ilder adopta
la apariencia habitual del m entor, de m odo que la guía en su carre­
ra y le aconseja cóm o proceder con los hom bres. Pero cuando Joan
está a punto de traspasar el um bral de la aventura, su agente inten­
ta detenerla, advirtiéndole de los peligros que le aguardan y sem ­
brando la duda en su m ente. En lugar de m otivarla com o haría un
verdadero m entor, el representante se transform a en u n ’ obstáculo
que entorpece el avance del héroe. Esto es algo psicológicam ente
m uy cierto en esta vida, puesto que en num erosos m om entos nos v e ­
m os obligados a vencer y superar la energía de nuestros m ejores
m aestros con el objeto de acceder a una nueva etapa de nuestro de­
sarrollo.

Los mentares caídas

A lgunos m entores todavía transitan p o r su propio cam ino del héroe.


Tal vez estén experim entando una crisis o falta de fe en la llamada.
Quizá se enfrenten a los problem as que derivan del envejecim iento
y la consiguiente proxim idad del um bral de la m uerte, o se hayan ca­
ído de la senda del héroe. El héroe precisa del m entor para recom ­
ponerse u n a vez m ás, cuando existen fundadas dudas de que pueda
hacerlo po r sí m ism o. En Ellas dan el golpe (A L e a g u e o j T h e ir Owrt),
Tom H anks interpreta a un antiguo héroe deportivo, ahora arrinco­
nado por culpa de una lesión y que, con gran esfuerzo por su parte,
se encuentra en vías de convertirse en un m entor. H a sido d e sp o se í­
do de la gracia, y el público le apoya para que levante cabeza y dé
lustre a la tarea de prestar ayuda a los héroes. U n m entor de estas ca­
racterísticas evoluciona y transita por todas las etapas del viaje del
héroe a lo largo de su propio cam ino hacia la redención.
1
E L MENTOR: E L ANCIANO 0 ANCIANA SABIOS 83

Los mentares de continuidad

Los m entores resultan m uy útiles p ara adjudicar tareas, asignar m isio­


nes y poner una historia en m ovim iento. P or esta razón suelen incluir­
se en el reparto de aquellas historias que habrán de tener continuación.
Entre los m entores recurrentes se incluyen Mr. W averly en N a p o le ó n
S olo (The M an fr o m UNCLE); «M» en las cintas de Jam es Bond; The
C hief (el jefe) en El superagente 86 (G et Sm art); W ill G eer y Ellen
Corby com o los abuelos en T he Wfiítons; Alfred en Batman\ el oficial de
la CIA Jam es Earl Jones e n J u e g o de patriotas (P atriot G am es) y L a casa
del Octubre rojo (T h e Hunt fo r Red October), etc.

Los mentores múltiples

U n héroe puede recibir instrucción de una serie de m entores que le


transm iten varias destrezas específicas. Sin duda alguna, H ércules se
cuenta entre lo héroes m ejor entrenados, siendo sus m entores exper­
tos en lucha libre, tiro con arco, equitación, m anejo de armas, boxeo,
sabiduría, virtud, canto y m úsica. Llegó incluso a recibir lecciones de
un m entor que hizo de él un buen auriga. Todos nosotros hem os
aprendido de num erosos m entores, entre los que cabe destacar a n u es­
tros progenitores, nuestros herm anos y herm anas m ayores, nuestros
am igos, nuestros am antes, m aestros y profesores, jefes, com pañeros
de trabajo, terapeutas y otros m uchos m odelos de conducta.
Los m entores m últiples pueden ser necesarios para expresar las
distintas funciones del arquetipo. En las películas de Jam es Bond, el
agente 007 siem pre regresa a su base p ara consultar a su anciano sa­
bio particular, el experto en espionaje «M », que le asigna misiones, le
previene y da consejo. Pero la función del m entor com o dador de ob­
sequios y dones recae en « Q » , el m aestro inventor de armas y otros
chismes. L a señorita M oneypenny le proporcionará apoyo em ocional,
así com o otras recom endaciones e inform ación de m áxim a trascen­
dencia, u n a circunstancia que revela otro de los aspectos prim ordia­
les del m entor arquetípico.

LOS mentores cómicos

U n tipo especial de m entor sale a relucir en las com edias rom ánticas.
Esta persona suele ser un am igo o un com pañero de trabajo del héroe,
84 EL V IA J E D E L E S C R ITO R

norm alm ente de su m ism o sexo. A sí pues, le proporcionará consejos


sobre el am or: le instará a salir m ás para superar el dolor de un anti­
guo am or m alogrado, a fingir que tiene una aventura para provocar
celos en su esposa o esposo, a sim ular interés p o r las aficiones del ser
am ado, a im presionar al ser amado p o r m edio de regalos, flores o ha­
lagos, a m ostrarse m ás agresivo, y cosas sem ejantes. Con m ucha fre­
cuencia este consejo parece conducir al héroe a calam idades tem pora­
les, si bien en últim a instancia servirá para solucionar el conflicto.
Estos personajes son m uy característicos de las com edias rom ánticas,
en especial de las producidas en la década de los cincuenta, cuando
largom etrajes com o Confidencias de m edianoche (P illow T alk) y Pijama
p a ra dos ( J - o v e r Com e B ach) dieron m ucho trabajo a actores como
Thelm a Ritter y Tony R an d all, quienes interpretaban con solvencia es­
tas versiones brom istas y sarcásticas del m entor.

El mentor como c h a m á n

La figura del m entor en el cine guarda una estrecha relación con la idea
del chamán: el sanador, el hom bre o la m ujer m edicina, el curandero
en las culturas tribales. D el m ism o m odo que los m entores guían al h é­
roe en su periplo p o r el m undo especial, los ch am an es guían a su gen­
te por el cam ino de la vida. En sueños y visiones viajan a otros m un­
dos, de donde traen consigo historias con las que sanar sus tribus de
origen. A m enudo, la función del m entor consiste en prestar ayuda al
héroe para que encuentre una visión que le sirva de guía en su paso por
el otro mundo.

La flexibilidad del arquetipo del mentor

Com o en el caso de otros arquetipos, el donante o m entor no es un


personaje rígido, antes bien encam a u n a función, desem peña un tra­
bajo que podría ser ejecutado por varios personajes en el devenir de
una historia. U n personaje que m anifiesta prim ordialm ente un a r­
quetipo -el héroe, el personaje cam biante, el em baucador, aun el
villano — podría cam biar tem poralm ente de m áscara y adoptar la del
m entor para instruir o dar una cosa al protagonista.
En los cuentos populares rusos, el m aravilloso personaje de la bru­
j a B aba Y aga no es sino una som bra que en ocasiones se ciñe la m ás­
cara del mentor. En la superficie se trata de una bruja horrible y caní-
EL MENTOR: EL ANCIANO 0 ANCIANA SABIOS 8 5

b a l que representa el lado oscuro del bosque, su poder destructor.


A hora bien, com o ocurre con el bosque, puede ser apaciguada de
suerte que abrum e al viajero con sus regalos. A veces, si el príncipe
Iván se m uestra am able y halagador con ella, B aba Y aga no dudará
en entregarle el tesoro m ágico que necesita para rescatar a la prince­
sa Vasilisa
Pese a que Campbell llamó a estos m entores ancianos o ancianas
sabios, a m enudo no son ni lo uno ni lo otro. Los jóvenes, en su ino­
cencia, son en ocasiones m uy sabios y capaces de ilustrar a sus m a­
yores. L a persona m ás estúpida y bobalicona de una historia puede
ser aquélla de la que m ás aprendam os. Com o con los dem ás arqueti­
pos, la función del m entor v a m ás allá de y tiene m ayor im portancia
que su m era descripción física. Lo que h a g a el personaje m uy fre­
cuentem ente determ inará el arquetipo que se está m anifestando en
un m om ento dado.
M uchas historias carecen de un personaje específico y concreto
que pueda ser identificado a todas luces con el arquetipo del mentor.
N o existe la figura de un viejo brujo de largas barbas blancas que de­
am bula por la pantalla ejerciendo de anciano sabio. Sin em bargo, las
historias recurren en su m ayoría a la energía de este arquetipo en al­
gún punto de su trazado.

Los m entores internos

En algunos w estem s o exponentes del cine negro el héroe es un perso­


naje experto y endurecido que no tiene necesidad alguna de un m en­
i tor o guía. H a interior-izado dicho arquetipo, que habita en su interior
en la form a de un código de conducta. E l m entor puede ser el código
no expresado del pistolero, o el código de honor secreto que m ueve a
Sam Spade o Philip M arlowe. U n código ético bien puede ser una m a­
nifestación incorpórea del arquetipo del m entor, que sirve de razón y
guía a las acciones del protagonista. N o resulta raro que un héroe haga
referencia a un m entor que tuvo algún ascendente sobre él o significa­
ción en un período anterior de su vida, aun cuando haya dejado de ser­
lo y en la actualidad no tenga m entor alguno. U n héroe puede recordar
«Mi m ad re/p ad re/ab u elo /sarg en to instructor solía decir...», y evocar en­
tonces aquella enseñanza sabia que habrá de revelarse crucial para la
resolución del problem a que propone la historia. L a energía del arque­
tipo del m entor tam bién podría invertirse en un apoyo o puntal, como
podría ser un libro u otro artefacto q u e guíe al héroe en su búsqueda.
BB EL VMtfE DEL ESCRITOR

La ubicación del mentor

A unque el m entor suele hacer su aparición durante el prim er acto del


viaje del héroe, la ubicación de un m entor en una historia responde
a un a estricta consideración práctica. Podem os necesitar un persona­
je com o este en cualquier m om ento para saber de qué va el asunto, si
posee el m apa de un país desconocido o si puede proporcionar al h é ­
roe la inform ación clave en el m om ento preciso. Los m entores pue­
den entrar en escena al iniciarse la tram a o esperar entre bastidores
hasta que su concurso sea fundam ental, en el m om ento culm inante
del segundo o tercer acto.
Los m entores m otivan al héroe, lo inspiran, lo instruyen, lo guían
y le proporcionan lo necesario para que salga victorioso de su viaje.
Cada héroe tiene su guía, y una historia donde falte esta energía es­
tara incom pleta. Se exprese a través de un personaje real o m ediante
un código de com portam iento interno, el arquetipo del m entor cons­
tituye una herram ienta m uy valiosa en m anos del escritor.

i
K

W/

El guardián del umbral


Yo, por m i parte, tengo la idea de que n u n ca
sa c a rá adelante este viaje..
(H om ero, O disea)

o d o s los héroes encuentran obstáculos en su cam ino hacia la aven­


T tura. En el um bral de cada puerta que da acceso a un nuevo m un­
do aguardan poderosos guardianes, cuyo com etido es evitar el acce­
so de cuantos no lo m erezcan. Constituyen una am enaza para el
héroe, pero si se los interpreta correctam ente pueden ser superados,
sorteados, eludidos, aun convertidos en aliados. M uchos héroes (y
m uchos escritores) encuentran a su paso guardianes del um bral,
siendo así que el entendim iento de su naturaleza puede ser de gran
ayuda para determ inar cóm o m anejarlos.
Los guardianes del um bral generalm ente no son los villanos prin­
cipales o los antagonistas de las historias. Suelen ser lugartenientes
del villano y, en m enor grado, m atones o m ercenarios contratados
para prohibir el acceso al cuartel general del m alhechor. Podrían ser
tam bién figuras neutrales que, sencillam ente, form an parte del paisa­
je del m undo especial. Y rara vez, aunque se da algún caso, son ayu­
dantes secretos colocados en el cam ino p o r el que transita el héroe a
fin de probar su buena disposición y sus destrezas.
A m enudo se establece una relación sim bólica entre el villano y el
guardián del umbral. En la naturaleza, un anim al poderoso (un oso,
por ejem plo) tolerará a veces que otro m ás pequeño (tal com o un zo­
rro) se acom ode a las puertas de su guarida. El zorro, con su poderoso
olfato y sus afilados colm illos, im pedirá que otras alimañas m erodeen
por los alrededores o entren en la cueva m ientras el oso duerme. El zo­
rro sirve, asim ism o, como un sistem a de alarm a para el oso, dado que
alborotará si algo trata de introducirse en la cueva. De un m odo sim i­
lar, los villanos de las historias suelen depositar su confianza en subal­

i
88 EL VIAJE DEL ESCRITOR

ternos, tales com o porteros, guardianes, gorilas, guardaespaldas, centi­


nelas, pistoleros o m ercenarios que los protegen y avisan cuando el h é­
roe se aproxim a al um bral de su bastión inexpugnable.

La función psicológica: las neurosis

Estos guardianes pueden representar los obstáculos que enfrentam os


en nuestra vida cotidiana en el m undo que nos rodea: el m al tiempo,
la m ala suerte, los prejuicios, la opresión o la gente de com porta­
m iento hostil, com o la cam arera que se niega a satisfacer la sencilla
petición de Ja c k N ickolson en M i vida es m i vida (F iv e Easy Reces).
Pero en un nivel psicológico m ás profundo estos personajes encarnan
a nuestros dem onios ocultos: las neurosis, las cicatrices em ocionales,
los vicios, las dependencias, las carencias, las lim itaciones personales
que im piden nuestro avance y crecim iento. P or lo visto, cada vez que
uno trata de introducir un cam bio im portante en su vida, estos fan ­
tasm as internos aparecen con toda su fuerza y vigor, no necesaria­
m ente p ara detenernos, sino p ara probar nuestra determ inación ante
la aceptación de un cam bio o un desafío.

La función dramática: la puesta a prueba

La función dram ática central de un guardián del um bral consiste en


poner a prueba al héroe. Cuando los héroes se enfrentan a una de es­
tas figuras, deberán indefectiblem ente resolver un acertijo o superar
una prueba. Como la Esfinge que presenta a Edipo un enigm a antes
de que pueda proseguir con su viaje, los guardianes del um bral des­
afían a los héroes en su cam ino.
¿C óm o m anejar, pues, estos obstáculos aparentes? Los héroes tie­
ne un amplio abanico de opciones. Pueden dar m edia vuelta y huir,
atacar abiertam ente a su oponente, em plear un ardid o un engaño
para salir del paso, sobornar o apaciguar al guardián, o convertir en
aliado al supuesto enemigo. (Aunque no exam inarem os al aliado
com o un arquetipo aislado, los héroes reciben ayuda de varios ar­
quetipos a los que colectivam ente denom inam os aliados.)
U n a de las m a n e ra s m ás eficaces a la h o ra de en fre n tarse al g u a r­
d iá n d el u m b ra l consiste en p o n e rse e n la p iel del a d v e rsa rio , com o
si se tra ta ra del c a zad o r q u e p re te n d e in tro d u c irse en la m en te del
an im a l acech ad o . Los in d io s de las lla n u ra s p o rta b a n pieles de büfa-
EL G UARDIÁN D E L U M B R A L 89

lo para poder deslizarse con sigilo hasta situarse a tiro de flecha de la


m anada de bisontes. El héroe podría superar la oposición de un guar­
dián del um bral a resultas de introducirse en su espíritu o adoptar su
apariencia. U n claro ejem plo de ello es el segundo acto de El m ago de
0 2 , cuando el H om bre de hojalata, El León cobarde y el Espantapá­
jaros llegan al castillo de la bruja m alvada para rescatar a la secues­
trada D orita. L a situación parece grave. D o rita se halla retenida en el
interior de un castillo defendido por un regim iento de aguerridos sol­
dados de feroz apariencia que m archan de arriba abajo cantando
« O h -E h -O h » . Todo indica que es im posible que los tres amigos de­
rroten a tan poderosas fuerzas.
A un así, nuestros héroes sufren una em boscada a cargo de tres
centinelas a los que finalm ente derrotan y roban sus uniform es y ar­
mas. D isfrazados de soldados, se integran al final de una colum na
de tropas y m archan con ella en dirección al castillo. H an sabido sa­
car provecho del ataque com o resultado de haberse puesto literal­
m ente en la piel del enem igo. En lugar de afanarse infructuosam ente
en derrotar a un enem igo m uy superior, se han convertido tem poral­
m ente en el enem igo mismo.
Es m uy im portante que el héroe sepa reconocer e identificar en es­
tas figuras a los guardianes del umbral. En la vida diaria, es m uy po­
sible que haya tenido que vencer alguna resistencia antes de introdu­
cir un cam bio positivo en su vida. L a gente que lo rodea, aun a q u é llo s
que lo am an y desean lo m ejor para usted, suele m ostrarse renuentes
a verlo cam biar. Están acostum brados a sus neurosis y han hallado
m aneras para beneficiarse de ellas. Puede que perciban la idea de un
cam bio suyo com o u n a am enaza para ellos. Si se resisten, sera m uy
im portante que usted repare en que están actuando com o guardianes
del um bral, que no hacen sino poner a prueba su determ inación en
llevar a térm ino el cambio.

Las señales de un nuevo poder

LOS héroes m ás exitosos aprenden a reconocer a los guardianes del


um bral no tanto com o enem igos cuanto com o aliados útiles e indi­
cadores de que un nuevo poder o éxito se avecina. Los guardianes del
um bral que parecen atacarle pueden, de hecho, estar haciendo un
enorm e favor al héroe protagonista.
A sim ism o, los héroes aprenden a interpretar la resistencia como
una fuente de fuerza. A l igual que en el culturism o, a m ayor resis-
1
90 EL VIAJE DEL ESCRITOR

tencia m ayor será la fuerza. En lugar de atacar abierta y directam en­


te el poder de los guardianes del um bral, los héroes aprenden a utili­
zarlo de m anera que no les resulte dañino. En rigor, sirve para au­
m entar su fortaleza. Las artes m arciales, por citar un ejem plo, nos
enseñan que la fuerza de un adversario puede ser em pleada en su
contra. En térm inos ideales, los guardianes del umbral no deben ser
derrotados, sino in c o r p o r a d o s (en sentido literal, integrados en el
cuerpo). D e este m odo los héroes aprenden los trucos que usan los
guardianes, los absorben y prosiguen su camino. En ultima instancia,
los héroes m ás evolucionados sienten com pasión por sus presuntos
enem igos y, antes que destruirlos, los superan y trascienden.
Los héroes deben aprender a leer las señales que proceden de sus
guardianes del umbral. En El p o d e r d e l m ito, Joseph Cam pbell ilustró
esta idea con un herm oso ejem plo que trajo de Japón. En m uchos ca­
sos, estatuas de diablos feroces guardan la entrada a los tem plos de
ese país oriental. Lo prim ero que percibim os es que tienen alzado uno
de sus brazos, com o si fueran policías espetando « ¡D eténgase! ». Con
todo, al acercarnos notam os que con la otra m ano nos invitan a en ­
trar. A sí pues, el m ensaje transm itido es el siguiente: quienes se de­
je n engañar por las apariencias externas no tendrán acceso al m undo
especial, pero quienes vean la realidad interna que subyace a las im ­
presiones superficiales serán bienvenidos.

En las historias los guardianes del umbral adoptan infinidad de for­


m as, a cual m ás fantástica. Podem os encontrar guardias fronterizos,
centinelas, vigilantes nocturnos, oteadores, guardaespaldas, bandi­
dos, editores, porteros, gorilas, exam inadores o quienquiera que ten­
ga com o función im pedir tem poralm ente el paso del héroe y poner
a prueba sus poderes. L a energía del guardián del umbral puede no
hallarse encerrada en un personaje concreto, sino que podría p re­
sentar la form a de un apoyo, una estructura arquitectónica, un ani­
m al o fuerza de la naturaleza que bloquea y prueba las capacidades
del héroe. En este contexto, aprender cómo m anejar a los guardia­
nes del umbral se erige en una de las pruebas esenciales del viaje del
héroe.

J
El heraldo
Si lo construyes, vendrán.
(La Voz, en C am po de sueños [Field o/ Dreams] ,
guió n de P hil A ld e n R obinson que adapta
la novela Shoeless Joe, del autor W . P Kinsella)

on frecuencia surgirá una nueva fuerza en el transcurso del pri­


C m er acto para desafiar al héroe. Se trata de la energía del arqueti­
po del heraldo. Com o los heraldos de la caballería m edieval, los p e r­
sonajes que encarnan este arquetipo plantean desafíos y anuncian la
llegada de un cam bio significativo.
Los heraldos de los caballeros eran responsables de reconocer los
linajes y los escudos de arm as, y desem peñaban un im portante papel
en la identificación de personas y relaciones en la batalla, los torneos
y en grandes efem érides de Estado com o las bodas. Eran los oficiales
de protocolo del día. A l iniciarse la guerra, un heraldo podía ser re ­
querido para que recitara las causas del conflicto; en realidad, para
proporcionar m otivación. En Enrique V , de Shakespeare, los em baja­
dores del D elfín (el prim ogénito del rey de Francia) actuaban como
heraldos cuando entregaban al jo v en rey inglés un regalo insultante:
unas pelotas de tenis, sim bólico presente que daba a entender que el
rey Enrique para nada servía salvo para algo tan frívolo com o ju g a r un
partido de tenis. L a aparición de estos heraldos supone la chispa, el
detonante que inicia la guerra. Posteriorm ente, el personaje de
M ountjoy, heraldo del Delfín, repartirá m ensajes entre el rey E n riq u e
Y su amo durante la trascendental batalla de Agincourt.
Lo m ás típico es que durante la fase de apertura y exposición de
la historia, los héroes hayan podido salir adelante de uno u otro
modo. H an m anejado una vida desequilibrada con la ayuda de un
sin fín de m ecanism os de adaptación o defensa. Entonces, sú b ita m e n ­
te, una energía nueva hace su entrada en la historia de tal m anera que
92 EL VIAJE DEL ESCRITOR

el héroe no puede seguir com o estaba p o r m ás tiempo. U na persona.


condición o inform ación nueva altera el equilibrio del héroe, y de en­
tonces en adelante nada será igual. D eberá, por tanto, tom ar una d e­
cisión, pasar a la acción y encarar el conflicto. Le ha sido entregada
una llam ada de la aventura, por parte de un personaje que a m enudo
m anifiesta el arquetipo del heraldo. En asuntos de m itología, los he­
raldos son tan necesarios que el dios griego H erm es (el rom ano
M ercurio) expresa esta función explícitam ente. H erm es figura por
doquier com o el m ensajero o heraldo de los dioses, portador de re ­
cados y m ensajes de Zeus. A l principio de la Odisea, y urgido por
Atenea, H ermes lleva un m ensaje de Zeus que entrega a la ninfa
Calipso, transm itiéndole la orden de liberar a Ulises. Así pues, la apa­
rición del heraldo Herm es pone en m archa la historia.

La función psicológica: la llamada del cambio

Los heraldos desem peñan la im portante función psicológica de anun­


ciar la proxim idad de un cambio. Algo en lo más ín tim o nos dice que
estam os listos p ara el cam bio y nos envía un m ensajero. Podría tra­
tarse de una ensoñación, una figura onírica, una persona real o una
idea nueva con la que nos topam os. En Cam po de sueños se m anifies­
ta a través de esa m isteriosa V oz a la que el héroe oye decir «Si lo
construyes, vendrán». L a llam ada podría venir de un libro que lee­
m os o de una película que visionarnos. Pero hay algo en nuestro in­
terior que ha estado repicando com o una cam pana, de tal m odo que
las vibraciones resultantes se dispersan en nuestras vidas hasta que el
cambio es inevitable.

La función dramática: la motivación

Los heraldos son portadores de m otivación, presentan un desafío al


héroe y- ponen la historia en movimiento. Alertan al héroe (y al pú­
blico) de que se avecinan cam bios y aventuras.
Encontram os un claro ejem plo del arquetipo del heraldo en su p a­
pel de m otivador en la cinta Encadenados ( N o to rio u s ), de Alfred H itch­
cock. C ary G rant es un agente secreto que trata de reclutar a In g rid
B ergm an, la hija de un espía nazi, para que colabore con ellos en una
noble causa: la detención de alem anes que siguen conspirando en
Río de Janeiro. A sí pues, le ofrece un reto y una oportunidad a la vez:
('I
&
E L HERALDO 93

p o d rá revertir su m ala reputación y lim piar el nom bre de su fam ilia


com o resultado de cum plir con la noble causa que Cary le propone.
(Una causa que, a la postre, resultará no ser tan noble, pero eso es
otra cuestión.)
Com o m uchos héroes, el personaje de B ergm an tem e al cam bio y
es re n u e n te a aceptar el desafío, pero Grant, cual heraldo m edieval,
(e recuerda su pasado y le insufla la m otivación que necesita para p a­
sar a la acción. Le m uestra la grabación de u n a disputa que m antu­
vo con su padre, en la que ella renegaba de su labor com o espía y de­
claraba su lealtad a Estados Unidos. C onfrontada a la prueba de su
propio patriotism o, finalm ente opta por aceptar la llam ada de la
aventura. Está, pues, m otivada.
El heraldo puede ser una persona o una fuerza. La llegada de una
torm enta o los prim eros tem blores de tierra, com o en H uracán (H u­
rrica n e ) o T errem oto (E a rth q u a k e) , bien pueden erigirse en heraldos
de la aventura. L a caída de la bolsa o una declaración de guerra han
puesto en m archa tantas historias...
A m enudo, el heraldo es simplem ente un m edio para transm itir
al héroe noticias de una nueva energía que habrá de alterar el equi­
librio. Podría ser un telegram a o una llam ada telefónica. En Sólo
unte el peligro el heraldo es un telegrafista que inform a a Gary Coo­
per de que sus enem igos han salido de la cárcel y se dirigen a la
ciudad para acabar con él. En Tras el Corazón V erde, para Joan W il­
der el heraldo es el m apa del tesoro, que le llega p o r correo, y una
llam ada telefónica de su herm ana, que está siendo retenida como
rehén en Colombia.

Los tipos de heraldo

El heraldo puede ser una figura positiva, negativa o neutral. En al­


gunas historias el heraldo es el m ism o villano o su em isario, que
quizá proponga un desafío directo al héroe o trate de em baucarlo
para que se involucre en la trama. En el célebre thriller A rabesco
(A rabesq ue), el heraldo es la secretaria personal del villano, que
trata de engatusar al héroe, un profesor universitario de m edios m o ­
destos, y atraerlo hacia el peligro por m edio de una tentadora ofer­
ta de trabajo. En algunos casos, un heraldo vil puede ser quien
anuncie el desafío no y a al héroe, sino al público. A sí, en L a g u e r r a
de las galaxias , c u a n d o D arth V ader aparece por vez prim era al cap­
turar a la princesa L eía, proclam a al público que algo se halla en
94 E L V IA J E D E L E S C R ITO R

desequilibrio, m ucho antes de que L u k e Skywalker, el héroe prota­


gonista, haya incluso aparecido.
En otros argum entos el heraldo es un agente de las fuerzas del
bien, que reclam a la participación del héroe en una aventura positiva.
U n personaje que fundam entalm ente encarna algún otro arquetipo
puede tam bién portar la m áscara del heraldo de m anera temporal.
Con m ucha frecuencia un m entor actúa com o un heraldo que pre­
senta el desafío ante el héroe. Ese heraldo podría tener la form a de un
ser amado o de un aliado, o de alguien totalmente neutral a los ojos
del héroe, tal com o un em baucador o un guardián del umbral.

El arquetipo del heraldo puede entrar en escena casi en cualquier


instante de la narración, si bien lo m ás com ún es que se recurra a
esta figura durante el prim er acto, para que ayude al héroe a im pli­
carse en la aventura. Se trate de u n a llam ada interna, de una aconte­
cim iento externo o de un personaje portador de noticias del cam bio,
la energía del heraldo es m uy necesaria para la práctica totalidad de
las historias.

i
pf

La figura cambiante
Puede esp erar lo inesperado.
(Publicidad del film C harada [ Charade ])

m enudo, la gente tiene dificultad para aprehender el huidizo


A arquetipo de la figura cam biante, quizás precisam ente porque
SU naturaleza es por definición cam biante e inestable. Su aparien­
cia y sus características cam bian tan pronto com o procedem os a
exam inarlo de cerca. N o obstante, la figura cam biante es un p o ­
deroso arquetipo y un buen entendim iento de sus m aneras puede
ser m uy útil, tanto en la narración de historias como en la vida
misma.
C on frecuencia los héroes se topan con figuras, norm alm ente del
sexo opuesto, cuya prim ordial característica es que parecen variar
constantem ente desde la perspectiva del héroe. M uy a m enudo el
am or del héroe o su com pañero o com pañera m anifestarán las cua­
lidades del personaje cam biante. Todos hem os experim entado rela­
ciones en las que nuestro com pañero es voluble, posee dos caras o
es tan variable que nos causa perplejidad. En A tracción fatal el héroe
protagonista debe enfrentarse con una m ujer cam biante, que tan
Pronto es una am ante apasionada com o una arpía desquiciada capaz
de com eter un asesinato.
Estos personajes cam bian su aspecto, hum or, talante o estado de
á n im o , de m anera tal que el héroe y el público encuentran dificulta­
des para interpretarlos. A sí, pueden confundir al héroe y tenerlo en
ascuas, siendo así que su lealtad o su sinceridad a m enudo se pone
en duda. U n amigo o un aliado del m ism o sexo que el héroe puede
igualm ente actuar com o una figura cam biante en las com edias de ca-
ttiaradas o de aventuras. L os hechiceros, las brujas y los ogros son
P ersonajes de esta índole m uy com unes en los cuentos populares y
de hadas.
96 EL VIAJE DEL ESCRITOR

L a fu n c ió n p s ic o ló g ic a

U n propósito psicológico del arquetipo de la figura cam biante con­


siste en expresar la energía del á n im u s y el á n im a , térm inos que
proceden de la psicología que desarrolló Cari Jung. Á nim us es el
nom bre que em plea Jung para aludir al elem ento m asculino pre­
sente en el inconsciente fem enino, el conjunto de im ágenes positi­
vas y negativas que de la m asculinidad aparecen en los sueños y las
fantasías fem eninas. El ánim a es un térm ino que hace referencia al
elem ento fem enino correspondiente presente en el inconsciente del
varón. Según esta teoría, las personas poseen un m anojo com pleto
de características tanto fem eninas com o m asculinas, que son nece­
sarias para la supervivencia y el equilibrio interno.
Históricam ente hablando, las características fem eninas en los
hom bres y las m asculinas en las m ujeres han sido fuertem ente re ­
prim idas en y desde la sociedad. Los hom bres de corta edad apren­
den a m ostrar sólo la faceta viril y escasam ente em ocional de sí m is­
mos. N uestra sociedad enseña a las m ujeres que deben quitar
im portancia a sus cualidades m asculinas. En la actualidad, los hom ­
bres se afanan por recuperar algunas de sus cualidades fem eninas
suprimidas: la sensibilidad, la intuición y la capacidad para sentir y
expresar las em ociones. Las m ujeres suelen pasar su vida adulta in­
tentando recuperar las energías m asculinas que la sociedad ha deses­
tim ado, la asertividad y el poder entre otras.
Estas cualidades reprim idas viven en nosotros y se m anifiestan en
sueños y fantasías com o el ánim us y el ánima. Pueden adoptar la fo r­
m a de personajes oníricos, tales com o m aestros y profesores del sexo
opuesto, fam iliares, com pañeros de estudios, dioses o m onstruos,
que nos perm iten expresar esta fuerza inconsciente aunque podero­
sa que llevam os dentro. U n encuentro con el ánim a o ánimus en
nuestras fantasías o su e ñ o s esta considerado com o un im portante
paso en el crecim iento psicológico de las personas.

L a p ro y e c c ió n

Podem os, asim ism o, confrontar el á n im u s y el á n im a en la reali­


dad. Por naturaleza buscam os personas que se ajusten a nuestra
im agen interna del sexo opuesto. A m enudo im aginam os la sem e­
janza y p ro y e c ta m o s sobre u n a persona insospechada nuestro d e­
seo de u n ió n con el á n im u s o el anima. Podem os, por tanto, caer
LA FIGURA CAMBIANTE 97

en relaciones donde no hem os visto con claridad a la pareja. En su


lugar hem os atisbado el ánim a o anim us, o nuestra propia noción
interna del com pañero ideal, que proyectam os sobre la otra p e r ­
sona. M uy frecuentem ente nos adentrarnos en las relaciones y
p ro c u ra m o s, 0 aun forzam os, que el com pañero se ajuste a nues­
tra proyección. Al hilo de lo anterior, H itchcock creó una podero­
sa expresión de este m ism o fenóm eno en la película De entre los
m u ertos (Vértigo). D e sueren ella Jam es Stewart obliga a K im N o-
& a que cam bie su peinado y su vestuario a fin de hacerla a im a­
gen y sem ejanza de su ideal fem enino, Carlota, una m ujer que, p a­
radójicam ente, nunca h a existido.
Es natural que desde cada sexo se perciba al opuesto com o algo
m isterioso y cam biante. S i m uchos de nosotros no alcanzam os a
com prender dem asiado bien nuestra propia sexualidad y psicología,
¿qué decir entonces de las del sexo opuesto? Solem os tener una ex­
periencia del sexo opuesto caracterizada fundam entalm ente por su
variabilidad y su tendencia a las actitudes y apariencias cam biantes,
y lo propio puede decirse de las em ociones, que parecen variar sin
razón aparente.
Las m ujeres se q u e ja n de que los hom bres son vagos, vacilantes e
incapaces de asum ir com prom isos. Los hom bres se q u e ja n de la ines­
tabilidad aním ica de las m ujeres, de que son volubles, frívolas, velei­
d osas e impredecibles. El enojo puede transform ar en bestias a los
hombres sensibles. Las m ujeres sufren cam bios dram áticos durante
S u ciclo, que varía con las fases de la luna. D urante el em barazo cam ­
bian drásticam ente de hum or y de form a. Cabe señalar que en a lg ú n
m om ento u otro los dem ás nos habrán percibido com o figuras cam ­
biantes con «dos caras».
El ánimus y el anim a pueden ser figuras positivas o negativas,
pueden resultar de gran utilidad p ara el héroe destructoras. En
algunas historias sera tarea del héroe dirim ir con qué cara de un p e r­
sonaje, la positiva o la negativa, está tratando.
El arquetipo de la figura cam biante tam bién es un catalizador del
Cambio, un sím bolo del im pulso p sic o ló g ic o de la transform ación. El
trato con un personaje que m u ta puede causar en el héroe cam bios
en SU actitud respecto del sexo opuesto o bien llevarle a asum ir las
^ e r g í a s reprim idas que este arquetipo zarandea.
E stas proyecciones de nuestros lados opuestos ocultos, estas im á ­
genes e ideas sobre la sexualidad y las relaciones, conform an el ar­
quetipo de la figura cambiante.
9 8 EL V IAJE DEL ESCRITOR

La función dramática
h
L a figura cam biante desem peña un a función dram ática que consiste ti
a
en introducir la duda y el suspense en un argumento. Cuando los

ty O
héroes se preguntan «¿M e es fiel? ¿Va a traicionarm e? ¿De verdad
m e ama? ¿Es un aliado o un enemigo? », generalm ente se hallan

SS
frente a un personaje cambiante.

B
Los personajes cam biantes aparecen con m ucha variedad y fre­

O
cuencia en el cine negro y en las películas de suspense o thrillers. £¡
sueño eterno, El halcón m altés (The M altese Falcon)y Chinatow n nos

O o S i B O - t U C a B «
m uestran detectives que se enfrentan con m ujeres cam biantes, cuya
lealtad y m otivación se pone en tela de juicio. En otras historias como
S ospecha (Suspicion) o L a som bra de u n a duda (Shadow of a D oubt) de
A lfred Hitchcock, una buena m ujer debe elucidar si puede o no de­
positar su confianza en un hom bre cam biante.
U no de los tipos m ás com unes de la figura cam biante recibe el nom ­
bre de fe m m e ja to le (m ujer fatal), es decir, la m ujer entendida com o la
tentación y en su faceta m ás destructora. Se trata de una idea tan anti­
gua como la Biblia, donde encontram os las historias de Eva en el ja r­
dín del Edén, de la intrigante Jezabel y de D alila, que corta la cabellera
de Sansón para robarle su fuerza. En la actualidad, la fem m e fa ta le ha­

s
lla su vía de expresión en las historias detectivescas y policíacas en las
que el protagonista es traicionado por un a m ujer asesina, tal com o el
papel que interpreta Sharon Stone en Instinto básico (Basic Instinct) o el
de K athleen Tum er en Fuego en el cuerpo (Body Heat). El caso de la v iu ­
da negra (Black W idow ) y M ujer blanca soltera busca.. (Single W hite

» » . W j a j l
Female) son variaciones interesantes, en las que un héroe fem enino se
enfrenta a u n a fem m e fa ta le fatídica y cambiante.
L a figura cam biante, com o los dem ás arquetipos, puede m anifestar­
se a través de personajes m asculinos o fem eninos. H ay tantos hommes
ü

fatales (hom bres fatales) en los m itos, la literatura y el cine com o fem­
mes. En la m itología griega, Zeus era la figura cam biante por excelen­
cia, pues variaba su form a para retozar con las doncellas hum anas que
solían, finalm ente, sufrir po r ello. Buscando al Sr. Goodbar trata de una
m u jer que b usca al am ante perfecto, pero que term ina por encontrar a
un hom bre cam biante que le causa la muerte. El largom etraje El extra­
ño (The Stranger) describe las peripecias de una m ujer buena (Loretta
Y oung) que está a punto de desposar a un hom bre cam biante m ons­
truoso, un nazi oculto, interpretado po r el genial Orson Welles.
Ese aspecto «fatal» no siem pre es esencial para el arquetipo. Los
personajes cam biantes pueden lim itarse a deslum brar o confundir al
9 9 EL V IAJE DEL ESCRITOR

La función dramática

L a figura cam biante desem peña una función dram ática que consiste
en introducir la duda y el suspense en un argumento. Cuando los
héroes se preguntan «¿M e es fiel? ¿Va a traicionarm e? ¿De verdad
m e ama? ¿Es un aliado o un enemigo? », generalm ente se hallan
frente a un personaje cam biante.
Los personajes cam biantes aparecen con m ucha variedad y fre­
cu en cia en el cine negro y en las películas de suspense o th rillers. El
sueño eterno, El halcón m altés (The M últese F a lc o n ) y Chinatow n nos
C
m uestran detectives que se enfrentan con m ujeres cam biantes, cuya
0
lealtad y m otivación se pone en tela de juicio. En otras historias como
sl
Sospecha ( S u sp ic io n ) o L a som bra de un a duda (Shadow o f a D oubt) de
IX
A lfred H itchcock, u na buena m ujer debe elucidar si puede o no de­
positar su confianza en un hom bre cam biante. P
E
U no de los tipos m ás com unes de la figura cam biante recibe el nom ­
bre de fe m m e j a t a l e (m ujer fatal), es decir, la m ujer entendida com o la
tentación y en su faceta m ás destructora. Se trata de una idea tan anti­
gua como la Biblia, donde encontram os las historias de Eva en el ja r­
dín del Edén, de la intrigante Jezabel y de Dalila, que corta la cabellera
de Sansón para robarle su fuerza. En la actualidad, la fe m m e fú ta le ha­ n
lla su vía de expresión en las historias detectivescas y policíacas en las
g
que el protagonista es traicionado por un a m ujer asesina, tal com o el d
papel que interpreta Sharon Stone en Instinto básico (Basic I nstinct) o el d
de Kathleen Tumer en Fuego en el cuerpo (Body H eat ). El cuso de la viu­ ll
da negra ( B la ck W idow ) y M ujer blanca soltera busca.. (Single W hite si
F e m a le) son variaciones interesantes, en las que un héroe fem enino se P
enfrenta a u n a fe m m e fa t a l e fatídica y cam biante. E
L a figura cam biante, com o los dem ás arquetipos, puede m anifestar­ b
se a través de personajes m asculinos o fem eninos. H ay tantos h om m es 1¡
fatales (hom bres fatales) en los m itos, la literatura y el cine com o fe m ­ b
m es. En la m itología griega, Zeus era la figura cam biante por excelen­ íi
cia, pues variaba su form a para retozar con las doncellas hum anas que
solían, finalm ente, su frir por ello. Buscando al Si: G oodbar trata de una
m u jer que b usca al am ante perfecto, pero que term ina por encontrar a
un hom bre cam biante que le causa la m uerte. El largom etraje El extra­
ño (The S tranger) describe las peripecias de una m ujer buena (Loretta
Y oung) que está a punto de desposar a un hom bre cam biante m ons­
truoso, un nazi oculto, interpretado po r el genial O rso n Welles.
Ese aspecto «fatal» no siem pre es esencial para el arquetipo. Los
personajes cam biantes pueden lim itarse a deslum brar o confundir al
LA FIGURA CAMBIANTE 99

héroe, en lugar de pretender acabar con su vida. El cam bio consti­


tuye una parte natural de todo rom ance. Lo com ún es quedar cega­
do por el am or, incapacitado p ara v er al otro con nitidez debido a
qUe porta m uchas m áscaras. El personaje que interpreta M ichael
Douglas en Tras el Corazón V erde aparece com o una figura cam bian­
te a los ojos de la heroína, K athleen Turner, quien hasta el último
m om ento tiene que adivinar si la lealtad de su pareja de reparto es
cierta 0 no.
E sa propensión al cam bio puede m anifestarse por m edio de los
cam bios de aspecto. En m uchos largom etrajes el cam bio del vestuario
0 del peinado de una m ujer indica que su identidad está variando y
su lealtad se pone en duda. Este arquetipo puede expresarse igual­
m ente m ediante cam bios en el habla o la conducta, de m odo que un
personaje podría cam biar su acento o contar una retahíla de mentiras.
En el th riller A rabesco, la cam biante Sophia Loren refiere al reacio hé­
roe interpretado p o r G regory Peck u n a serie de historias desconcer­
tantes sobre su pasado, todas ellas falsas. M uchos héroes tienen que
m anejar a los personajes cam biantes, hom bres y m ujeres, que se dis­
frazan y cuentan falsedades p ara confundirlos.
U na figura cam biante m uy fam osa de la O disea es Proteo, dios del
m ar, «el anciano de los m ares». M enelao, uno de los héroes que re ­
gresa de la G uerra de Troya, atrapa y encadena a Proteo para obtener
de él cierta inform ación que le convenía saber. Proteo tom a la form a
de un león, una serpiente, una pantera, un jabalí, del agua fluida y
hasta de un árbol en su denodado intento de huida. Pero M enelao y
sus hom bres lo reducen y sujetan firm em ente hasta que por fin
Proteo adopta su v erdadera fo rm a y responde a todas sus preguntas.
Esta historia enseña que si los héroes son pacientes con los seres cam ­
biantes la verdad será finalm ente revelada. A sí, en el lenguaje familiar
k s palabras proteo y proteico se usan p ara designar un hom bre volu­
ble* inconstante, am biguo, que cam bia sus afectos y de parecer a cada
instante.

máscara de la figura cambiante

Com o ocurre con los restantes arquetipos, la m utación y el cam bio


instituyen un a función o u n a m áscara que puede portar cualquiera de
los personajes de u n a historia. U n héroe puede ceñirse esta m áscara en
una situación rom ántica. A m odo de ejemplo: Richard G ere, en Oficial
$ ca ba llero, se d a m uchos aires y cuenta un m ontón de em bustes para
100 EL VIAJE DEL ESCRITOR

im presionar a D ebra W inger. Tem poralm ente actúa com o un persona.


je cam biante, si bien se trata del héroe protagonista de la pieza.
En ocasiones, el héroe puede transform arse en una figura carq.
biante para escapar a un a tram pa o superar a un guardián del um bral,
En S ister A ct, un a m onja de cuidado, el personaje de W hoopi Gold­
berg, una cantante de un local de Las V egas, se disfraza de m onja ca­
tólica para evitar que la m aten po r haber sido testigo de un asesinato
de la mafia.
Los villanos o sus aliados pueden llevar la m áscara del personaje
cam biante con el objeto de seducir o confundir al héroe. L a m alvada
reina de Blancanieves y los 7 enanitos (Snow W hite and the Seven
D w a rfs ) adopta la form a de una vieja arpía para engatusar al héroe y
conseguir que com a un a m anzana envenenada.
El cam bio es tam bién un atributo natural de otros arquetipos como
los m entores y los em baucadores. M erlín, el m entor en los relatos del
rey A rturo, suele cam biar de form a para colaborar en la causa artúri-
ca. En la Odisea, la diosa A tenea (M inerva) tom a la apariencia de m u­
chos hum anos distintos para así ayudar a U lises y su hijo.
Los personajes cam biantes pueden encontrarse tam bién en las lla­
m adas «películas de cam aradas, colegas o am igos», donde la historia,
po r lo general, se centra en dos personajes m asculinos o fem eninos
que com parten el papel protagonista. A m enudo uno de ellos es más
convencionalm ente heroico, y el público puede identificarse con el o
ella m ás fácilm ente. El segundo personaje, siendo del m ism o sexo
que el héroe principal, será con toda probabilidad una figura cam ­
biante, cuya lealtad y verdadera naturaleza siem pre están en la cuer­
da floja. En la com edia titulada Los suegros (The In -la w s), el héroe
«justo y convencional», A lan A rkin, casi enloquece a causa de los
cam bios de su cam arada, Peter F alk, un agente de la CIA.

Concluirem os que la figura cam biante es uno de los arquetipos más


flexibles y desem peña una am plia variedad de funciones proteicas en
las historias contem poráneas. Suele encontrarse en las relaciones
hom bre-m ujer. si bien tam bién resulta m uy útil en otras situaciones,
para retratar a personajes cuya apariencia 0 com portam iento varía
con el objeto de satisfacer las necesidades particulares de la trama.
La sombra
¡No podemos contener a un m onstruo bueno!
(Publicidad de The Ghost o f Frankenstein)

l arquetipo conocido com o la som bra representa la energía del lado


E oscuro, de lo inexpresado, lo irrealizado o los aspectos rechazados
de una cosa. A m enudo es la m orada de los m onstruos drásticam ente
suprim idos o ignorados de nuestro m undo interno. Pueden ser som ­
bras todas las cosas que nos disgustan de nuestra persona, todos los
secretos oscuros que no sabem os o no podem os adm itir, aun ante no s­
otros m ism os. Las cualidades a las que hem os renunciado y hem os in­
tentado extirpar todavía acechan, operando en el som brío m undo del
inconsciente. A sim ism o, la som bra puede albergar cualidades p o siti­
vas ocultas o que hem os rechazado p o r algún motivo.
En las historias, p o r lo general, el rostro negativo de la som bra se
proyecta sobre los personajes de los villanos, los enem igos y los an-
tegonistas. V illanos y enem igos suelen dedicar sus esfuerzos a la de-
WOta, destrucción y m uerte del héroe. Pero los antagonistas pueden
®0 ser tan hostiles -pueden ser aliados que persiguen el m ism o o b ­
je tiv o , aunque discrepan de las tácticas em pleadas por el héroe-.
Antagonistas y héroes en conflicto son com o caballos de un m ism o
« q u ip o que tiran en distintas direcciones, siendo así que los villanos
f los héroes enfrentados son com o trenes que se aproxim an y avan-
®*n hacia una colisión frontal segura.

I a Unción psicológica

^ som bra puede representar el poder de los sentim ientos reprim idos.
¿Aos tr aum as profundos o las culpas pueden enconarse si los exiliam os
la penum bra del inconsciente, y las em ociones ocultas 0 negadas
102 EL VIAJE DEL ESCRITOR

pueden revelarse m onstruosas y causar n uestra destrucción. Si, como


y a se dijo, el guardián del um bral representa las neurosis, el arquetipo
de la som bra hace lo propio con las psicosis, que no sólo entorpecen
nuestra vida, sino que am enazan con destruirnos. La som bra puede
sim plem ente ser esa parte som bría de nosotros m ism os con la que
siem pre lucham os en nuestra relación con los viejos tem ores y los m a­
los hábitos. E sta energía puede ser una fuerza interna harto poderosa,
con vida propia y su propia escala de intereses y prioridades. Puede
tratarse de una fuerza destructiva, especialm ente cuando no la reco ­
nocem os, si evitam os sacarla a la luz y enfrentam os a ella.
A sí ocurre en los sueños, donde las som bras pueden tom ar form as
diversas, a saber, m onstruos, dem onios, diablos, extraños seres m a ­
lignos, extraterrestres, vam piros u otros enem igos feroces. N ótese
que m uchas de estas figuras som brías son tam bién personajes cam ­
biantes, com o los hom bres-lobo y los vam piros.

La función dramática

L a función de la som bra en las historias dram áticas consiste en desa­


fiar al héroe y proporcionarle un oponente digno con quien luchar.
Las som bras crean el conflicto y extraen lo m ejor del héroe com o re ­
sultado de ponerlo en u n a situación lím ite que supone una seria am e­
naza para su vida. A m enudo se ha dicho que una historia es tan bue­
na com o lo es el villano que describe, dado que un enem igo poderoso
obliga al héroe a superarse y aceptar el reto.
La energía desafiante del arquetipo de la som bra puede concen­
trarse en un solo personaje, pero tam bién puede tratarse de una m ás­
cara que puede ceñir cualquier personaje en diferentes m om entos.
Los m ism os héroes pueden m anifestar un lado som brío. C uando el
protagonista queda paralizado por la culpa o la duda, actúa de un
m odo autodestructivo, expresa deseos de m uerte, se abandona a su
propio éxito, abusa de su poder y se vuelve egoísta en lugar de sa­
crificado, con toda probabilidad podem os afirm ar la som bra se ha
apoderado de él o ella.

La máscara de la sombra

La som bra puede com binarse m uy eficazm ente con otros arquetipos.
Com o los arquetipos restantes, la som bra es u n a función o una m asca-
LA SOMBRA 103

£ que puede ceñirse cualquier personaje. El principal m entor de una


jjstoria puede en ocasiones portar la m áscara de la sombra. A sí, en Ofí-
fá l y ca b a llero el sargento instructor que interpreta Louis G osset Jr. lle­
r a tanto la m áscara del m entor com o la de la sombra. Es el m entor de

Richard Gere y su segundo padre, y lo guía po r el riguroso aprendiza-


£ de ja M arina. A hora bien, po r lo que respecta a la cuestión de vida o
muerte que propone la tram a, G osset es igualm ente la som bra que tra­
ta de destruir a Gere apartándolo del program a. Pone a prueba al joven,
[o lleva al límite para averiguar si tiene lo que hay que tener, tanto que
-asi lo m ata en el proceso de extracción de lo m ejor que alberga en sí.
O tra com binación de arquetipos m uy interesante podem os encon­
trarla en aquellos personajes cam biantes fatales que se abordaron a n te ­
riormente. En algunos guiones, la persona que em pieza siendo el obje­
to del interés am oroso del héroe cam bia de form a hasta convertirse en
upa som bra que persigue la destrucción del protagonista. Con m ucha
frecuencia las fe m m e s fa t a le s reciben el nom bre de m ujeres turbias. Esto
podría representar la lucha que se entabla entre los lados m asculino y
fem enino de un a persona, o la obsesión con el sexo opuesto cuando se
transform a en un estado psicótico de la m ente. O rson W elles ideó una
historia clásica con este asunto en La dam a de S h a n g h a i (The L a d y fr o m
Shanghai), cinta en la que R ita H ayw orth deslum bra al personaje que
interpreta W elles, cam bia de form a y trata de destruirlo.
U na som bra tam bién puede llevar las m áscaras de otros a rq u e ti­
pos. Anthony Hopkins interpreta a Aníbal el Caníbal en El silencio de
los corderos (The Silence of the L a m b s), un personaje que es prim or­
dialm ente una som bra, una proyección del lado oscuro de la natura­
leza hum ana, pero que tam bién desem peña la función de un m entor
colaborador de Jodie Foster, agente del FB I, a quien proporciona cier­
ta inform ación que le ayuda a atrapar a otro asesino loco.
Las som bras pueden transform arse en personajes seductores cam ­
biantes que atraen al héroe hacia el peligro. Suelen funcionar como he-
*dos o em baucadores, pudiendo incluso m anifestar cualidades heroi-
^ Los villanos que luchan con bravura po r su causa o que
exp erim en ta n un cam bio en sus sentim ientos pueden llegar a redim ir­
se Y aun transform arse en héroes, com o la bestia de Lu bella y la bestia.

Humanizar la sombra

Las som bras no tienen que ser necesariam ente depravadas o m aléfi-
®*s y poseer solo características negativas. A decir verdad, m ejor será

k
104 EL VIA JE DEL ESCRITOR

hum anizarlas con un toque de bondad o por m edio de alguna cuali­


dad admirable. Los dibujos anim ados de D isney son m em orables, e r
tre otras cosas, p o r sus insignes villanos, tales com o el capitán Garfio
en P eter P an , el D em onio en Fantasía, la herm osa aunque perversa rei­
na de Blancanieves y ¡os 7 enunitos, la encantadora y flam ante hada
m aléfica en L a bella durmiente (S leep in g B eau ty ) o la inefable Cruella
De Vil en 101 dálm atas (One H undred an d One D a lm a tía n s ), de tal suer­ -«*
te que se nos antojan m ás deliciosam ente siniestros m erced a su ga_ i
llardía, poder, elegancia, so fisticació n o herm osura.
Las som bras pueden tam bién hum anizarse a resultas de conver­
Ii
tirlas en personajes vulnerables. El novelista Graham Greene con W
gran m aestría dibuja villanos frágiles y reales. Con m ucha frecuenci w
sitúa al héroe a un paso de aniquilar al villano, sólo para descubrir
que el pobre tiene un resfriado o está leyendo una carta de su hijita.
Súbitam ente el villano deja de ser una m osca que hay que aplastar $
p ara convertirse en un ser de carne y hueso con sus em ociones y sus O
puntos flacos. A cabar con la v ida de alguien así se torna en una cues­
tión verdaderam ente m oral y no en un m ero acto reflejo irreflexivo.
A l redactar historias es im portante recordar que las figuras som ­
brías en su m ayoría no se perciben com o enem igos o villanos. D esde
su óptica particular, un villano es el héroe de su propio m ito, toda vez
que el héroe del público es su villano. U n tipo de villano m uy peli­
groso es «el hom bre recto», aquella persona tan convencida de la ju s ­ E
ticia de su causa que no se detendrá ante nada hasta lograr sus obje­ B
tivos. G uárdese del hom bre convencido de que el fin justifica los tí
m edios. H itler creía sinceram ente en sus razones, que consideraba ti
heroicas, una creencia que le condujo a ordenar las atrocidades más
horrorosas p ara alcanzar sus fines.
U na som bra puede ser un personaje o una fuerza externos al he-
roe, o tam bién una parte del héroe hondam ente reprim ida. La cinta
El h om b re y el m onstruo (Dr. J e k y ll and Mr. H y d e ) describe vividam en­
te el poder del lado oscuro de la personalidad de un hom bre bueno.
Las som bras externas tienen que ser vencidas o destruidas por el
héroe. Las som bras de índole interna pueden ser desactivadas, como
se hace con los vam piros, sencillam ente com o resultado de sacarlas
de en tre las som bras y situarlas bajo la luz de la conciencia. Algunas
som bras pueden incluso redim irse y term inar convertidas en fuerzas
positivas. U na de las som bras m as im presionantes de la historia del
cinc, el inconm ensurable D arth V ader de la saga L a guerra d e las ga'
la x ia s , sufre un trem endo giro en El retorno del Je d i, rev elán d o se
com o el padre del héroe. T oda su m aldad es perdonada en últim a inS'
LA SOMBRA 105

acia,, haciendo de él una figura bondadosa, fantasm al y benigna que


Hacia de su hijo. El Term inator tam bién crece, desde la m áquina de
ábtar h é ro e s que es en T erm in ator ( T he T erm in ator) hasta tran sfo r-
^ f s e el1 un m entor protector de héroes en Terminator 2: El ju ic io f i -
gfll (T erm in ator 2: Ju d g em cn t D a y ).
1; C om o todos los arquetipos restantes, las som bras pueden expresar
jppeCtOS tanto positivos com o negativos. En la psique de una persona
A s o m b ra puede ser cualquier elem ento que haya sido suprim ido, re­
ido. desatendido u olvidado. La som bra esconde aquellos sen ti-
entos naturales y sanos que creem os que no nos conviene m ostrar.
. i * 5el p esa r o el enojo sanos, si son reprim idos y confinados al te rri­
n o de la som bra, pueden bien transform arse en un a energía nociva
: se establece y nos socava con m odos totalm ente inesperados. La
abra puede adoptar tam bién la form a de un potencial inexplorado,
ao el afecto, la creatividad o la capacidad psíquica, que no halla un
ice para su expresión. «Los caminos no andados», las posibilidades
la vida que elim inam os con las decisiones tom adas en distintas
cas, bien pueden acum ularse en la sombra, aguardando el m o ­
to en que puedan aflorar a la luz de la conciencia.

El concepto psicológico del arquetipo de la som bra constituye una


ífietáfora extrem adam ente útil para entender a los villanos y los an­
tagonistas de nuestras historias, así com o p ara aprehender los aspec-
H s inexpresados, ignorados u ocultos de nuestros héroes.
I I i

I
¡: ;'
,1

El embaucador
¿;v
'! i | Eso no tiene sentido, y yo tampoco.
i '1 (E l pato Lucas)

l arquetipo del em baucador plasm a las energías de la m alicia y


E del deseo de cam bio. Todos los personajes dram áticos que son
fundam entalm ente bufones, payasos o secuaces cóm icos expre­
san, sin lugar a dudas, este arquetipo. L a form a especializada de­
nom inada el h é r o e em baucador es la figura principal de m uchos
m itos, y es m uy popular en el folclore y en los cuentos populares
y de hadas.

La función psicológica

Los em baucadores desem peñan diversas funciones psicológicas de


im portancia. Se encargan de parar los pies de los grandes egos, y
ayudan a que los héroes y el público toquen con los pies en el
suelo. A l provocar la risa sana nos invitan a reparar en los lazos
com unes, al tiem po que señalan la locura y la hipocresía. Por en ­
cim a de todo, aportan cam bios y transform aciones saludables, a
m enudo tras centrar la atención sobre el desequilibrio o la absur­
didad de u n a situación psicológica estancada. Son los enem igos
naturales del estatus quo. L a energía d e l em baucador puede ex­
presarse m ediante travesuras, accidentes o deslices verbales que
nos alertan de la necesidad del cambio. Cuando nos tom am os de­
m asiado en serio, el em baucador que form a parte de nuestra per­
sonalidad puede surgir con el fin de proporcionarnos la perspec­
tiva necesaria.
EL EMBAUCADOR 107

|0 función dramática: el alivio cómico

todo argum ento, adem ás de estas funciones psicológicas los em -


Jiaucadores desem peñan la función dram ática del a liv io c ó m ic o . La
ten sió n no liberada, el suspense y el conflicto pueden revelarse ago­
tadores en el plano psicológico y, aun en las obras dram áticas más
densas, los m om entos de risa reavivan el interés del público. U na
j e las m ás antiguas reglas dram áticas resalta la necesidad del equili­
brio: hazlos llorar mucho; deja que rían un poco.
Los em baucadores pueden ser siervos o aliados que trabajan para
¿ héroe o la som bra, o pueden ser agentes independientes con su
propio y sesgado orden del día.
Los em baucadores de la m itología nos proporcionan num erosos
ejem plos de los m ecanism os que em plea este arquetipo. U no de los
m as coloristas es Loki, el dios escandinavo del tim o y el engaño. U n
verdadero em baucador, que sirve a los dem ás dioses com o conseje­
ro y asesor legal, pero que tam bién m aquina su destrucción y m ina
e l orden establecido. Es fiero p o r naturaleza, y su energía certera y
huidiza ayuda a calentar la energía petrificada y congelada de los
d i o s e s , m oviéndolos a la acción y el cambio. De igual m anera, apor­
ta un m uy necesario alivio cóm ico a los m itos nórdicos, por lo g e­
neral m uy oscuros y som bríos.
A lgunas veces, Loki es un personaje cóm ico que ejerce de com ­
pinche en aquellas historias en las que T hor y O dín son los héroes.
E n otros argum entos es una suerte de héroe, un héroe em baucador
que sobrevive por m edio de su ingenio a unos dioses o gigantes de
m a y o r fortaleza física. Finalm ente, se transform a en un adversario
m o r ta l o una som bra, que encabeza las huestes de los m uertos en su
contienda final contra los dioses.

Los héroes embaucadores

L o s héroes em baucadores se han m ultiplicado com o conejos en los


cuentos populares y de hadas del m undo entero. En honor a la ver-
d a d ,a 1gunos de los em baucadores m ás populares son precisam ente
conejos: el conejo Brer, de su d m é ric a ; la liebre de los cuentos africa­
nos; los m uchos conejos-héroes del sudeste asiático, de Persia, la
India, etc. Estos relatos enfrentan al conejo indefenso pero de m ente
rápida contra enem igos m ucho m ayores y m ás peligrosos: las figuras
som brías de los cuentos, com o lobos, cazadores, osos y tigres. D e al­

i
108 EL VINE DEL ESCRITOR

gún m odo el conejo m enudo siem pre consigue burlar a su oponente


ham briento, que norm alm ente sufre dolorosam ente por su enfrenta­
m iento con el héroe em baucador.
L a versión m oderna del conejo em baucador es, desde luego, Bugs
Bunny. Los anim adores de la W arner Brothers hacen uso de los arg u ­
m entos de los cuentos populares p ara enfrentar a Bugs contra caza­
dores y predadores que no tienen la m enor oportunidad ante su in­
genio. Entre los em baucadores anim ados de esta naturaleza se
cuentan el pato Lucas, Speedy G onzales, el Correcam inos y P iolín; el
pájaro loco W oody W oodpecker y el pingüino Chilly W illy del dibu­
jan te W alter Lantz, así com o el ubicuo perro D roopy de la M GM , que
siempre es m ás listo que el confundido lobo. El ratón M ickey em pe­
zó siendo un animal em baucador ideal, si bien con el tiem po ha m a­
durado hasta convertirse en el sobrio m aestro de cerem onias y porta­
voz corporativo que es actualmente.
Los aborígenes norteam ericanos sienten un cariño particular por
em baucadores com o el Coyote y el Cuervo. Los dioses o espíritu s-
payasos K ach in a del suroeste son em baucadores de gran poder, así
com o de gran capacidad cóm ica.
De tarde en tarde conviene cam biar las tornas y m ostrar que se
puede ser m ás listo que un em baucador. A lgunas veces, un em bau­
cador, com o la liebre, tra ta rá de sacar provecho de un anim al m ás p e­
queño y lento, com o la señora tortuga. En los cuentos populares y las
fábulas com o L a liebre >' la tortuga, el m ás lento burla al m ás veloz
con su tenaz perseverancia o después de unirse a otros de su condi­
ción para así vencer al oponente.
Los em baucadores gustan de causar problem as porque sí. Joseph
Campbell refiere una historia nigeriana en la que el dios em baucador
Edshu avanza p o r un cam ino portando un som brero de color rojo por
un lado y de color azul por el opuesto. Cuando la gente com enta
« ¿Q u ién es ése del som brero rojo? », se enzarzan en peleas con los
congregados al otro lado del cam ino, que insisten en que el som bre­
ro es azul. A sí las cosas, el dios reconoce ser el causante de la triful­
ca y asegura que «Sem brar cizaña es m i m ayor placer».
A m enudo, los em baucadores son personajes catalizadores que in­
troducen cam bios en las vidas ajenas, si bien ellos perm anecen in al­
terados. Por ejemplo: Eddie M urphy en Superdetective en H o l l y w o o d
saca a relucir toda su energía de em baucador cuando agita el sistem a
existente sin apenas sufrir cam bio alguno.
Los héroes de la com edia, desde Charlie Chaplin a los hermanos
M arx y el reparto del program a televisivo In Living Color, son eni-

¡
El EMBAUCADOR 109

baucadores que subvierten el estatus quo y consiguen que nos riam os


de nosotros m ism os. l o s héroes de otros géneros con m ucha fre ­
cuencia deben ceñirse la m áscara del em baucador con el objeto de
sortear a una som bra o superar a un guardián del umbral.

Los arquetipos constituyen un lenguaje infinitam ente flexible para el


desarrollo de los personajes. O frecen un m odo para entender la fu n ­
ción que desem peña un personaje en un m om ento dado de la acción.
T ener en cuenta los arquetipos puede liberar a los escritores de la ten ­
tación del estereotipo, toda vez que con su apoyo pueden dotar a sus
personajes de m ayor profundidad y veracidad psicológica. Pueden
em plearse los arquetipos para dibujar personajes que son individuos
únicos, perfectam ente diferenciados, a la vez que sím bolos universa­
les de la cualidades que conform an al ser hum ano com pleto. Así, son
de utilidad para diseñar historias y personajes verosím iles y realistas
en su vertiente psicológica, que hacen ju sticia a la sabiduría arcana de
los m itos.
A hora que hem os conocido a los m oradores del m undo de las h is­
torias, reanudem os la m archa volviendo al cam ino de los héroes para
exam inar las doce etapas y estudiar cóm o los arquetipos interpretan
su papel en el viaje del héroe.
Libro segundo
t

Las etapas del viaje


Primera etapa: El mundo ordinario
Un prin cipio es un tiem po muy d elicado.
(D el film Dime, g u ió n de D avid L ynch
b asad o e n la n ovela de F ra n k H erb ert)

n E l p o d e r d el m ito, j o s e p h C a m p b e ll d e sc rib e el in ic io d e l típ ico


E viaje d e l h é ro e . « U n h é ro e p a rte h a c ia la a v e n tu ra d e sd e u n m u n ­
do c o tid ia n o y se a d e n tra e n u n a re g ió n d e m a ra v illa s s o b re n a tu ra ­
les...» E n este c a p ítu lo e x p lo ra re m o s ese « m u n d o c o tid ia n o » , el lla­
m ad o m u n d o o r d in a r io , y v e re m o s c ó m o e n c u a d ra al h é ro e y p o n e
las h is to ria s m o d e rn a s e n m o v im ie n to .
El in ic io de u n a h isto ria , ya sea u n m ito , u n c u e n to de h a d a s, u n
g u ió n , u n a n o v ela, u n relato c o rto o u n có m ic, d e b e so p o rta r a lg u n a
q u e o tra carga. Ela d e a tra p a r al le c to r o al e sp e c ta d o r, d e te rm in a r el
to n o d e la h isto ria , su g e rir a d o n d e se d irig e y v e rte r u n a g ra n c a n ti­
d a d d e in fo rm a c ió n sin p o r ello ra le n tiz a r el ritm o d e la pieza. Todo
p rin c ip io es, e n rigor, u n tie m p o d elicad o .

Una guía para el viaje

C om o gu ías d el la b e rin to d e la h isto ria , im a g in e m o s q u e fo rm am o s


parte d e u n trib u de g en te q u e U ve de la caza y la reco lecció n , tal
com o h a c ía n n u e stro s a n c e stro s h ace c ie n to s de m iles de añ o s, o com o
h a cen h o y las g en tes en alg u n a s zo n as re m o ta s d el globo. E n cada u n a
de las e tap as d el viaje del h é ro e n o s re u n ire m o s c o n estos b u sca d o re s
c in te n ta re m o s p o n e rn o s en su piel:

M ir a d en d erred or, h e r m a n a , h e r m a n o d e la trib u . V eréis q u e la


g e n te a p e n a s s a le a d e la n t e , q u e s o b r e v iv e n co n u n a m e n g u a n te
p ro v isió n d e a lim e n to s d e l a ú ltim a estació n . C o r r e n m a lo s t ie m ­
114 EL VIAJE DEL E SCRITO R

p o s y el p a ís entero parece no ten er vida. El pu eblo se d e b ilita ante


n uestros ojos, pero algunos de nosotros to d a v ía conservam os una
in can sable energía.
C om o vosotros. O s sen tís incóm odos, con la sensación de que
este lu gar exh au sto y g ris y a no es lo que era. Tal v e z no lo sepáis,
p ero m u y p ro n to seréis escogidos com o héroes, p a ra que os unáis
a la co m p a ñ ía de los buscadores, aquéllos que siem pre se han en­
fre n ta d o a lo desconocido. E m prenderéis un via je p a ra restau rar
la v id a y la sa lu d de to d a la tribu, una aven tu ra en la que n ada es
seguro, sa lv o que os ca m b ia rá p a r a siem pre. E stáis inquietos, pero
la em oción os invade. E stáis p rep a ra d o s p a ra s a lir de este mundo,
listo s p a ra e n tra r en el m undo de la aventura.

Antes del principio

A n tes d e q u e em p iece u n a h isto ria , el c o n ta d o r d e h isto ria s se en fre n ­


ta a d iv ersas o p c io n e s creativas. ¿Q u é es lo p rim e ro q u e e x p e rim e n ta ­
rá el p ú b lic o ? ¿A caso el titu lo ? ¿La p rim e ra lín ea del diálogo? ¿La p ri­
m e ra im ag en ? ¿E n q u é fra g m e n to d el c o n te x to d e la vid a de los
p e rso n a je s e m p e z a rá e x a c ta m en te la h isto ria? ¿Es n ecesaria u n a in­
tro d u c c ió n o u n p ró lo g o , o d e b e ría m o s e m p ez ar e n p le n o m eo llo de
la acció n ? D ich o esto, lo s m o m e n to s in iciales c o n stitu y e n u n a m ag n í­
fica o p o rtu n id a d p a ra estab lecer el to n o y crear u n a p rim e ra im p resió n
eficaz. P u e d e n serv ir p a ra in v o c a r u n estad o d e á n im o , evocar una
im a g e n o u n a m e tá fo ra q u e h a b rá d e p ro p o rc io n a r al p ú b lic o u n p u n ­
to d e referen cia c o n el q u e p o d e r e x p e rim e n ta r m e jo r su trabajo. El
e n fo q u e m ito ló g ic o d e u n a h is to r ia se re d u c e al e m p le o d e m etáfo ­
r a s o c o m p a ra c io n e s p a r a tr a n s m itir s u s e n tir co n re s p e c to a la vida.
El g ra n c in e a sta y d ire c to r d e esc e n a a le m á n M ax R e in h a rd t afir­
m ab a q u e se p u e d e cre a r u n a a tm ó sfe ra en la sala m u c h o a n te s de que
el p ú b lic o to m e a sie n to y se alce el teló n . U n títu lo cu id a d o sa m e n te
se le c c io n a d o b ie n p u e d e p la n te a r u n a m e tá fo ra q u e in trig u e a la a u ­
d ie n c ia y la m o ld e e p a ra la e x p e rie n c ia q u e se avecina. U n a b u en a
p ro m o c ió n p u e d e c a u tiv a r a lo s e sp e c ta d o res c o n im ág en e s y eslóga-
n e s q u e n o s o n sin o m e tá fo ra s d el m u n d o q u e rec re a la h istoria.
M e d ia n te el c o n tro l d e la ilu m in a c ió n y la m ú sic a a m e d id a q u e el p ú ­
b lico e n tra en la sala, y el m a n e jo c o n sc ie n te d e a lg u n o s detalles
c o m o las a c titu d e s y la in d u m e n ta ria de lo s a c o m o d a d o re s, p u e d e ge­
n e ra rs e u n a m b ie n te p ro p ic io . P o d e m o s a d e c u a r el estad o m e n ta l de
la a u d ie n c ia a la n a tu ra le z a específica de la e x p e rie n c ia q u e v a n a
P R IM E R A ETA PA : EL M U N D O O RD IN A R IO 115

com p artir, p re p a rá n d o la p a ra la c o m e d ia , el ro m a n c e , el terro r, el d r a ­


m a o c u a lq u ie r efecto q u e se p re te n d a p ro d u c ir.
Q u ie n e s c u e n ta n h is to ria s p o r tra n s m is ió n o ra l in ic ia n su s re la ­
tos c o n frases ritu a le s (« É ra se u n a v e z » ) y g e sto s p e rs o n a liz a d o s
co n lo s q u e c a p ta n la a te n c ió n d e l p ú b lic o . E stas s e ñ a le s p u e d e n
g u ia r a lo s o y e n te s h a c ia u n a a tm ó s fe ra d e d iv e rs ió n , tris te z a o iro ­
nía, s e g ú n c o n v e n g a a la h is to ria q u e v a n a e sc u c h a r.
H oy s o n m u c h o s lo s e le m e n to s q u e c o n c u rre n a la h o ra d e p ro ­
vocar e sas p rim e ra s im p re s io n e s p re v ia s a la c o m p ra d e u n lib ro o
u n a e n tra d a p a ra el cine; e n tre ello s cab e m e n c io n a r el títu lo , el d i­
seño d e la c u b ie rta , la p u b lic id a d y lo s a n u n c io s , lo s c a rte le s y lo s
avances d e las p e líc u la s y d e m á s in s tr u m e n to s p a ra g e n e ra r e x p e c ta ­
ción. La m a y o r o m e n o r c o m p le jid a d d e la h is to ria q u e d a re d u c id a a
u n o s p o c o s sím b o lo s y m e tá fo ra s q u e a ju s ta n la p e rc e p c ió n d el p ú ­
blico a las n e c e sid a d e s e sp ecíficas d e l viaje.

E! título

U n títu lo p ro p o rc io n a u n a p is ta m u y im p o r ta n te acerca d e la n a tu ­
raleza de la h is to ria y la a c titu d d e l e sc rito r. U n b u e n títu lo p u e d e
erig irse e n u n a m e tá fo ra q u e fu n c io n e a v a rio s n iv e le s y e x p o n g a
la c o n d ic ió n d e l h é ro e o d e s u m u n d o . El títu lo E l p a d r in o ( T h e
G o d fa t h e r ), p o r e je m p lo , s u g ie re q u e d o n V ito C o rle o n e es a u n
tiem p o d io s y p a d re p a ra s u g e n te (g o d [ d io s ] , f a t h e r [p a d re ]). El
d ise ñ o g rá fic o e m p le a d o e n el lo g o tip o , ta n to p a ra la n o v e la c o m o
p a ra la p e líc u la , p re s e n ta o tra m e tá fo ra : la m a n o d e u n titir ite r o
q u e m u e v e lo s h ilo s d e u n a m a r io n e ta q u e n o se ve. ¿Es acaso d o n
Vito C o rle o n e u n titirite ro o es u n a m a rio n e ta e n m a n o s d e u n a fu e r­
za su p e rio r? ¿S om os to d o s n o s o tro s m a rio n e ta s d e D ios o d is fru ta ­
m o s d e lib re a lb e d río ? El m e ta fó ric o títu lo y la im a g in e ría p e rm ite n
m u ch as in te rp re ta c io n e s y a y u d a n a h a c e r d e la h is to ria u n a e s tru c ­
tu ra c o h e re n te .

La imagen inicial

La im ag en in icial p u e d e ser u n a p o d e ro sa h e rra m ie n ta p a ra crear u n


am b ien te e in s in u a r h acia d ó n d e irá la h isto ria . P u e d e tra ta rse d e u n a
m etáfora v isu al q u e e n u n a so la to m a o escen a in v o c a el m u n d o e sp e ­
cial d el se g u n d o acto , así co m o los co n flicto s y las d u a lid a d e s q u e allí
116 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

se e n fre n ta rán . P u ed e, ig u a lm e n te , esb o zar el tem a, alerta n d o al p ú ­


blico d e aq u ello a lo q u e h a b rá n d e e n fre n ta rse los p erso n ajes. La tom a
in icial d e l film Sin p erd ó n (U n forg iv en ), d e C lin t E astw o o d , m u e stra a
u n h o m b re en el e x te rio r d e u n a g ran ja, cav an d o u n a tu m b a p a ra su
esp o sa q u e acaba d e m o rir. La re la c ió n c o n su m u je r y la m a n era en
q u e ella lo cam b ió s o n los tem as c e n tra le s d e la h isto ria . La im ag en de
u n h o m b re q u e cava u n a tu m b a e n el e x te rio r d e su casa p u e d e leerse
co m o u n a a tin a d a m e tá fo ra d el arg u m en to : el h é ro e a b a n d o n a su h o ­
gar y viaja a la tie rra d e la m u e rte , d o n d e es testigo de la m u e rte , cau­
sa la m u e rte y casi e n c u e n tra la m u e rte . E a stw o o d regresa al m ism o
escen ario al final de la c in ta , e m p le a n d o de esta su erte la im ag en para
tra n sm itir u n a se n sa c ió n d e cierre, a m e d id a q u e v em o s cóm o el h o m ­
bre a b a n d o n a la tu m b a y regresa a su casa.

El pró lo g o

A lg u n a s h is to r ia s c o m ie n z a n c o n u n p ró lo g o q u e p re c e d e al c u e r­
p o c e n tr a l d e l a rg u m e n to , q u iz á p re v io a la p r e s e n ta c ió n d e lo s p e r­
s o n a je s p rin c ip a le s y s u m u n d o . E l c u e n to d e R a p u n z e l em p ieza
c o n u n a e s c e n a q u e tie n e lu g a r a n te s d e l n a c im ie n to d e l h é ro e , y
L a b e lla y la b e s t ia d e D is n e y se in ic ia c o n u n p ró lo g o ilu s tra d o en
v id rio d e c o lo r, q u e sirv e p a ra e x p lic a r la h is to ria d e l e n c a n ta ­
m ie n to d e la b e s tia . L os m ito s tie n e n lu g a r e n u n c o n te x to q u e se
r e m o n ta a la C re a c ió n , y p u e d e q u e a q u e llo s a c o n te c im ie n to s q u e
c o n d u c e n a la a p a r ic ió n d e l p e rs o n a je p r in c ip a l d e b a n se r e x p lic a ­
d o s p rim e ro . S h a k e s p e a re y lo s g rie g o s a m e n u d o a g re g a b a n u n
p ró lo g o a s u s o b ra s , te x to q u e re c ita b a u n n a r r a d o r o u n c o ro , con
el p r o p ó s ito d e e s ta b le c e r el to n o y s itu a r el d ra m a e n c o n te x to . El
E n r iq u e V d e S h a k e s p e a re se in ic ia c o n u n e lo c u e n te p a sa je , e n to ­
n a d o p o r u n c o ro q u e n o s in v ita a q u e u s e m o s n u e s tr a s « fu erza s
im a g in a ria s » p a ra c re a r lo s re y e s, c a b a llo s y e jé rc ito s d e la h isto ria ,
« ...p o rq u e s o n v u e s tra s im a g in a c io n e s la s q u e d e b e n h o y v e s tir a
lo s re y e s, tr a n s p o r ta r lo s d e a q u í p a ra allá, c a b a lg a r so b re las é p o ­
cas, a m o n to n a r e n u n a h o ra lo s a c o n te c im ie n to s d e n u m e ro s o s
a ñ o s , p o r lo c u a l os ru e g o m e a c e p té is c o m o re e m p la z a n te d e esta
h is to r ia , a m í, el c o ro , q u e v e n g o a q u í, a m a n e ra d e p ró lo g o , a s o ­
lic ita r v u e s tra a m a b le p a c ie n c ia y a p e d iro s q u e e s c u c h é is y j u z ­
g u é is su a v e e in d u lg e n te m e n te n u e s tro d ra m a » .
U n p ró lo g o p u e d e serv ir a m u y d istin to s pro p ó sito s. P uede p ro p o r­
c io n a r u n d ato esencial del fo n d o de la h isto ria, o rie n ta r al p ú b lico
P R IM E R A ETA PA : EL M U N D O O R D IN A R IO 117

acerca del tip o de h isto ria q u e va a p re se n c ia r o a b rir la n a rra c ió n con


u n im p acto q u e deje al esp e c ta d o r p eg ad o a su b u taca. E n la cin ta E n­
cuentros en la tercera ja s e , u n p ró lo g o m u e stra el d e sc u b rim ie n to d e u n
m isterioso e sc u a d ró n de avio n es de la II G u e rra M u n d ial, p erfe c tam e n ­
te co n serv ad o e n m ed io del desierto . E sta escena p reced e a la p re se n ­
tación del héroe, Roy Neary, y su m u n d o . C o n ello se con sig u e in trig a r
al p ú b lico p o r m ed io de u n a serie de enigm as, y se le p ro p o rc io n a u n
anticipo de las em o cio n es y las m aravillas q u e ag u a rd an m ás adelante.
E n El últim o b oy scou t (T h e L ast B oy S cou t) u n p ró lo g o m u e s tra a
u n ju g a d o r p ro fe sio n a l d e fú tb o l a m e ric a n o q u e se p o n e h e c h o u n a
fiera y d isp a ra c o n tra su s c o m p a ñ e ro s d e e q u ip o v íc tim a de la p re sió n
que so b re él e jercen el ju e g o y las d ro g as. La se c u e n c ia a n te c e d e a la
p rim e ra a p a ric ió n d el h é ro e p ro ta g o n is ta e in trig a o « en g a n ch a» al
p ú b lico. C o n ello se d a a e n te n d e r q u e la p e líc u la v e rsa rá so b re a s u n ­
tos de v id a o m u e rte y n o s d e le ita rá c o n u n e sp e c tá c u lo p o r to d o lo
alto, e strid e n te y acaso a p a ra to so , y g ra n d e s d o sis d e acción.
E ste p ró lo g o y el ya m e n c io n a d o de E n cu en tros en la tercera j a s e
so n lev em e n te d e so rie n ta d o re s. In s in ú a n q u e estas p e líc u las tra ta rá n
sobre su ceso s e x tra o rd in a rio s q u e p u e d e n c u e s tio n a r la c red ib ilid ad .
E n las so cied ad es secretas, u n a vieja regla de in ic ia c ió n dice así: la d e s ­
o rie n ta c ió n c o n d u c e a la su g e s tió n . Es p o r ello q u e a m e n u d o se v e n ­
d a n los ojos de los in ic ia d o s y se les c o n d u c e a la o sc u rid a d , de m o d o
que a d o p te n u n a d isp o sic ió n m ás ab ierta a la su g e stió n d eriv ad a de los
rituales q u e escenifica el g ru p o . E n la n a rra c ió n d e h isto ria s, d e s­
o rie n tar lev e m e n te a la a u d ie n c ia y a lte ra r su p e rc e p c ió n n o rm a l d e las
cosas p u e d e n in d u c ir e n el p ú b lic o u n estad o de á n im o recep tiv o . Los
esp ectad o res c o m ie n z a n a p o n e r su in c re d u lid a d e n su sp e n so y p e n e ­
tra n c o n m e jo r d isp o sic ió n en el m u n d o especial de la fantasía.
A lg u n o s p ró lo g o s in tro d u c e n al v illa n o o la a m e n a z a d e la h is to ­
ria an te s de q u e el h é ro e ap arezca. E n L a g u erra d e las g a la x ia s , el
m alv ad o D a rth V ader ap arece se c u e s tra n d o a la p rin c e sa Leia a n te s de
q u e el héro e, L uke S kyw alker, n o s sea p re s e n ta d o e n su m u n d o te ­
rrenal. A lg u n as p e líc u la s d e d e te c tiv e s e m p ie z a n c o n u n asesin a to
q u e a c o n te c e a n te s de q u e se n o s p re s e n te al h é ro e en su oficina.
Tales p ró lo g o s in d ic a n al e sp e c ta d o r q u e el e q u ilib rio de la so c ie d a d
se h a q u e b ra d o . U n a cad e n a de h e c h o s se p o n e acto seg u id o e n m o ­
v im ie n to , d e tal m o d o q u e el av an ce d e la n a rra c ió n n o cesará h asta
q u e el m al sea re p a ra d o y el e q u ilib rio re sta u ra d o .
El p ró lo g o n o es n e c e sa rio n i d eseab le e n to d o s los casos. L as n e ­
c e s id a d e s d e la h is to r ia s ie m p re d ic ta r á n c u á l e s la m e jo r m a n e ra
d e e n fo c a r s u e s tr u c tu r a . Q u iz á u ste d p refiera em p ezar, c o m o h a c e n
118 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

m u c h a s h isto ria s, p re s e n ta n d o al h é ro e e n su e n to rn o h a b itu al: el


m u n d o o rd in a rio .

Ei mundo ordinario

D e b id o a q u e a b u n d a n las h is to ria s d e viajes q u e c o n d u c e n al héroe


y al p ú b lic o a m u n d o s esp eciales, m u c h a s d e ellas em p ie z a n p o r es­
ta b le c e r u n m u n d o o rd in a rio q u e fu n c io n a c o m o el p u n to d e partida
p a ra la c o m p a ra c ió n . El m u n d o e sp ecial d e la h isto ria sólo es especial
e n la m e d id a e n q u e p o d a m o s v e rlo c o n tra sta d o c o n el m u n d o terre­
n a l d e lo c o tid ia n o , d e d o n d e el h é ro e p a rte h a c ia lo d esc o n o cid o . El
m u n d o o rd in a rio es el c o n te x to , el o rig e n y el p a sa d o d e l héroe.
El m u n d o o rd in a rio es e n cierto se n tid o el lu g a r d e d o n d e uno
p ro c e d e . E n esta v id a to d o s tra n s ita m o s p o r u n a su c e sió n d e m u n d o s
esp eciales q u e le n ta m e n te se tra n s fo rm a n e n o rd in a rio s, a m edida
q u e n o s a c o s tu m b ra m o s a ellos. E v o lu c io n a n d esd e se r u n territorio
e x tra ñ o e ig n o to h a s ta tra n sfo rm a rse e n b ases fam iliares d esd e los
q u e p a r tir c a m in o d e l sig u ie n te m u n d o especial.

El contraste

Es u n a b u e n a id ea q u e lo s e sc rito re s d ib u je n u n m u n d o o rd in ario
m u y d is tin to d e l m u n d o esp ecial, d e m a n e ra q u e el h é ro e y la a u ­
d ie n c ia e x p e rim e n te n u n c a m b io d ra m á tic o c u a n d o fin a lm e n te se
c ru c e el u m b ra l q u e los sep ara. E n E l m a g o d e O z el m u n d o o rd in a ­
rio se d e sc rib e e n b la n c o y n eg ro , a fin d e p ro v o c a r u n fu erte c o n ­
tra ste co n el T ec h n ic o lo r e m p le a d o p a ra el m u n d o especial d e O z. En
el th rílle r titu la d o M o rir to d a v ía (D ea d a g a in ), el m u n d o o rd in a rio de
la m o d e rn id a d está ro d a d o en c o lo r p a ra c o n tra sta rlo c o n la p esad i­
lla e n b la n c o y n e g ro q u e es el m u n d o especial c o m p u e sto p o r las es­
ce n a s re tro sp e c tiv a s o fla s h b a c k s s itu a d o s e n lo s a ñ o s cu aren ta.
C o w b o y s d e ciu d a d (C ity S íic k ers) c o n tra sta el a m b ie n te m o n ó to n o y
re stric tiv o de la c iu d a d c o n el esc e n ario m ás vivo d el O este, d o n d e
p rá c tic a m e n te se d e sa rro lla to d a la h isto ria .
C o m p a ra d o c o n el m u n d o esp ecial, el m u n d o o rd in a rio p u e d e p a ­
re c e r a n o d in o y tra n q u ilo , p e ro n o rm a lm e n te en él ya p o d e m o s e n ­
c o n tra r las sim ie n te s d e la e m o c ió n y el desafío. Los p ro b le m a s y los
c o n flic to s q u e a c o sa n al h é ro e a p a re c en ya p la n te a d o s en el m u n d o
o rd in a rio , d o n d e só lo e sp e ra n se r activados.
118 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

m u c h a s h is to ria s , p re se n ta n d o al h é ro e e n su e n to rn o h a b itu al: el


m u n d o o rd in a rio .

El mundo ordinario

D eb id o a q u e a b u n d a n las h isto ria s d e viajes q u e c o n d u c e n al héroe


y al p ú b lic o a m u n d o s esp eciales, m u c h a s d e ellas e m p ie zan p o r es­
ta b le c e r u n m u n d o o rd in a rio q u e fu n c io n a co m o el p u n to de partida
p a ra la c o m p a ra c ió n . E l m u n d o esp ecial d e la h isto ria sólo es especial
e n la m e d id a e n q u e p o d a m o s v e rlo c o n tra sta d o c o n el m u n d o terre­
n a l d e lo c o tid ia n o , d e d o n d e el h é ro e p a rte h acia lo d e sco n o c id o . El
m u n d o o rd in a rio es el c o n te x to , el o rig e n y el p a sa d o d el héro e.
El m u n d o o rd in a rio es e n cie rto se n tid o el lu g a r de d o n d e uno
p ro c e d e . E n esta v id a to d o s tra n s ita m o s p o r u n a su c e sió n de m u n d o s
esp eciales q u e le n ta m e n te se tra n s fo rm a n e n o rd in a rio s, a m edida
q u e n o s a c o s tu m b ra m o s a ellos. E v o lu c io n a n d e sd e se r u n territo rio
e x tra ñ o e ig n o to h a sta tra n sfo rm a rse e n b ases fam iliares d esd e los
q u e p a rtir c a m in o d e l sig u ie n te m u n d o especial.

El contraste

Es u n a b u e n a id ea q u e los e sc rito re s d ib u je n u n m u n d o o rd in ario


m u y d is tin to d el m u n d o esp ecial, d e m a n e ra q u e el h é ro e y la a u ­
d ie n c ia e x p e rim e n te n u n c am b io d ra m á tic o c u a n d o fin a lm e n te se
c ru c e el u m b ra l q u e los sep ara. E n E l m a g o d e O z el m u n d o o rd in a ­
rio se d e sc rib e e n b la n c o y n e g ro , a fin d e p ro v o c a r u n fu e rte c o n ­
tra ste c o n el T ec h n ic o lo r e m p le a d o p a ra el m u n d o especial de O z. En
el th rille r titu la d o M o rir to d a v ía (D ea d a g a in ), el m u n d o o rd in a rio de
la m o d e rn id a d está ro d a d o e n c o lo r p a ra c o n tra sta rlo c o n la p esad i­
lla e n b la n c o y n e g ro q u e es el m u n d o esp ecial c o m p u e sto p o r las es­
cen as re tro sp e c tiv a s o fla s h b a c k s situ a d o s e n los a ñ o s cu aren ta.
C o w b o y s d e ciu d a d (C ity S lic k e r s ) c o n tra sta el a m b ie n te m o n ó to n o y
re stric tiv o d e la c iu d a d c o n el e sc e n a rio m ás vivo d el O este, d o n d e
p rá c tic a m e n te se d e sa rro lla to d a la h isto ria.
C o m p a ra d o c o n el m u n d o esp ecial, el m u n d o o rd in a rio p u e d e p a ­
re c e r a n o d in o y tra n q u ilo , p ero n o rm a lm e n te e n él ya p o d e m o s e n ­
c o n tra r las sim ie n te s de la e m o c ió n y el desafío. Los p ro b le m a s y los
c o n flic to s q u e a c o sa n al h é ro e a p a re c en ya p la n te a d o s e n el m u n d o
o rd in a rio , d o n d e só lo e sp e ra n ser activados.
P R IM E R A ETA PA : EL M U N D O O R D IN A R IO 11 9

presagios: un modelo del mundo especial

)jo s escrito res fre c u e n tem e n te u tiliz a n la secció n d e d ic ad a al m u n d o


ordinario p a ra recrear u n m o d elo e n p e q u e ñ a escala del m u n d o esp e­
cial, p re sa g ia n d o así las b atallas y los d ilem as m o rales q u e lo p u eb lan .
£ n El m a g o d e O z, D o rita se en fren ta a la irascible se ñ o ra G u lc h y tres
m o zo s d e lab ran za la rescatan c u a n d o está e n peligro. E stas escenas
tem pranas a n tic ip a n las b atallas q u e lib rará D o rita co n la b ru ja y su res­
cate a cargo d e l H o m b re de h o jalata, el E sp an tap ájaro s y el León.
Tras el C o r a z ó n Verde e m p ie z a c o n u n a té c n ic a p re m o n ito ria h a r ­
t o in te lig e n te . Lo p rim e ro q u e ve el p ú b lic o es u n a e la b o ra d a fa n ta ­
s í a d e u n a h e ro ín a n o b le q u e b a ta lla c o n u n o s v illa n o s d e la p e o r ca­
l a ñ a , y q u e fin a lm e n te in ic ia u n ro m a n c e c o n u n h é ro e c ó m ic a m e n te
idealizado . La esc e n a es u n m o d e lo d e l m u n d o e sp ec ial q u e se e n ­
c o n tra rá J o a n W ild e r e n el se g u n d o acto . La fan tasía se revela co m o
l a c o n c lu s ió n d e la n o v e la ro m á n tic a d e J o a n W ild er, e n c u y a re d a c ­
ción tra b a ja d e s d e s u re v u e lto a p a rta m e n to n e o y o rq u in o . La s e c u e n ­
cia d e la fa n ta sía in ic ia l d e s e m p e ñ a u n a d o b le fu n c ió n : n o s h a b la d e
Jo a n W ild e r y d e su s e s c a sa m e n te re a lista s n o c io n e s d e l am o r, y a su
vez v a tic in a lo s p ro b le m a s y las s itu a c io n e s a las q u e h a b rá d e e n ­
frentarse e n el m u n d o e sp ecial d el s e g u n d o a c to , c u a n d o se to p e c o n
v erd ad e ro s v illa n o s y c o n u n h o m b re n o p re c is a m e n te id eal. Así
pues, p re sa g ia r las co sas p u e d e a p o rta r u n id a d a la h isto ria y c o n ­
v ertirla e n u n d ise ñ o rítm ic o o p o é tic o .

La formulación de la pregunta dram ática

O tra fu n c ió n re le v a n te d e l m u n d o o rd in a rio c o n siste e n a p u n ta r la


p re g u n ta d ra m á tic a d e la h isto ria . T oda b u e n a h is to r ia fo rm u la u n a
se rie d e p re g u n ta s a c e rc a d e l h é ro e . ¿A lcanzará su o b jetivo? ¿S upe­
rará su s d efectos? ¿A p ren d erá la le c c ió n q u e n e c e sita a p re n d e r? A l­
gu n as d e estas c u e stio n e s e stá n d ire c ta m e n te re la c io n a d as c o n la a c ­
ció n o el a rg u m e n to . ¿Llegará D o rita a su casa d e sd e el m u n d o de Oz?
¿R egresará E. T. a su p la n e ta ? ¿ C o n se g u irá el h é ro e el o ro , g a n a rá el
ju e g o , d e rro ta rá al v illano?
O tras p re g u n ta s s o n d ra m á tic a s y g u a rd a n re la c ió n co n las e m o ­
ciones y la p e rso n a lid a d d el héroe. ¿A p ren d erá el p e rso n a je q u e in te r­
p reta P a tric k Sw ayze e n G host (M ás a llá d el a m o r) ( G h o s t ) a ex p re sar
el am o r? Y e n Pretty W om an , ¿ a p re n d e rá el e stira d o m a g n a te E d w ard
a relajarse y d isfru ta r de la vida tra s su e n c u e n tro c o n V ivian, la p ro s ­
120 EL VIAJE DEL E SCRITO R

titu ta ? Las p re g u n ta s so b re la a c c ió n p u e d e n im p u lsa r la tram a, pero


las p re g u n ta s d ra m á tic a s e n g a n c h a n al p ú b lic o y lo in v o lu c ra n en las
em o c io n e s d e l p erso n aje.

Los problemas internos y externos

C a d a h é ro e n e c e s ita u n p ro b le m a in te r n o y o tro e x te rn o . E n el desa­


rro llo d e los c u e n to s p o p u la re s y d e h a d a s p ara los d ib u jo s anim ados
d e D isn ey a m e n u d o e n c o n tra m o s q u e lo s escrito res p ro p o rc io n a n al
h é ro e u n só lid o p ro b le m a ex tern o : ¿ p o d rá la p rin c e sa ro m p e r el en ­
c a n ta m ie n to d e su p a d re , q u e h a sid o co n v e rtid o en p iedra? ¿P uede el
h é ro e a lc a n z ar la cim a d e u n a m o n ta ñ a de cristal y g an a r la m a n o de
u n a p rin c e sa e n m a trim o n io ? ¿P u ed e G retel resc atar a H an sel de la
bru ja? P ero e n o casio n es los escrito res re h ú s a n la p o sib ilid a d de d ar al
h é ro e u n p ro b le m a in te rn o c o n v in c e n te q u e resolver.
Los p e rso n a je s sin desafío s in te rn o s se n o s a n to ja n p la n o s y esca­
sa m e n te atractiv o s, c o n in d e p e n d e n c ia de su s m u c h a s heroicidades.
P recisan , p o r ta n to , d e u n p ro b le m a in te rn o , u n defecto en su p erso ­
n a lid a d o u n d ile m a m o ra l al q u e d a r so lu c ió n . N e ce sita n a p re n d e r al­
g u n a cosa en el c u rso d e la histo ria: có m o llevarse b ie n co n los dem ás,
có m o co n fiar en ellos m ism o s, có m o v er m ás allá de las apariencias
ex te rn a s. E l g ra n p ú b lic o g u sta d e v e r có m o a p re n d e n los personajes,
có m o c recen y lid ia n c o n los d esafíos in te rn o s y e x te rn o s de la vida.

La entrada en escena

C ó m o e x p e rim e n ta el p ú b lic o p o r vez p rim e ra al h é ro e es o tra de las


c u e stio n e s de relev an cia q u e u n b u e n e s c rito r p u e d e co n tro lar. ¿Q ué
h a c e la p rim e ra v ez q u e lo vem os? ¿C ó m o h ac e su e n tra d a ? ¿C óm o
viste, q u ié n le ro d e a y c ó m o re a c c io n a n a n te él? ¿C uáles so n su a c ti­
tu d , su s e m o c io n e s y o b je tiv o s en ese in sta n te ? ¿A parece solo o en
g ru p o , o ya está en esc e n a c u a n d o e m p ieza la h isto ria? ¿Acaso n a rra
la h is to ria o es c o n ta d a a trav és de la m ira d a d e o tro p e rso n a je , o la
v e m o s d esd e el ojo o b jetiv o y frío de la n a rra tiv a co n v en cio n al?
A to d o a c to r le g u sta « h acer su en tra d a » , u n a parte m u y im p o rta n ­
te a la h o ra de c o n s tru ir la relació n del p erso n aje co n el público. A un
si u n p e rso n a je aparece ya c u a n d o las luces se e n cien d en , el acto r m u y
a m e n u d o h a rá su e n tra d a se g ú n sean su c o n d u c ta y su aspecto, q u e sin
d u d a cau sa rá n u n a p rim e ra im p re sió n en los espectadores. Al escribir
P R IM E R A E TA PA : EL M U N D O O RD INA R IO 121

p o d e m o s d a r e n tra d a a n u e stro s p e rso n a je s co m o resu lta d o d e p en sa r


m u y b ie n q u é e x p e rim e n ta rá el p ú b lico c u a n d o los vea. ¿Q ué hacen ,
d icen o sien ten ? ¿C uál es el c o n te x to en el q u e los v em os p o r p rim era
vez? ¿E stán e n p az o agitados? ¿E stán e n p le n o arreb ato em o cio n al o
se c o n tie n e n p a ra d a r rie n d a su e lta a su s em o c io n es m ás adelante?
Y lo m ás im p o rta n te : ¿qué está h a c ien d o el p e rso n a je e n el m o ­
m e n to de su e n tra d a ? La p rim e ra acció n del p e rso n a je c o n stitu y e u n a
fabulosa o p o rtu n id a d p a ra ex p re sa r m u c h a s co sas de su a c titu d , su es­
tado em o cio n al, su o rig en , de su fo rtaleza y su s p ro b lem a s. La p rim e ­
ra a cció n d e b e ría ser u n m o d e lo de la a c titu d carac terística d el h éro e
y d e los p ro b le m a s fu tu ro s o las s o lu c io n e s q u e re su lta rá n , d e su e rte
qu e la p rim e ra c o n d u c ta q u e v em o s d e b e rla ser característica, d eb ería
defin ir y rev elar al p e rso n a je , a m e n o s q u e su in te n c ió n sea c o n fu n d ir
al p ú b lico y esc a m o te a r la v e rd a d e ra n a tu ra le z a del héroe.
Así, Tom Saw yer h a c e u n a e n tra d a v iv id a e in te n s a e n n u e s tra
im a g in a c ió n , p o rq u e S am u el C le m e n s h a p in ta d o u n a p rim e ra im ­
p re sió n m u y re v e la d o ra d e l m u c h a c h o de M isso u ri, su p e rso n a je
p rin c ip a l. La p rim e ra vez q u e v em o s a Tom está re a liz a n d o u n a ac ­
ció n c a ra c terístic a , tra n s fo rm a n d o la in g ra ta tarea d e b la n q u e a r la
em p alizad a e n u n h e rm o s o ju eg o m e n ta l. T om es u n a rtista d e l tim o ,
p ero es u n tim o d e l q u e su s v íc tim a s d isfru ta n . El p e rso n a je d e Tom
se p o n e d e m a n ifie sto en to d o s su s acto s, a u n q u e d e fo rm a m ás clara
y d efin itiv a e n su e n tra d a , q u e d efin e su a c titu d a n te la vida.
L os a c to re s q u e s u b e n a u n esc e n a rio y lo s e sc rito re s q u e p re s e n ­
ta n a u n o de su s p e rso n a je s in te n ta n a sim ism o h a c e r en tra r al p ú b li­
co o p ro d u c ir en él u n a s u e rte de esta d o d e tra n c e de id e n tific a c ió n y
rec o n o c im ie n to . U n o d e los p o d e re s m ág ico s d e la e sc ritu ra es su ca­
p a c id a d p a ra a tra e r a cada m ie m b ro d e l p ú b lic o y lo g rar q u e p ro y e c ­
te u n a p o rc ió n de su ego e n el p e rso n a je q u e figura e n la p á g in a, el
esc en a rio o la p an talla.
E n su la b o r co m o e scrito r, u s te d p u e d e c o n s tru ir u n a a tm ó sfera de
a n tic ip a c ió n o p ro p o rc io n a r in fo rm a c ió n so b re u n p e rso n a je re le v a n ­
te co m o re su lta d o de h a c e r q u e o tro s p e rso n a je s h a b le n d el p ro ta g o ­
n ista a n te s d e q u e ap arezca en escena. Pero m ás im p o rta n te y m e m o ­
rab le será su p rim e ra a c c ió n al e n tra r e n la h isto ria: su e n tra d a .

La p r e s e n t a c i ó n del héro e al p ú b lic o

O tra fu n c ió n d e su m a im p o rta n c ia d e este m u n d o o rd in a rio co n siste


en p r e s e n ta r el h é ro e al p ú b lic o . C o m o en c u a lq u ie r p re se n ta c ió n so ­
\¿¿ EL VIAJE DEL ESC R ITO R

cial, el m u n d o o rd in a rio esta b le c e u n v ín c u lo e n tre las p e rso n a s y


d e sta c a a lg u n o s in te re s e s c o m u n e s a fin d e q u e p u e d a in icia rse el d iá­
logo. D e a lg u n a m a n e ra d e b e ría m o s re c o n o c e r q u e el h é ro e es com o
n o so tro s. E n u n se n tid o m u y real, u n a h is to ria n o s in v ita a calzarn o s
los z a p a to s d e l h é ro e , a p o n e rn o s e n su p ie l y v e r el m u n d o c o n sus
ojos. C o m o si p o r a rte d e m ag ia p ro y e c tá ra m o s p a rte de n u e s tra co n ­
cien cia so b re el h é ro e . P ara q u e esta m ag ia dé el re su lta d o ap etecido
d e b e rá e sta b le c e r u n fu e rte v ín c u lo d e s im p a tía o p la n te a r in tereses
c o m u n e s e n tre el h é ro e y la au d ie n c ia .
E sto n o im p lic a d e c ir q u e lo s h é ro e s sie m p re d e b e n se r b u e n o s o
to ta lm e n te sim p á tic o s. N i ta n siq u ie ra d e b e n ser d e n u e s tro agrado,
p e ro d e b e n se r n a rra b le s, u n té rm in o q u e s u e le n e m p le a r lo s eje cu ti­
vo s d e la in d u s tria p a ra d e sc rib ir la c o m p a sió n y la c o m p re n sió n que
los e sp e c ta d o re s p u e d e n s e n tir p o r el h éro e. In c lu so si el h éro e es
p o c o lim p io o d e sp re c ia b le, a ú n p o d e m o s e n te n d e r su c o n d ic ió n e
im a g in a m o s c o m p o rtá n d o n o s d e m a n e ra sim ilar, e n caso d e h a b e r te­
n id o el m ism o p a sa d o , su m ism a m o tiv a c ió n y su s circ u n stan c ias.

La identificación

Las esce n a s in ic ia le s d e b e n p ro d u c ir u n a id e n tific a c ió n e n tre la a u ­


d ien c ia y el h é ro e ; e n c ie rto m o d o el e sp e c ta d o r tien e q u e se n tir que
es ig u a l al héro e.
¿C ó m o se c o n sig u e esto? La id e n tific a c ió n se crea co m o resu ltad o
d e p ro p o rc io n a r a lo s h é ro e s d e te rm in a d o s o b jetivos, im p u lso s, d e ­
seo s o n e c e sid a d e s u n iv ersales. T odos p o d e m o s re la c io n a rn o s con
im p u lso s c o m o la n e c e s id a d d e re c o n o c im ie n to , afecto, a c e p ta ció n o
c o m p re n sió n . El g u io n ista W ald o Salt, al referirse a su g u ió n de
C o w b o y d e m e d ia n o c h e (M idn ight C o w b o y ), d ecía q u e el h é ro e Joe
B u ck s u c u m b ía a la n e c e sid a d h u m a n a y u n iv e rs a l d e se r to cad o . A u n
c u a n d o el c o m p o rta m ie n to d e j o e B u ck fu era e n o c asio n e s algo tu r ­
b io , su n e c e sid a d n o s cau sa sim p a tía , p o rq u e to d o s la h e m o s se n tid o
a lg u n a vez. A sí p u e s, la id e n tific a c ió n c o n las n e c e sid a d e s u n iv e rsa ­
les estab lece u n v ín c u lo e n tre el h é ro e y el p ú b lic o .

Las carencias del héroe

Los h éro es de los c u e n to s de h ad as p o se e n u n d e n o m in a d o r co m ú n , al­


g ú n rasgo q u e los u n ifica m ás allá d e las fro n teras d e la cu ltu ra , la ge-
P R IM E R A ETA PA : EL M U N D O O R D IN A R IO 123
■p'-

jíÉrafía y Ia época. C arecen de algo o algo les h a sid o arreb atad o . A m e-


0gdo han p e rd id o u n m ie m b ro de la fam ilia. La m a d re o el p a d re h a
U f u e r t o , o e l h e rm a n o o la h e rm a n a h a sid o secu estrad o /a. Los c u e n to s
¿ e h a d a s tra ta n d el an h e lo y la lu c h a p o r alcan zar la in teg rid ad , p o r es-
Uff c o m p l e t o , sien d o asi q u e la p é rd id a de u n m iem b ro d e la fam ilia es
e l h e c h o q u e cataliza y p o n e en m arch a la acción. La n e ce sid a d de re ­
c u p e r a r l o p e rd id o c o n d u c e y guia la h isto ria hacia esa p erfecció n final
q u e r e s u m e e l c o n sab id o «V ivieron felices y co m ie ro n perdices».
M u c h a s p e líc u la s e m p ie z a n m o s trá n d o n o s u n h é ro e o u n a fam ilia
i n c o m p l e t o s . J o a n W ild e r e n Tras el C o r a z ó n Verde y R oger T h o rn h ill
cu C on la m u erte en los talo n es ( N o rth by N o rth w es t ) está n in c o m p le ­
t o s p o r q u e n e c e sita n c o m p a ñ e ro s id eales p a ra e q u ilib ra r su s vidas. El
personaje d e F ay W ray e n K in g K on g es u n a h u é rfa n a q u e só lo sabe
que «se s u p o n e q u e e n a lg ú n lu g a r tie n e u n tío».
Esos e le m e n to s q u e faltan in d u c e n e n el p ú b lic o u n se n tim ie n to
de cierta sim p a tía p o r el h éro e, to d a vez q u e p ro v o c a n u n d eseo c o m ­
partido de su re c u p e ra c ió n . El p ú b lic o a b o m in a del vacío q u e g e n era
esa carencia e n el p e rso n a je .
Otras h isto ria s p re s e n ta n a u n h é ro e e s e n c ia lm e n te co m p le to h a s­
ta que un am ig o o u n fam iliar c e rc a n o s es se c u e stra d o o a se sin a d o en
el primer acto , u n h e c h o c o n el q u e da in ic io la h is to ria d el resc ate o
la venganza. La p e líc u la C en tau ros d el d esierto de J o h n F o rd em p iez a
con noticias d e q u e u n a jo v e n h a sid o ra p ta d a p o r los in d io s, u n a si­
tuación q u e d e se m b o c a e n u n a clásica saga de b ú s q u e d a y rescate.
En alg u n a s o c a sio n e s p u e d e q u e la fam ilia d e l h é ro e e sté c o m p le ­
ta, m as algo falta e n su p e rs o n a lid a d , tal vez u n a c u a lid a d c o m o , p o r
ejem plo, la c o m p a sió n , el p e rd ó n o la c a p a c id a d p a ra e x p re sa r am or.
El p ro ta g o n ista de G h ost es in c a p a z d e d e c ir «Te am o» al p rin c ip io
del larg o m etraje. Y só lo d e sp u é s d e h a b e r h e c h o el trá n sito d e la vida
a la m u e rte será cap az d e p ro n u n c ia r d ic h a s p a la b ra s m ágicas.
M o stra r a u n h é ro e in c a p a z d e realizar u n a tarea sen cilla al p r in ­
cipio de la h isto ria p u e d e se r u n re c u rso m u y eficaz. E n G en te c o ­
rriente, el jo v e n h é ro e C o n ra d n o p u e d e c o m e rse u n a to sta d a q u e su
m adre le h a p re p a ra d o . Ello significa, e n le n g u a je sim b ó lico , su in c a ­
p acid ad p a ra a c e p ta r el h e c h o d e se r a m a d o y d e q u e alg u ie n p u e d a
p re o c u p a rse p o r él, u n a c a re n c ia q u e fu n d a m e n ta lm e n te se d eb e a la
terrib le c u lp a q u e s o p o rta d e sd e la m u e rte a c c id e n ta l de su h e rm a n o .
Sólo d e sp u é s d e llev ar a cab o u n viaje del h é ro e de n a tu ra le z a e m i­
n e n te m e n te e m o c io n a l, y tra s re m e m o ra r y p ro c e sa r su m u e rte p o r
m ed io d e la terap ia, será capaz de a c e p ta r el am or. Al final d e la h is ­
toria, la n o v ia de C o n ra d se ofrece p a ra p re p a ra rle el d e sa y u n o , y en
124 EL VIAJE DEL E SC R ITO R

esta o c a sió n re p a ra e n q u e tie n e a p e tito . E n el le n g u a je sim b ó lico ^


re c u p e ra d o el a p e tito p o r la v ida.

Los defectos trágicos

La te o ría g rieg a d e la tra g e d ia , q u e e x p re só y a rtic u ló A ristóteles


h a c e v e in tic u a tro sig lo s, d e sc rib e u n e rro r m u y c o m ú n de los héro­
es trág ico s. Tal v ez p o s e a n c u a lid a d e s a d m ira b le s, p e ro e n tre todas
ellas ex iste u n a im p e rte c c ió n trá g ic a o h a m a r tia q u e lo s p o n e en con­
tra d e su d e s tin o , su s c o n g é n e re s o los d io se s. U n d efecto q u e a la
p o s tre p ro v o c a rá su d e s tru c c ió n .
E n la m a y o ría d e lo s caso s este d e fe c to trá g ic o era u n a su e rte de
o rg u llo o a rro g a n c ia d e n o m in a d a hu bris. L os h é ro e s trá g ico s son,
m u y fre c u e n te m e n te , se re s s u p e rio re s d o ta d o s d e e x tra o rd in a rio s
p o d e re s , p e ro q u e tie n d e n a p e rc ib irse c o m o ig u a le s o in c lu so su p e­
rio re s a lo s d io se s. H a c e n caso o m iso de to d a s las a d v e rte n c ias o
d esa fía n los c ó d ig o s m o ra le s v ig e n te s, c re y é n d o se p o r e n c im a de las
ley es d e lo s h o m b re s y lo s d io ses. E sta a rro g a n c ia fatal in e lu c ta b le ­
m e n te d e s e n c a d e n a u n fu e rz a lla m a d a N em esis, q u e e n su o rig e n era
la d io s a d e l ju s to castig o . Su ta re a c o n sistía en re s ta u ra r el eq u ilibrio,
p o r lo g e n e ra l d e s p u é s d e c a u s a r la d e s tru c c ió n del h é ro e trágico.
Todo h é ro e b ie n c o n c e b id o p re s e n ta a lg ú n ra stro d e esta im p e r­
fecc ió n trág ica, a lg u n a d e b ilid a d o flaq u eza q u e lo h ace e n te ra m e n ­
te h u m a n o y real. Los h é ro e s p e rfe c to s, sin d e fec to s, n o s o n m u y in ­
te re s a n te s , y n o s c u e sta e sta b le c e r u n a re la c ió n c o n ellos. A u n el
g ra n S u p e rm a n tie n e p u n to s flaco s q u e lo h u m a n iz a n y h a c e n que
n o s p a re z c a sim p á tic o : su v u ln e ra b ilid a d a la K rip to n ita , su in c a p a ­
c id a d p a ra v e r a trav és d e l p lo m o , así c o m o s u id e n tid a d sec re ta , que
sie m p re c o rre el p e lig ro de se r e x p u e sta .

Los héroes heridos

A lg u n a s v e c e s p u e d e n p a re c e r p e rfe c ta m e n te a d a p ta d o s y sie m p re
b ajo c o n tro l, si b ie n ese c o n tro l n o h ace sin o e n m a sc a ra r u n a p r o ­
fu n d a h e r id a p síq u ic a . La m a y o ría de n o s o tro s su frim o s a lg ú n d o lo r
o vieja h e rid a q u e n o te n e m o s p re s e n te e n to d o m o m e n to , p e ro que
en a lg ú n n iv e l d e c o n c ie n c ia n o s h a c e v u ln e ra b le s. E stas h e rid a s
c a u sa d a s p o r el re c h a z o , la tra ic ió n o la d e c e p c ió n c o n s titu y e n ecos
p e rso n a le s d e u n d o lo r u n iv e rs a l q u e a to d o s n o s aq u eja: el d o lo r
P R IM E R A E TA PA : EL M U N D O O R D IN A R IO l¿ 3

e su fre u n n iñ o d e riv a d o d e la s e p a ra c ió n física y e m o c io n a l d e la


jnadre. E n u n se n tid o a m p lio , to d o s s o p o rta m o s la h e rid a q u e n o s
Infligió la s e p a ra c ió n d e D ios o d e l ú te ro d e la e x iste n c ia — ese lu g a r
'‘donde n a c e m o s y al q u e re to rn a re m o s al m o rir. C o m o A d á n y Eva
«foeron e x p u lsa d o s d e l E d é n , to d o s n o s o tro s e sta m o s sie m p re se p a ­
rados de n u e s tra fu e n te , a isla d o s y h e rid o s .
Para h u m a n iz a r al h é ro e o a u n p e rs o n a je c u a lq u ie ra h a b rá q u e
p ro p o rc io n a rle u n a h e rid a , u n a c ic a triz física y v isib le o u n a h e rid a
m ás p ro fu n d a d e n a tu ra le z a e m o c io n a l. El h é ro e d e A rm a letal ( L e -
¡thal W eap o n ), in te rp re ta d o p o r M el G ib so n , n o s re s u lta sim p á tic o
porque h a p e rd id o a u n se r a m a d o . La h e rid a h a c e d e él u n p e rs o ­
naje nervioso, su ic id a , im p re d e c ib le e in te re s a n te . Las h e rid a s y ci-
1catrices d e l h é ro e d e lim ita n las áre a s d o n d e se p o n e e n g u a rd ia , a la
defensiva, d o n d e se m u e s tra d é b il y v u ln e ra b le . U n h é ro e ta m b ié n
puede m o s tra rse m u y se g u ro y fu e rte e n a lg u n o s a sp e c to s c o m o e s­
trategia p a ra d e fe n d e rs e de su s p ro p ia s h e rid a s.
La p e líc u la E l rey p e s c a d o r (T h e F is h e r K in g ) s u p o n e u n e stu d io
co m p leto d e d o s h o m b re s y s u s h e rid a s p síq u ic a s. La h is to ria e n ­
c u e n tra in s p ira c ió n e n la le y e n d a a rtú ric a d e l S an to G ria l y el rey
pescad o r, c u y a h e rid a física sim b o liz a b a u n a h e rid a d e l e sp íritu . Esa
leyenda n o s h a b la de u n rey q u e re c ib ió u n a h e rid a e n el m u s lo y p o r
este m o tiv o e ra in c a p a z d e g o b e rn a r su tie rra y d e h a lla r p la c e r a l­
guno e n la v id a. Bajo s u re in a d o d e b ilita d o la tie rra e sta b a m o r ib u n ­
da, y só lo la p o d e ro s a m ag ia e s p iritu a l d el S an to G ria l p o d ría re s ta ­
blecerla. La b ú s q u e d a d e l G rial p o r p a rte d e lo s c ab alle ro s d e la Tabla
R ed o n d a es la g ra n a v e n tu ra e n p o s d e la re s ta u ra c ió n d e la sa lu d y
la in te g rid a d d e u n siste m a q u e h a re c ib id o u n a h e rid a d e m u e rte . El
p sicó lo g o R o b e rt A. J o n s o n , afín a las te o ría s d e Ju n g , a rro ja lu z so ­
bre el sig n ific a d o d e la h e rid a d e l rey p e s c a d o r e n su te x to so b re la
p sico lo g ía m a s c u lin a titu la d o É l (H e).
O tro h é ro e h e rid o , casi trá g ic o , es T om D u sto n , in te rp re ta d o p o r
J o h n W ay n e en el clásico w estern q u e se d is trib u y ó b a jo el títu lo Río
R ojo. D u n s to n c o m e te u n te rrib le e rro r m o ra l en su v id a a n te rio r
com o g a n a d e ro , al v a lo ra r su m is ió n p o r e n c im a d e su am o r, p re fi­
rie n d o se g u ir lo s d ic ta d o s d e su cab eza a n te s q u e los d e su c o ra z ó n .
E sta e le c c ió n c o n d u c e a la m u e rte d e s u am ad a. Y d u ra n te el re sto
d el a rg u m e n to d e b e rá s o p o rta r las c ic a tric e s p síq u ic a s d e esa h e rid a .
Su c u lp a re p rim id a lo h ace m á s y m á s sev ero , c ru e l, a u to c rá tic o y
p re ju ic io so , ta n to q u e casi d e se m b o c a e n su d e s tru c c ió n y la de su
h ijo a d o p tiv o , a n te s de q u e sa n e la h e rid a c u a n d o fin a lm e n te p e r m i­
te q u e el a m o r e n tre d e n u e v o en su vida.
126 EL VIA JE DEL ESC R ITO R

Las h e rid a s d e l h é ro e p u e d e n n o se r v isib les. La g e n te invierte


u n a g ra n c a n tid a d d e e n e rg ía e n o c u lta r y p ro te g e rse d e e sta v u ln e ­
ra b ilid a d y s u s p u n to s d éb iles. P ero e n u n p e rso n a je p le n am en te
d e sa rro lla d o a flo ra rá n en a q u e lla s z o n a s d o n d e sea d e licad o , q u is.
q u illo so , esté a la d e fe n siv a o q u iz á se m u e s tre m á s co n fiad o . La h e­
rid a p o d ría n o s e r e x p u e s ta a b ie rta m e n te al p ú b lic o — p u e d e tra ta r­
se d e u n s e c re to e n tre el e sc rito r y el p e rs o n a je — . A u n q u e será útil
d o ta r al h é ro e c o n u n a h is to ria p e rs o n a l y u n a d o sis d e realism o
p u e s to q u e to d o s s u frim o s a lg u n a s c ic a tric es d e h u m illa c io n e s pasa­
das, re c h a z o s, d e c e p c io n e s , a b a n d o n o s y fracasos. M u c h a s histo rias
s o n re la to s so b re ese v ia je q u e p e rm ite s a n a r u n a h e rid a y re p o n e r el
p e d a z o q u e falta e n u n a p s iq u e ro ta.

Establecer qué está en juego

P ara q u e le c to re s y e s p e c ta d o re s se im p liq u e n en la a v e n tu ra , para


q u e se p r e o c u p e n p o r la s u e rte d e l h é ro e , tie n e n q u e sa b e r d e sd e un
m o m e n to te m p ra n o q u é e stá e n ju e g o . E n o tra s p ala b ras: ¿ q u é p u e ­
d e g a n a r o p e r d e r el h é ro e e n la a v e n tu ra ? ¿Q u é c o n se c u e n c ia s re­
p o rta rá al h é ro e , a la so c ie d a d y al m u n d o el é x ito o el fracaso del
h é ro e e n s u e m p resa?
Los m ito s y lo s c u e n to s d e h a d a s s o n e x c e le n te s m o d e lo s p a ra es­
ta b le c e r lo q u e está en ju e g o . A m e n u d o s u e le n p la n te a r u n a am e­
n a z a q u e e x p o n e n ítid a m e n te las reg las d e l ju e g o . Q u izá el héroe
d e b a s u p e ra r u n a se rie d e p ru e b a s o, e n caso c o n tra rio , se le co rtará
la cab eza. El h é ro e g rieg o P e rse o , fig u ra c e n tra l d e F u ria d e titanes,
d eb e s u frir v a rio s c alv ario s p a ra q u e su a m a d a p rin c e sa A n d ró m e d a
n o sea d e v o ra d a p o r u n m o n s tru o m a rin o . O tro s re la to s sitú a n a los
m ie m b ro s d e u n a fam ilia e n p e lig ro , c o m o el p a d re a m e n a z a d o e n L a
b e lla y la b e s t ia ; la h e ro ín a e stá fu e rte m e n te m o tiv a d a p a ra p o n e rse
e n u n a s itu a c ió n d e rie sg o y a m e rc e d de la b e stia. Su p a d re la n g u i­
d e c e rá y m o rirá a m e n o s q u e se p re s te a la p u ja d e la bestia. La
a p u e s ta es elev ad a y m u y clara.
Los g u io n e s s u e le n fra c a sa r s im p le m e n te p o rq u e las a p u e s ta s no
s o n s u fic ie n te m e n te a rrie sg a d a s. U n a h is to ria e n la q u e el h é ro e
só lo se v e rá le v e m e n te a v e rg o n z a d o o in c o m o d a d o e n caso d e que
fracase p ro b a b le m e n te re c ib a c o m o re s p u e s ta d e su s le c to re s u n
d e s d e ñ o s o «¿Y q u é ? » . C e rc ió re se , p u e s , d e q u e la a p u e s ta es alta:
v id a o m u e rte , g ra n d e s s u m a s d e d in e ro o el a lm a m ism a d e l p r o ta ­
g o n ista .
P R IM E R A E TA PA : EL M U N D O O R D IN A R IO 127

antecedentes y la exposición

jjj roundo o rd in a rio es el lu g a r m á s a p ro p ia d o p a ra lle v a r a c ab o la


¿ a p o sició n d e lo s a n te c e d e n te s . Se e n tie n d e p o r antecedentes to d a
ja in fo r m a c ió n re le v a n te so b re la h is to ria o el p a sa d o d e l p e rso n a je ,
decir, c ó m o lleg ó a la s itu a c ió n c o n q u e d a in ic io la h isto ria ,
g x p o s ic ió n es el a rte d e re v e la r c o n g racia lo s a n te c e d e n te s y cu al-
jguier otra in fo rm a c ió n p e r tin e n te so b re la tra m a : la clase so c ia l del
Jjéroe, su e d u c a c ió n , su s h á b ito s, e x p e rie n c ia s , así c o m o las c o n d i­
ciones sociales p re v a le c ie n te s y las fu e rz a s d e o p o s ic ió n q u e p o d ría n
jrfectar al h é ro e . La e x p o s ic ió n e n g lo b a to d o a q u e llo q u e el p ú b lic o
necesita s a b e r p a ra e n te n d e r al h é ro e y la h is to ria q u e p ro ta g o n iz a .
Los a n te c e d e n te s y la e x p o s ic ió n se c u e n ta n e n tre las h a b ilid a d e s
difíciles d e d o m in a r p a ra to d o escrito r. U n a e x p o s ic ió n to rp e
tiende a e n fria r la h is to ria . U n a e x p o s ic ió n ro m a su e le c a p ta r la a te n ­
ción sobre sí, v e rtie n d o lo s a n te c e d e n te s p o r m e d io d e u n a v o z e n o f f
p de un p e rso n a je n a r r a d o r q u e ú n ic a m e n te a p a re c e p a ra c o n ta r a la
audiencia a q u e llo q u e el e s c rito r q u ie re q u e sep a. P o r lo g e n e ra l será
mejor p o n e r al p ú b lic o fre n te a la a c c ió n m ism a y d e ja r q u e d ilu c i­
de las co sas a m e d id a q u e la h is to ria av an za.
De este m o d o , el p ú b lic o se s e n tirá m á s im p lic a d o , e n esp e c ia l si
debe e sfo rz a rse u n p o c o p a ra a rm a r lo s a n te c e d e n te s d e la h is to ria a
partir d e a lg u n a s p ista s v isu a le s o c ie rto s d a to s q u e se e sc a p a n c u a n ­
do los p e rso n a je s e s tá n a lte ra d o s o v a n a la c a rre ra. L os a n te c e d e n ­
tes p u e d e n re p a rtirs e d e fo rm a g ra d u a l e n el c u rs o d e la h is to ria o
también se r c e d id o s d e m a la gan a. C o m o sa b e m o s, m u c h o es lo q u e
revela lo q u e la g e n te no h a c e o dice.
M u c h o s d ra m a s tr a ta n so b re se c re to s q u e s o n re v e la d o s le n ta ­
m en te y c o n g ra n d o lo r. C a p a tra s ca p a las d e fe n sa s q u e p ro te g e n u n
doloroso s e c re to v a n ca y e n d o . E sto c o n v ie rte a los m ie m b ro s d el p ú ­
blico e n c o p a rtíc ip e s de u n a h is to ria d e d e te c tiv e s, u n ro m p e c a b e z a s
emocional.

El tema

El m u n d o o rd in a rio es el lu g a r d o n d e d e b e e n u n c ia rs e el tem a de su
h isto ria. ¿De q u é tra ta en re a lid a d la h isto ria ? Si tu v ie ra q u e re d u c ir
su ese n c ia y c o n d e n s a rla e n u n a so la p a la b ra o frase, ¿cu ál sería?
¿C uál es la id ea o c u a lid a d d e q u e n o s h ab la? ¿A m or? ¿C o n fian z a?
¿Traición? ¿V anidad? ¿ P reju icio s? ¿C o d icia? ¿L o cura? ¿A m bición?
128 EL VIAJE DEL E SCRITO R

¿A m istad ? ¿Q u é in te n ta d e c ir? ¿A caso el te m a es «El a m o r lo vence


to d o » , «N o p o d e m o s e n g a ñ a r a u n h o m b re h o n ra d o » , «Para sobre­
v iv ir d e b e re m o s tra b a ja r ju n to s » o «El d in e ro es la raíz d e to d o s los
m ales» ?
T em a, u n a p a la b ra d e riv a d a d e l g rieg o , m u y cerca n a e n su signi­
ficado a la v o z la tin a p re m is a . A m b as p a la b ra s sig n ific a n « p reveni­
d o , p ro p u e s to o e sta b le c id o c o n a n tic ip a c ió n » , algo e stip u la d o de
a n te m a n o q u e n o s a y u d a a d e te r m in a r el p o rv e n ir d e las cosas. El
te m a d e u n a h is to ria es, p o r ta n to , u n e n u n c ia d o o a s u n c ió n subya­
c e n te so b re u n a sp e c to d e la v id a. N o rm a lm e n te se p o s tu la e n algún
in s ta n te d e l p rim e r a c to , e n e l m u n d o o rd in a rio . P o d ría tra ta rse de
u n c o m e n ta rio b ru s c o q u e p ro fie re u n o d e lo s p e rso n a je s, y con el
q u e e x p re sa u n a c re e n c ia q u e a p a r tir d e e n to n c e s se rá p u e sta a
p ru e b a rig u ro s a m e n te e n lo q u e re sta d e la h isto ria . E l te m a real de
la p ie z a p u e d e n o s u rg ir o a n u n c ia rs e h a s ta q u e la h is to ria se haya
d e sa rro lla d o u n p o c o , si b ie n ta rd e o te m p ra n o d e b e re m o s te n e r ple­
n a c o n c ie n c ia d e él. C o n o c e r el te m a es e se n c ia l p a ra to m a r las de­
c isio n e s fin a le s c o n re sp e c to al d iá lo g o , la a c c ió n y la escenografía
q u e h a c e n de to d a h is to ria u n d is e ñ o c o h e re n te . E n u n a b u e n a his­
to ria , to d o g u a rd a a lg ú n tip o d e re la c ió n c o n el te m a , y el m u n d o or­
d in a rio es el lu g a r d o n d e d e b e rá e n u n c ia rs e p o r p rim e ra vez esta
id ea p rin c ip a l.

El mago de Oz

Si m e refiero ta n a m e n u d o a E l m a g o d e O z es p o rq u e se tra ta de una


p e líc u la clásica q u e casi to d o el m u n d o h a v isto y p o rq u e presenta
u n v iaje d e l h é ro e típ ic o , c o n e ta p a s c la ra m e n te d e fin id as. P osee, asi­
m ism o , u n s o rp re n d e n te c a la d o p sic o ló g ic o , y p u e d e leerse n o ya
co m o u n c u e n to de h a d a s d o n d e u n a n iñ a d e c o rta e d a d tra ta de re­
g resa r a su casa, sin o c o m o u n a m e tá fo ra de la p e rs o n a lid a d en su
a n h e lo p o r c o m p le ta rse .

A m e d id a q u e s e d e s a r r o lla la h is t o r ia , q u e d a c la r o q u e la h e r o í­
n a D o r it a s e la s v e c o n un p r o b l e m a e x te r n o . Su p e r r o T otó h a ex ­
c a v a d o en e l a r r ia t e d e la s e ñ o r a G lu c h y e s o a c a r r e a p r o b le m a s
a D o rita . P r o c u r a o b t e n e r a y u d a d e su t ía y su tío p a r a r e s o lv e r el
p r o b le m a , p e r o e s tá n m u y o c u p a d o s p r e p a r á n d o s e p a r a la to r m e n ­
ta q u e s e a v e c in a . C o m o lo s h é r o e s d e la s le y e n d a s y los m ito s,
P R IM E R A E TA P A : EL M U N D O O R D IN A R IO 129

p o r i t a e s t á d e s c o n t e n ta , in tr a n q u ila , f u e r a d e su c o n t e x t o h a b i ­
tual y sin s a b e r q u é h acer,
á P o r i t a p a d e c e , a s im is m o , un c la r o p r o b l e m a in te rn o . Ya n o s e
< e n c u e n tr a a g u sto , h a d e ja d o d e s e n tir s e « c o m o en c a s a » . C o m o
.¡.{o s h é r o e s in c o m p le t o s d e los c u e n to s p o p u la r e s y d e h a d a s , un
t g ra n p e d a z o h a d e s a p a r e c id o d e su v id a , a lg o h a p e r d id o , en e s te
t.; c a s o a sus p a d r e s , q u e h a n m u e r to . T o d a v ía n o lo s a b e , p e r o s e
a c e r c a e l m o m e n to en q u e in ic ia r á la b ú s q u e d a q u e h a b r á d e h a -
\ c e r d e e l l a u n a p e r s o n a c o m p le t a : n o p o r m e d io d e l m a t r im o n io y
v la f o r j a d e u n a n u e v a f a m i l i a id e a l; a n t e s b ie n e n c o n t r a r á en su
a c a m in o u n a s e r ie d e f u e r z a s m á g ic a s q u e r e p r e s e n ta n p a r t e s d e
+ u n a p e r s o n a lid a d p e r f e c t a y c o m p le t a .
i; C o m o p r e s a g io d e to d o s estos en c u e n tro s, D o r ita s e t o p a co n un
m o d e lo en p e q u e ñ a e s c a la d e la a v e n t u r a en e l m u n d o e s p e c ia l.
¡ A b u rrid a , t r a t a d e n o p e r d e r e l e q u ilib r io s o b r e el c e r c o d e un c o -
<tl n a l d e cerd o s, p e r o fin a l m e n t e c a e . Tres s o líc it o s m o z o s d e la b r a n -
z a la r e s c a ta n d e l p e lig r o , un a c t o q u e v a t ic in a lo s p a p e le s q u e e s ­
tos m ism os a c to r e s in te r p r e t a r á n en el m u n d o e s p e c ia l. L a e s c e n a
d ice, en el le g u a je d e lo s s ím b o lo s , q u e D o r it a h a e s t a d o c a m in a n -
• d o p o r la c u e r d a f l o j a y b a t a lla n d o co n p a r t e s e n fr e n ta d a s d e su
p r o p ia p e r s o n a lid a d , y q u e ta r d e o t e m p r a n o n e c e s it a r á a y u d a ,
: ta n ta c o m o p u e d a o b t e n e r d e to d a s la s p a r t e s d e su ser, p a r a s o ­
b r ev iv ir y n o s u c u m b ir a un c o n flic t o q u e s e r e v e la in e v ita b le .

P u e d e q u e lo s h é ro e s n o p r e s e n te n u n a c a re n c ia m u y o b v ia , n i u n
defecto, n i u n a h e rid a . P u e d e n s e n c illa m e n te e s ta r in q u ie to s , s e ñ ­
a r s e a n s io s o s , fa lto s d e s in c r o n iz a c ió n y s in to n ía c o n la c u ltu r a o
^ e n t o r n o . In c lu s o p u e d e n s e g u ir a d e la n te , c o n m e jo r o p e o r fo r­
mina, p r o c u r a n d o a d a p ta rs e a u n a s c o n d ic io n e s n o m u y sa lu d a b le s
J re c u r r ie n d o p a ra ello a a lg u n o s m e c a n is m o s d e a d a p ta c ió n y d e ­
p e n d e n c ia s q u ím ic a s o e m o c io n a le s v a ria s. P u e d e n in c lu s o h a b e r ­
le e n g a ñ a d o y c o n v e n c id o d e q u e to d o v a b ie n a u n q u e , a n te s o
d e sp u é s, n o p o d r á n ya m a rc a r el p a so . E sa n u e v a e n e rg ía se d e n o ­
m in a la lla m a d a d e la a v e n tu ra .
13 0 EL VIAJE DEL E SCRITO R

Cuestionario sobre el viaje

1. ¿ C u á l es el m u n d o o rd in a rio e n B ig l ¿E n A tr a c c ió n fa t a l? ¿En £¡
rey p e s c a d o r ? E x a m in e c u a lq u ie r film , o b ra te a tra l o h is to ria que us
te d elija. ¿ C ó m o n o s p re s e n ta el a u to r al h éro e ? ¿R evela al persona
je? ¿N o s d a u n a e x p o sic ió n ? ¿E sb o za el tem a? ¿A caso e m p le a su au­
to r u n a im a g e n p a ra p re sa g ia r o s u g e rir el c u rso p o s te rio r de la
h isto ria ?
2. Y e n su p ro p ia e s c ritu ra , ¿ h a sta q u é p u n to c o n o c e al héroe? i
R ealice u n a se m b la n z a b io g rá fic a c o m p le ta , q u e e sp ec ifiq u e lo más
re le v a n te d e su h is to ria p e rs o n a l, así co m o su d e s c rip c ió n física, su
e d u c a c ió n , el p a s a d o fam iliar, su s e x p e rie n c ia s lab o ra les, su s am o­
res, s u s p re ju ic io s, a q u e llo q u e le d e sa g ra d a , su s p re fe re n cia s culina­
ria s, d e v e s tu a rio , d e p e in a d o , lo s a u to m ó v ile s q u e le g u sta n , etc.
3. Trace u n a lín e a te m p o ra l, h ag a u n a cro n o lo g ía de los aconteci­
m ie n to s , e sp e c ific a n d o d ó n d e e sta b a y q u é h a c ia el h é ro e en cada
u n a d e las e ta p a s d e la vida. A verigüe q u é su c e d ía e n el m u n d o en
c a d a u n a d e esas é p o c a s o etap as. ¿Q u é id ea s, h e c h o s y p e rso n a s tu­
v ie ro n m a y o r in flu e n c ia so b re su p e rso n a je ?
4. ¿ P o r q u é e stá in c o m p le ta la h is to ria d e l h éro e? Sea c o n creto al
p re c is a r c u á le s s o n las n e c e sid a d e s, lo s d eseo s, lo s o b jetiv o s, las he­
rid a s, las fa n ta sía s, los a n h e lo s , lo s d efe cto s, las ra rezas, lo s arrep en ­
tim ie n to s , las d e fe n sa s, las d e b ilid a d e s y las n e u ro s is d el personaje.
¿Q u é c a ra c te rís tic a p o d ría c o n d u c irlo h a c ia su d e s tru c c ió n o caída
d e fin itiv a ? ¿Q u é c a ra c te rístic a e n p a rtic u la r p o d ría salvarlo? ¿Tiene
el p e rs o n a je u n p ro b le m a in te rn o y o tro e x te rn o ? ¿E v id en cia u n a ne­
c e sid a d h u m a n a a la p a r q u e u n iv e rsa l? ¿C ó m o en fo ca el h éro e la
c o n s e c u c ió n o sa tisfa c c ió n d e esa n e c e sid a d ? ¿C ó m o reacciona?
5. C o n fe c c io n e u n a lis ta c o n to d o s lo s p u n to s d e lo s a n te c e d e n te s y
la e x p o s ic ió n q u e el p ú b lic o n e c e sita c o n o c e r a n te s d e q u e dé ini­
cio la h is to ria . ¿ C ó m o p o d ría re v e la rlo s in d ire c ta m e n te , v isu a lm e n ­
te, a la c a rre ra o e n el tra n s c u rs o d e l co n flicto ?
6 . ¿Las c u ltu ra s d is tin ta s n e c e s ita n h is to ria s a sim ism o distintas?
¿ R e q u ie re n h o m b re s y m u je re s h is to ria s d e d is tin ta n a tu ra le z a ? ¿En
q u é m e d id a d ifie re n los v iajes h e ro ic o s d e h o m b re s y m u jeres?
Segunda etapa:
La llamada de la aventura
¡Es el dinero, la fa m a , la aventura! ¡L a em oción de toda una vida!
¡ (...) y un largo viaje p o r m ar que se inicia
m añana a las seis d e la m añana!
>. (D e la p e líc u la King Kong, g u ió n de Ja m es C re elm an y R u th Rose)

l m u n d o o rd in a rio d e la m a y o ría d e lo s h é ro e s es u n a c o n d ic ió n
E estática p e ro in e sta b le . L as se m illa s d e l c a m b io y el c re c im ie n to
están ya p la n ta d a s , y só lo se re q u ie re u n p o c o d e e n e rg ía n u e v a p a ra
que g e rm in e n . E sa e n e rg ía n u e v a , sim b o liz a d a d e in c o n ta b le s m a n e ­
ras en lo s m ito s y lo s c u e n to s d e h a d a s, es a q u e llo q u e J o s e p h
C am p bell tild ó c o m o la lla m a d a d e la a v e n tu ra .

E l p r o b le m a s e c ie r n e s o b r e la tribu. O y es su lla m a d a en el g ru ñ id o
d e nuestros e s tó m a g o s y e l lla n to d e los n iñ os h a m b rien to s. L a tie r r a
en t o d a su extensión está g o lp e a d a y y e r m a , y q u e d a c la r o q u e a l ­
gu ien d e b e r á p a r t ir y a le ja r s e m á s a l lá d el territo r io fa m ilia r . E s a tie ­
r r a ig n o ta es e x tr a ñ a y nos in fu n d e tem or, p e r o la p resió n s e a c u m u ­
la y nos m u ev e a h a c e r a lg o , a c o r r e r riesg os, p a r a q u e la v id a sig a
su cu rso. U n a fig u r a se y e rg u e d e en tre el h u m o d e la fo g a t a , u n o d e
los a n c ia n o s d e la tribu, q u e te señ a la . Sí, h a s s id o e le g id o c o m o el
b u s c a d o r q u e h a b r á d e c o m e n z a r u n a n u ev a o d isea . A r r ie s g a r á s la
v ida en b e n e fic io d e la v id a m a y o r d e la tribu, q u e d e b e co n tin u a r

íu e la historia eche a rodar

Son v arias las te o ría s de la e s c ritu ra d e h is to ria s q u e a c e p ta n la n o ­


ción d e la lla m a d a d e la a v e n tu ra , si b ie n la m e n c io n a n c o n n o m b re s
1M EL VIA JE DEL E SC R ITO R H

d is tin to s , c o m o el in cid en te d e in ic ia c ió n o el c a t a liz a d o r , el d esen ca I


d en a n te o el h e c h o q u e p r o p ic ia la a c c ió n . T odas c o in c id e n en q u e gj I
g u n o s h e c h o s s o n n e c e s a rio s p a ra q u e la h is to ria ech e a ro d ar, utia I
vez q u e se h a y a p re s e n ta d o al p e rso n a je c e n tra l d e la m ism a.
La lla m a d a d e la a v e n tu ra p u e d e m a n ife sta rse en la fo rm a de un
m e n s a je o m e n sa je ro . P o d ría tra ta rs e d e u n a c o n te c im ie n to como
u n a d e c la ra c ió n d e g u e rra , o la lle g a d a d e u n te le g ra m a q u e comu­
n ic a q u e lo s fo ra jid o s a c a b a n d e se r so lta d o s d e la p ris ió n y arriba­
rá n a la c iu d a d e n el tre n d e m e d io d ía p a ra a c a b a r c o n el sh eriff
P a ra le la m e n te , u n m a n d a to ju d ic ia l, u n a g a ra n tía o u n a c itac ió n son
o tra s fo rm a s d e e m itir la lla m a d a e n lo s p ro c e d im ie n to s legales.
La lla m a d a p u e d e re v e la rse s e n c illa m e n te c o m o u n azoram iento
d e l h é ro e , u n a trib u la c ió n q u e ejerce c o m o m e n sa je ro del incons­
c ie n te , p o r ta d o r d e la n o tic ia d e q u e es tie m p o d e cam b io s. A veces
e sta s se ñ a le s se m a n ifie s ta n e n fo rm a d e su e ñ o s, fan ta sías o visiones.
E n E n cu en tros en la te r c e r a f a s e , R oy N e a ry re c ib e su p ro p ia llam ada
e n la fo rm a d e im á g e n e s o b sesiv as d e la T orre d e l D iab lo , q u e reite- 1
ra d a m e n te a flo ra n d e s d e s u s u b c o n s c ie n te . E sto s su e ñ o s proféticos
y p e rtu rb a d o re s n o s p re p a ra n p a ra u n a n u e v a e tap a d e l crecim iento
c o m o re s u lta d o d e p ro p o n e r n o s m e tá fo ra s q u e refleja n lo s cam bios
e m o c io n a le s y e s p iritu a le s q u e se a v e c in a n .
El h é ro e p u e d e s e n tirs e h a s tia d o p o r el e sta d o a c tu a l d e las cosas,
y u n a s itu a c ió n in c ó m o d a em erg e h a s ta q u e te rm in a p o r lanzarlo a
la a v e n tu ra . E n C o w b o y d e m e d ia n o c h e , J o e B uck está sim p lem en te
h a rto d e la v a r p la to s e n u n re s ta u ra n te , y sie n te q u e la lla m a d a toma
fo rm a e n su in te rio r, in c itá n d o lo a im p lic a rs e e n la a v e n tu ra . E n un
se n tid o m á s h o n d o , e sta n e c e s id a d u n iv e rs a l y h u m a n a g u ía su s ac­
tos, y ta n só lo s e rá n e c e sa rio o tro m íse ro d ía e n a q u e l estableci­
m ie n to p a ra q u e d e c id a la n z a rse al a b ism o .

La sincronización

U n a cad en a d e a ccid en tes o c o in cid en cias p u e d e erigirse en el m ensa­


je q u e llam a al h é ro e a la av e n tu ra . É sta es la fu erza m isterio sa de la sin­
cro n iz a c ió n a la q u e C. G. J u n g se refiere en su s m u c h o s estudios. Esa
converg en cia de p alabras, ideas o a c o n te c im ien to s p u e d e ad q u irir re­
p e n tin a m e n te u n significado o b ie n ca p ta r la ate n c ió n de u n a persona
sob re la n e c e sid a d de p a sa r a la acció n o p ro v o c ar u n cam bio. M uchas
pelícu las de su sp e n se , co m o E xtrañ os en un tren (S tra n g ers on a T rain ),
d e H itch co ck , se p o n e n e n m o v im ie n to a causa de u n accid en te que
132 EL V IA JE DEL E SC R ITO R

d is tin to s , c o m o el in cid en te d e in ic ia c ió n o el c a ta liz a d o r , el desen ca.


d e n a n te o el h e c h o q u e p r o p ic ia la a c c ió n . T odas c o in c id e n en q u e ap
g u n o s h e c h o s s o n n e c e sa rio s p a ra q u e la h is to ria ech e a rodar, u na
v ez q u e se h a y a p re s e n ta d o al p e rs o n a je c e n tra l d e la m ism a.
La lla m a d a d e la a v e n tu ra p u e d e m a n ife sta rse e n la fo rm a de un
m e n sa je o m e n sa je ro . P o d ría tra ta rs e d e u n a c o n te c im ie n to corno
u n a d e c la ra c ió n d e g u e rra , o la lleg ad a d e u n te le g ram a q u e comu­
n ic a q u e lo s fo ra jid o s a c a b a n de s e r so lta d o s de la p ris ió n y arriba­
r á n a la c iu d a d e n el tre n d e m e d io d ía p a ra a c a b a r c o n el sh erifj
P a ra le la m e n te , u n m a n d a to ju d ic ia l, u n a g a ra n tía o u n a c ita ció n son
o tra s fo rm a s d e e m itir la lla m a d a e n los p ro c e d im ie n to s legales.
La lla m a d a p u e d e re v e la rse s e n c illa m e n te c o m o u n azoram iento
d e l h é ro e , u n a trib u la c ió n q u e ejerce c o m o m e n sa je ro del incons­
c ie n te , p o r ta d o r d e la n o tic ia d e q u e es tie m p o d e ca m b io s. A veces
estas se ñ a le s se m a n ifie s ta n e n fo rm a de s u e ñ o s , fa n tasía s o visiones.
E n E n cu en tros en la terc era fa s e , R oy N e a ry re c ib e su p ro p ia llam ada
e n la fo rm a d e im á g e n e s o b sesiv as d e la T orre d e l D iablo, q u e reite­
ra d a m e n te a flo ra n d e s d e s u s u b c o n s c ie n te . E sto s su e ñ o s proféticos
y p e rtu rb a d o re s n o s p re p a ra n p a ra u n a n u e v a e ta p a d e l crecim iento
c o m o re s u lta d o d e p ro p o n e r n o s m e tá fo ra s q u e re fle jan lo s cam bios
e m o c io n a le s y e s p iritu a le s q u e se av ec in a n .
El h é ro e p u e d e s e n tirs e h a s tia d o p o r el e sta d o a c tu a l d e las cosas,
y u n a s itu a c ió n in c ó m o d a e m erg e h a s ta q u e te rm in a p o r lanzarlo a
la a v e n tu ra . E n C o w b o y d e m e d ia n o c h e , Jo e B u ck está sim p lem en te
h a rto d e lav ar p la to s e n u n re s ta u ra n te , y sie n te q u e la llam ad a toma
fo rm a e n su in te rio r, in c itá n d o lo a im p lic a rse e n la a v e n tu ra . En un
s e n tid o m á s h o n d o , e sta n e c e s id a d u n iv e rs a l y h u m a n a g u ía su s ac­
to s, y ta n só lo s e rá n e c e sa rio o tro m íse ro d ía e n a q u e l estableci­
m ie n to p a ra q u e d e c id a la n z a rse al ab ism o .

La sincronización

U na cad en a de a ccid en tes o co in cid en cias p u e d e erigirse en el m ensa­


je q u e llam a al h éro e a la av en tu ra. É sta es la fuerza m isterio sa de la sin­
c ro n iz a c ió n a la q u e C. G. J u n g se refiere en su s m u c h o s estudios. Esa
convergen cia d e palab ras, id eas o a c o n te c im ie n to s p u e d e ad q u irir re­
p e n tin a m e n te u n significado o b ien ca p ta r la a te n c ió n de u n a persona
sobre la n ecesid ad de p asar a la acción o p ro v o car u n cam bio. M uchas
películas de su sp en se, co m o E xtrañ os en un tren (S tran g ers on a Traín),
de H itch co ck , se p o n e n en m o v im ie n to a causa de u n accid en te que
S E G U N D A ETA PA : LA LLA M A D A DE LA A V E N T U R A 133

» Ja su erte d e d o s p e rso n a s co m o si fu e ra n llevadas d e la m a n o d e u n


destin o .

ipientacron

^ l l a m a d a d e la a v e n tu ra p u e d e p re s e n ta rs e a n te el h é ro e c o m o u n a
j c i ó n , c o m o p u e d e se r el a tra c tiv o d e u n c a rte l q u e a n u n c ia u n
: a tie rra s le ja n a s y e x ó tic a s o la v is ió n d e u n a m a n te e n p o te n -
P o d r í a tra ta rs e d e l d e ste llo d e l o ro , lo s ru m o re s d e u n te so ro ,
j j g c a n t o s d e s ire n a d e la a m b ic ió n . E n la le y e n d a a rtü ric a d e
p p c e v a l (ta m b ié n c o n o c id o c o m o P a rsifa l), el jo v e n h é ro e in o c e n ­
te es c o n v o c a d o a la a v e n tu ra m e d ia n te la e n ig m á tic a v is ió n d e cin -
00 m ag nífico s c a b a lle ro s a ta v ia d o s c o n su a rm a d u ra , q u e ju n to s c a ­
s t i g a n e n p o s d e lo d e sc o n o c id o . P ercev al n u n c a a n te s h a v isto
criaturas s e m e ja n te s y, a rre b a ta d o e n su fu e ro in te rn o , d e c id e se g u ir
5tlS pasos. Se s ie n te e n la o b lig a c ió n d e a v e rig u a r q u ié n e s s o n , sin
f t p a r a r siq u ie ra e n q u e m u y p r o n to s u d e s tin o le lle v a rá a c o n v e r­
t i r s e e n u n o d e ello s.

Los heraldos del cambio

La l l a m a d a d e la a v e n tu ra es a m e n u d o e n tre g a d a p o r u n p e rso n a je de
la h i s t o r i a q u e ejem plifica el a rq u e tip o d el h e ra ld o . U n p e rso n a je q u e
d esem peña la fu n c ió n d e h e ra ld o p u e d e se r p o sitiv o , neg ativ o o n e u ­
tr a l, p e r o siem p re te n d rá co m o c o m e tid o p o n e r e n m o v im ie n to la tra ­
ma t r a s e x te n d e r al h é ro e u n a in v ita c ió n o d esafío en v irtu d del cual
t e n d r á q u e h a c e r fren te a lo d e sc o n o c id o . E n alg u n a s n a rra c io n e s, el
h e r a l d o es ta m b ié n u n m e n to r p ara el h éro e, u n sab io g u ía q u e desea
s i n c e r a m e n t e lo m e jo r p a ra su p ro te g id o . E n o tra s, el h e ra ld o es u n
® e m i g o , q u e arro ja el g u a n te d el d esafío a n te el h é ro e o lo tie n ta para
*fl*e s e in te rn e en el peligro.
In icia lm e n te , los h é ro e s n o lo g ra n d is tin g u ir si tra s la m á sc a ra del
h e r a l d o s e o c u lta u n aliad o o u n e n e m ig o , d e s u e rte q u e m u c h a s ve-
e e s e l h é ro e y e rra y c o n fu n d e la lla m a d a d e u n m e n to r b ie n in te n -
® lo n a d o c o n la d e u n e n e m ig o , o in te rp re ta e r ró n e a m e n te la ap a ri-
Q d n d e l v illa n o c o m o u n a in v ita c ió n a m isto sa a u n a a v e n tu ra
d e l e c t a b l e . Es p rá c tic a m u y c o m ú n e n tre los g u io n ista s d e g én ero s
e o i n o e l su s p e n s e y el cin e n e g ro e n tu rb ia r la re a lid a d q u e se e sc o n ­
det r a s la llam ad a, d e m o d o q u e n o p u e d a se r e lu c id a d a c o n facilidad.
134 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

Así p u e s , fig u ras s o m b ría s p u e d e n p la n te a r o fe rta s am b ig u as, y j


h é ro e s te n d r á n q u e h a c e r u so d e to d a s s u s h a b ilid a d e s p a ra inter
p re ta rla s c o rre c ta m e n te .
C o n m u c h a fre c u e n c ia lo s h é ro e s d e s c o n o c e n q u e algo n o fyn
c io n a e n su m u n d o o rd in a rio , y n o v is lu m b ra n la n e c e sid a d del cam
b io. In c lu s o p u e d e n m o s tra rs e c o n tra rio s y n e g a rlo rotu n d am en te
C o n m u c h o esfu e rz o h a n sa lid o a d e la n te , re c u rrie n d o a to d o u n ar
se ñ a l d e ap o y o s, a d ic c io n e s y m e c a n is m o s d e d efen sa. E n semejante
c o n te x to la tarea d e l h e ra ld o c o n s is te e n d e rrib a r e sto s apoyos
a n u n c ia r q u e el m u n d o d o n d e h a b ita el h é ro e es p o r c o m p leto ines­
tab le y q u e se im p o n e u n a re s ta u ra c ió n d e l e q u ilib rio q u e exige el
p a so a la a c c ió n , el rie sg o y el e m b a rq u e e n la a v e n tu ra .

El reconocimiento

V la d im ir P ro p p , el e s tu d io s o r u s o d e lo s c u e n to s p o p u la re s y de
h a d a s , id e n tif ic ó u n a fase te m p r a n a y c o m ú n a casi to d a s las his­
to ria s: el lla m a d o r e c o n o c im ie n to . E l v illa n o h a c e u n ra stre o del
te r r ito r io d e l h é r o e , q u iz á h a c ie n d o p r e g u n ta s p o r to d o el vecin­
d a r io , p a r a a v e rig u a r si e n él h a b ita n m u c h o s n iñ o s o, sencilla­
m e n te , p a ra o b te n e r in f o r m a c ió n a c e rc a d e l h é ro e . E sta recopila­
c ió n d e d a to s b ie n p u e d e s e r la lla m a d a d e la a v e n tu r a , q u e alerta
al p ú b lic o d e q u e a lg o e s tá e n c a m in o y la lu c h a e stá a p u n to de
e m p e z a r.

La desorientación y la incomodidad

La lla m a d a d e la a v e n tu ra a m e n u d o p u e d e re s u lta r desco n certan te


y c a u s a r in e s ta b ilid a d e n el h éro e. A v eces los h e ra ld o s se acercan al
h é ro e c o n sig ilo , a p a re c ié n d o s e c o n u n a sp e c to p a ra g a n a r su con­
fian z a y u lte r io r m e n te c a m b iá n d o lo p a ra e n tre g a rle la llamada.
A lfred H itc h c o c k p ro p o rc io n a u n e je m p lo m u y c o n tu n d e n te en el
film E n c a d en a d o s. E n este caso , la h e ro ín a es A licia H u b e rm a n , in­
te rp re ta d a p o r In g rid B erg m an , u n a m u je r cu y a v id a se to rn a en un
in fie rn o a raíz d el s u ic id io d e su p a d re , q u ie n h ab ía sid o a cu sa d o de
tra ic ió n y s e n te n c ia d o p o r e sp ia r p a ra lo s n a z is d u ra n te la II G uerra
M u n d ia l. La lla m a d a de la a v e n tu ra p ro c e d e d e l h e ra ld o C a ry Grant-
u n ag e n te se c re to e s ta d o u n id e n s e q u e re c ib e ó rd e n e s d e o b te n e r la
a y u d a d e A licia p a ra in filtra rs e e n el c írc u lo de u n espía nazi.
S E G U N D A ETA PA : LA LLA M A D A DE LA A V E N TU R A 135

I "En p rim e r lugar, se in tro d u c e e n la v id a d e ella fin g ie n d o se r u n


yboy a q u ie n só lo in te re s a n el a lc o h o l, los a u to s d e p o rtiv o s y, p o r
j e s t o , ella. P ero d e s p u é s de q u e A licia d e s c u b ra p o r c a su a lid a d
M » n o es sin o u n «p o li» , rá p id a m e n te se c e ñ irá la m á sc a ra d e l h e-
i¡Mo para en tre g a rle u n a m u y d e sa fia n te lla m a d a a la a v e n tu ra . Berg-
se d e sp ie rta e n la cam a, c o n resaca tras u n a larga n o c h e d e fies-
j | ¿ G r a n t , d e p ie ju n to a la p u e rta , le o rd e n a b e b e r u n p o c o de
|(o m u ro q u e a sie n te su estó m ag o . N o sabe b ie n , p e ro e n ú ltim a in s-
I n c ia co n sig u e q u e se lo beb a. E ste h e c h o sim b o liz a la n u e v a e n e r­
gía d e la a v e n tu ra , q u e tie n e el sa b o r d el v e n e n o en c o m p a ra c ió n c o n
Ü 5 adiccio n es a las q u e ella está a c o s tu m b ra d a , p e ro q u e a la p o stre
ge r e v e l a r á u n a eficaz m ed icin a.
E n e s t a e sc e n a v e m o s a C a ry G ra n t a p o y a d o j u n to a la p u e rta ,
p r i n c i p a l m e n t e su silu e ta , c o m o si fu e ra u n a án g el de la o sc u rid a d ,
p e s d e l a ó p tic a d e B erg m an , este h e ra ld o p o d ría se r u n án g el o u n
á e m o n i o . La p o s ib ilid a d d ia b ó lic a q u e d a su g e rid a p o r su n o m b re ,
t t v e l á n d o s e p o r vez p rim e ra c o m o D ev lin , m u y s e m e ja n te a devil,
« d i a b l o » e n in g lé s). A m e d id a q u e se a d e n tra e n la h a b ita c ió n y se
p r e p a r a p a ra fo rm u la r la lla m a d a d e la a v e n tu ra , H itc h c o c k lo sig u e
C o n u n a to m a ro d a d a d e s d e u n p u n to d e v ista « m a re a n te » q u e refle ­
ja e l e s t a d o d e resaca q u e su fre la h e ro ín a , B erg m an , tu m b a d a so b re
la c a m a . G ra n t p a re c e c a m in a r p o r el te c h o . E n el le n g u a je sim b ó li­
co d e l a p e líc u la , esta to m a e x p re sa el c a m b io d e p o s ic ió n a ca ecid o ,
d e v i v i d o r a h e ra ld o , y el efecto d e s o rie n ta d o r q u e p ro d u c e e n la h e ­
r o í n a . G ra n t fo rm u la e n to n c e s la lla m a d a , u n a in v ita c ió n p a trió tic a
a i n f i l t r a r s e e n el c írc u lo d e l esp ía n azi. Al e n tre g a rla , v e m o s a G ra n t
p e r f e c t a m e n t e e rg u id o e ilu m in a d o p o r vez p rim e ra , u n re c u rso e m ­
p l e a d o a q u í p a ra e x p re sa r el efecto q u e tie n e la lla m a d a so b re el p a ­
p e l q u e in te rp re ta In g rid B erg m an , q u ie n re fle x io n a y re c u p e ra la s o ­
b r i e d a d al in sta n te .
A l cam in ar, u n p o stiz o c a p ila r artific ia l y c o n fo rm a d e c o ro n a se
d e s l i z a y cae d e la cabeza de la h e ro ín a , u n a c irc u n s ta n c ia q u e d a a
en ten d e r q u e su v id a e n ese c u e n to d e h a d a s d o n d e ejerce d e p r in ­
cesa a d ic ta y e n g a ñ a d a d e b e te rm in a r. S im u ltá n e a m e n te , la b a n d a
s o n o r a d el film n o s d e le ita c o n la lla m a d a d is ta n te d e u n tre n q u e
ab an d o n a la c iu d a d , algo su g iere el in ic io d e u n largo viaje. E n esta
secuencia, H itc h c o c k h a e m p le a d o v a rio s e le m e n to s s im b ó lic o s a su
slcance co n el o b je to de se ñ a la r q u e n o s a p ro x im a m o s a u n u m b ra l
que a n tic ip a c a m b io s im p o rta n te s . La lla m a d a de la a v e n tu ra re su lta
d e sc o n c e rta n te , n o d el a g ra d o d e la h e ro ín a , m a s n e c e sa ria p a ra su
crecim iento.
136 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

La carencia o la necesidad

U n a lla m a d a a la a v e n tu ra p u e d e d arse e n la form a d e u n a pérdida o


su stra c c ió n e n la v id a d el h é ro e q u e tien e lu g a r en el m u n d o ordina­
rio. La a v e n tu ra d e l larg o m etraje En b u sca d el fu e g o ( L a g u erra del fue-
g o ) se in icia c u a n d o la ú ltim a ch isp a d e fuego de u n a trib u d e caver­
níco las, c o n se rv a d a e n u n a ja u la d e h u e so , se ex tin g u e. Los m iem bros
de la trib u e m p ie z a n a m o rir d e h a m b re y frío a cau sa d e esta pérdida.
El h é ro e recib e su llam ad a a la a v e n tu ra c u a n d o u n a d e las mujeres
p o n e la ja u la d e fuego fren te a él y le señ ala, sin m e d ia r p alabra, que
esa p é rd id a d e b e se r rep arad a.
La lla m a d a p o d ría s e r el ra p to d e u n s e r q u e rid o o la p érd id a de
algo p re c io so , c o m o la s a lu d , la se g u rid a d o el am or.

Sin opciones

E n a lg u n a s h is to ria s , la lla m a d a d e la a v e n tu ra p u e d e se r sim ple­


m e n te la falta a b s o lu ta d e o p c io n e s . A sí la s co sas, lo s m ecanism os
d e a d a p ta c ió n n o s u r te n y a e fecto , lo s d e m á s e s tá n h a rto s d el héroe
o el p r o ta g o n is ta d e b e e n fre n ta rs e a s itu a c io n e s c a d a vez m á s terri­
b les, d e s u e rte q u e n o tie n e o tro re m e d io q u e im p lic a rse d e lleno en
la a v e n tu ra . E n S ister A ct, u n a m o n ja d e c u id a d o , el p e rs o n a je q u e in­
te rp re ta W h o o p i G o ld b e rg p re s e n c ia u n a se sin a to c o m e tid o por
u n o s m a ñ o s o s , y p o r ello se ve o b lig a d o a o c u lta rs e d e trá s del há­
b ito d e u n a m o n ja . S u s o p c io n e s s o n m u y lim itad a s: fin g ir ser una
m o n ja o m o rir. O tro s h é ro e s n i ta n s iq u ie ra d is fru ta n d e ta n ta s op­
c io n e s, s e n c illa m e n te s o n a r ra s tra d o s a la a v e n tu ra , g o lp e a d o s en la
ca b e z a p a ra d e s p e rta rs e m a r a d e n tro , c o m p ro m e tid o s c o n la aven­
tu ra lo q u ie r a n o n o .

Advertencias para héroes trágicos

N o to d a s las lla m a d a s d e la a v e n tu r a s o n in v ita c io n e s a av enturas


e le v a d a s. A n te s b ie n , p u e d e n se r a d v e rte n c ia s e s p a n to s a s d e perdi­
c ió n y r u in a p a ra lo s h é ro e s trá g ic o s. E n J u li o C ésar, d e Shakes­
p e a re , u n p e r s o n a je g rita la a d v e rte n c ia , « ¡G u á rd a te d e lo s id u s de
m a rz o !» . D e ig u a l m o d o , e n M o b y D ic k la trip u la c ió n re c ib e una
a d v e rte n c ia d e u n v ie jo lo c o , q u e a firm a q u e la a v e n tu ra a c a b a rá eU
d e sa s tre .
S E G U N D A ETA PA : LA LLA M A D A DE LA A V E N TU R A 137

g||s de una llam ada: llam ada en espera

Dado q u e so n m u c h a s las h is to ria s q u e o p e ra n en m á s d e u n n iv el,


u pa h isto ria p u e d e p re s e n ta r a sim ism o m á s d e u n a lla m a d a a la
¡ ^ e n t u r a . U n a e p o p e y a ta n c a ó tic a c o m o R ío R o jo n e c e sita v a ria s es­
t r í a s d e este te n o r. T om D u n s to n , el p e rs o n a je q u e in te r p re ta J o h n
V^ayne, recib e u n a lla m a d a d el c o ra z ó n c u a n d o su a m a n te lo p o n e
£1 l a d isy u n tiv a d e q u e d a rs e j u n to a ella o llev arla c o n sig o a la a v e n ­
t a r a . El p ro p io D u n s to n e x tie n d e o tra lla m a d a a la a v e n tu ra física,
c u a n d o in v ita a su s v a q u e ro s a q u e se u n a n a él e n el p rim e r g ra n
a r r e o d e g a n a d o tra s la G u e rra d e S ecesión.
Tras el C o r a z ó n Verde p re s e n ta u n a c o m p le ja lla m a d a de la a v e n ­
t u r a a la h e ro ín a , J o a n W ild er, c u a n d o re c ib e u n a lla m a d a te lefó n ica
d e s u h e rm a n a , q u e h a sid o se c u e s tra d a p o r u n o s m a lh e c h o re s en
C o l o m b i a . La sim p le lla m a d a d e la a v e n tu ra física q u e d a p la n te a d a
p o r l a n e c e sid a d d e re sc a ta r a s u h e rm a n a , si b ie n h a y u n a s e g u n d a
l l a m a d a q u e se m a n ifie sta en esta m ism a e sc e n a e n u n n iv el m ás p ro ­
f u n d o . J o a n a b re u n so b re q u e le h a e n v ia d o el m a rid o d e su h e r m a ­
na, y e n c u e n tra e n su in te r io r el m a p a d el te so ro d e la m in a El C o ­
razón, u n a c irc u n s ta n c ia q u e in s in ú a q u e J o a n e stá e n v ísp e ra s de
i n i c i a r u n a g ra n a v e n tu ra d e l c o ra z ó n .

El mago de Oz

Cuando lle g a la s e ñ o r a G u lc h y p o r v e n g a n z a se lle v a a T o tó ,


crista liza n lo s v a g o s s e n tim ie n to s d e in tr a n q u ilid a d d e D o r ita . S e
establece u n c o n flic t o en tr e d o s p a r t e s q u e lu c h a n p o r c o n t r o la r el
alm a de D o r ita . L a e n e r g ía r e p r e s iv a d e u n a s o m b r a t r a t a d e c o n s ­
treñir e l la d o in tu itiv o y b ie n in t e n c io n a d o , p e r o e l in s tin tiv o T otó
escapa. D o r it a sig u e e l d ic t a d o d e su s in stin to s, q u e la lla m a n a la
aventura, y h u y e d e su c a s a . S e s a b e a r r in c o n a d a p o r la e s c a s a
sim patía q u e la tía E m s ie n te p o r e lla , su m a d r e s u s titu ía , q u e la
reprende. A sí q u e s e d is p o n e a r e s p o n d e r a la lla m a d a , b a jo un c ie -
!o que s e a g it a c o n lo s n u b a r r o n e s d e l c a m b io .

A su m id a s c u e n ta s , la lla m a d a de la a v e n tu ra c o n s titu y e u n p r o ­
d e se lec c ió n . U n a s itu a c ió n in e sta b le su rg e en u n a so c ie d a d , y
138 EL VIAJE DEL E SCRITO R

a lg u ie n se p re s ta v o lu n ta ria m e n te o es eleg id o p a ra a su m ir la res­


p o n s a b ilid a d . L os h é ro e s re m is o s tie n e n q u e re c ib ir lla m a d a s reite­
ra d a s, p u e s to q u e a to d a co sta in te n ta n e lu d ir d ic h a resp o n sab ilid ad
L os m á s y m e jo r d is p u e s to s re s p o n d e n a la s lla m a d a s in te rn a s y no
p re c is a n d e n in g ú n o tro a p re m io e x te rn o . E llos m ism o s se seleccio­
n a n p a ra a c o m e te r la a v e n tu ra . E sto s h é ro e s e x a g e ra d a m e n te entu­
sia sta s s o n p o c o c o m u n e s , p o r lo q u e e n s u m a y o ría tie n e n q u e ser
e m p u ja d o s , e n g a tu s a d o s , e m b a u c a d o s, a d u la d o s, te n ta d o s o forza­
d o s a im p lic a rse e n la a v e n tu ra . La m a y o ría d e los h é ro e s se enzar­
z a n e n s u c u le n ta s p e le a s y n o s e n tre tie n e n c o n su s d e n o d a d o s es­
fu e rz o s p o r zafarse d e la lla m a d a a la a v e n tu ra . E stos esfuerzos
p o n e n d e m a n ifie sto el tra b a jo d el h é ro e re tic e n te o, tal co m o lo des­
crib e C a m p b e ll, el re c h a z o d e la llam ad a.
SEG U N D A ETA PA : LA LLA M A D A DE LA A V E N TU R A 13 9

U stionano sobre el viaje

¿C u ál es la llam ad a de la a v e n tu ra e n C iu d a d an o K a n e (C itizen
_ e)? ¿Y e n S olo an te el p elig ro ? ¿E n A tracción fa ta l? ¿E n Instinto bá-
¡p? ¿En M oby D ic k ? ¿Q ué o q u ié n en treg a la llam ada? ¿Q ué a rq u e á ­
is m anifiesta q u ie n la fo rm u la o la entrega?
¿ Q u é lla m a d a s a la a v e n tu ra h a re c ib id o u s te d y c ó m o re sp o n d ió
¿las? ¿E n a lg u n a o c a sió n se h a v isto e n la te s itu ra d e e n tre g a r u n a
m a d a d e la a v e n tu ra a alg u ien ?
fc ¿Acaso p u e d e e x istir u n a h is to ria q u e n o c o n te n g a u n a lla m a d a d e
^ a v e n tu r a ? ¿Se le o c u rre a lg u n a q u e carezca d e al m e n o s u n a Ha­
la d a ?
^ En su p ro p ia h is to ria , ¿ q u é s u c e d e ría e n caso d e d e s p la z a r la 11a-
I p d a a o tro p u n to d e l a rg u m e n to ? ¿ C u á n to p o d ría re tra s a r la lla m a-
| t ? ¿Sería esto d eseab le?
¿C uál es el lu g a r id e a l p a ra u b ic a r la llam ad a? ¿ P o d ría arreg lá rse-
|g$ sin ella?
|y ¿ H a e n c o n tra d o a lg u n a fo rm a in te re s a n te p a ra p re s e n ta r la llam a-
4| o p la n te a rla d e m o d o q u e n o p a re z c a u n cliché?
Í kíSu h isto ria p o d ría re q u e rir u n a s u c e s ió n d e lla m a d a s. ¿ Q u ié n las
tftñbe y e n q u é n iv e l d e la a v e n tu ra ?
TE R C ER A ETA PA : EL R E CHAZO DE LA LLA M A D A 141

É L 0 ¿ e u n a a p u e s ta fu e rte , re p le ta d e p e lig ro s, e n la q u e el h é ro e p o -
m ifa p e rd e r su fo rtu n a o in c lu s o la v id a . La p a u s a q u e sirv e p a ra so-
las p o sib le s c o n s e c u e n c ia s h a c e d e l c o m p ro m is o c o n la a v e n ­
a r a u n a v e rd a d e ra o p c ió n d e l h é ro e , q u ie n , d e s p u é s d e u n p e río d o
titu b eo o re c h a z o , se d is p o n e a a rrie sg a r su v id a c o n tra la p o sib i-
^ d ad d e a lc a n z a r s u o b je tiv o . Ig u a lm e n te fu e rz a al h é ro e a e x a m in a r
fg b ú sq u e d a c o n c ie n z u d a m e n te y, tal vez, a re d e fin ir s u s o b jetiv o s.
A.

' I-'
H evitación
' í -i

g s n a tu ra l q u e en p rim e ra in sta n c ia los h éro es re a c c io n en d u b ita tiv a ­


m ente e in te n te n e lu d ir la av en tu ra. In clu so C risto , e n el ja rd ín de
g etsem a n í po co an te s d e la cru cifix ió n , o ró y dijo: «A parta d e m í este
yfliz». S encillam en te estab a in te n ta n d o av erig u ar si existía a lg ú n m o d o
«fe evitar el calvario. ¿Acaso este viaje es a b so lu ta m e n te necesario?
•v. A u n el m á s h e ro ic o d e lo s h é ro e s d e l c e lu lo id e d u d a a lg u n a s ve-
fe s , ex p resa c ie rta re tic e n c ia o, sim p le y lla n a m e n te , re c h a z a la lla ­
mada. R am b o , R o ck y y lo s in n u m e ra b le s p e rs o n a je s q u e in te rp re tó
J o h n W ay n e se a p a rta n e n u n p rim e r m o m e n to d e la a v e n tu ra q u e se
les ofrece. L os m o tiv o s m á s c o m u n e s p a ra e ste re c h a z o s u e le n te n e r
que v er c o n e x p e rie n c ia s a n te rio re s . L os h é ro e s a d u c e n q u e ya s o n
veteranos d e a v e n tu ra s p a sa d a s, p o r lo q u e s o n c o n s c ie n te s d e lo a lo ­
cado d e tales esc a p a d a s. A sí, n o in c u r r ir á n d o s v eces e n el m ism o
error. La p ro te s ta c o n tin ú a h a s ta q u e se s u p e ra el re c h a z o d el h é ro e ,
ya sea m e rc e d a a lg u n a o tra m o tiv a c ió n e x te rn a , m ás p o d e ro sa , tal
Como la m u e rte o el ra p to de u n fa m ilia r o u n a m ig o , q u e eleva la
flSuesta y el rie sg o , o a c a u sa d e su g u sto in n a to p o r la a v e n tu ra o su
ffiuy a rra ig a d o s e n tid o d e l h o n o r.
D etectives y a m a n te s p u e d e n re c h a z a r la lla m a d a e n p rim e ra in s-
íto c ia , h a c ie n d o re fe re n c ia a e x p e rie n c ia s q u e lo s e n tris te c ie ro n , si
bien ta m b ié n lo s h ic ie ro n m á s sab io s. R e su lta e n c a n ta d o r p re s e n c ia r
cómo el h é ro e v e n c e la re tic e n c ia , y c u a n to m á s ríg id o sea el re c h a ­
zo m ás d is fru ta rá el p ú b lic o al v e rlo d e rrib a d o .

la s excusas

Los h é ro e s re c h a z a n la lla m a d a , e n m u c h o s c a so s e s g rim ie n d o u n a


k rg a lista d e e x c u sa s in so s te n ib le s . E n u n in te n to m u y tra n s p a re n te
Por p o s p o n e r el e n fre n ta m ie n to c o n s u in e lu d ib le d e s tin o , d ic e n q u e
Tercera etapa:
El rechazo de la llamada
N o estás h ech a p a r a esto, Jo a n , y tú lo sabes
(D e Tras el Corazón Verde, g u ió n de D iane Thomas)

e sta s a ltu ra s , el p ro b le m a p rin c ip a l d e l h é ro e c o n siste en decidir


A c ó m o re s p o n d e r a la lla m a d a d e la a v e n tu ra . P ó n g ase en la piel
d el h é ro e y v e rá q u e se tra ta d e u n m al trag o . T iene q u e responder
a firm a tiv a m e n te a lo d e sc o n o c id o , a u n a a v e n tu ra q u e se rá tan emo­
c io n a n te c o m o p e lig ro sa , q u e tal v ez a m e n a c e su v ida. De o tro modo
n o se ría u n a v e rd a d e ra a v e n tu ra . E stá, p u e s, s itu a d o e n el u m b ra l del
m ie d o , d e m o d o q u e d u d a r e in c lu s o re c h a z a r la lla m a d a serían re­
a c c io n e s c o m p re n sib le s, al m e n o s te m p o ra lm e n te .

R e c o g e tus c o s a s , a m ig o b u sc a d o r . P ie n s a en lo s p e lig r o s q u e p osi­


b le m e n t e te a g u a rd a n , y r e fle x io n a s o b r e lo s d e s a s t r e s p a s a d o s . El
e s p e c tr o d e lo d e s c o n o c id o p l a n e a s o b r e n o s o tr o s , y p r o v o c a que
n o s d e t e n g a m o s en el u m b r a l. A lg u n o s d e n o s o tr o s d e sisten y
a b a n d o n a n la b ú s q u e d a , o tr o s v a c ila n , a lg u n o s s o n r e te n id o s por
su s f a m i l i a s , p u e s te m e n p o r su s v id a s y n o los q u ie r en v e r partir.
L a g e n te m u s ita q u e el v ia je es t e m e r a r io , f a t í d i c o d e s d e e l inicio.
S ie n te s q u e e l m ie d o c o r t a tu r e s p ir a c ió n y a c e l e r a tu co ra z ó n .
¿ A c a s o d e b e r ía s p e r m a n e c e r c o n la trib u , d e ja n d o q u e s e a n otros
q u ie n e s s e ju e g u e n el p e l l e j o en la b ú s q u e d a ? ¿ D e v e r a s e s tá s h e­
c h o p a r a s e r un b u s c a d o r ?

E ste alto e n el c a m in o a n te s de q u e el v iaje re a lm e n te h ay a em ­


p e z a d o d e s e m p e ñ a u n a im p o rta n te fu n c ió n d ra m á tic a , q u e consiste
en re c a lc ar q u e la a v e n tu ra es sin d u d a a rrie sg a d a , p a ra q u e el p ú ­
b lico ten g a c o n c ie n c ia de eso. N o se tra ta d e u n a e m p re sa frívola,
TE R C ER A E TA PA : EL R E CHAZO DE LA LLA M A D A 141

iL p J e u n a a p u e sta fu e rte , re p le ta d e p e lig ro s, e n la q u e el h é ro e p o -


p e rd e r s u fo rtu n a o in c lu s o la v id a. La p a u s a q u e sirv e p a ra s o ­
a s a r las p o sib le s c o n s e c u e n c ia s h a c e d e l c o m p ro m iso c o n la a v e n ­
a r a u n a v e rd a d e ra o p c ió n d e l h é ro e , q u ie n , d e s p u é s d e u n p e río d o
p : titu b e o o re c h a z o , se d is p o n e a a rrie sg a r su v id a c o n tra la p o sib i-
d e a lc a n z a r s u o b je tiv o . Ig u a lm e n te fu e rz a al h é ro e a e x a m in a r
|g b ú sq u e d a c o n c ie n z u d a m e n te y, ta l vez, a re d e fin ir su s o b jetiv o s.

H evitación
%•
gs n atu ra l q u e e n p rim e ra in sta n c ia los h é ro e s re a c c io n en d u b ita tiv a ­
m ente e in te n te n e lu d ir la av e n tu ra . In clu so C risto , e n el ja rd ín de
tgetsem aní p o c o an te s de la cru cifix ió n , o ró y dijo: «A parta d e m í este
fliii?» S encillam en te estaba in te n ta n d o av erig u ar si existía a lg ú n m o d o
* evitar el calvario. ¿Acaso este viaje es a b so lu ta m e n te necesario?
A u n el m á s h e ro ic o d e lo s h é ro e s d e l c e lu lo id e d u d a a lg u n a s v e ­
te s, ex p resa c ie rta re tic e n c ia o, sim p le y lla n a m e n te , re c h a z a la lla ­
gada. R am b o , R o ck y y los in n u m e ra b le s p e rs o n a je s q u e in te rp re tó
Jo h n W ay n e se a p a rta n e n u n p rim e r m o m e n to d e la a v e n tu ra q u e se
les ofrece. Los m o tiv o s m á s c o m u n e s p a ra este re c h a z o su e le n te n e r
que v e r c o n e x p e rie n c ia s a n te rio re s . L os h é ro e s a d u c e n q u e ya so n
v eteranos d e a v e n tu ra s p a sa d a s, p o r lo q u e s o n c o n s c ie n te s d e lo a lo ­
cado d e tales esc a p a d a s. A sí, n o in c u r r ir á n d o s v eces e n el m ism o
error. La p ro te s ta c o n tin ú a h a sta q u e se s u p e ra el re c h a z o d el h é ro e ,
ya sea m e rc e d a a lg u n a o tra m o tiv a c ió n e x te rn a , m ás p o d e ro sa , tal
COmo la m u e rte o el ra p to d e u n fa m ilia r o u n a m ig o , q u e eleva la
ap u esta y el riesg o , o a c a u sa d e su g u s to in n a to p o r la a v e n tu ra o su
m uy a rra ig a d o s e n tid o d e l h o n o r.
D e tec tiv e s y a m a n te s p u e d e n re c h a z a r la lla m a d a e n p rim e ra in s ­
tancia, h a c ie n d o re fe re n cia a e x p e rie n c ia s q u e lo s e n tris te c ie ro n , si
bien ta m b ié n los h ic ie ro n m á s sa b io s. R e su lta e n c a n ta d o r p re s e n c ia r
cóm o el h é ro e v e n c e la re tic e n c ia , y c u a n to m á s ríg id o sea el re c h a ­
zo m ás d is fru ta rá el p ú b lic o al v e rlo d e rrib a d o .

Las excusas

Los h é ro e s re c h a z a n la lla m a d a , e n m u c h o s caso s e s g rim ie n d o u n a


larga lista d e e x c u sa s in so ste n ib le s . E n u n in te n to m u y tra n s p a re n te
por p o s p o n e r el e n fre n ta m ie n to c o n su in e lu d ib le d e s tin o , d ic e n q u e
142 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

¡lev a r ía n a cab o la a v e n tu ra d e n o se r p o r to d a u n a ag e n d a d e com ­


p ro m is o s in a p la z a b les. Se tra ta d e o b stá c u lo s te m p o ra le s, q u e nor­
m a lm e n te s o n s u p e ra d o s p o r im p e ra tiv o d e la u rg e n c ia in h e re n te a
la b ú s q u e d a .

Ei rechazo persistente conduce a la tragedia

U n re c h a z o p e rs is te n te a la lla m a d a p u e d e se r d e sa stro so . E n la
B iblia, la e sp o sa d e L o t fue c o n v e rtid a e n e sta tu a d e sal p o r hacer
caso o m iso d e la lla m a d a d e lo s d io se s q u e la in s ta b a n a aban d o n ar
S o d o m a y n o m ira r n u n c a a trá s. M ira r a trá s, v iv ir e n el p asa d o y ne­
g a r la re a lid a d s o n tre s fo rm a s d e re c h a z o .
E l re c h a z o re ite ra d o d e u n a lla m a d a elev ad a c o n s titu y e u n o de las
s e ñ a s d e id e n tid a d c a ra c te rístic a s d e l h é ro e trág ico . Al in ic iarse Río
R o jo , Tom D u n s to n re c h a z a la lla m a d a a u n a a v e n tu ra d e l co razó n y
su v id a e m p ie z a a d e sliz a rse h a c ia u n fu n e sto d e stin o . Y sigue re­
c h a z a n d o o tra s lla m a d a s q u e le in v ita n a a b rir su c o ra z ó n , sig u ien ­
d o , p u e s , la s e n d a d e u n h é ro e trág ico . Sólo c u a n d o e n el te rc er acto
a c e p ta fin a lm e n te la lla m a d a lo g ra rá re d im irse y e lu d ir la su e rte de
to d o h é ro e trág ico .

Llamadas en conflicto

D e h e c h o , T om D u n s to n a fro n ta d o s lla m a d a s d e la a v e n tu ra a la vez.


E n p rim e r lu g a r la lla m a d a d e la a v e n tu ra d el c o ra z ó n p ro c e d e n te de
s u a m a n te , si b ie n só lo re s p o n d e a la s e g u n d a , la d e su ego m ascu li­
n o , q u e lo im p e le a p a r tir e n so lita rio y s e g u ir el c a m in o d e l m acho.
L os h é ro e s p u e d e n v e rse e n la te s itu ra d e te n e r q u e esc o g e r e n tre lla­
m a d a s q u e e n tr a n e n c o n flic to y p ro c e d e n d e d is tin to s n iv ele s de la
a v e n tu ra . El re c h a z o a la lla m a d a es u n b u e n m o m e n to p a ra a rtic u ­
la r las d ifíciles o p c io n e s q u e tie n e el h é ro e a n te sí.

Los rechazos positivos

El re c h a z o a la lla m a d a es, p o r lo g e n e ra l, u n m o m e n to n eg a tiv o en


el av a n c e d e l h é ro e , u n m o m e n to de p e lig ro e n q u e la a v e n tu ra p o ­
d ría to rc e rse o b ie n n o le v a n ta r n u n c a el v u elo . N o o b sta n te , h ay al­
g u n o s caso s e sp e c ia le s e n lo s q u e re c h a z a r la lla m a d a se erige e n u n
142 EL VIAJE DEL E SCRITO R

¡lev a r ía n a c ab o la a v e n tu ra d e n o s e r p o r to d a u n a ag e n d a d e com ­
p ro m is o s in a p la z a b le s . Se tra ta d e o b stá c u lo s te m p o ra le s, q u e n o r­
m a lm e n te s o n s u p e ra d o s p o r im p e ra tiv o d e la u rg e n c ia in h e re n te a
la b ú sq u e d a .

El rechazo persistente conduce a la tragedia

U n re c h a z o p e rs is te n te a la lla m a d a p u e d e se r d e sa stro so . E n la
B iblia, la e sp o sa d e L o t fue c o n v e rtid a e n e s ta tu a d e sal p o r hacer
caso o m iso d e la lla m a d a d e lo s d io se s q u e la in s ta b a n a a b an d o n ar
S o d o m a y n o m ira r n u n c a a trá s. M ira r a trá s, v iv ir e n el p asa d o y ne­
gar la re a lid a d s o n tre s fo rm a s d e re c h a z o .
E l re c h a z o re ite ra d o d e u n a lla m a d a e lev ad a c o n stitu y e u n o de las
se ñ a s d e id e n tid a d c a ra c te rís tic a s d e l h é ro e trág ico . Al in iciarse Río
Rojo, T om D u n s to n re c h a z a la lla m a d a a u n a a v e n tu ra d e l c o raz ó n y
su v id a e m p ie z a a d e sliz a rse h a c ia u n fu n e sto d e stin o . Y sigue re­
c h a z a n d o o tra s lla m a d a s q u e le in v ita n a a b rir su c o ra z ó n , sig u ien ­
d o , p u e s , la s e n d a d e u n h é ro e trá g ic o . Sólo c u a n d o e n el tercer acto
a c e p ta fin a lm e n te la lla m a d a lo g ra rá re d im irs e y e lu d ir la su e rte de
to d o h é ro e trág ico .

Llamadas en conflicto

D e h e c h o , T om D u n s to n a fro n ta d o s lla m a d a s d e la a v e n tu ra a la vez.


E n p rim e r lu g a r la lla m a d a d e la a v e n tu ra d e l c o ra z ó n p ro c e d e n te de
su a m a n te , si b ie n só lo re s p o n d e a la s e g u n d a , la d e su ego m ascu li­
n o , q u e lo im p e le a p a r tir e n so lita rio y s e g u ir el ca m in o d e l m acho.
Los h é ro e s p u e d e n v e rse e n la te s itu ra d e te n e r q u e esco g er e n tre lla­
m a d a s q u e e n tr a n e n c o n flic to y p r o c e d e n d e d is tin to s n iv e les de la
a v e n tu ra . El re c h a z o a la lla m a d a es u n b u e n m o m e n to p a ra a rticu ­
lar las d ifíciles o p c io n e s q u e tie n e el h é ro e a n te sí.

Los rechazos positivos

El re c h a z o a la lla m a d a es, p o r lo g e n e ra l, u n m o m e n to n eg a tiv o en


el av an ce d e l h é ro e , u n m o m e n to d e p e lig ro e n q u e la a v e n tu ra p o ­
d ría to rc e rse o b ie n n o le v a n ta r n u n c a el v u e lo . N o o b sta n te , hay al­
g u n o s caso s e sp e c ia le s e n lo s q u e re c h a z a r la lla m a d a se erige en un
TE RCERA ETA PA : EL R E CHAZO DE LA LLA M A D A 143

liftovim iento sa b io y h á b il p o r p a rte d e l h é ro e . C u a n d o la llam ad a


% ónstituye u n a te n ta c ió n d e l m a l o u n a c o n v o c a to ria al d e sa stre , el
fíéroe listo re s p o n d e rá « n o » . A sí, los tres c e rd ito s se n ie g a n a a b rir
p u e rta al lo b o feroz p e se a to d o s su s a rg u m e n to s . E n L a m u erte os
jjen ta tan b ien (D ea th B e c o m e s h e r ) , el p e rs o n a je q u e in te rp re ta B ruce
^fillis re cib e v a ria s lla m a d a s m u y p o d e ro s a s p a ra q u e b e b a la p o c ió n
glágica d e la in m o rta lid a d . A p e s a r d e lo s e n c a n to s y la voz liso n je-
ggde Isabella R o ssellin i, él re c h a z a la lla m a d a , s a lv a n d o así su alm a.

f | artista como héroe

Otro caso esp ecial en el q u e el rech azo a la llam ad a p u e d e se r p o siti­


vo es aq u él q u e se p ro d u c e c u a n d o el h é ro e es u n artista. Así, n o so tro s
ios escritores, los p o etas, los p in to re s y lo s m ú sic o s h a c e m o s fre n te a
film adas difíciles y h a rto c o n tra d ic to rias. C o m o es sab id o , d eb e m o s
sum ergirnos c o m p le ta m e n te e n el m u n d o p a ra e n c o n tra r la su sta n cia
y los m ateriales d e n u e stro arte. P ero en o casio n es ta m b ié n te n e m o s
que re tira m o s d el m u n d o , y p a rtir p a ra d e sa rro lla r el arte e n soledad.
Como lo s h é ro e s d e ta n ta s h isto ria s, re c ib im o s llam ad as q u e e n tra n en
conflicto, u n a d el e n to rn o y o tra p ro c e d e n te d e n u e s tro p ro p io in te ­
rior, d e b ie n d o o p ta r o c o m p ro m e te rn o s c o n u n a d e las dos. A fin d e
responder a u n a lla m a d a elevada de la p ro p ia e x p re sió n , p u e d e q u e
nosotros, los artistas, te n g a m o s q u e re c h a z a r la lla m a d a o, d ic h o co n
los térm in o s q u e em p lea C am p b ell, re c h a z ar «las liso njas del m u n d o » .
' C u a n d o e sta m o s p re p a ra d o s p a ra el c o m p ro m is o c o n u n a g ra n
a v e n t u r a , el m u n d o o rd in a rio es d e a lg ú n m o d o c o n sc ie n te d e ello y
t r a t a d e re te n e rn o s . E n to n a su m á s d u lc e e in s is te n te m e lo d ía , co m o
*1 c a n t o c o n el q u e las sire n a s tra ta r o n d e a rra s tra r a U lises y su tri­
p u l a c i ó n h a c ia las te m ib le s ro cas. In c o n ta b le s d istra c c io n e s n o s tie n -
lan a l in ic ia rse el c a m in o . U lises se vio o b lig a d o a ta p o n a r lo s o íd o s
de s u s h o m b re s c o n cera, d e m a n e ra q u e n o fu e ra n s e d u c id o s y a tra í­
dos h a cia las ro c a s p o r el c a n to h e c h ic e ro d e las siren as.
C o n to d o , U lises tu v o q u e o rd e n a r a su s h o m b re s q u e lo am a rra -
*an al m á stil e n p rim e ra in sta n c ia , p a ra p o d e r o ír a las sire n as, m as
en n in g ú n caso p o d e r g u ia r el b a je l h a c ia el p elig ro . C o n frecu en cia,
Un a rtista tra n s ita p o r la v ida cu al U lises a ta d o al m ástil, e x p e rim e n ­
tando la c a n c ió n de la v id a h o n d a m e n te y c o n to d o s los se n tid o s, si
b i e n v o lu n ta ria m e n te u n id o al b arco de su arte. R echaza la p o d e ro sa
fa in a d a del m u n d o , co n el ú n ic o o b je to d e se g u ir la m á s am p lia lla ­
mada d e la e x p re sió n a rtística.
144 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

Los h é ro e s re s u e lto s

M ien tras q u e lleg ad o s a este p u n to a lg u n o s h é ro e s e x p re sa n miedo


re n u e n c ia o re c h a z o , o tro s n o titu b e a n n i m a n ifie sta n te m o r alguno'
S on lo s h é r o e s r e s u e lto s o d e s e o s o s , q u e h a n a c e p ta d o o in clu so bus­
cad o la lla m a d a d e la a v e n tu ra . P ro p p lo s d e n o m in a b u s c a d o r e s , y l0s
o p o n e a lo s h éro es-v ictim a s. Sin em b arg o , el te m o r y la d u d a q u e pone
en ev id en cia ese re c h a z o a la lla m a d a ta m b ié n h a lla rá n vía d e expre­
sió n e n las h isto ria s d e h é ro e s d eseo so s. O tro s p e rs o n a je s expresarán
el m ie d o , a d v irtie n d o d e e ste m o d o ta n to al h é ro e co m o al especta­
d o r d e lo q u e p o d ría s u rg ir m á s a d e la n te e n el cam in o .
U n h é ro e d is p u e s to , c o m o J o h n D u n b a r en B a ila n d o con lobos
( D a n ces w íth W olves ) p u e d e e n c o n tra rs e m á s allá d el te m o r a su pro­
p ia m u e rte . Ya la h a b u sc a d o e n la p rim e ra s e c u e n c ia d e la película,
al e m p re n d e r u n a c a b a lg a ta s u ic id a fre n te a lo s rifles d e lo s rebeldes
y d e la q u e sale ileso m ila g ro sa m e n te . P re te n d e la a v e n tu ra d el Oeste
c o n d is p o s ic ió n p le n a , s in re n u e n c ia n i re c h a z o . P ero el p ú b lic o per­
cibe la d u re z a y los p e lig ro s d e la p ra d e ra a trav és d e la su e rte de
o tro s p e rs o n a je s q u e e n c a rn a n el re c h a z o a la llam ad a. U n o de ellos
es el oficial d e l e jé rc ito , p a té tic o y lo c o , q u e g a ra b a te a y d a a D unbar
su s « ó rd e n e s» . E ste p e rs o n a je rev ela u n o d e lo s d e s tin o s posibles
p a ra D u n b a r. T an e x tra ñ a y d e sa fia n te es la fro n te ra q u e p u e d e lle­
g a r a e n lo q u e c e r a a lg u n o s. E l o ficial n o h a p o d id o a c e p ta r la reali­
d a d d e su m u n d o , se h a re c lu id o e n la n e g a c ió n y la fan tasía, y con
su su ic id io re c h a z a v io le n ta m e n te la lla m a d a d e la fro n te ra .
El o tro p e rs o n a je p o r ta d o r d e la e n e rg ía d e l re c h a z o e n este film
es el c o n d u c to r g o rró n d e l c a rro m a to q u e e sc o lta a D u n b a r h a sta su
p u e s to a b a n d o n a d o . N o e x p re sa sin o m ie d o d e lo s in d io s y de la pra­
d e ra m ism a , y q u ie re q u e D u n b a r re c h a c e la lla m a d a, a b a n d o n e la
e m p re sa y re g re se a la civ ilizació n . El c o n d u c to r su fre u n trágico fi­
n a l y m u e re a m a n o s d e los in d io s , u n h e c h o m u y re v e la d o r de la
s u e rte q u e ta m b ié n p o d ría c o rre r D u n b a r. A u n q u e n o ex iste u n re­
c h a z o e x p líc ito p o r p a rte d el h é ro e , el p e lig ro q u e e n tra ñ a la aven­
tu ra se escen ifica y p o n e d e relieve e n su v e rtie n te m á s d ra m á tic a por
m e d io d e e ste o tro p e rso n a je .

Los g u a rd ia n e s d e l u m b ra l

Los héroes que vencen sus miedos y se embarcan en la aventura pue­


den aún ser puestos a prueba por figuras poderosas que enarbolan la
144 EL VIA JE DEL ESC R ITO R

Los h é ro e s re s u e lto s

M ie n tra s q u e lleg ad o s a este p u n to a lg u n o s h é ro e s e x p re sa n m iedo


re n u e n c ia o re c h a z o , o tro s n o titu b e a n n i m a n ifie sta n te m o r alguno'
S on lo s h é r o e s r e s u e lto s o d e s e o s o s , q u e h a n a c e p ta d o o in clu so bus­
cad o la lla m a d a d e la a v e n tu ra . P ro p p lo s d e n o m in a b u sc a d o r e s , y l0s
o p o n e a los h éro es-v íctim a s. Sin e m b arg o , el te m o r y la d u d a q u e pone
e n e v id e n c ia ese re c h a z o a la lla m a d a ta m b ié n h a lla rá n vía d e expre­
sió n e n las h is to ria s d e h é ro e s d eseo so s. O tro s p e rso n a je s expresarán
el m ie d o , a d v irtie n d o d e este m o d o ta n to al h é ro e c o m o al especta­
d o r d e lo q u e p o d ría s u rg ir m á s a d e la n te e n el cam in o .
U n h é ro e d is p u e s to , c o m o J o h n D u n b a r e n B a ila n d o con lobos
(D a n ces w ith W o lv es) p u e d e e n c o n tra rs e m ás allá d e l te m o r a su pro­
p ia m u e rte . Ya la h a b u s c a d o e n la p rim e ra se c u e n c ia de la película,
al e m p re n d e r u n a ca b a lg a ta su ic id a fre n te a lo s rifles d e lo s rebeldes
y d e la q u e sale ileso m ila g ro sa m e n te . P re te n d e la a v e n tu ra d el Oeste
c o n d is p o s ic ió n p le n a , s in re n u e n c ia n i re ch az o . P ero el p ú b lic o per­
cib e la d u re z a y los p e lig ro s d e la p ra d e ra a tra v é s d e la su e rte de
o tro s p e rs o n a je s q u e e n c a rn a n el re c h a z o a la llam ad a. U n o de ellos
es e l o ficial d e l e jé rc ito , p a té tic o y lo c o , q u e g a ra b a te a y d a a D unbar
su s « ó rd e n e s» . E ste p e rs o n a je rev ela u n o d e lo s d e s tin o s posibles
p a ra D u n b a r. T an e x tra ñ a y d e sa fia n te es la fro n te ra q u e p u e d e lle­
g ar a e n lo q u e c e r a a lg u n o s. El o ficial n o h a p o d id o a c e p ta r la reali­
d a d d e su m u n d o , se h a re c lu id o e n la n e g a c ió n y la fan tasía, y con
s u s u ic id io re c h a z a v io le n ta m e n te la lla m a d a d e la fro n te ra .
E l o tro p e rso n a je p o r ta d o r d e la e n e rg ía d e l re c h a z o e n este film
es el c o n d u c to r g o rró n d e l c a rro m a to q u e e sc o lta a D u n b a r h asta su
p u e s to a b a n d o n a d o . N o e x p re sa sin o m ie d o d e lo s in d io s y de la pra­
d e ra m ism a , y q u ie re q u e D u n b a r re c h a c e la lla m a d a , a b a n d o n e la
e m p re sa y reg rese a la civ ilizació n . E l c o n d u c to r su fre u n trágico fi­
n a l y m u e re a m a n o s d e los in d io s , u n h e c h o m u y re v e la d o r de la
s u e rte q u e ta m b ié n p o d ría c o rre r D u n b a r. A u n q u e n o ex iste u n re­
c h a z o e x p líc ito p o r p a rte d e l h é ro e , el p e lig ro q u e e n tra ñ a la aven­
tu ra se escen ifica y p o n e d e reliev e e n su v e rtie n te m á s d ra m á tic a por
m e d io d e este o tro p e rso n a je .

Los g u a rd ia n e s d e l u m b ra l

Los héroes que vencen sus miedos y se embarcan en la aventura pue­


den aún ser puestos a prueba por figuras poderosas que enarbolan la
TE R C ER A E TA P A : EL R E CHAZO DE LA LLA M A D A 14 5

b a n d e ra d e l m ie d o y la d u d a , q u e c u e s tio n a n s u c a p a c id a d y la p a r ­
ticip ac ió n m is m a d e l h é ro e e n el ju e g o . S o n lo s g u a rd ia n e s d e l u m ­
bral, q u e im p id e n el p a so d e l p ro ta g o n ista a u n a n te s d e q u e la h is ­
to ria h ay a e m p e z a d o .
E n Tras el C o r a z ó n Verde, J o a n W ild e r a c e p ta la lla m a d a y está to ­
ta lm e n te c o m p ro m e tid a c o n la a v e n tu ra p o r la c a u sa d e su h e rm a n a
rete n id a e n C o lo m b ia . A u n así, el in s ta n te d e te m o r, la e sta c ió n d el
rech azo , se n o s p re s e n ta d e fo rm a e la b o ra d a e n u n a e scen a c o n su
ag ente, q u e p o rta la te m ib le m á sc a ra d e l g u a rd iá n d el u m b ra l. U n a
m u je r c ín ic a y d u ra , q u e su b ra y a e n é rg ic a m e n te los p o sib le s p e lig ro s
e in te n ta d is u a d ir a J o a n d e q u e e m p re n d a ta n a rrie sg a d o viaje. C u a l
b ru ja q u e p r o n u n c ia u n m aleficio , d e c la ra q u e J o a n n o está h e c h a
p ara se m e ja n te tarea h e ro ic a . Y J o a n llega in c lu s o a e sta r d e a c u e rd o
co n su p o s tu ra , si b ie n el g rav e p e lig ro q u e c o rre su h e rm a n a le in ­
sufla la m o tiv a c ió n q u e n e c e sita . E stá, p o r ta n to , c o m p ro m e tid a c o n
la a v e n tu ra . A u n q u e J o a n e n n in g ú n in s ta n te re c h a z a la lla m a d a , la
a u d ie n cia es p le n a m e n te c o n s c ie n te d e l m ie d o , la d u d a y el p e lig ro
que e n cierra.
La ag en te de J o a n revela c o n c la rid a d có m o u n m ism o p erso n a je
p u e d e cam b iar de m á sc a ra y m o s tra r a sp e c to s p ro p io s d e m ás d e u n
arq u etip o . E n u n p rin c ip io es u n m e n to r am ig o d e Jo a n , aliad o e n su
pro fesió n y en su s a s u n to s c o n los h o m b re s. Pero este m e n to r se tra n s ­
form a e n u n feroz g u a rd iá n d e l u m b ra l, q u e o b sta c u liza la se n d a q u e
co n d u ce a la a v e n tu ra c o n sev eras ad v erten cias. Es co m o u n a m a d re
so b re p ro te c to ra, q u e n o p e rm ite q u e su h ija a p re n d a de su s p ro p io s
errores. A estas a ltu ra s su fu n c ió n c o n siste e n p o n e r a p ru e b a el g ra ­
do d e d e te rm in a c ió n y c o m p ro m iso d el h é ro e c o n la a v e n tu ra .
E ste p e rso n a je d e s e m p e ñ a , a sim ism o , o tra fu n c ió n su sta n tiv a .
P lan te a al p ú b lic o u n in te rro g a n te d ra m á tic o : ¿es acaso J o a n su fi­
c ie n te m e n te h e ro ic a p a ra e n fre n ta rse y so b re v iv ir a la a v e n tu ra ? E sta
d u d a e n c ie rra m á s in te ré s q u e sa b e r q u e el h é ro e re s p o n d e rá a n te
c u a lq u ie r v ic isitu d . T ales c u e s tio n e s c re a n u n c ie rto s u s p e n s e de
co rte e m o c io n a l e n tre el p ú b lic o , q u e o b se rv a e n vilo, c o n a te n c ió n
e in c e rtid u m b re m á x im o s, lo s p ro g re so s d e l h é ro e . M u y a m e n u d o
el re c h a z o a la lla m a d a sirv e p a ra s e m b ra r e sta s d u d as.
N o es in fre c u e n te q u e u n m e n to r c a m b ie d e m á sc a ra y d e s e m p e ­
ñ e las fu n c io n e s q u e c a ra c te riz a n al g u a rd iá n d e l u m b ra l. A lg u n o s
m e n to re s g u ía n al p ro ta g o n is ta h a s ta lo m á s h o n d o d e la a v e n tu ra ;
o tro s b lo q u e a n el c a m in o d e l h é ro e e n p o s d e u n a a v e n tu ra q u e la
so c ie d a d p u d ie ra d e s a p ro b a r — u n a se n d a ilíc ita , p e lig ro sa y p o c o
a tin a d a . S e m e ja n te m e n to r /g u a r d iá n d e l u m b r a l se erig e e n u n a p o ­
I<H> EL VIA JE DEL E SC R ITO R

d e ro s a e n c a r n a c ió n d e la s o c ie d a d o la c u ltu ra , y a d v ie rte al h éro e


d e q u e n o d e b e tra s p a s a r lo s lím ite s e sta b le c id o s. E n S u p erd etectiv e
en H o lly w o o d , el je fe d e la p o lic ía d e D e tro it y p o r e n d e s u p e rio r de
E d d ie M u rp h y , se in te r p o n e e n s u c a m in o , le o rd e n a a b a n d o n a r el
caso y tra z a u n a lín e a d iv is o ria q u e s u p u e s ta m e n te el h é ro e n o debe
c ru z a r n u n c a . N i q u e d e c ir tie n e q u e M u rp h y c ru z a la lín e a , d e in ­
m e d ia to .

La p u e rta s e c re ta

In e v ita b le m e n te , lo s h é ro e s v io la n los lím ite s e sta b le c id o s p o r los


m e n to re s o lo s g u a rd ia n e s d e l u m b ra l. E llo se d eb e fu n d a m e n ta l­
m e n te a lo q u e p o d ría m o s d e n o m in a r la L ey d e la p u e r ta secreta.
C u a n d o e n L a b e lla y la b e s t ia se le d ice a la b e lla q u e p u e d e m o v e r­
se c o n lib e rta d p o r la casa d e la b e stia , c o n la ú n ic a e x c e p c ió n de u n a
p u e r ta q u e n u n c a d e b e ab rir, ya sa b e m o s q u e tard e o te m p ra n o se
verá o b lig a d a a tra sp a s a r esa p u e rta se c re ta . Si P a n d o ra rec ib e la o r­
d e n d e n o a b rir s u caja, n o d e sc a n sa rá h a s ta h a b e r o je a d o su in terior.
Si a P siq u is se le p ro h íb e p o s a r la v ista so b re su a m a n te C u p id o , con
to d a s e g u rid a d h a lla rá el m o d o d e p o n e rle la v ista en c im a. E stas h is­
to ria s s o n sím b o lo s d e la c u rio s id a d h u m a n a , d e ese im p u lso in c o n ­
te n ib le q u e n o s u rg e a c o n o c e r to d a s las co sas o c u lta s, to d o s los se­
creto s.

El mago de Oz

D o r it a h u y e d e su c a s a y lle g a h a s t a e l c a r r o d e f e r i a d e l p r o fe s o r
M a r v e l, u n a n c ia n o s a b i o c u y a fu n c ió n , en e s t a e n c a m a c ió n , c o n ­
s is te en d e t e n e r la a n t e e l u m b r a l d e un p e lig r o s o v ia je . E n e s t e m o ­
m e n to , D o r it a e s u n a h e r o ín a d is p u e s ta , y es e l p r o fe s o r q u ie n e x ­
p r e s a lo s p e lig r o s q u e e n c ie r r a e l c a m in o y lo s d e s c r ib e p a r a la
a u d ie n c ia . C o n u n a p i z c a d e m a g ia c h a m á n ic a lo g r a c o n v e n c e r la
p a r a q u e r e g r e s e a c a s a . L a h a p e r s u a d id o p a r a q u e r e c h a c e la lla ­
m a d a , a l m e n o s p o r e l m o m e n to .
P e r o en r e a lid a d e l p r o fe s o r M a r v e l h a t r a n s m it id o u n a lla m a ­
d a m á s e l e v a d a p a r a q u e v u e lv a a c a s a , h a g a la s p a c e s co n su
e n e r g ía f e m e n i n a a c o s a d a , r e c o b r e e l a m o r d e su tía E m y s e d e ­
c id a a a fr o n t a r su s s e n tim ie n to s en lu g a r d e e v it a r lo s .
TE R C ER A E TA P A : EL R E CHAZO DE LA LLAMADA 147

A u n q u e p o r un in s ta n te D o r it a o p t a p o r r e g r e s a r a c a s a , a lg u ­
n a s fu e r z a s v ita le s m u y p o d e r o s a s s e h a n p u e s to y a en m o v im ie n ­
to. D e s c u b r e q u e e l p o d e r a t e r r a d o r d e l t o m a d o , s ím b o lo d e los
sen tim ie n to s q u e h a d e s p e r ta d o , h a h e c h o q u e su s s e r e s q u e r id o s y
su s a l ia d o s b u sq u en refu g io b a j o t ie r r a , le jo s d e su a lc a n c e . N a d ie
p u e d e o ír la . E s tá s o la s a lv o p o r T o tó , su in tu ició n . C o m o m u c h o s
h é r o e s , d e s c u b r ir á q u e u n a v e z c o m e n z a d o el v ia je n u n c a e n c o n ­
t r a r á la s c o s a s c o m o la s d e jó en el m o m e n to d e la p a r t id a . En ú l­
t im a in s ta n c ia to d o r e c h a z o es in ú til. Ya h a q u e m a d o a lg u n o s
p u e n tes tr a s d e sí, y d e b e v iv ir c o n la s c o n s e c u e n c ia s d e r iv a d a s d e
h a b e r d a d o lo s p r im e r o s p a s o s p o r e l c a m in o d e lo s h é r o e s .
D o r it a s e c o b i ja en u n a c a s a v a c ía , a lg o m u y c o m ú n en los s u e ­
ñ o s y q u e s im b o liz a u n a e s t r u c tu r a d e la p e r s o n a lid a d v ieja . Si
b ie n la s a r r e m o lin a d a s f u e r z a s d e l c a m b io , q u e e l l a m is m a h a a c e ­
le r a d o , s e a p r o x im a n y n in g u n a e s t r u c tu r a p o d r á y a p r o te g e r la
c o n t r a su a s o m b r o s o p od er.

El m o m e n to d el re c h a z o p u e d e se r m u y s u til, q u iz á u n a o do s p a la ­
b ra s d e v a c ila c ió n e n tre la re c e p c ió n y la a c e p ta c ió n d e la llam ada.
(F re c u e n te m e n te p u e d e n c o m b in a rs e v a ria s e ta p a s d e l v iaje en u n a
so la escen a; lo s fo lc lo rista s lo d e fin e n c o n el té rm in o a n e x ió n de te x ­
to s.) El re c h a z o p u e d e tra ta rs e sim p le m e n te d e u n p a so al iniciarse
el viaje, o p o d e m o s e n c o n tra rlo en to d o s y cad a u n o d e lo s pasos del
c a m in o , d e p e n d ie n d o d e la n a tu ra le z a d e l h éro e.
E se re c h a z o a la lla m a d a p u e d e c o n v e rtirs e e n u n a o p o rtu n id a d
p a ra re o rie n ta r o re e n fo c a r la a v e n tu ra . A sí, u n a a v e n tu ra asum ida
e n b ro m a o p a ra e sc a p a r d e u n a s itu a c ió n d e sa g ra d a b le b ie n po d ría
se r im p u ls a d a y tra sfo rm a rse e n u n a m á s tra s c e n d e n te a v en tu ra del
e sp íritu .
U n h é ro e titu b e a a n te el u m b r a l d e la e x p e rie n c ia d e l m iedo,
p a ra q u e el p ú b lic o sea c o n s c ie n te d e la fo rm id a b le m a g n itu d de
lo s re to s q u e le a g u a rd a n m á s a d e la n te , si b ie n el m ie d o será fin a l­
m e n te v e n c id o y d e ja d o d e la d o , a m e n u d o c o n la a y u d a de fu e r­
zas sa b ia s y p r o te c to r a s o d e m á g ic o s d o n e s , q u e re p re se n ta n la
e n e rg ía d e la s ig u ie n te e ta p a , d o n d e se p r o d u c irá el e n c u e n tro c o n
el m e n to r.
148 EL VIAJE DEL E SCRITO R

Cuestionario sobre el viaje

1. ¿ C ó m o re c h a z a el h é ro e d e A tr a cció n f a t a l la lla m a d a d e la av en ­
tu ra ? ¿Y e n P retty W o m a n l ¿E n E lla s d a n el g o lp e ? ¿A caso el rechazo
a la lla m a d a o la re tic e n c ia c o n s titu y e u n a e ta p a n e c e sa ria e n todas
las h isto ria s? ¿P ara to d o s lo s h éro es?
2. ¿Q u é te m e n lo s h é ro e s d e su h isto ria ? ¿C u áles s o n su s falsos m ie­
d o s o p a ra n o ia s? ¿C u áles s o n su s m ie d o s reales? ¿C ó m o se expresan?
¿D e q u é m a n e ra s h a n re c h a z a d o las lla m a d a s d e la a v e n tu ra ? ¿C uá­
les s o n las c o n s e c u e n c ia s d e s u re ch azo ?
3. Si lo s p ro ta g o n is ta s s o n h é ro e s re s u e lto s y d ese o so s, ¿hay algún
p e rs o n a je o fu e rz a q u e d é a e n te n d e r al p ú b lic o y p o n g a claram en te
d e m a n ifie sto lo s p e lig ro s q u e e n tra ñ a la a v e n tu ra ?
4 . ¿H a re c h a z a d o u s te d lla m a d a s a la a v e n tu ra ? ¿E n q u é d iferiría su
v id a e n caso d e h a b e rla s a c e p ta d o ?
5. ¿H a a c e p ta d o u s te d lla m a d a s a la a v e n tu ra q u e h u b ie ra preferido
re ch a z ar?
Cuarta etapa:
El encuentro con el mentor
E lla [A tenea o M in erva1 ad o p tó la a p a rien cia d e Mentor,
y tanto se le p a r ecía com o p a r a en g añ ar a la v ista y el oído...
(H o m e ro , Odisea )

veces n o es m ala id ea re c h a z a r la llam ad a si n o h e m o s te n id o tie m ­


A po p a ra p re p a ra rn o s p a ra la « reg ió n d e sc o n o c id a » q u e n o s a g u a r­
da. E n la m ito lo g ía y el folclore esa p re p a ra c ió n p o d ría llevarse a cabo
c o n la ay u d a d e la figura p ro te c to ra y sab ia d e l m e n to r, cu y o s m u c h o s
serv icio s al h é ro e a b arcan d esd e p ro te g e rlo y se r su gu ía h a sta e n se ­
ñ arle , p o n e rlo a p ru e b a , e n tre n a rlo y c o n c e d e rle m ág ico s d o n e s. E n su
e stu d io d e lo s c u e n to s p o p u la re s ru s o s , V lad im ir P ro p p llam a a este
p erso n a je el p r o v e e d o r o el d on an te, d a d o q u e p re c isa m e n te su fu n c ió n
esencial co n siste en p ro p o rc io n a r al h é ro e algo q u e n e cesitará e n su
perip lo . E n este c o n te x to , el e n c u e n tro c o n el m e n to r es a q u ella e tap a
en la q u e el h é ro e o b tie n e p ro v isio n es, c o n o c im ie n to s y la con fian za
n ecesaria p a ra v e n c e r su s m ie d o s y a d e n tra rs e en la av e n tu ra .

V o so tro s, b u s c a d o r e s , t e m e r o s o s a l b o r d e d e la a v e n t u r a , c o n s u l­
ta d a lo s a n c ia n o s d e l a trib u . B u s c a d a lo s q u e s e h a n a v e n t u r a ­
d o a n te s . A p r e n d e d la c ie n c ia s e c r e t a d e la s t a b e r n a s , d e la e s t e ­
l a d e l j u e g o y lo s b a n c a l e s d e b a y a s , y a v e r ig u a d q u é y e r m o s
p á r a m o s , a r e n a s m o v e d iz a s y m o n s t r u o s d e b é is ev itar. Un a n c i a ­
n o, d e m a s ia d o d é b il p a r a e m b a r c a r s e n u e v a m e n te en la e m p r e s a ,
t r a z a e l m a p a en la t ie r r a . E l c h a m á n d e la tr ib u p o n e a l g o en tus
m a n o s y lo a p r ie t a , un o b s e q u io m á g ic o , un p o d e r o s o t a lis m á n
q u e n o s p r o t e g e r á y g u ia r á en la b ú s q u e d a . A h o r a p o d e m o s p a r ­
t ir co n a l e g r í a y sin tem or, c o n r e n o v a d a c o n fia n z a , p u e s t o q u e
c o n n o s o tr o s lle v a m o s t o d o e l s a b e r d e la trib u .
150 EL VIAJE DEL E SCRITO R

Héroes y mentores

Las p e líc u la s y lo s re la to s d e to d a ín d o le e la b o ra n c o n s ta n te m e n te la
re la c ió n q u e se e sta b le c e e n tre lo s a rq u e tip o s d e l h é ro e y el m en to r.
L os film es d e K a r a t e K id , el m o m en to d e la v erd a d ( T h e K a r a t e K íd ),
T h e P rim e o f M iss J e a n B ro d ie (Los m ejo res a ñ o s d e M iss B ro d ie ) y
L e c c io n e s in o lv id a b les (S tan d a n d D eliv er ) s o n h is to ria s e n te ra m e n te
d e d ic a d a s al p ro c e s o d e e n s e ñ a n z a q u e realiza u n m e n to r c o n sus
p u p ilo s . M u ltitu d d e c in ta s c o m o , p o r e je m p lo , R ío R o jo , G en te c o ­
m e n t e , L a g u e r r a d e la s g a la x ia s y T om ates v erd es fr it o s (F r ie d G reen
T o m a to es ) p o n e n d e reliev e la fu e rz a v ita l d e lo s m e n to re s e n d e te r­
m in a d o s m o m e n to s clave d e la v id a d e lo s h é ro es.

Las fuentes de la sabiduría

In clu so si n o h a y u n p e rso n a je q u e d e se m p e ñ e las m u ch as funciones


d el arq u e tip o d el m en to r, los h éro es casi siem p re e n tra n en contacto
c o n alg u n a fu e n te d e sa b id u ría c o n a n te rio rid a d al inicio d e la aven­
tu ra. Tal vez o p te n p o r b u sc a r la ex p erien cia d e q u ie n e s se h a n av en tu ­
rad o an tes, o p u e d e q u e la b u sq u e n d e n tro de sí, ganada a u n elevado
coste y fru to d e p erip ecias an terio res. Sea co m o fuere, so n lo suficien­
te m en te listo s p a ra c o n su lta r el de la av e n tu ra , ra strea n d o los datos, las
cartas d e n av eg ació n y el d iario de b itáco ra d e ese te rrito rio ignoto.
Será, p u e s, p ru d e n te q u e los c a m in a n te s se d e te n g a n a ex am in ar los
m ap as a n te s de in te rn a rse e n ta n d esafiante y a m e n u d o d eso rie n tad o r
cam in o de los héroes.
P ara el n a rra d o r de h isto ria s, el e n c u e n tro c o n el m e n to r c o n stitu ­
ye u n a etap a p o te n c ia lm e n te m u y rica en co n flictos, im plicaciones,
h u m o r y tragedia. Se s u s te n ta p rin c ip a lm e n te d e u n a relació n em o ­
cional, q u e n o rm a lm e n te se establece e n tre el h é ro e y el m e n to r o u n a
su e rte de c o n sejero , sie n d o así q u e el p ú b lic o p arece d isfru ta r de aq u e ­
llas re lacio n es e n los q u e se p ro d u c e u n trasvase de ex p e rien cia y sa­
b id u ría d e u n a g e n e ra c ió n a la sig u ien te. Sin lu g a r a d u d a s, to d o s h e ­
m o s te n id o a lg u n a re la c ió n c o n u n m e n to r o u n m o d e lo de co n d u cta.

Los mentores en e! folclore y la mitología

E l fo lclo re e stá p la g a d o d e d e s c rip c io n e s d e h é ro e s q u e se to p a n con


p ro te c to re s m á g ic o s q u e les c o n c e d e n d o n e s y lo s g u ía n e n su viaje.
C UA R TA ETA PA : EL E N C U E N TR O CON EL M E N TO R 151

\iu c h a s v eces h e m o s le íd o acerca d e lo s d u e n d e s q u e a y u d a n al z a ­


p atero , lo s a n im a le s q u e p ro te g e n y a y u d a n a las n iñ a s e n lo s c u e n ­
tos p o p u la re s ru s o s , lo s sie te e n a n ito s q u e c o b ija n a B lan can iev es, o
el G ato c o n B otas, felin o p a rla n c h ín q u e a y u d a a su p o b re a m o a ga­
n a r u n re in o . T odos ello s s o n p ro y e c c io n e s d e l p o d e ro so a rq u e tip o
del m e n to r, q u e sirv e d e a y u d a y g u ía d el h éro e.
Los h é ro e s d e la m ito lo g ía b u s c a n a y u d a y co n sejo d e las b ru jas, los
m agos, los m éd ico s h ech icero s, los e sp íritu s y los d io ses d e su s re s­
pectivos m u n d o s. Los h é ro e s h o m é ric o s s o n siem p re g u ia d o s p o r su s
dioses y d io sas p ro te cto re s, q u e les p ro p o rc io n a n ay u d a m ágica. N o
pocos h é ro e s s o n cria d o s e in s tru id o s p o r seres m ágicos, cuya n a tu ra ­
leza se e n c u e n tra e n tre la h u m a n a y la d iv in a, co m o los cen ta u ro s.

Quirón: un pro to tip o

El c e n ta u ro Q u iró n fue el m e n to r de m u c h o s h é ro e s griegos, u n p ro ­


to tip o d e to d o s los h o m b re s y m u je re s a n c ia n o s y sabios. Q u iró n , u n
h íb rid o e x tra ñ o d e h o m b re y cab allo , era p a d re a d o p tiv o e in s tru c to r
de to d o u n ejército d e h é ro e s g rieg o s e n tre los q u e cabe se ñ a la r a
H ércules, A c te ó n , A q u iles, P eleo y E sc u la p io , el c iru ja n o m ás g ra n d e
de la A n tig ü e d a d . E n la p e rs o n a de Q u iró n , los g riegos g u a rd a b a n
m u ch as d e su s n o c io n e s relativ as a lo q u e c o m p o rta se r u n m en to r.
Los c e n ta u ro s s o n p o r d e fin ic ió n c ria tu ra s in d ó m ita s y salvajes.
Q u iró n , e m p e ro , era u n c e n ta u ro d e s a c o s tu m b ra d a m e n te d ó c il y p a ­
cífico, si b ie n m a n te n ía u n a p a rte d e su n a tu ra le z a d e cab allo salv a ­
je. S iend o c o m o era m ita d h o m b re m ita d cab allo , e sta c ria tu ra e n ­
tro n ca c o n lo s c h a m a n e s d e c ie rta s c u ltu ra s , q u e d a n z a n p o rta n d o
p ieles d e a n im a le s a fin de e n tra r en c o n ta c to c o n su s p o d e re s m á s
in stin tiv o s. Q u iró n es la e n e rg ía y la in tu ic ió n d e la n a tu ra le z a , s u a ­
v izada y e n ja e z a d a p o r m e d io d e la e n se ñ a n z a . C o m o lo s c h a m a n e s,
c o n stitu y e u n p u e n te q u e u n e a lo s h o m b re s c o n los p o d e re s s u p e ­
rio re s de la n a tu ra le z a y el U n iv e rso . A sí p u e s , n o es d e e x tra ñ a r q u e
en m u c h a s h is to ria s lo s m e n to re s p a re z c a n te n e r a lg u n a c o n e x ió n
co n la n a tu ra le z a o el m u n d o d e l e s p íritu .
E n su p a p e l d e m e n to r, Q u iró n g u ió a su s h é ro e s e n fase de
ap re n d iz a je a trav és d e lo s u m b ra le s d e la c o n d ic ió n h u m a n a , d e s­
p u é s d e h a b e rlo s in s tru id o p a c ie n te m e n te e n las d e stre z a s d e l tiro
co n arco, la p o esía, la ciru g ía y o tra s m u c h a s d isc ip lin a s. A u n q u e su s
esfu e rz o s n o sie m p re o b te n ía n re c o m p e n s a . Su p u p ilo H ércu les,
m u y p ro c liv e a la v io le n c ia , lo h irió c o n u n a flech a m ág ica, algo q u e
152 EL VIAJE DEL E SCRITO R

m o tiv ó q u e Q u iró n s u p lic a ra c le m e n c ia a lo s d io ses, ro g a n d o q u e le


d ie ra n m u e rte . P ero a la p o s tre , tra s u n sacrificio v e rd a d e ra m e n te
h e ro ic o c o n el q u e re sc a tó a P ro m e te o d e l In fie rn o p o n ié n d o s e en su
lu g ar, Q u ir ó n re c ib ió la m á s alta d is tin c ió n q u e lo s g rieg o s p o d ía n
otorg ar. Z e u s lo c o n v irtió e n u n a c o n s te la c ió n y en u n sig n o del zo­
d ia co , S ag itario , u n c e n ta u ro q u e te n sa su arco. E stá claro q u e los
g rie g o s te n ía n a m e n to re s y m a e s tro s e n m u y a lta estim a.

El propio mentor

El té rm in o m e n to r d e riv a d e l p e rso n a je d el m ism o n o m b re q u e apa­


re c e e n la O d isea. M e n to r e ra u n am ig o leal d e U lises, a q u ie n este
ú ltim o h a b ía c o n fia d o la e d u c a c ió n y el c u id a d o de su h ijo Telém aco,
así c o m o la a d m in is tra c ió n de su s a s u n to s m ie n tra s re alizab a el lar­
go v iaje d e reg reso tra s la G u e rra d e Troya. D e m o d o q u e m e n to r ha
d a d o s u n o m b re a c u a n to s e je rc e n de in s tru c to re s y g u ías, p e ro es re ­
a lm e n te A te n e a (M in e rv a , e n la m ito lo g ía ro m a n a ), d io sa d e la sab i­
d u ría , q u ie n tra b a ja e n tre b a s tid o re s e in su fla en e rg ía al a rq u e tip o
d el m e n to r e n las e sc e n a s q u e in te g ra n u n a h isto ria .
«La d io sa d e lo s o jo s c e n te lle a n te s» e stá e n a m o ra d a d e U lises, y
m u y in te re s a d a e n q u e re g re se a casa sa n o y salvo. Y ta m b ié n p ro te ­
ge a su h ijo T elém aco. Se to p a c o n la h is to ria d e l h ijo e n u n a de las
esc e n a s in ic ia le s (e n el m u n d o o rd in a rio ) d e la O d isea, c u a n d o el h o ­
g ar fa m ilia r es in v a d id o p o r lo s jó v e n e s a rro g a n te s q u e p re te n d e n la
m a n o d e su m a d re . A te n e a d e c id e a d o p ta r fo rm a h u m a n a p a ra así
d e s tra b a r la situ a c ió n . D ic h o esto , p o d e m o s c o n c lu ir q u e u n a fu n ­
c ió n m u y sig n ific a tiv a d e l a rq u e tip o d e l m e n to r c o n siste e n favore­
c e r el b u e n d e sa rro llo de la h isto ria .
E n p rim e r lu g ar, to m a la a p a rie n c ia d e u n g u e rre ro v iajero lla m a ­
d o M e n te s, c o n la in te n c ió n d e p r o p o n e r u n desafío a p a sio n a n te
p a ra e lu d ir a los p re te n d ie n te s y sa lir e n b u sc a d e su p a d re (la lla­
m a d a d e la a v e n tu ra ). T elém aco a c e p ta el re to , p e ro lo s p r e te n d ie n ­
tes se lo to m a n a risa , ta n to q u e el d e s á n im o se a p o d e ra d e él y q u ie ­
re a b a n d o n a r la m isió n (el re c h a z o a la lla m a d a ). U n a vez m ás la
h is to ria p a re c e e sta n c a rse , y n u e v a m e n te es A te n ea q u ie n la d e s tra ­
b a al a d o p ta r el a sp e c to d e l m e n to r y m a e stro de T elém aco. A taviada
c o n este d isfra z le in su fla v a lo r y le a y u d a a a rm a r u n b arco y su tri­
p u la c ió n . P o r c o n s ig u ie n te , a u n q u e m en to r e s el a p elativ o q u e u s a ­
m o s p a ra re fe rirn o s a los g u ía s y c o n se je ro s sab io s, en re a lid a d es la
d io sa A te n e a la q u e e n tra e n acció n .
C U A R TA ETA PA : EL E N C U E N TR O CON EL M E N T O R 153

A ten ea c o n s titu y e la en erg ía p le n a , n o d ilu id a , d e l a rq u e tip o . Si se


p re se n ta ra c o n su fo rm a v e rd a d e ra , c o n to d a p ro b a b ilid a d a b ru m a ría
al m ás fu erte e n tre los h é ro e s. P o r lo g e n e ra l los d io se s e n ta b la n c o ­
m u n ic a c ió n c o n n o s o tro s m e d ia n te u n a s u e rte d e filtro, n o rm a lm e n ­
te p e rso n a s q u e e stá n te m p o ra lm e n te p o se íd a s p o r el e sp íritu d iv in o .
U n b u e n m a e stro o m e n to r sie n te fe rv o r p o r el a p re n d iz a je. Lo m a ra ­
villoso d e l caso es q u e p u e d e n tra n s m itir este s e n tim ie n to a su s p u ­
pilos o al p ú b lic o .
Los n o m b re s M e n te s y m e n to r, al ig u a l q u e la p a la b ra m en tal, p r o ­
ced en d e la v o z grieg a m en os, q u e d e sig n a la m e n te , u n a p a la b ra m a ­
rav illo sam en te flexible q u e p u e d e sig n ificar « in te n c ió n , fu e rza o p r o ­
pó sito » , así c o m o « m e n te , e sp íritu o re m e m b ra n z a » . E n los rela to s
los m e n to re s a c tú a n p rim o rd ia lm e n te so b re la m e n te d el h éro e, a lte ­
ran d o su c o n c ie n c ia o re o rie n ta n d o su v o lu n ta d . A u n c u a n d o se c o n ­
ced an o b se q u io s físicos, lo s m e n to re s ta m b ié n ro b u s te c e n la m e n te
del h éro e, d e m o d o q u e p u e d a e n c a ra r el calv ario c o n fe e n su s p o s i­
bilidades. M enos ta m b ié n sig n ifica coraje.

Eludir los clichés del mentor

El p ú b lic o e stá m u y fa m ilia riz a d o c o n el a rq u e tip o d e l m e n to r. D e


to d o s s o n b ie n c o n o c id o s lo s c o m p o rta m ie n to s , las a c titu d e s y las
fu n c io n e s d e lo s a n c ia n o s y las a n c ia n a s sa b io s, p o r lo q u e re su lta
sen cillo c aer e n c lic h é s y e s te re o tip o s al u s o , a saber, h a d a s m a d ri­
nas e n c a n ta d o ra s y b ru jo s d e largas b a rb a s b la n c a s c o n s o m b re ro s a l­
tos c o m o el q u e llev ab a M erlín . P ara c o m b a tir e sta s te n ta c io n e s y
c o n se g u ir q u e la re d a c c ió n sea fresca y s o rp re n d e n te , ¡desafíe a los
a rq u e tip o s! In v ié rta lo s, p ó n g a lo s d e l rev és, tra b a je a d re d e sin re c u ­
rrir a ello s y v ea q u é su c e d e . La a u se n c ia d e u n m e n to r g e n e ra c o n ­
d ic io n e s e sp eciales e in te re s a n te s p a ra el h é ro e . P ero n o ig n o re la
ex isten c ia d e este a rq u e tip o n i la fa m ilia rid a d d e l p ú b lic o c o n él.

Una orientación errónea

Al pú b lico n o le in c o m o d a q u e, de tard e e n tarde, el m e n to r o c u alq u ie r


otro p erso n a je lo d eso rien te. La v id a real está llena d e sorp resas, sie n ­
do así q u e n o faltan las p e rso n a s q u e re su lta n ser algo m u y d istin to de
lo q u e p e n sá b a m o s en u n p rin c ip io . La m áscara del m e n to r p u e d e ser
em pleada co n el objeto d e en g a ñ a r al h é ro e p a ra q u e se in te rn e p o r la
15 4 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

s e n d a d e l c rim e n . A sí es c o m o , p o r e je m p lo , F a g in , e n O liver Twist


re c lu ta m o z a lb e te s p a ra q u e tra b a je n c o m o c a rte rista s a s u s ó rd e­
n e s. La m á s c a ra d e l m e n to r b ie n p u e d e e m p le a rse c o n el p ro p ó sito
d e im p lic a r al h é ro e e n u n a a v e n tu ra p e lig ro sa o p a ra q u e , sin sa­
b e rlo , tra b a je p a ra lo s v illa n o s. E n A r a b e s c o , G re g o ry P e c k es enga­
tu s a d o p o r u n falso a n c ia n o sa b io p a ra q u e c o la b o re c o n u n grupo
d e esp ías. U s te d p u e d e lo g ra r q u e el p ú b lic o p ie n se q u e se e n c u e n ­
tra a n te u n m e n to r c o la b o ra d o r, a m a b le y c o n v e n c io n a l, y p o ste­
r io rm e n te re v e la r la n a tu ra le z a v e rd a d e ra d e l p e rso n a je . D ich o esto
n o d u d e e n u tiliz a r las e x p e c ta tiv a s d e l p ú b lic o y s u s su p o sic io n e s
p a ra c a u s a r so rp re sa .

Los conflictos entre el mentor y el héroe

La re la c ió n e n tre el m e n to r y el h é ro e p u e d e d a r u n giro trág ico o fa­


tal si el h é ro e es d e sa g ra d e c id o o p ro p e n s o a la v io len cia. Pese a la
re p u ta c ió n d e h é ro e in c o m p a ra b le q u e sie m p re h a te n id o H ércules,
este p e rs o n a je p re s e n ta u n a a la rm a n te te n d e n c ia a c a u sa r d a ñ o a sus
m e n to re s . A d e m á s d e in flig ir a Q u iró n u n a d o lo ro sa h e rid a , fue ta n ­
ta la fru s tra c ió n q u e s in tió p o r su s le c c io n e s de m ú sic a q u e n o dudó
e n le v a n ta r su fu e rte m a n o , c o n la q u e e sg rim ía la lira, p a ra asestar
u n g o lp e m o rta l q u e segó la v id a d e L in o , su m a e stro d e m ú sica .
E n o c a sio n e s, u n m e n to r se tra n s fo rm a e n v illa n o o tra ic io n a al
h é ro e . La p e líc u la L ic e n c ia p a r a m a ta r ( T h e E ig e r S a n c tio n ) m u estra
a u n m e n to r e n a p a rie n c ia b e n e v o le n te (G eorge K e n n e d y ), q u ien
s o r p r e n d e n te m e n te se v u e lv e c o n tra s u p u p ilo y h é ro e d e l film
(C lin t E a stw o o d ) y tra ta de m a ta rlo . E n la m ito lo g ía n ó rd ic a , el e n a ­
n o R eg in es e n p rin c ip io u n m e n to r p a ra S ig u rd (S ig frid o ), el m ata-
d ra g o n e s , q u e m u y o p o rtu n a m e n te fo rja d e n u e v o su e sp a d a ro ta, si
b ie n a la larg a el c o la b o ra d o r se c o n v ie rte e n u n tra id o r. U n a vez que
h a d a d o m u e rte al d ra g ó n , R eg in c o n s p ira p a ra a se sin a r a Sigfrido y
q u e d a rs e c o n el teso ro .
R u m p e ls tilts k in es in ic ia lm e n te u n m e n to r d e c u e n to d e h ad as
q u e ay u d a a la h e ro ín a a h a c e r efectiv a la ja c ta n c ia d e su p ad re, en
v irtu d d e la c u a l ella es cap az d e h ila r la p aja y c o n v e rtirla e n oro.
P ero el p re c io q u e p id e p o r ta n a so m b ro so d o n es m u y elevado: q u ie ­
re a su h ijo . E stas h is to ria s n o s e n s e ñ a n q u e n o to d o s los m e n to re s
s o n d ig n o s d e c o n fia n z a , y q u e s ie m p re es sa n o in te rro g a rse so b re las
m o tiv a c io n e s d e l m e n to r. Es u n m o d o h a rto ú til p a ra d is tin g u ir el
b u e n d e l m a l co n sejo .
CU A R TA ETA PA : EL E N C U E N TR O CON EL M E N TO R 155

A v eces lo s m e n to re s d e fra u d a n a lo s h é ro e s q u e lo s h a n a d m ira -


d o d u r a n te el p e río d o d e a p re n d iz a je . E n el film C a b a lle r o sin esp a -
' ¿ a, J im m y S te w a rt d e s c u b re q u e su m e n to r y m o d e lo d e c o n d u c ta , el
n o b le s e n a d o r in te rp re ta d o p o r C la u d e R ain s, es ta n r u in y c o b a rd e
com o lo s re s ta n te s m ie m b ro s d el C o n g re so .
Los m e n to re s , c o m o lo s p a d re s, p u e d e n p a sa rlo m u y m a l c u a n d o
llega la h o ra d e a b a n d o n a r su s fu n c io n e s. U n m e n to r e x c e siv a m e n ­
te p ro te c to r p u e d e p ro p ic ia r u n a s itu a c ió n trág ica. E n la n o v e la Tril-
by, el p e rs o n a je d e S ven g ali c o n s titu y e u n re tra to e sc a lo fria n te d e u n
m e n to r q u e se o b se s io n a ta n to c o n su p u p ilo q u e su a c titu d d e s e m ­
boca e n la ru in a p a ra am b o s.

Historias conducidas por el mentor

De vez e n c u a n d o n o s to p a m o s c o n u n a h is to ria c o n s tr u id a e n te ra ­
m e n te e n to rn o a la fig u ra d e l m e n to r. Adiós, M r C h ip s ( G o o d b y e , Mr.
C h ip s), la n o v e la y el film , es u n re la to c o m p le ta m e n te e la b o ra d o en
to m o a la e n se ñ a n z a . Mr. C h ip s es el m e n to r d e m ile s d e m u c h a c h o s
y el h é ro e de la h is to ria , c o n su p ro p ia serie d e m e n to re s.
La p e líc u la B a r b a r o s s a c o n s titu y e u n a sab ia y d iv e rtid a m ira d a a
la re la c ió n c o n el m e n to r so s te n id a a lo larg o d e to d a la p e líc u la . E sta
h isto ria se c e n tra e n el a d ie s tra m ie n to d e u n m u c h a c h o c a m p e sin o
(G ary B usey) p o r p a rte d e u n le g e n d a rio fo ra jid o d e l O e ste (W illie
N e lso n ). El a p re n d iz a je d e l jo v e n es ta n c o m p le to q u e al fin a liz a r la
cin ta e stá ya p re p a ra d o p a ra a s u m ir el p a p e l d e h é ro e a rq u e típ ic o del
p ro p io B arbarossa.

El mentor como un héroe evolucionado

/ P o d e m o s d e c ir q u e lo s m e n to re s s o n h é ro e s c o n la e x p e rie n c ia su fi­
cien te p a ra e n s e ñ a r a lo s d em ás. H a n tra n s ita d o ya p o r el c a m in o de
lo s h é ro e s u n a o m á s veces, d o n d e h a n a d q u irid o u n c o n o c im ie n to
y u n a s h a b ilid a d e s q u e p u e d e n tra n s m itir a su s p u p ilo s. La p ro g re-
■ sió n de las im á g e n e s d e la b a ra ja d e l ta ro t m u e s tra c la ra m e n te la e v o ­
lu c ió n q u e se p ro d u c e e n el h é ro e h a s ta a lc a n z a r el g ra d o d e m e n to r.
U n h é ro e e m p ie z a s ie n d o u n lo c o y en v a ria s e tap a s d e la a v e n tu ra
a scien d e a lo s ra n g o s d e m ag o , g u e rre ro , m e n sa je ro , c o n q u ista d o r,
I a m a n te , la d ró n , g o b e rn a n te , e rm ita ñ o y así su c e siv a m e n te . F in a l­
m e n te , el h é ro e se c o n v ie rte e n H ie ro fa n te , h a c e d o r d e m ila g ro s,
156 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

m e n to r y g u ía p a ra lo s d e m á s, cu y a e x p e rie n c ia e strib a e n h a b e r so ­
b re v iv id o a lo s m u c h o s a sa lto s d el v iaje d e l h éro e.

La influencia crítica

M u y a m e n u d o , la e n s e ñ a n z a , la in s tru c c ió n , el a d ie stra m ie n to y la
p u e s ta a p ru e b a s o n só lo e s ta d o s tra n s ito rio s d e l p ro g re so d el héroe,
fra g m e n to s d e u n p ro c e so m ay o r. E n m u c h a s h is to ria s y p e líc u la s el
a n c ia n o o la a n c ia n a sa b io s tra n s m ite n su in flu e n c ia al h é ro e . Pero
la b rev e a p a ric ió n d el m e n to r es c rítica p a ra q u e la h isto ria su p e re
lo s im p e d im e n to s d e l te m o r y la d u d a . Los m e n to re s p u e d e n ap are­
c e r ta n só lo d o s o tre s v eces a lo larg o d e u n rela to . G lin d a , la b ru ja
b u e n a d e l n o rte , só lo a p a re c e tre s v eces e n E l m a g o d e Oz'. 1) para
e n tre g a r las z a p a tilla s ro ja s a D o rita y u n c a m in o a m a rillo q u e seguir,
2 ) c u a n d o in te rv ie n e p a ra c u b rir las a d o rm id e ra s c o n n iev e b lan c a y
p u ra , y 3) p a ra c o n c e d e r s u d e se o d e v o lv e r a casa, c o n la in e stim a ­
b le a y u d a d e las z a p a tilla s m á g ic a s c o lo r ru b í. E n los tre s casos su
fu n c ió n c o n siste e n d e s tra b a r la h is to ria p ro p o rc io n a n d o ayuda,
c o n se jo u o b je to s m ág ico s.
L os m e n to re s b ro ta n re p e n tin a m e n te e n u n a v a rie d a d y c o n u n a
fre c u e n c ia s o rp re n d e n te s , p o rq u e s o n d e m u c h a u tilid a d p a ra los n a ­
rra d o re s d e h isto ria s. R eflejan la re a lid a d s e g ú n la c u a l to d o s d e b e ­
m o s a p re n d e r las le c c io n e s d e la v id a d e algo o d e a lg u ien . Ya sea e n ­
c a rn a d a e n u n a p e rs o n a , u n a tra d ic ió n o u n c ó d ig o é tico , la energía
d e este a rq u e tip o e stá p re s e n te e n casi to d a s las h is to ria s y su fin ali­
d a d c o n s is te en im p u ls a r lo s a c o n te c im ie n to s p o r m e d io d e d o n e s,
a lie n to , s a b id u ría o co n se jo s.

El mago de Oz

D o r ita , c o m o o tr o s m u c h o s h é r o e s , e n c u e n t r a en su c a m in o m e n ­
to res d e m a tic e s d iv e r s o s . A p r e n d e a l g o d e c a s i t o d a s la s p e r s o n a s
co n q u e s e e n c u e n tr a , d e m o d o q u e to d o s los p e r s o n a je s d e lo s q u e
a p r e n d e so n , en c ie r to , m o d o m en to res .
E l p r o f e s o r M a r v e l e s e l m e n t o r q u e le r e c u e r d a q u e e s a m a ­
d a , y la e n v ía en b u s c a d e su c a s a , t é r m in o m u c h o m á s a m p lio
q u e la m e r a a l u s i ó n a la g r a n j a en K a n s a s . D o r it a t ie n e q u e
a p r e n d e r a s e n t i r s e c o m o en c a s a e n su p r o p ia a l m a ; a s í p u e s ,
C U A R TA E TA P A : EL E N C U E N TR O CON EL M E N T O R 157

v o lv er p a ra e n fre n ta rs e a sus p ro b lem a s co n stitu y e u n p aso en


esa d irecció n .
Pero el tornado la arroja al m un do d e O z, don de D orita se to­
p a rá con G linda, la bru ja bu en a, su n ueva m en tora p a ra u na tie­
rra nueva. G lin d a la instruye en las extra ñ a s reglas d e O z, le e n ­
trega el regalo m ágico de las zapatillas rojas, y la d irig e p o r el
cam ino de baldosas a m arillas, el ca m in o dorado de los héroes;
proporciona a D orita un m odelo de co n du cta fem en in o d e c a rá c ­
ter positivo, qu e contrasta y eq u ilibra la negatividad d e la bru ja
malvada.
Las tres fig u ra s m ágica s qu e en cu en tra D orita en su cam ino
(un hom bre de paja, un hom bre de hojalata y un león qu e h abla ),
son aliados y m entores a un tiem po qu e le en señ a n leccion es sobre
el cerebro, el co ra zón y la valentía. C onstituyen tres m odelos dis­
tintos de en ergía m ascu lina qu e debe in co rp o ra r al p roceso de
construcción d e su propia p erson alid a d.
E l m ago m ism o es un mentor, qu e le en trega u na n ueva lla m a ­
da a la aventura, una m isión im posible qu e consiste en a p o d e ra r­
se del palo de la escoba de la bruja. Y reta a D orita a e n c a ra r su
m ayor tem or: la en ergía fe m e n in a hostil d e la bruja.
E n cierto sentido el p errito T o tó es tam bién un mentor. A l a c ­
tuar en tera m en te p o r instinto, se erig e en la intuición d e D orita,
que la introduce en la aventu ra y la ayuda a re g resa r d e ella.

El co n c e p to d el a rq u e tip o d el m e n to r p re s e n ta m ú ltip le s u so s p a ra
el escritor. A d e m á s d e o fre c e r u n a fu e rz a c a p a z d e p r o p u ls a r la h is ­
toria e in s u fla r al h é ro e la m o tiv a c ió n o el e q u ip o n e c e sa rio p a ra el
viaje, lo s m e n to re s p u e d e n a rtic u la r re la c io n e s trá g ic a s, p ro fu n d a s o
aun h u m o rístic a s . A lg u n as h is to ria s n o re q u ie re n u n p e rs o n a je es­
pecial d e d ic a d o e n ex c lu siv a al d e s e m p e ñ o d e las fu n c io n e s p ro p ia s
de este a rq u e tip o , si b ie n e n a lg ú n m o m e n to d e casi to d a s las h is to ­
rias alg u n a fu erza o p e rs o n a je a y u d a rá al h é ro e , p o rta n d o te m p o ra l­
mente la m á sc a ra d e l m e n to r.
C u a n d o lo s e s c rito re s se a ta s c a n p u e d e n r e c u r r ir a la a y u d a d e
m e n to re s, al ig u a l q u e h a c e n lo s h é ro e s . P u e d e n c o n s u lta r a p ro fe ­
sores d e e s c r itu r a o b u s c a r in s p ir a c ió n e n la s o b ra s d e lo s g ra n d e s
lite ra to s. Ig u a lm e n te p u e d e n a h o n d a r e n s u in te r io r h a s ta d a r c o n
!*s v e rd a d e ra s fu e n te s d e in s p ir a c ió n d e l y o , el lu g a r d o n d e h a b i­
ten las m u sa s . E l m e jo r c o n s e jo d e u n m e n to r p u e d e se r m u y sim -
158 EL VIA JE DEL ESC R ITO R

pie: re s p ira . P e rse v e ra . Lo e stá s h a c ie n d o b ie n . Lo tie n e s to d o p ara


m a n e ja r e sta s itu a c ió n , e n a lg ú n lu g a r d e tu in te rio r.
Los e sc rito re s d e b e ría n se r c o n sc ie n te s d e q u e ellos m ism o s son
e n b u e n a m e d id a m e n to re s d e su s le c to re s, c h a m a n e s q u e viajan a
o tro s m u n d o s d e d o n d e re g re sa n c o n h is to ria s p a ra sa n a r a su pue­
blo. C o m o lo s m e n to re s , n o s in s tru y e n p o r m e d io d e su s relato s y nos
o b se q u ia n c o n su e x p e rie n c ia , p a sió n , o b se rv a c ió n y e n tu sia sm o . Los
e scrito res, c o m o lo s c h a m a n e s y lo s m e n to re s , p re s e n ta n m etáforas
q u e p u e d e n s e rv ir d e g u ía a la g e n te p a ra g o b e rn a r su v ida, u n obse­
q u io p re c io so y u n a im p o rta n te re sp o n s a b ilid a d p a ra el escritor.
C o n m u c h a fre c u e n c ia , la en erg ía d e l a rq u e tip o d e l m e n to r hace
q u e el h é ro e v e n z a su s m ie d o s y se s itú e al filo d e la a v e n tu ra , en la
sig u ie n te e ta p a d e l v ia je d el h é ro e , e n el p r im e r u m b ra l.
CU A R TA ETA PA : EL E N C U E N TR O CON EL M E N TO R 159

■ cu es tio n a rio sobre el viaje

* - ! • ¿Q ué o q u ié n es el m e n to r e n A tr a cció n fa t a l? ¿Y e n P retty W om an?


e n E l silen c io d e los c o r d e r o s ?
f E r P ien se e n tres se rie s de te le v isió n d e larga d u ra c ió n . ¿H ay m e n to -
lU e s e n e sto s p ro g ra m a s? ¿Q u é fu n c io n e s d e s e m p e ñ a n e sto s p e rso n a -
Jfues?
§¡3. ¿H ay a lg ú n p e rs o n a je e n su h is to ria q u e sea u n m e n to r p ro p ia -
flm e n te d ic h o ? ¿Se c iñ e n lo s d e m á s p e rs o n a je s la m á sc a ra d e l m e n to r
H^en a lg ú n m o m e n to d e l relato ?
Si n o h a Y n in g u n o , ¿sería b e n e fic io so p a ra la h is to ria d e sa rro lla r
p e rso n a je c o n las c a ra c te rístic a s d e l m e n to r?
¿Q u é fu n c io n e s d e l m e n to r p u e d e n e n c o n tra rs e o d e sa rro lla rse e n
fifU h isto ria ? ¿A caso s u h é ro e n e c e s ita u n m e n to r?
¿Posee su h é ro e a lg ú n c ó d ig o é tic o in te r n o o u n m o d e lo d e co m -
,, (J>ortamiento? ¿T iene s u h é ro e c o n c ie n c ia ? ¿C ó m o se m a n ifie sta ?
t(>7. En b u sc a d el a r c a p erd id a (R a íd ers o f th e L ost A r k ) e In d ia n a J o n e s y
% l tem p lo m a ld ito p re s e n ta n u n h é ro e q u e a p a re n te m e n te carece d e u n
#nentor. E s cierto q u e a p re n d e co sas d e o tra s p e rs o n a s q u e se c ru z a n
jp n su c am in o , p e ro n o ex iste u n p e rs o n a je e sp e c ífic a m e n te d e d ic a d o
8 esta tarea. El tercer film d e la saga, In d ia n a J o n e s y la ú ltim a C r u z a d a
(In d ian a J o n e s a n d the L ast C r u sa d e ), in c o rp o ra al p e rso n a je d e l p a d re
¡de Indy, in te rp re ta d o p o r S ean C onnery. ¿Se tra ta d e u n m e n to r? ¿Son
m en to res to d o s los p ad res? ¿Lo s o n su s p ad res? E n su s h isto ria s, ¿qué
a ctitu d a d o p ta el h é ro e a n te la en erg ía d e l m e n to r?
Quinta etapa:
La travesía dei primer umbral
Tan só lo sigue el cam in o d e b ald o sas am arillas.
(D e El mago de Oz, g u ió n de N oel Langley,
F lo re n ce R yerson y E dgar A lian Wolf)

h o ra el h é ro e se e n c u e n tra e n el p reciso u m b ra l p o r el q u e se acce­


A d e al m u n d o d e la av e n tu ra , el m u n d o especial del seg u n d o acto. Ha
esc u c h a d o la llam ad a, se h a n ex p resad o las d u d a s y los m ied o s y se han
seren ad o , y se h a n llevado a cabo to d o s los p rep arativ o s necesarios.
Pero el m o v im ie n to real, la acció n m ás crítica del p rim e r acto, todavía
espera. La tra v e s ía d e l p r im e r u m b ra l su p o n e u n acto de v o lu n ta d con
el q u e el h é ro e se d isp o n e sin c e ra m e n te a e m p re n d e r la aventura.

L a c o lu m n a d e b u s c a d o r e s es a h o r a m á s e s c a s a . A lg u n o s h a n a b a n ­
d o n a d o , p e r o lo s p o c o s q u e q u e d a m o s es ta m o s listo s p a r a c r u z a r el
u m b r a l e in ic ia r re a lm e n te la a v en tu ra . L o s p r o b le m a s d e nuestra
trib u so n c la r o s y d e s e s p e r a d o s . A lg o d e b e h a c e r s e , ¡ a h o r a ! L istos o
n o, p a r tim o s d e n u estra a l d e a a g r a n d e s z a n c a d a s , d e ja n d o a tr á s to­
d a s n u estra s c o sa s. A m e d id a q u e n os a le ja m o s , sen tim o s el tirón de
e s o s h ilo s in v isib les q u e n os u n en a n u estros sere s q u er id o s. E s difí­
cil a le ja r s e d e to d o a q u e llo q u e c o n o c es, p e r o resp ira n d o h o n d o pro­
sig u es tu ca m in o , z a m b u llé n d o te en el a b is m o d e lo d e sco n o cid o .
N o s in te r n a m o s en u n a t ie r r a sin h o m b r e s , un m u n d o situ ad o
en tre m u n d o s, u n a z o n a d e p a s o q u e p u e d e s e r d e s o la d a y s o lita r ia
o, en o tro s lu g a res, re su rg ir a t e s t a d a d e v id a . S ien tes la p resen cia
d e o tro s seres, o t r a s fu e r z a s co n c u e r n o s o p e z u ñ a s a fila d o s , g u a r­
d ia n e s d e l c a m in o q u e c o n d u c e a l te s o r o q u e p r e ten d e s. P ero y a no
h a y v u e lta a tr á s , to d o s lo s a b e m o s . P a r a b ie n o p a r a m a l, la a v en ­
tu r a h a c o m e n z a d o .
Q U IN T A E TA P A : LA T R A V E S ÍA DEL P R IM E R U M B R A L 161

¿ a p ro x im a c ió n a l u m b ral

Típicam ente, lo s h é ro e s n o se lim ita n a a c e p ta r lo s c o n sejo s y lo s ob-


jcquios q u e les p ro p o rc io n a n su s m e n to re s p a ra e n se g u id a a d e n tra rse
31 la av en tu ra . A m e n u d o se re q u ie re d e a lg u n a fu erza e x te rn a q u e
¡am bie el c u rso o la in te n s id a d d e l relato y sirva p a ra q u e el p ro ta g o ­
nista fin alm en te se c o m p ro m e ta d e fo rm a d efin itiv a c o n la m ag n a e m ­
presa. Es eq u iv a le n te al llam ad o p u n to d e la t r a m a , pu n to d e in flex ión o
m om ento d ecisiv o de la e s tru c tu ra c o n v e n c io n a l de lo s la rg o m etrajes de
jres actos. U n v illa n o p u e d e m atar, h erir, a m e n a z a r o ra p ta r a alg u ie n
próxim o al h é ro e , u n a c irc u n sta n c ia d e te rm in a n te q u e a rrasa rá cu a l­
quier atisbo d e d u d a . El m a l tie m p o p u e d e fo rzar la z arp a d e u n b a r­
co, o p u e d e asig n ársele al h é ro e u n tie m p o d e te rm in a d o p ara c u m p lir
una m isión. El h é ro e ta m b ié n p u e d e q u e d a rse sin o p c io n es o d e sc u ­
b rir q u e d e b e to m a r u n a d e c isió n co m p licad a. A lg u n o s h é ro e s so n
arrastrados a la a v e n tu ra o e m p u ja d o s m á s allá d e l u m b ra l, sin q u e
tengan m ás re m e d io q u e c o m p ro m e te rse c o n el viaje. E n T h elm a y
bou ise, u n acto im p u lsiv o de L ouise (el asesin ato de u n h o m b re q u e
estaba a g red ie n d o a T h e lm a ), c o n stitu y e la a c c ió n q u e e m p u ja a a m ­
bas m u jeres m ás allá d el p rim e r u m b ra l, a rro já n d o la s a u n m u n d o
nuevo d o n d e s o n d o s p ro sc rita s y d e b e n h u ir d e la ley.
E n c o n tra m o s o tro claro e je m p lo d e u n acto e x te rn o im p u e s to e n
la cin ta d e H itc h c o c k titu la d a C on la m u erte en los ta lo n es. E l a rro ­
gante y e g ó la tra p u b lic is ta R oger T h o rn h ill, c o n fu n d id o c o n u n o sa ­
do a g en te se c re to , h a in te n ta d o p o r to d o s lo s m e d io s a su a lcan ce
€vitar re s p o n d e r a la lla m a d a d e la a v e n tu ra d u r a n te to d o el p rim e r
acto. Sólo u n a se sin a to p re c ip ita rá su c o m p ro m is o c o n el viaje. U n
h o m b re al q u e e stá c u e s tio n a n d o e n el ed ificio d e las N a c io n e s U n i­
das es a se sin a d o d e la n te d e v a rio s te stig o s, d e ta l s u e rte q u e to d o s
p iensan q u e R o g er es el h o m ic id a . A h o ra es v e rd a d e ra m e n te « u n
h o m b re e n fu g a» , q u e escap a ta n to d e la p o lic ía c o m o d e lo s a g e n te s
« nem igos, q u e n o se d e te n d r á n a n te n a d a h a s ta c o n s e g u ir a c a b a r c o n
SU v ida. A sí las cosas, el a se sin a to es el a c o n te c im ie n to e x te rn o q u e
p rovoca el c ru c e d e l p rim e r u m b ra l y el p a so al m u n d o esp ecial,
d o n d e la a p u e s ta s s o n m á s elev ad as.
Los a c o n te c im ie n to s in te rn o s p u e d e n a sim ism o p ro p ic ia r la trave ­
sía d el p rim e r u m b ra l. Los h é ro e s se a p ro x im a n a m o m e n to s d e c isi­
vos d o n d e su s p ro p ia s alm as e stá n e n ju e g o , d o n d e tie n e q u e d ecidir:
«¿Sigo c o n m i v id a tal c o m o h a sid o h a sta la fech a o lo arriesg o to d o
oti u n esfu erz o m a y ú sc u lo p o r c re c e r y c a m b ia r? » . E n G en te co r r ie n ­
te, la d e te rio ra d a v id a d e l jo v e n h é ro e C o n ra d le p re s io n a p a u la tin a ­
m e n te e in d u c e a to m a r u n a d e c isió n , p ese a su s m u c h o s tem ores y
fin a lm e n te acced e a v e r a u n te ra p e u ta a fin de e x p lo ra r y su p e ra r el
tra u m a de la m u e rte de su h e rm a n o .
M u y fre c u e n te m e n te u n a c o m b in a c ió n d e fa c to re s e x te rn o s y d e_
cisio n e s in te rn a s se c o n fa b u la p a ra c a ta p u lta r la h isto ria al segundo
acto. E n S u p erd etectiv e en H o lly w o o d , A xel F o ley p re se n c ia la brutal
e je c u c ió n d e u n am ig o d e la in fa n c ia a m a n o s d e u n o s sicario s, una
e sce n a q u e lo m o tiv a p a ra e n c o n tr a r al h o m b re q u e lo s h a co n trata­
do. P ero se rá p re c iso u n m o m e n to a isla d o d e d e c isió n p a ra que lo­
gre v e n c e r to d a re sis te n c ia y se c o m p ro m e ta fin a lm e n te c o n la aven­
tu ra . E n u n a b re v e e sc e n a e n la q u e s u je fe le a d v ie rte q u e está fuera
d e l caso , p o d e m o s v e r c ó m o to m a in te rn a m e n te la d e c isió n de igno­
ra r d ic h a a d v e rte n c ia e in te rn a rs e e n el m u n d o esp ecial, sea cual sea
el p recio .

Los guardianes del um bral

A l a p ro x im a rn o s al u m b ra l p o d e m o s to p a rn o s c o n seres q u e tratarán
a to d a c o sta de im p e d irn o s el p aso . S o n los lla m a d o s g u ard ian e s del
u m b ra l, u n a rq u e tip o m u y p o d e ro s o y s u m a m e n te útil. P u e d e n en­
tra r e n escen a p a ra im p e d ir el p a so y p o n e r a p ru e b a al h é ro e en cual­
q u ie r m o m e n to d e la h is to ria , a u n q u e tie n d e n a a g ru p a rse en torno a
las p u e rta s, los p o rta le s, las e n tra d a s y los a n g o sto s pasajes que tra­
d ic io n a lm e n te s u p o n e n el fra n q u e o d e u n u m b ra l. El c a p itá n de Axel
F oley en la p o lic ía de D e tro it, q u ie n co n firm eza le p ro h íb e toda par­
tic ip a c ió n e n la in v e stig a c ió n d e l a se sin a to , es u n a d e estas figuras.
Los g u ard ian es d e l u m b ra l c o n stitu y e n p a rte del en tre n am ie n to del
héroe. E n la m ito lo g ía griega, p o r ejem p lo , el p e rro c o n tres cabezas lla­
m ad o C a n c erb ero g u ard a la e n tra d a de los In fiernos, y so n m u ch o s los
h éro es q u e h a n te n id o q u e in g en iárselas p ara lib rarse de su s fauces. El
b a rq u e ro C aró n , viejo so m b río y feroz q u e c o n d u c e a las alm as hasta la
ribera o p u e sta de la lag u n a Estigia, n o es sin o o tro g u ard iá n del um bral
q u e debe ser ap acig u ad o co n el pago de u n óbolo.
A lc a n z a d o este in s ta n te d e la n a rra c ió n , la tarea d e los héroes a
m e n u d o c o n siste e n h a lla r el m o d o d e s o rte a r o s u p e ra r a esto s guar­
d ia n e s . M u c h a s v eces su a m e n a z a n o es m ás q u e u n a ilu sió n , y la so­
lu c ió n es, se n c illa m e n te , ig n o ra rlo s o s u p e ra rlo s c o n fe. O tro s guar'
d ia n e s d e l u m b ra l d e b e n se r a b s o rb id o s o b ie n su en e rg ía nociva y
h o stil d e b e ser reflejad a, p a ra q u e v u e lv a p o r d o n d e v in o . El truco
p o d ría se r m u y sim p le: re p a ra r e n q u e lo q u e p are ce se r u n obstácu-
m e n te e in d u c e a to m a r u n a d e c isió n , p e se a su s m u c h o s tem ores y
fin a lm e n te acced e a v e r a u n te ra p e u ta a fin d e e x p lo ra r y su p e ra r el
tra u m a d e la m u e rte d e su h e rm a n o .
M u y fre c u e n te m e n te u n a c o m b in a c ió n d e fa cto res e x te rn o s y
c isio n e s in te rn a s se c o n fa b u la p a ra c a ta p u lta r la h is to ria al segundo
acto . E n S u p erd etectiv e en H o lly w o o d , A xel F o le y p re se n c ia la brutal
eje c u c ió n d e u n am ig o d e la in fa n c ia a m a n o s d e u n o s sicario s, una
esc e n a q u e lo m o tiv a p a ra e n c o n tra r al h o m b re q u e lo s h a co n trata­
do. P ero se rá p re c iso u n m o m e n to a isla d o d e d e c isió n p a ra q u e lo­
gre v e n c e r to d a re siste n c ia y se c o m p ro m e ta fin a lm e n te c o n la aven­
tu ra . E n u n a b rev e e sc e n a e n la q u e s u je fe le a d v ie rte q u e está fuera
d e l caso , p o d e m o s v e r c ó m o to m a in te r n a m e n te la d e c isió n de igno­
ra r d ic h a a d v e rte n c ia e in te rn a rs e e n el m u n d o esp ecial, sea cual sea
el p re c io .

Los guardianes del umbral

Al a p ro x im a rn o s al u m b ra l p o d e m o s to p a m o s c o n seres q u e tratarán
a to d a c o sta d e im p e d im o s el p aso . S o n los lla m a d o s g u ard ian e s del
u m b ra l, u n a rq u e tip o m u y p o d e ro s o y s u m a m e n te útil. P u e d e n en­
tra r en escen a p a ra im p e d ir el p a so y p o n e r a p ru e b a al h é ro e en cual­
q u ie r m o m e n to d e la h is to ria , a u n q u e tie n d e n a a g ru p a rse e n torno a
las p u e rta s, los p o rta le s, las e n tra d a s y los a n g o sto s pasajes que tra­
d ic io n a lm e n te s u p o n e n el fra n q u e o d e u n u m b ra l. El c a p itá n de Axel
F oley en la p o licía de D e tro it, q u ie n c o n firm eza le p ro h íb e to d a par­
ticip a c ió n e n la in v e stig a c ió n d e l a se sin a to , es u n a d e estas figuras.
Los g u ard ian es d el u m b ra l c o n stitu y e n p a rte del en tren a m ien to del
héro e. E n la m ito lo g ía griega, p o r ejem plo, el p erro co n tres cabezas lla­
m a d o C a n c erb ero g u ard a la e n tra d a de los In fiernos, y so n m u ch o s los
h éro es q u e h a n ten id o q u e in g en iárselas p ara lib rarse de su s fauces. El
b arq u e ro C aró n , viejo so m b río y feroz q u e c o n d u c e a las alm as hasta la
ribera o p u e sta de la lag u n a Estigia, n o es sin o o tro g u a rd ián del um bral
q u e d eb e ser ap acig u ad o co n el pago de u n óbolo.
A lc a n z a d o este in s ta n te d e la n a rra c ió n , la tarea d e lo s héroes a
m e n u d o c o n s is te e n h a lla r el m o d o d e s o rte a r o s u p e ra r a esto s guar­
d ia n e s. M u c h a s v eces su a m e n a z a n o es m á s q u e u n a ilu sió n , y la so­
lu c ió n es, se n c illa m e n te , ig n o ra rlo s o s u p e ra rlo s c o n fe. O tro s guaf'
d ia n e s d el u m b ra l d e b e n se r a b s o rb id o s o b ie n su en erg ía nociva y
h o stil d e b e se r reflejad a, p a ra q u e v u e lv a p o r d o n d e v in o . El truco
p o d ría se r m u y sim p le: re p a ra r e n q u e lo q u e p a re c e se r u n obstácU-
Q U IN T A ETA PA : LA T R A V E S IA DEL P R IM E R U M B R A L 163

«bien p u e d e se r u n m e d io p a ra s u p e ra r el u m b ra l. A sí, lo s g u a rd ia -
del u m b ra l q u e p a re c e n se r e n e m ig o s p u e d e n c o n v e rtirse e n a lia ­
o s m u y v alio so s.
> E n o casio n es los g u a rd ia n e s q u e p ro te g e n el p rim e r u m b ra l sim p le
' llanam ente n e c e sita n se r re c o n o c id o s co m o tales. O c u p a n u n n ic h o
^ g c il , y n o sería c o rtés p o r n u e stra p a rte a trav esar su te rrito rio sin ha-
0 C u n re c o n o c im ie n to ex p reso de su p o d e r y d el im p o rta n te p ap el
|p ie d e se m p e ñ a n al d a r p ro te c c ió n a u n a p u e rta d e e n tra d a . Es co m o
tregar u n a p ro p in a al p o rte ro o p a g a r al a c o m o d a d o r d e u n cine.

& cru ce

Algunas v eces e ste p a so ú n ic a m e n te sig n ifica q u e h e m o s lleg ad o a la


jjpjntera q u e s e p a ra d o s m u n d o s . Es, p u e s , m o m e n to d e d a r el salto
# l o d e sc o n o c id o o, d e lo c o n tra rio , la a v e n tu ra n u n c a e m p e z a rá r e ­
límente.
., In c o n tab le s p e líc u la s ilu s tra n esta fro n te ra e n tre d o s m u n d o s p o r
medio de b a rre ra s físicas, tales co m o p u e rta s, arco s, p u e n te s , d e sie r­
tos, cañ o n es, m u ro s , p recip icio s, a c a n tila d o s, o c é a n o s o río s. E n m u ­
chos w estern s, los u m b ra le s e stá n c la ra m e n te d e lim ita d o s p o r el c r u ­
ce de u n río o u n a fro n tera. E n la a v e n tu ra G u n ga D in, lo s h é ro e s
tienen q u e sa lta r d e u n risco m u y elev ad o p a ra e sc a p a r de la h o rd a de
vociferantes c o rre lig io n a rio s q u e los p e rsig u e al final d el p rim e r acto.
Este salto los u n e a lo d e sc o n o c id o , así q u e la trav esía d e este u m b ra l
Simboliza su d is p o sic ió n a e x p lo ra r ju n to s el m u n d o e sp ecial d el se ­
gundo acto.
% En la a n tig ü e d a d d el sé p tim o arte, la tra n sic ió n e n tre el p rim e r y el
Segundo acto a m e n u d o se p o n ía d e m an ifiesto m e d ia n te u n breve
• fandido, u n o sc u re c im ie n to m o m e n tá n e o d e la p a n ta lla q u e in d ica b a
paso d e l tie m p o o el m o v im ie n to en el espacio. El fu n d id o era e q u i­
valente a la b ajad a d el te ló n en el teatro a fin de q u e los tra m o y istas
pudieran c am b ia r la escenografía y los acceso rio s p a ra crear u n n u ev o
fegar o m o stra r al e sp e c ta d o r q u e ha tra n s c u rrid o el tiem p o .
A c tu a lm e n te , es m ás c o m ú n q u e lo s e d ito re s r e c u rra n a u n co r-
a b ru p to q u e s e p a ra a m b o s a c to s. N o o b s ta n te , la a u d ie n c ia to d a -
'Wa e x p e rim e n ta rá u n n o to rio c a m b io en la e n e rg ía d e l re la to lle g a ­
dlo el m o m e n to d e la tra v e sía d e l u m b ra l. U n a c a n c ió n , u n a se ñ a l
M usical o u n c o n tra s te v is u a l d rá s tic o p u e d e n se r d e u tilid a d p a ra
^ v e r t i r al p ú b lic o d e la tra n s ic ió n q u e se e stá p r o d u c ie n d o . Q u iz á
acelere el ritm o d e lá h is to ria . La e n tra d a e n u n a n u e v a e s tr u c tu ­
164 EL VIAJE DEL E SCRITO R

ra o te rre n o p u e d e s e ñ a liz a r el c a m b io e n tre d o s m u n d o s . E n E l ^


d a n el g o lp e , el c ru c e a d o p ta la fo rm a d e l m o m e n to e n q u e las mu
je re s e n tr a n e n u n e sta d io d e b é is b o l d e las g ra n d e s ligas, que Sm
d u d a s u p o n e u n m a rc a d o c o n tra s te c o n lo s c a m p o s d o n d e están ha
b itu a d a s a ju g a r.
E l a u té n tic o c ru c e d el u m b ra l p u e d e s e r u n solo in sta n te , o pue­
d e p ro lo n g a rse y c o n s titu ir u n larg o p a sa je d e la h isto ria . Así, en
L a w ren c e d e A r a b ia (L a w r en c e o f A r a b ia ) la s v ic isitu d e s p o r las que
p a sa T. E. L aw ren ce al c ru z a r el Y un q u e d e l Sol, u n tra ic io n e ro tra­
m o d e l d e sie rto , c o n s titu y e u n a n o ta b le e la b o ra c ió n d e esta etapa
tra n s fo rm a d a e n u n a se c u e n c ia c o m p le ta .
La trav esía re q u ie re u n c ie rto v a lo r p o r p a rte d e l h éro e. Es una
s u e rte d e L oco e n la b a ra ja d e l ta ro t, c o n u n p ie so b re el abismo
sie m p re a p u n to d e p re c ip ita rs e a lo d e sc o n o c id o .
E ste v a lo r e sp e c ia l p u e d e s e r c o n s id e ra d o u n a c to d e fe. C om o al
a rro ja rs e d e sd e u n a v ió n e n p le n o v u e lo , el acto es irrev o cab le. Ya no
h a y v u e lta a trá s n i m o d o d e a rre p e n tirs e . El sa lto al vacío se hace en
v irtu d d e la fe, la c o n v ic c ió n y la c o n fia n z a e n q u e, de u n o u otro
m o d o , a te rriz a re m o s s a n o s y salvos.

El aterrizaje forzoso

Los h é ro e s n o sie m p re to m a n tie rra c o n su a v id a d . P u e d e n estrellar­


se c o n tra el o tro m u n d o , lite ra lm e n te o e n s e n tid o fig u ra d o . Ese sal­
to al v acío p u e d e tro c a rse e n u n a crisis de fe, e n caso d e q u e las ilu­
sio n e s ro m á n tic a s d e p o s ita d a s en el m u n d o esp ecial se hagan
p e d a z o s e n la p rim e ra to m a d e c o n ta c to . U n h é ro e m a g u lla d o puede
e rg u irse y p re g u n ta r: «¿E so es to d o ? » . El trá n s ito al m u n d o especial
p u e d e se r a g o ta d o r, d e s o rie n ta d o r y v e rd a d e ra m e n te fru stra n te .

El mago de Oz

U n a tr e m e n d a f u e r z a n a tu ra l s e le v a n ta p a r a a r r o ja r la v iolen ta­
m e n te a tra v és d el p r im e r u m b r a l. T rata d e r e g r e s a r a su c a s a , pero
el t o m a d o la d e s v ía p o r un m u n d o e s p e c ia l, d o n d e a p r e n d e r á que
s ig n ific a r e a lm e n te el h e c h o d e « v o lv er a c a s a » . E l a p e llid o de
D o rita , G a le , e s un j u e g o d e p a l a b r a s q u e la v in cu la co n la tor­
m en ta , pues en inglés sig n ifica «vend av al» . E n el le n g u a je si m bólL
Q U IN T A ETA PA : LA TR A V E S ÍA DEL P R IM E R U M B R A L 165

co , so n su s p r o p ia s e m o c io n e s q u e, a g ita d a s , h a n p r o v o c a d o e l c i­
clón . Su v ie ja id e a d e l hogar, la c a s a , q u e d a d is t o r s io n a d a p o r el
t o m a d o d e m a n e r a tal q u e es tr a n s p o r ta d a a u n a tie r r a le ja n a , d o n ­
d e p o d r á c o n s tr u ir u n a n u ev a e stru c tu ra d e la p e r s o n a lid a d .
A l p a s a r p o r la z o n a d e t r a n s ic ió n , D o r it a c o n t e m p la v is io n e s
fa m ili a r e s , p e r o en u n a s c ir c u n s ta n c ia s q u e le c a u s a n e x t r a ñ e z a .
L a s v a c a s v u e la n p o r e l a ir e , u n o s h o m b r e s b o g a n en un b o t e en
m e d io d e la t e m p e s ta d , y la s e ñ o r a G u lc h , m o n t a d a en su b i c i c l e ­
ta, s e c o n v ie r te en la b r u ja m a lv a d a . D o r it a n o tie n e en q u é a p o ­
y a r s e , a e x c e p c ió n d e T o tó , su s f i e l e s in stin to s.
L a c a s a s e d e r r u m b a c o n g r a n e s tr u e n d o . D o r it a e m e r g e s o ­
b r e s a lt a d a p a r a e n c o n t r a r s e co n un m u n d o m u y d is tin to a su
K a n s a s d e p r o c e d e n c ia , p o b la d o p o r h o m b r e c illo s y m u je r c ita s d e
c u e n to s d e h a d a s . Un m e n t o r a p a r e c e m á g ic a m e n t e c u a n d o en e s ­
c e n a G lin d a f l o t a d e n tr o d e u n a b u r b u ja tr a n s p a r e n te . G lin d a in s­
tr u ir á a D o r it a en la s e x t r a ñ a s m a n e r a s d e la n u e v a tie r r a , y s e ­
ñ a la r á q u e e l d e s p lo m e d e la c a s a d e D o r it a h a m a t a d o a u n a
b r u ja m a la . L a a n t ig u a p e r s o n a lid a d d e D o r it a s e h a h e c h o a ñ i ­
c o s c o n la e r r a d ic a c ió n d e su a n tig u a n o c ió n d e l hog ar.
G lin d a e n tr e g a lo s o b s e q u io s d el m e n to r : la s z a p a t illa s r o ja s y
u n a n u e v a d ir e c c ió n en su b ú sq u ed a . P a r a r e g r e s a r a c a s a D o r it a
p r im e r o tien e q u e v e r a l m a g o , es decir, e n t r a r en c o n t a c t o co n su
y o m á s e le v a d o . G lin d a le p r o p o r c io n a u n a s e n d a d e t e r m in a d a , el
c a m in o d e b a ld o s a s a m a r illa s , y la e n v ía a tr a v é s d e o tro u m b r a l,
a s a b ie n d a s d e q u e te n d r á q u e h a c e r am ig o s, e n fr e n ta r s e a e n e m i­
g o s y s e r p u e s ta a p r u e b a a n tes d e a l c a n z a r su o b je tiv o .

El p r im e r u m b r a l c o n s titu y e el m o m e n to d e c isiv o e n el q u e la
a v e n tu ra re a lm e n te c o m ie n z a , al fin a liz a r el p r im e r a c to . D e a c u e r ­
d o c o n u n a m e tá fo ra c o rp o ra tiv a m u y p o p u la r e n D isney, u n a h is ­
to ria es c o m o u n v u e lo e n a e ro p la n o : el p r im e r a c to c o in c id e c o n
lo s p ro c e s o s d e carg a, a b a s te c im ie n to d e c o m b u s tib le , d e s p la z a ­
m ie n to d e l a v ió n s o b re la p is ta y su a c e le ra c ió n e n la p is ta p r in c i­
p a l h a s ta el d e s p e g u e . E l p rim e r u m b ra l es el p re c is o in s ta n te en
q u e las ru e d a s se le v a n ta n d e la p ista y el a v ió n alza el v u e lo . Si
n u n c a h a v o la d o a n te s , ta rd a rá a lg ú n tie m p o e n a c o s tu m b ra r s e a
e s ta r e n el aire. D ic h o e sto , p ro c e d e re m o s a d e s c rib ir ese p ro c e s o
d e a d a p ta c ió n e n la s ig u ie n te fase del v ia je d e l h é ro e : la s p ru e b a s ,
lo s a lia d o s, lo s e n e m ig o s.
166 EL VIAJE DEL E SC R ITO R

Cuestionario sobre el viaje

1. ¿C u á l es el p rim e r u m b ra l d e C o w b o y s d e c iu d a d ? ¿Y d e R ain Man?


¿E n B a ila n d o co n lo b o s ? ¿ C ó m o sab e el p ú b lic o q u e h e m o s p asad o de
u n m u n d o a o tro ? ¿E n q u é h a v a ria d o la e n e rg ía d e la h isto ria?
2. ¿El h é ro e d e s u re la to e stá d is p u e s to a e m b a rc a rse e n la aventura?
¿E n q u é m e d id a afecta e sto a la tra v e sía d e l u m b ra l?
3. ¿H ay a lg u n a fu e rz a q u e g u a rd e el u m b ra l? ¿D e q u é m a n e ra difi­
c u lta el a c to d e fe y el s u b s ig u ie n te sa lto al a b ism o d e l héro e?
4. ¿ C ó m o se e n fre n ta el h é ro e c o n lo s g u a rd ia n e s d e l u m b ra l? ¿Qué
a p re n d e el h é ro e al tra s p a s a r el u m b ra l?
5. ¿C u á le s h a n s id o lo s u m b ra le s d e s u p ro p ia vida? ¿C ó m o los ex­
p e rim e n tó ? ¿E ra u s te d c o n s c ie n te e n to n c e s d e q u e e stab a cruzando
u n u m b r a l p a ra in te rn a rs e e n u n m u n d o esp ecial?
6 . Al tra s p a s a r u n u m b ra l, ¿ q u é o p c io n e s p ie rd e u n h éro e? ¿Acaso
esta s o p c io n e s n o e x p lo ra d a s v o lv e rá n m á s ta rd e p a ra a to rm e n ta r al
p ro ta g o n is ta ?
Sexta etapa: Las pruebas,
los aliados, los enemigos
Ve, aqu í tienes tres o cu atro buenos am igos, ¿por qué
entonces te bu scaste una tribu, si no hay n ad a m ás fu erte?
(D e Arma joven [Young G uns], g u ió n d e J o h n F u sco )

hora el h é ro e se in te rn a , c o n to d a s las c o n s e c u e n c ia s, e n el m is ­
A terioso y e x c ita n te m u n d o e sp ecial q u e J o s e p h C a m p b e ll calificó
como «un p a isa je o n íric o d e c u rio sa s fo rm a s, flu id a s y am b ig u a s,
donde te n d rá q u e so b re v iv ir a u n a serie d e p ru e b a s » . Se tra ta d e u n a
experiencia n u e v a y a m e n u d o a te rra d o ra q u e h a b rá de v iv ir el p r o ­
tagonista. Sin im p o rta r p o r c u á n ta s esc u e la s h a y a p a s a d o , es de n u e ­
vo un c o m p le to a d v e n e d iz o e n este e n to rn o d e sc o n o c id o .

N osotros lo s b u s c a d o r e s e s t a m o s s o b r e c o g id o s . E s t e n u e v o m u n -
do es m u y d is t in t o en r e l a c ió n c o n a q u é l d e d o n d e v e n im o s . N o
sólo el te r r e n o y su s h a b it a n t e s s o n d is t in to s , s in o q u e la s n o r -
nías que lo r ig e n s o n t a m b ié n m u y e x t r a ñ a s . S e v a l o r a n c o s a s
V, d istin ta s y t e n e m o s m u c h o q u e a p r e n d e r s o b r e la m o n e d a lo c a l,
dYIas costu m bres y e l le n g u a je . ¡ E x t r a ñ a s c r i a t u r a s a p a r e c e n a
4 >BUestro p a s o ! ¡ P ie n s a d e p r i s a ! ¡N o c o m a s e s o , p o d r í a s e r v e n e -
» b o so !

'%'j E x h a u s to s t r a s e l v ia je p o r e s e u m b r a l d e s o la d o , e l t ie m p o y
*| j e n e r g ía s e a g o t a n . R e c o r d a d q u e la g e n t e d e n u e s t r a tr ib u n a -
jy.tal c u e n ta c o n n o s o tr o s . B a s ta y a d e c o n t e m p la c io n e s , c o n c e n -
n u e s t r a a t e n c ió n en e l o b je t iv o . D e b e m o s ir a l e n c u e n t r o
ju e g o , lo s a lim e n t o s y la in fo r m a c ió n . A llí s e r á p u e s t a a
fucba n u e s t r a d e s t r e z a , y e s t a r e m o s u n p a s o m á s c e r c a d e lo
- e buscam os.
168 EL VIA JE DEL E SC R ITO R

El contraste «
i
Las p rim e ra s im p re s io n e s q u e recib e el p ú b lic o d el m u n d o especial '
d e b e rá n c o n tra s ta r fu e rte m e n te c o n el m u n d o o rd in a rio q u e ya co­
n o c e. P ie n se e n la p rim e ra v isió n q u e recib e E d d ie M u rp h y del m un­
d o e sp ecial e n Superdetective en Hollywood, q u e g e n e ra u n contraste
ta n d rá stic o c o n su e n to rn o a n te rio r e n la c iu d a d de D etro it. A un si
el h é ro e p e rm a n e c e físic a m e n te e n el m ism o lu g a r a lo largo de toda
la h isto ria , h a lla rá c a m b io s y m o v im ie n to s e n su e x p lo ra c ió n del nue­
vo te rrito rio e m o c io n a l. U n m u n d o esp ecial, a u n e n se n tid o figurado
p ro y e c ta s e n sa c io n e s d ife re n te s, ritm o s d is tin to s, p re se n ta priorida­
d e s y v a lo re s d is tin to s , y está reg id o p o r n o rm a s ta m b ié n d istintas. En
El padre de la novia ( F a th er of the B rid e ) o e n Adivina quién viene esta
noche (Guess W ho’s Corning to D inn er), si b ie n n o ex iste u n u m b ra l fí­
sico, sí e x iste u n a trav esía q u e n o s a d e n tra e n u n m u n d o especial con
n u e v a s c o n d ic io n e s.
C u a n d o u n s u b m a rin o n a v eg a b a jo el ag u a, c u a n d o u n tren par­
te d e S a in t L o u is o c u a n d o la n a v e E nterprise a b a n d o n a la T ierra, las
c o n d ic io n e s y las reg las d e su p e rv iv e n c ia c a m b ia n . Los cosas a me-
n u d o e n tr a ñ a n u n m a y o r p e lig ro y lo s e rro re s se p a g a n m u y caros. !
¡

Las pruebas

La fu n c ió n m á s im p o rta n te d e este p e río d o de a d a p ta c ió n y ajuste al


m u n d o e sp ecial es la p u e s ta a p ru e b a d e l h éro e. P o r con sig u ien te, los
n a rra d o re s d e h is to ria s e m p le a n esta fase p a ra p ro b a r al héroe, para ,
p la n te a rle u n a serie d e c o m p lic a c io n e s y re to s c o n c e b id o s para pre­
p a ra rlo p a ra las d ific u lta d e s m a y o re s q u e le a g u a rd a n m ás adelante.
J o s e p h C a m p b e ll ilu s tra e sta e ta p a re c u rrie n d o al cu en to de
P siq u is, q u ie n tie n e q u e s u p e ra r u n a se rie d e p ru e b a s an te s de recu­
p e ra r a C u p id o (E ro s), su a m o r p e rd id o . E ste re la to ha sido inter­
p re ta d o m a g is tra lm e n te p o r R o b e rt A. J o h n s o n e n su libro sobre la .
p sic o lo g ía fe m e n in a titu la d o She (Ella). V en u s, la celosa m adre de
C u p id o , p la n te a a P siq u is tre s p ru e b a s a p a re n te m e n te insuperables, ,
q u e ésta lo g ra rá p a s a r c o n la a y u d a de a lg u n o s seres co n los que se j
h a p o rta d o b ie n e n su p e rip lo . H a h e c h o a lg u n o s aliados.
C o n m u c h a fre c u e n c ia , las p ru e b a s p re s e n ta d a s al in iciarse el tcx
c e r a c to s o n o b s tá c u lo s d e d ifícil so lu c ió n , p e ro su g rad o de d iu c
ta d n o es m á x im o , o sea, n o s o n c u e s tio n e s de vid a o m u e rte c ^
lo s a c o n te c im ie n to s q u e h a b r á n d e d e s a rro lla rse m ás adelante.
S EX TA ETA PA : LAS P R U tB A b , L ú a h lim u u o , l w _
'a v e n tu ra fu e ra u n a p re n d iz a je u n iv e rs ita rio , el p rim e r a cto in c lu iría
u na serie d e e x á m e n e s d e acceso , m ie n tra s q u e la fase d e las p ru e b a s
del se g u n d o acto e sta ría c o m p u e s ta p o r u n a serie d e c o n tro le s p a r ­
ciales, id e a d o s c o n el p ro p ó s ito d e a fin a r las d e stre z a s d e l h é ro e en
d e te rm in a d a s áreas y p re p a ra rlo p a ra el e x a m e n se m e stra l m á s e x i­
gente y lo s fin ales c o n los q u e c o n c lu irá el c u rs o a c ad é m ico .
Las p ru e b a s p u e d e n s u p o n e r la c o n tin u a c ió n d e l a d ie s tra m ie n to
iniciado e im p a rtid o p o r el m e n to r. M u c h o s m e n to re s a c o m p a ñ a n al
héroe h a s ta e sta s a ltu ra s d e su a n d a d u ra , y les p ro p o rc io n a n c o n s e ­
jo p a ra lo s g ra n d e s d esafío s q u e se av ec in a n .
Las p ru e b a s p u e d e n e s ta r c o n s tru id a s e n la a rq u ite c tu ra m ism a o
en el p a isa je d e l m u n d o esp ecial. P o r lo g e n e ra l, e ste m u n d o está d o ­
m in ad o p o r u n v illa n o o u n a s o m b ra q u e se h a c u id a d o d e ro d e a rse
de tra m p a s, b a rric a d a s y o m n ím o d o s c o n tro le s. R esu lta m u y c o m ú n
que lo s h é ro e s s u fra n su s a se c h a n z a s y c a ig a n e n a lg u n a s d e estas
tram p as, o q u e d e n u n p a so e n falso, tra s ta b ille n y fin a lm e n te a c ti­
ven las a la rm a s d e s e g u rid a d d e la so m b ra . C ó m o e v ita r e stas tra m ­
pas fo rm a p a rte d e la p u e s ta a p ru e b a d e l h é ro e p ro ta g o n ista .

Aliados y enemigos

O tra d e las fu n c io n e s c a ra c te rís tic a s d e e sta e ta p a c o n s is te e n g ra n ­


je a rse a lia d o s y e n e m ig o s. Es m u y n a tu r a l q u e lo s h é ro e s re c ié n lle ­
g ad o s al m u n d o e sp e c ia l in v ie rta n a lg ú n tie m p o e n d ir im ir e n q u ié n
se p u e d e co n fiar, q u ié n les p u e d e p re s ta r v a lio so s se rv ic io s y q u ié n
no es d ig n o d e s u c o n fia n z a . T a m b ié n e sto es u n a s u e rte d e P ru e b a
con la q u e se e x a m in a la p e rs p ic a c ia y el b u e n ju ic io d el p ro ta g o ­
nista.

Los aliados

Los h é ro e s p u e d e n p e n e tra r en la fase d e las p ru e b a s e n b u s c a de in ­


fo rm a c ió n , y es m u y p o sib le q u e al sa lir d e ella lo h a g a n c o n n u e v a s
a m ista d e s o aliad o s. E n R a íces p ro fu n d a s, u n a frágil a so c ia c ió n e n tre
el p isto le ro S h an e (A lan L ad d ) y el g ra n je ro (Van H e flin ) se tr a n s ­
fo rm a e n u n a a m is ta d v e rd a d e ra tra s c o m p a rtir el calv ario q u e s u ­
p o n e el a lte rc a d o en el sa ló n , q u e a cab a d e s tro z a d o . C u a n d o e n el
film B a ila n d o con lo b o s J o h n D u n b a r c ru z a el u m b ra l y se in te rn a en
el m u n d o e sp ecial d e la fro n te ra , esta b le c e p a u la tin a m e n te a lian z as
170 EL VIAJE DEL E SCRITO R

c o n el s io u x O so p a te a d o r (G ra h a m G re e n e ) y c o n el lo b o al q u e Ua
m a calc e tin es.

Los compañeros

E n los w estern s su ele em p learse u n lig am en d u ra d e ro en tre el protago­


n ista y u n c o m p a ñ e ro o am igo, u n aliado q u e g en eralm en te cabalga
ju n to al h é ro e y le p re sta ap o y o en la av en tu ra. El L lanero Solitario tie­
n e a su am igo, el p iel roja T onto (o Toro, e n el m ercado latinoam erica­
n o ), el Z orro a su siervo B ernardo y C isco K id tiene a Pancho. E ncon­
tra m o s e m p a re ja m ien to s sim ilares e n tre el h é ro e y u n cam arada, tanto
e n la m ito lo g ía co m o en la literatu ra: S h erlo ck H olm es y el doctor
W atso n , d o n Q u ijo te y S an ch o P anza, el p rín c ip e H al y Falstaff o el hé­
roe su m e rio G ilg am esh y su salvaje c o m p a ñ e ro E n k id ú .
E n o casio n es esto s aliad o s leales al h é ro e p ro p o rc io n a n u n cierto
alivio o d e sah o g o cóm ico, ad em ás de ayuda. Los c o m p a ñ e ro s cóm icos,
in te rp re ta d o s p o r acto res especializados e n p apeles de perso n ajes ex­
tra ñ o s y ex cén trico s, co m o W alter B rennan, G abby H ays, F uzzy Knight
y Slim P ick en s, a p o rta n el h u m o r q u e les falta a lo s h éro es serios y for­
n id o s a q u ie n e s a c o m p añ an . E stas figuras g o zan de p len a libertad para
reb asar los lím ites q u e se p a ra n al m e n to r d el e m b a u ca d o r o el picaro,
a veces p a ra a c u d ir e n ay u d a d el h é ro e y a c tu a r com o su conciencia y
o tras p a ra m e te r la p ata, c o m e te r pifias cóm icas y h ac er diabluras.

Los equipos

La e ta p a d e las p ru e b a s ta m b ié n p u e d e se rv ir d e o p o rtu n id a d para la


frag u a d e u n e q u ip o . S on m u c h a s las h isto ria s q u e p re s e n ta n varios
h é ro e s o a u n h é ro e re sp a ld a d o p o r u n e q u ip o de p e rso n a je s dotados
c o n d e stre z a s o c u a lid a d e s especiales. Las p rim e ra s fases del segundo
acto p u e d e n e x p o n e r el p ro c e so d e re c lu ta m ie n to d e l e q u ip o o pro­
p o rc io n a r u n a o p o rtu n id a d p a ra q u e el e q u ip o h ag a p lan es > ensaye
u n a o p e ra c ió n difícil y arriesg ad a. Las p e líc u la s d e a v e n tu ra s cuya ac­
c ió n tra n s c u rre d u ra n te la II G u e rra M u n d ia l, co m o D o c e d el p atíbu ­
lo ( D irty D ozen ) y L a g ra n ev a sió n ( T h e G rea t E s c a p e ), m u e s tra n un
g ru p o de h é ro e s q u e c o n fo rm a u n e q u ip o in c o h e re n te y n o m u y co­
h e s io n a d o a n te s de a c o m e te r la em p re sa p rin c ip a l d e la h isto ria. En
esta e ta p a d e p ru e b a s el h é ro e tal vez se v ea ob lig ad o a forcejear con
su s riv ales p a ra ejercer el c o n tro l so b re el g ru p o . Las fortalezas, 1°
S E X TA E TA P A : LAS P R U E B A S , LOS A L IA D O S , LOS E N E M IG O S 171

j u n t o s flacos y las im p e rfe c c io n e s d e lo s c o m p o n e n te s d e l e q u ip o sa­


jen a re lu c ir d u ra n te esta fase.
E n el c o n te x to d e u n ro m a n c e , la e ta p a d e p ru e b a p o d ría co rres-
|) o n d e r s e c o n la o c a sió n d e la p rim e ra cita o c o n u n a v iv e n c ia c o m ­
p a r tid a d e u n a e x p e rie n c ia q u e d e riv a e n la c o n s tru c c ió n d e u n a re ­
la c i ó n , ta l c o m o el p a rtid o d e te n is e n tre D ia n e K e a to n y W o o d y
A lien e n A nnie Hall.

lo s enemigos

En e ste p e río d o , lo s h é ro e s p u e d e n ig u a lm e n te g ra n je a rse fero ces


enem igos, p u d ie n d o to p a rs e c o n la s o m b ra o su s e sb irro s. La a p a ri­
c ió n d el h é ro e e n el m u n d o e sp e c ia l p u e d e p o n e r e n g u a rd ia a la
s o m b ra y d e s e n c a d e n a r u n a se rie d e a c o n te c im ie n to s a m e n a z ad o re s.
La se c u e n c ia d e la c a n tin a e n La gu erra de las galaxias p la n te a u n
conflicto c o n el in n o b le v illa n o J a b b a el H u tt q u e c u lm in a e n la se ­
cuela El Im perio contraataca (T h e Em pire Strikes B ack).
E ntre los en em ig o s d el h é ro e cabe e n c o n tra r a los v illan o s y a n ta g o ­
nistas d e las h isto rias y su s secuaces. Los en em ig o s p u e d e n d e se m p e ­
ñar las fu n c io n e s p ro p ias de o tro s arq u e tip o s c o m o la so m b ra , el em ­
baucador, el g u a rd iá n del u m b ra l y, en alg u n a s ocasiones, el h eraldo.

El rival

Un tipo especial d e e n em ig o es el riv al, el c o m p e tid o r d el h éro e en


asu n to s de am or, d e p o rtiv o s, d e n e g o cio s o c u a lq u ie r o tra em p resa.
Por lo gen eral, el rival n o p re te n d e a n iq u ila r al h é ro e , sin o d e rro ta rlo
en la co m p e tic ió n . El la p e líc u la El último mohicano (T h e Last o f the
Mohicans ), el sarg en to m a y o r D u n c a n H ay w ard riv aliza c o n el héro e,
N ath an iel Poe, p o rq u e a m b o s d e se a n a la m ism a m u je r, C o ra M u n ro .
E l a rg u m e n to d e Luna de miel para tres (Honeymoon in Vegas) gira en
to rn o a u n a riv alid ad se m e ja n te estab lecid a e n tre el h é ro e in fo rtu n a d o
(N icholas C age) y su o p o n e n te en el ju e g o (Jam es C aan).

las nuevas reglas

El h é ro e y el p ú b lic o d e b e n a sim ila r r á p id a m e n te las n u e v a s reg las


flúe rig e n e n el m u n d o esp ecial. C u a n d o D o rita se in te rn a e n el
172 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

m u n d o e sp e c ia l d e O z, q u e d a e stu p e fa c ta al o ír la p r e g u n ta q u e le
h a c e G lin d a: «¿E res u n a b ru ja b u e n a o u n a b ru ja m a la?» . E n K ansas
el m u n d o o rd in a rio d e d o n d e p ro c e d e , só lo h a y b ru ja s m alas, pero
en el m u n d o e sp e c ia l d e O z las b ru ja s ta m b ié n p u e d e n se r b u e n a s, y
v o la r e n b u rb u ja s ro sa d a s e n lu g a r d e h a c e rlo e n esco b as. O tra p ru e ­
b a q u e d e b e rá s u p e ra r el h é ro e es la a d a p ta c ió n al m e d io y las n u e­
vas n o rm a s q u e im p e ra n e n el m u n d o especial.
L leg ad o s a esta fase, e n u n w estern p o d ría n im p o n e rse d ete rm in a ­
d a s c o n d ic io n e s a lo s fo ra ste ro s q u e e n tra n e n u n p u e b lo o en u n bar.
E n la c in ta Sin p erd ó n , e n el te rrito rio d e l s h e r iff n a d ie p u e d e portar
arm as. U n a re stric c ió n q u e p o d ría a c a rre a r a lg u n o s p ro b le m a s al pro­
ta g o n ista . U n h é ro e p u e d e e n tra r e n u n b a r y d e s c u b rir q u e el pueblo
e n te ro está p o la riz a d o e n d o s facciones: los g a n a d e ro s c o n tra los
g ra n je ro s, lo s E a rp c o n tra los C la n to n , los c a z a rre c o m p e n sa s contra
el s h e r iff y así su c e siv a m e n te . E n esa o lla a p re sió n q u e es cualquier
sa ló n d e l le ja n o O este, la g e n te se o b serv a y to m a la m e d id a para lue­
go p o n e rs e d e u n o u o tro la d o a n te la c o n fro n ta c ió n q u e se avecina.
La esc e n a d e la c a n tin a e n L a g u e r r a d e la s g a la x ia s recrea las im áge­
n e s q u e to d o s c o n o c e m o s d e los sa lo n e s d e l O este, e n te n d id o s com o
lu g a re s d e re c o n o c im ie n to , d o n d e se e sta b le c e n d esafíos, alianzas y se
a p re n d e n las n u e v a s reglas.

Tabernas y bares

¿P or q u é so n ta n to s lo s h é ro e s q u e p a sa n p o r bares, salo n es y taber­


n as c u a n d o a lc a n z a n este m o m e n to de u n a h isto ria? La re sp u e sta debe
b u sc a rse e n la m e tá fo ra d e la caza q u e e n c ie rra el viaje del héroe. Tras
a b a n d o n a r el m u n d o o rd in a rio d e la cueva, la g u arid a o el p u eb lo , es
m u y n o rm a l q u e los cazad o res se d irija n a u n lu g ar d e recreo, u n a ta­
b e rn a , en b u sc a de a lg ú n d iv e rtim e n to . Los p re d a d o re s su elen seguir
las h u e lla s q u e d e ja n lo s an im a le s e n el lo d o c u a n d o b a ja n al río para
beber. D e este m o d o , la ta b e rn a es el lu g a r d e re u n ió n h ab itu al, así
co m o u n m ag n ífico p u n to d o n d e o b serv ar y recab ar in fo rm ac ió n . No
es, p u e s, c asu alid ad q u e a lg u n o s se refieran a estos lu g ares de reu n ió n
y esp a rc im ie n to co n el ap elativ o jo c o so d e ab rev a d ero s.
La travesía d el p rim e r u m b ra l p u e d e ser larga, árida y solitaria, ra­
z ó n p o r la cu al los b ares s o n lugares n a tu ra le s p a ra re c u p e ra r b río s, en ­
terarse de alg u n o s ch ism es, h acer am igos y en fren tarse a los enem igos.
T am b ién n o s p e rm ite n e x a m in a r las reaccio n es d e o tro s c u a n d o están
bajo p resió n , allí d o n d e se revela el v erd ad ero carácter de u n persona-
S EX TA ETA PA : LAS P R U E B A S , LOS A L IA U U 5, l ú a c n c m iu u o

1» Hl c o m p o rta m ie n to d e S hane e n u n a p elea de b a r c o n v en ce al g ra n ­


a d o p a ra co n v ertirse e n su aliad o y h a c e r fren te a lo s feroces ganade-
Lpg. E n los ten so s en fre n ta m ien to s q u e tie n e n lu g a r e n las tab ern as y
¡¡os bares d e La g u a r a de las g alaxias, L uke S kyw alker ve a lg u n o s d es­
pedios d el p o d e r esp iritu al q u e p o see O bi W an K en o b i y de la m en tali-
!d a d g an ad o ra de H an Solo. El b ar p u e d e ser u n m ic ro c o sm o s del m u n -
l á o especial, u n lu g a r p o r d o n d e es n ecesario pasar, tard e o te m p ra n o ,
*eom o el saló n de El ju ez de la horca ( The Life and Times of Ju d g e Roy
gean )- Todos vienen al Rick’s Café reza el títu lo de la o b ra teatral en la
{jue se basa la p elícu la Casablanca.
i Los b a re s ta m b ié n a c o g e n o tra s m u c h a s a c tiv id a d e s, e n tre las q u e
$gbe d e sta c a r la m ú sic a , el c o q u e te o , la s e d u c c ió n y el ju e g o . E sta
(ase de u n re la to , c o n in d e p e n d e n c ia d e si tra n s c u rre o n o e n u n bar,
es siem p re u n b u e n m o m e n to p a ra in s e rta r u n a s e c u e n c ia o n ú m e ro
m usical q u e a n u n c ie cu ál es la a tm ó sfe ra re in a n te e n el m u n d o es-
. pecial. U n c lu b n o c tu r n o b ie n p u e d e fa v o re c er la p re s e n ta c ió n d e a l­
gún in te ré s a m o ro so , tal c o m o ilu s tra la se n s a c io n a l c a n c ió n de
amor n o c o rre s p o n d id o q u e in te rp re ta Je ssic a R a b b it e n Quién en ga ­
ñó a Roger Rabbit (W ho F ram ed R oger Rabbit ). La m ú sic a p u e d e asi­
m ism o e x p re sa r las d u a lid a d e s q u e se d a n e n el m u n d o esp ecial.
Llegados a e sta e ta p a e n la p e líc u la Casablanca, las p o la rid a d e s se
ponen d e m a n ifie sto p o r m e d io d e u n d u e lo m u s ic a l e n tre la a p a sio ­
nada M arsellesa e n to n a d a p o r lo s p a trio ta s fra n c e se s y la b r u ta l
Deutschland u ber Alies q u e c a n ta n lo n azis.
E n lo s so lita rio s p u e s to s a v a n z a d o s d e la a v e n tu ra , lo s sa lo n e s o
su eq u iv a le n te , tal vez se a n el ú n ic o lu g a r d o n d e p u e d a p la n te a rs e
una in trig a sex u al. Las c a n tin a s y los b a re s c o n s titu y e n el te rre n o
ideal p ara el c o q u e te o , la se d u c c ió n , la p r o s titu c ió n y el ro m a n c e . U n
héroe p u e d e in ic ia r u n a re la c ió n a m o ro sa e n u n b a r c o n el p r o p ó s i­
to de o b te n e r a lg u n a in fo rm a c ió n , d e s u e rte q u e c a su a lm e n te haga
un aliad o o co n sig a u n a m a n te .
Las a p u e s ta s y los sa lo n e s s o n c o m p a ñ e ro s in se p a ra b le s, sie n d o
así q u e lo s ju e g o s de a zar s o n u n a c a ra c te rístic a de lo m á s n a tu r a l en
^ t a e ta p a d e p u e s ta a p ru e b a . Los h é ro e s tal vez d e se e n c o n s u lta r al
oráculo p a ra así a v e rig u a r si les so n re irá la fo rtu n a . A n sia n c o n o c e r
los e n tre sijo s d e la ru e d a d e la fo rtu n a , y a v e rig u a r c ó m o p u e d e n
P e rsu ad irla p a ra q u e la s u e rte se p o n g a d e su lad o . E n el ju e g o p u e ­
den su b irse las a p u e s ta s o p u e d e n p e rd e rs e g ra n d e s fo rtu n a s. E n el
Poem a ép ico h in d ú M ahabharata, las d e sa v e n e n c ia s d e u n a fam ilia
ú n itaria s o n im p u ls a d a s p o r u n e q u ip a ra b le ju e g o d e a z a r e n tre d o s
facciones de h e rm a n o s . (L os m a lo s h a c e n tra m p a .)
174 EL VIAJE DEL E SCRITO R

El mago de Oz

D e s d e lu e g o n o to d o s lo s h é r o e s a c u d e n a t a b e r n a s y b a r e s en esta
e t a p a d e l v ia je . D o r it a e n c u e n tr a su s p r u e b a s , su s a lia d o s y en e­
m ig o s a lo la r g o d e l c a m in o d e b a ld o s a s a m a r illa s . C o m o Psiquis
o lo s p r o ta g o n is t a s d e m u c h o s c u en to s p o p u la r e s y d e h a d a s , es su­
f ic ie n t e m e n t e s a b i a p a r a p e r c a t a r s e d e q u e c u a lq u ie r s o lic itu d de
a y u d a a lo la r g o d el c a m in o d e b e s e r h o n r a d a , co n e l c o ra z ó n
a b ie r to . A sí p u es, s e g a n a la le a lt a d d e l E s p a n t a p á ja r o s tra s b a ­
ja r lo d e l p o s t e a l q u e e s t a b a s u je to y e n s e ñ a r le a ca m in a r
E n treta n to , d e s c u b r e q u e su e n e m ig a , la b r u ja m a lv a d a , la a c e c h a
en to d o s lo s r e c o d o s d e su p e r ip lo y a g u a r d a u n a o p o r t u n id a d p a r a
a t a c a r la . L a b r u ja p e r s u a d e a u n o s m a n z a n o s g r u ñ o n e s p a r a que
s e en e m is te n c o n D o r it a y e l E s p a n t a p á ja r o s . E s te ú ltim o d em u es­
t r a su s m é r ito s p a r a p e rte n e c e r a i equipo b u r la n d o co n su astucia
a lo s á r b o le s . L o s in d u c e a t ir a r su s m a n z a n a s q u e, p o r d e s c o n ta ­
d o, é l y D o r it a r e c o g e n p a r a c o m é r s e la s .
D o r it a s e g a n a e l a fe c t o d e u n s eg u n d o a lia d o , el H o m b r e d e h o ­
j a l a t a , c o m o r e s u lta d o d e e n g r a s a r su s a r t ic u la c io n e s y escu ch a r
co n in te rés y s im p a t ía la triste h is t o r ia a c e r c a d e su f a l t a d e c o r a ­
z ó n . E s en to n c e s c u a n d o la b r u ja a p a r e c e d e n u ev o , m o s tr a n d o su
a n im a d v e r s ió n h a c i a D o r it a y su s a lia d o s , a q u ie n e s a r r o ja v io len ­
t a m e n te u n a b o l a d e fu e g o .
E n d e fe n s a d e su p e r r o T otó, D o r it a r e s p o n d e a la s b r a v a ta s del
L e ó n c o b a r d e , u n e n e m ig o en p o t e n c ia o u n g u a r d iá n d e l u m bral, y
t e r m in a p o r c o n v e r t ir lo en su a lia d o .
Los fr e n t e s e s tá n c la r a m e n t e d e fin id o s . D o r it a h a ap r en d id o
c u á le s so n la s r e g la s q u e rig en en e l m u n d o e s p e c ia l y h a s u p e r a ­
d o n o p o c a s p r u e b a s . P r o te g id a p o r su s a lia d o s y en g u a r d ia con ­
tr a su s e n e m ig o s d e c la r a d o s , e s t á y a lis ta p a r a a c e r c a r s e a la fu e n ­
te d e p o d e r p r in c ip a l d e la t ie r r a d e O z.

La fase d e p ru e b a s , a lia d o s y e n e m ig o s es de g ra n u tilid a d p a ra in­


s e rta r esc e n a s e n las q u e los p e rso n a je s se e n c u e n tra n y «se conocen
m u tu a m e n te » , to d a vez q u e el p ú b lic o ta m b ié n se fo rm a u n a idea
m á s clara so b re su s a c titu d e s y ra sg o s m ás ca ra c terístic o s. E sta eta­
p a p e rm ite ta m b ié n q u e el h é ro e a c u m u le p o d e r y re ca b e in fo rm a­
c ió n e n p re p a ra c ió n p a ra la s ig u ie n te fase: la a p ro x im a c ió n a la ca­
v e rn a m á s p ro fu n d a .
S E X TA E TA PA : LAS P R U E B A S , LOS A L IA D O S , LOS E N E M IG O S 175

Cuestionario sobre el viaje

H . ¿C uál es la fase d e p u e s ta a p ru e b a e n S ister Act, u n a monja de cui­


do? ¿Y e n Ellas dan el golpe ? ¿E n Bíg? ¿ P o r q u é m o tiv o los h é ro e s
ie n e n q u e s u p e r a r u n p e río d o q u e lo s p o n e a p ru e b a ? Y tra s m i­
arse el s e g u n d o acto , ¿ p o r q u é n o se d irig e n s e n c illa m e n te e n p o s
t i h e c h o cru cial?
I, ¿E n q u é d ifiere el m u n d o esp ecial de su h is to ria d e l m u n d o o rd i-
ario? ¿C ó m o p o d ría a c e n tu a r el c o n tra ste ?
B& ¿De m a n e ra su h é ro e es p u e s to a p ru e b a , y c u á n d o h a ce ene-
Égligos o aliad o s? Tenga m u y p re s e n te q u e n o e x iste u n a m a n e ra «co-
ecta» d e aliarse. L as n e c e s id a d e s d e la h is to ria p u e d e n d ic ta r c u á n -
i se ru b r ic a n las alian zas.
¿Acaso h a y h é ro e s so lita rio s q u e c a re c e n d e aliad o s?
¿Es su h é ro e u n p e rs o n a je a isla d o o se tra ta d e u n g ru p o c o m o u n
elotón, u n a trip u la c ió n , u n a fam ilia o u n a b a n d a ? Si la su y a es u n a
!» o b ra co ral» c o m o , p o r e je m p lo , El club de los cinco (T h e Breakfast
iC lub) o Reencuentro (T h e Big C hill ), ¿en q u é m o m e n to d el re la to el
| e q u ip o se tra n s fo rm a e n u n g ru p o c o h e re n te ?
™. ¿C óm o re a c c io n a s u h é ro e al in te rn a rs e e n el m u n d o esp ecial, c o n
M G as e x tra ñ a s n o rm a s y su s d e s c o n o c id o s m o ra d o re s?
Séptima etapa: La aproximación
a la caverna más profunda
(E l L eón c o b ard e): Sólo hay u n a cosa más
q u e m e gustaría que hicierais, amigos,
(E l H o m b r e d e h o j a l a t a , e l E s p a n t a p á j a r o s ) : ¿De qué se trata?

(E l L e ó n c o b a r d e ) : ¡C onvencedm e de que no lo haga!


( D e El m a go de O j )

n a vez a c o stu m b ra d o s a las p ecu liarid ad es d el m u n d o especial, los


U h é ro e s p ro c e d e n en p o s de su centro. P asan a u n a reg ió n in term e­
dia u b icad a en tre la fro n tera y el m eo llo d el llam ad o viaje del héroe. En
su cam in o atrav iesan o tra z o n a m isterio sa q u e tiene su s p ro p io s guar­
dian es del u m b ra l, su s itin e ra rio s y su s p ru eb as. E stam os en la apro­
x im a c ió n a la c a v e rn a m á s p ro fu n d a , d o n d e e n c o n tra rá n prodigios y
terro res su p rem o s. Es m o m e n to d e realizar los ú ltim o s preparativos
p a ra el vía cru cis de la av en tu ra. E n este in sta n te , los h éroes so n como
m o n ta ñ e ro s q u e h a n alcan zad o el c a m p a m e n to base tras su p e ra r varias
p ru e b as, y están a p u n to de e m p re n d e r el asalto final a la cum bre.

N u estro g r u p o d e b u s c a d o r e s a b a n d o n a e l o a s is situ a d o a l j i l o d e un
m und o nuevo, r e fr e s c a d o s y a r m a d o s co n u n m a y o r co n o cim ie n to
s o b r e la n a t u r a le z a y los h á b ito s d e la tan d e s e a d a reco m p en sa.
E stam o s listos p a r a p r o s e g u ir h a s ta el c o r a z ó n d el nuevo m u n d o ,
d o n d e n u estro s m a y o r e s m ie d o s g u a rd a n los teso r o s m á s v a lio s o s.
M ir a d en d e r r e d o r a v u estr o s c a m a r a d a s b u s c a d o r e s . Ya h em o s
c a m b ia d o v e s t a m o s d e s a r r o lla n d o n u ev a s c u a lid a d e s . ¿ Q u ién es
a h o r a n u estro líd e r ? A lg u n o s in a d a p t a d o s p a r a la v id a en el m u n ­
d o o r d in a r io e s tá n m e d r a n d o . O tros q u e p a r e c ía n id ó n e o s p a r a la
a v e n t u r a resu lta n s e r lo s m e n o s c a p a c e s . U n a n u ev a p e r c e p c ió n de
n o s o tr o s m is m o s y d e lo s d e m á s s e e s t á fo r m a n d o . B a s á n d o o s en
S É P T IM A ETA PA : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V E R N A M A S P R O FU N D A 177

I, esta n ueva co n cien cia, a h o ra podéis h a c er p la nes y d irigiros ha-


f cia aquello qu e deseáis o b ten er del m un do especial. M uy pronto
1 estaréis listos p a ra en tra r en la ca v ern a m ás profunda.

funciones de la aproxim ación

E n Ia5 h is to ria s m o d e rn a s , c ie rta s fu n c io n e s e sp e c ia le s se in s e rta n


n a tu ra lm e n te e n e sta z o n a d e a p ro x im a c ió n . C u a n d o los h é ro e s se
acercan a las p u e r ta s d e u n a c iu d a d e la situ a d a e n lo m á s h o n d o del
mundo esp ecial, p u e d e n to m a rse a lg ú n tie m p o p a ra h a c e r p la n e s, re ­
conocer al e n e m ig o , re o rg a n iz a r o d iv id ir el g ru p o , p e rtre c h a rs e , fo r­
tificarse y a rm a rse , y e c h a r a lg u n a s risa s y fu m a rs e el ú ltim o c ig a rri­
llo a n te s d e in te rn a rs e e n ese te rrito rio ig n o to . U n e s tu d ia n te se
prepara p a ra el e x a m e n trim e s tra l. E l c a z a d o r a c e c h a a la p re sa h a s ­
ta su g u arid a . Los a v e n tu re ro s se fu n d e n en u n a esc e n a d e a m o r a n ­
tes d e a c o m e te r el h e c h o c ru c ia l d e l la rg o m e tra je .

El cortejo

La a p ro x im a c ió n p u e d e c o n s titu ir u n te rre n o a b o n a d o p a ra q u e te n ­
gan lu g a r so fistic a d o s ritu a le s d e g a la n te o . A q u í p u e d e d e sa rro lla rse
un id ilio am o ro so , u n ie n d o al h é ro e y a s u se r a m a d o a n te s d e q u e
se e n fre n te n al m a y o r p e lig ro d e to d a la a v e n tu ra . Con la m uerte en
los talones n o s p re s e n ta a u n C ary G ra n t q u e e n su h u id a d e la p o li­
cía y lo s esp ía s e n e m ig o s c o n o c e a u n a h e rm o s a m u je r e n u n tre n
(Eva M arie S ain t). Ig n o ra q u e ella tra b a ja p a ra los e sp ía s m alo s y q u e
se le h a e n c o m e n d a d o la m is ió n d e a tra e rlo h a c ia u n a tra m p a . Sin
em bargo, el ju e g o d e s e d u c c ió n fracasa y se e n a m o ra p e rd id a m e n te
de él. P o s te rio rm e n te , g racias a la e sc e n a d e la u n ió n , ella se c o n ­
vierte e n su aliad o .

La aproximación audaz

A lgunos h éro es o sad o s av a n z a n c o n g ra n d e s z a n c a d as en d ire c c ió n a


la p u e rta d el castillo y ex ig en q u e se les p e rm ita la e n trad a. Los h é ro ­
es c o m p ro m e tid o s y se g u ro s d e sí o p ta rá n p o r esta a p ro x im a ció n . A xel
Foley e n Superdetective en Hollywood se estrella e n el feudo de su e n e ­
178 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

m ig o v arias veces d u ra n te la fase d e a p ro x im a c ió n , ab rié n d o se paso


en tre los g u a rd ia n e s d el u m b ra l y a la rd e a n d o de su in te n c ió n de des­
estab ilizar el m u n d o d e su o p o n e n te . E n G u n g a D in, C ary G ra n t m ar­
ch a c a m in o de la cav ern a m á s p ro fu n d a d e su s a n tag o n ista s, u n a sar­
ta d e asesin o s, e n to n a n d o u n a c a n c ió n ing lesa de b o rra c h e ra a pleno
p u lm ó n . Su au d a z a p ro x im a c ió n n o es p u ra arro g an cia, a n te s b ien re­
p re se n ta u n e scan d alo so esp e c tá c u lo c o n el q u e g a n ar tiem p o para su
am igo G u n g a D in , c o n la in te n c ió n de escab u llirse y p o d e r así llam ar
al ejército b ritá n ic o . D e u n m o d o v e rd a d e ra m e n te h ero ico el perso n a­
je de G ra n t se sacrifica y tie n ta a la m u e rte p o r el b ie n d el grupo.
La a p ro x im a c ió n d e l p e rs o n a je q u e e n c a rn a C lin t E astw o o d en
Sin p erd ó n n o es ta n a rro g a n te c o m o ig n o ra n te . C abalga p o r la ca­
v e rn a m á s p ro fu n d a d e l p u e b lo d u r a n te u n a to rm e n ta , y n o puede
v e r la se ñ a l q u e p ro h íb e p o r ta r a rm a s d e fuego. E sto le acarrea un
a u té n tic o calv ario , u n a in c re íb le p a liz a d e l s h e r iff (G e n e H ackm an)
q u e casi a cab a c o n s u vida.

La preparación para la odisea

La a p ro x im a c ió n p u e d e se r u n tie m p o a d e c u a d o p a ra el rec o n o ci­


m ie n to y la o b te n c ió n d e in fo rm a c ió n , o u n tie m p o p a ra v estirse y
a rm a rs e a n te s d e e n fre n ta rs e a la a v e n tu ra . Los p isto le ro s c o m p ru e ­
b a n el fu n c io n a m ie n to d e su s a rm a s y lo s to re ro s v iste n c u id a d o sa­
m e n te su s tra je s d e lu ces.

El mago de Oz

E l m a g o d e O z d is p o n e d e u n a a p ro x im a c ió n ta n e x c e p c io n alm e n te
d e s a rro lla d a q u e la e m p le a re m o s e n e ste c a p ítu lo p a ra a rro ja r algu­
n a lu z so b re las fu n c io n e s d e esta etap a.

Los obstáculos

Tras re c lu ta r a lg u n o s a lia d o s e n la e ta p a de p u e sta a p ru e b a , D orita


y su s am ig o s a b a n d o n a n el b o s q u e e n la fro n te ra d e O z, y d e in m e ­
d ia to a tis b a n la re lu c ie n te C iu d a d E sm e ra ld a d e su s su e ñ o s. Se ap ro ­
x im a n a ella c o n jú b ilo , p e ro a n te s d e a lc a n z ar su d e s tin o se enfren-
S É P T IM A ETA PA : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V E R N A M Á S P R O FU N D A 179

la n a u n a serie d e re to s y o b s tá c u lo s q u e lo s c o h e s io n a rá n c o m o g r u ­
po y p re p a ra rá n p a ra el tra n c e a v id a o m u e rte q u e se av ecin a.

Cuidado con las ilusiones

E n p rim e r lu g ar, c a e n p re s a d e u n p r o f u n d o s u e ñ o in d u c id o p o r u n
cam po d e a d o rm id e ra s se m b ra d o p o r la m a g ia d e la b ru ja m a lv a d a ,
y re c u p e ra n la c o n c ie n c ia g ra c ia s a u n m a n to d e n iev e , c o rte sía de
'la b u e n a d e G lin d a . El m e n sa je p a ra el h é ro e es c la ro y m a n ifie sto :
N o te d e je s s e d u c ir p o r la s ilu s io n e s y lo s a ro m a s, p e rm a n e c e a le r­
ta, n o te d u e r m a s e n el c a m in o .

Los guardianes del umbral

D orita y su s am ig o s lleg an a la C iu d a d ú n ic a m e n te p a ra d e sc u b rir q u e


u n ru d o ce n tin e la , u n p erfecto g u a rd iá n d e l u m b ra l (q u e se p arece
so sp e ch o sa m e n te al p ro fe so r M arvel d e l p rim e r a c to ), les im p id e el
paso. Es u n a figura satírica, u n a im a g e n h ip e rb ó lic a d e u n b u ró c ra ta ,
cuyo trab ajo c o n siste e n im p o n e r ciertas reg las e stú p id a s y c a ren tes de
sentido. D o rita se id en tifica co m o la p e rs o n a q u e h a d e sp lo m a d o la
casa so b re la b ru ja m alv ad a d el E ste, y tien e las zap atillas ro jas p a ra
probarlo. C o n ello se g a n a el re sp e to d el c e n tin e la , q u ie n ip so J a c t o los
adm ite d ic ie n d o «¡Bien, eso es u n caballo d e d istin to color!».
H e a q u í el m e n sa je : la e x p e rie n c ia p re té rita d e l h é ro e e n las v ic i­
situ d e s d e l viaje p u e d e c o n v e rtirs e e n el p a s a p o rte a u n a n u e v a tie ­
rra. N a d a es d e sp e rd ic io , y ca d a re to d e l p a s a d o n o s fo rtale ce y p r o ­
p o rc io n a in fo rm a c ió n p a ra el p re s e n te . N o s g a n a m o s el re sp e to p o r
h a b er lleg ad o h a s ta aq u í.
La sátira d e la sin ra z ó n b u ro c rá tic a n o s re c u e rd a q u e p o c o s s o n los
héroes q u e e stá n e x e n to s d e lo s p eajes y ritu a le s q u e im p o n e el m u n ­
do especial. L os h é ro e s d e b e n p a g a r u n p recio p a ra ser a d m itid o s o e n ­
c o n tra r u n m o d o p a ra so rte a r los o b stá c u lo s, c o m o h ace D orita.

Otro mundo especial

D o rita y c o m p a ñ ía se a d e n tr a n e n el en clav e m a ra v illo so d e la


C iu d a d E sm e ra ld a , d o n d e to d o es d e c o lo r v e rd e salvo u n cab allo
q u e tira d e u n c a rru a je , el fam o so cab allo d e d is tin to c o lo r q u e c a m ­
180 EL VIAJE DEL E SCRITO R

b ia d e p ig m e n ta c ió n cad a v ez q u e u n o lo m ira. El c o c h e ro tam b ién


se p a re c e al p ro fe s o r M arvel.
O tro m ensaje: acabas de in tro d u c irte en otro p e q u e ñ o m u n d o espe­
cial, d o n d e p re d o m in a n n o rm a s y valores d istin to s. Es posible que se
e n c u e n tre c o n m u ltitu d d e cajas ch in a s co m o ésta, u n a d e n tro de otra
u n a serie de cap arazo n es q u e p ro te g e n la fu en te cen tral d e l poder. La
p resen cia d el caballo m u ltic o lo r su p o n e u n a señ al d e q u e se avecina un
cam bio ráp id o . El d etalle d e la a p a ric ió n d e v ario s p e rso n aje s de as­
p ecto sim ilar, o la a d o p c ió n de roles d iv erso s p o r p arte de u n m ism o
p erso n aje , n o es sin o u n re c o rd a to rio de q u e n o s e n c o n tra m o s en un
m u n d o o n írico regido p o r las fu erzas d e la co m p a ra c ió n , la asociación
y la tran sfo rm ació n . Los cam b io s p ro te ic o s d el p ro feso r M arvel insi­
n ú a n q u e u n a ú n ic a y p o d e ro sísim a m e n te trabaja en O z, o q u e el sue­
ñ o d e D o rita , si es q u e lo es, h a sid o h o n d a m e n te in flu e n c ia d o p o r su
p e rso n a lid a d . El p ro fe so r M arv el se h a c o n v e rtid o en u n á n im u s para
D orita: u n e n fo q u e p a ra su s p ro y e c c io n e s so b re la en erg ía m asculina
m a d u ra . Su p a d re e stá m u e rto o a u s e n te y las fig u ras m a sc u lin a s de
la g ranja, el tío H e n ry y los tres m o zo s de lab ran za, so n débiles. Dorita
b u sc a la im ag en de lo q u e u n p ad re p u e d e llegar a ser, y proyecta la
energía p a te rn a l d e l p ro feso r M arvel e n cada e n c a rn a ció n de la au to ri­
d a d q u e h alla a su paso. Si el h ad a b u e n a G lin d a es u n a su e rte de m a­
d re a d o p tiv a o u n á n im a positiv a p a ra ella, estas v ariaciones del profe­
so r M arvel se c o rre sp o n d e n co n d iferen tes p a d re s su stitu to s.

Prepárese

E n lo s sa lo n e s d e b elleza y los talleres d e m á q u in a s d e la C iu d ad


E sm e ra ld a , D o rita y su s a m ig o s s o n e n g a la n a d o s, c o n s e n tid o s y re ­
c ib e n la p re p a ra c ió n n e c e sa ria p a ra su e n c u e n tro c o n el m ago.
É ste es el m e n sa je : lo s h é ro e s s a b e n m u y b ie n q u e v a n a e n fre n ­
ta rse a u n a g ra n o d isea, d e m a n e ra q u e se rá c o n v e n ie n te q u e se p re ­
p a re n ta n to c o m o sea p o sib le , m á s q u e n u n c a a n te s, co m o si fuesen
g u e rre ro s q u e b r u ñ e n y afila n su s a rm a s o e s tu d ia n te s q u e repasan
lo s c o n c e p to s en lo s in s ta n te s p re v io s a u n e x a m e n final.

La advertencia

N u e stro s h é ro e s, s in tié n d o s e a h o ra m u y b ie n , sa le n c a n ta n d o las ex ­


ce le n c ia s d e l d ía e n la aleg re y v e tu s ta tie rra d e O z. E n ese preciso
S É P T IM A ETA PA : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V ER N A M A S P R O FU N D A 181

lo m e n to la b ru ja g rita so b re la c iu d a d , e sc rib ie n d o e n el cielo c o n su


5coba « ¡R índ ete, D o rita !». C u n d e el p á n ic o e n tre la g e n te y n u e s tro s
éroes se q u e d a n so lo s fre n te a la p u e r ta d e l m ag o .
M ensaje: es b u e n o q u e los h éro es se a p ro x im e n al a c o n te c im ie n to
entral d e la tram a en u n esta d o de e q u ilib rio , c o n la co n fia n za atem -
ierada p o r la h u m ild a d y la co n c ie n c ia d el p elig ro . C o n in d e p e n d e n -
ja de lo h isté ric a s q u e p u e d a n llegar a ser las c e leb racio n es e n O z,
iem pre p a re c e n te rm in a r so fo cad as p o r u n a a p a ric ió n d e la b ru ja , u n a
lUténtica aguafiestas. C o n stitu y e u n a m o le stia m u y p e rtin a z e n la psi-
pxe de D o rita, d isp u e sta a a rru in a r c u a lq u ie r m o m e n to d e p la c e r has-
a que ella se d e c id a a a b o rd a r el p ro b le m a c o n d e te rm in a c ió n y sin ta-
)Ujos. El aisla m ie n to d e los h é ro e s es u n a s u n to típico. C o m o G ary
Z o o p tr c u a n d o tra ta d e o b te n e r el ap o y o d e los co b a rd es h a b ita n te s
Je la ciu d a d e n S o lo an te el p elig ro (H igh N o o n ), u n h é ro e p u e d e d e s­
abrir q u e q u ie n e s s o n su s c a m a ra d as e n lo s b u e n o s m o m e n to s se
Jesvanecen c u a n d o la cosa se p o n e fea.

Otro umbra!

Nuestros h é ro e s lla m a n a la p u e rta d el m ag o y u n c e n tin e la m ás ru d o


si cabe, el vivo re tra to d e l p ro fe so r M arvel, a so m a la cabeza. Sus ó r­
denes son « n ad ie, d e n in g ú n m o d o » p u e d e p a s a r p a ra v e r al m ago.
Tan férrea es su p o s tu ra q u e só lo el c o n o c im ie n to d e q u e está tra ta n ­
do con «la D o rita de la b ru ja » le c o n v e n c e rá d e q u e d e b e p e rm itir su
entrevista co n el m ag o . C u a n d o se h a id o , el L e ó n c a n ta «Si yo fu era
d rey d el b o sq u e » , e x p re sa n d o d e este m o d o su s a sp ira cio n es.
Mensaje: c o n to d a p ro b a b ilid a d será n e c e sa rio p re s e n ta r re ite ra ­
damente las c re d e n c iale s d e la e x p e rie n c ia e n la a s c e n sió n p o r los
sucesivos p e ld a ñ o s d e l p o d er. C u a n d o se v e a n re tra sa d o s p o r lo s o b s­
táculos, los h é ro e s h a rá n b ie n en tra ta r d e c o n o c e r m e jo r a su s c o m ­
pañeros de a v e n tu ra y av e rig u a r c u áles s o n su s e sp e ra n z as y a n h elo s.

la afinidad emocional con un guardián

El ce n tin e la reg resa p a ra in fo rm a rle s d e q u e el m a g o d ic e « q u e se v a ­


yan». D o rita y su s c o m p a ñ e ro s se aflig en y la m e n ta n . J a m á s v e rá n
c u m p lid o s su s d e se o s y D o rita n o p o d rá v o lv e r a casa. T an triste h is ­
toria h a c e b ro ta r to rre n te s d e lá g rim a s d e lo s o jo s d e l c e n tin e la q u e ,
co n m o v id o , les p e rm ite pasar.
182 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

M ensaje: e n o casio n es, c u a n d o el p a sa p o rte d e la ex p erien c ia ya no


fu n c io n a n i p o sib ilita el p aso a trav és d e u n a p u e rta , u n a afinidad o
a tra c c ió n de ín d o le e m o c io n a l p u e d e d e rrib a r las defen sas d e los guar­
d ia n e s d el u m b ra l. D e este m o d o , el e sta b lec im ien to d e u n vínculo
s e n tim e n ta l p u e d e ser clave p a ra el u lte rio r desarro llo de la tram a.

Una prueba imposible

C o n to d o , n u e s tro s h é ro e s to d av ía c ru z a n o tro u m b ra l, y el centinela


los c o n d u c e al tro n o d e O z, c o n v e rtid o a h o ra e n su am igo. El m ism o
O z es u n a de las im á g e n e s m á s a te rra d o ra s d e la h isto ria del celuloi­
d e, c o n su g ig an tesca cab eza d e a n c ia n o e n o ja d o a p e rp e tu id a d , en­
v u e lta e n llam as y tru e n o s. P u e d e c o n c e d e r to d o s su s deseos pero,
c o m o los reyes d e los c u e n to s d e h a d a s, es m u y tacañ o e n la ad m inis­
tra c ió n d e su p oder. Im p o n e p ru e b a s im p o sib les c o n la esperanza de
q u e el so lic ita n te se vaya y lo d eje e n paz. E n el caso q u e n o s ocupa, a
D o rita y su s am ig o s les im p o n e la a p a re n te m e n te in a seq u ib le tarea de
a p o d e ra rse d e la esco b a d e la b ru ja m alvada.
M e n sa je : r e s u lta te n ta d o r p e n s a r q u e p o d e m o s e n tr a r se n cilla y
lla n a m e n te e n te r r ito r io e x tra ñ o , h a c e r n o s c o n el p re m io deseado
y m a rc h a rn o s . La a so m b ro s a im a g e n d e O z n o s re c u e rd a q u e los hé­
ro e s d e s a fía n u n p o d e ro s o e s ta tu s q u o , q u e ta l vez n o c o m p a rte sus
s u e ñ o s y o b je tiv o s. E se e s ta tu s q u o p u e d e in c lu s o m o r a r e n su in ­
te rio r e n la fo rm a d e fu e rte s h á b ito s y n e u ro s is q u e d e b e n se r su p e ­
ra d o s a n te s d e a c o m e te r la e m p re s a p rin c ip a l. O z, el p ro fe so r M ar­
v el e n s u fo rm a m á s a te rra d o ra y p o d e ro sa , c o n s titu y e u n arq u e tip o
á n im u s n e g a tiv o , el la d o o s c u ro d e la id e a q u e se h a fo rm a d o D orita
d e la fig u ra d e u n p a d re . A sí, D o rita d e b e rá v iv ir c o n su s se n ti­
m ie n to s c o n tr a d ic to r io s y la c o n fu s ió n g e n e ra d o s p o r la energía
m a s c u lin a a n te s d e p o d e r e n fre n ta rs e c o n su m á s h o n d a y arraig a­
d a e n e rg ía fe m e n in a .
El e sta tu s q u o p o d ría tra ta rse de u n a g e n e ra c ió n o u n g o b ernante
e n tra d o en a ñ o s, re tic e n te a d e sp re n d e rse del p o d er, o u n p rogenitor
q u e n o está d isp u e sto a a d m itir q u e su h ijo h a crecido. E n este m o­
m e n to el m ag o es co m o u n p a d re ato sig ad o, q u e rez o n g a y se enfure­
ce c u a n d o le in te rru m p e n y c u a n d o los jó v e n e s le p la n te a n su s exi­
gencias. E sta fu erza p a te rn a l o m a te rn a l e n o ja d a d eb e se r apaciguada
y m a n e ja d a de a lg ú n m o d o a n te s d e q u e la a v e n tu ra siga su curso.
C o m o es b ie n sab id o , to d o s n o s v em o s en la n e cesid a d de su p e ra r al­
g u n a p ru e b a p a ra o b te n e r la a p ro b a c ió n de n u e stro s p adres.
S É P T IM A E TA P A : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V ER N A M Á S P R O FU N D A 183

| C o n m u c h a fre c u e n c ia lo s p a d re s e s tip u la n u n a s c o n d ic io n e s in-


fasum ibles p a ra q u e u n h ijo se g an e su a m o r y a c e p ta c ió n . P o r lo v is­
ito, n o h a y m o d o d e c o m p la c e rlo s. N o p o c a s v eces las p e rs o n a s a las
fqUe n o rm a lm e n te a c u d iría m o s e n b u s c a d e a y u d a e n caso d e crisis
tson a q u é lla s q u e m á s rá p id a m e n te n o s d a n la esp ald a. P o r co n si-
Ig u ien te , es m u y p o sib le q u e te n g a m o s q u e e n fre n ta r el m o m e n to
; c u lm in a n te e n c o m p le ta so led ad .

?
|Territorio chamánico

Los h éro es p a sa n a la reg ió n esp ectral q u e ro d e a el castillo d e la b ru ja


I m alvada. A q u í se to p a n c o n m ás g u a rd ia n e s d el u m b ral, los espeluz-
£ nantes siervos d e la b ru ja y los m o n o s v oladores. Los m o n o s ra p ta n a
• D orita y se la llevan v o lan d o p o r los aires, to d a vez q u e su s co m p añ e-
ros reciben u n a paliza y s o n d isp ersad o s. El H o m b re de h o jala ta acaba
abollado y el E sp a n ta p á ja ro s sufre d esg arro s e n to d as su s extrem idades.
M ensaje: c u a n d o lo s h é ro e s se a p ro x im a n a la c a v e rn a m á s p r o ­
fu n d a d e b e ría n se r c o n s c ie n te s d e q u e se e n c u e n tr a n e n te rrito rio
c h am án ic o , e n ese filo q u e s e p a ra la v id a d e la m u e rte . La d e s in te ­
g ració n d e l E sp a n ta p á ja ro s e n m ú ltip le s p e d a z o s y su d is p e rs ió n p o r
p a rte d e lo s m o n o s ev o ca las v isio n e s y lo s s u e ñ o s q u e a p u n ta n a su
elección co m o c h a m á n .
Q u ien es v a n a ser ch a m a n e s a m e n u d o s u e ñ a n q u e so n d e sm e m b ra ­
dos p o r a lg ú n esp íritu celestial p a ra d e sp u é s ser re c o n stru id o s a d o p ­
tando u n a fo rm a n u ev a: la d el ch a m á n . Al h ilo d e lo d ic h o , q u e los
m o n o s arra stre n a D o rita p o r los aires n o d eja d e ser algo q u e los c h a ­
m anes e x p e rim e n ta n c o m ú n m e n te c u a n d o v iajan a o tro s m u n d o s.

Complicaciones

Los h é ro e s, a te rro riz a d o s , se d e s a lie n ta n y c a e n p re sa d e la c o n fu ­


sió n tra s el a ta q u e d e lo s m o n o s . El H o m b re d e h o ja la ta y el L e ó n c o ­
b ard e re a g ru p a n lo s m ie m b ro s d is p e rs a d o s d e l E s p a n ta p á ja ro s y re ­
c o n stru y e n a su d e s v e n tu ra d o am igo.
P o d ría se r q u e lo s h é ro e s, d a d a s las c irc u n sta n c ia s a d v e rsa s, se
s ie n ta n d e s c o ra z o n a d o s y c o n tra ria d o s . E sto s rev eses d e la fo rtu n a
rec ib e n el n o m b re d e c o m p lic a c io n e s d r a m á tic a s . A u n q u e p a rez ca
q u e n o s d e s m o ra liz a n , n o s o n sin o o tra s p ru e b a s d e n u e s tra re s o lu ­
c ió n e n la b ú s q u e d a d e l su p re m o fin. A sim ism o , p e rm ite n q u e n o s
184 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

re c o m p o n g a m o s y o rg a n ic e m o s d e u n m o d o m ás efectivo a n te s de
p ro s e g u ir v iaje p o r ta n e x tra ñ o te rrito rio .

Suben las apuestas

A h o ra D orita se e n c u e n tra a tra p a d a en el castillo. La b ru ja, im itando


los acto s de la se ñ o ra G u lch , ta n parecid a a ella, em b u te a Totó en una
cesta y am en aza co n a rro jarlo al río, a m e n o s q u e D orita le devuelva las
zap atillas rojas. D o rita accede a entreg árselas, p ero el co n ju ro protector
d e G lin d a acaba c o n el in te n to d e la b ru ja p o r h a cerse co n las zapati­
llas. La b ru ja cae en la c u e n ta de q u e n u n c a co n seg u irá las zapatillas
co lo r ru b i m ie n tra s D o rita siga viva, y p o n e a n te ella u n reloj de arena
roja co m o la san g re seca. C u a n d o salga el ú ltim o g rano, D orita m orirá.
M en saje: o tra d e las fu n c io n e s d e la fase d e la a p ro x im a c ió n con­
siste e n elev ar las a p u e s ta s y re a firm a r al e q u ip o e n su m isió n . En
cie rto s caso s s e rá c o n v e n ie n te re c o rd a r a la a u d ie n c ia la e x tre m a gra­
v e d a d d e la s itu a c ió n m e d ia n te la im a g e n d e u n reloj d e a re n a o una
b o m b a d e re lo je ría . La u rg e n c ia y el ju e g o a v id a o m u e rte precisan
se r su b ra y a d o s.
El h e c h o d e q u e Totó esté p re so d e n tro d e la cesta c o n stitu y e un
sím b o lo re c u rre n te d e la in tu ic ió n a sfix iad a o re p rim id a p o r el áni­
m a n e g a tiv a d e la b ru ja /la s e ñ o ra G u lc h . El te m o r q u e sie n te D orita
d e s u p ro p ia in tu ic ió n n o cesa d e m e rm a r su c re a tiv id a d y su segu­
rid a d , p e ro su rg e u n a y o tra vez, al ig u a l q u e Totó.
L as z a p a tilla s ro ja s s o n u n sím b o lo d el s u e ñ o p ro fu n d o , y rep re­
s e n ta n ta n to lo s m e d io s c o n los q u e D o rita se d e se n v u e lv e e n el país
d e O z c o m o s u id e n tid a d y su in te g rid a d in s o b o rn a b le . Las zap ati­
llas s o n el reg alo d e u n m e n to r, u n reg alo q u e in fu n d e co n fian za, el
sa b e rse u n se r ú n ic o d o ta d o c o n u n c o ra z ó n q u e n o p o d r á n q u eb rar
lo s av a ta re s e x te rn o s . S o n c o m o el o v illo d e h ilo d e A ria d n a e n la le­
y e n d a d e Teseo y el M in o ta u ro , u n a s u e rte d e c o n e x ió n c o n u n án i­
m a p o sitiv a y a m o ro sa q u e n o s c o n d u c e sa n o s y salv o s a través del
m á s o sc u ro de lo s la b e rin to s.

La reorganización

Totó escap a de su c a u tiv e rio en la cesta tal co m o ya h ic ie ra en el p ri­


m e r acto , y sale c o rrie n d o d el c astillo p a ra u n irs e a las fuerzas de sus
tre s am ig o s q u e to d av ía e s tá n re c o n s tru y e n d o al E sp a n tap á ja ro s. Totó
S É P T IM A ETA PA : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V E R N A M A S P R O FU N D A 185

[os guía h a sta el c astillo , d o n d e se d e s a n im a n a n te la in c o n m e n s u r a ­


ble tarea d e lib e ra r a D o rita d e u n lu g a r tal in e x p u g n a b le y ta n b ie n
d e f e n d i d o . E n este in sta n te , la re sp o n s a b ilid a d d e p ro p u ls a r la a v e n ­
tura h a cia d e la n te recae d e llen o e n los tres a lia d o s d e D orita; este lu ­
gar es ta n te rrib le q u e n i ta n s iq u ie ra p u e d e n c o n ta r c o n la ay u d a de
las brujas y lo s m a g o s b u e n o s. H asta el m o m e n to , se las h a n a rre g la ­
do como pay aso s; a h o ra es tie m p o d e c o n v e rtirse e n h éroes.
M ensaje: u n a v ez m á s Totó a c tú a c o m o la in tu ic ió n de D o rita , re ­
parando e n q u e es h o ra d e c o n v o c a r a lo s a lia d o s y re c o rd a r a q u e lla s
lecciones a p re n d id a s q u e p u e d e n se r de u tilid a d p a ra e lu d ir su tra m ­
pa. La e ta p a d e a p ro x im a c ió n es ta m b ié n u n tie m p o p a ra re o rg a n i­
zar el g ru p o : p a ra p ro m o c io n a r a a lg u n o s d e su s m ie m b ro s, p a ra h a ­
cer re c u e n to d e lo s s u p e rv iv ie n te s, lo s h e rid o s y las b ajas, a sig n a r
m isio n es e sp e c ia le s o d e m á s ta re a s de esta ín d o le . Y q u iz á se im ­
ponga u n ca m b io d e las m á sc a ra s a rq u e típ ic a s p a ra q u e lo s p e r s o n a ­
jes d e s e m p e ñ e n las n u e v a s fu n c io n e s.
H a b ie n d o p e rd id o la lib e rta d d e m o v im ie n to s , D o rita se h a c e ñ i­
do o tra m á sc a ra , h a s u s titu id o la d el h é ro e p o r la de la v íc tim a , el a r­
quetipo d e in d e fe n s ió n . D e ig u a l m a n e ra , los tres c o m p a ñ e ro s h a n
in te rc a m b ia d o su s m á sc a ra s, y h a n a s c e n d id o d e p a y a so s e m b a u c a ­
dores o alia d o s a la n u e v a c o n d ic ió n d e h é ro e s c o n to d a s las d e la ley,
puesto q u e h a b rá n de s o p o rta r el p e so d e la a c c ió n d u ra n te c ie rto
tiempo. Es m u y p ro b a b le q u e el p ú b lic o p e rc ib a q u e los p r e s u p u e s ­
tos c o n s tru id o s h a sta el m o m e n to so b re lo s p e rs o n a je s h a n sid o s u b ­
vertidos, c o n la a d o ra c ió n d e c u a lid a d e s n u e v a s p ro d u c to d e la p re ­
sió n q u e im p re g n a to d a esta etap a.
La sen sac ió n de q u e los h éro es d e b e n e n fren tarse a cierto s peligros
sin la in estim ab le a y u d a de los e sp íritu s p ro te c to re s es u n a re m in isc e n ­
cia d e m u c h o s c u e n to s m ític o s o de viajes a o tro s m u n d o s. Los h éroes
h u m a n o s su e le n verse en la situ a c ió n de ac o m e te r solo s u n a m isió n e n ­
co m en d ad a p o r los dioses, d e su e rte q u e tie n e n q u e viajar al re in o de
los m u e rto s, d o n d e a u n los m ism o s d io ses te m e n a d en trarse. P od em o s
co n su ltar a te ra p e u ta s y d o cto res, co n sejero s o am igos, p ero siem pre
hay u n lu g ar a d o n d e n u e stro s m e n to re s n o p u e d e n a c o m p a ñ a rn o s y en
el q u e ten d rem o s q u e arreg lárn o slas p o r n u e stra c u e n ta y riesgo.

Fuertes defensas

El E sp a n ta p á ja ro s, el L eó n y el H o m b re d e h o ja la ta se a g a z a p a n p a ra
o b serv ar el u m b ra l p o r el q u e se a c c e d e a la c a v e rn a m á s p ro fu n d a ,
186 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

el p u e n te lev ad izo d e l c a stillo d e la b ru ja m a lv a d a , c u sto d ia d o y de­


fe n d id o p o r to d o u n e jé rc ito d e g u a rd ia n e s d e l u m b ra l d e asp ecto fe­
ro z y sa n g u in a rio , p o rta d o re s d e g u a n te s y so m b re ro s d e p ie l d e oso
y q u e g ru ñ e n u n a g ro te sc a m a rc h a m ilitar.
M en saje: lo s h é ro e s n o d e b e n s o rp re n d e rs e si el c u a rte l general
d el v illa n o e stá d e fe n d id o c o n u n a e n c o n a d a fiereza. El castillo m is­
m o , c o n su p u e rta e n re ja d a y su p u e n te lev a d izo a m o d o d e boca y
le n g u a d e v o ra d o ra s , es u n sím b o lo de las fo rtific a c io n es q u e edifica­
m o s a lre d e d o r d e c u a lq u ie r n e u ro s is q u e n o s c o n su m e . C o m p a ra ti­
v a m e n te h a b la n d o , las fu e rte s d e fe n sa s e n to rn o al á n im a negativa
d e la b r u ja h a c e n q u e lo s g u a rd ia n e s d el m a g o y su p a la c io n o s pa­
re z c a n u n c á lid o re c ib im ie n to .

¿Quién es el héroe cuando llegamos a este punto?

L o s tre s h é r o e s re tic e n te s e v a lú a n la s itu a c ió n . E l L e ó n q u ie re h u ir


d e s p a v o r id o , p e ro el E s p a n ta p á ja r o s tie n e u n p la n q u e re q u ie re
q u e el L e ó n se c o n v ie rta e n s u líd e r. A lg o q u e tie n e s e n tid o , p u e s ­
to q u e s u a s p e c to es el m á s fe ro z , a u n q u e d e s e a ría s e r c o n v e n c id o
p a r a n o h a c e rlo .
M en saje: la a p ro x im a c ió n es u n b u e n m o m e n to p a ra re c a lib rar su
e q u ip o , e x p re s a r re c e lo s e in s u fla r a lie n to . L os m ie m b ro s d el equipo
se c e rc io ra n d e q u e to d o s su s o b je tiv o s c o n c u e rd a n , y d e te rm in a n
q u e se h a n a sig n a d o las ta re a s c o rre c ta s a las p e rso n a s m ás a d e cu a­
das. E n e sta e ta p a p u e d e n d a rs e a m a rg a s b a ta lla s p o r d o m in a r el g ru ­
p o , al ig u a l q u e c o m p ite n lo s la d ro n e s o lo s p ira ta s p o r el c o n tro l de
la a v e n tu ra .
N o o b s ta n te , e n e s ta o c a s ió n lo s e s fu e rz o s d e l L e ó n co b a rd e
p o r e lu d ir la r e s p o n s a b ilid a d s o n m u y c ó m ic o s , y p o n e n d e re lie ­
v e o tr a d e la s f u n c io n e s d e la a p ro x im a c ió n : el a liv io c ó m ic o . Ésta
p o d r ía s e r la ú ltim a o p o r tu n id a d p a ra el re la ja m ie n to y h a c e r b ro ­
m a s , d a d o q u e las c o sa s e s tá n a p u n to d e e n tr a r e n u n a fase m o r­
ta l d e e x tre m a g ra v e d a d . E s ta m o s a la s p u e rta s d e la o d ise a (el cal­
v a rio ).

Entrar en la mente del adversario

C o m o p a rte in te g ra n te d e la a p ro x im a c ió n , los tres h é ro e s tra ta n de


c o c in a r u n p la n a m e d id a q u e se a c e rc a n a la p u e rta . Tres c en tin e la s
S É P T IM A E TA PA : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V E R N A M Á S P R O FU N D A 187

a ta c a n , y tra s u n a p e le a e n el tra n s c u rs o d e la c u a l la s v e s tim e n ­


tas v u e la n p o r lo s aires, n u e s tro s h é ro e s e m e rg e n a ta v ia d o s c o n lo s
u n ifo rm e s y lo s s o m b re ro s d e p ie l d e o so d e su s e n e m ig o s. A sí dis-
;{ r a z a d ° s > se in te g ra n e n el p e lo tó n d e c e n tin e la s q u e m a rc h a h a c ia el
„¿interior d e l c astillo .
k i. M ensaje: E n e ste caso p a rtic u la r, lo s h é ro e s re c u r re n al m é to d o
S d e « p o n e rs e e n la p ie l» d e lo s g u a rd ia n e s d e l u m b r a l a n te su s p ro ­
pios ojos. C o m o lo s in d io s d e las lla n u ra s , q u e se o c u lta n b a jo las
pieles d e b ú fa lo p a ra a rra s tra s e h a s ta su p re s a , n u e s tro s h é ro e s se
A p o n e n lite ra lm e n te la s p ie le s d e s u s o p o n e n te s y c o n sig ilo se d es-
t Jizan e n tre ello s. E n R o m a c o m p ó rta te c o m o u n ro m a n o . D o n d e
; fueres h a z lo q u e v ieres. E ste a s p e c to d e la a p ro x im a c ió n n o s e n se-
1 fia q u e es n e c e s a rio e n tr a r e n la m e n te d e c u a n to s se e n tr o m e te n en
t nuestro c a m in o . Si lo g ra m o s e n te n d e r lo s y s e n tir a lg u n a sim p a tía
por ellos, la ta re a d e s u p e ra rlo s y a b s o rb e r s u e n e rg ía r e s u lta r á h a r-
" to más se n c illa . P o d e m o s tro c a r s u s a ta q u e s e n in m e jo ra b le s o p o r ­
tu n id a d e s p a ra p o n e r n o s e n s u p ie l. A sim ism o , lo s h é ro e s p u e d e n
vestir s u s ro p a s o d is fra z a rs e p a ra d is im u la r su s v e rd a d e ra s in te n ­
ciones a m e d id a q u e se a p ro x im a n a la c a v e rn a m á s p ro fu n d a , fe u ­
do d e su a d v e rs a rio .

La intrusión

Ahora lo s tre s h é ro e s se d e s p o ja n d e su s d isfra c e s y a v a n z a n h a c ia la


cámara d el c a stillo d o n d e D o rita está p ris io n e ra . E l H o m b re d e h o ­
jalata e m p le a su h a c h a p a ra tira r la p u e rta ab ajo .
M ensaje: e n a lg ú n m o m e n to se rá n e c e sa rio u s a r la fu e rz a p a ra
s ab rirse p a so h a s ta el c o ra z ó n d e la c a v e rn a m á s p ro fu n d a . P a ra ello,
el h é ro e te n d rá q u e v e n c e r su p ro p ia re s is te n c ia y su s te m o re s m e ­
d ia n te u n v io le n to acto d e v o lu n ta d .

Sin salida

H a b ie n d o re sc a ta d o a D o rita y u n id o s los c u a tro d e n u e v o , a h o ra se


d is p o n e n a escap ar. P ero lo s g u a rd ia s d e la b ru ja se lo im p id e n , b lo ­
q u e a n d o to d a s las d ire c c io n e s.
M ensaje: in d e p e n d ie n te m e n te de c ó m o tr a te n d e e sc a p a r lo s h é ­
ro es a su d e s tin o , ta rd e o te m p ra n o se c e rra rá n to d a s las sa lid a s y
te n d rá n q u e a fro n ta r u n d u e lo a v id a o m u e rte . U n a vez q u e D o rita
188 EL VIA JE DEL E SC R ITO R

y su s c o m p a ñ e ro s e s tá n « a tra p a d o s c o m o ra ta s» , la a p ro x im a c ió n a
la c a v e rn a m á s p ro fu n d a h a lle g a d o a su fin.

La a p ro x im a c ió n e n g lo b a to d o s lo s p re p a ra tiv o s finales p revios a la


o d ise a s u p re m a (el calv ario ). S uele c o n d u c ir a lo s h é ro e s h a sta la for­
taleza d e l e n e m ig o , u n b a lu a rte b ie n d e fe n d id o d o n d e to d o s los alia­
d o s y las le c c io n e s a p re n d id a s e n el d e c u rso d el viaje ju g a rá n su s ba­
zas. Se p o n d r á n a p ru e b a las n u e v a s p e rc e p c io n es, y se s u p e ra rá n los
ú ltim o s o b s tá c u lo s q u e e n to rp e c e n e l p a so a l c e n tro n e u rá lg ic o de la
C a v e rn a , de m a n e ra q u e p u e d a in ic ia rse la o d ise a final.
S É P T IM A ETA PA : LA A P R O X IM A C IÓ N A LA C A V ER N A M Á S P R O FU N D A 18 9

¡Cuestionario sobre el viaje

C a m p b ell so stie n e q u e e n lo s m ito s al c ru c e d e l p rim e r u m b ra l


A líele se g u ir el p a so d el h é ro e p o r «el v ie n tre d e la b a lle n a » . P ara
i l u s t r a r su tesis cita h is to ria s o rig in a ria s d e las c u ltu ra s m á s d iv e rsa s
% a las q u e b e s tia s d e g ig a n te sc o ta m a ñ o se tra g a n a los h éro e s. ¿E n
u é se n tid o los h é ro e s e s tá n « e n el v ie n tre d e la b a lle n a » e n las eta-
Sfttas in ic ia le s d e l s e g u n d o acto d e l film T h e lm a y Louise? ¿E n
¡^ tra c c ió n fa t a l? ¿Y en Sin p erd ó n ?
lüt. C am p b ell ta m b ié n d e sc rib e v a ria s id e a s o a c c io n e s q u e r o d e a n el
pfiudo fu n d a m e n ta l de u n m ito : «El e n c u e n tro c o n la d io sa » , «La m u -
•j e r c o m o te n ta c ió n » , «La re c o n c ilia c ió n c o n el p a d re » . ¿D e q u é m a ­
g u era estas id e a s fo rm a n p a rte d e la a p ro x im a c ió n a la c a v e rn a m á s
^ p ro fu n d a ?
1*3. E n su p ro p ia h is to ria , ¿ q u é o c u rre e n tre la e n tra d a e n el m u n d o
^esp ecial y la lle g a d a d e l m o m e n to c rític o y d e c isiv o e n ese m u n d o ?
y ¿Q ué p re p a ra tiv o s s o n n e c e sa rio s p a ra q u e se p ro d u z c a esa crisis?
^'4. ¿A caso se e la b o ra p ro g re s iv a m e n te el c o n flic to ? ¿Los o b stá c u lo s
p la n te a d o s s o n ca d a v e z m á s d ifíciles o in te re s a n te s ?
• 5. ¿Acaso su s h é ro e s d e s e a n v o lv e r a trá s e n e sta e ta p a o ya e s tá n p le ­
n a m e n te c o m p ro m e tid o s c o n la a v e n tu ra ?
6 . ¿De q u é m o d o o m o d o s al e n fre n ta rs e el h é ro e a d esa fío s e x te r­
nos, se e n c u e n tra ta m b ié n c o n d e m o n io s y m e c a n is m o s d e d efe n sa
• in te rn o s?
7. ¿E x iste en s e n tid o e s tric to u n a c a v e rn a m á s p ro fu n d a física o u n
■ c u artel g e n e ra l d e l v illa n o al q u e se a p ro x im a n lo s h é ro e s? ¿O es q u e
¿ hay algo e q u iv a le n te e n el p la n o e m o c io n a l?
f EL VIAJE DEL ESC R ITO R

„erte c a m b ia d e sig n o y es re sc a ta d o p o r el in g e n u o y tor-


^e te c tiv e b la n c o R o se w o o d (Ju d g e R e in h o ld ). D e sp u é s de este
re sc a te d e la m u e rte , F o le y s e rá m á s c o la b o ra d o r y esta rá dispuesto
a d ilu ir su d e s c o m u n a l ego e n el g ru p o .

La crisis, que no el clím ax

E l c alv ario es u n e p iso d io n e u rá lg ic o y fu n d a m e n ta l d e la historia


M u c h o s h ilo s d e la h is to ria d e l h é ro e lle v a n a él, y s o n m u c h o s los
h ilo s d e la p o s ib ilid a d y el c a m b io q u e c o n d u c e n e n s e n tid o opues­
to . N o d e b e ría c o n fu n d irs e c o n el c lím a x d el v iaje d el h é ro e , que
c ie rta m e n te es o tro d e lo s c e n tro s n e u rá lg ic o s y se u b ic a algo poste­
rio rm e n te , m á s p ró x im o al fin a l d e la h is to ria (c o m o el cereb ro en la
b a se d e la co la d e u n d in o s a u rio ). La o d ise a (o el c alv ario ) c o n stitu ­
ye g e n e ra lm e n te el a c o n te c im ie n to c e n tra l d e la h is to ria o el hecho
p rin c ip a l d e l s e g u n d o a c to . L la m é m o sle , p u e s, la c ris is p a ra diferen­
c ia rlo d e l c lím a x , q u e n o es s in o el g ra n m o m e n to d e l terc er acto y I
el a c o n te c im ie n to c u lm in a n te d e to d o el relato . \
D e fin im o s u n a c risis c o m o « a q u e l p u n to d e u n a h is to ria o dram a
e n el q u e las fu e rz a s o p u e s ta s y h o s tile s se e n c u e n tra n en su m o­
m e n to d e m á x im a te n s ió n » . T a m b ié n se h a b la d e crisis en el con­
te x to d e u n a e n fe rm e d a d : u n p u n to , q u iz á s u n e p iso d io de fiebre
m u y a lta , tra s el c u a l el p a c ie n te e m p e o ra o se re sta b le c e. El m ensa­
je es el sig u ie n te : e n o c a sio n e s las c o sa s tie n e n q u e e m p e o ra r antes
d e ir a m ejo r. La crisis d e u n a o d isea, sea lo e sp a n to sa q u e sea para
el h é ro e , a v eces c o n s titu y e la ú n ic a p u e rta q u e c o n d u c e a la recu­
p e ra c ió n o a la v icto ria.

La ubicación de la odisea (el calvario)

La u b ic a c ió n d e l p asaje d e la crisis o la o d isea d e p e n d e d e las necesi­


d a d e s d e cada h is to ria y d e los g u sto s d e su au to r. El m o d e lo m ás co­
m ú n co lo ca ese m o m e n to de m u e rte y re n a c im ie n to e n to rn o a la m i­
tad d e la h isto ria , tal c o m o m u e s tra el d ia g ra m a d e la crisis central. j
U n a c r is is c e n tr a l tie n e la v e n ta ja de la sim e tría , y p ro p o rcio n a :
tie m p o m á s q u e s u fic ie n te p a ra la e la b o ra c ió n d e las co n secu en cias i
q u e flu y e n d e la o d ise a o el calv ario . N ó te se q u e e sta e s tru c tu ra per­
m ite la in c lu s ió n d e o tro m o m e n to c rític o o d e cisiv o al fin al del se­
g u n d o acto.
OCTAVA E TA P A : LA O D IS E A (E L C A LV A R IO ) 193

C risis central

-M o m en to s d r a m á tic o s á lg id o s f u n d a m e n ta le s e n u n a h is to r ia c o n
y n a c ris is c e n tr a l.

C risis retardada Clím ax

Crisis retardada

Primer um bral

¿T t

0, Acto 1 ! Acto II Acto III

/M o m e n to s d r a m á tic o s á lg id o s f u n d a m e n ta le s e n u n a h is to r ia c o n
itaia c r is is r e t a r d a d a .

Sin e m b a rg o , u n a e s tru c tu ra ig u a lm e n te eficaz p u e d e c o n s tru irs e


Con u n a c risis re tra s a d a q u e fig u re cerca d el fin al d e l s e g u n d o ac to ,
'h a c ia lo s d o s te rc io s o las tre s c u a rta s p a rte s d e l d e sa rro llo to ta l d e
j la h isto ria .
: La e s tru c tu ra c o n la c risis re tra s a d a e n b u e n a m e d id a se a ju sta al
td eal d e la se c c ió n á u re a , esa e le g a n te p r o p o rc ió n (a p ro x im a d a m e n -
te d e cin c o a tres) q u e p a re c e p r o d u c ir lo s re s u lta d o s a rtístic o s m ás
194 EL VIAJE DEL E SCRITO R

p la c e n te ro s. U n a crisis re ta rd a d a p ro p o rc io n a m ás esp acio p ara los


p re p a ra tiv o s y la a p ro x im a c ió n , to d a v ez q u e p o sib ilita u n a elabora
c ió n le n ta y p ro g re siv a e n p o s d e l m o m e n to e ste la r y c u lm in a n te si
tu a d o al final d el s e g u n d o acto.
C o n in d e p e n d e n c ia d e si la c risis se lo c a liz a en la m ita d de la his­
to ria o m á s p ró x im a a la c o n c lu s ió n d e l s e g u n d o a c to , podem os
a firm a r sin te m o r a e q u iv o c a rn o s q u e ca d a h is to ria p re c isa de un
m o m e n to c rític o q u e tra n s m ita el s e n tid o de la m u e rte y el resurgi­
m ie n to q u e le es p ro p io a la e ta p a d e la o d isea.

Puntos de tensión

El se g u n d o a c to s u p o n e u n a a m p lia re g ió n ta n to p a ra el escritor
co m o p a ra el p ú b lic o , c o n u n a d u ra c ió n q u e p ro m e d ia cerca de una
h o ra e n los la rg o m e tra je s típ ic o s. P o d e m o s p e rc ib ir la e stru c tu ra en
tre s ac to s c o m o u n a lín e a d ra m á tic a q u e se e x tie n d e e n tre d o s pu n ­
tos de te n s ió n re le v a n te s, lo s re c e so s e n tre acto s. C o m o la carpa de
u n circo q u e cu elg a de su s p o s te s , to d a la e s tru c tu ra está su je ta a la
g ra v e d a d — el d e c a im ie n to d e la a te n c ió n d e l p ú b lic o e n el tiempo
q u e tra n s c u rre e n tre e sto s p ic o s de te n sió n . U n a h is to ria q u e no pre­
se n ta u n m o m e n to de te n s ió n c e n tra l p u e d e c o m b a rse y p erd e r la
v e rtic a lid a d , c o m o o c u rre c o n la c a rp a d e u n circo , q u e p re c isa de un
p u n to de s u je c ió n c e n tra l p a ra s o p o rta r ta n to p eso. C o m o se ha di­
c h o , el se g u n d o a c to es u n fra g m e n to d e u n a h o ra d e d u ra c ió n de su
p e líc u la , o u n c e n te n a r d e p á g in a s d e su n o v e la . T an es así que ne­
cesita u n a s u e rte de e s tru c tu ra q u e la m a n te n g a e n te n sió n .
La crisis a m ed io cam in o es co m o u n a línea divisoria de las aguas,
u n a d iv isió n c o n tin e n ta l en el viaje d el h éro e, q u e in d ica al viajero que
ha llegado a la m ita d de su p erip lo . Los viajes n a tu ra lm e n te se ordenan
alred e d o r de u n a c o n te c im ie n to central: la llegada a la cim a de una
m o n ta ñ a , a las p ro fu n d id a d e s de u n g ru ta, al co ra z ó n de u n bosque, al
in te rio r m ás ín tim o y p ro fu n d o de u n país ex tran jero , o al enclave más
secreto de su p ro p ia alm a. Todo lo acaecido d u ra n te el viaje n o s ha con­
d u c id o h asta este m o m e n to , y to d o lo q u e su ced a d e sp u és sólo nos lle­
v ará de v u elta a casa. P o d ría n p re se n ta rse m ay o res av e n tu ra s en el fu­
tu ro — los m o m e n to s finales d el viaje b ie n p u e d e n ser los mas
ex citan tes y m e m o rab les— , si b ie n to d o viaje parece te n er u n centro,
u n fondo o u n m o m e n to álgido, situ ad o en to rn o a su p u n to medio.
Las p a la b ra s c risis, c rític o y c rític a d e riv a n de u n té rm in o grieg 0
q u e sig n ifica « se p a ra r» . Así p u e s, u n a crisis es u n h e c h o q u e sep at 3
O CTAVA ETA PA : LA O D IS EA (E L C A LV A R IO ) 19 5

td o s m ita d e s d e u n a h is to ria . U n a v ez q u e se h a c ru z a d o esta zo n a,


_e su ele c o n s titu ir la lín e a fro n te riz a d e la m u e rte , el h é ro e re n a c e
eral o m e ta fó ric a m e n te a la v id a y n a d a v o lv e rá a se r igual.

jjpgigo del sacrificio

M*'1
l a realidad d e u n a c risis d e m u e rte y re n a c im ie n to p u e d e d e p e n d e r
w punto d e v ista. C o n m u c h a fre c u e n c ia u n te stig o se erige e n u n
ju m e n to m u y im p o rta n te d e e sta e ta p a , a lg u ie n q u e d e sd e las in -
jiediaciones p re s e n c ia la m u e rte a p a r e n te d e l h é ro e , q u e m o m e n tá ­
neamente se a c o n g o ja c o n su m u e rte , y se a lb o ro z a c u a n d o el h é ro e
Igvive. A lg u n o s d e lo s efecto s d e m u e rte y re s u rre c c ió n e n L a g u erra
0 1 a s g a la x ia s d e p e n d e n d e la p re s e n c ia d e c ie rto s te stig o s, tales
pifólo los d o s a lia d o s ro b o ts R 2D 2 y C 3 P O . E n u n a e la b o ra d ísim a se ­
cuencia d e la o d ise a s u p re m a , a m b o s e s c u c h a n a tra v é s d e l in te rc o -
Ifriin ira d o r lo s p ro g re so s d e su s h é ro e s, S k y w a lk e r y c o m p a ñ ía . Los
¡Ijbots se h o r r o r iz a n al e s c u c h a r algo q u e s u e n a c o m o la m u e rte cier-
||d e los h é ro e s, a p la s ta d o s e n u n tr itu r a d o r d e b a s u ra s g ig a n te y q u e
{¡ene lugar e n lo m á s re c ó n d ito de esa c a v e rn a m á s p ro fu n d a lla m a ­
r e la Estrella d e la M u e rte .
„ Estos te stig o s s im b o liz a n al p ú b lic o , se id e n tific a n c o n lo s h é ro ­
e s - y c o m p a rte n c o n ello s el d o lo r d e la m u e rte . Y n o es q u e el p ú ­
blico esté n u tr id o d e sá d ic o s q u e g o z a n c o n el e sp e c tá c u lo d e la
Ümerte d e lo s h é ro e s, s in o q u e to d o s so m o s c a p a c es d e p a la d e a r u n
• t e t o sa b o r a m u e rte d e ta rd e e n ta rd e . Su s a b o r am arg o h a c e q u e la
$da nos se p a m á s d u lc e . Q u ie n q u ie ra q u e h a s o b re v iv id o a u n a e x ­
p e r i e n c i a ce rc a n a a la m u e rte , u n s u s to re p e n tin o e n u n a v ió n o u n
Ifttomóvil, sab e q u e d u r a n te c ie rto tie m p o tra s el su c e so lo s c o lo re s
l&ttecen m á s n ítid o s y b rilla n te s , los a m ig o s y la fam ilia a d q u ie re n
l*®yor im p o rta n c ia y el tie m p o es m á s p re c io so . La p ro x im id a d d e la
f u e r t e h a ce d e la v id a u n a e x p e rie n c ia m á s real.

fN a b o r de la muerte
*
gente p ag a g ra n d e s s u m a s de d in e ro p a ra s e n tir la ce rca n ía d e la
f u e r t e . L os sa lto s al v acío d e s d e g ra n d e s a ltu ra s , el p a ra c a id ism o en
®*fda lib re y las a tra c c io n e s te rro rífic a s d e lo s p a rq u e s d e d iv e rsio n e s
^ ° P o r c io n a n a la g e n te el s o b re sa lto q u e d e s p ie rta u n a a p re c ia c ió n
Ena e in te n s a d e la v id a. L os film es y los re la to s d e a v e n tu ra s sie m ­
196 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

p re g o z a n d e g ra n p o p u la rid a d p o rq u e n o s o fre c e n u n m o d o metió


a rrie sg a d o d e e x p e rim e n ta r la m u e rte y el re n a c im ie n to , p o r media
c ió n d e h é ro e s c o n lo s q u e p o d e m o s id e n tific a rn o s.
P e ro a g u a rd e u n m in u to , d e ja m o s al p o b re L u k e S k y w alk er tritu
ra d o h a s ta la m u e rte e n el c o ra z ó n , o m e jo r d ic h o el estó m a g o , de la
im p o n e n te E stre lla d e la M u e rte . Se e n c u e n tra e n el v ie n tre de la ba
llen a. Los te stig o s ro b o ts se s ie n te n p e rtu rb a d o s al o ír la supuesta
m u e rte d e s u a m o . Se aflig en y el p ú b lic o se aflige c o n ellos, pro­
b a n d o d e e sta s u e rte u n b o c a d o d e m u e rte . L os c in e a sta s emplean
to d a s su s a rtim a ñ a s y lo s re c u rso s a su a lc an c e p a ra c o n se g u ir que el
p ú b lic o p ie n s e q u e su s h é ro e s h a sid o m o lid o s h a s ta h a c e rlo s puré
P ero lo s ro b o ts r e p a ra n e n q u e lo q u e s u p o n ía n a la rid o s d e muerte
n o e ra n sin o g rito s d e alivio y triu n fo . L os ro b o ts c o n sig u ie ro n des­
a c tiv a r la tritu r a d o r a d e b a s u ra s y lo s p ro ta g o n is ta s sobrevivieron
m ila g ro s a m e n te al tra n c e . E l d e s c o n s u e lo d e lo s ro b o ts y del públi­
co s ú b ita y e x p lo s iv a m e n te se tra n s fo rm a en alegría.

La elasticidad de la emoción

P o r lo v isto , las e m o c io n e s h u m a n a s p o s e e n c ie rta s propiedades


e lá stic a s, algo así c o m o los b a lo n e s d e b a lo n c e sto , c u a n d o lo s lanza­
m o s c o n fu e rz a b o ta n a m u c h a a ltu ra , a n á lo g a m e n te , e n u n a histo­
ria el a u to r p ro c u ra le v a n ta r al p ú b lic o , in c re m e n ta r su g rad o de sen­
s ib iliz a c ió n y c o n c ie n c ia , p a ra así in te n s ific a r su s em o cio n es, la
e s tr u c tu r a d e u n a h is to ria a c tú a a m o d o d e b o m b a q u e acrecien ta el
g ra d o d e im p lic a c ió n d el p ú b lic o , u n a b u e n a e s tr u c tu r a funciona a
re s u lta s d e a lte rn a r la e le v a c ió n y el d e sc e n so d e la s u e rte del héroe
y, c o n ella, las e m o c io n e s d e la a u d ie n c ia , d e p rim ir las em o c io n es del
p ú b lic o tie n e el m ism o efecto q u e s o s te n e r u n b a ló n d e baloncesto
in fla d o b a jo el agua: c u a n d o la p re s ió n d e s c e n d e n te cesa, la pelota
v u e la h a c ia a rrib a y sale d e l ag u a, las e m o c io n e s d e p rim id a s a causa
d e la p re se n c ia d e la m u e rte b ie n p u e d e n re b o ta r e n u n in sta n te y al*
c a n z a r u n a a ltu ra m a y o r q u e n u n c a a n te s. E sto p u e d e se r la base so­
b re la q u e c o n s tr u ir u n n iv e l m á s in te n s o y e le v ad o to d a v ía. La odi­
sea es u n a d e las m á s h o n d a s « d e p re sio n e s» q u e p re se n ta una
h is to ria y p o r e n d e c o n d u c e a u n o d e su s p ic o s m á s álgidos.
E n u n a a tra c c ió n de u n p a rq u e d e d iv e rsio n e s la p e rso n a es lan'
za d a c o n v io le n c ia a la o sc u rid a d o al v acío h a sta q u e p ien sa que va
a m o rir, p e ro de a lg ú n m o d o sale re g o c ija d a p o r h a b e r sobrevivido a
la e x p e rie n c ia. U n a h is to ria q u e n o p o see siq u ie ra u n a tisb o de esta
196 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

p re g o z a n d e g ra n p o p u la rid a d p o rq u e n o s o fre c e n u n m o d o meno


a rrie sg a d o d e e x p e rim e n ta r la m u e rte y el re n a c im ie n to , p o r m edia
c ió n d e h é ro e s c o n los q u e p o d e m o s id e n tific a rn o s.
P ero a g u a rd e u n m in u to , d e ja m o s al p o b re L u k e S k y w alk er tritu
ra d o h a s ta la m u e rte e n el c o ra z ó n , o m e jo r d ic h o el estó m ag o , de la
im p o n e n te E stre lla d e la M u e rte . Se e n c u e n tra e n el v ie n tre de la ba
llen a. Los te stig o s ro b o ts se s ie n te n p e r tu rb a d o s al o ír la supuesta
m u e rte d e su am o . Se aflig en y el p ú b lic o se aflige c o n ellos, pro­
b a n d o d e e sta s u e rte u n b o c a d o d e m u e rte . L os c in e a sta s emplean
to d a s su s a rtim a ñ a s y lo s re c u rso s a su a lc an c e p a ra c o n se g u ir que el
p ú b lic o p ie n s e q u e su s h é ro e s h a sid o m o lid o s h a sta h ac e rlo s puré
P ero lo s ro b o ts r e p a ra n e n q u e lo q u e s u p o n ía n a la rid o s de muerte
n o e ra n sin o g rito s d e aliv io y triu n fo . L os ro b o ts c o n sig u ie ro n des­
a c tiv a r la tritu r a d o r a de b a s u ra s y lo s p ro ta g o n is ta s sobrevivieron
m ila g ro s a m e n te al tra n c e . E l d e s c o n su e lo d e lo s ro b o ts y del públi­
co s ú b ita y e x p lo s iv a m e n te se tra n s fo rm a en alegría.

La elasticidad de la emoción

P o r lo v isto , las e m o c io n e s h u m a n a s p o s e e n c ie rta s propiedades


elá stic a s, algo así c o m o los b a lo n e s d e b a lo n c e sto , c u a n d o los lanza­
m o s c o n fu e rz a b o ta n a m u c h a a ltu ra , a n á lo g a m e n te , e n u n a histo­
ria el a u to r p ro c u ra le v a n ta r al p ú b lic o , in c re m e n ta r su g rad o de sen­
s ib iliz a c ió n y c o n c ie n c ia , p a ra así in te n sific a r su s em o cio n es, la
e s tr u c tu r a d e u n a h is to ria a c tú a a m o d o d e b o m b a q u e acrecien ta el
g ra d o d e im p lic a c ió n d el p ú b lic o , u n a b u e n a e s tru c tu r a funciona a
re s u lta s d e a lte rn a r la e le v a c ió n y el d e sc e n so d e la s u e rte del héroe
y, c o n ella, las e m o c io n e s d e la a u d ie n c ia , d e p rim ir las em o c io n es del
p ú b lic o tie n e el m is m o efecto q u e s o s te n e r u n b a ló n d e baloncesto
in fla d o b a jo el agua: c u a n d o la p re s ió n d e s c e n d e n te cesa, la pelota
v u e la h a c ia a rrib a y sale d e l ag u a, las e m o c io n e s d e p rim id a s a causa
d e la p re se n c ia d e la m u e rte b ie n p u e d e n re b o ta r e n u n in sta n te y al­
c a n z a r u n a a ltu ra m a y o r q u e n u n c a a n te s. E sto p u e d e se r la base so­
b re la q u e c o n s tr u ir u n n iv e l m á s in te n s o y elev ad o to d a v ía. La odi­
sea es u n a de las m á s h o n d a s « d e p re sio n e s» q u e p re se n ta una
h is to ria y p o r e n d e c o n d u c e a u n o d e su s p ic o s m á s álgidos.
E n u n a a tra c c ió n d e u n p a rq u e d e d iv e rsio n e s la p e rso n a es la°'
zad a c o n v io le n c ia a la o sc u rid a d o al v acío h a sta q u e p ien sa que va
a m o rir, p e ro de a lg ú n m o d o sale re g o cijad a p o r h a b e r sobrevivido a
la e x p e rie n c ia. U n a h is to ria q u e n o p o see s iq u ie ra u n a tisb o de esta
OCTAVA ETA PA : LA O D IS EA (E L C A LV A R IO ) 197

ilirp erien c ia ex tre m a tie n e u n a im p o rta n te c a re n c ia de fo n d o . A lg u n as


■ycce? l ° s esc rito re s d e g u io n e s tie n e n m u c h a s d ific u lta d e s c o n la ex-
g y n sió n d el se g u n d o acto , p u d ie n d o p a re c e r m o n ó to n o , e p isó d ic o o
u n p ro p ó s ito claro. E sto p o d ría d e b e rse a q u e lo h a n co n c e b id o
se n c illa m e n te c o m o u n a serie de o b stá c u lo s q u e se s u c e d e n e n el ca-
j p in o del h é ro e e n p o s d e su o b jetiv o final, y n o c o m o u n a serie di-
j|jm ic a d e a c o n te c im ie n to s q u e n o s d irig e n y n o s a p a rta n d e u n m o-
s ponto c e n tra l d e m u e rte y re n a c im ie n to . A u n e n la c o m e d ia m ás
j^ tú p id a o el ro m a n c e m á s frívolo, el s e g u n d o acto re q u ie re u n a c ri­
sis cen tral a v id a o m u e rte , u n m o m e n to e n q u e el h é ro e e x p e rim e n -
£ la m u e rte o u n p elig ro m á x im o en el d e sa rro llo d e su em p resa.

U héroe parece morir


t ij¡'; :

0 ex ten so se g u n d o a c to d e L a g u e r r a d e la s g a la x ia s n o se d e sm o ro -
i p gracias a u n a se c c ió n c rític a c e n tra l d o n d e se e x p lo ra n e x h a u s ti­
v am ente las fro n te ra s d e la m u e rte n o e n u n a , sin o p o r m e d io d e
toda u n a se rie d e o d ise a s o calv ario s. E n o tro in s ta n te d e la s e c u e n ­
cia del c o m p re s o r d e b a s u ra s g ig a n te , L u k e es a rra s tra d o b a jo las
aguas re sid u a le s p o r el te n tá c u lo de u n m o n s tr u o q u e el p ú b lic o n o
ve. F u e p re c is a m e n te e sta e sc e n a la q u e m e h iz o c o m p re n d e r el m e ­
canism o d e la od isea.
E n p rim e r lu g ar, el p ú b lic o y lo s te stig o s m á s p ró x im o s (H an
Solo, la p rin c e s a Leia, el W o o k ie ) v is lu m b ra n u n a s p o c a s b u rb u ja s
«n ascen so , u n sig n o d e q u e L u k e to d a v ía se d e b a te e n tre la v id a y la
ittu e rte , to d a v ía re sp ira . H a sta a q u í, to d o e stá b ie n . P ero e n to n c e s las
Ita rb u ja s d e ja n d e su b ir. L os te stig o s re a c c io n a n c o m o si h u b ie s e p e ­
lú cido. E n p o c o s s e g u n d o s el p ú b lic o se p re g u n ta si el h é ro e a lc a n ­
zará la su p erfic ie . Sabe q u e G eo rg e L u cas n o a c a b a rá c o n la v id a de
• * p ro ta g o n is ta m e d ia d a la p e líc u la , d e s u e rte q u e se d is tra e p e n -
Ih n d o e n esa p o sib ilid a d .
* R ec u erd o h a b e r a s is tid o a u n a e x h ib ic ió n p r e lim in a r d e L a g u e-
*Za d e la s g a la x ia s e n la F o x y h a b e r q u e d a d o to ta lm e n te c a u tiv a d o
f o t esos e sc a so s s e g u n d o s c rític o s d e la c ita d a e sc e n a. M e h a b ía
id e n tific a d o p a rc ia lm e n te c o n L u k e S k y w a lk e r y, c u a n d o p a re c ió
ÚÚórir, in s ta n tá n e a m e n te m e c o n v e rtí e n u n a p re s e n c ia in c o rp ó re a
Ifae ap a re c ía e n p a n ta lla . E m p e c é a m o v e rm e rá p id a m e n te , d e u n
í^ r s o n a je a o tro , p a s a n d o p o r to d o s lo s s u p e rv iv ie n te s , p r e g u n tá n ­
d o m e c o n c u á l d e e llo s p o d ría id e n tific a rm e a c o n tin u a c ió n . ¿Vivi-
lo q u e re s ta b a d e la h is to ria a h o m b ro s d e la m a lc ria d a p rin c e s a
198 EL VIAJE DEL E SCRITO R

Leia, d e l e g o ísta y o p o r tu n is ta H a n S olo, o d e la b e stia W ookie?


m e s e n tía c ó m o d o e n la p ie l d e n in g u n o d e ellos. E n eso s p o co s se
g u n d o s e x p e rim e n té algo p a re c id o al p á n ic o . A m i m o d o de p are
cer, el h é ro e se h a lla b a re a lm e n te en el v ie n tre d e la b a lle n a , in ac
ce sib le , a to d a s lu c e s m u e rto . H a b ie n d o s u c u m b id o el héroe
¿ Q u ié n era y o e n e sta p e líc u la ? ¿ C u á l e ra m i p u n to d e vista?
e m o c io n e s, c o m o el b a ló n de b a lo n c e s to s u je to b a jo el agua, esta­
b a n d e p rim id a s .
Es ju s to e n to n c e s c u a n d o L u k e em erge d e l fo n d o d e las aguas, fan_
goso p ero vivo. P ara n o so tro s h a m u e rto , p ero a h o ra vive de nuevo
re su c ita d o m e rc e d a la a y u d a de su s c o m p a ñ e ro s. D e rep e n te el públi­
co se sien te alb o ro zad o . Tras h a b e r d e sc e n d id o h a sta cotas tan bajas
las e m o c io n e s a lc a n z an m ás a ltu ra si cabe q u e n u n c a antes. Estas ex­
p e rie n c ia s c o n s titu y e n la clave p a ra e n te n d e r la g ran p o p u la rid a d que
se h a n g ra n je a d o las p e líc u la s de la serie L a g u erra d e las galaxias.
L a n z a n a h é ro e s y p ú b lic o h a sta la o rilla o p u e sta d o n d e se encuentra
la m u e rte y los a tra e n d e v u e lta a la v id a re p e tid a s veces. La gente paga
p o r m u c h o m á s q u e u n o s m ag n ífico s efectos especiales, u n o s diálogos
d iv e rtid o s o las a rd ie n te s escen as d e sexo. El p ú b lic o d isfru ta viendo
c ó m o el h é ro e e n g añ a a la m u e rte . A d ecir v e rd a d d isfru ta n engañan­
d o a la m u e rte ellos m ism o s. La id e n tific a c ió n co n u n h éro e que re­
gresa de la m u e rte es u n salto al vacío en su form a m ás dram ática.

El héroe es testigo de la muerte

L a g u e r r a d e las g a la x ia s n o n o s h a d e ja d o c a ta r su fic ie n te m e n te el
s a b o r d e la m u e rte . A n te s d e q u e fin alice la se c c ió n q u e o c u p a la odi­
sea (el c a lv a rio ), L u k e p re s e n c ia la m u e rte física d e su m en to r, Obi
W a n , e n u n m e m o ra b le d u e lo d e e sp a d a s lá se r q u e m a n tie n e con el
v illa n o D a rth Vader. L u k e está d e so la d o y sie n te la m u e rte de mane­
ra ta n ag u d a y c e rc a n a c o m o si fu e ra la su y a p ro p ia . P ero en este
m u n d o m ític o las fro n te ra s e n tre la v id a y la m u e rte s o n deliberada­
m e n te d ifu sas. El c u e rp o de O b i W a n se e x tin g u e , d e ja n d o abierta la
p o s ib ilid a d d e q u e p u e d a s o b re v iv ir en a lg ú n lu g a r p a ra regresar
c u a n d o sea m e n e ste r, c o m o el rey A rtu ro y M erlín .
P ara u n c h a m á n c o m o O bi W an , la m u e rte es u n u m b ra l familia 1
q u e p u e d e c ru z a rse e n a m b o s se n tid o s c o n relativ a facilidad. Crt>'
W a n vive d e n tro de L u k e y e n el p ú b lic o a través d e su s enseñanzas-
A p e s a r de su m u e rte física, p ro p o rc io n a rá a L uke c ru cia le s consejos
e n u lte rio re s m o m e n to s de la h isto ria : « C onfía e n la L u erza, Luke»-
198 EL VIAJE DEL E SCRITO R

Leia, d el e g o ísta y o p o r tu n is ta H an Solo, o d e la b e stia W ookie? M0


m e s e n tía c ó m o d o e n la p ie l d e n in g u n o d e ellos. E n eso s p o co s se
g u n d o s e x p e rim e n té algo p a re c id o al p á n ic o . A m i m o d o de pare
cer, el h é ro e se h a lla b a re a lm e n te en el v ie n tre d e la b a lle n a , inac
cesib le , a to d a s lu c e s m u e rto . H a b ie n d o s u c u m b id o el héroe
¿ Q u ié n era yo e n e sta p e líc u la ? ¿C u á l e ra m i p u n to d e vista?
e m o c io n e s , c o m o el b a ló n de b a lo n c e s to s u je to b ajo el agua, esta­
b a n d e p rim id a s .
Es ju sto e n to n c e s c u a n d o L uke em erge d e l fo n d o de las aguas, fan­ gpa<
goso p ero vivo. P ara n o so tro s h a m u e rto , p ero a h o ra vive de nuevo
resu c ita d o m e rc e d a la a y u d a de su s co m p a ñ e ro s. De rep e n te el públi­
$é'
co se sien te alb o ro zad o . Tras h a b e r d e sc e n d id o h a sta cotas tan bajas
las e m o c io n e s a lc a n z an m ás a ltu ra si cabe q u e n u n c a antes. Estas ex­
p erie n c ia s c o n stitu y e n la clave p a ra e n te n d e r la g ra n p o p u la rid a d que
se h a n g ra n je a d o las p elícu las de la serie L a g u erra d e las galaxias.
L an zan a h é ro e s y p ú b lic o h a sta la o rilla o p u e sta d o n d e se encuentra
la m u e rte y los a tra e n d e v u e lta a la v id a re p e tid a s veces. La gente paga
p o r m u c h o m ás q u e u n o s m ag n ífico s efectos especiales, u n o s diálogos
d iv e rtid o s o las a rd ie n te s escen as d e sexo. El p ú b lic o d isfru ta viendo
có m o el h éro e e n g añ a a la m u e rte . A d ecir v e rd a d d isfru ta n engañan­
d o a la m u e rte ellos m ism o s. La id e n tific a c ió n co n u n h éro e que re­
gresa de la m u e rte es u n salto al vacío en su fo rm a m ás dram ática.

El héroe es testigo de la muerte

L a g u e r r a d e las g a la x ia s n o n o s h a d e ja d o c a ta r su fic ie n te m e n te el
s a b o r d e la m u e rte . A n te s d e q u e fin alice la se c c ió n q u e o c u p a la odi­
sea (el c a lv a rio ), L u k e p re s e n c ia la m u e rte física d e su m en to r, Obi
W an , e n u n m e m o ra b le d u e lo d e e sp a d a s lá se r q u e m a n tie n e con el
v illa n o D a rth Vader. L u k e está d e so la d o y sie n te la m u e rte d e m ane­
ra ta n ag u d a y ce rc a n a c o m o si fu e ra la su y a p ro p ia . P ero en este
m u n d o m ític o las fro n te ra s e n tre la v id a y la m u e rte so n deliberada­
m e n te d ifu sas. El c u e rp o de O b i W an se e x tin g u e , d e ja n d o abierta la
p o sib ilid a d de q u e p u e d a so b re v iv ir en a lg ú n lu g a r p a ra regresar
c u a n d o sea m e n e ste r, c o m o el rey A rtu ro y M erlín.
P ara u n c h a m á n co m o O bi W an , la m u e rte es u n u m b ra l fam ilia
q u e p u e d e c ru z a rse en a m b o s se n tid o s c o n relativa facilidad. O'31
W a n vive d e n tro de L u k e y e n el p ú b lic o a través de su s enseñanza 5
A p e sa r de su m u e rte física, p ro p o rc io n a rá a L uke c ru c iales consejos
en u lte rio re s m o m e n to s de la h isto ria : « C o n fía e n la L u erza, Luke»-
O CTAVA ETA PA : LA O D IS EA (E L C A LV A R IO ) 199

&roe causa la muerte

kéroe n o tie n e q u e m o rir p a ra q u e el m o m e n to m o rta l s u rta el


to p re te n d id o . El h é ro e p u e d e se r te stig o de la m u e rte o ta m b ié n
ar la m u e rte . El m o m e n to c u lm in a n te d e F u eg o en el cu erp o , el
ario de W illia m H u rt, c o n s is te e n a se sin a r al e sp o so d e K a th le e n
j e r y d e sh a c e rse d e su c u e rp o . P ero ta m b ié n s u p o n e u n a m u e rte

iH u rt, e n lo m á s h o n d o d e su alm a. Su in o c e n c ia h a m u e rto , víc-


, d e su p ro p ia lu ju ria .

gntarse a la sombra

leíase m á s c o m ú n d e O d isea es, co n d ife re n c ia , u n a s u e rte d e ba-


i o c o n fro n ta c ió n c o n u n a fu e rz a o p o sito ra . P o d ría tra ta rse d e u n
aigo m o rta l, u n v illa n o , u n a n ta g o n is ta , u n o p o n e n te , o a u n u n a
de la n a tu ra le z a . E l a rq u e tip o d e la s o m b ra es u n a id ea q u e
|í logra e n g lo b a r to d a s esta s p o sib ilid a d e s. U n v illa n o p u e d e ser
I p erso n aje e x te rn o , in d e p e n d ie n te , p e ro en u n s e n tid o m ás p ro -
p a o to d a s estas p a la b ra s y c o n c e p to s a lu d e n a las p o sib ilid a d e s de
10 n eg a tiv o d e l p ro p io h é ro e . E n o tra s p a la b ra s, el m a y o r ad v er-
Ério d e l h é ro e es su p ro p ia so m b ra .
§v Como su c e d e c o n to d o s lo s a rq u e tip o s , e x is te n m a n ife sta c io n e s
psitivas y n e g a tiv a s d e la so m b ra . E n o c a sio n e s se p re c isa u n lad o
'uro q u e p o la ric e u n h é ro e o u n siste m a , q u e p ro p o rc io n e alg u n a
tencia c o n tra la c u a l lu c h a r. La re siste n c ia p u e d e se r su g ra n
ite de fu erza. Iró n ic a m e n te , q u ie n e s p a re c e n se r v illa n o s q u e se
lerzan p o r q u ita rn o s la v id a p u e d e n tro c a rse e n ú ltim a in sta n c ia
fuerzas q u e a c tú a n e n n u e s tro b en eficio .

íem onización

e ra lm e n te la s o m b ra re p re s e n ta los te m o re s d e l h é ro e y su s ras-
d e sa g ra d a b les o re c h a z a d o s, o sea, to d a s a q u e lla s c o sas q u e d e ­
am os d e n o s o tro s m is m o s y q u e in te n ta m o s p ro y e c ta r e n lo s de-
E sta fo rm a d e p ro y e c c ió n re c ib e el n o m b re de d e m o n iz a c ió n .
p e rso n a s q u e a tra v ie sa n u n a c risis e m o c io n a l a v eces p ro y e c ta -
to d o s su s p ro b le m a s e n u n a c ie rta área o c a m p o so b re o tra p er-
o g ru p o q u e se erig e e n sím b o lo d e to d o a q u e llo q u e o d ia n y
-én en su re la c ió n c o n sig o m ism a s. E n la g u e rra y e n la p ro p a -
200 EL VIA JE DEL E SC R ITO R

g a n d a , el e n e m ig o se c o n v ie rte e n u n d ia b lo in h u m a n o , la sotnlv
o s c u ra d e lo s ju s to s , d e ese ro s tro a n g e lic a l q u e tra ta m o s de at«
h u irn o s. El m is m o D iab lo es la s o m b ra d e D ios, u n a proyección a
to d o el p o te n c ia l m a lé v o lo , n e g a tiv o y re c h a z ad o d el Ser supremo
E n o c a sio n e s n e c e sita m o s d e esta p ro y e c c ió n y esta polarizaci^
p ara v e r la c u e stió n c o n n itid ez. U n sistem a e n te ro p u e d e mantener^
e n u n e q u ilib rio in sa n o , p o c o c o n v e n ie n te , d u ra n te m u c h o tiempo ej
caso de q u e lo s co n flicto s n o lle g u e n a ser clasificados, polarizados
fo rzad o s a a ñ o ra r e n la fo rm a d e u n a c o n fro n ta c ió n d ram ática. Por 10
gen eral, la so m b ra p u e d e ser sacad a a la luz. Las p a rtes irreconocidas
o rec h a z ad a s s o n id en tificad as y se to m a co n c ien c ia de su existencia
p ese a su afán p o r p e rm a n e c e r al ab rig o de las so m b ras. La aversión
q u e D rácu la sie n te p o r la lu z d el sol es u n sím b o lo del deseo de la
so m b ra p o r p e rm a n e c e r in e x p lo ra d a . P o d e m o s p e rcib ir a los villanos
co m o la so m b ra de los h é ro e s e n su fo rm a h u m a n a . C o n independen­
cia de c u á n aje n o s n o s p a re z c a n los v alo res d e l v illan o , de alg ú n modo
so n el re ñ e jo d e lo s p ro p io s d e se o s d e l h é ro e , m ag n ificad o s y distor­
sio n a d o s, su s m ay o res te m o re s p u e sto s e n ju e g o .

La muerte de un villano

A m e n u d o el h é ro e ro z a la m u e rte en el tra n s c u rs o d e su odisea, pero


es el v illa n o q u ie n fin a lm e n te e n c u e n tra su fin. E m p ero , el héroe
p u e d e p re s e n ta r o tra s fu e rz a s, o tra s s o m b ra s, c o n las q u e deberá
a rre g la rse a n te s d e q u e c o n c lu y a la a v e n tu ra . La a c c ió n p u ed e des­
p la z a rse d e sd e el te rre n o físico h a sta u n p la n o m o ra l, espiritual o
e m o c io n a l. D o rita m a ta a la b ru ja m a lv a d a e n el se g u n d o acto, mas
s e g u id a m e n te e n c a ra u n a o d ise a d e l e sp íritu : la m u e rte de sus espe­
ra n z a s d e re g re sa r a casa e n el te rc e r acto.
La c o n s e c u c ió n d e la m u e rte d e u n v illa n o n o d e b e ría re su ltar de­
m a sia d o fácil p a ra el h é ro e . E n la e sc e n a c u lm in a n te d e l film de
H itc h c o c k C o rtin a r a s g a d a ( T om C u rta in ), el h é ro e tra ta de m atara
u n esp ía en u n a g ra n ja d e s p ro v is to d e arm as. H itc h c o c k p o n e de re­
lieve q u e m a ta r a a lg u ie n p u e d e se r u n a c to m u c h o m á s difícil de 1°
q u e su e le p a re c e r a te n o r d e lo q u e n o s p re s e n ta la g ra n pantalla. L3
m u e rte d e u n a p e rs o n a c o m p o rta a sim ism o u n co ste em ocional
c o m o re p e tid a m e n te ilu s tra el film Sin p erd ó n . El caza r e c o m p e n s a 5
d e C lin t E a stw o o d m a ta , p e ro sie n te el d o lo r d e riv a d o de la tom a de
c o n c ie n c ia d e q u e su s v íc tim a s s o n h o m b re s co m o él. La m uede
d e b e s e r real, y n o u n a m e ra c o n v e n ie n c ia d e la tram a.
OCTAVA ETA PA : LA O D IS EA (E L C A LV A R IO )
201

g v illa n o escapa

« Iv ü la n o p u e d e h e r ir al h é ro e d u r a n te la o d ise a o a c a b a r c o n lo s se­
b e e s d el v illan o . El je fe d e lo s v illa n o s h u y e p a ra q u e p u e d a d a rse
gg n u ev o y d e fin itiv o e n fre n ta m ie n to en el te rc e r acto . A xel F o ley
gppntiene u n a c o n fro n ta c ió n d e m u e rte y re n a c im ie n to c o n lo s lu -
—ite n ie n te s d el c e re b ro c rim in a l e n el s e g u n d o a c to d e S u p erd etecti-
Je tn H o lly w o o d , si b ie n h a b rá d e e s p e ra r al te rc e r a c to p a ra p ro ta -
yppfm r el d u e lo fin al c o n la s o m b ra p rin c ip a l d e la cin ta.

.o

y n villanos son los héroes de sus propias historias

j fPga en m e n te q u e m ie n tra s q u e alg u n a s so m b ra s o villan o s se rego-


jfrpn en su m ald a d , m u c h o s d e ellos n o se p e rc ib e n e n a b so lu to com o
g$es malvados. E n su m e n te so n p e rso n a s ju s ta s , e stá n e n p o se sió n de
y verdad y s o n los h é ro e s de su s p ro p ia s h isto ria s. U n m o m e n to so m ­
brío para el h é ro e c o n stitu y e u n o b rilla n te a o jo s d e la so m b ra . Los a r­
cos de su s h isto ria s s o n u n reflejo in v ertid o : c u a n d o el h é ro e está en
plenitud, el v illan o está apag ad o . Todo d e p e n d e d el p rism a a través del
que se m ira. C u a n d o u s te d h ay a fin alizad o la re d a c c ió n d e u n g u ió n
cinematográfico o u n a nov ela, d e b e rá c o n o c e r a su s p e rso n a je s su fi­
cientemente b ie n p a ra n a rra r la h isto ria d esd e el p u n to d e vista d e to ­
dos y cada u n o de ellos: h é ro e s, v illan o s, c o m p a ñ e ro s y am igos, a m a n ­
tes, aliados, g u a rd ia n e s y g en te m e n u d a . C ad a u n o es h é ro e e n su
propio relato. P asearse p o r la h isto ria , al m e n o s u n a vez, en el pellejo
dt la so m b ra es u n ejercicio h a rto re c o m e n d a b le.

los héroes logran burlar la muerte

Eo la m ito lo g ía clásica, la o d ise a se rev ela c o m o u n m o m e n to e n el


•me se e sp e ra la m u e rte d el h é ro e . M u c h o s h a n lleg ad o a e ste p u n to
M e n o r m e n te y n o h a n so b re v iv id o . La a p ro x im a c ió n d e P erseo a la
? ° rg o n a M e d u sa se ve o b s ta c u liz a d a p o r las e s ta tu a s d e los h é ro e s
ella h a c o n v e rtid o e n p ie d ra c o n su m ira d a . El la b e rin to e n el
^ e se in te rn a Teseo está s e m b ra d o c o n los h u e s o s d e a q u é llo s a
M e n e s d e v o ró el m o n s tru o e n su in te rio r o q u e m u rie ro n d e h am -
M en s u b ú s q u e d a d e la salid a.
Los h é ro e s m ític o s se e n fre n ta n a u n a m u e rte c ie rta si b ie n so-
*®eviven a llí d o n d e o tro s h a n p e re c id o , d e b id o f u n d a m e n ta lm e n te a
202 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

q u e h a n sa b id o p ro c u ra rs e ay u d a s o b re n a tu ra l en e ta p as anteriores
B u rla n la m u e rte , g e n e ra lm e n te c o n la ay u d a d e los o b se q u io s qUe
les p ro p o rc io n a el m e n to r. P erseo e m p le a u n esp ejo m ág ico , u n re
galo d e A ten ea (M in e rv a ), p a ra ac e rc arse a M e d u sa y e v itar su mira
d a d ire c ta . C o n su e sp a d a m ág ica cercen a su cabeza y escap a a la per
se c u c ió n y los d e se o s d e v e n g a n z a d e las o tra s G o rg o n a s p o r medio
d e l casco q u e le d ie ra P lu tó n , le v a n ta n d o el v u e lo y lle v an d o consi­
go la cab eza d e M e d u sa lig ad a a la c ara e x te rio r d e l escu d o .
E n la h isto ria de Teseo, el h éro e se h a g an ad o el am o r d e Ariadna
hija del tira n o M in o s d e C reta, d u ra n te la fase de aproxim ación
A hora, c u a n d o Teseo d eb e in te rn a rse en lo d e sco n o cid o , las mortales
p ro fu n d id a d e s d el la b e rin to , se d irig e a A riad n a en b u sca de ayuda. La
p rin c e sa a c u d e e n to n c e s al m e n to r de la h isto ria, el g ran in v e n to r y ar­
q u ite c to D édalo, d ise ñ a d o r d el m ítico lab e rin to . Su m ágica ayuda es
d e la clase m ás sim ple: u n ovillo d e hilo . A riad n a so stien e u n extremo
m ie n tra s Teseo lo en ro lla d e n tro d el lab erin to . D e m a n e ra que logra
e n c o n tra r el c a m in o de regreso d esd e la m o ra d a d e la m u e rte gracias
a su c o n e x ió n c o n ella, en v irtu d d e su am or, el hilo q u e los une.

El hilo de A ria d n a

E l h ilo d e A ria d n a c o n s titu y e u n p o te n te sím b o lo d el g ra n p o d er del


am o r, d e la c o n e x ió n casi te le p á tic a q u e v in c u la a las p e rso n a s que
m a n tie n e n u n a re la c ió n s e n tim e n ta l in te n sa . E n o c a sio n e s p u ede ti­
r a r de u s te d co m o si se tra ta ra de u n c o n e c to r físico. G u a rd a u n cer­
ca n o p a re n te sc o c o n «las faldas m a te rn a s» q u e u n e n in c lu so a los
a d u lto s c o n su s m a d re s, u n a s u e rte d e cab les in v isib le s c o n u n a re­
siste n c ia s u p e rio r a la d el acero.
El h ilo de A ria d n a es u n a b a n d a elástica q u e c o n e c ta al h éro e con
lo s seres a m a d o s. U n h é ro e p u e d e a v e n tu ra rs e e n la m u e rte o en la
lo c u ra , p e ro g e n e ra lm e n te es re te n id o p o r d ic h o s en laces. M i madre
d ice q u e c u a n d o y o era n iñ o su frió u n a u rg e n c ia m é d ic a q u e la situ ó
al b o rd e d e la m u e rte . C o m e n ta q u e su e s p íritu a b a n d o n ó su cuerpo
y v o ló p o r la h a b ita c ió n , s in tié n d o s e lib re y listo p a ra p a rtir, y qñe
só lo la v isió n d e su s h ijo s c o n sig u ió d e v o lv e rla a la vida. H alló una
ra z ó n p a ra se g u ir v iv ien d o : c u id a r de to d o s n o so tro s.
E n in g lé s a n tig u o , la p a la b ra e m p le a d a p a ra d e sig n a r u n ovillo
era «clew », voz de la q u e p ro c e d e la p a la b ra m o d e rn a «clue», pi§ta
o in d ic io en e sp a ñ o l. A sí las cosas, u n a p ista es u n h ilo q u e el bus­
c a d o r ra s tre a en s u re to rn o h a s ta u n p u n to c e n tra l, e n b u sc a del o rí'
i
í OCTAVA ETA PA : LA O D IS E A (E L C A LV A R IO ) 203
Ì

*»n, el o rd e n o re sp u e sta s. L as m a d e ja s d e h ilo q u e c o n e c ta n u n c o ­


p i ó n c o n o tro p u e d e n se r la p ista v ital q u e p o sib ilita la re s o lu c ió n
u n m iste rio o u n co n flic to .
i

¡0 crisis del c o ra zó n

La odisea (el calv ario ) p u e d e ta m b ié n se r u n a crisis d e l c o ra z ó n . E n


|a h isto ria d e u n ro m a n c e p o d ría tra ta rs e d el m o m e n to de m a y o r in ­
tim idad, algo q u e d e se a m o s y te m e m o s c o n id é n tic o fervor. Tal vez
|o q u e m u e ra e n e ste in s ta n te sea la a c titu d d efen siv a d el h éro e. E n
Otra h isto ria p o d ría se r u n m o m e n to o sc u ro d e l id ilio e n el q u e el h é -
to e e x p e rim e n ta la tra ic ió n o el a p a re n te fin d e la re la c ió n ,
v Jo se p h C a m p b e ll d e sc rib e lo q u e p o d ría m o s d e n o m in a r las ra m i­
ficaciones ro m á n tic a s d e la o d isea, a las q u e d e d ic a d o s c a p ítu lo s de
*1 v o lu m e n E l p o d e r d el m ito, y q u e d e fin e c o m o «El e n c u e n tro c o n
k diosa» o «La m u je r c o m o te n ta c ió n » . C o m o a se g u ra , «la a v e n tu ­
ra de fin itiv a... c o m ú n m e n te se re p re s e n ta c o m o u n m a trim o n io m ís ­
tico... la crisis e n el n a d ir, e n el c é n it, o e n el lu g a r m á s re c ó n d ito de
la tierra, e n el p u n to c e n tra l d e l co sm o s, e n el c o sm o s m ism o , e n el
tab ern ácu lo d e u n te m p lo , o e n el se n o d e la o s c u rid a d d e la c á m a ­
ra m ás ín tim a d e l c o ra z ó n » . E n las h is to ria s de am o r, la crisis p u e d e
ser b ie n u n a esc e n a de a m o r o b ie n la s e p a ra c ió n d el se r am ad o .
R ecuerde q u e la p a la b ra « crisis» p ro c e d e d el id io m a g riego y sig n i­
fica « sep arar» .
E n Tras el C o r a z ó n Verde, la c risis es a u n tie m p o u n a O d ise a físi­
ca y u n a se p a ra c ió n d e lo s seres a m a d o s. J o a n W ild e r y su c o m p a ­
ñero c a m b ia n te J a c k C o lto n p e n e tr a n e n u n a c a v e rn a m ás p ro fu n d a
en se n tid o e stric to d o n d e se a p o d e ra n d e la e sm e ra ld a g ig an tesc a, El
C o raz ón . P ero eso re s u lta d e m a sia d o fácil y p o c o s in s ta n te s d e sp u é s
fes so b rev ien e la v e rd a d e ra O d ise a s u p re m a , c u a n d o el c o c h e e n el
<{Ue v iaja n se p re c ip ita p o r u n a cascad a y d e b e n b u c e a r p a ra sa lv a r la
Wda. J o a n W ild e r d e sa p a re c e b a jo el a g u a d u r a n te v a ria s to m a s. El
R úblico asiste al e sfu e rz o d e J a c k C o lto n p o r a lc a n z a r la o rilla, y d u -
ta n te e scaso s se g u n d o s n o s p re g u n ta m o s si J o a n h a b rá m u e rto e n re ­
alidad. E sos p o c o s se g u n d o s b a s ta n p a ra q u e fu n c io n e la m ag ia q u e
■Caracteriza al m o m e n to c u lm in a n te d e la o d isea. E n to n c e s J o a n apa-
- *Cce, a fa n á n d o se p o r a sirse a u n ro c a s itu a d a e n p rim e r té rm in o . Q u e
■fia m u e rto y re n a c id o es algo q u e se p o n e c la ra m e n te d e m a n ifie sto
el d iálo g o . E n la o rilla o p u e s ta , C o lto n g rita aliv iad o «C reí q u e te
¡p a b ia s a h o g a d o » . Y J o a n re c o n o c e : «A sí fue».
ZU4 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

C o lto n se m u e s tra e x u lta n te al c o m p re n d e r q u e h a sobrevivido


p ero a h o ra la crisis se c e n tra en el p la n o em o c io n al. El p o c o fiable
C o lto n se e n c u e n tra e n la o rilla o p u e sta d e l río tu rb u le n to y tiene en
su p o d e r la c o d ic ia d a jo y a. Se a p ro x im a u n a v e rd a d e ra p ru e b a de su
am or. ¿ M a n te n d rá su p ro m e sa de e n c o n tra rse c o n ella e n el siguiente
p u e b lo , o sim p le m e n te h u irá c o n E l C o ra z ó n y ro m p e rá su corazón?
¿Sobrevivirá ella e n la ju n g la de ese m u n d o especial sin su ayuda?

Ef matrimonio sagrado

E n h is to ria s d e c ie rto c a la d o p sic o ló g ic o y e m o c io n a l, la o d ise a pue­


d e a rra s tra r u n m o m e n to e n q u e se c o n tra e u n a s u e rte d e m atrim o­
n io m ístic o c o n u n a p e rs o n a , u n e q u ilib rio d e fu erz as internas
o p u e sta s. L os a sp e c to s d e te m o r y m u e rte c a ra c te rístic o s d e esta eta­
p a p u e d e n f ru s tra r la b o d a : ¿Y si n o fu n c io n a ? ¿Y si esa p a rte de mí
c o n q u ie n c a m in o h a c ia el a lta r m e d a la e sp a ld a y m e abrum a?
A h o ra b ie n , a p e s a r d e e sto s te m o re s, lo s h é ro e s p u e d e n a d m itir sus
c u a lid a d e s o c u lta s , a u n su s so m b ra s, y u n irs e a ellas e n sag rad o m a­
trim o n io . L os h é ro e s p r e te n d e n e n ú ltim a in sta n c ia e n fre n ta rse a su
á n im a , su alm a, o a las p a rte s m á s in tu itiv a s y fe m e n in a s n o recono­
cid a s d e su p e rso n a lid a d .
L as m u je re s tal v ez b u s q u e n e l á n im u s , lo s p o d e re s m ascu lin o s
d e la ra z ó n , la a firm a c ió n y la re iv in d ic a c ió n q u e , s e g ú n la sociedad,
d e b e n o c u lta r. Q u iz á in te n te n re c u p e ra r el c o n ta c to c o n a lg ú n im ­
p u ls o c re a tiv o o u n a e n e rg ía m a te rn a l q u e h a n re c h a z a d o . Llegado
u n m o m e n to d e c risis, u n h é ro e p u e d e e n tr a r e n c o n ta c to c o n todas
las facetas d e su p e r s o n a lid a d e n la m e d id a e n q u e su s m u c h o s yos
se a n lla m a d o s e n m a sa p a ra e n fre n ta rs e a s itu a c io n e s d e v id a o
m u e rte .

E! equilibrio

E n u n m a trim o n io sa g ra d o se a d m ite q u e a m b as p a rte s d e la perso ­


n a lid a d p o se e n ig u al valor. U n h é ro e tal, e n c o n ta c to c o n to d as las
h e rra m ie n ta s q u e p o n e a su a lc a n c e su c o n d ic ió n d e se r h u m a n o , se
e n c u e n tra c e n tra d o y e n e q u ilib rio , y d ifíc ilm e n te se le d e sp la za , so­
liv ia n ta o c o n tra ría . E n p a la b ra s d e C a m p b e ll, el m a trim o n io sagra­
d o « re p re s e n ta u n d o m in io to ta l d e la v id a p o r p a rte del h é ro e » , un
m a trim o n io e q u ilib ra d o e n tre el h é ro e y la v id a m ism a.
O CTAVA ETA PA : LA O D IS E A (E L C A LV A R IO ) 205

¿Consecuentemente, la odisea puede s e r una c risis en la que el hé-


se u n e e n sa g ra d o m a trim o n io c o n el la d o m a s c u lin o o fem en i-
L re p rim id o h a s ta e n to n c e s . Si b ie n p u e d e ig u a lm e n te p ro d u c irs e
r u p tu r a sag rad a! B ien p o d ría d e c la ra rs e a b ie rta m e n te u n a gue-
|l m o r t a l c o m o re s u lta d o d el d u e lo e n tre lo s la d o s m a s c u lin o y fe-
penino.

ipores que matan

p g n p b ell a b o rd a este c o n flic to d e s tru c tiv o e n «La m u je r c o m o te n ­


c i ó n ». E ste títu lo es q u iz á algo c o n fu so y, c o m o o c u rre c o n el ya
Mencionado «El e n c u e n tro c o n la d io sa » , la e n e rg ía lib e ra d a e n este
momento p u e d e se r m a sc u lin a o fe m e n in a . La p o s ib ilid a d d e la odi-
)ea co n d u c e al h é ro e a u n a e n c ru c ija d a d e tra ic ió n , a b a n d o n o o d e ­
cepción. Se tra ta de u n a crisis d e fe e n el te rre n o d e l am or.
Cada u n o d e lo s a rq u e tip o s p re s e n ta u n la d o p o sitiv o y b rilla n te
p o tro n eg ativ o y o sc u ro . El la d o o sc u ro d e l a m o r es la m á sc a ra d e l
Bttio, la re c rim in a c ió n , el a tro p e llo , la o fe n sa y el re c h a z o . É ste es el
HMtro d e M ed ea al se g a r la v id a de su s p ro p io s h ijo s, es la m á sc a ra
4e M edusa, la G o rg o n a , c o ro n a d a c o n las v e n e n o s a s s e rp ie n te s d e la
vergüenza y la cu lp a.
U na crisis p u e d e p ro d u c irs e c u a n d o u n a m a n te c a m b ia n te , d e re ­
cente y sin p re v io av iso , m u e s tra u n la d o o c u lto , u n a c irc u n sta n c ia
í|Ue lle n a de a m a rg u ra al h é ro e , q u e se sie n te tra ic io n a d o y c ie rra las
puertas a la id e a d e l am o r. E sto c o n s titu y e u n o d e lo s a rte fa cto s p re ­
dilectos d e H itc h c o c k . E n C on la m u erte en los ta lo n es, d e sp u é s de
UBa tie rn a h is to ria d e am o r, el p e rs o n a je q u e in te rp re ta C a ry G ra n t
I I tra ic io n a d o p o r E va M arie Saint. G ra n t se s ie n te a b a n d o n a d o p o r
p ía e n p le n a O d ise a m e d ia d o el la rg o m e tra je . La p o s ib ilid a d d el
iB lor v e rd a d e ro q u e ella e n c a rn a b a a h o ra p a re c e h a b e rs e e x tin g u id o ,
Üa in g re d ie n te q u e h a c e d e l su y o u n calv ario m á s so lita rio si cabe.
Itecuerde el le c to r la fam o sa esc e n a d o n d e casi p ie rd e la v id a cañ o -
Jfcado p o r u n a v ió n d e fu m ig a c ió n e n u n in m e n s o m aizal.

ánima o el ánimus negativo

o c a s io n e s d u r a n te el v ia je d e n u e s tr a s v id a s d e b e m o s e n f re n ­
arnos a p ro y e c c io n e s n e g a tiv a s d e l á n im a o el á n im u s . P u e d e tr a ­
nse d e u n a p e rs o n a q u e n o s a tra e a u n q u e n o n o s c o n v ie n e , o
206 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

ta m b ié n u n a p a r te m a lic io s a , m e z q u in a y b a s ta rd a d e n o s o tro s mis


m o s q u e r e p e n tin a m e n te se m a n ifie s ta c o m o u n M r. H y d e qUe
u s u r p a la p e r s o n a lid a d d e l Dr. Je k y ll. U n a c o n fro n ta c ió n de esta
lay a p u e d e s u s c ita r u n a O d is e a q u e a m e n a z a n u e s tr a v id a en el
d e s a rro llo p e r s o n a l o d e u n a re la c ió n . El h é ro e d e A tr a c c ió n fa ta l
d e s c u b re q u e u n a a m a n te e s p o rá d ic a p o d r á tro c a rs e e n u n a fuerza
le ta l e n c aso d e q u e la c o n tra v e n g a o re c h a c e . Ig u a lm e n te , u n so­
cio id e a l p u e d e tra n s fo rm a rs e e n el E s tr a n g u la d o r d e B o sto n o un
p a d re a m o ro s o e n u n a se sin o , c o m o s u c e d e e n la c in ta E l resplan­
d o r ( T h e S h in in g ). L as p é rfid a s m a d r a s tr a s y las re in a s d e los cuen­
to s d e lo s h e r m a n o s G rim m e ra n , e n s u s v e rs io n e s m á s g e n u in a s y
o rig in a le s , m a d re s c u y o a m o r d e g e n e ra b a h a s ta c o n v e rtirs e en un
s e n tim ie n to m o rta l.

Los psicópatas

U n o d e lo s u s o s m á s p e rtu rb a d o re s y su b v e rsiv o s d e la odisea su­


p re m a es el q u e p u e d e o b se rv a rse e n la fam o sa p e líc u la d e H itchcock
P sico sis ( P s y c h o ). E l g e n ia l d ire c to r in d u c e al p ú b lic o p a ra que ini­
c ia lm e n te se id e n tifiq u e c o n y sie n ta sim p a tía p o r M arió n (Janet
L eig h ), a u n c u a n d o es u n a m a lv e rs a d o ra en fuga. A lo largo de la pri­
m e ra m ita d d el se g u n d o a c to , n o h a y n a d ie m ás c o n q u ie n pueda
id e n tific a rs e el e sp e c ta d o r, salv o el e m p a p a d o h o ste le ro N orm an
B ates (A n th o n y P e rk in s ); p e ro n a d ie e n tre el p ú b lic o d esea identifi­
carse c o n él, es u n tip o m u y raro . E n c u a lq u ie r film co n v e n cio n al, el
h é ro e sie m p re so b re v iv e a la o d ise a , y vive p a ra v er c o n su s propios
o jo s la d e rro ta d e l v illa n o e n el clím ax . Es in im a g in a b le q u e u n a es­
tre lla d e la e n v e rg a d u ra d e J a n e t L eig h , u n a h e ro ín a in m o rta l de la
g ra n p a n ta lla , sea sa c rific a d a a p e n a s lle g a d o s a la m ita d de la histo­
ria. P e ro H itc h c o c k h a c e lo im p e n s a b le y m a ta a n u e s tra h e ro ín a pre­
m a tu ra m e n te . E sta O d ise a s u p o n e p o r ta n to el fin al p a ra el héroe.
Sin in d u lto , s in re s u rre c c ió n , sin caíd a d e te ló n n i sa lu d o final entre
v íto re s p a ra M arió n .
El efecto es h a rto im p a c ta n te . S e n tim o s e x tra ñ e z a y, co m o si fué­
se m o s u n fa n ta sm a in c o rp ó re o , n o s s e n tim o s h u é rfa n o s y flotam os
so b re la p a n ta lla m ie n tra s c o n te m p la m o s c ó m o se e sc u rre la sangre
d e M a rió n p o r el d e sa g ü e . ¿ C o n q u ié n n o s id e n tific a m o s entonces?
¿ Q u ié n serem o s? E n b rev e la o p c ió n se rá clara: H itc h c o c k sólo nos
o frece u n a p o s ib ilid a d , q u e n o es sin o el e x tra ñ o y sin ie stro Norm an-
C o n re tic e n c ia n o s a d e n tra m o s en la m e n te d e N o rm a n , ventos la
O CTAVA ETA PA : LA O D IS EA (E L C A LV A R IO ) 207

[storia a tra v é s d e su s o jo s, e in c lu s o e m p e z a m o s a p e rc ib irlo co m o


uestro n u e v o h é ro e . Es d e s u p o n e r q u e p rim e ra m e n te d e b e m o s
ensar q u e N o rm a n está c u b rie n d o a su d e s q u ic ia d a m a d re , p e ro
o ste rio rm e n te d e s c u b rim o s q u e el p ro p io N o rm a n es el ase sin o ,
¡emos a v a n z a d o p o r la tra m a e n la p iel d e u n p sic ó p a ta , id e n tific a ­
os c o n su m a q u ia v é lic o cereb ro . Sólo u n m a e stro c o m o H itc h c o c k
S capaz d e p ro p o n e r s e m e ja n te d esafío a las reg las q u e g o b ie rn a n a
js h é ro e s, la m u e rte y la o d ise a (o el calv a rio ).

;| enfrentamiento con e l m a y o r temor

a odisea p u e d e d efin irse co m o el m o m e n to en q u e el h é ro e se en-


renta a su m ay o r tem or. P ara la m ay o ría d e las p e rs o n a s es la m u erte,
tero e n m u c h a s h isto ria s se trata se n c illa m e n te d e a q u ello q u e m ás
em e el p ro tag o n ista : a fro n ta r u n a fobia, re ta r a u n rival, o esb o za r u n a
© rm enta o u n a crisis p o lítica. In e v ita b le m e n te, In d ia n a J o n e s debe
Btfrentarse cara a cara c o n su m a y o r m ied o : las serp ien tes.
D e lo s m u c h o s m ie d o s q u e e n fre n ta n lo s h é ro e s, to d o a p u n ta a
p ie el m a y o r p o d e r d ra m á tic o d e riv a d e l te m o r a e n fre n ta rse c o n u n
ja d re o u n a fig u ra a u to rita ria . La e sc e n a fa m ilia r c o n s titu y e el n ú -
d éo del d ra m a m á s se rio , y la c o n fro n ta c ió n c o n la fig u ra p a te rn a
lijen p u e d e p ro p o rc io n a r u n a p o te n te O d isea.

II enfrentamiento con un p ro g e n ito r

En R ío R o jo , el p e rs o n a je q u e in te rp re ta M o n tg o m e ry C lift, M a tth e w
G arth, se e n fre n ta a su m a y o r te m o r m e d ia d a la h is to ria c u a n d o tr a ­
ta d e a rre b a ta r el c o n tro l d e l a rre o d e d ie z m il ca b e z as d e g a n a d o a
Su p a d re a d o p tiv o , Tom D u n s to n (Jo h n W a y n e ), q u ie n re c ie n te m e n ­
te se h a c o n v e rtid o e n u n a so m b ra fo rm id a b le . D u n s to n in ic ió el r e ­
lato e je rc ie n d o las fu n c io n e s d e h é ro e y m e n to r, p e ro s u s titu y ó esas
tn á sc a ra s p o r la d el tira n o d u r a n te la fase de la a p ro x im a c ió n . Se h a
tra n s fo rm a d o en u n d io s d e m e n te , h e rid o , e b rio y cru el: u n p a d re
Abusivo c o n su s h o m b re s , q u e lleva el d e b e r m á s allá de to d o s lo s lí-
Stoites ra z o n a b le s. C u a n d o M a tt d esafía a su m e n to r y m o d e lo de
C o n d u cta, se está e n fre n ta n d o a su m a y o r te m o r en el m e o llo d e su
‘P ro p ia O d isea.
r D u n s to n p ro c la m a q u e ju g a rá a ser d io s y c o lg a rá a to d o s a q u é ­
llo s q u e o se n q u e b r a n ta r las leyes q u e rig e n su p e q u e ñ o m u n d o .
¿uo EL VIAJE DEL E SC R ITO R

M a tt se e n fre n ta a él a rrie s g á n d o s e a m o r ir a c rib illa d o . D u n sto n , el


s e ñ o r d e la m u e rte q u e se in c o rp o ra d e sd e su tro n o , d e s e n fu n d a con
la in te n c ió n d e m a ta rlo . C o n to d o , lo s a lia d o s d e M a tt, g a n a d o s para
s u c a u sa d u r a n te la e ta p a d e la p u e s ta a p ru e b a , e n tra n e n escena y
re v ie n ta n el a rm a q u e e m p u ñ a D u n s to n . El p o d e r d e M att en su pa­
p el d e h é ro e es a h o ra tal q u e n o n e c e sita m o v e r u n so lo d e d o contra
su a d v e rsa rio . Su so la v o lu n ta d b a sta p a ra d e rr o ta r a la m u e rte . De
h e c h o , d e s tro n a a D u n s to n y se p ro c la m a rey d e la e x p e d ic ió n para
el tra s la d o d e l g a n a d o , s ie n d o así q u e su p a d re se q u e d a c o n u n a tris­
te c a n tim p lo ra y u n c ab allo . E n h is to ria s c o m o ésta, el en fre n ta­
m ie n to c o n el m a y o r te m o r se d e s c rib e c o m o el a lz a m ie n to d e u n jo ­
v e n fre n te a la g e n e ra c ió n q u e le p re c e d e .

La juventud frente a la madurez

E l re to de lo s jó v e n e s a la g e n e ra c ió n a n te rio r es u n d ra m a q u e no
e n tie n d e d e é p o c a s, d e s u e rte q u e la o d ise a s u p re m a q u e s u p o n e la
re b e ld ía d e u n jo v e n a n te las p ro h ib ic io n e s d e u n p a d re es u n a su n ­
to ta n a n tig u o y fru c tífe ro c o m o las h is to ria s de A d á n y E va, Edipo
o el rey Lear. E ste c o n flic to s in e d a d p ro p o rc io n a g ra n p a rte del p o ­
d e r q u e d e te n ta la e s c ritu ra d ra m á tic a . La o b ra te a tra l E n el estan qu e
d o r a d o (O n G o ld en P o n d ) d e s c rib e el fre n ético e sfu e rz o d e u n a hija
p o r c o m p la c e r a su p a d re , d e m a n e ra q u e la o d isea se n u tre de la
c o n fro n ta c ió n c o n el p a d re , así c o m o d e la e x p e rim e n ta c ió n p o r p ar­
te d e l é ste d e s u p ro p ia m o rta lid a d .
E ste d ra m a g e n e ra c io n a l e n o c a sio n e s se re p re s e n ta a escala m u n ­
d ia l. A sí, lo s e s tu d ia n te s c h in o s d is id e n te s q u e to m a ro n la p la za de
T ia n a n m e n e im p id ie ro n el p a so d e lo s ta n q u e s c o n su s c u e rp o s no
e s ta b a n s in o d e sa fia n d o el e s ta tu s q u o im p u e s to p o r su s p a d re s y sus
a b u e lo s.
E n lo s c u e n to s p o p u la re s y d e h a d a s , las lu c h a s c o n lo b o s y b ru ­
ja s p u e d e n c o n s titu ir d is tin ta s m a n e ra s d e e x p re sa r lo s co n flicto s
c o n lo s p ro g e n ito re s. Las b ru ja s e n c a r n a n el lad o m á s o sc u ro de las
m a d re s, to d a vez q u e los o g ro s, los lo b o s o los g ig a n te s so n lo m is­
m o re sp e c to d e lo s p a d re s. L os d ra g o n e s y o tro s m o n s tr u o s p u e d e n
se r s o m b ra s d e u n p r o g e n ito r o d e u n a g e n e ra c ió n e n te ra q u e ha
e je rc id o su a u to r id a d d u r a n te d e m a s ia d o tiem p o . C a m p b e ll se refi­
rió al d ra g ó n c o m o u n sím b o lo o c c id e n ta l d el tira n o q u e ta n to ha
c o n s tre ñ id o a su re in o o su fam ilia q u e h a e x p rim id o h a s ta su ú lti­
m a g o ta d e v id a , q u e d a n d o p u e s in e rte .
OCTAVA E TA P A : LA O D IS E A (E L C A LV A R IO ) 209

§ El c o n flic to e n tre la ju v e n tu d y la m a d u re z p u e d e e x p re sa rse in -


Ite r n a m e n teasí c o m o e n b a ta lla s e x te rn a s lib ra d a s e n tre p a d re s e hi-
L j El a b ra s a d o r c o m b a te q u e e n c ie n d e la o d ise a p u e d e se r u n a lu -
R h a in te rio r e n tre u n a e s tru c tu ra d e p e rs o n a lid a d v ieja, c ó m o d a y
E e n d e fe n d id a y u n a n u e v a m á s d é b il, to d a v ía e n fo rm a c ió n , p ero
¡Ljjsiosa p o r m a n ife sta rse . A u n q u e el n u e v o y o n o p o d rá v e r la lu z
¡ an tes d e q u e m u e ra el a n tig u o o, a l m e n o s , a n te s d e q u e se a p a rte y
$ ceda su e sp a c io d u r a n te la e ta p a c e n tra l.
Rara v ez la o d ise a p u e d e se r u n a b u e n a o c a s ió n p a ra s a n a r las h e-
n/íac p ro fu n d a s a b ie rta s e n tre u n p a d re y u n h ijo , si b ie n n o p u e d e
descartarse. C a m p b e ll d e n o m in a e sta p o s ib ilid a d «La re c o n c ilia c ió n
con el p a d re » . A v e c e s u n h é ro e , al so b re v iv ir a u n c a lv ario o a tre ­
verse a d e sa fia r la a u to r id a d d e la fig u ra p a te rn a , c o n se g u irá sa ld a r
$u deuda c o n el p ro g e n ito r y g a n a r así s u a p ro b a c ió n , re so lv ie n d o a
]a sazón lo s p o sib le s c o n flic to s q u e lo s se p a ra n .

La muerte del ego

En la m ito lo g ía la o d is e a sig n ific a la m u e r te d e l eg o. E l h é ro e es


ahora p a r te in te g r a n te d e l c o s m o s , s ig n ific a la m u e r te p a r a la v ie ­
ja y lim ita d a v is ió n d e la s c o s a s y el r e n a c e r a u n a n u e v a c o n c ie n ­
cia de la s re la c io n e s . L as v ie ja s f r o n te r a s y lim ita c io n e s d e l y o se
han tra s c e n d id o o h a n s id o a n iq u ila d a s . E n a lg ú n s e n tid o el h é ro e
se ha c o n v e r tid o e n u n d io s c o n la d iv in a h a b ilid a d d e s o b re v o la r
los lím ite s n o r m a le s d e la m u e r te p a ra a sí c o n te m p la r la m á s a m ­
plia v is ió n d e la c o n e x ió n e x is te n te e n tr e to d a s la s c o sa s. L o s g rie ­
gos lo lla m a r o n u n m o m e n to d e apoteosis, u n p a s o p o r e n c im a
del e n tu s ia s m o d o n d e s im p le y lla n a m e n te a lb e rg a m o s a d io s e n
nuestro in te r io r . E n u n e s ta d o a p o te ó s ic o som os el d io s , d e s u e rte
q u e p r o b a r la m u e r te n o s p e r m ite to m a r a s ie n to e n el tr o n o d e
Dios te m p o r a lm e n te .
El h é ro e q u e se e n fre n ta a u n a O d is e a h a d e s p la z a d o su c e n tro
desde el ego al yo, s u p a r te m á s d iv in a . T a m b ié n p o d e m o s a s is tir a
Un m o v im ie n to d e l y o h a c ia el g ru p o , al a c e p ta r el h é ro e u n a re s ­
p o n s a b ilid a d m a y o r, s u p e r io r al c u id a d o d e sí m is m o . U n h é ro e
a rriesg a su v id a p o r el b ie n d e u n c o le c tiv o y d e la v id a m is m a , y
de este m o d o se g a n a el d e re c h o a s e r c o n s id e ra d o « u n h é ro e » .
210 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

El mago de Oz

D o ñ t a y sus a m ig o s , a t r a p a d o s p o r la b r u ja m a lv a d a y sus h u es­


tes d e g u a r d ia n e s d e l u m b r a l, s e en fr e n ta n a h o r a a la o d is e a su­
p r e m a . L a b r u ja h a e n fu r e c id o p o r su p e n e t r a c ió n en la c a v ern a
m á s p r o fu n d a y p o r h a b e r r o b a d o su m a y o r te s o r o , la s z a p a tilla s
ro ja s . D e s c ie n d e s o b r e e l c u a r t e t o y a m e n a z a co n m a t a r lo s u no a
u n o, r e s e r v a n d o a D o r it a p a r a el f in a l .
L a a m e n a z a d e m u e r t e r e v e la c la r a m e n t e c u á n a lt a s está n las
a p u e s t a s . E l p ú b lic o s a b e q u e v a a lib r a r s e u n a e n c a r n iz a d a b a ­
t a ll a en tr e la s f u e r z a s d e la v id a y la m u er te.
L a b r u ja e m p i e z a p o r e l E s p a n t a p á ja r o s . E n c ie n d e el p a lo de
su e s c o b a y lo u t iliz a a m o d o d e a n t o r c h a c o n la q u e p r e n d e r le f u e ­
g o . L a p a j a p r e n d e y e l E s p a n t a p á ja r o s lla m e a , t o d o p a r e c e p erd i­
d o. L o s n iñ o s d e l p ú b lic o c r e e n q u e e l E s p a n t a p á ja r o s h a su cu m ­
b id o y c o n ju n t a m e n t e s ie n te n e l h o n o r d e la m u erte.
D o r it a a c t ú a p o r in s tin to y h a c e lo ú n ic o q u e p u e d e d iscu rrir
p a r a s a lv a r a su d e s d i c h a d o a m ig o : a g a r r a un c ú b o d e a g u a y lo
v a c ía s o b r e e l E s p a n t a p á ja r o s . S o fo c a la s lla m a s a l tie m p o que
e m p a p a a la b r u ja . D o r it a n o p r e t e n d ía m a t a r a su e n e m ig a , la
b r u ja , ni tan s iq u ie r a s o s p e c h a b a q u e e l a g u a p o d í a fu n d ir la , p ero
lo c ie r t o es q u e h a a c a b a d o c o n e lla . L a m u e r t e r o n d a b a sobre
e llo s , y D o r it a n o h iz o s in o d e s v i a r la d e su o b je t iv o y d ir ig ir la h a ­
c í a o t r a v íc tim a .
A u n q u e la b r u ja n o d e s a p a r e c e tan s ú b ita y fá c ilm e n t e . L a
s u y a e s u n a m u e r t e p r o lo n g a d a , p a t é t i c a y a g o n iz a n t e . « ¡O h , mi
m a ld a d h e r m o s a ! ¡Q u é m u n d o éste, q u é m u n d o J» C u a n d o f i n a l ­
m e n t e p e r e c e la m e n t a m o s su d e s a p a r ic ió n , y a q u e v e r d a d e r a m e n ­
te h e m o s p r o b a d o e l s a b o r d e la m u erte.

N u e s tro s h é ro e s se h a n e n fre n ta d o cara a cara c o n la m u e rte y han


v iv id o p a ra c o n ta rlo . Tras u n in s ta n te d e a tu rd im ie n to , les in v ad e un
jú b ilo in d e c ib le , y se a p re s u ra n a re c o g e r lo s fru to s d e su v ic to ria so­
b re la m u e rte e n la n u e v a e ta p a q u e se d e sp lie g a s e g u id a m e n te ante
su s ojos: la re c o m p e n s a (o a p o d e ra rs e de la e sp ad a ).
OCTAVA ETA PA : LA O D IS E A (E L C A LV A R IO ) 211

Cuestionario sobre el viaje

1 . ¿C u ál es la o d ise a (o el c a lv a rio ) e n E l silen c io d e los cord eros? ¿E n

.
E l p r ín c ip e d e las m a r e a s ( T h e P rin ce o f T id es )? ¿E n P retty W o m a n ?
2 ¿C u ál es la o d ise a (o el c a lv a rio ) d e s u p ro p ia h isto ria ? ¿A caso su
h isto ria tie n e u n v e rd a d e ro v illan o ? ¿O se tra ta s im p le m e n te d e u n
an ta g o n ista ?
3 . ¿E n q u é m e d id a y d e q u é m a n e ra es el a n ta g o n is ta o v illa n o d e su
‘h isto ria la s o m b ra d e l p ro p io h éro e ?
4. ¿Acaso el p o d e r d e l v illa n o se c a n a liz a p o r m e d io d e so c io s, e sb i­
rro s o secu aces?
5 . ¿P u ed e el v illa n o s e r ta m b ié n u n e m b a u c a d o r o u n a fig u ra c a m ­
b ian te? ¿ Q u é o tro s a rq u e tip o s p o d ría m a n ife s ta r el v illan o ?
6 . ¿De q u é m a n e ra se e n fre n ta su h é ro e a la m u e rte e n el tra n s c u rs o
d e la odisea? ¿C u á l es el m a y o r te m o r d e l h éro e?
Novena etapa: La recompensa
L le g a m o s, lo v im o s y le d im o s u n a p a ta d a en el trasero.
(D e Los cazajantasmas [Ghostbusters ] , g u ió n de D an A ykroyd y H arold Ramis)

n a v ez p a sa d a la c risis de la o d isea, lo s h é ro e s e x p e rim e n ta n las


U c o n s e c u e n c ia s d e h a b e r so b re v iv id o a la m u e rte . M u e rto o d e­
rro ta d o el d ra g ó n q u e m o ra b a e n la c a v e rn a m á s p ro fu n d a , se apo­
d e ra n d e la e sp a d a d e la v ic to ria y re iv in d ic a n su r e c o m p e n s a . Puede
q u e el triu n fo sea efím ero , p e ro d e m o m e n to sa b o re a n su s m ieles.

N o so tro s los b u s c a d o r e s n os m ir a m o s m u tu a m en te co n u n a a m p lia


so n risa . N o s h e m o s g a n a d o el d e r e c h o a s e r lla m a d o s h éro es. P or el
b ien d e la tribu , p la n ta m o s c a r a a la m u erte, lle g a m o s a p r o b a r su
s a b o r y, a p e s a r d e ello , seg u im o s co n v id a. D e las p ro fu n d id a d es del
terro r a s c e n d im o s sú b ita m en te a la v icto ria . E s h o r a d e lle n a r n u es­
tra s b a r r ig a s v a c ía s y d e a l z a r la v o z a lr e d e d o r d e la h o g u e r a p a r a
c a n t a r n u estra s h a z a ñ a s . L a s v ie ja s h e r id a s y lo s a g r a v io s están o l­
v id a d o s. L a h is to r ia d e n u estro v ia je e s tá e m p e z a n d o a g esta rse.
Te s e p a r a s d e l resto , e n v u e lto en u n a e x t r a ñ a c a lm a . L a s s o m ­
b r a s d a n z a n t e s te rec u e r d a n a a q u é llo s q u e n o lo lo g r a r o n y ca es
en la cu en ta . E res d ife r e n te . H a s c a m b ia d o . U n a p a r t e d e ti ha
m u e r t o y en su lu g a r h a n a c id o un s e r n u ev o . E l m u n d o j a m á s v o l­
v e r á a s e r e l m is m o y tú ta m p o c o . E s to ta m b ié n f o r m a p a r t e d e la
r e c o m p e n s a p o r h a b e r t e e n fr e n ta d o a la m u erte.

E n c o n tra rs e c o n la m u e rte es u n h e c h o re le v a n te q u e , co m o tal,


co n lle v a im p o rta n te s c o n se c u e n c ia s. S iem p re h a b rá u n tie m p o en el
q u e el h é ro e se rá re c o n o c id o o re c o m p e n sa d o p o r h a b e r so b revivido
a la m u e rte o a u n o d ise a su p re m a . La e x p e rie n c ia d e viv ir u n a cri­
sis g e n e ra u n sin fín de n u e v a s p o sib ilid a d e s, y la re c o m p e n sa , co n ­
se c u e n c ia d ire c ta d e la o d ise a , p re s e n ta m u c h a s fo rm as y fu n ciones.
N O V E N A E TA P A : LA R E C O M P E N S A 213

La celebración

U n a v ez q u e lo s c a z a d o re s h a n s o b re v iv id o a la m u e r te e in te ­
r r u m p e n su ju e g o , es n a tu r a l q u e q u ie r a n c e le b ra rlo . H a n g a sta d o
to d a su e n e rg ía e n la c o n tie n d a y n e c e s ita n re p o n e rla . Es m u y p o ­
sible q u e lo s h é ro e s c e le b re n el e q u iv a le n te a u n a fie sta o u n a b a r ­
b aco a e n e s ta e ta p a , e n la q u e se p r e p a r a r á n y c o n s u m ir á n lo s f ru ­
to s d e la v ic to ria . L os h é ro e s d e la O d is e a s ie m p re o fre c ía n u n
sacrificio y o rg a n iz a b a n u n b a n q u e te p a ra a g ra d e c e r y c e le b ra r el
h e c h o d e h a b e r s o b re v iv id o a a lg ú n p e lig ro e n a lta m ar. Se n e c e s i­
tan fu e rz a s p a ra re g re s a r al m u n d o d e la s a ltu ra s , d e m o d o q u e h a y
q u e to m a rs e u n tie m p o d e d e s c a n s o p a ra re c u p e r a rs e y r e p o s ta r
energías. E n B a ila n d o co n lo b o s , d e s p u é s d e la c aza d e l b ú fa lo (la
od isea s u p re m a ) D u n b a r y la tr ib u lo c e le b ra n c o n u n fe s tín y c o ­
m e n la c a rn e d e e ste a n im a l. A q u í, la re c o m p e n s a q u e re c ib e el h é ­
ro e p o r h a b e r s a lv a d o a u n jo v e n d e la m u e r te n o es o tra q u e lo g ra r
ser a c e p ta d o p o r lo s la k o ta .

Escenas alrededor de una hoguera

L legados a e ste p u n to , m u c h a s h is to ria s tie n e n u n a e sc e n a q u e se


d e sa rro lla a lre d e d o r d e u n a h o g u e ra . E n ellas, el h é ro e y s u s c o m ­
p a ñ e ro s se r e ú n e n a lre d e d o r d e u n a fo g a ta o s u e q u iv a le n te p a ra r e ­
vivir lo s m á s re c ie n te s a c o n te c im ie n to s . E llo d a p ie , a sim ism o , a h a ­
cer b ro m a s y a v a n a g lo ria rs e d e las p ro p ia s h a z a ñ a s. E s u n m u y
c o m p re n sib le d e sa h o g o p o r h a b e r v e n c id o a la m u e rte . C a z a d o re s y
p e sc ad o res, p ilo to s y n a v e g a n te s, s o ld a d o s y e x p lo ra d o re s , to d o s
ellos e x a g e ra n p o r ig u a l su s lo g ro s. A sí, e n la b a rb a c o a d e B a ila n d o
con lo b o s , D u n b a r se ve o b lig a d o a re la ta r v a ria s v e c e s la h is to ria d e
la caza d e l b ú fa lo .
Pero ta m b ié n es p o sib le q u e e n to rn o al fuego s u rja n c o n flicto s y
peleas p o r el b o tín . D e ese m ism o m o d o , D u n b a r se ve e n v u e lto en
ú n a d isc u s ió n p o r ca u sa d e su s o m b re ro , q u e fue reco g id o p o r u n
guerrero sio u x d e s p u é s d e q u e el h é ro e lo p e rd ie ra d u ra n te la cacería.
La esce n a e n to rn o a u n a h o g u e ra p u e d e ta m b ié n e rig irse e n u n a
e stu p e n d a o p o r tu n id a d p a ra d a r rie n d a su e lta a la re m in isc e n c ia o a
1* n o sta lg ia . D e sp u é s d e h a b e r c ru z a d o el a b ism o e n tre la v id a y la
tú u e rte , n a d a v u e lv e a se r ig u al. A v eces, lo s h é ro e s v u e lv e n la v ista
*1 p a sa d o y re c u e rd a n e n v o z alta las c irc u n s ta n c ia s q u e lo s lle v a ro n
a d o n d e e stá n . P u e d e se r q u e u n h é ro e so lita rio se refiera a lo s ac ó n -
214 EL VIAJE DEL E SCRITO R

te c im ie n to s o las p e rs o n a s q u e m á s le h a n in flu id o e n la v id a o al có­


d ig o n o e sc rito q u e rig e su e x iste n c ia .
E ste tip o d e e sc e n a s c u m p le n v a ria s fu n c io n e s re le v a n te s para el
p ú b lic o . P e rm ite n u n re sp iro d e sp u é s d e u n a b a ta lla o u n a odisea lle­
n a s d e te n sió n . E n ellas, los p e rs o n a je s re b o b in a n la h isto ria p a ra po­
n e rn o s e n a n te c e d e n te s y d e ja rn o s e n tre v e r su p u n to d e v ista y sus
s e n tim ie n to s . E n R ío R o jo , M a tth e w G a rth n a rra la tra m a de nuevo
p a ra u n a re c ié n lleg ad a a la h is to ria , Tess (Jo a n n e D ru ), en u n a es­
ce n a q u e se d e s a rro lla a lre d e d o r d e l fuego. A sí, el h é ro e n o s revela
su s s e n tim ie n to s p o r su p a d re a d o p tiv o y p e rm ite al e sp e c ta d o r te­
n e r cie rta p e rs p e c tiv a so b re ta n c o m p le ja y ép ica h isto ria .
E n ese tra n q u ilo m o m e n to d e re fle x ió n e in tim id a d a lcan zam o s a
c o n o c e r m e jo r a lo s p e rso n a je s. U n e je m p lo m e m o ra b le es la escena
d e la p e líc u la T ibu rón e n la q u e el p e rs o n a je in te rp re ta d o p o r R obert
Shaw, Q u in t, c u e n ta su s h o rrib le s e x p e rie n c ia s v iv id a s c o n tib u ro n es
e n el P acífico d u r a n te la II G u e rra M u n d ia l. L os h o m b re s co m p aran
su s cic a tric e s y c a n ta n u n a c a n c ió n d e ta b e rn a . E s u n a esce n a que
sirv e p a ra « e sta b le c e r c o n ta c to » , c o n s tru id a so b re la in tim id a d que
n a c e d e l h e c h o de h a b e r so b re v iv id o ju n to s a u n a odisea.

Escenas de amor

O tra d e las p o sib le s fu n c io n e s d e u n a o d ise a s u p re m a es la de dar


p a so y p re p a ra r el te rre n o p a ra u n a esc e n a d e am or. L os h é ro es no
so n c o n s id e ra d o s re a lm e n te c o m o tales si n o h a n s u p e ra d o u n a cri­
sis. A n te s d e ese m o m e n to s e rá n u n o s m e ro s a s p ira n te s a héro es. Por
esta ra z ó n n o s o n d ig n o s se r a m a d o s h a s ta q u e h a y a n lo g ra d o de­
m o s tra r su d is p o s ic ió n al sacrificio . Sólo lle g a d o s a ese p u n to , u n hé­
ro e v e rd a d e ro se m e re c e u n a e sc e n a d e a m o r o u n a su e rte d e «m a­
trim o n io sa g ra d o » . La e sc e n a d e la h o g u e ra e n R ío R o jo descrita
a n te rio rm e n te es ta m b ié n u n a esc e n a d e a m o r m u y lo g rad a.
E n la p e líc u la d e te n s ió n A r a b e s c o , G re g o ry P e ck y S o p h ia Loren,
tra s lo g ra r so b re v iv ir ju n to s a u n a o d ise a , se u n e n e n u n a esc en a de
am or. E lla es u n a d e s c o n c e rta n te fig u ra c a m b ia n te q u e n o h a parado
d e m e n tirle . S in e m b a rg o , él es c ap az d e e n tre v e r la ese n cia b o n d a ­
d o sa d e l c o ra z ó n d e la m u je r, y a h o ra c o n fía e n ella.
E l ro m á n tic o v als d e L a b e lla y la b e s tia c o n s titu y e la m e jo r re­
c o m p e n s a p o r h a b e r so b re v iv id o a u n a o d ise a c o n lo s h a b ita n te s de
la c iu d a d , así c o m o la re c o m p e n s a d e la b e lla p o r h a b e r sa b id o ver
m ás allá d e la m o n s tru o s a a p a rie n c ia d e la b estia.
N O V E N A ETA PA : LA R E C O M P E N S A 215

La toma de posesión

U no d e lo s a sp e c to s e se n c ia le s d e e ste p a so es q u e el h é ro e lo g ra to ­
mar p o s e s ió n d e lo q u e e stab a b u s c a n d o , fu e ra lo q u e fu era. L os ca ­
zadores d e te so ro s e n c u e n tr a n el o ro , lo s esp ía s a rre b a ta n se cre to s,
los p ira ta s s a q u e a n lo s b a rc o s c a p tu ra d o s , u n h é ro e v a c ila n te re c u ­
p era el re sp e to p o r sí m ism o , u n esclav o se h a c e c o n el c o n tro l de su
p ro p io d e stin o . E sto n o es m á s q u e u n a esp ecie d e tra n sa c c ió n : el h é ­
roe a rrie sg a su v id a o la p ie rd e y re c ib e algo a cam b io . El d io s es­
ca n d in a v o O d ín , e n su s u p re m a o d isea, p ie rd e u n o jo y p e n d e del
Á rbol d el M u n d o d u r a n te n u e v e d ía s y n u e v e n o c h e s . Su re c o m p e n ­
sa es el d o n d e la o m n isc ie n c ia y la h a b ilid a d d e le e r e in te r p re ta r las
ru n a s sag rad as.

Apoderarse de la espada

E n tre o tra s ra z o n e s, si titu lé e sta u n id a d d el v iaje c o m o « A p o d e ra r­


se d e la e s p a d a » es p o rq u e el h é ro e a e sta s a ltu ra s d e la h is to ria es
m u y fre c u e n te q u e a c tú e y se a p o d e re v io le n ta m e n te d e lo q u e e sta ­
ba b u sc a n d o e n el m u n d o esp ecial. A v eces se tra ta d e la re c o m p e n ­
sa d el am or. P ero m u c h o m ás a m e n u d o el p ro ta g o n is ta se h a c e c o n
u n te so ro , a u n q u e sea ro b á n d o lo , c o m o J a m e s B o n d c o n el L ector,
u n d isp o sitiv o d e tra d u c c ió n ru s o , e n la p e líc u la D esd e R u sia con
a m o r (F rom R u ssia w ith L o v e).
U n m o m e n to d e to m a d e p o s e s ió n se d a tra s la crisis d e m u e rte y
re n a c im ie n to e n K in g K on g. El m o n s tru o s o sim io su fre u n a tra n s fo r­
m ació n d u ra n te la e ta p a de a p ro x im a c ió n . P asa d e s e r el se c u e s tra d o r
de F ay W ray a c o n v e rtirse e n su p ro te c to r, y llega in c lu so a lu c h a r
c o n tra u n tira n o sa u rio c a m in o de su c a v e rn a m á s p ro fu n d a . C u a n d o
p o r fin s u p e ra la o d ise a s u p re m a , al d e fe n d e r a la m u je r e n u n a b a ta ­
lla a m u e rte c o n tra u n a s e rp ie n te g ig an te, se c o n v ie rte en u n h é ro e
co n to d o s los h o n o re s. A h o ra es el m o m e n to de to m a r p o se sió n d e su
rec o m p e n sa . C o m o to d o s los h é ro e s, se h a c e c o n la chica.
E n u n a tie rn a p e ro e ró tic a e sc e n a , saca a la m u je r al « b alc ó n » de
su c av e rn a y la e x a m in a , a c u n a d a e n la e n o rm e p a lm a d e su m a n o .
La va d e s n u d a n d o , le n ta m e n te , m ie n tra s h u e le su p e rfu m e c o n c u ­
rio sid ad . L u eg o le h a c e c o sq u illa s c o n lo s d e d o s. La esc e n a d e am or,
q u e fin a lm e n te se ve in te r r u m p id a p o r la a m e n a z a d e u n d in o s a u rio ,
era re a lm e n te u n m o m e n to d e re c o m p e n s a , u n p re m io p o r h a b e rse
e n fre n ta d o a la m u e rte s in v a c ila r d u r a n te la crisis.
216 EL VIAJE DEL E SCRITO R

La id ea d e l p ro ta g o n is ta a p o d e rá n d o s e d e la e sp a d a es u n a rem e­
m o ra c ió n d e v ie ja s h is to ria s le g e n d a ria s c u y o s h é ro e s c o m b a tía n
c o n tra d ra g o n e s y les a rre b a ta b a n su s te so ro s. E n tre las cosas d e va­
lo r g a n a d a s p o d ía e n c o n tra rs e u n a e sp a d a m á g ic a , q u iz á s la espada
d e l p a d re d e l h é ro e , ro ta o s u s tra íd a p o r el d ra g ó n e n b a ta llas p re té­
ritas. La im a g e n d e la e sp a d a , tal y c o m o a p a re c e re tra ta d a e n el palo
c o rre s p o n d ie n te d e la b a ra ja d e l ta ro t, es u n sím b o lo d e la v o lu n ta d
d e l h é ro e , fo rja d a c o n fu eg o y e n fria d a e n sa n g re , ro ta y rep a rad a a
g o lp e s d e m a rtillo , e n d u re c id a , afilad a y d irig id a a u n p u n to co n c re ­
to co m o el sa b le d e lu z d e L a g u e r r a d e las g a la x ia s .
P ero u n a e s p a d a es s ó lo u n a im a g e n e n tr e m u c h a s d e to d as
a q u e lla s c o sa s d e las q u e el h é ro e se a p o d e ra e n esta fase d el viaje.
E l té r m in o q u e C a m p b e ll elig e p a ra d e fin irlo es «el b e n e fic io defi­
n itiv o » . O tro c o n c e p to d e e s te tip o es el S a n to G ria l, u n o b je to a r­
c a n o y m is te rio s o , s ím b o lo d e to d a s la s c o sa s in a lc a n z a b le s del
a lm a , q u e b u s c a n s in c e s a r h é ro e s y c a b a lle ro s. E n o tra h isto ria , el
te so ro p u e d e s e r u n a ro sa o u n a jo y a . El a s tu to rey m o n o d e las le­
y e n d a s c h in a s b u s c a lo s s a g ra d o s S u tra s b u d is ta s q u e h a n sid o ro ­
b a d o s d e l T íb e t.

El robo del elixir

A lg u n o s h é ro e s a d q u ie re n el te so ro p a g a n d o c o n su s p ro p ia s vidas o
c o n su d is p o s ic ió n a a rrie sg a rla. P ero lo s h a y q u e sim p le m e n te ro ­
b a n el o b je to m á g ic o e n el c o ra z ó n d e la h isto ria . Y es q u e n o siem ­
p re se re c ib e el p re m io s in m á s, a u n q u e se h a y a p a g a d o p o r él o u n o
lo h a g a n a d o p o r m é rito s p ro p io s. H ay q u e to m a rlo p o r la fuerza.
C a m p b e ll d e n o m in a este m o tiv o «el ro b o d e l elixir».
U n e lix ir es u n m e d io , u n v e h íc u lo o u n re m e d io u tiliz a d o en
m e d ic in a . P u e d e tra ta rs e d e u n líq u id o o u n p o lv o d u lc e e in o fe n si­
vo al q u e se le a ñ a d e u n a su b s ta n c ia m e d ic in a l. A d m in istra d o solo o
m e z c la d o c o n o tro e le m e n to q u ím ic o in o c u o p u e d e lle g ar a te n e r re­
su lta d o s , lo q u e se c o n o c e c o m o el efecto p la c e b o . D iv erso s estu d io s
h a n m o s tra d o q u e m u c h a s p e rs o n a s e x p e rim e n ta n u n a m e jo ría de
su s d o le n c ia s c o n la a d m in is tra c ió n d e u n p la c e b o o su sta n c ia sin
v a lo r m e d ic in a l, a u n a s a b ie n d a s d e q u e se tra ta d e u n a p a stilla de
azú ca r, lo q u e d a te s tim o n io d el p o d e r d e s u g e stió n .
U n e lix ir p u e d e s e r ta m b ié n u n a m e d ic in a q u e lo c u ra to d o , u n a
su b sta n c ia m ág ic a q u e d e v u e lv e la v id a. E n la a lq u im ia , el elixir
c o n s titu y e u n o de lo s p a so s n e c e s a rio s h a c ia la o b te n c ió n d e la p ie ­
N O V E N A E TA P A : LA R E C O M P E N S A 217

d ra filosofal, q u e p u e d e tra n s fo rm a r lo s m e ta le s, c re a r la v id a y v e n ­
cer a la m u e rte . E sta h a b ilid a d p a ra e s c a p a r a las fu e rz a s d e la m u e r ­
te es el e lix ir real q u e p e rs ig u e n y ta n to a n h e la n m u c h o s h é ro es.
É sto s a m e n u d o se v e n o b lig a d o s a ro b a r el elixir, p u e s c o n tie n e el
secreto d e la v id a y d e la m u e rte , lo q u e h a c e d e él u n e le m e n to v a ­
lio sísim o , d e s u e rte q u e q u ie n lo p o se e n o está d is p u e sto a e n tre g a r­
lo fácilm en te. A veces, lo s h é ro e s se c o n v ie rte n in c lu so e n e m b a u c a ­
d o res o e n la d ro n e s p a ra h a c e rse c o n el teso ro , c o m o P ro m e te o
c u a n d o a rre b a tó el fuego a lo s d io se s p a ra e n tre g á rse lo a la h u m a n i­
d ad , o co m o A d á n y Eva c u a n d o c o m ie ro n d el fru to p ro h ib id o . Es p o ­
sible q u e el ro b o lleg u e a e m b ria g a r al h é ro e d u r a n te a lg ú n tie m p o ,
p ero ta rd e o te m p ra n o te n d rá q u e p a g a r u n alto p re c io p o r su osadía.

La iniciación

Los h é ro e s a p a re c e n tra s su s o d ise a s p a ra re c ib ir el re c o n o c im ie n to


d e seres esp e c ia le s y d ife re n te s, seres p e rte n e c ie n te s a la se le c ta é li­
te q u e h a lo g ra d o s u p e ra r a la m u e rte . L os in m o rta le s d e la a n tig u a
G recia e ra n u n c lu b m u y e x c lu siv o . Sólo lo s d io se s y u n o s p o c o s h u ­
m a n o s se v ie ro n e x e n to s d e la m u e rte , só lo lo s h u m a n o s q u e h a b ía n
h e c h o algo re m a rc a b le o q u e a g ra d a ra e sp e c ia lm e n te a lo s d io se s se
g a n a b a n el re c o n o c im ie n to d e Z eu s. E n tre ello s d e s ta c a n H ércu les,
A n d ró m e d a y E sc u la p io .
L os a sc e n so s e n el c a m p o d e b a ta lla y el e s ta tu s d e c a b allero e ra n
m e d io s p a ra re c o n o c e r q u e lo s h é ro e s h a b ía n s u p e ra d o u n a o d ise a,
c o n sig u ie n d o así fo rm a r p a rte d e l re d u c id o g ru p o d e su p e rv iv ie n te s
de elite. E l n o m b re g e n e ra l q u e J o s e p h C a m p b e ll asig n a a lo q u e
n o s o tro s d e n o m in a m o s se g u n d o a c to es el d e « in ic ia c ió n » , o sea, u n
n u e v o c o m ie n z o e n u n n u e v o ra n g o . E l h é ro e , d e s p u é s d e e n c a ra rs e
c o n la m u e rte , em erg e tra n s fo rm a d o e n u n a n u e v a c ria tu ra . U n a m u ­
je r q u e h a c ru z a d o p o r el p e lig ro so te rrito rio d e a lu m b r a r u n n iñ o
p e rte n e c e a o tro o rd e n d e seres. H a sid o in ic ia d a e n la c o m p a ñ ía d e
la m a te rn id a d , u n a se le c ta h e r m a n d a d e x c lu s iv a m e n te fe m e n in a .
In ic ia rse e n s o c ie d a d e s, h e rm a n d a d e s o fra te rn id a d e s se cre tas
sig n ifica c o m p a rtir c ie rto s se c re to s q u e ja m á s y b a jo n in g ú n c o n ­
c e p to p u e d e n se r re v e la d o s. S ignifica, a d e m á s, q u e h a y q u e p a sa r
p ru e b a s y d e m o s tra r así los p ro p io s m é rito s. P u e d e q u e tra s so m e ­
te rse a u n a o d ise a r itu a l d e la v id a y la m u e rte , el c a n d id a to re c ih a
u n n u e v o n o m b re y u n n u e v o ra n g o p a ra d a r a e n te n d e r q u e es u n
se r q u e h a n a c id o d e n u e v o .
218 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

Nuevas percepciones

Los h é ro e s p u e d e n d e sc u b rir q u e sob rev iv ir a la m u e rte otorga nueva


energía y m ejo res percep cio n es. E n el cap ítu lo a n te rio r h ab lam o s sobre
la h ab ilid ad de la m u e rte p a ra a g u d izar la p ersp icacia en la percepción
d e la vida. E sto se recoge p erfe c tam e n te e n el cu e n to n ó rd ico de
Sigfrido, el e x te rm in a d o r d e d rag o n es. La o disea su p rem a de Sigfrido
co n siste e n e n g a ñ a r a u n d ra g ó n llam ad o F afn ir. D u ra n te la lucha, una
g o ta d e sangre d e la b estia cae en la len g u a de Sigfrido, q u ie n de esa for­
m a llega a p ro b a r re a lm e n te el sab o r de la m u erte. Ello le hace m erece­
d o r d e n u e v o s p o d e re s de p ercep ció n . A h o ra será capaz d e e n te n d e r el
len g u aje d e las aves. D os d e ellas lo p re v ie n e n de q u e su m en to r, el en­
an o Regin, p lan ea m atarlo . Así, gracias a su s n u e v o s p o d e res recibidos
co m o re c o m p e n sa p o r h a b e r su p e ra d o la m u e rte , logra sobrevivir una
v ez m ás. Los n u e v o s c o n o c im ie n to s a d q u irid o s p o r el h éro e p u e d en
c o n c e n tra rs e ta m b ié n en la esp ad a q u e em p u ñ a.

La perspicacia para descubrir engaños

U n h éro e ta m b ié n p u e d e recib ir a m o d o de re c o m p en sa la facultad de


la persp icacia, la in tu ic ió n o la c a p acid ad de d esvelar u n m isterio. Es
p o sib le q u e logre v er algo e n g añ o so u oculto. C u a n d o tenga q u e rela­
cio n arse c o n u n a fig u ra c a m b ia n te será capaz d e d e sc u b rir su s disfra­
ces y v islu m b ra r la a u té n tic a realid ad e n to d o m o m en to . El h e ch o de
ap o d e ra rse d e la esp ad a p u e d e sim b o lizar u n m o m e n to de ilum inación.

La clarividencia

D esp u és d e h a b e r su p e ra d o la m u e rte , u n h é ro e p u e d e recib ir el d o n de


la clariv id en cia o de la telepatía, c o m p a rtie n d o así los p o d eres de los
d io ses in m o rtales. C lariv id en cia o lucidez, co m o la p ro p ia p alab ra in d i­
ca, n o significa o tra cosa q u e «ver c o n clarid ad m erid ian a» . El héroe
q u e se h a e n fre n ta d o a la m u e rte tien e m ay o res facultades para com ­
p re n d e r las relacion es q u e se d a n e n tre las cosas, tiene m ás intuición.
E n A r a b e s c o , tras u n a escen a d e a m o r en tre G regory P eck y Sophia
Loren, los a m a n te s tra ta n d e d esv elar las claves secretas de u n antiguo
jeroglífico. De p ro n to , Peck, c o n u n a h ab ilid ad recién ad q u irid a, repa­
ra e n q u e los espías n o b u s c a n u n código e n el p e d az o d e p ap el, sino
u n m icrofilm . El h e c h o de h a b e r v en cid o a la m u e rte lo hace m erece-
N O V E N A ETA PA : LA R E C O M P E N S A 219

¿ o r d e l p o d e r de la p e rc e p c ió n y la clarividencia. E sta revelación es tan


significativa q u e d a p aso al tercer acto d e la p elícula.

La conciencia de sí mismo

La p e n e tra c ió n psicológica y la p ersp icacia so n a veces d e n atu ra lez a


interna y esp iritu al. E n esto s casos, p u e d e ser q u e el h éro e llegue a a d ­
quirir verd ad era conciencia de sí mismo tras h a b e r e m b au c ad o a la
muerte. D e esta form a, d e sc u b re q u ié n es él e n realid ad , cu ál su lu gar
a i el m u n d o y su p ap el e n los a c o n tecim ien to s. El h éro e reco n o ce asi­
mismo las o casio n es e n las q u e h a sido n ecio o te sta ru d o . El velo cae
de sus ojos y lo s esp ejism o s de su ex isten cia so n su stitu id o s p o r la cla­
ridad y la v e rd a d d e sn u d a s. Q u izás n o se p ro lo n g u e esta situ ac ió n , pero
durante u n tiem p o el h é ro e se v erá a sí m ism o c o n to tal lucidez.

La epifanía

Los dem ás ta m b ié n se rá n capaces de v e r c o n m ás c la rid ad al h éroe; p e r ­


cibirán e n las señales d el cam b io d eriv ad as de su c o m p o rta m ie n to que
ha renacido y a h o ra p artic ip a d e la in m o rta lid a d divina. La fiesta d e la
Epifanía, q u e la iglesia católica celebra el 6 d e en ero , c o n m e m o ra el
m o m en to e n el q u e los tres an c ia n o s y sab io s m ag o s d e O rie n te d e sc u ­
b riero n la d iv in id a d d e C risto. U n a de las re c o m p e n sa s q u e d e riv a n de
sobrevivir a la m u e rte es q u e los d e m á s ta m b ié n s o n capaces d e p erci­
bir y apreciar q u e el h é ro e h a cam b iad o . Los jó v e n e s q u e reg resan d e la
g uerra o d e u n a o disea q u e les h a serv id o de e n tre n a m ie n to básico
m u e stra n u n asp ecto d iferen te — s o n m ás m a d u ro s, p o se e n u n a m a y o r
autoconfianza y m ás seriedad, so n m erecedores de u n m ay o r respeto— .
El p roceso de la e x p erien cia d e la d iv in id a d p re se n ta varias etapas: el
en tu siasm o inicial al se r v isitad o p o r u n dios, la ap o teo sis d e c o n v e r­
tirse e n u n d io s y, fin alm en te, la epifanía d e ser re c o n o cid o co m o tal.
El p ro p io h é ro e p u e d e e x p e rim e n ta r la ep ifa n ía . Tras u n a v iv e n ­
cia d e la o d ise a s u p re m a p u e d e d a rse c u e n ta r e p e n tin a m e n te d e q u e
es el h ijo d e u n d io s o d e u n rey, u n e le g id o e n tre m u c h o s q u e c u e n ­
ta c o n p o d e re s esp eciales. La e p ifa n ía es u n m o m e n to de to m a de
c o n c ie n c ia e n el q u e el h é ro e d e s c u b re q u e es u n se r d iv in o o sa g ra ­
do, e n c o m u n ió n c o n to d a s las cosas.
Ja m e s Jo y c e a m p lió el c o n c e p to de la p a la b ra e p ifa n ía al e m p le a r­
la p a ra sig n ific a r la « p e rc e p c ió n s ú b ita d e la e se n c ia d e las cosas, la
220 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

v is ió n d e l n ú c le o d e u n a p e rs o n a , id e a o co sa» . A veces lo s héroes


e x p e rim e n ta n u n c o n o c im ie n to s im ila r y re p e n tin o d e la n atu ralez a
d e la s co sas tra s s u p e r a r u n a o d isea. S o b rev iv ir a la m u e rte d a se n ti­
d o a la v id a y afin a la p e rc e p c ió n .

Distorsiones

E n o tra s h isto ria s, la c o n q u is ta d e la m u e rte p u e d e c o n d u c ir a una


c ie rta d is to rs ió n d e la p e rc e p c ió n . E n o c a sio n e s, los h é ro e s llegan a
s u frir u n a u m e n to d e l ego. E n o tra s p a la b ra s, el é x ito se le s su b e a la
cab eza y se v u e lv e n a lta n e ro s , e n g re íd o s y a rro g a n te s. Q u iz ás lle­
g u e n in c lu s o a a b u s a r d e lo s p o d e re s y p riv ile g io s re c ib id o s p o r su
c o n d ic ió n d e h é ro e re n a c id o . Su a u to e s tim a crece c o n d e sm e su ra y
d is to rs io n a la p e rc e p c ió n q u e tie n e n d e su p ro p io valor.
T am b ié n su e le o c u r r ir q u e lo s h é ro e s s o n te n ta d o s p o r la propia
m u e rte o el m a l q u e te n ía n q u e c o m b a tir. L os s o ld a d o s q u e lu ch an
p o r p re s e rv a r la c iv iliz a c ió n s u e le n c a e r e n la b a rb a rie d e la guerra.
L os p o lic ía s o d e te c tiv e s q u e p e rs ig u e n a lo s m a lh e c h o re s c ru z a n en
o c a sio n e s la fro n te ra y u tiliz a n m e d io s ileg ales o in m o ra le s, siendo
su c o n d ic ió n p e o r q u e la d e lo s p ro p io s c rim in a le s. Los h é ro e s p u e ­
d e n p e n e tr a r e n el u n iv e rso m e n ta l d e su s e n e m ig o s y q u e d a rse en­
g a n c h a d o s e n él, a tra p a d o s , c o m o e n el caso d e l d e te c tiv e d e Hunter
(M a n h u n ter ), q u ie n a rrie sg ó su alm a p a ra p e n e tr a r e n la m e n te en­
fe rm a d e u n p s ic ó p a ta a se sin o . L a sa n g re y el a se sin a to s o n fuerzas
p o d e ro s a s y p u e d e n e m b ria g a r, in c lu s o e n v e n e n a r a u n h é ro e . Peter
O ’Toole e n su p a p e l de L a w re n c e d e A rab ia n o s m u e s tra la figura de
u n h o m b re q u e d e s p u é s d e s u p e ra r la o d ise a d e la b a ta lla d e A qdaba,
d e sc u b re c o n h o r r o r q u e d is fru ta m a ta n d o .
O tro e rro r q u e lo s h é ro e s p u e d e n c o m e te r lleg ad o s a este p u n to es
sim p le m e n te su b e stim a r lo q u e sig n ifica la o d ise a su p re m a . A lguien
q u e h a sid o d u ra m e n te g o lp e a d o p o r el m azo d e los c a m b io s puede
re a c c io n a r n e g a n d o lo su c e d id o . La n e g a c ió n tra s u n e n c u e n tro con
la m u e rte es u n o d e los e sta d io s d e l d o lo r y d e la re c u p e ra c ió n des­
c rito s p o r la d o c to ra E lisa b e tb K ubler-R oss. La c ó lera es o tra etapa
d el p ro c e so de reacció n . L os h é ro e s p u e d e n n e c e s ita r d e sa h o g a rse un
p o c o d e s p u é s d e la o d isea, y m u e s tra n le g ítim a m e n te su rese n ti­
m ie n to p o r h a b e r sid o lo s eleg id o s p a ra e n fre n ta rse a la m u e rte .
L os h é ro e s p u e d e n ta m b ié n so b re e s tim a r s u p ro p ia im p o rta n c ia y
v a lo r d e s p u é s d e u n d u e lo c o n la m u e rte . P ero es p o sib le q u e d es­
c u b ra n m u y p r o n to q u e si la p rim e ra vez s a lie ro n a iro so s d el trance
220 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

v isió n d e l n ú c le o d e u n a p e rs o n a , id e a o co sa» . A v e ce s lo s héroes


e x p e rim e n ta n u n c o n o c im ie n to s im ila r y re p e n tin o d e la n atu ra lez a
d e la s co sa s tra s s u p e r a r u n a o d isea. S o b rev iv ir a la m u e rte d a se n ti­
d o a la v id a y afin a la p e rc e p c ió n .

Distorsiones

E n o tra s h isto ria s , la c o n q u is ta d e la m u e rte p u e d e c o n d u c ir a una


c ie rta d is to rs ió n d e la p e rc e p c ió n . E n o c a sio n e s, los h é ro e s llegan a
s u frir u n a u m e n to d e l ego. E n o tra s p a la b ra s, el é x ito se les su b e a la
c ab eza y se v u e lv e n a lta n e ro s , e n g re íd o s y a rro g a n te s. Q u iz ás lle­
g u e n in c lu s o a a b u s a r d e lo s p o d e re s y p riv ile g io s re c ib id o s p o r su
c o n d ic ió n d e h é ro e re n a c id o . Su a u to e s tim a crece c o n d e sm e su ra y
d is to rs io n a la p e rc e p c ió n q u e tie n e n d e su p ro p io valor.
T am b ié n su e le o c u r r ir q u e lo s h é ro e s s o n te n ta d o s p o r la propia
m u e rte o el m a l q u e te n ía n q u e c o m b a tir. L os s o ld a d o s q u e lu ch an
p o r p re se rv a r la c iv iliz a c ió n s u e le n c aer e n la b a rb a rie d e la guerra.
L os p o lic ía s o d e te c tiv e s q u e p e rs ig u e n a lo s m a lh e c h o re s c ru z a n en
o c a sio n e s la fro n te ra y u tiliz a n m e d io s ileg ales o in m o ra le s, siendo
s u c o n d ic ió n p e o r q u e la d e los p ro p io s c rim in a le s. Los h é ro e s p u e ­
d e n p e n e tra r e n el u n iv e rs o m e n ta l d e su s e n e m ig o s y q u e d a rse en­
g a n c h a d o s e n él, a tra p a d o s , c o m o e n el caso d el d e te c tiv e d e Hunter
( M a n h u n ter ), q u ie n a rrie sg ó su a lm a p a ra p e n e tr a r e n la m e n te en­
fe rm a d e u n p sic ó p a ta a se sin o . La sa n g re y el a se sin a to s o n fuerzas
p o d e ro s a s y p u e d e n e m b ria g a r, in c lu s o e n v e n e n a r a u n h éro e. Peter
O ’Toole e n su p a p e l de L aw re n c e d e A rab ia n o s m u e s tra la figura de
u n h o m b re q u e d e s p u é s d e s u p e ra r la o d ise a d e la b a ta lla d e A qdaba,
d e sc u b re c o n h o r r o r q u e d is fru ta m a ta n d o .
O tro e rro r q u e lo s h é ro e s p u e d e n c o m e te r lleg ad o s a este p u n to es
sim p le m e n te su b e s tim a r lo q u e sig n ifica la o d ise a s u p re m a . A lguien
q u e h a sid o d u ra m e n te g o lp e a d o p o r el m azo d e los c a m b io s puede
re a c c io n a r n e g a n d o lo su c e d id o . La n e g a c ió n tra s u n e n c u e n tro con
la m u e rte es u n o d e los e sta d io s d e l d o lo r y d e la re c u p e ra c ió n des­
c rito s p o r la d o c to ra E lisa b e th K ubler-R oss. La c ó le ra es o tra etapa
d e l p ro c e so de reacció n . L os h é ro e s p u e d e n n e c e s ita r d esa h o g a rse un
p o c o d e sp u é s d e la o d isea, y m u e s tra n le g ítim a m e n te su re se n ti­
m ie n to p o r h a b e r sid o lo s eleg id o s p a ra e n fre n ta rse a la m u e rte .
Los h é ro e s p u e d e n ta m b ié n so b re e stim a r su p ro p ia im p o rta n c ia y
v a lo r d e sp u é s d e u n d u e lo c o n la m u e rte . P e ro es p o sib le q u e d e s­
c u b ra n m u y p ro n to q u e si la p rim e ra v ez s a lie ro n a iro so s d el tr a n c e
N O V E N A ETA PA : LA R E C O M P E N S A 221

fue p o r u n a m e ra c u e s tió n d e s u e rte , y q u e h a b rá o tro s e n c u e n tro s


con el p e lig ro q u e les m o s tra rá n su s p ro p io s lím ite s.

El mago de Oz

L a c o n s e c u e n c ia in m e d ia ta d e la o d is e a en E l m a g o d e O z es un
a c t o d e a p o d e r a m ie n to . E n lu g a r d e u n a e s p a d a , D o r it a t o m a el
p a l o d e e s c o b a q u e m a d o d e la b r u ja m a lv a d a . L a v e r d a d es q u e la
m u c h a c h a es d e m a s ia d o e d u c a d a c o m o p a r a a p r o p ia r s e d e él. P o r
e s o s e lo p id e d e m u y b u e n o s m o d o s a lo s t e m ib le s g u a r d ia s q u e, d e
h in o jo s, le m u e s tr a n su le a lta d . D o r it a t ie n e m u y b u e n a s r a z o n e s
p a r a t e m e r q u e p u e d a n v o lv e r s e en su c o n t r a tr a s la m u e r te d e la
b r u ja . P ero en r e a lid a d lo s g u a r d ia s s e a le g r a n d e la m u e r t e d e
és ta , y a q u e a s í s e v en lib res d e su t e r r ib le e s c la v itu d . O tra r e c o m ­
p e n s a h a r t o f r e c u e n t e p o r s o b r e v iv ir a la m u e r t e e s q u e lo s g u a r ­
d ia n e s d e l u m b r a l s e p o n g a n t o t a lm e n t e d e l la d o d e la h e r o ín a . P o r
e s o le en tre g a n d e b u e n a g a n a e l p a l o d e e s c o b a .
D o r it a y su s c o m p a ñ e r o s r e g r e s a n r á p id a m e n t e a la s a l a d e l
tron o d e l m a g o d o n d e e l l a d e p o s it a la e s c o b a a n t e la f e r o z c a b e z a
flo t a n t e . L a m u c h a c h a h a c u m p lid o su p a c t o c o n e l m a g o y h a l l e ­
v a d o a c a b o u n a t a r e a q u e p a r e c ía im p o s ib le . A h o r a , ju n t o a su s
a m ig o s , r e c la m a la r e c o m p e n s a . P ero , p a r a su s o r p r e s a , e l m a g o
s e r e s is te a p a g a r. F u r io s o d is c u te c o n e llo s . E s u n a f i g u r a d e p e r ­
s o n a lid a d a n q u ilo s a d a q u e s e n ie g a a l c a m b io , c o m o u n p a d r e q u e
s a b e q u e tie n e q u e c e d e r a n t e su v a s t a g o y a c r e c id o , p e r o q u e s e
r e s is te a d e ja r lo m a r c h a r y p r e s t a u n a ú lt im a p e le a .
E s en to n c e s c u a n d o e l p e q u e ñ o p e r r o T o tó c u m p le su p a p e l en
la p e líc u la . C o n su c u r io s id a d e in tu ic ió n n a t u r a le s c a u s ó p r o b l e ­
m a s a D o r it a a l c o m ie n z o d e la h is t o r ia , a l e s c a r b a r en e l m a c iz o
d e f l o r e s d e la s e ñ o r a C u lc h . A h o r a r e s u lta s e r su s a lv a c ió n .
C u a n d o T o tó c o m ie n z a a o l fa t e a r d e t r á s d e l tron o, d e s c u b r e un in ­
o fe n s iv o a n c ia n o e s c o n d id o tr a s u n a c o r t in a q u e c o n t r o la la m o n s ­
tr u o s a ilu sió n d el g r a n d io s o y t o p o d e r o s o p e r s o n a je d e O z ■E s te
h o m b r e y n o la v o c ife r a n t e c a b e z a es en r e a lid a d e l m a g o d e O z.
A q u í e n c o n tr a m o s un c a r a c t e r ís t ic o m o m e n to en e l q u e e l h é r o e
tie n e u n a p e r c e p c ió n . L a p r o ta g o n is t a s e d a c u en ta , a tr a v é s d e los
o jo s d el in tu itiv o y c u r io s o T otó, q u e tr a s la ilu s ió n d e un s e r p o ­
d e r o s o s e o c id t a s o la m e n t e un s e r h u m a n o , co n e m o c io n e s ta m b ié n
h u m a n a s y, p o r tan to , un s e r ta n g ib le , v u ln e r a b le . ( E s ta e s c e n a
222 EL VIAJE DEL E SC R ITO R

siem p re m e ha p arecido una m etáfora del m undo de Hollywood


qu e se afana en in fu n d ir respeto y m ostrase im ponente, pero que a¡
f in y al cabo está com puesto p o r gen te co rrien te cargada con sus
m iedos y sus d efectos.)
A l p r in c ip io , el m a g o s e c o n fie s a in c a p a z d e a y u d a r le s p ero f i ­
n a lm e n te p r o p o r c io n a los elix ires a lo s a m ig o s d e D o rita : un d ip lo­
m a p a r a el E s p a n ta p á ja r o s , u n a m e d a lla a l c o r a je p a r a el L eó n y un
c o r a z ó n p a r a el H o m b re d e h o ja la ta . H a y un ton o d e s á tir a en esta
es c e n a . P a r e c e d a r a en te n d e r q u e los elix ires n o son m á s q u e p la c e ­
b o s, s ím b o lo s ca ren tes d e s ig n ific a d o q u e los sere s h u m a n o s inter­
c a m b ia n en tre sí. M u c h a s p e r s o n a s con títu los, m e d a lla s o certifica ­
d o s n o h a n h e c h o n a d a en a b s o lu to p a r a g a n á r s e lo s . A q u éllo s qu e no
s e h a y a n en fren ta d o a la m u e r te y la h a y a n so b r e v iv id o p u e d m to­
m a r e l elixir, p e r o é s te n o les s e r v ir á d e n a d a . E l v e r d a d e r o y único
e lix ir q u e fu n c io n a c o m o u n a p a n a c e a es el d e la c o n q u ista d el cam ­
b io in terior, si b ie n la e s c e n a m u e s tr a la im p o r t a n c ia d e lo g r a r asi­
m is m o el re c o n o c im ie n to ex tern o. C o m o si f u e r a u n a e s p e c ie d e su­
c e d á n e o d el p a d r e p a r a m u c h o s d e ello s , e l m a g o les c o n c ed e el
b e n e fic io d e fin itiv o d e la a p r o b a c ió n p a te r n a , re c o m p e n s a q u e muy
p o c a g en te o b tien e. E llo s tien en c o r a z ó n , c e r e b r o y valor, y aunque
s ie m p r e f u e a sí, los o b je to s fís ic o s sirv en p a r a reco r d á rse lo .
F in a lm e n te , el m a g o s e v u e lv e h a c ia D o r it a y le d ic e q u e d es­
g r a c ia d a m e n t e n o p u e d e h a c e r n a d a p o r e lla . É l m is m o lle g ó a Oz
a b o r d o d e un g lo b o d e s d e e l E s t a d o d e N e b r a s k a , e ig n o r a cóm o
v o lv e r a c a s a . Y e s q u e e l m a g o tien e r a z ó n . S ó lo D o r it a p u e d e con ­
c e d e r s e a sí m is m a la o p o r t u n id a d d e v o lv e r a c a s a , es decir, de
a c e p ta rse a sí m ism a, d e s e r f e l i z co n lo q u e es. A p e sa r d e ello, el
m a g o d e c id e in te n ta r lo y e n c a r g a a los c iu d a d a n o s d e O z la con s­
tr u c c ió n d e u n g r a n g lo b o d e a ir e c a lie n te . T odos lo s h é r o e s d e esta
h is t o r ia h a n a l c a n z a d o su s o b je tiv o s , e x c e p to D o rita , q u e n o ob ten ­
d r á el e s c u r r id iz o p r e m io d e l reg reso a l h o g a r h a s t a el te r c e r acto.

A fro n ta r la m u e rte tie n e c o n s e c u e n c ia s q u e c a m b ia rá n la v id a d e los


h é ro e s, y é sto s e m p e z a rá n a e x p e rim e n ta rla s e n el p re c iso in stan te
e n q u e se a p o d e re n d e la esp ad a. S in e m b arg o , tra s g o z a r p le n a m e n ­
te d e l m o m e n to de la re c o m p e n s a , es m e n e s te r v o lv e r a la b ú s q u e d a .
Q u e d a n m á s o d ise a s p o r d e la n te y es h o ra d e re c o g e r los b á rtu lo s }
a fro n ta rla s , algo q u e a c o n te c e rá e n la sig u ie n te e ta p a d e l viaje del h é ­
roe: el c a m in o d e regreso .
N O V E N A E TA P A : LA R E C O M P E N S A ¿¿¿

estionario sobre el viaje

¿C u ál es e q u iv a le n te m o d e rn o d e la e sc e n a a lre d e d o r d e la h o -
era e n las p e líc u la s T h e lm a y L o u ise, S iste r Act, u n a m o n ja d e cu i-
Ao y G h o s tl
¿Q u é es lo q u e a p re n d e el h é ro e d e su h is to ria al o b se rv a r la m u e r ­
d e cerca? ¿Y al c a u s a r la m u e rte d e a lg u ie n ? ¿Y al s e n tirla e n su s
-p ia s carn es?
¿De q u é se a p o d e ra el h é ro e d e su h is to ria tra s e n c a ra r la m u e rte
su s m ie d o s m á s p ro fu n d o s ? ¿C u á l es el re s u lta d o , la c o n se c u e n c ia
l m a y o r s u c e s o d e l s e g u n d o a c to ? ¿ H a n a d q u ir id o lo s h é ro e s a l­
n a c u a lid a d n e g a tiv a d e la s o m b ra o d e l v illan o ?
, ¿La h is to ria c a m b ia d e d ire c c ió n u n a v ez q u e se h a lle g a d o a este
u n to ? ¿A parece u n n u e v o o b je tiv o o p la n e n la fase d e re c o m p e n -

i ¿La o d ise a d e su h is to ria p ro p o rc io n a la o p o rtu n id a d d e in c lu ir


na h is to ria d e a m o r?
¿Sus h é ro e s s o n c o n s c ie n te s d e l c a m b io q u e h a n e x p e rim e n ta d o ?
Se p ro d u c e a lg ú n e x a m e n d el p ro p io y o , a lg u n a n u e v a re v e la c ió n
U el á m b ito d e la c o n c ie n c ia p e rs o n a l? ¿ H a n a p re n d id o lo s h é ro e s a
?ÜCeptar y c o n tro la r lo s d e fe c to s d e s u c a rá c ter?
Décima etapa:
El camino de regreso
B a ja r al hon do A verno es fá c il cosa. [...]
P ero volv er p ie atrás y su bir a la luz de arriba,
h e aq u í un trab ajosísim o negocio, una du ra prueba.
(La Sibila d irig ié n d o se a E n eas en la Eneida)

n a v ez c e le b ra d a s y a sim ila d a s c o n v e n ie n te m e n te las lecciones y


U re c o m p e n s a s d e la g ra n o d ise a , lo s h é ro e s se e n fre n ta n a u n di­
lem a: p e rm a n e c e r e n el m u n d o e sp e c ia l o c o m e n z a r el c a m in o de re­
to rn o al h o g ar, al m u n d o o rd in a rio . A u n q u e el m u n d o especial no
d e ja d e te n e r s u s e n c a n to s , m u y p o c o s h é ro e s e sc o g e n p erm an ecer
e n él. La m a y o ría to m a n el c a m in o d e re g re s o q u e lo s lleva b ien al
p u n to d e p a rtid a , b ie n a c o n tin u a r el v iaje h a c ia u n lu g a r to ta lm e n ­
te n u e v o , e n p o s d e u n d e s tin o d e fin itiv o .
La h isto ria , q u e h a c e d id o e n in te n s id a d d u ra n te lo s m o m e n to s de
calm a q u e s ig u e n a la fase e n q u e el h é ro e se a p o d e ra d e la espada, se
reaviva n u e v a m e n te . Si d e sc rib ié se m o s el viaje d el h é ro e com o un
círc u lo q u e c o m ie n z a en u n p u n to su p e rio r, en esta fase n o s encon­
tra ría m o s e n el p u n to m á s b ajo , e n la base, y n e c e sita ría m o s a ú n va­
rio s e m p u jo n e s p a ra a lc a n z a r d e n u e v o el p u n to lu m in o s o y álgido.

¡ D e s p e r t a d , b u s c a d o r e s ! ¡ S a c u d io s lo s e fe c t o s d e la f i e s t a y lá ce­
le b r a c ió n y r e c o r d a d c u a l f u e la r a z ó n p r im e r a q u e n o s h iz o par-
tir! L a g e n t e q u e r e g r e s a a su c a s a e s t á f a m é l i c a y, a h o r a q u e nos
h e m o s r e c u p e r a d o d e la p r u e b a , u rg e lle n a r n u e s t r a s m o ch ila s
c o n e l b o tín y a lg u n o s v ív e r e s y d i r i g im o s a l h og a r. A d e m á s , nun­
c a s e s a b e q u é p e lig r o s a c e c h a n t o d a v ía p o r las a f u e r a s d e esas
t ie r r a s d e c a z a . H a c e s u n a p a u s a p a r a m ir a r h a c i a a t r á s . N unca
lo c r e e r á n d e v u e lt a a c a s a . ¿ C ó m o d e c í r s e lo ? A lg o q u e b r illa en
DECIMA blAKA: tL UAIVIirau uc nc.unc.aw

?A cto I A c t o II

¿p arac ió n R eto rn o

M undo ordinario
Retorno con el elixir

Resurrección

Camino
de regreso

Recompensa

Odisea
j^cto II-A A cto II-B
p D escenso In ic ia c ió n

el suelo te llam a la atención. Te a gachas p a ra reco gerlo. Es u na


suave p ie d ra con destellos en su interior. D e pronto, u na fo r m a os­
cu ra , toda colm illos se precip ita sobre ti. ¡C o rre! ¡C o rre si quieres
salvar la vida!

E n té rm in o s p sic o ló g ic o s, esta e ta p a re p re s e n ta la d e c isió n del


Éroe d e re g re sa r al m u n d o o rd in a rio y v iv ir e n él d e a c u e rd o c o n lo
prendido e n el m u n d o esp ecial. E ste o b je tiv o es to d o m e n o s se n ci-
El h é ro e tie n e m o tiv o s s o b ra d o s p a ra te m e r q u e la s a b id u ría y la
*gia d e la o d ise a se e v a p o re n a la c ru e l lu z de la c o tid ia n e id a d .
ZÜS EL VIAJE DEL E SCRITO R

P u e d e q u e n a d ie crea q u e el h é ro e e scap ó m ila g ro sa m e n te a la m uer


te. L os e sc é p tic o s ra c io n a liz a rá n la a v e n tu ra . Y, sin em b arg o , la
y o ría d e lo h é ro e s d e c id e n in te n ta rlo , al ig u a l q u e h a c e n los bodi
sa tv a s b u d is ta s , q u ie n e s c re e n q u e a u n q u e h a y a n lo g ra d o ver la
e te rn id a d su o b lig a c ió n es v o lv e r al m u n d o p a ra d a r te stim o n io ante
los d e m á s y c o m p a rtir el e lix ir q u e h a n g an ad o .

La m otivación

El c a m in o d e reg reso d e te rm in a el m o m e n to e n el q u e los héroes


v u e lv e n a v o lc a rse e n la a v e n tu ra . H a n a lc a n z a d o u n e sta tu s de con­
fo rt q u e d e b e n a b a n d o n a r, b ie n p o r v o lu n ta d p ro p ia , b ie n aprem ia­
d o s p o r fu e rz a s e x te rn a s.
E sa d e te rm in a c ió n in te rn a p u e d e v e n ir re p re se n ta d a p o r u n a es­
cen a q u e m u e s tra a u n c o m a n d a n te e x h a u s to in fu n d ie n d o valor a sus
a b a tid a s tro p a s tras u n a d u ra b atalla, o a u n p a d re re u n ie n d o a su fa­
m ilia d e s p u é s d e u n fa lle c im ie n to o c u a lq u ie r o tro su ceso trágico.
A sim ism o , u n a fu erza e x te rn a p u e d e e sta r sim b o liza d a p o r u n a alar­
m a q u e se d isp a ra , el tictac d e u n reloj o la a m e n a z a re n o v a d a de un
v illa n o . T odo ello h ace q u e el h é ro e re c u e rd e el o b jetiv o ú ltim o de la
av e n tu ra .
El c a m in o de reg reso es u n p u n to de in fle x ió n , o tro u m b ra l que
se c ru z a . E llo se re p re s e n ta c o n el p a so d el se g u n d o acto al tercero.
Al ig u al q u e su c e d ía al c ru z a r el p rim e r u m b ra l, la h isto ria p u e d e su­
frir u n n u e v o giro. El a rg u m e n to o rig in a l de a lc a n z a r c ie rto s objeti­
v o s se tra n s fo rm a a h o ra e n la h is to ria de u n a h u id a ; u n foco de pe­
lig ro físico v a ría h a s ta c o n v e rtirs e e n u n rie sg o d e carácter
e m o c io n a l. La h é lic e q u e im p u ls a la h is to ria a lle n d e las p ro fu n d id a ­
d es d e l m u n d o e sp e c ia l p u e d e s u p o n e r al m ism o tie m p o u n a evolu­
c ió n d ife re n te , p u d ie n d o a p o rta r u n a in fo rm a c ió n n o v e d o sa q u e re-
d irig e d rá s tic a m e n te los a c o n te c im ie n to s . E n efecto, el ca m in o de
reg reso es la ra z ó n q u e p ro v o c a y ju s tific a el in icio d el tercer acto.
Q u iz á s se tra te de o tro m o m e n to de crisis q u e a b o q u e al h é ro e a un
n u e v o y d e fin itiv o p e rip lo re p le to de a d v e rsid ad es.
El c o m b u stib le d e l c o h e te sería el m ie d o a la v en g a n z a o a una
p e rse c u c ió n . A m e n u d o su c e d e q u e lo s h é ro e s se s ie n te n m o tivados
a e m p re n d e r el c a m in o de reg reso c u a n d o las fu erza s q u e desafiaron
e n la o d isea se re h a c e n y a rre m e te n d e n u e v o c o n tra ellos. Si éstas
c e d ie ro n el e lix ir m á s p o r la fu erza q u e p o r v o lu n ta d p ro p ia , puede
h a b e r p e lig ro sa s re p e rc u sio n e s.
P u e d e q u e n a d ie crea q u e el h é ro e e scap ó m ila g ro sa m e n te a la m uer
te. Los e sc é p tic o s ra c io n a liz a rá n la a v e n tu ra . Y, sin e m b arg o , la
y o ría de lo h é ro e s d e c id e n in te n ta rlo , al ig u al q u e h a c e n los bod''
sa tv a s b u d is ta s , q u ie n e s c re e n q u e a u n q u e h a y a n lo g rad o ver ]a
e te rn id a d su o b lig a c ió n es v o lv e r al m u n d o p a ra d a r te stim o n io ante
lo s d e m á s y c o m p a rtir el e lix ir q u e h a n ganado.

La m otivación

El c a m in o de re g re so d e te rm in a el m o m e n to en el q u e los héroes
v u e lv e n a v o lc a rse e n la a v e n tu ra . H a n a lc a n z ad o u n e sta tu s de con­
fo rt q u e d e b e n a b a n d o n a r, b ie n p o r v o lu n ta d p ro p ia , b ie n aprem ia­
d o s p o r fu e rz a s e x te rn a s.
E sa d e te rm in a c ió n in te rn a p u e d e v e n ir re p re se n ta d a p o r u n a es­
cen a q u e m u e s tra a u n c o m a n d a n te e x h a u sto in fu n d ie n d o v alo r a sus
a b a tid a s tro p a s tras u n a d u ra b a ta lla , o a u n p a d re re u n ie n d o a su fa­
m ilia d e s p u é s d e u n fa lle c im ie n to o c u a lq u ie r o tro su ceso trágico.
A sim ism o , u n a fuerza e x te rn a p u e d e e sta r sim b o liza d a p o r u n a alar­
m a q u e se d isp a ra , el tictac de u n reloj o la a m e n az a ren o v ad a de un
v illan o . Todo ello h ace q u e el h é ro e re c u e rd e el ob jetiv o ú ltim o de la
av e n tu ra .
El c a m in o de reg reso es u n p u n to de in fle x ió n , o tro u m b ra l que
se c ru z a . E llo se re p re s e n ta c o n el p a so del se g u n d o acto al tercero.
Al ig u al q u e su c e d ía al c ru z a r el p rim e r u m b ra l, la h isto ria p u e d e su­
frir u n n u e v o giro. El a rg u m e n to o rig in a l de a lc a n z a r c ie rto s objeti­
v o s se tra n s fo rm a a h o ra e n la h is to ria de u n a h u id a ; u n foco de pe­
lig ro físico v a ría h a s ta c o n v e rtirs e e n u n rie sg o d e carácter
e m o c io n a l. La h élice q u e im p u ls a la h is to ria a lle n d e las p ro fu n d id a­
d e s d el m u n d o esp ecial p u e d e s u p o n e r al m ism o tie m p o u n a evolu­
c ió n d ife re n te , p u d ie n d o a p o rta r u n a in fo rm a c ió n n o v e d o sa que re-
d irig e d rá s tic a m e n te los a c o n te c im ie n to s. E n efecto, el cam in o de
reg reso es la ra z ó n q u e p ro v o c a y ju stific a el in icio del tercer acto.
Q u iz á s se tra te de o tro m o m e n to d e c risis q u e a b o q u e al h éro e a un
n u e v o y d e fin itiv o p e rip lo re p le to de a d v ersid ad es.
El c o m b u stib le del c o h e te sería el m ie d o a la v e n g a n z a o a una
p e rs e c u c ió n . A m e n u d o su c e d e q u e los h é ro e s se sie n te n m otivados
a e m p re n d e r el c a m in o d e re g re so c u a n d o las fu erz as q u e desafiaron
en la o d ise a se re h a c e n y a rre m e te n de n u e v o c o n tra ellos. Si éstas
c e d ie ro n el e lix ir m á s p o r la fu erza q u e p o r v o lu n ta d p ro p ia , puede
h a b e r p e lig ro sa s re p e rc u sio n e s.
gnganza, las represalias

im portante; le c c ió n e n las a rte s m a rc ia le s es la d e a se g u ra rse de


X a ca b a d o con el oponente. Los h é ro e s tie n e n q u e a p re n d e r q u e
llanos o las s o m b ra s q u e n o h a n sid o c o m p le ta m e n te d e stru i-
[en el d e c u rs o d e la crisis s u e le n re to r n a r c o n m á s fu e rz a. El ogro
villano al q u e el h é ro e tie n e q u e e n fre n ta rs e e n la o d ise a p u e d e
erse y llev a r a cab o u n c o n tra g o lp e . U n p a d re q u e h a sid o de-
o en el se n o d e su fam ilia p o r se r d e m a sia d o d o m in a n te b ie n
,e superar el im p a c to in ic ia l, re sta b le c e rse y e je c u ta r u n a terri-
.venganza. U n riv a l e n las a rte s m a rciales q u e h a p e rd id o el eq u i-
puede re c o b ra r su c e n tro de g ra v e d a d y re a liz a r u n a ta q u e p o r
iresa. En lo s in c id e n te s a c a e cid o s e n la tris te m e n te céleb re p la za
|iiananm en, el g o b ie rn o c h in o se re c u p e ró tra s v a rio s días d e co n -
¡pión y lanzó u n a re s p u e s ta a p la s ta n te q u e a c a b ó c o n la p ro te sta de
jp, estudiantes y su s b u e n o s d e se o s d e lib e rta d .
;jdJno de los m ás vividos ejem p lo s de rev an ch a cin em ato gráfica p u e-
¿entontrase e n la p elícu la Río R ojo, cu a n d o Tom D u n s to n es d e rríb a ­
te de su tro n o p o r M atth ew G arth, u n m u c h a c h o al q u e acogió com o
tjun hijo, e n lo q u e c o n stitu y e u n a o disea su p re m a clave p ara la pelí-
ula. En la etapa de la reco m p en sa, m ie n tra s q u e M a tth e w y su s h o m -
Wes están de fiesta en la c iu d a d d o n d e v e n d ie ro n el gan ado, D u n sto n
¡qnsigue reclu tar u n p e q u e ñ o ejército d e pisto lero s. E n la fase del ca­
nino de regreso aparece d e n u e v o p e rsig u ie n d o a caballo a su hijo
lioptivo Matt, co n la fuerza de u n a lo c o m o to ra y la firm e in te n c ió n de
litarlo. Lo q u e em p ezó sie n d o u n a h isto ria en la q u e u n a caravana de
gffiado tenía q u e su p e ra r cierto s o b stácu lo s se h a c o n v ertid o e n el dra-
«a de u n p ad re sig u ien d o los p aso s d e su h ijo p a ra acab ar co n él. La
particular fuerza d e este pasaje se su ste n ta e n la p resen cia física e in ­
terpretativa del inefable J o h n W ayne. El actor, tam b alean te, se abre
Üso como u n z o m b i en su e n fre n ta m ien to co n Clift, c o n la im p arab le
(berza de u n a m á q u in a desvía al g an ad o de su sen d a a latigazos, y es­
quiva la bala d isp arad a p o r u n p erso n aje se c u n d a rio q u e trata de di-
Sttdirlo de su em p eñ o . Es la viva im ag en d e la energía p a te rn a furiosa
puede d esp ertarse c u a n d o se desafía a u n a som bra.
El significad o p sico ló g ico de este tip o d e c o n tra a ta q u e s es el si-
las n e u ro sis, los d efecto s, lo s h á b ito s, los d e se o s y las a d ic ­
© tte n te :
q u e tra ta m o s d e errad icar, si b ie n re tro c e d e n e n u n p rin c ip io ,
io n e s
Pueden re su rg ir q u e m a n d o u n ú ltim o c a rtu c h o d e p ó lv o ra en u n ata-
d e se sp era d o a n te s d e s u c u m b ir p a ra siem p re. Las n e u ro sis tie n e n
y fu erza p ro p ia s, y c o n tra a ta c a n c u a n d o se v e n a m e n a zad as. Los
d ro g o d e p e n d ie n te s , o a d ic to s d e c u a lq u ie r tip o , q u e h a n hecho
p rim e r esfu erzo p o r re c u p e ra rse y v e n c e r su d e p e n d e n c ia , pueden ^
frir u n a fu e rte rec a íd a e n el m o m e n to e n q u e su ad ic c ió n atacad
n u e v o y lu
n i i o r r n
it
c h a rp> on rr so
i i / 'k o
b rev iv ir al
r A k v o r n i 7 i v
peligro.
<-» 1 t A n l i r r v r v '

P ero la v e n g an za a d o p ta fo rm as m u y diversas. Si el h éro e caza os


o m a ta d ra g o n e s es p o sib le q u e el m o n s tru o al q u e venció en la 0(^
sea tu v iera u n c o m p a ñ e ro q u e le p e rsig u e ah o ra. T am bién se da el ca^
de q u e u n a v ez m u e rto el villan o , u n secuaz q u iere elim in ar al héroe
o q u e éste, p e n s a n d o h a b e r acab ad o c o n el jefe, sólo haya logrado ma
tar a u n su b o rd in a d o . A sim ism o , a veces o c u rre q u e u n pez gord0
q u ie re v en g arse p o r h a b e r p e rd id o a u n o d e su s h o m b res. U na fuerza
v en g ativ a re su lta p elig ro sa, p o rq u e p u e d e p ro p in a r u n d u ro revés a la
fo rtu n a d e l h éro e, h irié n d o lo o m a ta n d o a u n o de su s cohortes. Éste
es el m o m e n to e n el q u e a p a re c en los am igos reem p lazab les o pres­
c in d ib les. El v illan o se a p o d e ra n u e v a m e n te del elixir o secuestra a
u n o de los am ig o s d e l h é ro e co m o acto d e c ru e l revancha. Eso suele
c o n d u c ir a u n rescate o a u n a p e rse c u c ió n o a am b a s cosas.

Las escenas de persecución

E n a lg u n o s casos, los h é ro e s a b a n d o n a n el m u n d o especial sólo por­


q u e q u ie re n h u ir p a ra salv ar su s vidas. Las p e rse c u c io n e s p u e d e n dar­
se e n c u a lq u ie r fase d e la h isto ria , si b ie n lo m ás h a b itu a l es que se
p ro d u z c a n al final d el s e g u n d o acto . Las p e rse c u c io n e s re su ltan úti­
les p a ra d in a m iz a r y carg ar d e en erg ía la h isto ria. Los espectadores
p u e d e n a d o rm e c e rs e lleg ad o s a este p u n to , y será n ec esario desper­
ta rlo s c o n algo de ac c ió n , c o n a lg ú n co n flicto . E n el teatro, esta eta­
p a recib e el n o m b re d e «la c a rre ra h a c ia el teló n » , u n tiem p o que sir­
ve p a ra re to m a r la b u e n a se n d a y p re p a ra r la caída final del telón.
Las p e rs e c u c io n e s s u p o n e n u n e le m e n to d e sta c a d o y favorito de
las p e líc u la s, y u n re c u rs o p re e m in e n te e n la lite ra tu ra , el arte e in­
c lu so e n la m ito lo g ía . La p e rs e c u c ió n m á s fam o sa d e la mitología
c lásica es la d e A p o lo tra s la e s c u rrid iz a n in fa D afne, q u ie n suplica a
su p a d re , P e n e o , d io s d e l río , q u e la c o n v ie rta e n la u re l. La transfor­
m a c ió n ta m b ié n su e le e rig irse e n u n im p o rta n te a sp e c to de persecu­
c io n e s y h u id a s . Los h é ro e s m o d e rn o s r e c u rre n e n o c a sio n e s a alg°
ta n sim p le c o m o u n d isfra z p a ra e sc a p a r a u n a s itu a c ió n com prom e­
tida. E n el d ra m a p sic o ló g ic o , u n h é ro e p u e d e e v ita r la persecución
d e u n d e m o n io in te r io r c a m b ia n d o d e c o m p o rta m ie n to o so m etién­
d o se a u n a tra n sfo rm a c ió n in te rn a .
D É C IM A ETA PA : EL C A M IN O DE REGRESO 229

K y u e lo m ágico

« L cuentos d e h a d a s s u e le n in c lu ir u n a p e rs e c u c ió n q u e im p lic a
cap ric h o s a tra n s fo rm a c ió n d e o b je to s, c o n o c id a c o m o el m o ti-
v u elo m á g ic o . E n u n a h is to ria típ ic a , la m u c h a c h a e sc a p a de
wL garras de la b r u ja c o n la a y u d a d e lo s re g a lo s re c ib id o s d e lo s
S i m a l e s c o n i ° s I 116 s ^ ° a m a ble. La c h ic a lo s d e ja c a e r u n o a
v&nn a lo largo d e l c a m in o y é sto s se v a n tr a n s fo rm a n d o e n o b stá c u -
S f t q u e e n tre tie n e n a la b ru ja . U n p e in e se c o n v ie rte e n u n fro n d o -
S b o s q u e q u e re tra s a a la b ru ja m ie n tra s lo e n g u lle . U n p a ñ u e lo se
|pivierte en u n a n c h o río q u e la m u y m a lv a d a te n d rá q u e b e b e rse .
g, Joseph C a m p b e ll n o s a p o rta m u c h o s e je m p lo s ilu stra tiv o s del
||g$elo m ág ico y su g ie re los m o tiv o s fu n d a m e n ta le s p o r los q u e el hé-
trata de e sq u iv a r las fu e rz a s v e n g a tiv a s d e to d a s las m a n e ra s p o ­
p l e s y p o r to d o s lo s m e d io s a s u alcan ce; p o r e je m p lo , d e ja n d o p o r
^.camino « in te rp re ta c io n e s p ro te c to ra s , p rin c ip io s , sím b o lo s, rac io -
plizaciones d e id eas, to d o [lo q u e p u e d a s u p o n e r u n ] re tra so o d is ­
tracción o p u e d a a b so rb e r» s u p o d e r.
Aquello q u e el h é ro e va d e ja n d o caer d u ra n te u n a p e rse c u c ió n ta m ­
bién p u ed e re p re se n ta r u n sacrificio, u n a re n u n c ia , el a b a n d o n o d e algo
realmente valioso. P ara la n iñ a de los c u e n to s d e h a d a s resu ltará c o n
toda seg u rid ad m u y d u ro te n e r q u e a b a n d o n a r el p a ñ u e lo q u e ta n to le
gusta o el p ein e, a m b o s regalos de su s am igos los anim ales. A veces, los
héroes de las p elícu las d e a v e n tu ra s tie n e n q u e to m a r decisio n es im ­
portantes y arro jar el d in e ro p o r la v e n ta n a p a ra re tra sa r a su s p e rse ­
guidores o salvar su s vidas. C am p b ell cita el ejem p lo ex tre m o d e
Medea: cu an d o escapa co n Ja só n de su p ad re, d escu artiza a su p ro p io
hermano y lo arro ja al m a r p a ra re trasar a su s p erseg u id o res.

feriantes de las persecuciones: el seguimiento de un admirador

i o m ás c o m ú n es q u e u n h éro e sea p e rse g u id o p o r los villanos, a u n ­


que tam b ién ex isten o tras posib ilid ad es. U n a de las v arian tes m e n o s
Usuales es q u e el h éro e sea seg u id o p o r u n p erso n aje q u e le ad m ira,
«omo su cede p o r ejem plo en R aíces profu n das, al iniciarse el tercer acto.
Shane h a estad o fuera, en la granja, tra ta n d o de m a n te n e rse alejado de
ios pistoleros, p ero la b ru ta lid a d de los villan o s de la c iu d a d le alcanza
U tem isiblem ente. S hane o rd en a al fam oso n iñ o g ran jero (B ran d o n de
W ilde) q u e p erm e n e z ca allí, p ero el chico h ace caso o m iso y le sigue a
distancia. A sim ism o, el p e q u e ñ o es p e rse g u id o p o r su p e rro , q u e ig u a l­
230 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

m e n te h ab ía recibido ó rd en es de q u ed arse e n casa. E sto viene a decit


n o s q u e el n iñ o es ta n fiel a S hane co m o p o d ría serlo u n perro. Es ut^
escena d e p e rse c u c ió n co n u n a v ariante: el héroe n o es perseguido p0{
u n v illano, sin o p o r u n ad m irad o r.

La huida del villano

O tra v a ria n te d e este tip o de escen as es la p e rse c u c ió n de u n villano


q u e h a h u id o . U n a so m b ra c a p tu ra d a y d o m in a d a d u ra n te la odisea es­
capa en esta etap a de la h isto ria y se co n v ierte en u n enem igo si cabe
m ás p elig ro so q u e an tes. H a n n ib a l Lecter, alias el C a n íb a l, personaje
d e E l silen cio d e los corderos, s in tié n d o se tra icio n ad o p o r la agente del
FBI C larice, escapa y c o m ie n z a a m a ta r de n u ev o . K ing K ong, que ha
sid o tra sla d a d o a N u ev a York p a ra se r e x p u esto p reso d e su s cadenas,
lo g ra h u ir y e m p ieza a c o m e te r d esm an es. In c o n ta b le s pelícu las y wes­
terns p a ra la telev isió n n a rra n có m o u n v illan o in te n ta darse a la fuga,
es d e rrib a d o d e su caballo y d e te n id o p o r el h éro e, y fin alm en te se en­
fre n ta a éste e n la lu c h a d efin itiv a o e n u n d u e lo c o n p istolas. E stas es­
cen as fu e ro n u n clásico e n series de telev isió n co m o Roy R ogéi s y El
L la n ero S o litario.
C o m o ya se h a m e n c io n a d o a n te rio rm e n te , lo s v illa n o s pueden
v o lv e r a a rre b a ta r el te so ro d e l h é ro e o d a rse a la fuga d e sp u é s de ha­
b e r a p re sa d o a u n o d e lo s m ie m b ro s d e la b a n d a d el b u e n o . Ello po­
d ría c o n d u c ir a u n a p e rs e c u c ió n p o r p a rte d e l h é ro e e n u n intento
p o r lo g ra r el re sc a te d e su a m ig o o la re c u p e ra c ió n d el tesoro.

Los reveses de la fortuna

O tro giro e n el c a m in o d e reg reso p o d ría v e n ir p ro v o c a d o p o r u n su­


ceso a d v e rso d e efecto s c a ta stró fic o s p a ra la b u e n a fo rtu n a d el héroe.
Las c o sa s ib a n b ie n tra s la s u p e ra c ió n d e la o d isea. Sin e m b arg o , la
c ru d a re a lid a d e m p ie z a a m o s tra s e c o n su p e o r cara. Los h é ro e s p u e ­
d e n s u frir n u e v o s rev eses q u e c o n d e n e n la a v e n tu ra al fracaso. P o c o
a n te s d e a rrib a r a p u e rto , el b arco p u e d e h a c e r agua. P o r u n in sta n ­
te, tras to d o s lo s p e lig ro s, esfu e rz o s y sacrificio s p a sa d o s, p u e d e pa­
re c e r q u e to d o está p e rd id o .
E sta e ta p a d e la h is to ria , el c lím a x d e l se g u n d o acto , p u e d e eri­
g irse e n la c risis re ta rd a d a q u e ya se h a m e n c io n a d o a n te rio rm e n te.
Q u iz á s p o d ría se r é ste el m o m e n to d e m a y o r te n sió n de to d o el se-
D É C IM A ETA PA : EL C A M IN O DE REGRESO 231

L 0 a c to , y d e b e ría lle v a rn o s al tra m o fin al d e l c a m in o d e la reso -


\Xi d e l terc er acto,
ca m in o d e re g re so al fin al d e l s e g u n d o a c to p u e d e reso lv erse
inte u n m o m e n to b re v e o u n a e la b o ra d a s e c u e n c ia d e e v en to s.
[ to d as las h is to ria s n e c e s ita n u n p e río d o d e tie m p o q u e p o n g a
inifiesto la re s o lu c ió n d e l h é ro e p o r lle g a r al fin al y p a ra Ín s u ­
la m o tiv a c ió n n e c e sa ria p a ra v o lv e r a casa c o n el elixir, e n lu-
¡tde s u c u m b ir a la te n ta c ió n d e l m u n d o e sp e c ia l y las p ru e b a s q u e
jg u a rd a n m á s a d e la n te .

Imago de Oz
©
El m a g o m a n d ó c o n s t r u ir un g lo b o d e a ir e c a lie n t e co n e l q u e es-
'<Ip e ra b a p o d e r c o n d u c ir a D o r it a p o r e l c a m in o d e r e g r e s o a
!<kansas. L o s h a b it a n t e s d e O z s e d a n c it a p a r a d e s p e d ir lo s c o n u n a
¿ |« in d a d e m ú s ic a . S in e m b a r g o , r a r a v e z la s c o s a s so n tan s e n c i­
llas. T otó ve u n g a t o en b r a z o s d e u n a m u je r q u e su rg e d e e n tr e la
m u ltitu d y e c h a a c o r r e r tra s él. D o r ita , a su v ez , c o r r e d e t r á s d e
Totó. E n m e d io d e la c o n fu s ió n , e l g lo b o s e d e s p r e n d e co n e l m a g o
a b o rd o y D o r it a s e q u e d a en tie r r a , a p a r e n t e m e n t e p r e s a p a r a
s ie m p re en e l m u n d o e s p e c ia l. M u c h o s h é r o e s t r a t a n d e v o lv e r
u sa n d o m e d io s fa m i l i a r e s — v ie jo s a s id e r o s y d e p e n d e n c ia s — .
M as d e s c u b r e n q u e lo s v ie jo s c a m in o s so n tan a r t if ic ia le s y d ifí c i­
les d e c o n t r o la r c o m o lo es el g lo b o d e l m a g o . D o r ita , g u ia d a p o r
su in stin to (e l p e r r o T o tó ), es c a p a z d e in tu ir q u e n o e s é s e su c a ­
mino. A h o r a es c u a n d o r e a lm e n t e e s t á p r e p a r a d a p a r a e m p r e n d e r
el c a m in o d e r eg re so , y s e m a n t ie n e a l e r t a p a r a n o p e r d e r e l s e n ­
d ero q u e v e r d a d e r a m e n t e le c o r r e s p o n d e .

Los h é ro e s re c o g e n lo q u e h a n se m b ra d o , o b te n id o , ro b a d o o ga-
ado e n el m u n d o esp ecial. Y se fijan u n n u e v o o b jetiv o : escapar, en -
ontrar o tra s a v e n tu ra s o r e to rn a r a casa. P ero a n te s d e a lc a n z a r
malquiera de esas m e ta s tie n e n q u e p a sa r o tra p ru e b a , el e x a m e n fi-
al del viaje: la re su rre c c ió n .
Undécima etapa:
La resurrección
¿Qué p u ed o hacer, an cian o? Estoy m u erto, ¿no es cierto?
(D e El tercer hombre [The T hird M an], de G ra h a m G reen e)

h o ra llega u n o d e lo s m o m e n to s m á s e n g a ñ o s o s y d e sa fia n te s
A p ara el h é ro e . P ara te n e r la s e n s a c ió n d e q u e u n a h is to ria h a a l­
a n z a d o la p le n itu d , el p ú b lic o n e c e s ita e x p e rim e n ta r u n m o m e n to
l e m u e rte y re n a c im ie n to . Es el c lím a x (q u e n o la c risis), el d e fin i­
tivo y m á s p elig ro so e n c u e n tro c o n la m u e rte . L os h é ro e s tie n e n q u e
som eterse a u n a p u rg a y u n a p u rific a c ió n fin a le s a n te s d e re e n c o n ­
trarse c o n el m u n d o o rd in a rio . U n a v ez m á s tie n e n q u e cam b iar. El
truco d el e sc rito r c o n s iste e n m o s tr a r el c a m b io d e su s p e rso n a je s
por m e d io d e su c o m p o rta m ie n to y su a p a rie n c ia a n te s q u e lim ita r­
se a d e sc rib irlo . E l a u to r tie n e q u e e n c o n tr a r la fo rm a d e d e m o s tra r
que su s h é ro e s h a n e x p e rim e n ta d o u n a re s u rre c c ió n .

Nosotros, los a b a tid o s b u sc a d o r es, volvem os a r r a s t r a n d o lo s p ie s a


trav és d el p o b la d o . ¡M ira d ! ¡E l h u m o d e la s fo g a t a s d e la tribu !
¡R e c o b r a d el p a s o ! P ero es p e r a d , el c h a m á n n o s im p id e e l reg reso.
H a b é is e s t a d o en el p a ís d e la m u erte, d ice, y p a r e c é is la m u e r te m is ­
m a , c u b ierto s d e san g re, a r r a s t r a n d o la c a r n e y la p ie l d e s g a r r a d a s
en los la n c e s d e v u estro ju e g o . Si v o lv éis a l p o b la d o sin h a b e r o s p u ­
rific a d o , p o d é is t r a e r la m u e r te co n v o so tro s. D eb éis so m e te r o s a un
ú ltim o s a c r ific io a n tes d e r e in c o r p o r a r o s a la tribu . E l g u errero q u e
h a y en v o so tro s d e b e m o r ir p a r a q u e p o d á is ren acer, in o ce n tes, en el
sen o d el g ru p o. E l se c r e to e s t á en c o n s e r v a r la s a b id u r ía d e la o d i­
sea , p e r o d e s e m b a r a z á n d o o s d e to d o s su s e fe c to s n eg a tiv o s. D es p u és
d e to d o lo q u e hem os p a s a d o , c o m p a ñ e r o s b u sc a d o r es, ten em o s q u e
a fr o n ta r u n a p r u e b a m á s, q u iz á s la m á s d u r a d e tod a s.
234 EL VIAJE DEL E SCRITO R

Una nueva personalidad

A h o ra es n e c e sa rio c re a r u n n u e v o in d iv id u o p a ra u n n u e v o munH
D e la m ism a fo rm a q u e los h é ro e s tie n e n q u e lib ra rse d e su anti °
y o p a ra e n tr a r e n el m u n d o esp ecial, a h o ra d e b e n d esp o jarse de 1°
p e rs o n a lid a d d e l v ia je y a d o p ta r u n a n u e v a q u e lo s h ag a aptos paj
re g re sa r al m u n d o o rd in a rio . El n u e v o h é ro e d e b e se r capaz de re
flejar lo m e jo r d e sí m ism o y a p lic a r la le c c ió n a p re n d id a a lo larp
d el c a m in o . E n el w estern titu la d o B a r b a r o s s a , el p e rso n a je del gran
je ro , G ary Busey, a tra v ie sa u n a o d ise a fin a l d e la q u e renace trans
fo rm a d o e n u n n u e v o B arb aro ssa q u e h a a p re n d id o la lección de su
m e n to r, W illie N e lso n , d u r a n te el c a m in o . J o h n W ayne em erge de la
p ru e b a d e la m u e rte e n F o rt A p a c h e e in c o rp o ra p arc ialm en te la in­
d u m e n ta ria y la a c titu d d e su a n ta g o n ista , H e n ry F o n d a .

La purificación

U n a de las fu n c io n e s c a p ita le s d e la re s u rre c c ió n es p u rifica r a los


h é ro e s d e l o lo r de la m u e rte , si b ie n p r o c u ra n d o q u e re te n g a n la lec­
c ió n a p re n d id a e n el tra n s c u rs o d e la o d isea. La c are n c ia de ceremo­
n ia s p ú b lic a s y d e c o n s u e lo p a ra c o n lo s v e te ra n o s d e la G uerra del
V ie tn a m a su reg reso a casa p u d o h a b e r c o n trib u id o a crear los te­
rrib le s p ro b le m a s q u e s u frie ro n eso s s o ld a d o s p a ra su reinserción en
la so c ie d a d . L as lla m a d a s so c ie d a d e s p rim itiv a s p a re c e n estar mejor
p re p a ra d a s p a ra re c ib ir a lo s h é ro e s d e v u e lta d e la av en tu ra. Así
p u e s, d is p o n e n d e ritu a le s p a ra p u rg a r la sa n g re y la m u e rte de los
c a z a d o re s y los g u e rre ro s, d e s u e rte q u e p u e d a n re c o n v e rtirse en pa­
cífico s m ie m b ro s d e la so c ie d a d .
Los c a z a d o re s q u e r e to r n a n p u e d e n se r p u e s to s e n cuarentena
p o r m o tiv o s d e se g u rid a d , lejo s d e la trib u . P ara re in se rta r a los ca­
z a d o re s y g u e rre ro s e n la c o m u n id a d , los c h a m a n e s re c u rre n a ri­
tu a le s e n lo s q u e p o r m e d io de la m ím ic a re p re s e n ta n lo s efectos de
la m u e rte , o q u e a u n s itú a n a los p a rtic ip a n te s al b o rd e de la m uer­
te m ism a. A m e n u d o se e n tie rra viv o s a los ca z a d o res o los guerre­
ro s d u r a n te u n tie m p o , o se les c o n fin a e n u n a ca v e rn a o e n u n apo­
s e n to , s im b ó lic a m e n te a rra ig a d o s en la m a triz de la tierra. Es
e n to n c e s c u a n d o s o n a lz a d o s (re su c ita d o s) y re c ib e n la b i e n v e n i d a
c o m o m ie m b ro s d e la trib u , n a c id o s d e n u ev o .
La a rq u ite c tu ra sa g ra d a está c o n c e b id a p a ra re cre ar el sentim ien­
to d e la re su rre c c ió n , c o n fin a n d o a los d e v o to s e n u n a sala o en u°
U N D É C IM A E T A P A : LA R E S U K K tk u iu n £«!%!

ú n e l a n g o sto y o sc u ro , a m o d o d e c a n a l d e n a c im ie n to , a n te s d e c o n ­
ducirlos a u n área ex terio r, a b ie rta y g e n e ro s a m e n te ilu m in a d a , c o n
gl su b sig u ie n te alivio p a ra el alm a. El b a u tis m o p o r in m e rsió n e n u n
to rren te es u n ritu a l q u e p re te n d e e m u la r la re su rre c c ió n , p u rific a n ­
do d e esta su e rte al p e c a d o r y re s c a tá n d o lo d e u n a m u e rte sim b ó lica
p o r a h o g am ie n to .

Dos grandes odiseas

¿Por q u é a lg u n a s h is to ria s p a re c e n a lc a n z a r d o s v eces el clím a x c o n


do s o d ise as d e m u e rte y re s u rre c c ió n , u n a situ a d a h a c ia la m ita d y
o tra ju s to a n te s d e l fin al d e la n a rra c ió n ? La m e tá fo ra del a ñ o e sc o ­
lar n o s su g ie re la ra z ó n d e ello. La c risis c e n tra l u o d isea s u p re m a se
asem eja a u n e x a m e n p a rc ia l, s ie n d o a sí q u e la re s u rre c c ió n es el
e x a m e n final. L os h é ro e s tie n e n q u e p a s a r u n a n u e v a p ru e b a p ara
d e m o s tra r q u e , e n efecto , h a n a p re n d id o la le c c ió n d e la o d ise a s u ­
p re m a d e l se g u n d o acto .
A p re n d e r algo e n el m u n d o e sp e c ia l es u n a cosa; lle v a r eso s c o ­
n o c im ie n to s a casa c o m o s a b id u ría a p lic a d a es o tra b ie n d istin ta .
P u e d e q u e lo s e s tu d ia n te s h a y a n m e m o riz a d o la le c c ió n p a ra u n e x a ­
m e n , p e ro la e ta p a d e la re s u rre c c ió n re p re s e n ta u n a p ru e b a so b re el
te rre n o d e las n u e v a s h a b ilid a d e s a d q u irid a s p o r el h é ro e . E s al m is ­
m o tie m p o u n re c u e rd o d e la e x iste n c ia d e la m u e rte y u n e x a m e n
de lo a p re n d id o p o r el h é ro e . ¿H a s u frid o el h é ro e u n a u té n tic o c a m ­
bio? ¿R ecaerá o fallará, fracasará y se rá d e rro ta d o p o r su s n e u ro s is o
p o r la s o m b ra e n la u n d é c im a h o ra ? ¿Se h a r á n re a lid a d las te rrib le s
p re d ic c io n e s p a ra la h e ro ín a J o a n W ild e r e n el p rim e r a cto d e Tras el
C o r a z ó n V erde (« N o e stá s a la a ltu ra , J o a n , y lo sab es» )?

La odisea física

E n el n iv e l m á s sim p le d e to d o s, la re s u rre c c ió n p u e d e c o n s is tir en


u n ú ltim o e n fre n ta m ie n to d el h é ro e c o n la m u e rte en el tra n s c u rs o
d e u n a lu c h a , o d ise a o b atalla. Suele tra ta rs e d e la c o n fro n ta c ió n fi­
n a l y decisiv a c o n el v illa n o o c o n la so m b ra .
Pero la d iferencia en tre éste y o tro s e n c u e n tro s c o n la m u e rte estri­
b a en que el peligro se e n c u e n tra ah o ra e n la escala m ás am p lia y d eci­
siva de la histo ria. La am en aza n o só lo afecta al h éro e, sin o a to d o el
m u n d o . E n o tra s palab ras, las ap u estas e stá n e n su p u n to m ás elevado.
236 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

Las p e líc u la s d e J a m e s B o n d s u e le n a lc a n z a r el c lím a x c u a n d o el


a g e n te 0 0 7 h a v e n c id o a los v illa n o s y, en u n a c a rre ra a c o n tra rre lo j,
casi s in p o s ib ilid a d e s d e é x ito , se ve o lb lig a d o a d e sa c tiv a r a lg ú n a r­
tefacto cap a z d e c a u s a r el fin d e l m u n d o , c o m o e v id e n c ia la b o m b a
a tó m ic a e n el c lím a x d e J a m e s B on d co n tra G o ld fin g e r. M illo n es de
v id a s e s tá n e n ju e g o . E l h é ro e , el p ú b lic o y el m u n d o s o n a rra s tra ­
d o s u n a v ez m á s h a s ta el p re c ip ic io m á s te rrib le , a n te s d e q u e B ond
co n sig a a rra n c a r el cab le c o rre c to y d e sa c tiv e la b o m b a , salv á n d o n o s
a to d o s d e u n a d e s tru c c ió n se g u ra .

El héroe activo

P arece o b v io q u e el h é ro e d e b e s e r q u ie n a c tú e e n este m o m e n to de
clím a x . P ero m u c h o s e sc rito re s c o m e te n el e rro r d e re sc a ta rlo de la
m u e rte g racias a la o p o rtu n a in te rv e n c ió n de u n a liad o , el eq u iv a ­
le n te d e l ta n so c o rrid o S ép tim o d e C a b a llería, q u e a c u d e p re s to al
re sc a te . El h é ro e p u e d e re c ib ir u n a a y u d a in e sp e ra d a , p e ro siem p re
es p re fe rib le q u e él sea el ú n ic o p ro ta g o n is ta d e la a c c ió n decisiva,
q u ie n a m e d re n te a la m u e rte o a la so m b ra . Así, m e jo r se rá q u e se
m u e s tre activ o y n o p a siv o e n e sta o casió n .

Los enfrentamientos

E n las p e líc u la s d e l O e ste , las p o lic ía c a s y e n g e n e ra l e n m u c h o s la r­


g o m e tra je s d e a c c ió n , la re s u rre c c ió n se p re s e n ta c o m o la m a y o r
c o n fro n ta c ió n , c o m o la m a y o r b a ta lla d e la h isto ria : el e n fre n ta ­
m ie n to o el tiro te o . U n e n fre n ta m ie n to o p o n e al h é ro e y al v illa n o
e n u n a lu c h a d e fin itiv a c o n la m á x im a a p u e sta p o sib le : a v id a o
m u e rte . Es el clásico d u e lo d e las p e líc u la s d e v a q u e ro s, el e n fre n ta ­
m ie n to a flo rete e n tre e s p a d a c h in e s o la ú ltim a b a ta lla a c ro b á tic a en
la p e líc u la s d e a rte s m arciales. P u e d e in c lu so e x p re sa rse p o r m ed io
d e u n e n fre n ta m ie n to a n te lo s trib u n a le s o u n « d u elo » e m o c io n a l, si
se tra ta d e u n d ra m a d o m é stic o .
El e n fre n ta m ien to es u n a form a d ram ática d istin tiv a, con reglas y
co n v e n c io n e s p ro p ias. Los clím ax o p erístico s de los sp a g h etti-w estem s
de Sergio Leone ex ag erab an los elem en to s d el e n fre n tam ien to co n v e n ­
cional: la m ú sica d ram ática, las fuerzas rivales m a rch a n d o u n a hacia
o tra en u n a su e rte de aren a m o rta l (u n a calle de la ciu d ad , u n corral,
u n c em en terio , la g u arid a d el v illan o ), los p rim e ro s p la n o s d e pistolas,
U N D É C IM A E T A P A : LA R E SU R R E C C IO N ¿ i!

m anos y ojos preparados para el m o m en to decisivo, la sensación de


que el tiempo se ha detenido y pende como un filo sobre nuestras
cabezas. Los duelos con pistola son casi un recurso obligado en las
películas del Oeste, desde L a diligencia (S tag cco ach ) hasta Solo ante el
peligio. ¡rasando por Pasión de los fuertes (Aív Darling CJemcntine). El
denominado duelo en el ÜK corral, de 1881. fue un enfrentamiento tan
brutal que se convirtió en parte esencial del mito del Oeste americano
e inspiró más películas que ningún otro suceso de esta naturaleza.
Los duelos a m uerte alcanzan el climax en películas de espada­
chines como Robín de los b osq u es ( T h e advenimos of Robín H ood ), El
príncipe de los la d r o n e s . T he Sea Hawk (El h a lcó n del m a r ). S c a r a m n u -
che y El h a lcó n v la fle c h a ( T h e F í a m e an d thc AnenvV. los caballeros
luchan a m uerte en Iv a n h o e. F.xcalibur y Los c a b a lle r o s del u y Arturo.
Los duelos y los enfrentam ientos no son de! todo satisfactorios a m e ­
nos que el héroe se aproxim e al límite m ism o del abismo.
Y es que el héroe tiene que s erse obligado a pelear para salvar su
vida. Con toda probabilidad, la jovial y alegre ligereza de escaram u­
zas anteriores ha desaparecido. El protagonista suele resultar herido
o puede resbalar v perder el equilibrio; y a m en u d o parecer que va a
morir, exactam ente igual que d u ra n te la odisea suprema.

Mue?te v fe n a c o p íy p o de ice cernes íieg¡eos

Los héroes con\ endónales suelen superar este roce con la muerte y se­
guidamente resucitan. Por lo general, es el villano quien muere o re­
sulta vencido, pero también ocurre que algunos héroes pierden la vida
llegados este punto, como, por ejemplo, los héroes condenados de Mu­
rieron con las botas puestas (The\ Died with T h eir Boots On), El Yang-Tsc
en llam as (T he Sand P ebbles). La carga de la b a g a d a ligera o Tiempos de
gloiia <((l o r d El personaje de Roben Shaw. Quint, muere a estas altu­
ras de la historia en T ibiaón . Sin embargo, todos esos héroes condena­
dos o trágico1- alcanzan la resurrección, puesto que perviven tal y como
existieron en la memoria de los supervivientes, aquéllos por los que fe­
hacientemente dieron su cada. Así pues, el público sobrevive v reme­
mora la lecc ión que un héroe trágico quiso transmitirnos.
En Dos ¡tomines v un destino (Butch C a ssid v a n d thc S u n d an ce K í d ).
los héroes se ven asediados en un edifico de adobe, rodeados y en cla­
ra minoría numérica. Con todo, salen a enfrentarse con la m uerte en
un climax que se retrasa v prolonga hasta los últim os segundos de la
peh< tila. Casi con seguridad les aguarda la m uerte bajo una lluvia de
238 EL VIAJE DEL E SCRITO R

balas, n o d e ja n de lu c h a r y fin a lm e n te s o n d e rro ta d o s, y se g a n a n la


in m o rta lid a d en u n fin al en el q u e se co n g ela la im ag en . D e este
m o d o se c o n sig u e q u e c o n tin ú e n v iv ie n d o e n n u e stra m em o ria. En
G ru p o sa lv a je ( T h e W íld B u n ch) los h é ro e s s o n c o m p le ta m e n te ex te r­
m in a d o s, m as su fu erza p erv iv e en u n rev ó lv er q u e o tro av enturero
recoge a m o d o d e relev o y q u e, co m o es sa b id o , p e rp e tu a rá el m ism o
e sp íritu salvaje e in tré p id o de q u e h a c ía n gala su s pred eceso res.

La elección

O tra p o sib ilid a d p a ra u n m o m e n to de re su rre c c ió n p u e d e ser la tom a


d e u n a d e c isió n c u m b re , q u e d e b e e sco g erse e n tre v aria s o p cio n es,
e n la q u e se d e m u e s tra si el h é ro e h a a p re n d id o re a lm e n te la lección
d e riv a d a de la tra n sfo rm a c ió n . U n a e le c c ió n d ifícil p o n e a p ru e b a las
c u a lid a d e s d el h éro e: ¿ to m a rá la d e c isió n s e g ú n lo s c rite rio s q u e ca­
ra c te riz a b a n al v iejo e im p e rfe c to h é ro e o la e le c c ió n rev elará esa
n u e v a p e rso n a e n la q u e se h a c o n v e rtid o ? E n Ú n ico testig o, el p o li­
cía J o h n B ook m a n tie n e u n e n fre n ta m ie n to d e fin itiv o c o n su gran
en em ig o , u n o ficial d e p o licía c o rru p to . Los a m ish o b se rv a n e x p e c ­
ta n te s, p a ra d ilu c id a r si B o o k sig u e el c ó d ig o v io le n to d e l m u n d o o r­
d in a rio u o p ta p o r la v ía p acífica q u e h a a p re n d id o e n el m u n d o es­
pecial. B ook h a c e u n a clara a p u e s ta p o r e v itar el ta n e sp erad o
en fre n ta m ien to . E n lu g a r de ello, b aja su p isto la d e ja n d o p la n ta d o al
villan o arm ad o , y p e rm a n e c e j u n to a lo s s ile n c io so s a m ish . Al igual
q u e ellos, es u n testig o . El v illa n o n o p u e d e ya d is p a ra r y m a ta rlo a
sangre fría, a n te la p re se n c ia de ta n ta g en te. El J o h n B o o k a n te rio r se
h a b ría b atid o c o n su riv al, sin u n so lo in s ta n te de d u d a , p e ro el n u e ­
vo h o m b re q u e h a y e n él p refiere n o h a c e rlo . Es la p ru e b a d efin itiv a
de que h a a p re n d id o la lecció n y d e q u e es a h o ra u n a p e rso n a n u e ­
va, u n h éro e re su c ita d o .

La elección romántica

La elección de la resu rrecció n p u e d e tam b ién d arse en el terren o del


amor. H istorias co m o El g ra d u a d o (T h e G ra d ú a te ) o S u ced ió u na n och e
(It H appen ed O ne N íght) llevan a los p ro tag o n istas al clím ax del altar
do n d e deben elegir u n cónyuge. L a decisión d e S o p h ie (S o p h ie ’s C h o ic e )
trata del terrible dilem a de u n a m ad re q u e se ve obligada p o r los nazis
a decidir cuál de su s d o s hijos d eb e m orir.
U N D É C IM A E T A P A : LA RESU R R E C C IÓ N 239

El clim ax

La resurrección suele marcar el clímax del drama. La palabra c lím ax de­


riva de la lengua griega y signitica «escalera». Para nosotros, los inven­
tores de historias, describe el m om ento explosivo, el punto de energía
culminante, el último gran evento de la obra. Puede tratarse del en­
frentamiento físico o la batalla final, pero a veces también adopta la for­
ma de una elección difícil, un m om ento de climax sexual, un crescen ­
do musical o una confrontación altamente emocional, aunque decisiva.

E! cisma* sjisíicíoso

El clímax no tiene p or qué coincidir necesariam ente con u n m o ­


m ento explosivo, ruidoso, dram ático o peligroso de la historia. Exis­
te algo parecido a u n clím ax silencioso o tran q u ilo , una suave cul­
m inación de u n a oleada de emociones. El climax silencioso puede
causar la sensación de que todos los conflictos se han resuelto ar­
m oniosam ente y que las tensiones se h an disipado y transform ado
en sentim ientos de placer y sosiego. Despucs de que el héroe haya
experim entado la m uerte de u n ser querido, puede darse u n clímax
de aceptación o com prensión. A veces, el n u d o de tensión creado en
el cuerpo central de la historia se desata en respuesta al suave tirón
que propicia u n acto de entendim iento final.

C11í!i3X 6ISCí!'08ll3tlO3

A veces ocurre que las historias tienen mas de u n climax, es decir una
serie de clímax encadenados. Y es que los argum entos secundarios
p ued en necesitar tam bién sus propios clímax. La etapa de resurrec­
ción es otro centro neurálgico de la historia, u n pu n to de control por
el que deben pasar todos los hilos de la trama. El renacim iento y la
purificación tienen que experimentarse en mas de u n nivel.
El protagonista p u ede experim entar el clímax en n o eles sucesi­
vos de conciencia, es decir, mental, física y em ocionalm ente. Quizás
atraviese prim eram ente u n clímax de transform ación m ental o de
decisión que desencadene a su vez un clímax físico o u n enfren­
tam iento en el m u n d o material. A eso podría seguir u n climax e m o ­
cional o espiritual, en la m edida en que el co m po rtam ien to y los se n ­
timientos del protagonista varían.
240 EL VIAJE DEL E SCRITO R

La p e líc u la G u n ga D in c o m b in a p e rfe c ta m e n te la su c e sió n d e clí­


m ax físicos y e m o c io n a le s. C ary G ra n t y su s d o s sa rg e n to s ingleses
am ig o s h a n su frid o h e rid a s graves, lo q u e im p e le al a g u a d o r G u n g a
D in, q u e a n te s d e se m p e ñ a b a el p a p e l d e u n b u fó n , a a c tu a r co m o u n
h é ro e y a d v e rtir al ejército b ritá n ic o d e la e m b o scad a. A u n q u e ta m ­
b ié n está h e rid o , G u n g a D in tre p a h a sta lo alto d e u n a to rre d o rad a
p a ra d a r el to q u e d e c o rn e ta . El ejército recib e el aviso, co n lo q u e se
salv an m u c h a s v id a s e n u n a escen a d e a c c ió n q u e c o n stitu y e el cli­
m ax físico de la h isto ria . D e sg ra c ia d am e n te , D in recibe u n d isp aro y
m u e re al caer de la to rre. Sin em b arg o , su m u e rte no re su lta vana. Sus
c a m a ra d a s le r in d e n h o n o re s de h é ro e y ello h a c e q u e en cierto m o d o
re su cite . E n u n m o m e n to de clím ax e m o c io n a l final, el co ro n e l lee u n
p o e m a esc rito p o r R u d y a rd K ip lin g e n h o n o r al h éro e. S ob rev o lan d o
la e sc e n a ap a re c e el e s p íritu d e D in , lu c ie n d o el u n ifo rm e m ilita r y
s o n rie n d o m ie n tra s sa lu d a , re su c ita d o y to ta lm e n te tra n sfo rm a d o .
D esd e lu e g o , u n a h is to ria b ie n e s tru c tu ra d a p u e d e llev ar to d o s
lo s n iv e le s — m e n te , c u e rp o y e s p íritu — al c lím a x s im u ltá n e a m e n ­
te. E n o c a sio n e s, c u a n d o u n h é ro e e m p re n d e u n a a c c ió n d ecisiva,
to d o su m u n d o se tra n s fo rm a r e n u n in s ta n te .

La catarsis

El clím a x d e b e d a r u n a s e n s a c ió n d e c a ta rs is . E sta p a la b ra griega


sig n ifica « v o m ita r» o « p u rg a r» , si b ie n e n n u e s tro s d ías h a a d o p ta ­
do el s e n tid o de u n a lib e ra c ió n e n fo rm a de p u rific a c ió n o r u p tu r a
em o c io n a l. E l d ra m a g rieg o e sta b a c o n s tru id o so b re el in te n to de
d e se n c a d e n a r u n v ó m ito d e e m o c io n e s en el p ú b lic o , d e re a liz a r u n a
p u rg a d e l v e n e n o q u e se a c u m u la d ía tra s día. D e la m ism a fo rm a
q u e to m a b a n p u rg a n te s d e v ez e n c u a n d o p a ra v a c ia r y lim p ia r su
siste m a d ig e stiv o , lo s g rie g o s a c u d ía n d e ta n to e n ta n to al te a tro p a ra
lib e ra rse d e c ie rto s s e n tim ie n to s e n fe rm iz o s. Risa, lág rim a s y e s tre ­
m e c im ie n to s d e te rro r e ra n los d e s e n c a d e n a n te s q u e lo s lle v a b a n a
esta p u rific a c ió n , a esta c atarsis.
E n el p sic o a n á lisis, la c a ta rsis es u n a té c n ic a u tiliz a d a p a ra aliviar
la a n s ie d a d o la d e p re s ió n , q u e c o n siste e n h a c e r em erg er el s u b ­
c o n sc ie n te a la su p e rfic ie . Lo m ism o su c e d e , en c ierta fo rm a, al c o n ­
ta r u n a h isto ria . El c lím a x q u e se p re te n d e p ro v o c a r en el h é ro e y en
el p ú b lic o es el m o m e n to e n el q u e é sto s s o n m á s c o n sc ie n te s, el m o ­
m e n to e n el q u e h a n a lc a n z a d o el p u n to m á s a lto e n la escalera d e la
c o n c ie n c ia . Se tra ta , p u e s, de elev ar la c o n c ie n c ia de a m b o s, h é ro e y
U N D É C IM A ETA PA : LA R E SU R R E C C IÓ N 241

p ú b lic o p a rtic ip a n te . U n a c a ta rsis p u e d e s u p o n e r u n a re p e n tin a e x ­


p a n s ió n de la c o n c ie n c ia, u n p u n to c u lm in a n te e n la e x p e rie n c ia d e
u n a c o n c ie n c ia m á s elev ad a.
La c a ta rsis p u e d e c o m b in a rs e c o n u n sim p le e n fre n ta m ie n to físi­
co p a ra lo g ra r u n efecto e m o c io n a l sa tisfa c to rio . E n Río Rojo, Tom
D u n s to n y M a tth e w G a rth se r e ú n e n e n fre n ta rs e e n u n te rrib le d u e ­
lo a m u e rte . E n u n p rin c ip io , G a rth n o q u ie re lu c h a r. E stá re su e lto
a n o d e ja rse p ro v o c a r p a ra n o re n u n c ia r a su s p rin c ip io s. P ero D u n s ­
to n lo m a rtille a h a s ta q u e G a rth se v e fo rz a d o a p e le a r p a ra salv ar su
p ro p ia v ida. E n to n c e s se e n z a rz a n e n u n a lu c h a titá n ic a y a to d o s
n o s p are c e q u e u n o d e los d o s te n d rá q u e m o rir. E n p le n a p ele a
irr u m p e n e n u n v a g ó n lle n o d e m e rc a n c ía s de u so d o m é stic o — tela
de p ercal, c a c h a rro s y sa rte n e s — y a c a b a n d e s tro z á n d o lo to d o , e n
u n a clara re fe re n cia a la d e s tru c c ió n d e to d a e s p e ra n z a d e fu n d a r u n
ho g ar, u n a fam ilia o u n a so c ie d a d e n la fro n te ra .
P ero u n a n u e v a fuerza e n tra en escena: Tess, u n a m u je r in d e p e n ­
d ie n te q u e am a a M a tth e w G arth . Ella p o n e fin a la pelea c o n u n d is­
p aro q u e cap ta la a te n c ió n de los d o s h o m b re s. E n u n clím ax e m o cio ­
nal, u n a catarsis g e n u in a , la m u je r da rie n d a su e lta a su s se n tim ie n to s
an te los d o s h o m b re s y los co n v e n c e d e q u e su p elea es u n a lo cu ra,
p o rq u e en realid ad sie n te n u n ap recio m u tu o . Ella h a lo g rad o tro car
u n e n fre n ta m ie n to físico m o rta l en u n a catarsis em o c io n al, en u n m o ­
m e n to de c o n cien cia su p erio r.
La m e jo r fo rm a d e lo g ra r u n a c a ta rsis c o n s is te e n p ro v o c a r la e x ­
p re s ió n física de las e m o c io n e s p o r m e d io d e la risa o el lla n to . Las
h is to ria s s e n tim e n ta le s p u e d e n llev ar al p ú b lic o a la c a ta rsis d e las
lág rim a s c o m o re s u lta d o de c o n d u c ir su s e m o c io n e s al clím ax . La
m u e rte de u n p e rs o n a je a m a d o , c o m o Mr. C h ip s o la d e sa h u c ia d a
p ro ta g o n is ta en L o v e S tory , p ro p ic ia u n m o m e n to de clím ax . E ste
tip o de p e rs o n a je s « re su c ita n » in e v ita b le m e n te e n los c o ra z o n e s y
e n la m e m o ria de a q u é llo s q u e lo s a m a ro n .
La risa es o tro de los p rin c ip a le s can ales de los q u e se sirve la ca­
tarsis. U n a co m ed ia tien e q u e llegar a la cresta de la ola co n u n chiste
o u n a serie de chistes q u e creen u n a ex p lo sió n v irtu a l de carcajadas, o
co n b ro m as q u e alivien la ten sió n , p u rg u e n las em o cio n es am argas y
n o s p e rm ita n c o m p a rtir ex periencias. Las p elícu las d e d ib u jo s a n im a ­
do s clásicas de W arn er Bros, y D isney está n p e n sa d as para alcan zar el
clím ax de la risa, el crescen do del a b su rd o en sólo seis m in u to s. La es­
tru c tu ra de u n largom etraje de co m ed ia tiene q u e estar c o n stru id a asi­
m ism o c u id a d o sa m e n te , sin p e rd e r n u n c a de vista q u e debe p ro v o c ar­
se u n clím ax de risa q u e alivie las em o cio n es esco n d id as del público.
242 EL VIAJE DEL E SCRITO R

El arco del personaje

U n a c a ta rs is es el c lím a x ló g ic o d e l a rc o d e l p e r s o n a je . É ste es un
té r m in o e m p le a d o p a ra d e s c r ib ir las e ta p a s d e la tra n sfo rm a c ió n
g ra d u a l d e l p e rs o n a je : las fases y lo s g iro s d e su d e sa rro llo . U n de
fecto h a r to c o m ú n d e las h is to ria s es q u e lo s e s c rito re s pro v o q u en
u n c re c im ie n to y u n a tr a n s fo rm a c ió n e n el p e rs o n a je re su e lto s de
u n a fo rm a e x c e s iv a m e n te a b r u p ta , e n u n ú n ic o sa lto c a u sa d o por
u n so lo in c id e n te . E l h é ro e re c ib e u n a c rític a o se p e rc a ta de una
a c titu d e rró n e a y la c o rrig e in m e d ia ta m e n te , o b ie n su c e d e que de
la n o c h e a la m a ñ a n a s u fre u n a tra n s f o r m a c ió n a c a u sa de u n a ex­
p e rie n c ia tra u m á tic a q u e lo c a m b ia ra d ic a lm e n te . E sto p u e d e lle­
g a r a s u c e d e r a lg u n a v ez, a u n q u e p o r lo g e n e ra l la g e n te se trans­
fo rm a p o c o a p o c o , c re c ie n d o y m a d u r a n d o p a u la tin a m e n te , y
tra n s f o r m á n d o s e d e fo rm a g ra d u a l y s o s te n id a d e sd e el sectarism o
h a s ta la to le ra n c ia , d e la c o b a rd ía a las a c titu d e s v a le ro sa s, del
a m o r al o d io . A c o n tin u a c ió n se m u e s tr a u n arco d e l p e rso n a je ca­
ra c te r ís tic o c o n tr a s ta d o c o n las d ife re n te s e ta p a s q u e in te g ra n el
v ia je d e l h é ro e .

A R C O D EL P E R SO N A JE VIA JE D EL H ÉRO E

1) Conciencia limitada de un problema. Mundo ordinario.


2) Aumento de la conciencia. Llamada a la aventura.
3) Resistencia a la transformación. El rechazo de la llamada.
4) Superación de la resistencia. Encuentro con el mentor.
5) Entrega a la transformación. Travesía del umbral.
6) Experimentación con el primer cambio. Pruebas, aliados, enemigos.
7) Preparación para la gran transformación Aproximación a la caverna
más profunda.
8) Tentativa de la gran transformación. Odisea.
9) Consecuencias de la tentativa Recompensa (apoderarse
(avances y retrocesos). de la espada).
10) Nuevo intento de transformación. Camino de regreso.
11) Intento final de la gran transformación. Resurrección.
12) Superación definitiva del problema. Retorno con el elixir.

Las e ta p a s d e l viaje d e l h é ro e s o n u n a b u e n a g u ía p a ra determ i­


n a r lo s p a so s q u e d e b e n se g u irse e n la c re a c ió n d e u n arco del perso­
n a je realista.
U N D É C IM A ETA PA : LA R E SU R R E C C IÓ N 243

EL A R C O D E L PE R S O N A JE

C onciencia lim itada

ACTO I A C T O II A C T O III
244 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

La última oportunidad

La re s u rre c c ió n es el in te n to fin al d el h é ro e p a ra lo g ra r u n cam bio


sig n ific a tiv o e n su a c titu d o en su c o m p o rta m ie n to . El pro tag o n ista
p u e d e s u frir u n a re c a íd a e n ese p u n to , c re y é n d o se a b a n d o n a d o . En
este p e rs o n a je la e s p e ra n z a h a m u e rto te m p o ra lm e n te , p e ro gozará
d e u n a o p o rtu n id a d d e re s u rre c c ió n si c am b ia de m e n ta lid a d . El so­
lita rio y eg o ísta H a n Solo d e L a g u erra d e las g a la x ia s vu elv e la espal­
d a al in te n to d e fin itiv o d e v e n c e r a la E strella de la M u erte, aunque
c a m b ia d e o p in ió n e n el ú ltim o in s ta n te , m o s tra n d o así q u e se ha
tra n s fo rm a d o y q u e e stá d is p u e s to a a rrie sg a r su v id a p o r u n a buena
cau sa.

Vigila tus pasos

La r e s u rre c c ió n p u e d e s e r u n m a l p a so p o te n c ia l p a ra u n h é ro e que
e n su c a m in o d e re g re so tie n e q u e a tra v e s a r el e stre c h o p u e n te col­
g a n te q u e u n e d o s m u n d o s . A esta s a ltu ra s d e la h isto ria , H itch co ck
u tiliz a el sím b o lo d e la a ltu ra p a ra r e p re s e n ta r el p o sib le fracaso en
el in te n to d e re g re s a r c o n v id a d e l m u n d o e sp e cial. E n C o n la m u er­
te en lo s t a lo n e s , lo s p e rs o n a je s de C ary G ra n t y E va M arie S aint aca­
b a n c o lg a d o s d e lo s re tra to s p é tre o s d e l m o n te R u sh m o re , m a n te ­
n ie n d o al p ú b lic o e n v ilo y p r e o c u p a d o p o r la s u e rte q u e correrán
h a s ta el ú ltim o se g u n d o . L os m o m e n to s d e c lím a x en las películas
d e H itc h c o k V értig o , S a b o t a je ( S a b o te u r ) y A tr a p a a un la d rón (To
C a tc h a T h ief) m u e s tr a n a lo s h é ro e s e n lu g a re s s itu a d o s a g ran al­
tu ra , e n p le n a lu c h a fin a l a m u e rte .
A v eces u n g ra n d ra m a m u e s tra al p ro ta g o n ista a b a n d o n a n d o su
em p re sa e n el p re c iso in s ta n te e n q u e se a p ro x im a b a a la c o n se cu ­
c ió n d e su o b je tiv o . Los p ro ta g o n is ta s d e En busca d el fu e g o regresan
c o n su g e n te lle v a n d o c o n sig o el e lix ir en fo rm a de llam a, p e ro en el
u m b ra l d e su m u n d o el fuego se ap ag a al c aer al agua p o r accidente.
E sta a p a re n te m u e rte d e to d a e s p e ra n z a s u p o n e la p ru e b a final para
el h é ro e q u e , en este caso p a rtic u la r, lid e ra la b u sc a d el fuego. E n el
d e sa rro llo de la o d isea, vio c ó m o u n a trib u m ás av a n z a d a utilizaba
u n p a lo e sp ecial p a ra h a c e r fuego. Sin e m b arg o , c u a n d o él trata de
c o p ia r su té c n ic a c o m p ru e b a q u e h a o lv id a d o el tru c o . D e n u e v o p a­
rece to d o p e rd id o y la e s p e ra n z a se d esv an ece.
P ero e n ese p re c iso m o m e n to , su « esp o sa» , u n a m u je r de o tra tri­
b u m á s a v a n z a d a , a la q u e c o n o c ió d u ra n te la a v e n tu ra , in te rv ie n e e
U N D É C IM A ETA PA : LA R E SU R R E C C IÓ N 245

in te n ta p re n d e r fuego. L os h o m b re s n o p re c is a m e n te se a le g ra n de
q u e sea u n a m u je r, y a d e m á s e x tra n je ra , q u ie n les e n se ñ e algo.
E m p ero , ella c o n o c e el se c re to (e sc u p irs e e n la p a lm a d e las m a n o s
an te s d e e m p e z a r a fro ta r lo s p a lo s). F in a lm e n te lo c o n sig u e , el fu e ­
go p re n d e y la e sp e ra n z a d e v id a r e to rn a a la trib u . D e h e c h o , la p ro ­
p ia trib u h a p a sa d o la p ru e b a d e a p re n d e r q u e p a ra so b re v iv ir es n e ­
cesario c o m b in a r lo s c o n o c im ie n to s fe m e n in o y m a sc u lin o . U n
tro p e z ó n e n el u m b ra l fin al h a c o n d u c id o a la re s u rre c c ió n y al es­
c la re cim ien to .
E l m a l p a so d e u n h é ro e p u e d e n o s e r u n a c o n te c im ie n to p u r a ­
m e n te físico , s in o u n tra s p ié m o ra l o e m o c io n a l s u frid o a n te el u m ­
b ra l d e l re g re so . E n la p e líc u la E n c a d e n a d o s , lo s p r o ta g o n is ta s s u ­
fre n re s p e c tiv a m e n te u n a p r u e b a física y u n a e m o c io n a l. A licia
H u e b e rm a n (In g rid B e rg m a n ) c o rre el g ra n rie sg o físico d e s e r e n ­
v e n e n a d a p o r lo s n a z is, m ie n tr a s q u e D e v lin ( C a ry G ra n t) c o rre el
p e lig ro d e p e r d e r su a lm a si n o re s c a ta a la m u je r d e las g a rra s d e
su e n e m ig o , a d o n d e él m is m o la h a c o n d u c id o p o r s u e s tr ic to s e n ­
tid o d e l d eb er.

El impostor

U n m o m e n to d e re s u rre c c ió n h a rto u s u a l e n los c u e n to s d e h a d a s se


da c u a n d o , ya e n la re c ta fin al d e la a v e n tu ra , u n a a m e n a z a se in te r ­
p o n e en el c a m in o d e l h é ro e , q u e sig u e e m p e ñ a d o e n a lc a n z ar tareas
im p o sib le s. C u a n d o llega la h o ra d e re c la m a r s u d e re c h o a la p r in ­
cesa o al re in o , u n im p o s to r ap a re c e in e s p e ra d a m e n te y c u e stio n a
las c re d e n c ia le s o las le g ítim a s re c la m a c io n e s d el h é ro e , ale g a n d o
q u e es él y n o el p ro ta g o n is ta q u ie n h a lo g ra d o lo im p o sib le . P o r u n
m o m e n to p a re c e q u e el h é ro e p ie rd e to d a e sp e ra n z a . P ara ren ac er, el
p ro ta g o n is ta tie n e q u e p ro b a r q u e es el a u té n tic o , la ú n ic a p e rs o n a
le g itim a d a p a ra re c la m a r el d e re c h o c o rre s p o n d ie n te , q u iz á s m o s ­
tra n d o las o rejas o la co la d e l d ra g ó n q u e m a tó , q u iz á s v e n c ie n d o al
im p o s to r q u e jo s o (la s o m b ra ) en u n p o s tre r d u elo .

Pruebas

El h e c h o de a p o rta r p ru e b a s es u n a fu n c ió n fu n d a m e n ta l e n la e ta p a
de la re su rre c c ió n . A los n iñ o s les g u sta tra e r re c u e rd o s d e las v a c a ­
cio n e s de v e ra n o , e n p a rte p a ra re m e m o ra r el v iaje, p e ro ta m b ié n
246 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

p a ra d e m o s tra r a su s c o m p a ñ e ro s de ju e g o s q u e re a lm e n te h a n visi­
ta d o ta n e x ó tic o s lu g ares. Los v ia je ro s a m u n d o s le ja n o s su e le n en­
fre n ta rse al s e m p ite rn o p ro b le m a d e q u e n a d ie cree su s h isto ria s. En
lo s c u e n to s p o p u la re s d e h a d a s es m u y c o m ú n q u e la p ru e b a traída
d e o tro s m u n d o s m á g ic o s tie n d a a e v a p o ra rse . El saco llen o de mo­
n e d a s d e o ro g a n a d o a las h a d a s re s u lta c o n te n e r só lo h o jas h ú m e­
d a s c u a n d o es a b ie rto e n el m u n d o o rd in a rio , lo q u e h a c e p en sar a
c u a n to s lo o b s e rv a n q u e el v iajero só lo d u rm ió la m o n a e n el bos­
q u e. Sin e m b a rg o , él sa b e q u e la e x p e rie n c ia fue real. E ste motivo
sig n ifica q u e las v iv e n c ia s e s p iritu a le s y e m o c io n a le s e x p erim e n ta­
d as e n u n m u n d o e sp e c ia l tie n e n d ifícil e x p lic a c ió n e n u n contexto
d ife re n te . C ad a u n o d e b e v iv irlas p o r sí m ism o . Las e x p e rie n c ias del
m u n d o e sp ecial se p u e d e n e v a p o ra r si re a lm e n te n o las h e m o s inte­
g ra d o e n n u e s tr a v id a d ia ria . E l te so ro real d e l viaje n o so n e n modo
a lg u n o los s o u v en irs , sin o las tra n s fo rm a c io n e s d u ra d e ra s y el apren­
d izaje q u e d e ellas se o b tie n e .

El sacrificio

La re s u rre c c ió n su e le im p lic a r ta m b ié n u n s a c rific io p a ra el héroe.


P u e d e s e r q u e te n g a q u e r e n u n c ia r a c ie rta cosa — u n viejo hábito o
u n a c re e n c ia — y d e ja r algo a trá s, al ig u a l q u e las lib a c io n e s que de­
rra m a b a n lo s g rie g o s e n h o n o r d e lo s d io se s a n te s d e beber. El héroe
tie n e q u e c o m p a rtir algo su y o p o r el b ie n d e l g ru p o .
E n T erm in ator 2 , la fig u ra c a m b ia n te d el v illa n o es d e stru id a en un
c lím a x d e o rd e n físico. Sin e m b arg o , la h is to ria lleva al p ú b lic o hasta
u n c lím a x e m o c io n a l m á s in te n s o c u a n d o el ro b o t p ro tag o n ista , el
T e rm in a to r (A rn o ld S c h w a rz e n e g g e r), d eb e sacrificarse p ára así evi­
ta r c o n v e rtirse e n u n a fu e n te d e v io le n c ia e n el fu tu ro . P o r o tro lado,
el c h ic o J o h n C o n n o r es, lleg ad o este p asaje, el h é ro e q u e tam bién
d e b e sacrificar p a rte d e sí m ism o , es decir, a su m e n to r y su figura pa­
te rn a , p e rm itie n d o d e esta su e rte q u e el T erm in a to r d é el salto a la
m u e rte . U n c lím a x d e a u to sa c rific io sim ila r se da e n Alien 3, cuando
R ipley (S ig o u rn e y W e a v e r), s a b ie n d o q u e p o rta u n m o n s tru o en sus
e n tra ñ a s, o p ta p o r d e s tru irs e p o r el b ie n d e l g ru p o . E n la literatura,
el sacrificio clásico se m a n ifie sta en el te x to d e C h a rle s D ick en s co­
n o c id o co m o H isto ria d e d os c iu d a d e s , e n el q u e u n h o m b re d a su vida
y m u e re e n la g u illo tin a p a ra salv ar la v id a de o tro h o m b re.
La p a la b ra s a c r ific io p ro v ie n e d e l la tín y sig nificaba «sacralizar»-
Los h é ro e s se v e n a m e n u d o o b lig a d o s a san tific ar u n a h isto ria por
U N D É C IM A ETA PA : LA R E SU R R E C C IÓ N 2 ft

m e d io d e u n sacrificio, q u iz á s re n u n c ia n d o a a lg u n a cosa o d e v o l­
v ien d o algo d e sí m ism o s. E n o c a sio n e s el sacrificio n o es sin o la
m u e rte d e lo s m ie m b ro s d e l g ru p o . L u k e Skyw alker, e n el c lím a x de
La g u erra d e las g a la x ia s , ve c ó m o m u c h o s d e su s c a m a ra d as s o n ase­
sin a d o s e n el in te n to d e d e s tru ir la E strella d e la M u erte. P o r ello,
Luke se ve o b lig ad o a re n u n c ia r a p a rte d e su p e rso n a lid a d : su d e ­
p e n d e n c ia d e las m á q u in a s. C o n la v o z d e O b i W a n re so n a n d o a ú n
en su cabeza, d ecid e « co n fiar e n la fu erza» y a p re n d e a cre er e n el in s­
tinto h u m a n o , q u e a n te p o n e a su fe e n las m á q u in a s.
L uke e x p e rim e n ta o tro sacrificio p e rso n a l en el clím ax d e la se ­
g u n d a pelícu la d e la serie, El Im p erio c o n tra a ta c a . E n esta ocasió n , d u ­
ran te su h u id a d el E m p e ra d o r p ie rd e u n a m a n o . A cam b io , g an a u n
m ayor c o n tro l so b re la F u e rz a e n la tercera p elícu la, E l r e to m o d el Je d i.

La incorporación

La , ..su rrecció n es u n a n u e v a o p o r tu n id a d q u e tie n e el h é ro e c o n o b ­


jeto d e d e m o s tra r q u e h a a p re n d id o o in c o rp o ra d o to d a s las le c c io ­
n es re c ib id a s d e los d ife re n te s p e rso n a je s. In c o rp o ra c ió n sig n ifica li­
tera lm e n te q u e la le c c ió n a p re n d id a e n el c a m in o a h o ra fo rm a p a rte
del p ro p io c u e rp o . U n m o m e n to d e c lím a x id e a l p o n d ría a p ru e b a
todo lo q u e h a a p re n d id o y le p e rm itiría d e m o s tra r q u e h a a b s o rb i­
do las e n se ñ a n z a s d e riv a d a s d e su tra to c o n el m e n to r, la fig u ra c a m ­
b ia n te , la s o m b ra , lo s g u a rd ia n e s d e l u m b ra l y lo s a lia d o s a lo largo
de su ca m in o . D u ra n te el tie m p o e n el q u e lo s p ro ta g o n is ta s d e
C o w bo y s d e ciu d a d s o p o rta n el clím a x , p o d r á n a p lic a r to d o lo q u e
h a n a p re n d id o c o n la a y u d a in e s tim a b le d e su s d is tin to s m e n to re s y
an ta g o n ista s.

La transformación

El m o tiv o m ás d ra m á tic o d e la re s u rre c c ió n c o n siste en p ro p o rc io ­


n a r un sig n o e x te rn o de q u e el h é ro e re a lm e n te h a c a m b ia d o . Se im ­
pone d e m o s tra r q u e el v iejo ego e stá c o m p le ta m e n te m u e rto , a c a b a ­
do, y q u e el n u e v o y o es in m u n e a las te n ta c io n e s y las a d ic c io n e s
tfue lo a ta b a n e n el p a sa d o .
P o r c o n s ig u ie n te , lo s e sc rito re s d e b e n h a c e r v isib le este c am b io
en la a p a rie n c ia d e l h é ro e o e n su s acc io n e s. N o b a s ta c o n q u e c u a n ­
tos ro d e a n al h é ro e c a m b ie n , n o b a sta c o n q u e el p ro p io p ro ta g o n is ­
248 EL VIAJE DEL E SCRITO R

ta n o s re la te s u tra n s fo rm a c ió n . El p ú b lic o d eb e se r c ap az d e perci­


b irlo e n su fo rm a d e vestir, e n su c o m p o rta m ie n to , e n su s actitu d es
y e n su s a c to s, n ítid a m e n te .
E l la rg o m e tra je Tras e l C o r a z ó n V erde p re se n ta u n se n tid o bien
d e s a rro lla d o d e la re s u rre c c ió n q u e p u e d e p e rc ib irse e n té rm in o s vi­
su ales. E n el c lím a x d e la a c c ió n d e la p e líc u la , J o a n W ild e r y Jack
C o lto n u n e n su s fu e rz a s p a ra lu c h a r c o n tra los v illa n o s, resca tar a la
h e rm a n a d e la p ro ta g o n is ta y re c u p e ra r el teso ro . P ero J a c k decide
m a rc h a rs e b ru s c a m e n te , fru s ta n d o c o n su d e c isió n los p lan es ro­
m á n tic o s d e J o a n . É sta te n ía al a lc a n c e de la m a n o u n a re la c ió n sen­
tim e n ta l p e rfe c ta c o n u n h o m b re , p e ro to d o se ec h a a p e rd e r y se es­
fu m a e n el ú tim o m o m e n to . J a c k le da u n b eso d e despedida
d ic ié n d o le q u e ella sie m p re tu v o m a d e ra d e h e ro ín a , así co m o q u e él
p refie re p e rs e g u ir el d in e ro a n te s q u e se g u ir lo s d e sig n io s d e su co­
ra z ó n . C o lto n a n sia r e c u p e ra r la e sm e ra ld a q u e se trag ó u n caim án.
Salta y d e sa p a re c e tra s u n m u ro , d e ja n d o a J o a n aflig id a e insatisfe­
ch a e n su ro m a n tic is m o ilu so . La lín e a a rg u m e n ta l d e la a c ció n ha
te rm in a d o c o n u n triu n fo , si b ie n la h is to ria p a re c e c o b ra r el aspec­
to d e u n tra g e d ia . E n e fecto , las e sp e ra n z a s d e J o a n d e alcan zar la
p e rfe c c ió n e m o c io n a l h a n s u c u m b id o .
El p la n o e n el q u e v e m o s a J o a n m ira n d o p e n sa tiv a p o r encim a
d e l p a ra p e to tra s el q u e h a d e sa p a re c id o su a m a d o se d e sv an e ce con
le n titu d , y s e g u id a m e n te p a s a m o s a c o n te m p la r u n p la n o sim ila r de
la m is m a J o a n re s u c ita d a m e se s d e s p u é s e n N u e v a York. La agente
lite ra ria d e J o a n e stá le y e n d o el ú ltim o m a n u s c rito q u e ésta h a re­
d a c ta d o b a s á n d o s e e n la s a v e n tu ra s viv id as. D esde c u a lq u ie r p u n to
d e v ista re s u lta e v id e n te q u e J o a n W ild e r h a c a m b ia d o , q u e de algu­
n a m a n e ra to có fo n d o , m u rió y fin a lm e n te re n a c ió en el p la n o em o­
cio n al. El m a n u s c rito h a h e c h o q u e la in se n sib le a g en te , d e d u ro co­
ra z ó n , ro m p a a llorar. O p in a q u e es el m e jo r lib ro d e J o a n con
d ife re n c ia , y d e sta c a q u e lo e sc rib ió e n u n tie m p o m u y breve. Las
o d ise a s d el m u n d o e sp e c ia l h a n h e c h o d e J o a n u n a e sc rito ra m ejor.
La h e ro ín a p re se n ta a h o ra u n a sp e c to m e jo ra d o y p are ce m ás «com ­
p le ta » , m á s e n te ra q u e n u n c a .
Al fin al de la e scen a, J o a n se ve s o m e tid a a u n a p ru e b a em o cio ­
n a l final. La a g e n te m e n c io n a el d e se n la c e d e l lib ro , e n el q u e la p a­
reja p ro ta g o n is ta , al c o n tra rio q u e e n la v id a real, acab a unida.
In c lin á n d o s e h a cia Jo a n y c o n voz firm e la califica d e « ro m á n tic a in ­
cu ra b le » .
E n e ste m o m e n to J o a n p o d ía h a b e rs e d e rru m b a d o , p o d ía h a b e r­
se s e n tid o d e s c o n s o la d a , h a b e rs e q u e b ra d o e n lá g rim a s p o r la triste
248 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

ta n o s re la te su tra n s fo rm a c ió n . El p ú b lic o d e b e se r c ap az d e perci­


b irlo e n su fo rm a d e vestir, e n su c o m p o rta m ie n to , e n su s actitu d es
y e n su s a c to s, n ítid a m e n te .
El la rg o m e tra je Tras el C o r a z ó n Verde p re se n ta u n se n tid o bien
d e s a rro lla d o de la re s u rre c c ió n q u e p u e d e p e rc ib irse e n té rm in o s vi­
su ales. E n el c lím a x d e la a c c ió n d e la p e líc u la , J o a n W ild e r y Jack
C o lto n u n e n su s fu e rz a s p a ra lu c h a r c o n tra lo s v illan o s, re sc a ta r a la
h e r m a n a d e la p ro ta g o n is ta y r e c u p e ra r el teso ro . P ero Ja c k decide
m a rc h a rs e b ru s c a m e n te , fru s ta n d o c o n su d e c isió n los p lan es ro­
m á n tic o s d e J o a n . É sta te n ía al a lc a n c e d e la m a n o u n a re la c ió n sen­
tim e n ta l p e rfe c ta c o n u n h o m b re , p e ro to d o se ech a a p e rd e r y se es­
fu m a e n el ú tim o m o m e n to . J a c k le da u n beso d e desp ed id a
d ic ié n d o le q u e ella sie m p re tu v o m a d e ra de h e ro ín a , así co m o que él
p refiere p e rs e g u ir el d in e ro a n te s q u e se g u ir los d e sig n io s d e su co­
ra z ó n . C o lto n a n sia r e c u p e ra r la e sm e ra ld a q u e se trag ó u n caim án.
S alta y d e sa p a re c e tras u n m u ro , d e ja n d o a J o a n afligida e insatisfe­
ch a e n su ro m a n tic is m o ilu so . La lín e a a rg u m e n ta l d e la acció n ha
te rm in a d o c o n u n tr iu n f o , si b ie n la h is to ria p a re c e c o b ra r el aspec­
to d e u n tra g e d ia . E n e fecto , las e s p e ra n z a s d e J o a n de alcan zar la
p e rfe c c ió n e m o c io n a l h a n s u c u m b id o .
El p la n o e n el q u e v e m o s a J o a n m ira n d o p e n sa tiv a p o r encim a
d e l p a ra p e to tra s el q u e h a d e sa p a re c id o su a m a d o se d esv an e ce con
le n titu d , y s e g u id a m e n te p a s a m o s a c o n te m p la r u n p la n o sim ilar de
la m is m a J o a n re s u c ita d a m e se s d e s p u é s e n N u e v a York. La agente
lite ra ria d e J o a n está le y e n d o el ú ltim o m a n u s c rito q u e ésta h a re­
d a c ta d o b a s á n d o s e e n la s a v e n tu ra s viv id as. D esde c u a lq u ie r p u n to
d e v ista re s u lta e v id e n te q u e J o a n W ild e r h a c a m b ia d o , q u e de algu­
n a m a n e ra to có fo n d o , m u rió y fin a lm e n te re n a c ió en el p la n o em o ­
cio n al. E l m a n u s c rito h a h e c h o q u e la in s e n s ib le a g en te , de d u ro co­
ra z ó n , ro m p a a llorar. O p in a q u e es el m e jo r lib ro de J o a n con
d ife re n c ia , y d e sta c a q u e lo e sc rib ió en u n tie m p o m u y breve. Las
o d ise a s d el m u n d o e sp e c ia l h a n h e c h o d e J o a n u n a e sc rito ra m ejor.
La h e ro ín a p re s e n ta a h o ra u n a sp e c to m e jo ra d o y p are ce m ás «com ­
p le ta » , m á s e n te ra q u e n u n c a .
Al fin al de la e scen a, J o a n se ve s o m e tid a a u n a p ru e b a em o cio ­
n a l final. La a g e n te m e n c io n a el d e se n la c e d e l lib ro , e n el q u e la p a­
reja p ro ta g o n is ta , al c o n tra rio q u e e n la v id a real, acab a unida.
In c lin á n d o s e h a cia Jo a n y c o n voz firm e la califica de « ro m á n tic a in ­
cu ra b le » .
E n e ste m o m e n to J o a n p o d ía h a b e rs e d e rru m b a d o , p o d ía h a b e r­
se s e n tid o d e s c o n s o la d a , h a b e rs e q u e b ra d o e n lá g rim a s p o r la triste
U N U tU ilV IH C IM I

re a lid a d q u e s u p o n e la p é rd id a d el h o m b re d e su v ida. Tam bién p o ­


d ía h a b e rs e m o s tra d o d e a c u e rd o c o n la a firm a c ió n de su re p re se n ­
ta n te . La v ieja J o a n p o d ía h a b e rs e v e n id o a b a jo , p e ro no lo hace. Es
m á s, c o n s ig u e s u p e r a r la p ru e b a c o n la re s p u e s ta q u e ofrece. Suave
p e ro firm e m e n te c o rrig e a la ag en te: « N o , u n a ro m án tica en p ro c e ­
so d e c u ra c ió n , lle n a d e e s p e ra n z a » . P arece q u e re r decirnos q u e a ú n
está d o lo rid a , p e ro q u e , e n h o n o r a la v e rd a d , se en cu e n tra b ien . H a
a p re n d id o a q u e re rs e a sí m ism a , c o n in d e p e n d e n c ia de si c u e n ta o
n o c o n el a m o r d e u n h o m b re , y a h o ra tie n e la confianza en sí m is ­
m a q u e a n te s le fa lta b a . M ás ta rd e , ya e n la calle, es capaz de m a n ­
d a r a p a se o a d o s h o m b re s q u e a n te r io r m e n te h a b ría n co n seg u id o
in tim id a rla . H a e x p e rim e n ta d o u n a re s u rre c c ió n . Se ha tra n sfo rm a ­
d o , ta n to e n su a sp e c to e x te rio r c o m o e n su fo rm a de actuar, e n a s ­
p e c to s q u e p u e d e n v e rse e n la p a n ta lla y q u e se p u e d en se n tir e n el
co ra z ó n .

El mago de Oz

E l m a g o d e O z n o r e s u lta tan v is u a l c o m o T ras el C o raz ó n V erde


en su d e s c r ip c ió n d e la t r a n s fo r m a c ió n d e la p ro ta g o n ista . M á s
b ien s e p r o d u c e un r e n a c im ie n to y un a p r e n d iz a je ex p re s a d o s co n
p a l a b r a s . L a r e s u r r e c c ió n d e D o r it a tie n e lu g a r tras la a p a r e n t e
m u e r t e d e su e s p e ra n z a , en e l m o m e n to en q u e el m ag o p a r t e a c ­
c id e n t a lm e n t e y a n te s d e tie m p o co n el g lo b o . J u s t o c u a n d o p a r e ­
c e q u e D o r it a j a m á s c o n s e g u ir á su o b je tiv o d e v olv er a c a s a , s e
p r o d u c e o t r a a p a r ic i ó n d e la b r u ja b u e n a q u e rep resen ta e l e s p í r i­
tu b e n ig n o q u e n o s u n e a n u e s tr a f a m i l i a y a n uestro hogar. E lla
r e v e la a D o r it a q u e s ie m p r e h a te n id o la fa c u l t a d d e r e g r e s a r a
c a s a . N o s e lo d ijo a n te s p o r q u e «no la h a b r í a creíd o. P o rq u e t e ­
n ía q u e a v e r ig u a r lo p o r sí m ism a» .

E l E s p a n t a p á ja r o s p r e g u n ta te r m in a n te m e n te : «¿Q ué le c c ió n has
a p r e n d id o d e t o d o e s t o , D o rita ? » . E lla le resp o n d e qu e h a a p r e n ­
d id o a b u s c a r « lo s d e s e o s d e su c o r a z ó n » en su « p rop io in te r io r » .
A l ig u a l q u e J o a n W ilder, D o r ita h a c o m p r e n d id o qu e la f e l i c i d a d
y la p le n it u d e s tá n d e n tr o d e u n o m is m o , en lo m á s ín tim o d e l ser.
Sin e m b a r g o , la e x p r e s ió n v e r b a l d e la t r a n s fo r m a c ió n d e un p e r ­
s o n a je n o es ta n e fe c t iv a c o m o lo s c a m b io s d e c o m p o r ta m ie n to q u e
p u e d e n v e r s e r e fle ja d o s en la p a n t a lla en la escena d e r e s u r r e c c ió n
250 EL VIAJE DEL E SCRITO R

d e T ra s el C o r a z ó n V erd e. A un así, D o rita h a a p r e n d id o a lg o que


p u e d e c o n d u c ir la a l c r u c e d e l u m b r a l d e fin itiv o .

La r e s u rr e c c ió n es el e x a m e n fin a l d e l h é ro e , s u o p o r tu n id a d para
m o s tr a r to d o lo q u e h a a p re n d id o . L os h é ro e s se p u rific a n to tal­
m e n te m e d ia n te u n sa c rific io fin a l o m e d ia n te u n a p r o fu n d a expe­
rie n c ia d e lo s m is te r io s d e la v id a y d e la m u e rte . A lg u n o s n o lo­
g ra rá n c r u z a r e ste p e lig ro s o p u n to c ritic o , p e ro lo s q u e logren
s o b re v iv ir s e g u irá n a d e la n te h a s ta c o m p le ta r el c írc u lo d e l viaje del
h é ro e y su re g re so c o n el elixir.
stionario sobre el viaje

t
f ¿C uál es el m o m e n to d e R e su re c c ió n e n K in g K o n g ? ¿Y e n L o q u e
>vien to s e llev ó ( G o n e w ith th e W ind)? ¿Y en E l silen c io d e los co rd e-
g? ¿Y e n L a m u erte os sie n ta tan b ie n ?
j ¿C uáles s o n las c u a lid a d e s n e g a tiv a s a d q u irid a s d u ra n te el cam i-
0 p o r su p ro ta g o n ista ? ¿ Q u é d e fe c to s tie n e d e s d e el p rin c ip io q u e
ib a n se r co rre g id o s? ¿Q u é c a ra c te rístic a s n e g a tiv a s le g u sta ría q u e
jnservara el p ro ta g o n is ta ? ¿C u áles, e n tre to d a s ellas, s o n p a rte im -
ie sc in d ib le d e su n a tu ra le z a ?
¿ ¿Q ué p ru e b a fin al d e m u e rte y re n a c im ie n to tie n e q u e s u p e ra r su
jü ro e ? ¿ Q u é a s p e c to s d e s u h é r o e se h a n re v e la d o c o n la
»surrección ?
p ¿H ay n e c e s id a d d e u n e n fre n ta m ie n to físico e n su h isto ria ? ¿Se
piuestra su h é ro e s u fic ie n te m e n te activ o e n el m o m e n to crítico ?
p ; E x a m in e el arco de p e rs o n a je d e su h é ro e . ¿Sufre u n a tra n s fo rm a ­
c ió n rea lista y g ra d u a l? ¿Se h a c e v isib le el c a m b io fin al d e su p e r s o ­
naje en su a p a rie n c ia o e n su s accio n es?
; ¿Q u ién a p re n d e d e u n a tra g e d ia d o n d e m u e re el h é ro e , d o n d e éste
■fio a p re n d e su s leccio n es?
Duodécima etapa:
El retomo con el elixir
No, tía Em , era un sitio real. Y recuerdo que h a b ía algunas
co sas no d em a sia d o ag rad a bles. A unque casi todo
era m a rav illoso. D e todos m odos, y o m e p a s é el tiempo
d icicn d o le a todo el m undo qu e q u ería volver a casa.
(D e E l m ago de Oz)

ab ie n d o sobrevivido a las odiseas, h a b ie n d o su p e ra d o la m uerte, los


H h é ro e s reg resan al p u n to de p artid a, v u elven a casa o co n tin ú a n el
viaje, p ero siem p re co n la se n sa c ió n de q u e co m ien zan u n a nueva vida
o de q u e se h a n tra n sfo rm a d o p a ra siem p re en v irtu d del cam ino reco­
rrid o . Sin so n v e rd ad ero s héroes, r e to r n a r á n c o n el e lix ir desde el
m u n d o especial, tray en d o consigo algo q u e p u e d e n c o m p artir con los
dem ás, o algo co n cap acid ad p a ra c u ra r a to d o u n país enferm o.

L o s b u s c a d o r e s r e g r e s a m o s fin a l m e n t e p u r g a d o s , p u r ific a d o s con


lo s fr u t o s d e n u estro v ia je . R e p a r tim o s lo s a lim e n to s y el teso r o en­
tre los m ie m b ro s d e la p r o p ia tribu. A alg u n o s r ev e la m o s la em o c io ­
n a n te h is to r ia d e c ó m o lo s obtuvim os. Un círcu lo se h a ce rr a d o , se
n ota. E stá m u y c la r o q u e los a v a ta r e s d el c a m in o d e los h éro es han
tr a íd o u n a n u ev a v id a a n u estro p a ís. H a b rá o tr a s a v en tu ra s, pero
é s t a e s tá c o m p le ta , y su fi n a l t r a e r á un p ro fu n d o co n su elo , b ien esta r
y p le n itu d a nuestro m u n do. L o s b u sc a d o r e s h a n v u elto a ca sa .

El retorno

En b u sc a d el fu e g o tie n e u n a m a ra v illo sa esc en a de r e to rn o q u e m u e s­


tra c ó m o fu e ro n p ro b a b le m e n te los in ic io s d el arte d e c o n ta r histo-
D U U U b U IM A t i apa ; ll n c iu n n u u u n t i. l l ia u «

fias. Los ca z a d o res re u n id o s se a fa n a n p o r re la ta r s u s a v e n tu ra s e n el


in u n d o e x terio r. L os h é ro e s d e la p e líc u la d is fru ta n d e l b o tín d e su
b ú sq u e d a c o m ie n d o c a rn e a sa d a a lre d e d o r d e la h o g u e ra . E l b u fó n
d e la fiesta d e la caza se c o n v ie rte a h o ra e n el n a r r a d o r d e la h is to ­
ria, re p re s e n ta n d o u n a a v e n tu ra p e rte n e c ie n te a la fase d e las p r u e ­
bas, ilu s trá n d o la c o n efecto s d e s o n id o e im ita n d o c o n d iv e rtid o s
gestos a u n m a m u t g u a rd iá n d el te so ro c o n el q u e se to p a ro n d u ­
ra n te la b ú sq u e d a . U n c a z a d o r h e rid o ríe , a h o ra q u e su s h e rid a s sa ­
n a n . E n el le n g u a je c in e m a to g rá fic o esto c o n s titu y e u n a d e c la ra c ió n
►del p o d e r c u ra tiv o d e las h is to ria s . E l h e c h o de re to r n a r c o n el e lix ir
significa in fu n d ir u n c a m b io e n la v id a c o tid ia n a y u tiliz a r la fu erza
, d e la a v e n tu ra p a ra s a n a r n u e s tra s h e rid a s.

!'

El desenlace
Y
i: O tro n o m b re q u e p u e d e re c ib ir el r e to rn o es el d e d e s e n la c e , u n tér-
|m i n o q u e ex p re sa a la p e rfe c c ió n la id e a d e s o lta r n u d o s o d e sh a c e r
^ a ta d u ra s. U n a h is to ria es c o m o u n te jid o e n el q u e las v id a s d e los
^ p e rso n a je s se e n tre la z a n fo rm a n d o u n d ise ñ o c o h e re n te . Las dife-
\ re n te s lín e a s e h is to ria s d e l a rg u m e n to e s tá n a n u d a d a s e n tre sí de
. form a q u e c re a n te n sio n e s y c o n flic to s. P o r lo g e n e ra l, es d e se a b le
* d escarg ar esa te n s ió n y re so lv e r lo s c o n flic to s c o m o re s u lta d o d e so l­
tar d ic h o s n u d o s . T a m b ié n se su e le h a b la r d e a t a r los c a b o s d e u n a
h isto ria e n s u d e se n la c e . E n c u a lq u ie r caso , a ta d o s o su e lto s, esas
frases a p u n ta n la id e a d e q u e u n a h is to ria es u n lie n z o q u e d e b e te ­
je rse b ie n o d e lo c o n tra rio te n d rá u n a sp e c to a n d ra jo so y e n m a ra ­
ñado. Ésa es la ra z ó n p o r la q u e e n el r e to r n o d e b e n a b o rd a rse to d o s
los a rg u m e n to s , c u e s tio n e s y a s u n to s s e c u n d a rio s q u e h a n id o su r-
ft g ien d o a lo larg o d e la h is to ria . E s a d e c u a d o p la n te a r n u e v a s p re -
í g u n ta s e n el d e se n la c e . D e h e c h o , p u e d e se r in c lu s o c o n v e n ie n te ,
p ero to d a s las c u e s tio n e s a n te rio re s d e b e n q u e d a r re s u e lta s o, al m e ­
n os, v o lv e r a m e n c io n a rse . G e n e ra lm e n te , los e sc rito re s se afa n a n
p o r tra n s m itir la s e n s a c ió n de q u e , en efecto , se h a c e rra d o el c írc u ­
lo d e to d a s esas lín e a s a rg u m é n ta le s y te m a s d e la h isto ria .

Dos tipos de historias

E x iste n d o s fo rm as de a c a b a r el viaje d e l h é ro e . La m a n e ra m á s con-


v e n c io n a l d e a lc a n z ar el fin d e la h isto ria , p o r lo g e n e ral la p re fe rid a
en la c u ltu ra o c c id e n ta l y e n las p e líc u la s a m e ric a n as en p a rtic u lar
es la c irc u la r. C o n ella se p ro p o rc io n a la s e n sa c ió n d e q u e algo está
p le n o , c e rra d o y c o m p le to . La s e g u n d a fo rm a , m ás p o p u la r en Asia
y e n A u stra lia , así c o m o e n las p e líc u la s e u ro p e a s, p ro p o n e u n final
a b ie rto . E n ella sie m p re q u e d a n c u e s tio n e s p o r resolver, am b ig u e_
d a d e s y con flictos n o so lu cio n ad o s. Es p o sib le q u e los héroes hayan
gan ad o co n cien cia en am b as form as, p ero en la v arian te del final abier­
to su s p ro b le m a s n o está n atad o s n i se h a n resu elto definitivam ente

La historia circular

La fo rm a m ás p o p u la r p a re c e se r la c irc u la r o cerrad a. E n ella, la na­


rra c ió n reg resa al p u n to d e p a rtid a . E sta e s tru c tu ra p e rm ite cerrar
c o m p lé ta m e te el círcu lo , d e fo rm a q u e el p ro ta g o n ista vu elv e literal­
m e n te al m ism o p u n to o m u n d o d el q u e p a rtió h ac ia la aventura.
Q u iz á s el r e to m o sea c irc u la r só lo en u n s e n tid o m e ta fó rico o visual,
c o n la re p o sic ió n d e u n a im a g e n in icial o la re p e te c ió n d e u n diálogo
o d e u n a s itu a c ió n q u e se d io e n el p rim e r acto. É sta es u n a form a ex­
p líc ita d e a ta r c a b o s y re d o n d e a r la h isto ria . La im ag en o las frases
p u e d e n a d q u irir u n n u e v o s e n tid o a h o ra q u e el h é ro e h a com pletado
el viaje. E n el re to rn o ta m b ié n p u e d e re p la n te a rse la ex p o sició n ori­
g in al d e la tram a. M u c h a s c o m p o sic io n e s m u sic ales reg resan , asim is­
m o , al te m a in icial p a ra re c re ea rlo d e fom a d ife re n te a n te s de acabar.
El r e to r n o d el h é ro e al p u n to d e p a rtid a o el h e c h o d e recordar
c ó m o e m p e z ó to d o b r in d a al p ú b lic o u n a o p o rtu n id a d p a ra la com ­
p a ra c ió n . E sb o za u n a id e a d e a d o n d e h a lleg ad o el p ro tag o n ista,
có m o h a c a m b ia d o y q u é a sp e c to tie n e a h o ra su viejo m u n d o . Para
lo g ra r esa s e n s a c ió n d e p le n itu d a trav és d e u n a c o m p a ra c ió n , los es­
c rito re s o b lig a n n u e v a m e n te al h é ro e a p a s a r p o r u n a ex periencia
d u r a n te el r e to r n o q u e d ifíc ilm e n te h u b ie ra s u p e ra d o e n u n p rin c i­
p io , p a ra q u e de e ste m o d o el p ú b lic o v e a c la ra m e n te c ó m o h a cam ­
b ia d o . E n G h ost, el h é ro e era in c a p a z d e d e c ir «Te q u iero » en su
m u n d o o rd in a rio . A su re to rn o , tra s h a b e r m u e rto y s u p e ra d o d iver­
sas p ru e b a s e n el p a ís d e la m u e rte , es c ap az de p r o n u n c ia r tan im ­
p o r ta n te s p a la b ra s p a ra q u e su esp o sa, q u e sig u e en el m u n d o de los
v iv o s, p u e d a o írlas. E n G ente co rrien te , el jo v e n h é ro e C o n ra d se en ­
c u e n tra ta n d e p rim id o e n el m u n d o o rd in a rio q u e n i siq u ie ra pued e
c o m e r la to sta d a q u e su m a d re le h a p re p a ra d o . Es u n a m an ifesta ­
c ió n e x te rn a d e su p ro b le m a in te rn o , de su in c a p a c id a d de aceptar
el am o r, d a d o q u e se o d ia a sí m ism o p o r h a b e r so b rev iv id o a su her-
D U O D É C IM A ETA PA : EL RETORNO CON EL E L IX IR 255

an o . E n el re to rn o , h a b ie n d o s u p e ra d o m u c h a s p ru e b a s d e m u e r-
y re n a c im ie n to , v isita a su n o v ia p a ra d is c u lp a rse p o r h a b e rse
ip o rta d o c o m o u n id io ta . C u a n d o ella le in v ita a p a sa r y a com -
tir el d e s a y u n o , él se d a c u e n ta d e q u e tie n e h a m b re . E l a p e tito es
jí u n sím b o lo e x te rn o d e su tra n s fo rm a c ió n in te rn a . E ste ca m b io
| el c o m p o rta m ie n to tie n e u n efecto d ra m á tic o m a y o r q u e c u a n d o
¡pnrad afirm a q u e se sie n te d is tin to , c a m b ia d o , o c u a n d o o tra p e r-
cae e n la c u e n ta d e q u e h a c re c id o y lo c o m e n ta . E sto m u e s tra
cam b io sim b ó lic o y afecta in d ire c ta m e n te al e sp ec ta d o r, si b ie n
u n a fo rm a m ás efectiv a q u e m e d ia n te u n a d e m o s tra c ió n estri-
ite. S u tilm e n te se d a a e n te n d e r q u e u n a fase d e la v id a d e l p e r-
Jnaje h a te rm in a d o . U n círc u lo se h a c e rra d o y o tro está a p u n to de
jbrirse.

I logro de la perfección

H «final feliz» de las p e líc u la s d e H o lly w o o d e n tro n c a d ire c ta y es-


le c h a m e n te c o n lo s c u e n to s de h a d a s, q u e s u e le n tra ta r so b re la
b n s e c u c ió n d e la p e rfe c c ió n . A sí, e sto s re la to s a c o s tu m b ra n a fina-
Izar c o n u n a e x p re s ió n d e la p e rfe c c ió n d el tip o « fu e ro n felices y co-
„ fc ie ro n p e rd ic e s» . Los c u e n to s d e h a d a s d e v u e lv e n el e q u ilib rio a las
Jfemilias d e stro z a d a s, r e s ta u ra n la p e rfe c c ió n e x tra v ia d a.
Las b o d a s c o n s titu y e n u n a fo rm a m u y p o p u la r d e p o n e r fin a las
historias. El m a trim o n io es u n n u e v o c o m ie n z o , el fin al d e la vieja
»ida d e so lte ría y el c o m ie n z o d e o tra e n c ie rn e s, fo rm a n d o p a rte ac-
,Üva d e u n a n u e v a u n ió n . C o m o es s a b id o , to d o c o m ie n z o re su lta
~’em p re p e rfe c to e in m a c u la d o e n su fo rm a ideal.
E n ta b la r u n a n u e v a re la c ió n es o tra fo rm a d e m o s tra r u n co-
'e n z o al fin al d e la h isto ria . E n C a s a b la n c a , H u m p h re y B o g art se
ló m e te a u n difícil sacrificio d e re s u rre c c ió n , r e n u n c ia n d o a la p o si-
Ilid ad de r e c u p e ra r a la m u je r am ad a. La re c o m p e n sa , el e lix ir q u e
‘Obtiene de la e x p e rie n c ia , es s u n u e v a a lia n z a c o n C la u d e R ains.
C o m o él m ism o d ice e n u n a d e las m á s fa m o sa s frases d e la h is to ria
del cine: «L ouie, creo q u e éste es el c o m ie n z o de u n a b ella a m ista d » .

Las historias de final abierto

Los e sc rito re s h a n id e a d o m u c h a s fo rm a s d e r e d o n d e a r u n a h isto ria


Para q u e re s u lte c o m p le ta o c e rra d a , s o b re to d o te n ie n d o en c u e n ta
256 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

las c u e s tio n e s d ra m á tic a s p la n te a d a s e n el p rim e r acto . A u n así en


o c a sio n e s s o n c o n v e n ie n te s lo s fin a le s m á s in d e c iso s, d e su e rte qüe
a lg u n o s a u to re s p re fie re n los re to rn o s c o n u n fin a l a b ie rto . E n este
tip o d e e s tru c tu ra la h is to ria c o n tin ú a m ás allá d e l final, y lo hace en
la m e n te y e n el c o ra z ó n d e lo s e s p e c ta d o re s, en la c o n v e rsa c ió n y en
la te rtu lia s d e café q u e se m a n tie n e n tra s h a b e r v isto u n a película o
le íd o u n lib ro . Los e s c rito re s q u e g u s ta n d e l final a b ie rto prefieren
d e ja r las c o n c lu s io n e s d e tip o m o ra l al a lb e d río del le c to r o especta­
dor. A lg u n a s c u e s tio n e s n o tie n e n re sp u e sta , a lg u n a s tie n e n m uchas
Así, c ie rto s re la to s n o a c a b a n c o n la re s o lu c ió n d e las p re g u n ta s pen­
d ie n te s o las d u d a s fo rm u la d a s , s in o q u e p o n e n n u e v a s cuestiones
so b re la m esa q u e e n c u e n tr a n re s o n a n c ia e n tre el p ú b lic o , a u n m u­
ch o d e s p u é s d e q u e la h is to ria h ay a fin alizad o .
L as p e líc u la s de H o lly w o o d s u e le n se r c ritic a d a s p o r su s finales
d e c u e n to d e h a d a s e n los q u e to d o s los p ro b le m a s se re su e lv en y las
a su n c io n e s c u ltu ra le s d e l p ú b lic o n o se v e n p e rtu rb a d a s . P o r el con­
tra rio , lo s fin a le s a b ie rto s p ro y e c ta n u n a v is ió n d e l m u n d o com o un
lu g a r a m b ig u o e im p e rfe c to . Si lo q u e se p re te n d e es c o n ta r historias
m á s so fistic a d a s, d u ra s y re a lista s, la v a ria n te d el final ab ierto suele
re s u lta r m á s ú til y a p ro p ia d a .

Las funciones del retorno

C o m o o tra s e ta p a s d e l v iaje, el r e to rn o c o n el elix ir p u e d e desem pe­


ñ a r d ife re n te s fu n c io n e s, p e ro tien e, sin em bargo, u n carácter muy
esp ecial p o r tra ta rse d e l ú ltim o e le m e n to . El re to rn o es en cierta for­
m a sim ila r a la re c o m p e n sa . A m bas e ta p a s sig u e n a u n m o m e n to de
m u e rte y re n a c im ie n to y su e le n te n e r c o n se c u e n c ia s d e riv a d as de ha­
b e r so b re v iv id o a la m u e rte . E n el re to rn o ta m b ié n ap a rec en algunos
h e c h o s c a ra c te rís tic o s d e la e ta p a d e la re c o m p e n sa (a p o d e ra rse de
la e sp a d a ) c o m o , p o r e je m p lo , to m a r p o s e s ió n d e algo, celeb rar al­
g ú n a c o n te c im ie n to y ta m b ié n m a trim o n io s sa g rad o s, e scen as alre­
d e d o r de la h o g u e ra , to m a s de c o n c ie n c ia d e u n o m ism o , venganzas
o re p re sa lia s. C o n to d o , el r e to rn o es la ú ltim a o p o rtu n id a d para ca­
taliz a r las e m o c io n e s d e los e sp e c ta d o res . Es el m o m e n to d e concluir
la h is to ria y sa tisfa c e r o p ro v o c a r e n el p ú b lic o la re a c c ió n deseada-
E sta e ta p a p o se e u n p eso esp ecífico m a y o r d e b id o a su p o sic ió n ú n i­
ca al final d e la o b ra y es, p o r ello, u n lu g a r a te sta d o d e dificultades,
ta n to p a ra el e s c rito r c o m o p a ra su s h éro es.
DUODECIMA EIAKA: tL K tiu itn u u u n c l c lia ii\ /

p factor sorpresa

IL | re to rn o p u e d e r e s u lta r in s íp id o y p la n o si to d o se re su e lv e de-
E ía s ia d o fá c ilm e n te o tal y c o m o se e sp e ra b a . U n b u e n re to rn o d eb e
He r v ir p a ra a ta r lo s c a b o s s u e lto s , p e ro s in r e n u n c ia r a la in c lu s ió n
||J e u n c ie rto efe c to so rp re sa . D eb e lle v a rse a c ab o c o n p e q u e ñ o s tin ­
g e s in e s p e ra d o s y a d e re z a rlo c o n u n a re v e la c ió n re p e n tin a . L os g rie ­
g o 5 Y ^os ro m a n o s s o lía n in tr o d u c ir u n a e s c e n a d e « re v e la c ió n » en
la s p o s trim e ría s d e s u s o b ra s. D o s jó v e n e s q u e a p a re c e n c o m o p a s ­
tores d e s c u b re n q u e s o n u n p r ín c ip e y u n a p rin c e s a p ro m e tid o s e n
m a tr im o n io d e sd e m u c h o tie m p o a trá s. E n el p la n o trá g ic o , E d ip o
’ d e sc u b re q u e el h o m b re al q u e h a d a d o m u e r te e n la o d ise a e ra su
• p ad re, y q u e la m u je r c o n la q u e h a c o n tr a íd o s a n to m a trim o n io es
s u p ro p ia m a d re . E n e ste caso , la « re v e la c ió n » c a u sa m á s h o r r o r q u e
o tra cosa.
E l re to rn o p u e d e p re s e n ta r ta m b ié n u n giro b ru s c o . Ése es o tro
Caso d e ca m b io in e s p e ra d o e n la d ire c c ió n d e la h is to ria . Se p u e d e
in d u c ir u n a c re e n c ia d e te rm in a d a e n el e sp e c ta d o r, y re v ela rle en el
ú ltim o m o m e n to o tra re a lid a d m u y d ife re n te . La p e líc u la N o h a y s a ­
lida (N o w a y ou t ) tra n s m ite u n a p e rc e p c ió n d el h é ro e to ta lm e n te d is ­
tinta e n los ú ltim o s d ie z s e g u n d o s. In stin to b á s ic o lo g ra q u e d u r a n te
los d o s p rim e ro s a c to s el e s p e c ta d o r s o sp e c h e q u e S h a ro n S to n e es
una asesin a, lo c o n v e n c e d e su in o c e n c ia e n el c lím a x p a ra s e m b ra r
n u e v a m e n te la d u d a e n u n to m a fin a l in e sp e ra d a .
P o r lo g e n e ra l, e ste tip o d e r e to r n o s s u e le p o s e e r u n to n o ir ó n i­
co o c ín ic o , c o m o si c o n e llo s se q u is ie ra d a r a e n te n d e r al p ú b lic o
que se le h a to m a d o el p e lo . E l e s p e c ta d o r se s ie n te rid íc u lo p o r
h a b e r p e n s a d o q u e el s e r h u m a n o es b u e n o p o r n a tu r a le z a o q u e el
b ie n p u e d e tr iu n f a r s o b re el m a l. U n a v e r s ió n alg o m e n o s s a r d ó n i­
ca d e l r e to r n o c o n u n g iro in e s p e r a d o p u e d e e n c o n tr a rs e e n las
o b ras d e l e s c rito r O . H en ry , q u ie n a v e c e s se s irv e d e e ste re c u rs o
p ara m o s tr a r el la d o m á s p o s itiv o d e l s e r h u m a n o , c o m o o c u rre p o r
eje m p lo e n s u re la to b re v e T h e G ift o f th e M a g í (E l r e g a lo d e los
R ey es M a g o s ). U n o s jó v e n e s e s p o s o s y d e e sc a so s r e c u rs o s e c o n ó ­
m ico s se sa c rific a n p a ra p o d e r s o r p r e n d e r s e m u tu a m e n te c o n re ­
galos d e n a v id a d . É l v e n d e su v a lio so re lo j c o n la in te n c ió n de
c o m p ra r u n p r e n d e d o r p a ra la h e r m o s a y la rg a c a b e lle ra d e su m u ­
jer. E lla se c o rta su s p re c io s o s riz o s p a ra v e n d e rlo s y c o m p r a r así
u n a fa ltriq u e ra p a ra e l re lo j d e s u m a rid o . L os sa c rific io s y lo s r e ­
g alos r e s u lta n a la p o s tr e in ú tile s , m a s la p a re ja e n c u e n tr a el te s o ­
ro d e su am o r.
258 EL VIAJE DEL E SCRITO R

La recompensa y el castigo

U n a fu n c ió n específica del re to rn o es estab lecer la rec o m p en sa y el cas


tigo finales. C o n stitu y e p arte de la fu n c ió n cuyo co m etid o es devolVer
el e q u ilib rio al m u n d o de la h isto ria, tra n sm itir u n a sen sació n de ple
n itu d . Es co m p arab le a la o b te n c ió n d el títu lo tras los exám enes de fin
de carrera. Los v illan o s d e b e n recib ir su m erecid o p o r las m alas accio
n e s c o m etid as y n o q u e d a r ex e n to s de su culpa. Al esp ectad o r no le
gustaría. Pero el castigo d eb e ser p ro p o rc io n al al c rim e n y manifestar
u n cierto carácter de ju s tic ia p o é tic a . E n o tra s palabras, la form a en la
q u e el v illan o m u e re o recibe su ju s to y m erecid o castigo debe ser di­
re c ta m e n te p ro p o rc io n a l en in te n s id a d a los crím en es com etidos.
A sim ism o , lo s h é ro e s d e b e n o b te n e r lo q u e se m e re c e n . Sin em­
b arg o , e n d e m a sia d a s p e líc u la s su c e d e q u e el p ro ta g o n is ta recibe una
re c o m p e n s a q u e re a lm e n te n o se h a g a n a d o . E n rig o r, el p re m io debe
se r ta m b ié n p ro p o rc io n a l al sacrifico re a liz ad o . N o se o b tie n e la in­
m o rta lid a d p o r la cara b o n ita . P o r ello, si el h é ro e n o h a aprendido
la le c c ió n p u e d e s e r c a stig a d o e n la e ta p a d el re to rn o . D esde luego,
si el p u n to de vista d el e sc rito r refleja q u e la vida es in ju sta y la justicia
n o es sin o u n a an o m a lía en este m u n d o , su o p in ió n h allará eco y refle­
jo en la re c o m p e n sa y el castigo p ro p io s de la etapa del reto rn o .

El elixir

El e lix ir es la v e rd a d e ra llave de la etap a final del viaje del héroe. ¿Qué


trae el h é ro e d el m u n d o especial q u e p u e d a ser co m p a rtid o tras su re­
to m o ? In d e p e n d ie n te m e n te de q u e lo c o m p arta c o n su c o m u n id a d o
co n el espectad o r, el h e c h o m ism o de tra e r el elixir es la p ru e b a final y
defin itiv a q u e d eb e s u p e ra r el héro e. Es la d e m o stra c ió n d e q u e ha es­
tad o d o n d e dice h a b e r estad o , es u n ejem p lo p a ra o tro s, u n m odelo, y
d e m u e stra q u e es p o sib le v e n c e r a la m u erte. El elixir es tan valioso que
in clu so tiene la cap acid ad de re sta u ra r la vida en el m u n d o ordinario.
C o m o to d o s los d e m á s e le m e n to s d el viaje del h éro e, la v u elta con
el elix ir p u e d e in te rp re ta rse c o m o u n h e c h o real o m etafó rico . Es po­
sible q u e el elix ir sea u n a su sta n c ia o u n a m e d icin a traíd a p ara sanar
a u n a c o m u n id a d en fe rm a (tal y co m o su c e d e en n u m e ro so s capítulos
de la serie televisiva S tar Trek, la co n q u ista d el es p a c io [S tar T rek ] o el
o b jeto de la b ú s q u e d a en la p elícu la L os ú ltim os d ía s d el E dén [M edicine
M a n ]). P u ed e tra ta rse de u n teso ro en el s e n tid o literal de la palabra,
ro b a d o d el m u n d o esp ecial y c o m p a rtid o co n u n g ru p o de aventure-
E n u n se n tid o m ás m etafó rico , q u iz á s se tra te d e a lg u n a d e esas
que m u e v e n a la g en te a c o rre r to d o tip o de riesg o s y an d a n z a s,
iber: el d in e ro , la fam a, el p o d er, el am or, la p az, la felicidad, el éxi-
la salud, la sa b id u ría o sim p le m e n te el h e c h o d e te n e r u n a b u e n a
lo ria q u e contar. El m e jo r elix ir es aq u él q u e p ro p o rc io n a al h é ro e
u público u n a m a y o r y m ás d iáfan a c o n cien cia. E n el larg o m etraje
g! tesoro d e S ierra M adre ( T h e Treasure o f the S ierra M a d re), el tesoro
j£ico del o ro n o es m ás q u e p o lv o care n te de valor, de m a n e ra q u e el
yeidadero elix ir co n siste en sab er v iv ir u n a ex iste n c ia larga y pacífica.
... En L o s ro m a n ces d el rey A rtu ro, el G rial es el e lix ir q u e u n a vez
compartido p u e d e c u ra r a u n p a ís e n fe rm o . El rey p e sc a d o r p u e d e
descansar d e n u e v o . Si P erceval y lo s c a b a lle ro s se h u b ie ra n q u e d a -
ib con el G rial, la c u ra n o h a b ría sid o p o sib le .
Si el viajero n o p o rta algo q u e c o m p a rtir n o se c o n v e rtirá en hé-
loe, antes b ie n , se rá c o n s id e ra d o u n s in v e rg ü e n z a , u n eg o ísta , u n
protagonista c o n p o c a s lu c e s in c a p a z d e a p re n d e r la le c c ió n , in ca p a z
de crecer. El lo g ro de re g re sa r c o n el e lix ir es la ú ltim a p ru e b a q u e
tiene que p a s a r u n h é ro e ; c o n su s u p e ra c ió n d e m u e s tra se r s u fic ie n ­
temente m a d u ro p a ra c o m p a rtir lo s fru to s d e su b ú sq u e d a .

El elixir del amor

Huelga d e c ir q u e el a m o r es u n o de los elix ires m ás p o d e ro so s y de


mayor arraig o p o p u lar. P u e d e se r u n a re c o m p e n sa q u e el h é ro e n o re ­
cibe hasta d e sp u é s de h a b e r realizad o el sacrificio final. E n Tras el
C orazón V e r d e j o a n W ild e r re n u n c ia a su s fan tasías acerca d e lo s h o m ­
bres y se d e sp id e de su vieja e in d e c isa p e rso n a lid a d . La in e sp e ra d a re­
compensa se m a terializa c u a n d o Ja c k C o lto n se d e c id e fin alm en te a
volver en su b u sc a c o n d u c ie n d o d e fo rm a m ilag ro sa u n ro m á n tic o ve­
lero hasta el b a rrio d o n d e J o a n resid e en N u ev a York. C o lto n h a tra n s ­
formado el elix ir q u e estab a b u sc a n d o , la p re c io sa esm erald a , e n p u ro
amor. J o a n o b tie n e a sim ism o la re c o m p e n sa d el ro m an c e, p e ro se la h a
ganado p re v ia m e n te a p re n d ie n d o q u e es p o sib le v iv ir sin él.

El m u n d o h a c a m b i a d o

O tro aspecto q u e caracteriza al elix ir es q u e la sa b id u ría q u e el héroe


trae consigo p u e d e ser de ta n p o d ero sa n a tu ra le z a q u e n o sólo le c a m ­
bie a él, sin o a los q u e lo. Todo el m u n d o se altera c o n eso, y su s conse-
c u en cias tie n e n g ran alcance. H ay u n a bella im agen de este fenórne
en la cin ta E x ca lb iu r, c u a n d o Perceval devuelve el G rial a A rturo: el r °
se restablece y es capaz de salir a cabalgar ju n to a los caballeros. Está
ta n llen o s d e v ida q u e las flores se a b re n a su paso. S im bolizan el e l j ^
d e la v id a cu y a sola p resen cia re n u e v a la natu raleza. T

El elixir de la responsabilidad

U n e lix ir ta m b ié n c o m ú n y m u y p o d e ro s o p u e d e se r la a su n c ió n por
p a rte d el h é ro e de u n a m a y o r re s p o n sa b ilid a d e n la e ta p a del retor­
n o , d e s u e rte q u e re n u n c ia a su a n tig u a c o n d ic ió n d e so litario y se
p o n e a la c ab eza o al se rv ic io d e u n g ru p o . Se fu n d a n fam ilias y apa­
re c e n n u e v a s re la c io n e s, se c re a n c iu d a d e s. El c e n tro d e gravedad del
h é ro e ya n o se e n c u e n tra e n s u p ro p io ego, sin o q u e va m ás allá e in­
c lu y e al g ru p o . M a d M ax, el so lita rio h é ro e d e las películas de
G eo rg e M iller M ad M a x 2 : E l g u errero d e la c a r r e t e r a (M ad M ax 2: The
R o a d 'W arrior ) y M ad M ax m á s a l lá d e la cú p u la d e tru en o (M ad Max
B ey o n d T h u n d erd o m e ) , re n u n c ia a su so le d a d p a ra co n v ertirse en
m e n to r y p a d re a d o p tiv o en u n a c a rre ra d e n iñ o s h u é rfa n o s. El eli­
x ir n o es sin o s u c a p a c id a d d e s u p e rv iv e n c ia , y lo s re c u e rd o s del vie­
jo m u n d o p re v io al A p o c a lip sis, q u e tra n s m itirá a los hu érfan o s.

El elixir de la tragedia

E n la v arian te trágica, los h é ro e s m u e re n o so n d erro ta d o s, derribados


p o r su s p ro p io s d efecto s y su s d eb ilid ad es trágicas. Sin em bargo, brota
u n a lecció n d e to d o ello, sien d o así q u e de la ex p erien cia se puede ob­
te n e r u n elixir. ¿Q u ién a p re n d e e n estos casos? El p ú b lico, dado que
p resen cia los erro res d el h é ro e y las co n secu en cias q u e de ellos se de­
rivan. Los esp ectad o res a p re n d e n a ser su ficie n tem en te sabios para evi­
tar esos errores. Ése es el elixir q u e ellos o b tie n en de la experiencia.

M ás triste, pero más sabio

E n o c a sio n e s, el e lix ir es la m ira d a triste q u e el h é ro e lan z a retro s­


p e c tiv a m e n te so b re lo s e rro re s c o m e tid o s a lo largo del cam in o . Se
c o n sig u e u n a se n s a c ió n de p le n itu d c u a n d o el p ro ta g o n is ta rec o n o ­
ce q u e se sie n te m á s triste a u n q u e m á s sab io tras h a b e r exp erim en -
d iv e rsa s v ic isitu d e s. El e lix ir q u e lle v a c o n sig o es u n a a m arg a
'ic in a , p e ro le a y u d a a n o c o m e te r lo s m is m o s e rro re s d e l p a sa d o
d o lo r sirv e d e a d v e rte n c ia al e s p e c ta d o r p a ra q u e se c u id e de
i r el c a m in o e q u iv o c a d o . L os h é ro e s d e p e líc u la s c o m o R isky
íness y Los blancos no la sa b en m eter (W h ite M en C a n ’t j u m p ) h a n
Co rrid o u n c a m in o q u e m e z c la el d o lo r y el placer. P ie rd e n d e fin i-
s m e n t e el p re m io d e l am o r, d e b e n re to r n a r s in la m u je r d e su s
io s y n o les q u e d a m á s re m e d io q u e h a lla r c o n su e lo e n el e lix ir
£ la e x p e rie n c ia. E sas h is to ria s tr a n s m ite n la se n sa c ió n d e q u e las
entas e stá n c e rra d a s y lo s h é ro e s a s u m e n el sa ld o re su lta n te .

| j¿ s triste, pero no más sabio

p a héroe «m ás triste, p ero n o m á s sabio» reco n o ce q u e h a sido u n ne-


jjjfr, lo q u e es ya u n logro y u n p rim e r p aso e n la b u e n a d irección. La
|jgor clase d e estu p id e z es la d el q u e n o es capaz d e reco n o cerla, b ie n
parque n o ve los p ro p io s erro res o p o rq u e lo h a c e sin co n v en cim ien to ,
fjp desear a p re n d e r realm en te la lección. In clu so d e sp u és de so p o rta r
terribles odiseas retro ced e al m ism o c o m p o rta m ie n to q u e cau só su s
problemas. Así, se co n v ierte en u n a p e rso n a m á s tris te , p e ro n o m á s
Sabia, en u n rein cid en te. Es o tro tip o d e h isto ria circular cerrada.
E n esta v a ria n te d e l re to rn o , u n p e rso n a je trav ieso o e s tú p id o p a ­
rece m a d u ra r y h a b e rse tra n sfo rm a d o . Q u iz á s se tra te d e u n pay aso o
un em b au cad o r, co m o Bob H o p e e n las p e líc u la s d e C ro sb y y H o p e o
como E d d ie M u rp h y e n L ím ite: 4 8 h o r a s o E n tre p illo s a n d a el j u e g o ,
que ju ra y p e rju ra h a b e r a p re n d id o la le c c ió n . S in e m b arg o , al final
íb a n d o n a el elix ir y v u e lv e a c o m e te r los erro re s in iciales. R eto m a su
Original e irre p rim ib le a c titu d , c e rra n d o d e e sta m a n e ra el círcu lo y
rién d o se c o n d e n a d o a re p e tir la a v e n tu ra . É ste es, p u e s, el castig o p o r
haber fracasad o en el re to rn o c o n el elixir: e l h é ro e u o tr a p e rs o n a
están c o n d e n a d o s a r e p e tir la o d is e a h a s ta a p r e n d e r la le c c ió n o
Conseguir lle v a r el e lix ir d e re g re s o a c a s a p a r a c o m p a rtirlo .

El epílogo

Así com o alg u n as h isto ria s p u e d e n te n e r u n p ró lo g o q u e p reced e a la


Acción p rin cip al, a veces es n ecesario u n ep ílo g o q u e siga al grueso de
la historia. U n epílogo ra ra m e n te serv irá p a ra c o m p le ta r el arg u m en to ,
pero sí p o d rá n p ro y ectarse en él los cam b io s de los p e rso n ajes, s itu á n ­
262 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

d o lo s en u n fu tu ro m ás o m e n o s cercano. L a fu e r z a del ca riñ o (Terms f


E n d earm en t ) tiene u n epílogo q u e d escrib e la ev o lu ció n de los persona
je s u n añ o d e sp u é s d el final de la h isto ria p rin cip al. El sen tim ien to qUe
se tran sm ite n o s h ace v er q u e a p esar de q u e la m u e rte y la infelicidad
existen, la vida c o n tin ú a . La p elícu la M ira quién h a b la (Loo/e VVh0s
T alkin g ) tien e u n epílogo en el q u e aparece el n a c im ien to del bebé de
la h e rm a n a m e n o r d el h éro e, n u ev e m eses d e sp u é s del cierre del argu
m e n tó p rin cip al. Las h isto ria s q u e v ersan sobre g ru p o s de personajes
q u e atrav iesan u n a fase d e fo rm a c ió n o u n p e río d o crítico en sus vidas
co m o A m erican G raffiti o p elícu las bélicas co m o T iem pos d e g loria o
D o ce d el p a tíb u lo , p u e d e n te rm in a r c o n u n breve texto en el que se na­
rra cóm o m u rie ro n los p erso n ajes, có m o ev o lu c io n aro n en la vida o
cóm o fu e ro n reco rd ad o s. El larg o m etraje E llas d an el g o lp e incorpora
u n ex ten so epílogo en el q u e u n a m u je r d e avan zada edad, ex jugado­
ra de b éisbol, q u e rem e m o ra su carrera m e d ia n te fla s h b a c k s durante
to d a la p elícu la, visita el S alón de la L am a del b éisbol, y allí se encuen­
tra co n la m ay o ría d e su a n tig u as co m p a ñ e ra s d e eq uipo. Así se nos re­
fiere cu ál h a sido el d e stin o de las ju g a d o ra s. La p ro tag o n ista, ya sexa­
genaria, o rganiza u n p a rtid o p a ra d e m o stra r q u e todavía saben jugar.
Su e sp íritu es el elix ir q u e h ace revivir al h é ro e y al público.
É stas s o n a lg u n a s de las m u c h a s fu n c io n e s d e l re to rn o . Pero tam ­
b ié n e x iste n c ie rta s d ific u lta d e s p a ra im p e d ir el reg reso c o n el elixir.

Las dificultades durante el retorno

E s m u y fácil e stro p e a rlo to d o e n la e ta p a d e l re to rn o . M u c h a s histo­


ria s se d e r r u m b a n e n lo s m o m e n to s fin ales. El re to rn o es dem asiado
a b ru p to , p ro lo n g a d o , d is p e rso , p re d e c ib le , d e m a sia d o esp e ra d o o, de
a lg ú n m o d o , in sa tisfa c to rio . El e sta d o d e á n im o o la c a d e n a de pen­
sa m ie n to s c re a d o s p o r el a u to r p u e d e n ro m p e rs e y p e rd e rse así, en
u n m o m e n to fugaz, el efecto b u sc a d o . E l re to rn o p u e d e ad o lec er asi­
m ism o d e u n a ex cesiv a a m b ig ü e d a d . M u c h a g e n te c ritica el giro in­
e sp e ra d o q u e p re sid e el final d e In stin to b á s ic o p o r n o reso lv er satis­
fa c to ria m e n te las d u d a s so b re la c u lp a b ilid a d d e la m ujer.

Los argumentos secundarios no resueltos

O tra de las d ificu ltad es q u e su ele d e te c ta rse es la in c ap ac id ad de los


escrito res p a ra a u n a r to d o s los e le m e n to s de la h isto ria e n la fase del
D U O D É C IM A ETA PA : EL RETORNO CON EL E LIX IR 263

ÍOro o . R esulta m u y c o m ú n q u e lo s e scrito res a c tu a les o p te n p o r de-


• las h isto ria s se c u n d a ria s s in resolver. Q u iz á s c o n las p risas p o r ter-
aar y la p re o c u p a c ió n p o r d e fin ir los p e rso n a je s p rin c ip a les, el d e s­
jo y las id eas d e los se c u n d a rio s q u e d e n o lv id ad o s, p o r in te re sa n te s
je p u e d a n re su lta r a los o jo s d el esp ectad o r. Las p elícu las an tig u a s
»elen ser m ás c o m p le ta s y satisfacto rias e n este se n tid o , p o rq u e los
adores se to m a b a n el tie m p o n ecesario p ara d e fin ir to d o s los argu-
entos se c u n d a rio s. Se p o d ía c o n ta r c o n q u e to d o s los p erso n a je s go-
■ían de su p o rc ió n d e p ro ta g o n ism o al p rin c ip io , m ed iad a la p e lícu -
(y al final. U n a reg la d e o ro a firm a q u e lo s a rg u m e n to s s e c u n d a rio s
aen q u e d is p o n e r d e , al m e n o s , tr e s m o m e n to s o e sc e n a s d is tri-
Eiidas a lo la rg o d e la h is to ria , u n a p o r c a d a acto . T odas las lín eas
am en tativ as se c u n d a ria s d e b e n ser in c lu id a s o re su eltas e n el re-
¡jmo. C ada p e rso n a je tie n e q u e a b a n d o n a r la escen a p o rta n d o a lg ú n
i r o c o n alg u n a lecció n a p re n d id a e n su eq u ip aje.

smasiados finales

^or o tro la d o , el re to rn o n o tie n e q u e re s u lta r p e sa d o o re ite ra tiv o ,


fptra n o rm a b ásica p a ra la b u e n a e s tr u c tu r a c ió n d e la fase d el re to r-
00 es o p e ra r c o n el siste m a KISS, o sea: K e e p it S im p le , S tu p id . O lo
que es lo m ism o : c u a n to m á s se n c illo , m ejo r. M u c h a s h is to ria s n o
fru ctifican p o rq u e tie n e n d e m a sia d o s fin ales. E l p ú b lic o p e rc ib e q u e
la h isto ria está e n su ú ltim o tra m o , p e ro el a u to r, q u iz á s in c a p a z de
elegir el fin al m á s a d e c u a d o , p ro p o n e v ario s. E sto su e le fru s tra r al
íppúblico y d isip a to d a la e n e rg ía g e n e ra d a p o r el escrito r. La g e n te
Q u ie r e te n e r la c e rte z a d e q u e la h is to ria h a a c a b a d o d e fin itiv a m e n -
p a ra p o d e r le v a n ta rse y a b a n d o n a r el te a tro o c e rra r el lib ro c o n
J p iia in te n s a carga d e e m o c ió n . U n a p e líc u la ta n a m b ic io sa co m o
mLord J im , q u e p re te n d e e sta r a la a ltu ra d e l re to p la n te a d o p o r la d e n -
WA n o v e la e n la q u e se basa, p u e d e a g o ta r al p ú b lic o c o n la in c lu s ió n
§ d e v a rio s c lím a x y finales q u e re s u lta n e te rn o s,
f U n b u e n e je m p lo d e la se n c ille z q u e p r o p u g n a m o s p u e d e se r la
S'pelea de k á ra te q u e c o n s titu y e el c lím a x de K a r a t e K id . Tras la ú lti-
¿ m a p a ta d a y la c o n s ig u ie n te v ic to ria d e l h é ro e , lo s títu lo s d e c ré d i-
p o s a p a re c e n in m e d ia ta m e n te a c o m p a ñ a d o s d e l te m a m u sic a l d e cie-
|r r e . C asi n o h a y d e se n la c e . Sin e m b a rg o , n o s o tro s sa b e m o s q u e el
i chico h a o b te n id o el elixir, o sea, h a a p re n d id o c o rre c ta m e n te las
I leccio n es d u r a n te su d u ra s se sio n e s d e e n tre n a m ie n to .
264 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

Los finales abruptos

U n re to m o p u e d e re su lta r e x tre m a d a m en te a b ru p to y tran sm itir ]a Setl


sació n de q u e el escrito r h a d a d o p o r zanjada la h isto ria prem atura'
m e n te tras el clím ax. U n h isto ria tien d e a p arecer in co m p le ta a menos
q u e se d e d iq u e cierto espacio e m o cio n al p ara d esp ed ir a los personajes
y e x tra e r alg u n a s co n clu sio n es. U n re to m o a b ru p to p u e d e interpretar
se co m o si alg u ien colgara el teléfono sin d e sp ed irse o com o u n piloto
q u e se lan za e n p aracaíd as sin in te n ta r siq u iera h ac er aterrizar el avión

El enfoque

U n re to m o p u e d e n o estar en fo cad o a d e c u a d am e n te si las cuestiones


d ra m á tic a s su rg id as en el p rim e r acto y p u e sta s a p ru e b a en el segun­
d o n o e n c u e n tra n u n reflejo eq u iv alen te al final. El fallo de u n escritor
p u e d e d eriv arse d e h a b e r se m b ra d o las cu estio n e s adecu ad as al prin­
cipio p a ra , sin d arse cu e n ta , d esv iar p o ste rio rm e n te el tem a. U n relato
q u e co m ien za co m o u n a h isto ria de a m o r p u e d e te rm in a r convertido
e n u n a ex p o sició n q u e p o n e en evid en cia la c o rru p c ió n gubernam en­
tal. El e sc rito r h a p e rd id o el hilo. La h isto ria n o estará b ien enfocada,
salvo q u e se cierre el círculo c o n el regreso a los tem as originales.

La puntuación

La fu n c ió n ú ltim a d e l r e to rn o c o n sis te e n fin a liz a r la h isto ria de una


fo rm a c a te g ó ric a y d e fin itiv a . La h is to ria d eb e a c a b a r c o n el equiva­
le n te e m o c io n a l a u n p u n to final. U n a h isto ria , al ig u al q u e u n a fra­
se, p u e d e te rm in a r d e c u a tro fo rm a s d istin ta s: c o n u n p u n to , con un
sig n o d e e x c la m a c ió n , c o n u n sig n o d e in te rro g a c ió n o c o n puntos
su sp e n s iv o s , q u e sie m p re in d ic a n q u e la id e a e x p re sa d a se desvane­
ce v a g a m e n te . (E je m p lo : ¿ Q u ie re s ira a h o ra o ...?)
Las n e c e s id a d e s d e la h is to ria y la a c titu d d e l a u to r p u e d e n de­
te rm in a r la e le c c ió n d e u n fin al q u e c a u se el m ism o se n tim ie n to que
tra sla d a u n p u n to , la e le c c ió n d e u n a im a g e n o u n a lín e a d e diálogo
q u e re a lic e n u n a d e c la ra c ió n categ ó rica: «La v id a c o n tin ú a » , «El
a m o r lo p u e d e to d o » , «El b ie n sie m p re triu n fa so b re el m a l» , «Así es
la v id a » , « C o m o e n casa e n n in g u n a p a rte » .
U n final p u e d e p ro v o c a r el efecto d e u n sig n o de e x c la m a ció n si
la in te n c ió n d e la o b ra es c a u s a r c o n m o c ió n o c re a r alarm a. Las pe-
D U O D É C IM A E TA PA : EL RETORNO CO N EL E L IX IR 265

K ftlas d e c ie n c ia -fic c ió n o las d e te r r o r p u e d e n fin a liz a r c o n u n a ex-


B U ió n d e l tip o « ¡N o e sta m o s so lo s!» o « ¡A rre p e n tirse o m o rir!» ,
« ¿ h i s t o r i a s d e c rític a so c ia l a c a b a ría n c o n u n a a firm a c ió n c ateg ó ri-
E d e l estilo « ¡N u n c a ja m á s !» , « ¡L e v á n ta te y ro m p e las c a d e n a s de
» o p r e s ió n ! » o « ¡H ay q u e h a c e r alg o !» .
E En la e s tru c tu ra c o n u n final m á s a b ie rto , p u e d e q u e u s te d d esee
f l i m i T r * ' c o n el efecto d e u n sig n o d e in te rro g a c ió n y la se n sa c ió n de

S e m u c h a s co sas p e rm a n e c e n a ú n in c ie rta s. La im a g e n fin al p la n te -


b cu e stio n e s c o m o « ¿V olverá el h é ro e c o n el e lix ir o se le olvida-
m ñ » . U n a h is to ria c o n final a b ie rto p o d ría , a sim ism o , c o n c lu ir c o n
.|ya se n sa c ió n d e d e sv a n e c im ie n to p ro p ia d e lo s p u n to s su sp e n siv o s.
|* s cu e stio n e s n o tra ta d a s q u e d a n e n el aire y lo s c o n flic to s irre so lu -
y ¡ se in te g ra n e n u n fin al q u e su g ie re la a m b ig ü e d a d o la d u d a . «El
|g ro e n o p u e d e d e c id irse e n tre d o s m u je re s, y p o r e so ...» , «El a m o r
|$tl arte so n irre c o n c ilia b le s, así q u e ...» , «La v id a sig u e... y sig u e... y
jj^ u e ...» , « Q u e d ó p ro b a d o q u e n o es u n a asesin a, p e ro ...» .
!*«> Con una fo rm a u o tra, el final d efin itiv o de u n a h isto ria debe d ejar
BHiy claro q u e ésta se acaba, tal co m o hace la W a rn e r Bros, c o n su fa­
ñosa cita «Eso es to d o , am igos». C u a n d o se tra ta d e h isto ria s orales,
«demás d e la fó rm u la tra d ic io n a l « fu ero n felices y c o m ie ro n perd ices» ,
Hielen utilizarse p alab ras q u e su b ra y a n el h e c h o d e q u e la h isto ria ha
terminado, tales co m o « co lo rín , co lo rad o , este c u e n to se h a acabado»
f otras afines. A veces, u n a im a g e n c in e m a to g rá fic a d e fin itiv a , co m o
la del h éro e cab alg an d o h acia el atardecer, p u e d e re su m ir el tem a de la
historia p o r m e d io de u n a m e tá fo ra v isu a l q u e c o m u n ic a al p ú b lic o
t{ue ha llegad o a su fin. La ú ltim a im a g e n d e Sin p erd ó n , u n a to m a del
personaje in te rp re ta d o p o r C lin t E astw o d a b a n d o n a n d o la tu m b a de su
mujer y v o lv ien d o a su casa, es señ al in eq u ív o ca d e q u e el viaje h a c o n ­
fuido y e n ella se re su m e el tem a p rin c ip a l d e la h isto ria.
■® E stas s o n só lo a lg u n a s d e las fu n c io n e s d e l r e to r n o c o n el elixir.
* sí, y d a d o q u e casi h e m o s c o m p le ta d o el c írc u lo , v a m o s a d e ja rlo
k g e ra m e n te a b ie rto a lo d e s c o n o c id o , a lo in e s p e ra d o , a lo in e x ­
p lo rad o .

El mago de Oz

El reto m o d e D o r ita c o m ie n z a c u a n d o d ic e « a d ió s » a sus a m ig o s y


és to s le a g r a d e c e n los elix ir e s d el am or, el v a lo r y el se n tid o com ú n
q u e e lla les a y u d ó a con segu ir. E s en to n c e s c u a n d o la m u c h a c h a .
266 EL VIAJE DEL ESC R ITO R

t a c o n e a n d o a le g r e m e n te y c a n ta n d o el tem a « T h e r e ’s n o p la c e ¡j|j
home» ( « N a d a c o m o el h o g a r » ) , sien te el d e s e o d e e s ta r d e vu elta en
su K an sas d e p ro c ed en c ia .
O tra v e z en el m u n d o o r d in a rio , d e v u elta a la v id a co tid ian a en
b la n c o y n egro, D o ríta s e d e s p ie r ta con la c a b e z a h e c h a un m ar de
du d as. E l r e t o m o es a m b ig u o . ¿ F u e un v ia je rea l a l m u n d o d e 0 ¿ 0
s e tra tó sim p lem en te d e los d e lir io s d e u n a n iñ a tras u n a conm oción
ce r e b r a l? A un que, a l f in y a l c a b o , eso n o tien e im p o rta n cia . Para
e lla el v ia je fu e real.
D o ríta rec o n o c e a h o r a p e r s o n a je s d e O z en la g en te q u e la rodea
Sin em b a rg o , a lg o h a c a m b ia d o en la f o r m a en q u e los p erc ib e tras
su v ia je a l m u n d o e s p ec ia l. A lgu n os recu erd os son h orroro sos, otros
fa n t á s t ic o s , p e r o e lla p resta a ten ció n sobretodo a ¡o q u e h a aprendi­
do. N o h a y n a d a c o m o el hogar.
L a a fir m a c ió n d e D o rita d ic ie n d o q u e ja m á s v o lv e r á a abandonar
su c a s a n o d e b e s e r en ten d id a litera lm en te. E l h o g a r al q u e se refie­
re n o es la p e q u e ñ a g r a n ja d e K a n s a s, sin o su p r o p ia a lm a . L a mu­
ch ach a es u n a p e r s o n a to ta lm en te in te g r a d a y en p o s e s ió n d e las me­
jo r e s cu a lid a d es, con co n trol so b r e sus d e b ilid a d e s y en co n ta cto con
las fo r m a s p o s itiv a s d e sus en erg ía s m a sc u lin a y fe m e n in a . H a apren­
d id o to d a s y c a d a u n a d e las lec c io n es d el ca m in o. F in alm en te, se
s ie n te b ien en su p r o p ia p ie l y se sen tirá c o m o en c a s a in depen dien ­
tem en te d e d ó n d e esté. E l e lix ir q u e tr a e co n sig o es u n a n u ev a idea
d el hogar, un n u ev o c o n c ep to d e sí m ism a.

Y así fin aliza el v iaje d e l h é ro e o, p o r lo m e n o s, así d e sc a n sa p o r un


tie m p o , d a d o q u e el viaje d e la v id a y la a v e n tu ra d e u n a historia
n u n c a te rm in a n . E l h é ro e y el p ú b lic o tra e n c o n sig o el e lix ir de la
a v e n tu ra , p e ro el p ro c e s o d e a s im ila c ió n d e la le c c ió n continúa.
C ad a p e rs o n a d e b e d e c id ir q u é es e n su o p in ió n el elixir, si la sabi­
d u ría , la e x p e rie n c ia , el d in e ro , el am or, la fam a o sim p le m e n te la
e m o c ió n de vivir. Y es q u e u n a b u e n a h isto ria , co m o u n b u e n viaje,
d e b e a p o rta r u n e lix ir q u e n o s c am b ie, q u e n o s h a g a m á s co nscien­
tes, m á s vivos, m ás h u m a n o s , m á s p le n o s, m á s in te g ra n te s del todo.
Sólo e n to n c e s se c o m p le ta rá el círc u lo d el viaje d e l héro e.
D U O D É C IM A ETA PA : EL RETORNO CO N EL E L IX IR 267

Kpestionario sobre el viaje

K ¿C uál es el e lix ir d e In stin to b á s ic o , B ig, C o w b o y s d e ciu d a d , A trac-


m^n f a t a l y B a ila n d o con lo b o s ?
I T .Q u é e lix ir e x tra e su h é ro e d e la e x p e rie n c ia viv id a? ¿Lo rese rv a
fiju a sí o lo c o m p a rte ?
K ¿Se p ro lo n g a s u h is to ria d e m a sia d o tie m p o , u n a v ez fin a liz a d o el
■fecho p rin c ip a l o el clím ax ? ¿ C u á l se ría el efecto lo g ra d o c o m o re-
■foltado d e c o rta r la h is to ria p o r lo sa n o d e s p u é s d el clím ax ?
» C u á n to d eb e d u r a r el d e se n la c e d e su h is to ria p a ra q u e el e sp e c ta ­
d o r q u e d e e n te ra m e n te satisfech o ?
b , ¿De q u é fo rm a h a a su m id o el h é ro e u n a m a y o r re s p o n s a b ilid a d en
Ka cu rso d e la h isto ria ? ¿Es el r e to r n o u n p u n to e n el q u e se in c re -
E p en ta la re s p o n s a b ilid a d a su m id a ?
■ j, ¿ Q u ién es a h o ra el h é ro e d e la h isto ria ? ¿La h is to ria h a ca m b ia d o
b los h é ro e s o es q u e lo s p e rs o n a je s h a n id o c re c ie n d o h a sta co n v er-
I p r s e e n h é ro e s? ¿C u ál d e ello s h a c a m b ia d o y le d e c e p c io n a? ¿H ay
j p g u n a so rp re sa final?
|p . ¿Es su h is to ria re a lm e n te valio sa? ¿Se h a a p re n d id o lo su fic ie n te
ic o m o p a ra q u e h ay a m e re c id o la p e n a el e sfu erzo ?
§T. ¿D ó n d e se u b ic a u s te d e n su p ro p io v iaje d e l h é ro e? ¿Q u é e lix ir
| espera c o n se g u ir?
Epílogo
Una mirada retrospectiva
sobre el viaje
Me lo he pasado de muerte, he disfru tado cada minuto.
(E rrol F lynn)

i h ora que hem os llegado al final del cam ino de los héroes puede
er de utilidad exam inar cóm o funciona este m odelo en algunas
historias representativas. He elegido T itan ic, Pulp Fiction, El rey león
íjf Full M onty com o películas donde puede efectuarse una aplicación
p re a tiv a y entretenida de los arquetipos y las estructuras que com po-
5;'8en el viaje del héroe. Tam bién m e gustaría realizar un par de C0-
rm e n ta rio s sobre la saga de L a g u erra de las galaxias, y a que h a sido
[ p a rte fundam ental en el desarrollo de la idea del viaje del héroe.
I A nalizar estas películas y trasladar el viaje del héroe a ellas ha resul-
íjlado un ejercicio enriquecedor, útil para poner de relieve algunos erro-
|re s en los que incurren estas historias, pero tam bién p ara descubrir sor­
prendentes niveles de contenido y conexión poética. Recom iendo
l'fervientem ente que cada cual realice este ejercicio con una película,
Una novela o cualquier historia de su preferencia. Este m aterial resulta
tauy gratificante cuando se aplica a una historia concreta o a la vida
! Ital. Sin em bargo, antes de presentar estos análisis, m e gustaría formu-
r lar algunas advertencias y establecer ciertas directrices previas.

Precaución, escritor

i A n te s que nada, caveat scriptor (precaución, escritor). El v ia je d el


i h é ro e p ro p o rc io n a s im p le m e n te u n a s p a u ta s. N o es una receta de
cocina ni un a fórm ula m atem ática que pueda aplicarse rígidam en-
' te a cualquier historia. Para que resulte efectiva, un a historia no
272 EL VIAJE DEL ESCRITOR

tiene necesariam ente que seguir ésta ni ninguna otra escuela Pa"
radigm a o método de análisis. L a prueba definitiva de q u e u n a his
toria tiene éxito o calidad no es en m o d o alguno su a d e c u a c ió n a
unas pautas determ inadas, sino su popularidad y el efecto positivo
que causa en el publico. Forzar u na historia para que en caje e n d -
term inados patrones preestablecidos es com o em pezar la casa p Qr
el tejado.
Se pueden escribir buenas historias que carezcan de los rasgos
m encionados en el viaje del héroe. En realidad es m ejor así. L a g¡n-
te prefiere que la creatividad desafíe las convenciones que le son fa­
m iliares y las previsiones m ás habituales. U na historia puede rom per
todas las «norm as», y a pesar de ello ser capaz de despertar un elen­
co de em ociones hum anas intensas y universales.

La forma se somete al contenido

R ecuerde: la e stru c tu ra de la h isto ria vien e dictada p o r sus nece­


s id a d e s . L a form a debe adaptarse al contenido. Las creencias y prio­
ridades, ju n to con el carácter de los personajes, los tem as, el estilo,,
el tono y el hum or que se pretenden generar, determ inan la formai
y el diseño de la línea argumental. La estructura tam bién estará in­
fluida por el público, el lugar y el tiem po en los que se contará la
historia.
A sim ism o, la form a de una historia varía en función de las n e­
cesidades de los espectadores. Se seguirán creando nuevos tipos
de estructuras con ritm os diferentes. P or ejem plo, gracias a la te ­
levisión y al estilo de m ontaje de la cadena MTV. h a m enguado el
intervalo de tiem po que el público internacional es capaz de pres­
tar la debida atención; la sofisticación es m ayor que nunca, de
suerte que los escritores pueden construir historias con m ovi­
m ientos m ás veloces y dar por hecho que el espectador será capaz
de digerir estos giros rápidos y los cortes bruscos en estructuras
familiares.
T odos los días se crean form as diferentes. toda v ez que con cada
obra que se escribe se vierten nuevas observaciones sobre la estruc­
tura de la narrativa. E l viaje del héroe constituye solamente una
guía, un punto de partida desde el que forjar las reglas y el lenguaje
adecuados sobre los que cim entar una buena historia.
UNA MIRADA RETROSPECTIi/A S U B H t ti nw c

B L e lección de metáforas propias

p a tró n del viaje del héroe es, sencillam ente, una m etáfora de lo que
l|lfflirp.de en una historia o en L a vida misma. He utilizado los ejemplos
« M e la caza, u n a clase universitaria y la respuesta sexual hum ana como
* pietáforas para explicar los patrones que yo detecto en una historia de-
1, terminada. Sin em bargo, éstas no son las únicas posibilidades. D eben
H crearse una o varias m etáforas distintas, si con ello alcanzam os un m e­
jo r entendimiento del arte de la narración. Se puede considerar más
I Útil com parar la historia con un partido de béisbol y sustituir las eta­
, ! pas del viaje por las bases o zonas del cam po de juego, recurriendo al
■ lenguaje deportivo en lugar de usar los térm inos que m aneja este li-
V, bro. Tam bién podem os optar por la navegación a vela, la cocción del
! pan, el descenso en balsa p o r un río, la conducción de un coche o el
. pro ceso de esculpir u n a estatua, si nos parecen com paraciones m ás
' certeras y ajustadas p ara describir el proceso de narración de la h isto ­
ria que nos ocupa. A veces se precisa u n a com binación de m etáforas
para ilum inar las diferentes facetas del viaje humano.
Las etapas, los térm inos tem porales y las ideas del viaje del héroe
pueden usarse a m odo de patrones o sugerencias para la producción
de una historia, siem pre y cuando no nos ciñam os al m odelo con de­
m asiada rigidez. Probablem ente lo idóneo sea leer las ideas vertidas
en el viaje del héroe para después olvidarlas a la hora de escribir
nuestras propias historias. Si uno se pierde escribiendo, deberá sin
duda acudir a las m etáforas com o p odría consultarse un m apa du­
rante un viaje físico. Pero nunca debem os confundir el viaje con el
m apa. N adie viaja con una g uía turística pegada al parabrisas. Los
m apas y las guías solam ente sirven para su consulta antes de la par­
tida o para sacarnos del atolladero cuando nos desorientam os. El pla­
cer de un viaje no se obtiene de la lectura o el seguimiento de unas
pautas, sino de la exploración de lugares ignotos, de la desviación de
los cam inos m arcados, aunque sea de tarde en tarde. Los grandes des­
cubrim ientos solam ente son posibles si nos perdem os de form a crea­
tiva, viajando m ás allá de los límites que m arca la tradición.

Una plantilla de referencia

Quizás alguien desee experim entar con el viaje del héroe con el pro­
pósito de crear u n a nueva historia o p ara reestructurar una obra. En
las películas de anim ación de la factoría Disney, se h a utilizado este
274 EL V IAJE DEL ESCRITOR

m odelo p ara reforzar argum entos, detectar problem as y definí- es­


tructuras. C ientos de escritores m e han com entado que perfilan SUs
guiones, novelas rom ánticas y episodios de com edias para la telev 1-
sión con la ayuda del viaje del héroe y ejemplos que e n c u e n tra n en
la mitología.
Algunos inician la escritura de una película o una novela anotan­
do las doce etapas del viaje en doce fichas. Cuando tienen y a defini­
das algunas de las escenas m ás im portantes y los puntos de inflexión
básicos, se anotan en la ficha de la etapa correspondiente, allí don­
de se considera que pueden encajar m ejor. D e esta form a se em pie­
za a diseñar el trazado de una historia propia, cubriendo paulatina­
m e n te lo s h u e c o s y la s la g u n a s q u e p u e d a n e x is tir en el
conocim iento de los personajes y de lo que les sucede. Igualm ente,
podem os utilizar las ideas del viaje del héroe para form ular pregun­
tas sobre los protagonistas: ¿cuáles son sus m undos ordinario y es­
pecial? ¿Cuál es la llam ada de la aventura que experim enta el héroe?
¿C ó m o se expresa el m iedo en el rechazo de la llamada? ¿E stá y a su­
p e ra d o cuando se produce el encuentro con el m entor? ¿C uál es el
prim er um bral que tiene que atravesar el héroe? Y así sucesivam en­
te, com pletando las lagunas y esbozando un esquem a que integre a
todos los personajes, así com o los argum entos secundarios, hasta
elaborar un diseño com pleto.
Posiblem ente, alguna de las escenas concordará con la función de
una etapa que, según el m odelo del viaje del héroe, es «inadecuada».
Quizás en su historia será conveniente que el m entor presente o en­
tregue la llam ada, y que el rechazo se produzca en el segundo acto o
en el tercero, y no en el prim ero. N o im porta, coloque la escena don­
de le parezca que encaja con m ás naturalidad. El m odelo sólo m ues­
tra el lugar m ás habitual, pero no el único donde puede ocurrir un
hecho.
C u a lq u ie r e le m e n to d e l v ia je d e l h é ro e p u e d e a p a re c er e n cual­
q u ie r p u n to d e la h isto ria . Bailando con lobos com ienza con la odi­
sea (el calvario) o la resurrección del protagonista que, com o se ha
dicho, norm alm ente se coloca hacia la m itad o al final del viaje del
héroe. Pese a contravenir la pauta, la historia funciona perfectam en­
te. Todas las historias están com puestas por elem entos del viaje del
héroe, pero las diferentes unidades pueden recolocarse de m odo que
satisfagan las necesidades de cada una en particular.
Por esta razón resulta m ás adecuado em plear las fichas que escri­
bir las diferentes etapas en una única hoja de papel. De esta form a
pueden recolocarse las diferentes unidades com o m ejor convenga al
UNA MIRADA RETROSPECTIVA SOBRE EL VIAJE 275

proceso, y añadir m ás fichas en caso de que un m ovim iento com o,


§ por ejem plo, la llam ada o el rechazo, deba aparecer varias veces (tal
y com o sucede en T itan ic ).
Análogam ente, a m edida que visualiza la historia, podría discu-
| rrir algunas escenas que a priori no hallarán correspondencia en
ninguna de las etapas del viaje. Y tal vez se vea en la necesidad de
in v e n ta r su term inología o sus m etáforas propias, a fin de abarcar
i las categorías que desbordan el patrón, com o si confeccionara un
I viaje del héroe hecho a la m edida de su propia y personal visión del
universo.

la demostración práctica de la idea

|S eguidam en te analizarem os diferentes películas para ilustrar como


los m otivos del viaje del héroe se siguen recreando con nuevas com ­
binaciones de viejas pautas.

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