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Los trabajos de topografía y delimitación, así como las propuestas para su trazado
comenzaron en ese mismo año.
Por otra parte, la capital necesitaba un territorio. Para ello, se delimitó un cuadrado de 10
millas de lado (16 km.) cuyos vértices indicaban los cuatro puntos cardinales de forma que
aparecía en los planos como un rombo, que pronto se identificó con la forma de un diamante.
Esta superficie de 100 millas cuadradas (casi 260 km2) segregaba parte del estado de
Maryland (la zona noreste del rio Potomac) y del estado de Virginia (la zona suroeste del rio),
configurando un nuevo distrito, el Distrito de Columbia.
No obstante esta delimitación inicial se vería modificada años después, cuando Virginia
reclamó la parte segregada, consiguiendo, finalmente, recuperarla. La retrocesión del
acuerdo inicial, se aprobó en 1846, y devolvió el Alexandria County a Virginia. En 1870 la
ciudad de Alexandria se constituyó en municipio independiente (City of Alexandria) lo que llevó
a cambiar, en 1920, el nombre del resto del condado para evitar confusiones. Se
denominó Arlington County en referencia a la Arlington House, que fue residencia del general
Robert E. Lee. Alguno de los grandes equipamientos gubernamentales, como el Pentágono,
no se encuentran propiamente en Washington, sino en Arlington, Virginia, justo en la otra orilla
del río.
Cuando surgieron los debates sobre la capital federal y se apuntaba hacia la ubicación en las
orillas del Potomac River, L’Enfant se postuló para redactar el plan de la nueva ciudad.
Finalmente consiguió, gracias a su amistad con Alexander Hamilton y con el propio presidente,
el encargo de diseñar el trazado de la Federal City que acabaría denominándose Washington
D.C.
El Plan desarrolla una trama reticular orientada norte-sur, sobre la que se superpone otra
oblicua que abre diagonales en la anterior. Estas diagonales van marcando los puntos
singulares de la ciudad sobre los que surgen amplias rotondas y plazas. La aparente rigidez
del trazado presenta alguna deformación obligada por la deseada ubicación del Capitolio en
el punto alto de la Jenkins Hill. Esta circunstancia obligó al desplazamiento de ejes y a la
quiebra de algunas perspectivas de las partes central y sur de la ciudad, solucionadas en una
ingeniosa composición de geometrías.
Esos dos edificios eran de urgente construcción y, tras fijar su localización, fueron comenzados
inmediatamente. La Casa Blanca se inició en 1792 según el diseño de James Hoban (1758-
1831) y el Capitolio, la sede del Congreso según los planos de William Thornton (1759-1828)
quién ganó el concurso convocado al efecto en 1793. Ambos edificios entraron en
funcionamiento en 1800 (aunque el Capitolio se encontraba lejos de estar concluido). En esa
fecha, Washington fue declarada capital federal en sustitución de Filadelfia, que,
provisionalmente, había actuado como tal desde 1790.
La naciente ciudad tendría una evolución complicada. A las dificultades técnicas habituales,
entre las que también se acometió el rellenado de la amplia desembocadura del Tiber Creek,
se le sumaron otros graves problemas. En 1812 se declaró un nuevo enfrentamiento entre
estadounidenses y británicos y Washington sufrió el incendio de buena parte de sus edificios
públicos en 1814 (Burning of Washington). Décadas después, los problemas financieros
derivados de la Guerra de Secesión (1861-1865) también frenaron el progreso de su
construcción.
El McMillan Plan
Cuando la ciudad se aproximaba a su centenario, volvieron los debates sobre las necesidades
de la capital que no se habían visto desarrolladas durante su siglo de existencia. Además el
perfil de la ciudad en su encuentro con el rio había cambiado y exigía una reconsideración.
Los debates sobre la ciudad tenían temáticas muy variadas. Muchas voces reclamaban el
rediseño del Mall que había evolucionado de forma poco coherente, otras requerían el
planteamiento de un sistema de parques adecuado y también se reivindicaban espacios para
el homenaje de los héroes de la nación.
Sobre estas bases, en 1900 se formó una comisión en el Congreso que, presidida por el
senador James McMillan, abordaría la reflexión sobre el futuro de Washington y la tarea de
revitalizar el centro monumental de la ciudad. Este último fue el gran tema del plan.
Alguno de los integrantes de la comisión fueron, Daniel Burnham, arquitecto director de la
exposición de Chicago, el paisajista Frederick Law Olmsted Jr., el arquitecto Charles F.McKim
(de McKim, Mead & White) y el escultor Augustus St. Gaudens.
El Plan L’Enfant con sus grandes perspectivas abiertas e infinitas daría paso a la composición
arquitectónica y cerrada del McMillan Plan, en el que se proponían recorridos con principios y
finales focalizados dentro de una gran rotundidad en la configuración del espacio.
En el McMillan Plan se remodela el centro de la ciudad, formalizando el National Mall con
grandes edificios públicos, principalmente museos de arte e historia, que jalonan el gran eje
que parte del Capitolio, eje que fue prolongado hasta los terrenos ganados al Potomac River
(que se encontraba mucho más lejos por esa razón).
Igualmente, el eje presidido por la Casa Blanca fue extendido hacia el sur. Los dos amplios
espacios formaban, en proyecto, una cruz colosal.
Las impresionantes dimensiones de la propuesta, se veían reforzadas con gestos como las
alineaciones arboladas, las extensas praderas abiertas o la ubicación estratégica de
los Memorials. También el monumento a Washington, el gigantesco obelisco que supera los
169 metros de altura y fue construido entre 1848 y 1888, o la extraordinaria Reflecting Pool ,
la lámina de agua situada entre el Lincoln Memorial y National World War II
Memorial potencian la impresión monumental del conjunto.
El proyecto sufrió diversos cambios, particularmente en el ala sur de la “cruz”, que acabó
desapareciendo debido al Tidal Basin, o en los viarios perimetrales oblicuos del oeste que no
llegaron a construirse. A pesar de las modificaciones, este gran espacio ha mantenido sus
esencias de monumentalidad y significación convirtiéndose en un icono internacional. La
magnificencia de los tres kilómetros y medio que separan el Capitolio del Lincoln Memorial, o
su papel como escenario de multitudinarias manifestaciones ciudadanas, dan testimonio de
ello.
Una nueva ordenación para Nazaret, suelo urbanizable para construir 17.000 viviendas,
conexiones peatonales y ciclistas para
unir todos los núcleos verdes y un
horizonte máximo de 850.000
habitantes. Estas son las líneas
generales del Plan General de
Ordenación Urbana de la ciudad que
ha diseñado la alcaldesa de Valencia,
Rita Barberá, y que prevé que tenga
efectividad durante los próximos 15
años. El nuevo proyecto, presentado
ayer por Barberá y su concejal de
Urbanismo, Alfonso Novo, prevé
reclasificar 60 hectáreas menos de huerta que el documento anterior (de 460 a 415) que
presentó el mismo equipo de Gobierno.
La alcaldesa justificó este recorte en las previsiones de crecimiento urbanístico en el «cambio
de escenario económico, legal y demográfico que se ha producido en el país».
La alcaldesa aseguró que «la Valencia del futuro» se vertebrará en torno a sus grandes
espacios verdes, y sostuvo que el nuevo Plan General «garantiza el crecimiento sostenible
como uno de los ejes estratégicos». Por ello, el documento, del que exclusivamente se
trazaron las líneas maestras, propone destacar el patrimonio ambiental para que se pueda «ir
andando desde el Parque de Cabecera por el Jardín del Turia y dar la vuelta a la Marina»,
añadió para recalcar que Valencia se configura «como una gran infraestructura verde» donde
el 95,5 % de la huerta está protegido.
Esta propuesta de Plan General apuesta por el patrimonio urbano con la revisión de diversas
zonas degradadas, la creación de un parque empresarial en el polígono Vara de Quart y la
eliminación de vías rechazadas por los vecinos, como la ronda Castellar-Oliveral o el corredor
comarcal norte de San Miguel de los Reyes. .Además, el proyecto se estructurará sobre una
red peatonal y ciclista que permitirá comunicar todas las zonas verdes de la ciudad. También
se prevé crear un itinerario que comunique las playas norte y sur con la Marina y con l'Albufera
y el Saler.
Los grupos del PSPV y Compromís en el Ayuntamiento coincidieron en criticar la revisión del
Plan General de Ordenación Urbana presentada hoy por la alcaldesa, al entender que da
continuidad tanto a la especulación como a los modelos «depredadores» que llevaron a la
burbuja inmobiliaria. El portavoz socialista, Joan Calabuig, aseguró que en Valencia hay suelo
«suficiente y edificios vacíos» para
garantizar el derecho de los
ciudadanos a una vivienda durante
más de 30 años, por lo que dijo que
«lo sensato» sería «renovar la ciudad
consolidada». Para Joan Ribó
(Compromís), el nuevo Plan General
tiene «una previsión de crecimiento
irreal» ya que, a su juicio, pretende
«continuar con la especulación
urbanística en la ciudad» con la
construcción de 17.000 nuevas
viviendas en vez de apostar por la
rehabilitación de las 65.000 que están
vacías.
Nazaret (en valenciano Natzaret) es
un barrio de la ciudad de Valencia
(España), situado en el distrito de Poblados Marítimos.
Los detalles del Plan General
• Red peatonal y ciclista. El documento plantea una red peatonal y ciclista que conecte las
principales zonas verdes de la ciudad. Además, se creará un itinerario que una las playas
del norte y del sur de la ciudad.
• Más VPP. La alcaldesa anticipó que en los futuros desarrollos urbanísticos de la ciudad se
establece un mínimo del 50% de Viviendas de Protección Pública y en algunas incluso
llegará al 100%.
• Nueva ordenación. Entre las infraestructuras que se prevén figura una nueva fachada
portuaria en Nazaret y prolongar Blasco Ibáñez.
“París Smart City 2050″ es una apuesta en firme para transformar la ciudad del amor, en la
ciudad más sostenible del planeta, con la intención de ofrecer una mayor calidad de vida a sus
habitantes y turistas.
Compuesto por ocho estructuras de usos múltiples que habitan en diversos lugares dentro de
París, el plan se esfuerza por abordar los principales problemas de sostenibilidad que afectan
a cada distrito, al tiempo que proporciona funciones clave para la ciudad.
Integrada en el Plan Energético Climático de París, la acertadamente llamada “Smart City”
tiene como objetivo reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero
para el año 2050. Con el fin de alcanzar los objetivos energéticos a largo plazo, los rascacielos
integran diversas técnicas de producción de energía para asegurar su constante participación
en los esfuerzos sustentables, así como en motivar a los habitantes en adoptar estándares
ecológicos en su vida cotidiana. Aunque las técnicas empleadas son únicas para cada edificio,
los objetivos generales de Smart City son coherentes: respetar la rica historia de París
mientras realza su potencial para cultivar un futuro más saludable, disminuyendo su impacto
ambiental.
El proyecto no sólo tratará de modernizar la ciudad sin renunciar al estilo parisino, sino que
implementará una serie de estructuras y
herramientas que serán capaces de reducir las
emisiones contaminantes hasta un 75% hacia
2050.
Consistentemente en todo el plan de “Smart City”, están mezclados los programas de las
torres, que combinan lo residencial, laboral, y las funciones comerciales, que se dividen
internamente. Esto combate la necesidad de transportarse grandes distancias y reduce las
emisiones de combustible en la ciudad. “Smart City” refuerza la idea de que las ciudades
pueden seguir creciendo, pero manteniendo su carácter y contribuyendo a un futuro más
saludable.
Un proyecto titánico que ya ha sido encargado por el Ayuntamiento de la ciudad cuya fase de
ejecución duraría 35 años y que deberá hacer frente a varios cambios de gobierno, riesgos en
su mantenimiento y fallos, que por supuesto, no se tienen contemplados.
CIUDAD NUEVA SANTA CRUZ
La Ciudad Nueva Santa Cruz, se ubica en el centro de la Ciudad Productiva Integrada y será la
ciudad de ensueño de Latinoamérica.
La ciudad Nueva Santa Cruz, se ha transformado en el mega proyecto urbano de Bolivia: una
ciudad pensada para 370.000 habitantes, sobre un área de 6.000 hectáreas y con una
inversión total de U$S 2.500 millones. La nueva ciudad se encuentra a 20 minutos del centro
de la actual Santa Cruz de la Sierra, a 5 minutos del aeropuerto internacional de Viru Viru, y
nace con un estilo diferente de convivencia armónica, para convertirse en el nuevo centro de
la actividad comercial, logística y de turismo de la región.
Esta mega proyecto es desarrollado por Grupo Empresarial Lafuente, el holding de bienes
raíces más importante de Bolivia, con 21 años de experiencia en el sector y 24 proyectos
inmobiliarios y urbanísticos en su haber. A continuación, la entrevista a Julio Novillo,
Presidente del Grupo Lafuente.
¿Cómo y por qué surgió la idea de hacer una apuesta tan fuerte como el desarrollo de
la ciudad Nueva Santa Cruz?
La Ciudad Nueva Santa Cruz es una idea que se fue formando y enriqueciendo en el tiempo.
Los factores fundamentales del proyecto se centran en las oportunidades, la vocación y las
potencialidades extraordinarias que presenta Santa Cruz en el contexto Latinoamericano. Esto
es bueno destacar: nuestro proyecto está enfocado no sólo para Santa Cruz o Bolivia, sino
que nuestra visión tiene la perspectiva del mercado regional.
¿Cuáles son los ejes de la concepción de la ciudad Nueva Santa Cruz?
La ciudad Nueva Santa Cruz está concebida como una urbe modelo, sin precedentes en la
región. Tomando en cuenta el acelerado crecimiento demográfico de Santa Cruz, su vocación
productiva y la ventaja de una ubicación geográfica estratégica, la ciudad Nueva Santa Cruz será
una ciudad moderna e inteligente, con visión futurista, centrada en las personas, placentera y
confortable, que asegure una mejor calidad de vida para todos sus habitantes. Para esto nos
hemos asociado con la empresa LH Korea Land & Housing Corporation, y gracias a su
asesoramiento y know how estamos diseñando una ciudad planificada, moderna e inteligente, al
nivel de ciudades del primer mundo, que adopta las tendencias modernas de planificación
urbana, que puede superar los problemas urbanos y ser auto sostenible.
El impacto socio económico será de gran significación. Santa Cruz tiene una estimación de
duplicar su población en los próximos 15 años. La construcción de una nueva ciudad representa
gran intensidad de inversión y fuente de actividad para muchos rubros de empresas, desde
planificadores hasta constructores, desde proveedores de maquinarias y materiales hasta
empresas de servicios.
¿De qué se trata el concepto de “ciudad productiva integrada” que promueven desde la
compañía?
¿Cuáles son las áreas de oportunidades de negocios que abre el proyecto a compañías e
inversores de Real Estate?
Las oportunidades son múltiples para las empresas en las áreas de construcción, infraestructura,
tecnología, desarrollo inmobiliario, bienes raíces, inversión y financiamiento. En síntesis, un
proyecto en el que cada empresa o cada empresario puede encontrar sus propias oportunidades
y diseñar su propia estrategia de desarrollo. El Grupo Empresarial Lafuente promoverá negocios
en estas áreas bajo un modelo flexible que pueda ajustarse a diferentes iniciativas y expectativas.