Sunteți pe pagina 1din 2

Técnicas de trabajo para la Familia

CINCO CUALIDADES

Descripción: Se pide a la madre, al padre o a ambos que hagan una lista de al menos cinco cualidades de
su/s hijo/s, de aspectos que valoran en ellos, de lo que les gusta de ellos como personas. Indicaciones:
Utilizamos esta tarea cuando el padre o la madre de un niño o adolescente sólo ve en él limitaciones y
defectos, a veces incluso llegando al desapego y al rechazo. Este sesgo cognitivo negativo diculta mucho
que los padres introduzcan cambios en la forma de tratar al hijo, e incluso que puedan percibir los
cambios positivos que éste pueda lograr. Por eso, la tarea «Cinco cualidades» se plantea como paso
previo a otras prescripciones conductuales. A tener en cuenta: Es importante que la tarea implique un
verdadero proceso de reexión, de intentar acercarse al hijo con otros ojos y no un mero elaborar una
lista de tópicos y lugares comunes. Para ello puede ser interesante empezar empatizando con el dolor
de los padres, explicándoles que entendemos que las malas experiencias con el hijo hayan ido creando
esa imagen negativa de él, y de qué manera esto les hace sufrir y les empobrece como progenitores.

Variantes: Se puede pedir a la persona que antes de confeccionar la lista lleve a cabo una pequeña
investigación para recabar la opinión de otras personas: ¿qué cualidades destacaría el padrino de la
hija? ¿Y su entrenador de baloncesto? ¿Y su mejor amiga? Esta investigación puede realizarse hablando
realmente con estas terceras personas pero, si no es posible, el padre/la madre puede simplemente
pensar acerca de las cualidades de su hijo viéndolas desde el punto de vista de aquéllas. Se puede pedir
a los padres que cada uno de ellos redacte su propia lista por separado, y después se reúnan para
contrastar sus notas.
100 POR CIENTO EQUIPO

Descripción: Se propone a los padres que aumenten al máximo la coordinación entre ellos dos, de modo
que actúen como un verdadero equipo en la educación de sus hijos. Para ello: - Se pondrán de acuerdo
en qué conductas concretas de su(s) hijo(s) quieren cambiar. - Se pondrán de acuerdo en cuáles son las
consecuencias a aplicar (premios y castigos). Las consecuencias serán contingentes a las conductas de
los hijos. Los castigos serán cortos, pero los mantendrán y apoyarán ambos padres. - Anunciarán, entre
los dos, las nuevas normas a sus hijos. - Responderán a las conductas problemáticas de los hijos de la
forma acordada, apoyándose mutuamente. En caso de desacuerdo, se retirarán para discutirlo sin
presencia de los hijos. - Si hay que tomar alguna decisión no prevista, los padres consultarán entre ellos
antes de actuar. - Todos los días los padres dedicarán diez/quince minutos a comentar entre ellos qué
tal lo han hecho esa jornada, elogiándose mutuamente por los aciertos y acordando alternativas para lo
que no haya funcionado tan bien. Indicaciones: Esta tarea está indicada en todas aquellas ocasiones en
que los desacuerdos entre los progenitores les vuelven poco ecaces y les bloquean como padres. Estos
desacuerdos son habituales en la educación de los hijos, entre otras cosas porque estos últimos tratan
en lo posible de aprovecharse de ellos y de ahondar en estas diferencias («Divide y vencerás»). A tener
en cuenta: Es muy importante que los acuerdos entre los padres estén descritos en términos de
conductas concretas, visibles y fácilmente observables. «Ser más obediente» es una exigencia
demasiado general; «Poner y recoger la mesa a la hora del almuerzo» sí es una descripción concreta. Es
habitual que ante el nuevo régimen educativo y la diferente actitud de sus padres, los hijos reaccionen
poniéndolos a prueba y aumentando inicialmente las conductas disruptivas. Es conveniente avisar a los
padres e instarles a que se mantengan firmes en la línea de actuación acordada, pese a las
provocaciones. Con adolescentes, resulta adecuado que las normas no sean impuestas unilateralmente
por los padres, sino que los hijos tengan cierta posibilidad de negociar. De todos modos, aunque se
escuche la opinión de los hijos, la decisión última es del equipo de padres.

Variantes: A veces añadimos la sugerencia de que los padres se coloquen una chapita en la ropa, con
alguna inscripción que les recuerde su voluntad de actuar de acuerdo. También es una buena idea que
los padres se premien cuando constaten que están actuando de forma más coordinada. Fuente:
Fomentar el apoyo mutuo entre los padres es una estrategia bien establecida, tanto en los programas de
entrenamiento cognitivo-conductuales de entrenamiento de padres como en la terapia familiar
estructural.

S-ar putea să vă placă și