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Nombres: Llacolén Huineo y Carlo Cofré Cursos: lV°A y lV°B respectivamente.

Electivo 1

This essay speaks about: how the tourist they are harmful historically for the
Teotihuacán aboriginals.

Teotihuacan: fue la primera gran urbe de América, desarrollándose como una ciudad
compleja, con más de cien mil habitantes. La construcción de la ciudad no fue dejada
al azar. Cada calle y templos están alineados con ciertas fechas astronómicas, dando
a todo el conjunto urbano un orden ritual y cósmico.

Abya Yala: “tierra de sangre vital” nombre dado por el antiguo pueblo Kuna a este
continente. Actualmente se usa como concepto que no permite expresarnos de forma
menos colonizada.

Civilización:
En este ensayo no se hará uso de terminología Colonizada, un ejemplo de esto es la
darle el nombre de América a nuestro continente. Preferimos hacer uso de conceptos
pertenecientes a las culturas autóctona de esta zona, de esta forma nos identificamos,
le otorgamos un mayor significado y nos sentimos mas representados que al llamarle
América en honor al Colono Américo Vespucio (nada a que rendirle culto).

Hace miles de años, mucho antes de la llegada de los humanos de piel clara y el
dominio cristiano, grupos humanos caminaban libremente en Abya Yala, viviendo en
simbiosis con la naturaleza, la que regía el andar de estos grupos que se desplazaban
a lugares más favorables dependiendo de la estación del año. Según la investigación
de Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan “El pasado indígena” hay presencia
del humano desde hace de treinta y cinco mil años en este territorio, y la
domesticación de maíz comenzó hace siete mil años, lo que significa que “un ochenta
porciento de nuestro pasado”, por lo que se infiere que hemos vivido más años de la
recolección, caza y pesca.

El difuso paso y transición de una vida nómada a una trashumante y de esta a una
sedentaria es difícil de determinar. Son formas distintas de comprender el universo, de
organizarse socialmente y de relacionarse con grupos o comunidades vecinas.
Repetidas veces nos dicen que es a partir de los conocimientos de los ciclos de las
plantas, produjo lo hoy conocemos como agricultura y a partir de esta, el
sedentarismo, que es la cuna de la “maravillosa” civilización, Pero los grupos nómadas
que vivían y viven de la recolección conocían y conocen mejor los ciclos de la
naturaleza (producto de que están más familiarizados con ella), de lo que lo estamos
nosotros. Ellos en sus pausas estacionales cultivaban algunas plantas, dándonos a
entender por consiguiente que estas prácticas son exclusiva de los animales
humanos, sin considerar que también hay especies de hormigas que cultivan hongos
(hay más de 200 especies de hormigas Atino cultivan hongos para comer), y peces
que cultivan algas (Pez Damisela). El sedentarismo por su parte, no es exclusivo de la
agricultura o ¿Acaso los grupos de los grupos que dependían de la recolección de
moluscos o de la caza marítima, irían a buscar su alimento en las selvas, los bosques
y las montañas?. Así podemos empezar un cuestionamiento infinito de donde surgen
diversos factores que atribuimos a nuestra “evolución” desde la antigüedad, en
dependencia nuestros aborígenes, hasta hoy, en las manos del “hombre moderno” el
cual se sitúa en la cima de la pirámide evolutiva, mirando con desdén todo
antepasado, sin valorar ni brindar homenaje al hecho de que ellos vivieron en
condiciones mucho más difíciles de sobrellevar que nosotros, en un mundo que no
tenía todas las comodidades que nos ofrece la “espectacular” tecnología.
De este modo hay muchos factores que nosotros ahora asumimos como una verdad
impuesta y sabida por todos, puesto que son parte de nuestra realidad cotidiana, sin
embargo, estas necesitaron de un desarrollo de pensamientos de muchos seres
humanos anteriores a nosotros, el cual generalmente desconocemos, en este
escenario, podemos destacar el aporte de los Teotihuacán en áreas como la
astronomía, economía, religión, guerra, arte, calendario e inclusive organización
social, la cual, se podría decir que conservamos hasta ahora, porque en ella, los
nobles eran los encargados de dirigir esta sociedad, puesto a que eran los únicos que
poseían los saberes necesarios para darle una concepción de vida, espacio y tiempo a
la mayoría de los seres humanos que integraban esta sociedad, según nos informa el
Museo Chileno de Arte Precolombino.

Si bien Teotihuacán fue una zona rica en cultura y religiosidad, hoy en día no se le
otorga mas valor que el que genera el turismo

En primer lugar abordaremos esta temática desde un punto de vista en el que sí se


respeta la religiosidad de los pueblos antiguos. De este modo comenzaremos
mencionando el gran potencial religioso que poseía la sociedad Teotihuacana ya que
esta contiene más templos religiosos que cualquier otra en toda Abya Yala, sus ruinas
están repletas de mensajes codificados en una lengua no hablada (solo “escrita”) lo
cual nos da a conocer la gran importancia del culto a sus dioses entre los cuales, el
que más se destaca en cuanto a arquitectura es la Serpiente Emplumada,
Quetzalcoátl, por consiguiente podemos asumir que es el de mayor relevancia dentro
de sus concepciones sobre el universo. Este hecho es abrumador, si consideramos
que actualmente dentro de la nación que se apodero de los territorios donde habitaron
aquellos aborígenes, esta religiosidad sea casi desconocida y constantemente
destruida y avasallada tanto por la naturaleza misma, como por los turistas,
convirtiendo aquellos templos sagrados en un espectáculo maravilloso para
audiencias ignorantes que no valoran, ni respetan su verdadero significado, con el
objetivo de obtener un recuerdo fotográfico que engrandece su status social,
denotando una gran capacidad económica, la cual le permite darse este tipo de lujos.

Como segundo punto a tratar, nos referiremos a la estructura en la cual se disponía la


sociedad Teotihuacana la cual también se ha visto perjudicada y deformada por los
turistas (también denominados conquistadores e invasores) los cuales llegaron de
forma hostil a imponer todo lo que ellos consideraran como verdad, apagando todo
vestigio de cultura aborigen en cuanto a práctica (de ser de forma contraria, se
acusaba de herejía), de este modo fueron poco a poco imponiendo su cultura, sus
creencias, su único Dios a quien solo pudimos resignarnos a adorar, trayendo también
consigo su “civilización” (una sociedad llena de limites y barreras mentales) a unas
tierras donde los limites era desconocidos, donde la ciudad estado más importante no
se identificaba con naciones, ni raza, ni mucho menos fronteras (solo las naturales).
Era una sociedad Cosmopolita, en donde la vida era común, todos con un mismo
objetivo y fin, que era adorar a su Dios sol, asimismo podemos destacar su unión en la
vida común con los más de dos mil conjuntos habitacionales ubicados en las zonas
periféricas a los templos. Por otro lado podemos apreciar su comunidad religiosa al ver
sus grandes construcciones arquitectónicas posicionadas estratégicamente en función
del desplazamiento de los astros (El Cosmos). Sin embargo todo esto se ve perdido
una vez que la historia se repite, una vez más se ve una cultura rica, perdida a manos
de fuerzas opresoras variables, que muchas veces no poseen cuerpo humano, ya que
la misma naturaleza se encarga de en su gran mayoría de llevárselos consigo, como
es el caso de Teotihuacan donde a causas de manifestaciones de la naturaleza, los
pobladores se vieron obligados a alejarse de este territorio o fácilmente vivir en sus
ruinas con riesgo de perder su vida. Como se dijo anteriormente, la historia se repite,
la serpiente que se muerde su propia cola, comiéndose a si misma, el eterno retorno.
En tercer y último lugar, hablaremos de cómo a causa de todo lo anteriormente
mencionado, llegamos a la deformación de las creencias de esta zona sagrada, a
causa de los principales enemigos de la identidad cultural de una determinada región,
las multiples posibles creencias a las cuales podemos acceder ahora con más fácil
disposición, nos hace olvidarnos de lo que en un principio fueron nuestras creencias,
hemos olvidado que los pueblos aborígenes no creían en la muerte tal como la pinta el
mundo cristiano, ellos tenían una concepción de muerte como centro y origen del sol,
creían fuertemente en una prolongación y mejora de sus vidas terrenales, por esto se
realizaban constantemente sacrificios humanos en honor y homenaje a sus dioses
(incluso para construir los templos), los cuales les retribuían estos actos en una mejora
de sus condiciones de vida y acceso a recursos de gran importancia para su
desarrollo. Esto se contrapone totalmente a la concepción que se tiene hoy en la gran
mayoría del territorio que antiguamente poseían nuestros antepasados, la religión mas
practicada en la zona que hoy se denomina como Mexico es el Cristianismo, lo cual
probablemente haga que nuestros Dioses reales y nuestros antepasados, se
estremezcan en sus lechos. Visto de esta forma podemos decir a toda costa que las
intervenciones Asimiladoras, a pesar de ser normales en la historia de nuestro paso
como seres humanos por la tierra, son algo que perjudica totalmente al desarrollo de
una identidad cultural y religiosa variada, nos aleja colosalmente de lo que se espera
de una sociedad cosmopolita, donde todas las costumbre y creencias son respetadas
(no necesariamente compartidas), de modo que todo ser humano es libre de pensar y
llevar a cabo su existencia de la forma que más le acomode.

Para finalizar podemos concluir a base de todo lo hablado anteriormente que una
sociedad riquísima en cultura y religión no puede permanecer para siempre en el
inexorable paso del tiempo, el eterno retorno hace que la historia tienda a repetirse y
esperamos que haga lo mismo con la cultura del espectáculo y la religión cristiana o al
culto al dinero, donde sus fieles o consumidores disfrutan del necrofilico espectáculo
de visitar civilización muertas, profesando quizás su arrogancia y “orgullo” de ser parte
de la civilización de turno, ignorando su deficiensas, su vacio que no nos brindan
respuestas, su vorágine del consumo de servicios. El ciclo de la vida traerá consigo un
mundo “nuevo”, regresando a un origen, pero es debe ser después de que estas
ciudades terminen en escombros. Podriamos decir con esto que para la civilización
establecida actualmente, es solo cuestión de tiempo para que decaiga, dejando en lo
que ahora son ciudades antropocéntricas, nada más que escombros de lo que alguna
vez existió y probablmente, nuestro predecesores, tampoco vayan a valorar, ni otorgar
significado alguno a todo lo que según nosotros hemos creado en bien de la sociedad
humana en bien del mismo. Dicho todo esto, debiéramos dejar de lado la mala
costumbre que tenemos de menospreciar algo por tildarlo de anticuado, está más que
claro y en evidencia el hecho de que nuestros antepasados poseían menos
posibilidades de prolongar su existencia y aún así, vivían más plenamente de lo que
nosotros lo hacemos ahora, en un mundo donde todo lo que queremos lo tenemos al
alcance de nuestras manos (o de nuestros cliks). No sigamos repitiendo la ironía de no
validar el camino recorrido por aquellos anteriores a nosotros, que aunque no lo
veamos, dan pie a lo que ahora es nuestra realidad y evolucionan hasta lo que ahora
denominamos desarrollo, a pesar de que este mismo, a nuestro parecer no sea el
camino que debimos haber recorrido para “evolucionar”, desafortunadamente nosotros
mismos somos dependientes y adictos a todo lo que la sociedad actual nos ofrece
para llenar nuestros vacíos existenciales e intentar compensarnos con nosotros
mismos por autolimitarnos, por esta razón, valoramos infinitamente el poder de estas
culturas ancestrales de vivir y desarrollarse sin todo lo que ahora es para nosotros una
realidad cotidiana.

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