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Pág.
Introducción 2
1. Definición de la prueba 3
2. Importancia de la Prueba 4
3. La Prueba Prohibida 5
4. La Prueba Ilícita 6
5. La prueba prohibida desde el aspecto constitucional 9
6. La Prueba Prohibida en el Nuevo Código Procesal Penal 10
7. Naturaleza Jurídica de la prueba prohibida 12
8. Valoración y Efectos de la Regla de Exclusión de la Prueba Ilegitima 14
9. Excepciones a la Regla de Exclusión 15
9.1. Fuente independiente 15
9.2. Descubrimiento inevitable 15
9.3. Buena fe 16
9.4. Doctrina del “tinte diluido” 16
9.5. Proporcionalidad 17
10. Tratamiento Nacional de la Regla de Exclusión y sus Excepciones 18
11. La prueba prohibida y el conflicto de bienes jurídicos 20
12. Derechos Fundamentales vulnerados 21
13. La prueba prohibida y sus consecuencias jurídicas 22
14. Conclusiones 23
15. Bibliografía 24
1
LA PRUEBA PROHIBIDA EN EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL
PENAL PERUANO
Introducción
1. Definición de la prueba
1
SENTÍS MELENDO, Santiago. “Qué es la prueba” en Revista de Derecho Procesal Iberoamericana. Nº 2. Pág
259
3
al respecto, que permita un ejercicio correcto y legítimo de la potestad jurisdiccional
penal”2.
2. Importancia de la Prueba
La prueba tiene gran importancia en la vida jurídica, tal y como nos lo hace
saber la doctrina, así Davis Echeandía sostenía que: “No se concebía una
administración de justicia sin el aporte de una prueba”. Entonces sin la prueba, no
sería posible la eficacia de los derechos materiales, lo que se resume en el siguiente
adagio: “tanto vale no tener un derecho, cuanto no poder probarlo”3; sin la prueba
el juez no podría tener un contacto con la realidad extraprocesal, así resulta difícil
2
MIXÁN MÁSS, Florencio. “Categorías y Actividad Probatoria en el Procedimiento Penal”. Ediciones BGL,
Trujillo. Ed 1996. Pág. 303.
3
LÓPEZ BARCA DE QUIROGA, Jacobo. “Las escuchas telefónicas y la prueba ilegalmente obtenida”. Akal.
Madrid. Pág. 52
4
imaginar un proceso en el cual no se haya realizado algún tipo de actividad
probatoria, por lo que se ha llegado a afirmar que sin la prueba no hay proceso.
3. La Prueba Prohibida
4
MIXAN MASS, Florencio. Ob. Cit. Pág.350
5
Otra clasificación que ha establecido la doctrina, pero que se enmarca dentro
de los postulados generales esgrimidos anteriormente, es la concerniente a prueba
irregular, defectuosa o incompleta, que se da mediante la inobservancia de
formalidades (violación de regla procesal), que puede ser valorada en la medida
que sea subsanada, de lo contrario, tendrá efecto similar a la prueba prohibida, pero
con la diferencia, que esta modalidad de prueba ilícita, no genera efecto reflejo; es
decir, su invalidez no alcanza a las que se pudieran deriva de ésta, siempre que se
obtengan o se incorporen lícitamente.
4. La Prueba Ilícita
5
“Prueba Prohibida y nulidad de actuaciones” en Actualidad Jurídica. Tomo 175. Junio 2008. Pág.146
6
MIRANDA ESTRAMPES, Manuel. “El concepto de prueba ilícita y su tratamiento en el derecho procesal
penal”. Bosch Editor. Barcelona. 1999. Pág. 17
6
Dentro de dicho grupo, posiciones más moderadas establecen mayores
criterios de acotación del contenido de la institución. Así, Denti señala que la prueba
ilícita es aquella obtenida en violación de los derechos contenidos en normas
diversas, especialmente aquellas de rango constitucional. De tal definición se
desprende que tanto las violaciones a normas con rango legal ordinario como las
de rango constitucional son consideradas pruebas ilícitas.
Finalmente Conso, señala que todas las normas relativas a las pruebas
penales son normas de garantía del acusado, por lo que su violación implica una
violación al derecho de este último a tener un proceso con las debidas garantías o
debido proceso (Artículo 139, inc. 3 de la Constitución Política del Perú). Al respecto
Pellegrini señala: “las reglas probatorias deben ser vistas como normas de tutela de
la esfera personal de libertad: su valor es un valor de garantía”7
7
PELLEGRINI GRINOVER, Ada. “Pruebas Ilícitas en Ciencias Penales” en Revista de Asociación de Ciencias
Penales Nº 10. La revista puede descargarse de www.cienciaspenales.org
8
EXP. Nº 2053-2003-HC/TC.
7
En esta sentencia podemos apreciar que el Tribunal Constitucional ha optado
por una concepción moderadamente amplia ya que considera ilícitos los medios
probatorios obtenidos o actuados en violación de una norma constitucional o
trasgrediendo la ley procesal. Consideramos que esta posición puede resultar
demasiado amplia para los fines de la institución, por cuanto si bien dentro de las
normas procesales existen normas que son garantías de un debido proceso,
también dentro de ellas existen normas que son meramente formales cuya violación
no importa una alteración seria al debido proceso. En tal sentido, consideramos que
el máximo intérprete de la constitución debería modificar ligeramente la
jurisprudencia sentada, señalando que constituyen prueba ilícita aquellas obtenidas
o presentadas en violación de normas constitucionales o en trasgresión de normas
procesales que constituyan garantías de debido proceso para el procesado.
Consideramos que la mención que el inciso 2 del citado artículo hace sobre
“pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con violación del contenido esencial
de los derechos fundamentales” incluye dentro del concepto de prueba ilícita a las
obtenidas en violación de las normas procesales que consagren garantías para el
procesado
8
inadmisibles debido al carácter ilícito del medio probatorio que les dio origen. Esta
es la conocida teoría de los “frutos del árbol envenenado”, cuyo origen se encuentra
en la jurisprudencia de la Suprema Corte de los Estados Unidos9.
9
En el caso Nardone vs U.S. 1939
9
De este modo, en nuestro ordenamiento jurídico una prueba será
considerada prohibida cuando se obtenga mediante la violación directa o indirecta
de algún derecho fundamental, mas no de los derechos de rango legal o infralegal10.
El Artículo VIII° de Título Preliminar del Nuevo Código Procesal Penal, NCPP,
establece que “Todo medio de prueba será valorado sólo si ha sido obtenido e
incorporado al proceso por un procedimiento constitucionalmente legítimo”,
“Carecen de efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente, con
violación del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona”; y,
“La inobservancia de cualquier regla de garantía constitucional establecida a favor
del procesado no podrá hacerse valer en su perjuicio”.
Por lo que concluimos que para nuestro sistema procesal penal, la prueba
ilícita o prueba prohibida, son sinónimos, si se les entiende como la prueba que ha
sido originalmente obtenida mediante la violación de derechos constitucionales, así
como también a la prueba que se deriva de ella. Es decir, bajo lo establecido en el
Nuevo Código Procesal Penal nos referiremos a la legitimidad de la prueba, o a la
prueba legítima o ilegítima.
10
EXP. Nº 00655-2010-LIMA/HC. FJ.15
11
Aunque su antecedente inmediato es el caso Boyd vs U.S. dictado en un asunto de carácter civil.
10
base de que su incorporación y valoración implicaría una vulneración a las garantías
contenidas en la IV Emnienda Constitucional.
El Nuevo Código Procesal Penal (NCPP) presenta una novedad con relación
a la regulación procesal del sistema anterior, en el que no se hacía ninguna
referencia a la ilicitud o ilegitimidad de la prueba; éste significativo aporte no solo es
estipulado en el título preliminar, sino que es confirmado de modo exacto en el
artículo 159° del citado cuerpo normativo, en lo sumillado bajo el título de utilización
de prueba, cuyo texto dispone que, el juez no podrá utilizar, directa o indirectamente,
la fuentes o medio de prueba obtenidos con vulneración del contenido esencial de
los derechos fundamentales de la persona; significando ambos articulados, VIII° del
Título Preliminar y 159°, normas de carácter prohibitivo, que incorporan
consecuencias derivadas de incumplimiento.
12
Tal como vivimos en la década del Fujimorismo donde se violentaron las garantías procesales y los derechos
fundamentales de los procesados en un gran número de casos referidos a terrorismo.
11
La regla de exclusión de la prueba ilegítima contenida en nuestro novísimo
ordenamiento procesal penal impone dos momentos de prohibición, una prohibición
de admisión y otra prohibición de valoración de las pruebas que se obtengan
vulnerando derechos fundamentales.
De otra parte, existen otras posiciones que predican que la prueba prohibida
es un auténtico derecho fundamental que garantiza que el medio probatorio
prohibido no sea admitido, ni actuado o valorado en el proceso penal como prueba
12
de cargo, pero que, como todo derecho fundamental, admite limitaciones en su
ejercicio.
13
EXP. Nº 00655-2010-LIMA/HC. FJ.7
13
En lo referente a la valoración de la prueba, sin duda la doctrina más
difundida es la denominada como la Teoría de los Frutos del Árbol Envenenado, en
razón de la cual, toda prueba que ha sido obtenida con violación de derechos
constitucionales es inválida, así como toda fuente que se origine en ella, pues dicha
ilicitud se extiende a toda prueba derivada. Si la raíz del árbol está envenenada;
entonces los frutos que produce también. El fundamento de la invalidez de la
prueba derivada se encuentra en el nexo causal entre la prueba directa y la
derivada, y ahí también radica, la fuente de sus excepciones.
14
Sin embargo la regla de exclusión no es absoluta, sino que cuenta con una
serie de excepciones que permitirán incorporar tales medios probatorios al proceso.
Entre ellas tenemos las siguientes:
9.3. Buena fe
15
Cuando la vulneración de derechos se realiza con creencia de que se actúa
en el marco de la ley14. Esta excepción consiste en valorar las pruebas obtenidas
ilícitamente cuando, si es que tales hechos estuvieron recubiertos de apariencia de
legalidad. Esta excepción pretende salvar aquellas pruebas ilícitas que fueron
obtenidas de buena fe. Nosotros consideramos que la buena fe no puede ser un
criterio para evaluar la admisibilidad de un medio probatorio sino la responsabilidad
del funcionario que lo obtuvo. Un medio probatorio no deja de ser menos lesivo a
los derechos fundamentales del procesado por el hecho que su ilicitud proviene de
actos aparentemente lícitos. Por ejemplo, si un juez autoriza la interceptación
telefónica de un ciudadano sin fundamentar su resolución y la interceptación es
afectivamente realizada, dicho medio probatorio - de acuerdo a la presente
excepción – debería ser admitido en el proceso pese a la grave afectación al debido
proceso se habría producido.
14
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia del caso Lori Berenson ha ratificado esta
doctrina, al asumir en el argumento 88.63 que, “En relación con el cuestionamiento de la defensa de la
presunta víctima por el “origen presuntamente ilegal de los medios de prueba actuados”, la Sala Nacional de
Terrorismo señaló que: la defensa había alegado que lo actuado en la investigación prejudicial y judicial en el
Fuero Militar había producido sólo ‘prueba prohibida’ porque no se habrían respetado reglas mínimas de
defensa y control jurisdiccional; que, sin embargo, a pesar que la investigación policial se desarrollaba en
paralelo con la investigación jurisdiccional del Fuero Militar, en ella se cumplían las normas legales vigentes,
las que aun si fueran extremadamente limitantes y abusiva su aplicación, no [se estaría] frente a la prueba
prohibida sino a defectos probatorios que deben ser serenamente evaluados dentro del marco constitucional,
porque la autoridad policial actuó con la convicción de un debido cumplimiento legal, pero bajo un control
jurisdiccional que tenía que ejercer el Fuero Militar, en virtud de lo cual este Colegiado no renuncia[ba] a sus
facultades de calificación de legalidad para decidir los medios de prueba que podían o no ser incorporados a[l
…] proceso.
16
señalando que su proveedor es el sujeto Y quien finalmente guarda las armas es su
domicilio, el que luego es allanado por disposición judicial. En esta secuencia de
hechos, si bien el primer allanamiento es ilícito, constituyendo prueba ilícita y
determinando la ilicitud del derivado (interrogatorio al sujeto Y), el allanamiento final
de la casa de dicho sujeto resulta admisible debido a que la influencia de la raíz
ilícita de este medio probatorio es distante.
9.5. Proporcionalidad
Esta excepción busca ponderar los por una parte el interés social referido a
la eficacia de la administración de justicia, y el derecho del procesado a no ser
condenado sobre la base de una prueba ilícitamente obtenida. Líneas arriba
señalábamos que esta es una tesis muy controvertida que ha llevado al Tribunal
Federal de Alemania ha aplicarla sólo en casos excepcionales.
Pellegrini, señala que la única forma de aplicar esta excepción sin afectar el
derecho del procesado a un debido proceso es cuando la prueba prohibida lo
favorece.
17
Ciertamente, esta teoría consiste en “hacer valer una prueba ilícita en base
a criterios de proporcionalidad, dados en la relación existente entre la gravedad de
la infracción a las reglas probatorias, la entidad del hecho objeto del proceso y el
daño que derivaría de su eliminación del proceso. Es importante resaltar que ésta
doctrina no postula hacer lícita la prueba prohibida, sino que mas allá de su ilícitud,
se le valora por que otros intereses de jerarquía constitucional más importantes así
lo exigen.
En el caso nacional, el doctor Pablo Sánchez Velarde refiere que “las reglas
de exclusión constituyen una opción política por parte de los Tribunales de Justicia
– cuyo fundamento es la eficiencia del sistema penal, evitar la impunidad – las
cuales se van adecuando y desarrollando conforme va evolucionando los criterios
sociales. Siempre deben ser tomadas como excepciones, sin olvidar que en la
18
noción de prueba, se encuentra íntimamente relacionado con el derecho
fundamental de presunción de inocencia”15.
El NCPP, en el citado artículo VIII del Título Preliminar instituye las dos reglas
vinculadas a la obtención y a la incorporación de la prueba, consignando que
exclusivamente se podrá valorar la prueba si ha sido obtenida e incorporada al
proceso mediante un procedimiento constitucionalmente lícito; adicionalmente,
sostiene que no poseen efecto legal las pruebas obtenidas, directa o indirectamente,
con violación de los derechos fundamentales.
Una interpretación literal del citado artículo, nos incitaría a afirmar una
recepción radical y absoluta de las reglas de exclusión y de la teoría del fruto del
árbol envenenado, situación que no es concurrente con los desarrollos doctrinales
y jurisprudenciales actuales.
15
SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. “El Nuevo Proceso Penal”. ED IDEMSA. Ed 2009. Pág. 242.
16
Exp. N.° 010-2002-AI/TC
19
mediante la violación directa o indirecta de algún derecho fundamental, mas no de
los derechos de rango legal o infralegal. Por lo que inferimos, se trata de aquella
modalidad de prueba prohibida que no genera efecto reflejo; es decir, su invalidez
no alcanza a las que se pudieran deriva de ésta, siempre que se obtengan o se
incorporen lícitamente, modalidad desarrollada en el dogmática comparada como
prueba ilícita.
17
CABRERA ZEGOBIA, Juan Carlos. “La prueba prohibida y sus reglas de exclusión” en Revista Jurídica del
Perú – Derecho Privado y Público Nº 84. Febrero. 2008. Pág. 295
20
El conflicto se presenta cuando para acreditar algún hecho o alcanzar la
verdad en el proceso, se obtienen medios o fuentes de prueba con afectación de
derechos fundamentales y otros bienes jurídicos constitucionalmente protegidos,
que luego se quieren hacer valer al interior del proceso o procedimiento.
18
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “Manual de Derecho Procesal Penal”. Ediciones Legales. 3ra Edición.
2011. Pág. 362
21
13. La prueba prohibida y sus consecuencias jurídicas
Esto significa que tal prueba carece de validez en el proceso y los jueces
habrán de reputarla inexistente a la hora de construir la base crítica en la que ha de
apoyarse una sentencia condenatoria.
19
“Prueba prohibida y nulidad de actuaciones” en Actualidad Jurídica. Nº 180. Lima. Noviembre. 2008. Pág.
151
22
14. Conclusiones
23
Bibliografía
Libros
CABRERA ZEGOBIA, Juan Carlos. “La prueba prohibida y sus reglas de exclusión”
en Revista Jurídica del Perú – Derecho Privado y Público Nº 84. Febrero. 2008.
EXP. Nº 2053-2003-HC/TC.
24
EXP. N.° 010-2002-AI/TC
Revistas Jurídicas
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