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EL PERFIL DEL ADSCRIPTO.

La articulación entre lo administrativo y lo


pedagógico. El adscripto como agente pedagógico.

Planificación de tareas en relación con todos los actores institucionales


teniendo en cuenta los proyectos educativos existentes en la institución.

¿Cómo se explica (se transmite) el ROL DE ADSCRIPTO?

Cómo sucede habitualmente, en el planteamiento mismo de la pregunta hay


ciertas afirmaciones implícitas, que son ya tomas de posición frente a un tema
cuya complejidad y controversialidad parece querer diluirse en la inocente
interrogación sobre el cómo.

Entre otras, esta pregunta parece tener implícitas las siguientes afirmaciones:

1. A ser adscripta se aprende.

De ahí la ilusión de que se puede enseñar a ser adscripto.

2. Por desempeñar el rol sé: qué es ser adscripto.

Por tanto, el problema reside en cómo se aprende el ejercicio de ese rol.

Según Susana Huberman (1992), la palabra francesa role, que funda la actual
acepción de rol como profesión o función social, aparece en el siglo XI. Pero
tiene su raíz en el latín rotulus que significa hoja enrollada, y que por extensión
pasó a designar el parlamento que el actor medieval debía recitar en una pieza
de teatro.

“En este sentido - dice - rol es argumento previo, y argumento previo puede ser
equivalente a modelo.”

Entonces el rol debe definirse desde adentro y desde afuera de la profesión,


desde el ser y el deber-ser.

¿Cómo se aprende, entonces, a ser adscripto? Yo diría que se aprende a


través de otros y se aprende con otros. Pero básicamente se aprende
desconstruyendo el rol que a lo largo de nuestra “biografía escolar” hemos ido
asumiendo; liberándonos de las máscaras (rol significa también máscara) para
así, desde la incompletud y la incertidumbre, poder re-encontrarnos y re-
construir la relación con los alumnos y la institución.

Desde una perspectiva interaccional se sabe que en las relaciones


interpersonales se produce una circularidad en que las emociones se
potencian.
Entonces, en un espacio escolar en vulnerabilidad, se despliega un rol docente
que producto de su construcción histórica asume identidades diversas o
rasgos de esas diversidades que coexisten en un mismo individuo. Dicho de
otro modo, en un contexto organizacional donde el propósito fundacional –el
aprendizaje- se desplaza, el adscripto actúa desde una identidad en que está
presente el apostolado, desde donde se dicen frases tales como: “a estos
chicos lo que hay que entregarles es sólo cariño”, “pobres gurises…”. También
está presente la función pública, que muchas veces sostiene la voluntad de
que los jóvenes permanezcan en el liceo, no deserten, pero no siempre
teniendo claro para qué están allí. Además, el rol técnico, expresado en frases
como “dígame lo que tengo que hacer y lo hago…, no considerando que el
criterio profesional no se transfiere, sino que se elabora.

En el análisis de la competencias profesionales , siguiendo a Perrenaud,


pienso q se crea a merced de la navegación cotidiana, esto “remite
constantemente a una teoría del pensamiento y de la acción situados(Gervais),
pero también del trabajo , la práctica como profesión y condición (Perrenoud).
Toda competencia individual se construye, y solo puede prepararse, nacer de
la experiencia y de la reflexión de la experiencia, incluso cuando existen
modelos, herramientas y conocimientos procesales.

“Se trata de aprender a hacer lo q no se sabe hacer, haciéndolo” según la bella


fórmula de Meirieu

Parafraseando a Elsie Rockwell, el adscripto no sólo es un trabajador, es a la


vez una persona. Es un ser humano que estructura sus propios conocimientos,
sus recursos y estrategias para resolver diariamente la problemática presente
en el espacio educativo. El adscripto se desenvuelve en su tarea cotidiana
como un todo de significados y simbolismos, como una persona que ha ido
estructurando una concepción del mundo y de su práctica, integrando las
diversas experiencias conformadas a lo largo de su trayectoria personal,
académica y profesional.

Esta presencia del adscripto investido de toda su biografía y totalidad nos


acerca a lo que Bordieu designa con el nombre de habitus. El habitus
entendido como “un sistema de suposiciones durables y transferibles; es decir,
predisposiciones, que, al integrar toda experiencia pasada, funcionan en cada
instante como una matriz de percepciones, de apreciaciones y de acciones” .
Que predisponen la actuación del hombre en el mundo; en el caso del
adscripto, su actuación en el espacio educativo se basa en su identidad como
sujeto social y persona singular.
A diferencia de otras profesiones, la docencia está enmarcada en las
relaciones personales, por lo que la interacción humana es constante, y este
juego afectivo dibuja y da color a esta actividad.

Pero ¿qué somos? ¿Qué función cumplimos dentro de las Instituciones


Educativas?

Pareciera ser que en este momento el docente adscripto y su rol dentro de la


comunidad educativa están sufriendo una severa crisis de identidad.

Somos el nodo principal de la red intra y extra -institucional donde, al decir de


Gravano , “tengo que tener en claro que necesito tratar a la realidad no como si
siguiera mi guión sino que tengo que indagar cuál es el conjunto de guionistas
de la realidad. Y además necesito tratar al mundo de los hombres como algo
opaco que deseo transparentar, no como algo transparente de por sí”

Así podemos actuar más astutamente, ”no en el sentido especulador del


término, sino en el sentido de aprovechar mi conocimiento como una
herramienta que me permite llegar mejor al Otro y lograr su cooperación porque
él decide que eso es lo mejor y no porque yo se lo he impuesto” . Este Otro, es
un Sujeto de posibilidades : de ser, sentir y hacer.

El docente adscripto debe poseer “la conciencia y el sentimiento de


responsabilidad y obligación respecto del trabajo y los objetivos de un grupo,
comunidad, proyecto o causa, que conduce a la persona a acompañar, actuar y
responder ante ellos por las acciones llevadas a cabo”.

Desde nuestro rol “la acción docente no se ejerce sólo en relación con el grupo
de alumnos, ni tiene lugar exclusivamente entre las paredes del aula…la
atención individualizada para las necesidades educativas especiales, la
preocupación por las circunstancias personales, el apoyo ante la toma de
decisiones sobre el futuro, la conexión con la familia y el entorno productivo y
cultural y, en general, el trato particular que se establece entre el adscripto y el
alumno…”es parte de un trabajo docente singular”.

Nuestra labor se lleva a cabo en una institución de existencia que “se centra
en las relaciones humanas, en la trama simbólica e imaginaria donde ellas se
centran y no en las relaciones económicas” Butelman, son por definición
instituciones reales que poseen un “conjunto de normas, pautas y actividades
agrupadas alrededor de valores y funciones sociales”. L Fernández

Muy a menudo, el docente adscripto ve desdibujado su rol y pasa a ser


“multifunción”, entonces el desempeño de una labor educativa que permita un
conocimiento, acompañamiento y orientación tanto individualizado como grupal
de los estudiantes, la aproximación a la comprensión de la etapa evolutiva del
desarrollo de las jóvenes, el conocimiento de los aspectos relacionados con las
características del contexto en que se inserta la Institución, muchas veces pasa
a un segundo plano, y somos administrativos, enfermeros, sicólogos, etc,

Si se trata de “Educar en el mundo que es posible, la educación que aún es


posible (…) de rescatar algunas ideas claves que pueden orientarnos en un
mundo confuso, en donde los problemas se toman de manera desordenada y
no nos ayudan a ver lo esencial y lo que es accesorio” (Gimeno Sacristán,
Conferencia) estamos ante la necesidad de sobrevivencia del ser humano,pero
no podemos dejar que el asistencialismo gane sobre nuestro rol.

¿Qué papel debemos jugar los adscriptos hoy dentro de la comunidad


liceal?

El rol del adscripto debe ser docente por encima de cualquier otro enfoque,
porque si verdaderamente hay en él una vocación y un ejercicio docente, podrá
trabajar mancomunadamente con el resto de los actores de la institución,
persiguiendo los mismos objetivos.

El adscripto además de realizar tareas administrativas correspondientes al


cargo (control de asistencias, control y entrega de carné, etc.), cumple una
función que refiere a intermediar entre los diversos actores que participan en la
institución educativa. Estos actores son: profesores, estudiantes,
padres/tutores, directores y auxiliares. Siendo entonces, el prof adscripto el
nexo articulador para facilitar la comunicación entre los diferentes actores de la
comunidad, contemplando las diferentes dimensiones (pedagógica,
institucional, comunitaria e intersubjetiva), y articulando las funciones, o sea, la
dimensión administrativa de las tareas, necesaria para el eficiente cumplimiento
de su dimensión pedagógica.

Por lo tanto, las tareas administrativas, que sin lugar a dudas debe realizar un
adscripto, deberían ser siempre las que la institución necesita para cumplir
adecuadamente con los objetivos pedagógicos.

El adscripto como orientador del adolescente en el centro, debe ofrecer


asesoramiento y apoyo al joven. Tarea que se funda en una forma particular de
relacionarse con éste. Existen entre el adscripto y el adolescente un
acercamiento que asemeja al primero a una figura de referencia, en una
relación que se basa en la confianza y el respeto mutuo; por momentos en una
complejidad que los adolescentes quizás no vivencien con sus docentes. Es el
adscripto es el que cuenta con información del alumno, conoce sus dificultades
y actúa como nexo entre los diversos docentes

Es encargado de triangular los tres elementos esenciales dentro del centro


(proyecto de centro, en la figura del director, docentes y alumnos).Esta
capacidad mediadora del adscripto y su conocimiento de las diferentes
realidades de los alumnos pueden colaborar en procesos de transformación de
situaciones que se presentan como adversas en el centro en particular y en el
sistema educativo en general, como por ejemplo de deserción estudiantil.
Compete al adscripto trabajar en el intento de sostener al alumno en el grupo y
por lo tanto en el centro, estar atento en su rendimiento, ofreciendo un tiempo y
lugar para reparar en las individualidades, y para contemplar las subjetividades
de los sujetos, ya que cada proceso es distinto.

Es en la figura del adscripto donde los adolescentes encuentran una particular


contención, que quizás la relación educativa con los docentes no les permitan
ya que es una figura que ven a diario a lo largo del turno que ofrece
presencia(no una presencia pasiva sino una que acompañe y guíe). Al mismo
tiempo el vínculo que se establece entre adolescentes y adscripto es un vínculo
que facilitará los aprendizajes de los contenidos por parte del primero y
generará un vínculo cercano que permitirá al adulto estar más cerca de la
problemática del alumno.

Para ello es importante poseer o desarrollar la mayor estabilidad emocional,


espíritu de apertura, serenidad, comprensión, tacto, paciencia, a través de
todas las herramientas adquiridas a partir del conocimiento académico-
pedagógico y de nuestra propia práctica docente.

Algunas de las herramientas son: el diálogo, el trabajo en equipo, la


información clara, precisa y adecuada, la mediación, la consulta constante con
otros docentes, dirección o con el equipo multidisciplinario en el caso de que
exista, la constante actualización académica y didáctica, sin olvidar la
experiencia.

De las funciones administrativas al rol pedagógico 1

• Una de las funciones principales del Adscripto debe pasar por colaborar y
garantizar el normal funcionamiento del centro educativo, tanto dentro del aula
como en los otros espacios del centro. El clima de trabajo áulico puede estar
condicionado por un ambiente desfavorable en patios, pasillo y otros espacios
cercanos a los salones de clase, laboratorios, etc.; así como condicionamientos
que impidan la generación de ámbitos de trabajo dentro del aula. Para ello es
imprescindible que le Adscripto “navegue” permanentemente por el centro,
aportando soluciones prácticas a las dificultades que se presentan diariamente
en los liceos.

• Existe aprendizajes que son exclusivamente del ámbito áulico, vinculados


específicamente a saberes académicos, pero todos o la mayoría de los ejes
transversales están presentes en todos los espacios del liceo; así la tolerancia,
la responsabilidad, el compromiso, el respeto, el trabajo en equipo, el valor del

1 Lineamientos de la Circular 1625/79 actualizada el 8 de noviembre de 2010.


esfuerzo y el trabajo son elementos esenciales para una sana convivencia en
los centros educativos y un desarrollo integral del alumnado.

El contacto del adscripto con el alumno es permanente y sabemos lo


importante que llegamos a ser para determinados alumnos. Somos, lo
queramos o no, ejemplos positivos o negativos para el alumnado, de nosotros
depende que los alumnos se nos escondan o nos busquen y recurran a
nosotros. Es real que estamos siendo permanentemente juzgados, observados
y para algunos adolescentes somos muy importantes, principalmente debido a
la ausencia de referencias adultas en sus hogares y otros ámbitos por los que
transitan.

Al decir de Baleato 2 :“Los alumnos asignan un peso muy fuerte a la calidad del
vínculo con los docentes”.

• Este último punto lleva a otra función fundamental de nuestro trabajo y esta es
que somos el vínculo entre la institución y la familia, principalmente de padres y
tutores. Y la realidad nos indica que aquellos alumnos que mayor comunicación
con los hogares necesitamos son los casos de menos acompañamiento y
apoyo que tienen los alumnos y nosotros para abordar con éxito sus
problemáticas.( Cuántas veces dudamos en comunicar a los padres de ciertas
situaciones problemáticas porque sabemos qué tipo de represalias descargan
contra sus hijos. Adolescentes y jóvenes que necesitan más un apoyo, una
guía que un reto o castigo). Si bien el número varía según los contextos la
mayoría de los alumnos no presentan grandes dificultades y es necesario
atender a todo el colectivo. En este punto es importante potenciar a todos el
alumnado, colaborando con su formación y canalizando positivamente sus
inquietudes.

En síntesis: Lineamientos de la Circular 1625/79 actualizada el 8 de


noviembre de 2010,ATD

1) Las instituciones educativas poseen, entre sus actores pedagógicos, al


Profesor Adscripto como uno de sus protagonistas principales. Su tarea
docente se realiza en equipo y en coordinación con los demás integrantes del
centro educativo, ejerciendo un rol de apoyo permanente del Equipo de
Dirección3 posibilitando el cumplimiento de su labor principal que es la de
acompañar el proceso de formación integral de los estudiantes.

2 Cita Baleato, Percespciones adolescentes Unicef.


3 En esta labor serán orientados y supervisados por el Equipo de Dirección e Inspector.
El perfil del Profesor Adscripto se encuadra en la dimensión pedagógico-
didáctico y administrativo y transita en lo comunitario. El adolescente se
caracteriza por un “ir y venir de dependencia e independencia…seguridad e
inseguridad en sí mismo… y por lo tanto debemos brindar un espacio de
contención con límites claros y precisos donde dialogar sobre la importancia de
continuar sus estudios, ayudarlo a reflexionar, a elaborar un proyecto personal”
con mayor conciencia de sí mismo y de la realidad socioeconómica, cultural y
laboral.”

A-DIMENSIÓN PEDAGÓGICO DIDÁCTICAS: su cometido esencial es la


orientación de los alumnos. Atención de horas libres, durante las cuales podrá
desarrollar distintas tareas planificadas.

B-ORGANIZATIVAS: comprende las tareas de registro y control de


documentación, comunicación y articulación, relevamiento de información y
necesidades con respecto al material didáctico.

C-COMUNITARIA: comprende la vinculación con el contexto social y la


comunidad, conformando y fortaleciendo las redes institucionales de atención,
soporte y cooperación-colaboración entre los miembros de la comunidad. Se
trata, de formalizar las redes y hacer posible los -múltiples encuentros de
miradas y contención- para la mejora de los aprendizajes, la democratización
del conocimiento y la producción de ciudadanía.

El reto está, en medio de la banalización, en sostener una verdadera apuesta


de culturalización para las nuevas generaciones: definir la escuela como
espacio tal que posibilite albergar a las infancias y a las adolescencias, para
dar a cada sujeto la posibilidad de un encuentro con los otros, con el Otro.

Hemos de saber también que cada día, en el cada día del oficio pedagógico,
nos encontramos ante las dimensiones complejas, entrecruzadas, discontinuas,
que entretejen ese proceso viejo y nuevo, siempre inacabado, que se da en
llamar educación.4

Y conviene no olvidar, siguiendo a Bachelard, que “…cada acción, por simple


que sea, quiebra inevitablemente la continuidad del devenir” 5

5Conferencia Violeta Núñez,Los nuevos sentidos de la tarea de enseñar.más allá de la


dicotomía «enseñar vs asistir».
Fernández, L. “Instituciones educativas”.

Rodríguez, Cármen “ Procesos subjetivos y la institución de la educación”


(conferencia)

Tenti Fanfani, E “El oficio del docente. Vocación, trabajo y profesión en el siglo

Diversos y también desiguales ¡Que hacer en educación¡ J. Gimeno

Sacristán.

El significado de educar en un mundo sin referencias. Philippe Meirieu.

Todo se sabe, nada cambia. La dinámica de clase contra los conocimientos.

Christian Baudelot.

Educación y participación comunitaria. Paulo Freire

Los nuevos sentidos de la tarea de enseñar.más allá de la dicotomía «enseñar


vs asistir». Conferencia Violeta Núñez,

Películas -Todo comienza hoy

Normativa

Ley de Educación. Nº 18.437

Estatuto del Funcionario Docente. Ordenanza 45.

Funciones del Profesor Adscripto: Circular Nº 1625/79

Aportes de la ATD Nacional sobre Perfil, Responsabilidades y Tareas del


Adscripto.

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