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El drama

universal
- Nahuel Dirassar -
- índice -

EXPOSICIÓN págs.

I………………………………………….........................................7
II..................................................................................................9
III................................................................................................11

DESARROLLO

el drama universal……………………………….................15
tiempo-lenguaje..................................................................19
espacio-tiempo....................................................................25
esencia-persona..................................................................29
lo real.......................................................................................35
la cosa......................................................................................39
el mundo.................................................................................45
el problema............................................................................49
el saber....................................................................................55
el camino................................................................................59
la realización.........................................................................65

RECAPITULACIÓN

....................................................................................................73
EXPOSICIÓN
I

Lo que se construye a través de “la cosa” se denomina lo


real y una persona alejada de lo concreto (circunstancias y
relaciones) queda al margen del mundo. El ser puede llevar un
hábitat, un sitio espiritual, pero por pertenecer como algo
interior es por medio de lo corpóreo que existe la relación con
lo otro y solo desde la cosa se puede superar el alejamiento a lo
concreto. Dos personas pueden estar espiritualmente
conectados pero si el lenguaje de lo concreto no los unifica no
sería posible un encuentro físico, si se miraran frente a frente
no se reconocerían así como lo hacen desde lo profundo ya que
en el lenguaje común no hay enlace, y el contacto entre
personas no está referido simplemente al cuerpo sino a las
circunstancias en el tiempo, lo común es una construcción que
se da a través de las cosas.
Desde el lugar del ser pueden hacerse grandes logros, como
puede darse a través del yoga, que sirven a la persona para con
su vida y desarrollo personal, pero estas experiencias separadas
de lo cotidiano y no aplicadas terminan siendo una pausa en sí
misma que no prospera en el tiempo, por fuera de lo común la
persona lograría una expresión positiva que se desvanecería
por no relacionarla a lo material. Y para ello es necesario una
adaptación, un puente entre un lenguaje y otro, que lleve a la
modificación que se realizó de forma aislada a un sitio cuyas
reglas provienen de la conjunción de diferentes perspecticas
sobre una misma realidad. Se debe tener en cuenta que los
tiempos del cuerpo son diferentes a los tiempos del espíritu, la
actividad espiritual es de resultado relativamente inmediato
pero a manera lógica y únicamente posible el ritmo de lo que
existe a través de la materia suele ser más lento. Las cosas
necesitan ordenarse, acomodarse, procesarse, un niño tarda
años en desarrollar su cuerpo y el crecimiento de un proyecto
social puede ser largo, en este último caso se puede comparar a
lo espiritual con un evento para recaudar dinero, solo ayuda y
hace a lo posible, pero no lo es todo.
El aislamiento puede darse desde una búsqueda positiva
como desde un sufrimiento y en ambos casos existe el
aprendizaje para adecuar esa situación a una realidad exterior,
sin embargo ambos casos presentan iguales características
respecto a lo común y lo material. Una de las razones que hacen
a su disociación física es que interiormente la persona lleva un
movimiento desacorde al tiempo corpóreo, imagínese si la
ansiedad pudiera manifestarse concretamente, el ir y venir
incesantemente con su repetición obsesiva, todo exteriorizado
en una persona, no solo sería un caos sino algo irrealizable. El
mundo puede ser caótico debido a que existe un problema que
corre de una manera interior pero no se representa más que
como un resultado superficial. Y en la medida en que es posible
la realización de una persona con lo otro se va manifestando su
ser a la realidad, y esto solo la cosa lo permite ya que es lo
físicamente posible.
II

El transcurso de la vida consiste en la re-significación de un


mismo elemento, por dentro de lo que ocurre existe lo que iría a
desarrollarse en un tiempo-lenguaje futuro y en la medida que
se avanza en esta renovación aparece expresado lo que habitaba
de manera oculta o invisible. El tiempo va trayendo flores
nuevas que nacen de flores anteriores y el redescubrimiento del
ser propio es un viaje a lo profundo produciendo el despertar
debido a que las esencias aparecidas hacen que el ser se
reconozca mejor. Desde un punto de vista global el lenguaje
concreto de hoy (el mundo de relaciones personales, actividades
de producción, modas, artes, medios de comunicación) puede
ser una nueva forma de una antigua “realidad”, puede el
lenguaje actual ser una manera “más allá” de un sitio habitado
por deidades y ángeles que habría quedado atrás en el tiempo y
cuya esencia se transformó en un lenguaje más abarcativo;
también es posible que lo que llamamos Deja-vu se deba al paso
por una significación anterior en la que se reconoce el elemento
(esto lo viví) por medio de una forma que nunca había ocurrido.
Cada ser es una esencia diferente conformada por distintos
elementos que hacen a su cualidad característica y puede
decirse que Dios es el elemento amor. Cada persona tiene su
relación particular con ese elemento y de acuerdo a esa
relación, que es la forma que una esencia-persona tiene de amar,
hace a su reacción frente a las cosas en un determinado punto
histórico. La importancia de este elemento recae en que de él
proviene la fuerza de voluntad al ser la razón primigenia,
entonces cuando el orden global se fundamenta a lo largo del
tiempo el amor puede sostener la ausencia de las razones que
no se han establecido y aún las esencias lejanas tienen un
“salvavidas” desde su forma profunda e inquebrantable, el amor
es la base fundamental que origina a la formación completa de
todos los seres.
El universo en su totalidad ubica a los seres según el
equilibrio posible, uno puede saber lo que desea pero lo que no
sabe es el camino para llegar a eso, cuando la vida trae
circunstancias que parecen atentar nuestros anhelos son en
realidad avisos que sirven para ayudar a ubicar el ser en su
canal correspondiente; es el camino real que hace posible a la
realización y esa sabiduría es inalcanzable desde la perspectiva
de un ser particular ya que solo el todo cósmico puede saberlo a
fuerza de sostener su existencia, es lo permitido por tratarse de
la conjunción de múltiples caminos diferentes. Se puede definir
a la cosa como lo que ocurre físicamente y la forma en que se
manifiesta depende tanto de la variedad de seres como del
tiempo-lenguaje, más allá de que sean experiencias personales o
colectivas.
III

En el mundo personal en que vivimos los deseos están


anclados a las cosas, los sentimientos no están desligados de los
acontecimientos y éstos jamás están desprovistos de otro, la
identidad de la persona se construye a través de lo concreto,
donde la esencia es permeada y no algo manifiesto de por sí. La
profundidad de nuestro ser puede aflorar por medio de los
vínculos y la posibilidad de expresarse, pero el sentimiento no
es sin el lenguaje, el color de nuestra esencia es de materia
incorpórea por lo tanto solo es posible manifestarlo a través de
lo que lo hace físico y, como dije al principio, la realidad del
cuerpo no responde a lo meramente material sino al anclaje que
trae el ser con las circunstancias concretas.
Cuando hablo de lenguaje no me refiero, en este caso, a la
palabra o al arte (lenguaje del ser), sino al entramado que hace
que lo que uno es exista en una superficie común. A veces las
personas quedan alejadas de las relaciones físicas y esto se debe
a que su situación personal no condice con una modalidad de
expresión que abarca otras personas, así como tambien el
hombre se conecta con Dios, éste solo traspasa el mundo
terrenal por los medios que hacen a su palabra y presencia
posibles, por eso es el lenguaje propio de una realidad lo que la
hace física. La verdad es que el presente es una convivencia
entre la aceptación y la negación, las condiciones para la
primera existen, todo es posible, pero hay lo que denomino
problema que hace que la comunicación contenga alto carácter
de ficticio y poco acercamiento a lo verdadero. En el mundo
actual lo real sucede a medio pelo, hay falta del sentido de
conciencia y escapatoria de identidad (yo), y lo que se genera
desde la pura superficialidad hacen a la dramática realización de
la felicidad.
El deseo de ignorancia de un “más allá” ubica a lo trágico en
un lugar considerado como lo normal, el ser humano vive
ciegamente respecto al estado de su ser interior y las personas
más espirituales pueden padecer experiencias de soledad
aunque en ellos habita la fortaleza para abrir la llave del deseo y
así colaborar con la liberación de lo que la sociedad, con sus
trabas, reprime. El mundo es un sitio donde diversas realidades
confluyen al mismo tiempo a través de todas las esencias que lo
conforman, cada persona tiene su cercanía o lejanía a lo
profundo, cada esencia está hecha para descubrirse a su tiempo
natural de vida, lamentablemente su concepto positivo de
construcción decae al llegar al límite en que la autodestrucción
existe motivo del acumulamiento de las negaciones que llevan la
fragilidad al imposible de retornar a un estado puro en que los
seres conviven en armonía.
DESARROLLO
el drama universal

Existe el desarrollo de un proceso cual consiste en


desilachar los nudos y despejar las dudas de todo lo que hace a
la libertad de los seres, que haya pecado en el mundo lleva una
razón así como que haya dolor, no existe solución sin tiempo y
la resolución del drama es el transcurso necesario para llegar a
ese orden en el que cada cosa que al todo conforma sea dichosa
y gozosa consigo misma y con todo aquello a lo que no
alcanzaba aceptación por el tiempo en que su lenguaje logra
vivenciarlo como algo positivo y enriquecedor. Dios es el ser
universal ya que todo es su proveniencia, todas las entidades
llevan un ser (esencia unificadora) pero solo dios es el ser como
totalidad; las esencias existentes llevan su propia razón y su
ordenamiento en el tiempo justifica al problema de aceptación-
negación ocurrido en un mismo espacio–tiempo, las voluntades
cercanas al ser brindan su enseñanza que proviene de su
experiencia y dan a luz los significados que servirían a maneras
posteriores de entendimiento cuyo presente se manifiesta
negativo por no haber llegado al acorde tiempo en que su
lenguaje personal avala al ser y comprende el error propio a
través de su forma.
Sin embargo el tipo de relación que llevan las esencias-
personas tanto con el ser como con cualquier otra esencia solo
significa el lugar que cada cosa ocupa en cada entidad pero el
ser propio pertenece a la persona, así como los hijos provienen
de ciertas virtudes de los padres pero éstas son universales y lo
que es del hijo es del hijo y lo que es del padre es del padre. Para
explicar a modo de ejemplo: Amor y Pureza podrían dar a luz a
un hijo, de uno es propio el equilibrio y de la otra la
conservación, ambas son virtudes de proveniencia de Éter pero
esas virtudes son propias de cada individuo, el equilibrio del
padre es del padre y el equilibrio del hijo es del hijo, así como
sucede con la madre, por eso los elementos son universales y
cada persona se conforma de acuerdo a las relaciones
porcentuales, así los caminos se hacen desde las formas y las
proveniencias. Al ser los hijos proveniencias son por esto
causales, o sea que su llegada (del mundo espiritual al mundo
terrenal) depende de lo acontecido en la tierra en relación al
curso total guiado desde lo alto, y el hecho de que hijos
provenientes de igual padres sean distintos explica la variación
en las proveniencias, ya que cada cual proviene de virtudes o
caracteríasticas diferentes, entonces las gametas (óvulo y
espermatozoide) funcionan como aporte material que para cada
hijo significará un orden genético diferente; luego el cuerpo
biológico existe como versión física o empírica de las esencias,
encausadas desde su canal o matriz correspondientes para ese
tiempo en que en un mismo espacio acontece el resultado
producido desde el múltiple actuar de las personas, sin ser éste
contrapuesto al sitio desde donde se encausa a la humanidad, ya
que dios no controla a los seres sino los realiza, o sea que lo que
debe suceder y lo que las personas deciden forman parte de
un mismo combo, y el libre albedrío se entremezcla con el
destino cuidado desde el actuar divino.
Las proveniencias van más allá de los padres y los hijos,
esta es solo una de ellas, las personas son consecuencias de sus
actos y en ellos se marca el origen de los caminos, el orden
global de las proveniencias es el actuar mismo, pero esta razón
interior que forma el trascurso del tiempo no es siempre visible,
es posible acercarse al conocimiento al respecto que ayude al
actuar debido (por ejemplo saber una proveniencia personal
permite canalizar correctamente las acciones) pero solo las
reglas de una realidad (el medio) mueven a la cosa, ya sea
colectiva o personal. No hay manera de ser consciente de las
verdades interiores al tiempo en que se viven, el entendimiento
puede ser previo o posterior pero la vida fluye siempre desde lo
inesperado por el motivo de ser la realización de múliples seres,
siempre existe la adaptación de un aprendizaje al medio que lo
realice generando imprevistos lógicos y obligando a modificar la
visión previa que una persona tenga desde su expectativa o
imaginación, es así que lo transitado es lo descubierto y las
verdades pueden servir a la forma en que se transita.
Los seres que no han exteriorizado su realidad interior no
podrán manifestar aceptación ante el elemento negado, desde la
perspectiva de una persona afectada puede parecer algo
incomprensible pero debe entenderse que en el tiempo existe la
lógica sobre la cual los seres se ordenan y bajo esa premisa se
puede dejar pasar a la negación sin criticarla, dos personas no
se descubren en un mismo espacio-tiempo, en este se establece
lo común a través de lo cual se desarrollan cosas distintas desde
cada perspectiva, pero un mismo elemento es aceptado en
diferentes realidades y éstas dependen de su materia, quiere
decir que desde una superación además de la lucha debe
haber una adaptación al saber que una persona negadora
solo puede desligarse del afectado pero no reconocer lo
que todavía no ha tenido posibilidad de estar presente.
Las verdades por fuera del medio material apropiado para
su entendimiento significan un sin sentido debido a que no se
encuentra la forma adecuada en que pueden tener lugar, la vida
siempre está ubicada en el camino que se recorre y todo lo que
no sea parte del camino carece de importancia, el tiempo futuro
establece por medio del transcurso de los seres la develación de
todo lo que está oculto a través de la existencia de los modos
subjetivos de descubrimiento que llevan las diferentes
perspectivas de ser. Lo que un individuo pueda tener en su
conciencia o en su saber solo es dado a conocer en cuanto haya
una relación causal con una realidad exterior, solamente por
medio de lo común se establece un vínculo entre los
conocimientos y las realidades, esta es una de las razones por la
cual los seres humanos no conocemos en plenitud la verdad
divina, esta es una realidad fuera del mundo que establece su
unificación pero el conocimiento real de dios podría ubicarse en
el lugar del absurdo si se intentara comunicar desde lo literal, el
ser humano no ha llegado a la aceptación necesaria para que se
le sea revelado el total divino.
tiempo-lenguaje

La re-significación es el resultado del paso del tiempo y del


entendimiento que llega a través de él, es por eso que pretender
ubicarse hoy en una realidad futura genera la sensación de que
esa realidad es muy extraña y la razón es que uno la mira desde
el hoy. Se puede creer en un ser evolucionado, en un futuro
donde sea posible la migración al espacio, bien, eso es hablado e
hipotetizado, pero la idea vivida en carne propia, por ejemplo
verse a uno como un ser espacial, da la sensación de alejarse de
sí, como algo que tiende a lo raro, e inevitablemente uno no se
reconoce. Para ubicar el tema en un mito conocido: los amores
de vida son medias naranjas que en un principio eran uno y se
separaron para volver a encontrarse; se puede tomar eso de
manera literal y creer que quizá hacia lo futuro las partes se
unan y se vuelvan a formar como un solo ser, pero si uno trata
de carnalizarlo en su imaginación y considerar a su pareja como
parte de uno, no otro sino uno mismo, puede sentirse que no es
lo que uno desea en totalidad, solo se puede jugar con la idea
pero el proyectarse como un futuro ser resulta algo difícil sin
verse alejado de lo que uno sí sabe que es. Hablando del tiempo-
lenguaje la razón de sentir esa rareza es que uno se posa desde
el presente sin concientizar que el futuro propio es producto del
paso del tiempo, o sea el entendimiento sobre sí mismo; lo que
explico es que al ser el futuro una re-significación, una flor
nueva que sale desde adentro, la tendencia ocurre a sentirse
más normal que el presente que iría quedando atrás y toda
extrañeza es lo que no ha pasado todavía por el camino del
saber.
El concepto de desconocido, la idea de creer en algo que
jamás se ha sabido o vivido, no es otra cosa que la versión
dormida de lo que siempre ha sido, algo que va en busca de un
más allá, un horizonte lejano y diferente, solo va en busca de
una realidad interior sabida por el ser pero sin develar, y ese
camino no significa hallar algo nuevo sino sacar a la luz algo
interno; descubrir es abrir una puerta a lo que por esencia es y
el hecho de no haberlo exteriorizado por medio de los lenguajes
existe de manera inconsciente, por ejemplo: un artista al dar a
luz una obra tiene una sensación más cercana al reconcimiento
del elemento expresado que a una extrañeza, el ser tiende a
hallarse por eso la sensación de no reconocerse suele quedar en
lo que ha sucedido siendo el hoy el punto más puro del ser que
se descubre. Sin embargo cuando lo nuevo se afirma las formas
anteriores se vuelven a recuperar haciéndose más vivientes al
expresarse por medio de lo que despertó y lo que pudo haber
sido rechazado en el proceso del descubrimiento pasa a formar
parte de la nueva persona reconociendo a lo pasado como
propio habiéndose separado de su manifestación negativizada.
Se podría definir al descubrimiento del ser propio como (no
llegar a lo que no estaba sino) lograr exteriorizar lo que siempre
hubo interiormente, procedimiento común en el campo de la
psicología en donde el paciente entiende su situación siendo
esta una razón previa cuya invisibilidad es por no haberla
todavía expresado en palabras para que sea una realidad
vivenciada.
El camino total de la vida de una esencia-persona es el
recorrido por todas sus modalidades, datadas en el tiempo
según la relación que lleva su forma con el todo, ningún tipo de
experiencia está ligada a un ser en particular más bien todas las
personas irían a atravesarlas en algún espacio-tiempo, y todas
las modalidades se expresan en un mismo tiempo desde la
perspectiva de cada ser de acuerdo a las condiciones que
existan que permitan la representación de todas las formas.
Hablando de Dios, la forma de su esencia característica (amor)
manifiesta en un tiempo actual el rol de creador y protector, sin
embargo Dios es una persona que iría a desarrollar sus distintas
modalidades a lo largo de su vida, de la misma manera el resto
de las esencias irían a desarrollar su dios en su correspondiente
lugar y tiempo, entonces la vida contempla una noción mucho
más abarcativa que la vida mundana, en la que nacemos y
morimos, tanto desde el alma como desde la inmortalidad la
transformación de las cosas suceden en un tiempo mayor,
infinito desde el saber sobre verdades no descubiertas y sin
conocer el destino al que eso a todos los seres los lleve.
Las esencias cercanas al ser tienen la cualidad de la
voluntad propia de modificarse y reconocer los errores
personales, a pesar de que también tienen negación y razones
en el tiempo son las impulsoras, las generadoras de los cambios
ante lo que se establece como negativo, y su camino es la propia
búsqueda y el deseo de entendimiento; en la medida que el ser
de las esencias superficiales se fortalece las esencias profundas
(o primeras) llegan a las modalidades en que se encontraban las
anteriores cuando significaban una estabilidad para aquellas y
una negatividad para estas, dando lugar a que las razones
superficiales que han ido apareciendo sostengan períodos de
descubrimiento interior similares a los que habían vivenciado
las esencias profundas pero desde otra perspectiva.
Este orden de las esencias solamente explica el camino en
que se organizan pero llegado al final, al tiempo en que todas las
perspectivas se hayan desarrollado, las diferencias serán
puramente esenciales y no condicionales, todos los seres se
hallarán en un estado de igualdad ante la fortaleza del ser ya
que cada cual será una forma de abordarlo, el camino solo
habría sido la manera en que su esencia se realizó. Este camino
de realización global se descubre desde lo sorpresivo y por
medio de las reglas que hacen a las realidades, todos los seres
son ciegos a su despertar y no conocen las razones que no han
aparecido, sus formas son justificadas por las leyes comunes
que marcan los caminos, el lenguaje construído en el tiempo
avala desde la razón la existencia de las esencias y con ello las
libera de toda duda e incertidumbre.
Las versiones negativas de los seres son en un tiempo
futuro también resignificadas pasando a un plano más
abarcativo al convertirse en conceptos positivos, por ejemplo: si
la versión negativa del deseo fuera la neurosis, esta se
retomaría más adelante no como un problema sino como una
forma armónica, o sea que todo lo que en el presente es
negativo lleva su resignificación. De todas maneras la
transformación de los conceptos negativos a positivos no
pueden darse a conocer en tanto exista la expresión negativa ya
que sería imposible diferenciarlos y desde la confusión se
entremezclarían, es inconcebible pensar en que el asesinato
pueda ser algo positivo por eso su versión positiva no puede
saberse, tal vez en una resignificación futura la negación fuera
un mecanismo de defensa y la neurosis un proceso de análisis,
algo que un neurótico hoy no podría reconocer ya que nunca se
separaría de su problema, entonces desde el presente solo se
declara a lo negativo como lo que se deja atrás, lo que se
supera.
Cuando existe una superación se da a luz una realidad que
antes no existía, se da lugar a la expresión exterior de un estado
profundo, entonces es inevitable la separación de las partes que
ocupan el papel positivo y negativo en el conflicto relacionado a
esa superación, cuando esto existe es porque las esencias son no
correspondidas y de la misma manera que la parte negativa
representó un impedimento para la parte positiva existirá hacia
adelante (en el tiempo) una representación negativa para la
negativa, que ya ocupará el lugar de esencia superadora y cuya
expresión de lo real solo podrá presentarse en el ámbito de su
superación y no ante la esencia positiva original cuando su
aceptación no existía ni tampoco el medio material, o sea que
nunca lo no correspondido se entremezcla, en caso de existir
una unión es la destinada a resolver un drama particular que los
lleve al desenlace.
espacio – tiempo

Un espacio-tiempo es un lugar en el cual uno o más seres se


desarrollan, es la realidad en que están asentadas las razones y
transcurren los hechos que ordenan a las esencias, sin embargo
no siempre el lugar de realización es colectivo, en procesos
personales una esencia en particular puede adquirir su espacio-
tiempo sin dejar este de estar ligado a cosas exteriores, las leyes
que provienen del descubrimiento subjetivo se conjugan con
leyes ajenas y justifican el sentido común de una realidad
separada, la diferencia entre el proceso propio de un ser y un
espacio colectivo es la materia producida pero las
características que existen en cuanto a las relaciones con otros
seres se mantienen, aún si el lugar de una esencia particular
fuera fisicamente distinta de todo a lo que se relaciona.
Los sucesos acontecidos en el tiempo llevan una relación
causal con los seres, lo que ocurre, tanto en espacios comunes
como individuales, proviene del camino destinado y generado
simultáneamente, la materia de lo realizado atrae las cosas
particulares provenientes de ella, si el camino se hace de paz
todo provendrá de la paz, si se hace de ansiedad provendrá de
ansiedad, y desde el punto de vista del orden total las
decisiones y el actuar dan a luz lo establecido desde el
destino que es descubierto al tiempo en que se escribe.
La existencia de las leyes hace posible a la certeza en cuanto
al bien y al mal en un determinado espacio-tiempo y es a través
de ellas que todo transcurre hacia el lugar indicado por la razón
lógica de que no han llegado las re-significaciones sucedidas en
el tiempo que hagan al saber sobre nuevas verdades, la ley actúa
como antorcha en la oscuridad, como unidad entre el todo y los
seres, siendo un lugar firme ante la incertidumbre de lo que no
ha sido descubierto, es lo que hoy se sabe y por eso lo único que
puede saberse; la ley animal es el instinto de supervivencia ya
que fuera de ello tal realidad es inexplicable, toda conciencia
nada más sabe que su experiencia vívida y para cualquier mente
esa experiencia es lo único que hay, por ello es básico poder al
ahora comprendiendo que no existe lo que no está presente, de
ahí a que el concepto de existir se da en la relación de algo con
su estado de permanencia respecto a un tiempo y un lugar.
Las cosas no son de por sí sino que se explican desde la
perspectiva de cada ser, aún cuando dos personas coinciden el
entendimiento es distinto dependiendo de la forma de cada
esencia, es por esto que se requiere una adaptación a lo otro, un
acomodamiento con el cual los individuos superponen sus
diferencias y las entrelazan en armonía. Nunca se habita el ser
ajeno, no se puede vivenciar la experiencia de una esencia que
no es propia, comprender al otro siempre ocurre desde el
lenguaje personal, la única manera de ser otro es por medio de
la incorporación de sus virtudes, aprendiéndolas desde la
versión de uno, todos los seres son versiones distintas de
cualidades universales y por sus formas y porcentualidades se
expresan a su particular manera.
Los espacios comunes existen ya que por ellos hay un
tercero o una realidad exterior para que la realización de un ser
particular tenga lugar, las esencias en sí mismas no existen, el
propio color o las virtudes características se manifiestan desde
la aceptación de lo ajeno, que es lo que encausa a la esencia. De
transformar la relación negativa con el entorno a positiva surje
el camino correcto, las cosas exteriores (visto desde la
perspectiva de un ser) están hechas para moldear la esencia y
quebrar los errores que generan estancamiento; no siempre un
entorno es propicio, en tal caso la persona “enlazada” a lo no
correspondido debe desligarse de las ataduras que le impiden
transitar por la vida correctamente, para ello debe, no solo
superar un problema particular sino, dejar manifiesta la manera
armónica de convivir (provisoriamente) con lo que estaría
pronto a dejar ya que ese entorno ocupa el papel de afectante y
como el afectado se ha modificado no podría seguir conviviendo
desde su realización, pero sí ha brindado un orden y ha
reparado las cosas concretas afectadas antiguamente por lo
negativo.
Ser en sí mismo es al mismo tiempo escaparse, ya que la
aceptación de lo exterior es la realización del camino personal,
construírse personalmente es un trabajo que promedia la
identificación con la tolerancia de lo ajeno, las esencias más
cercanas a lo profundo (las que valoran el sentimiento o lo
espiritual) se focalizan más en lo que los hace propios y las
esencias relacionadas a lo superficial se conectan a partir de lo
común, pero todo ser es una identidad conectada a cosas que no
son propias, los caminos se realizan por medio de lo exterior,
alejarse de la realización es negarse a si mismo.
Existe una ley por fuera de la realidad en la que todos los
seres se encuentran en igualdad de condiciones, las diferencias
que radican en su forma son los estados en el tiempo, pero esta
ley considera como positivas todas las negaciones y todos los
males ya que éstos son expresiones propias que hacen a la
formación de los seres, ya que la negatividad es la materia que
el tiempo transformaría a positivo pero de raíz conserva la
misma esencia; esta ley no sirve para transcurrir porque
quitaría todo juicio, no habría diferenciación entre lo bueno y lo
malo que es lo que se construye por medio del lenguaje de una
realidad dada, de ahí a que lo único que mueve a la cosa son las
leyes presentes, ni esta ni ningún otra ley que exista por fuera
de la realidad sirven para el desarrollo de los seres, éstos se
transforman por lo presente.
esencia-persona

Todas las esencias están conformadas por cantidades


porcentuales y maneras de manifestarse de otras, además del
elemento característico. Lo otro siempre es espejo de uno y
lleva nuestro problema a resolver, en uno existe la adecuada
manera de “encastrar” lo que es común con lo que sea que
conforme al espejo (personas, lugares, situaciones) y así lograr
abolir el sufrimiento y hallar gozo y plenitud. Así como cada
cosa tiene su relación al amor, todo tiene su relación a todo,
lejana o cercanamente. Los amores son esencialidades cercanas,
elementos gemelos; luego amigos y familia conforman las
proximidades, cuanto más lejano menos asociado. La relación
con otra persona sirve en gran medida a la posibilidad de ver el
estado de lo esencial que lleva, cuando se está perjudicado se
suele decir el problema es del otro, cuando en realidad eso que a
uno le afecta es la representación de lo que uno tiene, o sea que
jamás el otro cambiará, más bien uno es capaz de hacerlo. Al
hacer en uno positivo la próxima negatividad logra, además de
curarse, ayudar al otro, uno es la llave que se regala, los seres se
rodean de lo que son, uno está respecto a lo que es. Los seres
jamás renuncian a su deseo, ya que todo se encarrila a través de
eso, entonces sus voluntades y acciones movilizan los estados
esenciales y a lo largo del tiempo ocurre el orden de las cosas.
La perspectiva hace a la visión multidimensional de las
cosas, nada puede ver como ve el otro, cada uno es su propia
versión de la realidad (en el sentido tanto como actor o
espectador). La pura superficialidad ve todo “desde ahí” y cada
ser pisa su propio suelo; la percepción es imposiblemente
colectiva, lo objetivo se alcanza desde el lenguaje común y
no desde las visiones individuales. La interacción de todas las
maneras de mirar (y de sentir) en un espacio común ubicado en
un punto de la línea del tiempo genera la dramática realidad;
pero es importante remarcar que lo dramático no proviene de
lo simultáneo más bien el drama responde al problema:
pretender instalar una “única” visión. Este problema es
inacabante ya que cada visión reclama su punto de vista, pero lo
complicado de vivir en el mundo es a la vez un proceso de
construcción, el problema no es lo único que hay. De todas
maneras las subjetividades no son del todo impermeables a las
otras, el ojo ajeno permite reubicar la propia percepción y
encausarla desde otra tonalidad o color a través de una manera
de mirar cercana, los seres además de ser diferentes son
capaces de bien utilizar otras virtudes a su favor y así poder
correrse de una única línea que puede no solo resultar
cansadora sino contraproducente.
El orden de los seres a lo largo del tiempo favorece y
permite su realización, a veces un individuo puede situar su
deseo actual en un lugar o en una manera que responde
posiblemente (o quizá directamente no corresponda) a una
realización futura, y abandonar ese destino no significa
renunciar al deseo más bien implica el único camino de hacerlo
posible; es tarea de los mismos individuos llegar a vivenciar a la
vida como una experiencia de apertura del ser permitida por el
aprendizaje a través de eso que proviene del todo realizándose,
lo que se estipula en cuanto a la relación de todos los seres y las
cosas, dejar atrás la idea de individuo abstraído y desprovisto
de los alrededores es un signo positivo en la manera de ver. El
gozo de vivir proviene del ser, y cada esencia es su propio gozo,
intentar dar a conocer o explicar la propia manera de sentirse
hallado y pleno, la forma en que cada uno se encuentra en su
bienestar emocional y tranquilidad, resulta ineficaz ya que ese
lugar solo lo ocupa uno, es a través de lo común que se expresa
lo comunicable, uno aprende qué decir y cómo, pero el propio
gozo proviene de sí aprenderlo; algo muy importante es que
cada ser lleva su responsabilidad hacia sí mismo, no solo por la
propia vida sino por las vidas circundantes, y llegar a liberarse
de los malos enlaces a lo ajeno es el camino de cada cosa, cada
cuerpo carga con ese universo futuro que creará, proveniente
del camino personal de su creador, cuya tarea habrá sido
descubrir lo que ya es, y la superación consiste básicamente en
dejar atrás lo que en tiempos presentes aparece como deseo de
control e ideas pre concebidas, este es el gran desafío de la vida:
quererse sabiendo que el gozo que nos pertenece es nuestro
verdadero deseo, y que definirlo previamente es poner en
primer lugar lo negativo que está en uno, por eso el camino es
despojarse de todas las negatividades y que la expiación y la
purga sucedan, el deseo positivo es una consecuencia de
superación, proviene de quitar de sí la intención y las malas
voluntades.
El respeto al otro proviene de entender el hecho de que una
persona es un deseo en el tiempo, y su reacción a los sucesos
está sujeta al lenguaje-tiempo, ante una misma realidad los
motivos de cada persona son siempre diferentes, cada ser tiene
sus propias razones por eso que alguien cambie de actitud ante
una circunstancia no representa que otro vaya a hacerlo, porque
la aceptación de las cosas es consecuencia del lenguaje que las
acepta, el primero en hacerlo es solo el que halló sus motivos
personales para llevar a cabo una modificación en su
perspectiva, la crítica ante el que no lo hace es inútil, su
descubrimiento está siendo forjado en cada acto, el que se
siente capaz de ayudar solo debe hacer posible ese camino, y el
juego de dejar y actuar lo hace todo, los conceptos de el destino
te hace y cada cual hace su destino conviven entremezclados,
pretender una reacción unilateral es querer que todas las
personas y esencias sean las mismas, el fuego no reacciona igual
que el viento o el agua, yo tengo razón y tú no es ubicarse en la
relación mejor – peor, cosa parecida a decir: el sol es mejor que
el mar o la tormenta peor que el árbol. Los destinos son
realizados desde las decisiones personales, a nada se le debe
adjudicar las consecuencias que la vida trae más que a sí mismo
y los propios actos, y aunque desde el punto de vista del todo las
esencias están condicionadas por su lenguaje de aceptación al
ser, no existe condición externa más que la propia, por lo cual la
decisión es la condición que cada ser elige, por eso nada que
exista se halla en desacuerdo con lo que es, y este es el sentido
justo de la existencia, el todo que se aprueba a través de sus
partes que lo aprueban. Si hubiera que hacer una hipótesis
sobre cuál es la razón de esta manera de desarrollarse la vida se
podría decir que, así como hasta ahora la historia es imborrable
por su escritura (física y lingüística), sería el trascurso de las
cosas lo que llevara por medio de su orden a la escritura de
todas las razones que hacen a esta vida, con la única finalidad de
haber dejado atrás todas las dudas existenciales, ya que el
drama universal es que la duda existe.
Que desde una visión futura el actuar de las esencias-
personas esté aprobado debido a que es su reacción natural
desde su razón no quiere decir que el mal se justifique, este es
un motivo que hace a las leyes algo necesario poniéndose en el
lugar de margen de acción ya que una verdad futura que
describa a un hecho malo como un acontecimiento positivo no
existe en la noción presente ya que esa descripción proviene de
una mirada abarcativa en el que lo malo significa algo más,
ejemplo: una persona hiere a otra con un arma blanca, le
primera recibe su condena y la segunda es enviada al hospital,
ésta última conoce a lo que iría a ser el amor de su vida y el
condenado recibió el tiempo necesario para recapacitar y lograr
cambiar, el hecho sigue siendo algo malo pero desde el futuro
ocurrió como necesario para su orden positivo.
Existe una compensación gracias a la diversidad de seres,
no con esto me refiero a la variedad de especies, que escribe de
alguna manera el camino global del desarrollo total o del todo,
entonces en un determinado punto del tiempo para uno o más
seres de tales caracterísitcas se representa como negativo y
perjudicial algo que para otro grupo o individuo se expresa
como motivo de estabilidad; esto se explica con la teoría de
porcentualidades que hace a la diversidad, lo negativo es
negativo pero la estabilidad de cierta parte se debe a la
ausencia de razón propia y con eso la experiencia desde allí,
ambas cosas dadas por el tiempo en que se estipulan los
destinos de acuerdo a las características elementales, pero eso
negativo que resulta indiferente para uno o más seres no
significa que es poco importante más bien esta negativizada su
relación para con tal elemento por no haber despertado lo
propio que se relaciona positivamente con él.
Decir al propio ser significa expresar la razón personal y el
fortalecimiento de tal razón conlleva a la estabilidad que
permite el movimiento de las razones que, por estar alejadas
en el tiempo, son frágiles en voluntad; o sea que las razones
posteriores pisan el suelo de las anteriores, por ley cósmica, y
el ordenamiento se supera por medio de las escrituras, donde
se sellan las cosas por ser la palabra el estado físico del
sentimiento. El logro del alejamiento permite tanto asentar las
razones fortalecidas como darle espacio a las razones
debilitadas, en casos donde se manifiesta una ida y vuelta de la
separación o separatidad el escenario de convivencia se
representa como una quietud exterior y una lucha interior, de
todas maneras es la densidad la que define el tiempo en que la
naturalidad del movimiento se normaliza.
Se considera dios a la esencia amor, ya que de ésta esencia
proviene todo, y todo lo que no es amor es una forma diferente
de desarrollarlo, debido a esto el paso del tiempo en que los
seres se descubren tiende a la formación de las diferentes
perspectivas de dios, que son los modos en que el amor se
expresa, en definitiva todas las esencias formarán su plenitud
en un tiempo futuro en que todas las razones hayan aparecido y
todos los caminos se hayan transitado. Se entiende entonces al
ser humano como la condición presente de futuros dioses o
seres en plenitud en que sus virtudes se encuentran a modo de
semejanzas o similitudes aparentes; de todos modos el actuar
de las personas se juzga desde el lenguaje y no desde la
incapacidad de ser dios, la fuerza de voluntad existe a pesar de
la condición y lo que se espera de todos los seres siempre está al
alcance de sus capacidades, por esto el hecho de que algún día
todo se expresara de un modo divino es algo irrelevante para el
trascurso en que las leyes presentes son lo único que generan el
movimiento de todas las cosas.
lo real

El concepto de real queda comprendido cuando se lo


compara con el de realidad, esta es lo que se halla presente, la
superficie aparente, lo que se ve de manera simple y cotidiana,
en cambio lo real puede tanto estar como no ya que significa lo
verdadero, lo que realmente es, más allá de su situación
presencial. Se puede ver lo real en un encuentro o un diálogo, y
es real porque no manifiesta camuflaje, en el sentido de
escapatoria a lo profundo, pero hay veces donde esas
situaciones presentan el carácter de ficticio por esconder
verdades interiores (en este caso lo real no se presenta como
realidad). El estado del ser es la verdad que ocupa el lugar de lo
real, y va más allá de lo positivo o negativo, tanto un mal
interior como un sentimiento de amor pueden representar el
escenario real de una persona.
Como la cosa es la materiaización del ser debe ser lo
verdadero lo que se exprese sino la estructura dejaría de ser
física, la ausencia de lo real obliga a retrotraerse del cuerpo ya
que las ideas (el reemplazo superficial del ser) están en un lugar
mental y su realidad es una apariencia ilusoria; el lenguaje del
lugar puede ser tanto el sostén de lo real como la permanencia
de una idea, lo negativo está en lo engañoso que estabiliza a la
razón por sobre lo profundo dejando a esto último en un lugar
menospreciable o desechable, cuando lo real logra aflorar por
entre las cosas las razones valorizan al ser deshaciendo las
ideas cuya característica era la de no ser algo expresable sino
algo creído y volátil.
Hay esencias que padecen ante la inexistencia de lo real y
hay otras que por lo mismo logran cierta estabilidad, estas
últimas no han llegado al espacio-tiempo en que sea posible la
expresión materializada del estado de lo profundo entonces
permanecen indiferentes ante la afectación que se pueda tener
hacia las primeras, que sí llevan la posibilidad de exteriorizar su
realidad interior siendo las responsables de quebrar la
superficie negativa desde el lugar del aprendizaje y la
superación, en ese tiempo las esencias que pueden establecerse
mediante lo ficticio no llevan el descubrimiento personal en que
su ser se fortalece para obtener la voluntad de abolir lo
negativo, entonces ocurre la lucha que desemboca en la
obtención de un lugar común para las esencias superadoras y la
obligación a un camino nuevo para las negadoras.
Cuando una persona se logra despegar de los enlaces
negativos es porque pudo construír su propia cosa de manera
aislada a las costumbres ligadas a las personas que ocupan el
papel de afectante, de todos modos mientras las realidades
(contrapuestas) sigan conviviendo en términos físicos es lo
nuevo lo que cede dejándole lugar a las formas viejas que antes
ocupaban un sitio de estabilidad, las superaciones fueron
realizadas y lo negativo fue revertido pero desde el punto de
vista exterior la modificación no resulta notoria debido a que las
cosas concretas que sostienen al ser que se superó no se
encuentran presentes y se presentarían paulatinamente, en la
medida que eso suceda inevitablemente las dos realidades se
separarían ya que la anterior no tolera la permanencia empírica
de algo cuya resolución no ha tenido lugar.
Desde el punto de vista de lo real el individuo o el grupo
superador ha logrado exteriorizar lo que anteriormente se
encontraba reprimido u ocultado por las fuerzas de las esencias
contrapuestas, desde estas tal ocultamiento representaba un
lugar de permanencia para sí mismas y las propias razones para
modificar la actitud respecto a lo reprimido aparecerían de
forma posterior a que tal individuo o tal grupo hayan podido
separarse por medio de la corrección de los errores propios,
esta exteriorización es ajena a las esencias represoras porque la
manifestación de lo verdadero de ambas partes lleva un lugar
físico distinto, de ahí a que su unificación este dada desde el
conflicto a resolverse.
Cuando hay una separación de partes no correspondidas,
esto ocurre con los elementos ligados de una determinada
manera en un espacio-tiempo, lo que se separa es el tipo de
enlace pero no quiere decir que las partes sean eternamente no
afines, puede pasar que en un futuro las mismas esencias se
vuelvan a unificar desde otro punto de vista, y esto explica el
orden total de las esencias: el tiempo que transcurre es el
desligamiento de las maneras erróneas que tienen los seres de
unificarse, dejar a una persona querida atrás por un conflicto
determinado no significa renunciar totalmente a la persona sino
a la situación que hace al presente.
la cosa

La cosa es en realidad uno en relación a otro, no es


meramente la relación sino la realización del yo permitida por la
existencia de un tercero, es de alguna manera la materialización
del Ser. Es la personalidad la que determina cuan cerca se está
de los vínculos y cuanto de sí mismo, en general las personas
con capacidad creadora tienden al ser solitario, cuando la
sociabilidad responde al trabajo en conjunto. Inútil es
determinar una regla, o estadística, ya que cada esencia-persona
lleva su cuota de todo lo que lo forma y con eso es únicamente
capaz de hallar su adecuada manera de estar.
Es interesante dilucidar la diferencia entre materia y cosa,
ya que conceptualmente son ideas separadas pero que están
íntimamente ligadas en la realidad. La cosa está más asociada a
la circunstancia, y la materia al cuerpo, a lo táctil; no hay
materia sin cosa ya que el sentido de realidad en el cuerpo lo da
el lenguaje de lo cotidiano, a la vez que éste no puede
materializarse sin un sustento palpable. Pero no es lo mismo el
sentido de cosa en el mundo que en la realidad cósmica, las
circunstancias del universo y lo que lo hace real no son las de
realidades personales, aunque hay creencias de que los astros
son nuestro reflejo. Sin embargo hay ser en el universo, no es
una acumulación aleatoria de polvo, el orden tiene una causa;
así que tomando al cosmos como una realidad física y empírica
del ser, su cosa, el equilibrio que todo lo sostiene, es una
realidad que responde al mundo de la física. El universo lleva la
realidad total de los seres cuando el mundo personal es un lugar
de descubrimiento, por lo tanto la cosa universal es la de
sostener y la cosa mundana es la de transcurrir.
El sentido de realidad permite ubicar en primer lugar lo que
está por sobre el deseo o el interés personal, el mundo está
gobernado por lo individual y en este sentido hay un exceso de
negación a lo común, siendo este un medio de superación
colectiva, el exceso ocurre como consecuencia de acumulación y
su resultado final es el extremo en que se libera la energía
contenida generando una caída estabilizadora definitiva o
parcial. Es muy habitual hoy vivir una situación donde todos se
encuentran presentes pero cada uno en su “mundo”, además de
ser un tema puesto en discusión, lo ficticio mueve a las personas
y desde allí se hacen las relaciones, cuando la estructura decae
ya parece no haber nada. Está en juego el vértigo cuando se
intenta alejarse de ese motor y se deja llevar por el acontecer,
este puede ser tanto el encuentro como la situación solitaria,
existir o ser real no es algo obligadamente ligado a lo social. El
ser humano está posado en una manera a través de la cual todo
es posible, por eso es vital pisar primero y dejarse llevar por lo
que permite al deseo transcurrir; en general cuando hay lo que
llamé “interés” creo que la manera es renunciar, pero lo ubiqué a
modo de ejemplo ya que lo que trato de describir es el
alejamiento del deseo a la cosa.
Desde el punto de vista del universo la adaptación que la
cosa requiere, la inevitable circunstancia, se traduce en las
diferentes realidades atmosféricas y físicas que presentan los
diversos planetas; la luna tiene condiciones ante las cuales un
ser humano debe unánimemente lidiar, evadir esa situación
empírica es signo de irrealidad así como pretender algún día
viajar lejos ignorando el funcionamiento del lugar, es obligato
aprender la manera en que es posible la presencia en cada sitio,
con esto ejemplifico el hecho de que la cosa gobierna. Pero el
gobierno de la cosa es en pos y a favor de los seres, dejarse
aprender es ubicarse en la noción de que todo sirve para llevar
la guía empírica de cada cosa existente; en cuanto a la persona
es ese “ojo externo”, la mirada de un tercero, que permite
acomodar el deseo por el sitio o canal correcto imposible desde
la mirada de esa persona por no llevar la condición sostenedora
de todo lo que existe. Por eso, como dije en los primeros
capítulos, esa fuerza sabia proviene de la inamovible condición
existente de toda cosa, lo que es no puede ser quitado (lo
imposible es no existir) y esto (la cosa como todo) lleva en sí lo
que ha sido y lo que será, es la materia de lo que siempre y
jamás será borrado, con eso que la existencia en toda su
plenitud se trata de eso: el camino del orden; cada ser
descubriéndose, hallando su canal, un continuo significar que
lleva de manera segura a lograr lo que siempre hemos sido,
seres normales que habrán dicho todo lo que había dentro,
todas las flores internas, y haber llegado en ese futuro tan lejano
a lo puro, al niño inocente que por lograr su recorrido natural
será libre ya, nada por decir y todo lo posible por hacer.
Se podrían determinar cuatro niveles a través de los cuales
se manifiesta lo circunstancial: nivel sub-atómico, nivel biológico,
mundo de relaciones y realidad cósmica. Así como el mundo
tiene sus reglas en cuanto al funcionamiento de la cosa y el
universo funciona en base a su sostenimiento, cada nivel lleva
su ley de funcionamiento, el entramado obligado que hace al
suceder realizable. Las leyes subatómicas responden a ese nivel
y pretender abordar ese lugar a través de otra regla (como
puede ser la ley newtoniana) es abstraerse del sentido de
realidad: cada escala o dimensión lleva su propia regla. Pero a
modo de función la cosa lleva su misma finalidad en cualquiera
de sus niveles, y ésta es la de sostenimiento; ejemplificado al
mundo de las relaciones personales la cosa permite que se
pueda vivir y transcurrir sin tener que estar sosteniendo por si
mismo los logros tanto espirituales como personales, queda
dicho en el lenguaje de lo concreto, el ser es sostenido por lo
material. De alguna manera el cuerpo lo “cristaliza” y lo
acontecido a través de las cosas lo lleva, y esa es su estructura.
La cosa es la estructura de lo que se llama espíritu, que es el ser
esencial de materia incorpórea, el sentimiento no está sino
permeado a través de todo lo que permite su manifestación
(expresividad artística, trabajo, lenguaje hablado, encuentro
sexual).
Que la cosa lo realice no es sinónimo de ser controlado, uno
tiene la capacidad de formar parte de la cosa y ser partícipe, el
equilibro de lograr el no-autoengaño y aprender al libre
albedrío; lo real en primer lugar y después poder llevar a la
práctica lo que se anhela, la vida es posible y la cosa lo permite.
No se está preso de lo inevitable, cada ser despierta y descubre
ese camino de positiva ligadura con todo lo demás, ser capaz de
diferenciar el (+) del (-) cuyos significados están manifiestos a
través de todo lo escrito y acontecido. El positivo sentido de las
cosas es contrapuesto a su versión negativa, formulada por la
confusión proveniente de la mentira que hace al vivir en un
mundo hecho de raíz por la yuxtaposición del bien y del mal, no
hay bien absoluto ni tampoco es todo malévolo, simplemente el
signo negativo corre en paralelo a las cosas y las personas.
Lograr la propia realización e identidad a la vez de aceptar la
constructiva e inseparable relación con lo demás resulta ser una
falsa premisa cuando se presenta como fachada de una versión
superficial que consiste en la neurótica unión y la escapatoria de
ser uno mismo, así la ligadura es enferma y la realización
ficticia. Conceptualmente es lo que ocurre con una foto revelada
y su negativo, la imagen aparenta similar pero no es otra cosa
que el polo opuesto.
Hay básicamente 3 (tres) lugares o sitios los cuales
conviven y hacen a una misma construcción: el hecho de estar.
Los polos se separan entre lo profundo y lo superficial, y ambos
se conjugan con el sentido primitivo de realidad (estoy aquí).
Hacia el extremo de la superficie se posa el drama de
abstracción, que proviene del deseo de abolición de yo, la
realidad escapa de lo profundo y se canaliza hacia lo puramente
material, donde esto último deja de ser un medio para pasar a
ser un fin en sí mismo. Hacia el extremo contrario está lo que se
halla cercano a la expresividad, lo que prioriza al deseo, y es
desde el punto de vista antes mencionado declarado como fuera
de, o sea que un lugar escapa de otro, hay una mutua repelencia,
una (aparentemente) irremediable disparidad. Lo que permite
que los polos se establezcan a pesar de esta problemática es lo
que manifiesta la pura relación del ser con el lugar, el estar
parado en la noción de realidad quasi animal, realidad que se
conserva en su estado puro por medio de las comunidades
naturales que se encuentran, por propia voluntad, alejadas del
mundo. Este último sitio conserva al ser por su lejanía al
materialismo al mismo tiempo que lleva la carga negativa por
pisar el suelo donde el deseo de abstracción existe; pero los
sitios descriptos no son lugares absolutos ni tampoco
superficies claramente delineadas, su significado esencial se
expresa a través de la particularidad de cada ser cuya relación
con lo real viene demarcada de su naturalidad elemental; la
pluralidad de seres es lo que posibilita la total realización, y la
superación de cualquier drama existente es el resultado del
descubrimiento colectivo.
El universo está protegido por el hecho de que no se le es
permitido al deseo negativo manifestarse hacia el exterior ya
que todo lo que está presente es positivo desde la cosa,
entonces mientras permanezca se lo obliga a ser algo interior. Al
ser que lleva o carga virtudes contrarias a la vida se le obliga a
quitárselas como acceso permitido a la cosa, por lo tanto existen
dos resultados posibles: el ser padece alejamiento a lo concreto
o la persona queda abstraída de su ser. En el primer caso se
ubica el sufriente, el alejado de lo común, la persona que no
halla un sitio claro de bienestar; y en segundo lugar lo pisa la
persona que atenta al ser de manera escapatoria o esquivatoria,
motivo por el cual el posible daño causado tanto a sí mismo
como a otros resulta como un fluído que no supera las barreras
de lo físicamente tolerable. Es irrealizable, por ejemplo, una
virtud negativa animalizada, no existiría manera de combatir o
superar la real expresión exteriorizada de un deseo dañoso;
además el cuerpo no soporta su ritmo, la vida es el resultado del
equilibrio, ante cualquier cosa que contradiga esa regla el
sistema natural se protege excluyéndolo.
el mundo

El concepto de mundo va más allá del tiempo presente y


también del sistema global al que con ese nombre nos referimos,
un mundo es una unidad que no contempla por naturaleza
cualquier cosa exterior y evoluciona desde su propia
conservación; desde el punto de vista positivo su utilidad
funciona como medio de realización provisoria cuyo resultado
llevaría a su abandono llevando consigo lo aprendido, y desde el
punto de vista negativo lo exterior significa un rechazo y no hay
un deseo de llegar a salir de él. En la actualidad existe la
convivencia de ambos puntos de vista, hay negación al tiempo que
hay evolución, entonces irse del mundo equivale a destruirlo
debido a que el avance real pasa a ser una ilusión y la energía de
aceptación (por ser falsa) retorna reiteradamente por no hallar su
destino verdadero, pero en sí la finalidad de cualquier tipo de
mundo es llevar a cabo la realización de los seres que en él
conviven.
El lenguaje construído a lo largo de la historia contiene en sí
el deseo de escapar o huír de lo esencial, cuya herramienta es la
negación y su efecto la incapacidad de poder ver el estado
empírico de lo real; la negación misma construye un sistema que
se avala y aleja al sujeto de la noción consciente sobre sí
llevándolo al deseo de no-ser, percatarse sería ubicarse en la
obligación sobre el actuar al respecto de tal deseo en cuestión. Al
existir el problema de manera camuflada sobre un sistema
aceptado desde su razón lo negativo mantiene estabilidad
generando males interiores considerados como defecto por no
cumplir las reglas de lo establecido como normal, y al estar el
mundo formado por el lenguaje de las esencias superficiales estas
no demostrarían interés alguno por modificarse al existir en un
ámbito de permanencia al tiempo de no tener la propia voluntad
de afrontar la manifestación exterior de su realidad interior,
nuevamente serían las esencias afectadas las que lograrían el
movimiento necesario en la realidad de lo profundo, que es en
donde el problema recae.
A las esencias superficiales no se las culpa sino se las
enfrenta desde el lenguaje mismo, siempre en la historia ha
existido la contraposición entre lo superficial y lo profundo, se
sabe desde la teoría que las razones de los seres superficiales son
las que revertirían su actitud negadora, así es posible combatir las
realidades en conflicto a manera de construcción en lugar de
pelea, las actitudes de ayuda y compasión son fundamentales ya
que desde ellas se colabora en la construcción de los caminos,
enojarse ante una negación ajena es actuar con negación ya que el
propio rol sería encontrar el deber para que se forme un cambio
positivo. Esto no quiere decir que los problemas se solucionen de
una manera poco notable y con bajo perfil, la negación nunca va a
cambiar desde su punto de vista, el drama de las esencias en el
tiempo permite entender los motivos cósmicos de por qué tales
cosas acontecen, siempre desde las reglas del presente (porque
los caminos no se conocen sino se desarrollan desde el hoy) las
personas pueden descubrir su actuar correspondiente y cuando
esto no sucede es porque no se dejan modificar para que por
medio de la corrección de los propios errores la negación ajena
que a uno afecta logre una transformación verdadera.
En un mundo ideal existe la conciencia de su límite aceptando
lo que no es del mundo, desde el punto de vista psicológico eso
ocurre cuando se tolera el hecho de que hay algo diferente y
exterior (como también sucede con las esencias, parte del drama
es poder aceptar que otro es distinto), la finalidad es proteger a
toda realización que sucede desde sus adentros sea su paso por el
mundo algo pasajero o definitivo. En la actualidad se conoce un
solo mundo, la humanidad no se ha expandido ni tampoco se han
conocido civilizaciones exteriores, pero el transcurso del tiempo
desarrollará diversidad de ellos, siendo unidades paralelas y
separadas, teniendo objetivos y orígenes propios.
En sentido metafórico el mundo también puede ser lo que
abarca la mente y la vida de una persona, el mundo propio no es
otra cosa que el contenido (material y sentimental) con que un
ser en particular se mueve a lo largo de la vida, es importante
entender que las personas están o estarán obligadas a permitir la
convivencia de formas diferentes siendo estas provenientes de
perspectivas distintas, entonces es coincidente la incapacidad del
mundo a desarrollarse hacia sus afueras con la realidad en que las
personas no han logrado vivenciar el hecho de las múltiples
persepectivas, pero tal aceptación se daría desde la superación de
las trabas y los problemas en que ese permiso ocurre como algo
verdadero y no desde el abandono de otro llevándolo a la
desconsideración por no ver realmente las diferencias positivas
que existen con la perspectiva propia.
La escapatoria al yo, al ser interior, que es un problema que
proviene de las esencias superficiales (cercanas a la razón y a la
materia), se relaciona directamente con la negación a un ser
ajeno, debido a que llegar a la expresión de la propia identidad va
acompañado de separarse de las esencias exteriores, ser uno
mismo es también diferenciarse, así un mundo que no quiere
concebir algo que no sea parte de él es un reflejo de las personas
que lo conforman al no poder identificarse a si mismas, el gran
drama es la obtención de la identidad personal, y la misión de
un mundo es la de ser funcional para ese fin, un mundo abstraído
en si mismo es tambien un mundo sin identidad.
el problema

La negativa manera de pensar es la que incluye la intención


de impedir que lo puro aflore por sí mismo, es el deseo de
ponerle vallas al ser, entonces el lenguaje del mundo (que es
proveniente de la razón) resulta de esa inclusión; nada llega a
ser absoluto, lo profundo y lo que se abstrae se conjugan, pero
al haber sido construído el lenguaje desde la superficie el ser
humano no ha podido ser lo profundo, porque no lo es, sería el
ser mismo que se manifestara ordenándose a través de lo
racional lo que permitiría abolir el deseo de abstracción. Dejar
que parece ser la manera de superar esa barrera que el pensar
impone, o sea que retomando al tema expuesto sobre el amor,
de él proviene toda pureza, aún el puro pensar, con eso que lo
que hoy es negativo en el pensar el futuro lo manifestaría
positivo, ya que lo negativo no está en el pensar sino en el lugar
de donde proviene. Las voluntades cercanas a lo superficial (la
razón) llevan una fragilidad en su ser debido a que su relación
porcentual con él es menor y su fortalecimiento ocurre desde la
positivización de sus razones y virtudes dadas en el tiempo, por
eso el presente manifiesta sus realidades desde la negación y la
resistencia; pero algo peculiar es que esta superficie se expresa
como materialmente estable, el mundo actual está gobernado
por este tipo de esencias al tiempo en que peligran por
asomarse al borde de lo caótico, y es el deber de las esencias
asociadas a lo profundo de contrarrestar desde su trabajo
personal y colectivo presentándose como razones positivas.
La escapatoria del yo, el problema que se encuentra en el
lugar de la superficie, está directamente ligado a la abstracción
debido a que en el exterior se encuentra el estado de las cosas
relacionadas al ser propio que hacen a su realización y querer
establecerse por fuera de ellas solo expresa la verdad interior
de no manifestar lo real, el estado verdadero de lo profundo.
Cuando la expresión de lo real decrece es lo ficticio que toma el
lugar de la realidad y al perderse el sentido de conciencia los
deseos pasan al plano de la ilusión por no haber capacidad, en
una persona o un grupo social, de observar el estado real de
hechos. Es ahí cuando se pierde el carácter de cosa y los
individuos se separan de lo genuino alejándose de su
encausamiento verdadero y estableciendo un contacto aparente
en el que existe un estaticismo con respecto a la evolución del
ser. Pero como cualquier problema solo se alcanza visibilidad
desde el desarrollo de su solución porque los motivos que lo
generan no han sido exteriorizados, y este trabajo proviene de
las esencias cercanas a lo profundo debido a que su todo
aparece en juego y se ven forzadas, sea por su dolor como por
su obligación, a dar cuenta de la situación real respecto al ser en
concordancia con el lenguaje del lugar en que el problema se
manifieste. El proceso en el que hay crecimiento de lo ficticio y
disminución de lo real lleva una tendencia hacia el quiebre por
ser insostenible la estabilidad de lo que por naturaleza es falso,
y ese es el desenlace consecuente de una lucha producida desde
el plano de la positividad; cuando la expresión de lo verdadero
hace su lugar en el terreno en cual existía la estabilidad anterior
quiere decir que las razones destinadas en el tiempo para las
esencias más superficiales comienzan a presentárseles, en este
caso no generado por deseo propio.
La existencia del problema está en su ocultamiento, la
apariencia refleja una imagen estable debido a que la ilusión
tiene lugar, el desarrollo de lo real es reemplazado por el
pensamiento que al no ser desmitificado se afirma desde su
lugar ficticio; la expresión de lo ficticio es inevitable ya que las
esencias que no han expresado su ser deben poder permanecer
en un espacio físico, todavía no han descubierto su realidad
interior entonces no son capaces de sostenerse a modo de cosa,
lo que se sostiene es más cercano a una idea. La resolución de
este conflicto aparece en forma de barrido en que las esencias
más profundas destraban la estabilidad negativa desde su
lenguaje para luego ir de manera progresiva tomando
repercusión hacia las esencias más superficiales, así sucede el
proceso en que las diferentes formas de ser llegan al lugar
personal en que lo verdadero puede ser manifestado. Pero este
problema está en la actual situación del mundo, el tiempo
posterior encuentra vivencias desconocidas que sobrepasan el
drama de lo ficticio, la ausencia de lo verdadero es a lo que se ha
llegado por la acumulación de negatividad a lo largo de las
generaciones, sin embargo esta manera en que se ha producido
el problema es semejante a cualquier realidad de extremo, de
punto culmine en que la estructura de lo presente llega a un
estado de insostenibilidad para dar lugar a su quiebre, siendo
este siempre algo positivo por provenir del orden y de la quita
de los impedimentos.
Detrás de una abstracción hay un deseo de negación que
aleja a un individuo o a un grupo de la noción realista de su
situación construyendo un autoengaño para continuar en el
actuar errado (objetivo), así se desatiende lo verdadero y se
produce un estancamiento ya que se avoca a lo que no tiene
destino por no estar conectado desde lo causal. Esta negación
lleva una finalidad interior desconectada del contexto que tiene
la característica de no ser expuesta, desde el punto de vista
exterior es una finalidad contrapuesta al entorno por no ser
capaz de considerarlo modificándose y revirtiendo los errores
propios, si un deseo abstraído lograra su realización
destruiría todo lo que deconsidera por eso el individuo o el
grupo permanece en un estado estático hasta canalizarse
correctamente.
Ser autor de una negación significa encarrilar el actuar
propio desatendiendo el resultado real de ese actuar y
escapando de la noción sobre las consecuencias y su significado,
pero la negación lleva un motivo más allá de ocupar un lugar de
equivocación respecto al lenguaje común en que se encuentra, y
es que hay en la persona negadora una creencia errónea no
descubierta que incita al actuar indebido por estar esa
creencia depositada en el deseo y al no estar resuelta el deseo
negativizado no es capaz de abandonarse. Además el camino en
que la persona resuelve su creencia errónea ocurre a través de
la negación y su fracaso, luego de que esa persona haya
atravesado su proceso interior y haya podido modificar su
antiguo actuar se entiende que nunca lo hubiera podido hacer
desde el principio, cuando la creencia todavía existía, ya que
esta era la causa que hacía que la persona (o grupo) reaccione
de manera desinteresada ante un daño o perjuicio posiblemente
generado por su negación.
Al llegar una esencia o un grupo de ellas al momento en que
su actuar negativo se estanca empieza el camino de
transformación hacia ocupar un papel de aceptación en relación
a una negación ajena o exterior, ya que resolver el propio drama
interno es dar a luz el esclarecimiento de las dudas
pertenecientes a la esencia propia y las explicaciones de por qué
existen (o existían) las negaciones y los actuares indebidos. Más
allá de los motivos de la negación se entiende que en los
tiempos en que esta tiene lugar no existen para la persona las
condiciones físicas y materiales en que su ser se encarrila
positivamente, estas condiciones son una consecuencia de su
lucha (interior y exterior) por eso a los seres se los deja
desarrollar su actuar ya que ese desarrollo permite la
resolución de su problema, y esto se realiza por medio de las
leyes de una realidad (ya sean las leyes en una sociedad o leyes
personales) porque a través de ellas se avala la formación de los
caminos múltiples en un mismo espacio-tiempo y por ellas es
posible el orden verdadero, de esta manera se permite lo debido
con el equilibro en que la libertad fluye a la par de las
obligaciones.
el saber

El saber resulta inútil cuando se lo separa de la experiencia


personal y se lo considera como una materia abstraída de la
realidad, una regla fundamental de la vida es poder al no saber,
si no existiera la base del no saber todo se aceleraría
inevitablemente por la imposibilidad de frenar y volver a un
punto cero; la herramienta principal en la naturaleza es la
intuición, y a través de ella se logra andar sin necesidades
incorporando a lo largo del tiempo saberes y aprendizajes, pero
estos cumplen funciones determinadas, de ahí a que querer
llegar a un conocimiento desligado de la cosa significa quedarse
varado en un punto sin avanzar. La ciencia ha llegado a un
extremo en el cual el conocimiento es un objetivo en sí mismo y
al no existir un planteo previo de lo necesario padece
estancamiento en cuanto a lo práctico, toda detención debe
primero reconocer su falla o error para así modificarlo y
avanzar, en la actualidad se investiga sin revertir el error de
destrucción y tal negación impide la maduración y la evolución,
o sea que desde el punto de vista astrológico el ser humano
inevitablemente va a deber modificarse a sí mismo para que el
rumbo de la ciencia, entre muchas cosas más, exista como un
movimiento real. Las últimas tecnologías contienen en sí las
características de abstracción y de negación, por ello suceden
dos cosas: al no haber una finalidad expositiva de los motivos
que incentivan las investigaciones los avances se manifiestan
como variaciones de una misma realidad y al no existir la
búsqueda del error no se permite la aparición de las razones
verdaderas para que haya una real prosperidad en cuanto al uso
y la práctica de las tecnologías, llevando esto último cierto
carácter de ficticio.
Las personas deben descubrir el saber que está estipulado
en su camino, prefijar un saber determinado es actuar con
prejuicio ante lo que no se conoce (el destino), la forma
adecuada de andar es construyendo las leyes propias que
fabriquen el sendero en cual las cosas relacionadas a uno vayan
apareciendo y desarrollándose; estas leyes propias son
producto de la quita de negatividades que descontextualizan al
individuo y pueden ser el resultado de un período interior o de
un proceso de adaptación al entorno, así cualquier persona
aprende a movilizarse de manera adecuada ya que su ser está
en armonía con el entorno. La quita de negatividad es un acto de
superación, al suceder el ser está renunciando a ciertas
costumbres, por eso no siempre son lapsos breves, los períodos
interiores son en general más duraderos ya que la esencia-
persona se avoca exclusivamente a su situación intrínseca y la
forma en que deja lo negativo es más paulatina, en cambio los
procesos de adaptación están más ubicados en un lugar de
práctica, de tareas específicas que ayuden a moldear los
desacomodamientos, y su incomodidad suele ser más breve;
pero aprender las reglas propias del andar en el tiempo es solo
un modo de abordaje, cuando existe una claridad en la mente la
persona está en condiciones de estipular, de establecer y de
crear, las correciones aparecen como una necesidad a cierto
estancamiento (o también sufrimiento) y son una herramienta
de la cual las personas pueden valerse, una vez incorporadas el
camino fluye de manera natural, más allá de las cosas que en él
puedan suceder, con la condición de que esas reglas no se
quiebren (aunque si puedan ser olvidadas) ya que de ellas
proviene la estabilidad lograda.
Además de ser el saber para una esencia algo ordenado en
el tiempo es la forma de descubrimiento que hace que la
perspectiva haga subjetivo un conocimiento determinado, en
lugares de multitud el saber existe como algo compartido pero
en períodos personales el acercamiento a ciertas sabidurías
ocurre como algo propio a pesar de tratarse de una disciplina
perteneciente a infinidad de seres. A lo largo del camino de un
ser en particular pueden aparecer etapas en que el saber es
encausado desde la experiencia propia y solo desde ella se
aprenden cosas que llevan su carácter de común por medio de
lo transmitible, entonces más aún la persona debe corregir los
errores que lo alejan de la adecuada manera en que el saber se
adquiere.
Desde la vida de cada ser con sus modos particulares se
construye a lo largo del tiempo el saber total, el orden en el
tiempo es el desarrollo de un conocimiento común producido
desde las necesidades personales y colectivas que liberan todas
las trabas y resuleven todos los problemas. La no aparición de
tales saberes es el motivo por el cual los nudos y el desorden
existen, todo lo producido desde las superaciones traen como
consecuencia las teorías que sellan el orden generado e impiden
por su aparición que el desorden vuelva a suceder, y esto
explica cómo la vida se trabaja desde las voluntades ya que los
seres buscan su supervivencia y por ella resulta todo saber.
En el tiempo actual no está asentada la conciencia sobre la
realidad para determinar qué saber es apropiado en nuestra
sociedad, a pesar de haber mucha ciencia aplicada el
conocimiento se toma como una disciplina previa para en tal
caso ver a posteriori que propósito se le podría dar, pero este
encare se asemeja a la búsqueda de las más herramientas
posibles para un objetivo que proviene de la dominación sobre
otros, el mundo está construido desde el adversario y la
competencia, y ese no es un objetivo realista sino inconsciente,
solo desde la correción de ese error se podría encarrilar al
conocimiento en su canal y destino adecuados, hallando por
causalidad su finalidad útil.
el camino

Los caminos tanto personales como colectivos se encausan


desde su trabajo y ejercicio, la relación causa-consecuencia
brinda la información necesaria para descubrir los errores y
concientizar los aciertos que hacen al correcto avance o a la
experiencia de quietud. La correción del error ubica al ser (o al
conjunto) en la manera acorde de trascurrir respecto a sus
alrededores ya que es la ubicación respecto al entorno lo que
supera al drama de abstracción (existir en sí mismo) debido a
que las redes siempre son razones que tienden a su orden, es
por esto que cualquier persona o comunidad que se encuentre
en un estado de traba o ausencia de movimiento tiene la
obligación de preguntarse ¿Cuál es el error y qué es lo que se
debe en cuanto al estado real de las cosas presentes?, algo un
tanto diferente que cuando hay una crisis interior en la que se
busca una separación con las cosas para permitir la claridad
respecto al uno, siendo la adaptación un suceso indirecto.
Como todo tiende al reconocimiento propio y ajeno no se
permite la aparición de lo empírico del futuro debido a que las
cosas desde el presente aceptan o no la actualidad de su forma y
puede resultar intolerable tanto para los deseos como para los
cuerpos (escritos con lenguajes físicos y reales) la existencia de
lo que no se sabe cómo nombrar o explicar, entonces el camino
son las razones aparecidas en el orden global producido desde
los seres por medio de su movimiento (voluntario o no) y tratar
de llegar a razones futuras en un determinado tiempo es en
vano debido a que no son comprobables salvo que estén
afirmadas por razones presentes y le sirvan a una persona para
adaptarlas a las condiciones en que su verdad está
materializada. Para el fin de andar en el tiempo lo único que
siempre importa es la regla del ahora que lleva a la cosa hacia
adelante, sea producto de leyes personales o grupales
(provenientes de sus causas), porque no hay más que el
presente y todas las sabidurías y acciones están para servirlo;
además las cosas descubiertas en el tiempo actúan en el
presente de una manera invisible y saber de ellas solo sirve en
tanto se relacione a la cosa, personal o común, pero a la hora de
vivir debe abandonarse lo que no hace al camino, ya sea de
descubrimiento interior o de realización colectiva, de lo
contrario aparece el error de abstracción por el motivo de
desligarse del encastre que hace que la experiencia sea acorde a
todo lo circundante que se relacione.
Las esencias cercanas al ser (las que tienen un porcentaje
mayor de lo profundo) son las destinadas a ofrecer una
modificación desde su voluntad debido a que las que son lejanas
se expresan desde su reacción a modo de consecuencia de
acuerdo a lo que haya en un determinado espacio-tiempo. La
voluntad es la capacidad de tomar las riendas de los propios
actos aún cuando la realidad requiera una actitud específica, y
no quiere decir hacer lo que a uno le plazca, ya que las trabas
que trae la vida para el correcto encausamiento es de igual
manera hacia todos los seres, sino ser consciente de lo que
ocurre respecto a lo real y en relación a las cosas. Por esto la
superación ocurre desde las personas cercanas a lo profundo y
es muy normal que se relacione al actuar contrapuesto de las
personas a las cuales el sentimiento y lo espiritual (ejemplos
relacionados a lo profundo) le representen algo menospreciable
debido a que sus razones se encuentran en un estado negativo y
cuyas fuerzas son diluídas por el actuar de las primeras que
positivizan su ser siendo su deber cosmológico desmitificar
toda duda respecto a su esencia característica. Las razones que
no han sido escritas generan negatividad en el ser porque
no han llegado las explicaciones que dan a entender a lo
profundo como algo valorable y necesario, la crítica racional
acaba por ser un daño cuando existe desde la negación debido a
que se acaba por filtrar un deseo negativo por entre un lenguaje
que de por sí representa estabilidad.
Como no se sabe qué es lo que debe suceder ya que se
desconocen las razones que no han aparecido el movimiento
existe desde el presente, lo correcto y la responsabilidad
dependen del lenguaje en un determinado espacio-tiempo, este
mecanismo permite manifestar las diferentes expresiones de los
seres sin ser enfrentados con formas inadecuadas respecto a
sus descubrimientos y saberes, es la existencia de lo común que
no solo unifica las diferencias sino que obliga a no excederse
por no ver lo que no se ha dado a conocer. Por medio de las
vidas personales las cosas se ordenan producto de la realización
de aquellas, el entramado total se desarrolla sin ningun faltante
o sobrante siendo esta una realidad física que las personas y los
seres desconocen desde la experiencia, el todo es un sistema sin
imperfecciones donde lo que acontece es lo únicamente
esperado por la linea del tiempo en descubrimiento.
Un ejemplo que representa la relación de los seres con sus
razones en el tiempo es el mito religioso en el cual un ángel
desobedece al dios padre y este lo expulsa por su actuar
indebido, de ahí en adelante el ángel se convierte en demonio y
su camino se le marca desde los castigos impuestos; solo desde
el conocimiento de esa historia se puede sacar la conclusión de
que no han existido las razones positivas para ese ángel en ese
espacio-tiempo, sin embargo eso no podía saberse desde donde
tal historia transcurría, por eso el tiempo descubre a las razones
invisibles por medio del suceder y éste es uno de los motivos
por el cual se actúa por medio de leyes o reglas, el presente no
sabe lo que ha de descubrirse. Agregado a la forma de
conformarse los caminos desde un sentido sagrado éstos son
justificados por medio de las cosas, o sea que lo que se expresa
como positivo o como negativo tiene su explicación dada por la
lógica común, construída y aprobada por los mismos seres que
conforman las realidades, esto le da peso real a las razones y un
sentido objetivo por actuar desde un concenso y no desde una
visión individual. Cuando las leyes ocurren desde lo personal se
cumple la aprobación del camino solo si representan una
relación positiva con el entorno, en este caso el individuo tuvo
que corregir lo que se expresa como negativo para ser desde su
propia ley algo correcto.
Es positivo algo que convive en armonía con el medio,
ante eso no existe objeción proveniente del todo en
movimiento, pero no siempre prospera lo que se conoce como
positivo y esto se debe a que infinidad de verdades serán
descubiertas en el futuro y desde ellas existen leyes que actúan
en el presente haciendo ocurrir solo lo que es positivo desde su
perspectiva, esto significa que un acontecimiento negativo
(muchas veces es el mal lo que trascurre) es en algún tiempo
desconocido un suceso positivo, desde esta noción se aceptan
los acontecimientos sabiendo que el destino los ha traído y de
ser eso obtienen en sí sus motivos para hacerse presentes;
muchas veces los humanos nos preguntamos ¿Por qué dios
permite ciertas atrocidades?, desde esta teoría se puede
considerar al lugar que alberga nuestro dios protector como
una realidad con leyes desconocidas por la humanidad,
entonces lo que percibimos como malo puede conservar un
significado mayor que lo permite, de todas maneras esta
realidad divina sirve para representar el hecho de la existencia
de leyes ocultas que son inalcanzables desde donde esas leyes
no han sido descubiertas.
La corrección del error propio para superar un
estancamiento y así encarrilarse de una manera acorde al
entorno se entremezcla con el juicio desde el cual se genera el
camino producido por la acción, pero para que esta actitud sea
positiva debe existir desde la aceptación teniendo incorporada
la capacidad de corregirse, de lo contrario la acción se ubica en
la negación del camino. Sin embargo la formación de los
caminos sucede tanto desde el actuar positivo como desde el
negativo, el tiempo es el trascurso en que lo negativo se va
dejando paulatinamente y no siempre es lo positivo lo que
genera el movimiento, una negación es desde el fondo del ser
una elección ya que de esta provendrían los aprendizajes
necesarios para que la modificación aparezca en un tiempo más
lejano, este orden explica las diferencias de las esencias y las
reacciones de los seres ante las cosas y las razones presentes.
la realización

Lo que llega es lo que debe llegar, además de que lo que la


vida trae siempre lleva el carácter de sorpresivo, con eso que lo
que está al alcance de uno es fabricar su esencia. Cuando en
lugar de haber impedimentos de realidades o razones de
obstrucción hay crisis se da lugar a un proceso interior cuya
cualidad es separarse de los alrededores para resolver una
causa propia más allá de sus relaciones, tal proceso tiene tres
etapas: el fracaso, la recuperación y la adaptación; la primera
llega como límite de un error propio no comprendido y se frena
por imposibilidad de seguir y no por voluntad de frenar, la
segunda aparece como obligación y consiste en el proceso de
reconocer el error y modificarlo, luego la tercer etapa lleva la
corrección al lenguaje de la realidad nuevamente y para esto
existen las matrices exteriores ante las cuales el propio ser
atraviesa siendo desde el punto de vista del cosmos un deber
destinado, ya que al adaptar la esencia construída por medio de
lo exterior siempre el resultado para el ser será inesperado pero
acorde a la manera realista en que ese ser puede manifestarse; o
sea que lo sorpresivo no es nada más que la forma que toma
el ser de acuerdo a lo que realmente hay, con eso que no lo
contradice sino lo expresa de la mejor manera.
El odio es el enfrentamiento entre un deseo y la situación
real que impide llevarlo a cabo de la forma querida provocando
vértigo desde su superación y contención desde su negación, se
relaciona a la espera y proviene de no haber llegado a la
claridad sobre el deber en el actuar en cuanto a la realidad
exterior, entonces se deposita un querer sobre un fracaso.
Cuanto más alejado de la aceptación se encuentra la persona el
odio se regenera buscando voluntariamente más situaciones
que desembocan en el fracaso, este actuar depende de la
fragilidad ya que es la fortaleza del ser lo que da lugar al coraje
de llevarse a sí mismo por el sendero que obliga a la persona a
ubicarse correctamente y así situar su deseo en el lugar de la
realización. En la medida que el odio disminuye en el tiempo
(por la superación) la conciencia deja de percibir las barreras
como fracasos y las incorpora como parte de la forma del
camino, siendo este acorde a la realidad por haber logrado una
unidad entre ambos, así no se vivencian quiebres en los
planeamientos personales ya que se ha aprendido a tomar al
exterior como parte de uno y en caso de rechazar una situación
dada (porque en la vida nunca se deja de actuar) se hace desde
la confirmación de un objetivo que está claro y por eso lo
rechazado es de ser correcto así. Cuando una acción que
contiene odio logra permanencia no significa la desaparición de
aquél, más bien se mantiene en un estado de suspenso sin
resolución, el miedo a perder esa estabilidad acrecenta las
acciones odiosas pero apenas aparecida una inestabilidad
vuelve nuevamente a manifestarse; las elecciones de qué
medidas tomar ante los estados de odio son dependientes de la
voluntad y de las razones que ayudan a su fortalecimiento, algo
a entender es que el estado positivo del odio requiere de su
“soporte”, ya que existe físicamente como una purga en que se
libera una tensión contenida, por eso la fragilidad lo interioriza
ya que no es capaz de tolerar su exteriorización.
Es importante destacar el sentido de lo común cual permite
establecer la relación entre los seres siendo estos únicos por
naturaleza, lo trasmitible consiste en lograr un contacto al no
ser permitida la aparición directa del ser en un sitio de
encuentro o diálogo, el entrelazado sucede a través de puntos
básicos o claves, en tal caso el camino a una expresión más
profunda sería una consecuencia de una relación en el tiempo,
por eso es que lo esencial se guarda (reserva), se percibiría un
ridículo si se viera el intento de despojar lo profundo por fuera
de la noción de hallarse presente ante lo extraño o poco
conocido. El sentido de confianza, además de las disciplinas
avocadas especialmente a la expresividad del ser, hace posible
una manifestación más explícita pero jamás por fuera de la regla
permitida por la cosa proveniente de la existencia de múltiples
seres en convivencia, con sus ritmos personales de hallazgo y de
palabra. Lo otro siempre es una matriz a través de la cual los
seres se “adaptan” y adoptan la forma en que la propia
interioridad pasa por ese lugar, ir al choque con la manera
personal de ser es obviar el hecho de que lo ajeno es diferente,
que la esencia propia no será posible más solo a través de esa
adaptación, cada cosa se rodea de sus propias matrices, todo lo
que lo ayuda a llegar del otro lado, es el requisito necesario de
realización y (desde el punto de vista general) la regla de
unidad y colaboración entre cada parte que forma al universo
entero, todo está hecho de todo y el tiempo hace su orden y
organización.
Cuando se presenta una situación en que uno o más seres
son afectados desde una negación ajena hay una única vía
posible de solución, enjuiciar al afectante no soluciona al
problema de raíz y permite su regeneración, aunque parezca
extraño es la persona perjudicada la que debe modificarse para
desatarse ya que no existe en la negación voluntad de cambio; la
inexistencia de superación en cualquier persona habilita el
aferramiento de seres exteriores sin motivos para no hacerlo,
por eso la responsabilidad hacia sí mismo y el entorno es
encarrilar los caminos por medio de la cura de los errores, esto
no significa que el actuar del afectante se modifique, la
superación de la persona afectada desenlaza la relación
negativa e impide que el mal ajeno tenga lugar sobre sí, el
enfoque aquí es que ese cambio nunca sucederá desde el
afectante ya que ocupa un lugar de fragilidad (por ser menos
profundo) y una ausencia de razones positivas estipuladas en el
tiempo. Este barrimiento en que lo profundo se va limpiando y
transformando hacia lo superficial es un camino total en
descubrimiento que desde el futuro se apreciaría con
entendimiento como la única forma en que pudo haberse
desarrollado el orden debido a que ese hubiera sido el camino
destinado por ser las esencias de tal o cual manera obligando al
acontecer que desde el presente se construiría.
Cuando los seres logran destrabar el aferramiento exterior
por medio de su superación sucede que lo real de lo ajeno
vuelve a hacerse presente (algo que existía antes de camuflarlo
sobre el afectado) y aparece su tiempo en que sea posible la
superación posterior, ya que el tiempo son las condiciones
necesarias para que cada persona pueda pasar a un plano
siguiente en su ser propio, entonces lo que antes ocupaba el
lugar de negación pasa a tener un rol paulatino de afectado en
tanto se relacione con lo exterior que impidiera su transcurso y
lleve a cabo ahora su superación para destrabarse de lo que no
veía en tanto ocupaba un rol negativo hacia otro ser. Así como
las esencias se enfrentan ante el mismo hecho en tiempos
distintos los estados diferentes existen en convivencia en un
mismo espacio-tiempo a través de lo que los hace comunes, el
estado de la materia en un determinado presente obliga a los
seres a expresarse de determinada manera y esa materia los
unifica, siendo lo que físicamente ha sido revelado y expuesto, o
sea que las esencias dependen de lo que hay para poder
expresar ciertas virtudes o características pero con la condición
de que lo que se revela es una construcción proveniente de las
reglas presentes, entonces nunca se sabe qué es lo que cada
persona pueda más que en la medida en que el orden se
desarrolle.
REEXPOSICIÓN
Los caminos de las esencias están hechos del querer de las
personas, tanto las condenas como las premiaciones que la vida
trae son producto del actuar personal, ningún ser está forzado a
experimentar lo que no es, todo suceder tiene una causa y una
razón, el desafío es descubrir por medio de lo común la forma
que a las esencias fabrica, todas las personas se encuentran en
un largo aprendizaje sobre sí mismas.
Algo importante en la formación de los caminos es el deber,
hay momentos en que el encuentro con el yo interior se
convierte en un actuar objetivo al relacionarse con un entorno,
la relación que lleva un ser particular con sus alrededores lo
llevan a manejarse por reglas que lo unifican, en ese estadío la
persona se deja de mover desde lo subjetivo (lo propio) y pasa a
formar parte de una acción debida, una demanda que la vida le
requiere a tal esencia llevándola a un grado de conciencia
mayor y ubicándola en un sitio positivo y armónico respecto al
todo. En tanto va creciendo el entendimiento propio también lo
hace la conciencia global, ya que el descubrimiento es un
conocimiento que abarca lo ajeno y que comprende el tipo de
relación con el resto de las cosas, una esencia es una forma y esa
forma es la manera en que encastra con el resto de las esencias.
El deber hace posible a la materialización de los logros
obtenidos por la persona, es prácticamente el medio a través del
cual el elemento se realiza ante una realidad exterior, existe en
un nivel de aceptación elevado ya que primero se tuvieron que
haber modificado las negaciones interiores, aceptar el modo en
que se mueve la propia esencia es un avance notable ya que la
persona logra la tolerancia sobre lo que es distinto y sobre todo
lo que no alcanza a saber pero es. Al llegar el deber a la vida de
una persona no se han presentado todavía todos los saberes
estipulados en el tiempo, el deber es anterior, entonces su
aceptación está al nivel de liberar en sí todo lo que no conoce,
de ser capaz de no emitir juicio sobre las cosas sino dejarlas que
sean, de formar parte de una noción en la cual no se saben las
verdades aún ocultas y que solo por el desarrollo del tiempo
saldrían a la luz, llevándose a transitar con un equilibro en que
el querer es permitido por medio de lo debido.
La separación de lo no correspondido no es otra cosa que la
disolución de los enlaces incorrectos, estos son maneras
erróneas en que los seres se unifican, pero no son las esencias
que se separan entre sí sino que lo que se corrige es la mala
unión; el tiempo total significa este buen ordenamiento, la
manera adecuada que tienen las distintas identidades de
relacionarse entre sí, las distancias correctas respecto a cosas
particulares, lo que se desenlaza nunca vuelve a unificarse pero
esto no implica la separación de los seres mismos más bien su
positiva unión.
Las distintas modalidades de ser son de acuerdo al
contenido que conlleva, si hubiera dos esencias idénticas ambas
vivenciarían las mismas experiencias y emociones ya que no
habría diferencia en su forma, pero todas las personas en algo
se diferencian por eso sus enlaces siempre ocurren desde lo
común, desde el nexo transmitible; estas modalidades existen
de dos maneras: en un mismo tiempo repartida entre todos los
seres y en un mismo ser repartido en la linea del tiempo,
aunque muchas personas participen en un mismo
acontecimiento la representación que refleja este en cada una es
diferente, eso se debe a que las diferentes formas expresan una
modalidad distinta, aún cuando compartan sucesos comunes.
El deber de los seres se canaliza por medio de lo exterior,
que es la realidad conformada por las esencias ajenas, si no
existiera para un ser una circunstancia que no le es propia todo
lo existente sería parte de sí y habría un solo ser que
conformaría todo, pero todos los caminos son posibles gracias a
la diversidad; desde la perspectiva de una persona lo que hay
está hecho para que esa persona se adapte, aprenda y corrija
todo lo que no lo deja en una relación de equilibrio respecto a
ese entorno, los seres son ubicados cosmológicamente en sitios
de obligación, en lugares desde donde se les demanda un actuar
propio que re-signifique su esencia y la convierta cada vez más
hacia un estado puro y ordenado.
Los seres están obligados a un camino de conciencia, a
entender las razones de por qué pueden no hallarse en una
situación deseada, las esencias-personas transitan su propia
prisión con la misión de solo poder liberarse desde la
superación misma y del entendimiento, ese tránsito global
genera la escritura de todo lo aprendido, el objetivo de escribir
el orden es el de no volver jamás a su desordenamiento, las
realidades futuras a esa escritura están en el descubrir mismo,
cualquier verdad puede ser posible si se imaginaran las
posibilidades que explican nuestra existencia, Dios protege esa
verdad y lo que si puede saberse de acuerdo a esta teoría de los
seres es que vivimos en un tiempo hecho para la formación de
todas las esencias, de seguro hay tiempos más abarcativos
impensables desde la visión humana, lugares y vivencias que
desde aquél entonces (el futuro) serán reconocidas como más
propios que el presente debido a ser el tiempo un camino al
hallazgo, al despertar.

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