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¿Qué necesita el niño para responder a un por qué?

Cuando los niños entran a la edad entre los 3 y 7 años empiezan a preguntarse el
porqué de las cosas y querer descubrir cómo funciona el mundo, cómo funcionan
las cosas y cómo funcionan ellos mismos, por lo tanto sus familiares deberán
escuchar sus preguntas y responder con mucha sinceridad sobre lo que ellos
quieren y piensan escuchar, esta intención comunicativa de pregunta, respuesta por
parte del niño y el familiar enriquece en cada momento el aprendizaje constante del
niño dándole oportunidades al niño para poder crecer intelectualmente. Por esto al
momento que se intercambian los papales y ya es el adulto o sus mismos pares
quienes empieza a preguntar el por qué, el niño tuvo que haber recibido toda una
información lingüística en sus años pasados para responderle a estas personas,
como por ejemplo: identificar cuando se le está haciendo una pregunta, entender
que debe de responder algo acorde a la pregunta, tener en sus aprendizajes previos
alguna noción que pueda servir como respuesta e interés para entablar una
conversación con la persona que le pregunta.

Ahora enfocándonos más detenidamente a la función ejecutiva, que es aquella que


nos va a permitir adquisición de aprendizaje y lenguaje; se necesita que esta haya
estado estable y activa en todo el proceso de enriquecimiento, ya que para
interesarse a preguntar tuvo que haber tenido un proceso de percepción y
motivación, la cual lo llevara a realizar estas preguntas y de igual forma dar
respuesta a las que se le realicen; aquí se ve la importancia de poner a trabajar en
conjunto la planificación, memoria y el cumplir las metas, es decir, saber que va a
responder primero o que conocimientos necesita extraer de sus memorias para
contestar a estas preguntas, después debe planificar como organiza sus ideas,
cuáles son las correctas y relevantes y por último llevarlas al lenguaje verbal.

Otro componente importante para resaltar es la inhibición, este permite que el niño
pueda escuchar la pregunta de forma clara, es decir poderla entender sin distraerse,
prestando la adecuada atención con el tiempo que es necesario, y que no pierda la
consigna que se le dará por estar concentrándose en otros estímulos que puedan
estar alrededor, es decir, que el niño logre discriminar lo pertinente y así llevarlo a
la corteza cerebral para su decodificación.
Pero para poder lograr todo este proceso primero el niño debe ampliar su mente y
ampliar su curiosidad para apropiarse de las preguntas que den respuesta al ¿por
qué?, ¿cómo? Y el ¿para qué? Mediante actividades que consigan despertar en el
niño la curiosidad ya que este es el motor que genera interés necesario para querer
aprender.

‘‘cuando un niño se encuentra ante una situación, objeto o contenido, que llama su
atención -por tanto- que despierta su curiosidad natural, comenzará a realizarse
preguntas, a investigar e interactuar, generando un aprendizaje activo y significado
que enriquece su autonomía, la reflexión y el pensamiento autónomo’’

Para esto es importante desde el momento en que el niño empieza a realizar


preguntas, siempre se debe tratar de darle una explicación clara e intentar realizar
preguntas abiertas sobre su punto de vista, con el fin de que él se esfuerce y use
palabras nuevas para su composición. Cuando el niño obtenga la edad necesaria
es bueno que el mismo intente responder a sus interrogantes de modo que él pueda
consultar, esto le irá permitiendo ser un poco más autónomo y autosuficiente siendo
de gran ayuda para su aprendizaje académico.

La curiosidad en los niños es un elemento imprescindible en el desarrollo cognitivo,


debido a que aumenta la motivación que determina este. Por esta razón es
importante mantener despierta la curiosidad como una ventana al descubrimiento,
a experimentar a través de la interacción, ayudando al conocimiento adquirido que
permite el aprendizaje significativo. Todo esto ocurre cuando se está en una
situación que despierta curiosidad, se aumenta en el sistema nervioso el
neurotransmisor llamado dopamina, cuando esta se eleva hay curiosidad y si hay
curiosidad interviene la memoria, el interés y una mejor observación, ayudando al
aprendizaje que enfrentaran en el aula de clase o en su entorno escolar.

Centrándonos en la población de los niños con discapacidad auditiva, estos


presentan problemas en la atención, ellos están pendientes de todos los estímulos
que están a su alrededor como una forma de estar en contacto con el medio y para
poder enfocar su atención deben controlar estos estímulos pudiendo lograrlo en un
tiempo limitado, provocando dificultades para dominar la realidad en comparación
de las personas oyentes.
El concepto de causa y efecto es uno de los más incomprendidos de la ciencia, para
cumplir este hecho o principio se debe prestar más atención y asimilar, ya que desde
ahí es donde van a desprenderse las explicaciones, argumentos, narraciones y
sustentaciones de los resultados de acciones o experimentos causales. Se afirma
que no hay efecto sin causa, al igual que no hay estímulo sin respuesta. Es por tanto
que los niños con pérdida auditiva al presentar problemas de atención, se les va a
dificultar poder sustentar o argumentar hechos en donde se implique el principio de
causa y efecto, además porque éste requiere de todo un proceso de regresión que
se facilita si se presenta atención enfocada y detallada de las circunstancias o
condiciones que provoquen un hecho.

Bibliografía:

 https://www.supertics.com/blog/como-estimular-la-curiosidad-del-nino

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