Y, por librarme de un peso Antes de partir, confieso Que acertaste si creías Que han sido un sueño mis días; ¿Pero es acaso menos grave Que la esperanza se acabe De noche o a pleno sol, Con o sin una visión? Hasta nuestro último empeño Es sólo un sueño en un sueño.
Me encuentro en la costa fría
Que agita la mar bravía, Oprimiendo entre mis manos, Como arena, oro en granos. ¡Qué pocos son! Y allí mismo, De mis dedos al abismo Se desliza mi tesoro Mientras lloro, ¡mientras lloro! ¿Evitaré -¡oh Dios!- su suerte Oprimiéndolos más fuerte? ¿Del vacío despiadado Ni uno solo habré salvado? ¿Cuánto hay de grande o de pequeño? ¿Es sólo un sueño dentro de un sueño?