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Resumen:

Otro argumento de la Cámara de Diputados en la interposición del Recurso de


Revisión es que el espíritu de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública
procura la transparencia, y ello es conveniente al desarrollo institucional del sistema
democrático, pero no se debe permitir que ese instrumento legal sea utilizado para
perturbar.
Análisis de la sentencia No. 42 del Tribunal Constitucional de la República
dominicana.
La Sentencia No. 42 del Tribunal Constitucional de fecha 21 de Septiembre del año
2012, trata sobre el Recurso de Revisión incoado por la Cámara de Diputados de la
República Dominicana contra la Sentencia No. 166-2011 dictada por la Segunda
Sala del Tribunal Superior Administrativo, de jurisdicción Nacional, en fecha veinte
y ocho (28) de Diciembre del año dos mil once (2011).
Mediante la Sentencia 166-2011 de la Segunda Sala del Tribunal Superior
Administrativo, se le ordena a la Cámara de Diputados entregar la lista con los
nombres y el monto de los salarios que devengan cada uno de los asesores de ese
órgano del Poder Legislativo.
Hay que destacar que la solicitud de la lista con los nombres y el salario de los
asesores de la Cámara de Diputados de la República Dominicana había sido
solicitada por el Señor Manuel Muñoz Hernández en el año 2010, procediendo en
ese entonces la Cámara de Diputados solo a entregarle la lista con el número se
asesores y el monto de global de sueldos devengado por asesorías, pero sin los
nombres y apellidos y sin los números de cédulas, porque según alegó la
Cámara de Diputados se trata de datos personales y los asesores no autorizaron
su entrega.
En la Sentencia No. 166-2011, la Segunda Sala del Tribunal Superior
Administrativo, de Jurisdicción Nacional expresa que el término Datos personales”¸
está conformado por los datos del individuo y es relativo a su domicilio, teléfono,
expediente médico, origen étnico o social, características físicas, morales o
emocionales, la fotografía y todo aquello que esté relacionado con su persona y su
intimidad.
Sin embargo, el Tribunal no consideró como Datos personales cuya publicidad
pudiera afectar la intimidad de los asesores de la Cámara de Diputados, por lo que
ordenó la entrega de los mismos, amparado en el artículo 3 letra d) de la Ley 200-
04 de Libre Acceso a la Información, considerando al mismo tiempo información
pública el listado de funcionarios y empleados y que “y que hacerlo público en nada
afecta la privacidad o intimidad de la persona, por ende el listado o nómina debe
incluir nombres y apellidos, cargos y salarios percibidos”.
Otras de las cuestiones que argumento la Segunda Sala del Tribunal Superior
Administrativo es que la solicitud que había el Señor Manuel Muñoz Hernández se
correspondía con la de una nómina pública, tal y como lo establece el artículo 3 de
la Ley 200-04 de Libre Acceso a la Información.
Para interponer el Recurso de Revisión contra la Sentencia 166-2011 de la Segunda
Sala del Tribunal Superior Administrativo de jurisdicción Nacional, la Cámara de
Diputados argumento que la referida sentencia violó el derecho a la intimidad
establecido en la Constitución de la República, y el derecho de sus asesores, debido
a que no se pueden divulgar sus datos personales, a menos que no se cuente con
su consentimiento.
Otro argumento de la Cámara de Diputados en la interposición del Recurso de
Revisión es que el espíritu de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública
procura la transparencia, y ello es conveniente al desarrollo institucional del sistema
democrático, pero no se debe permitir que ese instrumento legal sea utilizado para
perturbar las labores administrativas.
Debo destacar que esta afirmación de la Cámara de Diputados expresa una gran
verdad, pero al mismo tiempo se contradice, pues, ¿cómo es posible que se
pretenda justificar el ocultamiento de una información de orden público alegando
que al hacer uso de las disposición que la Ley de Libre Acceso a la Información
Pública le da a los ciudadanos para solicitar informaciones de las
instituciones estatales, se esté perturbando las labores administrativas?
He de destacar también que son muy pobres, en términos jurídicos-constitucionales,
los argumentos del Procurador General Administrativo, el cual expresa que el
recurrido en revisión tiene derecho a la información, pero que los asesores tienen
derecho a la intimidad, como si los salarios que devengan estos asesores no fuera
emitidos por una institución del Estado que por obligación está llamada a rendir
cuentas al pueblo, en lo general y en lo particular cuando le sea solicitado como es
el caso de la especie.
Al admitir el recurso, el Tribunal Constitucional expresa que en el caso existía
especial trascendencia o relevancia constitucional, la cual radica en que la solución
del conflicto planteado supone definir el alcance del derecho de acceso a la
información frente al derecho a la intimidad, la protección de datos personales y en
particular, determinar cuáles datos pueden ser divulgados en relación a una persona
física, así como referirse a la ponderación de los derechos en conflicto.
El Tribunal Constitucional en la Sentencia No. 42 confirme rechaza el Recurso de
Revisión incoado por la Cámara de Diputados y confirma la Sentencia No. 166-2011
de la Segunda Sala del Tribunal Superior Administrativo de jurisdicción Nacional.
Para tomar su decisión, el TC se basó el artículo 19 de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, el cual establece que “Todo individuo tiene derecho a la
libertad de opinión y de expresión, este derecho incluye el de no ser molestado a
causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Además agrega el Tribunal Constitucional en sus motivaciones que el derecho a la
información adquirió rango constitucional en nuestro ordenamiento jurídico, a partir
de la entrada en vigencia de la Constitución del 26 de Enero del año 2010;
específicamente en el artículo 49.1, el cual establece que “Toda persona tiene
derecho a la información. Este derecho comprende buscar, investigar, recibir y
difundir información de todo tipo, de carácter público, por cualquier medio, canal o
vía, conforme determinan la Constitución la ley”.
Pero algo más importantes, es que el TC expresa que el derecho a la información
tiene una gran relevancia para el fortalecimiento del Estado Social y Democrático
de Derecho instituido en el artículo 7 de la Constitución, pues su ejercicio garantiza
la transparencia y permite a la ciudadanía acceder libremente a las informaciones
en poder de las instituciones del Estado.
Agrega también el TC que está establecido como un deber fundamental de los
ciudadanos “velar por el fortalecimiento de la democracia, el respeto del patrimonio
público y el ejercicio transparente de la función pública”, establecido en el artículo
75 de la Constitución.

Pero no menos importante es que TC establece que la sociedad a través de los


mecanismos establecidos por las leyes está autorizada a controlar y fiscalizar los
fondos públicos, según se desprende del artículo 246 de la Constitución, reservando
esta función ya no solo a la Congreso Nacional, a la Cámara de Cuentas y a la
Contraloría General de la República.

Sin embargo, considero como algo sumamente importante, por el precedente


constitucional que ha establecido el TC al emitir la Sentencia No. 42, y es que se ha
acogido a lo que establece el artículo 74.4 de la Constitución de la República para
armonizar derechos fundamentales en conflicto, de modo que no se afectara el
contenido esencial de los derechos involucrados, que en el caso de la especie son
el derecho a la información y el derecho a la intimidad.
Al armonizar ambos derechos fundamentales, el TC entendió como correcta la
interpretación de la Ley No. 200-04 sobre Libre Acceso a la Información Pública que
hizo la Segunda Sala del Tribunal Superior Administrativo de jurisdiccional Nacional,
al acoger la petición de amparo incoada por el Señor Manuel Muñoz Hernández,
estableciendo que los datos requeridos por el accionante no eran de carácter
confidencial ni personal, ya que no son datos que afectan la esfera más íntima de
su titular, ni consideradas informaciones sensibles , como sí lo serían, por ejemplo,
las cuestiones ideológicas, las características personales, las condiciones de salud,
la orientación sexual y el origen. A la vez enfatiza que el Derecho a la Información
es un derecho fundamental.
Finalmente consideró importantes tres cosas que han sido establecidas por el TC
en la Sentencia o. 42: La primera es que se ha sentado un precedente constitucional
en cuanto a que el TC ha tenido que armonizar entre dos Derechos Fundamentales
como son el Derecho a la Información y el Derecho a la Intimidad, dando primacía
al derecho que sí estaba en juego y que había sido violado y estableció cuales
cuestiones constituyen la intimidad y datos personales.
En segundo lugar, el TC ha hecho uso de la jurisprudencia comparada de otros
Tribunales Constitucionales de la Región, de quienes hemos copiado las
herramientas constitucionales que estamos aplicando hoy en día en la República
Dominicana, como el Tribunal Constitucional del Perú, la Constitucional de
Colombia, entre otros.
Y en tercer lugar, el TC ha dejado claramente establecido que todas las instituciones
públicas están en la obligación de informar de sus acciones al pueblo, incluyendo a
los ciudadanos en forma particular cuando así éstos lo requieran acorde con la
Constitución y las leyes.

En definitiva, creo que la Cámara de Diputados no debió dar lugar a que el Tribunal
Constitucional le obligara a dar la información de quiénes son sus asesores y cuánto
devengan como salario cada uno de ellos, pues está claro que todo el que ejerce
funciones públicas tiene la obligación de rendir cuentas al pueblo, y un ciudadano
en lo particular es parte del pueblo.
El hecho de que el ciudadano no Manuel Muñoz Hernández no dijera en su solicitud
para qué quería él la información sobre los asesores de la Cámara de Diputados,
no invalida su petición, toda vez que la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), de la cual la República Dominicana aceptó ser parte y acatar sus
decisiones, ha dicho que ese requisito no es necesario, porque los ciudadanos
tienen derecho a estar informados de lo que se hace con el dinero recaudado por
parte de las instituciones del Estado, ya que el mismo proviene del tributo que
pagan los mismos.
El derecho a la información pública es un derecho fundamental, el cual no puede
regatearse por simples argumentos que dejan mucho que desear de un órgano de
uno de los Poderes del Estado donde se aprueban las leyes, pues como bien lo ha
dicho el Tribunal Constitucional, el ejercicio de éste derecho por parte de la
ciudadanía, permite que haya más transparencia en la administración de la cosa
pública en todas las instituciones que conformes los poderes del Estado.

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