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Albornoz y el espacio ritual andino prehispánico

Pierre Duviols
INSTRUCCION PARA DESCUBRIR
TODAS LAS GUACAS DEL PIRU Y SUS CAMA YOS Y HAZIENDAS

El manuscrito de la Instrucción
El manuscrito de la Instrucción que a continuación se transcribe , Jo
mencionó por primera vez Federico González Suárez, arzobispo de Quito :
"opúsculo manuscrito que se guarda en el Real Archivo de Indias de Sevilla.
Pertenece a fines del siglo XVI. El autor fue un párroco en el obispado del
Cuzco y visitador de Arequipa el año 1568"( l ). En un trabajo posterior del
mismo autor se puede leer:

"Poseemos, además, un manuscrito antiguo, titulado Instrucción para


descubrir todas las guacas del Piní y sus camayos y haziendas: su
autor es Cristóbal de Albornoz, eclcsiüstico de la diócesis de Cuzco ;
no tiene fecha; pero por la condición del papel y el carácter de la
letra, se redactó indudablemente a fines del siglo décimo sexto"(2).

No. 1, julio 1984 169


Notas y f)ocumentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - - - - - - - - - - - - -

González Suárez legó su biblioteca al erudito Jacinto Jijón y Caama-


ño . Este se refirió varias veces al texto de Albornoz, en su libro Los orígenes
del Cuzco(3 ). En el Perú , Raúl Porras Barrenechea señaló la existencia del
manuscrito( 4 ). En 1967, gracias a la gentileza de la familia Jijón y Caamaño,
pude conocerlo y transcribirlo. Lo publiqué en el tomo LVI-1 del Joumal
de la Société des Américanistes. En esta época estaba yo en América y la
imprenta no me envió las pruebas, por lo cual quedaron varios errores y fal-
tas que se corrigen con la presente edición. El manuscrito de la Instrucción
está hoy en el F ando Jijón y Caamaño ( cf. Catálogos del Archivo Histórico
I l. Fondo J ijón y Caamaño. Quito. 1983 . p. 4 , l / I) del Banco Central del
Ecuador.
En la edición de 1967 señalé que este manuscrito no era sino una co-
pia , ya que el escribiente ha dejado en blanco algunas palabras que, al pare-
cer, no había podido leer bien. Es posible que también se hubiese equivocado
al interpretar otras palabras del original. Al final del manuscrito, a partir de
"y asimismo por esta orden descubriendo las mamas" hasta "y con todo el
cuidado", hay cambio de copista. Este párrafo está copiado dos veces. El
segundo copista usas y f dobles. Luego está escrito con otra letra: "sacado
de los memoriales con verdad" y a continuación la firma de Albornoz, lo que
hace suponer que éste abonó la copia, pero sin releerla detenidamente, quizás
porque le presentaron varias copias por firmar a la vez.
En la Instrucción, Albornoz alude a las relaciones de visitas que dejó
en los "libros de fábrica" de las iglesias de las provincias visitadas (las de los
changas, aymaraes, soras, angaraes, cochorbos y parinacochas). También alu-
de a los "memoriales"; es decir, a los papeles y documentos de su archivo
particular, los cuales podían incluir tanto sus apuntes personales como textos
ajenos, versando todos sobre los ritos y creencias, pasados o presentes, de los
indígenas. Según declara él mismo al final, la Instrucción es un extracto de
aquellos memoriales. Es, pues, un compendio elaborado en base a otros
informes más detallados.
Sin embargo, tal como nos ha llegado y a pesar de los desperfectos
señalados, este compendio es una fuente densa y original, utilísima para el
estudio de la religión andina prehispánica -sobre todo en sus aspectos ritua-
les- y también para el conocimiento del movimiento insurrecciona! indígena
llamado·Taquiongo o Taki onqoy.
Normas de transcripción: se ha cambiado rr inicial por r; sustituido u conso-
narite por v; cambiado r ante e, i por c; desarrollado las abreviaturas; puesto
mayusculas , acentuación , puntuación, según el uso actual; dejado las palabras
en quechua sin modificación alguna.

Las huacas del Cusco y la Instrucción


En su trabajo "An account of the schrines of the ancient Cuzco"(S),
que citamos según su traducción al castellano(6), John H. Rowe plantea la

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cuestión de saber quién es el autor de la famosa relación "de los adoratorios"


o "de los ceques" publicada por Cobo en la Historia del Nuevo Mundo. Ex-
pone interesantes argumentos que lo llevan a concluir que esta relación no
fue obra de Polo de Ondegardo ni de Cristóbal de Molina. Subraya que Polo
indica ser autor de una "carta" de los ceques ; es decir, de un plano , y no de
una lista. Yo hice esta misma observación(?). Sin embargo, tampoco sería
absurdo imaginar que este plano de ceques y huacas llevase leyendas explica-
tivas al uso de extirpadores de idolatrías. Añadiré que la "carta" mencionada
es, tal vez, la misma que la "traza" (diseño) de que se trata en u na instrnc-
ción para la visita general del virrey Toledo, instrncción dada al licen ciado
Pedro Mexía : "Os aprovecharéis de una traza y orden en que este reino [que
en este reino] los ingas tenían de las huacas y adoratorios que en cada provin-
cia había"(8). Polo asegura que la carta hecha para el Cusco valía también
para los demás pueblos del Perú(9). En cuanto a la relación publicada por
Cobo, Rowe explica que, por contradicciones internas de los textos. no pu e-
de ser tampoco Cristóbal de Malina el autor( 10). Aportaré otro e~mcnto.
meramente infonnativo, ya que no permite aclarar nada. sino más bien com-
plica las cosas. Toledo, en una carta de 1572 al rey. apunta: "La relación que
vuestra magestad manda de las guacas y lo por mi hordenado y proveido se
ymbia con este despacho"(l l ). ¿Se trata de la que adoptó Cobo? ¿Se trata
de otra? Pudo haber varias "relaciones de las huacas ... ". Después de descar-
tar a Polo y a Molina como posibles autores, Rowe presenta la candidatura
de Albornoz, pero· la rechaza enseguida:

"Uno de los contemporáneos de Molina. conocido por haber sido es-


pecialmente activo localizando adoratorios, era Cristóbal de Albor-
noz, y pudo haber sido candidato potencial a la paternidad literaria
de la relación de guacas utilizada por Cobo ... El manuscrito parece
ser un extracto pobre de un original más extenso . Sin embargo. inclu-
ye una lista mutilada de las guacas del Cuzco asociadas con el camino
de Chinchaysuyu, lista reproducida como apéndice a este estudio. Es
pasmosamente diferente a Ja relación de Cobo"( 12).

• De hecho, en cuanto a las huacas del Cusca, el manuscrito de la Ins-


trucción es pobre, como observa Rowe.
Este trabajo de Rowe contiene un nutrido "Apéndice" dedicado ex-
clusivamente a corregir y comentar, a partir de un análisis comparativo críti-
co , los nombres de las huacas del Cusco proporcionados por Albornoz . Es un
estudio preciso y exacto al que será útil referirse. Desgraciadamente, Rowc
no pudo tener en cuenta las huacas siguientes, que están en el manuscrito
pero que se olvidaron en la imprenta: Margauiche. Agmoasca y Tucxcanarna-
ro, todas huacas del Cusco . Rowe termina su análisis con las frases siguientes :

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Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

"De las 35 guacas de la lista de Albornoz, 23 pueden identificarse


con guacas de la lista de Cobo, y una (33) puede localizarse con refe-
rencia a guacas de ésta. La información dada por Albornoz no con-
cuerda bien con la que aparece en la lista de Cobo en varios casos.
Para 12 de las guacas de Albornoz no hay equivalente en la lista de
Cobo . Incluyo Coricancha en este total, aunque el mismo Cobo pen-
saba que hubiera debido figurar en el registro original.
Los mana.ntiales, Hanan Chacan y Hurin Chacan (21, 22), deberían
haber figurado en la lista completa de guacas, como también el usnu
de la plaza mayor (24 ). Varias de las otras guacas, para las cuales no
hay correspondientes en la lista de Cobo , dan la impresión de ser
omisiones importantes. De todos modos, la lista de Albornoz sirve
para fortalecer el argumento de que la lista de Cobo no es completa.
De igual modo , la lista de Cobo hace resaltar las deficiencias de la de
Albornoz en la fonna en que nos ha llegado. •
Es de especial interés que las últimas cuatro guacas de la lista de
Albornoz aparecen exactamente en el mismo orden que las primeras
cuatro de la lista de Cobo , y que, de una manera aproximada, el
orden de los ceques está invertido. Hablando con más precisión, las
guacas de los ceques 7, 8 y 9, aparecen primero, seguidas por las de
los ceques 4, 5 y 6, y al último, las de los ceques 1, 2 y 3. En el últi-
mo grupo , el orden es evidentemente 3, 2, 1. La división de los ce-
ques en tres grupos, implícita en la secuencia de Albornoz, es explí-
cita en la lista de Cobo".

La fecha de redacción de la Instrucción

¿Cuándo fue redactada la lnstmcción? En el texto se· alude a Francis-


co de Toledo "virrey que fue destos reynos". Por lo tanto, se colige que no
pudo ser redactada antes de 1581. Desde otro punto de vista, consta que el
título, y también el contenido, no d~jan lugar a duda en cuanto a la finalidad
y a la función de la obra. Esta propende a "instruir" a los curas extirpadores
de idolatrías, informándoles acerca de las costumbres y ritos indígenas y en-
señándoles la m~nera de rastrear y descubrir los santuarios y los ídolos ocul-
tos, para destruirlos. Por tales circunstancias, externa e interna, había pensa-
do yo que la Instrucción pudo haber sido compuesta con motivo del Ten!er
Concilio Provincial de Lima de 1582. De acuerdo con esta hipótesis, se podía
explicar el hecho de que la lnstmcción esté dirigida a "su Excelencia"; es
decir. al virrey (en este caso Martín Enríquez 1581-83), suponiendo que, da-
das las graves desavenencias entre el arzobispado de Lima y el obispado del
Cusco, el trabajo hubiera sido encargado por el virrey. La mención en el títu-
lo de las "haziendas" de las huacas, y en el texto de la manera de buscar y
encontrar minas, podía apoyar esta explicación, ya que tales objetivos ha-
bían de concernir más bien a un funcionario civil.
Desde la publicación por Luis Millones de otros papeles de Albor-

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_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duvio/s: Albornoz

noz(l 3), disponemos de nuevos elementos de juicio que permiten modificar


sobre un punto y confirmar y precisar sobre los otros la precedente hipótesis.
En su carta al rey del 15 de abril de 1602, AÍbornoz declara: " . . . acuérdome
de auer inbiado a el rey nuestro scnor el año de 85 algunos memoriales que
algunas cosas de ellos eran importantes para el bien de estos naturales y su
salua~ión y era de como se podía extirpar los abusos e ydolatrias que tienen".
Estos "memoriales" designan, evidentemente, los documentos de la
probanza que constituyen la información de servicios y que están en el Archi-
vo General de Indias. Las fechas corresponden. El primer documento es de
Lima, 1584, y anuncia el inicio de las informaciones. La presentación en Ma-
drid tiene fecha del 16 de abril de 15 86. Entre Lima 1584 y Madrid 1586, la
fecha del envío, 15 85 , indicada por Albornoz, corresponde a un proceso cro-
nológico nonnal. Al comienzo del expediente se lee que Albornoz pide al
rey:

"particular comission para que yo pueda ocupar[me l y [me] ocupe


en todo el dicho obispado del Cuzco y en sus comarcas en la estirpa-
cion de las dichas goacas e ydolos y reduccion de los yndios dando
sus reales cédulas para el dicho efecto y para que el birrei y las
audiencias de aquellos reinos y los gobernadores y corregidores y
otras justicias de a todo el fauor nezcesario"(14).

Esto también concuerda con la frase de la carta de 1602, que acabo


de citar. Además. r-eparamos en que la probanza de Albornoz tiene por obje-
to declarado conseguir poderes especiales en cuanto a la jurisdicción civil.
Ahora bien , si recordamos que un manuscrito de la Instrucción esta-
ba en el A.G.I., donde lo vio González Suárez , y si tomamos en cuenta que
su temática corresponde exactamente con la temática de la probanza, debere-
mos concluir que hay muchas posibilidades para que la Instrucción haya sido
enviada por Albornoz a Espai'ía junto con los demás documentos que consti-
tuyen las informaciones de servicios que conocemos ; es decir que la Instruc-
ción pudo ser escrita entre 1581 y 1585.
En cuanto al destino de la Instrucción, la noticia de que Albornoz so-
licitó poderes civiles apoya la hipótesis de que fue dirigida a un virrey y expli-
ca mejor que se trate en el título y en el texto de riquezas de huacas y minas,
ya que la posibilidad de encontrar tesoros - de los cuales el fisco tenía que
cobrar su parte -- no podía sino excitar el interés de los funcionarios reales
por el nuevo programa de extirpación . Este factor financiero parece haber
sido utilizado por Alborno"z como anzuelo para pescar más fácilmente los
títulos que anhelaba y , por lo tanto , el contenido de la Instrucción estaría
ligado estrecham ente a la solicitud de 1584. Y si la Instrucción fue elaborada
para servir de argumento a la solicitud de 1584. es que debió ser redactada en
este año o pocos meses antes.
Un indicio más. Sabemos que Albornoz fue nombrado provisor el 20

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Notas y l)ocumentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

de octubre de 1583(15). Ocupaba entonces en la Iglesia del Cusco el puesto


más alto, ya que no había obispo ; pero no tenía el título y, considerando las
circunstancias y sus servicios, podía lógicamente esperar que le concediesen la
mitra. La probanza iniciada en Lima en 1584 - es decir,algunos meses des-
pués de su nombramiento de provisor- se puede explicar muy bien no sólo
por el deseo de dirigir una gran campaña de extirpación de idolatrías, sino
también por la intención de llamar la atención del Consejo y del rey sobre
sus servicios pasados y su voluntad de seguir sirviendo a la corona, con la
esperanza de recibir el cargo de obispó . Esta última hipótesis abonaría las
mismas fechas de redacción; es decir, a fines del año 1583 o durante el de
1584.

Otros escritos de Albornoz.


En Las /11formaciones ... se encuentra una "Relación de amanceba-
dos, hechiceros y huacas" ( 1584 ), que es un resumen enumerativo y cuanti-
tativo de las actividades del visitador. Pero gracias a este texto sabemos que
Albornoz había redactado muchas relaciones de visitas de idolatrías, desde
luego mucho más detalladas, que junto con las minutas de los procesos que
había "fulminado", como se decía entonces, se encontraban por esta fecha
de 1584 en "la iglesia" del Cuzco : "En esta sancta yglesia estan muchos lega-
jos y cuadernos de visitas que de todo este arzobispado a fecho el dicho cano-
nigo Cristobal de Albornoz ... "(16). ¿f-fan sido destruidos aquellos docu-
mentos? ¿Han desaparecido? Si algún día se encontrasen, tendríamos con
ellos una fuente riquísima sobre la religión de las regiones concernidas.
Parte del legado etnográfico de Albornoz, que debió ser importante,
se encuentra disperso, sin duda, en otras obras donde habrá sido adoptado o
adaptado. Por ahora conocemos solamente, o mejor dicho empezamos a co-
nocer. el caso de Guarnan Poma de Ayala. Rolena Adorno ha señalado in-
fluencias de la Instrucción en la Nueva corónica:

"Los primeros contactos del autor andino con Albornoz pueden ha-
berse reanudado más tarde, después de 1580, cuando éste había ter-
minado su "Instrucción para descubrir todas las guacas del Perú"
(Duviols, 1967: 9) pues este texto se entrevera frecuentemente en la
propia discusión de Guamán Poma sobre las prácticas religiosas en los
tiempos del Inca; puede haber sido así la "Instrucción" de Albornoz
una de las fuentes para el capítulo "ldolos guacas" de Guarnan Poma.
Por eJemplo, Albornoz empezó su "Instrucción" sobre "guacas gene-
rales' , que eran aquellos 1dolos que él encontraba amplia y actual-
mente venerados (Duviols, 1967: 18-25); los cuatro o cinco que él
consideraba particulannente nocivos por su prevalencia fueron los
mismos que describió Guarnan Poma en sus capítulos sobre las guacas
de los Incas y sobre las prácticas comunes de brujería de su tiempo16.

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Cuando Guarnan Poma describió las guacas particulares de varias re-


giones de Chinchay Suyu [267] mericionó catorce diferentes provin-
cias, todas ellas incluidas en el catálogo de Albornoz sobre las provin-
cias visitadas en su viaje de inspección (Duviols, 1967 : 25-35). Parece
que la totalidad de la exposición de Guarnan Poma sobre las antiguas
prácticas de los Incas ~e basó, irónicamente, en datos recogidos por él
como parte del equi¡)O de Albornoz a finales de los sesenta. La no-
ción de que Guarnan Poma trabajaba para los visitadores cuando pre-
senció dichas prácticas está corroborada por una nota que añade a su
descri_{.)ción de la antigua y/lapa: "y aci me quiere mal los que hazcn
esto" l276].
La reacción del cronista peruano al proyecto de Albornoz en Lucanas
fue positiva. El confesó su admiración por el inspector, llamándolo
"llano santo hombre" y "brabo jues" [676]. Su insistencia en que los
practicantes de la idolatría debían ser castigados "cin misericordia"
confirma su aceptación de los juicios y castigos de Albornoz como
finnes y rigurosos aunque justamente aplicados [878}. Que esta apro-
bación era en realidad emulación puede verse al fina del capítulo de
Guarnan Poma sobre los ritos y costumbres religiosas incaicas; allí de-
clara que había escrito la exposición anterior sobre la antigüedad
para que las prácticas idolátricas actualmente perjudiciales a las creen-
cias católicas pudieran descubrirse y_ castigarse [278]. De esta manera,
Guarnan P.oma convirtió su descripción de las supersticiones antiguas
en una guía útil a los visitadores contemporáneos ; él imitaba, en efec-
to, la clase de reporte que su ocasional patrón Albornoz acostumbra-
ba hacer.
El texto de Guarnan Poma tiene adicional semejanza con el de Albor-
noz en cuanto a sus juicios sobre la prohibición de determinados ri-
tuales actuales. El inspector concluyó su manual advirtiendo contra
cualquier adherencia a las costumbres viejas; danzas o taquíes, la ho-
radación .de las orejas y el uso del pelo largo debían ser estrictamente
prohibidos (Duviols, 1967: 24 ). Guarnan Poma previno contra las
mismas prácticas [297, 878] y dibujó una serie de fi~uras para ilustrar
la peor de ellas en su capítulo sobre la sociedad indígena de su tiem-
po. Una de estas composiciones pictóricas se denomina "borrachera"
y muestra a un hombre andino en cuclillas, vomitando , mientras un
demonio alado con cuernos y cola se arrodilla sobre la espalda del bo-
rracho; una mujer colocada a su lado toca un tambor [862] (Fig. 5).
Sin mencionar a Takiy Unquy por el nombre, la descripción verbal
que acompaña al cuadro se refiere a aquellas prácticas asociadas con
ese movimiento de revitalización, como se puede verificar al compa-
rarlo con el texto documental de Albornoz11.
Otro de los dibujos de Guarnan Poma en la misma serie se 'titula "hi-
chisos" y muestra a un andino que mata a una llama atenazando su
corazón con sus manos desnudas [880] (Fig. 6) . Guamán Poma iden-
tifica esta práctica como una vieja superstición que debía castigarse
con cincuenta azotes. También advierte que los animales debían ma-
tarse solamente por decapitación y que los rebaños debían ser cuida-

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Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

dosamente trasquilados en todo el reino [881 ]. Todas estas recomen-


daciones corresponden a otro de los avisos de Albornoz que exigía la
trasquiladura de ovejas como punto importante para reducir las prác-
ticas asociadas a las guacas (Duviols, 1967 : 38)"(17).

Añadiré que Guarnan Poma sacó de Albornoz (posiblemente de las


relaciones de visitas y de otros textos, pero no de los textos que iban después
a fonnar la Instrucción) el contenido de sus capítulos sobre "hechiceros y
pontifices" , corno él'rnisrno lo señala: "Todo lo escrito de los pontífices lo se
porque fue [fui] serbiendo a Cristobal de Albornoz , vecitador general de la
Santa madre yglesia, que consurnio todas las uacas ydolos y hecheserias del
rreyno . Fue cristiano jues"(l 8). Y también: "Todo lo dicho de los hechiseros
lo uide quando el set1or Cristobal de Albornoz, uecitador de la santa yglesia,
castigo a muy muchos yndios. Fue muy cristiano jues, castigaua a los padres
y a todos"(l 9).
Estos capítulos de la Nueva corónica versan en parte sobre los "hechi-
ceros". o sea especialistas religiosos en la época prehispánica; es decir que tie-
nen un carácter histórico, lo que indica que Albornoz se dedicaba a encuestas
históricas · -como lo hace en la Instrucción, según señaló R. Adorno-. Tal
observación lleva a preguntarse si otros lugares de la Nueva corónica que tra-
tan de ritos o creencias prehispánicas contienen material procedente de los
" memoriales" de Albornoz. El visitador pudo llevar consigo, también, otras
relaciones sobre la religión antigua - y quizás no solamente sobre religión-
que le habrían comunicado sus colegas y amigos (entre ellos Cristóbal de
Molina y Luis de Olivera, testigos en sus informaciones de servicios), relacio-
nes que Guarnan Poma, como secretario, pudo conocer y aprovechar. Por fin ,
no debemos menoscabar la importancia de la información y enseñanza oral
que despachaban los eclesiásticos con quienes Guarnan Poma trató, y entre
ellos, desde luego, Cristóbal de Albornoz. Muchos datos pueden haber sido
recogidos por este medio.

Sobre la vida de Albornoz


La mayor parte de los datos conocidos sobre la vida de Albornoz se
encuentran en las informaciones de servicios y en su carta al rey de l 602(20).
Parece que nació en Castilla hacia 1530. No sabemos nada de él hasta los
afios 1560. Entonces se le menciona corno canónigo del Cusco. En 1602, afir-
maba que servía al rey desde hacía cuarenta años y que era "el más antiguo
prebendado de estos reynos". Fue visitador eclesiástico del inmenso obispa-
do del Cusco. Desde l 569, fecha en que se encontraba en Arequipa, hasta
157 l, encabezó la represión antiidolátrica contra la insurrección reHgiosa lla-
mada taqui onqoy o taqui ongo en las provincias de los soras, apearas y tu.ca-
nas. Un testigo en sus informaciones de servicios declara que "fue el primero
que sacó a luz la seta y apostasía llamada taqui ongo" , lo que es dudoso, ya

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que parece haberse iniciado el movimiento insurrecciona} en 1565, mientras


que el mismo Albornoz indica que no estuvo en la zona interesada antes de
1568. En 1570, el virrey Toledo, al emprender su visita general, lo había
nombrado ''visitador general eclesiastico del partido de Parinacochas e Anda-
uayla la grande en Chinchaysuyu", que eran las provincias "las mas pobla-
das y ricas". En estos años llevó a cabo reducciones de "pueblos viejos",
también del pueblo de Oropesa, "planto en aquel asiento la primera iglesia"
v "poblo el asiento de Huancavelica". Su actividad y rendimiento en la extir-
pación de idolatrías habían sido tales que lo tuvieron por "el hombre que
mas guacas habia descubierto en el Peru". Era "buen lengua y predicador en
ella". En el Cusco, predicaba en quechua, los domingos y fiestas, delante de
tres mil indios.
Fue vicario y provisor del Cusco a partir de 1575, por lo menos. Pare-
ce haber servido siempre fielmente a su amo, el iracundo obispo Sebastián de
Lartaún, hasta en las situaciones más bravas. En 1576 hubo tirantez entre el
obispo y el Santo Oficio -recién instalado en el Perú- por cuestiones de
jurisdicción. Lartaún se negaba a entregar sus poderes represivos en asuntos
de herejías al representante de la Inquisición en el Cusco. Era éste el canóni-
go Pedro de Quiroga, a quien habían nombrado comisario del Santo Oficio.
Lartaún, furibundo, llegó al extremo de meterlo preso, con grillos, por sus
propias manos.
,
·'Pero el Tribunal no podía conformarse con semejante desacato, y
ya que no procedía contra el obispo, no habían de faltar culpas que
achacar a sus ayudadores. El licenciado Albornoz, su provisor, fue
encerrado en las cárceles secretas, acusado de haber dicho que aque-
llo del rezar eran opiniones, que sin rezar las horas canónicas solía ce-
lebrar misa; que amenazó al comisario con tomarle residencia de cier-
tos negocios que tuviera a su cargo antes de serlo; que había hecho
informaciones tocantes al Santo Oficio; que habiendo sido llevado a
Lima en calidad de preso, había significado al alcaide que él era inqui-
sidor general y que no tenía culpa porque le tuvieran preso; y final-
mente, que sin ser graduado en ninguna facultad, se titulaba licencia-
do"(2 l ).

Estos sucesos tal vez tienen relación con la muy grave discordia pos-
terior entre Lartaún, Albornoz y el Concilio 111 de Lima (15 82-15 83 ). El ca-
bildo secular del arzobispado de Lima procesó al obispo del Cusco "aducien-
do 23 capítulos de acusación", la mayor parte por cuestiones de finanzas.
También Albornoz fue complicado:

"paresce que en el dicho Santo Concilio el Licenciado Xpoual San-


chez Rrenedo Presbitero Fiscal en el dicho Concilio presento una
querella ante el dicho Santo Concilio contra el muy reuerendo

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Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Xpoual de Albornoz Canónigo de la Catredal de esta ciudad y le acu-


so sobre dezir que auia sido ynobidiente a los mandamientos an;:oobis-
pales y que no auia cumplido ciertos mandatos suyos y que auia fe-
cho rresistencia de ciertos procesos que se le auian pedido y que auia
dicho ciertas palabras contra el rreuerendísimo arcqobispo (sic) de
los Reyes y que auia denegado ciertas apelaciones que ciertos clerigos
auian ynterpuesto en tiempo y en forma y que auia preso a los dichos
clerigos por ello y que auia adquerido munchos bienes de las guacas
que auia descubiertos y que ansi mismo auia tomado munchos bienes
a yndios y otras personas donde auia visitado y que avia cometido
otros delitos y que nunca auia sido rresidenciado y que sin satisfazer
a las partes y a la justicia se queria yr a los Reynos de España e hizo
presentacion de cierto proceso que auia fulminado el dicho señor ar-
coobispo e pidio se biese y diese Prouision para que el dicho canóni-
go fuese preso r, lleuado a la dicha ciudad de los Reyes ante el dicho
Santo Concilio' (22).

Finalmente Albornoz fue absuelto, pero no sabemos en qué circuns-


tancias. El obispo Lartaún estuvo preso en Lima, donde enfermó gravemente
y murió el 9 de octubre de l 583(23 ). Después de llegar al Cusco la noticia de
su muerte, Albornoz fue elegido provisor - por segunda vez- el 20 del mis-
mo mes. En l 584 hizo las gestiones arriba mencionadas para conseguir un
nombramiento de algo como superintendente de la extirpación y no lo consi-
guió. Continuó administrando el obispado, sede vacante hasta el 15 de no-
viembre de 15 87, fecha de la instalación del nuevo obispo Fray Gregario de
Montalvo. En 1594 (28-1) fue nombrado juez capitular(24 ).
He subrayado ya que en la Instrucción Albornoz dedica un párrafo
a la manera de descubrir minas. Años después, el virrey García Hurtado de
Mendoza, segundo marqués de Cañete, le encargó poblar la nueva provincia
de Vilcabamba, recién conquistada, y ocuparse de la búsqueda y explotación
de minas en aquella zona. Formó parte del "cabildo abierto" que fundó la
ciudad de San Francisco de la Victoria de Vilcabamba(25). En la carta de
1602 al rey revienta el entusiasmo de Albornoz por las riquezas del subsuelo
de Vilcabamba, por las minas ("ay metales que todos son plata y otros que
tienen a la mitad y otros al tercio y minas muy fundadas ... " , y " .. . otros
muchos minerales de sustancia cuyos nombres auerigüe en la uisita general
que hize por orden de don Feo de Toledo") y por los tesoros "que los yngas
metieron en ella ansi de lo que juntaron para el rescate de Atagualpa para
Caxamarca como otros que escondieron". Hay más, tiene ocupaciones de
ingeniero , concibe artefactos para el beneficio de los minerales: "creo que,
aunque viejo, que este uerano e de hazer que se vea algo de lo que es Vilca-
bam ba, porque he hecho ingenio tal y maquinas de beneficios de metales
. . .". Más tarde , Baltazar de Ocampo mencionaba el asiento minero, propie-
dad de Cristóbal de Albornoz(26 ).
Vivía todavía el 19 de agosto de 1603. En cuanto a dignidades, sabe-

178 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

mos que había sido comisario de la bula de la Santa Cruzada y que era chan-
tre del Cusco en 1602.

Protesta "social" y defensa de los indios. Albornoz y Guarnan Poma

Recordaré que Albornoz había sido acusado por haber abusado de


sus poderes de juez eclesiástico (" . .. que auia adquirido muchos bienes de
las guacas que auia descubierto y que ansi mismo auia tomado muchos bienes
a yndios y otras personas donde auia uisitado . . ."). No estoy en condiciones
de decir si estas quejas fueron o no fueron justificadas. No conozco el proce-
so. Conocemos solamente otra opinión sobre el visitador, la de Guarnan Poma
de Ayala, quien estuvo a su servicio posiblemente entre los años 1569 y 1571
y, según parece, como fiscal de visita y secretario :

"Cristóbal de Albornós, becitador general de la sancta yglecia:


Este fue brabo jues y castigó a los padres cruelmente, a los soberbio-
sos y castigó a los demonios, guacas ydolos de los yndios. Y lo que-
bró y quemo y corosó a los hicheseros yndios, yndias y castigó a los
falsos hicheseros y taqui oncoy [lit.: enfermedad de la danza], y/lapa
[el rayo], chuqui y/la [oro amuleto], guaca bilca [divinidad local],
zara y/la, llama y/la: chirapa pacha mama, puyco yaycusca, uaca bilra
macascan oncoycona, sara ormachisca, papa urmachisca, ayapchasca.
De todo castigó este brabo jues.
No tomaua cohechos ni rrobaua ni lleuaua tronera ni aparato. Fue
llano santo hombre, temeroso de Dios. Y ancí hizo todo el seruicio
de Dios en este rreyno.
Don Juan Cocha Quispe, fiscal , fue yndio bajo Quichiua. Por manda-
do de Cristóbal de Albornós, destroyyó todas las úacas ydolos, escon-
diendo lo suyo. Y por ello, · alcansó curaca pero llebó éste grandes
cohechos. Y ancí salió muy rrico, el jues salió pobre"(27).

De los hechos aquí referidos podemos juzgar, en parte, por las infor-
maciones del mismo Albornoz. La "Relación de amancebados", de 1584,
recuerda y resume las penas y castigos impuestos por el visitador a los indios
culpados de "idolatrías" y de "malas costumbres". Aplicaba con rigor la dura
ley represiva dispuesta por los concilios del Perú. Entre otros muchos ejem-
plos, Albornoz dice haber condenado a una india, amancebada con el curaca
Acopaucar a "cinquenta azotes y [ser] trasquilada", además de recluirla en
"una casa sin sospecha", mientras el curaca se libraba con sólo la amenaza de
pagar quince pesos en caso de reincidir. De los "hechiceros" guacamayos; es
decir, "sacerdotes de los ydolos" (éstos son los camayos mencionados en el
título de la Instrucción), escribe que "fueron encora<¡:ados y a<¡:otados y tres-
quilados publicamente y que [fueron condenados a .que] perpetuamente sir-
viesen en sus yglesias .. . ". El visitador imponía también señal infamante a

No . 1, julio 1984 179


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

ciertos sentenciados: "que trujesen señales de colores que fuesen cruces los
ombres en las mantas y las mugeres en las Lliquillas". En varios casos mandó
encerrar perpetuamente a "hechiceros" en una casa que había mandado cons-
truir, cerca de la iglesia del pueblo. Es el más antiguo antecedente que conoz-
co de la casa de reclusión de Santa Cruz del Cercado.
Estas son algunas muestras de la dura represión -conforme a las nor-
mas penales de la época, en Europa también- que Albornoz aplicó a los
" taquiongos", represión que Guarnan Poma elogió y en la cual participó. En-
tonces, debemos preguntarnos por qué en otras páginas de su libro (redacta-
das en otras circunstancias, quizás en 1613 ), Guarnan Poma censura a otro
extirpador de idolatrías, el Dr. Francisco de Avila, expresando entonces mu-
cha compasión por los indios y las indias condenados a las mismas penas que
imponía Albornoz unos 45 aflos antes, penas que no le movían entonces a
compasión(28). La única diferencia evidente entre las dos situaciones descri-
tas en los dos textos sucesivos de Poma es que, en el caso de la represión or-
ganizada por Albornoz, se trata de indios que habrían cometido realmente
"delitos de idolatrías", mientras que, en el caso de la represión llevada a cabo
por Avila, se trata de indígenas que no habrían cometido tales delitos. Es de-
cir r¡11e, según Guarnan Poma , Albornoz merecía respeto por haber cumplido
exactamente con la ley eclesiástica, mientras que Avila la habría violado por
interés personal. El elogio de la actuación de Albornoz, arriba citado, mues-
tra que Guarnan Poma aprobaba que se aplicaran tales medios (aunque ten-
dían a destruir la cultura tradicional andina) contra los indígenas que seguían
con sus cultos ancestrales. Aprobaba a Albornoz porque le parecía justo, por-
que aplicaba la ley eclesiástica a todos, tanto a los indígenas como a los curas
españoles que no respetaban los reglamentos ("castigo a los padres cruelmen-
te, a los soberbiosos ... "), porque -conforme a la representación simbólica
tradicional de la justicia en Europa- el juez quedaba ciego ante las circuns-
tancias de raza, jerarquía, poder, etc., considerando a todos iguales ante la
ley . Consta que Guarnan Poma no criticaba la institución misma de la Extir-
pación, sino el uso desviado, el abuso y los abusos de la institución. En esto
su postura era conforme a la de los grupos criticistas de la iglesia peruana de
su tiempo.
¿Tendría otro motivo Guarnan Poma de no medir a los dos visitado-
res por el mismo rasero, de oponer arbitrariamente la honestidad de Albor-
noz a la deshonestidad de Avila? Recordamos que Albornoz también había
sido acusado de lo mismo ("que auia adquerido munchos bienes de las guacas
... que ansí mismo auía tomado munchos bienes a yndios"). Además, Albor-
noz no era infalible y habría forzosamente cometido varias injusticias en sus
muchas visitas, y esto desde el punto de vista de la ley, a pesar de lo que afir-
ma Guarnan Poma. Es verdad que, en sus escritos, Albornoz exige justicia.
Pero también lo hc!ce Avila en los suyos. También Avila fue procesado y tam-
bién, como Albornoz, fue absuelto. No conocemos el texto del proceso de
Albornoz. Conocemos, desde hace poco, el expediente del proceso de Avila,

180 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duvio/s: Albornoz

encontrado por Antonio Acosta, quien muestra en su estudio que hay moti-
vos serios para dudar de la sinceridad y afirmaciones del visitador(29). En
cuanto a la diatriba contra Avila que se encuentra en la Nueva corónica, sería
conveniente indagar, tal vez, sobre ciertas circunstancias, entre ellas el hecho
de que había tirantez entre las jurisdicciones diocesanas de Lima y del Cusco
ya desde 1544 -según subrayó J.B . Lassegue-, y también sobre las desave-
nencias entre ciertas órdenes religiosas (Guarnan Poma tuvo buenas relacio-
nes con algunas) y el arzobispo de Lima, Lobo Guerrero, quien, de acuerdo
con los jesuitas, sostenía las campañas de extirpación inauguradas y dirigidas
por Francisco de Avila(30).
Con tales críticas, o dudas previas, debemos leer la carta, tan virtuo-
sa, que Albornoz dirige al rey de España en 1602; es decir, unos 20 años des-
pués de haber sido procesado por el fiscal del Concilio de 15 82 y unos 30
años después de su severa campaña contra los "taquiongos".
Esta carta al rey plantea nuevos interrogantes, al mismo tiempo que
aclara las posiciones de su autor. En ella, Albornoz adopta la actitud moder-
nista respecto al viejo problema de la partición territorial del obispado . Pide
su transformación en arzobispado, junto con la creación de nuevo, o nuevos,
obispados, señaladamente en Arequipa. El antiguo visitador, que tantas le-
guas había recorrido por el extensísimo obispado de Cusco, conoce bien el
problema y sus argumentos son fuertes, lo que no excluye que, con esta de-
manda, haya podido sugerir su propia candidatura de obispo de Arequipa.
Surge análoga pregunta al leer los párrafos dedicados a las minas de Vilca-
bam ba, en los que desea recordar que el virrey marqués de Cañete (segundo)
le había encargado poblar y gobernar los asientos mineros de aquella provin-
cia. ¿Esperaba todavía, a sus años, recibir un nombramiento semejante?
¿Tanteó a la vez en dos direcciones tan diferentes, el obispado y la goberna-
ción minera? ¡Quién sabe!
En muchos pasajes protesta contra la mala administración del obispa-
do del Cusco y ataca al obispo en forma personal: éste usa mal, abusa de sus
poderes. La iglesia está en estado de abandono, los adornos están desgasta-
dos, pobrísimos, y el obispo no hace nada. Sin embargo, se ha creado un nue-
vo impuesto, llamado "funeral", sobre los entierros de los indios(3 l ). El obis-
po tampoco da salario -según la regla conciliar-- a los visitadores, los cuales
tienen que pagarse esquilmando los pueblos que visitan y las visitas resultan
un medio de enriquecerse. Hay mudanzas frecuentes de beneficiados (parece
que denuncia ciertos chantajes a la mudanza) y se saca provecho de ellas. Así
se enriquece el obispo. Ahorra mucho. Ha enviado ya 200,000 pesos a Espa-
ña y va a enviar otros 50,000. Albornoz no debe tener .el caso de su obispo
por excepcional, ya que apunta: "los obispos . .. adquieren mucha riqueza y
distribuyen pocas"(32).
Con estos juicios, Albornoz tampoco ataca a la institución, desde lue-
go, sino a los malos servidores de la misma. La única institución procesa-
da por él, es la encomienda, y es partidario de suprimir la "perpetuidad", con

No. 1, julio 1984 181


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

tal que el rey dé " algo" a los hijos, por lo demás " ociosos", de los encomen-
deros. Pero la denuncia de los abusos de las autoridades, explotadoras c.k los
indios, alcanza ei cuerpo entero de los funcionarios coloniales con esta decla-
ración, con la cual ilustra la condición de los indígenas:

" . . . el obispo y el clerigo y el religioso y la monja y el ui sorrey y el


oydor y corregidores uezino y soldado todos pendemos de ellos y . ..
los tratamos como a esclauos y lo que es más de sentir es que quanto
su Majestad prouee en su fauor se conuicrte en su daño ".

Esta frase me llama la atención porque coincide con la temática de


protesta del Buen gobierno, o sea la segunda parte de la crónica de Guaman
Poma, y parece resumirla. Pero , ¡cuidado! La queja de Albornoz -como la
de Guarnan Poma- no es revolucionaria, sino reformista. Como se ha dicho
ya, no pretende cambiar las instituciones coloniales, reales, sino corregirlas,
enmendarlas por medio de la ley, por medio de la supresión de los malos
administradores y el nombramiento de los buenos, o por la enmienda de las
costumbres según las normas de la moral y de la "política cristiana". Esta
actitud, en la época , no tenía nada de raro. Era conforme a la actitud denun-
ciadora de abusos de la iglesia peruana, de acuerdo con el espíritu y los decre-
tos del Concilio de Tren to ( 1545-1563 ), concilio reformador, por antonoma-
sia, de los vicios de la iglesia católica. Por lo tanto , las invectivas de Albornoz
en esta carta al rey podían ser interpretadas por los altos funcionarios del
Consejo de Indias como más conformistas que escandalosas.

Pierre Duviols
Les tilleuls de Claude
Le Tholonet
13100 Aix-En-Provence
Francia

182 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

Carta de C. de Albornoz al rey, 15 de abril de 1602. (Cortesía de Suzanne Teys.sier ).

No. 1, julio 1984 183


Notas y Documentos ___________________________

NOTAS

(1) González Suárez 1890, T. I, p. 130.

(2) "Ligeras reflexiones sobre las razas indígenas que poblaban antiguamente el territo-
rio de la República del Ecuador", lbarra 1904. Reeditado en Federico González
Suárez, Quito, 1960 (ver p. 188). Es este manuscrito que aquí se publica. Ocupa 16
folios y mide 12,5 x 31 cm.

(3) Quito, 1934. pp. 275, 281, 285 y 298.

( 4) Porras 1948, p. 28-29 y 1963, p. 54.

(5) Rowe y Patricia Lyon 1979.


(6) Rowe 1981.
(7) Duviols 1971, p. l 03, nota 21.

(8) Revista de Archivos y Bibliotecas Nacionales. Año III. Vol. IV. Lima, 1900. p. 396.
(9) Polo de Ondegardo 1916, p. 57 y 1940, p. 183.

(l O) A pesar de que Molina menciona " .. . la relación de las huacas que a vuestra señoría
ilustrísima ... ". Molina 1943, p. 75.

(11) Levillier 1924, p. 394.

(12) Op.cit.,p.216.
(13) Millones 1971. Se trata de los documentos siguientes :
"Información hecha en Guamanga por parte de Cristobal de Albornoz, clérigo 1
1570; de cómo de 4 años a esta parte se había ocupado en diversas comisiones, as1
en la ciudad de Arequipa como en la de Guamanga y todo el Obispado del Cuzco",
donde avia descubierto la seta y apostasia y predicación q_ue llama Taquiongo y por
otro nombre aira, de que avian usado y usaoan los natura1es ... Para remedio de lo
cual el dicho Albornoz envió al Cuzco a algunos de los principales inventores y les
predico y dotrino a los demás, ayudandole en esta tarea el cléngo Jerónimo Martín,
buen len_EUa. Presentó como testigo a F. Pedro de Almocín, guardián de San Fran-
cisco e F. Francisco de Zamora 1 vicario del Monasterio de Santa Clara, e F. Abel
Ordoñez, comendador e a Diego oe Abrego, cura y vicario de dicha ciudad.
Otra del mismo hecha en el Cuzco, siendo canónigo de su catedral y vicario gene-
ral (1577) ante Diego Torres, Alcalde ordinario.

184 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

- Id . En 1584 ante D. Alonso de Porres, corregidor. Se inserta el testimonio de la vi-


sita que llevó a cabo el dicho canónigo en las provincias de los Soras, Hatunsoras,
Hurinsoras, Atunlucanas, Hurinlucanas y otras a ellas sujetas. Cítanse los nombres
de los caciques amancebados, hechiceros, etc.... Hay duplicado". Rubén Var_gas
Ugarte. Manuscritos Peruanos en las Bibliotecas y Archivos de Europa y Amértca.
V. suplemento, Buenos Aires, 1947. Algunos extractos han sido_publícados con el
título Informaciones. En: Los Mercedarios en el Perú en el siglo XVI. Vol. IV. Are-
quipa, 1953. pp. 122 a 135 y pp. 293 a 301.

(14) Millones 1971, 1/2.

(15) Apuntes 1902, p. 229.


(16) Millones 1971, p. 152-153.

(17) Adorno 1978, p. 152, 53.

(18) Guarnan Poma 1980, f. 280 [282], p. 253; 1980 b, p. 199.

(19) Ibid. f. 283 [285 ], p. 257; 1980 b, p. 202.

(20) Millones 1971, 6/1 ss.

(21) Medina 1887, I, p. 176,

(22) Millones 1971, p. 5/2.

(23) Ver Vargas Ugarte, 1954, p. 76 y ss. y Guillermo Durán 1982, p. 127 y ss.

(24) Apuntes 1902, p. 242.

(25) Baltasar de Ocampo 1923, p. 168.

(26) Ibid., p. 161.

(27) Guarnan Poma 1980, f. 676 [690), p. 638; 1980 b, t. II, p. 104.

(28) "Las quejas de los indios contra Avila reaparecen en estos párrafos caóticos en que
Guamán refiere lo que le contaron unas viejas, en Castrovirreina, por los años de
1613. Se lamentan de que el visitador, en Hatún Jauja, las acusara de idolatría sin
fundamento:
"Le dixo [al autor l: -señor nosotras estamos huvdas del padre dotar Avila becita-
dor del obispado áe la Ciudad de los Reyes de Lírna y valle de Uadachirí y valle de
Xauxa; a causa del dotor dixeron que le quería hazelle hicheseros y hechiseras, el
quien dize en la pregunta ques uaca mocha sin avello sido, se huelga y dize que ader
ra piedras, que no le castiga sino que Je corosa y Je ata en el cuello con una soga y en
la mano una candela de sera y ancí dize que anda en la procisión; con ello acava y

No. 1, julio 1984 185


queda contento el dicho vecitador y ci es cristiano y rresponde y dize que no save
de uacas ydolos y que el adora en un solo Dios y la santicima Trinidad y a la Virgen
Santa María y a todos los santos y santos ángeles del cielo a este dicho yndio o
yndia, luego le manda subir en un camero, blanco y allí dize que le da muy muchos
ai;otes hasta hazelle caer sangre a las espaldas del camero blanco para que paresca la
sangre del pobre yndio, y con los tormentos y dolores dize el yndio que adora al
idolo uaca antiguo; -ves aquí cristiano de palo como no tiene fabor los pobres de
jesucristo, anda tanto tormento y castigo; dixéronle al autor las tres viejas: Señor V.
Md. yrá alla y sabrá la verdad y llorará con los pobres de Jesucristo -dijo estas di-
chas pobres mugeres que otro b1ejo pobre por no verse en el dicho tormento enjusto
que el propio dicho füejo, tomó coca molido hecho polbo y lo tomó y se ahogó y
murió con ella y le enterraron en el sagra.do y dallí le mandó sacar el cuerpo y lo
mandó quemallo y de los güesos que quedó echó en el río.
¡O qué buen dotor! ¿A dónde está vuestra ánima? ¿Qué cierpe Je come y desuella a
las dichas obejas sin pastor y cin dueño que no tiene amo? Ci tubera dueño todavía
se doliera de sus obejas de jesucristo que le costó su sangre.
j..A dónde estás Dios del Cielo? ¡Cómo está lejos el pastor y tiniente verdadero de
Uios el santo Papa. ¿A dónde estás nuestro Senor Rey Phelipe que ací lo pierdes tu
rreyno y tu hazienda servicio de tu corona rreal? ... "
En otro Jugar, Huamán Poma recoge las quejas de los indios despojados de San
Felipe :
"El dicho autor llegó al pueblo de San Felipe . . . demás de eso les dixo [los indios]
que un becitador de la Santa Yglesia llamado dotor Avila y corregidor, con color de
decille que son ydúlatras, les a quitado mucha cantidad de oro y plata y bestidos y
plumages y otras galanterías, bestidos de cumbe, auasca, topos, camisetas, poron-
gos, aquillas, todo de plata y de orot los cuales tenían para dansar y holgar en las
fiestas y pasquas Corpus Criste del ano y se los a llevado todo de los pobres yndios
y fuera desto en el pueblo de San Lorenzo, a dexado dos hijos vecitadores y demás
desto que hará la costa de comida y mitas de todos ellos y de sus criados y los daños
y otras cosas porque tiene fabor de su Señoría desuella a los ¡:,obres de Jesucristo y
no av rremedio y no ay becita para él". Duviols 1966, p. 225, 226.

(29) Acosta 1979.

(30) Duviols 1971, p. 170-172.


(31) ¡Los capítulos del arzobispado de Lima contra Lartaún, y en este caso quizás más
bien contra Albornoz, denunciaban ya estos "funerales"!:
"Otros capítulos no le tocaban directamente fa! obispo Lartaún] sino a sus curas,
como las tasas que se exigían en la catedral de) Cuzco por las sepulturas, el servirse
muchos de ellos de indias en sus casas1 el adueñarse de los bienes de los indios di-
funtos, aunque hubiese herederos leg1timos, so color de hacer averiguación sobre
ellosl el establecer más de Jo conveniente el establecimiento de cofradías y deman-
das oe limosnas yrl finalmente, el extorsionar a los indios con los derechos de entie-
rros y funerales. ;:,in duda que todo esto exigía reformación, pero tal vez, Lartaún
penso que ésta debía llevarse a cabo en el Concilio para mayor autoridad de lo que
se decretase". Vargas Ugarte 1954, p. 78.

(32) Millones 1~1¡

186 . Revista Andina, año 2


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - D u v i o l s : Albornoz

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Son pocas las fuentes antiguas y fundamentales:


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llén G. ed .
MOLINA, Cristóbal de
(1575) 1943 Fábulas y ritos de los Incas, pp. 79-82 .

Hay muchos estudios sobre el taki onqoy. Es posible que sin quererlo o sin saberlo
me olvide alguno : ' '

COCK, C. Guillermo y ERLEEN DOYLE, Mary


1979 "Del culto solar a la clandestinidad de Inti y Punchao", Histo-
ria y Cultura, 12, Lima.

190 Revista Andina, año 2


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CURA TOLA, Marco


1976 "Introduzione allo studio di un culto di crisi: il Taqui Ongo".
Tesis doctoral inédita, Instituto de Etnología, Universitad degli
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1977a "El culto de crisis de 'Moro Onqoy' ", Scientia et Praxis, 12,
Universidad de Lima.
1977b "f\ifito y milenarismo en los Andes.: del Taki Onqoy a lnkarri",
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1971 La lutte contre les religions autochtones du Pérou colonial.
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1977 La destrucción de las religiones andinas, Conquista y Colonia,


Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional
Autónoma, México.
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1984 "Las parcialidades de Hatun Rukana y Laramati en el siglo
XVI (La represión de la campaña anti-cristiana de 1569 y la
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MILLONES, Luis
1964 "Un movimiento nativista del siglo XVI: El Taki Onqoy", Re-
vista Peruana de Cultura, Lima. Reeditado en: OSSIO A., Juan.
Ideología ...
1965 "Nuevos aspectos del Taki Onqoy", Historia y Cultura, 2,
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1967 "Introducción al estudio de las idolatrías", Aportes, 4, Institu-
to Latinoamericano de Relaciones Internacionales, París.
1971 Introducción a Las informaciones de Cristóbal de Albornoz,
(Cf. supra).
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PEASE, Franklin
1973 El dios creador andino, Lima.

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1982 "El Taki Onqoy y la sociedad andina" (Huamanga, siglo XVI),
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1971 La visión des vaincus. Les lndiens du Pérou devant la conquete
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ZUIDEMA, Reiner T.
1965 "Nuevos aspectos del Taki Onqoy", Ristoria y Cultura, 2,
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No.1, julio 1984 191


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192 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

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No . 1, julio 1984 193


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

INSTRUCCION PARA DESCUBRIR TODAS LAS


GUACAS DEL PIRU Y SUS CAMAYOS Y HAZIENDAS

[/]

Ase de considerar que , antes que los yngas, seriares que conquistaron
dende la provincia del Cuzco hasta Chile y hasta Pasto. en los naturales de
toda esta tierra nunca ovo govierno ni lengua general sino por provincias a las
quales governavan por subcesión los indios de más valor y tenían todas las
provincias sus guacas adoratorios en el orden que diré :

[//]

Después que los yngas, dende el primero hasta el postrero, conquis-


taron todas las provincias que se incluyen dende Chile a Pasto, a unas con ar-
mas. a otras con insidias y dádivas y promesas, ansí como procurava[n] saver
luego la cantidad de toda la gente de la provincia y de las cosas que se susten-
tavan, posesiones, oro y plata y ropa que tenían, procurava[n] saver las gua-
cas. adoratorios que adoravan y el orden que tenían en el ofrescerle y sacrifi-
carle y de las posesiones y servi~io que tenían. y siempre [el ynga] dio orden
que las sustentasen con el orden que de antes. Y a muchas guacas de las di-
chas ennobleció con muchos servicios y haziendas y basos de oro y plata, y
ofresciéndole[s] sus propias personas en figuras de oro o de plata y otras figu-
ras de carneros y de otros animales y aves del dicho oro y plata, e ofrescien-
do y quemando de todos los mantenimientos que ellos usavan . y dándoles
bestidos ricos que para el cfeto mandavan hazyr. Durante el govierno de los
yngas hizicron cuatro veretas generales en toda la tierra que poseyesse[n].
que los títulos dellas se intitulan Chinchaysuyo. Collasuyo. Andesuyo . Con-
desuyo, a los cuales les dio figuras y señal de bestidura y tocado con sc11ales
por donde eran conoscidos y guacas generales. Y juntamente les dio unas
guaquillas de piedras de diferenciados colores que les llamó auqui. que los
traían con sus personas en las chuspas, como los cristianos tienen figuras de
santos a quienes reverencian. Servían de paramentos y promesas que hazían
en los auquis de tratar verdad en las juntas que hazían para todo género de
govierno. Ay muchos destos entre los naturales y son de mucho daño por la
fee que en ellas tienen; dávanse en Pachacama en los llanos y en Curicanche
[sic] en el Cuzco por sus sacerdotes guacacamayos.
Los yngas como subcedían los unos a los otros. fueron inbentando
muchos géneros de guacas que generalmente mandó que las adorasen en toda
la tierra que poseyó, de las cuales dio en todas o las más / / provincias, con-
fom1e a la posibilidad de la tierra cuyos nombres porné muchos, y de cada

194 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Ouvio/s: Albornoz

un nombre. Ay muchas en toda la tierra. unas bern,· idas como ellos llaman
atisca. otras en pie . A todas éstas dio servicios y haziendas y basos de oro y
plata y a muchas ganados en la forma que diré.

[Reliquias del Inca]

Ay otros géneros de guacas a quien también dio servicio y haziendas,


que pocas están descubiertas, aunque en la provincia de Guamanga descubrí
algunas, que son , cuando iban los yngas conquistando , dexavan alguna uña
cortada suya o alguna piec;a de bestido suyo o piec;a de armas o alguna ala de
halcón. [D]esta ala de halcón usa dicha cirimonia, que a los que vencía , esco-
gía a uno a quien dexava en su lugar y le dezía : "-Hazid desta ala de halcón
bivo y tirad della hasta que la saquéis" ; queda el ynga con la una y al que
nombrava con la otra, y dezíale : - "mirad como esta ave es la más noble y
leal de las aves, ansí lo has tú de ser conmigo, que me fío de ti". Han tenido
y reverenciado mucho a estas guacas; hallélas en los soras y en los rucanas, en
los unos y en los otros, y en los angaras. Tuve notiscia haverlas en Xauxa y
·en otras provincias de Chinchaysuyo por donde fue conquistando Guarnan
Inga.

[Primicias, mamas]

Ay otros géneros de guacas, a quien reverencian y sirven con mucho


cuidado , que son de los frntos primeros que coxcn de alguna tierra que no
fue sembrada . Escoxen el más hermoso fruto y le guardan y, a semejanc;a dél.
hizicron otros de piedras diferentes o de oro o plata, como una mac;orca de
maíz o una papa y les llaman mamac;ara y mamapapa; y así a los demás frutos
y en esta forma de todos los minerales de oro o plata o azogue que antiquísi-
mamente se han descubierto. Han escogido las más hennosas piedras de los
metales y los han guardado y guardan y los mochan llamándolas madres de
las tales minas. Y, primero que los vayan a labrar, el día que han de travajar,
mochan y beven a la tal piedra llamándola mama de lo que travajan. He des-
cubierto muchos dellos en todas las partes donde hay minas, en tierras de
Guamanga.

[Bezoar]

Y ansimismo en los ganados de la tierra que llaman llamas, se hallan


unas piedras que nosotros llamamos besares, que en alguna[s] dellas hay pie-
dras de grandor y pesso; a éstas las han guardado y guardan donde hay gana-
dos de la tierra y las mochan / / con mucha reverencia llamándolas yllas lla-
mas. He halládolas en muchas provincias donde tienen ganados y hécholas
quemar, porque usan de muchas supresticiones con ellas y crehen que, mo-

No. 1, julio 1984 195


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

chando a esta piedra, ninguna oveja abortará, ni sub9ederá mal a ninguno de


sus ganados ni le dará carache, ques un género de sarna que le da al ganado
de la tierra. Y después que nosotros hazemos caso dellas, las guardan , y más
las grandes que las pequeñas, que las pe[ que ]ñas que hallan con facilidad las
dan, no saviendo la virtud que tenían. Quemé muchas petacas dellas que des-
cubrí públicamente en pla9as de muchas provincias deste obispado.

[Acapana]
Ay otro género de guaca que llaman acapana que era aplicado a las
guerras que tratavan, a quien pedían favor. Esta es unos rayos que haze el
cielo, que los muchachos llaman en Castilla ovejuelas. Y todas las vezes que
ven esta señal en el cielo, ques muy ordinaria, la mochan con mucho cuida-
do. Y para este sacrificio aplicavan la pluma de unas aves que llaman gua-
chuas que son como ánsares d'España : la pluma menor la queman, y soplan
la ceniza éJ la tal acapana, y las mayores ponen en las lan9as dende el hierro
al regatón a todas por muy buen orden ; también llaman para este efeto
acapana a los torvellinos que en la tierra se hazen del aire. Mochavan estos
remolinos de tal manera que aunque tuviesen un tejo de oro de mucho valor
o piedra presciosa en las manos, como el torvellino pasase cerca del que lo
tenía, se lo arronjava y ofrescían o con lo que se hallavan , y si no tenía[n]
[más] que los cavellos que se tirava[n] para el efecto de la cave9a o las pesta-
ñas de los ojos. ·

[Y/lapa]

Ay otros géneros de guacas que se llaman yllapas, que son cuerpos


muertos embalsamados de algunos pasados suyos principales, a los cuales
reverencian y mochan. Esta no es mocha general sino particular de la parcia-
lidad o ayllo que desciende de los tales muertos. Guárdanlos con mucho
cuidado entre paredes a ellos y sus bestidos y algunos basos que tenía[n] de
oro y plata y de madera o de otros metales o piedras. De este nombre de
yllapa, hay otras guacas que son los lugares donde caen rayos del cielo , y de
tal manera reverencian estos lugares, que en la casa que da el rayo, la cierran
con todo lo que está dentro y no tocan a ella ni se aprovechan della //.
También llaman yllapa a los niños geminas que salen dos o más de un
bientre y los suelen sacrificar a los rayos y truenos diziendo son sus hijos. Y
a todas las criaturas que nascen con alguna monstruosidad o diferenciado a
los demás las suelen sacrificar a sus guacas, aunque la diferencia sea sólo en
tener muchos remolinos en el cavello de la cave9a; que si nacen con los ojos
travados, o las manos o pies con más o menos dedos o con otra lesión o en
los demás miembros, hazían -e creo hazen- el dicho sacrificio dellos a los
dichos rayos llamado[s] yllapa; y los he yo castigado en mis visitas a muchos.

196 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

[Apachita]
Ay otro género de guacas muy ordenario en todos los caminos y
puertos dellos en todo el Pirú, que llaman apachita o camachico por otro
nombre. Estas las ay en todas las asomadas y bertientes de los caminos. a las
cuales saludan y ofrescen los que van con cargas o fatigados de andar, y les
ofrescen una ora~ión o una piedra, de tal manera que en los dichos lugares ay
muchos montes dellas. Otros escarvan la tierra en la propia guaca y, escar-
vándola, cuenta[n] sus travajos o prosperidades a la dicha guaca. Otros hazen
nudos a las pajas questán cerca. Otros ofrescen ramos de lefi.a, otros flores o
plumas de pariguanas. que son unas aves que llaman flamencos en España.
Otros. acollicos de coca o maíz: el acollico es un poco de coca mascada o lo
que cada cual tiene por devoción. Son tantos éstos que. si no es con amones-
taciones buenas , no se apartarán de la creencia porque encuentran por mo-
mentos con ellas en todos los caminos y puertos de toda la tierra, mandando
a los corregidores y clérigos dotrineros que cada cual lo mande deshazer en
sus partidos, es muy necesario se haga.

[Ormaychico]
Ay <leste género en los caminos reales otras guacas llamadas ormay-
chico debaxo de peñas o de cerros que amenazan caídas, que los indios mo-
chart y sirven con aquellos bocados de coca que llaman acollicos o con otros
mantenimientos que bayan comiendo. Es imposible tirarles esta supestrición
porque para tirar dichas guacas es necesario mucha fuerza de gente que toda
la del Pirú no es parte [ para l rn udar estas piedras ni cerros. Aquí sirve la bue-
na amonestación y predicación del buen dotrincro, y para todas las demás, lo
mismo.//

[Pacariscas]

Ay. como dixe arriba, el prencipal género de guacas que antes que
fuesen subjetos al ynga tenían, que llaman pacariscas, que quieren dezir cria-
doras de sus naturalezas. Son en diferentes formas y nombres conforme a las
provincias: unos tenían piedras, otros fuentes y ríos, otros cuebas. ·otros ani-
males y aves e otros géneros de árboles y de yervas y desta diferencia trata-
van ser criados y descender de las dichas cosas, como los yngas dezia[n] ser
salidos de Pacaritambo, ques de una cueba que se dize Tambo Toco y los
angaraes y soras descender de una laguna llamada Choclo Cocha y desta ma-
nera todas las provincias del Pirú, cada cual de su modo aplicando cualquiera
de las cosas dichas a su nascimiento. A estas pacariscas se allegaron por par-
cialidades muchos nombres de guacas que, descubiertas las pacariscas, como
allegados suyos se descubran luego.

No.1,julio 1984 197


Notas y Docu mentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Ase de entender que ninguna parcialidad de naturales dexó de tener


esta guaca pacarisca, por pequeña o grande que fuese la parcialidad. Llámase
parcialidad por el orden que el ynga les puso, en legiones que ordenó en las
repúblicas y provincias que hizo, que fue nombrallas mayores y menores
- que es negoscio largo tratar desto - que les intituló hanan o hurin. hanansa-
ya o hurinsaya. Ovo parcialidad de diez mil indios y de mil y de ciento y de
diez y de cinco y de la menor iba en recogimiento de la mayor y de la mayor
a la menor. Todas reconoscieron en esta guaca pacarisca, sin otras muchas
particulares y sin las generales que los yngas le pusieron, demás que tenían
otras gu~cas para el principio de labrar las tierras y otras para el sembrar, otras
quando granan las sementeras y otras para quando las coxen y para cuando
tresquilan los ganados y para cuando los hechan a los padres y para cuando
paren. Todas las dichas guacas son diferenciadas en nombres y servicios y ce-
remonias conforme a las provincias. El orden de descubrirlas se dirá abaxo,
que por eso no pongo aquí los nombres.
Todas las más guacas dichas tienen servicios y chácaras e ganados.y
bestidos y tienen sus órdenes particulares de / / sus sacrificios y moyas que
son dehesas donde apacientan los ganados de las dichas guacas y tienen gran
cuenta con todo. Ay entre estas guacas pacariscas muy muchas que reedifica-
ron los yngas, dándoles muchos mitimas servicios que para este fin los muda-
va[n] de unas provincias a otras. Dioles [el ynga) muchos ganados y basos de
oro y plata como fue en toda la cordillera que mira al mar, en todo lo que
conquistó, en especial a cerros de nieves y bolcanes que miran a el mar y que
salen de los ríos que riegan muchas tierras que, en lo que yo e visitado, son
las siguientes:
En la provincia de Parinacocha reedificó la pacarisca (:arac;ara ques
un cerro nevado; a ésta le puso servicio de dos mil mi timas que se an acava-
do algunos llamados chinchaysuyo y le dio dozientas ovejas hembras con sus
padres. A avido grandísimo multiplico; tienen hasta el día de hoy quipos y
memorias por sus hilos de los que an multiplicado y muerto. An aplicado a la
comunidad a estos ganados. En las advertencias diré lo que se <leve hazer.
Ay en la dicha cordillera en Condesuyo otra que se Barna Sulimana
reedificada de los propios ingas con la propia autoridad de servicio mitimais
y ganado. -
Ay otra en el proprio Condesuyo que mira al mar qu_e se 11ama Coro-
pona con el propio orden de mitimas y ganados -
Ay otra sobre los Collaguas que se llama Ham bato que mira al mar,
del proprio orden de servicio.
Ay otra sobre Arequipa ques el bolcán de la ciudad que se llama
Putina que puso el ynga muchos mitirnas para su servicio como fueron los
pueblos de La Chimba de Gómez Hernández y el pueblo de Chiguata y el de
Chacacato y otros.
Ay en la dicha costa hasta Loa, que se acava este obispado y entra el
de Chile, en la dicha cordillera muchas de las dichas guacas puestas en bolea-

198 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

nes y en cerros nevados con el dicho servicio y orden.


Ase de entender que] orden del ynga para asegurar su tierra conquis-
tada era poner estas nasciones que mudava de una parte a otra, que llamava
mitimas, en forma que sirviesen a las guacas dichas pacariscas que el recdifi-
cava y [a] estos mitimas ponía un caudillo superintendente que llamava / /
tocricoc para su govierno de los mitimas o de los naturales para que les diese
aviso y sustentase a quietud la tal provincia.
Ay otros géneros de guacas, en estos indios mitimas que] ynga pasó
de unas ti erras a otras, de mucha importancia e que más disimuladas tienen
que son alguna piei;:a de bestidura que su guaca pacarisca tenía en sus tierras,
la qua] piei;:a les entregava el sacerdote o camayo de la dicha guaca en su tie-
rra, encargándoles no se les olvidase el nombre de su descendencia e que en
el propio orden que en sus tierras mochavan y reverenciavan a su pacarisca
criadora , ansí Jo hiziesen , sacando en sus bailes y taquíes generales aquella
piec;:a de bestidura de su guaca. Guardan estas piei;:as con Jllucho cuidado e
ies tienen dados servicios y haziendas. Traen e llevan estas pie«;as según son
las guacas; si son fuentes en sus tierras. traen un baso de agua dellas y échan-
los con grande cerimonia en otras fuentes donde fueron trasplantados y
pónenle el nombre de su pacarisca con mucha solemnidad , y si es piedra pó-
nenle la piec;:a de bestido que traen a otra piedra, y desta manera a todas las
cosas que tienen por pacariscas, sin diferenciar a la de su naturaleza, la sirven
y adoran ; y e hallado en muchas provincias de mitimas este orden y no ay
dubdar sino que lo que adoravan en sus tierras hazen a donde fueron puestos.

[Gua/parico, vasos, divisas]


Son muchos los géneros de bailes que usan para la celebración de sus
guacas. En especial se a de advertir dónde tienen los gualparicos. con qué los
hazen, que son unos géneros de bestidos y plumerías y atadijos de piernas
muy galanos con conchas del mar que llaman mollos y figuras de músicas con
cavei;:as de animales y bestiduras de los pellejos de los animales de tígueres,
de leones, ozcollos, venados y culebras y otros animales de montañas. Procu-
rar destruir estos gualparicos aunque sean de valor porque , en biéndolos, les
biene a la memoria los ritos pasados.
Asimismo a[se] de tirar y destruir todos los basas antiguos que tie-
nen con figuras y mandar que no hagan ningunos en la dicha forma porque se
les representa en todas las fiestas que hazen todo lo antiguo y par:1 L' '> ü los
tienen . E sacan a estos bailes en muchas provincias las divisas de lu~ ,, 2 11ci-
rnientos / / de las naciones que han debelado, en especial de las :1ri 1.1~ del
1

ynga y sus dibisas, ansíen bestidos como en armas, y de los capitanes valero-
sos que a avido entre ellos, como son sus bestidos axedrezados o con culebras
pintadas que llaman amaros, o alguna porra de guerra que llaman chambi. o
algún caracol que suena como trompeta o alguna lanza o adarga o otros géne-
ros de armas o bestiduras que hayan sido del ynga o de algunos capitanes

No. 1, julio 1984 199


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

porque las reverencian y mochan y a sola aquella figura hazen el baile o


borrachera o taqui y lo aplican a otros huelgos que los padres les dan licencia,
pidiéndolas fingidamente : y es cierto que sus bailes e taquis los comutan a
nuestras pasquas y fiestas sacando las divisas dichas y otras sobre que se a de
advertir.

[Uilca]

Tienen otro género de guacas que llaman uilcas, que aunque la uilca
es un género de fruta ponc;oñosa que nasce y se da en los Andes tierra calien-
te, de hechura de una blanca de cobre de Castilla, cúranse y púrganse con ella
y se entierran con ella en las más provincias deste reino. Ase de advertir que
unas figuras como carneros de madera y piedra y [que] tienen un hueco
como tintero , ques donde se muele esta uilca, se a de procurar buscar y des-
truir. Llámase el tintero uikana y la adoran y reverencian. Es esta uilcana he-
cha de muchas diferencias de piedras hermosas y de maderas fuertes. Tienen,
fuera desta uilca, otros muy muchos géneros de medicinas que les llaman
uilcas, en especial de purgas. Ay muchos géneros de médicos que todos son
hechizeros que usan de curar e inbocan al demonio primero que comiencen a
curar, y esto es cierto y . ..
[Huacacamayoc]

Y ase de entender que, fu era de los mi timas y servicios quel ynga dio
a las dichas guacas, tienen otros servicios que llaman criados o camayos que
sirven de guardar las dichas guacas y sus haziendas, fuera de los guardadores
del ganado. En estos criados ban subcediendo los hijos o nietos de los tales, y
ansí no se pierde la memoria. E cuando fallescen, la nasción de unos, los cu-
racas. les ofrescen otros que entre ellos parescen ser religiosos. En sus supres-
ticion[ es], los más destos inbocan al demonio y engaña[n] con sus predicacio-
nes a las comunidades de los indios que son fáciles./ /

[ Guacanqui]

Tienen otra guaca de muy grande suprestición que llaman guacanquL


que se a estendido a que creen muchos de nuestra nasción en ella con su su-
prestición, creyendo que todo lo que desean les biene o se les ofresce bien
por virtud del dicho guacanqui. Es esta guaca de muchos modos, como diré.
Vino esta denominación de un abuso que imbentaron unos hechizeros en una
peña questá en Paucara en el Collao, donde se juntava[n] cuatro dellos los
más nombrados de aquellas provincias, y con unas yervas a figura de tallos y
el cavo con una paletilla como espátula de boticario, que los indios se la
ponen en la cavec;a por plumas y gala, y con estas en las manos, comenc;avan

2-00 Revista Andina, año 2


- - - ~ ~ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -.'Duviols: Albornoz

a llorar e inbocar sus guacas. dando golpes en un agujero de la dicha peña,


que del humor de las ycrvas salían unos mosquitos y a estos llamavan guacan-
qui como a cosa salida llorando. A estos guardavan y los traían los yngas y
personas prencipales consigo para que los amasen las mujeres y para ser bien
afortunados en guerra y en sus contrataciones. También tienen esta supestri-
ción en unos pájaros galanos de los Andes, que llaman tunqui y le[s] han
puesto por nombre guacanqui. Tienen la dicha suprestición en unos ratonci-
llos que tienen los picos como pájaros y son muy pelados. hállanse en las
punas. llámanles guacanqui, y en otros géneros de piedras aplicados al dicho
efeto, llamados guacanqui. E quemado muchos destos géneros en las visitas
que [he] hecho. Particularmente llaman guacanqui a todas las yervas y árbo-
les que crecen cerca de Tambo Toco , donde dizen salió el ynga, y se aprove-
chan dellas para lo suso dicho.

[Machacuay, ay/lar]

Ay otro género de guaca ques cierto género de culebra de diferentes


hechuras. Las adoran y sirven. Tomaron los yngas prencipales sus apellidos.
Nómbranse machacuay y amiro . Estas, quando pueden ser avidas bivas, las
meten en tinajas grandes y las sustentan muchos años con sangre de coyes y
con yervas, y les hazen muchas fiestas y sacrificios. Hubo tres yngas más
prencipales del apellido del amaro, como fueron Nina Amaro , Tupa Amaro
y Cusi Amaro, y éste [ .. , ] en el [?] de Vilcabamba que mandó [?] el señor
visorrey don Francisco de Toledo, que se llamaua Tupa Amaro. E ovo deste
nombre muchos prencipales e indios e traen las dichas culebras por sus divi-
sas y armas todos los yngas, y hay muchas guacas destos nombres/ / en todo
el Piru, con muchos servicios y haziendas. .
Del machacuay usan el día de hoy en sus fiestas y taquis, haziendo
un juego de ayllar que antiguamente jugava el ynga, echando en alto esta
figura de culebra y hecha de lana; y los que apostavan echavan sus yllos, que
son tres ramales de soga hecha de niervos de animales o de cueros dellos, a
los cavos unas pelotas de plomo. A este juego ganó el ynga muchas provin-
cias a las guacas que ya se las avía dado. Y los camayos de las guacas, permi-
tía el ynga que jugasen las tales provincias con él por otras y se hazían perde-
dizos. Y después de ganados por el ynga con este medio de juego, le satisfa-
zía el ynga a las guacas y camayos con dalles tierras y ganados y otros servi-
cios. Son muchas las tierras que ganó a este juego de el ayllar el machacuay.
Aunque pienso dar fastidio diré una niñería y patraña que los natura-
les de los confines de Lima tienen en la sierra, como ban a Guadocherí de
acá, en todas las lagunas antes que llegan a Las Escaleras, y es que naturaleza
en aquellas peñas, en la traviesa dellas que atraviesa el camino real de una le-
gua a otra, crió una beta de mármol blanco de longitud larga. Y los naturales
cercanos a ella creen y dizen que, cuando los españoles entraron en estos

No. 1, julio 1984 201


Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

reinos, salió de la una laguna la culebra llamada amaro para irse a la otra y
con la nueva se enfrió y se tornó piedra. Tiene señal de culebra, porque yo
la e visto. Todas las provincias alrededor la mochan, cuando pasan por allí,
con mucha reverencia. Dízese tener en los yauyos muchos serviéio[s] y gana-
dos y chácaras que le an ofrescido y en Guadochirí y en los pueblos allí
comarcanos. Yo e visto encima della muchos acollicos y ofrescimientos todas
las bezes que por allí e pasado.

[Uzno]

Ay otra guaca general en los caminos reales y en las plac;as de los pue-
blos. que llaman uznos. Eran de figura de un bolo hecho de muchas diferen-
cias de piedras o de oro y de plata. A todos les tenían hechos edificios// en
donde tengo dicho en muchas partes como en Bilcas y en Pucara y en Guana-
co el Viejo y en Tiaguanaco, a hechura de torres de muy hermosa cantería.
Sentávanse los señores a bever a el sol en el dicho uzno y hazían muchos sa-
crificios a el sol. Anse de mandar deshazer estos edificios que, como son pú-
blicos, ofenden por lo que significan, que en otras partes ay muchos más
edificados y con facilidad se desharán.

[Otros avisos]
Abiso sobre el abortar de las mujeres que toman muchas yervas para
ello y sobre los abusos que tienen en los sueños o en algunas aves que oyen o
cosas que ben o encuentran y en los truecos que hazen después de casados de
sus mujeres y sobre los incestos que cometen. ques de lo que más ussan, y so-
bre otras poliscías cristianas de que deven ser enseñados.
En especial sobre los taquies, bailes que haz en, porque se cm borra-
chan cuando salen de sus pueblos a otras provincias y que son otros confines
y los que hazen a la buelta a honrra de sus guacas.
Sobre la cachua general o particular y la suprestición que tienen y
ansimismo sobre las cerimonias que hazen en los entierros cuando se mueren
sus principales.
Y asimismo en la suprestición de la tresquila que hazen a los niiios,
que se llaman rutuchicos, que entonces les ponen los nombres de sus pasados
o guacas y les hazen ofrecimientos y otras cerimonias.
También se a de advertir en las cerimonias que hazen cuando les po-
nen la guara, que es un género de paños como c;aragüeles, que se hazen mu-
chas cerimonias. Llámase guarachico y a las mujeres se llama quiquchicuy
cuando les comienc;an su menstruidad.
También se [a de] advertir otro género de suprestición que tienen ,
que les llaman yallinaes, ques cuando [ ... ] en corridas largas que toman
lugares que les son señalados de una gola a otra por caminos ásperos.
También se a de advertir a el uso malo que tienen de horr/ /adarse las

202 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

orejas que llaman rinri utcu que como fue señal dada por los yngas e hizo a
muchas nasciones de aquella devisa suya. Hazen muchas cerimonias en ella e
la tienen en mucho.
Ase de advertir de los cabellos que se encrinejan las indias y que, aun-
que se los tiran en algunas partes. las dexen hechas encubiertas debaxo del
cavello en derecho de las orejas para que no las vean.
Ase de advertir que no aten las cavec;as a los niños, que matan a mu-
chos por guardar sus usos antiguos. y forman las cavec;as conforme a los toca-
dos que usaban .
Ase de advertir en el modo que se sangran de las sienes o narizcs, to-
villos, con pedernales y a qué tiempo, porque lo suelen hazer para ofrescer la
sangre a sus guacas.
Ay otras muchas advertencias que por provincias se usan, que no son
generales sino ritos y cerimonias de provincias particulares, de que tenían
noticia muchos religiosos dotrineros, que todas es justo se remedien.

[Pascuas]

En particular se a de advertir que los yngas pusieron nombres a los


meses, haziendo diferencia de un mes al otro y dividiendo sus bailes y borra-
cheras por ellos, trayendo de todo el reino las guacas que hallavan a esta ciu-
dad del Cuzco para las tales fiestas. Porquestos nombres destos meses eran
sus pascuas, no porné la orden de las cerimonias que hazían en ellos, más de
los nombres para que se mande tener mucha cuenta en ber si celebran con
alguna disimulación que, como es dicho, es el negocio de la mayor ccrimonia
y suprestición que los yngas tenían. Y en algunas fiestas destas se comulga-
van con cierto género de masa que hazian de sangre de corderos e de niños y
harina de maíz que llaman c;anco, e creían quedar limpios; y usavan en ellas
de todas sus galas y hazían muchos sacrificios a los meses del año.

Los meses del año

El mes de henero se llamava areuaquilla


El mes de hebrero aymoray
Marc;o paso//
Abril yntipraimin
Mayo ay mi
Junio caua
Julio c;itua
Agosto omanraymi
Septiembre ayarmaca
Nobiembre aphin pocoy
Diziembre paucar baray

No. 1, julio 1984 203


Notas y Docum.entos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

En los meses, nunca supieron tener certinidad de días sino <lavan a


los unos más días que a los otros, según durava la luna.

[ll/]

Memoria de las guacas generales que ay dende/ Cuzco hasta


Quito, sin las particulares que cada provincia tiene y de
las de Hacari hasta Lima, valle del Cuzco y Vertientes dél.
La primera guaca fue Curicancha, que quiere dezir casa de oro y era
casa del Sol.
Quillcai cancha, que era en la plai;a ques agora de Santo ')orningo.
Yllanguaiqui, que era otra casa en la dicha plai;a donde se celebrava la
fiesta del raimi.
Uman amaro, piedra de figura de un bolo questava en la plac;a.
Sanca que era casa y caree) y la mochauan mucho.
Margauiche, piedra pequefía questava en la dicha plai;a.
Agmoasca, que era un altar questava en la dicha plai;a donde sacri-
ficavan.
Haucaypata pacha ques una fuente questá en la ciudad.
Marcatambo, una peña questava en Carmenga.
Tucanamaro, que era una piedra questava en Carmenga.
Cacchacuchui, que eran unas piedras redondas en la dicha Carmenga.
Yauirac, que eran unas piedras juntas, hazían muchos sacrificios en
ellas de indios.
Mararoray, que era un bulto de mujer hecha de piedra, donde sacrifi-
cavan mujeres.
Ureas calla uiracocha, ques un cerro pequeño junto a la guaca Ma-
moray.
Orna chillig:ues. un llano adonde los yngas tubieron batalla con los
changas y los vencieron; e huyeron los changas, y dizen que se volvieron cón-
dores y se escaparon . Y ansí los más ayllos de los chancas se llaman candor
guachos.
Suchique era un altar donde sacrificavan personas, animales y otros
animales en la dicha pampa.
Churucani guanacauri, piedra grande y al derredor muchas guaquillas
de piedras que llaman cachauis.
Guarnan cancha era un montón de piedras encima de Carmenga.
Cusicancha pachamama, que era una casa donde nasció Tupa Ynga
Yupangui.
Quicasunto, que era una piedra como bola, que tenían en lugar públi-
co para mocharla.
Pucamarca quisuarcancha, que era la casa del hazedor y de los true-
nos.

204 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

Catungui, que era un escuadrón de piedras como gentes de guerra,


camino de Alca.
Hanan chaca y hurinchaca, dos nacimientos de fuentes .
Uscucalla, que eran piedras en el río del Cuzco , redondas.
Usno era un pilar de oro donde bevían al Sol en la pla<;a.
Capa era un árbol grande y lo bestian y ofrescíanle mucho.
Guairaguaca, agujero en la fortaleza de donde dizen sale el biento.
Chaca guanacauri, piedra sobre la fortaleza.
Anca, un cerro encima del Cuzco y en él muchas piedras guacas.
Piuni guaca, piedra en la ladera del cerro.
Nina era un bezerro que siempre ardía .
Guaracinci , una piedra labrada a la puerta del Sol.
Luchus amaro era una piedra en Tococache.
Ancas pata es un peñon donde estava la casa de Viracocha Ynga.
Píleo puquio es una fuente.
Sico cayan, guaca cueva de donde dizen salió el granizo ./ /

Valle de Xaquixaguana

Oyñacaca , guaca de los indios guarocondos; es una peña al pie de un


cerro.
Rutucayan, guaca de Anta, piedra figura de hombre.
Anta, piedra pacarisca de los indios antas.
Ayaco , piedra guaca de los indios cercanos.
Achapay, guaca de piedra muy labrada.
Timpay, cueba en un cerro de los indios de Mayo.
Panara , guaca de los indios dichos mayos.
Piedra encima de un cerro.
Llimillay, guaca de los indios de Canco, en el dicho valle; eran dife-
rentes piedras.
Uicacayan, guaca de los indios de Hequeco ; es una piedra encorvada.
Mapiguaca, del mismo pueblo de Hequeco, piedra figura de indio.
Pilco guarda , guaca de los indios de Conchacalca, una piedra puesta
en un cerro grande.
Guana cauri, Anaguarque e Auiraca, guacas en el dicho valle, tres
piedras en un cerro en memoria de las del Cuzco.
Curicancha, en memoria de la del Cuzco, con estatua de piedra.
Tambocancha, casa que fue de un ynga y tenía su figura de oro en la
dicha casa ; llámase Tupa Ynga Yupanqui. Tenía muchas haziendas y riquezas
esta casa y éamayos.
Uilca conga, guaca general de todo el Pirú y le hazía todo el Pirú cac-
chaui y le ofrecían y servían. Es donde dieron la batalla a los españoles.
Maragoa<;i guanacauri, piedra donde hazían muchos sacrificios en re-

No. 1, julio 1984 205


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

verencia del Guanacauri dci Cuzco.


Guaypon guanacauri, piedra cerca de una laguna. Aquí se horradavan
las orejas los indios cuzcos.
Chinchero guanacoari es una piedra cerca de la dicha guaca de la la-
guna Guaypón. Tiene otras muchas guacas por allegados anssí.
Pancha guanacauri, una piedra questá en un cerro que se llama Pan-
cha, junto a la laguna de Pongo.
Racra guanacauri es una guaca puesta en otro cerro frontero de la
sobredicha.
Traían consigo los indios otras muchas bestiduras de guacas de fuera
/ / de sus tierras y bestía[n] piedras con ellas y les hazía[n] muchos sacrifi-
cios.
Y ansimismo mochan los valles de Yucai, Calca y Lamai a estas di-
chas guacas destc valle de Saquixaguana, sin las que tienen en sus pueblo[s]
[y] '1robincias que se declaran.

Valle de Calca

Sauasiray, guaca cerro nevado y Cayto guanacauri es una peña en


el cerro Cayto. . •
Uitcos guanacauri es una piedra en el cerro llamado Uiticos.
Apotinia [ ¿Potinia?] uiracocha, era una piedra como indio, dezían
que era hijo del hazedor en un cerro encima del pueblo de Amayabam ba.

Provincia de Quichuas, de donde tomó el ynga la lengua general

Apoguanic, guaca general, es una cueba debaxo del pueblo Chinchay-


puquio hazia el río de Aporima.
Aposauma, guaca piedra, hechura de indio.
Apocomuyllo es una cueba en una ladera frontero del pueblo Guala,
cercada de árboles y de cancha.
Corcor era una piedra questavajunto a una fuente cercana del pueblo
Toto.
Curichonta son unas piedras en el cerro llamado Curichonta ; tiene
cercado.
Corauire es una cueva en la ladera de Uilcaconga, guaca de los indios
pullacayra.
Salcantay es un cerro muy alto, nevado, y muy reverenciado.
Aporimac era una piedra a manera de indio de gran suprestición.
Guainarimac era una piedra larga questava junto al camino real.
Aposuissa, guaca de mucho nombre questava en un cerro llamado
Cuysa.
Chuquinaoco, guaca de Tinta. Son unos agujeros questán en una

206 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

fuente que sale sobre el pueblo, de mucha veneración.


Apomalmagura, guaca de los indios omasayos, piedra a figura de
indio.
Guamani guaca, de los dichos omasayos, era un agujero en una ladera
junto al pueblo de Chuerqui.

Provincia de los changas e aymaraes / /

Suparaura; guaca prenéipal de los indios aymaraes. Es un cerro que se


llama ansí.
Aycho guaca, de los dichos indios aymaraes, es una piedra questá en
un llano a los pies de la dicha guaca Suparaura.
Uscovilca es guaca de los indios ananchancas. Es una piedra a manera
de indio bestido. Tenía casa en el pueblo de Andaguailas.
Ancovilca era guaca de los indios hurinchangas. Era una piedra que
traían consigo donde quiera que iban y tenía casa.
Llahapalla guaca de los indios chancas, era una piedra bestida y tenía
un agujero en el hombro y tenía casa.
Hallé más de otras dos mil guacas visitando esta provincia, que las
que pude aver, mandé quemar y deshazer, y dejé memoria en los libros de
fábricas que hize en las dotrinas.

Provincia de los soras

Auq ui uscuntay, guaca de los indios soras, era una piedra en un cerro
que se llama ansí .
Hallé en esta provincia grandísima suma de guacas por orden de los
taquiongos que en esta provincia castigué, y las destruí y quemé. y dexé me-
moria de los nombres y de cuantas en los libros que hize de fábricas y de los
camayos que tenían.

Provincia de Parinacocha
. Chuchuranac es un cerro junto a Parinococha. Es una piedra con(a )-
cava. Era una piedra bestida en una punilla cerca del cerro nevado .
Era una piedra bestida en una punilla cerca del cerro nevado.
Sarasara es un cerro nevado y en él está una piedra del dicho nombre.
Topa Ynga Yupanqui. Era una piedra en figura del dicho ynga, que
fue el que ganó a el Sol la dicha provincia, como está referido. Tenían en mu-
cha veneración este bulto, y con muchas haziendas.
Visitando esta provincia, hallé muy mucha suma de guacas y las des-
truí y quemé. y dexé memoria en los libros que mandé hazer de fábricas , con
toda cuenta y razón./ /

No . 1, julio 1984 207


Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - ' - - - - - - - - - - - -

Provincia de los angaraes y chocorbos

Sasaylla apo, guaca de las muy prencipales del reino. Es una cueba
detrás del pueblp de Parcos, en una ladera.
Caroamcho[?], guaca de los indios angaraes, es un cerro f,ontero del
pueblo de Paucararay .
Jorai, guaca de los indios pariscas de Diego Gavilán. Es un cerro
nevado junto al pueblo de Paucarbamba.
Choclo cacha [sic], laguna grande en la puna de Guaytara, de grande
beneración, que nascen della ríos, y le hazían muchos sacrificios. Hay al re-
dedor della muchos minerales de plata, según dizen los antiguos. Hállanse
socavones de las minas.
En estas provincias, visitándolos yo, hallé muy muchas guacas y ca-
mayos dellas y deshize muchas dellas, y otras quemé, y quedó orden y me-
moria en los libros que hize de fábricas, con el aviso que pude.
Fin del obispado del Cuzco hazia a Lima.

Provincias del arfobispado de Los Reyes Hanan guancas

Guarivilca, guaca muy prencipal de los dichos ananguancas, es una


piedra como indio. Está en un llano junto al tambo Guancayo, cerca, en un
corral.
Zunis, es una guaca de los indios huringuancas ; es una piedra questá
en un cerrillo, cerca de Amarayuilca.
Sulcavilca, guaca prencipal de los indios de Xauxa, es un cerro redon-
do cerca del camino real del mar.
Pichus, guaca de los indios huriguancas, es una piedra en un cerro, en
frente de la guaca Zunis.
Quixuarvilca, guaca de los dichos indios, cerca de la guaca Pichus, es
un cerrillo.
Cucuvilca, guaca de los dichos indios de Xauxa, son muchas piedras
que cercan a otra grande, questá cerca del pueblo de Hatun Xauxa.
Guallallo, guaca prencipal de toda la provincia de Yauyos y Guancas,
es un cerro alto y nevado y hazia a los Andes de Xauxa.
Fon;:oso ay muchas más por el orden que en mi instrucción e dado,
quéstas son las generales. / /

Provincia de los tarmas y atabü/os

Urauilca, guaca prencipal de los dichos atauillos, es una piedra como


indio.
Apallisca, guaca prencipal de los dichos atauillos, una piedra en un

208 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Ouviols: Albornoz

cerro alto , junto al pueblo de Quipan.


Chuquimango. guaca prencipal de los dichos atauillos. es una piedra
questá en un cerro que se llama anssí. Está encima del pueblo de Pampas de
Montenegro.
Y arouilca, guaca prencipal de los dichos atauillos, es un cerro nevado
grande, junto al pueblo Hallaoca.
Yanayacolca, guaca muy prencipal de los indios chiscai de la provin-
cia de los atauillos, es una piedra bestida de figura de indio . Teníanle una
casa en el pueblo de Chiscai.
Nina uinchos. guaca prencipal de los indios urcos, de los atauillos. es
una piedra que tiene figura de indio. Está en el dicho pueblo de Ureas.

Tarmas
Guayoay uilca, guaca prencipal de los taramas, es un cerro questá
frontero del tambo de Tarama.
Chinchaycocha, guaca prencipal de los indios chinchacochas, es una
laguna. Fue muy reverenciada y servida de los yngas.
Auquiuilca, guaca de los indios chinchaycochas, es una laguna junto
al pueblo de Llaca. Dizen los indios caxamalcas descender desta laguna.
Tumayricapac es una piedra a manera de indio bestido. Está en el
pueblo de Cochacaya, provincia de los yaros.
Chuchuncota, guaca de los indios chupaichos, era una piedra questa-
va frontero del pueblo Guancachupa.

La provincia de Guay/as

Cotovilca. guaca de los indios collanas, es una piedra questá en un


cerro junto al pueblo de Chanta.
Matarau, guaca prencipal de los dichos indios guayllas, es una piedra
questá en el dicho cerro Mataras. Está cercada. junto al pueblo de Yzcas.
Macouilca, guaca prencipal de los indios huringuaillas, es una piedra
bestida . / /
Guanuco

Yarobaha, guaca prencipal de los indios hurinsayas de Guánoco , es


una piedra en un cerro nevado. Está junto al pueblo Hurcumanor[?].
Guamas, guaca prencipal de Caylloycoc guanaco, es una piedra questá
en un cerro pequeño junto al" pueblo de Chuchua.
Ancouilca. guaca prencipal de los indios guanocos pincos, es una pie-
dra questá en un cerro pequeiio junto al pueblo de Pincos.
Chauin , guaca prencipal de los indios guariguanocos, es una piedra
questá en una plac;a que se llama Ayas pampa. Llámase el pueblo Ayas.

No . 1, julio 1984 209


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Provincia de Carua Conchuco

Yañc;,, guaca prencipal de los indios de Caruac, es una piedra en un


cerro Yafloc. Está junto al pueblo de Oaycachiz.
Chunta , es guaca de los indios caroac, con unas piedras questán en un
cerro que se llama Chunta.
Uirco, guaca prcncipal de los indios conchucos, es un cerrillo peque-
ño, nevado, junto al pueblo de Guahihilla.
Caruachuco es guaca prencipal de los indios conchucos del ayllo Cam-
pichez guaranga. Era una piedra questava en un cerro Coana, junto al pueblo
Maray .
Yllacsachucco es guaca de los dichos indios conchucos del ayllo de
Chaupis guaranga. Es una piedra questá en el pueblo de Taucap en un cerro
que se llama Uicoala.

Provincia de Guamachuco y Caxamarca

Apocatiquillay, guaca de las más prencipales del reino, de los indios


guamachucos. Era unas piedras altas en un llano, y como en el aire encima
destas. cerca del pueblo de Uruchalla.
Pomacamas, guaca prencipal de los indios guamachucos de la parciali-
dad de Guacapongo. Era una piedra en un cerro junto al pueblo de Guaca-
pongo.
Guaracayoc, guaca de los indios guamachucos, era su pacarisca.
Namuday, guaca de los indios guamachucos, del ayllo Llampa. Es una
peña en una quebrada que se llama Quichuas, cerca de un pueblo llamado
Ala. //

Caxamalca

Yamoc Zuya[?], guaca de las más prencipales del reino de los yndios
caxamalcas. es una piedra larga questá en un cerro que se llama Yamoc. Esta,
aunque se deshizo, guardaron sus pedazos de la piedra en muchas partes.
Yanay guanca, guaca prencipal de los indios caxamalcas. Es una pie-
dra en un cerro grande questá junto al pueblo de Quinua.
· Apoparato, guaca de los indios caxamalcas del ayllo Caxas, es un bol-
cán que está cerca al pueblo de Caxas.
Angasquispi , guaca de los indios caxas, es una piedra que dicen que
andava vestida en un cerro junto al pueblo de Biena.
Quispi, guaca prencipal destos indios caxamarcas del ayllo Cuyos-
mango , era una peña de donde nasce agua y xripstales, en un cerro junto al
pueblo de Sanchadas.

210 Revista Andina, año 2


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - · uviols: Albornoz

Utaran, guaca de los dichos indios de Cuyosmango , son unas piedras


de xripstal. Están en un cerro que se dize Utaran junto al pueblo de Mal-
cadan.
Coan guaca prencipal de los dichos caxamarcas del ayllo Cuyosman-
go. Es un cerro grande nevado y en él una cueba ques la guaca junto al pue-
blo Sucnaquc.
Dichan. guaca prencipal de los caxamarcas del ayllo Cuyosmango, era
una piedra sobre un cerro junto al pueblo de Sucat.

Provincia de los paftas

Acacana, guaca prencipal de los indios paltas, eran unas piedras en un


cerro junto al pueblo de Cuxibamba en el camino real. Era su pacarisca.
Tiene esta provincia otras muchas, como las demás provincias.

Provincia de Tomebamba

Guasaynan, guaca prencipal de todos los indios hurin e hanansayas.


Es un cerro alto de donde dizen proceden todos los cañares y donde dizen
huyeron del diluvio y otras supresticiones que tienen en el dicho cerro.
Puna, guaca prencipal de los indios cañares hurinssayas. Es un cerro
/ / alto de piedra que ansimismo dizen creció en tiempo del diluvio.
Mollotoro , guaca muy prencipal de los dichos cañares, es un cerro
muy grande donde puso Topa Ynga Yupangui mucha suma de guacas de mu-
chos nombres.

Provincia de Puro.ay

Tucapuc es un cerro de los dichos de Puruay, junto al pueblo de


Puruay .
Puna es guaca de los puruaes. Está junto al pueblo de Pomallata .
Mudla gardai, guaca de los indios cañares, es una piedra questá junto
al pueblo de Huyassi.
Reuissi, guaca de los indios anansayos del ayllo de Anuñuc, es un ce-
rro grande adonde están unas piedras junto al pueblo dicho de Anuñoc.
Guica, guaca de los dichos anansayas del ayllo de Cauansibi , es un
cerro grande. Son piedras junto al pueblo de Cauanssibe.
Uisiguiumai es guaca de los indios cañares del ayllo de Paycara. Es un
cerro grande. [hay] en él unas piedras junto al pueblo de Anucñoc.
Barasuybira, guaca de los cañares del ayllo de Guayllasi, es una piedra
questá en el cerro Barasuibira, junto al pueblo de Guallas.

No. 1, julio 1984 211


Notas y fJocumentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Capatone, guaca de los indios anansayas cañares del ayllo de Lleuin.


ques un cerro y en él unas piedras junto al pueblo de Xuque.
Saysapa, guaca de los dichos indios anansayas cañares del ayllo de
Saysapa. Es un cerro junto al pueblo que se llama Sayunpa.

Provincia de Chica

Guapaaylli, guaca de los indios checas del ayllo de fv."ancheca.

Provincia de Chachapoyas

Calondi, guaca de los indios Chachapoyas del ayllo de Chuquipuyun-


tu, es una piedra que estava en una cueva junto al pueblo de Puzco uilca. / /
Pu[z]co uilca, es una guaca de los dichos indios chuquipuyuntus. Es
una piedra questava en una cueva junto al pueblo de Puzcouilca.
Cuychacolla, guaca de los indios sobredichos del ayllo de Pra, ques
una lagunilla junto al pueblo de Llaucamalla. Es pacarisca de los chuhayayas.
Callacalla es guaca de los dichos chachapoyas conchabamba. Es una
piedra en un cerro que se llama Callacalla, tres leguas del pueblo Cochabam-
ba.
Checa, guaca de los dichos chachapoyas del ayllo Salcac, es una fuen-
te junto al pueblo de Salcac.
Pozan, guaca de los dichos chachapoyas del ayllo Coyllac, es un árbol
sobre un cerro junto al pueblo de Coyllap.
Guixicoc , guaca de los dichos chachapoyas del ayllo [ ...... ]
Guachaca, guaca de los indios chachapoyas
Ixitoc, es una ciénega junto al pueblo de Chazmal.
Guachaca, guaca de los indios chachapoyas del ayllo de Ploya, es una
casa en un cerro que se llama Gallasa junto al pueblo de Lapa!.
Ay muy muchas más en esta provincia.

Provincia de Quito

Biccinca, guaca prencipal de los indios quitos, es un cerro nevado alto


junto a la ciudad de Quito.
Yllinca, guaca prencipal de los dichos indios quitos, es un cerrillo pe-
queño , nevado, junto al pueblo de Panza liubi.
Andazana, guaca de los dichos quitos de la parcialidad Quinigui, es
un cerrillo pequeño. Está en él una piedra pequeña.
Tiene muy mucha suma más, que por el orden escripto se sabrán.

212 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

Provincia de Angamarca Luytun Cuchu

Mallacleui, guaca prencipal de los indios achus, es un bolcán junto al


pueblo de Acchu. Al pie del está una laguna y en medio una piedra grande, es
su pacarisca.
Uullotoa [Vicllotoa?] guaca prencipal de los dichos indios achus, es
una laguna cercada de piedras y en medio della está una peña. Dizen que de
día da oscuridad y de noche lumbre.
Llanganati, guaca prencipal de los indios munchas, en la dicha provin-
cia. Es un cerro nevado entre unas arboledas. junto al pueblo de Patadi.
Tuguraua, guaca de los indios de toda la provincia, es un cerro neva-
do junto al pueblo Tambo de Molloampato.

Provincia de los cayambes

Chimborazo , Chicchirazo, Carorazo, guacas de los indios pastos. Dió-


selas Guainacapac; llevó las denominacion [es] del Cuzco.

Guacas de la provincia de Hacari a Lima


Provincia de Hacari

Guali chanchau, guaca prencipal de los indios de Racari, era un bulto


como indio. Tenía casa en el pueblo de Cusillo. Tenía mucha hazienda y cria-
dos.
Luhutare era guaca de los indios hacaris. Era un cerro de arena, una
peña en él.
Chaunicac llanguiama es una isla questá metida en el mar, guaca de
los indios hacaris.
Sañoc ancauilca, guaca de los indios de la Nasca, provincia de Hacari.
Es un cerro; en él está una piedra junto al pueblo de Tarana.

Provincia de Piscoy

Cuntu, guaca de los indios de Piscoy , es una piedra questá metida en


la mar, junto al pueblo de Pisco.
Runcari, guaca de los dichos indios piscos hurinsayas, es un cerro pe-
queño junto al pueblo de Pisco y es una piedra questá enterrada en el dicho
cerro.

No. 1, julio 1984 213


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

Provincia de Y ca

Guancalchare, guaca prencipal de los indios de Yca, es una piedra


gran y alta questá en un algarroual junto al pueblo de San Martín.

Provincia de Chincha / /

Urpai guachac es una isla guaca de los pescadores de Chincha. Dezía


ser mujer de Pachacama.
Cuyca, de los indios de Chincha, es una piedra que tenía al derredor
muchas piedras. Está en el llano de Chincha que se llama Yauequi llanay .
Chinchaycama, guaca prencipal, su pacarisca.
Aucambi caxacuyoc, Sulca camoy, Sulcam Lacxa guaraca, guacas
alrededor del pueblo de Chincha de ambas parcialidades.
Cundri es una estrella del cielo a que mochauan los mercaderes.

Provincia de Luna Guana

Muyllucamac es un cerro y en él está una piedra junto al pueblo de


Lunaguana, su pacarisca.
Sulcauilca guaca prencipal de los indios lunaguanas de la parcialidad
de Mala, era un cerro a la orilla del mar. Dezían ser hermano de la guaca
Pachacamac.
Concauilca es una guaca de los indios malas. Es una piedra en una isla.
Está frontero de la guaca Sulcauilca.

Provincia de Y chima

Pachacamac, guaca prencipal de los indios de la dicha provincia de


Ychmay, la más prencipal que ovo en este reino, era una zorra de oro que
estava en un cerro , hecha a mano, junto al pueblo de Pachacama.
Tantannamoc, de los dichos indios ychmas, era una zorra muerta
questava a la puerta de la dicha Pachacamac.
Aysauilca, guaca de los indios de Manchay, es una piedra como indio .
Teníanla por pacarisca.
Rimac, guaca de los indios de Lima que se dezían ychmas, donde está
poblada la ciudad de los Reyes, era una piedra redonda. Está en un llano don-
de tiene la güerta Gerónimo de Silva.
Sulcouilca, guaca de los indios de Sulco, era una piedra larga. Estava
en un cerro junto a la mar. Teníanla por pacarisca.
Ase de entender questas dichas guacas son las más prencipales del rei-

214 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

no, a quien los yngas reedificavan, adoravan y promovían a riquezas y servi-


cios,que las que más hay en cada// provincia son muy muchas, y cada cual
dellas era aplicada a su efeto y las figuras dichas o muchas dellas las que po-
dían ser llevadas a las fiestas que se hazían en el Cuzco, se llevaban en andas,
aunque fuesen de las provincias de Quito y Pasto, en especial las que dezían
que hab1avan.
Y a todos los sacrificavan hombres y mujeres y ganados e ofrescían
bultos de oro y plat;o, y de molla y hazían otros sacrificios y fiestas y todas
tenían camayos e criados y chácaras y ganados y basas, según la posibilidad
de la provincia en questavan a la voluntad de los yngas de enriquecerlas. Es
nescesario tener mucho cuidado en la exstirpación dellas.

[IV]

La orden para destruir y descubrir todas las guacas

Visitando yo, el año de 68, la ciudad de Arequipa, por la sede vacan-


te desta santa iglesia y sus provincias, govemando el señor Licenciado Castro,
me mandaron ir a la ciudad de Guamanga a visitarla y las provincias della
donde me ocupé los años de 69 y 70 y parte del de 71, porque fue Dios servi-
do que en aquellas provincias hallase una apostassia predicada entre los natu-
rales que los tenía a los más naturales dellas prevertidos y apartados de nues-
tra fee y religión cristiana. Y fue nescesario tiempo para desarraigalla, y es
necesario tratar algo de su principio y orden que tubieron en su predicación
y de donde salió tal inbención, para dezir de donde tomé el principio de des-
cubrir las guacas, que qui<;;ás se allegará a otros medios y paresceres que otros
ayan dado para que se estirpen y desarraiguen de una hez, si Dios fuere
servido.
Ya se tiene noticia de la entrada de Mango Ynga en las provincias de
Vilcabarnba y cómo , por su muerte , dexó en gov[i]erno de aquella gente que
en aquellas provincias avía, a Tito Cuxi Yupanqui [hijo] suyo bastardo y por
tutor de un su hijo que se llamava Topa Amaro , que era el legítimo heredero
según su orden, que es el que mandó matar el Excelentísimo don Francisco
de Toledo, visorrei que fue destos reinos. / /
Estos yngas siempre desearon bolver a recuperar estos reinos por los
medios posibles, y lo han intentado y, no hallando otro de más comodidad
que su religión y resucitar su predicación, procuraron indios ladinos criados
entre nosotros y los metieron allá dentro con dádivas y promesas. E a estos
los derramaron por todas las provincias del Pirú, con un modo y predicación
rogando y exsortando a todos los que eran fieles a su señor que creyesen que
las guacas bolvían ya sobre sí y llevavan de vencida al Dios de los cristianos,
que hiziesen el dever e que sacasen a su señor natural de las montañas donde
estava desterrado, Y tratavan del mucho valor que Topa Amaro tenía e de

No . 1, julio 1984 215


Notas y Documentos _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __

cómo los honraría, defendería e ampararía, e que creyesen que las guacas
estavan ya desenoxadas, e que cada día embiavan sus mensajes a su sefior el
ynga. Y los nombres de las guacas que predicavan porné aquí algunas dellas
que eran de las generales que más reverenciavan y adoravan, e a quien el ynga
avía enriquecido con servicios, tierras y ganados.
Las primeras que eran de los quechuas de ciertas provincias de donde
tomó el ynga la lengua general que mandó supiesen todos, que la suya natu-
ral naide la hablava sino ellos, llamávanse Chuquimoro, Chuquiguaraca, Apo-
llamoca, Sutaya.
Del rededor del Cuzco, Coricancha, Guaynacauri, Nina soyuma, Topa
amaro, Nina Amaro, Manducalla e otras muchas.
Del Collao a Titicaca.
De Parinacocha a Sarasara, y de todas las provincias tomaron la más
prencipal e de quien tenían los naturales notiscia, que las traían al Cuzco e
que hablavan por sus meses, cuando hazían sus fiestas los yngas, como está
dicho. Esta notiscia alcanzaron en Quito y en toda la tierra.
Estos predicadores hizieron tal impresión en muchas provincias que,
ya que no pudieron tomar armas porque fueron sentidos y se hallaron a mu-
chos casi con ellas en las manos, como en Xauxa y en Andaguailas y en otras
provincias grandes en tiempo del Señor governador Castro, quedaron en su
esperam;a y creencia de lo que les predicavan, que eran muy muchas cosas
feas contra nuestra religión y en favor de su cimplic[i]dad y vicio de carne//,
tomando un género de baile que intitularon taqui ongo, por otro nombre
ayra. Y no era necesario a dichos dogmatizadores para ser muy rescebidos
sino embialles a dezir que iban a sus provincias o pueblos particulares para
ser recebidos con el propio baile taqui ongo o ayra. Y tenían estos maestros
tanta fuerc,:a en hazer lo que querían y en saver lo que deseavan que no dezían
más palabras de dezir ser mensajeros de las dichas guacas. Y si alguna repug-
nancia hallavan en alguno, trayan una confación de maca, que con tanta can-
tidad como era tocar la uña y la tocase a cualquiera bevida, los hazían lo-
quear a bailar y darse con las cavec,:as por las paredes. Y con hazer esto con
algunos ( . . ... ) y cortesías de que beviesen todos los demás, obedescían a
lo que dezían y predicavan y en esto hazían gran suma de cerimonias en sus
ritos antiguos.
Y como estos maestros pretendían concluir su hecho , y saviendo la
fuerc,:a que entre los naturales tienen los hechiceros camayos de guacas y las
guacas suyas naturales, para que no oviese otros que mandasen ni predicasen
otra religión que la del ynga, porque muchos en sus provincias avían olvidado
las celebraciones de las guacas del ynga, pedían en las provincias que allega-
van y eran bien recebidos, los nombres de las guacas y de sus camayos con
sus servicios y de las haziendas que tenían, y luego juntavan a los tales cama-
yos y se hazía el baile y se enborrachavan y matávanlos sin que nayde le[s] re-
sistiese. Esto hicieron en las provincias de los lucanas y de los soras y en la

216 Revista Andina, año 2


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Duviols: Albornoz

vertiente de los papache y totos e otros pueblos de Guamanga.


Esta crueldad de que usavan estos maestros del demonio, lo hazían
por ser señores y que no oviese quien supiese orden de matallos con yervas o
con otras cosas, porque no temen los naturales tanto las armas y géneros de
muertes dellas como los modos y maldades de que usavan los hechiceros para
matar a quien quieren.
Y el tomar memoria de las guacas de las provincias era para deshace-
llas, diziendo que sólo a las que / / ellos predicavan havían de creer, porque
eran las valientes y havían vencido, si no fuese dexar alguna que oviese puesta
por el ynga en las dichas provincias. Luego predicavan no creyesen en todo lo
que nosotros creemos y confesamos, y hazían destruir las cruces de los cami--
nos e imágenes donde podían sin ser sentidos. Hallé muchos delitos destos,
castigué y recuperélos con muchas y buenas amonestaciones con todo
cuidado.
Destos dogmatizadores del diablo tomé el principio de saver pregun-
tar y descubrir las guacas e camayos dellas y no me metí en saver las hazien-
das por la poca autoridad que tenía en les apremiar para esto y para que en-
tendiesen los naturales que no pretendía más de la salvación de sus ánimas,
apartándoles de sus supresticiones. De manera que por lo dicho los curas cris-
tianos y zelosos de la honrra de Dios que quieren hazer bien sus oficios, les
será fácil el saver las guaca,s que puede aver en su distrito y los camayos que
tienen y el orden que tenían en hazelles sacrificios y fiestas y la hazienda que
poseyeron de chácaras y ganados y basos y ropas.
Con sólo querer saver quién es el curaca y cómo se llama y cuántos
ayllos tienen así subjetos y preguntalles quién es su guaranga del tiempo del
ynga e ir descendiendo de ciento a ciento.
Luego saver cuáles eran sus pacariscas, que son las que e dicho llaman
criadores de donde descienden , y tras déstas las que lean subcedido y los que
son sus allegados y las particulares de los nombres que en mi memoria digo
.[ ..... ] que abrá más y muchos más, que no e podido ser tan curioso para
saverlo todo.
Ase de advertir que todas las más guacas, fuera de sus haziendas, tie-
nen bestidos de cumb e que llaman capaccochas, del grandor de las guacas. Y
lo primero que se a de procurar es estas capaccochas porque, quedando en su
poder, tornarán a bestir la piedra que quisieren , de manera que no quede reli-
quia de la tal guaca.
Después de savidos los nombres de las guacas y de los lugares, no se
an de satisfazer sin verlos por los ojos / / e allí deshazerlas, si no fueren portá-
tiles, para que delante del pueblo se quemen. Porque la comunidad tiene en
poco la guaca que una vez fue vencida, que llaman ellos atisca. Ase de que-
mar con todas la reliquias de los bestidos que se hallaren, porque a una sola
sem bría [sic J adorarán si la ven ques semilla del diablo; y después dessas to-
das estas diligencias eu el libro de la fábrica de la iglesia, al cavo dél, se an de
poner por memoria de sus ayllos y parcialidades de hurin y de hanan subcesi-

No. 1, julio 1984 217


Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

vamente. dende la pacarisca hasta las demás y poniendo el nombre de la gua-


ca, luego de lo que servía la tal guaca y al pie de cada qua! el nombre de sus
camayos.
Y cada un año, obligar al cura dotrinero que visite los tales lugares
donde estubieren las guacas para ver si se reedifican. ver si se lc[s] an sacrifi-
cado poniéndoles sangre y quemando algo que luego se berá . porque e halla-
do muchas reedificadas. y a lqs camayos tenelles presentes para instmirles
[en] nuestra santa fee católica.
Y en los ganados questas guacas tenían , advertir que aunque estén en
título de comunidad , que es ansí que! más ganado que llaman de comunidad
es de las guacas, se conoscerán en que dexan muchos [carneros] sin cortar la
lana dende que nascieron. Procurar qu e se tresquilen porqu e los mochan y
todas las manadas donde están carneros machos o hembras desta manera fue-
ron de guacas.
Procurar saver cuáles fueron las moyas, que son dehesas aplicadas a
estos ganados, y visitarlas los clérigos ; y no se les haga travajoso, que les da-
rán buenos corderos. Y no los engañen que no las ay , que aunque las an re-
partido entre sí las comunidades, tienen el nombre de cuyas fueron. porqu e
hallarán mucha gente recogida entre los pastores que no quiere ser cristiano.
Y no dubden sino que ay mucha desta, que yo la e descubierto en muchas
visitas que e hecho. Y suelen ocultar en las dichas moyas e casillas que en
ellas tienen muchas guacas, en especial las yllas llamas que e dicho; y ansimis-
mo por esta orden [se irán] descubriendo las mamas que son madres de las
minas / /, que arriba dixe . Se pueden descubrir dellas las minerales de donde
salieron, que será de mucha importancia para el servicio de su majestad y
bien de las comunidades de cuyos nombres de minas y de los guardadores
dellas y de los ganados, tengo muchos memoriales. Ase de advertir que. en
todas las más guacas questán en los cerros y en llanos, tienen al rededor de sí
unas señales que llaman Ceques o cachauis. que son señales de los ofresci-
mientos que a las tales guacas hazían y tienen sus nombres en renombre cada
señal del que allí ofresció hijo o carnero de oro o plata o de mollo. ~fallarán
los ofrescimientos en los tales ceques o cachauis. Es necesario destruirlos jun-
tamente con las guacas y con todo el cuidado.
Conocida ·cossa es que entre estos naturales es necessario imperio y
autoridad , y para poner en orden y descubrir lo dicho , se <leve encargar a
quien lo sepa hazer: religiossos discretos y sin cobdicia, y que de[n] premios
a los ayudadores y descubridores, y que castiguen a los ocultadores, a cada
cual en su / / culpa o merecimiento ; a unos promoviéndoles oficios y mexo-
rias de haziendas a otros dando cacicazgos; y si lo merecieren algunos por sus
culpas, tirárselos con toda justificación y darlos a los que en esto ayudaren
teniendo capacidad para ello. Y es cierto , por la espirencia que tengo, que
ssólo es necessario hazer diligencia en la primera provincia en donde a de aver
más rigor que amor ofrecido a la discreción de a quien sse encomendare, que
todas las demás sse an de ir por allí ; y procurar de no hazer aplicación de

218 Revista Andina, año 2


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Duviols: Albornoz

cossa que se hallare . sino ponello e n depóssito en los pueblo's en el sacerdote


y curacas hasta ber el ffin de lo que se pretende, si la dispossissión de la pro-
vincia o la esperan~a de descubrir adelante no diere esperan~a de ocassiones
cómodas para el dicho effeto.
Mi deseo 3 ssido acertar, e n servicio de Vuestra Exc elencia, juntar
esto con lo que sse a tratado sobrello y elexir lo mexor. Exceientísimo Señor,
que a ssido fruto de mis travaxos y ocupaciones.
Sacado de los memoriales con verdad.
Cristóbal de Albornoz.

NOTAS AL TEXTO

[II]
Ueretos o ueretas, más bien ueretas por la necesaria concordancia con "los títu-
los dellas" . Supongo que se trata de un error del copista o de una sonorización regional
(en España) del castellano vereda. Esta palabra no tenía en España el sentido de "orilla de
la calle", como hoy en América, sino de "camino". Covarrubias (1611) señala: "vereda : el
camino angosto hollado de bestias cavallares, de donde las postas se llamaron veredarios"
[cf. chasquis] y "veredas: El repartimiento que hazen los que van a algunas cobrarn;:as ge-
nerales de alguna tierra, dividiendo entre sí los lugares. Este mesmo término tienen los
que van a predicar las bulas de la Cruzada". Albornoz fue comisario de la Santa Cruzada.
Además, en contextos análogos, los cronistas antiguos emplean camino, v.g. :
'venían a dar a ella la ciudad del Cuzco y a juntarse en cruz cuatro caminos de cuatro
reinos o provincias bien grandes, que a ella eran sujetos, que eran Chinchaysuyu , Collasu-
yo, An disuyo, y Condesuyo ... ", M. de Estete , 1918 ; B. Cobo, 1952, XIII, XIII , p. 169.

[Acapana]
Cf. "sucuicui ques el remolino grande y el ararai que es el viento grande disiendo
qu e eran chriadores de las enfermedades y que recibiesen aquellas ofrendas y que diesen
salud a su enfermo" A.A.L. , Cajatambo 1656, f. 34 v, citado por Huertas Vallejo, 1981 ,
quien añade : " Actualmente, los indígenas del Callejón de Huayias y los de Cajatambo lla-
man al remolino Shucucui, y es considerado como en el siglo XVII como el mensajero de
los males. Los indios viejos recuerdan los fuertes remolinos que se produjeron hace cua-
renta años, afirmando que se acercaba el fin del mundo y que era castigo del diosito. En
los pueblos del norte del Perú se tiene a los remolinos como los demonios y es necesario,
cuando estos aparecen , arrojar el sombrero o una piedra para evitar desgracias ".

[Yllapa]
Yllapa, en el sentido de momia epónima con su vestuario, vasos, etc., se aplicaba
a los Incas difuntos (Guarnan Poma 288 [290 ]). También se· les llamaba ylla (illa) para se-
ñalar una dignidad especial o "sanctificación" (Cieza) por eminentes servicios pasados (cf.
Vocabulario y phrasis, 1586, Cieza 1967, p. 106) y también con el sentido de luz (illa) en
rela ción con el Relámpago (illapa) o Sol. Otra connotación básica de la momia epónima la
encontramos en el aymara antiguo : llamaban illa a los objetos que se guardaban en casa
(chuño, maíz, también plata, ropa, joyas) ; illa taca : "el sombrero [conservado] de losan-
tepasados" (Bertonio, Vocabulario 1612). En cuanto al quechua, González Holguín apun-
ta: " Ylla : todo lo que es antiguo de muchos años guardado" (González Holguín 1608).

No.1,julio 1984 219


Corresponde perfectamente con la observación de Albornoz: "guárdanlos con mucho cui-
dado entre paredes a ellos, sus bestidos y algunos basos que tení¡i[n] de oro y plata . . . ".
mapa era pues, en este caso, la momia del antepasado ilustre, con especial dignidad, guar-
dada en una casa o en la misma casa donde vivía la familia .
Se encuentra también la forma yllaba, por ejemplo en la misteriosa descripción
técnica -ahora descifrada- para tejer "un famoso cumbi" (Murúa, Historia , Madrid 1946
y Desrosiers 1984). Tiene otro sentido; Bertonio da : "filahua : los hilos con que prende la
urdiembre y le levantan y bajan texiendo ; illahuata : hazer oponer estos hilos al principio
de la tela para texer". El diccionario quechua de Lira, 1944, da también : " Illa'wa : peine
de hilos en el telar : illaway: manejar el peine de hilos al tejer. Preparar estos hilos en el
telar".

[Pacariscas]
§ 3 "Que salen de los ríos" - de que salen los ríos.

[Machacuay, ay llar]
1.- "Cusi Amaro, y éste,etc.". Parece que el copista escribió a continuación "de pre" y
luego "en el de Vicabamba". Pueden faltar una o varias palabras, y también entre
"mandó" y "el señor visorrey ", que sigue inmediatamente.
2.- El copista escribe bayllar o ayllar, siendo esta última la forma correcta. Ayllar
es formado a partir de ayllu, o sea riui, ribe, etc. Se trata del arma compuesta, según
escribe Albornoz, de "tres ramales de soga hecha de niervos de animales o de cueros
dellos, y a los cavos unas pelotas de plomo" . El licenciado Falcón confirma el uso
ritual y político del ayllo o ribe, refiriendo que había riuicamayoc encargados de
aquellos instrumentos, " que son unos cordeles con plomo con que jugaba el Inga y
davan indios para mitimaes a otras partes". (Falcón, 1867, p. 468). Este mismo
juego se practicaba en Cajatambo con el nombre de aina. El proceso de idolatrías de
Hacas describe su mecanismo, completando los datos de Albornoz : " . .. y jugaron
un juego que llaman aina que es tirar un ribe que son bolas de plomo atadas a unos
ylos largos y tiran unas baras de palo al aire y se enreda el dicho ribe en el palo o
bara que tiran y el ribe que da mas bueltas en el palo ese ganaba y es juego supersti-
'-ioso para saber quándo a de ser bueno el su seso o mal.o". (Hacas 16 56-5 8, f. 41 v.).
R.T. Zuidema, a quien yo había comunicado el texto de la Instrucción, publicó una
interpretación suya de este juego. (Ver Zuidema 1967).

3.- "Entonces, Wallallu Qarwinchu hizo salir a una serpiente gigantesca llamada el
Amaru , una serpiente de dos cabezas. Y dijo, " Le atraerá la desgracia a Pariya Qa-
qa". Pero Pariya Qaqa, apenas la vio , se enojó mucho, y le clavó su bastón de man-
do de oro en medio espinazo. Y dicen que inmediatamente esa serpiente quedó soli-
dificada y se convirtió en piedra. Esta serpiente petrificada puede verse claramente
hasta hoy en el camino llamado Kaki Yuka arriba. La gente del Cuzco, y toda otra
clase de gente, que sabe que está allí, golpea a la serpiente con una piedra, y se lleva
los pedazos que caen para remedio, diciendo, no caeremos enfermos". Urioste 1983,
108-109 (cap._ 16). Cf. Arguedas 1968, p. 97-99 ; Trimborn 1967, p. 97 ; Taylor
1980,p.117-119.

4.- Las Escaleras. "Viniendo así caminando para bajar adonde están estas lagunas está
una escalera hecha a mano, con escalones tan formados como los tiene una torre,
salvo que son largos, y por allí bajan las cabagalduras con las cargas sobre las orejas.
Tiene esta escalera de Pariacaca, de escalones continuos un cuarto de legua, que si

220 Revista Andina, año 2


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no son los que han caminado este camino y visto esto, no podrán entender el peli-
gro grande y trabajo que se pasa y hay en estos pasos semejantes ... y desde Huaro-
chirí hasta esta escalera, siempre se va subiendo .. . " (O caña 1969, 272) . También :
"Al pie de esta puna de Pariacaca se apartan dos caminos, el uno se camina por las
escalerillas y se llama ansí, porque se sube una cuesta que toda e hecha descalones
de piedra y si de aquí se caen las mulas van a dar a una laguna de agua muy honda ,
y va este camino a Tunraura, lugar de indios del valle de Jauja", (Lewin, B. ed .,
1948). Por allí pasaba "el camino real que va de la ciudad de Los Reyes a la del
Cuzco". (Dávila Brizeño 1881, p . 64) .

[Uzno]
Uzno. Ver Zuidema 1979 y Rowe 198 1, p. 256. Ver también Gasparini y Margolies,
1977, p. 275-288 .

[Otros avisos]
..... : sigue media línea en blanco .

[Los meses del año]


Sobre los meses según Albornoz, ver Rostworowski 1969-70, p. 74-75.

[Provincia de Y chima]
Ychmas 'AJ a9ogue i al bermellón del a9oguc, que llaman ichma o limpi". (Calancha
1639, 11 , X, 371). Ver "Breve ensayo so bre el señorío de Ychma", Rostworowski 1977.
En cuanto al sitio de la huerta de Gerónirno de Silva y del ídolo Rímac, ver Rostworows-
ki 1978, 69 y ss. Sobre G. de Silva, fundador de Huancayo, ver Espinoza Soriano, 1963,
p. 34.

[La orden para destruir y descubrir todas las guacas]


l. -- Taqui ongo o aira . Reproduzco a continuación una nota mía sobre la palabra taqui
onqoy:
" Malina define taqui ongo como "una manera de canto" y AlborPoz escribe :
"t omando un género de bay le que intitularon ta qui ongo , por otro nombre ayra ".
González Holguín, en su vocabulario,,de 1608 , traduce el verho taquini por "can-
tar solo sin haylar o cantando baylar . Se trata pues de un ba!le con canto. Ongo
(onqoy) significa enfermedad y también las Cabriilas, o sea las Pléyades. En nues-
tro caso. taqui ongo tiene el senti do de "enfermedad del baile", sin que podamos
excluir sin embargo algunas connotaciones con las Pléyades, que es muy posible
que las hubiese .
Por otra parte, el baile que llevaba este nombre era también un acto ritual desti-
nado a ahuyentar la enfermedad. En efecto, encontramos esta definición de
taqui oncoy en el diccionario anónimo de 1586: "ciertas enfermedad que decían
los indios que se curava cantando y baylando con superstición (Vocabulario y
phrasis, p. 82) . En tiempos prehispánicosbaquel taqu1 patológico era "expulsa-
do" cada año de los pueblos, por s~tiem re junto con otras enfermedades con
motivo de la situa, según parece. Guarnan Poma escribe que entonces "rocían
todas las casas y calles la rriegan con agua y la limpian: esto se hazía en todo el
rreyno y otras muchas serimonias para echar taqui onco y sara oncuy pucyo
oncuy pachapanta chiripa uncuy pachacama acapana ayapcha oncoycona" .
(Coronica , f. 253) . También hay gue recordar el moro oncoy, o sea epidemia de
viruelas por la cual se desencadeno otro movimiento popular anticatólico (A. de
Vega, Historia, p. 99 ss.) Otro texto de fines del siglo XVII se refiere quizas a la
sublevación de 156 5: "En algunas partes les da una enfermedad de bayle que lla-

No. 1, julio 1984 221


man taqui onco o i¡:ara ongo para cuya cura llaman los hechiceros o van a ellos y
hazen mil supersticiones y hechicerías donde también hay idolatría y confessarse
(sic) con los hechiceros" (Instrucción contra las ceremonias. p_. 196). (Ver otras
estructuras análogas, (v.g.) Taqui Uacon (Guarnan Poma, 3 20 L322]).
Destacaremos por fin que · en este movimiento mesiánico los hechiceros enviados
desde Vilcabamba producían y excitaban el frenesí de los bailadores con la admi-
nistración de una droga. Se trataba, según Albornoz , de " cierta confación de
maca". La maca, que se mezclaba con otros productos alucinógenos no identifi-
cables, es un tubérculo cultivado solamente en las frígidas altiplanicies, cuyo po-
der fertilizante es todavía famoso hoy día en las márgenes de la laguna de Junín .
Tenía un papel mácico importante pero que ignoramos casi P.ºr completo (sobre
la maca véase M. Rostworowski, Los Ayarmaca, pp. 63-65 J". Duviols 1977, p.
134.

2.- Cachaui. Cf. Molina 1943 , p. 75 : "la capacocha que por otro nombre se llama co-
chaguas". Pero en el manuscrito de la BN de Madrid no se lee cochaguas sino cacha-
gues ; es decir, una transcripción fonética equivalente de cachaui. González Holguín,
1608, señala : "cacha: mensajero".

222 Revista And ina, año 2

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