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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


CARRERA DE DERECHO

ASIGNATURA:
DERECHO NOTARIAL

TAREA I:
REALIZACIÓN DE UN PORTAFOLIO

FACILITADORA:

MARTHA TORIBIO

PARTICIPANTE:

EDWIN MANUEL JIMÉNEZ GRULLÓN


MATRÍCULA: 11-1016

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS


18 DE JULIO DEL 2014

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TAREA I
DERECHO NOTARIAL

1- Realización de un portafolio considerando:

a) Un análisis crítico del contenido de la Ley 770 del Notariado


de fecha 8 de noviembre del 1927.

Esta ley ya fue derogada por la Ley 301-64 que rige el Notariado en la
República Dominicana en la actualidad.

b) De la Ley 12 del 10 de febrero de 1996. La Ley 195 del 10 de


agosto de 1968, y elaborar un ensayo sobre el contenido de
las mismas.

Esta Ley le agrega el Párrafo II al artículo 16 de la Ley 301-64 sobre


Notariado.- (Agregado por la Ley número 195, del 10 de agosto de 1968,
publicada en la Gaceta Oficial número 9241. del 23 de septiembre de
1971). Así también, se prohíbe a los Notarios, bajo pena de su destitución
por quien corresponda, escriturar actas auténticas o legalizar firmas o
huellas digitales en actos bajo firma privada, que autoricen traspasos
sobre derechos adquiridos bajo el sistema de ventas condicionales de
inmuebles correspondientes a apartamentos de los edificios
multifamiliares o unifamiliares, constituido por el Gobierno Dominicano,
o el Instituto Nacional de la Vivienda, e instituidos en "Bien de Familia",
sin que previamente comprueben que se han cumplido las exigencias de
las leyes que lo rigen, así como, igualmente en todos aquellos casos
en que existan cláusulas restrictivas para esos traspasos en los
correspondientes contratos, sin que se hubiera obtenido previamente la
debida autorización del Poder Ejecutivo o de la Dirección General del
Instituto Nacional de la Vivienda, según el caso, y hayan sido satisfechos
todos los requisitos exigidos en las señaladas cláusulas"

La Ley 301-64 que rige el Notariado en el país ha sufrido muchas


modificaciones, precisamente en el presente, el Colegio de Notarios del
país está introduciendo una nueva reforma de la referida ley.

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c. Investigación, en los libros de texto correspondientes a la
asignatura, la posición de la doctrina y la jurisprudencia en
relación al Derecho Notarial y presentar ensayo

En este breve ensayo me circunscribo exclusivamente a lo más esencial


del Derecho Notarial, basándome en la Ley del Notariado.

Un notario público es un abogado al que el Estado ha investido de fe


pública. En otras palabras, se trata de un abogado cuya intervención en
diversos actos jurídicos posee de garantía de seguridad jurídica para
todas aquellas partes involucradas. El notario es el abogado responsable
de administrar las notarías, lugares en donde se realizan trámites legales
de diversa naturaleza, como veremos a continuación. La palabra
competencia proviene del latín competere, lo cual significa: “lo que nos
pertenece, se nos concede o nos corresponde. La competencia se refiere
tanto a la facultad misma, como al ejercicio de dicha cualidad con todo
el cúmulo de posibilidades, e implica el desarrollo pleno del ejercicio
correspondiente.

La notaria es una oficina pública que se ocupa de varias funciones


encaminadas a garantizar la fe pública del notario, la vida económica
sobre bases jurídicas, llevar el registro de las personas y cumplir ciertos
actos de jurisdicción. Abarca todo el contenido de la fe pública notarial y
su instrumentación, además de diversos actos que hacen al derecho
privado y al escribano como profesional y redactor de documentos, así
como otras intervenciones que integran el oportuno asesoramiento.

El artículo 4 de la Ley 301 (mod. Ley 126 del 10 de febrero de 1966, G.O.
8971), establece un notario por cada municipio de 1,500 habitantes y en
el Distrito Nacional uno por cada 1,500 habitantes o fracción que exceda
de 750.

El artículo 3 le concede potestad a los abogados designados o que sean


designados Suplentes de Jueces de Paz, a tener investidura de Notarios
Públicos, por el tiempo que ejerzan sus funciones.

El artículo 10, los notarios deben residir en el lugar en que fueron


designados.

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El artículo 12 manda al notario abrir su estudio a más tardar 60 días
después de haber sido designado o trasladado, en caso de
incumplimiento se le considerará como renunciante.

El artículo 13 faculta a la Suprema Corte de Justicia para autorizar su


traslado a otra jurisdicción.

El artículo 16 le prohíbe al notario ejercer su ministerio fuera de su


jurisdicción.

El artículo 62 establece que cuando el notario renuncie o traslade su


despacho, debe de entregar su archivo al Juzgado de Paz, cuando en una
jurisdicción no hubiere notario, o habiéndolo se encontrase suspendido o
imposibilitado, ejercerá sus veces el Juez de Paz y sujetarse a lo prescrito
en la de notario.

La competencia en razón de la materia, abarca todo el contenido de la fe


pública notarial y su instrumentación, además de diversos actos que
hacen al derecho privado y al escribano como profesional y redactor de
documentos, así como otras intervenciones que integran el oportuno
asesoramiento.

En la Competencia Notarial en Asuntos no Contenciosos (Experiencia en


América) se evocan dos cuestiones fundamentales: La permanente
reivindicación del Notariado reclamando el reconocimiento de
competencias para el desarrollo de actuaciones que tradicionalmente se
engloban bajo el título de Jurisdicción Voluntaria; y La extraordinaria
complejidad de esta materia que se manifiesta, incluso, en su propia
denominación.

Esta reivindicación notarial está avalada por numerosos congresos y


jornadas nacionales e internacionales del Notariado, entre los que
sobresalen: el IV Congreso Notarial español celebrado en Madrid el año
1991 y los Congresos Internacionales de México en 1965 (el VIII) y el de
Cartagena de Indias en 1992 (el XX) y también la anterior Jornada
Notarial Iberoamericana (la XIII) celebrada en Asunción en junio de
2008.• Sin embargo, esta constante aspiración de competencia notarial
en asuntos judiciales no contenciosos, sostienen que tales atribuciones
competenciales no son compatibles con la función notarial.

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Existe una doble exigencia. Primero, es una necesidad social ineludible la
tramitación y resolución mucho más ágil de los asuntos y conflictos
encomendados a los órganos jurisdiccionales sin más dilaciones que las
que se deriven del respeto al principio de seguridad jurídica y a las
garantías fundamentales del proceso.

La propia Constitución, cuando postula el derecho a la tutela judicial


efectiva, exige un proceso sin demoras injustificadas. Y en segundo lugar,
es necesaria la concentración de su actuación en tareas estrictamente
jurisdiccionales. Y ello no sólo por las razones que acabamos de exponer
sino también por una exigencia derivada del principio constitucional de la
división de poderes.

Finalmente, el Estado cumple la finalidad de brindar y garantizar


seguridad jurídica a través del notario, que siendo un profesional del
derecho, ejerce una función pública, para lo cual, se le inviste de
autoridad.

El notario en ejercicio de su función pública sirve a los fines del derecho


mediante la prevención de litigios y es además reconocido como
colaborador activo de la administración de justicia.

La función jurisdiccional consiste en juzgar y hacer ejecutar lo juzgado y


corresponde en exclusiva al poder judicial de cada Estado.

La necesidad de descongestionar la tarea de los órganos jurisdiccionales


y de acelerar la administración de justicia aconseja extender al
notariado, competencias en asuntos no contenciosos.

En aquellos países en los cuales se ha reconocido la competencia


notarial en asuntos no contenciosos la experiencia ha sido exitosa,
especialmente en asuntos patrimoniales, familiares, uniones de hecho,
celebración y disolución de matrimonios, sucesiones testadas e
intestadas, entre otros.

Se recomienda a los Estados incorporar, o en su caso ampliar, en sus


legislaciones la competencia notarial en asuntos no contenciosos.

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