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la amebiasis o amibiasis

La enfermedad se adquiere al ingerir alimentos o agua contaminados.

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La amebiasis o amibiasis es un parásito que puede vivir en el intestino grueso
(colon) sin causar ningún daño, pero existen ocasiones en las que puede provocar
diarrea, colitis o disentería aguda.
La amebiasis, que se da más comúnmente en áreas tropicales en donde se dan
mayores condiciones de hacinamiento y poca higiene, es una enfermedad
intestinal provocada por el parásito Entamoeba histolytica. Se estima que
alrededor de 50 millones de personas al año se infectan con el parásito.
La enfermedad se adquiere al ingerir alimentos o agua contaminados, aunque
también puede transmitirse de persona a persona por contacto bucal o rectal de
un paciente infectado.
Los síntomas del padecimiento son náuseas, diarrea (heces blandas con moco y,
ocasionalmente, con sangre), pérdida de peso involuntaria, dolor abdominal,
gases excesivos o dolor rectal al defecar; aunque pueden presentarse síntomas
graves como sensibilidad abdominal, fiebre, vómitos y heces con sangre.
El tratamiento incluye antibióticos indicados por el médico, medidas de higiene
para evitar el contagio de más personas, lavarse las manos después de ir al baño
y antes de preparar alimentos, así como la desparasitación, por lo menos, una vez
al año.
Una de las mayores complicaciones de la amebiasis es un absceso hepático o la
diseminación del parásito hacia órganos como el hígado, pulmones y cerebro. Por
ello, es muy importante que ante cualquier sospecha de padecer amebiasis, se
consulte al médico especialista
Giardia

. La infección por giardia es causada por un parásito microscópico que se encuentra en todo
el mundo, en especial, en las zonas con higiene deficiente y con agua contaminada. La
infección por giardia puede transmitirse a través de los alimentos y mediante el contacto de
persona a persona.

Las infecciones por giardia, por lo general, desaparecen en unas pocas semanas. Pero es
posible que tengas problemas intestinales durante mucho tiempo después de que los
parásitos hayan desaparecido. Varios medicamentos, por lo general, son efectivos contra los
parásitos de giardia, pero no todas las personas responden a ellos. La prevención es tu
mejor defensa.

Síntomas

Algunas personas que padecen infección por Giardia nunca tienen signos ni síntomas,
aunque efectivamente tienen el parásito y pueden contagiarlo a otras personas a través de
las heces. En las personas que contraen la enfermedad, los signos y síntomas suelen
aparecen una a tres semanas después de la exposición, y pueden comprender los
siguientes:

 Diarrea líquida y, a veces, con olor desagradable que puede alternar con heces blandas y
grasosas

 Fatiga o malestar general

 Cólicos e hinchazón

 Gases o flatulencia

 Náuseas

 Adelgazamiento

Los signos y síntomas de la infección por Giardia pueden durar entre dos y seis semanas,
pero, en algunas personas, están presentes durante más tiempo o pueden volver

Causas
Los parásitos de la giardia viven en el intestino de las personas y de los animales. Antes de
que los parásitos microscópicos pasen a las heces, se recubren con costras duras llamadas
«quistes», que les permiten sobrevivir fuera del intestino durante meses. Una vez que están
dentro de un huésped, los quistes se disuelven y se liberan los parásitos.

La infección se produce cuando ingieres en forma accidental los quistes del parásito. Esto
puede ocurrir por tragar agua contaminada, comer alimentos contaminados o a través del
contacto persona a persona.

Tragar agua contaminada

La forma más frecuente de contraer infección por Giardia es después de haber tragado agua
contaminada. Los parásitos de Giardia están en lagos, estanques, ríos y corrientes de agua
de todo el mundo, además de los suministros municipales de agua, pozos de agua,
cisternas, piscinas, parques acuáticos y spas. El agua de la superficie y el agua subterránea
pueden contaminarse por los vertidos de la agricultura, el vertido de aguas residuales o las
heces de los animales. Los niños con pañales o las personas con diarrea pueden contaminar
en forma accidental las piscinas y los spas.

Consumir alimentos contaminados

Los parásitos de Giardia se pueden transmitir a través de los alimentos; ya sea porque
quienes manipulan los alimentos tienen giardiosis y no se lavan bien las manos, o porque la
producción cruda es irrigada o lavada con agua contaminada. Debido a que la cocción de los
alimentos mata a la Giardia, los alimentos son una fuente menos frecuente de infecciones
que el agua, sobre todo en los países industrializados.

Contacto persona a persona

Puedes contraer giardiosis si tus manos se contaminan con materia fecal; los padres que
cambian los pañales de sus hijos tienen un riesgo importante. Lo mismo sucede con quienes
cuidan de niños y niñas en centros de atención para niños, donde los brotes son cada vez
más frecuentes. El parásito Giardia también se puede diseminar a través del sexo anal
TENIAS

Las tenias son gusanos parásitos, y algunos afectan a los seres humanos,
produciendo una infestación intestinal, que habitualmente no da muchos problemas.

La Taenia saginata, que se adquiere comiendo carne de ganado vacuno infestada,


mide entre 4 y 12 metros de largo, aunque se han llegado a encontrar gusanos de 25
metros. Cada tenia adulta tiene 1.000-2.000 proglótides o segmentos, rellenos de
huevos.

A la tenia intestinal también se le llama solitaria porque es hermafrodita y no necesita


estar en contacto con otros individuos de su especie para reproducirse. En
el intestino, cuando hay infestación por una tenia, suele haber un único gusano
adulto.

La neurocisticercosis es un problema mucho más grave, que se produce cuando se


ingieren huevos de Taenia solium. Si las larvas de este gusano van al cerebro, se
forman quistes, que pueden producir complicaciones neurológicas graves
como epilepsia.

Hay dos especies principales de tenia que afectan a los humanos. Taenia saginata es
la tenia de las vacas o el ganado vacuno en general.

Taenia solium es la tenia de los cerdos, y en los países musulmanes o en Israel


la teniasis intestinal o solitaria será muy poco frecuente, aunque incluso en ellos
puede haber cisticercosis. Hay una tercera especie,Taenia asiatica, que se encuentra
en cerdos de algunos países asiáticos

Los huevos o los proglótides (segmentos de tenia) grávidos se eliminan en las heces
humanas. Los huevos pueden sobrevivir incluso meses en el medioambiente. El
ganado vacuno en el caso de T. saginata, o el ganado porcino en el caso de T.
solium y T. asiatica, se infestan por estos huevos o los proglótides grávidos cuando
comen plantas o beben agua que se han contaminado por las heces humanas.

La mayoría de los humanos que tienen una tenia o solitaria en su intestino en realidad
no tienen muchos síntomas.
Si aparecen síntomas de la teniasis, son muy inespecíficos. Así, pueden
presentarse náuseas. Otras veces puede haber dolores abdominales intermitentes y
poco específicos. Si hay anorexia la persona perderá peso por comer poco, aunque
esto no es tan habitual como se podría pensar por la expresión de ‘tener la solitaria’
para describir a algunas personas que comen mucho pero están delgadas.
Las personas con una tenia en su intestino pueden tener ansiedad, mareos y dolores
de cabeza. Otras veces pueden surgir picores en la piel sin causa aparente.
Raramente los proglótides pueden producir obstrucción de algunas partes del aparato
digestivo como el apéndice, provocando una apendicitis; el conducto biliar, lo que
produciría una colangitis; o el conducto pancreático, produciendo una pancreatitis.
También es excepcional aspirar o regurgitar los segmentos.
La cisticercosis que se produce por la Taenia solium es más peligrosa. Si se
ingiere agua o alimentos contaminados con huevos de esta tenia, habitualmente por
mala higiene y por transmisión de un conviviente con tenia intestinal (o de uno mismo),
las larvas pueden acabar migrando igual que en los cerdos, con la formación
de quistes llamados cisticercos en diversas partes del cuerpo. Si esto sucede en el
músculo, el quiste se acaba encapsulando, y en estos casos no suele haber mayores
problemas. También pueden formarse en la piel o los ojos.
Si se forma un quiste en el cerebro, estaríamos ante la neurocisticercosis. En las
personas con neurocisticercosis pueden aparecer dolores de cabeza intensos. Puede
aparecer ceguera (también en la afectación ocular). Pueden surgir hidrocefalia
o demencia. Las convulsiones y la epilepsia se deben a la irritación y lesión de la zona
del cerebro afectada.

El tratamiento de la teniasis intestinal es bastante sencillo. Se hace habitualmente con


un fármaco antiparasitario

lo que se consigue es que se suelte de la pared del intestino y se expulse por el ano.
Hay que administrar un laxantedespués del fármaco antiparasitario para que no se
queden proglótides o huevos retenidos. La neurocisticercosis requiere un tratamiento
más complejo. Sólo se darán antiparasitarios si el cisticerco no está muerto.
SALMONELOSIS

La salmonelosis es una de las infecciones intestinales más comunes transmitidas por


alimentos. Está causada por una bacteria conocida como Salmonella, que se
encuentra ampliamente distribuida por la naturaleza

Se conocen dos tipos de afecciones por Salmonela, que son la fiebre tifoidea y la
salmonelosis no tifoidea

son las responsables de las conocidas como fiebres entéricas, pudiendo agravarse
cuando pasan a la sangre en forma de bacteriemia y afectar otros órganos.

¿Por qué se produce la salmonelosis?


La causa más común de salmonelosis es la infección a través del consumo de
alimentos o agua contaminados. Al tratarse de una infección intestinal, la bacteria
también se encuentra en las heces de personas infectadas
Los principales alimentos que pueden ser transmisores de Salmonella son
los huevos y las carnes de aves de corral, sobretodo pollo y pavo. La carne de cordero,
cerdo y vacuno también pueden portar la bacteria y contaminarse si su manipulado en
el matadero no se realiza apropiadamente.
. En el caso de los huevos contaminados, la bacteria se encuentra en la cáscara y un
manipulado inadecuado, junto con un cocinado a baja temperatura que no permita que
el huevo cuaje del todo, pueden ocasionar la contaminación en seres humanos. La
mayoría de los casos suelen producirse en verano, dado que las altas temperaturas
favorecen el crecimiento y desarrollo de estos microorganismos. Es por esto que
durante la época estival hay que extremar las precauciones en el almacenamiento,
preparación y cocinado de los alimentos.
La infección por Salmonella comienza a presentar síntomas entre las ocho y 48 horas
siguientes al contacto con la bacteria. Éstos se caracterizan por diarrea, dolor
abdominal y fiebre principalmente, aunque suelen venir acompañados de náuseas,
vómitos y dolor muscular.
La diarrea por salmonela no tiene unas características determinadas, pudiendo ser
desde heces pastosas a líquidas. En algunas ocasiones pudiera presentar algo de
sangre en las heces. Es frecuente que pueda presentar tenesmo, es decir, necesidad
de evacuar más aun no teniendo más contenido en el recto. Cuando aparece fiebre se
suele acompañar de escalofríos y el individuo nota un aumento notable de los ruidos
intestinales. Lo normal es que la fiebre no sobrepase las 48 h, mientras que la diarrea
puede permanecer hasta los siete días.

La recuperación puede tardar entre tres y siete, días y es habitual que se produzca sin
intervención médica, siempre que ese haga una rehidratación correcta, debido a la gran
cantidad de líquidos que se pierden a causa de la diarrea.

El tratamiento de la infección por salmonella no requiere una terapia específica en la


mayoría de los casos, sobre todo, en los casos en los que se da
una gastroenteritis no complicada. Unas medidas básicas como la reposición de
líquidos de manera habitual y una alimentación suave durante unos días pueden ser
suficientes para pasar el cuadro de esta infección.

Igualmente, es vital para el paciente que se lleve a cabo una correcta reposición de
líquidos intravenosos en la afectación grave para evitar y combatir la posible
deshidratación que puede sobrevenir en algunos cuadros de gastroenteritis, ya que se
suele perder mucho líquido en las deposiciones, que suelen ser líquidas, y en los
vómitos, sobre todo en los niños y ancianos.

Una parte también muy importante para la correcta curación del paciente es mantener
una buena higiene, al igual que ocurre en la prevención.
HEPATITIS A

hepatitis A es una enfermedad hepática causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Éste se transmite
principalmente cuando una persona no infectada (y no vacunada) come o bebe algo contaminado por heces de
una persona infectada por ese virus. La enfermedad está estrechamente asociada a la falta de agua salubre, un
saneamiento deficiente y una mala higiene personal.
A diferencia de las hepatitis B y C, la hepatitis A no causa hepatopatía crónica y rara vez es mortal, pero puede
causar síntomas debilitantes y hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda), que se asocia a una alta
mortalidad.
Transmisión
El virus de hepatitis A se transmite principalmente por vía fecal-oral, esto es, cuando una persona no infectada
ingiere alimentos o agua contaminados por las heces de una persona infectada. En las familias esto puede ocurrir
a través de la suciedad de las manos del miembro de la familia encargado de la preparación de los alimentos. Los
brotes transmitidos por el agua, aunque infrecuentes, suelen estar relacionados con casos de contaminación por
aguas residuales o de abastecimiento de agua insuficientemente tratada.
El virus también puede transmitirse por contacto físico estrecho con una persona infectada, pero no se propaga
por contactos ocasionales.
Síntomas
El periodo de incubación de la hepatitis A suele ser de unos 14–28 días

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis A?


La mayoría de las personas no presentan síntomas de hepatitis A. Si hubiese algún síntoma, estos incluirían

 sensación de cansancio
 dolor muscular
 malestar estomacal
 fiebre
 pérdida del apetito
 dolor estomacal
 diarrea
 orina de color amarillo oscuro
 heces de color claro
 ojos y piel amarillentos, llamados ictericia

Los síntomas de la hepatitis A pueden producirse entre 2 y 7 semanas luego de entrar en contacto con el
virus. Es posible que los niños menores de 6 años no presenten síntomas. Los adultos y niños mayores a
menudo tienen síntomas leves parecidos a los de la gripe. Consulte con un médico de inmediato si usted o
un niño bajo su cuidado tiene síntomas de hepatitis A
No hay ningún tratamiento específico para la hepatitis A. Los síntomas pueden remitir lentamente, a lo largo de
varias semanas o meses. Lo más importante consiste en evitar medicamentos innecesarios. No se deben
administrar antieméticos ni paracetamol. La hospitalización es innecesaria en ausencia de insuficiencia hepática
aguda. El tratamiento persigue el bienestar y el equilibrio nutricional del paciente, incluida la rehidratación tras
los vómitos y diarreas.

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