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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRATIVAS


CARRERA DE DERECHO

ASIGNATURA DE DERECHO SOCIETARIO


DOCENTE:
Dr. Wilson Rojas

TEMA:
EL FIDEICOMISO MERCANTIL

ESTUDIANTES:
Rosero Abigail
Demera Katherine

SEMESTRE:
8vo “A”

PERÍODO ACADÉMICO
Abril – Agosto
2018
Historia del Fideicomiso Mercantil

El fideicomiso tuvo su origen en Roma en la cual se realizaban estos contratos.


La base sobre la que se fundamentó desde el origen fue la confianza que el transmitente
de un bien depositaba en el adquirente.
La historia del fideicomiso tiene más de dos mil años de existencia.

Al inicio se componía de tres formas: fiducia cum creditore , fiducia cum amico y los
fideicomisos testamentarios.
La fiducia cum creditore se efectuaba a través del traspaso formal de un bien, bajo la
condición de que cuando el vendedor estuviese dispuesto a restituir la suma de dinero que
recibió, la otra parte debía proceder al traspaso de nuevo.
El fiducia cum amico se identifica con el préstamo gratuito y consistía en que quien
recibía el bien lo podía utilizar gratuitamente en su provecho, y en virtud del "pactum
fiduciae" se comprometía a reintegrarlo una vez que esos fines los hubiese alcanzado.

El fideicomiso testamentario era utilizado cuando el testador no podía heredar a una


persona por no tener los ligámenes familiares1 exigidos en esa época (testamentifactio),
por lo que encargaba a su heredero (llamado fiduciario) que ejecutara su voluntad dando
los beneficios que él le indicase.

¿Qué es el fideicomiso mercantil?

La palabra fideicomiso encuentra su origen en dos voces latinas. “FIDEI” que quiere decir
“Fe” y “COMMISIUM” que significa “Comisión”. De la etimología de la palabra se
infiere que el fideicomiso es un encargo o comisión de fe, de confianza.

Según la Ley de Mercado de Valores se entiende por fideicomiso mercantil al contrato


por medio del cual una o más personas llamadas constituyentes transfieren de manera
temporal e irrevocable, la propiedad de bienes muebles o inmuebles corporales o
incorporales, que existen o que se espera que existan, a un patrimonio autónomo dotado
de personalidad jurídica para que la sociedad administradora de fondos y fideicomisos,

1
Considerando las específicas necesidades de diferentes miembros de la familia.
que es su fiduciaria y en tal calidad su representante legal, cumpla con las finalidades
específicas instituidas en el contrato de constitución, bien a favor del propio constituyente
o de un tercero llamado beneficiario.

El fideicomiso mercantil, cuya esencial diferencia es que ésta última conserva la


propiedad de los bienes, en cambio la primera únicamente da cumplimiento a las
instrucciones del constituyente de acuerdo con el contrato escrito. Mediante el
fideicomiso mercantil el constituyente o propietario de los bienes transfiere de manera
irrevocable la propiedad de uno o varios bienes a título de fideicomiso mercantil a un
patrimonio autónomo, diverso del patrimonio de los que intervienen, para la realización
de un fin determinado a favor de una tercera persona llamada beneficiario.

El fideicomiso tendrá un plazo de vigencia. La duración del fideicomiso mercantil podrá


ser superior a ochenta años.

Partes que intervienen en el fideicomiso mercantil:

1. El Constituyente.- es una persona natural o jurídica, pública o privada, que


transfiere el dominio de los bienes al patrimonio autónomo del fideicomiso
mercantil, y establece la finalidad del fideicomiso.

2. El Beneficiario.- es una persona natural o jurídica, pública o privada, designada


por el constituyente, a cuyo favor se ha constituido el fideicomiso. En caso de que
no se haga mención alguna sobre quien es el beneficiario, se entenderá que es el
mismo constituyente.

3. La Fiduciaria.- es una compañía administradora de fondos y fideicomisos, y esta


compañía es la representante legal del fideicomiso y se encarga del fiel
cumplimiento de las finalidades establecidas al momento de la constitución del
contrato de fideicomiso.

El Patrimonio Autónomo del Fideicomiso: es el conjunto de bienes que han sido


transferidos por el constituyente, a favor del fiduciario, afectados a una finalidad y que se
constituye como efecto jurídico del contrato.
Para que se configure el patrimonio autónomo debe existir la transferencia de dominio de
los bienes aportados, pero esta transferencia no es onerosa ni gratuita ya que la misma no
determina un provecho económico ni para el constituyente ni para el fiduciario y se da
como medio necesario para que éste último pueda cumplir con las finalidades
determinadas por el constituyente en el contrato.
 Requisitos reales: Objeto, Denominación, Plazo, Transferencia de la propiedad

 Requisitos formales: Instrumento público, Inscripción, Contenido

El contrato de fideicomiso tiene las siguientes características: es un contrato solemne,


principal, bilateral, oneroso, conmutativo, de tracto sucesivo, real y nominado

IMPORTANCIA DEL FIDEICOMISO MERCANTIL

Gracias a su gran versatilidad y flexibilidad, el fideicomiso constituye un mecanismo


válido para el desarrollo de diversos proyectos y negocios. El más claro ejemplo es el
fideicomiso inmobiliario, a través del cual los promotores de estos proyectos han podido
promoverlos y ejecutarlos, debido a que los partícipes al momento de la constitución
establecen las condiciones acorde a sus necesidades e intereses, y esto a su vez genera
seguridad y confianza.

Las partes a través de esta figura adquieren derechos y contraen obligaciones, y la


fiduciaria al ser un tercero imparcial, actúa de manera equilibrada protegiendo siempre
los intereses legítimos de los partícipes y controlando el cumplimiento de sus fines.

Los bienes que forman parte del patrimonio autónomo estarán destinados a la consecución
de la finalidad para la cual se constituyó el fideicomiso, y estos bienes al ser
independientes de los propios del constituyente, estarán protegidos de los riesgos que
podrían afectarle a éste.
Características contrato del fideicomiso mercantil

 Confianza Es un encargo de confianza del fideicomiso para con la fiduciaria.


 Transparencia Todos los actos y transacciones de la fiduciaria son
absolutamente transparentes.
 Independencia La fiduciaria está en la obligación de llevar una contabilidad
separada por cada fideicomiso que administra.
 Solemnidad Todo contrato de fideicomiso mercantil debe realizarse mediante
escritura pública ante un notario.
 Inembargabilidad Los bienes fideicomitidos no son embargables por
obligaciones del fideicomitente, del fiduciario o del beneficiario.
 Inelegibilidad La fiduciaria no puede delegar su responsabilidad como
administradora del fideicomiso.
 Onerosidad La fiduciaria tiene derecho a recibir honorarios por sus servicios.
 Responsabilidad fiscal En el Ecuador el fideicomiso es considerado sociedad
para fines tributarios y por lo tanto es sujeto pasivo de impuestos.
 Herramienta de medio La fiduciaria como herramienta de medio se limita a
ejecutar los encargos fiduciarios mas no puede garantizar rendimientos o
resultados específicos.

TIPOS DE FIDEICOMISO MERCANTIL.-

La Codificación de Resoluciones del Consejo Nacional de Valores establece como


modalidades de Fideicomiso esencialmente 4: de garantía, de administración,
inmobiliario y de inversión. Es importante definir cada uno de ellos ya que, dependiendo
del tipo de fideicomiso mercantil que se trate, se puede determinar su aplicabilidad.

 FIDEICOMISO DE GARANTÍA.- Es aquel Fideicomiso en el cual el


constituyente, transfiere la propiedad de uno o varios bienes para garantizar con
ellos y/o con su producto, el cumplimiento de una o varias obligaciones.
 FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN.- En este tipo de fideicomisos se
transfieren bienes muebles o inmuebles al patrimonio autónomo, para que la
fiduciaria los administre y cumpla las instrucciones instituidas en el mismo. Este
término es bastante amplio y puede incluir un gran número de aplicaciones, por
lo tanto, es la modalidad de fideicomisos más utilizada.
 FIDEICOMISO INMOBILIARIO.- La finalidad en este tipo de fideicomisos
es transferir bienes al patrimonio autónomo para que el fiduciario los administre
y desarrolle con ellos un proyecto inmobiliario. En nuestro medio es un
mecanismo que se ha difundido mucho los últimos años para los proyectos de
vivienda de mediano y gran tamaño.
 FIDEICOMISO DE INVERSIÓN.- Este tipo de fideicomisos mercantiles
tienen la finalidad de integrar el patrimonio autónomo con valores o dinero para
que la fiduciaria los administre o los invierta según las instrucciones establecidas
en el contrato.
Como podemos ver, de la clasificación de los fideicomisos se desprende que no todos
deben tener un tratamiento similar ya que algunos expresamente contemplan la
posibilidad de lucro directo como el caso de los Fideicomisos de inversión, mientras que
otros simplemente son fideicomisos que tienen la finalidad de servir de respaldo a
obligaciones como los de garantía, los que simplemente son una estructura jurídica
alternativa a la hipoteca y la prenda.

FORMA Y REQUISITOS MÍNIMOS DEL CONTRATO DE FIDEICOMISO


MERCANTIL
Pese a la libertad contractual de las partes, el artículo 120 de la Ley de Mercado de
Valores establece ciertos requisitos que, de manera obligatoria, debe contener todo
contrato de fideicomiso mercantil:

1. Debe instrumentarse por medio de instrumento público abierto y con una


sociedad administradora de fondos y fideicomisos autorizada para que
actúe como fiduciaria.
2. Debe identificarse claramente a las partes intervinientes, indicando su
nacionalidad, estado civil, domicilio y calidad con la que comparecen.
3. Una estipulación en la que conste una declaración juramentada del
constituyente respecto de:
a. Ratificar la procedencia legítima de los bienes fideicomitidos.
b. Que declare que el contrato no adolece de causa u objeto ilícito.
c. Que manifieste que la constitución del fideicomiso no irroga
perjuicios a sus acreedores o a terceros.
d. Que los bienes no provienen del cultivo, producción, almacenamiento
o comercialización de sustancias estupefacientes.
4. Una estipulación en la que conste de manera expresa la trasferencia de los
bienes a título del fideicomiso mercantil y la entrega o no, cuando se trate
de un encargo fiduciario, indicando las características de los bienes.
5. Los derechos de las partes intervinientes, esto es, del constituyente,
constituyentes adherentes, en caso de que en el contrato se haya previsto esta
posibilidad, del beneficiario y del fiduciario, así como sus obligaciones.
6. La remuneración a la que tenga derecho el fiduciario por el desempeño de su
gestión y la responsabilidad de los gastos a efectuarse para la constitución,
desarrollo y terminación del contrato.
7. Cada fideicomiso mercantil debe tener una denominación peculiar
designada por el constituyente en el contrato. El fideicomiso mercantil
puede tener una denominación genérica y, obligatoriamente, una denominación
peculiar, esto es, un nombre que lo distinga de los demás fideicomisos
mercantiles existentes.
8. Una estipulación en la que conste las causales y la forma de terminación
del fideicomiso mercantil.
9. Una estipulación respecto de las causales de sustitución del fiduciario, así como
el procedimiento a seguir, en caso de que ocurra aquello.
10. Una estipulación respecto de las condiciones de administración, gestión y
entrega de los bienes o frutos objeto del contrato, así como las condiciones bajo
las cuales se efectuarán los rendimientos y liquidaciones del
fideicomiso mercantil.

En la celebración de todo contrato de fideicomiso mercantil, la previsión de una


declaración juramentada de los constituyentes, en el sentido de que los bienes aportados
al mismo han sido habidos legítimamente y que no tienen intención de irrogar
perjuicios a sus acreedores o a terceros, ni con causa u objeto ilícito, constituye
un requisito básico y, no contar con éste, acarrearía la nulidad absoluta del contrato.
VIGENCIA DEL CONTRATO DE FIDUCIA MERCANTIL

En nuestro país, de acuerdo a lo que establece el inciso tercero del artículo 110 de la Ley
de Mercado de Valores, esta vigencia puede ser determinada por un plazo o hasta el
cumplimiento de la finalidad establecida o de una condición, todo lo cual debe estar
establecido en el contrato de constitución; sin embargo esta duración no puede ser mayor
de ochenta años, a menos que la condición resolutoria sea la disolución de una persona
jurídica o, si dicho contrato se hubiere constituido con fines culturales, o de investigación,
altruistas o filantrópicos, tales como los que tengan por objeto el establecimiento
de museos, bibliotecas, institutos de investigación científica o difusión de cultura, o
de aliviar la situación de los interdictos, los huérfanos, los ancianos, minusválidos y
personas menesterosas, en estos casos, el contrato podrá subsistir hasta que sea factible
cumplir el propósito para el que se hubiere constituido.

Durante la vigencia del contrato, el fiduciario deberá cumplir con los encargos que se le
encomendaron. Vencido el plazo o, cumplida la condición estipulada en el contrato, el
fiduciario deberá transmitir los bienes al beneficiario y en caso de que éste faltare o
renunciare y no habiendo beneficiarios sustitutos, deberá transmitir dichos bienes al
constituyente, con lo cual habrá cumplido con la última obligación de su cargo y el
contrato de fideicomiso terminará.

En la celebración de todo contrato de fideicomiso mercantil, la previsión de una


declaración juramentada de los constituyentes, en el sentido de que los bienes aportados
al mismo han sido habidos legítimamente y que no tienen intención de irrogar
perjuicios a sus acreedores o a terceros, ni con causa u objeto ilícito, constituye
un requisito básico y, no contar con éste, acarrearía la nulidad absoluta del contrato.

CAUSAS DE TERMINACIÓN DEL CONTRATO FIDUCIARIO

En el Ecuador, de acuerdo con lo que establece la Ley de Mercado de Valores, son


causales de terminación del contrato de fideicomiso mercantil las siguientes:

1. El cumplimiento de la finalidad establecida en el contrato.


Debido a que el fideicomiso mercantil se constituye para el cumplimiento de una
finalidad específica, una vez que ésta se cumple, el negocio fiduciario llega a su
fin.
2. El cumplimiento de las condiciones.
Puesto que esta clase de contrato depende del cumplimiento de una condición, una
vez que ésta se llegare a cumplir, no siendo susceptible de repetirse en el tiempo,
termina el contrato.

3. El cumplimiento o falla de la condición resolutoria.


Cuando el nacimiento o la extinción de una obligación dependen de un
acontecimiento futuro e incierto, decimos que estamos frente a una obligación
condicional. De modo que si este acontecimiento se produce, es decir, si el
contrato estaba sometido a condición resolutoria, nació desde el primer
momento en forma pura y simple, pero su pervivencia pende del acaecimiento del
hecho futuro, que puede darse o no, de allí que sea incierto.

4. El cumplimiento del plazo contractual.


Si es que llegare el plazo establecido en el contrato constitutivo o si
transcurriere el máximo señalado en la ley, termina el contrato de fideicomiso
mercantil.

5. La imposibilidad absoluta de cumplir con la finalidad establecida en el acto


constitutivo.
Esta causal podría presentarse en el supuesto de que los bienes objeto del contrato
se destruyeren, siempre que se deba a fuerza mayor o caso fortuito y no a la culpa
del fiduciario, y aún en este caso igualmente, si la indemnización a su cargo no
permite llevar a cabo la finalidad prevista en el acto constitutivo. Si es que la
finalidad estipulada en el contrato resulta imposible de ejecutarla, el fiduciario no
podrá cumplir con el encargo encomendado.

6. La sentencia ejecutoriada dictada por autoridad judicial competente o el


laudo arbitral, de conformidad con la Ley.
Esta causal será aplicable cuando se trate de sentencia ejecutoriada que
recaiga sobre los bienes transferidos al patrimonio autónomo o, según sea el caso,
a una de las partes que intervienen en el contrato. Igualmente, será aplicable
cuando se trate de un laudo arbitral, toda vez que la misma ley contempla al
arbitraje como medio para dirimir las controversias.
7. La resciliación del contrato de fideicomiso mercantil, siempre que no afecte
los derechos del constituyente, de los constituyentes adherentes, del
beneficiario, de acreedores del fideicomiso mercantil o de terceros.
El contrato de fideicomiso mercantil puede terminar por mutuo acuerdo de las
partes contratantes, siempre que no se afecte a ninguno de sus intervinientes.

8. La quiebra o disolución del fiduciario, siempre que no exista sustituto.


Esta causal de terminación del contrato de fideicomiso mercantil resulta
cuestionable, porque durante la disolución o quiebra del fiduciario, sería posible
transferir el negocio a otro, evitando así la frustración del mismo o en caso de
que fuere posible, culminar el contrato con el cumplimiento de su finalidad.

Bibliografía:
 Código de Comercio.
 www.derechoecuador.com
 www-monografías.com
 http://www.dspace.uce.edu.ec/bitstream/25000/3226/1/T-UCE-0013-Ab-
114.pdf

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