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último trimestre del 2010 -octubre, noviembre y diciembre-, las mujeres son las más
afectadas por el desempleo en la mayoría de los niveles de edad. Así, mientras las
mujeres cuyas edades comprenden entre 25 a 44 años presentan desempleo de 3,2%,
en el mismo rango de edad la desocupación masculina alcanza 2.7%, es decir una
diferencia de 0.5 puntos porcentuales.
También en ingresos
Respecto a los ingresos por género, el ingreso promedio mensual de la Población
Económicamente Activa (PEA) ocupada masculina, alcanzó los S/. 1307.1 mensual,
en el tercer trimestre del pasado año, mientras que la PEA femenina S/. 810.6
mensual. Es decir, los hombres ganan mensualmente en promedio S/. 496.5 más que
las mujeres.
Pero esta desigualdad de los ingresos promedios entre hombres y mujeres se acentúa
en todos los niveles de edad, principalmente en el grupo de 25 a 44 años, donde el
ingreso de las mujeres, en promedio, alcanza S/. 845,4, cifra que representa el 57,9%
del ingreso de los hombres, cuyos ingresos son de S/. 1,460.9. Es decir, los varones
perciben ingresos de hasta S/. 615.5 más que las féminas en dicho rango de edades.
Subempleo
Las diferencias entre hombres y mujeres no solo se evidencian en la cantidad de
ingresos, sino que también en los niveles de empleo. Así – según el reporte del INEI-
de cada 100 hombres 94 se encuentran ocupados, mientras que de cada 100 mujeres
91 están ocupadas.
Del total de hombres ocupados 66 se encuentras adecuadamente empleados -es decir
estos laboran 35 o más horas a la semana y reciben ingresos por encima del ingreso
mínimo o trabajan menos de 35 horas semanales y no desean trabajar más horas-,
mientras en el caso de las mujeres solo 36 mujeres de cada 91 ocupadas, se
encuentran adecuadamente empleadas, y 55 féminas están subempleadas (de las
cuales 17 trabajan menos de 35 horas a la semana por causas involuntarias o
subempleadas por horas y 38 trabajan 35 ó más horas a la semana pero sus ingresos
son inferiores al valor de la canasta mínima).
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género
Diagnósticos sobre la participación laboral femenina y una serie de
recomendaciones y propuestas para generar políticas que promuevan la
equidad de género en el empleo en pos del desarrollo sostenible y
equitativo, realizaron cinco organismos internacionales que elaboraron de
manera conjunta el “Informe sobre Trabajo Decente e Igualdad de
Género. Políticas para mejorar el acceso y calidad del empleo de las
mujeres en América Latina y El Caribe”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ONU Mujeres, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la
Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) sostienen que la superación de las brechas entre
hombres y mujeres -potenciadas por las desigualdades raciales y
étnicas- requiere el desarrollo de políticas que permitan avanzar hacia la
autonomía económica y la igualdad de género.
Por ejemplo, en nuestro país el grupo de trabajadoras del hogar conforma el punto más claro
de la desigualdad de género en el aspecto laboral. Según el INEI y el MTPE[2], en el Perú
hay cerca de cuatrocientos cincuenta mil trabajadores del hogar, las cuales son en su
mayoría mujeres provenientes de provincia. El 40% trabaja más de 60 horas a la semana y
no cuenta con seguro social ni aportes al sistema previsional de pensiones. No se trata de
definir si el aporte de la mujer al desarrollo de la sociedad es mayor, menor o similar al del
hombre, sino de apreciar y valorar la importancia de dicho aporte en su real dimensión.
Las grandes entidades o grupos usan la discriminación para mantener control de los pequeños
grupos. Esto se ve mayormente en el área de la política y la religión donde éstos aislan a los
grupos minoritarios para así seguir controlando y acaparando ciertas áreas de la sociedad.
los países con mayores desigualdades económicas tienen mayores problemas de salud mental
y drogas, menores niveles salud física y menor esperanza de vida, peores rendimientos
académicos y mayores índices de embarazos juveniles no deseados