1825-2015.
LA HISTORIA PARA CONTAR
AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEL MAR DE GRAU
SENTENCIAS EN CASACIÓN
Año XX / Nº 715
CAS. Nº 5603-2009 LIMA
Ejecución de Garantía. Motivación insuficiente. Existe motivación
insuficiente cuando no hay el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada; lo cual se
ha configurado en las resoluciones de mérito. Const. 139, incisos
3 y 5. CPC. 122, inciso 3. Lima, diecisiete de setiembre de dos mil
quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con el expediente
acompañado, vista la causa número cinco mil seiscientos tres -
dos mil nueve, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de ejecución de garantía, los demandados María Isabel Monteza
Villar, y Jorge Ramón Santillán Monteza y Gladys Barcellos Reina
de Santillán, han interpuesto recurso de casación de folios
quinientos cuarenta y cuatro y quinientos sesenta y seis,
respectivamente, contra el auto de vista de fecha dos de noviembre
de dos mil nueve, de folios quinientos treinta y cinco, dictada por la
Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma el auto de primera
instancia de fecha veinte de marzo de dos mil ocho, de folios
cuatrocientos treinta y nueve, que declara infundada la excepción
de cosa juzgada, infundada la tacha, infundada contradicción y
ordena proceder al remate del bien dado en garantía. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veintiséis de julio de dos mil siete, de folios cuarenta y nueve,
Administradora del Comercio S.A. interpone demanda de
ejecución de garantía, contra María Isabel Monteza Villar, y Jorge
Ramón Santillán Monteza y Gladys Barcellos Reina de Santillán,
señalando como pretensión: Los demandados cumplan con pagar
S/. 2’216,595.60 (dos millones doscientos dieciséis mil quinientos
noventa y cinco nuevos soles con 60/100 nuevos soles), bajo
apercibimiento de procederse al remate del inmueble Tipo D, Lote
4, Manzana A, Urbanización la Capullana, Distrito de Santiago de
Surco, Provincia y Departamento de Lima, cuya área, linderos y
medidas perimétricas se encuentran inscritos en la Ficha número
189822 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima. Alega como
sustento de su pretensión que: a) Mediante escritura pública de
constitución de primera y preferente hipoteca de fecha veintiséis
de febrero de mil novecientos noventa y ocho, Jorge Ramón
Santillán Monteza, su esposa Gladys Barcellos Reyna y su
condomina Maria Isabel Monteza Villar, otorgaron primera y
preferente hipoteca a favor del Banco de Comercio (hoy
Administradora del Comercio S.A.), sobre el inmueble descrito en
el petitorio de la demanda, con la finalidad de garantizar el
cumplimiento de las obligaciones de los hipotecantes y
prestatarios, descritas en los puntos 3.1 y 3.2 de la precitada
escritura; b) Producto de las relaciones comerciales celebradas
con Jorge Ramón Santillán Monteza (prestatario), la actora
desembolsó a dicho señor en la cuenta corriente de su titularidad
la suma de S/. 103,632.00 (ciento tres mil seiscientos treinta y dos
y 00/100 nuevos soles); cuyo saldo insoluto al veintiséis de junio
de dos mil siete, asciende a S/. 2’216,595.60 (dos millones
doscientos dieciséis mil quinientos noventa y cinco nuevos soles
con 60/100 nuevos soles), conforme al estado de cuenta de saldo
deudor adjuntado: y c) La obligación que Jorge Ramón Santillán
Monteza mantiene a favor de la actora, se encuentra garantizada
con la hipoteca antes referida. 2. EXCEPCIÓN DE COSA
JUZGADA Y CONTRADICCIÓN: Los demandados María Isabel
Monteza Villar, y Jorge Ramón Santillán Monteza y Gladys
Barcellos Reina de Santillán, deducen excepción de cosa juzgada,
señalando: a) La pretensión del ejecutante ya ha sido resuelta en
forma definitiva por dos fallos y resoluciones judiciales firmes que
han adquirido la calidad de cosa juzgada; b) Dichos fallos han sido
emitidos por el Trigésimo Octavo Juzgado Civil de Lima en el
expediente 2594-202 y por el Cuadragésimo Juzgado de Civil de
Lima en el expediente 7292-2005, en los cuales se declaró
fundada la contradicción e improcedente la demanda, por lo que
han emitido un pronunciamiento sobre el fondo; y c) Existe
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identidad en pretensión y partes procesales, en los dos procesos
anteriores y el presente. Asimismo, contradicen el mandato
ejecutivo, por las siguientes causales: i) Cancelación total de la
obligación; manifestando: a) El adeudo fue cancelado en más de $
26,000.000 (veintiséis mil dólares americanos), según los
comprobantes y recibos de pagos que se adjuntan, y que no han
sido considerados nuevamente por el demandante, como no lo
hizo en los dos anteriores procesos; y b) La obligación se origina
en un pagaré por el monto de $ 23, 000.00 (veintitrés mil dólares
americanos) garantizado con la hipoteca, siendo que los dos
procesos anteriores se pretende el cobro del mismo pagaré, sino
que en tales se precisó que la deuda ascendía a S/ 134,828.30
(ciento treinta y cuatro mil ochocientos veintiocho mil nuevos soles
con 30/100 nuevos soles) en vez de los S/. 103,632.00 (ciento tres
mil seiscientos treinta y dos y 00/100 nuevos soles) que se señalan
en la presente demanda, y con fecha de vencimiento diecinueve
de diciembre de dos mil uno y no dieciséis de abril de dos mil uno,
datos que han sido variados de forma ilegal, pero que se trata de
una misma obligación, toda vez que los saldos deudores son
similares y tienen un mismo origen. ii) Obligación y saldo deudor
inexigible; sosteniendo: No se cumple con el artículo 689 del
Código Procesal Civil, conforme al cual, la obligación debe ser
cierta, expresa y exigible. iii) El Estado de Cuenta que contiene el
saldo deudor es nulo, afirmando: Dicho estado de cuenta no ha
sido elaborado con las formalidades legales, pues sólo se ha
consignado un monto de forma arbitraria, no figurando las
amortizaciones efectuadas, más aún si la deuda ha sido cancelada
totalmente. 3. AUTO DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el
trámite correspondiente, el Juez mediante auto de fecha veinte de
marzo de dos mil ocho, de folios cuatrocientos treinta y nueve,
declaró infundada la excepción de cosa juzgada, infundada la
tacha, infundada la contradicción y ordenó proceder al remate del
bien dado en garantía, considerando en relación a la excepción
que: No existe cosa juzgada, toda vez que los dos procesos
anteriores se sustentaron en los defectos del saldo deudor y el
pagaré número 078-23815, mas no en cuestiones de fondo como
el pago total o extinción de la obligación derivada del desembolso
en la cuenta corriente de Jorge Ramón Santillán Monteza y cuya
liquidación número 317430 obra a folios ciento setenta y cinco, y
que es materia de cobro en el presente proceso; y en cuanto a la
contradicción que: La pretensión se sustenta en el saldo deudor
que se origina del abono en la cuenta en moneda nacional número
120-01-0050791, de Jorge Santillán Monteza, por la suma de S/.
103,632.00 (ciento tres mil seiscientos treinta y dos), de acuerdo a
la liquidación número 317430 de fecha quince de febrero de dos
mil uno, siendo que mediante carta de fecha veintitrés de agosto
de dos mil uno, los demandados reconocieron tal adeudo, así
como no haber cancelado nada del mismo, por lo que la obligación
es cierta, expresa y exigible, en tanto no han acreditado
amortización alguna. 4. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:
Mediante escrito de fecha veinticuatro de abril de dos mil nueve,
de folios cuatrocientos setenta y seis, los demandados María
Isabel Monteza Villar, y Jorge Ramón Santillán Monteza y Gladys
Barcellos Reina de Santillán, interpusieron recurso de apelación
contra el auto de primera instancia alegando respecto a la
excepción que: a) Sólo se analiza la pretensión del demandante
mas de los demandados; b) La variación de montos del petitorio
en los otros procesos con el presente no es relevante, toda vez
que la motivación es la misma, esto es, el supuesto saldo deudor
originado del pagaré número 078-23815 y el depósito en la cuenta
número 120-01-00507-91; y c) En los dos procesos anteriores se
ha resuelto el fondo de la controversia, declarando fundada la
contradicción y improcedente la demanda, siendo que la
contradicción se sustentó en la inexistencia y cancelación total de
la obligación. En cuanto a la contradicción que: a) Los conceptos
contenidos en la carta del veintitrés de agosto de dos mil uno, no
son verdaderos, ya que luego de ubicado los comprobantes de
pagos se advirtió que la deuda había sido cancelada; y, b) La
tasación comercial del inmueble no reúne las formalidades
previstas en el artículo 720 del Código Procesal Civil; y c) No se

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cumple con el artículo 689 del Código Procesal Civil. 5. AUTO DE
VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso
de apelación interpuesto por los demandados María Isabel
Monteza Villar, y Jorge Ramón Santillán Monteza y Gladys
Barcellos Reina de Santillán, la Segunda Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, mediante auto de vista de fecha dos de noviembre de dos
mil nueve, de folios quinientos treinta y cinco, confirmó el auto de
primera instancia, sosteniendo en relación a la excepción que: a)
No existe identidad de petitorios, toda vez que en los procesos
anteriores se pretendió el cobro de una obligación derivada del
Pagaré número 078-23815, mientras que en la presente causa la
obligación se sustenta en el abono a la cuenta corriente de Jorge
Ramón Santillán Monteza, materializado en la Liquidación número
317430, ascendente a s/. 103,632.00 (ciento tres mil seiscientos
treinta y dos y 00/100 nuevos soles) y que sumados los intereses
ascienden según Estado de cuenta de saldo deudor a S/.
2’216,595.60 (dos millones doscientos dieciséis mil quinientos
noventa y cinco nuevos soles con 60/100 nuevos soles); b) En los
anteriores procesos no se emite pronunciamiento sobre el fondo,
por cuento no se dilucida acera de la inexistencia de la obligación
o cancelación de la misma; y, c) El titulo que respalda el presente
proceso, es decir, el abono en la cuenta corriente, difiere del que
sirvió de base en los dos procesos, esto es, el Pagaré número 78-
23815. En cuanto a la contradicción que: a) Los ejecutados no han
adjuntado medio probatorio que desvirtúe el contenido de la carta
de fecha veintidós de agosto de dos mil uno; y b) Sí se cumplen
con lo establecido en los artículos 686 y 720 del Código Procesal
Civil. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema,
mediante resoluciones de fecha tres de junio de dos mil quince,
obrantes a folios ciento nueve y ciento trece del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente los recursos de
casación interpuestos por los demandados María Isabel Monteza
Villar, y Jorge Ramón Santillán Monteza y Gladys Barcellos Reina
de Santillán, respectivamente, por la infracción normativa de
los artículos 139 incisos 2 segundo párrafo, 3 y 13 de la
Constitución Política del Estado; 4 acápite 3 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; I y III del Título Preliminar, 446,
452, 453 del Código Procesal Civil. IV. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los
argumentos expuestos durante el transcurso del proceso así como
en los recursos de casación, la controversia gira en determinar si
en los dos procesos anteriores al presente proceso, sobre
ejecución de garantía, seguido entre la mismas partes, se ha
configurado la institución de cosa juzgada, razón por la cual la
demanda de autos devendría en improcedente. Segundo.- Que,
resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución
Política del Estado ha establecido como un derecho relacionado
con el ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el
Tribunal Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que
significa la observancia de los principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la
Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006,
fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Tercero.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencia constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
El Peruano
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ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Cuarto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Quinto.- Que, de la revisión
de las resoluciones emitidas por el Juez de la causa y el Colegiado
Superior, se desprende que ambas instancias han declarado
infundada la excepción de cosa juzgada, bajo el argumento
consistente en que los dos procesos anteriores seguidos ante el
Trigésimo Octavo y Cuadragésimo Sétimo Juzgado Civil de Lima
en los expedientes 2594-2002 y 7292-2005, respectivamente,
sobre ejecución de garantía hipotecaria, por las mismas partes,
son distintos respecto al presente en cuanto al petitorio, toda vez
que en aquellos se pretendió el pago de una suma de dinero
proveniente del Pagaré número 078-23815 y en el caso de autos
se solicita el pago de una deuda originada de un abono a la cuenta
corriente del demandado Jorge Ramón Santillán Monteza
ascendente a S/. 103,632.00 (ciento tres mil seiscientos treinta y
dos y 00/100 nuevos soles), y que en los dos anteriores procesos
citados no se habría emitido un pronunciamiento sobre el fondo de
la controversia, menos aún respecto al pago total de la deuda.
Sexto.- Que, sin embargo, omiten tener en cuenta que conforme a
lo manifestado en las resoluciones emitidas en los anotados
anteriores procesos: i) los tres procesos se encontrarían
sustentados en el mismo pagaré número 078-23815, corroborado
con el estado de cuenta del saldo deudor adjuntado a la demanda
que originó el presente proceso, ii) la sentencia de vista
correspondiente al expediente número 7292-2005, señala que
también se habría adjuntado en dicho proceso, un estado de
cuenta de saldo deudor ascendente a S/. 103,632.00 (ciento tres
mil seiscientos treinta y dos y 00/100 nuevos soles); iii) la carta de
fecha veintidós de agosto de dos mil uno, la cual hace referencia a
la deuda de S/. 103,632.00 (ciento tres mil seiscientos treinta y dos
y 00/100 nuevos soles), ya habría sido valorada en los procesos
anteriores; iv) en los anteriores procesos también se habría
alegado como causal de contradicción la cancelación total de la
deuda originada en el pagaré [segundo considerando de la
sentencia de primera instancia correspondiente al expediente
número 7292-2005]; v) la sentencia de vista correspondiente al
expediente número 7292-2005 observa que aunque no se haya
deducido la excepción de cosa juzgada, ésta se habría configurado,
en tanto en el proceso 2594-2002 ya se habría emitido un
pronunciamiento sobre el fondo; y, vi) las sentencias emitidas en
los procesos 2594-2002 y 7292-2005, sí emitirían un proceso
sobre el fondo, en tanto declaran fundada la contradicción e
improcedente la demanda como consecuencia de ello; aspectos
que no han sido analizados y por tanto, no constituyen materia de
pronunciamiento por el órgano jurisdiccional inferior, coligiéndose
así que las resoluciones expedidas adolecen de motivación
insuficiente conforma a lo expresado en el cuarto considerando de
la presente resolución. Sétimo.- Que, las omisiones advertidas en
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la fundamentación de las instancias de mérito, afectan la garantía
y principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones
consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la
Constitución Política del Estado, respectivamente, que encuentra
desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del Código
Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones
judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten
los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
que contengan los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y
lo invocado por las partes; en consecuencia, corresponde declarar
la nulidad de las sentencias de mérito y disponer que el juez de la
causa emita nuevo pronunciamiento teniendo en cuenta las
directivas contenidas en la presente resolución. V. DECISION: Por
estos fundamentos: Declararon FUNDADOS los recursos de
casación interpuestos por los demandados María Isabel Monteza
Villar, y Jorge Ramón Santillán Monteza y Gladys Barcellos Reina
de Santillán de folios quinientos cuarenta y cuatro y quinientos
sesenta y seis, respectivamente; en consecuencia NULA la
resolución de vista de fecha dos de noviembre de dos mil nueve,
de folios quinientos treinta y cinco, e INSUBSISTENTE la apelada
de fecha veinte de marzo de dos mil ocho, de folios cuatrocientos
treinta y nueve, ORDENARON que el Juez de Sétimo Juzgado
Civil con Sub especialidad Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la
presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos por Administradora del Comercio S.A., sobre
ejecución de garantía; y los devolvieron; interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Integrando esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia
del señor Juez Supremo Almenara Bryson.- SS. WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-1
CAS. Nº 4041–2010 AMAZONAS
Lima, veintitrés de octubre de dos mil doce.- La Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República:
Que, después de revisar el expediente con numeración asignada:
4041 – 2011 en esta Sede, sobre proceso de indemnización por
daños y perjuicios, en Audiencia Pública de la data, con informe
oral, emitida la votación del Supremo Colegiado conforme a la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.-
Materia del Recurso: Que se trata del recurso de casación
interpuesto por Neptalí César Idrogo Campos (fojas 356), contra la
sentencia de segunda instancia –resolución número veintisiete-
(fojas 334), del diecinueve de julio de dos mil diez, que revocó la
sentencia apelada –resolución número diecinueve- (fojas 248),
del ocho de marzo de dos mil diez, que declaró: Primero: Fundada
en parte la demanda de indemnización por daños y perjuicios por
responsabilidad civil extracontractual, interpuesta por Neptalí
César Idrogo Campos contra la Municipalidad Distrital de Ocallí;
Segundo: Ordenó que la demandada Municipalidad Distrital de
Ocallí, pague la suma de treinta mil dólares americanos (US $
30.000.00) por concepto de daño moral; Tercero: Improcedente la
pretensión de pago de daño a la persona; Cuarto: Fundada la
pretensión de extromisión del proceso de Carlos Cubas Fernández;
y, Quinto: Fundada la pretensión de pago de costas y costos del
proceso. Reformándola declararon infundada la demanda. 2.-
Causales por las que se Declaró Procedente el Recurso de
Casación: Que el recurso de casación se declaró procedente –
ordinaria-, mediante la resolución del dos de noviembre de dos mil
once, de fojas setenta y tres del cuaderno de casación, por la
causal de infracción normativa dispuesta por el artículo 386 del
Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-, en la
cual se comprendió: a) infracción normativa de los artículos 9
-inciso 23)-, 20 -inciso 32)- y 29 de la Ley Orgánica de
Municipalidades - Ley número 27972; y, b) infracción normativa de
los artículos 1969, 1982, 1983, 1984 y 1985 del Código Civil.
CONSIDERANDO: Primero.- Que, a fin de verificar si en el caso
de autos se ha configurado la causal de infracción normativa, es
necesario señalar que Neptalí César Idrogo Campos interpone
demanda de indemnización por daños y perjuicios contra el ex
alcalde Carlos Cubas Meléndez y la Municipalidad Distrital de
Ocalli para que los ddos. en forma solidaria le paguen al suma de
$ 115,000.00 ($100,000.00 por daño moral y $ 15,000.00 por daño
a la persona), alegando que el citado alcalde en el año 2004
denunció penalmente al dte. por el delito de peculado doloso,
malversación de fondos y colusión desleal (exp. nº 2006-0036) el
mismo que se absolvió al dte., ya que no se llego a probar la
responsabilidad penal como supervisor del Proyecto Mejoramiento
de Agua Potable “Churo”, dicha denuncia se interpuso a sabiendas
que el proyecto había culminado satisfactoriamente y que estaba
abasteciendo de agua potable a la localidad de Ocallí y a pesar
que el acta de terminación de la obra de fecha 11.01.04 señala que
dicha obra se había realizado siguiendo las especificaciones
técnicas y a cargo del núcleo ejecutor conformado por 4 personas
y 1 ingeniero. Que dicho proceso le habría caudado al dte. daño
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moral, personal y profesional, por cuanto después de la denuncia
ha sufrido un menoscabo en la dignidad y honor personal y familiar
así como daño profesional, ya que se ha visto involucrado en un
juicio penal, hizo muchos gastos, pago de honorarios profesionales
al abogado, habiendo dejado de trabajar, asimismo, FONCODES
al tomar conocimiento de la denuncia penal del dte. dejo de
contratar sus servicios profesionales, aduciendo que debía
terminar la investigación penal que se la había iniciado. Segundo.-
Que, el juez declara: 1) fundada en parte la demanda de
indemnización por daños y perjuicios por responsabilidad civil
extracontractual interpuesta por Neptalí César Idrogo Campos
contra la Municipalidad Distrital de Ocallí; 2) ordeno que la dda.
Municipalidad Distrital de Ocallí pague la suma de $ 30,000.00 por
concepto de daño moral; 3) improcedente la pretensión de pago
de daño a la persona; 4) fundada la pretensión de extromisión del
proceso de Carlos Cubas Fernández y 5) fundada la pretensión de
pago de costas y costos del proceso. Tercero.- Que, la sala mixta
revoca la apelada y reformándola declara infundada la demanda,
considerando que aunque la denuncia de un delito se formule
equivocadamente y aun cuando el inculpado resulte inocente no
da lugar a indemnización, porque para el caso especifico de los
daños causados por una denuncia calumniosa, el ordenamiento
civil ha establecido la regla del art. 1982 del Código Civil. Cuarto.-
Que, el inciso 23 del artículo 9 de la Ley Orgánica de
Municipalidades - Ley Nº 27972, señala que corresponde al
concejo municipal: 23 autorizar al procurador público municipal,
para que, en defensa de los intereses y derechos de la
municipalidad y bajo responsabilidad, inicie o impulse procesos
judiciales contra los funcionarios, servidores o terceros respecto
de los cuales el órgano de control interno haya encontrado
responsabilidad civil o penal; así como en los demás procesos
judiciales interpuestos contra el gobierno local o sus
representantes; asimismo, el artículo 20 inciso 32 de la citada ley
señala que son atribuciones del alcalde: 32 atender y resolver los
pedidos que formulen las organizaciones vecinales o, de ser el
caso, tramitarlos ante el concejo municipal; Quinto.- Que, además
el artículo 29 de la citada ley establece que la representación y
defensa de los intereses y derechos de las municipalidades en
juicio, se ejercitan a través del órgano de defensa judicial conforme
a ley, el cual está a cargo de procuradores públicos municipales y
el personal de apoyo que requiera. Los procuradores públicos
municipales son funcionarios designados por el alcalde y
dependen administrativamente de la municipalidad, y funcional y
normativamente del Consejo de Defensa Judicial del Estado. El
concejo municipal, a propuesta del alcalde, aprueba el Reglamento
de Organización, Funciones y Responsabilidades de la
Procuraduría Pública Municipal. Los procuradores públicos
municipales de las municipalidades provinciales extienden sus
funciones a las municipalidades distritales de su circunscripción
que no cuenten con ellos, previo convenio sobre la materia.
Sexto.- Que, si bien las normas antes citadas establecen que el
procurador público municipal actúa en defensa de los intereses y
derechos de la municipalidad, sin embargo, debe tenerse en
cuenta que el inciso b) del artículo 326 del Código Procesal Penal,
señala que deberán formular denuncia los funcionarios en ejercicio
de sus atribuciones, o por razón del cargo, tomen conocimiento de
la realización de algún hecho punible; en consecuencia, se
advierte que el co- demandado Carlos Cubas Meléndez, como
alcalde de la Municipalidad Distrital de Ocallí tenía legitimidad
para solicitar la intervención del Ministerio Público al ser un
funcionario público y tener motivos razonables para denunciar, por
tanto, no se advierte infracción alguna de las normas denunciadas.
Séptimo.- Que, en cuanto a la denuncia de infracción de los
artículos 1969, 1982, 1983, 1984 y 1985 del CC, que regulan la
figura de la responsabilidad extracontractual, se advierte de autos,
que el alcalde co-ddo al ser responsable de recibir la obra
terminada “Agua Potable El Churo”, como entidad receptora de la
obra y que según documento de compromiso por parte de
FONCODES de fs. 06 del exp. penal los responsables de la
ejecución del proyecto, entre ellos el dte. reconocieron ante el
Supervisor Zonal de FONCODES la existencia de deficiencias en
la ejecución de la obra, razón por la que incluso asumieron el
compromiso de solucionar el problema en un plazo de 30 días, se
tiene que el alcalde de la Municipalidad Distrital de Ocallítenía
legitimidad para solicitar la intervención del Ministerio Público
conforme se ha señalado en el considerando anterior, a fin de
determinar la existencia de delito alguno, que no obstante, la Sala
Mixta de Chachapoyas resolvió declarar no haber mérito para
pasar a juicio oral por la presunta comisión del delito de peculado
doloso y malversación de fondos en agravio del estado, la misma
que fue consentida mediante resolución de fs. 804 al no haberse
impugnado, se advierte que el alcalde tenía motivos razonables
para denunciar, en consecuencia no se advierte infracción alguna
de las normas denunciadas. DECISIÓN Por las razones anotadas,
no se advierte infracción alguna a las normas denunciadas, por lo
que es de aplicación el artículo 397 del Código Procesal Civil
declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Neptalí César Idrogo Campos -a través del escrito de fojas
trescientos cincuenta y seis-; en consecuencia NO CASARON la
resolución de vista impugnada de fecha diecinueve de julio del dos

78596 CASACIÓN
mil diez; ORDENARON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por la Neptalí César Idrogo Campos contra la
Municipalidad Distrital de Ocallí, sobre indemnización por daños y
perjuicios; y los devolvieron.- SS. TAVARA CORDOVA,
CASTAÑEDA SERRANO, MIRANDA MOLINA, CALDERON
CASTILLO
Lima, veintitrés de octubre de dos mil doce.-
El voto de la Juez Suprema Señora Huamaní Llamas, es como
sigue: La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República: Que, después de revisar el expediente
con numeración asignada: 4041 – 2011 en esta Sede, sobre
proceso de indemnización por daños y perjuicios, en Audiencia
Pública de la data, con informe oral, emitida la votación del
Supremo Colegiado conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.- Materia del Recurso:
Que se trata del recurso de casación interpuesto por Neptalí César
Idrogo Campos (fojas 356), contra la sentencia de segunda
instancia –resolución número veintisiete- (fojas 334), del
diecinueve de julio de dos mil diez, que revocó la sentencia
apelada –resolución número diecinueve- (fojas 248), del ocho de
marzo de dos mil diez, que declaró: Primero: fundada en parte la
demanda de indemnización por daños y perjuicios por
responsabilidad civil extracontractual, interpuesta por Neptalí
César Idrogo Campos contra la Municipalidad Distrital de Ocallí;
Segundo: Ordenó que la demandada Municipalidad Distrital de
Ocallí, pague la suma de treinta mil dólares americanos (US $
30.000.00) por concepto de daño moral; Tercero: Improcedente la
pretensión de pago de daño a la persona; Cuarto: Fundada la
pretensión de extromisión del proceso de Carlos Cubas Fernández;
y, Quinto: Fundada la pretensión de pago de costas y costos del
proceso. Reformándola declararon infundada la demanda. 2.-
Causales por las que se Declaró Procedente el Recurso de
Casación: Que el recurso de casación se declaró procedente –
ordinaria-, mediante la resolución del dos de noviembre de dos mil
once, de fojas setenta y tres del cuaderno de casación, por la
causal de infracción normativa dispuesta por el artículo 386 del
Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-, en la
cual se comprendió: a) infracción normativa de los artículos 9
-inciso 23)-, 20 -inciso 32)- y 29 de la Ley Orgánica de
Municipalidades - Ley número 27972; y, b) infracción normativa de
los artículos 1969, 1982, 1983, 1984 y 1985 del Código Civil. 3.-
Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar si se ha
incurrido o no, en la infracción normativa reseñada en el párrafo
que antecede, es necesario realizar las siguientes precisiones
fácticas sobre este proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar
el derecho, para cuyo efecto se puntualiza un resumen de la
controversia suscitada, materia del presente recurso: 3.1.- Que,
Neptalí Cesar Idrogo Campos, el siete de octubre de dos mil
ocho, mediante su escrito (fojas 118), interpuso demanda de
indemnización por daños y perjuicios contra Carlos Cubas
Meléndez ex-Alcalde distrital de Ocalli y la Municipalidad Distrital
de Ocalli, para que los demandados nombrados en forma solidaria
le paguen una indemnización por daño moral y personal la suma
de US $ 115.000.00 dólares americanos, disgregados de la
siguiente forma: US $ 100.000.00 dólares americanos por daño
moral y US $ 15.000.00 dólares americanos por daño a la persona.
A cuyo efecto alega los siguientes fundamentos: A) El demandado
Carlos Cubas Meléndez (Alcalde del año 2004 de la Municipalidad
Distrital de Ocalli) denunció penalmente al demandante por el
delito de Peculado Doloso, Malversación de Fondos y Colusión
Desleal (expediente 2006-0036), que se le absolvió al demandante,
no se llegó a probar su responsabilidad penal como supervisor del
Proyecto Mejoramiento del Agua Potable “Churo”, dicha denuncia
se interpuso a sabiendas que el proyecto había culminado
satisfactoriamente y que estaba abasteciendo de agua potable a
la localidad de Ocalli y a pesar que el Acta de terminación de la
Obra del 11 de enero de 2004, señala que la obra aludida se había
realizado siguiendo las especificaciones técnicas a cargo del
Núcleo Ejecutor conformado por cuatro personas y un ingeniero.
El referido proceso penal le ha causado daño moral, personal y
profesional, por cuanto después de la denuncia ha sufrido
menoscabo en la dignidad y honor personal y familiar así como
daño profesional. B) Daño Moral: el recurrente como profesional
en ingeniería civil se ha visto involucrado en un juicio penal
calumnioso, causándole daño moral y angustia personal, así como
de su familia, ya que durante 20 años de ejercicio de su profesión,
jamás ha sido denunciado penal ni civilmente, pues ha cuidado su
prestigio personal; pero la denuncia a mellado su buen nombre así
como su dignidad personal causándole daño moral irreparable, sin
embargo para que no quede impune un hecho que denigra su
honorabilidad es que demanda el pago de una indemnización en
la suma de US $ 100.000.00 dólares américanos. C) Daño
Personal: Durante tres años que duró el proceso penal, hizo
muchos gastos, en honorarios profesionales al abogado defensor
del demandante, además de haber dejado de trabajar para dar
atención al proceso, gastos de alimentos, de igual modo el pago
de peritos para que realicen la evaluación técnica por mandato del
Juzgado. D) Además de que FONCODES al tener conocimiento
de la denuncia penal contra el demandante dejó de contratar sus
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
servicios profesionales, al aducir que debe terminar la investigación
penal que se había iniciado, ya que con el proceso penal se puso
en tela de juicio su capacidad profesional y honorabilidad, por lo
que ha dejado de supervisar muchos proyectos. 3.2.- Que, la
demandada Municipalidad Distrital de Ocalli, a través de sus
representantes, mediante escrito del veintiocho de octubre de dos
mil ocho (fojas 144), contestó la demanda, en la que expresa: i)
Que en el proceso penal seguido con el demandante, ha quedado
demostrado que existe un detrimento de S/. 104.636.38, aparte de
los errores técnicos detallados en el informe pericial, que se ha
causado daño a la Municipalidad y colectividad de Ocalli, ya que el
perjuicio persiste, pues se abastece de agua sólo a la mitad de la
población. ii) El daño moral afecta la vida sentimental del ser
humano, por consiguiente, es también una modalidad de daño a la
persona, el daño a la persona y el daño moral, son
extrapatrimoniales, no tienen valor económico, no puede ser
medidos en dinero. iii) El hecho de que la Sala Penal Superior de
Chachapoyas haya sobreseido la causa, ni implica
automáticamente que el denunciante incurre en responsabilidad
extracontractual. iv) La Municipalidad actuó dentro de la autonomía
y atribuciones que le confiere el artículo 192 de la Constitución
Política del Perú y la Ley número 27972 Orgánica de
Municipalidades, y al ser perjudicada la Municipalidad en la
ejecución de la obra, con la denuncia se buscó vía reparación civil
la recuperación patrimonial. Por ello el artículo 1971 del Código
Civil precisa que no hay responsabilidad extracontractual cuando
se actúa en el ejercicio regular de un derecho, existiendo motivos
razonables para la denuncia penal. 3.3.- Que, la sentencia de
primera instancia –resolución diecinueve- (fojas 248), del ocho
de marzo de dos mil diez, declaró: Primero.- fundada en parte la
demanda de indemnización por daños y perjuicios por
responsabilidad civil extracontractual interpuesta por Neptalí
César Idrogo Campos contra la Municipalidad Distrital de Ocalli.
Segundo.- ordenó que la demandada Municipalidad Distrital de
Ocalli, pague la suma de treinta mil dólares americanos (US $
30.000.00) por concepto de daño moral. Tercero.- improcedente la
pretensión de daño a la persona. Cuarto.- fundada la pretensión
de extromisión del proceso de Carlos Cubas Meléndez. Quinto.-
fundada la pretensión de pago de costas y costos del proceso.
3.4.- Que, tanto la Municipalidad Distrital de Ocalli como el
demandante Neptalí César Idrogo Campos, interpusieron sus
recurso de apelación mediante su escrito de fojas doscientos
cincuenta y nueve y doscientos setenta y dos, respectivamente.
3.5.- Que, la sentencia de segunda instancia –resolución
número veintisiete- (fojas 334), del diecinueve de julio de dos mil
diez, que revocó la sentencia apelada –resolución número
diecinueve- (fojas 248), del ocho de marzo de dos mil diez, que
declaró: Primero: fundada en parte la demanda de indemnización
por daños y perjuicios por responsabilidad civil extracontractual,
interpuesta por Neptalí César Idrogo Campos contra la
Municipalidad Distrital de Ocallí; Segundo: ordenó que la
demandada Municipalidad Distrital de Ocallí, pague la suma de
treinta mil dólares americanos (US $ 30.000.00) por concepto de
daño moral; Tercero: Improcedente la pretensión de pago de daño
a la persona; Cuarto: Fundada la pretensión de extromisión del
proceso de Carlos Cubas Fernández; y, Quinto: Fundada la
pretensión de pago de costas y costos del proceso. Reformándola
declararon infundada la demanda. 4.- Considerando: Primero:
Que, existe infracción normativa cuando la resolución impugnada
padece anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, en el que incurrió el juzgador,
perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo para el
sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las funciones del
recurso de casación. Segundo: Que, respecto a la procedencia
del recurso de casación por las causales contenida en el literal a)
infracción normativa de los artículos 9 -inciso 23)-, 20 -inciso
32)- y 29 de la Ley Orgánica de Municipalidades - Ley número
27972, normas que establecen que para el inicio de una acción
judicial en perjuicio de las municipalidades, el funcionario
legitimado es el procurador público. Así como las contenidas en el
literal b) infracción normativa de los artículos 1969, 1982, 1983,
1984 y 1985 del Código Civil, al ser normas referidas a la
responsabilidad por denuncia calumniosa, responsabilidad
solidaria, el daño moral y la indemnización por daño a la persona.
Primero veremos que disponen las normar denunciadas de ambos
literales y en seguida desarrollaremos el hecho generador de las
referidas causales, ya que es un mismo hecho. Tercero: Que,
entonces se debe tener presente que el inciso 23 del artículo 9 de
la Ley Orgánica de Municipalidades - Ley número 27972 dispone
que: “Atribuciones Del Concejo Municipal, corresponde al concejo
municipal: 23. Autorizar al procurador público municipal, para que,
en defensa de los intereses y derechos de la municipalidad y bajo
responsabilidad, inicie o impulse procesos judiciales contra los
funcionarios, servidores o terceros respecto de los cuales el
órgano de control interno haya encontrado responsabilidad civil o
penal; así como en los demás procesos judiciales interpuestos
contra el gobierno local o sus representantes.”; asimismo el inciso
32 del artículo 20 de la referida Ley establece que: “Atribuciones
del Alcalde.- Son atribuciones del alcalde: 32. Atender y resolver
los pedidos que formulen las organizaciones vecinales o, de ser el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
caso, tramitarlos ante el concejo municipal; (...)”; y, el artículo 29
de la Ley aludida, determina que: “Procuradurías Públicas
Municipales.- La representación y defensa de los intereses y
derechos de las municipalidades en juicio, se ejercitan a través del
órgano de defensa judicial conforme a ley, el cual está a cargo de
procuradores públicos municipales y el personal de apoyo que
requiera. Los procuradores públicos municipales son funcionarios
designados por el alcalde y dependen administrativamente de la
municipalidad, y funcional y normativamente del Consejo de
Defensa Judicial del Estado. El concejo municipal, a propuesta del
alcalde, aprueba el Reglamento de Organización, Funciones y
Responsabilidades de la Procuraduría Pública Municipal. Los
procuradores públicos municipales de las municipalidades
provinciales extienden sus funciones a las municipalidades
distritales de su circunscripción que no cuenten con ellos, previo
convenio sobre la materia.”. Cuarto: Que, de igual forma las
normas del Código Civil disponen: Artículo 1969.- “Indemnización
por daño moroso y culposo.- Aquel que por dolo o culpa causa un
daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de
dolo o culpa corresponde a su autor.”; artículo 1982, sobre la
“Responsabilidad por denuncia calumniosa.- Corresponde exigir
indemnización de daños y perjuicios contra quien, a sabiendas de
la falsedad de la imputación o de la ausencia de motivo razonable,
denuncia ante autoridad competente a alguna persona,
atribuyéndole la comisión de un hecho punible.”; artículo 1983
respecto a la “Responsabilidad solidaria.- Si varios son
responsables del daño, responderán solidariamente. Empero,
aquel que pagó la totalidad de la indemnización puede repetir
contra los otros, correspondiendo al juez fijar la proporción según
la gravedad de la falta de cada uno de los participantes. Cuando
no sea posible discriminar el grado de responsabilidad de cada
uno, la repartición se hará por partes iguales.”; artículo 1984 en
cuanto al “Daño moral.- El daño moral es indemnizado
considerando su magnitud y el menoscabo producido a la víctima
o a su familia.”; y, el artículo 1985 con relación al “Contenido de la
indemnización.- La indemnización comprende las consecuencias
que deriven de la acción u omisión generadora del daño,
incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral,
debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el
hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga
intereses legales desde la fecha en que se produjo el daño.”.
Precisado el marco normativo denunciado veamos el hecho.
Quinto: Que, conforme a lo establecido en el artículo 1969 del
Código Civil: “Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro
está obligado a indemnizarlo”; en torno al cual, la doctrina
considera que los presupuestos para la procedencia del pago de
una indemnización por un daño infringido son cuatro: 1) la
conducta antijurídica; 2) El daño causado a la víctima; 3) La
relación de causalidad entre la conducta típica o atípica y el daño
producido a la víctima; y, 4) Los criterios de atribución; y, estos
deben presentarse de manera concurrente para determinar que
existe responsabilidad civil, pues, de faltar uno de ellos no cabe
indemnizar, habida cuenta que no basta el daño para pretender su
reparación. El primer presupuesto indicado, esto es, la conducta
antijurídica implica un comportamiento que contraviene una norma
prohibitiva y también cuando este proceder vulnera los valores o
principios del sistema jurídico en su totalidad (conducta ilícita que
causa daño). Respecto al daño, éste constituye toda afectación,
menoscabo o lesión que se produce en los derechos, bienes e
intereses del dañado como consecuencia de la comisión de la
conducta antijurídica. Ahora la relación de causalidad connota
aquella situación causa-efecto entre los dos primeros presupuestos
-la conducta antijurídica desplegada y el daño causado u
ocasionado al damnificado-, lo cual significa que la conducta del
autor debe ser necesaria y adecuada para ocasionar el detrimento
a la víctima. Así resulta que, la fijación de una indemnización
depende de la relación de causalidad adecuada, siendo indiferente
la calificación jurídica del daño y el grado de culpabilidad del autor
de la conducta antijurídica. Y el último presupuesto, o sea, los
criterios de atribución hace referencia a los móviles con los que el
agresor procedió a realizar la conducta antijurídica y determina la
existencia de responsabilidad civil; así, en la responsabilidad
contractual será la culpa y en la responsabilidad extracontractual
serán la culpa y el riesgo creado. Ahora bien corresponde
determinar si en los hechos expuestos en la demandada concurren
los presupuestos indicados. Sexto: Que, entonces ahora para
efectos de subsumir las causales de los literales a) y b), reseñados
en el fundamento jurídico precedente, el hecho dañoso es uno
solo y consistiría en que el co-demandado Carlos Cubas Meléndez,
como Alcalde del Distrito de Ocallí, denunció al recurrente ante la
Fiscalía por haber cometido los delitos de peculado y colusión,
pero a sabiendas de la falsedad de la imputación y sin motivo
razonable para denunciar. Entonces, verifiquemos los hechos en
detalle. Sétimo: Que, de las pruebas de los expedientes, tanto
penal –acompañado- como este –principal-, se tiene que:
mediante el documento del 07 de marzo de 2005, el co-demandado
Carlos Cubas Meléndez, como Alcalde, conjuntamente con otras
autoridades del distrito de Ocallí, denunciaron ante la Fiscalía
Provincial Mixta de Luya Lamud, el 11 de marzo de 2005 (fojas 01
del expediente penal 36-2006), al demandante –ahora recurrente-
78597
Neptalí César Idrogo Campos –ingeniero civil-, como supervisor
de la Obra Mejoramiento de Agua Potable “El Churo”,
conjuntamente con otras personas, porque la obra mencionada no
cubría las expectativas del usuario, que si bien no se imputó
alguna conducta delictiva que haya realizado el demandante, se
presume que se denunció alguna conducta delictiva cometida por
el demandante, presunción que se reafirma, cuando el 14 de
marzo de 2005, mediante el escrito denominado: “Aclara denuncia
penal”, firmado por Abogado (fojas 08 del expediente penal 36-
2006) el co-demandado Carlos Cubas Meléndez, como Alcalde de
la Municipalidad Distrital de Ocallí, precisó ante el Fiscal de la
Fiscalía Provincial Mixta de Luya, que denuncia al –ahora-
demandante por los delitos de peculado y colusión en agravio de
la Municipalidad Distrital de Luya, imputándole el hecho de haber
sobre valorizado la obra, que los materiales utilizados son de baja
calidad, existe una deficiencia manifiesta en la obra, haberse
concertado con sus codenunciados para defraudar al Estado; pero
no adjuntó a su denuncia ninguna prueba y/o estudio técnico que
acredite su dicho que sustenta la denuncia; con lo que se acredita,
que no existieron pruebas que permitan establecer la razonabilidad
de la acusación, más aún si el co-demandado Carlos Cubas
Meléndez el 11 de enero de 2004 firmó el Acta de Terminación de
Obra (fojas 97), en la que se dejo constancia que la obra fue
terminada y no presentó ninguna objeción a la referida obra.
Octavo: Que, por resolución fiscal número 0145-2005-MP-FPM-
LUYA, del 15 de marzo de 2005 (fojas 14 del expediente penal
36-2006), se dispuso una investigación preliminar en la que,
recién, se ordenó que se efectúe un Peritaje Técnico al Proyecto
Sistema de Agua Potable El Churo – Ocallí, donde se concluyó
que se habían hecho modificaciones al proyecto, como el haber
reubicado la captación, sin consulta del proyectista y de
FONCODES, que la instalación de la tubería de la línea de
conducción es anti-técnica, entre otros, pero que no implican la
realización de una conducta delictiva, más aún si en el peritaje
aludido existe contradicciones en cuanto al proyectista que
elaboró el expediente técnico, por lo que la responsabilidad no es
del demandante sino de quien elaboró el expediente técnico, por
lo que cualquier deficiencia y perjuicio en la obra, debe ser vista en
la vía civil y no en la vía penal, hecho que debió saberlo el
codemandado Carlos Cubas Meléndez, quien contaba con
asesoría jurídica, y no imputarle al demandante haberse apropiado
del dinero del Estado (delito de peculado) y haber concertado con
otras personas (delito de colusión), último delito que ni siquiera fue
admitido por el Ministerio Público, tal como consta de la
Formalización de Denuncia número 022-2006-MP-FPM-LUYA
(fojas 233 del expediente penal 36-2006), pues solo se formalizó
denuncia penal contra Neptalí César Idrogo Campos como
presunto cómplice del delito de malversación de fondos, en su
modalidad agravada y peculado doloso en agravio del Estado,
representado por FONCODES y la Municipalidad Distrital de
Ocallí, y resolvió no formalizar denuncia penal contra Neptalí
César Idrogo Campos por delito de colusión contra los mismos
agraviados, y se dispuso el archivo definitivo de ese extremo.
Noveno: Que, por resolución del 20 de marzo de 2006 (fojas 239
del expediente penal 36-2006) se abrió instrucción contra el
recurrente, como presunto cómplice del delito de malversación de
fondos y peculado aludidos; luego, mediante el Dictamen del
Fiscal Superior, del 10 de abril de 2008 (fojas 777 del expediente
penal 36-2006), opinó que no hay merito para pasar a juicio oral
contra Neptalí César Idrogo Campos por la presunta comisión del
delito de peculado doloso agravado y malversación de fondos en
su forma agravada, en perjuicios del Estado, representado por
FONCODES y la Municipalidad Distrital de Ocalló, por lo que
solicitó el archivo definitivo del proceso en el referido extremo, y
mediante resolución del 12 de agosto de 2008 (fojas 792 del
expediente penal 36-2006) la Sala Superior Mixta de Chachapoyas
declaró no haber mérito para pasar a juicio oral contra Neptalí
César Idrogo Campos, entre otros, por la presunta comisión de
delito de peculado doloso y malversación de fondos, en agravio
del Estado, representado por FONCODES y la Municipalidad
Distrital de Ocallí, auto que fue consentido mediante la resolución
del 08 de setiembre de 2008 (fojas 804 del expediente penal 36-
2006), al no haberse impugnado. Décimo: Que, con todo ello se
acreditó que la denuncia se hizo a sabiendas de ser falsa, hecho
que se corrobora con la pericia contable (fojas 94 al 101 del
expediente penal 36-2006), que concluye que en la obra
mejoramiento del Agua Potable “El Churo” desde el punto de vista
técnico contable financiero presupuestal, en relación a la ejecución
de la obra, no existe perjuicio económico en contra de la misma,
evidenciándose una responsabilidad administrativa por parte de
los responsables del Núcleo Ejecutor al no haber observado las
normas aplicables por FONCODES para la ejecución de proyectos
de inversión. Undécimo: Que, a ello se une la Pericia realizada
por los ingenieros Héctor Alcalde Quiroz y César Silva Fallaque,
para determinar la ejecución física de la obra y la valorización de
la misma (fojas 352 - 376, ratificada a 391 del expediente penal
36-2006), concluye que la obra se encuentra terminada,
actualmente operativa y en funcionamiento, que si bien la obra fue
modificada, ello no la desmejoro en su funcionamiento, lo que
implica, según los peritos, que el expediente técnico elaborado por
los especialistas de FONCODES careció de rigor técnico en lo

78598 CASACIÓN
referente al trabajo de campo –topografía-, así como, en relación
a los trabajos de gabinete y evaluación –metrado-, modificaciones
que se han efectuado por errores en el expediente técnico, que no
es responsabilidad del recurrente, sino de los ingenieros César
Renteria Vallena –proyectista-, Gayle Violeta Vargas Escalante –
evaluador externo-, J. Cristóbal Vásquez Ramirez –evaluador
externo- y Abel Ticllacuri Romero –evaluador zonal-, quienes
diseñaron y aprobaron el expediente técnico para la obra, por lo
que la haber efectuado la denuncia sin ningún sustento técnico
que respalde la denuncia, se acredita que la denuncia se ha
realizado a sabiendas de su falsedad y sin que exista motivo
razonable para denunciar. Duodécimo: Que, por las
consideraciones expuestas se determinó que se denunció
falsamente y sin ningún motivo justificado, por lo que se debe
establecer si se ha incurrido en las infracciones normativas
denunciadas sobre la ausencia de formalidad al denunciar y la
existencia de algún daño. Décimo TERCERo: Que, al subsumir la
denuncia del literal a) infracción normativa de los artículos 9 -inciso
23)-, 20 -inciso 32)- y 29 de la Ley Orgánica de Municipalidades -
Ley número 27972, normas que establecen que para el inicio de
una acción judicial en perjuicio de las municipalidades, el
funcionario legitimado es el procurador público; se tiene que el
demandado cuando formuló su denuncia penal lo hizo sin los
requisitos de forma y fondo, como lo exige la Ley Orgánica de
Municipalidades, por ello realizó tramites sin la aprobación de
sesión de Consejo, ya que la exigencia de los artículo aludidos de
la Ley Organiza de Municipalidades esta referida cuando de por
medio esté la defensa de los intereses y derechos de la
Municipalidad y cuando el órgano de control interno haya
encontrado responsabilidad civil o penal, lo cual no se realizó, por
lo que la infracción normativa debe ser amparada. Décimo
Cuarto: Que, el recurrente pretende el pago de una indemnización
por daño y perjuicios ascendente a la suma de ciento cincuenta mil
dólares americanos (US $ 150.000.00), a razón de cien mil dólares
americanos (US $ 100.000.00) por daño moral y quince mil dólares
americanos (US $ 15.000) por daño a la persona. Décimo quinto:
Que, conforme al artículo 1982 del Código Civil, sobre la
“Responsabilidad por denuncia calumniosa.- Corresponde exigir
indemnización de daños y perjuicios contra quien, a sabiendas de
la falsedad de la imputación o de la ausencia de motivo razonable,
denuncia ante autoridad competente a alguna persona,
atribuyéndole la comisión de un hecho punible.”; al haberse
determinado que se denunció falsamente y sin motivo justificado,
se debe determinar la existencia de daño; y conforme a la petición
del recurrente por daño a la persona por haber gastado dinero en
honorarios profesionales pagados a su abogado defensor, haber
dejado de trabajar para atender el proceso, gastos por viaje desde
Chachapoyas donde radica a la ciudad de Lamud, gastos en
alimentación, conceptos que no se relacionan con el daño a la
persona, sino con el daño emergente, que no fue demandado,
además que el recurrente no acredito la existencia de daño a la
persona que alega, por lo que este extremo de la demanda fue
desestimado. Décimo Sexto: Que, en cuanto al daño moral
(artículo 1984 del Código Civil), se encuentra acreditado que al
recurrente se le ha imputado sin prueba la perpetración de hechos
delictivos, como el de haberse apropiado de dinero del Estado
(peculado) y haber concertado con otras personas para defraudar
al Estado (colusión), cuando ello no fue así, denuncia que motivo
publicidad que resulto ser abusiva, que lo afecta como persona,
además, a nivel de su entorno familiar y laboral, por el contrario se
ha acreditado su experiencia en la ejecución de obras de ingeniería
civil; además se debe tener presente que fue denunciado sin
haberse hecho los estudios técnicos necesarios para determinar si
efectivamente había cometido alguna conducta ilícita, ya que
conforme el informe pericial (fojas 360 - 361 del expediente penal
36-2006) se demostró que el expediente técnico tenia errores,
siendo responsables de tales errores, quienes diseñaron y
aprobaron el expediente técnico, por lo que se denunció sin
fundamento, lo que ocasionó daño a los sentimientos del
recurrente lo cual lo afecto y le produjo aflicción, por lo que debe
repararse, cuantificándose el mismo prudencialmente . Décimo
Sétimo: Que, en tal contexto fáctico y jurídico, al configurarse la
incidencia directa de la causal de infracción normativa prevista en
el artículo 386 del Código Procesal Civil, el recurso de casación
resulta fundado, razón por la que debe ser amparado respecto de
la denuncia contenida en los literales a) y b), pues resulta claro
que la Sala Superior no ha procedido con arreglo a la norma y al
proceso; por lo que debe emitirse pronunciamiento sobre el
recurso que nos ocupa para atender la finalidad del proceso; por lo
que corresponde a este Supremo Tribunal pronunciarse como
sede de instancia sobre las causales del referido recurso y
proceder conforme a lo normado en el artículo 396 del Código
Procesal Civil. 5.- Decisión: Por estos fundamentos: MI VOTO es
porque se declare FUNDADO el recurso de casación interpuesto
por Neptalí César Idrogo Campos -a través del escrito de fojas
trescientos cincuenta y seis-; CASAR la resolución de vista
impugnada, en consecuencia, NULA la sentencia de segunda
instancia –resolución número veintisiete- de fojas trescientos
treinta y cuatro, del diecinueve de julio de dos mil diez, que
pronunció la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
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Jueves 30 de junio de 2016
Amazonas; y, actuando como sede de instancia, CONFIRMAR la
sentencia de primera instancia –resolución diecinueve- de fojas
doscientos cuarenta y ocho, del ocho de marzo de dos mil diez,
que declaró: Primero.- fundada en parte la demanda de
indemnización por daños y perjuicios por responsabilidad civil
extracontractual interpuesta por Neptalí César Idrogo Campos
contra la Municipalidad Distrital de Ocalli. Segundo.- ordenó que la
demandada Municipalidad Distrital de Ocalli, pague la suma de
treinta mil dólares americanos (US $ 30.000.00) por concepto de
daño moral. Tercero.- improcedente la pretensión de daño a la
persona. Con lo demás que contiene y es materia del recurso de
casación; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por la Neptalí César Idrogo Campos contra la
Municipalidad Distrital de Ocallí, sobre indemnización por daños y
perjuicios. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
Huamaní Llamas; y los devolvieron.- SS. Huamaní Llamas
C-1392274-2
CAS. Nº 3467-2012 LIMA
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Sumilla.- Concurrencia de
acreedores. Cuando un mismo deudor se obliga a entregar a
diferentes acreedores, en virtud de títulos distintos, el mismo
inmueble, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo título ha sido
primeramente inscrito y, en defecto de dicha inscripción, prevalece
el acreedor de buena fe cuyo título sea de fecha anterior,
prefiriéndose al que tiene título que conste en documento de fecha
cierta más antigua. Art. 1135º del CC. Lima, veintisiete de mayo de
dos mil catorce.- La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con los cuadernos
acompañados, vista la causa número tres mil cuatrocientos
sesenta y siete - dos mil doce, en audiencia pública llevada a cabo
en la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la
siguiente sentencia: I. ASUNTO En este proceso de mejor derecho
de propiedad y otras materias, es objeto de examen los recursos
de casación interpuestos por la demandante Ana María Alfaro
Jaramillo y la sucesión de la fallecida demandada Basilia María
Moreno Rivera, contra la sentencia de vista obrante a fojas mil
seiscientos cincuenta y nueve, su fecha siete de junio de dos mil
doce, expedida por la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la sentencia
apelada de fojas mil cuatrocientos noventa y cuatro, su fecha
treinta de setiembre de dos mil once, en el extremo que declara
improcedente la demanda de mejor derecho de propiedad, y
reformándola la declara fundada, en consecuencia, declara que la
actora tiene mejor derecho respecto de los aires del inmueble
ubicado en la Manzana J, Lote 10, Segunda Etapa, Jirón Monte
Caoba, Urbanización Monterrico Sur, Distrito de Surco, Provincia y
Departamento de Lima, y la confirma en cuanto al extremo que
declara improcedentes las pretensiones accesorias de
reivindicación, accesión de lo edificado de mala fe e indemnización
por daños y perjuicios. II. ANTECEDENTES 1. Demanda.
Mediante escrito obrante a fojas noventa y uno, presentado el
veinticinco de mayo de dos mil cuatro, Ana María Alfaro Jaramillo
interpuso demanda acumulativa originaria y accesoria sobre mejor
derecho de propiedad, reivindicación, accesión de lo edificado de
mala fe e indemnización por daños y perjuicios contra la
demandada Basilia María Moreno Rivera, a fin de que se le
reconozca el mejor derecho de propiedad sobre los aires del
inmueble ubicado en el Jirón Monte Caoba, Manzana J, Lote 10,
Segunda Etapa, Urbanización Monterrico Sur, Distrito de Surco,
Provincia y Departamento de Lima; así como se ordene la
reivindicación, la accesión de lo edificado de mala fe y el pago de
una indemnización por daños y perjuicios en la suma de ciento
treinta y dos mil ochocientos nueve dólares americanos. Las
pretensiones antes citadas se sustentaron en los siguientes
hechos: 1.1. Sostuvo que con fecha siete de julio de mil
novecientos setenta y nueve, Iba Elena Villagómez Huamanciza
adquirió el Lote Nº 10, Manzana J, con un área de doscientos
metros cuadrados, ubicado en el Fundo Pamplona, Distrito de
Surco, Provincia y Departamento de Lima. 1.2. Señaló que la
citada adjudicación fue formalizada mediante escritura pública de
fecha dieciséis de julio de mil novecientos ochenta y cinco, la que
se anotó preventivamente en el asiento 14-C de la Ficha Registral
Nº 52456. 1.3. La citada propietaria ofreció a la demandante la
venta de los aires del inmueble mencionado con un área de ciento
treinta y un punto cincuenta metros cuadrados, transferencia que
se concretó el doce de julio de mil novecientos ochenta y ocho,
según escritura pública de compraventa. 1.4. Sostuvo que al
fallecer Iba Elena Villagómez Huamanciza, su hijo Augusto Dante
Vadillo Villagómez adquirió por sucesión solo la propiedad del
primer piso del predio antes mencionado, sin embargo vendió
totalmente el predio a favor de Jorge Manuel Peña Torrejón,
mediante escritura pública de fecha catorce de octubre de mil
novecientos noventa y tres, anotada preventivamente en los
Registros Públicos, no obstante, en dicho acto jurídico no se
mencionó sobre la construcción del primer piso, ni mucho menos
los aires, pese a que el vendedor conocía que los aires eran de
propiedad de la actora. 1.5. Posteriormente, el comprador Jorge
Peña Torrejón transfirió el inmueble a la demandada Basilia María
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Moreno Rivera, según escritura Pública del quince de enero de mil
novecientos noventa y ocho, derecho que se inscribió
preventivamente el veintidós de mayo de mil novecientos noventa
y ocho. 1.6. Refirió que al momento de las transferencias, el
vendedor Augusto Dante Vadillo Villagómez conocía de la
existencia del derecho de propiedad de la actora sobre los aires,
pues suscribió con ella diversos contratos privados de
reconocimiento de su derecho de propiedad. 1.7. Señaló que la
demandada empezó a construir en los aires, de propiedad de la
actora, usurpando las áreas comunes con mala fe; por lo que,
mediante carta notarial de fecha seis de setiembre de dos mil dos,
le solicitó la reivindicación del bien. 2. Contestación de la
demanda. Mediante escrito obrante a fojas ciento treinta y ocho,
la demandada Basilia María Moreno Rivera, representada por
Rolando Domínguez Moreno, contestó la demanda en los
siguientes términos: 2.1. Refirió que cuenta con título de propiedad
sobre el inmueble en litigio en virtud al contrato de compraventa de
fecha nueve de enero de mil novecientos noventa y ocho, así
como su respectiva inscripción en los Registros Públicos. 2.2.
Señaló que mediante dicho contrato de compraventa, otorgado
por el anterior propietario Jorge Peña Torrejón, el inmueble fue
adquirido con un área de doscientos metros cuadrados,
compraventa que fue ad corpus y comprendió áreas, aires,
entradas, salidas, usos, costumbres, servidumbres y todo lo
construido en él. 2.3. Sostuvo que al comprar el predio actuó de
buena fe y además lo adquirió de quien tenía la facultad para
disponer del mismo, desconociendo la afirmación de que la actora
se encontraba en posesión de los aires. 3. Puntos controvertidos
En el Acta de Audiencia de fojas seiscientos cincuenta y tres, el
Juez fijó los siguientes puntos controvertidos: b.1. Determinar si la
parte demandante tiene mejor derecho de propiedad que la
demandada, sobre los aires ubicados en el inmueble en litigio b.2.
Determinar si procede la reivindicación de los aires y si corresponde
la accesión de lo construido. b.3. Determinar de ser así si la
edificación efectuada en los aires ha causado daños y perjuicios
que deben ser resarcidos b.4. Determinar si establecido el punto
precedente procede la indemnización por daños y perjuicios,
estableciéndose el quantum indemnizatorio. 4. Sentencia de
primera instancia El Juez del Sétimo Juzgado Civil de Lima
expidió la sentencia obrante a fojas mil cuatrocientos noventa y
cuatro, su fecha treinta de setiembre de dos mil once, que declaró
improcedente la demanda en todos sus extremos. El Juez sustentó
dicha decisión en las siguientes razones. 4.1. Sostuvo que los
argumentos invocados en la demanda no se subsumen dentro de
los presupuestos de los artículos 2016º y 2022º del Código Civil,
toda vez que el derecho real de la actora no ha sido inscrito en los
Registros Públicos. 4.2. En cuanto a las pretensiones accesorias,
el Juez refirió que, de acuerdo al artículo 87º del Código Procesal
Civil, éstas deben seguir la misma suerte del principal. 5. Recurso
de apelación Por escrito de fojas mil quinientos cuarenta y uno, la
demandante interpuso recurso de apelación, alegando lo
siguiente: 5.1. Alegó que el Juez no sustentó su decisión en los
hechos y las pruebas que existen en el proceso, como las
admitidas en la Audiencia de Conciliación y Fijación de Puntos
Controvertidos, que acreditan la mala fe de la demandada. 5.2.
Señaló que el Juez no ha tenido en cuenta que la anotación
registral de la demandada es preventiva y por tanto ya caducó.
5.3. El juzgado tampoco ha tenido en consideración que la
decisión de improcedencia no corresponde a esta etapa del
proceso. 6. Sentencia de vista La Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima expidió la sentencia de vista obrante
a fojas mil seiscientos cincuenta y nueve, su fecha siete de junio
de dos mil doce, que revocó la sentencia apelada en el extremo
que declaró improcedente la pretensión de mejor derecho de
propiedad, y reformándola la declaró fundada, en consecuencia,
reconoció que la actora tiene mejor derecho respecto de los aires
del inmueble en litigio, y la confirmó respecto a los extremos que
declaró improcedentes las pretensiones accesorias de
reivindicación, accesión de lo edificado de mala fe e indemnización
por daños y perjuicios. Las razones que sustentaron dicha decisión
son las siguientes: 6.1. La Sala advirtió que en el caso se presenta
la figura de la doble venta prevista en el artículo 1135º del Código
Civil, únicamente respecto a los aires de la construcción de un
piso levantado sobre el lote antes citado, según el cual será
preferido, en primer lugar, el acreedor (en este caso el comprador)
que haya inscrito su derecho (entiéndase que la inscripción se
encuentre vigente y que no haya caducado), y a falta de inscripción
de alguno de los acreedores (entiéndase compradores), señala
que será preferido, en segundo lugar, el que tenga documento de
fecha anterior y, si ambos lo tienen, el que sea de fecha más
antigua. 6.2. En virtud a ello, la Sala establece que si bien parece
que el derecho de la demandada debía ser preferido al estar
inscrito, sin embargo dicha inscripción es preventiva (anotación
preventiva), más no definitiva, hecho que supone que a la fecha de
interposición de la demanda la anotación ya había caducado de
pleno derecho, pues su vigencia es sólo de sesenta días días, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 91º del Reglamento de
Inscripción Nº 5097, de fecha veintiuno de diciembre de mil
novecientos treinta y seis, aplicable por razón de temporalidad de
la norma. 6.3. En tal sentido, concluyó que la actora tiene un
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documento de fecha anterior más antiguo que la demandada, toda
vez que su contrato de compraventa es del doce de julio de mil
novecientos ochenta y ocho, y el de la demandada es del quince
de enero de mil novecientos noventa y ocho, es decir, el contrato
de la demandante se celebró aproximadamente diez años antes
que el contrato de la demandada, razón por la cual debe ser
preferida por el derecho y declararse que tiene mejor derecho de
propiedad que la emplazada respecto de los aires del inmueble en
litigio, conforme aparece en la cláusula primera del contrato de la
demandante. 6.4. En cuanto a la pretensión de reivindicación y
accesión de mala fe reclamados en la demanda, la Sala Superior
consideró que dichas pretensiones son contrarias entre sí, por lo
que deben ser rechazadas, ya que la actora no puede, por un lado,
solicitar la reivindicación de los aires afirmando ser propietaria de
los mismos y, de otro lado, solicitar la accesión de mala fe sin
derecho de pago por la edificación que dice haber efectuado la
demandada sobre los aires. III. RECURSOS DE CASACIÓN
Recurso de casación de la demandante: Mediante escrito
obrante a fojas trece del cuadernillo respectivo, la demandante
interpuso recurso de casación, denunciando las siguientes
infracciones: a) Infracción normativa de los artículos 122º
incisos 3 y 4, y 50º inciso 6, del Código Procesal Civil,
concordante con el artículo 139º incisos 3, 5, 14 y 20 de la
Constitución Política del Perú, así como de los artículos 6º, 7º
y 12º de la Ley Orgánica del Poder Judicial: sostuvo que la
sentencia de vista es incongruente pues al haberse declarado
fundada la pretensión principal de mejor derecho de propiedad,
ello conllevaba necesariamente a declarar también fundadas las
pretensiones accesorias de reivindicación, accesión e
indemnización por daños y perjuicios, y al no ser así la decisión
incurre en una motivación insuficiente, incorrecta e ineficaz.
También señaló que la Sala Superior infringió su derecho al debido
proceso, pues omite pronunciarse sobre las pruebas de oficio
ofrecidas por su parte, las que demuestran en forma clara y
contundente la mala fe de la demandada, por lo que resulta
procedente la accesión de lo edificado con mala fe, medios
probatorios que fueron admitidos en la Audiencia de Conciliación y
Fijación de Puntos Controvertidos de fecha veintiséis de abril de
dos mil siete; por lo que considera que dicha valoración
parcializada y arbitraria ha provocado una decisión incongruente e
insuficiente. b) Infracción normativa del artículo 305º incisos 1
y 5, del Código Procesal Civil: señaló que la Sala Superior
incurrió en una grave responsabilidad funcional al emitir la
sentencia de vista impugnada, pues estaba impedida de
pronunciarse por segunda vez. c) Infracción normativa de los
artículos 943º, 923º, 924º, 927º, 938º, 1984º y 1985º del Código
Civil: sostuvo que los precitados artículos no han sido aplicados al
momento de emitir la sentencia de vista impugnada, respecto de
las pretensiones accesorias de reivindicación, accesión e
indemnización por daños y perjuicios, las que fueron declaradas
improcedentes. Recurso de casación de la sucesión de Basilia
María Moreno Rivera: Mediante escrito obrante a fojas mil
setecientos diez, la sucesión de la fallecida demandada Basilia
María Moreno Rivera interpuso recurso de casación, denunciando
las siguientes infracciones: i) Infracción normativa procesal de
los artículos I del Título Preliminar, 121º tercer párrafo, 122º
inciso 3, y 197º del Código Procesal Civil, concordante con el
artículo 139º incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
así como del artículo 12º de la Ley Orgánica del Poder Judicial:
señaló que con la sentencia de vista se ha violentado su derecho
al debido proceso, pues no se encuentra debidamente motivada y
además es incongruente, ya que no se sustentó en los medios
probatorios ofrecidos y porque la Sala Superior omitió pronunciarse
sobre determinados medios probatorios, infringiendo lo dispuesto
en el artículo 197º del Código Procesal Civil. ii) Infracción
normativa de los artículos 1135º, 2022º y 2016º del Código
Civil: alegó que la Sala Superior debió aplicar lo dispuesto en el
artículo 1135º del Código Civil, pues la demandada adquirió el bien
mediante minuta de compraventa de fecha nueve de enero de mil
novecientos noventa y ocho, elevada a escritura pública el quince
de enero del mismo año, adquisición que se realizó conforme al
tracto sucesivo, ya que figuraba como propietario Manuel Peña
Torrejón, sin importar que su derecho aparece en una anotación
preventiva, por lo que se debió privilegiar el principio de buena fe
registral, principio que determina que lo adquirido bajo este
precepto es de buena fe y a título oneroso de quien aparece en el
registro como verdadero y real propietario, sin embargo se han
desconocido los asientos registrales debidamente inscritos en la
Ficha Nº 100227 de los Registros Públicos. También señaló que la
aplicación correcta del artículo 2022º del Código Civil, concordante
con el artículo 2016º del mismo Código, para el caso de autos es
que el derecho real que se opone tiene que estar inscrito con
anterioridad, y en este caso la actora no tenía su derecho inscrito
frente al de la demandada, que aún cuando fue una inscripción
preventiva se encuentra registrada en la partida correspondiente,
por tanto, debe prevalecer la prioridad registral entre derechos
reales determinada por la antigüedad en la inscripción. Este
Supremo Tribunal, mediante resoluciones de fecha doce de
diciembre de dos mil trece, obrantes a fojas setenta y setenta y
tres del cuadernillo de casación, declaró la procedencia de los

78600 CASACIÓN
mencionados recursos por las infracciones normativas antes
citadas. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE La cuestión
controvertida consiste en determinar, en primer lugar, si la decisión
impugnada se emitió en cumplimiento de las garantías
constitucionales que otorgan los derechos al debido proceso y la
debida motivación de las resoluciones judiciales. Luego de ello,
establecer si resulta aplicable para determinar el mejor derecho de
propiedad la prioridad registral contemplada en el artículo 1135º
del Código Civil. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
Primero.- Es pertinente señalar que este Supremo Tribunal ha
declarado procedentes los recursos de casación propuestos por
infracciones normativas tanto de orden procesal y material, por lo
que, en primer término, deberán analizarse las infracciones
procesales debido a la naturaleza y los efectos de éstas, pues si
merecieran amparo carecería de objeto pronunciarse respecto de
las infracciones que tienen relación con el derecho material.
Segundo.- Sobre las infracciones normativas de naturaleza
procesal, descritas en el acápite a) del recurso de casación de la
demandante, debe señalarse que esta denuncia se basa en una
supuesta incongruencia en la sentencia de vista, pues considera
que al haberse declarado fundada la pretensión principal de mejor
derecho de propiedad, ello conlleva a declarar también fundadas
las pretensiones accesorias de reivindicación, accesión e
indemnización por daños y perjuicios. Tercero.- Es primordial
establecer que si bien la regla contemplada en el artículo 87º del
Código Procesal Civil establece que al ampararse la pretensión
principal también debe declararse fundada la pretensión accesoria,
ello no exime al juzgador a que, en virtud a los hechos y pruebas,
analice los alcances de la pretensión accesoria y establezca su
viabilidad, en tanto pueden presentarse elementos probatorios
que desvirtúan su exigibilidad, pues lo contrario significaría que el
juzgador automáticamente ampare pretensiones accesorias sin el
respectivo análisis de fundabilidad, ello en aplicación de lo
dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, norma que regula el principio de congruencia
procesal, además también es pertinente anotar que el extremo de
la decisión impugnada que confirma la apelada que declara
improcedentes las pretensiones accesorias de reivindicación,
accesión e indemnización por daños y perjuicios, ha sido dictada
en aplicación de la facultad prevista en el artículo 121º último
párrafo del Código adjetivo, norma que permite al juzgador
pronunciarse, excepcionalmente, sobre la validez de la relación
jurídica procesal; por tal razón, este extremo del recurso de la
demandante no resulta atendible. Cuarto.- La impugnante también
refiere que la Sala Superior infringió su derecho al debido proceso,
pues omitió pronunciarse sobre las pruebas de oficio ofrecidas por
su parte, las que demuestran en forma clara y contundente la mala
fe de la demandada, por lo que resulta procedente la accesión de
lo edificado de mala fe, medios probatorios que fueron admitidos
en la Audiencia de Conciliación y Fijación de Puntos Controvertidos
de fecha veintiséis de abril de dos mil siete; por lo que considera
que dicha valoración parcializada y arbitraria ha provocado una
decisión incongruente e insuficiente. Quinto.- Sobre el particular,
conviene señalar que es posible el control casatorio de la
motivación de la sentencia impugnada cuando ésta no presenta
una argumentación que exprese razonablemente la justificación
interna y externa de la decisión, sin embargo, no tendrán
relevancia para este control las argumentaciones desarrolladas
solo ad abundatium, esto es, aquellas dictadas para reforzar o
apoyar la argumentación principal, pues debemos recordar que
solo es de interés para el recurso de casación la motivación que
incida en la parte decisoria de la resolución recurrida. Por ello, la
causal de infracción normativa denunciada debe sustentarse en el
error de derecho que incida directamente en la decisión
impugnada, es decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva
del fallo, alterando el sentido del mismo, por lo tanto, el impugnante
debe cuestionar la ratio decidendi de la sentencia, conocida
también como razón suficiente, la cual constituye el fundamento o
fundamentos decisivos para resolver el caso. Sexto.- Ahora bien,
debe destacarse que mediante la sentencia impugnada, la Sala
Superior confirma el extremo de la apelada que declara
improcedentes las pretensiones accesorias de reivindicación y
accesión al sostener que éstas son contrarias entre sí, pues la
actora no puede, por un lado, solicitar la reivindicación de los aires
afirmando ser propietaria y, de otro, peticionar la accesión de mala
fe sin derecho de pago por la edificación que dice haber efectuado
la demandada sobre los aires. Sétimo.- En tal virtud, se contempla
que la impugnada contiene una decisión inhibitoria al no
pronunciarse sobre el fondo del asunto, sino por un defecto en la
validez de la relación jurídica procesal, en aplicación de la facultad
que otorga el artículo 121º, último párrafo, del Código Procesal
Civil, pese a ello la actora argumenta que la sentencia de vista
infringió su derecho al debido proceso y, por ende, el de motivación,
al no pronunciarse sobre las pruebas de oficio ofrecidas por su
parte; sin embargo, se advierte que tales alegaciones no tienen
incidencia o repercusión alguna en la decisión impugnada al
contener ésta una decisión inhibitoria; por tal razón, este extremo
del recurso también resulta infundado. Octavo.- Tal como se
aprecia de la denuncia propuesta en el acápite b) del recurso de
casación de la actora, ésta acusa la infracción del artículo 305º,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
incisos 1 y 5, del Código Procesal Civil, norma que regula los
supuestos de impedimento del juez para conocer el proceso, pues
alega que la Sala Superior estaba impedida de expedir la sentencia
de vista impugnada al haber emitido una sentencia anterior.
Noveno.- Sobre el tema en discusión, es necesario recordar que
para evitar los casos de parcialidad, el Código Procesal Civil
regula las figuras de los impedimentos y recusaciones, a fin de
que las partes puedan contrarrestar los actos que vulneren el
principio de imparcialidad que rige la actividad de los jueces. Así,
el artículo 305º del Código adjetivo prevé las causales de
impedimento del juez relacionadas con las actividades procesales,
las razones de parentesco y representación y las que atribuyen
beneficios o dádivas. En lo que se refiere a la actividad procesal,
los incisos 1 y 5 del precitado artículo establecen que está
impedido de intervenir el juez si ha sido parte en el proceso o si ha
intervenido en otra instancia. Aquí opera el supuesto del
prejuzgamiento, en cuya virtud es admisible apartar del
conocimiento del proceso al juez que haya exteriorizado su opinión
acerca de la forma de resolver las cuestiones debatidas en aquel.
Este prejuzgamiento debe ser expreso y recaer sobre la cuestión
de fondo a decidir, por lo que dicho presupuesto no se configura
en el caso que el juez decida sobre la admisión o rechazo de una
medida cautelar, resuelva excepciones o se pronuncie sobre la
validez de la relación jurídica procesal. Décimo.- En este caso, si
bien la Sala Superior emitió una primera resolución de vista a fojas
mil cuatrocientos seis, también lo es que aquella anula la sentencia
de primer grado de fojas mil ciento treinta y dos, al advertir
defectos en la motivación, disponiendo que el juez expida una
nueva sentencia, por lo tanto, aquí no se advierte un prejuzgamiento
por parte de los Jueces de mérito, toda vez que la mencionada
resolución de vista no contiene un pronunciamiento sobre el fondo;
siendo esto así, la situación antes mencionada no se encuentra
contemplada dentro de los supuestos de impedimento previstos
en los incisos 1 y 5 del artículo 305º del Código Procesal Civil y, en
virtud a ello, este extremo del recurso de la demandante debe ser
desestimado. Undécimo.- En cuanto al recurso de casación
propuesto por la sucesión de la fallecida demandada Basilia María
Moreno Rivera, se aprecia que ésta también denuncia las
infracciones normativas de naturaleza procesal de los artículos I
del Título Preliminar, 121º tercer párrafo, 122º inciso 3, y 197º del
Código Procesal Civil, concordante con el artículo 139º incisos 3 y
5, de la Constitución Política del Perú, así como del artículo 12º de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, argumentando que mediante la
sentencia de vista se ha violentado su derecho al debido proceso,
pues no está debidamente motivada y además es incongruente,
ya que no se sustentó en los medios probatorios ofrecidos y
porque la Sala Superior omitió pronunciarse sobre determinados
medios probatorios, infringiendo lo dispuesto en el artículo 197º
del Código Procesal Civil. Duodécimo.- El derecho al debido
proceso, consagrado en el artículo 139º inciso 3 de la Constitución
Política del Estado, constituye: “un derecho humano abierto de
naturaleza procesal y alcances generales que busca resolver de
forma justa las controversias que se presentan ante las autoridades
judiciales. Se considera un derecho “continente” pues comprende
una serie de garantías formales y materiales. Como tal, carece de
un ámbito constitucionalmente protegido de manera autónoma, de
modo que su lesión se produce cuando se afecta cualquiera de los
derechos que consagra, y no uno de manera específica”1. Décimo
Tercero.- Se puede entender que el derecho al debido proceso
comprende un conjunto de derechos, principios y garantías, entre
ellos, el derecho a probar. El artículo 197º preceptúa que “Todos
los medios probatorios son valorados por el Juez en forma
conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin embargo, en la
resolución sólo serán expresadas las valoraciones esenciales y
determinantes que sustentan su decisión”. La citada norma regula
el sistema de la libre apreciación de la prueba o conocido también
como el sistema de la apreciación razonada y que establece como
obligación de los jueces el valorar todos los medios probatorios en
forma conjunta y utilizando la apreciación razonada. Al respecto, el
argentino Osvaldo Gozaini señala que “por apreciación (darle un
precio) o valoración (determinar un ajuste cuántico), se entiende el
proceso por el cual el juez califica el mérito de cada medida
probatoria explicando en la sentencia el grado de convencimiento
que ellos le han reportado para resolver la causa”2. Décimo
Cuarto.- En virtud del precitado artículo, el juzgador tiene libertad
para apreciar las pruebas actuadas, la que debe complementarse
con las reglas de la lógica y la experiencia; supuestos que se han
cumplido en el caso en concreto, pues como se aprecia de la
motivación fáctica de la resolución recurrida, el juzgador ha
valorado en forma conjunta y razonada los medios probatorios que
han servido para demostrar las afirmaciones de la demandante
respecto a la pretensión referida al mejor derecho de propiedad,
existiendo una adecuada conexión entre los hechos debidamente
probados y las normas que justifican la decisión, más aún si se
tiene en cuenta que la demandada no ha cuestionado los medios
probatorios ofrecidos por la demandante; por tales razones,
corresponde desestimar las alegaciones propuestas en el acápite
i) del recurso extraordinario de la demandada, debiendo a
continuación analizarse las infracciones que tienen relación con el
derecho material. Décimo Quinto.- En cuanto a las infracciones
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
normativas de orden material descritas en el acápite c) del recurso
de la demandante, se aprecia que ésta denuncia las infracciones
de los artículos 943º, 923º, 924º, 927º, 938º, 1984 y 1985º del
Código Civil, argumentando que la Sala Superior dejó de aplicar
las citadas normas al pronunciarse respecto de las pretensiones
de reivindicación, accesión e indemnización por daños y perjuicios.
Décimo Sexto.- Al respecto, es necesario reiterar que con la
sentencia de vista impugnada la Sala Superior confirmó el extremo
de la apelada que declaró improcedentes las pretensiones de
reivindicación, accesión e indemnización por daños y perjuicios,
por lo tanto, se trata de una decisión inhibitoria que no se pronuncia
sobre el fondo del asunto, sino sobre la validez de la relación
jurídica procesal; en tal virtud, se hace evidente que las normas
denunciadas no tienen incidencia alguna en la decisión impugnada.
Décimo Sétimo.- Respecto a la Infracción normativa de orden
material descrita en el acápite ii) del recurso de casación de la
sucesión de Basilia María Moreno Rivera, ésta denuncia las
infracciones de los artículos 1135º, 2016º y 2022º del Código Civil,
alegando que se debió aplicar el precitado artículo 1135º, pues la
demandada adquirió el bien mediante minuta de compraventa de
fecha nueve de enero de mil novecientos noventa y ocho, elevada
a escritura pública el quince de enero del mismo año, adquisición
que se realizó conforme al tracto sucesivo, ya que figuraba como
propietario Manuel Peña Torrejón, sin importar que su derecho
aparece inscrito mediante anotación preventiva, por lo que se
debió privilegiar el principio de buena fe registral. También señala
que la aplicación correcta del artículo 2022º del Código Civil,
concordante con el artículo 2016º del mismo Código, es que el
derecho real que se opone tiene que estar inscrito con anterioridad,
y en este caso la actora no tenía su derecho inscrito, frente al de
la demandada, que aún cuando fue una inscripción preventiva, se
encuentra registrada en la partida correspondiente, por tanto,
debe prevalecer la prioridad registral entre derechos reales
determinada por la antigüedad en la inscripción. Décimo Octavo.-
Sobre el particular, es relevante considerar que el artículo 1135º
del Código Civil preceptúa que: “Cuando el bien es inmueble y
concurren diversos acreedores a quienes el mismo deudor se ha
obligado a entregarlo, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo
título ha sido primeramente inscrito o, en defecto de inscripción, al
acreedor cuyo título sea de fecha anterior. Se prefiere, en este
último caso, el título que conste de documento de fecha cierta más
antigua”. La precitada norma se utiliza cuando se presenta el
supuesto denominado “concurrencia de acreedores”, esto es,
cuando un mismo deudor se obliga a entregar a diferentes
acreedores, en virtud de títulos distintos, el mismo bien inmueble.
En efecto, el artículo 1135º establece una prelación en los
acreedores, siempre que hayan actuado de buena fe, otorgando
prioridad de la siguiente manera: 1) el acreedor de buena fe cuyo
título ha sido primeramente inscrito, esto es, se aplica el principio
de prioridad registral regulado en el artículo 2016º del Código Civil;
2) en defecto de inscripción, tiene prioridad el acreedor de buena
fe cuyo título sea de fecha anterior, prefiriéndose el título que
conste en documento de fecha cierta más antigua. Décimo
Noveno.- En esta controversia se presenta la concurrencia de dos
acreedores respecto de un mismo inmueble, pues, por un lado, la
demandante Ana María Alfaro Jaramillo cuenta con el contrato de
compraventa elevado a escritura pública con fecha doce de julio
de mil novecientos ochenta y ocho, obrante a fojas tres, respecto
de los aires del inmueble ubicado en la Manzana J, Lote 10,
Segunda Etapa, Jirón Monte Caoba, Urbanización Monterrico Sur,
Distrito de Surco, Provincia y Departamento de Lima, mientras que
la demandada Basilia María Moreno Rivera ostenta el contrato de
compraventa elevado a escritura pública con fecha quince de
enero de mil novecientos noventa y ocho, obrante a fojas treinta y
siete, respecto de la totalidad del predio antes citado, debiendo
precisarse que este último acto jurídico fue inscrito en Registros
Públicos mediante anotación preventiva con fecha veintidós de
mayo de mil novecientos noventa y ocho, según se aprecia de
fojas mil quinientos treinta y ocho. Vigésimo.- Ahora bien, es
importante determinar cuál de los supuestos que regula el artículo
1135º del Código Civil es aplicable al caso. Así, de primera
intención, debe señalarse que no es posible aplicar la prioridad
registral prevista en el artículo 2016º del Código sustantivo, toda
vez que si bien el derecho de la demandada fue inscrito en
Registros Públicos mediante anotación preventiva, sin embargo
debe tenerse en cuenta que ésta última constituye un asiento
provisional y transitorio que tiene por finalidad reservar la prioridad
y advertir la existencia de una eventual causa de modificación del
acto o derecho inscrito, en virtud a ello, su vigencia es temporal,
esto es, sólo de sesenta días, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 92º del Reglamento de las Inscripciones Nº 5097, de
fecha veintiuno de diciembre de mil novecientos treinta y seis,
aprobado por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la
República, aplicable por razón de temporalidad de la norma;
siendo esto así, a la fecha de la presente demanda dicha
inscripción había caducado; por lo tanto, el derecho de la
demandada no puede gozar de la protección que otorga el registro.
Vigésimo Primero.- En tal contexto, la Sala de mérito en la
sentencia de vista aplica correctamente el segundo supuesto
regulado en el precitado artículo 1135º, esto es, la prioridad en el
78601
tiempo acreditada con título de fecha cierta y no la prioridad
registral, en razón a que es la actora quien tiene un instrumento
público anterior al de la demandada, toda vez que su contrato de
compraventa elevado a escritura pública es de fecha doce de julio
de mil novecientos ochenta y ocho, mientras que el de la
emplazada es del quince de enero de mil novecientos noventa y
ocho, razón por la cual el título de la actora debe ser preferido por
el derecho y declararse que tiene mejor derecho de propiedad
respecto de los aires del inmueble en litigio. Vigésimo Segundo.-
Este orden de ideas permite concluir que al no ser aplicable al
caso el principio de prioridad registral previsto en el artículo 2016º
del Código Civil, tampoco resulta pertinente el principio de
oponibilidad de derechos sobre inmuebles inscritos contemplado
en el artículo 2022º del mismo Código; por tales razones, la
denuncia propuesta en el acápite ii) del recurso de casación de la
sucesión de la demandada Basilia María Moreno Rivero también
deviene en infundado. VI. DECISIÓN Por tales consideraciones,
este Supremo Tribunal, en aplicación de lo dispuesto en el artículo
397º del Código Procesal Civil: 1) Declara INFUNDADOS los
recursos de casación interpuestos por la demandante Ana María
Alfaro Jaramillo a fojas trece del cuadernillo respectivo, y por la
sucesión de la fallecida demandada Basilia María Moreno Rivera
a fojas mil setecientos diez; en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista obrante a fojas mil seiscientos cincuenta y
nueve, su fecha siete de junio de dos mil doce, expedida por la
Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de fojas mil
cuatrocientos noventa y cuatro, su fecha treinta de setiembre de
dos mil once, en el extremo que declara improcedente la demanda
de mejor derecho de propiedad, y reformándola la declara
fundada, en consecuencia, reconoce que la demandante tiene
mejor derecho respecto de los aires del inmueble ubicado en la
Manzana J, Lote 10, Segunda Etapa, Jirón Monte Caoba,
Urbanización Monterrico Sur, Distrito de Surco, Provincia y
Departamento de Lima; la confirma respecto a los extremos que
declara improcedentes las pretensiones de reivindicación,
accesión de lo edificado de mala fe e indemnización por daños y
perjuicios. 2) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Ana María Alfaro Jaramillo con Basilia María
Moreno Rivera, sobre mejor derecho de propiedad y otros
conceptos; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Almenara Bryson.- SS. ALMENARA BRYSON,
TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS
1
LANDA ARROYO, César. El Derecho al Debido Proceso en la Jurisprudencia:
Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, Tribunal Constitucional del
Perú, Corte Interamericana de Derechos Humanos. Volumen 1. Fondo Editorial
Academia de la Magistratura. Lima, Perú, 2012. p.16
2
GOZAINI, Osvaldo Alfredo. La Prueba en el Proceso Civil Peruano. Editora
Normas Legales S.A. Trujillo-Perú, 1997. p.189
C-1392274-3
CAS. Nº 4430-2012 LIMA
OBLIGACION DE HACER. Habiéndose establecido la obligación
de hacer de la emplazada, contenida en el acto jurídico celebrado
con la demandante, la que reconoce en su escrito de contestación
de la demanda, por lo que tiene carácter de declaración asimilada,
la demanda incoada para que cumpla con dicha obligación resulta
fundada, a tenor del artículo 1148 del Código Civil. Lima, dieciséis
de julio de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número 4430-2012; en audiencia pública de la fecha; y
producida la votación de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, emite la siguiente resolución. 1. ASUNTO: En el presente
proceso sobre otorgamiento de escritura pública, la parte
demandada Cooperativa de Vivienda Monterrico Sur Limitada,
interpone recurso de casación, contra la sentencia de vista de
fojas quinientos sesenta de fecha cinco de setiembre del dos mil
doce, que confirma la sentencia apelada de fojas quinientos siete,
su fecha dos de marzo del dos mil doce, que declara fundada la
demanda, con lo demás que contiene. 2. ANTECEDENTES: 2.1
DEMANDA: Que, Melania Da Pozzo San Juan De Palacios,
interpone demanda sobre obligación de hacer contra la
Cooperativa de Vivienda Monterrico Sur Limitada, a fin que
cumpla, conforme al contrato de transferencia e independización
del inmueble que adquirió de la demandada, sito en manzana J
Lote 07 , Urbanización Monterrico Sur, del distrito de Santiago de
Surco, con entregar las áreas de terreno destinadas a otros fines
a favor de la Municipalidad de Santiago de Surco, conforme lo
señala la Licencia Municipal número 052-1972, de la Municipalidad
de Lima Metropolitana, con el objeto de completar el procedimiento
de habilitación urbana, la cual se encuentra inscrita, pero con
calidad de reservada, respecto de la segunda Etapa, conforme lo
indica la Oficina Registral de Lima, por cuanto ha sido observado
el título de presentación de dicha habilitación, por no cumplir con
el acto la recepción de obras, a la que está obligada por ley, por
incumplimiento de la entrega de las áreas de terreno. Refiere que
con fecha veintitrés de enero de mil novecientos ochenta y uno, la

78602 CASACIÓN
demandada en su calidad de propietaria del referido bien inmueble,
suscribió a favor de la recurrente la escritura pública que formaliza
la minuta de adjudicación que transfiere el dominio sobre el bien,
el que forma parte de un área de mayor extensión, de propiedad
de la demandada. Que conforme al contrato, la demandada
comunicó a todos los adquirentes que conforme al pago efectuado
del precio del inmueble, se encargaría de la habilitación urbana, la
independización y los fines correspondientes en favor de los
nombrados adquirentes del bien inmueble; empero la emplazada
no tiene voluntad de cumplir con su obligación de hacer. 2.2.
CONTESTACIÓN: La demandada Cooperativa de Vivienda
Monterrico Sur Limitada (RECURRENTE), contestó la demanda:
Niega que con la demandada tenga alguna obligación de hacer al
no existir pacto o convenio alguno, indica que la demandada se
encuentra empeñada en obtener la habilitación urbana y recepción
de obras de los bienes inmuebles ubicados en la Segunda Etapa
de la Urbanización Monterrico Sur, demostrando el trámite del
mismo con el expediente número 015917200421, el que se viene
efectuando ante la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco,
conforme aparece en la partida registral con ficha Nº 100227 del
Registro de Propiedad Inmueble de Lima; que es cierto que a la
actora se le adjudicó el terreno materia de la pretensión, conforme
a la escritura pública mencionada; que igualmente resulta cierto
que la actora ha hecho aportes para una serie de gastos, pero no
para afrontar los relativos al trámite de habilitación urbana ante la
Municipalidad de Surco, entre otros conceptos; que asimismo, es
cierto que el expediente número 110-1972 existe, pero que por
acción de algunos socios que formaron una nueva asociación
denominada Asociación pro Vivienda Residencial Monterrico, se
desmembró el terreno de 220,000 metros cuadrados, dividiéndose
en dos etapas, faltando la habilitación urbana de la segunda
etapa, que representa 106,216.42 metros cuadrados. Es cierto
que la demandada y la asociación Pro Vivienda solicitaron la
división del área matriz de 440,000.00 metros cuadrados, siendo
que dentro del área matriz se encontraban áreas de terreno
signadas como T1, Fl y Q1, destinadas para el Ministerio de
Educación y parques. En cuanto al expediente número
015917200421, de fecha catorce de septiembre del año dos mil
cuatro, se tramitó la recepción de obra y habilitación urbana, pero
de 106,216.42 metros cuadrados. Respecto a la entrega de lotes
de la segunda etapa, si la demandante desea redimirla, puede
hacerlo, pero que no perjudique a los propietarios de dicha
segunda etapa; que para la entrega de terrenos de la segunda
etapa, no se puede disponer de bienes de propiedad del
recurrente. La tramitación de la recepción de obras y habilitación
urbana conlleva muchos gastos, por lo que conforme al Estatuto y
la ley son los propietarios asociados quienes deben afrontar
dichos gastos, comprendiendo a los propietarios no asociados.
Que la demandada está cumpliendo con su obligación de hacer;
que el gobierno, mediante Ley 29090 de fecha veinticinco de
septiembre del año dos mil siete, y su reglamento por Decreto
Supremo 024-2008-VIVIENDA, de fecha veintisiete de mismo mes
y año, establece las habilitaciones urbanas de oficio, disponiendo
que los municipios emitan resoluciones de habilitación de oficio y
dispongan la inscripción registral de rural a urbano; que con dicha
ley la demandada no requiere hacer aportes de terreno, ni tampoco
de dinero. Conforme a dicha ley, ha ingresado un nuevo expediente
de habilitación urbana a la comuna distrital con fecha dieciséis de
febrero del año dos mil nueve, con lo que acredita su cumplimiento.
La actora debe dirigir la demanda contra la Municipalidad Distrital
de Santiago de Surco, por ser Ia entidad obligada a otorgar la
habilitación urbana y recepción de obras. Que mediante resolución
número 17, de fecha veintiocho de enero de dos mil once, de fojas
doscientos setenta y nueve y siguiente, se ha ordenado integrar
coma litisconsorte necesaria a Ia Municipalidad Distrital de
Santiago de Surco. 2.3. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Mediante Sentencia de fojas quinientos siete, su fecha dos de
marzo del dos mil doce, se declara fundada la demanda y se
ordena que la demandada Cooperativa de Vivienda Monterrico
Sur Ltda. otorgue la escritura pública de independización del
terreno de propiedad de la actora, sito en manzana J Lote 07, de
la Urbanización Monterrico Sur en el distrito de Santiago de Surco;
que el demandado cumpla con la independización, mediante el
cumplimiento de la resolución de Licencia Municipal número 052-
1972, de la Municipalidad de Lima Metropolitana, con el objeto de
completar el procedimiento de Habilitación Urbana de Ia Segunda
Etapa de la Urbanización Monterrico Sur, bajo el apercibimiento
del inciso 1 del artículo 1150 del Código Civil; con costas y costos
del proceso por el demandado. Dicho fallo se sustenta en que la
emplazada alega que, por razones ajenas a su voluntad, no se ha
producido la independización del bien inmueble, por lo que no es
ella sino la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, la que
debe otorgar habilitación urbana y recepción de obras. Que de
conformidad con el artículo 1148 del Código Civil, “El obligado a la
ejecución de un hecho, debe cumplir la prestación en el plazo y
modo pactados o, en su defecto, en los exigidos por la naturaleza
de la obligación o las circunstancias del caso”. Que, la demandada
no ha negado que haya vendido los lotes de terreno destinados a
otros fines, lo que conlleva necesariamente al incumplimiento de
la obligación accesoria de independización de los lotes de terreno
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de la segunda etapa de la Urbanización Monterrico Sur,
configurándose el incumplimiento de la prestación de hacer, por
parte de la demandada, por lo que la solicitud planteada por la
actora, no solo se encuentra incursa dentro del supuesto jurídico
contemplado en el artículo 1549 del Código Civil, sino que también
es exigible, por lo que se debe declarar fundado este extremo de
la demanda. Que, la actitud mostrada por la parte demandada, en
el curso de la ejecución de la prestación a su cargo, muestra a las
claras su deseo de no cumplir con la obligación asumida con la
Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, pues lejos de
compensar la venta de los lotes destinados a otros fines, busca
confundir y dilatar el cumplimiento asumido con la actora y otros
vecinos de la segunda etapa de la urbanización Monterrico Sur.
Que respecto a otras pruebas que no hacen sino corroborar lo
expuesto, se observa que existe negativa de la emplazada a
cumplir con la Municipalidad de Santiago de Surco, respecto a los
lotes asignados a otros fines. 2.4. APELACIÓN El recurso de
apelación interpuesto por la parte demandada, Cooperativa de
Vivienda Monterrico Sur Limitada, de fojas quinientos treinta a
quinientos treinta y dos, se sustenta fundamentalmente en que el
mandato de la sentencia ha sido cumplido antes de la interposición
de la demanda, al haber otorgado la Escritura Pública de
Adjudicación o Traslación de dominio, de fecha veintitrés de enero
de mil novecientos ochenta y uno, respecto del lote de la
demandante, con lo que dio cumplimiento a la derogada Licencia
Municipal Nº 052-1972, encontrándose actualmente en trámite la
habilitación urbana de oficio, en la Segunda Etapa de la
Urbanización Monterrico Sur, como lo disponen los artículos 1, 2 y
24 de la Ley Nº 29090 ante la Municipalidad de Santiago de Surco.
2.5. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA: Mediante sentencia
de vista de fojas quinientos sesenta, de fecha cinco de setiembre
del dos mil doce, se confirma la sentencia apelada, contenida en
la resolución número 27, de fecha dos de marzo de dos mil doce,
obrante a fojas quinientos siete, que declara fundada la demanda
interpuesta por Melania Da Pozzo San Juan de Palacios, contra
Cooperativa de Vivienda Monterrico Sur LTDA sobre obligación de
hacer; con lo demás que contiene. Se sustenta en lo siguiente: La
demandada efectuó ventas individuales de los lotes 06 al 36 de la
manzana M, con un área total de 6,250.00 M2, que estaban
destinados según el reglamento para Otros Fines, según lo
informa al Juzgado la Municipalidad de Santiago de Surco
mediante Oficio Nº 338-2010-GDU-MSS, conforme es de verse de
folios doscientos cuarenta y seis y doscientos cuarenta y siete,
razón por la que se declara improcedente el procedimiento de
recepción de obras de habilitación urbana, iniciado por la
Cooperativa Vivienda Monterrico Sur Ltda, bajo el Expediente Nº
015917-2004-M22. Que aún pesa sobre la Cooperativa
demandada la obligación de realizar a favor de la demandante la
habilitación urbana, según lo previsto por el artículo 1148 del
Código Civil, correspondiendo que cumpla con las disposiciones
ediles exigidas para dicho fin. Que si bien la demandada en su
escrito de apelación adjunta la Carta Nº 11394-2012SGPUC-
GDU-MSS, de la Municipalidad de Santiago de Surco, de fecha
veintitrés de marzo de dos mil dos, obrante a folio quinientos
veinticuatro, en la que la entidad edil muestra que hay en marcha
un “diagnóstico” para realizar dicha habilitación urbana de oficio,
ello, ello en realidad, corresponde a una posibilidad, que se
encuentra evaluando dicha comuna, siempre y cuando se cumpla
con los requisitos exigidos por el artículo 24 de la Ley Nº 29090;
empero no deja sin efecto la Resolución Sub Gerencial Nº
2236-2009-SGLHU-GDU-MSS de fecha dieciséis de noviembre
de dos mil seis. Lo que crea aún mayor convicción para que la
demandada cumpla con la obligación contraída, exigiéndosele su
ejecución de conformidad con el artículo 1150 numeral 1) del
Código Civil, al resultar ajeno al presente proceso que la entidad
edil proceda de oficio o que se tenga un pronunciamiento favorable
en sede contencioso administrativa (16 Juzgado Contencioso
Administrativo, Expediente Nº 645-2011) donde la demandada
continua litigando contra dicha entidad edil, para que ésta realice
la habilitación urbana de oficio. 3. CAUSALES POR LAS QUE SE
DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha catorce de noviembre del dos mil
doce, ha declarado procedente el recurso de casación por
infracción normativa del artículo 139º, incisos 3 y 5 de la
Constitución Política y la infracción normativa del artículo 24 de la
Ley 29090. 4. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE: Es necesario
determinar si la decisión judicial dictada por la Sala Superior ha
infringido el derecho al debido proceso y el deber de motivación
reconocidos en el artículo 139 incisos 3 de la Constitución o si
existe infracción normativa del artículo 24 de la Ley 29090. 5.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: Primero.- Que, la
infracción normativa procesal es sancionada ordinariamente con
nulidad procesal, la que se entiende como aquél estado de
anormalidad del acto procesal, originado en la carencia de algunos
de sus elementos constitutivos o en vicios existentes sobre ellos
que potencialmente los coloca en la situación de ser declarados
judicialmente inválidos. El estado de nulidad potencial no puede
afectar el debido proceso ya sea por ser subsanable el vicio, por
convalidación o porque el acto cumplió con su finalidad. La
garantía al debido proceso, implica también el administrar justicia
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de acuerdo a las normas procesales, porque en razón a su texto,
son consideradas imperativas o de estricto cumplimiento, siendo
ello así, es tarea de aquélla que la potestad de administrar justicia
se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también, la
de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los
justiciables. Bajo ese contexto corresponde evaluar si la sentencia
de vista vulnera los principios de orden procesal referidos al
debido proceso y debida motivación, siendo así, se debe verificar
si el cuestionamiento del recurrente está orientado a enervar el
criterio de apreciación de los medios probatorios por la Sala
Superior o que el fallo no resulte acorde con lo alegado por el
casacionista. Segundo.- Que, el deber de debida motivación,
conforme lo ha señalado el Tribunal Constitucional peruano en el
Fundamento Jurídico Cuatro de la Sentencia número 00966-2007-
AA/TC: “no garantiza una determinada extensión de la motivación,
por lo que su contenido se respeta siempre que exista una
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto
y, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el
supuesto de motivación por remisión. Tampoco garantiza que, de
manera pormenorizada, todas las alegaciones que las partes
puedan formular dentro del proceso sean objeto de
pronunciamiento expreso y detallado (...) En suma, garantiza que
el razonamiento guarde relación y sea proporcionado con el
problema que al juez (...) corresponde resolver”. Que en el
presente caso los órganos jurisdiccionales han expresado los
fundamentos de su decisión cumpliendo con dicha garantía
constitucional. Tercero.- Que, en ese mismo sentido, el autor
Devis Echandia afirma, en cuanto a la motivación de las
resoluciones judiciales que: “de esta manera se evitan
arbitrariedades y se permite a las partes usar adecuadamente el
derecho de impugnación contra la sentencia para los efectos de
segunda instancia, planteándole al superior las razones legales y
jurídicas que desvirtúan los errores que conducen al Juez a su
decisión. Porque la resolución de toda sentencia es el resultado de
las razones o motivaciones que en ella se explican”1. Cuarto.- Que
la infracción normativa procesal admitida de manera excepcional
tiene como finalidad que se analice si la sentencia recurrida
contiene una debida motivación al declarar fundada la demanda y
ordenar que la Cooperativa emplazada cumpla con la obligación
de hacer constituida en el trámite de habilitación urbana a favor de
la demandante, verificar si se ha afectado el debido proceso en su
dimensión formal referente a las garantías procesales que dan
eficacia a los derechos fundamentales consagrados en el artículo
139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado. Quinto.-
Que afirma la recurrente que está probado en forma plena que
viene cumpliendo con gestionar la Habilitación Urbana de la
Segunda Etapa de la Urbanización Monterrico Sur; que ha
quedado demostrado que el trámite ante la Municipalidad de
Santiago de Surco fue aceptado, conforme aparece de las
diferentes cartas y oficios que remitió a la referida entidad edil, por
lo que, no son omisos al compromiso de la obligación de hacer, tal
es el caso que una vez dada la Ley 29090, se acogieron a ella y
como resultado han logrado la obtención de la Resolución
Municipal Nº 643-2012-RASS, del veinticuatro de julio del dos mil
doce, que ampara que la Habilitación Urbana es de oficio, en
virtud a lo previsto por el artículo 24 de la Ley 29090. Sexto.- Que,
estando a lo expuesto y atendiendo a la finalidad de la causal
procesal examinada, se estima que la sentencia expedida por la
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, contiene
una motivación adecuada al realizar un examen de los medios
probatorios aportados por las partes y solicitados por el órgano
jurisdiccional de primera instancia, en atención a su facultad
probatoria de oficio, satisfaciendo la garantía constitucional que
tiene el justiciable, brindando una respuesta razonada motivada y
congruente con la pretensión deducida; por lo que, no puede
ampararse dicho extremo. Sétimo.- Que, respecto de la infracción
normativa sustantiva, se considera que en el presente caso, la
demandante Melania Da Pozzo San Juan de Palacios, solicita a la
Cooperativa de Vivienda Monterrico Sur Ltda. cumpla con
otorgarle la escritura pública de independización del bien inmueble
de su propiedad, que adquirió de la demandada, sito en manzana
J Lote 07, Urbanización Monterrico Sur, en el distrito de Santiago
de Surco, en mérito a lo pactado en la escritura pública de
adjudicación y traslación de dominio, de fecha veintitrés de enero
del año mil novecientos ochenta y uno, ante el notario público de
Lima Virgilio Alzamora Valdez, conforme a la copia legalizada del
mismo en testimonio, obrante en autos de fojas tres a once vuelta.
Que conforme al tenor de la cláusula cuarta del contrato contenido
en la escritura pública, de fojas siete, la demandante ha cumplido
con pagar en su totalidad el precio pactado de S/ 48,000.00, por lo
que, es obligación esencial del demandado perfeccionar la
transferencia pactada y por ende la Cooperativa emplazada se
encuentra en la obligación de realizar el trámite de habilitación
urbana e independización del inmueble obligación que no está
sujeta a condición o plazo suspensivo, ni tampoco a obligación de
pago de suma dineraria adicional por parte de la demandada.
Octavo.- Que, el artículo 1148 del Código Civil, establece que “El
obligado a la ejecución de un hecho debe cumplir la prestación en
el plazo y modo pactados o, en su defecto, en los exigidos por la
78603
naturaleza de la obligación o las circunstancias del caso”. Que la
Sala Superior ha establecido que con el Informe Nº 887-2010-GAJ-
MSS, de fecha diecinueve de agosto de dos mil diez, emitido por
la Municipalidad de Surco, obrante a folios cuatrocientos a
cuatrocientos dos, se precisa respecto a la solicitud de habilitación
urbana de oficio, que la misma no es viable, concluyendo dicho
informe que: “ la gerencia no considera viable la declaración de
habilitación urbana de oficio propuesta por la Gerencia de
Desarrollo Urbano, teniendo en cuenta los antecedentes
registrales de los Estudios Preliminares que se encuentran
inscritos y que imposibilitarían la inscripción registral de una
eventual declaración de Habilitación Urbana de Oficio, así como la
no exigencia de aportes reglamentarios para otros fines, los cuales
como ya se ha verificado se encuentran inscritos sobre la manzana
G, lotes 1, 2 y 3, teniendo en cuenta que el artículo 24º de la Ley
Nº 29090 establece que la misma no es exigible”. Que, dicho
pronunciamiento fue apelado por la demandada y mediante
Resolución Nº 924-2010-RASS de fecha veintiocho de octubre de
dos mil diez, obrante a folios cuatrocientos tres a cuatrocientos
cinco es declarado infundado el recurso, dando por agotada la vía
administrativa. Lo anterior determina que la Cooperativa
demandada aún tiene la obligación pendiente a favor de la
demandante, esto es, la habilitación urbana, e independizacion
bajo el imperativo del artículo 1148 del Código Civil. Noveno: Que,
la recurrente no puede invocar infracción normativa del artículo 24
de la Ley Nº 29090 que establece la facultad, no la obligación de
la entidad edil de exonerar respecto de las Habilitaciones Urbanas,
el pago al Municipio, es decir brindar dicho trámite en forma
gratuita, pretendiendo evadir la obligación de entregar las áreas
de terreno destinadas y denominadas a “otros fines”, a favor de la
Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, conforme a la
Licencia Municipal número 052-1972-IU de la Municipalidad
Metropolitana de Lima, a fin de completar el procedimiento de
habilitación urbana de la urbanización, inscrita con calidad de
reserva respecto de la segunda etapa, conforme lo indica la
Oficina Registral de Lima. Siendo así se aprecia que la Sala ha
resuelto con arreglo a derecho y sobre la base de los medios
probatorios aportados al proceso, (por lo que, al no configurarse la
causal denunciada en el presente recurso y en aplicación del
artículo 397 del Código Procesal Civil, la Sala no casará la
sentencia por el sólo hecho de estar erróneamente motivada,
si su parte resolutiva se ajusta a derecho. 6. DECISIÓN: Esta
Sala Suprema, en aplicación de lo señalado por el artículo 397 del
Código Procesal Civil: Declara INFUNDADO el recurso de
casación de fojas seiscientos veintiséis, interpuesto por la
Cooperativa de Vivienda Monterrico Sur Limitada; en
consecuencia, NO CASAR la sentencia de vista de fojas quinientos
sesenta, de fecha cinco de setiembre del dos mil doce, expedida
por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima. a)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad y los devolvieron; en
los seguidos por Melania Da Pozzo San Juan De Palacios, sobre
obligación de hacer; intervino como ponente, la Jueza Supremo
señora del Carpio Rodríguez.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA
1
DEVIS ECHANDIA, Hernando: Teoría General del Proceso. Tomo primero. Página
cuarenta y ocho. Año mil novecientos ochenta y cuatro).
C-1392274-4
CAS. Nº 227-2013 ICA
Indemnización por daños y perjuicios. Sumilla.- Ejercicio regular
de un derecho. El ejercicio regular de un derecho se presenta
cuando el titular de un derecho pone en práctica las atribuciones
que este le otorga, dentro de sus propios límites, los que en
algunos supuestos pueden generar daños a terceros, caso en que
el sujeto no responde civilmente por los daños causados. Art.
1971º inciso 1 del CC. Lima, primero de abril de dos mil catorce.-
La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: con los procesos judiciales y
cuadernos acompañados, vista la causa número doscientos
veintisiete - dos mil trece, en audiencia pública realizada en la
fecha y producida la votación correspondiente, emite la siguiente
sentencia: I. ASUNTO: En el presente proceso de indemnización
por daños y perjuicios, es materia de análisis los recursos de
casación interpuestos por el demandante Juan Genaro Espino
Espino, así como los demandados Edward Amadeo Villacorta
Palacios, Armando Barreda Gamboa y Julio César Arévalo Flores,
respectivamente, contra la sentencia de vista obrante a fojas
novecientos sesenta y siete, su fecha cinco de octubre de dos mil
doce, expedida por la Segunda Sala Especializada Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ica, que confirma la sentencia
apelada de fojas setecientos noventa y uno, de fecha ocho de
marzo de dos mil diez, que declara fundada en parte la demanda;
en consecuencia, ordena que los demandados cumplan con pagar
solidariamente la suma de ocho mil nuevos soles a favor del actor
por los daños y perjuicios irrogados, con lo demás que contiene. II.
ANTECEDENTES Demanda. Mediante escrito presentado el
doce de mayo de dos mil cuatro, obrante a fojas setenta y uno,

78604 CASACIÓN
Juan Genaro Espino Espino interpuso demanda de indemnización
por daños y perjuicios, a fin de que los demandados Armando
Agustín Barreda Gamboa, Edward Amadeo Villacorta Palacios,
Julio César Arévalo Flores y el Jurado Nacional de Elecciones, le
paguen la suma de noventa y cinco mil nuevos soles, más
intereses legales, por los daños y perjuicios irrogados a su persona
y familia. Los hechos que sustentaron la pretensión son los
siguientes: - El actor laboró en la Municipalidad Provincial de Ica
en el cargo de Director de la Oficina de Servicios Sociales y
percibió como haber mensual la suma de mil cien nuevos soles. -
Luego, decidió postular a la alcaldía de la Municipalidad Distrital
de San Juan Bautista del Departamento de Ica, en las elecciones
municipales del año dos mil dos, para cuyo efecto, el dieciséis de
setiembre del mismo año, renunció a su empleo. - Manifestó que
el personero legal del Frente Regional Progresista Iqueño –
FREPOI- formuló tacha contra su candidatura a la alcaldía ante el
Jurado Electoral Especial de Ica, presidido por el demandado
Armando Barreda Gamboa y cuyos miembros titulares eran los
codemandados Edward Amadeo Villacorta Palacios y Julio Arévalo
Flores. - La tacha se sustentó en el hecho de que el actor tenía un
proceso penal pendiente con la Municipalidad Distrital de San
Juan Bautista, por el delito de concusión y, en aplicación del
artículo 8º, parágrafo 8.1., inciso c, de la Ley Nº 26864, modificada
por la Ley Nº 27734, no pueden ser candidatos en Elecciones
Municipales los comprendidos en los incisos 7, 8 y 9 del artículo
23º de la Ley Orgánica de Municipales, esto es, aquellos que
tienen procesos judiciales pendientes con la Municipalidad a la
que postulan. - Al absolver la tacha, precisó que dicha causal
estaba referida a procesos civiles que tenga el candidato con la
Municipalidad, más no a procesos penales en donde rige el
principio de presunción de inocencia, criterio que ha sido
considerado por el Jurado Nacional de Elecciones a través de
diversas resoluciones. - No obstante ello, el Jurado Electoral
Especial de Ica expidió la Resolución número dos, del veintiocho
de agosto del dos mil dos, que declaró fundada la tacha interpuesta
en su contra. El actor interpuso recurso de apelación, el que fue
declarado improcedente mediante Resolución número tres, del
tres de setiembre del mismo año, por considerar el Jurado que es
la única y definitiva instancia para resolver tachas a candidatos a
Concejos Distritales. - Señaló que al haber interpuesto la queja
respectiva, ésta fue declarada infundada por el Jurado Nacional
de Elecciones, bajo el fundamento de que el Jurado Electoral
Especial es la última instancia en materia de tachas contra
postulantes a Alcaldes y Regidores. - Ante dicha decisión, el actor
interpuso recurso de nulidad, el mismo que fue declarado
improcedente. Paralelamente, el Jurado Electoral Especial de Ica
emitió resolución definitiva e inscribió a los demás candidatos,
menos al demandante. - El demandante interpuso acción de
amparo ante el Primer Juzgado Civil de la Corte Superior de
Justicia de Ica, la misma que fue estimada por el Tribunal
Constitucional mediante sentencia de fecha seis de abril de dos
mil cuatro, la cual consignó entre sus fundamentos que se había
producido la irreparabilidad en los derechos del actor por la
conducta funcional de las autoridades del Jurado Electoral
Especial de Ica, quienes, al margen de haber declarado fundada la
tacha formulada contra el demandante e impedido su participación
en el proceso electoral de noviembre del dos mil dos, no le
concedieron el recurso de apelación, ni tomaron en cuenta la
jurisprudencia reiterada del Jurado Nacional de Elecciones
respecto al fondo del petitorio. - Sostuvo el accionante que los
demandados violaron su derecho constitucional a participar en
asuntos públicos y el derecho a ser elegido y a elegir libremente a
sus representantes, prescrito en el artículo 31º de la Constitución
Política del Estado; asimismo, infringieron el principio de
presunción de inocencia contemplado en el artículo 2º, numeral
24, inciso e), de la Carta Magna. - Manifestó que la lista para la
cual postulaba el demandante salió ganadora; sin embargo, el
actor terminó desempleado, por lo que considera que los
demandados están obligados a indemnizarlo con el monto
solicitado. Contestaciones de la demanda. Mediante escrito
presentado el dieciocho de junio de dos mil cuatro, obrante a fojas
ciento doce, el demandado Edward Amadeo Villacorta Palacios
contestó la demanda, negándola y contradiciéndola en todos sus
extremos, en los siguientes términos: - El actor no fue sincero al
momento de inscribirse como candidato a las elecciones
municipales de dos mil dos para el Distrito de San Juan Bautista,
por encontrarse incurso en un proceso penal en agravio del
municipio de dicho distrito. - Los actos de carácter electoral se han
llevado a cabo en el ejercicio regular de un derecho, por cuya
razón se declaró improcedente el recurso de apelación interpuesto
por el actor contra la resolución que declaró fundada la tacha
propuesta en su contra, toda vez que las tachas son resueltas en
única instancia, de conformidad con el artículo 17º de la Ley de
Elecciones Municipales, Ley Nº 26864, modificado por la Ley Nº
27734; por tanto, consideró que no se ha producido ningún acto
que constituya abuso del derecho, ya que el uso regular del
derecho no origina indemnización alguna, conforme lo señala el
artículo 1971º del Código Civil, pues la conducta de los
demandados se encuentra dentro del marco legal en materia
electoral. Mediante escrito presentado el veintiuno de junio de dos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
mil cuatro, obrante a fojas ciento veinticinco, los demandados
Armando Agustín Barreda Gamboa y Julio César Arévalo
Flores contestaron la demanda, negándola y contradiciéndola en
todos sus extremos en los siguientes términos: - No han cometido
ningún acto ilícito, pues han actuado por órdenes del Jurado
Nacional de Elecciones, en su condición de miembros de dicho
Jurado, y debe tenerse en cuenta que lo resuelto en procesos
electorales es irrevisable en instancia judicial. - Se presentó tacha
contra la candidatura del actor a la Alcaldía del Distrito de San
Juan Bautista, sustentada en el artículo 23º inciso 8 de la Ley
Orgánica de Municipalidades, Ley Nº 23853, por lo que en su
condición de miembros del Jurado aplicaron la norma contenida
en el artículo 17º de la Ley de Elecciones Municipales, esto es,
que las tachas contra los candidatos a alcaldes y regidores se
resuelven en única instancia por los Jurados Electorales en el
término de tres días, quedando agotada la vía electoral. Mediante
escrito presentado el veintinueve de diciembre de dos mil cuatro,
obrante a fojas ciento ochenta y cinco, el Procurador Público del
Jurado Nacional de Elecciones también contestó la demanda,
negándola y contradiciéndola, en los siguientes términos: - En el
marco de las Elecciones Regionales y Municipales de dos mil dos,
el actor postuló a la Alcaldía de la Municipalidad Distrital de San
Juan Bautista; sin embargo, se acreditó que tenía proceso judicial
pendiente, por lo que fue objeto de tacha, la que se declaró
fundada y, en virtud a ello, quedó excluido de la lista electoral en la
que participaba, situación que fue de conocimiento del Jurado
Nacional de Elecciones al declarar infundada la queja por
denegatoria de apelación, estableciendo la primacía de la ley
sobre la jurisprudencia para el caso concreto. - En tal virtud,
consideró que ha quedado demostrado el respeto del derecho al
debido proceso, además, se ha acreditado que al tener un proceso
judicial pendiente en agravio del Estado y de la Municipalidad
Distrital de San Juan Bautista, el actor estaba incurso en un
conflicto de intereses que constituye impedimento para su
postulación al cargo de Alcalde; siendo esto así, no se ha
vulnerado derecho constitucional alguno, menos aun se le ha
causado daño o perjuicio al demandante. Excepciones. También
debe anotarse que mediante escrito de fojas ciento dos, los
demandados Armando Agustín Barreda Gamboa y Julio César
Arévalo Flores formularon excepciones de representación
insuficiente y falta de legitimidad para obrar del demandado,
medios de defensa que fueron desestimados por resolución
número dieciocho, dictada en la Audiencia de Conciliación de fojas
doscientos noventa y nueve, la que al ser apelada fue concedida
sin efecto suspensivo con calidad de diferida a fojas trescientos
doce. Puntos controvertidos. Según Acta de Audiencia de
Conciliación y Fijación de Puntos Controvertidos, obrante a fojas
doscientos noventa y nueve, el Juez fijó los siguientes puntos
controvertidos: a) Establecer si los demandados, en calidad de
miembros integrantes del Jurado Electoral Especial de Ica,
originaron daños al demandante al haber impedido en forma
dolosa su postulación como candidato a la Alcaldía del Concejo
Distrital de San Juan Bautista en el proceso electoral de noviembre
de dos mil dos. b) Establecer si los demandados deben abonar la
cantidad de noventa y cinco mil nuevos soles por concepto de los
daños y perjuicios que le han ocasionado al actor, más sus
intereses. c) Establecer si la decisión de los demandados al
amparar la tacha propuesta en contra del actor no estuvo arreglada
a ley y si esa conducta estuvo inspirada en el dolo para causarle
daño al demandante. d) Determinar si los demandados causaron
daño moral y económico al demandante, al haber afectado su
dignidad y al haber efectuado desembolsos económicos en la
campaña electoral como candidato a la alcaldía. e) Determinar si
la demanda se declara infundada respecto del demandado
Edward Villacorta Palacios, al no haber ocasionado daños al
demandante y al haber desarrollado su actuación con sujeción al
debido proceso y de acuerdo a las leyes aplicables al caso. f)
Establecer si los demandados actuaron en el ejercicio regular de
su derecho sin afectar el derecho del demandante. g) Determinar
si la demanda es improcedente o, en su caso, infundada respecto
de los demandados por estar sujeta su actuación a la Ley en
materia electoral. h) Establecer si el demandante no estaba
obligado a renunciar al cargo de Director de la Oficina de Servicios
Sociales de la Municipalidad de Ica para postular a la alcaldía. i)
Determinar si no existe dolo o culpa en la actuación de los
demandados j) Determinar si la demanda es infundada respecto al
Jurado Nacional de Elecciones. Sentencia de primera instancia.
El Cuarto Juzgado Civil Transitorio de la Corte Superior de Justicia
de Ica expidió sentencia que declaró fundada en parte la demanda
y dispuso que los demandados cumplan con pagar solidariamente
a favor del actor la suma de ocho mil nuevos soles por los
perjuicios irrogados, más los intereses legales respectivos. Las
razones que sustentaron dicha decisión son las siguientes: - El
Juez sostuvo que el amparo de la tacha formulada contra el
demandante en el proceso electoral del año dos mil dos era
contradictorio con respecto a lo resuelto por el Jurado Nacional de
Elecciones, pues en un caso similar se pronunció en sentido
contrario al señalar que la causal de tacha contemplada en el
artículo 8º, literal 8.1, inciso c), de la Ley de Elecciones Municipales,
Ley Nº 26864, debe ser interpretada en el sentido de que los
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
candidatos tengan proceso de naturaleza civil o comercial con el
municipio al cual postulan, no refiriéndose al proceso penal,
debido a que es garantía de la administración de justicia que toda
persona es considerada inocente mientras que no se haya
declarado judicialmente su responsabilidad. - En virtud a ello, el
Juez concluyó que los demandados, exintegrantes del Jurado
Electoral Especial de Ica, actuaron negligentemente no solo al
estimar la tacha formulada contra el actor y, en consecuencia,
impedir su participación en el proceso electoral municipal de dos
mil dos, sino también al no concederle el recurso de apelación
interpuesto contra la resolución que declaró fundada la tacha,
alegando la condición de instancia única, afectando con ello el
interés particular de participar en un proceso electoral. - En tal
sentido, estimó los daños y perjuicios en la suma de ocho mil
nuevos soles por conceptos de daño moral y daño emergente. -
Respecto al Jurado Nacional de Elecciones, el Juez señaló que es
responsable solidario de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
1981º del Código Civil, norma que regula la responsabilidad
vicaria. Recursos de apelación. Según escrito de fojas ochocientos
nueve, el demandado Edward Amadeo Villacorta Palacios
interpuso recurso de apelación. Este impugnante esgrime como
fundamentos de su recurso lo siguiente: - No se ha tenido en
cuenta que los demandados fueron absueltos de los cargos
imputados en el proceso penal que se les instauró. - La sentencia
apelada transgrede lo preceptuado en el artículo 181º de la
Constitución Política del Perú, norma que otorga el carácter de no
revisables a las resoluciones del pleno del Jurado Nacional de
Elecciones; además la parte demandante no ha probado la
pretensión demandada. El demandante Juan Genaro Espino
Espino también impugna la sentencia por escrito de fojas
ochocientos trece, solo respecto del monto indemnizatorio al
considerarlo no equitativo. Los demandados Armando Agustín
Barreda Gamboa y Julio César Arévalo Flores interpusieron
recurso de apelación a fojas ochocientos veinte, argumentando lo
siguiente: - El Juez de la causa no se ha pronunciado sobre todos
los puntos controvertidos fijados en la Audiencia de Conciliación
de fojas doscientos noventa y nueve. - El Juez no ha tomado en
cuenta que en el año dos mil dos estuvo en vigencia la Ley Nº
26864, la cual contemplada en su artículo 17º a la instancia única
de los Jurados Electorales Especiales con respecto a la tacha
contra candidatos a la Alcaldía y a Regidores. - En observancia del
debido proceso administrativo electoral, se declaró fundada la
tacha contra la candidatura del demandante, decisión que adquirió
la calidad de cosa juzgada. Sentencia de vista. La Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica expidió la sentencia de
vista, obrante a fojas novecientos sesenta y siete, de fecha cinco
de octubre de dos mil doce, que confirmó la resolución número
dieciocho que declaró infundadas las excepciones formuladas, así
como la sentencia apelada que declaró fundada en parte la
demanda, con lo demás que contiene. Las razones que
sustentaron dicha decisión son las siguientes: - La Sala llegó a la
conclusión de que, en virtud a lo señalado por el Tribunal
Constitucional en el proceso de amparo Nº 1700-2002, seguido
por el actor contra los ahora demandados, la actuación de éstos al
emitir la Resolución número dos, del veintiocho de agosto de dos
mil dos, que declaró fundada la tacha contra el actor, constituye
una conducta antijurídica. - También, señaló que en este proceso
de indemnización no se revisa la actuación de los demandados en
el proceso electoral en que el demandante fue tachado como
candidato a la Alcaldía de la Municipalidad Distrital de San Juan
Bautista, pues ello ya fue revisado en el proceso de amparo Nº
1700-2002. - En virtud a ello, la Sala Superior cuantificó
equitativamente los conceptos de daño moral y daño emergente
en la suma de ocho mil nuevos soles. III. RECURSOS DE
CASACIÓN. Contra la sentencia dictada por la Sala Superior,
tanto el demandante Juan Genaro Espino Espino como los
demandados Armando Barreda Gamboa, Edward Amadeo
Villacorta Palacios y Julio César Arévalo Flores, interpusieron
sendos recursos de casación, los que se describen a continuación:
3.1. Del demandante Juan Genaro Espino Espino: Este
impugnante interpuso recurso de casación, mediante escrito de
fojas novecientos noventa y nueve, proponiendo las siguientes
infracciones: a) Infracción normativa de los artículos 1984º y
1985º del Código Civil: señaló que el recurso se sustenta en la
infracción de los artículos 1984º y 1985º del Código Civil, al no
haberse tenido en consideración la magnitud del daño moral y el
contenido de la indemnización que ha sido señalada en forma
irrisoria por los Jueces de mérito. Sostuvo que el precitado artículo
1984º preceptúa al daño moral como un daño extrapatrimonial que
afecta los derechos de la persona, el cual puede ser indemnizable
atendiendo a la magnitud y al menoscabo producido a la víctima y
a su familia. La Sala reconoce que los demandados, en forma
antijurídica, dejaron al recurrente fuera de la carrera de postular
como candidato a la Alcaldía Distrital de San Juan Bautista,
aniquilando sus esperanzas; sin embargo, su lista ganó las
elecciones municipales y si hubiera competido en forma legal, el
recurrente habría sido elegido alcalde, cargo en el que hubiera
obtenido un promedio de ochenta y cuatro mil nuevos soles por
todo el periodo municipal, incluso no se ha tenido en cuenta los
gastos de campaña y por recurrir ante el Tribunal Constitucional,
78605
en donde se hizo justicia. Precisó que el artículo 1985º del citado
Código dispone que la indemnización debe comprender la
satisfacción plena de los daños irrogados a través de lo que la
doctrina denomina reparación integral y para determinar el monto
de la indemnización la Sala Superior debe atenerse al menoscabo
y a la magnitud del daño. 3.2. Del demandado Edward Amadeo
Villacorta Palacios Este impugnante interpuso recurso de
casación, mediante escrito de fojas mil ocho, proponiendo las
siguientes infracciones: a) Infracción normativa del artículo
1971º del Código Civil: señaló que el Jurado Nacional de
Elecciones homologó lo resuelto por el Jurado Electoral Especial
de Ica, respecto del recurso de queja, bajo el fundamento de que
es la única instancia. Indica que el Tribunal Constitucional, en su
sentencia de amparo, no establece el presupuesto por daños y
perjuicios y que tampoco se ha probado la antijuricidad por parte
del recurrente y de los miembros del Jurado Electoral Especial de
Ica, contraviniendo lo dispuesto en el artículo 1971º inciso 1 del
Código Civil. b) Infracción normativa del artículo 139º inciso 5
de la Constitución Política del Estado, así como de los
artículos 171º, 176º y 177º del Código Procesal Civil: sostuvo
que son principios y derechos de la función jurisdiccional la
motivación escrita de las resoluciones judiciales, que exige
fundamentación jurídica, así como congruencia entre lo pedido y
lo resuelto y que, por sí misma, exprese una suficiente justificación
de la decisión dictada; sin embargo, la sentencia impugnada no
reúne tales exigencias, por lo que, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 139º inciso 5 de la Constitución Política, concordante
con los artículos 171º, 176º y 177º del Código Procesal Civil,
considera que debe anularse la impugnada. c) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial: sostuvo que mediante la
sentencia impugnada la Sala Superior se ha apartado del
precedente judicial, conforme se demuestra con la sentencia
expedida por el Tribunal Constitucional en el proceso de amparo
Nº 1700-2002, indicando que la Ley Nº 23506 fue derogada por la
Ley Nº 28237. 3.3. De los demandados Julio César Arévalo Flores
y Armando Agustín Barreda Gamboa: Estos impugnantes
interpusieron recurso de casación, mediante escrito de fojas mil
quince, proponiendo las siguientes infracciones: a) Infracción
normativa de los artículos 142º y 181º de la Constitución
Política, así como de los artículos 1971º y 1981º del Código
Civil: precisaron que esta denuncia está relacionada con la
resolución número dieciocho, que declaró infundadas las
excepciones de representación insuficiente del demandado, así
como de la falta de legitimidad para obrar del demandado.
Señalaron que el actor acudió al órgano jurisdiccional como
persona natural y no como postulante a la alcaldía del partido
político Reconstrucción Democrática, y demandó también como
persona natural a los exintegrantes del Jurado Electoral Especial
de Ica, Barreda Gamboa, Villacorta Palacios y Arévalo Flores,
quienes estaban subordinados al Jurado Nacional de Elecciones.
Siendo así, está totalmente demostrado que en la vía administrativa
electoral existió un debido proceso en el que el ahora demandante,
por intermedio de su personero legal, interpuso los recursos
administrativos que fueron resueltos en última instancia por el
Jurado Nacional de Elecciones, órgano superior del Jurado
Electoral Especial de Ica, que de conformidad con los artículos
142º y 181º de la Constitución Política, establece que sus
resoluciones son inimpugnables en sede judicial; por tal razón, los
recurrentes estiman que la Sala Superior aplica e interpreta
indebidamente el artículo 1981º del Código Civil. b) Infracción
normativa del artículo 446º inciso 3 del Código Procesal Civil:
sostuvieron que esta denuncia también está relacionada con la
resolución número dieciocho, que resuelve las excepciones antes
mencionadas. Señalaron que actuaron como miembros del Jurado
Electoral Especial de Ica, entidad que está subordinada al Jurado
Nacional de Elecciones, por lo que la representación del recurrente
es totalmente defectuosa, ya que en todo caso, de existir alguna
responsabilidad, la demanda debió interponerse contra el
Procurador del Jurado Nacional de Elecciones, ya que demandar
a una persona natural resulta un imposible legal. c) Infracción
normativa de los artículos 1971º y 1981º del Código Civil, así
como de los artículos 17º, 27º, 59º, 64º, 446, incisos 3 y 6, 451º
inciso 5, del Código Procesal Civil: sostuvieron que nunca
actuaron a título personal, sino en calidad de integrantes del
Jurado Electoral Especial de Ica en el proceso electoral del año
dos mil dos, esto es, en subordinación de dicha entidad, por lo que
su intervención está sujeta a la Ley Electoral y demás normas
conexas. En tal virtud, consideran que no se les puede demandar
como persona natural, ya que se debió demandar al procurador
del Jurado Nacional de Elecciones. En tal sentido, consideraron
que la Sala Superior ha obviado aplicar los artículos 1971º y 1981º
del Código Civil, en concordancia con los artículos 142º y 181º de
la Constitución Política, así como los artículos 17º, 27º, 59º y 64º
del Código Procesal Civil. Es así que las excepciones propuestas
por su parte están dentro de los alcances del artículo 446º incisos
3 y 6 del Código Procesal Civil, por lo que, de acuerdo al artículo
451º inciso 5 del mismo Código, deberá declararse la nulidad de
todo lo actuado y la conclusión del proceso. d) Infracción
normativa de los artículos 1971º, 1981º, 1984º y 1985º del
Código Civil, así como de los artículos 142º y 181º de la

78606 CASACIÓN
Constitución Política del Estado y 17º de la Ley Nº 26864, Ley
de Elecciones Municipales: sostuvieron que la Sala Superior
sustentó su decisión en los artículos 1969º, 1981º, 1984º y 1985º
del Código Civil, pero los interpreta erróneamente y a su manera,
pues deja de lado el artículo 1971º del Código sustantivo, el cual
señala que no hay responsabilidad en el ejercicio regular de un
derecho, lo que quiere decir que el ejercicio regular de un derecho
consiste en la utilización de los medios legales y/o administrativos
para hacer frente a la afectación de otro derecho, supuesto en el
que se elimina la responsabilidad civil. Señalaron que al haber
existido un debido proceso electoral, los demandados están
dentro del alcance del artículo 1971º del Código Civil, más aún
cuando al aplicarse los artículos 142º y 181º de la Constitución
Política, lo resuelto en sede electoral es irreversible en sede
judicial. Es más, se incurre en infracción normativa material al no
aplicarse el artículo 17º de la Ley Nº 26864, Ley de Elecciones
Municipales, que señala que las tachas a los candidatos a la
Alcaldía y Regidores de los Concejos Municipales Distritales son
resueltos en única instancia por los Jurados Electorales
Especiales, pero la Sala no analiza la Ley en materia electoral y
señala únicamente que existe responsabilidad con conducta
antijurídica y una responsabilidad vicaria. Este Supremo Tribunal,
mediante resoluciones de fechas veintisiete de mayo de dos mil
trece, ha declarado la procedencia de los referidos recursos por
las infracciones normativas antes citadas. El Fiscal Supremo en lo
civil emitió dictamen a fojas setenta y siete del cuaderno respectivo,
opinando que se declare infundado el recurso de casación
propuesto por el demandante y fundados los recursos de los
demandados. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE La cuestión
jurídica en debate consiste en determinar, en primer lugar, si la
decisión impugnada se emitió en cumplimiento de la garantía que
otorga el derecho constitucional a la debida motivación de las
resoluciones judiciales. En caso no prospere dicha infracción,
debe establecerse si las conductas de los demandados constituyen
supuestos del ejercicio regular de un derecho contemplado en el
artículo 1971º, inciso 1, del Código Civil. V. FUNDAMENTOS DE
ESTA SALA SUPREMA Primero.- Es conveniente señalar que
este Supremo Tribunal ha declarado procedentes los recursos de
casación por infracciones normativas tanto de orden procesal y
material, por lo que, en primer término, deberán analizarse las
infracciones procesales debido a la naturaleza y los efectos de
éstas, pues si merecieran amparo carecería de objeto pronunciarse
respecto de las infracciones que tienen relación con el derecho
material. Sobre las infracciones normativas de naturaleza
procesal: Segundo.- En cuanto a la infracción que tiene relación
con la motivación de las resoluciones judiciales, es menester
señalar que es posible el control casatorio de la motivación de la
sentencia impugnada cuando ésta no presente una argumentación
que exprese razonablemente la justificación interna y externa de la
decisión, sin embargo, no tendrán relevancia para este control las
argumentaciones desarrolladas solo ad abundatium, esto es,
aquellas dictadas para reforzar o apoyar la argumentación
principal, pues debemos recordar que solo es de interés para el
recurso de casación la motivación que incida en la parte decisoria
de la resolución recurrida. Sobre este tema, Taruffo comenta que:
“... se puede observar que el control de la motivación no está, de
por sí, en contraste con la función de la Corte de Casación como
supremo juez de la legitimidad. El deber de motivar constituye un
elemento esencial de la “ideología legal y racional” de la función
judicial y de la decisión que inspira a la mayor parte de los
ordenamientos modernos...”1 Tercero.- Examinado el recurso de
casación propuesto por el impugnante Edward Amadeo Villacorta
Palacios, se advierte que éste denuncia la infracción normativa del
artículo 139º inciso 5 de la Constitución Política del Estado,
concordante con los artículos 171º, 176º y 177º del Código
Procesal Civil, argumentando que la sentencia de vista impugnada
adolece de fundamentos en la parte considerativa y que no
concuerda con lo resuelto, toda vez que el Jurado Nacional de
Elecciones homologó la decisión del Jurado Electoral Especial de
Ica, bajo el fundamento de que es la única instancia. Cuarto.- La
debida motivación de las resoluciones judiciales, consagrada
constitucionalmente en el artículo 139º inciso 5 de la Constitución
Política, constituye un deber-derecho de las decisiones judiciales.
Es un deber porque vincula ineludiblemente a los órganos
jurisdiccionales y es un derecho porque son titulares de la misma
todos los ciudadanos que acceden a los Tribunales con el fin de
recabar la tutela judicial efectiva de sus derechos e intereses
legítimos. Por ello, se puede decir que estamos ante una debida
motivación cuando ésta presenta una argumentación que expresa
las justificaciones internas y externas de la decisión. Quinto.-
Ahora bien, en la sentencia de vista impugnada en ningún caso se
aprecia déficit motivacional, por el contrario, la Sala Superior ha
sido escrupulosa al expresar la justificación tanto interna y externa
de la decisión, en base al material probatorio aportado al proceso
y el análisis de las normas jurídicas y hechos sometidos a
controversia. En efecto, en cuanto a la justificación interna,
entendida como la proposición de las premisas mayor y menor
que, deductivamente, llevan a una conclusión, la Sala Superior
señala como premisa mayor que todo aquel que causa daño está
obligado a repararlo y como premisa menor indica que los
demandados han causado daño al actor al amparar la tacha
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Jueves 30 de junio de 2016
formulada contra su candidatura a la alcaldía de la Municipalidad
Distrital de San Juan Bautista del año dos mil dos, en virtud a que
tenía un proceso penal en agravio de la Municipalidad a la que
postulaba y además al no haberle concedido los medios
impugnatorios contra dicha decisión. En cuanto a la justificación
externa, entendida como las razones que demuestran la certeza
de cada una de las premisas, la Sala de mérito considera que, en
el plano normativo, resulta de aplicación lo dispuesto en el artículo
1969º del Código Civil, norma que regula la responsabilidad
subjetiva al señalar que aquel que por dolo o culpa causa un daño
a otro está obligado a indemnizarlo, así como el artículo 1985º del
mismo Código, referido al contenido de la indemnización. En el
aspecto fáctico, dicho Colegiado justifica la premisa menor,
fundamentalmente, en la Sentencia Nº 2366-2003-AA/TC,
expedida por el Tribunal Constitucional en el proceso de amparo
Nº 1700-2002, seguido por el actor contra los ahora demandados.
Sexto.- En virtud de dicho análisis, se puede concluir que la
resolución recurrida en casación expresa razonablemente las
justificaciones que sustentan la decisión; por lo tanto, satisface el
deber de motivar las resoluciones judiciales y, en virtud a ello, no
resultan atendibles las infracciones propuestas en el acápite b) del
recurso de casación del demandado Edward Amadeo Villacorta
Palacios, descritas en el item 3.2) de la Sección III de esta
resolución; no obstante ello, debe precisarse que dicha conclusión
no importa que este Tribunal Supremo concuerde necesariamente
con el fallo de la Sala Superior, pues hay que distinguir que una
cosa es el control lógico formal del silogismo judicial, y otra, la
correcta interpretación del derecho objetivo, la cual constituye uno
de los fines esenciales del recurso de casación, de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 384º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364. Sétimo.- Examinado el recurso de casación
de los recurrentes Julio César Arévalo Flores y Armando Agustín
Barreda Gamboa, se aprecia que éstos denuncian en los acápites
a), b) y c), del item 3.3) de la Sección III de esta resolución,
infracciones que están relacionadas con la resolución número
dieciocho, obrante a fojas doscientos noventa y nueve, su fecha
cinco de mayo de dos mil cinco, que declara infundadas las
excepciones de representación insuficiente del demandado, así
como la falta de legitimidad para obrar pasiva, formuladas por los
citados impugnantes. Octavo.- Para desvirtuar tales alegaciones
resulta conveniente analizar la naturaleza jurídica del recurso de
casación. Así pues, la casación constituye un medio impugnatorio
extraordinario, concedido al justiciable a fin de que pueda solicitar
al máximo órgano de justicia un nuevo examen de la decisión
dictada por los jueces de mérito. Se dice que es un recurso
extraordinario pues la Ley lo admite excepcionalmente, esto es, al
agotarse la impugnación ordinaria a fin de satisfacer finalidades
estrictas como la de velar por la correcta aplicación del derecho
objetivo al caso concreto, es decir, la Corte de Casación solo
puede pronunciarse sobre los errores de derecho, más no respecto
de los hechos y las pruebas. Es extraordinario también porque
solo procede contra determinadas resoluciones judiciales: los
autos y sentencias que, en revisión, pongan fin al proceso, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 387º inciso 1 del
Código Procesal Civil. Esta característica está en función de los
fines del recurso, pues, como ya se ha dicho, mediante la casación
solo se examinan los errores de derecho que contenga la decisión
de fondo. Esta naturaleza excepcional lo convierte en un recurso
formalista ya que solo procede por causales taxativamente
previstas por la Ley, estando su admisibilidad sujeta al
cumplimiento de requisitos formales y de fondo. Noveno.- Ahora
bien, tal como se ha señalado, los recurrentes Arévalo Flores y
Barreda Gamboa pretenden impugnar el extremo de la sentencia
de vista que resuelve confirmar la resolución número dieciocho
que declara infundadas las excepciones de representación
insuficiente del demandado y falta de legitimidad para obrar
pasiva; en tal virtud, estamos ante una resolución que resuelve
medios de defensa de índole formal que no inciden en el fondo del
asunto; sin embargo, este Supremo Tribunal considera que para
este caso concreto es pertinente analizar las normas de orden
procesal supuestamente infringidas tales como los artículos 17º,
27º, 59º, 64º, 446º incisos 3 y 6, y 451º del Código Procesal Civil,
mientras que los artículos 142º y 181 de la Constitución Política,
así como 1971º y 1981º del Código Civil están relacionados con la
decisión de fondo, las que luego serán analizadas con las
infracciones de orden material. Décimo.- En cuanto a los artículos
17º y 27º del Código adjetivo, se puede señalar que dichas normas
regulan sobre la competencia de los jueces para conocer un
determinado proceso en el que es parte una persona jurídica o el
Estado. En el caso concreto, la competencia de los jueces que han
intervenido tanto en primera como en segunda instancia no ha
sido cuestionada por las partes durante el desarrollo del proceso,
tan es así que las únicas excepciones promovidas han sido la de
falta de representación suficiente y falta de legitimidad para obrar
del demandado. Los antes citados artículos están referidos a la
competencia de orden territorial que por naturaleza es prorrogable,
la que se activa bien sea por voluntad expresa o tácitamente, ésta
última funciona cuando la parte demandada contesta sin
cuestionar la competencia. Por tanto, en el supuesto que se
presente una situación de esta naturaleza (falta de competencia
del juez original) al no haber sido cuestionada oportunamente, no
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
es procedente pretender invalidar o anular el proceso invocando
dicha causal recién en este estado del proceso; siendo esto así, la
infracción denunciada no tiene incidencia alguna en la controversia.
Undécimo.- Respecto a la infracción de los artículos 59º y 64º,
446º inciso 3 y 451º inciso 5 del Código Procesal Civil, debe
señalarse que el artículo 59º del mismo Código suprime todos los
privilegios en materia procesal civil a favor del Estado y sus
dependencias, por tanto, no tiene incidencia alguna con lo que es
objeto de controversia. Similar criterio resulta de aplicación a los
artículos 64º, 446º inciso 3 y 451º inciso 5 del acotado Código,
pues la primera de ellas regula la representación procesal de la
persona jurídica, mientras que las últimas regulan las excepciones
de representación defectuosa o insuficiente del demandante o del
demandado y los efectos de las excepciones. Duodécimo.- Tal
orden de ideas lleva a este Supremo Tribunal a la conclusión de
que no son amparables las infracciones de orden procesal, por lo
que a continuación deben analizarse las infracciones que tienen
relación con la materia en controversia. Sobre las infracciones
normativas de derecho material Décimo Tercero.- En cuanto al
recurso de casación del demandante Juan Genaro Espino Espino,
se aprecia que dicho medio impugnatorio se sustenta en la
infracción de los artículos 1984º y 1985º del Código Civil, pues
considera que los juzgadores no han considerado en su magnitud
el daño moral, fijando en forma irrisoria el monto indemnizatorio. El
recurrente sostiene que si bien la Sala Superior reconoce que los
demandados en forma antijurídica excluyeron al actor de la
contienda electoral para postular a la alcaldía de la Municipalidad
Distrital de San Juan Bautista, sin embargo, no advierten que la
lista electoral en la que participó ganó las elecciones municipales,
entonces, si hubiese participado legalmente habría sido elegido
alcalde, cargo en el que habría obtenido un ingreso por todo el
periodo que duraba el cargo ascendente a la suma de ochenta y
cuatro mil nuevos soles, además refiere que no se han apreciado
los gastos de campaña que sufragó el recurrente, entre otros.
Décimo Cuarto.- Sobre el particular, es conveniente citar el texto
del artículo 1984º del Código Civil: “El daño moral es indemnizado
considerando su magnitud y el menoscabo producido a la víctima
o a su familia”. Por su parte, el artículo 1985º del mismo Código
establece que: “La indemnización comprende las consecuencias
que deriven de la acción u omisión generadora del daño,
incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral,
debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el
hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga
intereses legales desde la fecha en que se produjo el daño”.
Décimo Quinto.- El artículo 1984º regula la figura del daño moral
entendido como el daño no patrimonial producido en la esfera de
la personalidad o la afectividad de la víctima. El daño moral
constituye el ansia, la angustia, los sufrimientos físicos o psíquicos
padecidos por la víctima o su familia. Este tipo de daño admite
aquellos que se verifican en esferas jurídicas subjetivas diversas a
las del dañado, víctima inicial del hecho ilícito, tales como los
parientes próximos, vinculando la esfera jurídica del daño inicial y
del pariente, provocando también en este último daños resarcibles.
En este supuesto podemos hablar del daño moral, daño a la vida
de relación, daño a la salud psíquica o daño por lesión a la relación
familiar, lo que en doctrina se conoce como el resarcimiento del
daño a los parientes. El artículo 1985º del Código sustantivo
regula el sistema de la reparación integral del daño, según el cual
al momento de fijar la indemnización, el juzgador deberá
comprender las consecuencias que deriven de la acción u omisión
generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la
persona y el daño moral, para lo cual debe establecerse la
existencia de una causalidad adecuada entre el hecho y el daño
producido, igualmente deberá atender a que el monto que se fije
devengará intereses legales desde la fecha en que se produjo el
daño. Décimo Sexto.- Ahora bien, tal como se repara del recurso
de casación del actor, éste en realidad cuestiona el quantum
indemnizatorio otorgado por los juzgadores de mérito al
considerarlo irrisorio, sin embargo, pretender cuestionar dicho
monto en realidad importa un reexamen fáctico y/o probatorio, lo
que no es posible en esta Sede Casatoria, en virtud al carácter
extraordinario del recurso, el cual ha sido analizado extensamente
en el considerando octavo de esta resolución, toda vez que el
quantum indemnizatorio obedece a un criterio de razonabilidad o
discrecionalidad de los jueces, criterio que está sujeto a la
valoración conjunta y razonada de las pruebas, lo que no puede
ser motivo de cuestionamiento a este nivel; por lo tanto, el recurso
de casación del demandante no resulta atendible. Décimo
Sétimo.- Prosiguiendo con el análisis de las infracciones de orden
material, se aprecia que los recursos de casación de los
demandados Villacorta Palacios, Arévalo Flores y Barreda
Gamboa, se sustentan en el supuesto contemplado en el artículo
1971º inciso 1 del Código Civil, esto es, en el ejercicio regular de
un derecho. Décimo Octavo.- El artículo 1971º inciso 1 del Código
Civil señala textualmente lo siguiente: “No hay responsabilidad en
los siguientes casos: 1) En el ejercicio reglar de un derecho”.
Décimo Noveno.- La norma en mención regula un supuesto de
daño permitido, autorizado o justificado por el ordenamiento
jurídico, el cual desvanece uno de los elementos de la
responsabilidad civil: la antijuricidad. En efecto, la obligación legal
78607
de indemnizar nace cuando se causa un daño a otro mediante una
conducta que no es amparada por la Ley, por contravenir una
norma imperativa, el orden público o las reglas de convivencia
social, por el contrario no existirá responsabilidad civil en los casos
en que los daños sean resultado de una conducta justificada por el
Derecho. El comentado artículo 1971º regula las causales
eximentes de responsabilidad civil, las que tienen relación con el
elemento de la antijuricidad, pues si se actúa dentro de lo permitido
por el ordenamiento jurídico, el daño causado no será indemnizable
al ser el resultado de una actividad lícita. Vigésimo.- Sobre este
tema en particular, Taboada Córdova comenta que: “(...) no existe
responsabilidad civil en los casos de daños causados en el
ejercicio regular de un derecho, por cuanto se trataría de daños
causados dentro del ámbito de lo permitido por el sistema jurídico,
es decir, supuestos de daños autorizados o justificados por el
ordenamiento jurídico”2. De Trazegnies también señala que: “Se
configura con el derecho de dañar –cuando la ley de manera
expresa autoriza a causar daños- y el derecho de actuar aunque
se cause daños -no se tiene derecho directamente a dañar, pero
se tiene derecho a actuar en un determinado sentido aunque ello
cause daño a otro- la ley no proscribe todos los daños: la legítima
producción de algunos daños a terceros es inherente al sistema
social y la ley concede explícita o implícitamente un derecho para
causarlos –cuando no pagamos una deuda y se nos traba un
embargo- y también cuando la ley no autoriza expresamente a
causar daños –cuando un hábil comerciante hace todo lo posible,
dentro de la ley, para que su competidor salga del mercado”3.
Vigésimo Primero.- Entonces, se puede concluir que el ejercicio
regular de un derecho se presenta cuando el titular de un derecho
pone en práctica las atribuciones que este otorga, siempre que
sea utilizado dentro de sus propios límites, los que en algunos
supuestos pueden generar daños a terceros, caso en que el sujeto
no responde civilmente por los daños causados. Vigésimo
Segundo.- En tal contexto, para efectos de determinar si resulta
de aplicación al caso el supuesto contemplado en el artículo 1971º
inciso 1 del Código Civil, este Supremo Tribunal debe establecer si
la conducta atribuida a los demandados está justificada o permitida
por el Derecho. Vigésimo Tercero.- Para tal propósito, debe
mencionarse que ante la tacha formulada contra la candidatura del
demandante a las elecciones municipales del año dos mil dos, el
Jurado Electoral Especial de Ica, en aplicación de lo dispuesto en
el artículo 36º inciso s) de la Ley Nº 26486, Ley Orgánica del
Jurado Nacional de Elecciones, expidió la Resolución número dos
de fecha veintiocho de agosto de dos mil dos, obrante en copia a
fojas veinticuatro del principal, que declaró fundada la tacha al
haberse acreditado que el citado candidato (ahora demandante)
era procesado por el delito contra la administración pública en la
modalidad de concusión, en agravio del Estado y de la
Municipalidad Distrital de San Juan Bautista, a la cual postulaba el
actor, proceso penal Nº 2001-462. Vigésimo Cuarto.- En dicho
procedimiento administrativo, se aprecia que los integrantes del
Jurado Electoral Especial de Ica dictaron la mencionada
Resolución número dos, en virtud de lo dispuesto en el artículo 8º
inciso c) de la Ley Nº 26864, Ley de Elecciones Municipales,
modificado por la Ley Nº 27734, concordante con el artículo 23º
inciso 8) de la Ley Orgánica de Municipalidades, Ley Nº 238534,
normas según las cuales no pueden ser candidatos en las
elecciones municipales los deudores por obligaciones provenientes
de contratos o concesiones y los que tengan proceso judicial
pendientes con las respectivas municipalidades5, así como los
que hubieran otorgado fianza u otra garantía para asegurar el
cumplimiento de alguna obligación en favor de aquellas. De otra
parte, si bien es cierto que el personero legal de la Organización
Política Nacional Reconstrucción Democrática –organización
política a la que pertenecía el actor- interpuso recurso de apelación
contra la citada Resolución número dos, según consta de fojas
nueve del proceso de amparo acompañado, también lo es que el
Jurado Electoral Especial de Ica expidió la Resolución número
tres, su fecha tres de setiembre de dos mil dos, obrante en copia a
fojas veintiséis de dicho acompañado, que declaró improcedente
el citado medio impugnatorio, en virtud de lo prescrito por el texto
original del artículo 17º de la Ley Nº 268646, aplicable al caso por
temporalidad de la norma, la cual estableció que las tachas contra
los candidatos a Alcaldes y Regidores de los Concejos Municipales
Distritales son resueltos en única instancia por los Jurados
Electorales Especiales y, en virtud a dicho numeral es que el
órgano máximo electoral, esto es, el Jurado Nacional de
Elecciones denegó la queja formulada por el actor; por lo que de
ello se puede inferir que si la máxima entidad electoral consideraba
que las resoluciones administrativas expedidas por el Jurado
Electoral Especial de Ica no estaban arregladas a ley debió
amparar la queja formulada. Finalmente, es pertinente agregar
que la propia Constitución Política en su artículo 142º establece
que no son revisables en sede judicial las resoluciones del Jurado
Nacional de Elecciones en materia electoral, ni las del Consejo
Nacional de la Magistratura en materia de evaluación y ratificación
de jueces. Además de ello, no puede perderse de vista que el
proceso penal Nº 2001-462, sobre delito de concusión, el cual
motivó la tacha contra el actor, concluyó de modo desfavorable a
éste, pues, tal como se aprecia de fojas seiscientos treinta y tres

78608 CASACIÓN
del principal, se confirmó la condena impuesta al demandante de
cuatro años de pena privativa de libertad suspendida por el
periodo de prueba de dos años e inhabilitación por un año.
Vigésimo Quinto.- A manera de conclusión, es primordial
destacar que la presunción de inocencia, consagrado en el artículo
2, numeral 24º, literal e) de la Constitución Política del Estado, es
considerado un principio que integra el derecho penal, que en el
derecho administrativo sancionador se identifica como presunción
de conducta lícita, y que si bien debe ser apreciada en sus esferas
materiales específicas (procesos penales y disciplinarios), también
debe recordarse que ésta se torna relativa en otros campos del
derecho, de naturaleza distinta, lo que significa que para el
derecho procesal penal debe observarse en estricto la citada
presunción, no obstante, en otros ámbitos del derecho tales
presunciones suelen relativizarse, ello, claro está, cuando de por
medio se encuentre en juego el interés público o social o cuando
exista la necesidad de protección de bienes jurídicos que entrarían
en riesgo al aplicarse de manera absoluta tales presunciones,
situación que se presentó en el caso concreto en el que los
integrantes del Jurado Electoral Especial de Ica (ahora
demandados) advirtieron sobre la existencia de un proceso penal
instaurado en contra del demandante en agravio de la
municipalidad a la que postulaba como alcalde, y a fin de
resguardar el interés público ampararon la tacha contra dicho
candidato, más aun si se advierte que posteriormente aquel fue
condenado. Vigésimo Sexto.- Este orden de ideas permite
establecer que estamos ante el supuesto del ejercicio regular de
un derecho previsto en el artículo 1971º inciso 1 del Código Civil,
toda vez que, de una interpretación literal del artículo 8º inciso c)
de la Ley de Elecciones Municipales, Ley Nº 26864, los
demandados infirieron que no pueden ser candidatos en las
elecciones municipales aquellos que tengan procesos pendientes
con las municipalidades a las que postulan, pues en la norma
mencionada no se hace distinción alguna respecto a la clase de
procesos, y en cuanto a la negativa de los demandados de
conceder apelación al actor, esta conducta se encuentra justificada
en lo dispuesto en el artículo 17º de la citada Ley Nº 26864, según
la cual las tachas contra los candidatos a Alcaldes y Regidores de
los Concejos Municipales Distritales son resueltas en única
instancia por los Jurados Electorales Especiales. Vigésimo
Sétimo.- En cuanto a la causal del apartamiento inmotivado del
precedente judicial, es relevante mencionar que, de conformidad
con el artículo 400º del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley Nº 29364, la Sala Suprema Civil puede convocar al pleno de
los magistrados supremos civiles a efectos de emitir sentencia que
constituya o varíe un precedente judicial, decisión que, si se
asume por la mayoría absoluta de los asistentes, vincula a todos
los órganos jurisdiccionales de la República hasta que sea
modificada por otro precedente. Vigésimo Octavo.- En tal virtud,
se puede concluir que la Sentencia Nº 2366-2003-AA, de fecha
seis de abril de dos mil cuatro, dictada por el Tribunal Constitucional,
en el Proceso de Amparo Nº 1700-2002, no constituye precedente
vinculante, pues no ha sido emitida de acuerdo a la formalidad
contemplada en el artículo 400º del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, pues no ha sido objeto de
convocatoria por los magistrados integrantes de las Salas
Supremas Civiles, menos aun reúne satisface el presupuesto que
establece el artículo 35º7 de la Ley Nº 26435, Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional, aplicable por temporalidad de la norma8;
por lo tanto, la causal casatoria descrita en el literal c) del ítem 3.2
del Título III de esta resolución, referido al recurso de casación del
demandado Edward Amadeo Villacorta Palacios resulta infundado.
Vigésimo Noveno.- Finalmente, conviene señalar que esta
decisión resulta de aplicación también a la entidad demandada,
Jurado Nacional de Elecciones, pues si bien no interpuso recurso
de casación, empero, en virtud a la naturaleza solidaria de la
responsabilidad extracontractual, de conformidad con el artículo
1983º del Código Civil, la liberación de uno de los responsables
del daño es de aplicación extensiva a los demás responsables.
Trigésimo.- En virtud a tales razones, este Supremo Tribunal llega
a la conclusión de que, en efecto, se han infringido los artículos
1971º inciso 1 del Código Civil, así como los artículos 17º de la Ley
Nº 26864, Ley Orgánica de Municipalidades y 142º de la
Constitución Política del Estado, por ende, resultan amparables
las infracciones propuestas en el acápite a) del item 3.2 del Título
III de esta resolución, así como en el acápite d) del ítem 3.3 de la
misma Sección; por lo tanto, corresponde a esta Sala Suprema
resolver de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 396º primer
párrafo del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364.
V. DECISIÓN Por tales consideraciones, esta Sala Suprema, en
aplicación de lo dispuesto en el artículo 396º primer párrafo del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, y de
conformidad con el dictamen del Fiscal Supremo en lo Civil,
obrante a fojas setenta y siete del cuaderno respectivo: 1. Declara
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante Juan Genaro Espino Espino, mediante escrito de
fojas novecientos noventa y nueve. 2. Declara FUNDADOS los
recursos de casación interpuestos por los demandados Edward
Amadeo Villacorta Palacios, Armando Barreda Gamboa y Julio
César Arévalo Flores, mediante escritos de fojas mil ocho y mil
quince, respectivamente; en consecuencia, CASARON la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
sentencia de vista obrante a fojas novecientos sesenta y siete, su
fecha cinco de octubre de dos mil doce, expedida por la Segunda
Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, en
el extremo que confirma la sentencia apelada de fojas setecientos
noventa y uno, de fecha ocho de marzo de dos mil diez, que
declara fundada en parte la demanda, con lo demás que contiene.
3. Actuando en sede de instancia: REVOCARON la sentencia
apelada de fojas setecientos noventa y uno, de fecha ocho de
marzo de dos mil diez, en el extremo que declara fundada en parte
la demanda, y REFORMÁNDOLA la declararon infundada en
todos sus extremos. 4. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Juan Genaro Espino Espino
con Edward Amadeo Villacorta Palacios, Armando Agustín Barreda
Gamboa, Julio César Arévalo Flores y el Jurado Nacional de
Elecciones, sobre indemnización por daños y perjuicios; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
TARUFFO, Michelle. El Vértice Ambiguo. Ensayos sobre la Casación civil. Palestra
Editores. Lima, 2005. p. 214.
2
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Elementos de la Responsabilidad Civil. Editora
Jurídica Grijley. Lima, 2003, p. 40
3
DE TRAZEGNIES, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual. Tomo I. Fondo
Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, 1980. p. 190
4
Esta Ley quedó derogada por Ley Nº 27972, publicada el 27 de mayo de 2003.
5
El resaltado es de esta Sala Suprema.
6
Este artículo fue modificado por el artículo único de la Ley Nº 28633, publicada el
03 de diciembre de 2005.
7
Esta norma otorgaba carácter vinculante solo a las sentencias dictadas en los
procesos de inconstitucionalidad.
8
Esta Ley fue derogada por la Ley Nº 28301, nueva Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, publicada el 23 de julio de 2004.
C-1392274-5
CAS. N.º 343-2013 CAJAMARCA
Interrupción de la prescripción.- La sola presentación de la
demanda no produce la interrupción del plazo prescriptorio sino el
acto de comunicación válida al demandado. Art. 1996 inc. 3 CC.
Art. 438 inc. 4 C.P.C. Lima, dieciocho de noviembre de dos mil
trece.- La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número
trescientos cuarenta y tres - dos mil trece con el cuaderno de
apelación, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente
sentencia: I. ASUNTO En este proceso de nulidad de acto jurídico
y otro concepto, es objeto de examen el recurso de casación
interpuesto por la demandante Jacinta Villanueva Cosme mediante
escrito de fojas quinientos cuarenta y nueve, contra la resolución
de vista obrante a fojas quinientos treinta y cuatro, su fecha
veintidós de octubre de dos mil doce, expedida por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca que, confirmando la resolución número cinco de fojas
cuatrocientos setenta y siete, su fecha veinte de enero del mismo
año, declaró fundada las excepciones de prescripción extintiva
respecto de la pretensión principal de nulidad del acto jurídico de
transacción como de la pretensión accesoria de indemnización
formuladas por la demandada Minera Yanacocha Sociedad de
Responsabilidad Limitada y la denunciada civilmente RANSA
Comercial Sociedad Anónima; en consecuencia, anuló todo lo
actuado y dio por concluido el proceso. II. ANTECEDENTES 1.
DEMANDA. Mediante escrito obrante a fojas ciento uno,
presentado el quince de noviembre de dos mil diez, Jacinta
Villanueva Cosme interpuso demanda contra Minera Yanacocha
Sociedad de Responsabilidad Limitada, solicitando en calidad de
pretensión principal la nulidad del acto jurídico consistente en la
transacción de fecha veintiuno de setiembre de dos mil, celebrada
entre la recurrente y la demandada y, como pretensión accesoria:
una indemnización por daños y perjuicios por el monto de
ochocientos treinta mil nuevos soles; sustentó su demanda en los
siguientes argumentos: 1.1. Mediante transacción celebrada el
veintiuno de setiembre de dos mil, y su correspondiente reintegro
de fecha nueve de noviembre de dos mil, la demandada le otorgó
por concepto indemnizatorio la suma de cinco mil doscientos
cincuenta nuevos soles, monto que cubriría daño emergente, lucro
cesante, daño físico o moral y, además, se le pagaría un seguro
por cinco años con la posibilidad de renovarlo. 1.2. Que al
momento de celebrarse la referida transacción existía una
situación de debilidad estructural por parte de la recurrente; por
ello dicho acto jurídico se realizó bajo la posición dominante y
abuso de poder de la demandada, la que actuó de mala fe al
negociar la indemnización pactada. 1.3. En cuanto a la pretensión
accesoria de indemnización por daños y perjuicios, manifestó que
el dos de junio de dos mil, en la carretera a la altura de las
localidades de San Juan y Chotén en el Departamento de
Cajamarca se produjo el derrame de mercurio de propiedad de la
demandada y que era transportado por la empresa Ransa
Comercial Sociedad Anónima, accidente que se debió a las
condiciones de seguridad no observadas al embalar los cilindros
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
que transportaban dicho mercurio. Refirió que el actuar negligente
de la demandada ha incidido de manera directa sobre un bien
jurídico protegido como es la salud e integridad de la demandante,
lo cual debe ser resarcido económicamente. 2. EXCEPCIONES. A
modo de precisión, en esta resolución solo se reproducirán los
argumentos de las excepciones de prescripción de la pretensión
principal de nulidad de la transacción extrajudicial como la de
pretensión accesoria de indemnización por constituir el tema
jurídico en debate. Mediante escrito de fojas trescientos siete,
presentado el veintiséis de enero de dos mil once, la demandada
Minera Yanacoha Sociedad de Responsabilidad Limitada propuso
las siguientes excepciones: a)Excepción de caducidad respecto
de la pretensión principal de nulidad de transacción; b) Excepción
de falta de legitimidad para obrar de la recurrente respecto de la
pretensión accesoria de indemnización; c) Excepción de falta de
legitimidad para obrar de Minera Yanacocha respecto de la
pretensión accesoria de indemnización; d) Excepción de
conclusión de proceso por Transacción respecto de la pretensión
accesoria de indemnización; e) Excepción de cosa juzgada
respecto de la pretensión accesoria de indemnización; f)
Excepción de prescripción extintiva de la pretensión principal:
alegó que la posibilidad de cuestionar la validez de la transacción
extrajudicial celebrada entre la demandante y la demandada con
fecha veintiuno de setiembre de dos mil, modificada por reintegro
de fecha nueve de noviembre de dos mil, no puede ser dilucidada
en el plano jurisdiccional, toda vez que transcurrió en exceso el
plazo de prescripción que establece el numeral 1 del artículo
2001º del Código Civil, según el cual la acción de nulidad de acto
jurídico prescribe a los diez años, el mismo que, de conformidad
con el artículo 1993º del Código Civil, comienza a computarse
desde el día en que puede ejercitarse la acción. Sostuvo que el
plazo para cuestionar la validez de la transacción empezó a
computarse desde el mismo día en que se celebró dicho acto
jurídico, esto es, el veintiuno de setiembre de dos mil; sin embargo,
la accionante no realizó ningún acto que interrumpa la prescripción
dentro del plazo legal respectivo conforme lo dispone el inciso 3
del artículo 1996º del Código Civil. Finalmente, precisó que en
todo caso el plazo de prescripción para cuestionar la validez de la
transacción debe computarse desde la fecha de suscripción de la
adenda, esto es, el nueve de noviembre de dos mil, por lo que la
presente acción prescribió el nueve de noviembre de dos mi diez;
y, g) Excepción de prescripción extintiva de la pretensión
accesoria; consideró que si se pretende el pago de una
indemnización por los supuestos daños y perjuicios derivados de
responsabilidad civil extracontractual ocasionados por el derrame
de mercurio ocurrido el dos de junio de dos mil, entonces tal
pretensión también se encuentra prescrita, ya que el inciso 4 del
artículo 2001 del Código Civil estatuye que la acción indemnizatoria
por responsabilidad extracontractual prescribe a los dos años, los
mismos que comienzan a computarse desde el día en que puede
ejercitarse la acción (dos de junio de dos mil); por ende, al
emplazársele con la demanda el catorce de enero de dos mil once,
es evidente que la acción se encuentra prescrita, pues se interpuso
la demanda ocho años después de haber prescrito la acción. 3.
ABSOLUCIÓN. Mediante escrito obrante a fojas cuatrocientos
veinticinco, presentado el nueve de marzo de dos mil once, la
demandante absolvió las excepciones: i) Respecto a la excepción
de prescripción extintiva de la pretensión principal, alegó que
erróneamente se pretende aplicar el artículo 1996º del Código
Civil, referido a la interrupción del plazo de prescripción, el cual no
puede aplicarse en el presente caso, toda vez que la demanda se
interpuso dentro del plazo legal de diez años a que se refiere el
inciso 1 del artículo 2001º del citado Código. ii) Respecto a la
excepción de prescripción extintiva de la pretensión accesoria
señaló que, como aparece de la demanda, la pretensión de
indemnización es una pretensión accesoria a la principal de
nulidad de acto jurídico, cuyo amparo se supedita estrictamente a
la suerte de la principal, lo que permite concluir que toda pretensión
accesoria no debe ser analizada en ninguna forma que no sea
ligada a la principal. 4. RESOLUCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA.
El Juez del Tercer Juzgado Civil de Cajamarca emitió la resolución
número cinco, obrante a fojas cuatrocientos setenta y siete, su
fecha veinte de enero de dos mil doce, que declaró fundada las
excepciones de prescripción extintiva de la acción tanto de la
pretensión principal de nulidad del acto jurídico de transacción,
como de la pretensión accesoria de indemnización deducidas por
Minera Yanacocha Sociedad Anónima; en consecuencia, anuló
todo lo actuado y declaró por concluido el proceso. Las razones
esenciales que sustentaron dicha resolución son las siguientes:
4.1. Respecto a la Excepción de prescripción extintiva de la
pretensión principal de transacción: - Determinó que el plazo para
la prescripción rige en el mejor de los casos desde la fecha de la
adenda; por tanto, la acción prescribió el nueve de noviembre de
dos mil diez, de conformidad con el inciso 1) del artículo 2001 del
Código Civil y el inciso 4 del artículo 438 del Código Procesal Civil,
que es el que establece que el emplazamiento válido con la
demanda y no la interposición de la demanda lo que interrumpe el
plazo prescriptorio de diez años previsto en el Código Civil. - Que
en la CAS. 2075-2000 Piura se ha establecido que para interrumpir
el plazo prescriptorio se necesita cumplir ambos elementos:
manifestación de voluntad de conservar el derecho con la
78609
interposición de la demanda y, la notificación de esa voluntad al
deudor con la citación con la demanda, pues el término
prescriptorio seguirá corriendo mientras el deudor no sea
emplazado con la demanda; por ello, se concluye que la
demandada Minera Yanacocha y la denunciada civilmente Ransa
Comercial Sociedad Anónima han sido emplazadas fuera del
plazo legal, teniendo en cuenta la fecha en que se celebró la
transacción. - Que, si bien la demanda se presentó el quince de
noviembre de dos mil diez, aduciendo que no se pudo presentar
antes por la huelga que acató el personal del Poder Judicial, sin
embargo, ésta se notificó a la empresa demandada Minera
Yanacocha SRL. el catorce de enero de dos mil once, tal como se
puede apreciar de la cédula de notificación que obra de fojas
ciento cuarenta y dos; es decir, varios días después de haber
ocurrido la prescripción de la acción, de lo cual se evidencia que la
demanda debió ser presentada con anterioridad y no justificar un
retardo aludiendo a una huelga que inició el tres de noviembre de
dos mil diez, que no tuvo repercusión en la tramitación de este
proceso. - Determino, además, que la demandante no ha
demostrado de algún modo que el plazo prescriptorio se haya
suspendido o interrumpido a efectos de aplicarse algún supuesto
contemplado en el artículo 1996 del Código Civil. 4.2. Respecto a
la excepción de prescripción extintiva de pretensión accesoria de
indemnización: - Determina que esta pretensión accesoria fue
interpuesta fuera del plazo establecido en la norma positiva para
dicha pretensión; ya que, de conformidad con lo previsto en los
artículos 1993 y 2001 inciso 4, del Código Civil, el plazo
prescriptorio no se inicia el día en que se produce el evento
dañoso sino desde que la víctima o víctimas del daño están en la
posibilidad de plantear sus pretensiones indemnizatorias ante un
órgano jurisdiccional. - Establece que el plazo para la prescripción
de la pretensión indemnizatoria rige desde que se produjo el
derrame de mercurio ocurrido el dos de junio de dos mil. -
Establece que la demandante no demostró o al menos no está
probado en autos el surgimiento de alguna imposibilidad para que
accione desde esa fecha; tampoco ha demostrado que el plazo
prescriptorio se haya suspendido, interrumpido para aplicarse
alguno de los supuestos del artículo 1996 del Código Civil. -
Asimismo, que la demanda se interpuso el quince de noviembre
de dos mil diez, esto es, varios años después de vencido el plazo
máximo para la interposición de la demanda de indemnización por
responsabilidad civil extracontractual. 4.3. Precisó que resultando
atendible las excepciones de prescripción extintiva de la acción,
carece de objeto pronunciarse respecto de los demás excepciones.
5. RECURSO DE APELACIÓN. Mediante escrito obrante a fojas
cuatrocientos ochenta y ocho, presentado el dos de febrero de dos
mil doce, la demandante apeló la citada resolución. 5.1. Respecto
a la excepción de prescripción extintiva de la pretensión principal
de nulidad de transacción; alegó: - De conformidad con el artículo
1993 del Código Civil, el término para el ejercicio de la acción se
inicia a partir de la fecha en que ésta se puede ejercer, es decir, a
partir de que la pretensión es exigible y que para el caso de autos
a partir de la firma de la adenda de la transacción materia de
nulidad, el nueve de noviembre de dos mil, conforme al artículo
2002 del Código Civil el término final para el ejercicio de la acción
es la fecha en que se cumple el vencimiento del plazo, esto es, el
nueve de noviembre de dos mil diez, bajo una configuración
temporal pura. - Que, ejerció la acción de nulidad en tiempo hábil,
pues interpuso la demanda el quince de noviembre de dos mil
diez, porque desde el tres hasta el doce de noviembre de dos mil
diez los trabajadores del Poder Judicial se encontraron en huelga
y los días trece y catorce no eran hábiles; por ende, la acción se
ejerció en el plazo legal respectivo. - Señala que la transacción se
llevó a cabo el veintiuno de setiembre de dos mil diez y la demanda
se notificó a la demandada el catorce de enero de dos mil once, es
decir, se accionó dentro del plazo otorgado por la ley, máxime si la
notificación de la demanda es un acto posterior al ejercicio de la
acción y no depende de la voluntad del titular del derecho sino de
los mecanismos administrativos del Poder Judicial. 5.2. Respecto
a la excepción de prescripción extintiva de la pretensión accesoria
de indemnización; alegó lo siguiente: - Que no se tuvo en cuenta
que la pretensión de indemnización es accesoria a la pretensión
principal de nulidad de acto jurídico, por ende, los efectos de la
pretensión accesoria están supeditados estrictamente a la suerte
de la principal y por tanto, debió ser analizada en relación a la
pretensión principal. - Que si el plazo prescriptorio del pedido
indemnizatorio se encuentra suspendido, bajo el amparo de los
artículos 1994 inciso 8 y 1995 del Código Civil, entonces no podía
acudir al Poder Judicial, porque al haber firmado una transacción
extrajudicial, estaba imposibilitada de solicitar indemnización
alguna, mientras que la transacción no sea declarada nula. 6.
RESOLUCIÓN DE VISTA. La Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cajamarca expidió la resolución número diez, a fojas
quinientos treinta y cuatro, su fecha veintidós de octubre de dos
mil doce, confirmando la resolución número cinco, que declaró
fundada las excepciones de prescripción extintiva de la pretensión
principal de nulidad del acto jurídico de transacción, como de la
pretensión accesoria de indemnización. Los fundamentos que
sustentan dicha decisión son los siguientes: - Precisó que de
acuerdo con el artículo 2001 inciso 1 del Código Civil, la acción de

78610 CASACIÓN
nulidad de acto jurídico prescribe a los diez años, plazo que
comienza a correr desde el día en que se puede ejercitar la acción
como prevé el artículo 1993 del Código y se interrumpe con la
citación con la demanda conforme establece el artículo 1996
inciso 3 del Código sustantivo, concordante con el artículo 438
inciso 4 del Código Procesal Civil. - En consecuencia teniendo en
cuenta que la celebración de la transacción extrajudicial se realizó
el veintiuno de setiembre de dos mil diez, fecha a partir de la cual
la demandante tuvo la posibilidad de ejercitar su derecho de
acción, la prescripción se produjo ineludiblemente el veintiuno de
setiembre de dos mil diez; sin embargo, la demandada recién fue
emplazada el catorce de enero de dos mil once, como se aprecia
de fojas ciento cuarenta y dos (vuelta), cuando el derecho de
acción ya había prescrito, no habiendo la actora demostrado
imposibilidad para accionar ni probado que el plazo de se haya
suspendido o interrumpido, a efecto de aplicarse algún supuesto
de los artículos 1994 y 1996 del Código Civil, por tanto, quedan
desvirtuados los argumentos de la apelante. - Establece que el
Adendun celebrado el nueve de noviembre de dos mil, no altera
dicho cómputo, en la medida que éste solo modifica el monto de la
indemnización original y no constituye modificación sustancial
respecto de los acuerdos adoptados en la transacción; motivo por
el que no se incurre en error al computarse la prescripción desde
el veintiuno de setiembre de dos mil. - Se establece que si bien, de
conformidad con el artículo 1994, inciso 8 del Código Civil, el plazo
de prescripción se suspende mientras no sea posible reclamar el
derecho ante un tribunal peruano, también lo es que desde que se
celebró la transacción el veintiuno de setiembre de dos mil , nada
impidió a la actora demandar tal nulidad; por ende, el hecho de
exigirse la nulidad previa de la transacción no es justificación para
que permanezca intacto el derecho. III. RECURSO DE CASACIÓN
Mediante escrito presentado el catorce de noviembre de dos mil
doce, obrante a fojas quinientos cuarenta y nueve, la demandante
interpuso recurso de casación. Este Supremo Tribunal, mediante
resolución del ocho de abril de dos mil trece, expedido en el
cuaderno respectivo, declaró la procedencia del recurso por las
siguientes infracciones normativas: a) Infracción normativa del
artículo 122 inciso 2º del Código Procesal Civil y del artículo
139, incisos 3º y 5º, de la Constitución Política del Estado: al
haberse resuelto de manera incongruente tomando en cuenta los
fundamentos que resultaron ser controvertidos; advirtiéndose una
defectuosa motivación que afecta su derecho fundamental al
debido proceso. b) Infracción normativa por aplicación
indebida del artículo 1996, incisos 1º y 3º del Código Civil:
alega que la Sala Superior ha indicado que no existen
circunstancias que permitan la configuración de causales de
interrupción al plazo prescriptorio, desconociendo el ejercicio del
derecho de acción que le ampara; asimismo, ha señalado que la
actora no ha probado la suspensión o interrupción del plazo
prescriptorio, a efectos de aplicarse algún supuesto contemplado
en dicho dispositivo legal, ello respecto de la demanda de nulidad
planteada; sin embargo, no se pretende en este extremo
establecer ni acreditar, algún supuesto de interrupción procesal
del plazo prescriptorio, resultando por demás indebida la alusión a
este dispositivo legal por parte de la Sala Superior, siendo que lo
exigido normativamente era tan sólo la aplicación del inciso 3º del
artículo 183 del Código Civil para computar el transcurso del plazo
desde la suscripción de la adenda entre las partes. c) Infracción
normativa por la aplicación indebida del artículo 438 del
Código Procesal Civil: al indicarse que el emplazamiento válido
con la demanda, interrumpe la prescripción extintiva para el caso
en particular, ello debido a que se debería entender que la
interrupción es una figura que interesa, sólo a los efectos del
cómputo de un plazo cuando se produce o se pretende iniciar un
segundo proceso y que nada tiene que ver con el ejercicio del
derecho de acción dentro del plazo prescriptorio establecido por el
Código Civil en el artículo 2001. d) Infracción normativa por
inaplicación del artículo 1994 inciso 8º del Código Sustantivo,
respecto de la pretensión principal de nulidad de acto jurídico:
en cuanto a que el plazo prescriptorio de diez años no se le ha
reconocido al haberse encontrado suspendido al momento de
presentar la demanda respecto de la pretensión principal de
nulidad de acto jurídico, dada la inactividad del Poder Judicial por
la huelga acontecida entre los períodos del tres de noviembre al
doce de noviembre de dos mil diez. e) Infracción normativa por
interpretación errónea del artículo 1994 inciso 8º del Código
Civil, respecto a la pretensión accesoria de indemnización: al
establecerse que el plazo prescriptorio de la pretensión accesoria
de indemnización ha transcurrido en exceso; señala la recurrente
que tal hecho no ha sucedido debido a que en el caso materia de
casación se ha configurado la causal de suspensión del plazo
prescriptorio de la pretensión de accesoria de indemnización y, por
ende, se encuentra dentro del plazo exigido por ley para ejercitar
su derecho de acción. f) Infracción normativa por inaplicación
de los artículos 1995 y 2002 del Código Civil, respecto de la
pretensión accesoria de indemnización: alega que bajo la
premisa errónea de desconocer la existencia de situación
suspensiva alguna, no se ha tenido en cuenta los plazos que
efectivamente deben tenerse presente para solicitar una
indemnización por los daños que ha sufrido producto del derrame
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de mercurio. g) Infracción normativa por inaplicación del
artículo 2000 del Código Civil: refiere que no se ha respetado el
principio de legalidad, fundamento de ineludible cumplimiento a la
hora de administrar justicia, cuya ausencia provocará la nulidad de
lo actuado. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE La cuestión
jurídica en debate consiste en determinar si en efecto ha operado
la prescripción extintiva de la acción de nulidad de la transacción
extrajudicial de fecha veintiuno se setiembre de dos mil y su
reintegro de fecha nueve de noviembre del mismo año, así como
la acción indemnizatoria. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA Primero: que, habiéndose declarado procedente el
recurso por la causal de infracción normativa material y procesal,
en primer término debe dilucidarse la causal relativa a la infracción
normativa procesal, de conformidad con el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil –modificado por Ley Nº 29364-, el cual
establece que si el recurso de casación contuviera ambos pedidos
(anulatorio o revocatorio), deberá entenderse el anulatorio como
principal y el revocatorio como subordinado, ello en atención a su
efecto nulificante. Segundo: que, en los agravios expuestos, se
incide en la vulneración del deber de motivación de las resoluciones
judiciales, el cual incide a su vez en la vulneración al derecho a un
debido proceso, deberes que constituyen garantías de la
impartición de Justicia incorporadas en los numerales 3 y 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, las cuales señalan
que son principios y derechos de la función jurisdiccional “La
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”, así como
“La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
se sustentan.”. En ese mismo sentido, el artículo 122 del Código
Procesal Civil prevé los requisitos mínimos que debe contener
toda resolución judicial para su validez, puesto que su
incumplimiento acarrea la nulidad de dicha resolución, de otro
modo no es posible que sean pasibles de cuestionamiento por
quien se sienta afectado por la misma; sin embargo, ello no quiere
decir que se requiera al Juzgador una respuesta pormenorizada,
de cada una de las alegaciones de las partes, sino que el Juez
deberá indicar en sus resoluciones aquellos fundamentos de
hecho y de derecho que sustenten su decisión, los mismos que
deberán ser congruentes entre lo pedido y lo resuelto. Tercero:
que, siendo ello así, no se observa que se haya vulnerado el
derecho al debido proceso, pues se ha permitido el acceso de la
demandante a los Tribunales de Justicia, y se ha propiciado el
contradictorio que ha permitido la expedición de resoluciones con
arreglo a derecho, las mismas que han sido impugnadas. Es decir,
en la resolución de vista del veintidós de octubre de dos mil doce,
ha habido pronunciamiento sobre las cuestiones debatidas, como
puede verse en los considerandos segundo, tercero y cuarto, en
los que ha dado respuesta a las alegaciones de la demandante
Jacinta Villanueva Cosme señaladas en su escrito de apelación,
las mismas que se encuentran arregladas a derecho. Cuarto: que,
es necesario precisar que las demás infracciones normativas,
tanto de orden procesal y materia, se dirigen a cuestionar el
cómputo del plazo prescriptorio de la acción, efectuada por las
instancias de mérito. Así, la demandante alega la infracción
normativa del artículo 438º del Código Procesal Civil, que
establece lo siguiente: “El emplazamiento válido con la demanda
produce los siguientes efectos: (...) 4.Interrumpe la prescripción
extintiva”. Quinto: que, conviene señalar que la prescripción es
una institución jurídica que se basa en el transcurrir del tiempo y
que tiene como efecto inmediato hacer perder al titular de un
derecho el ejercicio de la acción. Al respecto, Vidal Ramírez
comenta que: “La prescripción es, pues, desde su origen
romántico, un medio de defensa que opera como excepción para
enervar y neutralizar la acción incoada –entendida como
pretensión y no en un sentido de derecho subjetivo- luego de
transcurrido el plazo prescriptorio previsto en la ley.”1 Así, puede
entenderse que la prescripción extintiva es un medio de defensa
que busca extinguir el derecho de acción respecto a una pretensión
procesal determinada, al haberse interpuesto fuera del plazo
establecido en la norma para dicha pretensión. Sexto: que, por
otra parte, en relación al emplazamiento, Marianella Ledesma
sostiene lo siguiente: “Mediante el emplazamiento se busca
involucrar a la parte en el proceso, es una carga para el emplazado,
caso contrario, asumirá el rol y los efectos de la rebeldía.”2; por
tanto podría indicarse que el emplazamiento es la intimación que
efectúa el juzgador con la finalidad de otorgar a la parte contraria
un plazo previamente determinado para que pueda comparecer
en juicio y contestar la demanda incoada en su contra; debiendo
diferenciarse entre la citación del acto de notificación de la
demanda en tanto la última señala día y hora para presentarse a
un tercero y no la parte ante la autoridad judicial. Sétimo: que,
ahora bien, el transcurso del plazo de prescripción puede verse
alterado por diversos motivos, sea porque el plazo se suspende o
se interrumpe, como prevén los artículos 1994º3 y 1996º4 del
Código Civil, respectivamente. La suspensión implica que cuando
se produzca alguna de las causales previstas por ley,
sobrevinientes al nacimiento de la acción, el conteo se suspende,
y desaparecida dicha causal, el conteo continúa, adicionándose el
tiempo transcurrido. Por otro lado, la interrupción de la prescripción
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
importa la cancelación del plazo transcurrido hasta que aparece la
causal y el inicio de una nueva cuenta, en otras palabras, la
aparición de una causal de interrupción fija un nuevo término
inicial para dicho plazo y, el conteo anterior es como si no hubiera
existido. Con respecto al cómputo del plazo, la prescripción
comienza a correr desde el día en que puede ejercitarse la acción,
conforme lo señala el artículo 1993 del Código Civil. Octavo: que,
la norma contemplada en el inciso 3 del artículo 1996º del Código
Sustantivo, referida a la citación con la demanda o por otro acto
con el que se notifique al deudor, supuesto que interesa al caso,
constituye una causal interpelativa que opera cuando el acreedor
realiza algún acto que implica la cautela de sus derechos, es decir,
aquel se preocupa por su crédito, exigiendo el cumplimiento del
mismo. Así, se puede inferir que la mencionada norma regula dos
casos que pueden interrumpir la prescripción, esto es, la citación
con la demanda o todo otro acto que importe notificación al deudor.
Sobre el particular, es importante traer a colación lo señalado en la
Exposición de Motivos del Código Civil sobre la parte in fine que
contempla la referida norma: “(...) el inciso 3 se refiere no sólo a la
citación con la demanda, sino, además, a todo otro acto que lleve
consigo notificación al deudor.”5 Ariano Deho también comenta
dicho supuesto al señalar que: “Obviamente deben ser actos que
pongan en evidencia (al deudor) que el acreedor ha salido de su
letargo.”6 Noveno: que, conforme a los supuestos expuestos, se
advierte que en el presente caso las partes celebraron un contrato
de transacción con fecha veintiuno de setiembre del año dos mil,
modificado por adenda del nueve de noviembre del mismo año, y
la demanda fue presentada el quince de noviembre de dos mil
diez, siendo notificada a la parte emplazada el catorce de enero de
dos mil doce. Décimo: que, en cuanto a la pretensión principal de
nulidad de acto jurídico, el plazo de prescripción es de diez años,
cuyo cómputo debe realizarse conforme lo expone el artículo 183
del Código Civil, por lo que habiéndose suscrito la transacción el
veintiuno de setiembre del año dos mil, modificado por adenda del
treinta y uno de octubre del mismo año, el plazo prescriptorio
culminaba el veintiuno de setiembre del año dos mil diez, fecha en
que se reconoció la obligación, sin embargo, se emplazó con la
demanda a la empresa excepcionante el catorce de enero de dos
mil once, esto es, cuando ya había vencido en exceso los diez
años señalados en la norma civil como plazo prescriptorio. Sobre
esta afirmación debe recalcarse, conforme se ha señalado
precedentemente, que no es la presentación de la demanda la que
interrumpe la prescripción, sino el emplazamiento, conforme lo
determina el artículo 438 del Código Procesal Civil. Tal
emplazamiento se da cuando se notifica con el contenido de la
demanda al demandado, pues eso es lo que se infiere del numeral
431 del Código acotado, que establece “el emplazamiento del
demandado se hará por medio de cédula”. Ello, además, es
congruente con lo expuesto en el artículo 1996 inciso 3 del Código
Civil, norma que prescribe que la prescripción se interrumpe con
“la citación con la demanda”. Es, pues, el acto de comunicación a
la parte demandada, y la carga que se le impone de apersonarse
al proceso lo que constituye el emplazamiento, y es ese instituto el
que interrumpe la prescripción. Tal circunstancia no ocurrió aquí,
por lo que habiendo transcurrido el plazo de diez años consignados
en la ley, habiendo existido inactividad del sujeto activo de la
relación procesal para defender su derecho y no existiendo
reconocimiento del mismo por parte del supuesto deudor, quien
además ha invocado la prescripción, ha operado la prescripción
extintiva para solicitar la nulidad de la transacción. A todo ello debe
agregarse que tampoco se observa que la demandante hubiera
tenido algún impedimento para interponer su demanda de manera
oportuna. Décimo primero: que, del examen casatorio realizado
no se ha acredita las infracciones normativas denunciadas por lo
que carece de asidero legal lo expuesto por la recurrente, pues
plantea una extensión del plazo prescriptorio no contemplada en
la norma legal, por consiguiente corresponde declarar infundado
el presente recurso. Décimo segundo: que, en lo que respecta a
la pretensión accesoria sobre indemnización por daños y perjuicios
por los daños ocasionados producidos como consecuencia del
derrame de mercurio, debe señalarse que siendo una pretensión
accesoria, no habiéndose estimado la pretensión principal, ésta
debe seguir la misma suerte, conforme a lo señalado al artículo 87
del Código Procesal Civil. VI. DECISIÓN Por las consideraciones
que antecede, esta Sala Suprema, en aplicación de lo señalado
por el artículo 397º del Código Procesal Civil: 1. Declara
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Jacinta
Villanueva Cosme a fojas quinientos cuarenta y nueve, en
consecuencia, NO CASARON la resolución de vista emitida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, su fecha
veintidós de octubre de dos mil doce, que confirmando la
resolución de primera instancia, declaró fundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción de la pretensión principal de
nulidad de transacción, como de la pretensión accesoria de
indemnización por daños y perjuicios denunciada por la
demandada Minera Yanacocha Sociedad de Responsabilidad
Limitada; en consecuencia, anuló todo lo actuado y dio por
concluido el proceso; 2. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jacinta Villanueva Cosme
78611
con Minera Yanacocha S.R.L., sobre Nulidad de Acto Jurídico; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, ESTRELLA CAMA,
RODRÍGUEZ CHAVEZ, CALDERÓN PUERTAS
EL VOTO DE LA JUEZ SUPREMO SEÑORA HUAMANÍ
LLAMAS, es como sigue: Lima, dieciocho de noviembre de dos
mil trece.- Vista la causa número trescientos cuarentitrés guión
dos mil trece, en Audiencia Pública de la fecha, con informe oral y
producida la votación correspondiente conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO: Que, se trata del recurso de casación interpuesto por
la abogada de la demandante Jacinta Villanueva Cosme, contra
el auto de segunda instancia número cuatrocientos cincuentitrés
guión dos mil doce guión SEC, contenido en la resolución número
diez (fojas 534), del veintidós de octubre de dos mil doce, que
confirmó el auto apelado, que declaró: a) fundada la excepción de
prescripción extintiva respecto a la pretensión principal de nulidad
de acto jurídico de la transacción, b) fundada la excepción de
prescripción extintiva respecto a la pretensión accesoria de
indemnización. 2.- CAUSALES POR LAS QUE SE DECLARÓ
PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN: Que, esta Sala
Suprema por resolución de fecha ocho de abril del dos mil trece
declaró la procedencia ordinaria del recurso de casación
interpuesto por la demandante por: i) Infracción normativa del
artículo 139 inciso 3 y 5 de la Constitución Política del Perú y 122
inciso 2 del Código Procesal Civil; ii) infracción normativa del
artículo 1996 incisos 1 y 3 del Código Civil; iii) Infracción normativa
por aplicación indebida del artículo 438 del Código Procesal Civil;
iv) infracción normativa por inaplicación de los artículos 1994,
inciso 8, del Código Civil; v) infracción normativa por interpretación
errónea del artículo 1994, inciso 8, del Código Civil; vi) infracción
normativa por inaplicación de los artículos 1995 y 2002 Código
Civil; y, vii) infracción normativa por inaplicación del artículo 2000
Código Civil. 3.- ANTECEDENTES: Que, para efectos de
determinar si en el caso concreto se han infringido los dispositivos
antes mencionados, es necesario realizar las precisiones que a
continuación se detallan: 3.1. Que, mediante escrito ingresado el
quince de noviembre de dos mil diez (fojas 101) Jacinta
Villanueva Cosme, interpone demanda de nulidad virtual,
respecto a la transacción celebrada, con la empresa Minera
Yanacocha Sociedad de Responsabilidad Limitada, el veintiuno de
setiembre del año dos mil, por la causal establecida en el artículo
219, inciso 8, del Código Civil, concordante con el artículo V del
Título Preliminar del mismo cuerpo legal; y como pretensión
accesoria, al amparo del artículo 1970 del Código Civil, demandan
indemnización de daños y perjuicios contra la indicada Minera,
quien deberá responder por los daños y perjuicios que les
ocasionaron como consecuencia del derrame de mercurio
producido en el año dos mil, en la carretera ubicada en
Choropampa, causándoles daños patrimoniales como
extrapatrimoniales, argumentando que: a) la recurrente, y la
demandada celebraron una transacción extrajudicial con fecha
veintiuno de setiembre del año dos mil, estableciéndose como
monto de la indemnización a favor de Jacinta Villanueva Cosme la
suma de dos mil seiscientos veinticinco nuevos soles (S/.
2,625.00); suma que cubrirían tanto el daño emergente, el lucro
cesante, como el daño moral, y además se pagaría un seguro por
cinco años con posibilidad de renovarlo; b) a la fecha de
celebración de la transacción existía una situación de debilidad
estructural de la recurrente respecto a la Minera Yanacocha,
teniendo en cuenta la posición dominante y abuso de poder en
que ésta se encontraba, además que a otras personas en las
mismas condiciones que la recurrente se les otorgó setenta y
cinco mil dólares americanos (US$ 75,000.00) por los mismos
hechos, actuando la empresa de mala fe, pues no resulta factible
que a algunos agraviados se les otorgue sumas irrisorias, mientras
que a otros les abonen sumas elevadas por el mismo concepto,
hecho que demuestra que la empresa demandada conocía las
consecuencias que el mercurio en el futuro causaría en la salud de
las personas, lo cual explicaría estas últimas indemnizaciones; c)
la accionante al celebrar la transacción se encontraban en una
situación de desconocimiento respecto a las secuelas del mercurio
que los llevó a transar por una suma irrisoria, de tal desconocimiento
fueron responsables la empresa demandada, el Estado y terceros
quienes los indujeron a la confusión; en consecuencia, el acto
jurídico adolece de nulidad virtual (el que se produce cuando un
determinado acto jurídico contraviene una norma imperativa, el
orden público o las buenas costumbres), al actuar la demandada
de mala fe; d) respecto a la pretensión de indemnización por
daños y perjuicios precisa que los elementos de la responsabilidad
extracontractual se encuentran relacionados al derrame de
mercurio, por lo que solicitan una indemnización por el monto de
ochocientos treinta mil nuevos soles (S/. 830,000.00),
correspondiendo: doscientos mil nuevos soles (S/. 200,000.00)
por daño emergente, doscientos mil nuevos soles (S/. 200,000.00)
por lucro cesante, ciento treinta mil nuevos soles (S/. 130,000.00)
por daño psicológico, cien mil nuevos soles (S/. 100,000.00) por
daño psicosomático biológico - salud, cien mil nuevos soles (S/.
100,000.00) por daño moral y cien mil nuevos soles (S/.
100,000.00) por daño al proyecto de vida. 3.2. Que, admitida a

78612 CASACIÓN
trámite la demanda en la vía de proceso de conocimiento,
mediante resolución número tres, de fecha seis de enero del dos
mil once (fojas cuarenta), la demandada Minera Yanacocha
Sociedad de Responsabilidad Limitada, representada por Ervin
José Luis Albrecht Pitasig, por escrito del veintiséis de enero de
dos mil once (fojas 307), deduce las excepciones de: i) prescripción
extintiva de la pretensión principal de nulidad de transacción, ii)
caducidad respecto de la pretensión principal de nulidad de
transacción, iii) prescripción extintiva de la pretensión accesoria
de indemnización, iv) falta de legitimidad para obrar de Minera
Yanacocha Sociedad de Responsabilidad Limitada respecto de la
pretensión accesoria de indemnización, v) conclusión del proceso
por transacción respecto de la pretensión accesoria de
indemnización, y vi) cosa juzgada de la pretensión accesoria de
indemnización, por lo que nos referiremos sólo a las que son
materia del presente recurso de casación, siendo así, respecto a
la primera excepción manifiesta que la accionante pretende la
nulidad de la transacción extrajudicial que celebrarán el veintiuno
de setiembre del dos mil, modificada por Addendum de fecha
nueve de noviembre del mismo año, con ocasión del derrame de
mercurio ocurrido en el año dos mil en la carretera Choropampa,
por lo que la posibilidad de cuestionar la validez de dicho acto
jurídico prescribió el veintiuno de setiembre de dos mil diez,
teniendo en cuenta lo dispuesto por el numeral 1 del artículo 2001
del Código Civil; en cuanto a la prescripción extintiva de la
indemnización accesoria por responsabilidad extracontractual
respecto a los mismos hechos, manifiesta que conforme al inciso
4 del artículo 2001 del Código Civil esta acción prescribe a los dos
años y atendiendo a que el incidente ocurrió el dos de junio de dos
mil, la prescripción se produjo el dos de junio del año dos mil dos;
y, en cuanto a la excepción de conclusión del proceso por
transacción de la pretensión accesoria de indemnización, alega
que el veintiuno de setiembre de dos mil celebraron una
transacción con los demandantes respecto a la indemnización por
los hechos ocurridos el dos de junio del dos mil, señalando que la
transacción se modificó únicamente respecto de los montos a ser
cancelados el nueve de noviembre de dos mil y conforme al
artículo 1302 del Código Civil, las transacciones tiene el valor de
cosa juzgado por lo que la pretensión de indemnización de parte
de la demandante no puede ser revisada en sede judicial. 3.3.
Que, el Juez de Primera Instancia por resolución número cinco
del veinte de enero del dos mil doce (fojas 477), declaró: a)
fundada la excepción de prescripción extintiva, respecto de la
pretensión principal de nulidad de la transacción, por ende, nulo
todo lo actuado, concluido el proceso de manera definitiva,
incluyendo la pretensión accesoria solicitada; 3.4. Que, elevado
los actuados a la instancia superior en mérito al recurso de
apelación interpuesto por la abogada de la demandante (fojas
488), el dos de febrero del dos mil doce, la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cajamarca, mediante auto número
doscientos cincuentitrés guión dos mil doce guión SEC (fojas 534),
contenido en la resolución número diez, de fecha veintidós de
octubre de dos mil doce, confirma la apelada en los extremos que
declara fundada la excepción de prescripción extintiva de la
pretensión principal de nulidad del acto jurídico de transacción
propuesta por la demandada, por ende nulo todo lo actuado y por
concluido el proceso, con lo demás que contiene; argumentando
que: i) consideran que se ha llegado a determinar que la demanda
ha sido interpuesta fuera del plazo legal teniendo en cuenta no
sólo la fecha en que se suscribió la transacción sino además que
los actores no han demostrado o al menos no está probado el
surgimiento de alguna imposibilidad para que accionen desde la
fecha de suscripción de la transacción extrajudicial, y que por
contrario los actores tuvieron la posibilidad de accionar conforme
a lo dispuesto por el artículo 182, inciso 2 y 3, del Código Civil;
tampoco está demostrado que el plazo prescriptorio se haya
suspendido o interrumpido a efectos de aplicar el supuesto del
artículo 1996 del Código anotado. En lo referente a que el plazo
debe computarse a partir de la fecha en que se celebró la
Addendum, esto es el nueve de noviembre del año dos mil, de la
revisión de dicho documento se advierte que sólo se modifica el
monto de la indemnización del texto original, por tanto no se
habría producido una modificación sustancial o esencial con
respecto a los acuerdos adoptados en la transacción, en
consecuencia el plazo de prescripción debe computarse desde el
veintiuno de setiembre del año dos mil al veintiuno de setiembre
de dos mil diez, con lo que se acredita que ya había prescrito la
acción, ello por cuanto el sistema de cómputo se rige por el
calendario gregoriano conforme a las reglas del artículo 183 del
Código Civil; ii) de conformidad con el artículo 2001, inciso 4, del
Código Civil la acción indemnizatoria por responsabilidad
extracontractual prescribe a los dos años, pero el cómputo del
decurso prescriptorio comienza a correr desde el día en que
puede ejercitarse la acción, prescribiendo indefectiblemente el dos
de junio de dos mil dos, no habiendo probado de modo fehaciente
y razonable el hecho alegado de suspensión de la prescripción por
imposibilidad para poder reclamar el derecho ante un Tribunal
Peruano, abona a favor que al tener la pretensión de indemnización
el carácter de accesoria, ésta debe seguir la suerte de la principal
tal como lo señala el artículo 87 del Código Procesal Civil; - 3.5.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Que, la Sala Suprema ha declarado procedente el recurso de
casación por: I) Infracción normativa de los artículos 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, y 122 inciso
2 del Código Procesal Civil. Alega que la Sala Superior no tomó
en cuenta, los fundamentos fácticos acreditados en autos de los
que se desprendía que se había interrumpido el término
prescriptorio por efecto del reconocimiento de la obligación de
resarcir el daño producido mediante la suscripción de la adenda
que la parte demandada otorgara a la recurrente, por lo que la
recurrida presentaba una motivación defectuosa vulnerándose su
derecho a un debido proceso. II) Infracción normativa por
aplicación indebida del artículo 438 del Código Procesal Civil,
al indicarse que el emplazamiento válido con la demanda
interrumpe la prescripción extintiva, pues se debería entender que
la interrupción es una figura que interesa sólo a los efectos del
cómputo de un plazo cuando se produce o se pretende iniciar un
segundo proceso, y no tiene que ver con el ejercicio del derecho
de acción dentro del plazo prescriptorio establecido en el art. 2001
del Código Civil; en ese sentido señala que basta la mera
interposición de la demanda dentro del plazo para que la
prescripción ya no pueda afectar al accionante; III) infracción
normativa por aplicación indebida del artículo 1996, inciso 3,
del Código Civil, puesto que bajo la idea de aplicar el artículo 438
(indebidamente aplicado) se busca configurar la causal de
interrupción por el emplazamiento, lo que resulta inapropiado
cuando de un ejercicio regular de un derecho se trata al momento
de ejercitar el derecho de acción en plazo totalmente válido para
ello, alegando que las instancias aplican la interrupción de la
prescripción como un termómetro para el ejercicio de acción,
olvidando que esta figura sólo importa para efectos de buscar dar
inicio a un nuevo cómputo del plazo, habiéndose cumplido con los
requisitos exigidos por Ley; IV) infracción normativa por
inaplicación del artículo 1996, inciso 1, del Código Civil, al
sostener que no existen circunstancias que permitan la
configuración de causales de interrupción al plazo prescriptorio del
acto jurídico de transacción extrajudicial y la addenda que se
firmara con posterioridad, desconociendo el derecho de acción;
sustenta también que la demanda fue presentada dentro del plazo
de 10 años, haciendo referencia a la huelga del Poder Judicial; V)
infracción normativa por inaplicación de los artículos 1994,
inciso 8, y 1995 del Código Civil, en relación a la pretensión
principal, al sostener que la suspensión estaba configurada por la
inactividad en que se encontraba con motivo de la huelga
indefinida del Poder Judicial entre el tres al doce de Noviembre de
dos mil diez, siendo el día ocho de noviembre de dos mil diez el
plazo para interponer su demanda; VI) infracción normativa por
interpretación errónea del artículo 1994, inciso 8, del Código
Civil, en relación a la pretensión accesoria de indemnización, al
establecerse por la Sala que el plazo había transcurrido con
exceso, sin tomar en cuenta que la suspensión se había
configurado la causal de suspensión del plazo prescriptorio
(huelga indefinida del Poder Judicial), por lo que se encuentra
dentro del plazo exigido por ley para ejercitar el derecho de acción;
VII) infracción normativa por inaplicación de los artículos
1995 y 2002 Código Civil, pues bajo la premisa errónea de no
desconocer la existencia de situación suspensiva alguna, no se
tuvo en cuenta los plazos que efectivamente deben considerarse
para solicitar una indemnización por daños sufridos por el derrame
de mercurio; VIII) infracción normativa por inaplicación del
artículo 2000 Código Civil, al no haberse respetado el principio
de legalidad, pues al establecer que el plazo prescriptorio de la
nulidad se interrumpe con la notificación de la demanda, recorta el
tiempo que le otorga la ley, al exigirle un nuevo plazo no establecido
en la ley; y no reconocerse que el plazo admite suspensiones,
habiéndose omitido reconocer que sólo la ley puede fijar los plazos
de prescripción, y no habiéndose tenido en cuenta situaciones
modificatorias de los plazos a establecer. 4.- CONSIDERANDO:
Primero.- Que, las causales de casación declaradas procedentes
por este Supremo Tribunal tienen como finalidad evaluar si la
causal de suspensión de prescripción relativa a la imposibilidad de
reclamar el derecho ante un Tribunal Peruano, es aplicable al
presente caso, de ser así, cuándo se habría reanudado el plazo
prescriptorio para con ello evaluar el principio de legitimidad, e
inicio y fin en plazos prescriptorios, teniendo en cuenta la
transacción extrajudicial suscrita entre las partes con fecha
veintiuno de setiembre de dos mil, modificada por Addendum del
nueve de noviembre del mismo año, y si existe una situación
subordinante -contenida en la pretensión principal- que
determinaría la suerte de la pretensión accesoria, subordinada a la
primera. Segundo.- Que, en una noción genérica, la prescripción
se puede entender como un medio o modo por el cual, en ciertas
condiciones, el decurso del tiempo modifica sustancialmente una
relación jurídica; sin embargo, a diferencia de la caducidad
aplicable a los derechos materiales y por consecuencia lógica a la
pretensión que se sustente en ellos, la prescripción extintiva
destruye la pretensión, es decir la posibilidad de exigir judicialmente
algo sustentado en un determinado derecho, sin afectar a éste; y,
lo que se alega en el fondo es la ausencia de interés para obrar, de
necesidad de tutela jurídica en los demandantes, dado que el
derecho le concedió un plazo para que exija la satisfacción de su
pretensión, por lo que vencido éste, ha desaparecido el interés en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
satisfacer judicialmente su pretensión, encontrándose el
demandado en aptitud de pedir al Juez tal declaración. La
prescripción extintiva y sus plazos se encuentran regulados en la
norma de naturaleza material. Tercero.- Que, ahora bien, se debe
tener en cuenta que el presente proceso resulta ser diferente al
analizado y desarrollado por la Corte Suprema de Justicia de la
República en el Primer Pleno Casatorio Civil, al resolver la
Casación número 1465-2007-Cajamarca, publicado el veintiuno
de abril de dos mil ocho, referido a la misma causa pretendi
(derrame de mercurio), sin embargo en éste se debatió como
petitum la indemnización por daños y perjuicios derivados de
responsabilidad contractual, -excepción de transacción
extrajudicial, y la legitimación para obrar en defensa de los
intereses difusos-, mientras que en presente proceso el petitum
versa sobre la nulidad de la indicada transacción extrajudicial,
y específicamente respecto a la nulidad virtual que comprende la
contravención a las leyes que interesan al orden público o a las
buenas costumbres; establecidas en el artículo 219, inciso 8, del
Código Civil, concordante con el artículo V del Título Preliminar del
mismo cuerpo legal, y como consecuencia éste se indemnice a los
demandantes por los daños y perjuicios que se le habrían
ocasionado el año dos mil. Cuarto.- Que, nuestro Código Civil
regula la transacción en el artículo 1302 del Código Civil, y precisa
que: “Por la transacción, las partes, haciéndose concesiones
recíprocas, deciden sobre algún punto dudoso o litigioso, evitando
el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado.
Con las concesiones recíprocas, también se pueden crear, regular,
modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han
constituido objeto de controversia entre las partes. La transacción
tiene valor de cosa juzgada”. Quinto.- Que, la doctrina ha indicado
que el efecto esencial de la transacción no es su equivalencia a la
cosa juzgada, sino la extinción de obligaciones, encontrándose
dentro de sus semejanzas y diferencias con la sentencia dictada
en un proceso judicial, entre otras: a) que las sentencias pueden
ser modificadas en parte y subsistir el resto, en tanto que la
transacción es indivisible, pues de anularse una parte
sobreviene la nulidad de toda ella; b) la sentencia es impugnable
sólo a través de los recursos establecidos en el ordenamiento
procesal, mientras que la transacción es impugnable por vía de
acción de nulidad, por ejemplo puede ser atacada por adolecer de
vicios de voluntad o que carezca de la fuerza compulsiva que
caracteriza a un mandato judicial. Sexto.- Que, para el caso de
autos, se verifica que la accionante Jacinta Villanueva Cosme,
celebro una transacción extrajudicial con la demandada Minera
Yanacocha Sociedad de Responsabilidad Limitada, con fecha
veintiuno de setiembre del año dos mil (fojas 03), además que
dicha transacción, transcurrido un mes y diecinueve días (nueve
de noviembre del año dos mil), fue objeto de nuevos actos jurídicos
denominados “Addendum” en donde se duplicó el monto de las
respectivas indemnizaciones, y lo que se acordó fue la reparación
del daño causado por el derrame de mercurio a través de un
monto dinerario, es decir fue cuantificable, caso contrario no se
hubiera podido resarcir el mismo. Sétimo.- Que, estando a lo
expuesto se deberá tener presente que en el presente proceso
sólo nos vamos a referir al inicio y diferentes formas de interrupción
y suspensión del plazo prescriptorio más no la fundabilidad o no
de la indicada excepción, pues ello tendrá que ser materia de
análisis al resolverse la misma, teniendo en cuenta que la causal
por la cual se solicita la nulidad virtual de la transacción como
pretensión principal, se encuentra referida al orden público o a las
buenas costumbres. Octavo.- Que, de acuerdo al artículo 2000
del Código Civil, la ley fija los plazos de prescripción, puesto que
en la prescripción extintiva hay consideraciones de interés público
(en cuanto las partes no pueden fijar plazos prescriptorios por
cuenta propia) y privado (debido a que las partes no pueden
modificar los plazos prescriptorios establecidos por ley). Ahora
bien, el término inicial del plazo de prescripción regulado por el
artículo 1993 del Código Civil determina que la prescripción
comienza a correr desde el día en que puede ejercitarse la acción,
esto es, en atención a que la prescripción constituye una sanción
a la falta de acción del interesado para defender el derecho que le
corresponde, por lo que resulta un presupuesto para su inicio y
que la acción pueda ejercitarse. Noveno.- Que de otro lado el
término final de la prescripción establecido en el artículo 2002
del Código Civil determina que las reglas aplicables al cálculo del
término final de la prescripción extintiva son las consignadas en el
artículo 183 del Código Civil, concordante con el artículo 184
del mismo cuerpo legal, que señalan: “El plazo se computa de
acuerdo al calendario gregoriano, conforme a las siguientes
reglas: 1. El plazo señalado por días se computa por días
naturales, salvo que la ley o el acto jurídico establezcan que se
haga por días hábiles; 2. El plazo señalado por meses se cumple
en el mes del vencimiento y en el día de éste correspondiente a la
fecha del mes inicial. Si en el mes de vencimiento falta tal día, el
plazo se cumple en el último día de dicho mes; 3. El plazo señalado
por años se rige por las reglas que establece el inciso 2; 4. El plazo
excluye el día inicial e incluye el día del vencimiento; 5. El plazo
cuyo último día sea inhábil, vence el primer día hábil siguiente”; y,
las reglas del artículo 183 son aplicables a todos los plazos legales
o convencionales, salvo disposición o acuerdo diferente. Décimo.-
Que, no obstante, dentro del transcurso del plazo pueden
78613
suscitarse supuestos que alteran el decurso prescriptorio
suspendiendo el plazo ya transcurrido, los que nuestro Código
Civil ha regulado en el artículo 1994 del Código Sustantivo. La
producción de tales supuestos posibilita que el tiempo transcurrido
se detenga mientras subsista la causal que la produce, la cual
desaparecida, el tiempo ya transcurrido continua su curso hasta
completar el plazo establecido para la prescripción; dentro de los
supuestos de suspensión encontramos, entre otros, el relativo a la
imposibilidad de reclamar el derecho ante un Tribunal Peruano,
regulado precisamente en el inciso 8 de la referida norma. Décimo
Primero.- Que, a fin de establecer la correcta interpretación del
artículo 1994, inciso 8, del Código Civil, deben utilizarse los
diversos métodos de interpretación que permitan descubrir el
verdadero significado y alcance de la norma, y en caso tengan
varios significados debe obtenerse la solución más justa al caso
concreto; así tenemos los siguientes métodos interpretativos:
Método literal.- Según el cual se debe determinar el significado
de la norma de conformidad con el uso de las palabras y con la
conexión de éstas entre si, mediante este método se descubre los
alcances de la norma a través del estudio y análisis de su propio
texto. Método de la Ratio Legis.- Es a través de este método que
se persigue descubrir el significado de la norma, es decir, su razón
de ser, el fin realmente querido por el legislador en la época de la
elaboración de ley. Método sistemático.- Aquel cuyo significado
de la norma se obtiene a partir de principios y conceptos
contenidos en otras normas del ordenamiento jurídico que si son
claras, debe indicarse que al ser el ordenamiento jurídico un
sistema completo y complejo, no puede admitir contradicciones,
por lo que las una norma debe guardar relación y coherencia con
las demás normas que constituyen el derecho vigente. Método
histórico.- Que pretende interpretar la norma recurriendo a sus
antecedentes, como la ideas de sus autores al concebir o elaborar
los proyectos, los motivos que propiciaron la redacción y emisión
de la ley, lo que permite conocer cual fue la intención de legislador
al dictar la norma, esta intención la podemos encontrar en las
exposiciones de motivos de los proyectos de ley, los antecedentes
legislativos y normas derogatorias de los mismos, e incluso en el
momento histórico en que se aprobó la norma jurídica. Décimo
Segundo.- Que, es en base a estos criterios que debe llevarse a
cabo la interpretación del artículo 1994, inciso 8, del Código Civil,
que prescribe: “Se suspende la prescripción: (...) 8. Mientras sea
imposible reclamar el derecho ante un tribunal peruano.”. Sentido
y significado que además debe ser acorde con la Constitución
Política del Estado, cuyo artículo 139, inciso 3, reconoce como
garantía constitucional la tutela jurisdiccional efectiva, así como el
respeto al debido proceso. Décimo Tercero.- Que, de otro lado se
debe precisar que la norma objeto del presente recurso tuvo como
antecedente el inciso 5 del artículo 1157 del Código Civil de 1936,
que señalaba: “No corre el término para la prescripción: (...) 5.
Mientras sea imposible reclamar el derecho ante un tribunal
peruano.”; dispositivo legal, que si bien a la fecha de ser emitido se
tuvo: “(...) en mente la situación de los nacionales peruanos
residentes en Tacna y Arica cuando la soberanía del Estado
Peruano quedó en suspenso como consecuencia del Tratado de
Ancón de 1833 y del proceso de chilenización que culminó en
1929 al restablecerse la soberanía del Perú en Tacna y
desmembrarse Arica de la heredad nacional. Por lo demás, las
consecuencias de los conflictos bélicos aún cuando lo sean
internos, han sido siempre considerados como causa suficiente
para la suspensión del decurso prescriptorio, sea por previsión en
la codificación civil o, a posteriori, en leyes especiales.”7; sin
embargo, los alcances de este precepto legal no se limitaron a
este supuesto de hecho, sino que la jurisprudencia y la doctrina
también ha establecido que resulta de aplicación en casos de
paralizaciones laborales del Poder Judicial (huelgas), que son
frecuentes en nuestro medio y en donde también es imposible
acudir a los tribunales nacionales, y por tanto es en estos días que
se debe suspender el plazo de prescripción, conforme lo ha
observado profesor Marcial Rubio Correa8. Décimo Cuarto.- Que,
reforzando lo señalado precedente, en relación a la huelga de los
trabajadores del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional en la
sentencia recaída en el Expediente número 1049-2003-PA/TC, del
treinta de enero de dos mil cuatro, ha considerado en su
fundamento cuarto que: “(...) los días transcurridos durante la
huelga del Poder Judicial no deben ser incluidos en el cálculo del
plazo para la interposición de la demanda de amparo (...)”, y si
bien se trata de un proceso constitucional, los principios que de
ahí se desprenden permiten esclarecer que también sería un
supuesto de suspensión del plazo de la prescripción, en el caso de
huelga. Décimo Quinto.- Que, lo expuesto en los considerandos
que anteceden nos permite concluir que la interpretación del
artículo 1994, inciso 8, del Código Civil no debe limitarse o
circunscribirse a lo que el legislador quiso en su oportunidad, sino
por el contrario debe efectuarse una interpretación que descubra o
devele su real alcance o significado, debiendo obtenerse la
solución más justa al caso concreto, y en caso el sentido o alcance
no se adecue a la realidad social actual, se debe atribuir a la
norma el significado que se actualice a las nuevas situaciones
jurídicas, y si bien al interpretar una norma se debe tener como
punto de referencia el propósito del legislador, también lo es que

78614 CASACIÓN
una vez puesta en vigencia la ley, esta se desprende de sus
autores adquiriendo vida y espíritu propio, más allá de lo que en un
primer momento fue voluntad del legislador, más aún si las normas
en algunos casos pueden durar muchos años, por lo que no debe
dejarse de lado las nuevas exigencias sociales, culturales,
económicas, entre otras; que puedan extender los alcances del
dispositivo legal. Décimo Sexto.- Que, siendo así, la interpretación
correcta de dicho dispositivo legal debe ser entendida en el sentido
que, la imposibilidad de reclamar ante un Tribunal Peruano
conlleva a que la misma se produzca no sólo en casos de invasión
del territorio nacional por fuerzas extranjeras, por calamidades
naturales, o eventos extraordinarios como el caso de las huelgas
de los trabajadores judiciales, sino además en los casos en que la
imposibilidad se presente cuando el justiciable no se encuentre en
la capacidad de acudir al órgano jurisdiccional, esto es se
encuentre impedido de ejercer la pretensión demandable contra el
obligado, puesto que existe una dificultad u obstáculo que impide
temporalmente el ejercicio de su acción; interpretación que
también ha sido reconocida por el propio Tribunal Constitucional,
según se advierte de la Sentencia recaída en el expediente
número 00462-2012-AA/TC, del tres de mayo de dos mil doce, en
cuyo fundamento sexto ha señalado: “(...) el artículo 1994, inciso
8) del Código Civil permite un supuesto de excepción para admitir
la interrupción o suspensión del plazo para la caducidad, que en
este caso lo constituye la obligatoriedad de acudir a la conciliación
antes de iniciar una demanda judicial, supuesto que calza con la
excepción a la regla contenida en la norma citada (mientras sea
imposible reclamar el derecho ante un tribunal peruano)”. Décimo
Sétimo.- Que, es necesario señalar que para cumplir con la
correcta aplicación del derecho objetivo al caso concreto, el Juez
debe emitir una decisión acorde con una adecuada motivación,
esto es, que aquella exprese las razones o justificaciones objetivas
que llevan a tomar una determinada decisión, las mismas que no
sólo deben provenir del ordenamiento jurídico vigente, sino de los
propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso,
por tanto, el juzgador para resolver la controversia debe constatar
la presencia de los elementos fácticos necesarios. Décimo
Octavo.- Que, la presente causa gira en torno a determinar si
la pretensión principal de nulidad de la transacción celebrada
por la recurrente y la Minera demandada por la causal de
nulidad virtual que comprende la contravención a las leyes que
interesan al orden público o a las buenas costumbres; y como
efecto de éste se indemnice a la demandante por los daños y
perjuicios que se le habrían ocasionado en el año dos mil, y como
ya se ha indicado en el sétimo considerando de la presente
resolución sólo se procederá a analizar el inicio y termino de la
excepción de prescripción más no la fundabilidad o no de ésta,
siendo así, se aprecia que la Sala Superior al desarrollar el término
prescriptorio ha manifestado que: “(...) En lo referente a que se
debe computar desde la fecha en que se celebró la Addendum
(...), esto es el nueve de noviembre del dos mil, (...) de la revisión
de dicho documento se advierte que sólo se modifica el monto de
la indemnización del texto original, por tanto no se habría producido
una modificación sustancial o esencial con respecto a los acuerdos
adoptados en la transacción; en consecuencia, en el presente
caso, el plazo de prescripción debe computarse desde el veintiuno
de setiembre del dos mil al veintiuno de setiembre del dos mil diez,
con lo que se acredita que ya habría prescrito la acción (...)”, sin
tener presente que la transacción es indivisible, pues de anularse
una parte sobreviene la nulidad de toda ella, correspondiendo por
tanto contabilizar el inicio del término de la prescripción desde el
día nueve de noviembre del año dos mil, y no como se ha indicado
desde el veintiuno de setiembre del mismo año. Agrega a ello que
no se ha tenido en cuenta la Resolución Administrativa número
436-2010-CE-PJ, del veintiocho de diciembre de dos mil diez, en
donde se establecen los días de huelga del Poder Judicial a fin de
establecer fehacientemente si el plazo de prescripción había
vencido. Décimo Noveno.- Que, advirtiéndose que la pretensión
de indemnización ha sido interpuesta como consecuencia de la
pretensión de nulidad del acuerdo transaccional celebrada entre
las partes, no resulta válido establecer que la misma ha prescrito,
en tanto no se analice lo referido a la pretensión principal,
careciendo por tanto la sentencia de motivación suficiente.
Vigésimo.- Que, si bien es cierto conforme lo establece el primer
párrafo del artículo 396 del Código Procesal Civil, al declararse
fundada una causal material, corresponde a la Sala Suprema
resolver la naturaleza del conflicto de intereses, sin devolver el
proceso a la instancia inferior, también es cierto que atendiendo a
la naturaleza del presente proceso de forma excepcional se debe
ordenar el reenvío de los actuados para un nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta los considerandos expuestos en la presente
resolución. 5.- DECISIÓN: Por estas consideraciones MI VOTO es
porque se declare: FUNDADO el recurso de casación interpuesto
por la demandante Jacinta Villanueva Cosme, el catorce de
noviembre de dos mil doce (fojas 549); SE CASE la resolución
impugnada, en consecuencia NULO el auto de vista número
cuatrocientos cincuentitrés guión dos mil doce guión SEC,
contenido en la resolución número diez (fojas 534), del veintidós
de octubre de dos mil doce; SE MANDE que la Sala Superior
emita nueva resolución, teniendo en cuenta lo expuesto en la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
presente resolución; SE DISPONGA la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Jacinta Villanueva Cosme contra Minera
Yanacocha Sociedad de Responsabilidad Limitada, sobre nulidad
de acto jurídico; y los devolvió.- S. HUAMANÍ LLAMAS
1
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. Prescripción extintiva y caducidad. Lima: Gaceta
Jurídica, Cuarta Edición, 2002,p.104.
2
LEDESMA NARVAEZ, Marianella. Comentario al Código Procesal Civil. Tomo I.
Lima,
Gaceta Jurídica, Tercera Edición, 2011. P. 950
3
Causales de suspensión de la prescripción
Artículo 1994.- Se suspende la prescripción:
1.- Cuando los incapaces no están bajo la guarda de sus representantes legales.
2.- Entre los cónyuges, durante la vigencia de la sociedad de gananciales.
3.- Entre las personas comprendidas en el artículo 326.
4.- Entre los menores y sus padres o tutores durante la patria potestad o la tutela.
5.- Entre los incapaces y sus curadores, durante el ejercicio de la curatela.
6.- Durante el tiempo que transcurra entre la petición y el nombramiento del
curador de bienes, en los casos que procede.
7.- Entre las personas jurídicas y sus administradores, mientras éstos continúen en
el ejercicio del cargo.
8.- Mientras sea imposible reclamar el derecho ante un tribunal peruano.
4
Interrupción de la prescripción
Artículo 1996.- Se interrumpe la prescripción por:
1.- Reconocimiento de la obligación.
2.- Intimación para constituir en mora al deudor.
3.- Citación con la demanda o por otro acto con el que se notifique al deudor, aun
cuando se haya acudido a un juez o autoridad incompetente.
4.- Oponer judicialmente la compensación.
5
Comisión Encargada del Estudio y Revisión del Código Civil.
Compiladora Delia Revoredo de Debakey. Código Civil VI. Exposición de Motivos
y Comentarios. Lima: Okura Editores. p. 818
6
ARIANO DEHO, Eugenia. Interrupción de la prescripción: en el Código Civil
comentado. Comentan 209 especialistas en las diversas materias del Derecho
Civil. Tomo X. Lima: Gaceta Jurídica, 2007. p. 222.
7
VIDAL RAMIREZ, Fernando, “La Prescripción y la Caducidad en el Código Civil
Peruano”, Lima, 1988, Cultural Cuzco, página 135
8
RUBIO CORREA, Marcial, “Prescripción, Caducidad y otros conceptos en el nuevo
Código Civil”, Lima, 1987, Cultural Cuzco, página 36-37
C-1392274-6
CAS. Nº 1749-2013 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. SUMILLA.- El
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales.
Constituye infracción del derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales cuando la sentencia contiene una
motivación aparente, supuesto que se presenta en el caso que el
juzgador sustenta la decisión en frases que no tienen validez
fáctica ni jurídica y que no dicen nada, intentando dar cumplimiento
formal al mandato de motivación. Art. 139º, inciso 5, de la
Constitución Política. Lima, diecisiete de julio de dos mil catorce.-
La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con los cuadernos acompañados,
vista la causa número mil setecientos cuarenta y nueve – dos mil
trece, en audiencia pública realizada en la fecha y producida la
votación correspondiente, emite la siguiente sentencia: I. ASUNTO
En el presente proceso de indemnización por daños y perjuicios,
es objeto de examen el recurso de casación interpuesto por el
Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales de la
Contraloría General de la República mediante escrito que obra a
fojas mil doscientos catorce, contra la sentencia de vista obrante a
fojas mil ciento noventa y uno, su fecha ocho de noviembre de dos
mil doce, expedida por la Sétima Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima que, confirmando la sentencia apelada de fojas
mil ciento veinte, su fecha veintinueve de febrero del mismo año,
declaró infundada la demanda con lo demás que contiene. II.
ANTECEDENTES 1. Demanda. Mediante escrito presentado el
tres de abril de dos mil dos, que obra a fojas ciento sesenta, el
Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales de la
Contraloría General de la República interpuso demanda de
indemnización por inejecución de obligaciones contra Luis Enrique
Agreda Gallarday, José Ramírez Elespuru, Juan Alberto Cruz
Cabrera y Mario Bernardo Jara Villafana, a fin de que cumplan con
pagar la suma de ciento treinta y cuatro mil trescientos sesenta y
cuatro nuevos soles con veintisiete céntimos, como consecuencia
de ejecutar metrados menores en la plataforma de la carretera
entre Mala y Calango, ubicado en la Provincia de Cañete,
Departamento de Lima. Los argumentos que sustentaron la
demanda son los siguientes: 1.1. Señaló que la Contraloría
General de la República realizó el Informe Especial número 045-
2001-CG/B372 a la Oficina Nacional de Cooperación popular
(COOPOP) en cumplimiento del Plan Anual del Área de Auditoría
I, y como resultado de dicho examen se observó irregularidades
en la obra denominada “Mejoramiento de la Carretera Mala-
Calango”. 1.2. Sostuvo que en el año mil novecientos noventa y
siete se realizó la obra denominada “Mejoramiento de la Carretera
Mala-Calango” a la altura del kilómetro tres punto uno de la
carretera situada entre Mala a Calango, ubicada en la Provincia de
Cañete, Departamento de Lima, obra que tuvo un costo de
quinientos sesenta y ocho mil cuatrocientos cuarenta y cuatro
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nuevos soles. 1.3. Sostuvo que de la evaluación efectuada a la
documentación pertinente se determinó un pago en exceso de
ciento treinta y cuatro mil trescientos sesenta y cuatro nuevos
soles con veintisiete céntimos, como consecuencia de ejecutar
metrados menores a los establecidos en el expediente técnico de
la obra, toda vez que la plataforma de la carretera debía contar
con un ancho de nueve metros y una base granular de cero punto
veinte metros; sin embargo, con fecha diecisiete de abril de mil
novecientos noventa y ocho, la Comisión de Auditoría,
conjuntamente con el representante de la División de Proyectos
de la Oficina Nacional de Cooperación Popular (COOPOP),
realizaron una visita de inspección a la obra en la que se comprobó
un ancho promedio de la plataforma de la carretera en ocho punto
cincuenta metros y el espesor promedio de la base granular en
cero punto ciento cincuenta y cinco metros. 1.4. En tal virtud, la
demandante concluyó que la entidad pagó en exceso por la obra
antes referida la suma de ciento treinta y cuatro mil trescientos
sesenta y cuatro nuevos soles con veintisiete céntimos, imputando
a los demandados los siguientes hechos: a) Al ex Director General
de Proyectos de la Oficina Nacional de Cooperación Popular
(COOPOP) -Luís Agreda Gallarday- se le atribuyó haber autorizado
los pagos por valorizaciones de los trabajos que no corresponden
a los metrados ejecutados a través de los memorándums número
quinientos seis, seiscientos cuarenta y dos y mil cuatrocientos
ochenta y tres, por concepto de mano de obra sin que se efectúe
la debida revisión a las labores de ejecución. b) Al ex Director
Técnico de la mencionada entidad -José Ramírez Elespuru- se le
responsabilizó por haber otorgado la conformidad de los metrados
y además suscribir las valorizaciones por concepto de mano de
obra según se desprende de los comprobantes de pago números
seiscientos veinticuatro, seiscientos veinticinco, seiscientos
veintiséis, seiscientos veintisiete, seiscientos cuarenta y siete,
seiscientos cuarenta y ocho, seiscientos cuarenta y nueve,
seiscientos cincuenta, ochocientos doce, ochocientos trece y
ochocientos catorce. c) Al ex Supervisor de obras -Juan Cruz
Cabrera- se le atribuyó responsabilidad por haber suscrito las
valorizaciones que originaron los comprobantes de pago antes
señalados. d) Al ex Supervisor de obras -Mario Jara Villafana- se
le responsabilizó por haber dado conformidad de los metrados
ejecutados y además suscribir las valorizaciones que originaron
los comprobantes de pago números ochocientos doce y
ochocientos catorce. 2. Contestaciones de la demanda.
Mediante escrito presentado el veinte de junio de dos mil dos,
obrante a fojas doscientos cinco, el demandado Mario Bernardo
Jara Villafana contestó la demanda, negándola y contradiciéndola
en todos sus extremos en los siguientes términos: - La obra, en el
tramo que le tocó supervisar, fue realizada según lo establecido en
el expediente técnico proporcionado por la Oficina de Asesoría
Técnica de Jefatura. - En abril de mil novecientos noventa y ocho,
la Comisión de Regantes de la zona donde se realizaron los
trabajos efectuó la limpieza del canal de regadío que discurre en
forma paralela al trazo de la carretera, hecho que motivó la
acumulación de material proveniente de la limpieza del canal a lo
largo de la carretera, disminuyendo la superficie de rodadura; más
aun si se tiene en cuenta que la inspección ha sido realizada un
año después de la ejecución de los trabajos en una carretera en la
que transitan unos doscientos camiones cargados de frutas en
forma diaria; asimismo, debido a las condiciones climáticas, los
desbordes de la acequia de regadíos y la sobrecarga de las
unidades vehiculares que transitan han mermado la carretera en
su ancho vial, así como en el espesor de la superficie de la
rodadura. - En virtud a ello, concluyó en que no ha incurrido en
culpa inexcusable por negligencia debido a que los trabajos
realizados se hicieron de acuerdo al expediente técnico. -
Finalmente, sostuvo que la Oficina Nacional de Cooperación
Popular (COOPOP) no cumplió con cancelarle los trabajos que
realizó como supervisor. Mediante escrito presentado el veintiocho
de noviembre de dos mil dos, que obra a fojas doscientos noventa
y ocho, el demandado Luis Enrique Agreda Gallarday también
contestó la demanda, negándola y contradiciéndola en todos sus
extremos en los siguientes términos: - Sostuvo que no contrató ni
suscribió los contratos de locación de obras del personal a cargo
de la obra materia de evaluación, tampoco tuvo la función de
controlar el desarrollo y ejecución de dicha obra, sólo se limitó a
valorizar el monto mensual de planillas de obreros a pagar por las
obras. - Señaló que la función de control y supervisión estuvo a
cargo del Director Técnico de la Obra y del Inspector o Supervisor
de Obra, mientras que el Director General de Proyectos sólo tiene
como función planear, programar, normar, supervisar y evaluar la
ejecución de las obras de infraestructura básica y de proyectos a
cargo de las Unidades Ejecutoras, tal como consta del artículo 33º
del Reglamento de Organización y Funciones de la Oficina
Nacional de Cooperación Popular (COOPOP). - Concluyó que su
labor fue cumplida tal como aparece, entre otros, del Informe
número 078-97 y de los Oficios números 037-97 y 095-97.
Mediante escrito presentado el doce de diciembre de dos mil dos,
que obra a fojas trescientos dieciséis, el demandado José
Ramírez Elespuru contestó la demanda, negándola y
contradiciéndola en todos sus extremos en los siguientes términos:
- Reconoció que sí bien elaboró algunos recibos por honorarios
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profesionales en su calidad de Director Técnico de Supervisión, su
labor era constatar el avance de las obras por realizar, lo que
nunca realizó debido a que no existía la infraestructura ni los
medios logísticos para cumplir con su labor de supervisión. -
También manifestó que no tuvo trato directo con las personas
involucradas en la presente demanda, toda vez que quien acudía
físicamente al lugar de la obra era el arquitecto Luis Rengifo
Zevallos, quien le reportaba en Lima sobre los avances de la
misma y con base a ello emitía los recibos con su firma. -
Finalmente, señaló que debe tenerse en cuenta que la carretera
materia de examen no es una pista asfáltica o de concreto, por lo
que se deterioró en corto plazo, debido a las lluvias e inclemencia
del tiempo y el uso permanente del mismo. 3. Rebeldía. Mediante
resolución número veinticuatro, obrante a fojas trescientos sesenta
y tres, su fecha doce de agosto de dos mil tres, se declaró la
rebeldía del demandado Juan Alberto Cruz Cabrera. 4. Puntos
controvertidos. En la Audiencia de Conciliación de fecha
veinticinco de febrero de dos mil cuatro, cuya acta obra a fojas
trescientos setenta y uno, se fijó el siguiente punto controvertido:
Determinar si los demandados se encuentran obligados al pago
de ciento treinta y cuatro mil trescientos sesenta y cuatro nuevos
soles con veintisiete céntimos a favor de la demandante por
indemnización por daños y perjuicios, inejecución de obligaciones.
5. Sentencia de primera instancia. El Juez del Sexto Juzgado
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima expidió la sentencia
de fojas mil ciento veinte, su fecha veintinueve de febrero de dos
mil doce, que declaró infundada la observación al informe pericial,
asimismo, declaró infundada la demanda, sin costas ni costos. Las
razones que sustentaron dicha decisión son las siguientes: 5.1. El
Juez señaló que del análisis realizado al Informe Especial número
045-2001-CG/B372, Examen Especial a la Oficina Nacional de
Cooperación Popular (COOPOP), en el mes de setiembre de dos
mil uno, se verificó los avances de la obra denominada
Mejoramiento de la Carretera Mala-Calango, mas no señaló en
ningún extremo que la misma haya culminado y/o haya sido
entregada; motivo por el cual consideró que no resultan
consistentes los cálculos efectuados por la demandante a fin de
señalar que hubo exceso en el pago, pues los cálculos efectuados
para sustentar el exceso han sido realizados sobre avances de
obra. 5.2. También consideró el tiempo transcurrido desde la
realización del Acta de Inspección Física de fecha diecisiete de
abril de mil novecientos noventa y ocho, agregando a ello que el
examen de la obra debió realizarse en el momento de la recepción
de la misma o al momento de su conclusión. 5.3. Asimismo,
consideró que a los funcionarios públicos demandados no se les
puede imputar pago en exceso, en virtud a que los cálculos sobre
los cuales habrían realizado los avances de obra son de fecha
diecisiete de abril de mil novecientos noventa y ocho, lo que se
encuentra corroborado mediante el Acta de Inspección Física
obrante a fojas veintisiete. 5.4. Finalmente, señaló que no se
puede soslayar el uso cotidiano de la carretera, menos aún las
condiciones climáticas existentes en dicha zona como son las
constantes lluvias o aniegos, tal como se evidencia de la pericia
obrante a fojas novecientos treinta y siete; por lo tanto, se concluyó
que en este caso no se cumplen los supuestos establecidos en el
artículo 1321º del Código Civil. 6. Recurso de apelación.
Mediante escrito presentado el veintitrés de marzo de dos mil
doce, obrante a fojas mil ciento cuarenta y dos, el Procurador
Adjunto de la Procuraduría Pública de la Contraloría General de la
República interpuso recurso de apelación en los siguientes
términos: 6.1. Sostuvo que mediante el Informe Especial número
045-2001-CG/B372, emitido por la Contraloría General de la
República, se acreditó que los demandados incumplieron su
obligación al permitir la ejecución de la obra por metrados
inferiores al previsto en el expediente técnico. 6.2. Manifestó que
el Juez valoró parcialmente la pericia practicada en autos, pues
debe tenerse en consideración que dicha inspección se realizó
luego de más de diez años de ejecutada la obra cuestionada. 6.3.
Finalmente, señaló que los factores de atribución de
responsabilidad civil de acuerdo al grado de participación que han
tenido cada uno de los demandados no ha sido analizado en la
sentencia, incurriéndose en causal de nulidad, igualmente, las
declaraciones de parte no han sido valoradas en forma conjunta,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 197º del Código
Procesal Civil. 7. Sentencia de vista. La Sétima Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima expidió la sentencia de vista
obrante a fojas mil ciento noventa y uno, su fecha ocho de
noviembre de dos mil doce, que confirmó la sentencia apelada, en
virtud a las siguientes razones: 7.1. La Sala Superior señaló que,
del análisis del Dictamen Pericial obrante a fojas novecientos
treinta y siete, advirtió que la obra se ejecutó conforme a lo
especificado, lo que fue ratificado por los peritos en la Audiencia
cuya acta obra a fojas mil cuarenta y seis; apreciando además que
a la fecha del Informe Especial de Contraloría la obra materia de
controversia no había culminado o no había sido entregada, por lo
que los cálculos efectuados para sustentar los supuestos excesos
en el pago se realizaron sobre los avances de obra, más aun si
dicha inspección debió realizarse al momento de levantarse el
acta de entrega de obra. 7.2. En tal virtud, concluyó que no se ha
demostrado que los funcionarios públicos demandados hayan

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incurrido en culpa inexcusable en el cumplimiento de sus
funciones. 8. Recurso de casación. Mediante escrito presentado
el veintiuno de marzo de dos mil trece, obrante a fojas mil
doscientos catorce, el Procurador Público de la Contraloría
General de la República interpuso recurso de casación en los
siguientes términos: La infracción normativa del artículo 139º,
incisos 3 y 5, de la Constitución Política del Estado, así como
de los artículos 122º y 197º del Código Procesal Civil: señaló
que la sentencia de vista es una decisión basada en una
motivación aparente e insuficiente, pues omitió apreciar el Informe
Especial número 045-2001-CG/B372, lo que además infringe el
artículo 197º del Código Procesal civil; asimismo, sostuvo que en
la cuarta consideración de la decisión impugnada la Sala Superior
se refirió a la prueba pericial obrante a fojas novecientos treinta y
siete; sin embargo, no sustentó su decisión aplicando la norma
jurídica pertinente; también señaló que en la quinta consideración
de la impugnada, los magistrados concluyeron que no está
demostrada la responsabilidad de los demandados, no obstante
ello, no fundamentaron jurídicamente dicha conclusión; de otra
parte, sostuvo que la Sala Superior dejó de apreciar el valor
probatorio que tiene el Informe Especial número 045-2001-CG/
B372, especialmente las instrumentales consistentes en la
Inspección Física realizada por la Comisión de Auditoría de la
Contraloría General de la República, en compañía del
representante de la Oficina Nacional de Cooperación Popular
(COOPOP), de fecha diecisiete de abril de mil novecientos
noventa y ocho, así como los comprobantes de pago que obran en
autos; instrumentos que acreditan el perjuicio económico sufrido
por la entidad. Este Supremo Tribunal, mediante resolución
obrante a fojas veintiocho del cuaderno de casación, su fecha
cinco de julio de dos mil trece, ha declarado la procedencia del
recurso por las infracciones normativas antes citadas Mediante
Dictamen número 588-2013-MP-FN-FSC, presentado el dos de
diciembre de dos mil trece, que obra a fojas cincuenta y nueve a
sesenta y tres del cuaderno respectivo, el señor Fiscal Supremo
en lo Civil opinó porque se declare fundado el recurso de casación,
en consecuencia, se case la sentencia de vista impugnada y que
la Sala Superior expida nuevo fallo. III. CUESTIÓN JURÍDICA EN
DEBATE. La cuestión jurídica en debate consiste en determinar si
la decisión impugnada se ha expedido en cumplimiento de la
garantía que otorga el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, reconocido como un componente del
derecho al debido proceso. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA. Primero.- Sobre el derecho a la debida motivación de
las resoluciones judiciales –contemplado en el artículo 139º, inciso
5, de la Constitución Política- debe señalarse que este importa
que toda resolución judicial debe contener las razones que
justifiquen la decisión adoptada a las que se ha llegado mediante
un razonamiento lógico, razones que deben estar apoyadas en el
derecho aplicable y en los hechos debidamente comprobados. La
motivación de las resoluciones judiciales persigue que los jueces,
cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el
proceso o razonamiento lógico que los llevan a decidir la
controversia, el cual, por cierto, debe estar libre de subjetividades,
vaguedades o incertidumbres. Así, se puede señalar que la
motivación de las resoluciones judiciales no solo constituye un
derecho, sino también un deber que vincula a los órganos
jurisdiccionales. Segundo.- El deber de motivar encuentra
desarrollo infraconstitucional en los artículos VII del Título
Preliminar y 122º, inciso 3, del Código Procesal Civil, así como en
el artículo 12º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, normas que
exigen que las resoluciones judiciales deben contener la mención
sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las
consideraciones, en orden numérico correlativo, de los
fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos
de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada
punto, según el mérito de lo actuado. Tercero.- En el presente
caso, se aprecia que la impugnante acusa la infracción del derecho
a la debida motivación de las resoluciones judiciales, pues
considera que la sentencia de vista adolece de una motivación
aparente y además insuficiente. Este defecto en la motivación –
según refiere- se constata en el hecho de que la Sala Superior
apoya su decisión solo en la valoración del Dictamen Pericial de
fojas novecientos treinta y siete, dejando de apreciar el Informe
Especial número 045-2001-CG/B372, obrante a fojas ocho,
realizado por la Contraloría General de la República, defecto que
considera además infringe lo dispuesto en el artículo 197º del
Código Procesal Civil; asimismo, señala que la Sala Superior
establece que los demandados no tienen responsabilidad alguna
sin señalar la norma aplicable que sustente dicha conclusión.
Cuarto.- Sobre los defectos que pueden presentarse en la
motivación de las resoluciones judiciales, el Tribunal Constitucional
–como máximo intérprete de la Constitución- ha tenido la
oportunidad de señalar que “(...) el contenido constitucionalmente
garantizado de este derecho queda delimitado, entre otros, en los
siguientes supuestos: a) Inexistencia de motivación o motivación
aparente. b) Falta de motivación interna del razonamiento, que se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro, cuando existe
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Jueves 30 de junio de 2016
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata,
en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la
debida motivación mediante el control de los argumentos utilizados
en la decisión asumida por el juez o tribunal, ya sea desde la
perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia
narrativa. c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de
las premisas, que se presenta cuando las premisas de las que
parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de
su validez fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido
este Tribunal, no se trata de dar respuestas a cada una de las
pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos
generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva
constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que
en sustancia se está decidiendo. e) La motivación sustancialmente
incongruente. El derecho a la tutela judicial efectiva y, en concreto,
el derecho a la debida motivación de las sentencias, obliga a los
órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación
o alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde
luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento
genera de inmediato la posibilidad de su control mediante el
proceso de amparo. El incumplimiento total de dicha obligación, es
decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la
decisión del marco del debate judicial generando indefensión,
constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del
derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva).”1
Quinto.- Entonces, para determinar si la decisión recurrida en
casación contiene una debida motivación, debe observarse que la
justificación del juzgador sea consecuencia de la aplicación
racional de la ley, esto es, que se sustente en el derecho aplicable
acorde con el objeto del proceso y además que sea coherente con
las pretensiones de las partes. Para tal propósito, es necesario
analizar la motivación esgrimida en la decisión impugnada a fin de
determinar si se ha infringido o no el deber de motivar. Sexto.- En
la consideración cuarta de la resolución recurrida, la Sala Superior
señala que: “(...) resulta relevante al presente caso, el Dictamen
Pericial que obra a fojas novecientos treinta y siete y que fuera
ordenado por el juzgado, del cual se aprecia que la obra se ejecutó
conforme a lo especificado, lo que fue ratificado por los peritos en
la Audiencia de fecha veinticuatro de mayo de dos mil once, cuya
acta obra a fojas mil cuarenta y seis; advirtiéndose además que a
la fecha del Informe Especial de Contraloría el cual se sustenta en
el Acta de Inspección Física de fecha diecisiete de abril del año mil
novecientos noventa y ocho, no se aprecia que la obra materia de
controversia a dicha fecha hubiese culminado o que haya sido
entregada, por lo que los cálculos efectuados para sustentar los
supuestos excesos en el pago, se realizaron sobre los avances de
obra (...)”. De otra parte, en la consideración quinta la Sala
sostiene que: “(...) para que se constituya el incumplimiento
imputable, debe tratarse de: a) un obrar humano (conducta del
sujeto manifestada con un hecho; en el presente caso negativo, de
no hacer); b) que el incumplimiento sea contrario a derecho; y, c)
que preexista una obligación anterior; asimismo, (...) para la
determinación de la inejecución de obligaciones, nuestra norma
sustantiva reconoce como factores de atribución subjetivos: a) el
dolo; b) la culpa inexcusable; y, c) la culpa leve; siendo que en el
presente caso, en cuanto a los funcionarios públicos demandados,
no se ha demostrado que hayan incurrido en culpa inexcusable en
el cumplimiento de sus funciones (...)”. Sétimo.- En tal sentido, el
análisis de tales consideraciones permite reparar que la resolución
impugnada no expresa las razones jurídicas que sustentan la
decisión, pues solo esgrime conclusiones fácticas que no se
coligen de los medios probatorios aportados al proceso, menos
aun se encuentran fundadas en el derecho aplicable al caso. En
efecto, la Sala Superior, luego de la valoración del dictamen
pericial de fojas novecientos treinta y siete, el cual considera que
es relevante al caso, pese a que se trata de un medio probatorio
realizado en forma muy posterior a los hechos que originaron esta
demanda, determina que la obra cuestionada se ejecutó de
acuerdo a lo especificado; sin embargo, del examen de la referida
pericia no se advierte tal conclusión; por el contrario, en el
mencionado instrumento se señala textualmente que “Dichos
factores –refiriéndose al constante tráfico de vehículos, aniegos,
falta de mantenimiento y el tiempo transcurrido (doce años)- no
ayudan a cuantificar el espesor de la base granular”2; asimismo,
en el acta de la audiencia de pruebas de fojas mil cuarenta y seis,
en la cual los peritos ratificaron el dictamen pericial, se contemplan
serias contradicciones, pues, por un lado, aquellos indican3
-respecto al punto de la plataforma y base granular- que “no se
puede afirmar que si esta se realizó como se ordenó por cuanto ha
transcurrido ocho años desde que se ordenó efectuarlo ...” y por
otro señalan que “(...) consideramos que la carretera habría
cumplido con las indicaciones determinadas, pero estas carreteras
se desgastan (...)”; a todo ello debe agregarse que la mencionada
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
pericia fue elaborada sin tener a la vista el expediente técnico de
la obra cuestionada. Octavo.- De otra parte, este Tribunal también
advierte que en la decisión impugnada solo se valora el dictamen
pericial de fojas novecientos treinta y siete, restándole importancia
al Informe Especial elaborado por la Contraloría General de la
República, no obstante que el artículo 16º, inciso f), del Decreto
Ley 26162, Ley del Sistema Nacional de Control4, aplicable al caso
por temporalidad de la norma, considera que los informes y/o
dictámenes resultado de una acción de control emitidos por
cualquier órgano del Sistema constituyen prueba pre-constituida
para la iniciación de las acciones administrativas y/o legales a que
hubiera lugar; defecto que no solo constituye una violación del
deber de motivar debidamente, sino también de lo dispuesto en el
artículo 197º del Código Procesal Civil, norma que establece como
regla procesal que todos los medios probatorios deben ser
valorados por el Juez en forma conjunta y utilizando su apreciación
razonada, lo que quiere decir que la valoración del material
probatorio debe realizarse en su conjunto, como un todo, mediante
la concordancia o discordancia que ofrezcan las pruebas y no de
manera aislada, ya que es irrelevante la fuente de donde
provienen, en virtud del principio de comunidad o adquisición de la
prueba, asimismo, dicha apreciación debe ser razonada, esto es,
aplicando las reglas de la lógica y la experiencia, lo que en
conjunto se denomina la sana crítica. Noveno.- En este orden de
ideas, se tiene que los errores antes examinados configuran el
supuesto de motivación aparente, el cual se presenta cuando el
juzgador pretende cumplir con el mandato de motivación, alegando
frases que no tienen validez fáctica ni jurídica y que no dicen nada.
Al respecto, Lozano Bambarén comenta que “La fundamentación
aparente es acaso más peligrosa que la defectuosa, porque si
bien ésta puede ser el producto de un error –este es humano-, con
aquella se disfraza u oculta una realidad, pretendiendo inducir a
engaño al lector desprevenido”5. El Tribunal Constitucional
también ha señalado sobre dicho supuesto que “(...) está fuera de
toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente
motivada cuando la motivación es inexistente o cuando la misma
es sólo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque solo intenta dar
un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico”6. Décimo.- En virtud de todo lo
antes expuesto, este Supremo Tribunal llega a la conclusión de
que corresponde sancionar con nulidad la sentencia impugnada
en casación al infringir el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, contemplado en el artículo 139º, inciso 5,
de la Constitución Política del Estado, y además las reglas de la
valoración conjunta y razonada de las pruebas prevista en el
artículo 197º del Código Procesal Civil. V. DECISIÓN Esta Sala
Suprema, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 396º, tercer
párrafo, acápite 1), del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, y de conformidad con la opinión del Fiscal
Supremo en lo civil: 1. Declara FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el Procurador Público a cargo de los asuntos
judiciales de la Contraloría General de la República mediante
escrito que obra a fojas mil doscientos catorce; en consecuencia,
NULA la sentencia de vista obrante a fojas mil ciento noventa y
uno, su fecha ocho de noviembre de dos mil doce, expedida por la
Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima. 2.
ORDENARON que la Sala Superior expida nuevo fallo con arreglo
a ley y las consideraciones expuestas en esta decisión. 3.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Contraloría General de la República contra Luis Enrique
Agreda Gallarday y otros, sobre indemnización por daños y
perjuicios. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
Fundamento Jurídico 4º de la Sentencia número 03943-2006-PA/TC, su fecha 11
de diciembre de 2006, expedida por el Tribunal Constitucional.
2
La citada transcripción obra a fojas novecientos cuarenta.
3
La citada transcripción obra a fojas mil cuarenta y siete.
4
El Decreto Ley número 26162 posteriormente fue derogado por la Ley número
27785, publicada el 23 de julio de 2002.
5
LOZANO BAMBARÉN, Juan Carlos. Criterios rectores para la formulación de
recursos de casación civil. Editorial Grijley, Lima, 2005, pág. 287.
6
Fundamento Jurídico 7º, acápite a), de la Sentencia número 00728-2008-PHC/TC,
su fecha 13 de octubre de 2008, expedida por el Tribunal Constitucional
C-1392274-7
CAS. Nº 3157-2013 LIMA
Desalojo por ocupación precaria. Sumilla.- Derecho a la debida
motivación de las resoluciones judiciales: Las resoluciones
judiciales satisfacen la exigencia de la debida motivación cuando
presentan una argumentación sólida que expresa las justificaciones
internas y externas de la decisión. La justificación interna
constituye el conjunto de premisas que, deductivamente, llevan a
una conclusión. La justificación externa constituye las razones que
demuestran cada una de las premisas. Art. 139º inciso 5 de la
Constitución Política. Lima, veinte de marzo de dos mil catorce.-
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La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa número tres mil
ciento cincuenta y siete - dos mil trece, en audiencia pública
realizada en la fecha y producida la votación correspondiente,
emite la siguiente sentencia: I. ASUNTO. En el presente proceso
de desalojo por ocupación precaria, es objeto de examen el
recurso de casación interpuesto por la demandada Juana Ela
Patiño Privat a fojas cuatrocientos ochenta y dos, contra la
sentencia de vista de fecha veintiocho de enero de dos mil trece,
obrante a fojas cuatrocientos setenta, expedida por la Sala Mixta
Transitoria de Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
confirma la sentencia apelada de fecha diecisiete de junio de dos
mil once, obrante a fojas ochenta, que declara fundada la demanda
y ordena que los demandados Manuel Anthony Alvarado Patiño,
Juana Elizabeth Alvarado Patiño y Juana Ela Patiño Privat
cumplan con desalojar y restituir a favor de la demandante María
Elita Alejos Patiño el inmueble ubicado en el Jirón Piroxenitas
número trescientos cuarenta y cinco, Manzana Q, Lote 7,
Asociación de Vivienda Pro Hogar Propio San Miguel del Pedregal,
Distrito de Lurigancho, Chosica, Provincia y Departamento de
Lima; asimismo, confirma la resolución número catorce, de fecha
veintitrés de mayo de dos mil doce, de fojas trescientos nueve,
que declara fundada en parte las nulidades formuladas mediante
escritos de fojas doscientos dieciséis y trescientos cuatro. II.
ANTECEDENTES 1. Demanda. Mediante escrito presentado el
veintiocho de abril de dos mil diez, obrante a fojas dieciocho,
María Elita Alejos Patiño interpuso demanda desalojo por
ocupación precaria contra Manuel Anthony Alvarado Patiño, Juana
Ela Patiño Privat y Juana Elizabeth Alvarado Patiño, a fin de que
desocupen y restituyan el predio de su propiedad ubicado en Jirón
Piroxenitas número trescientos cuarenta y cinco, Manzana Q, Lote
7, Asociación de Vivienda Pro Hogar Propio San Miguel del
Pedregal, Distrito de Lurigancho, Chosica, Provincia y
Departamento de Lima. Los argumentos que sustentaron la
demanda son los siguientes: I.1. Los anteriores titulares del predio
en litigio transfirieron sus derechos a favor de la actora en el año
dos mil dos I.2. En el mismo año, la demandante autorizó a los
demandados para que posean el predio de su propiedad por el
lapso de tres meses; sin embargo, cumplido el plazo otorgado,
éstos se han negado a desocupar el bien. I.3. Por ello, en el año
dos mil cuatro, interpuso demanda de desalojo por ocupación
precaria ante el Juzgado Civil del Cono Este de la Corte Superior
de Justicia de Lima, la cual fue declarada fundada, pero al ser
apelada fue declarada nula e insubsistente, en virtud a que la
actora solo contaba con constancia de posesión respecto de dicho
predio. I.4. Actualmente, señaló que su derecho de propiedad se
encuentra acreditado e inscrito, pues mediante escritura pública
del veintiséis de setiembre de dos mil nueve se le otorgó en
adjudicación el predio en litigio, derecho que está debidamente
inscrito en el Asiento Nº C00002 de la Partida Nº 12240530 de los
Registros Públicos. 2. Rebeldía. Mediante resolución número dos,
de fecha siete de julio de dos mil diez, se declaró la rebeldía de los
demandados. 3. Puntos controvertidos. Según Acta de Audiencia
Única, obrante a fojas cuarenta y ocho, el Juez fijó el siguiente
punto controvertido: Determinar si los demandados están en la
obligación de desalojar y restituir el inmueble en litigio, por la
causal de posesión precaria conforme lo dispone el artículo 911º
del Código Civil. 4. Sentencia de primera instancia. El Juez del
Juzgado Especializado Civil de Lima Este de la Corte Superior de
Justicia de Lima expidió sentencia de fecha diecisiete de junio de
dos mil once, obrante a fojas ochenta, que declaró fundada la
demanda de desalojo por ocupación precaria, en consecuencia,
ordenó que los demandados cumplan con desalojar y restituir a la
demandante el inmueble de su propiedad, en el plazo de seis días,
bajo apercibimiento de ley. Las razones que sustentaron dicha
decisión son las siguientes: 4.1. Señaló que la legitimidad activa
de la actora se encuentra acreditada mediante la escritura pública
de adjudicación de fecha veintiséis de setiembre de dos mil nueve,
inscrita en el Asiento Nº C00002 de la Partida Registral Nº
12240530; por lo tanto, su derecho de propiedad goza de la
protección que otorga el artículo 923º del Código Civil, concordante
con el artículo 586º del Código Procesal Civil. 4.2. Sostuvo que los
demandados no han actuado pruebas de descargo durante el
proceso que legitimen su posesión sobre el predio en litigio, tal
como señala el artículo 911º del Código Civil. 4.3. Finalmente,
agregó que la declaración de rebeldía de los demandados causa
la presunción legal de verdad de los hechos, contemplada en el
artículo 461º del Código adjetivo. 5. Recurso de apelación.
Mediante escrito de fojas cuatrocientos seis, la demandada Juana
Ela Patiño Privat interpuso recurso de apelación en los siguientes
términos: 5.1. La recurrida no está arreglada a ley, ya que se violó
su derecho al debido proceso y se le restringió su derecho de
defensa, pues nunca se le notificó en su domicilio real la demanda
ni otra resolución dictada por el Juzgado. 5.2. Es madre de la
actora y vive en el predio en litigio con sus otros hijos Manuel
Alvarado Patiño, Juana Alvarado Patiño y otros. 5.3. Posee el
inmueble materia de restitución desde que su hijo Manuel Anthony
Alvarado Patiño lo compró en el año dos mil uno y desde esa
fecha lo posee en forma pacífica, pública e ininterrumpida. 5.4. La
actora nunca vivió en dicho inmueble y tampoco construyó nada

78618 CASACIÓN
en la vivienda. 6. Sentencia de vista. La Sala Mixta Transitoria de
Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima expidió la sentencia
de vista de fecha veintiocho de enero de dos mil trece, obrante a
fojas cuatrocientos setenta, que confirmó la sentencia apelada de
fecha diecisiete de junio de dos mil once, obrante a fojas ochenta,
que declaró fundada la demanda, en consecuencia, ordenó que
los demandados cumplan con desalojar y restituir a favor de la
demandante el inmueble en litigio, asimismo, confirmó la
resolución número catorce, de fecha veintitrés de mayo de dos mil
doce, de fojas trescientos nueve, que declaró fundada en parte las
nulidades formuladas mediante escritos de fojas doscientos
dieciséis y trescientos cuatro. Los motivos que sustentaron dicha
decisión son los siguientes: 6.1. Respecto a la resolución número
catorce, la Sala señaló que el aviso de notificación dejado a Juana
Ela Patiño Privat, obrante a fojas ciento treinta y uno, respecto de
las resoluciones número siete y diez, y de las resoluciones número
once y doce, de fojas ciento treinta y seis, no se encuentran
suscritas por el notificador, toda vez que solo figura el sello del
mismo, mas no su firma. 6.2. Respecto a la sentencia apelada, la
Sala sostuvo que los argumentos de la impugnante no enervan los
efectos del acto jurídico que contiene el derecho de propiedad de
la demandante, pues obra a fojas dos la copia certificada de la
escritura pública de adjudicación de fecha veintiséis de setiembre
de dos mil nueve, por parte de la Asociación Pro Hogar Propio de
San Miguel del Pedregal, Distrito de Lurigancho, Chosica,
Provincia y Departamento de Lima, inscrita en la Partida Registral
Nº 12240530, por lo tanto, la actora ha acreditado de forma
fehaciente tener derecho sobre el predio. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Mediante escrito obrante a fojas cuatrocientos
ochenta y dos, de fecha cinco de junio de dos mil trece, la
demandada Juana Ela Patiño Privat interpuso recurso de casación,
proponiendo las siguientes infracciones: a) La infracción de los
artículos 138º y 139º, inciso 5, de la Constitución Política del
Estado: señaló que la infracción normativa se produce porque la
sentencia de vista incurre en una motivación aparente, ya que de
manera aseverativa expresa que un hecho está probado sin
indicar qué medio probatorio sustenta tal afirmación, más aún se
sirve de expresiones dogmáticas para sustentar el fallo y realiza
una valoración absurda de los medios de prueba. Sostuvo que la
Sala Superior no valoró ninguna de sus pruebas ni tomó en cuenta
cada uno de los argumentos de su recurso de apelación, pues
realizó un análisis parcializado de las resoluciones que denegaron
su pedido de nulidad del proceso. Refirió que se incurrió en nulidad
manifiesta al no haber sido correctamente notificada con la
demanda y sus posteriores diligencias, asimismo, se vulneró su
derecho de defensa, ya que a la demanda sólo se adjuntó un
arancel judicial por ofrecimiento de pruebas, pese a demandarse a
tres personas. También denunció que la notificación de la demanda
no se efectuó correctamente en su domicilio y no se analizaron los
cargos de las notificaciones en función de las pruebas que
acompañó, más aun si las notificaciones se dejaron bajo puerta y
las características del inmueble consignados en los preavisos son
completamente falsos, pues su inmueble tiene una fachada de
piedra en su totalidad y el portón es de color blanco y de fierro, y
no así de color beige. b) Infracción normativa de los artículos
155º y 160º del Código Procesal Civil: sostuvo que la infracción
se produce porque la Sala Superior se limita a señalar que se
cumplió con lo dispuesto en los citados artículos 155º y 160º, sin
hacer un análisis de la forma en que se llevó a cabo el acto mismo
de notificación, además tampoco se definió en qué sentido estos
artículos inciden en sus denuncias. Manifestó que se incurre en
interpretación errónea en la aplicación de tales artículos ya que no
se enjuicia la validez de los actos de notificación en función de las
pruebas que acompañaron su pedido de nulidad (fotografías de la
casa, el número de su suministro de luz, entre otros). Argumentó
que se incurre en manifiesta nulidad de todo lo actuado, incluso de
la conciliación, al no tener el acta la firma de todos los asistentes,
más aún si no se analizan los hechos de su apelación y mucho
menos se analizan las pruebas ofrecidas por su parte para
demostrar los errores en los actos de notificación. c) Infracción
normativa de los artículos 171º, 174º y 176º del Código
Procesal Civil y de los artículos VI del Título Preliminar del
Código Civil y IX del Título Preliminar del Código adjetivo:
señaló que la infracción normativa se produce porque los artículos
171º, 174º y 176º del Código Procesal Civil no se mencionaron
para refutar las alegaciones de su apelación, pese a que las
mismas se relacionan con la nulidad de las notificaciones
realizadas a su parte por el incumplimiento de normas procesales,
con el recorte de su interés para obrar en el presente proceso y
con la inaplicación de formalidades imperativas. Este Supremo
Tribunal, mediante resolución del veinte de setiembre de dos mil
trece, obrante a fojas treinta y uno del cuaderno respectivo,
declaró la procedencia del mencionado recurso por las infracciones
normativas antes citadas. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE
La cuestión jurídica en debate consiste en determinar si la decisión
impugnada se emitió en cumplimiento de la garantía que otorga el
derecho constitucional a la debida motivación de las resoluciones
judiciales y además si se observó el cumplimiento de las normas
que regulan el acto de notificación. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SALA SUPREMA Primero.- El texto del artículo 384º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, establece los fines
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
esenciales del recurso de casación civil: velar por la correcta
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y unificar la
jurisprudencia nacional. Ahora bien, velar por la correcta aplicación
de la ley significa controlar que en las decisiones judiciales se
haya interpretado o aplicado correctamente la norma jurídica.
Segundo.- En cuanto a la infracción que tiene relación con la
motivación de las resoluciones judiciales, es menester señalar que
es posible el control casatorio de la motivación de la sentencia
impugnada cuando ésta no presente una argumentación que
exprese razonablemente la justificación interna y externa de la
decisión, sin embargo, no tendrán relevancia para este control las
argumentaciones desarrolladas solo ad abundatium, esto es,
aquellas dictadas para reforzar o apoyar la argumentación
principal, pues debemos recordar que solo es de interés para el
recurso de casación la motivación que incida en la parte decisoria
de la resolución recurrida. Sobre este tema, Taruffo comenta que:
“... se puede observar que el control de la motivación no está, de
por sí, en contraste con la función de la Corte de Casación como
supremo juez de la legitimidad. El deber de motivar constituye un
elemento esencial de la “ideología legal y racional” de la función
judicial y de la decisión que inspira a la mayor parte de los
ordenamientos modernos...”1 Tercero.- En el caso concreto, la
recurrente denuncia, mediante la infracción propuesta en el
acápite a) del Título III de esta resolución, la infracción de los
artículos 138º y 139º inciso 5 de la Constitución Política, alegando
que se contraviene el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, al no haberse pronunciado la Sala
Superior respecto de cada uno de los argumentos de su recurso
de apelación propuesto a fojas cuatrocientos seis. Cuarto.- Al
respecto, la debida motivación de las resoluciones judiciales
constituye un deber-derecho de las decisiones judiciales. Es un
deber porque vincula ineludiblemente a los órganos jurisdiccionales
y es un derecho porque son titulares de la misma todos los
ciudadanos que acceden a los Tribunales con el fin de recabar la
tutela judicial efectiva de sus derechos e intereses legítimos. Por
ello, se puede decir que estamos ante una debida motivación
cuando ésta presenta una argumentación sólida que expresa las
justificaciones internas y externas de la decisión. Quinto.- Ahora
bien, del análisis de la sentencia de vista impugnada en casación
en ningún caso se aprecia déficit motivacional, por el contrario la
Sala Superior ha sido escrupulosa al expresar la justificación tanto
interna y externa de la decisión, en base al material probatorio
aportado al proceso y el análisis de las normas jurídicas y hechos
sometidos a controversia. En cuanto a la justificación interna,
entendida como la proposición de las premisas mayor y menor
que, deductivamente, llevan a una conclusión, la Sala Superior
señala, respecto al fondo del asunto, como premisa mayor que el
proceso de desalojo por ocupación precaria tiene por finalidad
obtener la restitución del bien, proceso que puede ser promovido
por todo aquel que tenga un título posesorio incluyendo al
propietario del predio. En cuanto a la justificación externa,
entendida como las razones que demuestran la certeza de cada
una de las premisas, la Sala de mérito considera que, en el plano
normativo, resulta de aplicación lo dispuesto en el artículo 911º del
Código Civil, norma que regula la figura del ocupante precario, así
como el artículo 585º del Código Procesal Civil, referido al
procedimiento del desalojo. En el aspecto fáctico, la Sala Civil
justifica la premisa menor, fundamentalmente, en que se encuentra
acreditado el derecho de propiedad de la actora con el título de
propiedad sobre el inmueble en litigio obrante a fojas dos, y por
otra parte, al señalar que los demandados no han logrado
demostrar la existencia de algún título que justifique la posesión
sobre dicho predio. Sexto.- En tal contexto se puede concluir que
la resolución recurrida en casación expresa las justificaciones
tanto interna como externa que sustentan el razonamiento de la
decisión de fondo; por lo tanto, satisface el deber de motivar las
resoluciones judiciales y, en virtud a ello, no resulta atendible la
infracción propuesta en el acápite a) del recurso de casación de
fojas cuatrocientos ochenta y dos. Sétimo.- En cuanto a las
infracciones propuestas en los literales b) y c) del Título III de esta
resolución, de modo preliminar, conviene traer a colación la
naturaleza jurídica del recurso de casación. La casación constituye
un medio impugnatorio extraordinario, concedido al justiciable a fin
de que pueda solicitar al máximo órgano de justicia el examen de
la decisión dictada por los jueces de mérito. Se dice que es
extraordinario pues la Ley lo admite excepcionalmente, esto es, al
agotarse la impugnación ordinaria a fin de satisfacer finalidades
limitadas como observar la correcta aplicación del derecho objetivo
al caso concreto, es decir, la Corte de Casación solo puede
pronunciarse sobre los errores de derecho, más no respecto de
los hechos y las pruebas. Es extraordinario también porque solo
procede contra determinadas resoluciones judiciales: los autos y
sentencias que, en revisión, pongan fin al proceso, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 387º inciso 1 del Código Procesal
Civil. Esta característica está relacionada con los fines del recurso,
pues, como ya se ha dicho, mediante la casación solo se examinan
los errores de derecho que contenga la decisión de fondo. Esta
naturaleza excepcional lo convierte en un recurso formalista, pues
solo procede por causales taxativamente prevista por la Ley,
estando su admisibilidad sujeta al cumplimiento de requisitos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
formales y de fondo. Octavo.- De lo antes dicho, se puede extraer
como conclusión que la casación procede respecto de las
resoluciones que pongan fin al proceso, exigencia que está en
función de los fines del recurso, pues este medio impugnatorio
extraordinario tiene como fin esencial velar por la correcta
aplicación del derecho objetivo al caso concreto, y para tal
propósito solo se deben examinar los errores de derecho
relacionados con la decisión de fondo. Noveno.- Ahora bien, del
examen realizado al recurso de casación objeto de análisis, se
aprecia que las infracciones propuestas en los acápites b) y c)
están orientadas a cuestionar el extremo de la sentencia de vista
de fecha veintiocho de enero de dos mil trece, obrante a fojas
cuatrocientos setenta, expedida por la Sala Mixta Transitoria de
Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la
resolución número catorce de fecha veintitrés de mayo de dos mil
doce, que declara fundada en parte las nulidades formuladas
mediante escritos de fojas doscientos dieciséis y trescientos
cuatro, planteadas por los demandados Manuel Anthony Alvarado
Patiño y Juana Ela Patiño Privat, respectivamente. Décimo.- En
virtud a lo antes expuesto, se tiene que dicho extremo de la
decisión impugnada resuelve pedidos de nulidad relacionados con
los actos de notificación, más no se refiere al fondo del asunto,
pues, como ya se ha señalado, este medio impugnatorio está
reservado al control de las cuestiones de derecho y, por ende, solo
procedería contra las resoluciones judiciales que pongan fin al
proceso; por lo que, de manera preliminar, se puede decir que no
resultarían amparables las infracciones propuestas en los literales
b) y c) del Título III de esta resolución. Undécimo.- No obstante lo
señalado, es pertinente traer a colación que la notificación
constituye un acto de comunicación procesal que busca poner en
conocimiento de las partes y demás interesados las providencias
judiciales a fin de materializar el derecho de defensa. La
notificación es el acto más importante del proceso, pues sin ella
las providencias o resoluciones serian secretas y las partes no
tendrían la oportunidad para contradecirlas o impugnarlas. Tal
importancia se infiere del artículo 155º del Código Procesal Civil
cuando establece que las resoluciones judiciales solo tendrán
efecto en virtud de la notificación realizada con arreglo a lo
dispuesto en el Código Procesal Civil, salvo los casos exceptuados.
Finalmente, debe indicarse que no debe confundirse el acto de
notificación con el emplazamiento, citación o requerimiento, toda
vez que la notificación constituye un acto de comunicación,
mientras que la citación es el llamamiento que se hace a una
persona para que comparezca al proceso en un determinado
momento, y el emplazamiento es el llamado también a una
persona para que forme parte del proceso. Si bien es cierto que
dichos actos de intimación se realizan mediante la notificación; sin
embargo, no pueden ser considerados como especies de la
notificación. El artículo 160º del Código adjetivo regula el
procedimiento para la notificación por cédula, señalando que el
encargado de la notificación deberá entregar copia de la cédula,
indicando el día y hora del acto, suscrito por el notificador y el
interesado, salvo que éste se negare o no pudiere firmarla, de lo
cual se dejará constancia. Duodécimo.- Ahora bien, del examen
realizado al extremo de la sentencia de vista que confirma la
resolución número catorce, obrante a fojas trescientos nueve, se
contempla que en ella se determinó que la recurrente Juana Ela
Patiño Privat no fue correctamente notificada con las resoluciones
números siete (sentencia) y diez, en razón a que no se cumplió
con lo dispuesto en los precitados artículos 155º y 160º, pues los
cargos de notificación de fojas ciento treinta y uno y ciento treinta
y dos no fueron suscritos por el notificador, ya que solo figuraba el
sello del mismo más no su firma; por lo tanto, el Juez ordenó una
nueva notificación de las resoluciones antes citadas; razonamiento
que también es compartido por la Sala Superior. Décimo Tercero.-
Sin embargo, pese a las razones expuestas en las resoluciones
antes citadas, la recurrente insiste en impugnar mediante este
recurso extraordinario los errores en la notificación de los actos
procesales dictados en este proceso, no obstante, es pertinente
precisar que ello en realidad constituye un pedido de reexamen
del causal probatorio, labor que no es posible en Sede Casatoria,
en virtud al carácter extraordinario de este medio impugnatorio, el
cual ha sido analizado extensamente en el considerando sétimo
de esta resolución; siendo esto así, el recurso de casación así
propuesto no merece ser amparado. V. DECISIÓN Por tales
consideraciones, esta Sala Suprema, en aplicación de lo dispuesto
en el artículo 397º del Código Procesal Civil: 1. Declara
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandada
Juana Ela Patiño Privat a fojas cuatrocientos ochenta y dos, en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fecha
veintiocho de enero de dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos
setenta, expedida por la Sala Mixta Transitoria de Ate de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada
de fecha diecisiete de junio de dos mil once, obrante a fojas
ochenta, que declara fundada la demanda, con lo demás que
contiene. 2. DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por María Elita Alejos Patiño contra Manuel Anthony
Alvarado Patiño, Juana Ela Patiño Privat y Juana Elizabeth
Alvarado Patiño, sobre desalojo por ocupación precaria; y los
78619
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
TARUFFO, Michelle. El Vértice Ambiguo. Ensayos sobre la Casación Civil.
Palestra Editores. Lima, 2005. p. 214.
C-1392274-8
CAS. Nº 3331-2013 CALLAO
Obligación de dar suma de dinero. Sumilla.- Conocimiento de
Embarque. El Conocimiento de Embarque es el documento que
constituye la prueba del contrato de transporte marítimo de
mercancías, que acredita que el porteador o transportista ha
tomado a su cargo las mercancías a bordo y en virtud del cual éste
se compromete a entregarlas en el lugar de destino contra la
presentación del documento, obligando a las partes intervinientes
en dicho instrumento. Art. 1º del Convenio de Bruselas y Art. 1363º
del C.C. Lima, veintisiete de marzo de dos mil catorce.- La SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA; vista la causa número tres mil trescientos
treinta y uno - dos mil trece, en audiencia pública llevada a cabo en
la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia: I. ASUNTO: En este proceso de obligación de dar suma
de dinero, es objeto de examen los recursos de casación
interpuestos por Compañía Chilena de Navegación Interoceánica
Sociedad Anónima y Agencias Universales Perú Sociedad
Anónima (AGUNSA), por escritos de fojas mil treinta y siete y mil
ciento cinco, respectivamente, contra la sentencia de vista obrante
a fojas mil veintiocho, su fecha veintidós de abril de dos mil trece,
expedida por la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia del Callao, que confirma la sentencia apelada
de fojas setecientos cincuenta y dos, su fecha seis de julio de dos
mil doce, que declara fundada en parte la demanda, en
consecuencia ordena que las demandadas paguen en forma
solidaria a la demandante la suma de veintitrés mil setecientos
diecisiete dólares americanos con setenta centavos de dólar, con
lo demás que contiene. II. ANTECEDENTES 1. Demanda.
Mediante escrito presentado el nueve de junio de dos mil cinco,
obrante a fojas ochenta y cuatro, Pacífico Peruano Suiza
Compañía de Seguros y Reaseguros interpuso demanda de
obligación de dar suma de dinero contra Compañía Chilena de
Navegación Interoceánica Sociedad Anónima y Hamburg Sud, a
fin de que cumplan con pagarle en forma solidaria la suma de
treinta y un mil noventa y cuatro dólares americanos con
veinticuatro centavos de dólar o su equivalente en moneda
nacional. Dicha pretensión se sustentó en los siguientes
argumentos: - Supermercados Peruanos Sociedad Anónima
(empresa asegurada por la actora) adquirió de la firma L&M
Companies Inc. un cargamento compuesto por novecientos
ochenta cajas de manzanas y mil setenta y uno cajas de peras,
por un valor total de treinta mil seiscientos veinticuatro dólares
americanos con veintitrés centavos de dólar, cargamento que
estaba asegurado por un monto de cuarenta mil seiscientos
cincuenta y ocho dólares americanos con ochenta centavos de
dólar por la ahora demandante. - La mercancía se encontraba en
los almacenes de Broetje Orchards, empresa empacadora y
conservadora contratada por L&M Companies Inc., la cual fue
entregada el veintidós de octubre de dos mil cuatro a la firma
Three Rivers Trucking para su transporte terrestre en camiones
hasta el puerto Long Beach, lugar en el que se cargarían en los
contenedores respectivos por cuenta de Hamburg Sud North
América, del mismo grupo empresarial de la demandada Hamburg
Sud. - La mercadería registraba un peso bruto de treinta y seis mil
quinientos dieciséis kilogramos. - Los bienes asegurados fueron
embarcados el primero de noviembre de dos mil cuatro a bordo de
la nave denominada CCNI VANCOUVER, siendo la operadora la
empresa demandada Compañía Chilena de Navegación
Interoceánica Sociedad Anónima. - En el Conocimiento de
Embarque Nº LACA 1858 se indicó que las mercaderías se
estibaban a una temperatura de refrigeración de entre treinta y
tres y treinta y cuatro grados fahrenheit. - También indicó que
antes de ser embarcada la mercadería en la referida nave, la firma
COTECNA inspeccionó los contenedores determinando que el
equipo de refrigeración funcionaba correctamente y la temperatura
cumplía con todos los estándares proporcionados por la
asegurada. - La nave CCNI Vancouver arribó al Puerto del Callao
el catorce de noviembre de dos mil cuatro, mientras que la
mercadería fue trasladada a los recintos del terminal de
almacenamiento por disposición de Neptunia Sociedad Anónima,
de acuerdo a las instrucciones del asegurado. - Se designó a la
empresa Preventores Asociados, Ajustadores y Peritos de
Seguros Sociedad Anónima para que realice la inspección
correspondiente de la mercadería. - Entre el veinte y veinticuatro
de noviembre de dos mil cuatro, la referida empresa realizó la
inspección, concluyendo en que el cargamento de frutas sufrió un
acelerado proceso de maduración, situación que se debió al
hecho de no mantener los contenedores refrigerados a una
adecuada temperatura durante su transporte. - El Certificado de
Averías Marítimo Nº 04-0560, presentado por Preventores

78620 CASACIÓN
Asociados, Ajustadores y Peritos de Seguros Sociedad Anónima,
concluyó que el total a indemnizar es de treinta y un mil noventa y
cuatro dólares americanos con veinticuatro centavos de dólar,
monto que la actora ha procedido a pagar a la asegurada; por ello
es que interpone la presente demanda. 2. Contestaciones de la
demanda. Mediante escrito presentado el veintiséis de octubre de
dos mil cinco, obrante a fojas ciento sesenta y uno, Agencias
Universales Perú Sociedad Anónima (AGUNSA), en
representación de Compañía Chilena de Navegación
Interoceánica Sociedad Anónima, contestó la demanda,
negándola y contradiciéndola en los siguientes términos: - La
recurrente solo fue la operadora efectiva de la nave CCNI
Vancouver, por tanto, su período de responsabilidad se restringe al
comprendido entre el embarque de los contenedores en la citada
nave en el Puerto de Long Beach hasta que éstos fueron
descargados en el Puerto del Callao, es decir, del primero de
noviembre de dos mil cuatro al catorce de noviembre de dicho
año, señalando que durante ese periodo no se produjo incidente
alguno que pueda haber causado la pérdida del cargamento de
frutas. - El transportista contractual, Hamburg Sud, entregó al
vendedor L & M Companies Inc., los respectivos contenedores
para que procedan a estibar el cargamento de frutas dentro de
dichos recipientes. - Por ello, es la embarcadora, esto es, L&M
Companies Inc., la obligada a estibar la carga dentro de los
contenedores, teniendo la obligación de someter a refrigeración
dicha carga, a fin de evitar que la temperatura ascienda a niveles
no deseados, como ha sucedido en este caso; por tanto, no existe
culpa del transportista marítimo ni del operador del buque en los
daños que se alegan si la temperatura interior de los contenedores
no era la adecuada, ya que le correspondía al embarcador/
vendedor el control de la temperatura del cargamento. - Agrega
que el numeral 6 del artículo 3º de las Reglas de la Haya de mil
novecientos veinticuatro, establece que el aviso sobre pérdidas o
daños debe darse por escrito al transportador o a su agente en el
puerto de descarga antes o al momento de retirar la mercadería y
si las pérdidas o daños no fueron aparentes, el aviso deberá ser
dado dentro de los tres días de la entrega, sin embargo, en este
caso el consignatario luego de diecinueve días después de
desembarcada la mercancía dio aviso sobre los daños reclamados.
Mediante escrito presentado el veintiséis de octubre de dos mil
cinco, obrante a fojas ciento noventa y dos, Agencias Universales
Perú Sociedad Anónima (AGUNSA), en representación de
Hamburg Sud, contestó la demanda, negándola y contradiciéndola
en los siguientes términos: - De acuerdo a lo pactado en el
Conocimiento de Embarque Nº LACA 1858, el transporte marítimo
se pactó en términos FCL/FCL, además la carga debía estar
sometida a una temperatura de entre cero punto seis a uno punto
uno grados centígrados. - El término FCL/FCL significa que un
solo exportador envía el contenedor a un único importador
consignatario, precisando que los contenedores viajan de puerta a
puerta. - Así, la transportista Hamburg Sud procedió a entregar los
contenedores al embarcador/vendedor, esto es, a L&M Companies
Inc., para la estiba correspondiente, siendo así, dicha empresa
estaba en la obligación de encargarse del tratamiento de
refrigeración de la carga y los contenedores. - Indicó que el valor
real del siniestro asciende a la suma de veintitrés mil ciento once
dólares americanos con cincuenta y cinco centavos de dólar y no
de treinta y un mil noventa y cuatro dólares americanos con
veinticuatro centavos de dólar, como afirma la demandante, ya
que el ajustador de seguro ha olvidado, entre otros, descontar el
valor del salvamento y los derechos de aduanas. 3. Puntos
controvertidos. En la Audiencia Única de fecha seis de abril de
dos mil seis, cuya acta obra a fojas doscientos diecinueve, el Juez
declaró saneado el proceso y fijó el siguiente punto controvertido:
- Determinar si la parte demandada tiene la obligación de pagar a
la parte demandante la suma que se indica en la demanda. 4.
Sentencia de primera instancia. El Juez del Tercer Juzgado Civil
del Callao expidió la sentencia obrante a fojas setecientos treinta
y nueve, su fecha seis de julio de dos mil doce, que declaró
fundada en parte la demanda, en consecuencia ordenó que las
demandadas paguen en forma solidaria a la demandante la suma
de veintitrés mil setecientos diecisiete dólares americanos con
setenta centavos de dólar. Los fundamentos que sustentaron
dicha decisión son los siguientes: - El Juez determinó que está
acreditado que la mercadería consignada en el Conocimiento de
Embarque Nº LACA 1858, cuya traducción oficial obra a fojas
ciento siete, presentó daños al momento de efectuarse la
descarga, producto de un estado avanzado de maduración,
conforme se aprecia de la constancia de inspección de fojas
dieciocho y el certificado de averías de fojas cuarenta y dos. -
También señaló que si bien el artículo 632º del Código de Comercio
establece que el capitán de la nave responderá del cargamento
desde que se hiciere entrega de él en el muelle, o al costado a
flote en el puerto en donde se cargue, hasta que lo entregue en la
orilla o en el muelle en el puerto de descarga, a no haberse
pactado expresamente otra cosa; sin embargo dicha norma
reconoce como excepción a la referida regla el supuesto en el que
se hubiese acordado expresamente una situación diferente,
supuesto que es el que alega la demandante, quien afirma que, al
haberse pactado la cláusula FCL/FCL, importa la obligación de
custodia del transportista desde el almacén del proveedor hasta el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
almacén del consignatario, extendiéndose consecuentemente el
período de su responsabilidad al comprendido entre ambos
eventos, por lo que la controversia se reduce a determinar los
alcances de la estipulación FCL/FCL, con la que se pacto el
contrato de transporte que es materia del presente proceso. - En
virtud a ello, el Juez determinó que el término FCL/FCL constituye
un pacto por el cual el transporte debe realizarse de “Almacén a
Almacén”, modalidad que extiende la responsabilidad del
transportista respecto de los daños que sufra la carga durante
dicho período, posición que, según afirma, también es asumida
por la Corte Suprema mediante las Sentencias Casatorias Nº
2085-2006 y 1703-2010. - En cuanto al monto a pagar, advirtió que
el certificado de averías de fojas cuarenta y dos es de veintitrés mil
ciento once dólares americanos con cincuenta y cinco centavos de
dólar, más los derechos de aduanas por siete mil ocho dólares
americanos con cuatro centavos de dólar, por concepto de gastos,
de los cuales debe restarse la suma de siete mil cuarenta y seis
dólares americanos con cuarenta y nueve centavos de dólar, que
corresponde al valor de rescate obtenido por la venta del producto
en mal estado, conforme se aprecia de las facturas obrantes a
fojas treinta y cuatro, la cual arroja un total a indemnizar de solo
veintitrés mil setecientos diecisiete dólares americanos con
setenta centavos de dólar. Recursos de apelación. Mediante
escrito presentado el veintiséis de julio de dos mil doce, obrante a
fojas setecientos cincuenta y cinco, Agencia Universales Perú
Sociedad Anónima (AGUNSA) interpuso recurso de apelación
argumentando lo siguiente: - El Juez de la causa determinó que el
daño alegado por la actora se produjo dentro del ámbito de
responsabilidad del transportista marítimo, entonces debió
analizar si la causa del mismo era atribuible a dicho transportista,
o si existió alguna causa de exoneración de responsabilidad, toda
vez que en su escrito de contestación de la demanda argumentó
como causal de exoneración de responsabilidad la existencia de
vicio oculto, lo que no ha sido analizado por el Juez en la sentencia
materia de apelación. Mediante escrito presentado el veintiséis de
julio de dos mil doce, obrante a fojas setecientos cincuenta y
cinco, Agencia Universales Perú Sociedad Anónima
(AGUNSA), en representación de Compañía Chilena de
Navegación Interoceánica Sociedad Anónima, interpuso
recurso de apelación argumentando lo siguiente: - La sentencia
debe ser declarada nula, pues contiene una indebida motivación al
determinar la supuesta responsabilidad de la recurrente y al no
señalar en aplicación de qué norma jurídica se pretende
responsabilizarla. - La referida compañía chilena no celebró
contrato de transporte alguno en relación al cargamento materia
de la presente controversia y no figura como parte en el contrato
de transporte marítimo que se acredita con el Conocimiento de
Embarque Nº LACA 1858. - No se ha considerado que el artículo
600º del Código de Comercio tiene como premisa que la
indemnización a favor de tercero se deba a un daño producto de la
conducta del capitán de la nave en la custodia de los efectos que
cargó en el buque, es decir, la responsabilidad como naviero se
limita a responder por los actos del capitán durante la permanencia
de la carga a bordo del transporte marítimo, supuesto que no se
ha presentado en este caso, debido a que ya se ha establecido
que el daño se produjo durante el transporte terrestre. 6. Sentencia
de vista. La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Callao expidió la sentencia de vista obrante a fojas mil
veintiocho, su fecha veintitrés de abril de dos mil trece, que
confirmó la sentencia apelada de fojas setecientos treinta y nueve,
en consecuencia ordenó que las demandadas paguen en forma
solidaria a la demandante la suma de veintitrés mil setecientos
diecisiete dólares americanos con setenta centavos de dólar, con
lo demás que contiene. Las razones que sustentaron dicha
decisión son las siguientes: - La Sala Superior señaló que, de
acuerdo al Conocimiento de Embarque para transporte multimodal
Nº LACA 1858, que obra a fojas ocho, traducido a fojas ciento
siete, se acredita que el transporte se ha efectuado bajo la
modalidad de embarque FCL/FCL, la que, de acuerdo a la
jurisprudencia y la doctrina, significa de puerto a puerto, lo cual
importa el traslado de la mercadería desde las instalaciones del
exportador hasta las instalaciones del consignatario. - En virtud a
dicho instrumento de transporte, la Sala concluyó que se encuentra
acreditada la responsabilidad del transportista respecto a los
daños sufridos a la carga como consecuencia de fallas en el
sistema de frio de la nave CCNI Vancouver, durante el transporte
hasta el Perú, debido al avanzado estado de maduración de la
mercadería asegurada, que conllevó al pago por indemnización
efectuado por la demandante, conforme consta del recibo de
indemnización de fojas cincuenta y uno. - En cuanto a los
argumentos expuestos por la Agencia Universales Perú Sociedad
Anónima (AGUNSA) en su recurso de apelación, la Sala Superior
señaló que, de conformidad con la Sentencia Casatoria Nº 1703-
2010, la cláusula FCL/FCL insertada en un conocimiento de
embarque, indica que se trata de un transporte de puerta a puerta,
en el que el exportador entrega el contenedor cerrado y
generalmente precintado al transportista, quien a su turno lo
entregará al receptor que será el encargado final de desconsolidar
la mercadería en su propio almacén; supuesto que en este caso
se presenta pues en el Conocimiento de Embarque Nº LACA 1858
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
se acordó la condición FCL/FCL, es decir, la responsabilidad del
transportista es desde el almacén del proveedor hasta el almacén
del consignatario; motivo por el que no es necesario hacer un
análisis si existió o no una exoneración de responsabilidad del
transportista. - En cuanto a los argumentos expuestos por la
Compañía Chilena de Navegación Interoceánica Sociedad
Anónima, la Sala manifestó que la sentencia apelada ha sido
debidamente fundamentada, indicándose los hechos y el derecho
pertinente, de conformidad con el artículo 122º del Código
Procesal Civil, puesto que se ha efectuado una interpretación del
artículo 632º del Código de Comercio, toda vez que dicha norma
reconoce como excepción el supuesto que se hubiera pactado, y
en el caso de autos se pactó la cláusula FCL/FCL, lo cual supone
la obligación de custodia del transportista hasta el almacén del
consignatario. III. RECURSOS DE CASACIÓN Mediante escrito
presentado el diecisiete de julio de dos mil trece, obrante a fojas
mil treinta y siete, Compañía Chilena de Navegación
Interoceánica Sociedad Anónima, representada por Agencias
Universales Perú Sociedad Anónima, interpuso recurso de
casación, proponiendo las siguientes infracciones normativas: a)
Infracción normativa del artículo 139º inciso 5 de la
Constitución Política del Estado: señaló que la sentencia de
vista incurre en vicio de motivación propiamente defectuoso, por
cuanto el razonamiento de la Sala Superior viola el principio del
razonamiento lógico y las reglas de la experiencia, al sostener
erradamente que la recurrente pactó una supuesta prórroga en su
responsabilidad como operador o transportista marítimo efectivo,
pues la Sala ha obviado el hecho incontrovertible de que la
recurrente no suscribió contrato de transporte alguno, conforme se
advierte del Conocimiento de Embarque Nº LACA 1858; asimismo,
refirió que el capitán de la nave CCNI VANCOUVER no suscribió
ningún contrato de transporte; por lo tanto, no le es aplicable la
excepción de prórroga de responsabilidad contenida en el artículo
632º del Código de Comercio. b) Infracción normativa del
artículo 1363º del Código Civil: sostuvo que la Sala Superior
infringe lo dispuesto en el artículo 1363º del Código Civil, norma
que regula el principio de relatividad contractual, por cuanto se le
ha aplicado a la recurrente los términos de un contrato en el que
no ha sido parte. Señaló que el contrato de transporte marítimo,
que es materia de la presente controversia, fue suscrito por la
codemandada Hamburg Sud, en su condición de transportista
contractual, conforme se acreditó con el Conocimiento de
Embarque Nº LACA 1858; sin embargo, la impugnante no celebró
contrato de transporte alguno con relación al cargamento materia
de controversia y no intervino como parte en dicho contrato, lo que
se evidencia del citado conocimiento de embarque. c) Infracción
normativa del artículo 2º del Código de Comercio: manifestó
que los Jueces de mérito han realizado una interpretación del
término de comercio FCL/FCL que no es acorde con las reglas de
interpretación contenidas en el artículo 2º del Código de Comercio,
según el cual los actos de comercio, sean o no comerciantes los
que lo ejecuten, se regirán por las disposiciones contenidas en él;
en su defecto, por los usos y costumbres observados generalmente
en cada plaza; y a falta de ambas reglas por las del derecho
común. Expresó que en el expediente se han presentado opiniones
de diversos organismos peruanos expertos en usos y costumbres
de comercio exterior, entre ellos, el Ministerio de Comercio Exterior
y Turismo (MINCETUR) y la Comisión de Promoción del Perú para
la Exportación y el Turismo (PROMPERÚ), entidades que en
forma uniforme han establecido que el término FCL/ FCL significa
full container load, esto es, contenedor cuyo llenado y vaciado es
por cuenta y riesgo del usuario; siendo esto así, la recurrente
concluyó en que el término FCL/FCL debe ser interpretado de
acuerdo a los usos y costumbres observados generalmente en
cada plaza. Mediante escrito presentado el diecisiete de julio de
dos mil trece, obrante a fojas mil ciento cinco, Agencias
Universales Perú Sociedad Anónima (AGUNSA) interpuso
recurso de casación, proponiendo las siguientes infracciones
normativas: i) Infracción normativa del artículo 139º incisos 3 y
5 de la Constitución Política del Estado: sostuvo que la
sentencia de vista contiene una motivación incongruente, pues por
un lado la Sala Superior señala que el término FCL/FCL significa
puerto a puerto, y por otro lado, indica que el citado término quiere
decir puerta a puerta, lo cual resulta totalmente contradictorio,
toda vez que puerto a puerto significa que el ámbito de
responsabilidad del transportista marítimo empieza en el puerto de
embarque y termina en el puerto de destino, mientras que puerta
a puerta implica que el ámbito de responsabilidad empieza en el
almacén del embarcador y termina en el almacén del consignatario.
La recurrente también señaló que en el Conocimiento de
Embarque Nº LACA 1858 se estableció que el ámbito de
responsabilidad del transportista marítimo se encuentra restringido
desde el puerto de embarque hasta el puerto de descarga/destino/
consignación, es decir que era un transporte de puerto a puerto, lo
que concuerda con el artículo 632º del Código de Comercio, como
la responsabilidad usual del transportista marítimo, salvo pacto en
contrario; en todo caso se hubiese llenado de forma expresa los
recuadros de lugar de entrega y lugar de descarga, además en las
condiciones del pago de flete se habría adicionado un pago por
flete terrestre y en este caso no se pactó dicho pago. También
78621
agrega que resulta contradictorio lo señalado por el Juez respecto
al término FCL/FCL, modalidad aplicable únicamente a quien
carga o rellena un contenedor completo (full container load/full
container load). Este Supremo Tribunal, mediante resoluciones de
fecha cuatro de octubre de dos mil trece, obrantes a fojas setenta
y setenta y dos del cuaderno de casación, declaró la procedencia
de los recursos por las infracciones normativas antes citadas. IV.
CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE - Respecto a las infracciones
normativas de orden procesal, debe determinarse si la decisión
impugnada se emitió en cumplimiento de la garantía que otorga el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales. - En
cuanto a las infracciones normativas de orden sustantivo,
corresponde establecer si las condiciones pactadas en el
Conocimiento de Embarque Nº LACA 1858 son aplicables a la
operadora de la nave que transportó el cargamento siniestrado, y
en caso esto sea así, debe determinarse cuál es el periodo en que
ésta resulta responsable por el transporte de la mercancía
siniestrada. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
Primero.- Este Supremo Tribunal ha declarado procedentes los
recursos de casación propuestos por infracciones normativas
tanto de orden procesal y material, por lo que, en primer término,
deberán analizarse las infracciones procesales debido a la
naturaleza y los efectos de éstas, pues si merecieran amparo
carecería de objeto pronunciarse respecto de las infracciones que
tienen relación con el derecho material. Segundo.- Sobre las
infracciones normativas de orden procesal propuestas por ambas
recurrentes, a través de los acápites a) e i) del rubro III de esta
resolución, referido a los recursos de casación, es el caso anotar
que el derecho al debido proceso, contemplado en el artículo 139º,
inciso 3, de la Constitución Política del Estado, es un derecho
continente que comprende diversos derechos fundamentales de
orden procesal de muy distinta naturaleza, que en conjunto
garantizan que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre
inmerso una persona se realice y concluya con el necesario
respeto y protección de todos los derechos que en él puedan
encontrarse comprendidos. Entre los componentes que integran el
debido proceso se encuentra el derecho a la debida motivación de
las resoluciones judiciales, también regulado en el artículo 139º,
inciso 5, de la Constitución Política. Tercero.- La debida motivación
de las resoluciones judiciales constituye un deber-derecho de las
decisiones judiciales. Es un deber porque vincula ineludiblemente
a los órganos jurisdiccionales y es un derecho porque son titulares
de la misma todos los ciudadanos que acceden a los Tribunales
con el fin de ejercer la tutela judicial efectiva de sus derechos e
intereses legítimos. Por ello, se puede decir que estamos ante una
debida motivación cuando ésta presenta una argumentación que
expresa las justificaciones internas y externas de la decisión.
Cuarto.- Así, la falta de motivación interna del razonamiento o
defectos internos de la motivación de una resolución judicial se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Para
efectos de determinar si la sentencia impugnada en casación
presenta defectos internos en la motivación, es necesario analizar
tanto la justificación interna y externa de aquella a fin de establecer
si satisface el mínimo de motivación exigible, atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada Quinto.- En cuanto a la
justificación interna, entendida como la proposición de las
premisas mayor y menor que, deductivamente, llevan a una
conclusión, la Sala Superior señala como premisa mayor que, en
los casos que el transporte de mercaderías se haya efectuado
bajo la modalidad de embarque FCL/FCL, la responsabilidad del
transportista se extiende hasta la entrega del cargamento en las
instalaciones del consignatario. Como premisa menor indica que
las demandadas transportaron el cargamento de frutas bajo la
modalidad de embarque FCL/FCL y, en virtud a ello, concluye que
la responsabilidad de las demandadas se extiende hasta la
entrega de la mercancía en el almacén del consignatario. En
cuanto a la justificación externa, entendida como las razones que
demuestran la certeza de cada una de las premisas mayor y
menor, la Sala de mérito considera que, en el plano normativo,
resulta de aplicación lo dispuesto en el artículo 632º del Código de
Comercio, norma que en su parte final regula una excepción a la
regla general referida a la responsabilidad del capitán de la nave
en caso de pérdida de la mercancía; asimismo, estima que
también son aplicables los artículos 1195º, 1321º y 1329º del
Código Civil, normas que regulan la indemnización por daños y
perjuicios por inejecución de las obligaciones o por su cumplimiento
parcial, tardío o defectuoso. En el aspecto fáctico, la Sala justifica
la premisa menor en que mediante el Conocimiento de Embarque
Nº LACA 1858, obrante a fojas ocho, traducida a fojas ciento siete,
se encuentra acreditado que el transporte de la mercancía se ha
efectuado bajo la modalidad de embarque FCL/FCL, que significa
que la responsabilidad del transportista comienza desde el
almacén del proveedor hasta el almacén del consignatario;
asimismo, señaló que mediante la constancia de inspección de

78622 CASACIÓN
fojas dieciocho y el certificado de averías marítimo Nº 04-0560
obrante a fojas cuarenta y dos, se demostró la responsabilidad del
transportista respecto de los daños sufridos al cargamento de
frutas transportado en la nave CCI Vancouver. Sexto.- De lo hasta
aquí expuesto se puede concluir que la Sala Superior ha sido
escrupulosa al expresar la justificación tanto interna y externa de
la decisión impugnada, en base al material probatorio aportado al
proceso y el análisis de las normas jurídicas y hechos sometidos a
controversia; sin perjuicio de ello se considera indispensable
analizar en forma concisa cada uno de los argumentos propuestos
por las impugnantes en sus respectivos recursos de casación.
Sétimo.- En este contexto, se aprecia que la recurrente Agencia
Universales Perú Sociedad Anónima argumenta -en su escrito de
fojas mil ciento cinco- que la impugnada contiene una motivación
incongruente y, por ende, contradictoria, pues, por un lado, señala
que el término FCL/FCL significa puerto a puerto y, por otro lado,
indica que el mencionado término quiere decir puerta a puerta. Al
respecto, cabe precisar que si bien de la revisión de la sentencia
impugnada se repara que en el considerando primero la Sala
Superior señaló que el término FCL/FCL significa Puerto a Puerto,
también lo es que al desentrañar el significado de dicho término
consignó que aquel importa el traslado de la mercadería desde las
instalaciones del exportador hasta las instalaciones del
consignatario, inclusive en la recurrida se hizo referencia a la
Sentencia Casatoria Nº 1703-2010-Callao1, jurisprudencia que en
su considerando cuarto ha establecido que: “(...) la referida sigla
FCL/FCL que se consigna en el conocimiento de embarque,
significa que la custodia de la carga por el transportista marítimo
se extiende hasta su entrega en el almacén del consignatario, es
decir, comprende el transporte multimodal o intermodal que se
utiliza en el transporte de contenedores, en este caso por vía
marítima, constituyendo una nueva cláusula contractual que
conlleva la existencia de nuevas modalidades operativas, “puerta
a puerta” o “house to house” (...)”; por consiguiente, se evidencia
que se trata de un error material cuya subsanación no ha de influir
en el sentido de la resolución, por lo que, de conformidad con el
artículo 172º, cuarto párrafo, del Código Procesal Civil, no procede
declarar su nulidad. Octavo.- De otra parte, la recurrente
Compañía Chilena de Navegación Interoceánica Sociedad
Anónima, representada por Agencias Universales Perú Sociedad
Anónima alega –en su recurso de fojas mil treinta y siete- que la
sentencia impugnada incurre en vicio de motivación propiamente
defectuoso al sostener que la citada impugnante pactó una
supuesta prórroga en su responsabilidad como transportista
marítimo efectivo, sin tener en consideración que no suscribió
contrato de transporte alguno. Sobre este argumento en concreto,
es pertinente anotar que la motivación es defectuosa en sentido
estricto cuando el razonamiento del juez viola los principios lógicos
y las reglas de la experiencia, esto es, la motivación propiamente
defectuosa se presenta cuando se vulnera el principio de
contradicción (o de no contradicción), es decir, cuando se afirma y
se niega al mismo tiempo una misma cosa de un mismo sujeto,
toda vez que nada puede ser y no ser simultáneamente. Ahora
bien, del análisis de la resolución recurrida en casación se tiene
que la Sala Superior ha sido clara en determinar que las
demandadas son responsables por la pérdida del cargamento de
frutas en virtud a la condición de transportistas de dicho
cargamento mediante la nave denominada CCNI Vancouver; por
tanto, mal podría hablarse de la existencia de una supuesta
motivación defectuosa en sentido estricto, pues, en ninguna de las
consideraciones de la recurrida se ha afirmado y negado al mismo
tiempo la condición de transportista de la recurrente y, por ende,
su responsabilidad. Noveno.- En tal virtud, se puede concluir
satisfactoriamente que la Sala Superior cumple con su deber de
motivar debidamente la sentencia recurrida en casación, tal como
lo exige el artículo 139º, inciso 5, de la Constitución Política del
Estado y, por ello, no resultan atendibles las infracciones
propuestas en los acápites a) e i) del rubro III de esta resolución,
referido a los recursos de casación, no obstante ello, debe
precisarse que esta conclusión no significa que este Tribunal
Supremo concuerde necesariamente con el fallo de la Sala
Superior, pues hay que distinguir que constituyen temas distintos
el control lógico formal del silogismo judicial y la correcta
interpretación del derecho objetivo; por lo que a continuación
deben analizarse las infracciones que tienen relación con la
materia en controversia. Décimo.- Respecto a las infracciones
normativas de orden material, conviene señalar que solo la
recurrente Compañía Chilena de Navegación Interoceánica
Sociedad Anónima ha propuesto la infracción de orden sustantivo
de los artículos 1363º del Código Civil y 2º del Código de Comercio.
En cuanto al precitado artículo 1363º, argumenta que no le resulta
aplicable los términos del contrato de transporte marítimo que dio
origen al traslado de la mercancía siniestrada por no haber sido
parte de este, pues fue suscrito por la demandada Hamburg Sud,
tal como se evidencia del Conocimiento de Embarque Nº LACA
1858, obrante a fojas ocho, traducido a fojas ciento siete.
Undécimo.- El artículo 1363º del Código Civil estipula que: “Los
contratos solo producen efecto entre las partes que los otorgan y
sus herederos, salvo en cuanto a estos si se trata de derechos y
obligaciones no transmisibles”. En la Exposición de Motivos del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Código Civil se señala que: “Este precepto responde a principios
universalmente conocidos, según los cuales los contratos no se
extienden más allá de las partes que los han otorgado y sus
herederos, sea éstos a titulo singular o universal; salvo que los
derechos y obligaciones contenidos en la relación no resulten
transmisibles. Esto sucede cuando las partes hayan excluido su
transmisión; o cuando la exclusión se desprenda del mandato de
la ley; o si, finalmente, haya surgido en razón directa o
preponderante de las condiciones personales de los contratantes.
Por oposición se deduce que los contratos no producen efectos
respecto de terceros; lo que no significa, de modo alguno, que no
le sean oponibles.”2 En efecto, la mencionada norma regula un
principio general del Derecho Contractual, esto es, la relatividad
contractual, principio que en realidad constituye una regla del
Derecho Privado, según el cual el contrato será fuente de derechos
y obligaciones para las partes que han concurrido a la formación
del vínculo contractual. De la Puente y Lavalle comenta que: “Es
prudente, por no decir indispensable, que el contrato –a diferencia
de otras fuentes de las obligaciones como, por ejemplo, la
promesa unilateral y la responsabilidad extracontractual, que
crean derechos a favor de terceros ajenos al sujeto obligado-
encuentre delimitado su campo de actuación a aquellas personas
a quienes el Estado ha facultado para crear (regular, modificar y
extinguir), sólo de común acuerdo, relaciones jurídicas de efecto
obligatorio. Ello justifica que el propio Estado (a través del
codificador) otorgue al contrato su efecto relativo. Se impide, de
esta manera, que el contrato se convierta en un motor generador
de obligaciones o derechos a cargo o a favor de quienes no han
intervenido en la celebración de él”.3 Duodécimo.- Así pues,
establecida la interpretación del antes citado artículo en el sentido
de que los contratos solo obligan a las partes que los celebran, es
necesario determinar si los términos del contrato de transporte
que dio origen al traslado de la mercancía siniestrada obliga a la
recurrente Compañía Chilena de Navegación Interoceánica
Sociedad Anónima. Décimo Tercero.- En el Derecho Marítimo, la
doctrina es unánime al señalar que: “El origen del término
(conocimiento de embarque) deriva del reconocimiento de haber
recibido la carga, y de aquí que se considere que una de sus
funciones es ser recibo de los efectos. En efecto, puede decirse
que el conocimiento es un recibo respecto a la entrega de la carga,
que documenta el contrato de transporte y que funciona como
título de crédito”4. “El conocimiento de embarque prueba la
existencia y las condiciones de un contrato de transporte marítimo
de mercancías, el que se perfecciona con el consentimiento”5. El
Convenio Internacional para la unificación de ciertas reglas en
materia de conocimiento de embarque, denominado también
Convenio de Bruselas o Reglas de la Haya, suscrito en Bruselas el
veinticinco de agosto de mil novecientos veinticuatro, ratificado
por el Estado Peruano en el año mil novecientos sesenta y cuatro
mediante la Resolución Suprema Nº 6876, establece en el inciso b)
de su artículo 1º que el Contrato de transporte se refiere
únicamente al contrato de transporte documentado por un
conocimiento de embarque o cualquier documento de título similar,
en la medida que tal documento se refiera a un transporte de
mercancía por mar; incluyendo cualquier conocimiento de
embarque o documento similar emitido en virtud de un contrato de
fletamento, desde el momento que tal conocimiento de embarque
o documento de título similar, regule las relaciones entre el
transportador y el tenedor del mismo. Asimismo, el artículo 3º de
dicho Convenio estipula que: “Después de haber recibido y
tomado a su cargo las mercancías, el transportador, o el capitán o
el agente del transportador deberá, a pedido del cargador, expedir
al cargador un Conocimiento de Embarque que refleje entre otras
cosas: a) las marcas principales necesarias para la identificación
de las mercancías tal como han sido proporcionadas por escrito
por el cargador antes de que comience la carga de esas
mercancías, siempre que estas marcas estén estampadas o
aparezcan claramente de otra manera sobre las mercancías no
embaladas, o sobre las cajas o embalajes dentro de los cuales
está contenida las mercancías, de tal manera que deberían
normalmente quedar legibles hasta el fin del viaje; b) el número de
bultos, o de piezas, o la cantidad o el peso, según los casos, tal
como los haya consignado por escrito el cargador; y, c) el estado y
la condición aparente de las mercancías. Décimo Cuarto.- En
virtud a lo expuesto, se puede concluir que el conocimiento de
embarque es el documento más importante del comercio marítimo,
pues constituye la prueba del contrato de transporte marítimo de
mercancías, acreditando que el porteador ha tomado a su cargo o
ha cargado las mercaderías a bordo y por ello éste se compromete
a entregarlas en el lugar de destino contra la presentación del
documento, las que han de entregarse a nombre de una persona
determinada, a la orden o al portador. Décimo Quinto.- Ahora
bien, en el presente proceso se encuentra acreditada la existencia
del Conocimiento de Embarque Nº LACA 1858, obrante a fojas
ocho, traducido a fojas ciento siete, documento que prueba el
contrato de transporte de la mercancía siniestrada, y en el que se
ha consignado en calidad de embarcadora a la empresa L&M
Companies Inc.; en calidad de porteadora (o transportista) a la
empresa demandada Hamburg Sud; y, en calidad de consignataria
a Supermercados Peruanos Sociedad Anónima; documento que
ha sido suscrito por Hamburg Sud. En dicho instrumento también
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
se han consignado las características de la mercancía transportada
(peras y manzanas); la identificación de los contenedores
(CRXU6814888 y SUDU4771643); número de bultos (novecientos
ochenta cajas de manzanas y mil setenta y uno cajas de peras); y,
el peso bruto de dicha mercancía (diecisiete mil ciento cincuenta
kilogramos de manzanas y diecinueve mil trescientos sesenta y
seis kilogramos de peras), precisándose que la modalidad de
embarque es FCL/FCL. Décimo Sexto.- Así pues, de dicho
instrumento se puede advertir que la impugnante Compañía
Chilena de Navegación Interoceánica Sociedad Anónima no ha
sido parte interviniente en el Conocimiento de Embarque materia
de análisis; por lo que, de conformidad con el artículo 1363º del
Código Civil, los términos de dicho instrumento solo resultan
aplicables a las partes intervinientes en él, esto es, a la
embarcadora, porteadora y consignataria antes mencionadas y no
a la recurrente; por tal razón, no se puede obligar a la demandada
Compañía Chilena de Navegación Interoceánica Sociedad
Anónima a pagar por el cargamento siniestrado en virtud al tantas
veces mencionado Conocimiento de Embarque al no haber sido
parte de él; siendo esto así, resulta amparable el argumento
propuesto en el acápite b) del rubro III de esta resolución, referido
a los recursos de casación, debiendo actuar esta Sala Suprema
de acuerdo a las facultades contempladas en el artículo 386º,
primer párrafo, del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364. Décimo Sétimo.- Finalmente, en cuanto a la infracción
normativa propuesta en el acápite c) del rubro III de esta sentencia,
debe señalarse que al haberse determinado que las condiciones
pactadas en el Conocimiento de Embarque Nº LACA 1858 no son
aplicables a la recurrente Compañía Chilena de Navegación
Interoceánica Sociedad Anónima, entonces carece de objeto que
este Supremo Tribunal se pronuncie sobre la infracción del artículo
2º del Código de Comercio, pues dicha denuncia está en función a
determinar cuál es el periodo de responsabilidad de la transportista
respecto de la mercancía siniestrada. VI. DECISIÓN Esta Sala
Suprema, en virtud de las consideraciones expuestas y en
aplicación de lo dispuesto en los artículos 396º, primer párrafo, y
397º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364: 1)
Declara INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Agencias Universales Perú Sociedad Anónima (AGUNSA), por
escrito de fojas mil ciento cinco. 2) Declara FUNDADO el recurso
de casación interpuesto por Compañía Chilena de Navegación
Interoceánica Sociedad Anónima, representada por Agencias
Universales del Perú Sociedad Anónima (AGUNSA), por escrito de
fojas mil treinta y siete; en consecuencia, CASARON la sentencia
de vista obrante a fojas mil veintiocho, su fecha veintidós de abril
de dos mil trece, expedida por la Segunda Sala Especializada en
lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, solo en el
extremo que confirma la sentencia apelada de fojas setecientos
cincuenta y dos, su fecha seis de julio de dos mil doce, que declara
fundada en parte la demanda, en consecuencia ordena que la
demandada Compañía Chilena de Navegación Interoceánica
Sociedad Anónima (CCNI) pague en forma solidaria a la
demandante la suma de veintitrés mil setecientos diecisiete
dólares americanos con setenta centavos de dólar. 3) Actuando
en sede de instancia: REVOCARON la sentencia apelada de
fojas setecientos cincuenta y dos, su fecha seis de julio de dos mil
doce, solo en el extremo que declara fundada en parte la demanda,
en consecuencia ordena que la demandada Compañía Chilena de
Navegación Interoceánica Sociedad Anónima (CCNI) pague en
forma solidaria a la demandante la suma de veintitrés mil
setecientos diecisiete dólares americanos con setenta centavos
de dólar; y, REFORMÁNDOLA en dicho extremo declararon
INFUNDADA la demanda de obligación de dar suma de dinero
respecto de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica
Sociedad Anónima (CCNI), con condena de costas y costos. 4)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Pacífico Peruano Suiza Compañía de Seguros y Reaseguros
con Hamburg Sud y Compañía Chilena de Navegación
Interoceánica Sociedad Anónima, sobre obligación de dar suma
de dinero. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson.- SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
Esta Sentencia ha sido dictada por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema
de Justicia de la República con fecha 12 de mayo de 2011.
2
Comisión Encargada del Estudio y Revisión del Código Civil. Compiladora Delia
Revoredo de Debakey. Código Civil VI. Exposición de Motivos y Comentarios.
Lima: Okura Editores, 1985, p. 818
3
DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. El Contrato en general. Comentarios a la
Sección Primera del Libro VII del Código Civil. Tomo I. Lima: Palestra Editores,
2003, p. 393
4
Citado por PEJOVÉS MACEDO, José Antonio. Derecho Marítimo, 25 ensayos,
Transporte Marítimo, Multimodal y Puertos. Lima: Editorial Cusco, 2006, p. 128.
5
PEJOVÉS MACEDO, José Antonio. Ob. Cit., p. 129.
6
La Resolución Suprema Nº 687 fue publicada en el Diario Oficial El Peruano el 19
de enero de 1965.
C-1392274-9
78623
CAS. Nº 3481-2013 LIMA
DIVISIÓN Y PARTICIÓN. Lima, seis de octubre de dos mil
catorce.- VISTOS; con el expediente acompañado; con el mérito
de la Razón del Secretario de esta Suprema Sala Civil Permanente,
del trece de marzo de dos mil catorce, a través de la cual informa
sobre el cumplimiento de lo dispuesto mediante la resolución del
dieciséis de octubre de dos mil trece (fojas treinta y seis y
veintisiete del cuaderno de casación, respectivamente); y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación interpuesto por los demandados Jorge
Valdivia López y Rocío Elizabeth Tataje Garcés (fojas doscientos
cinco), contra la sentencia de segunda instancia, (fojas ciento
noventa y tres), del dieciséis de abril de dos mil trece, que
confirmó la sentencia apelada, (fojas ciento treinta y cuatro), del
trece de junio de dos mil doce, que declaró fundada la demanda,
en consecuencia ordenó la división y partición del inmueble
ubicado en la habilitación tipo progresiva El Totoral , sector I,
manzana B, lote 7, del distrito de Santiago de Surco, provincia y
departamento de Lima, inscrito en la partida registral número
P03194974, y corresponde a los demandantes el 50% de acciones
y derechos y a las demandadas el 50 % de acciones y derechos.
Por lo que corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es en la i) infracción normativa
o en el ii) apartamiento inmotivado del precedente judicial.
Presentar una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Y esta
exigencia es para lograr sus fines principales del recurso
extraordinario: nomofiláctica, uniformizadora y dikelógica. Siendo
así, es obligación procesal, de los justiciables recurrentes saber
adecuar los agravios que denuncian a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la
norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso de casación, ni de integrar o
remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la
falta de causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos
por los casacionistas en la formulación del referido recurso. Cabe
precisar que esto último es diferente de la norma que dispone la
procedencia excepcional1 del recurso de casación, ya que esta es
una facultad de la Sala Civil de la Corte Suprema que aplica
cuando considera que al resolver el recurso éste cumplirá con los
fines de la casación, para cuyo efecto debe motivar las razones de
la procedencia excepcional. Pero el presente caso no amerita ello.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil -modificado por la
Ley número 29364-, toda vez que se ha interpuesto: i) contra la
sentencia de vista expedida por la Sétima Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima (fojas ciento noventa y tres) que,
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) dentro del plazo de diez días contados
desde el día siguiente de notificada la sentencia de revisión que se
impugna; pues esta fue notificada a los recurrentes el veintiséis de
julio de dos mil trece, conforme a la constancia del cargo de
notificación (fojas doscientos), y el referido recurso de casación lo
interpuso el trece de agosto de dos mil trece, como se verifica del
Cargo de Ingreso de Escrito –computarizado- del Centro de
Distribución General – CDG y sello inserto en la parte superior del
escrito aludido (fojas doscientos dos y doscientos cinco); es decir,
al noveno día de notificada; y, iv) mediante su escrito que ingresó
el once de marzo de dos mil catorce, cumplió con subsanar la
presentación del arancel judicial por el mencionado recurso
extraordinario, dentro del plazo que fue requerido mediante la
resolución del dieciséis de octubre de dos mil trece, debidamente
notificada (fojas treinta y cinco, treinta y tres, veintisiete,
veintinueve y treinta del cuaderno de casación, respectivamente).
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos
en los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, se verifica que los
casacionistas nombrados satisfacen el requisito previsto en el
inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintieron la
sentencia de primera instancia (fojas ciento treinta y cuatro), pues
al serle adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación
(fojas ciento cuarenta y cuatro). Quinto.- Que, los recurrentes
sustenta su recurso de casación, en la primera causal, previstas
por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: Infracción normativa de los artículos: 43 numeral 1,
447, 448 numerales 2, 6 y 10, 831 y 991 del Código Civil; alegan
que el inmueble sub litis pertenece a sus hijas menores de edad
(personas absolutamente incapaces), por lo que se necesita
autorización judicial para llevar adelante la liquidación de
copropiedad o partición. Los copropietarios tienen derecho de
servirse del inmueble y de los frutos, pero no pueden aún disponer

78624 CASACIÓN
de él por ser materia de colación y menos aún por haber
copropietarias menores de edad. Finalmente indica que su pedido
casatorio es revocatorio. Sexto.- Que, los casacionistas para
sustentar su recurso se acogen a la causal de infracción normativa.
Sin embargo, primero: no cumplen la segunda condición
establecida en el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, esto es, no describen con claridad y precisión en qué
consistiría la referida infracción normativa, ya que del análisis de
su escrito, se tiene, que la invocación de la causal de infracción
normativa que hacen es imprecisa, es decir, no alegan de forma
comprensible y explícita en qué radicaría el error o vicio de
derecho en el razonamiento judicial decisorio, en el que habrían
incurrido los juzgadores; segundo: esta causal exige, que tal
infracción normativa (anomalía, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica [ratio decidendi],
en el que incurrió el juzgador) incida directamente sobre la
decisión contenida en la resolución impugnada, conforme lo
requiere de forma patente el inciso 3 del mencionado artículo 388,
lo que, en consecuencia, tampoco cumplen los casacionistas,
pues prácticamente solo hacen una mera mención de los artículos
del ordenamiento jurídico sin demostrar, ni sustentar de forma
puntual, precisa, concreta y sin vaguedad, en qué consistiría la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
debido a que sus argumentos son difusos. Sétimo.- Que, a pesar
de las deficiencias del recurso de casación, por el principio de
motivación de las resoluciones judiciales, debemos precisar,
respecto a la denuncia del acápite a), que: se verifica y controla
que las instancias de mérito han resuelto la controversia plantada
ante el órgano jurisdiccional al determinar con claridad y precisión
que: esta acreditada la copropiedad, pues los demandantes y los
recurrentes, representantes de las demandadas, ostentan
titularidad de los derechos y acciones sobre el inmueble materia
de partición, correspondiéndoles a los demandantes y
demandadas (representadas por los recurrentes) el 50 % de
acciones y derechos del inmueble sub litis, respectivamente; por lo
que conforme con los artículos 983 y 984 del Código Civil, los
demandantes se encuentran plenamente habilitados para solicitar
la partición del inmueble sub litis y los recurrentes, representantes
de las demandadas, obligadas a efectuar la partición del bien. Con
relación a que los demandantes y demandadas, hayan adquirido
el inmueble sub litis por anticipos de legítima, de sus padres que
aún no han fallecido, ello no impide la partición del bien, en tanto y
en cuanto no se produzcan las revocatorias y en todo caso, de
producirse alguna, el anticipante intervendría en el presente
proceso como sucesor procesal del anticipado, a tenor del artículo
108 numeral 1 del Código Procesal Civil. Octavo.- Que, es de
acotarse que si bien las demandadas son menores incapaces, no
es necesaria la autorización judicial (para el presente proceso ni
para su eventual remate), ya que el artículo 987 del Código Civil
regula el supuesto de partición convencional especial cuando
algún copropietario es incapaz, situación que no se produce en el
presente proceso, en el que no existe acuerdo de las partes para
realizar la partición de manera convencional. Asimismo, debe
precisarse que los padres de las menores demandadas no se
encuentran inmersos en las causales señaladas en el artículo 448
del Código Civil, por cuanto en ella se detalla la prohibición
respecto de enajenar y gravar bienes de los menores,
proscribiéndose efectuar solo la partición extrajudicial. Es decir,
los demandantes y demandadas cumplen con el presupuesto de
copropiedad que señala el artículo 984 del Código Civil para que
opere la partición, y los recurrentes no han acreditado que exista
causales de indivisión forzosa que señalan los artículos 846 y 847
del Código Civil, por lo que la posibilidad de que los anticipos sean
revocados o que el anticipo a favor de los demandados no haya
sido otorgado con dispensa de colación no impide la partición del
inmueble. Finalmente el hecho que los anticipos de legítima hayan
sido realizados con o sin dispensa de colación no impide la
partición judicial del bien, pues dichos temas deben discutirse al
momento de la apertura de la sucesión, conforme a los artículos
833 del Código Civil. Por consiguiente, los órganos jurisdiccionales
no han incurrido en infracción normativa de las normas que los
recurrentes denuncian. Las mismas que resultan impertinentes.
Noveno.- Que, en conclusión los casacionistas no han cumplido
con los concurrentes requisitos de procedencia establecidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. En tal
contexto fáctico y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 392 del Código Procesal Civil, reformado por la
mencionada Ley, corresponde desestimar el recurso de casación
en todos sus extremos. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por los
demandados Jorge Valdivia López y Rocío Elizabeth Tataje
Garcés (fojas doscientos cinco), contra la sentencia de segunda
instancia, (fojas ciento noventa y tres), del dieciséis de abril de dos
mil trece; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Billy Jonathan Josseph Jorge Valdivia Rojas e Ivonne
Ingrid Inés Valdivia Rojas, representados por María Clotilde Ortega
Muñoz de Rivera, contra Salomé Sthefanie Valdivia Tataje, Nicolle
Salomé Valdivia Tataje, Pierina Salomé Valdivia Tataje,
representados por sus padres: Jorge Valdivia López y Rocío
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Elizabeth Tataje Garcés, sobre división y partición de bienes; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
Estrella Cama. Por licencia de los señores Jueces Supremos
Rodríguez Chaves y calderón Puertas, integran esta Sala
Suprema los señores Jueces Supremos Miranda molina y CUNYA
CELI. SS. TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 392-A.- Procedencia excepcional (Código Procesal Civil).-
Aun si la resolución impugnada (entiéndase el recurso) no cumpliera con algún
requisito previsto en el artículo 388, la Corte puede concederlo excepcionalmente
si considera que al resolverlo cumplirá con alguno de los fines previstos en el
artículo 384.
Atendiendo al carácter extraordinario de la concesión del recurso, la Corte motivará
las razones de la procedencia. Artículo incorporado por el artículo 2 de la Ley Nº
29364, publicada el 28 de mayo de 2009.
C-1392274-10
CAS. Nº 3582-2013 LIMA
Impugnación de acta de nacimiento. Sumilla.- Derecho a la
identidad. El derecho a la identidad es el derecho que tiene todo
individuo a ser reconocido o individualizado conforme a
determinados rasgos distintivos, esencialmente de carácter
objetivo (nombres, seudónimos, registros, herencia genética,
características corporales, etc.) y aquellos otros que se derivan del
propio desarrollo y comportamiento personal, más bien de carácter
subjetivo (ideología, identidad cultural, valores, etc.) Art. 2º inciso
1 de la Constitución Política. Lima, veinticuatro de julio de dos mil
catorce.- La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número tres mil quinientos ochenta y dos - dos mil trece, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia: I.
ASUNTO En este proceso de impugnación de acta de nacimiento,
es objeto de examen el recurso de casación interpuesto por la
demandante Ada Luz Moreno Espinoza, contra la sentencia de
vista de fecha veinte de junio de dos mil trece, obrante a fojas
trescientos noventa, expedida por la Sala Mixta Descentralizada
Transitoria de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que desaprueba la sentencia de fecha diez de
enero de dos mil doce, de fojas trescientos sesenta y cuatro, que
declara fundada la demanda, y reformándola la declara infundada.
II. ANTECEDENTES 1. Demanda. Mediante escrito presentado el
veintisiete de noviembre de dos mil siete, obrante a fojas treinta y
cinco, subsanado a fojas cuarenta y siete, Ada Luz Moreno
Espinoza interpuso demanda contra Agustín Mendoza De la Torre,
Anastacio Liberato Candacho, Victoria Espinoza Agui y la
Municipalidad Distrital de Daniel Carrión. Como pretensión
principal, la actora solicitó la impugnación del Acta de Nacimiento
Nº 155, correspondiente a Ada Luz Liberato Espinoza, de fecha
diez de agosto de mil novecientos sesenta y dos, inscrita en la
Municipalidad Provincial de Daniel Carrión, Departamento de
Pasco, a fin de que se declare su nulidad. Como pretensión
accesoria, solicitó la declaración de validez del Asiento Registral
Nº 15722845 del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
(en adelante RENIEC). La demanda se sustentó en los siguientes
hechos: 1.1. Según la declaración de su madre biológica, Victoria
Espinoza Agui, el Acta de Nacimiento Nº 155, correspondiente a la
actora, fue inscrito irregularmente, pues en realidad nació en el
Distrito de Sayán, Provincia de Huaura, y no en el Distrito de
Yanahuanca. También su progenitora le manifestó que encargó al
codemandado Agustín Mendoza De la Torre inscribir su nacimiento,
quien sin percatarse de que la demandante había nacido en el
Distrito de Sayán, la inscribió en el Distrito de Yanahuanca,
Provincia de Daniel Carrión, Departamento de Pasco, consignando
como su padre a Anastacio Liberato Candacho. 1.2. Sostuvo que
siempre se identificó como Ada Luz Liberato Espinoza hasta que
su madre le confesó que su padre biológico era Isaías Moreno
Huete y no Antonio Liberato Candacho, pero por problemas
conyugales se separaron en la fecha de su nacimiento, para luego
reconciliarse y contraer nupcias; declaraciones que fueron
confirmadas en su oportunidad por el ahora fallecido Isaías
Moreno Huete. 1.3. En el año mil novecientos ochenta y cinco, la
actora y su verdadero progenitor gestionaron judicialmente en el
Departamento de Huaura la inscripción de su nueva partida de
nacimiento, siendo que el Juzgado Civil de Chancay ordenó la
inscripción judicial de dicha partida ante el Concejo Distrital de
Sayán, por lo tanto, a partir del catorce de abril de mil novecientos
ochenta y siete, el Registro Electoral le otorgó su Libreta Electoral,
y a partir de dicha fecha dejó de usar el apellido Liberato. 1.4. Sin
embargo, con fecha quince de diciembre de dos mil cinco, la
Estación de Trabajo de Habilitaciones y Cancelaciones de
RENIEC dejó sin efecto la Inscripción Registral Nº 15722845, por
doble inscripción, a fin de salvaguardar la seguridad jurídica del
Registro Único de Identificación de Personas, resolución que fue
impugnada y cuya decisión nunca le fue notificada. 1.5. Finalmente,
sostuvo que la partida de nacimiento materia de nulidad contiene
datos falsos, carentes de veracidad, que comprueban su falsedad,
pues del mismo documento se aprecia que el demandado
Anastacio Liberato Candacho ni siquiera lo firmó. 2.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Contestaciones de la demanda. Mediante escrito presentado el
cinco de junio de dos mil ocho, obrante a fojas sesenta y dos, la
demandada Victoria Espinoza Agui contestó la demanda,
reconociendo las afirmaciones realizadas por su hija la
demandante. Según escrito del dieciocho de agosto de dos mil
diez, obrante a fojas doscientos dos, el curador procesal de la
sucesión del demandado Anastasio Liberato Candacho también
contestó la demanda, alegando que, de acuerdo a la carga de la
prueba contemplada en el artículo 196º del Código Procesal Civil,
los hechos expuestos en la demanda deben ser debidamente
comprobados. 3. Rebeldía. Mediante resolución número ocho, de
fecha diez de marzo de dos mil ocho, obrante a fojas ochenta y
dos, el Juez declaró en rebeldía al demandado Agustín Mendoza
De La Torre. Por resolución número catorce, de fecha veinticinco
de junio de dos mil nueve, de fojas ciento cincuenta y tres, también
se declaró en rebeldía a la demandada Municipalidad Provincial
Daniel Carrión. 4. Puntos controvertidos. Según resolución de
fecha treinta de mayo de dos mil once, obrante a fojas doscientos
ochenta y uno, se fijaron los siguientes puntos controvertidos: 4.1.
Determinar si procede la impugnación de la Partida de Nacimiento
Nº 155, de fecha diez de agosto de mil novecientos sesenta y dos,
inscrita ante la Municipalidad Provincial de Daniel Carrión,
Departamento de Pasco. 4.2. De ser procedente, que permanezca
vigente el Asiento Registral Nº 15722845 de RENIEC, en mérito a
la resolución expedida por el Segundo Juzgado Civil de Chancay
que ordenó la inscripción de la partida de nacimiento ante la
Municipalidad Distrital de Sayán, Provincia de Huaura,
Departamento de Lima. 5. Sentencia de primera instancia. El
Cuarto Juzgado Mixto de San Juan de Lurigancho de la Corte
Superior de Justicia de Lima expidió la sentencia de fecha diez de
enero de dos mil doce, obrante a fojas trescientos sesenta y
cuatro, que declaró fundada la demanda, en consecuencia, anuló
la partida de nacimiento de Ada Luz Liberato Espinoza, signada
con el Nº 155, de fecha diez de agosto de mil novecientos sesenta
y dos, y declaró la vigencia del Asiento Registral Nº 15722845 del
Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) a
nombre de Ada Luz Moreno Espinoza, asimismo, ordenó que la
Municipalidad Provincial Daniel Carrión proceda a anotar la
nulidad e invalidez de la referida partida de nacimiento,
disponiendo que RENIEC cancele la Inscripción Registral Nº
15596551, correspondiente a Ana Luz Liberato Espinoza y se
rehabilite el Asiento Registral Nº 15722845, respecto de Ada Luz
Moreno Espinoza. Finalmente, dispuso elevar en consulta la
sentencia, en caso de no ser apelada. Las razones que sustentaron
dicha decisión son las siguientes: 5.1. El Juez advirtió que RENIEC
al cancelar la Inscripción Registral Nº 15722845, correspondiente
a Ada Luz Moreno Espinoza, ha tenido en cuenta la prelación
temporal en las inscripciones realizadas por la actora. 5.2. También
sostuvo que el declarante del nacimiento de la demandante fue
Agustín Mendoza De La Torre, con quien no tiene ningún
parentesco consanguíneo, además la madre de la actora sostuvo
en su escrito de contestación de la demanda que el padre biológico
de su hija es Isaías Moreno Huete. 5.3. En virtud a ello, el Juez
concluyó de que existe certeza en que está ante la causal de
nulidad contemplada en el inciso 1 del artículo 219º del Código
Civil, toda vez que la Partida de Nacimiento Nº 155 no fue inscrita
por las personas legitimadas para hacerlo; por lo tanto, considera
que se debe anular dicha partida de nacimiento y declarar la
vigencia de la Inscripción Registral Nº 15722845, en mérito de la
sentencia emitida por el Segundo Juzgado Civil de Chancay que
ordenó la inscripción de la partida de nacimiento ante la
Municipalidad de Sayán, Provincia de Huaura, Departamento de
Lima. 6. Sentencia de vista. La Sala Mixta Descentralizada de
San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima
expidió la sentencia de vista de fecha veinte de junio de dos mil
trece, obrante a fojas trescientos noventa, que desaprobó la
sentencia de primer grado que declaró fundada la demanda de
impugnación de partida de nacimiento y, reformándola, la declaró
infundada. Las razones esenciales que sustentaron dicha decisión
fueron las siguientes: 6.1. La Sala Superior consideró que las
afirmaciones de la actora consistentes en que erróneamente en su
partida de nacimiento se consignó como padre a Anastacio
Liberato Candacho, cuando en realidad su padre era Isaías
Moreno Huete, son simples versiones unilaterales que no han sido
debidamente comprobadas. 6.2. A ello agregó que no sólo se
dejaría sin efecto una partida de nacimiento, además se estaría
variando el documento de identidad y el apellido paterno de la
actora, circunstancias trascendentales que no resultan amparables
por el simple dicho de la demandante. 6.3. En tal virtud, la Sala de
mérito concluyó que la desaprobación de la consultada no vulnera
el derecho constitucional a la identidad, en vista de que la actora
se encuentra identificada ante RENIEC mediante la inscripción Nº
15596551. III. RECURSO DE CASACIÓN Mediante escrito
presentado ante este Supremo Tribunal el doce de setiembre de
dos mil trece, obrante a fojas dieciocho del cuaderno respectivo, la
demandante Ada Luz Moreno Espinoza interpuso recurso de
casación, proponiendo las siguientes infracciones normativas: a)
Infracción normativa del artículo 2º inciso 1 de la Constitución
Política del Estado: señaló que la Sala Superior incurre en error
al utilizar argumentos subjetivos, pues considera que las pruebas
78625
de la recurrente no permiten determinar la nulidad de la segunda
partida de nacimiento, sin embargo, no aprecia de forma debida la
primera partida de nacimiento cuestionada, la que fue inscrita de
manera extraordinaria y en la que no aparece el reconocimiento
expreso de sus progenitores, por lo que esta partida de nacimiento
solo prueba el hecho de nacimiento más no la filiación. También
señaló que no se ha tenido en cuenta que toda persona tiene
derecho a la identidad, conforme lo establece el artículo 2º inciso
1 de la Constitución Política, principio según el cual toda persona
al conocer y llevar los apellidos de sus padres biológicos preserva
su identidad, lo que coadyuva a un desarrollo psíquico estable,
posibilitando su libre desarrollo y bienestar. Precisó la recurrente
que desde el año mil novecientos ochenta y siete, debido a un
mandato judicial del Juzgado Civil de Chancay, se expidió la nueva
partida con la que se identificó bajo el nombre de Ada Luz Moreno
Espinoza, pero en el año dos mil cinco, RENIEC canceló su
Documento Nacional de Identidad y la privó de su derecho a la
identidad. b) Infracción normativa del artículo 219º inciso 2 del
Código Civil: sostuvo que la Sala Superior no ha aplicado la
causal de nulidad contemplada en el inciso 2 del precitado artículo
219º, alegando que en la partida de nacimiento cuestionada no
aparece el reconocimiento expreso del supuesto progenitor. c)
Infracción normativa del artículo 122º incisos 3 y 4 del Código
Procesal Civil: refirió que la sentencia de vista impugnada
pretende desconocer que en la partida de nacimiento cuestionada
no aparece el reconocimiento expreso del supuesto progenitor,
por lo tanto, solo se acredita el nacimiento y no la filiación. d)
Infracción normativa de los artículos 3º, 43º, 44º y 139º inciso
5 de la Constitución Política del Estado: la recurrente sostuvo
que existe incongruencia en la sentencia impugnada cuando la
Sala Superior arguye que no resulta amparable la demanda por el
simple hecho de que la actora se sustenta en el testimonio de su
madre, pues dicha afirmación desnaturaliza el proceso. También
señaló que de la revisión de la sentencia impugnada se evidencia
la ausencia de argumentos, pues la Sala Superior no ha tenido en
consideración que la partida de nacimiento de la recurrente,
expedida por la Municipalidad del Distrito de Sayán, Provincia de
Huaura, Departamento de Lima, está inscrita por mandato expreso
del Segundo Juzgado Civil de Chancay, documento público que, a
tenor de lo dispuesto en el artículo 235º inciso 1 del Código
Procesal Civil, acredita su verdadera identidad. Este Supremo
Tribunal, mediante resolución del tres de enero de dos mil catorce,
obrante a fojas treinta y tres del cuadernillo respectivo, declaró la
procedencia del recurso interpuesto por las infracciones
normativas antes citadas. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE
La cuestión jurídica en debate consiste en determinar, en primer
lugar, si la decisión impugnada se emitió en cumplimiento de la
garantía que otorga el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, luego de ello, debe establecerse si se ha
infringido el derecho constitucional a la identidad de la demandante,
contemplado en el artículo 2º inciso 1 de la Constitución Política
del Estado. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
Primero.- Es conveniente señalar que este Supremo Tribunal ha
declarado procedente el recurso de casación por infracciones
normativas tanto de orden procesal y material, por lo que, en
primer término, deberán analizarse las infracciones procesales
debido a la naturaleza y los efectos de éstas, pues si merecieran
amparo carecería de objeto pronunciarse respecto de las
infracciones que tienen relación con el derecho material.
Segundo.- Examinadas las infracciones propuestas en los
acápites c) y d) del Título III de esta resolución, referido al Recurso
de Casación, se advierte que la impugnante denuncia las
infracciones de los artículos 122º incisos 3 y 4 del Código Procesal
Civil y 139º inciso 5 de la Constitución Política, así como los
artículos 3º, 43º y 44º de dicha Carta Magna. Las dos primeras
normas citadas regulan la debida motivación de las resoluciones
judiciales, al exigir que éstas contengan los fundamentos de
hecho y de derecho que sustentan la decisión y la expresión clara
y precisa de lo que se decide u ordena respecto a todos los puntos
controvertidos, mientras que las demás normas constitucionales
versan sobre la cláusula abierta de los derechos de la persona, la
forma de gobierno democrática del Perú y los deberes del Estado.
La recurrente al sustentar este extremo de su recurso,
esencialmente, alega que la sentencia de vista habría incurrido en
motivación insuficiente e incongruente. Tercero.- La debida
motivación de las resoluciones judiciales consagrada
constitucionalmente en el artículo 139º inciso 5 de la Constitución
Política, constituye un deber-derecho de las decisiones judiciales.
Es un deber porque vincula ineludiblemente a los órganos
jurisdiccionales y es un derecho porque son titulares de la misma
todos los ciudadanos que acceden a los Tribunales con el fin de
ejercer la tutela judicial efectiva de sus derechos e intereses
legítimos. Por ello, se puede decir que estamos ante una debida
motivación cuando ésta presenta una argumentación que expresa
las justificaciones internas y externas de la decisión. Cuarto.-
Ahora bien, analizada la sentencia de vista impugnada, en ningún
caso se aprecia déficit motivacional, por el contrario, se advierte
que la Sala Superior ha sido escrupulosa al expresar la justificación
tanto interna y externa de la decisión, en base al material
probatorio aportado al proceso y el análisis de las normas jurídicas
y hechos sometidos a controversia. En efecto, en cuanto a la

78626 CASACIÓN
justificación interna, entendida como la proposición de las
premisas mayor y menor que, deductivamente, llevan a una
conclusión, la Sala Superior señala como premisa mayor que
quien alega un hecho debe probarlo, de manera que su
incumplimiento determina la absolución de la parte contraria, y
como premisa menor indica que la actora no cumple con sustentar
debidamente su pretensión. En cuanto a la justificación externa,
entendida como las razones que demuestran la certeza de cada
una de las premisas, la Sala de mérito considera que, en el plano
normativo, resulta de aplicación lo dispuesto en los artículos 196º
y 200º del Código Procesal Civil, normas que regulan la carga de
la prueba y la falta de probanza de la pretensión. En el aspecto
fáctico, la Sala justifica la premisa menor en que los argumentos
de la demanda se sustentan en el simple testimonio vertido por la
madre de la actora, sin tener en cuenta la trascendencia jurídica
que conllevaría el amparo de la demanda, pues no solo se
pretende dejar sin efecto una partida de nacimiento, sino que
además se modificaría el número del documento de identidad de
la demandante, así como su apellido paterno. Quinto.- En virtud a
dicho análisis, se puede concluir que la resolución recurrida en
casación expresa razonablemente las justificaciones que
sustentan la decisión; por lo tanto, satisface el deber de motivar
las resoluciones judiciales y, por ello, no resultan atendibles las
infracciones propuestas en los citados acápites c) y d); no obstante
ello, debe precisarse que esta conclusión no importa que este
Tribunal Supremo concuerde necesariamente con el fallo de la
Sala Superior, pues hay que distinguir que constituyen temas
distintos el control lógico formal del silogismo judicial y la correcta
interpretación del derecho objetivo. Sexto.- En tal sentido, este
orden de ideas lleva a este Supremo Tribunal a la conclusión de
que no son amparables las infracciones de orden procesal, por lo
que a continuación deben analizarse las que tienen relación con la
materia en controversia. Sétimo.- En relación a la infracción de las
normas materiales, de modo preliminar, es necesario señalar que
esta controversia se presenta a raíz de que la actora obtuvo dos
inscripciones de su nacimiento en momentos diferentes y bajo
distintos apellidos paternos, según consta de las actas de
nacimiento de fojas dos y tres, la primera inscrita el veinticuatro de
agosto de mil novecientos sesenta y dos, con el apellido Liberato;
y la segunda, el siete de febrero de mil novecientos ochenta y seis,
con el apellido Moreno, la que fue expedida en virtud al mandato
judicial del Segundo Juzgado de Primera Instancia en lo Civil de la
Provincia de Chancay de la Corte Superior de Justicia de Huaura,
según consta de fojas dos. Sin embargo, por acto administrativo
de fecha quince de diciembre de dos mil cinco, la Estación de
Trabajo de Habilitaciones y Cancelaciones de RENIEC canceló la
segunda inscripción y registro de la actora, teniendo en cuenta
únicamente la prelación temporal de las inscripciones realizadas,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 67º del Decreto Ley
Nº 14207, Ley del Registro Electoral del Perú; resolución contra la
cual la actora interpuso reconsideración, la misma que fue
declarada infundada mediante Resolución Administrativa Nº
502-2006-SGDAR/GP/RENIEC, expedida por la Subgerencia de
Depuración y Archivo Registral del RENIEC, del catorce de marzo
de dos mil seis, obrante en copia a fojas diecinueve. Ante tal
situación, la demandante acudió a la vía judicial en busca de una
solución, a través de esta demanda de impugnación de acta de
nacimiento, la que, en primera instancia, fue amparada por el Juez
del Cuarto Juzgado Mixto de San Juan de Lurigancho, mediante
sentencia de fecha primero de enero de dos mil doce, la que al ser
elevada en consulta, fue desaprobada por la Sala Mixta
Descentralizada Transitoria de San Juan de Lurigancho, por
resolución de vista del veinte de junio de dos mil trece, por falta de
probanza de la pretensión. Octavo.- De lo antes dicho se puede
advertir que este Supremo Tribunal deberá determinar si en este
caso concreto se ha infringido el derecho fundamental a la
identidad de la demandante. Para establecer ello, se debe tener
en consideración que esta Corte Suprema ha señalado, en
reiterada jurisprudencia, que para lograr una correcta interpretación
de los derechos fundamentales: “... se recurre a diversos criterios
o principios tales como el principio pro homine, de posición
preferente, de mayor protección, respecto al contenido esencial y
de interpretación de los derechos fundamentales conforme a los
tratados sobre derechos humanos, entre otros. Particularmente,
en virtud al principio pro homine, el intérprete seleccionará y
aplicará la norma que en cada caso resulte más favorable para la
persona humana, para su libertad y sus derechos, cualquiera que
sea la fuente que la suministre, ya sea interna o internacional,
acudiendo a la norma o interpretación más extensiva cuando se
trate de reconocer derechos protegidos e, inversamente, a la
norma o a la interpretación más restringida cuando se trate de
establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos
o su suspensión extraordinaria”.1 En efecto, el principio pro homine
implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor
beneficio para el ser humano, es decir, que debe acudirse a la
norma más amplia o a la interpretación extensiva cuando se trata
de derechos protegidos y, por el contrario, a la norma o a la
interpretación más restringida, cuando se trata de establecer
límites a su ejercicio. Noveno.- Ahora bien, sobre el derecho
fundamental a la identidad, reconocido constitucionalmente en el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
artículo 2º inciso 1 de la Constitución Política del Estado, el
Tribunal Constitucional ha sostenido que: “(...) entre los atributos
esenciales de la persona, ocupa un lugar primordial el derecho a
la identidad consagrado en el artículo 2º inciso 1 de la Carta
Magna, entendido como el derecho que tiene todo individuo a ser
reconocido estrictamente por lo que es y por el modo cómo es.
Vale decir, el derecho a ser individualizado conforme a
determinados rasgos distintivos, esencialmente de carácter
objetivo (nombres, seudónimos, registros, herencia genética,
características corporales, etc.) y aquellos otros que se derivan del
propio desarrollo y comportamiento personal, más bien de carácter
subjetivo (ideología, identidad cultural, valores, reputación, etc.)”2.
Décimo.- El máximo intérprete de la Constitución también
comenta que: “Queda claro que cuando una persona invoca su
identidad, en principio lo hace para que se la distinga frente a
otras. Aun cuando a menudo tal distinción pueda percibirse con
suma facilidad a partir de datos tan elementales como el nombre o
las características físicas (por citar dos ejemplos), existen
determinados supuestos en que tal distinción ha de requerir de
referentes mucho más complejos, como puede ser el caso de las
costumbres, o las creencias (por citar otros dos casos). El
entendimiento de tal derecho, por consiguiente, no puede
concebirse de una forma inmediatista, sino necesariamente de
manera integral, tanto más cuando de por medio se encuentran
planteadas discusiones de fondo en torno a la manera de
identificar del modo más adecuado a determinadas personas”3.
Undécimo.- Al respecto, es conveniente señalar que la partida de
nacimiento es el documento a través del cual se acredita el hecho
del nacimiento y, por ende, la existencia de una persona. Con este
asiento registral y sus certificaciones correspondientes en los
registros civiles se deja constancia del hecho inicial o determinante
de la existencia de la persona humana. La partida de nacimiento
constituye un asiento registral y sus certificaciones instauran
probanza legal del hecho de la vida; de la generación materna y
paterna, salvo las omisiones por legitimidad; del apellido familiar y
del nombre propio; de la edad; del sexo; de la localidad en que
surge la existencia, que lleva consigo la nacionalidad; y de la
soltería, mientras no se anote la celebración del matrimonio. Se
tiene que son elementos de la partida de nacimiento: el nombre, el
apellido, el sexo del individuo, la fecha de nacimiento, el lugar de
nacimiento, la identidad y dirección de los padres, y los nombres y
apellidos del registrador. Es primordial considerar que el apellido
es la designación común de una estirpe que cada uno porta debido
a su pertenencia al grupo familiar y a la que se diferencia por este
apelativo. El apellido es el nombre de la familia que sirve para
distinguir a las personas, y es irrenunciable e inmodificable. En el
caso peruano debe figurar primero el apellido paterno y luego el
apellido materno. El apellido no puede cambiarse respecto al que
consta en la partida de nacimiento, salvo por tramitación
administrativa o judicial. Duodécimo.- En el caso concreto, como
ya ha quedado señalado, la actora obtuvo la inscripción de una
segunda acta de nacimiento con fecha siete de febrero de mil
novecientos ochenta y seis, bajo el nombre de Ada Luz Moreno
Espinoza, la que fue expedida a mérito de la sentencia dictada por
el Segundo Juzgado de Primera Instancia en lo Civil de la Provincia
de Chancay de la Corte Superior de Justicia de Huaura, según
consta de fojas dos, y en virtud a ello es que la demandante ha
realizado todos los actos públicos y privados inherentes a su
normal desarrollo ante la sociedad, incluso inscribió el nacimiento
de sus tres hijos, a quienes les ha consignado el apellido materno
“Moreno” y no “Liberato”, según se puede apreciar de los
documentos obrantes de fojas once a trece. Décimo Tercero.- En
tal sentido, se puede decir que si bien los artículos 67º y 77º del
Decreto Ley Nº 14207 permiten a la autoridad administrativa la
depuración del registro por inscripciones múltiples, en cuyo caso
sólo la primera inscripción conserva su validez, también es cierto
que en este caso concreto la cancelación de la Inscripción
Registral Nº 15722845 del Registro Nacional de Identidad y
Estado Civil (RENIEC), correspondiente a la segunda partida de
nacimiento de la actora, importa afectar los actos públicos y
privados realizados por aquella, desde el año mil novecientos
ochenta y seis, bajo el nombre de Ada Luz Moreno Espinoza,
incluyendo la inscripción del nacimiento de sus hijos; además de
ello no se puede soslayar el hecho de que al desconocerse la
validez de la Inscripción Registral Nº 15722845, no se tiene en
consideración que ésta ha sido expedida en virtud a una decisión
judicial que tiene la autoridad de cosa juzgada, principio también
reconocido constitucionalmente en el articulo 139º inciso 2 de la
Constitución Política. Décimo Cuarto.- Este orden de ideas
permite a este Supremo Tribunal concluir que la Sala Superior al
emitir la sentencia de vista impugnada, bajo el simple fundamento
de que la pretensión es improbada, infringe no solo el derecho a la
identidad de la actora, sino también el principio constitucional de la
cosa juzgada, pues debió interpretar dichos derechos en armonía
con el principio pro homine, es decir, tratando de alcanzar el mayor
beneficio para el ser humano; siendo esto así, cabe concluir que
este extremo del recurso de casación resulta fundado, Décimo
Quinto.- Finalmente, en cuanto a la infracción normativa del
artículo 219º inciso 2 del Código Civil, que regula la causal de
nulidad del acto jurídico por haber sido practicado por persona
absolutamente incapaz, debe señalarse que la situación fáctica
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
establecida en este proceso no se subsume en el supuesto de
hecho previsto en la citada norma, toda vez que la circunstancia
consistente en que el declarante no sea el padre o la madre de la
persona a quien se inscribe, no convierte a tal en un sujeto con
incapacidad absoluta, pues según prevé el artículo 43º del Código
Civil sólo tienen tal calidad los menores de dieciséis años, los que
por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento y
los sordomudos, ciegosordos y los ciegomudos; en consecuencia,
este extremo del recurso es infundado. VI. DECISIÓN Por tales
fundamentos, esta Sala Suprema, en aplicación de lo dispuesto en
el artículo 396º primer párrafo del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364: 1. Declara FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Ada Luz Moreno Espinoza, por escrito obrante a
fojas dieciocho del cuaderno respectivo, por la infracción
normativa del artículo 2º inciso 1 de la Constitución Política
del Estado; en consecuencia, CASARON la sentencia de vista de
fecha veinte de junio de dos mil trece, de fojas trescientos noventa,
expedida por la Sala Mixta Descentralizada de San Juan de
Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
desaprueba la sentencia de primera instancia de fojas trescientos
sesenta y cuatro. 2. Actuando en sede de instancia:
APROBARON la sentencia de fecha diez de enero de dos mil
doce, obrante a fojas trescientos sesenta y cuatro, que declara
FUNDADA la demanda de impugnación de acta de nacimiento; en
consecuencia, NULA la Partida de Nacimiento de Ada Luz Liberato
Espinoza, signada con el Nº 155, de fecha diez de agosto de mil
novecientos sesenta y dos, asimismo, declara la vigencia de la
Inscripción Registral Nº 15722845 del Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil (RENIEC) a nombre de Ada Luz
Moreno Espinoza; ordena que la Municipalidad Provincial Daniel
Carrión proceda a anotar la nulidad e invalidez de la Partida de
Nacimiento Nº 155; además que RENIEC cancele la inscripción Nº
15596551, correspondiente a Ana Luz Liberato Espinoza y
rehabilite la Inscripción Registral Nº 15722845, correspondiente a
Ada Luz Moreno Espinoza; debiendo ponerse en conocimiento de
dicha entidad la presente decisión para su efectivo e inmediato
cumplimiento. 3. DISPUSIERON publicar la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad de ley; en los
seguidos por Ada Luz Moreno Espinoza contra Agustín Mendoza
De la Torre y otros, sobre impugnación de acta de nacimiento; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
Considerando Octavo de la Sentencia en Casación Nº 2112-2009-Callao, del 29
de marzo de 2010, expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República.
2
Fundamento Jurídico Nº 21º de la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 02273-
2005-HC, de fecha 20 de abril de 2006.
3
Fundamento Jurídico Nº 23 de la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 02273-
2005-HC, de fecha 20 de abril de 2006.
C-1392274-11
CAS. Nº 3925–2013 AREQUIPA
REIVINDICACIÓN. Existe motivación congruente cuando se
responden las pretensiones llevadas por las partes; motivación
completa cuando se fundamentan todas las opciones y motivación
suficiente cuando se ofrecen las razones jurídicas que avalan la
decisión. Lima, quince de mayo de dos mil catorce.- La Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República:
Que, después de revisar el expediente con numeración asignada:
tres mil novecientos veinticinco – dos mil trece en esta Sede,
sobre proceso de reivindicación, en Audiencia Pública de la data,
sin informe oral y emitida la votación de la Suprema Sala conforme
a la Ley Orgánica del Poder Judicial, se expide la siguiente
sentencia: I.- Materia del Recurso: Que se trata del recurso de
casación interpuesto por el demandante Víctor Raúl Velásquez
Almonte por derecho propio y en representación de: Paula Zoila
Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio Velásquez Medina,
Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio Uberto Velásquez
Almonte (fojas quinientos cincuenta y tres), contra la sentencia de
vista (fojas quinientos cuarenta y cuatro), del diecinueve de agosto
de dos mil trece, que confirmó la sentencia apelada, (fojas
cuatrocientos noventa y ocho), del veintiocho de febrero de dos mil
trece, que declaró infundada la pretensión de reivindicación,
interpuesta por Víctor Raúl Velásquez Almonte, Paula Zoila
Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio Velásquez Medina,
Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio Uberto Velásquez
Almonte contra Rosa Mendoza Añamuro. 2.- Antecedentes: Para
analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no en la
infracción normativa denunciada, es necesario realizar las
siguientes precisiones fácticas sobre este proceso, ya que sin
hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto se
puntualiza un resumen de la controversia suscitada, materia del
presente recurso: Etapa Postulatoria del Proceso 2.1).-
Interposición de la Demanda.- Que, Víctor Raúl Velásquez
Almonte por derecho propio y en representación de: Paula Zoila
Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio Velásquez Medina,
Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio Uberto Velásquez
Almonte, a través de su escrito que presentaron el siete de octubre
78627
de dos mil nueve (fojas noventa y cinco), interpuso demanda (de
reivindicación) contra Rosa Mendoza Añamuro, para que la
demandada nombrada le restituya – reivindique el bien inmueble
ubicado en la calle Perú s/n lote 9 Manzana F9 del anexo de la
Pampilla, distrito de La Punta de Bombón, provincia de Islay
departamento de Arequipa, de 384 m2. Para cuyo efecto alega los
siguientes fundamentos fácticos: 1) Que, el bien inmueble fue
adquirido por sus anteriores propietarios la sociedad conyugal
conformada por Víctor Marcial Velásquez Briceño (fallecido el
veintiuno de noviembre de mil novecientos noventa y nueve) y
Paula Zoila Almonte viuda de Velásquez (padres de los
demandantes), conforme consta en la escritura pública de
separación de bienes del siete marzo de mil novecientos sesenta
y cuatro. 2) Son propietarios del bien inmueble en mérito de la
escritura pública de división y partición y adjudicación del catorce
de setiembre de dos mil uno, ante notario. 3) La demandada
actualmente tiene la posesión ilegítima del bien inmueble y
vivienda, desde diciembre de mil novecientos noventa y nueve,
cuya pretensión es que COFOPRI le otorgue el título de propiedad,
e inició el trámite de titulación ante esta entidad. Donde se han
opuesto al trámite de titulación. Y le han requerido la devolución
del inmueble de forma verbal y por carta vía notarial. E incluso
mediante un proceso de desalojo por ocupación precaria que fue
declarado improcedente. Etapa de Absolución – Rebeldía 2.2).-
Rebeldía.- Que, la demandada Rosa Mendoza Añamuro, por
resolución número tres de fojas ciento quince del dieciocho de
junio de dos mil diez, fue declarada rebelde la nombrada
demandada. Despacho Saneador y Puntos Controvertidos
2.3.).- Saneamiento Procesal.- Que, mediante resolución del
doce de agosto de dos mil diez, se declaró: 1) saneado el
proceso por existir una relación jurídica procesal válida entre las
partes. 2.4.).- Puntos Controvertidos.- Luego, por resolución de
fojas ciento cincuenta y cinco del veintidós de marzo de dos mil
once, se fijó como puntos controvertidos: Determinar o establecer
si procede la restitución a los demandantes del bien inmueble
ubicado en la calle Perú s/n lote 09 manzana F9 del anexo La
Pampilla, distrito de La Punta de Bombón, provincia de Islay,
departamento de Arequipa. Analizando los títulos en que sustentan
su derecho tanto los demandantes como la demandada. Etapa
Decisoria e Impugnativa 2.5.).- Sentencia de Primera
Instancia.- El Juez del Juzgado Especializado en lo Civil de Islay
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, expidió la sentencia
(fojas cuatrocientos noventa y ocho), del veintiocho de febrero de
dos mil trece, mediante la cual declaró infundada la pretensión de
reivindicación, interpuesta por Víctor Raúl Velásquez Almonte,
Paula Zoila Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio
Velásquez Medina, Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio
Uberto Velásquez Almonte contra Rosa Mendoza Añamuro,
considerando: A) Que, conforme se verifica de la Partida número
P06207678 del Registro de la Propiedad Inmueble de los RRPP
de Arequipa (fojas cuatrocientos tres) se tiene del Asiento 00001
que quien figura como propietario del inmueble ubicado en la calle
Perú s/n manzana F9 de anexo de la Pampilla, distrito de Punta de
Bombón, provincia de Islay con un área de 384.80 m2 es el
Estado, a través de COFOPRI, derecho inscrito el dieciséis de
diciembre de dos mil tres. B) Siendo así no se cumple con el
primer requisito para que prospere la pretensión de reivindicación,
que somete al demandante a probar ser propietario del bien aun
cuando de la identificación corporal del bien, se establezca que es
el mismo que la demandada posee, situación que se encuentra
probada por la rebeldía y propia declaración al momento de
incorporarse al proceso, tal como fluye de fojas ciento nueve.
2.6.).- Recurso de Apelación.- Que, el demandante, Víctor Raúl
Velásquez Almonte por derecho propio y en representación de:
Paula Zoila Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio
Velásquez Medina, Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio
Uberto Velásquez Almonte, el veinticinco de marzo de dos mil
trece, interpusieron recurso de apelación (fojas quinientos siete),
mediante el cual alegan: 1) Que la inscripción a favor de COFOPRI
no limita ni extingue el derecho de los demandantes. 2) Su título
tiene validez y eficacia, pues ante el Poder Judicial no ha sido
declarada su invalidez o ineficacia. Pluralidad de la Instancia
2.7.).- Sentencia de Revisión.- Los Jueces Superiores de la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
expidieron la sentencia de vista (fojas quinientos cuarenta y
cuatro), del diecinueve de agosto de dos mil trece, que confirmó
la sentencia apelada, (fojas cuatrocientos noventa y ocho), del
veintiocho de febrero de dos mil trece, que declaró infundada la
pretensión de reivindicación, interpuesta por Víctor Raúl Velásquez
Almonte, Paula Zoila Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio
Velásquez Medina, Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio
Uberto Velásquez Almonte contra Rosa Mendoza Añamuro. La
Sala Superior señaló: A) Que en la escritura pública de separación
de bienes celebrada entre la demandante Paula Zoila Adelina
Almonte de Velásquez y su cónyuge pre-muerto se precisó que el
inmueble sub litis era bien propio de aquélla; sin embargo en la
escritura pública de partición, división y adjudicación del bien sub
Itiis, celebrada entre los demandante, en forma contradictoria se
ha dejado constancia que la sociedad conyugal conformada por
Víctor Marcial Velásquez Briceño y Paula Zoila Adelina Almonto

78628 CASACIÓN
Ponce, adquirieron en propiedad el bien urbano, sin precisar de
que persona, haciendo constar expresamente en la cláusula
segunda “teniendo en consideraciones lo preceptuado en el
artículo 912 del Código Civil. Es decir, una posesión constante y
pacífica por más de treinta años, esto quiere decir que en la
escritura se hace constar la inexistencia de título de propiedad. B)
Que si bien se tiene en el expediente los recibos de pago del
impuesto predial del inmueble sub litis a nombre del causante
Víctor Velásquez Briceño, estos documentos por sí mismos no
constituyen prueba idónea de la alegada propiedad. C) Que de lo
anterior se agrega que las partes procesales, en la vía
administrativa vienen siguiendo un proceso de mejor derecho de
posesión, el que según el informe de COFOPRI aún no ha sido
resuelto. Etapa Extraordinaria – Procedimiento Casatorio III.-
Causales por las que se Declaró Procedente el Recurso de
Casación: Que, el recurso de casación interpuesto por los
demandantes Víctor Raúl Velásquez Almonte por derecho
propio y en representación de: Paula Zoila Almonte viuda de
Velásquez, Víctor Filadelfio Velásquez Medina, Jorge Luis
Velásquez Almonte y Florencio Uberto Velásquez Almonte (fojas
quinientos treinta y tres), se declaró procedente, mediante el auto
calificatorio del trece de noviembre de dos mil trece (fojas veintitrés
del cuaderno de casación), bajo la procedencia excepcional, en
aplicación del artículo 392 - A del Código Procesal Civil –
incorporado por la Ley 29364, publicada en el diario oficial El
Peruano el veintiocho de mayo de dos mil nueve-, por la primera
causal dispuesta en el artículo 386 del Código Procesal Civil
-modificado por la referida Ley 29364-, en la cual se comprendió a)
infracción normativa del artículo 139, numerales 3 y 5, de la
Constitución Política del Perú. IV.- Materia Jurídica en Debate.
La materia jurídica en debate en el presente proceso se centra en
determinar si para los demandantes procede la restitución del
inmueble sub litis, bajo el análisis de los títulos en que sustentan
su derecho. V.- Fundamentos Jurídicos de este Supremo
Tribunal de Casación Primero.- Se ha admitido la casación de
manera excepcional, a fin de verificar si se han respetado los
derechos al debido proceso y a la motivación de las resoluciones
judiciales. Siendo ello así corresponde señalar que el debido
proceso formal constituye una garantía constitucional que asegura
que en la tramitación de un proceso, se respeten unos
determinados requisitos mínimos1. Tales requisitos, que han sido
objeto de discusión2, en general se considera que abarcan los
siguientes criterios: (i) Derecho a ser oportunamente informado
del proceso (emplazamiento, notificación, tiempo razonable para
preparar la defensa); (ii) Derecho a ser juzgado por un juez
imparcial, que no tenga interés en un determinado resultado del
juicio; (iii) Derecho a tramitación oral de la causa y a la defensa por
un profesional (publicidad del debate); (iv) Derecho a la prueba; (v)
Derecho a ser juzgado sobre la base del mérito del proceso; (vi)
Derecho al juez legal. Derecho fundamental que asiste a todos los
sujetos de derecho a plantear sus pretensiones o a ser juzgados
por auténticos órganos jurisdiccionales, creados mediante Ley
Orgánica, pertenecientes al Poder Judicial, respetuosos con los
principios constitucionales de igualdad, independencia y sumisión
a la ley, y constituidos con arreglo a las normas comunes de
competencia preestablecidas. Segundo.- En esa perspectiva, se
advierte que aquí se ha respetado el derecho a ser informado del
proceso, al juez imparcial, a la publicidad del debate y el derecho
de defensa, a la prueba, a ser juzgado sobre el mérito del proceso
y al juez legal; tales hechos, por lo demás, no han sido
cuestionados, de lo que sigue que no existe infracción normativa
por infracción al debido proceso. Tercero.- En relación a la
motivación de la sentencia debe indicarse que la obligación de
fundamentar las sentencias propias del derecho moderno se ha
elevado a categoría de deber constitucional. En el Perú el artículo
139, inciso 5 de la Constitución del Estado señala que: “Son
principios y derechos de la función jurisdiccional: (...) 5. La
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
se sustentan”. Igualmente el artículo 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial prescribe: “Todas las resoluciones, con exclusión
de las de mero trámite, son motivadas bajo responsabilidad, con
expresión de los fundamentos en que se sustenta...”. Estando a lo
dicho este Tribunal Supremo verificará si la sentencia se encuentra
debidamente justificada externa e internamente, y si además se
han respetado las reglas de la motivación en estricto. Cuarto.-
Que se haya constitucionalizado el deber de motivar implica que
se está ante una obligatoriedad universalizada e indisponible tanto
para la esfera privada como para la pública. Además, siendo la
motivación un instrumento comunicativo cumple funciones tanto
endoprocesales como extraprocesales. Quinto.- En el primer caso
(función endoprocesal) la motivación permite a las partes controlar
el significado de la decisión. Pero además permite al juez que
elabora la sentencia percatarse de sus yerros y precisar conceptos,
esto es, facilita la crítica interna y el control posterior de las
instancias revisoras3. En el segundo supuesto (función
extraprocesal) se posibilita el control democrático de los jueces,
que obliga, entre otros hechos, a la publicación de la sentencia, a
la inteligibilidad de la decisión y a la autosuficiencia de la misma4.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Por lo tanto, los destinatarios de la decisión no son solo las partes,
sino lo es también la sociedad, en tanto el poder jurisdiccional
debe rendir cuenta a la fuente del que deriva su investidura5.
Sexto.- De otro lado, es ya común mencionar que la motivación no
significa la exteriorización del camino mental seguido por el juez,
pues ello implicaría considerar que no importa la decisión en sí
misma, ni lo racional o arbitraria que ésta pueda ser, sino solo el
proceso mental que llevó al juez a emitir el fallo. Por el contrario, la
motivación como mecanismo democrático de control de los jueces
y de control de la justicia de las decisiones exige que exista una
justificación racional de lo que se decide, dado que al hacerlo no
solo se justifica la decisión sino se justifica el mismo juez, ante las
partes, primero, y ante la sociedad después, y se logra el control
de la resolución judicial6. Sétimo.- Tal justificación racional es
interna y externa. La primera consiste en verificar que: “el paso de
las premisas a la conclusión es lógicamente -deductivamente-
válido” sin que interese la validez de las propias premisas. Por su
parte, la justificación externa consiste en controlar la adecuación o
solidez de las premisas7, lo que supone que la(s) norma(s)
contenida(s) en la premisa normativa sea(n) norma(s) aplicable(s)
en el ordenamiento jurídico y que la premisa fáctica sea la
expresión de una proposición verdadera8. Octavo.- En esa
perspectiva, la justificación externa exige9: a. Que toda motivación
debe ser congruente, de lo que sigue que no cabe que sea
contradictoria. b. Que toda motivación debe ser completa, por lo
que deben motivarse todas las opciones. c. Que toda motivación
debe ser suficiente, por lo que es necesario ofrecer las razones
jurídicas que avalen la decisión. Noveno.- Teniendo en cuenta los
conceptos antes señalados, la motivación puede presentar
diversas patologías que en estricto son la motivación omitida, la
motivación insuficiente y la motivación contradictoria10. En esa
perspectiva: 1. En cuanto a la motivación omitida: a. Habrá omisión
formal de la motivación cuando no hay rastro de la motivación
misma. b. Habrá omisión sustancial de la motivación cuando
exista: (i) motivación parcial que vulnera el requisito de completitud;
(ii) motivación implícita cuando no se enuncian las razones de la
decisión y ésta se hace inferir de otra decisión del juez; y (iii)
motivación per relationem cuando no se elabora una justificación
autónoma sino se remite a razones contenidas en otra sentencia.
2, Habrá motivación insuficiente, entre otros supuestos, cuando no
se expresa la justificación a las premisas que no son aceptadas
por las partes, no se indican los criterios de inferencia, no se
explican los criterios de valoración o no se explica por qué se
prefiere una alternativa y no la otra. 3. Habrá motivación
contradictoria cuando existe incongruencia entre la motivación y el
fallo o cuando la motivación misma es contradictoria. Décimo.-
Por último, lo que debe motivarse es11: a. La decisión de validez
respecto a la disposición aplicable al caso. b. La decisión de
interpretación en torno al significado de la disposición que se está
aplicando. c. La decisión de evidencia, esto es, a los hechos que
se tienen como probados. d. La decisión de subsunción relativa a
saber si los hechos probados entran o no en el supuesto de hecho
que la norma contempla. e. La decisión de consecuencias.
Décimo Primero.- Dado los supuestos teóricos referidos a la
motivación de las resoluciones judiciales, corresponde verificar si
en el presente caso se ha incurrido en anomalía que vicie la
sentencia. Décimo Segundo.- En cuanto a la justificación interna
(que consiste en verificar que: “el paso de las premisas a la
conclusión es lógicamente -deductivamente- válido” sin que
interese la validez de las propias premisas), se tiene que el orden
lógico propuesto por la Sala Superior ha sido el siguiente: Premisa
normativa. El artículo 923 del código civil en relación a que la
reivindicación corresponde al propietario del bien. Premisa
fáctica: La demandante no ha probado tener título de propiedad
sobre el bien. Conclusión: La reivindicación debe desestimarse.
Tal como se advierte, la regla de inferencia realiza por la Sala
Superior es compatible formalmente con el silogismo que ha
establecido, por lo que se puede concluir que su resolución
presenta una debida justificación interna. Décimo Tercero.- En lo
que concierne a la justificación externa, ésta consiste en controlar
la adecuación o solidez de las premisas12, lo que supone que la(s)
norma(s) contenida(s) en la premisa normativa sea(n) norma(s)
aplicable(s) en el ordenamiento jurídico y que la premisa fáctica
sea la expresión de una proposición verdadera13. En esa
perspectiva, este Tribunal Supremo estima que la justificación
externa realizada por la Sala Superior es adecuada. En efecto,
siendo materia de análisis la reivindicación, se ha verificado
(considerando 4.1.) que ésta consiste en la “acción ejercida por el
propietario de un bien para su restitución contra el poseedor del
mismo que no es propietario” agregándose que es “necesario para
la procedencia de la misma que el accionante acredite plenamente
y de manera indubitable ser el propietario del bien cuya
reivindicación demanda”. Tales expresiones –ha señalado la Sala
Superior- se desprenden de lo expuesto en el artículo 923 del
código civil, lo que coincide plenamente con el criterio de este
Tribunal, atendiendo al contenido de la norma legal citada en la
sentencia impugnada. De otro lado, la premisa fáctica ha sido
también corroborada, pues no se ha podido acreditar la propiedad
del bien. En tal sentido, la justificación externa es la adecuada.
Décimo Cuarto.- En tanto a los problemas de motivación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
específicos, se aprecia que en el considerando cuarto de la
impugnada se ha expuesto el alcance de la reivindicación y su
naturaleza de acción del propietario; en el considerando quinto los
hechos acreditados y en el octavo se han valorado las pruebas
concluyéndose que la demandante no ha acreditado la propiedad
del bien. Por tanto, existe motivación concreta, detallada y
específica sobre el tema que descarta ausencia de fundamentación
al momento de emitir la sentencia. Siendo ello así existe motivación
congruente, pues se responde a la pretensión llevada por la
partes; motivación completa en tanto se han fundamentado todas
las opciones y motivación suficiente pues se han ofrecido las
razones jurídicas que avalan la decisión. Décimo Quinto.-
Estando a lo expuesto debe desestimarse la casación planteada.
VI.- DECISION. Por las consideraciones anotadas, y en aplicación
del artículo 397 del Código Procesal Civil: a) Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Víctor Raúl
Velásquez Almonte por derecho propio y en representación de:
Paula Zoila Almonte viuda de Velásquez, Víctor Filadelfio
Velásquez Medina, Jorge Luis Velásquez Almonte y Florencio
Uberto Velásquez Almonte (página quinientos cincuenta y tres); en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fecha
diecinueve de agosto de dos mil trece (página quinientos cuarenta
y cuatro), emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa. b) DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad y los devolvieron; en los seguidos con Rosa
Mendoza Añamuro, sobre reivindicación. SS. ALMENARA
BRYSON, TELLO GILARDI, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
LOS FUNDAMENTOS DEL VOTO EN DISCORDIA DE LA
SEÑORA JUEZ SUPREMO ESTRELLA CAMA ES COMO SIGUE:
Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de casación se ha
declarado la procedencia excepcional por la causal de infracción
normativa por vicios in procedendo, como motivación de la
fundamentación de la denuncia y, ahora, al atender sus efectos, es
menester realizar, el estudio y análisis de la causal de infracciones
procesales (de acuerdo al orden precisado en la presente resolución
y conforme al recurso interpuesto), dado los alcances de la decisión,
pues en caso de ampararse la misma, esto es, si se declara fundada
la Casación por la referida causal, deberá reenviarse el proceso a la
instancia de origen para que proceda conforme a lo resuelto. En
concordancia con lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364, que
exige: “(...) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio.
Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y si es este
último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera
revocatorio, se precisará en qué debe consistir la actuación de la
Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el
anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado.”; por
consiguiente, esta Suprema Sala Civil, se pronunciara respecto a la
infracción normativa procesal en virtud de los efectos que el mismo
conlleva. Segundo.- Que, existe infracción normativa cuando la
resolución impugnada padece de anomalía, exceso, error o vicio de
derecho en el razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio
decidendi), en el que incurrió el juzgador, perjudicial para la
resolución de la controversia y nocivo para el sistema jurídico, que
se debe subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que, respecto a la procedencia excepcional del recurso
de casación por la causal contenida en el acápite a), sobre:
infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, para hacer efectivo el control de la
legalidad en el caso concreto, es necesario analizar el razonamiento
lógico y la justificación interna de la decisión impugnada, a fin de
concluir si se ha respetado los principios del debido proceso y de
congruencia entre lo alegado y lo resuelto, tutela jurisdiccional
efectiva y el derecho a las pruebas, como garantía de los justiciables
que cumple con la finalidad de evidenciar que la sentencia se
justifique en los datos que proporciona el ordenamiento jurídico o
los que deriven del caso, esto es, que la decisión contenga una
correcta justificación de acuerdo a un coherente razonamiento y
debida valoración de los hechos, las pruebas y la norma jurídica
aplicable. Cuarto.- Que, para analizar la infracción normativa de las
normas aludidas, veamos el contenido de sus disposiciones y su
pertinencia, así tenemos que son: “Principios de la Administración
de Justicia.- Artículo 139.- Son principios y derechos de la función
jurisdiccional: (...) 3. La observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional. Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción
predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de
los previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales
de excepción ni por comisiones especiales creadas al efecto,
cualquiera sea su denominación. (...) 5. La motivación escrita de las
resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos
de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan.”. Quinto.- Que, al
subsumir la denuncia precedente se debe tener presente que esta
posibilita por su carácter procesal precisar qué la Suprema Corte de
Casación Civil ha establecido que: “(...) Si el debido proceso es el
conjunto de garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a
cualquier proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
78629
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces es
debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”14; en este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”15; la Corte Suprema
también, resalta que: “(...) El debido proceso está referido al respeto
de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución
Política, por el cual se posibilita que toda persona puede recurrir a
la justicia para obtener la tutela jurisdiccional efectiva a través de un
procedimiento legal con la posibilidad de hacer uso irrestricto de su
derecho de defensa así como de su derecho a probar, que se
observen reglas procesales establecidas para cada procedimiento y
que las instancias jurisdiccionales emitan pronunciamiento
debidamente motivado con arreglo a ley (...)”16; y, finalmente: “(...) El
derecho al debido proceso se realiza mediante un conjunto de
garantías de las cuales goza el justiciable, las que incluyen: la tutela
jurisdiccional efectiva, la observancia de la jurisdicción y la
competencia predeterminada por ley, la pluralidad de instancias, la
motivación y la logicidad de las resoluciones y el respeto a los
derechos procesales de las partes (derecho de acción y
contradicción entre otros) (...)”17. Sexto.- Que, respecto a la
motivación de las resoluciones judiciales la Corte Suprema ha
establecido: “(...) El inciso quinto del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, recoge el principio derecho de la función
jurisdiccional de observar la debida motivación de las resoluciones
judiciales, mediante el cual el juzgador debe exponer las
consideraciones que fundamentan la subsunción de los hechos en
los supuestos hipotéticos de las normas jurídicas que fueron
aplicadas, dando lugar a la actividad denominada construcción del
razonamiento judicial, la misma que sirve de punto de apoyo a la
declaración jurisdiccional; de otra manera, la sentencia no podría
operar en el convencimiento de las partes ni de los ciudadanos en
general, ni podría permitir control correspondiente de los órganos de
instancia superior por la vía de los recursos previstos en la ley
procesal, instados por los justiciables (...)18”; asimismo, la Suprema
Corte ha precisado que: “(...) Por el Principio de Motivación de las
resoluciones judiciales, el juzgador debe de exponer las
consideraciones que sustentan la subsunción de los hechos a los
supuestos hipotéticos de las normas jurídicas emitiendo
pronunciamiento jurisdiccional de manera clara y congruente al
resolver la controversia jurídica con sujeción a la Constitución y a la
Ley, resolviendo respecto de lo que es la materia en controversia y
que son expuestos por las partes procesales, de tal manera que los
justiciable estén en la posibilidad de conocer las razones de cómo
se resolvió en un determinado sentido a fin de realizar los actos
necesarios para la defensa de su derecho y (...) posibilitándose
además el control correspondiente por los órganos de instancia
superior a que se accede a través de los recursos previstos en la ley
(...)”19. Sétimo.- Que, la motivación de las resoluciones judiciales y
la valoración de los medios probatorios constituyen elementos del
debido proceso y, además, se han considerado como principio y
derecho de la función jurisdiccional, consagrados en los incisos 3 y
5, del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma
constitucional que ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e incisos 3
y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil; y, cuya contravención
origina la nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos
últimas normas procesales señaladas. Octavo.- Que, asimismo, la
motivación de las resoluciones cumple esencialmente dos
funciones: endoprocesal y extraprocesal. La primera, tiene lugar al
interior del proceso, respecto de las partes, terceros legitimados y
de los propios órganos jurisdiccionales, y comprende las siguientes
precisiones: I) tiene por función específica convencer y persuadir a
las partes de la razonabilidad de los argumentos y la justicia de la
decisión adoptada, tratando de eliminar la sensación que pudieran
tener las partes sobre la presunta arbitrariedad o irracionabilidad de
la decisión judicial; II) permite la viabilidad y efectividad de los
recursos impugnatorios, haciendo posible su análisis crítico y
expresión de errores de hecho y de derecho, así como agravios, vía
apelación o casación; y, III) permite el control del órgano
jurisdiccional superior, quien deberá establecer si se han cumplido
las normas imperativas que garantizan el derecho a un debido
proceso, y particularmente, con el deber constitucional de la
motivación adecuada y suficiente, verificando la razonabilidad de
los argumentos fácticos y jurídicos que sustentan su decisión. La
segunda función -extraprocesal-, tiene lugar en el ámbito externo
del proceso y está dirigida al control del comportamiento funcional
de los órganos jurisdiccionales, y se expresa de las siguientes
formas: 1) Haciendo accesible el control de la opinión pública sobre
la función jurisdiccional, a través del principio de publicidad de los
procesos, conforme al postulado contenido en el inciso 20, del
artículo 139, de la Constitución Política del Perú, el cual prescribe
que toda persona tiene derecho a formular análisis y críticas a las
resoluciones y sentencias judiciales con las limitaciones de Ley; y,
2) expresa la vinculación del Juez independiente a la Constitución y
a la Ley, derivándose responsabilidades de carácter administrativo,

78630 CASACIÓN
civil y penal por el ejercicio irregular o arbitrario de su función.
Noveno.- Que, en resumen, tanto el Juez de Primera instancia
como los Jueces Superiores, han determinado que quien figura
como propietario del inmueble sub litis es el Estado, a través de
COFOPRI, derecho inscrito el dieciséis de diciembre de dos mil tres.
Agregan que las partes procesales, en la vía administrativa vienen
siguiendo un proceso de mejor derecho de posesión, el que según
el informe de COFOPRI aún no ha sido resuelto. Décimo.- Que,
siendo ello así, desde ya este Supremo Tribunal de Casación está
facultado para, conforme al artículo 396 del Código Procesal Civil,
casar la sentencia de vista o revisión. Pues todos los derechos
subjetivos tienen mecanismos de protección para el reconocimiento
y efectividad del conjunto de facultades, poderes o prerrogativas. En
el caso de la propiedad, el mecanismo típico de defensa, pero no el
único, es la reivindicación (artículo 923 del Código Civil), por cuya
virtud, el propietario pretende la comprobación de su derecho y,
como consecuencia, que se le ponga en posesión de la cosa. Sin un
medio de protección, los derechos serían meramente ilusorios,
programáticos, sin fuerza, quedarían vaciados de efectividad. Por
tanto la acción reivindicatoria logra que la propiedad sea un derecho
realmente efectivo y exigible. Undécimo.- Que, la reivindicación es
la acción real por excelencia que importa la restitución del bien a su
propietario, por ello, implica necesariamente, en primer lugar, la
determinación del derecho de propiedad del demandante; y, luego,
si de la contestación se advierte que la demandada controvierte la
demanda oponiendo título de propiedad, es decir, si de ese examen
sobre la titularidad del derecho de propiedad, se advierte que hay
concurso de derechos reales, corresponde al Juez resolver esa
controversia; esto es, analizar y compulsar ambos títulos, para
establecer y decidir en el mismo proceso cuál de ellos prevalece y
si ampara o no la reivindicación. Sin embargo en el presente
proceso se presenta una singularidad, la demandada fue declarada
rebelde, es decir, hay una presunción legal relativa sobre la verdad
de los hechos expuestos en la demanda. Duodécimo.- Que, en
efecto, se debe tener en cuenta que en el transcurso del proceso se
han acreditado los siguientes hechos: por parte de los demandantes:
1) que la demandante Paula Zoila Adelina Almonte Ponce [madre de
los demandantes] adquirió el inmueble sub litis en 1945 de la
Municipalidad Distrital de La Punta de Bombón. 2) La sociedad
conyugal compuesta por Víctor Marcial Velásquez Briceño con su
cónyuge, la codemandante Paula Zoila Almonte Ponce de
Velásquez (padres de los demandantes), el 07 de marzo de 1964,
suscribieron una escritura pública de separación de bienes, en la
que se precisa que como bienes propios de la cónyuge aportados al
matrimonio se consigna y describe al predio materia de proceso. 3)
Víctor Marcial Velásquez Briceño falleció el veintiuno de noviembre
de mil novecientos noventa y nueve, por lo que se siguió la sucesión
intestada y por acta del doce de mayo de dos mil uno, se declaró
como sus herederos a su viuda supérstite Paula Zoila Almonte viuda
de Velásquez, en concurrencia con sus hijos: Víctor Raúl, Florencio
Uberto y Jorge Luis Velásquez Almonte y de su otro hijo Víctor
Filadelfio Velásquez Medina. 4) Los herederos nombrados
(demandantes) celebraron una escritura pública de división,
partición y adjudicación, del catorce de setiembre de dos mil uno,
respecto al inmueble sub litis, por la que se subdividieron el 50 % de
los derechos de propiedad del causante en cinco sub lotes
denominados a, b, c, d y e. Décimo Tercero.- Que, los demandantes
Paula Zoila Almonte viuda de Velásquez y sus hijos Florencio
Uberto Velásquez Almonte y Víctor Raúl Velásquez Almonte, como
demandantes, el nueve de setiembre de dos mil dos, interpusieron
demanda de desalojo por ocupación precaria contra Rosa Mendoza
Añamuro, proceso en el que se expidió sentencia de primera
instancia del veintiséis de junio de dos mil tres, que declaró
improcedente la demanda, que fue confirmada por sentencia de
vista del treinta y uno de diciembre de dos mil tres (expediente
número 114-2002, acompañado). Décimo Cuarto.- Que, de la
copia certificada de la partida número PO6207678, asiento 00001,
se tiene que la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal
- COFOPRI es la propietaria titular del inmueble sub litis desde el
dieciséis de diciembre de dos mil tres (fojas cuatrocientos tres).
Décimo Quinto.- Que, la demandada Rosa Mendoza Añamuro
inició el trámite de su titulación en un procedimiento administrativo
ante la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal -
COFOPRI, con numeración 005-2007-COFOPRI, sobre mejor
derecho de posesión con relación al inmueble objeto de proceso,
para que se le titule como propietaria. Procedimiento al cual se han
opuesto los demandantes, el veintiocho de marzo de dos mil siete.
Décimo Sexto.- Que, en tal sentido, se verifica que las alegaciones
de la denuncia vertida por los casacionista tienen base real por
cuanto se constata la concurrencia de vicios insubsanables que
afectan el debido proceso, en tanto que la Sala Superior no cumplió
con el deber de observar la garantía constitucional contenida en los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
toda vez que no motivo ni valoró de forma conjunta los medios
probatorios ofrecidos por los demandantes –ahora recurrentes- y
admitidos, y ello en función a que, primero: 1) que la demandante
Paula Zoila Adelina Almonte Ponce viuda de Velásquez [madre de
los demandantes] es propietaria del inmueble sub litis desde mil
novecientos cuarenta y cinco al haberlo adquirido de la
Municipalidad Distrital de La Punta de Bombón. 2) Luego, la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
sociedad conyugal compuesta por Víctor Marcial Velásquez Briceño
y Paula Zoila Almonte Ponce de Velásquez (padres de los
demandantes), el siete de marzo de mil novecientos sesenta y
cuatro, suscribió una escritura pública de separación de bienes, en
la que se precisa que como bienes propios de la cónyuge aportados
al matrimonio se consigna y describe al predio materia de proceso,
es decir, por la separación de bienes la codemandante Paula Zoila
Almonte Ponce de Velásquez, asumió el dominio exclusivo de su
bien propio. 3) Los demandantes -herederos nombrados-,
celebraron una escritura pública de división, partición y adjudicación,
del catorce de setiembre de dos mil uno, respecto al inmueble sub
litis, por la que se subdividieron el inmueble sub litis. 4) Segundo, el
nueve de setiembre de dos mil dos, interpusieron demanda de
desalojo por ocupación precaria contra Rosa Mendoza Añamuro. Es
decir, del primer y segundo punto, no se puede desechar ni ignorar
que desde 1945, 1964, 2001 y 2002, los demandantes conforme a
las características absolutas de su derecho de propiedad, mediante
escrituras públicas, han adquirido, usado, disfrutado, dispuesto,
defendido (desalojo) y ahora pretenden reivindicar su propiedad.
Situaciones reales que la Sala Superior no debe desconocer; sin
embargo, no ha expresado motivación alguna al respecto. Décimo
Sétimo.- Que, en tercer lugar, se tiene que la Comisión de
Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI solo es la
propietaria titular del inmueble sub litis desde el dieciséis de
diciembre de dos mil tres, quien solo es una titular registral, sobre lo
cual la Sala Superior no expuso argumentación, pues tan solo se
limitó a señalar que es la propietaria, lo cual es obvio, pero no
expone motivación sobre su falta de ejercicio de los derechos de la
propiedad. Y cuarto, la demandada Rosa Mendoza Añamuro inició
el trámite de su titulación ante la Comisión de Formalización de la
Propiedad Informal - COFOPRI, sobre mejor derecho de posesión
con relación al inmueble objeto de proceso, para que se le titule
como propietaria. Procedimiento al cual se han opuesto los
demandantes, el veintiocho de marzo de dos mil siete, con lo que
han generado un conflicto de intereses. Pues, en otras palabras la
demandada no tiene derecho de propiedad sobre el inmueble sub
litis, respecto de lo cual la Sala Superior tampoco ha expuesto
motivación alguna. Décimo Octavo.- Que, conforme al artículo VII
del Título Preliminar del Código Procesal Civil, el Juez puede
resolver fundándose en hechos que han sido alegados por las
partes; en consecuencia, en el caso concreto, se puede analizar el
mejor derecho de propiedad. Décimo Noveno.- Que, en aplicación
de los principios de celeridad y economía procesales no resulta
procedente que los órganos jurisdiccionales deriven la demanda de
reivindicación a otro proceso de mejor derecho de propiedad; y,
además, porque la declaración judicial de mejor derecho de
propiedad no es requisito previo y autónomo a la demanda de
reivindicación. Sostener lo contrario implica alimentar la mala fe de
la demandada, sabiendo que su título (posesión) es de menor rango
que el de los demandantes. Vigésimo.- Que, no se afecta el
principio de congruencia procesal; porque, desde el momento en
que por efecto de la contestación se inicia el contradictorio y se fijan
lo puntos controvertidos, las partes conocen lo que está en debate
y las pruebas que sustentan sus afirmaciones y negaciones; de
modo que al declararse fundada o infundada la reivindicación por el
mérito de éste debate, no se está emitiendo pronunciamiento sobre
una pretensión diferente a la postulada en la demanda o extrapetita.
Por lo que nada impide que a través de esta demanda -que se
tramita en la vía del proceso de conocimiento- la Sala Superior
pueda dilucidar el concurso de derechos reales cuando dos o más
personas alegan derecho de propiedad respecto de un mismo
inmueble y, en tal sentido, las instancias de mérito deben establecer
si los recurrentes detentan o no el derecho a reivindicar el predio
sub litis. Conforme lo ha establecido la Corte Suprema, pues acorde
a ese criterio jurídico se ha pronunciado este Supremo Tribunal Civil
Permanente en la Casación número 1803 -2004 – Loreto, del
veinticinco de agosto del dos mil cinco; así también lo ha
determinado la Sala Constitucional y Social Permanente en las
Casaciones número 2293 - 2006 - Lima Norte y número 2320 - 2006
- La Libertad, ambas del ocho de mayo del dos mil siete; y, la Sala
Civil Transitoria en la Casación número 1240 - 2004 – Tacna, del
uno de setiembre del dos mil cinco, entre muchas otras ejecutorias
dictadas por la Corte suprema en el mismo sentido. Vigésimo
Primero.- Que, en suma, la Corte Suprema ha asumido, una
doctrina uniforme e inalterable en el sentido que la reivindicación
sirve para resolver los conflictos, tanto propietario-poseedor, como
los que enfrentan a dos personas con títulos de propiedad, sean
reales o putativos, lo que finalmente se decidirá en la sentencia. Es
decir, en el presente caso la Sala Superior debe determinar si el
derecho real de los demandantes prevalece o no sobre el derecho
real de la demandada; o si es necesario que la Comisión de
Formalización de la Propiedad Informal – COFOPRI, sea
incorporada al presente proceso, emplazada, se permita su derecho
de defensa y se expida sentencia en el más breve plazo, en la cual
no se omita emitir un pronunciamiento motivado sobre los títulos de
propiedad de los demandantes, los mismos que no han sido
declarados nulos, ni ineficaces, esto es, tienen validez y ello no
puede ser desechado por los órganos jurisdiccionales, lo contrario
sería desconocer los hechos reales y acreditados en el presente
proceso. Que, en ese sentido, la motivación de la sentencia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
revisión, no es completa, ya que se verifica que la Sala Superior no
desplegó el mínimo esfuerzo judicial, para resolver la controversia
planteada ante el órgano jurisdiccional; es así que esta deviene en
nula por carecer de motivación, no atender los agravios del recurso
de apelación y falta de valoración de los medios probatorios en
instancia de revisión. Por lo que el recurso de casación es atendible
en todos sus extremos. Vigésimo Segundo.- Que, en consecuencia,
el recurso de casación debe ser amparado al haberse incurrido en
la infracción normativa denunciada, que afecta la tramitación del
proceso y/o los actos procesales que lo componen, toda vez que
conforme se ha expuesto, se verifica la concurrencia de vicios
insubsanables que afectan el debido proceso, la motivación de las
resoluciones judiciales y la valoración de los medios probatorios; lo
cual debe ser superado, y así cumplir con garantizar el derecho al
debido proceso. Por estos fundamentos, mi VOTO es porque se
declare: I) FUNDADO el recurso de casación interpuesto interpuesto
por el demandante Víctor Raúl Velásquez Almonte por derecho
propio y en representación de: Paula Zoila Almonte viuda de
Velásquez, Víctor Filadelfio Velásquez Medina, Jorge Luis
Velásquez Almonte y Florencio Uberto Velásquez Almonte (fojas
quinientos cincuenta y tres). II) CASARON la resolución de revisión
impugnada, en consecuencia. III) NULA la sentencia de vista (fojas
quinientos cuarenta y cuatro), del diecinueve de agosto de dos mil
trece, que pronunció la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa. IV) MANDARON el reenvío del proceso a la
Sala nombrada, para que expida nuevo pronunciamiento, respecto
al fondo de la controversia, conforme a derecho, al proceso y a los
fundamentos jurídicos de la presente resolución; en los seguidos
por Víctor Raúl Velásquez Almonte, Paula Zoila Almonte viuda de
Velásquez, Víctor Filadelfio Velásquez Medina, Jorge Luis
Velásquez Almonte y Florencio Uberto Velásquez Almonte con
Rosa Mendoza Añamuro, sobre reivindicación. Interviene como
ponente la Juez Suprema señora Estrella Cama. S. ESTRELLA
CAMA
1
Carocca Pérez, Alex. El debido proceso y la tutela judicial efectiva en España.
Normas Legales. Octubre, 1997, pp. A 81 - A 104.
2
Por ejemplo, para Bernardis, por su parte, considera, siguiendo la jurisprudencia
norteamericana, que ese “máximo de mínimos” estaría constituido por los
requisitos de notificación y audiencia (notice and hering). Bernardis, Luis Marcelo
de. La garantía procesal del debido proceso. Cultural Cuzco Editor. Lima 1995, pp.
392-414.
3
Aliste Santos, Tomás Javier. La motivación de las resoluciones judiciales. Marcial
Pons. Madrid-Barcelona-Buenos Aires, p.p. 157-158. Guzmán, Leandro. Derecho
a una sentencia motivada. Editorial Astrea, Buenos Aires-Bogotá 2013, pp. 189-
190.
4
Igartua Salaverría, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciales. Palestra-
Temis, Lima-Bogotá 2014, p. 15. Aliste Santos, Tomás Javier. La motivación de las
resoluciones judiciales. Marcial Pons. Madrid-Barcelona-Buenos Aires, p.p. 158-
159. De lo que sigue que la actividad del juez también se vincula a los fenómenos
políticos, sociales y culturales del país y que la sentencia es, también, un acto
de gobierno y plantea un programa de comportamiento social. Guzmán, Leandro.
Derecho a una sentencia motivada. Editorial Astrea, Buenos Aires-Bogotá 2013, p.
195.
5
La motivación de la sentencia civil. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación. México 2006, pp. 309-310.
6
Igartua Salaverría, Juan. Ob. cit., pp. 19 a 22.
7
Atienza, Manuel. Las razones del derecho. Sobre la justificación de las decisiones
judiciales. En http://razonamientojurídico.blogspot.com.
8
Moreso, Juan José y Vilajosana, Josep María. Introducción a la Teoría del Derecho.
Madrid, Marcial Pons Editores, Pág. 184.
9
Igartua Salaverría, Juan. Ob. cit., p. 26.
10
En términos del Tribunal Constitucional: motivación aparente cuando en una
determinada resolución judicial parece que se justifica la decisión pero su contenido
no explica las razones del fallo; motivación insuficiente cuando no hay un mínimo
de motivación exigible y motivación incongruente cuando se dejan incontestadas
las pretensiones o se desvía la decisión del marco del debate judicial. Sentencia
del Tribunal Constitucional. Expediente número 00037-2012-PA/TC. Sobre las
patologías de la motivación ver: Igartua Salaverría, Juan. Ob. cit., pp. 27 a 33.
11
Igartua Salaverría, Juan. Ob. cit., p.34. En palabras de Michele Taruffo: a.
La individuación de la ratio decidendi; b. La individuación de la norma. c. La
constatación de los hechos; d. La calificación jurídica de los hechos concretos del
caso. e. La decisión; y La racionalidad del razonamiento decisorio. Ver: ob. cit., pp.
210 a 232.
12
Atienza, Manuel. Las razones del derecho. Sobre la justificación de las decisiones
judiciales. En http://razonamientojurídico.blogspot.com.
13
Moreso, Juan José y Vilajosana, Josep María. Introducción a la Teoría del Derecho.
Madrid, Marcial Pons Editores, Pág. 184.
14
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
15
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
16
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
17
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
18 Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
19 Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
C-1392274-12
78631
CAS. Nº 4264 - 2013 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. La posesión
pacifica como requisito sine qua non para acceder a la propiedad
por usucapión, es aquélla que se ejerce sin perturbación, en tanto
que la tramitación de procesos judiciales, conlleva la existencia de
conflicto entre las partes. Lima, treinta de abril de dos mil quince.
La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de
la República; con los expedientes acompañados; visto en
Audiencia Pública, el expediente con registro número 4264–2013;
oído el informe oral; emitida la votación de la Suprema Sala
conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, se expide la
siguiente sentencia: 1. Materia del Recurso: Que se trata del
recurso de casación interpuesto por el demandante Fernando
José Del Solar Días, a fojas tres mil seiscientos veintiséis, contra
la sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución
número doce, de fojas tres mil quinientos noventa y dos, del
dieciocho de abril de dos mil trece, integrada mediante la
resolución número 14, de fojas tres mil seiscientos diecinueve, del
diez de julio de dos mil trece, que confirma la sentencia apelada,
comprendida en la resolución número 82, de fojas tres mil
cuatrocientos veintitrés, del siete de octubre de dos mil once, que
declara infundada la demanda de prescripción adquisitiva de
dominio formulada por Fernando José Del Solar Días contra
Martín Jesús Fernández Chang Palacios y Gloria Leonor Castro
Cárdenas ahora representada por los sucesores procesales,
sociedad conyugal conformada por Rolando Albornoz Carlos y
Sussan Nelly Mercado Guerrero; con costos y costas. 2.
Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar si se ha
incurrido o no, en la infracción normativa, es necesario realizar las
siguientes precisiones fácticas sobre este proceso, ya que sin
hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto se
puntualiza un resumen de la controversia suscitada, materia del
presente recurso: Etapa Postulatoria del Proceso 2.1.
Interposición de la Demanda. Que, Fernando José Del Solar
Días, mediante escrito y la subsanación del seis y diecinueve de
enero de dos mil seis, de fojas mil ciento sesenta interpuso
demanda de prescripción adquisitiva de dominio contra Martín
Jesús Fernández Chang y Gloria Leonor Castro Cárdenas, para
que se le declare propietario del: 1) inmueble ubicado en
departamento número 22 del edificio “Rio de La Plata”,
ubicado en calle Rio de La Plata Nº 250, distrito de San Isidro,
provincia y departamento de Lima, inscrito en la Partida
Registral Nº 49072452; 2) estacionamiento Nº 04, frente a Petit
Thouars, esquina Rio de la Plata y Federico Villarreal, inscrito
en la Partida Registral Nº 19060898; y, como pretensión accesoria:
inscripción en los Registros Públicos. Para cuyo efecto alega los
siguientes fundamentos fácticos: 1) Que, Orlando Castillo Gómez
desde mil novecientos ochenta y tres ejerció la posesión de hecho
del departamento y estacionamiento sub litis, quien falleció el
veintitrés de julio de mil novecientos chenta y nueve, y como
consecuencia de ello, sus hijos Luis Orlando y María Cecilia
Castillo del Solar pasaron a poseer dichos bienes; 2) El
demandante, posee los mencionados bienes desde el diecinueve
de junio de mil novecientos noventa y uno, como consecuencia del
Contrato de Cesión de Posesión de los bienes sub litis y línea
telefónica que suscribió con sus anteriores poseedores; 3) Por lo
que desde dicha fecha viene poseyendo los referidos bienes de
manera continua, pacífica y pública, por más de diez años; 4) El
diecinueve de febrero de mil novecientos noventa y siete inició un
proceso de prescripción adquisitiva de dominio sobre los mismos
inmuebles el que concluyó con sentencia que estableció que sólo
había acreditado la posesión a partir de mil novecientos ochenta y
ocho respecto al departamento; 5) La posesión la demuestra con
las comunicaciones a las empresas prestadoras de servicios de
telefonía, electricidad, ha pagado los impuestos predial, arbitrios;
también, la Policía Nacional ha emitido a su solicitud, constancias
de verificación domiciliaria; señala que ha realizado modificaciones
y mejoras en los inmuebles; también ha celebrado contratos de
uso y disfrute de los bienes como el contrato de comodato del
treinta de diciembre de mil novecientos noventa y ocho con Carlos
Alberto Salcedo Odría el que culminó el veintidós de octubre de
mil novecientos noventa y nueve; 6) El demandante paga todos
los servicios de telefonía, luz, agua, arbitrios e impuesto predial; e,
incluso aparece con domicilio fiscal ante la SUNAT con el de los
referidos bienes; 7) El demandante ha efectuado modificaciones y
mejoras sobre dichos bienes. Etapa de Absolución 2.2.
Contestación. Que, la demandada Gloria Leonor Castro
Cárdenas, mediante escrito del seis de febrero de dos mil seis, de
fojas mil doscientos veintisiete, contesta la demanda, en la que
expresa: 1) Que, es propietaria del estacionamiento número 4 por
haber celebrado contrato de compraventa, del diecisiete de
febrero del dos mil, con el anterior propietario Juan Miguel Castro
Cárdenas; 2) Que con el anterior propietario siguió un proceso
idéntico ante el Vigésimo Cuarto Juzgado Civil, en el que se
estableció que Juan Miguel Castro Cárdenas ostentaba derecho
oponible desde mil novecientos noventa y seis y en cuanto al
demandante que únicamente contaba con cinco años, de posesión
de mala fe y en forma abusiva; que el demandante fue demandado
ante el Vigésimo Juzgado Civil, conforme al expediente 37428-99,
proceso en el que se dejó a salvo su derecho porque se demandó
a Héctor Lujan Peralta y Carlos Salcedo William y el demandante

78632 CASACIÓN
se incorporó como litisconsorte; 3) Que ha interpuesto demanda
de desalojo ante el Quincuagésimo Tercer Juzgado Civil,
expediente 57094-05. 2.3. Contestación del demandado Martín
Jesús Fernández Chang, a través del curador procesal, mediante
escrito del catorce de febrero de dos mil seis, de fojas mil
trescientos sesenta y tres, en el que: 1) Alega que lo pretendido y
los hechos del demandante ya han sido materia de pronunciamiento
por el Vigésimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, en el expediente
22527-2005, en el que su pedido fue declarado infundado en
primera y segunda instancia; 2) No se encuentra debidamente
probada la posesión del demandante; 3) Nos encontramos ante
un pretensión que ya ha causado cosa juzgada. 4) El contrato de
cesión no determina la posesión del demandante; 5) En cuanto a
Orlando Castillo Gómez, el hecho que fallezca en una dirección no
amerita la posesión de un inmueble; 6) El contrato de cesión es
unilateral, no ha sido suscrito por el demandante; 7) La posesión
del demandante no es pacifica, porque desde mil novecientos
noventa y tres, inició contra éste medidas legales para su desalojo,
le ha entablado varios procesos que concluyeron en autos no
apelados, por su parte, por motivos de salud; 8) El primero de
setiembre de mil novecientos noventa y cinco le cursó una carta
notarial al demandante a fin de que desocupe el bien
interrumpiendo el plazo prescriptorio, conforme al artículo 1996
inciso 3 del Código Civil; 9) El año dos mil cinco interpuso en
contra del demandante una demanda de desalojo por precario
ante el Trigésimo Sétimo Juzgado Civil. 3) Etapa Decisoria e
Impugnativa 3.1. Sentencia de Primera Instancia. El Juez del
Vigésimo Primer Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, expide la sentencia, contenida en la resolución número 82,
de fojas tres mil cuatrocientos veintitrés, del siete de octubre de
dos mil once, que declara infundada la demanda de prescripción
adquisitiva de dominio, formulada por Fernando José del Solar
Días contra Martín Jesús Fernández Chang Palacios y Gloria
Leonor Castro Cárdenas, ahora representada por los sucesores
procesales, sociedad conyugal conformada por Rolando Albornoz
Carlos y Sussan Nelly Mercado Guerrero. Ello por cuanto el Juez
estableció que ha quedado desvirtuada la posesión pacífica del
recurrente por más de diez años, al haberse seguido entre las
partes de este proceso y entre quienes derivan su derecho de
dicho título, varios procesos judiciales. 3.2. Recurso de
Apelación. Que, el demandante Fernando José Del Solar Días, el
veinticinco de octubre de dos mil once, a fojas tres mil cuatrocientos
cuarenta y cuatro, interpuso recurso de apelación, mediante el
cual alega: Que no se ha tomado en cuenta el II Pleno Casatorio
emitido por la Corte Suprema, en el que se determina que “La
posesión pacífica se dará cuando el poder de hecho sobre la cosa
se mantenga por la fuerza, por lo que, aun obtenida violentamente,
pasa a haber posesión pacífica una vez que cesa la violencia que
instauró el nuevo estado de las cosas”. En consecuencia, los
procesos indicados no han interrumpido la posesión pacífica. 4)
Pluralidad de la Instancia 4.1. Sentencia de Revisión. La
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide
la sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución
número 12, de fojas tres mil quinientos noventa y dos, del
dieciocho de abril de dos mil trece, integrada mediante la
resolución número 14, de fojas tres mil seiscientos diecinueve, del
diez de julio de dos mil trece, que confirma la sentencia apelada,
comprendida en la resolución número 82, de fojas tres mil
cuatrocientos veintitrés, del siete de octubre de dos mil once, que
declara infundada la demanda de prescripción adquisitiva de
dominio, formulada por Fernando José Del Solar Días contra
Martín Jesús Fernández Chang Palacios y Gloria Leonor Castro
Cárdenas ahora representada por los sucesores procesales,
sociedad conyugal conformada por Rolando Albornoz Carlos y
Sussan Nelly Mercado Guerrero; con costos y costas. Etapa
Extraordinaria – Procedimiento Casatorio 5.- Causales por las
que se Declaró Procedente el Recurso de Casación: Que, el
recurso de casación, de fojas tres mil seiscientos veintiséis,
interpuesto por el demandante Fernando José Del Solar Días, se
declara procedente, mediante el auto calificatorio, de fojas
setenta y siete, del cuaderno de casación, del dos de junio de dos
mil catorce, por las causales previstas en el numeral 3 del artículo
386 del Código Procesal Civil, en el cual se comprende la
infracción normativa de los artículos: A) 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú; B) 950 del Código Civil; y, C)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial contenido
en el Segundo Pleno Casatorio Casación Nº
2229-2008-Lambayeque. 6.- Materia Jurídica en Debate Que, la
materia jurídica en debate en el presente proceso se centra en
determinar si el demandante Fernando José Del Solar Días ha
cumplido con acreditar los requisitos o condiciones de la función
jurídica de la usucapión, como: 1) Requisitos de la posesión, la
posesión debe ser en concepto de propietario, pública, pacífica y
continua; 2) Requisitos temporales la posesión debe extenderse
por el período temporal que establece el Código Civil, para lograr
la adquisición de la propiedad de modo incontrovertible sobre el
inmueble sub litis. Y, si ello se ha verificado dentro del debido
proceso. 7.- Fundamentos Jurídicos de este Supremo Tribunal
de Casación Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de
casación se ha declarado la procedencia por la causal de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
infracción normativa por vicios in iudicando e in procedendo, como
fundamentación de las denuncias; que ahora, al atender sus
efectos, es menester realizar, previamente, el estudio y análisis de
la causal referida a infracciones procesales, pues en caso de
ampararse la misma, esto es, si se declara fundada la Casación
por la referida causal, deberá reenviarse el proceso a la instancia
de origen para que proceda conforme a lo resuelto, quedando sin
objeto el pronunciamiento respecto a la causal de infracción
normativa de normas materiales. Asimismo, conforme a lo
dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por Ley número 29364, se exige: “(...) Indicar si el
pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio,
se precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará
hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se
precisará en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el
recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el
anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado”. El
casacionista indica que su pedido casatorio es anulatorio; por
consiguiente, esta Suprema Sala Civil, en primer orden, se
pronunciará respecto a la infracción normativa procesal en virtud
de los efectos que el mismo conlleva, como se tiene precisado.
Segundo.- Que, existe infracción normativa cuando la resolución
impugnada padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho
en el razonamiento judicial decisorio, lógico–jurídico (ratio
decidendi), en el que incurre el juzgador, perjudicial para la
resolución de la controversia y nocivo para el sistema jurídico, que
se debe subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que, respecto a la procedencia del recurso de casación
por la causal contenida en el acápite A), sobre: infracción
normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, alega que, conforme indica la Sala Civil en la resolución
impugnada, se ha considerado que el demandante no ha
acreditado la existencia de una posesión pacífica en los términos
descritos por el artículo 950 del Código Civil y la jurisprudencia civil
aplicable; argumento que no es compatible con lo dispuesto en
dicha norma y la interpretación efectuada en la sentencia del
Pleno Casatorio realizado por la Sala Plena de la Corte Suprema
de Justicia de la República, Casación Nº 2229-2008-Lambayeque
(en adelante, Pleno Casatorio), el cual es de observancia
obligatoria; que la Sala ha hecho mención a los diversos procesos
contra el demandante, sin embargo no ha tenido en cuenta el
desenlace de los mismos. Cuarto.- Que, para analizar la infracción
normativa de la norma aludida, veamos el contenido de sus
disposiciones y su pertinencia. Así, según el artículo 139 de la
Constitución son: “Principios de la Administración de Justicia.-
Artículo 139.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
(...) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
se sustentan. (...)”. Quinto.- Que, al subsumir la denuncia
precedente se debe tener presente que ésta posibilita por su
carácter procesal precisar qué la Suprema Corte de Casación Civil
ha establecido que: “(...) Si el debido proceso es el conjunto de
garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a cualquier
proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces
es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”1. En este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”2. La Corte Suprema
también, resalta que: “(...) El debido proceso está referido al
respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política, por el cual se posibilita que toda persona
puede recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional
efectiva a través de un procedimiento legal con la posibilidad de
hacer uso irrestricto de su derecho de defensa así como de su
derecho a probar, que se observen reglas procesales establecidas
para cada procedimiento y que las instancias jurisdiccionales
emitan pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley
(...)”3. Finalmente: “(...) El derecho al debido proceso se realiza
mediante un conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable,
las que incluyen: la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de
la jurisdicción y la competencia predeterminada por ley, la
pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las
resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y contradicción entre otros) (...)”4. Sexto.- Que,
de otro lado, respecto a la motivación de las resoluciones judiciales
la Corte Suprema ha precisado que: “(...) El inciso quinto del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, recoge el principio
derecho de la función jurisdiccional de observar la debida
motivación de las resoluciones judiciales, mediante el cual el
juzgador debe exponer las consideraciones que fundamentan la
subsunción de los hechos en los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas que fueron aplicadas, dando lugar a la actividad
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
denominada construcción del razonamiento judicial, la misma que
sirve de punto de apoyo a la declaración jurisdiccional; de otra
manera, la sentencia no podría operar en el convencimiento de las
partes ni de los ciudadanos en general, ni podría permitir control
correspondiente de los órganos de instancia superior por la vía de
los recursos previstos en la ley procesal, instados por los
justiciables (...)5”. Asimismo, la Suprema Corte ha remarcado que:
“(...) Por el Principio de Motivación de las resoluciones judiciales,
el juzgador debe de exponer las consideraciones que sustentan la
subsunción de los hechos a los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas emitiendo pronunciamiento jurisdiccional de
manera clara y congruente al resolver la controversia jurídica con
sujeción a la Constitución y a la Ley, resolviendo respecto de lo
que es la materia en controversia y que son expuestos por las
partes procesales, de tal manera que los justiciable estén en la
posibilidad de conocer las razones de cómo se resolvió en un
determinado sentido a fin de realizar los actos necesarios para la
defensa de su derecho y (...) posibilitándose además el control
correspondiente por los órganos de instancia superior a que se
accede a través de los recursos previstos en la ley (...)”6. Sétimo.-
Que, la motivación de las resoluciones judiciales y la valoración de
los medios probatorios constituyen elementos del debido proceso
y, además, se han considerado como principio y derecho de la
función jurisdiccional, consagrados en los incisos 3 y 5, del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional que
ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e incisos 3 y 4 del artículo
122 del Código Procesal Civil; y, cuya contravención origina la
nulidad de la resolución. Octavo.- Que, conforme a lo expuesto en
los fundamentos jurídicos que anteceden, respecto a la infracción
normativa contenida en el acápite A), se advierte por esta Suprema
Sala que en la sentencia de segunda instancia no se verifica la
concurrencia de vicios insubsanables que afecten el debido
proceso, en tanto, la recurrida contiene una motivación precisa y
sustentada en base a los hechos materia de probanza fijados en
los –puntos controvertidos- establecidos por resolución Nº 55, de
fojas tres mil treinta, del treinta y uno de enero de dos mil once,
toda vez que se absolvió las posiciones y contraposiciones
asumidas por las partes de la litis durante el desarrollo del proceso,
en el que los Jueces utilizaron su apreciación razonada, en
cumplimiento de la garantía constitucional contenida en los incisos
3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú. Noveno.-
Que, respecto a la denuncia del epígrafe B) sobre infracción
normativa del artículo 950 del Código Civil, alega el casacionista
que, tanto en primera como en segunda instancia lo único que se
cuestiona es si la posesión del demandante ha sido ejercida en
forma pacífica, debido a que existen, entre las partes, diversos
procesos judiciales que se han seguido a lo largo de los años,
procesos que como ha indicado fueron archivados por el
desinterés de quién demandó o fueron iniciados cuando ya había
transcurrido el plazo prescriptorio. En ese sentido, se ha
considerado que la discusión judicial de los derechos del
recurrente enerva toda posesión pacífica respecto de los bienes
en discusión, interpretación que corresponde a la esencia de la
norma contenida en el artículo 950 del Código Civil, según el
Pleno Casatorio, desechando así la tesis referida solo al ejercicio
de la violencia o fuerza física. Décimo.- Que, para analizar la
denuncia de infracción normativa del artículo mencionado, debe
enfocarse el contenido de su disposición y su pertinencia, así
tenemos que sobre la prescripción adquisitiva el artículo 950 del
Código Civil, dispone: “La propiedad inmueble se adquiere por
prescripción mediante la posesión continua, pacífica y pública
como propietario durante diez años. Se adquiere a los cinco años
cuando median justo título y buena fe.”. Es así que la prescripción
adquisitiva se activa en base a la posesión, que es una situación
de hecho; para cuyo efecto deben concurrir todos los requisitos
estipulados por la norma civil, es decir, ejercer la posesión de
manera continua, pacífica y pública como propietario (animus
dómini), por el periodo de tiempo regulado en la norma civil, el
mismo que dependerá del justo título y la buena fe. Sin embargo,
mediante los argumentos del recurso de casación se cuestiona la
errada interpretación del requisito de posesión pacífica, pues tanto
el Juez de primera instancia como la Sala Superior, de la valoración
conjunta de los medios probatorios, han determinado que el
recurrente entró en posesión como propietario de los inmuebles
sub litis a partir de mil novecientos noventa y dos; empero también
han establecido que el recurrente no cumple con el requisito de la
posesión pacifica, ya que este requisito no solo tiene que ver con
la violencia física, sino, también con los conflictos, controversias o
litigios entre las partes, incluyendo los procesos judiciales. Décimo
Primero.- Que, sobre la posesión pacífica, existe discusión en el
sentido si esta debe reducirse exclusivamente a la violencia de
hecho, o puede extenderse a todo tipo de conflicto o controversia,
incluyendo los litigios judiciales. Al respecto la posición de la Corte
Suprema, en la medida que asume una interpretación extensiva
de la posesión pacifica, es que ésta puede extenderse a todo tipo
de conflicto o controversia incluyendo los litigios judiciales. Así, la
Casación Nº 1126– 2001–La Libertad, puntualizó que la posesión
pacifica debe ser entendida como: “(...) aquélla que se ejerce sin
perturbación y aceptación de los demás integrantes de la sociedad
78633
(...) que en tales linderos de razonabilidad, no se aprecia error
alguno en la interpretación de la norma contenida en el artículo
950 de Código Civil (...) la existencia de procesos judiciales
relacionados con la titularidad del inmueble sub litis, provoca que
la posesión alegada deje de ser pacífica (...) la tramitación de
dichos procesos tiene como lógica consecuencia que la alegada
posesión deje de ser pacífica debido a la existencia de luchas y
discordias (...)”. En ese mismo sentido en las Casaciones Nº
1298-2001-Ucayali y Nº 199 – 2004 - Huaura, la Corte Suprema
dejó establecido que: “(...) la pacificidad como presupuesto para
acreditar la pretensión, significa que la posesión de quien pretende
ser declarado propietario por prescripción adquisitiva de dominio,
debe transcurrir sin generar ningún conflicto con los derechos de
los demás; siendo de considerar que dicho precepto legal se
vulnera cuando aparece en el proceso que la posesión ha sido
cuestionada a través de un proceso judicial que se haya instaurado
en su contra y en el cual se discuta respecto del bien sub litis (...)
la posesión pacífica (...) se ha visto interrumpida por varios
procesos judiciales (...)”. Décimo Segundo.- Que, en el caso
concreto, de la revisión del proceso, debe precisarse que el
recurrente no ejerció una posesión pacifica del inmueble sub litis,
ya que entre las mismas partes y por el mismo objeto se han
seguido procesos judiciales, que permiten establecer de manera
fehaciente e incuestionable que la posesión ejercida por el
recurrente no ha sido pacífica. Así se tienen los siguiente procesos
y diligencia: 1) Expediente Nº 416-93, en el que Martín Jesús
Fernández Chang, el veintiséis de noviembre de mil novecientos
noventa y tres, interpuso demanda de desalojo contra el recurrente,
como es de verse de fojas mil doscientos cincuenta y nueve y mil
doscientos sesenta y uno, respecto del departamento materia de
litis, proceso que si bien concluyó por inasistencia de las partes a
la audiencia, con dicho acto se interrumpe la posesión pacifica del
recurrente; 2) Copia de la carta vía notarial del uno de setiembre
de mil novecientos noventa y cinco, enviada por Martín Jesús
Fernández Chang al recurrente, a quien requirió que desaloje y
desocupe el departamento materia de litis y se lo entregue, antes
que transcurrieran los diez años de posesión pacifica, según se
aprecia de fojas mil doscientos cincuenta; 3) Expediente Nº 414-
1995, sobre proceso de desalojo interpuesto, el veintisiete de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco, por Martín Jesús
Fernández Chang contra el recurrente, tramitado ante el Décimo
Quinto Juzgado Civil de Lima, como se advierte de fojas mil
doscientos sesenta y nueve a mil doscientos setenta y tres; 4)
Expediente Nº 22527-97, en el que el recurrente, el diecinueve de
febrero de mil novecientos noventa y siete, interpuso demanda de
prescripción adquisitiva contra Martín Jesús Fernández Chang y
otros, tramitado ante el Vigésimo Cuarto Juzgado Civil de Lima
(fojas cuatrocientos treinta y ocho del referido acompañado); 5)
Conforme a la sentencia del treinta y uno de octubre de dos mil
uno, recaída en el expediente Nº 37428-1999, el sucesor procesal
Juan Miguel Castro Cárdenas instauró demanda de desalojo por
ocupante precario respecto al estacionamiento sub litis, proceso
en el que intervino el recurrente como litisconsorte necesario,
adviértase de fojas mil doscientos doce; 6) Expediente Nº 51762-
2005, en el que Martín Jesús Fernández Chang, el trece de
octubre de dos mil cinco, interpuso demanda de desalojo por
ocupación precaria contra el recurrente, respecto al departamento
materia de litis, tramitado ante el Trigésimo Sétimo Juzgado Civil
de Lima. Y, 7) Expediente Nº 57094-2005, en el cual Gloria Leonor
Castro Cárdenas, el diecisiete de noviembre de dos mil cinco,
interpuso demanda de desalojo por ocupación precaria contra el
recurrente respecto al estacionamiento Nº 04 sub litis, tramitado
ante el Quincuagésimo Tercer Juzgado Civil de Lima, proceso en
el cual recayó la sentencia del veintisiete de abril de dos mil seis,
que declaró fundada la demanda, la misma que fue confirmada
mediante sentencia de segunda instancia del treinta de abril de
dos mil siete, de fojas doscientos sesenta y ocho a doscientos
setenta y trescientos cuarenta y cuatro a trescientos cuarenta y
seis del expediente acompañado Nº 57094-2005. Décimo
Tercero.- Que, la adquisición de un bien por usucapión constituye
una excepción a la protección especial y constitucional del derecho
fundamental a la propiedad, por ello cuando el Juez tenga que
verificar el cumplimiento de los requisitos dispuesto en el artículo
950 del Código Civil, estos es: la posesión continua, pacífica y
pública como propietario, debe ser muy cuidadoso en su análisis y
éstos deben ser estricta y rigurosamente cumplidos. Así, el
concepto pacifico, debe ser entendido desde su contenido común,
vale decir, como semejante a lo no controvertido, ni conflictivo. En
ese sentido, la posesión pacifica debe ser determinada como
aquélla que se ejerce sin perturbación y con aceptación de los
demás integrantes de la sociedad, mientras que la tramitación de
procesos judiciales, conlleva la existencia de conflictos y discordias
entre dos partes rivales. Es decir, la posesión pacifica es aquélla
que no se obtuvo por la fuerza, ni está afectada de vicio de
violencia y que no es objetada judicialmente en su origen, como
sucede en el presente caso; por tal razón el recurrente no ha
cumplido con el requisito de la posesión pacifica para adquirir la
propiedad sub litis por prescripción, pues la pacificidad fue
interrumpida por los varios procesos judiciales instaurados en su
contra y en contra de aquéllos de quienes deriva su posesión.

78634 CASACIÓN
Décimo Cuarto.- Que, con relación a la denuncia del literal C)
sobre Apartamiento inmotivado del precedente judicial
contenido en el Segundo Pleno Casatorio - Casación Nº
2229-2008-Lambayeque, alega que, tal como lo ha señalado en
el desarrollo del proceso y reitera, existe, con relación a la
posesión pacífica prevista en el artículo 950 del Código Civil, un
criterio de interpretación claramente establecido en el fundamento
44 del Segundo Pleno Casatorio - Casación Nº
2229-2008-Lambayeque, mediante el cual se exige para
determinar si la posesión se ejerce o no de manera pacífica, que
se verifique que la posesión no se lleve a cabo a través del uso de
la fuerza, entendida como violencia física o psicológica en contra
de las personas que no vienen poseyendo dicho bien; el referido
Pleno Casatorio, constituye un precedente con carácter vinculante
para todos los órganos jurisdiccionales de la República y por tanto
debió ser aplicado al presente caso. Asimismo, agrega que, aún
cuando se reconoce que el Pleno Casatorio se ha referido
expresamente al uso de la fuerza y a la violencia como únicos
criterios para determinar el ejercicio pacífico de la posesión, la
Sala Civil ha considerado que dicha definición debe ser entendida
en un sentido amplio, y de esta forma, concluye equivocadamente
que no es compatible afirmar que, además de lo indicado por el
Pleno Casatorio, también se puede interrumpir la posesión pacífica
con la sola interposición de una demanda. Décimo Quinto.- Al
respecto se tiene que, en el literal b) de la parte resolutiva de la
sentencia del Segundo Pleno Casatorio - Casación Nº
2229-2008-Lambayeque, del veintitrés de octubre de dos mil
ocho, publicada en el Diario Oficial El Peruano el veintidós de
agosto del dos mil nueve, se estableció como doctrina
jurisprudencial vinculante que: “La correcta interpretación del
artículo 950 del Código Civil debe hacerse en el sentido que nada
obsta para que dos o más coposeedores homogéneos puedan
usucapir, puesto que de ver amparada su pretensión devendrían
en copropietarios, figura jurídica que está prevista en nuestra
legislación”. Esta es la doctrina jurisprudencial vinculante, y no el
fundamento jurídico 44 del referido Pleno, como erróneamente
considera el recurrente. Es decir, la sentencia casatoria efectuó
una interpretación del artículo 950 del Código Civil, en lo referido a
determinar si los coposeedores homogéneos podían o no usucapir
el bien que poseían conjuntamente. Por lo cual la denuncia del
apartamiento inmotivado del precedente judicial no es atendible.
Décimo Sexto.- Que, sin perjuicio de lo anterior, por el principio de
la motivación de las resoluciones judiciales, sobre la misma
denuncia del literal C), del recurso, debe tenerse en cuenta el
fundamento 44 del Segundo Pleno Casatorio Civil, Casación
2229-2008-Lambayeque, que precisa lo siguiente: “44.- Siendo
ello así, tenemos que se requiere de una serie de elementos
configuradores para dar origen este derecho, que nace de modo
originario; así es pacífico admitir como requisitos para su
constitución: a) la continuidad de la posesión es la que se ejerce
sin intermitencias, es decir, sin solución de continuidad, (...) la
posesión continua se dará cuando ésta se ejerza a través de actos
posesorios realizados en la cosa, sin contradictorio alguno,
durante todo el tiempo exigido por ley; b) la posesión pacífica se
dará cuando el poder de hecho sobre la cosa no se mantenga por
la fuerza; por lo que, aún obtenida violentamente, pasa a haber
posesión pacífica una vez que cesa la violencia que instauró el
nuevo estado de cosas; c) la posesión pública, será aquella que,
en primer lugar resulte, evidentemente, contraria a toda
clandestinidad, lo que implica que sea conocida por todos, dado
que el usucapiente es un contradictor del propietario o poseedor
anterior, por eso resulta necesario que la posesión sea ejercida de
manera que pueda ser conocida por éstos, para que puedan
oponerse a ella si ésa es su voluntad. Si ellos pudieron conocer
esa posesión durante todo el tiempo que duró, y no lo hicieron, la
ley presume en ellos el abandono y la posesión del usucapiente se
consolida; d) como propietario, puesto que se entiende que el
poseedor debe actuar con animus domini sobre el bien materia de
usucapión. (...)”. Décimo Sétimo.- Que, como puede apreciarse,
los literales a) y c) del referido fundamento 44 del Segundo Pleno
Casatorio, precisan que la posesión continua se dará cuando ésta
se ejerza a través de actos posesorios realizados en la cosa, sin
contradictorio alguno, y que sea conocida por todos, dado que el
usucapiente es un contradictor del propietario o poseedor
anterior, por eso resulta necesario que la posesión sea ejercida de
manera que pueda ser conocida por éstos, para que puedan
oponerse a ella si esa es su voluntad. Se concluye así que no
debe mediar controversia ni conflicto, esto es, se debe ejercer sin
perturbación, por ello la interposición y tramitación de procesos
judiciales, conlleva la existencia de conflictos y discordias entre
dos partes rivales, recurrente y demandados. Décimo Octavo.-
Que, en la sentencia de vista se han expuesto con claridad los
fundamentos jurídicos del razonamiento, por los cuales desestima
la demanda concluyendo que la posesión ejercida por el recurrente
no ha sido pacífica al haberse constatado la existencia de procesos
judiciales entre las mismas partes del presente proceso con
relación al inmueble materia de litis; razón por la cual los Jueces
Superiores no han incurrido en la infracción normativa denunciada.
Décimo Noveno.- Que, en tal contexto fáctico y jurídico, al no
configurarse las causales de infracción normativa y apartamiento
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
inmotivado del precedente judicial, el recurso de casación debe
ser desestimado en todos sus extremos y procederse conforme a
lo dispuesto en el artículo 397 del Código Procesal Civil. 8.-
Decisión en Casación: A) Por estos fundamentos: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación de fojas tres mil seiscientos
veintiséis interpuesto por el demandante Fernando José Del Solar
Días; en consecuencia NO CASARON la sentencia de segunda
instancia, contenida en la resolución número 12, de fojas tres mil
quinientos noventa y dos, del dieciocho de abril de dos mil trece,
integrada mediante la resolución número 14, de fojas tres mil
seiscientos diecinueve, del diez de julio de dos mil trece, expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima.
B) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Fernando José Del Solar Días contra Martín Jesús Fernández
Chang Palacios y Gloria Leonor Castro Cárdenas ahora
representada por los sucesores procesales, la sociedad conyugal
conformada por Rolando Albornoz Carlos y Sussan Nelly Mercado
Guerrero, sobre prescripción adquisitiva de dominio; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN puertas
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
C-1392274-13
CAS. Nº 4591-2013 HUAURA
NULIDAD DE MATRIMONIO. Lima, siete de noviembre de dos
mil catorce.- VISTOS; con los acompañados y de acuerdo a la
razón emitida por el Secretario de esta Sala Suprema obrante a
fojas noventa y uno del cuaderno respectivo y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por los demandados Percy
Quinteros Trujillo, Erick Frank Quinteros Trujillo, Eder Quinteros
Vela y Marlene Quinteros Trujillo, mediante escrito de fojas mil
ciento diecisiete, contra la sentencia de vista de fecha veinticinco
de setiembre de dos mil trece, obrante a fojas mil setenta y ocho,
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, que confirma la sentencia apelada de fojas novecientos
treinta, en el extremo a), que declara fundada la demanda de
nulidad de matrimonio; en consecuencia, anula el matrimonio
celebrado por Rodolfo Celestino Quinteros Gonzales con Estela
Trujillo Vela con fecha veintiuno de agosto de mil novecientos
setenta y uno, ante la Municipalidad de Villa María del Triunfo,
la revoca en los extremos b) y c) de la aludida sentencia y
reformándola declara que carece de objeto emitir pronunciamiento
sobre elementos que no han sido materia de pretensión; en tal
sentido, corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del recurso, acorde con la modificación establecida
en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente
recurso satisface tales exigencias, esto es: I) se impugna una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, puso fin al proceso; II) se interpone ante la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; III) ha sido
presentado dentro del plazo legal, según consta de los cargos
de notificación obrantes de fojas ochenta y tres a ochenta y seis
del cuaderno de casación; y, IV) se adjunta el arancel judicial a
fojas ochenta y ocho del mencionado cuaderno. Tercero.- Que,
en relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se
advierte que el recurso debe cumplir los siguientes requisitos:
1) Que el recurrente no hubiera consentido previamente la
resolución adversa de primera instancia, cuando esta fuere
confirmada por la resolución objeto del recurso; 2) describir con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial; 3) demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada; e, 4) indicar si el pedido
casatorio es anulatorio o revocatorio. Cuarto.- Ahora bien, de la
revisión de autos, se advierte que los recurrentes Percy Quinteros
Trujillo, Erick Frank Quinteros Trujillo y Eder Quinteros Vela no
interponen recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, obrante a fojas novecientos treinta, pese a que ésta fue
desfavorable a sus intereses. En cuanto a la impugnante Marlene
Quinteros Trujillo, se aprecia que si bien apeló de la sentencia de
primer grado, mediante escrito de fojas novecientos cuarenta y
ocho, sin embargo, dicho recurso fue declarado improcedente por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
resolución número setenta y cuatro, su fecha veintitrés de abril
de dos mil trece, obrante a fojas novecientos sesenta y nueve, la
misma que no fue cuestionada. Quinto.- En virtud a ello, se tiene
que el recurso propuesto no satisface la exigencia contemplada
en el numeral 1 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, por lo que, de conformidad con
el artículo 392º del acotado Código adjetivo, el incumplimiento de
cualquiera de los requisitos previstos en el artículo 388º da lugar
a la improcedencia del recurso. Por tales consideraciones y en
aplicación de lo dispuesto en el precitado artículo 392º: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Percy
Quinteros Trujillo, Erick Frank Quinteros Trujillo, Eder Quinteros
Vela y Marlene Quinteros Trujillo, mediante escrito de fojas mil
ciento diecisiete, contra la sentencia de vista de fecha veinticinco
de setiembre de dos mil trece, obrante a fojas mil setenta y ocho,
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huaura; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Clara Vergara de Quinteros contra Estela Trujillo Vela
y otros, sobre nulidad de matrimonio; y los devolvieron. Interviene
como ponente el señor Juez Supremo Almenara Bryson. SS.
ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-14
CAS. Nº 4591-2013 HUAURA
NULIDAD DE MATRIMONIO. Lima, siete de noviembre de dos mil
catorce.- VISTOS; con los acompañados y de acuerdo a la razón
emitida por el Secretario de esta Sala Suprema obrante a fojas
noventa y uno del cuaderno respectivo y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada Estela Trujillo
Vela, mediante escrito de fojas mil ciento tres, contra la sentencia
de vista de fecha veinticinco de setiembre de dos mil trece, obrante
a fojas mil setenta y ocho, expedida por la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, que confirma la sentencia apelada
de fojas novecientos treinta, en el extremo a), que declara fundada
la demanda de nulidad de matrimonio; en consecuencia, anula el
matrimonio celebrado por Rodolfo Celestino Quinteros Gonzales
con Estela Trujillo Vela con fecha veintiuno de agosto de mil
novecientos setenta y uno, ante la Municipalidad de Villa María del
Triunfo, la revoca en los extremos b) y c) de la aludida sentencia y
reformándola declara que carece de objeto emitir pronunciamiento
sobre elementos que no han sido materia de pretensión; en tal
sentido, corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del recurso, acorde con la modificación establecida
en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el recurso
satisface tales exigencias, pues: I) se impugna una sentencia
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo
grado, puso fin al proceso; II) se interpone ante la Sala Mixta de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; III) ha sido presentado dentro del
plazo legal, pues la sentencia de vista impugnada le ha sido
notificada el quince de octubre de dos mil trece, según consta del
cargo de notificación de fojas mil ochenta y ocho; y, IV) se adjunta
el arancel judicial a fojas mil ochenta y siete. Tercero.- Que, en
relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se
advierte que la recurrente no ha consentido la sentencia de primer
grado que le fue desfavorable a sus intereses, pues interpuso
recurso de apelación a fojas novecientos cuarenta, por lo que
satisface el presupuesto establecido en el inciso 1 de la norma
acotada. Cuarto.- Que, para establecer el cumplimiento de los
requisitos contemplados en los incisos 2 y 3 del precitado artículo
388º, debe señalarse en qué consisten las infracciones normativas
o el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el
presente caso, la impugnante propone las siguientes infracciones
normativas: a) Infracción normativa del artículo 137º del
Código Civil de mil novecientos treinta y seis: sostiene que el
matrimonio cuya nulidad se pretende fue celebrado durante la
vigencia del Código Civil de mil novecientos treinta y seis, por que
corresponde la aplicación de dicho cuerpo normativo. Así, sostiene
que el artículo 137º del derogado Código Civil establecía que: “No
procede la nulidad del matrimonio, en caso de bigamia cuando el
anterior matrimonio ha sido disuelto, si el cónyuge del bígamo ha
tenido buena fe”. En este caso, señala que la demanda de nulidad
de matrimonio debió declararse improcedente, debido a que el
primer matrimonio quedó disuelto por la muerte de uno de los
cónyuges, el bígamo, quien falleció el veinte de julio de dos mil
siete, mientras que la demanda se interpuso el dieciséis de
octubre de dos mil siete, además agrega que la acción de nulidad
de matrimonio ha caducado en virtud a que la actora interpuso
demanda después de más de treinta y cinco años. b) Infracción
normativa del artículo 136º del Código Civil de mil novecientos
treinta y seis: refiere que en el escrito de contestación a la
demanda de fecha dieciséis de marzo de dos mil seis, presentado
por la actora en el anterior proceso de divorcio, se aprecia que
ésta reconoció que desde dicha fecha y mucho antes conoció que
su esposo contrajo un nuevo matrimonio, sin embargo, recién
demanda la nulidad el dieciséis de octubre de dos mil siete,
78635
después del plazo de un año; por ende, la demanda deviene en
improcedente por caducidad. c) Infracción normativa del
artículo 274º inciso 3 del Código Civil de mil novecientos
chenta y cuatro: manifiesta que no resulta de aplicación el Código
Civil de mil novecientos ochenta y cuatro, debido a que las
relaciones convivenciales se produjeron durante la vigencia del
Código Civil de mil novecientos treinta y seis. refiere que el
supuesto negado que el citado artículo aplicable, considera que la
Sala Superior realizó una errónea interpretación del precitado
artículo 274º, debido a que dicho cuerpo de leyes establece que la
legitimidad para solicitar la nulidad del segundo matrimonio solo
recae en el segundo cónyuge, siempre que haya actuado de
buena fe, más aun si el primer matrimonio ha quedado disuelto por
la muerte de uno de los cónyuges, por lo que en estricta aplicación
del artículo 275 del acotado Código, disuelto el primer matrimonio
por muerte de uno de los cónyuges ni siquiera el Juez, mucho
menos el Ministerio Público, pueden pretender la nulidad, pues
ésta solo recae en el segundo cónyuge, por lo tanto, que la actora
no tiene legitimidad para interponer la presente demanda; por
ende, aquella es improcedente. d) Infracción de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso: expresa que se han
afectado las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, pues a pesar de haber sido demandada la incapaz
Marleny Quinteros Trujillo, ni el Juez ni la Sala Superior cumplieron
con designarle un curador procesal para la defensa de sus
intereses, no obstante que desde un inicio se advirtió de dicha
situación. Quinto.- Que, del examen de las alegaciones antes
descritas, se advierte que éstas no satisfacen los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, pues la impugnante no describe con claridad y precisión en
qué consisten las infracciones normativas, mensos aun demuestra
la incidencia directa que tendrían aquellas sobre la decisión
impugnada, por las siguientes razones: Conviene anotar que el
recurso de casación es un medio impugnatorio de carácter
extraordinario, pues su función se restringe a controlar la correcta
aplicación de la Ley, esto es, su labor está reservada a observar
los errores de derecho de la decisión judicial, excluyéndose de
dicho control la valoración de las pruebas; en tal sentido, la causal
de infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho
que incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que
influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el
sentido del mismo. En virtud del análisis a las alegaciones
propuestas en los acápites a), b) y c) de la consideración cuarta
de esta resolución, cabe señalar que, a través de las supuestas
infracciones de los artículos 136º y 137º del derogado Código Civil
y del artículo 274º inciso 3 del vigente Código Civil, la impugnante
pretende cuestionar la legitimidad para obrar de la actora y el
plazo para interponer la demanda de nulidad de matrimonio. Al
respecto es pertinente precisar que, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 454º del Código Procesal Civil, los hechos
que configuran excepciones no podrán ser alegados como causal
de nulidad por el demandado que pudo proponerlas como
excepciones. Así pues, se aprecia que las mencionadas
infracciones normativas en realidad constituyen argumentos que
sustentan las excepciones de falta de legitimidad para obrar activa
y de caducidad, medios de defensa contemplados en el artículo
446º, inciso 6 y 11, del Código Procesal Civil, por lo tanto, debieron
ser formulados oportunamente como excepciones y no recién
mediante este medio impugnatorio de naturaleza extraordinaria;
por consiguiente, estos extremos del recurso no resultan
atendibles. En cuanto a la infracción propuesta en el literal d), es
necesario anotar que mediante resolución número sesenta, su
fecha veintiocho de mayo de dos mil doce, obrante a fojas
setecientos cincuenta y cuatro, se declaró la rebeldía de la
demandada Marleny Quinteros Trujillo, la misma que no fue
impugnada por ninguna de las partes procesales, por lo que en
este caso resulta de aplicación el principio de convalidación tácita
contemplado en el tercer párrafo del artículo 172º del Código
Procesal Civil, según el cual no procedo declarar la nulidad si el
interesado no formuló su pedido en la primera oportunidad que
tenía para hacerlo, más aun si se tiene en consideración la
naturaleza extraordinaria de este medio impugnatorio. Sexto.-
Que, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del citado
artículo 388º, modificado por la Ley Nº 29364, si bien la recurrente
cumple con indicar su pedio casatorio, sin embargo, ello no es
suficiente para atender el recurso, toda vez que los requisitos de
procedencia de este medio impugnatorio son concurrente,
conforme dispone el artículo 392º del Código adjetivo. Por estas
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el artículo 392º
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Estela Trujillo Vela, mediante escrito de fojas mil ciento tres,
contra la sentencia de vista de fecha veinticinco de setiembre de
dos mil trece, obrante a fojas mil setenta y ocho, expedida por la
Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Clara Vergara de Quinteros contra Estela Trujillo Vela y otros,
sobre nulidad de matrimonio; y los devolvieron. Interviene como
ponente el señor Juez Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA

78636 CASACIÓN
BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-15
CAS. Nº 4953-2013 LIMA
Sumilla.- Elementos de la responsabilidad civil. Para la
procedencia de la indemnización por daños y perjuicios el actor
debe acreditar, en forma copulativa, la existencia de los elementos
de la responsabilidad civil, esto es: a) la conducta antijurídica; b) el
daño causado; c) la relación o nexo de causalidad; y, d) el factor
de atribución. Art. 1321º del CC. Lima, veinticinco de setiembre de
dos mil catorce.- La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número cuatro mil novecientos cincuenta y tres - dos mil trece, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia: I.
ASUNTO En este proceso de indemnización por daño y perjuicios,
es objeto de examen el recurso de casación interpuesto por el
demandante Rafael Antonio Villanueva Espinoza por escrito de
fojas mil veintidós, contra la sentencia de vista obrante a fojas
novecientos veintinueve, su fecha diez de octubre de dos mil
trece, expedida por la Primera Sala Civil con Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la
sentencia apelada de fojas setecientos veinticinco, su fecha
dieciséis de mayo de dos mil trece, que declara fundada la
demanda, y reformándola la declara infundada. II.
ANTECEDENTES 1. DEMANDA. Mediante escrito obrante a fojas
treinta y tres, presentado el treinta y uno de enero de dos mil siete,
subsanado a fojas cincuenta y ocho, Rafael Antonio Villanueva
Espinoza interpuso demanda de indemnización por daños y
perjuicios contra BBVA Banco Continental, a fin de que le pague la
suma de ciento cuarenta mil dólares americanos por inejecución
de obligaciones. El actor precisa que por concepto de daño
emergente le corresponde la suma de setenta y un mil
cuatrocientos cuarenta y ocho dólares americanos con sesenta
centavos de dólar, y por daño moral el monto de sesenta y ocho
mil quinientos cincuenta y uno dólares americanos con cuarenta
centavos de dólar. Los argumentos que sustentaron la pretensión
son los siguientes: 1.1. En su calidad de fiador emitió un pagaré a
favor de BBVA Banco Continental, en forma incompleta, derivado
del contrato de refinanciación de deudas comerciales de fecha
veinticinco de mayo dos mil cuatro, respecto a la refinanciación de
un paquete de letras de cambio que anteriormente había sido
materia de un contrato de descuento, por el monto de cincuenta y
ocho mil dólares americanos. 1.2. El banco demandado debió
haber devuelto las citadas letras de cambio a la afianzada por el
actor, esto es, a la empresa WIR Industrial Sociedad Anónima,
pero lejos de hacerlo, inescrupulosamente, remitió dichas
cambiales a sus respectivos aceptantes. 1.3. Dicho proceder
impidió al emitente del pagaré y al recurrente, en calidad de fiador,
poder ejecutar los referidos títulos valores, perjudicándolos por el
importe total de las referidas letras de cambio. 1.4. Ante esta
irregular circunstancia, la empresa WIR Industrial Sociedad
Anónima acudió ante el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
(INDECOPI) a efecto de que determine las sanciones y medidas
coercitivas para el banco demandado, generándose así el
expediente administrativo Nº 1552,2004/CPC. 1.5. En primera
instancia administrativa, se dispuso que la demandada pague el
importe total de las letras de cambio, además de imponerle el
pago de una multa de cinco Unidades Impositivas Tributarias y de
entregar a WIR industrial Sociedad Anónima copia del contrato de
renovación y del pagaré emitido en forma incompleta, por haber
incumplido negligentemente la circular Nº G-0090-2001-SBS y, en
segunda instancia administrativa, el Tribunal solo revocó el
extremo referido al pago del valor de las letras de cambio, dejando
a salvo el derecho de los interesados a obtener indemnización.
1.6. El banco demandado inició un proceso judicial de obligación
de dar suma de dinero contra la afianzada y los fiadores, entre los
que se encuentra el recurrente, por la suma de setenta y un mil
cuatrocientos cuarenta y ocho dólares americanos con sesenta
centavos de dólar, instrumentados en el pagaré emitido en forma
incompleta. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA Mediante
escrito presentado el cinco de junio de dos mil siete, obrante a
fojas setenta y siete, BBVA Banco Continental contestó la
demanda, negándola y contradiciéndola en los siguientes
términos: 2.1. El actor pretende el pago de una indemnización por
responsabilidad contractual derivada de una falta de devolución
de unas letras de cambio descontadas por la empresa WIR
Industrial Sociedad Anónima, las cuales fueron refinanciadas
mediante contrato de refinanciación, contrato en el que el actor
presta fianza solidaria; sin embargo, son hechos que le resultan
absolutamente ajenos, por tanto, es ajeno a la relación contractual,
siendo así, no existe conexión lógica entre el petitorio y los hechos
que sustentan la demanda. 2.2. La regulación sustantiva establece
que quien alega o afirma haber sufrido un perjuicio debe probarlo
en cuanto a su existencia y cuantía, debiéndose acreditar una
relación de causalidad entre la conducta gravosa y el resultado
que pretende resarcirse. 2.3. Finalmente, refirió que el actor no se
encuentra legitimado por lo que no puede asumir la calidad de
parte en este proceso. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS En la
audiencia de fecha nueve de abril de dos mil diez, cuya acta obra
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
a fojas ciento sesenta y cuatro, el Juez fijó el siguiente punto
controvertido: Determinar si la parte demandada, BBVA Banco
Continental, está obligada a indemnizar a la parte demandante la
suma de ciento cuarenta mil dólares americanos por los conceptos
de: a) daño emergente por la suma de setenta y un mil
cuatrocientos setenta y ocho dólares americanos con sesenta
centavos de dólar; y, b) daño moral por la suma sesenta y ocho mil
quinientos cincuenta dólares americanos con sesenta centavos de
dólar. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Juez del
Tercer Juzgado Civil Comercial de Lima expidió la sentencia
obrante a fojas setecientos veinticinco, su fecha dieciséis de mayo
de dos mil trece, que declaró fundada la demanda, en
consecuencia, ordenó que la demandada pague la suma total de
ciento cuarenta mil quinientos cincuenta y siete dólares
americanos, monto desagregado en los siguientes conceptos: a)
daño moral en la suma de setenta mil dos dólares americanos con
setenta y dos centavos de dólar; y, b) daño emergente en la suma
de sesenta y ocho mil quinientos cincuenta y un dólares
americanos con cuarenta centavos de dólar. Los fundamentos que
sustentaron dicha decisión son los siguientes: 4.1. El Juez sostuvo
que, en virtud de los actuados judiciales que obran de fojas
trescientos seis a seiscientos trece, se encuentra acreditado que
BBVA Banco Continental inició un proceso judicial de dar suma de
dinero contra la empresa WIR Industrial Sociedad Anónima y sus
fiadores, entre ellos, el demandante, por la suma de setenta y dos
mil cinco dólares americanos con setenta y dos centavos de dólar.
4.2. Señaló que en dicho proceso recayó sentencia que declaró
infundada la contradicción y ordenó llevar adelante la ejecución,
decisión que ha sido confirmada por la Sala Comercial, es decir,
se ha condenado al actor, como fiador del pagaré derivado del
contrato de financiamiento a pagar la suma antes mencionada, por
lo que se encuentra ante un perjuicio actual. 4.3. Refirió que, en
virtud a la impresión de la comunicación electrónica de fojas
setecientos veinte, se ha demostrado que el actor no es sujeto de
crédito en el sistema financiero como consecuencia del proceso
que el banco demandado le interpuso. 4.4. También señaló que
BBVA Banco Continental no solo ha sido sancionada
administrativamente por la inejecución del contrato de
refinanciamiento, sino que ha procedido a ejecutar judicialmente el
pagaré, lo que revela el nexo causal entre la conducta antijurídica
y el perjuicio causado. 4.5. Agregó a ello que el daño moral y
patrimonial sufrido por el actor se evidencia por el hecho de haber
sido impedido de gestionar y obtener financiamiento en el sistema
financiero por la ejecución judicial del pagaré que suscribió como
fiador en respaldo del contrato de refinanciamiento, así como por
el hecho de haber sido demandado para el pago del importe de
dicho pagaré. 4.6. El Juez concluyó en que para los efectos de
establecer el monto de la indemnización por daño emergente y
daño moral, se debe tener en cuenta: a) el importe del pagaré por
el cual el actor le inició a la demandada el proceso de obligación
de dar suma de dinero y en el que ha obtenido sentencia favorable,
que es de setenta y dos mil cinco dólares americanos con setenta
y dos centavos de dólar por concepto de daño patrimonial; y, b) el
hecho de no ser sujeto de crédito en el sistema financiero —
veinticinco de mayo de dos mil cuatro— a la fecha, es decir, ocho
años, aproximadamente, por concepto de daño moral por el
importe de sesenta y ocho mil quinientos cincuenta y un dólares
americanos con cuarenta centavos de dólar. 5. RECURSO DE
APELACIÓN Mediante escrito presentado el diecisiete de junio de
dos mil trece, obrante a fojas setecientos cuarenta y ocho, BBVA
Banco Continental interpuso recurso de apelación argumentando
lo siguiente: 5.1. En el contrato de refinanciación no se pactó que
el pago del crédito ni su afianzamiento estén supeditados a la
devolución de las letras de cambio. 5.2. La empresa WIR Industrial
Sociedad Anónima, única titular de las letras de cambio, no
participa en el proceso, por lo cual se confunde el contrato de
descuento con la fianza contenida en el pagaré, además las letras
de cambio debieron devolverse a dicha empresa y no al actor. 5.3.
No es correcto señalar que el fiador no haya podido cobrar los
importes de las letras de cambio, pues no tenía ninguna titularidad
sobre las mismas. 5.4. El daño emergente es inexistente al no
haber pérdida patrimonial por parte del demandante. 5.5. El daño
moral no se puede basar en el valor de las letras, ni en el valor del
pagaré, menos en el tiempo transcurrido. 6. SENTENCIA DE
VISTA La Primera Sala Civil con Subespecialidad en materia
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima expidió la
sentencia de vista obrante a fojas novecientos veintinueve, su
fecha diez de octubre de dos mil trece, que revocó la apelada que
declaró fundada la demanda, y reformándola la declaró infundada.
Las razones que sustentaron dicha decisión son las siguientes:
6.1. La Sala señaló que no se presenta uno de los elementos
principales de la responsabilidad civil, esto es, la conducta
antijurídica del banco demandado, pues el hecho de que no haya
devuelto las letras de cambio no constituye per se una conducta
que afecte al actor, ni aparece como un supuesto que afecte el
ordenamiento jurídico. 6.2. También señaló que ello sucede con el
inicio del proceso judicial contra el actor para el pago del pagaré,
pues la entrega de letras de cambio a sus aceptantes y no a la
persona jurídica que las entregó en descuento no genera ninguna
imposibilidad jurídica o material de exigir las obligaciones
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
derivadas del contrato de refinanciación, por tanto, cobrar el
pagaré contra los obligados principales y fiadores es una exigencia
más bien admitida por el ordenamiento jurídico, más aun si el
mismo órgano jurisdiccional no denegó el cobro del pagaré, más
bien dejó a salvo el derecho de la empresa WIR Industrial
Sociedad Anónima para que exija la devolución de las letras de
cambio ya mencionadas 6.3. La Sala consideró que las conductas
imputadas a la demandada como antijurídicas no podrían generar
el daño que ahora alega el actor, pues estas conductas no
pudieron producir daños, por lo que no se presenta otro elemento
de la responsabilidad civil, esto es, la relación de causalidad. 6.4.
También agregó que la no devolución de las letras de cambio
entregadas al banco demandado en descuento no afecta ni de
forma directa ni indirecta al actor, en todo caso a quien podría
afectar es a la empresa WIR Industrial Sociedad Anónima por ser
la endosante y la que pudo en realidad exigir las obligaciones
contenidas en las mismas, más no el actor. 6.5. En virtud a ello, la
Sala concluyó en que no se presenta dos de los elementos
principales de la responsabilidad civil, esto es, la conducta
antijurídica imputable a la demandada y la relación de causalidad.
III. RECURSO DE CASACIÓN Mediante escrito presentado el
veintiuno de noviembre de dos mil trece, obrante a fojas mil
veintidós, el demandante Rafael Antonio Villanueva Espinoza
interpuso recurso de casación en los siguientes términos: a)
Infracción normativa de los artículos 139º, inciso 5, de la
Constitución Política del Estado, y VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil: el impugnante alegó que existe una
motivación aparente pues la Sala Superior no tuvo en cuenta que
la responsabilidad del banco demandado ya fue determinada y
motivada tanto por el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
(INDECOPI) como por el Juez Civil, ello en virtud al expediente
administrativo Nº 15522-2004, en el que, en primera instancia, se
sancionó al banco demandado con la multa de Cinco Unidades
Impositivas Tributarias por las irregularidades cometidas, y en
segunda instancia se revocó la sanción pero dejó a salvo el
derecho del recurrente para hacerlo valer ante la instancia judicial.
b) Infracción normativa de los artículos 1319º, 1321º, 1322º y
1984º del Código Civil: el recurrente sostuvo que el banco
demandado debió devolver las letras de cambio materia de
descuento y refinanciación, pero no lo hizo, pues por culpa
inexcusable devolvió las letras de cambio a sus aceptantes
quienes no las habían cancelado, pese incluso a que el artículo
17º de la Ley de Títulos Valores, Ley Nº 27287, dispone que dichos
instrumentos deben ser devueltos al obligado principal. Señaló
que el banco demandado no cumplió con la condición implícita
contenida en el contrato de refinanciación, pues conforme a lo
dispuesto en el artículo 176º del Código Civil, impidió de mala fe el
cumplimiento de la condición de devolución de las letras sin pago.
Indicó que el banco al no devolverle las letras de cambio,
requeridas notarialmente en el plazo señalado, el contrato de
refinanciación quedó resuelto de puro derecho y, por consiguiente,
también el aludido pagaré, pues lo accesorio sigue la suerte de lo
principal. Precisó que ha sido perjudicado moral y patrimonialmente,
pues el banco demandado impidió que contara con las letras
impagas de terceros que hubieran permitido a la empresa WIR
Industrial Sociedad Anónima, en su calidad de obligada principal,
cumplir con la obligación del contrato de refinanciación y, por
consiguiente, su falta de pago perjudicó al recurrente en su calidad
de fiador desde que fue demandado por la fianza y hasta la fecha
continúan calificándolo como persona no sujeta a crédito por las
entidades bancarias y por el sistema financiero nacional, en
aplicación a la publicidad obligatoria exigida por el artículo 85º de
la Ley de Títulos Valores. Este Supremo Tribunal, mediante
resolución del treinta de enero de dos mil catorce, obrante a fojas
treinta y ocho del cuadernillo respectivo, declaró la procedencia
del recurso por las infracciones normativas antes citadas. IV.
CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE En cuanto a las infracciones
normativas de orden procesal, debe determinarse si la decisión
impugnada se emitió en cumplimiento de la garantía que otorga el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales. En
cuanto a las infracciones normativas de orden sustantivo, debe
establecerse si en este caso se presentan los elementos de la
responsabilidad civil contractual. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SALA SUPREMA. Primero.- Este Supremo Tribunal ha declarado
procedente el recurso de casación propuesto por infracciones
normativas tanto de orden procesal y material, por lo que, en
primer término, deberán analizarse las infracciones procesales
debido a la naturaleza y los efectos de éstas, pues si merecieran
amparo carecería de objeto pronunciarse respecto de las
infracciones que tienen relación con el derecho material.
Segundo.- Sobre las infracciones normativas de orden procesal,
es pertinente señalar que la debida motivación de las resoluciones
judiciales, contemplada en el artículo 139º, inciso 5, de la
Constitución Política, constituye un deber-derecho de las
decisiones judiciales. Es un deber porque vincula ineludiblemente
a los órganos jurisdiccionales y es un derecho porque son titulares
de la misma todos los ciudadanos que acceden a los Tribunales
con el fin de ejercer la tutela judicial efectiva de sus derechos e
intereses legítimos. Por ello, se puede decir que estamos ante una
78637
debida motivación cuando ésta presenta una argumentación que
expresa las justificaciones internas y externas de la decisión.
Cuarto.- Así, la falta de motivación interna del razonamiento o
defectos internos de la motivación de una resolución judicial se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Para
efectos de determinar si la sentencia impugnada en casación
presenta defectos internos en la motivación, es necesario analizar
tanto la justificación interna y externa de aquella a fin de establecer
si satisface el mínimo de motivación exigible, atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada Quinto.- En cuanto a la
justificación interna, entendida como la proposición de las
premisas mayor y menor que, deductivamente, llevan a una
conclusión, la Sala Superior señala como premisa mayor que para
que prospere el pago de una indemnización por responsabilidad
civil se deben acreditar los elementos consistentes en la conducta
antijurídica, el daño, la relación de causalidad y el factor de
atribución. Como premisa menor indica que no se ha demostrado
que la conducta atribuida a la demandada sea antijurídica, menos
aún que exista relación de causalidad entre dicha conducta y el
daño cuya indemnización se pretende; por lo tanto, concluye que
no se presentan dos elementos de la responsabilidad civil, esto es,
la conducta antijurídica y la relación de causalidad y, por ende, no
procede el pago de una indemnización. En cuanto a la justificación
externa, entendida como las razones que demuestran la certeza
de cada una de las premisas mayor y menor, la Sala de mérito
considera que, en el plano normativo, resulta de aplicación lo
dispuesto en los artículos 196º y 200º del Código Procesal Civil,
normas que regulan la carga de la prueba y la improbanza de la
pretensión. En el aspecto fáctico, la Sala justifica la premisa menor
en que no se ha acreditado que la conducta atribuida al banco
demandado consistente en la no entrega de las letras de cambio
haya provocado los daños que alega el actor en su demanda, toda
vez que en el contrato de refinanciación el actor participó como
fiador de las obligaciones asumidas por la empresa deudora WIR
Industrial Sociedad Anónima, quien tiene la calidad de endosante
y titular de las letras de cambio entregadas en descuento al banco
demandado. Sexto.- De lo hasta aquí expuesto se puede concluir
que la Sala Superior ha sido escrupulosa al expresar la justificación
tanto interna y externa de la decisión impugnada, en base al
material probatorio aportado al proceso y el análisis de las normas
jurídicas y hechos sometidos a controversia; siendo así, ha
cumplido satisfactoriamente con el deber de motivar debidamente
la sentencia recurrida en casación, tal como lo exige el artículo
139º, inciso 5, de la Constitución Política del Estado, concordante
con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil y,
por ello, no resultan atendibles las infracciones propuestas en el
acápite a) del rubro III de esta resolución, referido al recurso de
casación, no obstante ello, debe precisarse que esta conclusión
no significa que este Tribunal Supremo concuerde necesariamente
con la decisión de la Sala Superior, pues hay que distinguir que
constituyen temas distintos el control lógico formal del silogismo
judicial y la correcta interpretación del derecho objetivo; por lo que
a continuación deben analizarse las infracciones que tienen
relación con la materia en controversia. Sétimo.- Respecto a las
infracciones normativas de orden material, conviene señalar que
el recurrente ha propuesto las infracciones de los artículos 1319º,
1321º, 1322º y 1984º del Código Civil. Según el impugnante, el
banco demandado debió devolver las letras de cambio materia de
descuento y refinanciación, pero no lo hizo, pues, por culpa
inexcusable, devolvió las letras de cambio a sus aceptantes
quienes no las habían cancelado. El recurrente agrega que ha
sido perjudicado moral y patrimonialmente, toda vez que el banco
demandado impidió que se contara con las letras impagas de
terceros que hubieran permitido a la empresa WIR Industrial
Sociedad Anónima, en su calidad de obligada principal, cumplir
con la obligación del contrato de refinanciación y, por consiguiente,
su falta de pago perjudicó al recurrente en su calidad de fiador,
pues fue demandado por la fianza y hasta la fecha continúan
calificándolo como persona no sujeta a crédito por las entidades
bancarias y por el sistema financiero nacional. Octavo.- Al
respecto, es el caso señalar que para la procedencia de la
indemnización por daños y perjuicios el actor debe acreditar, en
forma copulativa, la existencia de los elementos de la
responsabilidad civil, esto es: a) la conducta antijurídica; b) el daño
causado; c) la relación o nexo de causalidad; y, d) el factor de
atribución. Noveno.- La conducta es antijurídica “no sólo cuando
contraviene una norma prohibitiva, sino también cuando la
conducta viola el sistema jurídico en su totalidad, en el sentido de
afectar los valores o principios sobre los cuales ha sido construido
el sistema jurídico”1. El daño puede ser entendido como la lesión o
el perjuicio de un derecho o interés jurídicamente protegido del
que puede derivar consecuencias de carácter económico. El daño
incide en las consecuencias, es decir, aquellos efectos (negativos)
que derivan de la lesión del interés protegido, el cual puede ser
patrimonial o extra patrimonial. Cuando se habla de relación o

78638 CASACIÓN
nexo de causalidad estamos refiriéndonos a un conjunto de
conductas empíricas, antecedentes que generan, o han generado,
un resultado. La relación de causalidad importa la vinculación
entre el evento lesivo y el daño producido. Para el supuesto de la
responsabilidad contractual opera la teoría de la causa próxima,
es decir, la causa sería aquella, de entre las diversas condiciones
necesarias, que cronológicamente es más próxima al resultado,
esto es, aquella que es inmediatamente anterior a la producción
del daño. El factor de atribución puede ser concebido como “el
supuesto justificante de la atribución de responsabilidad del
sujeto”2. Décimo.- Ahora bien, en el caso concreto se aprecia que
la Sala Superior, mediante la sentencia recurrida en casación, ha
establecido que no se satisfacen dos de los elementos de la
responsabilidad, civil, esto es, la conducta antijurídica imputable al
demandado y la relación de causalidad, pues afirma que la no
devolución de las letras de cambio entregadas al banco en
descuento no afecta ni de forma directa ni indirecta al actor, ya que
el hecho de haberse devuelto las mismas a sus aceptantes podría
afectar en todo caso a la empresa WIR Industrial Sociedad
Anónima, por ser la endosante y titular originaria de las cambiales
y, por consiguiente, la que podía exigir las obligaciones contenidas
en las letras de cambio es la mencionada empresa y no el
demandante, quien solo se vinculó con las partes para garantizar
las obligaciones derivadas del contrato de refinanciación;
asimismo, dicho órgano jurisdiccional sostiene que la no entrega
de las letras de cambio de ninguna manera generan la imposibilidad
jurídica o material de que la empresa WIR Industrial Sociedad
Anónima pague la suma adeudada y reconocida con el contrato de
refinanciación, por tanto, podrían ser exigidas judicialmente por el
banco demandado, pues resultan preexistentes a la entrega de las
letras de cambio y al contrato de refinanciación. En cuanto a la
relación de causalidad, la Sala señala que no se puede demostrar
este elemento de la responsabilidad civil, toda vez que la presunta
conducta antijurídica no ha causado daño alguno. Undécimo.- Así
las cosas, se puede concluir que el artículo 1319º del Código Civil,
norma que regula la culpa inexcusable, no tiene incidencia alguna
en la decisión impugnada, toda vez que no está en discusión la
acreditación de los factores de atribución, sino la conducta
antijurídica y la relación de causalidad; por lo tanto, este extremo
del recurso no resulta atendible. Duodécimo.- Respecto a la
infracción del artículo 1321º del Código sustantivo, debe señalarse
que dicha norma establece lo siguiente: “Queda sujeto a la
indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta sus
obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve. El
resarcimiento por la inejecución de la obligación o por su
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, comprende tanto el
daño emergente como el lucro cesante, en cuanto sean
consecuencia inmediata y directa de tal inejecución. Si la
inejecución o el cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la
obligación, obedecieran a culpa leve, el resarcimiento se limita al
daño que podía preverse al tiempo en que ella fue contraída”.
Décimo Tercero.- Así, se tiene que el precitado articulo 1321º
establece cuales son los factores de atribución en la
responsabilidad civil contractual al indicar claramente que queda
sujeto a la indemnización quien no ejecuta sus obligaciones por
dolo, culpa inexcusable o culpa leve, pues el monto indemnizatorio
será diferente dependiendo de si dicho daño se generó
dolosamente (o con culpa grave) o con culpa leve. La norma en
comentario también regula la relación o nexo de causalidad que
debe existir entre la conducta lesiva y el daño producido. Décimo
Cuarto.- Sobre el particular, es relevante recordar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio de carácter extraordinario,
pues su función consiste en controlar la correcta aplicación de la
Ley, es decir, su labor está reservada a observar sólo los errores
de derecho, excluyéndose de dicho control la apreciación de los
hechos o la valoración de las pruebas; en tal sentido, la infracción
normativa denunciada debe sustentarse en el error de derecho
que incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que
influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo, la que debe
estar desprovista de cualquier análisis a la valoración probatoria
efectuada por los Jueces de mérito; sin embargo, del examen del
recurso bajo análisis no se advierte que se satisfaga tal exigencia,
pues el impugnante al explicar la infracción normativa se apoya en
cuestiones fácticas al reiterar una vez más que el banco
demandado debió devolver las letras de cambio que fueron
materia de descuento y refinanciación, pues la no devolución de
dichas cambiales impidió que la empresa WIR Industrial Sociedad
Anónima, en su calidad de obligada principal, pueda cumplir con la
obligación del contrato de refinanciación y, por consiguiente, la
falta de pago lo perjudicó; siendo esto así, la infracción propuesta
no resulta atendible. Décimo Quinto.- En cuanto a la infracción
normativa de los artículos 1322º y 1984º del Código Civil, debe
anotarse que el artículo 1322º regula que el daño moral, cuando él
se hubiera irrogado, también es susceptible de resarcimiento,
mientras que el artículo 1984º establece que el daño moral es
indemnizado considerando su magnitud y el menoscabo producido
a la víctima o a su familia. Décimo Sexto.- Las normas antes
citadas no tienen incidencia alguna en la decisión impugnada,
pues, como han establecido los Jueces de mérito, en el caso bajo
análisis no se ha acreditado la relación de causalidad entre la
conducta o el hecho antijurídico y el daño, por lo que mal podría
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
hablarse del resarcimiento del daño moral cuando no se ha
demostrado la causa más próxima a la producción del daño; por
tanto, tampoco procede estimar las infracciones antes
mencionadas. Décimo Sétimo.- Este orden de ideas, permite
concluir a este Supremo Tribunal que no se evidencian las
infracciones normativas denunciadas, por tales razones,
corresponde declarar infundado este medio impugnatorio. VI.
DECISIÓN Esta Sala Suprema, en virtud de las consideraciones
precedentes y en aplicación de lo dispuesto en el artículo 397º del
Código Procesal Civil: 1) Declara INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Rafael Antonio Villanueva Espinoza por
escrito de fojas mil veintidós; en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista obrante a fojas novecientos veintinueve, su
fecha diez de octubre de dos mil trece, expedida por la Primera
Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de fojas
setecientos veinticinco, su fecha dieciséis de mayo de dos mil
trece, que declara fundada la demanda, y reformándola la declara
infundada. 2) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Rafael Antonio Villanueva Espinoza con BBVA
Banco Continental, sobre indemnización por daños y perjuicios; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson.- SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Elementos de la Responsabilidad Civil. Editorial
Grijley, Lima, 2001. Pág. 27.
2
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de la Responsabilidad Civil. Editorial
Gaceta Jurídica, Lima, 2003. Pág. 59.
C-1392274-16
CAS. Nº 10-2014 LA LIBERTAD
REINVINDICACION. IDENTIFICACIÓN DEL PREDIO A
REIVINDICAR. Para el ejercicio de la acción reivindicatoria debe
concurrir entre otros elementos la identificación del bien materia
de restitución; que en la presente causa se ordena se reivindique
la totalidad del bien a favor del actor sin tomar en cuenta que el
mismo reconoce que la emplazada es propietaria de una fracción
del bien por contrato de compra venta celebrado por su padre,
vulnerándose el debido proceso por motivación incongruente. .
Lima, veinticinco de junio de dos mil quince. LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número 10-2014, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y verificada la votación con
arreglo a Ley Orgánica del Poder Judicial, emite la siguiente
resolución: 1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata de los recursos
de casación interpuestos a fojas dos mil setenta y dos, y dos mil
ciento cinco, interpuestos por la emplazada María Moraima
Sánchez Calderón viuda de Cheffer y el litisconsorte Marino
Zúñiga Lara respectivamente, contra la sentencia de vista de
fojas dos mil treinta y cinco, su fecha primero de octubre de dos mil
trece, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad que revoca la apelada de fecha veintinueve
de enero de dos mil trece de fojas mil ochocientos diez, que
declara fundada en parte la demanda; y, en consecuencia, ordena
que los litisconsortes necesarios Aquilino Jara Castillo y Marino
Zúñiga Lara, desocupen y entreguen al demandante la parte
izquierda del lote de terreno del demandante (59.20 m2
aproximadamente), lote número 4, Manzana D, de la Urbanización
Mayorista de la ciudad de Trujillo, que colinda por el frente con la
Calle Gregorio Albarracín, delimitado por los vértices A’,B,C,D’ (del
plano de folios mil setecientos uno); e improcedente la demanda
interpuesta contra María Moraima Sánchez Calderón viuda de
Cheffer; reformándola declararon FUNDADO dicho extremo, en
consecuencia que María Moraima Sánchez Calderón viuda de
Cheffer cumpla con desocupar y entregar el área de terreno del
lado derecho (125.27 m2) ubicado en el lote cuatro, manzana D,
de la Urbanización Mayorista de la ciudad de Trujillo, de propiedad
del demandante que tiene como frente la Calle Gregorio Albarracín.
2. ANTECEDENTES 2.1. DEMANDA: Alfredo Campana Aznarán
interpone demanda con fecha dos de octubre del dos mil dos,
solicitando la reivindicación del lote de terreno 04, Manzana “D”,
Urbanización “El Mayorista”, de la ciudad de Trujillo de su
propiedad, y se le paguen los costos y costas del proceso. Afirma
que el recurrente y sus hermanos (Roger, Julio, Carlos, Ronald y
Miryam) son copropietarios del inmueble en litis lote 04, Manzana
D, de la Urbanización El Mayorista, de la ciudad de Trujillo, por
herencia dejada por su padre y causante Julio Campana Jimeno,
como así consta de la copia literal de dominio expedida por la
Oficina Registral. Que dicho lote de terreno forma parte integrante
de la Urbanización El Mayorista y su titularidad proviene de la
Escritura Pública de Compraventa en base a la cual se constituyó
la hoy Urbanización El Mayorista, otorgada por la “Urbanizadora
Trujillo SA”, el trece de agosto de mil novecientos sesenta y cuatro,
e inscrita en el Tomo doscientos diez, folio sesenta y dos, asiento
tres, Partida XXVI; consiguientemente, su derecho de propiedad
del lote en litis se halla acreditado en forma indubitable y bajo
ningún concepto puede ser objeto de pretensión de propiedad por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
parte de terceros, como la demandada María Sánchez Calderón
viuda de Cheffer. Refiere que la demandada mediante minuta de
diez de diciembre de mil novecientos sesenta y dos, adquirió de su
causante, “dos casitas” en su dominio útil y directo, situadas en la
calle José Gálvez número cuatrocientos quince (hoy, seiscientos
cuarenta y nueve-seiscientos cincuenta y uno), según linderos y
medidas que se detallan. Señala que la adquisición efectuada,
mediante la citada minuta, por parte de la demandada de su
causante Julio Campana Jimeno fue de un área total de 329.96
m2, que comprende 195.31 m2 de área cercada y 134.65 m2
como área del solar, colindante por el fondo con el lote de su
propiedad en litis. Manifiesta que acudió a un centro de conciliación
para poder dar solución al conflicto con la demandada, pero ello
no fue posible y por eso solicita que judicialmente se declare su
derecho, para que la demandada desocupe y entregue a su
persona el área que forma parte del lote de terreno 04, manzana
D, que debe ser determinada por peritos ingenieros civiles que
designe el juzgado. 2.2. CONTESTACIÓN. María Sánchez
Calderón viuda de Cheffer, contesta la demanda a fojas sesenta
y cuatro y alega que es la única y exclusiva propietaria del
inmueble signado como el lote 4, Manzana D, de la Urbanización
El Mayorista, ya que lo adquirió mediante minuta del diez de
diciembre mil novecientos sesenta y dos, con un área total de
329.96 m2, del cual el área cercada es de 195.31 m2 y el área del
solar es de 134.65 m2. Refiere que dicho terreno comprende por
el frente la Calle José Gálvez y por el fondo la Calle Albarracín,
que es la que el demandante pretende adjudicarse aprovechando
que el Municipio independizó por lotes dicha calle, comprendiendo
el fondo de su inmueble, el que actualmente no cuenta con las
medidas que el demandante afirma (202.40 m2). Indica que Julio
Campana Jimeno ofreciendo completar los 10 m2, le vendió un
área residual de su terreno, por la que pagó la suma de S/.
5,000.00 con las letras de cambio de fojas cincuenta y tres a
cincuenta y seis, mediante un contrato verbal. Sostiene que el
demandante pretende sorprender al juzgado brindándole una
falsa apreciación de la realidad al sostener que el lote 4, Mz. D, es
un terreno diferente al comprendido dentro de los 329.96 m2 que
ha reconocido como área de su propiedad. El denunciado civil
Marino Zúñiga Lara contesta la demanda señalando que solo
condujo temporalmente parte del inmueble sub litis (parte posterior
del inmueble ubicado en José Gálvez 665, Trujillo, y que da ahora
al Pasaje Albarracín 320) representando a Flaviana Magda
Alcántara García, copropietaria de parte del bien sub materia, por
ello, pide se declare su extromisión procesal. En el otrosí: Marino
Zúñiga Lara formula denuncia civil para que se emplace a (1)
Flaviana Magda Alcántara García, (2) Rosa Dorotea Alcántara
Mozo, (3) Jobita García Alejandro; (4) Flaminio Escobedo
Alejandro; y (5), Augusto Alcántara Mozo, propietario del referido
bien según la Ficha 00061892 (fojas ciento sesenta y uno). 2.3.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Primer Juzgado Civil
Transitorio de Descarga de Trujillo expide la sentencia (Resolución
123) del veintinueve de enero de dos mil trece, que resuelve:
Declarar fundada en parte la demanda; en consecuencia, ordena
que los litisconsortes necesarios Aquilino Jara Castillo y Marino
Zúñiga Lara, desocupen y entreguen al demandante la parte
izquierda del lote de terreno del demandante (59.20 m2
aproximadamente), lote número 4, Manzana D, de la Urbanización
Mayorista de Trujillo, que colinda por el frente con la Calle Gregorio
Albarracín, delimitado por los vértices A’,B,C,D’ (del plano de folios
mil setecientos uno); e improcedente la demanda en cuanto a
María Moraima Sánchez Calderón viuda de Cheffer, respecto a
similar pretensión; con costas y costos a cargo de la demandada
incluyendo a los litisconsortes. Se funda en lo siguiente: Que al
fallecer Rayda Josefina Aznarán de Campana, sus derechos
respecto de los lotes de terreno que conforman las manzanas A,
B, C y D pasaron en un 50% a favor de su esposo Julio Campana
Jimeno y sus hijos: Blanca Miriam, Oswaldo Roger, Julio Félix,
Carlos César, Alfredo Alfonso, Ronald y Luz Angélica Campana
Aznarán. Que al fallecer Julio Campana sus derechos respecto a
dichos lotes pasaron a favor de sus hijos ya nombrados, en
específico los correspondientes al lote 4, Manzana D, conforme
aparece de la Ficha 00048763 del Registro de Propiedad Inmueble
a fojas catorce. Que el título de propiedad del demandante está
inscrito en la Partida 03102546 de los Registros Públicos de La
Libertad, como se ve en fojas seiscientos cinco, esto es, que el
bien inmueble lote 4 de la Manzana D, de la Urbanización El
Mayorista, de un área de 202.40 m2, pertenece en copropiedad a
la Sucesión de Rayda Josefina Aznarán de Campana y la Sucesión
de Julio Campana Jimeno. Por otro lado se ha establecido que el
título de la demandada está contenido en la minuta de diez de
diciembre de mil novecientos sesenta y dos, de fojas cincuenta y
uno a cincuenta y dos, en la cual Julio Campana vende a la
demandada María Moraima Sánchez Calderón viuda de Cheffer
“dos casitas en su dominio útil y directo situadas en la Calle José
Gálvez 415 (649 y 651, según la numeración actual), con un área
total de 329.26 m2 (conformada por un área cercada de 195.31
m2 y un área del solar de 134.65 m2). Que en el proceso se
realizaron hasta cuatro informes periciales: a fojas ciento
dieciocho, trescientos cincuenta y dos, mil diez y mil seiscientos
noventa y seis. Que, en el último informe pericial se identificó el
inmueble físicamente y se disgregó las áreas que lo conforman
78639
respecto a las personas que lo poseen. Así, respecto al inmueble
con frontis a la Calle Albarracín se establece que se halla dividido
en: el lote del costado derecho el que se encuentra ocupado por
inquilinos de la demandada, con un área física de 125.27 m2,
según vértices A,A’,D’,G (plano de fojas mil setecientos uno); y, (2)
el lote del costado izquierdo se encuentra ocupado por Marino
Zúñiga Lara, con un área física de 59.20 m2 aproximadamente y
delimitado por los vértices A’,B,C,D’ (plano de fojas mil setecientos
uno). De lo que se concluye que el área ocupada por la demandada
María Sánchez Calderón y el área ocupada por Marino Zúñiga
Lara acumulada tiene un área física de 184.47 m2, (...) la que
resulta menor al área de 202.40 m2 a que se refiere la Partida
3102546. Respecto al inmueble con frontis a la calle José Galvéz
649, éste se encuentra ocupado por la demandada María Sánchez
Calderón y en la parte del fondo tiene comunicación con el
inmueble en litis a través de una puerta abierta en un tapial de
barro, cuenta con un área física de 218.76 m2 aproximadamente,
según vértices G,D,E,F (plano de fojas mil setecientos uno). De lo
que resulta que dicha área resulta menor del área de 329.96 m2
consignada en la minuta de compraventa. Asimismo, los informes
periciales han identificado dos inmuebles diferentes, uno con
frente a la calle José Gálvez y otro con frente a la Calle Albarracín;
empero, en el último informe se pudo establecer que ambos
inmuebles colindan entre sí en su parte posterior con un muro
(tapial medianero), que constituye el límite que justifica el origen
de la litis, pues es a partir de éste que los dos lotes no guardan
relación entre sí respecto de las áreas que habrían adquirido cada
parte (compraventa o sucesión hereditaria), pues el área actual
con las que cuentan son menores a las que aparecen consignadas
en su título de propiedad. Se concluye así por el Juzgado, luego
de contrastar las pruebas, que se evidencia que si bien Julio
Campana Jimeno vendió en vida el año mil novecientos sesenta y
dos a favor de la demanda María Moraima Sánchez Calderón un
inmueble (2 casitas) cuya área total era de 329.96 m2; sin
embargo, en mil novecientos setenta y seis, al solicitar ante el
Concejo Provincial de Trujillo la lotización de su terreno de mayor
extensión, y luego de independizar la manzana D e independizar
los lotes que la constituían, inscribiendo su derecho de propiedad
sobre dichos lotes, entre ellos el aludido lote 4 (con un área de
202.40 m2); no observó que con tal independización se afectaba
áreas del terreno que ya había vendido con anterioridad a favor de
la señora Moraima Sánchez Calderón de Cheffer; empero, luego
de independizar los lotes de terreno procedió a inscribirlos en los
Registros Públicos a su favor; que a su fallecimiento, éstos
pasaron a favor de sus herederos (entre ellos el demandante); que
ese fue el motivo por el cual el derecho de propiedad de la
demandada sobre el inmueble de 329.96 m2 no pudo ser inscrito
en los Registros Públicos. Se establece, además, en la sentencia
que la demandada no ha acreditado con medio probatorio idóneo
haber adquirido el área de terreno de 10 m2 que forma parte del
mismo inmueble en litis, pues la sola presentación de las letras de
cambio, no es prueba suficiente; que quien ejercita la pretensión
de reivindicación es el propietario del bien que no ejerce la
posesión, en este caso, Alfredo Campana Aznarán cuenta con
derecho inscrito en el asiento C00003 de la Ficha 0048763; que el
demandante busca reivindicar el inmueble, cuya propiedad
acredita; que el bien inmueble se encuentra dividido en dos áreas
diferentes y contiguas, el cual viene siendo habitado tanto por la
demandada (supuestos inquilinos) como por los litisconsortes
Aquilino Jara Castillo y Marino Zúñiga; que respecto a éstos se ha
acreditado que no tienen justo título que sustente la posesión
sobre la parte izquierda del lote de terreno del demandante (59.20
m2 aprox.); empero, respecto a la demandada María Sánchez
Calderón, se concluye que su caso es diferente, pues ésta tiene
título respecto del inmueble que compró (cuya área seria 329.96
m2), el que actualmente posee; además, se ha acreditado que la
demandada posee el lado derecho del inmueble del demandante
(125.27 m2) sin tener título que sustente su posesión sobre el área
total. Que si bien entre ambas áreas de terreno existe una
superposición por la parte posterior, empero no se ha logrado
determinar cuál es el área superpuesta respecto de cada uno y
cuáles serían sus linderos; lo que hace imposible establecer de
manera categórica que la demandada venga poseyendo el
inmueble de propiedad del demandante, sin título que lo justifique,
más aún si lo que posee sería tan solo una parte del inmueble
(área superpuesta) que el demandante refiere ser de su propiedad,
mas no la totalidad del área que el demandante solicita se le
reivindique. Se establece también, que el inmueble materia de litis
ubicado en el aludido lote 4 de la Manzana D es un inmueble
diferente al ubicado en la calle José Gálvez 649 – 651, pues
ambos inmuebles se hallan en sentido lineal opuesto uno del otro
y con sus respectivos ingresos por calles diferentes (Albarracín y
José Gálvez), empero ambos inmuebles presentan una
superposición de áreas (en la parte posterior de ambos) respecto
de los cuales aún no se ha determinado las medidas perimétricas
exactas, para lo cual resulta necesario que previamente se
establezca quién tiene el mejor derecho de propiedad respecto del
área superpuesta. Se establece igualmente que por ello tan solo
se puede ordenar la reivindicación del bien en cuanto al co-
demandado Marino Zúñiga Lara; mientras que respecto de la

78640 CASACIÓN
demandada María Sánchez Calderón corresponde inhibirse de
emitir pronunciamiento hasta que se defina a quien corresponde el
mejor derecho de propiedad respecto del área superpuesta. 2.5.
RECURSOS DE APELACIÓN a) Marino Zúñiga Lara pretende la
nulidad o la revocatoria de la sentencia, señalando que se emitió
la sentencia, sin integrar al proceso a su cónyuge Flavia Magda
Alcántara García; no se emitió pronunciamiento sobre las
observaciones al dictamen pericial ampliatorio; no se valoró en
relación a la improcedencia de la demanda, respecto del apelante,
por qué la parte demandante solamente ostentaría la propiedad
del terreno, mas no de las edificaciones que existen en el área de
terreno que se encuentra ocupado por la sociedad conyugal
Zúñiga-Alcántara; no se ha advertido que se dispone restituir el
área de terreno que ocupa la citada sociedad conyugal, por no
tener justo título que justifique la posesión, sin tener en cuenta que
el recurrente viene poseyendo a título de propietario. b) Ana María
Grijalba de Campana, sucesora del demandante pretende la
revocatoria de la sentencia en el extremo que declara improcedente
la demanda respecto de la demandada María Moraima Sánchez
Calderón viuda de Cheffer por lo siguiente: Se ha omitido consignar
que el plano de las páginas mil setecientos uno, forma parte del
informe pericial conjunto, emitido por los peritos judiciales. Se ha
omitido consignar que el área de 125 m2 ocupada por la
demandada es la que figura en el mismo plano de las páginas mil
setecientos uno del informe pericial conjunto emitido por los
peritos judiciales; que se ampara la demanda, no obstante que en
el considerando octavo, literal d), se sostiene que ambos
inmuebles presentan una superposición de áreas, respecto de las
cuales aún no se ha determinado las medidas perimétricas
exactas. 2.6. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA. La Tercera
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad con fecha primero de octubre del dos mil trece, a fojas
dos mil treinta y cinco, resuelve: Integrar la sentencia (N.º 123),
que declara infundadas las observaciones al dictamen pericial y
dictamen ampliatorio; confirmar la sentencia apelada, que declara
fundada en parte la demanda; en consecuencia, ordena que los
nombrados litis consortes, desocupen y entreguen al demandante
la parte izquierda del lote de terreno del demandante (59.20 m2
aproximadamente), identificado como lote cuatro, manzana D de
la Urbanización Mayorista de la ciudad de Trujillo, que tiene como
frente la Calle Gregorio Albarracín, delimitado por los vértices A’,
B, C, D’ (del plano de folios mil setecientos uno); y, REVOCA la
sentencia, en el extremo que declara improcedente la demanda,
en cuanto a María Moraima Sánchez Calderón viuda de Cheffer,
respecto del lado derecho de 125.27 m2, del lote cuatro, manzana
D, de la urbanización Mayorista de esta ciudad de Trujillo, que
tiene como frente la Calle Gregorio Albarracín; y, reformándola
declara fundada la demanda, ordenando que la nombrada
demandada desocupe y entregue a la Sucesión demandante la
parte que ocupa, conforme al Informe Pericial y plano de páginas
mil seiscientos noventa y seis a mil setecientos uno. Sustentada
en lo siguiente: Que se ha cumplido lo dispuesto por esa Sala
Superior que declaró nula la sentencia de primera instancia,
actuándose la inspección judicial con asistencia de peritos
ingenieros en el inmueble materia del proceso, constatándose que
éste está dividido en 2 partes: la del lado derecho entrando con
frente a la calle Albarracín, en que se encontró a María Sánchez
en un área de 125.27 m2; y la del lado izquierdo entrando, frente a
la calle Albarracín, en que se encontró a Marino Zúñiga en un área
de 59.20 m2, áreas que unidas dan un total de 184.47 m2, la que
es menor a la que figura en la copia registral de fojas catorce, la
que es de un área de 202.40 m2. Se establece que no es materia
de la litis la delimitación del inmueble frente a la calle José Gálvez
649 – 651, cuya propiedad ostenta la demandada, sino que es
materia de pretensión la reivindicación del aludido lote de terreno
4 ubicado frente a la calle Albarracín, cuya constatación se hizo en
la inspección judicial y fue materia del informe pericial conjunto,
siendo correcto lo argumentado por el A-quo en la primera parte
del literal d), de que se pudo constatar que dicho lote 4 es un
inmueble diferente al ubicado en la calle José Gálvez 649 – 651.
Se estableció también que Julio Campana Jimeno vendió a la
demandada María Sánchez Calderón las dos casitas con frente a
la calle José Gálvez con un área de 195.31 m2, sin que se incluya
en dicha venta el terreno ubicado en la parte posterior con un área
de 134.65 m2, la que fue identificada debidamente en la inspección
judicial, con peritos judiciales, el dictamen pericial conjunto y
planos, ampliados y ratificados, con lo que no se evidencia que
hayan determinado una superposición de áreas, ya que cada
inmueble tiene los linderos y medidas perimétricas, según sus
títulos de propiedad. Se establece que en este caso el título de
propiedad de la demandante, debidamente inscrito, es distinto del
que ostenta la demandada, por lo que debe estimarse la demanda.
Se establece que la cónyuge del apelante Mario Zúñiga, no fue
incorporada al proceso, ya que la denuncia civil que éste formuló
se declaró inadmisible y se rechazó mediante resolución de fojas
ciento setenta y uno, declarándose rebelde al apelante a fojas
doscientos siete. Se establece que respecto a la alegada
propiedad que invoca sobre las construcciones, éstas no se
constataron en la inspección judicial. Se determina que el informe
pericial y el plano adjunto de fojas mil seiscientos noventa y seis y
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
mil setecientos uno, fue puesto en conocimiento de las partes,
siendo observado por la demandada María Sánchez Calderón, y
que los peritos en la Audiencia de ratificación pericial señalaron
que solo son argumentos y cuestionamientos jurídicos por lo que
no podían absolverlos, procediendo a realizar observaciones el
litis consorte Marino Zúñiga, las que fueron absueltas, y que al
ampliarse a fojas mil setecientos uno y al volvérselas a observar a
fojas mil setecientos noventa y tres a mil setecientos noventa y
cuatro, fueron respondidas por los señores peritos, no obstante la
inconcurrencia del impugnante; por lo que se concluye que no hay
perjuicio a esta parte ni se ha precisado cuál es la defensa que no
pudo realizar; por lo que debe integrarse la sentencia, ya que los
peritos emitieron su informe, conforme a lo dispuesto por la Sala
Superior. Se concluye que habiéndose acreditado la propiedad
sobre el inmueble inscrito en la ficha 00048763, que tanto la
demandada como el litisconsorte carecen de título que los haga
merecedores de poseerlo, por lo que corresponde ordenar su
desocupación y entrega total a la demandante Sucesión de Alfredo
Campana. 3. CAUSALES POR LAS CUALES SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante
resoluciones de fecha veintinueve de octubre del dos mil catorce,
obrantes a fojas ciento ocho y ciento doce del cuaderno de
casación, se ha declarado la procedencia de los recursos de
casación interpuestos por: 1. María Moraima Sánchez Calderón
viuda de Cheffer por la causal de infracción normativa de los
artículos: I y VII del Título Preliminar, 50 inciso 2 y 122 del
Código Procesal Civil; 139 inciso 5 de la Constitución Política
y artículos 923 y 927 del Código Civil. 2. El litisconsorte Marino
Zúñiga Lara, por la causal de infracción normativa de los
artículos: 139 incisos 5 y 6 de la Constitución, 50 inciso 6, 122
inciso 3 del Código Procesal Civil e infracción normativa del
artículo 923 del Código Civil. 4. MATERIA JURÍDICA EN
DEBATE: Es necesario determinar si la decisión judicial dictada
por la Sala Superior ha infringido el derecho al debido proceso y el
deber de motivación reconocidos en el artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución, así como la infracción normativa de los artículos
923 y 927 del Código Civil, al haberse emitido pronunciamiento sin
la identificación adecuada del bien, materia de reivindicación. 5.
CONSIDERANDO: Primero.- Que, al momento de calificar los
recursos de casación se ha declarado la procedencia por causales
de infracción normativa por vicios in procedendo e iudicando; por
lo que, estando a los efectos de las causales propuestas se
procede a examinar las primeras causales en las cuales convergen
ambos recursos. Segundo.- Que, existe infracción normativa
cuando la resolución impugnada padece de anomalía, exceso,
error o vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio,
lógica – jurídica, ratio decidendi, en el que incurre el juzgador,
perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo para el
sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las funciones del
recurso de casación. Tercero - Que respecto a la denuncia
formulada por el recurrente es menester indicar que El Derecho al
Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, comprende a su vez, entre otros
derechos, el de obtener una resolución fundada en derecho,
mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales
expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con
mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los
determinaron, norma que resulta concordante con lo preceptuado
por el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil. Del
mismo modo debe precisarse que la exigencia de la motivación
suficiente prevista en el inciso 5 del referido artículo, garantiza que
el justiciable pueda comprobar que la solución del caso concreto
viene dada por una valoración racional de los elementos fácticos y
jurídicos relacionados al caso y no de una arbitrariedad por parte
del juez; de allí que una resolución que carezca de motivación
suficiente no sólo vulnera las normas legales citadas, sino también
principios de rango constitucional. Cuarto.- Que, el artículo 197
del Código Procesal Civil regula la valoración de la prueba, en los
siguientes términos: “Todos los medios probatorios son valorados
por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada.
Sin embargo, en la resolución sólo serán expresadas las
valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su
decisión”. En tal virtud, los medios probatorios forman una unidad
y como tal deben ser examinados y valorados por el Juzgador en
forma conjunta, confrontando uno a uno los diversos medios de
prueba, puntualizando su concordancia o discordancia, para que a
partir de dicha evaluación el juzgador se forme una cabal
convicción respecto del asunto en litis, al respecto Michele Taruffo
señala que: “la función principal de la prueba es ofrecer al juzgador
información fiable acerca de la verdad de los hechos en litigio. En
realidad, al comienzo de un proceso, los hechos se presentan en
formas de enunciados fácticos caracterizados por un estatus
epistémico de incertidumbre. Así, en cierto sentido, decidir sobre
los hechos significa resolver esa incertidumbre y determinar, a
partir de de los medios prueba presentados, si se ha probado la
verdad o falsedad de esos enunciados (...)”1. Quinto.- Que, a
efectos de analizar la causal por error procesal respecto del
recurso de María Sánchez Calderón Viuda de Cheffer, es
pertinente realizar las siguientes precisiones: I) De la demanda
corriente a fojas veintiuno se advierte que es pretensión del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
accionante se le reponga en la posesión de la totalidad del lote de
terreno 04, Manzana “D”, Urbanización “El Mayorista”; que en el
fundamento seis se expresa que la acción la ejerce a efecto que la
demandada María Moraima Sánchez Calderón viuda de Cheffer
respete el área que efectivamente su padre y causante Julio
Campana Jimeno le vendió y comprende un área 195.31 metros
cuadrados del solar y desocupe y entregue a su persona el resto
de área que forma parte del lote de terreno 04, manzana D, la que
deberá ser determinada por los peritos en su informe respectivo.
Que en el trámite del presente proceso se han realizado diversos
informes periciales respecto de la fracción de terreno que
corresponde a cada parte, llegándose establecer la existencia de
una superposición; que con la actividad probatoria no se ha
logrado identificar correctamente el bien objeto de la acción, pues
el actor ha solicitado la reivindicación de una fracción de lote de
terreno; sin embargo, se emite sentencia otorgándole derecho
sobre la totalidad del bien materia de litis; en consecuencia, según
el artículo 196º del Código Procesal Civil, la parte actora debe
probar lo que alega. Sexto.- Que, para el ejercicio de la acción
reivindicatoria deben concurrir los siguientes elementos: a) que se
acredite la propiedad del inmueble que se reclama; b) que el
demandado posea la cosa de manera ilegítima o sin derecho a
poseer; y, c) que se identifique el bien, materia de restitución. En
tal sentido, la acción debe ser ejercitada por el propietario que no
tiene la posesión del bien; que esté destinada a recuperar el bien,
no el derecho de propiedad; que sea dirigida contra el poseedor no
propietario; y, que el bien esté determinado. Sétimo.- Que, de lo
actuado en autos se verifica que los órganos jurisdiccionales de
mérito no han realizado una valoración conjunta y razonada de los
medios probatorios, en virtud de lo alegado por la recurrente,
como sustento de hecho de su pretensión, siendo que la
motivación debe hallarse referida justamente a la probanza de los
hechos que inciden en la viabilidad de la acción incoada; que el
demandante pese a demandar la reivindicación de la totalidad del
bien, materia de litis, en el desarrollo de los fundamentos fácticos
de la demanda refiere que una fracción del terreno materia de la
litis es de propiedad de la demandada; que así se advierte, la
alegada vulneración al debido proceso y a la motivación de las
resoluciones judiciales; por lo que, las instancias de mérito deben
expedir nuevos pronunciamientos, teniendo en cuenta los informes
periciales practicados en autos sobre el bien materia de litigio, a
efecto de buscar la verdad jurídica objetiva, como sustento de una
sentencia justa. Octavo.- Que, es pertinente señalar que el debido
proceso es aquél que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material, lo que no han tenido en cuenta las instancias
de mérito al emitir su decisión, lo que constituye una negación a la
tutela jurisdiccional efectiva. Que habiendo esta Sala Suprema
arribado a dicha conclusión, carece de objeto pronunciarse sobre
el recurso de casación interpuesto por Marino Zúñiga Lara. V.
DECISIÓN: A) Por estos fundamentos y de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 396 inciso 3 del Código Procesal Civil:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
María Moraima Sánchez Calderón viuda de Cheffer, obrante a
fojas dos mil setenta y dos; en consecuencia, NULA la sentencia
de vista de fojas dos mil treinta y cinco, expedida con fecha
primero de octubre del dos mil trece; e INSUBSISTENTE la
apelada de fojas mil ochocientos diez, su fecha veintinueve de
enero del dos mil trece emitida por el Primer Juzgado Civil
Transitorio de Descarga de Trujillo. B) ORDENARON que el
A’quo emita nueva resolución teniendo en cuenta las
consideraciones expuestas por este Supremo Tribunal. C)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Ana María Irene Grijalva Iturri y otros, con María Moraima Sánchez
Calderón Viuda de Cheffer; sobre reivindicación; y los devolvieron.
intervino como ponente, la Juez Supremo señora del Carpio
Rodríguez. Integra esta Sala Civil el señor Juez Supremo Miranda
Molina por vacaciones del Señor Juez Supremo Almenara Bryson.
SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
1
MICHELE TARUFFO, La Prueba, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.
Madrid 2008. p. 131.
C-1392274-17
CAS. Nº 49-2014 CAJAMARCA
Interdicto de recobrar. Sumilla.- Interdicto de recobrar. Para la
interposición de un interdicto, sea de recobrar o retener, se deben
cumplir los siguientes requisitos: a) proceden respecto de muebles
inscritos y de inmuebles, sean inscritos o no inscritos, b) el
demandante debe acreditar la posesión fáctica sobre el bien, sin
discutir el titulo en virtud al cual posee, menos aun la propiedad; c)
se deben probar los actos de despojo o perturbación; y, d) se debe
precisar la época en que se realizaron dichos actos. En el caso del
interdicto de recobrar, además, se debe cumplir lo siguiente: i) se
demuestre el desapoderamiento o despojo del bien, el que puede
ser con o sin violencia; ii) el despojante releve al despojado del
goce del bien; y, iii) no haya existido proceso previo. Arts. 921º del
CC., 598º, 600º y 603º del CPC. Lima, doce de agosto de dos mil
78641
catorce.- La SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número cuarenta y nueve - dos mil catorce, en audiencia pública
llevada a cabo el día de la fecha y producida la votación con
arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia: I. ASUNTO En este
proceso de interdicto de recobrar, es objeto de examen el recurso
de casación interpuesto por el demandante Nirio Mendoza Inca
mediante escrito de fojas cuatrocientos sesenta y tres, contra la
sentencia de vista de fecha dieciocho de octubre de dos mil trece,
obrante a fojas cuatrocientos veintinueve, expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, que revoca la
sentencia apelada de fecha veintisiete de diciembre de dos mil
doce, obrante a fojas trescientos cuarenta, en el extremo que
declara fundada en parte la demanda, y reformándola declara
infundada dicha demanda. II. ANTECEDENTES 1. Demanda
Mediante escrito obrante a fojas sesenta y dos, presentado el
catorce de marzo de dos mil doce, modificado por escrito de fojas
ochenta y cinco, Nirio Mendoza Inca y Elva Jaqueline Chuquilín
Vásquez interpusieron demanda contra Carlos Enrique Loayza
Tam y Jacqueline Flor Grau Araníbar, solicitaron como pretensión
principal interdicto de recobrar del inmueble de quinientos ochenta
y cuatro metros cuadrados, que se encuentra cercado por una
barda de material noble de tres metros de altura y sin ninguna
construcción en su interior, ubicado en la Avenida Hoyos Rubio sin
número, Sector Columbo, Distrito, Provincia y Departamento de
Cajamarca; asimismo, propusieron como pretensión accesoria
una indemnización por daños y perjuicios por el monto de treinta y
cinco mil nuevos soles. 1.1. Los actores sostienen que han
ejercido de manera continua la posesión del mencionado inmueble
desde el veinticuatro de agosto de dos mil dos, momento en que lo
adquirieron al entregar el dinero como precio de dicha venta a los
demandados, precisando que la posesión la han ostentado hasta
el veintiuno de enero de dos mil doce, fecha en que fueron
despojados del bien. 1.2. Señalaron que, en posesión del predio,
realizaron diversas actividades, entre ellas, la celebración de once
contratos para la limpieza del inmueble, la construcción de zanjas
para cimientos en agosto del dos mil once, y la contratación de
servicios de un arquitecto para la confección de los planos de la
futura edificación. 1.3. Precisaron los actores que el inmueble
tiene un área de mil doscientos sesenta y uno metros cuadrados,
habiendo individualizado a su favor un área de quinientos ochenta
y cuatro metros cuadrados; no obstante ello, el inmueble continúa
inscrito en los Registros Públicos a nombre de los demandados.
1.4. Señalaron que los demandados –aprovechando un viaje que
realizaron- cambiaron el candado de la puerta de ingreso al
inmueble y, consecuentemente, con fecha veintiuno de enero de
dos mil doce, los despojaron de la posesión, impidiéndoles el
acceso al predio. 1.5. Ante el reclamo por el ilícito proceder de los
demandados, éstos respondieron señalando que los habían
despojado del inmueble porque habían decidido ya no vender el
predio. 2. Contestación de la demanda. Mediante escrito obrante
a fojas ciento cuarenta y uno, presentado el veinticinco de abril de
dos mil doce, los demandados contestaron la demanda, negándola
y contradiciéndola en los siguientes términos: 2.1. Negaron haber
tenido conversación alguna con los demandantes respecto a la
venta del inmueble. 2.2. Señalaron que no existe ninguna prueba
que acredite la presunta posesión que los demandantes habrían
ejercido sobre el bien, pues no existe construcción de casetas, ni
se evidencia que el terreno haya sido sembrado y/o utilizado; por
el contrario, los emplazados afirman que ellos sí estuvieron en
posesión constante del bien. 2.3. Sostuvieron que son los propios
demandantes los que, aprovechando la ausencia de los
recurrentes, ingresaron de manera ilegal al inmueble para levantar
un cerco, sin que dicha construcción estuviera autorizada por los
demandados. 2.4.Finalmente, los demandados reconocieron la
intención de vender el cuarenta por ciento del predio a los
demandantes, a razón de cincuenta dólares norteamericanos el
metro cuadrado, sin embargo, éstos nunca terminaron de pagar el
precio total; por lo tanto, la promesa de compraventa nunca llegó
a concretarse. Inclusive indicaron que solicitaron la cuenta
corriente de aquellos para devolverles el dinero que tiempo atrás
entregaron. 3. Puntos controvertidos En la Audiencia de
Conciliación, cuya acta obra a fojas doscientos sesenta y dos, se
fijaron los siguientes puntos controvertidos: a. Determinar si los
demandantes han estado en posesión real y efectiva del inmueble
de quinientos ochenta y cuatro metros cuadrados de área que se
encontraría cercado por una barda de material noble de tres
metros de altura y sin ninguna construcción en su interior, ubicado
en la Avenida Hoyos Rubio sin número, Sector Columbo,
Cajamarca, que compone aproximadamente la mitad no construida
del predio inscrito en los Registros Públicos a nombre de los
demandados; o si dicha posesión siempre ha sido ejercida por
éstos. b. Establecer, en caso se acredite el punto anterior, si los
demandantes han sufrido o no despojo del bien antes aludido por
parte de los demandados; y si tal hecho ha ocurrido dentro del año
anterior a la interposición de la demanda. c. Determinar en el
supuesto que los temas anteriores se demuestren, si los hechos
que han generado este proceso han causado daños y perjuicios a
los demandantes que sean capaces de ser resarcidos por los
demandados. 4. Sentencia de primera instancia El Juez del

78642 CASACIÓN
Segundo Juzgado Civil de Cajamarca expidió la sentencia obrante
a fojas trescientos cuarenta, su fecha veintisiete de diciembre de
dos mil doce, que declaró fundada en parte la demanda de
interdicto de recobrar y, en consecuencia, ordenó que los
demandados desocupen y restituyan la posesión a favor de los
demandantes respecto del predio urbano de quinientos ochenta y
cuatro metros cuadrados de extensión superficial, ubicado en la
Avenida Hoyos Rubio sin número, Sector Columbo, Provincia y
Departamento de Cajamarca; asimismo, declaró nulas las
resoluciones números dos y tres en cuanto a los extremos que
declara inadmisible el pedido de modificación de la demanda y en
cuanto se admite la pretensión accesoria de indemnización por
daños y perjuicios, así como nulos todos los demás actos
procesales que tengan directa conexión con dicha pretensión, y
reponiendo el proceso al estado que corresponde, declaró
improcedente la modificación de la demanda peticionada por los
actores. Las razones que sustentaron dicha decisión son las
siguientes: 4.1. El Juez, consideró, luego de la valoración conjunta
y razonada de los medios probatorios, que los demandantes han
estado en posesión del terreno especialmente a partir de julio de
dos mil once hasta enero de dos mil doce, situación que los
propios demandados han aceptado en su escrito de formulación
de excepciones y en la propia diligencia de inspección judicial, lo
que constituye una declaración asimilada, conforme prevé el
artículo 221º del Código Procesal Civil y, por ende, corrobora que
los actores sí estuvieron en posesión efectiva del bien materia de
litigio. 4.2. También señaló que, para los efectos de este proceso,
no es preciso acreditar desde cuándo los demandantes han
ocupado materialmente el inmueble materia de la restitución, sino
basta que lo hayan hecho dentro de un periodo cuyo término final
no exceda de un año contado hasta la interposición de la demanda,
lo que en este caso se cumple. 4.3. Finalmente, en cuanto a la
pretensión accesoria de indemnización por daños y perjuicios, el
Juez señaló que debe declararse improcedente en virtud a lo
dispuesto en el artículo 555º, inciso 4, del Código adjetivo,
concordante con el último párrafo del artículo 121º del mismo
Código, pues el monto propuesto fue introducido como
consecuencia de la modificación de la demanda, sin embargo,
este acto procesal para esta clase de procesos sumarísimos está
prohibido. 5. Recurso de apelación Mediante escrito obrante a
fojas trescientos cincuenta y seis, presentado el nueve de enero
de dos mil trece, los demandados interpusieron recurso de
apelación alegando lo siguiente: 5.1. Sostuvieron que los
demandantes no han probado de forma fehaciente haber ejercido
posesión sobre parte del inmueble, más aun cuando los
documentos que acompañan a la demanda no prueban dicha
posesión. 5.2. Señalaron que los actores no han probado con
documento idóneo cuándo se produjo el despojo, menos aun que
se haya producido de manera violenta. 5.3. Manifestaron que
tampoco han cumplido con indicar a qué destinaban el predio en
litigio. 6. Sentencia de vista La Sala Especializada en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de Cajamarca expidió la sentencia de
vista obrante a fojas cuatrocientos veintinueve, su fecha dieciocho
de octubre de dos mil trece, que confirmó la sentencia apelada en
el extremo que declaró improcedentes las tachas formuladas por
los demandados; la revocó en cuanto declaró fundada en parte la
demanda, y reformándola en dicho extremo declaró la infundada
la demanda de interdicto de recobrar, asimismo, declaró
improcedente el recurso de apelación concedido sin efecto
suspensivo y con la calidad de diferida de fojas doscientos sesenta
y cuatro, que desestimó la excepción de falta de legitimidad para
obrar de los demandantes formulada por los demandados. Las
razones que sustentaron dicha decisión son las siguientes: 6.1. La
Sala Civil Superior señaló que, de la revisión y apreciación de los
medios probatorios, se advierte que los demandantes no han
probado el modo cómo iniciaron la posesión sobre el predio en
litigio, que además es parte integrante de uno de mayor extensión
de propiedad de los demandados, pues si bien han alegado que lo
vienen conduciendo desde el año dos mil dos, a razón de una
compraventa en copropiedad; sin embargo, no han acreditado la
existencia de la misma; agrega a ello que los actores no han
probado a qué destinaban el inmueble, por lo que no han
acreditado el animus y el corpus. 6.2. La Sala Superior también
sostuvo que los documentos presentados por los actores,
consistentes en contratos de carpintería, arquitectura y servicios
de limpieza, no son medios de prueba suficientes que acrediten
por sí solos el ejercicio continuo e ininterrumpido del derecho de
posesión sobre el predio en litigio, el mismo que no se encuentra
debidamente identificado, pues en la demanda no se precisa su
ubicación exacta, menos sus colindancias, no existiendo ningún
documento que acredite su calidad de predio independiente al
inmueble de propiedad de los demandados, el cual se encuentra
debidamente inscrito en la Partida Electrónica Nº 11038453 del
Registro de Predios de la Oficina Registral de Cajamarca. III.
RECURSO DE CASACIÓN Mediante escrito obrante a fojas
cuatrocientos sesenta y tres, presentado el trece de noviembre de
dos mil trece, el demandante Nirio Mendoza Inca interpuso recurso
de casación, el que, mediante resolución de fecha cinco de marzo
de dos mil catorce, obrante a fojas cincuenta y ocho del cuadernillo
respectivo, ha sido declarado procedente por este Supremo
Tribunal por las siguientes infracciones: a) Infracción normativa
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Jueves 30 de junio de 2016
del artículo 139º, inciso 5, de la Constitución Política del
Estado, concordante con el artículo VII del Título Preliminar y
50º, inciso 6, del Código Procesal Civil: sostiene que la
sentencia recurrida describe apresuradamente y de manera muy
simple los diferentes requisitos legales para la procedencia de un
interdicto de recobrar. Manifiesta que se trata de una redacción
antojadiza y malinterpretada de los artículos relativos a su defensa
posesoria que menosprecia de manera alarmante todos los
medios probatorios ofrecidos, incluso la propia inspección judicial
practicada por el Juez. Indica que del primer al noveno
considerando la Sala realiza una exposición de lo actuado y no
desarrolla o justifica el uso o no de los medios probatorios que a la
larga sirven de base para su posterior decisión, pues recién en el
décimo considerando concluye que los demandantes no han
probado el modo cómo iniciaron la posesión sobre el predio. b)
Infracción normativa del artículo 600º del Código Procesal
Civil. Señala que no es requisito de la demanda de interdicto de
recobrar que se acredite la fecha exacta del inicio de la posesión
del predio, bastando que se pruebe la posesión por más de un año
ininterrumpido para su procedencia, por lo que se ha errado al
pretender exigirle al impugnante que pruebe un acontecimiento
que nada tiene que ver con este proceso. El impugnante también
refiere que la Sala Superior equivocadamente considera que no
especificó a qué destinaba el predio, no obstante ello, precisa que
estaba construyendo en dicho inmueble una casa-habitación,
afirmación que lo hace sin perjuicio de sostener que no es requisito
indispensable definir exactamente el uso que se le otorga al
terreno para plantear la demanda de interdicto, sino tan solo la
posesión ficta. c) Infracción normativa del artículo 921º del
Código Civil, concordante con los artículos 598º y 603º del
Código Procesal Civil: señaló que la Sala Superior habría
sostenido equivocadamente que la demanda de interdicto de
recobrar únicamente prosperaría cuando existe un despojo
violento del bien, no obstante que la doctrina y la misma legislación
nacional establecen que no se requiere la ocurrencia de actos que
impliquen violencia física, sino que se refiere a una amplia gama
de actos perturbatorios y de despojo de la posesión. IV.CUESTIÓN
JURÍDICA EN DEBATE La cuestión jurídica en debate consiste en
determinar si la decisión impugnada se emitió en cumplimiento de
la garantía que otorga el derecho constitucional a la debida
motivación de las resoluciones judiciales y, luego de ello, deberá
establecerse si el interdicto de recobrar interpuesto por el
impugnante satisface los presupuestos que exige la ley para su
procedencia. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
Primero.- Conviene establecer que este Supremo Tribunal ha
declarado procedente el recurso de casación propuesto por
infracciones normativas tanto de orden procesal y material, por lo
que, en primer término, deberán analizarse las infracciones
procesales debido a la naturaleza y los efectos de éstas, pues si
merecieran amparo carecería de objeto pronunciarse respecto de
la infracción que tiene relación con el derecho material. Segundo.-
Sobre el particular, es factible traer a colación que el derecho
constitucional a la debida motivación de las resoluciones judiciales,
consagrado en el artículo 139º, inciso 5, de la Constitución Política,
garantiza a los justiciables que los jueces, cualquiera sea la
instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso lógico que los
ha llevado a decidir la controversia, asegurando que el ejercicio de
la potestad de administrar justicia se realice con sujeción a la
Constitución y a la Ley, pero también con la finalidad de facilitar un
adecuado ejercicio del derecho de defensa. Este derecho
constitucional garantiza la publicidad de las razones que tuvieron
en cuenta los jueces para pronunciar sus sentencias, resguardando
a los particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias,
pues obliga a los jueces enunciar las pruebas en que sostienen
sus juicios y a valorar las mismas racionalmente. Tercero.- El
deber de motivar las resoluciones judiciales también ha sido
regulado a nivel legislativo a través de los artículos VII del Título
Preliminar, 122º, incisos 3 y 4, y 50º, inciso 6, del Código Procesal
Civil, los cuales exigen que las resoluciones judiciales deben
contener la mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la
resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo,
de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables
en cada punto, según el mérito de lo actuado. Cuarto.- Sobre el
derecho a la debida motivación, el Tribunal Constitucional ha
señalado que “La Constitución no garantiza una determinada
extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial se
respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia
entre lo pedido y lo resuelto y, por si misma expresa una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si ésta es breve o
concisa (...). Tampoco garantiza que, de manera pormenorizada,
todas las alegaciones que las partes puedan formular dentro de un
proceso sean objeto de un pronunciamiento expreso y detallado
(...)”1. Quinto.- Ahora bien, realizado el examen de la sentencia
impugnada desde un enfoque relativo solo a la motivación, se
advierte que la Sala Superior esgrime una serie de razones que
sustentan su decisión, entre ellas, que los demandantes no
habrían probado el modo cómo iniciaron la posesión sobre el
predio en litigio, tampoco habrían demostrado a qué destinaban
dicho inmueble; por lo tanto, concluye que no habrían acreditado
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el animus y el corpus; asimismo, la Sala agrega que los
documentos que los actores presentaron no son medios de prueba
suficientes que acrediten el ejercicio continuo e ininterrumpido del
derecho de posesión sobre el inmueble en cuestión, el mismo que
no se encuentra debidamente identificado, pues no se precisa su
ubicación exacta, menos aun sus colindancias y además no se
acredita su existencia física como predio independiente del
inmueble de propiedad de los demandados, el cual se encuentra
debidamente inscrito en la Partida Electrónica Nº 11038453.
Sexto.- En tal contexto, se puede concluir que la resolución
recurrida en casación no adolece de una motivación insuficiente,
pues, como se aprecia del considerando precedente, aquella
expresa las razones suficientes que la llevan a establecer que la
acción de interdicto de recobrar interpuesto por el recurrente no
satisface los requisitos que la Ley exige, como resultado, se
entiende, de la calificación jurídica de los hechos probados en el
proceso, en virtud, claro está, de la valoración conjunta y razonada
de las pruebas, contemplada en el artículo 197º del Código
Procesal Civil; por lo tanto, no es factible considerar como
infracción del derecho a la debida motivación el error en la
calificación jurídica de los hechos, en todo caso deberá
determinarse, a través del estudio de las normas que regulan el
régimen de los interdictos, si resulta arreglada a ley la decisión
impugnada; por tal razón, debe declararse infundado este extremo
del recurso propuesto. Sétimo.- En tal sentido, para efectos de
resolver el caso en discusión, es primordial analizar la naturaleza
jurídica de los interdictos, a fin de establecer si la acción interdictal
interpuesta satisface los presupuestos que exige la ley. El artículo
921º del Código Civil estipula que “Todo poseedor de muebles
inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y
los interdictos. Si la posesión es de más de un año puede realizar
los interdictos que se promuevan contra él”. La norma antes citada
confía la defensa judicial de la posesión de muebles inscritos y de
inmuebles, estén o no inscritos, a las acciones posesorias y a los
interdictos. Conviene mencionar que la diferencia de estas dos
figuras radica en que las acciones posesorias tutela el derecho a
la posesión a través de un proceso de conocimiento en el que hay
un pleno probatorio orientado a demostrar dicho derecho, mientras
que los interdictos protegen el hecho de la posesión en un proceso
sumarísimo en el que solo se admiten pruebas destinadas a
acreditar la posesión y los actos perturbatorios o de despojo.
Octavo.- Así, la tutela posesoria reconocida en el artículo 921º se
complementa con la normativa del Código Procesal Civil. En
efecto, el artículo 598º del Código Procesal Civil establece que:
“Todo aquel que se considere perturbado o despojado en su
posesión puede utilizar los interdictos, incluso contra quienes
ostenten derechos reales de distinta naturaleza sobre el bien
objeto de la perturbación”. Al respecto, el autor Torres Vásquez
define a los interdictos como: “(...) procesos sumarísimos para
resolver interinamente sobre la posesión actual, de prueba limitada
exclusivamente a la posesión, con el fin de mantenerla o
conservarla como para recuperarla, sin discutir sobre el derecho
de posesión”2; asimismo, Ramírez Cruz comenta que “(...) el
interdicto es siempre el proceso civil donde se decide
provisionalmente sobre la posesión actual, esto es, el hecho
posesorio mismo, a través de un proceso sumarísimo”3. Noveno.-
Sobre este tema es pertinente traer a colación el siguiente
comentario de Torres Vásquez: “Con los interdictos se protege a
toda clase de poseedor, legítimo o ilegítimo, de buena o mala fe, al
que adquirió la posesión porque lo transfirió el titular del derecho
real como al que lo adquirió de modo clandestino o violento, al
poseedor con o sin animus domini; al que adquirió la posesión
originariamente o en forma derivada como es la posesión adquirida
mediante un acto jurídico unilateral o bilateral, inter vivos (el uso
derivado de un contrato de arrendamiento, comodato, leasing,
etc.) o mortis causa (el usufructo derivado de un testamento), al
poseedor de una cosa y al poseedor de un derecho (ejemplo, el
del copropietario), al poseedor exclusivo y a los coposeedores.
Consiguientemente, todo poseedor está legitimado activamente
para ejercitar la acción interdictal”4. Décimo.- Así, se puede
señalar que la pretensión interdictal está orientada a proteger la
posesión de hecho y por ello la demanda debe contener los
hechos en qué consiste el agravio y la época en que se realizaron,
debiendo reiterarse que en esta acción se discute únicamente la
posesión fáctica y actual del demandante y el hecho perturbatorio
o de despojo realizado por el demandado, tal como dispone el
artículo 600º del Código Procesal Civil que literalmente señala:
“Además de lo previsto en el Artículo 548, en la demanda deben
expresarse necesariamente los hechos en que consiste el agravio
y la época en que se realizaron. Los medios probatorios deben
estar referidos, exclusivamente, a probar la posesión y el acto
perturbatorio o desposesorio o su ausencia”. Undécimo.- El
vigente Código Procesal Civil, a diferencia de su antecesor el
Código de Procedimientos Civiles de 19125, solo reconoce dos
clases de interdictos: el interdicto de retener y el de recobrar o de
despojo. El texto original del artículo 603º6 del citado Código,
aplicable al caso por temporalidad de la norma, estipula que el
interdicto de recobrar: “Procede cuando el poseedor es despojado
de su posesión, siempre que no haya mediado proceso previo. Sin
embargo, si se prueba que el despojo ocurrió en ejercicio del
derecho contenido en el Artículo 920 del Código Civil, la demanda
78643
será declarada improcedente”. Duodécimo.- Para Ramírez Cruz:
“El interdicto de despojo, llamado también de recobrar o de
reintegración, está orientado a recuperar la posesión de quien ha
sido despojado o desposeído. Su propósito es muy claro:
recuperar, obtener la restitución o reposición de quien ha sido
eliminado de la posesión que tenía”7, seguidamente comenta que:
“Sin duda la denominación interdicto de despojo es más efectiva y
contundente, pero hay que indicar que comprende por igual a la
desposesión con violencia como a la desposesión sin violencia.
Por eso es más propio y amplio el término recobrar, pues supone
la desposesión sin violencia, así como la violenta, o sea el despojo
propiamente dicho, en cambio “despojo” implica siempre
violencia”8. Sobre el acto de despojo o mejor dicho
desapoderamiento, Ledesma Narváez refiere que: “El despojo es
todo acto por el cual el poseedor pierde total o parcialmente la
posesión, la coposesión o la posesión parcial. No requiere
violencia, mala fe o dolo. Se configura con el acto objetivo de
actuar sin voluntad del poseedor. Implica la pérdida de posesión
en virtud de un acto unilateral del tercero, el cual no es consentido
por el poseedor primigenio”9. Décimo Tercero.- El análisis de las
normas antes citadas permite establecer los siguientes requisitos
para la interposición de los interdictos en general, a saber: a)
proceden respecto de muebles inscritos y de inmuebles, sean
inscritos o no inscritos; b) el demandante debe acreditar solo la
posesión fáctica sobre el bien, sin discutir sobre el derecho de
posesión, menos aun sobre el derecho de propiedad; c) se deben
probar los actos de despojo o perturbación; y, d) se debe precisar
la época en que se realizaron dichos actos para efectos de
computar el plazo de prescripción contemplado en el artículo 601º
del Código Procesal Civil. Para el caso del interdicto de recobrar,
se requiere además los siguientes elementos: i) se demuestre el
desapoderamiento o despojo del bien, ya sea por violencia,
clandestinidad, engaño, astucia, abuso de confianza, usurpación
y, en general, cualquier hecho o acto que origine la privación de la
tenencia del bien mueble inscrito o inmueble; ii) el despojante
releve al despojado del goce del bien; y, iii) no haya existido
proceso previo, esto es, sentencia que ordene la desposesión o
despojo del bien. Décimo Cuarto.- En tal sentido, analizada la
sentencia de vista impugnada, desde un enfoque relacionado con
la interpretación de las normas que regulan la naturaleza jurídica
de los interdictos, se advierte que, en efecto, la Sala Superior
interpreta incorrectamente los artículos antes citados, al exigir,
conforme se evidencia del considerando décimo de la recurrida,
que los demandantes demuestren el modo en que iniciaron la
posesión sobre el inmueble o a qué destinaban dicho bien, toda
vez que estas exigencias no se contemplan en las normas
denunciadas, pues, queda claro que en este tipo de proceso lo
que el demandante debe probar es la posesión fáctica actual
sobre el bien, independientemente del título del cual deriva dicha
posesión, pues no constituye requisito del interdicto acreditar el
derecho a poseer, menos aun el derecho de propiedad sobre el
predio. Décimo Quinto.- Asimismo, en el considerando undécimo
de la impugnada se advierte otro error de interpretación de la Sala
Superior al exigir que el legitimado activo en una pretensión
interdictal pruebe el ejercicio continuo e ininterrumpido del derecho
de posesión sobre el bien, cuando la doctrina es unánime al
señalar que el objeto de los interdictos es proteger la posesión de
hecho actual, ya que “tiene derecho a valerse de los interdictos el
que posee por días, meses o años, pues para que accione basta
que tenga la posesión actual o que haya sido despojada de ella,
pero debe ejercitar su acción antes de vencido el año contado
desde que se produjo el hecho de la perturbación o del despojo”10.
En el mismo considerando el Tribunal Superior sostiene que los
demandantes no precisan la ubicación exacta del predio, menos
aun sus colindancias, no existiendo documento alguno que
acredite su calidad de predio independiente al inmueble de
propiedad de los demandados, el que se encuentra debidamente
inscrito en Registros Públicos; sin embargo, dichas afirmaciones
también resultan incorrectas, pues, como estipula el artículo 921º
del Código Civil, esta acción procede respecto de inmuebles
inscritos y no inscritos y solo en el caso de los bienes muebles se
exige la inscripción; en virtud a ello, se puede entender que esta
pretensión no requiere de la independización del bien, menos aun
de su inscripción registral; debiendo agregarse a ello que en este
caso concreto se evidencia que el inmueble en litigio está
plenamente identificado con sus respectivas colindancias, de
acuerdo a lo consignado en el acta de inspección judicial de fojas
doscientos setenta y dos. Décimo Sexto.- Finalmente, en el
considerando décimo cuarto de la impugnada se repara la
afirmación de la Sala Civil consistente en que el acto de despojo
requiere de violencia; no obstante, debe reiterarse que tal
aseveración resulta errada toda vez que el desapoderamiento o
despojo del bien puede producirse a través de cualquier acto
clandestino o engaño, astucia, abuso de confianza, usurpación y,
en general, cualquier hecho o acto que origine la privación de la
tenencia del bien. Décimo Sétimo.- Tal orden de ideas permite
llegar a la conclusión de que la sentencia de vista impugnada ha
infringido las normas denunciadas al interpretarlas erróneamente
y desnaturalizar la figura jurídica del interdicto, exigiendo
presupuestos que no tienen relación con su naturaleza jurídica;

78644 CASACIÓN
por consiguiente, este Supremo Tribunal deberá actuar de acuerdo
a lo dispuesto en el artículo 396º, primer párrafo, del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364. VI. DECISIÓN Esta
Sala Suprema, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 396º,
primer párrafo, del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364: 1) Declara FUNDADO el recurso de casación interpuesto
por Nirio Mendoza Inca mediante escrito de fojas cuatrocientos
sesenta y tres, por la infracción normativa del artículo 921º del
Código Civil, así como de los artículos 598º, 600º y 603º del
Código Procesal Civil; en consecuencia, CASARON la sentencia
de vista de fecha dieciocho de dieciocho de octubre de dos mil
trece, obrante a fojas cuatrocientos veintinueve, expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, en el
extremo que revoca la sentencia apelada de fecha veintisiete de
diciembre de dos mil doce, obrante a fojas trescientos cuarenta,
en cuanto declaró fundada en parte la demanda, y reformándola
declara infundada dicha demanda; manteniéndose firme los
demás extremos de la resolución de vista. 2) ACTUANDO EN
SEDE DE INSTANCIA: CONFIRMARON la sentencia apelada de
fecha veintisiete de diciembre de dos mil doce, obrante a fojas
trescientos cuarenta, en cuanto declara fundada en parte la
demanda de interdicto de recobrar y, en consecuencia, ordena a
los demandados para que cumplan con desocupar y restituir la
posesión a favor de los demandantes, respecto del predio urbano
de quinientos ochenta y cuatro metros cuadrados de extensión
superficial, materia de litis. 3) DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Nirio Mendoza Inca y Elva
Jaqueline Chuquilín Vásquez con Carlos Enrique Loayza Tam y
Jacqueline Flor Grau Araníbar, sobre interdicto de recobrar; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS
1
Fundamento Jurídico Nº 11 de la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 1230-
2002-HC/TC, su fecha 20 de junio de 2002.
2
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Derechos Reales, Tomo I. Editorial Idemsa, Lima,
2006. p. 451-452.
3
RAMÍREZ CRUZ, Eugenio. Tratado de Derechos Reales. Tomo I. Editorial Rodhas,
Lima, 2004. p. 516.
4
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Ob. Cit., p. 458.
5
El derogado Código de Procedimientos Civiles clasificó en cinco clases los
interdictos: 1) interdicto de adquirir; 2) interdicto de retener; 3) interdicto de
recobrar; 4) interdicto de obra nueva; y 5) interdicto de obra ruinosa.
6
El artículo 603º del Código Procesal Civil fue modificado por el Artículo Único de la
Ley Nº 30199, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 18 de mayo de 2014.
7
RAMÍREZ CRUZ, Eugenio. Ob. Cit. p. 519
8
RAMÍREZ CRUZ, Eugenio. Ob. Cit. p. 519
9
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Análisis
artículo por artículo. Gaceta Jurídica, 2011, Lima. p. 393.
10
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Ob. Cit., p. 451.
C-1392274-18
CAS. Nº 290-2014 LIMA
OBLIGACION DE DAR SUMA DE DINERO. CAUSAL DE
CONTRADICCIÓN. Para contradecir un mandato ejecutivo
amparado en el artículo 19º.2 de la Ley de Títulos Valores Nº
27287 proponiendo las defensas que se deriven de las relaciones
personales, necesariamente el tenedor de la letra y el aceptante
de la misma, deben tener además de la relación cambiaria, una
relación causal subyacente, en base a la cual el deudor pueda
oponerse al pago, señalando el motivo por el cual se opone. Lima,
catorce de agosto de dos mil catorce. LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número doscientos noventa - dos mil
catorce, en audiencia pública realizada en la fecha y producida la
votación correspondiente, emite la siguiente sentencia. I.
ASUNTO: En el presente proceso de obligación de dar suma de
dinero, el demandante Hugo Abdón Vidal Valer ha interpuesto
recurso de casación mediante escrito de fojas cuatrocientos uno,
contra la resolución de vista de fojas trescientos setenta y nueve,
su fecha treinta de setiembre de dos mil trece, expedida por la
Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que revoca la resolución apelada de
fojas doscientos setenta y seis de fecha veinte de noviembre de
dos mil doce que declara infundada la contradicción y ordena
llevar adelante la ejecución; y reformándola declara improcedente
la demanda de obligación de dar suma de dinero, con costas y
costos. II. ANTECEDENTES 2.1 DEMANDA: Mediante escrito
presentado el ocho de junio de dos mil nueve, obrante a fojas
nueve, Hugo Abdón Vidal Valer interpone demanda de obligación
de dar suma de dinero, solicitando que los demandados le abonen
la suma de treinta mil dólares americanos ($ 30,000.00) conforme
se acredita con la letra de cambio inserta en la medida cautelar, en
donde se ha trabado embargo sobre un inmueble de propiedad de
los ejecutados, debidamente inscrito en la Partida número
3171301 del Registro de Predios. Indica que los ejecutados
aceptaron una letra de cambio derivada de sus relaciones
comerciales con ellos, cuya fecha de vencimiento era el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
veinticuatro de noviembre de dos mil ocho, y en la que consta que
no es prescindible la falta de protesto por falta de pago. Llegada la
fecha de pago los ejecutados se han mostrado renuentes a
cancelar la suma puesta a cobro. 2.2 CONTESTACIÓN DE LA
DEMANDA Mediante escrito de fecha dieciséis de noviembre de
dos mil nueve, obrante a fojas cuarenta y ocho, los demandados
Olinda Luján Donayre y Víctor Flores Rodríguez, contradicen el
mandato ejecutivo alegando que el deudor también puede
contradecir al tenedor del título valor, proponiendo las defensas
que se deriven de sus relaciones personales y las que resulten
procedentes, según la ley procesal. Que al no haber circulado la
cambial pueden oponer al accionante las excepciones personales
que correspondan. Agregan que con el demandado no les une ni
les ha unido ningún tipo de relación comercial, y menos aún
firmaron una letra de cambio a su favor por treinta mil dólares
americanos (US$ 30,000.00), por lo que no existe razón para ser
deudores del demandante y mucho menos de la suma que
pretende cobrar. Que corresponde asumir al demandante la carga
de la prueba es decir debe probar que la relación comercial existió.
Agrega que el demandante tiene antecedentes por delitos de
estafa, asociación ilícita, falsedad genérica, atentados contra la
autoridad, lesiones daños etc. y a la fecha de colocada la
aceptación de la letra de cambio el demandante estaba detenido
razón por la cual resulta materialmente imposible que se haya
aceptado una cambial en tales condiciones. Que quien tuvo una
relación de amistad con el ejecutante fue su hijo Erick Flores Lujan
al ser un trabajador de la empresa en la que también laboraba el
demandante, y aprovechando esta amistad frecuentó en varias
oportunidades su hogar. Que, en el año mil novecientos noventa y
seis, se extravió de su domicilio una letra de cambio en blanco que
se encontraba firmada por ellos, omitiendo denunciar este hecho
puesto que no imaginaron que la había sustraído, sino más bien
que se había traspapelado. Es así que después de tres años han
sido sorprendidos, al ser llenada de manera fraudulenta, lo que
evidencia la falsedad de la letra de cambio, al haberse consignado
en ella un domicilio que no corresponde al suyo, haber insertado
alrededor de la firma una escritura que no corresponde al puño y
letra del co ejecutado. 2.3 PUNTO CONTROVERTIDO: Mediante
audiencia única del dieciséis de marzo de dos mil diez, de fojas
ochenta y nueve, el Juez declara saneado el proceso y fija el
siguiente punto controvertido: 1. Determinar si el título valor puesto
a cobro consistente en la letra de cambio obrante a fojas tres de
autos, adolece de nulidad formal o falsedad, estando a los
argumentos esgrimidos por los ejecutados en su contradicción.
2.4 AUTO FINAL DE PRIMERA INSTANCIA: El Quinto Juzgado
Civil-Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
resolución número treinta y cinco, de fecha veinte de noviembre
de dos mil doce, obrante a fojas doscientos setenta y seis, declara
infundada la contradicción formulada por los ejecutados y ordena
llevar adelante la ejecución, hasta que cumplan con pagar la suma
de treinta mil dólares americanos, más intereses legales, costos y
costas del proceso. Dicha decisión se sustenta, en las siguientes
motivaciones: a) Que, de los autos se tiene que se admitió como
medios probatorios documentos (informe de entidades bancarias
y de la SBS) y declaración de parte conducentes a acreditar la
referencia a la solvencia económica y a su vez la existencia de
dicha relación comercial causante de la cambial materia de
ejecución, de conformidad con el artículo 19º.2 de la Ley de Títulos
Valores: “El deudor también puede contradecir al tenedor del título
valor, proponiendo las defensas que se deriven de sus relaciones
personales y las que resulten procedentes, según la ley procesal”.
b) Sin embargo, en el presente caso, el sustento de la contradicción
no contiene hechos relativos a las relaciones personales que
hubiera tenido el ejecutante con los ejecutados, sino por el
contrario estos niegan relación comercial alguna. Refieren que el
ejecutante no tiene derecho sustantivo alguno para cobrar la
obligación contenida en la referida cambial. Si bien por el carácter
abstracto y autónomo de la letra de cambio, dicho título valor no
contiene inserta la relación causal generatriz de la obligación
patrimonial que por derecho cambiario deriva de ella, sin embargo,
siendo que el presente proceso es uno de naturaleza ejecutiva-
cambiaria, debe aplicarse los principios correspondientes a este
tipo de procesos, dentro de ellos el carácter autónomo de la
obligación cambiaria contenida y derivada de la referida cambial,
la cual es lo que legitima a la parte hoy demandante a pretender la
satisfacción del crédito cambiario contenido en la cambial materia
de autos. c) El hecho que los ejecutados invoquen la ausencia de
“relación comercial” alguna o los supuestos antecedentes
delictuosos del hoy ejecutante no pueden ser materia a probar ni
discutir en la presente causa cuyo trámite corresponde a los fines
y principios del Proceso Único de Ejecución; del mismo modo los
medios probatorios que estén destinados a “acreditar” la
inexistencia de la solvencia económica del ejecutante o el origen
delictuoso de la cambial sub-materia, no pueden ser válidamente
admitidos en la presente causa, teniendo en todo caso la parte
ejecutada el derecho de hacerlo valer por ante el órgano
jurisdiccional correspondiente, conducentes a esclarecer o
determinar los hechos que condujeron a la emisión de la cambial
materia de ejecución y a la aceptación de los hoy ejecutados,
siendo a que en todo caso en el estado en que se encuentra la
presente causa no existe certeza alguna (aunque sea de modo
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
provisorio: sentencia o declaración judicial penal impugnada)
respecto de los hechos que “denuncia” la parte ejecutada d) Que,
la referida cambial obrante a fojas tres de autos reúne los
requisitos formales exigidos por ley para su validez y eficacia, no
existiendo hecho probado de que la misma adolezca de nulidad
formal o falsedad, por cuanto en principio la pericia ofrecida (como
medio probatorio por la parte ejecutada a fojas cincuenta y ocho
de autos) tenía por objeto determinar si la cambial fue firmada en
blanco y si fue llenada posteriormente a ello por el propio
demandante. Pues bien, a este respecto del Informe Pericial
obrante a fojas ciento treinta y uno a ciento cuarenta y tres de
autos, se tiene que los peritos a cargo concluyen que efectivamente
la firma del demandado Víctor Flores Rodríguez precede a los
manuscritos que aparecen al lado de dicha firma. Dicho informe
quedó ratificado por los peritos en audiencias de fojas ciento
setenta y tres a ciento noventa y dos de autos. De tal informe
pericial se arriba sin embargo, a la conclusión jurisdiccional (es
decir de esta Judicatura en este acto) que en modo alguno dicha
precedencia de la firma al manuscrito acredita la inexistencia de
obligación cambiaria derivada de la cambial como tampoco
acredita la nulidad formal del título ni de su falsedad, por cuanto en
principio se tiene que la firma (de aceptación) corresponde a los
ejecutados; asimismo no se ha probado que el acto de aceptación
haya precedido a los demás elementos centrales de la cambial
(monto de la obligación, nombre del girado, su firma etc.), por
cuanto no se evidencia entrecruzamiento de la firma cuestionada
con dichos datos, sino tan solo entre la firma de Víctor Flores
Rodríguez y el manuscrito que aparece junto al acto de aceptación
y que se lee “Víctor Flores Rodríguez DNI 10488957. Esta última
precedencia no prueba en modo alguno que la cambial haya sido
emitida en “blanco” por los hoy ejecutados, no prueba que la firma
de los aceptantes haya sido efectuada en momento posterior a los
demás datos relevantes de la cambial (acto de giro, monto en
número y letras, nombre del beneficiario, de los girados, etc.).
Asimismo, la declaración personal de la parte demandante que
obra en acta de audiencia de fojas ciento noventa y tres a ciento
noventa y cuatro de autos, no enerva en modo alguno la validez y
eficacia de la cambial materia de autos; razones por las que la
contradicción formulada debe ser desestimada y los ejecutados
cumplir con pagar la obligación contenida en la cambial, tanto más
cuando no han acreditado su cumplimiento. e) Que, respecto a los
intereses que haya generado dicha cambial, debe a su vez
determinarse los mismos en la presente resolución; siendo a que
en principio el actor pretende en su escrito de demanda el pago de
“intereses devengados” y en tanto a que en el auto ejecutivo se
ordenó el pago de “intereses pactados”. Más, de la revisión de la
cambial materia de ejecución se tiene que si bien contiene inserta
una cláusula de que en caso de mora “esta Letra de Cambio
generará las tasas de interés compensatorio y moratorio más altas
que la ley permita a su último tenedor”; sin embargo, al respecto,
el artículo 1245º del Código Civil, establece con claridad meridiana
que: “Cuando deba pagarse interés, sin haberse fijado la tasa, el
deudor debe abonar el interés legal”. Siendo ello así, los intereses
que devenguen por la cambial materia de autos son intereses
legales y no los pactados a que hace referencia el auto ejecutivo.
2.5 RECURSO DE APELACIÓN: Los ejecutados mediante escrito
del nueve de enero de dos mil trece, de fojas doscientos ochenta
y seis, formulan recurso de apelación reiterando los argumentos
esgrimidos en su escrito de contradicción. Niegan la existencia de
una relación comercial con el demandante. Respecto al informe de
entidades bancarias y de la Superintendencia de Banca y Seguros
señalan que no ha cumplido su objeto, porque informan respecto
a las cuentas de los ejecutados más no del ejecutante. Que el juez
no ha motivado adecuadamente su resolución, impidiendo que
puedan conocer el razonamiento lógico que lo condujo a tal
conclusión y consecuentemente, ejercer su derecho a la defensa,
vulnerando su derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
efectiva. Que el título valor ha sido llenado posteriormente a la
firma del mismo, por lo que se debe verificar que haya sido
completado de conformidad con los acuerdos previos 2.6 AUTO
DE VISTA: La Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante auto de vista de
fecha treinta de setiembre de dos mil trece, obrante a fojas
trescientos setenta y nueve, revoca el auto final apelado y
reformándolo declara improcedente la demanda con costos y
costas. Se sustenta en los siguientes fundamentos: 1.- Los
ejecutados en forma conjunta presentaron su contradicción al
mandato de ejecución fundamentándola en las relaciones
personales previstas en el artículo 19º.2 de la Ley de Títulos
Valores indicando que la cambial no circuló (no fue endosada por
el supuesto acreedor). Y que por ende pueden oponer sus
relaciones personales. En ese sentido, señalan que carecen de
todo vínculo comercial con el ejecutante y nunca firmaron una letra
de cambio a su favor por la suma demandada, y que corresponde
al ejecutante asumir la carga de la prueba de su dicho. 2.- Señalan
como sustento de su contradicción que el ejecutante tuvo una
relación de amistad con su hijo Erick Flores Luján, y que como
consecuencia de dicha amistad frecuentó en varias oportunidades
su domicilio. Que a mediados de mil novecientos noventa y seis se
extravió de su domicilio una letra de cambio en blanco que se
78645
encontraba firmada por ambos ejecutados, lo que omitieron
denunciar pues no imaginaron que había sido sustraída sino
traspapelada; indican que después de tres años fueron
sorprendidos con la existencia de dicha letra firmada en blanco y
llenada de manera fraudulenta por el ejecutante, lo cual ha sido
materia de una denuncia penal ante la Primera Fiscalía Penal de
San Juan de Miraflores. 3.- Al absolver la contradicción el
ejecutante afirmó que realizó diversos préstamos al hijo de los
ejecutados, empezando con la suma de seis mil nuevos soles, (
S/.6,000.00) hasta llegar a sesenta mil nuevos soles, (S/.
60,000.00), sin que éste le devolviera tales montos entregados en
mutuo, al ser insolvente. Fue así que los padres de su deudor se
obligaron a devolverle tal monto, solicitándole que agregue una
suma adicional, lo que con intereses y calculándola en dólares
americanos, alcanzó el monto de treinta mil dólares americanos
(US$ 30,000) consignados en la letra puesta a cobro. Niega haber
llenado en forma fraudulenta la cambial, y que la carga de probar
tales afirmaciones corresponde a los ejecutados. 4.- De acuerdo a
la normativa (Código Procesal Civil y Ley de Títulos Valores)
aplicable a este tipo de procesos, la demanda puede contradecirse
de acuerdo a las causales mencionadas en los artículos 690 –D1
del Código Procesal Civil y 192 de la Ley de Títulos Valores. 5.- La
regulación específica de la mencionada Ley se sustenta en que el
derecho cambiario parte del supuesto que los títulos valores se
crean en mérito de una relación jurídica anterior (subyacente). Así
las llamadas excepciones personales se refieren a las derivadas
del negocio que motivó la emisión del título valor o su negociación
frente a quienes fueron parte en dicho negocio causal. 6.- Los
ejecutados han alegado que no existen relaciones personales con
el ejecutante, que el título se encontraba firmado para garantizar
otra deuda frente a otra persona, siendo que el ejecutante tuvo
amistad con su hijo. Para acreditar sus afirmaciones ofrecen el
peritaje grafotécnico orientado a determinar que las firmas de ellos
son anteriores al resto de datos consignados en la cambial. 7.- Al
trasladarse la contradicción el ejecutante absolvió señalando que
otorgó préstamos diversos al hijo de los ejecutados, y al no ser
devueltos la madre de su deudor accedió asumir la deuda siempre
y cuando la misma se incremente a nueve mil dólares americanos
(US$ 9,000), más para ella, lo que fue aceptado por el ejecutante.
8.- El Juez no ha tomado en cuenta que se ha discutido en este
proceso la relación jurídica anterior (subyacente) a la relación
cambiaria, con las consecuentes cargas probatorias que ello
conlleva. 9.- Es así que cuando la parte ejecutada afirmó que no
existía relación alguna entre ella y el ejecutante, este absolvió
señalando la existencia de una relación previa con el hijo de los
ejecutados (no negó que su vínculo con éste se originó al haber
laborado ambos en la misma empresa, como señalaron los
ejecutados), a quien le prestó dinero en diversas oportunidades
para un proyecto de financiamiento a pequeños comerciantes,
empezando con una suma pequeña hasta llegar a sesenta mil
nuevos soles (S/ 60, 000.00). 10.- El ejecutante no ha acreditado
uno solo de estos hechos. 11.- Más aun en la audiencia de pruebas
contradijo su versión, al afirmar que conocía al hijo de la ejecutada
“jugando pelota por seis o siete años”, y que le hizo un préstamo
(no varios y de distintos montos, como aseveró en la absolución a
la contradicción, hasta llegar a la suma de sesenta mil nuevos
soles /s/. 60,000.00), señalando que “nosotros hicimos tal
préstamo para tener una ganancia”, con lo que aparentemente
estaría indicando que se trató de un negocio conjunto con el hijo
de la ejecutada y no que le entregó dinero en mutuo a éste para
que haga un negocio por su cuenta, como dijo en la absolución.
También fue impreciso en cuanto al monto, pues en su versión
original (en la absolución) había señalado que el monto llegó a la
suma de sesenta mil nuevos soles, (S/. 60,000.00), en tanto que
en la declaración de parte indicó que le hizo “un préstamo de más
o menos sesenta y sesenta y cinco mil nuevos soles”. 12.- Otra
inconsistencia radica en que al responder la tercera pregunta del
pliego interrogatorio, en la que se le pidió que explique en qué
circunstancias y lugar fue girada la letra y en qué modalidad se
hizo la supuesta entrega de dinero a los ejecutados (refiriéndose
al monto de US$ 30,000.00) el ejecutante dijo “la entrega de
dinero se hizo en su casa y en efectivo”. 13.- Ya establecidas las
relaciones personales por parte del ejecutante, se aprecia que ha
afirmado una serie de hechos que no ha acreditado (ni uno solo),
esto es, no ha probado mínimamente la existencia de la relación
que mantuvo con el hijo de los coejecutados, la cual según dice
fue la base de la que ahora pretende reclamar a éstos, integrada
por dicha deuda más una a cargo de la ejecutada. 14.- No hay
registro ni constancia de ninguna entrega de las sumas a esta
persona (el hijo de los ejecutados), lo que resulta poco verosímil,
dado que se ha sostenido que le fueron entregando diversos
montos, los que nunca devolvió, y a pesar de ello se le seguía
prestando (sin recibo ni garantía), hasta lograr que los padres se
hagan cargo de la deuda, siempre que se les entregue una suma
adicional en mutuo. 15. Tales circunstancias, sumadas a la
cantidad de contradicciones y vacíos en que ha incurrido el
ejecutante entre lo que argumentó en el escrito de absolución y lo
que afirmó al responder las preguntas en la audiencia de pruebas,
llevan a concluir en la falta de sustento de la existencia de la
relación subyacente. 16.- Se concluye que la relación causal que

78646 CASACIÓN
supuestamente dio origen a la letra de cambio puesta a cobro en
este proceso no ha sido mínimamente acreditada, por lo que debe
revocarse la apelada y declararse improcedente la demanda. 2.7
RECURSO DE CASACIÓN: Contra el auto de vista dictado por la
Sala Superior, el demandante interpone recurso de casación
mediante escrito obrante a fojas cuatrocientos uno, denunciando
la infracción normativa de los artículos 196º y 690º-D del Código
Procesal Civil y del artículo 19º numeral 3) de la Ley de Títulos
Valores Nº 27587. Alega que el proceso ejecutivo es uno donde el
juicio no se centra en analizar la cuestión de fondo de las
relaciones jurídicas, sino que se trata de hacer efectivo lo que
consta y fluye del mismo título, puesto no se trata de emitir un
pronunciamiento sobre derechos dudosos y controvertidos, sino
de hacer efectivo lo que consta y fluye del mismo título, razón por
la que se restringe la contradicción a las causales contenidas en la
ley, como la nulidad formal del título o falsedad del mismo, lo que
no ha sido probado, ya que la cambial reúne los requisitos formales
para su validez y eficacia. Que, los ejecutados no han presentado
prueba concluyente, que enerve los derechos del recurrente y que
sus afirmaciones han quedado totalmente descartadas en mérito a
las conclusiones del peritaje oficial y del archivo de la denuncia
que se formulara en su contra, por fraude procesal y delito contra
la fe pública en agravio de los ejecutados. (ante la Primera Fiscalía
Penal de San de Miraflores). Agrega que la deuda se inició con el
hijo de los demandados Erick Paúl Flores Luján, por el negocio de
préstamos que tenía con él, lo que generó una deuda aproximada
de veinte mil dólares americanos, monto que fue asumido por sus
padres (los ejecutados) con un adicional de nueve mil dólares
americanos, solicitado por la coejecutada, sumando la deuda de
treinta mil dólares americanos, por la que se emitió la letra de
cambio materia de ejecución. III. CUESTIÓN JURÍDICA EN
DEBATE La cuestión jurídica en debate consiste en determinar si
la parte demandada, puede contradecir el mandato ejecutivo
proponiendo las defensas que se deriven de las relaciones
personales entre el tenedor de la letra de cambio y los aceptantes
de la misma, de conformidad con el artículo 19º numeral 2) de la
Ley de Títulos Valores 27287. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA
SALA SUPREMA: Primero.- Que, el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva, es uno de los derechos fundamentales y/o
constitucionales que tiene todo sujeto de derecho (teniendo estos
la situación jurídica de demandante o demandado según el caso)
al momento de recurrir al órgano jurisdiccional (juez en
representación del Estado) a fin de que se le imparta justicia,
existiendo garantías mínimas para todos los sujetos de derecho
que hagan uso o requieran la intervención del Estado para la
solución de su conflicto de intereses o incertidumbre jurídica,
utilizando para ello el proceso como instrumento de tutela del
derecho sustancial de los mismos. Lo anterior se encuentra
regulado en el artículo 139º inciso 3) de la Constitución Política del
Estado, en concordancia con lo establecido en el artículo 2º del
Código Procesal Civil3. Segundo.- El principio del debido proceso
contiene el derecho a la motivación escrita de las resoluciones que
garantiza al justiciable el derecho de obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las
pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cualquier
clase de proceso. La exigencia de que las decisiones judiciales
sean motivadas en proporción a los términos del inciso 5) del
artículo 139º de la Constitución Política del Estado garantiza que
los jueces cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan
expresen el proceso lógico que los ha llevado a decidir la
controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la
Ley, pero también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio
del derecho de defensa. En ese sentido, habrá motivación de las
resoluciones judiciales siempre que exista fundamentación
jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma
la resolución judicial exprese una suficiente justificación de la
decisión adoptada, aún si ésta es breve o concisa. Tercero.- El
texto del artículo 384º del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, establece los fines esenciales del recurso de
casación civil, esto es, la correcta aplicación del derecho objetivo
al caso concreto, es decir, velar por la correcta observancia de la
ley mediante la tutela del derecho en el caso concreto y establecer
la unificación de la jurisprudencia nacional. Ahora bien, velar por la
correcta observancia de la ley significa controlar que en las
decisiones judiciales se haya interpretado o aplicado correctamente
la norma jurídica. Cuarto.- Que, habiéndose declarado procedente
el recurso de casación por causal referida a infracción de norma
procesal, cabe señalar que, la citada infracción es sancionada
ordinariamente con nulidad procesal, la misma que se entiende
como aquél estado de anormalidad del acto procesal, originado en
la carencia de algunos de sus elementos constitutivos o en vicios
existentes sobre ellos que potencialmente los coloca en la
situación de ser declarados judicialmente inválidos. El estado de
nulidad potencial no puede afectar el debido proceso ya sea por
ser subsanable el vicio, por convalidación o porque el acto cumplió
con su finalidad. La garantía al debido proceso implica también el
administrar justicia de acuerdo a las normas procesales, porqué
en razón a su texto, son consideradas imperativas o de estricto
cumplimiento, consecuentemente, está sancionada su omisión o
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
cumplimiento deficiente con la respectiva declaración de nulidad,
siendo ello así, es tarea de esta Suprema Sala revisar si se vulneró
o no las normas que establecen expresamente un determinado
comportamiento procesal con carácter de obligatoriedad, en cuyo
caso debe disponerse la anulación del acto procesal viciado.
Quinto.- De conformidad con el artículo 196º del Código Procesal
Civil, la carga de la prueba corresponde a quien afirma los hechos
que configuran su pretensión. Se atribuye al tratadista alemán
Jamen Goldschmidt4 haber desarrollado en qué consiste “la carga”
diferenciando este concepto de lo que son los derechos, facultades
y deberes de las partes dentro de un proceso. Señala que: “(...)
sólo existen en el proceso “cargas”, es decir, situaciones de
necesidad de realizar determinado acto para evitar que sobrevenga
un perjuicio procesal. Con otras palabras, se trata de “imperativos
del propio interés”. Las cargas procesales se hallan en una
estrecha relación con las “posibilidades” procesales, puesto que
toda “posibilidad” impone a las partes la carga de ser diligente
para evitar su pérdida. El que puede, debe; la ocasión obliga (es
decir, grava), y la más grande culpa frente a uno mismo es la de
haber perdido la ocasión” En ese sentido, la carga constituye la
necesidad de realizar determinados actos en el ejercicio de un
derecho para no perjudicarlo, el apremio que produce el
incumplimiento de la carga probatoria se evidencia en la sentencia,
pues si el juez no está convencido de los hechos afirmados por las
partes, no puede dejar de emitirla, sino que deberá aplicar las
reglas de la carga de la prueba, perjudicando a quien no probó los
hechos que alegó, es decir a quien no cumplió con la carga de
probar. Los ejecutados formulan contradicción contra el mandato
ejecutivo, al amparo del artículo 19º.2 de la Ley de Títulos Valores
indicando que el deudor puede contradecir proponiendo las
defensas que se deriven de sus relaciones personales y las que
resulten procedentes, según la ley procesal. Afirman que con el
demandante no les une ni les ha unido ningún tipo de relación
comercial, y menos aún firmaron una letra de cambio a su favor
por treinta mil dólares americanos (US$ 30,000.00), por lo que no
existe razón para ser deudores del mismo y mucho menos de la
suma que pretende cobrar, por lo que corresponde asumir al
demandante la carga de la prueba, es decir debe probar que la
relación comercial existió. Agregan que el titulo valor es falso, que
quien tuvo una relación de amistad con el ejecutante fue su hijo
Erick Flores Luján al ser un trabajador de la empresa en la que
también laboraba el demandante, y aprovechando esta amistad
frecuentó en varias oportunidades su hogar. Que, en el año mil
novecientos noventa y seis, se extravió de su domicilio una letra
de cambio en blanco que se encontraba firmada por los ahora
ejecutados, omitiendo denunciar este hecho puesto que no
imaginaron que la había sustraído, sino que más bien se había
traspapelado. Es así que después de tres años han sido
sorprendidos al ser llenada de manera fraudulenta, lo que
evidencia la falsedad de la letra de cambio, al haberse consignado
en ella un domicilio que no corresponde al de los ejecutados,
haber insertado alrededor de la firma una escritura que no
corresponde del puño y letra de Víctor Flores Rodríguez. Sin
embargo, tal como se tiene mencionado el artículo 196º del Código
Procesal Civil, la carga de probar corresponde a quien contradice
los hechos, alegando hechos nuevos. Es así que correspondía a
los ejecutados probar sus afirmaciones, en el sentido que la letra
de cambio firmada en blanco, se les extravió de su domicilio en el
año mil novecientos noventa y seis, y que fue el demandante
quien la sustrajo aprovechando la amistad que mantuvo con su
hijo, tanto más si la denuncia que le fuera formulada en su contra
por fraude procesal y delito contra la fe pública en agravio de los
ejecutados fue archivada por la Primera Fiscalía Penal de San de
Miraflores. Observándose de los actuados, que ninguna de las
afirmaciones efectuadas por los demandados, al contradecir el
mandato ejecutivo, han sido debidamente acreditadas. Además,
se aprecia de la pericia grafotécnica de fojas ciento treinta y uno,
que no se determinó la falsedad de la firma, sino que la firma del
titular Víctor Flores Rodríguez precede al contenido manuscrito
(nombre del titular y el número de su Documento Nacional de
Identidad). Sexto.- Que, la oportunidad y modo de contradecir el
mandato ejecutivo, están regulados por el artículo 690º-D del
Código Procesal Civil y para contradecir un mandato ejecutivo
amparado en el artículo 19º.2 de la Ley de Títulos Valores 27287
proponiendo las defensas que se deriven de sus relaciones
personales, necesariamente el tenedor de la letra y el aceptante
de la misma, deben tener además de la relación cambiaria, una
relación causal subyacente, en base a la cual el deudor pueda
oponerse al pago, señalando el motivo por el cual se opone.
Recordemos que la relación causal está referida a la que existe
entre las partes y fue la que dio origen a la emisión del título valor
y la relación cambiaria, es la que existe por el solo hecho de
poseer el título valor, la que se caracteriza por ser autónoma y
abstracta. Montoya Manfredi5 señala: “(...) el título de cambio es un
título valor de carácter abstracto e independiente de la relación
fundamental o causal que dio origen a su libramiento; la garantía o
condición que puede existir en la relación causal no afecta este
carácter del título de cambio, la misma que solo puede ser opuesta
mediante excepciones personales previstas en el artículo 19º de la
Ley” En consecuencia, si los demandados niegan que entre ellos
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
y el demandante exista relación comercial alguna, no pueden
formular contradicción al mandato ejecutivo, puesto que solo los
une la relación cambiaria. Sétimo.- Sobre lo que es materia de
análisis podemos mencionar como jurisprudencia lo señalado en
la Casación número 1677-2002-Ica del tres de diciembre de dos
mil tres: “(...) el ejecutado ha desarrollado su defensa en la relación
causal existente con la demandante (...) el deudor también puede
oponer al tenedor del título las excepciones que deriven de sus
relaciones personales con éste. (...) en ese sentido el juzgador
debió hacer una análisis del contrato de compra venta (...) respecto
del cual las partes coincidieron en señalar que éste originó la
deuda puesta a cobro (...)” Como se ha mencionado el artículo 19º
de la Ley de Títulos Valores, establece cuáles son las únicas
oposiciones que puede hacer valer el ejecutado respecto a las
obligaciones que aparecen consignadas en el título valor,
señalando en forma detallada, los recursos que puede hacer valer
contra los títulos valores para impedir se enerven los efectos que
derivan de ellos mediante el uso de todos los medios de defensa
que se emplean en el campo procesal, de modo que las acciones
cambiarias provenientes de tales documentos, sean eficaces.
Octavo.- Respecto a las causales de contradicción previstas en el
artículo 19º.3 de la Ley de Títulos Valores, presupone que quien
ejerce la acción adquirió el título de buena fe, porque la ley
sobrepone el principio de la buena fe a los principios de literalidad
y autonomía; más aun si como se ha establecido, los ejecutados
no han logrado acreditar sus afirmaciones, respecto a la falsedad
del título valor puesto a cobro. Por lo que se concluye que no
resultan oponibles ninguna de las causales de contradicción
previstas en el artículo 19º antes aludido, por tanto se debe
declarar fundado el recurso de casación, nulo el auto de vista y
actuando en sede de instancia, confirmar el auto apelado por el
que se declara infundada la contradicción formulada por los
ejecutados, ordenando llevar a cabo la ejecución. VI. DECISIÓN:
a) Esta Sala Suprema, en aplicación de lo señalado por el artículo
396 del Código Procesal Civil: Declara FUNDADO el recurso de
casación interpuesto a fojas cuatrocientos uno por el demandante
Hugo Abdón Vidal Valer, en consecuencia, NULO el auto de vista
emitido por la Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima, obrante a fojas trescientos
setenta y nueve, de fecha treinta de setiembre de dos mil trece. b)
Actuando en sede de instancia: CONFIRMARON el auto final
apelado de fecha veinte de noviembre de dos mil doce, de fojas
doscientos setenta y seis, que declaró infundada la contradicción,
ordenando llevar adelante la ejecución forzada, hasta que cumplan
con pagar al ejecutante la suma de treinta mil dólares americanos
($30,000.00), más intereses legales, costas y costos del proceso.
c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Hugo Abdón Vidal Valer, con Víctor Flores Rodríguez y otra, sobre
obligación de dar suma de dinero; y los devolvieron. Interviene
como ponente la señora Jueza Suprema Estrella Cama. SS.
ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 690-D CPC.- Contradicción
Dentro de cinco días de notificado el mandato ejecutivo, el ejecutado puede
contradecir la ejecución y proponer excepciones procesales o defensas previas.
En el mismo escrito se presentarán los medios probatorios pertinentes; de lo
contrario, el pedido será declarado inadmisible. Sólo son admisibles la declaración
de parte, los documentos y la pericia
La contradicción sólo podrá fundarse según la naturaleza del título en:
1. Inexigibilidad o iliquidez de la obligación contenida en el título;
2. Nulidad formal o falsedad del título; o, cuando siendo éste un título valor emitido
en forma incompleta, hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos
adoptados, debiendo en este caso observarse la ley de la materia;
3. La extinción de la obligación exigida;
Cuando el mandato se sustente en título ejecutivo de naturaleza judicial, sólo podrá
formularse contradicción, dentro del tercer día, si se alega el cumplimiento de lo
ordenado o la extinción de la obligación, que se acredite con prueba instrumental.
La contradicción que se sustente en otras causales será rechazada liminarmente
por el Juez, siendo esta decisión apelable sin efecto suspensivo.” (*)
(*) Artículo incorporado por el Artículo Único del Decreto Legislativo Nº 1069,
publicado el 28 junio 2008.
2
Artículo 19 de la Ley de Títulos valores.- Causales de contradicción
(...)
19.2 El deudor también puede contradecir al tenedor del título valor,
proponiendo las defensas que se deriven de sus relaciones personales y las
que resulten procedentes, según la ley procesal.
3
Artículo 2.- Por el derecho de acción todo sujeto, en ejercicio de su derecho a la
tutela jurisdiccional efectiva y en forma directa o a través de representante legal
o apoderado, puede recurrir al órgano jurisdiccional pidiendo la solución a un
conflicto de intereses intersubjetivo o a una incertidumbre jurídica.
Por ser titular del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, el emplazado en un
proceso civil tiene derecho de contradicción.
4
Goldschmidt, James. Derecho Procesal Civil. Editorial Labor S.A, Barcelona-
España 1936, página 203.
5
Montoya Manfredi, Ulises. Comentarios a la Ley de Títulos Valores. Importadora
y Distribuidora Editorial Moreno S.A. - Idemsa. Octava Edición 2012. Lima-Perú.
Página 353.
C-1392274-19
78647
CAS. Nº 343-2014 LIMA
Declaración judicial. Sumilla.- La improcedencia de la demanda
por una indebida acumulación de pretensiones. No procede
declarar la improcedencia de la demanda por una indebida
acumulación de pretensiones si éstas han sido propuestas como
principal y accesoria, caso en que el juzgador limitará su
pronunciamiento respecto de la principal con prescindencia de la
accesoria, pues ésta última está sujeta al amparo o desestimación
de la principal y no viceversa. Arts. 85º, 87º y 427º inc. 7 del CPC.
Lima, siete de agosto de dos mil catorce.- La SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número trescientos cuarenta y tres –
dos mil catorce, en audiencia pública realizada en la fecha y
producida la votación correspondiente, emite la siguiente
sentencia: I. ASUNTO. En el presente proceso de declaración
judicial de existencia y vigencia de derechos, es objeto de examen
el recurso de casación interpuesto por Banco República en
Liquidación, sucesor procesal de la demandante Orión Corporación
de Crédito Banco en Liquidación, mediante escrito que obra a
fojas cuatrocientos cuarenta y siete, contra la sentencia de vista
obrante a fojas cuatrocientos veinticinco, su fecha doce de
noviembre de dos mil trece, expedida por la Segunda Sala Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que revoca la sentencia apelada de fojas trescientos
ochenta, su fecha doce de junio de dos mil trece, que declara
fundada en parte la demanda, y reformándola la declara
improcedente. II. ANTECEDENTES 1. Demanda. Mediante
escrito presentado el ocho de enero de dos mil ocho, obrante a
fojas treinta y nueve, subsanada por escrito de fojas sesenta y
cinco, la demandante Orión Corporación de Crédito Banco en
Liquidación interpuso demanda contra la empresa VEO Sociedad
Anónima Cerrada. La demandante solicitó, en calidad de
pretensión principal, la declaración judicial de la existencia y
vigencia de su derecho a exigir el cumplimiento de la
contraprestación asumida por la demandada, consistente en
formular el estado de ganancias y pérdidas de su gestión de
cobranza de la cartera de créditos de consumo que le cedió la
actora por un valor convencional de veintitrés millones quinientos
cincuenta y cuatro mil doscientos cuarenta y cuatro dólares
americanos con ochenta y uno centavos, representado por
cuarenta y dos mil trescientos setenta y cinco operaciones
crediticias, de cuya recuperación debió entregarle semestralmente
un porcentaje equivalente al treinta por ciento, obligación de pago
que ha incumplido y viene incumpliendo pese a los diversos
requerimientos. Asimismo, solicitó, en calidad de primera
pretensión accesoria, el pago de trescientos treinta y tres mil
setecientos uno dólares americanos con noventa y uno centavos,
lo que deberá ser determinado mediante una pericia practicada en
la etapa correspondiente. También reclamó, como segunda
pretensión accesoria, el cumplimiento del pago del monto de
cuarenta y cuatro mil diez nuevos soles con sesenta y cinco
céntimos, importe reconocido en forma expresa por la demandada,
así como el pago de catorce mil ciento setenta y seis dólares
americanos con ochenta centavos, por corresponder al treinta por
ciento del valor de transferencia de veintidós créditos que la
demandada efectuó a favor de Alfredo Vidal Calderón, mediante
Escritura Pública de Cesión de Derechos de fecha dieciocho de
julio de dos mil tres, más los intereses devengados y costas y
costos del proceso. Mediante resolución número tres, de fecha
cuatro de abril de dos mil ocho, obrante a fojas setenta y tres, se
admitió a trámite la demanda en la vía del proceso de conocimiento.
2. Contestación de la demanda. Pese a haber sido notificada
mediante edictos, la demandada no se apersonó al proceso, por lo
que se le nombró curador procesal mediante resolución obrante a
fojas doscientos cuarenta y seis, quien, por escrito de fojas
doscientos noventa y nueve, contestó la demanda, negándola y
contradiciéndola en los siguientes términos: 2.1. Señaló que los
montos indicados en la demanda como pretensiones principales y
accesorias deben ser materia de probanza. 2.2. Sostuvo que si
bien su representada habría firmado el contrato de cesión de
derechos; sin embargo, no se especificó si era por cuarenta y dos
mil trescientos setenta y cinco operaciones de crédito otorgados y
no pagados por sus clientes, puesto que la actora no acompaña
una relación de los contratos respectivos. 3. Puntos
controvertidos. Mediante resolución número treinta y ocho, su
fecha trece de enero de dos mil doce, obrante a fojas trescientos
veintidós, el Juez fijó los siguientes puntos controvertidos: 3.1.
Determinar si procede o no declarar la existencia y vigencia de la
contraprestación asumida por VEO Sociedad Anónima Cerrada,
respecto al estado de ganancias y pérdidas de la gestión de
cobranza de la cartera de créditos de consumo que le fuera cedida
el primero de julio de mil novecientos noventa y nueve, por un
valor de veintitrés millones quinientos cincuenta y cuatro mil
doscientos cuarenta y cuatro dólares americanos, representado
en cuarenta y dos mil trescientos setenta y cinco operaciones
crediticias a favor de la demandante. 3.2. Determinar si procede o
no como primera pretensión accesoria que la emplazada cumpla
con la obligación de pago de una suma determinable estimado en
trescientos treinta y tres mil setecientos uno dólares americanos
con noventa y uno centavos a favor del demandante, en razón a la

78648 CASACIÓN
gestión de cobranzas y que correspondería al treinta por ciento de
la suma de un millón doscientos un mil setecientos veinticinco
dólares americanos con once centavos, como total de la cartera
de créditos entregada. 3.3. Determinar si procede o no que la
emplazada cumpla con la obligación de pago de cuarenta y cuatro
mil diez nuevos soles con sesenta y cinco céntimos y catorce mil
ciento setenta y seis dólares americanos con ochenta centavos,
que corresponden al treinta por ciento del valor de transferencia
de veintidós créditos que realizó a favor de Alfredo Vidal Calderón,
conforme a la Escritura Pública de fecha dieciocho de julio de dos
mil tres. 4. Sentencia de primera instancia. El Primer Juzgado
Civil con Subespecialidad Comercial de Lima expidió la sentencia
obrante a fojas trescientos ochenta, su fecha doce de junio de dos
mil trece, que declaró fundada en parte la demanda en lo que se
refiere a la pretensión principal demandada, en consecuencia,
declaró la existencia y vigencia del derecho del Banco República
en Liquidación, sucesor procesal de Orión Corporación de Crédito
Banco en Liquidación, a exigir el cumplimiento de la
contraprestación asumida por la demandada, de formular el
estado de ganancias y pérdidas de su gestión de cobranza de la
cartera de créditos de consumo que le fue cedida por la
demandante por un valor convencional de veintitrés millones
quinientos cincuenta y cuatro mil doscientos cuarenta y cuatro
dólares americanos con ochenta y un centavos; asimismo, declaró
infundadas las pretensiones accesorias, así como el pago de
intereses legales. Las razones que sustentaron dicha decisión son
las siguientes: 4.1. El Juez estableció respecto a la pretensión
principal que mediante la copia simple del contrato de cesión de
derechos de fojas seis, la empresa demandada, en la cláusula
quinta, asumió la obligación de llevar la contabilidad separada de
todo el proceso de gestión de cobranza de la cartera que le fue
transferida por la actora. 4.2. También señaló que mediante las
comunicaciones presentadas de fojas doce a veintinueve, se
acreditó que la demandada inicialmente informó de las acciones
de cobranza que realizaba, por lo cual la actora solicitó la
documentación e información pertinente el catorce de setiembre
de dos mil, pedido que reiteró el veintinueve de mayo de dos mil
uno, y que dio lugar a que la demandada presentara la liquidación
de operaciones correspondientes al segundo semestre del año
dos mil, así como la liquidación de los ingresos y egresos
correspondientes a ese mismo periodo y primer semestre del año
dos mil uno. 4.3. En tal virtud, concluyó que la demandada dejó de
dar cumplimiento a su obligación contractual en el año dos mil
uno, por lo que de conformidad con el artículo 1219º, inciso 1, del
Código Civil, resulta procedente la exigibilidad de la obligación
contraída con la demandante. 5. Recursos de apelación. La
curadora procesal de la demandada, mediante escrito presentado
el primero de julio de dos mil trece, obrante a fojas trescientos
noventa y uno, interpuso recurso de apelación contra la citada
sentencia. La sucesora procesal de la demandante, Banco
República en Liquidación, mediante escrito presentado el ocho de
julio de dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos, también
interpuso recurso de apelación solo en el extremo que declaró
infundadas las pretensiones accesorias. 6. Sentencia de vista. La
Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima expidió la sentencia de vista obrante
a fojas cuatrocientos veinticinco, su fecha doce de noviembre de
dos mil trece, que revocó la sentencia apelada y reformándola
declaró improcedente la demanda. Las razones que sustentaron
dicha decisión son las siguientes: 6.1. La Sala Superior señaló que
la pretensión principal es declarativa, pues se basa en el contrato
de cesión de derechos, mientras que las pretensiones accesorias
son de dar suma de dinero, las que requieren de probanza
exhaustiva. 6.2. También sostuvo que no es viable que de la
pretensión principal se deriven las accesorias, las mismas que por
su contenido debieron ser planteadas de forma autónoma, pues
requieren probanza y análisis individual. 6.3. Finalmente, concluyó
que la indebida acumulación fue observada por el Juez, mediante
resolución número uno, al declarar inadmisible la demanda,
observación que según afirma la Sala no fue subsanada por la
actora y a pesar de ello se admitió la demanda. 6.4. En tal virtud,
consideró que es de aplicación la causal de improcedencia de la
demanda contemplada en el artículo 427º, inciso 7, del Código
Procesal Civil, que regula la indebida acumulación de pretensiones.
7. RECURSO DE CASACIÓN Mediante escrito presentado el tres
de enero del año en curso, obrante a fojas cuatrocientos cuarenta
y siete, el sucesor procesal de la demandante Banco República en
Liquidación interpuso recurso de casación denunciando las
siguientes infracciones: a) Infracción normativa del artículo
427º, inciso 7, del Código Procesal Civil: señaló que se ha
aplicado indebidamente la norma procesal antes citada, pues
considera que no existe una indebida acumulación de
pretensiones, ya que si bien la Sala Superior consideró que las
pretensiones accesorias son autónomas y requieren ser probadas,
sin embargo, bien pudo emitir pronunciamiento respecto de la
pretensión principal, máxime si la parte demandada impugnó la
sentencia en dicho extremo, lo que no ha merecido pronunciamiento
alguno, tanto más si la Sala de mérito sostuvo que “lo accesorio
sigue la suerte del principal”; agrega a ello que las pretensiones
accesorias derivan de la principal, pues basta que se determine la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
existencia de la obligación por parte de la demandada, consistente
en dar cuenta de los estados de ganancias o pérdidas, para que
mediante pericia judicial se establezca o cuantifique a cuánto
asciende dichas ganancias o pérdidas, lo que no se ha llevado a
cabo en este caso. b) Infracción normativa del artículo 1361º
del Código Civil: sostuvo que la Sala Superior aplicó
indebidamente el criterio jurisdiccional de la acumulación indebida
de pretensiones, sin tener en cuenta el artículo 1361º del Código
Civil, toda vez que el acto jurídico plasmado en un contrato cumple
los requisitos exigidos por ley, que por su naturaleza no solo es
declarativa, sino que es una manifestación de voluntad de las
partes contratantes para formalizar un negocio jurídico, de lo que
precisamente va a derivar las consecuencias obligacionales de
una pretensión de dar suma de dinero. III. CUESTIÓN JURÍDICA
EN DEBATE La cuestión jurídica en debate consiste en determinar
si la demanda contiene la causal de improcedencia contemplada
en el artículo 427º, inciso 7, del Código Procesal Civil, consistente
en una indebida acumulación de pretensiones. IV. FUNDAMENTOS
DE ESTA SALA SUPREMA Primero.- Es el caso señalar que este
Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de casación
propuesto por infracciones normativas tanto de orden procesal y
material, por lo que, en primer término, deberá analizarse la
infracción procesal debido a la naturaleza y los efectos de ésta,
pues si mereciera amparo carecería de objeto pronunciarse
respecto de la infracción que tiene relación con el derecho
material. Segundo.- En principio, conviene señalar que el artículo
427º del Código Procesal Civil regula los casos de improcedencia
de la demanda, otorgando al juez la facultad de decidir su rechazo
en el supuesto que no cumpla los presupuestos procesales o
condiciones de la acción, decisión que puede ser dictada in limine
o en la propia sentencia. Tercero.- Ahora bien, en el caso concreto
es objeto de controversia determinar si la demanda planteada
contiene la causal de improcedencia contemplada en el artículo
427º, inciso 7, del Código Procesal Civil, referida a la indebida
acumulación de pretensiones. Para tal efecto es necesario
entender dicha figura. La acumulación es una institución procesal
que permite la presencia de dos o más personas o pretensiones
en un proceso, a fin de alcanzar uno de los principios que lo
caracteriza: la economía procesal, pues a través de ella lo que se
busca es reducir tiempo, esfuerzo y dinero. La acumulación puede
clasificarse en objetiva o subjetiva y a la vez en originaria o
sucesiva, dependiendo de si esta se presenta en la demanda o en
la reconvención. Se denomina acumulación objetiva de
pretensiones, que es la que interesa al caso, cuando el actor
propone más de una pretensión contra el mismo demandado o
demandados. Cuarto.- Pues bien, el artículo 85º del Código
Procesal Civil establece como requisitos de este tipo de
acumulación los siguientes: 1. Sean de competencia del mismo
juez; 2. No sean contrarias entre sí, salvo que sean propuestas en
forma subordinada o alternativa; y, 3. Sean tramitables en una
misma vía procedimental. Quinto.- En cuanto al primer
presupuesto, consistente en que todas las pretensiones que se
pretenden acumular deban ser de competencia del mismo juez,
debe decirse que la acumulación no puede infringir las reglas de la
competencia, la cual está determinada por criterios como la
materia, la cuantía, la función, el turno y el territorio, debiendo
precisarse que los cuatro primeros son absolutos e improrrogables,
y el quinto relativo, por lo tanto, prorrogable. En cuanto al segundo
requisito, referido a que las pretensiones no deben ser contrarias
entre sí, debe analizarse si las pretensiones son o no conexas
entre sí, es decir, debe determinarse la concurrencia de elementos
comunes, entendiéndose por conexidad a la existencia de un
vínculo material entre las distintas pretensiones acumuladas, y
que pueden derivar del título, causa o del objeto (conexión propia),
o por lo menos fundarse en elementos homogéneos de pura
afinidad (conexión impropia). En cuanto a la última exigencia, esto
es, que todas las pretensiones tengan la misma vía procedimental,
hay que advertir que este requisito solo funciona en los casos en
que la ley haya fijado expresamente una vía procesal para
determinada pretensión. Finalmente, conviene anotar que el inciso
2 del precitado artículo 85º establece la excepción al segundo
requisito al precisar que en caso las pretensiones sean contrarías
entre sí, éstas pueden acumularse siempre que sean propuestas
en forma subordinada o alternativa Sexto.- Por otra parte, es
importante destacar que el artículo 87º del Código adjetivo
establece que la acumulación objetiva originaria puede ser
subordinada, alternativa o accesoria. Será subordinada cuando la
pretensión queda sujeta a la eventualidad del amparo o
desestimación de la pretensión principal. Será alternativa cuando
se autoriza al demandado a elegir cuál de las pretensiones va a
cumplir. Será accesoria cuando habiendo varias pretensiones, al
declararse fundada la principal se amparan también las demás.
Entonces, se puede decir que si las pretensiones planteadas son
de competencia del mismo juez, no son contradictorias entre sí y,
además, tienen la misma vía procedimental, nada impide la
acumulación de pretensiones en una misma demanda. Sétimo.-
Este orden de ideas permite establecer con claridad que la causal
de improcedencia contemplada en el artículo 427º, inciso 7, del
Código Procesal Civil solo procede cuando no se cumplen los
requisitos establecidos taxativamente por la ley para la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
acumulación de pretensiones, los cuales, conforme se ha anotado,
están regulados en los artículos 85º y 87º del acotado Código
adjetivo. Octavo.- Ahora bien, en el presente caso se aprecia que
la Sala Superior al emitir la resolución impugnada en casación
declaró improcedente la demanda, amparándose en la causal de
la indebida acumulación de pretensiones, pues, en primer lugar,
señala en la cuarta consideración que no es viable que las
pretensiones accesorias deriven de la pretensión principal, las que
por su contenido –considera- debieron ser planteadas de modo
autónomo. Al respecto, es menester reparar que la Sala de mérito
no tuvo en consideración que, en aplicación de lo dispuesto en el
artículo 87º del Código adjetivo, las pretensiones accesorias están
sujetas al amparo o desestimación de la principal y no viceversa,
es decir, el juzgador, en primer lugar, deberá analizar la pretensión
que tiene la calidad de principal, y luego de ello revisar para
verificar si procede o no el amparo de la accesoria. Sobre este
tema, es pertinente traer a colación la posición asumida por este
Supremo Tribunal al señalar que: “El hecho de que existan
circunstancias que –a consideración de los jueces- impiden que se
pueda emitir un pronunciamiento amparando o desestimando
tales pretensiones accesorias, no importa que la demanda
contenga ipso facto una indebida acumulación de pretensiones y
que por ello no pueda pronunciarse resolviendo en definitiva la
litis; en todo caso, se trata de una situación que daría lugar a que
el juzgador limite su pronunciamiento a la pretensión principal con
prescindencia de las accesorias, las cuales devendrían en
improcedentes”1 Noveno.- Asimismo, se advierte que la Sala
Superior en la quinta consideración sostuvo que la indebida
acumulación fue observada por el Juez, mediante resolución
número uno, al declarar inadmisible la demanda, observación que
según refiere no fue subsanada por la actora, a pesar de ello se
admitió la demanda; no obstante, esta aseveración de la Sala es
equivocada, toda vez que de autos se observa que la demandante
sí subsanó dicha observación por escrito de fojas sesenta y cinco
y, en virtud de ello, el juzgador admitió a trámite la demanda
mediante resolución número tres, obrante a fojas setenta y tres.
Décimo.- En consecuencia, este Supremo Tribunal llega a la
conclusión de que en efecto la Sala Superior infringió la norma
procesal prevista en el artículo 427º, inciso 7, del Código Procesal
Civil, al no observar los requisitos que la ley expresamente exige
para la procedencia de la acumulación de pretensiones, por lo que
corresponde a esta Sala Suprema anular la resolución de vista al
evidenciarse la existencia de vicios procesales; en tal virtud,
carece de objeto pronunciarse por la infracción normativa de
orden material. V. DECISIÓN Esta Sala Suprema, en aplicación de
lo dispuesto en el artículo 396º, tercer párrafo, acápite 1, del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364: 1. Declara
FUNDADO el recurso de casación interpuesto Banco República
en Liquidación, sucesor procesal de la demandante Orión
Corporación de Crédito Banco en Liquidación, mediante escrito
que obra a fojas cuatrocientos cuarenta y siete, por la infracción
normativa del artículo 427º, inciso 7, del Código Procesal Civil; en
consecuencia, NULA la sentencia de vista obrante a fojas
cuatrocientos veinticinco, su fecha doce de noviembre de dos mil
trece, expedida por la Segunda Sala Civil con Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la
sentencia apelada de fojas trescientos ochenta, su fecha doce de
junio de dos mil trece, que declara fundada en parte la demanda,
y reformándola la declara improcedente. 2. ORDENARON que la
Sala Superior expida nuevo fallo con arreglo a ley y a las
consideraciones de esta decisión. 3. DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Banco República en
Liquidación, sucesor procesal de la demandante Orión Corporación
de Crédito Banco en Liquidación, con Veo Sociedad Anónima
Cerrada, sobre declaración judicial de existencia y vigencia de
derechos y otros conceptos. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON,
TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS
1
Consideración sexta de la Sentencia Casatoria Nº 3952-2009, su fecha 22 de
setiembre de 2010, expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República, publicada en el Diario Oficial El peruano el 28 de febrero
de 2011.
C-1392274-20
CAS. Nº 502-2014 JUNÍN
RETRACTO. Régimen de Propiedad Horizontal. En el régimen
de propiedad horizontal no procede el derecho de retracto respecto
de las secciones exclusivas, salvo que haya sido pactado por los
propietarios en el reglamento interno. No se puede entender que
existe derecho de superficie respecto del sobresuelo en el que se
ha construido un departamento, bajo el régimen de propiedad
horizontal, pues en dicho régimen el sobresuelo constituye un bien
común que no puede ser objeto de transferencia. Art. 1599º incisos
2 y 5 del C.C. y Art. 134º del Reglamento de la Ley Nº 27157. Lima,
nueve de setiembre de dos mil catorce.- La SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número quinientos – dos mil catorce,
78649
en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia: I.
ASUNTO En este proceso de retracto, es objeto de examen el
recurso de casación interpuesto por los demandados Vidal Luis
Peña Orrego y Luz Gloria Marín Rosales por escrito de fojas
quinientos setenta y ocho, contra la sentencia de vista obrante a
fojas quinientos cincuenta y siete, su fecha dos de diciembre de
dos mil trece, expedida por la Primera Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que confirma la sentencia apelada
de fojas quinientos seis, su fecha veinticuatro de julio de dos mil
doce, que declara fundada la demanda, en consecuencia, ordena
la subrogación del demandante César Eduardo Arroyo Fabián en
el lugar del comprador del inmueble materia de venta en la
escritura pública de fecha veintiocho de setiembre de dos mil diez,
con lo demás que contiene. II. ANTECEDENTES 1. Demanda.
Mediante escrito presentado ante el órgano jurisdiccional el
veintidós de octubre de dos mil diez, obrante a fojas dos, César
Eduardo Arroyo Fabián interpuso demanda de retracto contra los
vendedores César Iván Lazo Casimiro y su cónyuge Rita Porras
Poma, y contra los compradores Vidal Luis Peña Orrego y su
cónyuge Luz Gloria Marín Rosales, con el fin de retraer el inmueble
consistente en la tienda del primer piso del Edificio signado con el
número doscientos treinta y cuatro, del Paseo La Breña, Distrito y
Provincia de Huancayo, con una extensión superficial de cuarenta
y seis punto sesenta y seis metros cuadrados, inscrito en la Partida
Registral Nº 02026779 del Registro de Predios de la Zona Registral
VIII-Sede Huancayo o, en otras palabras, a fin de subrogarse en el
lugar de los compradores y en todas las estipulaciones del contrato
de compraventa de fecha veintiocho de setiembre de dos mil diez,
respecto del inmueble antes aludido. Los argumentos de dicha
demanda son los siguientes: 1.1. Los demandados César Iván
Lazo Casimiro y su cónyuge Rita Porras Poma vendieron a Vidal
Luis Peña Orrego y su cónyuge Luz Gloria Marín Rosales el
inmueble antes mencionado, el cual comprende sus accesorios,
servidumbres, entradas, salidas, usos, costumbres, así como los
bienes comunes del edificio. 1.2. Sostuvo que los vendedores no
le comunicaron la intención de transferir el mencionado predio, a
efecto de ejercer su derecho de prioridad de compra por ser
propietario del sótano del mismo edificio, por ende, copropietario
de las siguientes porciones indivisas: áreas comunes, entradas,
salidas y servidumbres de la tienda materia de venta; además de
ser el propietario del suelo (por ser dueño del sótano) en cuya
superficie se ha construido la citada tienda. 1.3. Precisó que tomó
conocimiento de la venta del bien recién el once de octubre de dos
mil diez, a raíz de una conversación entre dos amigos del
expropietario del predio, información que luego comprobó al acudir
a los Registros Públicos. 1.4. Por último, sostuvo que el monto
pagado por los compradores por concepto de la transferencia de
la propiedad es de cincuenta mil dólares norteamericanos, el
mismo que ha cumplido con depositar. 2. Contestaciones a la
demanda. Mediante escrito presentado el diez de enero de dos
mil once, obrante a fojas cincuenta, el demandado César Iván
Lazo Casimiro contestó la demanda, negándola y contradiciéndola
en los siguientes términos: 2.1. Señaló que el actor tenía perfecto
conocimiento de la venta, debido a que personalmente le ofreció
dicho predio, además de haberlo publicado en el Diario Oficial y de
remitir la carta notarial respectiva. 2.2. Sostuvo que el demandante
actúa por venganza contra los nuevos propietarios debido a que
se enteró que aquellos estaban remodelando un salón de belleza
en el predio objeto de venta, negocio similar al que tiene el actor.
Mediante escrito obrante a fojas ciento cuarenta, presentado el
diez de enero de dos mil once, el demandado Vidal Luis Peña
Orrego contestó la demanda, negándola y contradiciéndola en los
siguientes términos: 2.1. Señaló que es cierto que el veintiocho de
setiembre de dos mil diez, luego de haber tomado conocimiento
de las publicaciones y haber realizado contraofertas, el recurrente
y su cónyuge decidieron materializar la compra del inmueble en
litigio, procediendo inmediatamente a tomar posesión del bien.
2.2. Sostuvo que es completamente falso que el actor no tuviera
conocimiento de la venta materia de retracto, debido a que se
comunicó la venta mediante publicaciones en el diario de mayor
circulación con fechas nueve, once y trece de agosto de dos mil
diez; asimismo, se le remitió al demandante la carta notarial con
fecha veinticinco de agosto de ese mismo año. 2.3. Refirió que, de
conformidad a la inscripción de propiedad y/o regularización de las
edificaciones de departamentos, el Edificio ubicado en el Paseo
La Breña Nº 234, se encuentra en el régimen de propiedad
exclusiva, donde los departamentos se encuentran independizados
y conforme al reglamento interno y junta de propietarios se
consideran los pasajes, pasadizos, escaleras y en general las vías
aéreas de circulación como bienes de uso común, de acuerdo a la
Ley Nº 27157, Ley de Regularización de Edificaciones, del
Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica y del Régimen de
Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad
Común. 2.4. Finalmente, señaló que los gastos realizados por el
recurrente no solo se limitan al pago del precio del predio que
asciende a la suma de cincuenta mil dólares americanos, sino
también otros gastos que hacen un total de treinta y cuatro mil
cuatrocientos ocho nuevos soles con sesenta y uno céntimos,
monto que no ha sido depositado por el actor, por tanto, no
satisface el requisito exigido por el artículo 495º del Código

78650 CASACIÓN
Procesal Civil. 3. Puntos controvertidos Mediante resolución
número nueve, su fecha veintiuno de diciembre de dos mil once,
obrante a fojas trescientos cincuenta y seis, se fijaron los
siguientes puntos controvertidos: 3.1. Determinar si el demandante
tiene derecho de subrogarse en el lugar de los compradores y en
todas las estipulaciones del contrato de compraventa de fecha
veintiocho de setiembre de dos mil diez, celebrado por los
demandados, respecto del bien inmueble sito en la tienda del
primer piso del Edificio signado con el número doscientos treinta y
cuatro, del Paseo La Breña, Distrito y Provincia de Huancayo. 3.2.
Determinar si se ha cumplido con hacer efectivo el reembolso o
consignación del precio del bien materia de retracto. 3.3.
Determinar si el comprador demandado ha realizado mejoras en el
inmueble en litigio, luego de haberlo adquirido, así como su monto
invertido. 4. Sentencia de primera instancia. El Juez del
Segundo Juzgado Civil de Huancayo expidió la sentencia obrante
a fojas quinientos seis, su fecha veinticuatro de julio de dos mil
doce, que declaró fundada la demanda de retracto; en
consecuencia, ordenó la subrogación del demandante en el lugar
de los compradores los demandados Vidal Luis Peña Orrego y Luz
Gloria Marín Rosales, en la escritura pública de compraventa del
inmueble ubicado en el primer piso del Paseo La Breña, Distrito y
Provincia de Huancayo, de fecha veintiocho de setiembre de dos
mil diez. Las razones que sustentaron dicha decisión son las
siguientes: 4.1. El Juez señaló que, de conformidad con el artículo
1599º inciso 2 del Código Civil, solo tienen derecho al retracto el
copropietario en la venta a terceros de las porciones indivisas, y
en este caso el actor ha presentado a fojas trece el reglamento
interno de los departamentos ubicados en Paseo La Breña,
documento mediante el cual se advierte la existencia de bienes de
dominio común y servicios comunes, entre los propietarios de los
diferentes departamentos que constituyen la propiedad horizontal
y, en virtud a ello, el actor ha cumplido con acreditar ser propietario
del sótano del referido predio, por lo que concluyó en que aquel
tiene derecho a ejercer la acción de retracto respecto a la venta
realizada del primer piso del mismo edificio. 4.2. También sostuvo
que el demandante se encuentra dentro del supuesto contemplado
en el artículo 1599º inciso 5 del citado Código, el cual consolida el
dominio de propiedades separadas, como son la del dueño del
suelo y la del superficiario sobre la edificación efectuada encima y
bajo el suelo, con la finalidad de que si el superficiario o el dueño
del suelo enajenaron su derecho a tercero, se establezca el
derecho a retraer a favor de ambos con el objeto de unificar dos
dominios en uno solo, en consecuencia, atendiendo a que el actor
es propietario del sótano del primer piso vendido, tiene derecho al
retracto. 4.3. Refirió que, de conformidad con el artículo 1592º del
Código Civil, el cual prescribe que el retrayente debe reembolsar
el precio, los tributos y gastos pagados por el comprador y, en su
caso, los intereses que se hubieran pactado entre vendedor y
comprador, advirtió que el demandante ha cumplido con dicho
pago mediante cuatro depósitos judiciales, cuyas copias obran de
fojas veintiséis a veintinueve de autos. 5. Recurso de apelación.
Mediante escrito presentado el nueve de agosto de dos mil trece,
obrante a fojas quinientos dieciocho, los demandados Vidal Luis
Peña Orrego y Luz Gloria Marín Rosales interpusieron recurso de
apelación, argumentando lo siguiente: 5.1. La sentencia apelada
no contiene una adecuada motivación, pues existe un
razonamiento sesgado respecto de los argumentos del
demandante, sin tomar en cuenta los fundamentos fácticos y
jurídicos de los recurrentes, menos aún los medios probatorios
que presentaron, vulnerando lo dispuesto en el artículo 139º
incisos 3, 5 y 14 de la Constitución Política. 5.2. La sentencia
apelada no ha sido expedida con arreglo al debido proceso, pues
pese a existir medios probatorios que acreditan indubitablemente
que el demandante tuvo conocimiento de la compraventa del
predio, mediante la publicación en el diario de mayor circulación y
el envío de la carta notarial respectiva, por lo que aquel ya no tenía
derecho de retracto. 5.3. El Juez no ha tomado en cuenta al
momento de resolver que el actor no ha cumplido en consignar los
montos determinados sin contar inclusive con los intereses
moratorios, compensatorios y legales, sumado a ello la
indemnización por daños y perjuicios por concepto de daño moral
y material, cuantificación que supera los tres millones de dólares
norteamericanos. 6. Sentencia de vista. La Primera Sala Mixta de
la Corte Superior de Justicia de Junín expidió la sentencia de vista
obrante a fojas quinientos cincuenta y siete, su fecha dos de
diciembre de dos mil doce, que confirmó la sentencia de primera
instancia, de fojas quinientos seis, su fecha veinticuatro de julio de
dos mil doce, que declaró fundada la demanda de retracto. Los
fundamentos que sustentaron dicha decisión son los siguientes:
6.1. La Sala Superior señaló que se ha estimado la demanda al
considerar que el supuesto de hecho que justifica la subrogación
se encuentra comprendida en el numeral 5 del artículo 1599º del
Código Civil, que prescribe que tienen derecho al retracto el
propietario del suelo y el superficiario, en la venta de sus
respectivos derechos, aspecto que no ha sido cuestionado por la
apelante. 6.2. También señaló que la apelante no precisó cuáles
son los medios probatorios no meritados, ni la pertinencia de éstos
para este caso, sobre todo si se tiene en cuenta que la pretensión
está referida al derecho de retracto, precisando que lo que se
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Jueves 30 de junio de 2016
debió probar era que el vendedor hubiera efectuado la notificación
al retrayente respecto al acto de disposición del bien materializado
en la compraventa o que hubiera efectuado la publicación de la
enajenación en el diario encargado de los avisos judiciales, tal
como prescribe el artículo 1596º del Código Civil y, que en esa
circunstancia, la demanda de retracto hubiera sido presentada con
posterioridad a los treinta días previstos por ley, advirtiendo que
ello no ha ocurrido en este caso. III. RECURSO DE CASACIÓN
Mediante escrito presentado el seis de enero de dos mil catorce,
obrante a fojas quinientos setenta y ocho, los demandados Vidal
Luís Peña Orrego y Luz Gloria Marín Rosales interpusieron
recurso de casación en los siguientes términos: a) Infracción
normativa del artículo 1599º del Código Civil: señalaron que se
ha aplicado indebidamente el artículo 1599º del Código Civil, toda
vez que el actor no es titular del derecho a retracto, por no
configurarse ninguno de los supuestos establecidos en dicha
norma. También refieren que, según el demandante, tiene derecho
al retracto por ser propietario del sótano del mismo edificio y por
ende copropietario de las porciones indivisas del mismo, craso
error que ha sido corroborado en la sentencia de vista al considerar
que el supuesto de hecho que justifica la subrogación se encuentra
comprendida en el inciso 5 del artículo 1599º del acotado Código,
el cual prescribe que: “Tienen derecho de retracto, el propietario
del suelo y el superficiario en la venta de sus respectivos
derechos”. Los recurrentes sostuvieron que el edificio ubicado en
Paseo La Breña se encuentra en régimen de propiedad exclusiva,
donde cada una de las secciones se encuentran debidamente
inscritas en los Registros Públicos, y el sótano del que es
propietario el retrayente se encuentra inscrito en la Partida
Electrónica Nº 11020431 e identificada en el Reglamento Interno
como oficina número uno, mientras que la sección que fue
adquirida por los recurrentes se encuentra inscrita en la Partida
Electrónica Nº 02026779. b) Infracción normativa de los
artículos 38º de la Ley Nº 27157, Ley de Regularización de
Edificaciones, del Procedimiento para la Declaratoria de
Fábrica y del Régimen de Unidades Inmobiliarias de Propiedad
Exclusiva y de Propiedad Común, y 128º numeral 2 del
Decreto Supremo Nº 035-2006-Vivienda, Texto Único
Ordenado del Reglamento de la Ley Nº 27157: sostuvieron que
el Reglamento Interno del Edificio ubicado en Paseo La Breña se
encuentra debidamente inscrito en los Registros Públicos, cuyo
instrumento obra en autos, en el que se establece que el edificio
se regula por el régimen de propiedad exclusiva y propiedad
común, de conformidad con el artículo 38º de la Ley Nº 27157 y el
artículo 128º numeral 2 del Reglamento de la acotada Ley; de
manera que no existe copropiedad; por lo tanto, cada uno de los
titulares de las unidades de propiedad exclusiva pueden disponer
libremente del mismo, independientemente de los propietarios de
las otras secciones, como lo establece el Reglamento Interno en el
Título III, Literal C, norma que prescribe que “son derechos de los
propietarios los siguientes: vender, hipotecar, alquilar, gravar y, en
general, disponer de la sección de su exclusiva propiedad
independientemente de los demás propietarios”, además
sostuvieron que las reglas del derecho de superficie no son
aplicables al caso, ya que, en primer lugar, debió celebrarse un
acto jurídico entre las partes. Este Supremo Tribunal, mediante
resolución de fecha veintiuno de abril de dos mil catorce, obrante
a fojas treinta y seis del cuaderno respectivo, declaró la
procedencia del recurso por las infracciones normativas antes
citadas. IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE La cuestión
jurídica en debate consiste en determinar si el derecho de retracto
del actor se encuentra dentro de los supuestos contemplados en
los incisos 2 y 5 del artículo 1599º del Código Civil, esto es, si tiene
la calidad de copropietario del bien objeto de venta o si es
propietario del suelo o superficiario, en la venta de los respectivos
derechos. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
Primero.- En principio, debe señalarse que el recurso de casación
civil tiene por fines esenciales alcanzar la adecuada aplicación del
derecho objetivo y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia, conforme así lo dispone el artículo
384º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364.
Por ello, la Corte Suprema, mediante el control de las decisiones
jurisdiccionales, deberá evaluar si el juez de mérito aplicó o no
correctamente el derecho. Segundo.- Para efectos de analizar las
infracciones normativas propuestas, este Tribunal Supremo
estima conveniente establecer qué se entiende por derecho de
retracto. El artículo 1592º del Código Civil preceptúa que: “El
derecho de retracto es el que la ley otorga a determinadas
personas para subrogarse en el lugar del comprador y en todas las
estipulaciones del contrato de compraventa”. En virtud a dicha
norma se puede definir que el retracto es el derecho que la ley
otorga a ciertas personas, quienes no han intervenido en el
contrato de compraventa para adquirir el bien vendido, con la
finalidad de subrogarse en el lugar y derecho del comprador. Así,
pues, también resulta pertinente traer a colación la definición que
este Supremo Tribunal ha otorgado a este derecho al señalar que:
“(...) el retracto es una acción de excepción que va contra la
voluntad de los contratantes, importa la sustitución del demandante
en todos los derechos y obligaciones del comprador del inmueble
materia de litis (...)”1 Tercero.- Es primordial para resolver este
caso establecer quiénes pueden ser titulares de este derecho,
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
toda vez que, según los jueces de mérito, el demandante tendría
derecho a retraer en virtud al supuesto contemplado en el inciso 2
del artículo 1599º del Código Civil, referido a los copropietarios,
pues consideran que está acreditado que aquel es propietario del
sótano del edificio en el que se ubica la tienda materia de la venta
a retraer, inmueble regulado por el régimen de propiedad horizontal
en el que existen bienes de dominio común, tal como consta del
reglamento interno de fojas trece; asimismo, sostienen que el
derecho del actor está contemplado en el inciso 5 del precitado
artículo, referido al propietario del suelo y el superficiario, pues
afirman que aquel demostró ser propietario del suelo (dueño del
sótano), en cuya superficie se ha construido la tienda objeto de
transferencia. Cuarto.- Así, el artículo 1599º del Código Civil
señala de manera expresa y excluyente quienes tienen derecho a
retraer en los actos jurídicos de transferencia de la propiedad, a
saber: “Tienen derecho de retracto: 1.- Inciso derogado por el
inciso c) de la Primera Disposición Final del Decreto Legislativo Nº
757, publicado el trece de noviembre de mil novecientos noventa
y uno; 2.- El copropietario, en la venta a tercero de las porciones
indivisas; 3.- El litigante, en caso de venta por el contrario del bien
que se esté discutiendo judicialmente; 4.- El propietario, en la
venta del usufructo y a la inversa; 5.- El propietario del suelo y el
superficiario, en la venta de sus respectivos derechos; 6.- Los
propietarios de predios urbanos divididos materialmente en partes,
que no puedan ejercitar sus derechos de propietarios sin someter
las demás partes del bien a servidumbres o a servicios que
disminuyan su valor; y, 7.- El propietario de la tierra colindante,
cuando se trate de la venta de una finca rústica cuya cabida no
exceda de la unidad agrícola o ganadera mínima respectiva, o
cuando aquélla y ésta reunidas no excedan de dicha unidad”.
Quinto.- En efecto, el inciso 2 del acotado artículo 1599º le otorga
derecho de retracto a los copropietarios en la venta a tercero de
las porciones indivisas. Las razones por las que el legislador
reconoce este derecho residen en el interés de favorecer la
consolidación del dominio debido a las dificultades creadas por la
copropiedad, pues es conocido que este régimen origina
consecuencias perjudiciales tanto en lo económico como en lo
jurídico, producto de la coadministración entre diversos
propietarios, en el que es común los conflictos entre ellos. Sexto.-
Es necesario determinar si es posible aplicar la norma en mención
al régimen de propiedad horizontal, y para ello conviene recurrir al
antecedente legislativo del artículo bajo análisis, a fin de conocer
la verdadera voluntad del legislador. El artículo 1450º del derogado
Código Civil de 1936 regulaba en su inciso 7 la figura del retracto
para el caso de los propietarios de diferentes pisos de un edificio,
en la venta de ellos a un extraño; sin embargo, dicho supuesto no
ha sido reproducido por el vigente Código Civil, y la justificación la
encontramos en la propia Exposición de Motivos al señalar que:
“Respecto a la venta de los pisos de un edificio a un extraño, el
Código Civil de mil novecientos treinta y seis no pudo tener en
cuenta la vertiginosidad conque ha evolucionado el concepto de
vivienda en el Perú y en el mundo en general. Vivir en los llamados
“condominios” o “conjuntos vecinales”, hoy en día no constituye
una excepción, sino por el contrario es la regla. En consecuencia,
la propiedad horizontal ha dejado de tener el ingrediente de
“exclusividad” para dar paso al elemento dinámico de “comunidad
y privacidad”. El retracto en este caso limita la evolución
permanente y rápida de una economía inmobiliaria, originando
conflictos entre las partes involucradas, y lo que es más grave,
atentando contra el principio que debe primar ante esta nueva
realidad y que es el respeto al derecho de elegir y decidir. En todo
caso son los propios condóminos y el reglamento interno de cada
propiedad horizontal la que debe fijar las reglas comunitarias no
permitiendo su trasgresión (...)”2. Sétimo.- En tal virtud, no queda
duda sobre la voluntad del legislador del actual Código Civil de
restringir el derecho de retracto solo a los casos expresamente
contemplados en el precitado artículo 1599º, entre ellos, a los
copropietarios del bien objeto de venta, a fin de consolidar en una
sola persona la titularidad del bien; sin embargo, no se reconoce
dicho derecho para el caso de la propiedad horizontal. Esta
postura del legislador se apoya en razones tanto de índole
económica como jurídica, toda vez que considera que el retracto
importa un obstáculo en la fluidez del tráfico comercial inmobiliario,
debido a los conflictos que se originan entre las partes involucradas
y además por importar una restricción al principio de libertad de
contratar, pues el régimen de propiedad horizontal se caracteriza
por la coexistencia de dos derechos: la propiedad exclusiva sobre
determinadas secciones y la propiedad común sobre ciertos
elementos que facilitan el aprovechamiento y disfrute de las
secciones exclusivas. Octavo.- Ahora, si bien esta línea
argumentativa permitiría concluir, de manera preliminar, que el
derecho de retracto no procedería en los casos de propiedad
horizontal, no obstante, en la mencionada Exposición de Motivos
se deja entrever la posibilidad de que los propietarios en dicho
régimen puedan pactar, de mutuo acuerdo, las reglas comunitarias
pertinentes; por ello es conveniente analizar si en el reglamento
interno del edificio objeto de litigio, los propietarios han pactado el
derecho a retraer, toda vez que, de conformidad con el artículo 39º
de la Ley Nº 271573, Ley de Regularización de Edificaciones, del
Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica y del Régimen de
78651
Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad
Común, las edificaciones bajo el régimen de propiedad exclusiva y
propiedad común (propiedad horizontal) deben contar
necesariamente con un Reglamento Interno, mientras que el
artículo 42º de la comentada Ley regula el contenido de dicho
documento, el cual tiene carácter obligatorio. Noveno.- En tal
sentido, analizado el Reglamento Interno del Edificio ubicado en
Paseo La Breña número doscientos treinta y cuatro, obrante a
fojas trece, instrumento que ha sido presentado por el propio
demandante4, se aprecia que en su Título III se ha pactado sobre
los derechos de los propietarios, entre ellos, ejercer dominio
exclusivo sobre su sección y derecho de copropiedad sobre los
bienes de dominio común; asimismo, se ha estipulado que pueden
vender, hipotecar, alquilar, gravar y, en general, disponer de la
sección de su exclusiva propiedad, independientemente de los
demás propietarios. Décimo.- En virtud de dicho instrumento, esta
Sala Suprema no vislumbra acuerdo alguno entre los propietarios
respecto del derecho a retraer en caso de la venta de una de las
secciones exclusivas, por lo tanto, se puede concluir con claridad
que los dueños de los departamentos del edificio materia de litigio
pueden transferir su propiedad exclusiva independientemente de
los demás propietarios; siendo esto así, queda claro que se ha
infringido la norma contemplada en el artículo 1599º inciso 2 del
Código Civil al considerar que el actor tiene la calidad de
copropietario respecto del inmueble materia de venta, pese a que
en este caso estamos ante un régimen de propiedad horizontal en
el que no existe pacto alguno sobre la venta de las secciones
exclusivas; por tal razón, este extremo del recurso merece ser
estimado. Undécimo.- En cuanto al supuesto contemplado en el
artículo 1599º inciso 5 del Código Civil, referido al propietario del
suelo y el superficiario, en la venta de sus respectivos derechos,
es necesario establecer la diferencia entre el derecho de superficie
y la propiedad horizontal. En cuanto al primero de ellos, puede
decirse que el derecho de superficie implica la existencia de dos
derechos de propiedad yuxtapuestos materialmente, y cada uno
pleno e independiente del otro; el propietario del terreno tiene el
dominio sobre éste y sobre el subsuelo, careciendo en absoluto de
derechos sobre la edificación o plantación, mientras que el
propietario de la edificación ejerce pleno derecho sobre su
dominio, más sin derecho real alguno en cuanto al suelo. En el
caso de la propiedad horizontal, coexisten dos derechos de
dominio mutuamente entrelazados; la propiedad exclusiva sobre
determinadas secciones del edificio, y la propiedad común sobre
determinados elementos del edificio que facilitan el
aprovechamiento y disfrute de las secciones exclusivas, en tal
sentido, y de conformidad con el artículo 130º del Reglamento de
la Ley Nº 27157, aprobado por Decreto Supremo Nº
035-2006-VIVIENDA5, el propietario de cada unidad o sección
exclusiva goza del derecho accesorio de participación en los
bienes comunes. Duodécimo.- Este orden de ideas permite
concluir que en el régimen de propiedad horizontal no puede
hablarse de derecho de superficie, a excepción, claro está, en el
caso del terreno sobre el que está construida la edificación cuando
se haya pactado dicho derecho, conforme permite el artículo 134º
inciso a) del Reglamento de la Ley Nº 27157, situación que en este
caso concreto no se advierte, pues en el Reglamento Interno de
fojas trece no aparece al respecto pacto alguno. Décimo Tercero.-
En tal virtud, se puede colegir que en este caso concreto no se
puede entender que se presenta la figura del derecho de superficie
respecto del sobresuelo o los aires sobre el que se ha construido
el inmueble materia de venta, toda vez que constituye un bien o
zona común, de conformidad con el artículo 134º del Reglamento
de la Ley Nº 27157, pues permite el uso y disfrute de dos secciones
exclusivas, por lo que es intransferible, salvo pacto contrario, el
mismo que en este caso no consta, como ya se ha señalado; por
tal razón, esta conclusión también justifica el amparo del recurso
propuesto. VI. DECISIÓN Esta Sala Suprema, en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 396º primer párrafo del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364: 1. Declara FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por los demandados Vidal Luis
Peña Orrego y Luz Gloria Marín Rosales por escrito de fojas
quinientos setenta y ocho, por la infracción normativa del
artículo 1599º del Código Civil; en consecuencia, CASARON la
sentencia de vista obrante a fojas quinientos cincuenta y siete, su
fecha dos de diciembre de dos mil trece, expedida por la Primera
Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, que confirma
la sentencia apelada de fojas quinientos seis, su fecha veinticuatro
de julio de dos mil doce, que declara fundada la demanda. 2.
Actuando en Sede de Instancia: REVOCARON la sentencia
apelada de fojas quinientos seis, su fecha veinticuatro de julio de
dos mil doce, que declara fundada la demanda, y
REFORMÁNDOLA declararon Infundada dicha demanda, con lo
demás que contiene. 3. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por César Eduardo Arroyo
Fabián con César Iván Lazo Casimiro, Rita Porras Poma, Vidal
Luis Peña Orrego y Luz Gloria Marín Rosales, sobre derecho de
retracto; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO
GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS

78652 CASACIÓN
1
Considerando cuarto de la Sentencia Casatoria Nº 4790-2012-Junín, su fecha 13
de junio de 2013, expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República.
2
Comisión Encargada del Estudio y Revisión del Código Civil. Compiladora
Revoredo de Debakey, Delia. Código Civil, Exposición de Motivos y Comentarios,
Tomo VI, pp. 243-244.
3
La Ley Nº 27157, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 20 de julio de 1999,
es aplicable al caso, de conformidad con su Tercera Disposición Final.
4
Instrumento que no ha sido cuestionado por ninguna de las partes procesales.
5
Este Decreto Supremo fue publicado en el Diario Oficial el Peruano el 08 de
noviembre de 2006.
C-1392274-21
CAS. Nº 696-2014 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Para constituir garantía
hipotecaria, debe existir una obligación a garantizar con la
hipoteca; que a la demandada, por escritura pública, se le
concedió facultades para hipotecar la propiedad del
representado y contratar consigo misma; que ésta mediante
escritura pública efectuó un reconocimiento de mutuo con garantía
hipotecaria; en consecuencia, la demandada estaba facultada
para ello; pues caso contrario la facultad para hipoteca quedaría
vacía de contenido y resultaría inútil. Lima, veinte de enero de dos
mil quince. La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República: Con los expedientes acompañados;
visto en Audiencia Pública, el expediente con registro número
696–2014, sobre la declaración de propiedad; oído el informe oral;
emitida la votación de la Suprema Sala conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1. Materia del
Recurso: Que se trata del recurso de casación interpuesto por el
demandante Héctor Gustavo Emmanuel de la Meza, a fojas mil
trescientos noventa y seis, contra la sentencia de segunda
instancia, contenida en la resolución número siete, de fojas mil
trescientos ochenta y cinco, del dieciocho de noviembre de dos mil
trece, que revocó la sentencia apelada, contenida en la resolución
número ciento tres, de fojas mil doscientos sesenta y ocho, del
doce de diciembre de dos mil doce, que declaró: 1) Infundada la
cuestión probatoria de tacha interpuesta contra el medio probatorio
signado en el Anexo 2-A de la demanda (ficha registral número
241556, continuada en el partida registral 22553399); 2) Infundada
la demanda de fojas cincuenta y cinco a sesenta y seis, interpuesta
por el demandante Héctor Gustavo Emmanuel de la Meza sobre
nulidad de acto jurídico respecto de la SUNARP, Gloria Amparo
Salvatierra Valdivia y Genoveva Cragg Campos; 3) y, Fundada la
demanda sobre nulidad de acto jurídico contra María Luisa
Rodríguez Macassi e Ismael Luis Barba Rodríguez; en
consecuencia, declaró la ineficacia del acto respecto a Héctor
Gustavo Emmanuel de la Meza de la escritura pública de
reconocimiento de mutuo con garantía hipotecaria del veintiuno de
octubre de mil novecientos noventa y siete, otorgada a favor de
Antonieta Macassi del Campo; y, por lo tanto ordenó que se
proceda a la cancelación de las inscripciones de los asientos 3d
de las fichas registrales número 274452 (hoy partida número
41536535), y número 274424 (hoy partida registral número
41541156) del Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Lima y Callao, consentida o ejecutoriada que sea la
sentencia; con costas y costos; la Reformó y declaró
improcedente la demanda; sin costas ni costos. 2. Antecedentes:
Para analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en
la infracción normativa denunciada, es necesario realizar las
siguientes precisiones: Etapa Postulatoria del Proceso 2.1)
Interposición de la Demanda Que, Héctor Gustavo Emmanuel
de la Meza, mediante escrito del trece de marzo de dos mil doce,
de fojas cincuenta y cinco, interpuso demanda de nulidad de acto
jurídico, contra María Luisa Rodríguez Macassi (apoderada
sustituta), Genoveva Elizabeth Craig Campos (Notaria), Consejo
del Notariado, SUNARP, Gloria Amparo Salvatierra Valdivia (en
calidad de Registradora Pública de la ORLC), con las siguientes
pretensiones: Interponen demanda de nulidad de acto jurídico, y
de la escritura pública de reconocimiento de mutuo con garantía
hipotecaria del veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y
siete, otorgada por Héctor Gustavo Emmanuel de la Meza a favor
Antonieta Macassi del Campo, ante la Notaria Pública Genoveva
Elizabeth Cragg, así como de los asientos de inscripción 3d de las
fichas registrales número 274452 (hoy partida número 41536535),
y número 274424 (hoy partida registral número 41541156) del
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima
y Callao. Sustenta su demanda en los siguientes fundamentos
fácticos: a) Que por escritura pública del treinta y uno de enero de
mil novecientos noventa y seis, su hijo Héctor Gustavo Emanuel
de la Meza, le otorgó al demandante poderes que constan inscritos
en la Ficha número 241556 del Registro de Mandatos y Poderes
de la Oficina Registral de Lima y Callao, en adelante ORLC. b) Por
escritura pública del veintidós de mayo de mil novecientos noventa
y seis, éste apoderado designó como apoderada sustituta a María
Luisa Rodríguez Macassi delegando facultades parcialmente y
luego ampliándoselas por escritura pública del quince de julio de
mil novecientos noventa y seis, actos que corren inscritos en los
asientos 1C y 2C de la ficha número 241556. c) El once de junio
de dos mil dos, efectuó la búsqueda de propiedades de su hijo
poderdante y se percató que el inmueble ubicado en el Malecón
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de la Reserva número 575, departamento 901 y su estacionamiento
signado con el número 7 (inscritos en los asientos 3d de las fichas
275452 y 275424) se encuentran gravados con hipoteca por la
suma de US $ 150.000.00 (ciento cincuenta mil dólares
americanos) a favor de Antonieta Macassi del Campo, constituida
mediante escritura pública del veintiuno de octubre de mil
novecientos noventa y siete otorgada en la Notaría de Genoveva
Cragg Campos, misma Notaría donde otorgó la sustitución y
ampliación de la sustitución de poderes, anteriormente
mencionados. d) En tal escritura pública se hace un reconocimiento
de mutuos con garantía hipotecaria, otorgada por Héctor Gustavo
Emanuel de la Meza (mutuatario) a favor de Antonieta Macassi del
Campo (mutuante), actos en los cuales, la demandada actuó en
representación de ambas partes. En esta escritura se estipula que
el mutuante ha otorgado varios mutuos a favor del mutuatario y
que ascienden a US $ 120.000.00 (ciento veinte mil dólares
americanos). e) Que el hecho que se le haya otorgado a la
demandada poder para constituir derechos reales y contratar
consigo misma, no significa que pueda constituir hipoteca sobre
una propiedad de su representado, menos contratar consigo
misma y menos aún reconocer mutuos. Así, el encargo de gravar
con hipoteca, como acto de disposición debe constar en forma
indubitable. Señala, que por escritura pública del quince de julio de
mil novecientos noventa y seis no se concedió a la demandada
facultades para gravar propiedades, lo que se confiere es poder
para constituir derechos reales, los que se dividen en derechos
reales principales y derechos reales de garantía, como es la
hipoteca. Si el encargo debía constar de forma indubitable,
conforme al artículo 156 del Código Civil, entonces, no se puede
discernir cuál de todos esos derechos reales podía constituir la
demandada. En el poder debía constar expresamente que la
demandada estaba facultada para constituir hipoteca. f) Asimismo,
según el artículo 1205 del Código Civil, si la obligación principal
tiene una forma determinada, la misma forma debe revestir su
reconocimiento, es decir, si la demandada reconoció mutuos que
según ella fueron contraídos por el representado y ello lo hizo por
escritura pública, entonces, debió presentar las referidas
escrituras, dado que esa es una formalidad solemne que si no se
cumple acarrea su nulidad. g) Que, no ha existido mutuo alguno
entre su hijo y la supuesta mutuante. Respecto del contrato
consigo misma, el artículo 166 del Código Civil estipula que el
mismo es anulable a menos que el representado lo hubiese
autorizado específicamente o que del contenido del acto jurídico
se excluya la posibilidad de un conflicto de intereses. Así, la
demandada además de no haber sido autorizada expresamente
ha actuado en detrimento de su representado, existiendo conflicto
de intereses, ya que en ninguno de los poderes se le autoriza a
reconocer mutuos otorgando en garantía una propiedad de su
representado, menoscabando así sus intereses, por ello el acto es
relativamente nulo. Etapa de Absolución y Rebeldía 2.2)
Contestación de la Procuraduria del Ministerio de Justicia.-
En representación de la Superintendencia Nacional de Registros
Públicos – SUNARP y de la Oficina Registral de Lima y Callao –
ORLC, mediante escrito de fojas ciento treinta, que ingresó el
doce de setiembre de dos mil dos, fojas ciento treinta, contestó la
demanda, en los siguientes términos: 1) En los hechos expuestos
en la demanda se involucra indebidamente a los Registros
Públicos, al afirmarse que el registrador inscribió un título pese a
que el apoderado carecía de facultades para reconocer deudas y
para hipotecar, lo cual no es exacto ya que la apoderada contaba
con facultades para constituir mutuos y para constituir derechos
reales. La interpretación del demandante es restrictiva, mientras
que las facultades de los poderes son amplias; 2) También se
cuestiona que la apoderada celebre contrato consigo misma sin
percatarse que justamente esa facultad está inscrita en el asiento
2c) de la ficha 24556-B del Registro de Mandatos; 3) Los poderes
se basan en la confianza y si el demandante considera que se ha
hecho abuso de ella no corresponde tratar de responsabilizar a
terceros de ello, ya que la ORLC tiene como función respetar la
voluntad de las partes otorgantes. Incluso se comprende a la
SUNARP y al Consejo del Notariado pese a que en la demanda no
se cuestiona su participación ya que los actos los ejecutó la
codemandada María Luisa Rodríguez Macassi. 2.3) Contestación
de la Notaria Genoveva Elizabeth Craig Campos.- Mediante
escrito que ingresó el trece de setiembre de dos mil dos, fojas
ciento cincuenta y dos, contestó la demanda: 1) Que el notario
formaliza la voluntad de los otorgantes. El demandado no solo
sustituyó el poder que le otorgara su hijo (con escritura del
veintidós de febrero de mil novecientos noventa y seis) a favor de
María Luisa Rodríguez Macassi, sino que por escritura pública del
quince de julio de mil novecientos noventa y seis ratificó y amplió
tal poder, en cuya cláusula tercera le otorgó facultades, entre
otros, constituir derechos de uso, superficie, servidumbre,
prendas, anticresis, hipoteca, efectuar pagos. Con ello se facultó a
María Luisa Rodríguez Macassi para efectuar pagos y constituir
hipoteca contando con amplias facultades; 2) Su intervención se
circunscribió a otorgar las escrituras públicas para lo cual los
otorgantes cumplieron con proporcionar la documentación
pertinente, por lo que está al margen de los problemas que
pudieran suscitarse fuera de ese contexto. 2.4) Contestación de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la demandada María Luisa Rodríguez Macassi, representada
por su Abogado.- Mediante escrito que ingresó el doce de
setiembre de dos mil dos, de fojas trescientos dos, se limitó a
formular una cuestión probatoria de tacha y una excepción y no
contestó propiamente la demanda, motivo por el que no se anota
fundamento alguno, conforme se tiene de las resoluciones
cincuenta y tres y ochenta y tres. 2.5) Rebeldía. Que, los
codemandados María Antonieta Macassi del Campo, Gloria
Amparo Salvatierra y el sucesor procesal de la primera de las
nombradas (Luis Ismael Barba Rodríguez), no contestaron la
demanda, por lo que mediante la resolución número setenta y
cinco, de fojas ochocientos noventa y nueve, del veintidós de
marzo de dos mil diez, se declaró su rebeldía. Despacho
Saneador y Puntos Controvertidos 2.6.) Saneamiento
Procesal.- Que, mediante la resolución número cincuenta y seis
(fojas seiscientos noventa y ocho), del dieciocho de julio de dos mil
ocho, se declaró: saneado el proceso por existir una relación
jurídico procesal válida entre las partes. 2.7.) Puntos
Controvertidos.- Luego, por resolución número ochenta y seis de
fojas novecientos noventa y uno, del treinta y uno de agosto de
dos mil diez, se fijó como puntos controvertidos: A) Determinar si
corresponde declarar la nulidad de la Escritura Pública de
reconocimiento con garantía hipotecaria, otorgada por Héctor
Gustavo Emanuel de la Meza a favor de Antonieta Macassi del
Campo del veintiuno de octubre de mil novecientos noventa y
siete, ante la Notaria Pública de Lima, doctora Genoveva Elizabeth
Cragg Campos. B) Determinar si como consecuencia de ello,
corresponde declarar la nulidad de los asientos 3d de las fichas
275452 y 275454, inscritos en el Registro de Propiedad Inmueble
de la Oficina Registral de Lima. Etapa Decisoria e Impugnativa
2.8.) Sentencia de Primera Instancia.- El Juez del Juzgado
Especializado en Ejecución de Sentencias Supranacionales de la
Corte Superior de Justicia de la Lima, expidió la sentencia,
contenida en la resolución número ciento tres, a fojas mil
doscientos sesenta y ocho, del doce de diciembre de dos mil doce,
que declaró: 1) Infundada la cuestión probatoria de TACHA
interpuesta contra el medio probatorio signado en el Anexo 2-A, de
la demanda (Ficha Registral Nº 241556, continuada en el partida
registral 22553399); 2) Infundada la demanda de fojas cincuenta
y cinco a sesenta y seis, interpuesta por el demandante Héctor
Gustavo Emmanuel de la Meza sobre nulidad de acto jurídico
respecto de la SUNARP, Gloria Amparo Salvatierra Valdivia y
Genoveva Cragg Campos; 3) Fundada la demanda contra María
Luisa Rodríguez Macassi e Ismael Luis Barba Rodríguez; en
consecuencia, declaró la ineficacia respecto de Héctor Gustavo
Emmanuel de la Meza de la Escritura Pública de reconocimiento
de mutuo con garantía hipotecaria del veintiuno de octubre de mil
novecientos noventa y siete, otorgada a favor Antonieta Macassi
del Campo; y, por lo tanto ordenó que se proceda a la cancelación
de las inscripciones de los asientos 3d de las Fichas Registrales
Nº 274452 (hoy partida Nº 41536535) y Nº 274424 (hoy partida
registral Nº 41541156) del Registro de la Propiedad inmueble de la
Oficina Registral de Lima y Callao, consentida o ejecutoriada que
sea la sentencia; con costas y costos. 2.9.) Recurso de
Apelación.- Que, la litisconsorte BRIL CORPORATION SAC,
representada por María Luisa Rodríguez Macassi, el tres de enero
de dos mil trece, interpuso recurso de apelación a fojas mil
doscientos noventa y dos, mediante el cual alega: Que, el Juez de
primera instancia no ha efectuado el análisis de todas la facultades
contenidas en la Escritura Pública de ratificación y ampliación de
sustitución de poder general, otorgada por Carlos Guido Emanuel
Tejada a favor de María Luisa Rodríguez Macassi del quince de
julio de mil novecientos noventa y seis, sino tan solo una de ellas,
para llegar a la conclusión que la demandada no tenia facultades
para reconocer mutuos en nombre de Héctor Gustavo Emanuel de
la Meza. Pluralidad de la Instancia 2.10.) Sentencia de
Revisión. Los Jueces Superiores de la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, expidieron la sentencia de
vista, contenida en la resolución número siete, de fojas mil
trescientos ochenta y cinco, del dieciocho de noviembre de dos mil
trece, que revocó la sentencia apelada, contenida en la resolución
número ciento tres, de fojas mil doscientos sesenta y ocho del
doce de diciembre de dos mil doce, que declaró: 1) infundada la
cuestión probatoria de tacha interpuesta contra el medio probatorio
signado en el Anexo 2-A de la demanda (ficha registral Nº 241556,
continuada en el partida registral 22553399); 2) Infundada la
demanda de fojas cincuenta y cinco a sesenta y seis, interpuesta
por el demandante Héctor Gustavo Emmanuel de la Meza sobre
nulidad de acto jurídico respecto de la SUNARP, Gloria Amparo
Salvatierra Valdivia y Genoveva Cragg Campos; 3) Fundada la
demanda contra María Luisa Rodríguez Macassi e Ismael Luis
Barba Rodríguez; en consecuencia, declaró la ineficacia respecto
de Héctor Gustavo Emmanuel de la Meza de la escritura pública
de reconocimiento de mutuo con garantía hipotecaria del veintiuno
de octubre de mil novecientos noventa y siete, otorgada a favor
Antonieta Macassi del Campo; y, por lo tanto ordenó que se
proceda a la cancelación de las inscripciones de los asientos 3d
de las fichas registrales Nº 274452 (hoy partida Nº 41536535) y Nº
274424 (hoy partida registral Nº 41541156) del Registro de la
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima y Callao,
78653
consentida o ejecutoriada que sea la sentencia; con costas y
costos; la Reformó y declaró improcedente la demanda; sin costas
ni costos. Etapa Extraordinaria – Procedimiento Casatorio 3.
Causales por las que se Declaró Procedente el Recurso de
Casación: Que, el recurso de casación de fojas mil trescientos
noventa y seis, interpuesto por el demandante Héctor Gustavo
Emmanuel de la Meza, , se declaró procedente, mediante el auto
calificatorio del nueve de mayo de dos mil catorce, fojas veintiséis
del cuaderno de casación, por la primera causal prevista en el
artículo 386 del Código Procesal Civil -modificado por la referida
Ley 29364-, en la cual se denunció la infracción normativa de
los artículos 156 y 219 inciso 7 del Código Civil. 4.- Materia
Jurídica en Debate Que, la materia jurídica en debate en el
presente proceso se centra en determinar si la sentencia de
segunda instancia incurrió en infracción normativa de las normas
denunciadas. 5.- Fundamentos Jurídicos de este Supremo
Tribunal de Casación Primero.- Que, al momento de calificar el
recurso de casación se ha declarado la procedencia, por la causal
de infracción normativa por vicios in iudicando como
fundamentación de la denuncia; y, ahora, al atender sus efectos,
es menester realizar, el estudio y análisis de la causal referida a
infracciones materiales. Asimismo, conforme a lo dispuesto en el
inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
Ley número 29364, que requiere: “(...) indicar si el pedido
casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio, se
precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará hasta
donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará
en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el recurso
contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el anulatorio como
principal y el revocatorio como subordinado.”; el casacionista
precisó que su pedido casatorio es revocatorio; por consiguiente,
esta Suprema Sala Civil, se pronunciara respecto a la infracción
normativa material denunciada. Segundo.- Que, existe infracción
normativa cuando la resolución impugnada padece de anomalía,
exceso, error o vicio de derecho en el razonamiento judicial
decisorio, lógico – jurídico (ratio decidendi), en el que incurre el
juzgador, perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo
para el sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las
funciones del recurso de casación. Tercero.- Que, respecto a la
procedencia del recurso de casación por la causal sobre:
infracción normativa de los artículos 156 y 219 inciso 7 del
Código Civil, el recurrente sostiene, que el artículo 156 del
Código Civil señala taxativamente que para disponer de la
propiedad del representado o gravar sus bienes se requiere que el
encargo conste en forma indubitable y por escritura pública, bajo
sanción de nulidad. Agrega, que el artículo 219 inciso 7 del
acotado Código, establece que el acto jurídico es nulo cuando la
ley así lo declara. Asimismo, indica que el reconocimiento de una
obligación se encuentra contemplado en el artículo 1205 del
Código Civil, y es un acto por el cual se admite la existencia de un
compromiso; es decir, se practica con la finalidad de producir una
consecuencia de derecho, en el caso, la que corresponda a la
existencia del acuerdo. En tal sentido, el reconocimiento de
obligaciones es un acto jurídico patrimonial, el que está relacionado
con los actos de disposición. En este contexto, alega el recurrente
que el reconocimiento del contrato de mutuo con garantía
hipotecaria suscrito por la exapoderada es nulo, porque es un acto
de disposición sobre el que no tenia facultades expresas, el que
queda comprendido dentro de las causales de anulación previstas
en el artículo 219 inciso 7 del Código Civil; por ende, el acto
jurídico es absolutamente ineficaz y no surte los efectos deseados
por las partes. Sin embargo, el órgano jurisdiccional de segunda
instancia interpretó de forma equivocada lo decidido en primera
instancia, porque el Juez no se refería a la ineficacia prevista en el
artículo 221 del acotado Código, producida por efecto de un acto
jurídico anulable, sino a la ineficacia estructural o intrínseca. En
consecuencia, la pretensión de nulidad de un acto jurídico
(también conocida en la doctrina como ineficacia estructural o
intrínseca) se invoca cuando en la declaración del acto jurídico se
ha incurrido en un vicio que afecta su estructura misma, por
consiguiente deviene en inválido desde su origen, conforme a las
causales de ineficacia estructural previstas en el artículo 219 del
Código Civil. Cuarto.- Que, para analizar la referida infracción
normativa, resulta pertinente analizar las normas aludidas. Así
sobre el poder por escritura pública para actos de disposición el
artículo 156 del Código Civil prescribe que: “Para disponer de la
propiedad del representado o gravar sus bienes, se requiere
que el encargo conste en forma indubitable y por escritura
pública, bajo sanción de nulidad.”; y, en cuanto a las causales
de nulidad, el artículo 219 numeral 7 del Código Civil regula:
“Cuando la ley lo declara nulo.”. Quinto.- Que, en esa
perspectiva la Suprema Corte de Casación Civil ha establecido
que: “(...) El supuesto de exceso de representación o ausencia de
la misma no puede considerarse como un caso de invalidez del
acto jurídico, porque no afecta la estructura misma del negocio,
sino que se trata de un acto ineficaz o que no produce efecto en
relación al representado, porque el representante se ha excedido
en su representación o simplemente no existe poder; constituyendo
este caso un supuesto especial de ineficacia del acto jurídico
(...)”1. Sexto.- Que, el recurrente interpuso demanda de nulidad de

78654 CASACIÓN
acto jurídico, para que se declare la nulidad de la escritura pública
de reconocimiento de mutuo con garantía hipotecaria del 21 de
octubre de 1997 otorgada por Héctor Gustavo Emmanuel de la
Meza (representado por María Luisa Rodríguez Macassi de
Chang) a favor Antonieta Macassi del Campo, ante la Notaria
Pública Genoveva Elizabeth Cragg; así como del asiento de
inscripción, asientos 3d de las fichas registrales Nº 274452 (hoy
partida Nº 41536535) y Nº 274424 (hoy partida registral Nº
41541156) del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Lima y Callao. Sétimo.- Que, del tenor de la demanda
se advierte que, entre los fundamentos fácticos y la pretensión
(transcrita en el párrafo precedente) no existe conexión lógica, por
cuanto en la demanda se sostiene que la codemandada María
Luisa Rodríguez Macassi de Chang, sin habérsele facultado de
forma indubitable y expresa, celebró un contrato de mutuo con
garantía hipotecaria a favor de Antonieta Macassi del Campo,
aquélla en su actuación como representante (apoderada sustituta)
de Héctor Gustavo Emanuel de la Meza, apoderado de Carlos
Guido Emanuel Tejada, así como tampoco habría tenido facultades
para constituir hipoteca sobre la propiedad del representado ni
mucho menos para contratar consigo misma, lo cual configuraría
un exceso en los límites de la facultad de representación, por parte
de la codemandada María Luisa Rodríguez Macassi de Chang y
no un supuesto de nulidad de acto jurídico. Octavo.- Que, de
forma acertada la Sala Superior ha resuelto sobre la improcedencia
de la demanda conforme al artículo 427 numeral 5 del Código
Procesal Civil que dispone: el Juez declarará improcedente la
demanda cuando: “(...) No exista conexión lógica entre los hechos
y el petitorio (...)” (antes de la modificatoria introducida por el
artículo 2 de la Ley Nº 30293, publicada el veintiocho de diciembre
de dos mil catorce); asimismo, el artículo 121-tercer párrafo del
referido Código establece que: “(...) Mediante la sentencia el Juez
pone fin a la instancia o al proceso en definitiva, pronunciándose
en decisión expresa, precisa y motivada sobre la cuestión
controvertida declarando el derecho de las partes, o
excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal.”; es
decir, el Juez mediante la sentencia puede pronunciarse, de forma
excepcional, respecto de la validez de la relación jurídico procesal,
y está facultado para declarar su invalidez, pese ha haberse
expedido la resolución de saneamiento del proceso. Noveno.-
Que, en efecto, la demanda deviene en improcedente por falta de
conexión lógica entre los fundamentos de hecho y el petitorio, y
ello se configura cuando los fundamentos de hecho de la demanda
no tienen vinculación con el objeto de la pretensión. En el presente
caso el petitorio de la demanda es que se declare la nulidad de la
referida escritura pública del veintiuno de octubre de mil
novecientos noventa y siete y de los asientos aludidos e incluso
así se fijó el punto controvertido; sin embargo el Juez transgredió
el mencionado petitorio, lo cual afectó el derecho de defensa de la
demandada, por cuanto la defensa de esta última estuvo dirigida a
cuestionar la nulidad que alega el recurrente y no la ineficacia del
acto jurídico contenido en la aludida escritura pública de
reconocimiento. Décimo.- Que, por ello, al no ser congruente la
sentencia de primera instancia, fue revocada, ya que no existía
correlación entre la pretensión, los fundamentos fácticos y la
resolución del Juez; por lo que la demanda devino en improcedente
y así fue declarada, de forma correcta. Undécimo.- Que, sin
perjuicio de lo anterior, se debe señalar que no se incurre en la
denuncia de infracción normativa del recurso de casación; ya que
el recurrente alega: que el artículo 156 del Código Civil señala
taxativamente que “Para disponer de la propiedad del
representado o gravar sus bienes, se requiere que el encargo
conste en forma indubitable y por escritura pública, bajo
sanción de nulidad.” y en ese contexto, aduce, que el
reconocimiento del contrato de mutuo con garantía hipotecaria
suscrito por la demandada es nulo, porque es un acto de
disposición sobre el que no tenia facultades expresas, por ende el
acto jurídico sub litis es ineficaz y no surte sus efectos.
Duodécimo.- Que, sin embargo, el recurrente por escritura
pública del quince de julio de mil novecientos noventa y seis,
celebrada ante la Notaria Genoveva Cragg, de fojas ciento
cuarenta y ocho, le amplió las facultades otorgadas a la
demandada María Luisa Rodríguez de Chang, para: “(...)
Hipotecar, (...)” y “(...) Podrá concluir y celebrar actos jurídicos
y contratos consigo mismo. (...)”. Es decir, el recurrente, si le
concedió las referidas facultades para hipotecar la propiedad
del representado y contratar consigo misma, a la demandada, las
mismas que constaban de forma indubitable en la escritura pública
mencionada. En consecuencia, es lógico que para constituir una
garantía hipotecaria, deba existir una obligación a garantizar con
la hipoteca, en este caso el reconocimiento del contrato de mutuo,
era la obligación a ser respaldada con la garantía hipotecaria,
caso contrario quedaría vacía y carecería de contenido y hasta
sería inútil la facultad de hipotecar. Por lo que no se incurre en
infracción normativa. Décimo Tercero.- Que, en tal contexto
fáctico y jurídico, al no configurarse el motivo de la infracción
normativa, el recurso de casación debe ser desestimado en todos
sus extremos y procederse conforme a lo dispuesto en el artículo
397 del Código Procesal Civil. 6.- Decisión en Casación: A) Por
estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
casación interpuesto por el demandante Héctor Gustavo
Emmanuel de la Meza, a fojas mil trescientos noventa y seis, en
consecuencia NO CASARON la sentencia de segunda instancia,
contenida en la resolución número siete, de fojas mil trescientos
ochenta y cinco, del dieciocho de noviembre de dos mil trece,
expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima. B) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Héctor Gustavo Emmanuel de la Meza contra
María Luisa Rodríguez Macassi, Genoveva Cragg Campo, la
SUNARP, Gloria Amparo Salvatierra Valdivia, litisconsortes
necesarios pasivos Ismael Barba Rodríguez y Bril Corporation
SAC; sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
Por Licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS.
ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Casación 3777 – 2006 – Lambayeque, uno de febrero de 2007, Sala Civil
Permanente - Corte Suprema.
C-1392274-22
CAS. Nº 1075–2014 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Acreditado el tracto sucesivo del
inmueble sub litis por el demandante, con el que se prueba su
calidad de propietario, la venta posterior a favor de la empresa co-
demandada es nula. Lima, veintitrés de abril de dos mil quince. La
Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República: Que, después de revisar el expediente con numeración
asignada: 1075–2014 en esta Sede, en Audiencia Pública de la
data, oído el informe oral, y, emitida la votación de la Suprema
Sala conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, se expide la
siguiente sentencia: 1.- Materia del Recurso: Que se trata del
recurso de casación, de fojas cuatrocientos cuarenta y seis,
interpuesto por la demandada Constructora Continente S.A
contra la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número 05, de fojas trescientos noventa y uno, del
veinticuatro de setiembre de dos mil doce, que revoca la sentencia
apelada, comprendida en la resolución número 19, de fojas
trescientos veinte, del catorce de noviembre de dos mil once, que
declara: infundada la demanda de nulidad de acto jurídico y de
cancelación de los asientos de inscripción; y, reformándola
declara fundada la referida demanda por la causal de fin ilícito; en
consecuencia nulo el acto jurídico contenido en la escritura pública
de compraventa del dieciséis de julio de dos mil uno y nulo el
asiento registral C 001 contenida en la partida electrónica número
490167845 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima y Callao.
2. Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar si se ha
incurrido o no, en la infracción normativa, es necesario realizar las
siguientes precisiones fácticas sobre este proceso, ya que sin
hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto se
puntualiza un resumen de la controversia, materia del presente
recurso: Etapa Postulatoria del Proceso 2.1. Interposición de
la Demanda. Que, Claudio Fernando Navarro Carrillo, mediante
escrito de fojas ciento treinta y ocho y ciento cincuenta y ocho, del
veintitrés de julio de dos mil diez, interpone demanda de nulidad
de acto jurídico contra los cónyuges Yolanda Petronila Peña
Figueroa y Juan Salazar Cadillo, como vendedores y, Constructora
Continente S.A, como compradora, a fin que, se declare la nulidad
del acto jurídico contenido en la escritura pública de
compraventa del dieciséis de julio de dos mil uno, suscrita por
Juan Salazar Cadillo y Yolanda Petronila Peña Figueroa (cónyuges
vendedores) con la Constructora Continente S.A. (empresa
compradora), sobre el bien ubicado en el ex–Fundo Naranjal del
distrito de San Martín de Porres, de 17.081.00m2 como
pretensión principal; y, como, pretensión accesoria, la nulidad y
cancelación del asiento C001 de la Partida Registral Nº 49016785,
del diecinueve de agosto de dos mil uno. La sustenta en los
siguientes fundamentos fácticos: 1) Que, mediante la compraventa
materia del proceso, los demandados han afectado el derecho de
propiedad del demandante, sobre el inmueble ubicado en el Lote
Nº 11 de la Manzana “C” de la urbanización Real Madrid del
distrito de San Martín de Porres, que forma parte integrante
de la Parcela Cau 3 de Ex Fundo Naranjal, adquirido por el
demandante de sus anteriores propietarios Hernando Ausberto
Vargas Vargas y su esposa Rosario Cabello Bejarano, en mérito al
contrato de compraventa del diez de marzo de mil novecientos
noventa y uno y su adenda del ocho de junio de dos mil
nueve; quienes a su vez, lo adquirieron de los ahora codemandados
Yolanda Petronila Peña Figueroa y Juan Salazar Cadillo, en mérito
al contrato de compraventa del diez de octubre de mil novecientos
ochenta y nueve. 2) Que, los codemandados Yolanda Petronila
Peña Figueroa y Juan Salazar Cadillo, han transferido el inmueble
a la empresa Constructora Continente S.A., el que era de
propiedad del demandante con anterioridad, habiendo actuado de
mala fe y dolo, para beneficiarse patrimonialmente y despojarlo de
su propiedad. Etapa de Absolución – Rebeldía 2.2. Rebeldía
Que, por resolución Nº 04, de fojas ciento ochenta, del veintidós
de diciembre de dos mil diez, se ha declarado en rebeldía a los
demandados Yolanda Petronila Peña Figueroa, Juan Salazar
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Cadillo y la empresa Constructora Continente S.A. 3. Etapa
Decisoria e Impugnativa 3.1. Sentencia de Primera Instancia.
El Juez del Trigésimo Octavo Juzgado Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, expide la sentencia, contenida en la resolución
número 19, de fojas trescientos veinte, del catorce de noviembre
de dos mil once, que declara infundada la demanda interpuesta
por Claudio Fernando Navarro Carrillo, contra Yolanda Petronila
Peña Figueroa, Juan Salazar Cadillo y la empresa Constructora
Continente S.A, sobre nulidad de acto jurídico; con costas y costos
que deberá pagar el demandante. 3.2. Recurso de Apelación.
Que, el demandante Claudio Fernando Navarro Carrillo, el
veintinueve de diciembre de dos mil once, a fojas trescientos
cuarenta y uno, interpone recurso de apelación, en los siguientes
términos: a) Que se encuentra acreditado el tracto sucesivo sobre
el bien de propiedad del demandante; más aún, si el contrato de
compraventa del diez de octubre de mil novecientos ochenta y
nueve ha sido materia de reconocimiento judicial en su contenido
y firma en el proceso de Prueba Anticipada seguido en el
expediente Nº 49735-2009; b) Que la sentencia carece de
motivación; y, c) Que el contrato de compraventa del diez de
octubre de mil novecientos ochenta y nueve es uno de carácter
definitivo. 4) Pluralidad de la Instancia 4.1. Sentencia de
Revisión. La Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, expide la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número 05, de fojas trescientos noventa y uno, del
veinticuatro de setiembre de dos mil doce, que revoca la sentencia
apelada, comprendida en la resolución número 19, de fojas
trescientos veinte, del catorce de noviembre de dos mil once, que
declara infundada la demanda, de nulidad de acto jurídico y de
cancelación de los asientos de inscripción; y, reformándola
declaró fundada al referida demanda por la causal de fin ilícito; en
consecuencia nulo el acto jurídico contenido en la escritura pública
de compraventa del dieciséis de julio de dos mil uno y nulo el
asiento registral C 001, contenido en la partida electrónica número
490167845 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima y Callao;
y, confirma el auto, contenido en la resolución Nº 15, de fojas
doscientos ochenta y seis, del siete de setiembre de dos mil once,
que declara improcedente la nulidad formulada por la demandada
respecto a la notificación del auto admisorio. Etapa Extraordinaria
– Procedimiento Casatorio 5.- Causales por las que se Declaró
Procedente el Recurso de Casación: Que, el recurso de
casación, de fojas cuatrocientos cuarenta y seis, interpuesto por
la demandada empresa Constructora Continente S.A, se ha
declarado procedente, mediante el auto calificatorio, de fojas
cuarenta y tres del cuaderno de casación, del siete de julio de dos
mil catorce, por la causal dispuesta en el numeral 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, en el cual se comprendió: A)
Infracción normativa por la contravención a las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso; B) Infracción
normativa de los artículos 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017
y 2022 del Código Civil. 6.- Materia Jurídica en Debate Que, la
materia jurídica en debate en el presente proceso se centra en
determinar si corresponde o no declarar la nulidad del acto jurídico
contenido en el contrato de compraventa del dieciséis de julio de
dos mil uno, y, determinar si corresponde o no ordenar la
cancelación del asiento registral C00001 de la Partida Electrónica
Nº 49016785, del Registro de Propiedad Inmueble de Lima y
Callao. 7.- Fundamentos Jurídicos de este Supremo Tribunal
de Casación. Primero.- Que, al momento de calificar el recurso
de casación, se ha declarado la procedencia por la causal de
infracción normativa por vicios in iudicando e in procedendo como
fundamentación de las denuncias; y, ahora, al atender sus efectos,
es menester realizar, previamente, y análisis de la causal referida
a las infracciones procesales, de acuerdo al orden precisado en la
presente resolución y conforme al recurso interpuesto, dados los
alcances de la decisión, pues en caso de ampararse la misma,
esto es, si se declara fundada la Casación por la referida causal,
deberá reenviarse el proceso a la instancia de origen para que
proceda conforme a lo resuelto, quedando sin objeto pronunciarse
respecto a la causal de infracción normativa de normas materiales.
Asimismo, conforme a lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364, que
exige: “(...) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado.”; el casacionista precisó que su pedido
casatorio es revocatorio; empero, esta Suprema Sala Civil, en
primer orden, se pronunciará respecto a la infracción normativa
procesal en virtud de los efectos que el mismo conlleva, como se
tiene anotado. Segundo.- Que, existe infracción normativa cuando
la resolución impugnada padece de anomalía, exceso, error o
vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio, lógica–
jurídica (ratio decidendi), en el que incurre el juzgador, perjudicial
para la resolución de la controversia y nocivo para el sistema
jurídico, que se debe subsanar mediante las funciones del recurso
de casación. Tercero.- Que, respecto a la procedencia del recurso
de casación por la causal, sobre: A) Infracción normativa
78655
referida a la contravención a las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso. Alega el recurrente que no ha sido
válidamente notificado con la demanda y anexos, pues no se ha
tenido en cuenta que el cargo de notificación describe un bien que
no guarda coincidencia con las características propias del
inmueble donde domicilia la empresa demandada; por lo que, tal
notificación no ha surtido ningún efecto válido, no ha cumplido la
finalidad de poner en conocimiento de los interesados el contenido
de las resoluciones judiciales. Cuarto.- Que, al subsumir la
denuncia precedente, se debe tener presente que ésta posibilita
por su carácter procesal precisar que la Suprema Corte de
Casación Civil ha establecido: “(...) Si el debido proceso es el
conjunto de garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a
cualquier proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces
es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”1. En este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”2. La Corte Suprema
también, resalta que: “(...) El debido proceso está referido al
respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política, por el cual se posibilita que toda persona
puede recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional
efectiva a través de un procedimiento legal con la posibilidad de
hacer uso irrestricto de su derecho de defensa así como de su
derecho a probar, que se observen reglas procesales establecidas
para cada procedimiento y que las instancias jurisdiccionales
emitan pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley
(...)”3; y, finalmente: “(...) El derecho al debido proceso se realiza
mediante un conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable,
las que incluyen: la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de
la jurisdicción y la competencia predeterminada por ley, la
pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las
resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y contradicción entre otros) (...)”4. Quinto.-
Que, respecto a la motivación de las resoluciones judiciales la
Corte Suprema ha establecido: “(...) El inciso quinto del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, recoge el principio
derecho de la función jurisdiccional de observar la debida
motivación de las resoluciones judiciales, mediante el cual el
juzgador debe exponer las consideraciones que fundamentan la
subsunción de los hechos en los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas que fueron aplicadas, dando lugar a la actividad
denominada construcción del razonamiento judicial, la que sirve
de punto de apoyo a la declaración jurisdiccional; de otra manera,
la sentencia no podría operar en el convencimiento de las partes
ni de los ciudadanos en general, ni podría permitir el control
correspondiente de los órganos de la instancia superior por la vía
de los recursos previstos en la ley procesal, instados por los
justiciables (...)5”. Del mismo modo, la Suprema Corte ha precisado
que: “(...) Por el Principio de Motivación de las resoluciones
judiciales, el juzgador debe de exponer las consideraciones que
sustentan la subsunción de los hechos a los supuestos hipotéticos
de las normas jurídicas emitiendo pronunciamiento jurisdiccional
de manera clara y congruente al resolver la controversia jurídica
con sujeción a la Constitución y a la Ley, resolviendo respecto de
lo que es la materia en controversia y que son expuestos por las
partes procesales, de tal manera que los justiciables estén en la
posibilidad de conocer las razones de cómo se resolvió en un
determinado sentido a fin de realizar los actos necesarios para la
defensa de su derecho y (...) posibilitándose además el control
correspondiente por los órganos de instancia superior a que se
accede a través de los recursos previstos en la ley (...)”6. Sexto.-
Que, la motivación de las resoluciones judiciales y la valoración de
los medios probatorios constituyen pues elementos del debido
proceso y, además, se han considerado como principio y derecho
de la función jurisdiccional, consagrados en los incisos 3 y 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma
constitucional que ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e incisos
3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil; y, cuya
contravención origina la nulidad de la resolución, conforme lo
disponen las dos últimas normas procesales. Sétimo.- Que, ahora
bien, en el caso materia de análisis, conforme a lo expuesto en los
fundamentos jurídicos cuarto a sexto, respecto a la infracción
normativa contenida en el acápite A). Es menester precisar que,
en la sentencia de segunda instancia no se verifica la concurrencia
de vicios insubsanables que afecten el debido proceso, en tanto,
la recurrida contiene una motivación precisa y sustentada en base
a los hechos materia de probanza fijados en los puntos
controvertidos establecidos en la resolución número 07, de fojas
doscientos trece, del seis de abril de dos mil once, toda vez que se
han absuelto las posiciones y contraposiciones asumidas por las
partes de la litis durante el desarrollo del proceso, en el que los
Jueces utilizaron su apreciación razonada, en cumplimiento de la

78656 CASACIÓN
garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú. En tal sentido, se verifica
que la decisión adoptada en la sentencia de mérito, sí cumple con
garantizar el derecho al debido proceso ya que contiene una
motivación adecuada, coherente y suficiente, pues, es una
decisión que se sustenta en la evaluación, valoración
conjunta y razonada de los medios probatorios aportados por
las partes al proceso; cumple con señalar de forma precisa las
normas aplicables, para determinar la decisión recaída sobre el
petitorio, es decir, ofrece una justificación fáctica y jurídica de la
decisión, que ha resuelto la controversia, y ha permitido que el
derecho actúe en defensa de la justicia. Octavo.- Que,
específicamente la infracción normativa versa sobre el control del
principio derecho del debido proceso y motivación de las
resoluciones judiciales. En ese sentido de la revisión de la
sentencia de segunda instancia, se verifica que la Sala Superior, a
fojas doscientos sesenta y cinco se ha pronunciado sobre la
nulidad deducida por la recurrente, empresa Constructora
Continente S.A, de la notificación del admisorio en la que ha
alegado que la notificación fue efectuada bajo la puerta en un
domicilio que no le corresponde, pues en el cargo de notificación
se describen características que no son del inmueble donde tiene
su domicilio la empresa demandada. Que sobre la misma nulidad
el Juez de primera instancia, mediante la resolución Nº 15, de
fojas doscientos ochenta y seis, del siete de setiembre de dos mil
once, la declaró improcedente merituando que la notificación ha
sido dirigida al domicilio social que ostenta la empresa demandada
Constructora Continente S.A., auto que como se tiene glosado fue
confirmado por la Sala Superior expresando una suficiente
justificación, que conllevó a la formación del juicio jurisdiccional, el
que cumple con el principio-derecho al debido proceso, la
motivación de las resoluciones judiciales, valoración de los medios
probatorios y aplicación de las normas jurídicas pertinentes; por
otro lado, no es un auto materia de casación. Que por tanto, los
Jueces Superiores no han incurrido en la infracción normativa
denunciada, toda vez que cumplieron con el deber de observar la
garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú. Noveno.- Que, respecto
a la denuncia del epígrafe B) sobre infracción normativa de los
artículos: 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2022 del Código
Civil. Aduce la empresa recurrente que la sentencia de vista toma
en cuenta la Prueba Anticipada; sin embargo, no ha merituado
debidamente el Testimonio de Compraventa de Juan Salazar
Cadillo y esposa a favor de la empresa demandada, Constructora
Continente S.A., el dieciséis de julio de dos mil uno y su inscripción
en el Asiento C0001 de la Partida Registral Nº 49016785; toda vez
que se trata de dos ventas sobre el mismo inmueble, la empresa
demandada ostenta documento público de compraventa con
fecha cierta desde el dieciséis de julio de dos mil uno, mientras
que el documento del demandante ha adquirido recién fecha cierta
el veintitrés abril de dos mil diez, con la declaración judicial en el
proceso de prueba anticipada. Asimismo, alega que no se han
aplicado los artículos 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2022
del Código Civil, pues al momento de la celebración del acto de
compraventa quienes aparecían como propietarios del bien era los
cónyuges demandados, Yolanda Petronila Peña Figueroa y Juan
Salazar Cadillo, desde el uno de abril de mil novecientos noventa
y siete; por lo que, al momento de la compraventa se encontraba
publicitado el tracto sucesivo sobre el bien, encontrándose
investido de buena fe registral; que lo que se pretende es oponer
un contrato privado a un documento público. Décimo.- Que, al
subsumir la denuncia precedente se debe tener presente que
conforme lo precisó la Sala Superior, en el proceso de Prueba
Anticipada, seguido en el expediente Nº 49735-2009, se estableció
que se tiene por verdadero el contenido y firma del contrato de
Contrato de Compraventa del diez de octubre de mil novecientos
ochenta y nueve, mediante el cual los codemandados Yolanda
Petronila Peña Figueroa y Juan Salazar Cadillo le transfieren el
bien a los esposos Hernando Ausberto Vargas Vargas y Rosario
Cabello Bejarano; así como con el Contrato de Compraventa del
diez de marzo de mil novecientos noventa y uno, mediante el cual
los esposos Hernando Ausberto Vargas Vargas y Rosario Cabello
Bejarano transfirieron el bien al hoy demandante Claudio Fernando
Navarro Carrillo y su esposa Delia Mercedes Choy Vicente, se
encuentra acreditado el tracto sucesivo de la propiedad a favor del
demandante Claudio Fernando Navarro Carrillo sobre el inmueble
sublitis, que se halla dentro del área de mayor extensión que ha
sido transferido en su totalidad a favor de la empresa demandada
Constructora Continente S.A., el cual lo viene ocupando desde el
año mil novecientos noventa y uno. Décimo Primero.- Que, en
consecuencia, se configura la causal de fin ilícito al haber
transferido los demandados, Yolanda Petronila Peña Figueroa y
Juan Salazar Cadillo, un bien que no les pertenecía -parte
integrante de un área de mayor extensión-, toda vez que el
demandante Claudio Fernando Navarro Carrillo ya había adquirido
el lote sub litis de sus anteriores propietarios Hernando Ausberto
Vargas Vargas y Rosario Cabello Bejarano, mediante el contrato
de compraventa del diez de marzo de mil novecientos noventa y
uno, lo que se corrobora con la Adenda de dicho contrato del ocho
de junio de dos mil nueve. Décimo Segundo.- Que, en ese
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
sentido la empresa recurrente, Constructora Continente S.A.,
tenía pleno conocimiento por lo menos desde el año dos mil uno,
que el demandante estaba en posesión del bien materia de litis, tal
como se advierte de las cartas notariales que dicha empresa le
cursaba al ahora demandante. En consecuencia, no se ha
incurrido en infracción normativa. Décimo Tercero.- Que, en tal
contexto fáctico y jurídico, al no configurarse las causales de
infracción normativa, el recurso de casación debe ser desestimado
en todos sus extremos y procederse conforme a lo dispuesto en el
artículos 397 del Código Procesal Civil. 8.- Decisión en Casación:
A) Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de
casación, de fojas cuatrocientos cuarenta y seis, interpuesto por la
demandada empresa Constructora Continente S.A; en
consecuencia NO CASARON la sentencia de segunda instancia,
contenida en la resolución número 05, de fojas trescientos noventa
y uno, del veinticuatro de setiembre de dos mil dos, expedida por
la Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima. B)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Claudio Fernando Navarro Carrillo contra Yolanda Petronila Peña
Figueroa, Juan Salazar Cadillo y la empresa Constructora
Continente S.A, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
C-1392274-23
CAS. Nº 1277-2014 LIMA
Tercería de propiedad. Lima, seis de octubre de dos mil catorce.-
VISTOS; con la razón emitida por el Secretario de esta Sala
Suprema, obrante a fojas treinta y nueve del cuadernillo de
casación, y CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el
demandante Edwin Roberto Melgar Ríos, mediante escrito de fojas
mil doscientos ocho, contra la sentencia de vista obrante a fojas mil
ciento noventa y cuatro, su fecha cinco de marzo de dos mil catorce,
que confirma la sentencia apelada que obra a fojas novecientos
setenta y uno, su fecha tres de enero de dos mil doce, que declara
infundada la demanda de tercería de propiedad, con lo demás que
contiene; en tal sentido, corresponde examinar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del recurso acorde a la modificación
establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, se tiene que el presente
recurso satisface tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, puso fin al proceso; II) Se interpone ante la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; III) Ha sido
presentado dentro del plazo legal, según consta del cargo de
notificación obrante a fojas mil doscientos diecisiete; y, IV) Se
adjunta el arancel judicial a fojas treinta y siete del cuadernillo
respectivo. Tercero.- Que, en relación a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil,
modificado por la citada Ley, se advierte que el recurrente no ha
consentido la sentencia de primera instancia que fue desfavorable a
sus intereses, por lo que satisface el presupuesto establecido en el
inciso 1 de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para
establecer el cumplimiento de los requisitos contemplados en los
incisos 2, 3 y 4 del precitado artículo 388º del Código adjetivo, debe
señalarse en qué consisten las infracciones normativas. En el
presente caso, el impugnante denuncia las siguientes infracciones:
a) Infracción normativa de los artículos 370º, 122º, inciso 4, y
50º, inciso 6, del Código Procesal Civil: sostiene que la Sala
Superior al absolver el grado ha infringido lo dispuesto en el artículo
370º del Código adjetivo y, por consiguiente, el principio de
congruencia de las resoluciones judiciales contemplado en los
artículos 122º, inciso 4, y 50º, inciso 6, del mismo Código, pues el
recurrente argumenta que se ha resuelto su recurso de apelación
con argumentos que no han sido propuestos por su parte, lo cual
evidencia un absoluto divorcio entre dicho medio impugnatorio y la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
resolución impugnada, toda vez que en dicho escrito señaló que la
sentencia apelada se sustenta en el Informe del Notario Público
Vega Erausquin, documento al que se le ha otorgado la calidad de
prueba pericial, pues para el juzgador basta que dicho funcionario
sostenga que la firma consignada en el acto de legalización de la
compraventa otorgada al recurrente no le corresponde, para que el
Juez le otorgue plena contundencia probatoria sin atender la
necesidad de practicar la pericia correspondiente, argumento que
no ha sido atendido por la Sala Superior con la debida motivación.
b) Infracción normativa del artículo 533º del Código Procesal
Civil: señala que la Sala Superior aplicó retroactivamente el artículo
533º del Código adjetivo, pues dicha norma fue modificada en el
año dos mil ocho, mientras que la presente demanda se interpuso
con anterioridad a dicha modificación, por tanto, considera que es
pertinente al caso el texto original del precitado artículo 533º, toda
vez que dicho dispositivo no exigía que el derecho real del tercerista
esté inscrito con anterioridad a la garantía real para que sea fundada
la demanda, mientras que la modificatoria sí exige el requisito de la
inscripción previa del derecho del tercerista. Quinto.- Que, del
examen de las alegaciones antes descritas, se advierte que el
impugnante no satisface los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388º del Código Procesal Civil, pues no describe en
forma clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas,
menos aun demuestra la incidencia directa que tendrían aquellas
sobre la decisión impugnada por las siguientes razones: Conviene
señalar que el recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter extraordinario, pues su función se restringe estrictamente a
controlar la correcta aplicación de la Ley, esto es, su labor está
reservada a observar sólo los errores de derecho de la decisión
judicial, excluyéndose de dicho control la valoración de las pruebas;
en tal sentido, la causal de infracción normativa debe sustentarse en
el error de derecho que incida directamente en la decisión
impugnada, es decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva
del fallo, alterando el sentido del mismo, y para ello el impugnante
debe cuestionar la ratio decidendi de la sentencia, conocida también
como razón suficiente, pues aquella constituye la razón o razones
decisivas para resolver el caso en virtud a argumentos que aparecen
en la parte considerativa de dicha resolución. Ahora bien, analizada
la decisión impugnada en casación, se aprecia que la ratio decidendi
lo constituye la aplicación del artículo 2022º, primer párrafo, del
Código Civil, norma que regula la oponibilidad de derechos sobre
inmuebles inscritos, en concordancia con lo dispuesto en el artículo
533º del Código adjetivo, toda vez que la Sala Superior considera
que estamos ante el conflicto de derechos de la misma naturaleza
(derechos reales), en el que el derecho de propiedad del tercerista
debió ser inscrito con fecha anterior a la inscripción registral del
derecho real de garantía del banco demandado, supuesto que no se
presenta en este caso, pues la hipoteca del banco se encuentra
inscrita en Registros Públicos con fecha cuatro de octubre de mil
novecientos noventa y uno, según aparece a fojas doscientos
veintinueve, incluso señala que el predio objeto de litigio ha sido
adjudicado a favor del Banco de la Nación, mientras que el derecho
real del actor no se encuentra inscrito. En tal virtud, debe precisarse
que solo constituyen obiter dicta, esto es, razones subsidiarias o
criterios auxiliares o complementarios que sirven de apoyo a la
motivación principal de la sentencia, los argumentos esgrimidos por
la Sala de mérito sobre la valoración del Informe del Notario Público,
así como respecto a la aplicación del último párrafo del artículo 533º
del Código Procesal Civil, modificado por el Decreto Legislativo Nº
1069, toda vez que la alteración de tales fundamentos no incide en
la parte decisoria de la impugnada, pues constituyen una motivación
subsidiaria o complementaria, por tal razón, no puede ser objeto de
control casatorio. Sexto.- Que, en cuanto a la exigencia prevista en
el inciso 4 del citado artículo 388º, si bien el recurrente cumple con
indicar su pedido casatorio, sin embargo, ello no es suficiente para
atender el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de
este medio impugnatorio son concurrentes, conforme dispone el
artículo 392º del Código adjetivo. Por estas consideraciones y en
aplicación de lo dispuesto en el artículo 392º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Edwin Roberto Melgar Ríos,
mediante escrito de fojas mil doscientos ocho, contra la sentencia
de vista obrante a fojas mil ciento noventa y cuatro, su fecha cinco
de marzo de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Edwin Roberto Melgar Ríos
contra el Banco de la Nación y otros, sobre tercería de propiedad; y
los devolvieron. Intervienen los señores Jueces Supremos Miranda
Molina y Cunya Celi por licencia de los señores Jueces Supremos
Almenara Bryson y Rodríguez Chávez. Interviene como ponente la
señora Juez Supremo Estrella Cama. SS. TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-24
CAS. Nº 1390-2014 CALLAO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. No pueden ser materia de
valoración los medios probatorios no ofrecidos en la etapa
postulatoria; por ello, hay ausencia de motivo razonable para la
denuncia casatoria al no poder vulnerarse el principio de preclusión
procesal. Lima, veintidós de julio del dos mil quince. LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
78657
DE LA REPÚBLICA, vista la causa 1390-2014; en audiencia
pública de la fecha y producida la votación de acuerdo a la Ley
Orgánica del Poder Judicial, emite la siguiente resolución: 1.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata en el presente caso de dos
recursos de casación: el primero, formulado por la Asociación de
Comerciantes del Mercado Central del Callao; y, el segundo,
planteado por Luís Alberto Wong Guzmán, obrantes a fojas
cuatrocientos cuarenta y cuatro y cuatrocientos cincuenta y uno,
contra la resolución de vista de fojas cuatrocientos veintiocho, su
fecha veinte de noviembre del dos mil trece, que confirma la
resolución apelada de fojas trescientos veinticuatro, de fecha
quince de marzo del dos mil trece, que declara fundada la
demanda en todos sus extremos; con lo demás que contiene. 2.
CAUSALES POR LAS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante
resoluciones de fecha ocho de setiembre del dos mil catorce,
obrantes en el cuadernillo de casación formado en este Supremo
Tribunal, ha estimado procedentes los precitados recursos por las
causales previstas en el inciso 3º del artículo 386 del Código
Procesal Civil: 1) En lo que respecta al recurso de Casación
interpuesto por la Asociación de comerciantes del Mercado
Central del Callao, se denuncia: la Infracción normativa de los
artículos 139 inciso 3 y 5 de la Constitución Política, artículo
122 numeral 3 del Código Procesal Civil y artículo 50 del
acotado Código Procesal. Sostiene que los órganos
jurisdiccionales no tuvieron en consideración la carta notarial del
año dos mil seis, sobre resolución del contrato de transferencia
celebrado con la demandante, máxime que al contestar la
demanda se puso de manifiesto la existencia de ese medio de
prueba; que ante la incertidumbre probatoria, el Juez de oficio y
conforme a la facultad prevista en el artículo 194 del Código
Procesal Civil, debió ordenar los medios probatorios que fueran
necesarios para producir certeza y convicción; y, 2) En lo que
respecta al recurso de casación de Luis Alberto Wong Guzmán,
se alega: A) La Infracción normativa de los artículos 80, 84 y 89
del Código Civil, porque una asociación persigue un fin no
lucrativo; que los asociados están en la obligación de cumplir los
acuerdos de asamblea general ordinaria o extraordinaria; que la
Sala soslaya tener en consideración que el acto de transferencia
de los bienes sub litis, obedeció a un acuerdo de asamblea general
extraordinaria de fecha veintiséis de junio de dos mil seis, mediante
el cual el recurrente adquirió las unidades inmobiliarias impagas;
B) La infracción de los artículos 140, 168 y 225 del Código
Civil, pues el objeto de la transferencia fue física y jurídicamente
posible, debido a que la demandante no cumplió sus obligaciones,
como miembro de la asociación codemandada, por lo que la
transferencia es válida, por lo que debió desestimarse la nulidad
pretendida; que tampoco la Sala Superior se ha pronunciado,
sobre la buena fe en la adquisición de los bienes, pues el
recurrente estaba convencido que no existía impedimento legal
para la compra venta de los mismos, los que no tenían cargas y/o
gravámenes inscritos en la partida de los Registros Públicos del
Callao; C) La Infracción de los artículos 1148 y 1429 del Código
Civil, pues no se analiza en la recurrida, que el acto de
transferencia fue un acuerdo de Asamblea General Extraordinaria
de fecha veintiséis de junio de dos mil seis; que la Asociación de
Comerciantes del Mercado Central del Callao tenía la obligación
de ofertar a los asociados las unidades inmobiliarias que poseían;
que ante el incumplimiento de un contrato con prestaciones
recíprocas se puede solicitar el cumplimiento, o la resolución del
contrato; D) La Infracción del artículo 1457 del Código Civil.
Arguye que no se han interpretado los alcances del contrato a
favor de tercero, no habiendo sido materia de análisis; y, F) La
Infracción del artículo 2014 del Código Civil, pues no se analizó
la existencia de una medida cautelar y que en la celebración del
acto jurídico se precisó que la propiedad se vendía en virtud del
acuerdo de asamblea general extraordinaria, tantas veces citada.
3. ANTECEDENTES: DEMANDA: Saturnina Faching De Siu,
interpone demanda contra la Asociación de Comerciantes del
Mercado Central del Callao y Luis Alberto Wong Guzmán, a fin que
se declare la nulidad del acto jurídico contenido en la Escritura
Pública de fecha tres de octubre de dos mil siete, otorgada por la
Asociación de Comerciantes del Mercado Central del Callao, a
favor de Luis Alberto Wong Guzmán, respecto del inmueble
denominado Unidad Inmobiliaria Nº 180, puesto N 151 de la
Avenida Sáenz Peña N 650, Mercado Central del Callao, y
consecuentemente la nulidad de la inscripción registral que
contiene la Partida Nº 70211472 de la Zona Registral Nº IX - Sede
Lima, de la Oficina Registral de Lima y Callao. Argumenta, que el
documento materia de nulidad, es nulo por las causales de falta de
manifestación de la voluntad, física y jurídicamente imposible, fin
lícito y por no revestir la forma prescrita por la ley, teniendo como
argumento principal que la demandante es propietaria, poseedora
y socia de la Asociación demandada por más de cuarenta años,
razón por la cual también es nula la inscripción del acto jurídico,
materia de nulidad. Sostiene que, mediante carta notarial de fecha
cinco de marzo de dos mil ocho, el demandado Luis Alberto Wong
Guzmán le hizo de conocimiento que la Asociación de
Comerciantes del Mercado Central, le había vendido la Unidad
Inmobiliaria Nº180, ubicada en la Avenida Sáenz Peña Nº 350

78658 CASACIÓN
Callao, con la finalidad que desocupe dicho inmueble; que éste es
de su legitima propiedad, dominio y posesión desde hace más de
cuarenta años; que, el demandado Luis Alberto Wong Guzmán
inscribió a su nombre dicha propiedad en la partida Nº70211472,
que la demandante hizo de conocimiento del demandante,
mediante carta notarial de fecha dieciocho de marzo de dos mil
ocho, que ejercía la conducción desde hace más de cuarenta
años, y que a partir de la fecha de privatización del Mercado
Central del Callao, en observancia de la Ley 26569 y su
Reglamento, se constituyó como socia titular de la Asociación de
Comerciantes del Mercado Central del Callao, por tanto con
legítimo derecho para adquirir la propiedad del bien. Que la actora,
mediante carta notarial de fecha veinticuatro de agosto de dos mil
siete le requiere a la Asociación que debe firmar la minuta de
compra venta para de esta forma legalizar la adquisición del
inmueble definitivamente; acompañándole copia de todos los
depósitos bancarios; sin embargo dicha carta jamás le fue
contestada. Que existe una liquidación, a su nombre de fecha
quince de agosto de dos mil cuatro, que establece el precio de la
compra venta del puesto Nº 151, por la suma de S/. 4,723.94,
habiendo depositado el primer pago por la suma de S/. 350.00, de
fecha veintiséis de noviembre de dos mil tres, asumiendo la
obligación de continuar abonando en el Banco Wiesse Sudameris
las siguientes cuotas hasta ser totalmente el precio, cosa que
ocurrió, conforme se puede ver de las copias legalizadas de los
depósitos realizados en el Scotiabank Perú, de la que se puede
concluir que ha cancelado el precio, por la compra del puesto
número 151, ascendente a S/4,723.94. Que la compra venta
efectuada entre los demandados resulta así nula, debido a que la
accionante es la propietaria, poseedora y socia de la Asociación,
así mismo resulta nula la inscripción en Registros Públicos.
CONTESTACIONES DE LA DEMANDA: La Asociación de
Comerciantes del Mercado Central del Callao, contesta la
demanda indicando que no recibieron las cartas notariales de la
demandante, ni comunicación alguna, empero es verdad, que si
transfirió la propiedad a su-codemandado; que la demandante, en
la actualidad, es ocupante precaria por no tener ninguna relación
contractual ni extra contractual con la asociación que representa.
Que a la actora se le requirió en su momento, para que cumpliera
con cancelar el puesto comercial en su totalidad y al no cumplir, en
su oportunidad, se resolvió el contrato, en tal sentido se le envió
una Carta Notarial, bajo apercibimiento de resolver el contrato de
compra venta sobre el bien en litigio; que reconocen el pago de
S/350.00 y S/1,150.00, pero no los demás aportes alegados por la
demandante, debido a que no fueron efectuados en su oportunidad
y que no existe firma ni recepción de la asociación; que en el acto
jurídico, materia de análisis, no existe causal de nulidad por
haberse celebrado con los elementos de todo acto jurídico de
compra venta; que la asociación demandada fue propietaria del
puesto comercial litigioso y que menos aún se ha configurado el
delito de estafa. Luís Alberto Wong Guzmán, contesta la
demanda a fojas ochenta y cuatro, y argumenta que es falso que
la demandante sea legitima propietaria, ya que los puestos del
mercado siempre fueron de propiedad del Consejo Provincial del
Callao, inclusive la demandante debía por alquileres; que el hecho
que la demandante sea considerada socia, no le otorga ningún
derecho de propiedad sobre los puestos del Mercado Central del
Callao. Que la demandante ha cancelado el precio del puesto que
manifiesta ser de su propiedad, pero a destiempo, lo que no la
convierte en propietaria, habiendo demorado tres años desde su
primer depósito efectuado el veintitrés de octubre de dos mil tres
hasta el veintinueve de diciembre de dos mil seis; por tales
motivos, al no ser propietaria no puede exigir la nulidad del acto
jurídico suscrito por el absolvente con la asociación demandada.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Por resolución de fecha
quince de marzo de dos mil trece, de fojas trescientos veinticuatro,
se declara fundada en todos sus extremos la demanda, al
considerar que la Asociación de Comerciantes del Mercado del
Callao no ha demostrado haber resuelto el contrato de
compraventa con la demandante, quien conservaba su derecho
de cumplir con la prestación a su cargo. En tal sentido, si bien la
demandante no cumplió con pagar el saldo del precio en el plazo
que le concedió la vendedora; empero la asociación no ejercitó su
derecho de resolver el contrato, dejando con ello abierta la
posibilidad que la demandante cumpliera con la obligación a su
cargo, incluso de forma tardía, lo cual ocurrió, conforme a las
constancias de pago de fojas dieciocho al veinte, de las que se
aprecia que el pago total se efectúo el veintinueve de diciembre de
dos mil seis, razón por la cual, la compra venta entre los
demandados del tres de octubre del dos mil siete, como se ve de
folios diez, fue celebrada sin que la compraventa a favor de la
demandante hubiere sido resuelta; en consecuencia el acto
jurídico celebrado por los demandados presenta la causal de fin
ilícito, pues la Asociación emplazada pretende sustraerse de la
obligación de transferir el inmueble a la demandante, por el valor
pactado, situación que tenía que ser de conocimiento del
demandado Wong Guzmán. RECURSOS DE APELACIÓN: La
Asociación de Comerciantes del Mercado Central del Callao,
interpone el medio impugnatorio contra la sentencia, sustentándolo
en que: No se ha tomado en cuenta que el apercibimiento de dar
por resuelto el contrato, consta en la carta notarial que cursara la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Asociación en el año dos mil seis, la que no ha sido valorado por
el Juez al igual que su declaración de parte. Señala que dicha
carta fue ofrecida en el punto 2 y en el punto 8, de la damanda por
la demandante. Ello, en cumplimiento del Acuerdo de Asamblea
de Socios del treinta de enero del dos mil seis, lo que se ha
desconocido en la apelada. Precisa que sus agravios son de
orden material, porque se desconoce el derecho a la propiedad del
bien sub litis que ha sido legalmente transferido. Asimismo, se
contraviene el principio de Libertad Contractual, pues se pretende
anular el contrato de compra-venta celebrado lícitamente, lo que
no se ajusta a derecho. Luís Alberto Wong Guzmán, interpone
recurso de apelación y alega que, la sentencia incurre en error
cuando considera que existe un contrato de compra venta, ya que
ello no ha sido establecido como punto controvertido, ya que la
demandante no ha invocado la existencia de acto jurídico que le
de derecho sobre el inmueble; siendo inverosímil que se refiera en
la sentencia que la liquidación de su establecimiento sea un
contrato de compra venta. El Juzgado cuando señala que la
causal de fin lícito es amparable no tiene en cuenta la Asamblea
General Extraordinaria de fecha veintiséis de junio de dos mil seis;
y, finalmente, no ha motivado porqué se deja sin efecto su derecho
inscrito e inaplica el artículo 94 del Texto Único Ordenado del
Reglamento General de los Registros Públicos. Ofrece como
pruebas las siguientes: Fojas trescientos cincuenta y cinco Copia
legalizada del Acuerdo de Asamblea General Extraordinaria de
fecha veintiséis de junio de dos mil seis. Fojas trescientos
cincuenta y ocho, copia del voucher de pago de fecha veintisiete
de julio de dos mil seis. Fojas trescientos cincuenta y nueve, Carta
notarial de fecha catorce de enero de dos mil cinco; notificada el
diecinueve de mayo de dos mil seis. Fojas trescientos sesenta,
copia de la carta notarial de fecha veintiocho de febrero de dos mil
seis, notificada el diecisiete de mayo de dos mil seis. Fojas
trescientos sesenta y dos a trescientos setenta y dos, copia simple
de la Ley de Privatización de los Mercados Públicos, Nº 26569,
Decreto Supremo Nº 004-96-PRES, Reglamento de dicha la Ley,
modificado por el Decreto Supremo Nº 021-96-PCM; Ley Nº 28181
de Transferencia de puestos, establecimientos y/o servicios de
mercados municipales, Decreto Supremo Nº 002-2000-PRES,
Normas Complementarias al Reglamento de Privatización de los
Mercados Públicos. A fojas cuatrocientos siete se resuelve no
admitir los medios probatorios, declarándose improcedente el
ofrecimiento de los mismos. SENTENCIA DE VISTA: Por
resolución del veinte de noviembre de dos mil trece, de fojas
cuatrocientos veintiocho, se confirma la sentencia apelada del
quince de marzo de dos mil trece, que declara fundada la
demanda, considerando que en relación a los agravios de la
Asociación de Comerciantes demandada, se debe considerar que
la carta notarial dirigida por la Asociación en el año dos mil seis, no
fue ofrecida por la demandada en la contestación de la demanda,
pues en el punto 2 ofreció el mérito de la carta notarial de
requerimiento de pago con liquidación de deuda, ofrecida por la
demandante en el punto 8, cuando el medio probatorio ofrecido
por la demandante, en el punto 8, es la Liquidación del
Establecimiento de fecha quince de agosto del dos mil cuatro,
como se ve de fojas treinta y seis. Como es de verse la demandante
en ninguna parte del ofrecimiento de pruebas, ofrece la carta del
dos mil seis, a la que alude la apelante. Que, con relación a la
declaración de parte de la Asociación, conforme es de verse de
fojas ciento veintiuno, la Asociación ha manifestado que le han
enviado una carta el diecisiete de mayo de dos mil seis, de
acuerdo a los artículos 1428 y 1429 del Código Civil; sin embargo,
dicha carta no ha sido ofrecida como prueba por ésta parte, al
contestar la demanda. Lo mismo ocurre con el Acuerdo de
Asamblea de Socios del treinta de enero de dos mil seis, el cual
tampoco fue ofrecido por la apelante. Que el demandado recién al
apelar de la sentencia, la ha ofrecido, medios probatorios que no
han sido admitidos, conforme se advierte de la resolución de fojas
cuatrocientos siete y cuatrocientos ocho; por lo que, los agravios
de la apelación carecen de sustento. En cuanto a los argumentos
del demandado Wong Guzmán, se tiene que si bien es cierto a
fojas ocho el A-quo alude a la liquidación del establecimiento,
cierto es también que a fojas nueve sostiene que el mismo no es
idóneo para configurar la existencia de un contrato de compraventa,
merituando para ello otros documentos como son: la carta notarial
de folios quince, y constancias de depósitos presentados por la
demandante. Asimismo, la accionante en su demanda sostiene
ser la propietaria del bien sub materia y de haber cancelado en
forma total el precio. Además, se debe tener en cuenta que, la
Asamblea General Extraordinaria del veintiséis de junio de dos mil
seis, no fue ofrecida como prueba en los actos postulatorios, esto
es, ni en la demanda ni en las contestaciones de la demanda, sino
que dicha instrumental ha sido ofrecida por el apelante al impugnar
la sentencia, medio probatorio que por tanto no ha sido admitido.
4. MATERIA JURIDICA EN DEBATE: Es necesario determinar si
la decisión judicial dictada por la Sala Superior ha infringido el
derecho al debido proceso y el deber de motivación reconocidos
en el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución, así como la
infracción normativa sustantiva, en atención a no haberse valorado
el acuerdo de Asamblea General Extraordinaria de fecha veintiséis
de junio de dos mil seis. 5. CONSIDERANDO: Primero.- Que,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
habiéndose declarado procedente uno de los recursos de
casación, por errores procesales, debe analizarse en primer lugar
la causal procesal, pues debido a su naturaleza y a los efectos que
produce, si mereciera amparo carecería de objeto pronunciarse
respecto de la infracción normativa sustantiva, por la cual el otro
recurso propuesto también ha sido admitido. Segundo.- Que, en
lo que respecta al recurso de casación interpuesto por la
Asociación de Comerciantes del Mercado Central del Callao:
Infracción normativa de los artículos 139 inciso 3 y 5 de la
Constitución Política, artículo 122 numeral 3 del Código
Procesal Civil y artículo 50 del acotado Código Procesal, el
derecho al debido proceso establecido en el artículo 139º inciso 3)
de la Constitución, comprende, entre otros derechos, el de obtener
una resolución fundada en derecho, de los jueces y tribunales, y
exige que las sentencias expliciten en forma suficiente las razones
de sus fallos, esto es, en concordancia con el artículo 139º inciso
5) de la Constitución, que se encuentren suficientemente
motivadas, con la mención expresa de los elementos fácticos y
jurídicos que sustentan su decisión. Tercero.- Que, en ese sentido
el autor Devis Echandia afirma, en cuanto a la motivación de las
resoluciones judiciales que: “de esta manera se evitan
arbitrariedades y se permite a las partes usar adecuadamente el
derecho de impugnación contra la sentencia para los efectos de
segunda instancia, planteándole al superior las razones legales y
jurídicas que desvirtúan los errores que conducen al Juez a su
decisión. Porque la resolución de toda sentencia es el resultado de
las razones o motivaciones que en ella se explican” 1 Cuarto.- En
tal sentido, el principio de congruencia procesal, basado en la
influencia del sistema dispositivo en nuestro proceso civil, impone
al órgano jurisdiccional la obligación de emitir pronunciamiento
respecto a todo aquello que ha sido planteado por las partes como
objeto de sus pretensiones (petitum). En otras palabras, el
juzgador no puede emitir resoluciones en las que no se tomen en
cuenta todos los extremos postulados por las partes
(pronunciamiento infra petita); asimismo, tampoco es posible la
emisión de resoluciones que versen sobre extremos no reclamados
(pronunciamiento extra petita). Lo contrario implicaría la existencia
de un de un defecto de motivación incongruente. Quinto.- Que la
asociación recurrente basa su denuncia casatoria en no haberse
valorado un medio probatorio que no fue ofrecido en la etapa
postulatoria, sino que fue presentado por Luís Alberto Wong
Guzmán siendo rechazados a fojas cuatrocientos siete, en virtud
del principio de preclusión procesal, por el cual el proceso se va
desarrollando por etapas, de modo que si se supera una etapa o
fase procesal, se pasa a la siguiente y no existe posibilidad de
retroceder; en consecuencia, no puede ampararse el recurso de la
Asociación recurrente. Sexto.- En cuanto al recurso de casación
de Luis Alberto Wong Guzmán, en él que se alega: 1) La
Infracción normativa de los artículos 80, 84 y 89 del Código
Civil, porque la asociación persigue un fin no lucrativo, los
asociados están en la obligación de cumplir los acuerdos de
asamblea general ordinaria o extraordinaria; que la Sala soslaya
tener en consideración que el acto de transferencia de los bienes
sub litis, obedeció a un acuerdo de asamblea general
extraordinaria, de fecha veintiséis de junio de dos mil seis, por el
cual el recurrente adquirió las unidades inmobiliarias impagas; 2)
La infracción de los artículos 140, 168 y 225 del Código Civil,
ya que el objeto de la transferencia es física y jurídicamente
posible, pues la demandante no cumplió sus obligaciones, como
miembro de la asociación codemandada, por lo que la transferencia
es válida; tampoco la Sala Superior se ha pronunciado sobre la
buena fe en la adquisición de los bienes ya que estaba convencido
que no existía impedimento legal para la compra venta de los
mismos, ya que no existía cargas y/o gravámenes inscritos en la
partida de los Registros Públicos del Callao; 3) La Infracción de
los artículos 1148 y 1429 del Código Civil, porque no se analiza
que el acto de transferencia fue mediante un acuerdo de Asamblea
General Extraordinaria de fecha veintiséis de junio de dos mil seis;
que la asociación de Comerciantes del Mercado Central del Callao
estaba en la obligación de ofertar a los asociados las unidades
inmobiliarias de las que tenían posesión; que ante el incumplimiento
de un contrato con prestaciones recíprocas se puede solicitar el
cumplimiento o la resolución del contrato; 4) La Infracción del
artículo 1457 del Código Civil, con el argumento que no se han
interpretado los alcances del contrato a favor de tercero, no
habiendo sido materia de análisis; y 5) la Infracción del artículo
2014 del Código Civil, al no haberse analizado sostiene que
existía una medida cautelar y que en el acto jurídico se precisó
que la propiedad se vende en virtud al acuerdo de asamblea
general extraordinaria tantas veces citada. Sétimo.- Que, el
artículo 197 del Código Procesal Civil regula la valoración de la
prueba, en los siguientes términos: “Todos los medios probatorios
son valorados por el Juez en forma conjunta, utilizando su
apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución sólo serán
expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que
sustentan su decisión”. En tal virtud, los medios probatorios
forman una unidad y como tal deben ser examinados y valorados
por el Juzgador en forma conjunta, confrontando uno a uno los
diversos medios de prueba, puntualizando su concordancia o
discordancia, para que a partir de dicha evaluación el juzgador se
78659
forme una cabal convicción respecto del asunto en litis, Michele
Taruffo, al respecto destaca que: “la función principal de la prueba
es ofrecer al juzgador información fiable acerca de la verdad de los
hechos en litigio. En realidad, al comienzo de un proceso, los
hechos se presentan en formas de enunciados fácticos
caracterizados por un estatus epistémico de incertidumbre. Así, en
cierto sentido, decidir sobre los hechos significa resolver esa
incertidumbre y determinar, a partir de de los medios prueba
presentados, si se ha probado la verdad o falsedad de esos
enunciados (...)” 2. Octavo.- Que, el recurrente Luis Alberto Wong
Guzmán, pretende se valore el acuerdo de asamblea extraordinaria
de fecha veintiséis de junio del dos mil seis, documento de fecha
anterior a la contestación de la demanda, que no fue ofrecido en la
etapa postulatoria, y que al no cumplir con los supuestos
contemplados en el artículo 374 del Código Procesal Civil, no fue
admitido. Noveno.- Que, ahora bien, la demanda interpuesta por
Saturnina Faching de Siu ha sido estimada en atención a que la
actora ha probado la existencia de un contrato de compra venta de
la unidad inmobiliaria número 180, puesto 151, ubicado en la
Avenida Saenz Peña número 650 del Mercado Central del Callao,
y que según se aprecia de fojas dieciocho a veinte, la actora
cumplió con el pago total del precio; que la Asociación demandada
no ha probado se hubiere resuelto el contrato de compra venta
suscrito con la demandante; que por el contrario la persona
jurídica ha recibido el monto total del pago del precio, el que si bien
es cierto se efectuó en forma tardía, empero fue con fecha anterior
a la nueva venta; que la asociación pretende sustraerse a la
obligación de transferir la propiedad del bien sub litis a favor de la
demandante, razones por las cuales los pronunciamientos de los
órganos jurisdiccionales han sido emitidos de acuerdo a ley, no
habiéndose incurrido en las infracciones normativas denunciadas
en la expedición de los fallos emitidos por las instancias de mérito.
6. DECISIÓN: Estando a las consideraciones precedentes, de
conformidad con el artículo 397 del Código Procesal Civil:
Declararon INFUNDADOS los recursos de casación interpuestos
por la Asociación de comerciantes del mercado Central del Callao
y Luis Alberto Wong Guzmán; en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista de fojas cuatrocientos veintiocho de fecha
veinte de noviembre del dos mil trece, emitida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao. a) DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Saturnina
Faching de Siu con la Asociación de Comerciantes del Mercado
del Central del Callao y otro, sobre nulidad de acto jurídico.
Interviene como ponente la señora Juez Suprema del Carpio
Rodríguez. SS. WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
1
DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría General del Proceso. Tomo Primero, año
1984, p.48
2
TARUFFO, Michele . La Prueba, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.
Madrid, 2008. p. 131.
C-1392274-25
CAS. Nº 1534-2014 LIMA
Nulidad de acto jurídico. Lima, veintiséis de noviembre de dos
mil catorce.- VISTOS; con el cuaderno cautelar acompañado
y con la razón emitida por el Secretario de esta Sala Suprema,
obrante a fojas cincuenta y dos del cuaderno de casación, y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
demandada Carmen Patricia Chan Chin, mediante escrito de fojas
trescientos noventa y uno, contra la sentencia de vista obrante a
fojas mil novecientos cuarenta y tres, su fecha catorce de enero
de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de fojas mil
ochocientos treinta y cuatro, su fecha treinta de abril de dos mil
trece, que declara fundada en parte la demanda de nulidad de
acto jurídico, en consecuencia, anula el acto jurídico contenido en
la escritura pública de fecha veintitrés de mayo de dos mil dos, e
integra la apelada en cuanto a la solicitud de recusación formulada
contra los peritos y las observaciones contra el dictamen pericial
y dictámenes ampliatorios, declarándola improcedente; en tal
sentido, corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del recurso acorde a la modificación establecida en
la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente
recurso satisface tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano
de segundo grado, puso fin al proceso; II) Se interpone ante la
Séptima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; III) Ha
sido presentado dentro del plazo legal, según consta del cargo de
notificación de fojas mil novecientos cincuenta y nueve; y, IV) Se
adjunta el arancel judicial a fojas mil novecientos sesenta y cuatro
y a fojas cincuenta y uno del cuaderno de casación. Tercero.- Que,
en relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se
aprecia que la recurrente no ha consentido la sentencia de primera
instancia que fue desfavorable a sus intereses, pues interpuso
recurso de apelación a fojas mil ochocientos setenta y tres, por lo

78660 CASACIÓN
que satisface el presupuesto establecido en el inciso 1 de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el cumplimiento
de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y 4 del precitado
artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse en qué consisten
las infracciones normativas. En el presente caso, la impugnante
denuncia la infracción normativa del artículo 139º, incisos 3,
6 y 14, de la Constitución Política del Estado, así como del
artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
argumentando que la resolución de vista impugnada reconoce
que el Juez de la causa omitió pronunciarse sobre su pedido de
recusación contra los peritos, el que fue interpuesto con fecha
veintiuno de julio de dos mil dos mil diez, quienes no solo emitieron
la pericia grafotécnica de fecha cuatro de mayo de dos mil diez,
sino que además expidieron los dictámenes periciales de fechas
trece de octubre de dos mil diez, ampliados mediante dictámenes
del tres de noviembre de dos mil once y dieciséis de abril de dos
mil doce, omisión que contraviene las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso, como es el caso del artículo I del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, concordante con lo
dispuesto en el artículo 139º, inciso 3, de la Constitución Política
del Estado; agrega que también se ha atentado contra el derecho
a la defensa contemplado en el artículo 139º, inciso 14, de la Carta
Magna, pues la recusación interpuesta es parte de su derecho a la
defensa, el cual de haberse amparado habría permitido nombrar
a otros peritos y el resultado sería distinto. Quinto.- Que, del
examen de las alegaciones antes descritas, se advierte que éstas
no satisfacen los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388º del Código Procesal Civil, pues la recurrente no describe en
forma clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas,
menos aun demuestra la incidencia directa que tendrían aquellas
sobre la decisión impugnada por las siguientes razones: El recurso
de casación es un medio impugnatorio de carácter extraordinario,
pues su función se restringe estrictamente a controlar la correcta
aplicación de la Ley, esto es, su labor está reservada a observar
sólo los errores de derecho, excluyéndose de dicho control la
valoración de las pruebas; en tal sentido, la causal de infracción
normativa debe sustentarse en el error de derecho que incida
directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya o
repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, pues no basta la sola invocación de las normas de derecho
material o procesal que supuestamente se consideran infringidas.
Ahora bien, analizadas las alegaciones propuestas en el recurso,
se aprecia que éstas se sustentan en argumentos relacionados a
la pericia grafotécnica y sus ampliaciones actuadas en el proceso
judicial, alegando que no se resolvió la recusación formulada en
primera instancia ante el Juez, sin embargo, tales aseveraciones
no constituyen errores de derecho que incidan directamente en la
decisión impugnada, en todo caso el supuesto vicio procesal fue
subsanado por la Sala Superior al integrar la sentencia de primer
grado y declarar improcedente dicho pedido mediante la resolución
de vista impugnada, además debe tenerse en consideración que
aquello no va influir en el sentido de la decisión. Sexto.- Que, en
cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del precitado artículo
388º, si bien la recurrente cumple con indicar su pedido casatorio,
sin embargo, ello no es suficiente para atender el recurso, toda
vez que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio
son concurrentes, conforme estipula el artículo 392º del Código
adjetivo. Por estas consideraciones y en aplicación de lo dispuesto
en el artículo 392º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Carmen Patricia Chan Chin, mediante escrito
de fojas trescientos noventa y uno, contra la sentencia de vista
obrante a fojas mil novecientos cuarenta y tres, su fecha catorce
de enero de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Augusto Lorenzo Loo Pon
con Carmen Patricia Chan Chin y otros, sobre nulidad de acto
jurídico; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON,
TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-26
CAS. Nº 1562-2014 LORETO
Motivación insuficiente e incongruente. Existe motivación
insuficiente cuando no existe el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada, e
incongruente cuando los órganos judiciales no resuelven las
pretensiones de manera congruente con los términos en que
vienen planteadas, lo cual se ha configurado en las sentencias de
mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. C.P.C. 122, inciso 3 Lima, treinta
de abril de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista
la causa número mil quinientos sesenta y dos - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de
indemnización por daños y perjuicios, la demandada Scotiabank
Perú S.A.A., ha interpuesto recurso de casación de folios
trescientos treinta y nueve, contra la sentencia de vista de fecha
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
uno de octubre de dos mil trece, de folios trescientos nueve,
dictada por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Loreto, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
seis de diciembre de dos mil doce, de folios doscientos cuarenta y
dos, que declara fundada la demanda interpuesta por Richard
Cecilio Marín Montero. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA:
Mediante escrito de fecha diecinueve de mayo de dos mil once, de
folios sesenta y uno, Richard Cecilio Marín Montero interpone
demanda de indemnización por daños y perjuicios, señalando
como pretensión que se ordene a Scotiabank S.A.A. y a Aldo Vega
Urrutia el pago en forma solidaria de trescientos noventa y tres mil
novecientos diez nuevos soles, monto que comprende los
conceptos de lucro cesante, daño moral y daño a la persona
ascendentes a ciento noventa y tres mil novecientos diez nuevos
soles y ciento cincuenta mil nuevos soles, respectivamente.
Posteriormente el demandante se desistió de la pretensión
respecto a Aldo Vega Urrutia (empleado de la entidad bancaria
demandada) conforme se desprende de la resolución de fecha
once de noviembre de dos mil once, obrante a folios ciento treinta
y dos. Alega como sustento de su pretensión que la entidad
demandada el once de noviembre de dos mil dos cursó una carta
a la Fiscal de la Nación señalando como referencia “Reporte de
Transacciones Financieras Sospechosas”, en la que se afirmó: “se
nos ha informado que la Sra. Contreras es divorciada y que su ex
esposo se encuentra detenido por presunto tráfico ilícito de
drogas, es por ello que el conocimiento de dichos elementos y
detalles nos ha permitido concluir que existen indicios razonables
de la presunta vinculación de las operaciones realizadas por el
cliente con probables actividades ilícitas”, lo cual dio lugar al inicio
del proceso signado con el número 12-2002-TR ante la Segunda
Fiscalía Provincial Especializada en Criminalidad Organizada, el
cual duró seis años y medio debido a que la demandada no
cumplió con ratificarse o rectificarse respecto a tales afirmaciones,
concluyendo en no ha lugar el ejercicio de la acción penal, y que
repercutió negativamente en aspectos de índole familiar, social,
psicológico, patrimonial y empresarial, por lo que emplazada es
responsable civilmente por haber consumado una denuncia
calumniosa a sabiendas de la falsedad de la imputación conforme
al artículo 1982 del Código Civil. 2. CONTESTACIÓN: La
demandada Scotiabank S.A.A., contesta la demanda a folios
ciento dieciséis, alegando que ha actuado conforme a lo
establecido en los artículos 2 a 4 de la Ley 27765, Ley Penal
contra Lavado de Activos, 378 y 379 de la Ley 216702, Ley
General del Sistema Financiero y 3.3 de la Resolución SBS 904-
97, Reglamento para la Prevención del Lavado de Dinero en el
Sistema Financiero, los cuales establecen de manera expresa, su
obligación de comunicar a la autoridad competente las
transacciones sospechosas que se hubieran detectado o se pueda
presumir de ilícitas, por lo que se ha accionado en ejercicio regular
de un derecho conforme al artículo 1971 inciso 1 del Código Civil;
la información cursada al Fiscal de la Nación fue respecto a su
cliente Helen Liliana Contreras Morales y sus empresas mas no
contra el demandante; conforme al artículo 3.3 de la Resolución
SBS 904-97, las comunicaciones remitidas al Fiscal de la Nación
no constituyen denuncia penal; y no está acreditada la intención o
arbitrariedad del banco demandado de causar daño con la
comunicación efectuada. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si corresponde a Scotiabank (ex Banco Wiese)
indemnizar por daños y perjuicios por la causal de denuncia
calumniosa en la suma de cuatrocientos noventa y tres mil nuevos
soles a favor de Richard Cecilio Marín Montero, más intereses
legales. 3.2 Determinar si corresponde ordenar la condena de
costos y costas del proceso. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, el Juez
mediante sentencia de fechaseis de diciembre de dos mil doce, de
folios doscientos cuarenta y dos, declaró fundada la demanda,
ordenando pagar a la demandada la suma de cuarenta y cinco mil
nuevos soles por concepto de indemnización por daños y
perjuicios, considerando que conforme a la carta remitida por la
entidad bancaria demandada a la Fiscalía de la Nación, aquella
señaló que el demandante se encontraba detenido por tráfico
ilícito de drogas, sin embargo dicha afirmación no fue respaldada
oportunamente, por lo que corresponde ordenar una indemnización
equivalente a cuarenta y cinco mil nuevos soles, a razón de treinta
mil nuevos soles por lucro cesante, diez mil nuevos soles por daño
moral y cinco mil nuevos soles por daño a la persona. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
diecinueve de diciembre de dos mil doce, de folios doscientos
cincuenta y ocho, la demandada Scotiabank S.A.A, interpuso
recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia,
alegando que: a) La apelada carece de motivación fáctica y
jurídica, lo cual vulnera el artículo 122 del Código Procesal Civil y
el debido proceso, en tanto no existe motivación acerca de las
pruebas que respaldan el pago de los conceptos indemnizatorios
ordenados; b) La comunicación fue remitida a la Fiscalía en
ejercicio de lo dispuesto en la Ley Penal contra el Lavado de
Activos, la Ley General del Sistema Financiero y Resolución SBS
904-97; c) La información cursada por el Banco fue respecto a la
cliente Helen Liliana Contreras Morales y sus empresas, mas no
contra el demandante; y d) La referida comunicación no constituyó
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
denuncia alguna, sino que se encontró enmarcado dentro de la
normatividad vigente, lo cual encuadra en el ejercicio regular de un
derecho. Asimismo, a través del escrito de fecha veintiséis de
diciembre de dos mil doce, de folios doscientos sesenta y ocho, el
demandante Richard Cecilio Marín Montero, interpuso recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
No se han valorado adecuadamente los hechos, como el haber
estado impedido de ser sujeto de crédito, la actitud negligente del
banco que ocasionó que la investigación dure seis años y medios,
y los daños morales ocasionados. 6. SENTENCIA DE VISTA:
Elevados los autos a la Sala Superior en virtud de los recursos de
apelación interpuestos por la demandada y el demandante, la Sala
Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto, mediante
sentencia de vista de fecha uno de octubre de dos mil trece, de
folios trescientos nueve, confirmó la sentencia de primera
instancia, acogiendo los fundamentos expuestos en la misma, y
precisando que la demandada ha afirmado que el demandante se
encontraba detenido por presunto delito de tráfico de drogas a
sabiendas de la ausencia de motivo razonable para realizar dicha
afirmación. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha treinta de julio de dos mil catorce,
obrante a fojas treinta y ocho del respectivo cuaderno formado, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por la
demandada Scotiabank S.A.A, por la infracción normativa de
los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Estado, 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 1982
del Código Civil y 378 inciso 4 de la Ley 26702. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si la entidad bancaria demandada al remitir la carta
de fecha once de noviembre de dos mil dos a la Fiscalía de la
Nación, ha incurrido en responsabilidad por denuncia calumniosa
contra el demandante conforme a lo previsto en el artículo 1982
del Código Civil. Segundo.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso de casación por normas procesales así
como normas materiales, corresponde en primer término efectuar
el análisis sobre la existencia del error procesal, toda vez que, de
resultar fundada la denuncia en dicho extremo, dada su incidencia
en la tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de
sentido emitir pronunciamiento respecto de la infracción normativa
material, referida al derecho controvertido en la presente causa.
Tercero.- Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de
la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
78661
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, de la revisión
de las sentencias de mérito, se aprecia que el órgano jurisdiccional,
ha declarado fundada la demanda, ordenando pagar a la entidad
bancaria recurrente la suma de cuarenta y cinco mil nuevos soles
por concepto de indemnización por daños y perjuicios a favor del
demandante, bajo el argumento que a través de la carta de fecha
once de noviembre de dos mil dos, obrante a folios doscientos
uno, aquella habría señalado que este último se encontraba
detenido por presunto delito de tráfico ilícito de drogas, cuya
afirmación no ha podido ser respaldada con medio probatorio
alguno; sin embargo omiten tener en cuenta que conforme al
artículo 1982 del Código Civil, el cual sustenta la demanda y las
sentencias referidas, incurre en responsabilidad por denuncia
calumniosa, aquel que a sabiendas de la falsedad de la imputación
o de la ausencia de motivo razonable, denuncia ante autoridad
competente a alguna persona, atribuyéndole la comisión de un
hecho punible, siendo que el artículo 3.3 del Reglamento para la
Prevención del Lavado de Dinero en el Sistema Financiero,
aprobado por Resolución SBS 904-97 establece que las
comunicaciones efectuadas al Fiscal de la Nación por
transacciones a que criterio de las entidades financieras son
sospechosas, no tienen el carácter de denuncia penal; asimismo,
el artículo 378 inciso 4 de la Ley 26702, Ley General del Sistema
Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros, expresamente exime de
responsabilidad a las empresas del sistema financiero y sus
empleados que cumplan con comunicar a las autoridades
correspondientes de transacciones sospechosas; la carta
precitada no se encuentra referida a transacciones efectuadas por
el demandante sino a la cliente Helen Liliana Contreras Morales, y
en ella no se afirmaría que el actor esté detenido sino que dicha
información habría sido hecha llegar a la demandada; aspectos
que merecen ser analizados y dilucidados por las instancias de
mérito, al resultar necesarias para el debido esclarecimiento de los
hechos, por lo que las sentencias emitidas adolecen de motivación
insuficiente. Por otra parte, se aprecia que la Sala Superior afirma
que conforme al artículo 1982 del Código Civil, la demandada es
responsable al haber realizado afirmaciones con ausencia de
motivo razonable, no obstante, no tiene en cuenta que el actor en
su escrito de demanda, sostuvo que la responsabilidad del actor
se configura por haber efectuado una denuncia a sabiendas de la
falsedad de la imputación (otro supuesto previsto en el artículo
1982 citado), por lo que existe motivación incongruente, al no
emitir un pronunciamiento conforme a los términos expresados en
la demanda. Sétimo.- Que, las omisiones advertidas en la
fundamentación de las instancias de mérito, afectan la garantía y
principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones
consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la
Constitución Política del Estado, respectivamente, que encuentra
desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del Código

78662 CASACIÓN
Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones
judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten
los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
que contengan los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y
lo invocado por las partes; en consecuencia, corresponde declarar
la nulidad de las sentencias de mérito y disponer que el juez de la
causa emita nuevo pronunciamiento teniendo en cuenta las
directivas contenidas en la presente resolución. Octavo.- Que, en
consecuencia, habiéndose amparado el agravio de error in
procedendo propuesto en el recurso de casación, referido a la
infracción de los artículos 139, inciso 5 de la constitución Política
del Estado, concordando con el artículo 122 inciso 3 del Código
Procesal Civil, que amerita la nulidad de las sentencias de mérito,
conforme a lo previsto en el artículo 171º del Código Procesal
Civil, carece de objeto emitir pronunciamiento en torno a las
demás causales denunciadas. V. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recursos de casación
interpuesto por la demandada Scotiabank S.A.A. de folios
trescientos cuarenta y nueve; en consecuencia NULA la sentencia
de vista de fecha uno de octubre de dos mil trece, de folios
trescientos nueve, e INSUBSISTENTE la apelada de fecha seis
de diciembre de dos mil doce, de folios doscientos cuarenta y dos|,
ORDENARON que el Juez de Primer Juzgado Especializado en lo
Civil de Maynas de la Corte Superior de Justicia de Loreto emita
nuevo fallo, conforme a las directivas de la presente ejecutoria
suprema; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por
Richard Cecilio Marín Montero, sobre indemnización por daños y
perjuicios; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-27
CAS. Nº 1582–2014 PUNO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Mediante la
valoración de todos los medios probatorios los órganos
jurisdiccionales se deben pronunciar sobre cada uno de los puntos
controvertidos observando el debido proceso. Lima, once de junio
de dos mil quince. La Sala Civil Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República: Que, después de revisar
el expediente con numeración asignada: 1582-2014 en esta Sede,
sobre proceso de indemnización de daños y perjuicios, en
Audiencia Pública de la data, oído el informe oral, y, emitida la
votación de la Suprema Sala conforme a la Ley Orgánica del
Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.- Materia del
Recurso: Que se trata del recurso de casación, de fojas quinientos
treinta y uno, interpuesto por el demandado Banco Continental,
representado por su apoderado Jesús Enrique Luque Vásquez
Vásquez, contra la sentencia de segunda instancia, contenida en
la resolución número 054-2014, de fojas quinientos dieciocho, del
doce de mayo de dos mil catorce, que confirma la sentencia
apelada número 212-2013, de fojas trescientos setenta y uno, del
dieciocho de julio de dos mil trece, que declara: 1) fundada en
parte la demanda interpuesta por Clara Rosario Ventura Dávila,
representada por Luis Miguel Pino Ponce, sobre indemnización de
perjuicios, daño moral y accesoriamente el pago por lucro cesante
e intereses, contra el Banco Continental BBVA–sucursal Puno,
representado por su Gerente César Bedoya Bacigalupo; en
consecuencia, ordena que el demandado Banco Continental
Oficina Puno cumpla con pagar a la demandante Clara Rosario
Ventura Dávila la suma de S/. 6.150.00 por concepto de perjuicios,
S/. 15.000.00 por daño moral y S/. 25.000.00 por concepto de
lucro cesante, lo que asciende a la suma de S/. 51.150.00, más
intereses legales; y, 2) Infundada la demanda en el extremo que
la demandante solicita el pago del daño moral en la suma de S/.
25.000.00 y el pago de lucro cesante en la suma de S/. 55.966.38;
con costas y costos del proceso; con lo demás que contiene. 2.
Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar si se ha
incurrido o no, en la infracción normativa, es necesario efectuar las
siguientes precisiones fácticas sobre este proceso, ya que sin
hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto se
puntualiza un resumen de la controversia, materia del presente
recurso: Etapa Postulatoria del Proceso 2.1. Interposición de
la Demanda. Que, Clara Rosario Ventura Dávila, representada
por Luis Miguel Pino Ponce, mediante escrito de fojas cuarenta y
seis, el diecinueve de abril de dos mil cinco, interpone demanda
contra el Banco Continental BBVA– sucursal Puno, sobre:
indemnización por daños y perjuicios, por daño moral y lucro
cesante, para que se ordene que el demandado le pague la suma
de S/. 93.266.38, más intereses, costas y costos del proceso. Para
cuyo efecto expresa los siguientes fundamentos fácticos: 1) Alega
que el banco demandado le inició el proceso de ejecución de
garantías Nº 2001-118, en virtud a que la demandante y el señor
Jhon Manrique Tejeda habrían suscrito un pagaré por la suma de
S/. 25.474.00, el cual a su supuesto vencimiento no habría sido
pagado; que de acuerdo a la hipoteca otorgada a dicho banco,
sobre el inmueble ubicado en la calle Lima Nº 357 por la suma de
US $ 96.000.00 es que el banco ha solicitado la ejecución de dicha
garantía; sin embargo, la demandante formuló su escrito de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
contradicción en el que alcanzó como prueba la pericia que
concluía que la firma que se le atribuye en el título valor era falsa,
lo que fue corroborado por pericias posteriores. 2) Que en forma
paralela se tramitó el proceso penal Nº 2001-269, en el que si bien
la Sala Superior anuló la sentencia favorable a la demandante en
la que se determinó que estaba probado el hecho de la falsificación
de la firma de la demandante, por lo que se resolvió el
sobreseimiento provisional de la instrucción, esto es, el delito
estaba probado pero no el responsable. Que en dicho proceso, al
tomarse la instructiva del representante del banco demandado,
éste reconoció que la firma que aparece en el pagaré pertenece a
Rosa Andía Cuba, lo cual se debía a un error administrativo del
anterior funcionario predecesor y que había sucedido también en
otros casos. 3) Ante dicha situación, el Banco demandado se
desistió de la pretensión de ejecución de garantías, mas no de la
acción lo que refleja una conducta dolosa tendiente a causar
perjuicio, incluso a la fecha la demandante sigue figurando como
deudora, por el falso título valor ante la Cámara de Comercio. 4)
En cuanto al lucro cesante, señala la intención de causarle daño,
pues pese a estar probada la falsificación del pagaré el banco
continuó con la acción; que al desistirse de la pretensión más no
de la acción, significa que en cualquier momento pueden intentar
una nueva acción, además al colocarla el banco en situación de
deudora en la Central de Riesgos denominada INFOCORP, le ha
impedido obtener créditos, por lo que este concepto debe ser
calculado mínimamente en la suma de S/. 55.966.38; 5) En cuanto
al daño moral, sostiene que la acción de ejecución ha significado
una grave preocupación a nivel familiar, la presión del entorno
social, las burlas de los compañeros de colegio de sus hijos y
sobre todo la pérdida de la estima, concepto que valúa en la suma
de S/. 25.000.00; 6) Respecto a los perjuicios, importa el pago que
ha tenido que realizar para contratar peritos, adquirir cédulas,
tasas, movilidad a fin de tramitar tanto el proceso penal como el de
ejecución de garantías, concepto que cuantifica en la suma de S/.
6.150.00. Etapa de Absolución 2.2. Contestación El demandado
Banco Continental-Oficina Puno, mediante escrito de fojas
noventa y uno, del once de julio de dos mil cinco, contesta la
demanda, en los siguientes términos: 1) Niega y contradice la
demanda, la misma debe ser declarada infundada y/o
improcedente; 2) Que la demandante tiene obligaciones
pendientes y que solo constituye un error administrativo el hecho
de que el pagaré del dieciséis de setiembre de mil novecientos
noventa y nueve haya sido firmado por Rosa Andía Cuba, y no por
la demandante, pero el desembolso del dinero se ha efectuado en
la cuenta corriente de la demandante, incluso dicho pagaré ha
sido firmado por el hermano de la demandante, en calidad de
fiador solidario. Etapa Decisoria e Impugnativa. 2.3. Sentencia
de Primera Instancia. El Juez del Primer Juzgado Mixto de la
Corte Superior de Justicia de Puno, expide la sentencia número
212-2013 apelada, contenida en la resolución número 46-2013, de
fojas trescientos setenta y uno, del dieciocho de julio de dos mil
trece, que declara fundada en parte la demanda interpuesta por
Clara Rosario Ventura Dávila, representada por Luis Miguel Pino
Ponce, sobre indemnización de perjuicios, daño moral y
accesoriamente el pago por lucro cesante e intereses, contra el
Banco Continental BBVA-sucursal Puno, representado por su
Gerente César Bedoya Bacigalupo; en consecuencia, ordena que
el demandado Banco Continental Oficina Puno cumpla con pagar
a la demandante Clara Rosario Ventura Dávila la suma de S/.
6.150.00 por concepto de perjuicios, S/. 15.000.00 por daño moral
y S/. 25.000.00 por concepto de lucro cesante, lo que asciende a
la suma total de S/. 51.150.00, más intereses legales; y, 2)
Infundada la demanda en el extremo que solicita el concepto de
daño moral en la suma de S/. 25.000.00, y el pago de lucro cesante
en la suma de S/. 55.966.38; con costas y costos del proceso, los
que deberán ser calculados y ejecutados en ejecución de
sentencia. 2.4. Recurso de Apelación. Que, el demandado
Banco Continental, el treinta y uno de julio de dos mil trece, a
fojas cuatrocientos trece, interpone recurso de apelación,
mediante el cual: 1) Alega que solo desplegó el ejercicio regular de
un derecho, pues solo ha demandado el pago de una acreencia
vencida, de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 1219 del
Código Civil y 720 del Código Procesal Civil; por tanto, resulta de
aplicación el artículo 1971, inciso 1, del Código Civil, esto es, no
hay responsabilidad por el ejercicio de un derecho; 2) Sostiene
que no ha causado daños y perjuicios, pues quien informa a la
Cámara de Comercio y Producción de un protesto notarial es el
Notario Público, quien protesta el título valor y no el Banco; 3) Que
el hecho de figurar las personas como deudoras en el sistema
financiero, es por mandato de la ley y no una decisión o capricho
del Banco; 4) Que no se ha cumplido con acreditar los requisitos
de la responsabilidad civil, esto es, la antijuricidad, daño causado,
relación de causalidad y los factores de atribución; 5) Que la
interposición del proceso de ejecución de garantías constituye el
ejercicio regular de un derecho, además nada impide disponer o
enajenar un bien hipotecado, según el artículo 1097 del Código
Civil, más aún si este derecho real goza del derecho de
persecución. Pluralidad de la Instancia 2.5. Sentencia de
Revisión. La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno,
expide la sentencia de segunda instancia, contenida en la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
resolución número 054-2014, de fojas quinientos dieciocho, del
doce de mayo de dos mil catorce, que confirma la sentencia
número 212-2013 apelada, comprendida en la resolución número
46-2013, de fojas trescientos setenta y uno, del dieciocho de julio
de dos mil trece, que declara: 1) fundada en parte la demanda
interpuesta por Clara Rosario Ventura Dávila, representada por
Luis Miguel Pino Ponce, sobre indemnización de perjuicios, daño
moral y accesoriamente el pago por lucro cesante e intereses,
contra el Banco Continental BBVA-sucursal Puno, representado
por su Gerente César Bedoya Bacigalupo; en consecuencia,
ordena que el demandado Banco Continental-Oficina Puno
cumpla con pagar a la demandante Clara Rosario Ventura Dávila
la suma de S/. 6.150.00 por concepto de perjuicios, S/. 15.000.00
por daño moral y S/. 25.000.00 por concepto de lucro cesante, lo
que asciende a la suma total de S/. 51.150.00, más intereses
legales; e, 2) Infundada la demanda en el extremo que la
demandante solicitó el pago del daño moral en la suma de S/.
25.000.00 y el pago de lucro cesante en la suma de S/. 55.966.38,
con costas y costos del proceso; con lo demás que contiene.
Etapa Extraordinaria – Procedimiento Casatorio. 3.- Causales
por las que se ha Declarado Procedente el Recurso de
Casación: Que, el recurso de casación, de fojas quinientos treinta
y uno, interpuesto por el demandado Banco Continental,
representado por su apoderado Jesús Enrique Luque Vásquez
Vásquez, ha sido declarado procedente, mediante el auto
calificatorio, de fojas ciento dos del cuaderno de casación, del
veinticuatro de setiembre de dos mil catorce, por la causal de
infracción normativa de los artículos: A) 139º incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Perú, concordante con los
artículos I y IX del Título Preliminar, 50º inciso 6, 122º incisos
3 y 4, 188º, 196º y 197º del Código Procesal Civil y 12º de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; B) 1971º, inciso 1, del Código
Civil; C) 1984º y 1985º del Código Civil; D) 1219º del Código
Civil concordado con el artículo 720º del Código Procesal
Civil; E) 29º y 158º de la Ley 26702, Ley General del Sistema
Financiero y del Sistema de Seguros; y, F) 5º, 18º, 61º, 62º y
129º de la Ley de Títulos Valores Nº 16587, (aplicable por
temporalidad de la norma), concordante con los artículos 226º
y 227º de la Ley del Sistema Financiero Nº 26702 . 4.- Materia
Jurídica en Debate Que, la materia jurídica en debate en el
presente recurso de casación, se centra en determinar si se
cumplió con el debido proceso en su dimensión del derecho a la
motivación de las resoluciones en cuanto a la pretensión de la
demanda. 5.- Fundamentos Jurídicos de este Supremo
Tribunal de Casación Primero.- Que, al momento de calificar el
recurso de casación se ha declarado la procedencia por la causal
de infracción normativa por vicios in iudicando e in procedendo
como fundamentación de las denuncias y, ahora, al atender sus
efectos, es menester realizar, previamente, el estudio y análisis de
la causal referida a infracciones procesales (de acuerdo al orden
precisado en la presente resolución y conforme al recurso
interpuesto), dados los alcances de la decisión, pues en caso de
ampararse la misma, esto es, si se declara fundada la Casación
por la referida causal procesal, deberá reenviarse el proceso a la
instancia de origen para que proceda conforme a lo resuelto, por
el Supremo Tribunal quedando sin objeto respecto a la causal de
infracción normativa de normas materiales. Asimismo, conforme a
lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley número 29364, que exige: “(...) indicar si
el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio,
se precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará
hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se
precisará en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el
recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el
anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado.”; el
casacionista ha precisado que su pedido casatorio es anulatorio;
por consiguiente, esta Suprema Sala Civil, en primer orden, se
pronunciará respecto a la infracción normativa procesal, en virtud
a los efectos que el mismo conlleva. Segundo.- Que, respecto a la
procedencia del recurso de casación por la causal contenida en el
acápite A), sobre: infracción normativa de los artículos: 139º
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, I y IX del
Título Preliminar, 50º inciso 6, 122º incisos 3 y 4, 188º, 196º y
197º del Código Procesal Civil y 12º de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, alega el demandado que la sentencia impugnada
adolece de una adecuada motivación, toda vez que en su recurso
de apelación ha denunciado una serie de agravios, entre ellos, la
falta de congruencia entre las consideraciones y la decisión
impugnada, las cuales no se encuentran adecuadamente
fundadas en normas de derecho material y además en pruebas
que acrediten la pretensión; que no se han valorado los medios
probatorios que demuestran que la demandante tiene obligaciones
pendientes con el demandado, entre ellos, el examen pericial
grafotécnico de fojas cuatrocientos diez, que consta en el
expediente penal Nº 2001-269, así como el reporte de crédito de
fojas ciento noventa y dos; asimismo, no se ha tenido en cuenta el
examen pericial de fecha treinta y uno de enero de dos mil tres, en
el que se concluye que no existe falsificación de firma del pagaré
de fecha dieciséis de setiembre de mil novecientos noventa y
nueve, pues quien ha firmado por error fue la fiadora de la
demandante Dora Rosa Andía Cuba. Tercero.- Que, al subsumir
78663
la denuncia precedente se debe tener presente que ésta posibilita
por su carácter procesal, precisar qué la Suprema Corte de
Casación Civil ha establecido que: “(...) El debido proceso es el
conjunto de garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a
cualquier proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces
es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”1. En este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”2. La Corte Suprema
también ha destacado que: “(...) El debido proceso está referido al
respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política, por el cual se posibilita que toda persona
puede recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional
efectiva a través de un procedimiento legal con la posibilidad de
hacer uso irrestricto de su derecho de defensa así como de su
derecho a probar, que se observen reglas procesales establecidas
para cada procedimiento y que las instancias jurisdiccionales
emitan pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley
(...)”3; y, finalmente: “(...) El derecho al debido proceso se realiza
mediante un conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable,
las que incluyen: la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de
la jurisdicción y la competencia predeterminada por ley, la
pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las
resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y contradicción entre otros) (...)”4. Cuarto.-
Que, respecto a la motivación de las resoluciones judiciales la
Corte Suprema ha establecido: “(...) El inciso quinto del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, recoge el principio
derecho de la función jurisdiccional de observar la debida
motivación de las resoluciones judiciales, mediante el cual el
juzgador debe exponer las consideraciones que fundamentan la
subsunción de los hechos en los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas que fueron aplicadas, dando lugar a la actividad
denominada construcción del razonamiento judicial, la misma que
sirve de punto de apoyo a la declaración jurisdiccional; de otra
manera, la sentencia no podría operar en el convencimiento de las
partes ni de los ciudadanos en general, ni podría permitir el control
correspondiente de los órganos de la instancia superior por la vía
de los recursos previstos en la ley procesal, instados por los
justiciables (...)5”. Asimismo, la Suprema Corte ha precisado que:
“(...) Por el Principio de Motivación de las resoluciones judiciales,
el juzgador debe de exponer las consideraciones que sustentan la
subsunción de los hechos a los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas emitiendo pronunciamiento jurisdiccional de
manera clara y congruente al resolver la controversia jurídica con
sujeción a la Constitución y a la Ley, resolviendo respecto de lo
que es la materia en controversia y que son expuestos por las
partes procesales, de tal manera que los justiciable estén en la
posibilidad de conocer las razones de cómo se resolvió en un
determinado sentido a fin de realizar los actos necesarios para la
defensa de su derecho y (...) posibilitándose además el control
correspondiente por los órganos de instancia superior a que se
accede a través de los recursos previstos en la ley (...)”6. Quinto.-
Que, así la motivación de las resoluciones judiciales y la valoración
de los medios probatorios constituyen elementos del debido
proceso y, además, se han considerado como principio y derecho
de la función jurisdiccional, consagrados en los incisos 3 y 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma
constitucional que ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e incisos
3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil; y, cuya
contravención origina la nulidad de la resolución, conforme lo
disponen las dos últimas normas procesales señaladas. Sexto.-
Que, asimismo, la motivación de las resoluciones cumple
esencialmente dos funciones: endoprocesal y extraprocesal. La
primera de ellas, esto es la endoprocesal tiene lugar al interior del
proceso, respecto de las partes, terceros legitimados y de los
propios órganos jurisdiccionales, y comprende las siguientes
precisiones: I) Tiene por función específica convencer y persuadir
a las partes de la razonabilidad de los argumentos y la justicia de
la decisión adoptada, tratando de eliminar la sensación que
pudieran tener las partes sobre la presunta arbitrariedad o
irracionabilidad de la decisión judicial; II) Permite la viabilidad y
efectividad de los recursos impugnatorios, haciendo posible su
análisis crítico y expresión de errores de hecho y de derecho, así
como agravios, vía apelación o casación; y, III) Permite el control
del órgano jurisdiccional superior, quien deberá establecer si se
han cumplido las normas imperativas que garantizan el derecho a
un debido proceso, y particularmente, con el deber constitucional
de la motivación adecuada y suficiente, verificando la razonabilidad
de los argumentos fácticos y jurídicos que sustentan su decisión.
La segunda función extraprocesal, tiene lugar en el ámbito
externo del proceso y está dirigida al control del comportamiento

78664 CASACIÓN
funcional de los órganos jurisdiccionales, y se expresa de las
siguientes formas: 1) Haciendo accesible el control de la opinión
pública sobre la función jurisdiccional, a través del principio de
publicidad de los procesos, conforme al postulado contenido en el
inciso 20, del artículo 139, de la Constitución Política del Perú, el
cual prescribe que toda persona tiene derecho a formular análisis
y críticas a las resoluciones y sentencias judiciales con las
limitaciones de ley; y, 2) Expresa la vinculación del Juez
independiente a la Constitución y a la ley, derivándose
responsabilidades de carácter administrativo, civil y penal por el
ejercicio irregular o arbitrario de su función. Sétimo.- Que, en tal
sentido, se verifica que las alegaciones de la denuncia vertida por
el casacionista tienen base real, por cuanto se constata la
concurrencia de vicios insubsanables que afectan el debido
proceso en este caso concreto, la motivación de las sentencias del
Juez y de la Sala Superior y la valoración de los medios
probatorios, en tanto que no se ha cumplido con el deber de
observar la garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, es decir, la
recurrida no contiene una motivación precisa y sustentada en
base a los hechos materia de probanza fijados en los puntos
controvertidos establecidos en la resolución de fojas ciento diez,
del catorce de setiembre de dos mil cinco, toda vez que no se han
absuelto las posiciones y contraposiciones asumidas por las
partes de la litis durante el desarrollo del proceso, verificándose
así que las decisiones de primera y segunda instancia, no cumplen
con garantizar el derecho al debido proceso, pues no contienen
una motivación adecuada, coherente y suficiente. Octavo.- Que,
específicamente la infracción normativa versa sobre la vulneración
del derecho fundamental al debido proceso, motivación de
resoluciones judiciales, valoración de los medios probatorios,
pues no se ha resuelto los siguientes puntos controvertidos: 1)
Determinar si existe relación de causalidad entre los hechos
expuestos en la demanda y el proceso de ejecución de garantías;
2) Determinar si a la demandante Clara Rosario Ventura Dávila se
le ha causado perjuicios, daño moral, lucro cesante y si se
generaron intereses; y, principalmente 3) Determinar si Clara
Rosario Ventura Dávila tiene obligaciones económicas con el
banco demandado. Noveno.- Que, el Juez ni la Sala Superior
exponen las consideraciones que fundamentan la subsunción de
los hechos en los supuestos hipotéticos de las normas jurídicas
que fueron aplicadas, es decir, no se verifica la actividad
denominada construcción del razonamiento judicial, para la
declaración jurisdiccional, toda vez que, conforme al principio de
igualdad de las partes, las instancias de mérito no valoraron o no
se pronunciaron sobre los medios probatorios del recurrente,
como el examen pericial grafotécnico de fojas cuatrocientos diez,
que consta en el expediente penal Nº 2001-269, así como el
reporte de crédito de fojas ciento noventa y dos; asimismo, no se
ha tenido en cuenta el examen pericial de fecha treinta y uno de
enero de dos mil tres, el hecho de que quien firmó por error fue la
fiadora de la demandante Dora Rosa Andía Cuba y si esa relación
explicaría el referido error o no. Esto es, mediante la valoración de
todos los medios probatorios los órganos jurisdiccionales se
deben pronunciar sobre cada uno de los puntos controvertidos
observando el debido proceso. Décimo.- Que, así, el recurso de
casación resulta amparable por infracción de las normas
denunciadas que garantizan el debido proceso en la manifestación
del derecho a las motivaciones del fallo, razón por la cual los
órganos jurisdiccionales deben dictar las medidas necesarias para
lograr la tutela jurisdiccional efectiva, mediante el debido proceso.
Décimo Primero.- Que, siendo así, se advierte que las sentencias
de primera y segunda instancia incumplen con el principio derecho
del debido proceso, la motivación adecuada y suficiente de las
resoluciones judiciales, la valoración de los medios probatorios y
el pronunciamiento o resolución de los puntos controvertidos,
pues contienen una decisión que no se sustenta en la valoración
conjunta y razonada de los medios probatorios aportados al
proceso. Décimo Segundo.- Que, por lo tanto, en tal contexto
fáctico y jurídico, verificada la causal de infracción normativa, debe
ampararse el recurso de casación y procederse conforme a lo
dispuesto en el artículo 396 del Código Procesal Civil. 6.- Decisión
en Casación: A) Por estos fundamentos, de conformidad con el
artículo 396 numeral 3 del Código Procesal Civil: Declararon:
FUNDADO el recurso de casación, de fojas quinientos treinta y
uno, interpuesto por el demandado Banco Continental,
representado por su apoderado Jesús Enrique Luque Vásquez
Vásquez, en consecuencia NULA la sentencia de segunda
instancia, contenida en la resolución número 054-2014, de fojas
quinientos dieciocho, del doce de mayo de dos mil catorce,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno;
e INSUBSISTENTE la sentencia número 212-2013 de primera
instancia apelada, contenida en la resolución número 46-2013, de
fojas trescientos setenta y uno, del dieciocho de julio de dos mil
trece. B) MANDARON que el Juez del proceso expida nueva
sentencia de mérito, con arreglo a derecho, al proceso y a los
fundamentos jurídicos de la presente resolución. C) DISPUSIERON
se publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Clara Rosario Ventura
Dávila, representada por Luis Miguel Pino Ponce, contra el Banco
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Continental BBVA–sucursal Puno, sobre indemnización de daños
y perjuicios, daño moral y accesoriamente el pago por lucro
cesante e intereses; y los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones
del señor Juez Supremo Almenara Bryson, integra esta Sala
Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
C-1392274-28
CAS. Nº 1627-2014 AMAZONAS
Ejecución de garantías. Sumilla.- Formalidad de las
resoluciones expedidas por las Cortes Superiores. En las
Cortes Superiores, tratándose de las que ponen fin a la instancia,
tres votos conformes hacen resolución, y en caso se emitan dos
votos conformes estamos ante la figura de la discordia, debiendo
la Sala Superior proceder conforme al trámite que establece la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Arts. 141 y 144 de la LOPJ. Lima,
treinta de abril de dos mil quince.- La SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA;
vista la causa número mil seiscientos veintisiete – dos mil catorce,
en audiencia pública realizada en la fecha y producida la votación
correspondiente, emite la siguiente sentencia: I. ASUNTO En el
presente proceso de ejecución de garantías, es objeto de examen
el recurso de casación interpuesto por Banco de Crédito del
Perú, mediante escrito de fojas trescientos doce, contra la
resolución de vista obrante a fojas doscientos ochenta y cuatro, su
fecha trece de marzo de dos mil catorce, expedida por la Sala
Mixta de Chachapoyas de la Corte Superior de Justicia de
Amazonas, que revoca la apelada de fojas doscientos dieciséis,
su fecha veinticuatro de julio de dos mil trece, que declara
infundada la contradicción, y reformándola declara fundada dicha
contradicción, en consecuencia improcedente la demanda,
dejando a salvo el derecho del actor para que haga efectivo el
pago de sus deudas con las formalidades de ley. II.
ANTECEDENTES 1. Demanda. Mediante escrito presentado el
doce de mayo de dos mil once, obrante a fojas once, modificado a
fojas cincuenta y siete, el Banco de Crédito del Perú interpuso
demanda de ejecución de garantías contra la deudora principal
Bebidas Amazonía Sociedad Anónima Cerrada y además contra
los fiadores solidarios Liliana Díaz Sánchez, Marcos Benedicto
Díaz Aspajo y Nelly Sánchez de Díaz, a fin de que se ejecuten las
garantías hipotecarias otorgadas a favor del banco demandante, y
con el producto del remate de los inmuebles hipotecados se le
pague las siguientes obligaciones: a) la suma de trescientos
treinta y dos mil seiscientos ochenta y siete nuevos soles con
treinta y tres céntimos; y, b) la suma de veinticuatro mil ciento
setenta y dos dólares americanos con sesenta y cuatro centavos,
más los intereses moratorios y compensatorios pactados, costas y
costos del proceso, bajo apercibimiento de iniciarse la ejecución
forzada. 2. Contradicción. Mediante escrito obrante a fojas ciento
diecisiete, presentado el veintiuno de julio de dos mil once, la
ejecutada Liliana Díaz Sánchez formuló contradicción, alegando la
causal de inexigibilidad de la obligación, en los siguientes términos:
2.1. Es obligatorio que el garante hipotecario intervenga y suscriba
los contratos, documentos o títulos valores que constituyan
nuevas obligaciones para el deudor, a fin de que éstas también se
encuentren cubiertas o garantizadas con la hipoteca otorgada con
anterioridad, tal como exige el artículo 172º, segundo párrafo, de
la Ley Nº 26702, Ley General del Sistema Financiero y de Seguros.
2.2. El contrato y cronograma de pagos del préstamo Nº
10029000000000000501463, por la suma de doscientos veinte mil
nuevos soles, se encuentran firmados solo por el representante de
la deudora Bebidas Amazonía Sociedad Anónima Cerrada, pues
no existe firma del garante hipotecario, por lo tanto, no se puede
relacionar esta obligación con la hipoteca otorgada, por lo que es
inexigible para el garante. 3. Resolución de primera instancia. El
Primer Juzgado Mixto de Chachapoyas expidió la resolución
obrante a fojas doscientos dieciséis, su fecha veinticuatro de julio
de dos mil trece, que declaró infundada la contradicción por la
causal de inexigibilidad de la obligación, en consecuencia ordenó
llevar adelante la ejecución de las garantías hipotecarias. Las
razones que sustentaron dicha decisión son las siguientes: 3.1. El
Juez advirtió que de la escritura pública de constitución de fianza
con garantía hipotecaria y su modificatoria, obrantes a fojas trece
y diecinueve, respectivamente, el cliente del Banco de Crédito del
Perú es Marcos Benedicto Díaz Aspajo y la fiadora solidaria es
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Liliana Díaz Sánchez, siendo que en los citados testimonios ésta
última renunció expresamente al beneficio de excusión con el
objeto de garantizar hasta un límite de cincuenta y dos mil
quinientos dólares americanos a fin de garantizar todas las
obligaciones crediticias y de cualquier otra índole que el cliente
hubiera contraído o pudiera contraer en el futuro. 3.2. Asimismo,
de la escritura pública de constitución de fianza solidaria con
hipoteca de fojas setenta y dos, Marcos Benedicto Díaz Aspajo y
su cónyuge Nelly Sánchez de Díaz, con intervención de Bebidas
Amazonía Sociedad Anónima Cerrada, se constituyeron en
fiadores solidarios de la mencionada empresa a favor del banco
demandante, hasta por la suma de setenta mil doscientos setenta
y seis dólares americanos. 3.3. En tal virtud, el Juez concluyó que
dichas escrituras públicas constituyen titulo de ejecución, las
cuales se encuentran debidamente inscritas en los Registros
Públicos, por lo tanto, la causal de inexigibilidad de la obligación
carece de sustento. 4. Recursos de apelación. Mediante escritos
presentados el dos de setiembre de dos mil trece, los ejecutados
Liliana Díaz Sánchez y Marcos Enrique Díaz Sánchez interpusieron
recursos de apelación contra la citada resolución, en los mismos
términos: 4.1. Se ha interpretado de manera errónea el artículo
1868º del Código Civil, pues se desconoce los alcances del
beneficio de excusión, el mismo que no es más que el derecho de
oponerse a hacer efectiva la fianza en tanto el acreedor no haya
ejecutado todos los bienes del deudor; por lo que, al haber
renunciado a tal beneficio no implica que queden obligados a
asumir los compromisos de pago. 4.2. Se configura la inaplicación
de los artículos 50º inciso 6, y 122º inciso 3, del Código Procesal
Civil, toda vez que el juzgador no ha fundamentado porque las
garantías deben ser ejecutadas, menos aun ha mencionado el
derecho en el que se sustenta para declarar infundada la
contradicción, tan solo se ha limitado en señalar que si es exigible
y que resulta posible ordenar el inicio de la ejecución. 4.3. Se deja
de aplicar el artículo 172º de la Ley Nº 26702, pues no puede
interpretarse que el garante hipotecario no debe intervenir en las
nuevas obligaciones contraídas por el deudor frente al banco, toda
vez que al ser el inmueble materia de garantía un bien de
propiedad de un tercero distinto al deudor, es obligatorio que el
garante hipotecario intervenga y suscriba los contratos,
documentos o títulos valores que generen nuevas obligaciones
para el deudor, a fin de que estas también se encuentren cubiertas
o garantizadas con la hipoteca otorgada con anterioridad. 5.
Sentencia de vista. La Sala Mixta de Chachapoyas de la Corte
Superior de Justicia de Amazonas expidió la resolución de vista
obrante a fojas doscientos ochenta y cuatro, su fecha trece de
marzo de dos mil catorce, que revocó por mayoría, la apelada y
reformándola declaró fundada la contradicción, en consecuencia
improcedente la demanda, dejando a salvo el derecho del banco
demandante para que haga efectivo el pago de sus deudas con
las formalidades de ley. Las razones que sustentaron dicha
decisión son las siguientes: 5.1. La Sala Superior advirtió, respecto
del crédito acumulado Nº 100290000000000001463, que las
ampliaciones de crédito que en original ha presentado el banco
demandante a fojas veintiocho ha sido firmado solo por Marco
Díaz Sánchez, representante legal de la empresa Bebidas
Amazonía Sociedad Anónima Cerrada, y no existe documento
alguno que acredite que los inmuebles ubicados en el Jirón
Chincha Alta y Jirón Triunfo, hayan garantizado dichas deudas.
5.2. También advirtió que el contrato de arrendamiento financiero
de fojas setenta y siete ha sido suscrito solo por Marco Díaz
Sánchez, y no aparece en ninguna cláusula de dicho acto jurídico
la afectación de los inmuebles materia de ejecución, por ende, no
se cumple con los requisitos de ley, esto es, que los bienes sean
afectados por el propietario para tener la validez de la hipoteca.
5.3. De otra parte, sostuvo que los recurrentes se amparan en lo
dispuesto en el artículo 172º de la Ley Nº 26702, Ley General del
Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros, la que indica que los
bienes dados en hipoteca, a favor de una empresa del sistema
financiero, respaldan todas la deudas y obligaciones propias,
existentes o futuras, empero esta norma señala que cuando los
bienes afectados en garantía a favor de una empresa del sistema
financiero son de propiedad distinta del deudor éstas sólo
respaldan las deudas y obligaciones del deudor que hubieran sido
reconocidas expresamente por el otorgante de la garantía. 5.4. En
virtud a ello, la Sala Superior concluyó que el banco demandante
pretende el cobro de deudas que no han sido respaldadas
expresamente por las hipotecas cuya ejecución pretende,
consecuentemente, el monto de la deuda a ejecutar sobre los
bienes afectados no es real, al haberse acumulado otras que no
han sido materia de hipoteca por sus propietarios. 6. RECURSO
DE CASACIÓN. Mediante escrito presentado el veintisiete de
marzo de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos doce, Banco
de Crédito del Perú interpuso recurso de casación, proponiendo
las siguientes infracciones normativas: a) Infracción normativa
del artículo 141º, primer párrafo, del Texto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial: señala que la resolución de
vista solo ha sido votada o emitida por dos de los tres Jueces
Superiores de la Sala Mixta de Chachapoyas, y el otro Juez
Superior ha emitido un voto en discordia, en el sentido que se
78665
confirme la resolución apelada (auto final), en consecuencia, el
auto de vista que es objeto del presente recurso de casación no
cumple con el requisito contenido en el artículo 141º, primer
párrafo, de la citada Ley Orgánica, al no tener la calidad de
resolución pues no cuenta con los tres votos exigidos de manera
imperativa por la mencionada norma. b) Infracción normativa del
artículo 139º, inciso 5, de la Constitución Política del Estado,
así como de los artículos 50º, inciso 6, y VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil: sostiene que en el cuarto
considerando de la resolución impugnada se indica que las
garantías hipotecarias materia de ejecución no contienen los
requisitos especiales de validez del acto jurídico de hipoteca
contenidos en los artículos 1098º y 1099º del Código Civil,
fundamento que de ser cierto, aunque no aceptado por la
recurrente, solo sería válido como sustento de la nulidad del acto
jurídico de hipoteca que tendría que haber sido invocado en vía de
acción y no sustento de la contradicción, así como tampoco puede
ser un argumento que sustente la nulidad formal de los títulos de
ejecución materia del presente proceso, como son las garantías
hipotecarias, y mucho menos constituye un argumento válido y
pertinente para sustentar la inexigibilidad de las obligaciones
materia de cobro, que es la causal invocada por la ejecutada en su
contradicción. c) Infracción normativa de los artículos 1097º y
1099º del Código Civil, concordante con el artículo 172º de la
Ley Nº 26702, Ley General del Sistema Financiero y de
Seguros: sostiene que en los precitados artículos del Código Civil
no se establece como requisito general o especial para la validez
del acto jurídico de la hipoteca que se establezca de manera
expresa las obligaciones que son garantizadas en ella, pues
afirmar ello implica negar la validez y eficacia de la constitución de
la garantía hipotecaria celebrada en el año mil novecientos
noventa y siete con la modalidad de genérica o sábana, al amparo
de lo establecido en las normas antes mencionadas y en el artículo
172º de la Ley Nº 26702; asimismo, reitera que la sentencia señala
que se habría restablecido la vigencia del texto original del artículo
172º de la Ley Nº 26702, lo que no ha ocurrido. d) Infracción
normativa de los artículos 720º, inciso 1, y 722º del Código
Procesal Civil, concordante con el artículo 690-D, párrafos
tercero, cuarto y quinto del mismo Código adjetivo: sostiene
que se ha establecido que las garantías hipotecarias materia de
ejecución no tienen los requisitos formales establecidos por ley,
bajo el argumento que en los contratos de hipoteca no está
establecido de manera expresa que las hipotecas respaldan a
todas las obligaciones materia de cobro en este proceso. Este
Supremo Tribunal, mediante resolución obrante a fojas sesenta y
cuatro del cuaderno de casación, su fecha treinta de julio de dos
mil catorce, ha declarado la procedencia del recurso por las
infracciones normativas antes citadas. III. CUESTIÓN JURÍDICA
EN DEBATE Respecto a las infracciones normativas de orden
procesal, debe determinarse si la resolución impugnada en
casación satisface los requisitos que establece el artículo 141º del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. En
caso se desestime la infracción de orden procesal, esta Sala
Suprema deberá analizar las infracciones normativas de orden
sustantivo, debiendo determinar si se ha aplicado adecuadamente
lo dispuesto en el artículo 172º de la Ley Nº 26702, Ley General
del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros, en consonancia con los
artículos 1097 y 1099 del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE
ESTA SALA SUPREMA. Primero.- De primera intención, debe
señalarse que este Supremo Tribunal ha declarado procedente el
recurso de casación propuesto por infracciones normativas tanto
de orden procesal y material, por lo que deberá analizarse la
infracción procesal debido a la naturaleza y los efectos de ésta,
pues si mereciera amparo carecería de objeto pronunciarse
respecto de la infracción que tiene relación con el derecho
material. Segundo.- Sobre las infracciones normativas de orden
procesal, se aprecia que la recurrente denuncia la infracción del
artículo 141º, primer párrafo, del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, argumentando que la resolución de
vista solo ha sido votada o emitida por dos de los tres Jueces
Superiores de la Sala Mixta de Chachapoyas de la Corte Superior
de Justicia de Amazonas, mientras que el otro Juez Superior ha
emitido un voto en discordia, en el sentido que se confirme la
resolución apelada, por tal motivo considera que el auto de vista
que es objeto de casación no cumple con el requisito contemplado
en el artículo 141º, primer párrafo, de la citada Ley Orgánica, pues
no tiene la calidad de resolución por no contar con los tres votos
exigidos de manera imperativa por la mencionada norma.
Tercero.- En tal sentido, es necesario analizar si la resolución
emitida en mayoría por la Sala Superior, que pone fin a la instancia,
satisface las formalidades que exige el artículo 141º de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, pues si no fuere así no tendría objeto
examinar la motivación de dicha decisión, menos aun si se ha
aplicado adecuadamente las normas de naturaleza material,
debido a la naturaleza del vicio procesal, pues este afectaría al
acto procesal en su totalidad. Cuarto.- Al respecto, el artículo 141º
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial
señala textualmente lo siguiente: “En las Salas de la Corte
Suprema, cuatro votos conformes hacen resolución. En las

78666 CASACIÓN
Cortes Superiores tres votos conformes hacen resolución,
tratándose de las que ponen fin a la instancia1, y en los demás
casos bastan dos votos conformes. En las Salas Penales se
requiere dos votos. Salvo las excepciones que señala le Ley. Los
votos incluso los singulares y discordantes, se emiten por escrito,
con firma de su autor. Todos se archivan juntamente con una copia
de la resolución”. De otra parte, es necesario enfatizar que el
artículo 144º de la misma Ley dispone que: “Si resulta discordia,
se publica y notifica el punto que la motiva, bajo sanción de
nulidad. En la misma resolución se llama al Vocal dirimente
expedito y se señala día y hora para la vista de la causa por él”.
Quinto.- Ahora bien, tal como se aprecia de fojas doscientos
ochenta y cuatro, la resolución materia de impugnación, que
revoca la apelada que declara infundada la contradicción y
reformándola la declara fundada y, en consecuencia, improcedente
la demanda, ha sido firmada solo por dos Jueces Superiores, pese
a que se trata de una resolución emitida por la Corte Superior que
pone fin a la instancia, por lo que, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 141º de la precitada Ley Orgánica, aquella requería de
tres votos conformes, toda vez que la misión de dos votos
conformes constituyen discordia, y ante dicha situación la Sala
Superior debe actuar según dispone en el artículo 144º de la
mencionada Ley Orgánica, trámite que no ha sido observado por
la Sala Mixta de Chachapoyas. Sexto.- A mayor abundamiento,
conviene anotar que este criterio ha sido compartido por esta Sala
Suprema, en anterior oportunidad, al dictar la Sentencia Casatoria
Nº 4431-2010-Ayacucho, su fecha veintinueve de noviembre de
dos mil once, que en su quinto considerando señaló lo siguiente:
“(...) en consecuencia, en el auto materia de impugnación, que
declara improcedente la solicitud del nombramiento de
administrador judicial y dispone el archivamiento del proceso, es
uno que pone fin a la instancia, por lo tanto requiere tres votos
conformes, por lo que los dos votos conformes emitidos no han
hecho resolución, debiendo la Sala Superior actuar conforme al
artículo 144º del Texto Único ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial (...)” Sétimo.- En tal orden de ideas, este Supremo
Tribunal considera que, en consonancia con lo dispuesto en el
artículo 171º del Código Procesal Civil, se debe declarar la nulidad
del acto procesal que la Sala Superior ha considerado resolución,
esto es, la denominada Resolución número once, obrante a fojas
doscientos ochenta y cuatro, más no así los votos que ésta
contiene, pues aquellos han sido emitidos sin haber incurrido en
causal de nulidad, alcanzando la nulidad únicamente al acto
procesal aludido, por lo que se deben devolver los actuados a la
Sala Superior de origen para que actúe conforme a lo previsto en
los artículos 141º y 144º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
tal virtud, carece de objeto pronunciarse respecto de las
infracciones normativas de orden material. V. DECISIÓN Esta
Sala Suprema, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 396º,
tercer párrafo, acápite 1, del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364: 1. Declara FUNDADO el recurso de casación
interpuesto Banco de Crédito del Perú, mediante escrito de
fojas trescientos doce; en consecuencia, NULA la resolución de
vista obrante a fojas doscientos ochenta y cuatro, su fecha trece
de marzo de dos mil catorce, expedida por la Sala Mixta de
Chachapoyas de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, que
revoca la apelada de fojas doscientos dieciséis, su fecha
veinticuatro de julio de dos mil trece, que declara infundada la
contradicción, y reformándola declara fundada dicha contradicción,
en consecuencia improcedente la demanda, dejando a salvo el
derecho del actor para que haga efectivo el pago de sus deudas
con las formalidades de ley. 2. ORDENARON que la Sala Superior
expida nueva resolución con arreglo a ley y a las consideraciones
de esta decisión. 3. DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Banco de Crédito del Perú con Bebidas Amazonía
Sociedad Anónima Cerrada y otros, sobre ejecución de garantías.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Almenara
Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
El resaltado es de esta Sala Suprema.
C-1392274-29
CAS. Nº 1712-2014 LIMA
INDEMNIZACION. POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, tres de
junio de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por la Sucesión de Celedonia Cauyo
Ñahuincopa, a fojas mil ciento veintinueve, contra la sentencia de
vista del veinticuatro de marzo de dos mil catorce, corriente a fojas
novecientos sesenta y siete, que confirma la apelada de fecha
seis de mayo de dos mil trece que declara fundada la demanda
de reivindicación; por lo que debe examinarse los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por Ley
número 29364, se tiene que el presente recurso cumple con
dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una resolución expedida
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
por la Sala Superior que en revisión pone fin al proceso; II) Se ha
interpuesto ante la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima que emitió la resolución impugnada y elevó los actuados; III)
Ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días que establece la
norma, pues la resolución impugnada fue notificada el veintidós
de mayo de dos mil catorce; conforme se advierte del cargo de
notificación de fojas mil ciento treinta y nueve y el recurso ha sido
presentado el veintinueve de mayo del mismo año; IV) Adjunta
el respectivo arancel judicial conforme se advierte de fojas mil
ciento veintiocho. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la ley acotada, se advierte que la parte
recurrente no han consentido la resolución de primera instancia
que les fue desfavorable a sus intereses, al haberla impugnado por
lo que cumplen con la exigencia del inciso 1 de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, para establecer el cumplimiento de los
incisos 2, 3 y 4 del precitado artículo 388 del Código adjetivo, se
debe señalar en qué consiste la infracción normativa denunciada.
En el presente caso, la impugnante denuncia: A) Vulneración a la
norma objetiva y el derecho a la tutela jurisdiccional (artículo
139º inciso 3 de la Constitución), que garantiza que una sentencia
con calidad de cosa juzgada sea cumplida en sus términos (artículo
139 inciso 2 de la Constitución). Alega que las demandantes han
sorprendido a la judicatura al pretender reivindicar un terreno que
ya fue enajenado, pues la difunta Celedonia Cauyo Ñahuincopa
adquirió en vida 1,000 m2, mediante contrato privado de compra
venta que otorgó Gamaniel Concha Vargas, con fecha diecisiete
de junio de mil novecientos ochenta, que forman parte del parte
del área de 2,268.79 m2 lo que se acredita con los recibos de
pago respectivos. La demandante Juana Paiva Dalguerre Viuda
de Concha interpuso una demanda de nulidad de acto jurídico
contra Celedonia Cauyo Ñahuincopa y esposo signado con el
Expediente 1997-34870-0100-J-CI-19 declarándose infundada la
demanda, decisión que fue confirmada por la Sala Superior y por
Ejecutoria Suprema de fecha dieciocho de enero de dos mil fue
declarado improcedente el recurso de casación interpuesto por
Juana Paiva Dalguerre de Concha. Por tanto legalmente se ha
reconocido el derecho de su cónyuge fallecida. B) Vulneración
a la normatividad adjetiva y el principio del debido proceso
previsto en el inciso 2 del artículo 139º de la Constitución
Política del Estado, con referencia a la valoración de las pruebas
presentadas, en aras de una recta administración de justicia,
pues el argumento para desconocer las pruebas aportadas por
la parte demandada es únicamente que fueron presentadas en
forma extemporánea y cuando se encontraban en situación de
rebeldía, sin observar lo dispuesto por el artículo 194º del Código
Procesal Civil, que hace referencia a la facultad del Juez de
admitir pruebas de oficio. Las accionantes no tienen la condición
de propietarias legítimas del bien inmueble de 2,268.79 m2,
cuya reivindicación pretenden, por haberlo enajenado en fecha
anterior a la interposición de la demanda de reivindicación. La
parte demandante ha ocultado sospechosamente el cierre de la
Partida 46241509. El inmueble materia de este proceso, es el
mismo que hoy las demandantes pretenden reivindicar Quinto.-
Que, en relación a la causal contemplada en el acápite A) esta
denuncia debe declararse improcedente, puesto que esta Sala
Suprema en reiterada jurisprudencia ha señalado que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello, que sus fines esenciales lo constituyen la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema. En el caso de
autos, conforme lo ha determinado la instancia superior la parte
demandada ha demostrado ser titular de un predio distinto al que es
objeto de reivindicación; pues mientras el inmueble cuya propiedad
alega se encuentra ubicado en el Kilometro 16.900 de la Carretera
Panamericana Sur, el predio objeto de la demanda se localiza en
los Kilómetros 19 a 24; siendo ello así, lo alegado por la recurrente
en este extremo del recurso de casación carece de sustento al no
demostrarse la vulneración del derecho a la jurisdicción efectiva.
Sexto.- Que, en cuanto a la causal contenida en el acápite B)
también debe declararse improcedente, dado que la potestad que
otorga el artículo 194º del Código Procesal Civil únicamente es de
aplicación cuando los medios probatorios ofrecidos por las partes
sean insuficientes para formar convicción, lo que no ha ocurrido en
el presente caso; en tanto que se han probado los presupuestos
necesarios para ordenar la reivindicación del inmueble objeto de
esta demanda, esto es, la parte demandante acredita ser la titular
del predio sub Litis, según se observa de la Partida Electrónica Nº
6241509 del Registro de Predios de Lima; en tanto que la parte
demandada se encuentra en posesión del inmueble sin que tenga
un título que justifique su posesión, más aún si la recurrente no
acredita haber adquirido la propiedad por prescripción adquisitiva
de dominio, como alega. Sétimo.- Que, estando a lo indicado
la alegación de la recurrente no satisface los requisitos de
procedencia establecidos en el artículo 388º numerales 2 y 3 del
Código Procesal Civil, al no haber descrito con claridad y precisión
las infracciones normativas denunciadas, menos demostrado
la incidencia directa de tales infracciones sobre la decisión
impugnada. Octavo: Que, en cuanto a la exigencia prevista en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el inciso 4 del referido artículo 388º del Código Procesal Civil, si
bien la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio y revocatorio, ello no es razón suficiente para atender
el recurso materia de calificación. Por las razones expuestas y en
aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley 29364: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la Sucesión de Celedonia
Cauyo Ñahuincopa a fojas a fojas mil ciento veintinueve, contra la
sentencia de vista del veinticuatro de marzo de dos mil catorce,
corriente a fojas novecientos sesenta y siete; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Juana Payva Dalguerre
y otra contra la sucesión de Celedonia Cauyo Ñahuincopa sobre
reivindicación; y los devolvieron. Interviene como ponente la
señora Jueza Suprema del Capio Rodríguez. Por vacaciones del
señor Juez Supremo Almenara Bryson, integra esta Sala Suprema
el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. WALDE JAUREGUI,
DEL CARPIO RODRIGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-30
CAS. Nº 1717–2014 SAN MARTÍN
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Declarada judicialmente la
existencia de la unión de hecho, la casacionista tiene legitimidad
para cuestionar la validez de los actos jurídicos en los que no ha
intervenido, por cuanto los bienes de los contratos cuestionados
tienen la calidad de sociales por haber sido adquiridos durante la
vigencia de la unión de hecho. Lima, catorce de abril de dos mil
quince. La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República: Con el expediente acompañado; que,
después de revisar el expediente con numeración asignada: 1717
– 2014 en esta Sede, en Audiencia Pública de la data; oído el
informe oral, y, emitida la votación de la Suprema Sala conforme a
la Ley Orgánica del Poder Judicial, se expide la siguiente
sentencia: 1. Materia del Recurso: Se trata del recurso de
casación, de fojas ciento noventa y cinco, interpuesto por la
demandante Maritza Elvira Laboriano Ynfantes contra la
sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución
número diecisiete, de fojas ciento sesenta y cuatro, del trece de
mayo de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada,
comprendida en la resolución número diez, de fojas ciento catorce,
del dos de agosto de dos mil trece, que declara improcedente la
demanda interpuesta por Maritza Elvira Laboriano Ynfantes contra
Onécimo Ramos Ydrogo y Jesús Guevara Campos, sobre nulidad
de acto jurídico; determina que la demandante pague las costas y
costos del proceso a favor de la parte demandada. 2.
Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar si se ha
incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es necesario
realizar las siguientes precisiones fácticas sobre este proceso, ya
que sin hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto
se efectuará un resumen de la controversia, materia del presente
recurso: Etapa Postulatoria del Proceso 2.1. Interposición de
la Demanda. Que, Maritza Elvira Laboriano Ynfantes, mediante
escrito de fojas veintiséis, del diecinueve de abril de dos mil doce,
interpuso demanda contra Onécimo Ramos Ydrogo y Jesús
Guevara Campos, para que se declare la nulidad de acto jurídico
y asiento registral de los actos jurídicos de compraventa inscritas
en los asientos C0004 de la partida electrónica Nº P4515633,
asiento C0003 de la partida electrónica Nº 11058468 y el asiento
C0002 de la partida electrónica Nº 04034636. Sustenta su
demanda en los siguientes fundamentos fácticos: 1) Que en enero
de mil novecientos ochenta y siete, la demandante inició una
relación convivencial con Onécimo Ramos Ydrogo, fruto del cual
nacieron sus dos menores hijos; 2) Durante el transcurso de dicha
convivencia, adquirieron bienes muebles e inmuebles, pero, por
su ingenuidad, no registró las compras-ventas a su nombre, sino
al de su conviviente; 3) Ante la negativa del demandado de
reconocer la unión de hecho, el ocho de marzo de dos mil once,
formuló demanda de reconocimiento de unión de hecho; 4) Como
consecuencia de ello, su conviviente demandado simuló de
manera absoluta el contrato de compraventa del inmueble ubicado
en el jirón José Gálvez Nº 152 del distrito de Morales, en
complicidad con Jesús Guevara Campos (quien es padrino de sus
hijos), con la finalidad de perjudicarla ya que supuestamente lo
transfirió por el mismo monto en que lo adquirieron, sin tener en
cuenta las mejoras realizadas y el valor comercial que ostenta por
estar ubicado a dos cuadras de la Plaza de Armas; 5) En cuanto a
la transferencia del otro inmueble inscrito en la partida electrónica
Nº 04034636, denominado Santa Rosa, que fue adquirido con
fecha catorce de noviembre de mil novecientos noventa y siete,
también adolece de nulidad al haber vendido dicho bien sin su
autorización, pese a que estaba declarada judicialmente la unión
de hecho, situación que debió ser tomada en cuenta. Etapa de
Absolución 2.2. Contestación. 2.2.1. El demandado Onécimo
Ramos Ydrogo, mediante escrito, de fojas sesenta y uno, del
dieciséis de octubre de dos mil doce, contesta la demanda, en la
que: 1) Solicita que la demanda se declare improcedente, pues
alega que la unión de hecho manifestada por la demandante no
está debidamente acreditada, en la medida que no existe
sentencia firme, ya que la que presentó la demandante fue
declarada nula por la Sala Mixta Descentralizada de San Martín.
78667
Agrega que no ha intervenido en los actos jurídicos cuya nulidad
solicita; 2) Indica que los bienes que ha adquirido lo fueron a título
personal, como puede verse de las partidas registrales; 3) Reitera
que la demandante no tiene interés para obrar respecto de la
pretensión de nulidad de acto jurídico. 2.2.2. El demandado Jesús
Guevara Campos, mediante escrito, de fojas sesenta y nueve, del
dieciséis de octubre de dos mil doce, contesta la demanda, en la
que: 1) Solicita que la demanda sea declarada infundada, en la
medida que indica que adquirió el bien inmueble de su propietario
registral Onécimo Ramos Ydrogo, a través de una dación de pago
por una deuda que le tenía él mismo, indicando que dicho bien lo
adquirió de buena fe. 3) Etapa Decisoria e Impugnativa 3.1.
Sentencia de Primera Instancia. El Juez del Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de San
Martín, expide la sentencia, contenida en la resolución número
diez, de fojas ciento catorce, del dos de agosto de dos mil trece,
que declara improcedente la demanda interpuesta por Maritza
Elvira Laboriano Ynfantes, contra Onécimo Ramos Ydrogo y
Jesús Guevara Campos, sobre nulidad de acto jurídico; determina
que la demandante pague las costas y costos del proceso a favor
de la parte demandada, en base a las siguientes consideraciones:
1) Que el Juez en su calidad de Director del proceso ostenta la
potestad saneadora, la que implica la revisión permanente de los
presupuestos procesales y condiciones de la acción a efectos de
verificar que se viene dando una debida relación procesal válida;
por tanto dicha potestad puede efectivizarla en tres momentos
determinados en un proceso civil: La primera, al momento de
calificar la demanda; la segunda, al momento de sanear el proceso
mismo; y, la última, al momento de sentenciar. En cuanto a esta
última precisa que se realiza de manera excepcional, así lo prevé
el artículo 121 del Código Procesal Civil: “Mediante sentencia el
Juez pone fin a la instancia o al proceso en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la
cuestión controvertida declarando el derecho de las partes, o
excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”. 2) Que
es importante precisar, que el Juez, sólo podrá declarar
improcedente una demanda en la emisión de la sentencia, cuando
el proceso mismo carece, de uno de los presupuestos procesales
y/o condiciones de la acción, pero sólo en los casos que dicha
carencia podría originar la nulidad del proceso de manera
insubsanable, así lo ha entendido la Corte Suprema en la Casación
Nº. 233-99-Juliaca remarcando que: “Si bien es cierto el artículo
121 del Código Procesal Civil autoriza a los jueces a pronunciarse
en la primera sentencia sobre la validez de la relación procesal,
esta facultad es de carácter excepcional y sólo en el caso de
nulidades insubsanables, en concordancia con lo dispuesto en el
artículo 176º del Código Procesal Civil.”. 3) Que constituye una
condición de la acción la Iegitimidad para obrar, la cual exige que
los sujetos de la relación sustantiva ya sea consensual o legal,
sean los mismos de la relación procesal, caso contrario el proceso
carecería de relación procesal válida siendo imposible un
pronunciamiento sobre el fondo, ello implica claramente que en
todo proceso deben participar los litisconsortes necesarios, es
decir, aquéllos que se ven afectados directamente con la
sentencia. 4) Que del expediente, se tiene que, la demandante
Maritza Elvia Laboriano Ynfantes no ha acreditado de manera
fehaciente la existencia de la declaración judicial previa,
consentida y ejecutoriada de declaratoria de unión de hecho, la
cual es necesaria para acreditar su legitimidad; que si es cierto, a
fojas dos a cuatro, corre copia de una sentencia emitida en el
expediente Nº 201-2011, que acredita el inicio de un proceso
judicial de unión de hecho entre las mismas partes; empero, no es
menos cierto, que dicha sentencia fue declarada nula mediante
resolución de fojas cincuenta y siete a sesenta, encontrándose el
proceso en trámite, tal como se constata en el Sistema Integrado
del Poder Judicial, del que aparece que se encuentra en trámite el
recurso de apelación ante la Sala Mixta Descentralizada de San
Martín; que siendo ello así, la demandante no tiene legitimidad
para obrar en el presente proceso, por tanto se debe declarar
improcedente la demanda. 5) Asimismo, la demandante presenta
fundamentos respecto a bienes sociales y sociedad de
gananciales, cuestiones que son materia del Juzgado de Familia,
y no de este juzgado, donde la demandante pretende la nulidad
del acto jurídico. 3.2. Recurso de Apelación. Que, la demandante
Maritza Elvira Laboriano Ynfantes, el cinco de setiembre de dos
mil trece, a fojas ciento veintidós, interpone recurso de apelación,
mediante el cual alega: a) Que en la sentencia cuestionada, de
una manera muy genérica, el Juez incurre en error de hecho y falta
de motivación “interna de razonamiento”; que al declararse
improcedente su demanda se afecta su derecho y se le causa
perjuicio económico por el desbalance financiero que se le
ocasiona y la pérdida de los inmuebles adquiridos con mucho
esfuerzo y sacrificio; b) Reitera, que formuló su demanda de
nulidad de acto jurídico contra su conviviente, por el afán de éste
de desprenderse de los bienes inmuebles que estaban a su
nombre simulando actos jurídicos, pretendiendo dejar sin techo a
sus menores, hijos y perjudicar económicamente a la recurrente;
c) Que el Juez incurre en errores de hecho, al hacer una
interpretación no adecuada y con argumentos que no se ajustan a
la realidad, pues en el Sexto Considerando señala que la
recurrente no cuenta con una resolución judicial previa que

78668 CASACIÓN
acredite su legitimidad para obrar; que sin embargo, sí inició un
proceso de reconocimiento de convivencia, en el cual con fecha
dieciséis de abril de dos mil trece se ha emitido una segunda
sentencia, que declara fundada su demanda, sentencia a la que el
Juez no hace alusión pese a que consta en el expediente, por lo
que no existe razón alguna para declarar improcedente su
demanda, pues su derecho está plenamente reconocido
judicialmente y también por el propio demandado Onésimo Ramos
Ydrogo que la reconoce como su conviviente, en las aclaraciones
de compraventa efectuadas por el propio demandado, documento
que adjunta a su apelación y que también fue presentado con la
demanda, a fojas veinte; d) Que, en concordancia con el artículo
219 del Código Civil, las transferencias efectuadas por el
demandado están afectadas de nulidad, porque el fin fue ilícito y
existió simulación absoluta al celebrarse los actos jurídicos,
conforme es de verse de la compraventa celebrada entre su
conviviente demandado con Jesús Guevara Campos, en el cual el
inmueble de dos plantas y de material noble, ubicado a media
cuadra de la Plaza de Armas del Distrito de Morales, fue vendido
por S/. 4.500.00, lo que es una clara muestra de ser un acto
simulado; e) Que ha existido mala fe de los presuntos compradores
porque a sabiendas de que el vendedor no era el único propietario
celebraron dichos actos jurídicos, se prestaron a los propósitos de
su conviviente demandado, y así está siendo despojada de
inmuebles que adquirió con mucho esfuerzo y sacrificio, siendo
que su pretensión es alcanzar justicia. 4. Pluralidad de la
Instancia 4.1. Sentencia de Revisión. La Sala Mixta
Descentralizada de la Corte Superior de Justicia de San Martín,
expide la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número diecisiete, de fojas ciento sesenta y cuatro, del
trece de mayo de dos mil catorce, que confirma la sentencia
apelada, comprendida en la resolución número diez, de fojas
ciento catorce, del dos de agosto de dos mil trece, que declara
improcedente la demanda interpuesta por Maritza Elvira
Laboriano Ynfantes contra Onécimo Ramos Ydrogo y Jesús
Guevara Campos, sobre nulidad de acto jurídico. Determina que la
demandante pague las costas y costos del proceso a favor de la
parte demandada. Esta sentencia de vista se sustenta en que: 1)
Conforme se aprecia de la demanda, la pretensión de la
demandante consiste en la nulidad de los actos jurídicos inscritos
siguientes: a) Asiento registral Nº C00004 contenido en la Partida
Electrónica Nº P45015633, b) Asiento registral C00003 de la
Partida Electrónica Nº 1058468, y c) Asiento registral Nº C00002
de la Partida Electrónica Nº 04034636; todos ellos consistentes en
compraventas que adolecen de nulidad. Que los inmuebles fueron
adquiridos por el esfuerzo conjunto de los convivientes, esto es, la
ahora demandante y el demandado, pero que éste ha Ilevado a
cabo una simulación absoluta del acto jurídico de compraventa en
complicidad con Jesús Guevara Campos (que es padrino de los
hijos de la demandante) con el único fin ilícito de impedir que la
demandante pueda hacerse del porcentaje que por derecho le
corresponde; señala la demandante que su participación en la
venta “tuvo que haber sido obligatoria”, que se requería su
autorización, es decir, su rúbrica en dichos contratos pero el
demandado la dejó de lado; alega tener una sentencia favorable
que declara fundada su demanda de declaración de unión de
hecho. 2) La Sala precisa que, los agravios esgrimidos en realidad
son los fundamentos de la pretensión de la demandante contenidos
en su demanda, así respecto a la alegada simulación y fin ilícito
atribuidos al demandado con la intención de dejar sin techo a sus
hijos y perjudicar económicamente a la demandante, que tendrían
como prueba el precio de S/. 4.500.00 por un inmueble de dos
pisos y de material noble, que la presunta mala fe de los
compradores estaría dada con que presuntamente sabían de que
el vendedor no era el único propietario de los inmuebles; que
todos estos argumentos no son agravios contenidos en la
resolución recurrida, sino que son los argumentos que la
demandante esgrime en pro de su demanda, por estas razones
deben desestimarse. 3) En cuanto a lo alegado por la demandante,
en el sentido de que el Juez incurre en una falta de motivación
“interna de razonamiento”, y que incurre en errores de hecho pues
hace una interpretación no adecuada y con argumentos que no se
ajustan a la realidad, y que el Juez no hace alusión a la resolución
Nº 23 que le otorga legitimidad para obrar pese a que dicha
resolución consta en el expediente, la Sala Superior, señala: que
la demandante al formular el recurso de apelación, ha expuesto
que el Juez hace una inadecuada interpretación y utiliza
argumentos que no se ajustan a la realidad, que en el Sexto
Considerando señala que la recurrente no cuenta con una
resolución judicial previa que acredite su legitimidad para obrar,
pero que pone en conocimiento que inició un proceso de
reconocimiento de convivencia, en el que con fecha dieciséis de
abril de dos mil trece se ha emitido una segunda sentencia,
resolución Nº 23, que declara fundada su demanda, sentencia a la
que el Juez no hace alusión pese a que está en el expediente; por
su parte, el demandado al absolver el traslado de la apelación,
señala, que en cuanto al reconocimiento de la unión de hecho no
existe sentencia judicial firme, pues dicha causa se encuentra en
Casación en la Sala Civil Suprema, y que por tanto la demandante
no tiene legitimidad para obrar en el presente proceso, por lo que
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
solicita se confirme la recurrida. 4) La Sala Superior sostiene que
la demanda fue presentada el diecinueve de abril de dos mil doce,
y que la demandante, presenta como prueba de que estaba
acreditada y reconocida su unión de hecho, una sentencia, de
fecha trece de marzo del dos mil doce, recaída en el expediente Nº
201-2011 de fecha veintitrés de marzo del año dos mil doce,
seguido en el Juzgado Especializado de Familia de Tarapoto, lo
que no tiene constancia de encontrarse consentida y/o
ejecutoriada; por su parte, el demandado Onésimo Ramos Ydrogo
con su escrito de contestación, ha presentado copia de la
resolución número veinte de fecha veintidós de agosto del dos mil
doce, mediante la cual la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto
declara nula la sentencia de fecha trece de marzo del dos mil
doce; hasta este punto se tiene que la demandante pretendía se
tuviera por reconocida la unión de hecho pese a tener pleno
conocimiento de que dicha sentencia estaba recurrida; con
posterioridad a la contestación de la demanda, mediante
resolución número cinco de folios setenta y dos se cita a las partes
a la audiencia conciliatoria o de fijación de puntos controvertidos y
saneamiento procesal, la que se lleva a cabo el veintidós de marzo
del año dos mil trece, conforme consta en el acta del folio ochenta
y seis, oportunidad en que se admitieron los medios probatorios
de las partes, específicamente la copia de la sentencia del folio
uno, correspondiente a la demandante y la copia de la resolución
de la Sala de folios cincuenta y siete, correspondiente al
demandado Onésimo Ramos Ydrogo; que si bien la demandante
mediante su escrito de folios noventa y cinco ha presentado el
veinticinco de abril del dos mil trece la sentencia, de dieciséis de
abril del dos mil trece, de folios noventa y dos, documento que la
demandante considera se debió tener en cuenta para resolver
pues acreditaría y estaría reconociendo su unión de hecho, sin
embargo, dicho documento no se encuentra admitido como
prueba, su presentación ha sido posterior a la audiencia donde se
admitieron los medios probatorios, además ni siquiera se ha
corrido traslado del mismo al demandado, por lo que su
incorporación al expediente sólo es de orden físico, pues
procesalmente no se encuentra incorporado válidamente al
proceso, por lo que no ha sido sometido al contradictorio y en
consecuencia no podía ser merituado por el A-quo; 5) Por tanto, el
Juez ha valorado los medios de prueba incorporados válidamente
al proceso, habiendo desarrollado una evaluación tanto del
documento de folios dos a cuatro y del documento de folios
cincuenta y siete a sesenta, evaluación que se centra en lo
judicialmente resuelto en cuanto a la unión de hecho que alega la
demandante, ha concluido que -y entiéndase a la fecha de la
resolución venida en grado- la demandante no ha acreditado la
existencia de declaración judicial consentida y ejecutoriada que
declare la unión de hecho, no teniendo por tanto legitimidad para
obrar en el presente proceso; que de este modo la sentencia se
encuentra suficientemente motivada; que otra cuestión es que la
recurrente no se encuentre de acuerdo con la decisión, pero en
cuanto a motivación existe la suficiente; que, además, la sentencia
de fecha dieciséis de abril del dos mil trece, de folios noventa y
dos, es una sentencia expedida por el Juzgado de Familia de
Tarapoto, y no una resolución de última instancia, y no tiene
constancia de encontrarse consentida o ejecutoriada, además se
trata de una fotocopia simple, no válidamente incorporada al
proceso, por lo que esta Sala tampoco puede basar
pronunciamiento alguno en base a dicho dicho documento. Etapa
Extraordinaria – Procedimiento Casatorio 5. Causales por las
que se Declaró Procedente el Recurso de Casación: Que, el
recurso de casación, de fojas ciento noventa y cinco, interpuesto
por la demandante Maritza Elvira Laboriano Ynfantes, se ha
declarado procedente, mediante el auto calificatorio, de fojas
veintiocho del cuaderno de casación, del once de agosto de dos
mil catorce, por la causal del numeral 3 del artículo 386 del Código
Procesal Civil, en el cual se comprendió la infracción normativa
de los artículos: 139 inciso 3) de la Constitución Política del
Perú, I y VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil. 6.
Materia Jurídica en Debate Que, la materia jurídica en debate en
el presente recurso de casación, en esta oportunidad, se centra en
determinar si la recurrente tiene legitimidad para obrar en la
demanda de nulidad de acto jurídico. 7. Fundamentos Jurídicos
de este Supremo Tribunal de Casación Primero.- Que, al
momento de calificar el recurso de casación se ha declarado la
procedencia por la causal de infracción normativa por vicios in
iudicando e in procedendo como fundamentación de las denuncias
y, ahora, al atender sus efectos, es menester realizar, previamente,
el estudio y análisis de la causal referida a infracciones procesales
(de acuerdo al orden precisado en la presente resolución y
conforme al recurso interpuesto), dados los alcances de la
decisión, pues en caso de ampararse la misma, esto es, si se
declara fundada la Casación por la referida causal, deberá
reenviarse el proceso a la instancia de origen para que proceda
conforme a lo resuelto, careciendo de objeto pronunciarse
respecto a la causal de infracción normativa de normas materiales.
Asimismo, conforme a lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364, que
exige: “(...) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado.”; la casacionista indica que su pedido casatorio
es revocatorio; sin embargo, esta Suprema Sala Civil, en primer
orden, se pronunciara respecto a la infracción normativa procesal
en virtud de los efectos que el mismo conlleva. Segundo.- Que,
existe infracción normativa cuando la resolución impugnada
padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio decidendi),
en el que incurre el juzgador, perjudicial para la resolución de la
controversia y nocivo para el sistema jurídico, que se debe
subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que, respecto a la procedencia del recurso de casación
por la causal de infracción normativa de los artículos: 139
inciso 3) de la Constitución Política del Perú, I y VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil. Alega la recurrente la
incorrecta aplicación y transgresión de las normas denunciadas,
ya que señala que la sentencia impugnada no se ajusta a lo
regulado por estos dispositivos legales, y que tanto el Juez como
la Sala Superior han vulnerado el principio de congruencia
procesal, por cuanto el juzgador incorpora al proceso el
presupuesto de falta de legitimidad para obrar de la demandante,
cuando ello no fue invocado por los emplazados, yendo más allá
del petitorio y de los hechos alegados por las partes; sin tener en
cuenta que, además, en el proceso existen medios probatorios
que confirman el derecho de la recurrente sobre los bienes
inmuebles materia de controversia, al haber mantenido una
relación convivencial con el codemandado Onécimo Ramos
Ydrogo, que se encuentra reconocida judicialmente. Agrega que
se le habría vulnerado su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva
y causado un perjuicio, al no haber resuelto la venida en grado,
sobre el fondo del asunto. Cuarto.- Que, para analizar la infracción
de las normas aludidas, resulta menester analizar el contenido de
sus disposiciones y su pertinencia; así son: “Principios de la
Administración de Justicia.- Artículo 139 de la Constitución.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional: (...) 3. La
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
se sustentan. (...)”. Asimismo los artículos I y VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, precisan que: “Toda persona
tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o
defensa de sus derechos o intereses con sujeción a un debido
proceso.”, y que “El Juez debe aplicar el derecho que corresponde
al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya
sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio
ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido
alegados por las partes.”. Quinto.- Que, a fin de subsumir la
denuncia precedente, se debe tener presente que la Suprema
Corte de Casación Civil ha establecido que: “(...) El debido proceso
es el conjunto de garantías que protegen a los ciudadanos
sometidos a cualquier proceso, con el fin de asegurarles una
oportuna y recta administración de justicia, en orden a procurar
seguridad jurídica y que las decisiones se pronuncien conforme a
derecho, entonces es debido aquel proceso que satisface todos
los requerimientos, condiciones y exigencias necesarias para
garantizar la efectividad del derecho material (...)”1. En este mismo
sentido, la Suprema Corte ha sancionado: “(...) El derecho al
debido proceso es un derecho fundamental de los justiciables, el
cual no sólo les permite acceder al proceso ejercitando su derecho
de acción, sino también a usar los mecanismos procesales
preestablecidos en la ley con el fin de defender su derecho durante
el proceso y conseguir una resolución emitida con sujeción a ley
(...)”2. La misma Corte Suprema también, resalta que: “(...) El
debido proceso está referido al respeto de los derechos
fundamentales consagrados en la Constitución Política, por el cual
se posibilita que toda persona puede recurrir a la justicia para
obtener la tutela jurisdiccional efectiva a través de un procedimiento
legal con la posibilidad de hacer uso irrestricto de su derecho de
defensa así como de su derecho a probar, que se observen reglas
procesales establecidas para cada procedimiento y que las
instancias jurisdiccionales emitan pronunciamiento debidamente
motivado con arreglo a ley (...)”3; y, finalmente: “(...) El derecho al
debido proceso se realiza mediante un conjunto de garantías de
las cuales goza el justiciable, las que incluyen: la tutela
jurisdiccional efectiva, la observancia de la jurisdicción y la
competencia predeterminada por ley, la pluralidad de instancias, la
motivación y la logicidad de las resoluciones y el respeto a los
derechos procesales de las partes (derecho de acción y
contradicción entre otros) (...)”4. Sexto.- Que, de otro lado,
respecto a la motivación de las resoluciones judiciales la Corte
Suprema ha establecido que: “(...) El inciso quinto del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, recoge el principio derecho de
la función jurisdiccional de observar la debida motivación de las
resoluciones judiciales, mediante el cual el juzgador debe exponer
las consideraciones que fundamentan la subsunción de los hechos
en los supuestos hipotéticos de las normas jurídicas que fueron
aplicadas, dando lugar a la actividad denominada construcción del
razonamiento judicial, la misma que sirve de punto de apoyo a la
78669
declaración jurisdiccional; de otra manera, la sentencia no podría
operar en el convencimiento de las partes ni de los ciudadanos en
general, ni podría permitir el control correspondiente de los
órganos de instancia superior por la vía de los recursos previstos
en la ley procesal, instados por los justiciables (...)5”. En esa
misma perspectiva, la Suprema Corte ha precisado que: “(...) Por
el Principio de Motivación de las resoluciones judiciales, el
juzgador debe de exponer las consideraciones que sustentan la
subsunción de los hechos a los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas emitiendo pronunciamiento jurisdiccional de
manera clara y congruente al resolver la controversia jurídica con
sujeción a la Constitución y a la Ley, resolviendo respecto de lo
que es la materia en controversia y que son expuestos por las
partes procesales, de tal manera que los justiciable estén en la
posibilidad de conocer las razones de cómo se resolvió en un
determinado sentido a fin de realizar los actos necesarios para la
defensa de su derecho y (...) posibilitándose además el control
correspondiente por los órganos de instancia superior a que se
accede a través de los recursos previstos en la ley (...)”6. Sétimo.-
Que, la motivación de las resoluciones judiciales y la valoración de
los medios probatorios constituyen elementos del debido proceso
y, además, se han considerado como principio y derecho de la
función jurisdiccional, consagrados en los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional que
ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e incisos 3 y 4 del artículo
122 del Código Procesal Civil y, cuya contravención origina la
nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos últimas
normas procesales señaladas. Octavo.- Que, asimismo, la
motivación de las resoluciones cumple esencialmente dos
funciones: endoprocesal y extraprocesal. La primera, tiene lugar al
interior del proceso, respecto de las partes, terceros legitimados y
de los propios órganos jurisdiccionales, y comprende las siguientes
precisiones: I) Tiene por función específica convencer y persuadir
a las partes de la razonabilidad de los argumentos y la justicia de
la decisión adoptada, tratando de eliminar la sensación que
pudieran tener las partes sobre la presunta arbitrariedad o
irracionabilidad de la decisión judicial; II) Permite la viabilidad y
efectividad de los recursos impugnatorios, haciendo posible su
análisis crítico y expresión de errores de hecho y de derecho, así
como agravios, vía apelación o casación; y, III) Permite el control
del órgano jurisdiccional superior, quien deberá establecer si se
han cumplido las normas imperativas que garantizan el derecho a
un debido proceso, y particularmente, con el deber constitucional
de la motivación adecuada y suficiente, verificando la razonabilidad
de los argumentos fácticos y jurídicos que sustentan su decisión.
La segunda función -extraprocesal-, tiene lugar en el ámbito
externo del proceso y está dirigida al control del comportamiento
funcional de los órganos jurisdiccionales, y se expresa de las
siguientes formas: 1) Haciendo accesible el control de la opinión
pública sobre la función jurisdiccional, a través del principio de
publicidad de los procesos, conforme al postulado contenido en el
inciso 20, del artículo 139, de la Constitución Política del Perú, el
cual prescribe que toda persona tiene derecho a formular análisis
y críticas a las resoluciones y sentencias judiciales con las
limitaciones de Ley; y, 2) Expresa la vinculación del Juez
independiente a la Constitución y a la Ley, derivándose
responsabilidades de carácter administrativo, civil y penal por el
ejercicio irregular o arbitrario de su función. Noveno.- Que, en tal
sentido, se verifica en el caso sub análisis, que las alegaciones de
la denuncia vertida por la casacionista tienen base real por cuanto
se constata la concurrencia de vicios insubsanables que afectan el
debido proceso, en tanto que no se ha cumplido con el deber de
observar la garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú en concordancia
con los artículos I y VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, es decir, la recurrida no contiene una motivación precisa y
sustentada en base a los hechos materia de probanza fijados en el
–punto controvertido- establecido en la resolución, de fojas
ochenta y seis, del veintidós de marzo de dos mil trece, toda vez
que no se absolvió las posiciones y contraposiciones asumidas
por las partes de la litis durante el desarrollo del proceso, como las
sentencias del proceso de reconocimiento de unión de hecho, por
ello se verifica que las decisiones –resolutivas-, no cumple con
garantizar el derecho al debido proceso ya que no contiene una
motivación adecuada, coherente y suficiente. Décimo.- Que,
específicamente la infracción normativa incide sobre el principio
derecho de la tutela jurisdiccional efectiva y del debido proceso;
para cuyo efecto se verifica que, en el expediente número
201-2011-0-2208-JR-FC-01, sobre proceso de declaración judicial
de unión de hecho, el Juez del Juzgado Especializado de Familia
de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín ha
expedido la sentencia, contenida en la resolución Nº 23, de fojas
doscientos uno, del dieciséis de abril de dos mil trece, que declara
fundada la demanda interpuesta por la demandante Maritza Elvira
Laboriano Ynfantes –ahora recurrente- contra Onécimo Ramos
Ydrogo, en consecuencia habiéndose verificado la concurrencia
de los presupuestos previstos en el artículo 326 del Código Civil,
declaró la existencia de una unión de hecho entre Maritza Elvira
Laboriano Ynfantes y Onécimo Ramos Ydrogo, desde enero de
mil novecientos noventa y seis. Que el ahora también demandado

78670 CASACIÓN
Onécimo Ramos Ydrogo, reconoció la unión de hecho –
convivencia- con la casacionista por más de diez años, y pese a
ello interpuso recurso de apelación mediante el cual únicamente
cuestionó aspectos procedimentales. Por lo que la Sala Mixta
Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de
San Martín, al proveer o resolver el referido recurso de apelación,
expidió la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número 27, de fojas doscientos treinta y cinco, del
dieciséis de setiembre de dos mil trece, que confirma la sentencia
apelada que declara fundada la demanda. Sin embargo, el
demandado, inconsecuente con el reconocimiento de la unión de
hecho que efectuó, pero en uso del derecho-principio a la tutela
jurisdiccional efectiva, interpuso recurso de casación contra la
sentencia de segunda instancia. Así es que a la Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, en
la casación número 4240-2013, mediante el auto calificatorio del
recurso de casación, de fojas veintisiete del cuaderno de casación,
del diez de enero de dos mil catorce, declara improcedente el
recurso de casación interpuesto por el demandado Onécimo
Ramos Ydrogo. Es decir, la sentencia está debidamente
ejecutoriada. Undécimo.- Que, es verdad jurídica que al haberse
verificado la concurrencia de los presupuestos y requisitos
previstos en el artículo 326 del Código Civil, es decir, al poseer las
características del concubinato strictu sensu, se declaró la
existencia de una unión de hecho entre Maritza Elvira Laboriano
Ynfantes y Onécimo Ramos Ydrogo, desde enero de mil
novecientos noventa y seis. En consecuencia, se constituye una
sociedad de bienes sujeta al régimen de la sociedad de
gananciales, esto es, la comunidad de bienes constituida por la
unión entre la casacionista Maritza Elvira Laboriano Ynfantes y el
demandado Onécimo Ramos Ydrogo, corresponde al régimen de
sociedad de gananciales; por lo tanto. la disposición de los bienes
que la conforman debe efectuarse conforme al artículo 315 del
Código Civil, que precisa que: para disponer de los bienes de
sociales o gravarlos, se requiere la intervención del marido y de la
mujer; y que al existir copropiedad la referida norma debe ser
interpretada de forma concordante con el artículo 971 del Código
Civil, que dispone: las decisiones sobre el bien común se
adoptaran por unanimidad, para disponer, gravar o arrendar el
bien. Duodécimo.- Que, con dicho fundamento jurídico se verifica
que la casacionista tienen legítimo interés para solicitar la nulidad
de los actos jurídicos que invoca en su pretensión, por cuanto los
bienes de los contratos cuestionados son inmuebles sociales por
haber sido adquiridos durante la vigencia de la unión de hecho, es
decir, se tiene la declaración judicial de convivencia o unión de
hecho para efectos del presente proceso, con lo cual se acredita la
legitimidad para obrar activa de la casacionista, en la medida que
con ello está facultada para el ejercicio de la defensa de los
derechos de la concubina sobre los bienes adquiridos durante la
unión de hecho. Décimo Tercero.- Que, siendo así, se advierte
que las sentencias de primera y segunda instancia incumplen con
el principio derecho del debido proceso, la motivación adecuada y
suficiente, pues, contiene una decisión que no se sustenta en la
valoración conjunta y razonada de los medios probatorios
aportados al proceso; por ello se debe incorporar al proceso el
expediente número 201-2011.0.2208-JR-FC-01 sobre declaración
judicial de unión de hecho. Así la recurrida, no se ajusta al mérito
de lo actuado, contraviniendo las normas denunciadas, al no
haberse emitido pronunciamiento sobre el fondo de la nulidad de
acto jurídico. Décimo Cuarto.- Que, por lo tanto, en tal contexto
fáctico y jurídico, verificada la causal de infracción normativa, debe
ampararse el recurso de casación y procederse conforme a lo
dispuesto en el numeral 3 del artículo 396 del Código Procesal
Civil. 8. Decisión en Casación: A) Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación, de fojas ciento
noventa y cinco, interpuesto por la demandante Maritza Elvira
Laboriano Ynfantes, en consecuencia NULA la sentencia de
segunda instancia, contenida en la resolución número diecisiete,
de fojas ciento sesenta y cuatro, del trece de mayo de dos mil
catorce, que ha pronunciado la Sala Mixta Descentralizada de
Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de San Martín; e
INSUBSISTENTE la sentencia de primera instancia apelada,
comprendida en la resolución número diez, de fojas ciento catorce,
del dos de agosto de dos mil trece, que declara improcedente la
demanda, expedida por el Juez del Juzgado Especializado en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de San Martín. B)
MANDARON que el Juez del proceso expida nueva resolución,
con arreglo a derecho, al proceso y a los fundamentos jurídicos de
la presente resolución. C) DISPUSIERON se publique la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Maritza Elvira Laboriano Ynfantes contra
Onécimo Ramos Ydrogo y Jesús Guevara Campos, sobre nulidad
de acto jurídico; y los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
LOS FUNDAMENTOS ADICIONALES DEL SEÑOR JUEZ
SUPREMO WALDE JAUREGUI ES COMO SIGUE: Primero.-
Cabe precisar que, aún cuando coincido con mis colegas en
el sentido que debe declararse fundado el presente recurso
de casación y en consecuencia nula la sentencia de vista e
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
insubsistente la apelada, por afectación al principio de derecho
a la motivación de las resoluciones judiciales como componente
del derecho fundamental a un debido proceso, al no sustentarse
la decisión en la valoración conjunta y razonada de los medios
probatorios al proceso; considero necesario exponer algunas
consideraciones en torno a la competencia de ésta Sala Suprema
para conocer el recurso de casación materia de pronunciamiento.
Segundo.- En el presente caso, según se advierte de los
actuados, doña Maritza Laboriano Ynfante interpone demanda
contra Onecimo Ramos Ydrogo, con quien alega tener un vinculo
de convivencia, a fin de de que se declare la nulidad del contrato
de compra venta de dos inmuebles: El primero ubicado en el Jirón
José Gálvez Nº 152 del Distrito de Morales, Región San Martín,
celebrado por el demandado a favor de Jesús Guevara Campos,
de cuya partida literal obrante a fojas nueve, se advierte que su
uso es el de vivienda, es decir, se trata de un predio urbano; y el
segundo denominado Natalia ubicado en el sector Morales, Distrito
de Morales, Provincia y Región San Martín, el cual se encuentra
inscrito en el Registro de Predios Rurales, por lo que se trata de un
predio rústico, tal como obra de la partida literal corriente a fojas
diez. Tercero.- En ese sentido, si bien en el caso sub litis, uno
de los predios cuya nulidad de la transferencia se solicita es de
naturaleza rústica, resultándole aplicable lo normado por el artículo
35 inciso 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Resolución
Administrativa de Presidencia número 002-2001-P, modificada por
la Resolución Administrativa de Presidencia número 006-2001-P-
CS, por lo que prima facie resultaría ser competente la Sala de
Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema
de Justicia de la República, pero ello no obstante, aparece de
autos que se está ventilando conjuntamente con dicho predio
rústico, la nulidad de transferencia de otro predio de naturaleza
urbana; razón por la cual, el Magistrado que suscribe el presente
voto, considera que esta Sala Suprema se encuentra habilitada
para el conocimiento del presente recurso de casación, a mayor
abundamiento, debe precisarse que el proceso civil se inspira, en
los principios de celeridad y economía procesal, lo que obligan
a los órganos jurisdiccionales a resolver el caso sometido a su
conocimiento de la forma más expeditiva posible para evitar
demoras innecesarias. Cuarto.- Por consiguiente, al advertirse que
la remisión de la presente causa a la Sala Constitucional y Social
Permanente implica una dilación injustificada en la continuidad del
proceso; atendiendo además, a que ésta Sala Suprema resulta
competente para el conocimiento del asunto en controversia, al
discutirse la nulidad sobre transferencia de un predio urbano,
consideramos congruente y lógico que se emita pronunciamiento
de fondo sobre el recurso de casación interpuesto, conforme a
la sentencia dictada por éste Colegiado Supremo. S. WALDE
JAUREGUI
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez Supremo Almenara
Bryson, Presidente de esta Sala Suprema no suscribe la presente resolución,
habiendo dejado su voto en relatoría de conformidad con lo acordado el día de
la votación, según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo que le imposibilita
la suscripción.
C-1392274-31
CAS. Nº 1727–2014 LAMBAYEQUE
Sumilla: La demandante no podía ser admitida en el procedimiento,
en virtud al artículo 1 del TUO del Reglamento General de los
Registros Públicos, que no admite el apersonamiento de terceros;
en ese sentido, mal puede concluirse en que la pretensión de la
demandante de nulidad del acto jurídico por falsificación de
documentos presentados ante la administración, en este caso
ante la Municipalidad, debe necesariamente pasar por la vía
administrativa como vía previa; debiendo de otorgársele una
respuesta a la demandante desde su pretensión de nulidad de
acto jurídico por falta de manifestación de voluntad. Lima, cinco de
mayo del dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número mil setecientos veintisiete guion dos mil catorce; en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha, y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.-
MATERIA DEL RECURSO Se trata del recurso de casación
interpuesto por la demandante María Elena Seminario Lora
corriente a fojas trescientos cuarenta y uno, contra la resolución
de vista expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, su fecha catorce de
mayo del dos mil catorce, que declara improcedente la demanda
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
interpuesta contra Irma Euslily Guevara Vilela y Negocios El Aguila
S.A.C. sobre nulidad de acto jurídico. II. ANTECEDENTES. 1.
DEMANDA. Por escrito de fecha dieciocho de junio de dos mil diez
de página cuarenta y siete, María Elena Seminario Lora, interpone
demanda de nulidad de acto jurídico que contiene el Título No.
2006-00023491, consistente en la solicitud de inscripción de
propiedad y/o regularización de las Edificaciones de
Departamentos en Edificios (Formulario Registral No. 2), Informe
Técnico de Verificación, y planos respectivos, y demás documentos
insertos en el mencionado Título No. 2006-00023491, referidos a
la Ampliación de Declaratoria de Fábrica, Reglamento Interno,
Junta de Propietarios y Anotación Marginal de Anotación,
presentada ante los Registros Públicos de la Propiedad Inmueble
de la SUNARP de Chiclayo. Igualmente demanda la cancelación
del Asiento Registral del Título No. 2006-00023491, registrado en
la Partida No. 02020903 de la Propiedad Inmueble, rubro
Descripción de Inmueble B00001; y consecuentemente las
nulidades de las partidas registrales de Independización (primera
de dominio). G00001, de la Propiedad Inmueble, rubro Título de
Dominio C000002, C000003, de las que se hayan generado o se
generen. Señala ser propietaria de todo el edificio ubicado en la
calle Los Maestros No. 128-124 de la Urbanización San Luis,
constituido por 3 pisos, y que por convenir a su derecho, vendió a
la demandada Irma Euslily Guevara Vilela, con fecha veintiséis de
abril del dos mil cuatro, parte del primer piso, es decir, una
instalación de 112.51 m2 de área, la cual no se encontraba
independizada, acto que debía cumplirse conforme a la Ley de la
materia, y con el levantamiento de los planos del área cedida en
venta. Sin al haberse suscitado problemas con la demandada,
referidas a la medición y falta de pago, nunca realizó trámite
alguno de independización respecto al área vendida; sin embargo,
debido a que en el mes de noviembre del dos mil nueve, en forma
inopinada, sin la autorización de la actora ni de la autoridad
municipal, los conductores del inmueble realizaron trabajos de
construcción ilegal sobre las áreas y bienes de dominio común,
tomando conocimiento que existe un trámite de ampliación de
declaratoria de fábrica, Reglamento Interno de Propiedad, trámite
que no realizó y que se encuentra inscrito en los Registros
Públicos – Propiedad Inmueble en la Partida No. 02020903, el
mismo que cuenta con sus firmas falsificadas, en el Formulario
Registral No. 2, Informe Técnico de Verificación y Planos
respectivos de fecha veinticinco de mayo del dos mil seis, Memoria
Descriptiva, Certificado de Parámetros Urbanísticos y Edificatorios,
documentos todos ellos incluso con firma falsificada y legalizada
por el Notario Público, conforme consta del título archivado No.
2006-000023491, así denominado por la Oficina de los Registros
Públicos y que en la misma obra en original. 2. CONTESTACIÓN
DE LA DEMANDA. Mediante escrito de la página noventa y ocho,
la demandada Negocios El Aguila S.A.C., contesta la demanda
señalando que la demandante ya no es propietaria de todo el
inmueble ubicado en la Calle Los Maestros 128-124, de la Urb.
San Luis, Chiclayo, ya que la demandante le vendió a favor de la
demandada Irma Euslily Guevara Vilela parte de dicho inmueble
mediante escritura pública 4819 de 26.ABR.2004; que es
incongruente lo que alega la demandante debido a que en la
escritura pública 4819 se precisa claramente, en su quinta
cláusula, cuál es la forma cómo debía efectuarse el pago del
precio catorce mil Dólares Americanos (US$ 14,000.00), los
mismos que se pagaron con cheques de gerencia del Banco
Interbank conforme se acredita en el inserto de la referida escritura
pública; por lo que la demandante miente al señalar que hubieron
problemas de pago, y que en la cláusula octava de dicha escritura
pública la vendedora María Elena Seminario Lora se comprometió
a realizar todos los trámites para la independización del área
vendida a favor de Irma Euslily Guevara Vilela, sin costo alguno
para la compradora; por ende, es la demandante quien incumplió
con lo estipulado en esta cláusula y ahora pretende alegar en
mérito a su propio dolo un hecho netamente atribuible a ella
misma. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Conforme se aprecia
de la página ciento cuarenta y tres, se estableció como puntos
controvertidos: Determinar si la demandante en calidad de
propietaria del inmueble sub litis, vendió a la codemandada Irma
Euslily Guevara Vilela, parte del primer piso, es decir, 112.51 m2,
sin haber efectuado la independización correspondiente de
acuerdo a Ley; si posteriormente Irma Euslily Guevara Vilela
transfirió el bien de la misma manera a Negocios El Aguila S.A.C.
Determinar si la codemandada Irma Euslily Guevara Vilela, de
manera inconsulta, y sin autorización de la actora realizó trabajos
de construcción de manera ilegal, en áreas y bienes de dominio
común, procediendo para ello a acudir ante los Registros Públicos
y mediante Título No. 2006-00023491, a presentar la solicitud de
inscripción de propiedad y/o regularización de las edificaciones de
departamentos en edificios, Informe Técnico de Verificación y
planos respectivos y demás documentos insertos en el título
aludido, referidos a la ampliación de declaratoria de fábrica,
Reglamento Interno, Junta de Propietarios y Anotación marginal
de anotación presentada ante SUNARP de Chiclayo. Determinar
si el acto jurídico cuya nulidad se solicita, dio origen a inscripciones
registrales y si por ello debe ordenarse la cancelación del asiento
registral de Título No. 2006-00023491, registrado en la Partida No.
020020903, de la propiedad inmueble, rubro descripción de
78671
inmueble B00001; y consecuentemente las nulidad de las
siguientes partidas: a) Partida 11050367 del Registro de la
Propiedad Inmueble, rubro Partida de Independización (primera
de dominio) G00001, b) del asiento C00002 de la Partida 11050367
del Registro de la Propiedad Inmueble, rubro título de dominio,
referente a la Escritura Pública de fecha 26.ABR.2004 y Escritura
Pública de Aclaración y Rectificación de 03.MAR.2007, que se
refiere a la inscripción de la “Sección 102” de la Calle Los Maestros
128-124 de la Urb. San Luis, inscripción realizada el 29.MAR.2007,
c) del asiento C00003 de la Partida 11050367 del Registro de la
Propiedad Inmueble, rubro título de dominio, referida a la Escritura
Pública de compraventa de 06.NOV.2007, otorgada ante el Notario
Carlos Caballero Burgos, inscrita el 19.FEB.2008, y que se refiere
a la transferencia de la Sección 102 de la Calle Los Maestros 128-
124 de la Urb. San Luis, y de las demás partidas registrales que se
hayan generado o se generen con posterioridad al acto jurídico
por derivar de acto nulo. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el Juez
mediante sentencia de la página doscientos ochenta y siete, su
fecha veintiséis de junio de dos mil trece, declaró infundada la
demanda, tras considerar que al haber quedado desvirtuado el
supuesto de hecho alegado por la demandante, referido a que
recién en el mes de noviembre del dos mil nueve, tomó
conocimiento de la existencia de un trámite de Ampliación de
Declaratoria de Fábrica, Reglamento Interno de Propiedad e
Independización; no puede la accionante alegar que desconocía
de la existencia de los trámites y título que cuestiona en estos
autos, pues ha sido ella quien al suscribir la Escritura Pública No.
698 de Aclaración y Rectificación de compra venta del tres de
marzo del dos mil siete, precisó que los linderos del inmueble
denominado Sección 102, son los que constan en la citada Partida
No. 11050367, que es precisamente, consecuencia de los trámites
efectuados en la ampliación de la declaratoria de fábrica,
consistentes en la solicitud de inscripción de propiedad y/o
regularización de las edificaciones de departamentos en edificios
(que en su demanda indica que se efectuaron sin su consentimiento
ni conocimiento); de lo que se colige que el acto jurídico aludido,
además de haber sido de conocimiento de la demandante, ha
tenido como única finalidad regularizar la compra efectuada por
doña Irma Euslily Guevara Vilela, a fin de poder registrar a su
nombre el mencionado inmueble; por cuya razón, no puede
considerarse que como ilícito los trámites administrativos que
conllevaron a la independización del citado inmueble, no
encontrándose incursa en la causal de nulidad prevista en el inciso
4 del artículo 219, consecuentemente, debe desestimarse la
demanda. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante
escrito de la página trescientos uno, la demandada María Elena
Seminario Lora interpone recurso de apelación contra la sentencia
de primera instancia, alegando que la sentencia en su
consideración sétima justifica la falsificación de su firma y huella
en el trámite referido a la ampliación de declaratoria de fábrica,
incluso justifica la inscripción en base a esa ilicitud, excusando en
forma ilegal esta nulidad, que la falsificación de su firma y huella
en el trámite de ampliación de declaratoria de fábrica es una
nulidad manifiesta, conforme lo determinó la pericia grafotécnica
forense practicada por la División de Criminalística de la Policía
Nacional; sin embargo, el juez desconoce indebidamente esta
causal de nulidad argumentando que no se llegó a determinar
quién fue el responsable de este hecho, cuando esta situación no
le es pertinente a su competencia, y que la A-quo se aparta de lo
dispuesto expresamente en el artículo 220º del Código Civil, que
obliga al magistrado a declarar aún de oficio la nulidad, aunque no
haya sido demandada. 6. SENTENCIA DE VISTA. Elevados los
autos en virtud del recurso de apelación interpuesto, la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, mediante
sentencia de vista de la página trescientos treinta y tres, del
catorce de mayo de dos mil catorce, revocó la sentencia de
primera instancia, en cuanto declaró infundada la demanda, y
reformándola, declararon improcedente la precitada demanda,
tras considerar que en el presente proceso se presenta 2 tipos de
situaciones materiales, la primera, referida a la existencia real del
acto jurídico concretizado en el contrato de compra venta del bien
inmueble de la calle Los Maestros No. 124 – 128 de la Urbanización
San Luis, del distrito y provincia de Chiclayo, del departamento de
Lambayeque, en su primer piso sección 102, de una extensión
superficial de 112.51 m2, que se encuentra formalizado en la
Escritura Pública No. 4819, del 26 de abril del 2004 que obra a
fojas 66 a 689, la misma que se encuentra aclarada y rectificada
en el fondo, con la escritura pública No. 698 del 3 de marzo del
2007 que corre a fojas 69; la segunda, se localiza en los actos
administrativos a que se refiere el Título No. 2006-00023491, así
como el Informe Técnico de verificación y planos utilizados como
sustento del referido título, que comprende la ampliación de la
declaratoria de fábrica y su reglamento interno de Junta de
Propietarios, más su correspondiente anotación registral que corre
de fojas quince a treinta y nueve. Precisa que la segunda de las
situaciones descritas, constituye la concreción de un acto
netamente administrativo, que de ningún modo constituye un acto
jurídico previsto en el citado dispositivo legal del Código Civil, y
que este acto administrativo sí es objeto de la pretensión conforme

78672 CASACIÓN
al contexto y parámetros del escrito de demanda. III. RECURSO
DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante resolución de
fecha uno de agosto del dos mil catorce de página veintitrés del
cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandante María Elena Seminario
Lora, por la infracción normativa de los artículos 10 de la Ley
27444, Ley del Procedimiento Administrativo General,
alegando que el dispositivo legal anotado, aplicado en la 5ª
consideración de la sentencia de vista, es impertinente al caso
desde que no debe aplicarse para las inscripciones registrales.
Sostiene que los actos inscritos en los Registros Públicos mediante
documentos privados con expresa falsificación de firmas y huellas
se rigen por su propia Ley y Reglamento; por ello, el Texto Único
Ordenado del Reglamento General de los Registros Públicos
prevé en forma expresa, en su artículo 1, que: “No cabe admitir
apersonamiento de terceros al procedimiento ya iniciado ni
oposición a la inscripción. Las solicitudes presentadas con tal
objeto no formarán parte del procedimiento registral y el
Registrador las rechazará de plano y en decisión irrecurrible”.
Manifiesta que en casos de inscripción registral ilegal de derechos
o actos, los terceros perjudicados en el procedimiento registral
solo pueden impugnar la validez de tales inscripciones a través de
la demanda de nulidad de inscripción registral, en cuyo caso no
será exigible el agotamiento de la vía administrativa. Afirma que la
recurrente es una tercera ajena al procedimiento registral y que
demandó la nulidad y cancelación del asiento registral de la
“solicitud de inscripción de propiedad y/o regularización de las
edificaciones de departamentos en edificio, informe técnico de
verificación, planos respectivos y demás documentos insertos en
el título”, referida a la ampliación de la declaratoria de fábrica,
reglamento interno, junta de propietarios, la misma que se
presentó con evidente falsificación de su firma y huella, como así
se determinó en la pericia correspondiente. Sostiene que si tales
inscripciones afectaron las normas que regulan la inscripción
registral y propiciaron que se incurra en vicios en la calificación del
acto materia de inscripción; entonces, la pretensión solo puede ser
invocada en la vía civil, pues, el tercero perjudicado con una
inscripción registral efectuada vulnerando el principio de legalidad
o, en clara infracción de las normas registrales, podrá demandar
válidamente la nulidad de la inscripción registral ante el Juez
competente. Precisa que no solo solicita la nulidad de la inscripción
registral sino la nulidad del acto que contiene el documento
falsificado que dio origen a tal inscripción; situación que solo la Ley
civil prevé con claridad (artículo 225 del Código Civil); por ende, la
intención de actuarse la demanda bajo las reglas del procedimiento
administrativo es indebida, y la infracción normativa del artículo
219 inciso 4 del Código Civil, la misma que se produce por no
aplicarse este dispositivo, pese a que la nulidad solicitada se basa
en un acto manifiestamente nulo por haber sido falsificado en su
contenido, firma y huella; por lo tanto, solo es potestad del Poder
Judicial declarar la validez o no del acto y del documento que lo
contiene, así como de las consecuencias que de él se derivan.
Refiere que en este proceso no solo se cuestionan los actos
jurídicos falsificados y contenidos en los documentos que dieron
origen a la inscripción de la “solicitud de inscripción de la propiedad
y/o regularización de las edificaciones de departamento en
edificios, informe técnico de verificación, planos respectivos y
demás documentos insertos en el título (...)”, sino además los
actos que contienen estos documentos, puesto que en ellos no se
refleja la realidad ni la verdad de las situaciones que describen, en
la medida que estos documentos fueron destinados a crear
relaciones jurídicas que no se ajustan a la Ley ni al derecho
positivo. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- Que, el artículo 121, último párrafo del Código Procesal
Civil, establece que mediante la sentencia el Juez pone fin a la
instancia o al proceso en definitiva, pronunciándose en decisión
expresa, precisa y motivada sobre la cuestión controvertida
declarando el derecho de las partes, o excepcionalmente sobre
la validez de la relación procesal. Segundo: Que, en el presente
caso, fluye de la revisión de los fundamentos de la sentencia de
vista, que el motivo por el cual la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque ha emitido una sentencia inhibitoria,
declarando improcedente la demanda, radica en el hecho que la
segunda situación material que supone el presente proceso, en
virtud a la cual, se localiza en los actos administrativos a que se
refiere el Título No. 2006-00023491, así como el Informe Técnico
de verificación y planos utilizados como sustento del referido título,
que comprende la ampliación de la declaratoria de fábrica y su
reglamento interno de Junta de Propietarios, más su
correspondiente anotación registral que corre de fojas 15 a 39,
constituye la concreción de un acto netamente administrativo, que
sí es objeto de la pretensión conforme al contexto y parámetros
del escrito de demanda, deslizando que la vía procedimental por la
que debe tramitarse la presente acción es la que corresponde a la
contenciosa administrativa, y la de nulidad del acto jurídico.
Tercero: Que, del análisis de la demanda, se aprecia que por
escrito de fojas 47, doña María Elena Seminario Lora, interpone
acción de nulidad de acto jurídico que contiene el Título No.2006-
00023491, consistente en la solicitud de inscripción de
propiedad y/o regularización de las Edificaciones de
Departamentos en Edificios (Formulario Registral No. 2),
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Informe Técnico de Verificación, y planos respectivos, y
demás documentos insertos en el mencionado Título No.
2006-00023491, referidos a la Ampliación de Declaratoria de
Fábrica, Reglamento Interno, Junta de Propietarios y Anotación
Marginal de anotación, presentada ante los Registros Públicos de
la Propiedad Inmueble de la SUNARP de Chiclayo, basando su
legitimidad para obrar en el hecho de ser propietaria de todo el
edificio ubicado en la calle Los Maestros No. 128-124 de la
Urbanización San Luis, constituido por 3 pisos, y que vendió a la
demandada Irma Euslily Guevara Vilela, con fecha 26 de abril del
2004, parte del primer piso, es decir, una instalación de 112.51 m2
de área, la cual no se encontraba independizada, acto que debía
cumplirse conforme a la Ley de la materia y con el levantamiento
de los planos del área cedida en venta. Cuarto: Que, la causal en
la que se sustenta la demanda, es la de falta de manifestación de
voluntad, toda vez que señala que al haberse suscitado problemas
con la demandada, referidas a la medición y falta de pago, nunca
realizó trámite alguno de independización respecto al área
vendida; sin embargo, debido a que en el mes de noviembre del
2009, en forma inopinada, sin la autorización de la actora ni de la
autoridad municipal, los conductores del inmueble realizaron
trabajos de construcción ilegal sobre las áreas y bienes de dominio
común, tomando conocimiento que existe un trámite de ampliación
de declaratoria de fábrica, Reglamento Interno de Propiedad,
trámite que no se realizó y que se encuentra inscrito en los
Registros Públicos de la Propiedad Inmueble en la Partida No.
02020903, el mismo que cuenta con sus firmas falsificadas, en
el Formulario Registral No. 2, Informe Técnico de Verificación y
Planos respectivos de fecha 25 de mayo del 2006, Memoria
Descriptiva, Certificado de Parámetros Urbanísticos y Edificatorios,
documentos todos ellos incluso con firma falsificada y
legalizada por el Notario Público, conforme consta del título
archivado No. 2006-000023491, así denominado por la Oficina de
los Registros Públicos y que en la misma obra en original. Quinto:
Que, de los fundamentos de la sentencia de primera instancia sí
se advierte un pronunciamiento de fondo en torno a lo demandado,
concluyendo entre otros, que la accionante no puede alegar que
desconocía de la existencia de los trámites y título que cuestiona
en autos, pues ha sido ella quien al suscribir la Escritura Pública
No. 698 de Aclaración y Rectificación de compra venta del 3 de
marzo del 2007, precisó que los linderos del inmueble denominado
Sección 102, son los que constan en la citada Partida No.
11050367, que es precisamente, consecuencia de los trámites
efectuados en la ampliación de la declaratoria de fábrica,
consistentes en la solicitud de inscripción de propiedad y/o
regularización de las edificaciones de departamentos en edificios
(que en su demanda indica que se efectuaron sin su consentimiento
ni conocimiento). Sexto: Que, en consecuencia, advirtiéndose de
autos que la materia en el presente proceso se encuentra
claramente definida como nulidad de acto jurídico por falta de
manifestación de voluntad, es evidente que no existe razón para la
emisión de una sentencia inhibitoria como la recurrida, tanto más
si la propia sentencia reconoce que el extremo de localizar los acto
administrativos a que se refiere el Título No. 2006-00023491, que
conllevaría a una acción contenciosa administrativa, no es el único
extremo que comprende la demanda, pues ésta también se refiere
a la existencia real del acto jurídico concretizado en el contrato de
compra venta del bien inmueble de la calle Los Maestros No. 124-
128 de la Urbanización San Luis, del distrito y provincia de
Chiclayo, del departamento de Lambayeque, en su primer piso,
sección 102, de una extensión superficial de 112.51 m2, que se
encuentra formalizado en la Escritura Pública No. 4819 del 26 de
abril del 2004, la misma que se encuentra aclarada y rectificada en
el fondo, con la Escritura Pública No. 698 del 3 de marzo del 2007.
Sétimo: Que, por consiguiente, atendiéndose preferentemente al
agravio denunciado como infracción normativa del artículo 10 de
la Ley del Procedimiento Administrativo General, dado su carácter
procesal, de la revisión de actuados aparece que es verdad lo
sostenido por la recurrente de que los actos inscritos en los
Registros Públicos mediante documentos privados con expresa
falsificación de firmas y huellas se rigen por su propia Ley y
Reglamento; en ese sentido, conforme al artículo 1º del TUO del
Reglamento General de los Registros Públicos, “no cabe admitir
apersonamiento de terceros al procedimiento ya iniciado ni
oposición a la inscripción. Las solicitudes presentadas con tal
objeto no formarán parte del procedimiento registral y el
Registrador las rechazará de plano y en decisión irrecurrible”; por
lo que la demandante no podía ser admitida en el procedimiento,
pues el dispositivo reglamentario en comento, no admite el
apersonamiento de terceros; en ese sentido, mal puede concluirse
en que la pretensión de la demandante de nulidad del acto jurídico
por falsificación de documentos presentados ante la administración,
en este caso ante la Municipalidad, debe necesariamente pasar
por la vía administrativa como vía previa; debiendo de otorgársele
una respuesta a la demandante desde su pretensión de nulidad de
acto jurídico por falta de manifestación de voluntad, a efecto de
respetar su derecho a la tutela procesal efectiva; careciendo de
objeto emitir pronunciamiento en torno a la causal de infracción
normativa del artículo 219 inciso 4 del Código Civil. V. DECISIÓN.
Por estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
casación interpuesto por la demandante María Elena Seminario
Lora de página cuarenta y siete; en consecuencia NULA la
Sentencia de Vista ;ORDENARON a que la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque expida nuevo
pronunciamiento con arreglo a los considerandos expuestos;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
contra Irma Euslily Guevara y otros sobre nulidad de acto jurídico;
y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-32
CAS. Nº 1740-2014 LIMA
Indemnización de daños y perjuicios: Al establecer la sentencia
de vista que no existe señalización alguna que indique o alerte a
los cliente de la existencia de una rampa detrás de las sillas de
juego, además de recoger la responsabilidad objetiva por violación
de normas de seguridad, está excluyendo de toda responsabilidad
a la demandante, por lo que no se puede tomar en cuenta su
conducta ni su calidad como factor de atribución en el resultado
dañoso. Lima, veintiocho de abril de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA: vista la causa número mil setecientos
cuarenta – dos mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en
la fecha; y producida la votación con arreglo a ley; emite la
siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO. En el presente
proceso de indemnización por daños y perjuicios, la demandada
Casinos Peruanos S.A.C., ha interpuesto recurso de casación de
fojas trescientos cuarenta y siete, contra la resolución de vista de
fecha veinticuatro de marzo del dos mil catorce de fojas trescientos
veintiocho, dictada por la Quinta Sala Especializada en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo que
revocando la resolución de primera instancia del veinte de
setiembre del dos mil trece de fojas doscientos ochenta y siete,
declara fundada en parte la demanda de fojas veintitrés, y en
consecuencia ordena que Casinos Peruanos S.A.C., cumpla con
pagar a favor de Alicia Margarita Novoa de Erique la suma de
cincuenta mil Nuevos Soles (S/. 50,000.00) por concepto de daño
a la persona y daño moral. II. ANTECEDENTES. 1. DEMANDA.
Por escrito de fecha treinta de setiembre del dos mil once de fojas
veintitrés, Alicia Margarita Novoa de Erique, interpone demanda
de indemnización por daños y perjuicios contra Casinos Peruanos
S.A.C., a efecto que le pague la suma de trescientos mil Nuevos
Soles (S/. 300,000.00), por los conceptos de daño emergente y
lucro cesante, así como por daño moral que compren padecimiento
anímico, dolor, sufrimiento y daño a la integridad física. Afirma que
con fecha seis de julio del dos mil diez, acudió al Casino, ubicado
en Avenida Primavera No. 1500, Urbanización Monterrico, distrito
de Santiago de Surco, como siempre lo hacía con una frecuencia
de dos veces por semana, con la finalidad de pasar un momento
de diversión. Luego de utilizar una de las máquinas sufrió un
accidente ocasionado por la rampa ubicada detrás de la silla, en la
que se encontraba manipulando la citada máquina, ya que al
decidir retirarse a su domicilio volteó la silla giratoria donde se
encontraba y al dar el segundo paso, luego de bajar de la misma,
tropezó fuerte e inesperadamente con la rampa antes indicada, la
misma que pasa desapercibida, pues no tiene ninguna señalización
de precaución para los clientes del casino; y como la caída fue
aparatosa sintió un fuerte dolor en la zona del tendón de Aquiles,
no pudiendo dar un paso, viéndose obligada a ir saltando en un
solo pie hasta la silla más próxima para pedir auxilio, pero que no
fue atendida de manera inmediata por el personal, evidenciando
una omisión de asistencia y socorro y una negligencia inexcusable
del personal que demostró no estar preparado para estas
emergencias. Luego de una espera de treinta minutos, a
insistencia de su amiga con la que acudió al casino fue derivada a
Emergencia de la Clínica San Pablo, donde le diagnosticaron la
ruptura del tendón de Aquiles, por lo que tuvo que ser intervenida
quirúrgicamente. Por ello, considerando las circunstancias y el
lugar donde se produjo el evento dañoso que le ha dejado en un
estado de minusvalía, porque para movilizarse debe estar siempre
acompañada de otra persona, es que se ve precisada a interponer
la demanda, disgregando el monto de su petitorio en la suma de
ciento cuarenta mil Nuevos Soles por daño a la persona, ciento
cuarenta mil por daño moral y la suma de veinte mil Nuevos Soles
por lucro cesante. 2. CONTESTACIÓN DE DEMANDA Mediante
escrito de fojas ciento siete, la demandada Casinos Peruanos
S.A.C., contesta la demanda, señalando que el accidente
aconteció como consecuencia de la propia negligencia de la
actora al transitar por las instalaciones del casino de manera
descuidada, ya que la rampa que menciona es notoria, pues de lo
contrario no tendrían un certificado de inspección técnica de
seguridad de Defensa Civil, por lo que no se configura el supuesto
78673
de responsabilidad civil, y por ende la exoneración de dicha
responsabilidad conforme lo dispone el artículo 1972 del Código
Civil. No resulta responsable, no se encuentra obligada a
indemnizar a la demandante porque no está autorizada para
explotar la sala de máquinas donde se produjo el accidente; y,
porque este se produjo por imprudencia de la propia demandante,
sin embargo, los gastos fueron cubiertos por la empresa
aseguradora Pacífico Peruano Suiza, incluyendo las dos
intervenciones quirúrgicas y los de rehabilitación por un total de
nueve mil ciento ochenta y cinco Nuevos Soles (S/. 9,185.00), por
lo que se estaría pretendiendo un enriquecimiento sin causa por
parte de la demandante, además de no haberse probado el daño
moral y el lucro cesante que se reclama. 3. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA Culminado el trámite correspondiente, el
Juez mediante sentencia de fojas doscientos ochenta y siete, su
fecha veinte de setiembre del dos mil trece, declaró infundada la
demanda de indemnización por responsabilidad extracontractual,
tras considerar que la demandante no acredita que a consecuencia
del accidente, haya quedado en el estado de minusvalía que
alega, pues no ha ofrecido medio probatorio alguno conducente a
demostrar lo contrario, siendo que todas las atenciones médicas
que le fueron brindadas, han sido por cuenta de la demandada,
conforme se acredita con la instrumental presentada por la propia
demandante de fojas cinco a siete, y por la demandada de fojas
cincuenta y cinco a ochenta y siete; verificándose de otro lado, el
cumplimiento de los requisitos exigidos por nuestro ordenamiento
legal para este tipo de procesos, pues conforme al Certificado de
Inspección Técnica en Seguridad en Defensa Civil, expedido por
la Sala de Juegos Tragamonedas por el Instituto Nacional de
Defensa Civil No. 9571-000-09, obrante a fojas treinta y dos, se
acredita que la Sala de Juegos donde se produjo el accidente,
cumplía con lo dispuesto en las Normas de Seguridad de Defensa
Civil, no habiéndose indicado y/o recomendado que la ubicación e
instalación de las “rampas”, constituyan peligro alguno para los
clientes que asisten al Casino, máxime si dicho certificado se
encontraba vigente a la fecha en que ocurrió el evento dañoso. 4.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN. Mediante
escrito de fojas trescientos uno, Alicia Margarita Novoa de Erique,
interpone recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que la conducta antijurídica consiste en la
presencia de una rampa, ubicada exactamente detrás de una de
las sillas de una de las máquinas de juego de la parte demandada,
sin contar con medidas de seguridad o prevención que indiquen la
existencia de aquélla, exponiendo al peligro a los clientes del
casino demandado, es decir, se ha ubicado una silla en un lugar
inadecuado e imperceptible, cerca de una rampa revestida de una
alfombra que cubría toda la extensión del piso de casino,
generando la apariencia de que se trataba de una superficie lisa y
larga que carecía de fisuras o de cualquier grada. 5. SENTENCIA
DE VISTA. Elevados los autos en virtud del recurso de apelación
interpuesto, la Quinta Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de vista de fojas
trescientos veintiocho, del veinticuatro de marzo del dos mil
catorce, revocó la sentencia de primera instancia que declara
infundada la demanda y reformándola declaró fundada en parte la
demanda, disponiendo el pago a favor de la actora de la suma de
cincuenta mil Nuevos Soles (S/. 50,000.00), por concepto de daño
a la persona y daño moral, incluyendo los intereses legales de
conformidad con el artículo 1985 del Código Civil, pues considera
que de las pruebas aportadas por la parte demandada Casinos
Peruanos S.A.C., en su escrito de contestación de demanda de
fojas ciento siete a ciento veintiocho, se aprecian las impresiones
de tres fotos del interior del referido Casino, fojas noventa y cuatro
a noventa y seis, en las que efectivamente, no existe señalización
alguna que indique o alerte a los clientes de la existencia de una
rampa detrás de las sillas (rosadas) de juego, observándose una
iluminación tenue, y cuyo piso da la impresión de contar con una
superficie lisa, lo cual genera que los clientes no estén atentos del
riesgo que corren al transitar por ella; debiendo indicarse que el
Certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Defensa de
Detalle No. 9571, corriente a fojas ciento treinta y tres, presentado
por la parte demandada, no incide en la distribución de las sillas o
máquinas de juego al interior del Casino, sino más bien, ello es
una atribución de la administración del Casino, es decir, dicho
Certificado no exonera a la parte demandada de la responsabilidad
por los daños causados en su interior. De lo glosado
precedentemente, se advierte la conducta antijurídica en el
proceder de la parte demandada, que contraviene el deber jurídico
genérico de no causar daño a otra persona, a que hace alusión el
artículo 1969 del Código Civil; por ende, razonablemente, se
encuentra acreditada la conducta antijurídica de la parte
demandada, Casinos Peruanos S.A.C. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
seis de agosto de dos mil catorce, declaró PROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la Empresa Casinos Peruanos
S.A.C., contra la sentencia de vista de fecha veinticuatro de marzo
del dos mil catorce, por la infracción normativa del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Estado, del artículo 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, del
artículo 50 inciso 6 y del artículo 122, inciso 3 del Código Procesal

78674 CASACIÓN
Civil, e infracción normativa del Decreto Supremo No. 066-2007-
PCM. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero:
Que, se ha interpuesto recurso de casación, alegando en primer
término, la infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, del artículo 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, del artículo 50
inciso 6 y artículo 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, alegando
en esencia que a través de la sentencia de vista, la Sala Superior
no ha analizado el nexo causal para establecer si existe o no factor
de atribución en el accionar negligente de la víctima, quien
únicamente sostiene que no existió señalización, eximiéndose de
culpa, no habiendo analizado la Sala Superior, la conducta de la
recurrente ni tampoco ha tenido en cuenta que su asidua
concurrencia en las instalaciones de la demandada, por lo que
tenía conocimiento de la estructura de la misma. Segundo: Que,
el principio procesal de la motivación escrita de las resoluciones
judiciales, consagrado en el inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, tiene como finalidad principal el
de permitir el acceso de los justiciables al razonamiento lógico
jurídico empleado por las instancias de interés, para justificar sus
decisiones jurisdiccionales y así puedan ejercer adecuadamente
su derecho de defensa, cuestionando de ser el caso, el contenido
y la decisión asumida. Esta motivación escrita de las resoluciones
judiciales, constituye un deber para los magistrados que implica el
señalamiento en forma expresa de la Ley que aplican así como el
razonamiento jurídico al que ésta les ha llevado, así como los
fundamentos fácticos o de hecho que sustentan su decisión, lo
que significa también que el principio de motivación garantiza a los
justiciables que las resoluciones jurisdiccionales no necesitarán
de falta de motivación o defectuosa motivación, esta última en sus
variantes de motivación aparente, motivación insuficiente y
motivación defectuosa propiamente dicha; de tal modo que de
presentarse estos supuestos, se estará violando el referido
principio y dando lugar a la nulidad de tal resolución. Tercero:
Que, del análisis de autos, fluye del escrito de contestación
presentado a fojas ciento siete por la demandada Casinos
Peruanos S.A.C., que la dilucidación de la controversia pasa
necesariamente por establecer que el accidente motivo de la
presente demanda, aconteció como consecuencia de la propia
negligencia de la actora al transitar por las instalaciones del casino
de manera descuidada, ya que la rampa que menciona en su
demanda es notoria, además cuentan con un certificado de
inspección técnica de seguridad de Defensa Civil que determina
una correcta señalización, por lo que no se configura el supuesto
de responsabilidad civil, y por ende le corresponde la exoneración
de dicha responsabilidad conforme lo dispone el artículo 1972 del
Código Civil. Cuarto: Que, del análisis de los fundamentos de la
sentencia de vista, se advierte que para establecer responsabilidad
en la empresa demandada Casinos Peruanos Sociedad Anónima
Abierta, la 5ª Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, ha emitido expreso pronunciamiento respecto de
los siguientes aspectos: a) que el daño a la persona sufrido por la
actora Alicia Margarita Novoa de Erique, consiste en la ruptura del
tendón de Aquiles de su pie derecho, lo que le ocasionó dolor,
aflicción, pena, angustia y malestar puesto que tal lesión le generó
en un primer momento dolor físico y luego aflicción, pena y
angustia al no saber si volvería a caminar como antes o quedaría
con secuelas temporales o permanentes, b) que la relación de
causalidad que debe existir entre el daño probable y el hecho
generador de aquel, se establece con meridiana claridad, pues la
conducta antijurídica dañosa ocurrida el seis de julio del dos mil
diez, consiste en la ruptura del tendón de Aquiles del pie derecho
de la demandante, lo que tuvo lugar en las instalaciones del casino
demandado y c) que la conducta antijurídica atribuida a Casinos
Peruanos Sociedad Anónima Cerrada se encuentra debidamente
acreditada. Quinto: Que, ante el pedido expreso del impugnante,
en el sentido que la sentencia de vista no se ha pronunciado
expresamente respecto de la conducta de la demandante, como
uno de los factores de atribución en la producción del evento
dañoso, expuesto como argumento de defensa desde el escrito de
contestación a la demanda, debe precisarse que dicha denuncia
no puede verse configurada, si se tiene en cuenta que uno de los
principales fundamentos en los que descansa la decisión de la
sentencia de vista, de declarar fundada en parte la demanda y
condenar a la recurrente al pago de S/: 50,000.00 Nuevos Soles,
radica en el hecho trascendental y objetivo que de las impresiones
de tres fotos del interior del Casino de propiedad de la demanda,
se advierte que efectivamente en el local donde ocurrió el
accidente no existe señalización alguna que indique o alerte a
los clientes de la existencia de una rampa detrás de las sillas
rosadas de juego, observándose una iluminación tenue y
cuyo piso da la impresión de contar con una superficie lisa, lo
cual genera que los clientes no estén atentos del riego que
corren al transitar por ella; elemento de juicio que resulta de
elemental importancia, pues el reclamado pronunciamiento acerca
de la conducta o la calidad de la demandante como factor que
contribuyó al resultado dañoso, no tiene asidero fáctico ni jurídico
alguno, si se tiene en cuenta que en el caso particular de la actora,
de ser como la recurrente refiere una cliente asidua del casino, no
exime la responsabilidad de una óptima señalización que la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
empresa demandada debe otorgar a toda su clientela,
encontrándose pensada la infracción a las normas de seguridad
que se advierte, a todo el público concurrente al local del casino,
no debiendo discriminarse en modo alguno, si el sujeto dañado
tenía conocimiento o no de las instalaciones del local, pues la
responsabilidad que le atribuye al demandado una vez que
infringió normas de seguridad es una responsabilidad objetiva en
la que no se tiene que demostrar culpabilidad o negligencia alguna
en el causante del daño. Sexto: Que, consecuentemente, tras
advertirse que en los presentes autos, no se presentan los
defectos procesales que se denuncian en el recurso de casación,
que supone la infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, del artículo 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, del artículo 50
inciso 6 y artículo 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, luego de
haberse precisado las razones por las que este Supremo Tribunal
considera no haberse infringido ninguna de las normas antes
mencionadas, es evidente que el recurso de casación debe ser
desestimado. . V. DECISIÓN. Por estos fundamentos y en
aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandado
Casinos Peruanos S.A.C., DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos por Alicia Margarita Novoa Eirque; sobre
indemnización por daños y perjuicios; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-33
CAS. Nº 1766-2014 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Motivación
insuficiente. Existe motivación insuficiente cuando no existe el
mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho
o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada; lo cual se ha configurado en las sentencias
de mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122, inciso 3 Lima,
veintidós de julio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: con el expediente acompañado, vista la causa
número un mil setecientos sesenta y seis - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de desalojo
por ocupación precaria, el demandado Ramón Panaifo
Mozombite, ha interpuesto recurso de casación de folios
cuatrocientos cincuenta y dos, contra la sentencia de vista de
fecha treinta y uno de enero de dos mil catorce, de folios
cuatrocientos nueve, dictada por la Sétima Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha diecinueve de agosto de dos mil trece, de folios
trescientos cuarenta y seis, que declara fundada la demanda,
interpuesta por el Ejercito del Perú. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha tres de octubre de dos mil
once, de folios veinte, subsanado a folios treinta y ocho, el Ejército
del Perú interpone demanda de desalojo por ocupación precaria
contra Ramón Panaifo Mozombite y Artemiza Curi de Panaifo, a fin
que cumplan con desocupar el inmueble ubicado en Jirón
Restauración 460, Interior 49, Distrito de Breña, Lima. Alega como
sustento de su pretensión que es propietaria de un inmueble de
dos mil metros cuadrados, inscrito en la Partida Registral 11065970
del Registro de la Propiedad Inmueble de la Zona Registral IX –
Sede Lima, dentro del cual se encuentra el inmueble sub litis,
siendo que los demandados no tienen justo título para poseer, y en
el hipotético caso que lo tuvieran, éste habría fenecido. 2.
DECLARACIÓN DE REBELDÍA: Mediante resolución número
cinco, de fecha nueve de enero de dos mil doce, de folios ciento
cuarenta, se declare rebelde a los demandados. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si el demandante es
propietario del inmueble sub litis. 3.2 Determinar si los demandados
se encuentran en posesión del inmueble sub litis. 3.3 Determinar
si los demandados se encuentran ocupando el inmueble sub litis
sin título alguno o con título fenecido. 3.4 Determinar si los
demandados se encuentran obligados a entregar al demandante
el inmueble sub litis. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia
de fecha diecinueve de agosto de dos mil trece, de folios
trescientos cuarenta y seis, declaró fundada la demanda,
considerando que conforme a la partida registral del inmueble sub
litis, si bien el demandante no es propietario del mismo, si es
usuario de éste conforme a lo establecido en el artículo 1026 del
Código Civil; por lo que en aplicación del artículo 586 del Código
Procesal Civil tiene legitimidad para obrar activa en el presente
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
proceso, siendo que los demandados no han demostrado tener
título alguno que sustente su posesión. 5. FUNDAMENTOS DE
LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha cuatro de setiembre
de dos mil trece, de folios trescientos setenta, el demandado
Ramón Panaifo Mozombite, interpuso recurso de apelación contra
la sentencia de primera instancia, alegando que: a) Se pretende
distorsionar los alcances de la Resolución Suprema 586-H de
fecha ocho de setiembre de mil novecientos sesenta y cuatro, y de
la Resolución 136-2011/SBN-DGPE-SDAPE de fecha diecinueve
de mayo de dos mil once; b) El demandante interpuso la demanda
como propietario y no como administrador; y c) No se ha
considerado que la afectación en uso otorgada al Ministerio de
Guerra fue para que funcione el cuerpo general de inválidos. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el demandante, la
Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante sentencia de vista de fecha treinta y uno de enero de dos
mil catorce, de folios cuatrocientos nueve, confirmó la sentencia
de primera instancia, señalando los mismos argumentos que esta
última. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha veintidós de diciembre de dos mil
catorce, obrante a folios cuarenta y cuatro del respectivo cuaderno
formado, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por el demandado Ramón Panaifo Mozombite, por la
infracción normativa de los artículos 911 y 1026 del Código
Civil; 586 del Código Procesal Civil; de la Resolución Suprema
586-H y de la Resolución 136-2011/SBN-DGPE-SDAPE. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si el accionante tiene legitimidad para demandar el
desalojo por ocupación precaria del inmueble sub litis, y si los
demandados poseen justo título para poseer el mismo. Segundo.-
Que, independientemente de las denuncias invocadas, si bien es
cierto que la actuación de esta Suprema Sala al conocer del
recurso de casación se ve limitada a la misión y postulado de la
correcta aplicación e interpretación de las normas materiales – en
este caso – del derecho civil, también lo es que dicha premisa
tiene como única y obligada excepción la tutela de los derechos
procesales con valor constitucional, pues es evidente que allí
donde el ejercicio de la función jurisdiccional los vulnera o
amenaza, se justifica la posibilidad de ejercer el recurso de
casación como instrumento de su defensa y corrección aunque
limitado sólo a la vulneración de los derechos de tal naturaleza,
quedando por tanto descartado que dentro de dicha noción se
encuentren las anomalías o simples irregularidades procesales
que no son por sí mismas contrarias a la Constitución. Tercero.-
Que, en este contexto, si bien en el presente recurso no se
denuncia la contravención de las normas que garantizan el debido
proceso; sin embargo, por encontrarnos frente a una irregularidad
que transgrede principios y derechos del debido proceso, queda
obligada esta Sala Suprema a pronunciarse en forma excepcional
respecto a dicha causal, en aplicación de lo dispuesto en los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
obviándose las denuncias materiales invocadas, al observarse la
existencia de vicios que vulneran el derecho de los justiciables de
obtener de parte de los órganos jurisdiccionales una resolución
debidamente motivada y que se respalde en los actuados
(fundamentos fácticos, jurídicos y probatorios). Cuarto.- Que, al
respecto, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la
Constitución Política del Estado ha establecido como un derecho
relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Quinto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
78675
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Sexto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sétimo.- Que, bajo dicho
contexto, se advierte que el juez de la causa y el Colegiado
Superior han declarado fundada la demanda de desalojo por
ocupación precaria, considerando que el Ejército del Perú tiene
inscrito a su favor, derecho de uso respecto al inmueble materia de
litis, no habiendo acreditado los demandados contar con título que
justifique la posesión del mismo. Sin embargo, omiten efectuar un
análisis minucioso respecto a las alegaciones expresadas por los
demandados durante el transcurso del proceso, referidos a que
mediante Resolución Suprema 586-H del ocho de setiembre de
mil novecientos sesenta y cuatro, el Ministerio de Hacienda y
Comercio, declaró afectado el inmueble materia de litis a favor del
Ministerio de Guerra, donde funcionaba el Cuerpo General de
Inválidos, siendo que si bien de la Partida Registral correspondiente,
se desprende que con posterioridad a la inscripción registral de la
precitada afectación, obra un derecho de uso otorgado a favor del
Ejército del Perú, se debería considerar el que tal derecho de uso
se efectúa bajo el titulado: “cambio de denominación” y que el
emplazado cesó por invalidez adquirida en acto de servicio
conforme a la Resolución Suprema 24-DGAM/P expedida por el
Ministerio de Guerra, teniendo la calidad de incapacitado conforme
a la Resolución Ejecutiva 6532-2003-SE/REG-CONADIS, por lo
que corresponde determinar si el Ministerio de Guerra le habría
asignado el inmueble sub litis para que lo utilice como vivienda, y
si el derecho de uso otorgado al demandante alteró o no las
condiciones de la afectación otorgada a este Ministerio; en
consecuencia, las sentencias de mérito adolecen de motivación
insuficiente conforme a lo expuesto en el sexto considerando de la
presente resolución. Octavo.- Que, las omisiones advertidas en la
fundamentación de la sentencia de vista, afecta la garantía y
principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones
consagrados en los incisos 3) y 5) de la Constitución Política del
Estado, respectivamente, que encuentra desarrollo legal en los

78676 CASACIÓN
incisos 3) y 4) del artículo 122º del Código Procesal Civil, en tanto
para la validez y eficacia de las resoluciones judiciales exige, bajo
sanción de nulidad, que en éstas se respeten los principios de
jerarquía de las normas y congruencia, así como que contengan
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables
en cada punto, precisando de forma clara, lo que se decide u
ordena, respecto de todos los puntos controvertidos, según el
mérito de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia,
corresponde declarar la nulidad de las sentencias de mérito y
disponer que el juez de la causa emita nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandado
Ramón Panaifo Mozombite, de folios cuatrocientos cincuenta y
dos; en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha treinta
y uno de enero de dos mil catorce, de folios cuatrocientos nueve,
e INSUBSISTENTE la apelada de fecha diecinueve de agosto de
dos mil trece, de folios trescientos cuarenta y seis, ORDENARON
que Primer Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la presente
ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos por el Ejército del Perú, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA C-1392274-34
CAS. Nº 1837-2014 LIMA
División y Partición de Bienes. Tema: División y Partición. Sumilla:
De los fundamentos de la sentencia de vista no se advierte alguno
que se encuentre orientado a desvirtuar los argumentos
impugnatorios expuestos en el recurso de apelación y descritos en
el considerando anterior, antes bien para otorgarle la razón a la
demandante, la Sala ha circunscrito su pronunciamiento a lo
dispuesto en el artículo 984 del Código Civil, que establece que los
copropietarios están obligados a hacer partición cuando uno de
ellos o el acreedor de cualquiera lo solicite. Lima, veintiséis de
mayo del dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la
causa número mil ochocientos treinta y siete - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha; y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO. En el presente proceso de división y
partición de bienes, el demandado Jaime Felipe Vidal Henderson
ha interpuesto recurso de casación mediante escrito de fojas
ciento ochenta y nueve, contra la sentencia de vista de fecha
cuatro de junio de dos mil catorce de fojas ciento diecisiete,
dictada por la Cuarta Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia de
primera instancia del tres de junio de dos mil trece de fojas
cincuenta y nueve, que declara fundada la demanda y en
consecuencia ordena la partición del inmueble ubicado en la calle
Juan Dellepiani No. 225-219 del distrito de San Isidro, inscrito en
la Partida No. 41848464 del Registro de Propiedad Inmueble de
Lima, correspondiendo tanto a la demandante como al emplazado
el 50% del citado inmueble cuya partición se efectuará en
ejecución de sentencia. II. ANTECEDENTES. 1. DEMANDA. Por
escrito de fecha veinticinco de noviembre del dos mil once de fojas
diecinueve, Mylene María Amelia Delboy Noriega, interpone
demanda de división y partición contra Jaime Felipe Vidal
Henderson, quien viene a ser su ex esposo, a efecto que se
proceda a la división del inmueble ubicado en la calle Juan
Dellepiani No. 225 – 219, del distrito de San Isidro – Lima, pues el
mismo se encuentra en posesión absoluta de dicho inmueble,
negándose a dividirlo voluntariamente, perjudicando el derecho
que le concede a disfrutar de dicho bien. Alega que mediante
Escritura Pública de Anticipo de Legítima de fecha cinco de
octubre de mil novecientos noventa y dos, debidamente inscrito en
los Registros Públicos con fecha veinticinco de noviembre de mil
novecientos noventa y dos, el demandado le transfirió a la actora
el 50% de sus derechos y acciones sobre el inmueble sito en la
calle Juan Dellepiani No. 225-219, del distrito de San Isidro. Dicho
anticipo de legítima se realizó con dispensa de colación, cuando la
situación de ambas partes era de casados, sin embargo, luego
dicho vínculo matrimonial quedó disuelto mediante sentencia del
quince de mayo de dos mil nueve, aprobada por sentencia del
cinco de agosto del mismo año, debidamente inscrita en la Partida
No. 12405337 del Registro Personal de la Oficina Registral de
Lima. Posteriormente la actora, le planteó al demandado
alternativas respecto del inmueble, entre ellas, que le vendiera su
parte o en todo caso vender el predio a un tercero, sin embargo no
obtuvo respuesta. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA.
Mediante escrito de la página veintinueve, Jaime Felipe Vidal
Henderson, contesta la demanda señalando que desconoce
totalmente el acto jurídico de anticipo de legítima pues nunca
cedió el inmueble de su propiedad a favor de persona alguna,
menos en anticipo de legítima, además ha podido advertir que la
firma que aparece en dicho acto jurídico no es su firma, lo cual
probará en la etapa oportuna. Sostiene que el inmueble materia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
este litigio fue adquirido por el recurrente mediante Anticipo de
Legítima otorgada por sus padres Enrique Vidal Cárdenas y Annie
Henderson Merino y que dicho inmueble constituye la única
propiedad que ostenta, teniendo además otros herederos
forzosos, hechos que contrasta con el artículo 725 del Código
Civil; por tanto, concluye que dicho anticipo no solo es falso sino
también anulable. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Conforme se
aprecia de la página cincuenta y cinco, se estableció como puntos
controvertidos: Determinar si el anticipo de legítima del 50% del
inmueble ubicado en la calle Dellepiani No. 225-219, San Isidro,
otorgado por el emplazado a favor de la atora, reúne las
formalidades establecidas por Ley. De acreditarse lo dicho,
determinar si corresponde la división y partición del referido
predio. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el
trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia de la página
cincuenta y nueve, su fecha tres de junio de dos mil trece, declaró
fundada la demanda y en consecuencia ordenó la partición del
inmueble ubicado en la calle Juan Dellepiani No. 225-219, San
Isidro, inscrito en la Partida No. 41848464 del Registro de
Propiedad Inmueble de Lima, correspondiendo tanto a la
demandante como al emplazado el 50% del citado inmueble, cuya
partición se efectuará en ejecución de sentencia, tras considerar
que si bien el demandado desconoce el acto jurídico consistente
en la Escritura Pública de Anticipo de Legítima de fecha cinco de
octubre de mil novecientos noventa y dos, sin embargo dicha
afirmación no ha sido acreditada con documento o medio
probatorio alguno, alegando también que tiene otros herederos
forzosos pero no ha acreditado dicha afirmación. En todo caso, si
el anticipo de legítima adolece de algún vicio es una situación que
deberá discutirse en otro proceso y vía, en tanto que en esta
causal la Escritura Pública de Anticipo de Legítima se encuentra
válidamente otorgada conforme al artículo 1625 del Código Civil.
5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la
página setenta y uno, el demandado Jaime Felipe Vidal Henderson
interpone recurso de apelación, alegando que no ha sido notificado
correctamente con la presente demanda, pues se ha enterado por
terceras personas de este proceso y cuando acudió al Juzgado a
leer el expediente advirtió que la demanda ha sido notificada bajo
puerta lo que es falso, ya que en la cédula de notificación se indica
que no se encontró a nadie, describiendo al inmueble como de
ladrillos, sin embargo el recurrente alega que domicilia en un
departamento ubicado dentro de un edificio, lo que no ha sido
consignado, por lo que infiere que la notificadora nunca llegó a la
dirección indicada. También agrega que la firma que aparece en el
supuesto escrito de contestación no le pertenece e incluso el
abogado que firma dicha contestación es el mismo letrado que en
varias ocasiones ha defendido a la actora, por lo que se evidencia
coordinación entre dichas personas. Señala que a este caso
resulta de aplicación la división y partición contemplada en los
artículos 844 y siguientes del Código Civil y no bajo las normas de
la copropiedad. Sostiene que debió aplicarse lo dispuesto en el
artículo 805 inciso 2 del Código Civil, el cual dispone la caducidad
de la institución de heredero del cónyuge divorciado y por ende la
pérdida del anticipo de legítima, aplicable al caso por analogía;
agrega que de acuerdo al artículo 353 del mismo Código, se
advierte la ilegitimidad de la demandante para plantear la presente
acción ya que una de las consecuencias del divorcio es la pérdida
de la vacatio hereditatis, es decir, la pérdida de la vocación
hereditaria. También sostiene que de acuerdo a los artículos 844 y
845 del Código Civil, recién se puede heredar los bienes cuando
fallece el otorgante y recién a partir de dicho hecho se puede
solicitar la división y partición. Finalmente, señala que la
demandante ha ocultado al Juzgador, la existencia de los dos hijos
que tienen en común, esto es de Álvaro David y Jaime Alejandro
Vidal Delboy; por tanto, es de aplicación el artículo 723 del Código
Civil, según el cual, no se puede disponer libremente de la
herencia cuando hay herederos forzosos. 6. SENTENCIA DE
VISTA. Elevados los autos en virtud del recurso de apelación
interpuesto, la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, mediante sentencia de vista de la página ciento diecisiete,
del cuatro de junio de dos mil catorce, confirmó la sentencia de
primera instancia, que declaró fundada la demanda interpuesta
por Mylene María Amelia Delboy Noriega, tras considerar que en
atención a lo dispuesto por el artículo 984 del Código Civil, que
establece que los copropietarios están obligados a hacer partición
cuando uno de ellos o el acreedor de cualquiera lo pida, salvo en
los casos de indivisión forzosa proveniente acto jurídico o de la
Ley, y no existiendo discrepancia con relación a la proporción que
a cada uno de los copropietarios corresponde respecto del predio
en litigio, la división y partición demandada deberá ampararse,
debiendo efectuarse en la proporción del 50% para cada uno de
los justiciables, agregando que el acto jurídico de anticipo de
legítima de fecha cinco de octubre de mil novecientos noventa y
dos ha sido inscrito en el mes de noviembre de mil novecientos
noventa y dos, pese al tiempo transcurrido no ha sido impugnado
por el demandado, por lo tanto, conserva todo su valor, mientras
que judicialmente no se declare su invalidez o ineficacia. III.
RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha quince de agosto de dos mil catorce obrante a
fojas veintiséis del cuaderno de casación, ha declarado procedente
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el recurso de casación interpuesto por el demandado Jaime Felipe
Vidal Henderson mediante escrito de fojas ciento ochenta y nueve
por las causales de: infracción normativa del artículo 139 incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Estado, así como de los artículos
I del Título Preliminar y 121 del Código Procesal Civil, e infracción
normativa de los artículos 723, 831, 844, 845, 805 inciso 2, 353,
984 y 988 del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA. Primero.- Que, el derecho al debido proceso
previsto en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución Política
del Estado, está concebido como el cumplimiento de todas las
garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los
procedimientos, incluidos los administrativos, a fin de que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus
derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos,
siendo una de sus expresiones, el derecho que tiene todo
justiciable a conocer las motivaciones suficientes que conllevaron
al juzgador a emitir un fallo judicial, tal como así lo dispone además
el inciso 5) del artículo 139 de la Carta Política. Segundo: Que, el
Tribunal Constitucional en la STC Nº 728-2008-PH/TC ha
establecido que el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los Magistrados,
sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o
los que se derivan del caso, precisando que el contenido
constitucionalmente garantizado de este derecho queda
delimitado, entre otros, en la motivación aparente, la cual se
configura cuando la resolución no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque sólo intenta dar
un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico. Tercero: Que, considerando la
naturaleza de los agravios denunciados, corresponde ingresar al
análisis de las causales en estricta observancia de sus efectos, ya
que al tener carácter nulificante la infracción de las normas de
orden procesal, al amparar éstas ya no será necesario ingresar al
análisis de la infracción de las normas de orden sustantivo,
orientadas a resolver el fondo del asunto. Cuarto: Que, el artículo
122 inciso 4 del Código Procesal Civil, establece que las
resoluciones judiciales deben contener: la expresión clara y
precisa de lo que se decide u ordena respecto de todos lo puntos
controvertidos. Si el Juez denegase una petición por falta de algún
requisito o por una cita errónea de la norma aplicable a su criterio,
deberá en forma expresa indicar el requisito faltante y la norma
correspondiente. Quinto: Que, en el presente caso, de la lectura
de los agravios impugnatorios expuestos en el recurso de
apelación interpuesto contra la sentencia de primera instancia, se
desprende, entre otros argumentos, que a decir del recurrente, su
parte no habría sido notificado correctamente con la presente
demanda, pues se ha enterado por terceras personas de este
proceso y cuando acudió al Juzgado a leer el expediente advirtió
que la demanda ha sido notificada bajo puerta lo que es falso, ya
que en la cédula de notificación se indica que no se encontró a
nadie, describiendo al inmueble como de ladrillos, sin embargo el
recurrente alega que domicilia en un departamento ubicado dentro
de un edificio, lo que no ha sido consignado, por lo que infiere que
la notificadora nunca llegó a la dirección indicada. De otro lado
alega que la firma que aparece en el supuesto escrito de
contestación no le pertenece e incluso el abogado que firma dicha
contestación es el mismo letrado que en varias ocasiones ha
defendido a la actora, por lo que se evidencia coordinación entre
dichas personas. Sexto: Que, de los fundamentos de la sentencia
de vista no se advierte alguno que se encuentre orientado a
desvirtuar los argumentos impugnatorios expuestos en el recurso
de apelación y descritos en el considerando anterior, antes bien
para otorgarle la razón a la demandante, la Sala ha circunscrito su
pronunciamiento a lo dispuesto en el artículo 984 del Código Civil,
que establece que los copropietarios están obligados a hacer
partición cuando uno de ellos o el acreedor de cualquiera lo
solicite. Omisión en el pronunciamiento que amerita la nulidad de
la sentencia de vista, pues es evidente la vulneración del derecho
al debido proceso del recurrente, cuando el Juez Superior soslaya
sus argumentos impugnatorios dejando de pronunciarse respecto
de los mismos, pese a que a través de ellos estaría denunciando
la afectación de su derecho a la defensa pues según refiere, entre
otros argumentos, el escrito de contestación que aparece en el
proceso no habría sido presentado por él, sino por un abogado
que en varias ocasiones ha defendido a la actora, aspecto que no
solo merece un pronunciamiento por parte del Juez Superior, sino
el debido esclarecimiento para los efectos de descartar cualquier
tipo de fraude procesal, que tendrían que ver además con defectos
en la notificación del demandado, y que merecen ser analizados
en las instancias pertinentes. Sétimo: Que, consecuentemente,
tras advertirse defectos procesales en la tramitación del presente
proceso, es evidente que el análisis de la infracción normativa de
dispositivos legales de carácter material carece de objeto,
debiendo disponerse el reenvío del proceso a la Cuarta Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, a efecto que proceda a
emitir pronunciamiento con respecto a todos los argumentos
expuestos en el recurso de apelación de fojas setenta y uno. V.
78677
DECISIÓN. Por estos fundamentos y en aplicación del artículo
397 del Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso
de casación interpuesto por el demandado Jaime Felipe Vidal
Henderson mediante escrito de fojas ciento ochenta y nueve, en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas ciento diecisiete,
su fecha cuatro de junio del dos mil catorce, ORDENARON a la
cuarta sala civil de la Corte Superior de Justicia de Lima emita
nueva resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos por Mylene María Amelia Delboy Noriega, sobre división
y partición de bienes; y los devolvieron; interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-35
CAS. Nº 1852-2014 JUNIN
Lima, veinticuatro de julio del dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por los
demandados Norma Alicia Jiménez Roca y Julio Raúl Meza
Sulluchuco, a fojas dos mil noventa y siete, contra la resolución
de vista de fojas un mil ciento cuarenta y ocho, que revocando la
sentencia apelada, declara fundada la demanda, en consecuencia
ordena que los demandados paguen en forma solidaria la suma de
veintiséis mil ciento veintinueve con dieciséis centavos de Nuevos
Soles (S/. 26,129.16) a favor del Estado – Consejo Transitorio de
Administración Regional – CTAR JUNÍN, más el pago de intereses
legales, que serán calculados en ejecución de sentencia, recurso
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número
29364. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida
por la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante la referida Sala Superior que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que
la recurrente fue notificada el treinta de mayo del dos mil catorce,
conforme se corrobora con los cargos de folios mil ciento sesenta,
e interpuso el recurso de casación el día trece de junio de ese
mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a fojas un mil ciento sesenta y tres. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple con
lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no
consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa,
la impugnó mediante su recurso de apelación de folios mil ciento
veintitrés. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria1. Quinto.- Que, el recurrente invocando el
artículo 387 del Código Procesal Civil denuncia como agravio:
La omisión de aplicación del artículo 1331 del Código
Civil y aplicación indebida de los artículos 1321 y 1331 del
mencionado Código respectivamente, alegando que el artículo
1321 en comento no puede ser analizado de manera aislada, sino
aplicado en observancia del artículo 1331 del Código Civil; así
como el demandante en su demanda únicamente menciona que
le han causado daños; empero, no cumple y omite fundamentar
con el artículo 1331 del Código Civil, lo que viola su derecho
constitucional a un debido proceso, resultando incongruente la
sentencia, por indebida motivación. Precisa que el demandante
no ha cumplido con acreditar ni fundarse en el artículo 1331 del
Código Civil, es decir, no ha adjuntado medio probatorio alguno del
daño emergente ocasionado, basándose únicamente en el Informe
Especial No. 084-2004-CG/ZN; por el contrario, los suscritos sí
han acreditado en la estación probatorio correspondiente, con
documentos, resoluciones y las propias tarjetas de marcado, que
los funcionarios en cuestión han laborado más de cuatro a cinco
horas adicionales, es más el propio CTAR – JUNIN con sendas
resoluciones los han absuelto de todos los cargos al respecto, es
decir, para la propia entidad no existe daño emergente, pruebas
que han sido debidamente actuadas en el proceso; sin embargo,
los Jueces Superiores han emitido la sentencia de vista violando
e inaplicando indebidamente los artículos 1321 y 1331 del Código
Civil. También la sentencia de vista ha incurrido en nulidad
absoluta, al no haberse pronunciado sobre todos los extremos
de la pretensión impugnatoria de apelación y absolutoria de dicha

78678 CASACIÓN
pretensión, siendo nula de pleno derecho al ser incongruente
procesal y materialmente, afectando su derecho constitucional al
debido proceso y tutela procesal efectiva. Sexto.- Que, en lo que
concierne al agravio denunciado, es evidente la falta de claridad
y precisión en el modo en que ha sido expuesto el agravio, por lo
que ha incurrido en la causal de improcedencia del inciso 1 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que no aparece
claramente cuál es la pretensión impugnatoria en la que se
sustenta el recurso, dado que la denuncia de infracción normativa
relativa a normas de carácter material sugiere una pretensión
revocatoria, no obstante los recurrentes, alegan haberse incurrido
en nulidad absoluta al no existir pronunciamiento sobre todos los
extremos de la pretensión impugnatoria de apelación; sin embargo
no se precisa cuáles son dichos extremos, a lo que se suma el
hecho que la denuncia casatoria se basa en un supuesto según
el cual, el artículo 1321 en comento no puede ser analizado de
manera aislada, sino aplicado en observancia del artículo 1331
del Código Civil, pero no señalan los impugnante cuál es el
sentido interpretativo de la reclamada aplicación de las normas en
comento. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por los demandados Norma
Jiménez Roca y Julio Raúl Meza Sulluchuco, contra la sentencia
de vista de folios mil ciento cuarenta y ocho; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron; en los seguidos
por la Contraloría General de la República sobre indemnización por
daños y perjuicios; notificándose. Interviene como ponente el Juez
Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RÓDRIGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-36
CAS. Nº 1870- 2014 LA LIBERTAD
IMPUGNACION DE RECONOCIMIENTO DE PATERNIDAD Y
FILIACIÓN EXTRAMATRIMONIAL. Habiéndose tramitado en
forma acumulativa, originaria y objetiva la pretensión de
impugnación y de paternidad y como accesorias de filiación,
contra el presunto padre biológico, corresponde al Juez contemplar
la posibilidad de aplicar el artículo 1 de la Ley 28457, pues al
haberse ofrecido por la demandante la prueba del ADN, el
demandado tendría la carga de la prueba, debido a que la
confesión corporal que significa proporcionar elementos
biológicos, está dentro de la esfera de su decisión para obtener la
verdad biológica . Lima, veintiocho de mayo de dos mil quince. La
Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República: Que, después de revisar el expediente con numeración
asignada: 1870 – 2014 en esta Sede, sobre proceso de
impugnación de reconocimiento y filiación extramatrimonial, en
Audiencia Pública de la data, oído el informe oral, y, emitida la
votación de la Suprema Sala conforme a la Ley Orgánica del
Poder Judicial, se expide la siguiente resolución: 1.- Materia del
Recurso: Que se trata del recurso de casación, de fojas doscientos
setenta y siete, interpuesto por la demandante Candy Noelia
Azabache Domínguez contra la sentencia de segunda instancia,
contenida en la resolución número 23, de fojas doscientos sesenta
y tres, del veinte de noviembre de dos mil trece, que confirma la
sentencia apelada, comprendida en la resolución número 20, de
fojas doscientos veinticinco, del uno de agosto de dos mil trece, en
el extremo que declara infundada la demanda en cuanto a la
pretensión accesoria de filiación extramatrimonial. 2.
Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar si se ha
incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es necesario
realizar las siguientes precisiones fácticas sobre este proceso, ya
que sin hechos no se puede aplicar el derecho, para cuyo efecto
se efectuará un resumen de la controversia suscitada, materia del
presente recurso: Etapa Postulatoria del Proceso. 2.1.
Interposición de la Demanda. Que, Candy Noelia Azabache
Domínguez, mediante escrito de fojas ocho y dieciocho, el
dieciocho de marzo de dos mil once, interpone demanda contra
María Elizabeth Domínguez Sosa (su madre), Walter Francisco
Azabache Moreno (quien la reconoció como su padre) y Segundo
Juan Ávila Varas (su padre biológico), sobre: impugnación de
reconocimiento de paternidad; y, como pretensión accesoria, la de
filiación extramatrimonial. Se sustenta en los siguientes
fundamentos fácticos: 1) Impugna el reconocimiento que respecto
de su persona ha formulado el demandado Walter Francisco
Azabache Moreno, con la complacencia de su madre, María
Elizabeth Domínguez Sosa, quien pese a saber que dicha persona
no es su padre biológico, ha permitido que la reconozca como tal
y con ello ha afectado gravemente su derecho a la identidad y su
derecho a llevar su verdadero apellido, pues por efecto de dicho
reconocimiento lleva un apellido que no le corresponde. 2) Solicita
que se declare judicialmente la paternidad extramatrimonial de su
persona, respecto del demandado Segundo Juan Ávila Varas,
quien es su padre biológico, esto es, que se declare que el referido
demandado, es su padre biológico y por tanto, su derecho llevar el
apellido paterno Ávila; 3) Alega que producto de la relación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
extramatrimonial entre su madre, la demandada María Elizabeth
Domínguez Sosa y el demandado Segundo Juan Ávila Varas,
nació la recurrente el 26 de abril de 1981, en Trujillo, habiendo sido
declarada y firmada solamente por su madre; 4) Sin embargo, en
la fecha en que nació la recurrente, su madre ya no sostenía
relación alguna con su padre biológico y posiblemente es por
dicha razón que no fue reconocida oportunamente por su padre
biológico; 5) Es el caso que, después de su nacimiento, su madre
ha mantenido una relación de convivencia con el demandado
Walter Francisco Azabache Moreno, quien convivía junto con su
madre, desde algunos años anteriores a mil novecientos ochenta
y cinco, y tal vez al haberle tomado cariño, la ha reconocido coma
si fuera su hija y es por ello que lleva su apellido; 6) Señala que
conforme se observa del acta de reconocimiento insertada al
margen de su partida de nacimiento, se verifica que, cuando tenía
aproximadamente cuatro a cinco años de edad, el ahora
demandado Walter Francisco Azabache Moreno, la ha reconocido
como hija suya y desde esa oportunidad se le asigna el nombre de
Candy Noelia Azabache Domínguez; 7) Precisa que cuando
adquirió la mayoría de edad, ciertas murmuraciones llegaron a sus
oídos, por lo cual efectuó las indagaciones con su abuelita, quien
le contó la verdad sobre su filiación, en el sentido que la persona
que la había reconocido no era su padre, luego de ello instó a su
madre a decirle la verdad, que aceptó que efectivamente no era
hija de quien la había reconocido, sino era hija del ahora
demandado Segundo Juan Ávila Varas; que al haber visto su
fotografía, tiene mucho parecido físico, con el rostro a su verdadero
padre, por lo que solicita que se le asigne judicialmente la identidad
que le corresponde, llevando el apellido Ávila y no Azabache, y
que la paternidad la demostrará de manera palmaria con la prueba
del ADN. Etapa de Absolución, Allanamiento y Rebeldía 2.2.
Allanamiento La demandada María Elizabeth Domínguez Sosa,
mediante escrito de fojas cuarenta y uno se allana a la demanda.
Por Resolución Nº 04, de fojas cincuenta y siete, del once de
octubre de dos mil once, se declara improcedente dicho
allanamiento, por tratarse de un derecho indisponible. El
demandado Walter Francisco Azabache Moreno, a través del
escrito de fojas sesenta y seis, se allana a la demanda. Pero por
resolución de fojas sesenta y nueve, del once de octubre de dos
mil once, se declaró improcedente dicho allanamiento, por los
mismos fundamentos de tratarse de un derecho indisponible. 2.3.
Rebeldía Que, por resolución de fojas noventa y dos, del
veintinueve de noviembre de dos mil once, se declara rebeldes a
los demandados: María Elizabeth Domínguez Sosa, Walter
Francisco Azabache Moreno y Segundo Juan Ávila Varas. 2.4.
Saneamiento y Puntos Controvertidos Por resolución Nº 07, de
fojas noventa y dos se declara: saneado el proceso por existir una
relación jurídico procesal válida entre las partes. Por resolución de
fojas ciento cinco, integrada por resolución de fojas ciento catorce,
se fijan los siguientes puntos controvertidos: De la pretensión
principal: Determinar si procede amparar la pretensión de
impugnación del reconocimiento en la partida de nacimiento de
Candy Noelia Azabache Domínguez, efectuado por Walter
Francisco Azabache Moreno. De la pretensión accesoria:
Determinar la procedencia de la declaración judicial de paternidad
extramatrimonial de Segundo Juan Ávila Varas, respecto a Candy
Noelia Azabache Domínguez. 3) Etapa Decisoria e Impugnativa
3.1. Sentencia de Primera Instancia. El Juez del Segundo
Juzgado de Familia de Trujillo de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, expide la sentencia, contenida en la resolución
número 20, de fojas doscientos veinticinco, del uno de agosto de
dos mil trece, que declara: 1) Fundada en parte la demanda
interpuesta por Candy Noelia Azabache Domínguez contra María
Elizabeth Domínguez Sosa, Walter Francisco Azabache Moreno y
Segundo Juan Ávila Varas, sobre impugnación de reconocimiento
de paternidad, en consecuencia: 2) Declara que Walter Francisco
Azabache Moreno, no es el padre biológico de Candy Noelia
Azabache Domínguez; procediéndose a la exclusión de sus
nombres, del acta de nacimiento, de fojas dos, partida número mil
ciento treinta y cuatro, para tal efecto se cancele dicha acta y se
genere una nueva acta de nacimiento, en la que no aparezcan los
nombres de Walter Francisco Azabache Moreno; subsistiendo los
demás datos que aquél documento contiene; 3) Infundada la
referida demanda en cuanto a la pretensión accesoria de filiación
extramatrimonial. El Juez ha considerado que se ha probado que
el codemandado Walter Francisco Azabache Moreno no es el
padre biológico de la demandante, por mérito de la prueba de
paternidad de ADN, cuyos resultados constan en el folio ciento
noventa y seis, la cual no ha sido cuestionada por las partes, en la
que se concluye: “1. La señora María Elizabeth Domínguez Sosa
es madre biológica de Candy Noelia Azabache Domínguez; 2.
Según las normas internacionales sobre prueba del ADN para
determinación de paternidad, tres o más alelos que no coinciden
entre la supuesta hija y el supuesto padre son demostración de
exclusión de paternidad. El Señor Walter Francisco Azabache
Moreno no es padre biológico de Candy Noelia Azabache
Domínguez”; quedando establecido entonces que Walter
Francisco Azabache Moreno no es el padre biológico de Candy
Noelia Azabache Domínguez, correspondiendo excluir los
nombres de Walter Francisco Azabache Moreno del acta de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
nacimiento correspondiente de Ia demandante, cuyo ejemplar
corre a folios dos; declarando por tanto fundada la pretensión. 3.2.
Recurso de Apelación. Que, la demandante Candy Noelia
Azabache Domínguez, el veintisiete de agosto de dos mil trece, a
fojas doscientos cuarenta y cuatro, interpone recurso de
apelación, mediante el cual alega: 1) que no se ha valorado, que
su madre, dentro del proceso, ha declarado expresamente que la
demandante es producto de las relaciones sostenidas habidas con
la persona del demandado Segundo Juan Ávila Varas; 2) Que, la
prueba de ADN, no se ha producido en la persona de su padre
biológico, porque exprofesamente, pese a haber sido debidamente
notificado, no se ha presentado para brindar las muestras, no ha
salido a proceso; que esta conducta procesal ha sido aplicada en
contra de su pretensión, lo que considera contraproducente; 3)
Que, los hechos expuestos en la demanda, sobre su verdadera
paternidad, han sido confirmados por su madre, esto es, su madre
ha afirmado en juicio, que Ia demandante es producto de las
relaciones sexuales que ella ha sostenido con Segundo Juan Ávila
Varas, razón por la que sí se ha producido actividad probatoria
válida, para acreditar el extremo de Ia demanda sobre filiación
extra matrimonial; en otras palabras, si se ha probado los extremos
sobre ésta pretensión. 4) Pluralidad de la Instancia 4.1.
Sentencia de Revisión. La Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, expidió la sentencia de segunda
instancia, contenida en la resolución número 23, de fojas
doscientos sesenta y tres, del veinte de noviembre de dos mil
trece, que confirma la sentencia apelada, comprendida en la
resolución número 20, de fojas doscientos veinticinco, del uno de
agosto de dos mil trece, en el extremo que declara infundada la
demanda en cuanto a la pretensión accesoria de filiación
extramatrimonial. Etapa Extraordinaria – Procedimiento
Casatorio 5.- Causales por las que se Ha Declarado Procedente
el Recurso de Casación: Que, el recurso de casación, de fojas
doscientos setenta y siete, que interpone la demandante Candy
Noelia Azabache Domínguez, ha sido declarado procedente,
mediante el auto calificatorio, de fojas treinta, del cuaderno de
casación, del dieciocho de agosto de dos mil catorce, por la causal
de infracción normativa de los artículos: A) 402 inciso 6 del
Código Civil; B) 1 y 2 de la Ley número 28457 y 461 del Código
Procesal Civil; C) 1 y 2 numeral 1 de la Constitución Política
del Perú. 6.- Materia Jurídica en Debate Que, la materia jurídica
en debate, en el presente recurso de casación, se centra en
determinar si se ha cumplido con el debido proceso en relación a
la pretensión accesoria de filiación extramatrimonial. 7.-
Fundamentos Jurídicos de este Supremo Tribunal de
Casación Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de
casación se ha declarado la procedencia por la causal de
infracción normativa por vicios in procedendo; que resulta
menester efectuar el análisis de la causal referida a las infracciones
procesales, de acuerdo al orden precisado en la presente
resolución y conforme al recurso interpuesto, dados los alcances
de la decisión, pues en caso de ampararse la misma, esto es, si se
declara fundada la Casación por la referida causal, deberá
reenviarse el proceso a la instancia de origen para que proceda
conforme a lo resuelto. Asimismo, conforme a lo dispuesto en el
inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
Ley número 29364, que exige: “(...) indicar si el pedido casatorio
es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es
total o parcial, y si es este último, se indicará hasta donde debe
alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe
consistir la actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos
pedidos, deberá entenderse el anulatorio como principal y el
revocatorio como subordinado”. Segundo.- Que, existe infracción
normativa cuando la resolución impugnada padece de anomalía,
exceso, error o vicio de derecho en el razonamiento judicial
decisorio, lógica-jurídica (ratio decidendi), en el que incurre el
juzgador, perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo
para el sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las
funciones del recurso de casación. Tercero.- Que, respecto a la
procedencia del recurso de casación por la causal de infracción
normativa de los artículos 1 y 2 de la Ley número 28457 y 461
del Código Procesal Civil, alega la recurrente que las instancias
de mérito, al verificar la conducta negativa del demandado, de
inconcurrencia a la audiencia de toma de muestra para la prueba
de ADN, se ha debido aplicar el artículo 402 inciso 6 del Código
Civil, es decir, se debió evaluar la conducta obstructiva y aplicar la
presunción relativa de veracidad, a que se refiere el artículo 461
del Código Procesal Civil, y que fue invocada en su recurso de
apelación. Cuarto.- Que, para analizar la infracción de las normas
aludidas, es preciso ver el contenido de sus disposiciones y su
pertinencia, toda vez que en la presente causa se han tramitado
en forma acumulativa, originaria y objetiva las pretensiones
de impugnación de paternidad y accesoria de filiación contra
el presunto padre biológico. Así, en la Ley Nº 28457 que regula el
Proceso de Filiación Judicial de Paternidad Extramatrimonial:
“Artículo 1.- Demanda, acumulación de pretensiones y juez
competente.- Quien tenga legítimo interés en obtener una
declaración de paternidad puede pedir al juez de paz letrado que
expida resolución declarando la filiación demandada. En este
mismo proceso podrá acumularse como pretensión accesoria, la
78679
fijación de una pensión alimentaria, de conformidad con lo
establecido en el último párrafo del artículo 85 del Código Procesal
Civil. En este caso, el juez, además de expedir el mandato
declaratorio de paternidad extramatrimonial, correrá traslado al
emplazado de la pretensión de alimentos. El emplazado tiene un
plazo no mayor a diez días de haber sido notificado válidamente
para oponerse y absolver el traslado de la pretensión de alimentos
sujetándose a lo establecido en el artículo 565 del Código Procesal
Civil. Si el emplazado no formula oposición dentro del plazo de
diez días de haber sido notificado válidamente, el mandato se
convertirá en declaración judicial de paternidad y el juez dictará
sentencia pronunciándose sobre la pretensión de alimentos”;
Artículo 2.- Oposición.- La oposición suspende el mandato siempre
y cuando el emplazado se obligue a realizarse la prueba biológica
del ADN. El costo de la prueba es abonado por la parte demandada
en el momento de la toma de las muestras o puede solicitar el
auxilio judicial a que se refiere el artículo 179 y siguientes del
Código Procesal Civil. Formulada la oposición y absuelto el
traslado de la pretensión de alimentos, el juez fijará fecha para la
audiencia única, la que deberá realizarse dentro de los diez días
siguientes. En dicha audiencia se llevará a cabo la toma de
muestras para la prueba biológica del ADN, la cual es realizada
con muestras del padre, la madre y el hijo. Asimismo, se procederá
conforme lo dispuesto en el artículo 555 y demás del Código
Procesal Civil en lo que respecta a la pretensión de fijación de una
pensión alimentaria. Por el solo mérito del resultado de la prueba
biológica del ADN, y de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 3 y 4, el juez resuelve la causa. Para efectos de la
presente Ley, no resulta necesaria la realización de la audiencia
especial de ratificación pericial, ni los actos procesales que
establece el artículo 265 del Código Procesal Civil”. Quinto.- Que,
a efecto de subsumir la denuncia precedente se debe tener
presente que ésta posibilita por su carácter procesal precisar qué
la Suprema Corte de Casación Civil ha establecido que: “(...) El
debido proceso es el conjunto de garantías que protegen a los
ciudadanos sometidos a cualquier proceso, con el fin de
asegurarles una oportuna y recta administración de justicia, en
orden a procurar seguridad jurídica y que las decisiones se
pronuncien conforme a derecho, entonces es debido aquel
proceso que satisface todos los requerimientos, condiciones y
exigencias necesarias para garantizar la efectividad del derecho
material (...)”1; En este mismo sentido, la Suprema Corte ha
sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un derecho
fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite acceder
al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también a usar
los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el fin de
defender su derecho durante el proceso y conseguir una resolución
emitida con sujeción a ley (...)”2; la Corte Suprema resalta también,
que: “(...) El debido proceso está referido al respeto de los
derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política,
por el cual se posibilita que toda persona puede recurrir a la
justicia para obtener la tutela jurisdiccional efectiva a través de un
procedimiento legal con la posibilidad de hacer uso irrestricto de
su derecho de defensa así como de su derecho a probar, que se
observen reglas procesales establecidas para cada procedimiento
y que las instancias jurisdiccionales emitan pronunciamiento
debidamente motivado con arreglo a ley (...)”3; y, finalmente: “(...)
El derecho al debido proceso se realiza mediante un conjunto de
garantías de las cuales goza el justiciable, las que incluyen: la
tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de la jurisdicción y la
competencia predeterminada por ley, la pluralidad de instancias, la
motivación y la logicidad de las resoluciones y el respeto a los
derechos procesales de las partes (derecho de acción y
contradicción entre otros) (...)”4. Sexto.- Que, en tal sentido, en el
presente proceso se verifica que las alegaciones de la denuncia
vertida por la casacionista tienen base real por cuanto se constata
la concurrencia de vicios insubsanables que afectan el debido
proceso, en tanto que no se ha cumplido con el deber de observar
la garantía constitucional contenida en el inciso 3 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, toda vez que no se han
absuelto las posiciones y contraposiciones de las partes durante el
desarrollo del proceso. Sétimo.- Que, específicamente la
infracción normativa denunciada versa sobre la vulneración del
derecho fundamental a la identidad, respecto del cual el Tribunal
Constitucional se ha pronunciado de forma precisa, extensa, nítida
en las sentencias contenidas en los siguientes expedientes: EXP.
N.º 2273-2005-PHC/TC – Lima, Karen Mañuca Quiroz Cabanillas;
EXP. N.º 00550-2008-PA/TC – Lima, René Quenta Calderón; EXP.
N.º 05829-2009-PA/TC – Lima, Delia Consuelo Ibáñez Orellana,
EXP. N.º 04509-2011-PA/TC - San Martín, Estalin Mello Pinedo,
etc., en los siguientes términos: “(...) El derecho a la identidad, 2.
Este Tribunal considera que de entre los atributos esenciales de la
persona, ocupa un lugar primordial el derecho a la identidad
consagrado en el inciso 1) del artículo 2º de la Constitución,
entendido como el derecho que tiene todo individuo a ser
reconocido estrictamente por lo que es y por el modo como es.
Vale decir, el derecho a ser individualizado conforme a
determinados rasgos distintivos, esencialmente de carácter
objetivo (nombres, seudónimos, registros, herencia genética,
características corporales, etc.); y, aquellos otros que se derivan

78680 CASACIÓN
del propio desarrollo y comportamiento personal, más bien de
carácter subjetivo (ideología, identidad cultural, valores,
reputación, etc.). 3. La identidad desde la perspectiva descrita no
ofrece, pues, como a menudo se piensa, una percepción
unidimensional sustentada en los elementos estrictamente
objetivos o formales que permiten individualizar a la persona. Se
encuentra, además, involucrada con una multiplicidad de
supuestos que pueden responder a elementos de carácter
netamente subjetivos, en muchos casos, tanto o más relevantes
que los primeros. Incluso algunos de los referentes ordinariamente
objetivos no sólo pueden ser vistos simultáneamente, desde una
perspectiva subjetiva, sino que eventualmente pueden ceder paso
a estos últimos o simplemente transformarse como producto de
determinadas variaciones en el significado de los conceptos. 4.
Queda claro que cuando una persona invoca su identidad, en
principio lo hace para que se la distinga frente a otras. Aun cuando
a menudo tal distinción pueda percibirse con suma facilidad a
partir de datos tan elementales como el nombre o las
características físicas (por citar dos ejemplos), existen
determinados supuestos en que tal distinción ha de requerir de
referentes mucho más complejos, como puede ser el caso de las
costumbres o las creencias (por citar otros dos casos). El
entendimiento de tal derecho, por consiguiente, no puede
concebirse de una forma inmediatista, sino necesariamente de
manera integral, tanto más cuando de por medio se encuentran
planteadas discusiones de fondo en torno a la manera de
identificar del modo más adecuado a determinadas personas. 7.
Como es fácil percibir, de la existencia y disposición del Documento
Nacional de Identidad depende no sólo la eficacia del derecho a la
identidad, sino una multiplicidad de derechos fundamentales. De
ahí que cuando se pone en entredicho la obtención, modificación,
renovación o supresión de tal documento, no sólo puede verse
perjudicada la identidad de la persona, sino también un amplio
espectro de derechos, siendo evidente que la eventual vulneración
o amenaza de vulneración podría acarrear un daño de mayor
envergadura, como podría ocurrir en el caso de una persona que
no pueda cobrar su pensión de subsistencia, por la cancelación
intempestiva del registro de identificación y del documento de
identificación que lo avala. (...)”, así mismo se precisa que: “(...)
por su condición de persona humana, constituye el fin supremo de
la sociedad y del Estado y a quien, por tanto, le asiste el derecho
a la identidad. En reiterada jurisprudencia se ha subrayado: “[e]l
artículo 2.1 de la Constitución expresamente refiere que toda
persona tiene derecho a la identidad [...] que comprende [...] el
derecho a un nombre –conocer a sus padres y conservar sus
apellidos–, el relativo a tener una nacionalidad y la obligación de
que el Estado reconozca su personalidad jurídica” (Cfr. STC N.º
02432-2005-PHC/TC, Fund. Jur. 4 Caso Espinoza Joffre). Más
aún, se ha precisado que dicho atributo implica: “[u]n doble
carácter de rasgos, por un lado es objetivo (nombre, seudónimo,
registros, herencia, características corporales, etc.) y, por otro, es
de carácter subjetivo (ideología, identidad cultural, valores,
reputación, etc.), pudiendo ser en muchos casos mucho más
relevante este último. En este sentido, este derecho implica
distinguir a una persona frente a otras a partir de datos tan
elementales como el nombre o las características físicas,
pudiéndose requerir de referentes mucho más complejos como las
costumbres o creencias; por consiguiente, este derecho se
concibe de una manera integral (Cfr. STC N.º 02273-2006-PHC/
TC Fund. Jur. 21/23 Caso Quiroz Cabanillas). A juicio de este
Tribunal, (...) Ningún esquema constitucional donde se reconoce la
justicia como valor esencial y se le rodea de garantías de seguridad
puede, a la vez de proclamarse legítimo, operar en forma contraria
a los mismos derechos que pretende proteger. Ello significaría que
una parte de la Constitución quedaría invalidada so pretexto de
otra, lo que resultaría no solo paradójico sino abiertamente
irrazonable e irracional. En dicho contexto, considera este
Colegiado que, aun cuando la cosa juzgada es importante, esta
institución no puede superponerse al derecho a la identidad por lo
que en el presente caso debe ampararse la pretensión de quien
exige conocer a su progenitor, así como, de ser el caso, de
conservar su apellido. (...)”. Octavo.- Que, en el presente caso,
esta Sala Suprema considera que quien está en capacidad y
posición de acreditar si es o no el padre biológico de la recurrentes
es el propio demandado Segundo Juan Ávila Varas, toda vez que
está en la esfera de su capacidad contribuir con la toma de
muestra de ADN, por lo que resultaría de aplicación el artículo 1 de
la Ley 28457, pues Ia impugnante en su escrito de demanda
pretende que se declare judicialmente Ia paternidad
extramatrimonial de su persona respecto del demandado Segundo
Juan Ávila Varas, por cuanto, se tienen indicios por versión de su
madre, que la referida persona es su padre biológico, refiriendo
que con motivo de Ia relación extramatrimonial habida entre su
madre y el referido co demandado nació la demandante, habiendo
ofrecido la prueba del ADN para demostrar Ia paternidad que
alega. Noveno.- Que, el co demandado Segundo Juan Ávila
Varas, ha sido declarado rebelde, al no haber contestado Ia
demanda, y en Ias dos audiencias de pruebas, actas de fojas
ciento cincuenta y uno a ciento setenta y ocho, María Elizabeth
Domínguez Sosa, madre biológica de la demandante, ha referido
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
que es cierto que producto de las relaciones sexuales con el
demandado Segundo Juan Ávila Varas quedó embarazada de la
demandante, pero cuando al demandado Segundo Juan Ávila
Varas le comunicó que estaba embarazada, este último respondió
que no podía ser porque él no podía tener hijos. Ahora bien, se
debe tener presente que Ia pretensión de filiación extramatrimonial,
está sustentada, según los fundamentos de hecho de Ia demanda,
en Ia prueba de ADN, supuesto que se encuentra previsto en el
inciso 6 del artículo 402 del Código Civil, que prescribe: “La
paternidad extramatrimonial puede ser judicialmente declarada
cuando se acredite el vinculo parental entre el presunto padre y el
hijo a través de la prueba del ADN u otras pruebas genéticas o
científicas con igual o mayor grado de certeza”, prueba que no se
ha practicado respecto del presunto padre demandado, por su
inasistencia reiterada a las dos audiencias, pese a los
apercibimientos dictados, por lo que, el A quo deberá contemplar
la posibilidad de aplicar el artículo 1 de la Ley 28457, pues el
demandado Segundo Juan Ávila Varas tiene la responsabilidad y
obligación de desvirtuar la pretensión de la demandante, es decir,
tendría la carga de la prueba, debido a que la confesión corporal
que significa proporcionar elementos biológicos destinados a una
pericia biológica, están dentro de la esfera de su decisión, para
obtener la verdad biológica. Décimo.- Que, siendo así, se advierte
que las sentencias de primera y segunda instancia han inobservado
el principio-derecho del debido proceso, en su manifestación del
derecho a la valoración de la prueba, en este caso la valoración de
la conducta del demandado Segundo Juan Ávila Varas; que se ha
desatendido al derecho fundamental a la identidad, contraviniendo
las normas denunciadas, al no haberse emitido pronunciamiento
sobre el fondo de la pretensión, conforme a las normas materia de
infracción normativa. Décimo Primero.- Que, en ese orden de
ideas resulta amparable el recurso de casación, razón por la cual
los órganos jurisdiccionales de mérito deben dictar las medidas
necesarias para lograr la tutela jurisdiccional efectiva, mediante el
debido proceso. 8.- Decisión en Casación: A) Por estos
fundamentos, y de conformidad con el artículo 396 numeral 3 del
Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de
casación, de fojas doscientos setenta y siete, interpuesto por la
demandante Candy Noelia Azabache Domínguez: en
consecuencia NULA la sentencia de segunda instancia, contenida
en la resolución número 23, de fojas doscientos sesenta y tres, del
veinte de noviembre de dos mil trece, que pronunció la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, en el
extremo que confirmando la apelada declara infundada la
demanda en cuanto a la pretensión accesoria de filiación
extramatrimonial; e INSUBSISTENTE la sentencia de primera
instancia apelada, contenida en la resolución número 20, de fojas
doscientos veinticinco, del uno de agosto de dos mil trece,
respecto a dicho extremo sobre filiación extramatrimonial,
expedida por el Juez del Segundo Juzgado de Familia de Trujillo
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad. B) MANDARON
que el Juez del proceso proceda, según los términos de la
presente resolución. C) DISPUSIERON se publique la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Candy Noelia Azabache Domínguez contra María
Elizabeth Domínguez Sosa y Segundo Juan Ávila Varas, sobre
filiación extramatrimonial; y los devolvieron. Interviene como
ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN puertas
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
C-1392274-37
CAS. 1917-2014 LIMA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
dieciséis de octubre de dos mil quince. VISTOS; con el mérito de
la razón del secretario de esta Suprema Sala Civil Permanente,
del uno de abril de dos mil quince, a través del cual informa sobre
el cumplimiento de lo dispuesto mediante la resolución del diez de
setiembre de dos mil catorce, de fojas cincuenta y cuatro del
cuaderno de casación; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se
procede a calificar el recurso de casación interpuesto por el
demandante Giovanni Filippi, de fojas setecientos cuarenta y
cinco, contra la sentencia de vista de fojas setecientos doce, del
once de marzo de dos mil catorce, en el extremo que confirma la
sentencia apelada de fojas quinientos veinte, del quince de marzo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de dos mil trece, que declara improcedente la demanda de
divorcio por la causal de separación de hecho y en consecuencia,
se desestima la pretensión sobre adjudicación preferente del
inmueble sub litis. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las
agravios que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas setecientos cuarenta y cinco, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
por la Segunda Sala Especializada en Familia de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada al recurrente el veintinueve de mayo de dos mil catorce,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
setecientos sesenta y tres, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el diecisiete de junio del mismo año, es decir, dentro
del décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel
judicial respectivo a fojas sesenta y dos del cuaderno de casación.
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable
a sus interés. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de
casación, en la primera causal prevista por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A) Que la
infracción normativa consiste en la contravención de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso.
Sostiene que la Sala Superior no se pronuncia sobre todos los
agravios expuestos en su recurso de apelación. B) La infracción
normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, del artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
de los artículos 50 inciso 6 y 122 incisos 3 y 4 del Código
Procesal Civil. Alega que la Sala Superior homologa ilegalmente
dentro de un proceso judicial de la Justicia Peruana el documento
denominado acuerdo de separación, en base a una aparente
contradicción al responder una pregunta en su declaración de
fojas ciento sesenta y cinco. Que debió seguirse el trámite de
reconocimiento de resoluciones judiciales, contemplado en el
artículo 387 y siguientes del Código Procesal Civil, con el fin de
que el órgano jurisdiccional peruano reconozca fuerza legal a la
resolución expedida por el Tribunal extranjero y al no haberse
seguido dicho procedimiento existe contravención de las normas
que garantizan el derecho a un debido proceso. Que la sentencia
de vista contiene un pronunciamiento infra petita, pues no se
pronuncia sobre la totalidad de la pretensión impugnatoria
interpuesta por el recurrente en su recurso de apelación. C) La
infracción normativa del artículo 837 del Código Procesal
Civil. Señala que para admitirse como medio probatorio un
mandato judicial o resolución judicial extranjera, debió seguirse
previamente el trámite para el reconocimiento de resoluciones
judiciales. D) La infracción normativa del artículo 241 del
Código Procesal Civil. Refiere que el documento denominado
acuerdo de separación y mandato judicial, celebrado ante el
Juzgado Civil del VII Distrito de Judicial Berna – Lupén, Suiza, de
fecha cuatro de mayo de dos mil cuatro, fue acompañado traducido
por el Servicio de Traductores e Intérpretes de los Juzgados
Civiles y Penales y Policiales del Cantón de Berna, Suiza; por lo
tanto, no se debió admitir el mencionado documento, ya que no
estaba traducido oficialmente por un perito peruano, pues éste
debe ser un profesional registrado e inscrito en el Ministerio de
Relaciones Exteriores del Perú. E) La infracción normativa del
artículo 426 inciso 1 del Código Procesal Civil. Menciona que
el juez declarará inadmisible la demanda cuando no tenga los
requisitos legales, como el requisito de admisibilidad de la
demanda de divorcio por causal de separación de hecho, que el
demandante acredite que se encuentra al día en el pago de las
78681
obligaciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los
cónyuges de mutuo acuerdo; que al no acreditarlo configura un
supuesto de inadmisibilidad, por cuanto está referido a una
omisión de naturaleza formal, que puede y debe ser subsanada
dentro de un plazo prudencial, ya que la inadmisibilidad y la
improcedencia son conceptos que se encuentran claramente
definidos en el artículo 128 del Código Procesal Civil. Sexto.- Que
respecto a la denuncia contenida en el acápite A), revisada la
impugnada, se advierte que la misma se encuentra debidamente
motivada con los fundamentos de hecho y de derecho que
sustentan la decisión de confirmar la apelada. Sétimo.- Que en
cuanto a las denuncias contenidas en los acápites B), C) y D), se
aprecia de autos que el acuerdo de separación y el mandato
judicial fueron admitidos válidamente como medios probatorios
por el juzgador, sin que el impugnante pruebe con documento
alguno que el citado acuerdo hubiere quedado sin efecto; por lo
tanto, se presume válida su existencia y su contenido. Basado en
ello, las instancias de mérito a fin de establecer sí el impugnante
se encontraba al día en el cumplimiento de la obligación alimentaria
a favor de su hijo, valoraron el contenido del referido acuerdo, el
cual fue confirmado por el recurrente en su declaración de parte
que obra a fojas ciento sesenta, en el sentido que reconoce la
existencia de una deuda por alimentos, además de comprometerse
a pagar suma de dinero para la manutención exclusiva de su hijo,
obligación cuyo cumplimiento no ha sido acreditado con prueba
idónea. Por consiguiente, se puede concluir que lo resuelto en el
presente caso, tiene sustento en lo previsto por el artículo 345-A
del Código Civil, que prevé que para invocar el supuesto del inciso
12 del artículo 333 el demandante deberá acreditar que se
encuentra al día en el pago de sus obligaciones alimentarias u
otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de mutuo
acuerdo. Octavo.- Finalmente, en cuanto a la denuncia contenida
en el acápite E), conforme a lo dispuesto en el artículo 384 del
Código Procesal Civil, no es labor de este Supremo Tribunal
reevaluar las conclusiones fácticas a las que arriba la instancia de
mérito, quien la concluido que la demanda de divorcio por la
causal de separación de hecho es improcedente al no haber
acreditado el impugnante estar al día en el cumplimiento de su
obligación alimentaria favor de su hijo, requisito contemplado en el
artículo 345-A del Código Civil; por consiguiente, resulta aplicable
lo establecido en el penúltimo párrafo del artículo 427 del Código
Procesal Civil, el cual estable que si el juez estimará que la
demanda es manifiestamente improcedente, la declarará así de
plano expresando los fundamentos de su decisión y devolviendo
los anexos. Noveno.- Por los fundamentos expuestos
precedentemente, se puede concluir que, si bien el recurrente
cumple con describir con claridad y precisión la infracción
normativa en que se habría incurrido, conforme a la exigencia del
inciso 2 del artículo bajo análisis; sin embargo, no cumple con
demostrar la incidencia de dicha infracción sobre la decisión
impugnada, como lo exige el inciso 3 del referido artículo; por lo
tanto, al incumplirse con uno de los requisitos exigidos por ley,
debe declararse la improcedencia del recurso de casación en
todos sus extremos de conformidad con lo previsto en el artículo
392 del Código Procesal Civil. Siendo así y en cumplimiento con lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por
Giovanni Filippi, de fojas setecientos cuarenta y cinco, contra la
sentencia de vista de fojas setecientos doce, del once de marzo de
dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Giovanni Filippe con Frida Graciela Barbaran
Schawrtz y otro, sobre divorcio por causal de separación de
hecho; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-38
CAS. Nº 1930-2014 LIMA
PETICIÓN DE HERENCIA. Petición de Herencia. En el proceso
de petición de herencia la parte demandante debe presentar un
acta de nacimiento con las formalidades previstas en el artículo
391 del Código Civil, en virtud de dicho documento es posible
ejercer los derechos sucesorios que como heredero forzoso,
corresponden a los hijos. Lima, doce de mayo de dos mil quince.
LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, vista la causa número 1930 -
2014, oído el informe oral en el día de la fecha y producida la
votación correspondiente conforme a ley, expide la siguiente
sentencia: I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto a fojas ciento sesenta y seis por la
demandante Gioana Edith Rojas Zúñiga de Torres, contra la
sentencia de vista de fojas ciento cincuenta y uno, su fecha
dieciocho de marzo del dos mil catorce, expedida por la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la

78682 CASACIÓN
apelada obrante a fojas ciento siete, su fecha veinticuatro de
setiembre del dos mil trece que declara fundada la demanda; y,
reformándola, la declara infundada. II.- ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA A fojas veintisiete, Gioana Edith Rojas Zúñiga de
Torres interpone demanda con fecha once de diciembre del dos
mil doce, fin que se ordene que la demandante concurra con las
demandadas como herederas respecto del inmueble ubicado en el
Jirón Ollanta Nº 369, Cooperativa Jorge Chávez, Distrito de San
Luis, Lima, inscrito en la Partida Nº 12907759, Asiento 00001 del
Registro de Sucesión Intestada de Lima y de manera accesoria,
solicita se le declare heredera de su señora madre Esviarda
Zúñiga Zorrilla, fallecida el siete de abril del dos mil doce. Indica
que al iniciar el trámite de sucesión intestada de su señora madre
tomó conocimiento que en el Asiento 00001 de la Partida
Electrónica Nº 12907759, en la que se encuentra inscrito el
testimonio de escritura pública, por la cual se ha declarado como
únicas herederas a las demandadas, excluyéndose sin razón a la
actora. Que, la tramitación del proceso nunca se puso en
conocimiento de la demandante, sino que se hizo de manera
oculta, desconociendo su condición de hija debidamente
reconocida por la causante, como se acredita con su partida de
nacimiento, la que se encuentra en proceso de rectificación. En
razón a dicha sucesión intestada, la demandadas han adquirido
las acciones y derechos del inmueble litigioso, que era de
propiedad de su señora madre, teniendo la condición de sobrinas,
hijas de quien en vida fue su hermano Luis Alberto Centeno
Zúñiga, y aprovechando de esta situación se hicieron declarar
herederas, en desmedro de su derecho. 2. CONTESTACIÓN. A
fojas sesenta y cinco, con fecha veintiuno de marzo del dos mil
trece, las demandadas Jhakelin Estrella y Katty Centeno Cutipa,
solicitan que se declare infundada la demanda. Señalan que antes
de realizar la sucesión intestada se comunicó personalmente a la
demandante quien tenía actitud prepotente porque cambió la
chapa del departamento y no permitió el ingreso. Refieren las
demandadas que tuvieron conocimiento que su abuela trajo a la
demandante a la capital y que la registraron como su hija con su
actual pareja Víctor Rojas Cabana, consignándose como madre a
Esperanza Zuñiga Zorrilla, persona distinta a la causante. Que,
son hijas legítimas del hijo único de sus abuelos Fausto Centeno
Espinoza y Esviarda Zúñiga Zorrilla viuda de Centeno, casados el
dieciocho de diciembre de mil novecientos setenta y uno; que su
abuela, después de haber enviudado, ha convivido con Víctor
Rojas Cabana, sin embargo, la propiedad del inmueble fue
adquirida durante el matrimonio de sus abuelos Esviarda y Fausto
Centeno. 3. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. A fojas
ciento siete con fecha veinticuatro de setiembre del dos mil trece
el Juez de primera instancia declara FUNDADA la demanda, y, en
consecuencia: declara como heredera de doña Esviarda Zúñiga
Zorrilla viuda de Centeno a la demandante Gioana Edith Rojas
Zúñiga, quien debe concurrir con las demandadas en la masa
hereditaria dejada por el causante, debiendo inscribir dicho acto
en la partida correspondiente del Registro de Sucesión Intestada
de los Registros Públicos de Lima, así como en las partidas
correspondientes de los bienes inmuebles inscritos a nombre de la
causante. Se sustenta en lo siguiente: Que con la partida de
nacimiento número ciento treinta nueve y su rectificatoria
expedidas por los Registros del Estado Civil del Concejo Distrital
de San Luis, que en copias certificadas corren a fojas cinco y
noventa y cuatro, se acredita que la demandante Edith Gioana
nació con fecha ocho de julio de mil novecientos ochenta, siendos
sus padres Víctor Rojas Cabana y Esviarda Zúñiga Zorrilla,
conforme a la rectificación de partida de nacimiento que se tramitó
ante el Juzgado de Paz Letrado de San Luis; que del acta notarial
de fojas siete y ocho se advierte que las demandadas fueron
declaradas como únicas herederas de Esviarda Zúñiga Zorrilla
viuda de Centeno, en su calidad de nietas, al fallecer intestada el
siete de abril del dos mil doce, sin que se considere a la
demandante, pese a ser hija de la fallecida y hermano por parte de
madre de Luis Alberto Centeno Zúñiga, padre de las demandadas.
Que, habiendo acreditado la accionante su condición de hija de su
causante Esviarda Zúñiga y por tanto su vocación de heredera
forzosa de primer orden y al no habérsele incluido dentro de la
sucesión intestada tramitada notarialmente, se concluye que se
han preterido los derechos sucesorios de la recurrente, que con la
presente se ampara, en aplicación de normas legales sobre la
materia, por lo que debe ser declarada heredera y concurrir con
las demandadas en la masa hereditaria dejada por aquélla,
debiendo disponerse además la inscripción de su nueva condición
en la Partida Registral del Registro de Sucesión intestada y en la
que corresponde a los bienes inmuebles que se encuentran a
nombre de la causante, pero únicamente respecto al porcentaje
de acciones y derechos que corresponden a Esviarda Zúñiga. 4.
RECURSO DE APELACIÓN: Que a fojas ciento veinte, con fecha
dieciocho de marzo del dos mil catorce, las emplazadas Jhakelin
y Katty Centeno Cutipa interponen recurso de apelación indicando
que la actora no es hija de la causante Esviarda Zúñiga y solicitan
se actúe la prueba de ADN a efectos de demostrar que la
demandante no tiene vínculo familiar con ellas. 5. SENTENCIA DE
SEGUNDA INSTANCIA A fojas ciento cincuenta y uno con fecha
dieciocho de marzo del dos mil catorce la Tercera Sala Civil de la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Corte Superior de Justicia de Lima revoca la sentencia apelada
que declara fundada la demanda y reformándola la declara
infundada, señalando lo siguiente: Que, debe desestimarse la
demanda, toda vez que con el acta de nacimiento de fojas cinco,
no se acredita que la actora sea hija de la causante, lo que se
corrobora con el acta de fojas noventa y cuatro, ya que si bien se
ha consignado judicialmente el nombre correcto de la supuesta
causante de la actora también lo es que dicho acontecimiento no
enerva la situación jurídica; del acta en referencia no se advierte
declaración alguna o reconocimiento, así como tampoco la
declaración judicial de filiación de la actora por la causante; por lo
que, con sujeción a lo dispuesto por el artículo 21 del Código Civil,
no se ha acreditado el vínculo de consanguinidad invocado y por
ende, no se ha demostrado que la demandante tenga vocación
hereditaria al no presentar documento válido que acredite
entroncamiento familiar con la causante, por lo que la petición de
herencia debe ser desestimada al no haberse demostrado la
calidad de heredera de la accionante. III.- FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO:
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha diez de
setiembre del dos mil catorce, obrante a fojas veinticinco, del
cuadernillo formado en esta Sala, ha declarado procedente el
recurso de casación por la causal de infracción normativa de los
artículos: 139 inciso 5 de la Constitución y I, II del Título
Preliminar y 197 del Código Procesal Civil; y, por inaplicación
de los artículos 818 y 819 del Código Civil. IV.- MATERIA
JURÍDICA EN DEBATE Determinar si la sentencia de vista
infringe las normas que garantizan el derecho al debido proceso,
así como si se ha infringido las normas sustantivas pertinentes
para la resolución de los presentes autos pretiriendo así los
derechos sucesorios de la causante. V.- FUNDAMENTOS DE
ESTA SALA SUPREMA Primero.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso de casación por la causal de infracción
normativa material y procesal, en primer término debe dilucidarse
la causal relativa a la infracción normativa procesal, por cuanto en
caso se declare fundada por dicha causal y en atención a su
efecto nulificante, carecería de objeto emitir pronunciamiento
respecto de la otra causal de derecho material. Segundo.- Que,
existe infracción normativa cuando la resolución impugnada
padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio decidendi),
en el que incurre el juzgador, perjudicial para la resolución de la
controversia y nocivo para el sistema jurídico, que se debe
subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que, respecto a la denuncia formulada por la recurrente,
es menester indicar respecto de lo dispuesto por los artículos I y II
del Título Preliminar del Código Procesal Civil, que la tutela
judicial efectiva es un derecho constitucional de naturaleza
procesal en virtud del cual toda persona o justiciable puede
acceder a los órganos jurisdiccionales, independientemente del
tipo de pretensión formulada y de la eventual legitimidad que
pueda, o no, acompañarle en su petitorio. La tutela judicial efectiva
no significa, pues, la obligación del órgano jurisdiccional de admitir
a trámite las pretensiones de las partes o si fueran admitidas a
trámite, tenga necesariamente que declararse fundadas, razón
por la cual éste agravio no puede ser amparado. Cuarto.- Que la
exigencia de la motivación suficiente según el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución, garantiza al justiciable que la solución del
caso concreto venga dada por una valoración racional de los
elementos fácticos y jurídicos relacionados al caso y no de una
arbitrariedad por parte del Juez; de allí que una resolución que
carezca de motivación suficiente no solo vulnera las normas
legales citadas, sino también principios de rango constitucional.
Quinto.- Asimismo se debe entender que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales, una de cuyas expresión
es el principio de congruencia, exige la identidad que debe mediar
entre la materia, las partes y hechos del proceso y lo resuelto por
el Juez, lo que implica que los Jueces se encuentran obligados,
por un lado, a no dar más de lo demandado o cosa distinta a lo
pretendido; y, por otro, a no fundar sus decisiones jurisdiccionales
en hechos no alegados por las partes. En ese orden de ideas, se
tiene entonces que la observancia del principio de congruencia
implica que en toda resolución judicial exista: 1) Coherencia entre
lo peticionado por las partes y lo finalmente resuelto, sin omitir,
alterar o excederse de dichas peticiones (congruencia externa); y,
2) Armonía entre la motivación y la parte resolutiva (congruencia
interna), todo lo cual garantiza la observancia del derecho al
debido proceso. Que se aprecia en el presente caso que la Sala
Superior ha expuesto con claridad los extremos de su decisión,
que la recurrente sólo muestra su discrepancia respecto de lo
resuelto por la instancia de mérito. Sexto.- Que, además, la
casacionista refiere que existe infracción normativa del artículo
197 del Código Procesal Civil, en cuanto a la valoración de la
prueba, que dispone: “Todos los medios probatorios son valorados
por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada.
Sin embargo, en la resolución sólo serán expresadas las
valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su
decisión.”. Que, en cuanto a la valoración de los medios probatorios
la Corte Suprema ha precisado que: “(...) En nuestro ordenamiento
jurídico –artículo 197 del Código Procesal Civil- se ha incorporado
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la libre valoración de la prueba por parte del Juez; actividad mental
que debe realizarse coherente y razonablemente, con el objetivo
de emitirse una sentencia materialmente justa, ya que allí radica el
límite a la libertad de valoración (...)1”. En ese mismo sentido la
Corte Suprema ha sancionado que: “(...) todos los medios
probatorios deben ser valorados en forma conjunta, debiendo el
juez utilizar su apreciación razonada; (...) el principio enunciado en
la norma precitada implica que, teniendo en cuenta que el conjunto
probatorio del proceso forma una unidad, como tal debe ser
apreciado y examinado, confrontando los medios probatorios
entre sí, puntualizando su concordancia o discordancia y concluir
sobre el convencimiento que del análisis global se forme (...)2”.
Que, en el caso materia de análisis, no puede afirmarse que la
Sala Superior haya omitido la valoración de los medios probatorios
aportados por las partes al proceso; que se advierte mas bien con
claridad que la recurrente pretende una revaloración probatoria,
análisis ajeno a la función casatoria. Sétimo.- Que habiéndose
desestimado la causal procesal del recurso, corresponde analizar
las causales sustantivas, en ese sentido, se ha denunciado la
inaplicación de los artículos 818 y 819 del Código Civil. Al respecto,
alega la recurrente que la sentencia de vista al revocar la sentencia
obviamente le ha causado un grave perjuicio concerniente a su
herencia, al no tomarse en cuenta los medios probatorios ofrecidos
por la accionante, en los actos postulatorios y que constituyen la
carga de la prueba; por lo cual, la Sala de mérito ha inaplicado las
normas pertinentes para resolver la presente litis, lo que demuestra
que se ha producido una infracción normativa, asimismo el hecho
de que sean normas determinantes demuestran suficientemente
la incidencia directa de dicha infracción sobre la decisión
impugnada. Señala además, que dichos artículos establecen que
todos los hijos tienen iguales derechos sucesorios respecto de sus
padres, disposiciones que comprenden tanto a los hijos
matrimoniales, como a los extramatrimoniales reconocidos
voluntariamente o declarados por sentencia; que en ese orden de
ideas, debe indicarse que la Sala de mérito ha determinado que, el
acta de nacimiento obrante a fojas cinco no acredita que la actora
sea hija de la causante, en atención a que no cumple el supuesto
de reconocimiento por qué no se advierte declaración alguna o
reconocimiento judicial de filiación, vale decir que no se encuentra
rubricada por la causante, no existiendo así prueba del vínculo de
consanguinidad invocado y por ende, la demandante no cuenta
con vocación hereditaria. Octavo.- En tal sentido, el numeral 391
del Código Civil estipula que “El reconocimiento en el registro
puede hacerse en el momento de inscribir el nacimiento o en
declaración posterior mediante acta firmada por quien lo practica y
autorizada por el funcionario correspondiente”. En virtud de dicha
norma, tenemos que ésta regula dos momentos para el
reconocimiento en el Registro de Nacimientos, esto es, al
momento de inscribir el nacimiento; o, mediante declaración
posterior ante el funcionario correspondiente. La interpretación de
esta norma es clara no requiere de más métodos interpretativos
de la ley para averiguar lo que el legislador quiso decir. Por tanto,
para que proceda la presente pretensión, la demandante debe
presentar un acta de nacimiento con las formalidades antes
requeridas, esto es, con el respectivo reconocimiento de la
causante; o, en todo caso, con la declaración de ésta en forma
posterior ante el funcionario respectivo, hecho que no ha sucedido.
5.- DECISIÓN: A) Por tales consideraciones y en aplicación de lo
dispuesto por el artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas ciento
sesenta y seis por Gioana Edith Rojas Zúñiga de Torres; en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas ciento
cincuenta y uno, su fecha dieciocho de marzo del dos mil catorce,
expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que revoca la apelada y reformándola declara infundada
la demanda. B) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano; bajo responsabilidad; en
los seguidos por Gioana Edith Rojas Zuñiga de Torres con Jhakelin
Estrella y Katty Milagros Centeno Cutipa, sobre petición de
herencia. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del
Carpio Rodríguez; y los devolvieron. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Casación 1207 – 2008 – Lima, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente –
Corte Suprema.
2
Casación 1460 – 2007 – Lima, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
C-1392274-39
CAS. Nº 1990–2014 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. OCUPANTE
PRECARIO: Se configura la posesión precaria cuando se ejerce
sin título alguno, esto es, sin la presencia y acreditación de ningún
acto o hecho que justifique la posesión. Lima, cinco de agosto de
dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número 1990 – 2014, en audiencia pública de la fecha y producida
la votación correspondiente, conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, emite la siguiente resolución: 1. MATERIA DEL
78683
RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto por
el demandado Ministerio de Educación, representado por José
Antonio Sánchez Romero a fojas veintiocho del cuaderno de
casación, contra la sentencia de segunda instancia de fecha diez
de junio de dos mil catorce, de fojas quinientos ochenta y ocho,
que revoca la sentencia apelada de fecha dos de mayo de dos mil
trece, de fojas quinientos dieciséis, que declara improcedente la
demanda; reformándola la declaran fundada; en consecuencia,
ordenan a la parte demandada desocupe el inmueble ubicado en
el Jirón Chavín 195, Breña, Lima, con un área de 496.55 m2. 2.
ANTECEDENTES. 2.1 DEMANDA. Para analizar esta causa civil
y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones: Por
escrito de fojas treinta, Alberto Vicente Villegas López y su
cónyuge, Auristela León Soto de Villegas, interponen demanda
de desalojo por ocupación precaria, contra el Instituto Educativo
Chavín Nº 1019, la Unidad de Gestión Educativa Local- UGEL 03
y la Procuraduría del Ministerio de Educación, a efecto de que la
parte demandada desocupe el inmueble ubicado en el jirón Chavín
Nº 195 Breña, que cuenta con un área de 496.55 m2 sobre el que
existe una edificación de tres pisos de material noble, (que corren
inscritos en la Partida Electrónica Nº 07028149 del Registro de la
Propiedad Inmueble de Lima). Funda su pretensión en lo siguiente:
1) Que mediante Escritura Pública de fecha veintiuno de julio de
dos mil diez adquirieron de su anterior propietario Ezio Piaggio
Álvarez Palacios y Beatriz Piaggio Álvarez Palacios, el inmueble
ubicado frente al Pasaje Chavín Lote “N”, manzana 3, urbanización
Huerta de La Virreina, Distrito de Breña, Provincia y Departamento
de Lima, que cuenta con un área de 496.55 m2, inscrito en el
Asiento C0003 Rubro Títulos de Dominio en la partida Electrónica
Nº 07028149 del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima; 2)
Que al predio descrito le corresponde la numeración 195, siendo
su ubicación en el Jirón Chavín Nº 195 - Breña; que el inmueble
sub litis consta de una edificación de tres pisos de material noble;
y, 3) Que el Instituto Educativo Chavín Nº 1019 no cuenta con
título que justifique su posesión. 2.2. CONTESTACIÓN DE LA
DEMANDA. Mediante escrito doscientos trece, el Procurador
Público del Estado a cargo de los Asuntos judiciales del
Ministerio de Educación, contesta la demanda, sosteniendo lo
siguiente: 1) Que el Colegio materia de desalojo viene prestando
los servicios de educación sobre el terreno donado por la
Municipalidad de Breña como se evidencia de la foto a fojas ciento
diecisiete; que el hecho de donar implica que, el terreno donde
actualmente funciona el Colegio Primario Chavín 1019, ha sido de
propiedad del Municipio de Breña el que no podría haber donado
el terreno sin título que lo faculte; 2) Que, por otro lado, tampoco el
inmueble ha sido construido por los supuestos propietarios, ni
tampoco por los presuntos vendedores, por cuanto del testimonio
de compraventa no se observa que se detalle el inmueble materia
de la transferencia; y, 3) Que aun existiendo controversia sobre la
propiedad del terreno no existe controversia respecto de la
edificación fabricada por el Ministerio de Educación, sobre el
inmueble ubicado frente al Jirón Chavín 195- Breña; que del
Informe adjunto Nº 04-78 del NEC 02-01, se desprende que el
inmueble fue entregado al Ministerio de Educación por el señor
Alcalde Carlos Mazar Beraún, en agosto de mil novecientos
sesenta y nueve; que sobre esa área el Sector ha construido una
infraestructura, cuyo valor en su época, fue de S/. 844,915. 2.3.
PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se ha establecido como puntos
controvertidos: a) Determinar si la parte demandante es propietaria
del bien sub litis; b) Determinar si los codemandados son
ocupantes precarios del bien materia de litis; y, c) Determinar de
ser el caso, si deben desalojar dicho bien. 2.4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el
Juez mediante sentencia de fojas quinientos dieciséis, su fecha
dos de mayo de dos mil trece, ha declarado improcedente la
demanda de desalojo por ocupación precaria; tras considerar que:
1) Se debe tener en cuenta que conforme al asiento 1, referido a
la independización, de la copia literal de la Partida Nº 07028149
relativa al Tomo cuatrocientos seis, fojas diecinueve, del Registro
de Predios, que obra a fojas ciento cuarenta y ocho del presente
proceso, el inmueble materia de litis corresponde a un terreno; que
conforme a los Asientos C00001 y C00002 de la copia literal de la
referida Partida Nº 07028149, se transfirió el dominio del referido
terreno, por sucesión testamentaria; y que conforme al Asiento
C00003 el referido terreno fue adquirido por los ahora
demandantes, mediante Escritura Pública de compra venta
otorgada por Ezio y Beatriz Piagggio Álvarez Palacios a su favor
con fecha veintiuno de julio de dos mil diez; por lo que en el
presente proceso está acreditado que los demandantes son
propietarios del referido terreno; 2) Que, en cuanto a las
edificaciones existentes en el terreno antes mencionado, se debe
tener en cuenta que del Oficio Nº 359-78-DI-UPUP del dieciocho
de abril de mil novecientos setenta y ocho, que obra a fojas ciento
cuarenta y uno, se advierte que, sobre esa área, el Sector ha
construido una infraestructura cuyo valor en su época fue de S/.
844,915; asimismo, los propios demandantes en el punto 4 de los
fundamentos de hecho de la demanda, afirman que en el inmueble
materia de desalojo funciona el Instituto Educativo Chavín 1019;
3) Que conforme a las afirmaciones efectuadas por la parte
demandada y documentos, consistentes en fotografías que obran

78684 CASACIÓN
a ciento diecisiete y ciento dieciocho, el referido Centro Educativo
1019 se construyó por el Estado, e inauguró el año mil novecientos
setenta y dos; que, asimismo de las copias literales
correspondientes a la Partida Nº 07028149 correspondientes al
inmueble materia de litis, no se advierte que exista declaración
respecto a las edificaciones construidas; y, 4) Conforme a lo antes
considerado, y teniendo en cuenta que, previamente las partes
deben resolver su conflicto respecto a la edificaciones existentes
en el terreno de propiedad de los demandantes, no corresponde
emitir pronunciamiento en el presente proceso; que, sin perjuicio
de lo expuesto, cabe precisar que la parte demandada no ha
acreditado en el presente proceso, que el terreno materia de litis
les haya sido donado. 2.5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN.
Mediante escrito de la página quinientos cuarenta y uno, los
demandantes Alberto Vicente Villegas López y esposa
Auristela León Soto de Villegas, interponen recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, alegando que: 1) Con la
escritura pública de fecha veintiuno de julio de dos mil diez está
acreditado que adquirieron de su anterior propietario, Ezio y
Beatriz Piaggio Álvarez Palacios, el inmueble materia de desalojo;
que según la cláusula cuarta del referido contrato la venta
comprendió: el terreno, sus edificaciones, aires, vuelos, entradas,
salidas, usos y costumbres y todo cuanto de hecho y por derecho
le corresponda al inmueble, sin reserva ni limitación alguna; 2)
Que durante el proceso, la demandada no ha negado estar
ocupando el inmueble, pero no ha probado tener título para poseer
el bien, siendo insuficiente su declaración de que se encuentra
ocupándolo por más de treinta años, afirmando que se ha instalado
un Colegio; que no obstante lo cual, ninguna de tales circunstancias
constituyen titulo para poseer el inmueble sub litis, solo acreditan
posesión, pero no la justifican. 2.6. SENTENCIA DE VISTA. Los
Jueces Superiores de la Sétima Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima expiden la sentencia de vista de fecha diez de
junio de dos mil catorce, de fojas quinientos ochenta y ocho, que
revoca la sentencia apelada que declara improcedente la
demandada, reformándola la declaran fundada; en consecuencia,
ordena que la parte demandada desocupe el inmueble sub litis,
fundamentando la decisión en lo siguiente: 1) Que, con el
testimonio de escritura pública de compra venta de fecha veintiuno
de julio de dos mil diez, los demandantes han acreditado la
propiedad respecto del bien sub litis, la que adquirieron de sus
anteriores propietarios Ezio Piaggio Álvarez-Palacios y Beatriz
Piaggio Álvarez Palacios, transferencia que además corre inscrita
en el asiento 000003 de la Partida Registral Nº 07028149 que obra
a fojas diez; 2) Que, de otro lado, el Procurador Público del
Ministerio de Educación no ha acreditado la donación alegada,
resultando insuficiente para demostrar las vistas fotográficas de
fojas ciento diecisiete, así como los demás documentos anexados
a su escrito de contestación de la demanda, y las copias de las
actas de sesión de Concejo de fojas trescientos cuarenta y cinco y
siguientes; 3) Que, en cuanto a la construcción levantada sobre el
referido terreno, el Procurador Público, en su citado escrito,
sostiene que la edificación fue efectuada por el Ministerio de
Educación; que sobre el particular, se debe precisar que, la Corte
Suprema de Justicia de la República en el IV Pleno Casatorio Civil
(Casación Nº 2195-2011-UCAYALI), ha establecido que ello no es
óbice para desestimar la demanda, en todo caso, el Procurador
Público del Estado tiene expedito su derecho a reclamar, lo que
consideren pertinente, respecto a las edificaciones, utilizando el
procedimiento pertinente. 3. CAUSALES POR LAS CUALES SE
HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN.
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha once de
noviembre de dos mil catorce, de folios cincuenta y uno del
cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por el demandado Ministerio de Educación
representado por José Antonio Sánchez Romero, por las
siguientes causales: A) Infracción normativa del Artículo 139º
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, y de los
Artículos I y VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
que reconocen al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
efectiva como principios fundamentales de la función jurisdiccional.
Que se ha incurrido en varios defectos de motivación porque se ha
resuelto en contra del aforismo tantum apellatum quantum
devolutum, en virtud del cual se debe emitir pronunciamiento
únicamente respecto a los fundamentos de la apelación, esto
debido a que la sentencia apelada fue inhibitoria; sin embargo, en
segunda instancia se emite pronunciamiento sobre el fondo de la
controversia, sin exponer los fundamentos por los que el material
probatorio ha sido desestimado. Por tanto, se ha afectado el
debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva de la recurrente.
B) Infracción normativa del Artículo 911º del Código Civil, que
regula la posesión pacífica, como aquélla que se ejerce sin título
alguno o cuando el título que se tenía ha fenecido. Que se ha
incurrido en error al considerarlos como poseedores precarios
cuando ostentan la posesión del inmueble por más de cuarenta
años, en virtud de la cesión del terreno efectuada por la
Municipalidad de Breña, por lo que, son poseedores legítimos y no
precarios. Además, en el proceso de desalojo no se puede emitir
pronunciamiento respecto a la validez del acto jurídico por el cual
se otorgó la posesión. C) Apartamiento inmotivado del
precedente judicial del Cuarto Pleno Casatorio recaído en la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Cas. 2195-2011-UCAYALI, pues, según la recurrente, en la
sentencia impugnada no se ha tenido en cuenta que según el
criterio vinculante de la Corte Suprema, cuando se hace alusión a
carencia de título o fenecimiento del mismo, no se está refiriendo
al documento que haga alusión exclusiva al título de propiedad,
sino a cualquier acto jurídico que autorice a la parte demandada a
ejercer la posesión del bien, puesto que el pronunciamiento no es
sobre la propiedad, sino sobre el derecho a poseer. 4. MATERIA
JURIDICA EN DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el
presente proceso, se centra en determinar si la sentencia de
segunda instancia incurre en infracción normativa de las normas
denunciadas, esto es, si se ha vulnerado el derecho al debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, al haber incurrido en una
indebida motivación de la resoluciones judiciales; y, asimismo, si
se ha interpretado de forma errónea el artículo 911 del Código Civil
e inaplicado el precedente judicial, al considerar que la demandada
carece de título que justifique la posesión, sobre el bien sub
materia. 5. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- Ante todo, es menester precisar que, en materia de
casación es factible ejercer el control de las decisiones
jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no
las normas que garantizan el derecho al debido proceso,
tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de
los principios y de las garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho
de defensa de las partes en litigio. Segundo.- Habiéndose
declarado procedente el recurso por las causales de infracción
normativa material y procesal, en primer término debe dilucidarse
la relativa a la infracción normativa procesal, pues en caso se
declare fundado por dicha causal, en atención a su efecto
nulificante, carecería de objeto emitir pronunciamiento respecto de
la otra causal de derecho material. Tercero.- Que, se procede
entonces, al análisis de la infracción contenida en el ítem A) del
numeral 3 de la presente resolución, al respecto es pertinente
indicar que el Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso
3 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, comprende
a su vez, entre otros derechos, el de obtener una resolución
fundada en derecho, mediante las sentencias en las que los
jueces y tribunales expliciten en forma suficiente las razones de
sus fallos, con mención expresa de los elementos fácticos y
jurídicos que los determinaron, norma que resulta concordante
con lo preceptuado por el inciso 3 del artículo 122 del Código
Procesal Civil y el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Del mismo modo, debe precisarse que, la exigencia de la
motivación suficiente, prevista en el inciso 5 del referido artículo,
garantiza que el justiciable pueda comprobar que la solución del
caso concreto viene dada por una valoración racional de los
elementos fácticos y jurídicos relacionados al caso, y no de una
arbitrariedad por parte del juez; de allí que una resolución que
carezca de motivación suficiente no sólo vulnera las normas
legales citadas, sino también principios de rango constitucional.
Cuarto.- Que, como se advierte de la sentencia recurrida, la Sala
de mérito arriba a la conclusión que en autos no obra medio
probatorio alguno que acredite fehacientemente la donación
alegada por la parte demandada, resultando insuficiente para
demostrar lo alegado las vistas fotográficas de fojas ciento
diecisiete y ciento dieciocho, así como los demás documentos
anexados a su escrito de contestación de la demanda y las copias
de las actas de sesión de Concejo de fojas trescientos cuarenta y
cinco y siguientes, tanto más que la donación de inmuebles debe
hacerse por escritura pública de acuerdo al artículo 1474 del
Código Civil anterior y artículo 1625 del Código Civil vigente,
siendo en consecuencia su posesión precaria. Siendo ello así,
esta Suprema Sala arriba a la conclusión que la sentencia
recurrida expresa desde su criterio los argumentos, respecto a lo
peticionado por la parte demandante, valorando los medios
probatorios ofrecidos por las partes los cuales son sustento del
fallo; por lo tanto, no se advierte que se haya transgredido el
principio de motivación de las resoluciones judiciales y la debida
valoración de las pruebas, como erradamente sostiene el
recurrente. Que superado este primer filtro casatorio, corresponde
ahora, efectuar el análisis de las causales materiales denunciadas.
Quinto.- Que así, en cuanto a la denuncia contenida en los ítems
B) y C) del numeral 3 de la presente resolución, referente a la
infracción normativa del artículo 911 del Código Civil, que regula la
posesión precaria; y al precedente vinculante constituido por el IV
Pleno Casatorio; se debe destacar previamente, que en un
proceso sobre desalojo por ocupación precaria, la pretensión
procesal está dirigida a que el emplazado desocupe el inmueble
materia de litis, por carecer de título, o porque el que tenía ha
fenecido; en consecuencia, el accionante debe acreditar ser
propietario o por lo menos tener derecho a la restitución del bien,
tal como lo establece el artículo 586 del Código Procesal Civil; y,
por su lado, la parte demandada debe acreditar tener título vigente
que justifique la posesión que ejerce sobre el bien materia de
controversia. En conclusión, el conflicto de intereses en procesos
de este tipo, está configurado, por un lado, por el interés del
accionante de que se le restituya el bien; y, por otro lado, por el
interés del emplazado de no ser despojado de la posesión del
mismo bien, lo que dependerá, entre otras cosas, de si éste tiene
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
o no la condición de precario, según el artículo 911 del Código
Civil. Sexto.- Que, a la luz de la doctrina mas difundida, en los
términos de Eugenio María Ramírez: “si la posesión precaria es
la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
fenecido, entonces “se posee precariamente cuando se usa un
bien, conociendo que es ajeno y sin intención de apropiárselo”1,
por ende, la precariedad es una especie de característica de la
posesión ilegítima de mala fe, cuyas causales para nuestra
dogmática jurídica son: a) Falta de existencia del título (nunca
existió); b) El título que dio vida a la posesión ha fenecido o
caducado. En ese sentido, se puede afirmar que el artículo 911 del
Código Civil nos conduce a establecer que deben probarse dos
condiciones copulativas: a) Que la parte demandante sea la titular
del bien cuya desocupación pretende; y, b) Que la parte emplazada
ocupe el bien sin título o el que tenía hubiere fenecido. Sétimo.-
Que, en el caso de autos, la parte demandada señala que viene
prestando servicio de educación sobre el terreno donado por la
Municipalidad de Breña. Al respecto se advierte que el titulo que
justifica la posesión que ejerce sobre el bien, materia de
controversia, lo constituye el acto de donación por parte de dicha
Municipalidad; que éste hecho se ve acreditado con las actas de la
sección ordinaria de fecha diecisiete de junio de mil novecientos
sesenta y nueve y treinta de setiembre del mismo año de fojas
ciento cuarenta y cinco y ciento cuarenta y tres respectivamente,
en las cuales se indica: “Realizada la votación el Concejo acordó:
aprobar que previos los trámites legales que corresponda, sobre el
terreno Municipal de Chavín Nº 195, se afectará el mismo al
Ministerio de Educación, para los locales escolares (...)”; asimismo
señala: “Referente a la Escuela de Chavín se informó que hace
unos días se ha efectuado la entrega de un terreno de 480 m2,
donde los padres de familia proyectan la construcción de 3
escuelas (...)”; que, siendo ello así, en consonancia con el Cuarto
Pleno Casatorio Civil, expediente Nº 2195-2011 Ucayali, que
establece que: “Cuando se hace alusión a la carencia de título o al
fenecimiento del mismo, no se está refiriendo al documento que
haga alusión exclusiva al título de propiedad, sino a cualquier acto
jurídico que le autorice a la parte demandada a ejercer la posesión
del bien, puesto que el derecho en disputa no será la propiedad
sino el derecho a poseer”; se concluye que no se ha configurado
la ocupación precaria, materia de la pretensión, pues la figura del
precario se va a presentar cuando se esté poseyendo sin título
alguno, esto es, sin la presencia y acreditación de ningún acto o
hecho que justifique el derecho al disfrute del derecho a poseer;
por lo que corresponde desestimar la presente demanda. 6.
DECISIÓN. A) Por estos fundamentos de conformidad con el
artículo 396 del Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por el demandado Ministerio de
Educación, representado por José Antonio Sánchez Romero,
obrante a fojas veintiocho del cuaderno de casación; en
consecuencia CASARON la sentencia de vista de fecha diez de
junio de dos mil catorce, de fojas quinientos ochenta y ocho. B)
Actuando en sede de instancia REVOCARON la sentencia
apelada de fecha dos de mayo de dos mil trece, que declara
improcedente la demanda, reformándola la declararon
INFUNDADA. C) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Alberto Vicente Villegas López y otra con el
Ministerio de Educación y otros, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
RAMÍREZ CRUZ, Eugenio María. Tratado de Derechos Reales, Editorial Rodhas,
p. 531.
C-1392274-40
CAS. Nº 2088-2014 AREQUIPA
Nulidad de acto jurídico. Lima, cuatro de noviembre de dos mil
catorce.- VISTOS; con el cuaderno de auxilio judicial acompañado
y con la razón emitida por el Secretario de esta Sala Suprema,
obrante a fojas sesenta del cuaderno respectivo, y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el
demandante Cristóbal Marcelino Añazco Ñaupa, mediante escrito
de fojas doscientos ochenta y tres, contra la sentencia de vista
obrante a fojas doscientos sesenta y seis, su fecha veintiocho de
mayo de dos mil catorce, que revoca la sentencia apelada de fojas
doscientos siete, su fecha veintinueve de agosto de dos mil trece,
que declara improcedente la demanda, y reformándola la declara
infundada; en tal sentido, corresponde examinar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del recurso acorde a la modificación
establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el
presente recurso satisface tales exigencias, esto es: I) Se impugna
una resolución expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, puso fin al proceso; II) Se interpone ante la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que
emitió la resolución impugnada; III) Ha sido presentado dentro del
plazo legal, según consta del cargo de notificación de fojas
78685
doscientos setenta y uno; y, IV) No se adjunta el arancel judicial
pues el recurrente goza de auxilio judicial conforme se aprecia a
fojas quince del cuaderno acompañado. Tercero.- Que, en
relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se
advierte que el impugnante no ha consentido la sentencia de
primera instancia que fue desfavorable a sus intereses, ya que
interpuso recurso de apelación a fojas doscientos veintisiete, por
lo que satisface el presupuesto establecido en el inciso 1 de la
norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y
4 del precitado artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse
en qué consisten las infracciones normativas. En el presente caso,
el impugnante propone las siguientes denuncias: a) Infracción
normativa del artículo 139º incisos 3 y 4 de la Constitución
Política del Estado, así como del artículo 122º inciso 3 del
Código Procesal Civil: señala que las resoluciones judiciales
deben contener los fundamentos de hecho y los de derecho que
sustentan la decisión, según el mérito de lo actuado, sin embargo,
los Jueces de mérito fundamentan su decisión en que el recurrente
es el dueño del sub lote Nº 14-A del lote Nº 14, con un área de
doscientos diez metros cuadrados, y es en esta calidad que
transfiere en venta el mencionado sub lote, pese a que todavía no
se ha realizado división alguna respecto del predio matriz, por lo
tanto, el objeto del contrato no existe, porque no es físicamente
posible que se transfiera el inmueble, en razón a que éste se
encuentra sujeto a la copropiedad existente entre el recurrente e
Isabel Payehuanca Apaza; agrega que la sentencia impugnada
contiene una motivación indebida, porque respecto de la causal de
objeto física y jurídicamente imposible no se argumenta en
ninguna parte porqué es físicamente posible la transferencia del
bien, pues lo cierto es que un copropietario no puede vender parte
material de un bien indiviso sin que previamente se realice su
división. b) Infracción normativa del artículo 978º del Código
Civil: sostiene que se ha interpretado incorrectamente el precitado
artículo 978º, norma que señala que el acto de disposición de un
copropietario sobre todo o parte del bien será válido desde que se
adjudique el bien o la parte a quien practicó el acto. Es decir, se
admite la venta de derechos de propiedad que les pertenecen a
copropietarios, pero de ninguna forma es posible que alguno de
ellos pueda disponer unilateralmente del bien. La interpretación
correcta de la mencionada norma consiste en que los
copropietarios pueden practicar actos que importen ejercicio de
propiedad exclusiva sobre todo o parte de los derechos de
propiedad del bien indiviso, siendo dicho acto válido desde el
momento en que se adjudica el bien al copropietario que realizó la
transferencia, ya sea mediante la división o la compraventa que
efectúe a otro copropietario. Quinto.- Que, del examen de las
alegaciones antes descritas, se advierte que el impugnante no
satisface los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388º del Código Procesal Civil, pues no describe en forma clara y
precisa en qué consisten las infracciones normativas, menos aun
demuestra la incidencia directa que tendrían aquellas sobre la
decisión impugnada por las siguientes razones: Es el caso señalar
que el recurso de casación es un medio impugnatorio de carácter
extraordinario, pues su función se restringe a controlar la correcta
aplicación de la Ley, esto es, su labor está reservada a observar
sólo los errores de derecho, excluyéndose de dicho control la
valoración de las pruebas; en tal sentido, la causal de infracción
normativa debe sustentarse en el error de derecho que incida
directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya o
repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, pues no basta la sola invocación de las normas de derecho
material o procesal que supuestamente se consideran infringidas,
toda vez que el recurrente debe explicar la naturaleza de dicha
infracción. Ahora bien, luego del análisis realizado a la infracción
propuesta en el acápite a) del considerando precedente, se hace
evidente que el impugnante, mediante la supuesta infracción del
principio de motivación de las resoluciones judiciales, lo que en
realidad pretende es un nuevo control del aspecto fáctico o de los
hechos ya probados en el proceso, y en este caso concreto
cuestiona la conclusión fáctica establecida por los Jueces de
mérito, consistente en que el lote Nº 14 de la Manzana A, Sector
B, Zona C, del Centro Poblado Los Portales de Chiguata, Distrito
de Chiguata, Provincia y Departamento de Arequipa, con un área
de mil metros cuadrados, está inscrito en Registros Públicos a
nombre de los copropietarios Cristóbal Marcelino Añazco Ñaupa y
de Isabel Payehuanca Apaza, por lo que resulta física y
jurídicamente posible subdividir el predio, a fin de conseguir el sub
lote denominado 14-A, con una extensión de doscientos diez
metros cuadrados, que es muy inferior al que le pudiera
corresponder al actor en una eventual partición del bien; por lo
tanto, aceptar dicho cuestionamiento en esta Sede Casatoria
implica desconocer los fines este medio impugnatorio
extraordinario contemplados en el artículo 384º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, esto es, observar
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y
uniformizar la jurisprudencia nacional. En cuanto a la infracción
propuesta en el acápite b), se advierte que el impugnante no tiene
en consideración que el recurso de casación requiere de claridad

78686 CASACIÓN
y precisión en la descripción de la infracción normativa denunciada,
pues la fundamentación de éste no puede suponer la simple
descripción de hechos o mención de normas, sino que exige
explicar el error jurídico al momento de aplicar el derecho objetivo
para resolver la controversia, y en este caso si bien se denuncia la
infracción del artículo 978º del Código Civil, no obstante ello, el
recurrente no explica la naturaleza jurídica de dicha infracción, por
el contrario se sustenta en simples apreciaciones fácticas
desprovistas de todo análisis jurídico, distorsionando así los fines
del recurso de casación antes señalados. Sexto.- Que, en cuanto
a la exigencia prevista en el inciso 4 del precitado artículo 388º, si
bien el recurrente cumple con indicar su pedido casatorio, sin
embargo, ello no es suficiente para atender el recurso, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio son
concurrentes, conforme estipula el artículo 392º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364. Por estas
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el precitado
artículo 392º del Código adjetivo: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Cristóbal Marcelino Añazco
Ñaupa, mediante escrito de fojas doscientos ochenta y tres, contra
la sentencia de vista obrante a fojas doscientos sesenta y seis, su
fecha veintiocho de mayo de dos mil catorce; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Cristóbal
Marcelino Añazco Ñaupa con Joaquín Payehuanca Apaza y
Timotea Benicia Nicola Mamani, sobre nulidad de acto jurídico; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI,
ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-41
CAS. Nº 2115-2014 LA LIBERTAD
TEMA: Obligación de dar suma de dinero e indemnización por
daños y perjuicios. SUMILLA: No es objeto del presente proceso
de ejecución de contrato de seguro alguno, sino más bien
determinar si existe la obligación de los demandados BBVA Banco
Continental y Rímac Internacional Compañía de Seguros y
Reaseguros de pagar a favor del demandante la suma de S/.
17,100.00 Nuevos Soles, que es el importe que corresponde al
indebidamente dispuesto de su cuenta de ahorros. Lima, dos de
junio del dos mil quince.- LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; vista la causa
número dos mil trescientos cuatro – dos mil catorce, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha; y producida la votación con
arreglo a Ley; emite la siguiente sentencia: I.- MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso de obligación de dar suma de
dinero e indemnización de daños y perjuicios, el demandado BBVA
Banco Continental ha interpuesto recurso de casación de página
trescientos cuatro, contra la resolución de vista de fecha ocho de
enero de dos mil catorce de página doscientos ochenta y ocho,
dictada por la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, que confirmando la sentencia
de primera instancia de pagina doscientos treinta y uno, declara
fundada en parte la demanda formulada por Jorge Luis Deza
Acevedo, en consecuencia ordena el pago de la suma de diecisiete
mil cien Nuevos Soles (S/. 17,100.00), por concepto de daño
emergente, monto que deberá ser pagado con sus respectivos
intereses legales devengados desde la fecha que se produjo el
daño, esto es, desde el veintiséis de abril del dos mil diez, hasta
cuando se hagan efectivos los referidos pagos, debiendo de
calcularse los mismos en ejecución de sentencia, con lo demás
que contiene. II.- ANTECEDENTES: 1. DEMANDA. Por escrito de
fecha treinta de enero del dos mil doce de página treinta y ocho,
don Jorge Luis Deza Acevedo, interpone demanda de obligación
de dar suma de dinero e indemnización de daños y perjuicios
contra el BBVA BANCO CONTINENTAL y Rímac Internacional
Compañía de Seguros y Reaseguros, a efecto que cumplan con
pagarle solidariamente la suma de treinta y dos mil cien Nuevos
Soles (S/. 32,100.00), por los conceptos de: obligación de dar
suma de dinero, que estima en la suma de diecisiete mil cien
Nuevos Soles (S/. 17,100.00) y accesoriamente como
indemnización de daños y perjuicios por responsabilidad
contractual, la suma de quince mil Nuevos Soles (S/. 15,000.00),
entendiéndose como daño emergente y lucro cesante. Alega que
el veintiséis de abril del dos mil diez, se apersonó a la Oficina del
Banco del Real Plaza de Trujillo para efectuar un retiro de cuatro
mil quinientos Nuevos Soles (S/. 4,500.00), y el funcionario del
Banco le manifestó que su tarjeta no tenía saldo disponible en la
cuenta, causándoles sorpresa por cuanto días antes había
realizado depósitos en dicha cuenta y contaba con saldo suficiente
para retirar dinero. Que solicitó un consolidado de movimiento de
donde se le informó que los días 16, 17, 18, 19, 22, 23, 24, 25 y 26
de abril del 2010, sistemáticamente en distintos cajeros
automáticos de la ciudad de Lima, sustrajeron la suma de un mil
novecientos Nuevos Soles (S/. 1,900.00) diarios, haciendo un total
de diecisiete mil cien Nuevos Soles (S/. 17,100.00) optando por
bloquear la tarjeta (clonación). Que en la ciudad de Trujillo efectuó
una denuncia del siniestro vía telefónica, donde le asignaron el
Reclamo No. 168771, la cual fue resuelta en el plazo de 5 días sin
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
requerimiento documental alguno, con resultado negativo. Agrega
que Rímac Seguros denegó su reclamo pese a haber suscrito
la Póliza No. 1103-500003-26740, por una supuesta omisión de
no haber denunciado el hecho 4 horas después de tomar
conocimiento; y respecto de la indemnización por daños y
perjuicios señala que: i) el hecho de la clonación de su tarjeta se
encuentra coberturado con la prima pagada en su oportunidad
ante Rímac, mediante el seguro de protección de tarjeta BBVA –
Riesgos Humanos de Rímac Internacional Compañía de Seguros
y Reaseguros – Póliza No. 1103-500003-26740. 2.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA: Mediante escrito de la
página ochenta y tres, la demandada Rímac Internacional
Compañía de Seguros y Reaseguros Sociedad Anónima, contesta
la demanda, señalando que conforme a su Carta SRG – 1656/201
I de fecha veintiuno de diciembre del dos mil diez, el actor no
cumplió con presentar la denuncia policial de inmediato en la
delegación correspondiente dentro de un plazo no mayor de 4
horas de que el asegurado se ha percatado de que ha ocurrido el
hurto, hurto agravado, extravío, compras fraudulentas vía internet,
clonación, adulteración de la tarjeta de débito y/o crédito, por lo
que solicitan al Juzgado se declare infundada la demanda. El
BBVA Banco Continental, señala de otro lado, por escrito de fojas
ciento ocho, que el hecho que los actos fueron efectuados por el
demandante o en su defecto por terceras personas las que
ilícitamente obtuvieron la tarjeta y clave secreta del demandante a
fin de efectuar los retiros de fondos, su representada no tiene
ninguna obligación de devolver las sumas de dinero que indican,
por lo que se debe declarar infundada la demanda. 3.- SENTENCIA
DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente,
el Juez mediante sentencia de la página ciento sesenta y cuatro,
su fecha cuatro de julio del dos mil doce, declaró fundada en parte
la demanda y en consecuencia ordenó el pago de la suma de
diecisiete mil cien Nuevos Soles (S/. 17,100.00), que corresponde
a la suma de los montos de dinero que han sido extraídos de la
cuenta del demandante los días 16, 17, 18, 19, 22, 23, 24, 25 y 26
de abril del 2010, y que aparece del Listado de Operaciones de la
Cuenta número 00110011-0918-02-020000486881, pues
considera que el demandante Jorge Luis Deza Acevedo, ha
logrado acreditar de manera fehaciente que ha sido sujeto de
daños, al haber sufrido la clonación de su Tarjeta de Ahorros y
como consecuencia de ello, una pérdida patrimonial en su esfera
jurídica conforme lo acredita con el Listado de Operaciones, ya
que ninguna de las demandadas reconoce dicho desmedro, para
lo cual se debe indemnizar al actor por el monto sustraído, esto es
de diecisiete mil cien Nuevos Soles (S/. 17,100.00). 4.-
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN: Mediante
escrito de fojas ciento ochenta y uno, el demandado BBVA Banco
Continental, interpone recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia, alegando que el demandante tenía conocimiento
de su clave para operaciones en cajeros automáticos y que pudo
entregar el físico de la tarjeta y la clave a persona distinta para que
se traslade a la ciudad de Lima y proceda con los retiros reportados
como indebidos por clonación; señala que la sola aseveración del
demandante representa el único argumento en el que se sustenta
la sentencia, sin haberse actuado prueba alguna que importe un
argumento oficial de la veracidad de la comisión o no del delito de
fraude informático, clonación de tarjetas bancarias; que el otro
contrato con RIMAC se refiere al Contrato de Seguro de Protección
de Tarjeta BBVA Banco Continental, el mismo que estipula que en
el párrafo de procedimientos en caso de siniestro (incluida la
clonación), los procedimientos a seguir para la ejecución de la
póliza de seguro; sin embargo, pese a que la existencia del
contrato no ha sido negado por las partes, éste no obra recaudado
en su totalidad en el expediente, circunstancia que representa un
vicio que atenta contra el derecho al debido proceso. 5.-
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos en virtud del recurso
de apelación interpuesto, la Segunda Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, mediante
sentencia de vista de la página doscientos ochenta y ocho, del
ocho de enero del dos mil catorce, confirmó la resolución final de
primera instancia que declara fundada en parte la demanda,
señalando que el Banco no ha acreditado las seguridades que
debe utilizar para impedir la ocurrencia de los riesgos propios de
su actividad realizada por medios electrónicos, como también a la
falta de custodia por parte del actor de la tarjeta y de la clave, sin
que sea suficiente su manifestación frente a la validez de las
transacciones, puesto que conocido es que en la Banca electrónica
o el uso del dinero electrónico se presentan diversos riesgos como
los “hackers” y actividades como duplicidad, clonación, etc., de las
tarjetas para indebidamente sustraer dineros ajenos, lo que no
puede ser trasladado al usuario, sino que por tal debe responder
la entidad financiera, dada la actividad profesional a la cual se
dedica, lo que le exige para enfrentar los problemas que presenta
el servicio que ofrece la utilización de medios de seguridad
actualizados y apropiados, como también las realizaciones de
acciones correctivas para responder a cada uno de los diferentes
riesgos, y ello debe probarse en el proceso para eximirse de culpa,
lo que significa que ante la ausencia de prueba en ese sentido,
debe responder por la pérdida del dinero perteneciente al actor, en
tanto que no demostró que la sustracción de ese dinero obedeciera
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
a la negligencia o descuido del cliente, ni que se hubiera adoptado
las medidas de seguridad y corrección necesarias para evitar esos
sucesos. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha diecisiete de setiembre de dos mil
catorce, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por el demandado BBVA Banco Continental de fojas
trescientos cuatro, por la infracción normativa de los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Estado e infracción
normativa de los artículos VII del Título Preliminar, 50, 87, 196 y
197 del Código Procesal Civil. IV.- CONSIDERANDO: Primero:
Que, se ha interpuesto recurso de casación, alegando las
infracciones de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, referidos al derecho constitucional de las
partes al debido proceso, a la motivación escrita de las resoluciones
judiciales. Segundo: Que, el principio procesal de la motivación
escrita de las resoluciones judiciales, consagrado en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado, tiene como
finalidad principal el de permitir el acceso a los justiciables al
razonamiento lógico jurídico empleado por las instancias de
interés, para justificar sus decisiones jurisdiccionales y así puedan
ejercer adecuadamente su derecho de defensa, cuestionando de
ser el caso, el contenido y la decisión asumida. Esta motivación
escrita de las resoluciones judiciales, constituye un deber para los
magistrados que implica el señalamiento en forma expresa de la
Ley que aplican así como el razonamiento jurídico al que ésta les
ha llevado, así como los fundamentos fácticos o de hecho que
sustentan su decisión, lo que significa también que el principio de
motivación garantiza a los justiciables que las resoluciones
jurisdiccionales no necesitarán de falta de motivación o defectuosa
motivación, esta última en sus variantes de motivación aparente,
motivación insuficiente y motivación defectuosa propiamente
dicha; de tal modo que de presentarse estos supuestos, se estará
violando el referido principio dando lugar a la nulidad de tal
resolución. Tercero: Que, en el presente caso, el 4º Juzgado Civil
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, ha señalado en
cuanto a la Póliza de Seguro No. 1103-500013-26740, que dicho
contrato fue celebrado solo entre el Banco Continental y Rímac
Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros S.A.C.,
teniendo la condición de contratantes entre ellos, por lo que
correspondería la ejecución de dicha póliza una obligación entre la
entidad bancaria y la aseguradora y no del demandante; sin
embargo, el Banco ha de cumplir con lo dispuesto en el Resumen
de las Condiciones Generales de la Póliza de Seguros de
Protección de Tarjeta BBVA en su calidad de obligado principal; en
dicho contexto, el argumento impugnatorio en el que se sustenta
el agravio materia de análisis, no tiene lugar, toda vez que no es
verdad como lo alega el recurrente que no existe en el juicio, la
valoración lógica que sustente la existencia del contrato de seguro
cuya ejecución se pretende, pues en todo caso no es objeto del
presente proceso de ejecución de contrato de seguro alguno, sino
más bien determinar si existe la obligación de los demandados
BBVA Banco Continental y Rímac Internacional Compañía de
Seguros y Reaseguros de pagar a favor del demandante la suma
diecisiete mil cien nuevos soles (S/. 17,100.00), que es el importe
que corresponde al indebidamente dispuesto de su cuenta de
ahorros; de donde se colige que la denunciada infracción
normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, no tiene amparo legal alguno, tanto más si de
los fundamentos a que se ha hecho referencia aparece claramente
el respeto irrestricto del derecho constitucional a la fundamentación
escrita de las resoluciones judiciales. Cuarto: Que, del mismo
modo, en lo que se refiere al segundo agravio, de haberse
infringido el Principio de Congruencia Procesal previsto en el
artículo VII del Título Preliminar y los artículos 50, 87, 196 y 197
del Código Procesal Civil, referidos a la acumulación de
pretensiones, la carga y valoración de la prueba, debe advertirse
que de los fundamentos de la recurrida aparece que la razón por
la que demanda ha sido amparada solo en la parte que comprende
el daño emergente, radica en el hecho de haberse acreditado que
con el incumplimiento contractual, se ha causado daño patrimonial
al demandante, lo que se circunscribe a la pérdida del dinero
según el Listado de Operaciones. V. DECISIÓN: Por estos
fundamentos y en aplicación del artículo 397 del Código Procesal
Civil, declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto
por el demandado BBVA Banco Continental; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a Ley; en los seguidos por Jorge Luis Deza
Acevedo, sobre obligación de dar suma de dinero y otra; y los
devolvieron; notificándose. Interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-42
CAS. Nº 2211–2014 AREQUIPA
NULIDAD DE ACTO JURIDICO. Que siendo la pretensión del
casacionista la nulidad del acto jurídico relativo a la venta de un
inmueble, resultan necesariamente legitimados pasivos, tanto el
vendedor como el comprador del bien sublitis, pues lo que se
decida en la sentencia los puede afectar; empero, se ha emitido
pronunciamientos sin la participación de uno de los sujetos de la
78687
relación jurídico procesal, por una inadecuada calificación de un
pedido de desistimiento de la pretensión de la demandante,
respecto de su co-emplazado cónyuge, vulnerándose el debido
proceso. Lima, diecinueve de mayo de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA; con el expediente acompañado; revisado el
expediente con numeración asignada: 2211-2014, en audiencia
pública, oído el informe oral en esta Sede, emitida la votación de
la Suprema Sala conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, se
expide la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se
trata del recurso de casación, interpuesto por Marco Antonio
Vera Manrique, el primero de julio del dos mil catorce, obrante a
fojas quinientos tres contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos ochenta y siete del cuatro de junio del dos mil
catorce, que confirma la sentencia de primera instancia de fojas
trescientos ochenta y cuatro, del diez de junio del dos mil trece,
que declara fundada en parte la demanda y, en consecuencia
NULO y sin efecto legal el contrato imperfecto por la venta irregular
del inmueble ubicado en la Avenida Goyeneche Nº1304, distrito de
Miraflores, provincia y departamento de Arequipa, celebrado entre
Dante Raúl Manrique Manrique a favor de Marco Antonio Vera
Manrique; e, infundada la demanda respecto del codemandado
Dante Raúl Manrique Manrique, al haberse desistido la parte
demandante; sin costas, ni costos. 2.- CAUSALES POR LAS
QUE SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO DE
CASACIÓN: El recurso de casación se ha declarado procedente,
mediante el auto calificatorio del diecinueve de setiembre de dos
mil catorce, de fojas treinta y uno del cuaderno de casación, por
las causales del artículo 386 del Código Procesal Civil -modificado
por la Ley número 29364-, por infracción normativa de los
artículos: a) 139 inciso 3 y 14 de la Constitución Política del
Perú; b) 92, 93, 122 y 340 del Código Procesal Civil. 3.-
ANTECEDENTES: Para analizar esta causa civil y verificar si se
ha incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es
necesario realizar las siguientes precisiones fácticas sobre este
proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar el derecho, a cuyo
efecto se efectúa un resumen de la controversia, materia del
presente recurso: 3.1.- Que, Nery Alcántara Contreras, a través
del escrito de fecha veinticinco de abril del dos mil cinco a fojas
veintiuno, interpone demanda, contra Dante Raúl Manrique
Manrique y Marco Antonio Vera Manrique, para que se declare la
nulidad del acto jurídico relativo a la venta del inmueble ubicado en
la Avenida Goyoneche 1304 del Distrito de Miraflores, otorgado
por Dante Raúl Manrique Manrique en favor de Marco Antonio
Vera Manrique. 3.2.- Que, el codemandado Marco Antonio Vera
Manrique, contesta la demanda señalando que ha celebrado con
el codemandado Dante Raúl Manrique Manrique y la demandante
Nery Filomena Alcántara Contreras, un contrato de compraventa,
del inmueble materia de litis, ratificado el tres de diciembre de dos
mil ocho, por el precio pactado de (US$ 13,000.00), los que han
sido pagados en su integridad. Que, los referidos contratos fueron
celebrados de buena fe y licitud, además de haberse pagado el
precio; añade que una vez celebrado el contrato, el recurrente
ingresa al inmueble y toma posesión del inmueble, en presencia y
previa entrega de llaves de los señores demandados; que
actualmente vive en el citado bien con su señora madre. 3.3.- Que,
por otro lado, Dante Manrique Manrique contesta la demanda
refiriendo que en junio de mil novecientos noventa y cuatro
adquirió el inmueble sub litis de su suegra Candelaria Contreras
Arenas de Alcántara, pagando su valor con dinero propio, razón
por la cual, consideró que no formaban parte de los bienes de la
sociedad conyugal, por lo que siendo el único propietario del
inmueble, procedió a la venta del departamento por el monto de
US$ 13,000.00 a su sobrino Marco Antonio Vera Manrique; pues si
bien intervino su esposa en dicho documento, esto no significa
que ella sea la dueña; empero, recién por el presente proceso, es
que toma conocimiento que el inmueble sub litis pertenece a la
sociedad conyugal y que para su disposición necesitaba del
consentimiento de su señora esposa, por lo que habría incurrido
en un error involuntario. 3.4.- Que, por escrito de fojas ciento
sesenta y uno, la demandante Nery Alcántara Contreras, se
desiste del proceso seguido contra Dante Raúl Manrique
Manrique, por haber llegado a una transacción extrajudicial; y, por
resolución diecinueve, de fojas doscientos cuarenta y seis de
fecha cinco de octubre del dos mil once, se le tiene por desistida
del proceso, en cuanto al codemandado Dante Raúl Manrique
Manrique, por haber arribado a una transacción extrajudicial. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Que, la sentencia de
primera instancia de fojas trescientos ochenta y cuatro, de fecha
diez de junio del dos mil catorce, declara: i) fundada en parte la
demanda y en consecuencia, nulo y sin efecto legal el contrato
imperfecto por la venta irregular del inmueble ubicado en la
Avenida Goyeneche Nº1304, distrito de Miraflores, provincia y
departamento de Arequipa, celebrado entre Dante Raúl Manrique
Manrique a favor de Marco Antonio Vera Manrique; e infundada la
demanda respecto del codemandado Dante Raúl Manrique
Manrique, al haberse desistido la parte demandante; sin costas, ni
costos 5.- RECURSOS DE APELACIÓN. Que, el demandado
Marco Antonio Vera Manrique, interpuso recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia el dieciocho de junio del

78688 CASACIÓN
dos mil trece, a fojas trescientos noventa y ocho. Que, por su
parte, Nery Filomena Alcántara Contreras, interpuso recurso de
apelación contra la referida sentencia el veintiuno de junio del dos
mil trece, a fojas cuatrocientos nueve. 6.- SENTENCIA DE VISTA.
Que, por sentencia de vista, del cuatro de junio doce de diciembre
de dos mil once, de fojas cuatrocientos ochenta y siete, se
confirmó la de primera instancia que declara fundada en parte la
demanda; e, infundada la demanda respecto del demandado
Dante Raúl Manrique Manrique, al haberse desistido la
demandante. 7.- CONSIDERANDO: Primero.- Que, al momento
de calificar el recurso de casación, se ha declarado la procedencia
por causales de infracción normativa por vicios in procedendo,
siendo el pedido casatorio anulatorio, esto es, si se declara
fundada la Casación por la referida causal, deberá reenviarse el
proceso a la instancia de origen para que proceda conforme a lo
resuelto, según lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364, que
exige: “(...) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado”. Segundo.- Que, existe infracción normativa
cuando la resolución impugnada padece de anomalía, exceso,
error o vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio, es
decir, en la lógica– jurídica (ratio decidendi), en el que incurre el
juzgador; perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo
para el sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las
funciones del recurso de casación. Tercero: Que, respecto a la
procedencia del recurso de casación de fojas quinientos tres por la
causal de: a) infracción normativa de los artículos 139 incisos
3 y 14 de la Constitución Política del Perú, sustentado en la
violación del debido proceso, pues la demandante se desistió de la
acción respecto del co-demandado Dante Manrique Manrique,
razón por la cual el proceso se ha seguido solo en contra de la
ahora recurrente, es decir, se ha seguido contra una de las partes
contratantes. Que dicha omisión vulnera el principio–derecho al
debido proceso, al haberse excluido del pronunciamiento a uno de
los sujetos procesales integrante de la relación jurídico procesal, a
la cual se extenderán los efectos de la resolución recurrida.
Cuarto.- Que, la garantía del debido proceso, comprende un
conjunto de principios relativamente heterogéneos pero
absolutamente interdependientes, que conforman una unidad con
relación al tipo de proceso que exige el estado de derecho,
principios que además han de determinar el curso regular de la
administración de justicia por parte de sus operadores y que se
instituyen como reglas y formas cuyo fin es la protección de los
derechos individuales; es en atención a su trascendencia que la
ley ha considerado entre los motivos de casación la contravención
de las normas procesales y el quebrantamiento de las formas
procesales establecidas en ellas. Quinto.- Que, para analizar la
infracción normativa denunciada, resulta menester enfocar el
contenido de su disposición, esto es, el artículo 139, inciso 3, de
la Constitución Política del Perú, según el cual son principios y
derechos de la función jurisdiccional: “(...) 3. La observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede
ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni
sometida a procedimiento distinto de los previamente establecidos,
ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por
comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su
denominación. (...)”. Sexto.- Que el vocablo litisconsorcio, que
etimológicamente proviene de litis -litigio, conflicto-, con
-conjunto- y sors-suerte-, implica “la situación jurídica en que se
hallan diversas personas que actúan en juicio conjuntamente,
como actores o demandados (...)”1. El litisconsorcio es un instituto
procesal que permite una acumulación subjetiva, es decir, la
presencia en el proceso de dos o más personas. Al respecto, el
artículo 92º del Código Procesal Civil prevé que: “Hay litisconsorcio
cuando dos o más personas litigan en forma conjunta como
demandantes o demandados, porque tienen una misma
pretensión, sus pretensiones son conexas o porque la sentencia a
expedirse respecto de una pudiera afectar a la otra”. En ese orden
de ideas el artículo 93º del Código Procesal Civil establece que:
“Cuando la decisión a recaer en el proceso afecta de manera
uniforme a todos los litisconsortes, sólo será expedida válidamente
si todos comparecen o son emplazados, según se trate de
litisconsorcio activo o pasivo, respectivamente, salvo disposición
legal en contrario”. Según Marianella Ledesma Narváez2 “la figura
procesal del litisconsorte necesario surge cuando la relación del
derecho sustancial, sobre la cual debe pronunciarse el juez, está
integrada por una pluralidad de sujetos, bien sean activos o
pasivos, en forma tal que no es susceptible de escindirse en tantas
relaciones aisladas como sujetos activos o pasivos individualmente
considerados existan, sino que se presenta como una, única e
indivisible fuente al conjunto de tales sujetos”. Sétimo.- Que, en el
presente proceso se pretende la nulidad del contrato de compra
venta de un inmueble celebrado el tres de diciembre de dos mil
ocho, por Dante Raúl Manrique Manrique a favor de Marco Antonio
Vera Manrique, alegándose que tanto el demandado vendedor
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
como la demandante Nery Filomena Alcántara Contreras son
propietarios sólo de derechos respecto del predio objeto de litis, y
por tanto la venta efectuada solo por él, es un imposible jurídico.
En tal sentido, resultan necesariamente legitimados pasivos, tanto
el vendedor como el comprador que han participado en tal acto
jurídico, pues lo que se decida en la sentencia los podría afectar a
ambos. Que por lo tanto, al subsumir las denuncias casatorias del
recurrente respecto de los artículos analizados se verifica que
tienen base real, porque dada la naturaleza de la relación jurídico
sustancial ésta determina que la relación jurídico-procesal de los
sujetos que litigan bajo la condición de parte demandada está
ligada de modo tal, que a todos les afectará el sentido de la
resolución a dictarse; por lo que al haberse calificado el
desistimiento de la pretensión de la actora respecto del co-
emplazado Dante Raúl Manrique Manrique no se ha previsto las
consecuencias de la decisión a recaer en el presente proceso,
incurriéndose así en nulidad procesal insanable que no ha
permitido emitir resoluciones que contengan una motivación
adecuada, coherente y suficiente, por lo que, debe ampararse el
recurso de casación. Octavo.- Que, por los fundamentos jurídicos
expuestos, se verifica que las decisiones emitidas por las
sentencias de mérito, no observan el derecho al debido proceso,
derecho de la motivación de las resoluciones judiciales y aplicación
de las normas jurídicas pertinentes; por lo que, resulta necesario
reponer la causa al estado en que se ha cometido la anomalía
procesal que ha impedido emitir pronunciamiento válido, esto es,
el de calificar adecuadamente el pedido de desistimiento
presentado por la parte actora. 8.- Decisión: A) Por las razones
anotadas y en aplicación del artículo 396, inciso 2, acápite 2 del
Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Marco Antonio Vera Manrique; en
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
ochenta y siete, su fecha primero de julio del dos mil catorce;
INSUBSISTENTE la apelada de fojas trescientos ochenta y
cuatro, de fecha diez de junio del dos mil catorce; y NULO todo lo
actuado hasta la calificación del escrito de desestimiento de
fojas ciento cincuenta presentado por la pretensora. B)
ORDENARON, al A’ quo efectúe una nueva calificación del escrito
de desestimiento, teniendo en cuenta las consideraciones
expuestas en la presente resolución. C) DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Nery Alcántara
Contreras con Dante Raúl Manrique Manrique y otros, sobre
nulidad de acto jurídico; y los devolvieron; interviene como Jueza
Suprema Ponente la señora del Carpio Rodríguez. SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Véscovi Enrique, Teoría General del Proceso, Editorial Temis S.A., Bogotá,
Colombia, 1999, Pág. 171.
2
Ledesma Narváez, Marianella, Intervención de terceros en el proceso civil. Lima:
Cuadernos Jurisprudenciales/Gaceta Jurídica N.º 3, Set. 2001, Pág. 4
C-1392274-43
CAS. Nº 2295-2014 PUNO
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, veintiuno de octubre de dos
mil catorce.- VISTOS; con el cuaderno de apelación acompañado
y estando a la razón emitida por el Secretario de este Supremo
Tribunal obrante a fojas treinta y uno del cuaderno de casación, y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
demandada Yovana Adelaida Morales Monroy, mediante escrito
de fojas doscientos veintiséis, contra la resolución de vista obrante
a fojas doscientos quince, su fecha nueve de julio de dos mil
catorce, que confirma la apelada que obra a fojas ciento treinta y
seis, su fecha trece de agosto de dos mil trece, que declara
infundada la contradicción, en consecuencia, ordena llevar
adelante la ejecución; en tal sentido, corresponde examinar los
requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso acorde a la
modificación establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se
tiene que el presente recurso satisface tales exigencias, esto es: I)
Se impugna una resolución expedida por la Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, puso fin al proceso; II) Se
interpone ante la Sala Civil de la Provincia de San Román-Juliaca
de la Corte Superior de Justicia de Puno; III) Ha sido presentado
dentro del plazo legal, según consta del cargo de notificación de
fojas doscientos veintiuno; y, IV) Se adjunta el arancel judicial
respectivo a fojas doscientos veintitrés del principal, subsanada a
fojas veintinueve del cuaderno de casación. Tercero.- Que, en
relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se
advierte que la recurrente no ha consentido la resolución de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
primera instancia que fue desfavorable a sus intereses, pues
interpuso recurso de apelación a fojas ciento setenta y dos, por lo
que satisface el presupuesto establecido en el inciso 1 de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el cumplimiento
de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y 4 del precitado
artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse en qué consisten
las infracciones normativas. En el presente caso, la impugnante
denuncia las siguientes infracciones: a) Infracción normativa del
artículo 1100º del Código Civil: la recurrente señala que es
evidente la inaplicación del artículo 1100º del Código Civil que
dice: “La hipoteca debe recaer sobre inmuebles específicamente
determinados”, y según aquella en este caso la ejecución solicitada
y ordenada en autos pretende ejecutar no solamente el terreno
que se encuentra efectivamente inscrito en la Partida Registral Nº
11028741, Asiento Nº D0004, del Registro de Propiedad Inmueble
de San Román, sino también la fábrica que, como se advierte de
la misma partida, no se encuentra registrada y no ha sido
comprendida en la hipoteca. La impugnante agrega que en el
terreno hipotecado existe una construcción de cuatro pisos que no
ha sido materia específica de la hipoteca y que no es de propiedad
de la demandada, sino de tercero que viene tramitando
actualmente su documentación correspondiente. b) Infracción
normativa del artículo 955º del Código Civil: sostiene que se ha
dejado de aplicar el artículo 955º del Código Civil que prescribe:
“El subsuelo o el sobresuelo pueden pertenecer, total o
parcialmente, a propietario distinto que el dueño del suelo”, norma
que establece en la práctica la diferencia entre el virtual propietario
del terreno y el propietario de las probables o reales construcciones
existentes sobre dicho terreno como en el presente. En efecto, la
recurrente señala que es propietaria del suelo correspondiente al
inmueble ubicado en la Avenida Circunvalación Norte Nº 1045-
1047, Barrio Manco Cápac, Distrito de Juliaca, Provincia de San
Román, Departamento de Puno, inscrito en la Partida Registral Nº
11028741, Asiento Nº D0004, del Registro de Propiedad Inmueble
de San Román, sin embargo, alega que no es titular de la fábrica
levantada sobre él, aunque aquella se haya efectuado con su
consentimiento y autorización. Quinto.- Que, del examen de las
alegaciones antes descritas, se advierte que éstas no satisfacen
los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388º del
Código Procesal Civil, pues la impugnante no describe en forma
clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas,
menos aun demuestra la incidencia directa que tendrían aquellas
sobre la decisión impugnada por las siguientes razones: Es el
caso señalar que el recurso de casación es un medio impugnatorio
de carácter extraordinario, pues su función se restringe
estrictamente a controlar la correcta aplicación de la Ley, esto es,
su labor está reservada a observar sólo los errores de derecho,
excluyéndose de dicho control la valoración de las pruebas; en tal
sentido, la causal de infracción normativa debe sustentarse en el
error de derecho que incida directamente en la decisión
impugnada, es decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva
del fallo, alterando el sentido del mismo, pues no basta la sola
invocación de las normas de derecho material o procesal que
supuestamente se consideran infringidas, ya que es necesario
que el impugnante explique la naturaleza de dicha infracción.
Ahora bien, analizados los argumentos propuestos se aprecia que
no tienen incidencia alguna en la decisión impugnada, toda vez
que la recurrente recién alega en este medio impugnatorio
extraordinario el hecho de que la hipoteca otorgada a favor del
Banco de Crédito del Perú solo comprende el terreno ubicado en
la Avenida Circunvalación Norte Nº 1045-1037, Barrio Manco
Capac, Distrito de Juliaca, Provincia de San Román, Departamento
de Puno, y no las construcciones existentes sobre él. Asimismo,
es menester señalar que las normas presuntamente infringidas,
esto es, los artículos 955º y 1100º del Código Civil, no tienen
incidencia alguna en la decisión impugnada, toda vez que el
artículo 1101º del Código Civil señala expresamente que: “La
hipoteca se extiende a todas las partes integrantes del bien
hipotecado, a sus accesorios, y al importe de las indemnizaciones
de los seguros y de la expropiación, salvo pacto distinto”, más aun
es menester señalar que en la cláusula quinta de la escritura
pública del contrato de constitución de fianza solidaria e hipoteca,
obrante a fojas nueve, se señala textualmente que: “(...) la hipoteca
que por acto se constituye a favor del Banco se extiende a todo lo
que de hecho o por derecho corresponde o pudiera corresponder
al inmueble hipotecado, comprende el terreno y todas las
construcciones o edificaciones que existen y/o que pudieran existir
sobre el mismo, o bienes que pudieran en el futuro edificarse
sobre el inmueble, así como el suelo, subsuelo y el sobresuelo
(...)”. Sexto.- Que, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4
del citado artículo 388º, si bien la recurrente cumple con indicar su
pedido casatorio, sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de este
medio impugnatorio son concurrentes, conforme dispone el
artículo 392º del Código adjetivo. Por estas consideraciones y en
aplicación de lo dispuesto en el artículo 392º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandada Yovana
Adelaida Morales Monroy, mediante escrito de fojas doscientos
veintiséis, contra la resolución de vista obrante a fojas doscientos
quince, su fecha nueve de julio de dos mil catorce; DISPUSIERON
78689
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Banco de
Crédito del Perú contra Distribuciones Señor de Huanca Sociedad
Anónima Cerrada y Yovana Adelaida Morales Monroy, sobre
ejecución de garantías; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA
BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-44
CAS. Nº 2298-2014 LIMA
Sumilla: Al haberse emitido una sentencia inhibitoria a través de
la resolución recurrida, bajo el argumento que la reivindicación
demandada no puede ser dilucidada mientras existan en el terreno
construcciones cuya titularidad no corresponde a la demandante y
no se demuestre que haya existido mala fe en su edificación, es
evidente que se ha incurrido en una grave afectación de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso. Lima,
cuatro de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:
vista la causa número dos mil doscientos noventa y ocho - dos mil
catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha; y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO. En el presente proceso
de reivindicación la demandante Asociación de Vivienda Villa
Libertad de Monterrico ha interpuesto recurso de casación de
página trescientos treinta y ocho, contra la sentencia de vista de
fecha veintinueve de mayo de dos mil catorce de página trescientos
veinticinco, dictada por la Segunda Sala Especializada en lo Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la
sentencia de primera instancia del ocho de abril de dos mil trece
de página doscientos cuarenta y cuatro, que declara improcedente
la demanda de reivindicación. II. ANTECEDENTES. 1. DEMANDA.
Por escrito de fecha cuatro de octubre del dos mil diez de página
dieciséis, la Asociación de Vivienda Villa Libertad de Monterrico,
interpone demanda de reivindicación, a efecto que el demandado
Raúl Fernando Llanos Soncco le restituya la posesión del lote de
terreno signado como Manzana J, Lote 16 de la Asociación de
Vivienda Villa Libertad de Monterrico que viene ocupando,
inmueble que se encuentra dentro de un terreno de mayor
extensión de propiedad de su representada. Igualmente demanda,
que la construcción levantada por el demandado sobre el citado
terreno sea demolida estando a su mala fe, debiendo asumir este
último el costo de la demolición conforme a la primera parte del
artículo 943 del Código Civil. Alega que es propietaria y su derecho
está inscrito en la Partida No. P03202345. No cuenta con las
dimensiones del predio a reivindicar, solicita una pericia. Hace
cinco años aprovechando una situación de acefalía generalizada
de la institución, el demandado ocupó de manera precaria y
posteriormente levantó su vivienda de material noble, sin contar
con su autorización ni la licencia de construcción municipal que la
Ley exige. Finalmente recuperada la institucionalidad, se dio un
proceso de “fiscalización” detectándose la irregular situación del
demandado quien, ante nuestro cuestionamiento, señaló que el
lote que ocupaba le había sido adjudicado por una anterior junta
directiva, sin poder acreditar su dicho documentadamente, por lo
que ante la falta de conciliación a nivel extrajudicial debido a su
inasistencia, nos vemos en la necesidad de incoar esta demanda
para defender su patrimonio inmobiliario. Señala en cuanto a la
pretensión de demolición de la construcción, señala que se debe
dejar establecido que se trata de una construcción única de
material noble la cual cuenta con una puerta independiente hacia
la calle Los Cafetos, edificación que abarca casi la totalidad del
área a reivindicar. Precisa que es amparable la demolición en
aplicación del artículo 943 del Código Civil, desde que ésta ha sido
levantada de mala fe, en propiedad ajena y causando perjuicio a
su titular. En efecto, en cuanto a lo que es el terreno ajeno, está
acreditado con la glosada Copia Literal de Dominio del predio sub
litis, que si representada es su propietaria incuestionable e
innegable y por lo tanto, que la edificación realizada por el
demandado ha sido hecha en terreno ajeno. De igual modo, para
analizar si es que ha existido mala fe por parte del demandado al
realizar la edificación dentro del lote sub litis, debemos partir del
análisis de su antítesis; la buena fe, que no es otra cosa que el
convencimiento firme de que se está actuando de manera correcta
y sin causar daño o afectar el derecho de los demás. 2.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. Mediante escrito de la
página cincuenta y ocho, el demandado Raúl Fernando Llanos
Soncco, contesta la demanda señalando que posee el predio
como propietario en forma pública, pacífica e ininterrumpida desde
mil novecientos noventa y nueve, por más de doce años y es falso
que mida doscientos metros cuadrados (200 m2). No sabe qué
área ocupa exactamente. Cuando ingresó no existía ninguna
propiedad a nombre de la actora, su propiedad recién la registró
en diciembre del dos mil siete. El área que ocupa es una pendiente
inhabitable, que le costó demasiado nivelar y hacer habitable. Es
falso que haya existido mala fe, en 1999 la actora no era
propietaria. Demanda el reconocimiento al pago de mejoras la
suma de doscientos mil Nuevos Soles (S/. 200,000.00) porque ha
realizado construcciones sobre el terreno; después de 8 años de
estar en posesión, la actora inscribe su propiedad. 3. PUNTOS

78690 CASACIÓN
CONTROVERTIDOS. Conforme se aprecia de la página noventa
y cuatro, se estableció como puntos controvertidos: Determinar si
procede ordenar al demandado la restitución del lote de terreno
signado como manzana J, Lote 16 de la Asociación de Vivienda
Villa Libertad de Monterrico a favor de la demandante. Determinar
si como consecuencia de la reivindicación demandada, procede a
disponer la demolición construida sobre el terreno objeto de la
demanda. Determinar si procede condenar al pago de costas y
costos del proceso a los demandados en este proceso. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de la página
doscientos cuarenta y cuatro, de fecha ocho de abril de dos mil
trece, declaró improcedente la demanda, tras considerar que
existió una situación de acefalía generalizada de la Asociación
demandante, que permitió al demandado el ingreso al terreno que
viene ocupando, por lo que del evento suscitado se desprende
que el demandado procedió de buena fe en la edificación de la
vivienda construida en el terreno que ocupa, constituida, según el
Informe Pericial, por un inmueble de material noble de un piso, que
consta de sala comedor, un dormitorio, cocina y baño, con un
estado de conservación regular; pues el demandado cuando lo
construyó de conservación regular, pues el demandado cuando lo
construyó tuvo la creencia que lo hacía sobre un terreno que era
de su propiedad o que formalmente lo sería atendiendo a que le
habría sido transferido por una Junta Directiva anterior de la
Asociación de Vivienda Villa Libertad de Monterrico, con lo que se
concluye que la pretensión de demolición demandada no puede
prosperar; por lo que no resulta posible disponer la reivindicación
de un terreno, cuando las construcciones existentes pertenecen
en propiedad a persona distinta. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN. Mediante escrito de la página doscientos ochenta y
dos, la demandante Asociación de Vivienda Villa Libertad de
Monterrico interpone recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia, alegando que no hay prueba que el demandado
sea propietario. Es lógico que fuera favorecido en los años 90 por
una Asociación que recién fue titular del lote en cuestión a partir
del dos mil siete. 6. SENTENCIA DE VISTA. Elevados los autos en
virtud del recurso de apelación interpuesto, la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante Sentencia de
Vista de página trescientos veinticinco, del veintinueve de mayo de
dos mil catorce, confirmó la sentencia de primera instancia, que
declaró improcedente la demanda interpuesta por la Asociación de
Vivienda Villa Libertad de Monterrico, pues consideró que si bien
es cierto, que la demandante ha acreditado su derecho de
propiedad sobre el terreno sub litis, no ha logrado demostrar – sin
lugar a dudas – que el demandado Raúl Fernando Llanos Soncco
haya edificado sobre el terreno de su propiedad de mala fe, pues
a pesar que su derecho de propiedad estuvo inscrito en los
Registros Públicos con anterioridad a la construcción, estando a la
conducta de la propia actora (de no exhibir los documentos
requeridos por el Juez), e incluso estando a lo expresado en su
demanda, cuando señala que de existir algún documento que
sustente su derecho de propiedad no lo reconocería, se hace
posible advertir que el actor en realidad tomó posesión del terreno
y construyó sobre él, en la creencia que tenía un derecho de
propiedad que lo amparaba; no habiendo acreditado la actora lo
contrario, esto es, que el acta de adjudicación a favor del
demandado no existe, a pesar que las pruebas para ello se
encuentran en su poder, lo que tampoco ha sido desvirtuado. III.
RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veintiuno de octubre de dos mil catorce de
página treinta y seis del cuaderno de casación, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por la demandante
Asociación de Vivienda Villa Libertad de Monterrico, por la
infracción normativa del artículo 122 inciso 4 del Código
Procesal Civil y de los artículos 914 y 2012 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Que, el
derecho al debido proceso previsto en el inciso 3) del artículo 139
de la Constitución Política del Estado, está concebido como el
cumplimiento de todas las garantías, requisitos y normas de orden
público que deben observarse en las instancias procesales de
todos los procedimientos, incluidos los administrativos, a fin de
que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado que
pueda afectarlos, siendo una de sus expresiones, el derecho que
tiene todo justiciable a conocer las motivaciones suficientes que
conllevaron al juzgador a emitir un fallo judicial, tal como así lo
dispone además el inciso 5) del artículo 139 de la Carta Política.
Segundo: Que, el Tribunal Constitucional en la STC Nº 728-2008-
PH/TC ha establecido que el derecho a la debida motivación de
las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a
la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los Magistrados,
sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o
los que se derivan del caso, precisando que el contenido
constitucionalmente garantizado de este derecho queda
delimitado, entre otros, en la motivación aparente, la cual se
configura cuando la resolución no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque sólo intenta dar
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico. Tercero: Que, considerando la
naturaleza de los agravios denunciados, corresponde ingresar al
análisis de las causales en estricta observancia de sus efectos, ya
que al tener carácter nulificante la infracción de las normas de
orden procesal, al amparar éstas ya no será necesario ingresar al
análisis de la infracción de las normas de orden sustantivo,
orientadas a resolver el fondo del asunto. Cuarto: Que, el artículo
122 inciso 4 del Código Procesal Civil, establece que las
resoluciones judiciales deben contener: la expresión clara y
precisa de lo que se decide u ordena respecto de todos lo puntos
controvertidos. Si el Juez denegase una petición por falta de algún
requisito o por una cita errónea de la norma aplicable a su criterio,
deberá en forma expresa indicar el requisito faltante y la norma
correspondiente. Quinto: Que, en el presente caso, de la lectura
de los agravios impugnatorios expuestos en el recurso de
casación, se desprende que a decir del recurrente, las sentencias
de mérito no habrían dilucidado la controversia a la luz de lo
dispuesto por el artículo 914 del Código Civil, respecto a la
presunción de la buena fe del poseedor, así como del artículo
2012 del Código Civil, que establece que se presume, sin admitirse
prueba en contrario que toda persona tiene conocimiento del
contenido de las inscripciones. Sexto: Que, el sustento de tal
argumentación radica en el hecho que el demandado ha señalado
que el derecho de la Asociación demandante se inscribió recién en
el año dos mil siete, lo cual es falso y solo ha servido para sustentar
que el demandado tiene buena fe ya que las edificaciones las llevó
a cabo a partir de mil novecientos noventa y nueve, esto es,
cuando el inmueble aún no se encontraba inscrito y por tanto no
había manera de saber que dicho bien no le pertenecía a la actora.
Sin embargo, no se ha tomado en cuenta que el derecho de la
demandante se inscribió el siete de diciembre de mil novecientos
noventa y nueve, es decir, antes que el demandado entre en
posesión del inmueble, y que en virtud del artículo 2012 del Código
Civil, realizó construcciones sobre el inmueble a sabiendas de que
el mismo se encontraba inscrito a favor de la Asociación
demandante. Agrega la impugnante que de acuerdo al artículo 278
del Código Procesal Civil, la Ley califica a la presunción con
carácter absoluto no cabe prueba en contrario, por lo que el
beneficiario de tal presunción solo ha de acreditar la realidad del
hecho que a ella le sirve de base, y en el presente caso, de la
copia literal aparejada a la demanda se advierte que la actora es
propietaria y que su derecho estuvo inscrito mucho antes de la
fecha que señaló el propio demandado. Sétimo: Que, de los
fundamentos del escrito de demanda, orientada tanto a la
reivindicación del inmueble ubicado en el Lote 16 de la Manzana J
de la Asociación de Vivienda Villa Libertad de Monterrico, como a
la demolición de lo construido por el demandado al haber mediado
mala fe, se advierte que la actora alega ser propietaria del
mencionado inmueble conforme a la ficha registral No. P03202345
del Registro de Predios de los Registros Públicos de Lima,
habiéndose concluido en las sentencias de mérito que el
demandado procedió de buena fe en la edificación de la vivienda
construida en el terreno que ocupa, pues cuando lo construyó tuvo
la creencia que lo hacía sobre un terreno que era de su propiedad
o que formalmente lo sería ateniendo a que le habría sido
transferido por una Junta Directiva anterior a la Asociación de
Vivienda Villa Libertad de Monterrico, con lo que se concluye que
la pretensión de demolición demandada no puede prosperar; no
obstante, debido a que para la dilucidación de la presente
controversia orientada a establecer si hubo o no mala fe en la
construcción de lo edificado por parte del demandado, es preciso
analizar la data de la inscripción del inmueble a favor de la
demandante, a efectos de establecer si es cierto lo alegado por la
actora en el sentido que encontrándose el inmueble inscrito a su
favor existía o no buena fe en el actor a la luz de lo dispuesto en el
artículo 2012 del Código Civil, de presumirse, sin admitirse prueba
en contrario que toda persona tiene conocimiento del contenido de
las inscripciones, a lo que se añade que es menester dilucidar
además la fecha a partir de la cual el inmueble se encuentra
inscrito a favor de la demandante, y con ello establecer si el
demandado cuenta con mala fe o no, ya que el demandado refiere
en su contestación que el derecho de la Asociación se inscribió
recién en el año dos mil siete, afirmación que esgrime el
demandado para poder sustentar la “buena fe” de las edificaciones
que dice haber levantado a partir del año mil novecientos noventa
y nueve, debiendo de dilucidarse la cuestión controvertida
verificándose además el dicho de la demandante de haber inscrito
su derecho antes de que el demandado se encuentre en la
posesión del inmueble. Octavo: Que, al haberse emitido una
sentencia inhibitoria a través de la resolución recurrida, bajo el
argumento que la reivindicación demandada no puede ser
dilucidada mientras existan en el terreno construcciones cuya
titularidad no corresponde a la demandante y no se demuestre
que haya existido mala fe en su edificación, es evidente que se ha
incurrido en una grave afectación de las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso y en especial del inciso 4 del artículo
122 del Código Procesal Civil, en la medida que ciertamente, la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
incurre en una evidencia ausencia de pronunciamiento sobre la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
materia controvertida amparándose en una argumento que no
justifica realmente el por qué el Juzgador no pueda pronunciarse
sobre lo demandado en el escrito postulatorio de fojas treinta y
dos, el mismo que se compone de dos pretensiones claramente
definidas y no se encuadran en ningún supuesto previsto en el
artículo 427 del Código Procesal Civil, que prevé las causales de
improcedencia en las que puede incurrir una demanda, resultando
jurídicamente posible que el Juez de primera instancia emita
pronunciamiento en primer ordena por la restitución del predio del
inmueble constituido por el lote de terreno que viene ocupando
signado como manzana “J”, Lote 16 de la Asociación de Vivienda
Villa Libertad de Monterrico, que según el demandante se
encuentra dentro de un terreno de su propiedad de mayor
extensión, y además que la construcción levantada de mala fe por
el demandado sobre el citado terreno sea demolida. V. DECISIÓN.
Por estos fundamentos y en aplicación del artículo 397 del Código
Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la demandante Asociación de Vivienda Villa
Libertad de Monterrico de página trescientos treinta y ocho; en
consecuencia NULA la Sentencia de Segunda Instancia e
Insubsistente la apelada, debiendo renviarse la causa al A quo a
efecto de que emita nuevo pronunciamiento conforme a los
considerandos precedentemente expuestos; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos contra Raúl
Fernando Llanos Soncco, sobre reivindicación; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo Miranda Molina, por
vacaciones del señor Juez Supremo Almenara Bryson.- SS.
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-45
CAS. Nº 2304-2014 LA LIBERTAD
TEMA: Obligación de dar suma de dinero. SUMILLA: No se
configura la falta de motivación en las sentencias de mérito, pues
el Juez Superior ha emitido pronunciamiento en torno a los
argumentos impugnatorios expuestos en el recurso de apelación,
habiendo el Juez de primera instancia dilucidado acerca del
sentido interpretativo de la norma convencional y la controversia
en virtud a la cual la actuación en forma conjunta y a doble firma
de la apoderada Delia Edith Rodríguez Arteaga y el señor Juan
Carlos Orellano Antúnez constituía una exigencia , para el giro de
las letras de cambio; pese a ello, en las letras de cambio
presentadas por la empresa ejecutante, solo se aprecia la firma de
Juan Carlos Orellano A., no apareciendo la de la apoderada Delia
Edith Rodríguez Arteaga. Lima, veintiuno de abril de dos mil
quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa
número dos mil trescientos cuatro - dos mil catorce, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha; y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO. En el presente proceso de obligación de dar suma de
dinero, la demandante SQM PERÚ S.A. ha interpuesto recurso de
casación de página ciento ochenta y tres, contra la resolución de
vista de fecha veinte de agosto de dos mil trece de página ciento
sesenta y cuatro, dictada por la Tercera Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, en el extremo
que confirmando la resolución de primera instancia del veintiuno
de marzo del dos mil trece de página ciento cuarenta y dos,
declara fundada la contradicción formulada por la ejecutada
Empresa Wet Field EIRL, por la causal de nulidad formal del título
ejecutivo, con lo demás que contiene. II. ANTECEDENTES. 1.
DEMANDA. Por escrito de fecha treinta de junio del dos mil once
de página catorce, SQM PERÚ S.A., interpone demanda de
obligación de dar suma de dinero contra WET FIELD EIRL, en su
calidad de obligado principal, a efecto que cumpla con pagarle la
suma de veintiséis mil seiscientos ochenta y ocho con sesenta
centavos de Dólares Americanos ($ 26,688.60), más intereses
compensatorios, intereses moratorios, costas y costos. Afirma
que, como consecuencia de las relaciones comerciales entre
ambas empresas, WET FIELD aceptó a favor de SQM 6 letras de
cambio y que pese a haber solicitado mediante carta notarial del
veintiséis de octubre del dos mil diez, el pago de la suma
adeudada, y sin que hasta la fecha el demandado cumpla con
cancelarla, se ven forzados a acudir al órgano jurisdiccional con la
finalidad de solicitar se ampare su pretensión. 2. CONTRADICCIÓN
AL MANDATO DE EJECUCIÓN Mediante escrito de la página
ochenta y tres, la demandada Wet Field EIRL, formula
contradicción al mandato de ejecución, señalando que los
referidos títulos valores carecen de validez para ejercer la acción
cambiaria, debido a que existe nulidad formal en el título, siendo
inviable el presente proceso único de ejecución. En efecto, el
girador que es una persona jurídica, no se encuentra debidamente
representada, toda vez que la persona que interviene en el acto,
carece de facultad para girar las mencionadas letras de cambio.
Reconocen como apoderado de la demandante, al Sr. Juan Carlos
Orellana Antúnez y no al Sr. Juan Orellano A., siendo este último,
quién suscribe impropiamente el referido título, actuando como
Gerente de Administración y Finanzas, representatividad
inexistente en la Partida que corresponde a la Persona Jurídica
78691
accionante. Agrega que las citadas cambiales carecen de requisito
formal referente a la orden incondicional de pagar una cantidad
determinada de dinero, como lo exige el numeral c) del art. 119.1
de la Ley de Títulos Valores. 3.- ABSOLUCIÓN A LA
CONTRADICCIÓN DEL MANDATO DE EJECUCIÓN El
demandante SQM PERÚ S.A., por escrito de fojas ciento tres,
formula absolución a la contradicción del mandato de ejecución
señalando que no es cierto que las letras de cambio adolezcan de
nulidad formal, pues los mismos cumplen con los requisitos
formales exigidos por el art. 119 de la Ley de Títulos Valores.
Como bien lo señala el ejecutado, el representante de SQM PERÚ
S.A., es el Sr. Juan Carlos Orellana Antúnez, con D.N.I.
09610135,quién es la misma persona que emitió las letras de
cambio que son objeto de cobro; además, el girador es una
persona jurídica, por lo que conforme a lo previsto por el art. 6.4 de
la Ley de Títulos Valores, se indicó el nombre y el RUC de la
referida empresa, así como el nombre, documento nacional de
identidad y la firma de su representante, en este caso el Sr. Juan
Carlos Orellana Antúnez. En cuanto al cargo que figura en el sello
de la firma de su apoderado, es irrelevante, ya que éste no es un
requisito esencial de la letra, no afectando en lo más mínimo la
validez del título valor. En cuanto que las letras de cambio no
contendrían una orden incondicional de pago por parte del girador
de la letra hacia el aceptante; señala que ello, es falso, ya que
como se aprecia de las referidas letras de cambio, más allá de su
propio plazo de vencimiento, no existe en ninguna de éstas
condición alguna que limite la orden de pago pura y simple
extendida a cargo del aceptante y a favor del beneficiario, SQM
PERÚ S.A. Conforme a lo expuesto, los argumentos de la
ejecutada no resultan idóneos para sustentar la existencia de una
supuesta causal de nulidad formal del título valor. Solicita se
declare INFUNDADA la contradicción. 4. AUTO DE PRIMERA
INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el Juez
mediante auto final de la página ciento cuarenta y dos, su fecha
veintiuno de marzo de dos mil trece, declaró fundada la
contradicción formulada por el ejecutado Empresa Wet Field EIRL,
por la causal de nulidad formal del título ejecutivo, e improcedente
la demanda, tras considerar que de la copia literal de la Partida Nº
11026542 (fs. Sesenta y dos) se advierte: “Sin perjuicio de las
facultades referidas, actuando en forma conjunta y a doble firma
con la apoderada Delia Edith Rodríguez Arteaga, el señor Juan
Carlos Orellana Antúnez gozará de las siguientes facultades: (I)
Girar Letras de Cambio (...)”, advirtiéndose, que la facultad de
girar letras de cambio, debía ejercitarse conjuntamente con la
apoderada Delia Edith Rodríguez Arteaga, pese a ello, en las
letras de cambio presentadas por la empresa ejecutante, solo se
aprecia la firma de Juan Orellano A., no apareciendo la indicada
apoderada, sin haberse revocado dichas facultades conforme se
observan de las copias literales 37 y 79; verificándose a fs. Setenta
y tres la presentación del título el once de agosto de dos mil diez,
concerniente a rectificar las facultades otorgadas a Juan Carlos
Orellano Antúnez en el Asiento C00010, respecto del inciso B) del
mismo; y al tener las seis letras de cambio como fecha de giro el
tres de marzo de dos mil diez, se determina que el poder mantiene
su vigencia, siendo ambos apoderados los que debieron girar la
misma, conforme al numeral (I) del ítem I. del asiento C 0007 de la
Partida Nº 11026542, obrante a Fojas sesenta y dos. 5.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN. Mediantes
escrito de fojas ciento cincuenta y uno, SQM PERÚ S.A., interpone
recurso de apelación contra la resolución final de primera instancia,
alegando que la nulidad y la representación insuficiente son
instituciones jurídicas plenamente distinguibles y que acarrean
consecuencias jurídicas diversas. En tal sentido, nulidad formal,
se refiere cuando no se cumple con los requisitos del art. 119 de la
Ley de Títulos Valores; mientras que es representación insuficiente,
la falta de legitimación que tienen los sujetos del acto. La
intervención individual del Sr. Juan Carlos Orellana Antúnez,
configuraría, de ser el caso, un supuesto de EXTRALIMITACIÓN
en las facultades y no un supuesto de nulidad de letras de cambio.
Sin embargo, dicho supuesto de extralimitación de facultades no
se encuentra contenido dentro de las causales de contradicción
previstas por el art. 690-D del CPC., así como tampoco una causal
de nulidad formal del título por la Ley de Títulos Valores, ya que el
artículo 7 anteriormente citado establece expresamente que la
consecuencia de dicha extralimitación es la asunción de la
obligación de manera personal por el representante que suscribe
el título valor sin tener facultades suficientes para ello, y que si
bien el literal c) del artículo 19.1 de la Ley de Títulos Valores, prevé
como causal de contradicción la falta de representación de la
persona que suscribe el título valor, ésta se encuentra limitada
únicamente al supuesto de falta de representación del propio
demandado u obligado del título valor, lo cual no ocurre en este
caso en que se alega la falta de representación del demandante,
girador y beneficiario de las letras de cambio. Sin perjuicio de lo
expuesto, precisa que la intervención conjunta de los dos
apoderados en la emisión de las letras de cambio prevista por la
última modificación de los poderes inscrita en la partida registral,
rige para el supuesto de que los apoderados obliguen a la
sociedad mediante firma de un título valor a ser pagado por la
recurrente a favor de un tercero; no obstante, en el presente caso,

78692 CASACIÓN
las letras de cambio fueron giradas para ser pagadas por la
aceptante y ejecutada, a favor de la recurrente, es decir en
beneficio de esta misma, por lo cual no rige la exigencia de
intervención conjunta de los apoderados, siendo suficiente que
haya intervenido uno de ellos, como en el presente caso. 6.
SENTENCIA DE VISTA. Elevados los autos en virtud del recurso
de apelación interpuesto, la Tercera Sala Especializada en lo Civil
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, mediante sentencia
de vista de la página ciento sesenta y cuatro, del veinte de agosto
de dos mil catorce, confirmó la resolución final de primera instancia
que declara fundada la contradicción, señalando que la persona
que aparece girando las letras de cambio si cumple con el requisito
formal de obligatorio cumplimiento señalado en el art. 119º de la
Ley de Títulos Valores; en ese sentido, queda claro con la Partida
Registral Nº 11026542, que el Sr. Juan Carlos Orellana Antúnez, la
facultad de girar letras de cambio, debía ejercitarse conjuntamente
con la apoderada Delia Edith Rodríguez Arteaga. Por lo tanto,
resulta incuestionable que se ha incurrido en una nulidad formal
del título valor, por existir vicios en la forma de su celebración,
incumpliendo lo establecido en el inciso f. del art. 119 de la Ley de
Título Valores. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha veintiséis de setiembre de dos mil
catorce, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por la demandante SQM PERÚ S.A. de fojas ciento
ochenta y tres, por la infracción normativa de los incisos 3, 5 y
14 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado e
infracción normativa de los artículos 364 y 366 del Código
Procesal Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- Que, se ha interpuesto recurso de casación, alegando
las infracciones de los incisos 3, 5 y 14 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, así como la infracción normativa
de los artículos 364 y 366 del Código Procesal Civil, referidos al
derecho constitucional de las partes al debido proceso, a la
motivación escrita de las resoluciones judiciales y el derecho de
defensa, así como al objeto de la apelación y la fundamentación
de sus agravios. Segundo: Que, el principio procesal de la
motivación escrita de las resoluciones judiciales, consagrado en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,
tiene como finalidad principal el de permitir el acceso de los
justiciables al razonamiento lógico jurídico empleado por las
instancias de interés, para justificar sus decisiones jurisdiccionales
y así puedan ejercer adecuadamente su derecho de defensa,
cuestionando de ser el caso, el contenido y la decisión asumida.
Esta motivación escrita de las resoluciones judiciales, constituye
un deber para los magistrados que implica el señalamiento en
forma expresa de la Ley que aplican así como el razonamiento
jurídico al que ésta les ha llevado, así como los fundamentos
fácticos o de hecho que sustentan su decisión, lo que significa
también que el principio de motivación garantiza a los justiciables
que las resoluciones jurisdiccionales no necesitarán de falta de
motivación o defectuosa motivación, esta última en sus variantes
de motivación aparente, motivación insuficiente y motivación
defectuosa propiamente dicha; de tal modo que de presentarse
estos supuestos, se estará violando el referido principio y dando
lugar a la nulidad de tal resolución. Tercero: Que, en el presente
caso, el Sexto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, ha señalado en torno a lo alegado por la demandante
desde su escrito de absolución a la contradicción del mandato
ejecutivo, en relación al argumento de defensa expuesto en el
escrito de contradicción basado en la nulidad formal del título valor
por supuesta ausencia de una debida representación del girador
que es una persona jurídica, que aun cuando de autos se verifica
que el señor Juan Carlos Orellano Antúnez actuó como apoderado
de dicha empresa, conforme a la copia literal que obra a fojas 62;
por lo que siendo así, la persona que aparece girando las letras
puestas a cobro, ha consignado sus datos; requisito formal de
obligatorio cumplimiento de conformidad con los artículos 119,
numeral 19.1, inciso f) de la Ley 27287; sin embargo, de la copia
literal de la partida No. 11026542, obrante de fojas 62 se advierte
que prescribe: “Sin perjuicio de las facultades referidas, actuando
en forma conjunta y a doble firma con la apoderada Delia Edith
Rodríguez Arteaga, el señor Juan Carlos Orellano Antúnez gozará
de las siguientes facultades: (I) Girar Letras de Cambio (...),
advirtiéndose que la facultad de girar letras de cambio, debía
ejercitarse conjuntamente con la apoderada Delia Edith Rodríguez
Arteaga, pese a ello, en las letras de cambio presentadas por la
empresa ejecutante, sólo se aprecia la firma de Juan Orellano A,
no apareciendo la de la apoderada Delia Edith Rodríguez Arteaga,
sin haberse revocado dichas facultades conforme se observan de
las copias literales 37 a 79; verificándose a fojas 73 la presentación
del título el 11 de agosto del 2010, concerniente a rectificar las
facultades otorgadas a Juan Carlos Orellano Antúnez en el asiento
C00010, respecto al inciso b) del mismo; por lo que al tener las 6
letras de cambio como fecha de giro el 03 de marzo del 2010, se
determina que el poder mantiene su vigencia, siendo ambos
apoderados los que debieron girar la misma, conforme al numeral
(I) del ítem I, del asiento C 0007 de la Partida No. 11026542,
obrante a fojas sesenta y dos. Cuarto: Que, la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, al confirmar la
apelada, declaró fundada la contradicción pues consideró que al
advertirse de los títulos valores consistentes en las seis letras de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
cambio que han sido puestas a cobro por la entidad ejecutante
mediante este proceso, solo existe la firma de Juan Carlos
Orellano A., sin que aparezca en ningún extremo de los referidos
títulos valores la rúbrica de la también apoderada Delia Edith
Rodríguez Arteaga, cuando por mandato expreso ambos
apoderados debían girar, resulta incuestionable que se ha
incurrido en una nulidad formal del título valor. Quinto: Que, de la
revisión del recurso de apelación de fojas ciento cincuenta y uno,
su fecha once de abril del dos mil trece, se aprecia que constituye
uno de los argumentos impugnatorios expuestos contra el auto
final de primera instancia, que “La intervención individual del Sr.
Juan Carlos Orellana Antúnez, configuraría, de ser el caso, un
supuesto de EXTRALIMITACIÓN en las facultades y no un
supuesto de nulidad de letras de cambio. Sin embargo, dicho
supuesto de extralimitación de facultades no se encuentra
contenido dentro de las causales de contradicción previstas por el
art. 690-D del CPC., así como TAMPOCO UNA CAUSAL DE
NULIDAD FORMAL DEL TÍTULO por la Ley de Títulos Valores, ya
que el artículo 7 anteriormente citado establece expresamente
que la consecuencia de dicha extralimitación es la asunción de la
obligación de manera personal por el representante que suscribe
el título valor sin tener facultades suficientes para ello”. Sexto:
Que, el artículo 364 del Código Procesal Civil, señala que el
recurso de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional
superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado, la
resolución que les produzca agravio, con el propósito de que sea
anulada o revocada, total o parcialmente; por su parte, el artículo
366 del mismo cuerpo legal, señala que el que interpone apelación
debe fundamentarla, indicando el error de hecho o de derecho
incurrido en la resolución, precisando la naturaleza del agravio y
sustentando su pretensión impugnatoria. Sétimo: Que, de una
interpretación tanto literal como sistemática de las normas citadas
en el considerando anterior, se tiene que es deber del Juez
Superior, emitir pronunciamiento respecto de cada uno de los
agravios expuestos en el recurso de apelación; que en el presente
caso, la Sala Superior ha analizado adecuadamente los agravios
en que se ha sustentado el recurso de apelación, al haber
discernido la controversia, señalando que “se advierte de los
títulos valores consistentes en las seis Letras de Cambio que han
sido puestas a cobro por la entidad ejecutante mediante este
proceso, que sólo existe la firma de don Juan Carlos Orellano A.,
sin que aparezca en ningún extremo de los referidos títulos valores
la rúbrica de la también apoderada Delia Edith Rodríguez
Arteaga, cuando por mandato expreso ambos apoderados debían
girar, resultando incuestionable que se ha incurrido en una nulidad
formal del título valor, por existir vicios en la forma de su
celebración, incumpliendo de este modo con lo establecido en el
inciso f) del artículo 119 de la Ley de Título Valores, requisito
esencial de obligatorio cumplimiento para la validez del mismo,
tanto más si dicha facultad otorgada estuvo vigente a la fechad e
emisión de las referidas letras de cambio, como es de verse de las
copias literales obrante a fojas 61 a 63”. Octavo: Que, en ese
sentido, la alegación de la demandante, vertida en su recurso de
apelación, según la cual: “La intervención individual del Sr. Juan
Carlos Orellana Antúnez, configuraría, de ser el caso, un supuesto
de extralimitación en las facultades y no un supuesto de nulidad
de letras de cambio”; ha sido desvirtuada en autos, pues a criterio
del Juez Superior, el supuesto denunciado por el ejecutado, de
exigir la participación conjunta de la apoderada doña Delia Edith
Rodríguez Arteaga, junto a Juan Carlos Orellana Antúnez, no
constituye un supuesto de extralimitación como lo señala la
impugnante, sino más bien un caso de nulidad formal del título
valor, debido a que existían serios vicios en la forma de su
celebración; de ese modo, la impugnante no ha logrado demostrar
la fundamentación de las causales expuestas en el Recurso de
Casación, relativas tanto a la infracción normativa de los artículos
364 y 366 del Código Procesal Civil, como de las normas
constitucionales previstas en los incisos 3, 5 y 14 del artículo 139
de la Constitución Política del Estado, referidas al debido proceso,
la motivación escrita de las resoluciones judiciales y el derecho a
la defensa, tanto más si ambas sentencias de mérito han
discernido acerca de la interpretación y alcances del sentido
interpretativo de la norma convencional en controversia, según la
cual, la actuación en forma conjunta y a doble firma de la
apoderada Delia Edith Rodríguez Arteaga y el señor Juan Carlos
Orellano Antúnez es una exigencia para el giro de las letras de
cambio. Octavo: Que, en tales linderos de razonabilidad, y
advirtiéndose de la argumentación impugnatoria expuesta en el
recurso de casación que se sustenta en supuestos de ausencia de
motivación, los cuales no se encuentran plenamente demostrados,
es evidente que la pretensión anulatoria en la que se sustenta la
casación, merece ser desestimada, debiendo procederse al renvío
del proceso hasta la primera instancia, pues es en dicho momento
procesal en el que se ha producido el vicio denunciado. V.
DECISIÓN. Por estos fundamentos y en aplicación del artículo
397 del Código Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por la demandante SQM PERÚ S.A. de
página ciento ochenta y tres; contra la resolución de vista de fecha
veinte de agosto de dos mil trece de página ciento sesenta y
cuatro; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos con la
Empresa Wet Field EIRL, sobre obligación de dar suma de dinero;
y los devolvieron; notificándose. Interviniendo como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-46
CAS. Nº 2308-2014 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Que, si bien dos pretensiones no
se tramitan en la misma vía procedimental, empero la conexidad y
el riesgo de evitar sentencias contradictorias, son razones
suficientes para que proceda la acumulación. Lima, veintiuno de
abril de dos mil quince. La Sala Civil Permanente de la Corte
Suprema de Justicia de la República: Que, después de revisar
el expediente con numeración asignada: 2308 – 2014 en esta
Sede, en Audiencia Pública de la data, oído el informe oral, y,
emitida la votación de la Suprema Sala conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.- Materia
del Recurso: Que se trata del recurso de casación, de fojas
quinientos treinta y uno, interpuesto por la demandante
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales – SBN, contra
la sentencia de segunda instancia, contenida en la resolución
número seis, de fojas quinientos veinticinco, del dieciocho de
marzo de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada,
comprendida en la resolución número quince, de fojas trescientos
noventa y dos, del cinco de abril de dos mil trece, que declara
improcedente la demanda de nulidad de acto jurídico, interpuesta
por la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales -SBN contra
Cinthia y Pamela Barandiarán Ibáñez, Luis Alberto Zevallos
Cabrera, Carlos Alberto Prado Flores y Martín Eduardo Prado
Flores. 2. Antecedentes: Para analizar esta causa civil y verificar
si se ha incurrido o no, en la infracción normativa, denunciada en
casación, es necesario realizar las siguientes precisiones fácticas
sobre este proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar el
derecho, para cuyo efecto se puntualiza un resumen de la
controversia suscitada, materia del presente recurso: Etapa
Postulatoria del Proceso 2.1. Interposición de la Demanda.
Que, la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales - SBN,
mediante escrito de fojas ochenta y nueve, el veinticinco de enero
de dos mil diez, interpuso demanda contra Cinthia y Pamela
Barandiarán Ibáñez, Luis Alberto Zevallos Cabrera, Carlos Alberto
y Martín Eduardo Prado Flores, para que se declare nulo y sin
efecto jurídico los siguientes actos jurídicos: Como pretensión
principal: 1) se declare la nulidad del acto jurídico contenido en la
Escritura Pública del veintitrés de febrero de dos mil siete y su
aclaratoria mediante Escritura Pública del catorce de setiembre de
dos mil siete, por las cuales Cinthia Barandiarán Ibáñez y Pamela
Barandiarán Ibáñez, transfirieron el sub lote 9, de un área de
421.00m2, a favor de Luis Alberto Zevallos Cabrera, inscrito en los
Registros de Predios de Sullana; y, como pretensión accesoria, la
cancelación del asiento registral; 2) Se declare la nulidad del acto
jurídico contenido en la Escritura Pública del veintiuno de agosto
de dos mil ocho, mediante la cual Luis Alberto Zevallos Cabrera,
transfirió el sub lote 9, de un área de 421.00m2, a favor de Carlos
Alberto Prado Flores y Martín Eduardo Prado Flores, transferencia
inscrita en los Registros Públicos; y, como pretensión accesoria, la
cancelación del asiento registral; 3) Se declare la nulidad del acto
jurídico, contenido en la Escritura Pública del siete de mayo de dos
mil nueve, mediante la cual Carlos Alberto Prado Flores, transfirió
el sub lote 9, de un área de 421.00m2, a favor de Martín Eduardo
Prado Flores, inscrito en los Registros Públicos; y, como pretensión
accesoria la cancelación del asiento registral. Se sustenta en los
siguientes fundamentos fácticos: 1) Alega que, el veintiocho de
junio de mil novecientos treinta y cinco la hacienda “Los Lobitos”
de 50.395 hectáreas inscritas a favor de la compañía Petrolera
Los Lobitos, fue transferida por ésta a PetroPerú, el veintidós de
noviembre de mil novecientos setenta y tres. Que luego de ello se
realizaron independizaciones, quedando un remanente de
442.664.926.98 m2; 2) Que Petroperú, el dieciséis de mayo de
dos mil doce, dispuso la transferencia a favor del Estado del
terreno de 442.664.926.98 m2, ubicado al sur oeste del centro
poblado El Ñuro, en el distrito de Los Órganos, provincia de Talara,
departamento de Piura, lo que quedó registrado en la partida
registral número 037033 de los Registros Públicos de Piura,
siendo trasladado a los Registros Públicos de Sullana; 3) Que
luego, José Jaime Barandiarán Pagador y Martha Nelly Ibáñez
Salcedo (padres de las hermanas demandadas), mediante
prescripción adquisitiva notarial se hicieron declarar propietarios
de 32.317.35 m2 que están dentro del predio matriz. Que contra
éstos se interpuso demanda de nulidad de acto jurídico. Que
después de la inscripción registral, el referido predio, fue
subdividido e independizado registralmente en 20 sub lotes (del 1
al 20), dentro de los cuales se encuentra el inmueble sub litis, es
decir, el sub lote 09; 4) Es así como José Jaime Barandiarán
Pagador y Martha Nelly Ibáñez Salcedo transfirieron a sus hijas,
las demandadas Cinthia Barandiarán Ibáñez y Pamela Barandiarán
Ibáñez, el inmueble sub litis, sub lote 09, vía anticipo de legítima,
contra el cual se interpone la demanda de nulidad de acto jurídico;
5) Precisa que al interponer las referidas demandas desconocía
que las co-demandadas Cinthia y Pamela Barandiarán Ibáñez, el
seis de noviembre de dos mil siete, habían efectuado transferencias
78693
a favor de Luis Alberto Zevallos Cabrera, y éste a su vez a Carlos
Alberto Prado Flores y, finalmente este último a favor de Martín
Eduardo Prado Flores. Etapa de Absolución – Rebeldía 2.2.
Rebeldía Que, por resolución de fojas ciento dieciséis, del
veintiséis de mayo de dos mil diez, se declaró en rebeldía a los
demandados: Cinthia y Pamela Barandiarán Ibáñez, Luis Alberto
Zevallos Cabrera, Carlos Alberto Prado Flores y Martín Eduardo
Prado Flores. 3. Etapa Decisoria e Impugnativa 3.1. Sentencia
de Primera Instancia. El Juez del Trigésimo Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, expide la sentencia, contenida
en la resolución número quince, de fojas trescientos noventa y
dos, del cinco de abril de dos mil trece, que declara improcedente
la demanda de nulidad de acto jurídico interpuesta por la
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales -SBN contra
Cinthia y Pamela Barandiarán Ibáñez, Luis Alberto Zevallos
Cabrera, Carlos Alberto Prado Flores y Martín Eduardo Prado
Flores. 3.2. Recurso de Apelación. Que, la demandante
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales – SBN, el
veinticinco de abril de dos mil trece, a fojas cuatrocientos dieciséis,
interpuso recurso de apelación, contra la sentencia de primera
instancia. Se funda en lo siguiente: Que es verdad que ha iniciado
otro proceso para solicitar la nulidad del acto notarial en relación al
predio matriz, sin embargo dicha situación procesal no constituye
un supuesto de invalidez de la relación procesal. 4. Pluralidad de
la Instancia 4.1. Sentencia de Revisión. La Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide la sentencia de
segunda instancia, contenida en la resolución número seis, de
fojas quinientos veinticinco, del dieciocho de marzo de dos mil
catorce, que confirma la sentencia apelada, comprendida en la
resolución número quince, de fojas trescientos noventa y dos, del
cinco de abril de dos mil trece, que declara improcedente la
demanda de nulidad de acto jurídico interpuesta por la
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales –SBN contra
Cinthia y Pamela Barandiarán Ibáñez, Luis Alberto Zevallos
Cabrera, Carlos Alberto Prado Flores y Martín Eduardo Prado
Flores. Etapa Extraordinaria de casación 5. Causales por las
que se ha Declarado Procedente el Recurso de Casación:
Que, el recurso de casación, de fojas quinientos treinta y uno,
interpuesto por la demandante Superintendencia Nacional de
Bienes Estatales-SBN, ha sido declarado procedente, mediante
el auto calificatorio de fojas veintiséis, (del cuaderno de casación),
del veintiséis de setiembre de dos mil catorce, por la causal del
numeral 3 del artículo 386 del Código Procesal Civil, por infracción
normativa del artículo 139 incisos 3) y 5) de la Constitución
Política del Perú. 6. Materia Jurídica en Debate La materia
jurídica en debate en el presente recurso de casación, se centra
en determinar si se cumplió con el debido proceso, en cuanto a la
acumulación por conexidad. 7. Fundamentos Jurídicos de este
Supremo Tribunal de Casación Primero.- Que, al momento de
calificar el recurso de casación se ha declarado procedente, por la
causal de infracción normativa por vicios in procedendo, y ahora,
al atender sus efectos, es menester realizar, el estudio y análisis
de la causal referida a infracciones procesales, (conforme al
recurso interpuesto), pues de ampararse la misma, esto es, si se
declara fundada la Casación por la referida causal, deberá
reenviarse el proceso a la instancia de origen para que proceda
conforme a lo resuelto. Asimismo, conforme a lo dispuesto en el
inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
Ley número 29364, que exige: “(...) indicar si el pedido casatorio
es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es
total o parcial, y si es este último, se indicará hasta donde debe
alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe
consistir la actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos
pedidos, deberá entenderse el anulatorio como principal y el
revocatorio como subordinado.”, la casacionista indicó que su
pedido casatorio es anulatorio. Segundo.- Que, existe infracción
normativa cuando la resolución impugnada padece de anomalía,
exceso, error o vicio de derecho en el razonamiento judicial
decisorio, lógica – jurídica (ratio decidendi), en el que incurre el
juzgador, perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo
para el sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las
funciones del recurso de casación. Tercero.- Que, respecto a la
procedencia del recurso de casación por la causal de infracción
normativa del artículo 139 incisos 3) y 5) de la Constitución
Política del Perú, alega el recurrente que los Jueces no han
establecido ni fundamentado en derecho a qué se refieren cuando
expresan que pueden excepcionalmente en la sentencia
pronunciarse sobre la relación jurídico procesal; que tampoco
indican los Jueces, en qué parte de la norma procesal se establece
que la relación jurídico procesal se basa en desestimar una acción,
por considerar que previamente debe resolverse el proceso que
ataca la problemática de estas transferencias. Que el Estado ha
demostrado su legitimidad al acreditar la propiedad del bien
inmueble sub litis (inscrito hoy en dos partidas), asimismo ha
probado que la relación sustantiva coincide con la procesal, que
existe conexidad entre los hechos y el petitorio, que la pretensión
no contiene un imposible jurídico, razón por la que no entiende en
qué afecta a la relación jurídico procesal el inicio de otro proceso,
del que el Juez requiere un previo pronunciamiento para resolver
la presente litis; que acaso ello conllevaría a una simple suspensión

78694 CASACIÓN
del proceso o acumulación y no a desestimar la acción planteada.
En efecto, no existe ningún sustento fundado en derecho, que
establezca que la resolución de un proceso previo afecte la
relación jurídico procesal; es más como se verifica en el proceso,
los Jueces no han fundado su decisión en derecho, pues sólo se
han limitado a establecer las etapas del saneamiento procesal y a
concluir en que la decisión del Juez de primera instancia resulta
ser una decisión correcta; sin embargo, no consignan ningún
fundamento jurídico doctrinario o jurisprudencial que establezca
que la relación jurídico procesal se quiebre por otras causales, no
establecidas en el artículo 247 del Código Procesal Civil. Cuarto.-
Que, para analizar la infracción normativa de las normas aludidas,
resulta menester remitirse al contenido de sus disposiciones. Así,
el Artículo 139 de la Constitución: Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: (...) 3. La observancia del debido proceso y
la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede ser desviada de la
jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento
distinto de los previamente establecidos, ni juzgada por órganos
jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales
creadas al efecto, cualquiera sea su denominación. (...) 5. La
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
se sustentan. (...)”. Quinto.- Que, al subsumir la denuncia
precedente se debe tener presente que ésta posibilita por su
carácter procesal, precisar que la Suprema Corte de Casación
Civil ha establecido que: “(...) El debido proceso es el conjunto de
garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a cualquier
proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces
es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”1. En este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”2. La Corte Suprema
también, destaca que: “(...) El debido proceso está referido al
respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política, por el cual se posibilita que toda persona
puede recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional
efectiva a través de un procedimiento legal con la posibilidad de
hacer uso irrestricto de su derecho de defensa así como de su
derecho a probar, que se observen reglas procesales establecidas
para cada procedimiento y que las instancias jurisdiccionales
emitan pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley
(...)”3. Y, finalmente: “(...) El derecho al debido proceso se realiza
mediante un conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable,
las que incluyen: la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de
la jurisdicción y la competencia predeterminada por ley, la
pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las
resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y contradicción entre otros) (...)”4. Sexto.- Que,
de otro lado, respecto a la motivación de las resoluciones
judiciales, la Corte Suprema ha establecido: “(...) El inciso quinto
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, recoge el
principio derecho de la función jurisdiccional de observar la debida
motivación de las resoluciones judiciales, mediante el cual el
juzgador debe exponer las consideraciones que fundamentan la
subsunción de los hechos en los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas que fueron aplicadas, dando lugar a la actividad
denominada construcción del razonamiento judicial, la misma que
sirve de punto de apoyo a la declaración jurisdiccional; de otra
manera, la sentencia no podría operar en el convencimiento de las
partes ni de los ciudadanos en general, ni podría permitir control
correspondiente de los órganos de instancia superior por la vía de
los recursos previstos en la ley procesal, instados por los
justiciables (...)5”. Asimismo, la Suprema Corte ha precisado que:
“(...) Por el Principio de Motivación de las resoluciones judiciales,
el juzgador debe de exponer las consideraciones que sustentan la
subsunción de los hechos a los supuestos hipotéticos de las
normas jurídicas emitiendo pronunciamiento jurisdiccional de
manera clara y congruente al resolver la controversia jurídica con
sujeción a la Constitución y a la Ley, resolviendo respecto de lo
que es la materia en controversia y que son expuestos por las
partes procesales, de tal manera que los justiciable estén en la
posibilidad de conocer las razones de cómo se resolvió en un
determinado sentido a fin de realizar los actos necesarios para la
defensa de su derecho y (...) posibilitándose además el control
correspondiente por los órganos de instancia superior a que se
accede a través de los recursos previstos en la ley (...)”6. Sétimo.-
Que, la motivación de las resoluciones judiciales y la valoración de
los medios probatorios constituyen pues manifestaciones del
debido proceso y, además, se les ha considerado como principio y
derecho de la función jurisdiccional, consagrados en los incisos 3
y 5, del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma
constitucional que ha sido recogida en el artículo 12 de la Ley
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del artículo 50 e incisos
3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil; y, cuya
contravención origina la nulidad de la resolución, conforme lo
disponen las dos últimas normas procesales señaladas. Octavo.-
Que, asimismo, la motivación de las resoluciones cumple
esencialmente dos funciones: endoprocesal y extraprocesal. La
primera, tiene lugar al interior del proceso, respecto de las partes,
terceros legitimados y de los propios órganos jurisdiccionales, y
comprende las siguientes precisiones: I) tiene por función
específica convencer y persuadir a las partes de la razonabilidad
de los argumentos y la justicia de la decisión adoptada, tratando
de eliminar la sensación que pudieran tener las partes sobre la
presunta arbitrariedad o irracionabilidad de la decisión judicial; II)
permite la viabilidad y efectividad de los recursos impugnatorios,
haciendo posible su análisis crítico y expresión de errores de
hecho y de derecho, así como agravios, vía apelación o casación;
y, III) permite el control del órgano jurisdiccional superior, quien
deberá establecer si se han cumplido las normas imperativas que
garantizan el derecho a un debido proceso, y particularmente, con
el deber constitucional de la motivación adecuada y suficiente,
verificando la razonabilidad de los argumentos fácticos y jurídicos
que sustentan su decisión. La segunda función -extraprocesal-,
tiene lugar en el ámbito externo del proceso y está dirigida al
control del comportamiento funcional de los órganos
jurisdiccionales, y se expresa de las siguientes formas: 1)
Haciendo accesible el control de la opinión pública sobre la función
jurisdiccional, a través del principio de publicidad de los procesos,
conforme al postulado contenido en el inciso 20, del artículo 139,
de la Constitución Política del Perú, el cual prescribe que toda
persona tiene derecho a formular análisis y críticas a las
resoluciones y sentencias judiciales con las limitaciones de Ley; y,
2) Expresa la vinculación del Juez independiente a la Constitución
y a la Ley, derivándose responsabilidades de carácter
administrativo, civil y penal por el ejercicio irregular o arbitrario de
su función. Noveno.- Que, en tal sentido, se verifica que las
alegaciones de la denuncia vertida por la casacionista tienen base
real por cuanto se constata la concurrencia de vicios insubsanables
que afectan el debido proceso, en tanto que no se ha cumplido con
el deber de observar la garantía constitucional contenida en los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
es decir, la recurrida no contiene una motivación precisa y
sustentada en base a los hechos materia de probanza fijados en el
punto controvertido establecido en la resolución número treinta y
cuatro, de fojas seiscientos sesenta, del dieciséis de octubre de
dos mil doce, toda vez que no se han absuelto las posiciones y
contraposiciones asumidas por las partes de la litis durante el
desarrollo del proceso, es por ello que las decisiones de primera y
segunda instancia, no cumplen con garantizar el derecho al debido
proceso, pues no contienen una motivación adecuada, coherente
y suficiente. Décimo.- Que, el artículo 85 del Código Procesal
Civil, en su tenor modificado prevé el supuesto en que dos o mas
pretensiones no se tramiten en la misma vía procedimental,
privilegiando la conexidad, en resguardo del riesgo de evitar
sentencias contradictorias, que son razones suficientes para que
proceda la acumulación. Se debe también tener presente que la
norma procesal civil soluciona el problema en el cual existen
pretensiones conexas, pero que son de diferente competencia,
permitiendo la acumulación de ambas pretensiones, resultando
juez competente el que previno primero. Décimo Primero.- Que,
la acumulación también encuentra justificación en el fundamento
jurídico número 21 del Cuarto Pleno Casatorio, contenido en la
Casación 2195-2011-Ucayali, publicada en el diario oficial El
Peruano, el trece de agosto de dos mil trece, en el sentido que:
“21.- (...), queda por determinar si es que era procedente o no la
acumulación de los procesos de desalojo con el de Usucapión,
que los demandados estaban siguiendo ante el mismo Juzgado. Al
respecto se debe precisar que no resultaba viable dicha
acumulación, en primer lugar -desde un plano netamente
formalista-, porque la normativa procesal no admite la posibilidad
de acumular pretensiones que se tramitan en distintas vías
procedimentales -ello desde el sólo aspecto formal-. Empero, este
tribunal considera que nada impide que ante situaciones
especiales puedan acumularse determinados casos, tramitables
en vías de cognición diferentes, siempre y cuando el juzgado
justifique los motivos por los que resulta atendible dicha
acumulación y no se afecte el derecho a la defensa de las partes.
(...)”. Décimo Segundo.- Que, por dicho fundamento jurídico,
resulta amparable el recurso de casación, pues la recurrente quien
legítimo interés para solicitar la acumulación por conexidad, por
cuanto los bienes a que se refieren las escrituras públicas
cuestionadas son los mismos. Décimo Tercero.- Que, siendo así,
se advierte que las sentencias de primera y segunda instancia
incumplen con el principio derecho del debido proceso, así como
la motivación adecuada y suficiente, pues, contienen una decisión
que no se sustentan en la valoración conjunta y razonada de los
medios probatorios aportados al proceso; atendiendo a la
conexidad para la acumulación. Décimo Cuarto.- Que, por lo
tanto, en tal contexto fáctico y jurídico, verificada la causal de
infracción normativa, debe ampararse el recurso de casación y
procederse conforme a lo dispuesto en el artículo 396 del Código
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Procesal Civil. 8. Decisión en Casación: A) Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación, de
fojas quinientos treinta y uno, interpuesto por la demandante
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales –SBN; en
consecuencia NULA la sentencia de segunda instancia, contenida
en la resolución número seis, de fojas quinientos veinticinco, del
dieciocho de marzo de dos mil catorce, emitida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; e
INSUBSISTENTE la sentencia de primera instancia apelada,
comprendida en la resolución número quince, de fojas trescientos
noventa y dos, del cinco de abril de dos mil trece, que declaró
improcedente la demanda de nulidad de acto jurídico interpuesta
por la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales – SBN
contra Cinthia y Pamela Barandiarán Ibáñez, Luis Alberto Zevallos
Cabrera, Carlos Alberto Prado Flores y Martín Eduardo Prado
Flores, expedida por el Juez del Trigésimo Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima. B) ORDENARON que el Juez
del proceso expida nueva resolución, con arreglo a derecho, al
proceso y a los fundamentos jurídicos de la presente resolución.
C) DISPUSIERON se publique la presente resolución en el diario
oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por la
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales – SBN contra
Cinthia Barandiarán Ibáñez, Pamela Barandiarán Ibáñez, Luis
Alberto Zevallos Cabrera, Carlos Alberto Prado Flores y Martín
Eduardo Prado Flores, sobre nulidad de acto jurídico; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN puertas
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
- Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
C-1392274-47
CAS. Nº 2409-2014 CUSCO
Lima, ocho de junio de dos mil quince.- VISTOS; con los
expedientes acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el Procurador Público del Poder Judicial, de
folios ochocientos setenta y dos, repetido a folios ochocientos
setenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha siete de
abril de dos mil catorce, de folios ochocientos cincuenta y nueve,
que confirma la sentencia de primera instancia de fecha treinta
de abril de dos mil trece, de folios setecientos noventa y cinco,
que declara fundada la demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Mixta, Penal Liquidadora y de Apelaciones de Canchis
de la Corte Superior de Justicia de Cusco que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante
la Sala Mixta, Penal Liquidadora y de Apelaciones de Canchis de
la Corte Superior de Justicia de Cusco, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha treinta de junio de dos mil catorce y el recurso
de casación se presentó el tres de julio de dos mil catorce. IV) No
cumple con adjuntar el arancel judicial por el recurso, por tratarse
de una entidad del Estado. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ochocientos trece; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
78695
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, el
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa del artículo 139, inciso 5 de la Constitución Política
del Estado. Señala que la Sala Superior ha realizado un análisis
deficiente, no ha examinado las normas aplicables, como tampoco
si la pretensión de los demandantes tiene fundamento jurídico.
b) Infracción normativa del artículo 479 del Código Civil.
Manifiesta que conforme al mismo, entre los ascendientes y los
descendientes, la obligación de darse alimentos pasa por causal
de pobreza del que debe prestarlos al obligado que le sigue, por lo
que al ser insolvente el obligado principal a prestar alimentos, los
parientes de dicha persona quedaban obligados a tal prestación,
siendo que las resoluciones cuestionadas han sido emitidas en
el ejercicio regular de la función jurisdiccional. Sexto.- Que, en
relación a la causal denunciada en el literal a), se advierte que
la misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia,
toda vez que contrariamente a lo sostenido en el recurso de
casación, la Sala Superior ha expresado de forma adecuada,
suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de derecho
que sustentan su decisión de amparar la pretensión contenida en
la demanda. Sétimo.- Que, respecto a la causal contenida en el
literal b), se aprecia que la misma también debe ser desestimada,
atendiendo a que los argumentos invocados para sustentarla
no se encuentran dirigidos a contradecir directamente la ratio
decidendi de la sentencia recurrida, esto es, que en el proceso
sobre alimentos se ha vulnerado el debido proceso, toda vez que
no existe razón jurídica para disponer que el obligado principal a
prestar alimentos, y los mal llamados obligados subsidiarios, de
forma conjunta deban cumplir con tal prestación, en tanto existe
un orden de prelación establecido en el artículo 93 del Código de
los Niños y Adolescentes. Octavo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el Procurador Público del Poder
Judicial, de folios ochocientos setenta y dos, repetido a folios
ochocientos setenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha
siete de abril de dos mil catorce, de folios ochocientos cincuenta y
nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Nicasio Cutire Machacca y otra contra Delia Belima Quispe
Merma y otros, sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo Miranda
Molina, por vacaciones del señor Juez Supremo Almenara Bryson.-
SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-48
CAS. Nº 2503-2014 ICA
Motivación incongruente e insuficiente Existe motivación
incongruente cuando los órganos judiciales no resuelven las
pretensiones de manera congruente con los términos en que
vienen planteadas, e insuficiente cuando no existe el mínimo de
motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de
derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada; lo cual se ha configurado en las sentencias
de mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122, inciso 3. TUO
LOPJ. 12. Lima, once de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa número dos mil quinientos tres - dos
mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de divorcio por causal de enfermedad grave de transmisión sexual
contraída después de la celebración del matrimonio, la
demandante Susy Liliana Aparcana García, ha interpuesto recurso
de casación de folios trescientos cincuenta y seis, contra la
sentencia de vista de fecha veintisiete de junio de dos mil catorce,
de folios trescientos cuarenta y cinco, dictada por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, que revoca la
sentencia de primera instancia de fecha trece de noviembre de
dos mil trece, de folios trescientos once, que declara infundada la
demanda, y reformándola declara improcedente la demanda
interpuesta contra Joaquín Alejandro Díaz Donayre. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha

78696 CASACIÓN
veintiuno de noviembre de dos mil once, de folios diecisiete,
subsanado a folios treinta y uno, Susy Liliana Aparcana García
interpone demanda de divorcio por causal de enfermedad grave
de transmisión sexual contraída después de la celebración
matrimonio contra Joaquín Alejandro Díaz Donayre, señalando
como pretensiones: a) Se declare el divorcio absoluto por la citada
causal, b) Poner fin al régimen patrimonial de sociedad de
gananciales, c) Otorgarle la patria potestad y tenencia de sus
menores hijo, y d) Determinar el régimen de pensión alimenticia a
favor de sus menores hijos. Alega como sustento de su pretensión
que el veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y seis
contrajo matrimonio civil con el demandado, dentro del cual
nacieron sus dos menores hijos con fecha cuatro de noviembre de
mil novecientos noventa y seis y veintitrés de enero de dos mil
tres, siendo que durante la gestación y después del nacimiento de
su primer hijo, experimentó irregularidades en sus genitales
externas, no presentadas antes de mantener relaciones con el
demandado, a lo cual no brindó la debida importancia. Sin
embargo, en diciembre de mil novecientos noventa y ocho
presentó un fuerte dolor a nivel de sus genitales que le impedían
realizar actividades normales, por lo que se practicó un examen de
descarte de sífilis que resultó negativo. Posteriormente presentó
nuevas recaídas, por lo que acudió al Centro médico Inppares
tomándosele una muestra de sangre el veinte de abril de dos mil
dos, arrojando resultado positivo a Herpes Tipo II, por lo que a
partir de dicha fecha a recibido tratamiento para contrarrestar los
síntomas de la enfermedad, de la cual el demandado tiene pleno
conocimiento, al haberle imputado ser el agente transmisor,
practicando la abstinencia sexual desde hace cuatro o cinco años
aproximadamente. Agrega que ante su negativa de hacer vida
marital, el demandado la ha agredido físicamente, existiendo una
sentencia sobre violencia familiar en su contra. Tomó conocimiento
que el demandado también era portador del virus cuando éste se
realizó exámenes médicos en una ONG. Actualmente, añade, el
demandado la chantajea con comunicaciones que mantuvo con
una ex pareja que se encuentra en Estados Unidos. Asimismo,
manifiesta que el único bien adquirido dentro del matrimonio es el
inmueble ubicado en la Urbanización Puente Blanco Tercera
Etapa, Calle Cascabel L-02, Ica, en el cual constituyeron su hogar,
encontrándose aún pendiente su cancelación total, habiendo
asumido el pago de las mensualidades correspondientes; debe
ordenarse que la tenencia de sus menores hijos la ostente la
demandante, sin perjuicio del régimen de visitas que al efecto
deberá imponerse al demandado; y, debe ordenarse una pensión
de alimentos a favor de dichos menores equivalente al cuarenta
por ciento de los ingresos del demandado como servidor de la
Dirección Regional de Salud de Ica. 2. CONTESTACIÓN: El
demandado Joaquín Alejandro Díaz Donayre, contesta la
demanda a folios ochenta y cuatro, alegando que la actora recién
en el año dos mil le comunicó de su enfermedad, ante lo cual le
reclamó a ésta, porque él no presentaba ningún síntoma, siendo
que en el año dos mil siete ella le recrimina ser el responsable de
su padecimiento, no obstante aún no presentaba síntomas sino
hasta marzo de dos mil once. Añade que con la actora han tenido
relaciones íntimas hasta julio de dos mil once, en que descubrió
que ella mantenía comunicaciones subidas de tono con un ex
enamorado que reside en Estados Unidos. Agrega que antes del
matrimonio civil entre ambos, se realizaron una serie de exámenes
y todos salieron negativos, no habiéndole sido infiel a la actora.
Asimismo, no es cierto que la haya agredido, debiendo ordenarse
la tenencia de sus menores hijos a su favor, desconociendo como
se han contagiado con la enfermedad. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Acreditar la causal de enfermedad
grave de trasmisión sexual como causal de divorcio. 3.2 El
fenecimiento de la sociedad de gananciales. 3.3 Régimen de la
patria potestad, tenencia de los menores, así como el régimen de
visitas. 3.4 Determinar la pensión alimenticia para los menores. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fecha trece de
noviembre de dos mil trece, de folios trescientos once, declaró
infundada la demanda, considerando que si bien es cierto está
acreditado que la demandante y el demandado padecen de
Herpes II (IgG), habiéndosele diagnosticado a la actora dicha
enfermedad en mil novecientos noventa y ocho, también lo es que
no se ha demostrado que el demandado haya contagiado a su
cónyuge, como tampoco que ésta se encontrara en buen estado
de salud antes de la celebración del matrimonio, no pudiendo
determinarse quién adquirió la enfermedad primero. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
veinticinco de noviembre de dos mil trece, de folios trescientos
diecinueve, Susy Liliana Aparcana García, interpuso recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
a) Se ha contravenido el artículo III del Título Preliminar del Código
Procesal Civil; b) se debió emitir un pronunciamiento sobre las
pretensiones accesorias, toda vez que todo tipo de patología que
sea contagiosa, como es el caso que ha tenido como víctima a la
demandante, implicaría una causal de divorcio; c) no se ha
efectuado una adecuada valoración de las pruebas; d) se
transgrede el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; e)
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
ha adquirido la enfermedad trasmitida por su esposo después del
matrimonio; f) es un imposible jurídico que se acredite quién ha
sido el agente de contagio; y, g) el demandado no ha iniciado
acción alguna por la causal invocada en la demanda, en el
supuesto que sea la actora quien transmitió el virus. 6. SENTENCIA
DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del
recurso de apelación interpuesto, la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ica, mediante sentencia de vista de
fecha veintisiete de junio de dos mil catorce, de folios trescientos
cuarenta y cinco, revocó la sentencia de primera instancia, y
reformándola declaró improcedente la demanda, sosteniendo que
la causal prevista en el artículo 333, inciso 8 del Código Civil, esto
es, la enfermedad grave de transmisión sexual contraída después
de la celebración del matrimonio, busca proteger al cónyuge sano
y a la prole; sin embargo, está acreditado que la demandante y el
demandado se encuentran contagiados por la misma enfermedad
sexual, por lo que no existe peligro de contagio para uno de los
cónyuges, ni peligro para la prole, en tanto se encuentran
separados y no mantienen relaciones íntimas conforme a lo
manifestado por ellos mismos, careciendo en consecuencia la
actora de interés para obrar. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha tres de octubre de
dos mil catorce, obrante a fojas treinta y cuatro del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandante Susy Liliana Aparcana
García, por la infracción del artículo 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y del artículo 333 inciso 8 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si corresponde declararse el divorcio entre la
demandante y el demandado por la causal de enfermedad grave
de transmisión sexual contraída después de la celebración del
matrimonio, y en consecuencia, emitir un pronunciamiento
respecto a la finalización del régimen patrimonial de sociedad de
gananciales, patria potestad, tenencia, régimen de visitas y
alimentos. Segundo.- Que, habiéndose declarado procedente el
recurso de casación por normas procesales así como normas
materiales, corresponde en primer término efectuar el análisis
sobre la existencia del error procesal, toda vez que, de resultar
fundada la denuncia en dicho extremo, dada su incidencia en la
tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de
sentido emitir pronunciamiento respecto de la infracción normativa
material, referida al derecho controvertido en la presente causa.
Tercero.- Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de
la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, por su parte, el artículo 12 del Texto Único
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Ordenado de la Ley del Poder Judicial, aprobado por Decreto
Supremo 017-93-JUS, respecto a la motivación de las
resoluciones, establece: “Todas las resoluciones, con exclusión de
las de mero trámite, son motivadas, bajo responsabilidad, con
expresión de los fundamentos en que se sustentan. Esta
disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de segunda
instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye
motivación suficiente.” Sexto.- Que, en igual línea de ideas, cabe
indicar que sobre este tema el Tribunal Constitucional ha
establecido que el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad
judicial y garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren
justificadas en el mero capricho de los Magistrados, sino en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
deriven del caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sétimo.- Que, de la revisión
de la sentencia de vista, se aprecia que la Sala Superior, ha
declarado improcedente la demanda, bajo el argumento
consistente en que la causal contemplada en el artículo 333 inciso
8 del Código Civil busca proteger al cónyuge sano y a la prole, por
lo que al encontrarse tanto la demandante como el demandado
contagiados con la enfermedad de transmisión sexual ya no existe
un cónyuge sano, como tampoco se encuentra en peligro la prole,
en tanto están separados, no teniendo relaciones íntimas, por lo
que la actora carecería de interés para obrar. Sin embargo, omite
tener en cuenta que dicha norma no exige que el cónyuge que la
invoque como sustento de su demanda, se encuentre en buen
estado de salud respecto al otro que padecería de la enfermedad
de transmisión sexual, pues si bien ello resulta ser una posibilidad,
esto es, que el cónyuge demandante no padezca dicha
enfermedad, la cual sí se encontraría presente en el cónyuge
emplazado, no es la única a que se restringe la norma en mención,
pudiendo alegarse en la demanda que el o la accionante fue
contagiado por la parte demandada, como consecuencia del
incumplimiento de los deberes conyugales, siendo precisamente
este último supuesto el alegado en la demanda de autos, y en
relación al cual se ha desarrollado el debate judicial, no emitiendo
el órgano jurisdiccional superior un pronunciamiento de fondo
respecto a ello, por lo que la sentencia de vista adolece de
motivación incongruente, al no resolver la controversia conforme a
las pretensiones de las partes. Octavo.- Que, asimismo, si bien es
cierto, en la sentencia apelada se ha sostenido que no se puede
determinar qué cónyuge adquirió la enfermedad primero, también
lo es que no se han actuado suficientes medios probatorios para
poder determinar qué cónyuge contagio al otro, como lo es, por
ejemplo, las historias clínicas que pudieran corresponder al
demandado, u ordenar una pericia médica especializada, a efecto
de concluir las fechas aproximadas de contagio, u otros, que el
juez de la causa considere oportunos actuar, encontrándose
ambas partes facultadas a ejercer el derecho de defensa de la
forma que consideren correspondiente, respecto a la actuación de
cada medio probatorio ordenado de oficio, todo ello con la finalidad
de emitir una sentencia con arreglo a ley; por tanto, la sentencia de
primera instancia carece de motivación suficiente. Noveno.- Que,
las omisiones advertidas en la fundamentación de las instancias
de mérito, afectan la garantía y principio no sólo del debido
78697
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de
motivación de las resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5)
del artículo 139º de la Constitución Política del Estado,
respectivamente, que encuentra desarrollo legal en el artículo 12
de la Ley Orgánica del Poder Judicial e inciso 3) del artículo 122º,
del Código Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las
resoluciones judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en
éstas se respeten los principios de jerarquía de las normas y
congruencia, así como que contengan los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia,
corresponde declarar la nulidad de las sentencias de mérito y
disponer que el juez de la causa emita nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. Décimo.- Que, en consecuencia, habiéndose
amparado el agravio de error in procedendo propuesto en el
recurso de casación, referido a la infracción del artículo 12 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, que amerita la nulidad de la
sentencia de mérito, conforme a lo previsto en el artículo 171º del
Código Procesal Civil, carece de objeto emitir pronunciamiento en
torno a la causal material denunciada, más aún si el sustento de la
misma se encuentra referido a la vulneración del derecho al
debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva. V. DECISION: Por
estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la demandante Susy Liliana Aparcana García de
folios trescientos sesenta y seis; en consecuencia NULA la
sentencia de vista de fecha veintisiete de junio de dos mil catorce,
de folios trescientos cuarenta y cinco, e INSUBSISTENTE la
apelada de fecha trece de noviembre de dos mil trece, de folios
trescientos once, ORDENARON que el Juez del Segundo Juzgado
de Familia de la Corte Superior de Justicia de Ica emita nuevo
fallo, conforme a las directivas de la presente ejecutoria suprema;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos contra
Joaquín Alejandro Díaz Donayre, sobre divorcio por causal de
enfermedad grave de transmisión sexual contraída después de la
celebración del matrimonio; y los devolvieron; interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Intervienen el
señor Juez Miranda Molina, por licencia del señor Juez Supremo
Almenara Bryson.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-49
CAS. Nº 2548-2014 LIMA
Prescripción Adquisitiva de dominio. SUMILLA: El Juez, como
director del proceso tiene que agotar todos los medios necesarios
a fin de resolver el conflicto de intereses, con relevancia jurídica,
sometida a su jurisdicción, conforme al artículo III del Título
Preliminar del Código Procesal Civil. Lima, veintiocho de abril de
dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número dos mil quinientos cuarenta y ocho – dos mil catorce; en
audiencia pública de la fecha; y producida la votación de acuerdo
a ley, con lo expuesto en el Dictamen Fiscal Supremo, emite la
siguiente sentencia. I. ASUNTO: En el presente proceso de
prescripción adquisitiva de dominio, la parte demandante
constiuída por Guido Carlos Benza Durand y Myriam Nelly Victoria
Castro Horna de Benza, ha interpuesto recurso de casación contra
la sentencia de consulta de fojas quinientos trece, su fecha tres de
junio de dos mil catorce, expedida por Sexta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que desaprobó la sentencia
consultada que declaró fundada la demanda, y reformándola
declararon infundada la demanda, en el proceso seguido con
Iralda Montoya de Marion S.A., sobre prescripción adquisitiva de
dominio. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA Según escrito de
fojas ciento cuarenta, Guido Benza Durand y Myriam Castro Horna
de Benza plantean como pretensión principal se les declare
propietarios, por prescripción adquisitiva respecto de la Parcela Nº
2 correspondiente a un área de 621.36 m2, según el plano inscrito
en ficha Nº 256922 del Registro de Propiedad Inmueble de la
Oficina Registral de Lima y Callao – SUNARP, el cual señala que
viene poseyendo y desenvolviéndose como propietario desde
hace más de 22 años, en forma permanente e ininterrumpida. El
demandante sostiene como soporte principal de su pretensión
que: 1.1. El diecisiete de junio de mil novecientos ochenta y siete
suscribieron con Arenera La Molina S.A. un contrato de
independización y venta del predio ubicado en la manzana E Lote
1 de la urbanización La Portada de la Planicie del distrito de La
Molina con un área de 841.25 m.2 inscrito en la ficha 257221 1.2.
Con fecha tres de marzo de mil novecientos ochenta y ocho, la
Municipalidad de La Molina les otorgó la licencia Nº 011537
mediante la cual se le autorizó para realizar la construcción de una
vivienda Unifamiliar de 2 pisos en su propiedad mencionada en el
párrafo anterior. Por lo que, en consideración dicha licencia de
obra, empezó la construcción de la vivienda; y con la finalidad de
proteger dicha construcción procedieron a construir un cerco
perimétrico “incluyéndose dentro de éste parte del área del terreno
colindante, propiedad reclamada como suya desde hace unos
pocos años por Iralda Montoya de Marión identificado en los

78698 CASACIÓN
planos adjuntos como parcela 2 área que ahora invocamos se nos
declare propietarios”. 1.3. Que, desde hace 22 años se vienen
comportando como propietarios del área identificada como
Parcela 2, lo cual lo demuestran con la construcción en esa área
de un vivero arborizado totalmente y que viene a ser parte
inherente a los jardines de la casa 1.4. Con fecha cuatro de junio
de mil novecientos noventa y dos, suscribió con Arena La Molina
S.A. un contrato de independización y venta del predio ubicado en
Manzana E, Lote 17 de la Urbanización La Portada de La Planicie,
distrito de La Molina área de 457.18 m2 inscrito en la ficha 117308
en calidad de copropietarios. 1.5. Posteriormente en octubre de
1995, adquieren las acciones y derechos de los demás
copropietarios constituyéndose desde el veintisiete de octubre de
mil novecientos noventa y cinco propietarios únicos. Dicho predio
se encuentra colindante al área identificada en los planos adjuntos
como parcela 2, de tal forma pues que dicha área se encuentra
entre los lotes 1 y 17 de su propiedad, por lo que su comportamiento
como propietario era evidente, ya que dicha área que invocan,
quedó adherida entre sus dos predios. 1.6. Que, con fecha
veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco,
adquirieron el inmueble ubicado en el lote 17 de la manzana E de
la urbanización La Portada de la Molina, que colinda con el terreno
materia de prescripción. 1.7. El diecinueve de junio de dos mil seis
inició un proceso no contencioso de Prescripción Adquisitiva en el
cual Iralda Montoya de Marion S.A. representada por Prescripción
Adquisitiva de Dominio, presentó oposición al proceso de
Prescripción Adquisitva de Dominio. 2. CONTESTACION DE LA
DEMANDA Luego de haberse designado curador procesal a la
codemandada Iralda Montoya de Marión S.A. mediante resolución
de fojas doscientos setenta, éste contesta la demanda mediante
escrito de fojas doscientos setenta y siete, indicando principalmente
que: 2.1. Existe posesión pacífica por cuanto su representada se
opuso al procedimiento de Prescripción Adquisitiva de Dominio
iniciado por los actores ante la Notaría, en el mes de agosto de
2006. 2.2. En la oposición ante la Notaría se menciona una serie
de procesos judiciales, los cuales deberían ser tomados en cuenta
antes de resolver. 2.3. Con el certificado de búsqueda catastral
que acompaña como anexo 1-G no se ha acreditado la existencia
o inexistencia del bien sub litis. La Litisconsorte necesario pasivo
Arenera La Molina Sociedad Anónima (declarada como tal por
resolución de fojas doscientos dos), es declarada rebelde por auto
de fojas doscientos ochenta y seis. 3. RESOLUCIÓN DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, el
juez mediante resolución de fecha cuatro de octubre de dos mil
catorce de fojas trescientos noventa y siete, declara fundada la
demanda; al considerar que: 3.1. Del asiento de la Ficha Nº
256922 del Registro de Propiedad Inmueble obrante de fojas
veinticuatro, se desprende que el inmueble materia de prescripción
forma parte de un predio de mayor extensión y la persona que
figura como propietaria; esto es, la titular dominal registral es la
demandada Iralda Montoya de Marion S.A. 3.2. Se aprecia que los
terrenos cuentan con un área de terreno de 621.36 m2, inserto
entre los terrenos comprados por los demandantes y el cual está
totalmente cercado. 3.3. Consta la constancia de Posesión de
fecha once de octubre de dos mil siete de la Municipalidad de La
Molina, declaraciones y recibos de pagos del Impuesto al
Patrimonio Predial del Inmueble (ciento dieciséis a ciento treinta y
uno). Además de las declaraciones de testigos que acreditan que
los demandantes poseen el inmueble desde hace más de 10 años,
ejerciéndola sin actos que perturben su posesión. Asimismo la
posesión ha sido verificada en inspección judicial obrante a fojas
trescientos treinta y ocho, donde consta que el inmueble objeto de
inspección se encuentra como un jardín parte de la vivienda
ubicada en calle La Isla de Mayorca Nº 166 Urbanización La
Portada de La Molina, colindante del Colegio Reina de los Ángeles,
suya representante ratifica la presencia de los demandantes como
vecinos por más de veinte años. 3.4. Que, por tanto se evidencia
la posesión pública, pacífica y continua de los demandantes,
ejerciéndola a título de propietario al haber realizado acto en tal
calidad, detentando animus domini. 3.5. Que la posesión de buena
fe de los demandantes no ha podido ser rebatida, máxime si en el
presente proceso la parte demandada fue declarada rebelde. 4.
RESOLUCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA: La Sexta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante resolución de fojas
quinientos trece, su fecha dieciséis de julio de dos mil catorce,
desaprobó la resolución elevada en consulta y reformándola
declaró infundada la demanda, en base a los siguientes
fundamentos: 4.1. Los demandados señalan que tiene posesión
pacifica sobre el inmueble desde hace 22 años, pero que sin
embargo, señalan que es reclamada por la demandada Iralda
Montoya S.A.C. hace unos pocos años (no precisando la fecha
exacta), de lo que no se tiene certeza si la posesión de los
demandantes es pacífica, por lo que no cumple con acreditar este
requisito. 4.2. Respecto a la posesión pública: Las declaraciones
testimoniales no bastan para establecer la prescripción adquisitiva
del bien. De las declaraciones Juradas de Autoavalúo (fojas ciento
dieciocho y cientos diecinueve) correspondientes al Lote 01; se
advierte que en ellas se declara que el área de terreno es de
841,25 m2 y no se declara también el área de 621.36 m2 que se
pretende prescribir, es decir que no declara que el predio contiene
1462 61 m2; además, se tiene que las precitadas declaraciones
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
juradas se contradicen con la Declaración Jurada de Autoavalúo
– Impuesto Predial (fojas ciento veintiuno), en la que se declara
que el área de terreno del citado lote 01 es de 1409.50 m2 (que
tampoco es área total resultante de la sumatoria del propio Lote 01
de 841.25 m2 y área a prescribir de 621.36 m2, esto es, de
1462.61 m2) La factura emitida por la Empresa Regional de
Servicio Público de Electricidad – Electrolima S.A. de fecha siete
de junio de mil novecientos ochenta y ocho, se observa que
únicamente se consigna el área del terreno es de 841m2
(correspondiente al lote 01) y no se consigna el terreno materia de
prescripción. El documento de SEDAPAL (fojas dieciocho y
cincuenta y tres), se observa que únicamente se consigna el área
de terreno de 841.25 m2 no se agrega el terreno materia de
prescripción. Por lo que no se ha podido acreditar que la
demandante posee de manera pública ni a título de propietaria por
cuanto no ha podido acreditar su animus domini, en tanto no se
advierte ello de los medios probatorios ofrecidos y admitidos en el
proceso. 4.3. Respecto a la posesión continua: La parte
demandante, pretende acreditar su posesión continua con el Acta
de Presencia Notarial de fecha veintisiete de julio de dos mil seis
(fojas noventa y seis) y con la constancia de Posesión emitida por
la Municipalidad de La Molina, de fecha once de octubre de dos
mil siete, sin embargo no se acredita la posesión continua por el
lapso de 10 años, del área de 621.36 m2 puesto que, por un lado.
En el acta presencial notarial no se consigna el área correcta de
prescripción que es 621.36 m2 y en la constancia de posesión no
se advierte plenamente que los demandantes estén poseyendo el
terreno materia del proceso, pues el área que se indica no resulta
de la sumatoria de las áreas del Lote 01 de 841.25 m2, Lote 17 de
664.44 y área de prescripción 621.36 m2, que dan un total de
2,127.05 m2 y por otro lado, con dichos documentos solamente
probaría la posesión desde las fechas consignadas en ellas, esto
es desde el veintisiete de julio de dos mil seis y teniendo en cuenta
que la fecha de interposición de la demanda data del diecinueve
de febrero de dos mil diez, no se cumple con el tiempo exigido por
la norma para que opere la prescripción adquisitiva de dominio.
4.4. Por lo tanto la parte demandante no ha acreditado la posesión,
pública, pacífica y continua a título de propietario por un lapso de
diez años. 5. RECURSO DE CASACIÓN Contra la resolución
dictada por la Sala Superior, la parte demandante, interpone
recurso de casación, el mismo que ha sido calificado mediante
resolución de fecha veintidós de octubre de dos mil catorce, que
declaró procedente el recurso de casación por las causales de: a)
Infracción normativa del artículo 950 del Código Civil. Indican
que se ha probado con medios probatorios idóneos su actuar
como propietarios (con las declaraciones juradas de autoavalúo;
facturas de pago de servicios públicos de electricidad, boletines de
inscripción de SEDAPAL, certificado de parámetros urbanísticos
edificatorios), en forma pacífica y con animus domini, sin ejercer
fuerza de ningún tipo o forma. Resultando inconsistentes con los
principios sustantivos del Derecho Civil, específicamente el
principio de buena fe que, por ser el documento de naturaleza
privada no sea considerado verdadero, de igual manera señalan
que se transgrede el principio de presunción de continuidad
expuesto en el artículo 915 del Código Civil, estando que no existe
en autos prueba idónea y validad incorporada al proceso que
demuestre lo contrario. b) Infracción normativa de los artículos
370, 408 y 505 del Código Procesal Civil y artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial concordantes con la infracción
normativa del artículo 122, inciso 4 y 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado. Señala que la Sala Superior no
solo desaprobó la sentencia de primera instancia elevada en
consulta, sino que, también la reforma y desestimando la
demanda, infringiendo a si lo dispuesto por el artículo 408 del
Código Procesal Civil; considerando que se afectó el derecho al
debido proceso al carecer la Sala Superior de facultad legal para
reformar la sentencia elevada en consulta. En ese sentido, invocan
la prohibición de reforma en perjuicio del impugnante, pues no se
puede decidir agravando la situación de quien interpuso la
impugnación, salvo que este derecho haya sido ejercido por
ambas partes. Por lo que al elevarse la sentencia en consulta, la
Sala Superior se encontraba prohibida de modificarla, por no
haberse recurrido en apelación, con lo cual se habría incurrido en
causal de nulidad insalvable. III. MATERIA JURÍDICA EN
DEBATE: Es necesario establecer si la instancia de mérito ha
afectado el derecho al debido proceso; y de descartarse ello,
determinar si la parte demandante ha adquirido el bien sub litis,
por prescripción adquisitiva de dominio conforme a lo normado en
el artículo 950 del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS: Primero.-
Que, el recurso de casación tiene como fines esenciales la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de
Justicia, conforme se señala en el artículo 384 del Código Procesal
Civil. Segundo.- Que, respecto a la causal de infracción normativa,
según Monroy Cabra, “Se entiende por causal (de casación) el
motivo que establece la ley para la procedencia del recurso...”1. A
decir de De Pina.- “El recurso de casación ha de fundarse en
motivos previamente señalados en la ley. Puede interponerse por
infracción de ley o por quebrantamiento de forma. Los motivos de
casación por infracción de ley se refieren a la violación en el fallo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de leyes que debieran aplicarse al caso, a la falta de congruencia
de la resolución judicial con las pretensiones deducidas por las
partes, a la falta de competencia etc.; los motivos de la casación
por quebrantamiento de forma afectan (....) a infracciones en el
procedimiento2. En ese sentido Escobar Forno señala. “Es cierto
que todas las causales supone una violación de ley, pero esta
violación puede darse en la forma o en el fondo”3. Tercero.- Se ha
declarado procedente el recurso de casación por las causales de
infracción normativa procesal y material. Teniendo en cuenta ello,
es de advertirse que conforme lo dispone el artículo 396º del
Código Procesal Civil, cuando se declara fundado el recurso de
casación por vulneraciones a las normas que garantizan el debido
proceso se debe devolver el proceso a la instancia inferior para
que emita una nuevo fallo, mientras que si se declara fundado el
recurso por las otras causales contempladas en el artículo 386º
del Código Procesal Civil, la Sala Suprema actuando en sede de
instancia deberá resolver el conflicto según su naturaleza. Es por
ello, que la revisión de las causales por las que ha sido declarado
procedente el recurso de casación debe comenzar por el análisis
de la alegación de vulneración a las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso. Cuarto.- Respecto a los errores in
procedendo, la recurrente alega que se habría afectado su
derecho al debido proceso, en tanto la instancia de mérito no
estaba facultada legalmente para reformar la sentencia elevada
en consulta. Invocando la prohibición de reforma en perjuicio del
impugnante, pues no se puede decidir agravando la situación de
quien interpuso el recurso, salvo que este derecho haya sido
ejercido por ambas partes. Hechos que en suma resultarían ser
atentatorios a los derechos a la debida motivación de las
resoluciones judiciales. Quinto.- La causal de la infracción
normativa procesal denunciada se configura, entre otros
supuestos, en los casos en los que en el desarrollo del proceso, no
se han respetado los derechos procesales de las partes, se han
obviado o alterado actos de procedimiento o si la tutela
jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el órgano jurisdiccional deja
de motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en clara
trasgresión de la normatividad vigente y de los estadios
superlativos del procedimiento. Sexto.- Que, el principio
denominado motivación de los fallos judiciales, constituye un valor
jurídico que rebasa el interés de los justiciables por cuanto se
fundamenta en principios de orden jurídico, pues la declaración
del derecho en un caso concreto, es una facultad del Juzgador
que por imperio del artículo 138 de la Constitución Política del
Estado, impone una exigencia social de que la comunidad sienta
como un valor jurídico, denominado, fundamentación o motivación
de la sentencia; el mismo que se encuentra consagrado en el
artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado
concordante con el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial e incisos 3 y 4 del artículo 122 y 50
inciso 6 del Código Procesal Civil. Sétimo.- Que, el principio de la
motivación de los fallos judiciales constituye una exigencia que
está regulada como garantía constitucional, consagrada en el
artículo 139, inciso 5, de la Constitución Política del Estado, el cual
asegura la publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los
jueces para pronunciar sus sentencias, ella resguarda a los
particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias de los
jueces, quienes de este modo no pueden ampararse en
imprecisiones subjetivas ni decir las causas a capricho, sino que
están obligados a enunciar las pruebas en que sostienen sus
juicios y a valorarlas racionalmente; en tal sentido, la falta de
motivación no puede consistir, simplemente, en que el juzgador no
exponga la línea de razonamiento que lo determina a decidir la
controversia, sino también en no ponderar los elementos
introducidos en el proceso de acuerdo con el sistema legal, es
decir, no justificar suficientemente la parte resolutiva de la
sentencia a fin de legitimarla. Sobre el particular, el Tribunal
Constitucional señala que “el derecho a la debida motivación de
las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a
la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones judiciales
no se encuentren justificados en el mero capricho de los
magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se deriven del caso. Octavo.-
Que, la figura denominada “consulta” regulada en el artículo 408
del Código Procesal Civil, no tiene la naturaleza de ser un recurso;
sino que, nuestro legislador la ha concebido como un mecanismo
de protección al derecho de defensa de quien de alguna manera
se encuentra en situación de vulnerabilidad en el proceso, ya sea
por tener la condición de interdicto (inciso 1), por haber perdido
estando representado por un curador procesal (inciso 2) como
ocurre en el caso de autos, por haberse aplicado el control difuso
(inciso 3) u otros establecidos expresamente en la ley. Al respecto
Edgar Escobar López señala que “los recursos y la consulta
buscan un mismo resultado, cual es la revisión de la decisión
judicial por el superior para saber si el derecho fue debidamente
interpretado y la ley justamente aplicada; sin embargo, la consulta,
a diferencia de los recursos, no es un derecho ni una acción de
libre arbitrio o disposición de las partes, sino que es un imperativo
del legislador con carácter obligatorio que ordena al juez sin
petición alguita, que determinadas resoluciones deban ser
revisadas por el superior”.4 Noveno.- El supuesto contemplado en
el inciso 2 (que opera en el caso de autos), constituye una garantía
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de control para quien no ha podido ejercer su defensa de manera
directa, sino a través de un curador procesal designado en el
proceso y ha perdido en el proceso. Respecto a dicha circunstancia,
Peyrano señala que “estructura una suerte de recurso apelación
automático contra sentencias dictadas contra personas inciertas o
cuyo domicilio es desconocido. Así se pretende obviar toda
complacencia de los profesionales designados defensores de
oficio para con sus colegas, y también el desinterés con que
frecuentemente se desempeña dicho cargo.” 5 Décimo.- Que, la
figura de la prohibición de la reforma en peor, contemplada en el
artículo 370 del Código Procesal Civil, está referida a que el Juez
Superior no puede modificar la resolución impugnada en perjuicio
del apelante, salvo que la otra parte haya apelado o se haya
adhiero o sea un menor de edad. Décimo Primero.- Que, de
autos se advierte que la demandada Iralda Montoya de Marion
S.A.C ha sido presentada a través de un curador procesal, en
mérito a la resolución de fojas 270. por lo que se procedió a elevar
en consulta la sentencia que le fue adversa, que declaró fundada
la demanda. Dicho ello, se colige que la elevación en consulta ha
sido dispuesta a favor de la demandada; de lo que se colige que al
haberse revocado la apelada declarando infundada la demanda
no se ha incurrido en reforma en peor; es decir la instancia de
mérito no ha infringido el derecho al debido proceso, en los
términos que alega la recurrente. Décimo Segundo.- Sin perjuicio
de lo antes indicado, este Supremo Tribunal advierte que las
instancias de mérito han afectado el debido proceso, en atención
a que, no han dispuesto la actividad probatoria tendiente a lograr
los fines del proceso contemplado en el artículo. II de Título
Preliminar del Código Procesal Civl; pues pese a que la
demandante en sus fundamentos de hecho de manera genérica
señala que la demandada Iralda Montoya de Marión viene
reclamando como suya el área sub litis, desde hace unos pocos
años; no ha realizado la actividad probatoria tendiente a determinar
la fecha de dicho reclamo a fin de verificar si efectivamente dicha
aseveración incide o no en la concurrencia de los requisitos para
que opere la Prescripción Adquisitiva de Dominio. Por otro lado, no
ha valorado el cuadernillo del proceso notarial de Prescripción
Adquisitiva de Dominio que se vio interrumpido por la oposición de
la hoy demandada según consta a fojas noventa y nueve de autos;
pese a que fue admitido como medio probatorio; y a que la
curadora procesal de la demandada, al contestar la demanda a
fojas doscientos setenta y siete alegó que no existe posesión
pacífica en tanto la demandada se opuso al procedimiento notarial
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio y solicita se tome en
cuenta los procesos judiciales indicados en dicha oposición; de la
cual se desprende que la emplazada invocó que los aquí
demandantes vienen participando como coadyuvantes del Colegio
Reina de los Ángeles y la Congregación de Hermanas Dominicas
de la Inmaculada Concepción, en el proceso de reivindicación que
instauraron respecto de la totalidad del predio de su propiedad de
30,800 m2, lo cual podría incidir en la resolución del conflicto
materia de autos. Décimo Tercero.- Que, de lo antes detallado se
colige que para resolver los autos es imprescindible determinar
fehacientemente la existencia de los procesos judiciales 7901-91,
49637-2003, 487-2000 y 592-2002 aludidos en el escrito de
oposición de fojas u otros, a fin de determinar si la sola aseveración
de la recurrente en el sentido, que la demandada viene reclamando
como suya el área sub litis hace unos pocos años determina o no
la pacificidad de su posesión. Asimismo es imprescindible resolver
los autos, teniendo a la vista el proceso sobre reivindicación
aludido por la demandada, a fin de establecer si dicho proceso
tiene alguna incidencia con los de la materia, en atención a que la
parte demandada alegó a nivel notarial que en dicho proceso
reclama la reivindicación de la totalidad de su inmueble y la
demandante concurre como coadyuvante de la parte demandada.
Décimo Cuarto.- Aunado a lo antes precisado, es de advertir que
a fojas cuatrocientos sesenta y tres la demandada se apersona y
precisa que el inmueble sub litis le fue adjudicado con una cláusula
adicional la cual obra inscrita en el asiento D-4 de la ficha Nº
256922, como carga que señalaba “el terreno materia de la
adjudicación del asiento 2C, revertirá el dominio a favor de la
municipalidad si la adjudicataria en el plazo de 3 años no ejecutara
las obras de habilitación y edificación del complejo destinado para
las actividades deportivas de tenis y disciplinas anexas y
complementarias para la preparación física de tenistas de acuerdo
al artículo 24 del Decreto Supremo 004-85VC y Decreto Supremo
004-86VC”. De lo que se colige que, para lograr los fines del
proceso también resulta necesario emplazar a la Municipalidad de
Lima Metropolitana, en atención a que podría haber cambiado la
naturaleza del predio sub litis y por ende influir en la resolución del
conflicto. Para todo lo cual las instancias de mérito debieron
ordenar pruebas pertinentes y no limitarse al solo dicho de las
partes. Décimo Quinto.- Que, en ese sentido se han pronunciado
en forma reiterada las diferentes Salas de esta Suprema Corte, así
tenemos: “Que el artículo 194 del Código Procesal Civil es
determinante al permitir al juez ordenar de oficio la actuación de
medios probatorios que considere necesarios, sin establecer
limitación alguna; los mismos que pueden servir para
complementar la actividad probatoria o para sustituirla por la
adjuntada por las partes”6, “Los juzgadores atendiendo a los fines

78700 CASACIÓN
del proceso consagrados en el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, y acorde con la facultad que establece el
artículo 194 del código adjetivo, pueden incorporar al proceso los
medios probatorios de oficio que estimen convenientes.”7, “Cuando
los medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes
para formar convicción, el juez puede ordenar la actuación de
medios probatorios adicionales, resultando ello una facultad
discrecional del juez, y no un imperativo”8, “No debe perderse de
vista que el proceso es un instrumento a través del cual se trata de
alcanzar el valor supremo de todo ordenamiento jurídico que es la
justicia; en nuestro Código Procesal ha sido concebido, en el
artículo III del Título Preliminar, como un fin abstracto; en ese
sentido, este Supremo Tribunal considera que como regla general,
en todo proceso, se debe procurar llegar a establecer la verdad
material objetiva, sustentada en medios probatorios idóneos y
concretos, aportados por las partes o incluidos de oficio, con lo
que se estará emitiendo una decisión materialmente justa. (...)
debe ser confrontado con los demás medios probatorios aportados
al proceso y de ser el caso –si las pruebas son insuficientes– debe
incorporarse pruebas de oficio, todo con el único objetivo de
buscar la verdad material objetiva, pues de lo contrario importaría
emitir una decisión injusta, que obviamente atenta contra el
derecho a un debido proceso en su acepción sustantiva.”9, “La
actuación de pruebas de oficio, si bien no constituye un deber del
juez sino una facultad discrecional, en aquellos casos en que las
pruebas existentes resultan insuficientes para causar convicción,
puede ordenar en decisión motivada e inimpugnable la actuación
de medios probatorios adicionales. Sin embargo, esta
discrecionalidad se convierte en deber, cuando el Magistrado, en
su condición de director del proceso debe impulsarlo por sí mismo
conforme lo establece el artículo II del Título Preliminar del Código
Procesal Civil debidamente concordado con el artículo 5 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.”10. Décimo
Sexto.- En cuanto a la doctrina contemporánea, con acierto
Ledesma Narváez11, sostiene que: “La nueva expresión del
dispositivo a través del llamado principio de aportación, señala
que las partes tienen el monopolio de aportar al proceso los
elementos fácticos de sus pretensiones, los hechos y los medios
de prueba; pero esto último no es exclusividad de las partes. El
juez no se limita a juzgar sino que se convierte en un verdadero
gestor del proceso, dotado de grandes poderes discrecionales,
orientados no solo a garantizar el derecho de las partes sino
principalmente a valores e intereses de la sociedad. (...) La
facultad probatoria del juez, por regla general, debe desarrollarse
dentro de los límites que señalan los hechos de las partes que es
materia del debate, pero esos límites pueden ser superados
cuando se advierte la posibilidad de actividad fraudulenta en el
proceso. (...) El juez no se halla limitado o condicionado a la previa
actividad probatoria de las partes, por el contrario, el juez podrá
complementar la prueba producida por las partes y aun en casos
que estas no hayan producido prueba alguna, en ejercicio del
poder deber que se le otorga puede y debe suplirla y ello aunque
las partes hayan cumplido su carga probatoria por omisión,
negligencia o insuficiencia.”. Por su parte, Blanco Gómez12,
señala: “La prueba de oficio no es una creación estéril, carente de
significación práctica. Todo lo contrario, busca asegurar la efectiva
igualdad de las partes en el proceso, el descubrimiento de fraudes
en detrimento de terceros y de evitar sentencias inhibitorias y
nulidades.”. En cuanto a la prueba de oficio el profesor Hernando
Devis Echandía13 ha señalado que el juez en tanto sujeto principal
de la relación jurídico procesal y del proceso, le corresponde
decretar oficiosamente toda clase de pruebas, que estime
convenientes para el esclarecimiento de los hechos que interesen
al proceso. Para Coaguila Valdivia14: “Es posible pues la
subsistencia de la prueba de oficio en un contexto probatorio de
respeto de los derechos de defensa y dentro de criterios de
razonabilidad, que impidan la transformación del juez en absoluto
ayudante de las partes. Hay que tener presente además que la
finalidad de los medios probatorios según el artículo 188 de
nuestro Código Procesal Civil implica finalmente producir certeza
en el Juez respecto de los puntos controvertidos”. Para el jurista
Michele Taruffo15 el poder del juez para disponer pruebas de oficio
constituye una función «activa» en la adquisición de pruebas, más
no «autoritaria». La función «activa» es integrativa y supletiva (sic)
respecto de la actividad probatoria de las partes, con la
consecuencia de que cuando éstos ejercitan completamente su
derecho a deducir todas las pruebas disponibles y por consiguiente
suministran al juez elementos suficientes para la verificación de
los hechos no hay ninguna necesidad de que el juez ejercite sus
poderes. Absolutamente diferente sería una función inquisitoria y
autoritaria de un juez que adquiera las pruebas de oficio de propia
iniciativa y expropiando a las partes los derechos y las garantías
que ellos esperan en el ámbito del proceso. Décimo Sétimo.-
Que, de los fundamentos antes expuesto se advierte que las
instancias de mérito han infringido el derecho al debido proceso, al
no eliminar el conflicto sometido a su competencia, omitiendo
realizar la actividad probatorio tendiente a dicho fin; por lo que
corresponde declarar fundado el recurso de casación, nula la de
vista e insubsistente la apelada, a fin que procedan conforme a los
lineamientos expuestos, debiendo ordenar todas las pruebas que
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
estime pertinentes para la solución del conflicto. Décimo Octavo.-
El criterio precedentemente expuesto en modo alguno comporta la
apreciación positiva por parte de este Supremo Tribunal de
Casación respecto de la prescripción adquisitiva de dominio, sino
que éste simplemente se limita a sancionar con nulidad las
resoluciones que no han eliminado el conflicto sometido a su
competencia. Décimo Noveno.- Que, al haberse atendido y
proveído la infracción normativa procesal denunciada, debe
ampararse el recurso de casación y proceder conforme a lo
dispuesto en el numeral uno del artículo 396 del Código Procesal
Civil. V. DECISIÓN: Esta Sala Suprema, en aplicación de lo
señalado por el artículo 396 del Código Procesal Civil; declara: a)
FUNDADO el recurso de casación de fojas quinientos trece,
interpuesto por los demandantes Guido Benza Durand y Myriam
Castro Horna de Benza, NULA la sentencia de consulta, obrante a
fojas quinientos trece de fecha dieciseis de julio dos mil catorce; e
INSUBSISTENTE la sentencia consultada de fojas trescientos
noventa y siete su fecha cuatro de octubre de dos mil trece b)
ORDENARON se proceda conforme a los lineamientos antes
expuestos c) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano bajo responsabilidad y los
devolvieron; en los seguidos con Iralda Montoya de Marion S.A,
sobre prescripción adquisitiva de dominio; intervino como Ponente,
el Juez Supremo señor Cunya Celi.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Monroy Cabra, Marco Gerardo, principios de derecho procesal civil, Segunda
edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, p. 359
2
De Pina Rafael, Principios de derecho procesal civil, Ediciones Jurídicas Hispano
Americanas, México D.F., 1940, p. 222
3
Escobar Fornos Iván, Introducción al proceso, Editorial Temis, Bogota, Colombia,
1990, p. 241
4
ESCOBAR LOPEZ, Edgar. “Regulación legal de la consulta en el proceso penal”,
en “: Revista del Colegio de Abogados Penalistas del Valle, Vol. XIII, Nº 21 y Nº
22, Medellín, 1990, p. 102, citado por San Martín Castro, César. Derecho Procesal
Penal, V. II, Grijley, Lima, 199, p. 774
5
PEYRANO, Jorge. El proceso civil: principios y fundamentos, Astrea, Buenos
Aires, 1978, p. 123
6
Cas. Nº 1203-2002-Lima, del 20 de diciembre de 2002 - Sala Civil Permanente de
la Corte Suprema.
7
Cas. Nº 1148-2003, del 18 de julio de 2005 - Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema
8
Cas. Nº 1804-2002-Callao, del 15 de abril de 2003 - Sala de Derecho Constitucional
y Social de la Corte Suprema
9
Cas. Nº 5871-2007-Moquegua, Sala Civil Permanente de la Corte Suprema.
10
Cas. Nº 2298-2009, del 15 de diciembre de 2010 - Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema
11
LEDESMA NARVAEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil, Tomo I,
primera edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 695-696.
12
BLANCO GÓMEZ, José Luis. Sistema dispositivo y prueba de oficio en el
procedimiento civil, segunda edición, Ediciones Gustavo Ibáñez, Bogotá, 1994,
p.120.
13
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría General del Proceso, Editorial Universidad,
Buenos Aires, 1985, Tomo II, p. 340.
14
COAGUILA VALDIVIA, Jaime Francisco. La Prueba de Oficio en el Proceso Civil,
http://drjaimecoaguila.galeon.com/articulo15.pdf.
15
TARUFFO, Michele. Poderes probatorios de las partes y del juez en Europa. En
Constitución y Proceso. ARA Editores, Lima 2009, p.430 y siguientes.
C-1392274-50
CAS. Nº 2591-2014 LIMA
Motivación insuficiente. Existe motivación insuficiente cuando no
existe el mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones
de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión
está debidamente motivada; lo cual se ha configurado en el
presente caso. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122, inciso 3 Lima,
cuatro de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA:
vista la causa dos mil quinientos noventa y uno - dos mil catorce,
en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de división y
partición, la demandante Sonia Salvatierra Velásquez ha
interpuesto recurso de casación de folios setecientos treinta y
cuatro, contra la sentencia de vista de fecha diez de junio de dos
mil catorce, de folios seiscientos setenta y cuatro, dictada por la
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
revoca la sentencia de primera instancia de fecha ocho de julio de
dos mil trece, de folios cuatrocientos noventa y cinco, que declara
fundada la demanda, y reformándola declara improcedente la
demanda, interpuesta contra Saturnino Cisneros Bellido y otros. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veintiuno de junio de dos mil once, de folios cuarenta y ocho,
subsanado a folios sesenta y ocho, Saturnina Velásquez Ramos
de Salvatierra, Sonia Salvatierra Velásquez y Maruja Salvatierra
Velásquez interponen demanda de división y partición, señalando
como pretensión que se ordene la división y partición del inmueble
ubicado en el Jirón Casimiro Negrón de la Fuente número 245,
Distrito de la Victoria, Provincia y Departamento de Lima, inscrito
en la Partida Registral número 43312669 del Registro de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Propiedad Inmueble de Lima, de 473.40 metros cuadrados.
Alegan como sustento de su pretensión que son cónyuge
supérstite e hijas del occiso Hipólito Salvatierra de la Cruz,
respectivamente, el cual adquirió conjuntamente con la citada
cónyuge supérstite, así como con los demandados, la propiedad
del inmueble precitado mediante escritura pública de fecha diez de
diciembre de mil novecientos setenta y tres, inscrito en la Partida
Registral número 43312669 del Registro de Propiedad Inmueble
de Lima. Agrega que al fallecimiento de su causante, fueron
declaradas únicas herederas del mismo, a través del acta de
sucesión intestada de fecha ocho de marzo de dos mil diez,
inscrita en la Partida Registral número 12438000 de la Oficina
Registral IX Sede Lima. Sin embargo, sostiene, los demandados
han entrado en posesión del inmueble sin respetar el porcentaje
de participación que les corresponde, toda vez que el inmueble se
encuentra indiviso, no habiendo acudido a la invitación a
conciliación extrajudicial, por lo que corresponde se proceda a la
división y participación del referido inmueble. 2. CONTESTACIÓN:
Los demandados Saturnino Cisneros Bellido, Dionisio Huaytalla
Gómez, Wenceslao Clemente López Monge y Emilia Alarcón
Colos de la Cruz, contestan la demanda a folios ciento veintitrés,
alegando que: a) el inmueble se adquirió por la suma de trescientos
mil soles oro, aceptando los compradores el pago de setenta y dos
letras mensuales de seis mil ciento cuarenta y ocho soles oro con
cuarenta y cuatro céntimos de soles oro cada una, sin embargo,
por motivos económicos, Hipólito Salvatierra de la Cruz se retiró
de la copropiedad, devolviéndose sus aportes conforme al
documento de fecha diecisiete de noviembre de mil novecientos
setenta y nueve que obra en el expediente 348-90 seguido ante el
Décimo Sexto Juzgado Civil de Lima; y, b) dicho ex copropietario
se encuentra casado con Valentina Marcela Hinostroza Canchari
con fecha anterior al matrimonio celebrado con la demandante
Saturnina Velásquez Ramos, siendo que en el primer matrimonio,
también existen hijos herederos, por lo que esta última al realizar
la sucesión intestada que sustenta su demanda ha actuado de
mala fe. Asimismo, mediante resolución número seis de fecha
veintinueve de noviembre de dos mil once, de folios ciento
sesenta, corregida a través de la resolución número once de fecha
veintiséis de marzo de dos mil doce, de folios doscientos trece; y
resolución número veinticuatro de fecha veinte de agosto de dos
mil doce, de folios trescientos cincuenta y ocho, se declaró
rebeldes a los demandados Tomasa Escalante Núñez, Agustín
Huaytalla Gómez, Claudia Tinco Palacios, Juan Tenorio Cisneros,
María Escriba Paquiyauri, Marco Antonio Cisneros Bellido,
Fermina Alarcón de la Cruz, Antonia Huallanca de la Cruz y
Antonio Monge Meneses; y a la sucesión de Dionisio de la Cruz
Huallanca, respectivamente. Por su parte, Maura Editha Vásquez
Esquivel, Roxana Tenorio Vásquez, Liz Pilar Tenorio Vásquez y
Margot Ysela Tenorio Vásquez, contestan la demanda a folios
trescientos doce, trescientos veinticuatro, trescientos treinta y
cinco y trescientos cuarenta y seis, respectivamente, señalando
que conforme se advierte del expediente 348-90, se obtuvo
sentencia favorable a los hoy demandados, por lo que las
demandantes carecen de titularidad. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si las codemandantes
concurren en propiedad con los demandados del bien inmueble
ubicado en Jirón Casimiro Negrón de la Fuente número 245,
Distrito de la Victoria, Lima, inscrito en la Partida Electrónica
número 43312669 del Registro de Propiedad Inmueble de la Zona
Registral número IX, Sede Lima. 3.2 Determinar si como
consecuencia del punto anterior a las demandantes les
corresponde el 11.11% y a los demandados el 88.88% del
inmueble materia de partición. 3.3 Determinar si como resultado
del punto anterior es factible proceder a la división y partición del
bien inmueble materia de litis. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la Juez
mediante sentencia de fecha ocho de julio de dos mil trece, de
folios cuatrocientos noventa y cinco, declaró fundada la demanda,
precisando en el considerando noveno los porcentajes que le
corresponde a cada una de las partes procesales respecto al
inmueble sub litis, al considerar que conforme a la Partida Registral
número 43312669, dicho bien fue adquirido por: 1) Saturnino
Cisneros Bellido y esposa Tomasa Escalante Núñez; 2) Augustín
Huaytalla Gómez y esposa Claudia Tinco Palacios; 3) Hipólito
Salvatierra de la Cruz y esposa Saturnina Velásquez Ramos,
habiendo fallecido dicho comprador, declarándose como sus
herederas a su citada esposa e hijas Sonia Salvatierra Velásquez
y Maruja Salvatierra Velásquez; 4) Dionisio de la Cruz Huancalla y
esposa Emilia Alarcón Colon; 5) Marco Antonio Cisneros Bellido y
esposa Fermina Alarcón de la Cruz; 6) Wenceslao Clemente
López Monje y esposa Antonia Huancalla de la Cruz; 7) Antonio
Monge Meses; 8) Cupertino Vega Quispe, quien luego le vendió
sus acciones y derechos Dionicio Huaytalla Gómez y esposa
María Escriba Yaquiyauri; 9) Juan Tenorio Cisneros, quien luego le
vendió sus acciones y derechos a su esposa e hijas, Maura Editha
Vásquez Esquivel, Liz Pilar Tenorio Vásquez, Roxana Tenorio
Vásquez y Margot Ysela Tenorio Vásquez; por lo que habiendo
sido las demandantes declaradas herederas de Hipólito Salvatierra
de la Cruz, corresponde amparar la demanda y disponer la
78701
partición del inmueble en virtud de lo previsto en el artículo 984 del
Código Civil, siendo que si bien a folios ochenta y tres del
expediente 348-90, obra el documento sobre devolución de
acción, que señala se le devolverían sus aportes a Hipólito
Salvatierra de la Cruz, en la Partida Registral antes señalada
consta que este último tenía derechos y acciones sobre el
inmueble, y que las demandantes fueron declaradas sus
herederas, por lo que produce todos sus efectos conforme al
artículo 2013 del Código Civil. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha veintidós de julio de dos
mil trece, de folios quinientos sesenta y cuatro, los demandados
Saturnino Cisneros Bellido, Wenceslao López Monge, Dionicio
Huaytalla Gómez, Emilia Alarcón Colos, Agustín Huaytalla Gómez
y Maura Editha Vásquez Esquivel, interpusieron recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
La sentencia impugnada adolece de motivación aparente, al no
valorar los demás medios probatorios que existen en el proceso,
fuera de la ficha registral del inmueble, como lo son el documento
de devolución de aportes de fecha diecisiete de noviembre de mil
novecientos setenta y nueve y el expediente número 348-1990
seguido ante el Décimo Sexto Juzgado Civil de Lima, existiendo
incluso entre los titulares de la propiedad (demandados) una
división y partición convencional. 6. SENTENCIA DE VISTA:
Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso de
apelación interpuesto por los demandados, la Quinta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de vista
de fecha diez de junio de dos mil catorce, de folios seiscientos
setenta y cuatro, revocó la sentencia de primera instancia, y
reformándola declaró improcedente la demanda, señalando que
las demandantes no han acreditado su interés para obrar, toda vez
que conforme al documento de folios ochenta y tres del expediente
acompañado, de fecha diecisiete de noviembre de mil novecientos
setenta y nueve, Hipólito Salvatierra de la Cruz habría cedido sus
derechos de copropietario y se le habría devuelto sus aportes, por
lo que los derechos de copropiedad que se peticionan en la
demanda aún resultan inciertos para proceder a una división y
partición del inmueble. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha diecisiete de noviembre
de dos mil catorce, obrante a fojas cincuenta y siete del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandante Sonia Salvatierra
Velásquez, por la infracción normativa del artículo 2013 del
Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos durante el
transcurso del proceso así como en el recurso de casación, la
controversia gira en determinar si las demandantes en su
condición de únicas herederas de Hipólito Salvatierra de la Cruz,
son copropietarias del inmueble sub litis, por lo que procedería la
división y partición del mismo. Segundo.- Que, independientemente
de la denuncia invocada, si bien es cierto que la actuación de esta
Suprema Sala al conocer del recurso de casación se ve limitada a
la misión y postulado de la correcta aplicación e interpretación de
las normas materiales – en este caso – del derecho civil, también
lo es que dicha premisa tiene como única y obligada excepción la
tutela de los derechos procesales con valor constitucional, pues es
evidente que allí donde el ejercicio de la función jurisdiccional los
vulnera o amenaza, se justifica la posibilidad de ejercer el recurso
de casación como instrumento de su defensa y corrección aunque
limitado sólo a la vulneración de los derechos de tal naturaleza,
quedando por tanto descartado que dentro de dicha noción se
encuentren las anomalías o simples irregularidades procesales
que no son por sí mismas contrarias a la Constitución. Tercero.-
Que, en este contexto, si bien en el presente recurso no se
denuncia infracción normativa en el supuesto de contravención de
las normas que garantizan el debido proceso; sin embargo, por
encontrarnos frente a una irregularidad que transgrede principios
y derechos del debido proceso, queda obligada esta Sala Suprema
a pronunciarse en forma excepcional respecto a dicha causal, en
aplicación de lo dispuesto en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú, obviándose la denuncia material
invocada, al observarse la existencia de vicios que vulneran el
derecho de los justiciables de obtener de parte de los órganos
jurisdiccionales una resolución debidamente motivada y que se
respalde en los actuados (fundamentos fácticos, jurídicos y
probatorios). Cuarto.- Que, al respecto, resulta adecuado precisar
que, el artículo 139.3 de la Constitución Política del Estado ha
establecido como un derecho relacionado con el ejercicio de la
función jurisdiccional “la observancia del debido proceso y la
tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal Constitucional ha
señalado que supone tanto el derecho de acceso a los órganos de
justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras
que sobre aquel ha expresado que significa la observancia de los
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos; resultando
oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC,
del 6 de octubre de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela
judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos
de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir,
una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la

78702 CASACIÓN
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...)
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Quinto.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Sexto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sétimo.- Que, de acuerdo
al artículo 984 del Código Civil: “Los copropietarios están obligados
a hacer partición cuando uno de ellos o el acreedor de cualquiera
lo pida, salvo los casos de indivisión forzosa, de acto jurídico o de
ley que fije plazo para la partición.”; por lo que en el caso de autos,
resulta imprescindible determinar si las accionantes cumplen con
ostentar la condición de copropietarias del inmueble materia de
litigio, conforme alegan en su demanda. Octavo.- Que, en tal
sentido, de los actuados se advierte que las demandantes
pretenden demostrar su derecho de copropiedad, respecto al
inmueble ubicado en el Jirón Casimiro Negrón de la Fuente
número 245, Distrito de la Victoria, Provincia y Departamento de
Lima, inscrito en la Partida Registral número 43312669 del
Registro de Propiedad Inmueble de Lima, de 473.40 metros
cuadrados, con la partida registral del mismo, la cual señalaría que
han adquirido los derechos y acciones que sobre dicho bien le
pertenecían al occiso Hipólita Salvatierra de la Cruz. No obstante,
la parte emplazada sostiene que el citado causante habría
renunciado a su derecho de copropiedad mediante documento
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
suscrito con fecha diecisiete de noviembre de mil novecientos
setenta y nueve, esto es, con posterioridad a la inscripción registral
a su favor conjuntamente con los otros propietario, realizada el
veintitrés de mayo de mil novecientos setenta y cuatro, por lo que
las actora no tendrían título alguna que ampare su petitorio. En
consecuencia, si bien es cierto las actoras tendrían título de
copropiedad inscrito, también lo es que para proceder a la división
y partición de un bien inmueble, resulta necesario que no exista
duda alguna respecto al derecho de copropiedad que alega tener
el demandante, extremo respecto al cual la juez de la causa ha
omitido realizar análisis alguno, debiendo tenerse en cuenta para
tal efecto además, todos los posibles supuestos que implicarían la
existencia de duda razonable en relación a tal derecho, inclusive
una posible demanda de nulidad de acto jurídico sobre el título que
ostentarían las actoras y únicamente en tanto existan indicios
suficientes para que la misma sea declarada fundada, máxime si
es deber del órgano jurisdiccional emitir resoluciones con el objeto
de alcanzar la paz y justicia social, siendo que todo ello
corresponde ser dilucidado por la a quo, a fin de no vulnerar el
derecho de doble instancia de ninguna de las partes, efectuando
la valoración conjunta y razonada de todos los medios probatorios
obrantes en el proceso y ordenando de considerarlo conveniente
la actuación de pruebas de oficio para el mejor esclarecimiento de
los hechos, debiéndose justificar debidamente las razones de
hecho y de derecho por las cuales no existiría duda respecto al
derecho de las demandantes. Noveno.- Que, las omisiones
advertidas afectan la garantía y principio no sólo del debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de
motivación de las resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5)
del artículo 139º de la Constitución Política del Estado,
respectivamente, que encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del
artículo 122º, del Código Procesal Civil, en tanto para la validez y
eficacia de las resoluciones judiciales exige, bajo sanción de
nulidad, que en éstas se respeten los principios de jerarquía de las
normas y congruencia, así como que contengan los fundamentos
de hecho que sustentan la decisión y los respectivos de derecho
con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según
el mérito de lo actuado y lo invocado por las partes; en
consecuencia, corresponde declarar la nulidad de las sentencias
de mérito y disponer que el juez de la causa emita nuevo
pronunciamiento teniendo en cuenta las directivas contenidas en
la presente resolución. V. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Sonia Salvatierra Velásquez ha interpuesto recurso de casación
de folios setecientos treinta y cuatro; en consecuencia NULA la
sentencia de vista de fecha diez de junio de dos mil catorce, de
folios seiscientos setenta y cuatro, e INSUBSISTENTE la apelada
de fecha ocho de julio de dos mil trece, de folios cuatrocientos
noventa y cinco, ORDENARON que la Juez del Vigésimo Primer
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la presente
ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos contra Saturnino Cisneros Bellido y otros, sobre división
y partición; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo
Miranda Molina, por vacaciones del señor Juez Supremo Almenara
Bryson.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO ROFRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CARDERON PUERTAS
C-1392274-51
CAS. Nº 2599-2014 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Debido proceso y
motivación. Se vulnera el derecho a la motivación de las
resoluciones, como una de las manifestaciones del debido
proceso, cuando los órganos jurisdiccionales al expedir sentencia
omiten pronunciamiento sobre una apelación diferida relativa a
una denuncia civil para integrar la relación jurídico procesal,
incurriendo así en una incongruencia externa. Lima, quince de
setiembre de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista
la causa número 2599-2014, en audiencia pública de la fecha y
producida la votación correspondiente, conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO Que se trata del recurso de casación interpuesto por la
demandada IVOTEC Ingenieros S.R.L. a fojas ochocientos
sesenta y cuatro, contra la sentencia de segunda instancia de
fecha cinco de junio de dos mil catorce, de fojas ochocientos
cincuenta y tres, que confirma la sentencia apelada de fecha
diecinueve de setiembre de dos mil trece, de fojas setecientos
noventa y cuatro, que declara fundada la demanda; en
consecuencia, ordena que Ivotec Ingenieros S.R.L y Walter
Barrenechea Soto cumplan con pagar en forma solidaria a
MAPFRE PERÚ Compañía de Seguros y Reaseguros S.A., la
suma de S/. 778,075.96, más intereses legales. II.
ANTECEDENTES. Para analizar esta causa civil y verificar si se
ha incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es
necesario realizar las siguientes precisiones: 1. DEMANDA. Por
escrito de fojas setenta y tres, MAPFRE PERÚ Compañía de
Seguros y Reaseguros S.A interpone demanda de obligación de
dar suma de dinero, contra IVOTEC Ingenieros S.R.L y Walter
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Barrenechea Soto, a fin de que paguen en forma solidaria la suma
S/. 1778,075.96 nuevos soles, más los intereses legales. Funda
su pretensión en que: 1) El demandante afianzó a los emplazados
a través de las cartas fianza números Nº 68-01001754-04 por S/.
649,023.28 y Nº 68-01001753-04, por S/. 347,126.12, garantías
que fueron emitidas con el objeto de respaldar las obligaciones
que los demandados contrajeron con el hospital San José en el
contrato de obra denominado “Reubicación y ampliación del
servicio de hospitalización y procedimiento del hospital San José
del Callao”, derivada de la licitación pública Nº 004-2007-CE-HSJ;
que los demandados constituyeron el denominado Consorcio San
José; 2) El Hospital requirió a la demandante los pagos de las
garantías antes descritas, mediante dos oficios de fechas nueve
de julio de dos mil ocho y treinta y uno de julio del mismo año,
requerimiento que fue cumplido por la demandante, tal como
consta del Recibo de Indemnización CA Nº 0041-2008 de fecha
siete de noviembre de dos mil ocho; que, el compromiso del
garante solidario era irrevocable, incondicionado, de realización
automática y sin beneficio de excusión, por lo que el pago realizado
es válido; y, 3) Que los artículos 1260 inciso 1 y 1889 del Código
Civil establecen que el fiador puede accionar contra los deudores,
en este caso los demandados, pues la subrogación opera de
pleno derecho a favor de quien paga la deuda a la cual estaba
obligado solidariamente ostentando los derechos que tiene el
acreedor primigenio contra el deudor. 2. CONTESTACIÓN DE LA
DEMANDA A) Mediante resolución número tres de fecha ocho de
marzo de dos mil diez, de fojas ciento seis, se declara la rebeldía
de Walter Barrenechea Soto B) Mediante resolución número seis
de fecha siete de julio de dos mil diez, de fojas ciento cincuenta y
cuatro se declara la rebeldía de IVOTEC Ingenieros S.R.L. 3.
PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se ha establecido como punto
controvertido determinar si corresponde ordenar el pago en forma
solidaria de la suma de S/. 778,075.96, más los intereses legales,
por los codemandados IVOTEC Ingenieros S.R.L y Walter
Barrenechea Soto 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia
de fojas setecientos noventa y cuatro, su fecha diecinueve de
setiembre de dos mil trece, declara fundada la demanda, en
consecuencia, ordena que IVOTEC Ingenieros S.R.L y Walter
Barrenechea Soto cumplan con pagar en forma solidaria a
MAPFRE PERÚ Compañía de Seguros y Reaseguros S.A la suma
de S/. 778,075.96 más los intereses legales, tras considerar que:
1) La demandante ha acreditado la existencia de las cartas fianza
por los montos de S/. 649,023.28 y S/. 347,126.12, cuyo pago fue
solicitado a favor del tercero afianzado, el Hospital San José-
Callao, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 1898 del
Código Civil y la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado
y su reglamento, las que fueron otorgadas con la finalidad de
garantizar las obligaciones de los demandados frente al hospital,
derivadas de la licitación convocada por dicha entidad. Asimismo,
consta el recibo de indemnización (CA Nº 0041-2008) suscrito en
nombre del citado hospital por concepto del pago de indemnización
por la ejecución de las citadas garantías. Se desprende, entonces,
que está acreditada la obligación de los demandados de responder
por el pago de las cartas fianza efectuado por la demandante, en
cumplimiento de sus obligaciones contractuales; y, 2) Debe
tenerse en cuenta que la materia de este proceso no es la validez
o no de la resolución del contrato suscrito entre el tercero, hospital
San José y el consorcio formado por los dos codemandados, sino
la obligación de pago por parte de los demandados a favor de la
demandante, en virtud del pago que éste efectuó por la ejecución
de las cartas fianza. Tampoco es menester determinar si hubo o no
incumplimiento de las obligaciones del demandado que dieron
lugar a la ejecución de las cartas fianzas; sino en sentido estricto
la demanda está referida a establecer la obligación de pago de los
demandados a favor del fiador demandante, conforme a su
obligación de responder por las cartas fianzas ejecutadas. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la
página ochocientos siete, la demandada IVOTEC Ingenieros
S.R.L, interpone recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia, alegando que: 1) El monto de lo consignado en
el acta de conciliación extrajudicial no guarda relación con el
monto del petitorio de la demanda; por lo tanto no se cumplen los
presupuestos procesales y las condiciones de la acción; 2) Que la
supuesta obligación de pago, por parte de los demandados en
favor de la demandante en virtud del pago de las cartas fianza, por
esta última, cuya devolución se solicita en el presente proceso no
está acreditada, pues la demandante tuvo conocimiento en todo
momento de la existencia de un arbitraje, como consecuencia de
la resolución del contrato suscrito entre el tercero Hospital San
José y el Consorcio, formado por los hoy demandados, hechos
que no han sido valorados por el Juzgador; y, 3) Que en la vía
arbitral se declaró nula la resolución que ordena la ejecución de
dichas cartas fianza, por ende los demandados quedan liberados
del pago de las referidas cartas fianza ilegalmente ejecutadas. 6.
SENTENCIA DE VISTA. Los Jueces Superiores de la Cuarta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expiden la sentencia
de vista de fojas ochocientos cincuenta y tres, de fecha cinco de
junio de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada que
declara fundada la demandada; en consecuencia, ordena que
78703
IVOTEC Ingenieros S.R.L y Walter Barrenechea Soto cumplan con
pagar en forma solidaria a MAPFRE PERÚ Compañía de Seguros
y Reaseguros S.A la suma de S/. 778,075.96, más intereses
legales, fundamentando la decisión en lo siguiente: 1) Que en el
presente caso, ante el requerimiento efectuado por el acreedor
Hospital San José, argumentando que se había procedido a
declarar resuelto el contrato de ejecución de obra Nº
0047-2007-LOG-HSJ-C, mediante Resolución Administrativa Nº
089-2008-HSJ-OA de fecha veinticuatro de junio del dos mil tres,
la parte actora en su condición de fiadora procedió a satisfacer las
cartas fianza; y, si bien es cierto, se inició un proceso arbitral el
nueve de febrero del dos mil nueve y se emitió un laudo arbitral el
veintiocho de mayo del dos mil diez que declaró nula la resolución
administrativa que resolvió el contrato de ejecución de obra,
también es cierto, que esta situación jurídica se dio con
posterioridad a la fecha de entrega del pago de las fianzas,
mediante el recibo de indemnización de fecha siete de noviembre
del dos mil ocho; 2) En tal virtud, el argumento de la parte apelante
de no estar obligado a reembolsar a la parte actora, en vía de
subrogación, por el pago de las cartas fianza efectuado por la
demandante a favor de su acreedora, por las razones antes
indicadas, es un aspecto que debe ser discutido en vía de acción
y no en el presente proceso, ya que, MAPFRE PERÚ Compañía
de Seguros y Reaseguros S.A.C. en su calidad de fiadora cumplió
con pagar una obligación garantizada ante el requerimiento de
hospital San José, toda vez que por la fianza, el fiador se obliga
frente al acreedor a cumplir una determinada prestación, en
garantía de una obligación ajena, y a partir de ese momento el
fiador queda subrogado en los derechos del acreedor contra el
deudor, a tenor de lo establecido en el artículo 1889º del Código
Civil; y, 3) Respecto a que el monto de lo consignado en el acta de
conciliación extrajudicial no guarda relación con el monto del
petitorio de la demanda, es un aspecto que no alteraría el principio
de congruencia procesal, por cuanto se ha demandado una suma
que es la misma por la cual se ha confirmado la alzada. III.
RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha diez de noviembre de dos mil catorce, de
folios cuarenta y uno del cuaderno de casación, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por la demandada
IVOTEC Ingenieros S.R.L, por las siguientes causales: A)
Infracción normativa del artículo 139º incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú. Alega que se ha vulnerado el
derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales (congruencia), toda vez que mediante escrito de fojas
doscientos noventa y seis, de fecha veintitrés de noviembre de
dos mil once, la recurrente formuló denuncia civil a fin de que se
integre a la relación jurídico procesal al Hospital San José del
Callao, por las razones que en él se expresaron; sin embargo, el
juzgador mediante resolución obrante a fojas setecientos cuarenta
y cinco, declaró improcedente la denuncia formulada, motivo por
el que la impugnante interpuso recurso de apelación que se
concede sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida, según
resolución de fojas setecientos sesenta y uno; sin embargo, la
Sala Superior omitió pronunciarse respecto de dicho recurso de
apelación. B) Infracción normativa del artículo 59º del Decreto
Legislativo Nº 1071, que norma el Arbitraje. Indica que el
artículo 59º de la Ley de Arbitraje establece que todo laudo es
definitivo, inapelable y de obligatorio cumplimiento desde su
notificación a las partes y, por lo tanto, produce efectos de cosa
juzgada; que en el caso de autos, se advierte, de la parte resolutiva
del laudo arbitral que declaró nula la Resolución Administrativa Nº
0892008-HSJ-OA, del veinticuatro de junio de dos mil ocho, que
resolvió el contrato de obra, celebrado por la recurrente y el
Hospital San José del Callao, en cuyo artículo tercero ordenó la
ejecución de las cartas fianza que son materia de cobranza en el
presente proceso; por tal motivo, la impugnante considera que ha
quedado liberada de dicho pago. C) Infracción normativa del
artículo 228º del Decreto Supremo Nº 184-2008-EF, Reglamento
del Decreto Legislativo 1017, Ley de Contrataciones del
Estado. Señala que el artículo 228º del Reglamento establece que
en cualquier etapa del proceso arbitral, los jueces y las autoridades
administrativas se abstendrán de oficio o a petición de parte, de
conocer las controversias derivadas de la validez, invalidez,
rescisión, resolución, nulidad, ejecución o interpretación de los
contratos y, en general, cualquier controversia que surja desde la
celebración de los mismos, sometidos al arbitraje conforme al
presente reglamento, debiendo declarar nulo lo actuado y archivar
definitivamente el proceso judicial o administrativo que se hubiere
generado, en el estado en que éste se encuentre. En tal sentido,
la recurrente sostiene que la demanda arbitral fue presentada el
nueve de febrero de dos mil nueve, mientras que la presente
demanda fue interpuesta el treinta de julio de dos mil nueve, es
decir, que al momento de la presentación de la demanda judicial
ya existía la arbitral, más aun el Laudo Arbitral fue expedido el
veintiocho de mayo de dos mil diez, es decir, con anterioridad a la
sentencia de fecha diecinueve de setiembre de dos mil trece, por
lo que la recurrente considera que existe un avocamiento ilegal. IV.
MATERIA JURIDICA EN DEBATE. Que, la materia jurídica en
debate en el presente proceso, se centra en determinar si la
sentencia de segunda instancia incurre en infracción normativa de
las normas denunciadas, esto es, si se ha vulnerado el derecho al

78704 CASACIÓN
debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva al no haberse
pronunciado sobre la apelación concedida sin efecto suspensivo y
con calidad de diferida; asimismo la controversia radica en
determinar, si los demandados deben reembolsar a la demandante
por concepto del pago de las cartas fianza, a pesar de que existió
un laudo arbitral que declaró nula la Resolución Administrativa Nº
089-2008-HSJ-OA del 25 de junio del 2008, que resuelve el
contrato de obra Nº 047-2007-LOG¬HSJ-C, y que fue el sustento
para el requerimiento de pago de la garantía. V. FUNDAMENTOS
DE ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Ante todo, en materia de
casación es factible ejercer el control de las decisiones
jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no
las normas que garantizan el derecho al debido proceso,
tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de
los principios y de las garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho
de defensa de las partes en litigio. Segundo.- Habiéndose
declarado procedente el recurso por la causal de infracción
normativa material y procesal, en primer término debe dilucidarse
la causal relativa a la infracción normativa procesal; por cuanto en
caso se declare fundado el recurso por dicha causal, en atención
a su efecto nulificante, carecería de objeto emitir pronunciamiento
respecto de la otra causal de derecho material. Tercero.-
Procediendo al análisis de la infracción contenida en el ítem A) del
numeral III de la presente resolución, es pertinente indicar que El
Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Estado, comprende a su vez,
entre otros derechos, el de obtener una resolución fundada en
derecho, mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales
expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con
mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los
determinaron, norma que resulta concordante con lo preceptuado
por el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil y el
artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Del mismo modo
debe precisarse que la exigencia de la motivación suficiente,
prevista en el inciso 5 del referido artículo garantiza que el
justiciable pueda comprobar que la solución del caso concreto
viene dada por una valoración racional de los elementos fácticos y
jurídicos relacionados al caso y no de una arbitrariedad por parte
del juez; de allí que una resolución que carezca de motivación
suficiente no sólo vulnera las normas legales citadas, sino también
principios de rango constitucional. Cuarto.- Asimismo, se debe
entender que el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales, una de cuya expresiones es el principio de congruencia,
exige la identidad que debe mediar entre la materia, las partes y
los hechos del proceso y lo resuelto por el juez; lo que implica que
los jueces se encuentran obligados, por un lado, a no dar más de
lo demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni a fundar sus
decisiones jurisdiccionales en hechos no alegados por las partes,
lo que significa que tienen la obligación de pronunciarse respecto
a las alegaciones efectuadas por las partes tanto en sus escritos
postulatorios como, de ser el caso, en sus medios impugnatorios;
y, por otro, a no omitir dicho pronunciamiento, pues de lo contrario
se produce una incongruencia, que altera la relación procesal,
transgrediéndose las garantías del debido proceso. Quinto.- Que
de autos se verifica que mediante resolución de fecha veintiuno de
mayo de dos mil dos, de fojas setecientos cuarenta y cinco se
declara improcedente la denuncia civil formulada la demandada
IVOTEC Ingenieros S.R.L. a fin de que se integre a la relación
jurídico procesal, en calidad de demandado, al Hospital San José-
Callao en virtud a que con dicha entidad suscribió el contrato de
obra en el que se pactó las cartas fianza, objeto de cobro; que
dicha resolución fue apelada por la recurrente mediante escrito de
fojas setecientos cincuenta y seis, concedida sin efecto suspensivo
y con la calidad de diferida, mediante resolución de fecha nueve
de julio de dos mil doce, de fojas setecientos sesenta y uno; no
obstante ello, del análisis de la resolución impugnada se advierte
que la Sala Superior, ha omitido pronunciarse sobre el referido
recurso de apelación, incurriendo en una incongruencia externa, lo
que contraviene el derecho al debido proceso por infracción de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado,
corresponde por tanto, declarar la nulidad de la misma, a tenor de
lo dispuesto en el artículo 171 del Código Procesal Civil;
careciendo entonces de objeto emitir pronunciamiento sobre las
infracciones de derecho material contenidas en los ítems B) y C)
del numeral III de los fundamentos de la presente resolución, por
las cuales se declaró procedente el recurso de casación. VI.
DECISIÓN. A) Por estos fundamentos, de conformidad con el
artículo 396 numeral 1º del Código Procesal Civil: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandada
IVOTEC Ingenieros S.R.L. obrante a ochocientos sesenta y
cuatro; en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha
cinco de junio de dos mil catorce, de fojas ochocientos cincuenta y
tres. B) ORDENARON que la Cuarta Sala especializada en lo Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima emita nueva resolución
teniendo en cuenta las consideraciones de este Supremo Tribunal,
contenidas en la presente resolución. C) DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por María Luzmila Hyne
Solís y otro con IVOTEC Ingenieros S.R.L y otro, sobre obligación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de dar suma de dinero; y los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-52
CAS. Nº 2643-2014 HUAURA
Hay motivación incompleta cuando no se justifican todas las
decisiones sectoriales; ello origina problemas en la decisión de
validez respecto a la disposición aplicable al caso y, por ende, en
la decisión de las consecuencias. Lima, veintiocho de mayo de
dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa dos
mil seiscientos cuarenta y tres - dos mil catorce, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso de cumplimiento de contrato,
el demandante Goyo Rudas Quispe ha interpuesto recurso de
casación de folios doscientos sesenta y ocho, contra la sentencia
de vista de fecha veintitrés de junio de dos mil catorce, de folios
doscientos cincuenta y ocho, dictada por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, que revoca la sentencia de
primera instancia de fecha doce de julio de dos mil doce, de folios
ciento cincuenta y cuatro, que declara fundada en parte la
demanda, interpuesta contra la Municipalidad Distrital de Santa
María. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de
fecha cinco de julio de dos mil once, de folios ochenta y siete,
Goyo Rudas Quispe interpone demanda de cumplimiento de
contrato, señalando como pretensión que se ordene a la
Municipalidad Distrital de Santa María, cumpla con pagarle la
suma de doscientos nueve mil trescientos noventa y seis nuevos
soles con tres céntimos de nuevo sol (S/.209,396.03), en mérito al
contrato número 046-2010-GDUR/MDSM de fecha doce de
agosto de dos mil diez. Alega como sustento de su pretensión que
celebró con la demandada el contrato número 046-2010-GDUR/
MDSM de fecha doce de agosto de dos mil diez, para efectuar los
servicios de instalación de la red matriz y conexiones domiciliarias
de agua potable en la Avenida Félix B. Cárdenas, en el tramo
comprendido entre la Avenida Centenario y la Avenida El Milagro
del Distrito de Santa María, pactándose la ejecución de la obra en
el plazo de treinta días y el costo del servicio en doscientos un mil
sesenta y seis nuevos soles con tres céntimos de nuevo sol (S/.
201,066.03), los cuales serían abonados luego de entregada la
liquidación de obra con su documentación sustentatoria. Agrega
que mediante cartas números 022 y 023-2010/JEAD/RO de fecha
seis de setiembre de dos mil diez, puso en conocimiento de la
demandada la culminación de la obra; por lo que dicha entidad el
veinte y veintiuno de setiembre de dos mil diez, emitió diversos
informes precisando la conformidad de la obra y sugiriendo al Jefe
de la Unidad de logística y Servicios Auxiliares que se cumpla con
el pago de las facturas generadas por la ejecución de la obra, las
cuales totalizan la suma pretendida. Añade, que sin embargo, la
demandada no ha cumplido con el pago correspondiente, pese a
los constantes requerimientos efectuados con fecha diecinueve de
noviembre de dos mil diez, seis y doce de enero de dos mil once y
diez de febrero de dos mil once, no habiendo concurrido a
conciliación extrajudicial a la cual se le invitó de forma previa a la
demanda de autos. 2. CONTESTACIÓN: La demandada
Municipalidad Distrital de Santa María, contesta la demanda a
folios ciento siete, alegando que: a) el contrato número 046-2010/
GDUR/MDSM de fecha doce de agosto de dos mil diez es ineficaz
por haber intervenido el Gerente de Desarrollo Urbano y Rural y
no el Alcalde; b) para la celebración del referido contrato, no se
cumplió con los trámites y procedimientos previstos en la Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado; c) no hubo autorización
para realizar la obra materia del contrato, toda vez que no fue
incluida en el Plan Anual de Adquisiciones del año dos mil diez; y
d) la persona que celebró el contrato a nombre de la Municipalidad
es quien da la conformidad del trabajo. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar la existencia de la
obligación de la municipalidad demandada. 3.2 Determinar si
corresponde o no que la municipalidad demandada cumpla con el
pago de doscientos nueve mil trescientos noventa y seis nuevos
soles con tres céntimos de nuevo sol (209,396.03), por el importe
facturado a la municipalidad, al haber cumplido el actor con la obra
según el contrato Nº046-2010-GDUR/MDSM. 3.3 Establecer la
existencia o no del derecho del demandante a solicitar el
cumplimiento del citado contrato. 3.4 Establecer la existencia de la
obra objeto de contrato. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, el Juez
mediante sentencia de fecha doce de julio de dos mil doce, de
folios ciento cincuenta y cuatro, declaró fundada en parte la
demanda, ordenando a la demandada que pague a favor del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
demandante la suma de doscientos un mil sesenta y seis nuevos
soles con tres céntimos de nuevo sol (201,066.03), considerando
que está acreditado que entre las partes ha existido una relación
jurídica contractual sostenida en el contrato de servicios número
046-2010-GDUR/MDSM para la ejecución de la obra de red matriz
y conexiones domiciliarias de agua potable en la Avenida Félix B.
Cárdenas, siendo la vigencia de dicho contrato de treinta días y el
costo del servicio la suma de doscientos un mil sesenta y seis
nuevos soles con tres céntimos de nuevo sol (S/.201,066.03),
habiendo el demandante cumplido con ejecutar la obra, por lo que
la demandada mediante informes distintos dio su conformidad del
servicio, enviando a la Unidad de Logística y Servicios Auxiliares
las facturas que contienen los montos de valorizaciones; por lo
que los errores y omisiones de trámite incurridos por la demandada
no desvirtúan la existencia y ejecución de la obra, la cual no ha
sido negada por ésta, como tampoco ha probado que no haya sido
ejecutada, por lo que el contrato mantiene su validez en tanto no
sea declarado nulo, siendo que las mencionadas facturas cuya
conformidad ha sido brindada por la Municipalidad, corresponden
al monto ordenado a pagar. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha uno de agosto de dos mil
doce, de folios ciento sesenta y nueve, la demandada Municipalidad
Distrital de Santa María, interpuso recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando que: a) la sentencia
impugnada adolece de motivación insuficiente pues ha vulnerado
el principio de razón suficiente al sostener que hubo relación
contractual en base a cartas, informes y facturas, inobservando
las formalidades, en tanto el contrato materia de demanda ha sido
firmado por agente incapaz y soslayando las etapas
precontractuales y de selección; y b) no se tiene en cuenta que
una obligación no es un vínculo de hecho sino de derecho, por lo
que una obra pública se configura cuando se cumple con la Ley de
Contrataciones y Adquisiciones del Estado, no existiendo relación
contractual con el demandante. 6. SENTENCIA DE VISTA:
Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso de
apelación interpuesto por la demandada, la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, mediante sentencia de vista de
fecha veintitrés de junio de dos mil catorce, de folios doscientos
cincuenta y ocho, revocó la sentencia de primera instancia, y
reformándola declaró improcedente la demanda, señalando que
conforme al artículo 52 de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones
del Estado, modificado por la Ley 29873, publicada el uno de junio
de dos mil doce, la presente causa no es de competencia del
órgano jurisdiccional, sino del arbitraje por tratarse de la ejecución
del contrato, por lo que la demanda deviene en improcedente
conforme al artículo 427, inciso 4 del Código Procesal Civil. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha quince de octubre de dos mil catorce, obrante
a fojas treinta y tres del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante
Goyo Rudas Quispe, por la infracción normativa de los
artículos 52 del Decreto Legislativo 1017; 18 del Decreto
Legislativo 1017; y 140, 1352 y 1361 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si la presente causa debió ser conocida vía arbitraje
y no por el órgano jurisdiccional, y de ser el caso, si la demandada
se encuentra obligada a pagar a favor del demandante la suma de
doscientos un mil sesenta y seis nuevos soles con tres céntimos
de nuevo sol (S/.201,066.03), la cual fue declarada mediante la
sentencia apelada, extremo que no fue materia de apelación, por
lo que quedó consentido. Segundo.- Que, el texto original del
artículo 52 del Decreto Legislativo 1017, Decreto Legislativo que
aprueba la Ley de Contrataciones del Estado, establece: “Las
controversias que surjan entre las partes sobre la ejecución,
interpretación, resolución, inexistencia, ineficacia, nulidad o
invalidez del contrato, se resolverán mediante conciliación o
arbitraje, según el acuerdo de las partes, debiendo solicitarse el
inicio de estos procedimientos en cualquier momento anterior a la
fecha de culminación del contrato, considerada ésta de manera
independiente. Este plazo es de caducidad (...) Asimismo, los
procedimientos de conciliación y arbitraje se sujetarán
supletoriamente a lo dispuesto por las leyes de la materia, siempre
que no se opongan a lo establecido en la presente norma y su
Reglamento.” Tercero.- Que, dicho artículo fue modificado por el
artículo único de la Ley 29873, publicada el uno de junio de dos mil
doce, cuyo texto resulta similar al descrito precedentemente, en
tanto dispone: “52.1. Las controversias que surjan entre las partes
sobre la ejecución, interpretación, resolución, inexistencia,
ineficacia, nulidad o invalidez del contrato, se resuelven mediante
conciliación o arbitraje, según el acuerdo de las partes. La
conciliación debe realizarse en un centro de conciliación público o
acreditado por el Ministerio de Justicia. (...) 52.12. Los
procedimientos de conciliación y arbitraje se sujetan
supletoriamente a lo dispuesto por las leyes de la materia, siempre
que no se opongan a lo establecido en la presente ley y su
reglamento” Cuarto.- Que, al respecto, resulta pertinente señalar
que por razón de temporalidad debe aplicarse el texto original del
artículo 52 analizado, atendiendo a la fecha de celebración del
78705
contrato materia de demanda, esto es, el doce de agosto de dos
mil diez, y a la fecha de presentación de la misma, el cinco de julio
de dos mil once. Quinto.- Que, por su parte el artículo 18 del
Decreto Legislativo 1071, Decreto Legislativo que norma el
arbitraje, regula la renuncia expresa y tácita al arbitraje, precisando
que esta última se configura cuando no se invoca la excepción de
convenio arbitral en el plazo correspondiente, y sólo respecto de
las materias demandadas judicialmente. Sexto.- Que, asimismo,
el artículo 40 del Decreto Legislativo 1017 –Ley de Contrataciones
y Adquisiciones del estado- (vigente al momento de los hechos)
prescribe que “toda controversia surgida durante la etapa de
ejecución del contrato deberá resolverse mediante conciliación o
arbitraje”. Sétimo.- Que, bajo dicho contexto, se advierte la
existencia de normas que colisionan, alguna de las causales
establece el arbitraje obligatorio en causas del Estado y otra que
señala que si no se hace valer por vía de excepción el convenio
arbitral se estaría renunciando a él. Octavo.- Que, si bien la Sala
Superior es del criterio que el arbitraje es obligatorio y por ende
debe declararse improcedente la demanda, no ha explicado sus
razones, pues no habría observado lo dispuesto en los artículos
18 del decreto Legislativo 1071, y 40, literal b), del Decreto
Legislativo 1017 (vigente al momento de los hechos), este último
indica que en cuanto no se incluya la cláusula correspondiente, se
entenderá incorporada de pleno derecho la cláusula modelo que
establezca el Reglamento. Noveno.- Que, en consecuencia, no
habido motivación incompleta por cuanto no se han justificado
todas las decisiones sectoriales; ello origina problemas en la
decisión de validez respecto a la disposición aplicable al caso, por
ende en la decisión de las consecuencias, lo cual implica la nulidad
de la sentencia recurrida, debiendo dicho Colegiado emitir un
pronunciamiento de fondo que resuelva la controversia sometida a
su conocimiento. V. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante Goyo Rudas Quispe, de folios doscientos sesenta y
ocho; en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha
veintitrés de junio de dos mil catorce, de folios doscientos
cincuenta y ocho, ORDENARON que la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura emita nuevo fallo, conforme a las
directivas de la presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos contra la Municipalidad
Distrital de Santa María, sobre cumplimiento de contrato; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-53
CAS. Nº 2771–2014 LIMA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. No corresponde en
el presente proceso sobre otorgamiento de escritura pública cuya
finalidad es solo dar formalidad y solemnidad al contrato celebrado,
emitir pronunciamiento relativo a la resolución del contrato de
compraventa celebrado entre las partes o declarar la vigencia de
dicho contrato. Lima, cuatro de junio de dos mil quince.- La Sala
Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República: después de revisar el expediente con numeración
asignada: 2771 – 2014 en esta Sede, en Audiencia Pública de la
data, oído el informe oral, y, emitida la votación de la Suprema
Sala conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, expide la
siguiente sentencia: 1.- Materia del Recurso: Que se trata del
recurso de casación, de fojas doscientos veinticinco, interpuesto
por la demandante Inversiones Maide SAC, contra la sentencia
de segunda instancia, contenida en la resolución número cuatro,
de fojas doscientos dos, del doce de junio de dos mil catorce, que
revoca la sentencia apelada número 082-2013, comprendida en
la resolución número nueve, de fojas ciento cincuenta y ocho, del
veintinueve de noviembre de dos mil trece, que declara fundada la
demanda, en consecuencia, ordena que Luz Agripina Álvarez
Cilloniz y Luis Ramón Mesía Bustamante cumplan con otorgar la
escritura pública de compraventa a favor de la empresa
demandante Inversiones Maide SAC, respecto a los lotes 17 y 18,
ambos ubicados en la manzana N de la urbanización Colmenares
(actualmente frente a la calle Eleazar Blanco, distrito de Pueblo
Libre, provincia y departamento de Lima; debiendo la parte
demandante cumplir con garantizar el pago del saldo del precio
pactado por los inmueble objeto del contrato de compraventa,
según lo anotado en la parte considerativa de la sentencia; con
costas y costos del proceso; reformándola declara improcedente
la demanda; sin costas y costos. 2. Antecedentes: Para analizar
esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción
normativa, es necesario realizar las siguientes precisiones fácticas
sobre este proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar el
derecho, para cuyo efecto se puntualiza un resumen de la
controversia, materia del presente recurso: Etapa Postulatoria
del Proceso 2.1. Interposición de la Demanda. Que,

78706 CASACIÓN
Inversiones Maide SAC, mediante escrito de fojas cincuenta, el
veintitrés de abril de dos mil trece, interpuso demanda contra Luz
Agripina Álvarez Cilloniz y Luis Ramón Mesía Bustamante, para
que se ordene se le otorgue la escritura pública del contrato de
compraventa con arras confirmatorias del siete de agosto de dos
mil nueve, con cuyo efecto alega los siguientes fundamentos
fácticos: 1) Que, el siete de agosto de dos mil nueve celebraron
con los demandados un contrato de compraventa con arras
confirmatorias, respecto a los lotes Nº17 y 18º de la Mz. N de la
urbanización Colmenares, del distrito de Pueblo Libre, provincia y
departamento de Lima; 2) En dicho contrato los vendedores
manifiestan que respecto de los lotes de terreno, materia de venta,
estaban siguiendo un proceso de prescripción adquisitiva de
dominio; 3) El contrato se refiere a arras confirmatorias, regulado
por el artículo 1477 del Código Civil; 4) En dicho contrato se pactó
la siguiente forma de pago: Del valor total de ambos lotes
ascendiente a la suma de US $.185.000.00 dólares americanos,
una cuota inicial de US $.10.000.00 dólares americanos en calidad
de arras confirmatorias, que se cancelaron, de la siguiente forma:
US $ 5.000 dólares a la firma del contrato el siete de agosto de dos
mil nueve (sin mas constancia que la suscripción) y US $ 5.000
dólares que se cancelaron el catorce de agosto de dos mil nueve);
5) El saldo del precio a la suscripción de la escritura pública de
compraventa definitiva a favor de la compradora; 6) Que
cumplieron con el pago de ambos lotes, y solicitaron vía telefónica,
a los vendedores les otorguen la minuta de compraventa, esto es
en el mes de enero de dos mil doce, donde se enteraron que ya
habían obtenido la prescripción adquisitiva respecto al lote 18,
recibiendo la contestación que era mejor esperar a que alcanzaran
la inscripción en los Registros Públicos del lote faltante número
diecisiete para formalizarlo; 7) Para sorpresa de la demandante,
vía carta notarial de fojas veinticinco, el once de marzo de dos mil
trece, los demandados les comunicaron que de conformidad a la
cláusula Novena del contrato, lo daban por resuelto; 8) Que los
demandantes contestaron dicha carta expresando que la causal
de resolución que alegan no existía y que siempre han mantenido
la voluntad de cumplir con la compraventa de los inmuebles, lo
que se demuestra con la entrega de dinero, fuera del contrato
efectuado, que obra de fojas dieciocho al veintitrés. También les
manifestó que, en virtud a la cláusula Tercera del contrato de fojas
de uno, el saldo del precio de US $ 185.000.00 dólares, se pagaría
a la suscripción de la escritura pública definitiva, hecho que no ha
ocurrido por la negativa de los demandados, pese a sus
requerimientos y no se ajustaban a la verdad que los inmuebles
estuviesen saneados desde el dos mil doce, porque el lote 17,
recién se ha saneado el veintiuno de febrero de dos mil trece, fojas
treinta y uno, hecho que no se les comunicó, enterándose por la
carta que enviaron los demandados; 9) Solicitaron la minuta de
compraventa de ambos terrenos, para ser elevados a escritura
pública, oportunidad en la que, cancelarían íntegramente al
contado el saldo del precio; 10) El veinticuatro de marzo de dos mil
trece y el treinta y uno de marzo de dos mil trece los demandados
mediante el diario El Comercio ofertaron en venta los terrenos de
su propiedad, fojas treinta y dos y treinta y tres; 11) El dos de abril
de dos mil trece, vía carta notarial, de fojas treinta y cuatro los
demandados dejan sin efecto la carta del once de marzo de dos
mil trece, por la que daban por resuelto el contrato, e indican que
según la Quinta cláusula del contrato privado, se desistían de la
venta, y que devolverían las arras a la empresa accionante; 12) El
cinco de abril de dos mil trece, contestaron la carta notarial,
señalando que en mérito al artículo 1478º del Código Civil, la parte
que incumple no puede a su sola voluntad dejar sin efecto el
contrato, pues esa facultad esta conferida únicamente a la parte
que ha adquirido el bien, esto es, la empresa accionante, fojas
treinta y cinco. Etapa de Absolución 2.2. Contestación. Que, los
demandados Luz Agripina Álvarez Cilloniz y Luis Ramón Mesía
Bustamante, mediante escrito del veintiocho de mayo de dos mil
trece, de fojas noventa y cuatro, contestaron la demanda, en los
siguientes términos: 1) Alegan que es cierto que el siete de agosto
de dos mil nueve celebraron con la demandante un contrato de
compraventa de dos lotes de terreno; 2) Se estableció en dicho
contrato que los vendedores pueden desistirse de la venta (por
causa no imputable a la compradora) para lo cual deberán cumplir
con devolver las arras dobladas y la facultad de resolver el
contrato, lo cual se hizo, ello porque la demandante solo dio la
inicial de US $10.000 dólares y sumas esporádicas por el monto
de US $ 11.000 dólares que solo representan el 10.6% del valor
total pactado de US $195.000.00 dólares, por lo que la demandante
no cumplió con cancelar el íntegro del precio de la venta pactada;
3) Es por ese motivo que enviaron la carta de resolución de
contrato y después la carta de dos de abril dos mil trece, aplicando
la Quinta cláusula del aludido contrato, desistiéndose de la venta
procediendo a devolver las arras dobladas, como es de verse de
fojas veinticinco; 4) No hay nada que discutir, mucho menos la
obligación de los demandados de formalizar la escritura pública,
como se pretende con la presente acción. 3) Etapa Decisoria e
Impugnativa 3.1. Sentencia de Primera Instancia. El Juez del
Décimo Quinto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, expidió la sentencia número 082-2013, contenida en la
resolución número 09, de fojas ciento cincuenta y ocho del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
veintinueve de noviembre de dos mil trece, que declara fundada la
demanda, en consecuencia, ordena que Luz Agripina Álvarez
Cilloniz y Luis Ramón Mesía Bustamante cumplan con otorgar la
escritura pública de compraventa a favor de la empresa
demandante Inversiones Maide SAC, respecto a los lotes 17 y 18,
ambos ubicados en la manzana N de la urbanización Colmenares
(actualmente ubicados frente a la calle Eleazar Blanco), distrito de
Pueblo Libre, provincia y departamento de Lima; debiendo la parte
demandante cumplir con garantizar el pago del saldo del precio
pactado por los inmuebles objeto del contrato de compraventa,
según lo anotado en la parte considerativa de la sentencia; con
costas y costos del proceso. 3.2. Recurso de Apelación. Que, los
demandados Luz Agripina Álvarez Cilloniz y Luis Ramón Mesía
Bustamante, el diez de diciembre de dos mil trece, a fojas ciento
setenta y siete, interponen recurso de apelación, sustentándolo
en: a) Que la Jueza omite que el contrato de compraventa de los
inmuebles con arras confirmatorias, fue redactado por la
demandante (compradora), pactándose la causal de resolución de
contrato en la cláusula Novena y, desistimiento de la venta, por
parte de los vendedores, en la cláusula Quinta, los que se hicieron
efectivos por los demandados, lo que según la Jueza contraviene
la naturaleza de las arras confirmatorias, entonces se está ante un
actuar de mala fe de la demandante, pues fue ésta quien estipuló
el contenido de las cláusulas de dicho contrato. 4) Pluralidad de
la Instancia 4.1. Sentencia de Revisión. La Sexta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, expidió la sentencia de
segunda instancia, contenida en la resolución número 04, de fojas
doscientos dos, del doce de junio de dos mil catorce, que revoca
la sentencia número 082-2013 apelada, comprendida en la
resolución número 09, de fojas ciento cincuenta y ocho, del
veintinueve de noviembre de dos mil trece, que declara fundada la
demanda; en consecuencia, ordena que Luz Agripina Álvarez
Cilloniz y Luis Ramón Mesía Bustamante cumplan con otorgar la
escritura pública de compraventa a favor de la empresa
demandante Inversiones Maide SAC, respecto a los lotes 17 y 18,
ambos ubicados en la manzana N de la urbanización Colmenares
(actualmente ubicados frente a la calle Eleazar Blanco), distrito de
Pueblo Libre, provincia y departamento de Lima; debiendo la parte
demandante cumplir con garantizar el pago del saldo del precio
pactado por los inmuebles objeto del contrato de compraventa,
según lo anotado en la parte considerativa de la sentencia; con
costas y costos del proceso; reformándola declara improcedente
la demanda, sin costas y costos. Etapa Extraordinaria –
Procedimiento Casatorio 5.- Causales por las que se Declara
Procedente el Recurso de Casación: Que, el recurso de
casación, de fojas doscientos veinticinco, interpuesto por la
demandante Inversiones Maide SAC, se declara procedente,
mediante el auto calificatorio, de fojas cuarenta y siete del
cuaderno de casación, del diecisiete de octubre de dos mil catorce,
por la causal prevista en el numeral 3 del artículo 386 del Código
Procesal Civil, por infracción normativa de los artículos: A) 139
inciso 5) de la Constitución Política del Perú, 50 incisos 4 y 6,
122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil, 12º de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; B) 1412º, 1477º, 1479º y 1549º del
Código Civil. 6.- Materia Jurídica en Debate Que, la materia
jurídica en debate en el presente proceso se centra en determinar
si los demandados tienen la obligación de otorgar la escritura
pública de compraventa, respecto de los lotes materia del contrato
de compraventa del siete de agosto de dos mil nueve. 7.-
Fundamentos Jurídicos de este Supremo Tribunal de
Casación Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de
casación se ha declarado la procedencia por la causal de
infracción normativa por vicios in iudicando e in procedendo como
fundamentación de las denuncias y, ahora, al atender sus efectos,
es menester efectuar previamente, el estudio y análisis de la
causal referida a infracciones procesales, de acuerdo al orden
precisado en la presente resolución y conforme al recurso
interpuesto, pues en caso de ampararse la misma, esto es, si se
declara fundada la Casación por la referida causal, deberá
reenviarse el proceso a la instancia de origen para que proceda
conforme a lo resuelto, quedando sin objeto el pronunciamiento
respecto a la causal de infracción normativa de norma material.
Asimismo, conforme a lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364, que
exige: “(...) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta dónde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado”. El el casacionista precisa que su pedido
casatorio es anulatorio; por consiguiente, esta Suprema Sala Civil,
en primer orden, se pronunciara respecto a la infracción normativa
procesal, en virtud de los efectos que el mismo conlleva.
Segundo.- Que, existe infracción normativa cuando la resolución
impugnada padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho
en el razonamiento judicial decisorio, lógica–jurídica (ratio
decidendi), en el que incurre el juzgador, perjudicial para la
resolución de la controversia y nocivo para el sistema jurídico, que
se debe subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que, respecto a la procedencia del recurso de casación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
por la causal sobre: A) infracción normativa de los artículos: A)
139 inciso 5) de la Constitución Política del Perú, 50 incisos 4
y 6, 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil, 12º de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, alega el recurrente que, en la
sentencia impugnada, existe incoherencia narrativa en sus
fundamentos ya que, por un lado, refiere que el objeto de este
proceso es dar formalidad y solemnidad al contrato celebrado que
requiere previamente “la existencia” del contrato; sin embargo, por
el hecho alegado por la parte demandada de que el contrato se
encuentra resuelto, concluye que la vigencia del mismo se ha
controvertido y por ello considera que, no corresponde en este
proceso, emitir pronunciamiento sobre la eficacia de la resolución
del contrato efectuada por los demandados; cuando lo correcto
era pronunciarse si correspondía dar la formalidad y solemnidad al
contrato celebrado, como una garantía y comprobación de la
realidad del acto, pues el tema decidendum consiste en determinar
si resulta procedente o no formalizar en escritura pública el acto
consistente en la compra venta del inmueble sub litis, ya que no se
encuentra en discusión la resolución del contrato. Cuarto.- Que,
para analizar la infracción normativa de las normas aludidas, es
menester analizar el contenido de sus disposiciones y su
pertinencia: “Principios de la Administración de Justicia.- Artículo
139 de la Constitución.- Son principios y derechos de la función
jurisdiccional: (...) 5. La motivación escrita de las resoluciones
judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero
trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan. (...)”. Artículo 50 del
Código Procesal Civil, son deberes de los jueces en el proceso: “4)
Decidir el conflicto de intereses o incertidumbre jurídica, incluso en
los casos de vacío o defecto de la ley, situación en la cual aplicarán
los principios generales del derecho, la doctrina jurisprudencial;
(...) 6) Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de
nulidad, respetando los principios de jerarquía de las normas y el
de congruencia. (...)”. Según el artículo 122 del Código Procesal
Civil, las resoluciones contienen: “(...) 3) La mención sucesiva de
los puntos sobre los que versa la resolución con las
consideraciones, en orden numérico correlativo, de los
fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos
de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada
punto, según el mérito de lo actuado. 4) La expresión clara y
precisa de los que se decide u ordena, respecto de todos los
puntos controvertidos. (...)”. El artículo 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, sobre motivación de resoluciones judiciales,
dispone que: “Todas las resoluciones, con exclusión de las de
mero trámite, son motivadas, bajo responsabilidad, con expresión
de los fundamentos en que se sustentan. Esta disposición alcanza
a los órganos jurisdiccionales de segunda instancia que absuelven
el grado, en cuyo caso, la reproducción de los fundamentos de la
resolución recurrida, no constituye motivación suficiente.”.
Quinto.- Que, en esa perspectiva, la Suprema Corte de Casación
Civil ha establecido que: “(...) Si el debido proceso es el conjunto
de garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a cualquier
proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces
es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”1. En este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”2. La Corte Suprema
también, resalta que: “(...) El debido proceso está referido al
respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política, por el cual se posibilita que toda persona
puede recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional
efectiva a través de un procedimiento legal con la posibilidad de
hacer uso irrestricto de su derecho de defensa así como de su
derecho a probar, que se observen reglas procesales establecidas
para cada procedimiento y que las instancias jurisdiccionales
emitan pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley
(...)”3. Finalmente sanciona: “(...) El derecho al debido proceso se
realiza mediante un conjunto de garantías de las cuales goza el
justiciable, las que incluyen: la tutela jurisdiccional efectiva, la
observancia de la jurisdicción y la competencia predeterminada
por ley, la pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de
las resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las
partes (derecho de acción y contradicción entre otros) (...)”4.
Sexto.- Que, de otro lado, respecto a la motivación de las
resoluciones judiciales la Corte Suprema ha establecido: “(...) El
inciso quinto del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
recoge el principio derecho de la función jurisdiccional de observar
la debida motivación de las resoluciones judiciales, mediante el
cual el juzgador debe exponer las consideraciones que
fundamentan la subsunción de los hechos en los supuestos
hipotéticos de las normas jurídicas que fueron aplicadas, dando
lugar a la actividad denominada construcción del razonamiento
judicial, la que sirve de punto de apoyo a la declaración
jurisdiccional; de otra manera, la sentencia no podría operar en el
78707
convencimiento de las partes ni de los ciudadanos en general, ni
podría permitir el control correspondiente de los órganos de
instancia superior por la vía de los recursos previstos en la ley
procesal, instados por los justiciables (...)5”. Asimismo, la Suprema
Corte ha precisado que: “(...) Por el Principio de Motivación de las
resoluciones judiciales, el juzgador debe de exponer las
consideraciones que sustentan la subsunción de los hechos a los
supuestos hipotéticos de las normas jurídicas emitiendo
pronunciamiento jurisdiccional de manera clara y congruente al
resolver la controversia jurídica con sujeción a la Constitución y a
la Ley, resolviendo respecto de lo que es la materia en controversia
y que son expuestos por las partes procesales, de tal manera que
los justiciable estén en la posibilidad de conocer las razones de
cómo se resolvió en un determinado sentido a fin de realizar los
actos necesarios para la defensa de su derecho y (...)
posibilitándose además el control correspondiente por los órganos
de instancia superior a que se accede a través de los recursos
previstos en la ley (...)”6. Sétimo.- Que, la motivación de las
resoluciones judiciales y la valoración de los medios probatorios
constituyen elementos del debido proceso y, además, se han
considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional,
consagrados en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, norma constitucional que ha sido recogida en el
artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del
artículo 50 e incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal
Civil; cuya contravención origina la nulidad de la resolución,
conforme lo disponen las dos últimas normas procesales. Octavo.-
Que, asimismo, la motivación de las resoluciones cumple
esencialmente dos funciones: endoprocesal y extraprocesal. La
primera, tiene lugar al interior del proceso, respecto de las partes,
terceros legitimados y de los propios órganos jurisdiccionales, y
permite las siguientes funciones: I) Tiene por función específica
convencer y persuadir a las partes de la razonabilidad de los
argumentos y la justicia de la decisión adoptada, tratando de
eliminar la sensación que pudieran tener las partes sobre la
presunta arbitrariedad o irracionabilidad de la decisión judicial; II)
Permite la viabilidad y efectividad de los recursos impugnatorios,
haciendo posible su análisis crítico y expresión de errores de
hecho y de derecho, así como agravios, vía apelación o casación;
y, III) Permite el control del órgano jurisdiccional superior, quien
deberá establecer si se han cumplido las normas imperativas que
garantizan el derecho a un debido proceso, y particularmente, con
el deber constitucional de la motivación adecuada y suficiente,
verificando la razonabilidad de los argumentos fácticos y jurídicos
que sustentan la decisión. La segunda función -extraprocesal-,
tiene lugar en el ámbito externo del proceso y está dirigida al
control del comportamiento funcional de los órganos
jurisdiccionales, y se expresa de la siguientes manera: 1) Haciendo
accesible el control de la opinión pública sobre la función
jurisdiccional, a través del principio de publicidad de los procesos,
conforme al postulado contenido en el inciso 20, del artículo 139,
de la Constitución Política del Perú, el cual prescribe que toda
persona tiene derecho a formular análisis y críticas a las
resoluciones y sentencias judiciales con las limitaciones de ley; y,
2) Expresa la vinculación del Juez independiente a la Constitución
y a la Ley, derivándose responsabilidades de carácter
administrativo, civil y penal por el ejercicio irregular o arbitrario de
su función. Noveno.- Que, ahora bien, conforme a lo expuesto en
los fundamentos jurídicos quinto a octavo, respecto a la infracción
normativa contenida en el acápite A), en la sentencia de segunda
instancia no se verifica la concurrencia de vicios insubsanables
que afecten el debido proceso, en tanto, la recurrida contiene una
motivación precisa y sustentada en base a los hechos materia de
probanza fijados en los puntos controvertidos establecidos en la
audiencia única del ocho de agosto de dos mil trece, de fojas
ciento veinticuatro, toda vez que se absolvió las posiciones y
contraposiciones asumidas por las partes de la litis durante el
desarrollo del proceso, en el que los Jueces utilizaron su
apreciación razonada, en cumplimiento de la garantía
constitucional contenida en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú. En tal sentido, se verifica que la
decisión adoptada en la sentencia de mérito, sí cumple con
garantizar el derecho al debido proceso ya que contiene una
motivación adecuada, coherente y suficiente, pues, es una
decisión que se sustenta en la evaluación, valoración
conjunta y razonada de los medios probatorios aportados por
las partes al proceso; señala de forma precisa las normas
aplicables, para determinar la decisión sobre el petitorio, es decir,
contiene una justificación fáctica y jurídica de la decisión, que ha
resuelto la controversia, y permite que el derecho actúe en defensa
de la justicia. Décimo.- Que, específicamente la infracción
normativa denunciada versa sobre el control del principio-derecho
del debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales; y,
de la revisión de la sentencia de segunda instancia se verifica que
la Sala Superior ha expuesto con claridad los fundamentos
jurídicos del razonamiento, la explicación y justificación de por qué
en el presente proceso no cabe pronunciamiento sobre la vigencia
o no del contrato; que así, expresa una suficiente justificación de
la decisión, que conlleva a la formación del juicio, el que cumple
con el principio-derecho al debido proceso, la motivación de las

78708 CASACIÓN
resoluciones judiciales, valoración de los medios probatorios y
aplicación de las normas jurídicas pertinentes; que, como se
verifica, se ha desestimado la demanda porque en este proceso
solo se da formalidad y solemnidad al contrato existente; por lo
que los Jueces Superiores no han incurrido en la infracción
normativa denunciada, toda vez que han cumplido con el deber de
observar la garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú. Undécimo.-
Que, respecto a la denuncia del epígrafe B) sobre infracción
normativa de los artículos: 1412º, 1477º, 1479º y 1549º del
Código Civil, aduce que la Sala Superior ha inaplicado el artículo
1412 del Código Civil, ya que en rigor dicha disposición normativa
resulta aplicable al presente proceso a efecto de compeler a los
demandados para que cumplan con la formalidad de la suscripción
de la escritura pública requerida, porque así lo impone la ley.
Asimismo se ha inaplicado el artículo 1549 del Código Civil, no
obstante que este dispositivo legal precisa la obligación esencial
del vendedor de perfeccionar la transferencia de la propiedad del
bien materia de la compraventa; máxime si el pago del precio no
es condición para el otorgamiento de la escritura pública, ya que
se ha establecido con absoluta claridad en el párrafo final de la
cláusula tercera del contrato de compraventa del siete de agosto
de dos mil nueve que el pago del saldo ascendente a la suma de
US $185.000.00 dólares se realizaría o se efectivizaría en la fecha
de la suscripción de la escritura pública de compraventa. Además,
debe anotarse que es finalidad de los procesos de otorgamiento
de escritura pública simplemente formalizar el acto constituido, por
lo que debe hacerse en los términos celebrados, lo contrario sería
afectar la voluntad de las partes (libertad contractual), no
correspondiendo hacer aclaraciones o interpretaciones, debiendo
respetarse en su formalización los términos del contrato.
Duodécimo.- Que, en ese sentido, la Corte Suprema ha
establecido: “(...) El proceso de otorgamiento de escritura pública
regulado por el artículo 1412 del Código Civil tiene por finalidad
dar mayor formalidad al acto celebrado por las partes en él
intervinientes cuando así resulte de la Ley o el convenio de las
partes, como así ha sido señalado en diversas ejecutorias emitidas
en sede casatoria, sin que corresponda discutir en su interior
aspectos relativos a su validez [más allá de los que puedan
resultar evidentes o de fácil comprobación y los relativos a la
intervención de quien es requerido por la negación de la autógrafa
que pueda aparecer en ello], como tampoco aquellos referidos a
su pago o a la transferencia efectiva de un derecho real o a su
posición frente a terceros ajenos al acto (...)”7. Décimo Tercero.-
Que, se verifica que se ha controvertido la vigencia del contrato
privado de compraventa de bienes inmuebles con arras
confirmatorias del siete de agosto de dos mil nueve, en base al
cual se formula la demanda, pues mientras la recurrente sostiene
que no cabe dejar sin efecto el contrato materia de examen,
fundado en la aplicación del artículo 1478º del Código Civil; los
demandados, por su parte, señalan que dicho contrato se
encuentra resuelto en aplicación de las cláusulas Quinta y Novena
del contrato y que no les asiste la obligación de formalizar la
escritura pública. Décimo Cuarto.- Que, en tal sentido, cabe
precisar que no corresponde en el presente proceso sobre
otorgamiento de escritura pública emitir pronunciamiento relativo a
la eficacia de la resolución de referido contrato de compraventa
efectuado por los demandados con la recurrente, pues aquéllo no
es materia de este proceso, sino dar formalidad y solemnidad al
acto celebrado, que requiere previamente la “existencia” del
contrato. Asimismo, tampoco es objeto del presente proceso
declarar la existencia o vigencia del contrato como alega la
recurrente, pues ello en todo caso, corresponde ser efectuado en
un proceso lato en el que se examine el iter contractual y no en
uno sumarísimo como el presente proceso. En consecuencia, no
se ha incurrido en infracción normativa. Décimo Quinto.- Que, en
tal contexto fáctico y jurídico, al no configurarse las causales de
infracción normativa, el recurso de casación debe ser desestimado
en todos sus extremos y procederse conforme a lo dispuesto en el
artículo 397 del Código Procesal Civil. 8.- Decisión en Casación:
A) Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de
casación, de fojas doscientos veinticinco, interpuesto por la
demandante Inversiones Maide SAC; en consecuencia NO
CASARON la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número 04, de fojas doscientos dos, del doce de junio
de dos mil catorce, expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima. B) DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la empresa Inversiones
Maide SAC contra Luz Agripina Álvarez Cilloniz y Luis Ramón
Mesía Bustamante, sobre otorgamiento de escritura pública; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. Por vacaciones del Señor Juez Supremo
Almenara Bryson, integra esta Sala Suprema el señor Juez
Supremo Miranda Molina. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
- Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria –
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
de la Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria de
Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria de la
Corte Suprema.
7
Casación 1628 – 2007 – Lima, 30 de junio de 2008, Sala de Derecho Constitucional
y Social Permanente – Corte Suprema de Justicia.
C-1392274-54
CAS. Nº 2812-2014 PIURA
Violencia Familiar. Motivación insuficiente. Existe motivación
insuficiente cuando no hay el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada; lo cual se
ha configurado en la sentencia de mérito. Const. 139, incisos 3 y
5. CPC. 122, inciso 3. Lima, quince de setiembre de dos mil
quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa
número dos mil ochocientos doce - dos mil catorce, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso de violencia familiar, la
demandada Paola Pereira Albines, ha interpuesto recurso de
casación de folios ciento noventa y nueve, contra la sentencia de
vista de fecha diecisiete de julio de dos mil catorce, de folios ciento
sesenta y nueve, dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Piura, que revoca la sentencia de primera
instancia de fecha trece de junio de dos mil catorce, de folios
ciento cincuenta y uno, que declara infundada la demanda, y
reformándola declara fundada la demanda interpuesta por el
Ministerio Público por supuesto maltrato psicológico en agravio de
Rodolfo Guillén Ramírez. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA:
Mediante escrito de fecha veintiséis de abril de dos mil trece, de
noventa, el Ministerio Público interpone demanda de violencia
familiar contra Paola Pereira Albines por maltrato psicológico en
contra de Rodolfo Guille Ramírez, señalando como pretensiones:
a) Se confirmen y ejecuten las medidas de protección dispuestas
por el Ministerio Público, consistentes en: i) Impedimento de
maltrato al supuesto agraviado, ii) prohibición a la supuesta
agresora de protagonizar toda clase de discusiones o altercados
sea que se encuentre en estado sobrio o de ebriedad en cualquier
lugar y circunstancia en que la agraviada se encuentre, iii) terapia
psicológica para la supuesta agresora, iv) exhortar a la supuesta
agresora a fin que cumpla con las medias de protección dispuestas
a favor del supuesto agraviado, bajo apercibimiento de remitir
copias a la Fiscalía Penal por el delito de desobediencia y
resistencia a la autoridad, así como hacer efectivo los
apercibimientos del artículo 53 del Código Procesal Civil, v)
Terapia psicológica para el supuesto agraviado, y, vi) que la
Comisaría de Piura cumpla con brindar el apoyo necesario para el
cumplimiento de las medidas de protección dispuestas; b) Se
declare la existencia de hechos de violencia familiar por parte del
demandado, así como, fije la reparación económica por el daño
causado a la víctima; y, c) Se dicten medidas de protección
adicionales que el Juzgado estime más beneficiosas para la parte
agraviada. Alega como sustento de su pretensión que Rodolfo
Guillén Ramírez denunció que venía siendo pasible de maltrato
psicológico por parte de su esposa Paola Pereira Albines,
acotando que la última agresión había sido el veintiocho de
setiembre de dos mil doce. Agrega, que desde un inicio ha tenido
diferentes conflictos con su esposa, quien lo insultaba, pegaba,
agarraba a cachetadas y el sólo la empujaba para defenderse, por
lo que decidió separarse, siendo que en la fecha antes mencionada,
la denunciada llegó a su trabajo a fin que cumpliera con entregarle
el dinero para los alimentos (ordenado por mandato judicial),
encontrándose en esos momentos fuera de su centro laboral, por
lo que empezó a llamarlo reiteradamente, amenazándolo con
hacer escándalo con su jefe y compañeros de trabajo, lo cual
efectivamente realizó. Añade, que tal situación le viene causando
malestares en el desempeño laboral, ante la incertidumbre que su
esposa haga otro escándalo y ello acarree la pérdida de su trabajo.
Finalmente, precisa que en la Pericia Psicológica practicada al
denunciante se concluye malestar emocional compatible con
maltrato psicológico. 2. CONTESTACIÓN: La demandada Paola
Pereira Albines, contesta la demanda a folios ochenta y dos,
argumentando que: a) su esposo se retiró voluntariamente del
hogar en tanto mantenía una relación extramatrimonial,
encontrándose conviviendo actualmente con la misma pareja; b)
su esposo se desentendió de sus obligaciones como padre,
habiéndole tenido que instaurar un proceso de alimentos, en el
cual se ha ordenado la retención de sus haberes mensuales
equivalente al treinta por ciento; c) debido a las relaciones que
tiene su esposo en su centro laboral, logró que no le descuenten
en planillas el monto ordenado por el juez, por alimentos; d) debido
a ello fue a buscarlo a su centro de trabajo pero no lo encontró,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
acercándosele personal de seguridad para retirarla por orden de
su esposo, pese a que una de las mismas trabajadoras la invitó a
pasar y tomar asiento, pues conocía que era esposa del
demandado, a lo cual atinó a decir que lo esperaría hasta que
llegara, siendo que debido a que éste no llegó, se retiró del lugar;
d) su esposo ha formulado la denuncia para lograr el divorcio que
se ha negado a darle; e) lo único que ha hecho es salvaguardar los
derechos alimentarios de sus menores hijos; f) no es cierto que
haya agredido al denunciante, menos físicamente; y, g) el
resultado de la pericia psicológica responde al estado del actor al
mantener una relación extramatrimonial y desatenderse de sus
obligaciones como padre. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinó como punto controvertido el siguiente: 3.1 Determinar si
Rodolfo Guillén Ramírez ha sido víctima de violencia familiar en la
modalidad de maltrato psicológico por parte de Paola Pereira
Albines. 3.2 Determinar si han existido daños como consecuencia
de dichos maltratos y la magnitud de los mismos, que deban ser
indemnizados. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Culminado el trámite correspondiente, la Juez mediante sentencia
de fecha trece de junio de dos mil catorce, de folios ciento
cincuenta y uno, declaró infundada la demanda, considerando que
de la prueba actuada se advierte que no se ha logrado acreditar el
maltrato psicológico sufrido por el denunciante, como tampoco la
responsabilidad de la demandada de los supuestos maltratos
psicológicos, habiendo mas bien quedado probado, que ésta sólo
se ha dirigido a su cónyuge para solicitarle que atienda sus
obligaciones como padre, más aún si el denunciante ha reconocido
mediante escrito de folios ciento diecinueve, que “la denuncia la
interpuso en la época que se encontraba separado de su cónyuge
y que en un monto de enojo, señaló que recibía insultos, bofetadas
y maltratados por parte de ella, situación que no era verdad”,
siendo que las pericias psicológicas reflejan que ambos mantienen
problemas emocionales, apreciándose que los problemas de
pareja no tratados, les ha llevado a este nivel de denunciar. 5.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos en consulta, la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura,
mediante sentencia de vista de fecha diecisiete de julio de dos mil
catorce, de folios ciento sesenta y nueve, revocó la sentencia de
primera instancia, y reformándola declaró fundada la demanda,
sosteniendo que el maltrato psicológico está acreditado con la
pericia psicológica practicada al denunciante, la cual señala:
“Estructura de personalidad tendencia a la extroversión; malestar
emocional compatible a maltrato psicológico; se requiere
psicoterapia individual.” III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha quince de diciembre de
dos mil catorce, obrante a fojas cuarenta y cuatro del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandada Paola Pereira Albines, por
la infracción de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado y 29 del Texto Único
Ordenado de la Ley 26260, Ley de Protección frente a la
violencia familiar, aprobado por Decreto Supremo 006-97-
JUS. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.-
Que, estando a los argumentos expuestos durante el transcurso
del proceso así como en el recurso de casación, la controversia
gira en determinar si corresponde declarar fundada la demanda de
violencia familiar en la modalidad de maltrato psicológico,
formulada por el Ministerio Público contra la recurrente en agravio
de Rodolfo Guillén Ramírez. Segundo.- Que, habiéndose
declarado procedente el recurso de casación por normas
procesales así como normas materiales, corresponde en primer
término efectuar el análisis sobre la existencia del error procesal,
toda vez que, de resultar fundada la denuncia en dicho extremo,
dada su incidencia en la tramitación del proceso y su efecto
nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto
de la infracción normativa material, referida al derecho
controvertido en la presente causa. Tercero.- Que, resulta
adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución Política
del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7
“(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
78709
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema, el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, de la revisión
de la sentencia de mérito, se aprecia que la Sala Superior, ha
declarado fundada la demanda, bajo el argumento consistente en
que el maltrato psicológico en contra de Rodolfo Guillén Ramírez
se encuentra evidenciado con lo concluido en la pericia psicológica
que se le practicó, la cual señala: “malestar emocional compatible
con maltrato psicológico; se requiere psicoterapia individual”; sin
embargo, omite tener en cuenta, que en un proceso de violencia
familiar por maltrato psicológico, si bien es cierto la pericia
psicológica constituye una instrumental de trascendental
importancia a efecto de emitir una decisión sobre el fondo, también
lo es que, debido a la naturaleza del citado proceso, no constituye
la única prueba a ser analizada, o dicho de otro modo, su contenido
no desvirtúa automáticamente cualquier otra posibilidad respecto
a la ocurrencia de los hechos y la existencia o no de tal maltrato,
los cuales deben ser analizados minuciosamente; siendo así, no
se ha analizado que la demanda se originó en mérito a la denuncia
formulada por el supuesto agraviado, quien posteriormente, se
retractó de los hechos expuestos en la misma, como tampoco que
ésta se efectuó debido a que la demandada acudió al centro
laboral del demandado a solicitarle cumpla con sus obligaciones
alimentarias como padre, motivo de asistencia al centro laboral
que no ha sido contradicho por su cónyuge, debiéndose emitir un
pronunciamiento en relación a si esta conducta por parte de la
demandada (y aparentemente en única oportunidad) implica
necesariamente alguna agresión en la psiquis del denunciante, y

78710 CASACIÓN
en consecuencia la emisión de una sentencia que declare fundada
la acción, y ordene las medidas correspondientes; todo lo cual
permite advertir que la sentencia recurrida adolece de motivación
insuficiente conforme a lo expuesto en el quinto considerando de
la presente resolución. Sétimo.- Que, las omisiones advertidas en
la fundamentación de la instancia de mérito, afectan la garantía y
principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones
consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la
Constitución Política del Estado, respectivamente, que encuentra
desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del Código
Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones
judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten
los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
que contengan los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y
lo invocado por las partes; en consecuencia, corresponde declarar
la nulidad de la sentencia de mérito y disponer que la Sala Superior
emita nuevo pronunciamiento teniendo en cuenta las directivas
contenidas en la presente resolución. Octavo.- Que, en
consecuencia, habiéndose amparado el agravio de error in
procedendo propuesto en el recurso de casación, referido a la
infracción del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Estado, que amerita la nulidad de la sentencia de mérito, conforme
a lo previsto en el artículo 171º del Código Procesal Civil, carece
de objeto emitir pronunciamiento en torno a las causales materiales
denunciadas. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandada
Paola Pereira Albines, de folios ciento noventa y nueve; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha diecisiete de
julio de dos mil catorce, de folios ciento sesenta y nueve,
ORDENARON que la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la
presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos por el Ministerio Público, sobre violencia familiar;
y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-55
CAS. Nº 2849-2014 LA LIBERTAD
Motivación insuficiente e incongruente. Existe motivación
insuficiente cuando no existe el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada, e
incongruente cuando los órganos judiciales no resuelven las
pretensiones de manera congruente con los términos en que
vienen planteadas, lo cual se ha configurado en las sentencias de
mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122, inciso 3 Lima, dieciséis
de abril de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista
la causa número cuatro dos mil ochocientos cuarenta y nueve -
dos mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de indemnización por daños y perjuicios, el demandante Juan
Vásquez Tejada ha interpuesto recurso de casación de folios
ciento dieciocho, contra la sentencia de vista de fecha uno de
octubre de dos mil trece, de folios ciento seis, dictada por la
Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha doce de abril de dos mil trece, de folios ochenta
y cuatro, que declara infundada la demanda, interpuesta contra la
Oficina de Normalización Previsional. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha veintiuno de setiembre de
dos mil diez, de folios veinticinco, Juan Vásquez Tejada interpone
demanda de indemnización de daños y perjuicios, teniendo como
pretensión se ordene a la Oficina de Normalización Previsional el
pago de ochenta mil nuevos soles por dicho concepto, el cual
comprende, daño moral, daño emergente, lucro cesante y daño
familiar. Alega como sustento de su pretensión que la Ley 23908
estuvo vigente desde el ocho de setiembre de mil novecientos
ochenta y ocho hasta el dieciocho de diciembre de mil novecientos
noventa y dos, la cual estableció que la pensión de jubilación
mínima era equivalente a tres sueldos mínimos vitales. Agrega
que mediante Resolución numero 16302-DIV-PENS-SGP-GDLL-
IPSS-89 de fecha treinta de noviembre de mil novecientos ochenta
y nueve, se le otorgó pensión de jubilación a partir del uno de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, no obstante no se
aplicó dicha Ley, la cual era de obligatorio cumplimiento por
mandato constitucional, resultando su pensión diminuta, siendo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
que después de catorce años la demandada recién cumplió con
reajustar su pensión y liquidar los intereses correspondientes en
virtud de lo dispuesto en la misma, debido a que así fue ordenado
por mandatos judiciales. Añade, que la omisión de la demandada
en el cumplimiento oportuno de la Ley 23908, le ha generado una
menor capacidad para cubrir sus gastos, más aún si no tiene
ingresos adicionales a su pensión de jubilación al contar con
ochenta y cinco años de edad, por lo que su hija Mónica Yolanda
Vásquez Sánchez dejó de cursar estudios universitarios, al no
contar con los recursos económicos suficientes para continuar con
los mismos, no habiendo tampoco podido otorgar educación
superior a sus otros dos hijos, incumpliendo además con el pago
de arbitrios municipales y otros tributos. 2. CONTESTACIÓN: La
demandada Oficina de Normalización Previsional, contesta la
demanda a folios cuarenta y uno, alegando que: a) no se le
reconoció al actor la pensión solicitada debido a que no reunía los
requisitos de ley, b) su conducta no es antijurídica pues ha
cumplido con su obligación de verificar, liquidar y fiscalizar el
derecho pensionario, asimismo ejerció su derecho de defensa, c)
no existe conexión entre la actuación administrativa y el daño, d)
no ha existido demora administrativa, en tanto el actor interpuso
demandas, no pudiendo la administración avocarse a causas
pendientes ante el Poder Judicial, e) los fondos de las pensiones
no pueden destinarse al pago de indemnizaciones conforme al
artículo 12 del Decreto Ley 25967, f) La Ley 27444 sólo prevé la
reparación del daño patrimonial, y g) la demanda es improcedente,
toda vez que conforme al artículo 5 del Texto Único Ordenado de
la Ley 27584, Ley que regula el proceso contencioso adminstrativo,
sólo se puede pretender el pago de indemnización si se acumula
a alguna de las pretensiones precisadas en el artículo 4 de dicho
texto normativo. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si en el caso en concreto se cumplen los presupuestos
de responsabilidad civil, que determinen el daño moral, daño
emergente, lucro cesante y daño familiar, que ha sido expuesto
como fundamento de la demanda. 3.2 Determinar de ser el caso,
el monto indemnizatorio que deberá asumir la demandada, a favor
del accionante Juan Vásquez Tejada. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la
Juez mediante sentencia de fecha doce de abril de dos mil trece,
de folios ochenta y cuatro, declaró infundada la demanda,
considerando que la demandada al expedir la resolución que le
otorga pensión de jubilación al demandante, no ha actuado de
forma antijurídica, toda vez que ella fue emitida como consecuencia
de un procedimiento administrativo y en ejercicio regular de un
derecho conforme a lo previsto en el artículo 1971, inciso 1 del
Código Civil, máxime si el accionante recién en el dos mil tres
solicitó la aplicación de la Ley 23908 en su pensión, habiendo
sustentado a su familia por más de trece años sin que acredite
daño alguno durante dicho tiempo, y recién mediante Decreto
Supremo 150-2008-EF se autorizó a la demandada a revisar de
oficio los expedientes referidos a la aplicación de la Ley 23908. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
veinticinco de abril de dos mil trece, de noventa y cinco, el
demandante Juan Vásquez Tejada, interpuso recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, alegando que: a) se ha
inobservado el artículo 109 de la Constitución Política del Estado
y la Ley 23908, la cual estuvo vigente desde el ocho de setiembre
de mil novecientos ochenta y cuatro hasta el dieciocho de
diciembre de mil novecientos noventa y dos; b) se contraviene el
artículo 122 del Código Procesal Civil, al no percatarse que el
daño debe analizarse en mérito a la inaplicación de la Ley 23908
durante catorce años, no obstante su carácter obligatorio; c) los
daños y perjuicios se evidencian en el hecho que pese a existir
una norma de aplicación obligatoria inmediata por mandato
constitucional y legal, como lo es la Ley 23908, la demandada ha
omitido cumplir con la misma durante dieciséis años; y d) se ha
afectado su esfera moral, debido a la impotencia ocasionada ante
la negativa reiterada de acoger su reclamo administrativo. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el demandante, la
Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, mediante sentencia de vista de fecha uno
de octubre de dos mil trece, de folios ciento seis, confirmó la
sentencia de primera instancia, acogiendo el fundamento
contenido en la misma, respecto a que el demandante recién en el
año dos mil tres, solicitó la aplicación de la Ley 23908 en su
pensión, habiendo durante trece años aproximadamente
sustentado su carga familiar sin acreditar que durante dicho
tiempo haya sufrido daño alguno. Agrega que la conducta
desplegada por la demandada al reconocer la aplicación de la Ley
23908 en la pensión de jubilación del demandante mediante
Resolución 00000344431-2005-ONP/DC/DL19990 de fecha
veintiuno de abril de dos mil cinco, así como liquidar los intereses
legales generados por el no pago oportuno de las pensiones
dejadas de percibir por la inaplicación de la citada ley, no son
antijurídicas, en tanto responden a mandatos judiciales, habiendo
asumido el Estado la obligación por la demora en el pago al
liquidar tales intereses. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha diecisiete de noviembre
de dos mil catorce, obrante a fojas cuarenta y ocho del respectivo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por el demandante Juan Vásquez Tejada,
por la infracción normativa del artículo 122, inciso 3 del
Código Procesal Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA
SALA: Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos
durante el transcurso del proceso así como en el recurso de
casación, la controversia gira en determinar si la demandada al
omitir la aplicación oportuna de la Ley 23908 en la pensión de
jubilación del demandante ha incurrido en una conducta
antijurídica, ocasionando en éste los daños alegados en la
demanda, lo cual implicaría ordenar el pago de una indemnización
por daños y perjuicios a favor del mismo. Segundo.- Que, resulta
adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución Política
del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7
“(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Cuarto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
78711
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Quinto.- Que, bajo dicho
contexto, corresponde señalar que el derecho de motivación de
resoluciones judiciales, se encuentra desarrollado legislativamente
en el artículo 122, inciso 3 del Código Procesal Civil, el cual
establece que tales resoluciones deben contener: “La mención
sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con las
consideraciones, en orden numérico correlativo, de los
fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos
de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada
punto, según el mérito de lo actuado”. Sexto.- Que, de la revisión
de la sentencia de vista, se aprecia que la Sala de mérito ha
confirmado la sentencia apelada que declara infundada la
demanda, en base a dos argumentos: a) que el demandante
recién en el año dos mil tres, ha solicitado la aplicación de la Ley
239081 en su pensión de jubilación otorgada hace más de trece
años atrás respecto a dicho año, y b) la demandada al regularizar
la pensión de jubilación del actor en aplicación de la Ley 23908 y
liquidar los intereses legales generados por la omisión del pago
oportuno de la pensión que le correspondía al actor en virtud de
dicha ley, no ha incurrido en conducta antijurídica, en tanto tales
actuaciones han respondido a mandatos judiciales. Sétimo.- Que,
estando a lo expuesto, se advierte que el Colegiado Superior
omite explicar respecto al primer fundamento de su decisión, por
qué la demora por parte del actor en solicitar la aplicación de la
Ley 23908 en su pensión de jubilación, implicaría la inexistencia
de obligación por parte de la administración de dar cumplimiento a
lo establecido en dicha Ley desde el acto de reconocimiento al
demandante de su pensión aludida, máxime si tal norma conforme
a lo previsto en el artículo 195 de la Constitución Política de 1979,
aplicable por razón de temporalidad, resultaría obligatoria desde el
décimo sexto día ulterior a su publicación en diario oficial, salvo,
en cuanto el plazo, disposición contraria de la misma ley, por lo
que la sentencia recurrida adolece de motivación insuficiente, al
resultar imprescindible la explicación omitida para la resolución de
la controversia. Octavo.- Que, asimismo, se aprecia que el
Colegiado de mérito incurre en motivación incongruente, al
sostener que la conducta de la Oficina de Normalización
Previsional de regularizar la pensión del demandante dando
cumplimiento a la Ley 23908 y liquidar los respectivos intereses
legales, no constituye una de carácter antijurídico, al haber sido
resultado de mandatos judiciales, toda vez que tales actos no son
materia de cuestionamiento en la demanda, esto es, el actor no
alega que los mismos sean antijurídicos, sino el retardo por parte
de la administración de emitirlos, no obstante que la Ley 23908 era
de inmediato y obligatorio cumplimiento. Noveno.- Que, se
aprecia que la sentencia de primera instancia, también adolece de
la omisión descrita en el considerando sétimo de la presente
resolución; aunado a ello, alude al Decreto Supremo 150-2008-EF
mediante el cual se autorizó a la entidad emplazada a revisar de
oficio los expedientes referidos a la aplicación de la Ley 23908, sin
embargo no se explica como dicha norma justificaría que la
entidad demandada haya inobservado la Ley citada de obligatorio
cumplimiento desde su entrada en vigencia, incurriendo en
consecuencia en motivación insuficiente. Décimo.- Que, las
omisiones advertidas en la fundamentación de las sentencias de
mérito, afecta la garantía y principio no sólo del debido proceso y
la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de motivación de las
resoluciones consagrados en el artículo 139º incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado, respectivamente, que encuentra
desarrollo legal en el artículo 122º inciso 3 del Código Procesal
Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones
judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten
los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
que contengan los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y
lo invocado por las partes; en consecuencia, frente a la invalidez
insubsanable de las sentencias señaladas, corresponde disponer
que la juez de la causa emita nuevo pronunciamiento conforme a
lo expuesto precedentemente. V. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por demandante Juan Vásquez Tejada, de folios ciento
dieciocho; en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha
uno de octubre de dos mil trece, de folios ciento seis, e
INSUBSISTENTE la apelada de fecha doce de abril de dos mil
trece, de folios ochenta y cuatro, ORDENARON que la juez del
Juzgado Civil de Pacasmayo de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la
presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
notificándose; en los seguidos contra la Oficina de Normalización
Previsional, sobre indemnización por daños y perjuicios; y los

78712 CASACIÓN
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 1: “Fíjase en una cantidad igual a tres sueldos mínimos vitales establecidos
por la actividad industrial en la Provincia de Lima, el monto mínimo de las
pensiones de invalidez y jubilación a cargo del Sistema Nacional de Pensiones.”
C-1392274-56
CAS. Nº 3011-2014 AREQUIPA
Reivindicación. Lima, doce de enero de dos mil quince.- VISTOS;
con la razón emitida por el Secretario de esta Sala Suprema obrante
a fojas cincuenta del cuaderno de casación, y CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el demandado Román Alipio
Choque Quispe, mediante escrito de fojas trescientos treinta
y siete, contra la sentencia de vista obrante a fojas trescientos
veinticinco, su fecha ocho de agosto de dos mil catorce, que
confirma la sentencia apelada de fojas doscientos treinta y seis,
su fecha nueve de setiembre de dos mil trece, que declara
fundada la demanda de reivindicación, en consecuencia ordena
que el demandado entregue a la actora la posesión del predio
ubicado en Calle A-05, Sector Nº III, Lote 12, Súpermanzana
Nº 20, Distrito de Cerro Colorado, Provincia y Departamento de
Arequipa; en tal sentido, corresponde examinar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del recurso, acorde a la modificación
establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el
presente recurso satisface tales exigencias, pues: I) se impugna
una sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano
de segundo grado, puso fin al proceso; II) se interpone ante la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que emitió la resolución impugnada; III) ha sido presentado dentro
del plazo legal, según consta del cargo de notificación obrante a
fojas trescientos treinta y cuatro; y, IV) se adjunta el arancel judicial
respectivo a fojas treinta y siete del cuaderno de casación. Tercero.-
Que, en relación a los requisitos de procedencia previstos en el
artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada
ley, se advierte que el recurrente no ha consentido la sentencia
de primera instancia que fue desfavorable a sus intereses, pues
interpuso recurso de apelación a fojas doscientos cuarenta y
cuatro, por lo que satisface el presupuesto establecido en el inciso
1 de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y 4
del precitado artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente caso, el impugnante
denuncia la infracción normativa de los artículos 885º, 954º y 955º
del Código Civil, así como de los artículos 196º y 197º del Código
Procesal Civil. El recurrente argumenta que no se ha tenido en
consideración la titularidad de las edificaciones existentes en el
predio materia de reivindicación, además alega que no se ha
cumplido con valorar todos los medios probatorios presentados
por ambas partes y admitidos por el Juez mediante la resolución
número ocho, su fecha diecinueve de junio de dos mil nueve, entre
ellos, el Expediente Administrativo Nº 5616-2007, seguido ante la
Municipalidad Provincial de Arequipa, sobre reversión, por lo que
indicó claramente que se curse el oficio correspondiente para su
remisión, a fin de poder determinar el estado del procedimiento
administrativo de reversión del predio en litigio. Quinto.- Que, del
examen de las alegaciones antes descritas, se aprecia que estas
no satisfacen los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
pues no describe en forma clara y precisa en qué consisten las
infracciones normativas, menos aun se demuestra la incidencia
directa que tendrían aquellas sobre la decisión impugnada, por
las siguientes razones: El recurso de casación es un medio
impugnatorio de carácter extraordinario, pues su función consiste
en controlar la correcta aplicación de la ley, esto es, su labor está
reservada a observar sólo los errores de derecho, excluyéndose
de dicho control la valoración de las pruebas. Por ello, la causal
de infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho
que incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que
influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el
sentido del mismo, pues no basta la sola invocación de las normas
de derecho material o procesal que supuestamente se consideran
infringidas, ya que el impugnante debe explicar la naturaleza
de dicha infracción, la que debe estar desprovista de cualquier
análisis a la valoración probatoria efectuada por los Jueces de
mérito. Ahora bien, del análisis realizado al recurso propuesto, se
aprecia que si bien el impugnante denuncia la infracción de los
artículos 885º, 954º y 955º del Código Civil, normas que regulan
la clasificación de los bienes inmuebles, la extensión del derecho
de propiedad, y la propiedad del suelo, subsuelo y sobresuelo,
respectivamente, sin embargo no explica sobre la naturaleza
de dichas infracciones, menos aun demuestra la incidencia
directa que tendrían aquellas en la decisión impugnada, pues
el recurrente sustenta la impugnación en la supuesta falta de
valoración de medios probatorios, olvidando que no es función
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de este recurso el control de dicha valoración. En cuanto al
Expediente Administrativo Nº 5616-2007, conviene anotar que si
bien es cierto el impugnante ofreció como medio probatorio dicho
expediente, también lo es que ante la falta de actuación del mismo
no formuló su pedido de nulidad en la primera oportunidad que
tenía para hacerlo, menos aun en su recurso de apelación de fojas
doscientos cuarenta y cuatro, por lo tanto, resulta de aplicación el
principio de convalidación tácita previsto en el artículo 172º tercer
párrafo del Código Procesal Civil. Sexto.- Que, en cuanto a la
exigencia prevista en el inciso 4 del precitado artículo 388º, si bien
el impugnante cumple con indicar su pedido casatorio, sin embargo
no es suficiente para atender el recurso, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392º del Código adjetivo, modificado
por la Ley Nº 29364. Por estas consideraciones y en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 392º del Código Procesal Civil: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Román
Alipio Choque Quispe, mediante escrito de fojas trescientos treinta
y siete, contra la sentencia de vista obrante a fojas trescientos
veinticinco, su fecha ocho de agosto de dos mil catorce, que
confirma la sentencia apelada de fojas doscientos treinta y seis;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Rosa Solís Javier con Román Alipio Choque Quispe, sobre
reivindicación; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-57
CAS. Nº 3051-2014 LA LIBERTAD
Prescripción Adquisitiva de Dominio. TEMA: Prescripción
Adquisitiva de Dominio. SUMILLA: Existe motivación insuficiente
cuando no existe el mínimo de motivación exigible atendiendo a
las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir
que la decisión está debidamente motivada, y aparente cuando no
se responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso; lo cual se ha configurado en las instancias de
mérito. Lima, nueve de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: vista la causa número tres mil cincuenta y uno - dos
mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha; y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO. En el presente proceso
de prescripción adquisitiva de dominio, la demandada
Municipalidad Provincial de Trujillo ha interpuesto recurso de
casación de página trescientos setenta y seis, contra la sentencia
de vista de fecha veintiuno de noviembre de dos mil trece de
página trescientos treinta y seis, dictada por la Segunda Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, que confirma la sentencia de primera instancia del doce
de junio de dos mil trece de página doscientos sesenta y cinco,
que declara fundada la demanda interpuesta por Gabriel Arcángel
Otiniano Ventura y María Isidora Quispe Valderrama contra la
Municipalidad Provincial de Trujillo sobre prescripción adquisitiva
de dominio. II. ANTECEDENTES. 1. DEMANDA. Por escrito de
fecha ocho de marzo del dos mil once de página cincuenta y
cuatro, los demandantes solicitan ser declarados propietarios del
terreno signado como Lote No. 13 de la Manzana H, de 180.00
m2, ubicado en la urbanización Libertad del distrito y provincia de
Trujillo, que se encuentra registrado en la partida matriz a nombre
de la Municipalidad Provincial de Trujillo, Partida No. 11008771 del
Registro de Predios de los Registros Públicos, Zona Registral No.
V – Sede Trujillo, Oficina Registral Trujillo, alegando que, mediante
documento privado de compra venta del siete de octubre de mil
novecientos noventa y uno, adquirieron el inmueble antes descrito
de su transferente Ignacio Huamaní Villegas, y luego de firmar
dicho documento les hizo entrega de la posesión, motivo por el
cual empezaron a poseer desde el siete de octubre de mil
novecientos noventa y uno y en el año mil novecientos noventa y
seis lo empezaron a construir con material noble, de modo que a
la fecha de la demanda tenía 2 pisos, habiendo transcurrido 19
años de posesión continua, pacífica y pública. 2. CONTESTACIÓN
DE LA DEMANDA Y RECONVENCIÓN Mediante escrito de la
página ciento veinticuatro, la demandada Municipalidad Provincial
de Trujillo, refiere desconocer el documento privado mediante el
cual se adquirió la propiedad del lote sub litis, además desconocen
que los demandantes hayan tratado de inscribir su supuesto
derecho de propiedad. Alega que la supuesta transferencia
realizada a los recurrentes por el Señor Ignacio Huamaní Villegas,
quien no es ni era propietario del inmueble, puesto que como
aparece en uno de los medios probatorios presentados por los
recurrentes, el bien no se encuentra inscrito a favor de referida
persona, sino como lo reconocen los mismos recurrentes en su
escrito de demanda, es de propiedad de la Municipalidad
Provincial de Trujillo, además no se han probado los hechos de
cómo se adquirió la posesión del bien ni los otros requisitos
necesarios para que se configure la usucapión. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS. Conforme se aprecia de la página ciento
cincuenta y ocho, se estableció como puntos controvertido:
Determinar si concurren los presupuestos normativos previstos en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el artículo 950 del Código Civil para declarar propietarios del
inmueble sub litis a los demandantes. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el
Juez mediante sentencia de la página doscientos sesenta y cinco,
su fecha doce de junio de dos mil trece, declaró fundada la
demanda, consecuentemente declara como propietarios a los
recurrentes respecto del Lote de Terreno signado como Lote No.
13 de la Manzana H, urbanización Libertad, distrito y provincia de
Trujillo. Considera que la recurrente ha venido poseyendo el
inmueble en forma continua, porque ha sido mantenida sin
interrupción desde su origen hasta la actualidad, en forma pacífica
por cuanto no ha sido tomada ni mantenida la posesión por la
fuerza o violencia, y pública por cuanto la posesión se ha
materializado mediante actos que son de conocimiento público. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la
página doscientos setenta y ocho, el demandado Procurador
Público Municipal interpone recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando que ha aplicado el
artículo 950 del Código Civil, aplicable para casos cuando la
demanda versa entre propiedad de particulares más no con bienes
de propiedad estatal; debiendo precisar que el artículo 950 no es
aplicable en el presente caso, al tratarse de un bien inmueble de
propiedad estatal, siendo aplicable de acuerdo al caso materia de
autos, la Ley 29151, de fecha treinta de noviembre del dos mil
siete – Ley General del Sistema de Bienes Estatales y la Ley
29618, esto es, que al tratarse de bienes inmuebles de propiedad
estatal debió aplicarse la norma antes acotada y no el artículo 950
del Código Civil, norma invocada por la demandada, sin que en la
sentencia apelada exista un pronunciamiento al respecto. La
demandante pretende que se le reconozca como propietario,
amparándose en la aplicación del artículo 950 del Código Civil,
alegando posesión continua como propietaria; sin embargo,
durante el transcurso del proceso, no acredita la posesión,
solamente cancela el pago de impuesto predial del inmueble que
supuestamente detenta, más aún si se tiene en cuenta que según
obra en su DNI, su domicilio habitual es en Sarandi 50, interior B
CAP-FEC, país Argentina, ciudad de Buenos Aires; siendo esto
así, queda claro que el demandante pretende sorprender a su
despacho, para obtener de mala fe el título de propiedad del
inmueble materia de controversia. 6. SENTENCIA DE VISTA.
Elevados los autos en virtud del recurso de apelación interpuesto,
la Segunda Sala Especializada Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, mediante Sentencia de Vista de la página
mil trescientos sesenta y seis, del veintiuno de noviembre de dos
mil trece, confirmó la sentencia de primera instancia que declaró
fundada la demanda, considerando que la Ley número 29618 no
resulta aplicable al caso de autos, toda vez que conforme a los
medios probatorios adjuntados (precisados en la recurrida) los
demandantes cumplieron los requisitos necesarios para adquirir el
inmueble sub litis por prescripción adquisitiva de dominio
establecidos en el artículo 950 del Código Civil, con anterioridad a
la entrada en vigente en de dicha norma legal. III. RECURSO DE
CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
treinta de octubre de dos mil catorce de página veintinueve del
cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandada Municipalidad Provincial
de Trujillo, por las siguientes infracciones normativas: a) La
infracción normativa de la Ley No. 29618, alegando que en
virtud de la Ley 29618, se presume que el Estado es poseedor de
los inmuebles de su propiedad y que declara imprescriptibles los
bienes de dominio privado estatal; por lo tanto, resulta contrario a
derecho sustentar una decisión que transgrede la normatividad
vigente, b) La infracción normativa del artículo 950 del Código
Civil, alega que el demandante no ha acreditado la forma de
posesión del inmueble con algún documento público o privado;
asimismo, debe precisarse que el referido dispositivo legal no es
aplicable al caso de autos, por cuanto, se trata de un inmueble de
propiedad estatal, y c) La infracción normativa de los artículos
122 inciso 4 y 197 del Código Procesal Civil, señalando que se
ha omitido una correcta valoración de las pruebas, pues la Sala
Superior al emitir su decisión confirmatoria no cumplió con
contrastar las pruebas aportadas por el propio accionante como
por ejemplo su DNI, donde se verifica que tiene su domicilio en
“Sarandi 50, interior B, CAP-FED-PAIS ARGENTINA EN LA
CIUDAD DE BUENOS AIRES”; es decir, que el demandante no
detenta la posesión del predio. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA. Primero.- Habiéndose declarado procedente
el recurso de casación por normas procesales así como normas
materiales, corresponde en primer término efectuar el análisis
sobre la existencia de error procesal, toda vez que, de resultar
fundada la denuncia en dicho extremo, dada su incidencia en la
tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de
sentido emitir pronunciamiento respecto de la infracción normativa
material, referida al derecho controvertido en la presente causa.
Segundo.- Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3
de la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
78713
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principio y reglas
esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento de
tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09724-2005-PHC/TC; del 6 de octubre
de 2006, fundamentos 7 ”(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y regla esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones; una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatutarias, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Tercero: Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho –principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto del 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de la instancias de revisión responder a cada uno de
los puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio
de du derecho de defensa y amparo de tutela judicial efectiva”.
Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación a las resoluciones judiciales.
Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-2006-PA/
TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado Constitucional
en mención, ha precisado que éste contenido queda delimitado en
los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de motivación o
motivación aparente; b) Falta de motivación interna de
razonamiento, que se presenta en una doble dimensión; por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de trasmitir de
modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión (...);
c) Deficiencia en la motivación externa; justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e)La motivación sustancialmente incongruente,
obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las
partes de manera congruente con los términos en que vengan
planteadas, sin cometer por lo tanto, las desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal (...)”;
debiéndose precisar que la motivación aparente se configura
cuando no se responde por ejemplo a las alegaciones o
pretensiones de las partes en el proceso, conforme a lo precisado
por el citado Tribunal en el expediente 0078-2008-PHC/TC.
Quinto: Que, de las sentencias de mérito se advierte que tanto el
Juez de la causa como el Colegiado Superior han declarado
fundada la demanda, bajo el argumento consistente en que los
demandantes han cumplido con acreditar conforme a las
instrumentales adjuntadas al proceso, la posesión pacífica, pública
y continua ejercida por los mismos durante más de diez años, es
decir, desde el siete de octubre de mil novecientos noventa y uno,
precisando la Sala de revisión que la Ley 29618, vigente desde el

78714 CASACIÓN
veinticinco de noviembre de dos mil diez, no resultaría aplicable
para la resolución de la presente controversia, toda vez que los
acciones habrían cumplido los requisitos establecidos en el
artículo 950 del Código Civil con anterioridad a su entrada en
vigencia; sin embargo, ambas instancias omiten tener en cuenta
que en el documento nacional de identidad del demandante figura
como domicilio de éste el ubicado en Sarandi 50, Interior B, Capital
Federal, Buenos Aires Argentina, teniendo como fecha de
inscripción el año mil novecientos noventa y nueve, lo cual
constituiría una motivación insuficiente, no obstante que ello
también fue alegado en el recurso de apelación formulado por el
demandado, lo cual implica la existencia de una motivación
aparente, ello de acuerdo a lo expuesto en el cuarto considerando
de la presente resolución; por lo que corresponde al juez de la
instancia analizar tal medio probatorio y fundamentar, de ser el
caso, por qué el mismo no desvirtuaría las demás pruebas
ofrecidas por las partes. Sexto: Que, las omisiones advertidas en
la fundamentación de las instancias de mérito, afectan la garantía
y principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones
consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la
Constitución Política del Estado, respectivamente, que encuentra
desarrollo legal en los incisos 3) y 4) del artículo 122º, del Código
Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones
judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que éstas se respecten
los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
que contengan los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y
lo invocado por las partes; en consecuencia, corresponde declarar
la nulidad de la sentencia de mérito y disponer que el juez de la
causa emita nuevo pronunciamiento teniendo en cuenta las
directivas contenidas en la presente resolución. Sétimo: Que, en
consecuencia, habiéndose amparado el agravio de error in
procedendo propuesto en el recurso de casación, referido a la
infracción del artículo 122 inciso 4 del Código Procesal Civil, que
amerita la nulidad de la sentencia de mérito, conforme a lo previsto
en el artículo 171º del Código Procesal Civil, carece de objeto
emitir pronunciamiento en torno a las causales materiales
denunciadas. Por tales consideraciones, declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por el demandado Procurador
Público de la Municipalidad Provincial de Trujillo, en consecuencia
NULA la sentencia de vista e INSUBSISTENTE la apelada,
debiendo el Juez de primera instancia expedir nueva sentencia,
conforme a lo glosado en los considerandos anteriormente
expuestos; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron; en los seguidos por Gabriel Arcángel Otiniano Ventura
contra la Municipalidad Provincial de Trujillo sobre prescripción
adquisitiva de dominio. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo
Miranda Molina; por vacaciones del señor Juez Supremo Almenara
Bryson.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-58
CAS. Nº 3067-2014 LIMA
Declaración Judicial. Motivación insuficiente Existe motivación
insuficiente cuando no existe el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensable
para asumir que la decisión está debidamente motivada, lo cual se
ha configurado en la sentencia recurrida. Const. 139, incisos 3 y 5.
, C.P.C. 122, inciso 3. Lima, veintiuno de abril de dos mil quince.-
LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con el expediente acompañado,
vista la causa número tres mil sesenta y siete - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de declaración
judicial, la demandante María Antonieta Whittembury Talledo
viuda de Lay por derecho propio y en representación de su menor
hijo Christopher Lay Whittembury, ha interpuesto recurso de
casación de folios ciento veinticuatro, contra la resolución de vista
de fecha dos de junio de dos mil catorce, de folios ciento tres,
dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que revoca la resolución de primera instancia de fecha
once de junio de dos mil trece, de folios cincuenta y seis, y
reformándola declara fundada la excepción de falta de agotamiento
de la vía administrativa, nulo todo lo actuado y por concluido el
proceso, deducida por la Policía Nacional del Perú. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
nueve de marzo de dos mil nueve, de folios siete, subsanado a
folios veinte, María Antonieta Whittembury Talledo viuda de Lay
interpone demanda de declaración judicial, teniendo como
pretensión principal que se declare la nulidad del acto jurídico
consistente en el resultado del dosaje etílico número A-11338, de
fecha uno de abril de dos mil dos por la causal prevista en el
artículo 219, inciso 8 del Código Civil, y como pretensión accesoria
que se ordene a Pacífico Vida Seguros de Vida cumpla con
pagarle el importe de póliza de seguro de desgravamen número
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
139853 que respalda el crédito hipotecario número 101-112-
0000000255325 tomado del Banco de Crédito. Alega como
sustento de su pretensión que el veintinueve de setiembre de mil
novecientos noventa contrajo matrimonio con Carlos Ricardo Lay
Alcerreca, teniendo un hijo llamado Christopher Lay Whittembury
de catorce años de edad, siendo que el veintiocho de marzo de
dos mil dos, su esposo partió a las 8:30 a.m. a un viaje entre
amigos por semana santa a Huarmey, fecha en la cual falleció a
las 11: 30 a.m. debido a un accidente de tránsito cuando se
encontraba en camino a dicho lugar, tomándosele dos muestras
de sangre al momento de efectuar la necropsia para proceder a
realizar el examen de dosaje etílico, el cual arrojó como resultado
1.5 gramos por litro, lo cual no resulta acorde con la realidad, toda
vez que media hora antes de la partida, visitó a su amigo José
Chag Wo, oportunidad en la que se tomó dos fotos en las que se
le ve totalmente lúcido, pasó tres peajes y veinte puntos de control
de carreteras sin que se percataran de su supuesto estado de
ebriedad, media hora antes del siniestro compartió con los demás
viajantes al tomar un refrigerio, no se encontraron envases de
licor, el Director del Hospital de Apoyo de Huarmey, cuyo personal
tomó las dos muestras de sangre, señala mediante Oficio que no
se puede precisar acerca de la esterilidad previa de los frascos
donde se depositaron las muestras antes de su extracción, y que
los mismos fueron remitidos a la Policía Nacional del Perú con
precinto de seguridad, lo cual es ratificado por dos miembros de
dicha institución, sin embargo el Jefe de la Sanidad de las Fuerzas
Policiales de Chimbote a través de oficio afirma que tales frascos
fueron enviados sin el precinto anotado, si bien es cierto el fiscal
archivó la denuncia formulada por tratarse de infracciones
administrativas, también lo es que concluyó que existen
irregularidades desde la toma de muestras sanguíneas hasta el
resultado que aparece en el certificado de dosaje etílico, y
conforme a lo manifestado por el Jefe del Departamento de
Química Forense PNP a la Fiscalía, las muestras deben ser
extraídas de la cavidad cardiaca cuando se realiza la necropsia
mas no del brazo como sucedió en el presente caso, y las
muestras deben ser procesadas inmediatamente después de la
extracción, teniendo en cuenta que la descomposición influye en
los valores de alcoholemia incrementándolos, no obstante el
examen de dosaje etílico fue practicado al occiso cuatro días
después de la toma de muestras. Agrega que en marzo de dos mil
uno, gestionó con su esposo un crédito hipotecario ante el Banco
de Crédito del Perú por el importe de cincuenta mil ciento treinta y
dos dólares americanos con treinta y nueve céntimos de dólar
para ser pagado en ciento diecisiete meses, respecto al inmueble
ubicado en la Calle Curazao número quinientos cincuenta y seos,
Urbanización Santa Patricia, Distrito de La Molina, Lima, siendo
que Pacífico Vida Seguros de Vida cobra la prima de seguro a
través de las cuotas mensuales que se cancela a dicho Banco, la
cual garantiza que por fallecimiento de los obligados, el pago del
crédito hipotecario será cancelado por tal empresa de seguros, sin
embargo, debido al resultado del dosaje etílico, la empresa de
seguros demandada se niega a cumplir con la póliza de seguro
correspondiente. 2. EXCEPCIÓN: El Procurador Público de la
Policía Nacional del Perú, deduce entre otras, excepción de falta
de agotamiento de la vía administrativa, alegando que la
demandante no ha solicitado administrativamente lo que pretende
en la vía judicial, por lo que no ha cumplido con agotar la vía
administrativa 3. RESOLUCIÓN DE PRIMERA INSTANCIA: La
Juez mediante resolución de fecha once de junio de dos mil trece,
de folios cincuenta y seis, declaró infundada la excepción de falta
de agotamiento de la vía administrativa, considerando que
mediante la demanda de autos se pretende la ineficacia del
resultado del dosaje etílico a que se contrae el certificado que obra
a folios treinta y cuatro del cuaderno principal, que tiene su origen
en un accidente de tránsito en el cual perdió la vida el cónyuge de
la demandante, por lo que la pretensión es un asunto de materia
civil, que no requiere haberse ventilado en sede administrativa,
toda vez que la Ley 27444, Ley del Procedimiento Administrativo
General, no resulta aplicable al casi sub materia. 4.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
nueve de julio de dos mil trece, de folios sesenta y cinco, la
codemandada Pacífico Vida Compañía de Seguros y Reaseguros
S.A., interpuso recurso de apelación contra la resolución de
primera instancia, alegando que: a) La apelada adolece de
motivación defectuosa; b) El certificado de dosaje etílico es un
acto administrativo y por tanto debió agotarse la vía administrativa;
d) Dicho certificado sólo puede ser impugnado vía proceso
contencioso administrativo ante juez de dicha especialidad; y e)
No existe conexión lógica entre los hechos y el petitorio. 5.
RESOLUCIÓN DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior
en virtud del recurso de apelación interpuesto por la codemandada
Pacífico Vida Compañía de Seguros y Reaseguros S.A., la
Segunda Sala en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante resolución de vista de fecha dos de junio de dos mil
catorce, de folios ciento tres, revocó la resolución de primera
instancia, y reformándola declaró fundada la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa, en consecuencia nulo todo lo
actuado y por concluido el proceso, sosteniendo que el
cuestionamiento al resultado del dosaje etílico materia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
demanda no puede ser conocido a través de un proceso civil sino
contencioso administrativo conforme a la Ley 27584, Ley del
Proceso Contencioso Administrativo. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
veinte de noviembre de dos mil catorce, obrante a fojas cincuenta
y cuatro del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por la demandante
María Antonieta Whittembury Talledo viuda de Lay, por la
infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, concordante con los
artículos V del Título Preliminar, 50 inciso 6 y 122 inciso 3 del
Código Procesal Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA
SALA: Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos
durante el transcurso del proceso así como en el recurso de
casación, la controversia gira en determinar si la demandante
previamente a la interposición de la demanda de autos, se
encontraba obligada a agotar la vía administrativa. Segundo.-
Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la
Constitución Política del Estado ha establecido como un derecho
relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 09727-2005-
PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7 “(...) mientras
que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a
los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la
sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Cuarto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
78715
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Quinto.- Que, de la revisión
de la resolución de vista, se aprecia que la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, ha revocado la resolución
apelada, declarando fundada la excepción de falta de agotamiento
de la vía administrativa y en consecuencia nulo todo lo actuado y
por concluido el proceso, bajo el argumento que el resultado del
dosaje etílico número A-11338 debe ser cuestionado únicamente
en un proceso contencioso administrativo mas no en uno de
naturaleza civil. Sin embargo, omite tener en cuenta que esta Sala
Civil Suprema mediante Casación número 1119-2011-Lima de
fecha siete de junio de dos mil doce, obrante a folios treinta y
cuatro, determinó que corresponde en el presente proceso,
dilucidarse respecto a la pretensión principal de ineficacia del
resultado del dosaje etílico así como respecto a la pretensión
accesoria de pago del importe de póliza de seguro de
desgravamen, debido a que ambas se encuentran directamente
relacionadas con el hecho del accidente tránsito en el cual falleció
el cónyuge de la demandante. Asimismo, la referida Sala de mérito
omite considerar que en el escrito de subsanación de demanda, la
accionante ha precisado que su pretensión principal se encuentra
referida la nulidad del acto jurídico consistente en el resultado del
dosaje etílico, debido a que incurre en causal de nulidad prevista
en el artículo 219, inciso 8 del Código Civil, pretensión que al ser
de carácter civil, no requiere el agotamiento de la vía administrativa.
Sexto.- Que, las omisiones advertidas en la fundamentación de la
sentencia de vista, afecta la garantía y principio no sólo del debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de
motivación de las resoluciones consagrados en el artículo 139º
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado, respectivamente,
que encuentra desarrollo legal en el artículo 122º inciso 3 del
Código Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las
resoluciones judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en
éstas se respeten los principios de jerarquía de las normas y
congruencia, así como que contengan los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia, frente
a la invalidez insubsanable de la sentencia de vista, corresponde
disponer que la Sala de mérito emita nuevo pronunciamiento
conforme a lo expuesto precedentemente. V. DECISION: Por
estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la demandante María Antonieta Whittembury viuda
de Lay, de folios ciento veinticuatro; en consecuencia NULA la
resolución de vista de fecha dos de junio de dos mil catorce, de
folios ciento tres, ORDENARON que la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima emita nuevo fallo, conforme a
las directivas de la presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos contra Pacífico
Vida Seguros de Vida, sobre declaración judicial; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-59
CAS. Nº 3101-2014 LIMA
Nulidad de asientos registrales. Lima, nueve de enero de dos mil
quince.- VISTOS: con la razón emitida por el Secretario de esta
Sala Suprema obrante a fojas cuarenta y dos del cuaderno de
casación; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Lesly Porlles Jaimes, mediante
escrito de fojas mil ciento noventa y tres, contra la sentencia de
vista obrante a fojas mil ciento setenta y nueve, su fecha cinco de
mayo de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de
fojas mil cincuenta y cuatro, su fecha catorce de mayo de dos mil
trece, que declara fundada la demanda de nulidad de asientos
registrales, con lo demás que contiene; en tal sentido, corresponde
examinar los requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso,
acorde a la modificación establecida en la Ley Nº 29364.
Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente recurso satisface
tales exigencias, pues: I) se impugna una sentencia expedida por
la Sala Superior que, como órgano de segundo grado, puso fin al
proceso; II) se interpone ante la Sexta Sala Civil de la Corte

78716 CASACIÓN
Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución impugnada;
III) ha sido presentado dentro del plazo legal, según consta del
cargo de notificación de fojas mil ciento ochenta y nueve; y, IV) se
adjunta el arancel judicial respectivo a fojas mil ciento noventa y
dos. Tercero.- Que, en relación a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado
por la citada Ley, se advierte que la recurrente no ha consentido la
sentencia de primera instancia que fue desfavorable a sus
intereses, pues interpuso recurso de apelación a fojas mil ochenta
y tres, por lo que satisface el presupuesto establecido en el inciso
1 de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y
4 del precitado artículo 388º del Código adjetivo, modificado por la
Ley Nº 29364, debe señalarse en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial.
Examinados los argumentos del recurso, se aprecia que la
impugnante denuncia las siguientes infracciones normativas: a)
Interpretación errónea de los artículos 81º y 83º del
Reglamento General de los Registros Públicos: sostiene que el
artículo 81º del Reglamento General de los Registros Públicos,
norma que define los supuestos de error material y de concepto,
señala claramente en su literal c) que constituye error si se ha
extendido el asiento en partida o rubro diferente al que le
corresponde, situación que se presenta en este caso, pues la
registradora pública demandada María Angélica Hau Balta por
error inscribió la transferencia efectuada por la Asociación de
Vivienda Portada del Sol de la Molina a favor de la sociedad
conyugal conformada por Luis Augusto Ampuero Trabucco y María
Margarita Figueroa Betancour, respecto del Lote Nº 15, Manzana
Nº 1, Urbanización Portada del Sol de la Molina, en la Ficha
Registral Nº 1175047 del Registro de Predios de Lima, cuando
debió efectuarla en la Ficha Registral Nº 1175074. También agrega
que el artículo 83º del citado Reglamento señala que cuando se ha
extendido un asiento o rubro distinto de aquel en el que debió
haberse practicado la inscripción, se procederá a su traslado,
extendiéndose una anotación en la partida del asiento trasladado.
Según la recurrente, la registradora pública demandada al advertir
el error incurrido, en vía de rectificación y amparada en la citada
norma, trasladó las inscripciones efectuadas por la mencionada
asociación a favor de los esposos Ampuero-Figueroa, en
aplicación del principio de prioridad en el tiempo. b) Motivación
defectuosa en la sentencia impugnada: sostiene que existe
motivación defectuosa en la sentencia de vista impugnada cuando
se pretende sustentar el rechazo de la reconvención planteada por
la recurrente, respecto de la declaración de nulidad de los asientos
Nº C00001 y C00002 de la Partida Registral Nº 45260801,
continuación de la Ficha Registral Nº 1175074 del Registro de
Propiedad Inmueble de Lima, amparándose en que solo se
habrían cuestionado aspectos extrínsecos, pese a que en su
escrito de fecha veintiséis de mayo de dos mil seis, en su primer
otrosí, de manera clara y puntual, fundamentó dicha reconvención
y además ofreció en calidad de medios probatorios nueve
documentos que se detallan en el mencionado recurso. Quinto.-
Que, del examen de las alegaciones antes descritas, se advierte
que estas no satisfacen los requisitos exigidos en los incisos 2, 3
y 4 del artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley Nº 29364, pues no se describe en forma clara y precisa en qué
consisten las infracciones normativas, no se demuestra la
incidencia directa que tendrían aquellas sobre la decisión
impugnada, menos aun se precisa la naturaleza del pedido
casatorio, por las siguientes razones: El recurso de casación es un
medio impugnatorio de carácter extraordinario, pues su función
consiste en controlar la correcta aplicación de la Ley, esto es, su
labor está reservada a observar sólo los errores de derecho,
excluyéndose de dicho control la valoración de las pruebas. Por
ello, la causal de infracción normativa debe sustentarse en el error
de derecho que incida directamente en la decisión impugnada, es
decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo,
alterando el sentido del mismo, pues no basta la sola invocación
de las normas de derecho material o procesal que se consideran
infringidas, pues el impugnante debe explicar la naturaleza jurídica
de dicha infracción, la que debe estar desprovista de cualquier
análisis a la valoración probatoria efectuada por los Jueces de
mérito. En cuanto a la infracción propuesta en el acápite a) del
considerando cuarto de esta resolución, se aprecia que si bien la
recurrente denuncia la infracción normativa de los artículos 81º y
83º del Reglamento General de los Registros Públicos, sin
embargo no cumple con explicar el error jurídico en la aplicación
de las mencionadas normas por los juzgadores de mérito; por el
contrario la denuncia se sustenta en simples apreciaciones
fácticas desprovistas de todo análisis jurídico, distorsionando así
uno de los fines del recurso de casación, contemplado en el
artículo 384º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, esto es, alcanzar la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto. En cuanto a la infracción propuesta en el
acápite b) del considerando cuarto de esta resolución, es
necesario precisar que las resoluciones judiciales pueden
presentar errores en el razonamiento, denominados errores in
cogitando, que son de dos tipos, esto es, la falta de motivación y la
defectuosa motivación, y dentro de esta última tenemos a la
aparente motivación, insuficiente motivación y la defectuosa
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
motivación propiamente dicha. Así pues, examinados los
argumentos esgrimidos en el mencionado acápite b), se advierte
que la recurrente denuncia la existencia de una motivación
defectuosa en la resolución recurrida en casación, sin embargo,
no cumple con explicar en qué consiste dicho error de motivación,
teniendo en consideración que la motivación defectuosa puede
ser aparente, insuficiente o defectuosa propiamente dicha; por lo
tanto, no se satisface el requisito de claridad y precisión que exige
el artículo 388º, inciso 2, del Código adjetivo, modificado por la Ley
Nº 29364. Por estas consideraciones y en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 392º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Lesly Porlles Jaimes, mediante escrito de
fojas mil ciento noventa y tres, contra la sentencia de vista obrante
a fojas mil ciento setenta y nueve, su fecha cinco de mayo de dos
mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Judith Manuela Olivera Torres de López con la
Superintendencia Nacional de Registros Públicos y otros, sobre
nulidad de asientos registrales; y los devolvieron. Interviene el
señor Juez Supremo Miranda Molina por impedimento del señor
Juez Supremo Walde Jáuregui. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-60
CAS. Nº 3107-2014 PIURA
Divorcio por causal de separación de hecho. Lima, cuatro de mayo
de dos mil quince AUTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
de fojas cuatrocientos diecinueve interpuesto por la demandada
Ylia Rosa Arce Flores contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos cuatro, su fecha catorce de agosto de dos mil
catorce, que aprueba la sentencia de primera instancia en el
extremo consultado que declara fundada la demanda de divorcio
por causal de separación de hecho y la revoca en el extremo
apelado que fija en diez mil Nuevos Soles el pago por concepto de
indemnización a favor de la demandada y, reformándola, lo fija en
cuatro mil quinientos Nuevos Soles; asimismo, la revoca en el
extremo que declara infundada la reconvención de divorcio por
causal de abandono injustificado del hogar conyugal y
reformándola la declara fundad por dicha causal; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley 29364. Segundo: Que, en tal sentido, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene
que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una sentencia expedida por la Sala Superior que, como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ha sido
interpuesto ante la Primera Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Piura que emitió la resolución
recurrida; III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece la
norma, pues la resolución impugnada fue notificada a la recurrente
el veinticinco de agosto de dos mil catorce, conforme se advierte
del cargo de notificación obrante a fojas cuatrocientos trece y el
recurso fue interpuesto el ocho de setiembre del mismo año; y, IV)
No adjunta el arancel judicial por recurso de casación, ya que
cuenta con el beneficio de auxilio judicial conforme a la resolución
que obra a fojas cuatrocientos cuarenta y ocho. Tercero: Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se
advierte que la recurrente no ha consentido la resolución de
primera instancia en el extremo que se recurre, al impugnarla
mediante recurso de apelación obrante a fojas trescientos sesenta
y siete, por lo que cumple con la exigencia dispuesta en el inciso 1
de la norma procesal anotada. Cuarto: Que, para establecer el
cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388º del Código
citado, se debe señalar en qué consisten las causales invocadas.
En el presente caso la impugnante invoca la siguiente infracción
normativa del artículo 345-A del Código Civil. Refiere que la
resolución impugnada, no obstante haber reconocido la causal de
abandono injustificado del hogar conyugal, en forma inexplicable y
contradictoria desconoce el real y efectivo perjuicio que se ha
causado en su calidad de cónyuge desmereciendo el monto
indemnizatorio establecido en la sentencia apelada, pues al
producirse la separación sin causa legal que la justifique, la
recurrente quedó en total abandono material y moral a cargo de
sus menores hijas, además del estigma generado por haber visto
mancillado su honor; razones por las que se debería considerar no
solo la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, sino
también la causal de conducta deshonrosa que hace insoportable
la vida en común. Quinto.- Que, del examen de las alegaciones
descritas, se advierte que la impugnante no satisface los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, pues no describe en forma clara y precisa en qué consiste la
infracción normativa mencionada, menos aún demuestra la
incidencia directa que tendría aquella sobre la decisión impugnada,
por las siguientes razones: El recurso de casación es un medio
impugnatorio de carácter extraordinario, pues su función es
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
controlar la correcta aplicación de la Ley, es decir, está reservada
a observar solo los errores de derecho, excluyéndose de dicho
control la valoración de las pruebas; en tal sentido, la causal de
infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho que
incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya
o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, y para ello el recurrente debe señalar en forma clara y
precisa en qué ha consistido la infracción de la ley, pues no basta
la sola invocación de las normas de derecho material o procesal
que se consideran infringidas. En el presente caso, la recurrente
cuestiona la reducción del monto indemnizatorio y aduce que
existe contradicción en la sentencia impugnada pues al haberse
declarado disuelto el vinculo matrimonial por la causal de
abandono injustificado del hogar conyugal, no se justifique la
razón de la reducción del monto indemnizatorio a su favor al ser la
cónyuge perjudicada con la separación. Asimismo, sostiene que
debería considerarse disuelto el vínculo matrimonial también por
la causal de conducta deshonrosa que hace insoportable la vida
en común; sin embargo, fluye de la sentencia impugnada que no
se verifica la contradicción invocada, en vista de que no se
desconoce el perjuicio de la recurrente como consecuencia de la
separación de hecho, pues se advierte de la lectura de la sentencia
impugnada que se valora el mismo con ocasión de su estado de
gestación en la fecha en que se produjo la separación, esto es, en
el año de mil novecientos setenta y cuatro, así como su necesidad
de interponer una demanda de alimentos contra el actor en virtud
al incumplimiento de sus deberes conyugales, razones por las que
se le reconoce la indemnización por daños conforme al artículo
345-A del Código Civil. Ahora bien, la norma que se considera
infringida nos remite al artículo trescientos cincuenta y uno de la
ley sustantiva, el cual contempla la posibilidad de otorgar una
indemnización por daño moral al cónyuge inocente que ha visto
perjudicado gravemente su legitimo interés personal con los
hechos que motivaron el divorcio, daño que la recurrente considera
acreditado. Pero, tal como señala la norma en comento, el
otorgamiento de un monto indemnizatorio por tal concepto
constituye una facultad del Juez y no una obligación, puesto que la
parte final del artículo invocado por la recurrente precisa que el
reconocimiento del monto indemnizatorio por daño moral se
contemplará en cuanto sea pertinente, siendo que en el caso
concreto la recurrida ha determinado que la condición de policía
retirado del acciónate, así como el ininterrumpido cumpliendo de
su obligación alimentaria en proporción al cincuenta por ciento de
sus haberes mensuales constituyen circunstancias que tornan
inviable imponer un monto indemnizatorio mayor por otro concepto
que no sea el perjuicio acreditado y reconocido por las instancias
de mérito. Finalmente, respecto a la causal de conducta
deshonrosa que hace insoportable la vida en común, invocada por
la recurrente para referirse al matrimonio contraído por el
demandante con una tercera persona en el año de mil novecientos
setenta y nueve, cabe señalar que se encuentra acreditado por las
instancias de mérito que la separación de hecho se produjo el
quince de agosto de mil novecientos setenta y cuatro, es decir, la
cuestionada unión no propició la separación, la misma que ya se
había producido con cinco años de anterioridad, razones que no
permiten amparar la causal aludida. Sexto.- Que, si bien la
impugnante cumple con señalar que su pedido casatorio es
anulatorio parcial, ello no es suficiente para atender el recurso,
toda vez que los requisitos de procedencia de este medio
impugnatorio son concurrentes, conforme lo dispone al artículo
392 del Código adjetivo. Por estas consideraciones y, en aplicación
de lo dispuesto por el artículo 392 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Ylia Rosa Arce Flores,
mediante escrito de fojas cuatrocientos diecinueve, contra la
sentencia de vista, obrante a fojas cuatrocientos cuatro;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Pedro Pablo Criollo Mauricio con Ylia Rosa Arce Flores y otro,
sobre divorcio por causal de separación de hecho y otro concepto;
y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-61
CAS. Nº 3194-2014 MADRE DE DIOS
Desalojo por ocupación precaria. Lima, dieciséis de junio de dos
mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa
número tres mil ciento noventa y cuatro - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha; y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO. En el presente proceso de desalojo
por ocupación precaria, la demandante Miryam Melissa Alderete
Villarroel ha interpuesto recurso de casación de página trescientos
ochenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha catorce de
agosto de dos mil catorce de página trescientos sesenta y ocho,
dictada por la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Madre de Dios, que confirma la sentencia de primera instancia
en cuanto desestima la demanda, revoca la misma sentencia en
78717
el extremo que declara infundada la demanda, y reformándola la
declara improcedente. II. ANTECEDENTES. 1. DEMANDA. Por
escrito de fecha veintiséis de abril del dos mil doce de página
catorce, la demandante Miryam Melissa Alderete Villarroel,
interpone demanda de desalojo por ocupación precaria, a efecto
que los demandados César Alejandro y Keyko Alejandrina Koga
Ccorimanya, le restituyan el inmueble en litigio, ubicado en el Jirón
San Martín Sub Lote 9-A, de la manzana 3-N, de la ciudad de
Puerto Maldonado. Alega que es propietaria del inmueble otorgado
por la señora Juez Flor de María Acero Ramos, Juez del Sexto
Juzgado Civil de Lima Norte, por escritura pública del seis de abril
de dos mil once, mediante proceso judicial de otorgamiento de
escritura pública, seguida contra Nelly Noemí Villarroel de Moreno,
dicha propiedad se encuentra debidamente inscrito en Registros
Públicos, en la Partida Nº 05008200. El área total del terreno de su
propiedad es de quinientos metros cuadrados (500 m2), conforme
consta inscrito en Registros Públicos, en el Registro de Propiedad
Inmueble de esta ciudad de Puerto Maldonado, adquirido en el
año dos mil cuatro, mediante minuta, habiendo efectuado mejoras.
Sin embargo, la demandante adquirió la propiedad mediante
minuta del nueve de setiembre de dos mil cuatro, logrando recién
formalizar el seis de abril de dos mil once, sin embargo, ha tomado
conocimiento que el inmueble está siendo habitado por los
demandados, por lo que cursó dos cartas notariales pero no se
han retirado del inmueble. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA.
Mediante escrito de la página cincuenta y ocho, los demandados
Keyko Alejandrina y César Alejandro Koga Ccorimanya, contestan
la demanda señalando que desconocen que la demandante haya
adquirido la propiedad del inmueble en virtud al proceso de
otorgamiento de escritura pública. Con fecha dos de abril de mil
novecientos ochenta y siete mediante escritura pública de
compraventa las hermanas Ruth Miriam y Nelly Noemí Villarroel
Pérez suscriben con el señor Julio Chirinos Nina contrato de
compraventa por el cual se transfiere a favor de este último el
derecho de propiedad sobre una fracción del lote de terreno Nº 09,
Manzana 3-Ñ con extensión de doscientos metros cuadrados
(200m2) y con perímetro de 60ml. Desde tal fecha el comprador
Julio Chirinos es propietario, siendo que en el año mil novecientos
noventa, dicho propietario encargó a su difunta madre Alejandrina
Ccorimanya Mamani la vigilancia y conducción del inmueble de
manera permanente predio en el que se hicieron mejoras y se
convirtió en su hogar. En el año 2009 falleció su señora madre
pero continuaron viviendo en el inmueble por autorización expresa
de su propietario, por lo que, se encuentran en posesión del
inmueble por más de veinte años, por lo que, de ninguna manera
tienen la condición de precarios. La demandante pretende
apoderarse del predio mediante actos dolosos y fraudulentos, ya
que incluso ha sorprendido a las autoridades judiciales con una
supuesta acción de otorgamiento de escritura pública de una
presunta compra hecha a las mismas personas que transfirieron el
bien a favor de Julio Chirinos Nina. Se trata por tanto de un acto
fraudulento familiar para atropellar los derechos del propietario
legítimo y de los actuales poseedores. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS. Conforme se aprecia de la página setenta y
tres, se estableció como puntos controvertidos: Determinar que la
parte demandante es propietaria del inmueble que demanda.
Determinar si los demandados tienen la calidad de ocupantes
precarios respecto al inmueble que demanda la parte actora. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de la página
trescientos tres, su fecha siete de noviembre de dos mil trece,
declaró infundada la demanda, tras considerar que en el presente
caso los demandados alegan que con fecha dos de abril de mil
novecientos ochenta y siete la fracción de terreno que ellos
ocupan fue adquirida por Julio Chirinos Nina quien encargó el
cuidado del bien a favor de su progenitora y que, al fallecimiento
de su señora madre, dicho señor les autorizó para que continúen
viviendo en el bien. Lo expuesto se corrobora con la escritura
pública de compraventa de fojas 37 a 40 y con lo manifestado por
Julio Chirinos Nina en su escrito de fojas 230 quien manifiesta
haber autorizado a los demandados a usar el bien, por lo que, no
son precarios. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante
escrito de la página trescientos veintitrés, la demandante Miryam
Melissa Alderete Villarroel interpone recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando que no se aprecian
debidamente las pruebas ofrecidas en el proceso y actuadas en la
audiencia correspondiente, por el que además no se ha
contemplado debidamente los alcances establecidos en el artículo
911 del Código Procesal Civil, dado que se encuentra amparada
su pretensión en un título de propiedad del inmueble materia de
litis, la misma que se encuentra inscrita en los Registros Públicos,
además las cartas notariales cursadas a los demandados por el
que se les requiere la devolución del predio, tanto más que se
encuentra debidamente identificado con los diferentes documentos
y acta de inspección judicial. Refiere igualmente que los
demandados tienen la condición de precarios, que si bien es cierto
que han presentado un testimonio de escritura pública, este hecho
de ninguna manera los relaciona con dicho predio, dado que en
dicho instrumento no aparecen como propietarios, máxime que no
han acreditado con prueba alguna el hecho que el supuesto

78718 CASACIÓN
propietario Julio Chirinos Nina de dicho predio les haya autorizado
ocupar el bien; además advierte que existe contradicción e
indebida apreciación por parte del Juzgador de 1ª instancia,
debido que ante el pedido de don Julio Chirinos Nina de intervenir
litisconsorcialmente en el presente proceso al desestimar por
considerar que no estaba acreditado fehacientemente dicha
propiedad, mientras que al expedir la sentencia impugnada, le
concede pleno valor probatorio a dicha instrumental pública
presentada por dicho peticionante. Finalmente, reitera que los
demandados al estar posesionando el bien en forma clandestina y
temporal del bien, se niegan a restituir, por lo que se subsume
perfectamente en ocupantes precarios, máxime que en el
testimonio de Escritura Pública presentada, con los que quieren
justificar su permanencia, no son parte en dicho acto jurídico. 6.
SENTENCIA DE VISTA. Elevados los autos en virtud del recurso
de apelación interpuesto, la Primera Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Madre de Dios, mediante sentencia de
vista de la página trescientos sesenta y ocho, del catorce de
agosto de dos mil catorce, confirmó la sentencia de primera
instancia en cuanto desestimó la demanda, revocándola en el
extremo que declaró infundada la demanda y reformándola la
declaró improcedente. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha siete de noviembre de
dos mil catorce de página treinta y dos del cuaderno de casación,
ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el
apoderado de la demandante don Johannes Francois Alderete
Villarroel, por la infracción normativa del artículo 911 del
Código Civil, que define al poseedor precario como aquel que
detenta posesión sin título alguno o con título fenecido. El
impugnante refiere que se ha incurrido en error porque se ha
concluido que la parte demandada no tiene la condición de
precario pese a que no cuentan con documento alguno que avale
su posesión, porque dichos demandados refieren poseer el bien
por autorización de Julio Chirinos Nina quien no es propietario ni
interviene en el presente proceso, por lo que no se le debió tener
en cuenta, e infracción normativa del artículo 197 del Código
Procesal Civil, que regula el sistema de valoración conjunta de
los medios probatorios. Según el recurrente, no se ha tenido en
cuenta que la posesión ejercida por los demandados no se
sustenta en ningún documento, ya que no existe contrato ni
recibos de pago o guardianía alguno que acredite su dicho, pese a
ello, se ha concluido que no son precarios. IV. FUNDAMENTOS
DE ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Que, el derecho al debido
proceso previsto en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, está concebido como el cumplimiento de todas
las garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los
procedimientos, incluidos los administrativos, a fin de que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus
derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos,
siendo una de sus expresiones, el derecho que tiene todo
justiciable a conocer las motivaciones suficientes que conllevaron
al juzgador a emitir un fallo judicial, tal como así lo dispone además
el inciso 5) del artículo 139 de la Carta Política. Segundo: Que, el
Tribunal Constitucional en la STC Nº 728-2008-PH/TC ha
establecido que el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los Magistrados,
sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o
los que se derivan del caso, precisando que el contenido
constitucionalmente garantizado de este derecho queda
delimitado, entre otros, en la motivación aparente, la cual se
configura cuando la resolución no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque sólo intenta dar
un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico. Tercero: Que, considerando la
naturaleza de los agravios denunciados, corresponde ingresar al
análisis de las causales en estricta observancia de sus efectos, ya
que al tener carácter nulificante la infracción de las normas de
orden procesal, al amparar éstas ya no será necesario ingresar al
análisis de la infracción de las normas de orden sustantivo,
orientadas a resolver el fondo del asunto. Cuarto: Que, el artículo
197 del Código Procesal Civil, establece que todos los medios
probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta, utilizando
su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución solo serán
expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que
sustentan su decisión. Quinto: Que, de acuerdo con el contenido
esencial del mencionado artículo, debe entenderse por apreciación
o valoración de la prueba al proceso por el cual el Juez califica el
mérito de cada medio probatorio explicando en la sentencia el
grado de convencimiento que ellas le han reportado para resolver
la causa. Sexto: Que, en el presente caso, la sentencia de vista ha
desestimado la demanda acogiendo el argumento que los
demandados alegan que con fecha dos de abril de 1987, la
fracción de terreno que ellos ocupan fue adquirida por Julio
Chirinos Nina quien encargó el cuidado del bien a favor de su
progenitora y que, al fallecimiento de su señora madre, dicho
señor les autorizó para que continúen viviendo en el bien;
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
precisando la sentencia de vista, que lo expuesto se corrobora con
lo manifestado por Julio Chirino Nina en su escrito de fojas 230
quien manifiesta haber autorizado a los demandados a usar el
bien, por lo que no son precarios. Sétimo: Que, de los fundamentos
precedentemente expuestos, se tiene que la sentencia de vista
debe ser anulada en tanto que la apelada declarada insubsistente,
toda vez que es verdad lo alegado por el impugnante en el sentido
que para declarar infundada o improcedente la demanda, tanto el
Juez como la Sala se han basado en el hecho que Julio Chirinos
Nina, quien habría adquirido el predio de las hermanas Nelly
Noemí Villarroel Pérez, ha manifestado haber otorgado la posesión
a los demandados; no obstante, no obra en autos documento
alguno que acredite tal dicho, concluyendo incluso la Sala que en
ese sentido, al haber obtenido la propiedad la demandante de las
mencionadas hermanas y los demandados la posesión a través de
la compra que les hizo a dichas hermanas Julio Chirinos Nina, la
causa debe dilucidarse a través de otra vía que no sea el desalojo,
lo cual carece de fundamento pues se estaría deslizando se
establezca el mejor derecho de propiedad, que no es el caso
determinar en el caso de autos, habiéndose configurado de ese
modo la infracción normativa del artículo 197 del Código Procesal
Civil, toda vez que el pronunciamiento recurrido se ha basado
únicamente en lo manifestado por Julio Chirinos Nina, esto es en
el dicho de un litisconsorte, habiéndose omitido emitir una
valoración conjunta de los medios probatorios. V. DECISIÓN. Por
estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la demandante Miryam Melissa Alderete Villarroel
a través de su apoderado Johannes Francois Alderete Villarroel de
página trescientos ochenta y cinco; en consecuencia declararon
NULA la sentencia de vista e INSUBSISTENTE la apelada,
debiendo el Juez del Juzgado Mixto Transitorio de la Corte
Superior de Justicia de Madre de Dios; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos contra César Alejandro
Koga Ccorimanya y otra, sobre desalojo por ocupación precaria; y
los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo
Miranda Molina, por vacaciones del señor Juez Supremo Almenara
Bryson. Interviene la señora Jueza Suprema Cabello Matamala,
por licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.-
SS. WALDE JÁUREGUI, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERON PUERTAS C-1392274-62
CAS. Nº 3228-2014 LAMBAYEQUE
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Motivación
insuficiente. Existe motivación insuficiente cuando no existe el
mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho
o de derecho indispensable para asumir que la decisión está
debidamente motivada, lo cual se ha configurado en la sentencia
recurrida. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122, inciso 3. Lima,
dieciséis de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa número tres mil doscientos veintiocho
- dos mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha
y producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de indemnización por daños y perjuicios, la demandante Olga
Yolanda Torres Frías, ha interpuesto recurso de casación de folios
doscientos noventa y cinco, contra la sentencia de vista de fecha
veinticinco de agosto de dos mil catorce, de folios doscientos
setenta y cinco, dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, que confirme la sentencia de
primera instancia de fecha veintisiete de marzo de dos mil catorce,
de folios doscientos treinta, que declara infundada la demanda
interpuesta contra la Oficina de Normalización Previsional. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veinticuatro de febrero de dos mil diez, de folios dieciocho, Olga
Yolanda Torres Frías interpone demanda de indemnización por
daños y perjuicios contra la Oficina de Normalización Previsional,
señalando como pretensiones que se ordene a la demandada
cumpla con pagarle la suma de ochenta mil nuevos soles, a razón
de cuarenta mil nuevos soles por concepto de daño moral y
cuarenta mil nuevos soles por concepto de daño a la persona.
Alega como sustento de su pretensión que el veintitrés de enero
de dos mil cuatro solicitó a la Oficina de Normalización Previsional
el otorgamiento de su pensión de jubilación adelantada bajo el
régimen pensionario previsto en el Decreto Ley 19990, sin
embargo, mediante Resolución Administrativa número
0000024645-2004-ONP/DC/DL19990 de fecha siete de abril de
dos mil cuatro, dicha entidad le denegó su solicitud por no cumplir
con el requisito de veinticinco años de aportaciones, no obstante
que sí cumplía con el mismo, por lo que interpuso demanda de
amparo ante el Vigésimo Cuarto Juzgado Especializado Civil de
Lima, el cual culminó con la sentencia de fecha siete de diciembre
de dos mil nueve, emitida por el Tribunal Constitucional en el
expediente 03229-2009-PA/TC, que ordenó a la demandada
reconocer su pensión de jubilación adelantada solicitada, al haber
acreditado contar con veintiocho años de aportaciones, así como
abonar los devengados e intereses legales correspondientes.
Agrega, que la demandada dolosamente no le reconoció dicha
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pensión, a pesar de tener pleno conocimiento que la misma le
correspondía, vulnerando su derecho a la pensión y seguridad
social contemplado en el artículo 10 de la Constitución Política del
Estado, por lo que tuvo que interponer el mencionado proceso de
amparo, siendo que todo el trámite para obtener su pensión de
jubilación, aproximadamente duró seis años, lo cual le ha causado
daño moral, en tanto se ha afectado su autoestima, sobrevivió
debido a la caridad de sus familiares y amigos, lo que le generó
preocupación, angustia, sufrimiento y depresión, así como daño a
la persona, toda vez que se ha perjudicado su salud, no contando
con los recursos económicos necesarios para solventar los gastos
de una enfermedad. 2. CONTESTACIÓN: La demandada Oficina
de Normalización Previsional, contesta la demanda a folios
cuarenta y nueve, alegando que no ha existido conducta
antijurídica como tampoco nexo causal, toda vez que al calificar la
solicitud de la actora, observó que no cumplía con el requisito de
años de aportaciones, siendo que el retardo en su pronunciamiento
responde a la carga procesal que afronta. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinó como punto controvertido el
siguiente: Determinar la existencia de daños y perjuicios y si éstos
son imputables a la demandada. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la Juez
mediante sentencia de fecha veintisiete de marzo de dos mil
catorce, de folios doscientos treinta, declaró infundada la
demanda, considerando que no se ha adjuntado documento o
prueba fehaciente que acredite el daño moral, como tampoco el
estado de salud de la actora dañado a consecuencia del proceso
judicial instaurado. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:
Mediante escrito de fecha veintidós de mayo de dos mil catorce,
de folios doscientos treinta y seis, Olga Yolanda Torres Frías,
interpuso recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que: La demandada dolosamente vulneró sus
derechos pensionarios adquiridos, pues a pesar de tener pleno
conocimiento del derecho a la pensión que le correspondía, le
denegó el mismo, por lo que debió entablar un proceso judicial,
ocasionándole todo ello daño moral y a la persona, toda vez que
sobrevivió gracias a la caridad de familiares y amigos, lo que le
generó preocupación, angustia, sufrimiento y depresión, y su
salud se deterioró. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos
a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto,
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, mediante sentencia de vista de fecha veinticinco de
agosto de dos mil catorce, de folios doscientos setenta y cinco,
confirmó la sentencia de primera instancia, sosteniendo que la
demandante entre los agravios expresados en el recurso de
apelación, señala que la emplazada actuó dolosamente al
incumplir reajustar su pensión conforme a la Ley 23908, siendo
que todos los agravios invocados no se encuentran referidos a los
fundamentos de la sentencia apelada, no habiéndose acreditado
el daño moral y a la persona alegados en la demanda. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha siete de noviembre de dos mil catorce, obrante
a fojas treinta del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por la demandante
Olga Yolanda Torres Frías, por la infracción de los artículos 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado; 1969 y
1985 del Código Civil; y 51 inciso 2 y 1974 del Código Procesal
Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.-
Que, estando a los argumentos expuestos durante el transcurso
del proceso así como en el recurso de casación, la controversia
gira en determinar si la Oficina de Normalización Previsional se
encuentra obligada a pagar a la demandante indemnización por
daños y perjuicios en mérito al daño moral y daño a la persona que
le habría ocasionado el no reconocimiento oportuno de su pensión
de jubilación, reconocimiento que se le ha ordenado a dicha
entidad efectuar, mediante sentencia emitida por el Tribunal
Constitucional de fecha siete de diciembre de dos mil nueve.
Segundo.- Que, habiéndose declarado procedente el recurso de
casación por normas procesales así como normas materiales,
corresponde en primer término efectuar el análisis sobre la
existencia del error procesal, toda vez que, de resultar fundada la
denuncia en dicho extremo, dada su incidencia en la tramitación
del proceso y su efecto nulificante, carecería de sentido emitir
pronunciamiento respecto de la infracción normativa material,
referida al derecho controvertido en la presente causa. Tercero.-
Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la
Constitución Política del Estado ha establecido como un derecho
relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
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acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, de la revisión
de la sentencia de vista, se aprecia que la Sala Superior, ha
señalado que la demandante en su recurso de apelación
manifiesta que la Oficina de Normalización Previsional no ha
cumplido con reajustar su pensión de jubilación bajo los alcances
de la Ley número 23908, lo cual no resulta acorde con el contenido
de dicho recurso, toda vez que la actora no ha invocado en el
mismo ni durante el transcurso del proceso la aplicación de la
citada Ley, la cual reguló la pensión de jubilación mínima por el
periodo comprendido desde el ocho de setiembre de mil
novecientos ochenta y cuatro hasta el dieciocho de diciembre de
mil novecientos noventa y dos. Por otra parte, sostiene el
Colegiado de mérito, que los agravios expresados en la apelación
no se condicen con la ratio decidendi de la sentencia apelada,
aseveración que tampoco resulta acertada, en tanto que la actora
en aquella, ha manifestado la existencia de daño moral y a la
persona por la omisión de la demandada de reconocer su pensión
de jubilación, agravio que contradice lo afirmado en la sentencia

78720 CASACIÓN
de primera instancia, esto es, que no existe tales daños alegados.
Sétimo.- Que, en efecto, se aprecia que en ambas instancias, se
ha concluido que la demandante no ha adjuntado prueba alguna
que acredite el daño moral y daño a la persona que invoca en la
demanda; sin embargo, omiten tener en cuenta que el daño moral,
el cual por su naturaleza es de difícil probanza, puede ser
amparado por el órgano jurisdiccional, atendiendo a todos los
hechos alegados por ambas partes procesales y demostrados
durante el transcurso del proceso, considerando no sólo pruebas
fehacientes sino también sucedáneos para remplazar la
contundencia de las primeras de éstas, siendo menester en el
presente caso, efectuar un análisis respecto a si la negativa por
parte de la Oficina de Normalización Previsional de reconocer a la
actora su pensión de jubilación bajo el amparo del Decreto Ley
19990, pese a que contaba con los años de aportaciones exigidos
para tal efecto, como ha concluido el Tribunal Constitucional,
implicaría que la recurrente se haya visto imposibilitada de contar
con ingresos propios y suficientes, para llevar una calidad de vida
acorde con su edad y circunstancias, y en consecuencia se
colegiría, tuvo que ser asistida por terceras personas para su
subsistencia, debiéndose considerar además el tiempo
transcurrido desde la presentación de su solicitud administrativa
ante la demandada hasta el reconocimiento de su pensión en
sede judicial, y si todo ello le habría producido sentimientos de
ansiedad, aflicción, incertidumbre, entre otros, o alguna alteración
en sus emociones; por lo que las sentencias de mérito al no
contener un análisis respecto a los aspectos precitados, adolece
de motivación insuficiente conforme a lo expuesto en el quinto
considerando de la presente resolución. Octavo.- Que, aunado a
ello, resulta necesario que el juez de la causa, tenga a la vista el
expediente administrativo que originó la denegatoria de la solicitud
de la demandante presentada ante la Oficina de Normalización
Previsional, a efecto de corroborar si los años de aportaciones que
figuraban ante dicha entidad, fueron los mismos que se
demostraron en el proceso de amparo, y en consecuencia concluir,
que pese a que administrativamente la demandante cumplió con
demostrar sus reales años de aportaciones, dicha entidad se negó
a otorgarle la pensión que le correspondía por mandato legal.
Noveno.- Que, las omisiones advertidas en la fundamentación de
las instancias de mérito, afectan la garantía y principio no sólo del
debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de
motivación de las resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5)
del artículo 139º de la Constitución Política del Estado,
respectivamente, que encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del
artículo 122º, del Código Procesal Civil, en tanto para la validez y
eficacia de las resoluciones judiciales exige, bajo sanción de
nulidad, que en éstas se respeten los principios de jerarquía de las
normas y congruencia, así como que contengan los fundamentos
de hecho que sustentan la decisión y los respectivos de derecho
con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según
el mérito de lo actuado y lo invocado por las partes; en
consecuencia, corresponde declarar la nulidad de las sentencias
de mérito y disponer que la Juez de la causa emita nuevo
pronunciamiento teniendo en cuenta las directivas contenidas en
la presente resolución. Décimo.- Que, en consecuencia,
habiéndose amparado el agravio de error in procedendo propuesto
en el recurso de casación, referido a la infracción del artículo 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado, que amerita la
nulidad de las sentencias de mérito, conforme a lo previsto en el
artículo 171º del Código Procesal Civil, carece de objeto emitir
pronunciamiento en torno a las demás causales denunciadas. V.
DECISION: Por estos fundamentos: Declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por la demandante Olga Yolanda
Torres Frías de folios doscientos noventa y cinco; en consecuencia
NULA la sentencia de vista de fecha veinticinco de agosto de dos
mil catorce, de folios doscientos setenta y cinco, e INSUBSISTENTE
la apelada de fecha veintisiete de marzo de dos mil catorce, de
folios doscientos treinta, ORDENARON que la Juez del Primer
Juzgado Civil de Chiclayo la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la
presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos contra la Oficina de Normalización Previsional,
sobre indemnización por daños y perjuicios; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo Miranda Molina, por
vacaciones del señor Juez Supremo Almenara Bryson. Interviene
la señora Jueza Suprema Cabello Matamala, por licencia de la
señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.- SS. WALDE
JÁUREGUI, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-63
CAS. Nº 3245-2014 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Motivación
insuficiente. Existe motivación insuficiente cuando no existe el
mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho
o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada; lo cual se ha configurado en el presente
caso en las sentencias de mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC.
122, inciso 3. Lima, cinco de agosto de dos mil quince.- LA SALA
El Peruano
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CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA: vista la causa tres mil doscientos cuarenta y
cinco - dos mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la
fecha y producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de indemnización por daños y perjuicios, la demandante Rosa
Elena Pizarro Piscoya ha interpuesto recurso de casación de
folios doscientos sesenta, contra la sentencia de vista de fecha
cuatro de setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos
cincuenta y uno, dictada por la Primera Sala Especializada Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirma la
sentencia de primera instancia de fecha cuatro de noviembre de
dos mil trece, de folios ciento noventa y nueve, que declara
infundada la demanda, interpuesta contra Mapfre Perú Compañía
de Seguros y Reaseguros S.A y Alejandro Jesús Puican Miñán. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veintinueve de diciembre de dos mil diez, de folios interpone
demanda de indemnización por daños y perjuicios por
incumplimiento de obligaciones contractuales, señalando como
pretensión que se ordene a los demandados el pago solidario de
doscientos mil nuevos soles (S/. 200,000.00), a razón de noventa
y ocho mil ciento cincuenta y cuatro nuevos soles con sesenta y
dos céntimos de nuevo sol (S/. 98,154.62) por daño emergente y
ciento un mil ochocientos cuarenta y cinco nuevos soles, con
treinta y ocho céntimos de nuevo sol (101,845.38) por daño a la
persona. Alega como sustento de su pretensión que el dieciocho
de marzo de dos mil nueve, adquirió un vehículo tipo camioneta
Pick-Up, marca Toyota, modelo HILUX 4X4 C/D Turbo, Cabina
doble, año de fabricación dos mil ocho, con placa de rodaje OC-
3235, siendo que el veintidós de mayo de dos mil nueve suscribió
con la empresa demandada Mapfre Perú Compañía de Seguros y
Reaseguros, el contrato de póliza de seguros de automóviles
planes número 3010920300181 por un capital social de noventa y
ocho mil ciento cincuenta y cuatro nuevos soles con sesenta y dos
céntimos de nuevo sol (S/. 98,154.62), perteneciente al grupo
30215 denominada GPS Alto Riesgo – Modalidad 30118 Dorada,
el cual contaba con una cláusula de garantía que establecía la
cobertura al cien por ciento por pérdida total por hurto o robo,
teniendo como corredor de seguros al demandado Alejandro
Puican Miñan. Agrega que el uno de junio de dos mil diez, a
petición de una tercera persona, quien no era propietaria ni
contratante del vehículo, los demandados solicitaron a la empresa
COMSATEL la activación satelital del servicio de GPS, a efecto de
ubicar el vehículo que se encontraba supuestamente en situación
de hurto, ubicándolo en Calle Tres Marías número seiscientos
ocho, Ferreñafe, por lo que se tuvo que apersonar a dicha
dirección mostrando su tarjeta de propiedad, señalando que no
había interpuesto denuncia alguna por hurto o robo, todo lo cual
quedó sentado en el acta de constatación efectuada por la Fiscal
Adjunta de la Segunda Fiscalía Provincial Penal de Ferreñafe;
asimismo, se constituyó al día siguiente a la DEPROVE a efecto
de suspender la orden de captura recaída sobre su vehículo, toda
vez que no podía movilizarlo Añade que el tres de junio de dos mil
diez, su camioneta fue sustraída de la dirección precitada,
procediendo a informar a la Compañía de Seguros demandada,
solicitándole la activación del servicio GPS para su inmediata
ubicación, facilitándole ésta el número de contacto con la empresa
COMSATEL quien brinda tal servicio, la cual le manifestó que no
podían cumplir con el requerimiento pues la empresa de seguros
les había informado que la póliza estaba cancelada desde el
veintidós de mayo de dos mil diez. Al respecto, sostiene que no se
ha tenido en cuenta el artículo trece, inciso 1 de las cláusulas
generales de contratación, conforme a la cual la renovación de la
póliza es automática, salvo que una de las partes comunique con
treinta días anteriores a su vencimiento su decisión en contrario, lo
cual no ha sucedido, por lo que resulta falso lo sostenido por la
empresa de seguros en su escrito de fecha nueve de junio de dos
mil diez dirigido a la Fiscalía anotada, referido a que la cobertura
del seguro se encontraba cancelada debido a que no había sido
renovada a solicitud del asegurado, más aún si en un posterior
escrito de fecha dos de julio de dos mil diez, señaló que cuando el
vehículo fue denunciado como robado el uno de junio de dos mil
diez, la póliza se encontraba vigente habiendo sido cancelada
recién el veintitrés de junio de dos mil diez, para luego en el escrito
de fecha veintidós de julio de dos mil diez dejar sin efecto lo
afirmado en la carta del dos de julio de dos mil diez Manifiesta que
el diecisiete de junio de dos mil diez, la empresa de seguros
emplazada le hace llegar una carta con el estado de cuenta de la
póliza, requiriéndole el pago de la renovación de la póliza Ante
todo ello, solicita el pago de indemnización por daño emergente
equivalente al valor de vehículo, esto es, noventa y ocho mil ciento
cincuenta y cuatro nuevos soles con seiscientos veintidós nuevos
soles, y por daño a la persona ascendente a ciento un mil
ochocientos cuarenta y cinco nuevos soles con treinta y ocho
céntimos de nuevo sol, toda vez que los demandados ante el
requerimiento de un tercero activaron el sistema de GPS, y luego
se negaron a activarle dicho sistema ante el hurto de su vehículo
el tres de junio de dos mil diez. 2. DECLARACIÓN DE REBELDÍA:
Mediante resolución número ocho, de fecha veintisiete de abril de
dos mil doce, de folios ciento cuarenta y seis, se declaró rebelde a
los demandados Mapfre Perú Compañía de Seguros y Reaseguros
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
S.A. y Alejandro Puican Miñán. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS:
Se determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si a la fecha en que se produjo el evento dañoso, la
póliza de seguro contratada por la demandante se encontraba
vigente 3.2 Determinar si en el presente caso se verifican los
elementos constitutivos de la responsabilidad civil derivado del
incumplimiento de las obligaciones denunciadas 3.3 Determinar si
como consecuencia de los daños que alega haber sufrido la
actora, los demandados se encuentran obligados a pagarle la
suma de noventa y ocho mil ciento cincuenta y cuatro nuevos
soles con sesenta y dos céntimos de nuevo sol (S/. 98,154.62) por
lucro cesante (debió decir, daño emergente) 3.4 Determinar si
como consecuencia de los daños que alega haber sufrido la
actora, los demandados se encuentran obligados a pagar la suma
de ciento un mil ochocientos cuarenta y cinco nuevos soles con
treinta y ocho céntimos de nuevo sol. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la
Juez mediante sentencia de fecha cuatro de noviembre de dos mil
trece, de folios ciento noventa y nueve, declaró infundada la
demanda, considerando que: a) Se encuentra acreditado que la
actora es la propietaria del vehículo de placa de rodaje número
OC-3235, el cual fue objeto de robo el tres de junio de dos mil diez,
sin embargo no se ha individualizado a los autores de dicho ilícito;
b) El precitado vehículo se encontraba asegurado en mérito a la
póliza de seguros con vigencia desde veintidós de mayo de dos
mil nueve hasta el veintidós de mayo de dos mil diez; y, c) Si bien
conforme a la cláusula 13.1 de las cláusulas generales de
contratación, la póliza se renovaba automáticamente, la cláusula
13.2 de las mismas cláusulas señala que debe abonarse la prima
en los mismos términos, condiciones y plazos acordados
originalmente, lo cual no se ha acreditado, por lo que se puede
obligar a la aseguradora a cumplir con la respectiva indemnización.
5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de
fecha veintidós de noviembre de dos mil trece, de folios doscientos
ocho, la demandante Rosa Elena Pizarro Piscoya, interpuso
recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia,
alegando que: a) La sentencia apelada se ha pronunciado en el
sentido que el incumplimiento del pago de la prima da lugar a la no
aplicación de la prórroga automática, lo cual no ha sido materia de
pretensión; b) La empresa aseguradora sostuvo el nueve de junio
de dos mil diez ante la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de
Ferreñafe que la póliza había sido cancelada, para posteriormente
señalar que recién se canceló el veintitrés de junio de dos mil diez;
c) No se ha comunicado la no renovación de la póliza con treinta
días de anticipación a su vencimiento, conforme señala la cláusula
13.1 invocada en la apelada; d) No se ha efectuado una valoración
conjunta de los medios probatorios; y, e) Se ha emitido
pronunciamiento respecto a todos los puntos controvertidos 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por la demandante, la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, mediante sentencia de vista de fecha cuatro de
setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos cincuenta y uno,
confirmó la sentencia de primera instancia, señalando que: La
póliza del seguro del vehículo estuvo vigente desde el veintidós de
mayo de dos mil nueve hasta el veintidós de mayo de dos mil diez,
la cual no fue renovada a su vencimiento, siendo que su
sustracción se produjo el tres de junio de dos mil diez, esto es,
cuando había vencido el contrato de seguro. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
catorce de enero de dos mil quince, obrante a fojas cuarenta y dos
del respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el
recurso de casación interpuesto por la demandante Sonia
Salvatierra Velásquez, por la infracción normativa de los
artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado; 50 inciso 6, 122 inciso 3, 197, 442 y 461 del Código
Procesal Civil; y 1361 y 1362 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si existe responsabilidad contractual por parte de
los demandados, al haber activado el sistema de GPS el uno de
junio de dos mil diez ante la solicitud formulada por un tercero
debido a un presunto hurto del vehículo de placa de rodaje OC-
3235, así como al negar la activación de dicho sistema a pedido de
la actora en su calidad de propietaria debido a la sustracción del
mencionado vehículo el tres de junio de dos mil diez, lo que habría
ocasionado la pérdida del mismo. Segundo.- Que, habiéndose
declarado procedente el recurso de casación por normas
procesales así como normas materiales, corresponde en primer
término efectuar el análisis sobre la existencia del error procesal,
toda vez que, de resultar fundada la denuncia en dicho extremo,
dada su incidencia en la tramitación del proceso y su efecto
nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto
de la infracción normativa material, referida al derecho
controvertido en la presente causa. Tercero.- Que, al respecto,
resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución
Política del Estado ha establecido como un derecho relacionado
con el ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el
78721
Tribunal Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que
significa la observancia de los principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la
Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006,
fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencia constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, bajo dicho
contexto, se advierte que el Colegiado Superior ha confirmado la
sentencia de primera instancia que declara infundada la demanda,
señalando que la sustracción del vehículo se produjo el tres de
junio de dos mil diez, cuando la póliza de seguro no se encontraba
vigente pues venció el veintidós de mayo de dos mil diez, no
habiendo sido renovada. Sin embargo, no emite ningún

78722 CASACIÓN
pronunciamiento respecto al punto controvertido consistente en
que la citada póliza se habría renovado automáticamente en
aplicación de la cláusula 13.1 de las cláusulas generales del
contrato suscrito entre la actora y la aseguradora demandada.
Sétimo.- Que, asimismo, el juez de la causa señala que para la
efectivización de la renovación automática conforme a la cláusula
13.1 del contrato precitado, resultaba necesario que la actora
pague la prima correspondiente, ello conforme a la cláusula 13.2
del mismo contrato. No obstante, omite explicar por qué arriba a
tal conclusión, si la cláusula 13.1 hace referencia a la renovación
automática, estableciendo una sola excepción referida a que una
de las partes haya comunicado treinta días anteriores al
vencimiento de la póliza su deseo de no renovar la misma, aspecto
que no ha sido analizado. Por otra parte, no se dilucida si la
cláusula 13.2 establece que el no pago de la prima ante la
renovación de la póliza deja sin efecto la misma. Asimismo, no se
ha merituado la carta remitida por la empresa de seguros
demandada a la actora con fecha diecisiete de junio de dos mil
diez, anexándose el estado de cuenta de la póliza, por la cual se
le comunicaría una deuda pendiente por renovación de póliza,
documento que no alude a cancelación alguna. Finalmente,
resulta necesario evaluar los escritos presentados por dicha
empresa a la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de
Ferreñafe, a efecto de establecer si existe responsabilidad por
parte de los codemandados al activar el GPS el uno de junio de
dos mil diez, y no proceder a su activación el tres de junio del
mismo año. En consecuencia, las sentencias de mérito adolecen
de motivación insuficiente. Octavo.- Que, las omisiones advertidas
afectan la garantía y principio no sólo del debido proceso y la
tutela jurisdiccional efectiva, sino también de motivación de las
resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º
de la Constitución Política del Estado, respectivamente, que
encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del
Código Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las
resoluciones judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en
éstas se respeten los principios de jerarquía de las normas y
congruencia, así como que contengan los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia,
corresponde declarar la nulidad de las sentencias de mérito y
disponer que el juez de la causa emita nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandante
Rosa Elena Pizarro Piscoya de folios doscientos sesenta; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha cuatro de
setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos cincuenta y uno,
e INSUBSISTENTE la apelada de fecha cuatro de noviembre de
dos mil trece, de folios ciento noventa y nueve, ORDENARON que
el Juez del Octavo Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque emita nuevo fallo, conforme a las directivas de la
presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos contra Mapfre Perú Compañía de Seguros y
Reaseguros y otro, sobre indemnización por daños y perjuicios
S.A.; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-64
CAS. Nº 3249-2014 DEL SANTA
Prescripción Adquisitiva de Dominio. Prescripción adquisitiva de
dominio. No se puede usucapir un bien inmueble que es de
copropiedad de uno de los cónyuges y que ha servido como hogar
conyugal, pues la posesión ejercida no es homogénea, al provenir
de causas posesorias distintas; siendo que el cónyuge
copropietario accedió a la posesión del bien, en virtud de un
contrato de compraventa, de lo que se colige que éste ostenta la
posesión como un ejercicio inherente al derecho de propiedad; en
tanto que la actora que pretende usucapir, ostenta un derecho de
habitación, entendido como aquel derecho de uso recae sobre una
casa o parte de ella para servir de morada. Lima, dieciocho de
agosto de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la
causa número tres mil doscientos cuarenta y nueve - dos mil
catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio, Esther Lorenza Aguirre
Herrera, ha interpuesto recurso de casación, obrante a folios
quinientos veintisiete, contra la sentencia de vista de fecha quince
de julio del dos mil catorce, obrante a fojas quinientos tres, dictada
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del
Santa, que confirmó la sentencia de primera instancia de fecha
diecisiete de octubre del dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos
treinta y ocho, que declaró infundada la demanda interpuesta por
Esther Lorenza Aguirre Herrera contra María Liliana Orbegoso
Vásquez y otro, sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
dieciocho de abril del dos mil doce, de folios setenta y seis, Esther
Lorenza Aguirre Herrera, interpone demanda sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio contra María Liliana Orbegoso Vásquez y
otro, solicitando que se la declare como propietaria del inmueble
ubicado en el jirón Lima Nº 801, manzana M, lote 27 del Pueblo
Joven Florida Baja del distrito Del Santa. La demandante, como
sustento de su pretensión, señala que posee el 47.62% del
inmueble sub Litis, el cual forma parte de uno de mayor extensión,
por más de veintitrés años de forma personal, continua y pacífica,
a razón del contrato de compra y venta que celebró su actual
esposo (demandado) con fecha veintisiete de setiembre de mil
novecientos ochenta y ocho con su anterior propietario, el cual fue
elevado a escritura pública e inscrito en los registros públicos de la
ciudad. Posteriormente, con fecha siete de agosto del dos mil uno,
la emplazada adquirió el 52.38% de las acciones y derechos del
inmueble sub Litis a través de un contrato de compra y venta;
empero hasta la fecha no ha ejercido posesión alguna sobre el
mismo, razón por la cual, corresponde que se declare la
prescripción adquisitiva de dominio a su favor. 2. CONTESTACIÓN:
La demandada María Liliana Orbegoso Vásquez no contestó la
demanda, razón por la cual fue declarada rebelde mediante
Resolución de fojas doscientos ochenta y ocho. El demandado
Mercedes Usquiano Barrios, contesta la demanda aceptando
plenamente los términos de la misma, solicitando que sea
declarada fundada. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Mediante
Resolución expedida en Audiencia de Conciliación, de fojas
trescientos cuatro, se fijaron los siguientes puntos controvertidos:
a) Determinar si corresponde declarar la prescripción adquisitiva
de dominio del inmueble materia de litis, y como consecuencia de
ello, como su propietaria a la demandante Esther Lorenza Aguirre
Herrera b) Determinar si la demandante ha ostentado la posesión
del inmueble materia de litis, por más de 10 años, de manera
continua, pacifica, publica y como propietario. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Mediante sentencia de fecha diecisiete de
octubre del dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos treinta y
ocho, el Juez del Primer Juzgado Civil de Chimbote, declaró
infundada la demanda de autos, alegando que mediante
inspección judicial se demostró que la actora vive con su cónyuge
demandado desde antes de comprar el inmueble sub Litis, el cual
se encuentra constituido como casa conyugal; en ese sentido,
ésta no puede ser susceptible jurídicamente de prescripción
adquisitiva por parte de uno de los cónyuges, razón por la cual la
demanda deviene en infundada; asimismo, se debe considerar
que la presente demanda fue interpuesta con fecha posterior a la
concesión de la medida cautelar otorgada en el proceso seguido
en el expediente Nº 2010-003 seguido por Paola Ruiz Castillo
contra María Liliana Orbegoso Vásquez (demandada), sobre
obligación de dar suma de dinero; en consecuencia, la presente
demanda tiene como finalidad evitar la ejecución forzada de
remate del inmueble objeto de controversia. 5. FUNDAMENTOS
DE LA APELACIÓN: La parte demandada, por escrito de fojas
cuatrocientos cincuenta y uno, interpone recurso de apelación,
formulando los siguientes agravios: (i) La impugnada en los
considerando primero al octavo carece de motivación adecuada y
suficiente, (ii) Se incurre en error en su considerando Undécimo al
haber incorporado a su cónyuge como demandado sin que la
recurrente lo haya emplazado, (iii) En el Décimo Segundo
considerando el juzgado realiza una indebida interpretación del
artículo 950º del Código Civil, y (iv) Se incurre en una deficiente
motivación, ya que el razonamiento es confuso, por lo que al
amparo del artículo 122º inciso 3 del Código Procesal Civil y el
artículo 139º inciso 5 de la Constitución, la sentencia es nula. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior, en
virtud del recurso de apelación interpuesto por la demandante, la
Primera Sala Civil de la corte Superior de Justicia Del Santa,
mediante sentencia de vista de fecha quince de julio de dos mil
catorce, de fojas quinientos tres, confirmó la sentencia de primera
instancia, que declaró infundada la demanda, argumentando que
se acreditó que el predio sub Litis fue desmembrado en dos
unidades inmobiliarias, esto es, en el lote veintisiete que pertenece
a Mercedes Usquiano Barrios y en veintisiete A, el cual es de
propiedad de María Liliana Orbegoso Vásquez; en ese sentido, se
determinó que respecto al lote veintisiete, la actora no acreditó
que la posesión del inmueble entre ésta y su cónyuge
(copropietario) sea homogénea; y respecto al lote veintisiete A, se
indicó que la accionante no logró acreditar el ejercicio de algún
derecho posesorio. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha doce de noviembre de
dos mil catorce, del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por la demandante
Esther Lorenza Aguirre Herrera, por las siguientes causales: (i)
Infracción normativa del artículo 139º inciso 3 de la
Constitución Política del Estado. (ii) Infracción normativa del
artículo 950º del Código Civil. IV. DELIMITACIÓN DEL OBJETO
DE PRONUNCIAMIENTO: Conforme a lo señalado se advierte
que el presente recurso de casación ha sido declarado procedente
por infracciones normativas de índole procesal y material; por lo
que corresponde a éste Supremo Tribunal emitir pronunciamiento,
en primer término por la infracción normativa procesal referida a la
vulneración del derecho a un debido proceso, a efectos de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
determinar si la sentencia emitida por el Colegiado Superior
cumple con los estándares mínimos exigibles respecto a los
elementos del precepto constitucional invocado, o si por el
contrario la misma presenta defectos insubsanables que motiven
la nulidad del fallo emitido, correspondiendo ordenar la renovación
del citado acto procesal, o de ser el caso, la nulidad de todo lo
actuado hasta la etapa en que se cometió la infracción; ello
conforme a lo previsto en el artículo 396º del Código Procesal
Civil. En caso la sentencia de mérito supere el examen de dicha
infracción normativa procesal, se procederá con el análisis de la
infracción normativa sustantiva que sustenta el pedido revocatorio
del recurso casatorio interpuesto. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA: Primero: Que, conforme al
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN
NORMATIVA DEL ARTÍCULO 139º INCISO 3 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO. La parte recurrente
sustenta la presente denuncia, alegando que: (i) La sentencia se
encuentra insuficientemente motivada, pues se ha sustentado en
una sentencia casatoria que no es vinculante al presente caso,
pues aquella versa sobre la figura de la coposesión, cuestión que
no es materia del presente proceso, ni menos invocada por alguna
de las partes; (ii) La sentencia incurre en incongruencias
procesales, puesto que incluye como supuesto codemandado y
coposesionario a su cónyuge, quien no ha invocado ningún
derecho posesorio ni es parte del proceso; y, (iii) Se ha infringido
su derecho de defensa al no haber compulsado todos los medios
probatorios presentados con la demanda. Segundo.- Que, al
respecto, resulta adecuado precisar que, el artículo 139 inciso 3
de la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del seis de
octubre de dos mil seis, fundamento séptimo “(...) mientras que la
tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los
órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia,
es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...)
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero: Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho-principio sobre el cual la
Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
treinta y uno de agosto de dos mil siete, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0728-
2008-PHC/TC, de fecha trece de octubre de dos mil ocho, el
Colegiado Constitucional en mención, ha precisado que éste
contenido queda delimitado en los siguientes supuestos: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente. (...) en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
78723
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico. b) Falta de motivación interna del razonamiento. (...) se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. c)
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas.
El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente. Se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. e) La motivación
sustancialmente incongruente. (...) obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del
debate procesal (incongruencia activa). f) Motivaciones
cualificadas.- (...) resulta indispensable una especial justificación
para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación
de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al
propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal”. Quinto: Que, estando a los considerandos concluidos,
corresponde precisar que, del análisis de la sentencia materia del
presente recurso, se aprecia que ésta no se encuentra incursa en
ninguno de los vicios de motivación descritos anteriormente; por el
contrario, la motivación empleada por la Sala de mérito para
confirmar la sentencia apelada, que declaró infundada la demanda,
da cuenta de las razones mínimas que sustentan tal decisión,
respondiendo a las alegaciones esenciales formuladas por las
partes del proceso; asimismo, no se evidencia invalidez de una
inferencia a partir de las premisas que establece previamente el
órgano jurisdiccional en su decisión, tampoco incoherencia
narrativa; concluyéndose que las premisas de las que parte el
Colegiado Superior han sido confrontadas y analizadas respecto
de su validez fáctica y jurídica, conteniendo el mínimo de
motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de
derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada; finalmente, las pretensiones postuladas
han sido resueltas de manera congruente con los términos en que
éstas han sido planteadas, sin cometer, desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal. Sexto.-
Que, en efecto, de la lectura de la resolución materia del presente
recurso, se aprecia que el Ad quem, ha sustentado su fallo
principalmente, en las siguientes consideraciones: 1. Mediante
Asiento Registral de fojas noventa y siete, se acredita que el
predio materia de Litis, fue desmembrado en 2 unidades
inmobiliarias: (i) Lote 27, con 131.45 m2, y (ii) Lote 27-A, con
123.75 m2; siendo que en el documento de fojas trescientos
treinta y nueve, suscrito entre María Liliana Orbegoso Vásquez y
Mercedes Usquiano Barrios, se estableció que el Lote 27
pertenece al señor Mercedes Usquiano y el Lote 27-A a María
Liliana Orbegoso Vásquez. 2. Respecto del Lote 27, la demanda
debe ser desestimada, porque se ha acreditado que la demandante
y el codemandado son cónyuges, máxime, si conforme lo
establece el Segundo Pleno Casatorio Civil, para que proceda la
prescripción adquisitiva de dominio cuando hay posesión ésta
debe ser homogénea, es decir, los poseedores deben tener el
mismo grado o jerarquía, requisito que no se cumple en el presente
caso. 3. Respecto del Lote 27-A, la demanda también debe ser
desestimada, porque la actora no ha logrado acreditar ejercer
derecho posesorio alguno. Séptimo.- Que, de lo anteriormente
expuesto se desprende que, la fundamentación desarrollada por
la Sala de mérito, satisface los estándares exigidos en torno al
respeto del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales;
ello si se tiene en cuenta –como ya se acotó- que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales, no garantiza una
motivación extensa de las alegaciones expresadas por las partes,
y que tampoco, cualquier error en el que eventualmente incurra
una resolución judicial constituye automáticamente la violación del
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales; sino que, basta con que
las resoluciones judiciales expresen de manera razonada,
suficiente y congruente las razones que fundamentan la decisión
del juzgador respecto a la materia sometida a su conocimiento;
exigencias que han sido verificadas en el caso sub examine; razón
por la cual la causal en examen debe ser desestimada. Octavo.-
Que, en cuanto al primer fundamento que sustenta la causal en
examen, referido a que, la sentencia materia del recurso se
encuentra insuficientemente motivada, al haberse sustentado en
el Segundo Pleno Casatorio Civil, recaído en la Sentencia de
Casación Nº 2229-2008-Lambayeque, que no es vinculante al
presente caso, pues aquella versa sobre la figura de la coposesión,

78724 CASACIÓN
cuestión que no es materia del presente proceso, ni menos
invocada por alguna de las partes; debe enfatizarse que, la
citación del referido pleno casatorio, si resulta pertinente al caso
de autos, toda vez que en la referida ejecutoria se estableció como
doctrina jurisprudencial vinculante que, la correcta interpretación
del artículo 950º del Código Civil debe hacerse en el sentido que
nada obsta para que dos o más coposeedores homogéneos
puedan usucapir, puesto que de ver amparada su pretensión
devendrían en copropietarios, figura jurídica que está prevista en
nuestra legislación, empero siempre y cuando la posesión de los
demandantes sea ejercida de manera homogénea; siendo que en
el presente caso de estimarse positivamente la demanda, la
declaración de propiedad a favor de la actora, favorecería también
al cónyuge de ésta, al pasar a formar parte de la sociedad de
gananciales, por adquirirse dentro del matrimonio; lo cual resulta
un imposible jurídico, al no ejercerse la posesión de manera
homogénea, tal como lo exige el criterio vinculante establecido en
el segundo pleno casatorio; pues de los fundamentos fácticos
expuestos en los escritos postulatorios, se ha delimitado como
hecho que la demandante Esther Lorenza Aguirre Herrera y el
codemandado Mercedes Usquiano Barrios son cónyuges, siendo
que la posesión de éste último se encuentra justificada con la
Escritura Pública de contrato de compraventa, de fecha veintisiete
de septiembre de mil novecientos ochenta y ocho, de fojas cuatro,
con la cual se determina que es copropietario, bien que adquirió
cuando era soltero y por tanto constituye un bien propio; en
consecuencia, la demandante no puede prescribir el bien que es
de propiedad de su cónyuge, porque su posesión no es
homogénea, en tanto el cónyuge de la actora se conduce como
propietario, mientas que la actora sólo tiene el derecho de
habitación, previsto en el artículo 1027º del Código Civil, el cual
prescribe: “Cuando el derecho de uso recae sobre una casa o
parte de ella para servir de morada, se estima constituido el
derecho de habitación”. Noveno.- Que, refiriéndonos al segundo
fundamento que sustenta la causal en estudio, referido a que se
infringe el derecho a un debido proceso, puesto que, se ha incluido
en el proceso como supuesto codemandado y coposesionario a su
cónyuge, quien no ha invocado ningún derecho posesorio ni es
parte del proceso; cabe señalar que, si bien Mercedes Usquiano
Barrios, cónyuge de la accionante no fue señalado por ésta en su
escrito postulatorio como demandado, resulta correcto que en el
auto admisorio, de fojas ciento cinco, se haya decidido el traslado
de la demanda a dicha parte, en la medida que conforme aparece
de los actuados, resulta ser copropietario del bien que se pretende
usucapir; obligatoriedad que se extrae del artículo 505º del Código
Procesal Civil, el cual señala que uno de los requisitos de la
demanda de prescripción adquisitiva de dominio, es indicar el
nombre de la persona que tenga derechos inscritos sobre el bien;
razón por la cual, este extremo de la causal, al igual que el
examinado anteriormente, deviene en infundado. Décimo.- Que,
de otro lado, en cuanto al tercer fundamento de la causal materia
de análisis, por el cual la parte impugnante denuncia que se ha
infringido su derecho de defensa al no haberse compulsado todos
los medios probatorios presentados con la demanda; resulta
adecuado precisar que, en virtud del derecho fundamental de
defensa consagrado en el inciso 14 del artículo 139º de la
Constitución Política del Estado, se garantiza que los justiciables,
en la protección de sus derechos y obligaciones, cualquiera que
sea su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no queden
en estado de indefensión; siendo que el contenido
constitucionalmente protegido de éste derecho queda afectado
cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes
resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de
ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender
sus derechos e intereses legítimos; verificándose del análisis de
los actuados que dicho derecho no ha sido afectado, toda vez que
la parte recurrente pudo participar en el proceso sin que se le haya
causado indefensión o se le hubiese impedido de acceder a las
instancias jurisdiccionales pertinentes; observándose además,
que la instancia de mérito, ha valorado en forma conjunta y
razonada, todos los medios probatorios ofrecidos por las partes.
Décimo Primero.- Que conforme al PRONUNCIAMIENTO
SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN NORMATIVA DEL
ARTÍCULO 950º DEL CÓDIGO CIVIL. Alega la parte recurrente
que la sentencia impugnada ha errado en su décimo primer
considerando al expresar que la demanda ha sido desestimada
por no haberse acreditado que la demandante ejerce el derecho
posesorio de manera exclusiva, pues dicha condición no es
requisito para ejercer el derecho que invoca, conforme así lo ha
establecido la jurisprudencia vinculante. Décimo Segundo.- Que,
éste Supremo Tribunal considera que la causal objeto de estudio
resulta infundada, toda vez que, de la revisión de la sentencia
emitida en primera instancia, se determina que el A quo, en el
fundamento undécimo, no ha declarado la infundabilidad de la
demanda, en base a la no exclusividad de la posesión, tal como
arguye la parte recurrente; sino en la consideración de que la
demandante no puede usucapir un bien inmueble que es de
copropiedad de su cónyuge, al no poseerlo de manera
independiente y excluyente; criterio que resulta acertado, al
verificarse que la actora, respecto del bien inmueble sub litis,
ostenta un derecho de habitación, entendido como aquel derecho
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de uso recae sobre una casa o parte de ella para servir de morada,
ello si se tiene en cuenta que aquel sirve como hogar conyugal; en
tanto que el cónyuge de la accionante, accedió a la posesión del
bien, en virtud de un contrato de compraventa, de lo que se colige
que éste ostenta la posesión como un ejercicio inherente al
derecho de propiedad. VI. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Esther Lorenza Aguirre Herrera; en consecuencia, NO CASARON
la sentencia de vista de fecha quince de julio del dos mil catorce,
obrante a fojas quinientos tres, dictada por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia Del Santa, que confirmó la sentencia
de primera instancia de fecha diecisiete de octubre del dos mil
trece, obrante a fojas cuatrocientos treinta y ocho, que declaró
infundada la demanda de autos; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a
ley; en los seguidos por Esther Lorenza Aguirre Herrera contra
María Liliana Orbegoso Vásquez y otro, sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-65
CAS. Nº 3350-2014 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, diecisiete
de marzo de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada María Isabel
Giraldo Vargas de Beguelin de folios doscientos noventa y seis,
contra la resolución de vista de fecha veintiuno de agosto de
dos mil catorce, de folios doscientos ochenta y seis, que revoca
la resolución de primera instancia de fecha nueve de julio de dos
mil doce, de folios doscientos dieciséis en el extremo que declara
infundada la excepción de prescripción extintiva, y reformándola
declara fundada dicha excepción, en consecuencia nulo todo lo
actuado y por concluido el proceso; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II)
Ha sido interpuesto ante la Sexta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que emitió la resolución recurrida. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en
fecha veintinueve de setiembre de dos mil catorce y el recurso de
casación se presentó el catorce de octubre de dos mil catorce. IV)
Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios treinta y cinco
del cuadernillo de casación). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada, no resulta
exigible a la recurrente, en tanto la sentencia de primera instancia
no le fue adversa. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal la
siguiente: Infracción normativa del artículo 139, incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Estado. Sostiene que la resolución
recurrida ha repetido los fundamentos expresados por Banco de
Crédito del Perú (BCP), sin considerar lo alegado por su parte
mediante el escrito de fecha diecisiete de mayo de dos mil diez, en el
cual se señala hechos posteriores al veinte de mayo de dos mil seis,
como la constancia de no adeudo del veintidós de agosto de dos mil
seis y la detección de cáncer el doce de abril de dos mil siete, siendo
que el referido Banco en el proceso anterior sobre indemnización,
se apersonó, lo cual interrumpió el plazo de prescripción, no
habiendo operado ésta para el caso de autos; por lo que se advierte
la existencia de motivación aparente e incongruente, al no existir
congruencia entre lo pedido por su parte y lo resuelto por la Sala.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se aprecia que la
misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia, toda
vez que de lo expuesto en la resolución de vista, no se desprende
falta de motivación alguna, habiendo cumplido la Sala Superior con
precisar los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan su
decisión, menos aún existe motivación incongruente, en tanto se ha
resuelto la controversia referida a la prescripción de la acción, de
acuerdo a las pretensiones y alegaciones formuladas por ambas
partes, siendo que en los fundamentos de la recurrida existe
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
logicidad y claridad, debiendo precisarse que contrariamente a lo
sostenido en el recurso de casación, una resolución judicial no se
encuentra debidamente motivada por no acoger los argumentos de
alguna de las partes, sino por alguna omisión o deficiencia relevante
en su contenido. Asimismo, no se precisa cómo la constancia
de no adeudo emitida el veintidós de agosto de dos mil seis y
la detección de cáncer ocurrido el doce de abril de dos mil siete
incidirían en el computo del plazo de prescripción; y respecto a que
el Banco demandado se apersonó en un proceso anterior sobre
indemnización, con lo cual se habría interrumpido la prescripción,
ello no cuestiona directamente lo sostenido en la resolución
materia de casación, respecto a que cuando se notificó al Banco
citado con dicho proceso, el plazo de prescripción de dos años,
ya se encontraba vencido. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, el recurrente no cumple con indicar su pedido casatorio. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada María Isabel Giraldo Vargas
de folios doscientos noventa y seis, contra la resolución de vista de
fecha veintiuno de agosto de dos mil catorce, de folios doscientos
ochenta y seis; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por María Isabel Giraldo Vargas de Beguelin contra
el Banco de Crédito del Perú, sobre indemnización por daños
y perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-66
CAS. Nº3380-2014 CUSCO
Petición de Herencia. Motivación de las Resoluciones Judiciales.
La motivación empleada por la Sala de mérito respeta el contenido
esencial del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales,
pues da cuenta de las razones mínimas que sustentan su decisión,
respondiendo a las alegaciones esenciales formuladas por las
partes del proceso; asimismo, no se evidencia invalidez de una
inferencia a partir de las premisas que establece previamente el
órgano jurisdiccional en su decisión, tampoco incoherencia
narrativa. Lima, doce de agosto de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA: con los expedientes acompañados; vista la
causa número tres mil trescientos ochenta - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso sobre petición
de herencia, Augusto Motta Casaverde, ha interpuesto recurso
de casación, obrante a folios mil setecientos setenta y nueve,
contra la sentencia de vista de fecha doce de agosto de dos mil
catorce, obrante a fojas mil setecientos cincuenta, dictada por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que revocó la
sentencia de primera instancia de fecha diecisiete de mayo de dos
mil trece, obrante a fojas mil quinientos setenta y cuatro, que
declaró fundada en parte la demanda interpuesta por el recurrente;
y reformándola, la declararon infundada. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha veintidós de enero de dos
mil trece, de folios diecisiete, Augusto Arístides Motta Casaverde,
interpone demanda sobre petición de herencia en contra de la
sucesión de Elisa Valenzuela Dávila viuda de Motta y otros; y en
forma acumulada la declaratoria de heredero, nulidad de
declaratoria de herederos, nulidad de testamento otorgado por
Elisa Valenzuela Dávila viuda de Motta; y accesoriamente la
nulidad de asientos registrales e indemnización por daños y
perjuicios. El demandante, como sustento de su pretensión señala
que nació el dos de agosto de mil novecientos treinta y cinco, hijo
de Miguel Grimaldo Motta Velásquez y Zoraida Casaverde
Quintana, siendo que a la muerte de su madre, su progenitor
contrajo matrimonio con Elisa Valenzuela Dávila, adquiriendo
durante la vigencia matrimonial el inmueble ubicado en el pasaje
Angamos Y-18 de la urbanización de Ttio, distrito de Wanchaq, de
80 m2, para todos sus hijos, incluyéndolo a él y su cónyuge;
siendo éste su último domicilio real, sin embargo, en el año mil
novecientos setenta y uno fallece de forma intempestiva cuando
se encontraba en la ciudad de Juliaca. Que la cónyuge de su
causante y sus hermanos de padre, obtuvieron judicialmente la
sucesión intestada el catorce de septiembre de mil novecientos
setenta y uno, ante el Primer Juzgado en lo civil de Abancay,
excluyéndolo al recurrente. Posteriormente, la cónyuge de su
causante dispone de forma arbitraria en su testamento, que la
totalidad del inmueble queda a favor de sus nietos (hijos de su hija
fallecida Yolanda Motta Valenzuela). 2. CONTESTACIÓN: Los
demandados, en sus respectivos escritos de contestación de
demanda, coinciden en señalar que el certificado de nacimiento
del actor es un documento apócrifo, no habiendo demostrado el
entroncamiento con su padre, que el demandante fue inscrito por
un tercero (Oswaldo Casaverde) alegando que es hijo de
“Grimaldo Motta”, cuando el apellido de su señor padre es “Miguel
78725
Grimaldo Motta Velasque” 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS:
Mediante Resolución expedida en Audiencia de Conciliación, de
fojas mil ciento ochenta y dos, se fijaron los siguientes puntos
controvertidos: a) La determinación de los derechos de la parte
demandante en la acción de petición de herencia. b) La
determinación o no de la declaratoria de heredero del señor
Augusto Arístides Motta Casaverde. c) Determinación de la
nulidad de la declaratoria de herederos, nulidad del testamento y
la nulidad del asiento registral e indemnización de daños y
perjuicios. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Mediante
sentencia de fecha diecisiete de mayo de dos mil trece, obrante a
fojas mil quinientos setenta y cuatro, el Juez del Primer Juzgado
Mixto de Wanchaq de la Corte Superior de Justicia del Cusco,
declaró fundada en parte la demanda de autos, en consecuencia,
declara como heredero de Miguel Grimaldo Motta Velasque a
Augusto Arístides Motta Casaverde. Nulo el testamento otorgado
por Elisa Valenzuela Dávila viuda de Motta, de fecha 02.05.1988,
únicamente respecto de la quinta cláusula en la que dispone del
inmueble objeto de litis; e infundada la demanda en cuanto a las
pretensiones de nulidad de declaratoria de herederos, nulidad de
asientos registrales e indemnización por daños y perjuicios.
Sustentando dicho fallo en los siguientes fundamentos: (i) De la
copia certificada por notario de la certificación expedida por el
Datario Civil del Concejo Municipal del distrito de Huaquirca de la
provincia de Antabamba, departamento de Apurímac, se
desprende que, a pesar que no se anotó el nombre completo del
progenitor y que el nacimiento lo declaró persona distinta (al
parecer el abuelo materno), existe coincidencia entre el segundo
pre nombre y apellido paterno con el fallecido, pudiéndose decir
que se trata de la misma persona (en tanto es de conocimiento
público que en tiempo pasado no se privilegiaba identificar a las
personas con nombres completos); y éste hecho se corrobora con
el acto jurídico celebrado entre la demandada Vilma Dominga
Motta Valenzuela y el actor, denominado “Transacción extrajudicial”
de fojas seiscientos ochenta y uno en cuyo documento se anota
que los transantes son hermanos paternos. (ii) El actor también
pretende que se declare la nulidad de la declaratoria de herederos,
no obstante no ha acreditado su existencia, para evaluar si existe
causa de nulidad, por lo que no se ampara este extremo de la
demanda. (iii) El testamento otorgado por Elisa Valenzuela Dávila
viuda de Motta, a favor de sus hijos, es nulo, por cuanto su objeto
es jurídicamente imposible, ya que la testadora no podía disponer
del íntegro del inmueble, pues aquél no le pertenecía en su
totalidad, sino también a sus hijos (luego nietos de los fallecidos) y
al hijo de su cónyuge (hoy demandante); entonces dicho
testamento es nulo, únicamente en lo que respecta al indicado
inmueble. (iv) La pretensión de nulidad de asientos registrales no
resulta amparable, porque el actor no ha identificado cuáles son
los asientos cuya nulidad pretende. (v) Tampoco se ampara la
pretensión de indemnización por daños y perjuicios, al no probarse
los mismos. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: El
codemandado Hernán Motta Valenzuela, por escrito de fojas mil
seiscientos cinco, interpone recurso de apelación, formulando
como agravios: (i) Que existe errores en la sentencia la misma que
declara como heredero al señor Augusto Arístides Motta
Casaverde, es decir este señor ha nacido el día dos de agosto de
mil novecientos treinta y cuatro, como consta de su documento de
identidad, que adjunta con la demanda. (ii) El señor juez alega que
el señor Augusto Arístides Motta Casaverde y Arístides Augusto
Motta Casaverde, pueden ser la misma persona, pero el
entroncamiento no se demuestra con coincidencia, sino con una
partida de nacimiento. (iii) En la parte final de la sentencia se
habla de una transacción, este hecho se corrobora con el acto
jurídico celebrado entre la demandada, Vilma Dominga Motta
Valenzuela y el actor, nominado transacción, folios seiscientos
ochenta y uno, esta transacción unilateral no constituye que sea
nuestro hermano, porque al respecto todos los demandados
teníamos que intervenir en dicha transacción para que tenga valor.
6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior,
en virtud del recurso de apelación interpuesto por la demandante,
la Sala Civil de la corte Superior de Justicia de Cusco, mediante
sentencia de vista de fecha doce de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas mil setecientos cincuenta, revocó la sentencia de
primera instancia, que declaró fundada en parte la demanda, y
reformándola, la declaró infundada, tras considerar que los medios
probatorios ofrecidos por el demandante no acreditan su afiliación.
III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha tres de marzo de dos mil quince, del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por el demandante Augusto Arístides Motta,
por las siguientes causales: (i) Infracción normativa del inciso 3 del
artículo 122º y segundo párrafo del artículo 121º del Código
Procesal Civil (motivación); (ii) Infracción normativa del artículo
139º incisos 3, 5 y 14 de la Constitución Política del Estado; (iii)
Infracción normativa del artículo 197º del Código Procesal Civil,
concordante con los artículos 664º y 811º del Código Civil, y con el
artículo 2 inciso 16 de la Constitución Política del Estado. IV.
DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO:
Conforme a lo señalado se advierte que el presente recurso de
casación ha sido declarado procedente por infracciones
normativas de índole procesal y material; por lo que corresponde

78726 CASACIÓN
a éste Supremo Tribunal emitir pronunciamiento, en primer término
por la infracción normativa procesal referida a la vulneración del
derecho a un debido proceso, a efectos de determinar si la
sentencia emitida por el Colegiado Superior cumple con los
estándares mínimos exigibles respecto a los elementos del
precepto constitucional invocado, o si por el contrario la misma
presenta defectos insubsanables que motiven la nulidad del fallo
emitido, correspondiendo ordenar la renovación del citado acto
procesal, o de ser el caso, la nulidad de todo lo actuado hasta la
etapa en que se cometió la infracción; ello conforme a lo previsto
en el artículo 396º del Código Procesal Civil. En caso la sentencia
de mérito supere el examen de dicha infracción normativa
procesal, se procederá con en análisis de la infracciones
normativas sustantivas que sustenta el pedido revocatorio del
recurso casatorio interpuesto. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA: Primero: Que, conforme al
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN
NORMATIVA DEL ARTÍCULO 139º INCISOS 3, 5 y 14 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO: La parte recurrente al
sustentar la denuncia de infracción normativa del artículo 139º
incisos 3, 5 y 14 de la Constitución Política del Estado, refiere que
no se le ha otorgado su derecho a la herencia, a pesar de que
existen pruebas que acreditan su pretensión. Segundo.- Que, al
respecto, resulta adecuado precisar que, el artículo 139 inciso 3
de la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del seis de
octubre de dos mil seis, fundamento séptimo “(...) mientras que la
tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los
órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia,
es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...)
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero: Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho-principio sobre el cual la
Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
treinta y uno de agosto de dos mil siete, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0728-
2008-PHC/TC, de fecha trece de octubre de dos mil ocho, el
Colegiado Constitucional en mención, ha precisado que éste
contenido queda delimitado en los siguientes supuestos: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente. (...) en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico. b) Falta de motivación interna del razonamiento. (...) se
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. c)
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas.
El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente. Se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. e) La motivación
sustancialmente incongruente. (...) obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del
debate procesal (incongruencia activa). f) Motivaciones
cualificadas. (...) resulta indispensable una especial justificación
para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación
de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al
propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal”. Quinto.- Que, estando a los considerandos concluidos,
corresponde precisar que, del análisis de la sentencia materia del
presente recurso, se aprecia que ésta no se encuentra incursa en
ninguno de los vicios de motivación descritos anteriormente; por el
contrario, la motivación empleada por la Sala de mérito para
revocar la sentencia apelada, que declaró fundada en parte la
demanda, y reformándola, la declaró infundada, da cuenta de las
razones mínimas que sustentan tal decisión, respondiendo a las
alegaciones esenciales formuladas por las partes del proceso;
asimismo, no se evidencia invalidez de una inferencia a partir de
las premisas que establece previamente el órgano jurisdiccional
en su decisión, tampoco incoherencia narrativa; concluyéndose
que las premisas de las que parte el Colegiado Superior han sido
confrontadas y analizadas respecto de su validez fáctica y jurídica,
conteniendo el mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada; finalmente, las pretensiones
postuladas han sido resueltas de manera congruente con los
términos en que éstas han sido planteadas, sin cometer,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate
procesal. Sexto.- Que, en efecto, de la lectura de la resolución
materia del presente recurso, se aprecia que el Ad quem, ha
sustentado su fallo principalmente, en las siguientes
consideraciones: (i) El demandante no ha acreditado su filiación
con el causante; ello si se tiene en cuenta que de conformidad con
el artículo 390º del Código Civil, el reconocimiento se hace constar
en el registro de nacimientos, en escritura pública o en testamento;
siendo que el demandante pretende acreditar su entroncamiento
con una copia certificada de una certificación expedida por el
Datario Civil del Concejo Municipal del distrito de Huaquirca, en el
cual no constan los nombres completos de los otorgantes del
nacido, y en el que el declarante es un tercero; por tanto dicho
documento no es suficiente para acreditar el entroncamiento. (ii)
Tampoco es suficiente el documento denominado transacción
extrajudicial en el que su hermana Vilma Dominga Motta
Valenzuela lo reconoce como su hermano paterno, pues no se
cumple con las formalidades que establece el artículo 390º del
código Civil. (iii) Para que el demandante reclame sus derechos
hereditarios, previamente debe hacer valer su derecho vía acción
de reconocimiento de paternidad extramatrimonial. Séptimo.-
Que, de lo anteriormente expuesto se desprende que, la
fundamentación desarrollada por la Sala de mérito, satisface los
estándares exigidos en torno al respeto del derecho a la motivación
de las resoluciones judiciales; ello si se tiene en cuenta –como ya
se acotó- que el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales, no garantiza una motivación extensa de las alegaciones
expresadas por las partes, y que tampoco, cualquier error en el
que eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales; sino que, basta con que las resoluciones judiciales
expresen de manera razonada, suficiente y congruente las
razones que fundamentan la decisión del juzgador respecto a la
materia sometida a su conocimiento; exigencias que han sido
verificadas en el caso sub examine; razón por la cual la causal en
examen debe ser desestimada. Octavo.- Que, por otro lado, en
cuanto a la denuncia de la infracción normativa del inciso 14 del
artículo 139º de la Constitución Política del Estado, cabe señalar
que, en virtud a dicho derecho constitucional se garantiza que los
justiciables, en la protección de sus derechos y obligaciones,
cualquiera que sea su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral,
etc.), no queden en estado de indefensión; siendo que el contenido
constitucionalmente protegido del derecho de defensa queda
afectado cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de
las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces
para defender sus derechos e intereses legítimos. Noveno.- Que,
respecto a la alegada violación del derecho de defensa, del
análisis de los actuados se concluye que dicho derecho no ha sido
afectado, toda vez que la parte recurrente pudo participar en el
proceso sin que se le haya causado indefensión o se le hubiese
impedido de acceder a las instancias jurisdiccionales pertinentes.
Décimo.- Que, conforme al PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA
CAUSAL DE INFRACCIÓN NORMATIVA DEL INCISO 3 DEL
ARTÍCULO 122º Y Segundo PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 121º
DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL: Sobre ésta denuncia refiere la
parte impugnante que la sentencia de vista ha sido expedida sin el
respectivo mérito de lo actuado, porque la partida de nacimiento
que ha ofrecido como medio probatorio surte todos los aspectos
legales, porque nadie ha impugnado la paternidad con su persona,
inclusive su hermana Vilma Dominga Motta Valenzuela, ha
reconocido el entroncamiento con el causante a través del
documento notarial de fecha cinco de febrero de dos mil ocho, de
fojas seiscientos ochenta y uno. Décimo Primero.- Que, el
artículo 121º, segundo párrafo del Código Procesal Civil, cuya
infracción es denunciada, establece lo siguiente “Mediante la
sentencia el Juez pone fin a la instancia o al proceso en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre la
cuestión controvertida declarando el derecho de las partes, o
excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal”.
Asimismo, el artículo 122º inciso 3 del artículo 122º del acotado
cuerpo legal, precisa: “Las resoluciones contienen: (...) 3. La
mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución
con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de los
fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos
de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada
punto, según el mérito de lo actuado”. Décimo Segundo.- Que,
como se podrá observar, la normativa descrita anteriormente,
concretiza legalmente el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, respecto del cual, éste Supremo Tribunal
ya ha emitido pronunciamiento en los considerandos ut supra,
concluyéndose del examen de la resolución objeto del recurso,
que la misma se encuentra debidamente motivada, no habiéndose
afectado en modo alguno, el derecho constitucional antes aludido;
razón por la cual este extremo del recurso deviene en infundado.
Décimo Tercero.- Que, conforme a la INFRACCIÓN NORMATIVA
DEL ARTÍCULO 197º DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL,
CONCORDANTE CON LOS ARTÍCULOS 664º Y 811º DEL
CÓDIGO CIVIL, Y CON EL ARTÍCULO 2 INCISO 16 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO. Denuncia la parte
recurrente que no se han apreciado los medios probatorios que
acreditan su entroncamiento familiar, ni los efectos que
corresponden a su calidad de heredero. Respecto de ésta causal,
debe tenerse en cuenta, conforme ha quedado establecido en la
Casación Nº 3643-2011-La Libertad, de fecha quince de enero de
dos mil trece, esta norma impone al Juez el deber de valorar la
prueba en forma conjunta y razonada; deber que se sustenta en
que “la convicción (convencimiento de la verdad de los hechos) a
la que llegue el Juez con el análisis del material probatorio debe
ser transmitida a las partes de forma adecuada (por escrito a
través de una resolución judicial): razonada y lógica”1; dicha
valoración razonada del material probatorio evita la emisión de
decisiones judiciales arbitrarias y absurdas. Décimo Cuarto.-
Que, asimismo, en la Casación Nº 1460-2007-Arequipa, publicada
en el Diario Oficial El Peruano el tres de diciembre de dos mil
ocho, se ha precisado que en virtud a la norma objeto de análisis,
los medios probatorios deben ser valorados en forma conjunta
debiendo el juez utilizar su apreciación razonada, resaltándose
que el principio enunciado en la norma precitada implica que,
teniendo en cuenta que el conjunto probatorio del proceso forma
una unidad, como tal debe ser apreciado y examinado,
confrontando los medios probatorios entre sí, puntualizando su
concordancia o discordancia y concluyendo sobre el
convencimiento que del análisis global se forma; se explica que se
presenta infracción a la norma en comento, cuando se omita
valorar o por indebida valoración, transgrediendo la regla de la
prueba; en el primero de los casos se da por la falta de percepción
o la omisión de valorar la prueba admitida y considerada como
dirimente o esencial para el esclarecimiento de los hechos lo que
puede generar errores en la logicidad que repercuten en la
garantía del debido proceso; el segundo de los supuestos, se
encuentra directamente relacionado con la determinación de los
principios que debe tener en cuenta el juzgador para apreciar las
pruebas aportadas al proceso de una manera u otra, y cuáles son
los efectos que puede extraer de cada uno de los medios de
prueba. Décimo Quinto.- Que, en el presente caso, de la revisión
de la sentencia materia del recurso se aprecia que, el Ad quem, ha
determinado la infundabilidad de la demanda, en base a la
ausencia probatoria por parte del actor, de su filiación con quien
señala que en vida fue su progenitor, Miguel Grimaldo Motta
Velásquez, para dicho efecto, valora la certificación de nacimiento,
expedida en el mes de junio de mil novecientos setenta y uno, por
el Datario Civil del Concejo Municipal del distrito de Huaquirca,
corriente a fojas cinco, en la cual se certifica que el doce de agosto
de mil novecientos treinta y cinco, se presentó al Concejo Oswaldo
Casaverde, dando parte que nació una criatura varón, hijo natural
78727
de “Grimaldo Motta” y “Soraida Casaverde” bautizado con el
nombre de “Augusto”; así como el documento denominado
transacción extrajudicial, de fecha cinco de febrero de dos mil
ocho, obrante a fojas seiscientos ochenta y uno, en el que la
codemandada Vilma Dominga Motta Valenzuela, reconoce que el
actor es su hermano paterno; concluyendo en dicha valoración
probatorio que, las instrumentales mencionadas no son medios
probatorios idóneos para acreditar el entroncamiento familiar, al
no cumplirse con la formalidad establecida en el artículo 390º del
Código Civil, el cual precisa que “El reconocimiento se hace
constar en el registro de nacimientos, en escritura pública o en
testamento”. Décimo Sexto.- Que, estando a los considerandos
concluidos, se determina que la sentencia de vista que motiva el
presente recurso, no infringe el artículo 197º del Código Procesal
Civil, en la medida que el Ad quem, ha cumplido con el mandato
que emana de dicha norma procesal, esto es, valorar los medios
probatorios en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada,
y expresando las valoraciones esenciales y determinantes que
sustentan su decisión. En consecuencia, tampoco se vulnera el
derecho a la herencia consagrado en el artículo 2º inciso 16 de la
Constitución Política, y los artículos 664º y 811º del Código Civil,
pues para pretender una petición de herencia contra otros sujetos
que posean bienes en todo o parte a título sucesión, es requisito
indispensable que se acredite su condición de heredero en base al
entroncamiento familiar, situación que no ha sido debidamente
acreditado en autos. VI. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Augusto Motta Casaverde; en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista de fecha doce de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas mil setecientos cincuenta, dictada por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Cusco; que revocó la sentencia
de primera instancia de fecha diecisiete de mayo de dos mil trece,
obrante a fojas mil quinientos setenta y cuatro, que declaró
fundada en parte la demanda interpuesta por el recurrente; y
reformándola, la declararon infundada; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por Augusto Arístides
Motta Casaverde contra la sucesión de Elisa Valenzuela Dávila
viuda de Motta y otros, sobre petición de herencia; y los
devolvieron. Interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Martín Hurtado Reyes, Fundamentos de Derecho Procesal Civil, Editorial Idemsa
2009, página 624.
C-1392274-67
CAS. Nº 3401-2014 LIMA
Desalojo por resolución de contrato. Resolución Contractual:
Son supuestos de resolución contractual, previstos en nuestro
ordenamiento jurídico civil, la resolución por incumplimiento en
contratos con prestaciones recíprocas, fundamentada en el
procedimiento previsto en el artículo 1429 del Código Civil, como
la resolución con cláusula resolutoria expresa, que señala el
artículo 1430 del Código Civil, recogidos también en el Cuarto
Pleno Casatorio Nº 2195-2011-UCAYALY Lima, veintiuno de julio
de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la
causa número tres mil cuatrocientos uno - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha; y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO. En el presente proceso de desalojo
por resolución de contrato la demandante San Miguel Operaciones
S.A.C. ha interpuesto recurso de casación de página ciento
setenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha cuatro de
setiembre de dos mil catorce de página ciento veintisiete, dictada
por la Cuarta Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que revocando la sentencia de primera instancia
del tres de marzo del dos mil catorce, de página noventa y nueve,
declara infundada la demanda de desalojo. II. ANTECEDENTES.
1. DEMANDA. Por escrito de fecha veintinueve de diciembre del
dos mil once de página veintisiete, la demandante San Miguel
Operaciones S.A.C., interpone demanda de desalojo, a efecto que
la demandada doña Marianela del Carmen Queirolo Lozada,
cumpla con desocupar y hacer entrega física del bien inmueble de
su propiedad, que viene ocupando en virtud de la resolución del
contrato y haber adquirido la condición de ocupante precario,
derivado de la pérdida del título que le concedió la posesión del
inmueble, alegando que con fecha veintiocho de diciembre del dos
mil cinco, su gerente general celebró con la demandada un
contrato de compra venta de bien futuro sobre el inmueble sub
litis, pactándose el precio de treinta y un mil cincuenta Dólares
Americanos ( $. 31,050.00 ) que se pagarían de la siguiente

78728 CASACIÓN
manera: seis mil Dólares Americanos ($.6,000.00) dólares el 20 de
enero del 2006 (pagados por la demandada), veinticinco mil
Dólares Americanos (25,000.00) a la entrega de llaves y
trescientos cincuenta mil Dólares Americanos ($350,000.00) a la
entrega del departamento, sumas que la demandada no pagó
pese a habérselo requerido. Indica que entregaron el inmueble en
el 1er trimestre del 2007, que viene siendo ocupado por la
demandada sin cumplir con el pago del precio de venta de los
tributos municipales. Manifiesta que en diciembre del 2009, se
inscribió la independización del inmueble sub litis. Señala que con
fecha 19 de noviembre del 2010, remitieron carta notarial para que
en el plazo de 30 días calendarios, la demandada cumpla con
cancelar el saldo del precio de venta de veinticinco mil trescientos
cincuenta Dólares Americanos (25,350.00) Dólares Americanos y
se proceda a formalizar la transferencia. Indica que la demandada
en su carta de fecha 22 de diciembre del 2010, solicita ampliar el
plazo a 90 días calendarios para proceder a la cancelación del
precio de venta a lo que su parte accedió, caso contrario vencido
el plazo concedido a la demandada el contrato quedaría resuelto
por incumplimiento de la demandada. Refiere que pese a haber
brindado todas las facilidades a la demandada ésta no cumplió
con cancelar el precio de venta dentro del plazo concedido, por lo
que procedieron a resolver el contrato mediante carta notarial de
fecha 30 de setiembre del 2011, requiriendo a la demandada la
desocupación y entrega del inmueble sub litis, por lo que interpone
su demanda. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. Mediante
escrito de la página cincuenta, la demandada Marianela del
Carmen Queirolo Lozada, contesta la demanda señalando que en
realidad celebró un contrato de compra venta de bien futuro con
don Luis Raúl Oshiro Higa, que San Miguel Operaciones ratificó
tácitamente, que el acreedor incurrió en mora, lo que hace
imposible que el contrato se encuentre resuelto y que en virtud del
contrato tiene el título de compra venta. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS. Conforme se aprecia de la página setenta y
ocho, se estableció como puntos controvertidos: Determinar si
existió o existe un vínculo contractual entre Luis Raúl Oshiro Higa
y la demandada, derivado del contrato privado de compromiso de
compra venta celebrado con fecha 28 de diciembre del 2005.
Determinar si existe o existió un vínculo contractual entre la
demandante y la demandada derivado del contrato privado de
compromiso de compra venta celebrado con fecha 28 de setiembre
del 2005. Determinar si las partes contratantes incurrieron en
algún incumplimiento de sus obligaciones derivadas del referido
contrato. Determinar si el contrato privado de compromiso de
compra venta celebrado con fecha 28 de diciembre del 2005, se
encuentra resuelto. Determinar si la demandante es propietaria
del inmueble sub litis. Determinar si la demandada se encuentra
en posesión del inmueble sub litis. Determinar si la demandada se
encuentra ocupando el inmueble sub litis sin título alguno o con
título fenecido. Determinar si la demandada se encuentra obligado
a devolver el inmueble sub litis al demandante. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el
Juez mediante sentencia de la página noventa y nueve, su fecha
tres de marzo de dos mil catorce, declaró fundada la demanda,
tras considerar que con la remisión de la carta notarial de fecha 10
de febrero del 2011, obrante de fojas a 11 a 12 se acredita el
cumplimiento de la formalidad de resolución prevista en el artículo
1429 del Código Civil, en la que se concedió una prórroga de un
plazo de 30 a 90 días, superior a los 15 días previstos en la norma
glosada, de lo que se colige que se ha producido la resolución del
contrato con fecha 17 de febrero del 2011. 5. FUNDAMENTOS DE
LA APELACIÓN. Mediante escrito de la página ciento dieciséis, la
demandada doña Marianela del Carmen Queirolo Lozada
interpone recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que el Juzgador no ha tomado en cuenta que
quien hizo la entrega del inmueble fue el señor Luis Raúl Oshiro
Higa, con quien firmó el contrato privado de compra venta, y no fue
la empresa San Miguel Operaciones S.A.C., la misma que solo
aparece en la relación contractual derivada del contrato mediante
carta notarial de fecha 18 de noviembre del 2010; acto por demás
fuera del plazo, evidenciándose así la mora del vendedor, es decir
el incumplimiento de sus obligaciones. 6. SENTENCIA DE VISTA.
Elevados los autos en virtud del recurso de apelación interpuesto,
la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante sentencia de vista de la página ciento veintisiete, del
cuatro de setiembre de dos mil catorce, revocó la sentencia de
primera instancia, que declaró fundada la demanda interpuesta
por San Miguel Operaciones S.A.C., y reformándola la declaró
infundada, pues consideró que si bien del cargo de la carta notarial
que corre de fojas 13 a 14, la demandante, hace saber a la
demandada: “que en ese sentido, y al haber transcurrido en
exceso el plazo solicitado para que cumpla con la cancelación de
las obligaciones adeudadas a nuestra partes damos por resuelto
el contrato de compra venta de bien futuro que suscribimos (...)”;
empero, debe tenerse en cuenta los alcances del artículo 1430 del
Código Civil, que señala: “(...) la resolución se produce de pleno
derecho cuando la parte interesada comunica a la otra que quiere
valerse de la cláusula resolutoria”; por consiguiente, no
existiendo cláusula resolutoria alguna, mal puede la actora
pretender hacer valer algo que no existe. III. RECURSO DE
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
doce de enero de dos mil quince de página cuarenta y dos del
cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandante San Miguel Operaciones
S.A.C., por la infracción normativa de los artículos 1428, 1429
y 1430 del Código Civil, sustentada en que la legislación recoge
2 formas de resolución de contratos: la resolución del contrato por
incumplimiento establecida en el artículo 1428 y 1429 del Código
Civil, la cláusula resolutoria expresa del artículo 1430 del Código
Civil. Precisa que en el compromiso de contratar una compra
venta de bien futuro del 28 de diciembre de 2005, en ninguna de
sus cláusulas, las partes, pactaron cláusula resolutoria expresa,
como lo manifiesta la sentencia de vista. La Sala Superior incurre
en error al aplicar la resolución del artículo 1430 del Código Civil,
cuando no se había pactado en el contrato y tampoco solicitó su
aplicación, con lo cual excede el petitorio y efectúa una aplicación
indebida de la norma. Señala que para la resolución del contrato
invocó los artículos 1428 y 1429 del Código Civil; precisa que la
resolución contractual importa el procedimiento por incumplimiento,
pues a la demandada le otorgó un plazo mayor de 15 días para el
cumplimiento de sus obligaciones y ante el incumplimiento resolvió
el contrato. No alegó la cláusula resolutoria expresa del artículo
1430 del Código Civil ni la forma de resolución basada en dicha
cláusula. Manifiesta que, de la misma manera, en los fundamentos
de derecho de su demanda, precisó los artículos 1428 y 1429 del
Código Civil, para sustentar la resolución del contrato aludido; que
la demandada en su contestación tampoco hizo mención alguna a
resolución contractual basada en la cláusula resolutoria expresa, y
el apartamiento inmotivado del precedente judicial del Cuarto
Pleno Casatorio No. 2195-2011-UCAYALU, aduciendo que la
referida Casación hace referencia a los dos supuestos de
resolución contractual, la resolución por incumplimiento
fundamentada en el procedimiento del artículo 1429 del Código
Civil y la resolución con cláusula resolutoria expresa del artículo
1430 del Código Civil; por lo tanto el Pleno Casatorio sirve para
ambos casos o tipos de resolución. Es más, el considerando 12º,
reconoce que en efecto, el Pleno Casatorio opera en los supuestos
de resolución contractual conforme a lo dispuesto en los artículos
1428 y 1429 del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA. Primero.- Que, conforme se observa de lo
actuado en el proceso, la controversia se circunscribe a determinar
si para el amparo de la presente demanda de desalojo, se ha
configurado en la demandada doña Marianela del Carmen
Queirolo Lozada de Fernández, la calidad de ocupante precaria
como consecuencia de la resolución del contrato privado de
compromiso de compra venta que en copia obra de fojas 2 a 5, y
de esa manera haber fenecido el título que ostentaba, a efecto de
dar cumplimiento al supuesto de hecho previsto en la última parte
del artículo 911 del Código Civil, en cuanto establece que la
posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el
que se tenía ha fenecido, debiendo de ampararse la pretensión
si el título ha dejado de tener eficacia o desestimarse la misma si
en el presente caso no ha operado resolución alguna del contrato.
Segundo: Que, acerca de la institución jurídica de la resolución
del contrato, el artículo 1428 del Código Civil, cuya infracción
normativa ha sido denunciada en el recurso de casación, establece
que: En los contratos con prestaciones recíprocas, cuando alguna
de las partes falta al cumplimiento de su prestación, la otra parte
puede solicitar el cumplimiento o la resolución del contrato y, en
uno u otro caso, la indemnización de daños y perjuicios. A partir de
la fecha de la citación con la demanda de resolución, la parte
demandada queda impedida de cumplir su prestación. Tercero:
Que, como se deduce del artículo 1428 del Código Civil, descrito
en el considerando anterior, cuando en el contrato con prestaciones
recíprocas una de las partes falta al cumplimiento de su prestación,
total o parcialmente, la otra, si todavía tiene interés en la prestación
no ejecutada, puede solicitar el cumplimiento, o sea que el
deudor ejecute su prestación, o, si ya no tiene interés en dicha
prestación, puede demandar la resolución del contrato, y en uno u
otro caso, puede además exigir que se le indemnice por daños y
perjuicios. De la interpretación del artículo 1428 del Código Civil,
se deduce las siguientes reglas aplicables: que el contrato sea de
prestaciones recíprocas, que una de las partes contratantes falte
al cumplimiento de su obligación, en cuyo caso, la otra puede
solicitar judicialmente el cumplimiento o la resolución del contrato.
Si se demanda judicialmente el cumplimiento, puede
sucesivamente solicitar la resolución, pero si demanda la
resolución, ya no puede sucesivamente demandar el cumplimiento.
Cuarto: Que, en cuanto a la Resolución de Pleno Derecho por
requerimiento del acreedor, el artículo 1429 del Código Civil, cuya
infracción normativa ha sido igualmente denunciada, señala que
En el caso del artículo 1428 la parte que se perjudica con el
incumplimiento de la otra puede requerirla mediante carta por vía
notarial para que satisfaga su prestación, dentro de un plazo no
menor de quince días, bajo apercibimiento de que, en caso
contrario, el contrato queda resuelto. Si la prestación no se cumple
dentro del plazo señalado, el contrato se resuelve de pleno
derecho, quedando a cargo del deudor la indemnización de daños
y perjuicios. Quinto: Que, a diferencia del artículo 1428 del Código
Civil, que regula la resolución judicial del contrato, el artículo 1429
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
del mismo cuerpo legal, recoge la resolución de pleno derecho, sin
declaración judicial, llamada también resolución por requerimiento
o resolución automática, resolución por autoridad del acreedor, o
resolución por intimación. El art. 1429 prescribe que la parte que
se perjudica con el incumplimiento de la otra puede requerirla
mediante carta por vía notarial para que satisfaga su prestación,
dentro de un plazo no menor de quince días, bajo apercibimiento
de que, en caso contrario, el contrato queda resuelto.
Consiguientemente, si la prestación no se cumple dentro del plazo
señalado, el contrato se resuelve de pleno derecho, quedando a
cargo del deudor la indemnización de daños. Lo que opera de
pleno derecho es solamente la resolución del contrato, pero si el
deudor no indemniza los daños causados a su acreedor o no
restituye la prestación ya ejecutada en su favor, la sentencia
judicial será siempre necesaria. El requerimiento cumple doble
función: de un lado prepara la futura resolución del contrato y, de
otro, constituye en mora al deudor en el sentido del art. 1333. En
la resolución de pleno derecho por iniciativa del acreedor se
impone que el deudor sea requerido para que cumpla con ejecutar
su prestación dentro de un plazo prudencial, no menor de quince
días, bajo apercibimiento de que si transcurrido ese plazo sin que
cumpla, el contrato se entenderá resuelto de pleno derecho. El
acreedor optará por esta vía de la resolución de pleno derecho
previo requerimiento al deudor para que cumpla, cuando, a pesar
del retardo, todavía tiene interés en la ejecución de la prestación,
pues lo está requiriendo para que pague dentro del plazo de
gracia; sólo si el deudor deja transcurrir el plazo sin ejecutar su
prestación, el contrato se resuelve, teniendo el acreedor el
derecho a la restitución de la prestación que él ha ejecutado frente
a su deudor, así como a la indemnización de daños. Subrayamos
que el contrato se resuelve sólo si el deudor no ejecuta su
prestación en el plazo de gracia que le concede el acreedor para
que cumpla. Si el deudor ha sido requerido por escrito para que
ejecute su prestación concediéndole un plazo no menor de quince
días, bajo apercibimiento de que una vez transcurrido inútilmente
dicho tiempo, el contrato se tendrá por resuelto; si ese plazo se ha
cumplido no cabe duda que el contrato está resuelto, por lo que el
acreedor no podrá pretender cobrar ejecutando la garantías
otorgadas por el deudor. El requerimiento concediendo un plazo
para el cumplimiento es indispensable para el deudor, porque éste
puede estar en condiciones de satisfacer a su acreedor, pero está
a la espera de que éste se pronuncie. El art. 1429 faculta al
contratante acreedor de la prestación no ejecutada para resolver
el contrato, sin necesidad de sentencia judicial, mediante un
requerimiento al contratante deudor para que ejecute su prestación
dentro de un breve plazo no menor de 15 días, bajo apercibimiento
de que si no lo hace, el contrato queda resuelto de pleno derecho.
El requerimiento al deudor podrá ser formulado desde el
vencimiento del plazo para la ejecución de su prestación y hasta
que opere la prescripción extintiva de la obligación. Del art. 1429
se desprende que los requisitos para la resolución extrajudicial de
pleno derecho son: 1) Que el contrato sea de prestaciones
recíprocas. 2) Que una de las partes contratantes falte al
cumplimiento de su prestación. 3) Que el acreedor requiera al
deudor para que satisfaga su prestación. 4) Que el requerimiento
sea hecho mediante carta notarial. 5) Que el requerimiento
otorgue al deudor un plazo no menor de quince días para que
ejecute su prestación. 6) Que en el requerimiento notarial se
exprese que una vez vencido el plazo otorgado sin que el deudor
pague, el contrato se tendrá por resuelto de pleno derecho. El
requerimiento se debe hacer mediante carta por vía notarial,
invitando a la parte incumplidora para que ejecute su prestación
dentro de un plazo que no podrá ser menor de quince días,
manifestando expresamente que, transcurrido dicho plazo sin que
cumpla, el contrato queda resuelto. La carta notarial debe contener
necesariamente el plazo que se otorga al contratante infiel para
que cumpla y el apercibimiento de que, si no cumple, el contrato
queda resuelto, debido a que el art. 1429 es terminante al
establecer que el requerimiento para el cumplimiento será “bajo
apercibimiento de que, en caso contrario, el contrato queda
resuelto”; cualquier apercibimiento no puede tener el efecto
resolutorio. El requerimiento no puede hacerse por otra vía que no
sea la notarial para evitar posibles falsificaciones. Si el
requerimiento se ha hecho por vía distinta de la notarial no hay
resolución extrajudicial de pleno derecho del contrato. Sexto:
Que, el artículo 1430 del Código Civil, por su parte recoge el
supuesto de la cláusula resolutoria expresa; en cuya virtud: Puede
convenirse expresamente que el contrato se resuelva cuando una
de las partes no cumple determinada prestación a su cargo,
establecida con toda precisión. La resolución se produce de pleno
derecho cuando la parte interesada comunica a la otra que quiere
valerse de la cláusula resolutoria. La resolución judicial del
contrato no es un principio de orden público, por consiguiente, las
partes contratantes para liberarse de los inconvenientes de un
proceso judicial, pueden estipular en el contrato una cláusula
resolutoria. El ordenamiento jurídico civil faculta a las partes
contratantes para que regulen las sanciones a imponerse cuando
una de ellas falta al cumplimiento de sus obligaciones
contractuales, regulación que se establece mediante
estipulaciones sobre la responsabilidad civil contractual o sobre la
resolución del contrato. Las reglas de los artículos 1428 y 1429,
78729
sobre la resolución judicial y la resolución de pleno derecho
son solamente supletorias de la voluntad de las partes,
constituyen un derecho de reserva aplicable únicamente cuando
las partes no hayan pactado la cláusula resolutoria expresa. Como
en el caso del art. 1429, lo que se resuelve de derecho es
solamente la relación contractual, pues si el deudor no indemniza
los daños o no restituye la prestación ejecutada en su favor,
siempre se requerirá de sentencia judicial. Séptimo: Que,
analizadas las normas materiales invocadas en la causal de
infracción normativa, se advierte que el régimen de la resolución
contractual en el Perú, no se circunscribe a la cláusula resolutoria
como lo pretende establecer la sentencia de vista, al concluir que:
“si bien del cargo de la carta notarial que corre de fojas 13 a 14, la
demandante, hace saber a la demandada ‘que en ese sentido, y
al haber transcurrido en exceso el plazo solicitado para que
cumpla con la cancelación de las obligaciones adeudadas a
nuestra parte damos por resuelto el contrato de compra venta
de bien futuro que suscribimos’, empero, debe tenerse en
cuenta los alcances del artículo 1430 del Código sustantivo, que
señala: ‘(...) la resolución se produce de pleno derecho cuando la
parte interesada comunica a la otra que quiere valerse de la
cláusula resolutoria’, por consiguiente, no existiendo cláusula
resolutoria alguna, mal puede la actora pretender hacer valer algo
que no existe”. Octavo: Que, en efecto, de la transcripción del
razonamiento esencial de la sentencia de vista, se advierte que a
criterio del Juez Superior, mientras no se haya pactado la cláusula
resolutoria expresa, no se podrá invocar la resolución del contrato;
no obstante, como se ha señalado en los considerandos
anteriores, el régimen de la resolución del contrato en nuestro país
no comprende únicamente a la cláusula resolutoria como
únicamente modalidad de resolución, pues además nuestro
ordenamiento jurídico civil en vigencia comprende a la resolución
judicial del contrato, así como a la resolución de pleno derecho, sin
declaración judicial, llamada también resolución por requerimiento
o resolución automática, resolución por autoridad del acreedor, o
resolución por intimación, previstas en los artículos 1428 y 1429
del Código Civil, respectivamente. Noveno: Que, del análisis de lo
actuado en el presente proceso, se advierte claramente que con la
copia legalizada de la carta notarial de fecha 18 de noviembre del
2010, que corre a fojas 8, remitida por San Miguel Operaciones
S.A.C., la demandante ha dado cumplimiento al supuesto de
hecho previsto en el artículo 1429 del Código Civil, que versa
sobre la resolución del contrato de pleno derecho, pues como
puede verse de la mencionada misiva, la demandante requiere a
la demandada para que en el plazo de treinta días calendarios
formalicen la transferencia de propiedad y cumpla con la
cancelación del saldo del precio de venta pactado; en tanto que de
la copia de la carta notarial de fecha 22 de diciembre del 2010,
obrante a fojas 10, puede verse que la demandada solicitó un
plazo de noventa días a efecto de dar cumplimiento a su
prestación, lo que motivó la emisión de la carta notarial del 10 de
febrero del 2011, remitida por la demandante a la demandada, en
la que puede verse que la empresa demandante acepta extender
el plazo de 30 a 90 días calendarios, manifestando que si vence
dicho plazo y no se dado cumplimiento a la cancelación, se
procedería a resolver el contrato de pleno derecho. Finalmente, de
la copia de la carta notarial de fojas 13, de fecha 30 de setiembre
del 2011 y con la autoridad que le otorga el artículo 1429 del
Código Civil, la empresa demandada dio por resuelto el contrato
de compra venta con lo que se tiene que el título de la demandada
ha fenecido y por ende se halla incursa en el supuesto previsto en
la última parte del artículo 911 del Código Civil, adquiriendo la
calidad de ocupante precaria, por la que la estimación de estas
causales se encuentra arreglada a la Ley. Décimo: Que, sobre el
Apartamiento inmotivado del precedente judicial del Cuarto
Pleno Casatorio No. 2195-2011-UCAYALU, es evidente su
amparo pues de la lectura del mismo se advierte que los supuestos
de resolución contractual, previstos en nuestro ordenamiento
jurídico civil en vigencia, establece que tanto la resolución por
incumplimiento fundamentada en el procedimiento del artículo
1429 del Código Civil como la resolución con cláusula resolutoria
expresa del artículo 1430 del Código Civil; han sido recogidos en
el Pleno Casatorio, advirtiéndose del considerando 12º, que en
efecto, el Pleno Casatorio opera en los supuestos de resolución
contractual conforme a lo dispuesto en los artículos 1428 y 1429
del Código Civil. V. DECISIÓN. Por estos fundamentos y en
aplicación del artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandante
San Miguel Operaciones S.A.C. de página ciento setenta y uno, en
consecuencia CASARON la sentencia de vista, su fecha cuatro de
setiembre del 2014, que revocando la apelada, declara infundada
la demanda, y actuando en sede de instancia: CONFIRMARON la
sentencia apelada de fecha tres de marzo del dos mil catorce,
obrante a fojas noventa y nueve, que declara fundada la demanda
y en consecuencia ordena que la demanda Marianela del Carmen
Queirolo Lozada restituya a la demandante San Miguel
Operaciones S.A.C., el inmueble ubicado en la Avenida Rafael
Escardó No. 843, departamento No. 201, Urbanización Maranga,
distrito de San Miguel, provincia y departamento de Lima, en el
plazo de 6 días, con costas y costos; DISPUSIERON la publicación

78730 CASACIÓN
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme
a ley; en los seguidos contra Marianela del Carmen Queirolo
Lozada, sobre desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
C-1392274-68
CAS. Nº 3430-2014 LA LIBERTAD
Motivación insuficiente Existe motivación insuficiente cuando no
existe el mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de
hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada; lo cual se ha configurado en la sentencia de
mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. I del Título Preliminar, 122,
inciso 3. Lima, dieciocho de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: con los expedientes acompañados, vista la causa
número tres mil cuatrocientos treinta - dos mil catorce, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo
a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En
el presente proceso de nulidad de acuerdo, la demandada
Cooperativa de Ahorro y Crédito León XIII Ltda Nº 520, ha interpuesto
recurso de casación de folios un mil veintisiete, contra la sentencia de
vista de fecha veinticuatro de octubre de dos mil trece, de folios
novecientos sesenta y ocho, dictada por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad, que revoca la sentencia de
primera instancia de fecha tres de junio de dos mil trece, de folios
ochocientos ochenta, que declara infundada la demanda, y
reformándola declara fundada la demanda interpuesta por Rubén
Rodríguez Rojas. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante
escrito de fecha veinticuatro de febrero de dos mil doce, de folios
doscientos cuarenta y siete, Rubén Rodríguez Rojas interpone
demanda de nulidad de acuerdo contra la Cooperativa de Ahorro y
Crédito León XIII Ltda. Nº 520, señalando como pretensión principal:
Se declare la nulidad del acuerdo adoptado por la Asamblea General
Ordinaria de Delgados de la Cooperativa de Ahorro y Crédito León
XIII Ltda. Nº 520 realizada el dieciocho de diciembre de dos mil once,
mediante el cual se le sanciona con exclusión de socio; y como
pretensión accesoria: La restitución de su condición de socio en la
citada Cooperativa Alega como sustento de su pretensión que ha
tenido la condición de socio de la demandada y como tal fue elegido
Delegado integrante del Consejo de Administración, siendo que
mediante Carta número ADM/006-20012 de fecha siete de enero de
dos mil doce, entregada el once de enero de dos mil doce, se le
comunicó que la Asamblea General Ordinaria de Delegados realizada
el dieciocho de diciembre de dos mil once, acordó imponerle la
sanción de exclusión como socio, en mérito a diez causales. Precisa
que respecto a la primera y segunda causal, esto es extralimitación
en sus funciones desconociendo normas estatutarias e incumplir con
la Resolución 086-2009/SUNARP; y con su voto haber excluido a
veintiocho delegados de la Asamblea General de forma ilegal;
respectivamente; que en relación a la primera de éstas no se señala
cuál es el hecho que califique como infracción a las normas
estatutarias, no habiendo incumplido con la Resolución precitada
debido a que su permanencia como Delegado del Consejo de
Administración ha sido conforme a ley; y en cuanto a la segunda
causal que se excluyó a veintiocho delegados de la Asamblea debido
al incumplimiento de sus obligaciones económicas conforme se
advirtió en el Informe 018-2008/UAI emitido por la Unidad de Auditoría
Interna. En cuanto a la tercera causal, consistente en desconocer la
función de Auditoría Interna y del Consejo de Vigilancia al desestimar
sus informes internos alegando que no eran confiables, señala que
dicho argumento no precisa ningún hecho específico para atribuirle
tal conducta. Respecto a la cuarta causal, referida a que con su voto
se aprobó el pago de subvención de carrera profesional a favor de un
trabajador, lo cual no estaba permitido, alega que ello no contraviene
norma alguna, toda vez que es constancia de superación académica
del trabajador, es entregado a título de liberalidad y no constituye
remuneración, es temporal y no genera discriminación con el resto de
trabajadores. En relación a la quinta causal, consistente en autorizar
con su voto dietas a Consejeros que no contaban con dicha condición,
argumenta que los señores Pedro Pablo Angulo de Pina y Julio Félix
Rivero Méndez fueron integrantes suplentes de la Junta Directiva del
Consejo de Administración por lo que al ocupar el cargo como vocal
tenían derecho a tales dietas. En cuando a la sexta causal, referida a
haber otorgado líneas de crédito a socios, pese a que dicho préstamo
no estaba contemplado, señala que tales líneas de crédito se
otorgaron con garantía hipotecaria garantizando el patrimonio de la
demandada Respecto a la sétima causal, esto es, aprobar con su
voto la encargatura de procesos judiciales al asesor legal y su
asistente, pese a que ya era una de sus facultades, incrementándoles
sus remuneraciones en veinte por ciento por dicha encargatura,
alega que los procesos que fueron materia de encargo estaban a
cargo inicialmente del área de recuperaciones, por lo que al asumir
nueva función dicho asesor legal y asistente, lo cual originó la
modificación del Manual de Organización y Funciones resultaba
lógico incrementarles sus remuneraciones. En relación a la octava
causal, consistente en actuar con abuso de poder por no autorizar el
pago de dietas a la delegada María del Pilar Rimarachín Vásquez,
señala que no cuenta con facultades para firmar cheques o pagar
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
obligaciones de la demandada, por lo que no tiene responsabilidad
en tal suceso En cuanto a la novena causal, referida a que con su
voto se excluyó al directivo Salomón Chanduví Vásquez no teniendo
en cuenta su carta de fecha veintiocho de agosto de dos mil ocho,
afirma que tal exclusión respondió a que el referido directivo se
encontraba en morosidad ante el Sistema Financiero con certificación
de pérdida, lo cual era causal de exclusión conforme al Estatuto de la
demandada Respecto a la décima causal, esto es, tener
responsabilidad en la sobrevaloración de construcción de la agencia
La Esperanza, alega que el proceso de licitación para elegir a la
entidad constructora fue declarado desierto, por lo que no se otorgó
buena pro alguna ni se inició construcción, no pudiéndosele imputar
sobrevaloración en la construcción. 2. CONTESTACIÓN: La
demandada Cooperativa de Ahorro y Crédito león XIII Ltda Nº 520,
contesta la demanda a folios seiscientos diecisiete, alegando: a)
respecto a la primera y segunda causal, alega que es evidente la
violación a la Resolución 086-2009/SUNARP en tanto se han llevado
a cabo Asambleas de Delegados sin contar con el número mínimo de
directivos con mandato vigente, pues sólo se encontraban en tal
condición el demandante y el presidente señor Celso Salvador; y se
les quitó el derecho de defensa de los veintiocho delegados excluidos,
toda vez que la Asamblea se desintegró no pudiendo presentar ante
ésta el recurso de apelación correspondiente; respectivamente; b) en
cuanto a la tercera causal, se le quitó la confianza a la Unidad de
Auditoría Interna siendo que el único que podía desconocer sus
informes era el Consejo de Vigilancia; c) respecto a la cuarta causal,
se otorgó subvención para efectuar estudios profesionales a un
trabajador, pese a que ello no estaba permitido en el Reglamento
correspondiente; d) en relación a la quinta causal, se le pagó dietas a
supuestos directivos del Consejo de Administración, cuyo mandato
ya había concluido; e) en cuanto a la sexta causal, se otorgó líneas de
crédito a socios, pese a que ello no se encontraba permitido; f)
respecto a la sétima causal, se le encargó al asesor legal y su
asistente el seguimiento de nuevos procesos judiciales,
incrementándoles la remuneración en un veinte por ciento por tal
hecho, cuando dicha función ya estaba contemplada como una de
sus facultades generales; g) en cuanto a la octava causal, el actor en
su carta de descargo reconoce no haber permitido el pago de dietas
al delegada María del Pilar Rimarachín Vásquez; h) respecto a la
novena causal, se vulneró el derecho de defensa del delegado
Salomón Chanduví Vásquez al no haber podido recurrir en apelación
ante la Asamblea, pues se encontraba desarticulada; e i) en cuanto a
la décima causal, la sobrevaloración de la obra se efectuó en la
elaboración del expediente técnico que era en función al cual se iba a
otorgar la buena pro, en un monto en exceso equivalente a más de
seiscientos ml nuevos soles. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si en autos se encuentra acreditado los hechos o actos
considerados como causales del despido que invoca el demandante.
3.2 Determinar si los actos administrativos que han servido de
sustento para la expulsión del socio demandante, fueron ejecutados
o concluidos. 3.3 Determinar si los actos administrativos o hechos
realizados que se le imputa al socio demandante, contraviene los
Estatutos, Reglamento Interno de Trabajo y los Acuerdos de Consejo.
3.4 Determinar si la responsabilidad del socio demandante, en los
hechos invocados como causales para su despido, se encuentra
sustentando y probado a través de una auditoría contable o denuncia
penal. 3.5 Determinar si en los hechos que se le imputa como
causales de despido, el socio demandante ha intervenido en forma
directa, efectuando pago alguno, integrando alguna comisión de
trabajo, o elaborando el expediente técnico para la construcción de la
agencia de la Esperanza. 3.6 Determinar si en la Cooperativa existe
un área, sección o dependencia encargada de fiscalizar o controlar
los actos administrativos del socio demandante ahora expulsado. 3.7
Determinar si tanto la Asamblea General ordinaria de delegados de
fecha 18.12.2011 como el acuerdo de exclusión de socio adoptado en
dicha asamblea, se realizó conforme a lo que establece el Reglamento
o Estatuto General de la Cooperativa demandada 3.8 Determinar si
en los hechos que se le imputa como causales de despido, ha
intervenido como única persona o lo hace integrando un cuerpo o
grupo, que para los efectos de su ejecución o validez (actos
administrativos) requiere ser refrendado o tener el visto bueno de
otros socios. 3.9 Determinar si el acuerdo (sanción) de exclusión de
socio adoptado en la Asamblea General adolece de causal de
nulidad. 3.10 Determinar de ser el caso si corresponde ordenar la
restitución del demandante como socio de la cooperativa demandada.
4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite
correspondiente, la Juez mediante sentencia de fecha tres de junio de
dos mil trece, de folios ochocientos ochenta, declaró infundada la
demanda, considerando que de las diez causales imputadas al
demandante, cinco de éstas se encontraba debidamente acreditadas,
esto es: i) la segunda causal, consistente en la exclusión de veintiocho
delegados de la Asamblea General sin observar el debido proceso,
toda vez que conforme a los Informes 034-2008-AL y 040-2008-AL
así como la Carta de la FENACREP de fecha dos de setiembre de
dos mil ocho, señalaron que la exclusión de dichos delegados debía
ser efectuada por la Asamblea, sin embargo fue efectuada por el
Consejo de Administración con el voto del actor; ii) la tercera causal,
toda vez que el actor en la sesión de fecha dos de noviembre de dos
mil diez, señalo que se abstenía del voto debido a los desaciertos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
evidenciados en los informes anteriores de la Autoría Interna, sin
demostrarse las irregularidades que dieron lugar a tal desconfianza;
iii) la cuarta causal, toda vez que la subvención de carrera profesional
de un trabajador no encuentra contemplada en el Reglamento de
Capacitación de Directivos, trabajadores y Practicantes; iv) la sexta
causal, atendiendo a que se otorgó líneas de crédito a los socios
cuando el Manual de Créditos de la demandada no contemplaba tal
préstamo; v) la sétima causal, considerando que era una facultad
general del asesor legal vigilar el curso y situación de los procesos
judiciales de la demandada, por lo que la asignación de nueva carga
relacionada a la misma, no generaba el incremento de su
remuneración sino en todo caso contratar nuevo personal en el área
legal. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de
fecha diecinueve de junio de dos mil trece, de folios novecientos
cinco, Rubén Rodríguez Rojas, interpuso recurso de apelación contra
la sentencia de primera instancia, alegando que: a) La sanción se la
impuesto un órgano incompetente, toda vez que conforme al artículo
27 del Texto Único Ordenado de la Ley General de Cooperativas,
aprobado por Decreto Supremo 074-90-TR, es facultad de la
Asamblea General imponer sanciones a los Directivos o Delegados y
del Consejo de Administración imponerlas a los socios, siendo ello
concordante con los artículos 10 inciso 4 y 11 inciso 4 del Estatuto de
la demandada, por lo que al haber tenido en la época de los hechos,
debía ser excluido por el referido Consejo; b) no ha cometido falta que
tipifique como causal de exclusión, en tanto en la carta mediante la
cual se le comunica su exclusión no se ha precisado en cuál de los
presupuestos del artículo 11 inciso 4 del Estatuto se fundamenta
dicha decisión; y c) no se ha probado los cargos que la sentencia
apelada estima. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la
Sala Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad,
mediante sentencia de vista de fecha veinticuatro de octubre de dos
mil catorce, de folios doscientos sesenta y ocho, revocó la sentencia
de primera instancia, y reformándola declaró fundada la demanda,
declarando nulo el acuerdo materia de nulidad, y ordenando la
restitución al demandante de su condición de socio de la demandada,
sosteniendo que conforme al artículo 27 del Texto Único Ordenado de
la Ley General de Cooperativas aprobado por Decreto Supremo 074-
90-TR, concordante con el artículo 10, inciso 4 del Estatuto de la
demandada, el Consejo de Administración era el competente para
excluir al demandante en su condición de socio, toda vez que a la
fecha de su exclusión tenía tal calidad. Agrega respecto a la segunda
causal, que los veintiocho delegados excluidos no formularon recurso
de apelación, continuando vigente el acuerdo adoptado respecto a su
exclusión; en cuanto a la tercera causal, que la abstención del actor
en el voto respecto al informe de Auditoría Interna se llevó a cabo en
ejercicio de su derecho a voto como Directivo; en relación a la cuarta
causal, que el actor no intervino en la sesión que aprobó la subvención
a favor del trabajador, sino sólo en la que acordó el monto por la
misma; en cuanto a la sexta causal, que la línea de créditos se
encuentra inmersa en los créditos comerciales conforme a lo
señalado en la Resolución SBS 808-2003 por lo que podía ser
otorgada; y respecto a la sétima causal, que los procesos judiciales
asignados por encargatura al asesor legal y sus asistente estaban
inicialmente a cargo del área de recuperaciones conforme al Manual
de Organización y Funciones, por lo que al asumir nueva carga el
departamento legal, lo cual originó la modificación de dicho Manual,
sus remuneraciones debían incrementarse. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
veinticuatro de noviembre de dos mil catorce, obrante a setenta del
respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandada Cooperativa de Ahorro y
Crédito León XIII Ltda Nº 520, por la infracción de los artículos I y
VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil y 219 del
Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos durante el
transcurso del proceso así como en el recurso de casación, la
controversia gira en determinar si el demandante ha sido debidamente
excluido como socio de la Cooperativa de Ahorro y Crédito León XIII
Ltda Nº 520, en mérito a las cinco causales que han sido estimadas
en la sentencia de primera instancia, toda vez que la demandada no
formuló apelación alegando que las otras cinco sí se encontraban
acreditadas en autos, por lo que sólo respecto a aquellas emitió
pronunciamiento la Sala Superior. Segundo.- Que, habiéndose
declarado procedente el recurso de casación por normas procesales
así como normas materiales, corresponde en primer término efectuar
el análisis sobre la existencia del error procesal, toda vez que, de
resultar fundada la denuncia en dicho extremo, dada su incidencia en
la tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de sentido
emitir pronunciamiento respecto de la infracción normativa material,
referida al derecho controvertido en la presente causa. Tercero.-
Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la
Constitución Política del Estado ha establecido como un derecho
relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre
esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone tanto el
derecho de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo
decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que
significa la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
78731
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7 “(...)
mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la
sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra
todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...) principios
y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento de
tutela de los derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez,
dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter
formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares de
justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido proceso,
lo constituye la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la Constitución
Política del Estado; derecho - principio sobre el cual la Corte Suprema
en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el 31 de agosto de
2007, fundamento sexto, ha establecido lo siguiente: “(...) además de
constituir un requisito formal e ineludible de toda sentencia constituye
el elemento intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está
formado por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en
los que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de
la motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así,
es deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de su
derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”. Quinto.-
Que, por su parte, el artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, respecto a los derechos de tutela jurisdiccional efectiva
y debido proceso, establece: “Toda persona tiene derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o
intereses, con sujeción a un debido proceso.” Sexto.- Que, en igual
línea de ideas, cabe indicar que sobre este tema el Tribunal
Constitucional ha establecido que el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones judiciales no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los Magistrados, sino
en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que
se deriven del caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales.
Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-2006-PA/TC,
de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado Constitucional en
mención, ha precisado que éste contenido queda delimitado en los
siguientes supuestos: “a) Inexistencia de motivación o motivación
aparente; b) Falta de motivación interna del razonamiento, que se
presenta en una doble dimensión: por un lado, cuando existe invalidez
de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente
el Juez en su decisión; y, por otro cuando existe incoherencia
narrativa, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente
incapaz de transmitir de modo coherente, las razones en las que se
apoya la decisión (...); c) Deficiencia en la motivación externa:
justificación de las premisas, que se presenta cuando las premisas de
las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto
de su validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia
vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una
perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en
sustancia se está decidiendo; e) La motivación sustancialmente
incongruente, obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin cometer por lo tanto, las desviaciones
que supongan modificación o alteración del debate procesal (...)”;
debiéndose precisar que la motivación aparente se configura cuando
no se responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal en
el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sétimo.- Que, de la revisión de la
sentencia de mérito, se aprecia que la Sala Superior, ha declarado
fundada la demanda, señalando en principio que el demandante ha
sido sancionado por órgano incompetente, en tanto de acuerdo al
Texto Único Ordenado de la Ley General de Cooperativas y al
Estatuto de la Cooperativa correspondía que lo sancione el Consejo
de Administración, debido a que a la fecha de su exclusión tenía la
condición de socio; sin embargo omite efectuar referencia alguna y
por tanto analizar que al demandante se le ha investigado y
sancionado por actos realizados durante el periodo que ejercía el
cargo de directivo, debiendo aunado a ello, realizarse una
interpretación teológicas de tales normas. Asimismo, agrega que las

78732 CASACIÓN
cinco causales de exclusión estimadas en la sentencia de primera
instancia, no se encuentran debidamente acreditadas, así precisa en
relación a la segunda causal que los veintiocho delegados de la
Asamblea excluidos no formularon recurso de apelación alguno por lo
que el acuerdo de su exclusión se mantiene vigente; sin embargo se
contradice respecto a su afirmación inicial, respecto a que los
delegados únicamente podían ser excluidos por la Asamblea General
mas no por el Consejo Directivo conforme a las normas precitadas, y
no desvirtúa el argumento expresado durante el transcurso del
proceso por la demandada, referido a que dichos veintiocho
delegados no podían interponer recurso de apelación en tanto que la
Asamblea General a la cual tenían que presentarlo se encontraba
desarticulada. Respecto a la tercera causal no cumple con desvirtuar
lo sostenido por la a quo respecto a que el único órgano competente
de desestimar los informes de Auditoría Interna era el Consejo de
Vigilancia, por lo que se habría vulnerado el artículo 31 inciso 6 dl
Estatuto, obstaculizando las labores de dicho Consejo. En relación a
la cuarta causal, se sostiene que el actor sólo aprobó el monto a
subvencionar por los estudios de la carrera profesional del trabajador,
sin explicar por qué dicho acto no sería una aceptación tácita del
acuerdo de subvención otorgado o un acto de ejecución de dicho
acuerdo. Y, en cuanto a la sexta causal, afirma el Colegiado que la
línea de crédito se encuentra comprendida dentro de los créditos
comerciales, en tanto es una forma de financiamiento que tiene fines
comerciales, sin precisar bajo qué actuación procesal se llega a la
conclusión que las líneas de créditos otorgadas tenían dichos fines;
por lo que en consecuencia, la sentencia recurrida adolece de
motivación insuficiente conforme a lo expresado en el sexto
considerando de la presente resolución. Octavo.- Que, las omisiones
advertidas en la fundamentación de la instancia de mérito, afectan la
garantía y principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones consagrados
en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la Constitución Política del
Estado, respectivamente, que encuentra desarrollo legal en el artículo
I del Título Preliminar e inciso 3) del artículo 122º, del Código Procesal
Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones judiciales
exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten los principios
de jerarquía de las normas y congruencia, así como que contengan
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los respectivos
de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada
punto, según el mérito de lo actuado y lo invocado por las partes; en
consecuencia, corresponde declarar la nulidad de la sentencia de
mérito y disponer que la Sala Superior emita nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. Noveno.- Que, en consecuencia, habiéndose amparado
el agravio de error in procedendo propuesto en el recurso de
casación, referido a la infracción del artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, que amerita la nulidad de la sentencia de
mérito, conforme a lo previsto en el artículo 171º del Código Procesal
Civil, carece de objeto emitir pronunciamiento en torno a la causal
material denunciada. V. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la
demandada Cooperativa de Ahorro y Crédito León XII Ltda. Nº 520 de
folios un mil veintisiete; en consecuencia NULA la sentencia de vista
de fecha veinticuatro de octubre de dos mil catorce, de folios
novecientos sesenta y ocho, ORDENARON que la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad emita nuevo fallo,
conforme a las directivas de la presente ejecutoria suprema;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por Rubén
Rodríguez Rojas, sobre nulidad de acuerdo; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.
Interviene esta sala suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina,
por licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.- SS.
WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CARDERÓN
PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-69
CAS. Nº 3509-2014 MADRE DE DIOS
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, dieciséis de marzo de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandante Víctor Javier Ruíz Reátegui
y otros, de folios doscientos veinticinco, contra la resolución de
vista de folios doscientos doce, del quince de setiembre de dos
mil catorce, que confirma la resolución apelada del veinte de junio
de dos mil catorce, de folios ciento veintiuno, que declara fundada
la excepción de prescripción extintiva. Por lo que corresponde
examinar los requisitos de admisibilidad y procedencia
establecidos en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, se verifica
que el recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido interpuesto: i)
contra la resolución de vista expedida por la Sala Superior Mixta
de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii)
ante la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada;
iii) dentro del plazo que establece la norma, ya que la recurrente
fue notificada el veinticuatro de setiembre de dos mil catorce,
conforme se corrobora con el cargo de folios doscientos veinte, e
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
interpuso el recurso de casación el veintinueve de ese mismo mes
y año; y, iv) adjunta el arancel judicial por concepto de recurso de
casación a folios doscientos veinticuatro. Tercero.- Que, respecto
a los requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, es de
verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso
1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la sentencia
de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó mediante
su recurso de apelación de folios ciento sesenta y nueve. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.-
Que, la recurrente invoca como agravio: La Inaplicación de los
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, así
como el artículo 1994 inciso 8 del Código Civil, alegando que el
Colegiado tiene conocimiento pleno que la presente excepción de
prescripción es totalmente improcedente, en virtud que el derecho
a interponer la acción de nulidad por la sucesión recurrente, no
ha prescrito debido a que la citada sucesión intestada recién ha
sido declarada como tal el año próximo pasado, en tal sentido,
los componentes de esta sucesión, recién han adquirido la
legitimidad para obrar en el año 2013; es decir, el inicio del decurso
prescriptorio para la sucesión actor debe empezar a computarse
recién a partir de la fecha de la declaración sucesoria, esto es,
del año 2013. Sexto.- Que, en cuanto al agravio denunciado, de
los fundamentos de la resolución de vista, se aprecia con nitidez
que el impugnante no ha fundado su demanda en un plazo de
suspensión o interrupción del plazo al momento de interponer
su pretensión; pretendiendo incorporar a través del recurso
de casación, bajo el sustento de la aplicación del derecho aún
cuando no ha sido invocado por las partes, el hecho que su parte
no podía interponer la demanda hasta que no se haya emitido
la respectiva declaratoria de herederos; aspecto que además
de encontrarse referido específicamente a cuestionas fácticas
y no jurídicas, al no haber formado parte del escrito postulatorio
no podía ser tomado en cuenta por el Juez, contexto en el que
la aplicación de los dispositivos legales invocados, devienen en
impertinentes, y en ese sentido, la argumentación impugnatoria
denunciada no tiene incidencia directa en la decisión impugnada.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandante Víctor Javier Ruíz
Reátegui, de la página doscientos veinticinco, contra la sentencia
de vista de folios doscientos doce; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Sucesión de Víctor Ruperto
Ruíz Gonzáles sobre nulidad de acto jurídico; notificándose.
Interviene como ponente el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.-
SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-70
CAS. Nº 3527-2014 SAN MARTÍN
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Subsistencia de la hipoteca al
fallecimiento de uno de los cónyuges que actuaron como
garantes hipotecarios La hipoteca subsiste al fallecimiento de
uno de los cónyuges que actuaron como garantes hipotecarios,
toda vez que dicha garantía real se caracteriza por el derecho
persecutorio que tiene su acreedor respecto al inmueble otorgado
en garantía, no encontrándose prevista como causal de extinción
de la misma, dicho fallecimiento. CC. 1097, 1122 Lima, once de
agosto de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la
causa número tres mil quinientos veintisiete - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso único de
ejecución (ejecución de garantías), el coejecutado Solvy Reátegui
Tuesta, ha interpuesto recurso de casación de folios seiscientos
tres, contra el auto de vista de fecha diez de julio de dos mil
catorce, de folios quinientos treinta y cinco, dictada por la Sala
Mixta y Liquidadora Penal de Moyobamba de la Corte Superior de
Justicia de San Martín, que confirma el auto final de fecha veinte
de mayo de dos mil trece, de folios cuatrocientos setenta y uno,
que declara infundada la contradicción formulada por Solvy
Reátegui Tuesta y ordena llevar adelante la ejecución forzada. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
nueve de marzo de dos mil once, de folios ciento treinta y seis, el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Banco Continental interpone demanda de ejecución de garantías
contra S Y J Servicios Turísticos E.I.R.L. como obligado principal;
Solvy Reátegui Tuesta y esposa Marleni Jessica Sifuentes
Sánchez que en vida fuera en calidad de garantes hipotecarios; y
la sucesión de Marleni Jessica Sifuentes Sánchez conformada por
Solvy Reátegui Tuesta (cónyuge supérstite), Anixsa Valeria
Reátegui Sifuentes y Sergio Mauricio Haro Sifuentes (hijos).
Señala como pretensión: Se ordene a los demandados el pago
solidario de un millón veinticuatro mil sesenta y nueve nuevos
soles con noventa y cuatro céntimos de nuevo sol (S/,
1’024,069.94), bajo apercibimiento de procederse a la ejecución
de garantía hipotecaria respecto a los siguientes inmuebles: a)
Inmueble urbano ubicado en la Carretera a los Baños Termales, a
300 metros del Óvalo entrada a Moyobamba, Distrito y Provincia
de Moyobamba, Departamento de San Martín, con un área de
1,500.00 m2, inscrito en la Partida Registral 11002074 del Registro
de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de San Martín, para
respaldar obligaciones en general, hasta por la suma de trescientos
mil dólares americanos ($ 300,000.00). b) Inmueble urbano en la
Carretera a los Baños Termales, Km 0+508.70, Barrio de Calvario,
Distrito y Provincia de Moyobamba, Departamento de San Martín,
con un área de 19,715.14 m2, inscrito en la Partida Registral
11009774 del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de San Martín, para respaldar obligaciones en general,
hasta por la suma de ciento cincuenta mil dólares americanos ($
150,000.00). Alega como sustento de su pretensión que: a) Con la
empresa S&J Servicios Turísticos E.I.R.L., el dieciocho de febrero
de dos mil tres, constituyeron garantía hipotecaria en primera y
preferente hipoteca a favor de la actora, hasta por la suma de
sesenta y un mil quinientos ochenta y cinco dólares americanos
con treinta y nueve centavos de dólar americano ($ 61,585.39),
habiéndose ampliada la misma con fecha nueve de noviembre de
dos mil cinco hasta por la suma de ciento treinta mil dólares
americanos ($ 130,000.00), y posteriormente se realizaron dos
aclaraciones con fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco y
veinticinco de mayo de dos mil seis; b) El treinta y uno de mayo de
dos mil siete se realizó la Constitución de préstamo dinerario con
garantía hipotecaria hasta por la suma de ciento cincuenta mil
dólares americanos ($ 150,000.00); c) El siete de noviembre de
dos mil ocho, se celebra una ampliación hipotecaria hasta por la
suma de trescientos mil dólares americanos; d) En dichos actos, la
empresa S&J Servicios Turísticos E.I.R.L. actuó como obligado
principal y los esposos Solvy Reátegui Tuesta y Marleni Jessica
Sifuentes Sánchez como garantes hipotecarios respecto a los
inmuebles sub litis; y, e) A pesar de los requerimientos efectuados,
los demandados no han cumplido con su obligación de pago,
motivo por el cual interponen la demanda de autos. Cabe precisar
que conforme a lo manifestado por la actora mediante su escrito
de fecha veinticuatro de octubre de dos mil once, de folios
doscientos sesenta y ocho, y en la audiencia de fecha seis de
mayo de dos mil trece, de folios cuatrocientos sesenta y nueve,
concordado con los medios probatorios y anexos señalados en la
demanda, se pretende el cobro de los préstamos otorgados a &J
Servicios Turísticos E.I.R.L. por las suma de novecientos once mil
nuevos soles (S/. 911,000.00) y ciento setenta y seis mil nuevos
soles (S/. 176,000.00). 2. CONTRADICCIÓN: Solvy Reátegui
Tuesta contradice el mandato ejecutivo a folios trescientos setenta
y cinco, por la causal de inexigibilidad de la obligación contenida
en el título, señalando: a) La actora pretende ejecutar garantías
constituidas por él y su esposa Marleni Jessica Sifuentes Sánchez
en calidad de fiadores solidarios o garantes hipotecarios de S Y J
Servicios Turísticos E.I.R.L., sin tener en cuenta que la sociedad
conyugal quedó extinguida con el fallecimiento de ésta, no
pudiendo sus sucesores asumir obligaciones adquiridas por dicha
empresa el veinticinco de mayo de dos mil diez y que son materia
de demanda, es decir, contraídas con posterioridad a tal
fallecimiento; y, b) Conforme a la cláusula quinta del contrato
contenido en la escritura pública de fecha siete de noviembre de
dos mil ocho, las hipotecas se constituyeron para garantizar una
obligación única y cierta, esto es, un préstamo de trescientos
setenta y un mil nuevos soles (S/. 371,000.00). 3. AUTO FINAL:
Culminado el trámite correspondiente, la Juez mediante auto final
de fecha veinte de mayo de dos mil trece, de folios cuatrocientos
setenta y uno, declaró infundada la contradicción y ordenó llevar
adelante la ejecución forzada, considerando que: La causante se
constituyó como garante hipotecaria de la empresa S Y J Servicios
Turísticos E.I.R.L. a través de las escrituras públicas con garantía
hipotecaria de fechas dieciocho de febrero de dos mil tres, nueve
de noviembre de dos mil cinco, diecisiete de octubre de dos mil
seis, treinta y uno de mayo de dos mil siete y siete de noviembre
de dos mil ocho, en cuyas cláusulas se pactaron expresamente
que la garantía real se constituyó, además, con el objeto de
garantizar las obligaciones que tenga o pudiera tener dicha
empresa. 4. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante
escrito de fecha once de junio de dos mil trece, de folios
cuatrocientos ochenta y seis, Solvy Reátegui Tuesta, interpuso
recurso de apelación contra el auto final, alegando que: a) La
fianza solidaria otorgada por la sociedad conyugal conformada por
el recurrente y su cónyuge feneció al fallecer ésta; b) El Banco
pretende que los herederos legales de la cónyuge fallecida
78733
asuman obligaciones adquiridas con posterioridad al fallecimiento
de la misma; c) La hipoteca fue constituida para garantizar un
préstamo comercial de trescientos setenta y un mil nuevos soles
(S/. 371,000.000), el cual se encuentra extinguido; d) La audiencia
realizada no ha cumplido con lo dispuesto en el artículo 555 del
Código Procesal Civil; y, e) Existe falta de motivación, en tanto se
está cuestionando el origen de las escrituras públicas de
constitución de hipoteca, sino si son válidas para cubrir otras
obligaciones diferentes a las de su constitución. 5. AUTO DE
VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso
de apelación interpuesto por el coejecutada Solvy Reátegui
Tuesta, la Sala Mixta y Liquidadora Penal de Moyobamba de la
Corte Superior de Justicia de San Martín, mediante auto de vista
de fecha diez de julio de dos mil catorce, de folios quinientos
treinta y cinco, confirmó el auto final, sosteniendo en esencia que:
a) Las hipotecas sobre los inmuebles inscritos en las partidas
registrales números 11002074 y 11009774, garantizan las
operaciones que los garantes hipotecarios y la deudora mantienen
o mantengan frente al Banco, quedando gravado el primero de
aquellos hasta por la suma de trescientos mil dólares americanos
($ 300,000.00) y el segundo hasta por la suma de ciento cincuenta
mil dólares americanos ($ 150,000.00); y, b) La cónyuge garante
hipotecaria Marleni Jessica Sifuentes Sánchez falleció el catorce
de noviembre de dos mil ocho, habiendo sido declarados sus
herederos universales: Solvy Reátegui Tuesta en calidad de
cónyuge supérstite y Anixsa Valeria Reátegui Sifuentes y Sergio
Mauricio Haro Sifuentes en calidad de hijos, siendo que tal
fallecimiento no implica la extinción de las hipotecas, pues los
derechos reales se caracterizan por la persecución sin importar el
poder en quien se encuentre. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha uno de diciembre de
dos mil catorce, obrante a folios setenta y dos del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por el coejecutado Solvy Reátegui Tuesta,
por la infracción normativa de los artículos 1218 del Código
Civil; y 171 y 172 de la Ley 26702, Ley General del Sistema
Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros. IV. FUNDAMENTOS
DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los
argumentos expuestos en el recurso de casación, la controversia
gira en determinar si los créditos equivalentes a un millón
veinticuatro mil seiscientos sesenta y nueve nuevos soles con
cuatro céntimos de nuevo sol (S/. 1’024,069.04) deben ser
asumidos por la sucesión de Marleni Jessica Sifuentes Sánchez
quien otorgó garantía hipotecaria a favor del Banco demandante,
debiéndose considerar para ello si dicha obligación fue asumida
por dicha causante. Segundo.- Que, el artículo 1218 del Código
Civil, establece: “La obligación se trasmite a los herederos, salvo
cuando es inherente a la persona, lo prohíbe la ley o se ha pactado
en contrario.” Tercero.- Que, por su parte los artículos 171 y 172
de la Ley 26702, Ley General del Sistema Financiero y del Sistema
de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y
Seguros, prescriben: “El carácter preferente propio de las
garantías reales inscribibles o no, no se afecta por la eventual
existencia de deudas tributarias a cargo del constituyente.”; y, “Los
bienes dados en hipoteca, prenda o warrant a favor de una
empresa del sistema financiero, respaldan todas las deudas y
obligaciones propias, existentes o futuras asumidas para con ella
por el deudor que los afecta en garantía, siempre que así se
estipule expresamente en el contrato. Cuando los bienes afectados
en garantía a favor de una empresa del sistema financiero son de
propiedad distinta al deudor, éstas sólo respaldan las deudas y
obligaciones del deudor que hubieran sido expresamente
señaladas por el otorgante de la garantía. La liberación y extinción
de toda garantía real constituida en favor de las empresas del
sistema financiero requiere ser expresamente declarada por la
empresa acreedora. La extinción dispuesta por el artículo 3 de la
Ley Nº 26639 no es de aplicación para los gravámenes constituidos
en favor de una empresa.”; respectivamente. Cuarto.- Que,
mediante escritura pública de fecha dieciocho de febrero de dos
mil tres, S Y J Servicios Turísticos E.I.R.L. en calidad de deudora
y los cónyuges Solvy Reátegui Tuesta y Marleni Jessica Sifuentes
Sánchez en calidad de garantes hipotecarios, constituyeron
hipoteca a favor del Banco Continental, respecto al inmueble
inscrito en la Partida Registral 11002074 del Registro de Propiedad
Inmueble de la Oficina Registral de Moyobamba, hasta por la
suma de cien mil dólares americanos, precisándose en la cláusula
sexta: “el inmueble hipotecado garantiza también las deudas y
obligaciones de cualquier tipo que tengan o pudieran tener la
deudora, mantiene o pudiera mantiene en el banco líneas de
crédito comerciales, (...) créditos personales o de consumo (...)”.
Posteriormente, a través de escritura pública de fecha nueve de
noviembre de dos mil nueve, dicha garantía hipotecaria es
ampliada hasta por la suma de ciento treinta mil dólares
americanos, siendo esta última aclarada mediante escritura
pública de fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco. Quinto.-
Que, mediante escritura pública de fecha diecisiete de octubre de
dos mil seis, S Y J Servicios Turísticos E.I.R.L. en calidad de
deudora y los cónyuges Solvy Reátegui Tuesta y Marleni Jessica
Sifuentes Sánchez en calidad de garantes hipotecarios,

78734 CASACIÓN
constituyeron hipoteca a favor del Banco Continental, respecto al
inmueble inscrito en la Partida Registral 11009774 del Registro de
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Moyobamba, hasta
por la suma de ciento cincuenta mil dólares americanos, en mérito
a un préstamo otorgado en la suma de doscientos diez mil dólares
americanos, precisándose en la cuarta cláusula adicional: “la
hipoteca constituida en la referida cláusula quinta tiene por objeto
garantizar adicionalmente todas las deudas y obligaciones
propias, directas e indirectas, existentes o futuras, refinanciaciones
o reestructuraciones de obligaciones asumidas por LA
PRESTATARIA incluso aquellas obligaciones en las que LA
PRESTATARIA tuviera la condición de deudor, aceptante,
endosante, descontante, avalista y fiador, aún cuando se trate de
obligaciones cedidas, endosadas a favor de EL BANCO por
terceros o adquiridas por EL BANCO a terceros por cualquier.”
Sexto.- Que, a través de escritura pública de fecha treinta y uno
de mayo de dos mil siete, S Y J Servicios Turísticos E.I.R.L. en
calidad de deudora y los cónyuges Solvy Reátegui Tuesta y
Marleni Jessica Sifuentes Sánchez en calidad de garantes
hipotecarios, constituyeron hipoteca a favor del Banco Continental,
respecto al inmueble inscrito en la Partida Registral 11002074 del
Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de
Moyobamba, hasta por la suma de ciento cincuenta mil dólares
americanos, en virtud de un préstamo comercial otorgado por la
suma de setecientos sesenta y cuatro mil nuevos soles, cuya
cláusula segunda estableció: “Asimismo, la cláusula constituida en
la cláusula primera garantiza también las siguientes operaciones
que la empresa deudora mantiene o mantenga con EL BANCO,
sin reserva ni limitación alguna: líneas de crédito, descuenta de
letras, créditos comerciales, factoring, leasing, lease back,
pagarés descontados y no descontados, financiamiento de
importaciones y exportaciones (...) créditos personales y de
consumo (...) , y en general toda otra deuda contraída por la
empresa DEUDORA frente a EL BANCO.” Sétimo.- Que, mediante
escritura pública de fecha siete de noviembre de dos mil ocho, S Y
J Servicios Turísticos E.I.R.L. en calidad de deudora y los
cónyuges Solvy Reátegui Tuesta y Marleni Jessica Sifuentes
Sánchez en calidad de garantes hipotecarios, celebraron un
contrato de ampliación y modificación de garantía hipotecaria a
favor del Banco Continental, señalándose la ampliación de la
hipoteca respecto al inmueble inscrito en la Partida Registral
11002074 del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Moyobamba hasta por la suma de trescientos mil
dólares americanos, en mérito al préstamo comercial otorgado por
la suma de trescientos setenta y un mil nuevos soles, señalándose
en su cláusula sexta: “De igual forma las partes acuerdan
expresamente que la hipoteca garantiza también las siguientes
operaciones que los GARANTES HIPOTECARIOS y/o LA
DEUDORA, mantienen o mantengan frente a EL BANCO, sin
reserva ni limitación alguna: líneas de crédito (...) créditos
comerciales (...) créditos personales”. Octavo.- Que, los actos
contenidos en las escrituras públicas antes mencionadas se
encuentran debidamente inscritos en la Oficina Registral de
Moyobamba, debiendo señalarse que en dichas escrituras se
estableció además, que las garantías hipotecarias celebradas
tenían la calidad de indefinidas. Noveno.- Que, la garante
hipotecaria Marleni Jessica Sifuentes Sánchez falleció el catorce
de noviembre de dos mil ocho, habiéndose declarado como sus
herederos universales a Solvy Reátegui Tuesta en calidad de
cónyuge supérstite, y Anixsa Valeria Reátegui Sifuentes y Sergio
Mauricio Haro Sifuentes en calidad de hijos, sucesión que se
encuentra debidamente inscrita con fecha quince de junio de dos
mil nueve, Décimo.- Que, con fecha veinticinco de mayo de dos
mil diez, el Banco Continental celebró con S Y J Servicios turísticos
E.I.R.L. dos contratos de crédito comercial por las sumas de
novecientos once mil y ciento setenta y seis mil nuevos soles,
cuyo pago es materia de demanda, al haber incumplido dicha
empresa con el mismo. Décimo Primero.- Que, el artículo 1097
del Código Civil, en relación a la hipoteca establece que por ésta
se afecta un inmueble en garantía del cumplimiento de una
obligación propia o de un tercero, otorgando al acreedor los
derechos de persecución, preferencia y venta judicial del bien
hipotecado. Décimo Segundo.- Que, asimismo, el artículo 1122
del precitado cuerpo legal, prevé expresamente las causales de
extinción de la hipoteca, siendo éstas: i) extinción de la obligación
que garantiza, ii) anulación, rescisión o resolución de dicha
obligación, iii) renuncia escrita del acreedor, iv) destrucción total
del inmueble y v) consolidación. Décimo Tercero.- Que, bajo
dicho contexto, se aprecia que la hipoteca tiene carácter
persecutorio sobre el inmueble otorgado en garantía, no resultando
trascendente en poder de quien se encuentre, en tanto no se
dirige contra las personas que la otorgaron son contra el inmueble
propiamente, por lo que el fallecimiento de uno de sus otorgantes
no extingue dicha garantía real, máxime si tal fallecimiento no se
encuentra previsto como una causal de extinción de la hipoteca.
Décimo Cuarto.- Que, si bien es cierto el monto cuyo pago se
pretende con la demanda de autos, resulta de dos créditos
comerciales otorgados a la empresa S Y J Servicios Turísticos
E.I.R.L con fecha veinticinco de mayo de dos mil cinco, esto es,
con posterioridad al fallecimiento de la cónyuge garante hipotecaria
Marleni Jessica Sifuentes Sánchez el catorce de noviembre del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
dos mil ocho, también lo es que ésta conjuntamente con el
recurrente suscribieron las garantías hipotecarias respecto a los
inmuebles inscritos en las Partidas Registrales números 11002074
y 11009774 del Registro de Predios de la Oficina registral de
Moyobamba, garantizando expresamente obligaciones presentes
a su celebración y futuras que pudiera tener la citada empresa
frente al Banco demandante, sin limitación alguna, encontrándose
entre ellas, los créditos comerciales. Décimo Quinto.- Que, en
consecuencia, al no haberse extinguido las hipotecas otorgadas a
favor del Banco Continental, corresponde que la sucesión de
Marleni Jessica Sifuentes Sánchez asuma las deudas a la que
ésta se comprometió en vida como cogarante hipotecaria, las
cuales implican las obligaciones futuras a la celebración de las
hipotecas que la empresa S Y J Servicios Turísticos E.I.R.L
asumiría. Décimo Sexto.- Que, por otra parte, corresponde
agregar que el artículo 171 de la Ley 26702, Ley General del
Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros, al estar referido a deudas
tributarias, resulta irrelevante para la resolución de la controversia
de autos. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el coejecutado
Solvy Reátegui Tuesta de folios seiscientos tres; en consecuencia
NO CASARON la resolución de vista de fecha diez de julio de dos
mil catorce, de folios quinientos treinta y cinco; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por el Banco Continental,
sobre ejecución de garantías; y los devolvieron; interviniendo
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-71
CAS. Nº 3532-2014 LA LIBERTAD
Otorgamiento de Escritura Pública. Sumilla: La carga argumentativa
del recurso de casación se encuentra orientada únicamente a
sustentar la infracción normativa de la norma procesal anotada, al
tratarse la sentencia de vista de una de carácter inhibitoria, es
evidente que se está refiriendo a la imposibilidad jurídica de
pronunciarse sobre el fondo del asunto, por tanto no existe debate
alguno respecto de la pretensión material que en el presente caso
se encuentra referida al otorgamiento de escritura pública. Lima,
veintitrés de junio de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:
vista la causa número tres mil quinientos treinta y dos - dos mil
catorce, con el expediente acompañado; en audiencia pública
llevada a cabo en la fecha; y producida la votación con arreglo a ley;
emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO. En el
presente proceso de otorgamiento de escritura pública ha
interpuesto recurso de casación de página quinientos veintitrés,
contra la sentencia de vista de fecha diecinueve de setiembre de
dos mil trece de página quinientos dos, dictada por la Primera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, que revoca la sentencia de primera instancia del veintisiete
de enero de dos mil once de página doscientos tres, que declara
fundada la demanda y reformándola la declara improcedente. II.
ANTECEDENTES. 1. DEMANDA. Por escrito de fecha veintisiete
de enero del dos mil once de fojas veintinueve, Lázaro Quezada
Tandaypan, interpone demanda de otorgamiento de escritura
pública, a efecto que la demandada Sucesión de Santiago Vásquez
Vargas, debidamente representada por Juana Vásquez Vargas y
Yolanda Agreda Vargas cumplan con otorgarle formalmente la
Escritura Pública de compra venta del Lote de Terreno ubicado en la
Manzana C, Lote Sub L – 1 de la Urbanización Semi Rústica
Mampuesto del distrito de Trujillo, alegando que conforme se
acredita con el original de la minuta de compra venta de fecha
veintidós de febrero de mil novecientos ochenta y dos con firmas de
los contratantes certificadas por el Juez de Paz de Florencia de
Mora que acompaña, Santiago Vásquez Vargas en vida, transfirió
en venta y enajenación perpetua a su favor la propiedad sobre el
área superficial de 151.80 m2, que constituye parte integrante del
lote de terreno de mayor extensión de 845.00 m2, sito en la
manzana C, Lote L 1 de la Urbanización Semi Rústica Mampuesto,
distrito y provincia de Trujillo. Sobre el indicado lote ha levantado su
fábrica o construcción y tiene constituido su domicilio o residencia
habitual, ejerciendo posesión de manera directa, continua y pública,
debidamente registrado como contribuyente ante el SAT de Trujillo,
cancelando a su nombre todos los servicios públicos que el mismo
genera, en mérito al mencionado acto jurídico de compra venta. 2.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. Mediante escrito de la página
cincuenta y seis, Norma María Picoy Vásquez, apoderada de Juana
Vásquez Vargas y Yolanda Agreda Vargas, contesta la demanda
señalando que el contrato presentado por el demandante, indica
claramente que el Lote no tiene ninguna construcción, sin embargo
en la declaración jurada de mil novecientos noventa, expedida por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el SAT, señala que hay una construcción desde mil novecientos
ochenta, en un área de 152 m2 del mismo que no guarda relación
con lo referido en el contrato cuando señala que “el lote
supuestamente vendido en 1982 no tiene ninguna
construcción”, y que el demandante indica que en reiteradas
oportunidades le solicitó al demandado Santiago Vásquez Vargas
que formalice el acto jurídico de compra venta, sin embargo porque
no lo demandó cuando estuvo en vida y lo viene a hacer ahora que
falleció y no se puede acreditar la fidelidad de dicho documento, el
mismo que es necesario para el objetivo de la presente demanda. 3.
PUNTOS CONTROVERTIDOS. Conforme se aprecia de la página
cien, se estableció como puntos controvertidos: Determinar si la
sucesión demandada, Santiago Felipe Vásquez Vargas, está en la
obligación de otorgar al demandante Lázaro Quezada Tandaypan,
la Escritura Pública respecto de la compra venta del lote de terreno
sito en la Manzana C, Lote Sub L – 1 de la Urbanización Semi
Rústica Mampuesto, distrito y provincia de Trujillo, departamento de
La Libertad, efectuada con fecha veintidós de febrero de mil
novecientos ochenta y dos. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el Juez
mediante sentencia de la página doscientos tres, su fecha veintisiete
de enero de dos mil once, declaró fundada la demanda y en
consecuencia ordenó que la Sucesión de Santiago Vásquez Vargas,
otorgue la Escritura Pública de compra venta a favor de Lázaro
Quezada Tandaypan, tras considerar que el demandante se
encuentra legitimado para exigir el otorgamiento de escritura pública
a los demandados, quienes tienen la obligación de perfeccionar la
transferencia de la propiedad, de conformidad con las normas
contenidas en los artículos 1361 y 1362 del Código Civil, que
dispone que los contratos son obligatorios en cuanto se haya
expresado en ellos y se debe negociar, celebrar y efectuar según
sus reglas de buena fe y común intención de las partes. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la
página trescientos treinta y cuatro, las demandadas Yolanda Agreda
Vargas y Juana Vásquez Vargas, interponen recurso de apelación,
alegando que en ninguno de los considerandos de la sentencia de
vista, se menciona los argumentos expuestos en los alegatos de
fecha nueve de agosto del dos mil uno o en el escrito de fecha
veintitrés de enero del año en curso, donde dieron a conocer hechos
que ponen en duda la veracidad del contrato preparatorio
presentado por el demandante en el presente proceso. 6.
SENTENCIA DE VISTA. Elevados los autos en virtud del recurso de
apelación interpuesto, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, mediante sentencia de vista de la página
quinientos dos, del diecinueve de setiembre de dos mil trece, revocó
la sentencia de primera instancia, que declaró fundada la demanda
interpuesta por don Lázaro Quezada Tandaypan contra la Sucesión
de Santiago Vásquez Vargas, y reformándola declaró improcedente
la demanda, pues consideró que no existía coherencia lógica entre
los hechos, el petitorio y los medios probatorios, señalando que
según los fundamentos de hecho y el contrato de transferencia que
ofrece como medio probatorio, no versan sobre el lote de terreno
inscrito en la “Partida No. 03108494 de la Oficina Registral de
Trujillo”, sino, solamente sobre 151.80 m2 del mismo (como es de
verse en el punto 3.1 de sus fundamentos de hecho), lo que denota
otra incoherencia entre el petitum y sus fundamentos. Siendo así,
se observa que el acto postulatorio del demandante es contradictorio
y carente de coherencia; el proceso incoado no ha observado las
reglas de la lógica y, con esto, ha generado la improcedencia de la
demanda. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha primero de diciembre de dos mil
catorce de página veintiséis del cuaderno de casación, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante
Lázaro Quezada Tandaypan, por la infracción normativa de los
artículos 427 numeral 5 del Código Procesal Civil y 949 del
Código Civil, alegando que la Sala ha desvalorado y mal
interpretado los medios probatorios, al decir que no existe una
relación jurídica válida entre el petitorio y los fundamentos fácticos
de la demanda y los medios probatorios, al sustentar que según los
fundamentos de hecho y el contrato de transferencia no versan
sobre el lote de terreno inscrito en la Partida No. 03108494, de la
Oficina Registral de Trujillo. Sin embargo, si existe una relación
legítima y jurídica entre el petitorio, los fundamentos de la demanda
y los medios probatorios; reitera, si existe conexión lógica entre los
hechos y el petitorio; pues al margen de la denominación que estila
cada entidad administrativa sobre el inmueble sub litis, lo cierto es
que está referido al lote cuya formalidad solicita, esto es, Manzana
C, Lote 1 o Manzana C Lote Sub L – 1, pero todo esto es con
relación al mismo lote, es más la parte demandada no ha hecho
ninguna observación al respecto. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA. Primero.- Que, el derecho al debido proceso
previsto en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución Política del
Estado, está concebido como el cumplimiento de todas las
garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos,
incluidos los administrativos, a fin de que las personas estén en
condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante
cualquier acto del Estado que pueda afectarlos, siendo una de sus
expresiones, el derecho que tiene todo justiciable a conocer las
motivaciones suficientes que conllevaron al juzgador a emitir un
78735
fallo judicial, tal como así lo dispone además el inciso 5) del artículo
139 de la Carta Política. Segundo: Que, el Tribunal Constitucional
en la STC Nº 728-2008-PH/TC ha establecido que el derecho a la
debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones no se encuentren justificadas en el mero capricho de
los Magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso, precisando que
el contenido constitucionalmente garantizado de este derecho
queda delimitado, entre otros, en la motivación aparente, la cual se
configura cuando la resolución no da cuenta de las razones mínimas
que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones
de las partes del proceso, o porque sólo intenta dar un cumplimiento
formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento
fáctico o jurídico. Tercero: Que, considerando la naturaleza de los
agravios denunciados, corresponde ingresar al análisis de las
causales en estricta observancia de sus efectos, ya que al tener
carácter nulificante la infracción de las normas de orden procesal, al
amparar éstas ya no será necesario ingresar al análisis de la
infracción de las normas de orden sustantivo, orientadas a resolver
el fondo del asunto. Cuarto: Que, el artículo 122 inciso 4 del Código
Procesal Civil, establece que las resoluciones judiciales deben
contener: la expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena
respecto de todos lo puntos controvertidos. Si el Juez denegase una
petición por falta de algún requisito o por una cita errónea de la
norma aplicable a su criterio, deberá en forma expresa indicar el
requisito faltante y la norma correspondiente. Quinto: Que, en el
presente caso, de la lectura de los agravios impugnatorios
expuestos en el recurso de casación, se desprende que a decir del
recurrente, la sentencia de vista yerra al considerar que de los
medios probatorios, no se advierte una relación jurídica válida entre
el petitorio y los fundamentos fácticos de la demanda, ya que de los
fundamentos de hecho y el contrato de transferencia no se aprecia
que versen sobre el lote de terreno inscrito en la Partida No.
03108494, de la Oficina Registral de Trujillo. Sin embargo, si existe
una relación legítima y jurídica entre el petitorio, los fundamentos de
la demanda y los medios probatorios; precisa que sí existe conexión
lógica entre los hechos y el petitorio; pues al margen de la
denominación que estila cada entidad administrativa sobre el
inmueble sub litis, lo cierto es que está referido al lote cuya
formalidad solicita, esto es, Manzana C, Lote 1 o Manzana C Lote
Sub L – 1, pero todo esto es con relación al mismo lote, es más la
parte demandada no ha hecho ninguna observación al respecto.
Sexto: Que, no obstante, de los fundamentos de la sentencia de
vista se advierte que para declarar improcedente la demanda,
inhibiéndose de ese modo el Juez Superior de emitir pronunciamiento
sobre el fondo del asunto, ha señalado que la falta de coherencia
lógica entre los hechos, el petitorio y los medios probatorios, radica
no tanto en la diferente denominación que cada entidad
administrativa le haya podido otorgar al inmueble como lo desliza el
impugnante en su recurso de casación, sino que más bien tanto de
los hechos y sus respectivos medios probatorios como del petitorio
no se aprecia entre ellos una coherencia lógica que permita
establecer la existencia de una relación jurídica válida entre las
partes y con ello que se pueda emitir un pronunciamiento válido
sobre el fondo, toda vez que la fundamentación fáctica y su
respectivo medio probatorio consistente en el contrato de
transferencia, no versa sobre el lote de terreno inscrito en la Partida
No. 03108494 de la Oficina Registral de Trujillo, sino solamente
sobre 151.80 m2 del mismo, como se constata de la lectura del
punto 3.1 de los fundamentos de hecho de la demanda, así se tiene
una falta de concordancia entre las instrumentales de fojas 7 y 5,
señalándose en la minuta una medida del inmueble de 151 m2, en
tanto que en la ficha se indica que la medición asciende a 800 m2.
Sétimo: Que, en lo que respecta al segundo agravio, basado en
una supuesta infracción normativa del artículo 949 del Código Civil,
además de advertirse que la carga argumentativa del recurso de
casación se encuentra orientada únicamente a sustentar la
infracción normativa de la norma procesal anotada, al tratarse la
sentencia de vista de una de carácter inhibitoria, es evidente que se
está refiriendo a la imposibilidad jurídica de pronunciarse sobre el
fondo del asunto, por tanto no existe debate alguno respecto de la
pretensión material que en el presente caso se encuentra referida al
otorgamiento de escritura pública, cuya fundamentación jurídica se
encuentra prevista en el artículo 1412 del Código Civil. V. DECISIÓN.
Por estos fundamentos y en aplicación del artículo 397 del Código
Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el demandado don Lázaro Quezada Tandaypan
mediante escrito de fojas quinientos veintitrés; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano
conforme a ley; en los seguidos contra Yolanda Agreda Vargas,
sobre otorgamiento de escritura pública; y los devolvieron;
notifíquese. Interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA C-1392274-72
CAS. Nº 3565-2014 AYACUCHO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, dieciséis
de marzo de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:

78736 CASACIÓN
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por el demandante Marco
Antonio García Vera de folios quinientos treinta y dos, contra la
sentencia de vista de fecha veintiocho de agosto de dos mil catorce,
de folios quinientos quince, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha veinte de noviembre de dos mil trece, de folios
cuatrocientos cincuenta y seis, que declara infundada la demanda
de indemnización por daños y perjuicios; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna
una resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ayacucho que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ayacucho, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha diecinueve de setiembre de dos mil catorce
y el recurso de casación se presentó dos de octubre de dos mil
catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios
quinientos veinticuatro del expediente principal y treinta y tres
del cuadernillo de casación). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios cuatrocientos sesenta y nueve; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa del artículo 139, incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado. Señala que la sentencia de primera instancia
no se pronuncia de forma puntual sobre ninguno de los puntos
controvertidos, lo cual no ha sido corregido en la sentencia de
vista, la cual no se pronuncia sobre los agravios expuestos en
la apelación, limitándose prácticamente a repetir lo señalado en
la apelada. b) Infracción normativa por interpretación errónea
de los artículos 1969 y 1985 del Código Civil. Manifiesta que
conforme al primero de estos artículos, aquel que por dolo o culpa
causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo, siendo que
en el caso de autos, la Resolución 464-04-GRA/PRES ha sido
expedida extemporáneamente de forma dolosa; y el segundo
artículo citado, establece la relación de causalidad que debe
existir entre la conducta antijurídica y el daño producido, siendo se
encuentra acreditado que los demandados extemporáneamente
emitieron la resolución en mención que declaró la nulidad de la
restitución de pago de beneficios laborales, lo cual le ocasionó un
daño. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada en el literal
a), se aprecia que la misma carece de amparo legal en cuanto
a su procedencia, toda vez que de lo expuesto en la sentencia
apelada como en la sentencia de vista, se desprende que el
órgano jurisdiccional ha cumplido con emitir un pronunciamiento
de fondo respecto a la materia controvertida de autos, resolviendo
los aspectos que constituyen materia de litis, teniendo en cuenta
lo sostenido en el escrito de demanda y contestación a la misma,
así como lo señalado por las partes durante el transcurso del
proceso, no resultando cierto que el Colegiado Superior haya
omitido pronunciarse sobre algún agravio alegado en el recurso de
apelación, máxime si no se precisa qué agravios habrían quedado
incontestados, no advirtiéndose además falta de motivación
alguna en la recurrida, en tanto dicho Colegiado ha cumplido con
explicar las razones de hecho y de derecho que sustentan su
decisión. Sétimo.- Que, respecto a la causal descrita en el literal
b), corresponde precisar que la causal de interpretación errónea
de una norma de derecho material se configura cuando el Juez
da a la norma correctamente elegida un sentido equivocado,
haciéndole producir consecuencias que no resultan de su
contenido, lo cual no se configura en el presente caso, toda vez
que las normas cuya interpretación errónea se denuncia, no han
sido invocadas por la Sala Superior, a efecto de asumir un criterio
interpretativo en el que sustente su fallo; siendo que sin perjuicio
de ello, los argumentos que sustentan esta causal, se encuentran
dirigidos mas bien a que se realice una nueva apreciación del
caudal probatorio, a efecto de determinar que se ha acreditado en
autos, el dolo, el daño y el nexo causal, sin tener en cuenta que
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio. Octavo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio total,
así como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandante Marco Antonio García
Vera de folios quinientos treinta y dos, contra la sentencia de
vista de fecha veintiocho de agosto de dos mil catorce, de folios
quinientos quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Marco Antonio García Vera contra Nicanor
Gilberto Medrano Saavedra y otro, sobre indemnización por daños
y perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERON PUERTAS C-1392274-73
CAS. Nº 3607-2014 LIMA
Indemnización por daños y perjuicios. Lima, cuatro de marzo de
dos mil quince.- VISTOS; con la razón emitida por el Secretario de
esta Sala Suprema a fojas cuarenta y tres del cuaderno de
casación; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandada Nora Mikiun Mont Montalván,
mediante escrito de fojas quinientos cincuenta y seis, contra la
sentencia de vista de fecha treinta de junio de dos mil catorce,
obrante a fojas quinientos cuarenta, que confirma la sentencia
apelada de fojas trescientos setenta y tres, su fecha veintitrés de
noviembre de dos mil doce, que declara fundada en parte la
demanda de indemnización por daños y perjuicios; en tal sentido,
corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del recurso, acorde con la modificación establecida
en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente
recurso satisface tales exigencias, pues: I) se impugna una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, puso fin al proceso; II) se interpone ante la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que expidió la
resolución impugnada; III) ha sido presentado dentro del plazo
legal, según consta del cargo de notificación de fojas quinientos
cincuenta y uno; y IV) se adjunta el arancel judicial a fojas
quinientos sesenta y cinco, subsanado a fojas cuarenta y dos del
cuaderno de casación. Tercero.- Que, en relación a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la citada ley, se advierte que la recurrente no
ha consentido la sentencia de primer grado que le fue desfavorable
a sus intereses, pues interpuso recurso de apelación a fojas
cuatrocientos sesenta y uno, por lo que satisface el presupuesto
establecido en el inciso 1 de la norma procesal acotada. Cuarto.-
Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos
contemplados en los incisos 2 y 3 del precitado artículo 388º del
Código adjetivo, debe señalarse en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En
el presente caso, la recurrente propone las siguientes infracciones
normativas: a) Infracción normativa de los artículos 188º, 197º
y 374º del Código Procesal Civil: la recurrente sostiene que al
interponer su recurso de apelación contra la sentencia de primer
grado, mediante escrito de fojas cuatrocientos sesenta y uno,
ofreció medios probatorios que tenían por finalidad no solo
acreditar la existencia del proceso penal, sino la actividad
persecutoria de la indemnización por daños y perjuicios de la
actora en el proceso penal Nº 244-2008; sin embargo, la Sala
Superior –dejando de aplicar el artículo 374º del Código adjetivo-
no hizo referencia alguna a dichos medios probatorios, debiendo
tenerse en cuenta que un medio probatorio ofrecido debe ser
admitido y posteriormente actuado. También refiere que la
sentencia materia de impugnación infringe el derecho a probar
que tienen las partes, en el sentido que vulnera el principio de la
debida valoración de los medios probatorios, por cuanto no se ha
tomado en cuenta las pruebas aportadas al proceso que acreditan
fehacientemente el hecho que la actora ha perseguido el pago de
la indemnización por daños y perjuicios en el proceso penal, caso
contrario la demandada no habría sufrido el embargo de sus
bienes, tampoco habría cumplido con efectuar dichos pagos. b)
Infracción normativa del artículo 93º del Código Penal: la
impugnante señala que si bien el proceso penal es punitivo, sin
embargo cuestiona y denuncia como agravio el hecho de que la
actora ha perseguido voluntariamente en la vía penal la
indemnización por daños y perjuicios, llegando incluso al embargo
de los bienes de la recurrente, y pese que ha cumplido con pagar
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la indemnización, hasta la fecha no le son devueltos dichos bienes.
c) Infracción normativa del artículo 139º, inciso 5, de la
Constitución Política del Estado, concordante con el artículo
12º del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial: la recurrente sostiene que la sentencia de vista carece
de motivación jurídica, pues se limita en sostener que la existencia
de un proceso penal y su correspondiente determinación de la
reparación civil no constituye impedimento para accionar la
pretensión de indemnización por daños y perjuicios en la vía civil,
hecho que no habría sido denunciado por la impugnante en el
recurso de apelación, pues lo que denuncia como agravio es la
doble persecución del pago de la indemnización tanto en la vía
penal (la cual se encuentra ejecutada), como en la vía civil (que es
materia de la presente demanda). Quinto.- Que, del examen de
las alegaciones antes descritas, se advierte que estas no
satisfacen los requisitos exigidos en los artículos 2 y 3 del artículo
388º del Código Procesal Civil, pues la recurrente no describe en
forma clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas,
menos aun demuestra la incidencia directa que tendrían aquellas
sobre la decisión impugnada por las siguientes razones: El recurso
de casación es un medio impugnatorio de carácter extraordinario,
pues su función consiste en controlar la correcta aplicación de la
Ley, es decir, su labor está reservada a observar sólo los errores
de derecho, excluyéndose de dicho control la valoración de las
pruebas. Por ello, la causal de infracción normativa debe
sustentarse en el error de derecho que incida directamente en la
decisión impugnada, es decir, que influya o repercuta en la parte
dispositiva del fallo, alterando el sentido del mismo, pues no basta
la sola invocación de las normas de derecho material o procesal
que se consideran infringidas, ya que el impugnante debe explicar
la naturaleza de dicha infracción, la que debe estar desprovista de
cualquier análisis a la valoración probatoria efectuada por los
Jueces de mérito. Respecto al argumento propuesto en el acápite
a) del considerando cuarto de esta resolución, se advierte que
este no tiene incidencia alguna sobre la decisión impugnada, toda
vez que si bien es cierto la recurrente ofreció medios probatorios
en su recurso de apelación, también lo es que la Sala Superior,
mediante resolución obrante a fojas quinientos diecisiete, declaró
improcedente dicho ofrecimiento, decisión que, de conformidad
con el artículo 374º del Código Procesal Civil, es inimpugnable,
por lo tanto, no puede ser cuestionada a través de este medio
impugnatorio extraordinario. En cuanto al argumento propuesto en
el acápite b) del considerando cuarto de esta resolución, tampoco
se aprecia la incidencia directa que tendría el artículo 93º del
Código Penal sobre la decisión impugnada, pues dicha norma
regula cuál es el contenido de la reparación civil, esto es, la
restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y, la
indemnización de los daños y perjuicios. Finalmente, respecto a la
alegación descrita en el acápite c), conviene señalar que tanto la
sentencia de primer grado como la de vista han cumplido con
emitir pronunciamiento sobre el argumento de la demandada
referido a la imposibilidad de cobrar indemnización en la vía civil y
penal, tal como se aprecia del considerando décimo cuarto de la
sentencia de primera instancia y del considerando segundo de la
resolución recurrida en casación; siendo esto así, no se advierte la
aludida motivación aparente. Sexto.- Que, en cuanto a la exigencia
prevista en el inciso 4 del citado artículo 388º, si bien la recurrente
precisa que su pedido casatorio es anulatorio, ello no es suficiente
para atender el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia
de este medio impugnatorio son concurrentes, conforme lo
dispone el artículo 392º del Código adjetivo, modificado por la Ley
Nº 29364. Por estas consideraciones y en aplicación de lo
dispuesto en el precitado artículo 392º del Código adjetivo:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Nora Mikiun Mont Montalván, mediante escrito de fojas
quinientos cincuenta y seis, contra la sentencia de vista de fecha
treinta de junio de dos mil catorce obrante a fojas quinientos
cuarenta; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por César Eduardo Caldas Cárdenas y otros con Jorge
Américo Dulanto Arismendi y Nora Mikiun Mont Montalván, sobre
indemnización de daños y perjuicios; y los devolvieron. Interviene
el señor Juez Supremo Miranda Molina por licencia del señor Juez
Supremo Walde Jáuregui. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-74
CAS. Nº 3636-2014 JUNÍN
Nulidad de Acto Jurídico. Impedimento de Juez y Motivación
insuficiente. El Juez se encuentra impedido de dirigir un proceso
cuando ha conocido el proceso en otra instancia, salvo que haya
realizado sólo actos procesales de mero trámite. Asimismo, existe
motivación insuficiente cuando no existe el mínimo de motivación
exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho
indispensables para asumir que la decisión está debidamente
motivada; lo cual se ha configurado en las resoluciones de mérito.
Const. 139, inciso 5. CPC. 50 inciso 6, 122, inciso 3, 305 inciso 5,
311. Lima, diecinueve de agosto de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
78737
DE LA REPUBLICA: con el expediente acompañado; vista la
causa tres mil seiscientos treinta y seis - dos mil catorce, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de nulidad de
acto jurídico, los demandantes Carlos Guillermo Iparraguirre
Artica y Dora Baltazar de Iparraguirre han interpuesto recurso
de casación de folios ciento dos, contra la resolución de vista de
fecha cuatro de setiembre de dos mil catorce, de folios noventa y
uno, dictada por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que confirma la resolución de
primera instancia de fecha veinticuatro de junio de dos mil catorce,
de folios setenta y cuatro, que declara fundada la excepción de
prescripción extintiva deducida por Judith Lilian Orellana Cerrón,
en consecuencia la conclusión del proceso y nulo todo lo actuado.
II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veintidós de marzo de dos mil trece, de folios cuatro del expediente
principal, Carlos Guillermo Iparraguirre Artica y Dora Baltazar de
Iparraguirre interponen demanda de nulidad de acto jurídico contra
Gladys Berta Ventura Cárdenas, Luis Marlon Ponce Córdova y
Judith Lilian Orellana Cerrón, señalando como pretensiones que:
a) Se declare la nulidad de la escritura pública de compra venta de
fecha veintinueve de abril de mil novecientos noventa y nueve,
celebrada entre Gladys Berta Ventura Cárdenas como vendedora
y Luis Marlon Ponce Córdova y Judith Lilian Orellana Cerrón como
compradores, respecto al inmueble ubicado en Manzana Ñ, Lote
12, Urbanización Millotingo, Distrito de El Tambo, Provincia de
Huancayo, Departamento de Junín, actualmente signado con el
número 12337 de la Avenida 13 de Noviembre; y, b) Se ordene a
Luis Marlon Ponce Córdova y Judith Lilian Orellana Cerrón pagar
la suma de cuarenta y ocho mil dólares americanos ($ 48,000.00)
por el valor del predio que adquirieron ilegalmente, el cual,
sostienen, es de propiedad de los demandantes. Alegan como
sustento de su pretensión que mediante proceso judicial de
nulidad de acto jurídico seguido ante el Primer Juzgado Civil de
Huancayo con el número 650-2000, se declaró la nulidad de las
minutas de compra venta de fecha trece de mayo de mil
novecientos noventa y dos y siete de abril de mil novecientos
noventa y nueve, mediante las cuales Compañía Minera Millotingo
S.A. le habría vendido a Gladys Berta Ventura Cárdenas el
inmueble precitado, por lo que la posterior transferencia efectuada
a Luis Marlon Ponce Córdova y Judith Lilian Orellana Cerrón
mediante la escritura pública de fecha veintinueve de abril de mil
novecientos noventa y nueve deviene en nula. Agregan, que
Compañía Minera Millotingo S.A. mediante minuta de compra
venta de fecha doce de setiembre de mil novecientos setenta y
cuatro, les transfirió el inmueble sub litis, siendo los legítimos
propietarios. Señalan que al haber Luis Marlon Ponce Córdova y
Judith Lilian Orellana Cerrón efectuado edificaciones en el predio
materia de demanda, optan conforme al artículo 941 del Código
Civil por el pago por parte de dichos demandados del valor actual
del predio, equivalente a cuarenta y ocho mil dólares americanos
($ 48,000.00). 2. EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA:
La demandada Judith Lilian Orellana Cerrón, deduce excepción
de prescripción extintiva a folios cinco, alegando que: a) Los
demandantes tienen conocimiento de la escritura pública materia
de nulidad desde el cinco de mayo de mil novecientos noventa y
nueve, fecha en la que fue inscrita en Registros Públicos, por lo
que a la interposición de la demanda, el veintidós de marzo de dos
mil trece, la acción ha prescrito, al haber transcurrido más de diez
años conforme a lo establecido en el artículo 2001, inciso 1 del
Código Civil. 3. ABSOLUCIÓN DE LA EXCEPCIÓN: Los
demandantes Carlos Guillermo Iparraguirre Artica y Dora Baltazar
de Iparraguirre, absuelven el traslado de la excepción deducida, a
folios sesenta y nueve, argumentando que en el proceso judicial
signado con el número 650-2000, se solicitó la nulidad de la
inscripción registral a favor de los demandados Luis Marlon Ponce
Córdova y Judith Lilian Orellana Cerrón, la cual deriva de la
escritura pública cuya nulidad se pretende en el presente proceso;
asimismo, agregan, se ha seguido un proceso penal signado con
el número 2002-259 en contra de Luis Marlon Ponce Córdova por
falsificación de escrituras públicas; por lo que tales procesos han
interrumpido el plazo de prescripción. 4. AUTO DE PRIMERA
INSTANCIA: El Juez mediante resolución de fecha veinticuatro de
junio de dos mil catorce, de folios setenta y cuatro, declaró fundada
la excepción de prescripción extintiva, en consecuencia concluido
el proceso y nulo todo lo actuado, sosteniendo que la escritura
pública de fecha veintinueve de abril de mil novecientos noventa y
nueve fue inscrita en registros públicos el cinco de mayo de mil
novecientos noventa y nueve, fecha a partir de la cual todos tienen
conocimiento de la misma conforme al principio de publicidad
registral, por lo que a la interposición de la demanda, el veintidós
de marzo de dos mil nueve, han transcurrido los diez años
previstos en el artículo 2001, inciso 1 del Código Civil, siendo que
en el proceso seguido en el expediente 650-2000 no se solicitó la
nulidad de la escritura pública referida por lo que no se ha
producido interrupción alguna. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha uno de julio de dos mil
catorce, de folios treinta y tres, los demandantes Carlos Guillermo
Iparraguirre Artica y Dora Baltazar de Iparraguirre, interpusieron

78738 CASACIÓN
recurso de apelación contra la resolución de primera instancia,
alegando que: a) no se ha considerado lo actuado en el expediente
650-2000, cuya tramitación ha suspendido el plazo de prescripción,
b) no podían demandar el pago del valor comercial del predio sub
litis sin la culminación de dicho proceso, c) se ha seguido un
proceso penal contra el demandado, debiendo aplicarse el artículo
100 del Código Penal, conforme al cual, el plazo prescriptorio se
ha interrumpido desde el auto de apertura de instrucción. 6. AUTO
DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del
recurso de apelación interpuesto por los demandantes, la Primera
Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín,
mediante resolución de vista de fecha cuatro de setiembre de dos
mil catorce, de folios noventa y uno, confirmó la resolución de
primera instancia, señalando que en el expediente 650-2000 no se
ha pretendido la nulidad de la escritura pública de fecha veintinueve
de abril de mil novecientos noventa y nueve, por lo que no se ha
producido interrupción del plazo prescriptorio, siendo que el
artículo 100 del Código Penal no resulta aplicable al encontrarse
referido a la reparación civil. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha catorce de enero de
dos mil quince, obrante a fojas cuarenta y cinco del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por los demandantes Carlos Guillermo
Iparraguirre Artica y Dora Baltazar de Iparraguirre, por la
infracción normativa de los artículos 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado; 50 inciso 6, 122 inciso 3, 305
inciso 5 y 311 del Código Procesal Civil; 1996 inciso 3 del
Código Civil; y 100 del Código Penal. IV. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los
argumentos expuestos durante el transcurso del proceso, así
como en el recurso de casación, la controversia gira en determinar
si la resolución recurrida adolece de indebida motivación, si el
Juez Superior Abel Villarroel Casas ha conocido indebidamente la
presente causa al haber conocido la misma en primera instancia,
y si el proceso civil seguido en el expediente 650-2000 y el proceso
penal seguido en el expediente 259-2000, han interrumpido el
plazo de prescripción. Segundo.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso de casación por normas procesales así
como normas materiales, corresponde en primer término efectuar
el análisis sobre la existencia del error procesal, toda vez que, de
resultar fundada la denuncia en dicho extremo, dada su incidencia
en la tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de
sentido emitir pronunciamiento respecto de la infracción normativa
material, referida al derecho controvertido en la presente causa.
Tercero.- Que, al respecto, resulta adecuado precisar que, el
artículo 139.3 de la Constitución Política del Estado ha establecido
como un derecho relacionado con el ejercicio de la función
jurisdiccional “la observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado
que supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia
como la eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre
aquel ha expresado que significa la observancia de los principios
y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, el artículo
305, inciso 5 del Código Procesal Civil, establece: “El Juez se
encuentra impedido de dirigir un proceso cuando: (...) 5. Ha
conocido el proceso en otra instancia, salvo que haya realizado
únicamente actos procesales de mero trámite”. Sétimo.- Que,
asimismo, el artículo 311 del mismo cuerpo legal, prevé: “Las
causales de impedimento y recusación se aplican a los Jueces de
todas las instancias y a los de la Sala de Casación. El Juez a quien
le afecte alguna causal de impedimento, deberá abstenerse y
declararse impedido tan pronto como advierta la existencia de
ella.” Octavo.- Que, bajo dicho contexto, se advierte que la
demanda fue presentada el veintidós de marzo de dos mil trece
ante el Juzgado Civil de Turno de Huancayo, emitiendo el auto de
inadmisibilidad de la demanda de fecha cinco de abril de dos mil
trece, el auto admisorio de fecha treinta de abril de dos mil trece,
la corrección del auto admisorio de fecha veintisiete de enero de
dos mil trece, la concesión del recurso de apelación formulado
contra la resolución número tres, y la inadmisibilidad de la
contestación de la demanda presentada por Judith Lilian Orellana
Cerrón y el traslado de la excepción de prescripción extintiva de
fecha veinticuatro de junio de dos mil trece, el Juez Abel Villarroel
Casas en su condición de Titular del Quinto Juzgado Civil de
Huancayo, siendo el mismo magistrado quien interviene en el
Colegiado Superior que confirma la resolución de primera instancia
que declara fundada la excepción de prescripción extintiva, en
consecuencia concluido el proceso y nulo todo lo actuado,
conforme se advierte a folios noventa y seis, lo cual contraviene
los artículos 305 inciso 5 y 311 del Código Procesal Civil antes
descritos, en tanto no se tratan de resolución de mérito trámite,
sino de aquellas que resuelven actos esenciales del proceso,
vulnerándose en consecuencia, el debido proceso, al no haberse
observado las formalidades preestablecidas para el conocimiento
de la causa conforme a la normativa procesal. Noveno.- Que,
aunado a ello, se aprecia que las resoluciones de mérito afirman
que en el proceso sobre nulidad de acto jurídico seguido en el
expediente 650-2000, no se ha peticionado la nulidad del acto
jurídico contenido en la escritura pública de compraventa de fecha
veintinueve de abril de mil novecientos noventa y nueve; sin
embargo, omiten explicar de forma congruente, adecuada y
suficiente las razones por las cuáles arriban a tal conclusión,
debiendo efectuar un análisis minucioso de lo expresado en la
demanda, sentencia de primera instancia y su confirmatoria de
dicho proceso, toda vez que en las mismas se hace referencia a la
nulidad de la inscripción registral a favor de los demandados Luis
Marlon Ponce Córdova y Judith Lilian Orellana Cerrón, la cual
deriva, de la escritura pública precitada, habiéndose además
declarado la nulidad de las minutas de compraventa que originaron
tal escritura pública, aspectos que han sido observados en las
sentencias expedidas en el mencionado proceso; por lo que las
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
resoluciones materia de casación adolecen de motivación
insuficiente. Décimo.- Que, las omisiones advertidas afectan la
garantía y principio no sólo del debido proceso, sino también de
motivación de las resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5)
del artículo 139º de la Constitución Política del Estado,
respectivamente, que encuentra desarrollo legal en el inciso 6 del
artículo 50 e inciso 3) del artículo 122º, del Código Procesal Civil,
en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones judiciales
exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten los
principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como que
contengan los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y
los respectivos de derecho con la cita de la norma o normas
aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y lo
invocado por las partes; en consecuencia, corresponde declarar la
nulidad de las resoluciones de mérito y disponer que el juez de la
causa emita nuevo pronunciamiento teniendo en cuenta las
directivas contenidas en la presente resolución. Décimo Primero.-
Que, estando a lo expuesto precedentemente, al haberse
amparado la causal de infracción normativa procesal referida al
artículo 139, inciso 5 de la Constitución Política del Estado, 50
inciso 6, 122 inciso 3, 305 inciso 5 y 311 del Código Procesal Civil,
carece de objeto emitir pronunciamiento respecto a las infracciones
normativas materiales denunciadas. V. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por los demandantes Carlos Guillermo Iparraguirre
Artica y Dora Baltazar de Iparraguirre de folios ciento dos; en
consecuencia NULA la resolución de vista de fecha cuatro de
setiembre de dos mil catorce, de folios ciento dos, e
INSUBSISTENTE la apelada de fecha veinticuatro de junio de dos
mil catorce, de folios setenta y cuatro, ORDENARON que el Juez
del Quinto Juzgado Civil de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín emita nuevo resolución, conforme a las directivas
de la presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme
a ley; en los seguidos contra Gladys Berta Ventura Cárdenas y
otros, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron; interviniendo
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-75
CAS. Nº 3654-2014 CALLAO
Lima, cuatro de mayo de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la Sucesión
del demandante Carlos Sánchez Manrique de folios seiscientos
noventa y cuatro, contra la sentencia de vista de fecha cinco de
agosto de dos mil catorce, de folios seiscientos cincuenta y tres, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha once de
setiembre de dos mil doce, de folios quinientos treinta y nueve, en el
extremo que declara infundada la pretensión principal de accesión
de propiedad por edificación de mala fe en terreno ajeno, así como
la pretensión accesoria de desalojo del bien sub litis, y la revoca en
el extremo que declara fundada la pretensión subordinada de pago
del valor comercial actualizado a la fecha de pago del terreno sub
materia, y reformándola declara improcedente dicha pretensión;
medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada,
se tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto
es: I) Se impugna una resolución expedida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callo que, como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto
ante la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del
Callao, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha nueve de octubre
de dos mil catorce y el recurso de casación se presentó el veintidós
de octubre de dos mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial (folios setenta y dos del cuadernillo de casación).
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que lo dispuesto en el inciso 1º de la
norma procesal anotada, no resulta exigible a la recurrente, en tanto
el extremo cuestionado mediante el recurso de casación, le fue
favorable en la resolución de primera instancia. Cuarto.- Que, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
78739
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo
establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente
denuncia como causales las siguientes: a) Infracción normativa
del artículo 2014 del Código Civil. Manifiesta que su derecho de
propiedad se encuentra debidamente inscrito por lo que se
encuentra amparado por el principio de legitimidad. b) Infracción
normativa del artículo 2022 del Código Civil. Sostiene que el pre
contrato de compra venta adjuntado por los demandados no puede
ser oponible a su título debidamente inscrito. c) Infracción
normativa de los artículos I y III del Título Preliminar del Código
Procesal Civil. Señala que no se ha tutelado efectivamente su
derecho, en tanto no se ha resuelto el conflicto de intereses,
manteniéndose una incertidumbre jurídica, habiéndose interpuesto
demanda contencioso administrativa contra la Resolución Gerencial
619-2008-MPC-GGAH y la Resolución de Alcaldía 501 que declaran
la prescripción adquisitiva de dominio a favor de los demandados,
cuyos efectos se encuentran suspendidos mediante medida
cautelar. d) Infracción normativa del artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil. Alega que en la demanda
ha probado su derecho de propiedad, habiendo impugnado
judicialmente las resoluciones administrativas precitadas que
declaran la prescripción adquisitiva de dominio a favor de los
demandados, siendo que la Sala Superior al no tener certeza
respecto a la propiedad del bien sub litis, debió suspender el
proceso conforme a lo establecido en el artículo 320 del Código
Adjetivo. Sexto.- Que, en relación a las causales denunciadas en
los literales a) y b), se advierte que las mismas carecen de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que si bien es cierto el
demandante tenía su derecho de propiedad inscrito en mil
novecientos setenta y cinco, también lo es que Santosa Apolonia
Calderón Jiménez igualmente cuenta con derecho de propiedad
inscrito en el dos mil nueve en mérito al título otorgado por la
Municipalidad Provincial del Callao quien adquirió la propiedad de
un terreno de mayor extensión en el cual se encuentra el lote sublitis
por prescripción adquisitiva, no resultando cierto que esta última
sólo ha exhibido un pre contrato de compraventa. Sétimo.- Que,
respecto a la causal descrita en el literal c), se aprecia que la misma
debe ser desestimada, atendiendo a que de la sentencia de vista
recurrida, no se desprende que se haya dejado de resolver el
conflicto de intereses, toda vez que ha confirmado la sentencia
apelada en el extremo que declara infundada la pretensión principal
de accesión de propiedad por edificación de mala fe en terreno
ajeno, así como la pretensión accesoria de desalojo del bien sub
litis, y la revoca únicamente respecto a la pretensión subordinada de
pago del valor actualizado del terreno sub litis, declarando
improcedente dicha pretensión, decisión esta última que se
encuentra debidamente motivada en la existencia de dos títulos de
propiedad, uno a favor del demandante y otro a favor de la
demandada, precisándose que la prevalencia de aquel sobre éste o
viceversa debe dilucidarse en la vía judicial correspondiente, y
añadiendo que si bien se dictó medida cautelar de suspensión de
los efectos de las resoluciones que declaran la prescripción
adquisitiva de dominio a favor de la Asociación de Propietarios 7 de
Agosto, ello no afecta el derecho reconocido a la demandada hasta
obtener un pronunciamiento judicial definitivo que declare la
invalidez de dichas resoluciones. Octavo.- Que, en cuanto a la
causal invocada en el literal d), se aprecia que sus fundamentos se
encuentran dirigidos a que se realice una nueva apreciación del
caudal probatorio, a efecto de determinar que el demandante tiene
derecho de propiedad sobre el inmueble sub litis, habiendo
interpuesto demanda contencioso administrativa contra las
resoluciones administrativas que declararon el derecho de
propiedad por prescripción adquisitiva a favor de la Asociación a la
cual pertenece la demandada, que a su vez le otorgó título de
propiedad a esta última, sin tener en cuenta que no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, lo que es ajeno al debate casatorio, máxime si conforme
se ha expuesto en el considerando anterior, la Sala de mérito ha
concluido que no corresponde determinar en esta vía judicial el
mejor derecho de propiedad de las partes, debiendo tenerse en
cuenta además que el artículo 320 del Código Procesal Civil,
únicamente regula la facultad del juez de suspender el proceso de
oficio, de acuerdo a su criterio, y la posibilidad de declarar dicha
suspensión en los casos previstos legalmente, que no es el caso de
autos. Noveno.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo
que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del
acotado Código Procesal. Décimo.- Que, respecto a la exigencia
prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es revocatorio, no es
suficiente para atender el recurso materia de calificación; en virtud a
lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo, norma que
prescribe que los requisitos de procedencia de este recurso
extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la

78740 CASACIÓN
Sucesión del demandante Carlos Sánchez Manrique de folios
seiscientos noventa y cuatro, contra la sentencia de vista de fecha
cinco de agosto de dos mil catorce, de folios seiscientos cincuenta y
tres; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
la Sucesión del demandante Carlos Sánchez Manrique contra
Santosa Apolonia Calderón Jiménez, sobre accesión; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-76
CAS. Nº 3662-2014 JUNIN
Petición de Herencia. Motivación de las Resoluciones
Judiciales. Existe motivación incongruente, al omitirse el
pronunciamiento respecto del agravio formulado por la parte
apelante referido a la necesidad de que previo a la declaración de
las demandantes como herederas del sujeto que señalan como
causante, obtengan la rectificación de su partidas de nacimiento;
resultando imperativo que la Sala Superior al absolver el referido
agravio, evalúe los alcances de los artículos 749º y 750º del
Código Procesal Civil, los cuales establecen, respectivamente que
la rectificación de partidas se tramita en proceso no contencioso y
ante la competencia de un Juez de Paz Letrado. Lima, cinco de
agosto de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la
causa número tres mil seiscientos sesenta y dos - dos mil catorce,
en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de petición de
herencia, Deysi Diana Quispialaya Sandonas, ha interpuesto
recurso de casación de folios mil setecientos ochenta y cinco,
contra la sentencia de vista de fecha ocho de septiembre de dos
mil catorce, obrante a fojas mil setecientos treinta y ocho, dictada
por la Segunda Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huancayo, que confirma la sentencia de primera instancia de
fecha primero de abril de dos mil catorce, obrante a fojas mil
seiscientos once, que declaró fundada la demanda interpuesta por
Ana Vilma Quispealaya Arroyo y Luz María Quispealaya viuda de
Macucachi, sobre petición de herencia, en contra de Jesús Truman
Quispialaya Sedano y la Sucesión de David Abelardo Quispialaya
Sedano. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de
fecha primero de julio de dos mil cinco, de folios tres, Ana Vilma
Quispealaya Arroyo y Luz María Quispealaya Arroyo, interpone
demanda de petición de herencia contra Jesús Truman Quispialaya
y la Sucesión de David Abelardo Quispialaya Sedano, a fin que se
declare la petición de herencia de quien en vida fuera su padre
común (Ponciano Quispialaya Santana) y se les declare herederas,
con intervención de los demandados, y en exclusión de la legítima
de su madre Teodora Arroyo Navarro, por haber sido preteridas de
la masa hereditaria. Alegan como sustento de su pretensión lo
siguiente: (i) Con fecha 13 de septiembre de 2001, mediante
expediente de sucesión intestada en sede notarial, se declaró
como herederos de su padre Don Ponciano Quispialaya Santana,
únicamente a los codemandados (hermanos Quispialaya Sedano),
excluyendo a las demandantes; (ii) Que en dicha sucesión se ha
consignado erróneamente como apellido del causante como
“Quispialaya”” cuando lo correcto es “Quispealaya”; El inmueble
materia de petición de herencia se encuentra ubicado en Jr. Piura
Antigua, con una extensión de 1056.00 m2, signado con los
números 279, 281, 278, 273 y 275. Fue adquirido por sus padres
en calidad de cónyuges (Don Ponciano Quispialaya Santana y
Teodora Arroyo Navarro) de su anterior propietario Simón Arroyo
Gutiérrez, por lo que dicho bien, constituye un bien social; (iii) Los
demandados tienen la condición de hijos ilegítimos, reconocidos
por el causante fuera del matrimonio, mientras que las
demandantes alegan ser hijas legítimas; (iv) El bien inmueble
materia de petición de herencia, debe ser dividido en la proporción
que a cada uno le corresponde, dejando intangible la legítima de
su señora madre en el 50% y el otro 50% repartido entre los
herederos forzosos de su padre; (v) El bien inmueble actualmente
se encuentra en posesión total de los demandados, disfrutando de
las rentas de dicho inmueble, con más de 20 inquilinos y tiendas
comerciales; y, (vi) El causante ha dejado también cuentas
bancarias: Banco Continental (cinco mil Dólares Americanos
($5,000.00) y tres mil cien Nuevos Soles (S/.3,100.00)). 2.
CONTESTACIÓN: El codemandado Jesús Truman Quispialaya
Sedano, contesta la demanda a folios treinta y siete, alegando
que: (i) Los únicos herederos universales de don Ponciano
Quispialaya Santana son el recurrente y su hermano David
Abelardo Quispialaya Sedano; (ii) Las demandantes no fueron
incluidas en la sucesión intestada, a razón de que fueron inscritas
cuando tenían mayoría de edad, al amparo de leyes extraordinarias
que certifican el nacimiento y les conceden el derecho a un
nombre, pero no general efectos filiatorios y consecuentemente,
carecen de derechos hereditarios; (iii) El apellido correcto de su
causante es “Quispialaya” y no “Quispealaya” como aseveran las
demandantes; (iv) Es verdad que se encuentran en posesión del
inmueble, pero es falso que existan tiendas comerciales, habitan
seis inquilinos que producen rentas paupérrimas; y, (v) En su
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
momento dispusieron del dinero que habían en las cuentas
bancarias, pero las demandantes pretenden peticionar en forma
maliciosa. Asimismo, reconviene solicitando como pretensión se
declare la nulidad de la sucesión intestada de Teodora Arroyo
Navarro, en los extremos en la cual considera como herederas
universales a las demandadas y sólo manteniéndose los derechos
sucesorios establecidos con respecto a su señor padre, por su
condición de cónyuge; y se declare la nulidad de la partida de
nacimiento de Luz María Quispialaya Arroyo. David Abelardo
Quispialaya Sedano, contesta la demanda a folios ciento treinta,
señalando que: (i) su causante no es padre de las demandantes,
porque ellas apellidan “Quispealaya”, por eso no fueron incluidas
en la sucesión intestada; (ii) La partida de matrimonio adjuntada a
la demanda, es falsa, por cuanto en el Archivo de los Registros de
Junín corre otra partida; por tanto, las demandantes no son hijas
de ni de su padre ni su madrastra; (iii) Las actoras, aprovechando
la vejez de su padre y madrastra le hicieron firmar documentos en
blanco. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Mediante Resolución
expedida en Audiencia de Conciliación, de fojas ciento ochenta y
uno, se fijaron los siguientes puntos controvertidos: De la
demanda: a) Establecer su las demandantes tienen vocación
hereditaria respecto del causante Ponciano Quispialaya Santana.
b) Establecer si los demandados han preterido los derechos
sucesorios que invocan las demandantes, respecto del causante.
c) Establecer si corresponde declarar herederas a las demandantes
en concurrencia con los demandados respecto del causante. d)
Establecer si dicha declaración d herederas con relación a las
demandantes debe realizarse con exclusión de la legítima de doña
Teodora Arroyo Navarro; y, e) Establecer si las demandantes
deben concurrir con los demandados respecto de los bienes de la
masa hereditaria respecto del citado causante. De la reconvención:
a) Establecer si se ha incurrido en causal de nulidad al emitirse la
sucesión intestada de Teodora Arroyo Navarro. b) Establecer si se
ha incurrido en causal de nulidad al emitirse la partida de
nacimiento de Luz María Quispealaya Arroyo. c) Establecer si
corresponde declarar nulo y sin efecto legal la sucesión intestada
y partida de nacimiento antes indicadas. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Mediante sentencia de fecha primero de
abril de dos mil catorce, obrante a fojas mil seiscientos once, el
Juez del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Huancayo,
declaró fundada la demanda de autos en todos sus extremos; e
improcedente la reconvención formulada por el codemandado
Jesús Truman Quispialaya Sedano; respecto de la demanda,
observó que, de las partidas de nacimiento que obran en autos, a
fojas diez y once, el padre de las demandadas las ha reconocido
expresamente en el acto de inscripción de partidas de nacimiento;
determinándose además que “Ponciano Quispealaya Santana” y
““Ponciano Quispialaya Santana” son la misma persona, al tener
el mismo número de Documento Nacional de Identidad; en
consecuencia, se determina que las demandantes deben ser
declaradas como herederas en la sucesión su señor padre,
debiendo concurrir conjuntamente con los codemandados;
asimismo, precisa que la declaración de herederas con relación a
las demandantes, debe realizarse con exclusión de la legítima de
doña Teodora Arroyo Navarro, quien falleció el 07 de julio de 1997,
al tratarse de un bien social. En cuanto a la reconvención, ésta fue
declarada improcedente, toda vez que las pretensiones postuladas
ya han sido discutidas en el Expediente Nº 2334-2005 por ante el
Tercer Juzgado Civil de Huancayo, seguida por el reconviniente en
contra de las hoy demandantes, en el cual la Sala Superior reformó
la sentencia de primera instancia y declaró infundada la demanda
en el extremo de nulidad de partida de nacimiento e improcedente
en el extremo de nulidad de la sucesión intestada; la misma que
fue recurrida en recurso casación, siendo este declarado
improcedente. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Deysi
Quispialaya Sandonas, sucesora procesal de Jesús Truman
Quispialaya, por escrito de fojas mil seiscientos treinta y ocho,
interpone recurso de apelación, formulando los siguientes
agravios: (i) Existe una valoración deficiente de los medios
probatorios en relación al apellido del padre de su causante
“Ponciano Quispialaya Santana”; (ii) El Juez no ha valorado el
hecho de que en la partida de matrimonio y DNI aparece que el
nombre de la cónyuge es “Teodora Navarro Arroyo”, y en las
partidas de nacimiento de las actoras figura “Teodora Arroyo
Navarro”, aquellas tuvieron que rectificar sus partidas. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por la sucesora
procesal Deisy Diana Quispialaya Sandonas, la Segunda Sala
Mixta de la corte Superior de Justicia de Huancayo, mediante
sentencia de vista de fecha ocho de septiembre de dos mil catorce,
de fojas mil setecientos treinta y ocho, se confirmó la sentencia de
primera instancia, tras determinar la Sala que “Ponciano
Quispealaya Santana” y ““Ponciano Quispialaya Santana” son la
misma persona, al tener el mismo número de Documento Nacional
de Identidad; y si bien la partida de matrimonio fue rectificada en
cuanto al apellido de la cónyuge mujer, ello no afecta los derechos
adquiridos por las demandantes, ni su afiliación, pues ésta se
produjo con fecha anterior a la última rectificación. III. RECURSO
DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de
fecha diez de diciembre de dos mil catorce, del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
casación interpuesto por la sucesora procesal Deisy Diana
Quispialaya Sandonas, por las siguientes causales: (i) Infracción
normativa de los artículos 19, 20, 25 y 29 del Código Civil; (ii)
Infracción normativa de los artículos 70 y 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Estado y artículo 200 del Código
Procesal Civil. IV. DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE
PRONUNCIAMIENTO: Conforme a lo señalado se advierte que el
presente recurso de casación ha sido declarado procedente por
infracciones normativas de índole procesal y material; por lo que
corresponde a éste Supremo Tribunal emitir pronunciamiento, en
primer término por la infracción normativa procesal referida a la
vulneración del derecho a un debido proceso, a efectos de
determinar si la sentencia emitida por el Colegiado Superior
cumple con los estándares mínimos exigibles respecto a los
elementos del precepto constitucional invocado, o si por el
contrario la misma presenta defectos insubsanables que motiven
la nulidad del fallo emitido, correspondiendo ordenar la renovación
del citado acto procesal, o de ser el caso, la nulidad de todo lo
actuado hasta la etapa en que se cometió la infracción; ello
conforme a lo previsto en el artículo 396º del Código Procesal
Civil. En caso la sentencia de mérito supere el examen de dicha
infracción normativa procesal, se procederá con en análisis de la
infracciones normativas sustantivas que sustenta el pedido
revocatorio del recurso casatorio interpuesto. V. FUNDAMENTOS
DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, conforme al
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN
DEL INCISO 3 DEL ARTÍCULO 139º DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DEL ESTADO: La parte recurrente denuncia la
infracción del inciso 3 del artículo 139º de la Constitución Política,
alegando que la sentencia de vista vulnera el principio contenido
en dicha norma, al manifestar que como el causante utilizaba el
apellido “Quispealaya” en diversos actos, éste debe convalidarse
como verdadero, con lo cual se está usurpando funciones que le
corresponden a un Juez de Paz, quien es el encargado de la
rectificación de partidas; y asimismo que se está inobservando el
mandato judicial dictado en el Expediente 1223-2010, que ha
ordenado la rectificación de la partida de matrimonio de “Ponciano
Quispealayo Santana y Teodora Navarro Arroyo”. Segundo.- Que,
al respecto, resulta adecuado precisar que, el artículo 139 inciso 3
de la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del seis de
octubre de dos mil seis, fundamento séptimo “(...) mientras que la
tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los
órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia,
es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...)
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero: Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho-principio sobre el cual la
Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
treinta y uno de agosto de dos mil siete, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
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proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0728-
2008-PHC/TC, de fecha trece de octubre de dos mil ocho, el
Colegiado Constitucional en mención, ha precisado que éste
contenido queda delimitado en los siguientes supuestos: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente. (...) en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico. b) Falta de motivación interna del razonamiento. (...) se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. c)
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas.
El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente. Se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. e) La motivación
sustancialmente incongruente. (...) obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del
debate procesal (incongruencia activa). f) Motivaciones
cualificadas.- (...) resulta indispensable una especial justificación
para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación
de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al
propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal”. Quinto.- Que del análisis de la sentencia materia del
presente recurso, se advierte que ésta incurre en vicio de
motivación incongruente, toda vez que, en ella se ha
determinado que las codemandantes tienen la calidad de
herederas de don Ponciano Quispialaya Santana, sobre la base
de que éste último las ha reconocido expresamente en el acto de
inscripción de las respectivas partidas de nacimiento; empero no
se ha superado satisfactoriamente la controversia suscitada en
torno al la diferencia del primer apellido consignado tanto en la
partida de nacimiento de las actoras, como en el Certificado de
Inscripción en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
y el Acta de Defunción del sujeto señalado como causante por
parentesco paterno. Sexto.- Que, en efecto, según se aprecia de
las partidas de nacimiento de doña Luz María Quispealaya Arroyo
y Ana Vilma Quispealaya Arroyo, obrante a fojas diez y once,
respectivamente, el sujeto que figura como padre de las
mencionadas obedece al nombre de “Ponciano Quispealaya
Santana”; siendo que el Certificado de Inscripción en el Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil y el Acta de Defunción,
obrante a fojas ciento nueve y ciento diez, respectivamente,
corresponde a la persona de “Ponciano Quispialaya Santana”.
Ante ésta discrepancia en cuanto al primer apellido paterno de la
persona señalada como causante de las demandantes, el Ad
quem, acogiendo el fundamento del A quo, ha señalado que
“Ponciano Quispealaya Santana” y “Ponciano Quispialaya
Santana”, son la misma persona, al coincidir en el número de
libreta electoral, y porque además, la persona de “Ponciano
Quispialaya Santana” se ha identificado en algunos actos jurídicos
como “Ponciano Quispealaya Santana”. Séptimo.- Que, este
Supremo Tribunal considera que la motivación empleada por el Ad
quem, no satisface el principio de motivación de las resoluciones
judiciales, pues omite pronunciarse respecto del agravio formulado
por la parte apelante, en su escrito de fojas mil seiscientos treinta
y ocho, referido a la necesidad de que previo a la declaración de
las demandantes como herederas del sujeto que señalan como
causante, obtengan la rectificación de su partidas de nacimiento; y
no convalidar los apellidos “Quispealaya” y “Quispialaya” como
pertenecientes al causante, tratándose de una misma persona,
por el solo hecho de haberse utilizado ambos en determinados
actos jurídicos; para lo cual, resultaba imperativo que la Sala
Superior al absolver el referido agravio, evalúe los alcances al
presente caso de los artículos 749º y 750º del Código Procesal
Civil, los cuales establecen, respectivamente que la rectificación
de partidas se tramita en proceso no contencioso y ante la
competencia de un Juez de Paz Letrado. Octavo.- Que, de otro
lado, se observa que la sentencia de vista incurre en motivación
aparente, al absolver el tercer agravio formulado por la parte
apelante, referido a la discrepancia entre los apellidos de la
persona señalada como madre por las demandantes, pues

78742 CASACIÓN
mientras que en las partidas de nacimiento de las actoras, ésta
aparece identificada como “Teodora Arroyo Navarro”, en su
Documento Nacional de Identidad y en la partida de matrimonio
rectificada, obrante a fojas ochocientos cincuenta y ocho, figura
como “Teodora Navarro Arroyo”, siendo que el Ad quem se ha
limitado a señalar que dicha rectificación no afecta los derechos
adquiridos de las demandantes, pues su filiación se produjo con
fecha anterior a la rectificación; empero además de no precisarse
cuáles son los derechos adquiridos por las actoras y que deben
permanecer incólumes frente a la aludida rectificación, no se
cumple con explicitar adecuadamente cuáles son los alcances, al
caso concreto, de la sentencia emitida por el Juzgado de Paz
Letrado del Callao, recaída en el Expediente Nº 1223-2010, y que
dio origen a la rectificación de la partida de matrimonio antes
mencionada. Noveno.- Que, estando a lo expuesto
precedentemente, este Supremo Tribunal concluye que el recurso
de casación interpuesto por la recurrente debe ser declarado
fundado, al verificarse que la sentencia materia del recurso ha
infringido el principio de motivación de las resoluciones judiciales
como componente del derecho a un debido proceso; vicio procesal
que también alcanza a la sentencia de primera instancia, en la
medida que el análisis de las cuestiones antes precisadas,
resultaba necesario para la resolución del fondo del asunto
planteada en autos. VI. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
doña Deysi Diana Quispialaya Sandonas; en consecuencia, SE
DECLARA NULA la sentencia de vista de fecha ocho de
septiembre de dos mil catorce, obrante a fojas mil setecientos
treinta y ocho, dictada por la Segunda Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Huancayo; e INSUBSISTENTE la
sentencia de primera instancia de fecha primero de abril de dos mil
catorce, obrante a fojas mil seiscientos once, que declaró fundada
la demanda de autos; ORDENARON que el Juez de la causa
emita nueva sentencia, conforme a las consideraciones
expresadas en la presente resolución; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; y los devolvieron; en los seguidos por
Ana Vilma Quispealaya Arroyo y Luz María Quispealaya viuda de
Macucachi, sobre petición de herencia, en contra de Jesús Truman
Quispialaya y la Sucesión de David Abelardo Quispialaya Sedano;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-77
CAS. Nº 3680-2014 AREQUIPA
Posesión precaria. Acta de Conciliación Extrajudicial, emitida en
un procedimiento conciliatorio instaurado por el propietario de un
bien a fin de que los poseedores a quien aquél consintió la
posesión de un bien inmueble de manera gratuita y a plazo
indeterminado, le restituyan el mismo, constituye medio probatorio
idóneo para acreditar que dicho consentimiento feneció,
convirtiendo a los poseedores en ocupantes precarios. Lima,
quince de septiembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa número tres mil seiscientos ochenta
- dos mil catorce, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha
y producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
sobre Desalojo por Ocupación Precaria, Luis Felipe Herrera
Ramos, ha interpuesto recurso de casación, obrante a folios
trescientos cincuenta y cuatro, contra la sentencia de vista de
fecha seis de octubre de dos mil catorce, obrante a fojas
trescientos treinta y nueve, dictada por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, que revocando la sentencia
de primera instancia de fecha veinte de mayo del dos mil catorce,
obrante a fojas doscientos ochenta y tres, declaró infundada la
demanda interpuesta por Luis Valentín Gómez Flores contra Luis
Felipe Herrera Ramos y Delia Bersabeth Mesías de Herrera, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha veinticuatro de abril de dos
mil doce, de folios doce, Luis Valentín Gómez Flores, representado
por Jorge Edmundo Ampuero Pérez, interpone demanda contra
Luis Felipe Herrera Ramos y Delia Bersabeth Mesías de Herrera,
solicitando que se le restituya el segundo piso del inmueble
ubicado en la avenida Lambramani Nº 219, del distrito de Cercado,
provincia y departamento de Arequipa. El demandante, como
sustento de su pretensión, señala que es propietario del bien
materia de Litis, según consta en la Copia Literal del inmueble,
obrante a fojas siete; y que por caridad permitió que los
demandados se quedaran a vivir unos días en el inmueble de su
propiedad, habiendo transcurrido más de un año y aquellos no
quieren desocuparlo, constituyéndose en ocupantes precarios. 2.
CONTESTACIÓN: Mediante escrito de fecha cinco de julio de dos
mil doce, obrante a fojas cincuenta y dos, los demandados,
contestan la demanda, aduciendo que, el actor no es el único
titular del bien materia de litis, también le pertenece a su madre,
doña Isabel Linares Tapia Vda. De Gómez, siendo que el bien se
encuentra indiviso, por lo que mal hace el actor en reclamar el
segundo piso; asimismo, que accedieron al bien mediante un
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
contrato de arrendamiento celebrado con la madre del demandante
que data de mil novecientos noventa y ocho; y que el veintiséis de
marzo de dos mil once, se celebró un documento privado entre el
actor y Jesús Albino Linares Gallegos (ocupante del primer piso)
con intervención de los recurrentes, en el que se deja constancia
que se hace entrega al demandante de la posesión del primer
piso, con excepción del segundo piso que es ocupado por los
recurrentes, quienes pueden seguir ocupándolo en forma
indeterminada. 3. SUCESIÓN PROCESAL: Por Resolución
número once, de fecha trece de diciembre de dos mil doce,
obrante a fojas ciento cincuenta y nueve, se declara la sucesión
procesal del demandante, por parte de Alicia Fernández de
Velásquez y Santos Emmel Velásquez Castillo, en virtud al
contrato de compraventa de fecha tres de agosto de dos mil doce,
celebrado con el demandante Luis Valentín Gómez Flores. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Mediante sentencia de
fecha veinte de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
ochenta y tres, el Juez del Noveno Juzgado Especializado en lo
Civil de Arequipa, declaró infundada la demanda de autos,
alegando que si bien los sucesores procesales de la parte
acreditaron su derecho de propiedad mediante la Escritura Pública
de Compra Venta inscrita en el Registro Público, de la cual se
advierte que son copropietarios con Carmen Ruth Salas Linares,
también es cierto que los emplazados, suscribieron con fecha
veintiséis de marzo del dos mil once, un documento privado en el
cual el actor se permite a los cónyuges demandados Luis Herrera
Ramos y Delia Mesías de Herrera para ocupar el inmueble en
forma indeterminada, no existiendo documento alguno por el cual
se solicite la restitución del bien, razón por la cual no pueden ser
considerados como precarios. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Los sucesores procesales, mediante escrito
obrante a fojas doscientos noventa y seis, interpone recurso de
apelación, alegando como agravios que: (i) El Juzgador se
equivoca al considerar que existe título que justifica la posesión de
los demandados sobre el bien sub litis, al omitir valorar el Acta de
Conciliación donde el antiguo propietario del bien, invita a los
demandados para que entreguen el inmueble, y (ii) Que un
documento privado no puede oponerse a un derecho de propiedad
inscrito en los registros públicos, a razón de que el derecho de
propiedad, que está debidamente registrado, no tiene ninguna
limitación, carga, gravamen ni derecho alguno a favor de los
demandados. Asimismo, el demandado Luis Felipe Herrera
Ramos, mediante escrito obrante a fojas doscientos noventa y
uno, interpone recurso de apelación, alegando como agravio que
no se debió exonerar a la parte actora del pago de costas y costos
del proceso, por cuanto, éstos no acreditaron contar con motivos
razonables para demandar, quedando probada la legitimidad
sobre la posesión por parte de los accionados. 6. SENTENCIA DE
VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior, en virtud del recurso
de apelación interpuesto por el demandante y el emplazado, la
Primera Sala Civil de la corte Superior de Justicia Arequipa,
mediante sentencia de vista de fecha seis de octubre de dos mil
catorce, obrante a fojas trescientos treinta y nueve, revocó la
sentencia de primera instancia al declarar fundada la demanda,
argumentando que si bien existe un documento privado mediante
el cual el demandante manifestó su consentimiento para que los
accionados sigan ocupando el bien, también es cierto que dicha
manifestación de voluntad cesó al momento en el cual se les invita
a una conciliación, teniendo en cuenta que la finalidad de la misma
era la entrega del inmueble. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha once de diciembre
del dos mil catorce, del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandado
Luis Felipe Herrera Ramos, por la siguiente causal: Infracción
normativa del artículo 911º del Código Civil. V. FUNDAMENTOS
DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, refiere la parte
recurrente, como sustento de la causal propuesta, que no tiene la
calidad de ocupante precario, toda vez que su posesión se justifica
en el contrato de arrendamiento que él y su cónyuge celebraron
con Isabel Linares Tapia viuda de Gómez, copropietaria del
inmueble, y con el documento privado de autorización, de fecha
veintiséis de marzo de dos mil once, celebrado con el actor,
precisando que éste le permitió seguir ocupando de manera
indefinida, el segundo piso del bien en litigio, por lo que mal puede
concluirse que los demandados tengan la calidad de poseedores
precarios; agrega a ello que el demandante y sus sucesores
procesales no son titulares de las construcciones efectuadas
sobre el bien sub litis, por lo que no sería pertinente la aplicación
del artículo 911º del Código Civil. Segundo.- Que, estando a la
infracción normativa propuesta, corresponde efectuar una labor
interpretativa del artículo 911º del Código Civil, el cual prescribe:
“La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o
cuando el que se tenía ha fenecido”, y con ello determinar si en el
caso concreto de acuerdo a los hechos determinados por las
instancias de mérito en base a la valoración probatoria realizada-
el recurrente se encuentra o no dentro del supuesto de hecho
contenido en la norma antes mencionada. Tercero.- Que, sobre el
particular, ésta Corte Suprema en el Cuarto Pleno Casatorio Civil,
recaído en la Sentencia de Casación Nº 2195-2011-Ucayali1, ha
acogido un concepto amplio del precario, no limitándose
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
únicamente al caso que el propietario cede la posesión de un
inmueble para que otro la use y se la devuelva cuando la reclame,
sino también cuando existe una situación de tolerancia de la
posesión de hecho sin título (hecho o acto alguno) que la ampare,
o cuando sobreviene un cambio de la causa, por cesar la vigencia
de un acto jurídico o variar los efectos de los actos o hechos antes
existentes, situaciones que justifican, al demandado al ejercicio
del disfrute del derecho a poseer. En consecuencia, se presentará
esta figura en cualquier situación en la que falte un título (acto o
hecho), o este haya fenecido, en la cual deberá fundarse o
justificarse la condición de precario con el bien, situación que se
imputa al demandado y que habilita al reclamante –sea a título de
propietario, poseedor mediato, administrador, comodante, etc.-
pedir y obtener el disfrute del derecho a poseer. Por ello, una
persona tendrá la condición de precaria cuando ocupe un inmueble
ajeno, sin pago de renta y sin título para ello, o cuando dicho título,
según las pruebas presentadas en el desalojo, no genere ningún
efecto de protección, para quien ostente la posesión inmediata,
frente al reclamante. Cuarto.- Que, en el presente caso, según lo
determinado por el Ad quem, los sucesores procesales del
demandante, Alicia Fernández de Velásquez y Santos Emmel
Velásquez Castillo, han acreditado ser copropietarios del inmueble
sub litis, en virtud del contrato de compraventa celebrada con el
actor Luiz Valentín Gómez Flores, de fecha tres de agosto de dos
mil doce, obrante a fojas noventa y cuatro; en tanto que los
demandados actualmente no poseen título alguno que justifique
su posesión, pues éste se constituía en el documento privado de
fecha veintiséis de marzo de dos mil once, corriente a fojas setenta
y seis, celebrado entre el actor y los emplazados, a través del cual
se deja constancia del consentimiento del primero, a fin de que los
segundos sigan ocupando a tiempo indeterminado, el bien
inmueble materia de litis (representado por el Segundo Piso
ubicado en la Avenida Lambramani Nº 219º, distrito del cercado,
provincia y departamento de Arequipa); empero dicho
consentimiento cesó, cuando el demandante solicitó la entrega del
bien inmueble, mediante invitación a conciliar, lo cual se corrobora
con el Acta de Conciliación Extrajudicial Nº 867-2011, de fecha
veinte de abril de dos mil once, obrante a fojas nueve. Quinto.-
Que, éste Tribunal Supremo, coincide con la conclusión arribada
por el Ad quem, en el sentido que los emplazados tienen la
condición de ocupantes precarios, pues resulta evidente que, el
procedimiento conciliatorio extrajudicial instaurado por el actor en
virtud de la Ley Nº 26872, Ley de Conciliación2, no constituye
únicamente un requisito de admisibilidad para el posterior inicio de
un proceso judicial, sino que además, tal como lo define el artículo
5º de la Ley antes mencionada, la conciliación extrajudicial es un
mecanismo alternativo para la solución de conflictos, por el cual
las partes acuden ante un Centro de Conciliación extrajudicial a fin
que se les asista en la búsqueda de una solución consensual al
conflicto; en consecuencia, el Acta de Conciliación Extrajudicial
ofrecida como medio probatorio por el actor, constituye medio
idóneo, para acreditar que su consentimiento expresado en el
documento privado de fecha veintiséis de marzo de dos mil once,
corriente a fojas setenta y seis, celebrado con los emplazados, por
el cual toleró la posesión de éstos a tiempo indeterminado, feneció,
convirtiéndose en ocupantes precarios. Sexto.- Que, de otro lado,
si bien el recurrente, también apoya la tesis justificatoria de su
posesión en la existencia de un contrato de arrendamiento, de
fecha primero de agosto de mil novecientos noventa y ocho
celebrado con Isabel Linares Tapia, el cual obra a fojas cuarenta;
también lo es que -como ya se acotó en el considerando anterior-
el Ad quem, ha determinado que el título que habilitaba a los
demandados a poseer la parte del bien materia de demanda, no
estuvo constituido por el referido contrato de arrendamiento, sino
por el consentimiento del actor, que en su calidad de copropietario,
permitió que los emplazados continúen ocupando el bien sub litis,
al fallecimiento de su madre política Isabel Linares Tapia, quien
también tenía la condición de copropietaria, según se aprecia de la
copia literal obrante a fojas veinticinco; razón por la cual éste
extremo del recurso también deviene en infundado. Séptimo.-
Que, asimismo, resulta necesario poner de relieve que, si bien de
la revisión de los actuados se desprende que, al fallecimiento de
Isabel Linares Tapia, su sucesora Carmen Ruth Salas Linares,
adquirió los derechos que sobre el bien inmueble correspondían a
la primera de las mencionadas, mediante testamento inscrito en la
Partida Nº 01042048 del Registro de Personas Naturales, según
es de verse de la copia literal de dominio obrante a fojas doscientos
cuarenta; ello en nada enerva la legitimidad del actor primigenio,
Luis Valentín Gómez Flores y sus sucesores procesales Alicia
Fernández de Velásquez y Santos Emmel Velásquez Castillo,
para demandar el desalojo por ocupación precaria en contra de los
emplazados, pues, debe tenerse en cuenta que, de conformidad
con lo estatuido en el artículo 979º del Código Civil, cualquier
copropietario puede reivindicar el bien común; asimismo, puede
promover las acciones posesorias, los interdictos, las acciones de
desahucio, aviso de despedida y las demás que determine la ley.
Octavo.- Que, finalmente, en cuanto al argumento de la parte
recurrente, referido a que el actor y sus sucesores procesales no
son titulares de las construcciones efectuadas sobre el bien sub
litis, por lo que no sería pertinente la aplicación del artículo 911º
78743
del Código Civil; cabe resaltar que, dicho argumento no resulta
plausible, pues de conformidad con lo establecido en el Cuarto
Pleno Casatorio Civil, antes mencionado, en los casos en los que
el demandado afirme haber realizado edificaciones o
modificaciones sobre el predio materia de desalojo – sea de buena
o mala fe-, no justifica que se declare la improcedencia de la
demanda, bajo el sustento de que previamente deben ser
discutidos dichos derechos en otro proceso. Por el contrario, lo
único que debe verificarse es si el demandante tiene derecho o no
a disfrutar de la posesión que invoca, dejándose a salvo el derecho
del demandado a reclamar, lo que considere pertinente, por causa
de las edificaciones o modificaciones del predio, utilizando el
procedimiento pertinente. En consecuencia, se deja a salvo el
derecho de la parte recurrente para que haga valer en la vía
procedimental correspondiente, el reclamo sobre las
construcciones del predio que alega haber efectuado. VI.
DECISION: Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Luis Felipe Herrera Ramos,
en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de fecha
seis de octubre de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos
treinta y nueve, dictada por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, que revocando la sentencia de
primera instancia de fecha veinte de mayo del dos mil catorce,
obrante a fojas doscientos ochenta y tres, declaró infundada la
demanda interpuesta por don Luis Valentín Gómez Flores contra
Luis Felipe Herrera Ramos y Delia Bersabeth Mesías de Herrera,
y los devolvieron; sobre Desalojo por Ocupación Precaria;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui. Interviniendo esta Sala Suprema el señor Juez Supremo
Miranda Molina, por impedimento de la señora Jueza Suprema del
Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Publicada el 13 de agosto de 2013.
2
Publicada el 13 de noviembre de 1997.
C-1392274-78
CAS. Nº 3778-2014 MOQUEGUA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Tutela
jurisdiccional efectiva. El derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva, entendido como el poder – deber del Estado de
administrar justicia a través sus órganos jurisdiccionales, se
materializa con la expedición de una resolución judicial
debidamente fundamentada, comprendiendo el derecho de
celeridad, esto es, la emisión de una resolución que resuelva la
controversia en un menor plazo posible. Const. 139, inciso 3.
Lima, doce de agosto de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: con los expedientes acompañados; vista la causa
tres mil setecientos setenta y ocho - dos mil catorce, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso de indemnización por daños y
perjuicios, el demandado Alejandro Leoncio Guetat Carpio ha
interpuesto recurso de casación de folios trescientos setenta y
tres, contra la sentencia de vista de fecha nueve de octubre de dos
mil catorce, de folios trescientos cincuenta y nueve, dictada por la
Sala Mixta Descentralizada de Ilo de la Corte Superior de Justicia
de Moquegua, que confirma la sentencia de primera instancia de
fecha doce de mayo de dos mil catorce, de folios trescientos seis,
que declara fundada en parte la demanda y ordena pagar al
demandado la suma de treinta mil nuevos soles por daño
emergente y veinte mil nuevos soles por daño moral, interpuesta
por Emilia Dayci Valdivia Amesquita. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha veintiuno de enero de dos
mil nueve, de folios treinta y cinco, Emilia Dayci Valdivia Amesquita
en nombre propio y en representación de su menor hija Lilibeth
Dayci Guetat Valdivia interpone demanda de indemnización por
daños y perjuicios por responsabilidad extracontractual, señalando
como pretensión que se ordene al demandado cumpla con pagar
la suma de doscientos mil nuevos soles por daño emergente (a
favor de la menor), cincuenta mil nuevos soles por daño personal
(a favor de la menor) y cien mil nuevos soles por daño moral (a
razón de cincuenta mil nuevos soles para la actora y cincuenta mil
nuevos soles para la menor). Alega como sustento de su
pretensión que: a) Con el demandado procrearon a la menor
Lilibeth Dayci Guetat Valdivia, quien a la fecha de interposición de
la demanda tiene trece años de edad; b) Entabló dos procesos por
alimentos y uno de declaración de paternidad que fueron
desestimados debido a la negativa del demandado de reconocer
su paternidad; c) Durante doce años el demandando ha negado su
paternidad con la finalidad de no pasar alimentos; d) Recién en el
año dos mil siete, mediante proceso de filiación de paternidad

78744 CASACIÓN
extramatrimonial, en el cual el demandado se realizó la prueba de
ADN, se logró conseguir el reconocimiento judicial de paternidad;
d) El monto del daño emergente reclamado, proviene de los doce
años en los cuales la menor dejó de percibir una pensión de
alimentos, debiendo calcularse con el treinta por ciento mensual
de la remuneración del demandando, en tanto en el proceso de
alimentos seguido por las mismas partes, se estableció dicho
porcentaje; e) Corresponde el pago de daño personal en mérito al
daño psicológico sufrido por la menor; y, e) Corresponde el pago
de daño moral debido a los sentimientos de aflicción provocados
en madre e hija, además de haber dañado la imagen, reputación y
dignidad de aquella en los procesos judiciales seguidos contra el
demandado. 2. CONTESTACIÓN: El demandado Alejandro
Leoncio Guetat Carpio, contesta la demanda a folios sesenta y
uno, alegando que: a) La pretensión contenida en la demanda
contraviene la norma sobre alimentos, en tanto la liquidación
empieza a correr desde el día siguiente de la notificación con la
demanda; b) En los procesos instaurados por la actora, tenía
motivos atendibles para defenderse, por lo que ha actuado
conforme al artículo 1971 incisos 1 y 2 del Código Civil; c) Debe
tenerse en cuenta que es casado y tiene carga familiar,
encontrándose sus hijos cursando estudios superiores; d) Nunca
se ha defendido en el juicio de cobro de alimentos, habiéndosele
incluso embargado la suma de S/. 38, 000.00 por pensiones
devengadas; y, e) Jamás ha existido intencionalidad de causar
daño alguno. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinaron
como puntos controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si el
demandado durante doce años ha negado la paternidad de su
menor hija Lilibeth Dayci Guetat Valdivia. 3.2 Determinar si la
menor fue reconocida por mandato judicial. 3.3 Determinar si la
demandante le ha seguido varios procesos sobre filiación y
alimentos al demandando, sin éxito, logrando únicamente su
cometido al modificarse las disposiciones sobre filiación
extramatrimonial mediante la prueba de ADN. 3.4 Determinar si
durante los doce años de negación de su paternidad, la menor ha
sufrido daños que se han prolongado hacia la madre al ser
relegada la menor del apellido, asistencia y protección de su
progenitor. 3.5 Determinar si el demandado viene cumpliendo su
obligación alimenticia para con su hija, incluso le han embargado
la suma de treinta y ocho mil nuevos soles. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la
Juez mediante sentencia de fecha doce de mayo de dos mil
catorce, de folios trescientos seis, declaró fundada en parte la
demanda, ordenando al demandado pagar la suma de treinta mil
nuevos soles por concepto de daño emergente y veinte mil nuevos
soles por concepto de daño moral, considerando que: a) La
demandante siguió dos procesos judiciales por alimentos y uno
sobre declaración de paternidad contra el demandado, cuyas
demandas fueron declaradas infundadas al haber negado éste
negado su paternidad; b) Posteriormente en el proceso judicial
iniciado en el año dos mil siete sobre filiación de paternidad
extramatrimonial, se declara judicialmente la paternidad de la
menor Lilibeth Daysi Guetat Valdivia, teniéndose como padre al
demandado, en virtud de la prueba de ADN realizada; c) A
consecuencia de ello, se sigue un proceso sobre alimentos, el cual
no pudo efectivizarse por cuanto el demandado con su esposa
arribaron a una transacción judicial por alimentos, en la que se
dispuso la retención del 60% de sus ingresos totales; d) Por tanto,
pese a que el demandado sabía que producto de sus relaciones
sexuales con la actora procrearon a su menor hija, este negó
haber tenido dichas relaciones, y consecuente paternidad de la
menor, negándose a otorgarle alimentos, habiendo incluso
transado con su esposa para obtener la retención del 60% de sus
ingresos totales, a los pocos días de conocer los resultados de la
prueba de ADN; e) En cuanto al daño emergente, resulta evidente
que la menor sufrió privaciones por carecer del aporte alimentario,
siendo que si desde el nacimiento la madre cubrió las necesidades
de aquella, esto no significa que no hiciera falta que el padre
cumpliera con la obligación alimentaria; e) Respecto al daño
personal, éste no corresponde al caso de autos, al estar referido al
proyecto de vida, daño biológico y a la salud; y, f) En relación al
daño moral, debe considerarse el informe psicológico adjuntado,
el cual indica: “presenta episodios de tensión por sucesos
pasados, bajo soporte afectivo con figura paterna”, debiendo
sumarse a ello la conducta del demandado antes descrita. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
veintisiete de mayo de dos mil catorce, de folios trescientos veinte,
el demandado Alejandro Leoncio Guetat Carpio, interpuso recurso
de apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando
que: a) No tuvo la intención de causar daño a su hija, no existiendo
lesión de sentimientos, dolor o sufrimiento; b) En los procesos
judiciales instaurados por la demandante, solo hizo uso de su
derecho de defensa; y, c) No podrá pagar el monto establecido,
atendiendo a que tiene carga familiar y sus ingresos se encuentran
totalmente afectados. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los
autos a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación
interpuesto por el demandado, la Sala Mixta Descentralizada de
Ilo de la Corte Superior de Justicia de Moquegua, mediante
sentencia de vista de fecha nueve de octubre de dos mil catorce,
de folios trescientos cincuenta y nueve, confirmó la sentencia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
primera instancia, señalando que: a) El reconocimiento de un hijo
requiere de manifestación unilateral, siendo que al argumentarse
la existencia de duda sobre la paternidad debido a que la madre
pudo tener relaciones con otro hombre, esto último debe ser
probado; b) En el caso de autos no hubo un reconocimiento
espontáneo de paternidad y sí la obstrucción a la justicia, ya que
luego de sendos procesos judiciales, el demandado tuvo que
someterse a la prueba de ADN; c) Conforme al certificado
psicológico adjuntado a autos, la menor “presenta perturbación
emocional y de conducta con bajo soporte afectivo por figura
paterna”; y, d) El demandado señala que no podrá pagar la
indemnización ya que su sueldo se encuentra afectado totalmente,
lo cual debe ser rechazado, en tanto la indemnización por daño
moral no tiene carácter sancionatorio sino resarcitorio. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veintiséis de marzo de dos mil quince, obrante
a fojas cincuenta y dos del respectivo cuaderno formado, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el
demandado Alejandro Leoncio Guetat Carpio, por la infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 14 de la Constitución
Política del Estado; y 1971 incisos 1 y 2 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso, así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si corresponde ordenar al demandado el pago de
las sumas ordenadas en las sentencias de mérito, al haber
causado daño emergente y daño moral a la menor Lilibeth Dayci
Valdivia Amesquita. Segundo.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso de casación por normas procesales así
como normas materiales, corresponde en primer término efectuar
el análisis sobre la existencia del error procesal, toda vez que, de
resultar fundada la denuncia en dicho extremo, dada su incidencia
en la tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de
sentido emitir pronunciamiento respecto de la infracción normativa
material, referida al derecho controvertido en la presente causa.
Tercero.- Que, al respecto, resulta adecuado precisar que, el
artículo 139.3 de la Constitución Política del Estado ha establecido
como un derecho relacionado con el ejercicio de la función
jurisdiccional “la observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado
que supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia
como la eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre
aquel ha expresado que significa la observancia de los principios
y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, el artículo
1971 incisos 1 y 2 del Código Civil, establecen: “No hay
responsabilidad en los siguientes casos: 1.- En el ejercicio regular
de un derecho. 2.- En legítima defensa de la propia persona o de
otra o en salvaguarda de un bien propio o ajeno.” Sétimo.- Que,
bajo dicho contexto, se advierte que el juez de la causa ha
declarado fundada en parte la demanda, bajo el fundamento que
se encuentra acreditado el daño emergente y moral ocasionado a
la menor, hija de la demandante y el demandado, por parte de éste
último, al haber negado su paternidad durante doce años,
precisando que la suma de daño emergente ordenada a pagar,
equivalente a treinta mil nuevos soles, se desprende de las
privaciones que la menor sufrió por carecer del aporte alimentario
por parte de su padre, debiendo repararse la falta de alimentos,
debido a que el demandado eludió dicha responsabilidad, lo cual
guarda relación con lo sostenido por la actora en su demanda,
respecto a que el monto peticionado por dicho daño, responde al
aplicar el treinta por ciento de los ingresos íntegros del demandado
percibidos durante los doce años en que negó su paternidad,
decisión que fue confirmada por el Colegiado Superior. Octavo.-
Que, sin embargo, ambas instancias de mérito omiten tener en
cuenta a su razonamiento antes descrito, pese haber sido alegado
en el escrito de contestación, que en el proceso de alimentos
seguido por la actora contra el demandado signado con el
expediente número cuatrocientos sesenta y siete guión dos mil
siete, al demandado se le ordenó pagar la suma de treinta y cinco
mil trescientos noventa y seis nuevos soles con ochenta y tres
céntimos de nuevo sol por concepto de pensiones alimenticias
devengadas, habiéndose efectuado la retención de dicha suma
por parte de su empleador y posteriormente endosado a favor de
la demandante; por lo que el extremo pretendido por la actora
referido al pago de daño emergente, carecería de amparo legal,
en tanto la ausencia de alimentos a favor de la menor habría sido
resarcida en el precitado proceso de alimentos. Noveno.- Que, si
bien es cierto, ello implicaría la nulidad de la sentencias de mérito,
en virtud de la existencia de una motivación insuficiente,
atendiendo al derecho constitucional a la tutela jurisdiccional
efectiva, previsto igualmente en el inciso 3) del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, el cual también es entendido como
el poder – deber del Estado de administrar justicia a través sus
órganos jurisdiccionales, el cual se materializa con la expedición
de una resolución judicial debidamente fundamentada,
comprendiendo el derecho de celeridad, esto es, la emisión de
una resolución que resuelva la controversia sometida a
conocimiento del órgano competente en un menor plazo posible,
este Supremo Tribunal, considera que de lo actuado en la presente
causa, se desprenden suficientes elementos que le permiten
emitir un pronunciamiento de fondo respecto al daño emergente
pretendido, en consecuencia, estando a lo expuesto en el sétimo
y octavo considerando precedentes, corresponde declarar
infundada la demanda en el extremo de daño emergente.
Décimo.- Que, respecto a la causal material invocada, si bien el
demandado argumenta en su recurso de casación, que ha actuado
en aplicación del artículo 1971 incisos 1 y 2 del Código Civil,
atendiendo a que en los procesos que la demandante le instauró
sobre alimentos y declaración de paternidad, sólo se limitó a
defenderse pues no tenía convencimiento acerca de su paternidad,
ello carece de asidero, toda vez que los argumentos expuestos en
78745
la sentencia de primera instancia como su confirmatoria, resultan
suficientes para determinar la responsabilidad del demandado, en
mérito a que conforme a los procesos citados, éste negó haber
tenido relaciones sexuales con la demandante, afirmando además
que mantenía relaciones con hombres que eran clientes del bar
donde aquella laboraba, lo cual no ha acreditado en tales procesos
con prueba alguna, habiéndose sometido a la prueba de ADN
luego de transcurrido casi doce años, habiéndose declarado su
paternidad por sentencia judicial, e inmediatamente a la realización
de tal prueba, transó con su esposa respecto a la pensión de
alimentos respecto a sus hijos matrimoniales. V. DECISION: Por
estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el demandado Alejandro Leoncio Guetat Carpio de
folios trescientos setenta y tres; en consecuencia NULA EN
PARTE la sentencia de vista de fecha nueve de octubre de dos mil
catorce, de folios trescientos cincuenta y nueve; y, actuando en
sede de instancia: REVOCARON la apelada de fecha doce de
mayo de dos mil catorce, de folios trescientos seis, en el extremo
que declara fundada la pretensión de daño emergente, y
reformándola declararon INFUNDADA dicha pretensión, y la
CONFIRMARON en lo demás que contiene; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por Emilia Dayci Valdivia
Amesquita, sobre indemnización por daños y perjuicios; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-79
CAS. Nº 3840-2014 PIURA
Mejor derecho de propiedad. Lima, veintitrés de diciembre de dos
mil catorce.- VISTOS; con el proceso judicial acompañado, y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
demandante Hohani Isabel Castillo Rosado, representada por
Isabel Ángela Timana Rosado, mediante escrito de fojas
trescientos, contra la sentencia de vista de fecha veinticinco de
setiembre de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos ochenta
y dos, que revoca la sentencia apelada de fojas doscientos
cuarenta y ocho, su fecha veinticuatro de marzo de dos mil
catorce, que declara infundada la demanda de mejor derecho de
propiedad, y reformándola la declara improcedente; en tal sentido,
corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del recurso acorde a la modificación establecida en la
Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente
recurso satisface tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, puso fin al proceso; II) Se interpone ante la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura que
expidió la resolución impugnada; III) Ha sido presentado dentro
del plazo legal, según consta del cargo de notificación de fojas
doscientos ochenta y siete; y, IV) Se adjunta el arancel judicial a
fojas trescientos diecisiete. Tercero.- Que, en relación a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388º del Código
Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se aprecia que la
recurrente no ha consentido la sentencia de primer grado que fue
desfavorable a sus intereses, pues interpuso recurso de apelación,
por lo que satisface el presupuesto establecido en el inciso 1 de la
norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y
4 del artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse en qué
consisten las infracciones normativas o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente caso, la impugnante
propone las siguientes denuncias: a) Infracción normativa del
artículo 139º inciso 5 de la Constitución Política del Estado,
concordante con el artículo VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, así como los artículos 50º inciso 6, y
122º incisos 3 y 4 del Código adjetivo: sostiene que en la
sentencia de vista impugnada se señala que la demandante
compradora adquirió las acciones y derechos de inmuebles no
identificados plenamente, además de que la vendedora que le
transfirió no contaba con facultades suficientes para disponer de
los bienes objeto de litigio, y por último que la mencionada
compraventa no está inscrita en Registros Públicos; sin embargo,
dicha decisión constituye un pronunciamiento extra petita, toda
vez que en ningún momento se había cuestionado la capacidad de
ejercicio de la vendedora, afectando el principio de la prohibición
de reforma en peor; además refiere que no se presenta la figura
procesal de la falta de interés para obrar de la demandante, pues
ésta importa la falta de necesidad actual e inmediata de solicitar
tutela jurisdiccional, y en este caso la escritura pública de
compraventa le otorga derecho a ejercitar la presente acción. b)

78746 CASACIÓN
Infracción normativa de los artículos 923º, 927º, 949º y 1135º
del Código Civil: señala que en la resolución recurrida se han
infringido los artículos antes citados, pues el artículo 923º del
Código Civil regula como uno de los atributos de la propiedad que
el propietario reivindique la cosa contra aquel que lo posee
ilegítimamente, y en el caso en controversia la recurrente tiene
acreditado su derecho de propiedad mediante la escritura pública
de fecha diez de agosto de dos mil uno. Sostiene que el artículo
927º del Código sustantivo establece que la reivindicación tiene
como finalidad permitir al propietario la recuperación del bien, por
lo que resulta evidente que esta acción también procede contra
aquel que no obstante tener título no tiene derecho a ocupar el
inmueble por cuanto su titulo es posterior al acto jurídico de
transferencia de la propiedad. También sostiene que los Jueces de
mérito no han tenido en consideración que el artículo 949º del
Código Civil establece con claridad que la sola obligación de
enajenar un inmueble hace al acreedor propietario de él.
Finalmente, expresa que el artículo 1135º del mismo Código
establece que el primer derecho es el mejor derecho. Quinto.-
Que, del examen de las alegaciones antes descritas, se advierte
que éstas no satisfacen los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues la recurrente no
describe en forma clara y precisa en qué consisten las infracciones
normativas, menos aun demuestra la incidencia directa que
tendrían aquellas sobre la decisión impugnada por las siguientes
razones: El recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter extraordinario, pues su función se restringe a controlar la
correcta aplicación de la Ley, esto es, su labor está reservada a
observar sólo los errores de derecho, excluyéndose de dicho
control la valoración de las pruebas; en tal sentido, la causal de
infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho que
incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya
o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, pues no basta la sola invocación de las normas de derecho
material o procesal que supuestamente se consideran infringidas,
toda vez que el recurrente debe explicar la naturaleza de dicha
infracción. En cuanto a las alegaciones propuestas en el acápite a)
del considerando precedente, se hace evidente que mediante la
supuesta infracción del derecho constitucional a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, lo que en realidad
pretende la recurrente es cuestionar la valoración probatoria
respecto de la inscripción de las transferencias de dominio de
acciones y derechos sobre los inmuebles materia de restitución a
favor del demandado Gustavo Ramírez De Lama, en su calidad de
único y universal heredero de Yolanda De Lama Bolaños y, en
virtud de ellos, los Jueces de mérito han determinado que resulta
de aplicación los principios registrales de publicidad y buena fe
pública contemplados en los artículos 2012º y 2014 del Código
Civil; por lo que pretender modificar dichas conclusiones fácticas
implica control sobre la valoración de las pruebas, lo que no es
posible mediante este recurso extraordinario debido a que sus
fines están orientados a observar la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y uniformizar la jurisprudencia
nacional, de conformidad con el artículo 384º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364. En cuanto a los argumentos
propuestos en el acápite b), debe señalarse que si bien la
recurrente denuncia las infracciones de los artículos 923º, 927º,
949º y 1135º del Código Civil, también lo es que no cumple con
explicar el error jurídico cometido por los jueces de mérito al
momento de aplicar las citadas normas, por el contrario las
infracciones propuestas se sustentan en simples apreciaciones
fácticas desprovistas de todo análisis jurídico, distorsionando los
fines del recurso de casación contemplados en el artículo 384º del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364. Sexto.-
Que, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del citado
artículo 388º, si bien la recurrente cumple con indicar su pedido
casatorio, sin embargo, ello no es suficiente para atender el
recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de este medio
impugnatorio son concurrentes, conforme dispone el artículo 392º
del Código adjetivo, modificado por la Ley Nº 29364. Por estas
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto por el precitado
artículo 392º: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Hohani Isabel Castillo Rosado, representada por
Isabel Ángela Timana Rosado, mediante escrito de fojas
trescientos, contra la sentencia de vista de fecha veintiséis de
mayo de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos uno;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Hohani Isabel Castillo Rosado con Gustavo Ramírez De Lama,
sobre mejor derecho de propiedad; y los devolvieron. Interviene
como ponente el señor Juez Supremo Almenara Bryson. SS.
ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-80
CAS. Nº 3876-2014 CAÑETE
Tercería de Propiedad. Lima, trece de abril de dos mil quince.-
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
la demandante Susana Emilia Castillo Calixtro de folios ciento
veinticinco, contra la resolución de vista de fecha once de setiembre
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de dos mil catorce, de folios ciento diecisiete, que confirma la
resolución de primera instancia de fecha veintiuno de mayo de dos
mil doce, de folios noventa y nueve, corregida a folios ciento uno,
que declara el abandono del proceso; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cañete
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha veintiséis de
setiembre de dos mil catorce y el recurso de casación se presentó
el diez de octubre de dos mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial (folios ciento veintitrés del expediente principal
y treinta y uno del cuadernillo de casación). Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios ciento cinco; por lo que cumple
con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa del artículo 50, inciso 6 del Código Procesal Civil.
Señala que la recurrida adolece de motivación insuficiente, toda vez
que en su considerando quinto no se tiene en cuenta que la tercería
de propiedad es el ejercicio del derecho de propiedad, equiparable
con la reivindicación, la cual es imprescriptible, por lo que no opera
el abandono. b) Infracción normativa del artículo 122, inciso 3
del Código Procesal Civil. Manifiesta que el considerando sexto
de la recurrida no se ajusta a lo actuado, esto es, que conforme
al auto de vista de fecha dieciséis de julio de dos mil trece, el juez
debió resolver sobre la validez del emplazamiento a la demandada,
con o sin absolución de la actora. Sexto.- Que, en relación a la
causal denunciada en el literal a), se advierte que la misma
carece de amparo legal en cuanto a su procedencia, toda vez que
del considerando quinto de la sentencia de vista, no se aprecia
insuficiencia de motivación alguna, en tanto la Sala Superior ha
cumplido con precisar de forma adecuada, suficiente y congruente,
las razones de hecho y de derecho que sustentan su conclusión,
referida a que la tercería de propiedad no constituye una acción
imprescriptible y en consecuencia no se encuentra exceptuada de
la declaración de abandono del proceso. Sétimo.- Que, respecto a
la causal descrita en el literal b), se aprecia que la misma también
debe ser desestimada, atendiendo a que del auto de vista de fecha
dieciséis de julio de dos mil trece, no se desprende que se haya
ordenado al juez emitir un pronunciamiento respecto a la validez
del emplazamiento de la empresa demandada inclusive sin la
absolución de la demandante, máxime si pese a haber transcurrido
el plazo otorgado para dicha absolución, ésta o los demandados
no presentaron acto procesal que impulse el proceso conforme a
lo previsto en el artículo 348, último párrafo del Código Procesal
Civil. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface
los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que
se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del
acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia
prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien la recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio total,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandante Susana Emilia Castillo Calixtro de folios ciento
veinticinco, contra la resolución de vista de fecha once de setiembre
de dos mil catorce, de folios ciento diecisiete; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Susana Emilia Castillo
Calixtro contra Julio Guillermo Castillo Luyo y otro, sobre tercería
de propiedad; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-81
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CAS. Nº 3891-2014 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACUERDO. La sucesión procesal: Por la sucesión
procesal un sujeto ocupa el lugar de otro en un proceso, al
reemplazarlo como titular activo o pasivo del derecho discutido. Se
presenta la sucesión procesal cuándo fallecida una persona que
sea parte en el proceso, es reemplazada por su sucesor; la falta
de comparecencia de los sucesores, determina que continúe el
proceso con un curador procesal. Será nula la actividad procesal
que se realice después que una de las partes perdió la capacidad
o titularidad del derecho discutido. Lima, veintiuno de julio de dos
mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; vista la causa
número tres mil ochocientos noventa y uno del dos mil catorce, en
audiencia pública de la fecha y producida la votación
correspondiente, emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto por
la demandada Empresa de Transportes Señor de los Milagros
S.A, a fojas ochocientos cuarenta y nueve, contra la sentencia de
segunda instancia, contenida en la resolución número ciento siete,
de fojas setecientos setenta y cinco, del seis de junio de dos mil
catorce, que confirma la sentencia apelada, contenida en la
resolución número diecisiete, de fojas seiscientos cuarenta y siete,
del veintiocho de octubre de dos mil trece, que declara fundada la
pretensión demandada; en consecuencia ordena la nulidad del
acuerdo de la Junta General Extraordinaria de Accionistas de la
empresa de Transportes Señor de los Milagros S.A, de fecha
veintiuno de febrero del año dos mil once, y se reponga a los
señores Doroteo Chambi Fuentes y Rolando Concha Contreras,
como socios de la citada empresa con todos los derechos
inherentes a dicha calidad. II. ANTECEDENTES. Para analizar
esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción
normativa denunciada, es necesario realizar las siguientes
precisiones: 1. DEMANDA. Por escrito de fojas treinta y uno,
Doroteo Chambi Fuentes y Rolando Concha Contreras interponen
demanda de nulidad de acuerdo, solicitando como pretensiones:
A) Se declare la nulidad del Acuerdo de Junta General
Extraordinaria de fecha veintiuno de febrero del dos mil once en el
extremo que se acuerda la suspensión por diez años de sus
derechos en calidad de socios accionistas de la Empresa Etsemil
S.A; y, B) Se ordene la inmediata restitución de todos sus derechos
como socios accionistas de dicha empresa, incluyendo aumento
de capital, pago de dividendos y demás beneficios dejados de
percibir como consecuencia de la suspensión. Sustenta su
demanda en los siguientes fundamentos fácticos: 1) Señalan los
demandantes que, son socios accionistas fundadores de la
Empresa de Transportes Semil S.A. (ETSEMIL) siendo ambos
titulares de trescientos ochenta y seis acciones que son parte
integrante del capital social de la empresa, que corre inscrita en la
Ficha Registral Nº 56979, continuada en la Partida Electrónica Nº
00732257 del Registro Mercantil de los Registros Públicos de
Lima; que, habiendo Doroteo Chambi Fuentes ocupado el cargo
de Gerente Administrativo de la empresa demandada y en
cumplimiento de su obligaciones presentó observaciones sobre el
balance presentado por el contador de la empresa porque no
cuadraban las cuentas del ejercicio del año dos mil nueve; 2) Que
posteriormente, presentó al Gerente de la empresa un informe por
escrito solicitando regularización de los pagos de las deudas de
accionistas y otros, pero nunca fue tratado; luego que presentaron
una carta notarial de fecha dieciséis de diciembre del dos mil diez
a fin de que se sirva convocar a una junta general de accionistas
señalando los puntos de la agenda, pedido que fue denegado por
carta notarial de fecha cinco de enero del dos mil once, aduciendo
una serie de inconsistencias y falsedades, entre otros, señalan
que se han detectado firmas falsificadas sin precisar qué firmas,
por lo que el nueve de enero del dos mil once contestaron
mediante carta notarial; 3) Con fecha diecinueve de enero del dos
mil once, el Presidente del Directorio Sr. Ángel Astupiña García
remite otra carta notarial reiterando su negativa de convocar a
junta general alegando los mismos cargos; que luego el diez de
febrero del mismo año les remiten una citación convocando a una
junta general extraordinaria para el veintiuno de febrero del dos mil
once; señalan que en la referida Junta General extraordinaria no
han participado en el desarrollo del segundo punto de agenda
referente a la exclusión de socios, porque se retiraron y además
no se ha dejado constancia de su pedido para retirarse; asimismo,
no se les ha escuchado sus descargos, no les han notificado con
los fundamentos de los cargos imputados para ser sancionados,
no se les ha permitido hacer uso de su derecho de defensa y no se
les ha querido entregar copia certificada del acta de fecha
veintiuno de febrero de dos mil once; 4) El treinta de marzo del dos
mil once se apersonaron al local de la demandada para estar
presentes en la Junta General de esa fecha; que en forma
prepotente se les impidió estar presentes por haber sido
suspendidos por diez años como socios accionistas, por lo que los
recurrentes el trece de abril del dos mil once presentaron un
escrito a la demandada para que reconsidere la ilegal sanción
pero han hecho caso omiso; y 5) Por versiones de otros socios
accionistas indican que la suspensión se sustenta en que el señor
Ceferino Cabello Cochas alegó que le habían falsificado su firma
en la carta notarial de fecha nueve de diciembre del dos mil diez,
78747
solicitando junta general; que el quince de abril del dos mil once se
desmintió tales falsas imputaciones sobre todo que Ceferino
Cabello Cochas no aparece suscribiendo la mencionada carta. 2.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. Mediante escrito de fojas
ciento ochenta y nueve, la Empresa de Transportes Señor de los
Milagros S.A, contestó la demanda, en los siguientes términos: 1)
Que existe una incongruencia entre el petitorio de la demanda, y la
norma jurídica que la sustenta, los accionantes no han precisado
en forma clara cuáles son las normas de carácter imperativo que
se han vulnerado con la adopción del acuerdo cuestionado; 2)
Indica que se realizó la Junta General Extraordinaria con
conocimiento de los demandantes, dado que el diez de febrero del
dos mil once recibieron personalmente la citación de dicha
convocatoria, de tal modo que pudieron haber hecho uso de su
derecho a la defensa antes y durante la realización de la junta; que
los accionantes han participado desde el inicio de la misma, no
habiendo cuestionado su realización e incluso hicieron uso de la
palabra, tal como se aprecia en el punto D y E del acta del libro de
juntas; 3) Que es falso que los demandantes se hayan retirado de
la junta antes de haber tratado el segundo punto, esto es, la
exclusión de accionistas, toda vez que el uso de la palabra se
efectuó después de haberse iniciado la discusión del segundo
punto e incluso al término de la junta firmaron el acta; 4) Que la
sanción impuesta se encuentra establecida en el articulo 45
incisos B, C y E del estatuto de la empresa demandada, obrante a
fojas ciento sesenta y siete, a pedido de los socios por atentar los
demandantes contra la marcha regular de la empresa, por ende la
decisión fue adoptada por unanimidad; y, 5) Que, al haber remitido
una carta notarial con fecha nueve de diciembre del dos mil diez,
se evidenciaba falencias notables, anonimato del remitente, que
estaba suscrita por siete supuestos accionistas con firma
totalmente ilegible, anotando la titularidad de la supuesta cantidad
de accionistas y sin registrar sus nombres y apellidos, ni
documentos de identidad, sin domicilio real ni fiscal y que la
Notaria Reyes Tello se había sometido a tal irregularidad. 3.
PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se estableció como puntos
controvertidos: A) Determinar si es que los demandantes tienen la
calidad de socios accionistas de la empresa demandada a la fecha
de la realización de la asamblea, cuyo acuerdo se cuestiona. B)
Determinar si es que procede declarar la nulidad del acuerdo de
suspender por diez años a los demandantes en los derechos de
socios accionistas de la empresa demandada. C) Determinar si
como consecuencia de ello, se debe disponer la restitución de sus
derechos como socios accionistas incluyendo el aumento de
capital, pago de dividendos y demás beneficios dejados de percibir
a causa de la suspensión cuya nulidad se demanda. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fojas seiscientos
noventa y siete, su fecha veintiocho de octubre de dos mil trece,
ha declarado fundada la demanda; en consecuencia ha ordenado
la nulidad del acuerdo de la Junta General Extraordinaria de
Accionistas de la Empresa de Transportes Señor de los Milagros
S.A. de fecha veintiuno de febrero del dos mil once, y se reponga
a los señores Doroteo Chambi Fuentes y Rolando Concha
Contreras como socios de la citada empresa con todos sus
derechos inherentes, tras considerar que: 1) En la carta de fecha
quince de diciembre de dos mil diez del folios catorce no se ha
identificado a los solicitantes al no aparecer nombres, ni número
de DNI, y por ello el contenido de dicha carta no tiene ningún
efecto jurídico, y porque con dicho documento no se han
transferido propiedades, no se han entregado dineros, no hay
afectación patrimonial alguna a la empresa demandada, además
no hay ningún peritaje grafotécnico que determine que la firma es
falsa, entonces no hay la comprobación de la falsedad, como lo
exige el articulo 45-B del estatuto de la Empresa de Transportes
Señor de los Milagros S.A; que ya el señor fiscal se ha pronunciado
que no constituye delito el contenido de la carta de fecha quince
de diciembre de dos mil diez, que dicha decisión es vinculante y
creíble, consecuentemente, al no haber delito también no hay acto
doloso, y al no haber acto doloso no se cumple el presupuesto que
exige la referida norma; 2) Se advierte del referido estatuto social
de la empresa demandada que no tiene establecido el catálogo de
las sanciones, por lo que se ha dejado que la Junta General decida
la sanción a aplicarse; esta forma de imposición de sanciones es
perjudicial y ello porque la Junta General es la reunión de una
pluralidad de socios, en la cual no prima la razón muchas veces,
sino, sale a luz las diversas emociones de partes contrincantes y
muchas decisiones se toman de manera emocional y por
antipatías, por odios y rencores; por el contrario por un principio de
transparencia y de legalidad cada socio tiene que saber y conocer
que el estatuto que ellos firmaron tienen una lista de conductas
sancionables y también tiene una lista de sanciones, pero nada de
ello tiene establecido el estatuto; y, 3) Por ello la decisión que ha
tomado la junta general de accionistas de fecha veintiuno de
febrero de dos mil once es una decisión no conforme al estatuto de
la Empresa de Transportes Señor de los Milagros S.A. al no
haberse comprobado la existencia del acto doloso en la carta de
fecha quince de diciembre de dos mil diez y al imponer una
sanción que legalmente no establece el propio estatuto. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la

78748 CASACIÓN
página setecientos cuarenta y tres, la demandada Empresa de
Transportes Señor de los Milagros S.A, interpone recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que
la sentencia contraviene un derecho constitucional al mediar
errores de forma en la motivación de la resolución, cuando se trata
de cuestionar un Estatuto que se encuentra ceñido estrictamente
a lo establecido en la Ley General de Sociedades y a la
Constitución Política del Perú respetando el principio de legalidad,
y cuya sanción a los demandantes fue decidida por unanimidad en
la Junta General Extraordinaria de Accionistas de fecha veintiuno
de febrero del dos mil once. 6. SENTENCIA DE VISTA. Los
Jueces Superiores de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, expidieron la sentencia de vista, contenida
en la resolución número ciento siete, de fojas setecientos setenta
y cinco, del seis de junio de dos mil catorce, que confirma la
sentencia apelada que declara fundada la demandada, en
consecuencia ordena la nulidad del Acuerdo de la Junta General
Extraordinaria de Accionistas de la empresa de Transportes Señor
de los Milagros S.A de fecha veintiuno de febrero del dos mil once,
y se reponga a los señores Doroteo Chambi Fuentes y Rolando
Concha Contreras como socios de la citada empresa con todos
sus derechos inherentes, fundamentando la decisión en que: 1)
Para establecer la licitud de la medida adoptada por ETSEMIL
contra los demandantes, conviene resaltar que sus Estatutos
contemplan la posibilidad de sancionar a sus accionistas por cinco
causales. En el presente caso, en atención a lo argüido por
ETSEMIL, las razones que justificarían las sanciones impuestas a
los demandantes serían porque habrían incurrido en las causales
establecidas en los literales “B” (Cuando comentan actos dolosos
contra la sociedad, debidamente comprobada), “C” (Cuando
actúen con deslealtad y contra los intereses de la sociedad,
perjudicándole económicamente), y “E” (Cuando actúen en forma
directa o indirecta en actos que induzcan a los socios accionistas
a desacatar los acuerdos de la Junta General, el Directorio y la
Gerencia) de sus Estatutos; 2) No obstante aquello, y aun cuando
los actos de los demandantes habrían perjudicado los intereses de
ETSEMIL, un aspecto trascendental a tener en cuenta es que en
dichos Estatutos no se establece las sanciones respectivas; que la
sola verificación de ausencia del catálogo de sanciones para los
accionistas que pudieran cometer aquellos actos, de por sí torna
en arbitraria la decisión de suspensión por diez (10) años en sus
derechos de socios de los demandantes, adoptada en el acuerdo
cuestionado, atendiendo que la arbitrariedad se encuentra vedada
en nuestro ordenamiento jurídico; 3) En cualquier caso, ETSEMIL
no ha probado que los demandantes hayan cometido los actos
“dolosos”, “desleales” y/o “perjudiciales” a su economía, como se
señala en el citado acuerdo o en la contestación de la demanda,
pues, inclusive denunciados penalmente los hechos ante el
Ministerio Público, éste declaró no haber lugar a formalizar las
acciones penales pertinentes; y, 4) A aquéllo debe agregarse que
a los demandantes, previa a la sanción de suspensión del que
fueron objeto, no se les hizo conocer los cargos para el ejercicio
de sus defensas respectivas, conculcándose así su derecho al
debido proceso, reconocido en la Constitución Política del Perú,
cuyo ámbito de irradiación no se constriñe solo al judicial, sino que
con las exigencias de su respeto y protección se proyecta sobre
todo órgano, público o privado, que ejerza funciones formal o
materialmente jurisdiccionales. III. RECURSO DE CASACIÓN.
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha dieciséis de
enero de dos mil quince, de folios cuarenta y cuatro del cuaderno
de casación, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por la empresa demandada, por infracción normativa
de derecho procesal de los artículos 108 y 106 del Código
Procesal Civil y 139 inciso 3 de La Constitución Política del
Perú. IV. MATERIA JURIDICA EN DEBATE. Que, advirtiéndose
de fojas setecientos ochenta y tres que el co demandante ha
fallecido, la materia jurídica en debate en el presente proceso se
centra en determinar si la sentencia de segunda instancia incurrió
en infracción normativa de las normas denunciadas, esto es si se
ha vulnerado el derecho al debido proceso en razón que se han
realizado actos procesales posteriores a la fecha de fallecimiento
del demandante Rolando Concha Contreras, esto es, el veintiocho
de abril de dos mil, trece, sin haber efectuado previamente la
sucesión procesal, incurriendo con ello en una nulidad
insubsanable. V.- FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el
control de las decisiones jurisdiccionales, para determinar si en
ellas se han infringido o no las normas que garantizan el derecho
al debido proceso, tomándose en consideración que éste supone
el cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio. Segundo.-
Que, respecto a la procedencia del recurso de casación por la
causal sobre: infracción normativa de los artículos 139 inciso
3 de la Constitución Política del Perú, 108 y 106 del Código
Procesal Civil, la recurrente sostiene, que no se ha aplicado de
manera oportuna el artículo 108 del Código Procesal Civil, que
regula la sucesión procesal, lo cual ha incidido en la vulneración
del principio de legalidad y el debido proceso, pues la sentencia de
primera instancia contiene una decisión favorable a un fallecido,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
todo por la actitud fraudulenta del demandante Doroteo Chambi.
Finalmente precisa, que al haberse infringido las normas
denunciadas corresponde declarar la nulidad total de la sentencia
y reponerla al estado procesal por ser de ley. Tercero.- Que
respecto a la denuncia formulada por la recurrente es menester
indicar que el Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso
3 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, comprende
a su vez, entre otros derechos, el de obtener una resolución
fundada en derecho, mediante las sentencias en las que los
jueces y tribunales expliciten en forma suficiente las razones de
sus fallos, con mención expresa de los elementos fácticos y
jurídicos que los determinaron, norma que resulta concordante
con lo preceptuado por el inciso 3 del artículo 122 del Código
Procesal Civil y el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Del mismo modo debe precisarse que la exigencia de la motivación
suficiente, prevista en el inciso 5 del referido artículo, garantiza
que el justiciable pueda comprobar que la solución del caso
concreto viene dada por una valoración racional de los elementos
fácticos y jurídicos relacionados al caso y no de una arbitrariedad
por parte del juez; de allí que una resolución que carezca de
motivación suficiente no sólo vulnera las normas legales citadas,
sino también principios de rango constitucional. Cuarto.- Asimismo
se debe señalar que la sucesión procesal es apreciada por la
doctrina procesal como una expresión de legitimidad para obrar
derivada o adquirida, porque el sucesor comparece al proceso
como titular de un derecho u obligación que originariamente había
pertenecido a otro justiciable. La finalidad de la sucesión procesal
es tutelar al justiciable de verse agravada su posición procesal a
causa de la muerte de la persona o enajenación del derecho
discutido, todo ello ocurrido en el iter procesal; al respecto el
jurista Satta (citado por Alberto Hinostroza) señala: “cuando la
parte desaparece (...) por muerte u otra causa. Esta es la llamada
sucesión en el proceso, que no es sino un reflejo de la sucesión en
la posición jurídica del de cuius. Como se transmiten los derechos
y las aplicaciones, así se transmiten las pretensiones y las
legitimaciones, sea en sentido activo como en sentido pasivo, y
por lo tanto el ejercicio mismo de la acción con las situaciones
procesales ya producidas”1. Asimismo para Juan Monroy, la
sucesión procesal es “la institución que regula el trámite y efectos
que produce el cambio de una persona en la relación jurídico
sustantiva después que se ha iniciado el proceso, es decir, cuando
ya hay una relación jurídica procesal establecida”2. Quinto.- Que,
en efecto, el artículo 108 del Código Procesal Civil, señala que por
la sucesión procesal un sujeto ocupa el lugar de otro en un
proceso, al reemplazarlo como titular activo o pasivo del derecho
discutido, precisando en el inciso 1 que se presenta la sucesión
cuando fallecida una persona que sea parte en el proceso, ésta es
reemplazada por su sucesor. Asimismo, el precitado dispositivo
legal dispone, con relación al indicado supuesto, que la falta de
comparecencia de los sucesores determina que continúe el
proceso con un curador procesal, indicando que será nula la
actividad procesal que se realice después de que una de las
partes perdió la titularidad del derecho discutido. Sin embargo, si
transcurridos treinta días no comparece el sucesor al proceso,
éste proseguirá con un curador procesal, nombrado a pedido de
parte. Sexto.- Que de los actuados se advierte que no se ha
conformado la sucesión procesal prevista en el inciso 1 del artículo
108 del Código Procesal Civil, y que no obstante haber acaecido
el fallecimiento del codemandante Rolando Cocha Contreras el
veintiocho de abril de dos mil trece como se verifica del certificado
de defunción a fojas setecientos ochenta y tres la demandante
Dorotea Chambi Fuentes y el letrado patrocinador de la
demandante no cumplió con el deber de informarlo a las instancias
jurisdiccionales y continuó el proceso sin acreditar en autos tener
facultades de representación de los presuntos herederos y, por
ende, legitimidad para seguir formando parte de este proceso, así
como para presentar los escritos, alegatos e informes
correspondientes. Sétimo.- Que, por tanto, este Supremo Tribunal
considera que se ha incurrido en la causal de nulidad insalvable,
por lo que, conforme a lo dispuesto por el artículo 108 del Código
Procesal Civil, por lo que corresponde anular todo lo actuado con
posterioridad al deceso del codemandado Rolando Concha
Contreras, debiendo remitirse el expediente al juzgado
competente, a efectos de que la demanda sea tramitada
debidamente mediante una sucesión procesal o con intervención
de curador procesal, de ser el caso, a fin de que se establezca una
relación jurídico procesal válida a partir del fallecimiento del
demandante; que tales omisiones han contrariado el inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado, lo que determina
la nulidad insubsanable a tenor de lo dispuesto en el artículo 171
del Código Procesal Civil. VI. DECISIÓN. A) Por estos
fundamentos, de conformidad con el numeral 2 del artículo 396 del
Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por la demandada Empresa de Transportes
Señor de Los Milagros S.A, obrante a fojas ochocientos cuarenta
y nueve; en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha de
fecha seis de junio de dos mil catorce, de fojas setecientos setenta
y cinco; e INSUBSISTENTE la apelada de fecha veintiocho de
octubre de dos mil trece de fojas seiscientos cuarenta y siete; y,
NULO todo lo actuado con posterioridad al fallecimiento de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Rolando Concha Contreras de fecha veintiocho de abril de dos mil
trece. B) ORDENARON que el Juzgado Mixto Transitorio Sede
MBJ Carabayllo de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte
renueve el acto procesal viciado teniendo en cuenta las
consideraciones expuestas por este Supremo Tribunal. C)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Doroteo Chambi Fuentes y otro con Empresa de Transportes
Señor de los Milagros S.A, sobre nulidad de acuerdo; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA
1
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Comentarios al Código
Procesal Civil”, IDEMSA, 3ra Edición, p. 315.
2
MONROY GALVEZ, Juan. “Partes, acumulación,
litisconsorcio, intervención de terceros y sucesión procesal
en el Código Procesal Civil”, en: Análisis del Código Procesal
Civil, UNMSM, Cuzco, Lima. 1994, p129. C-1392274-82
CAS. Nº 3919-2014 AREQUIPA
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, ocho de mayo de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Alejandro Fidel Paredes Murillo de
folios doscientos noventa y nueve, contra la sentencia de vista de
fecha veintiuno de octubre de dos mil catorce, de folios doscientos
ochenta y seis, que confirma la sentencia de primera instancia
de fecha cuatro de junio de dos mil catorce, de folios doscientos
veintisiete, que declara fundada la demanda de violencia
familiar; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, que emitió la resolución recurrida. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en
fecha veintinueve de octubre de dos mil catorce y el recurso de
casación se presentó el doce de noviembre de dos mil catorce. IV)
No cumple con adjuntar el arancel judicial por el recurso, en tanto
también es parte agraviada en el proceso. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios doscientos cuarenta y ocho; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, el recurrente denuncia como causal la siguiente:
Infracción normativa del artículo 139, incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado. Señala que existe motivación
aparente, toda vez que no se precisa la metodología para regular
el monto de la reparación civil, no habiéndose tenido en cuenta
que en la demanda no se ha precisado en qué consiste el daño y
el monto indemnizatorio, los hechos difieren de los expuestos en la
misma y no obra prueba documental que acredite la indemnización
otorgada, debiendo aplicarse el principio de razonabilidad; no se
ha adjuntado el pago de recibo de honorarios profesionales del
abogado y gastos judiciales para determinar el pago de costas
y costos procesales, considerando que el Ministerio Público ha
efectuado el trámite; y la reparación civil ordenada a su favor debe
incrementarse. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada,
se advierte que la misma carece de amparo legal en cuanto a
su procedencia, toda vez que contrariamente a lo sostenido en el
recurso de casación, la Sala Superior ha cumplido con expresar
de forma adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de
hecho y de derecho que sustentan su decisión, no adoleciendo
la sentencia recurrida de motivación aparente o deficiente, más
aún si en ella se precisa que se ratifica la metodología adoptada
por el a quo para determinar el monto de la reparación civil,
atendiendo además a la valoración de las pruebas aportadas, el
principio de proporcionalidad y las facultades tuitivas de los jueces
establecidas en el Tercer Pleno Casatorio de Familia; siendo que lo
78749
expuesto en la demanda resulta suficiente para determinar el daño
alegado en la misma, en relación a todos los agraviados, en la cual
además se solicita se ordene pagar un monto por reparación civil
atendiendo a los actos de violencia familiar perpetrados por los
agresores. Asimismo, en el recurso de casación no se expresa
alegación alguna dirigida a cuestionar directamente lo sostenido
en la sentencia de vista, respecto a que corresponde ordenar el
pago de costas y costos procesales conforme a lo dispuesto en
los artículos 412, 417 y 418 del Código Procesal Civil, máxime si
éstos serán pagados a los agraviados conforme ha señalado el a
quo. Por otra parte, corresponde precisar que los invocado en el
presente recurso materia de calificación, se encuentra dirigido a
que se realice una nueva apreciación del caudal probatorio, más
aún cuando se afirma que los hechos difieren de lo señalado en la
demanda, sin tener en cuenta que no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar
los motivos que formaron convicción a la Sala Superior, lo que es
ajeno al debate casatorio. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Alejandro Fidel Paredes
Murillo de folios doscientos noventa y nueve, contra la sentencia
de vista de fecha veintiuno de octubre de dos mil catorce, de
folios doscientos ochenta y seis; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio Público contra
Alejandro Fidel Paredes Murillo y otros, sobre violencia familiar;
y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-83
CAS. Nº 3921-2014 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Litisconsorcio
necesario: El fundamento central del litisconsorte necesario
radica en que hay relaciones jurídicas sustanciales sobre las
cuales no es posible pronunciarse por partes, fraccionándolas o
calificándolas sólo respecto de algunos de los sujetos, porque la
decisión comprende y obliga a todos. En estos casos la presencia
en el proceso de todos los sujetos vinculados a esa relación se
hace indispensable a fin de que la relación jurídico procesal quede
completa y sea posible decidir sobre el fondo de ella. Lima,
veintiuno de julio de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA;
vista la causa número tres mil novecientos veintiuno del dos del
dos mil catorce, en audiencia pública de la fecha y producida la
votación correspondiente, emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: Que se trata del recurso de casación
interpuesto por el demandado Pablo Lucas Ramírez Valverde a
fojas quinientos treinta y dos, contra la sentencia de segunda
instancia de fecha veintisiete de diciembre de dos mil trece, de
fojas cuatrocientos noventa y siete, que confirma la sentencia
apelada de fecha diecisiete de enero de dos mil trece, de fojas
trescientos ochenta y ocho, que declara fundada la demandada;
en consecuencia, ordena a la parte demandada cumpla con
desocupar el inmueble ubicado en la Manzana C, lote 10,
Parcelación 1 Shangrila, Segunda Etapa, distrito de Puente
Piedra. II. ANTECEDENTES. Para analizar esta causa civil y
verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones: 1.
DEMANDA. Por escrito de fojas diecisiete, la empresa Arequipa
Expreso Marvisur E.I.R.L interpone demanda de desalojo por
ocupación precaria a efecto de que la parte demandada desocupe
el inmueble ubicado en la Manzana C, lote 10, Parcelación 1
Shangrila, Segunda Etapa, distrito de Puente Piedra. Funda su
pretensión en que la demandante junto con Luzmila Ronco
Martínez y la sucesión de Olga Angélica Ronco Martínez son
copropietarios, correspondiéndoles el 80%, y a los otros dos
copropietarios el 20 % del inmueble materia de desalojo; que sin
título alguno el demandado viene ocupando el inmueble sub litis.
2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. Mediante escrito de fojas
doscientos treinta, Pablo Lucas Ramírez Valverde, contesta la
demanda, sosteniendo que es el propietario del inmueble sub litis
por ser posesionario por más de veinte años, como lo acredita con
licencia de construcción, certificado de posesión de terreno,
constancia de posesión y empadronamiento expedido por la
Municipalidad de Puente Piedra, títulos que le otorgan el derecho
a la posesión. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se ha establecido
como puntos controvertidos determinar si procede declarar al
señor Pablo Lucas Ramírez Valverde como poseedor precario de
predio sub litis. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.

78750 CASACIÓN
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia
de fojas trescientos ochenta y ocho, su fecha diecisiete de enero
de dos mil trece, ha declarado fundada la demanda; en
consecuencia, ordena que la parte demandada cumpla con
desocupar el inmueble ubicado en la Manzana C, lote 10,
Parcelación 1 Shangrila, Segunda Etapa, distrito de Puente
Piedra, tras considerar que: 1) De la escritura pública de fecha
catorce de diciembre de dos mil diez la empresa Arequipa Expreso
Marvisur E.I.R.L. compra los derechos y acciones sobre el
inmueble sub litis, que le correspondían a Felipe Ricardo y Rosa
Nancy Ronco Valencia, Isabel Ronco Martínez, Angélica Mercedes
Ronco Idiáquez, Judith Cristina Ronco Mendoza, María Ronco
Mejía, María Carmen Blotte Ronco, Guillermina, José Felipe y
Wilfredo Posada Ronco, derecho de propiedad que ha sido inscrito
en los registros públicos, logrando así acreditar la calidad de
propietario del demandante; y, 2) En cuanto a la parte demandada
se advierte que dichos documentos no constituyen traslación de
dominio, no acreditan titularidad sobre el predio, además la
prescripción adquisitiva no se debate en este proceso sumarísimo
y requiere sentencia judicial, con lo cual se concluye que la
demandada es precaria, al no tener título para poseer; que la
Municipalidad no es la propietaria y como tal todo documento
posesorio carece de eficacia al ser expedido por una entidad que
no tiene derecho real sobre el predio, además porque su demanda
de prescripción adquisitiva es incierta y puede ser desestimada. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la
página cuatrocientos veinte, el demandado Pablo Lucas Ramírez
Valverde, interpone recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia, alegando que: 1) La sentencia apelada incurre
en una motivación aparente, ya que si bien hace mención a la
licencia de construcción, con lo cual acredita la existencia de
construcciones sobre el bien materia de litigio; sin embargo, éstas
no han sido tomadas en cuenta por el A quo; y, 2) Que con el
certificado de posesión de terreno, la constancia de posesión y de
empadronamiento, se acredita que existe posesión permanente,
pacífica y pública por más de diez años, sobre el bien sub litis y por
ende le otorga el derecho a la posesión. 6. SENTENCIA DE
VISTA. Los Jueces Superiores de la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, expiden la sentencia de vista
de fecha veintisiete de diciembre de dos mil trece, de fojas
cuatrocientos noventa y siete, que confirma la sentencia apelada
que declara fundada la demandada; en consecuencia, ordena a la
parte demandada cumpla con desocupar el inmueble sub litis,
fundamentando la decisión en que: 1) Conforme aparece de la
escritura pública de fecha catorce diciembre de dos mil diez, la
demandante adquirió los derechos y acciones sobre el inmueble
sub litis, que le correspondían a Felipe Ricardo Ronco Valencia,
Rosa Nancy Ronco Valencia viuda de Armas, Isabel Ronco
Martínez, Angélica Mercedes Ronco Idiaquez, Judith Cristina
Ronco Mendoza, María Ronco Mejía, María Carmen Blotte Ronco,
Guillermina Posada Ronco, José Felipe Posada Ronco y Wilfredo
Posada Ronco; que dicha adquisición ha quedado registrada en la
partida registral Nº 46759680 del Registro de Propiedad Inmueble
de la Oficina Registral de Lima y Callao, documento que acredita
tener la calidad de propietario sobre el ochenta por ciento de los
derechos y acciones referidos al bien materia de la litis, en tanto
que el acto jurídico mantiene plena validez; 2) Por su parte el
demandado sostiene ser el propietario del bien, al haberlo
adquirido por usucapión; agrega además que ha iniciado un
proceso judicial para que se declare que ha adquirido el bien por
prescripción adquisitiva; 3) En el caso concreto, el emplazado no
ha obtenido aún una declaración judicial que declare su adquisición
por prescripción del bien en contienda, es más, de los documentos
que adjunta no se puede concluir en definitiva que haya ejercido la
posesión de manera permanente, pacífica y pública como
propietario por más de diez años; por tanto no se puede afirmar
que el demandado ha acreditado tener título que justifique su
posesión; y, 4) Finalmente, cabe añadir que el hecho de ampararse
la demanda de desalojo por ocupante precario en nada afecta lo
que eventualmente pueda decidirse en el proceso de prescripción
adquisitiva, el que de ampararse dará lugar a que el usucapiente
tenga expedito su derecho a solicitar la inejecución del mandato
de desalojo o a solicitar devolución del bien; lo mismo ocurrirá con
las alegadas construcciones de las que según lo resuelto en el
Cuarto Pleno Casatorio Civil, queda a salvo el derecho de la parte
demandada para que reclame, lo que considere pertinente, por
causa de las edificaciones, utilizando el procedimiento pertinente.
III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha siete de enero de dos mil quince de folios
cuarenta y nueve del cuaderno de casación, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandado
Pablo Lucas Ramírez Valverde, por las siguientes causales: A)
Infracción normativa de los artículos 139 numerales 3 y 14 de
la Constitución Política del Perú, 65, 95 y 122 numeral 3 del
Código Procesal Civil. Alega que su cónyuge Fortunata Leonidas
Paulino Huamán, solicitó su incorporación en el proceso de
prescripción adquisitiva de dominio, como litisconsorte necesario
activo; que la demandante empresa Arequipa Expreso Marvisur,
antes de que se emita sentencia de primera instancia en el
proceso de desalojo tuvo conocimiento de su incorporación al
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
proceso conexo de prescripción adquisitiva de dominio; hecho que
no puso en conocimiento, en el presente proceso de desalojo. En
la contestación de la demanda alegó que en el inmueble sub litis
reside con su familia, su esposa Fortunata Leonidas Paulino
Huamán, quien no ha sido emplazada, por lo que en aplicación del
artículo 95 del Código Procesal Civil debe ser integrada a la
relación procesal, en razón a que la decisión a recaer en el
proceso le va a afectar. Con lo cual se ha vulnerado su derecho a
la tutela jurisdiccional efectiva y el ejercicio del derecho de
defensa, el principio del debido proceso y el derecho a la debida
motivación de las resoluciones. Precisa que el emplazamiento
reviste vital trascendencia pues está ligado al debido proceso. B)
Infracción normativa del artículo 911 del Código Civil. Indica
que en la contestación de la demanda expresó que con la titular
registral llegó a un acuerdo contractual verbal para la compraventa
del lote en toda su extensión, esto hace más de veintiocho años,
que por razones del destino no se plasmó en documento, pero sí
se dieron circunstancias que firmemente prueban que existió
autorización expresa de la citada persona para realizar los trámites
ante la entidad de servicios de luz eléctrica, conforme lo ha
probado con la carta de autorización, en la que está la firma de la
pre-nombrada titular registral primigenia. Indica que ha acreditado
ser propietario de lo edificado con el documento de licencia de
construcción expedido por la Municipalidad Distrital de Puente
Piedra. IV. MATERIA JURIDICA EN DEBATE. Que, la materia
jurídica en debate en el presente proceso, se centra en determinar
si la sentencia de segunda instancia incurre en infracción
normativa de las normas denunciadas, esto es, si se ha vulnerado
el derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva al no
haberse incorporado al proceso a la cónyuge del demandado,
señora Fortunata Leónidas Paulino Huamán; asimismo determinar
si la parte demandada cuenta con título que le faculte el ejercicio
de la posesión sobre el inmueble sub litis. V. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Ante todo, en materia de
casación es factible ejercer el control de las decisiones
jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no
las normas que garantizan el derecho al debido proceso,
tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de
los principios y de las garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho
de defensa de las partes en litigio. Segundo.- Habiéndose
declarado procedente el recurso por la causal de infracción
normativa material y procesal, en primer término debe dilucidarse
la causal relativa a la infracción normativa procesal; por cuanto en
caso se declare fundado por dicha causal, en atención a su efecto
nulificante, carecería de objeto emitir pronunciamiento respecto de
la otra causal de derecho material. Tercero.- Procediendo al
análisis de la infracción contenida en el ítem A) del numeral III de
la presente resolución, es pertinente indicar que El Derecho al
Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, comprende a su vez, entre otros
derechos, el de obtener una resolución fundada en derecho,
mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales
expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con
mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los
determinaron, norma que resulta concordante con lo preceptuado
por el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil y el
artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Del mismo modo
debe precisarse que la exigencia de la motivación suficiente,
prevista en el inciso 5 del referido artículo, garantiza que el
justiciable pueda comprobar que la solución del caso concreto
viene dada por una valoración racional de los elementos fácticos y
jurídicos y no de una arbitrariedad por parte del juez; de allí que
una resolución que carezca de motivación suficiente no sólo
vulnera las normas legales citadas, sino también principios de
rango constitucional. Cuarto.- Asimismo, se debe señalar que la
figura procesal del litisconsorte necesario, también conocida como
obligatorio, surge cuando la relación del derecho sustancial, sobre
la cual debe pronunciarse el juez, está integrada por una pluralidad
de sujetos, bien sean activos o pasivos, en forma tal que no es
susceptible de escindirse en tantas relaciones aisladas como
sujetos activos o pasivos individualmente considerados existan,
sino que se presenta como una única e indivisible, frente al
conjunto de tales sujetos. El origen del litisconsorcio no está en la
relación procesal sino en la material, objeto de la controversia.
Para un sector de la doctrina la influencia de esta relación material
no es para la validez de la relación procesal, sino para que la
sentencia de fondo sea útil. Según el jurista De la Plaza: “se
produce litisconsorcio necesario siempre que, por la naturaleza de
la relación jurídica material que en el proceso se crea, los litigantes
estén unidos de tal modo, que a todos afecte la resolución que en
él pueda dictarse”1. Quinto.- Que el fundamento central del
litisconsorte necesario radica en que hay relaciones jurídicas
sustanciales sobre las cuales no es posible pronunciarse por
partes fraccionándolas o calificándose sólo respecto de algunos
de sus sujetos, porque indispensablemente la decisión comprende
y obliga a todos. En estos casos la presencia en el proceso de
todos los sujetos vinculados a esa relación se hace indispensable
a fin de que la relación jurídico procesal quede completa y sea
posible decidir sobre el fondo de ella. Al respecto, Hurtado Reyes
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
nos dice: “El litisconsorcio necesario obliga a integrar el proceso
con todos aquellos a quienes la sentencia pudiera afectar. La
peculiaridad de esta figura procesal consiste en que la acción
pertenece a todos los interesados y contra todos los interesados
considerados como un solo sujeto. Si la litis no ha quedado
integrada con todos los participantes obligados la sentencia
que en definitiva se pronuncie sería inuliliter datar”, 2 lo
resaltado es nuestro. Sexto.- Que, en efecto el artículo 93 del
Código Procesal Civil, señala: “Cuando la decisión a recaer en el
proceso afecta de manera uniforme a todos los litisconsortes, sólo
será expedida válidamente si todos comparecen o son
emplazados (...)”; en concordancia, los artículos 95 y 96 disponen:
“En caso de litisconsorcio necesario, el Juez puede integrar la
relación procesal emplazando a una persona, si de la demanda o
de la contestación aparece evidente que la decisión a recaer
en el proceso le va a afectar. (...)”; asimismo “Si al momento de
la integración ya se ha realizado la audiencia de pruebas y alguno
de los incorporados ofreciera medios probatorios, el Juez fijará el
día y la hora para una audiencia complementaria de pruebas
que debe realizarse dentro de un plazo que no excederá de veinte
días.”, lo resaltado es nuestro. Sétimo.- Que de los actuados se
advierte que la señora Fortunata Leónidas Paulino Huamán, ha
sido incorporada como litis consorte pasiva mediante resolución
de fecha veintisiete de mayo de dos mil catorce, ello en razón a
que tiene la condición de cónyuge del demandado Pablo Lucas
Ramírez Valverde, como se verifica del acta de matrimonio de
fecha seis de setiembre de mil novecientos setenta y cinco,
obrante a fojas quinientos cincuenta; sin embargo, la Sala de
mérito no ha tomado en cuenta que para que la sentencia sea
expedida válidamente se ha debido emplazar a todos los
litisconsorte necesario, de conformidad con lo establecido en el
artículo 93 del Código Procesal Civil; tanto más si de las pruebas
presentadas en la contestación de la demanda como: la memoria
descriptiva de los planos perimétricos, en la que se consigna el
nombre de los dos cónyuges y del documentos nacional de
identidad del demandado Pablo Lucas Ramírez Valverde, en
donde figura como casado, se ha podido advertir tal condición; y,
además del hecho que la empresa demandante también tenía
conocimiento de tal hecho por medio del proceso de prescripción
adquisitiva de domino, seguido entre las mismas partes, respecto
del mismo bien sub litis, en el cual se expidió la resolución de
fecha diez de enero de dos mil trece, que dispuso incorporar a la
referida esposa, como litis consorte necesario. Sétimo.- Que, por
tanto, este Supremo Tribunal considera que se ha incurrido en la
causal de nulidad insalvable, debiendo remitirse el expediente al
juzgado competente, a efecto del emplazamiento con la demanda
a la cónyuge del demandado; y, si fuere el caso, realizar la
audiencia complementaria de conformidad con lo establecido en el
artículo 96 del citado Código Procesal; que tales omisiones han
contrariado el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Estado, lo que determina la nulidad insubsanable a tenor de lo
dispuesto en el artículo 171 del Código Procesal Civil. Que carece
de objeto entonces emitir pronunciamiento sobre las alegaciones
contenidas en el ítem B) del numeral III de los fundamentos, por
las cuales se declaró procedente el recurso de casación. VI.
DECISIÓN. A) Por estos fundamentos, de conformidad con el
numeral 3 del artículo 396 del Código Procesal Civil: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandado
Pablo Lucas Ramírez Valverde obrante a fojas quinientos treinta y
dos; en consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha
veintisiete de diciembre de dos mil trece, de fojas cuatrocientos
noventa y siete; e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de
fecha diecisiete de enero de dos mil trece de fojas trescientos
ochenta y ocho. B) ORDENARON que el Juzgado Mixto de Puente
Piedra de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte expida
nuevo fallo previo emplazamiento de la litis consorte necesario,
teniendo en cuenta las consideraciones expuestas por este
Supremo Tribunal. C) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Arequipa Expreso Marvisur EIRL con Pablo
Lucas Ramírez Valverde, sobre desalojo por ocupación precaria; y
los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA
1
LEDESMA NARVAEZ, Marianella. “Comentarios al Código Procesal Civil”, en
Gaceta Jurídica, Segunda Edición, Tomo I, p. 214.
2
HURTADO REYES, Martín. Fundamentos de derecho Procesal Civil, IDEMSA,
Primera Edición, p. 715
C-1392274-84
CAS. Nº 3967-2014 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiuno de
enero de dos mil quince.- VISTOS y CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por los demandados Elías Osorio García e
Isabel Fernández Rosas de Osorio, mediante escrito de fojas
ciento ochenta y cuatro, contra la sentencia de vista obrante a
fojas ciento sesenta y nueve, su fecha veinticuatro de setiembre
78751
de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de fojas
ciento treinta y siete, su fecha ocho de mayo de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria, en consecuencia ordena que los demandados cumplan
con desocupar el inmueble ubicado en el Jirón Junín Nº 1328,
Cercado de Lima, Provincia y Departamento de Lima; en tal
sentido, corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del recurso, acorde a la modificación establecida en
la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente
recurso satisface tales exigencias, esto es: I) se impugna una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, puso fin al proceso; II) se interpone ante la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; III) ha sido
presentado dentro del plazo legal, según consta de los cargos de
notificación de fojas ciento setenta y ocho y ciento ochenta; y, IV)
se adjunta el arancel judicial respectivo a fojas ciento ochenta y
dos. Tercero.- Que, en relación a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado
por la citada Ley, se advierte que los recurrentes no han consentido
la sentencia de primera instancia que fue desfavorable a sus
intereses, pues interpusieron recurso de apelación a fojas ciento
cincuenta y cuatro, por lo que satisfacen el presupuesto
establecido en el inciso 1 de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos
contemplados en los incisos 2, 3 y 4 del precitado artículo 388º del
Código adjetivo, debe señalarse en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En
el presente caso, los impugnantes proponen las siguientes
infracciones normativas: a) Infracción normativa del artículo
911º del Código Civil y de la doctrina jurisprudencial: señalan
que el Juez ha aplicado indebidamente el artículo 911º del Código
Civil, pues no ha tenido en consideración la doctrina sobre la
precariedad, la cual no se determina únicamente por la carencia
de un título de propiedad, de arrendamiento u otro semejante, sino
que debe ser entendida como la ausencia absoluta de cualquier
circunstancia que permita advertir la ilegitimidad de la posesión
que ostenta el ocupante, de acuerdo con la amplitud de criterio
con el que debe interpretarse la norma contenida en el precitado
articulo 911º. En ese sentido, manifiestan que la posesión por más
de veinticinco años les otorga la propiedad del bien en litigio por
prescripción adquisitiva de dominio (usucapión). También refieren
que se debió aplicar la doctrina jurisprudencial que establece que
la prescripción adquisitiva de dominio constituye una forma
originaria de adquirir la propiedad de un bien basada en la
posesión por un determinado lapso de tiempo, cumpliendo con los
requisitos exigidos por ley, lo que implica la conversión de su
posesión continúa en propiedad, tal como se señala en la
Sentencia Casatoria Nº 1992-2003/TACNA, publicada en el Diario
Oficial El Peruano el treinta de setiembre de dos mil cuatro. b)
Contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso: los recurrentes no la fundamentan solo la
mencionan. Quinto.- Que, del examen de las alegaciones antes
descritas, se advierte que estas no satisfacen los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal
Civil, pues no se describe en forma clara y precisa en qué
consisten las infracciones normativas, menos aun se demuestra la
incidencia directa que tendrían aquellas sobre la decisión
impugnada, por las siguientes razones: El recurso de casación es
un medio impugnatorio de carácter extraordinario, pues su función
es controlar la correcta aplicación de la Ley, esto es, su labor está
reservada a observar sólo los errores de derecho, excluyéndose
de dicho control la valoración de las pruebas. Por ello, la causal de
infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho que
incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya
o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, pues no basta la sola invocación de las normas de derecho
material o procesal que supuestamente se consideran infringidas,
pues el impugnante debe explicar la naturaleza de dicha infracción,
la que debe estar desprovista de cualquier análisis a la valoración
probatoria efectuada por los Jueces de mérito. Así pues, respecto
a las alegaciones propuestas en el acápite a) del cuarto
considerando de esta resolución, se advierte que mediante la
infracción propuesta, los impugnantes reiteran su argumento de
defensa consistente en que ostentan un título que justifica la
posesión sobre el predio en litigio, al haberlo adquirido por
prescripción adquisitiva de dominio o usucapión, proceso que se
encuentra en trámite. Al respecto, conviene señalar que tal
alegación ya ha sido analizada por los Jueces de mérito, por lo
que cuestionar dicha apreciación implica en realidad un pedido de
control de la valoración probatoria, petición que distorsiona uno de
los fines del recurso de casación, contemplado en el artículo 384º
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, esto es,
observar la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto. A lo expuesto es pertinente agregar que si bien se
encuentra en trámite el proceso judicial Nº 22360-2012, sobre
demanda de prescripción de adquisitiva de dominio interpuesta
por los demandados contra el ahora demandante, no obstante
ello, no existe pronunciamiento alguno que cause convicción

78752 CASACIÓN
sobre la certeza de dicha pretensión, en todo caso los Jueces de
mérito han amparado esta demanda de desalojo en estricta
aplicación de la doctrina jurisprudencial contenida en el acápite
5.6 del IV Pleno Casatorio, recaído en la Sentencia Casatoria Nº
2195-2011-Ucayali, publicado el catorce de agosto de dos mil
trece en el Diario Oficial El Peruano, que señala lo siguiente: “La
mera alegación del demandado, en el sentido de haber adquirido
el bien por usucapión, no basta para desestimar la pretensión de
desalojo ni declarar la improcedencia de la demanda,
correspondiendo al Juez del desalojo valorar las pruebas en las
cuales sustenta el demandado su derecho invocado, sin que ello
implique que está facultado para decidir sobre la usucapión. (...)
De declararse fundada la demanda de desalojo por precario, en
nada afecta lo que se vaya a decidir en otro proceso donde se
tramite la pretensión de usucapión, puesto que el usucapiente
tendrá expedito su derecho para solicitar la inejecución del
mandato de desalojo o en todo caso para solicitar la devolución
del inmueble”. En cuanto a la supuesta inaplicación de la Sentencia
Casatoria Nº 1992-2003-Tacna, publicada en el Diario Oficial El
Peruano, el treinta de setiembre de dos mil cuatro, conviene
precisar que la citada Sentencia no tiene la calidad de precedente
judicial, pues no reúne los presupuestos contemplados en el
artículo 400º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, ya que no ha sido dictada por el pleno de los magistrados
supremos civiles. Finalmente, en cuanto al acápite b), referido a la
supuesta contravención de las normas que garantizan el derecho
a un debido proceso, se advierte que los recurrentes no mencionan
la norma de naturaleza procesal presuntamente infringida, menos
aun explica la incidencia o repercusión que aquella tendría sobre
la impugnada. Sexto.- Que, en cuanto a la exigencia prevista en el
inciso 4 del precitado artículo 388º, si bien los recurrentes cumplen
con indicar su pedido casatorio, sin embargo, no es suficiente para
atender el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de
este medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el
artículo 392º del Código adjetivo. Por estas consideraciones y en
aplicación de lo dispuesto en el artículo 392º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Elías Osorio García e
Isabel Fernández Rosas de Osorio, mediante escrito de fojas
ciento ochenta y cuatro, contra la sentencia de vista obrante a
fojas ciento sesenta y nueve, su fecha veinticuatro de setiembre
de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Roberto Chicata Vilca con Elías Osorio García e
Isabel Fernández Rosas de Osorio, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-85
CAS. Nº 4028-2014 LIMA
Interdicto de recobrar. Lima, veintitrés de enero de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandada María Magdalena Silva Aguirre
de folios doscientos sesenta y cuatro, contra la Sentencia de
Vista de folios doscientos veintisiete, del veintiuno de octubre
de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada del cuatro
de abril de dos mil catorce, de folios ciento cincuentinueve, que
declara fundada la demanda de interdicto de recobrar. Por lo que
corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y procedencia
establecidos en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, se verifica
que el recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra la Sentencia de Vista expedida por la Sexta Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante
la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que la recurrente fue
notificada el dieciocho de noviembre de dos mil catorce, conforme
se corrobora con el cargo de folios doscientos cuarenta y nueve,
e interpuso el recurso de casación el veinticinco de noviembre de
ese mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a folios doscientos sesenta y tres. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple
con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente
no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación de folios
doscientos dos. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria1. Quinto.- Que, la recurrente invocando los artículos
384 y 387 del Código Procesal Civil denuncia como causales lo
siguiente: I) La infracción normativa de los artículos 188 y 197
del Código Procesal Civil, alegando que no se le ha dado mérito
al documento denominado contrato de alquiler supuestamente
firmado por su padre, persona que cuenta con 84 años de edad
y que por voluntad de la Ley no está en condiciones de celebrar
contrato de ninguna naturaleza, con mucha más razón si adolece
de demencia senil, II) La infracción normativa del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Estado y el artículo 12
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, señalando que la 6ª Sala
Civil de Lima, no ha expresado las razones que la llevaron a tomar
una decisión, ya que se no ha tomado en cuenta que la sociedad
conyugal constituida por los esposos Hugo Renato Silva Prada
y Juana Elisa Aguirre Aguirre de Silva, suscribieron el contrato
original del 15 de agosto del 2010, y que después de solucionar el
conflicto familiar interno en forma tranquila, armoniosa y voluntaria
ingresaron a su vivienda el 20 de octubre del 2012, quedando
consolidada la legal y evidente posesión de su vivienda, según
el contrato materia del alquiler de fecha 15 de agosto del 2010
y en razón de venir ejerciendo sus derecho contenidos en el
artículo 920 del Código Civil, pero impedidos violentamente, por
lo que la sentencia debe ser revocada y declarada improcedente
a tenor de lo establecido por el artículo 603 – segunda parte – del
Código Procesal Civil, y III) La contravención de las normas que
garantizan el derecho al debido proceso, ya que con fecha 24
de marzo del 2014, se presentó ante el Juzgado la fundamentación
de la apelación, no proveídos hasta antes de la expedición de la
sentencia, la que es nula por no haberse respetado el derecho a la
defensa ni el debido proceso; además la sentencia se expidió en
plena huelga de los trabajadores del Poder Judicial. Sexto.- Que,
en cuanto al primer agravio, a través de una supuesta infracción
normativa de los artículos 188 y 197, referidos a la valoración de
la prueba, la impugnante señala que no se le ha dado mérito al
contrato de arrendamiento celebrado por los demandantes con
su padre don Hugo Renato Silva Prada, quien por contar con 84
años de edad no puede celebrar contratos de ninguna naturaleza;
no obstante tal alegación se encuentra orientada más bien a
sustentar la inexistencia o invalidez del mencionado contrato de
arrendamiento basado en una supuesta incapacidad que no ha
sido declarada ni se ha acompañado medio probatorio alguno
orientado a establecer que el arrendador era incapaz, aspecto
que no puede ser alegado mediante el recurso de casación,
reservado más bien a la aplicación e interpretación correcta de
la Ley, por lo que este agravio no merece ser amparado. Sétimo:
En lo que concierne al segundo agravio, contrariamente a lo
alegado por la recurrente, de los fundamentos de la recurrida sí
se aprecia que la Sala Superior ha expresado cuáles han sido los
motivos tanto fácticos como jurídicos que la han llevado a concluir
en la fundabilidad de la demanda, tras ameritar el contrato de
arrendamiento de fecha 20 de diciembre del 2011 que les otorga
facultades a los demandantes para poseer, como la Constatación
Policial del 20 de octubre del 2012, que acredita el hecho mismo
del despojo, habiéndose desestimado la alegación de la parte
demandada de haber procedido conforme al artículo 920 del
Código Civil, pues la propia esposa del arrendador abandonó
su hogar el 17 de noviembre del 2011; Octavo: Finamente,
en lo que respecta al tercer y último agravio, de la lectura del
recurso de apelación de fojas 196, aparece que la recurrente
hace referencia a la fundamentación de la apelación del auto
que resolvió la excepción y no así a la apelación de la sentencia,
que sí tendría incidencia directa en la decisión impugnada, no
advirtiéndose tampoco amparo en el recurso por el hecho de
haberse emitido sentencia cuando los trabajadores del Poder
Judicial se encontraba en huelga, pues es el Juez quien resuelve
la causa y no los servidores judiciales. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandada María Magdalena Silva Aguirre, de la página
doscientos sesenta y cuatro, contra la sentencia de vista de folios
doscientos veintisiete; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano bajo responsabilidad
de ley; en los seguidos por Carlos Eduardo Galliquio Tuppia
y otro sobre Interdicto de recobrar; notificándose. Interviene
como ponente el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-86
CAS. Nº 4062-2014 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima,
veinticuatro de julio de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Centro Médico Clínica Las
Palmeras S.A.C. de folios quinientos cuarenta y seis, contra la
sentencia de vista de fecha veintitrés de setiembre de dos mil
catorce, de folios cuatrocientos noventa y siete, que confirma la
sentencia de primera instancia de fecha cinco de enero de dos
mil trece, de folios trescientos sesenta y cinco, en el extremo
que declara fundada la demanda de indemnización de daños y
perjuicios; y la revoca en cuanto declara infundada la demanda
respecto a las demandadas Oftalmólogos Asociados S.A.C y
Centro Médico Clínica Las Palmeras S.A.C., y reformándola ordena
que Jorge Aquiles Orna Costa, Oftalmólogos Asociados S.A.C y
Centro Médico Clínica Las Palmeras S.A.C. paguen solidariamente
al actor la suma de trescientos mil nuevos soles por daño a la
persona, doscientos mil nuevos soles por daño al proyecto de vida
y doscientos mil nuevos soles por daño moral; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en
la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió
la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha veintisiete de octubre de
dos mil catorce y el recurso de casación se presentó el siete de
noviembre de dos mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial de folios quinientos cuarenta y dos del expediente
principal y noventa y seis del cuadernillo de casación. Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
acotada, se advierte que lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada, no resulta exigible a la recurrente, en tanto
la sentencia de primera instancia no les fue adversa. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como supuestos de infracción normativa: a)
Inaplicación del artículo 1315 del Código Civil y de la doctrina
jurisprudencial. Señala que no se puede establecer una relación
de dependencia entre el médico y la estructura sanitaria, pues los
primeros no se encuentran subordinados, siendo que conforme
se desprende del proceso, no se ha establecido una relación
de dependencia entre el médico que realizó la operación y la
recurrente, y no se ha probado las consecuencia que derivaron de
la acción u omisión generadora del daño. b) Contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso.
Manifiesta que se ha aplicado indebidamente los artículos 1328,
1983 y 1986 del Código Civil, por cuanto la recurrente no tiene
ninguna responsabilidad contractual o extracontractual con el
actor, el médico codemandado ni con Oftalmólogos Asociados
S.A., evidenciándose que los fundamentos de la recurrida se
centran en apreciaciones subjetivas y carentes de responsabilidad
respecto a la recurrente, toda vez que no existe prueba que les
impute dicha responsabilidad directa o indirecta. Sexto.- Que,
en relación a las causales denunciadas, se aprecia que los
argumentos que las sustentan, se encuentran orientados más
bien a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación
de los hechos con la subsecuente revaloración de la prueba
actuada y los elementos de juicio del proceso, a efectos de
determinar que la recurrente no tenía vínculo de dependencia ni
relación alguna con el codemandado Jorge Aquiles Orna Acosta,
y en consecuencia tampoco con el demandante dañado, y menos
aún responsabilidad en las actuaciones de este último, como si
esta sede se tratara de una tercera instancia, propósito que no
se condice con la naturaleza de este extraordinario recurso de
casación, cuyos fines están circunscritos a la defensa del derecho
objetivo y la unificación de los criterios de la Corte Suprema,
debiendo tenerse en cuenta que no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar
los motivos que formaron convicción a la Sala Superior, lo que
es ajeno al debate casatorio. Por otra parte, corresponde precisar
que existe aplicación indebida de una norma de derecho material,
cuando se aplica una norma impertinente a la relación fáctica
establecida en el proceso, lo cual no se configura en el presente
caso, toda vez que las normas cuya aplicación indebida se
denuncia, se encuentran íntimamente relacionadas con los puntos
78753
materia de controversia. Aunado a ello, corresponde agregar que
no forma parte del recurso de casación, contradicción alguna
al monto indemnizatorio ordenado a pagar. Sétimo.- Que,
siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien la recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio, no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandada Centro Médico Clínica Las Palmeras S.A.C.
de folios quinientos cuarenta y seis, contra la sentencia de vista
de fecha veintitrés de setiembre de dos mil catorce, de folios
cuatrocientos noventa y siete; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Máximo Antezana Espinal
contra Centro Médico Clínica Las Palmeras S.A.C. y otros,
sobre indemnización por daños y perjuicios; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
C-1392274-87
CAS. Nº 4062-2014 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima,
veinticuatro de julio de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Jorge Aquiles Orna Acosta de
folios quinientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista
de fecha veintitrés de setiembre de dos mil catorce, de folios
cuatrocientos noventa y siete, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha cinco de enero de dos mil trece, de folios
trescientos sesenta y cinco, en el extremo que declara fundada la
demanda de indemnización de daños y perjuicios; y la revoca en
cuanto declara infundada la demanda respecto a las demandadas
Oftalmólogos Asociados S.A.C y Centro Médico Clínica Las
Palmeras S.A.C., y reformándola ordena que Jorge Aquiles Orna
Costa, Oftalmólogos Asociados S.A.C y Centro Médico Clínica
Las Palmeras S.A.C. paguen solidariamente al actor la suma de
trescientos mil nuevos soles por daño a la persona, doscientos
mil nuevos soles por daño al proyecto de vida y doscientos
mil nuevos soles por daño moral; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Quinta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce y el
recurso de casación se presentó el once de noviembre de dos mil
catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios
quinientos cincuenta y uno del expediente principal y noventa y
dos del cuadernillo de casación. Tercero.- Que, en lo referente
a los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no dejó consentir la resolución de primera
instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme
se advierte de folios cuatrocientos diez; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que,
el recurrente denuncia como supuestos de infracción normativa:
a) Contravención del artículo 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Estado. Señala que la recurrida carece de
motivación lógica, razonada y suficiente respecto a los términos
del su recurso de apelación; no fundamenta adecuadamente y
respetando los principios de jerarquía de normas y congruencia,
sobre todo en mérito a lo actuado. b) Infracción de a las formas

78754 CASACIÓN
esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales,
específicamente del artículo 50 del Código Procesal Civil.
Manifiesta que existe fundamento suficiente y adecuado respecto
a las alegaciones contenidas en su escrito de apelación. Sexto.-
Que, en relación a las causales denunciadas, se advierte que las
mismas carecen de amparo legal en cuanto a su procedencia,
toda vez que de forma contraria a lo sostenido en el recurso de
casación, el Colegiado Superior sí ha cumplido con precisar de
manera adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de
hecho y derecho que sustentan su decisión, no apreciándose falta
de motivación alguna en ninguna de sus modalidades, siendo
que el íntegro del pronunciamiento contenido en la sentencia
recurrida se encuentran referidos a los agravios expresados por
el recurrente en su recurso de apelación, no pudiendo como
pretende el mismo, efectuarse una revaloración de los medios
probatorios a fin de verificar si el fallo se encuentre acorde con
lo actuado (pruebas aportadas), en tanto ello no constituye fin
del recurso de casación. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Jorge Aquiles Orna
Acosta de folios quinientos cincuenta y tres, contra la sentencia
de vista de fecha veintitrés de setiembre de dos mil catorce, de
folios cuatrocientos noventa y siete; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Máximo Antezana Espinal
contra Jorge Aquiles Orna Acosta y otros, sobre indemnización por
daños y perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-88
CAS. Nº 4062-2014 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima,
veinticuatro de julio de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Oftalmólogos Asociados S.A.C.
de folios quinientos diecisiete, contra la sentencia de vista de
fecha veintitrés de setiembre de dos mil catorce, de folios
cuatrocientos noventa y siete, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha cinco de enero de dos mil trece, de
folios trescientos sesenta y cinco, en el extremo que declara
fundada la demanda de indemnización de daños y perjuicios; y la
revoca en cuanto declara infundada la demanda respecto a las
demandadas Oftalmólogos Asociados S.A.C y Centro Médico
Clínica Las Palmeras S.A.C., y reformándola ordena que Jorge
Aquiles Orna Costa, Oftalmólogos Asociados S.A.C y Centro
Médico Clínica Las Palmeras S.A.C. paguen solidariamente al
actor la suma de trescientos mil nuevos soles por daño a la
persona, doscientos mil nuevos soles por daño al proyecto de vida
y doscientos mil nuevos soles por daño moral; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en la
Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a
los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el
presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la
resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que
establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha veintisiete de octubre de dos
mil catorce y el recurso de casación se presentó el seis de
noviembre de dos mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial de folios quinientos quince del expediente principal.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que lo dispuesto en el inciso 1º de
la norma procesal anotada, no resulta exigible a la recurrente, en
tanto la sentencia de primera instancia no les fue adversa.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como supuesto de infracción normativa:
Vulneración al debido proceso, motivación de resoluciones
judiciales, tutela procesal efectiva y derecho de defensa; e
interpretación errónea de los artículos 1328, 1970 y 1986 del
Código Civil, y 12 de la Ley General de Sociedades. Señala que
la Sala Superior ha considerado al doctor Jorge Orna Costa como
dependiente de la recurrente, lo cual no ha sido denunciado por el
actor, por lo que no puedo ejercer su derecho de defensa respecto
a dicho extremo; no ha explicado el sustento para concluir que la
recurrente tiene responsabilidad, más aún si para ello se requería
que el actor actúe en su representación y que la actividad
económica realizada beneficie a la recurrente, siendo que el actor
señaló en la audiencia de pruebas que a quien contrató y pagó fue
al referido doctor, quien actuó en consecuencia a nombre propio,
no existiendo documento que demuestre una relación entre la
recurrente y el actor, como historia clínica, entre otros; no se ha
desvirtuado que el citado doctor utilizó las instalaciones de la
recurrente en virtud de un contrato de alquiler; la recurrente no
tuvo ningún tipo de intervención en la operación quirúrgica
realizada al actor; por tanto no existe ningún tipo de responsabilidad
de su parte; por lo que en atención a todo ello, la recurrida adolece
de motivación aparente e incongruente Sexto.- Que, en relación a
la causal denunciada, se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efectos de determinar que el codemandado Jorge Orna
Costa no actuó en representación de la recurrente sino a título
personal, que la actividad económica realizada por éste no produjo
beneficio a la recurrente, y no existió relación alguna entre el
demandante y la recurrente, por lo que no resulta correcta la
responsabilidad atribuida esta última, como si esta sede se tratara
de una tercera instancia, propósito que no se condice con la
naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines
están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación
de los criterios de la Corte Suprema, debiendo tenerse en cuenta
que no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar
las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron
convicción a la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio,
máxime si no se expresa alegación alguna a contradecir los
fundamentos contenidos en la sentencia recurrida, referidos a que
el médico que efectuó la operación era el gerente general de su
representada y que la intervención quirúrgica se realizó en las
instalaciones de la recurrente. Aunado a ello, contrariamente a lo
sostenido en el recurso de casación, se advierte que la Sala
Superior ha cumplido con expresar de forma adecuada, suficiente
y congruente los fundamentos de hecho y de derecho que
sustentan su decisión, habiéndose analizado la existencia de
responsabilidad por parte de la recurrente en mérito a la atribución
de la misma que se efectuó en la demanda, conforme a los hechos
expuestos en la misma. Asimismo, corresponde precisar que no
forma parte del recurso de casación, contradicción alguna al
monto indemnizatorio ordenado a pagar. Sétimo.- Que, siendo
así, el recurso de casación no satisface los requisitos de
procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien la recurrente cumple
con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así como
revocatorio, no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia
de este recurso extraordinario son concurrentes. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Oftalmólogos Asociados
S.A.C. de folios quinientos diecisiete, contra la sentencia de vista
de fecha veintitrés de setiembre de dos mil catorce, de folios
cuatrocientos noventa y siete; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Máximo Antezana Espinal
contra Oftalmólogos Asociados S.A.C. y otros, sobre indemnización
por daños y perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RÓDRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-89
CAS. Nº 4098-2014 LIMA
Tenencia y custodia. Lima, veintiocho de enero de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandante Ernesto Pocore Tueros, mediante
escrito de fojas dos mil ochenta y seis, contra la sentencia de
vista obrante a fojas mil novecientos cuarenta y cinco, su fecha
dieciocho de agosto de dos mil catorce, que confirma la sentencia
apelada de fojas mil quinientos treinta y cuatro, su fecha veinte
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de setiembre de dos mil trece, que declara infundada la demanda
respecto a la pretensión principal sobre tenencia y custodia; y
la declara fundada en cuanto a la pretensión subordinada sobre
régimen de visitas; ambas pretensiones interpuestas por dicho
recurrente; en tal sentido, corresponde examinar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del recurso, acorde a la modificación
establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a
los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387º del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se tiene
que el presente recurso satisface tales exigencias, puesto: I)
Se impugna la sentencia de vista expedida por la Sala Superior
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II)
Se interpone ante la Primera Sala Especializada de Familia de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que expidió la resolución
impugnada; III) Ha sido presentado dentro del plazo legal, según
consta del cargo de notificación obrante a fojas dos mil ochenta
y, IV) Se ha cumplido con adjuntar el arancel judicial a fojas dos
mil ochenta y dos. Tercero.- Que, en relación a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la citada Ley, se advierte que el recurrente
no ha consentido la sentencia de primera instancia que fue
desfavorable a sus intereses, pues interpuso recurso de apelación
mediante escrito de fojas mil seiscientos sesenta y dos, por lo que
satisface el presupuesto establecido en el inciso 1 de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el cumplimiento
de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y 4 del precitado
artículo 388º del Código adjetivo, el impugnante, en primer lugar,
debe señalar la causal casatoria, esto es, si denuncia la infracción
normativa y/o el apartamiento inmotivado del precedente judicial.
En el presente caso, el recurrente denuncia la inaplicación de
una norma de derecho material o de la doctrina jurisprudencial,
pues, alega que la sentencia de vista impugnada contiene errores
legales graves al no aplicar el artículo 84º del Código de los niños
y Adolescentes, Ley Nº 27337, norma que regula que el Juez debe
priorizar el otorgamiento de la tenencia o custodia a quien mejor
garantice el derecho del niño, niña o adolescente a mantener
contacto con el otro progenitor. El impugnante considera que en
su caso no se han tenido en cuenta hechos muy importantes para
el otorgamiento de la tenencia de sus dos menores hijas, pues
los medios probatorios que presentó en el proceso demuestran la
negativa de la demandada a cumplir con el régimen de visitas a
su favor. El recurrente también cita, entre otros, los artículos 91º
del Código de los Niños y Adolescentes, Ley Nº 27337, 18º de
la Ley de Conciliación, Ley Nº 26872, y 125º del Código Penal.
Quinto.- Que, en principio, es pertinente anotar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio de carácter extraordinario,
pues su función está orientada a controlar la correcta aplicación
de la Ley, esto es, su labor está reservada a observar sólo los
errores de derecho, excluyéndose de dicho control la valoración
de las pruebas. En virtud a ello, este medio impugnatorio debe
sustentarse en el error de derecho que incida directamente en
la decisión impugnada, es decir, que influya o repercuta en la
parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del mismo. Por
ello, el artículo 388º, inciso 2, 3, y 4, del código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, exige que el recurrente describa
con claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento
inmotivado del precedente judicial; demuestre la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada; y además que
indique la naturaleza del pedido casatorio. Sexto.- Del examen
de la argumentación propuesta en el recurso, se advierte que no
satisface los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley N 29463, pues
debe señalarse que este medio de impugnación extraordinario
requiere de claridad y precisión en la descripción de la infracción
normativa denunciada, toda vez que su fundamentación no puede
suponer la simple descripción de hechos o mención de normas,
sino que exige explicar el error jurídico al momento de aplicar el
derecho objetivo para resolver la cuestión controvertida y además
demostrar la incidencia directa que tendría dicha infracción sobre
la decisión impugnada. Ahora si bien el impugnante denuncia
la supuesta infracción de diversas normas, no obstante ello, no
cumple con explicar la naturaleza jurídica de dichas infracciones,
por el contrario se sustenta en un pedido de revaloración de
pruebas al sostener que existe hechos muy importantes para
el otorgamiento de la tenencia que no han sido consideradas ni
tomados en cuenta por los juzgadores; petición que distorsiona
los fines del recurso de casación, contemplado en el artículo 384º
del código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, esto
es, observar la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y uniformizar la jurisprudencia nacional. Sétimo.- Que,
en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del citado artículo
388º, si bien se cumple con indicar el pedio casatorio, ello no es
suficiente para atender el recurso, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme dispone el artículo 392º del Código adjetivo. Por estas
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el artículo
392º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Ernesto Pocore Tueros, mediante escrito de fojas dos mil
ochenta y seis, contra la sentencia de vista obrante a fojas mil
78755
novecientos cuarenta y cinco, su fecha dieciocho de agosto de
dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de fojas mil
quinientos treinta y cuatro, su fecha veinte de setiembre de dos mil
trece, que declara infundada la demanda respecto a la pretensión
principal sobre tenencia y custodia; y la declara fundada en
cuanto a la pretensión sobordinada sobre régimen de visitas;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Ernesto Pocore Tueros con Rosa Elena Díaz López, sobre
tenencia y régimen de visitas; y los devolvieron. Interviene el
señor Juez Supremo Miranda Molina por licencia del señor Juez
Supremo Almenara Bryson. Interviene como ponente el señor
Juez supremo Cunya Celi. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRIGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-90
CAS. Nº 4108-2014 CUSCO
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, quince de abril de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la litis consorte necesaria y demandada
respectivamente: Flora Trujillo Román y Rosa Palomino Oquendo
a folios trescientos diecinueve, contra la sentencia de vista de
folios doscientos ochenta y ocho, del veintidós de octubre de dos
mil catorce, que confirmando la apelada declara fundada la
demanda de desalojo interpuesta por doña Consuelo Centeno
Moscoso a fojas sesenta y siete; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados de
conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que,
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante la referida Sala Superior que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que
las recurrentes fueron notificadas el veintisiete de octubre del dos
mil catorce, conforme se corrobora con los cargos de folios
doscientos noventa y nueve y trescientos, e interpuso el recurso
de casación el día diez de noviembre de ese mismo año; y, iv)
Adjunta el arancel judicial por concepto de recurso de casación a
folios trescientos dos. Tercero.- Que, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, es de verse que el
recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado
artículo, porque las recurrentes no consintieron la sentencia de
primera instancia, pues al serle adversa, la impugnaron mediante
sus recursos de apelación de folios doscientos y doscientos treinta
y dos. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1.
Quinto.- Que, las recurrentes invocando el artículo 384 del Código
Procesal Civil denuncian como agravios: a) La infracción
normativa de los artículos 50.6, 92, 95, 22.3 del Código
Procesal Civil, alegando que el pedido de incorporación al
proceso de doña Consuelo Centeno Moscoso como litis consorte
necesaria pasiva, se produjo como consecuencia de que su
esposa Francisco Palomino Fuentes, ya fallecido; había obtenido
como consecuencia del convenio anticrético suscrito con el dueño
originario del inmueble, Aquiles Garrido Chaparro, la posesión del
inmueble y en ese sentido la demandada doña Rosa Palomino
Oquendo, suscribió con su tía doña Flora Trujillo viuda de
Palomino, el contrato de renovación de arrendamiento de fojas
noventa y dos, aspecto que fue debidamente consentido por la
parte actora. Precisa que el contrato de anticresis que celebrara el
fallecido Francisco Palomino Fuentes con el propietario originario
Aquiles Garrido Chaparro, se encuentra demostrado con
documentos cuyo valor no han sido cuestionados, tales como el
contrato de compra venta de fecha 11 de abril de 1986 de fojas
ciento cincuenta y cuatro, en cuya cláusula 4ª se hace referencia
a ese hecho, el instrumento público de fojas ciento cincuenta y
seis, consistente en el escrito presentado por Aquiles Garrido
Chaparro en la causa sobre desalojo No. 345-99, seguido ante el
4º Juzgado de Paz Letrado de Cusco, entre Flora Trujillo de
Palomino, como demandante y Gerardo Palma Huamán, como
demandado, por lo que a la muerte de Francisco Palomino
Fuentes, de conformidad con el artículo 660 del Código Civil, sus
herederos constituidos por su esposa y sus cinco hijos, le suceden
en todos su derechos, y b) La Infracción normativa del Titulo
Preliminar artículos 193, 194, 195, 197, 221, del mismo cuerpo

78756 CASACIÓN
legal, señalando que la sentencia de vista no se ha pronunciado
respecto de la posesión de la parte demandada por más de
veintisiete años atrás, y que pese a ese tiempo la parte demandante
nunca ejerció acción alguna en contra de esta parte tendiente a
obtener la conducción del bien sub litis, pese a que desde el
momento de su compra venta en el año 1986, tuvo la posesión del
inmueble sin limitación alguna, con todas las facultades necesarias
para sanear el mismo; del mismo modo refiere que no obstante
haber sido admitidos los siguientes medios probatorios, los
mismos no han sido valorados de forma razonada y en su conjunto:
a) el contrato de compra venta del 11 de abril de 1986 de fojas
ciento cincuenta y cuatro, b) el instrumento público consistente en
el escrito de fojas 156, y c) la partida electrónica No. 11123084 de
fojas ciento cincuenta y siete, del Registro de Sucesión Intestada
de los Registros Públicos del Cusco, con lo cual se acredita la
continuación del derecho que tienen sus coherederos declarados
sobre el bien. Sexto.- Que, en cuanto a la causal denunciada en el
acápite a), es evidente su falta de claridad y precisión en el modo
en que el mismo ha sido propuesto, toda vez que mientras que de
un lado denuncia la infracción normativa de dispositivos legales
referidos a la motivación escrita de las resoluciones judiciales, de
otro lado, las impugnantes pretenden sostener la existencia de un
supuesto título que justifiquen su posesión, bajo el argumento de
haberse celebrado a favor del causante de la litis consorte
necesaria, don Francisco Palomino Fuentes, un contrato de
anticresis; no obstante, de los fundamentos de la sentencia de
vista se evidencia que el argumento esencial para desestimar tal
argumento radica en el hecho de no haberse acreditado la
existencia del anticresis al no haberse celebrado mediante
escritura pública como lo exige el artículo 1092 del Código Civil;
extremo este último que al no haber sido cuestionado evidencia la
falta de incidencia directa en la decisión impugnada. Sétimo: Que,
respecto a la causal descrita en el acápite b), de los fundamentos
de la sentencia de primera instancia, cuya fundamentación ha sido
confirmada en la recurrida, se advierte que la alegación de
posesión de la demandada por el tiempo en que hace referencia
no es trascendente para resolver la presente litis, debiendo de
precisarse además que las recurrentes no han precisado cuál es
la valoración de los medios probatorios que debió de ser tomada
en cuenta, de modo tal que se puedan revertir las consideraciones
expuestas en la sentencia de vista para los efectos del acogimiento
del recurso de casación por resultar trascendente para modificar la
recurrida. Octavo: Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del Código Procesal Civil. Noveno: Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4 del referido artículo 388, si bien el
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio, no siendo suficiente para atender el recurso materia de
calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia
de este recurso extraordinario son concurrentes. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la litis consorte necesaria y demandada
respectivamente: Flora Trujillo Román y Rosa Palomino Oquendo
a folios trescientos diecinueve, contra la sentencia de vista de
folios doscientos ochenta y ocho, del veintidós de octubre de dos
mil catorce, que confirmando la apelada declara fundada la
demanda de desalojo interpuesta a fojas sesenta y siete;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Consuelo Centeno Moscoso; sobre desalojo por ocupante
precario; notificándose; y los devolvieron. Interviene como ponente
el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-91
CAS. Nº 4113-2014 LORETO
Tercería Excluyente de Dominio. Lima, veintiocho de enero de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandante doña María Luisa Livina Carrasco
Solano de folios trescientos cuarenta y tres, contra la resolución
de vista de folios trescientos treinta seis, del veintitrés de mayo
de dos mil catorce, que confirma el auto apelado del veintiséis
de julio de dos mil trece, de folios doscientos setenta y siete, que
declara improcedente la devolución de la cédula de notificación
realizada por el letrado Alex Joaquín Gómez Mondragón, tener
por bien notificada a la demandante y rechazar su demanda. Por
lo que corresponde examinar los requisitos de admisibilidad y
procedencia establecidos en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido
interpuesto: i) contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii)
ante la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada;
iii) dentro del plazo que establece la norma, ya que la recurrente
fue notificada el siete de agosto de dos mil trece, conforme se
corrobora con el cargo de folios trescientos cuarenta, e interpuso
el recurso de casación el trece de agosto de ese mismo año; y, iv)
adjunta el arancel judicial por concepto de recurso de casación
a folios trescientos cuarenta y nueve. Tercero.- Que, respecto a
los requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, es de
verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso
1 del citado artículo, porque la recurrente no consintió la sentencia
de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó mediante
su recurso de apelación de folios doscientos ochenta y cuatro.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.-
Que, la recurrente invocando los artículos 386 y 387 del Código
Procesal Civil, denunciando como agravio: La contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
alegando que no existe la debida motivación que la Ley exige,
pues no se sabe cuál es el fundamento jurídico que sustenta su
decisión pues en la resolución impugnada solo se describe los
hechos materia de impugnación, sin mencionar norma legal que
ampare su decisión, habiéndose visto imposibilitada de cumplir
con el mandato ordenado por el Colegiado Superior, toda vez que
conforme obra en autos, la recurrente no ha tenido conocimiento
de la inadmisibilidad de la demanda, al no haberse notificado
conforme a Ley, a pesar que el abogado Alex Joaquín Gómez
Mondragón devolvió la cédula de notificación que estaba dirigida
a su persona, debiendo haberse notificado en su domicilio real, la
resolución No. 10, de fecha 26 de junio del 2013. Sexto.- Que, a
través de una supuesta contravención de las normas del debido
proceso, la recurrente alega que la resolución de vista carece de
fundamento jurídico y que su parte no ha tenido conocimiento de
la inadmisibilidad de la demanda; no obstante, de los fundamentos
de la recurrida se aprecia que la Sala Civil Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Loreto, ha señalado que el artículo 535
del Código Procesal Civil exige que el demandante de la tercería
debe acreditar la titularidad que ostenta sobre los bienes, además
al confirmar la apelada ha acogido también los fundamentos
de la de primera instancia, de cuyo marco jurídico se aprecia la
aplicación del inciso 1 del artículo 50 del Código Procesal Civil,
así como el artículo 109 del mismo cuerpo legal, por lo que no
puede acogerse el agravio que alega la falta de fundamentación
jurídica en la recurrida; debiendo destacarse además que la
resolución de vista ha señalado que la resolución que declaró la
inadmisibilidad de la demanda ha sido notificado en el domicilio
procesal señalado por la propia demandada, sin que ésta haya
puesto en conocimiento del Juzgado oportunamente variación de
domicilio procesal alguno, no teniendo incidencia directa alguna
en la decisión impugnada el que ahora la demandada refiera no
haber tenido conocimiento de la inadmisibilidad de su demanda,
pues es evidente que tal alegación no va a modificar el sentido de
lo decidido. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandante María
Luisa Livina Carrasco Solano, de la página trescientos cuarenta
y tres, contra la sentencia de vista de folios trescientos treinta y
seis; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial ¨ El Peruano¨ bajo responsabilidad de ley; en los
seguidos contra el BBVA Banco Continental y otro sobre Tercería
Excluyente de Dominio; notificándose; y los devolvieron.
Interviene como ponente el Juez Supremo señor Walde Jáuregui
por licencia del Señor Juez Supremo Almenara Bryson integrando
esta Sala el Juez Supremo Miranda Molina- SS. WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-92
CAS. Nº 4177-2014 AREQUIPA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
Acreditado en el proceso, que la cónyuge demandante resulta la
más perjudicada con el divorcio, corresponde disponer la
adjudicación preferente del bien social en su favor de conformidad
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
con el artículo 345-A del Código Civil y de la regla 2 del precedente
vinculante III Pleno Casatorio Civil. Lima, veintidós de setiembre
de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con los
expedientes acompañados; vista la causa número 4177-2014, en
audiencia pública de la fecha; oído el informe oral, y producida la
votación correspondiente conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, emite la siguiente resolución: I. MATERIA DEL
RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto por
el demandado Maximiliano Olarte Colque a fojas cuatrocientos
noventa y nueve, contra la sentencia de segunda instancia de
fecha tres de noviembre de dos mil catorce, de fojas cuatrocientos
setenta y nueve, en el extremo que confirma la sentencia apelada
de fecha doce de mayo de dos mil catorce, de fojas trescientos
setenta y nueve, que dispone la adjudicación preferente a la
demandante Mariluz Vargas Nuñoncca, del bien ubicado en
Pueblo Joven Francisco Bolognesi Manzana K, Lote catorce, Zona
A, del distrito de Cayma, Provincia y Departamento de Arequipa e
inscrito en la partida registral número “PO6008484”. II.
ANTECEDENTES. Para analizar esta causa civil y verificar si se
ha incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es
necesario realizar las siguientes precisiones: 1. DEMANDA. Por
escrito de fojas veinticinco, Mariluz Vargas Nuñoncca, interpone
demanda de divorcio contra Maximiliano Olarte Colque y el
Ministerio Público, a fin de que se declare disuelto el vínculo
matrimonial contraído con el demandado, por las causales de
adulterio y separación de hecho, asimismo, se declare el
fenecimiento de la sociedad de gananciales y en consecuencia se
le adjudique preferentemente el bien adquirido dentro del
matrimonio; finalmente, se disponga que el demandado pague a
favor de la demandante la suma de $ 35,000 dólares americanos
por concepto de indemnización. Funda su pretensión en lo
siguiente: 1) El once de agosto de dos mil cinco Maximiliano Olarte
Colque y Mariluz Vargas Nuñoncca contraen matrimonio ante la
Municipalidad del Centro Poblado Puente Central Apachazo-
Coporaque-Espinar–Cusco; 2) Debido a que no podía tener hijos,
razón por la cual el demandado la maltrataba psicológicamente
por no poder tener hijos, y siendo necesario que recibiera
tratamiento de fertilización en la ciudad de Arequipa, es que
ambos cónyuges decidieron comprar con fecha ocho de junio de
dos mil siete el predio ubicado en Pueblo Joven Francisco
Bolognesi Manzana K, Lote catorce, Zona A, del distrito de Cayma,
Provincia y Departamento de Arequipa, fijando allí su domicilio
conyugal; 3) Que la demandante se enteró por terceras personas
que el demandado mantenía una relación extramatrimonial,
motivo por el cual, con fecha doce de febrero de dos mil ocho, hizo
asentar una constancia policial de que el demandado había
abandonado el inmueble ubicado en Ladislao Espinar número
125, Barrio San Francisco-Espinar; y, 4) Asimismo, el cuatro de
marzo de dos mil ocho, la demandante interpuso una demanda de
cobro de alimentos, en contra del demandado. 2. CONTESTACIÓN
DE LA DEMANDA Mediante escrito Maximiliano Olarte Colque,
contesta la demanda, sosteniendo que: 1) No es cierto que el
último domicilio conyugal haya estado en Arequipa, sino que lo fue
en Cusco, además. si la separación se dio fue por razones
imputables a la actora, pues siempre se ausentaba del hogar; 2)
No es cierto que haya maltratado psicológicamente a la
demandante ni hubiera mantenido relación convivencial con
tercera persona; que desconoce que la actora hubiese estado en
tratamiento de fertilización. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se
ha determinado los siguientes puntos controvertidos: A) Si el
demandado Maximiliano Olarte Colque procreó un hijo con
persona distinta a la demandante durante la vigencia del
matrimonio. B) La separación de hecho entre las partes, por un
periodo superior a los dos años. C) El cumplimiento de la
obligación alimentaria. D) La indemnización del daño moral a que
hubiere lugar. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia
de fojas trescientos setenta y nueve, su fecha doce de mayo de
dos mil catorce, declara fundada la demanda de divorcio por la
causal de separación de hecho; en consecuencia, disuelto el
vínculo matrimonial, el fenecimiento de la sociedad de gananciales,
la adjudicación preferente del bien inmueble a favor de la
demandante Mariluz Vargas Nuñoncca, siendo necesario que se
excluya de la liquidación de la sociedad de gananciales. Infundada
la pretensión accesoria del pago de una indemnización por daño
moral, tras considerar que: 1) El doce de febrero del dos mil ocho
se dejó constancia policial de la separación de ambos cónyuges,
la que ha sido ininterrumpida, como lo acredita la existencia del
proceso de alimentos y la propia declaración del demandado, y
que al momento de interponerse la presente demanda el cuatro de
octubre del dos mil diez ya habían transcurrido más de dos años
ininterrumpidos, por lo que se debe amparar la pretensión principal
de divorcio por separación de hecho; 2) Que, la demandante ha
sido evaluada psicológicamente y se ha establecido
fehacientemente el grado de afectación psicológica que le ha
generado la separación, sobre todo en el extremo en que se indica
que tiene sentimientos de decepción e impotencia, lo que se ha
visto agravado por no haber podido procrear hijos dentro del
matrimonio; en este sentido, la demandante cumple con el primer
78757
requisito para ser considerada la cónyuge más perjudicada; 3)
Respecto al requisito de haber tenido que demandar los alimentos,
es evidente que la demandante también lo cumple, por cuanto ella
ha tenido que demandarlos, pensión que se ha visto reducida por
el proceso de prorrateo seguido en su contra; 4) Respecto a la
situación económica desventajosa, se debe tener presente que el
demandado ostenta un trabajo estable y cuenta con prestaciones
de salud; sin embargo, la demandante no ostenta un trabajo
estable y menos cuenta con prestaciones de salud, o, al menos,
no se han acreditado éstas en el presente proceso, por cuanto el
contrato de trabajo sujeto a modalidad, presentado por el
demandado, ya habría vencido al momento de emitirse la presente
sentencia, lo que determina que debe declararse a la demandante
como la cónyuge más perjudicada con la separación; siendo ello
así, se debe velar por la estabilidad económica de la cónyuge por
lo que corresponde la adjudicación preferente a su favor del bien
social ubicado en Pueblo Joven Francisco Bolognesi Manzana K,
Lote catorce, Zona A, del distrito de Cayma, Provincia y
Departamento de Arequipa. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN. Mediante escrito de la página cuatrocientos nueve,
el demandado Maximiliano Olarte Colque, interpone recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, en el extremo
que adjudica preferentemente a la demandada el bien social,
alegando que: 1) No es cierto que la perjudicada sea la
demandante; asimismo el resultado de la evaluación psicológica
se relaciona con el hecho que la demandante no podía tener hijos,
siendo ese un problema físico que se dio dentro del matrimonio y
no se le puede imputar a la separación; 2) Que la demandante
puede trabajar ya que no tiene problema físico ni mental, además,
que se encontraba trabajando en la empresa Aramark Perú S.A. 6.
SENTENCIA DE VISTA. Los Jueces Superiores de la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, expiden la
sentencia de vista con fecha tres de noviembre de dos mil catorce,
a fojas cuatrocientos setenta y nueve, que confirma la sentencia
apelada que adjudica preferentemente el bien ubicado en Pueblo
Joven Francisco Bolognesi Manzana K, Lote 14, Zona A, del
distrito de Cayma, Provincia y Departamento de Arequipa e inscrito
en la partida registral número “PO6008484”, a la demandante
Mariluz Vargas Nuñoncca, fundamentando su decisión en lo
siguiente: 1) Que ha quedado establecido en el proceso que una
vez casados los cónyuges, quienes son parte en este proceso, no
pudieron procrear hijos. La demandante se sometió a toda clase
de tratamientos médicos especializados con el propósito de
concebir, no logrando su propósito hasta el momento de interponer
la demanda; lo que demuestra que ella tuvo siempre una conducta
adecuada y hasta sacrificada en la relación matrimonial; No
obstante conocer dicha situación, el marido demandado, no solo
se alejó del hogar conyugal abandonando a su esposa sumida en
el referido tratamiento, por lo que tuvo que ser demandado por
cobro de alimentos; sino, además, mantuvo relaciones adulterinas
y engendró un hijo fuera del matrimonio; 3) La realidad descrita,
demuestra sin lugar a dudas que es la demandante la cónyuge
mas perjudicada. A ello se agrega que el inmueble se encuentra
en posesión de familiares del demandado y que según su propia
versión no intervienen en el proceso, lo que demuestra su
deliberada intención de seguir perjudicando a su ex-cónyuge; por
tanto, la decisión del juzgador de adjudicarle a la demandante el
inmueble de la sociedad conyugal es adecuada a los antecedentes
y a derecho. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha seis de mayo de dos mil quince, de
folios cincuenta y uno del cuaderno de casación, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandado
Maximiliano Olarte Colque, por las siguientes causales:
Infracción normativa del artículo 345-A del Código Civil. Alega
el demandado que no se ha demostrado que la demandante sea
la cónyuge mas perjudicada, lo cual es requisito para la
adjudicación del inmueble de la sociedad conyugal, menos aún
que tenga una afectación emocional o psicológica por la
separación; que el tratamiento médico no sólo lo siguió ésta sino
también el recurrente quien asumió los gastos del mismo; que la
actora no tiene impedimento alguno para trabajar y ha recibido
indebidamente una pensión de alimentos. IV. MATERIA JURIDICA
EN DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el presente
proceso, se centra en determinar si la sentencia de segunda
instancia incurre en infracción normativa de la norma denunciada,
esto es, si se ha configurado la figura jurídica del cónyuge
perjudicado a favor de quien se ha adjudicado el bien social. V.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Ante
todo, en materia de casación es factible ejercer el control de las
decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al debido
proceso, tomando en consideración que éste supone el
cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio; que en el
presente caso se han tutelado. Segundo.- Procediendo al análisis
de la infracción contenida en el numeral III de la presente
resolución, referente al artículo 345-A del Código Civil prima facie,
debe analizarse el contenido de la referida norma a la luz del III
Pleno Casatorio. El artículo 345 del Código Civil, establece: “El

78758 CASACIÓN
juez velará por la estabilidad económica del cónyuge que resulte
perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus hijos.
Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño
personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la
sociedad conyugal, independientemente de la pensión de
alimentos que le pudiera corresponder”. Al respecto el Tercer
Pleno Casatorio fijó las reglas que el juez de la causa debe tener
en cuenta para la determinación de la indemnización o adjudicación
preferente de bien social regulada en la referida norma,
estableciendo como precedente judicial vinculante entre otras las
siguientes reglas: “2. En los procesos sobre divorcio –y de
separación de cuerpos– por la causal de separación de hecho, el
Juez tiene el deber de velar por la estabilidad económica del
cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de hecho
así como la de sus hijos, de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 345-A del Código Civil. En consecuencia, a pedido de
parte o de oficio señalará una indemnización por daños, el que
incluye el daño a la persona, u ordenará la adjudicación preferente
de bienes de la sociedad conyugal (...) 4. Para una decisión de
oficio o a instancia de parte sobre la indemnización o adjudicación
de bienes, del proceso debe verificarse y establecerse las pruebas,
presunciones e indicios que acrediten la condición de cónyuge
más perjudicado a consecuencia de la separación de hecho o del
divorcio en sí. El Juez apreciará, en el caso concreto, si se ha
establecido algunas de las siguientes circunstancias: a) el grado
de afectación emocional o psicológica; (...) c) si dicho
cónyuge tuvo que demandar alimentos para él y sus hijos
menores de edad, ante el incumplimiento del cónyuge obligado; d)
si ha quedado en una manifiesta situación económica
desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la
situación que tenía durante el matrimonio, entre otras
circunstancia relevantes. (...) 6. La indemnización o la adjudicación
de bienes tiene la naturaleza de una obligación legal, cuya
finalidad es corregir un evidente desequilibrio económico e
indemnizar el daño a la persona, resultante de la separación
de hecho o del divorcio en sí; su fundamento no es la
responsabilidad civil contractual o extracontractual sino la equidad
y la solidaridad familiar”. –el resaltado es nuestro-. Tercero.-
Asimismo el aludido Pleno Casatorio precisa la naturaleza jurídica
de la indemnización o adjudicación preferente de los bienes a
favor del cónyuge más perjudicado, señalando en su fundamento
54: “Para nuestro sistema normativo la indemnización regulada en
el artículo 345-A del Código Civil tiene el carácter de una
obligación legal (...)”. “la doctrina postula que la indemnización
bajo análisis tiene el carácter de obligación legal, pues la norma
impone a uno de los cónyuges el pago de una prestación
pecuniaria a favor del otro con la finalidad de corregir un
desequilibrio o una disparidad económica producida por el
divorcio o la nulidad del matrimonio, y así evitar el empeoramiento
del cónyuge más débil. No es imprescindible la conducta culposa
o dolosa del cónyuge menos perjudicado”, (el resaltado es
nuestro). Cuarto.- En ese mismo sentido, el fundamento 57
establece que : “En cuanto a la naturaleza jurídica de la
indemnización, resulta pertinente el criterio puesto de manifiesto,
en la Audiencia del Pleno Casatorio, por el profesor Leysser León
Hilario, también en calidad de amicus curiae, en el sentido de
que la indemnización prevista en el artículo 345-A del Código Civil
no tiene una naturaleza resarcitoria y, por tanto, no es un caso
de responsabilidad civil contractual o extracontractual, sino
que se trata de una obligación legal basada en la solidaridad
familiar, criterio que coincide en parte con el de este Colegiado
Supremo, expuesto líneas arriba. En consecuencia, no es
pertinente aplicar a la indemnización mencionada las reglas de la
responsabilidad civil, y dentro de ésta, por ejemplo, las reglas de
responsabilidad objetiva, las de fractura del nexo causal o de las
concausas, entre otras”. Quinto.- Bajo este contexto normativo,
jurisprudencial y doctrinario, en el caso de autos se ha determinado
de la evaluación psicológica a la cónyuge demandante, el grado
de afectación psicológica que le ha generado la separación,
causándole sentimientos de decepción e impotencia, pues el
demandado, no solo se alejó del hogar conyugal abandonando a
su esposa sumida en el tratamiento para concebir, sino además
mantuvo relaciones extramatrimoniales y procreó un hijo; que la
cónyuge tuvo que iniciar un proceso de alimentos, y enfrentar
además uno de prorrateo y otro de exoneración de alimentos; a lo
que se adiciona el hecho que el bien social esté en posesión de
familiares del demandado, lo que demuestra su deliberada
intención de seguir perjudicando a su ex-cónyuge; siendo así,
estos hechos denotan que la cónyuge demandante se encuentra
dentro de los supuestos referidos en el III Pleno casatorio para
considerarla como la cónyuge mas perjudicada con el divorcio; y
por ende corresponde disponer la adjudicación preferente del
inmueble de la sociedad conyugal a su favor. De lo expuesto se
observa que se ha efectuado una adecuada subsunción de los
hechos a la norma pertinente; por tanto, la presente denuncia
también debe ser desestimada. VI. DECISIÓN. A) Por estos
fundamentos, de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Maximiliano Olarte Colque a fojas cuatrocientos
noventa y nueve; en consecuencia NO CASARON la sentencia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
vista de fecha tres de noviembre de dos mil catorce, obrante a
fojas cuatrocientos setenta y nueve, en el extremo recurrido que
confirma la sentencia apelada de fecha doce de mayo de dos mil
catorce, de fojas trescientos setenta y nueve, que dispone la
adjudicación preferente del bien ubicado en Pueblo Joven
Francisco Bolognesi Manzana K, Lote catorce, Zona A, del distrito
de Cayma, Provincia y Departamento de Arequipa e inscrito en la
partida registral número “PO6008484”, a favor de la demandante
Mariluz Vargas Nuñocca. B) DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Mariluz Vargas Nuñoncca
con Maximiliano Olarte Colque, sobre divorcio por causal de
separación de hecho y otros conceptos; y los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-93
CAS. Nº 4207-2014 ICA
Lima, veinte de abril del dos mil quince.- VISTOS; y;
CONSIDERANDO.- Primero:- El recurso de casación interpuesto
por la co demandada Susan Yamali Ramos Castro a fojas
doscientos diecisiete, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del
Código Procesal Civil modificado por la Ley Nº 29364; por lo que
corresponde examinar si el recurso reúne los requisitos de fondo.
Segundo: Que, el numeral 1 del artículo 388 del Código Procesal
acotado, establece que constituye requisito de procedencia del
recurso, que el recurrente no hubiera consentido previamente
la resolución adversa de primera instancia, cuando esta fuere
confirmada por la resolución objeto del recurso. Tercero: Que
de la revisión de los autos se advierte que, Susan Yamali Ramos
Castro no ha satisfecho este puntual requisito de procedibilidad,
tal como se aprecia del concesorio de apelación de fojas ciento
ochenta y cuatro, el mismo que se encuentra motivado únicamente
por el recurso de apelación interpuesto por su co demandado
Inversiones JC RAMOS EIRL. Por las razones expuestas, no
habiéndose dado cumplimiento a la exigencia de fondo prevista
en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil; y en
atención a la facultad prevista en el artículo 392 del mismo Código,
declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
a fojas doscientos diecisiete por Susan Yamali Ramos Castro
contra la resolución de vista de fecha seis de agosto del dos mil
catorce obrante a fojas ciento noventa y dos; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron; en los seguidos
por el BBVA Banco Continental sobre obligación de dar suma de
dinero.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-94
CAS. Nº 4277-2014 CUSCO
CANCELACIÓN DE ANTICRESIS. Pronunciamiento en la
sentencia sobre la validez de la relación procesal. Mediante la
sentencia el Juez puede pronunciarse de forma excepcional sobre
la validez de la relación procesal. CPC. 121. Lima, dieciocho de
agosto de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con los
expedientes acompañados; vista la causa número cuatro mil
doscientos setenta y siete - dos mil catorce, en audiencia pública
llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a
ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En
el presente proceso de cancelación de anticresis, los demandados
Vidal Pedro Soto Santa Cruz y Julia Amparo Sarmiento Núñez,
ha interpuesto recurso de casación de folios seiscientos dos,
contra la sentencia de vista de fecha veinticuatro de octubre de
dos mil catorce, de folios quinientos noventa y uno, dictada por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma
la sentencia de primera instancia de fecha veinte de marzo de dos
mil catorce, de folios quinientos cuatro, que declara fundada la
demanda respecto a la cancelación de anticresis y devolución del
inmueble e improcedente en cuanto al pago de renta insoluta
interpuesta por Freddy Cáceres Yabar y Norma Raquel Valcárcel
Velarde e improcedente la reconvención formulada por los
recurrentes. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante
escrito de fecha veintidós de marzo de dos mil once, de folios
cincuenta y uno, subsanado a folios sesenta y cuatro, los esposos
Freddy Cáceres Yabar y Norma Raquel Valcárcel Velarde
interponen demanda de cancelación de anticresis contra
demandados Vidal Pedro Soto Santa Cruz, a fin que se ordene: a)
La cancelación del mutuo anticrético suscrito entre los esposos
Jorge Humberto Malatesta Villamar y Victoria Elizabeth Carbajal
de Malatesta y Vidal Pedro Soto Santa Cruz, sobre el inmueble
ubicado en la Calle San Andrés No. 240, Fracción 2, Cusco,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
contenido en la escritura pública de fecha treinta y uno de enero
de dos mil siete; b) La Devolución del inmueble antes señalado; y
c) El pago por renta insoluta. Alega como sustento de su pretensión
que: a) Los esposos Jorge Humberto Malatesta Villamar y Victoria
Elizabeth Carbajal de Malatesta, fueron propietarios del inmueble
ubicado en la Calle San Andrés No. 240, Fracción 2, Cusco,
habiendo formalizado mediante escritura pública del treinta de
enero de dos mil siete, un contrato de mutuo anticrético con Vidal
Pedro Soto Santa Cruz respecto a dicho bien, por un monto de
nueve mil quinientos Dólares Americanos ($ 9,500.00), por el
plazo de un año, computado a partir del treinta de enero de dos mil
siete, debiendo concluir el contrato con fecha treinta y uno de
enero de dos mil ocho; b) Vencido dicho plazo, los citados
propietarios cursaron cartas notariales al demandando para
conseguir la cancelación del contrato y la devolución del inmueble,
cumpliendo con consignar judicialmente la suma acordada, no
obstante, éste se niega a tal solicitud; c) Mediante escritura pública
de fecha veintidós de julio de dos mil diez, los citados propietarios
les vendieron el inmueble; d) Hasta la fecha el demandado no
cumple con cancelar la anticresis ni devolver el inmueble; y e)
Debe pagárseles la renta insoluta desde la fecha de consignación
judicial precitada. 2. CONTESTACIÓN: El demandado Vidal Pedro
Soto Santa Cruz, contesta la demanda a folios ciento diez,
alegando que: A la escritura pública de anticresis de fecha treinta
y uno de enero de dos mil siete, le precedía un contrato privado de
mutuo anticrético de fecha dieciocho de mayo de dos mil cinco,
momento en el cual se entregó a los esposos Jorge Humberto
Malatesta Villamar y Victoria Elizabeth Carbajal de Malatesta la
suma de nueve mil quinientos Dólares Americanos ($ 9,500.00),
por lo que sólo han cumplido con consignar judicialmente la suma
señalada en dicha escritura pública, omitiendo cancelar la suma
precisada en el referido contrato privado. Por su parte, Amparo
Julia Sarmiento Núñez, esposa del demandado, incorporada al
proceso como litisconsorte necesario pasivo mediante resolución
número diez, de fecha dieciséis de setiembre de dos mil once, de
folios ciento treinta y seis, contesta la demanda a folios ciento
setenta y seis, expresando los mismos argumentos que el
demandado. Asimismo, formula reconvención sobre cancelación
de mutuo hipotecario, con derecho de retención y pago de
mejoras, señalando que al no haberse cancelado los nueve mil
quinientos Dólares Americanos ($ 9,500.00) precisados en el
contrato privado de compromiso de mutuo anticrético de fecha
dieciocho de mayo de dos mil cinco, corresponde la retención del
inmueble; y tampoco se le han pagado las mejoras efectuadas en
el mismo, equivalentes a quince mil Nuevos Soles (S/. 15,000.00).
3. CONTESTACIÓN A LA RECONVENCIÓN: Freddy Cáceres
Yabar y Norma Raquel Valcárcel Velarde, contestan la
reconvención a folios doscientos tres, argumentando que: a) No
existe ningún contrato de mutuo hipotecario; b) El contrato privado
al que se refiere la demandante reconvencional no reúne los
requisitos de los contratos de mutuo anticrético; c) Se ha efectuado
la consignación judicial de los nueve mil quinientos Dólares
Americanos ($ 9,500.00), con la calidad de consentida; y, d) No se
ha acreditado que se hayan realizado mejoras con el
consentimiento de los propietarios del inmueble y de buena fe. 4.
PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 4.1 Determinar si el demandante es
propietario del inmueble sub Litis 4.2 Determinar si los
demandantes han cumplido con consignar el capital del mutuo
anticrético por la suma de nueve mil quinientos Dólares Americanos
($ 9,500.00), en el Banco de la Nación No. 2009016111369, a
favor de Vidal Pedro Soto Santa Cruz. 4.3 Determinar si el monto
del capital anticrético del primer documento, ha sido retenido por
los demandantes Freddy Cáceres Yábar y Norma Raquel Valcárcel
Velarde. 4.4 Determinar si los demandantes tenían conocimiento
que los anteriores propietarios del predio materia de litis
adeudaban el monto de $ 9,500.00 dólares americanos por
concepto de mutuo anticrético al demandado Vidal Pedro Soto
Santa Cruz. 4.5 Determinar si los demandantes asumieron
tácticamente la obligación del capital anticrético, reconociendo la
posesión permitida por el documento privado de fecha dieciocho
de mayo de dos mil cinco. 4.6 Determinar si Amparo Julia
Sarmiento Núñez y su esposo Vidal Pedro Soto Santa Cruz son
acreedores del capital anticrético no pagado que representa el
contrato privado de fecha dieciocho de mayo de dos mil cinco. 4.7
Determinar si Amparo Julia Sarmiento Núñez y esposo, hicieron
mejoras en el predio materia de litis con autorización de los
anteriores propietarios Jorge Humberto Malatesta Villamar y
esposa, y como consecuencia de ello, les corresponde a Freddy
Cáceres Yábar y esposa, pagar por las mejoras introducidas en
dicho inmueble. 5. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia
de fecha veinte de marzo de dos mil catorce, de folios quinientos
cuatro, declaró fundada la demanda respecto a la cancelación de
anticresis y devolución del inmueble e improcedente en cuanto al
pago de renta insoluta, e improcedente la reconvención,
considerando que: a) Con la escritura pública de fecha veintidós
de julio de dos mil diez, está acreditado que los actores son los
propietarios del inmueble sub litis; b) El contrato de fecha dieciocho
de mayo de dos mil cinco sólo constituye un compromiso de
78759
contratar, en el cual no se han establecido las demás condiciones
del supuesto contrato, haciéndose constar en el mismo, que dicho
acto jurídico se sustituirá en forma posterior, como en efecto ha
sucedido mediante la escritura pública de fecha treinta y uno de
enero de dos mil siete; c) En consecuencia, los demandados no
han demostrado haber entregado en dos oportunidades la suma
de nueve mil quinientos Dólares Americanos ($ 9,500.00), esto es,
diecinueve mil Dólares Americanos ($ 19,000.00) en total; d) Los
anteriores propietarios han consignado judicialmente los nueve mil
quinientos Dólares Americanos ($ 9,500.00) materia del contrato
de anticresis, el cual venció el treinta y uno de enero de dos mil
ocho; e) En cuanto al pago de renta insoluta, éste no fue materia
de conciliación extrajudicial, por lo que debe declararse su
improcedencia; y f) Respecto a la reconvención, se advierte que
los demandantes reconvinientes no han solicitado la conciliación
extrajudicial sobre la cancelación del mutuo hipotecario y pago de
mejoras, por lo que la misma deviene en improcedente, en
aplicación de los artículos 121 y 427 inciso 2 del Código Procesal
Civil. 6. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito
de fecha veintitrés de mayo de dos mil catorce, de folios quinientos
treinta y cuatro, los demandados Vidal Pedro Soto Santa Cruz y
Julia Amparo Sarmiento Núñez, interpusieron recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, alegando que: a) No se
ha analizado el proceso civil número 3321-2009, en el cual fluye el
compromiso fáctico de pago del monto señalado en el documento
privado de anticresis; b) Su posesión es legítima por su entrega
del propietario; c) Al declararse improcedente su reconvención se
señala que se ha contravenido el artículo 445 del Código Procesal
Civil, sin tenerse en cuenta que fue omitida en la invitación a
conciliar formulada por el actor, habiéndose declarado saneado el
proceso y la existencia de una relación jurídica procesal valida; y,
d) No han sido vencidos totalmente por lo que no se puede ordenar
el pago de costas. 7. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos
a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto
por los demandados, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco, mediante sentencia de vista de fecha veinticuatro de
octubre de dos mil catorce, de folios quinientos noventa y uno,
confirmó la sentencia de primera instancia, sosteniendo que: a) Si
bien Amparo Julia Sarmiento Núñez no fue invitada a conciliar, los
demandantes reconvencionales no solicitaron conciliación
extrajudicial de forma previa respecto a los extremos materia de
reconvención; b) Está acreditado que los anteriores propietarios
del inmueble celebraron contrato de anticresis con el demandado
mediante escritura pública de fecha treinta y uno de enero de dos
mil siete, cuyo plazo de vencimiento era el treinta y uno de enero
de dos mil ocho, habiéndosele requerido al demandado a través
de cartas notariales la cancelación de la anticresis y la devolución
del bien, así como cumplido con la consignación judicial de los
nueve mil quinientos Dólares Americanos ($ 9,500.00) señalados
en la referida escritura pública; c) y, Si bien existe un contrato
privado de compromiso de mutuo anticrético de fecha dieciocho
de mayo de dos mi cinco, en su cláusula tercera se señaló que el
mismo será sustituido por la respectiva escritura pública, como en
efecto ha sucedido, mediante la escritura pública antes señalada,
máxime si conforme al artículo 1092 del Código Civil, la anticresis
requiere la formalidad de ser otorgado a través de escritura pública
bajo sanción de nulidad y no existía razón alguna para que en la
escritura de fecha treinta y uno de enero de dos mil siete no se
precise la entrega de nueve mil quinientos Dólares Americanos ($
9,500.00) en dos oportunidades ($ 19,000.00 dólares americanos).
Asimismo, no se ha probado que se haya entregado en dos
oportunidades la suma de nueve mil quinientos Dólares
Americanos ($ 9,500.00). III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha diez de marzo de
dos mil quince, obrante a folios treinta y dos del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por los demandados Vidal Pedro Soto Santa
Cruz y Julia Amparo Sarmiento Núñez, por la infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado; y 65, 435 y 466 del Código Procesal Civil.
IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos en el recurso de casación, la
controversia gira en determinar si se ha atentado contra el debido
proceso y normas procesales denunciadas, en tanto se habría
omitido consignar en la solicitud de conciliación extrajudicial el
nombre de la demandante, figurando sólo el del accionante,
asimismo, se habría invitado a conciliar únicamente al demandado
y no a la esposa de éste, incorporada al proceso como litisconsorte
necesario pasivo, y cuya intervención se encontraría respaldada
por los artículos 65 y 435 del Código Procesal Civil, por lo que al
haberse declarado saneado el proceso pese a ello, no podía
declararse improcedente la reconvención formulada mediante las
sentencias de mérito. Segundo.- Que, resulta adecuado precisar
que, el artículo 139.3 de la Constitución Política del Estado ha
establecido como un derecho relacionado con el ejercicio de la
función jurisdiccional “la observancia del debido proceso y la
tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal Constitucional ha
señalado que supone tanto el derecho de acceso a los órganos de
justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras
que sobre aquel ha expresado que significa la observancia de los

78760 CASACIÓN
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos; resultando
oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC,
del seis de octubre de dos mil seis, fundamento 7 “(...) mientras
que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a
los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la
sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Cuarto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Quinto.- Que, el artículo 65
del Código Procesal Civil, establece: “Existe patrimonio autónomo
cuando dos o más personas tienen un derecho o interés común
respecto de un bien, sin constituir una persona jurídica. La
sociedad conyugal y otros patrimonios autónomos son
representados por cualquiera de sus partícipes, si son
demandantes. Si son demandados, la representación recae en la
totalidad de los que la conforman, siendo de aplicación, en este
caso, el Artículo 93. (...)” Sexto.- Que, por su parte el artículos 435
del Código Procesal Civil, prevé: “Cuando la demanda se dirige
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
contra personas indeterminadas o inciertas, el emplazamiento
deberá alcanzar a todos los habilitados para contradecir y se hará
mediante edicto, conforme a lo dispuesto en los Artículos 165,
166, 167 y 168, bajo apercibimiento de nombrárseles curador
procesal. Cuando el demandante ignore el domicilio del
demandado, el emplazamiento también se hará mediante edicto,
bajo apercibimiento de nombrársele curador procesal. El plazo del
emplazamiento será fijado por cada procedimiento, pero en ningún
caso será mayor de sesenta días si el demandado se halla en el
país, ni de noventa si estuviese fuera de él o se trata de persona
indeterminada o incierta.” Sétimo.- Que, asimismo, el artículo 466
del Código precitado, prescribe: “Consentida o ejecutoriada la
resolución que declara la existencia de una relación jurídica
procesal válida, precluye toda petición referida, directa o
indirectamente, a la validez de la relación citada.” Octavo.- Que,
bajo dicho contexto, analizando los argumentos expresados en el
recurso de casación, se advierte que los demandantes adjuntaron
a su escrito de demanda la solicitud de conciliación extrajudicial, la
constancia de asistencia e invitación para conciliar de fecha
diecinueve de noviembre de dos mil diez, y el acta de conciliación
extrajudicial número 171-2010 de fecha veintiséis de noviembre
de dos mil seis, de los cuales se desprende que el demandante
Freddy Cáceres Yabar invitó a conciliar al demandado Vidal Pedro
Soto Santa Cruz, culminando ello con la referida acta de
conciliación por inasistencia del invitado, siendo que los puntos a
conciliar consistían en la cancelación de mutuo anticrético y
devolución de inmueble conforme a la escritura pública de fecha
treinta y uno de enero de dos mil siete. Noveno.- Que, al respecto,
si bien la precitada solicitud de conciliación extrajudicial la formuló
el demandante, también lo es que la accionante es su cónyuge
según se precisa en la escritura pública de compra venta de fecha
veintidós de julio de dos mil diez, por lo que resulta de aplicación
supletoria el artículo 65 del Código Procesal Civil en mérito a la
Primera Disposición Complementaria y Final del mismo cuerpo
legal, conforme al cual, la sociedad conyugal es representada por
cualquiera de sus partícipes, si son demandantes (entiéndase
accionantes, solicitantes, etc.) Décimo.- Que, por otro lado, se
aprecia que la solicitud de conciliación extrajudicial fue dirigida al
demandado Vidal Pedro Soto Santa Cruz y no a su esposa Amparo
Julia Sarmiento Núñez, sin embargo, ello responde a que en la
escritura pública de anticresis de fecha veintiuno de enero de dos
mil siete, dicho demandado intervino en calidad de anticresista en
la condición de soltero, por lo que no se podía exigir al demandante
que invite a conciliación extrajudicial a una persona cuya existencia
desconocía, máxime si no se ha probado que el mismo tenía
conocimiento que el emplazado era casado, condición que recién
se ha dado a conocer en el presente proceso mediante escrito de
fecha veintitrés de agosto de dos mil once, razón por la cual la
citada señora fue incorporada como litisconsorte necesario pasivo.
Décimo Primero.- Que, en cuanto a que se ha declarado saneado
el proceso, por lo que no se podía declarar improcedente la
reconvención formulada en virtud a ello, dicho argumento carece
de validez, toda vez que si bien es cierto, el artículo 466 del Código
Procesal Civil, dispone que una vez consentida o ejecutoriada la
resolución que declara la existencia de una relación jurídica
procesal válida, precluye cualquier pedido referido a la validez de
dicha relación, también lo es que ello se aplica siempre que no
exista vicio alguno, pues conforme al artículo 121 de dicho Código
Adjetivo: “Mediante la sentencia el Juez pone fin a la instancia o al
proceso en definitiva, pronunciándose en decisión expresa,
precisa y motivada sobre la cuestión controvertida declarando el
derecho de las partes, o excepcionalmente sobre la validez de la
relación procesal.”, habiendo el a quo aplicado válidamente este
último supuesto al emitir la sentencia apelada, en tanto declaró
improcedente la reconvención atendiendo a que los demandantes
reconvinientes no habían cumplido con invitar a conciliación
extrajudicial a los demandados con la reconvención, respecto a
los puntos sobre los cuales se basaba su pedido de reconvención,
no obstante la exigencia contemplada en el artículo 6 de la Ley
26872, Ley de Conciliación, decisión confirmada bajo los mismos
argumentos por el Colegiado Superior. Décimo Segundo.- Que,
estando a lo expuesto precedentemente, se aprecia que las
sentencias de mérito no vulneran el derecho al debido proceso
como tampoco adolecen de falta de motivación en alguna de sus
acepciones descritas en el cuarto considerando de la presente
resolución, toda vez que el Juez de la causa y la Sala Superior han
emitido un pronunciamiento con arreglo a ley y a lo actuado en el
proceso, expresando de manera adecuada, congruente y
suficiente los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan
su decisión; en tal sentido, las causales de infracción normativa de
los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado
y 466 del Código Procesal Civil, devienen en infundadas. Décimo
Tercero.- Que, respecto a la causal de infracción normativa de los
artículos 65 y 435 del Código Procesal Civil, los recurrentes alegan
que Amparo Julia Sarmiento Núñez intervino en el proceso
válidamente en aplicación de dichos artículos, sin embargo, su
intervención durante el proceso no ha sido materia de
cuestionamiento alguno, habiéndose declaro improcedente la
reconvención en virtud del incumplimiento de lo dispuesto en el
artículo 6 de la Ley de Conciliación, siendo además que el artículo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
435 referido, no resulta de aplicación al caso de autos, en tanto se
encuentra referido al emplazamiento de demandado indeterminado
o incierto o con residencia ignorado, lo cual no sucede en el
presente proceso. V. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
los demandados Vidal Pedro Soto Santa Cruz y Julia Amparo
Sarmiento de Núñez, de folios seiscientos dos; en consecuencia
NO CASARON la sentencia de vista de fecha veinticuatro de
octubre de dos mil catorce, de folios quinientos noventa y uno;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por
Freddy Cáceres Yabar y Norma Raquel Valcárcel Velarde, sobre
cancelación de anticresis; y los devolvieron; interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-95
CAS. Nº 06-2015 MOQUEGUA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
Lima, once de noviembre del dos mil quince. VISTOS; con los
expedientes acompañados; con el mérito de la razón emitida
por el Secretario de Sala del seis de octubre de dos mil quince,
obrante a fojas sesenta y tres del cuaderno de casación; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación interpuesto por el demandante Alejandro
Manuel Calderón Clavijo, a fojas trescientos, contra la sentencia
de vista de fojas doscientos ochenta y ocho, del doce de noviembre
de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de fecha
diecinueve de marzo de dos mil catorce, de fojas trescientos
treinta y dos, en el extremo que declara fundada la reconvención
de indemnización de daño al proyecto de vida familiar, interpuesta
por Teresita Mercedes Garro Figueroa; en consecuencia, ordena
que Alejandro Manuel Calderón Clavijo pague a la primera
S/30,000 nuevos soles; con lo demás que contiene. Por lo que,
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con
los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación del justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran establecidas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación de fojas trescientos, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez
que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Mixta Descentralizada de Ilo de la Corte Superior de Justicia de
Moquegua que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del
plazo previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente
el diecisiete de noviembre de dos mil catorce, conforme a la
constancia de fojas doscientos noventa y tres, y el referido recurso
de casación fue interpuesto el primero de diciembre de dos mil
catorce, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado
el arancel judicial respectivo a fojas doscientos noventa y siete y
subsanado a fojas cincuenta y ocho del cuaderno de casación.
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos
en los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, se verifica que el nombrado
casacionista satisface el primer requisito, previsto en el inciso 1
del referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia de
primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.- Que, el
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: Infracción normativa de los artículos 139 inciso 3
de la Constitución Política del Perú, 345-A del Código Civil,
196 del Código Procesal Civil y la casación 2207-2011-Callao,
alega que se ha vulnerado el derecho al debido proceso, pues no
se ha efectuado una valoración conjunta y razonada de los medios
probatorios dado que la demandada Teresita Mercedes Garro
Figueroa no ha acreditado cuál es el supuesto daño causado;
asimismo el Ad quem ha realizado una errónea interpretación
de lo dispuesto en el artículo 345-A del Código Civil y no se ha
78761
tomado en cuenta lo establecido en la casación 2207-2011-Callao
que señala que para que proceda la indemnización debe
acreditarse el daño. Sexto.- Que examinadas las alegaciones
descritas en el quinto considerando, éstas deben desestimarse
porque están orientadas a reevaluar las conclusiones a las que
arriban las instancias de mérito, entre ellas, que Teresita Mercedes
Garro Figueroa se ha quedado a cargo de los hijos, obligación que
antes era compartida por ambos padres; sola en el Perú porque
siendo de nacionalidad Argentina no tiene familiares en nuestro
país; enferma crónicamente porque padece de diabetes; y, sin
ingresos permanentes y seguros con los que contaba en el seno
familiar quebrado por la separación de hecho; siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído a sede casatoria, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Octavo.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas invocadas,
menos aún ha demostrado la incidencia directa que tendría
aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Alejandro Manuel Calderón Clavijo, a fojas trescientos, contra
la sentencia de vista de fojas doscientos ochenta y ocho, del doce
de noviembre de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Alejandro Manuel Calderón
Clavijo con Teresita Mercedes Garro Figueroa y otro, sobre
divorcio por causal de separación de hecho; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-96
CAS. Nº 10-2015 JUNÍN
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, once de
marzo de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada Miriam Pilar
Carlos Romero viuda de Gerardini de folios ciento ochenta y
cuatro, contra la sentencia de vista de fecha diecinueve de
noviembre de dos mil catorce, de folios ciento setenta y dos, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha veinticinco de
agosto de dos mil catorce, de folios ciento veintitrés, que declara
fundada la demanda de otorgamiento de escritura pública; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia
de Junín que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso;
II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que emitió la resolución recurrida;
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha tres de diciembre de dos mil catorce y el recurso de
casación se presentó el dieciséis de diciembre de dos mil catorce;
IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios ciento
ochenta y uno del expediente principal). Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se
advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios ciento cincuenta y nueve; por lo que
cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales

78762 CASACIÓN
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causales las
siguientes: A) Infracción normativa de los artículos II, IV y VIII
del Título Preliminar del Código Civil; 93 y 95 del Código
Procesal Civil; y 3 del Código de Procedimientos Penales.
Sostiene que no se ha emplazado válidamente a los herederos
menores de edad de José Liborio Gerardini Gerardini como
tampoco a Sebastiana Sally Gerardini Vásquez quien ha
interpuesto una demanda sobre nulidad del testamento otorgado a
favor José Liborio Gerardini Gerardini respecto del predio sublitis,
a efecto que se le declare heredera conjuntamente con éste y
otorgue parte de dicho predio. Agrega que conforme al artículo 3
del Código de Procedimiento Penales, cuando en la sustentación
de un procedimiento civil aparezcan indicios razonables de la
comisión de un delito perseguible de oficio, el Juez dará
conocimiento al representante del Ministerio Público, para que
entable la acción penal correspondiente, siendo que al interponer
la presente demanda se ha cometido ilícitos penales, referidos a
falsedad genérica y fraude procesal por pretender apropiarse de
un bien ajeno, el cual ha sido otorgado a terceras personas, no
haber cancelado su precio y no precisarse el bien en el contrato.
B) Infracción normativa del artículo 171 y siguientes del
Código Procesal Civil. Señala que se debió haber declarado la
nulidad de todo lo actuado hasta el emplazamiento válido de los
herederos menores de edad de José Liborio Gerardini Gerardini,
así como de Sebastiana Sally Gerardini Vásquez, siendo que la
Sala no razona ni motiva su resolución. C) Infracción normativa
del artículo 194 del Código Procesal Civil. Manifiesta que dicha
norma establece la facultad del órgano jurisdiccional para
incorporar medios probatorios de oficio, y que a pesar de haber
formulado recurso de apelación, no se han merituado sus medios
probatorios. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada en el
literal A), se advierte que la misma carece de amparo legal en
cuanto a su procedencia, toda vez que conforme al contenido de
la demanda, ésta fue dirigida contra la recurrente y la sucesión de
José Liborio Gerardini Gerardini, conformada por aquella y los
hijos menores de edad de ambos, precisándose que estos últimos
debían ser representados por la recurrente en su condición de
madre, siendo que así fue efectuado el emplazamiento mediante
la resolución número dos, de fecha cuatro de setiembre de dos mil
trece, ante lo cual la recurrente cumplió con contestar la demanda
a folios treinta y nueve, debiendo señalarse respecto al
emplazamiento de Sebastiana Sally Gerardini Vásquez, que ello
no corresponde en el presente proceso de otorgamiento de
escritura pública, en tanto ésta ha instaurado un proceso de
nulidad de testamento en contra de la sucesión de José Liborio
Gerardini Gerardini, lo cual es ajeno al debate materia de autos.
En cuanto al artículo 3 del Código de Procedimiento Penales, su
aplicación corresponde únicamente en el supuesto que el Juez
advierta indicios razonables de la comisión de un delito, que no se
desprende de autos, más aún si los argumentos casatorios que
sustentan la aplicación de dicho artículo, se encuentran referidos
a la validez y eficacia del contrato cuyo otorgamiento de escritura
pública se solicita, las cuales no pueden ser dilucidadas en la
presente causa tramitada en vía de proceso sumarísimo, sino en
un proceso más amplio, como es el de conocimiento. Sétimo.-
Que, respecto a la causal invocada en el literal B), se aprecia que
el argumento referido al emplazamiento de los herederos menores
de edad de José Liborio Gerardini Gerardini, así como de
Sebastiana Sally Gerardini Vásquez, resulta desestimable
conforme a lo expuesto en el considerando anterior de la presente
resolución, no advirtiéndose además falta de motivación en la
recurrida, en tanto la Sala Superior ha precisado las razones de
hecho y derecho que sustentan su decisión. Octavo.- Que, en
relación a la causal descrita en el literal C), la misma debe ser
desestimada, toda vez que el artículo 194 del Código Procesal
Civil, regula la facultad del Juez de ordenar pruebas de oficio, lo
cual se efectiviza conforme al criterio del mismo teniendo en
cuenta lo actuado en el proceso, siendo que dicha norma además
establece que en ninguna instancia o grado se declarará la nulidad
de la sentencia por no haberse ordenado la actuación de las
pruebas de oficio. Noveno.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Décimo.- Que, respecto a la exigencia prevista en el
inciso 4º del referido artículo 388, si bien la recurrente cumple con
indicar que su pedido casatorio es anulatorio, no es suficiente para
atender el recurso materia de calificación; en virtud a lo dispuesto
en el artículo 392 del Código adjetivo, norma que prescribe que los
requisitos de procedencia de este recurso extraordinario son
concurrentes. Décimo Primero.- Asimismo, corresponde precisar
que esta Sala Suprema advierte que la recurrente interpuso
recurso de apelación contra la resolución número cinco, en el
extremo que declaró improcedentes los medios probatorios
consistentes en: CD, Acta de Audiencia Única recaída en el
expediente 538-2010 y copias certificadas del expediente 538-
2010, al considerarlos impertinentes; no habiendo la Sala Superior
resuelto dicha apelación al emitir la sentencia de vista. No obstante
ello, también se aprecia que tales medios probatorios, no inciden
en el sentido de lo resuelto, toda vez que se encuentran dirigidos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
a demostrar la falta de pago del precio pactado en la compraventa
y que la demandante se comprometió a cancelar a la actual
posesionaria del inmueble una determinada suma que los
demandados le adeudaban a ésta, todo lo cual no puede ser
debatido en el presente proceso en el que únicamente corresponde
determinar si corresponde ordenarse el otorgamiento de escritura
pública al reunir el contrato los requisitos formales para tal efecto.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Miriam Pilar Carlos
Romero viuda de Gerardini de folios ciento ochenta y cuatro,
contra la sentencia de vista de fecha diecinueve de noviembre de
dos mil catorce, de folios ciento setenta y dos; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Hilda
Hermelinda Meza Chinchay, sobre otorgamiento de escritura
pública, y los devolvieron. Interviene como ponente la señora Juez
Supremo Del Carpio Rodríguez; interviene el señor Juez
Supremo Miranda Molina, por licencia del señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-97
CAS. Nº 13-2015 CUSCO
Lima, once de marzo de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por el
demandado don Raúl Victoriano Quispe Segundo de folios
noventiocho, contra la sentencia de vista de folios ochentitrés, del
veinticuatro de noviembre de dos mil catorce, que revocando la
apelada declara fundada la demanda y en consecuencia ordena
que el demandado Raúl Victoriano Quispe Segundo cumpla con
desocupar y restituir el inmueble ubicado en la Avenida Industrial
s/n, conjunto habitacional FOVIPOL, departamento No. 309,
Huancaro, del distrito de Santiago del Cusco, dentro del sexto día
de firme la presente sentencia y sea notificado con ella el
demandado. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la citada ley;
toda vez que ha sido interpuesto: i) contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Cusco que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) ante la referida Sala Superior que emitió la
resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece la
norma, ya que el recurrente fue notificado el veintisiete de
noviembre de dos mil catorce, conforme se corrobora con el cargo
de folios ochentisiete, e interpuso el recurso de casación el doce
de diciembre de ese mismo año; y, iv) adjunta el arancel judicial
por concepto de recurso de casación, a folios ochentinueve.
Tercero.- Que, respecto a los requisitos de procedencia
contemplados en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, es de verse que el recurso
de casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo,
porque el recurrente no consintió la sentencia de primera instancia,
pues al serle adversa, la impugnó mediante el recurso de apelación
de folios sesenta y nueve. Cuarto.- Que, debe considerarse que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con
lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que, el recurrente
invocando el artículo 388 del Código Procesal Civil denuncia como
agravios: a) La infracción normativa del artículo 586 del Código
Procesal Civil, alegando que el derecho que le asiste al actor
estaría acreditado en virtud al acta de entrega y adjudicación,
efectuada por FOVIPOL, y que por motivos de salud y viaje dejó
encargado a Freddy Cossio Delgado y esposa, mediante
documento de transferencia de posesión, siempre que cumpla con
el pago de las cuotas que adeudaba a FOVIPOL; que al haberse
rescindido el contrato de transferencia, su título lo legitimaba para
pretender la restitución del bien; b) La infracción normativa del
artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado,
señala que de una interpretación sistemática del artículo 1372 del
Código Civil, los contratos deben celebrarse y ejecutarse según
las reglas de la buena fe y común intención de las partes; en el
caso de autos, la causal sobreviniente de no satisfacción de la
deuda, no ha sido un pacto o condición de resolución del contrato,
ya que el acreedor es FOVIPOL y no el transferente del derecho
de posesión, quien no podía alegar haber dejado encargado a
Freddy Cossio y esposa mediante un contrato de transferencia de
posesión. Precisa que la interpretación y aplicación parcial de la
Sala revisora, que solo ha verificado la procedencia de la nulidad
manifiesta del documento presentado por la parte demandada,
omitiendo bajo el mismo precepto calificar la nulidad manifiesta del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
título presentado por los demandante, implícitamente constituye
un apartamiento del criterio jurisprudencial a que se refiere el
Cuarto Pleno Casatorio Civil contenido en la Casación No.
2195-2011-Ucayali; y c) El apartamiento de la doctrina
jurisprudencial vinculante contenida en el Cuarto Pleno
Casatorio Civil (Cas. No. 2195-2011-Ucayali) en cuya 6ª regla,
se ha proscrito que por la naturaleza y estructura del proceso de
desalojo que corresponde a uno sumarísimo, el Juez pueda
excederse al declarar de oficio la nulidad prevista en el artículo
219 y 220 del Código Civil, cuando advierta de los títulos
presentados por las partes procesales, un interés contrapuesto de
mejor derecho de propiedad, por no ser la vía idónea para resolver
dicha controversia que corresponde a otro íter procesal, ya que,
reviste complejidad y con ello se desnaturalizaría la esencia del
proceso sumarísimo de desalojo; agrega que el Ad quem lo ha
calificado como un contrato con manifiesta nulidad, pero
indebidamente como si se tratarse de una rescisión con causal
sobreviniente de falta de pago de cuotas adeudadas, resolviendo
implícitamente con ello, un mejor derecho de propiedad a favor del
actor, dando lugar a que el tercero, Freddy Cossio y esposa,
quienes venían poseyendo desde hace 13 años, el bien sub litis,
en forma ininterrumpida, pierdan la propiedad del inmueble
adquirido a título de transferencia, en un proceso de desalojo, en
el que no han tenido participación, menos la oportunidad de ser
incorporados como litis consortes necesarios. Sexto.- Que, en
cuanto a la causal a), es evidente que el impugnante no está
enfocando correctamente la relación jurídico material de la que se
deriva el presente proceso, en la medida que alegando una
supuesta infracción normativa del artículo 586 del Código Procesal
Civil, que versa sobre el sujeto activo y pasivo en el desalojo, se
está refiriendo al acuerdo en virtud al cual los demandantes
transfirieron la posesión del inmueble materia de litis con la
condición que cumplan con el pago de las cuotas que se adeudaba
a FOVIPOL, cuando el contenido esencial de la norma en comento
hace referencia, entre otros, al propietario, calidad que alegan
tener los demandantes y que no ha sido materia de
cuestionamiento, pues precisamente en autos se encuentra
acreditado el haberse dejado sin efecto la mencionada
transferencia, que en todo caso es solo de la posesión; por ende
al advertirse falta de claridad y precisión en el modo en que se ha
propuesto la presente causal, su improcedencia debe ser
declarada. Sétimo: Que, con relación se refiere a la causal b),
además de carecer de claridad pues el impugnante no logra
establecer en qué aspecto radica la ausencia de pronunciamiento,
es evidente que este agravio tampoco merece ser amparado,
pues la discusión pretende ser derivada a la relación jurídico
material habida entre los demandantes y don Freddy Cossio
Delgado, aspecto sobre el que no ha versado el debate judicial,
pues además no tiene incidencia directa en el presente proceso de
desalojo, en el que se analizan únicamente la calidad de propietario
del demandante y que el demandado no cuente con título que
justifique su posesión. Octavo: Que, respecto a la causal c), del
análisis de la sentencia de vista se advierte que la parte
demandada no ha logrado desvirtuar su calidad de precario desde
que el contrato de anticresis debe ser otorgado por escritura
pública, bajo sanción de nulidad, y en el presente caso el mismo
consta en un documento privado; nulidad manifiesta que la
sentencia de vista ha reconocido y que el impugnante alega como
apartamiento del Cuarto Pleno Casatorio Civil; no obstante del
punto 5.3 del acápite b) del fallo del mencionado Pleno, se advierte
que: si en el trámite de un proceso de desalojo, el Juez advierte la
invalidez absoluta y evidente del título posesorio, conforme lo
prevé el artículo 220 del Código Civil, solo analizará dicha situación
en la parte considerativa de la sentencia – sobre la nulidad
manifiesta del negocio jurídico, y declarará fundada o infundada la
demanda únicamente sobre el desalojo, dependiendo de cuál de
los títulos presentados por las partes el que adolece de nulidad
manifiesta, lo que aparece haber sido observado en la sentencia
de vista, y que por ende no merece ser amparado. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Raúl Victoriano Quispe
Segundo, en la página noventiocho, contra la sentencia de vista
de folios ochentitrés; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Raúl Victoriano Quispe Segundo sobre desalojo
por ocupación precaria; notificándose. Interviene como ponente la
señora Juez Supremo Del Carpio Rodríguez; interviene el señor
Juez Supremo Miranda Molina, por licencia del Señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-98
CAS. Nº 42-2015 AREQUIPA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Existe motivación
incongruente de la sentencia de vista al indicarse que el actor
78763
propietario del bien, necesita haber estado en la posesión del bien,
para demandar desalojo. Lima, diecinueve de agosto de del dos
mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa Nro.
42-2015 en audiencia pública llevada a cabo en la fecha; oído el
informe oral; realizada la votación correspondiente conforme a la
Ley Orgánica del Poder Judicial, se emite la siguiente sentencia:
1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto a fojas trescientos sesenta y siete de fecha doce de
diciembre del dos mil catorce, por Gabriel Chipana Pariapaza
contra la sentencia de vista de fojas trescientos cincuenta, su
fecha veintiuno de noviembre del dos mil catorce, emitida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa
que revoca la apelada de fojas doscientos noventa y cinco, su
fecha dieciocho de agosto del dos mil catorce que declara fundada
la demanda de desalojo por ocupación precaria; y reformándola
la declara infundada, con lo demás que contiene. 2.
ANTECEDENTES 2.1 DEMANDA. A fojas siete, con fecha
veintinueve de abril del dos mil once, Gabriel Chipana Pariapaza
interpone demanda de desalojo por ocupación precaria en contra
Lenin Jonatan Mejía Heredia, a fin que cumplan con desocupar y
restituir se restituya el inmueble ubicado en la Asociación José
Luis Bustamante Lote 17, Supermanzana 8, Manzana B, Sector V,
Distrito de Cerro Colorado, de la Provincia y Departamento de
Arequipa; con costos y costas del procesos, y pague los frutos del
inmueble en ejecución de la sentencia. Indica que el inmueble es
de su propiedad al haberle sido otorgado por la Municipalidad
Provincia! de Arequipa, por documento privado de fecha
veintinueve de diciembre de mil novecientos ochenta y seis, y que
el demandado ocupa el inmueble sin su consentimiento.
CONTESTACIÓN. A fojas, ochenta y nueve, con fecha treinta de
setiembre del dos mil once, el demandado Lenin Yonatan Mejía
Heredia contesta la demanda en los siguientes términos: a)
Formula las excepciones de falta de legitimidad para obrar del
demandante, caducidad y prescripción. b) Es falso que venga
ocupando y conduciendo el inmueble urbano de propiedad del
demandante, en forma precaria, cuando la posesión y conducción
la ejerce el recurrente con título de propiedad, en mérito al contrato
de transferencia de fecha seis de Octubre del dos mil ocho,
celebrada con Eliseo Huaraca Pari, quien al momento de la
transferencia declaró ser el propietario hace tres años, poseyendo
y conduciendo desde entonces en forma pacífica y publica. c) El
demandante interpuso denuncia por delito de usurpación,
alegando hechos falsos, como que había sido usurpado mientras
salió a trabajar y que consumó dicho delito fracturando los
candados; que estos hechos fueron desvirtuados durante el
proceso de investigación preliminar, por lo que la Tercera Fiscalía
Penal declaró, “Que no procede formalizar ni continuar con la
investigación preparatoria”, disposición que fue “CONFIRMADA’
por el superior, en consecuencia debe declararse infundada la
demanda, pues, posee el lote a título de propietario, por lo que no
tiene calidad de precario y no se cumple para él caso lo establecido
en el artículo 911 del Código Civil. PUNTOS CONTROVERTIDOS
A fojas ciento diecisiete en audiencia única del diecinueve de
diciembre de dos mil once, se declaró saneado el proceso y fijaron
los puntos controvertidos: Primero: Determinar si la parte
demandada cuenta con autorización o título que lo legitime para
poseer el bien sub materia. Segundo: Determinar si la parte
demanda tiene la condición de poseedor precario y si fuera así, si
está obligado a la restitución de la posesión a favor del demandante
en mérito al título que acompaña. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA A fojas doscientos noventa y cinco, con fecha
dieciocho de agosto del dos mil catorce el Juez de primera
instancia declara fundada la demanda de desalojo, en
consecuencia:, Que la demandada cumpla con desocupar el bien
inmueble ubicado en Asociación José Luis Bustamante, Lote 17,
Supermanzana 08, Manzana B, Sector V, Distrito de Cerro
Colorado, de la Provincia y Departamento de Arequipa, y haga
entrega a favor del demandante; con costos, y costas; indicando
que se verifica que el accionante Gabriel Chipana Pariapaza ha
cumplido con acreditar la propiedad respecto del bien sub júdice
con el contrato de transferencia de dominio de la página tres, acto
jurídico que si bien no se encuentra publicitado en el registro de la
propiedad inmueble, según ha expuesto en forma uniforme el
actor tanto en el escrito de subsanación de demanda, como en el
escrito de la página doscientos sesenta y siete ante el
requerimiento del juzgado, también es verdad que en nuestro
ordenamiento civil vigente la inscripción en Registros Públicos no
es constitutiva de propiedad si se tiene en cuenta lo establecido en
el artículo 949 del Código Civil. Que, se advierte que al apersonarse
al proceso Lenin Yonatan Mejía Heredia, alegó estar en posesión
del inmueble en calidad de propietario, por haber adquirido la
propiedad de Eliseo Huaraca Pari y si bien ofreció como prueba el
contrato de transferencia del seis de octubre de dos mil ocho que
obra en la carpeta fiscal Nº 1506014503-2010-357910, también es
verdad que en esa carpeta no corre el original del citado
documento, si se tiene en cuenta lo expuesto en el oficio de la
página ciento noventa dos, documento que no permite formar
convicción respecto al fundamento de hecho alegado como
argumento de la defensa. RECURSO DE APELACIÓN: Que a

78764 CASACIÓN
fojas trescientos siete, su fecha primero de setiembre del dos mil
catorce el emplazado Lenin Yonatan Mejia Heredia, interponen
recurso de apelación contra la referida sentencia. Que es miembro
de la Asociación Urbanizadora José Luis Bustamante y Rivero y
propietario del inmueble materia del proceso, no es precario sino
que cuenta con justo título de propietario, por lo que la sentencia
apelada le está ocasionando un gran perjuicio a su persona, al
debido proceso y a la tutela jurisdiccional y que al existir
controversia en los títulos de propiedad de ambas partes, en la vía
correspondiente hará valer su mejor derecho de propiedad;
deviniendo en nula la ,sentencia emitida. SENTENCIA DE
SEGUNDA INSTANCIA A fojas trescientos cincuenta con fecha
veintiuno de noviembre del dos mil catorce la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que revoca la
apelada de fojas doscientos noventa y cinco, su fecha dieciocho
de agosto del dos mil catorce que declara fundada la demanda de
desalojo por ocupación precaria; y reformándola la declara
infundada, con lo demás que contiene. Sustentando su decisión
esencialmente en que el accionante es propietario del predio sub-
litis, acreditado con el contrato de transferencia de dominio de
fojas tres, que no se encuentra inscrito en el Registro de la
Propiedad Inmueble, sin embargo, si bien es cierto en nuestro
ordenamiento civil vigente la inscripción en registros públicos no
es constitutiva de propiedad conforme al artículo 949 del citado
Código Civil, en tanto que el demandado no acredita tener derecho
de posesión; que a lo anterior se adiciona que en la carpeta fiscal
número 1506014503-2010-3579-10 no se acompaña el original
del contrato de fojas ciento noventa y uno, mediante el cual Eliseo
Huaraca Pari transfiere el predio al ahora demandado Lenin
Jonatan Mejía Heredia. Que el A’ Quo no ha valorado que el
contrato de transferencia del accionante (copia legalizada) de
fojas tres, data del veintinueve de setiembre de mil novecientos
ochenta y seis, y después de haber transcurrido aproximadamente
veinticinco años, recién reclama la posesión del predio, el mismo
que ha dejado en estado de abandono, según fluye de la
constatación judicial de fojas sesenta y ocho, y que posteriormente
se encuentra en posesión del demandado, según se desprende de
la constancia de posesión emitida por la Municipalidad distrital de
Cerro Colorado, conforme se observa del documento de fojas
sesenta y nueve, corroborado con los documentos de fojas setenta
y cuatro a setenta y nueve. Asimismo, tampoco se ha tenido en
cuenta que del propio contrato de fojas tres, que supuestamente
acredita el derecho de propiedad del accionante, se verifica de la
cláusula cuarta que el Municipio Provincial de Arequipa efectúa la
adjudicación a la Asociación Urbanizadora José Luis Bustamante
y Rivero, en cuya quinta cláusula se establecen las obligaciones
que asume el adquirente, cuyo incumplimiento genera la rescisión
del contrato, entre ellas la-de- pagar los arbitrios municipales y
servicios de agua y luz, así como a ocupar el lote materia de
proceso, situaciones que no acredita de manera alguna el
accionante. En tanto que si se acreditan meridianamente por el
demandado con las copias legalizadas de fojas cincuenta y ocho a
sesenta y siete correspondientes al libro de actas de la Asociación
Urbanizadora José Luis Bustamante y Rivero, que se han tomado
acuerdos relativos a la depuración de socios y entrega de lotes
que se encuentran abandonados, dentro de los cuales se halla el
lote materia de proceso. CAUSALES POR LAS QUE SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN
Esta Sala Suprema por resolución del doce de marzo del dos mil
quince ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto
por el demandante Gabriel Chipana Pariqapaza a fojas
trescientos sesenta y siete, por la causal de Infracción normativa
de los artículos 196 y 200 del Código Procesal Civil concordante
con el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado. MATERIA JURIDICA EN DEBATE Determinar si al
expedirse la resolución venida en grado se ha incurrido en
afectación al debido proceso, en su manifestación del derecho a la
prueba y a la motivación. 4. FUNDAMENTO JURIDICO DE LA
SALA SUPREMA. Primero: Que, estando a las denuncias
señaladas en el recurso casatorio, corresponde verificar si como
efectivamente sostiene el impugnante se ha contravenido las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso, entendido
éste como el conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable,
las mismas que incluyen entre otras la motivación y la logicidad de
las resoluciones, el respeto a los derechos procesales de las
partes (derecho de acción y contradicción, entre otros). Segundo:
Que, existe infracción normativa cuando la resolución impugnada
padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio decidendi),
en el que incurrió el juzgador, perjudicial para la resolución de la
controversia y nocivo para el sistema jurídico, que se debe
subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero: Que, el casacionista denuncia que existe infracción
normativa de los artículos 196 y 200 del Código Procesal Civil
concordante con el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado pues en la sentencia de vista se concluye que
el demandante ha tenido abandonado el inmueble en litigio veinte
años, punto no controvertido ni demandado en el proceso, que en
su condición de propietario el ordenamiento jurídico no establece
como requisito para interponer el desalojo acreditar haberse
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
hallado en la posesión del bien; razón por la cual se ha emitido la
sentencia con motivación incongruente. Cuarto.- Que la ocupación
precaria se encuentra definida como aquella posesión que se
ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía hubiere fenecido,
conforme se establece en el artículo 911 del mencionado Código
Civil. Quinto.- Asimismo, debe señalarse que el citado artículo 911
del Código Civil, concordado con lo dispuesto en el artículo 196
del Código Procesal Civil, tiene como premisa que quien pretende
el desalojo por ocupación precaria deberá acreditar ser propietario
del bien, cuya desocupación se pretende, mientras que el
demandado estará obligado a probar que cuenta con título que
ampare o justifique su posesión. Sexto.- Que, la alegación del
recurso se refiere al derecho vulnerado esto es al debido proceso
en su manifestación del derecho a la prueba y motivación. El
derecho a probar significa que el juzgador valore con criterio de
conciencia los medios probatorios ofrecidos por las partes, más no
la obligación de que éste le otorgue el merito o interpretación
querida por la parte, entonces cabe señalar que el juzgador se
encuentra en la libertad de valorar los medios probatorios en
forma conjunta y con criterio de conciencia a fin de determinar si
se ha o no producido una omisión injustificada de valoración de las
pruebas aportadas al proceso o si por el contrario se ha producido
una interpretación de los medios probatorios desfavorable a los
intereses de la recurrente, lo que no constituiría vulneración
alguna. Asimismo se debe analizar la claridad, coherencia y
precisión en la motivación de la resolución judicial que contiene el
razonamiento que sirvió al órgano jurisdiccional para tomar su
decisión, básicamente analizar los medios probatorios que
determinarían que el recurrente es o no precario. Sétimo.- Que,
una motivación comporta la justificación lógica, razonada y
conforme a las normas constitucionales y legales, así como con
arreglo a los hechos y petitorios formulados por las partes; por
tanto, una motivación adecuada y suficiente comprende tanto la
motivación de hecho o in factum (en el que se establecen los
hechos probados y no probados mediante la valoración conjunta y
razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a petición
de parte como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos fácticos
de la norma); y, la motivación de derecho o in iure (en el que se
selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una adecuada
interpretación de la misma). Por otro lado, dicha motivación debe
ser ordenada, fluida, lógica; es decir, debe observar los principios
de la lógica y evitar los errores in cogitando, esto es, la
contradicción o falta de logicidad entre los considerandos de la
resolución. Octavo.- Que, la Sala Superior pese a afirmar que el
accionante es propietario del predio sub-litis, acreditado con el
contrato de transferencia de dominio de fojas tres, que no se
encuentra inscrito en el Registro de la Propiedad Inmueble, indica
que no se ha valorado que ha transcurrido aproximadamente
veinticinco años en que el accionante no se ha encontrado en la
posesión del predio, por lo que arriba a la conclusión que el predio
se ha dejado en estado de abandono, y que actualmente se
encuentra en posesión del demandado conforme el documento de
fojas sesenta y nueve, corroborado con los documentos de fojas
setenta y cuatro a setenta y nueve, por lo cual el derecho de
propiedad del actor no podría oponerse al emplazado. Tal
pronunciamiento, como es evidente, infringe el principio de
congruencia procesal en virtud del cual se exige a los magistrados
que al motivar sus resoluciones respeten un mínimo de
concordancia y coherencia entre los fundamentos que sustentan
sus conclusiones y la decisión finalmente adoptada en su fallo
para resolver la controversia. Noveno.- Que, siendo así, al
verificarse la contravención de normas que garantizan el derecho
a un debido proceso, contemplado en el artículo 139 inciso 3 de la
Constitución, debe ampararse el recurso de casación y proceder
conforme a lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 396 del
Código Procesal Civil: 5. Decisión: A) Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante Gabriel Chipana Pariapaza a fojas trescientos
sesenta y siete; en consecuencia NULA la sentencia de segunda
instancia de fojas trescientos cincuenta, del veintiuno de noviembre
de dos mil catorce, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa. B) ORDENARON que la Sala
Superior de la Corte Superior de referencia dicte nueva resolución
con arreglo a derecho y a lo establecido en los considerandos
precedentes. C) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Gabriel Chipana Pariapaza con Lenin Jonatan
Mejía Heredia, sobre desalojo por ocupación precaria; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-99
CAS. 47-2015 SAN MARTÍN
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. No cabe declarar la nulidad de los
actos jurídicos materia de litis, toda vez que cuando se inscribió la
hipoteca en los Registros Públicos a favor de la entidad financiera,
aparecía como único titular de los inmuebles hipotecados el
codemandado. Lima, uno de octubre de dos mil quince. LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número 47-2015, en audiencia
pública de la fecha, producida la votación correspondiente
conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, emite la siguiente
resolución: I. MATERIA DEL RECURSO: Que se trata del recurso
de casación interpuesto por la demandante María Elgiva Arévalo
Celis, a fojas doscientos treinta y nueve, contra la sentencia de
segunda instancia, de fojas doscientos veintiuno, del tres de
noviembre de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada,
de fojas ciento cincuenta y siete, del cuatro de marzo de dos mil
catorce, que declara infundada la demanda sobre nulidad de acto
jurídico. II. ANTECEDENTES: Para analizar esta causa civil y
verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones: 1.
DEMANDA. Por escrito de fojas cuarenta y uno, María Elgiva
Arévalo Celis interpone demanda de nulidad de acto jurídico,
solicitando como pretensión principal que se declare la nulidad de
los actos jurídicos, contenidos en las Escrituras Públicas de
Otorgamiento de Línea de Crédito y Constitución de Garantía
Hipotecaria, otorgada por la empresa “Alimentos Selva Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada”, a favor de la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito Piura Sociedad Anónima Cerrada,
con intervención de Luis Alberto Saravia Ponce a nombre propio y
en representación de la citada empresa, en calidad de garante,
suscrita el treinta de junio y siete de octubre de dos mil ocho e
inscrita en las Partidas Nºs 11028656 y 05007215 de los Registros
Públicos, respectivamente; y accesoriamente, solicita la
cancelación de los asientos registrales donde se inscribieron los
títulos, cuyas nulidades solicita. Funda su pretensión en lo
siguiente: 1) Desde el veinte de junio de mil novecientos ochenta
y ocho hasta la actualidad, se encuentra casada con el demandado
Luis Saravia Ponce; 2) El siete de octubre de dos mil ocho, su
esposo adquirió el inmueble urbano Lote A, ubicado en la avenida
Vía de Evitamiento cuadra 05, Barrio Atumpampa, Distrito de
Tarapoto, inscrita en la Partida Nº 05007215; 3) El ocho de
setiembre de dos mil ocho, su esposo también adquirió el inmueble
ubicado en el jirón Colón cuarta cuadra, Barrio Los Jardines,
Distrito de Tarapoto, inscrito en la Partida Nº 11028556; 4) En
ninguna de las compras realizadas participó como cónyuge del
demandado al encontrarse de viaje por motivos familiares; que
éste consignó su condición de soltero, por figurar dicho estado civil
en su documento nacional de identidad, condición que
posteriormente fue rectificada por la actora, según se aprecia de
las Partidas Nºs 05007215 y 11028656; y 5) No obstante ello, el
nombrado demandado otorgó en garantía hipotecaria a la entidad
financiera codemandada los dos inmuebles adquiridos, sin su
consentimiento, en su calidad de cónyuge, desconociendo los
gravámenes que pesan sobre los mismos, cuya ejecución se
procura en el proceso, sobre ejecución de garantías seguido en el
Expediente Nº 2010-1997, puesto que la deuda contraída no ha
redundado en provecho de la sociedad conyugal, ni ha servido
para atender las cargas del hogar conyugal. 2. CONTESTACIÓN
DE LA DEMANDA. Mediante escrito de fojas ciento uno, la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Piura, contesta la demanda,
alegando que: 1) Los actos jurídicos materia de nulidad han sido
celebrados con su intervención como tercero registral y conforme
al acuerdo de voluntades expresada en las cláusulas del contrato,
cuyos efectos no pueden desvanecerse por hechos no conocidos
al momento de su celebración, ante el ocultamiento temerario del
codemandado, al haber declarado un estado civil que no le
pertenece, tal hecho de ninguna manera vicia la voluntad y validez
de los actos jurídicos celebrados; 2) Se afectaron bienes inmuebles
determinados, así mismo se garantizó el cumplimiento de
obligaciones determinables y se inscribió en los Registros
Públicos; por tanto, la caja municipal está favorecida con derechos
reales de garantía, válidos y legítimamente constituidos y como tal
la calidad de tercero registral, por haber adquirido derechos reales
de garantía de buena fe, a título oneroso y sobre la base del
derecho de propiedad del codemandado, quien aparecía
registralmente como único propietario; por consiguiente, cuenta
con todas las garantías que le otorga seguridad jurídica, como se
aprecia de las Partidas Nº 11028656 y 05007215; 3) Las garantías
al tener el carácter de hipoteca sábana respaldan no solo las
obligaciones del garante hipotecario, sino también del obligado
principal, que en este caso resulta ser la empresa Alimentos Selva
Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, que también
corresponde a la sociedad conyugal formada por la demandante y
el codemandado; y 4) La rectificación de la calidad del bien se
realizó el uno de octubre de dos mil diez, es decir, con fecha
posterior a la inscripción de las garantías reales sobre los
inmuebles materia de sub litis, dejando establecido que la Caja
Municipal basa su derecho en el principio de buena fe registral que
otorga los Registros Públicos. Mediante resolución de fojas ciento
dieciséis, se declaró rebeldes a los codemandados Alimentos
Selva Empresa Individual de Responsabilidad Limitada y Luis
Alberto Saravia Ponce. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se
estableció como puntos controvertidos: 1) Determinar si los actos
jurídicos cuestionados, adolecen de vicios de nulidad que ameriten
declarar su nulidad; y 2) Determinar si debe ordenarse la
cancelación de los asientos registrales. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el
juez mediante sentencia de fojas ciento cincuenta y siete, su fecha
78765
cuatro de marzo de dos mil catorce, ha declarado infundada la
demanda, tras considerar que: 1) Del acta de matrimonio de fojas
tres, se acredita que Luis Alberto Saravia Ponce y María Elgiva
Arévalo Celis contrajeron matrimonio civil el veinte de junio de mil
novecientos ochenta y ocho, por tanto los bienes adquiridos con
posterioridad forman parte de la sociedad de gananciales; 2) De la
escritura pública de fojas trece, se aprecia que Luis Alberto
Saravia Ponce es gerente de la empresa Alimentos Selva Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada, lo que implica que esta
empresa pertenecía también a la sociedad de gananciales,
indistintamente de que el titular del mismo solo sea el cónyuge
nombrado; 3) En cuanto a los inmuebles adquiridos, se aprecia
que éstos se encuentran inscritos en las Partidas Nºs 05007215 y
11028656, en donde se indica que la propiedad fue adquirida por
Luis Alberto Saravia Ponce a través de escritura pública, quién
declaró al momento de las compra-ventas, su estado civil de
“soltero”, siendo inscrito como tal en las citadas partidas;
posteriormente, en el año dos mil ocho, se inscribieron en las
mismas partidas las escrituras públicas suscritas entre Luis
Saravia Ponce y la Caja Rural y de Ahorro de Piura Sociedad
Anónima Cerrada, con la intervención de la empresa Alimentos
Selva Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, no
existiendo hasta dicho momento ninguna rectificación de las
partidas respecto a la condición del bien y del estado civil del
adquiriente, que haga presumir que la entidad financiera al
momento de otorgar el crédito hipotecario tenia pleno conocimiento
de que dichos bienes eran sociales; 4) Los inmuebles fueron
otorgados en garantía de la línea de crédito y préstamos
comerciales de Alimentos Selva Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada, es decir, que dichos bienes fueron
dados en garantía por unon de los cónyuges para garantizar los
créditos de una empresa que funciona en beneficio de la sociedad
conyugal Saravia – Arévalo; por tanto, hace presumir que la deuda
adquirida era en beneficio de la sociedad de gananciales; por
consiguiente, los contratos cuyas nulidades se solicitan son
totalmente válidos; y 5) Que la acreedora Caja Municipal de Ahorro
y Crédito de Piura registró su derecho hipotecario sobre dichos
bienes inmuebles en mérito al principio de buena fe registral, por
tanto tiene su derecho plenamente reconocido y oponible a
inscripciones posteriores, aunque después se haya inscrito la
condición de bienes sociales. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN. Por escrito de fojas ciento noventa y seis, la
demandante María Elgiva Arévalo Celis interpone recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
1) No se ha tenido en cuenta la prueba que acredita que los
inmuebles hipotecados no eran propios sino sociales, y que en el
momento de la liquidación de gananciales correspondería el 50%
de cada inmueble a cada cónyuge, por lo tanto al no haber
partición son intangibles y no pueden ser dispuestos
unilateralmente por ninguno de los cónyuges; y 2) El cónyuge
demandado ha gravado los bienes contraviniendo lo dispuesto en
el primer párrafo del artículo 315 del Código Civil, cuyo sentido se
ha interpretado en forma errónea al sostener que, cuando se trata
de la constitución de un gravamen producto de una deuda en
beneficio de la sociedad de gananciales, implica que la deuda y
cargas recaen sobre la sociedad, siempre que ellas beneficien a la
sociedad de gananciales; pero resulta que no existe prueba
alguna que sustente esta afirmación, todo lo contrario, el crédito
fue en beneficio de la empresa Alimentos Selva Empresa Individual
de Responsabilidad Limitada. 6. SENTENCIA DE VISTA. Los
jueces superiores de la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de
la Corte Superior de Justicia de San Martín, expide la sentencia de
vista de fojas doscientos veintiuno, del tres de noviembre de dos
mil catorce, que confirma la sentencia apelada que declara
infundada la demanda, fundamentando su decisión en que: 1) Si
bien un sector de la jurisprudencia ha señalado que los actos de
disposición de los bienes de la sociedad de gananciales por uno
solo de sus miembros, representa un acto nulo, no es menos
cierto que, de una lectura concordada del Código Civil, así como
tomando en consideración el criterio doctrinario y lo expuesto en la
sentencia de Casación Nº 111-2006-Lambayeque, éste debe ser
sancionado como un acto jurídico ineficaz, tal es así que incluso,
dicho acto puede ser objeto de ratificación por el representado,
como señala el artículo 162 del Código Civil; y 2) La Sala concluye
que se está ante un acto estructuralmente válido, que cumple con
los requisitos esenciales de todo acto jurídico, por lo que no debe
declarase la nulidad del acto jurídico, dejándose expedito el
derecho de la demandante para que lo ejercite en atención a lo
expuesto en la presente resolución. III. RECURSO DE CASACIÓN.
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha diez de julio de
dos mil quince de fojas cincuenta y uno del cuaderno de casación,
ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por
María Elgiva Arévalo Celis, por las siguientes denuncias: A)
Infracción normativa de los artículos V del Título Preliminar,
315 y 219 incisos 1 y 8 del Código Civil. Sostiene que se han
inaplicado dichas normas, puesto que se está ante un defecto en
la construcción de los actos cuestionados, por el problema de la
capacidad de los sujetos, en la posibilidad físico jurídica del bien,
en la licitud del fin o en la forma exigida por la ley, ya que el artículo
315 del Código Civil, establece que para disponer los bienes

78766 CASACIÓN
sociales o gravarlos se requiere la intervención del marido y la
mujer. No puede demandar la ineficacia del acto jurídico porque no
ha participado en el acto. Los inmuebles que hipotecó su esposo
no se encontraban en la esfera de su libre disposición, por
consiguiente los actos jurídicos celebrados son nulos de puro de
derecho. B) Infracción normativa de los artículos 161 y 292 del
Código Civil. Alega que se aplicaron indebidamente dichos
artículos, puesto que el citado artículo 292 se refiere a la
representación al poder que puede otorgar el otro cónyuge para
que ejerza dicha representación de manera total o parcial. La Sala
se refiere a la legitimidad para obrar, donde tratándose de defender
los bienes sociales cualquiera de ellos puede salir a juicio, sin
tener el poder del otro, que no es el caso concreto de la demanda.
El referido artículo es una norma procesal y no material, por lo que
no se puede aplicar para resolver el caso concreto. Debe aplicarse
los artículos 140, 219 inciso 1 y 8 del Código Civil. El mencionado
artículo 161 se refiere a la representación y en el poder se deben
precisar las facultades, porque los poderes son literales, es decir,
las facultades de representación están expuestas, consignadas en
forma clara en el poder de representación. Se desconoce su
derecho de esposa a la sociedad de gananciales y se pone en
riesgo de perder su patrimonio familiar. IV. MATERIA JURÍDICA
DE DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el presente
proceso se centra en determinar si los actos jurídicos celebrados
entre los demandados Luis Alberto Saravia Ponce y la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Piura se encuentran afectados
en las causales de nulidad del acto jurídico previstos en el artículo
219 del Código Civil, por haberse excluido en la celebración de
dichos actos a la demandante María Elgiva Arévalo Celis, quien
alega que se están afectando bienes de la sociedad de
gananciales. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- El artículo 2 numeral 14 de la Constitución Política del
Perú establece que toda persona tiene derecho a contratar con
fines lícitos, siempre que no se contravengan leyes de orden
público. Segundo.- El artículo 140 del Código Civil define que el
acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su validez,
se requiere: 1. Agente capaz; 2. Objeto física y jurídicamente
posible; 3. fin ilícito; y 4. Observancia de la forma prescrita bajo
sanción de nulidad. Al respeto, se considera al acto jurídico como
la manifestación de la voluntad de las personas con el fin de
producir efectos jurídicos, teniendo en cuenta los requisitos
legales establecidos por ley. Tercero.- A su vez, el artículo 219 del
Código Civil, establece que el acto jurídico es nulo: 1) Cuando falta
la manifestación de voluntad del agente; 2) Cuando se haya
practicado por persona absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto
en el artículo 1358; 3) Cuando su objeto es física o jurídicamente
imposible o cuando sea indeterminable; 4) Cuando su fin sea
ilícito; 5) Cuando adolezca de simulación absoluta; 6) Cuando no
revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad; 7) Cuando la ley
lo declara nulo; y 8) En el caso del artículo V del Título Preliminar,
salvo que la ley establezca sanción diversa. Al respecto, Escobar
Rozas comenta que “la invalidez negocial viene a constituir una
sanción que el ordenamiento jurídico impone al negocio que
presenta “irregularidades”. Esta sanción puede determinar (i) que
dicho negocio no produzca las consecuencias jurídicas a las
cuales está dirigido (lo que significa que es absolutamente
ineficaz) ; o, (ii) que dicho negocio produzca las consecuencias a
las cuales está dirigido, pero que estas puedan ser destruidas (lo
que significa que es precariamente eficaz”).1 Cuarto.- De la
revisión de autos, se acredita que el veinte de junio de mil
novecientos ochenta y ocho, la demandante María Elgiva Arévalo
Celis y Luis Alberto Saravia Ponce contrajeron matrimonio civil por
ante la Municipalidad Distrital de Cacatachi. Quinto.- Que
mediante escrituras públicas de fechas treinta de junio y ocho de
setiembre de dos mil ocho, el codemandado Luis Alberto Saravia
Ponce en su calidad de “soltero” adquiere los inmuebles, que
posteriormente fueron otorgados a favor de la Caja Municipal de
Ahorro y Crédito de Piura S.A.C., en garantía de la línea de crédito
obtenida por Saravia Ponce, siendo dichos actos jurídicos inscritos
en los Registros Públicos. Sexto.- Que por Escrituras Públicas de
Otorgamiento de Línea de Crédito con Garantía Hipotecaria de
fechas treinta de junio y siete de octubre de dos mil ocho, la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Piura Sociedad Anónima Cerrada
otorgó una línea de crédito a favor de Alimentos Selva Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada, en su calidad de obligada
principal, interviniendo en calidad de “soltero” y como garante
hipotecario Luis Alberto Saravia Ponce, quien otorgó en garantía
hipotecaria los dos inmuebles de su propiedad, inscribiéndose los
actos jurídicos mencionados en los Registros Públicos el uno de
octubre y cinco de noviembre de dos mil ocho, conforme se
observa en las Partidas Nºs 11028656 y 05007215, cuyas copias
obran en autos. Sétimo.- Siendo así, se puede concluir que la
Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C. registró su
derecho hipotecario en la partida de los inmuebles que figuraban
en los Registros Públicos a nombre de Luis Alberto Saravia Ponce,
como único titular no habiéndose demostrado lo contrario, vale
decir, que la entidad financiera conociera que los inmuebles dados
en garantía pertenecían a la sociedad conyugal Saravia Arévalo,
más aun si la rectificación de calidad de bien social efectuada por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
la demandante fue inscrita recién el uno de octubre de dos mil diez
en los Registros Públicos, es decir, con posterioridad a la
inscripción de la hipoteca (año dos mil ocho). En consecuencia, no
corresponde declarar la nulidad de los actos jurídicos materia de
litis, por las causales de falta de manifestación de la voluntad, fin
ilícito y por contravenir normas que interesan al orden público y las
buenas costumbres, en atención a la garantía que brinda el
principio registral contenido en el artículo 2014 del Código Civil y
por el cual la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C.
se encuentra protegido. Octavo.- Por las razones expuestas,
corresponde desestimar las denuncias descritas en el punto III
(recurso de casación), las cuales están orientadas a la no
participación de la demandante en los actos jurídicos celebrados,
toda vez que cuando se otorgó en garantía hipotecaria los
inmuebles materia de sub litis, registralmente aparecía como
único titular de los predios Luis Arévalo Saravia Ponce, no
advirtiéndose hasta esa fecha que los bienes pertenecieran a la
sociedad conyugal Saravia Arévalo; por consiguiente, para
disponer de los inmuebles solo bastaba la intervención del
propietario registral. Noveno.- Finalmente, en cuanto al
fundamento de la Sala Superior, resulta aplicable lo establecido en
el artículo 397 in fine del Código Procesal Civil, esto es, no casar
la sentencia por el solo hecho de estar erróneamente motivada, si
su parte resolutiva se ajusta a derecho; sin embargo, debe hacerse
la correspondiente rectificación, que es la contenida en los
fundamentos de la presente resolución Suprema. VI. DECISIÓN.
A) Estando a las consideraciones expuestas, esta Sal Suprema,
en aplicación de lo señalado en el artículo 397 del Código Procesal
Civil; Declararon INFUNDADO el recurso de casación de fojas
doscientos treinta y nueve, interpuesto por la demandante María
Elgiva Arévalo; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de
vista de fojas doscientos veintiuno, de fecha tres de noviembre de
dos mil catorce. B) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad y
los devolvieron; en los seguidos por María Elgiva Arévalo Celis
con Luis Alberto Saravia Ponce y otros, sobre nulidad de acto
jurídico; interviene como ponente, la Jueza Suprema señora del
Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
ESCOBAR ROSAS, en Código Civil Comentado. Comentan 209 Especialistas en
las Diversas Materias del Derecho Civil; Tomo I; Título Preliminar, Derecho de las
Personas, Acto Jurídico, Gaceta Jurídica; Diciembre 2010, p. 675.
C-1392274-100
CAS. Nº 88-2015 PASCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, diez de julio
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por la demandada Nemesia Colqui Sinche
de folios ciento cuarenta y ocho, contra la sentencia de vista de
fecha veinte de noviembre de dos mil catorce, de folios ciento
treinta y ocho, que confirma la sentencia de primera instancia de
fecha dieciséis de setiembre de dos mil catorce, de folios ciento
tres, que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Mixta Permanente con competencia ampliada a la Sala
Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Pasco
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Mixta Permanente con competencia
ampliada a la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior
de Justicia de Pasco, que emitió la resolución recurrida. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en
fecha veintisiete de noviembre de dos mil catorce y el recurso de
casación se presentó el once de diciembre de dos mil catorce.
IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios treinta
del cuadernillo de casación. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ciento trece; por lo que cumple con lo dispuesto
en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que,
debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil. Señala que no se
ha deslindado cuál es la condición real de la recurrente, quien no
puede ser considerada como precaria, toda vez que el título de
posesión es el Convenio Colectivo a mérito del cual la empresa
entrega vivienda a los trabajadores, el cual no ha sido dejado sin
efecto. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica
que los argumentos que la sustentan, se encuentran orientados
más bien a generar en este Supremo Tribunal una nueva
apreciación de los hechos con la subsecuente revaloración de la
prueba actuada y los elementos de juicio del proceso, a efectos
de determinar que la recurrente no tiene la condición de ocupante
precaria del inmuebles materia de litigio, como si esta sede se
tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice
con la naturaleza de este extraordinario recurso de casación,
cuyos fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo
y la unificación de los criterios de la Corte Suprema, debiendo
tenerse en cuenta que no es actividad constitutiva del recurso de
casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos
que formaron convicción a la Sala Superior, lo que es ajeno al
debate casatorio, más aún si no se expresa alegación alguna
dirigida a cuestionar el fundamento contenido en las sentencias de
mérito, referido a que conforme a los artículos 218 del Texto Único
Ordenado de la Ley General de Minería, aprobado por Decreto
Supremo 014-92-EM y 177 del Reglamento de Seguridad y Salud
Ocupacional en Minería aprobado por Decreto Supremo 055-2010-
EM, los trabajadores mineros deben desocupar la vivienda que les
fuera asignada al finalizar el vínculo laboral o sus dependientes
en caso de fallecimiento del trabajador, en un plazo de treinta días
calendario. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a
la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si
bien la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es anulatorio total, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Nemesia Colqui
Sinche de folios ciento cuarenta y ocho, contra la sentencia de
vista de fecha veinte de noviembre de dos mil catorce, de folios
ciento treinta y ocho; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Empresa Administradora Cerro S.A.C. contra
Nemesia Colqui Sinche, sobre desalojo por ocupación precaria y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA C-1392274-101
CAS. Nº 104-2015 AREQUIPA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, trece de marzo
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Asociación de Ex Trabajadores
de Gloria S.A. de folios doscientos veintisiete, contra la sentencia
de vista de fecha veinticinco de noviembre de dos mil catorce, de
folios doscientos diecisiete, que revoca la sentencia de primera
instancia de fecha quince de setiembre de dos mil catorce, de
folios ciento cuarenta y cinco, y reformándola declara fundada la
demanda de desalojo por ocupación precaria; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en
la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Arequipa que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo,
pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha cinco
de diciembre de dos mil catorce y el recurso de casación se
presentó el dieciséis de diciembre dos mil catorce. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial (folios doscientos veintiséis
del expediente principal). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada, no resulta
exigible a la recurrente, en tanto la sentencia de primera instancia
no le fue adversa. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
78767
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como
causales las siguientes: a) Infracción normativa del artículo
139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado. Señala
que el demandante no ha acreditado la titularidad del inmueble,
toda vez que quien se lo vendió, doña Alicia Bishop Cornejo es
una persona distinta a quien figura como propietaria en registros
Públicos, doña Elvira Bishop viuda de Vucetich. Quien otorgó el
uso del bien no fue el Sindicato pues a dicha fecha no contaba con
los veinte miembros requeridos por ley. b) Infracción normativa
del artículo 911 del Código Civil. Reitera que no se ha verificado
la titularidad del bien cuyo desalojo se pretende, en mérito a los
fundamentos señalados en el literal precedente. Quien aparece
como comprador es el Sindicato Único de Trabajadores de
Leche Gloria S.A. y el demandante es el Sindicato Único de
Trabajadores de Gloria S.A. No es ocupante precario ya que
debido a los aportes de sus integrantes se adquirió la propiedad
del bien. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada en el
literal a) Se advierte que la misma carece de amparo legal en
cuanto a su procedencia, toda vez que el argumento referido a
que el demandante no ostenta la titularidad del bien materia de
litis, constituye uno ajeno al debate del presente proceso de
desalojo por ocupación precaria, en el cual como acertadamente
ha concluido la sentencia de vista, invocando los artículos 586
del Código Procesal Civil y 911 del Código del Código Civil, se
determina si corresponde ordenar la restitución de la posesión
del bien (tutela de la posesión), no habiéndose expresado
fundamento alguno en el recurso de casación dirigido a cuestionar
tal conclusión; y la alegación consistente en que quien le otorgó la
posesión del bien no fue el Sindicato demandante, también debe
ser desestimada, atendiendo a que en el documento denominado
Arreglo Transaccional Extrajudicial se hace referencia a dicho
Sindicato, encontrándose suscrito por don Pedro Guillén Herrera,
quien posteriormente le solicita la devolución del bien en calidad
de secretario del Sindicato mencionado. Sétimo.- Que, en relación
a la causal descrita en el literal b) Se aprecia que se repiten los
argumentos respecto a que el demandante no es el titular del bien,
los cuales han sido desestimados en el considerando precedente.
En cuanto a la alegación referida a que quien aparece como
comprador es el Sindicato Único de Trabajadores de Leche Gloria
S.A. y el demandante es el Sindicato Único de Trabajadores
de Gloria S.A., ello fue expuesto al proponerse la excepción
de falta de legitimidad para obrara del demandante, la cual fue
declarada infundada, no siendo apelada, por lo que adquirió la
calidad de cosa juzgada, máxime si a fojas ciento veinticinco obra
copia certificada emitida por el Gobierno Regional de Arequipa -
Trabajo y Promoción del Empleo – en la cual consta el cambio
de denominación. Asimismo, respecto a que la recurrente no es
ocupante precaria, ello constituye un argumento dirigido a que se
realice una nueva apreciación del caudal probatorio, sin tener en
cuenta que no es actividad constitutiva del recurso de casación
revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que
formaron convicción a la Sala Superior. Octavo.- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido
artículo 388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Asociación de Ex
Trabajadores de Gloria S.A. de folios doscientos veintisiete,
contra la sentencia de vista de fecha veinticinco de noviembre de
dos mil catorce, de folios doscientos diecisiete; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Sindicato
Único de Trabajadores de Gloria S.A. contra la Asociación de
Ex Trabajadores de Gloria S.A., sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-102
CAS. Nº 116-2015 LIMA
Obligación de dar suma de dinero. Lima, diecinueve de marzo de
dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de
casación interpuesto por el demandado don Juan Bautista

78768 CASACIÓN
Campos Córdova de folios trescientos sesenta y cuatro, contra la
sentencia de vista de folios trescientos treinta y siete, del siete de
octubre de dos mil catorce, que confirmando la apelada declara
fundada la contradicción deducida por la ejecutada Yolanda
Arzapalo de Campos e infundada la contradicción a la ejecución
deducida por el recurrente y en consecuencia fundada la demanda
de fojas 16 a 21, sobre obligación de dar suma de dinero en la vía
ejecutiva. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con
los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda
vez que ha sido interpuesto: i) contra la sentencia de vista
expedida por la Primera Sala Civil con subespecialidad comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) ante la
referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente fue
notificado el dieciocho de noviembre de dos mil catorce, conforme
se corrobora con el cargo de folios trescientos cuarenta y dos
vuelta, e interpuso el recurso de casación el día diez de ese mismo
año; y, iv) adjunta el arancel judicial por concepto de recurso de
casación a folios trescientos sesenta y dos. Tercero.- Que,
respecto a los requisitos de procedencia contemplados en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple
con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente
no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación de folios
sesenta y nueve. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1.
Quinto.- Que, el recurrente invocando el artículo 386 del Código
Procesal Civil denuncia como agravios: a) Infracción normativa
del artículo 1, 4 y 119 inciso d) de la Ley de Títulos Valores,
alegando que si es un requisito de formalidad esencial, el nombre
y número del documento oficial de identidad de la persona a cuyo
cargo se gira, siendo que en el caso concreto se trata de una
sociedad conyugal (que constituye patrimonio autónomo), y que al
ser falsificada la firma de uno de los integrantes de la sociedad
conyugal, esto es de Yolanda Arzapalo de Campos, no se cumple
el requisito de formalidad esencial de la letra de cambio, exigida
por el artículo 119 inciso d) de la Ley de Títulos Valores; falsificación
de firma que ha quedado establecido en el curso del proceso, y
que las autoridades jurisdiccionales los ha previsto tanto en la
sentencia de fallo como en la de vista. Siendo así y atendiendo a
la naturaleza formal de los títulos valores, la letra de cambio
puesta a cobro en el caso de autos, no tiene el carácter de título
valor. Precisa que se ha producido infracción normativa del artículo
4 de la Ley de Títulos Valores, que establece que los títulos valores
se rigen por el principio de literalidad, en virtud del cual el texto del
documento determina los alcances y modalidades de los derechos
y obligaciones contenidos en el documento o, en su caso, en hoja
adherida a él. Así, la precisión de los derechos ahí contenidos
permite identificar al título y determinar al obligado, la naturaleza
del objeto de la pretensión y al beneficiario, b) La infracción
normativa del artículo 424 inciso 5 del Código Procesal Civil,
señalando que en el presente caso, nos encontramos frente a una
incongruencia extra petita, que ocurre cuando la decisión contiene
una pretensión no demandada o está referida a una persona ajena
al proceso; y si bien es cierto que el artículo VII del Título Preliminar
del Código Procesal Civil dispone que el Juez debe aplicar el
derecho que corresponde al proceso, aunque no haya sido
invocado por las partes o lo haya sido erróneamente; sin embargo,
no puede ir más allá del petitorio ni fundar sus decisiones en
hechos diversos de los que han sido alegados por las partes; sin
embargo, tanto el Juez de 1ª instancia como la Sala, no han
tomado en cuenta lo dispuesto en el artículo 424 inciso 5 del
Código Procesal Civil, mucho menos el Principio de Congruencia,
y ello se da por el hecho que la pretensión peticionada en la
demanda, la parte ejecutante o accionante, dirige la acción contra
la sociedad conyugal conformada por Juan Bautista Campos
Córdova y su cónyuge doña Yolanda Arzapalo de Campos. Es
decir, la acción fue dirigida contra la sociedad conyugal antes
referida y no contra personas naturales, ante lo cual, el Juzgador
bajo el Principio de Congruencia, no podía ni puede fundar su
decisión fuera de lo pedido, mucho menos contra personas
naturales cuando la acción fue dirigida contra una sociedad
conyugal, y c) La infracción al derecho a la motivación escrita
de las resoluciones judiciales, alegando que en el caso de
autos, la sentencia de vista confirma la apelada, pero en sus
considerandos y la parte resolutiva, no expresan en forma
coherente las razones fácticas y jurídicas por las que confirma la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
sentencia del A quo, sino que se limita a describir los hechos del
proceso, no analizándolos, mucho menos establece de manera
clara y precisa, el nexo causal entre los hechos, la norma y la
sentencia confirmatoria que ha expedido. Sexto.- Que, en cuanto
a la infracción descrita en el acápite a) , la conclusión a la que
arriba la Sala Superior en la sentencia de vista, de haber sido
materia de pronunciamiento la calificación de los requisitos
formales del título valor, lo que constituye un hecho independiente
de la falsificación de la firma de uno de los deudores, al ser éste un
argumento de defensa que debe ser evaluado al analizarse el
fondo del asunto; además de sustentarse tanto fáctica como
jurídicamente, no va a verse modificado en modo alguno con los
argumentos expuestos en este extremo del recurso de casación,
basados en una supuesta infracción normativa referidos a los
dispositivos legales, que prevén el principio de literalidad y los
requisitos formales del título valor, referidos a una presunta
afectación por el hecho de haberse demostrado la falsificación de
una de las firmas de los deudores cambiarios. Sétimo: Que,
respecto a la infracción descrita en el acápite b), el impugnante
refiere afectación al principio de congruencia procesal por
supuestamente haberse demandado a la sociedad conyugal que
conforma con la co-demandada Yolanda Arzapalo de Campos, en
tanto que el fallo lo contempla únicamente a él; empero, el
recurrente omite precisar que de los fundamentos de la recurrida
se aprecia claramente las razones por las que se declara fundada
la contradicción formulada por la mencionada co-demanda, e
infundada la que él plantea, motivos de los que no se puede
pretender un pronunciamiento en torno a la sociedad conyugal en
su conjunto, dada la falsificación de la firma de la co-demandada
en mención, por lo que este agravio tampoco tiene incidencia
directa en la decisión impugnada. Octavo: Que, en lo que respecta
al tercer y último agravio descrito en el acápite c), contrariamente
a lo manifestado por el recurrente, de los fundamentos de la
recurrida se aprecia claramente los motivos por los que se
concluye en la desestimación de la contradicción formulada por el
impugnante, respecto de quien se ha concluido entre otros
aspectos, que ha reconocido que la firma puesta en el título valor
materia de autos le pertenece; de donde se evidencia un respeto
irrestricto al derecho constitucional a la motivación escrita de las
resoluciones judiciales. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
demandado Juan Bautista Campos Córdova, de la página
trescientos sesenticuatro, contra la sentencia de vista de folios
trescientos treinta y siete; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Metalimpex EIRL sobre
obligación de dar suma de dinero; notificándose. Interviene como
ponente el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-103
CAS. Nº 139-2015 APURÍMAC
Indemnización de daños y perjuicios. Lima, veintisiete de mayo de
dos mil quince. VISTOS; con los expedientes acompañados y,
CONSIDERANDO: Primero: que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación de fojas quinientos ochenta
y seis, interpuesto por la demandada SEGURO SOCIAL DE
SALUD – ESSALUD contra la sentencia de vista de fojas
quinientos cincuenta y ocho, de fecha veinticuatro de noviembre
de dos mil catorce, que confirmó la sentencia apelada de fecha
catorce de abril de dos mil catorce, la cual declaró fundada en
parte la demanda de indemnización de daños y perjuicios,
ordenando que la recurrente y codemandados cumplan con pagar
en forma solidaria la suma de trescientos quince mil Nuevos Soles
por concepto de daño a la persona en favor de la demandante;
medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y
procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley 29364. Segundo: que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una sentencia expedida por la
Sala Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Apurímac, órgano jurisdiccional que emitió
la resolución recurrida; III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece la norma, pues la resolución impugnada fue
notificada a la recurrente el cinco de diciembre de dos mil catorce,
conforme se advierte del cargo de notificación obrante a fojas
quinientos sesenta y ocho, habiéndose interpuesto el recurso con
fecha diecinueve de diciembre del mismo año; y, IV) No adjunta
arancel judicial por encontrarse exonerada al ser una institución
pública. Tercero: que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no ha
consentido la resolución de primera instancia que fue desfavorable
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
a sus intereses al impugnarla mediante recurso de apelación,
obrante a fojas trescientos setenta y uno, por lo que cumple con la
exigencia dispuesta en el inciso 1 de la norma adjetiva. Cuarto:
que, para establecer el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del
artículo 388 del Código citado, se debe señalar en qué consisten
las causales denunciadas. En el presente caso, la impugnante
invoca las siguientes infracciones normativas: Infracción
normativa del artículo 139, incisos 3 y 5, de la Constitución
Política y artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Alega que la sentencia de vista no
se encuentra debidamente motivada ni cuenta con pruebas
indubitables que la justifiquen, pues la carga probatoria solo se
basa en la Resolución Ejecutiva Nº 06363-2009-SEJ/REG-
CONADIS, de fecha treinta de octubre de dos mil nueve, y con ella
se habría acreditado la responsabilidad extracontractual del
galeno que administró la anestesia epidural, sin haber realizado
ningún examen ni peritaje medico previo, haciendo referencia
solamente al Certificado de Discapacidad de fecha quince de
agosto de dos mil nueve emitido por el Hospital Nacional Adolfo
Guevara Velasco Astete de la ciudad de Cusco, documento que no
se adjuntó a la demanda, por lo que no se pudo evaluar su
legitimidad o veracidad. Asimismo, señala que no se ha
individualizado al autor de la presunta negligencia médica, pues
las sentencias de instancia señalan que se ha acreditado la
responsabilidad extracontractual del galeno que administró la
anestesia epidural; sin embargo, se cuestiona la actuación de la
médico codemandada María Luisa Ortiz Becerra, cuyas funciones
son diferentes y determinadas por el Manual de Organización y
Funciones de la institución. También se ha transgredido el principio
de Ne Bis In Ídem, pues en sede penal ya se ha resuelto declarar
improcedente el ejercicio de la acción penal pública contra los
galenos demandados Walter Quispitupa Salinas y María Luisa
Ortiz Becerra por el delito de exposición o abandono de personas
en peligro; por lo tanto, no es posible juzgar el mismo hecho en
distintas vías. Quinto: que, del examen de las alegaciones
descritas, se advierte que la impugnante no satisface los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, pues no describe en forma clara y precisa en qué consisten
las infracciones normativas mencionadas, menos aún demuestra
la incidencia directa que tendrían aquellas sobre la decisión
impugnada, por las siguientes razones: El recurso de casación es
un medio impugnatorio de carácter extraordinario, pues su función
es controlar la correcta aplicación de la Ley, es decir, está
reservada a observar solo los errores de derecho, excluyéndose
de dicho control la valoración de las pruebas; en tal sentido, la
causal de infracción normativa debe sustentarse en el error de
derecho que incida directamente en la decisión impugnada, es
decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo,
alterando el sentido del mismo, y para ello el recurrente debe
señalar en forma clara y precisa en qué ha consistido la infracción
de la ley, pues no basta la sola invocación de las normas de
derecho material o procesal que se consideran infringidas. Con
respecto a la insuficiencia probatoria en torno a la existencia de
daño moral y daño a la persona en agravio de la demandante, se
advierte que en la sentencia de vista, además de hacer referencia
a la Resolución Ejecutiva que la recurrente cuestiona, se hace
mención al acta de junta médica que obra a fojas quince, en la que
los médicos que la suscriben diagnostican que la demandante
padece paraplejia espástica G.82.2 post anestesia raquídea con
compromiso de esfínteres como consecuencia de la intervención
quirúrgica de histerectomía abdominal realizada por los médicos
demandados. También se hace referencia a las pruebas
documentales que obran de fojas cuatro a veinte para sustentar el
diagnóstico de la accionante quien acredita su estado de
discapacidad, además, con la Resolución Ejecutiva Nº 06363-
2009, obrante a fojas veinticinco. Al respecto, es preciso señalar
que no es materia de controversia la legalidad o insuficiencia
probatoria que antecede a la emisión de la Resolución indicada,
sino la acreditación de la existencia del daño ocasionado a la
accionante y la responsabilidad de los galenos intervinientes en la
operación como antecedentes de la indemnización por daños y
perjuicios dispuesta, circunstancias que se acreditaron y fueron
valoradas oportunamente por las sedes de instancia. Por su parte,
con relación a la falta de individualización del responsable de la
negligencia médica, es preciso indicar que tal como señala la
propia recurrente, las instancias de mérito han concluido que se
encuentra determinada la responsabilidad del anestesiólogo y de
la cirujana demandados, por lo que conforme al artículo 48 de la
Ley Nº 26842 – Ley General de Salud1, no resulta amparable el
argumento referido a la falta individualización que se alega, pues
la norma citada prescribe que el establecimiento de salud es
solidariamente responsable por los daños y perjuicios que se
ocasionan al paciente, derivados del ejercicio negligente,
imprudente de los profesionales que se desempeñan en el marco
de una relación de dependencia con aquel. Ahora bien, con
relación a la indeterminación de la responsabilidad civil de la
cirujana demandada, cabe señalar que conforme a los hechos
descritos por la actora, esta obtuvo la orden de alta médica tan
solo tres días después de haberse sometido a la operación y sin
considerar que presentaba dificultades para caminar y temblor en
78769
las piernas, tal como refiere en su escrito de demanda y se
consigna en el formato de referencia de ESSALUD que obra a
fojas seis, circunstancias que no han sido revertidas por la
demandada Ortiz Becerra, pues conforme a la resolución Nº 11, de
fojas ciento dieciocho, se le declaró rebelde y, por ende, conforme
al artículo 461 del Código Procesal Civil, existe presunción relativa
de verdad de los hechos expuestos en la demanda, por lo que
tampoco resulta amparable este extremo del recurso interpuesto
al haberse acreditado la relación de causalidad adecuada entre la
operación realizada y el daño producido a causa de ella, conforme
al artículo 1985 del Código Civil. Por su parte, en torno a la
vulneración del principio de ne bis in idem, es preciso señalar que
la institución de la responsabilidad civil persigue el resarcimiento
del perjuicio sufrido como consecuencia del daño producido; en
cambio, la atribución de responsabilidad penal tiene una función
preventiva, protectora y resocializadora, tal como contempla el
artículo IX del Título Preliminar de la norma penal sustantiva2. Por
ello, no es atendible el argumento referido a la imposibilidad de
accionar en la vía civil por indemnización de daños y perjuicios si
en sede penal se ha tramitado un proceso con identidad de partes,
hecho y fundamentos, pues la indemnización dispuesta persigue
la reparación del daño producido en la esfera patrimonial y
personal del afectado y no proviene de la vulneración de un bien
jurídico protegido por la Ley penal, por lo que no constituye
impedimento para demandar por indemnización de daños y
perjuicios en la vía civil si la demandante accionó en sede penal,
evidenciándose que no se ha afectado el principio de ne bis in
idem, ni los derechos al debido proceso y a la motivación de las
resoluciones judiciales en agravio de la recurrente. Sexto: que, si
bien la recurrente cumple con señalar que su pedido casatorio es
anulatorio, ello no es suficiente para atender el recurso, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio son
concurrentes, conforme lo dispone el artículo 392 del Código
adjetivo. Por estas consideraciones y, en aplicación de lo dispuesto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
Nº 29364: declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Seguro Social de Salud – ESSALUD, mediante
escrito de fojas quinientos ochenta y seis, contra la sentencia de
vista de fojas quinientos cincuenta y ocho; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Flor María
Curi Meza con Walter Quispitupa Salinas y otros, sobre
indemnización de daños y perjuicios; y los devolvieron. Integra la
Sala el señor Juez Supremo Miranda Molina por impedimento del
señor Walde Jáuregui Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Ley General de Salud
Artículo 48.- El establecimiento de salud o servicio médico de apoyo es
solidariamente responsable por los daños y perjuicios que se ocasionan al paciente,
derivados del ejercicio negligente imprudente o imperito de las actividades de los
profesionales, técnicos o auxiliares que se desempeñan en éste con relación de
dependencia.
Es exclusivamente responsable por los daños y perjuicios que se ocasionan al
paciente por no haber dispuesto o brindado los medios que hubieren evitado que
ellos se produjeran, siempre que la disposición de dichos medios sea exigible
atendiendo a la naturaleza del servicio que ofrece.
2
Código Penal
Título Preliminar
Artículo IX.- La pena tiene una función preventiva, protectora y resocializadora.
Las medidas de seguridad persiguen fines de curación, tutela y rehabilitación.
C-1392274-104
CAS. Nº 139-2015 APURÍMAC
Indemnización de daños y perjuicios. Lima, veintisiete de mayo de
dos mil quince VISTOS; con los expedientes acompañados y,
CONSIDERANDO: Primero.- que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación de fojas seiscientos cuarenta
y ocho, interpuesto por el demandado Walter Quispitupa Salinas
contra la sentencia de vista de fojas quinientos cincuenta y ocho,
de fecha veinticuatro de noviembre de dos mil catorce, que
confirmó la sentencia apelada, de fecha catorce de abril de dos mil
catorce, la cual declaró fundada en parte la demanda de
indemnización de daños y perjuicios, ordenando que el recurrente
y codemandados cumplan con el pago solidario de trescientos
quince mil Nuevos Soles por concepto de daño a la persona en
favor de la demandante; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley 29364. Segundo: que,
en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una sentencia expedida por la
Sala Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Apurímac, órgano jurisdiccional que emitió
la resolución recurrida; III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece la norma, pues la resolución impugnada fue

78770 CASACIÓN
notificada al recurrente el cinco de diciembre de dos mil catorce,
conforme se advierte del cargo de notificación obrante a fojas
quinientos setenta, habiéndose interpuesto el recurso con fecha
veintidós de diciembre del mismo año; y, IV) Adjunta tasa judicial a
fojas seiscientos treinta y seis y reintegro a fojas noventa y cinco
del cuaderno de casación. Tercero: que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no ha consentido la resolución de primera instancia que
fue desfavorable a sus intereses al impugnarla mediante recurso
de apelación, obrante a fojas cuatrocientos, por lo que cumple con
la exigencia dispuesta en el inciso 1 de la norma adjetiva. Cuarto:
que, para establecer el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del
artículo 388 del Código citado, se debe señalar en qué consisten
las causales denunciadas. En el presente caso, el impugnante
invoca las siguientes infracciones normativas: a) Infracción
normativa del artículo 2 inciso 23, artículo 139 incisos 3, 13 y
14 de la Constitución Política y artículo 458 del Código
Procesal Civil. El recurrente alega que existen dos procesos
entre los mismos justiciables tanto en la vía civil como en la penal,
por lo que se estaría vulnerando el principio de ne bis in idem. En
la causa penal Nº 277-2010 seguida contra su persona por el
delito de negligencia médica, tanto el Ministerio Público como el
Poder Judicial han llegado a establecer que no existen elementos
de juicio que permitan acreditar su responsabilidad. Sin embargo,
el órgano jurisdiccional admitió la demanda materia de proceso a
pesar de tener conocimiento de la tramitación de otra causa con
las mismas partes procesales, por lo que se estaría vulnerando el
principio de cosa juzgada. Asimismo, se ha vulnerado el debido
proceso al haberse cursado las notificaciones del proceso al
domicilio que figura en su documento nacional de identidad, el
cual difiere de su residencia actual y de domicilio laboral. b)
Infracción normativa de los artículos 31 y 362 de la Ley Nº
26842 – Ley General de Salud y artículo 1325 del Código Civil.
Señala que no existe daño a la actora, pues se ha ofrecido como
medio probatorio extemporáneo, el video en el que se advierte que
la demandante utiliza muletas para salir de su domicilio, pero
cuando ingresa prescinde de ellas y se desplaza con normalidad,
razones por las que se concluye que no hubo negligencia o
impericia, la cual debió acreditarse a través de un peritaje que
determine la existencia de una conducta dolosa o culposa
conforme al artículo 1325 del Código Civil. Quinto.- que, del
examen de las alegaciones descritas, se advierte que la
impugnante no satisface los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues no describe en
forma clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas
mencionadas, menos aún demuestra la incidencia directa que
tendrían aquellas sobre la decisión impugnada, por las siguientes
razones: El recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter extraordinario, pues su función es controlar la correcta
aplicación de la Ley, es decir, está reservada a observar solo los
errores de derecho, excluyéndose de dicho control la valoración
de las pruebas; en tal sentido, la causal de infracción normativa
debe sustentarse en el error de derecho que incida directamente
en la decisión impugnada, es decir, que influya o repercuta en la
parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del mismo, y para
ello el recurrente debe señalar en forma clara y precisa en qué ha
consistido la infracción de la ley, pues no basta la sola invocación
de las normas de derecho material o procesal que se consideran
infringidas. Con relación a las infracciones descritas en el literal a),
es preciso señalar que la institución de la responsabilidad civil
persigue el resarcimiento del perjuicio sufrido como consecuencia
del daño producido; en cambio, la sanción penal tiene una función
preventiva, protectora y resocializadora, tal como estipula el
artículo IX del Título Preliminar de la norma penal sustantiva3. Por
ello, no es atendible el argumento referido a la imposibilidad de
accionar en la vía civil por indemnización de daños y perjuicios si
en sede penal se ha tramitado un proceso con identidad de partes,
hecho y fundamentos, pues la indemnización dispuesta por las
instancias de mérito persigue la reparación del daño producido en
la esfera patrimonial y personal del afectado y no proviene de la
vulneración de un bien jurídico protegido por la Ley penal, por lo
que no constituye impedimento para demandar por indemnización
de daños y perjuicios en la vía civil el haber accionado en sede
penal. Al respecto el artículo 100 del Código Penal contempla la
posibilidad de accionar en ambas vías al señalar que “la acción
civil derivada del hecho punible no se extingue mientras subsista
la acción penal”, de lo que se infiere la inexistencia de
incompatibilidad entre ambas vías, cuyos fundamentos y
consecuencias resultan ser distintos. Por tanto, no se ha afectado
el principio de ne bis in ídem ni el derecho al debido proceso. Con
relación a la vulneración del derecho a la legítima defensa4, no
resulta pertinente la infracción alegada, en vista de que se aduce
defecto en la notificación de las resoluciones recaídas en el
presente proceso y el derecho aludido se refiere a la defensa
propia que, en el derecho penal, constituye una causa de
justificación que torna legítima una conducta típica sancionada por
la Ley penal, en determinados supuestos. Pese a la incongruencia
de la infracción aludida, es preciso señalar que no resulta atendible
el argumento descrito por el recurrente en torno a la notificación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
defectuosa de las resoluciones recaídas en el proceso, pues el
recurrente fue válidamente emplazado con la demanda y anexos,
conforme obra en los cargos de notificación de fojas cuarenta y
tres y siguientes, por lo que no resulta amparable la alegación
descrita. Finalmente, con relación a las infracciones descritas en
el literal b) y a la existencia de un video en el que se aprecia a la
demandante desempeñando sus funciones motoras de forma
normal, se aprecia que a fojas quinientos cincuenta y tres se ha
declarado inadmisible la presentación del medio probatorio
extemporáneo conforme al artículo 374 del Código Procesal Civil.
Asimismo, se aprecia que el recurrente pretende que se valore un
medio probatorio en sede casatoria, función que excede los fines
del recurso impugnatorio extraordinario. Sexto.- que, si bien el
recurrente cumple con señalar que su pedido casatorio es
revocatorio, ello no es suficiente para atender el recurso, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio son
concurrentes, conforme lo dispone el artículo 392 del Código
adjetivo. Por estas consideraciones y, en aplicación de lo dispuesto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
Nº 29364: declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Walter Quispitupa Salinas, mediante escrito de
fojas seiscientos cuarenta y ocho, contra la sentencia de vista, de
fojas quinientos cincuenta y ocho; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Flor María Curi Meza con
Walter Quispitupa Salinas y otros, sobre indemnización de daños
y perjuicios; y los devolvieron. Integra la Sala Suprema el señor
Miranda Molina por impedimento del señor Walde Jáuregui.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Almenara
Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 3.- Toda persona tiene derecho a recibir, en cualquier establecimiento
de salud, atención médico quirúrgica de emergencia cuando lo necesite, estando
los establecimientos de salud sin excepción obligados a prestar esta atención,
mientras subsista el estado de grave riesgo para su vida y salud.
Después de atendida la emergencia, el reembolso de los gastos será efectuado de
acuerdo a la evaluación del caso que realice el Servicio Social respectivo, en la
forma que señale el Reglamento. Las personas indigentes debidamente calificadas
están exoneradas de todo pago.
El Reglamento establece los criterios para determinar la responsabilidad de
los conductores y personal de los establecimientos de salud, sin perjuicio de la
denuncia penal a que hubiere lugar contra los infractores.
2
Artículo 36.- Los profesionales, técnicos y auxiliares a que se refiere este
Capítulo, son responsables por los daños y perjuicios que ocasionen al paciente
por el ejercicio negligente, imprudente e imperito de sus actividades.
3
Código Penal
Título Preliminar
Artículo IX.- La pena tiene una función preventiva, protectora y resocializadora.
Las medidas de seguridad persiguen fines de curación, tutela y rehabilitación.
4
Código Penal
Artículo 20.- Está exento de responsabilidad penal:
(...)
3. El que obra en defensa de bienes jurídicos propios o de terceros (...).
C-1392274-105
CAS. Nº 139-2015 APURÍMAC
Indemnización de daños y perjuicios. Lima, veintisiete de mayo
de dos mil quince. VISTOS; con los expedientes acompañados
y, CONSIDERANDO: Primero.- que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación de fojas seiscientos
veintisiete, interpuesto por la demandada María Luisa Ortiz
Becerra contra la sentencia de vista de fojas quinientos cincuenta
y ocho, de fecha veinticuatro de noviembre de dos mil catorce,
que confirmó la sentencia apelada de fecha catorce de abril de
dos mil catorce, la cual declaró fundada en parte la demanda de
indemnización de daños y perjuicios, ordenando que la recurrente
y codemandados cumplan con el pago solidario de trescientos
quince mil Nuevos Soles por concepto de daño a la persona en
agravio de la demandante; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley 29364. Segundo: que, en
tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada,
se tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto
es: I) Se impugna una sentencia expedida por la Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ha sido
interpuesto ante la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Apurímac, órgano jurisdiccional que emitió la resolución recurrida;
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece la norma,
pues la resolución impugnada fue notificada a la recurrente el cinco
de diciembre de dos mil catorce, conforme se advierte del cargo de
notificación obrante a fojas quinientos sesenta y nueve, habiéndose
interpuesto el recurso con fecha veintidós de diciembre del mismo
año; y, IV) Adjunta tasa judicial a fojas quinientos noventa y siete y
reintegro a fojas noventa y ocho del cuaderno de casación. Tercero:
que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no ha consentido la resolución de
primera instancia que fue desfavorable a sus intereses al impugnarla
mediante recurso de apelación, obrante a fojas cuatrocientos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
catorce, por lo que cumple con la exigencia dispuesta en el inciso 1
de la norma adjetiva. Cuarto: que, para establecer el cumplimiento
de los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código citado, se debe
señalar en qué consisten las causales denunciadas. En el presente
caso, la impugnante invoca las siguientes infracciones normativas:
a) Infracción normativa del artículo 2, inciso 2 y artículo 139,
incisos 3, 5 y 14 de la Constitución Política. La sentencia de vista
no ha respetado el debido proceso, ni los derechos a la motivación
de las resoluciones judiciales y a la defensa, pues no se ha emitido
pronunciamiento sobre los fundamentos esgrimidos en el recurso
de apelación ni menciona expresamente la Ley aplicable al caso
concreto. Asimismo, se tiene que la Resolución Ejecutiva Nº 06363-
2009-SEJ/REG-CONADIS, de fecha treinta de octubre de dos mil
nueve, ha sido otorgada sin cumplir los requisitos establecidos por
Ley, por lo que se presume que fue otorgada sin haber realizado
exámenes rigurosos. También, se ha omitido valorar el video en el
que se observa que la demandante camina con normalidad y realiza
sus actividades sin ningún tipo de apoyo, pero cuando realiza sus
visitas al Poder Judicial utiliza muletas y silla de ruedas. Quinto.-
que, del examen de las alegaciones descritas, se advierte que la
impugnante no satisface los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues no describe en
forma clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas
mencionadas, menos aún demuestra la incidencia directa que
tendrían aquellas sobre la decisión impugnada, por las siguientes
razones: El recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter extraordinario, pues su función es controlar la correcta
aplicación de la Ley, es decir, está reservada a observar solo los
errores de derecho, excluyéndose de dicho control la valoración
de las pruebas; en tal sentido, la causal de infracción normativa
debe sustentarse en el error de derecho que incida directamente
en la decisión impugnada, es decir, que influya o repercuta en la
parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del mismo, y para
ello el recurrente debe señalar en forma clara y precisa en qué ha
consistido la infracción de la ley, pues no basta la sola invocación
de las normas de derecho material o procesal que se consideran
infringidas. Con respecto a las infracciones descritas, se observa
que en la sentencia de vista se valora el acta de junta médica
obrante a fojas quince, en la que se diagnostica paraplejia espástica
G82.2 post anestesia raquídea con compromiso de esfínteres,
habiéndose acreditado el daño a la demandante como consecuencia
de la intervención quirúrgica llevada a cabo por la recurrente en
funciones de médico gineco-obstetra y por el médico codemandado,
Quispitupa Salinas, en funciones de anestesiólogo, razón por la que
no se amparó el agravio alegado en torno a la falta de valoración
de la historia clínica de la paciente, la cual concluye que no existe
complicación quirúrgica alguna. La sentencia cuestionada concluyo
que existió negligencia en el actuar de los demandados al no haber
actuado con la diligencia que corresponde a la observancia de las
reglas de la ciencia médica, responsabilidad que se fundamenta en
el artículo 1970 del Código Civil, de donde se colige que el factor
de atribución empleado por la Sala revisora resulta ser el ejercicio
de una actividad riesgosa, tal como el ejercicio medico, razón por
la que se precisa de la verificación del daño alegado ocasionado
como consecuencia del quehacer riesgoso, perjuicio que se verifica
del acta de junta médica citada. Por ello, no resulta amparable
el argumento referido a la vulneración de los derechos al debido
proceso o a la motivación de las resoluciones judiciales, pues se ha
acreditado de modo suficiente la existencia del daño causado como
consecuencia de la operación a la que fue sometida la demandante,
la cual fue realizada por la recurrente. Finalmente, con relación a
la existencia de un video en el que se aprecia a la demandante
desempeñando sus funciones motoras de forma normal, se aprecia
que a fojas quinientos cincuenta y tres se ha declarado inadmisible
la presentación del medio probatorio extemporáneo conforme al
artículo 374 del Código Procesal Civil. Asimismo, se aprecia que
la recurrente pretende que se valore un medio probatorio en sede
casatoria, función que excede los fines del recurso impugnatorio
extraordinario. Sexto.- que, si bien la recurrente cumple con señalar
que su pedido casatorio es revocatorio, ello no es suficiente para
atender el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de
este medio impugnatorio son concurrentes, conforme lo dispone el
artículo 392 del Código adjetivo. Por estas consideraciones y, en
aplicación de lo dispuesto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364: declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por María Luisa Ortiz Becerra,
mediante escrito de fojas seiscientos veintisete, contra la sentencia
de vista, de fojas quinientos cincuenta y ocho; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Flor María Curi Meza con
Walter Quispitupa Salinas y otros, sobre indemnización de daños y
perjuicios; y los devolvieron. Integra la Sala el señor Juez Supremo
Miranda Molina por impedimento del señor Walde Jáuregui.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Almenara Bryson.
SS. ALMENARA BRYSON, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
EL VOTO DE LA JUEZA SUPREMA SEÑORA DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, ES COMO SIGUE: VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede
a calificar el recurso de casación interpuesto por la demandada
78771
María Luisa Ortíz Becerra, a fojas seiscientos veintisiete, contra
la resolución de vista de fojas quinientos cincuenta y ocho, del
veinticuatro de noviembre de dos mil catorce, que confirma en
parte la resolución apelada de fecha catorce de abril de dos mil
catorce, de fojas trescientos veintiséis, que declara fundada
en parte la demanda, contra EsSalud y otros en cuanto al
daño a la persona y sus respectivos intereses; e, infundada
respecto al monto señalado, por dicho concepto por la suma de
S/.500,000.00; igualmente por la pretensión de indemnización por
lucro cesante, por la suma de S/.2,000.00 mensuales por cada
mes que no ha podido trabajar, ordena que los demandados en
forma solidaria paguen a favor de la actora, por concepto de daños
y perjuicios, en su manifestación de daño a la persona, la suma de
S/.315,000.00, con los respectivos intereses legales. Segundo.-
Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas seiscientos veintiséis, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala Mixta
de la Corte Superior de Justicia de Apurímac que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada a la recurrente el cinco de diciembre de dos mil
catorce, conforme a la constancia de fojas quinientos sesenta y
nueve, y el referido recurso de casación fue interpuesto el veintidós
de diciembre del mismo año, es decir, dentro del décimo día de
notificado; y, iv) Se adjunta el arancel judicial respectivo, conforme
se aprecia de fojas quinientos noventa y siete, de reintegro a
fojas noventa y ocho del cuaderno de casación. Tercero.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista ha
cumplido con el inciso 1 del citado artículo, toda vez que no dejó
consentir la sentencia de primer grado que le fue desfavorable
a sus intereses. Cuarto.- Que, la recurrente sustenta su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386
del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia la infracción
normativa de los artículos 2 inciso 2 y 139 incisos 3, 5 y 14 de la
Constitución Política del Perú. Sostiene que la sentencia de vista
no ha respetado el debido proceso, ni los derechos a la motivación
de las resoluciones judiciales y a la defensa, pues no se ha emitido
pronunciamiento sobre los fundamentos esgrimidos en el recurso
de apelación, en el sentido que la paciente no presentó ninguna
complicación referida a la cirugía abdominal y que la anestesia
epidural fue suministrada por el médico especialista Quispitupa
Salinas, procedimiento en que la recurrente como ginecóloga no
tiene injerencia; además no se menciona expresamente la ley
aplicable al caso concreto. Asimismo, se tiene que la Resolución
Ejecutiva Nº 06363-2009-SEJ/REG-CONADIS, de fecha treinta
de octubre de dos mil nueve, ha sido dictada sin cumplir los
requisitos establecidos por ley, por lo que se presume que fue
otorgada sin haber realizado exámenes rigurosos. También, se ha
omitido valorar el video en el que se observa que la demandante
camina con normalidad y realiza sus actividades sin ningún tipo
de apoyo, pero cuando realiza sus visitas al Poder Judicial utiliza
muletas y silla de ruedas. Quinto.- Que, la denuncia descrita
en el considerando precedente, cumple con los requisitos de
procedencia dispuestos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, pues
se describe con claridad y precisión las infracciones normativas,
la incidencia directa de la misma en lo resuelto por la instancia de
mérito; que siendo así, se debe proceder conforme a lo dispuesto
por el artículo 391 del Código Procesal Civil, modificado por la
mencionada ley. Por estos fundamentos: MI VOTO es porque se
Declare PROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por
la demandada María Luisa Ortíz Becerra, a fojas seiscientos
veintisiete, contra la resolución de vista de fojas quinientos
cincuenta y ocho, del veinticuatro de noviembre de dos mil
catorce; por la causal de infracción normativa de derecho
procesal de los artículos 2 inciso 2 y 139 incisos 3, 5 y 14 de
la Constitución Política del Perú; en consecuencia, se señale
de forma oportuna fecha para la vista del recurso; se notifique;
en los seguidos por Flor María Curi Meza con ESSALUD y otros,
sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvió. S.
DEL CARPIO RODRÍGUEZ C-1392274-106
CAS. Nº 178-2015 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, veinte de
agosto de dos mil quince.- VISTOS; con el mérito de la Razón del
Secretario de esta Suprema Sala Civil Permanente, del seis de
julio de dos mil quince, a través de la cual informa sobre el
cumplimiento de lo dispuesto mediante la resolución del diecisiete
de marzo de dos mil quince de fojas veintisiete del cuaderno de
casación; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por el demandante
Alfonso Armengol Pérez Acevedo a fojas quinientos treinta
contra la sentencia de vista de fojas quinientos veintiuno, del doce
de noviembre de dos mil catorce, que revoca la sentencia de fojas
cuatrocientos setenta y ocho, de fecha diecisiete de diciembre de

78772 CASACIÓN
dos mil trece, que declara fundada la demanda y reformándola la
declara infundada; con lo demás que contiene. Por lo que
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con los
requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal, técnico y excepcional, por
lo que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Asimismo
debe presentar una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
exigencia que es para lograr los fines principales del recurso
extraordinario: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal, del justiciable recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la
norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso de casación, ni para integrar o
remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la
falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
incurridos por el casacionista en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil
-modificado por la Ley número 29364-, toda vez que se ha
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Cuarta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima a fojas
quinientos veintiuno que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del
plazo de diez días contados desde el día siguiente de notificada la
sentencia de revisión que se impugna, pues ésta fue notificada al
recurrente el veintisiete de noviembre del dos mil catorce, y el
referido recurso de casación lo interpuso el doce de diciembre del
dos mil quince, es decir, al noveno día de notificado; y, iv) Adjunta
el recibo del arancel judicial por el presente recurso extraordinario
a fojas seiscientos ocho. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos
de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que el nombrado casacionista satisface el primer requisito
previsto en el inciso uno del referido artículo, pues al no serle
adversa no la impugnó. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su
recurso de casación, en la primera causal prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa de los artículos 139, inciso 3 y 5, de la Constitución
y 122 inciso 3, del Código Procesal Civil. Alega que la posesión
ejercida por los actores respecto al inmueble sub litis, no ha sufrido
interrupción posesoria alguna, en virtud de no haberse instaurado
proceso judicial por quienes ostentaron la propiedad del bien, lo
que demuestra una total desaprensión de los propietarios
registrales respecto al inmueble objeto de usucapión, a lo que
debe añadirse que si bien resulta cierto que los juzgadores en la
resolución definitiva solo deben consignar las valoraciones
esenciales que sustenten su decisión, también lo es que ésta debe
ser respaldada en norma sustantiva, cuyos supuestos hipotéticos
guarden relación con la base fáctica de la recurrida. Agrega que se
ha realizado una interpretación incongruente del significado
jurídico de los medios probatorios, omitiendo a su vez hechos que
han sido acreditados documentalmente, trasgrediendo los
principios de motivación y congruencia en la expedición de
resoluciones judiciales; que la interpretación que se da por el
Colegiado revisor al acto administrativo, emitido por la
Municipalidad de Chaclacayo, a través de la Resolución de
Gerencia de Desarrollo Urbano y Obras Nº0172-05, de fecha
veintinueve de mayo de dos mil cinco, carece de una argumentación
sustantiva que determine la variación de posesión pacifica por la
de no pacífica, no obstante los sólidos argumentos que se han
analizado en los considerandos séptimo y octavo de la sentencia
revocada, en cuanto a la posesión. Sexto.- Que, el casacionista
para sustentar su recurso se acoge a la causal de infracción
normativa. Sin embargo, se verifica que la sentencia de segunda
instancia cumple con garantizar la tutela jurisdiccional efectiva y el
derecho al debido proceso, en su manifestación de la debida
motivación de las resoluciones judiciales y valoración de los
medios probatorios, ya que de la revisión del proceso se verifica
que conforme se advierte del Asiento 00003 de la Partida
P02109738 y del propio dicho de las partes, a los demandantes se
les siguió un proceso de ejecución de garantía hipotecaria, en el
cual se expidió la resolución de fecha treinta y uno de enero de mil
novecientos noventa y siete que adjudicó en tercer remate público,
el lote materia de litis, a favor de la Mutual de Vivienda
Metropolitana en Liquidación, el que fue inscrito el dos de octubre
de mil novecientos noventa y siete; sin embargo, la Municipalidad
de Chaclacayo, a través de la Resolución de Gerencia de
Desarrollo Urbano y Obras Nº0172-05, de fecha veintinueve de
mayo de dos mil cinco, de fojas doscientos veinte, declaró
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
procedente la inscripción del Ministerio de Economía y Finanzas
en los Registros de la Municipalidad como propietario y, a su vez,
declaró improcedente la petición del codemandado de seguir
abonando los impuestos prediales y arbitrios; por lo que, se
considera que con el procedimiento administrativo seguido ante la
Municipalidad de Chaclacayo, en el cual los demandantes han
reconocido que la propiedad del lote de terreno que tienen en
posesión pertenece al Ministerio de Economía y Finanzas, lo que
le hace perder la pacificidad de la posesión; por lo tanto, al no
cumplir con este requisito, que exige la norma procesal, la Sala
Superior desestima la demanda. Sétimo.- Que, en conclusión, el
casacionista no ha cumplido con los concurrentes requisitos de
procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil. En tal contexto fáctico y jurídico, y de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, reformado por la mencionada Ley, corresponde
desestimar el recurso de casación en todos sus extremos. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandante Alfonso Armengol
Pérez Acevedo a fojas quinientos treinta, contra la sentencia de
vista de fojas quinientos veintiuno, del doce de noviembre de dos
mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Julia Gastelu Cárdenas y otro con el Ministerio de
Economía y Finanzas, sobre prescripción adquisitiva de dominio;
y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JáUREGUI, DEL CARPIO RODRIGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-107
CAS. Nº 194–2015 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍA. Lima, diez de junio de dos mil
quince. VISTOS; con el mérito de la Razón del Secretario de esta
Suprema Sala Civil Permanente, del veintisiete de mayo de dos
mil quince, a través de la cual informa sobre el cumplimiento de lo
dispuesto mediante la resolución del dieciséis de marzo de dos mil
quince, de fojas setenta y uno y cuarenta y tres, respectivamente,
del cuaderno de casación; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a la calificación del recurso de casación de fojas tres
mil ciento cuarenta y cuatro, interpuesto por la demandada
empresa Construcciones Industriales y Pesadas S.A.C.,
representada por su Gerente, contra el auto de segunda instancia,
contenido en la resolución número diez, de fojas tres mil noventa
y cinco, del treinta y uno de julio de dos mil catorce, que confirma
el auto final apelado, comprendido en la resolución número ciento
cincuenta y cinco, de fojas dos mil ochocientos cincuenta y siete,
del veinticuatro de junio de dos mil trece, que declara saneado el
proceso, admite las pruebas ofrecidas, declara improcedentes las
exhibiciones y ofrecimiento de pruebas extemporáneas, e
infundadas las contradicciones (formuladas por Construcciones
Industriales y Pesadas SAC y por Arcalisma SAC) y ordena el
remate del bien dado en garantía. Por lo que corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el
recurso de casación se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad1,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial; asimismo efectuar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es
para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y
dikelógico. Siendo así, es obligación de la justiciable recurrente
saber adecuar los agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran establecidas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni integrarlo o
remediar las carencias del mismo o dar por supuesta la falta de
causal; tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre la casacionista en la formulación del referido recurso. Cabe
precisar que esto último es diferente al supuesto previsto en la
norma que dispone la procedencia excepcional del recurso de
casación2, ya que ésta es una facultad de la Sala Civil de la Corte
Suprema que aplica cuando considera que al resolver el recurso,
éste cumplirá con los fines de la casación, para cuyo efecto debe
motivar las razones de la procedencia excepcional, presupuesto
que no se da en el presente caso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas tres mil ciento
cuarenta y cuatro, cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se ha interpuesto: i) Contra el auto de vista, de fojas tres mil
noventa y cinco, expedido por la Primera Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días
contados desde el día siguiente de notificado el auto que se
impugna, pues éste fue notificado a la recurrente el veinticuatro de
octubre de dos mil catorce, conforme al aviso de notificación y la
constancia del cargo de notificación, de fojas tres mil ciento
veintisiete y tres mil ciento veintiocho, y el referido recurso de
casación fue interpuesto el siete de noviembre de dos mil catorce,
como se verifica de fojas tres mil ciento cuarenta y tres mil ciento
cuarenta y cuatro, es decir, al décimo día de notificado; y, iv)
Mediante el escrito que ingresó el veinte de abril de dos mil quince,
ha cumplido con subsanar el arancel judicial por el mencionado
recurso extraordinario, dentro del plazo que fue requerida
mediante la resolución del dieciséis de marzo de dos mil quince,
debidamente notificada, según se advierte de fojas sesenta y
cinco, sesenta y dos, cuarenta y tres, cuarenta y seis y cuarenta y
siete, respectivamente, del cuaderno de casación. Cuarto.- Que,
al evaluar los requisitos de procedencia exigidos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista,
observó solo uno de los cuatro requisitos, el establecido en el
inciso uno del referido artículo, es decir, no consintió el auto de
primera instancia, de fojas dos mil ochocientos cincuenta y siete,
pues al serle adverso, lo impugnó mediante el recurso de
apelación, de fojas dos mil novecientos veinte. Quinto.- Que, se
verifica que la recurrente no cumple con los otros tres requisitos
procesales exigidos por los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, el veintiocho
de mayo de dos mil nueve; pues, primero, no ha precisado ni
invocado en cuál de las causales vigentes sustenta su recurso, si
es: i) en la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado
del precedente judicial, conforme a los términos del artículo 400
del Código Procesal Civil, previstas en el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por la referida ley; segundo, en
consecuencia, también incumple con la exigencia de demostrar la
incidencia directa de la infracción normativa sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, toda vez que no invocó una
causal vigente, conforme lo requiere el inciso 3 del artículo 388 del
Código aludido; y, tercero, tampoco indica el sentido del pedido
casatorio. Sexto.- Que, la casacionista en su recurso invoca la
contravención al debido proceso, al haberse producido la
sustracción de la materia controvertida del ámbito jurisdiccional,
como consecuencia del levantamiento de todos los gravámenes
que pesan sobre el inmueble sub litis, en virtud de lo dispuesto por
el artículo 85.1 de la Ley General del Sistema Concursal; que ha
solicitado se de por concluido este proceso sin declaración sobre
el fondo; pero la Sala se ha sustraído de su función jurisdiccional,
y ha evitado, pronunciarse sobre su petición de declarar la
conclusión del proceso sin pronunciamiento sobre el fondo, por
haberse producido la sustracción de la materia, y ha emitido la
ilegal resolución número diez que es confirmatoria; invoca
además, la contravención al debido proceso que constituye la
causal del recurso de casación que interpone, para que se
rectifique la irregularidad que ha señalado, es decir, que la Sala
Superior se pronuncie sobre su petición o en todo caso se derive
al Juez de primera instancia, para que antes de la absolución del
grado, se pronuncie sobre ese nuevo hecho que afecta la
continuación del trámite del proceso; que la improcedencia de las
exhibiciones ofrecidas por Boutique Junior SA contraviene el
artículo 722 del Código Procesal Civil, antes de su modificatoria,
ya que dicha decisión incurre en contravención de las normas que
garantizan su derecho al debido proceso, toda vez que los medios
probatorios ofrecidos por la recurrente y por Boutique Junior S.A.,
se hallan encaminados a demostrar la improcedencia de la
demanda de ejecución de garantía que fue materia de las
contradicciones formuladas tanto por la recurrente, como por la
nombrada codemandada; aduce que es ilegal denegar la actuación
del medio probatorio de exhibición de documentos. Que la Sala
Superior también contraviene el debido proceso al sostener que la
carta notarial del veintidós de febrero del dos mil dirigida por el
Banco, se refiere a una situación de hecho ocurrida un año y cinco
meses antes de la elaboración de los estados de cuenta, con lo
cual ha eludido valorar que la comunicación del banco ejecutante
se refiere a la obligación generada por la escritura pública del
diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete; que la Sala
tampoco ha valorado las comunicaciones que efectuaron el doce
de marzo de dos mil uno, para cancelar definitivamente mediante
el pago por subrogación el saldo pendiente que ascendía a US $
27.500 generado por la escritura pública del diecisiete de marzo
de mil novecientos noventa, sobre préstamo, constitución de
hipoteca y otorgamiento de fianza solidaria; que adjunta copia de
la comunicación notarial cursada el doce de marzo de dos mil uno.
Sétimo.- Que, pese a las deficiencias del recurso de casación,
como son: 1) Invocar una causal no vigente: contenida en el inciso
3 del artículo 386 del Código Procesal Civil, derogado, hace más
de seis años, por la Ley 29364, publicada el veintiocho de mayo de
dos mil nueve; y, 2) Por la falta de claridad y precisión en sus
argumentos, por el principio de motivación de las resoluciones
judiciales, se debe precisar, que respecto a los agravios de la
recurrente, estos no pueden ser atendibles por cuanto los
fundamentos del recurso de casación son genéricos y guardan
78773
relación con cuestiones de hecho y probanza, es decir, se dirigen,
únicamente, a cuestionar la actuación y/o valoración de los medios
probatorios y/o las conclusiones fácticas de las instancias de
mérito, con lo cual, la recurrente pretende que en sede casatoria
se vuelvan a revalorar las pruebas (como: las exhibiciones de
documentos ofrecidas, las cartas del 22 de febrero de 2000
remitidas por el banco vía notarial, los estados de cuenta, la
escritura pública sobre préstamo, constitución de hipoteca y
otorgamiento de fianza solidaria del 17 de marzo de 1997, las
comunicaciones notariales que cursaron el 12 de marzo de 2001,
entre otros), lo que resulta impropio de los fines de la casación;
que, empero, la impugnante considera que acreditarían la
sustracción de la materia; no obstante que las referidas pruebas
ya han sido objeto y materia de evaluación, valoración conjunta y
de pronunciamiento por parte de las instancias de mérito, que han
resuelto la controversia planteada ante el órgano jurisdiccional,
determinando con claridad y precisión que constituye título de
ejecución la escritura pública del contrato de préstamo,
constitución de hipoteca y otorgamiento de fianza solidaria
del diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete
-celebrada entre el Banco Sudamericano S.A, ahora, su sucesora
procesal LGV Inmobiliaria SAC, como acreedor hipotecario, y la
recurrente, deudora, con intervención de Luis Salvador Gardella
Vidal, en calidad de Garante Hipotecario y fiador solidario-,
conjuntamente con la liquidación del saldo deudor del catorce de
agosto de dos mil dos, en tanto que el pagaré y el contrato de
cuenta corriente de servicios no tiene tal condición, ya que son
documentos que solo demuestran la veracidad de la obligación
contenida en la liquidación del saldo deudor; por lo que no se ha
efectuado un análisis formal de tales instrumentales, que no
forman parte del título de ejecución, por ello su validez formal no
puede ser discutida en este proceso, pues para el presente caso
no resultan títulos valores abstractos, autónomos e independientes,
sino únicamente referenciales de la existencia de la obligación,
como un acto jurídico celebrado por las partes, lo que permite
determinar su correspondencia con la liquidación del saldo deudor.
Octavo.- Que, según la cláusula primera del referido contrato de
constitución de garantía hipotecaria ésta fue constituida el
diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete, es decir,
cuando se encontraba vigente el texto primigenio por razón de
temporalidad, del artículo 172 de la Ley 26702, aplicable al
presente caso, que regulaba la hipoteca global o garantía sábana,
abierta o flotante, esto es, garantizaba obligaciones
indeterminadas, y no como una hipoteca común, prevista en el
inciso 2 del artículo 1099 del Código Civil; es decir, para el
presente caso rige la disposición especial; y, conforme a lo que se
pactó en la cláusula cuarta del testimonio de escritura pública,
existen obligaciones pendientes conforme a la liquidación de saldo
deudor, lo que viabiliza la ejecución de la referida garantía
hipotecaria. Noveno.- Que, en cuanto a la carta notarial, cursada
por el banco a la recurrente, en respuesta al ofrecimiento de pago
con subrogación de la empresa R y B S.A. por $ 27.500.00, para
amortizar las obligaciones que mantiene frente al banco, no se ha
acreditado que dicho pago por subrogación se haya efectuado;
que además, la referida carta fue remitida en marzo de dos mil uno
y la liquidación del saldo deudor ha sido practicada el catorce de
agosto de dos mil dos, es decir, la mencionada carta describiría
una situación de hecho ocurrida un año y cinco meses antes de la
elaboración de los estados de cuenta de saldo deudor, en tanto
que la demanda fue presentada el tres de setiembre de dos mil
dos. Décimo.- Que, respecto a los documentos de transacción del
treinta de octubre y catorce de noviembre de dos mil dos,
celebrados por la ahora demandante LGV Inmobiliaria SAC y la
recurrente, mediante la resolución Nº 7, de fojas dos mil ciento
nueve, del dieciocho de febrero de dos mil diez, se declararon
improcedentes sus homologaciones, resolución que solo fue
apelada por LGV Inmobiliaria SAC, a fojas dos mil ciento noventa
y siete, en el extremo del punto v) de dicha resolución, la que fue
confirmada por auto de vista de fojas dos mil cuatrocientos sesenta
y seis, quedando firme; que además, la recurrente, contra dicha
resolución interpuso recurso de nulidad, a fojas dos mil doscientos
cinco, el que fue declarado improcedente a fojas dos mil
cuatrocientos setenta y seis, resolución apelada por la recurrente
y confirmada mediante resolución de vista de fojas dos mil
novecientos ochenta; en este sentido dicha resolución ha quedado
ejecutoriada. En conclusión no existen elementos que desvirtúen
el mérito del título objeto de ejecución. Décimo Primero.- Que,
con relación a la improcedencia de las exhibiciones ofrecidas
como medios probatorios, por la coejecutada Boutique Junior SA,
es un agravio ajeno, no atendible, toda vez que la nombrada
coejecutada Boutique Junior SA, no presentó recurso de apelación
contra lo resuelto, por lo que no es correcto que la recurrente
cuestione la improcedencia de las exhibiciones, que no ha
ofrecido, las que fueron desestimadas al pretender invertir la carga
de la prueba; por lo tanto, no se configura dicha infracción
normativa. Décimo Segundo.- Que, en conclusión la casacionista
no ha cumplido con los concurrentes requisitos de procedencia
establecidos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. En tal contexto fáctico y jurídico, y de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 392 del Código Procesal Civil,

78774 CASACIÓN
reformado por la mencionada ley, corresponde desestimar el
recurso de casación en todos sus extremos. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación de fojas tres mil ciento cuarenta y cuatro, interpuesto por
la demandada empresa Construcciones Industriales y Pesadas
S.A.C., representada por su Gerente, contra el auto de segunda
instancia, contenido en la resolución número diez, de fojas tres mil
noventa y cinco, del treinta y uno de julio de dos mil catorce;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
la empresa L.G.V. inmobiliaria SAC (sucesora procesal del Banco
Sudamericano, entidad bancaria que interpuso la demanda)
contra Construcciones Industriales y Pesadas SAC, Luis Salvador
Gardella Vidal, litisconsortes necesarios: empresas Distribuidora
Mantaro S.A. y Arcalisma S.A.C. (antes Boutique Junior S.A.),
habiéndose excluido a Constructora R y B S.A., sobre ejecución
de garantías; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones del señor
Juez Supremo Almenara Bryson, integra esta Sala Suprema el
señor Juez Supremo Miranda Molina, por impedimento del señor
Walde Jáuregui, integra esta Sala Suprema la Señora Juez
Suprema Cabello Matamala. SS. CABELLO MATAMALA, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
El Juez declara la inadmisibilidad de un acto procesal cuando adolece de un
defecto subsanable. Declara su improcedencia si el defecto es insubsanable.
2
Artículo 392-A.- Procedencia excepcional (Código Procesal Civil).-
C-1392274-108
CAS. Nº 202-2015 LORETO
División y partición de bienes. Lima, veintitrés de marzo de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Rodolfo Rodríguez Chávez de
folios ciento cincuenta y dos, contra la sentencia de vista de fecha
trece de agosto de dos mil catorce, de folios ciento veinticinco,
que confirma la sentencia de primera instancia de fecha catorce
de agosto de dos mil trece, de folios setenta y cuatro, que declara
fundada la demanda de división y partición del inmueble; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por
la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Loreto, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha
nueve de octubre de dos mil catorce y el recurso de casación
se presentó el veinte de octubre de dos mil catorce. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial (folios ciento treinta y cuatro
del expediente principal). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ochenta y seis; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, el
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado y 122 incisos 3 del Código Procesal Civil.
Señala que no se ha dado la oportunidad de defender sus derechos
a Humberto Enrique Rodríguez Chávez, Luisa Rodríguez Reátegui
y Petronila Consuelo Rodríguez Vela, quienes también son hijos
de don Josué Rodríguez Ríos. b) Infracción normativa de los
artículos 818, 822 y 865 del Código Civil. Manifiesta que don
Josué Rodríguez Ríos era dueño del 50% del inmueble, dejando
como herederos a ocho hijos y su esposa, correspondiéndoles a
cada uno el 5.55%; y doña Magdalena Chávez pasó a ser dueña
del 55.55% del inmueble, dejando 5 hijos, correspondiéndoles
a cada uno el 11.11%, por lo que a las demandantes les
corresponde el 16.66% mas no el 20% otorgado en la recurrida
debido a que no se ha tenido en cuenta los derechos de los tres
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
coherederos citados en el literal anterior. Sexto.- Que, en relación
a las causales denunciadas, se verifica que los argumentos que
las sustentan, se encuentran orientados más bien a generar en
este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con
la subsecuente revaloración de la prueba actuada y los elementos
de juicio del proceso, a efectos de determinar que don Josué
Rodríguez Ríos tenía otros tres hijos herederos, mas no solo
los mencionados en la demanda y sentencias de mérito, razón
por la cual, los porcentajes de acciones y derechos respecto al
inmueble sub litis determinados en las mismas no se encontrarían
conforme a ley, como si esta sede se tratara de una tercera
instancia, propósito que no se condice con la naturaleza de este
extraordinario recurso de casación, cuyos fines están circunscritos
a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los criterios
de la Corte Suprema. Asimismo, se advierte que tales alegaciones
no han sido expuestas en la contestación a la demanda, como
tampoco en el recurso de apelación, no formando parte del debate
procesal, ni de los agravios respecto a los cuales la Sala Superior
se encuentra obliga a emitir pronunciamiento. Aunado a ello,
corresponde precisar que de haber sido ilegalmente excluidos
los otros tres supuestos herederos, ello debe ser argumentado
por los mismos, quienes serían los únicos perjudicados con tal
exclusión. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio
así como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Rodolfo Rodríguez
Chávez de folios ciento cincuenta y dos, contra la sentencia
de vista de fecha trece de agosto de dos mil catorce, de folios
ciento veinticinco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Magdalena Rodríguez Chávez y otra
contra Rodolfo Rodríguez Chávez, sobre división y partición
de bienes; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-109
CAS. Nº 252-2015 LA LIBERTAD
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veinticuatro de marzo
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Diego Alonso Marcos Sánchez de folios
seiscientos cuarenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha
o veintiuno de noviembre de dos mil trece, de folios seiscientos
veintitrés, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
dos de mayo de dos mil trece, de folios cuatrocientos noventa
y uno, que declara fundada la demanda de nulidad de acto
jurídico; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Tercera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo,
pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha diez de
diciembre de dos mil catorce y el recurso de casación se presentó
el veintitrés de diciembre de dos mil catorce. IV) Adjunta el
correspondiente arancel judicial (folios seiscientos treinta y nueve
del expediente principal). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios quinientos setenta y siete; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa de los artículos 139, inciso 5) de la Constitución
Política del Estado, I y IV del Título Preliminar, 50 inciso 6 y
122 inciso 4 del Código Procesal Civil. Señala que la sentencia
de primera y segunda instancia adolecen de incongruencia,
siendo que los esposos Iris Pinillos Ganoza y Pablo Martínez
Torres tienen la responsabilidad de probar la existencia de nulidad
en el caso de autos, no pudiendo los demandantes asumir dicha
carga que le corresponde a terceros. b) Infracción normativa
del artículo 2, inciso 2 de la Constitución Política del Estado.
Manifiesta que se está discriminando sus derechos a la tutela
jurisdiccional e igualdad ante la ley. Sexto.- Que, en relación a
la causal denunciada en el literal a), se advierte que la misma
carece de amparo legal en cuanto su procedencia, toda vez que
no se advierte falta de motivación en la recurrida, menos aún que
exista incongruencia en la misma, siendo que las infracciones
normativas deben ser alegadas respecto a la sentencia de vista,
mas no en relación a la sentencia de primera instancia, la cual es
revisable en vía apelación, por lo que el argumento referido a que
la sentencia apelada carece de congruencia, también debe ser
desestimado. Asimismo, no se fundamenta debidamente por qué
los señores Iris Pinillos Ganoza y Pablo Martínez Torres serían
los únicos legitimados para invocar la nulidad del acto jurídico
contenido en la escritura pública sobre declaración de propiedad
por prescripción adquisitiva y otros emitidos como consecuencia
de éste, si las demandantes también tienen derecho de propiedad
sobre el bien materia de litis, lo cual no ha sido negado en el
recurso de casación, siendo que al declararse dicha prescripción,
de ser ésta contraria al ordenamiento jurídico, también se vería
afectado su derecho de propiedad respecto al anotado bien,
debiendo analizarse todo el procedimiento notarial conforme a lo
expuesto en la demanda de autos. Sétimo.- Que, respecto a la
causal descrita en el literal b), se aprecia que el argumento que
la sustenta resulta genérico, no precisándose cómo se habría
discriminado al recurrente en sus derechos constitucionales de
tutela jurisdiccional e igualdad ante la ley, lo cual además no se
desprende de autos. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Diego Alonso Marcos Sánchez de
folios seiscientos cuarenta y uno, contra la sentencia de vista
de fecha o veintiuno de noviembre de dos mil trece, de folios
seiscientos veintitrés; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Bertha Lila Russo Pestana viuda de Pinillos
contra Diego Alonso Marcos Sánchez y otros, sobre nulidad de
acto jurídico; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-110
CAS. Nº 266-2015 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. OCUPACIÓN
PRECARIA Acreditada la calidad de propietario registral de los
lotes sub itis, y la inexistencia de título que ampare la posesión del
demandado, su condición es de precario en los términos del
artículo 911 del Código Civil. Lima, doce de agosto del dos mil
quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número 266-2015 en audiencia pública llevada a cabo en la fecha,
oído el informe oral ; y, emitida la votación conforme a la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.-
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto a fojas setecientos setenta y uno con fecha tres de
noviembre del dos mil catorce, por Oscar Germán Carrillo
Rodríguez, contra la sentencia de vista de fojas setecientos
veintiséis de fecha ocho de setiembre del dos mil catorce, emitida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, que en discordia confirma la apelada que declara fundada
la demanda de desalojo por ocupación precaria; y en consecuencia,
ordena que el demandado cumpla con desocupar los lotes nueve,
diez, once, doce, trece, catorce, veintitrés, veinticuatro, veinticinco,
veintiséis, veintisiete y veintiocho de la manzana D, de la
Asociación de Vivienda Valle Chillón, distrito de Puente Piedra,
provincia y departamento de Lima, cada uno con un área de
120.00 metros cuadrados, con un área total de 1,440 metros
cuadrados; con lo demás que contiene. 2. ANTECEDENTES. 2.1.
DEMANDA Rolando Carrillo Velásquez a fojas setenta,
interpone demanda de desalojo por precario, contra Oscar
Germán Carrillo Rodríguez con fecha veinte de agosto de dos mil
78775
nueve, a fin que se le restituya los inmuebles de su propiedad
identificados como los lotes número nueve, diez, once, doce,
trece, catorce, veintitrés, veinticuatro, veinticinco, veintiséis,
veintisiete y veintiocho de la manzana D de la Asociación de
Vivienda Valle Chillón, distrito de Puente Piedra, provincia y
departamento de Lima. Se funda en lo siguiente: Que, mediante
declaración judicial de sucesión intestada de su fallecido padre
Alberto Carrillo Hernández, adquirió la propiedad de los terrenos
signados como lotes nueve, diez, once, doce, trece, catorce,
veintitrés, veinticuatro, veinticinco, veintiséis, veintisiete y
veintiocho de la manzana D, de la Asociación de Vivienda Valle
Chillón, distrito de Puente Piedra, los cuales están inscritos; que
con el demandado no le une ninguna relación contractual que
justifique la posesión de los lotes, siendo así, la condición del
demandado es la de poseedor precario; que asimismo se le cursó
carta notarial con fecha quince de mayo de dos mil, nueve,
requiriéndole regularizar su situación, sin resultados; que se
solicita así la intervención de un Centro de Conciliación, pero que
en dicha audiencia no se llegó a ningún acuerdo; que la posesión
es desde hace siete años, tiempo durante el cual viene
usufructuando el bien en beneficio propio y en perjuicio de su
parte. 2.2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. A fojas setenta y
cuatro, con fecha veintisiete de agosto del dos mil nueve, Oscar
Germán Carrillo Rodríguez contesta la demanda y solicita que sea
declarada infundada. Señala que el demandado no tiene la calidad
de ocupante precario, sino de propietario del inmueble; y esto es
así por el hecho de haber construido un inmueble de dos pisos
sobre el área de cuya edificación el demandante no es propietario,
sino únicamente del terreno; que la demanda de desalojo debe ser
declarada improcedente ya que el actor no ha declarado que
sobre dichos terrenos ha levantado edificaciones; que al no haber
identidad entre el bien que aparece en el título y la edificación, no
debe prosperar la demanda; que dicho lotes de terreno, materia de
desalojo, han sido adquiridos por su persona por prescripción, por
estar en posesión hace más de diez años, y que tiene interpuesta
en el mismo juzgado una demanda de prescripción adquisitiva de
dominio, por lo que debe suspenderse al presente proceso hasta
que se resuelva dicho proceso, ya que la propiedad se encuentra
adquirida, requiriendo solamente una declaración judicial. Indica
también que el veinte de marzo de mil novecientos noventa su
padre y tíos deciden adquirir un terreno con la finalidad de
dedicarlo a casa de campo, consignando en el contrato de compra
venta como único propietario a su tío Alberto Carrillo Hernández,
padre del demandado; que dicho terreno estaba conformado por
dieciocho lotes de los cuales doce se reservó a título de poseedor
propietario, en razón a que en el año mil novecientos noventa sus
tíos se desentendieron de tales lotes, excepto su padre; que los
motivos del abandono fueron muchos, y que ante tal situación, su
padre les reclamó a sus tíos, señalándoles que si no ocupaban los
lotes, estos corrían el peligro inminente de ser invadidos, pero
ellos respondieron que no les interesaba, que si él quería podía
disponer de los terrenos como mejor le pareciese y así lo hizo
tomando posesión. Por último, refiere que no tiene calidad de
precario en el uso de los lotes, ya que si bien formalmente no tiene
un título de propiedad o de arrendamiento, no se cumple para el
caso lo establecido en el artículo 911 del Código Civil. 2.3.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA A fojas quinientos
veinticinco con fecha treinta y uno de mayo del dos mil once, el
Juzgado Mixto Transitorio de Puente Piedra, Santa Rosa y Ancón
declara fundada la demanda de desalojo, en consecuencia,
dispone que el emplazado desocupe los lotes materia de litis, con
los siguientes fundamentos: Que en mérito de las copias
certificadas de las Partidas Registrales obrantes en autos de fojas
dieciséis a sesenta y cuatro, se advierte la inscripción de las
compras ventas realizadas por Alberto Carrillo Hernández, siendo
la vendedora la Asociación de Vivienda Valle Chillón; y de la
traslación de dominio de los referidos lotes de terreno por sucesión
intestada de don Alberto Carrillo Hernández a favor de su único
hijo Ronaldo Carrillo Velásquez; en virtud de lo cual es este último
quien aparece hoy como único propietario registral de los
inmuebles antes indicados. Que así el demandante ha acreditado
ser propietario registral de los lotes materia de desalojo. Que por
su parte, el demandado no ha conseguido acreditar la existencia
de algún título para poseer los inmuebles, identificados como lotes
nueve, diez, once, doce, trece, catorce, veintitrés, veinticuatro,
veinticinco, veintiséis, veintisiete y veintiocho de la manzana D, de
la Asociación de Vivienda Valle Chillón; que lo único que se
acredita con la documentación que corre en los autos, entre ella la
remitida por Telefónica del Perú, mediante oficio de fecha siete de
mayo del dos mil diez, que el emplazado se encuentra en posesión
de los lotes de referencia. Que, la cesión de derechos que ostenta
el demandado tendrían que provenir del titular registral, no de un
presunto poseedor, padre del demandado, quien si supuestamente,
según alega el demandado, era co propietario con el padre del
demandante y demás tíos, versión no aceptada por el demandante,
estaría impedido de ganar por prescripción en contra de quien en
vida fuera su hermano Alberto Carrillo Hernández. Todo lo cual
pone en evidencia la inconsistencia de la pretensión del
demandado. Que, respecto a las construcciones, éstas fueron
constatadas mediante la inspección judicial de fojas trescientos

78776 CASACIÓN
treinta y uno a trescientos treinta y cuatro; que el demandado no
ha logrado acreditar su alegación de que fue su padre José
Roberto Carrillo Hernández quien realizó dichas construcciones;
que en la audiencia de pruebas de fojas trescientos treinta y ocho
a trescientos cuarenta y uno, el demandado refiere no poder
probar dichas construcciones. Finalmente, respecto a la demanda
de prescripción adquisitiva de dominio, que ha dado lugar al
expediente número 1058-2009, dicho proceso se encuentra en
etapa de saneamiento, según puede verse del SIJ, y por ende no
cuenta aún con decisión firme que le favorezca; por tanto es
insuficiente para oponerlo contra el acreditado derecho de
propiedad del demandante. 2.4 RECURSO DE APELACIÓN: Que
a fojas quinientos treinta y ocho, su fecha diecisiete de junio del
dos mil once, el demandado Oscar Germán Carrillo Rodríguez
interpone recurso de apelación indicando lo siguiente: El
demandante pretende el desalojo por ocupación precaria, pero no
ha acreditado ser propietario de la construcción, consistente en los
cercos perimétricos y el inmueble de dos pisos. El juez no ha
cumplido con efectuar un análisis sobre el fondo de la controversia
a fin de determinar si cuenta con un título que justifique su
posesión. El juez no ha valorado los certificados de posesión
presentados por su parte. 2.5. SENTENCIA DE SEGUNDA
INSTANCIA A fojas setecientos veintiséis con fecha ocho de
setiembre del dos mil catorce, la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, confirma la sentencia apelada
que declara fundada la demanda de desalojo, con los siguientes
fundamentos: Que, la propiedad del bien sub litis, se encuentra
plenamente acreditada con las copias certificadas del certificado
literal de la SUNARP, según el cual el demandante es propietario
registral del inmueble, en su calidad de heredero de quien en vida
fue Alberto Carrillo Rodríguez; que la declaración jurada de
predios efectuada el quince de septiembre del dos mil diez,
corriente a fojas cuatrocientos sesenta y nueve a cuatrocientos
ochenta y dos resulta insuficiente para acreditar la posesión
legítima del bien sub litis; mas aun, cuando el pago efectuado por
el demandado ha sido realizado con mucha posterioridad a la
interposición de la demanda, presentada el veinte de agosto de
dos mil nueve obrante a fojas setenta; que con anterioridad a la
presentación de la misma, con fecha once de julio de dos mil dos,
como se ve de fojas cuatrocientos diecinueve a cuatrocientos
sesenta y ocho, el padre del demandante pagó el impuesto
correspondiente. Por otro lado, el contrato de cesión de derechos,
también resulta insuficiente para acreditar el derecho de posesión,
por cuanto éste no ha sido otorgado por el anterior propietario.
Más aun en autos tampoco se ha acreditado que el anterior
propietario haya adquirido el bien sub litis, conjuntamente con el
padre del demandado, como lo viene alegando; que igualmente, el
certificado de posesión del veintinueve de mayo de dos mil nueve
de fojas doscientos ochenta y tres y los obrantes a folios doscientos
sesenta y nueve a doscientos ochenta y dos, por las mismas
razones también resultan insuficientes para acreditar la legitimidad
en la posesión de bien sub litis. Con respecto a las construcciones
si bien es verdad el demandante no ha acreditado la propiedad
sobre las efectuadas en el bien sub litis, es decir el cerco
perimétrico y la construcción de dos pisos de material noble,
verificadas en el acta de inspección judicial, obrante a fojas
trescientos treinta y uno a trescientos treinta y seis; sin embargo,
la determinación de si éstas han sido efectuadas de buena o mala
fe y el respectivo reintegro deberán ser discutidas en otro proceso,
conforme lo prescribe con carácter vinculante, el numeral 5.5. de
la parte resolutiva del Cuarto Pleno Casatorio Civil. 3.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema por resolución
de fecha veinticuatro de marzo del dos mil quince ha declarado
procedente el recurso de casación por la causal de Infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil. 4. MATERIA
JURÍDICA EN DEBATE Determinar si el demandado puede
presentar como título que justifique su posesión sobre el bien sub
litis la constancia de posesión otorgada por el Presidente de la
Asociación de Vivienda Valle Chillón, licencia de funcionamiento y
pre habilitación urbana que acreditarían que el recurrente viene
poseyendo por más de diez años el inmueble materia de litis o que
el hecho de ser propietario de las construcciones consistentes en
cercos perimétricos y del inmueble de dos pisos impiden se le
considere ocupante precario. 5. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA. Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de
casación se ha declarado la procedencia por la causal de
infracción normativa por vicios in iudicando. Asimismo, conforme a
lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se requiere: “(...)
indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese
anulatorio, se precisará si es total o parcial, y si es este último, se
indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio,
se precisará en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el
recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el
anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado.”. En
el presente caso, el casacionista indicó que su pedido casatorio es
revocatorio; por consiguiente, esta Suprema Sala Civil, se
pronunciará respecto a la infracción normativa material. Segundo.-
Que, existe infracción normativa cuando la resolución impugnada
padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio decidendi),
en el que habría incurrido el juzgador, perjudicial para la resolución
de la controversia y nocivo para el sistema jurídico, que se debe
subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que, sostiene el casacionista que existe Infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil, pues alega que no
se ha acreditado la condición de precario del recurrente, ya que
desde el año mil novecientos noventa y uno, mediante un contrato
de cesión de derechos de fojas doscientos cincuenta y seis,
certificado de posesión de folios doscientos ochenta y tres
otorgada por el Presidente de la Asociación de Vivienda Valle
Chillón, licencia de funcionamiento y pre habilitación urbana que
acreditan que el recurrente viene poseyendo por más de diez años
el inmueble materia de litis. Asimismo, no se ha tenido en cuenta
las construcciones nobles efectuadas, constatadas en la
inspección judicial de fojas trescientos treinta y uno y demás
medios de prueba aportados a lo largo del proceso que desestiman
la supuesta precariedad. Cuarto.- Que la ocupación precaria se
encuentra definida como aquella posesión que se ejerce sin título
alguno o cuando el que se tenía hubiere fenecido, conforme se
establece en el artículo 911 del mencionado Código Civil. Quinto.-
Asimismo, hay que señalar que el citado artículo 911 del Código
Civil, concordado con lo dispuesto en el artículo 196 del Código
Procesal Civil, tiene como premisa que quien pretende el desalojo
por ocupación precaria deberá acreditar ser propietario del bien,
cuya desocupación se pretende; cuando en dicho título se sustenta
el desalojo; mientras que el demandado estará obligado a probar
que cuenta con título que ampare o justifique su posesión. Sexto.-
Que, la alegación del recurso se refiere al derecho vulnerado, esto
es, al debido proceso en su manifestación del derecho a la prueba.
El derecho a probar significa que el juzgador valore con criterio de
conciencia los medios probatorios ofrecidos por las partes, más no
la obligación de que éste le otorgue el mérito o interpretación
querida por la parte, entonces cabe señalar que el juzgador se
encuentra en la libertad de valorar los medios probatorios en
forma conjunta y con criterio de conciencia a fin de determinar si
se ha o no producido una omisión injustificada de valoración de las
pruebas aportadas al proceso; o, si por el contrario se ha producido
una interpretación de los medios probatorios desfavorable a los
intereses de la recurrente, lo que no constituiría vulneración
alguna. Asimismo se debe analizar la claridad, coherencia y
precisión en la motivación de la resolución judicial que contiene el
razonamiento que sirvió al órgano jurisdiccional para tomar su
decisión, básicamente analizar los medios probatorios que
determinarían que el recurrente es o no precario. Sétimo.- Que el
contrato de cesión de derechos de fojas doscientos cincuenta y
seis, certificado de posesión de folios doscientos ochenta y tres
otorgada por el Presidente de la Asociación de Vivienda Valle
Chillón, licencia de funcionamiento y pre habilitación urbana y la
permanencia del recurrente en posesión por más de diez años, no
genera vinculo jurídico entre el recurrente y el demandante, que
pueda justificar de alguna manera la posesión del inmueble, ni
dichos documentos constituyen reconocimiento alguno que afecte
el derecho de propiedad del demandante como titular; por tanto, al
no haberse acreditado de manera fehaciente título alguno que
justifique la posesión, el artículo 911 del Código Civil, ha sido
correctamente interpretado por las instancias de mérito, por lo que
este extremo del recurso tampoco resulta atendible. Octavo.-
Asimismo, la posesión que ejerce el demandado es precaria a la
luz del fundamento sesenta y tres literal v) del Cuarto Pleno
Casatorio: “En los casos en los que el demandado afirme haber
realizado edificaciones o modificaciones sobre el predio materia
de desalojo –sea de buena o mala fe-, no justifica que se declare
la improcedencia de la demanda, bajo el sustento de que
previamente deben ser discutidos dichos derechos en otro
proceso. Por el contrario, lo único que debe verificarse es si el
demandante tiene derecho o no a disfrutar de la posesión que
invoca, dejándose a salvo el derecho del demandado a reclamar,
lo que considere pertinente, por causa de las edificaciones o
modificaciones del predio, utilizando el procedimiento pertinente.”;
en ese sentido, conforme a la doctrina jurisprudencial vinculante,
las alegaciones del recurrente respecto de las construcciones
realizadas en el bien materia de litis, no impiden que se emita un
pronunciamiento sobre la demanda de desalojo por ocupación
precaria ni causan la imposibilidad de exigir la posesión dentro de
un proceso de desalojo. Por lo tanto, los órganos jurisdiccionales
no han incurrido en infracción normativa de la norma que el
recurrente denuncia. Noveno.- Que, el demandante ha cumplido
con acreditar la propiedad del inmueble sub litis, ha demostrado la
titularidad de su derecho sobre el inmueble cuya restitución
solicita, como propietario, por haberlo adquirido por sucesión, en
calidad de heredero forzoso de Alberto Carrillo Rodríguez, según
aparece de las copias certificadas de la copia literal de la SUNARP
e inscrito a su nombre en los Registros Públicos; por su parte, el
recurrente no ha acreditado con medios probatorios idóneos tener
título vigente que justifique la posesión que ejerce sobre el
inmueble sub litis, esto es, no ha presentado título alguno que
justifique su posesión sobre el bien. Décimo.- Que, por los
fundamentos jurídicos que anteceden, se verifica que la decisión
adoptada mediante la sentencia de revisión, cumple con el deber
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de observar la garantía constitucional debida motivación con
observancia del artículo 911 del Código Civil, es decir, los Jueces
desplegaron las acciones y las medidas judiciales necesarias para
la consecución del derecho al debido proceso, motivación de las
resoluciones judiciales y aplicación de las normas jurídicas
pertinentes, sin infracción de las mismas; por lo que los Jueces
Superiores no han incurrido en la infracción normativa denunciada;
razón por la cual, el recurso de casación debe ser desestimado en
todos sus extremos y procederse conforme a lo dispuesto en el
artículos 397 del Código Procesal Civil. 5. Decisión: A) Por estos
fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el demandado Oscar Germán Carrillo Rodríguez a
fojas setecientos setenta y uno, en consecuencia NO CASARON
la sentencia de segunda instancia de fojas setecientos veintiséis,
del ocho de setiembre de dos mil catorce, expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima. B)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Rolando Carrillo Velásquez con Oscar Carrillo Rodríguez, sobre
desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-
111
CAS. Nº 269-2015 LIMA NORTE
PRESCRIPCION ADQUISITIVA DE DOMINIO. El Juez tiene el
deber de valorar todos los medios probatorios en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada y de ser el caso disponer las
pruebas de oficio necesarias para lograr la finalidad de resolver en
justicia el conflicto de intereses. En este caso, los órganos
jurisdiccionales han dejado de valorar medios probatorios
relevantes para la solución del conflicto. Lima, doce de agosto de
dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: con los
expedientes acompañados; vista la causa con numeración
asignada: 269-2015 en esta Sede, en Audiencia Pública de la
fecha, oído el informe oral; y, emitida la votación conforme a la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.-
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto a fojas novecientos cincuenta y ocho, por Crispín
Pérez Aremana contra la sentencia de vista de fojas novecientos
cuarenta y seis, de fecha diez de octubre del dos mil catorce,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte, que, confirma la apelada de fecha diez de diciembre
de dos mil trece, obrante a fojas ochocientos veintiséis, que
declara fundada la demanda de prescripción adquisitiva y la
revoca en el extremo que dispone la cancelación de los títulos
emitidos a nombre de los anteriores propietarios y reformándolo
deja a salvo el derecho del actor para que haga valer la
independización o la división y partición, según sea el caso. 2.
ANTECEDENTES 2.1. DEMANDA: Manuel María Díaz Mego a
fojas ciento ochenta y siete, interpone demanda de prescripción
adquisitiva de dominio con fecha cinco de marzo de mil novecientos
noventa y nueve, respecto de los siguientes inmuebles: 1. Predio
01, que forma parte de uno de mayor extensión, inscrito en la
Partida Electrónica Nº 43369849 del Registro de la Propiedad
Inmueble, denominado Lote 05, Manzana 1, de la Lotización Las
Vegas, Primera Etapa, altura Km. 30.50 de la Carretera
Panamericana Norte, margen derecha de la ruta Lima-Ancón,
distrito de Puente Piedra, con un área de 1,483.95 m2; y, 2. Predio
02 que forma parte de un área mayor inscrita en la Partida
Electrónica Nº 43369849 del Registro de la Propiedad de Lima,
denominado lote 05 de la manzana 1, Lotización Las Vegas,
Primera Etapa, altura Km. 30.50 de la Carretera Panamericana
Norte, margen derecha de la ruta Lima-Ancón, distrito de Puente
Piedra, con un área de 8,243.59 m2. Mediante su escrito de
subsanación de la demanda, de fojas doscientos cinco, precisa
que el área de los inmuebles en litigio tiene una extensión total de
9,727.54 m2, correspondiendo al 49.13% del área de mayor
extensión del predio matriz según ficha de fojas ciento cincuenta y
cinco tiene un área total de 19,800 m2 Señala que desde mil
novecientos ochenta y nueve viene ejerciendo la posesión
continúa, pacífica y pública de un área de los dos predios materia
de litigio, como propietario; sin embargo, no cuenta con título
inscribible que consolide tal condición, además que en la partida
registral matriz Partida Nº 43369849 del Registro de Propiedad
Inmueble de Lima corre inscrito el área de mayor extensión dentro
del cual se encuentran los dos lotes, materia de autos. Que con
fecha veintiuno de marzo de mil novecientos ochenta y nueve,
tomó posesión de un área de 8,243.59 m2 con justo título y buena
fe al haber suscrito la Escritura Pública Imperfecta de Compraventa
por la cual el aparente propietario Gregorio Bilbao Leyva le vendió
dicho lote; sin embargo, su derecho y condición de propietario
nunca ha estado inscrito por lo que dicho título imperfecto
demuestra la buena fe de su parte en la posesión adquirida. Que
con fecha nueve de junio de mil novecientos ochenta y nueve,
tomó posesión de un área de 1,483.95 m2 con justo título y buena
fe al haber suscrito la Escritura Pública Imperfecta de Compraventa,
por la cual el aparente propietario la Empresa Café Nacional S.A.
78777
le vendía dicho lote, sin embargo, su derecho y condición de
propietario sobre esta área tampoco ha estado inscrito en el
Registro de Propiedad Inmueble de Lima. Que desde el año mil
novecientos ochenta y nueve hasta la fecha viene poseyendo
dichos inmuebles en forma continua, pacífica y pública y con justo
título por más de dieciocho años, predios en los que incluso ha
construido e instalado negocios e industrias. Que mediante
escritura pública del seis de febrero de mil novecientos noventa y
dos, formalizó con su cónyuge Blanca Costa Costa una separación
de patrimonios, mediante la cual se le asigna al actor los dos lotes
de terreno materia de litigio, motivo por el cual la acción se refiere
a un derecho personal y no a uno proveniente de la sociedad de
gananciales. Que si bien es cierto en la escritura pública celebrada
con Gregorio Bilbao Leyva no se consignó el área del terreno
materia de la venta, también es cierto que esta área es de 8,243.59
m2, lo que se verifica de la sentencia emitida por el 2º Juzgado de
Tierras de Lima en el expediente Nº 172-90, con fecha dieciocho
de octubre de mil novecientos noventa y uno, en los seguidos por
Gregorio Bilbao Leyva con Juan Thorne León y otros, sobre
retracto, mediante la cual se le declara propietario. Que por efecto
del tiempo de la posesión, y al haber adquirido este estado con
justo título y buena fe se reúnen los presupuestos contemplados
en el artículo 950 del Código Civil. 2.2. CONTESTACIÓN DE LA
DEMANDA. A fojas doscientos treinta y siete del veinte de julio del
dos mil nueve Crispín Pérez Aremana contesta la demanda y
solicita que sea declarada infundada. Que es falsa la afirmación
del actor en el sentido de que ocupaba los predios en litigio desde
mil novecientos ochenta y nueve ya que conforme a las propias
pruebas que aquél acompaña singularmente del acta de
inspección ocular en el proceso judicial Nº 172-90, tramitado ante
el Segundo Juzgado Agrario de Lima, se desprende que el ocho
de mayo de mil novecientos noventa ocupaba el predio Gregorio
Bilbao Leyva. Que mediante la sentencia dictada en dicho proceso
judicial Nº 172-90 se advierte que Bilbao Leyva recién adquiere la
calidad de propietario del predio mediante la Escritura Pública
otorgada por el Segundo Juzgado Agrario con fecha veintiséis de
octubre de mil novecientos noventa y tres, por lo que antes de
dicha fecha no era propietario por tanto no podía vender un bien
que no era suyo. Que en los Planos presentados en la demanda
se consigna el nombre no solo del actor sino también de su esposa
Margarita Costa Costa por lo que ella debe participar en la
presente demanda. Agrega que no hay ninguna prueba que
acredite la posesión sobre el predio que tiene un área de 8,243.59
m2. Que existe proceso judicial sobre mejor derecho de propiedad
Nº 204-2008 en el que se ha admitido como litisconsorte al actor y
también existe el proceso judicial Nº28718-97; sin embargo, no
ofrece como medios probatorios los antes citados procesos solo
las cédulas de notificación. A fojas doscientos ochenta y siete, el
Juez emplaza a la Sucesión de Luis Canales Aramburú mediante
edicto a fin de que se apersonen al proceso los sucesores bajo
apercibimiento de nombrársele curador procesal. A fojas
trescientos cinco, el Juez advierte que no se han apersonado al
proceso los herederos de Luis Canales, por lo que dispone
designar curador procesal de la sucesión. A fojas trescientos
treinta con fecha siete de julio del dos mil once contesta la
demanda el curador procesal de la sucesión de Luis Canales
Aramburú. Sostiene que el actor ha probado que la posesión ha
sido pacífica, pública y continúa respecto de los dos predios
materia de litigio, además de los medios probatorios se desprende
que existe justo título y buena fe. Invoca los artículos 950 y 951 del
Código Civil. 2.3 PUNTOS CONTROVERTIDOS. A fojas quinientos
cincuenta con fecha diecinueve de abril del dos mil doce se
establecen como puntos controvertidos los siguientes: 1.
Establecer si el demandante está en posesión continua, pacífica y
pública como propietario del inmueble ubicado en el Lote 5,
Manzana 1, de la Lotización Las Vegas, Primera Etapa, Altura Km.
30.50 de la Carretera Panamericana Norte, cuya área es de
9,727.54 m2. 2. Determinar de ser el caso si dicha posesión está
comprendida dentro del plazo legal que le conferiría al actor el
derecho para ser declarado propietario por prescripción
adquisitiva. 3. Determinar de ser así, si corresponde con fines
registrales independizar el área materia de usucapión del de
mayor extensión, inscrito en la Partida Nº 43369849 del Registro
de Propiedad Inmueble de Lima. A fojas quinientos ochenta y seis
corre la solicitud de litisconsorcio necesario pasivo, presentada
por Edwin Pérez Palomino, en virtud a que su fallecida madre
Segundina Palomino Pérez era copropietaria del predio en litigio,
conforme se aprecia de la ficha registral que adjunta el
demandante. A fojas quinientos noventa y cinco, el Juez resuelve
incorporar al proceso a las personas de Edwin Vidal Pérez
Palomino, Rubén Pérez Palomino, Luz Pérez Palomino, Ana Luz
Pérez Palomino y Ana María Pérez Palomino, en calidad de
litisconsortes necesarios pasivos. A fojas seiscientos treinta y siete
Edwin Vidal Pérez contesta la demanda y reproduce los mismos
argumentos de defensa que su codemandado Crispín Pérez
Aremana. 2.4 SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA A fojas
ochocientos veintiséis, con fecha diez de diciembre del dos mil
trece, el Juzgado Mixto Transitorio de Puente Piedra, Santa Rosa
y Ancón declara fundada la demanda de prescripción adquisitiva
de dominio; en consecuencia, declara que el actor ha adquirido
por prescripción los dos inmuebles en litigio, disponiendo la

78778 CASACIÓN
cancelación de los títulos emitidos a nombre de los anteriores
propietarios, para cuyo efecto deben cursarse los partes judiciales
respectivos. El Juez sustenta el fallo en el artículo 950 del Código
Civil y señala que respecto al fundamento de la demanda,
consistente en que el actor viene ocupando el bien sub litis a título
de propietario, al haberlo adquirido por compraventa, se tiene que
tal afirmación se encuentra sustentada en el mérito de las copias
certificadas del proceso judicial Nº 172-90, seguido por Gregorio
Bilbao Leyva contra Urbanizadora Puente Piedra Thorne y Cía.
S.C.R. y Luis Canales Aramburú, obrante de fojas noventa a
ciento treinta y ocho, la que en su oportunidad fue declarada
fundada, y tiene la calidad de cosa juzgada, conforme al artículo
139 inciso 2 de la Constitución Política, lo que se encuentra
corroborado con las copias legalizadas de las escrituras públicas
de fecha veinte de marzo de mil novecientos ochenta y nueve y
nueve de junio de mil novecientos ochenta y nueve, de folios
veinte a treinta, de los que se verifica que el actor adquirió de
Gregorio Bilbao Leyva y de la Empresa Café Nacional S.A. los
inmuebles materia de litis; asimismo, del acta de audiencia de
pruebas en la cual se han actuado las declaraciones testimoniales
de Alfonso Ramos Gonzales, Mary Tamayo Pimentel y Marino
Espinoza Miguel, quienes en forma coherente han manifestado
que el actor viene ocupando el bien desde el año mil novecientos
ochenta y nueve hasta la fecha. Que los bienes materia de
prescripción son dos, identificados como predio 1 y predio 2,
además no existe resolución judicial alguna que indique que el
contrato de compraventa suscrito por el actor haya sido declarado
nulo. El Juez enfatiza que si bien en la Ficha Literal de fojas ciento
sesenta y dos obra la inscripción de una medida cautelar de
anotación de demanda dictada en el proceso judicial seguido por
Crispín Pérez Aremana contra Luis Canales Aramburu y otros,
sobre nulidad de contratos y otros; sin embargo, esta parte no ha
acreditado de forma alguna que en dicho proceso judicial se haya
comprendido también al demandante Manuel Díaz Mego, por lo
que no puede enervar los fundamentos de la demanda. Finalmente,
concluye que el término de la prescripción adquisitiva no se ha
interrumpido en lo absoluto. 2.5. RECURSO DE APELACIÓN:
Que a fojas ochocientos treinta y nueve, con fecha diecisiete de
enero del dos mil catorce, Crispin Pérez Aremana y Edwin Pérez
Palomino interponen recurso de apelación argumentando lo
siguiente: a. Que, en el acta de inspección ocular de fecha ocho de
mayo de mil novecientos noventa y uno, practicada en el
expediente Nº 172-90, del 2º Juzgado Agrario de Lima, se constata
que el ocupante del predio era Gregorio Bilbao Leyva y no el actor,
lo que no se toma en cuenta para el cómputo del plazo. b. Que el
demandante firmó una Escritura Pública imperfecta con Gregorio
Bilbao Leyva, quien le transfiere la propiedad; sin embargo, dicha
persona recién fue propietaria el veintiséis de octubre de mil
novecientos noventa y tres, por escritura pública otorgada por el
Segundo Juzgado Agrario de Lima. c. Que en las declaraciones
juradas, recibos de luz y agua presentados por el actor no está
incluido el terreno de 8,243.59 m2 que reclama. d. Que no se ha
tomado en cuenta los procesos judiciales Nº 26718-97, sobre
reivindicación, y 204-98 sobre mejor derecho de propiedad, en los
cuales el actor ha sido considerado como demandado, por lo que
el plazo de prescripción se ha interrumpido al ser comprendido en
dichos procesos. 2.6 SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA. A
fojas novecientos cuarenta y seis, su fecha diez de octubre del dos
mil catorce, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte, confirma la sentencia apelada, del diez de
diciembre de dos mil trece, en el extremo que declara fundada la
demanda de prescripción adquisitiva de dominio y la revoca en el
extremo que dispone la cancelación de los títulos emitidos a
nombre de los anteriores propietarios; reformándola dejaron a
salvo el derecho del actor para que haga valer la independización
o la división y partición, según sea el caso. Se sustenta en lo
siguiente: Que la posesión continua, pacífica y pública del
demandante como propietario, se acredita con las instrumentales
de folios veintisiete a treinta y veintiuno a veintisiete, contratos de
compraventa de los predios 1 y 2, respectivamente, así como con
el pago de los tributos correspondientes. Que el transferente del
actor, Gregorio Bilbao, recién fue propietario el veintiséis de
octubre de mil novecientos noventa y tres; que la pretensión se
basa justamente en la imperfección del título que alega el actor,
pues en el presente proceso no se discute la adquisición de la
propiedad por transferencia onerosa, sino por la posesión ejercida
por el actor. Que mediante la escritura pública del veintiuno de
marzo de mil novecientos ochenta y nueve, Gregorio Bilbao Leyva
se obligó a transferir el inmueble al actor y si bien dicha
transferencia no ha podido ser inscrita, si está acreditado que se
produjo la transferencia de la posesión del inmueble, materia de la
compraventa, según se verifica del formulario HR de mayo de mil
novecientos noventa y ocho, (de fojas treinta y nueve a cuarenta y
cuatro) en el cual se indica que Gregorio Bilbao firma su descargo
del padrón de contribuyentes a favor de María Díaz Mego, por un
área de 8,245 m2. Que Gregorio Bilbao Leyva ha obtenido
sentencia favorable en el proceso de retracto, respecto al referido
predio en el Expediente Nº 172-90, del Juzgado de Tierras de
Lima, como se ve de fojas ciento cuatro a ciento ocho, por lo que,
la transmisión de la posesión efectuada por tal persona al actor
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
resulta válida; en tal virtud, resulta de aplicación el artículo 898 del
Código Civil, según el cual el poseedor puede adicionar a su plazo
posesorio el de aquél que le transmitió válidamente el bien, y en tal
sentido, la Sala concluye que el plazo posesorio del actor empieza
desde mil novecientos setenta y ocho, esto es, treinta y un años a
la fecha de interposición de la demanda. Por ello, no resulta
relevante el argumento de apelación que en el año mil novecientos
noventa y uno se constató que el ocupante del predio era Gregorio
Bilbao y no el demandante. Respecto al argumento de que no se
ha tomado en cuenta los procesos judiciales Nº 28718-97, sobre
reivindicación, y Nº 204-08, sobre mejor derecho de propiedad, se
verifica que los apelantes no han ofrecido como prueba el mérito
de dichos expedientes, menos aun se ha observado el artículo 240
del Código Procesal Civil, concordante con el artículo 425 inciso 6
del mismo cuerpo legal, ya que solo se ofrece copias de los
reportes que no acreditan que tales procesos se refieran a los
inmuebles que son materia de autos o que el actor haya sido
demandado en ellos. La Sala concluye así, que si bien la sentencia
es inscribible no corresponde cancelar los asientos registrales a
favor de los antiguos dueños, en razón a que se trata de un
inmueble dentro de otro de mayor extensión, por lo que debe
tramitarse la independización o la división o partición. 3.-
CAUSALES POR LAS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, por resolución de fecha veinticinco de marzo del dos mil
quince, ha declarado procedente el recurso de casación por las
causales de: infracción normativa por aplicación indebida e
inaplicación de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado, 97 del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 122 incisos 3 y 4 y 194
del Código Procesal Civil, así como la infracción normativa de
los artículos 1996 inciso 3 y 953 del Código Civil. 4. MATERIA
JURÍDICA EN DEBATE Determinar si la decisión judicial dictada
por la Sala Superior ha infringido el derecho al debido proceso y el
deber de motivación reconocidos en el artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución así como la infracción normativa de los artículos
923 y 927 del Código Civil al haberse emitido pronunciamiento sin
valorar todos los medios probatorio ni hacer uso de la facultad
probatoria del Juez para tener a la vista los procesos judiciales
seguidos por las partes respecto del bien materia sub litis. 5.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE ESTA SALA SUPREMA.
Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de casación se
ha declarado procedente por la causal de infracción normativa por
vicios in iudicando e in procedendo según las denuncias del
recurso y, ahora, al atender sus efectos, es menester realizar,
previamente, el estudio y análisis de la causal referida a las
infracciones procesales, (de acuerdo al orden precisado en la
presente resolución y conforme al recurso interpuesto), dados los
alcances de la decisión, pues en caso de ampararse la misma,
esto es, si se declara fundada la Casación por la referida causal,
deberá reenviarse el proceso a la instancia de origen para que
proceda conforme a lo resuelto, quedando sin objeto pronunciarse
respecto a la causal de infracción de normas materiales. En
efecto, ha precisado el casacionista que su pedido casatorio es
anulatorio y/o revocatorio; ello en observancia de lo dispuesto en
el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por Ley número 29364, que exige: “(...) indicar si el pedido
casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio, se
precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará hasta
donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará
en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el recurso
contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el anulatorio como
principal y el revocatorio como subordinado”. Segundo.- Que,
existe infracción normativa cuando la resolución impugnada
padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica, ratio decidendi,
en el que incurre el juzgador, perjudicial para la resolución de la
controversia y nocivo para el sistema jurídico, que se debe
subsanar mediante las funciones del recurso de casación.
Tercero.- Que respecto a la denuncia de carácter procesal
formulada por el recurrente es menester indicar que el Derecho al
Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, comprende a su vez, entre otros
derechos, el de obtener una resolución fundada en derecho,
mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales
expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con
mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los
determinaron, norma que resulta concordante con lo preceptuado
por el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil y el
artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Del mismo modo
debe precisarse que la exigencia de la motivación suficiente
prevista en el inciso 5 del referido artículo garantiza que el
justiciable pueda comprobar que la solución del caso concreto
viene dada por una valoración racional de los elementos fácticos y
jurídicos relacionados al caso y no de una arbitrariedad por parte
del juez; de allí que una resolución que carezca de motivación
suficiente no sólo vulnera las normas legales citadas, sino también
principios de rango constitucional. Cuarto.- Que, en similar
perspectiva, el derecho a la prueba ha sido desarrollado por el
Tribunal Constitucional en la sentencia número 04831-2005-HC/
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
TC en la cual se ha precisado lo siguiente: “El derecho fundamental
a la prueba tiene protección constitucional, en la medida en que se
trata de un contenido implícito del derecho al debido proceso,
reconocido en el artículo 139º, inciso 3, de la Constitución. En este
sentido, una de las garantías que asisten a las partes del proceso
es la de presentar los medios probatorios necesarios que
posibiliten crear convicción en el juzgador sobre la veracidad de
sus argumentos”. Así también, en la sentencia recaída en el
expediente número 6712-2005-HC/TC, el propio Tribunal en el
fundamento jurídico décimo quinto, señala: “El derecho
constitucional a probar, aunque no es autónomo, se encuentra
orientado por los fines propios de la observancia o tutela del
derecho al debido proceso. Constituye un derecho básico de los
justiciables de producir la prueba relacionada con los hechos que
configuran su pretensión o su defensa. Según este derecho, las
partes o un tercero legitimado en un proceso o procedimiento,
tienen el derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad
de acreditar los hechos que configuran su pretensión o defensa.”
Asimismo, resulta pertinente señalar que nuestro ordenamiento
procesal ha considerado que el Juez tiene la facultad para actuar
medios probatorios de oficio, la que es complementaria de la
actividad desplegada por las partes, conforme se advierte del
contenido expresado en el artículo 194º del Código Procesal Civil.
Quinto.- Que, conforme a los términos de la demanda, el conflicto
de intereses radica en determinar si corresponde declarar al
demandante propietario del inmueble sub litis (por estar en
posesión del mismo en forma continua, pacífica y pública, como
propietario durante doce años), por prescripción extraordinaria
(larga), asumiendo que a su posesión se le sume el plazo
posesorio del anterior posesionario, Gregorio Bilbao Leyva.
Sexto.- Que, al respecto el casacionista en su escrito de
contestación de la demanda, alegó, entre otras cosas, que se
había interrumpido el plazo prescriptorio para usucapir el bien por
parte del actor perdiendo la pacificidad en la posesión, al existir los
procesos judiciales número 26718-97 sobre reivindicación y
Nro.204-98 sobre mejor derecho de propiedad en los cuales el
demandante había sido considerado como emplazado. Sétimo.-
Que, en ese orden de ideas, debe tenerse presente que el derecho
a la prescripción adquisitiva de dominio requiere elementos como:
a) la continuidad de la posesión, b) la posesión pacífica, c) la
posesión pública y d) como propietario. Que la instancia de mérito
ha declarado que en el caso materia de litis se han acreditado
tales requisitos; empero, los órganos jurisdiccionales de mérito
para valorar el requisito de pacificidad no han tenido a la vista los
referidos procesos judiciales a los que se refiere reiteradamente el
emplazado Crispín Pérez Aremana, desde su escrito de
contestación de la demanda y medios impugnatorios de apelación
y de casación, materia de análisis. Octavo.- Que, de lo analizado
se concluye que los órganos jurisdiccionales han resuelto con
autos diminutos, pues no han tenido a la vista los expedientes
judiciales seguidos por ambas partes; o, por lo menos copias
certificadas de las principales piezas procesales de los mismos, lo
que resulta necesario e indispensable para emitir un adecuado
pronunciamiento sobre la presente controversia, haciendo uso de
las facultades que le confiere el artículo 194 del Código Procesal
Civil, el que autoriza la obtención de medios de prueba que
resulten gravitantes y sustanciales para la dilucidación de la
controversia, cuando advierta que los ofrecidos por las partes
sean insuficientes; empero hubieren sido reseñados por las
partes, como ocurre en el presente caso, como se tiene analizado.
Noveno.- Que, en este orden de ideas, esta Suprema Sala llega a
la conclusión que al expedirse la resolución impugnada se ha
infringido la disposición prevista por el artículo 194 del Código
Procesal Civil, en tal sentido corresponde anular la sentencia de
vista y la apelada, a fin de que proceda a emitir nuevo
pronunciamiento acorde con lo que ha sido materia de análisis en
la presente resolución suprema. 6. DECISIÓN: A) Por tales
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto por el inciso 2.3
del artículo 396 del Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO
el recurso de casación interpuesto a fojas novecientos cincuenta y
ocho por Crispín Pérez Aremana, en consecuencia NULA la
sentencia de vista de fojas novecientos cuarenta y seis, su fecha
diez de octubre de dos mil catorce; e INSUBSISTENTE la
sentencia apelada de fojas ochocientos veintiséis, su fecha diez
de diciembre de dos mil trece. B) ORDENARON: que el Juez de la
causa emita nueva resolución teniendo presente las
consideraciones de la presente resolución. C) DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Manuel María Díaz
Mego con Crispín Pérez Aremana con otros, sobre prescripción
adquisitiva de dominio; y los devolvieron. Interviene como ponente
la señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-112
CAS. Nº 285-2015 JUNÍN
REIVINDICACIÓN. Motivación insuficiente. Existe motivación
insuficiente cuando no existe el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada; lo cual se
78779
ha configurado en las sentencias de mérito. Const. 139, incisos 3
y 5. CPC. 122, inciso 3. Lima, veintiséis de agosto de dos mil
quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa
doscientos ochenta y cinco - dos mil quince, en audiencia pública
llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a
ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En
el presente proceso de reivindicación, el demandante Alejandro
Soto Guinea ha interpuesto recurso de casación de folios ciento
noventa y nueve, contra la sentencia de vista de fecha treinta de
setiembre de dos mil catorce, de folios ciento ochenta y dos,
dictada por la Sala Mixta Itinerante La Merced – Huancayo de la
Corte Superior de Justicia de Junín, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha cinco de marzo de dos mil catorce, de
folios ciento cuarenta, que declara infundada la demanda
interpuesta contra Primitivo Llacchuarimay Mendevil. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veintiuno de agosto de dos mil doce, de folios treinta y uno,
subsanado a folios setenta y nueve, Alejandro Soto Guinea
interpone demanda de reivindicación, señalando como pretensión
que: Se ordene la reivindicación del inmueble ubicado en el Lote
No. 01, Mz “P”, Asentamiento Humano José Carlos Mariátegui,
Distrito de Pichanaki, Provincia de Chanchamayo, Departamento
de Junín, de 200 metros cuadrados, e inscrito en la Partida
Electrónica No. 11048965 del Registro de Propiedad de la Oficina
Registral de Satipo. Alega como sustento de su pretensión que: a)
Adquirió el inmueble sub litis mediante Título de Propiedad No.
096 de de fecha dieciocho de julio de mil novecientos noventa,
otorgado por la Municipalidad Distrital de Pichanaki, e inscrito en
la Partida Electrónica No. 11048965; b) El demandado en forma
ilegal y arbitraria ha ingresado a ocupar el bien de su propiedad y
a la fecha se encuentra en posesión activa sobre el total del área;
y, c) Pese a los constantes requerimientos realizados, el
demandado no ha cumplido con restituirle el inmueble sub litis. 2.
CONTESTACIÓN: El demandado Primitivo Llacchuarimay
Mendevil, contesta la demanda a folios ochenta y tres, alegando
que: a) El inmueble pertenece en copropiedad a María Margarita
Janampa y Alejandro Soto Guinea., no encontrándose
independizado, por lo que no se sabe que parte del 100% le
corresponde al demandante; b) La copropietaria María Margarita
Janampa le transfirió el bien sub litis mediante documento de
transferencia de lote de vivienda con fecha tres de mayo de mil
novecientos noventa y cinco; y, c) Ha realizado construcciones de
buena fe, por lo que corresponde aplicar el artículo 941 del Código
Civil. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinó como punto
controvertido el siguiente: Determinar si corresponde reivindicar a
favor del demandante el inmueble materia de litis, cuyas
características se encuentran detalladas en la Partida No.
11048965 del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Satipo. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Culminado el trámite correspondiente, la Juez mediante sentencia
de fecha cinco de marzo de dos mil catorce, de folios ciento
cuarenta, declaró infundada la demanda, considerando que: a) El
actor acredita su condición de copropietario con María Margarita
Janampa Chaupis con el Título de Propiedad otorgado por la
Municipalidad Distrital de Pichanaki, inscrito en la Partida
Electrónica Nº 11048965 de la Oficina Registral de Satipo; b) Sin
embargo, dicha copropietaria ha enajenado la totalidad del bien a
favor del demandado, mediante contrato de compraventa de fecha
tres de mayo de mil novecientos noventa y cinco; c) No es materia
de discusión en este proceso la validez del precitado contrato; y, d)
Por tanto, el demandante no puede pretender la reivindicación del
bien, cuyo dominio ha pasado a manos de terceros por actos de
disposición de la copropietaria, más aún si sólo es propietario del
cincuenta por ciento del mismo. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha veinticuatro de marzo de
dos mil catorce, de folios ciento cuarenta y ocho, el demandante
Alejandro Soto Guinea, interpuso recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando que: a) No se ha tenido
en cuenta que su copropietaria transfiere la posesión del bien a
favor del demandado, sin tener titularidad para disponerlo en su
totalidad; b) Se ha vulnerado el debido proceso y el derecho de
copropiedad; y, c) Se atenta contra sus interés económicos. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el demandante, la
Sala Mixta Itinerante La Merced – Huancayo de la Corte Superior
de Justicia de Junín, mediante sentencia de vista de fecha treinta
de setiembre de dos mil catorce, de folios ciento ochenta y dos,
confirmó la sentencia de primera instancia, señalando que: No ha
surgido ningún cuestionamiento respecto al contrato de
compraventa celebrado entre la copropietaria María Janampa
Chaupis y el demandado con fecha tres de mayo de mil
novecientos noventa y cinco, por lo que éste ostenta el derecho de
copropiedad sobre el inmueble conjuntamente con el demandante.
III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veinticinco de marzo de dos mil quince,
obrante a fojas treinta y nueve del respectivo cuaderno formado,
ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el
demandante Alejandro Soto Guinea, por la infracción normativa
de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del

78780 CASACIÓN
Estado; I del Título Preliminar, 50 inciso 6, 122 inciso 3 del
Código Procesal Civil; 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; y 979 del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los argumentos
expuestos durante el transcurso del proceso, así como en el
recurso de casación, la controversia gira en determinar si
corresponde ordenar la reivindicación del inmueble ubicado en el
Lote No. 01, Mz “P”, Asentamiento Humano José Carlos
Mariátegui, Distrito de Pichanaki, Provincia de Chanchamayo,
Departamento de Junín, de 200 metros cuadrados, e inscrito en la
Partida Electrónica No. 11048965 del Registro de Propiedad de la
Oficina Registral de Satipo, a favor del demandado, quien alega
ser el propietario del mismo. Segundo.- Que, habiéndose
declarado procedente el recurso de casación por normas
procesales así como normas materiales, corresponde en primer
término efectuar el análisis sobre la existencia del error procesal,
toda vez que, de resultar fundada la denuncia en dicho extremo,
dada su incidencia en la tramitación del proceso y su efecto
nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto
de la infracción normativa material, referida al derecho
controvertido en la presente causa. Tercero.- Que, al respecto,
resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución
Política del Estado ha establecido como un derecho relacionado
con el ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el
Tribunal Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que
significa la observancia de los principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la
Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006,
fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, bajo dicho
contexto, se advierte que el juez de la causa y el Colegiado
Superior han declarado infundada la demanda, bajo el argumento
consistente en que el demandante Alejandro Soto Guinea y doña
María Margarita Janampa Chaupis eran copropietarios del
inmueble materia de litigio, por lo que al haber vendido dicha
copropietaria el referido inmueble en su totalidad al demandado
Primitivo Llacchuarimay Mendivil, mediante contrato de
compraventa de fecha tres de mayo de mil novecientos noventa y
cinco, cuya nulidad no ha sido declarada judicialmente, el
demandante no puede solicitar la restitución del mismo, más aún
si el demandante y el demandado serían copropietarios de todo el
inmueble. Sin embargo, las instancias de mérito omiten tener en
cuenta que conforme al artículo 220 del Código Sustantivo, el juez
puede declarar de oficio la nulidad del acto jurídico que resulte
manifiesta; por lo que al tratarse el presente proceso de uno de
reivindicación, tramitado en la vía de conocimiento, corresponde al
a quo determinar si el contrato de compraventa de fecha tres de
mayo de mil novecientos noventa y cinco antes descrito, adolece
de alguna de las causales de nulidad de acto jurídico previstas en
el artículo 219 del mismo Código, a efecto de establecer en
consecuencia, si corresponde o no ordenar la reivindicación del
inmueble sub litis a favor del demandante, atendiendo a que a
través de dicho contrato se ha efectuado la transferencia del
ciento por ciento de acciones y derechos del inmueble en mención.
Sétimo.- Que, asimismo, corresponde que el juez de mérito
determine si las edificaciones advertidas en la inspección judicial
de folios ciento veintiuno, han sido realizadas de buena o mala fe
por parte del demandado, a efecto de dilucidar si corresponde
aplicar lo establecido en el artículo 941, o en su defecto en el
artículo 943 del Código Civil, en tanto el primero de éstos artículos
ha sido invocado en el escrito de contestación a la demanda; en
consecuencia, se colige que las sentencias de mérito adolecen de
motivación insuficiente conforme a lo expresado en el quinto
considerando de la presente resolución. Octavo.- Que, las
omisiones advertidas en la fundamentación de la instancia de
mérito, afectan la garantía y principio no sólo del debido proceso y
la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de motivación de las
resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º
de la Constitución Política del Estado, respectivamente, que
encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del
Código Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las
resoluciones judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en
éstas se respeten los principios de jerarquía de las normas y
congruencia, así como que contengan los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia,
corresponde declarar la nulidad de las sentencias de mérito y
disponer que el Juez de la causa emita nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. Noveno.- Que, en consecuencia, habiéndose
amparado el agravio de error in procedendo propuesto en el
recurso de casación, referido a la infracción del artículo 139 inciso
5 de la Constitución Política del Estado, que amerita la nulidad de
la sentencia de mérito, conforme a lo previsto en el artículo 171º
del Código Procesal Civil, carece de objeto emitir pronunciamiento
en torno a las demás causales denunciadas. V. DECISION: Por
estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el demandante Alejandro Soto Guinea de folios
ciento noventa y nueve; en consecuencia NULA la sentencia de
vista de fecha treinta de setiembre de dos mil catorce, de folios
ciento ochenta y dos, e INSUBSISTENTE la apelada de fecha
cinco de marzo de dos mil catorce, de folios ciento cuarenta,
ORDENARON que el Juez Civil Transitorio La Merced de la Corte
Superior de Justicia de Junín emita nuevo fallo, conforme a las
directivas de la presente ejecutoria suprema DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos contra Primitivo
Llacchuarimay sobre reivindicación; y los devolvieron; interviniendo
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-113
CAS. 337-2015 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, dieciséis de
octubre de dos mil quince. VISTOS; Con el mérito de la razón del
secretario de esta Suprema Sala Civil Permanente, del veintiocho
de setiembre de dos mil quince, a través de la cual informa sobre
el cumplimiento de lo dispuesto mediante la resolución del seis
de mayo de dos mil quince, de fojas setenta y siete del cuaderno
de casación; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede
a calificar el recurso de casación interpuesto por la empresa
Vilcapoma Sociedad Anónima, de fojas mil ciento sesenta y
cinco, contra la sentencia de vista de fojas setecientos sesenta
y cinco, del veinte de agosto de dos mil catorce, que confirma
la sentencia apelada de fojas cuatrocientos setenta y uno, del
treinta de abril de dos mil trece, que declara fundada la demanda;
en consecuencia, declara propietarios a los demandantes del
predio materia de litis; y, contra la Resolución de fecha dieciséis
de diciembre de dos mil catorce, de fojas mil cuarenta y cinco,
que declara improcedente el pedido de intervención en calidad
de litisconsorte necesario de la empresa Vilcapoma Sociedad
Anónima. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de
los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de
la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así,
es obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar
las agravios que denuncia a las causales que para la referida
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar
las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos incurridos en
que incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido y a fin de garantizar el derecho
a un debido proceso, principio constitucional previsto en nuestra
Constitución Política del Perú, se procederá a verificar si el recurso
de casación de fojas mil ciento sesenta y cinco cumple con los
requisitos de admisibilidad y procedencia que prevé el artículo 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364. Respecto a los requisitos de admisibilidad, se advierte
que éstas exigencias se cumple, toda vez que se interpone: i)
Contra la resolución expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso, teniendo en cuenta que
se denegó al impugnante su intervención al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma; y,
iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, no resulta exigible el inciso 1 del referido
artículo, ya que la solicitud del impugnante para que se le incluya
como litisconsorte necesario en el presente proceso fue con fecha
posterior a la expedición de la sentencia de primer grado. Quinto.-
Que, la recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a
cuyo efecto denuncia: Infracción normativa correspondiente a
su intervención y legitimidad para obrar. Sostiene que de la
Escritura Pública del Contrato de Cesión de Derechos de fecha
dos de diciembre de dos mil catorce celebrado con Eugenia Flores
Pastor, se aprecia que a la recurrente le asiste legitimidad para
intervenir como sucesora procesal de la tercera coadyuvante, ya
que la decisión definitiva también va a repercutir en la acreencia
que tiene inscrita en los Registros Públicos. Respecto al tema de
fondo, señala que al convalidar requisitos incompletos para los
fines de una demanda de judicial, se estaría desnaturalizando el
proceder de la administración de justicia, ya que presentar una
memoria descriptiva que no cumple con la información solicitada
por ley, generaría un nefasto precedente judicial. Sexto.- Que
respecto a la denuncia descrita en el considerando precedente,
se advierte que la impugnante no cumple con describir con
claridad y precisión la infracción normativa en que se habría
incurrido, ni demuestra la incidencia de dicha infracción sobre la
decisión impugnada, incumpliendo así con los requisitos exigidos
por el artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil; por
78781
consiguiente, debe declararse la improcedencia del recurso de
casación interpuesto, conforme lo dispone el artículo 392 del citado
artículo. Sétimo.- Que, sin perjuicio de lo anterior, cabe señalar
que la instancia de mérito desestimó la solicitud del impugnante
para que se le incorpore al proceso como litisconsorte necesario
en reemplazo de la tercera coadyuvante Eugenia Flores Pastor,
bajo el fundamento que la intervención de ésta fue para colaborar
en la defensa de la parte demandada. De otro lado, se puede
advertir que de haberse estimado la solicitud del impugnante, ello
no influiría en lo resuelto por las instancias de mérito, quienes han
concluido que los demandantes en virtud al contrato de compra
venta de fecha diecisiete de febrero de mil novecientos noventa
y ocho adquirieron el inmueble materia de litis; por consiguiente,
al ejercer éstos con justo título y buena fe la posesión continua,
pacífica y pública como propietarios durante cinco años, adquirieron
la propiedad del inmueble materia de prescripción, de conformidad
con lo previsto en el artículo 950 parte in fine del Código Civil.
Siendo así y en cumplimiento con lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la empresa Vilcapoma Sociedad
Anónima, de fojas mil ciento sesenta y cinco, contra la sentencia
de vista de fojas setecientos sesenta y cinco, del veinte de agosto
de dos mil catorce y la Resolución de fecha dieciséis de diciembre
de dos mil catorce, de fojas mil cuarenta y cinco; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Manuel Jesús
Villegas Timana y otra con Maximiliano Munares Cusi y otra, sobre
prescripción adquisitiva de dominio; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CLADERÓN PUERTAS C-1392274-
114
CAS. 337-2015 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, dieciséis de
octubre de dos mil quince. VISTOS; con el mérito de la razón del
secretario de esta Suprema Sala Civil Permanente, del veintiocho
de setiembre de dos mil quince, a través de la cual informa
sobre el cumplimiento de lo dispuesto mediante la resolución
del seis de mayo de dos mil quince, de fojas setenta y siete del
cuaderno de casación; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por el
demandado Maximiliano Munares Cusi, de fojas mil noventa y
seis, contra la sentencia de vista de fojas setecientos sesenta y
cinco, del veinte de agosto de dos mil catorce, que confirma la
sentencia apelada de fojas cuatrocientos setenta y uno, del treinta
de abril de dos mil trece, que declara fundada la demanda; en
consecuencia, declara propietarios a los demandantes del predio
materia de litis. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines
de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal de la justiciable recurrente saber
adecuar las agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación de fojas mil noventa y seis, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sexta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso;
ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto por
ley; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo. Cuarto.-
Que, al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en
los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, se verifica que el nombrado
casacionista satisface el primer requisito, previsto en el inciso 1
del referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia de
primera instancia que le fue desfavorable a sus interés. Quinto.-
Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a
cuyo efecto denuncia: A) Que la infracción normativa consiste
en que la Sala Superior no ha considerado sus argumentos
expuestos en su recurso de apelación contra la sentencia de

78782 CASACIÓN
primera instancia. Sostiene que el juez de primera instancia no
ha precisado la fecha exacta en que se da inicio a los cinco años
de posesión de los demandantes como propietarios; que en el
acta de actuación de pruebas de fecha diecinueve de mayo de
dos mil uno, aparece que la declaración de los testigos han sido
de favor; no siendo revisados por la Sala Superior. Que a la fecha
de interpuesta la demanda, los demandantes solo tenían un año
ocupando el inmueble sub litis. Las instancias de mérito no han
evaluado si los demandantes cumplieron con lo dispuesto en el
artículo 505 del Código Procesal Civil. En la memoria descriptiva
aparece que el inmueble es solo un terreno sin construir, sin
embargo en la inspección judicial se aprecia que en el inmueble
existen construcciones; que existe con anterioridad a la demanda
de prescripción varios procesos judiciales pendientes de resolver,
entre ellos, un proceso de ejecución de garantía, hecho que no ha
sido analizado por el juez de la causa. B) Infracción normativa
del artículo 139 numeral 20 de la Constitución Política del
Perú. Alega que la Sala Superior no ha efectuado una debida y
adecuada revisión de la sentencia de primera instancia, ante el
incumplimiento de los demandantes, respecto a los requisitos para
interponer la demanda de prescripción adquisitiva de dominio.
Sexto.- Que respecto a la denuncia contenida en el acápite
A), se advierte que el impugnante además de no cumplir con
describir con claridad y precisión la infracción normativa en que
se habría incurrido, no cumple con demostrar la incidencia de
dicha infracción sobre la decisión impugnada; por consiguiente,
al incumplirse lo dispuesto en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, corresponde desestimar este extremo
denunciado, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 392 del
citado Código. A mayor abundamiento, se ha determinado en
autos, que los demandantes en mérito al contrato de compra venta
de fecha diecisiete de febrero de mil novecientos noventa y ocho
adquirieron el inmueble materia de litis; por consiguiente, al ejercer
éstos con justo título y buena fe la posesión continua, pacífica y
pública como propietarios durante cinco años, adquirieron la
propiedad del inmueble materia de prescripción, de conformidad
con lo previsto en el artículo 950 parte in fine del Código Civil.
Sétimo.- Que en cuanto a la denuncia contenida en el acápite
B), no resulta cierto que la sentencia de vista carezca de una
debida motivación, pues la decisión adoptada por la Sala Superior
se encuentra debidamente sustentada con los respectivos
fundamentos de hecho y de derecho, los cuales resultan ser
claros y precisos en relación a los agravios denunciados por el
impugnante a través de su recurso de apelación contra la sentencia
expedida por el juez de primer grado. Octavo.- Finalmente, en
cuanto al escrito de fojas mil ciento sesenta y cinco, presentado
por el impugnante el nueve de enero de dos mil quince (ampliación
del recurso de casación), no resulta atendible, toda vez que el
recurso de casación es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil; máxime si se tiene en cuenta lo señalado en el
sexto considerando de la presente resolución. Noveno.- Por los
fundamentos expuestos precedentemente, se puede concluir que,
al no cumplirse con todos los requisitos exigidos por el artículo
388 del Código Procesal Civil, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación interpuesto en todos sus extremos, de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Siendo así y en cumplimiento con lo previsto en el artículo
392 del Código Procesal Civil: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandado Maximiliano
Munares Cusi, de fojas mil noventa y seis, contra la sentencia
de vista de fojas setecientos sesenta y cinco, del veinte de agosto
de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Manuel Jesús Villegas Timana y otra con
Maximiliano Munares Cusi y otra, sobre Prescripción Adquisitiva
de Dominio; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRIGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERON PUERTAS C-1392274-115
CAS. Nº 358-2015 LIMA
INFRACCION A LA LEY PENAL CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL.
Motivación insuficiente. Existe motivación insuficiente cuando
no existe el mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada; lo cual se ha configurado en
las resoluciones de mérito. Const. 139, inciso 5. CPC. 122, inciso
3. Lima, ocho de setiembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa trescientos cincuenta y ocho - dos mil
quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida
la votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de infracción
a la ley penal, el Ministerio Públicoha interpuesto recurso de
casación de folios ciento cincuenta y uno, contra la resolución de
vista de fecha uno de diciembre de dos mil catorce, de folios ciento
veintidós, dictada por laSegunda SalaEspecializada de Familia de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la resolución
de primera instancia de fecha veintinueve de enero de dos mil
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
catorce, de folios ochenta y ocho, que declara no ha lugar a
promover acción judicial para dictar medidas de protección
solicitada por el Ministerio Público al menor Alex Jesús Quiñones
Saavedra, por ser inimputable a la fecha de comisión del acto
ilícito y aunado a que se encuentra bajo el cuidado y protección de
sus padres. II. ANTECEDENTES: 1. DENUNCIA: Mediante
escrito de fecha veinticuatro de enero de dos mil catorce, de folios
ochenta y cuatro, la Fiscal de la Décimo Cuarta Fiscalía Provincial
de Familia de Lima, formaliza denuncia de infracción a la ley penal
contra la libertad sexual, en la modalidad de actos contra el pudor
en agravio de la menor Sofía Josmayra Alvarado Pérez de cuatro
años de edad, contra el menor Alex Jesús Quiñones Saavedra de
diez años de edad, señalando como pretensión que:Se brinde
medida de protección a favor del menor supuesto infractor Alex
Jesús Quiñones Saavedra. Alega como sustento de su denuncia
que: a) El veintidós de setiembre de dos mil trece, María del
Carmen Pérez Flores presentó una denuncia por la presunta
infracción a la ley penal contra la libertad sexual en su modalidad
de actos contra el pudor contra el niño Alex Jesús Quiñones
Saavedra de diez años de edad en agravio de la niña Sofía
Josmayra Alvarado Pérez de cuatro años de edad; b) El treinta de
octubre de dos mil trece, fue entrevistada en la Cámara de
Entrevista Única del Instituto de Medicina Legal la niña Sofía
Josmayra Alvarado Pérez en la investigación por actos contra el
pudor en su agravio, habiendo ésta señalado que su amigo a
quien identifica como “Ale” le hizo tocamientos en su vagina y en
su parte anal, lo cual ocurrió en la casa de su amigo “José”; c) La
pericia psicológica número doce guión dos mil catorce guión PSC,
señala. “la menor a la fecha de la evaluación psicológica, no
presenta indicadores significativos de afectación emocional en el
área psicosexual; debido a que teniendo en cuenta la edad
cronológica de la menor, ésta, aún no logra establecer una
valoración de los hechos narrados durante la entrevista en la
cámara Gesell; debido a que no se ha encontrado sintomatología
de afectación compatible a los hechos motivo de denuncia”;
siendo que si bien no se aprecia afectación en la menor como
consecuencia de los hechos denunciados, debe tenerse en cuenta
la ocurrencia de los mismos, no existiendo razón para pensar que
una niña de su edad haya ideado una situación así y acuse sin
razón al niño; d) El doce de noviembre de dos mil trece, la madre
de la supuesta menor agraviada, se presentó manifestando que
una vecina le había referido que el niño con su pene afuera de sus
prendas de vestir, había arrinconado a su hija en un callejón,
frotándose en el cuerpo de la niña, siendo que al preguntarle a su
hija cuántas veces ocurrieron tales hechos, ésta manifestó que en
varias oportunidades; e) El menor Alex Jesús Quiñones Saavedra
en su declaración policial niega los hechos, señalando que ni
siquiera juega con la supuesta agraviada; y, f) Teniendo en cuenta
que el supuesto infractor tiene menos de catorce años de edad, de
conformidad con el artículo 184 del Código de Los Niños y
Adolescentes, corresponde que se le apliquen las medidas de
protección previstas en el mismo Código. 2. AUTO DE PRIMERA
INSTANCIA: La Juez del Tercer Juzgado de Familia Penal de la
Corte Superior de Justicia de Lima, mediante resolución número
uno, de fecha veintinueve de enero de dos mil catorce, de folios
ochenta y ocho, declaró no ha lugar a promover acción judicial
para dictar medidas de protección solicitada por el Ministerio
Público al menor Alex Jesús Quiñones Saavedra, por ser
inimputable a la fecha de comisión del acto ilícito y aunado a que
se encuentra bajo el cuidado y protección de sus padres;
considerando que: a) Los hechos así denunciados se encuentran
previstos en el artículo 176-A del Código Penal; b) Se debe tener
en cuenta que el supuesto infractor es un menor de catorce años
de edad, por lo que su situación responde a una consideración
especial, en atención a las consideraciones biológicas y
psicológicas que presenta, en tanto no alcanza madurez para
asumir la trascendencia de sus actos; c) Los artículos 1975 y 1976
del Código Civil, señalan que la persona con incapacidad de
ejercicio queda obligada por el daño que ocasione, siempre que
haya actuado con discernimiento, siendo su representante legal
responsable solidario, por lo que en este caso, los padres del
menor supuesto infracción deben responder por los actos
cometidos por aquel; d) El niño Alex Jesús Quiñones Saavedra al
ser un menor de diez años de edad, resulta inimputable, por lo que
su supuesta acción no deberá ser judicializada; y, e) Además dicho
menor se encuentra a la fecha bajo la protección y el cuidado de
sus padres. 3. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante
escrito de fechaveinte de junio de dos mil catorce, de folios ciento
seis, el Ministerio Público interpuso recurso de apelación contra la
resolución de primera instancia, alegando que:a) Existen normas
expresas y vigente que fueron inobservadas por la a quo, conforme
las cuales, los menores de catorce años de edad infractor de la ley
penal, son pasibles de medidas de protección; b) la competencia
para conocer de las infracciones a la ley penal, corresponde al
Juez de Familia Especializado en infracciones, al que también le
corresponde dictar medidas de protección para el niño que comete
infracción a la ley penal; y, c) la a quo desnaturalizó el proceso de
infracción a la ley penal, debiéndose declarar nulo todo lo actuado.
4. AUTO DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Público, la SegundaSala Especializada de Familia de la Corte
Superior de Justicia de Lima, mediante resolución de vista de
fechauno de diciembre de dos mil catorce, de folios ciento
veintidós, confirmó la resolución de primera instancia, señalando
que: a) El artículo tercero de la Convención sobre los Derechos del
Niño, ha establecido como mínima para considerar infractor a un
menor de edad y ser pasiblede medidas socioeducativas, que
tenga más de catorce años, caso contrario, es decir, si se trata de
un menor de catorce, será pasible de medidas de protección; b)
Las medidas de protección se encuentran reguladas en el artículo
242 del Código de los Niños y Adolescentes; c) Debe tenerse en
cuenta que el menor cuenta con un hogar de familia, cursa
estudios escolares con éxito y presenta un estado emocional
estable conforme a la pericia psicológica practicada, por lo que
resulta innecesario someterlo a una investigación que judicializará
el caso, más aún si se encuentra en cuidado del propio hogar. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fechaveintisiete de marzo de dos mil quince, obrante
a fojas veinticuatro del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el Ministerio
Público, por la infracción normativa de los artículos 139 inciso
5 de la Constitución Política del Estado; IX del Título
Preliminar, 184 y 242 del Código de los Niños y Adolescentes.
IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.-Que,
estando a los argumentos expuestos en el recurso de casación,
así como a los fundamentos expresados en la resolución que
declara su procedencia, la controversia gira en determinar si las
instancias de mérito han vulnerado el derecho a la motivación de
resoluciones judiciales, así como disposiciones del Código de los
Niños y Adolescentes, al declarar no ha lugar a promover acción
judicial para dictar medidas de protección solicitada por el
Ministerio Público al menor Alex Jesús Quiñones Saavedra.
Segundo.- Que, habiéndose declarado procedente el recurso de
casación por normas procesales así como normas materiales,
corresponde en primer término efectuar el análisis sobre la
existencia del error procesal, toda vez que, de resultar fundada la
denuncia en dicho extremo, dada su incidencia en la tramitación
del proceso y su efecto nulificante, carecería de sentido emitir
pronunciamiento respecto de la infracción normativa material,
referida al derecho controvertido en la presente causa. Tercero.-
Que,al respecto, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3
de la Constitución Política del Estado ha establecido como un
derecho relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que,en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este temael Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
78783
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensable para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, bajo dicho
contexto, se advierte que la Juez de la causa y la Sala de revisión
han resuelto no ha lugar el pedido del Ministerio Público para
promover acción judicial contra el menor Alex Jesús Quiñones
Saavedra y dictarle medias de protección por supuesta infracción
a la ley penal, bajo el argumento que el mismo al tener menos de
catorce años de edad resulta inimputable, careciendo de
necesidad iniciar un proceso judicial para emitir una medida de
protección, máxime si se encuentra bajo el cuidado y protección
de sus padres; sin embargo, omiten tener en cuenta que conforme
a los artículos IV del Título Preliminar, 184 y 242 del Código de los
Niños y Adolescentes [estos dos últimos contenidos en el Libro IV:
Administración de Justicia Especializada en el Niño y el
Adolescente, Título II: Actividad Procesal], aquellos menores de
catorce años de edad que comentan infracción a la ley penal serán
pasibles de medidas de protección, siendo cuatro las que el citado
artículo 242 ha previsto para tal efecto [y no únicamente la de
cuidado en el propio hogar], por lo que el mandato resulta expreso
y claro, no pudiendo ser inobservado por ningún órgano
jurisdiccional, máxime si no ha sido derogado ni declarado
inconstitucional por el máximo intérprete de la Constitución
Política, caso contrario nos encontraríamos ante el delito de
prevaricato contemplado en el artículo 418 del Código Penal,
siendo además que previamente a dictar una medida de
protección, resulta necesario determinar si el menor ha sido autor
o partícipe de la infracción que se le atribuye, lo cual únicamente
puede ser esclarecido mediante un proceso judicial, siendo
competente para el conocimiento de la presente causa el Juez de
Familia en materia de infracciones conforme a lo establecido en el
artículo 53 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, aprobado por Decreto Supremo 017-93-JUS, y ante el
cual se formalizó la denuncia materia de autos, ello aunado, a que
no se puede dejar de tutelar los derechos aparentemente
vulnerados de la supuesta menor agraviada, resultando
insuficientes los argumentos expuestos en las sentencias de
mérito para justificar la decisión que ellas contienen,
configurándose en tal sentido, la existencia de motivación
insuficiente conforme a lo expresado en el quinto considerando de
la presente resolución. Sétimo.- Que, las omisiones
advertidasafectan la garantía y principio no sólo del debido
proceso, sino también de motivación de las
resolucionesconsagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de
la Constitución Política del Estado, respectivamente, que
encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del
Código Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las
resoluciones judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en
éstas se respeten los principios de jerarquía de las normas y
congruencia, así como que contengan los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia,
corresponde declarar la nulidad de las resoluciones de mérito y
disponer que el juez de la causa emita nuevo pronunciamiento

78784 CASACIÓN
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el Ministerio
Público de folios ciento cincuenta y uno;en consecuencia NULAla
resolución de vista de fecha primero de diciembre de dos mil
catorce, de folios ciento veintidós, e INSUBSISTENTE la apelada
de fecha veintinueve de enero de dos mil catorce, de folios ochenta
y ocho, ORDENARON que el Juez del Tercer Juzgado de Familia
Penal de la Corte Superior de Justicia de Lima emita nuevo fallo,
conforme a las directivas de la presente ejecutoria suprema;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos contra
Alex Jesús Quiñones Saavedra, sobre infracción a la ley penal; y
los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo
Miranda Molina, por licencia de la señora Jueza Suprema.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-116
CAS. Nº 365-2015 ICA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintisiete
de marzo de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el ejecutado Richard Toni
Pino Garibay de folios ciento uno, contra la resolución de vista
de fecha dos de octubre de dos mil catorce, de folios noventa y
uno, que confirma la resolución de primera instancia de fecha
dieciséis de julio de dos mil catorce, de folios sesenta y cinco,
que declara infundada la contradicción y fundada la demanda
de obligación de dar suma de dinero; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica que, como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Ica, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha dieciséis de octubre de dos mil catorce y el
recurso de casación se presentó el veintinueve de octubre de dos
mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios
del expediente principal). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios setenta y cuatro; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como causal la siguiente: Contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso
y aplicación indebida de una norma de derecho material.
Señala que la sentencia de primera instancia no se pronuncia
sobre la contradicción formulada, lo cual no fue corregido en la
sentencia de vista; existe error al afirmarse que por no haberse
planteado excepción no se puede emitir pronunciamiento respecto
a la existencia o no de una relación jurídica procesal válida; con la
resolución adjuntada correspondiente al expediente 096-2014 se
acredita la pre existencia de un proceso idéntico, sin embargo se le
niega la calidad de documento; no se toma en cuenta lo señalado
en el escrito número tres proveído el ocho de setiembre de dos
mil catorce. Sexto.- Que, en relación a la causa denunciada, se
aprecia que la misma carece de amparo legal en cuanto a su
procedencia, toda vez que en principio no se señala con claridad y
precisión cuáles serían las normas procesales contravenidas por
la Sala Superior, como tampoco qué norma material habría sido
aplicada indebidamente por la misma; asimismo, contrariamente
a lo sostenido en el recurso de casación, el a quo sí emitió un
pronunciamiento respecto a la contradicción formulada; se debe
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
señalar que no existe error en la recurrida al afirmar que la falta de
legitimidad para obrar por parte de la demandante debe hacerse
valer mediante excepciones conforme a lo previsto en el artículo
690-E del Código Procesal Civil, más aún si de la cláusula 1.1 de
la escritura pública de arrendamiento financiero se señala como
arrendador al BBV Banco Continental quien es la demandante; por
otra parte, si bien se adjunta a la contradicción copia simple de un
proceso único de ejecución de obligación sobre obligación de dar
suma de dinero, seguido entre las mismas partes, no se precisa
que se trate de la misma obligación materia de autos; y, el escrito
proveído el ocho de setiembre de dos mil catorce, se encuentra
referido a un proceso de obligación de dar bien mueble, lo cual
tampoco constituye tema controvertido en el presente proceso.
Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface
los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que
se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del
acotado Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia
prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio total,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el ejecutado Richard Toni Pino Garibay de folios ciento uno,
contra la resolución de vista de fecha dos de octubre de dos mil
catorce, de folios noventa y uno; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por BBVA Banco Continental
contra Richard Toni Pino Garibay y otros, sobre obligación de
dar suma de dinero; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-117
CAS. Nº 415-2015 AREQUIPA
Conclusión del proceso por inasistencia a la audiencia de
pruebas. Si las partes no concurren a la audiencia de pruebas en
la fecha establecida por el juez, éste dará por concluido el proceso.
CPC. 203. Lima, veinticinco de agosto de dos mil quince.- LA
SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa cuatrocientos
quince - dos mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la
fecha y producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de prescripción adquisitiva de dominio, el demandante Boris
Delvis García Huamán ha interpuesto recurso de casación de
folios quinientos diecisiete, contra la resolución de vista de fecha
diez de noviembre de dos mil catorce, de folios cuatrocientos
noventa y nueve, dictada por la tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, que confirma la resolución de
primera instancia de fecha siete de enero de dos mil catorce, de
folios cuatrocientos veintitrés, que declara nula la resolución
número veintiocho, improcedente el pedido de señalamiento de
nueva fecha para la continuación de la audiencia de pruebas y la
conclusión del proceso. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA:
Mediante escrito de fecha trece de agosto de dos mil diez, de
folios setenta y tres, subsanado a folios noventa y cinco y ciento
cuarenta, los esposos Boris Delvis García Huamán y Dina Mamani
Ramos interponen demanda de prescripción adquisitiva de
dominio contra Antonieta Lorenza Urquizo Marroquín y la Sucesión
de su esposo Alberto Cateriano Valdeiglesias: Abraham Alberto
Cateriano Urquizo, Nancy Lourdes Cateriano Urquizo, Yanet
Isabel Cateriano Urquizo y la demandada citada, señalando como
pretensión que: Se declare la prescripción adquisitiva de dominio
del inmueble ubicado en el Pueblo Joven Alto Selva Alegre,
Manzana 40, Zona C, Sub Lote 10-B, hoy en la Avenida Leticia No.
702-B, del Distrito de Alto Selva Alegre, Provincia y Departamento
de Arequipa, que cuenta con una extensión de 121 m2, inscrito en
la Ficha Registral No. P0601548 del Registro de la Propiedad
Inmueble de Arequipa. Alegan como sustento de su pretensión
que: a) Con fecha veintisiete de setiembre de mil novecientos
noventa, los demandados suscribieron una escritura pública de
compraventa a favor de los esposos Tomás Mamani Segura y
Dominga Fernández de Mamani, respecto al inmueble sub litis; b)
El veintiséis de diciembre de mil novecientos noventa y uno, los
esposos Tomás Mamani Segura y Dominga Fernández de
Mamani, suscribieron una escritura pública de compraventa a
favor de Pedro Llungo Ccapia; c) Pedro Llungo Ccapia el siete de
agosto de mil novecientos noventa y ocho celebró contrato privado
de compraventa con los actores, siendo que el diecisiete de
octubre del dos mil seis, dichas partes suscribieron la escritura
pública de compraventa respectiva, aclarada y rectificada
mediante escritura pública de fecha once de agosto de dos mil
nueve; y, d) Desde el siete de agosto de mil novecientos noventa
y ocho, los actores se encuentran en posesión pacífica y pública
del inmueble materia de litis, cumpliendo con pagar los autovalúos
y recibos de servicios correspondientes. 2. CONTESTACIÓN: La
codemandada Antonieta Lorenza Urquizo Marroquín, contesta la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
demanda a folios ciento ochenta y dos, alegando que: a) No existe
el Lote 10-B, siendo que únicamente existe el Lote 10, pues no
existe subdivisión alguna; y, b) Si bien los demandantes han
comprado 121 m2, pretenden se declare la prescripción adquisitiva
de dominio respecto a 125 m2, exceso que pertenece a los
demandados. Cabe agregar, que los codemandados Abraham
Alberto Cateriano Urquizo, Yanet Isabel Cateriano Urquizo y
Nancy Lourdes Cateriano Urquizo, fueron declarados rebeldes
mediante resoluciones de folios doscientos diez y doscientos
cincuenta, de fecha veintidós de noviembre de dos mil once y
veintiocho de mayo de dos mil doce, respectivamente. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si la parte
demandante ocupa el inmueble sub litis, en forma pacífica, pública
y continua y por el término de ley en calidad de propietaria. 3.2
Determinar si consecuentemente procede declarar a la
demandante como propietaria del inmueble sub litis. 3.3
Determinar si procede ordenar la expedición de los partes dobles
a efecto de que se inscriba su derecho de propiedad sobre el
inmueble antes mencionado 4. AUTO DE PRIMERA INSTANCIA:
El Juez mediante resolución número veintinueve de fecha siete de
enero de dos mil catorce, de folios cuatrocientos veintitrés, declaró
nula la resolución número veintiocho, improcedente el pedido (de
la actora) de señalamiento de nueva fecha para la continuación de
la audiencia de pruebas, y la conclusión del proceso, sosteniendo
que: El diez de setiembre de dos mil trece se llevó a cabo la
audiencia de pruebas, disponiéndose la suspensión de la misma
para ser continuada el veintitrés de octubre de dos mil trece; fecha
en que ninguna de las partes concurrieron, por lo que en aplicación
del artículo 203 del Código Adjetivo, correspondía declarar la
conclusión del proceso; no obstante, mediante resolución número
veintiocho, se señaló nuevo día para la continuación de la
audiencia de pruebas para el ocho de enero de dos mil catorce,
habiéndose incurrido en nulidad insubsanable de conformidad con
el artículo 171º del Código Procesal Civil. 5. FUNDAMENTOS DE
LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha catorce de enero de
dos mil catorce, de folios cuatrocientos cuarenta, los demandantes
Boris Delvis García Huamán y Dina Mamani Ramos, interpusieron
recurso de apelación contra la resolución de primera instancia,
alegando que: La resolución número veintiocho ha sido notificada
a las partes, habiendo adquirido la calidad de cosa juzgada por
tanto es inmutable, no correspondiendo al juez declarar su nulidad,
en tanto las partes la consistieron convalidando así cualquier
supuesto insubsanable. 6. AUTO DE VISTA: Elevados los autos a
la Sala Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto por
los demandantes, la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, mediante resolución de vista de fecha diez
de noviembre de dos mil catorce, de folios cuatrocientos noventa
y nueve, confirmó la resolución de primera instancia, acogiendo
los fundamentos expresados en la misma, y agregando que en la
solicitud de fijación de nueva fecha para la continuación de la
audiencia de pruebas formulada por la actora no se expuso
ninguna justificación respecto a su inasistencia. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
treinta de marzo de dos mil quince, obrante a fojas diecisiete del
respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso
de casación interpuesto por el demandante Boris Delvis García
Huamán, por la infracción normativa de los artículos 123
inciso 2, 172 tercer párrafo y 176 último párrafo del Código
Procesal Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos en el recurso
de casación, la controversia gira en determinar si existe vulneración
a las normas procesales denunciadas en dicho recurso, por parte
de las instancias de mérito, al haber declarado la nulidad de la
resolución número veintiocho, improcedente la solicitud
presentada por la actora para que se fije nueva fecha y hora para
la continuación de la audiencia de pruebas y la conclusión del
proceso. Segundo.- Que, el artículo 123 del Código Procesal Civil,
prevé: “Una resolución adquiere la autoridad de cosa juzgada
cuando: (...) 2. Las partes renuncian expresamente a interponer
medios impugnatorios o dejan transcurrir los plazos sin
formularlos.” Tercero.- Que, el artículo 172 tercer párrafo del
Código Procesal Civil, respecto al principio de convalidación,
prescribe: “Existe convalidación tácita cuando el facultado para
plantear la nulidad no formula su pedido en la primera oportunidad
que tuviera para hacerlo.” Cuarto.- Que, conforme al artículo 176
último párrafo del mismo cuerpo normativo, los Jueces únicamente
declararán de oficio, aquellas nulidades que resulten
insubsanables, a través de resolución debidamente motivada, y
reponiendo el proceso al estado que corresponda. Quinto.- Que,
por su parte, el artículo 203 del Código precitado, establece en
relación a la audiencia de pruebas: “Si no concurren ambas partes,
el Juez dará por concluido el proceso.” Sexto.- Que, bajo dicho
contexto, se advierte de los actuados, que la audiencia se pruebas
se realizó el diez de setiembre de dos mil trece, habiéndose
dispuesto su suspensión para ser continuada el veintitrés de
octubre de dos mil tres, siendo que conforme a la razón obrante a
folios cuatrocientos cuatro, ninguna de las partes procesales
asistieron a tal continuación de audiencia de pruebas, solicitando
la demandante mediante escrito del mismo día, es decir, el
78785
veintitrés de octubre de dos mil tres, una solicitud de fijación de
nueva fecha y hora para la continuación de la referida audiencia,
lo cual fue atendido por el juez de la causa a través de la resolución
número veintiocho de fecha veintiocho de octubre de dos mil trece,
fijando como nueva fecha y hora de continuación de la audiencia
en mención, para el ocho de enero de dos mil catorce a las once
horas de la mañana. Séptimo.- Que, posteriormente, el a quo
mediante la resolución número veintinueve de fecha siete de
enero de dos mil catorce [un día anterior a la realización de la
nueva continuación de audiencia de pruebas] declaró de oficio la
nulidad de la resolución número veintiocho, e improcedente la
solicitud formulada por la demandante respecto a la fijación de
nueva fecha para la continuación de la audiencia de pruebas y por
concluido el proceso. Octavo.- Que, conforme se ha precisado
líneas arriba, el artículo 203 del Código Procesal Civil, establece
de forma expresa e imperativa, que si no concurren ambas partes
procesales a la audiencia de pruebas, el Juez dará por concluido
el proceso, siendo que la fijación de nueva fecha para la
continuación de la referida audiencia, esto es, el ocho de enero de
dos mil catorce, implica la contravención de la citada norma
procesal, y por tanto un acto viciado de nulidad insubsanable, por
lo que el juez de la instancia se encontraba facultado para
declararlo la nulidad de oficio de dicho acto, conforme ha
procedido, en aplicación del artículo 176 último párrafo del Código
Procesal Civil. Noveno.- Que, siendo así, el hecho que los
demandados no hayan interpuesto recurso alguno [apelación,
nulidad u otro] contra la resolución número veintiocho, no impide al
a quo declarar de oficio, la nulidad de la resolución número
veintiocho, al ser contraria al ordenamiento procesal; debiéndose
entender el artículo 172 tercer párrafo del Código Procesal Civil,
en el sentido que si la parte procesal perjudicada con el vicio
sancionable con nulidad, no deduce la nulidad en la primera
oportunidad que tiene para hacerlo, pierde el derecho a que su
solicitud de nulidad extemporánea sea amparada, mas no en el
sentido que al no haber dicha parte deducido la nulidad, el acto se
vuelve válido y eficaz. Décimo.- Que, estando a lo expuesto
precedentemente, corresponde desestimar el recurso de casación
formulado, debiendo declararse infundado el mismo. V. DECISION:
Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por el demandante Boris Delvis García
Huamán de folios quinientos diecisiete; en consecuencia NO
CASARON la resolución de vista de fecha diez de noviembre de
dos mil catorce, de folios quinientos noventa y nueve;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos contra
Antonieta Lorenza Urquizo Marroquín y otros, sobre prescripción
adquisitiva de dominio; y los devolvieron; interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-118
CAS. Nº 448-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, treinta y
uno de julio de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por la coejecutada Teresa
Agripina Cartagena de Sánchez de folios ciento diecinueve,
contra la resolución de vista de fecha tres de diciembre de dos mil
catorce, de folios ciento setenta y seis, que confirma la resolución
de primera instancia de fecha once de abril de dos mil catorce,
de folios ciento siete, que declara infundada la contradicción y
ordena llevar adelante la ejecución; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante
la Segunda Sala Civil con Subespecialidad de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha seis
de enero de dos mil quince y el recurso de casación se presentó el
veinte de enero de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial de folios ciento noventa del expediente principal.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable
a sus intereses, conforme se advierte de folios ciento veintidós;
por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional

78786 CASACIÓN
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal
la siguiente: Infracción normativa del artículo 139 incisos 3,
5 y 14 de la Constitución Política del Estado. Señala que se
afecta el derecho de motivación de las resoluciones judiciales
pues no se señala el perjuicio que se atribuye el banco en su
posibilidad de cobro, se ha afectado su derecho a la prueba, se
ha señalado fecha distinta a la presentación de la demanda, existe
un razonamiento vacío de contenido y correlato fáctico que no se
condicen con lo debatido en el proceso, afectando su derecho a
obtener un pronunciamiento fundado en derecho afectándose su
derecho al debido proceso. Sexto.- Que, en relación a la causal
denunciada, se advierte que la misma carece de amparo legal
en cuanto a su procedencia, toda vez que contrariamente a lo
sostenido en el recurso de casación, la Sala Superior no adolece de
deficiente motivación, en tanto ha expresado de forma adecuada,
suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de derecho
que sustentan su decisión, resolviendo la materia controvertida
conforme a lo expresado y debatido en el proceso; la recurrente
no precisa cómo se habría afectado su derecho a la prueba, más
aún si no contradice el fundamento contenido en la sentencia de
vista, respecto a que no se ha adjuntado el acuerdo celebrado
entre las partes y aparentemente inobservado, como tampoco el
argumento invocado en la sentencia apelada referido a que no se
ha presentado prueba alguna que demuestre el llenado del título
valor contraviniendo los acuerdos adoptados; y no se ha señalado
una fecha distinta a la de presentación de la demanda. Sétimo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista en
el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente cumple con
indicar que su pedido casatorio es anulatorio así como revocatorio,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la coejecutada Teresa Agripina Cartagena de Sánchez de
folios ciento diecinueve, contra la resolución de vista de fecha
tres de diciembre de dos mil catorce, de folios ciento setenta y
seis; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por el Banco de Crédito del Perú, sobre obligación de dar suma
de dinero; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-119
CAS. Nº 501-2015 LIMA NORTE
Lima, tres de junio del dos mil quince.- VISTOS; con los
expedientes acompañados, y; CONSIDERANDO: Primero:
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de
casación interpuesto por el demandado Procurador Público del
Poder Judicial a fojas seiscientos ochenta y nueve, asimismo
reuniendo los requisitos de forma para su admisibilidad, conforme
a lo previsto en el artículo 387 del Código Procesal Civil modificado
por la Ley Nº 29364; por lo que corresponde examinar si el recurso
reúne los requisitos de fondo. Segundo: Que, el numeral 1 del
artículo 388 del Código Procesal acotado, establece que constituye
requisito de procedencia del recurso, que el recurrente no hubiera
consentido previamente la resolución adversa de primera
instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución objeto
del recurso. Tercero: Que, de la revisión de los autos se advierte
que, el Procurador Público Adjunto de los Asuntos Judiciales
del Poder Judicial no ha satisfecho este puntual requisito de
procedibilidad, tal como se aprecia del concesorio de apelación
de fojas quinientos sesenta y tres, el mismo que se encuentra
motivado únicamente por el recurso de apelación interpuesto por
su co demandado Ángel Segundo Tomas Guevara. Por las razones
expuestas, no habiéndose dado cumplimiento a la exigencia de
fondo prevista en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal
Civil; y en atención a la facultad prevista en el artículo 392 del
mismo Código, declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto a fojas seiscientos ochenta y nueve por
el procurador público el Poder Judicial contra la sentencia de
vista de fecha primero de setiembre del dos mil catorce obrante
a fojas seiscientos cincuenta y tres; su fecha uno de setiembre
del dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y
los devolvieron; en los seguidos por la Empresa Constructora de
Inmuebles Sociedad de Responsabilidad Limitada sobre nulidad
de cosa juzgada. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez Supremo Miranda
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Molina, por vacaciones del señor Juez Supremo Almenara Bryson.-
SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-120
CAS. Nº 522-2015 LIMA
DIVISIÓN Y PARTICIÓN DE BIENES. Lima, uno de abril de dos
mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se
procede a calificar el recurso de casación de fojas trescientos seis,
interpuesto por la demandada María Isabel Juana Asmat
Rodríguez, contra la sentencia de segunda instancia, contenida
en la resolución número cuatro, de fojas doscientos noventa y
nueve, del veintisiete de noviembre de dos mil catorce, que
confirmó la sentencia apelada número 022-2014, comprendida
en la resolución número dieciséis, de fojas doscientos cuarenta y
ocho, del nueve de junio de dos mil catorce, que declaró fundada
la demanda; en consecuencia, dispuso se proceda a la división de
los bienes inmuebles detallados en el segundo considerando de la
presente resolución, entre los dos copropietarios (demandante y
demandada), correspondiendo un porcentaje de 50% para cada
uno, pero bajo las reglas expresadas en el noveno considerando.
Por lo que corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción de los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad1, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial; asimismo
presentar una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
–procesal- de la justiciable recurrente saber adecuar los agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni integrarlo o remediar sus
carencias o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco
para subsanar de oficio los defectos en los que hubiere incurrido la
casacionista, en la formulación del referido recurso. Cabe precisar
que esto último es diferente al supuesto previsto en la norma que
dispone la procedencia excepcional2 del recurso de casación, ya
que ésta es una facultad de la Sala Civil de la Corte Suprema que
aplica cuando considera que al resolver el recurso, éste cumplirá
con los fines de la casación, para cuyo efecto debe motivar las
razones de la procedencia excepcional, supuesto que no se da en
el presente caso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el
recurso de casación, de fojas 306, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se ha interpuesto: i) Contra la sentencia de vista, de fojas
doscientos noventa y nueve, expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente
de notificada la sentencia de vista que se impugna, pues ésta fue
notificada a la recurrente el dieciocho de diciembre de dos mil
catorce, conforme a la constancia del cargo de notificación de
fojas trescientos cuatro, y el referido recurso de casación lo
interpuso el seis de enero de dos mil quince, como se verifica de
fojas trescientos cinco y trescientos seis, es decir, al décimo día de
notificada; y, iv) Al ser beneficiaria del auxilio judicial, que le fue
concedido mediante la resolución número uno, del cinco de
setiembre de dos mil trece, de fojas veintisiete del cuaderno de
auxilio judicial, está exonerada de adjuntar el recibo del arancel
judicial por el presente recurso extraordinario. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista
satisface el primer requisito previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
instancia, de fojas doscientos cuarenta y ocho, pues al serle
adversa, la impugnó mediante el recurso de apelación, de fojas
doscientos setenta y uno. Quinto.- Que, la recurrente sustenta su
recurso de casación, en la primera causal, prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A)
Infracción normativa de los artículos: 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú; VII del Título Preliminar y 122
inciso 3 del Código Procesal Civil, pues alega que la Sala
vulneró los principios de congruencia y coherencia al extralimitarse
del petitorio de la demanda, con resultado extra petítum, ya que en
el considerando noveno, amparándose en el artículo 988 del
Código Civil, establece una serie de reglas de cómo es que debe
de procederse a la ejecución de la división y partición de los
inmuebles, pero no se solicitó establecer la manera o forma en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
que debe de procederse a la ejecución de la división y partición.
Aduce, además, que la argumentación de la Sala es deficiente. B)
Infracción normativa del artículo 988 del Código Civil, por
haberse aplicado indebidamente el referido artículo, ya que alega
que los inmuebles sub litis si son susceptibles de división material,
por lo que debe adjudicarse a cada copropietario un inmueble, y
aclarar que estando con vida su madre María Isabel Rodríguez
Treneman viuda de Asmat no se realizó la construcción de lo que
se había planificado, conforme se detalló en su escrito de
apelación. En efecto, la Sala no ha tenido en consideración que
luego de la muerte de su causante, las propiedades han sido
ampliadas con su dinero (conforme consta en las declaratorias de
fábrica), por lo que no toda la fábrica que existe en los inmuebles
son de la sucesión, por lo tanto se incurriría pues en un
enriquecimiento indebido. C) Infracción normativa de los
artículos 983 y 984 del Código Civil, por interpretación errónea
de dichos artículos, ya que la Sala Superior estableció que
procede la división y partición materia de litis, sin interpretar
sistemáticamente los referidos artículos, que establecen que por
la partición permutan los copropietarios, cediendo cada uno el
derecho que tiene sobre los bienes que no se le adjudiquen.
Reitera que la Sala realiza una interpretación errónea del artículo
984 del Código Civil, ya que en el presente caso los bienes
inmuebles si son pasibles de división material, debiendo para ello
de permutarse los derechos y acciones que ya existen sobre los
bienes inmuebles materia de litis. Finalmente indica que su pedido
casatorio es anulatorio total y revocatorio. Sexto.- Que, la
casacionista para sustentar su recurso se acoge a la causal de
infracción normativa. Sin embargo, Primero: No cumple con lo
establecido en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, esto es, no describe con claridad y precisión en qué
consistiría la referida infracción normativa, ya que del análisis de
su escrito, se tiene que, la invocación de dicha causal es imprecisa,
es decir, no alega de forma comprensible y explícita en qué
radicaría el error o vicio de derecho en el razonamiento judicial
decisorio, en el que habrían incurrido los juzgadores; Segundo:
Esta causal exige, conforme lo requiere el inciso 3 del mencionado
artículo 388 que tal infracción normativa (anomalía, error o vicio de
derecho en el razonamiento judicial decisorio, en la lógica jurídica,
en la ratio decidendi, en el que habría incurrido el juzgador) incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, lo que, en consecuencia, tampoco cumple la
casacionista, pues solo menciona artículos del ordenamiento
jurídico sin sustentar de forma puntual, precisa, concreta y sin
vaguedad, en qué consistiría la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada, debido a que sus argumentos son
confusos. Sétimo.- Que, sin perjuicio de las deficiencias del
recurso de casación, por el principio de motivación de las
resoluciones judiciales, se debe precisar, que respecto a la
denuncia de los acápites A), B) y C), se verifica que la decisión
contenida en la sentencia de segunda instancia, cumple con
garantizar la tutela jurisdiccional efectiva y el derecho al debido
proceso, pues la sentencia contiene una motivación adecuada,
coherente, precisa y suficiente, toda vez que los Jueces de la Sala
Superior han efectuado un razonamiento judicial, empleando la
lógica jurídica para expedir una decisión que se sustenta en la
valoración conjunta y razonada de los medios probatorios
aportados por las partes al proceso; señalan de forma precisa
la norma aplicable, para pronunciarse sobre el petitorio y acertaron
en su significado, es decir, contiene una justificación fáctica y
jurídica de la decisión, que ha resuelto la controversia; por ello, la
sentencia de vista sí se encuentra debidamente motivada y no se
verifican vicios que afecten el debido proceso. Octavo.- Que, en
cuanto a las mismas denuncias, las instancias de mérito, han
determinado con claridad y precisión que: con las declaraciones
de sucesión intestada inscritas y las partidas registrales, se ha
acreditado que el demandante y la recurrente, en su calidad de
herederos, han adquirido los derechos y acciones de los inmuebles
materia de división y partición, por tanto son copropietarios de los
bienes inmuebles que forman parte de la masa hereditaria, por lo
que les corresponde heredar una cuota una proporcional al 50 %
del total de los bienes; en consecuencia se ha determinado que
procede la división y partición de los inmuebles de copropiedad de
las partes, en tanto lo ha solicitado uno de los copropietarios,
conforme a lo dispuesto en el artículo 984 del Código Civil, por lo
que corresponde que en ejecución de sentencia se proceda a la
división de los bienes. Para cuyo efecto, se ha precisado que el
Juez de ejecución deberá tener en cuenta las reglas señaladas,
para llevar a cabo la partición, ello conforme al artículo 988 del
Código Civil. Finalmente, se ha dejado a salvo el derecho de la
recurrente para solicitar el reembolso de los gastos que aduce
respecto de la manutención de sus padres, pero ello será en
proceso autónomo. Por consiguiente, no se ha incurrido en
infracción normativa. Noveno.- Que, en conclusión, la casacionista
no ha cumplido con los concurrentes requisitos de procedencia
establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. En tal contexto fáctico y jurídico, y de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 392 del Código Procesal Civil,
modificado por la mencionada ley, corresponde desestimar el
recurso de casación en todos sus extremos. Por estos
78787
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación de fojas trescientos seis, interpuesto por la demandada
María Isabel Juana Asmat Rodríguez, contra la sentencia de
segunda instancia, contenida en la resolución número cuatro, de
fojas doscientos noventa y nueve, del veintisiete de noviembre de
dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Jorge Alfonso Asmat Rodríguez contra María
Isabel Juana Asmat Rodríguez, sobre división y partición de
bienes; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA
BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS
EL VOTO EN DISCORDIA DEL SEÑOR JUEZ SUPREMO
VICENTE WALDE JAUREGUI ES COMO SIGUE: VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la demandada
María Isabel Juana Asmat Rodríguez, contra la sentencia de
segunda instancia, contenida en la resolución número cuatro, de
fojas doscientos noventa y nueve, del veintisiete de noviembre
de dos mil catorce, que confirmó la sentencia apelada número
022-2014, contenida en la resolución número dieciséis, de fojas
doscientos cuarenta y ocho, del nueve de junio de dos mil catorce,
que declaró fundada la demanda; en consecuencia, dispuso se
proceda a la división de los bienes inmuebles detallados en el
segundo considerando de la presente resolución, entre los dos
copropietarios (demandante y demandada), correspondiendo un
porcentaje de 50% para cada uno, pero bajo las reglas expresadas
en el noveno considerando; en los seguidos Jorge Alfonso Asmat
Rodríguez, contra la recurrente, sobre división y partición de
bienes; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, IV) La parte recurrente no adjunta
tasa judicial, por contar a su favor con auxilio judicial, que le
fuera concedido mediante la resolución número uno, del cinco
de septiembre de dos mil trece, obrante de fojas veintisiete del
cuaderno de auxilio judicial. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte del recurso de apelación de folios ciento sesenta y ocho,
por lo que cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia como
causales: 1. Infracción Normativa de los artículos 139º inciso 3
de la Constitución Política Del Perú; VI del Título Preliminar y
122º inciso 3 del Código Procesal Civil, pues alega que la Sala
vulneró los principios de congruencia y coherencia al extralimitarse
del petitorio de la demanda, con resultado extra petítum, ya que
en el considerando noveno, amparándose en el artículo 988 del
Código Civil, establece una serie de reglas de cómo es que debe
de procederse a la ejecución de la división y participación de los
inmuebles, pero no se solicitó establecer la manera o forma en
que debe de procederse a la ejecución de la división y partición.
Aduce, además, que la argumentación de la Sala es deficiente.
2. Infracción Normativa del artículo 988º del Código Civil, por
haberse aplicado indebidamente el referido artículo, ya que alega
que los inmuebles sub litis si son susceptibles de división material,
por lo que debe adjuntarse a cada copropietario un inmueble, y
aclarar que estando con vida su madre María Isabel Rodríguez
Treneman viuda de Asmat no se realizó la construcción de lo que se
había planificado, conforme se detalló en su escrito de apelación.
En efecto, la Sala no ha tenido en consideración que luego de
la muerte de su causante, las propiedades han sido ampliadas
con su dinero (conforme consta en las declaratorias de fábrica),
por lo que no toda la fábrica que existe en los inmuebles son de
la sucesión, por lo tanto se incurría pues en un enriquecimiento
indebido. 3. Infracción Normativa de los artículos 983º y 984º
del Código Civil, por interpretación errónea de dichos artículos,

78788 CASACIÓN
ya que la Sala Superior estableció que procede la división y
partición materia de litis, sin interpretar sistemáticamente los
referidos artículos, que establecen que por la partición permuta
los copropietarios, cediendo cada uno el derecho que tiene sobre
los bienes que no se le adjudiquen. Reitera que la Sala realiza
un interpretación errónea del artículo 984º del Código Civil, ya
que en el presente caso los bienes inmuebles si son pasibles de
división material, debiendo para ello de permutarse los derechos
y acciones que ya existen sobre los bienes inmuebles materia de
litis. Finalmente indica que su pedido casatorio es anulatorio total
y revocatorio. Sexto.- Del análisis de las causales descritas en los
numerales anteriores, se verifica que la fundamentación de cada
una de ellas, satisface los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388º del Código Procesal Civil, toda vez que: (i)
el recurrente no dejó consentir la resolución adversa de primera
instancia, que declaró fundada la demanda y que fue confirmada
por la resolución materia del presente recurso; (ii) se cumple con
describir con claridad y precisión las infracciones normativas
denunciadas; (iii) se cumple con demostrar la incidencia directa
de las infracciones normativas sobre la decisión impugnada;
y (iv) se cumple con indicar que el pedido casatorio es uno de
carácter anulatorio total y revocatorio. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 391º del Código Procesal Civil:
MI VOTO es porque se declare PROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada María Isabel Juana Asmat
Rodríguez, contra la sentencia de segunda instancia, contenida en
la resolución número cuatro, de fojas doscientos noventa y nueve,
del veintisiete de noviembre de dos mil catorce, por las causales
descritas en el considerando quinto de la presente resolución:
1. Infracción Normativa de los artículos 139º inciso 3 de la
Constitución Política Del Perú; VI del Título Preliminar y 122º
inciso 3 del Código Procesal Civil; 2. Infracción Normativa
del artículo 988º del Código Civil; y, 3. Infracción Normativa
de los artículos 983º y 984º del Código Civil. En consecuencia,
desígnese oportunamente fecha para la vista de la causa;
en los seguidos por Jorge Alfonso Asmat Rodríguez, contra la
parte recurrente, sobre división y partición de bienes. S. WALDE
JAUREGUI
1
El Juez declara la inadmisibilidad de un acto procesal cuando adolece de un
defecto subsanable. Declara su improcedencia si el defecto es insubsanable.
2
Artículo 392-A.- Procedencia excepcional (Código Procesal Civil).-
Aun si la resolución impugnada (entiéndase el recurso) no cumpliera con algún
requisito previsto en el artículo 388, la Corte puede concederlo excepcionalmente
si considera que al resolverlo cumplirá con alguno de los fines previstos en el
artículo 384.
Atendiendo al carácter extraordinario de la concesión del recurso, la Corte
motivará las razones de la procedencia. Artículo incorporado por el artículo 2 de la
Ley Nº 29364, publicada el 28 de mayo de 2009.
C-1392274-121
CAS. Nº 569-2015 LAMBAYEQUE
Ejecución de Garantía. Lima, seis de abril de dos mil quince.-
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el ejecutado José Rodolfo Guerra Rubio
de folios ciento treinta, contra la resolución de vista de fecha
veintiuno de noviembre de dos mil catorce, de folios ciento
veintidós, que confirma la resolución de primera instancia de
fecha cuatro de octubre de dos mil trece, de folios setenta, que
declara infundada la contradicción y ordena llevar adelante la
ejecución; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Descentralizada Mixta de Jaén, de Apelaciones y
Liquidadora Penal de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Descentralizada Mixta de Jaén, de
Apelaciones y Liquidadora Penal de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha
quince de diciembre de dos mil catorce y el recurso de casación
se presentó el treinta de diciembre de dos mil catorce. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial (folios ciento veintinueve guión
A del expediente principal). Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios noventa y nueve; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, el
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa por inaplicación del artículo 64, numerales 64.3
y 64.4 de la Ley 27287. Señala que ha adjuntado el pagaré
original, el cual ha sido devuelto por la ejecutante al momento
del cumplimiento de la obligación. b) Infracción normativa por
contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso. Manifiesta que en la liquidación de saldo deudor
no se ha precisado si los intereses son anuales o mensuales, y
que la obligación fue materia de refinanciamiento, además de no
haberse cumplido con adjuntar el pagaré a la demanda. Sexto.-
Que, en relación a la causal denunciada en el literal a), se aprecia
que la misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia,
toda vez que en el recurso de casación, no se expresa argumento
alguno dirigido a cuestionar los fundamentos contenidos en
los considerandos 2.3 y 2.4 de la recurrida, referidos a que la
ejecutante siempre tuvo en su poder el pagaré, el cual habría sido
adjuntado a folios sesenta y uno, más aún si en el documento
adjuntado por el recurrente no existe la firma del mismo en calidad
de emitente, lo cual resulta exigible de acuerdo al artículo 158,
literal g) de la Ley 27287; debiendo agregarse que el numeral
64.4 cuya inaplicación se denuncia, ha sido invocado por la Sala
Superior en el considerando 2.2 de la sentencia de vista, a fin de
asumir un criterio interpretativo en el que sustenta su decisión.
Sétimo.- Que, respecto a la causal descrita en el literal b), se
advierte que los argumentos referidos a que la liquidación de saldo
deudor no ha precisado si los intereses son anuales o mensuales,
como tampoco que la obligación fue materia de refinanciamiento,
no merecen asidero legal, en tanto que ello no fue argumentado
en la contradicción y apelación interpuestas, menos aún se señala
las normas por las cuales la ejecutante se encontraría obligada a
efectuar tales precisiones, siendo que el argumento consistente
en que no se ha adjuntado el pagaré a la demanda, no se
encuentra conforme a lo establecido en el artículo 702, numeral
2 del Código Procesal Civil, el cual exige únicamente anexar el
documento que contiene la garantía, y el estado de cuenta del
saldo deudor, conforme advirtió la sentencia apelada. Octavo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el ejecutado José Rodolfo Guerra
Rubio de folios ciento treinta, contra la resolución de vista
de fecha veintiuno de noviembre de dos mil catorce, de folios
ciento veintidós; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Caja Municipal de Ahorro y Crédito Piura
S.A.C. contra José Rodolfo Guerra Rubio, sobre ejecución de
garantía; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-122
CAS. Nº 570-2015 LIMA ESTE
DECLARACIÓN JUDICIAL. Derecho de defensa: El derecho de
defensa, implica para todos los involucrados en un proceso, la
garantía esencial del debido proceso, por lo tanto la omisión en la
notificación en el domicilio procesal, con el señalamiento de la
vista de la causa, impide el ejercicio de dicho derecho, afectando
la validez de lo actuado con tal omisión. Lima, primero de
setiembre de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista
la causa número 570-2015, en audiencia pública de la fecha y
producida la votación correspondiente, conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, emite la siguiente resolución: 1. MATERIA DEL
RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto por
el demandante Evaristo Cornejo León a fojas cuatrocientos
quince, contra la sentencia de segunda instancia de fecha diez de
octubre de dos mil catorce, de fojas trescientos ochenta y siete,
que confirma la sentencia apelada de fecha veintiuno de octubre
de dos mil trece, de fojas trescientos treinta y seis, que declara
infundada la demandada sobre declaración judicial de usufructo.
2. ANTECEDENTES Para analizar esta causa civil y verificar si se
ha incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es
necesario realizar las siguientes precisiones: 2.1. DEMANDA. Por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
escrito de fojas veintinueve, Evaristo Cornejo León, interpone
demanda de declaración judicial contra Vladimir Wilfredo Giovani
Cornejo Huamán, a fin que se le reconozca el usufructo vitalicio a
su favor, respecto del primer piso del lote 27 de la manzana D,
sector D, Asociación de Vivienda Los Ángeles de Vitarte, distrito
de Ate; asimismo el usufructo temporal, hasta el treinta y uno de
diciembre del dos mil catorce, respecto de los dos departamentos
ubicados en el segundo piso del indicado lote. Funda su pretensión
en lo siguiente: 1) Que conjuntamente con su esposa, adquirieron
diversos inmuebles, los que por razones personales pusieron a
nombre de sus hijos, entre ellos, el que es materia de litis a favor
del demandado; 2) Mediante documento denominado “Contrato
de Anticipo de Legítima y Régimen de Restricciones
Convencionales a la Propiedad” del veinte de noviembre de dos
mil siete, el demandado y sus otros hijos reconocieron que los
inmuebles fueron adquiridos por sus padres, otorgándoseles en
anticipo de legítima a través de tal documento; 3) En la cláusula 6
del referido documento, se precisó que el primer piso del inmueble
sub litis, sería de libre disposición del actor hasta su muerte, lo que
constituye un usufructo vitalicio; y, que los dos departamentos del
segundo piso también serían disfrutados por el actor hasta el
treinta y uno de diciembre de dos mil veinticuatro, lo que es un
usufructo temporal. 2.2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA.
Mediante escrito de fojas sesenta y siete, Vladimir Wilfredo
Giovanni Cornejo Huamán, contesta la demanda, sosteniendo
que: 1) El predio sub litis le fue transferido por acto inter vivos, de
fecha veintiuno de enero de mil novecientos noventa y ocho, por
su anterior propietaria, Marta Cornejo Mauricio, de tal forma que
mal podría anticiparse como legítima un bien ajeno como sostiene
el demandante; y, 2) La suscripción del documento de fecha veinte
de noviembre de dos mil siete, fue obtenida con engaños y argucia
de parte del actor, tanto es así que su madre se negó a suscribirlo,
por lo que es nulo de pleno derecho. 2.3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS. Se ha establecido como puntos
controvertidos: A) Determinar si procede declarar la constitución
de usufructo vitalicio, presuntamente otorgada por el emplazado
en favor del accionante, respecto del primer piso del lote 27 de la
manzana D, sector D, Asociación de Vivienda Los Ángeles de
Vitarte, distrito de Ate. B) Determinar si el emplazado constituyó
usufructo temporal, hasta el treinta y uno de diciembre del dos mil
veinticuatro a favor del demandante, respecto de los dos
departamentos ubicados en el segundo piso del indicado lote. C)
Determinar si, de ampararse la declaración de usufructo, el
emplazado debe permitir que el actor ejerza libremente el usufructo
vitalicio y usufructo temporal de los inmuebles sub litis. 2.4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fojas trescientos
treinta y seis, su fecha veintiuno de octubre de dos mil trece,
declara infundada la demanda, tras considerar que: 1) Obra en
copia legalizada y con firmas notarialmente legalizadas, el
denominado “Contrato de Anticipo de Legítima y Régimen de
restricciones convencionales a la propiedad”, de fecha veinte de
noviembre del dos mil siete, en el cual no aparece la intervención
ni menos la suscripción de la cónyuge del otorgante, y siendo que
los actos de disposición recaen sobre bienes sociales, se requiere
de la intervención de la cónyuge, conforme así lo establece el
numeral 315 del Código Sustantivo; y, 2) Que, por otro lado, y al
margen de la declaración de las partes en el referido contrato, el
accionante no ha probado que el predio sub litis hubiere sido de su
propiedad, tanto más si del asiento 000001 de la Partida 12510746
de fojas cincuenta y nueve, aparece que dicho predio ha sido
adjudicado por la Asociación Pro Vivienda Los Ángeles de Vitarte
a favor de la sociedad conyugal que conforma el demandado; en
consecuencia, de todo lo actuado, se desprende que el accionante
no puede disponer de bienes de propiedad ajena, menos darlos en
anticipo. 2.5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante
escrito de la página trescientos cincuenta y cuatro, el demandante
Evaristo Cornejo León, interpone recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando que: 1) El Juzgado ha
resuelto contra lo peticionado, afectando el principio de
congruencia procesal, al concluir que, en el documento de fecha
veinte de noviembre del dos mil siete, aparece que los bienes
fueron dados en anticipo de legítima, mas no consta la intervención
de la cónyuge del recurrente, no obstante requerir su intervención
por tratarse de bienes comunes; y, 2) Sin embargo, no se ha
considerado que el petitorio de la demanda no se refiere a tales
actos, ni se ha pedido a la judicatura que los analice, sino que
verifique la existencia del usufructo vitalicio. 2.6. SENTENCIA DE
VISTA. Los Jueces Superiores de la Sala Mixta de Ate de la Corte
Superior de Justicia de Lima Este, expiden la sentencia de vista de
fecha diez de octubre de dos mil catorce, de fojas trescientos
ochenta y siete, que confirma la sentencia apelada que declara
infundada la demandada, fundamentando la decisión en que de
los autos se advierte que el usufructo, materia de la demanda, se
habría constituido por “Contrato de Anticipo de Legítima y Régimen
de Restricciones Convencionales a la Propiedad”, de fecha veinte
de noviembre del dos mil siete; sin embargo, de acuerdo a lo
dispuesto por el artículo 1625 del Código Civil, la escritura pública
constituye el documento que se debe redactar para formalizar éste
acuerdo, pues el anticipo de legítima tiene la naturaleza jurídica de
78789
una donación, hasta que se produzca la muerte del causante; en
consecuencia, la validez del contrato mencionado no se encuentra
debidamente acreditada, al no constar en escritura pública. 3.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha seis de abril de dos mil
quince, de folios cuarenta y cuatro del cuaderno de casación, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el
demandante Evaristo Cornejo León, por las siguientes causales:
A) Infracción normativa de los artículos 139 incisos 3 y 14 de
la Constitución Política del Estado; VII del Título Preliminar,
50 inciso 6, 122, 375 del Código Procesal Civil. Aduce el
recurrente que no se le ha notificado la resolución número dos que
señaló fecha para la vista de la causa, privándosele de informar
oralmente, pues la copia y cédula fueron dirigidas a Casillas
Judiciales de San Juan de Lurigancho 417, no obstante que las
resoluciones número uno y tres, sí han sido notificadas en su
domicilio procesal, señalado en autos y nunca variado, esto es,
Casilla 417 del Colegio de Abogados de Lima; que no se ha
emitido pronunciamiento sobre los agravios expresados en el
recurso de apelación, violándose así el principio de congruencia,
al pronunciarse la recurrida sobre el anticipo de legítima y su
formalidad, cuando debe verificarse si se constituyó el usufructo a
su favor. B) Infracción normativa por aplicación indebida del
artículo 1625 del Código Civil. Manifiesta que conforme al
artículo 209 del Código Civil, los actos jurídicos no son lo que las
partes denominan, sino lo que su naturaleza jurídica determina,
siendo que para el usufructo no es necesario celebrarlo por
escritura pública. C) Infracción normativa por inaplicación de
los artículos 209, 224 y 225 del Código Civil. Sostiene que de
haberse aplicado tales normas se hubiera concluido en la
existencia de error en la denominación del documento que
sustenta la demanda, pues de su contenido se verifica la
constitución de usufructo a su favor 4. MATERIA JURIDICA EN
DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el presente
proceso, se centra en determinar si la sentencia de segunda
instancia incurre en infracción normativa de las normas
denunciadas, al haberlas interpretado de forma errónea; y,
asimismo haberse vulnerado el derecho al debido proceso y la
tutela jurisdiccional efectiva al omitirse la notificación con la fecha
de la vista de la causa, perjudicando con ello su derecho de
defensa. 5. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el
control de las decisiones jurisdiccionales, para determinar si en
ellas se han infringido o no las normas que garantizan el derecho
al debido proceso, tomándose en consideración que éste supone
el cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio. Segundo.-
Habiéndose declarado procedente el recurso por las causales de
infracción normativa material y procesal, en primer término debe
dilucidarse la causal relativa a la infracción normativa procesal,
por cuanto en caso se declare fundado por dicha causal, en
atención a su efecto nulificante, carecería de objeto emitir
pronunciamiento respecto de la otra causal de derecho material.
Tercero.- Procede entonces efectuar el análisis de la infracción
contenida en el ítem A) del numeral 3 de la presente resolución. Al
respecto, resulta pertinente precisar que la Constitución Política
del Perú reconoce el derecho a la defensa en el inciso 14), del
artículo 139 al establecer que: “Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: El principio de no ser privado del derecho de
defensa en ningún estado del proceso. Toda persona será
informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones
de su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con
un defensor de su elección y a ser asesorada por éste desde que
es citada o detenida por cualquier autoridad’’. Así, en virtud de tal
derecho se garantiza que los justiciables, en la protección de sus
derechos y obligaciones, cualesquiera sea su naturaleza (civil,
mercantil, penal, laboral, etc.), no queden en estado de
indefensión. El contenido constitucionalmente protegido del
derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un
proceso judicial, cualquiera de las partes resultara impedida, por
concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer los medios
necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e
intereses legítimos. Cuarto.- Que de la lectura de dicho artículo se
desprende una doble obligación por parte de los órganos
judiciales. La primera se plasma en la obligatoriedad de que toda
persona debe ser informada inmediatamente, y por escrito de la
causa o las razones de su detención, así como de los fundamentos
jurídicos fácticos por los cuales se emite auto de enjuiciamiento y
se le procesa. Solo de esta manera puede garantizarse que el
acusado pueda estructurar y planificar su defensa en forma
efectiva para poder afrontar el debate contradictorio. La segunda
exigencia se plasma en el derecho de todo justiciable de
comunicarse personalmente con un defensor de su elección y a
ser asesorado por éste desde que es citado o detenido por
cualquier autoridad, con lo que se garantiza que la persona tenga
pleno conocimiento de los aspectos jurídicos que conforman el
principio acusatorio y que pueda organizar eficiente y
oportunamente su defensa. Que dichas obligaciones son

78790 CASACIÓN
extensibles a toda clase de procesos, en los cuales se contiendan
derechos de los involucrados en los mismos. Quinto.- Que la
Convención Americana de Derechos Humanos no es ajena a
este derecho fundamental. Así, en el artículo 8 numerales 1 y 2
literal b, se establece: “1.- Toda persona tiene derecho a ser oída,
(...) para la determinación de sus derechos y obligaciones de
orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”; asimismo el
numeral 2: ‘‘Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en
plena igualdad, a una comunicación previa y detallada de la
acusación formulada’’. En esa misma línea, el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos en su Artículo 14 numeral 1
reconoce el derecho a contar con los medios adecuados para la
preparación de su defensa. En efecto: 1. “(...) Toda persona tendrá
derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías (...)”.
La “defensa procesal” como garantía fundamental es reconocida
asimismo en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, cuyo artículo 11 numeral 1 establece que: “Toda
persona (...) tiene derecho (...) que se le hayan asegurado todas
las garantías necesarias para su defensa. El aseguramiento de
todas las garantías necesarias para su defensa a la que alude la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, implica el
otorgamiento de los medios adecuados para la preparación de la
defensa”. Sexto.- Que al respecto, el Tribunal Constitucional en el
expediente STC 5871-2005-AA/TC, fundamentos 12 y 13, ha
señalado que el derecho de defensa: “(...) se proyecta (...) como
un principio de contradicción de los actos procesales que pudieran
repercutir en la situación jurídica de alguna de las partes de un
proceso o de un tercero con interés (...). La observancia y respeto
del derecho de defensa es consustancial a la idea de un debido
proceso, propio de una democracia constitucional que tiene en el
respeto de la dignidad humana al primero de sus valores. Por su
propia naturaleza, el derecho de defensa es un derecho que
atraviesa transversalmente a todo el proceso judicial, cualquiera
sea su materia”. Sétimo.- En el caso de autos se desprende que
al recurrente se le ha privado su derecho de informar oralmente, al
no habérsele notificado con la fecha de la vista de la causa, pues
la notificación fue erróneamente dirigida a la Casilla Judicial de
San Juan de Lurigancho número 417, no obstante que su domicilio
procesal ha sido señalado en la Casilla 417 del Colegio de
Abogados de Lima; por tanto se le ha impedido de hacer uso de
los medios legales suficientes para su defensa, produciéndose un
estado de indefensión. Octavo.- Que, por tanto, este Supremo
Tribunal considera que tales omisiones han contrariado el inciso 3
del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, lo que
determina la nulidad insubsanable a tenor de lo dispuesto en el
artículo 171 del Código Procesal Civil, debiendo remitirse el
expediente al estadío en que se produjo el vicio. VI. DECISIÓN. A)
Por estos fundamentos, y de conformidad con el artículo 396
numeral 1 del Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por el demandante Evaristo
Cornejo León obrante a fojas cuatrocientos quince; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha diez de octubre
de dos mil catorce, de fojas trescientos ochenta y siete; e
INSUBSISTENTE lo actuado hasta fojas trescientos ochenta y
dos inclusive. B) ORDENARON que la Sala Mixta de Ate de la
Corte Superior de Justicia de Lima Este, señale fecha para la vista
de la causa y se notifique a las partes conforme a ley, teniendo en
cuenta las consideraciones expuestas por este Supremo Tribunal.
C) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Evaristo Cornejo León con Vladimir Wilfredo Giovanni Cornejo
Huamán y otra, sobre declaración judicial de usufructo; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-123
CAS. Nº 573-2015 LAMBAYEQUE
Lima, seis de abril de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandado Procurador Público del Poder
Judicial de folios setecientos veintiocho, contra la sentencia de
vista de folios setecientos trece, del diecisiete de noviembre de
dos mil catorce, que confirmando la sentencia apelada, declara
fundada la demanda de nulidad de cosa juzgada fraudulenta,
en consecuencia, nula la sentencia y el proceso número 65-
2005. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley;
toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Descentralizada Mixta y de Apelaciones de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque que, como órgano
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante
la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente fue
notificado el veintiuno de noviembre de dos mil catorce, conforme
se corrobora con el cargo de folios setecientos veintiuno, e
interpuso el recurso de casación el cuatro de diciembre de ese
mismo año; y, iv) No adjunta el arancel judicial por tratarse de una
entidad del Estado. Tercero.- Que, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, es de verse que el
recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado
artículo, porque el recurrente no consintió la sentencia de primera
instancia, pues al serle adversa, la impugnó mediante su recurso
de apelación de folios cuatrocientos sesenta y cuatro. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que, la
recurrente invocando los artículos 386 inciso 2 y 387 del Código
Procesal Civil, denuncia como agravio: La vulneración del
derecho a la motivación escrita de las resoluciones judiciales,
previsto en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, alegando inexistencia de motivación, pues
en el presente caso, se puede observar que el análisis realizado
por los miembros de la Sala en la sentencia cuestionada resulta
ser completamente deficiente, por cuanto no han examinado
las normas aplicables al caso de autos ni ha analizado técnica
y jurídicamente las razones por las que consideran que ha
existido fraude en la expedición de la sentencia del proceso
cuya nulidad se peticiona, ya que simplemente se han limitado
a narrar los hechos sin efectuar análisis alguno de la pretensión
del demandante tiene algún fundamento jurídico. Sexto.- Que, en
cuanto al agravio denunciado, de los fundamentos de la sentencia
de vista se aprecia que para declarar fundada la demanda de
nulidad de cosa juzgada fraudulenta, la Sala Mixta de Jaén de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, ha considerado
que quien aparece demandando en el proceso de obligación de
dar suma de dinero por una supuesta deuda laboral, Rodolfo
Torres Paredes, fue condenado como autor del delito contra
la administración pública en su figura de fraude procesal, por
haberse acreditado que junto con los deudores hipotecarios, los
codemandados Celinda Requejo Lozada y Segundo Justiniano
Vigo Castañeda, se coludieron para establecer un vínculo laboral
y deuda de manera ficticia con la finalidad de sustraerse de la
deuda asumida con la entidad bancaria demandante en este
proceso; supuestos de hecho que se subsumen en el concepto
de fraude previsto en el artículo 178 del Código Procesal Civil,
de donde se evidencia que la recurrida no goza únicamente de
fundamento fáctico sino también jurídico, de modo que se ha
respetado de manera irrestricta el derecho a la motivación escrita
de las resoluciones judiciales. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
demandado Procurador Público del Poder Judicial, de página
setecientos veintiocho, contra la sentencia de vista de fojas
setecientos trece; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por el Banco Continental sobre nulidad de cosa
juzgada fraudulenta; y los devolvieron. Interviene como ponente
el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-124
CAS. 604-2015 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, siete de abril
de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por el
demandante Máximo Eleuterio Tapia Santos a fojas seiscientos
doce, contra la sentencia de vista de fojas quinientos noventa y
nueve, del trece de noviembre de dos mil catorce, que confirma
la sentencia de fojas quinientos cuarenta y seis, de fecha treinta
de mayo del dos mil catorce, que declara infundada la demanda
interpuesta por Máximo Eleuterio Tapia Santos, sobre prescripción
adquisitiva de dominio, contra la Municipalidad Provincial de
Tambopata, con intervención del litisconsorte necesario pasivo,
Club Departamental Arequipa. Por lo que corresponde examinar
si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen
los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige
la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Asimismo debe presentar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, exigencia que es para
lograr los fines principales del recurso extraordinario: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal, del
justiciable recurrente saber adecuar los agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
de casación, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos incurridos por el casacionista en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-,
toda vez que se ha interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Madre de Dios a fojas quinientos noventa y nueve que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso;
ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días contados desde el
día siguiente de notificada la resolución que se impugna; pues
ésta fue notificada al recurrente el cinco de enero de dos mil
quince, conforme a la constancia de fojas seiscientos siete, y el
referido recurso de casación lo interpuso el veinte de enero de dos
mil quince; es decir, al noveno día de notificado; y, iv) Adjunta el
recibo del arancel judicial por el presente recurso extraordinario a
fojas seiscientos once. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que el nombrado casacionista satisface el primer requisito
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no consintió
la sentencia de primera instancia (fojas quinientos cuarenta y
seis), pues al serle adversa, la impugnó mediante el recurso de
apelación de fojas quinientos sesenta y nueve. Quinto.- Que, el
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: Infracción normativa del artículo 139 numeral 5 de
la Constitución Política del Perú y del artículo 950 del Código
Civil. Indica que la recurrida carece de motivación, pues se alegan
hechos que no representan lo que realmente se ha actuado en el
proceso, por ende no se sujeta al mérito de lo actuado ni expresa
las razones fundamentales de la decisión adoptada. Afirma que ha
demostrado ejercer la posesión del bien por el plazo previsto en la
norma sustantiva indicada, no habiendo sido cuestionada durante
el trámite del proceso. Finalmente señala que su pedido casatorio
es revocatorio. Sexto.- Que, habiéndose efectuado el estudio de
la denuncia descrita en el considerando precedente, se puede
concluir que este Supremo Tribunal se encuentra imposibilitado
de realizar un análisis de las conclusiones fácticas a las que
arriban la instancias de mérito, así como la revaloración del caudal
probatorio, por no encontrarse dichos aspectos dentro de los
supuestos establecidos en el artículos 384 del Código Procesal
Civil (fines del recurso de casación). A mayor fundamento, en el
presente caso se ha determinado que la prescripción adquisitiva
solicitada por el actor no resulta atendible, al no haber acreditado
éste una posesión continua por espacio de diez años en el
inmueble materia de litis, pues solo acredita su posesión desde el
año dos mil uno al año dos mil diez, además de no haber poseído
en forma pacífica -la posesión no estuvo exenta de violencia física
y moral-, pública y como propietario. Sétimo.- Por lo expuesto,
se puede concluir que, si bien el recurrente cumple con describir
con claridad y precisión la infracción normativa en que se habría
incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo bajo
análisis; sin embargo, no cumple con demostrar la incidencia de
dicha infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el
inciso 3 del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse con uno de
los requisitos exigidos por ley, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación interpuesto en todos sus extremos, de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandante Máximo
Eleuterio Tapia Santos a fojas seiscientos doce, contra la
sentencia de vista de fojas quinientos noventa y nueve, del trece
de noviembre de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Máximo Eleuterio Tapia
Santos con la Municipalidad Provincial de Tambopata y otro,
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
78791
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JáUREGUI, DEL
CARPIO RODRíGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-125
CAS. 607-2015 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dos de
diciembre de dos mil quince. VISTOS; con el mérito de la razón
emitida por el secretario de Sala de fojas cuarenta y siete de fecha
veintisiete de octubre de dos mil quince; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Se procede a calificar el recurso de casación interpuesto
por el demandado Rogelio Bautista Quiroz, a fojas quinientos
veintiuno, contra la resolución de vista de fojas quinientos cinco,
del trece de enero de dos mil quince, que confirma la resolución
apelada de fecha cinco de noviembre de dos mil trece, de fojas
cuatrocientos veintitrés, en el extremo que declara fundada la
demanda; en consecuencia, ordena que los demandados y el
litisconsorte necesario pasivo restituyan el inmueble materia
de desalojo, dejando a salvo el derecho de los demandados,
de reclamar en otro proceso lo que consideren pertinente,
de ser el caso. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Antes de revisar el cumplimiento de
los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines
de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal de la justiciable recurrente saber
adecuar las agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en
que incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- En ese sentido, se verifica que el recurso de casación
de fojas quinientos veintiuno, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la resolución expedida por la Primera Sala
Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin
al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a la recurrente el
veintinueve de enero de dos mil quince, conforme al cargo de
fojas quinientos veintiuno, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el diez de febrero del mismo año, es decir, dentro del
décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo, conforme se aprecia a fojas cuarenta y cuatro del
cuadernillo de casación. Cuarto.- Al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no consintió
la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable a sus
intereses. Quinto.- El recurrente sustenta su recurso de casación,
en la primera causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia la infracción normativa del artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Sostiene
que la Sala Superior no se ha pronunciado sobre los agravios
denunciados en su recurso de apelación, los cuales consisten en
que la parte actora no cumplió con el requerimiento efectuado por
el juzgado de adjuntar la copia literal correspondiente de la partida
registral donde se halla inscrito el predio sub materia, a efecto
que el juzgado verifique el tracto sucesivo; que el demandado ha
acompañado dos documentos conteniendo sendos actos jurídicos
relativos a la propiedad sobre el predio sub materia, de fechas
distintas y otorgadas por personas distintas; que la partida registral
de la Cooperativa Primavera presentada por la parte demandante
no contiene especificadas indubitablemente las facultades de
adjudicación de bienes de propiedad de dicha Cooperativa,
que se supone tienen los mandatarios que materializaron la
adjudicación a favor del demandante. Sexto.- Previo al análisis de
la denuncia descrita en el considerando precedente, se advierte
que las instancias de mérito han concluido que el demandante
ha acreditado ser propietario del inmueble materia de desalojo
al haberlo adquirido, mediante contrato de compra venta de
fecha siete de marzo de dos mil once y, conforme al acta de
adjudicación otorgada por la Cooperativa de Vivienda Primavera
Ltda., quien figura como titular registral del predio, según se
advierte de la Partida Nº 49070362. En cuanto a los demandados

78792 CASACIÓN
y al litisconsorte necesario pasivo, éstos no han presentado
prueba alguna que justifique su posesión del inmueble, por lo que
su condición es la de ocupantes precarios. Sétimo.- Analizando
la denuncia descrita en el considerando quinto de la presente
resolución y revisada la recurrida, se advierte que la misma se
encuentra debidamente motivada con los fundamentos fácticos y
jurídicos que sustentan la decisión para confirmar la apelada, los
cuales resultan ser claros y precisos respecto a lo que se decide.
De otro lado, se aprecia de autos, que mediante resolución de
fecha trece de agosto de dos mil doce, se resolvió tener por
cumplido lo ordenado por el juez en la audiencia única; que los
medios probatorios han sido analizados por el juzgador, conforme
lo dispone el artículo 197 del Código Procesal Civil, en el sentido
que todos las pruebas deben ser valoradas en forma conjunta y
razonada, en tanto que, solo serán expresadas en la resolución
las que resulten esenciales y determinantes, como en efecto ha
sucedido en el presente caso. Octavo.- Por lo expuesto en los
considerandos precedente, se puede concluir que, el recurrente
no ha cumplido con describir con claridad y precisión la infracción
normativa en qué se habría incurrido, conforme lo exige el inciso
2 del artículo bajo análisis; por consiguiente, debe desestimarse
el medio impugnatorio interpuesto, de acuerdo a lo previsto en
el artículo 392 del Código Procesal Civil, el cual establece que
el incumplimiento de cualesquiera de los requisitos previstos en
el artículo 388 del citado Código, da lugar a la improcedencia del
recurso. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por el demandado Rogelio
Bautista Quiroz, a fojas quinientos veintiuno, contra la resolución
de vista de fojas quinientos cinco, del trece de enero de dos mil
quince; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Nicanor Aristóbulo Fabián con Rogelio Bautista Quiroz y
otros, sobre desalojo por ocupación precaria; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-126
CAS. Nº 610–2015 LIMA
INFRACCIÓN CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL. COMPETENCIA:
Que al niño y al adolescente menor de catorce años, que cometan
infracción les corresponde las medidas de protección, las que solo
podrán aplicarse en el proceso tutelar a cargo del Juez de Familia
de la sub especialidad, o el que haga sus veces. Lima, primero de
setiembre de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número 610- 2015, en audiencia pública de la fecha y
producida la votación correspondiente conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto por el
demandante Ministerio Público a fojas doscientos sesenta, contra
la resolución de segunda instancia de fecha primero de diciembre
de dos mil catorce, de fojas ciento ochenta y siete, que confirma la
resolución apelada de fecha treinta de marzo de dos mil catorce, de
fojas sesenta y nueve, que declara no ha lugar a promover acción
judicial para dictar Medidas de protección a favor del adolescente
J.A.H.R. (13), por presunta infracción a la ley penal, contra la
libertad sexual, violación sexual en agravio de la menor R.E.M.A (7),
por ser inimputable a la fecha de la comisión del acto ilícito; con lo
demás que contiene. I. ANTECEDENTES. Para analizar esta causa
civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones: 1.
DEMANDA. Por escrito de fojas sesenta y seis, la Señora Fiscal
Provincial de la Cuarta Fiscalía de Familia del Distrito de Lima,
solicita la apertura de proceso, respecto al adolescente J.A.H.R. de
trece años de edad como presunto autor de la infracción a la ley
penal (contra la libertad sexual, violación en agravio de la niña
R.E.M.A) de siete años de edad; como fundamentos de hecho
precisa que con fecha doce de enero del año dos mil catorce, en el
interior de la casa donde vive el investigado, aprovechando que la
madre de la niña agraviada, concurrió de visita al segundo piso de
dicho domicilio donde vive con su señora madre, el adolescente
cogió de los hombros a la niña llevándola hasta su dormitorio,
ubicado en el primer piso, en el cual le practicó el acto sexual
denunciado, hecho que se corrobora con el certificado médico legal
Nº 0081685-CLS de la menor agraviada, en el cual los peritos
médicos diagnosticaron: “Ano Hipotónico: Pliegues Perianales
Asimétricos Tumefactos. Desgarro a la hora izquierda I y XI,
concluyendo que la menor presenta signos de coito contranatura”;
hecho que igualmente se corrobora con la propia declaración del
adolescente J.A.H.R. 2. AUTO DE PRIMERA INSTANCIA.
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante auto de
fojas sesenta y nueve, su fecha treinta de marzo de dos mil catorce,
declara no ha lugar a promover acción judicial para dictar Medidas
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de Protección a favor del adolescente J.A.H.R. (13), por presunta
infracción a la ley penal, (contra la libertad sexual, violación sexual
en agravio de la menor R.E.M.A (7)), por ser inimputable a la fecha
de la comisión del acto ilícito; al considerar que: 1) El Código de los
Niños y Adolescentes en el artículo 184, señala que el adolescente
infractor mayor de catorce años será pasible de medidas
socioeducativas, las que según el artículo 229 del mismo cuerpo
normativo, tienen por finalidad lograr su rehabilitación. Que, al niño
o adolescente menor de catorce años que cometa infracción a la ley
penal (delito o falta), corresponde que se dicte una de las medidas
de protección que se encuentran reguladas por el artículo 242 del
Código de los Niños y Adolescentes. Que, esta distinción del
legislador permite diferenciar que cuando una infracción es
cometida por un adolescente mayor de catorce años, nuestra
normatividad le atribuye responsabilidad penal especial; sin
embargo, cuando la infracción es cometida por un niño o
adolescente menor de catorce años, es un sujeto de derechos sin
esa responsabilidad penal, correspondiendo que se dicte a su favor
una medida de protección; 2) Que, tratándose el presente caso de
una infracción cometida por un adolescente menor de catorce años,
en nuestra legislación existe la responsabilidad civil de los padres
por actos dañosos de sus hijos. Que, dentro de nuestro ordenamiento
jurídico la encontramos regulada en los artículos 1975º y 1976º del
Código Civil, los que señalan que: “La persona sujeta a incapacidad
de ejercicio queda obligada por el daño que ocasione, siempre que
haya actuado con discernimiento. El representante legal de la
persona incapacitada es solidariamente responsable”, y “No hay
responsabilidad por el daño causado por persona incapaz que haya
actuado sin discernimiento, en cuyo caso responde su representante
legal”; y, 3) Que, en el presente caso J.A.H.R. es un adolescente de
trece años de edad, que no deberá ser judicializado; asimismo,
cabe manifestar que teniendo en cuenta que la competencia de
Investigaciones Tutelares es del Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, por lo que corresponde conocer a dicha institución;
siendo así el adolescente a la fecha se encuentra bajo la protección
y cuidado de sus padres, por lo que mal haría esta judicatura en
judicializar a niños y adolescentes menores de catorce años de
edad. 3. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito
de la página ciento trece, el Ministerio Público, interpone recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que: 1)
El artículo 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial distingue a los
Juzgados de Familia en subespecialidad, entre ellas que conocen
las infracciones a la ley penal cometidas por los niños y adolescentes
como autores o como partícipes de un hecho punible tipificado
como delito o falta; y, 2) Que no se ha tomado en cuenta lo
establecido por la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema que
establece que en los casos de infracciones de menores de catorce
años, es competente el Juez de Familia con subespecialidad Penal
el que conoce de los casos de infracción penal. 4. SENTENCIA DE
VISTA. Los Jueces Superiores de la Segunda Sala Especializada
de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima expide la
resolución de vista de fecha primero de diciembre de dos mil
catorce, de fojas ciento ochenta y siete, que confirma la resolución
apelada de fecha treinta de marzo de dos mil catorce, de fojas
sesenta y nueve, que declara no ha lugar a promover acción
judicial para dictar Medidas de protección a favor del adolescente
J.A.H.R. (13), por presunta infracción a la ley penal, contra la
libertad sexual, violación sexual en agravio de la niña R.E.M.A (7),
por ser inimputable a la fecha de la comisión del acto ilícito;
fundamentando la decisión en que: 1) Conforme aparece de los
escritos de folios setenta y nueve y ochenta y dos, se trata de un
adolescente que se encuentra bajo el cuidado y protección de sus
padres y que además cursa estudios secundarios acorde a su edad,
conforme a la constancia de estudios, carece de objeto que el
órgano Jurisdiccional del Estado aplique medidas de protección
tutelar que ya se vienen ejecutando, máxime si del informe
psicológico expedido por el Ministerio de Salud, se aprecia que el
nombrado menor viene recibiendo un tratamiento terapéutico para
mejorar su conducta; ello en estricta observancia del interés
superior del niño y adolescente y el respeto a sus derechos; 2) Que
un menor de catorce años, es inimputable por su falta de capacidad
volitiva y cognitiva para darse cuenta del carácter de su acto y
proceder, que dogmáticamente se encuentran dentro de las
personas con incapacidad absoluta de ejercicio; que por lo tanto no
resulta razonablemente aceptable la persecución penal por parte
del Estado, al encontrarse excluidos de la responsabilidad penal; y,
3) Que las medidas de protección si bien deben ser aplicadas por el
Organismo del Entre Rector (Dirección de Investigación Tutelar de
la Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes del Ministerio
de la Mujer y Poblaciones Vulnerables) quien es la encargada de las
políticas públicas de programas de protección que aseguren la
atención integral y oportuna de los niños, niñas y adolescentes en
estado de riesgo, así como los programas de asistencia para
atender sus necesidades básicas (alimenticias, educación, salud,
etc.); sin embargo, estando a que dicha institución se encuentra
asumiendo competencia de manera progresiva, el Poder judicial
continua conociendo de dichas investigaciones tutelares hasta que
la citada institución del Estado asuma competencia en forma
general, conforme se dispuso mediante la Quinta Disposición Final
y Transitoria de la Ley 28330, de fecha catorce de agosto del dos mil
cuatro, el Plan Nacional de Apoyo a la Familia (2004-2011) aprobado
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
mediante Decreto Supremo 005-2004-MIMDES, Decreto Supremo
Número 011-2005-MIMDES, y otras normas más. III. RECURSO
DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
siete de abril de dos mil quince, de folios treinta y cuatro del
cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por el Ministerio Público, por las siguientes
causales: A) Infracción de los artículos 133, 138, 183, 184 y 242
del Código del Niño y Adolescente, por cuanto de las normas
denunciadas, se establece que al niño o al adolescente menor de
catorce años de edad, cuando incurre en la presunta infracción a la
ley penal acreditada en el proceso, le corresponde una medida de
protección dictada por el Juzgado Especializado de Familia de la
Sub Especialidad en Infracciones a la Ley Penal, (en el distrito
judicial de Lima los especializados son el Tercer y Quinto Juzgado
de Familia); sin embargo, la Sala de mérito de manera errónea
considera que las medidas de protección contempladas en el
artículo 184 del Código de los Niños y los Adolescentes, para
menores de catorce años, corresponde a una materia tutelar que
debe impartirse a través del Ministerio de la Mujer -Decreto
Legislativo 1098; razonamiento incorrecto por cuanto el referido
Decreto Legislativo en ninguno de sus artículos le asigna
competencia al Ministerio de la Mujer para conocer infracciones a la
ley penal en que incurran los niños y adolescentes, que está
reservada al Juez, que es la norma especializada que desarrolla la
Convención sobre los Derechos del Niño, en la cual no se establece
que sea un órgano administrativo el que aplique medidas de
protección en caso de infracciones a la ley penal, más aun cuando
la propia Convención propugna garantizar los derechos del niño y
adolescente estableciendo que deba existir la especialización de los
Juzgados de Familia; que incluso contempla la Sub Especialidad,
conforme al artículo 133 del Código de los Niños y Adolescentes.
Precisa que si bien el MINDES tiene competencia para dictar
medidas de protección, ello es para dictar tales medidas en materia
tutelar de abandono, conforme al artículo 6 inciso g) del Decreto
Legislativo Nº 1098; que la Sala Superior c onfunde la competencia
y regulación de medidas de protección por situación de abandono
con las que se dictan por infracción a la ley penal. Precisa que, la
Sala de Familia incurre en error al considerar que solo los menores
de catorce años son inimputables, pues conforme al artículo 20
inciso 2 Código Penal sean menores o mayores de catorce años,
todos los menores de edad son inimputables y están exentos de
responsabilidad penal, y por ello es que el conocimiento del caso
corresponde a un Juzgado de Familia de Sub especialidad en
infracciones a la ley penal, porque sino sería de competencia de un
Juzgado Penal. Agrega que, la Sala pretende justificar la
inobservancia de las norma cuya infracción denuncia, alegando
razonabilidad y proporcionalidad que no ha sido objetada; que solo
puede inaplicar normas mediante el control difuso, el que no se ha
efectuado. Señala que el artículo 184 del Código de los Niños y
Adolescentes debe ser interpretado en conjunto con las demás
normas del referido código, por lo que encontrándonos ante la
presunta infracción a la ley penal por parte del menor de iniciales
JAHR de trece años de edad, corresponde al órgano jurisdiccional
emitir pronunciamiento previo proceso, pues conforme a la última
norma referida el niño o adolescente infractor menor de catorce
años de edad, será pasible de medidas de protección previstas en
el citado Código de los Niños y Adolescentes, y ello no significa que
un menor de catorce años no cometa infracción a la ley penal, sino
que en los casos que cometa dicha infracción es declarado como tal
por el órgano jurisdiccional, no le serán aplicables las medidas socio
educativas que se aplica al adolescente infractor mayor de catorce
años, sino que corresponderá se le aplique las medidas de
protección previstas en el artículo 242 del Código de los Niños y
Adolescentes. B) Infracción del artículo 53 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, pues, conforme a lo establecido en los artículos
184, 242 y 133 del Código de los Niños y Adolescentes, concordante
con el artículo 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Juez
Especializado es el juez del Juzgado de Familia de la Sub
Especialidad de Infracciones, puesto que el artículo 133 del Código
de los Niños y Adolescentes, establece en forma expresa que “Los
Juzgados de Familia asumen competencia en materia civil, tutelar y
de infracciones y se dividen en tales especializaciones, siempre que
existan como juzgados especializados, como ocurre en el Distrito
Judicial de Lima, por lo que la presunta infracción a la ley penal
atribuida al menor corresponde sea de conocimiento del Juzgado
de Familia en materia de infracciones a la Ley Penal”. C) Infracción
del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política de Perú,
dado que, tal como se sostiene en las causales precedentes, el juez
competente para conocer el proceso y determinar si corresponde o
no la imposición de medidas de protección es el Juez de Familia
especializado en Infracciones a la Ley Penal; sin embargo, la Sala
trasgrediendo el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva,
desvía la jurisdicción predeterminada por la ley, al considerar que
los autos son materia de pronunciamiento de un órgano
administrativo incompetente. Precisa que no se ha tomado cuenta
que, la medida de protección solo puede dictarse por el Juzgado
competente, como corresponde luego del proceso que acredite la
participación del menor de catorce años en la presunta infracción a
la ley penal, en atención a la condición de sujeto de derechos del
menor de catorce años, siendo menester que las medidas sean
78793
apropiadas, además de establecer la reparación del daño
ocasionado a la víctima la cual será asumida por los padres del
infractor. Finalmente, ante los diferentes pronunciamientos que se
expide en la Corte Superior de Justicia de Lima, se debe cumplir
con la función nomofiláctica de la casación para evitar la inseguridad
jurídica y la falta de tutela jurisdiccional. IV. MATERIA JURIDICA EN
DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el presente proceso,
se centra en determinar si la sentencia de segunda instancia incurre
en infracción normativa de las normas denunciadas, esto es, si se
ha vulnerado el derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, y si se configura la alegada desviación de la jurisdicción
predeterminada por la ley. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA
SALA. Primero.- Ante todo, en materia de casación es factible
ejercer el control de las decisiones jurisdiccionales, para determinar
si en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el
derecho al debido proceso, tomándose en consideración que éste
supone el cumplimiento de los principios y de las garantías que
regulan el proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo
el ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio.
Segundo.- Procediendo al análisis de la infracciones denunciadas
en los ítems A), B) y C) del numeral III de la presente resolución, se
advierte que todas inciden en la determinación de la competencia y
vía procedimental para dictar las medidas de protección en relación
con los actos ilícitos cometidos por los adolecentes menores de
catorce años. Al respecto resulta menester remarcar que nuestro
ordenamiento jurídico en torno a la regulación de los derechos de
los niños y adolecentes se encuentra enmarcado en la Convención
sobre los Derechos del Niño, instrumento internacional mas
avanzado en la protección de los Derechos Humanos de la niñez, la
cual recoge los fundamentos de la doctrina de la protección integral.
Esta doctrina se caracteriza por considerar al menor de edad como
sujeto pleno de derechos, de allí que en la actualidad se postula la
ciudadanía desde la niñez; y, al interés superior del niño como
principio rector de interpretación y criterio orientador de políticas
públicas referidas a la categoría de la infancia; por tanto, ante la
comisión de un ilícito debe contar con todas las garantías del debido
proceso y respeto estricto de sus derechos fundamentales.
Tercero.- Esta doctrina tiene como uno de sus ejes el diseño de un
sistema de responsabilidad penal especializado para aquellas
personas menores de dieciocho años que cometan hechos ilícitos,
completamente distinto al sistema penal de adultos, tanto mas, que
el grupo poblacional al cual nos estamos refiriendo (adolescentes
menores de catorce años), se encuentra en una situación de mayor
vulnerabilidad; en consecuencia, la solución normativa (como
fórmula de control social), deberá estar acorde con lo consagrado
en el artículo 1º de la Convención sobre Derechos del Niño1 .
Cuarto.- En este marco normativo supranacional (Convención
sobre los Derechos del Niño) y doctrinario (Doctrina de la protección
integral), sobre la materia, nuestro sistema normativo ha establecido
que la potestad jurisdiccional la ejercen los Juzgados y Salas de
Familia, de conformidad con los artículos 133 del Código de los
Niños y Adolecentes2 y 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial3.
Ahora bien, la situación de los menores de catorce años, merece
una consideración especial, en atención a su falta de madurez
mental y la capacidad cognocitiva y volitiva suficientes para darse
cuenta del carácter antijurídico de su conducta; o, para poder
determinarla conforme a tal apreciación, y aun cuando aquél haya
incurrido en una conducta típica y antijurídica, no se le puede atribuir
culpabilidad, al ostentar la calidad de inimputable, por ende, carece
completamente de responsabilidad penal, no estando sujetos al
régimen jurídico especial de justicia penal juvenil, y menos aún al
sistema penal para adultos. Quinto.- Debido a que están
plenamente exentos de responsabilidad penal (inimputabilidad
absoluta), no se les puede imponer medidas socioeducativas,
siéndoles aplicables únicamente las medidas de protección de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 184 del Código de los
Niños y Adolescentes4, previstas en el artículo 242 del acotado
Código; es decir, el sistema de justicia penal juvenil y las medidas
socioeducativas en nuestro país, serán aplicables exclusivamente a
aquellos adolescentes que al momento de cometer la infracción a la
ley penal cuenten con mas de catorce años de edad. Esta
disposición se encuentra en consonancia con el artículo 40
numerales 2.iii)5 y 3.a)6 de la Convención sobre los Derechos del
Niño y la regla 4.17 de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas
para la Administración de la Justicia de Menores de Beijing, que
obligan a los Estados parte a establecer una “edad mínima” para los
menores acusados de haber cometido una infracción a la ley penal,
en consecuencia, debajo de dicha edad se presumirá que los niños
no tienen capacidad para infringir las leyes penales, por tanto, no
es correcto someterlos a un proceso por infracción a la ley
penal, pues ello implicaría mas bien una desviación de la jurisdicción
predeterminada por la ley y la Convención sobre los Derechos del
Niño. En consecuencia, las medidas de protección que resulten
necesarias se aplicarán a través de un proceso de naturaleza
tutelar, el que resulta acorde con las medidas de protección
previstas por el Código de los Niños y Adolescentes, aplicables en
el presente caso, según el citado artículo 184 del citado Código pero
nunca mediante el proceso por infracción a la ley penal. Sexto.-
Que, en el caso de autos, J.A.H.R, es un adolescente de trece años
de edad, y por tanto es un inimputable penal; empero, es pasible de

78794 CASACIÓN
medidas protección, cuya aplicación será determinada en un
proceso tutelar judicial, a cargo de un Juez Especializado de
Familia. Sobre el particular la Opinión Consultiva OC-17/2002 de
veintiocho de agosto de dos mil dos, solicitada por la Comisión
Interamericana de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
señala: “(...) separación de funciones administrativas y
jurisdiccionales: se debe diferenciar entre la protección social, que
busca ofrecer las condiciones necesarias para que el niño desarrolle
su personalidad y satisfaga sus derechos fundamentales, y
protección jurídica, entendida como una función de garantía que
tiene como objetivo decidir sobre los derechos subjetivos de los
niños; (...) Los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, en
concordancia con el artículo 40 de la Convención sobre los
Derechos del Niño, recogen garantías que deben observarse en
cualquier proceso en el que se determinen derechos de un niño,
entre ellas: a. Juez Natural: “Toda persona tiene derecho a ser
juzgada por un juez que sea competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley”. En este sentido, el artículo
5.5 de la Convención Americana contempla la necesidad de que los
procesos acerca de menores de edad sean llevados antes jueces
especializados”. Asimismo el Tribunal Constitucional en el
expediente N.º 00162-2011-PHC/TC del 3 de mayo de 2011 señala:
“(...) si bien se alega que para la imposición de alguna de las
medidas de protección no se debió iniciar proceso contra el
favorecido, la imposición de alguna de las medidas de protección
previstas en el artículo 242º del Código de los Niños y Adolescentes
requería que se acredite en forma indubitable la participación
del menor favorecido en la infracción penal de violación de la
libertad sexual en agravio del otro menor; lo que implicaba el
inicio de un proceso”. Que, a lo anterior se adiciona que el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables solo tiene
competencia para trámite de procedimientos administrativos
tutelares por abandono. Sétimo.- Que, por tanto, este Supremo
Tribunal considera que se ha incurrido en la causal de nulidad
insalvable, pues se ha vulnerado el derecho al debido proceso y la
tutela jurisdiccional efectiva, al haberse desviado de la jurisdicción
predeterminada por la ley y disponer el sometimiento de un menor
de trece años de edad, a quien se le atribuye la comisión de
infracción a la ley penal, a procedimiento distinto de los previamente
establecidos, infringiéndose así el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, lo que determina la nulidad
insubsanable de la recurrida a tenor de lo dispuesto en el artículo
171 del Código Procesal Civil. VI. DECISIÓN. A) Por estos
fundamentos, de conformidad con el numeral 3 del artículo 306 del
Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por el Ministerio Público obrante a fojas
doscientos sesenta; en consecuencia NULA la resolución de vista
de fecha primero de diciembre de dos mil catorce, de fojas ciento
ochenta y siete; e INSUBSISTENTE la resolución apelada de fecha
treinta de marzo de dos mil catorce de fojas sesenta y nueve. B)
ORDENARON que el Juzgado Tutelar Especializado de Familia de
la Corte Superior de Justicia de Lima, proceda de inmediato con
arreglo a sus atribuciones, dado el tiempo transcurrido desde la
comisión de los hechos, teniendo en cuenta las consideraciones de
la presente resolución. C) DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio Público contra
J.A.H.R, sobre infracción contra la libertad sexual; y los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
EL FUNDAMENTO ADICIONAL DE LOS SEÑORES JUECES
SUPREMOS CUNYA CELI y CALDERON PUERTAS, ES COMO
SIGUE: Que, varío mi criterio a partir de la fecha, conforme
a la última parte del artículo 22 del Texto Único ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, por lo que concuerdo con la
decisión adoptada por este Supremo Tribunal. S. CUNYA CELI,
CALDERON PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Artículo 1.- Se entiende por niño todo ser humano menor de 18 años de edad,
salvo que haya alcanzado antes la mayoría de edad.
2
Artículo 133.- La potestad jurisdiccional del Estado en materia familiar se ejerce
por las Salas de Familia, los Juzgados de Familia y los Juzgados de Paz Letrados
en los asuntos que la Ley determina. En Casación resolverá la Corte Suprema.
Los Juzgados de Familia asumen competencia en materia civil, tutelar y de
infracciones y se dividen en tales especializaciones, siempre que existan como
Juzgados Especializados.
3
Artículo 53.- Los Juzgados de Familia conocen: (...). En materia tutelar: a)
La investigación tutelar en todos los casos que refiere el Código de los Niños y
Adolescentes (...). En materia de infracciones
4
Artículo 184.- El adolescente infractor mayor de catorce (14) años, será pasible de
medidas socio-educativas previstas en el presente código. El niño o adolescente
infractor menor de catorce (14) años, será pasible de medidas de protección
previstas en el presente código
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
5
Artículo 40.- 2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de
los instrumentos internacionales, los Estados Partes garantizarán, en particular:
iii) Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial
competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la
ley, en presencia de un asesor jurídico u otro tipo de asesor adecuado y, a menos
que se considerare que ello fuere contrario al interés superior del niño, teniendo en
cuenta en particular su edad o situación y a sus padres o representantes legales.
6
Artículo 40.- 3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para
promover el establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones
específicos para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes
penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes,
y en particular: a) El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se
presumirá que los niños no tienen capacidad para infringir las leyes penales.
7
Artículo 4.- Mayoría de edad penal 4.1 En los sistemas jurídicos que reconozcan
el concepto de mayoría de edad penal con respecto a los menores, su comienzo no
deberá fijarse a una edad demasiado temprana habida cuenta de las circunstancias
que acompañan a la madurez emocional, mental e intelectual.
C-1392274-127
CAS. Nº 626-2015 MOQUEGUA
Reivindicación. Lima, siete de abril de dos mil quince.- VISTOS;
y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por la litis
consorte necesaria doña Mina Rosana Huacán Nina de folios
trescientos cuarenta y nueve, contra la sentencia de vista de
folios trescientos treinta y uno, del quince de diciembre de dos mil
catorce, que confirmando la apelada declara fundada la demanda
de reivindicación. Segundo.- Que, se verifica que el recurso
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige
el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la citada
Ley; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Moquegua que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante la referida Sala Superior que emitió
la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la
norma, ya que la recurrente fue notificada el ocho de enero del dos
mil quince, conforme se corrobora con el cargo de folios trescientos
cuarenta y dos, e interpuso el recurso de casación el día veintiuno
de enero de ese mismo año; y, iv) No adjunta el arancel judicial
pues goza del auxilio judicial, tal como se advierte de la resolución
número 2 de fecha 3 de febrero del 2015, corriente a fojas veinte
del cuaderno de su referencia. Tercero.- Que, respecto a los
requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, es
de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el
inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó
mediante su recurso de apelación de folios doscientos cuarenta
y cuatro. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1.
Quinto.- Que, la recurrente invocando los artículos 386 inciso 2
y 387 del Código Procesal Civil denuncia como agravios: a) La
infracción normativa del artículo 108 numeral 3 del Código
Procesal Civil, alegando que conforme se puede apreciar de
los actuados el tracto sucesivo se habría llevado a cabo de la
siguiente manera: primigeniamente interpone la demanda como
demandante en el presente proceso la persona de Claudia
Encarnación Chura Quispe, y luego vende ésta a la persona de
Raúl Apaza Apaza, y éste finalmente vende a la persona de Analí
Merma Góngora, quien resulta finalmente como tercera y última
propietaria, por lo que en todo caso se debió de disponer que la
persona de Raúl Apaza Apaza sea sucesor procesal de la persona
de Claudia Encarnación Chura Quispe, y posteriormente se debió
disponer que la persona de Analí Merma Góngora sea designado
como Sucesor Procesal de la persona de Raúl Apaza Apaza y no
como aparece de manera errada en la resolución que corre en
autos, b) La indebida aplicación del artículo 923 del Código
Civil, pues en el presente caso, es evidente que quien demanda
pasa a no ser propietario, por lo que cuando refiere esta norma: “la
propiedad”, específicamente se refiere a que quien está facultado
y tiene derecho a peticionar la reivindicación de un inmueble
es nada menos que el propietario, pero en el presente caso el
propietario demandante al disponer su bien a una tercera persona
perdió la calidad de propietario, y c) La contravención del artículo
122 numeral 3 del Código Procesal Civil, en concordancia
con el artículo 139 numeral 5 de la Constitución Política
del Estado, alegando que la ley solo faculta y le da derecho
únicamente al propietario para iniciar la acción reivindicatoria, no
como ha sucedido en el presente extremo que debe merituarse,
ya que esta propiedad ha pasado por 3 propietarios y resulta que
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la demandante inicial no tiene la calidad de propietaria. Sexto.-
Que, en lo que concierne a la infracción descrita en el acápite a),
la recurrente no ha precisado con claridad y precisión cuál es el
agravio que se le habría ocasionado al no haberse procedido en
el modo en que propone la declaración de la sucesión procesal
a que hace referencia, más aún si de la revisión de actuados no
aparece que contra la resolución No. 21, que resolvió entre otros,
incorporar a Analí Merma Góngora como sucesora procesal de
la demandante Claudia Encarnación Chura Quispe, la recurrente
haya formulado el respectivo recurso de apelación; Sétimo: Que,
en lo que respecta a la casal indicada en el acápite b), de la propia
argumentación impugnatoria, se advierte que el impugnante
reconoce que la petición de reivindicación de un inmueble le
corresponde al propietario, solo que alega que en el presente
caso al haberse efectuado la transferencia, quien demandó ya no
es más propietario, no obstante, en la sentencia de vista se ha
señalado que si bien la apelante afirma que el bien sub litis se
encuentra en propiedad de terceros, lo cierto es que a la fecha
de postulación del proceso la propiedad se encontraba inscrita
a favor de Claudia Encarnación Chura Quispe, no advirtiéndose
de la fundamentación impugnatoria expuesta en este extremo del
recurso incidencia directa alguna en la decisión impugnada, por
lo que el mismo deviene igualmente en improcedente; Octavo:
Que, finalmente en lo que concierne a la causal c), además de
resultar reiterativo en relación a los agravios anteriormente
descritos, cabe destacar su falta de conexión lógica entre la causal
invocada y su fundamentación, pues el hecho que se hayan
efectuado sucesivas transferencias de la propiedad durante el
proceso, no afecta a éste ni a su trámite. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la litis consorte necesaria doña Mina Rosana Huacán Nina,
de la página trescientos cuarenta y nueve, contra la sentencia
de vista de folios trescientos treinta y uno; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Analí Merma
Gongora sobre reivindicación. Interviene como ponente el Juez
Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-128
CAS. Nº 639–2015 MADRE DE DIOS
NULIDAD DE ACTO JURIDICO. Nulidad parcial del acto, Por el
principio de conservación del contrato contenido en el artículo 224
del Código Civil, debe mantenerse el contenido del acto que no
esté afectado de nulidad, y declarársele en la parte afectada
dentro de los limites ex lege o ex voluntate siempre que el
contenido del acto sea susceptible de división. Lima, veinticinco de
agosto de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número 639 - 2015, en audiencia pública de la fecha y
producida la votación correspondiente, conforme a la Ley Orgánica
del Poder Judicial, emite la siguiente resolución: I. MATERIA DEL
RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto por
los demandados Lidia Karina Futagaki Saavedra y Alan Roy
Otsuka Perezalan a fojas trescientos ochenta y nueve, contra la
sentencia de segunda instancia de fecha trece de noviembre de
dos mil catorce, de fojas trescientos cuarenta y dos, que confirma
la sentencia apelada de fecha veintisiete de diciembre de dos mil
trece, de fojas doscientos treinta, que declara fundada en parte la
demandada; en consecuencia, se declara la nulidad del acto
jurídico de la escritura pública de compra venta de fecha once de
junio del año dos mil cinco, del inmueble signado como lote 10,
Mz. 2T, ubicado en la intersección del Jr. Lambayeque con Jr.
Cusco, Distrito y Provincia de Tambopata-Madre de Dios, suscrito
por Enrique Masao Futagaki Otani a favor de Lidia Karina Futagaki
Saavedra y Alan Roy Otsuka Pérez, así como el asiento de
inscripción registral C0003 de la partida registral Nº 07000776 del
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de
Madre de Dios, debiendo procederse a su cancelación. II.
ANTECEDENTES. Para analizar esta causa civil y verificar si se
ha incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, prima
facie, es necesario realizar las siguientes precisiones: 1.
DEMANDA. Por escrito de fojas treinta y cinco, Jorge Eduardo
Bustamante Salazar, interpone demanda de nulidad del acto
jurídico y de la escritura pública de compra venta que lo contiene
de fecha once de junio del año dos mil cinco, suscrita por Enrique
Masao Futagaki Otani a favor de Lidia Karina Futagaki Saavedra y
Alan Roy Otsuka Pérez, del inmueble de una área de 1,000 m2,
así como el asiento de inscripción registral C0003 de la partida
registral Nº 07000776 del Registro de la Propiedad Inmueble de la
Oficina Registral de Madre de Dios; así como también el
perfeccionamiento del contrato de compra venta del área del
predio de 375.00 m2. Funda su pretensión en lo siguiente: 1) El
demandado Enrique Masao Futagaki Otani, tiene una propiedad
ubicada entre el Jr. Cusco esquina con el Jr. Lambayeque, Lote l0,
78795
Mz. 2 “T” del Distrito y Provincia de Tambopata, Madre de Dios, de
una área de 1000 m2, derecho que se encuentra inscrito en los
Registros Públicos de Madre de Dios; 2) Que colindando el predio
del demandante con dicho predio, en el año dos mil tres pacta con
el demandado Enrique Masao Futagaki Otani la compraventa de
una fracción del mismo en un área de 375.00m2, por la suma de
S/. 19,750.00; que la formalización de la compra venta no se dio
porque aún no se había hecho la subdivisión del predio; y, 3)
Mediante Resolución de Alcaldía Nº 330-2003-MPT-DATC de
fecha quince de abril del año dos mil tres, se procedió a la sub
división en dos fracciones el sub lote Nº 10-A, Mz. 2T con un área
de 625 m2 y el sub lote Nº 10-B, Mz 2T con un área de 375 m2; y,
4) Que no obstante que la mencionada transferencia se había
producido a su favor, el demandado Enrique Masao Futagaki
Otani vuelve a vender toda la propiedad a favor de los
demandados Lidia Karina Futagaki Saavedra y Alan Roy Otsuka
Pérez con fecha once de junio del año dos mil cinco, incurriendo
así dicha segunda venta en las causales de nulidad por simulación
absoluta y fin ilícito. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. A)
Mediante escrito ciento dieciocho, Lidia Karina Futagaki
Saavedra y Alan Roy Otsuka Pérez, contestan la demanda,
afirmando que: 1) Desconocían los tratos o negocios que haya
tenido el demandante con el codemandado Enrique Masao
Futagaki Otani, referente a la supuesta venta de una fracción de
375 m2; y, 2) Es falso que el demandante se haya enterado recién
en el año dos mil nueve que el predio es de propiedad de los
demandados, pues desde la fecha de la compra del inmueble sub
Litis, que data del año dos mil cinco, tomaron posesión del predio.
B) Mediante escrito ciento treinta y tres, Enrique Masao Futagaki
Otani, contesta la demanda, alegando que: En los primeros
meses del año dos mil tres, ofreció una fracción de su predio al
demandante; sin embargo, éste no estuvo de acuerdo con el
precio que le propuso de $ 17,000.00 dólares americanos; que, no
obstante ello, el demandante accedió a efectuarle un préstamo de
S/ 1,000.00 nuevos soles y como garantía firmó un recibo
fraccionado por su abogado, en el cual se indicaba la existencia de
arras confirmatorias, término que en ese entonces no entendía,
sin embargo, le objetó el precio que consignó de $ 6,000 dólares
americanos, manifestándole que dicho recibo era provisional
hasta cuando se pusieran de acuerdo; que al no ponerse de
acuerdo en el precio y en vista que el recurrente tenía necesidad
económica es que les ofreció el inmueble a los codemandados, a
su yerno e hija. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se ha
establecido como puntos controvertidos: A) Determinar si el
contrato y el acto jurídico que lo contiene, consistente en la
escritura Pública de compra venta de bien inmueble de fecha once
de Julio del dos mil cinco, suscrito por Enrique Masao Futagaki
Otani a favor de su hija Lidia Karina Futagaki Saavedra y esposo
Alan Roy Otsuka Pérez sobre el íntegro del predio, inscrita en la
partida Nro. 07000776 están afectados de nulidad. B) Determinar
si como consecuencia de lo anterior, corresponde declarar la
cancelación del Asiento C 0003, de la partida Nro. 07000776, del
Registro de Propiedad Inmueble de los Registros Públicos de
Madre de Dios. C) Determinar cómo pretensión accesoria si
corresponde el perfeccionamiento del contrato de compraventa
del predio, cuya área es de 375 m2, celebrado por el demandante
y el demandado Enrique Masao Futagaki Otani. 4. SENTENCIA
DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente,
el Juez mediante sentencia de fojas doscientos treinta, su fecha
veintisiete de diciembre de dos mil trece, declara fundada en parte
la demandada; en consecuencia, declara la nulidad del acto
jurídico de la escritura pública de compra venta de fecha once de
junio del año dos mil cinco, del inmueble signado como lote 10,
Mz. 2T, ubicado en la intersección del Jr. Lambayeque con Jr.
Cusco, suscrito por Enrique Masao Futagaki Otani a favor de Lidia
Karina Futagaki Saavedra y Alan Roy Otsuka Pérez, al considerar
que: 1) La escritura pública presentada por el demandante Jorge
Eduardo Bustamante Salazar, otorgada por el Juzgado Mixto
Transitorio de esta Corte Superior de Justicia con fecha veintiuno
de setiembre de dos mil once, acredita de manera indubitable la
existencia de una compra venta, celebrada entre el demandante
Jorge Eduardo Bustamante Salazar y el demandado Enrique
Masao Futagaki Otani, en tanto que, no se hubiera logrado obtener
dicho documento si es que no se acreditaba indubitablemente las
prestaciones reciprocas entre dichas personas, sobre todo el pago
del precio del bien inmueble que se describe en la escritura
pública; 2) Por tanto, se tiene certeza que el bien inmueble ubicado
en la esquina formada por los Jirones Cusco y Lambayeque,
signado como lote 10-B, Mz. 2T”, equivalente a 375 m2 (15 x 25)
a partir del año dos mil tres, ya era de propiedad del demandante,
no habiéndose logrado formalizar la transferencia, mientras que
éste cumpliera con la totalidad del pago, lo que ocurrió en el año
dos mil nueve; por ende al ser un bien inmueble enajenado por la
propia persona del demandado Enrique Masao Futagaki Otani,
éste no podía volver a transferirlo, más aún, si en autos no existe
documentación alguna que acredite la resolución del contrato de
compra venta; y, 3) La simulación de la segunda compra venta se
acredita con el precio consignado en la escritura de compraventa,
celebrada el diez de junio del año dos mil cinco, pues es ilógico
que un inmueble ubicado en una zona céntrica, de 1,000 M2 (que

78796 CASACIÓN
incluye la fracción transferida al demandante de 375 m2) cuesta la
irrisoria suma de $1,000.00 dólares americanos, más aún si en las
declaraciones de auto avaluó se advierte que el valor de dicho
inmueble sobrepasa los S/.30,000.00 nuevos soles. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante escrito de la
página doscientos cincuenta, los demandantes Lidia Karina
Futagaki Saavedra y Alan Roy Otsuka Pérez, interponen
recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia,
alegando que: 1) La pretensión de la presente demanda es la
nulidad de la escritura pública de compraventa de fecha once de
Junio del dos mil cinco; sin embargo, en los fundamentos de
hecho de la demanda se esgrime que solo se ha adquirido una
fracción del predio, por tanto el demandante solo tendría
legitimidad para obrar respecto a la fracción del predio adquirido y
no sobre el 100% del inmueble; 2) Que el A quo no ha cumplido
con señalar cuáles son los motivos o circunstancias que lo han
hecho arribar a la conclusión que el acto jurídico y el documento
que lo contiene son nulos, solo se ha limitado a describir los
medios probatorios presentados por el demandante, los que
supuestamente acreditan esto; 3) La parte que solicita la nulidad
debe de acreditar el concierto de voluntades, el propósito de
engañar o el perjuicio a terceros, lo que no se evidencia en autos;
4) Que no se ha tomado en cuenta que cuando adquirieron el
predio materia de litis, no existía documento alguno que acredite la
supuesta compra venta celebrada entre el demandante y Enrique
Masao, es más en las partidas registrales aparecía como único
propietario el vendedor; y, 5) Que no toma en cuenta otros medios
probatorios que hacen ver la existencia de una posesión directa y
actual de los demandados, y que por mucho que el precio de la
venta del inmueble materia de litis sea por debajo del precio del
mercado, esto no significa una venta simulada o ilícita, tanto más
que el demandante admite la cancelación del precio. 6.
SENTENCIA DE VISTA. La Sala Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Madre de Dios, expide la sentencia de vista de fecha
trece de noviembre de dos mil catorce, de fojas trescientos
cuarenta y dos, que confirma la sentencia apelada que declara
fundada en parte la demanda, en consecuencia, declara la nulidad
del acto jurídico contenido en la escritura pública de compra venta
de fecha once de junio del año dos mil cinco, del inmueble sub litis,
así como del asiento de inscripción registral C0003 de la partida
registral Nº 07000776 del Registro de la Propiedad Inmueble de la
Oficina Registral de Madre de Dios, debiendo procederse a su
cancelación, fundamentando la decisión en lo siguiente: 1) Que se
colige que en el presente caso se trata de la venta de un bien y
que una parte integrante de éste era totalmente ajeno, pues
evidentemente la segunda venta celebrada en fecha diez de junio
del año dos mil cinco ha sido otorgada, cuando una fracción de
éste ya había salido de la esfera patrimonial del demandado
Enrique Masao Futagaki Otani, en mérito al compromiso de
compra venta celebrado en el año dos mil tres; que con la escritura
pública de compra venta del predio materia de litis otorgada por el
Juzgado Mixto Transitorio de Tambopata en el Proceso Nº
307-2009-O-2701-JM-CI-01 se demuestra que efectivamente el
demandante y el demandado celebraron un contrato de compra
venta, constituyéndose desde ese momento en propiedad del
demandante Jorge Eduardo Bustamante Salazar; que
encontrándose la fracción de 375.00 m2. dentro del predio mayor
de 1,000.00 m2, transferido totalmente en fecha diez de junio del
año dos mil cinco, los demandados Lidia Karina Futagaki Saavedra
y Alan Roy Otsuka Pérez se encontraban impedidos legalmente
para disponer totalmente del mismo; y, 2) Que habiéndose
acreditado que el acto jurídico materia de la demanda, incurre en
causal de nulidad por finalidad ilícita y adolecer de simulación
absoluta, no resulta aplicable a los codemandados compradores
del bien inmueble la buena fe registral contemplada en el artículo
2014 del Código Civil, puesto que, la buena fe alegada por los
codemandado Lidia Karina Futogaki Saavedra y Alan Roy Otsuka
Pérez solo será resulta cuando las circunstancias que rodean a la
celebración del acto jurídico y su inscripción en los Registros
Públicos, hagan presumir que obraron, desconociendo la
inexactitud de los datos que aparecen en los Registros Públicos.
III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha ocho de abril de dos mil quince, de folios
cuarenta y uno del cuaderno de casación, ha declarado procedente
el recurso de casación interpuesto por los demandados Lidia
Karina Futagaki Saavedra y Alan Roy Otsuka Perezalan, por
las siguientes causales: A) Infracción normativa del artículo 219
inciso 4 y 220 del Código Civil. Señalan que tanto la sentencia
de primera y la de segunda instancia confunden el fin del negocio
con la causa del negocio jurídico, e inclusive lo confunden con el
motivo (impulso subjetivo). Así, sostienen que la causa del negocio
era lícita, pues a la fecha de celebración de la compraventa ella no
afectaba las buenas costumbres ni a norma jurídica alguna. Es
más, sostienen que el Código Civil no establece la nulidad del
negocio jurídico por falta de causa sino solamente por ilicitud de la
misma. En tal sentido, si en el caso concreto no existe función
económica, el negocio celebrado tendrá que ser considerado
inexistente. Añaden que la compraventa de bien ajeno no es
causal de validez. B) Infracción normativa del artículo 219
inciso 5 del Código Civil. Manifiestan que existe indebida
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Jueves 30 de junio de 2016
interpretación de la norma enunciada al señalar que existe
simulación por haber adquirido una propiedad cuando ésta ya
había sido transferida, cuando el negocio simulado es aquel que,
por decisión de las partes, aparenta la existencia de una
reglamentación negocial que en realidad no es querida. En este
caso, señalan los recurrentes, la sentencia de vista no ha referido
en qué consistió la apariencia, es decir, cual ha sido la ficción
creada por los contratantes y el codemandado Enrique Masao
Futagaki Otani, ni cuál es la real voluntad de las partes
contratantes, ello no obstante que se encuentra acreditado que los
recurrentes además de adquirir la propiedad, están viviendo y
cuidando de ella como propietarios desde el momento de su
adquisición. Asimismo, tampoco se ha demostrado que el
vendedor del inmueble les haya comunicado expresamente la
situación del bien ajeno. C) Infracción normativa del artículo IV
del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Refieren que al
declararse nulo el contrato de compraventa de fecha once de junio
de dos mil cinco disponiendo se deje sin efecto la compraventa
realizada entre los recurrentes y Enrique Masao Futagaki Otani
sobre el área total del inmueble (1 000 m2) y, no solo sobre un
área parcial de 375 00 m2, que es precisamente la parte que
sostiene se le habría afectado al demandante, la Sala Superior se
ha excedido, pues en el peor de los casos debió declarar solo la
nulidad parcial del contrato de compraventa, dejando, por el
principio de conservación, subsistente la compraventa, en lo
demás. En tal sentido, debió ser de aplicación el artículo 224 del
Código Civil, norma que tiene por finalidad una restricción a los
efectos expansivos de la nulidad. IV. MATERIA JURIDICA EN
DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el presente
proceso, se centra en determinar si la sentencia de segunda
instancia incurre en infracción normativa de las normas
denunciadas, esto es, si el contrato de compra venta de fecha
once de junio de dos mil cinco, suscrito entre los demandados se
encuentra viciado de nulidad, por incurrir en las causales de fin
ilícito y simulación absoluta, previstas en el artículo 219 incisos 4
y 5 del Código Civil; asimismo, si se ha vulnerado el principio de
conservación de los actos al anular todo el contrato de compraventa
referente a la transferencia del predio de 1000 m2, el cual se
encuentra sub dividido en dos, no obstante que el predio materia
de litis es solo una fracción de 375 m2. V. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Ante todo, en materia de
casación es factible ejercer el control de las decisiones
jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no
las normas que garantizan el derecho al debido proceso,
tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de
los principios y de las garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho
de defensa de las partes en litigio; que en el presente caso se han
tutelado. Segundo.- Que corresponde entonces efectuar el
análisis de la infracción contenida en el ítem A) del numeral III de
la presente resolución, esto es, la causal de nulidad por fin ilícito,
entendida como causa ilícita del acto. En tal sentido, la causa
ilícita debe ser entendida como el interés común y conjunto de las
partes que otorgan al acto objetivado en el texto o programa
negocial; sin embargo, no debe confundirse con el motivo
(particular) que anima a alguna de las partes a contratar. La causa
será ilícita cuando contravenga normas imperativas, el orden
público o las buenas costumbres; como bien lo define Lizardo
Taboada Córdova: “(...) la causa de nulidad por fin ilícito,
contemplada en el artículo 219, deberá entenderse como aquel
negocio jurídico cuya causa, en su aspecto subjetivo, sea ilícito,
por contravenir las normas que interesan al orden público o a las
buenas costumbres. Se trata pues, de una causal de nulidad por
ausencia del requisito de la licitud, aplicable al fin, que constituye
uno de los elementos del acto jurídico, según nuestro Código Civil
(...)”1. Tercero.- Bajo este contexto dogmatico y normativo, ha
quedado acreditado en autos que el demandado Enrique Masao
Futagaki Otani, ha otorgado en compraventa una fracción del bien
inmueble que era ajeno, pues a la fecha de celebración de dicho
negocio jurídico, parte de éste en un área de 375 m2, ya había
sido transferido al demandante Jorge Eduardo Bustamante
Salazar; siendo ello así, la conducta de los demandados se
enmarca en esta causal, puesto que la venta de un bien ajeno se
encuentra prohibido por el ordenamiento jurídico, dado que nadie
puede disponer sobre mayor derecho del que realmente tiene; por
consiguiente la presente denuncia debe ser desestimada, en
cuanto al acto relativo a la compraventa de los 375 m2. Cuarto.-
Que, en cuanto a la denuncia contenida en los ítems B) del
numeral III de la presente resolución, referente al artículo 219
inciso 5 del Código Civil que regula la causal de nulidad por
simulación absoluta, se debe destacar previamente, que la
moderna doctrina conceptúa a la simulación como el acuerdo
entre dos o más partes, para realizar una actividad negocial
meramente aparente, a la que no corresponde una efectiva
regulación de intereses de las partes o a la que le corresponde
una autorregulación de intereses diversa. La simulación implica la
ostentación de un negocio jurídico aparente y el ocultamiento de la
real intención de las partes de no concluir o concluir un negocio
diverso de aquel aparente y, por ende, productivo de efectos
distintos en sus relaciones recíprocas. Sobre esta causal Lizardo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Taboada señala: “(...) un caso de discrepancia entre la voluntad
declarada y la voluntad interna, realizada de común acuerdo entre
las partes contratantes, a través del simulatorio, con el fin de
engañar a los terceros” 2 Quinto.- En el caso sub materia, se
advierte que la Sala de mérito arriba a la conclusión que “(...) ha
quedado demostrado que el demandado Enrique Masao Futagaki
Otani, ha otorgado en compraventa una fracción de bien inmueble
que era ajeno, ubicado en la calle Cusco de la ciudad de Puerto
Maldonado, pues a la fecha de dicho negocio parte de éste ya
había sido transferido a Jorge Eduardo Bustamante Salazar; por lo
que resulta manifiesto que dicha compraventa está viciada de
nulidad absoluta pues la causa o finalidad del negocio jurídico
materia de la demanda resulta (sic) en ilícita y simulada al haberse
demostrado que el acto jurídico estaba orientado a obtener una
compraventa indebida de la propiedad de un bien inmueble
totalmente ajeno”; así la Sala de mérito efectúa la subsunción de
los hechos al supuesto normativo que regula la causal de nulidad
por simulación, nulidad que, según advierte esta Sala Suprema,
afecta solo al acto relativo a la fracción de terreno ubicado en el
Sub Lote Nº 10-B Mz. 2T con un área de 375.00 m2, cuyo
propietario es el demandante Jorge Eduardo Bustamante Salazar,
razón por la cual esta denuncia casatoria también debe ser
desestimada, solo en lo relativo a los 375 m2. Sexto.- Que, en
cuanto a la denuncia contenida en los ítems C) del numeral III de
la presente resolución, referente a la nulidad parcial del acto
jurídico regulado en el artículo 224 del Código Civil, es pertinente
precisar que la acotada norma se asienta, en el principio de la
conservación del contrato, cuyo objetivo es la protección de las
iniciativas negociales de los particulares lo que impone que se
deje de lado la tradicional contraposición entre la “validez total” y
la “invalidez total” del negocio jurídico. Esta necesidad ha llevado
a que el ordenamiento incorpore figuras atenuadas de invalidez
tales como la nulidad parcial, por medio de la cual se circunscribe
la nulidad a la parte de la reglamentación negocial por ella
afectada, dejándose indemne el resto del contenido del negocio
particular; consecuentemente la nulidad parcial debe ser
conceptuada como una de las técnicas de sanatoria del negocio
jurídico, que implica una conminación limitada específicamente al
contenido negocial afectado por la nulidad, es decir, la afectación
cuantitativamente restringida de la nulidad sólo al contenido
afectado por ella; en suma, circunscribir la nulidad y sus
consecuencias, concretamente a la parte de la reglamentación
negocial que la motiva y justifica; empero: “(...) para que pueda
funcionar la nulidad parcial se requiere que el contenido del acto
sea susceptible de división, sin que se destruya la esencia del
conjunto”3 Sétimo.- Que en el caso de autos se ha determinado
que la transferencia efectuada por Enrique Masao Futagaki Otani
a favor de su hija y yerno, los esposos Lidia Karina Futagaki
Saavedra y Alan Roy Otsuka Pérez, del inmueble ubicado en el Jr.
Cusco Mz. 2-T, lote Nº 10 del Distrito y Provincia de Tambopata,
Departamento de Madre de Dios de un área de 1,000 m2, adolece
de nulidad por haber dispuesto el vendedor en forma total de un
bien que previamente ya había sido vendido por el propietario
constituyéndose en un bien ajeno; sin embargo, se advierte que el
lote de 1,000 m2 está constituido por dos predios, el Sub Lote Nº
10-A Mz. 2T con un área de 625.00 m2 y el Sub Lote Nº 10-B Mz.
2T con un área de 375.00 m2; según Resolución Municipal número
330-2003-MPT-DATC de fecha quince de abril de dos mil tres,
siendo éste último el que afecta la validez del acto jurídico de
compraventa del once de junio de dos mil cinco, pues pertenece al
demandante Eduardo Bustamante Salazar; siendo ello así, en
aplicación del principio de conservación del contrato, deviene
parcialmente nulo el acto jurídico de fecha de once de junio de dos
mil cinco, sólo en relación al acto que comprende al lote 10-B Mz.
2T de 375 m2. VI. DECISIÓN. A) Por estos fundamentos:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por los
demandados Lidia Karina Futagaki Saavedra y Alan Roy Otsuka
Perezalan, obrante a fojas trescientos ochenta y nueve; en
consecuencia CASARON la sentencia de vista de fecha trece de
noviembre de dos mil catorce, de fojas trescientos cuarenta y dos.
B) Actuando en sede de instancia REVOCARON la sentencia
apelada de fecha veintisiete de diciembre de dos mil trece, en el
extremo que declara la nulidad del acto jurídico de la escritura
pública de compra venta de fecha once de junio del año dos mil
cinco, reformándola declararon fundada en parte la demanda de
nulidad parcial del acto jurídico de la escritura pública de compra
venta de fecha once de junio del año dos mil cinco, en el extremo
referente al sub lote Nº 10-B Mz 2T cuya área es de 375 m2, en
concordancia con la sub división establecida mediante Resolución
de Alcaldía Nº 330-2003-MPT-DATC de fecha quince de abril de
dos mil trece; CONFIRMARON la sentencia apelada en lo demás
que contiene. C) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Jorge Eduardo Bustamante Salazar con Lidia
Karina Futagaki Saavedra y otros, sobre nulidad de acto jurídico; y
los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
78797
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Nulidad del Acto Jurídico, Editora Jurídica Grijley.
Segunda Edición 2002. p. 117.
2
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Op. cit., p. 118.
3
VELEZ SARSFIELD, Dalmacio, ARAUZ CASTEX, Manuel y LLAMBÍAS Jorge, en
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. El Acto Jurídico. Gaceta Jurídica. Novena Edición,
2013, p. 566.
C-1392274-129
CAS. Nº 652–2015 MOQUEGUA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Que, al haber
desarrollado el demandante actividades de riesgo laboral minero,
la empresa está obligada asumir las consecuencias de dicho
riesgo. Lima, veintiséis de agosto del dos mil quince. La Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República:
Que, después de revisar el expediente con numeración asignada:
652 – 2015 en esta Sede, sobre proceso de indemnización por
daños y perjuicios, en Audiencia Pública de la data, oído el informe
oral, y, emitida la votación de la Suprema Sala conforme a la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se expide la siguiente sentencia: 1.-
Materia del Recurso: Que se trata de dos recurso de casación, el
primero, interpuesto por Southern Perú Copper Corporation y el
segundo, planteado por Pedro Juan Díaz Zegarra, obrantes a
fojas mil novecientos setenta y dos y mil nueve treinta y uno,
contra la resolución de vista de fojas mil ochocientos noventa y
uno, su fecha veintiuno de enero del dos mil quince, que confirma
la sentencia apelada de fojas mil setecientos noventa y uno, de
fecha diecisiete de marzo del dos mil catorce, que declara fundada
en parte la demanda interpuesta por Pedro Juan Díaz Zegarra,
contra la empresa Southern Perú Copper Corporation, sobre
indemnización por daños y perjuicios, en cuanto declara el
derecho del demandante y la revoca en el extremo que fija el
monto establecido por las pretensiones de daño moral y daño a la
persona; reformándola fija por daño moral la suma de setenta mil
nuevos (S/. 70,000.00) y, por daño a la persona, la misma suma de
setenta mil nuevos soles (S/. 70,000.00); con lo demás que
contiene. 2. Antecedentes: Para analizar esta acción civil o litigio
judicial y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa,
es necesario realizar las siguientes precisiones fácticas sobre este
proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar el derecho. Etapa
Postulatoria del Proceso 2.1. Interposición de la Demanda.
Que, Pedro Juan Díaz Zegarra interpone demanda de daños y
perjuicios por responsabilidad patrimonial (daño emergente y lucro
cesante), daño personal y daño moral, todo por la suma de S/.
1,124,035.29 nuevos soles, y en forma accesoria el pago de los
intereses legales con expresa condena de costas y costos; al
haber perdido los cinco dedos de la mano derecha quedando en
estado de invalidez de por vida. El demandante que era trabajador
de la empresa demandada, el día diez de junio del dos mil seis
tuvo un accidente en el trabajo, a las ocho y cincuenta de la
mañana aproximadamente, cuando se encontraba laborando,
como consecuencia del cual quedó mutilado de su mano derecha,
en circunstancia que cargaba mineral del Hopper a los vagones
del tren, se produce el descarrilamiento del vagón de adelante por
el atasco de una piedra en los extremos superiores de dos
vagones, razón por la cual el demandante opta por limpiar las
muelas del tren para poder desacoplar los vagones descarrilados,
momento en que el demandado Augusto Aquilino Ego Aguirre
mueve el tren provocando la caída de la piedra atascada que
mutila la mano derecha del demandante. Que, la empresa
demandada al tomar conocimiento de los hechos, con la finalidad
de salvar su negligencia culpabilidad y responsabilidad, recién con
fecha diecinueve de junio de dos mil seis levanta un acta de sesión
extraordinaria del Comité de Seguridad e Higiene Minera de la
Unidad de Producción Cuajone en la cual se analiza las causas
del accidente y se acuerdan medidas correctivas a adoptarse, con
lo que se acredita que la Empresa demandada es responsable de
los daños y perjuicios que se le han ocasionado, pues tiene un
estadio de evolución de incapacidad del 54% para todo trabajo
que demande esfuerzo físico. Etapa de Absolución 2.2.
Contestación. Que, Southern Perú Copper Corporation
contesta la demanda y sostiene que el trabajo del demandante
consistía en cargar mineral a los vagones y cerrar la compuerta
del Hopper, cuando los vagones estuvieran cargados al máximo;
que el día de los hechos la locomotora cincuenta y siete era
operada por el maquinista, cuando el codemandado, cargaba el
mineral al Hopper B a las 8.50 am, que el maquinista sube a la
cabina del Hopper donde se encontraba el demandante y en
coordinación con él cargan siete vagones sin problemas, mientras
que del octavo vagón se desprende el material a los lados del
vagón, provocando su descarrilamiento, que ambos operadores
deciden avanzar el tren hacia el encarrilador, para lo cual el
maquinista avanza y retrocede el tren, pero el material derramado
no se lo permite y se descarrila también el vagón de adelante,
razón por la cual el tren se para unos veinte minutos hacia la

78798 CASACIÓN
entrada del Hopper; que el maquinista y el demandante deciden
cortar el tren, el demandante procede a bajar del Hopper y se
ubica entre los dos vagones, aparentemente a limpiar las muelas
del Hopper, hecho que debió comunicar al supervisor, además
debió usar el picaflor que es una máquina que tiene una lanza
para limpiar los vagones; sin embargo, el demandante fue a
limpiar las muelas del ferrocarril – unión entre vagones- de forma
imprudente y temeraria, entre los vagones cuarenta y cinco y
cuatrocientos cincuenta y dos, en donde por declaración del
maquinista, se encontraba una piedra de unos cuatrocientos
cincuenta kilos la que quedó colgada en la parte superior entre los
dos vagones, preciso momento que la misma cae ocasionando los
daños que refiere el demandante; que se procede a brindarle la
ayuda correspondiente, trasladándolo vía aérea en el Jet de la
compañía a la ciudad de Lima para ser atendido en la Clínica San
Borja; que resulta falso que el maquinista hubiera operado el
Hopper pues su función es controlar el proceso de carga de
vagones, siendo imposible que procediera a mover los vagones
cuando el demandante se encontraba limpiando las muelas de los
vagones descarrilados, no siendo cierto lo afirmado por el
demandante al pretender atribuir responsabilidad al maquinista;
hechos que no han sucedido pues es imposible que una persona
opere el Hopper y al mismo tiempo mueva los vagones. Que,
Augusto Ego Aguirre Ávalos contesta la demanda, afirmando
que el día del accidente desarrollaba su labor como operador del
Hopper, en forma conjunta con el demandante quien operaba los
vagones; que su labor consistía en descargar el mineral ubicado
en el Hopper a los vagones de la locomotora habiendo descargado
siete vagones, que al descargar el vagón ocho denominado
cuatrocientos cincuenta y cuatro, el demandante carga en exceso
el mineral, ocasionando que caiga fuera del vagón, ante tal
circunstancia procedió a retroceder y avanzar el tren, logrando
retroceder el tren unos cinco metros, pero debido al exceso de
mineral este se atascó; en estas circunstancias, siendo
responsabilidad del demandante, el cargamento del mineral, este
optó por bajar a limpiar el mineral y procedió a limpiar las muelas
entre los vagones cuatrocientos cincuenta y cuatro y cuatrocientos
cincuenta y dos, sin advertir el riesgo y el peligro, pues la piedra
que ocasionó el accidente se encontraba en la parte superior
atascada entre los vagones, limpiando las muelas en forma
imprudente, sin utilizar el picaflor, que es un máquina que permite
retirar las piedras; que al no realizar esta acción y confiado en su
experiencia trató de limpiar pero la piedra cedió y cayó ocasionando
las lesiones que han dado lugar a la demanda. Etapa Decisoria e
Impugnativa 2.4. Sentencia de Primera Instancia. Por sentencia
de primera instancia se declara Fundada en parte la demanda
respecto a la empresa demandada Southern Perú Copper
Corporation, e infundada respecto al codemanado Augusto
Aguirre; se dispone que el demandado Southern pague al
demandante: por daño moral S/. 50,000.00; por daño personal S/.
50,000.00; y, por lucro cesante S/. 9,867.60 nuevos soles, lo que
hace un monto total de S/.109,867.60 nuevos soles, por concepto
de indemnización por daños y perjuicios; e, infundado el pago por
daño emergente. 2.5. Recurso de Apelación. Que, la Empresa
demandada Southern Perú Copper Corporation, interpone
apelación contra la sentencia de primera instancia, con los
siguientes argumentos: a) Que, pese a que el demandante
reformuló su pretensión al ámbito de la responsabilidad
contractual, la sentencia de primera instancia se sustenta en el
ámbito de la responsabilidad extracontractual, aplicando
indebidamente el aforismo iura novit curia, apartándose del criterio
expuesto por la Sala Mixta en la resolución número doce; b) Que,
de adoptarse el \criterio de la responsabilidad extracontractual, el
caso no se hallaría dentro del ámbito laboral, ni sería de aplicación
el artículo 04 de la Ley Número 26636; c) Que, si el Juez tenía una
tercera posición sobre el caso, no alegado por las partes, se debió
dar oportunidad a éstas para pronunciarse al respecto, que al no
haberlo hecho así se crea un estado de indefensión; d) Que, es
una incongruencia concluir que se trata de un supuesto de
responsabilidad extracontractual sobre la base de incumplimientos
contractuales; e) Que, no se ha valorado el documento denominado
“Procedimiento Nº 29 referente al trabajo de Carguío Tolva/Tren”;
f) Que, es una incongruencia cuantificar el monto del lucro cesante
en función de la remuneración bruta del ex trabajador; g) Que,
existe una cuantificación arbitraria del daño personal y del daño
moral, dado que no se han expuesto razones o fundamentos; h)
Que, al haber cumplido con contratar el SCTR, el que ha venido
atendiendo al demandante hasta su recuperación integral,
otorgándole aún pensiones de incapacidad, no existe daño
emergente o lucro cesante que indemnizar por parte de la
empresa. Que, el demandante Pedro Juan Díaz Zegarra, apela
en cuanto al monto establecido como daño emergente, y alega
como argumentos de su apelación los siguientes: a) Que, no se ha
tomado en cuenta que en cumplimiento de sus funciones el diez
de junio del dos mil seis, ha tenido un accidente de trabajo por el
que ha quedado mutilado de por vida, con una incapacidad del
cincuenta y cuatro por ciento, ni se ha tomado en cuenta que el
accidente se produjo por el derramamiento y descarrilamiento de
un vagón del tren; b) Que, no se ha tomado en cuenta que sus
actividades constituían labores de alto riesgo, sin que existan
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
normas sobre control de riesgos; c) Que, la suma establecida en
su favor no repara todos los daños que le han ocasionado. Como
pretensión impugnativa solicita que se revoque parcialmente la
sentencia y reformándola se fije la reparación en la suma de S/.
1.124.065.29 nuevos soles. Se deja establecido que no existe
apelación del actor sobre la infundabilidad de la pretensión de
daño emergente, ni contra la decisión de declarar infundada la
demanda contra el codemandado Augusto Aquilino Ego Aguirre
Avalos. Pluralidad de la Instancia 2.6. Sentencia de Revisión.
Por sentencia de vista de fojas mil ochocientos noventa y uno, del
veintiuno de enero de dos mil quince, se confirma la Resolución
número setenta y tres, de folios mil ciento nueve, expedida en
Audiencia Única de fecha veintisiete de marzo del dos mil doce,
por la que se declara infundada la excepción de oscuridad y
ambigüedad en el modo de proponer la demanda; se confirma la
sentencia de primera instancia, obrante de folios mil setecientos
noventa y uno a mil ochocientos cuatro, que declara fundada en
parte la demanda interpuesta por Pedro Juan Díaz Zegarra, contra
la Empresa Southern Perú Copper Corporation, sobre
indemnización por daños y perjuicios, en cuanto declara el
derecho del demandante y la revoca en el extremo que fija el
monto establecido por las pretensiones de daño moral y daño a la
persona; reformándola se fija por daño moral la suma de setenta
mil nuevos (S/. 70,000.00) y por daño a la persona la misma suma
también de setenta mil nuevos soles (S/. 70,000.00), sumando un
total de ciento cuarenta y nueve mil ochocientos sesenta y siete
nuevos soles con sesenta céntimos (S/. 149,867.60), con costos,
pero sin costas del proceso, confirmando en lo demás que
contiene la sentencia apelada; que respecto a la excepción el A
quo ha dejado establecido que el actor cumplió con precisar cada
una de las pretensiones y el tipo de responsabilidad civil, criterio
que comparte. 3. Etapa Extraordinaria – Procedimiento
Casatorio 3.1. Causales por las que se Declaró Procedente el
Recurso de Casación: Que, este Tribunal Supremo, mediante
resoluciones de fecha ocho de setiembre del dos mil catorce,
obrante en el cuaderno de casación, ha estimado procedente los
precitados recursos, por las causales previstas en el inciso 3º del
artículo 386 del Código Procesal Civil, en virtud del cual los
recurrentes denuncian: i) En lo que respecta al recurso de
casación interpuesto por Southern Perú Copper Corporation: A)
Infracción normativa de los artículos 139 de la Constitución
Política del Estado; artículo 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y el artículo 50 del Código
Procesal Civil. Sostiene la recurrente que la Sala Superior
contraviene el principio lógico de no contradicción, puesto que si
bien en un extremo de la sentencia reconoce la existencia de un
tipo de responsabilidad contractual, en el otro, desconoce la
postura adoptada y pretende aplicar una normatividad que deviene
en impertinente; B) Infracción normativa por aplicación
indebida del artículo 1970 del Código Civil, señala que al
determinarse que la relación vinculante entre el demandante y
Southern era una de naturaleza obligacional (contrato de trabajo),
correspondería la aplicación de lo pactado por las partes
(autonomía de la voluntad) al momento de la suscripción del
contrato de trabajo o supletoriamente, las normas contenidas en el
Título IX (Inejecución de Obligaciones) del Código Civil Peruano;
C) Infracción normativa por aplicación indebida del artículo
1985 del Código Civil, alega que la invocación del daño a la
persona en el régimen contractual es impertinente, pues no se ha
regulado para este tipo de resarcimientos; D) Infracción
normativa por inaplicación del artículo 1317 del Código Civil,
indica que la citada norma tiene por finalidad regular los supuestos
de hecho de fractura del vínculo causal, entre el causante aparente
y la víctima; por consiguiente, no existiendo nexo o causal,
tampoco existe responsabilidad; E) Infracción normativa por
inaplicación del artículo 1331 del Código Civil. Indica que
acogido el daño por lucro cesante este extremo del fallo resulta
insubsistente, al encontrarse debidamente resarcido, de manera
continua y mensual, mediante el pago de una pensión por
invalidez. ii) En lo que respecta al recurso de casación de Pedro
Juan Díaz Zegarra se alega: A) Infracción normativa del
artículo 1970 del Código Civil; artículo II del Título Preliminar
de la Ley Nº 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo y
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado.
Alega el recurrente que, considerando que su persona estuvo
laborando para la empresa demandada en calidad de chofer de
mina, tratándose de actividades de alto riesgo la empresa
demandada, está obligada a soportar las consecuencias de los
riesgos de tal actividad. Que, en cuanto al daño emergente, no se
ha tomado en cuenta que si bien su persona ha sido atendido
oportunamente en el Hospital de Cuajone y trasladado a la Clínica
San Borja de Lima, producto del accidente, ha realizado diversos
gastos que inevitablemente han provocado un desmedro en su
economía, gastos que se encuentran debidamente detallados en
su escrito de demanda y que inexplicablemente han sido dejados
de lado por el Aquo. Agrega que, no se han valorado los actuados
que obran en autos, no se ha merituado los medios probatorios
que acreditan que su persona ha quedado prácticamente
imposibilitado de conseguir nuevo empleo, toda vez que las
exigencias profesionales del mercado laboral y la demanda de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
empleo no le dejarían abierta esta posibilidad. 4.- Materia Jurídica
en Debate Que, la materia jurídica en debate en el presente
proceso se centra en determinar si la decisión judicial dictada por
la Sala Superior ha infringido el derecho al debido proceso y el
deber de motivación reconocidos en el artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución, así como la infracción normativa material. 5.-
Fundamentos Jurídicos de este Supremo Tribunal de
Casación Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de
casación se ha declarado la procedencia, por la causal de
infracción normativa por vicios in iudicando e in procedendo como
fundamentación de las denuncias; que atendiendo a sus efectos,
es menester realizar, previamente, el estudio y análisis de la
causal referida a las infracciones procesales, pues en caso de
ampararse la misma, esto es, si se declara fundada la Casación
por la referida causal procesal, deberá reenviarse el proceso a la
instancia de origen para que proceda conforme a lo resuelto,
quedando sin objeto pronunciarse respecto a la causal de
infracción normativa de normas materiales. En ese sentido, esta
Suprema Sala Civil, en primer orden, se pronunciará respecto a la
infracción normativa procesal en virtud de los efectos que la
misma conlleva. Segundo.- Que, existe infracción normativa
cuando la resolución impugnada padece de anomalía, exceso,
error o vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio,
lógica – jurídica (ratio decidendi), en el que incurrió el juzgador,
perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo para el
sistema jurídico, que se debe subsanar mediante las funciones del
recurso de casación. Tercero.- Que, con relación a las infracciones
de carácter procesal contenidas en los acápites A) del apartado i)
y A) del apartado ii) -segundo extremo, se tiene que al subsumir
las denuncias precedentes se debe tener presente que estas
posibilitan por su carácter procesal precisar qué la Suprema Corte
de Casación Civil ha establecido que: “(...) El debido proceso es el
conjunto de garantías que protegen a los ciudadanos sometidos a
cualquier proceso, con el fin de asegurarles una oportuna y recta
administración de justicia, en orden a procurar seguridad jurídica y
que las decisiones se pronuncien conforme a derecho, entonces
es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,
condiciones y exigencias necesarias para garantizar la efectividad
del derecho material (...)”1. En este mismo sentido, la Suprema
Corte ha sancionado: “(...) El derecho al debido proceso es un
derecho fundamental de los justiciables, el cual no sólo les permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley (...)”2. La Corte Suprema
también, resalta que: “(...) El debido proceso está referido al
respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política, por el cual se posibilita que toda persona
puede recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional
efectiva a través de un procedimiento legal con la posibilidad de
hacer uso irrestricto de su derecho de defensa así como de su
derecho a probar, que se observen reglas procesales establecidas
para cada procedimiento y que las instancias jurisdiccionales
emitan pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley
(...)”3; y, finalmente: “(...) El derecho al debido proceso se realiza
mediante un conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable,
las que incluyen: la tutela jurisdiccional efectiva, la observancia de
la jurisdicción y la competencia predeterminada por ley, la
pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las
resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y contradicción entre otros) (...)”4. Cuarto.-
Que, respecto a la motivación de las resoluciones judiciales la
Corte Suprema ha establecido: “(...) El inciso 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú, recoge el principio derecho de la
función jurisdiccional de observar la debida motivación de las
resoluciones judiciales, mediante el cual el juzgador debe exponer
las consideraciones que fundamentan la subsunción de los hechos
en los supuestos hipotéticos de las normas jurídicas que fueron
aplicadas, dando lugar a la actividad denominada construcción del
razonamiento judicial, la misma que sirve de punto de apoyo a la
declaración jurisdiccional; de otra manera, la sentencia no podría
operar en el convencimiento de las partes ni de los ciudadanos en
general, ni podría permitir control correspondiente de los órganos
de instancia superior por la vía de los recursos previstos en la ley
procesal, instados por los justiciables (...)5”. Asimismo, la Suprema
Corte ha precisado que: “(...) Por el Principio de Motivación de las
resoluciones judiciales, el juzgador debe de exponer las
consideraciones que sustentan la subsunción de los hechos a los
supuestos hipotéticos de las normas jurídicas emitiendo
pronunciamiento jurisdiccional de manera clara y congruente al
resolver la controversia jurídica con sujeción a la Constitución y a
la Ley, resolviendo respecto de lo que es la materia en controversia
y que son expuestos por las partes procesales, de tal manera que
los justiciable estén en la posibilidad de conocer las razones de
cómo se resolvió en un determinado sentido a fin de realizar los
actos necesarios para la defensa de su derecho y (...)
posibilitándose además el control correspondiente por los órganos
de instancia superior a que se accede a través de los recursos
previstos en la ley (...)”6. Quinto.- Que, la motivación de las
resoluciones judiciales y la valoración de los medios probatorios
78799
constituyen elementos del debido proceso y, además, se han
considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional,
consagrados en los incisos 3 y 5, del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, norma constitucional que ha sido recogida en el
artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el inciso 6 del
artículo 50 e incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal
Civil; y, cuya contravención origina la nulidad de la resolución,
conforme lo disponen las dos últimas normas procesales
señaladas. Sexto.- Que, conforme a lo expuesto en los
fundamentos jurídicos, respecto a la infracción normativa
contenida en los acápites A) y A)-segundo extremo – debido
proceso-, se precisa que en el proceso y en la sentencia de
segunda instancia no se verifica la concurrencia de vicios
insubsanables que afecten el debido proceso, en tanto, la recurrida
contiene una motivación precisa y sustentada en base a los
hechos materia de probanza fijados en los puntos controvertidos
según el acta de audiencia, toda vez que se absolvió las posiciones
y contraposiciones asumidas por las partes de la litis durante el
desarrollo del proceso, en el que los Jueces utilizaron su
apreciación razonada, en cumplimiento de la garantía
constitucional contenida en los incisos 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú. En tal sentido, se verifica que la
decisión adoptada en la sentencia de mérito, cumple con garantizar
el derecho al debido proceso ya que contiene una motivación
adecuada, coherente y suficiente, pues, es una decisión que se
sustenta en la evaluación, valoración conjunta y razonada de
los medios probatorios aportados por las partes al proceso;
señala de forma precisa las normas aplicables, para determinar la
decisión recaída sobre el petitorio, es decir, ofrece una justificación
fáctica y jurídica de la decisión, que ha resuelto la controversia, y
permitió que el derecho actúe en defensa de la justicia. Sétimo.-
Que, las denuncias de los acápites A), B), C), D), E) y A) del
apartado ii) primer extremo-, como puede verificarse contienen
argumentos en común, que las vinculan entre si, lo que permite
emitir un pronunciamiento en conjunto respecto de ellas. Octavo.-
Que conforme al glosario de términos establecido en el
Reglamento de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo Nº
29783 aprobado por Decreto Supremo número 005-2012-TR, el
accidente de trabajo es definido como “Todo suceso repentino que
sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo y que produzca
en el trabajador una lesión orgánica, una perturbación funcional,
una invalidez o la muerte. Es también accidente de trabajo aquél
que se produce durante la ejecución de órdenes del empleador, o
durante la ejecución de una labor bajo su autoridad, y aun fuera
del lugar y horas de trabajo”. Noveno.- Que, la Sala Superior ha
determinado, que sobre la base de los hechos probados, y
respecto a la valoración del documento denominado
“Procedimiento Nº 29 referente al trabajo de Carguío Tolva/Tren”;
que si bien es cierto, que el A quo no ha hecho mención de dicho
documento, sin embargo conforme a lo dispuesto en el artículo
197 del Código Procesal Civil, todos los medios probatorios deber
ser valorados por el Juez en forma conjunta y razonada, empero
en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones esenciales
y determinantes que sustentan su decisión. Del precepto citado,
se puede colegir que la valoración probatoria es integral y conjunta,
pero no es exigible que se haga mención a todos los medios de
prueba actuados en el proceso, cuando del análisis se infiere que
en efecto han sido merituados. Décimo.- Que, es de apreciar que
el documento de folios novecientos dieciocho (Tomo II), establece
un procedimiento para el Carguío de Tolva-Tren; que en dicho
documento se describe el procedimiento que debe observar el
operador de la tolva, el maquinista de tren y el operador del equipo
de limpieza de las tolvas; que también señala la ubicación de la
locomotora, las prohibiciones, el uso de la luz roja y de la radio. Sin
duda que se trata de un documento instructivo que acredita que la
empresa tuvo regulado el procedimiento de carguío del tren,
empero como es conocido, por reglas de la experiencia, los
riesgos en la actividad laboral siempre estarán presentes, siendo
obligación del Estado y de todo empleador establecer los medios
y condiciones que protejan la vida, la salud y el bienestar de los
trabajadores, considerando los factores sociales, laborales y
biológicos en la evaluación y prevención de los riesgos en la salud
laboral. Décimo Primero.- Que, si bien los riesgos de accidente o
enfermedad profesional son susceptibles de administrarse a
efecto de minimizarlos, no cabe la posibilidad de erradicarlos de
manera segura o en forma definitiva, sobre todo si se trata de
actividades de alto riesgo como las desarrolladas por la empresa
demandada. El Estado, entendiendo la imposibilidad de eliminar el
riesgo establecido laboral, es que ha establecido la obligación de
los empleadores de contratar un seguro adicional para confrontar
los riesgos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales,
como es el seguro complementario de trabajo de riesgo establecido
por la Ley Número 26790; consecuentemente las instancias de
mérito arribaron a la conclusión que la observancia del referido
documento no enerva la responsabilidad de la empresa recurrente.
Décimo Segundo.- Que, en cuanto a dicha responsabilidad,
resulta de autos que el demandante estuvo laborando para la
empresa recurrente, en su condición de chofer de mina,
desarrollando actividades de alto riesgo (Actividad minera,
catalogada como tal, según el anexo 5 del Reglamento de la Ley
de Modernización de la Seguridad Social), por tanto la casacionista

78800 CASACIÓN
está obligada a soportar las consecuencias de los riesgos de tal
actividad. Se trata de una responsabilidad objetiva que requiere un
resultado dañoso y un nexo causal con la actividad. El artículo
1970 del Código Civil establece: “Aquel que mediante un bien
riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o
peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a repararlo”. A su
vez el artículo II del Título Preliminar de la Ley Número 29783, Ley
de Seguridad y Salud en el Trabajo establece el principio de
responsabilidad en el empleador. Textualmente el precepto
establece: “El empleador asume las implicancias económicas,
legales y de cualquier otra índole a consecuencia de un accidente
o enfermedad que sufra el trabajador en el desempeño de sus
funciones o a consecuencia de él, conforme a las normas
vigentes”. Que cuando el texto legal alude a la “normas vigentes”,
éstas son los artículos del Código Civil referidos a la responsabilidad
civil, entre ellos el artículo 1970 aludido. Décimo Tercero.- Que,
con relación al quantum de la indemnización por lucro cesante, se
ha tenido en cuenta la diferencia entre lo que el demandante
percibe y lo que debería percibir por remuneración por un periodo
de cinco (05) años, lo que resulta poco razonable, si se tiene en
cuenta que la edad de jubilación normal es de sesenta y cinco (65)
años, por lo que el derecho declarado y el monto debe ser es
proporcional y razonable. Que, en cuanto al daño moral, si bien el
demandante no ha presentado suficiente prueba destinada a
probar específicamente tal daño; sin embargo, sí ha probado que
tiene una familia constituida por su esposa e hijos, así conforme a
las partidas de matrimonio y de nacimiento presentadas, a la fecha
de la ocurrencia de los hechos, tenía dos hijos en minoría de edad
y en etapa escolar, de lo que es posible inferir que el sólo hecho de
quedar incapacitado para seguir desplegando esfuerzos laborales
en búsqueda del bienestar personal y familiar, tanto en la empresa
demandada como en otra, le ha causado sufrimientos que sin
duda han afectado su autoestima. Ahora bien, el daño moral
tiende a superarse con el transcurso del tiempo, sin embargo se
trata de la pérdida de una mano, que materialmente es
irrecuperable, hecho que hace que el padecimiento, en vez de
disiparse con el tiempo, se agrave o en el mejor de los casos se
mantenga latente de por vida; que por estos fundamentos se ha
resuelto, bajo el principio de proporcionalidad indemnizarlo, e
incluso al aplicar el criterio de equidad, fue incrementado
prudencialmente y aunque este nuevo monto, por el concepto de
daño moral pudiera no ser suficiente para compensar el pesar del
demandante, debe tenerse en cuenta que se trata de una decisión
de equidad y no de tasación del daño. Que según las pruebas
fotográficas, que informan sobre la magnitud del daño en el cuerpo
del demandante, así como el dictamen de la Comisión Médica que
da cuenta de la incapacidad del cincuenta por ciento (50%), el
monto fue aumentado prudencialmente, siempre con el
mencionado criterio de equidad, para el caso del daño moral.
Décimo Cuarto.- Que, respecto al contrato del Seguro
Complementario de Trabajo de Riesgo, la recurrente ha alegado
que por el hecho de haber contratado el seguro complementario
de trabajo de riesgo, ya no tendrá que indemnizarse el daño
emergente o el lucro cesante; sin embargo dicha alegación no
está referida a los elementos constitutivos de la responsabilidad
civil, que permitan inferir la ausencia de alguno de ellos que, a su
vez, libere a la recurrente de su obligación de indemnizar. El hecho
de contratar el seguro complementario de riesgo, sólo evidencia el
cumplimiento de una obligación prevista en el artículo 19 de la Ley
número 26790; que la cobertura de las contingencias que otorga el
seguro, no es más que el cumplimiento de un contrato de seguro
por haberse materializado el riesgo que cubre. Si bien el
demandante ha contado con atención médica y demás beneficios
provenientes del seguro complementario de riesgo, esto no libera
a la casacionista de asumir las implicancias económicas, a
consecuencia de un accidente de trabajo conforme a lo previsto en
el artículo II del Título Preliminar de la Ley Número 29783. Décimo
Quinto.- Que, en tal contexto fáctico y jurídico, al no configurarse
las causales de infracción normativa, de los recursos de casación
deben ser desestimados en todos sus extremos y procederse
conforme a lo dispuesto en el artículos 397 del Código Procesal
Civil. 6.- Decisión: A) Por estos fundamentos: Declararon
INFUNDADOS los recursos de casación, el primero, interpuesto
por Southern Perú Copper Corporation; y, el segundo, planteado
por Pedro Juan Díaz Zegarra, en consecuencia NO CASARON la
sentencia de segunda instancia de fojas mil ochocientos noventa
y uno, su fecha veintiuno de enero del dos mil quince, expedida
por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Moquegua. B)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Pedro Juan Díaz Zegarra contra Southern Perú Copper
Corporation, sobre indemnización de daños y perjuicios; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Casación 5425 – 2007 – Ica, uno de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente -
Corte Suprema.
2
Casación 194 – 2007 – San Martín, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria
de la Corte Suprema.
3
Casación 1110 – 2007 – Santa, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria de la
Corte Suprema.
4
Casación 1571 – 2008 - La Libertad, 2 de diciembre de 2008, Sala Civil Permanente
de la Corte Suprema.
5
Casación 5290 – 2006 – Pasco, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria de
la Corte Suprema.
6
Casación 4452 – 2006 – Piura, 3 de diciembre de 2008, Sala Civil Transitoria de la
Corte Suprema.
C-1392274-130
CAS. 699-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Sumilla: En el
presente caso, solo corresponde indemnizar al demandante por
concepto de daño moral, ya que el hecho de haber sido despedido
en forma arbitraria por su empleador, le ha ocasionado sufrimiento,
el cual se refleja a través de un posible deterioro en su imagen
ante sus familiares, amigos y la sociedad en general. Lima,
veintiséis de noviembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: vista la causa número 699-2015, en audiencia
pública de la fecha, oídos los informes orales y producida la
votación correspondiente, emite la siguiente sentencia. I.
MATERIA DE RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por el demandante Manuel Adalberto Granados
Tejerina, de fojas novecientos cuarenta y tres, contra la sentencia
de segunda instancia, de fojas ochocientos noventa y siete, del
doce de noviembre de dos mil catorce, que revoca la sentencia
apelada de fecha cinco de junio del mismo año, de fojas
ochocientos veintisiete, que declara fundada en parte la demanda;
en consecuencia, fija por lucro cesante la suma de cuatrocientos
ochenta y siete mil setenta y cinco nuevos soles con ochenta y dos
céntimos (S/.487,075.82), y por daño moral, la suma de setenta y
cinco mil nuevos soles (S/.75,000.00), que hacen un total de
quinientos sesenta y dos mil setenta y cinco nuevos soles con
ochenta y dos céntimos (S/.562,075.82); reformándola declara
infundada la demanda respecto a dichos conceptos. II.
ANTECEDENTES: Para analizar esta causa civil y verificar si se
ha incurrido o no, en la infracción normativa denunciada, es
necesario realizar las siguientes precisiones: 1. DEMANDA. Por
escrito de fojas cuatrocientos cincuenta y ocho, subsanada a fojas
seiscientos trece, Manuel Adalberto Granados Tejerina
interpone la presente demanda a fin que la demandada lo
indemnice con la suma de un millón quinientos noventa y un mil
cuatrocientos treinta y ocho nuevos soles con dos céntimos
(S/.1´591,438.02) por concepto de daño emergente, lucro cesante
y daño moral. Funda su pretensión en que: 1) Ingresó a laborar en
SEDAPAL el dos de julio de mil novecientos ochenta y cuatro
hasta el veinticinco de junio de dos mil tres, fecha en que fue
despedido arbitrariamente, por habérsele imputado dos faltas
graves cuando ostentaba el cargo de Gerente de Finanzas que
desempeñó entre el año dos mil hasta el dos mil dos, faltas que
consistieron en: a) Actuar negligente ante los requerimientos
efectuados por SUNAT para brindar información sobre los periodos
del año mil novecientos noventa y siete y mil novecientos noventa
y ocho, por supuestamente no brindar la información
oportunamente, lo que originó que multaran a la empresa
demandada, y b) No tener en su poder la laptop asignada para su
uso; 2) Ante ello, interpuso demanda de indemnización por
despido arbitrario, la cual fue declarada fundada por el juez de
primera instancia, quien además dispuso como indemnización por
despido arbitrario el pago de la suma de ciento treinta y siete mil
cuatrocientos sesenta nuevos soles con noventa y seis céntimos
(S/.137,460.96), más intereses legales, con costas y costos; que
dicha decisión fue confirmada en segunda instancia, siendo luego
declarada improcedente el recurso de casación interpuesto por
SEDAPAL; 3) Antes de haber sido despedido, percibía una
remuneración de doce mil trescientos noventa y cinco nuevos
soles con cincuenta y cinco céntimos (S/.12,395.55); que al verse
privado de dicha remuneración, a los cincuenta y dos años de
edad, se endeudó con entidades bancarias y financieras, con las
universidades de sus hijos, con el colegio de su hijo que sufre de
autismo, su esposa se fue a EEUU en el año dos mil cuatro, para
conseguir mejores ingresos donde permanece hasta la fecha, se
le embargó su propiedad por Diners Club, dejó de ser socio del
Club Unión, la madre de su hijo autista (extramatrimonial) lo
demandó por alimentos, tuvo que vender el vehículo de su
propiedad, todo lo que califica como daño emergente; 4) Por lucro
cesante debe tenerse en cuenta las remuneraciones que dejó de
percibir, las utilidades, y los importes para el fondo de pensión
futura; 5) Por daño moral debe considerarse la calidad de vida que
tuvo que dejar, los problemas familiares, personales y judiciales
que tuvo que afrontar, así como el menoscabo a su imagen como
trabajador, pues el proceso laboral duró cinco años. 2.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA. Mediante escrito de fojas
seiscientos cuarenta y siete, la empresa de Servicio de Agua
Potable y Alcantarillado de Lima-SEDAPAL, contesta la
demanda, alegando que: 1) En ninguna de las sentencias
expedidas en el proceso laboral, se exonera de responsabilidad
por las faltas cometidas por el actor, sino solo porque no se
respetó el principio de inmediatez; 2) La demandada no actuó
dolosamente, como infiere el demandante, menos generó daño
alguno al actor; 3) El demandante era gerente de finanzas y por
ende responsable de las funciones asignadas a Contabilidad, fue
encargado de dichas funciones en el año dos mil, siendo su
responsabilidad mejorar y optimizar la información y la labor que
realizan los equipos bajo su dirección y supervisión; 4) Para los
efectos de la falta cometida, era su competencia que la información
contable procesada y declarada fuera presentada en los plazos
tributarios y bajo las premisas que disponen las normas de esta
especialidad; 5) El demandante aceptó que hizo uso indebido de
un bien asignado por el cargo que ostentaba; y 6) El demandante
pretende obtener doble beneficio por una misma situación jurídica.
3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se establecieron como puntos
controvertidos: 1) Determinar si procede ordenar que la
demandada cumpla con indemnizar al demandante por haber
causado daño al demandante, al haberlo supuestamente
despedido de forma arbitraria; y, 2) Determinar si el monto a pagar
corresponde al monto demandado. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el juez de
primer grado mediante sentencia de fojas ochocientos veinticinco,
su fecha cinco de junio de dos mil catorce, aclarada a fojas
ochocientos cuarenta y ocho, ha declarado fundada en parte la
demanda; en consecuencia, fija la indemnización por lucro
cesante en la suma de cuatrocientos ochenta y siete mil setenta y
cinco nuevos soles con ochenta y dos céntimos (S/.487,075.82) y,
por daño moral, la suma de setenta y cinco mil nuevos soles
(S/.75,000.00), que en total suman quinientos sesenta y dos mil
setenta y cinco nuevos soles con ochenta y dos céntimos
(S/.562,075.82); e infundada respecto al daño emergente, más
intereses legales, con costas y costos del proceso, tras considerar
que: 1) El Juez Laboral ha concluido que SEDAPAL no ha
demostrado la existencia de causa justa del despido del trabajador,
por lo que la demanda por despido arbitrario es fundada, decisión
que fue confirmada por la Sala Superior, que finalmente causó
cosa juzgada en el proceso laboral; 2) En consecuencia, a Manuel
Granados Tejerina se le imputó un cargo que no le correspondía,
que fue objeto de despido por una supuesta causa grave que
SEDAPAL no logró demostrar en juicio, lo que finalmente dio lugar
a que se le indemnice por despido arbitrario, sin mediar análisis
sobre conceptos como daño emergente, lucro cesante y año
moral; 3) Respecto al daño emergente, el demandante no ha
acreditado el pago efectuado o que esté adeudando por concepto
de honorarios de abogado para ejercer su defensa por el despido
arbitrario; que el hecho de haber sido despedido en forma arbitraria
y dejado de percibir remuneraciones desde el veinticinco de marzo
de dos mil tres, no constituye causa adecuada suficiente que
hubiesen determinado que las obligaciones que se dejaron de
pagar por no tener liquidez a partir de tal fecha, se conviertan
automáticamente en daño emergente o pérdida patrimonial
tangible; que las obligaciones económicas adquiridas antes de la
comisión del hecho dañoso, no constituyen daños directamente
causados por el despido; que las obligaciones o créditos
convertidos en deudas por haberse dejado de pagar, no
constituyen pérdida patrimonial efectiva a menos que éstas
hubieren sido objeto de un remate judicial a consecuencia de la
cobranza judicial por las deudas que se dejaron de pagar; que
recién a partir de este momento, se puede concluir que la deuda
dejada de pagar por culpa de despido arbitrario ha causado daño
emergente, puesto que recién a partir de allí, el actor ha sido
afectado y despojado tangiblemente de un bien o valor de la
esfera de su patrimonio, recién ha sufrido una pérdida patrimonial,
mientras ello no ocurra, las obligaciones impagas no constituyen
daño emergente del demandante; que la obligación alimentaria no
constituye daño emergente, ya que la misma no deriva
directamente de su despido laboral, sino de sus relaciones
familiares con su menor hijo, a quien de todas manera deberá
acudir, haya sido o no despedido; el pago de pensiones a la
universidad tampoco constituye daño emergente, por ser parte de
sus obligaciones familiares asumidas por el demandante desde
antes de su despido; que no obra elemento probatorio alguno que
corrobore la venta forzada del vehículo de propiedad del
demandante; no se verifica elemento que demuestre que el actor
haya sufrido la pérdida de alguno de los bienes muebles o
inmuebles de su patrimonio descrito en la declaración jurada de
bienes; la pericia ordenada por el juzgado corrobora lo expresado;
en consecuencia, la demanda debe desestimarse en el extremo
de daño emergente; 4) Respecto al lucro cesante, se constituye en
la suma de las remuneraciones dejadas de percibir, esto es,
cuatrocientos nueve mil trescientos dieciocho nuevos soles con
cuarenta y dos céntimos (S/.409,318.42), más utilidades no
percibidas en la suma de trece mil quinientos sesenta y un nuevos
soles con sesenta y seis céntimos (S/.13,561.66), más sesenta y
cuatro mil ciento noventa y cinco nuevos soles con setenta y
78801
cuatro céntimos (S/.64,195.74), por concepto de fondo para
pensión futura no asegurada, lo que totaliza la suma de
cuatrocientos ochenta y siete mil setenta y cinco nuevos soles con
ochenta y dos céntimos (S/.487,075.82) que la demandada deberá
pagar al demandante, por concepto de lucro cesante; 5) Respecto
al daño moral, ante la dificultad de probanza por la subjetividad del
sentimiento íntimo de dolor y sufrimiento, debe considerarse como
tal al causado por el hecho mismo de haber sido objeto de un
despido arbitrario, esta afectación íntima si resulta directamente
vinculada con el despido, por cuanto, la reacción natural del ser
humano ante una decisión que la afecta directamente y la
considera injusta causa dolor y sufrimiento a cualquier persona
normal y regular, toda vez que sí es posible que cause deterioro de
su imagen ante familiares, amigos y la sociedad en general; por
consiguiente, deberá resarcirse el daño de manera equitativa y
proporcional con éste, en la medida que su petitorio por daño
moral abarca otros aspectos que no constituyen el referido daño;
efectivamente, además del dolor sufrido por el hecho mismo de
ser despedido en forma arbitraria, su petitorio por daño moral
incluía supuestas afectaciones por la ruptura familiar que no
demostró se hayan producido, a pesar del deterioro de su imagen
ante su familia; la disminución valorativa de su persona ha
demostrado en el mercado de empleos de alta competividad,
tampoco ha demostrado, en la medida que no ha presentado
elemento probatorio que acredite haber sido rechazado de alguna
plaza laboral por motivo de edad o por la condición de haber sido
destituido o despedido de la administración pública o privada; su
calificación negativa en las centrales de riesgo, tampoco ha sido
demostrada con medio de prueba alguno; por lo que su daño
moral estaría dividido en cuatro conceptos, tres de ellos no han
sido demostrados y solo una resulta racionalmente probable, por
lo que aplicando el criterio de proporcionalidad, el daño moral
podría establecerse en la suma de setenta y cinco mil nuevos
soles (S/.75,000.00). 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN.
Por escrito de fojas ochocientos cincuenta y tres, SEDAPAL
interpone recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que: a) No se ha tenido en cuenta que la
pericia practicada respecto a los daños ocasionados al actor y sus
montos indemnizatorios fue observada; b) Para el lucro cesante
no se ha tenido en cuenta que no percibía remuneración básica
fija; c) Respecto al daño moral no se ha aplicado la sana crítica
para establecer el monto indemnizatorio. 6. SENTENCIA DE
VISTA. Los jueces superiores de la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, expidieron la sentencia de vista de
fojas ochocientos noventa y siete, del doce de noviembre de dos
mil catorce, que revoca la sentencia apelada que declara fundada
en parte la demanda, en los extremos que fija como lucro cesante
la suma de cuatrocientos ochenta y siete mil setenta y cinco
nuevos soles con ochenta y dos céntimos (S/.487,075.82) y, por
daño moral, la suma de setenta y cinco mil nuevos soles
(S/.75,000.00), totalizando quinientos sesenta y dos mil setenta y
cinco nuevos soles con ochenta y dos céntimos (S/.562,075.82),
por responsabilidad contractual a favor del demandante;
reformándola la declara infundada por dichos conceptos; y
confirma la misma sentencia en el extremo que declara infundada
la demanda respecto al daño emergente. Funda su decisión en
que: 1) No hay responsabilidad cuando las consecuencias se
deriven del ejercicio regular de un derecho, como lo dispone el
inciso 1 del artículo 1971 del Código Civil; 2) SEDAPAL tenía todo
el derecho de atribuir los cargos derivados de faltas graves, alguna
de ellas admitida por el ahora demandante, y llevar adelante el
procedimiento de despido, y si bien se demoraron en dicho trámite
(dos meses y tres días) ello trajo consigo que los jueces laborales
consideren que no había existido contemporaneidad entre la falta
y el despido, afectándose el principio de inmediatez, tal situación
no puede ni debe significar, por si misma, causa de mayores
daños al demandante, por el contrario dicha demora significó que
se le pague al actor una indemnización por despido arbitrario, que
no habría correspondido si SEDAPAL hubiere actuado observando
la inmediatez y la contemporaneidad entre el despido y el hecho
que lo causó; 3) SEDAPAL no actúo fraudulenta, incausada o
irrazonablemente, por el contrario actuó en el ejercicio regular de
un derecho que la ley le reconoce a todo empleador, pero por
razones de orden procedimental y pese a existir faltas en que
habría incurrido el demandante, no solo acreditadas sino admitidas
por el ahora pretensor, es que se declaró fundada la demanda de
indemnización por despido arbitrario. III. RECURSO DE
CASACIÓN. Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
treinta de julio de dos mil quince, de fojas cincuenta del cuaderno
de casación, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por Manuel Adalberto Granados Tejerina, por las
siguientes denuncias: A) Infracción normativa del artículo 1971
inciso 1 del Código Civil. Señala que la Sala Superior afirma que
el actor cometió las faltas graves, las cuales incluso habrían sido
reconocidas por él, y que la demandada actuó en ejercicio regular
de un derecho al despedirlo, todo lo cual no es cierto, pues
ninguna de tales aseveraciones se desprenden de las sentencias
emitidas en el proceso laboral, que concluyeron que el actor fue
despedido en forma arbitraria, lo cual implica más bien el ejercicio
abusivo de un derecho y no el ejercicio regular del mismo, máxime
si la demandada no ha demostrado en el proceso laboral la

78802 CASACIÓN
existencia de causa justa para el despido, en tanto la primera falta
imputada fue desvirtuada, y la segunda falta no ameritaba el
despido, por contravenir el principio de inmediatez, pues de ser
así, no se hubiera procedido a declarar su despido como arbitrario.
B) Infracción normativa del artículo 4 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Sostiene que
conforme a dicha norma, toda persona y autoridad está obligada a
acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales, en sus
propios términos, sin poder calificar su contenido o sus
fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances,
siendo que la Sala Superior ha reinterpretado el sentido y los
alcances de las sentencias laborales, en las que no se establece
que el actor hubiera incurrido en las faltas graves imputadas,
menos aun que hubiera reconocido las mismas y que la
demandada hubiere actuado en ejercicio regular de un derecho,
pues todo ello fue analizado en el proceso laboral, concluyendo
que el despido, fue arbitrario al no acreditarse la causa justa. C)
Infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú. Alega que se ha inobservado el
citado artículo 4 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, pues se está calificando, restringiendo y
reinterpretando las sentencias laborales, siendo que éstas no han
concluido que las faltas imputadas al actor estén acreditadas, que
el actor reconociera las mismas o que la demandada hubiera
actuado, en el ejercicio regular de un derecho. IV. MATERIA
JURÍDICA DE DEBATE. Que, la materia jurídica en debate del
presente proceso consiste, en establecer si como consecuencia
del despido arbitrario que sufriera el demandante por parte de su
empleador se le deba indemnizar por los daños y perjuicios
ocasionados, los cuales comprenden el lucro cesante, daño
emergente y daño moral. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA. Primero.- Existiendo denuncias por vicios in
iudicando e in procedendo, corresponde verificar primero si se ha
configurado o no esta última causal, pues en caso de ser estimada,
se dispondrá el reenvío de la causa al estadío procesal
correspondiente, impidiendo que sea factible el análisis de la
norma material en las que se sustenta o debió sustentarse la
resolución recurrida. Segundo.- El artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú, estable como uno de los principios
y derechos de la función jurisdiccional la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional. Al respecto, el Tribunal
Constitucional ha señalado que: “3. El artículo 139º inciso 3), de la
Constitución establece como derecho de todo justiciable y principio
de la función jurisdiccional la observancia del debido proceso.
Dicho atributo, a tenor de lo que establece nuestra jurisprudencia,
admite dos dimensiones; una formal o procedimental y otra de
carácter sustantivo o material. Mientras que en la primera de las
señaladas está concebido como un derecho continente que
abarca diversas garantías y reglas que garantizan un estándar de
participación justa o debida durante la secuela o desarrollo de todo
tipo de procedimiento (sea este judicial, administrativo, corporativo
particular o de cualquier otra índole), en la segunda de sus
dimensiones exige que los pronunciamientos o resoluciones con
los que se pone término a todo tipo de proceso respondan a un
referente mínimo de justicia o razonabilidad, determinado con
sujeción a su respeto por los derechos y valores constitucionales.
4. El debido proceso dentro de la perspectiva formal, cuya
afectación se invoca en el presente caso, comprende un repertorio
de derechos que forman parte de su contenido esencial, entre
ellos, el derecho al juez natural, el derecho al procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, el derecho a la pluralidad
de instancias, el derecho a la motivación de las resoluciones, el
derecho a los medios de prueba, el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas, etc. La sola inobservancia de cualquiera de
estas reglas, como de otras que forman parte del citado contenido,
convierte el proceso en irregular legitimando con ello el control
constitucional”1. En ese sentido, se puede concluir que la principal
garantía establecida por el derecho al debido proceso legal y el
acceso a la tutela judicial efectiva o eficaz, se grafica en el acceso
pleno e irrestricto al ejercicio de tal derecho, con las obligaciones
que la ley señala taxativamente a los jueces y tribunales para
resolver el conflicto de intereses o para eliminar la incertidumbre
con relevancia jurídica, pues de lo contrario, la negación del
acceso a la justicia implicaría hacer caer al justiciable en
indefensión, y alejarlo de las soluciones pacíficas de controversias
que la Constitución prevé explícitamente en beneficio de éste y de
la comunidad social. Tercero.- Es necesario poner en relieve, en
primer lugar, que la sentencia de vista objeto de impugnación no
es una que confirma la apelada, por el contrario, la revoca, por lo
que se espera que los fundamentos que sustentan tal decisión
sean suficientes e idóneos y contengan un mínimo de razonabilidad
para que los justiciables puedan entender y comprender las
razones que dan lugar a que la decisión del Juez de Primera
Instancia no sea ratificada. En segundo lugar, una sentencia
puede calificarse de defectuosa cuando su motivación, pese a su
sucinta redacción, adolece de logicidad, congruencia y coherencia,
en su desarrollo, así como el debido análisis de la prueba actuada,
incluyendo la debida corrección o concatenación entre las normas
en las que se sustenta y las conclusiones fácticas que emanan del
caso concreto, de forma tal que dicha omisión deriva en una
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
motivación aparente. Cuarto.- Analizando las denuncias de
carácter procesal (acápites B y C), cabe precisar que la motivación
de las resoluciones judiciales constituyen un elemento del debido
proceso y, además, se ha considerado como principio y derecho
de la función jurisdiccional consagrado en el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Estado, norma constitucional
que ha sido recogida en el artículo 12 del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, así como en el inciso 6 del
artículo 50 e incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal
Civil, y cuya contravención origina la nulidad de la resolución,
conforme lo disponen las dos últimas normas procesales
señaladas. Quinto.- Del análisis de la sentencia materia de
casación, se advierte que la revocatoria dispuesta por la Sala
Superior cumple con el acotado principio, por cuanto, en ella se
exponen los fundamentos de hecho y de derecho en que se
sustenta la decisión respetando las normas acotadas. En tal
sentido, al haberse procedido en la forma indicada no se incurre
en la causal de nulidad prevista en el artículo 171 del Código
Procesal Civil; por consiguiente, estos extremos denunciados
deben desestimarse. Sexto.- Analizando la denuncia de carácter
materia (acápite A), respecto a la inexistencia por responsabilidad,
el Código Civil en su artículo 1971 inciso 1 prevé que no hay
responsabilidad en el ejercicio regular de un derecho. En el
presente caso, se aprecia que ante el despido que sufriera el
demandante, por parte de su empleadora SEDAPAL, interpuso
una demanda de indemnización por despido arbitrario ante el juez
laboral, proceso que culminó con sentencia favorable bajo el
fundamento que la parte demandada había vulnerado el principio
de inmediatez, además de no haberse demostrado la existencia
de la causa justa de despido del trabajador, ordenándose el pago
de la suma de ciento treinta y siete mil cuatrocientos sesenta
nuevos soles con noventa y seis céntimos (S/.137,460.96) como
monto indemnizatorio a favor del actor. De ello, se puede colegir
que el demandante habría sido despedido en su centro de trabajo
sin justa causa; por consiguiente, no resulta válida la conclusión a
la que arriba la instancia de mérito señalada en la sentencia de
vista materia de casación en el décimo2 considerando, en el
sentido que SEDAPAL habría actuado en el ejercicio regular de un
derecho. Por lo tanto, resulta amparable este extremo denunciado,
en consecuencia corresponde proceder conforme a lo dispuesto
en el primer párrafo del artículo 396 del Código Procesal Civil, a fin
de establecer si el demandante debe ser indemnizado por los
conceptos de lucro cesante, daño emergente y daño moral, según
los montos del petitorio de la demanda. Sétimo.- Que al haberse
puesto fin a la relación laboral entre el demandante y su empleador,
sin que medie causa justa de despido conforme a ley, renuncia o
acuerdo consensual entre las partes, resulta claro que SEDAPAL
no habría respetado el contrato de trabajo, lo cual implica entonces
que se haya incurrido en la inejecución de la obligación contractual,
acto que constituye una conducta antijurídica y causa adecuada
de daño injusto e indemnizable. Octavo.- El artículo 27 de la
Constitución Política del Perú, prevé que la Ley otorga al trabajador
adecuada protección contra el despido arbitrario. En ese sentido,
el Decreto Supremo Nº 003-97-TR señala en su artículo 34 que:
“El despido del trabajador fundado en causas relacionadas con su
conducta o su capacidad no da lugar a indemnización. Si el
despido es arbitrario por no haberse expresado causa o no
poderse demostrar ésta en juicio, el trabajador tiene derecho al
pago de la indemnización establecida en el Artículo 38, como
única reparación por el daño sufrido. Podrá demandar
simultáneamente el pago de cualquier otro derecho o beneficio
social pendiente. En los casos de despido nulo, si se declara
fundada la demanda el trabajador será repuesto en su empleo,
salvo que en ejecución de sentencia, opte por la indemnización
establecida en el Artículo 38”. Noveno.- Se aprecia de la sentencia
expedida en sede laboral por el Juez de primer grado y confirmada
por el Superior Jerárquico, que para fijar el monto indemnizatorio
se ha tenido en cuenta la información remunerativa de las boletas
de pago del actor que ascienden a la suma de once mil
cuatrocientos cincuenta y cinco nuevos soles con ocho céntimos
(S/.11,455.08), que comprenden: por haber siete mil ochocientos
cincuenta nuevos soles (S/.7,850.00), remuneración personal mil
doscientos veintidós nuevos soles con ochenta y uno céntimos
(S/.1,222.81), remuneración familiar cuarenta y uno nuevos soles
(S/.41.00), incremento 10.23%-AFP doscientos veintiocho nuevos
soles con veintiséis céntimos (S/.228.26), incremento 3% AFP
setenta y tres nuevos soles con setenta y nueve céntimos
(S/.73.79) y promedio mensual por Cred Productividad Sem de
dos mil treinta y nueve nuevos soles con veintidós céntimos
(S/.2,039.22) –12,235.32/06–; y efectuándose la liquidación
conforme a lo dispuesto por el artículo 38 del Decreto Supremo
03-97-TR, por el récord laboral del actor le corresponde el monto
máximo de doce remuneraciones, que ascienden a ciento treinta y
siete mil cuatrocientos sesenta nuevos soles con noventa y seis
céntimos (S/.137,460.96), más intereses legales, suma todas que
deberá el demandado abonar a favor del demandante. Décimo.-
Habiendo el demandante optado por la indemnización, como se
aprecia del proceso laboral, cuyo monto se encuentra sustentado
debidamente conforme al citado Decreto Supremo, no resulta
viable establecer un monto indemnizatorio por los conceptos de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
lucro cesante ni daño emergente, de lo contrario, se generaría un
enriquecimiento o pago indebido, contrario a nuestro ordenamiento
jurídico; por lo tanto, tales conceptos demandados deben ser
declarados infundados. Décimo Primero.- Que a mayor
abundamiento, se tiene en cuenta que, el demandante en su
escrito de demanda, sostiene que el daño emergente consisten
en: 1) El pago de honorarios profesionales del abogado que lo
patrocino en el proceso laboral, 2) Las deudas contraídas por
servicios públicos, instituciones del sistema financiero y, otras que
no son del sistema financiero, y 3) La venta forzosa del vehículo
de su propiedad. Respecto al primero punto, no obra en autos el
contrato por prestación de servicios profesionales que acredite la
suma pactada ni el recibo de honorarios correspondiente que
acredite la suma pagada o lo adeudado en tal contrato. En cuanto
al segundo punto, si bien es cierto que existieron obligaciones
impagas a entidades financieras que luego de los requerimientos
correspondientes se han judicializado, afectándose lógicamente
en algunos casos bienes del actor; también es cierto que, no
existe pérdida patrimonial que se califique como daño emergente,
en razón que algunas de estas obligaciones han sido canceladas,
además que no obra en autos que dichos bienes hayan sido objeto
de remate judicial. La obligación alimentaria que el demandante
tendría con su menor hijo, no constituye daño emergente, puesto
que esta deriva de una relación familiar que necesariamente debe
acudirse haya sido o no despedido. Tampoco constituye daño
emergente el pago de pensiones a la universidad, por tratarse
obligaciones familiares. Finalmente, en cuanto al tercer punto,
no obra en autos medios probatorio idóneo que acredite que el
demandante se haya visto forzado a vender el vehículo de su
propiedad; ni se acredita que haya sufrido pérdida de alguno de
los bienes muebles o inmuebles de su patrimonio descrito en la
Declaración Jurada de Bienes y Rentas que obra a fojas
trescientos dos. Siendo así, se puede concluir que tratándose el
daño emergente la pérdida o menoscabo que se produce en el
patrimonio de la persona, tal concepto no se ha acreditado en el
presente proceso; por consiguiente, este extremo denunciado
también corresponde sea declarado infundado. Décimo
Segundo.- Finalmente, en cuanto a la pretensión por daño moral,
teniendo en cuenta que éste consiste en el dolor, angustia,
aflicción física o espiritual que sufre la víctima del evento dañoso,
en el presente caso, resulta amparable tal concepto peticionado
como indemnización, ya que el hecho mismo de ser despedido sin
causa justa produce sufrimiento en el demandante, quien puede
ver un posible deterioro de su imagen ante sus familiares, amigos
y la sociedad en general; por lo tanto, corresponde fijar de manera
prudencial el monto indemnizatorio del concepto indicado. VI.
DECISIÓN. A) Estando a las consideraciones expuestas, esta
Sala Suprema, en aplicación de lo dispuesto en el primer párrafo
del artículo 396 del Código Procesal Civil: Declara FUNDADO el
recurso de casación interpuesto el demandante Manuel
Adalberto Granados Tejerina, de fojas novecientos cuarenta y
tres; en consecuencia CASARON la sentencia de vista, de fojas
ochocientos noventa y siete, del doce de noviembre de dos mil
catorce; B) Actuando en Sede de Instancia: CONFIRMARON la
sentencia apelada de fojas ochocientos veintisiete, de fecha cinco
de junio de dos mil catorce, en el extremo que fija como
indemnización por daño moral la suma de setenta y cinco mil
nuevos soles (S/.75,000.00); la REVOCARON el extremo que fija
como indemnización por lucro cesante la suma de cuatrocientos
ochenta y siete mil setenta y cinco nuevos soles con ochenta y dos
céntimos (S/.487,075.82); y reformándola: declaran INFUNDADO
este extremo; asimismo CONFIRMARON la sentencia, en cuanto
declara infundada la demanda por concepto de daño emergente;
más intereses legales, con costas y costos del proceso. C)
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron;
en los seguidos por Manuel Adalberto Granados Tejerina con
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima-SEDAPAL,
sobre Indemnización por daños y perjuicios; interviene como
ponente, la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por
vacaciones del señor Walde Jaúregui, integra esta Sala Suprema
el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
EXP. N.º 04509-2011-PA/TC
2
10. Es decir, en el caso del demandante la empleadora SEDAPAL no actuó
fraudulenta, incausada o irrazonablemente, por el contrario actuó en el ejercicio
regular de un derecho que la ley le reconoce a todo empleador, pero por razones de
orden procedimental, y pese a existir faltas en que habría incurrido el demandante
no solo acreditadas sino admitidas por el ahora demandante, es que se declaró
fundada la demanda de indemnización por despido arbitrario.
C-1392274-131
78803
CAS. Nº 730-2015 LIMA
Lima, veintitrés de abril de dos mil quince.- VISTOS; con los
expedientes acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de
casación interpuesto por el demandado Banco Financiero del
Perú de folios setecientos treinta y seis, contra la sentencia de
vista de folios setecientos veinticuatro, del treinta y uno de octubre
de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada del treinta y
uno de julio de dos mil trece, que declara fundada en parte la
demanda de interdicto de recobrar. Por lo que corresponde
examinar los requisitos de admisibilidad y procedencia
establecidos en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, se verifica
que el recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido interpuesto: i)
Contra la sentencia de vista expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la
referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente fue
notificado el doce de diciembre de dos mil catorce, conforme se
corrobora con el cargo de folios setecientos treinta y uno, e
interpuso el recurso de casación el dieciséis de diciembre del
mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a folios setecientos treinta y tres. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple
con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente
no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación de folios
cuatrocientos sesenta y siete. Cuarto.- Que, debe considerarse
que el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario
de carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con
lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que, el recurrente
denuncia como causales lo siguiente: a) La contravención de las
normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
alegando que existe imposibilidad material en la demanda, pues
en el proceso de desalojo No. 22319-2006, que ha sido ofrecido
como prueba pro la demandante, la misma solicitó la suspensión
del lanzamiento, manifestando ser propietaria y poseedora de los
aires Sección B, que como se aprecia en la Partida registral
señalada, tiene un área de 41.23 m2, inexistente y en consecuencia
imposible de ejecutarse físicamente; del mismo modo existe
imposibilidad jurídica, pues el banco no es poseedor de los
inmuebles objeto de desalojo y que se vincula con los que el que
se pretende recobrar vía interdicto, precisa que están siendo
emplazados en el presente proceso, no obstante que la
demandante conoce y así lo declara expresamente en su demanda
que el banco no es poseedor del bien y ofrece como medio
probatorio las actas de entrega de posesión de los inmuebles
objeto de desalojo (aires sección A y B entre otros) a los señores
Artemio Araujo Reyes, Reynaldo Araujo Reyes y Carlos Fernando
Araujo Reyes, a quienes se les transfirió igualmente la propiedad
de dicho bienes; finalmente señala que se atenta contra el principio
de congruencia, toda vez que la sentencia de vista, considera que
el A quo determinó que la demandante se hallaba en posesión del
bien, situación que se corrobora con la copia de ocurrencias de la
Policía que además es erróneamente citada, cuando resulta ser
todo lo contrario. No se pronuncia la sentencia de vista tampoco
por la declaración asimilada que constituyen tanto el haber
declarado en el proceso de desalojo 2 circunstancias esenciales
que se requieren validar para resolver el presente proceso. La
primera es la declaración asimilada que constituye el haberse
declarado poseedora de: manifestó ser propietaria y poseedora de
los Aires Sección B, que como se aprecia en la Partida Registral
señalada, tiene un área de 41.23 m2 y no 250 m2 como pretende
hoy, y no se ha pronunciado la de vista sobre el hecho que la
demandante en su escrito de demanda declara, constituyendo
esto una declaración de parte irrevocable, al amparo del artículo
215 del Código Procesal Civil, que Mariano Félix Castillo
Salvatierra era su inquilino del tercer piso, siendo entonces claro
que la posesión del inmueble no la ostentaba ella, sino Mariano
Félix Castillo Salvatierra, por lo cual resulta errado sostener que
está probado que la demandante ocupaba los aires (tercer piso)
del predio ubicado en el Jr. Gamarra 780, La Victoria, y b) La
aplicación indebida de la norma de derecho material contenida
en el artículo 921 del Código Civil, señalando que tanto la
sentencia de primera instancia, como la de vista, determina que la
demandante se hallaba en posesión del bien sub materia

78804 CASACIÓN
únicamente por la copia certificada del libro de ocurrencias de
fecha veintiséis de agosto del dos mil, en la que se consignó que
la demandante opuso resistencia al desalojo, precisando además
que con ésta quedó acreditado que estaba en posesión al
momento de producirse el desalojo, concluyendo que el hecho de
estar presente al momento del desalojo fuera suficiente prueba
para sustentar la posesión. Sexto.- Que, en lo que se refiere a la
causal denunciada en el literal a), además de advertirse ausencia
de claridad y precisión en el modo en que ha sido propuesto el
mismo, de sus fundamentos se advierte que el cuestionamiento
efectuado se dirige contra la demanda y no así contra la sentencia
de vista, que es el acto procesal contra el que se interpone el
recurso de casación; debiendo de precisarse, no obstante, que el
interdicto de recobrar persigue la restitución de un predio que ha
sido materia de despojo y no de un área inscrita, por lo que mal
puede alegarse inexistencia de un determinado espacio físico por
el hecho que no se encuentra inscrito, en tanto que la ausencia de
posesión por parte del Banco demandado igualmente alegado en
este extremo del recurso de casación, no es un aspecto que
configure la pretensión del interdicto de retener como pretende
establecerlo el impugnante, en la medida que lo que se cuestiona
es el acto de despojo; en tanto que la posesión de la demandada
respecto del inmueble sub litis es un aspecto que ya ha sido
dilucidado, por lo que pretender establecer que Mariano Félix
Castillo Salvatierra era quien se encontraba en el inmueble sub
litis y no la actora antes del despojo, equivale a prolongar el debate
sobre los hechos con la consecuente revaloración de la prueba.
Sétimo: Con respecto a la segunda causal denunciada en el
acápite b), es evidente que el recurrente no dirige su impugnación
a cuestionar el contenido esencial de la norma que invoca, así
como su impertinencia para dar solución a la litis, sino más bien a
pretender establecer una cuestión fáctica distinta a la que arribaron
en autos las sentencias de mérito, logrando con ello remover la
discusión sobre la que ha versado la controversia en autos, con la
consecuente re valoración del caudal probatorio, aspecto para el
cual no ha sido concebido el recurso de casación, por lo que este
agravio deviene en igualmente improcedente. Octavo.- Que,
siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos de
procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4 del referido artículo 388, si bien el recurrente cumple
con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así como
revocatorio, no es suficiente para para atender el recurso materia
de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del
Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son recurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Banco Financiero del
Perú, de fojas cuatrocientos sesenta y siete, contra la sentencia de
vista de folios cuatrocientos cuarenta y seis; en consecuencia,
señálese fecha para la vista de la causa en forma oportuna;
notificándose; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Reyna Elizabeth Gutiérrez Mosqueta sobre
interdicto de recobrar; y los devolvieron. Interviene como ponente
el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-132
CAS. Nº 738-2015 LIMA
Obligación de dar suma de dinero. Lima, diez de abril de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta,
mediante escrito de fojas seiscientos diez, contra la sentencia de
vista obrante a fojas quinientos cuarenta y nueve, su fecha once
de noviembre de dos mil catorce, que confirma la sentencia
apelada de fojas doscientos setenta y cuatro, su fecha catorce de
marzo de dos mil trece, que declara infundada la demanda de
obligación de dar suma de dinero; en tal sentido, corresponde
examinar los requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso,
acorde a la modificación establecida en la Ley Nº 29364.
Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364, se tiene que el presente recurso satisface
tales exigencias, pues: I) se impugna una sentencia expedida por
la Sala Superior que, como órgano de segundo grado, puso fin al
proceso; II) se interpone ante la Primera Sala Civil con
subespecialidad comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que emitió la resolución impugnada; III) ha sido presentado
dentro del plazo legal, según consta del cargo de notificación
obrante a fojas quinientos noventa y ocho; y, IV) se adjunta el
arancel judicial respectivo a fojas seiscientos tres. Tercero.- Que,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
en relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada ley, se
advierte que el recurrente no ha consentido la sentencia de
primera instancia que fue desfavorable a sus intereses, pues
interpuso recurso de apelación a fojas trescientos cuarenta y
cinco, por lo que satisface el presupuesto establecido en el inciso
1 de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y
4 del precitado artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. En el presente caso, el banco
recurrente propone las siguientes infracciones normativas: a)
Infracción normativa del artículo 139º, incisos 3 y 5, de la
Constitución Política del Estado, concordante con los
artículos 188º y 197º del Código Procesal Civil: sostiene que la
Sala Superior en el considerando décimo cuarto de la resolución
de vista afirma que la solicitud de otorgamiento de créditos a
través de líneas y el contrato de crédito, documentos suscritos por
ambas partes procesales, si bien demuestran la existencia de un
vínculo crediticio, no es posible advertir que constituyan el origen
a la causa de emisión de los pagarés que se acompañan a la
demanda, pues en la solicitud de crédito no se efectúa mención
alguna respecto al importe, moneda, intereses y otros detalles
relativos a la obligación materia de pago; sin embargo,
contrariamente a lo sostenido por la Sala Superior, de la solicitud
de otorgamiento de crédito a través de líneas se advierte que las
partes sí hacen mención al tipo de moneda, sin perjuicio que de
mutuo acuerdo también convinieron en conceder créditos en
moneda extranjera. En cuando a los intereses, el impugnante
señala que si bien no se consignaron las tasas de interés; sin
embargo, conforme a los usos y costumbres comerciales, se tiene
que las mismas establecieron con ocasión de la aprobación de los
créditos, las que finalmente se consignaron en los pagarés
acompañados a la demanda, tasa que a la fecha de los protestos
no fueron materia de cuestionamiento alguno por el obligado
principal. b) Infracción normativa de los artículos II y III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, así como del
artículo 194º del citado Código adjetivo: señala que, de acuerdo
al artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, el Juez
deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver
un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre jurídica,
ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos
sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en
justicia; en tal sentido, si el Juez quería lograr aquella finalidad del
proceso, debió actuar los medios probatorios necesarios para
llegar a esclarecer los hechos afirmados por las partes y que tal
obligación surge de su calidad de director del proceso,
contemplada en el artículo II del Título Preliminar del acotado
Código, así como la facultad contenida en el artículo 194º del
mismo cuerpo normativo, esto es, de actuar los medios probatorios
que considera pertinentes. Quinto.- Que, del examen de las
alegaciones antes descritas, se aprecia que aquellas no satisfacen
los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388º del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, pues no
describe en forma clara y precisa en qué consisten las infracciones
normativas, menos aun demuestra la incidencia directa que
tendrían aquellas sobre la decisión impugnada, por las siguientes
razones: El recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter extraordinario, pues su función consiste en controlar la
correcta aplicación de la ley, esto es, su labor está reservada a
observar sólo los errores de derecho, excluyéndose de dicho
control la valoración de las pruebas. Por ello, la causal de
infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho que
incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya
o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, pues no basta la sola invocación de las normas de derecho
material o procesal que se consideran infringidas, ya que el
impugnante debe explicar la naturaleza jurídica de dicha infracción,
la que debe estar desprovista de cualquier análisis a la valoración
probatoria efectuada por los Jueces de mérito. En cuanto a las
alegaciones propuestas en el acápite a) del considerando
precedente, es evidente que mediante la supuesta infracción del
derecho constitucional a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, lo que en realidad pretende la recurrente es cuestionar
la valoración probatoria realizada por los jueces de mérito,
respecto de la solicitud de otorgamiento de créditos y el contrato
de crédito de fojas trece a catorce, labor que no es posible a través
de este recurso extraordinario, debido a que sus fines están
orientados a observar la adecuada aplicación del derecho objetivo
al caso concreto y uniformizar la jurisprudencia nacional, de
conformidad con el artículo 384º del código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364; por tal razón, no puede prosperar
esta denuncia. En cuanto a los argumentos propuestos en el
acápite b), debe señalarse que la actuación de medios probatorios
de oficio constituye una facultad discrecional del juzgador, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 194º del código
Procesal Civil, por tal razón, no resulta atendible esta denuncia.
Sexto.- Que, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del
precitado artículo 388º, si bien el impugnante cumple con indicar la
naturaleza del pedido casatorio, ello no es suficiente para atender
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de este
medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el
artículo 392º del Código adjetivo, modificado por la Ley Nº 29364.
Por estas consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el
artículo 392º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364; Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta,
mediante escrito de fojas seiscientos diez, contra la sentencia de
vista obrante a fojas quinientos cuarenta y nueve, su fecha once
de noviembre de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Scotiabank Perú Sociedad
Anónima Abierta con Equimaq Sociedad Anónima Cerrada y otros,
sobre obligación de dar suma de dinero; y los devolvieron. Integra
el señor Juez Supremo Miranda Molina por licencia del señor Juez
Supremo Walde Jáuregui. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-133
CAS. Nº 793-2015 HUÁNUCO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veinticuatro de
abril de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el ejecutante Banco de Crédito del Perú
de folios ciento cuarenta y dos, contra la resolución de vista de
fecha ocho de enero de dos mil quince, de folios ciento dieciséis,
que confirma la resolución de primera instancia de fecha trece
de junio de dos mil catorce, de folios setenta y dos, que declara
fundada la contradicción por la causal de nulidad formal del título
valor e improcedente la ejecución de obligación de dar suma de
dinero; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido
interpuesto ante la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha dos de febrero
de dos mil quince y el recurso de casación se presentó el dieciséis
de febrero de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial (folios ciento veinticinco del expediente principal).
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable
a sus intereses, conforme se advierte de folios ochenta y nueve;
por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, el recurrente denuncia como supuestos de
infracción normativa: a) Interpretación errónea del artículo 228
de la Ley 26702. Señala que se ha interpretado erróneamente
dicha norma, toda vez que comunicado el cierre de la cuenta de la
tarjeta de crédito, el cliente contaba con quince días para efectuar
las observaciones correspondientes, lo cual no sucedió, más aún
si en la liquidación adjuntada a dicha comunicación se señalaba el
signo monetario correcto, lo cual también sucedió en el protesto,
por lo que la letra de cambio a la vista reúne los requisitos de
forma. b) Aplicación indebida del Pleno Jurisdiccional Civil de
1999, Tema 4. Manifiesta que dicho Pleno y Tema regulan hechos
que no son materia de debate en el caso de autos. Sexto.- Que, en
relación a la causal denunciada en el literal a), se verifica que los
argumentos que la sustentan, se encuentran orientados más bien
a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efecto de determinar que el
título valor cuya ejecución se solicita reúne los requisitos formales
correspondientes, como si esta sede se tratara de una tercera
instancia, propósito que no se condice con la naturaleza de este
extraordinario recurso de casación, cuyos fines están circunscritos
a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los criterios de
la Corte Suprema; siendo que sin perjuicio de ello, lo referido a que
al primer requerimiento de pago se adjuntó una liquidación con
el signo monetario correcto, resulta insuficiente para contradecir
lo sostenido por la Sala Superior, respecto a que no es a partir
78805
de dicho requerimiento que se debe computar el plazo de quince
días hábiles para efectuar las observaciones pertinentes o para
la emisión de la letra de cambio a la vista, sino desde la segunda
carta que realiza la corrección de tal signo monetario, toda vez
que pese a la existencia de la liquidación anotada, existe un error
en la primera misiva, lo cual fue subsanado recién y por la propia
entidad bancaria con la segunda comunicación, no pudiendo
emitirse la letra de cambio en base a la primera carta, al existir
incongruencia entre su contenido y la liquidación adjuntada a la
misma. Sétimo.- Que, respecto a la causal denunciada en el literal
b), se advierte que la misma carece de amparo legal en cuanto a
su procedencia, en tanto que se denuncia aplicación indebida de
un pleno jurisdiccional, cuando la causal de aplicación indebida se
encuentra referida a normas de derecho material, subsumida en
la causal de infracción normativa, siendo además que dicho pleno
ha sido invocado por el Colegiado Superior a fin de concluir que
conforme al mismo, la letra de cambio sólo puede ser emitida si no
existen observaciones dentro del plazo de quince días de recibido
el requerimiento, que para el criterio del mismo, se computa
desde la recepción de la segunda misiva, lo cual guarda relación
con el debate de autos. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el ejecutante Banco de Crédito del Perú
de folios ciento cuarenta y dos, contra la resolución de vista de
fecha ocho de enero de dos mil quince, de folios ciento dieciséis;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por el Banco de Crédito
del Perú contra Broaster King S.R.L. y otros, sobre obligación de
dar suma de dinero; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-134
CAS. Nº 803- 2015 LIMA
DIVISIÓN Y PARTICIÓN. Lima, dos de setiembre de dos mil quince.
VISTOS; con el mérito de la Razón del Secretario de esta Suprema
Sala Civil Permanente, del veinticuatro de julio de dos mil quince,
a través de la cual informa sobre el cumplimiento de lo dispuesto
mediante la resolución del diecisiete de marzo de dos mil quince de
fojas veintisiete del cuaderno de casación; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación de
fojas doscientos noventa y cinco interpuesto por la demandada
Bertha Raquel Núñez Del Arco Pampas, contra la sentencia
de segunda instancia de fojas doscientos cincuenta y ocho,
del veintiocho de noviembre del dos mil quince, que confirma
la sentencia de fojas ciento ochenta y dos, su fecha treinta de
abril del dos mil catorce, que declara improcedente la tacha
formulada por la demandada y fundada en parte la demanda de
división y partición. Por lo que corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción de los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad1, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial; asimismo debe presentar una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines
de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación de la justiciable recurrente saber adecuar
los agravios que denuncia a las causales que para la referida
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni integrarlo o remediar sus
carencias o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco
para subsanar de oficio los defectos en los que hubiere incurrido
la casacionista, en la formulación del referido recurso. Tercero.-
Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de casación, de
fojas doscientos noventa y cinco, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que se
ha interpuesto: i) Contra la sentencia de vista, de fojas doscientos
cincuenta y ocho del veintiocho de noviembre del dos mil catorce,
expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin

78806 CASACIÓN
al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días contados
desde el día siguiente de notificada la sentencia de revisión que se
impugna, pues ésta fue notificada a la recurrente el dieciocho de
diciembre de dos mil catorce conforme a la constancia del cargo
de notificación de fojas doscientos setenta y siete, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el siete de enero del dos mil
quince, como se verifica de fojas doscientos noventa y cinco,
es decir, dentro del término del décimo día de notificada; y, iv)
Adjunta arancel judicial por el presente recurso extraordinario a
fojas treinta y siete. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que la nombrada casacionista satisface el primer requisito
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia, de fojas ciento ochenta
y dos, su fecha treinta de abril del dos mil catorce pues al serla
adversa la impugnó, mediante el recurso de apelación, de fojas
ciento ochenta y dos. Quinto.- Que, la recurrente no sustenta su
recurso de casación, en ninguna causal, exigida por el artículo 386
del Código Procesal Civil, sólo indica como argumento central que
la sentencia de vista no soluciona la incertidumbre jurídica puesta
en su conocimiento porque no se determina si el bien materia del
proceso, será dividido materialmente o si será rematado. Sexto.-
Que, a pesar de las deficiencias del recurso de casación de la
recurrente, al no invocar la causal casatoria establecida por ley,
se verifica que la decisión, contenida en la sentencia de segunda
instancia, cumple con garantizar la tutela jurisdiccional efectiva y
el derecho al debido proceso, en su expresión de la motivación
de las resoluciones judiciales, pues la sentencia contiene una
motivación adecuada, coherente, precisa y suficiente, toda vez
que los Jueces de la Sala Superior han efectuado un razonamiento
judicial, empleando la lógica–jurídica para expedir una decisión
que se sustenta en la evaluación, valoración conjunta y razonada
de los medios probatorios aportados por las partes al proceso.
Sétimo.- Que, en conclusión, la casacionista no ha cumplido
con los concurrentes requisitos de procedencia establecidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. En
tal contexto fáctico y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, reformado por la
mencionada ley, corresponde desestimar el recurso de casación
en todos sus extremos. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas ochocientos
cincuenta y uno interpuesto por la demandada Bertha Raquel
Núñez Del Arco Pampas, contra la sentencia de segunda
instancia de fojas doscientos cincuenta y ocho, del veintiocho
de noviembre del dos mil quince; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Manuel Wilfred Valdez
Calderón y otra con Bertha Raquel Núñez del Arco Pampas y otro,
sobre división y partición; y devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
El Juez declara la inadmisibilidad de un acto procesal cuando adolece de un
defecto subsanable. Declara su improcedencia si el defecto es insubsanable.
C-1392274-135
CAS. Nº 824–2015 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍA. Lima, veintiuno de agosto de dos
mil quince. VISTOS; con el mérito de la Razón del Secretario de
esta Suprema Sala Civil Permanente, del dieciséis de julio de dos
mil quince, a través de la cual informa sobre el cumplimiento de
lo dispuesto mediante la resolución del veinticuatro de abril de
dos mil quince de fojas treinta y dos del cuaderno de casación;
y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a la calificación
del recurso de casación interpuesto por la demandada María
Haydee Gonzáles Castillo, de fojas doscientos nueve contra el
auto de segunda instancia, contenido en la resolución de fojas
doscientos dos, del catorce de enero de dos mil quince, que
confirma el auto final contenido en la resolución número nueve,
de fecha cuatro de octubre del dos mil trece, de folios noventa y
nueve, que declara infundada la excepción de falta de legitimidad
para obrar pasiva, formulada por la coejecutada, e infundada
la contradicción propuesta por la coejecutada María Haydee
Gonzáles Castillo y ordena el remate del bien dado en garantía.
Por lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por
lo que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es en: i) la infracción normativa; o, en
ii) el apartamiento inmotivado del precedente judicial; asimismo
presentar una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, demostrar la incidencia
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación –procesal-
del recurrente saber adecuar las agravios que denuncia a
las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni integrarlo o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre la casacionista en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas doscientos nueve,
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, toda vez que se ha interpuesto: i)
Contra el auto de vista de fojas doscientos dos, expedido por la
Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del
plazo de diez días contados desde el día siguiente de notificado
el auto de revisión que se impugna, pues ésta fue notificada a la
recurrente el veintiséis de enero de dos mil quince, conforme a la
constancia del cargo de notificación de fojas doscientos dieciocho,
y el referido recurso de casación lo interpuso el seis de febrero
de dos mil quince, como se verifica de fojas doscientos nueve;
iv) Ha adjuntado el recibo del arancel judicial y la subsanación
por el presente recurso extraordinario, como se ve de fojas
veintinueve del cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia exigidos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que la nombrada casacionista, en su
recurso no consintió el auto de primera instancia, de fojas noventa
y nueve, pues al serle adverso, lo impugnó mediante su recurso
de apelación, de fojas ciento cincuenta y tres. Quinto.- Que, la
recurrente invoca la causal de Infracción normativa del artículo
1108 del Código Civil, alegando que al no haberse consignado
en la escritura de constitución de hipoteca, los requisitos que exige
el articulo en referencia, la garantía hipotecaria deviene en nula e
inejecutable. Sexto.- Que, a pesar de las deficiencias del recurso
de casación de la recurrente, en mérito al principio de motivación
de las resoluciones judiciales se precisa que las alegaciones que
efectúa la casacionista son imprecisas, genéricas y difusas, es
decir, no sustenta, de forma concreta y sin vaguedad la forma
cómo se habría infringido la norma. Sétimo.- Que, las instancias
de mérito, han resuelto la controversia planteada ante el órgano
jurisdiccional al determinar con claridad y precisión: que la
hipoteca constituida no garantiza títulos transmisibles por endoso
o al portador, sino un préstamo dinerario ascendente a veinte mil
dólares americanos, recibido en efectivo por las ejecutadas (de
acuerdo a la cláusula segunda del contrato), y que se obligaron
a devolver en doce cuotas, de las cuales las once primeras por
setecientos cincuenta dólares americanos cada una, y la última
por quince mil setecientos cincuenta dólares americanos. Que,
la aceptación de las letras de cambio con fechas de vencimiento
similares a las de cada una de las cuotas pactadas (cláusula
tercera del referido Testimonio), no subsume los hechos dentro
de la norma sustantiva invocada en el recurso de casación, pues
sólo tienen función probatoria. Por consiguiente, no se ha incurrido
en la alegada infracción normativa. Octavo.- Que, en conclusión,
la casacionista no ha cumplido con los concurrentes requisitos
de procedencia establecidos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil. En tal contexto fáctico y jurídico,
y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, reformado por la mencionada Ley, corresponde
desestimar el recurso de casación en todos sus extremos. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por María Haydee Gonzáles Castillo, de fojas
doscientos nueve, contra el auto de segunda instancia, contenido
en la resolución de fojas doscientos dos, del catorce de enero
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Oswaldo Enrique Albujar Auris con María
Haydee Gonzáles Castillo y otra, sobre ejecución de garantía;
y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JAUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-136
CAS. Nº 870-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Indemnización
por daños y perjuicios. Si bien es cierto los artículos 139.1 y 173
de la Constitución Política del Estado, contemplan la existencia de
una jurisdicción militar y arbitral, además de la ordinaria, también
lo es que ello no implica la imposibilidad de que quien se considere
afectado en sus derechos por el actuar de los magistrados del
fuero militar e integrantes de un tribunal arbitral, pueda recurrir a la
vía ordinaria a solicitar el pago de indemnización de daños y
perjuicios ocasionados en virtud de dicho actuar. Constitución
Política. 139,173. Lima, veintidós de setiembre dos mil quince.- LA
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con los expedientes
acompañados; vista la causa número ochocientos setenta - dos
mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de indemnización por daños y perjuicios, el demandado Consejo
Supremo de Justicia Militar (hoy Fuero Militar Policial), ha
interpuesto recurso de casación de folios un mil quinientos
cuarenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha veintiocho
de enero de dos mil quince, de folios un mil quinientos veintinueve,
dictada por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha tres
de marzo de dos mil catorce, de folios un mil cuatrocientos catorce,
en el extremo que declara fundada en parte la demanda, y la
reforma en cuanto ordena el pago de quinientos mil nuevos soles
(S/.500,000.00) por daño moral, disponiendo el pago de trescientos
mil nuevos soles (S/. 300,000.00) por tal concepto. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
nueve de octubre de dos mil tres, de folios ciento uno, subsanado
a folios ciento treinta y dos, Mario Reynaldo Olano Aguilar
interpone demanda de indemnización por daños y perjuicios
contra el Ministerio del Interior, la Dirección General de la Policía
Nacional del Perú, el Consejo Supremo de Justicia Militar, la
Procuraduría Pública de la Policía Nacional del Perú y la
Procuraduría Pública del Ministerio de Defensa, señalando como
pretensión que los tres primeros demandados, le paguen
solidariamente la suma de cuatrocientos mil dólares americanos ($
400,000.00)más intereses legales, por concepto de daño
emergente, lucro cesante y daño moral, a razón de ciento mil
dólares americanos, ochenta mil dólares americanos y doscientos
mil dólares americanos, respectivamente. Alega como sustento de
su pretensión que: a) Los hechos tiene su origen el ocho de julio
de mil novecientos ochenta y cinco, cuando en horas de la noche,
la Policía Nacional del Perú realizó un operativo en momentos que
una mujer pidiendo auxilio era conducida a la fuerza por un
individuo en complicidad con otro; siendo que el intervenido se
encontraba en estado de ebriedad, se negó a identificarse e
insultó a los policías argumentando que era Capitán de la Marina
y luego uno de la PIP, por lo que fue conducido a la Estación PIP
de la Victoria, señalando al día siguiente encontrándose más
lúcido que era Oficial de Marca de Tercera Enfermero de la Marina
de Guerra del Perú, Miguel Alcazar Bejar, y en cumplimiento de las
directivas correspondientes se procedió a informar a la Marina; b),
Posteriormente, el Oficial de la Marina intervenido denunció de
forma falsa a los miembros no identificados de la Estación PIP de
la Victoria por abuso de autoridad, manifestando que lo detuvieron
injustificadamente, lo agredieron hasta perder la conciencia, lo
despojaron de su tarjeta de identidad naval, entre otras
pertenencias, adjuntando para ello un resumen de historia clínica
expedido por su mismos centro laboral; c) El veintidós de enero de
mil novecientos noventa y uno, el Consejo de Guerra Permanente
de la Segunda Zona Judicial del Ejército dictó sentencia
absolviéndolo de la acusación sobre delito de abuso de autoridad;
d) El veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y dos, el
Consejo Supremo de Justicia Militar emitió sentencia revocando el
fallo emitido por el referido Consejo de Guerra Permanente,
imponiéndole la pena de cuatro meses de prisión efectiva más la
inhabilitación perpetua para prestar servicios en las Fuerzas
Armadas, Policía nacional y Sanidad de las mismas, y el pago de
cien nuevos soles de reparación civil; e) Dicha sentencia se
fundamentó en que tenía la condición de reincidente en la comisión
de delitos de abuso de autoridad incluso con muerte subsecuente,
lo cual no era cierto, pues fue absuelto del proceso que se le
seguía por tal motivo; por haberle propiciado agresiones brutales,
lo cual tampoco es cierto conforme a lo señalado en el certificado
médico legal; f) Además dicha sentencia contravino el artículo 30
del Código de Justicia Militar, conforme al cual, las penas de
prisión y reclusión militar producirán la separación del servicio por
el tiempo de la condena, salvo que la prisión sea ordenada por
más de dos años, llevará consigo la separación absoluta del
servicio, siendo que en el presente caso se le impuso pena
privativa de libertad por cuatro meses y también la inhabilitación
perpetua, aun cuando la pena mencionada no superaba los dos
años; g) no fue notificado con la vista de la causa; h) se admitió el
recurso de revisión, el cual al resolverse, por el mismo Consejo
Supremo de Justicia Militar anuló la anterior sentencia emitida por
dicho Tribunal y confirmo la sentencia expedida por Consejo de
Guerra Permanente de la Segunda Zona Judicial del Ejército; i)
Ante ello solicitó al Ministerio del Interior se declare la nulidad de
la Resolución 147-96-IN/PNP que lo pasó a situación de retiro por
la sanción impuesta, y consecuente reincorporación al servicio
activo, siendo que pese a que existían informes favorables en el
sentido que tal pedido resultaba procedente al haber desaparecido
la causa de la separación, el Director de Personal de PNP, solicitó
a la Oficina de Asesoría Jurídica del Ministerio del Interior,
reformule un informe en el sentido que el pedido del actor era
procedente, toda vez que a su criterio, la facultad de la
administración para declarar la nulidad de la anterior sentencia
condenatoria había prescrito al transcurrir más de tres años,
78807
conforme al artículo 110 de Texto Único Ordenado de la Ley de
Normas Generales de Procedimientos Administrativos, aprobado
por Decreto Supremo 02-94-JUS, siendo que la citada Oficina se
volvió a pronunciar en el sentido que el pedido de nulidad resultaba
procedente, en tanto que dicho artículo se encontraba referido al
supuesto de atentar contra el interés público, lo cual no sucedía en
el presente caso, pues se trataba de interés privado del actor; sin
embargo, el Director de Personal de PNP mediante Resolución
571-2000-IN/PNP denegó el pedido de nulidad aplicando el
anotado artículo 110; j) Debido a ello tuvo que interponer acción de
amparo, en el cual se dictó medida cautelar de suspensión de los
efectos de la Resolución 571-2000-IN/PNP, emitiéndose luego la
sentencia que declaró inaplicable la Resolución 147-96-IN/PNP y
ordenó su reposición en el servicio activo; no obstante, el Ministerio
del Interior y la Dirección General de la Policía Nacional no
cumplieron con lo ordenado en la medida cautelar, siendo recién
reincorporado al servicio mediante Resolución 086-2002 del veinte
de febrero de dos mil dos, que se ejecutó el siete de marzo de dos
mil dos, siendo que a los pocos días, el veintinueve de mayo de
dos mil dos, pasó a situación de retiro por límite de edad; y, k) Todo
lo expuesto, le ha causado los daños cuya indemnización
pretende, tanto más si se le impidió ascender al grado de Coronel
en la promoción dos mil dos, le fue imposible conseguir trabajo en
el sector público o privado por los antecedentes de su retiro y
circunstancias del mismo, recibiendo una pensión diminuta
cuando fue pasado al retiro, debiendo además de afrontar los
gastos de defensa por todos los años que duró el proceso
administrativo y judicial. Corresponde precisar que el demandante
posteriormente se desistió de su demanda respecto al Ministerio
de Defensa, la cual fue aprobada mediante resolución número
dieciocho de fecha once de octubre de dos mil cuatro, de folios
quinientos sesenta y dos. 2. CONTESTACIÓN: La demandada
Policía Nacional del Perú, contesta la demanda a folios ciento
cincuenta y tres, alegando que: a) Todas las actuaciones
administrativas se han efectuado en cumplimiento de la
Constitución, la Ley y Reglamento, inclusive habiendo incorporado
al demandante al servicio activo, gozando ahora de todos su
beneficios sociales, por lo que no se le ha causado daño alguno;
b) las resoluciones emitidas por la institución se encuentran
debidamente motivadas; c) el monto indemnizatorio solicitado no
se encuentra debidamente sustentado; y d) debe tenerse en
cuenta el artículo 1971 del Código Civil, conforme al cual, no
existe responsabilidad en el ejercicio regular de un derecho. El
demandado Consejo Supremo de Justicia Militar, contesta la
demanda a folios quinientos trece, señalando que: a) Su actuación
se ha ceñido a lo establecido en la Constitución Política, Ley
Orgánica de Justicia Militar y Código de Justicia Militar; b) el
demandante hizo valer su derecho en el mismo proceso militar, es
así que por el principio de pluralidad de instancia en el fuero
militar, solicitó el recurso de revisión de sentencia ejecutoriada, el
que concluyó con la segunda sentencia que dictaminó su
absolución, precisándose en la misma que no existía
responsabilidad en los anteriores integrantes el Consejo Supremo
de Justicia Militar que habían condenado al demandante; c) Se ha
seguido un proceso regular; d) La acción de amparo se formuló
contra el Ministerio de Interior y el Director General de la Policía
Nacional; e) respecto a lo alegado en cuanto al ascenso, ello
corresponde a una posibilidad incierta, en tanto para tal efecto se
requiere el cumplimiento de requisitos previos. Mediante
resolución número veintinueve de fecha trece de junio de dos mil
seis, de folios seiscientos treinta y dos, se declaró rebelde
Ministerio del Interior. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si la sentencia condenatoria impuesta al accionante
por el Consejo Supremo de Justicia Militar, se sustentó en hechos
falsos y aplicó normas que no correspondían, así como actuó
violando el debido proceso. 3.2 Determinar si la negativa de la
Dirección General de la Policía Nacional del Perú en negarse a
declarar la nulidad de la resolución que pasó a situación de retiro
al actor, carece de sustento legal alguno. 3.3 Determinar si la
Dirección General de la Policía Nacional del Perú incurrió en culpa
inexcusable al negarse a ejecutar oportunamente la medida
cautelar ordenada por la judicatura dentro del proceso de amparo
instaurado por el accionante. 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la Juez
mediante sentencia de fecha tres de marzo de dos mil catorce, de
folios un mil cuatrocientos catorce, declaró fundada en parte la
demanda, y ordenó que el Consejo Supremo de Justicia Militar (en
dicha fecha Tribunal Supremo Militar Policial), el Ministerio del
Interior y la Dirección General de la Policía Nacional del Perú
paguen solidariamente al demandante la suma de quinientos mil
nuevos soles por concepto de daño moral, considerando que: a)
Del expediente 30-86 adjuntado al proceso, seguido ante el Tercer
Juzgado de Justicia Militar, se aprecia la denuncia formulada por
el Contralmirante Alfonso Panizo Zariquiey, en la que cuenta la
agresión física de la cual fue objeto el Oficial de Mar de Tercera
Miguel Alcázar Béjar el ocho de julio de mil novecientos ochenta y
cinco, abriéndose instrucción y emitiéndose la sentencia de fecha
veintidós de enero de mil novecientos noventa y uno, la cual
absolvió al demandante del delito de abuso de autoridad; b)

78808 CASACIÓN
Posteriormente dicha sentencia fue revocada mediante sentencia
de fecha veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y dos,
encontrando al demandante culpable por el referido delito,
imponiéndole la pena de cuatro meses de prisión preventiva de la
libertad más la inhabilitación perpetua para prestar servicios; c) Tal
pronunciamiento se basó en que el demandante habría maltratado
brutalmente al intervenido, lo cual se contradice con el certificado
médico legal, el cual da cuenta de: “tumefacción leve región frontal
temporal derecho, equimosis tercio medio anterior antebrazo
izquierdo, excoriación equimosis tercio inferior anterior muslo
derecho, tumefacción en rodilla derecha; sin necesidad de
atención facultativa e incapacidad para el trabajo de tres días”,
siendo que tumefacción es hinchazón y excoriación significa
gastar o arrancar el cutis o epitelio [piel], lesión superficial a la piel,
ello conforme al diccionario de la real academia española;
asimismo, se señaló que el demandante tendría antecedentes del
delito de abuso de autoridad con muerte subsecuente, sin
embargo, de la lectura de la foja de antecedentes no se desprende
ello; d) También se vulneró el artículo 30 del Código de Justicia
Militar, en tanto de dicho artículo se desprende que la separación
definitiva opera cuando la pena de prisión sea mayor a dos años,
siendo que al demandante sólo se le aplicó prisión por cuatro
meses; e) el Director de Personal de la Policía Nacional del Perú
injustificadamente se negó a observar lo señalado en los informes
emitidos por la Oficina de Asesoría Jurídica del Ministerio del
Interior en el sentido que resultaba procedente el pedido de
nulidad del demandante de la Resolución que lo pasó a retiro por
haber sido condenado por el delito de abuso de autoridad, pese a
que dicha Oficina había manifestado que el artículo 110 del Texto
Único Ordenado del Decreto Supremo 02-94-JUS no resultaba
aplicable al caso del actor; f) La medida cautelar en el proceso de
amparo sólo ordeno la suspensión de los efectos de la resolución
que denegó el pedido de nulidad del demandante antes referido,
siendo que fue la sentencia de vista emitida en dicho proceso el
que ordenó su reincorporación al servicio activo, de fecha
veintiséis de mayo de dos mil uno, sin embargo la reincorporación
del actor se ordenó el veinte de febrero de dos mil dos, la cual
resultó ilusoria para el demandante, pues tres meses después fue
pasado a la situación de retiro por límite de edad; g) El demandante
no ha acreditado la existencia de daño emergente y lucro cesante;
y h) Los errores de los demandados ocasionaron la privación de
libertad del demandante, lo cual debió repercutir en sus
sentimiento, la percepción que produjo tal hecho en su medio
social, causando desmedro a su imagen pública, se frustraron su
expectativas al ascenso, por lo que corresponde amparar el daño
moral en la suma de quinientos mil nuevos soles (S/.500,000.00).
5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de
fecha doce de mayo de dos mil catorce, de folios un mil
cuatrocientos cuarenta y nueve, el demandado Consejo Supremo
de Justicia Militar (en dicha fecha Fuero Militar Policial), interpuso
recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia,
alegando que: a) No se le ha notificado conforme a ley; b) La
Justicia Privativa Militar conoció del proceso ante la denuncia
formulada por la Marian de Guerra, por lo que el demandante fue
investigado, juzgado y sentenciado, habiendo ejercitado su
derecho de defensa conforme a ley; c) Los magistrados del
Tribunal Militar han actuado con criterio de conciencia, por lo que
en la ejecutoria que absolvió al demandante, no se estableció
responsabilidad en ninguno de ellos por haber condenado al
demandante; d) Los criterios de la Justicia Militar y los de la
ordinaria no son uniformes; e) No se establecido el tipo de
responsabilidad civil que se les imputa, tampoco el grado de
responsabilidad de cada demandado, o si la obligación es solidaria
o mancomunada; y f) No se ha tenido en cuenta que el demandante
a pasar a retiro por su condena, percibió una pensión, que se cortó
con su reincorporación, pasando a recibir una remuneración de un
comandante en actividad, y al pasar a su retiro, lo hizo en este
último grado. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la
Sala Superior en virtud de los recursos de apelación interpuestos
por los demandados y demandante, la Sexta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de vista de fecha
veintiocho de enero de dos mil quince, de folios un mil quinientos
veintinueve, confirmó la sentencia de primera instancia en el
extremo que declaró fundada en parte la demanda, y la revocó en
cuanto al monto indemnizatorio, ordenando pagar la suma de
trescientos mil nuevos soles, expresando los mismos argumentos
que la sentencia apelada, y precisando que el demandante en el
proceso que se le seguía por abuso de autoridad seguido de
muerte, fue absuelto mediante sentencia de fecha trece de enero
de mil novecientos noventa y dos [anterior a la sentencia
condenatoria de autos de fecha veinticinco de febrero de mil
novecientos noventa y dos]; y que corresponde la modificación del
quantum indemnizatorio atendiendo a que el demandante cuando
fue retirado, pasó a percibir una pensión equivalente a veinte días
de trabajo que percibía un efectivo policial con grado de
Comandante, que se cortó con su reincorporación a las filas de la
Policía Nacional del Perú por su absolución en el fuero militar,
pasando a recibir la remuneración de un Comandante en actividad,
y al pasar al retiro por renovación, lo hizo con el grado inmediato
superior de Coronel en actividad con todos los beneficios de ley,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de modo que no quedó desprotegido en forma total al pasar al
retiro, pues frente al sufrimiento y aflicción también resultó un
paliativo el seguir percibiendo los ingresos referidos. III. RECURSO
DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de
fecha veinte de abril de dos mil quince, obrante a fojas cuarenta y
cuatro del respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente
el recurso de casación interpuesto por el demandado Consejo
Supremo de Justicia Militar (ahora Fuero Militar Policial), por la
infracción normativa de los artículos 139 incisos 1, 2 y 3, y 173
de la Constitución Política del Estado. IV. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los
argumentos expuestos durante el transcurso del proceso así como
en el recurso de casación, la controversia gira en determinar si
corresponde ordenar que el Consejo Supremo de Justicia Militar
(ahora Fuero Militar Policial) pague solidariamente con los otros
demandados la suma de trescientos mil nuevos soles por concepto
de daño moral a favor del demandante, en mérito a sus actuaciones
realizadas en el juzgamiento de éste al haber sido denunciado por
el delito de abuso de autoridad. Segundo.- Que, habiéndose
declarado procedente el recurso de casación por normas
procesales así como normas materiales, corresponde en primer
término efectuar el análisis sobre la existencia del error procesal,
toda vez que, de resultar fundada la denuncia en dicho extremo,
dada su incidencia en la tramitación del proceso y su efecto
nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto
de la infracción normativa material, referida al derecho
controvertido en la presente causa. Tercero.- Que, resulta
adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución Política
del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7
“(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Cuarto.- Que, conforme a lo expuesto en el recurso de
casación, el Consejo Supremo de Justicia Militar denuncia la
infracción al artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Estado, cuestionando el monto indemnizatorio ordenado a pagar
por concepto de daño moral, precisando que dicho daño como
tampoco su monto se encuentran debidamente acreditados por la
parte demandante, argumentos que no se condicen con la
naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines
están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación
de los criterios de la Corte Suprema, siendo que esta sede no se
trata de una tercera instancia, en consecuencia, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio; siendo que sin
perjuicio de ello, corresponde precisar que conforme se ha
manifestado las sentencias de mérito, el recurrente en una primera
sentencia emitida en apelación condenó al demandante a cuatro
meses de prisión efectiva así como a la inhabilitación perpetua
para prestar servicios en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional
del Perú y en la Sanidad de éstas, al considerarlo culpable del
delito de abuso de autoridad, siendo que al resolver el recurso de
revisión, declaró nula tal decisión condenatoria, absolviendo al
demandante, conforme procedió el Consejo de Guerra Permanente
de la Segunda Zona Judicial del Ejército, extremos que no han
sido cuestionados en el recurso de casación materia de
pronunciamiento, siendo el actuar negligente en un principio por
parte del referido Consejo lo que sirve de fundamento para
amparar la demanda de autos por parte de la juez de la causa y
Colegiado Superior, aunque no respecto a la totalidad del monto
indemnizatorio pretendido. Por otra parte, resulta menester tener
en cuenta que conforme al artículo 1332 del Código Civil, si el
resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto
preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa, conforme
han procedido las instancias de mérito, monto que como se ha
manifestado en líneas precedente no corresponde ser analizado
por este Tribunal Supremo; razones por las cuales la causal
casatoria bajo análisis deviene en infundada. Quinto.- Que, el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
artículo 139 de la Constitución Política del Estado, establece: “Son
principios y derechos de la función jurisdiccional: 1. La unidad y
exclusividad de la función jurisdiccional. No existe ni puede
establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de
la militar y la arbitral. No hay proceso judicial por comisión o
delegación. 2. La independencia en el ejercicio de la función
jurisdiccional. Ninguna autoridad puede avocarse a causas
pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio
de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones
que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar
procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su
ejecución. Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia ni
la facultad de investigación del Congreso, cuyo ejercicio no debe,
sin embargo, interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte
efecto jurisdiccional alguno.” Sexto.- Que, por su parte, el artículo
173 de la Constitución Política del Estado, respecto a la
competencia del Fuero Privativo Militar, prescribe: “En caso de
delito de función, los miembros de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional están sometidos al fuero respectivo y al Código
de Justicia Militar. Las disposiciones de éste no son aplicables a
los civiles, salvo en el caso de los delitos de traición a la patria y de
terrorismo que la ley determina. La casación a que se refiere el
artículo 141 sólo es aplicable cuando se imponga la pena de
muerte. Quienes infringen las normas del Servicio Militar
Obligatorio están asimismo sometidos al Código de Justicia
Militar.” Sétimo.- Que, bajo dicho contexto, si bien es cierto los
artículos 139 inciso 1 y 173 de la Carta Magna, contemplan la
existencia de una jurisdicción militar y arbitral, además de la
ordinaria, también lo es que ello no implica la imposibilidad de que
quien se considere afectado en sus derechos por el actuar de los
magistrados del fuero militar e integrantes de un tribunal arbitral,
pueda recurrir a la vía ordinaria a solicitar el pago de indemnización
de daños y perjuicios ocasionados en virtud de dicho actuar,
proceso que se encuentra normado en el Código sustantivo, así
como en el procesal, siendo que conforme a lo precisado en el
cuarto considerando de la presente resolución, las sentencias de
mérito han concluido que el recurrente actuó negligentemente en
el proceso seguido en contra del demandante por el delito de
abuso de autoridad, al emitir en primer lugar un fallo condenatorio,
y en segundo término un fallo de absolución declarando nula su
primera sentencia emitida, al no existir motivos suficientes para
declararlo culpable, por tanto, la infracción denunciada respecto a
dicha norma debe desestimarse. Octavo.- Que, el artículo 139 de
la Constitución Política vigente, en su inciso 2 contempla la
institución de la cosa juzgada, desprendiéndose de su contenido
que la misma se encuentra referida a la sentencia firme emitida en
un proceso judicial ordinario, mas no a las emitidas en el fuero
militar, siendo que sin perjuicio de ello, en el presente caso, de
aludir la referida norma a una cosa juzgada en tal fuero, tampoco
se atentaría contra la misma, toda vez que no se está
desconociendo lo resuelto por el Consejo Supremo de Justicia
Militar en segunda instancia, atendiendo a que éste absolvió al
demandante vía fallo de revisión de la acusación por la comisión
del delito de abuso de autoridad, decisión además que no ha sido
cuestionada por ninguna de las partes procesales, en consecuencia
el extremo referido a la infracción del artículo 139 inciso 2 de la
Constitución Política también deviene en infundado. V. DECISION:
Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por el demandado Consejo Supremo de
Justicia Militar (ahora Fuero Militar Policial) de folios un mil
quinientos cuarenta y ocho; en consecuencia NO CASARON la
sentencia de vista de fecha veintiocho de enero de dos mil quince,
de folios un mil quinientos veintinueve; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por Mario Reynaldo
Olano Aguilar, sobre indemnización por daños y perjuicios; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-137
CAS. Nº 874-2015 CUSCO
Lima, veintidós de abril de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por la
demandada Asociación Mega Comercial Sicuani de folios
quinientos ochenta y uno, contra la sentencia de vista de folios
quinientos cuarenta y cinco, del veintinueve de diciembre de
dos mil catorce, que confirmando la apelada declara fundada la
demanda de desalojo interpuesta a fojas diecisiete. Segundo.-
Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii)
Ante la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente
fue notificado el siete de enero del dos mil quince, conforme
se corrobora con el cargo de folios quinientos cincuenta y tres,
78809
e interpuso el recurso de casación el día veintiuno de enero de
ese mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a folios quinientos sesenta y cuatro. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple con
lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no
consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa,
la impugnó mediante su recurso de apelación de folios ciento
cincuenta y cinco. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria1. Quinto.- Que, el recurrente invocando el
artículo 387 del Código Procesal Civil denuncia como agravios:
a) La inaplicación del artículo 364 del Código Procesal
Civil, alegando que como se advierte del recurso de apelación
interpuesto por la Asociación Mega Comercial Sicuani, contra la
sentencia de primera instancia, se especifican como agravios para
ser examinados por el órgano jurisdiccional superior los siguientes:
a) inaplicación de los artículos 923, 904 y 912 del Código Civil y
b) la infracción del artículo 139.5 de la Constitución Política por
motivación aparente; sin embargo en la de vista el Colegiado de
la Sala Mixta Descentralizada de Sicuani – Canchis, solo se ha
pronunciado en forma específica y directa respecto del agravio
relativo a la infracción del artículo 139 inciso 5 de la Constitución,
omitiendo pronunciarse respecto de los otros agravios que para la
declaración de fondo que resuelva el presente caso, tienen directa
incidencia sobre la decisión, como consecuencia: se ha afectado el
derecho a la revisión de las resoluciones dictadas por los órganos
jurisdiccionales, garantizada constitucionalmente como principio
de la doble instancia, sometiéndolo a una sentencia arbitraria.
Precisa que resulta relevante el pronunciamiento sobre los
agravios denunciados en el recurso de apelación, toda vez que las
mismas justifican jurídicamente que la Asociación Mega Comercial
Sicuani, debe permanecer en la posesión del predio litigado y
que su título no ha fenecido, es decir, que no existe precariedad
en la posesión, y b) La Vulneración del artículo 139.5 de la
Constitución Política del Estado, alegando que el argumento
de la sentencia de vista, según el cual: “la adjudicación del lote
No. 08 de la Manzana M de la Asociación Civil Sicuani a favor de
doña Rufina Mamani Yucra, no contiene defectos insubsanables
en la estructura del acto jurídico, que resulten imposibles de
ser subsanados y sea manifiesta”, adolece de incoherencia
en justificación interna de la sentencia de vista, porque como
se tiene manifestado, a lo largo de los considerandos doce a
dieciocho, el Colegiado realiza una extensa explicación doctrinal y
jurisprudencial que sustenta su decisión, en el sentido que debería
darse inicio a un proceso judicial donde se establezca en buena
cuenta la validez o invalidez del título del actor, por lo que resulta
contradictorio que en dichos considerandos llegue a la conclusión
que el acto jurídico, es absolutamente válido, sin defectos en la
estructura. Sexto.- Que, en cuanto a la causal denunciada en
el acápite a), del análisis de los fundamentos de la sentencia de
vista, se advierte claramente que, contrariamente a lo alegado por
la recurrente, la Sala Mixta Descentraliza de Canchis – Sicuani, sí
ha emitido pronunciamiento con respecto a la alegada inaplicación
de los artículo 914, 912 y 923 del Código Civil; no habiendo
cumplido en todo caso con señalar la relevancia del contenido
esencial de tales dispositivos legales que resulte ser suficiente
para modificar el sentido de la decisión recurrida, en un contexto
en el que la titularidad del demandante se encuentra plenamente
acreditada en tanto que la nulidad alegada por el recurrente no
resulta ser manifiesta y en ese sentido no puede ser declarada de
oficio por el Juez conforme a lo dispuesto por el artículo 220 del
Código Civil. Sétimo: Respecto a la causal descrita en el literal b),
la sentencia de vista sí contiene una debida fundamentación en
torno a la validez del título que exhibe el actor, pues con referencia
a la alegada nulidad manifiesta, la recurrida ha referido que no se
advierten defectos insubsanables en la estructura del acto jurídico,
que resulten imposibles de ser subsanados, de donde se evidente
que la resolución impugnada sí ha respetado de modo irrestricto
el derecho a la motivación escrita de las resoluciones judiciales,
conforme lo exige el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado. Octavo.- Que , siendo así , el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y
su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal Civil.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Asociación “Mega
Comercial Sicuani”, de la página quinientos ochenta y uno,

78810 CASACIÓN
contra la sentencia de vista de folios quinientos cuarenta y cinco;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Sinforoso Hancco Halanocca sobre desalojo por ocupante
precario; notificándose; y los devolvieron. Interviene como ponente
el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-138
CAS. Nº 900-2015 LIMA
Divorcio por causal de separación de hecho. Lima, veintidós de
abril de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el demandante Demetrio Panez Luna,
mediante escrito de fojas trescientos veinte, contra la sentencia de
vista obrante a fojas trescientos diez, su fecha dos de diciembre
de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuenta y uno, su fecha veinte de mayo de dos mil
catorce, que declara fundada la demanda de divorcio por la causal
de separación de hecho, e integra dicho fallo en cuanto al extremo
de los alimentos que lo fija en un quince por ciento de la pensión
que percibe el actor en su condición de jubilado, y en cuanto a la
indemnización a favor de la cónyuge perjudicada, dispone el pago
de ocho mil nuevos soles; en tal sentido, corresponde examinar
los requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso, acorde a
la modificación establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que,
en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se
tiene que el presente recurso satisface tales exigencias, pues: I)
se impugna una sentencia expedida por la Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, puso fin al proceso; II) se
interpone ante la Primera Sala de Familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que emitió la resolución impugnada; III) ha sido
presentado dentro del plazo legal, según consta del cargo de
notificación obrante a fojas trescientos quince; y, IV) se adjunta el
arancel judicial respectivo a fojas trescientos dieciocho. Tercero.-
Que, en relación a los requisitos de procedencia previstos en el
artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada
ley, se advierte que al recurrente no le es exigible el cumplimiento
del requisito previsto en el inciso 1 de la acotada norma, toda vez
que la sentencia de primera instancia de fojas doscientos
cincuenta y uno no se pronunció sobre los conceptos de alimentos
e indemnización a favor de la cónyuge perjudicada. Cuarto.- Que,
para establecer el cumplimiento de los requisitos contemplados en
los incisos 2, 3 y 4 del precitado artículo 388º del Código adjetivo,
debe señalarse en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
caso, el recurrente propone las siguientes infracciones normativas:
a) Infracción normativa del artículo 345-A del Código Civil:
respecto al pago de alimentos, señala que se ha aplicado
indebidamente el precitado artículo 345-A, toda vez que la
demandada alega que el recurrente la dejó en abandono, no
obstante, debe tomarse en cuenta que no se ha demostrado que
la emplazada haya demandado al actor por alimentos en la época
en que se habría producido el supuesto abandono de hogar. En
cuanto a la indemnización, sostiene que no existen suficientes
medios probatorios de la demandada, que permitan determinar
quién de los cónyuges resultó más perjudicado con la separación
de hecho y que si bien es cierto procreó hijos fuera del matrimonio,
debe tomarse en cuenta que la demandada también faltó a su
deber de fidelidad al reconocer en la declaración de parte que
formó un nuevo hogar en el que incluso ha procreado un hijo en el
año mil novecientos ochenta y uno; por lo que, a criterio del
impugnante, no resulta factible fijar una indemnización. b)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial: sostiene que
si bien en el Tercer Pleno Casatorio se fijó como precedente
judicial vinculante la regla de que en los procesos de divorcio y
separación de cuerpos por la causal de separación de hecho el
juez tiene el deber de velar por la estabilidad económica del
cónyuge que resulte más perjudicado con la separación, así como
la de sus hijos, de acuerdo al artículo 345-A del Código Civil,
también lo es que no se ha tenido en consideración la real
situación de la emplazada, pues no ha reconvenido en dichos
extremos menos aun ha aportado prueba idónea que sustente la
integración dispuesta por la Sala Superior. Quinto.- Que, del
examen de las alegaciones antes descritas, se aprecia que éstas
no satisfacen los requisitos exigidos en los incisos 2, 3 y 4 del
artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, pues no se describe en forma clara y precisa en qué
consisten las infracciones normativas; no se demuestra la
incidencia directa que tendrían aquellas sobre la decisión
impugnada; menos aun se señala la naturaleza del pedido
casatorio, por las siguientes razones: El recurso de casación es un
medio impugnatorio de carácter extraordinario, pues su función
consiste en controlar la correcta aplicación de la ley, esto es, su
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
labor está reservada a observar sólo los errores de derecho,
excluyéndose de dicho control la valoración de las pruebas. Por
ello, la causal de infracción normativa debe sustentarse en el error
de derecho que incida directamente en la decisión impugnada, es
decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo,
alterando el sentido del mismo, pues no basta la sola invocación
de las normas de derecho material o procesal que supuestamente
se consideran infringidas, ya que el impugnante debe explicar la
naturaleza de dicha infracción, la que debe estar desprovista de
cualquier análisis a la valoración probatoria efectuada por los
Jueces de mérito. En cuanto al cargo propuesto en el acápite a)
del considerando cuarto de esta resolución, debe señalarse que si
bien se denuncia la infracción normativa del artículo 345-A del
Código Civil, sin embargo el recurrente no cumple con explicar el
error jurídico en la aplicación de la misma; por el contrario la
denuncia se sustenta en simples apreciaciones fácticas
desprovistas de todo análisis jurídico al sostener el impugnante
que la demandada no ha acreditado el emplazamiento para el
pago de la pensión alimenticia, menos aun que sea la cónyuge
perjudicada con la separación; alegaciones que en realidad
importan un pedido de control de la valoración probatoria realizada
por los Jueces de mérito, lo cual distorsiona uno de los fines del
recurso de casación, contemplado en el artículo 384º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, esto es, alcanzar
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto. En
cuanto al cargo propuesto en el acápite b) del considerando cuarto
de esta resolución, debe enfatizarse que el impugnante no
demuestra la incidencia directa que tendría la Sentencia Casatoria
Nº 4664-2010-Puno, dictada por el Tercer Pleno Casatorio, de
fecha quince de diciembre de dos mil diez, en la resolución
impugnada en casación, toda vez que, de acuerdo a la contestación
de la demanda de fojas cincuenta y siete, así como de la resolución
obrante a fojas ciento diez, se estableció como puntos
controvertidos determinar si procede otorgar a favor de la
demandada la pensión de alimentos e indemnización a favor del
cónyuge perjudicado con la separación, de acuerdo a lo dispuesto
en el artículo 345-A del Código Civil y, en virtud a ello, la Sala
Superior otorgó dichos conceptos a favor de la demandada,
conforme así lo ha establecido el mencionado Pleno Casatorio.
Por estas consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el
artículo 392º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Demetrio Panez Luna, mediante escrito de fojas
trescientos veinte, contra la sentencia de vista obrante a fojas
trescientos diez, su fecha dos de diciembre de dos mil catorce;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Demetrio Panez Luna con Rosario Irene Ramírez Cadenas y
otro, sobre divorcio por la causal de separación de hecho; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Almenara Bryson. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-139
CAS. Nº 902-2015 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintidós de
abril de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el demandado Luciano Rodríguez
Vásquez de folios doscientos catorce, contra la sentencia de
vista de fecha catorce de noviembre de dos mil catorce, de folios
ciento noventa y ocho, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha veintiuno de marzo de dos mil catorce, de
folios ciento veintiocho, que declara fundada la demanda de
desalojo por ocupación precaria; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna
una resolución expedida por la Sala Descentralizada Mixta, de
Apelaciones y Liquidadora Penal de Jaén de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Descentralizada
Mixta, de Apelaciones y Liquidadora Penal de Jaén de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha
sido notificada en fecha tres de diciembre de dos mil catorce y el
recurso de casación se presentó el dieciocho de diciembre de dos
mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios
doscientos veintiuno del expediente principal). Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios doscientos diez; por lo que cumple
con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal acotada.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente:
Aplicación errónea del artículo 911 de Código Civil. Señala que
fue la demandante quien le autorizó su ingreso en el inmueble,
así como la construcción de una edificación para su vivienda, la
cual se llevó a cabo, conforme al acta de verificación e inspección
judicial de autos, por lo que no es ocupante precario, lo que se
corrobora con la constancia de trabajo que señala fue trabajador
de la demandada, título que justifica su posesión, más aún si ha
sido cesado indebidamente, siendo irrelevante que no se haya
acreditado la identidad de quienes construyeron la edificación.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que
los argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien
a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de
los hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada
y los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar
que el recurrente ostenta titulo que justifique su posesión por lo
que no tendría la condición de ocupante precario, más aún si ha
construido edificaciones en el inmueble sublitis, como si esta sede
se tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice
con la naturaleza de este extraordinario recurso de casación,
cuyos fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo
y la unificación de los criterios de la Corte Suprema; siendo que
sin perjuicio de ello, se advierte que contrariamente a lo sostenido
en el recurso de casación, en autos no se ha emitido acta de
verificación o inspección judicial alguno. Asimismo, corresponde
precisar que la calidad de ex trabajador de la demandante y el
haber supuestamente cesado de forma ilegal, resulta ajeno a la
materia de debate del presente proceso. Por otra parte, no se
expresa argumento alguno dirigido a cuestionar lo sostenido en
3.1 de la sentencia recurrida, respecto a que es poseedor precario
quien tenía titulo debido a que la entrega del bien se le hizo
voluntariamente y de forma gratuita, pero que a la fecha ha sido
requerido para la restitución del mismo. Sétimo.- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido
artículo 388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Luciano Rodríguez
Vásquez de folios doscientos catorce, contra la sentencia de vista
de fecha catorce de noviembre de dos mil catorce, de folios ciento
noventa y ocho; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por el Comité de Productores de Arroz Jaén – San
Ignacio contra Luciano Rodríguez Vásquez y otra, sobre desalojo
por ocupación precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-140
CAS. Nº 917-2015 LIMA
Nulidad de Acto Jurídico. Interrupción del plazo de prescripción
extintiva Interposición de demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta, no constituye un supuesto de interrupción del plazo
de prescripción de la acción de nulidad de acto jurídico, pues
conforme a lo previsto en el artículo 178º del Código Procesal
Civil, el proceso de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, no tiene
por objeto que se declare la nulidad de un acto jurídico privado,
sino la nulidad de una sentencia que pone fin al proceso, por haber
seguido éste con fraude o colusión, afectando el debido proceso.
Lima, tres de septiembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: con el expediente acompañado; vista la causa
número novecientos diecisiete - dos mil quince, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso sobre nulidad de acto jurídico,
Luisa Mercedes Franco Pineda Viuda de Fernández, ha
interpuesto recurso de casación, obrante a folios ciento diez del
expediente principal, contra el Auto de vista de fecha quince de
enero de dos mil quince, obrante a fojas noventa y ocho del
cuaderno de excepciones, dictada por la Sexta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmó la Resolución
78811
número Cuatro, de fecha ocho de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas sesenta y ocho del acompañado, en el extremo
que declaró fundada la excepción de prescripción extintiva,
deducida por el demandado Carlos Alberto Zelaya Simbrón; en los
seguidos por la recurrente contra el referido emplazado, sobre
nulidad de acto jurídico. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA:
Mediante escrito de fecha nueve de mayo de dos mil trece, obrante
a fojas sesenta y cuatro, doña Luisa Mercedes Franco Pineda
Viuda de Fernández, en su calidad de Albacea Testamentaria de
Odon Virgilio Fernández La Noire, interpone demanda contra
Carlos Alberto Zelaya Simbrón, postulando como pretensión
principal, se declare la nulidad de la minuta de compraventa de
fecha veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta y dos, del
bien inmueble ubicado en Calle Prado de Candia 542, Letra “A”,
Segundo piso, Urb. Valle Hermoso de Monterrico, Distrito de
Surco, Lima, inscrito en la Ficha No. 186585 - actualmente Partida
Electrónica No. 44433354 del Registro de Propiedad Inmueble de
Lima; y como pretensión accesoria, la cancelación de los asientos
registrales D 00001, C 00001 y E 00001 de la Partida Electrónica
Nº 44433354 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima. La
demandante, como sustento de su pretensión, señala que el
inmueble sub litis fue adquirido en propiedad por su difunto
esposo, don Odon Virgilio Fernández La Noire, en virtud del
contrato de compraventa de fecha once de octubre de mil
novecientos sesenta y ocho; siendo que el demandado, el
veintisiete de septiembre de mil novecientos ochenta y cuatro,
interpuso una demanda de otorgamiento de escritura pública en
contra de su cónyuge, recaída en el Expediente 1492-84, alegando
que éste le había transferido el bien mediante minuta de fecha
veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta y dos; sin
embargo, ello no es verdad, pues aquél título fue fraguado
utilizando un documento en blanco que le hizo firmar a su esposo,
toda vez que el demandado había sido su abogado defensor en un
proceso judicial de rescisión de contrato entablado por su esposo
en contra de doña Narda Nuñez, abusando de su confianza.
Precisa que, el emplazado obtuvo sentencia estimatoria en el
proceso de otorgamiento de escritura pública que entabló contra
su cónyuge, logrando inscribir su derecho en el Registro Público;
sin embargo, alega que dicho proceso fue llevado a cabo de forma
irregular, pues el Juez resolvió sin tener a la vista la minuta original,
al haber adjuntado el hoy demandado solo una copia de ella
aduciendo que se le había extraviado el original; lo cual dio origen
a que su cónyuge iniciara un proceso judicial de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta, la cual fue declarada infundada. 2.
CONTESTACIÓN Y EXCEPCIONES: El demandado, mediante
escrito de fecha nueve de septiembre de dos mil trece, corriente a
fojas ciento cinco, contesta la demanda, negándola y
contradiciéndola en todos sus extremos. Asimismo, mediante
escrito de fecha cinco de septiembre de dos mil trece, obrante a
fojas seis del acompañado, deduce las excepciones de cosa
juzgada y de prescripción extintiva de la acción. Respecto de ésta
última aduce que, el contrato materia de nulidad se celebró el
veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta y dos y el actor
tuvo conocimiento del contenido de la inscripción registral el
dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y nueve; habiendo
transcurrido en exceso el plazo de diez años establecido en el
inciso 1 del artículo 2001º del Código Civil. 3. AUTO DE PRIMERA
INSTANCIA: Mediante Resolución número Cuatro, de fecha ocho
de agosto de dos mil catorce, obrante a fojas sesenta y ocho del
acompañado, el Juez del Vigésimo Tercer Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, resuelve declarar infundada la
excepción de cosa juzgada y fundada la excepción de prescripción
extintiva deducida por el emplazado, y por concluido el proceso,
precisando que, el artículo 2122º del Código Civil vigente de 1984,
señala que la prescripción iniciada con el Código anterior se
computa conforme al mismo, salvo que durante la vigencia del
Código actual transcurra el plazo de prescripción señalado en este
último; siendo que el artículo 2001º numeral 1 del Código Civil
señala que el plazo de prescripción es de 10 años, y la actora tuvo
conocimiento de la compraventa desde que fue inscrita el dieciséis
de marzo de mil novecientos noventa y nueve por lo que el plazo
de diez años se cumplió el dieciséis de marzo de dos mil nueve,
habiendo presentado la demanda el nueve de mayo de dos mil
trece. 4. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: La parte
demandante, por escrito de setenta y seis del cuaderno de
excepciones, interpone recurso de apelación, formulando el
siguiente agravio: Que, el plazo aplicable es del artículo 1163º del
Código Civil de 1936 que establece treinta años; y en todo caso, si
resultara aplicable el artículo 2001.1 del Código Civil de 1984 que
establece diez años, debe tenerse en cuenta que dicho plazo se
interrumpió pues se demandó la nulidad de cosa juzgada
fraudulenta del otorgamiento de escritura pública el dos de
septiembre de mil novecientos noventa y nueve. 5. AUTO DE
VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior, en virtud del recurso
de apelación interpuesto por la demandante, la Sexta Sala Civil de
la corte Superior de Justicia de Lima, mediante Auto de vista de
fecha quince de enero de dos mil quince, obrante a fojas noventa
y ocho del cuaderno de excepciones, confirmó el auto de primera
instancia, que declaró fundada la demanda la excepción de
prescripción extintiva, coincidiendo con el A quo, en el sentido que

78812 CASACIÓN
la norma aplicable para resolver la excepción deducida es el
artículo 2001º numeral 1 del Código Civil, el cual establece que el
plazo de prescripción es de diez años, y la actora tuvo conocimiento
de la compraventa desde que fue inscrita el dieciséis de marzo de
mil novecientos noventa y nueve por lo que el plazo de diez años
se cumplió el dieciséis de marzo de dos mil nueve, habiendo
presentado la demanda el nueve de mayo de dos mil trece;
asimismo, respecto a la interrupción señala que no procede, pues
la demanda que formuló fue de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta y no de nulidad de acto jurídico que ha sido planteada
en el presente proceso. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha veinticuatro de abril de
dos mil quince, del respectivo cuaderno formado, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por la demandante
Luisa Mercedes Franco Pineda Viuda de Fernández, por las
siguientes causales: (i) Infracción normativa por aplicación
indebida del artículo 2122º del Código Civil y por inaplicación del
artículo 2120º del mismo cuerpo legal; y, (ii) Infracción normativa
por contravención de normas que garantizan el derecho a un
debido proceso. IV. DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE
PRONUNCIAMIENTO: Conforme a lo señalado se advierte que el
presente recurso de casación ha sido declarado procedente por
infracciones normativas de índole procesal y material; por lo que
corresponde a éste Supremo Tribunal emitir pronunciamiento, en
primer término por la infracción normativa procesal referida a la
vulneración del derecho a un debido proceso, a efectos de
determinar si la sentencia emitida por el Colegiado Superior
cumple con los estándares mínimos exigibles respecto a los
elementos del precepto constitucional invocado, o si por el
contrario la misma presenta defectos insubsanables que motiven
la nulidad del fallo emitido, correspondiendo ordenar la renovación
del citado acto procesal, o de ser el caso, la nulidad de todo lo
actuado hasta la etapa en que se cometió la infracción; ello
conforme a lo previsto en el artículo 396º del Código Procesal
Civil. En caso la sentencia de mérito supere el examen de dicha
infracción normativa procesal, se procederá con en análisis de la
infracción normativa sustantiva que sustenta el pedido revocatorio
del recurso casatorio interpuesto. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA: Primero: Que, de acuerdo al
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN
NORMATIVA POR CONTRAVENCIÓN DE NORMAS QUE
GARANTIZAN EL DERECHO A UN DEBIDO PROCESO: La
parte recurrente sustenta la presente denuncia, alegando que, la
sentencia de vista adolece de fundamentos adecuados que
respalden su conclusión referida a que el proceso de nulidad de
cosa juzgada fraudulenta no interrumpe el plazo de prescripción,
toda vez que está acreditada la debida citación con la demanda de
dicha nulidad al hoy emplazado Segundo.- Que, al respecto,
resulta adecuado precisar que, el artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Estado ha establecido como un derecho
relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del seis de
octubre de dos mil seis, fundamento séptimo “(...) mientras que la
tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los
órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia,
es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...)
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero: Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho-principio sobre el cual la
Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
treinta y uno de agosto de dos mil siete, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencias constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
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Jueves 30 de junio de 2016
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0728-
2008-PHC/TC, de fecha trece de octubre de dos mil ocho, el
Colegiado Constitucional en mención, ha precisado que éste
contenido queda delimitado en los siguientes supuestos: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente. (...) en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico. b) Falta de motivación interna del razonamiento. (...) se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. c)
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas.
El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente. Se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. e) La motivación
sustancialmente incongruente. (...) obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del
debate procesal (incongruencia activa). f) Motivaciones
cualificadas.- (...) resulta indispensable una especial justificación
para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación
de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al
propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal”. Quinto: Que, estando a los considerandos concluidos,
corresponde precisar que, del análisis de la resolución materia del
presente recurso, se aprecia que ésta no se encuentra incursa en
ninguno de los vicios de motivación descritos anteriormente; por el
contrario, la motivación empleada por la Sala de mérito para
confirmar el auto apelado, que declaró fundada la excepción de
prescripción extintiva deducida por el demandado, da cuenta de
las razones mínimas que sustentan tal decisión, respondiendo a
las alegaciones esenciales formuladas por las partes del proceso;
asimismo, no se evidencia invalidez de una inferencia a partir de
las premisas que establece previamente el órgano jurisdiccional
en su decisión, tampoco incoherencia narrativa; concluyéndose
que las premisas de las que parte el Colegiado Superior han sido
confrontadas y analizadas respecto de su validez fáctica y jurídica,
conteniendo el mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada; finalmente, las pretensiones
postuladas han sido resueltas de manera congruente con los
términos en que éstas han sido planteadas, sin cometer,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate
procesal. Sexto.- Que, en efecto, de la lectura de la resolución
materia del presente recurso, se aprecia que el Ad quem, ha
sustentado su fallo principalmente, en las siguientes
consideraciones: 1. Que, la pretensión de la actora gira en torno a
que se declare judicialmente la nulidad del acto jurídico contenido
en la minuta del veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta
y dos, de fojas ochenta y tres, en tal sentido, si bien la norma
jurídica aplicable, por razón de temporalidad vendría a ser el
Código Civil de 1936; sin embargo, es preciso señalar que el
actual Código Civil de 1984, vigente desde el catorce de noviembre
del mismo año, ha establecido en su artículo 2122º, como
Disposición Transitoria, lo siguiente: “La prescripción iniciada
antes de la vigencia de este Código, se rige por las leyes
anteriores. Empero, si desde que entra en vigencia, transcurre el
tiempo requerido en él para la prescripción, ésta surte su efecto,
aunque por dichas leyes se necesitare un lapso mayor, la misma
regla se aplica para la caducidad”. 2. De autos se aprecia que se
cumple el presupuesto de dicha disposición normativa, por cuanto,
desde la vigencia del Código Civil de 1984, vigente desde el 14 de
noviembre del mismo año, a la fecha de interposición de la
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demanda de autos (09 de mayo de 2013) como se aprecia a fojas
sesenta y cuatro, habría transcurrido en exceso el plazo de diez
años establecido por el artículo 2001º inciso 1 del actual Código
Civil. 3. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que conforme lo
establece el artículo 1993º del actual Código, la prescripción
comienza a correr desde el día en que se puede ejercer la acción;
en ese sentido, como lo señala el excepcionante en su escrito de
excepciones que deduce, obrante a fojas seis, el contrato de
compraventa materia de la demanda que se plantea se celebró el
veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta y dos, se elevó a
escritura pública el veintiséis de noviembre de mil novecientos
noventa y ocho y se inscribió a los Registros Públicos el dieciséis
de marzo de mil novecientos noventa y nueve, tal como fluye del
asiento C0001 de la Partida Nº 44433354. 4. En ese sentido, en
aplicación del artículo 2012º del vigente Código Civil, que
establece el principio de publicidad, se colige que la actora tuvo
conocimiento del contenido de dicho acto jurídico con la inscripción
efectuada el dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y
nueve, por lo que es ésta la fecha de inicio del plazo prescriptorio
de diez años, cuyo vencimiento se ha producido el dieciséis de
marzo de dos mil nueve, por lo que en éste caso, al haberse
interpuesto la demanda el nueve de marzo de dos mil trece, es
indudable que se encuentra prescrito el derecho de la actora para
demandar la acción que plantea. 5. Finalmente, en torno a lo
argumentado por la recurrente, respecto a que el plazo
prescriptorio se habría interrumpido por nueve años, debido al
proceso iniciado por el cónyuge de la recurrente contra el
demandado, sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta,
expediente número 1492-84, iniciado por el hoy demandado
contra su difunto cónyuge; al respecto, señala la Sala que, dicho
proceso no puede ser considerado como uno que interrumpe el
plazo prescriptorio, en tanto no se adecúa a ninguno de los
supuestos previstos por el artículo 1996º del Código Civil, pues la
actora no ha acreditado citación con la demanda o por otro acto
que haya notificado al demandado del presente proceso, de la
acción que hoy se plantea. Séptimo.- Que, de lo anteriormente
expuesto se desprende que, la fundamentación desarrollada por
la Sala de mérito, satisface los estándares exigidos en torno al
respeto del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales;
ello si se tiene en cuenta –como ya se acotó- que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales, no garantiza una
motivación extensa de las alegaciones expresadas por las partes,
y que tampoco, cualquier error en el que eventualmente incurra
una resolución judicial constituye automáticamente la violación del
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales; sino que, basta con que
las resoluciones judiciales expresen de manera razonada,
suficiente y congruente las razones que fundamentan la decisión
del juzgador respecto a la materia sometida a su conocimiento;
exigencias que han sido verificadas en el caso sub examine; razón
por la cual la causal en examen debe ser desestimada. Octavo.-
Que, adicionalmente a ello, resulta necesario poner de relieve,
que ésta Sala Suprema coincide con el Ad quem, en el sentido
que, no se ha configurado un supuesto de interrupción de la
prescripción, ello si se considera que el proceso de nulidad de
cosa juzgada fraudulenta, conforme a lo previsto en el artículo
178º del Código Procesal Civil, no tiene por objeto que se declare
la nulidad de un acto jurídico privado, sino la nulidad de una
sentencia que pone fin al proceso, por haber seguido éste con
fraude o colusión, afectando el debido proceso; en ese sentido, no
puede alegarse que en dicho proceso se cuestionó la minuta de
compraventa cuya nulidad de pretende en el presente proceso,
tanto más si de la lectura de la demanda de nulidad de cosa
juzgada fraudulenta, corriente a fojas veintidós del cuaderno de
excepciones, se aprecia que ésta se sustentó en que el proceso
de otorgamiento de escritura pública fue llevado a cabo de forma
irregular, pues el Juez resolvió sin tener a la vista la minuta original,
argumentos que tienen una incidencia directa en cuanto a lo
pretendido en el presente proceso de nulidad de acto jurídico.
Noveno.- Que, de conforme al PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA
CAUSAL DE INFRACCIÓN NORMATIVA POR APLICACIÓN
INDEBIDA DEL ARTÍCULO 2122º DEL CÓDIGO CIVIL Y POR
INAPLICACIÓN DEL ARTÍCULO 2120º DEL MISMO CUERPO
LEGAL: Respecto a ésta denuncia, refiere la parte recurrente, el
artículo 2122º aludido ha sido aplicado retroactivamente, pues el
acto cuya nulidad se solicita fue celebrado el veinticinco de marzo
de mil novecientos ochenta y dos, durante la vigencia del Código
Civil de 1936 cuyo artículo 1169º establece que la acción de
nulidad de un acto o contrato prescribe a los treinta años; por lo
que en concordancia con el artículo 62 de la Constitución Política
de 1993, resulta aplicable el artículo 2120º del Código Civil el cual
regula la teoría de los derechos adquiridos, siendo el plazo
correcto en consecuencia, el de treinta años mencionado.
Décimo.- Que, el artículo 2122º del Código Civil de 1984, estatuye
lo siguiente: “La prescripción iniciada antes de la vigencia de este
Código, se rige por las leyes anteriores. Empero, si desde que
entra en vigencia, transcurre el tiempo requerido en él para la
prescripción, ésta surte su efecto, aunque por dichas leyes se
necesitare un lapso mayor. La misma regla se aplica a la
caducidad”. Por su parte, el artículo 2120º del mismo cuerpo legal,
78813
establece: “Se rigen por la legislación anterior los derechos
nacidos, según ella, de hechos realizados bajo su imperio, aunque
este Código no los reconozca”. Décimo Primero.- Que, del
análisis de ambas normas, éste Supremo Tribunal concluye que,
no existe infracción normativa de ninguna de ellas, en la medida
que, la norma escogida por el Ad quem, para resolver la excepción
formulada en autos, esto es, el artículo 2122º del Código Civil,
resulta ser la pertinente para dicho efecto; ello, porque según se
verifica de los actuados, la pretensión postulada en la demanda,
radica en la declaración de nulidad del acto jurídico contenido en
la minuta del veinticinco de marzo de mil novecientos ochenta y
dos, de fojas ochenta y tres; en consecuencia, si bien inicialmente,
de acuerdo a la lectura del artículo 2120º antes mencionado
concordado con el primer párrafo del artículo 2122º, se puede
afirmar que ésta ha establecido en vía excepcional y transitoria la
aplicación ultractiva de algunas normas del código civil derogada,
en moderada inclinación a la seguridad jurídica, a fin de lograr una
mayor equidad posible en cada caso que se someta a conocimiento
de la tutela jurisdiccional; siendo una de éstas excepciones la
aplicación temporal del plazo de la prescripción, en virtud del cual
la prescripción iniciada antes de la vigencia de este Código se rige
por las leyes anteriores; razón por la cual, en el caso sub examine,
correspondería aplicar prima facie, el Código Civil de 1936, que
estableció un plazo de 30 años para demandar la nulidad de un
acto jurídico. Debe tenerse en cuenta que del análisis del segundo
extremo normativo del artículo 2122º, se desprende que, si desde
que entró en vigencia, transcurre el tiempo requerido en él para la
prescripción, éste surte todos sus efectos, aunque por dichas
leyes se necesitare un lapso mayor; en ese sentido, habiendo
transcurrido -desde la vigencia del Código Civil de 1984, vigente
desde el 14 de noviembre del mismo año, a la fecha de
interposición de la demanda de autos (09 de mayo de 2013)- en
exceso el plazo de diez años establecido por el artículo 2001º
inciso 1 del actual Código Civil, corresponde aplicar dicha
normativa, la cual además debe ser concordada con el artículo
1993º del actual Código, el cual estatuye que la prescripción
comienza a correr desde el día en que se puede ejercer la acción.
Décimo Segundo.- Que, en consecuencia, al verificarse de los
actuados que el contrato de compraventa materia de la nulidad se
inscribió en los Registros Públicos el dieciséis de marzo de mil
novecientos noventa y nueve, se concluye que la parte
demandante, en virtud del artículo 2012º del vigente Código Civil,
que establece el principio de publicidad registral, tuvo conocimiento
del contenido de dicho acto jurídico con la inscripción efectuada en
la fecha indicada, por lo que es ésta la fecha de inicio del plazo
prescriptorio de diez años, cuyo vencimiento se ha producido el
dieciséis de marzo de dos mil nueve, por lo que en éste caso, al
haberse interpuesto la demanda el nueve de marzo de dos mil
trece, es innegable que la acción ejercida por la actora se
encuentra prescrita; razón por la cual, la causal en examen
deviene en infundada. VI. DECISION: Por estos fundamentos:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
doña Luisa Mercedes Franco Pineda Viuda de Fernández; en
consecuencia, NO CASARON el Auto de vista de fecha quince de
enero de dos mil quince, obrante a fojas noventa y ocho del
cuaderno de excepciones, dictada por la Sexta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmó la Resolución
número Cuatro, de fecha ocho de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas sesenta y ocho del acompañado, en el extremo
que declaró fundada la excepción de prescripción extintiva,
deducida por el demandado Carlos Alberto Zelaya Simbrón; en los
seguidos por la recurrente contra el referido emplazado, sobre
nulidad de acto jurídico; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
y los devolvieron. Interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-141
CAS. Nº 941-2015 LIMA
DIVORCIO POR CAUSAL DE INJURIA GRAVE. Lima, doce
de octubre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
formulado por el demandante José Luis Chimpen Salazar, a
fojas setecientos ochenta y tres, contra la sentencia de vista de
fojas setecientos setenta y tres, del cinco de diciembre de dos mil
catorce, que confirma la sentencia apelada de fecha veinticuatro
de marzo de dos mil catorce, de fojas seiscientos setenta y seis,
que declara infundada la demanda de divorcio por la causal de
injuria grave y conducta deshonrosa. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso
de casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la

78814 CASACIÓN
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal del recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no
está facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para
integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta
y explícita la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio
los defectos en que incurre el casacionista, en la formulación del
referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el
recurso de casación de fojas 190, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Segunda Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin
al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificado al recurrente el
dieciséis de febrero de dos mil quince, conforme a la constancia
del cargo de notificación de fojas ochocientos cuatro, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el veintisiete de febrero de
dos mil quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha
adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas cincuenta y dos del
cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de casación,
en la primera causal prevista por el artículo 386 del Código
Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de
los artículos 337 y 339 del Código Civil. Alega que la injuria
grave imputa hechos de extrema gravedad, por un cónyuge al
otro, dirigida a afectar el honor del otro cónyuge, situación que
se da en el presente caso al haberlo tildado de drogadicto, hecho
que además no ha podido probarlo la demandada; que no se
ha tomado en cuenta que al haber pretendido la demandada
vender la propiedad del recurrente, aduciendo que es un bien
propio, este hecho también constituye injuria grave y a su vez
conducta deshonrosa, por parte de la demandada. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar
las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas,
que la referida denuncia policial, por parte de la demandada, se
ha efectuado en mérito al ejercicio de derecho que tiene toda
persona a tomar las medidas legales pertinentes, al considerarse
que se ha vulnerado sus derechos; que la denuncia se promueve
en ejercicio regular de un derecho por lo que, en modo alguno,
dicha denuncia evidencia afán de ofender la dignidad de uno de
los cónyuges. En cuanto al hecho de la venta del inmueble, el
mismo no constituye en modo alguno injuria grave, pues como
se ha demostrado el demandante participó de dicha venta,
poniendo de manifiesto su conformidad en la Escritura Pública de
fecha nueve de mayo de dos mil doce; siendo ello así, carece
de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por el recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído a esta Sede casatoria, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas invocadas;
menos aún han demostrado la incidencia directa que tendría
aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por José Luis Chimpen Salazar, a fojas setecientos ochenta y
tres, contra la sentencia de vista de fojas setecientos setenta y
tres, del cinco de diciembre de dos mil catorce; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por José Luis
Chimpen Salazar con Arlet Huayhua Loayza, sobre divorcio por
causal de injuria grave y conducta deshonrosa; y, los devolvieron.
El Peruano
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Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-142
CAS. Nº 952-2015 DEL SANTA
Prescripción Adquisitiva de Dominio. Prescripción adquisitiva de
dominio de inmuebles. La propiedad inmueble se adquiere por
prescripción mediante la posesión continua, pacífica y pública
como propietario durante diez años, y durante cinco cuando
median justo título y buena fe. CC. 950. Lima, tres de setiembre de
dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa
número novecientos cincuenta y dos - dos mil quince, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso de prescripción adquisitiva de
dominio, el demandado Luis Enrique Saavedra Salas, ha
interpuesto recurso de casación de folios doscientos cincuenta y
tres, contra la sentencia de vista de fecha once de diciembre de
dos mil catorce, de folios doscientos veintiséis, dictada por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, que
revoca la sentencia de primera instancia de fecha siete de julio de
dos mil catorce, de folios ciento noventa y dos, que declara
improcedente la demanda y reformándola declara fundada la
misma, interpuesta por Francisco Aznaran Cruzado. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veintiuno de junio de dos mil doce, de folios treinta y dos, Francisco
Aznaran Cruzado interpone demanda de prescripción adquisitiva
de dominio contra Luis Enrique Saavedra Salas, a fin que: Se le
declare propietario por prescripción adquisitiva del bien inmueble
ubicado en el Programa de Vivienda Programa Piloto de
Asentamientos Orientados, Primera Etapa, Manzana N, Lote 24,
Distrito de Nuevo Chimbote, Provincia del Santa, Departamento
de Ancash, inscrito en la Partida Registral número P09067937 del
Registro de Propiedad Inmueble, de 121.60 metros cuadrados.
Alega como sustento de su pretensión: a) Desde el año mil
novecientos ochenta y cuatro ostenta la posesión del bien
inmueble materia de prescripción, de manera continua, pacífica y
pública; b) El bien materia de litis fue objeto de proceso de desalojo
ante el Juzgado Mixto de Nuevo Chimbote en el expediente
número 2003-0084, seguido por Rosa Lina Navarro Lázaro
(anterior propietaria registral) contra el demandante, habiéndose
declarado infundada la demanda mediante sentencia de fecha
quince de octubre de dos mil tres y consentida la misma por
resolución de fecha tres de abril de dos mil siete; c) En el cuarto
considerando de dicha sentencia, se precisa que viene poseyendo
el inmueble desde mil novecientos ochenta y cuatro; y, d) Durante
los veintiochos años de posesión del inmueble ha edificado el
primer piso de material noble. 2. CONTESTACIÓN: El demandado
Luis Enrique Saavedra Salas, contesta la demanda a folios
cincuenta y seis, alegando que: a) Adquirió el inmueble sin ningún
gravamen existente, comprándoselo a rosa Lina Navarro Lázaro,
quien a su vez lo compró a Ruth Martha Contreras García; b) El
actor de forma mal intencionada alega tener más de veintiocho
años de posesión, cuando su persona para comprar el inmueble,
tuvo que pagar impuestos de autoevaluó y obtener el certificado
de no adeudo ante la Municipalidad de Nuevo Chimbote; y, c) Es
falso que el actor haya realizado edificación en el inmueble, toda
vez que se encuentra en las mismas condiciones en las que se lo
vendieron a la primera propietaria Ruth Martha Contreras García.
3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si procede o no
declarar por prescripción adquisitiva de dominio propietario al
demandante Francisco Aznaran Cruzado del bien inmueble
ubicado en la Manzana N, Lote 24, Primera Etapa del Programa
de Vivienda Programa Piloto de Asentamientos Orientados
(conocido como PPAO), Distrito de Nuevo Chimbote, Provincia del
Santa, Departamento de Ancash, inscrito en la Partida Registral
número P09067937 de los Registros Públicos de Chimbote. 3.2
Determinar si existe o no ejercicio de posesión en forma pacífica,
continua y pública a titulo de propietario por parte del demandante,
de conformidad con el artículo 950 del Código Civil. 4. SENTENCIA
DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente,
el Juez mediante sentencia de fecha siete de julio de dos mil
catorce, de folios ciento noventa y dos, declaró improcedente la
demanda, considerando que: a) Ruth Martha Contreras García
adquirió el inmueble de la Municipalidad Provincial del Santa
inscribiendo su derecho el veintisiete de enero de dos mil,
transfiriéndoselo a Rosa Lina Navarro Lázaro quien inscribió su
derecho el nueve de julio de dos mil uno, quien a su vez le vendió
al actor quien inscribió su derecho el seis de febrero de dos mil
doce; b) Rosa Lina Navarro Lázaro le instauró un proceso de
desalojo al actor recaído en el expediente número 84-2003, siendo
que la sentencia emitida en el mismo da cuenta de un proceso de
desalojo anterior interpuesto por Ruth Martha Contreras García
contra el actor recaído en el expediente 1520-1999, y el actual
demandado también le ha instaurado un proceso sobre desalojo
recaído en el expediente 379-2012; y, c) En consecuencia la
posesión del actor se ha visto cuestionada a través de procesos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
judiciales de desalojo, instaurados durante el plazo prescriptorio
exigido, no acreditándose una posesión pacífica. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
treinta de julio de dos mil catorce, de folios doscientos dos, el
demandante Francisco Aznaran Cruzado, interpuso recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
No se ha tenido en cuenta que desde el año mil novecientos
ochenta y cuatro hasta el año mil novecientos noventa y nueve, en
que su ex conviviente Ruth Martha Contreras García le instauró el
proceso de desalojo por ocupante precario recaído en el
expediente número 1520-1999, ya habían transcurrido quince
años en los que el actor se conducía como propietario, es decir, es
propietario desde el año mil novecientos noventa y cuatro. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el demandante, la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa,
mediante sentencia de vista de fecha once de diciembre de dos
mil catorce, de folios doscientos veintiséis, revocó la sentencia de
primera instancia que declaró improcedente la demanda, y
reformándola la declaró fundada, sosteniendo que: Conforme a lo
señalado en las sentencias emitidas en los expedientes 84-2003 y
379-2012 sobre desalojo por ocupación precaria y las
declaraciones testimoniales contenidas en el acta de audiencia de
pruebas, el actor posee el inmueble desde el año mil novecientos
ochenta y cuatro, siendo que el primer acto de perturbación de la
posesión pacífica se dio mediante un proceso de desalojo
instaurado en el año mil novecientos noventa y nueve, conforme a
lo precisado en la sentencia expedida en el expediente 84-2003,
por lo que a dicha fecha el actor ya había cumplido con los diez
años de posesión continua, pacífica y pública. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
veinticuatro de abril de dos mil quince, obrante a folios veinticinco
del respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el
recurso de casación interpuesto por el demandado Luis Enrique
Saavedra Salas, por la infracción normativa del artículo 950
del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA
SALA: Primero.- Que, el demandado en su recurso de casación,
al denunciar la infracción normativa del artículo 950 del Código
Civil, ha señalado que la pacificidad de la posesión exige que no
debe existir ningún conflicto, lo cual no sólo significa que no haya
sido reclamada la propiedad judicialmente, sino que tampoco se
haya hecho por otros medios similares y adecuados que hayan
logrado destruir o interrumpir la conducción pacífica del inmueble,
aspectos que no ha habrían sido analizados por la Sala Superior.
Segundo.- Que, estando a los argumentos expuestos en el
recurso de casación, la controversia gira en determinar si el
demandante ha poseído el bien inmueble materia de litigio de
forma pacífica durante los diez años que exige la prescripción
larga. Tercero.- Que, el artículo 950 del Código Civil, establece:
“La propiedad inmueble se adquiere por prescripción mediante la
posesión continua, pacífica y pública como propietario durante
diez años. Se adquiere a los cinco años cuando median justo título
y buena fe.” Cuarto.- Que, la prescripción adquisitiva de dominio o
usucapión, constituye una forma originaria de adquirir la propiedad
de un bien, basada en la posesión del bien por un determinado
lapso de tiempo, y ciñéndose a requisitos legales, lo que implica la
conversión de la posesión continua en propiedad. Quinto.- Que,
conforme al artículo 950 del Código Civil antes citado, existen dos
clases de prescripción de un bien inmueble, considerando el
tiempo exigido de posesión para su declaración, siendo éstas: i)
prescripción larga: aquella que requiere de diez años de posesión
y ii) prescripción corta: aquella que requiere de cinco años de
posesión en tanto media justo título y buena fe. Sexto.- Que, en
cualquiera de las clases de prescripción precedentemente
señaladas, la posesión debe ser continua, pacífica y pública. Será
continua cuando no exista interrupción alguna, mediante actos
consistentes en perturbaciones o desposesorios o instauración de
procesos judiciales contra el poseedor. Será pacífica cuando no
medie violencia, fuerza o intimidación en el inicio de la posesión,
como tampoco durante el periodo que esta se mantiene. Será
pública cuando se realicen actos económicos respecto al bien que
son de conocimiento público. Sétimo.- Que, asimismo, se requiere
la existencia de animus domini, es decir, ejercer la posesión a
manera de propietario, sin reconocer el derecho de propiedad del
inmueble en otra persona o poseedor mediato. Octavo.- Que, en
el presente caso, el demandante alega haber ejercido la posesión
del inmueble sub litis de forma continua, pacífica y pública por más
de diez años, habiendo el juez de la causa declarado improcedente
la demanda bajo el argumento que existen tres procesos judiciales
de desalojo por ocupación instaurados contra aquel,
correspondientes a los años mil novecientos noventa y nueve, dos
mil tres y dos mil doce, por lo que su posesión no habría sido
pacífica, siendo que la Sala de revisión revocó la apelada
declarando fundada la demanda, sosteniendo que el actor ha
demostrado la posesión continua, pacífica y pública desde mil
novecientos ochenta y cuatro hasta mil novecientos noventa y
cuatro, siendo los referidos procesos judiciales posteriores a la
adquisición de su derecho. Noveno.- Que, al respecto, en efecto,
se advierte la existencia de tres procesos judiciales sobre desalojo
por ocupación precaria formulados en contra del demandante,
78815
siendo éstos: i) expediente 1520-1999 iniciado por Ruth Martha
Contreras García (según se afirma en el considerando cuarto de la
sentencia de fecha quince de octubre de dos mil tres, recaída en
el expediente 84-2003; ii) expediente 84-2003 iniciado por Rosa
Lina Navarro Lázaro; y iii) expediente 379-2012 iniciado por el hoy
demandado Luis Enrique Saavedra Salas; siendo que todos estos
procesos la demanda fue desestimada. Décimo.- Que, en el
considerando cuarto de la referida sentencia de fecha quince de
octubre de dos mil tres, recaída en el expediente 84-2003, el juez
para declarar infundada la demanda, sostuvo: “más aún cuando
hasta la fecha de interposición de la demanda, el demandado ha
estado realizando pagos por concepto de luz, agua, desagüe y
derechos municipales como son los pagos efectuados por
concepto de autovalúos, documentos con los que se demuestra
que, el demandado se encuentra en conducción del bien inmueble
materia de litis, desde el año mil novecientos ochenta y cuatro”;
considerando que también fue citado en la sentencia de fecha
ocho de abril de dos mil trece, recaída en el expediente 379-2012
a efecto de declarar improcedente la demanda. Décimo Primero.-
Que, en la audiencia de pruebas realizada el veinticuatro de abril
de dos mil trece, la testigo Carmen María Valverde Moreno,
señaló: “en un primer momento llegó a vivir con su familia, luego
estuvo solo y finalmente con una segunda familia, aproximadamente
esta última diez años (...) siempre lo ha visto al demandante de
manera permanente.”; asimismo, la testigo Julia Rosa Gómez
Morales, afirmó: “si conoce al preguntante desde 1984, que el
preguntante vivía ahí desde hace muchísimo tiempo, desde 1984,
porque ella tiene una tiendita donde el preguntante le compraba
(...) ella vive muchísimos años inclusive con anterioridad al
demandante (...) de vista a conocido a la anterior duela y que
respondía al nombre de Ruth que transitaba y vivía con el
demandante (,,,) en un primer momento vivía con su familia y con
la señora ha referido respondía al nombre de Ruth, luego vivía con
su hijo y últimamente con su nueva familia (...) siempre ha estado
ahí desde que lo conoce (...) con la primera familia lo ha visto junto
bastante tiempo y con la ultima familia efectivamente hace vida en
común aproximadamente ocho años” Décimo Segundo.- Que,
corrobora lo manifestado por las testigos, la declaración de parte
efectuada por el demandante al haber sido ordenado de oficio, de
folios ciento sesenta y cuatro a ciento sesenta y cinco, en la cual
sostuvo que entró a poseer el inmueble en mil novecientos
ochenta y tres, debido que lo adquirió a nombre de Ruth Contreras
García quien era su conviviente a dicha fecha, quien después lo
abandonó en mil novecientos ochenta y nueve, continuando en
posesión del inmueble hasta la fecha con una nueva familia.
Décimo Tercero.- Que, lo descrito en los considerandos
anteriores, demuestran que el demandante tiene posesión del
inmueble sub litis desde el año mil novecientos ochenta y cuatro,
por lo que los diez años exigidos en la prescripción larga se
cumplieron en mil novecientos noventa y cuatro, en consecuencia
los procesos de desalojo por ocupación precaria, instaurados en
mil novecientos noventa y nueve, dos mil tres y dos mil doce (este
último inclusive con posterioridad a la demanda de autos), no
implican una perturbación a la posesión del demandante, en tanto
ya había adquirido la propiedad del inmueble desde el año mil
novecientos noventa y cuatro, no habiéndose acreditado además
algún otro acto de perturbación de tal posesión, menos aún con
fecha anterior a este último año señalado. Décimo Cuarto.- Que,
en tal sentido, se colige que la sentencia de vista se encuentra
conforme a ley, no existiendo infracción alguna al artículo 950 del
Código Sustantivo que regula la prescripción adquisitiva de
dominio de bienes inmuebles. V. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el demandado Luis Enrique Saavedra Salas, de
folios doscientos cincuenta y tres; en consecuencia NO CASARON
la sentencia de vista de fecha once de diciembre de dos mil
catorce, de folios doscientos veintiséis; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por Francisco Aznaran
Cruzado, sobre prescripción adquisitiva de dominio; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-143
CAS. Nº 1004-2015 ICA
RESTITUCIÓN DE ÁREA COMÚN Y/O SERVIDUMBRE DE
PASO. Lima, diecisiete de noviembre del dos mil quince. VISTOS;
con el expediente acompañado; con el mérito de la razón del
Secretario de Sala del trece de octubre de dos mil quince; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación, interpuesto a fojas cuatrocientos cuarenta y
nueve, por el demandado Luis Aurelio Chavarri Arce, contra la
sentencia de vista de fojas cuatrocientos treinta y siete, del diez de
noviembre de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada
de fecha trece de marzo de dos mil catorce, de fojas trescientos
setenta y nueve, que declara fundada en parte la demanda sobre
restitución de área común y/o servidumbre de paso; en
consecuencia ordena que los demandados restituyan a favor de la
recurrente, el uso y disfrute del área común consistente en el
pasadizo o vereda que se encuentra en el primer piso del Block “B”

78816 CASACIÓN
del edificio denominado Conjunto Residencial Santa Graciela,
ubicado en la Avenida Ayabaca Nº 990 de la Ciudad de lca,
debiendo retirarse la puerta o cualquier otro obstáculo que impida
el libre acceso al área común; e infundada la demanda en el
extremo de la indemnización por daños y perjuicios e intereses
legales. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran establecidas por la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas cuatrocientos cuarenta y nueve, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ica que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada al recurrente el dos de diciembre de dos mil catorce,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
cuatrocientos cuarenta y cinco vuelta, y el referido recurso de
casación fue interpuesto el diecisiete de diciembre de dos mil
catorce; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo, a
fojas cuatrocientos cuarenta y ocho, subsanado a fojas treinta y
nueve del cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al evaluar los
requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de
casación, de fojas 348, en la primera causal prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, 122 inciso 3 y 364 del Código Procesal Civil,
pues alega que se ha vulnerado su derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, pues uno de los puntos
controvertidos es determinar si el Conjunto habitacional Santa
Gracia contaba con una junta de propietarios y si tiene servicios
comunes; que no obstante ello, el Ad quem no ha efectuado un
análisis lógico sobre los hechos y las pruebas aportadas en autos
a fin de determinar el referido punto controvertido, de tal manera
que si no existe junta de propietarios menos pueden existir los
servicios comunes; asimismo no se ha pronunciado si
efectivamente la instalación de la puerta de fierro impide el libre
acceso de los propietarios, situación que no ocurre en autos.
Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el quinto
considerando, éstas deben desestimarse porque están orientadas
a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito,
entre ellas, que se encuentra acreditado que los demandados
vienen obstaculizando el área que es de uso común de todos los
propietarios del edificio, lo cual conlleva a una limitación
significativa del derecho de propiedad que ejercen los demás
propietarios del edificio; y que al no haberse conformado la Junta
de Propietarios en dicho Conjunto Habitacional correspondía que
la demandante, al verse perjudicada en su propiedad, acuda al
órgano Jurisdiccional a pedir tutela. Por tanto teniendo en cuenta
lo antes señalado resulta procedente la restitución del área común,
cuyo acceso viene siendo obstaculizado por los demandados;
más aún si se advierte que la misma demandada Luisa Arce
Adams, en la Audiencia de Conciliación reconoció que la
demandante no contaba con la llave de la puerta de fierro que
permite el acceso al área común de todos los propietarios; con lo
cual se evidencia que la intención de los demandados, no se halla
acorde con lo que señalan en su contestación de demanda, que
era para brindar seguridad a la cisterna que se encuentra en dicho
pasadizo, por no contar con un servicio de guardianía; sino que lo
que han pretendido es ejercer el control sobre la cisterna de agua
y electrobombas instaladas, más aún si en la constatación policial
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
la demandada señaló que no permite la instalación de la nueva
cisterna porque el ruido le molesta ya que tiene problemas
psicológicos; que, aparte de ello, se debe de precisar que los
demandados han instalado la puerta de fierro en el área común,
sin contar con la autorización de todos los propietarios, pese a que
todos ostentan el derecho de propiedad de dicho pasadizo, lo cual
se encuentra acreditado con la Carta Notarial que corre a fojas
trescientos sesenta y cuatro, mediante la cual los propietarios
incluida la demandante se dirigen al demandado Luis Aurelio
Chavarri Arce, a fin de solicitar el retiro de la puerta que obstruye
el uso del área común y la demolición de la edificación que altera
los componentes de la construcción del edificio; siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración del
derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha dado
cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto por el
recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de lo
mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es que
esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido, lo
que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no puede
ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los fines del
recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada. Noveno.-
Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con los
requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendría aquélla sobre
la decisión impugnada. Por estos fundamentos, de conformidad
con el artículo 392 del Código Procesal Civil: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Luis
Aurelio Chávarri Arce, a fojas cuatrocientos cuarenta y nueve,
contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos treinta y siete,
del diez de noviembre de dos mil catorce; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Aida Doris Flores Agüero
con Luis Aurelio Chavarri Arce y otra, sobre restitución de área
común y/o servidumbre de paso; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.-
Por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS.
ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-144
CAS. Nº 1008-2015 CALLAO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Aprobación de
tratados por el Congreso la República. Los tratados que
requieren aprobación del Congreso antes de su ratificación por el
Presidente de la República, son aquellos que versan sobre
Derechos Humanos, Soberanía, Dominio o Integridad del Estado,
Defensa Nacional y Obligaciones financieras del Estado; los que
crean, modifican o suprimen tributos; los que exigen modificación
o derogación de alguna ley; y, los que requieren medidas
legislativas para su ejecución. Constitución Política del Estado. 56.
Lima, uno de setiembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa número un mil ocho - dos mil quince,
en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de obligación
de dar suma de dinero, la demandante Rímac Internacional
Compañía de Seguros y Reaseguros, ha interpuesto recurso de
casación de folios setecientos cuarenta y dos, contra la sentencia
de vista de fecha siete de octubre de dos mil catorce, de folios
setecientos veintitrés, dictada por la Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia del Callao, que confirma en parte la
sentencia de primera instancia de fecha diecisiete de agosto de
dos mil diez, de folios quinientos nueve, en el extremo que declara
fundada la demanda y la revoca en parte en cuanto al monto
ordenado a pagar de diecisiete mil cincuenta y siete dólares
americanos con catorce centavos de dólar a 289.6596 Derechos
Especiales de Giro (por cámaras de video) y 17 Derechos
Especiales de Giro (por memorys sticks). II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha treinta de marzo de dos mil
seis, de folios cincuenta y seis, subsanado a folios setenta y dos,
Rímac Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros
interpone demanda de obligación de dar suma de dinero contra
Tampa Cargo S.A. y Tampa Airlines S.A.A, a fin que: Se ordene a
los demandados cumplan con pagar solidariamente la suma de $
7,057.14 (siete mil cincuenta y siete dólares americanos con
catorce centavos de dólar americano), más intereses legales
devengados y por devengarse, así como gastos, costos y costas
del proceso. Formula dos reclamaciones: i) Primera Reclamación:
El pago de $ 1,543.77 (un mil quinientos cuarenta y tres dólares
americanos con setenta y siete centavos de dólar americano).
Alega como sustento de la misma: a) Su asegurada Sony Sucursal
del Perú adquirió de Sony Latin América Inc. trece bultos
conteniendo mil doscientos cincuenta cámaras digitales de video a
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
un valor de $ 705.333.66 (setecientos cinco mil trescientos treinta
y tres dólares con sesenta y seis centavos de dólar americano). b)
El mencionado cargamento fue embarcado a bordo del vuelo TP
601 de Tampa Airlines en buen orden y condición para ser
transportado desde el aeropuerto de Tokio al aeropuerto Jorge
Chávez, emitiéndose la guía aérea número TYO2BC5048 en la
que se consignó que la mercadería se embarcó sin ninguna
observación sobre su estado, peso o condición. c) El cuatro de
julio de dos mil cuatro, la aeronave llegó al aeropuerto Jorge
Chávez, siendo trasladada la mercadería el mismo día al Terminal
de almacenamiento de Talma Airport Services, almacén en el cual
se recepcionó doce bultos con un peso de 2,009.800 kilogramos,
constatándose que faltaban dos cámaras y siete se encontraban
dañadas, siendo el valor de las pérdidas el monto reclamado, lo
cual ha sido pagado por la actora a favor de Sony Sucursal del
Perú, subrogándose en los derechos de ésta, por lo que cuenta
con legítimo título para interponer la presente acción. ii) Segunda
Reclamación: El pago de $ 5,513.37 (cinco mil quinientos trece
dólares americanos con treinta y siete centavos de dólar
americano). Sostiene: a) La asegurada antes mencionada adquirió
de Sony Magnetic Products Inc. cuatrocientos veinticinco piezas
de memory stick con un pedo de treinta y dos kilos a un valor de $
17,979.85 (diecisiete mil novecientos setenta y nueve dólares
americanos con ochenta y cinco centavos de dólar americano) b)
Dicho cargamento fue embarcado en el vuelo 0301 en buen orden
y condición para ser transportado desde el aeropuerto de Tokio al
aeropuerto de Jorge Chávez, emitiéndose la guía área número
MIA8947814. c) El trece de junio de dos mil cuatro, la aeronave
llegó al aeropuerto destino, siendo la mercancía trasladada el
mismo día al Terminal antes citado, donde se recepcionó u bulto
con un peso de 31.900 kilogramos, es decir, con un faltante de 100
kilogramos, detectándose que existían 5 memory stick faltantes y
20 inservibles, lo cual hace un valor por la suma reclamada, que
ha sido pagada por la actora a favor de Sony Sucursal del Perú,
subrogándose en los derechos de ésta, por lo que cuenta con
legítimo título para interponer la presente acción. 2.
CONTESTACIÓN: La demandada Transportes Aéreos Mercantiles
Panamericanos S.A. (Tampa S.A.) Sucursal Perú S.A. en
Liquidación, contesta la demanda a folios ciento doce, alegando: i)
Respecto al primer reclamo: a) No es cierto que la mercadería
haya sido transportada de Tokio a Lima por Tampa Airlines S.A.A
ya que dicho transporte lo realizó la empresa Danzas Air & Ocean,
quien emitió la guía aérea TYO2BC5048, siendo responsable
únicamente del tramo Miami – Lima por el cual se emitió la guía
área número 0729-55515526. b) Tampa S.A. cumplió con entregar
el cargamento faltante según consta en el volante número
00958852. c) No existe prueba que los daños ocurrieron en el
segundo tramo. d) Mediante el acta expedida por el Terminal de
Almacenamiento de Talma, se dejó constancia que la carga
provenía en mal estado. e) En la constancia de inspección número
1537/04 se registró que una de las cámaras faltantes era la misma
que en la factura se registró como caja vacía, y en el detalle de las
cámaras averiadas, seis de ellas son las mismas que en la factura
ya se habían registrado como siete cajas rotas. ii) Respecto al
segundo reclamo: El documento único de información de
manifiesto emitido por Talma Aviation Services of Perú sólo reportó
1’’ gramos de peso faltante, lo que representaría 5 memory stick,
siendo falso el deterioro veinte de ellas, ya que el mismo no fue
registrado en el Terminal de Almacenamiento de Talma.
Corresponde agregar que mediante escrito presentado por Tampa
Cargo S.A.A a folios ciento setenta y tres, Tampa Cargo S.A y
Tampa Airlines Cargo S.A.A. constituyen una misma empresa,
cuya sucursal en el Perú ha procedido a contestar la demanda. 3.
PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinó como punto
controvertido el siguiente: Determinar si la demandada Tampa
Cargo S.A. está obligada a pagar a la demandante Rímac
Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros la suma de S/
7,057.14 por pérdida de la mercadería que se refiere en la
demanda, más intereses legales, costas y costos del proceso. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fecha diecisiete
de agosto de dos mil diez, de folios quinientos nueve, declaró
fundada la demanda, ordenando pagar solidariamente a Tampa
Cargo S.A. y Tampa Airlines S.A la suma de siete mil cincuenta y
siete dólares americanos con catorce centavos de dólar americano,
considerando: i) En cuanto a la primera reclamación: a) Conforme
al volante número 00957065 expedido por el Terminal de
Almacenamiento de Talma, se recepcionaron doce cajas con un
peso de 2,009.800 kilogramos, siendo que 689 se encontraban en
mal estado y 356.700 faltos. b) Con la constancia de inspección
detalle de faltas y/o averías y nota de ajuste número SMR-04-090
emitidos por los señores Mc Larens Toplis, de folios diecinueve a
veinticuatro, se corrobora dos cámaras faltantes y siete dañadas.
ii) En cuanto a la segunda reclamación: a) Conforme al volante
número 00940477 expedido por el Terminal de Almacenamiento
de Talma, se recepcionó un bulto con un peso faltante de cien
kilogramos. b) Con la constancia de inspección y nota de ajuste
número SMR-04-081 emitida por los señores Mc Larens Toplis, de
folios treinta y seis a treinta y nueve, se corrobora que existían 5
memorys faltantes y 20 dañadas. Po otra parte, agrega que con
los volantes números 00957065 y 00940477 emitidos por el
78817
Terminal de Almacenamiento de Talma se ha acreditado que la
demandada fue la encargada del transporte de la carga de las
cámaras digitales y piezas de memory stick, siendo que si bien
afirma que sólo realizó el transporte en el segundo tramo, no ha
probado cómo recibió la carga ni donde sucedieron la pérdidas.
Añade que si bien el Convenio de Montreal de 1999 fue incorporado
al Perú, éste no ha sido aprobado por el Congreso conforme al
artículo 57 de la Constitución Política del Estado, según el cual, los
tratados que exigen modificación o derogación de alguna ley, y los
que requieren medidas legislativas para su ejecución requieren la
aprobación de dicho poder del Estado, por lo que el Convenio de
Varsovia de 1929 modificado por el Protocolo de la Haya de 1955
resulta aplicable, siendo que este último en su artículo 7 [que
suprime y sustituye el artículo 9 del Convenio de Varsovia] señala
que el transportista que no emitió la carta [de porte aéreo] no
puede ampararse en los límites de responsabilidad establecidos
en el Convenio [de Varsovia], siendo que la demandada no emitió
una guía aérea que amparara el transporte de la carga, por lo que
debe responder por el monto total de la mercancía perdida. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
veinte de setiembre de dos mil diez, de folios quinientos cuarenta
y tres, la demandada Tampa Cargo S.A. Sucursal Peruana,
interpuso recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando: a) El juez llega a la errónea conclusión que el
Convenio de Montreal de 1999 resulta inaplicable por cuanto al
haber sido aprobada por un Decreto Supremo no podía modificar
la Ley Nº 24819 que aprobó los Instrumentos sobre Aviación Civil
Internacional conocidos como el “Sistema de Varsovia”. b) El
Convenio de Montreal de 1999 es un tratado, siendo que el artículo
200 inciso 4 de la Constitución Política, el cual le atribuye rango de
ley, sin hacer distinción alguna entre los tratados aprobados por el
Congreso y aquellos únicamente ratificados por el Presidente de
la República, por lo que la formalidad empleada para aprobar
internamente un tratado tiene poca importancia, siendo la
incorporación del tratado automática según el artículo 55 de la
Constitución Política. c) La correcta caracterización del contrato
de transporte celebrado en Tokio entre Sony Corporación y
Danzas Air & Ocean — DHL (Danzas Maruzen K.K.) determina
que DHL actuó como transportista contractual (Tokio - Miami),
mientras que Tampa actuó como transportista de hecho mediante
contrato celebrado por DHL, y si bien el destinatario de la
mercancía estaría habilitado para demandar a cualquiera de estos
transportistas o ambos solidariamente, tal reclamo debe de ser
planteada ante los Tribunales del domicilio del transportista
contractual o del transportista de hecho, los cuales no se
encuentran en el Perú. d) No existe pronunciamiento sobre el
volante Nº 00958852 el cual acredita que Tampa cumplió con
entregar el supuesto bulto faltante de 3.7 KG de Digital Still
Camera. e) La actora pretende un daño superior al valor declarado
de las mercancías supuestamente dañadas, ello conforme a las
facturas presentadas. f) El juez concluye de que no existiría guía
aérea, cuando se ha presentado como medio de prueba la guía
aérea del embarque de las mercancías que les encargó DHL
desde Miami a Lima. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los
autos a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la demandada, la Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia del Callao, mediante sentencia de vista
de fecha siete de octubre de dos mil catorce, de folios setecientos
veintitrés, confirmó en parte la sentencia de primera instancia en
cuanto declara fundada la demanda, y la revocó en parte respecto
al monto ordenado a pagar, sosteniendo: a) Si bien el artículo 57
de la Constitución Política dispone que los tratados que exigen
modificación o derogación de alguna ley, y los que requieren
medidas legislativas para su ejecución deben ser aprobados por el
Congreso, debe tenerse en cuenta que conforme al artículo 55 de
la Constitución, los tratados de incorporan al derecho interno por
el solo hecho de su celebración o adhesión por el Estado, siendo
irrelevante su forma de incorporación al ordenamiento jurídico
peruano, por lo que resulta aplicable el Convenio de Montreal de
1999. b) Dicho Convenio en su artículo 22 inciso 3, establece que
en el transporte de carga, la responsabilidad del transportista en
caso en caso de destrucción, pérdida, avería o retraso se limita a
una suma de 17 derechos especiales de giro por kilogramo, a
menos que el expedidor haya hecho al transportista, al entregarle
el bulto, una declaración especial del valor de la entrega de éste
en el lugar de destino, y haya pagado una suma suplementaria, si
hay lugar a ello. c) En el presente caso, no se pactó una declaración
de valor especial, por lo que la pretensión de la actora debe
ampararse dentro del precitado límite, siendo que por las dos
cámaras de video faltantes y siete dañadas con un peso de
17.0388 kilogramos, corresponde resarcir 289.6596 derechos
especiales de giro, y por las veinticinco memory stick equivalentes
a cien gramos, un valor de 17 derechos especiales de giro, que
serán convertidos a dólares americanos en ejecución de sentencia.
d) La propia demandada en su contestación manifestó que no
consignó certificación alguna del buen estado de la carga. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veintisiete de abril de dos mil quince, obrante
a folios cincuenta y uno del respectivo cuaderno formado, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por la

78818 CASACIÓN
demandante Rímac Internacional Compañía de Seguros y
Reaseguros, por la infracción normativa de los artículos 55,
56, 57 y 200 inciso 4 de la Constitución Política del Estado; 22
y 25 del Convenio de Varsovia de 1929 (modificado por el
Protocolo de La Haya de 1955); y 22 inciso 3 del Convenio de
Montreal. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos en el recurso
de casación, la controversia gira en determinar si corresponde
aplicar al caso de autos, el Convenio de Varsovia de 1929
modificado por el Protocolo de La Haya de 1955 o el Convenio de
Montreal de 1999, atendiendo a que este último no habría
cumplido con la formalidad de su aprobación por el Congreso de la
República conforme a lo establecido en el artículos 56 de la
Constitución Política del Estado de 1993, ello a fin de determinar
el monto ordenado a pagar en relación a la responsabilidad de la
demandada por la pérdida de la mercancía de la demandante, que
fue traslada vía aérea internacional por aquella. Segundo.- Que,
el artículo 55 de la Constitución Política del Estado, establece:
“Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del
derecho nacional.” Tercero.- Que, respecto a la aprobación de los
tratados, el artículo 56 de la Constitución Política de 1993,
establece aquellos supuestos en los cuales, éstos deben ser
aprobados por el Congreso de la República antes de su ratificación
por el Presidente de la República, siendo tales supuestos: a)
Cuando versen sobre materias de Derechos Humanos; Soberanía,
Dominio o Integridad del Estado; Defensa Nacional y Obligaciones
financieras del Estado; b) Los que crean, modifican o suprimen
tributos; c) Los que exigen modificación o derogación de alguna
ley y los que requieren medidas legislativas para su ejecución.
Cuarto.- Que, por su parte el artículo 57 de Constitución Política
en mención, prescribe que el Presidente de la República se
encuentra facultado para celebrar o ratificar tratados o adherir a
éstos, sin la previa aprobación del Congreso de la República,
únicamente en aquella materias no señaladas en el artículo 56.
Quinto.- Que, en cuanto al rango normativo de los tratados, la
Carta Magna vigente les ha otorgado rango de ley, a excepción de
aquellos referidos a derechos humanos, que tienen rango
constitucional, ello se desprende de su artículo 200 inciso 4,
conforme al cual constituye una garantía constitucional la acción
de inconstitucionalidad, la cual se interpone contra normas que
tienen rango de ley, incluyendo dentro de las mismas, a los
tratados. Sexto.- Que, el Convenio de Varsovia de 1929, ya
modificado por el Protocolo de La Haya de 1955, fue aprobado por
el Congreso de la República el doce de mayo de mil novecientos
ochenta y ocho mediante Resolución Legislativa Nº 24819, siendo
la fecha de depósito del instrumento de su ratificación el cinco de
julio de mil novecientos ochenta y ocho, y entró en vigor en nuestro
país el tres de octubre de mil novecientos ochenta y ocho.
Séptimo.- Que, el artículo 9 del referido Convenio, sustituido por
el artículo 7 del Protocolo de la Haya de 1955, prevé: “Si, con el
consentimiento del transportista, se embarcan mercancías sin que
se hayan expedido una carta de porte aéreo, o si ésta no contiene
el aviso prescrito en el párrafo c) del artículo 8º, el transportista no
tendrá derecho a ampararse en la disposiciones del párrafo 2 del
artículo 22”. Octavo.- Que, el artículo 22 del Convenio en mención,
estableció: “(...) 2. a. En el transporte de equipaje facturado y de
mercancías, la responsabilidad del transportista se limitará a la
suma de doscientos cincuenta francos por kilogramo, salvo
declaración especial del valor hecha por el expedidor en el
momento de la entrega del bulto al transportista, y mediante el
pago de una tasa suplementaria, si hay lugar a ello. En este caso,
el transportista estará obligado a pagar hasta el importe de la
suma declarada, a menos que pruebe que éste es superior al valor
real en el momento de la entrega. (...) 5. Las sumas en francos
mencionados en este artículo se considerarán que se refieren a
una unidad de moneda consistente en sesenta y cinco miligramos
y medio de oro con ley de novecientas milésimas. Podrán ser
convertidos en moneda nacional en números redondos. Esta
conversión a moneda nacional distinta de la moneda oro se
efectuará, si hay procedimiento judicial, con sujeción al valor oro
de dicha moneda nacional en la fecha de la sentencia.” (el
subrayado es nuestro). Noveno.- Que, mediante el artículo 25 del
mismo tratado internacional, se convino que los límites de
responsabilidad contemplados en el artículo 22 antes descrito, no
se aplicarán si se demuestra que el daño es producto de una
acción u omisión del transportista o de sus dependientes con
intención de causar el daño, o con temeridad y sabiendo que
probablemente causaría daño; debiéndose en caso de los
dependientes, acreditar que éstos actuaban en el ejercicio de sus
funciones. Décimo.- Que, el Convenio de Montreal del veintiocho
de mayo de mil novecientos noventa y nueve, fue ratificado el seis
de marzo del dos mil dos, por el Presidente Constitucional de la
República Alejandro Toledo, mediante Decreto Supremo 026-
2002-RE, sin previa aprobación del Congreso de la República,
entrando en vigor en nuestro país el cuatro de noviembre del dos
mil tres. Décimo Primero.- Que, dicho tratado, en su parte
introductoria señaló: «CONVENIO Para la unificación de ciertas
reglas para el transporte aéreo internacional Los Estados Partes
en el presente convenio: Reconociendo la importante contribución
del Convenio para la unificación de ciertas reglas relativas al
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
transporte aéreo internacional, firmado en Varsovia el 12 de
octubre de 1929, en adelante llamado “Convenio de Varsovia”, y
de otros instrumentos conexos para la armonización del derecho
aeronáutico internacional privado; Reconociendo la necesidad de
modernizar y refundir el Convenio de Varsovia y los instrumentos
conexos; Reconociendo la importancia de asegurar la protección
de los intereses de los usuarios del transporte aéreo internacional
y la necesidad de una indemnización equitativa fundada en el
principio de restitución; Reafirmando la conveniencia de un
desarrollo ordenado de las operaciones de transporte aéreo
internacional y de la circulación fluida de pasajeros, equipaje y
carga conforme a los principios y objetivos del Convenio sobre
Aviación Civil Internacional, hecho en Chicago el 7 de diciembre
de 1944; Convencidos de que la acción colectiva de los Estados
para una mayor armonización y codificación de ciertas reglas que
rigen el transporte aéreo internacional mediante un nuevo
convenio es el medio más apropiado para lograr un equilibrio de
intereses equitativo; Han convenido lo siguiente:>> (el subrayado
es nuestro). Décimo Segundo.- Que, asimismo, en su artículo 22
inciso 3, prescribió: “En el transporte de carga, la responsabilidad
del transportista en caso de destrucción, pérdida, avería o retraso
se limita a una suma de 17 derechos especiales de giro por
kilogramo, a menos que el expedidor haya hecho al transportista,
al entregarle el bulto, una declaración especial del valor de la
entrega de éste en el lugar de destino, y haya pagado una suma
suplementaria, si hay lugar a ello. En este caso, el transportista
estará obligado a pagar una suma que no excederá del importe de
la suma declarada, a menos que pruebe que este importe es
superior al valor real de la entrega en el lugar de destino para el
expedidor.” (el subrayado es nuestro) Décimo Tercero.- Que, en
tal sentido, se aprecia en primer término que como regla general el
Presidente de la República puede celebrar o ratificar tratados o
adherir a éstos, sin que exista como requisito previo la aprobación
del Congreso de la República, siendo la excepción aquellos casos
[entre otros] en que los tratados exigen la modificación o
derogación de alguna ley. Décimo Cuarto.- Que, en el presente
caso, el Convenio de Varsovia de 1929 modificado por el Protocolo
de la Haya de 1955 [ambos aprobados por el Congreso de la
República del Perú en 1988] tiene rango de ley conforme a lo
establecido en el artículo 200 inciso 4 de la Constitución Política
del Estado en concordancia con el artículo 55 del mismo cuerpo
normativo; por lo que el Convenio de Montreal de 1999 al modificar
disposiciones contenidas en el primer Convenio acotado, referidas
a las sanciones aplicables al transportista internacional por
pérdidas o averías de equipaje y mercancías, debió ser aprobado
por el Congreso de nuestro país de acuerdo a los artículos 56 y 57
de la Constitución Política del Perú, lo cual no sucedió, siendo
únicamente ratificado por el Presidente de la República en el año
dos mil dos. Décimo Quinto.- Que, en consecuencia, el Convenio
de Montreal del veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y
nueve, no resulta válido y constitucional, y por tanto tampoco
aplicable al caso de autos, encontrándose conforme a ley la
decisión de la Juez de la causa respecto al monto que las
demandadas deben pagar de forma solidaria a la demandante. V.
DECISION: Por estos fundamentos: Declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por la demandante Rímac
Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros, de folios
setecientos cuarenta y dos; en consecuencia NULA la sentencia
de vista de fecha siete de octubre de dos mil catorce, de folios
setecientos veintitrés, dictada por la Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia del Callao; y, actuando en sede de
instancia: CONFIRMARON la sentencia apelada que declara
fundada la demanda y ordena a las demandadas cumplan con
pagar de forma solidaria a favor del demandante la suma de siete
mil cincuenta y siete dólares americanos con catorce centavos de
dólar; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos contra
Tampa Cargo S.A. y otra, sobre obligación de dar suma de dinero;
y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-145
CAS. Nº 1020-2015 CUSCO
DIVORCIO POR SEPARACIÓN DE HECHO. Lima, seis de
octubre del dos mil quince. VISTOS; con el mérito de la Razón del
Secretario de Sala de fojas setenta y uno, informando el
cumplimiento de la resolución del veintisiete de abril de dos mil
quince, obrante a fojas sesenta, del cuaderno de casación; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación interpuesto por el demandante Roberto
Segovia Soto, a fojas seiscientos noventa y nueve, contra la
sentencia de vista de fojas seiscientos setenta, del veintinueve de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
diciembre de dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada
de fecha cinco de mayo de dos mil catorce, de fojas seiscientos
siete que declara: 1) Fundada la demanda reconvencional con la
pretensión principal de liquidación de la sociedad de
gananciales interpuesta por Bella Lita Cuentas Ponce de León;
por tanto, dispone que el cincuenta por ciento del Inmueble
número 731 del Jr. Juan Santos de la Urb. Tahuantinsuyo o
fracción de terreno Nº 37 parte integrante del fundo Retiro o Alfa
–ALFAR, Recoleta Cusco, adquirido dentro de la vigencia del
matrimonio, sea liquidado a razón del cincuenta por ciento para
cada excónyuge; 2) Fundada la demanda reconvencional con la
pretensión de prestación de alimentos; en consecuencia,
dispone que el demandado reconvencional Roberto Segovia Soto,
extinguido el vínculo matrimonial, continúe prestando pensión de
alimentos a favor de Belia Lita Cuentas Ponce De León equivalente
al 10% de su remuneración, pensión dispuesta judicialmente; 3)
Fundada, en parte, la demanda reconvencional con la pretensión
de indemnización por daños y perjuicios y daño personal; en
consecuencia, dispone que el demandado indemnice a Bella Lita
Cuentas Ponce de León por ser la cónyuge más perjudicada con
la separación de hecho; la Revoca, en cuanto al monto de S/
50,000.00, señalándola en 25,000 nuevos soles. Segundo.- Que,
antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para
el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la justiciable
recurrente saber adecuar las agravios que denuncia a las causales
que para la referida finalidad taxativamente se encuentran
determinadas en la norma procesal civil, pues el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas 190, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia del Cusco que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada al recurrente el treinta y uno de diciembre de dos mil
catorce, conforme a la constancia del cargo de notificación de
fojas seiscientos setenta y siete, y el referido recurso de casación
fue interpuesto el diecinueve de enero de dos mil quince, es decir,
al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel
judicial respectivo a fojas seiscientos ochenta del principal y
subsanado a fojas sesenta y nueve del cuaderno de casación.
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la
primera causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los
artículos VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
139 inciso 3 y 14 de la Constitución Política del Perú, 302
inciso 3, 350 del Código Civil y apartamento del Tercer Pleno
Casatorio Cas Nº 4664-2010-Puno. Alega que se ha vulnerado el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y se ha incurrido en
indebida valoración de los medios probatorios, pues se ha debido
aplicar la equidad en la determinación del monto indemnizatorio a
favor de la cónyuge perjudicada; señala que el bien sub litis no
constituye un bien social, en razón a que el inmueble ha sido
adquirido por su padre para el recurrente y su hermano. por cuanto
tenían la calidad de estudiantes y por ende no contaban con
recursos económicos, correspondiéndole el 50% de acciones y
derechos del inmueble sub materia a cada uno. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientada a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que se
advierte del Asiento 6 de la Partida Nº 02021038, por el cual se
rectifica el Asiento 03 de la referida Partida en el cual se omitió
consignar el nombre de la cónyuge de uno de los propietarios, por
lo que se rectificó de la siguiente manera: “Roberto Segovia Soto
de estado civil casado con Belia Lita Cuentas Ponce de León y
Víctor Fernando Segovia Soto de estado civil soltero”, con lo que
78819
se acredita que la adquisición del inmueble sub litis, fue a favor de
la sociedad conyugal, conformada por los ahora justiciables y el
hermano del demandante, quienes son copropietarios. Respecto a
la indemnización establecida, ésta se ajusta a la realidad, más aún
cuando se acredita inobjetablemente que al momento en que se
produjo la separación de hecho, la demandada se quedó a cargo
de sus dos hijas, que contaban con ocho y siete años de edad, y
que tuvo que demandar alimentos; así como el desamparo familiar
al que expuso a su familia de la que se desvinculó para formar otra
familia extramatrimonial, faltando al deber de fidelidad, lo cual sin
duda afectó el estado emocional de la demandada y de sus hijas,
siendo ello así, carece de sustento lo alegado por el recurrente.
Sétimo.- Que, por lo tanto, en el caso materia de autos, no se
aprecia la vulneración del derecho al debido proceso o infracción
normativa de derecho procesal; asimismo, se advierte que el
Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios
puestos de manifiesto por el recurrente en su escrito de apelación.
Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que
el impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de
mérito que no puede ser traído a sede casatoria, por ser materia
ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser
desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha
cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber
descrito con claridad y precisión las infracciones normativas
invocadas; menos aún ha demostrado la incidencia directa que
tendrían aquéllas sobre la decisión impugnada. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Roberto Segovia Soto, a fojas seiscientos
noventa y nueve, contra la sentencia de vista de fojas seiscientos
setenta, del veintinueve diciembre de dos mil catorce;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Roberto Segovia Soto con Belia Lita Cuentas Ponce de León,
sobre divorcio por separación de hecho; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-146
CAS. Nº 1054-2015 HUAURA
Lima, veintinueve de abril de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el
demandante Melchor Pedro Mayo Pérez de folios quinientos
setenta y nueve, contra la sentencia de vista de fecha quince de
enero de dos mil quince, de folios quinientos sesenta y nueve, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha dieciocho de
diciembre de dos mil trece, de folios trescientos noventa y seis, que
declara infundada la demanda de impugnación de acuerdo; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben
ser verificados de conformidad con la modificatoria establecida en la
Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huaura que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, que emitió la resolución recurrida.
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha dos de febrero de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el doce de febrero de dos mil quince. IV) Adjunta el
correspondiente arancel judicial (folios quinientos setenta y ocho del
expediente principal). Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón que
fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte de folios
cuatrocientos sesenta y seis; por lo que cumple con lo dispuesto
en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en qué
consiste la infracción normativa o el apartamiento del precedente
judicial, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por

78820 CASACIÓN
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y
su modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia: Señala que
mediante resolución número dos de fecha cuatro de abril de dos mil
diez de admite a trámite la demanda, absolviendo la demandada
el traslado de la misma mediante suscritos de fecha doce de
mayo y doce de julio de dos mil diez, procediéndose a declarar
infundada la excepción de caducidad, saneado el proceso, se
fijaron los puntos controvertidos, reservándose el pronunciamiento
de la tacha para ser emitido conjuntamente con la sentencia, se
admitieron los medios probatorios, los cuales no requerían de
actuación por ser documentales, y se puso los autos a despacho
para sentenciar. Agrega, que la Asociación demandada realiza una
subasta u ofrecimiento de compra venta del mercado a personas
extrañas de la asociación, tratando de excluir a sus asociados con
más de treinta años de posesión, siendo que se debe levantar un
empadronamiento debidamente legalizado donde figuren todos
los asociados que se encuentren en posesión de los puestos del
mercado, como es el caso del recurrente. Sexto.- Que, en relación
a lo expuesto en el recurso de casación, se advierte que el mismo
carece de amparo legal en cuanto a su procedencia, toda vez que
no se cumple con precisar la causal casatoria, esto es, la infracción
normativa o el apartamiento del precedente vinculante, según sea
el caso, limitándose el recurrente a resumir los actos procesales
realizados con anterioridad a la expedición de la sentencia de
primera instancia, agregando que la demandada tiene por finalidad
transferir el Mercado Modelo y Central de Huacho a terceras
personas ajenas a la asociación, lo cual no constituye materia de
debate del presente proceso, no expresándose argumento directo
alguno dirigido a contradecir los fundamentos expresados en las
sentencias de mérito. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia
de este recurso extraordinario son concurrentes. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandante Melchor Pedro Mayo Pérez de folios
quinientos setenta y nueve, contra la sentencia de vista de fecha
quince de enero de dos mil quince, de folios quinientos sesenta y
nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Melchor Pedro Mayo Pérez y otras contra la Asociación de
Comerciantes del Mercado Modelo y Central de Huacho, sobre
impugnación de acuerdo; y los devolvieron. Interviene como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-147
CAS. Nº 1058-2015 CUSCO
Lima, veintinueve de abril de dos mil quince.- VISTOS; con el
expediente acompañado y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de
casación interpuesto por el demandado Darío Tisoc Montufar en
representación de empresa de Transportes Sol Andino y la sociedad
conyugal conformada por Darío Tisco Montufar y Lucila Santos, de
folios mil ochocientos cincuenta y cuatro, contra la sentencia de vista
de folios mil ochocientos cuarenta y dos, del veintiséis de diciembre
del dos mil catorce, que confirmando la apelada declara fundada en
parte la demanda interpuesta por Carrocerías Cusco S.A., sustituida
procesalmente por el Banco Internacional del Perú. Segundo.-
Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia del Cusco que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la referida Sala
Superior que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo
que establece la norma, ya que el recurrente fue notificado el treinta
y uno de diciembre del dos mil catorce, conforme se corrobora con
el cargo de folios mil ochocientos cincuenta y uno, e interpuso el
recurso de casación el día dieciséis de enero del dos mil quince; y,
iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de recurso de casación
a folios mil ochocientos cincuenta y tres. Tercero.- Que, respecto a
los requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, es de
verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso
1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la sentencia
de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó mediante
su recurso de apelación de folios mil setecientos noventa y cinco.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que,
el recurrente invocando los artículos 384 y siguientes del Código
Procesal Civil denuncia como agravios: a) La infracción normativa
del artículo 139, incisos 3, 5 y 14 de la Constitución Política del
Estado, concordante con el artículo VII del Título Preliminar,
artículo 50 inciso 6, artículo 122 inciso 3, artículo 108 y 197 del
Código Procesal Civil y artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, alegando que ni el Juez ni la Sala, dicen cuál es la tasa
aplicable si es que reconocen que los peritos se equivocaron, por
lo tanto no exponen los fundamentos de derecho que justifican su
decisión y existe una interpretación arbitraria de los hechos, falta de
valoración de medios probatorios, pues de una simple observación
se puede concluir que el peritaje que sirve de fundamento para esta
sentencia no es en sí un peritaje. Los peritos al calcular una deuda
están obligados a determinar el monto inicial, el monto amortizado,
el plazo, la tasa de interés y cualquier otro gasto en función a las
normas especiales del Banco Central de Reserva, por ser normas
imperativas. Sabe perfectamente cualquier perito que no está
permitido por Ley cobrar gastos administrativos, comisiones, etc,
excepto si se trata de empresas del sistema financiero y Carrocerías
Cusco no tiene esa calidad. En cuanto a las letras de cambio, que
nunca tuvieron a la vista, ni constan en el expediente, los peritos no
pueden pronunciarse que no están canceladas. Los peritos no dicen
cuál es la tasa de interés aplicada, cuál la legal, cuál la permitida por
Ley, y sostienen que es un error y el Juez y la Sala lo reconocen,
no obsta para que se establezca cuál es en verdad dicha tasa y
que haya sido publicada por el Banco Central de Reserva, y b) La
inaplicación de los artículos 1229, 1242 a 1246, 1529 y la Ley de
Títulos Valores vigentes en esa época (Ley No. 16587), artículo
75, 97, 125 y 180, señalando que no es cierto el razonamiento
que aplica la Sala y en su oportunidad el Juez, pues lo hacen en
contra de las normas citadas, pues el artículo 1243 del Código Civil,
establece que tanto el interés legal como el convencional es fijado
por el Banco Central de Reserva, por lo tanto el interés no está
sujeto a la voluntad de las partes ni de los peritos ni decir es un
error y no adjuntar la circular, directiva o norma dictada por el Banco
Central de Reserva que fije esa tasa como se hace en todo peritaje.
El interés convencional puede ser menos de lo fijado por el Banco
Central de Reserva, pero nunca más del máximo fijado por el BCR.
En caso suceda esto último, es decir se pacte un interés superior al
fijado por el Banco Central de Reserva (se entiende para el interés
convencional), el exceso da lugar a la devolución o la imputación al
capital según decisión del deudor. De igual manera la Sala no aplica
los artículos pertinentes del Código Civil pues si el contrato que
vincula a las partes es uno de compra venta, con refinanciamiento
o renovaciones, primero se debe definir esta figura y la intención de
las partes en armonía con el Código Civil. Finalmente señala que los
peritos y la Sala dan valor al dicho de los peritos cuando dicen que
vieron los títulos valores y que no se tomó en cuenta para acreditar
el pago, vulnerando las disposiciones antes referidas y que no han
sido aplicadas. Sexto.- Que, en cuanto a la causal denunciada
en el acápite a), además de advertirse ausencia de claridad y
precisión en el modo en que ha sido propuesto, de sus argumentos
impugnatorios se advierte que lo que en realidad pretende el
impugnante es cuestionar el medio probatorio consistente en el
Informe Pericial, el mismo que ha debido de ser impugnado a través
del medio impugnatorio idóneo y no pretender reemplazarlo a través
del recurso extraordinario de casación. Sétimo: Que, respecto a la
causal descrita en el acápite b), del mismo modo se aprecia falta
de claridad y precisión, pues del conglomerado de normas a que se
hace referencia no se aprecia cuál es el fundamento impugnatorio
que le corresponde a cada uno de ellos. Octavo:- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 308 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el art. 392 del acotado Código Procesal Civil. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandado Darío Tisoc Montufar, de la página
mil ochocientos cincuenta y cuatro, contra la sentencia de vista de
folios mil ochocientos cuarenta y dos; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Carrocerías Cusco S.A. sobre
obligación de dar suma de dinero; notificándose; y los devolvieron.
Interviene como ponente el Juez Supremo señor Walde Jáuregui.-
SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRIGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-148
CAS. Nº 1153-2015 CUSCO
CUMPLIMIENTO DE OBLIGACION DE HACER. Lima, catorce de
setiembre de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandante, Washington Cáceres Olivera,
obrante a folios mil quinientos setenta, contra la sentencia de vista
de fecha veintinueve de diciembre de dos mil catorce, obrante a
fojas mil quinientos cuarenta y siete, que confirmó la sentencia
apelada de fecha primero de agosto de dos mil catorce, obrante a
fojas mil cuatrocientos setenta, que declaró fundada en parte la
demanda sobre el cumplimiento de Obligación de Hacer; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido
interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el
inciso 3º del citado artículo. IV) La parte recurrente adjunta el
correspondiente arancel judicial, obrante a fojas mil quinientos
sesenta y nueve. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que la parte recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de los
requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º del
Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia las siguientes
causales: a) La Infracción normativa del artículo 122º inciso 4,
artículo 50º inciso 6 y artículos I y VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil; alegando lo siguiente: (i) Que resulta
innegable la obligación de los vendedores de otorgar escritura
pública y pagar los frutos percibidos, por haberse cumplido la
condición suspensiva de la previa declaración de herederos; (ii)
Que la Sala establece en el décimo tercer considerando de la
sentencia recurrida, que diversos recibos y demás documentos de
recepción de montos de dinero, no le corresponden a los
vendedores hoy demandados; empero no señala cuáles son esos
recibos y porqué montos de dinero se estableció la pericia
practicada, siendo este razonamiento oscuro o ambiguo; (iii) Que
la Sala en el décimo cuarto considerando de la sentencia recurrida,
establece que en ejecución de sentencia debe determinarse cuál
es el saldo actualizado del precio, pese a que no corresponde
ningún reajuste o actualización del mismo, en tanto, la demora en
su ejecución fue deliberada, y (iv) Que existe grave contradicción
y afectación al deber de motivación, cuando se confirma la
Resolución Nº 88 mediante la cual se requiere a los peritos para
que presenten un informe ampliatorio sobre los frutos civiles, y en
el literal d) revocan el extremo que declara fundado el cobro de
frutos civiles, y lo declaran infundado, b) La Infracción normativa
del artículo 910º del Código Civil, señalando que la Sala, al
ordenar que en ejecución de sentencia se defina el monto del
precio realmente pagado y que falta por pagar, también debió
ordenar que los frutos civiles sean declarados como obligación de
pago de los demandados en la proporción del precio pagado, lo
cual no ocurrió; asimismo, se debe considerar que la Sala ignoró
flagrantemente el artículo 1318º del Código civil, pues, en el
presente caso, los demandados no cumplieron con obtener la
declaratoria de herederos a que se obligaron en los documentos
de compraventa y c) La Infracción normativa del artículo 1321º
del Código Civil, refiriendo que la Sala ha omitido pronunciarse
respecto de este extremo. Sexto.- Que, con relación a la primera
causal denunciada, se verifica que su fundamentación no supera
el requisito de claridad y precisión exigido por el numeral 2 del
artículo 388º del Código Procesal Civil; toda vez que, si bien se
denuncia la vulneración del principio a la motivación de las
resoluciones judiciales como componente del derecho a un debido
proceso, lo cierto es que la parte impugnante no cumple con
explicitar de manera adecuada en qué consisten los vicios de
motivación que conllevan a la trasgresión del precepto
constitucional invocado; por el contrario, en los acápites (i), (ii) y
(iii) de la misma, el recurrente se limita a cuestionar el criterio
arribado por la Sala Superior, y no desarrolla en estricto los vicios
de motivación que considera han sido cometidos por dicho
Colegiado; y en cuanto al acápite (iv), debe acotarse que, la
decisión de la Sala Superior de confirmar la Resolución Nº 88, de
fecha nueve de abril de dos mil doce requiriendo se cumpla lo
resuelto en la Resolución Nº 81, de fecha trece de diciembre de
dos mil once, en el cual se dispuso que los peritos judiciales
78821
cumplan con efectuar un informe pericial ampliatorio, no la vincula
a emitir un pronunciamiento de fundabilidad respecto a la
pretensión de pago de frutos, por lo que mal hace el recurrente en
denunciar una supuesta contradicción entre lo resuelto en torno a
la apelación diferida y el fallo sobre el fondo del asunto. Séptimo.-
Que, respecto a la causal descrita en el literal b), corresponde
señalar que, al igual de lo determinado en torno a la causal
anterior, la que es materia de estudio tampoco cumple con lo
requerido en el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil, toda vez que los fundamentos que la sustentan han sido
propuestos de manera genérica, defecto argumentativo que
amerita su improcedencia, máxime si se tiene en cuenta que el Ad
quem, en la resolución recurrida, ha determinado correctamente
que, en el presente caso no procede el pago de frutos a favor del
actor, al no haber cumplido éste con pagar la totalidad del precio;
entonces, no se puede pretender el pago de frutos de forma
proporcional, al no haberse pagado íntegramente la prestación.
Octavo.- Que, en cuanto a la causal denunciada en el literal c),
este Supremo Colegiado observa que los fundamentos que la
desarrollan, adolecen del requisito de claridad y precisión exigido
para su procedencia, al no guardar relación directa con la
normativa cuya infracción formalmente se denuncia; en efecto, del
recurso en examen se identifica como norma infraccionada al
artículo 1321º del Código Civil, el cual regula la indemnización de
daños y perjuicios por inejecución imputable; empero en su
desarrollo se expone que la Sala Superior ha omitido pronunciarse
sobre este extremo, con lo cual se concluye que lo que en rigor
cuestiona la parte impugnante, es un supuesto vicio de motivación,
y no un error in iudicando respecto a los alcances del artículo
1321º del Código Civil, incongruencia argumentativa que amerita
la improcedencia de la causal en examen. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante, Washington Cáceres Olivera, obrante a folios
mil quinientos setenta, contra la sentencia de vista de fecha
veintinueve de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas mil
quinientos cuarenta y siete, que confirmó la sentencia apelada de
fecha primero de agosto de dos mil catorce, obrante a fojas mil
cuatrocientos setenta, que declaró fundada en parte la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Washington Cáceres Olivera contra José Santos Cornejo
Gutiérrez y otros, sobre Cumplimiento de Obligación de Hacer; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-149
CAS. Nº 1153-2015 CUSCO
CUMPLIMIENTO DE OBLIGACION DE HACER. Lima, catorce
de setiembre de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por los demandados Luis Aurelio Cornejo Gutiérrez
y Miguel Ángel Cornejo Gutiérrez, obrante a folios mil quinientos
cincuenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha veintinueve
de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas mil quinientos
cuarenta y siete, que confirmó la sentencia apelada de fecha primero
de agosto de dos mil catorce, obrante a fojas mil cuatrocientos
setenta, que declaró fundada en parte la demanda sobre
cumplimiento de obligación de hacer; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Cusco que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Cusco, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, en tanto la sentencia de vista fue notificada el treinta y
uno de diciembre de dos mil catorce, y el recurso de casación fue
interpuesto el quince de enero de dos mil quince, y IV) La parte
recurrente adjuntar el correspondiente arancel judicial según se
advierte a fojas mil quinientos cincuenta y siete. Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
por lo que cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo
388º del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso

78822 CASACIÓN
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia las siguientes
causales: a) La Infracción normativa del artículo 1361º del
Código Civil, señalando que, al considerarse que no se cumplió
con los extremos del contrato, la parte actora sólo debía exigir la
devolución del dinero que dice haber entregado, según la sétima
cláusula del contrato; asimismo, la no exigencia para formalizar la
minuta en escritura pública por varios años, obedece a que contiene
cláusulas ilegales y a que aún no se cancelaba por completo el
precio pactado pese a que se sabía que el contrato era materia
de cumplimiento, y b) La Infracción normativa del 139º inciso
5 de la Constitución Política del Estado, aduciendo que la Sala
no ha tenido en cuenta que el bien materia de Litis, pertenecía a
la sociedad de gananciales conformada por sus señores padres,
por lo tanto, a la fecha en que se celebró el contrato privado cuya
escritura pública se está otorgando, su padre tenía derechos
sobre el bien, razón por la cual debió emplazársele a través de
su sucesión; asimismo, el juzgado cambió el objeto del contrato
y amparó una pretensión ilegal, por cuanto, la supuesta venta de
derechos y acciones los convierte en “Fracción A”, lo cual no estaba
previsto en contrato mencionado. Finalmente, se debe considerar
que el llamado contrato de aclaración de la minuta, no se encuentra
fedateada ni reconocida; sin embargo, es invocada en la sentencia
a pesar de que el precio que se aclara con dicho documento,
no es punto controvertido. Sexto.- Que, con relación a la causal
denunciada en el literal a), se verifica que su fundamentación no
supera el requisito de claridad y precisión exigido por el numeral
2 del artículo 388º del Código Procesal Civil, por cuanto, si bien
la parte impugnante cumple con identificar la norma material que
considera infraccionada, lo cierto es que el sustento de la misma
está destinada a que este Supremo Tribunal realice una nueva
apreciación de los hechos respecto a la legalidad de las clausulas
pactadas en el contrato cuya formalización a través del presente
proceso judicial se pretende; sin embargo, es de anotar que dicha
pretensión resulta ser contraria a los fines del recurso de casación
previstos en el artículo 384º del Código Procesal Civil; la adecuadas
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia,
razón por la cual la causal bajo análisis deviene de improcedente.
Séptimo.- Que, respecto a la causal descrita en el literal b),
corresponde señalar que el argumento expuesto como sustento
de la infracción normativa alegada tampoco satisface el requisito
previsto en el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
pues si bien se denuncia la vulneración del principio de motivación
de las resoluciones judiciales consagrado en el artículo 139º numeral
5 de la Constitución Política del Estado; la parte impugnante, no
cumple con explicitar de forma adecuada en qué consisten los
vicios procesales que conllevan a la vulneración del precepto
constitucional que invoca, exponiendo argumentos genéricos que
no sustentan los errores in procedendo cometido por las instancias
de mérito, defecto argumentativo que genera la improcedencia
de la causal objeto de pronunciamiento. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por los demandados Luis Aurelio Cornejo Gutiérrez y Miguel Ángel
Cornejo Gutiérrez, obrante a folios mil quinientos cincuenta y ocho,
contra la sentencia de vista de fecha veintinueve de diciembre de
dos mil catorce, obrante a fojas mil quinientos cuarenta y siete, que
confirmó la sentencia apelada de fecha primero de agosto de dos
mil catorce, obrante a fojas mil cuatrocientos setenta, que declaró
fundada en parte la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Washington Cáceres Olivera
contra José Santos Cornejo Gutiérrez y otros, sobre Cumplimiento
de Obligación de Hacer; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-150
CAS. Nº 1171-2015 LIMA
Lima, once de mayo de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandante Procurador Público del Gobierno
Regional de Tumbes de folios doscientos cuarenta y uno, contra
la sentencia de folios doscientos veinticuatro, del dieciocho de
noviembre de dos mil catorce, que declara improcedente la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
demanda de anulación de laudo arbitral solicitada por el Procurador
Público del Gobierno Regional de Tumbes contra el Consorcio
Ortiz – Incosa, en consecuencia válido el Laudo Arbitral materia de
impugnación, en el arbitraje seguido contra Consorcio Ortiz Incosa.
Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la citada Ley, concordado con el
Decreto Legislativo 1071, que norma al arbitraje; toda vez que ha
sido interpuesto: i) Contra la sentencia expedida por la Primera Sala
Civil Sub Especializada en materia comercial de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional que conoció
del proceso de anulación de laudo, pone fin al proceso; ii) Ante
la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo de diez días que establece la norma, ya que la
parte recurrente fue notificada el diecinueve de enero de dos mil
quince, conforme se corrobora con el cargo de folios doscientos
treinta y uno, e interpuso el recurso de casación el día veintinueve
de enero de ese mismo año; y, iv) No adjunta el arancel judicial por
concepto de recurso de casación pues se trata del Estado. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que para el presente caso, dicha
norma no resulta pertinente, sino más bien, lo previsto en el inciso
5 del artículo 64, que prevé el trámite del proceso de anulación de
laudo arbitral, que establece que contra lo resuelto por la Corte
Superior sólo procede recurso de casación ante la Sala Civil de
la Corte Suprema, cuando el laudo hubiera sido anulado en forma
total o parcial. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1.
Quinto.- Que, el recurrente denuncia como agravio: La Infracción
normativa del artículo 4 del Código Procesal Constitucional,
alegando que el Laudo recién es conocido por las partes cuando es
notificado y nos damos con la sorpresa que el árbitro ha guardado
silencio y no ha analizado que en el presente Laudo, la obra es por
la modalidad de Concurso Oferta, es decir, que el Consorcio Ortiz
Incosa ha elaborado el Expediente Técnico, y ha ejecutado la obra,
vale decir, que todos los obstáculos que ofrezca la obra deben ser
advertidos por el auto del Expediente Técnico que a su vez es el
ejecutor, por lo tanto no caben ni pueden darse ampliaciones de
plazo con pagos de gastos generales, pues el contrato al ser a
suma alzada su precio no puede variar, es único, estos parámetros
cardinales no han sido analizados ni motivados adecuadamente por
el árbitro, quien sencillamente ha hecho valer su situación de árbitro
que ha resuelto contra las vigas maestras que sobre motivación ha
delineado el Supremo Intérprete de la Constitución. Sexto.- Que,
en cuanto al agravio denunciado, al no encontrarse referido el
argumento impugnatorio expuesto en el recurso de casación, a las
conclusiones de la sentencia de vista, de encontrarse orientada la
demanda a la revisión del fondo de lo laudado por no encontrarse
conforme con lo resuelto, y a que el Colegiado Superior no puede
ingresar al análisis de los hechos expuestos en la demanda, pues no
fueron expuestos o reclamados oportunamente en sede arbitral, es
evidente que el impugnante insiste en el tema de ingresar al asunto
de fondo a través de una demanda de anulación de laudo arbitral,
pues entre sus argumentaciones impugnatorias señala que la obra
es por la modalidad de Concurso Oferta, es decir, que el Consorcio
Ortiz Incosa ha elaborado el Expediente Técnico, y ha ejecutado la
obra, vale decir, que todos los obstáculos que ofrezca la obra deben
ser advertidos por el auto del Expediente Técnico que a su vez es
el ejecutor, por lo tanto no caben ni pueden darse ampliaciones de
plazo con pagos de gastos generales, pues el contrato al ser a suma
alzada su precio no puede variar, es único; de donde se evidencia la
ausencia de incidencia directa en la decisión impugnada, exigencia
prevista en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandante Procurador Público del
Gobierno Regional de Tumbes, de la página doscientos cuarenta
y uno, contra la sentencia de folios doscientos veinticuatro;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el
Gobierno Regional de Tumbes sobre anulación de laudo arbitral;
notificándose; y los devolvieron. Interviene como ponente el Juez
Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-151
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CAS. Nº 1176-2015 CUSCO
Petición de Herencia. Motivación aparente Existe motivación
aparente, cuando no se responde por ejemplo a las alegaciones o
pretensiones de las partes en el proceso; lo cual se ha configurado
en las sentencias de mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122,
inciso 3. Lima, diez de setiembre de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA: con los expedientes acompañados; vista la
causa número mil ciento setenta y seis - dos mil quince, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de petición de
herencia, las demandadas Sonia y Edna Peralta Pareja, han
interpuesto recursos de casación de folios ochocientos cincuenta
y dos y ochocientos setenta, respectivamente, contra la sentencia
de vista de fecha treinta de enero de dos mil quince, de folios
ochocientos cuarenta y uno, dictada por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha trece de junio de dos mil catorce, de
folios setecientos cincuenta y cinco, que declara fundada en parte
la demanda interpuesta por Aurora Peralta Pareja, improcedente
la reconvención sobre nulidad de testamento, infundada la
reconvención de nulidad del documento que contiene el
testamento, e infundada la reconvención de reducción de
disposiciones testamentarias. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha uno de junio de dos mil
once, de folios veinte, Aurora Peralta Pareja interpone demanda
de petición de herencia, señalando como pretensión: Se proceda
a la restitución de su haber hereditario consistente en dos
fracciones signadas con los números dos y tres del inmueble
ubicado en la Calle Tigre número ciento diez, del Distrito de Cusco,
ello conforme al testamento ológrafo dejado por su madre María
Aurora Pareja Valencia. Alega como sustento de su pretensión
que su madre otorgó testamento mediante escritura pública de
fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete, el
cual fue revocado mediante testamento ológrafo de fecha uno de
abril de mil novecientos noventa y siete, quedando subsistentes
sólo las disposiciones del primero que no se oponen al segundo;
siendo el legado de su causante el inmueble ubicado en la Tigre
número ciento diez, del Distrito de Cusco. Agrega que las
demandadas ante la existencia del primer testamento, el cual
disponía que la tienda 396 era para Sonia, la tienda 394 era para
Edna y la tienda 392 era para la actora a quien denominó “Yoya”,
tiendas que se encuentran dentro del inmueble antes señalado,
instauraron proceso de división y partición respecto al restante de
dicho inmueble, emitiéndose sentencia que declaró fundada la
demanda y en ejecución ordenó que la parte que no había sido
comprendida en tal testamento se dividiera en tres fracciones
iguales que serían asignadas a las ahora actora y demandas por
sorteo, el cual dio como resultado que la fracción dos sería para
Edna y la fracción tres para Sonia. Añade que sin embargo, la
causante mediante el testamento ológrafo de fecha un de abril de
mil novecientos noventa y siete, señaló además de que las
referidas tiendas serían distribuidas en la misma forma que
precisaba el testamento de fecha treinta y uno de marzo de mil
novecientos noventa y siete, que el resto del inmueble sería para
la actora, siendo que el testamento ológrafo ha sido protocolizado
previo proceso judicial, y al igual que el primero también se
encuentra inscrito, por lo que lo ordenado en el proceso de división
y partición carece de eficacia, 2. CONTESTACIÓN Y
RECONVENCIÓN: La codemandada Edna Peralta Pareja,
contesta la demanda a folios ciento veintitrés, alegando que: a) La
protocolización del testamento ológrafo ha sido ordenada
posiblemente por la recargada labor jurisdiccional, ya que el
juzgado no se dio cuenta de las diversas irregularidades
contenidas en el mismo, como son: omisión en el nombre del
testador, no se hace referencia alguna a testamento ológrafo, no
revoca expresamente el testamento otorgado por escritura
pública, está dirigida a sus hijas pero no identifica el apellido de las
mismas, no señala el nombre Aurora sino “Yoya”, se despide de
sus hijas, nietas, biznietas pero no de sus nietos; b) el supuesto
testamento ológrafo constituye en sí una carta familiar; y, c) la
testadora solo pudo haber dispuesto de un tercio del inmueble, el
cual es de libre disponibilidad; d) no obstante haberse llevado a
cabo el sorteo de los lotes en el proceso de división y partición, la
actora sigue en posesión de los mismos, por lo que no corresponde
instaurar un proceso de petición de herencia. Asimismo, formula
reconvención de nulidad del testamento ológrafo y del documento
que lo contiene, y en forma subordinada la reducción de
disposición testamentaria. Respecto a la primera señala, los
argumentos invocados en los literales a) y c) descritos en el
párrafo anterior. En relación a la reconvención subordinada, que el
inmueble tiene setecientos metros cuadrados, debiéndose ordenar
que a cada una le corresponde doscientos treinta y tres metros
cuadrados, pues alguna disposición en contrario menoscaba la
legítima de las demandadas con la petición de herencia. La
codemandada Sonia Peralta Pareja, contesta la demanda a folios
ciento cuarenta y seis, y formula reconvención de nulidad del
testamento ológrafo y del documento que lo contiene, y en forma
subordinada la reducción de disposición testamentaria,
expresando las mismas alegaciones que la codemandada Edna
78823
Peralta Pareja. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinaron
como puntos controvertidos los siguientes: De la demanda: 3.1
Determinar si la actora tiene la calidad de heredera de su causante
María Aurora Pareja Valencia, quien no posee los bienes que le
pertenecen en dicha herencia. 3.2 Establecer el derecho de la
actora a concurrir o excluir de la herencia a las demandadas. De
la reconvención: 3.3 Determinar la existencia de causa de
nulidad en el acto jurídico contenido en el testamento ológrafo de
fecha uno de abril de mil novecientos noventa y siete. 3.4
Establecer la existencia de causa de nulidad en el documento que
contiene el acto jurídico contenido en el testamento ológrafo de
fecha uno de abril de mil novecientos noventa y siete. 3.5
Subordinadamente, determinar la existencia de causa legal para
reducir la disposición testamentaria en la parte que menoscaba la
legítima de Sonia y Edna Peralta Pareja. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la
Juez mediante sentencia de fecha trece de junio de dos mil
catorce, de folios setecientos cincuenta y cinco, declaró fundada
en parte la demanda, improcedente la reconvención sobre nulidad
de testamento, infundada la reconvención de nulidad del
documento que contiene el testamento, e infundada la
reconvención de reducción de disposiciones testamentarias;
considerando que: a) la nulidad del testamento ha sido peticionada
por causas distintas a las previstas en los artículos 808 y 810 del
Código Civil; b) el cumplimiento de los requisitos formales el
testamento ológrafo ya han sido analizados en el proceso judicial
que originó la protocolización del mismo; c) el testamento ológrafo
sustituyó al otorgado por escritura pública; d) el testamento
ológrafo dispone que la tienda 396 era para Sonia, la tienda 394
para Edna y que la tienda 392 así como el resto del inmueble para
la actora a quien denominó “Yoya”; y, d) no se ha acreditado que la
parte dejada a la actora como heredera forzosa, sea
desproporcional a las dejadas a la demandadas, ni que aquella
posea un área mayor a la que le corresponde en calidad de
heredera forzosa y legataria. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha cuatro de julio de dos mil
catorce, de folios setecientos setenta y tres, la codemandada
Sonia Peralta Pareja, interpuso recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, alegando los argumentos
expresados en su contestación, y agregando que: a) la nulidad del
testamento se ha solicitado por causales ajenas a las previstas en
los artículos 808 y 810 del Código Civil; y, b) el proceso sobre
comprobación de testamento que originó la protocolización del
mismo, es uno de carácter no contencioso, el cual no puede
determinar la validez del testamento. A través de escrito de fecha
siete de julio de dos mil catorce, de folios setecientos ochenta y
ocho, la codemandada Edna Peralta Pareja, interpuso recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando los
mismos argumentos que la codemandada Sonia Peralta Pareja. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por las codemandadas,
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, mediante
sentencia de vista de fecha treinta de enero de dos mil quince, de
folios ochocientos cuarenta y uno, confirmó la sentencia de
primera instancia, señalando que: a) en el proceso sobre
protocolización de testamento se analizó los posibles defectos de
forma que pudiera contener el testamento ológrafo, por lo que el
mismo mantiene sus efectos; y, b) las demandadas no han
demostrado que la actora posea un área mayor a la que le
corresponde en calidad de heredera forzosa y legataria. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resoluciones de fecha trece de mayo de dos mil quince, obrante a
fojas sesenta y dos y sesenta y siete del respectivo cuaderno
formado, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por Edna Peralta Pareja, por la infracción normativa
de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Estado; y 664, 686, 725, 729, 808, 810 y 818 del Código
Civil; y, el recurso de casación interpuesto por Sonia Peralta
Pareja, por la infracción normativa de los artículos 664, 725,
798, 807, 808 y 811 del Código Civil; 823 del Código Procesal
Civil; y 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si el testamento ológrafo de fecha uno de abril de
mil novecientos noventa y siete ostenta eficacia revocando al
testamento otorgado por escritura pública de fecha treinta y uno
de marzo de mil novecientos noventa y siete y si la actora se
encuentra en posesión del área del inmueble materia de litis.
Segundo.- Que, habiéndose declarado procedente los recursos
de casación por normas procesales así como normas materiales,
corresponde en primer término efectuar el análisis sobre la
existencia del error procesal, toda vez que, de resultar fundada la
denuncia en dicho extremo, dada su incidencia en la tramitación
del proceso y su efecto nulificante, carecería de sentido emitir
pronunciamiento respecto de la infracción normativa material,
referida al derecho controvertido en la presente causa. Tercero.-
Que, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la
Constitución Política del Estado ha establecido como un derecho
relacionado con el ejercicio de la función jurisdiccional “la

78824 CASACIÓN
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.
Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la
eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras que sobre aquel
ha expresado que significa la observancia de los principios y
reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento
de tutela de los derechos subjetivos; resultando oportuno citar al
respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre
de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho - principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el 31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha
establecido lo siguiente: “(...) además de constituir un requisito
formal e ineludible de toda sentencia constituye el elemento
intelectual de contenido crítico, valorativo y lógico, y está formado
por el conjunto de razonamientos de hecho y de derecho en los
que el magistrado ampara su decisión; por ende, la exigencia de la
motivación constituye una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para
pronunciar sus sentencias; además, la motivación constituye una
forma de promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y
así, es deber de las instancias de revisión responder a cada uno
de los puntos planteados por el recurrente, quien procede en
ejercicio de su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial
efectiva”. Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que
sobre este tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza
que las resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, de la revisión
de las sentencias de mérito, se aprecia que el Juez así como el
Colegiado Superior han resuelto declarar fundada la demanda de
petición de herencia e improcedente la reconvención sobre nulidad
del testamento ológrafo de fecha uno de abril de mil novecientos
noventa y siete, considerando que en proceso sobre protocolización
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de testamento seguido con anterioridad, se analizaron los
requisitos formales de dicho testamento, por lo que el mismo
mantiene su validez y eficacia, sustituyendo al testamento
otorgado por escritura pública de fecha treinta y uno de marzo de
mil novecientos noventa y siete; sin embargo, no emiten
pronunciamiento respecto a diversos puntos materia de debate, y
que han sido alegados por las recurrentes en sus escritos de
contestación, así como en sus recursos de apelación y casación,
referidos a que la revocación del anterior testamento otorgado por
escritura pública debería ser expresa conforme a las normas
contenidas en el Código Sustantivo, lo cual no habría sucedido; el
proceso sobre protocolización del testamento ológrafo se trata de
uno no contencioso [para lo cual las instancias de mérito deben
tener en cuenta que en tal proceso no se discute la nulidad de
citado testamento, la cual sí ha sido invocada en el presente
proceso bajo el sustento del artículo 811 del Código Civil]; y la
causante mediante el testamento ológrafo habría excedido su
tercio de libre disponibilidad; aspectos que resultan trascendentes
para la resolución de la controversia con arreglo a ley, debiendo la
a quo efectuar las diligencias de oficio que correspondan para el
esclarecimiento del tercer punto anotado, en tanto los dos primeros
corresponden a aspectos de puro derecho; en consecuencia, las
sentencias recurridas adolecen de motivación aparente conforme
a lo expresado en el quinto considerando de la presente resolución.
Séptimo.- Que, las omisiones advertidas en la fundamentación de
las instancias de mérito, afectan la garantía y principio no sólo del
debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, sino también de
motivación de las resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5)
del artículo 139º de la Constitución Política del Estado,
respectivamente, que encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del
artículo 122º, del Código Procesal Civil, en tanto para la validez y
eficacia de las resoluciones judiciales exige, bajo sanción de
nulidad, que en éstas se respeten los principios de jerarquía de las
normas y congruencia, así como que contengan los fundamentos
de hecho que sustentan la decisión y los respectivos de derecho
con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según
el mérito de lo actuado y lo invocado por las partes; en
consecuencia, corresponde declarar la nulidad de las sentencias
de mérito y disponer que la juez de la causa emita nuevo
pronunciamiento teniendo en cuenta las directivas contenidas en
la presente resolución. Octavo.- Que, en consecuencia,
habiéndose amparado el agravio de error in procedendo propuesto
en el recurso de casación de Edna Peralta Pareja, referido a la
infracción del artículo 139, incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Estado, que amerita la nulidad de las sentencias de mérito,
conforme a lo previsto en el artículo 171º del Código Procesal
Civil, carece de objeto emitir pronunciamiento en torno a las
demás causales denunciadas. V. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la codemandada Edna Peralta Pareja de folios
ochocientos setenta; en consecuencia NULA la sentencia de vista
de fecha treinta de enero de dos mil quince, de folios ochocientos
cuarenta y uno, e INSUBSISTENTE la apelada de fecha trece de
junio de dos mil catorce, de folios setecientos cincuenta y cinco,
ORDENARON que el Juez de Cuarto Juzgado Especializado en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco emita nuevo fallo,
conforme a las directivas de la presente ejecutoria suprema;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por
Aurora Peralta Pareja, sobre petición de herencia; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui. Integrando esta Sala Suprema el señor Miranda
Molina, por licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-152
CAS. Nº 1212-2015 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Lima, dos de
setiembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada Domitila
Alfaro Castillo, obrante a folios trescientos diecinueve, contra la
sentencia de vista de fecha diecinueve de setiembre de dos mil
catorce, de folios doscientos setenta, que confirma la sentencia
de primera instancia de fecha dieciséis de diciembre de dos mil
trece, de folios doscientos veinticuatro, que declara fundada la
demanda, ordenando que los demandados desocupen el inmueble
ubicado en la calle Baltazar Caravedo Nº 210 de la Urbanización
Condevilla Señor y Valdivieso, etapa primera, zona 0-5-6 del distrito
de San Martin de Porres, provincia y departamento de Lima, en un
plazo de seis días; en los seguidos por Fernando Rubén Naranjo
Ramírez y otro contra Domitila Alfaro Castillo y otro, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; medio impugnatorio cuyos requisitos de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte, que emitió la resolución recurrida. III)
Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha treinta de octubre de dos mil catorce, conforme obra del
cargo de notificación, de folios trescientos quince, y el recurso de
casación se presentó el trece de noviembre de dos mil catorce.
IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente arancel judicial
de folios cuarenta del cuaderno de casación. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se
advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de primera
instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme
se advierte del recurso de apelación de folios cuatrocientos trece,
por lo que cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo
388º del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia
como causales: a) Contravención a las normas que garantizan
el debido proceso, señalado que se ha vulnerado su derecho
a la defensa al no apreciarse, a lo largo del proceso, todos los
argumentos expuestos en el escrito de contestación de demanda,
apelación, tachas y otros medios de excepción, pues de haber sido
así se hubiera determinado que el inmueble sub litis se encuentra
registrado a nombre del recurrente, razón por la cual no tiene la
condición de ocupante precario; en consecuencia, se infringió
el artículo 139º inciso 3 y 5 de la Constitución Política del Estado
y 196º y 197º del Código Procesal Civil; máxime si se considera
que la Sala no ha cumplido con exponer la fundamentación que
sustenta su decisión, b) Infracción normativa por inaplicación
del artículo V y VI del Título Preliminar, 168º, 219º inciso 1, 4
y 6, 220º segunda parte, 923º y 1411º del Código Civil, artículo
I del Título Preliminar, 171º, 196º y 197º del Código Procesal
Civil, argumentando que en el presente proceso se debió aplicar la
normativa bajo análisis y declarar nula, infundada o improcedente
la demanda, por cuanto, en autos no obra medio probatorio
legalizado notarialmente que acredite el vínculo de propiedad entre
el demandante y lo consignado en su demanda y c) Infracción
normativa por aplicación indebida del artículo 911º del Código
Civil, señalando que en el presente caso el artículo en comento no
es aplicable, en tanto, no posee la condición de inquilina precaria,
sino la de propietaria del inmueble sub litis, teniendo en cuenta que
su título se encuentra inscrito en los registros públicos por más de
cuarenta y siete años de forma continua y pacífica, según consta en
los registros públicos; sin embargo, la Sala no solicitó dicho medio
probatorio mediante oficio. Sexto.- Absolviendo en forma conjunta
las causales denunciadas por la parte recurrente, se verifica que
su fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil;
en la medida que si bien se alega que la sentencia de vista ha
incurrido en vulneración al debido proceso, así como la infracción
de normas de derecho material y procesal, lo cierto es que la
parte impugnante no cumple con explicitar de forma adecuada
en qué consiste el vicio que conlleva a la vulneración que alega
o los errores in iudicando o in procedendo que considera se han
cometido en la sentencia objeto de impugnación; por el contrario,
del análisis de los fundamentos del recurso, se observa que éstos
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada en el proceso, a efectos de
acoger la tesis fáctica que la recurrente viene alegando a lo largo del
proceso, consistente en que ostenta la titularidad del bien materia
de litis y por ende no es precaria; tesis que ha sido rechazada por
las instancias de mérito quienes coincidentemente han determinado
que los demandantes han acreditado ser los propietarios del
inmueble materia del pleito con la partida electrónica PO1343611
del Registro de Propiedad Inmueble de Lima, instrumento que obra
a fojas cuatro; siendo que los demandados no han probado tener
titulo vigente que justifique la posesión que ejercen sobre el bien
materia de controversia. Séptimo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface el requisito de procedencia precisado
en el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil y su
78825
modificatoria, por lo que se debe procede conforme a lo dispuesto
en el artículo 392º del acotado Código Procesal. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandada Domitila Alfaro Castillo, obrante a
folios trescientos diecinueve, contra la sentencia de vista de fecha
diecinueve de setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos
setenta, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
dieciséis de diciembre de dos mil trece, de folios doscientos
veinticuatro, que declara fundada la demanda; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Fernando Rubén Naranjo
Ramírez y otro contra Domitila Alfaro Castillo y otro, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WADE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-153
CAS. Nº 1232-2015 LA LIBERTAD
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, dos
de setiembre de dos mil quince.- VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandante José Luis Sotero Otoya de folios
trescientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha
dos de julio de dos mil catorce, de folios trescientos treinta y tres,
que confirma la sentencia de primera instancia de fecha veintiocho
de setiembre de dos mil trece, de folios doscientos ochenta y ocho,
que declara infundada la demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha dieciocho de noviembre de dos mil catorce y
el recurso de casación se presentó el dos de diciembre de dos mil
catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios
cincuenta y cinco del cuadernillo de casación. Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios trescientos doce; por lo que cumple
con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, el recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado; y 50 inciso 6 y 122 del Código Procesal
Civil. Señala que la Sala no tiene en cuenta que el objeto de la
apelaciones es resolver los agravios expuestos por el impugnante,
siendo que el artículo 2 de la Ley 28457 disponía la obligación de
la parte demandante de acreditar el pago de la prueba de ADN
para el sometimiento de los justiciables a la actuación de dicha
prueba, lo cual no ocurrió y justificó que el recurrente no asistiera
a tal actuación, resultando evidente el comportamiento fraudulento
de la ahora demandada, sin embargo, esto no fue analizado por
el Colegiado a través de una motivación adecuada, renunciando
de modo expreso a examinar la resolución apelada, y no se ha
cumplido con valorar los medios probatorios aportados por el
recurrente. Agrega que la Sala no discierne que la condena de
costas y costos del proceso, con consecuencia de la sustentación
de los procesos enumerados en el Código Procesal Civil, siendo
que el proceso de declaración de paternidad extramatrimonial
tiene un procedimiento especial regulado en la Le 28457. Sexto.-
Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que los
argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que
en el proceso sobre declaración de paternidad extramatrimonial,
la hoy demandada Ana Cristina Vásquez Calderón ha actuado
con fraude, en tanto no habría cumplido con lo establecido en el
artículo 2 de la Ley 28457, como si esta sede se tratara de una

78826 CASACIÓN
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema, debiéndose tener en cuenta que
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio.
Sétimo.- Que, por otra parte, contrariamente a lo sostenido en
el recurso de casación, la Sala Superior ha cumplido con precisar
de forma adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de
hecho y de derecho que sustentan su decisión, considerando los
agravios señalados en el recurso de apelación, no advirtiéndose
falta de motivación alguna en la sentencia recurrida. Octavo.- Que,
asimismo, no se expresa en el recurso de casación argumento
alguno dirigido a cuestionar los fundamentos contenidos en la
sentencia de vista referidos a que el sustento de la demanda es
el mismo expuesto en el recurso de apelación formulado en el
proceso cuya nulidad por cosa juzgada fraudulenta se pretende,
por lo que se pretendería que en la presente causa se realice
un nuevo examen sobre el fondo del asunto, lo cual no guarda
relación con lo previsto en el artículo 178 del Código Procesal
Civil, como tampoco se formula alegación alguna respecto a que
el pago de costas y costos doblados se encuentra regulado en la
parte in fin de dicho artículo. Noveno.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandante José Luis Sotero Otoya
de folios trescientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista
de fecha dos de julio de dos mil catorce, de folios trescientos treinta
y tres; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por José Luis Sotero Otoya contra Ana Cristina Vásquez Calderón,
sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-154
CAS. 1257-2015 LIMA
CUMPLIMIENTO DE CONTRATO. Lima, cuatro de diciembre
de dos mil quince. VISTOS; con el cuaderno acompañado; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Se procede a calificar el recurso
de casación interpuesto por los demandados Ernestina Carmen
Mora Zevallos y Salvador Eduardo Noya Portela, a fojas
quinientos cincuenta y nueve, contra la resolución de vista de
fojas quinientos cuarenta y siete, del once de noviembre de dos
mil catorce, que confirma la resolución apelada de fecha treinta
de mayo de dos mil catorce, de fojas cuatrocientos sesenta y
cuatro, que declara fundada la demanda en todos sus extremos;
en consecuencia, ordena que los demandados cumplan con
entregar el inmueble sub litis a la demandante, así como el pago
en forma solidaria de la suma de US$27,000.00, por concepto de
indemnización a favor de la demandante. Por lo que, corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos
que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Antes de revisar
el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de los recurrentes
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- En ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas quinientos cincuenta y nueve, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin
al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a los recurrentes el
veintiuno y veinticuatro de noviembre de dos mil catorce, conforme
a los cargos de fojas quinientos cincuenta y cuatro, y quinientos
cincuenta y uno, y el referido recurso de casación fue interpuesto
el nueve de diciembre del mismo año, es decir, dentro del décimo
día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo, conforme se aprecia a fojas quinientos cincuenta y
seis del expediente principal y cuarenta y cinco y cuarenta y seis
del cuadernillo de casación. Cuarto.- Al evaluar los requisitos
de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
se verifica que los nombrados casacionistas satisfacen el primer
requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez
que no han consentido la sentencia de primera instancia que
les fue desfavorable a sus intereses. Quinto.- Los recurrentes
sustentan su recurso de casación, en la primera causal prevista
por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia la infracción normativa del principio de legalidad
y del artículo 263 del Código Procesal Civil. Sostienen que
la recurrida ha infringido dicho principio, por haberse designado
un solo perito y no dos como lo establece la citada norma. De
haberse designado a dos documentólogos, entonces la solitaria
perito no habría hecho uso a discreción de su intuición de opinar
que el documento sometido a pericia fue firmado en blanco.
No se puede aplicar el artículo 172 del Código Procesal Civil y
convalidar un vicio grave. Sexto.- Respecto a la denuncia descrita
en el considerando precedente, de la revisión de los autos se
aprecia que la designación de la perito grafotécnico por el juez de
primer grado no fue cuestionada por ninguna de las partes, solo
la parte demandada presenta observaciones al informe pericial
elaborado por la perito y solicitan que dicho informe sea explicado
en audiencia de pruebas. En ese sentido, resulta aplicable el
artículo 176 del Código Procesal Civil, por no haberse formulado
tal cuestionamiento en la primera oportunidad que tuvieron para
hacerlo. De otro lado, el artículo 263 del citado Código, faculta al
juzgador a designar el número de peritos que considere pertinente,
la cual podría ser entre uno o más los designados. Sétimo.- A
mayor abundamiento, en el presente caso, se ha establecido
que de acuerdo a las conclusiones a las que ha arribado la perito
grafotécnica, en el sentido que el documento denominado renuncia
de usufructo ha sido suscrito con anterioridad a su redacción
dactilográfica, es decir, que ha sido firmado en una hoja de papel
en blanco, la constitución del usufructo a favor de la demandante
respecto al inmueble materia de litis mantiene su vigencia; por
consiguiente, existe la obligación de los demandados de entregar
la posesión del bien. Octavo.- Por lo expuesto, se colige que
los recurrentes además de no cumplir con describir con claridad
y precisión la infracción normativa en que se habría incurrido,
conforme lo exige el inciso 2 del artículo 388 del Código Civil; no
demuestran la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, como lo exige el inciso 3 del artículo bajo análisis;
por lo tanto, al no cumplirse con los requisitos del citado artículo,
corresponde declarar la improcedencia del recurso de casación,
de acuerdo a lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por los demandados Ernestina
Carmen Mora Zevallos y Salvador Eduardo Noya Portela, a
fojas quinientos cincuenta y nueve, contra la resolución de vista
de fojas quinientos cuarenta y siete, del once de noviembre de
dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Luz Cristina Portela Macedo con Ernestina
Carmen Mora Zevallos de Reyes y otros, sobre cumplimiento de
contrato y otros; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-155
CAS. Nº 1281-2015 LIMA
Lima, quince de mayo de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la demandada
Agroservicios Río Biavo S.A. de folios cuatrocientos dieciséis,
contra la sentencia de vista de fecha cuatro de noviembre de
dos mil catorce, de folios trescientos setenta y dos, que revoca la
sentencia de primera instancia de fecha treinta de octubre de dos
mil trece, de folios trescientos catorce, que declara infundada la
demanda de indemnización por daños y perjuicios, y reformándola
declara fundada dicha demanda; medio impugnatorio cuyos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Quinta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha
sido notificada en fecha dieciséis de enero de dos mil quince y
el recurso de casación se presentó el veintinueve de enero de
dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de
folios cuatrocientos catorce del expediente principal). Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley acotada, se advierte que lo dispuesto en el inciso 1º de la
norma procesal anotada, no resulta exigible a la recurrente, en
tanto la sentencia de primera instancia no le fue adversa. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
normativa por inaplicación del artículo 1314 del Código Civil.
Señala que no se ha probado su actuar negligente, y por tanto no
se le puede imputar una culpa inexcusable, por el contrario, prestó
la diligencia que exigió la naturaleza de la obligación conforme a
las circunstancia de tiempo y lugar, al haber contratado un sistema
posicional y rastreo satelital, instalando y activando un terminal de
GPS y sensores para el seguimiento de sus camiones, de modo
que pudiera ubicar y gestionar su flota con cobertura nacional, no
pudiéndosele exigir otras medidas al responder la adoptada por
su parte a tales circunstancias; y la declaración del señor Edgardo
Toro Castillo no debe ser tomada en cuenta al carecer de poder de
representación respecto a la recurrente. Sexto.- Que, en relación
a la causal denunciada, se verifica que los argumentos que la
sustentan, se encuentran orientados más bien a generar en este
Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración de la prueba actuada y los elementos
de juicio del proceso, a efectos de determinar que no se encuentra
acreditado en autos la existencia de culpa inexcusable por parte
de la recurrente, en tanto habría actuado de forma diligente
atendiendo a las circunstancias de los hechos ocurridos, y que
la declaración de don Edgardo Toro Castillo carece de valor
probatorio, en tanto éste no cuenta con poder de representación
de la demandada, como si esta sede se tratara de una tercera
instancia, propósito que no se condice con la naturaleza de este
extraordinario recurso de casación, cuyos fines están circunscritos
a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los criterios
de la Corte Suprema. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Agroservicios Río
Biavo S.A. de folios cuatrocientos dieciséis, contra la sentencia
de vista de fecha cuatro de noviembre de dos mil catorce, de
folios trescientos setenta y dos; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por D’Libano Inversiones S.A.C.
contra Agroservicios Río Biavo S.A., sobre indemnización por
daños y perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-156
CAS. Nº 1282-2015 PIURA
Indemnización por daños a cónyuge perjudicado con la
separación o divorcio. No procede fijar una indemnización a favor
del cónyuge que no solicitó o expresó, en primera instancia, hechos
concretos referidos a los perjuicios resultantes de la separación de
hecho o del divorcio en sí; tampoco procede fijar dicha
78827
indemnización, cuando no se verifican y establecen pruebas,
presunciones e indicios que acrediten la condición de cónyuge más
perjudicado. Lima, diez de septiembre de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA: vista la causa número mil doscientos ochenta
y dos - dos mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la
fecha y producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
sobre Divorcio por causal de Separación de Hecho, Frecia Cecilia
Rentería de Espinoza, ha interpuesto recurso de casación, obrante
a folios doscientos uno, contra la sentencia de vista de fecha tres de
marzo de dos mil quince, obrante a fojas ciento noventa, dictada por
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, que
confirmó la sentencia de primera instancia de fecha veintiséis de
agosto del dos mil catorce, obrante a fojas ciento diecinueve, que
declaró fundada la demanda interpuesta por Luis Enrique Espinoza
Atarama contra la recurrente, sobre Divorcio por causal de
Separación de Hecho. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA:
Mediante escrito de fecha veinticinco de febrero de dos mil trece, de
folios once, Luis Enrique Espinoza Atarama, interpone demanda
sobre Divorcio por la causal de Separación de Hecho contra Frecia
Cecilia Rentería de Espinoza, solicitando que disuelva el vínculo
matrimonial que mantiene con la emplazada por la causal de
separación de hecho. El demandante, como sustento de su
pretensión, señala que con fecha veintiuno de diciembre del año mil
novecientos ochenta y uno contrajo matrimonio con la accionada,
ante la Municipalidad Provincial de Piura, siendo que fruto de dicha
unión procrearon tres hijos; sin embargo, desde el año dos mil tres
ya no mantiene vida marital con su cónyuge a razón de la separación
de hecho existente entre ellos, la cual fue como consecuencia de
las constantes peleas y conflictos que mantenía con su esposa; en
consecuencia, al acreditarse que hace más de nueve años que no
convive con la emplazada, se debe declarar la extinción de su
vínculo matrimonial. 2. CONTESTACIÓN: La demandada, mediante
escrito de fecha veintiuno de agosto del dos mil trece, contestó la
demanda alegando que el demandado no ha acreditado que se
encuentra separado de manera ininterrumpida con su persona, en
tanto, no se ha demostrado que en la actualidad reside en un lugar
distinto al domicilio conyugal, teniendo en cuenta que en la
constancia policial que presentó como medio probatorio, no se
consigna la dirección real del demandante. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Mediante Resolución expedida en Audiencia
de Conciliación, de fojas ciento uno, se fijaron los siguientes puntos
controvertidos: a) Determinar si concurren los presupuestos y
requisitos para amparar la pretensión de divorcio por la causal de
separación de hecho, esto es si ha transcurrido el plazo de dos años
que fija la Ley para la separación de los cónyuges, toda vez el
demandante y la demandada tienen hijos mayores de edad. b)
Determinar si se cumple con el requisito establecido por el artículo
345-A del Código civil, esto es, que el demandante se encuentra al
día en el pago de sus obligaciones alimentarías. c) Determinar si
existe cónyuge perjudicado con la separación de hecho y en este
caso si corresponde fijar los efectos que establece el artículo 345-A
del Código civil, en cuanto, si le corresponde indemnización al
cónyuge perjudicado. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Mediante sentencia de fecha veintiséis de agosto del dos mil
catorce, obrante a fojas ciento diecinueve, el Juez del Juzgado
Mixto Transitorio de Descarga de Castilla de Piura, declaró fundada
la demanda de autos, alegando que el periodo de separación,
señalado por el demandante, se acreditó mediante la Constancia
Policial de retiro voluntario del hogar conyugal que obra a fojas
cinco, por lo que es amparable la solicitud de declaración de
extinción de vínculo matrimonial pretendido, teniendo en cuenta que
las partes no mostraron intención de reconciliarse, denotando con
ello la falta de afecto. Asimismo, se determinó que no correspondía
fijar una indemnización a favor de ninguna de las partes, por cuanto,
éstas no acreditaron que la separación de hecho haya acarreado la
condición de cónyuge afectado, más aun si se considera que el
demandante ejercía la tenencia de su hijo adolescente, por mandato
judicial al momento de producirse la separación de hecho. 5.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: La demandada Frecia
Cecilia Rentería de Espinoza, mediante escrito obrante a fojas
ciento cuarenta y siete, interpone recurso de apelación, alegando
los siguientes agravios: (i) El único documento mediante el cual el
demandante pretende probar el tiempo de separación, es mediante
un Certificado Policial, el cual, de ningún modo acredita dicha
situación, ya que, como se señaló a lo largo del proceso, sólo se
trata de una constatación policial que recoge lo manifestado por el
demandante, (ii) Es necesario que se tenga en cuenta que la
suscrita ha sido la perjudicada con esta separación, pues el
demandante hizo abandono del hogar para irse a vivir con Mercedes
Berrú Jiménez, con quien ha procreado a un niño para lo cual
adjunta la partida de nacimiento siendo que el menor nació el seis
de junio del año dos mil cuatro. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados
los autos a la Sala Superior, en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la demandada, la Segunda Sala Especializada en lo
Civil de la corte Superior de Justicia Piura, mediante sentencia de
vista de fecha tres de marzo de dos mil quince, obrante a fojas
ciento noventa, confirmó la sentencia de primera instancia,
argumentando que la separación de hecho fue plenamente

78828 CASACIÓN
acreditada por el demandante mediante los medios probatorios
aportados al proceso; asimismo, respecto a lo alegado por la
accionada respecto a que le corresponde una indemnización por
ser la cónyuge afectada con la separación de hecho, se indicó que
ello no fue acreditado mediante ninguna prueba, por el contrario, se
demostró que luego de la separación de hecho por parte del actor,
su demanda sobre tenencia de su menor hijo fue declarada fundada,
lo cual demuestra que la emplazada no es la persona idónea para
la crianza del menor; más aún si se tiene en cuenta que el
demandante está cumpliendo con su obligación alimenticia y que la
separación entre las partes no tuvo por motivo su convivencia con
una tercera persona, ya que la partida de nacimiento del menor
Flavio Octavio Espinoza Berrú es de fecha posterior a la interposición
de la demanda. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha quince de mayo del dos mil quince,
del respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el
recurso de casación interpuesto por la demandada Frecia Cecilia
Rentería de Espinoza, por las siguientes causales: (i) Contravención
de las normas que garantizan el derecho al debido proceso. (ii)
Infracción normativa de los artículos 245-A y 351º del Código Civil.
IV. DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO:
Conforme a lo señalado se advierte que el presente recurso de
casación ha sido declarado procedente por infracciones normativas
de índole procesal y material; por lo que corresponde a éste
Supremo Tribunal emitir pronunciamiento, en primer término por la
infracción normativa procesal referida a la vulneración del derecho
a un debido proceso, a efectos de determinar si la sentencia emitida
por el Colegiado Superior cumple con los estándares mínimos
exigibles respecto a los elementos del precepto constitucional
invocado, o si por el contrario la misma presenta defectos
insubsanables que motiven la nulidad del fallo emitido,
correspondiendo ordenar la renovación del citado acto procesal, o
de ser el caso, la nulidad de todo lo actuado hasta la etapa en que
se cometió la infracción; ello conforme a lo previsto en el artículo
396º del Código Procesal Civil. En caso la sentencia de mérito
supere el examen de dicha infracción normativa procesal, se
procederá con el análisis de la infracción normativa sustantiva que
sustenta el pedido revocatorio del recurso casatorio interpuesto. V.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero: Que, de
acuerdo al PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE
CONTRAVENCIÓN DE LAS NORMAS QUE GARANTIZAN EL
DERECHO A UN DEBIDO PROCESO: La parte recurrente sustenta
la presente causal, alegando que la sentencia impugnada determina
como fecha de separación el siete de abril de dos mil tres, valorando
certificado policial de abandono de hogar conyugal, ofrecido por el
actor, empero dicho documento no constituye prueba idónea, pues
solo deja constancia del dicho efectuado por el propio demandante,
pero no un hecho en sí. Segundo.- Que, el debido proceso,
conforme se ha dejado establecido en la Casación Nº 318-2002-
Lima1, está definido como el derecho fundamental de los justiciables,
el cual no solo permite acceder al proceso ejercitando su derecho
de acción, sino también a usar los mecanismos procesales
preestablecidos en la ley con el fin de defender su derecho durante
el proceso y conseguir una resolución emitida con sujeción a ley.
Asimismo, El Tribunal Constitucional en la Sentencia Nº 09727-
2005-PHC/TC2, fundamento séptimo, sobre éste derecho ha
señalado que significa la observancia de los derechos fundamentales
esenciales, principios y reglas esenciales exigibles dentro del
proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos;
tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la
de carácter formal, los principios y reglas que lo integran tienen que
ver con las formalidades estatuidas, tales como las que establecen
el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de
defensa, la motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los
estándares de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad
que toda decisión judicial debe suponer. Tercero: Que, como se ha
acotado, la parte impugnante, denuncia la vulneración de éste
precepto constitucional, al haberse otorgado mérito a un medio
probatorio que no es idóneo para acreditar la fecha de separación
entre las partes, como el certificado policial, obrante a fojas cinco. Al
respecto, resulta oportuno indicar, como ya ha quedado establecido
en reiterada y uniforme jurisprudencia, que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema, por lo que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria;
sin embargo, ello no implica que la Corte Suprema no pueda
corregir a través de una sentencia de casación, vicios en la
valoración probatoria en que eventualmente hayan incurrido los
órganos jurisdiccionales que conocen un proceso, debiendo para
ello, examinarse si en dicha actividad valorativa, los jueces han
respetado los parámetros regulados en el artículo 197º del Código
Procesal Civil. Cuarto: Que, en ese sentido, conforme ha quedado
establecido en la Casación Nº 3643-2011-La Libertad, de fecha
quince de enero de dos mil trece, la norma aludida, impone al Juez
el deber de valorar la prueba en forma conjunta y razonada; deber
que se sustenta en que “la convicción (convencimiento de la verdad
de los hechos) a la que llegue el Juez con el análisis del material
probatorio debe ser transmitida a las partes de forma adecuada (por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
escrito a través de una resolución judicial): razonada y lógica”; dicha
valoración razonada del material probatorio evita la emisión de
decisiones judiciales arbitrarias y absurdas. Quinto.- Que,
asimismo, en la Casación Nº 1460-2007-Arequipa, publicada en el
Diario Oficial El Peruano el tres de diciembre de dos mil ocho, se ha
señalado que se configura la infracción del artículo 197º del Código
Procesal Civil, en dos supuestos: cuando se omita valorar o por
indebida valoración, transgrediendo la regla de la prueba; en el
primero de los casos se da por la falta de percepción o la omisión de
valorar la prueba admitida y considerada como dirimente o esencial
para el esclarecimiento de los hechos lo que puede generar errores
en la logicidad que repercuten en la garantía del debido proceso; el
segundo de los supuestos, se encuentra directamente relacionado
con la determinación de los principios que debe tener en cuenta el
juzgador para apreciar las pruebas aportadas al proceso de una
manera u otra, y cuáles son los efectos que puede extraer de cada
uno de los medios de prueba. Sexto.- Que, en el presente caso, de
la revisión de la sentencia materia del recurso se aprecia que la Sala
de mérito, ha confirmado la fundabilidad de la demanda, en base a
la acreditación de la parte actora del elemento temporal exigido por
el artículo 333º numeral 12 del Código Civil, el cual dispone que es
causal de separación de cuerpos, la separación de hecho de los
cónyuges durante un periodo ininterrumpido de dos años, en caso
no tuvieran hijos menores de edad, y de cuatro años en caso los
tuvieran; elemento respecto del cual el Ad quem ha señalado que
ha sido probado no solo con el certificado policial cuya eficacia
pretende impugnar la emplazada, sino también con la sentencia de
fecha treinta de enero de dos mil seis, corriente a fojas siete a ocho,
expedida en el proceso de tenencia seguido entre las mismas
partes, con el cual se constata que las partes se encuentran
separadas desde el siete de abril de dos mil tres, superando en
exceso la exigencia prevista en la norma acotada. Séptimo.- Que,
estando a los considerandos concluidos, se determina que la
sentencia de vista que motiva el presente recurso, no infringe el
derecho a un debido proceso, en tanto que en ella se ha cumplido
con el mandato que emana de dicho precepto constitucional y de la
norma procesal recogida en el artículo 197º del Código Procesal
Civil, esto es, valorar los medios probatorios en forma conjunta,
como lo son en el caso sub examine, el certificado policial, obrante
a fojas cinco y la sentencia de fecha treinta de enero de dos mil seis,
corriente a fojas siete a ocho, utilizando además su apreciación
razonada, y expresando las valoraciones esenciales y determinantes
que sustentan su decisión; asimismo, no se presenta un supuesto
de falta de percepción o la omisión de valorar la prueba admitida y
considerada como dirimente o esencial para el esclarecimiento de
los hechos y se han respetado los principios que debe tener en
cuenta el juzgador para apreciar las pruebas cumpliéndose también,
con precisar los efectos extraídos de cada uno de los medios de
prueba; razón por la cual, la presente causal deviene en infundada.
Octavo.- Que, conforme al PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA
CAUSAL DE INFRACCIÓN NORMATIVA DE LOS ARTÍCULOS
245-A Y 351º DEL CÓDIGO CIVIL. En torno a ésta causal, la parte
recurrente precisa que el Ad quem en la sentencia de vista, no ha
tenido en cuenta que ella es la cónyuge perjudicada, pues el
demandante hizo abandono de hogar para tener una relación
extramatrimonial, habiendo procreado un niño, conforme consta la
partida de nacimiento de fecha seis de junio de dos mil catorce.
Noveno.- Que, sobre el particular, resulta necesario referirnos a lo
establecido en el punto 3 de la parte decisoria de la Casación Nº
4664-2010-Puno, dictada en el Tercer Pleno Casatorio Civil, en cuyo
extremo se estableció con carácter de precedente judicial vinculante,
que el Juez de primera instancia, se pronunciará de oficio sobre la
indemnización por daños o la adjudicación preferente de bienes de
la sociedad conyugal, siempre que la parte interesada haya alegado
o expresado de alguna forma hechos concretos referidos a los
perjuicios resultantes de la separación de hecho o del divorcio en sí;
especificando que aquellos hechos pueden ser alegados o
expresados incluso después de los actos postulatorios, empero
siempre garantizando el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y
el debido proceso, particularmente el derecho de defensa de las
partes, el principio de contradicción y el derecho a la instancia
plural. Asimismo, se resalta en el punto cuatro que para una decisión
de oficio o a instancia de parte sobre la indemnización o adjudicación
de bienes, del proceso debe verificarse y establecerse las pruebas,
presunciones e indicios que acrediten la condición de cónyuge más
perjudicado a consecuencia de la separación de hecho o del
divorcio en sí. Finalmente, se indica que el Juez Superior integrará
la resolución impugnada de primera instancia cuando se haya
omitido pronunciamiento expreso sobre la existencia o inexistencia
del cónyuge más perjudicado, siempre que de la fundamentación
respectiva aparezca de alguna forma en la parte considerativa de la
sentencia apelada. Décimo.- Que, aplicando al caso concreto los
parámetros establecidos en el pleno casatorio vinculante al que se
ha hecho alusión en el considerando precedente, corresponde
señalar que, de la revisión de los actuados procesales, se verifica
que la parte recurrente, nunca alegó o expresó en primera instancia,
ya sea a través de su escrito de demanda, o cualquier otro escrito
posterior, que era la cónyuge perjudicada y que en virtud a ello
debía otorgarse a su favor una indemnización; dicha alegación
recién fue formulada en su recurso de apelación, según es de verse
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
del escrito obrante a fojas ciento cuarenta y siete; en consecuencia,
resulta correcta la decisión del Ad quem, de confirmar la sentencia
apelada, tanto más si en la resolución materia del presente recurso
se ha determinado una ausencia probatoria en torno a que la
emplazada haya sido cónyuge perjudicada con la separación, toda
vez que después que esta se produjo (año dos mil tres) el
demandante interpuso en el año dos mil cuatro una demanda de
tenencia respecto a su hijo menor de edad, la cual se declaró
fundada, habiéndose consignado en la sentencia de vista de folios
siete a ocho, emitida en dicho proceso que la demandada no es
precisamente la persona idónea para ejercer la tenencia del menor
por el contrario el demandante si lo es para tal efecto. Además, no
se ha acreditado que el actor después de la separación haya
convivido con Mercedes Berrú Jiménez; y en cuanto a la partida de
nacimiento que adjunta a su apelación, se indica que el menor
procreado por ésta última y el accionante, nació el seis de junio del
dos mil catorce, como fluye de la partida de nacimiento de fojas
ciento cuarenta y tres, esto es, después de la fecha de interposición
de la demanda. VI. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Frecia Cecilia
Rentería de Espinoza; en consecuencia, NO CASARON, la
sentencia de vista de fecha tres de marzo de dos mil quince, obrante
a fojas ciento noventa, dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Piura, que confirmó la sentencia de primera
instancia de fecha veintiséis de agosto del dos mil catorce, obrante
a fojas ciento diecinueve, que declaró fundada la demanda
interpuesta por Luis Enrique Espinoza Atarama contra la recurrente,
sobre Divorcio por causal de Separación de Hecho; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; y los devolvieron. Interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Integrando esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia
de la señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Publicada en el Diario Oficial El Peruano, el primero de julio de dos mil dos.
2
De fecha seis de octubre de dos mil seis
C-1392274-157
CAS. Nº1367-2015 AREQUIPA
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, veintidós de mayo de
dos mil quince.- VISTOS; con los expedientes acompañados;
y; CONSIDERANDO: Primero: Que, el recurso de casación
interpuesto por la demandada Felicitas Hortencia Cervantes
Gómez a fojas novecientos setenta y uno, contra la sentencia
de vista de fojas novecientos treinta y siete del veintiséis de
enero del dos mil quince, que confirmando la sentencia apelada
declara fundada la demanda de desalojo por ocupación precaria.
Por lo que corresponde examinar los requisitos de forma para
su admisibilidad conforme a lo previsto en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley No. 29364; asimismo
corresponde examinar si el recurso reúne los requisitos de fondo.
Segundo: Que, en primer lugar se debe verificar si se cumple los
requisitos de admisibilidad señalado en el artículo 387 de la Ley Nº
29364, el cual establece que el recurso de casación se interpone:
i) Contra las sentencias y autos expedidos por las salas superiores
que, como órganos de segundo grado, ponen fin al proceso; que,
en el caso de sentencias, el monto total reconocido en ella debe
superar las cien (100) Unidades de Referencia Procesal (URP).
No procede el recurso contra las resoluciones que ordenan a
la instancia inferior emitir un nuevo pronunciamiento; ii) Ante el
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, quien
debe remitir el expediente a la Sala Suprema, sin más trámite,
dentro del plazo de tres días hábiles; iii) Dentro del plazo de diez
días hábiles siguientes de notificada la resolución que se impugna
y; iv) Adjuntando el recibo de la tasa respectiva. Si el recurso no
cumple con este requisito, la Sala Suprema concede al impugnante
un plazo de tres días hábiles para subsanarlo. Vencido el plazo
sin que se produzca la subsanación, se rechaza el recurso.
Tercero: Que, en el presente caso se verifica que el recurso: i) Se
interpone contra una sentencia expedida por la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ha sido interpuesto en vía
de casación ante la referida Sala; iii) Ha sido presentado dentro
del plazo de diez días que establece la norma; y, iv) No adjunta
arancel judicial alguno por gozar de auxilio judicial. Cuarto: Que,
en cuanto a los requisitos de procedencia, el artículo 388 de la
precitada Ley Procesal, prevé como requisitos, los siguientes: i)
Que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada
por la resolución objeto del recurso; ii) Que se describa con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento de
los precedentes vinculantes; iii) Que se demuestre la incidencia
directa de la infracción normativa sobre la decisión impugnada,
y; iv) Que se indique si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precise si es total o parcial, y si
es este último, se indique hasta dónde debe alcanzar la nulidad. Si
fuera revocatorio, se precise en qué debe consistir la actuación de
la sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos, debe entenderse
el anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado.
78829
Quinto: Que, respecto al primer requisito de procedencia, se
debe tener en cuenta que la resolución de primera instancia le fue
desfavorable a la impugnante, razón por la que interpuso recurso
de apelación a fojas ochocientos ochenta y cuatro, por lo que se
cumple con el primer requisito de procedencia. En cuanto a la
sustentación del recurso, la recurrente, sin invocar norma procesal
alguna, denuncia como agravio: que revisado el folio diez de
autos, se advierte que la persona que aparece como propietario
del bien inscrito en Registros Públicos es Felícitas Hortencia
Cervantes Gómez, pero ésta no es demandada, no habiéndose
revisado bien la causa por los magistrados, pues de otro modo
no aparecería como demandante Mary Cárdenas Echevarría de
Obando y como demandado Ricardo Cárdenas Echevarría sobre
nulidad de acto jurídico, apartándose del proceso de desalojo
en cuyo admisorio se consignó a Yenny Trinidad Chamby Díaz,
persona que es inexistente; de otro lado refiere que para que se
configure el supuesto contemplado en el artículo 911 del Código
Civil, el actor deberá acreditar ser propietario único no solo del
predio, sino también de lo edificado en él, por cuanto el terreno y la
edificación constituyen una sola unidad, no pudiendo ordenarse la
desocupación del lote, prescindiendo de lo construido, tanto más
que en la escritura que compra sabe que la recurrente está en
posesión. Sexto: Que, en relación al agravio precisado es evidente
la falta de claridad y precisión en el modo en que ha sido propuesto
el agravio, al no haberse fundado en infracción normativa alguna,
pese a la exigencia prevista en el artículo 387 del Código Procesal
Civil; de otro lado se advierte que a través de la fundamentación
impugnatoria la recurrente denuncia el haberse incurrido en una
serie de imprecisiones que tiene que ver con el nombre de las
partes, así como la consignación de nombres distintos a los que
son materia del presente proceso, aspectos que son susceptibles
de ser resueltos a través de la corrección y no del recurso de
casación por lo que es evidente su improcedencia, debiendo de
precisar en torno a la alegada posesión de lo edificado que la
misma no ha sido alegada en el recurso de apelación, no obstante
en la recurrida se ha discernido en torno a la posesión pacífica,
pública y continua que alega la recurrente, no apreciándose de
la fundamentación del agravio argumento alguno que tenga
incidencia en la decisión impugnada. Por tales consideraciones, de
conformidad con lo dispuesto en los incisos 1 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Felicitas Hortencia
Cervantes Gómez a fojas novecientos setenta y uno, contra la
sentencia de vista de fojas novecientos treinta y siete del veintiséis
de enero del dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial ”El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Yenny Trinidad Chamby
Díaz sobre desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.
Interviene el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia de
la señora Jueza Suprema Del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-158
CAS. Nº 1382-2015 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veintidós de mayo de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandante Miriam Zaldivar Jave, de folios
doscientos setenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha
dieciocho de setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos
cincuenta y cinco, que revoca la sentencia de primera instancia
de fecha veintiuno de noviembre de dos mil trece, de folios
doscientos quince, que declara fundada la demanda de nulidad
de acto jurídico, y reformándola declara improcedente dicha
demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce y el
recurso de casación se presentó el once de noviembre de dos
mil catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios
doscientos setenta y cinco del expediente principal). Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley acotada, se advierte que lo dispuesto en el inciso 1º de la
norma procesal anotada, no resulta exigible a la recurrente, en
tanto la sentencia de primera instancia no le fue adversa. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o

78830 CASACIÓN
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
normativa del artículo 140, numeral 3 del Código Civil. Señala
que la Sala Superior concluye que no puede declararse la nulidad
del acto jurídico cuestionado aun así el demandado actúe de mala
fe y tratando de sorprender al funcionario correspondiente, se haga
declarar único heredero en desmedro de otros respecto a cuales
tenía conocimiento, siendo evidente el fin ilícito contenido en la
declaratoria de heredero, dándose inclusive con la comisión de
un ilícito penal. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada,
se advierte que la misma carece de amparo legal en cuanto a su
procedencia, toda vez que resulta insuficiente para contradecir lo
sostenido en la sentencia recurrida, respecto a que la declaración
de heredero a favor del demandado se ha efectuado en mérito a
su legítimo interés de solicitar tal derecho, pudiendo la recurrente
solicitar se le declare heredera concurrente, si habiéndose
pronunciando declaración judicial de herederos (la cual incluye la
notarial, como es el caso de autos) considera que se han preterido
sus derechos, ello conforme a lo establecido en el artículo 664 del
Código Civil. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a
la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si
bien el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
revocatorio, no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia
de este recurso extraordinario son concurrentes. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandante Miriam Zaldivar Jave, de folios
doscientos setenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha
dieciocho de setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos
cincuenta y cinco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Miriam Zaldivar Jave contra Juan Leoncio
Zaldivar Ugarte, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.
Interviene el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia de
la señora Jueza Suprema Del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-159
CAS. Nº 1397-2015 APURÍMAC
Derechos sucesorios anteriores y posteriores a la vigencia
del Código Civil de 1984 Los derechos de los herederos de quien
haya muerto antes de la vigencia de este Código se rigen por las
leyes anteriores. La sucesión abierta desde que rige este Código
se regula por las normas que contiene; pero se cumplirán las
disposiciones testamentarias en cuanto éste lo permita. CC. Art
2117. Lima, uno de octubre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: con los expedientes acompañados; vista la causa
un mil trescientos noventa y siete - dos mil quince, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con
arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso de petición de herencia y
otros, la demandante Olinda Yauris Lazo ha interpuesto recurso
de casación de folios seiscientos noventa y seis, contra la
sentencia de vista de fecha dieciséis de octubre de dos mil catorce,
de folios seiscientos ochenta y cinco, dictada por la Sala Mixta
Descentralizada e Itinerante de Andahuaylas y Chincheros de la
Corte Superior de Justicia de Apurímac, que revoca la sentencia
de primera instancia de fecha dieciséis de diciembre de dos mil
trece, de folios seiscientos dieciséis, en el extremo que declara
fundada la demanda de petición de herencia y otros, y reformándola
declara improcedente la misma, y la confirma en cuanto declara
infundada la demanda de nulidad de inscripción del certificado de
nacimiento e indemnización por daños y perjuicios interpuesta por
Jesusa Yauris de Huamán. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA:
Mediante escrito de fecha doce de noviembre de dos mil nueve, de
folios diez, subsanado a folios veintisiete, Olinda Yauris Lazo
interpone demanda de petición de herencia y otros, señalando
como pretensión: Petición de herencia, Sucesión intestada y
Cancelación de Asiento de Inscripción contenido en la Partida
Registral número 11021362 del Registro de Sucesiones Intestadas
de la Oficina Registral de Andahuaylas, con la finalidad de excluir
a la demandada de la sucesión hereditaria del padre de la actora
Lucio Yauris Huaraca, y en consecuencia se le declare a ésta
como única y universal heredera de dicho causante. Alegan como
sustento de su pretensión que: a) Es hija de Lucio Yauris Huaraca
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
y Juana Francisca Lazo de Yauris, ambos fallecidos, siendo que el
primero de éstos falleció el veinticuatro de setiembre de dos mil
ocho, en forma intestada; b) La demandada en condición de
hermana de su padre y causante, solicitó ante Primer Juzgado de
Paz Letrado de Andahuaylas, se le declare como única y universal
heredera del mismo, con el propósito de apropiarse el bien
inmueble signado en Jirón Carmen número 441, Distrito de San
Jerónimo, Provincia de Andahuaylas, inscrito en la Partida
Electrónica número P26004866 del Registro de propiedad
inmueble de la Oficina Registral de Andahuaylas, pese a que tenía
pleno conocimiento de su existencia; y, c) No presentó su partida
de nacimiento en el referido proceso debido a que por razones de
trabajo y estudio de sus hijos, vive en la ciudad de Lima, no
teniendo conocimiento del mismo. 2. CONTESTACIÓN: La
demandada Jesusa Yauris de Huamán, contesta la demanda a
folios setenta, alegando que: a) Es hermana del causante sin que
este último hubiese tenido descendiente alguno; b) La solicitud de
sucesión intestada se tramitó con las formalidades de ley,
habiéndose realizado las publicaciones correspondientes en el
Diario Oficial El Peruano y el Diario “El Chaski”, no obstante la
demandante no formuló oposición alguna ni interpuso recurso
impugnatorio; c) La actora ha presentado un acta de nacimiento
emitida en la ciudad de Lima, cuando debió ser emitida por la
Municipalidad del Distrito de Pacucha, donde radicaba el causante,
por lo que existen dudas sobre la procedencia de dicha acta; y, d)
El causante jamás le puso en conocimiento que tuvo una hija. 3.
ACUMULACIÓN DE PROCESOS: Corresponde precisar que
Jesusa Yauris de Huamán formuló demanda de nulidad de
inscripción del certificado de nacimiento de Olinda Yauris Lazo y
pago de indemnización por daños y perjuicios contra esta última,
por las causales de simulación absoluta y fin ilícito [folios
doscientos noventa y cinco]; la cual fue contestada en forma
extemporánea por Olinda Yauris Lazo y la contestación del
Procurador Público del Poder Judicial [toda vez que el acta de
nacimiento fue expedida por orden judicial cuando Olinda Yauris
Lazo tenía ocho años de edad] no fue subsanada oportunamente,
por lo que ambos fueron declarados rebeldes [folios trescientos
setenta y cuatrocientos noventa y uno, respectivamente], siendo
que dicho proceso se acumuló al de autos mediante resolución de
fecha diecinueve de julio de dos mil once, de folios cuatrocientos
treinta y cinco. 4. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinaron
como puntos controvertidos los siguientes: 4.1 Determinar si
procede declarar a la demandante Olinda Yauris Lazo como
heredera legal de quien en vida fue su progenitor Lucio Yauris
Huaraca, fallecido sin dejar testamento en fecha veinticuatro de
setiembre de dos mil ocho. 4.2 Determinar si como consecuencia
del punto anterior, la demandante debe excluir a la demandada en
la masa hereditaria dejada por el causante Lucio Yauris Huaraca.
4.3 Determinar si procede disponer la cancelación del asiento de
inscripción registral efectuada en la Partida Registral número
11021362 del Registro de Sucesión Intestada de la Oficina
Regional de Andahuaylas. 4.4 Determinar si la inscripción de la
partida de nacimiento número 1331 del veintitrés de junio de mil
novecientos sesenta y cuatro inscrita en el Registro de la
Municipalidad Provincial de Lima, se encuentra inmersa en causal
de nulidad. 4.5 Determinar si Olinda Yauris Lazo ocasionó daños y
perjuicios a Jesusa Yauris de Huamán. 4.6 Determinar la relación
de causa efecto de los daños antes nombrados. 4.7 Determinar si
existe la obligación de Olinda Yauris Lazo de resarcir por daños y
perjuicios a favor de Jesusa Yauris Huaraca. 5. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la
Juez mediante sentencia de fecha dieciséis de diciembre de dos
mil trece, de folios seiscientos dieciséis, declaró infundada la
demanda de nulidad de inscripción del certificado de nacimiento e
indemnización por daños y perjuicios interpuesta por Jesusa
Yauris de Huamán, y fundada la demanda de petición de herencia,
sucesión intestada y cancelación de asiento registral interpuesta
por Olinda Yauris Lazo, considerando que: a) Con el Certificado de
la partida de nacimiento, la Constancia de fecha treinta y uno de
diciembre de mil novecientos sesenta y cuatro expedida por el
oficial registrador del Registro de Estado Civil, Sección
Nacimientos de la Municipalidad Provincial de Lima, y la
Certificación del trámite de proceso judicial de inscripción de
partida de nacimiento de fecha treinta y uno de marzo de mil
novecientos sesenta y cuatro expedida por el secretario de la
causa de entonces, se demuestra la inscripción supletoria de la
partida de nacimiento de Olinda Yauris Lazo, tramitada ante el
Sexto Juzgado Civil de Lima, con la anotación expresa que tal
inscripción ha sido ordenada por auto judicial de fecha veintinueve
de mayo de mil novecientos sesenta y cuatro, no resultando
suficiente que la Municipalidad Provincial de Lima haya señalado
que no se ubica el documento de sustento de la inscripción ni que
la Corte Superior de Justicia de Lima haya manifestado que no se
tiene registrado proceso alguno seguido por Lucio Yauris Huaraca
y Juana Lazo de Yauris sobre inscripción de partida de nacimiento,
para concluir que el acto de inscripción de la partida de nacimiento
referida adolece de simulación absoluta o fin ilícito; b) En
consecuencia, al haberse desestimado la pretensión de nulidad de
inscripción de la partida de nacimiento de Olinda Yauris Lazo,
corresponde desestimar la pretensión de indemnización por daños
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
y perjuicios; c) Estando a la referida partida de nacimiento y a las
afirmaciones contenidas en la demanda presentada por Jesusa
Yauris Huaraca de Huamán en el sentido que Lucio Yauris Huaraca
se encontraba casado con Juana Francisca Lazo de Yauris, se
demuestra que Olinda Yauris Lazo es hija matrimonial de estos
últimos; y, d) En aplicación del artículo 816 del Código Civil, Olinda
Yauris Lazo es heredera forzosa de Lucio Yauris Huaraca, por lo
que con exclusión de Jesusa Yauris Huaraca de Huamán. 6.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de fecha
nueve de enero de dos mil catorce, de folios seiscientos treinta y
siete, Jesusa Yauris de Huamán interpuso recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, alegando que: a) No se
ha tenido en cuenta que Olinda Yauris Lazo no aparece reconocida
por su progenitor en el acta de nacimiento, ni se señala que exista
un proceso de filiación; y, b) Olinda Yauris Lazo no ha presentado
ningún documento sustentatorio de la inscripción realizada ante la
Municipalidad de Lima, toda vez que la misma se hizo sin ninguna
documentación sustentatoria, por lo que se ha vulnerado los
derechos de debido proceso y motivación de resoluciones
judiciales. 7. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala
Superior en virtud del recurso de apelación interpuesto por Jesusa
Yauris de Huamán, la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de
Andahuaylas y Chincheros de la Corte Superior de Justicia de
Apurímac, mediante sentencia de vista de fecha dieciséis de
octubre de dos mil catorce, de folios seiscientos ochenta y cinco,
revocó la sentencia de primera en el extremo que declara fundada
la demanda de petición de herencia y otros, y reformándola
declaró improcedente la misma, y la confirmó en cuanto declaró
infundada la demanda de nulidad de inscripción del certificado de
nacimiento e indemnización por daños y perjuicios interpuesta por
Jesusa Yauris de Huamán, sosteniendo que: a) Teniendo en
cuenta que la demandante nació el veinticuatro de marzo de mil
novecientos cincuenta y seis, resulta aplicable el Código Civil de
1936, cuyo artículo 350 señalaba: “El reconocimiento y la
sentencia declaratoria de la paternidad son los únicos medios de
prueba de la filiación paterna ilegitima”; asimismo, el artículo 354
establecía: “El reconocimiento de los hijos ilegítimos se hará en el
registro de nacimiento, en escritura pública o en testamento”; y por
su parte, el artículo 325 preveía: “La legitimación se anotará en el
registro civil del lugar del nacimiento del hijo, al margen de la
partida respectiva”; b) Sin embargo, no se aprecia que Lucio
Yauris Huaraca haya reconocido a la demandante en forma
personal en el registro de nacimiento, escritura pública o
testamento, como tampoco que la inscripción que originó la partida
de nacimiento de la demandante haya sido ordenada mediante
sentencia de filiación, menos aún que la referida partida aparezca
anotado que la inscripción corresponde a una inscripción judicial
extemporánea tramitada por los padres de la demandante; c) Por
tanto a la Sala Superior no le forma convicción dar mérito
probatorio a la partida de nacimiento para fines de entroncamiento
familiar; d) No obstante en la inscripción de la partida de nacimiento
no se advierte un acto disimulado que se haya querido ocultar, por
lo que no se configura la causal de simulación absoluta; y, e)
Tampoco se aprecia fin ilícito en la precitada inscripción, toda vez
que si bien existe una partida de nacimiento con deficiencias, no
es un acto contrario a la ley. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fecha veintinueve de mayo
de dos mil quince, obrante a fojas treinta y tres del respectivo
cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por Olinda Yauris Lazo, por la causal de
infracción normativa por aplicación indebida de los artículos
350 y 354 del Código Civil de 1936. IV. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los
argumentos expuestos en el recurso de casación, la controversia
gira en determinar si los artículos 350 y 354 del Código Civil de
1936 resultan aplicables para la resolución de la controversia,
referida a que Olinda Yauris Lazo es hija o no del causante Lucio
Yauris Huaraca, y en consecuencia tendría derecho o no a excluir
a Jesusa Yauris de Huamán de la sucesión hereditaria del referido
causante, al tener esta última la calidad de hermana del mismo.
Segundo.- Que, de la sentencia de vista se advierte que el
Colegiado Superior ha aplicado el Código Civil de 1936 teniendo
en cuenta la fecha de nacimiento de la demandante Olinda Yauris
Lazo, esto es, el veinticuatro de marzo de mil novecientos
cincuenta y seis; en tal sentido, ha señalado que como los artículos
325, 350 y 354 del referido Código, establecían que únicamente el
reconocimiento y la sentencia declaratoria de paternidad
constituían medios de prueba de la filiación paterna ilegítima,
precisando que el reconocimiento podía efectuarse ante el registro
de nacimientos, a través de escritura pública o por testamento, no
habiéndose configurado ningunos de los dos supuestos en el
presente caso, como tampoco observado el requisito consistente
en que la legitimación se anotará en la partida respectiva, toda vez
que de la partida de nacimiento de Olinda Yauris Lazo no se
aprecia anotación alguna en dicho sentido, menos que la
inscripción de su nacimiento se haya debido a una inscripción
judicial extemporánea, la demanda de petición de herencia,
sucesión intestada y cancelación de asiento registral debe ser
declarada improcedente. Tercero.- Que, si bien es cierto, Olinda
Yauris Lazo nació el veintitrés de marzo de mil novecientos
78831
cincuenta y seis, conforme a su partida de nacimiento emitida por
la Municipalidad Metropolitana de Lima y documento nacional de
identidad, también lo es que el artículo 2117 del Código Civil de
1984, vigente a la fecha, establece respecto a la Ley aplicable a
derechos sucesorios anteriores y posteriores a la vigencia de
dicho Código: “Los derechos de los herederos de quien haya
muerto antes de la vigencia de este Código se rigen por las leyes
anteriores. La sucesión abierta desde que rige este Código se
regula por las normas que contiene; pero se cumplirán las
disposiciones testamentarias en cuanto éste lo permita.” Cuarto.-
Que, en consecuencia, teniendo en cuenta que el causante Lucio
Yauris Huaraca falleció el veinticuatro de setiembre de dos mil
ocho, conforme al acta de defunción de folios diecisiete, es decir,
cuando ya se encontraba vigente el actual Código Civil de 1984,
resulta aplicable este último, y no como erróneamente ha concluido
la Sala Superior, el Código Civil de 1936. Quinto.- Que, en tal
sentido, se advierte que la sentencia de primera instancia declaró
infundada la demanda interpuesta por Jesusa Yauris de Huamán
contra Olinda Yauris Lazo sobre nulidad de la inscripción de la
partida de nacimiento de esta última, por los fundamentos
expuestos en la parte considerativa de la presente resolución, que
este Tribunal Supremo comparte, extremo que ha sido confirmado
mediante la sentencia recurrida, no obstante Jesusa Yauris de
Huamán no ha interpuesto recurso de casación respecto a dicho
extremo, por lo que el mismo ha quedado consentido, adquiriendo
la calidad de cosa juzgada. Sexto.- Que, siendo así, al haberse
determinado que la partida de nacimiento de Olinda Yauris Lazo
goza de validez y eficacia, se encuentra acreditada su condición
de hija legítima de Lucio Yauris Huaraca y Juana Francisca Lazo
de Yauris, siendo heredera de primer orden respecto a su padre,
debiendo excluir a la demandada Jesusa Yauris de Huamán de la
sucesión hereditaria del mismo, ello en aplicación del artículo 816
del Código Civil. Sétimo.- Que, estando a lo expuesto
precedentemente, se advierte que se ha configurado la causal de
infracción normativa por aplicación indebida de los artículos 350 y
354 del Código Civil de 1936, en tanto las normas aplicables son
las contenidas en el Código Civil vigente de 1984. V. DECISION:
Por estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Olinda Yauris Lazo de folios seiscientos
noventa y seis; en consecuencia NULA la sentencia de vista de
fecha dieciséis de octubre de dos mil catorce, de folios seiscientos
ochenta y cinco, dictada por la Sala Mixta Descentralizada e
Itinerante de Andahuaylas y Chincheros de la Corte Superior de
Justicia de Apurímac; y, actuando en sede de instancia:
CONFIRMARON la sentencia apelada de fecha dieciséis de
diciembre de dos mil trece, de folios seiscientos dieciséis, que
declara infundada la demanda de nulidad de inscripción del
certificado de nacimiento e indemnización por daños y perjuicios
interpuesta por Jesusa Yauris de Huamán, y fundada la demanda
de petición de herencia, sucesión intestada y cancelación de
asiento registral interpuesta por Olinda Yauris Lazo; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos contra Jesusa Yauris de
Huamán, sobre petición de herencia y otros; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-160
CAS. Nº 1420-2015 AREQUIPA
Ejecución de garantías. Lima, veintinueve de mayo de
dos mil quince VISTOS; con el expediente acompañado y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación de fojas doscientos
cuarenta y siete interpuesto por el demandado Roberto Augusto
Ramos Céspedes contra el auto de vista de fojas doscientos
treinta y tres, de fecha nueve de marzo de dos mil quince, que
confirmó el auto final, de fecha catorce de octubre de dos mil
catorce, que declaró infundada la contradicción al mandato de
ejecución; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley 29364. Segundo: Que, en
tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una un auto expedido por la
Sala Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, órgano jurisdiccional que
emitió la resolución recurrida; III) Ha sido presentado dentro del
plazo que establece la norma, pues la resolución impugnada fue
notificada al recurrente el diecisiete de marzo de dos mil quince,
conforme se advierte del cargo de notificación obrante a fojas
doscientos cuarenta y cuatro, habiéndose interpuesto el recurso
con fecha treinta y uno de marzo del mismo año; y, IV) Adjunta el
arancel judicial correspondiente por recurso de casación, a fojas
doscientos cincuenta y seis. Tercero: Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no ha consentido la resolución de primera instancia que

78832 CASACIÓN
fue desfavorable a sus intereses al impugnarla mediante recurso
de apelación, obrante a fojas ciento setenta, por lo que cumple
con la exigencia dispuesta en el inciso 1 de la norma adjetiva.
Cuarto: Que, para establecer el cumplimiento de los incisos
2, 3 y 4 del artículo 388 del Código citado, se debe señalar en
qué consisten las causales denunciadas. En el presente caso
el impugnante invoca las siguientes infracciones normativas:
Infracción normativa del artículo 139, incisos 3, 5 y 14 de la
Constitución Política, artículo I del Título Preliminar, artículos
3 y 197 del Código Procesal Civil y artículo 59, literal c), del
Decreto Legislativo 1049. La resolución de vista incurre en
contradicciones, pues señala que los títulos reúnen los requisitos
de ley y que, con relación a la omisión notarial prevista en el artículo
59 de la Ley del Notariado – Decreto Legislativo 1049 -, esta no
es amparable, puesto que el dinero fue entregado al momento
de suscribir la minuta, razón por la que no correspondería dejar
constancia notarial de la entrega del dinero; sin embargo, a fojas
ciento veintiocho la ejecutante refiere que el dinero fue entregado
en la misma Notaría en donde suscribieron los documentos,
razón por la que se habría infringido la Ley Notarial acotada,
al no haberse dado fe de la entrega del dinero materia del acto
jurídico. Quinto.- Que, del examen de las alegaciones descritas,
se advierte que el impugnante no satisface los requisitos exigidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
pues no describe en forma clara y precisa en qué consisten las
infracciones normativas mencionadas, menos aún demuestra
la incidencia directa que tendrían aquellas sobre la decisión
impugnada, por las siguientes razones: El recurso de casación
es un medio impugnatorio de carácter extraordinario, pues su
función es controlar la correcta aplicación de la Ley, es decir, está
reservada a observar solo los errores de derecho, excluyéndose
de dicho control la valoración de las pruebas; en tal sentido, la
causal de infracción normativa debe sustentarse en el error de
derecho que incida directamente en la decisión impugnada, es
decir, que influya o repercuta en la parte dispositiva del fallo,
alterando el sentido del mismo, y para ello el recurrente debe
señalar en forma clara y precisa en qué ha consistido la infracción
de la ley, pues no basta la sola invocación de las normas de
derecho material o procesal que se consideran infringidas. Con
relación a las infracciones descritas, es preciso señalar que tal
como fluye de las minutas contenidas en las escrituras públicas
de fechas trece de noviembre de dos mil nueve y seis de abril de
dos mil diez, a fojas cuatro y ocho, respectivamente, la entrega
del dinero se realizó a la firma de las respectivas minutas, mas no
de las escrituras públicas. Ahora bien, en torno a la manifestación
brindada por la cónyuge ejecutante en la audiencia única de fecha
dieciocho de marzo de dos mil catorce, cuya acta obra a fojas
ciento veintiocho, en la que refiere que el dinero fue entregado en
la Notaría, cabe indicar que lo señalado por aquella no resta valor
probatorio a los instrumentos públicos notariales que contienen
la obligación dineraria materia de ejecución, los mismos que
gozan de presunción de certeza conforme a la Ley de la materia,
legitimidad que no es factible cuestionar en un proceso ejecutivo
tal como pretende el recurrente, pues dicha contradicción entre
lo manifestado por la accionante y lo contenido en las escrituras
públicas con relación a la oportunidad en que se entregó el dinero
materia de mutuo tendría como finalidad el cuestionamiento de
los documentos públicos, circunstancia que debería dilucidarse en
la vía pertinente. Por el contrario, se advierte que los títulos en
mención poseen una obligación cierta, liquida y exigible, y que no
se ha vulnerado los derechos al debido proceso ni a la motivación
escrita de las resoluciones judiciales al ordenar la ejecución de
la garantía hipotecaria que respaldaba la obligación de mutuo
dinerario. Sexto.- Que, si bien el recurrente cumple con señalar
que su pedido casatorio es anulatorio, ello no es suficiente para
atender el recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de
este medio impugnatorio son concurrentes, conforme lo dispone el
artículo 392 del Código adjetivo. Por estas consideraciones y, en
aplicación de lo dispuesto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364: declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Roberto Augusto Ramos
Céspedes, mediante escrito de fojas doscientos cuarenta y siete,
contra el auto de vista, que obra a fojas doscientos treinta y tres;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Aurelia Bertha Cruz Vega y otro con el recurrente, sobre
ejecución de garantías; y los devolvieron. Integra la Sala el señor
Juez Supremo Miranda Molina por vacaciones del señor Almenara
Bryson. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-161
CAS. Nº 1424-2015 CUSCO
Retracto. Legitimidad para obrar pasiva en proceso de
retracto. No se pierde la legitimidad para obrar pasiva en un
proceso de retracto, si la parte adquirente, revierte la propiedad a
favor del vendedor, pues dicha reversión no implica que el contrato
de compraventa en el cual el retrayente pretende subrogarse, sea
nulo; en consecuencia, produce sus efectos jurídicos, coligiéndose
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
que la relación jurídica material habida entre las partes que en el
intervienen, y el retrayente en su calidad de copropietario, aún
subsiste, en tanto que aquellos siguen siendo teniendo la calidad
de compradores y vendedora en dicho acto jurídico de
compraventa. Lima, primero de octubre de dos mil quince.- LA
SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa número mil
cuatrocientos veinticuatro - dos mil quince, en audiencia pública
llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a
ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En
el presente proceso sobre Retracto, María Natividad Corrales
Valencia en representación de Alexander, Arllet y Yandely Lechuga
Corrales, ha interpuesto recurso de casación, obrante a folios
doscientos sesenta y dos, contra el auto de vista de fecha
diecinueve de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas
doscientos cincuenta y cuatro, dictada por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, que confirmó el auto de fecha dos
de junio del dos mil catorce de folios doscientos siete en el extremo
que declara fundada la excepción de falta de legitimidad para
obrar de los demandados, declarando la nulidad de todo lo
actuado. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de
fecha veintiséis de diciembre de dos mil doce, de folios ciento
veinte, María Natividad Corrales Valencia y otros, interpone
demanda sobre Retracto contra Augusta Mora Lazarte y otro,
solicitando que se declare (i) la nulidad del Acto Jurídico de
compra y venta celebrado por Augusta Mora Lazarte a favor de
Edwin Chávez Pedraza respecto al inmueble ubicado en la
manzana D lote 13 de la Urbanización Santa Rosa de la Guardia
Civil, del distrito de San Sebastián, provincia y departamento del
Cusco, por las causales de manifestación de voluntad, y
contravención al orden público y a las buenas costumbres, y (ii)
Reivindicación del citado inmueble, con la finalidad de que se le
restituya el predio, bajo apercibimiento de lanzamiento. 2.
EXCEPCIONES: Los demandados, mediante escrito obrante a
fojas sesenta y ocho, deducen (i) la excepción de incompetencia,
por cuanto, la demandante realizó una indebida acumulación de
pretensiones, en tanto, la pretensión de retracto se tramita en vía
abreviada, mientras que la desocupación que en realidad es una
petición de desalojo se tramita en vía proceso sumarísimo, (ii) La
excepción de Oscuridad y Ambigüedad al observarse que la parte
demandante omite datos relevantes para el proceso, como el
parentesco sanguíneo existente y la celebración de actos jurídicos
a su favor, y (iii) La excepción de Falta de Legitimidad para obrar
de los demandados, en tanto, los emplazados con fecha diez de
julio de dos mil trece celebraron una escritura pública de donación
de derechos y acciones a favor de la actora, respecto a los
derechos y acciones del bien que es materia de retracto, razón por
la cual, al momento de la compra y venta del mismo, ya no eran
copropietarios del inmueble. 3. AUTO DE PRIMERA INSTANCIA:
Mediante auto de fecha dos de junio del dos mil catorce, obrante a
fojas doscientos siete, el Juez del Cuarto Juzgado Especializado
en lo Civil de Cusco, declaró fundada la excepción de Falta de
Legitimidad para Obrar de los demandados, declarando la nulidad
de todo lo actuado, alegando que al momento de interponerse la
presente demanda, los emplazados no mantenían legitimidad
para obrar, en tanto, no poseían la condición de copropietarios del
inmueble, al elevar a escritura pública el acto jurídico de Donación
de derechos y acciones donde revertían los derechos y acciones
enteramente a favor de su original titular Augusta Mora Viuda de
Lechuga. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: La
demandante María Natividad Corrales Valencia en representación
de Alexander, Arllet y Yandely Lechuga Corrales, mediante escrito
obrante a fojas ciento cuatro, interpone recurso de apelación,
alegando como agravios que la demanda fue dirigida contra las
personas que han participado en el acto jurídico que es objeto de
nulidad, razón por la cual existe legitimidad para obrar de los
emplazados; más aún si se tiene en cuenta que el acto jurídico de
donación certifica la existencia de la compra venta mencionada,
razón por la cual debió dejarse sin efecto la donación. 6. AUTO DE
VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior, en virtud del recurso
de apelación interpuesto por la demandante, la Sala Civil de la
corte Superior de Justicia de Cusco, mediante auto de vista de
fecha diecinueve de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas
doscientos cincuenta y cuatro, confirmó el auto apelado señalando
que los demandados carecen de legitimidad para obrar, en tanto,
el acto jurídico de donación que revierte la propiedad a favor de la
codemandada Augusta Mora Viuda de Lechuga fue realizado con
anterioridad a la interposición de la demanda; en consecuencia, al
haber desaparecido la condición de propietarios de éstos, no
existe razón alguna para que participen en el proceso. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veintinueve de mayo del dos mil quince, del
respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso
de casación interpuesto por María Natividad Corrales Valencia en
representación de Alexander, Arllet y Yandely Lechuga Corrales,
por las siguientes causales: (i) Infracción normativa del artículo
139º inciso 5 de la Constitución Política del Estado. (ii) Infracción
normativa del artículo 1601 del Código Civil IV. DELIMITACIÓN
DEL OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO: Conforme a lo señalado
se advierte que el presente recurso de casación ha sido declarado
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
procedente por infracciones normativas de índole procesal y
material; por lo que corresponde a éste Supremo Tribunal emitir
pronunciamiento, en primer término por la infracción normativa
procesal referida a la vulneración del derecho a la motivación de
las resoluciones judiciales como componente del derecho a un
debido proceso, a efectos de determinar si la sentencia emitida
por el Colegiado Superior cumple con los estándares mínimos
exigibles respecto a los elementos del precepto constitucional
invocado, o si por el contrario la misma presenta defectos
insubsanables que motiven la nulidad del fallo emitido,
correspondiendo ordenar la renovación del citado acto procesal, o
de ser el caso, la nulidad de todo lo actuado hasta la etapa en que
se cometió la infracción; ello conforme a lo previsto en el artículo
396º del Código Procesal Civil. En caso la sentencia de mérito
supere el examen de dicha infracción normativa procesal, se
procederá con en análisis de la infracción normativa sustantiva
que sustenta el pedido revocatorio del recurso casatorio
interpuesto. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero: Que, conforme al PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA
CAUSAL DE INFRACCIÓN NORMATIVA DEL ARTÍCULO 139º
INCISO 5 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO. La
parte recurrente sustenta la causal en examen, alegando que el
auto impugnado carece de motivación, pues el Ad quem señala
que, los demandados carecen de legitimidad para obrar, toda vez
que al momento de la interposición de la demanda, el acto jurídico
contenido en la Escritura Pública de compraventa de fecha
veintiséis de febrero de dos mil trece, en el cual los actores
pretenden subrogarse, ya no existía jurídicamente, al haberse
revertido los derechos y acciones enteramente a favor de su titular
original; empero ello es ilógico, ya que todos los actos jurídicos
celebrados con observancia del artículo 140º del Código civil, son
válidos y se mantienen mientras no se declare su nulidad; por
tanto, dicho acto no es nulo; asimismo, aduce que el Ad quem, ha
confirmado el extremo que declara de oficio la improcedencia de la
demanda por indebida acumulación de pretensiones, sin motivar
dicho extremo. Segundo.- Que, al respecto, resulta adecuado
precisar que, el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del seis de octubre de dos mil seis,
fundamento séptimo “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Tercero: Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho-principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el treinta y uno de agosto de dos mil siete,
fundamento sexto, ha establecido lo siguiente: “(...) además de
constituir un requisito formal e ineludible de toda sentencias
constituye el elemento intelectual de contenido crítico, valorativo y
lógico, y está formado por el conjunto de razonamientos de hecho
y de derecho en los que el magistrado ampara su decisión; por
ende, la exigencia de la motivación constituye una garantía
constitucional que asegura la publicidad de las razones que
tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus sentencias;
además, la motivación constituye una forma de promover la
efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es deber de las
instancias de revisión responder a cada uno de los puntos
planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de su
derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
78833
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0728-
2008-PHC/TC, de fecha trece de octubre de dos mil ocho, el
Colegiado Constitucional en mención, ha precisado que éste
contenido queda delimitado en los siguientes supuestos: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente. (...) en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico. b) Falta de motivación interna del razonamiento. (...) se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. c)
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas.
El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente. Se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. e) La motivación
sustancialmente incongruente. (...) obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del
debate procesal (incongruencia activa). f) Motivaciones
cualificadas.- (...) resulta indispensable una especial justificación
para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación
de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al
propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal”. Quinto.- Que, del análisis de la resolución materia del
presente recurso, así como de la emitida en primera instancia, se
aprecia que los órganos jurisdiccionales han concluido que los
demandados adolecen de legitimidad para obrar, por cuanto, al
momento de interponerse la demanda, esto es, el diez de julio de
dos mil trece, éstos ya no ostentaban la condición de copropietarios
del inmueble, al haber elevado el mismo día a escritura pública, el
acto jurídico de Donación donde revertían los derechos y acciones
sobre el bien sub litis a favor de su transferente, doña Augusta
Mora Viuda de Lechuga, quien es la original titular del inmueble;
empero, éste Supremo Tribunal advierte que en dicho análisis se
ha omitido considerar que, el hecho de que la propiedad haya sido
revertida mediante una Escritura Pública de donación a su
propietaria anterior, no implica que el acto jurídico contenido en la
Escritura Pública de compraventa de fecha veintiséis de febrero
de dos mil trece, celebrado entre ésta y los codemandados, sea
nulo, pues para producirse dicha situación, resulta necesario que
el referido acto jurídico sea declarado como tal mediante sentencia
judicial con calidad de cosa juzgada en base al examen de las
causales expresamente establecidas en el artículo 219º del
Código Civil; en consecuencia, al no haberse declarado su nulidad
conforme a ley, éste ha producido sus efectos jurídicos, de lo que
se colige que la relación jurídica material habida entre las partes
que en el intervienen, y los demandantes en su calidad de
copropietarios retrayentes del inmueble en litigio, aún subsiste, en
tanto que aquellos siguen siendo teniendo la calidad de
compradores y vendedora en dicho acto jurídico de compraventa,
en el cual los actores pretende subrogarse; ello independientemente
que el inmueble haya sido enajenado con posterioridad mediante
escritura pública de donación a su anterior propietaria, pues a
dicho efecto, las instancias de mérito al fallar sobre el fondo del
asunto deberán evaluar los alcances al caso concreto, del artículo
1601º del Código Civil sobre la escritura pública de donación que
la parte emplazada pretende oponer, el cual establece que:
“Cuando se hayan efectuado dos o más enajenaciones antes de
que expire el plazo para ejercitar el retracto, este derecho se
refiere a la primera enajenación sólo por el precio, tributos, gastos
e intereses de la misma. Quedan sin efecto las otras
enajenaciones”, verificándose que el mismo no distingue a las
personas a quien se realice la posterior enajenación,
comprendiendo por tanto, a todas las enajenaciones posteriores
que se realicen a la compraventa materia de retracto, sea
cualquiera la persona quien adquiera el bien. Sexto.- Que,
estando a los considerandos anteriormente concluidos, se
determina que las resoluciones emitidas por las instancias de
mérito, contienen deficiencias en la motivación externa,
infringiendo de ese modo el precepto constitucional contenido en
el artículo 139º numeral 5 de la Constitución Política del Estado;
en la medida que la premisa de la cual han partido los órganos
jurisdiccionales (falta de legitimidad para obrar de los demandados,
por haber donado los derechos y acciones sobre el bien sub Litis

78834 CASACIÓN
a favor de su anterior transferente, quien era la titular original) no
ha sido confrontada o analizada respecto de su validez jurídica.
Séptimo.- Que, de otro lado, se aprecia además que las instancias
de mérito, han declarado de oficio la improcedencia de la demanda
por indebida acumulación de pretensiones, tras considerar que, el
retracto y desalojo resultan ser pretensiones incompatibles desde
la perspectiva de la vía procedimental, en tanto que el primero se
tramita en la vía abreviada, mientras que el desalojo en la vía
sumarísima. Octavo.- Que, sobre el extremo materia de estudio,
éste Colegiado Supremo aprecia que los órganos judiciales
también incurren en vicio de motivación externa, pues han omitido
tener en consideración, la figura del desalojo accesorio prevista en
el artículo 590º del Código Procesal Civil, el cual precisa que: “Se
puede ejecutar el lanzamiento en un proceso de conocimiento o
abreviado, siempre que la restitución se haya demandado
acumulativamente, sin perjuicio de lo establecido en el tercer
párrafo del artículo 87º”. Noveno.- Que, por lo expuesto, al
haberse establecido que las instancias de mérito han incurrido en
vicios de motivación, vulnerando con ello el precepto constitucional
consagrado en el artículo 139º numeral 5 de la Constitución
Política del Estado, corresponde declarar la nulidad de la
resolución de vista y la insubsistencia del auto apelado,
ordenándose que el Juez de la causa emita nuevo pronunciamiento
conforme a los fundamentos expresados en la presente resolución.
Décimo.- Que, finalmente, cabe resaltar que al haberse declarado
fundada la causal procesales desarrollada en los fundamentos
precedentes, no merece ser objeto de pronunciamiento la causales
material denunciada en el recurso sub examen, pues como ya se
dejó establecido, el efecto del amparo de la primera, es la nulidad
de las resoluciones expedidas en el proceso que declararon la
improcedencia de la demanda, y la renovación del acto procesal
contenido en la el auto, de fecha dos de julio de dos mil catorce,
obrante a fojas doscientos siete. VI. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por María Natividad Corrales Valencia en
representación de Alexander, Arllet y Yandely Lechuga Corrales,
obrante a folios doscientos sesenta y dos; en consecuencia NULO
el auto de vista de fecha diecinueve de diciembre de dos mil
catorce, obrante a fojas doscientos cincuenta y cuatro, dictada por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, e
INSUBSISTENTE el auto de fecha dos de junio del dos mil catorce
de folios doscientos siete en el extremo que declara fundada la
excepción de falta de legitimidad para obrar de los demandados e
improcedente la demanda, declarando la nulidad de todo lo
actuado; ORDENARON que el Juez de la causa emita nuevo
pronunciamiento, conforme a las consideraciones expresadas en
la presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos por la parte recurrente contra Edwin Lechuga
Mora y otras, sobre retracto; interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-162
CAS. Nº 1435-2015 ICA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, diecisiete
de noviembre del dos mil quince. VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede
a calificar el recurso de casación interpuesto por el demandado
Eutropio Fidel Barrios Estacio, a fojas quinientos sesenta y
uno, contra la sentencia de vista de fojas quinientos veintidós, del
treinta y uno de diciembre de dos mil catorce, que confirma la
sentencia apelada de fecha veintisiete de diciembre de dos mil
trece, de fojas cuatrocientos setenta y tres, que declara fundada
en parte la demanda de indemnización por daño moral, derivado
del accidente de tránsito con subsecuente muerte de quien en vida
fuera cónyuge de la demandante, Pedro Cabrera Atuncar; ordena
que los demandados paguen, solidariamente, a la demandante
la cantidad de 45,000 nuevos soles, más intereses legales que
se liquidarán. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los
fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la recurrente saber adecuar
las agravios que denuncia a las causales que para la referida
finalidad taxativamente se encuentran establecidas en la norma
procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar
las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que incurre
el casacionista, en la formulación del referido recurso. Tercero.-
Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas quinientos sesenta y uno cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez
que se interpone: i) Contra la sentencia de vista expedida por
la Sala Mixta de Chincha de la Corte Superior de Justicia de Ica
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin
al proceso; ii)Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente el
seis de marzo de dos mil quince, conforme a la constancia del
cargo de notificación de fojas quinientos veintinueve, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el veintitrés de marzo de dos
mil quince; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo,
a fojas quinientos cincuenta y ocho, subsanado a fojas treinta
y ocho del cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al evaluar los
requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia que
le fue desfavorable. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su
recurso de casación, de fojas trescientos cuarenta y ocho, en la
primera causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los
artículos 188, 196 y 197 del Código Procesal Civil, alega
que se ha vulnerado el derecho a una debida valoración de los
medios probatorios, entre ellos, el expediente penal Nº 233-
2008 por el delito contra la vida el cuerpo y la salud, (homicidio
culposo), seguido contra Andy Gabriel Barrios Li, en agravio de
don Pedro Cabrera Atuncar, en el cual no se ha considerado a los
emplazados Eutropio Fidel Barrios Estacio y María Del Pilar Li de
Barrios, y por tanto no se encuentran obligados a pagar ninguna
suma de dinero, por concepto de reparación civil. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar
las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas,
que se atribuye responsabilidad a los co-demandados Eutropio
Fidel Barrios Estacio y María Del Pilar Li de Barrios pues son
propietarios del vehículo con el que se ocasionó el accidente,
resultado del cual se produjo el deceso de Pedro Cabrera Atuncar
como se verifica de la copia de la tarjeta de propiedad del vehículo,
pues el presente caso es uno de responsabilidad objetiva donde
no es necesario indagar la culpa o dolo del agente infractor; por
consiguiente resulta irrelevante que no se les haya incluido como
terceros civilmente responsables en el proceso penal seguido
contra Andy Gabriel Barrios Li, ya que por efecto de la ley deben
responder por los daños y perjuicios causados, como lo prevé el
artículo 29 de la Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre
No. 27181 que dispone: “El conductor, el propietario del vehículo y,
de ser el caso el prestador del servicio de transporte terrestre son
solidariamente responsables por los daños y perjuicios causados”;
siendo ello así, carece de sustento lo alegado por el recurrente.
Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia de autos, no se
aprecia la vulneración del derecho al debido proceso o infracción
normativa de derecho procesal; asimismo, se advierte que el
Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios
puestos de manifiesto por el recurrente en su escrito de apelación.
Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que
el impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito
que no puede ser traído en casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas denunciadas;
menos aún ha demostrado la incidencia directa que tendrías
aquéllas sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos,
de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Eutropio Fidel Barrios Estacio, a fojas quinientos sesenta y
uno, contra la sentencia de vista de fojas quinientos veintidós,
del treinta y uno de diciembre de dos mil catorce; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Nila Justina
Condori Chalco con Eutropio Fidel Barrios Estacio y otros, sobre
indemnización por daños y perjuicios; y, los devolvieron. Interviene
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.-
Por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra
esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS.
ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-163
CAS. Nº 1438-2015 LIMA
REIVINDICACIÓN. Lima, catorce de setiembre del dos mil
quince. VISTOS; con el mérito de la Razón del Secretario de
esta Suprema Sala Civil Permanente, del seis de agosto de dos
mil quince, a través de la cual informa sobre el cumplimiento
de lo dispuesto mediante la resolución del cinco de mayo de
dos mil quince de fojas veinte del cuaderno de casación; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación interpuesto por el demandado Alberto Artemio
Rodríguez Tolentino, a fojas ciento noventa, contra la sentencia de
vista de fojas ciento ochenta, del diez de marzo de dos mil quince,
que confirma la sentencia apelada de fecha cinco de marzo de
dos mil catorce, de fojas ciento cincuenta, que declara fundada
la demanda; en consecuencia, ordena que la parte demandada
cumpla con restituir a la demandante el inmueble ubicado en Jirón
Rufino Torrico Nro. 563, Segundo Piso del distrito de Cercado
de Lima. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de
los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los
fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no
está facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para
integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta
y explícita la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los
defectos en que habría incurrido el casacionista, en la formulación
del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica
que el recurso de casación de fojas ciento noventa, cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige
el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia
expedida por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificado al recurrente el veinticinco de marzo de dos mil quince,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas ciento
ochenta y seis, y el referido recurso de casación fue interpuesto
el siete de abril de dos mil quince, es decir, al décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo a
fojas treinta del cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia que de lo actuado
en el proceso se advierte que no está plenamente identificado el
bien sub litis, el cual es un requisito indispensable para amparar
la acción reivindicatoria. Sexto.- Que analizada la fundamentación
presentada, no se ha descrito con claridad y precisión la infracción
normativa, pues, por un lado, no se ha indicado de manera concreta
el artículo de la norma jurídica que busca denunciar; y, por otro,
se advierte que las referidas denuncias se dirigen a cuestionar
las conclusiones a las que arriban las instancias de mérito,
entre ellas, que el inmueble sub litis, ha quedado plenamente
identificado, al verificarse la identidad del predio, con el que
aparece registrado en la Partida Nº 07023036; tanto más si, de
la copia certificada de la Constatación Policial Nº 5736-2009-VII-
DTL-DIVTEL¬CENTRO-CM-SCC, de fecha dos de noviembre
de dos mil nueve (fojas veintidós), se aprecia que dicha entidad,
ha verificado la existencia del inmueble sub litis, verificación
que también ha sido realizada en el decurso del proceso por el
personal del Juzgado, conforme se aprecia del pre-aviso y cédula
de notificación de la resolución Nº 02 (ver fojas cuarenta y siete a
cincuenta) y el pre-aviso y cédula de notificación de la resolución
Nº 07 (ver fojas noventa y siete a noventa y nueve); siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
78835
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por el recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún han demostrado la incidencia directa que tendría aquélla
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Alberto
Artemio Rodríguez Tolentino, a fojas ciento noventa, contra la
sentencia de vista de fojas ciento ochenta, del diez de marzo
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Rosa Augusta Elena Brescia Cafferata y otros
con Alberto Artemio Rodríguez Tolentino, sobre reivindicación;
y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-164
CAS. Nº 1486-2015 LA LIBERTAD
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, uno de junio del dos mil
quince.- VISTOS: Con los expedientes acompañados; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el recurso
de casación interpuesto por el demandado Proyecto Especial
Chavimochic a fojas ciento noventa y siete, contra la Sentencia de
fojas ciento ochenta y cuatro, su fecha doce de setiembre del dos
mil catorce, que declara fundado el recurso de anulación interpuesto
por Juan Carlos Iturbe Sánchez, en calidad de Gerente General de
la Compañía Integral de Vigilancia y Seguridad Sociedad Anónima
Cerrada, contra el laudo arbitral contenido en la resolución número
diez, de fecha veintiséis de febrero del año dos mil trece, expedido
por el Tribunal Arbitral del Centro de Conciliación y Arbitraje del
Colegio de Ingenieros del Perú - Consejo Departamental de La
Libertad; en consecuencia declara nulo el laudo arbitral y ordena
que se expida uno nuevo. Por lo que es pertinente examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por
la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir,
se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en
la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los
fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la
norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar
las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos incurridos por
la casacionista en la formulación del referido recurso. Tercero.-
Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de casación cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil -modificado por la Ley número
29364-, toda vez que se ha interpuesto: i) Contra la sentencia
expedida por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad a fojas ciento ochenta y cuatro
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días contados
desde el día siguiente de notificada la sentencia de revisión que se
impugna; pues ésta fue notificada al recurrente el dieciséis de enero
del dos mil quince, conforme a la constancia de fojas ciento noventa
y tres, y el referido recurso de casación lo interpuso el treinta de
enero de dicho año; es decir, dentro del décimo día de notificado; y,
iv) Adjunta el recibo del arancel judicial por el presente recurso.
Cuarto.- Que al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos
en los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, en lo que le resulta aplicable,
y en concordancia con el requisito especial del numeral 5 del
artículo 64 del Decreto Legislativo número 1071 que Norma el
Arbitraje. Entonces, se tiene que: al presente recurso de casación
no le es aplicable o exigible el cumplimiento del requisito previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código aludido, que dispone: “(...)

78836 CASACIÓN
Que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso; (...)”, pues el presente recurso de
anulación de laudo arbitral, constituye la única vía de impugnación
del laudo, que se presenta ante la Sala Superior y se tramita en este
proceso especial, es decir, es instancia propia. Quinto.- Que, el
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal,
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: A) Infracción normativa del artículo artículos 28.1 y 28.3,
así como del literal c) numeral 1 del artículo 63º de la Ley General
de Arbitraje, Decreto Legislativo Nro. 1071. B) Infracción normativa
por aplicación indebida del artículo 305.2 del Código Procesal
Civil. C) Infracción normativa por afectación al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales (vulneración de los
artículos 50 inc. 6, 121 último párrafo, 122 incisos 3 y 4, y
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú).
Sostiene el casacionista que la ley aplicable para resolver el recurso
de anulación de laudo arbitral, es la Ley General de Arbitraje,
número 26572, porque los hechos contenidos y analizados en el
Laudo Arbitral expedido el veintiséis de febrero de dos mil trece,
materia de anulación, sucedieron durante su vigencia, y no dentro
de la vigencia del Decreto Legislativo número 1071. En este sentido,
existe una infracción directa en la resolución impugnada, ya que el
Colegiado ha resuelto la materia litigiosa, aplicando dispositivos
normativos contenidos en una norma no vigente, y con carácter
retroactivo, afectando de nulidad su decisión. Que la parte actora en
su demanda, peticiona la anulación del laudo, por las causales
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 73 de la Ley 26572; que
las partes hubieran propuesto alguna recusación o en su defecto
hubieran cuestionado algún acto emitido por el Tribunal Arbitral, que
haya puesto en duda su imparcialidad, entonces si tal petición
hubiera sido resuelta por el Tribunal, y solo en caso de ser
denegada, podría considerarse como un supuesto de anulación de
laudo, lo que no ha ocurrido en el caso sub materia, pues CIVISE
S.A.C. no ha expuesto ningún cuestionamiento contra el Dr. Valera
Malca o contra las actuaciones del Tribunal Arbitral durante el
procedimiento, que haya ameritado pronunciamiento. Sexto.- Que,
se verifica que la casacionista incumple con las dos obligaciones
procesales exigidas por los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley 29364; pues, respecto a las
denuncias de los acápites A), B) y C): se verifica y controla que la
decisión, contenida en la sentencia de vista, cumple con garantizar
el derecho al debido proceso, ya que contiene una motivación
adecuada, coherente, precisa y suficiente, toda vez que los Jueces
utilizaron correctamente su apreciación para sustentar su decisión,
en la valoración conjunta y razonada de los medios probatorios
aportados por las partes al proceso; que ha resuelto la controversia
planteada ante el órgano jurisdiccional al determinar con claridad y
precisión que: Por un lado, el laudo arbitral de derecho expedido por
el referido Tribunal Arbitral, se encuentra afectado de nulidad de
conformidad con lo dispuesto en el literal c) del numeral 1 del
artículo 63º de la Ley General de Arbitraje, Decreto legislativo Nº
1071, toda vez que el árbitro Soto Neyra Medina se encontraba
impedido de laudar por tener relación de afinidad con el abogado
del demandado Proyecto Especial Chavimochic doctor Valera
Malca; y, por otro lado, la norma contenida en el artículo 28.3 do la
Ley de Arbitraje prescribe que “Un árbitro solo podrá ser recusado si
concurren en él circunstancias que den lugar a dudas justificadas
sobre su -Imparcialidad o independencia, o si no posee las
calificaciones convenidas por las partes o exigidas por la ley”; y, que
la demandante Compañía Integral de Vigilancia y Seguridad S.A.C.,
manifiesta haber tomado conocimiento del hecho antes descrito,
días después de expedido el Laudo Arbitral, por lo que, habiendo
concluido el proceso arbitral, la recusación deviene en
intrascendente, quedando solo la vía judicial para resolver la
controversia por lo que aplican supletoriamente el artículo 305.2 del
Código Procesal Civil. Octavo.- Que, en conclusión el recurrente,
no ha cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. En tal
contexto fáctico y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 392 del Código Procesal Civil, reformado por la mencionada
ley, corresponde desestimar el recurso de casación en todos sus
extremos. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandado Proyecto
Especial Chavimochic a fojas trescientos cincuenta y cinco, contra
la Sentencia de fojas ciento ochenta y cuatro, su fecha doce de
setiembre del dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Compañía Integral de
Vigilancia y Seguridad S.A.C., con el Proyecto Especial Chavimochic
y otros, sobre anulación de laudo; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
Por licencia del señor Juez Supremo Almenara Bryson, integra esta
Sala Civil el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. WALDE
JáUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-165
CAS. Nº 1493-2015 LA LIBERTAD
Lima, uno de junio de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Procurador Público del Poder
Judicial, de folios trescientos veintinueve, contra la sentencia de
vista de fecha dieciséis de octubre de dos mil catorce, de folios
trescientos tres, que confirma la sentencia de primera instancia
de fecha diez de julio de dos mil catorce, de folios doscientos
cincuenta y dos, que declara fundada la demanda de impugnación
de sentencia de proceso no contencioso; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida
en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se
tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto
es: I) Se impugna una resolución expedida por la Segunda Sala
Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Segunda Sala Especializada Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha
sido notificada en fecha veinte de enero de dos mil quince y el
recurso de casación se presentó el veintiocho de enero de dos mil
quince. IV) No cumple con adjuntar el arancel judicial, por tratarse
de una entidad del Estado. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios doscientos setenta y cuatro; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, el recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Estado. Señala que la Sala Superior no ha analizado técnica
ni jurídicamente las razones por las cuales corresponde declarar
la nulidad de todo el proceso judicial sobre rectificación de partida,
toda vez que la sentencia de vista no contiene fundamentación
sobre cómo es que concluye que la apelada debe confirmarse,
no examina las normas aplicables, no hace una valoración de
los hechos y medios de prueba y no analiza si la pretensión del
actor tiene fundamento jurídico. Sexto.- Que, en relación a la
causal denunciada, se advierte que la misma carece de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que contrariamente
a lo sostenido en el recuso de casación, la Sala Superior sí ha
cumplido con precisar de manera adecuada, congruente y
suficiente, los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan
su decisión de confirmar la sentencia de primera instancia,
considerando además todos los agravios expresados en el recurso
de apelación, constituyendo la ratio decidendi de la sentencia de
vista, que la Juez del Cuarto Juzgado de Paz Letrado de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad que emitió la sentencia en el
expediente número un mil setecientos catorce guión dos mil cinco,
sustentó su fallo de declarar fundada la demanda de rectificación
de acta de defunción, en documentos que no resultaban idóneos
para tal fin, siendo que dicha ratio decidendi tiene su origen en
las instrumentales adjuntadas al presente proceso y que han
sido detalladas en la sentencia materia de casación; asimismo,
no resulta cierto que mediante la recurrida se haya ordenado la
nulidad de todo el proceso de rectificación del acta de defunción,
sino únicamente de la sentencia emitida en dicha causa; y, por otra
parte, corresponde señalar que la sentencia apelada confirmada
por la Sala de mérito, ha precisado que la omisión incurrida por
la Juez del Cuarto Juzgado de Paz Letrado de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad implica que la sentencia expedida por
ésta adolece de motivación deficiente. Sétimo.- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido
artículo 388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Procurador Público
del Poder Judicial, de folios trescientos veintinueve, contra
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la sentencia de vista de fecha dieciséis de octubre de dos mil
catorce, de folios trescientos tres; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Ángel Marcos Pérez contra el
Procurador Público del Poder Judicial y otra, sobre impugnación de
sentencia de proceso no contencioso; y los devolvieron. Interviene
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Interviene
el señor Juez Supremo Miranda Molina, por vacaciones del señor
Juez Supremo Almenara Bryson.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-166
CAS. Nº 1495-2015 LAMBAYEQUE
ACCIÓN PAULIANA. Lima, doce de octubre de dos mil quince.-
VISTOS; con el expediente acompañado; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por el demandado Carlos
Manuel Ortiz Elorreaga de folios doscientos treinta y nueve,
contra la sentencia de vista de fecha doce de diciembre de dos mil
catorce, de folios doscientos dieciocho, que confirma la sentencia
de primera instancia de fecha veintiuno de agosto de dos mil
catorce, de folios ciento setenta y nueve, que declara fundada
la demanda de acción pauliana; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lambayeque. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha veintiséis de
enero de dos mil quince y el recurso de casación se presentó el
nueve de febrero de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente
arancel judicial de folios doscientos treinta y cinco del expediente
principal y treinta y ocho del cuadernillo de casación. Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir la
resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable
a sus intereses, conforme se advierte de folios ciento noventa y
uno; por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, el recurrente denuncia como supuesto de infracción
normativa: Violación a los artículos VII del Título Preliminar
y 197 del Código Procesal Civil, 195 del Código Civil e
infracción al debido proceso y motivación de resoluciones
judiciales. Señala que no se ha realizado una valoración conjunta
de los medios probatorios a través de una apreciación razonada,
toda vez que no se ha merituado el contrato de compromiso de
compraventa con pago de arras de fecha veintisiete de mayo de
dos mil ocho, el cual por contener una certificación notarial de
autenticidad de firmas tiene el carácter de documento de fecha
cierta, así como tampoco la minuta de fecha doce de octubre
de dos mil once; no se ha aplicado debidamente el artículo 195
del Código Civil, conforme al cual, debe probarse que el crédito
haya sido anterior al acto de disminución del patrimonio y que el
tercero haya tenido conocimiento del supuesto perjuicio; la venta
de realizó cuatro años antes de contraer la obligación; el pago
del precio se efectuó a razón de cinco mil dólares al celebrar el
contrato y pago de cuotas pendientes a Scotiabank; el monto
del primer contrato de préstamo ha sido cancelado, y el segundo
préstamo ha sido otorgado sólo a Carmen Requejo Cieza en
calidad de soltera, quien sólo es dueña del cincuenta por ciento
del inmueble sub litis; y la inscripción de la medida cautelar de
embargo no resulta oponible a los demandados pues a dicha fecha
el bien ya le pertenecía a José Rimarachín Quintana. Sexto.- Que,
en relación a la causal denunciada, se verifica que los argumentos
casatorios, se encuentran orientados más bien a generar en este
Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración de la prueba actuada y los elementos
de juicio del proceso, a efectos de determinar que la compraventa
del inmueble sub litis tuvo lugar con anterioridad a la suscripción
de los contratos privados de préstamo dinerario, habiéndose
cancelado el total del precio pactado en dicha compraventa, no
pudiendo oponérsele al adquiriente José Rimarachín Quintana
78837
la inscripción de medida cautelar de embargo a favor de la
demandante, en tanto a la fecha de la inscripción el inmueble ya
era suyo, siendo el pago del primer préstamo ha sido cancelado, y
el segundo fue otorgado sólo a la codemandada Carmen Requejo
Cieza quien sería propietaria sólo del cincuenta por ciento de las
acciones y derechos del inmueble, como si esta sede se tratara
de una tercera instancia, propósito que no se condice con la
naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos
fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la
unificación de los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia,
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio, más
aún si el que la precitada codemandada sea propietaria sólo del
cincuenta por ciento de las acciones y derechos del inmueble no
impide a la accionante interponer la demanda de autos a efecto
de velar por el cobro del dinero que otorgó en préstamo. Sétimo.-
Que, asimismo, corresponde precisar que contrariamente a lo
expresado en el recurso de casación, la sentencia de vista no
adolece de motivación deficiente, toda vez que la Sala Superior
ha precisado de forma adecuada, suficiente y congruente los
fundamentos de hecho y de derecho que sustentan su decisión,
no advirtiéndose además vulneración alguna al debido proceso.
Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface
los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que
se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del
acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia
prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Carlos Manuel
Ortiz Elorreaga de folios doscientos treinta y nueve, contra la
sentencia de vista de fecha doce de diciembre de dos mil catorce,
de folios doscientos dieciocho; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por María Esperanza Cieza
Gaona contra Carlos Manuel Ortiz Elorreaga y otros, sobre acción
pauliana; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-167
CAS. Nº 1499-2015 LIMA NORTE
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, cuatro de diciembre de dos mil
quince.- VISTOS; con el expediente acompañado; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
demandante Zonia Jobita Rodríguez Espinoza, obrante a folios
ochocientos cincuenta y cuatro, contra la sentencia de vista de
fecha tres de noviembre de dos mil catorce, obrante a fojas
ochocientos cuarenta y uno, que confirmando la sentencia de
primera instancia obrante a fojas seiscientos ochenta y dos, de
fecha veintinueve de enero de dos mil catorce, declaró infundada
la demanda; en los seguidos por Zonia Jobita Rodríguez Espinoza
contra Noe David Samanez Herrera y otros, sobre Violencia
Familiar; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y
procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que mediante Resolución de fecha cinco
de mayo de dos mil quince, obrante a fojas treinta y cinco del
cuaderno formado en esta Sala Suprema, se declaró inadmisible
el recurso de casación, otorgándole un plazo de tres días a la
recurrente a fin de que acompañe el recibo del arancel judicial
correspondiente; bajo apercibimiento de rechazarse el recurso.
Tercero.- Que, sin embargo, efectuando un reexamen de los
requisitos de admisibilidad del recurso materia de calificación, se
advierte que, mediante Resolución Número Uno, de fecha
dieciséis de octubre de dos mil doce, obrante a fojas sesenta y
cuatro, a través de la cual se admitió a trámite la demanda, el Juez
de la causa confirió traslado de la misma, a la parte demandada,
ordenándole a ésta última, para que en el término de tres días
contados a partir de su notificación, concurran al juzgado a fin de
que tomen conocimiento de la demanda y sus anexos y solicite
copia simple, previo pago en el Banco de la Nación de la tasa
correspondiente, levantándose el acta. Cuarto.- Que, de ello se
colige que el juzgador al admitir la demanda, le dio trámite previsto
en el artículo 17º del Reglamento del Texto Único Ordenado de la
Ley de Protección frente a la Violencia Familiar, esto es, cuando se
le concede a la parte demandante auxilio judicial; lo cual se
corrobora con el examen de los actos procesales realizados por la
parte actora, de los cuales se evidencia que la misma se ha
encontrado exenta del cumplimiento del pago de aranceles
judiciales. En consecuencia, habiéndose verificado que la parte
demandante cuenta con auxilio judicial a su favor, corresponde

78838 CASACIÓN
dejar sin efecto la resolución, Resolución de fecha cinco de mayo
de dos mil quince, obrante a fojas treinta y cinco del cuaderno
formado en esta Sala Suprema, que declaró inadmisible el recurso
de casación; y en consecuencia, declararse que la recurrente, sí
cumple con el requisito establecido en el inciso 4) del artículo 387º
del Código Procesal Civil; debiendo procederse a evaluar si el
recurso en examen, satisface los requisitos de procedencia
regulados en el artículo 388º del Código Procesal Civil. Quinto.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
acotada, se advierte que la recurrente no dejó consentir la
resolución de primera instancia, por lo que cumple con lo dispuesto
en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Sexto.- Que, a fin
de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en los
numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Séptimo.- Que, la
parte recurrente denuncia las siguientes causales: a) Infracción
normativa del inciso d) del artículo 3º de la Ley de Protección
Frente a la Violencia Familiar, que establece que el proceso se
caracteriza por el mínimo formalismo, siendo que en el presente
caso, el Juez de primera instancia, en un esfuerzo de extremado
formalismo, para rehuir el cabal esclarecimiento del caso, y a
pesar de que los pliegos interrogatorios ya obraban en autos,
antes de la realización de la Audiencia Única, el juzgado rechazó
las declaraciones de los demandados. Además, refiere que se ha
declarado la improcedencia de la demanda respecto de su
cónyuge, por haberse emitido sentencia con calidad de cosa
juzgada en otro proceso judicial; sin embargo, no se ha tenido en
cuenta que, a pesar de contar con dicha sentencia a su favor, se
ha visto obligada a interponer la presente demanda, debido a que
la violencia se sigue ejerciendo y no es sólo en contra de su
persona, sino también en contra de sus menores hijos; y, b)
Infracción normativa de los artículos 2º y 3º de la Ley de
Protección Frente a la Violencia Familiar, aduciendo que no se
ha valorado adecuadamente la sentencia condenatoria emitida en
el expediente Nº 4487-2011, en los seguidos contra su cónyuge
por la comisión de delito de sustracción de sus menores hijos,
pues si bien los hechos debatidos en aquél tienen connotación
penal, también son constitutivos de violencia familiar. Octavo.-
Que, conforme es de verse, la casacionista para sustentar su
recurso se acoge a la causal de infracción de normas de derecho
material, como lo son los artículos 2º y 3º de la Ley de Protección
Frente a la Violencia Familiar; sin embargo, los fundamentos que
sustentan dicha causal, en cada una de las denuncias formuladas,
no satisfacen el requisito de claridad y precisión a que se contrae
el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil, ya que del
análisis del recurso, se observa que la invocación de la causal es
imprecisa, al no haber sido alegada de forma comprensible y
explícita, no cumpliendo con describirse adecuadamente en qué
consisten los errores in iudicando en el razonamiento judicial
decisorio en el que habrían incurrido los juzgadores. Adicionalmente
a ello, tampoco se cumple con demostrar la incidencia directa de
las infracciones normativas denunciadas en la resolución
impugnada; defectos argumentativos que ameritan a declarar la
improcedencia de las denuncias formuladas, máxime, si éste
Supremo Tribunal advierte que, lo que en rigor pretende la parte
impugnante es que se efectúe en sede casatoria una nueva
apreciación de los hechos con la subsecuente valoración de la
prueba actuada en el proceso, en torno a la incidencia en el
presente proceso sobre violencia familiar, de la sentencia
condenatoria emitida en el expediente Nº 4487-2011, en los
seguidos contra su cónyuge por la comisión de delito de
sustracción de sus menores hijos, medio probatorio que cuya
valoración ya ha sido efectuada por las instancias de mérito, por lo
que no puede pretenderse dicha actividad jurisdiccional en ésta
etapa procesal, pues ello se condice con los fines del recurso de
casación, los cuales conforme a lo dispuesto por el artículo 384º
del Código Adjetivo antes anotado son: la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia. Por
estos fundamentos: DEJARON SIN EFECTO la Resolución de
fecha cinco de mayo de dos mil quince, obrante a fojas treinta y
cinco del cuaderno formado en esta Sala Suprema, que declaró
inadmisible el recurso de casación; y en consecuencia, Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandante Zonia Jobita Rodríguez Espinoza, obrante a folios
ochocientos cincuenta y cuatro, contra la sentencia de vista de
fecha tres de noviembre de dos mil catorce, obrante a fojas
ochocientos cuarenta y uno, que confirmando la sentencia de
primera instancia obrante a fojas seiscientos ochenta y dos, de
fecha veintinueve de enero de dos mil catorce, declaró infundada
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y
los devolvieron; en los seguidos por Zonia Jobita Rodríguez
Espinoza contra Noe David Samanez Herrera y otros, sobre
Violencia Familiar. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Almenara Bryson. Integrando esta Sala Suprema el
señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia del señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-168
CAS. Nº 1536-2015 CUSCO
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, quince
de diciembre de dos mil quince.- VISTOS; con los expedientes
acompañados, y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Jacinto Valentín Quispe Tupa
de folios quinientos ochenta y cinco, contra la sentencia de
vista de fecha diecisiete de marzo de dos mil quince, de folios
quinientos setenta y cuatro, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha veintiocho de junio de dos mil catorce, de
folios quinientos quince, que declara fundada la demanda de
otorgamiento de escritura pública; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha veinticuatro de marzo de dos mil quince y el
recurso de casación se presentó el treinta y uno de marzo de dos
mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial (folios
quinientos ochenta y cuatro del expediente principal y cuarenta y
siete del cuadernillo de casación). Tercero.- Que, en lo referente
a los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no dejó consentir la resolución de primera
instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme
se advierte de folios quinientos veintisiete; por lo que cumple con
lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, el recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
normativa del artículo 139º incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado. Señala que se ha vulnerado el derecho al
debido proceso y motivación de resoluciones judiciales, toda
vez que el actor no cumplió con la cancelación total del precio,
existiendo un saldo de dos mil seiscientos dólares americanos; la
decisión se sustenta en razones equivocadas y ajenas a los hechos
controvertidos, no responde a las alegaciones del actor y no tiene
sustento fáctico ni jurídico; se da validez al contrato inválido cuya
formalización se pretende, el cual fue incumplido dolosamente por
el actor; y no se ha tomado en cuenta las pruebas ofrecidas por
el recurrente. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se
verifica que los argumentos casatorios, se encuentran orientados
más bien a generar en este Supremo Tribunal una nueva
apreciación de los hechos con la subsecuente revaloración de la
prueba actuada y los elementos de juicio del proceso, a efecto de
determinar que el actor no cumplió con pagar el total del precio
convenido en el contrato de compraventa, que dicho contrato es
inválido y no corresponde ordenar el otorgamiento de la escritura
pública respecto al mismo, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio; máxime si
en las sentencias de mérito se ordena al demandante cancelar el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
saldo de la transferencia y no corresponde emitir pronunciamiento
en el presente proceso acerca de la validez del contrato de
compraventa. Asimismo, contrariamente a lo expresado en el
recurso de casación, la sentencia de vista no adolece de deficiente
motivación, en tanto la Sala ha precisado de forma adecuada,
suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de derecho
que sustentan su decisión, acorde con los argumentos expuestos
por las partes y puntos controvertidos fijados. Séptimo.- Que,
siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Jacinto Valentín Quispe
Tupa de folios quinientos ochenta y cinco, contra la sentencia de
vista de fecha diecisiete de marzo de dos mil quince, de folios
quinientos setenta y cuatro; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Adriel Collantes Mellado
contra Jacinto Valentín Quispe Tupa y otros, sobre otorgamiento
de escritura pública; y los devolvieron. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-169
CAS. Nº 1554-2015 LIMA
Nulidad de Acto Jurídico. Ejercicio abusivo del derecho. La
Constitución ni la ley, amparan el ejercicio abusivo de un derecho,
el cual se configura cuando se excede los límites de la buena fe o
la finalidad para la cual fue conferido, convirtiéndose su ejercicio
en un acto antisocial e injusto. Constitución Política. 103. CC. II del
Título Preliminar. Lima, veintinueve de setiembre de dos mil
quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con el expediente
acompañado, vista la causa número mil quinientos cincuenta y
cuatro - dos mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la
fecha y producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de nulidad de acto jurídico, la demandada Ana María Jayo Soyer,
ha interpuesto recurso de casación de folios cuatrocientos sesenta
y seis, contra la sentencia de vista de fecha veinte de enero de dos
mil quince, de folios cuatrocientos veintiuno, dictada por la Quinta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la
sentencia de primera instancia de fecha veintinueve de octubre de
dos mil trece, de folios trescientos setenta y seis, que declara
infundada la demanda, y reformándola declara fundada la
demanda interpuesta por María Aurelia Soyer Zevallos viuda de
Jayo. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de
fecha quince de julio de dos mil diez, de folios setenta y seis,
subsanado a folios ochenta y nueve y noventa y siete, María
Aurelia Soyer Zevallos viuda de Jayo interpone demanda de
nulidad de acto jurídico, señalando como pretensión que se
declare la nulidad de: a) La escritura pública de donación de fecha
siete de diciembre de dos mil nueve, y en consecuencia de los
asientos registrales C00003, D00003 de la Partida Registral
número 07081292; b) La escritura Pública de compra venta de
derechos y acciones de fecha doce de abril de dos mil diez, y en
consecuencia de los asientos registrales C00002 y D00001 de la
Partida Registral número 49014989; c) La escritura Pública de
Anticipo de Legítima de bienes inmuebles de fecha nueve de abril
de dos mil diez, y en consecuencia de los asientos registrales
C00002 y D00001 de la Partida Registral número 47413486,
C00002 y D00004 de la Partida Registral número 07037581,
C00002 y D00001 de la Partida Registral número 41939052,
C00002 y D00001 de la Partida Registral número 41939044.
Alega como sustento de su pretensión que: a) La demandada Ana
María Doland, con pasaporte norteamericano y nacida en el Perú
con el nombre de Ana María Jayo Soyer, es una de sus cinco hijos,
quien aprovechándose de su amor hacia ella, le hizo firmar un
poder amplio y general, con el argumento que serviría para
ayudarme a pagar los impuestos y arbitrios de los inmuebles
adquiridos durante su matrimonio con Antonio Jayo de la Cruz,
quien se encuentra fallecido a la interposición de la demanda,
cuya minuta y escritura pública no pudo leer, induciéndola a error;
b) Al solicitar los antecedentes registrales para proceder a repartir
la masa hereditaria correspondiente a su difunto esposo, tomó
conocimiento que la demandada había celebrado en su
78839
representación los actos jurídicos cuya nulidad se solicita a favor
de sí misma; c) En efecto, el inmueble ubicado en el Lote 18,
Manzana R, ahora Calle 4 número 954-956, es un bien propio de
la actora, el cual ahora aparece en la Partida Registral número
07081292 como donado a la demandada; el inmueble ubicado en
Calle 5 número 983-985, Urbanización La Florida, Distrito de
Rímac, aparece en la Partida Registral número 49014989 como si
la actora hubiera vendido sus derechos y acciones sobre el mismo
a favor de la demandada por la suma de cuatro mil trescientos
nuevos soles, que nunca recibió; los inmuebles ubicados en Calle
16 número 380-382, Urbanización La Florida, Distrito del Rímac,
Av. Amancaes números 340-350-360-368, Distrito del Rímac,
Calle Leoncio Prado, Distrito de Surquillo y Calle Leoncio Prado,
Departamento número 203, Distrito de Surquillo, corren en las
Partidas Registrales números 47413486, 07037581, 41939052 y
41939044 respectivamente, como dados en anticipo de legítima a
favor de la demanda, éstos tres últimos en un porcentaje del 58.33
de las acciones o derechos que le corresponden a la actora; d)
Nunca ha existido su voluntad en el sentido de los actos jurídicos
antes señalados, siendo que la demandada los ha realizado con
un poder que adolece de su real voluntad; e) En consecuencia los
actos jurídicos cuestionados son nulos en mérito a lo establecido
en el artículo 219, incisos 1 y 4 del Código Civil, esto es, falta de
manifestación de voluntad y fin ilícito. 2. CONTESTACIÓN: La
demandada Ana María Jayo Soyer, contesta la demanda a folios
ciento treinta, alegando que: a) Resulta falso lo afirmado por la
demandante en el sentido que la he hecho formar con argucia el
poder amplio y general, ya que la misma con absoluto estado de
conciencia y por su voluntad le otorgó el referido poder; b) Entre
las facultades otorgadas, se encuentra expresamente la de
disposición a cualquier título y a cualquier persona, incluyendo ella
misma; c) Por tanto, al realizar los actos de disposición
cuestionados, se encontraba legalmente facultada para
celebrarlos; d) Se han cumplido las formalidades legales exigidas
para tal efecto; e) La demandante impugna las escrituras públicas
mas no los actos jurídicos que contiene o el poder otorgado a su
favor; y, f) No existe evidencia que se haya pretendido conseguir
un efecto prohibido por ley. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si procede declararse nulo el acto jurídico contenido
en la escritura pública de donación de fecha siete de diciembre de
dos mil nueve, y en consecuencia de ello la cancelación de los
asientos registrales C00003 y D00003 de la Partida Electrónica
07081292. 3.2 Determinar si procede declararse nulo el acto
jurídico contenido en la escritura pública de compra venta de
derechos y acciones de fecha doce de abril de dos mil diez, y
como consecuencia de ello la cancelación de los asientos
registrales C00002 y D00001 de la Partida Electrónica 49014989.
3.3. Determinar si procede declararse nulo el acto jurídico
contenido en la escritura pública de anticipo de legítima de fecha
nueve de abril de dos mil diez, y como consecuencia de ello la
cancelación de los asientos registrales C00002 y D00001 de la
Partida Electrónica 47413486, C00002 y D00004 de la Partida
Electrónica 07037581, C00002 y D00001 de la Partida Electrónica
41939052, C00002 y D0001 de la Partida Electrónica 41939044.
4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fecha veintinueve
de octubre de dos mil trece, de folios trescientos setenta y seis,
declaró infundada la demanda, considerando que: a) Mediante
escritura pública de fecha dieciséis de mayo de dos mil nueve, la
demandante otorgó poder a favor de la demandada, confiriéndole,
entre otras, “Facultades para comprar, vender y gravar.- Adquirir y
transferir a título gratuito u oneroso toda clase de bienes muebles
o inmuebles, a favor de terceros o de sí misma (...) La apoderada
queda incluso facultada para adquirir o gravar a favor de sí misma
los bienes muebles o inmuebles de la apoderada.”; b) En la
introducción de la citada escritura pública, el notario deja
constancia que la otorgante del poder procede por derecho propio:
“Doy fe de haber identificado a la compareciente, quien es mayor
de edad, obra con capacidad, libertad y conocimiento del acto que
realiza, que es inteligente en el idioma castellano, a quien se le
instruyó de los efectos legales del citado instrumento”; c) No se ha
acreditado fehacientemente la falta de manifestación de voluntad
del agente, toda vez la demandante otorgó poder a la demandada
para que pueda disponer de sus bienes; d) Si bien la demandada
resultó ser la beneficiaria de los actos jurídicos, no existe norma
legal alguna que impida tal supuesto; e) No se ha demostrado que
la demandante haya sido inducida a error o fraude al momento de
otorgar el poder a la demandada; f) No se ha acreditado el fin
ilícito, más aún si los posibles herederos de la demandante no han
cuestionado judicialmente los actos jurídicos en mención; y, g) La
actora no sólo suscribió la minuta mediante la cual confería poder
de representación, sino que además tuvo que firmar la
correspondiente escritura pública. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha cuatro de diciembre de
dos mil trece, de folios cuatrocientos dos, la demandante María
Aurelia Soyer Zevallos viuda de Jayo, interpuso recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que
la misma adolece de motivación deficiente, debido a que: a) No se
ha tenido en cuenta que la demandada se ha valido de facultades

78840 CASACIÓN
no otorgadas para disponer de derechos sustantivos; b) La
impugnada se fundamenta sólo en el interés de la demandada; y,
c) El poder del que se vale la demandada no especificaba el
anticipo de legítima. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los
autos a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la demandante, la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de vista de fecha
veinte de enero de dos mil quince, de folios cuatrocientos
veintiuno, revocó la sentencia de primera instancia, y reformándola
declaró fundada la demanda, sosteniendo que: a) No corresponde
amparar la demanda por la causal de falta de manifestación de la
voluntad, toda vez que conforme al artículo 166 del Código Civil,
los actos jurídicos celebrados consigo mismo son sancionados
con la anulabilidad, además de existir en el caso de autos
manifestación de voluntad de la transferente y la adquiriente; b)
Los actos de disposición cuestionados con la demanda adolecen
de fin ilícito, toda vez que: i) Del poder de fecha dieciséis de mayo
de dos mil nueve, en ningún extremo se aprecia la voluntad de la
demandante de donarle el inmueble descrito en la Partida Registral
número 07081292, ni venderle los derechos y acciones del
inmueble inscrito en la Partida Registral número 49014989, ni
otorgarle en anticipo de legítima los bienes inmuebles
correspondientes a las Partidas Electrónicas números 47413486,
7037581, 41939052 y 41939044 a la demandada; ii) La redacción
del poder otorgado es genérico, por lo que una persona no versada
en derecho no podría colegir los alcances del mismo; iii) Al ser la
apoderada su propia hija, no hubo razón para que la demandante
tenga mayor cuidado en la suscripción del poder; iv) La
demandante al suscribir el referido poder tenía ochenta y tres años
de edad, siendo razonable entender que sus capacidades de
discernimiento se ven atenuados; v) No resulta usual la inserción
de la facultad de adquirir bienes a favor de la apoderada; vi) Existe
la intención de despojar a la demandante de sus propiedades; vii)
Los actos jurídicos cuestionados han sido otorgados en fecha
sucesivas, debido a que el poder podía ser revocado; y viii) Se
buscaba evitar concurrir en una sucesión testamentaria o intestada
que implicara un menor porcentaje de bienes para la demandada.
III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha doce de junio de dos mil quince, obrante a
fojas cincuenta y tres del respectivo cuaderno formado, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por la
demandada Ana María Jayo Soyer, por la infracción de los
artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado; 160, 168 y 219 inciso 4 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si los actos jurídicos contenidos en las escrituras
públicas de fecha siete de diciembre de dos mil nueve [donación
de inmueble], doce de abril de dos mil diez [compraventa de
derechos y acciones del inmueble], nueve de abril de dos mil diez
[anticipo de legítima de inmuebles], adolecen de causal de nulidad
consistente prevista en el artículo 219 inciso 4 del Código Civil,
esto es, cuando su fin sea ilícito, toda vez que la causal
contemplada en el inciso 1 del referido artículo ha sido desestimada
por la Sala Superior, extremo que no ha sido cuestionado vía
recurso de casación por la parte demandante. Segundo.- Que,
habiéndose declarado procedente el recurso de casación por
normas procesales así como normas materiales, corresponde en
primer término efectuar el análisis sobre la existencia del error
procesal, toda vez que, de resultar fundada la denuncia en dicho
extremo, dada su incidencia en la tramitación del proceso y su
efecto nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento
respecto de la infracción normativa material, referida al derecho
controvertido en la presente causa. Tercero.- Que, resulta
adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución Política
del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7
“(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; aunado a ello,
corresponde precisar que la motivación aparente se configura
también cuando no se responde por ejemplo a las alegaciones o
pretensiones de las partes en el proceso, conforme a lo precisado
por el citado Tribunal en el expediente 0078-2008-PHC/TC.
Sexto.- Que, de la revisión de la sentencia de mérito, se aprecia
que el Colegiado Superior, ha declarado fundada la demanda,
bajo los argumentos consistentes en que del poder otorgado por la
demandante a favor de la demandada mediante escritura pública
de fecha dieciséis de mayo de dos mil nueve, expresamente no se
desprende que se le haya otorgado facultades a ésta para realizar
la donación, compraventa y anticipo de legítima de los inmuebles
sub litis, existiendo adicionales referentes que le permiten concluir
en el actuar ilegal de la emplazada, como son, entre otros, la
relación consanguínea de madre e hija entre ambas, la edad de la
otorgante, la falta de ilustración de ésta para conocer de los
alcances de los documentos que suscribía, la casi nula frecuencia
de existencia de una cláusula consistente en la facultad de poder
venderse a sí misma en representación de la poderdante, el
despojo a la actora de su patrimonio pese a existir otros hijos que
deben concurrir en la herencia de la misma, y la continuidad de la
celebración de los actos; invocando para tal efecto los artículos
139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado, y 140 y 219
inciso 1 y 4 del Código Civil; en consecuencia, se advierte que la
sentencia de vista no incurre en alguna de las deficiencias de
motivación descritas en el quinto considerando de la presente
resolución, en tanto la Sala de mérito ha cumplido con precisar de
forma clara, congruente y suficiente los fundamentos de hecho y
derecho que sustentan su decisión, de manera que dicho fallo no
puede ser cuestionado por ausencia o defecto en la motivación,
por lo que corresponde declarar infundada la causal de infracción
normativa de los artículos 139, incisos 3 y 5 de la Constitución
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Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Política del Perú. Sétimo.- Que, el artículo 160 del Código Civil,
respecto a la representación directa, establece: “El acto jurídico
celebrado por el representante, dentro de los límites de las
facultades que se le haya conferido, produce efecto directamente
respecto del representado.” Octavo.- Que, el artículo 168 del
mismo cuerpo normativo, en relación a la interpretación objetiva
del acto jurídico, prevé: “El acto jurídico debe ser interpretado de
acuerdo con lo que se haya expresado en él y según el principio
de la buena fe.” (el subrayado es nuestro) Noveno.- Que, el
artículo 219 inciso 4 del precitado cuerpo legal, prescribe en
cuanto a las causales de nulidad: “El acto jurídico es nulo: (...) 4.-
Cuando su fin sea ilícito.” Décimo.- Que, siguiendo a PAREDES
PALACIOS, los medios probatorios son directos e indirectos. Son
directos, cuando muestran al juez el mismo hecho a probar. Son
indirectos, cuando muestran un hecho distinto, pero proporcionan
elementos a partir de los cuales el juez formula un argumento para
deducir la existencia u ocurrencia de hecho a probar. Éstos
últimos, corresponden a los sucedáneos.1 Décimo Primero.- Que,
los sucedáneos de los medios probatorios se encuentran
regulados en los artículos 275 a 283 del Código Procesal Civil,
siendo éstos: i) el indicio; ii) la presunción; y iii) la ficción legal;
siendo que dentro de la segunda de las mencionadas, se
encuentra la presunción judicial, la cual es elaborada por el juez a
través del examen de los indicios, utilizando la lógica y la
experiencia. Décimo Segundo.- Que, asimismo, corresponde
tener en cuenta lo establecido en los artículos 103 de la
Constitución Política del Estado2 y II del Título Preliminar del
Código Civil3, en el sentido que la Constitución ni la ley, amparan
el ejercicio abusivo de un derecho; el cual se configura cuando se
excede los límites de la buena fe o la finalidad para la cual fue
conferido. En dicho contexto, Aníbal Torres Vásquez, sostiene:
<<El abuso del derecho opera como un límite al ejercicio de los
derechos subjetivos. El derecho positivo ampara el ejercicio
regular de los derechos subjetivos (poderes, facultades,
autorizaciones, atribuciones); cuando éstos son ejercidos
irregularmente, de mala fe, o rebasando los fines para los cuales
el ordenamiento jurídico confiere los derechos subjetivos al sujeto,
de tal forma que provoquen una desarmonía social que se
desencadene en una situación de injusticia, se cae en el abuso.
Todo derecho subjetivo supone un deber correlativo, por lo que no
hay derechos absolutos y, por consiguiente, no hay posibilidad que
su ejercicio sea ilimitado. El ejercicio de un derecho subjetivo es
regular, normal, cuando la acción u omisión se lleva a cabo dentro
de los límites del respeto al derecho ajeno; si se sobrepasa estos
límites se incurre en abuso del derecho que el ordenamiento
jurídico condena. Con la condena del abuso del derecho - como
expresa Fernández Sesarego - “Lo que se busca es que el
individuo no ejercite sus derechos antisocialmente, sino mas bien
del modo regular. Lo antisocial es lo inmoral; lo que repugna a la
conciencia ética colectiva; lo que agravia la juricidad; lo que es
diametralmente contrario a la vivencia de la solidaridad”>>.4
Décimo Tercero.- Que, en el caso concreto, se aprecia que la
demandante otorgó poder a una de sus hijas [demandada] para
que en su representación pudiera disponer de la totalidad de sus
bienes, inclusive con la facultad de realizar transferencias a título
gratuito u oneroso a favor de sí misma. Es así, que la emplazada
realizó tres actos jurídicos a favor de sí misma, los que ahora son
materia de cuestionamiento, consistentes en donación,
compraventa y anticipo de legítima sobre inmuebles que
pertenecían a la poderdante. Décimo Cuarto.- Que, al respecto,
corresponde señalar que la transferencia del inmueble ubicado en
Calle 5, número 983, Urbanización La Florida, Distrito del Rímac,
Provincia y Departamento de Lima, inscrito en la Partida Registral
número 49014989, de ochenta metros cuadrados, fue realizada
mediante compra venta por el valor irrisorio de cuatro mil
trescientos nuevos soles; las transferencias tuvieron a lugar con
fechas siete de diciembre de dos mil nueve y doce de abril de dos
mil diez, esto es, sin un intervalo de tiempo razonable y prudencial;
la demandante conforme acredita con las partidas de nacimiento
correspondientes, tiene cinco hijos, de los cuales, a través de los
actos de disposición antes mencionados, únicamente la
demandante se encontraría beneficiada; no se ha realizado otros
actos de disposición a favor de terceros, sino exclusivamente en
beneficio de la demandada; y las transferencias han sido
realizadas respecto a casi la totalidad de los derechos y acciones
que tenía la demandante sobre los inmuebles transferidos.
Décimo Quinto.- Que, estando a lo expuesto precedentemente,
se concluye que existen indicios y presunciones judiciales
[derivadas de la lógica y experiencia], suficientes y coherentes
para concluir que la demandada abusando del lazo que la une con
la demandante, adquirió un poder amplio para disponer de los
bienes de su progenitora, utilizándolo con la única finalidad de
apropiarse de la mayor cantidad posible de los derechos y
acciones que le correspondían a ésta respecto a los inmuebles
transferidos, es decir, con el objeto de causar daño al patrimonio
de la poderdante, resultando evidente que la demandada no ha
actuado de buena fe y con arreglo a las buenas costumbres, en
ninguno de los actos jurídicos materia de nulidad, máxime si
existen otros hijos de la actora que tienen derecho a concurrir con
la demandada en la herencia que aquella deje a su fallecimiento,
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lo cual es considerado como un abuso del derecho que su
poderdante le confirió, en tanto su conducta constituye una de
carácter antisocial y amoral, que debe ser sancionado por el
órgano jurisdiccional declarando la nulidad de los actos jurídicos
materia de pretensión, al incurrir en la causal contemplada en el
artículo 219 inciso 4 del Código Civil. Décimo Sexto.- Que, en
consecuencia, se colige que la sentencia de vista no ha incurrido
en ninguna de las infracciones denunciadas, por lo que
corresponde declarar infundado el recurso de casación interpuesto.
V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por la demandada Ana María
Jayo Soyer de folios cuatrocientos sesenta y seis; en consecuencia
NO CASARON la sentencia de vista de fecha veinte de enero de
dos mil quince, de folios un mil ochocientos cuarenta y cuatro;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley en los seguidos por María
Aurelia Soyer Zevallos viuda de Jayo, sobre nulidad de acto
jurídico; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
PAREDES PALACIOS, Paúl. “Las presunciones como sucedáneos de los medios
probatorios”, ensayo publicado en Aportes para la reforma del proceso laboral
peruano. Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(varios autores). Primera edición. Lima, 2005, p. 180.
2
“La Constitución no ampara el abuso del derecho”
3
“La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusivos de un derecho”
4
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal.”Código Civil. Comentarios y Jurisprudencia”. Editorial
IDEMSA. Quinta edición. Lima,2000, p.23.
C-1392274-170
CAS. Nº 1556-2015 CAJAMARCA
Motivación insuficiente Existe motivación insuficiente cuando no
existe el mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones
de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión
está debidamente motivada; lo cual se ha configurado en la
sentencia de mérito. Const. 139, incisos 3 y 5. CPC. 122, inciso 3.
Lima, veinticuatro de setiembre de dos mil quince.- LA SALA
CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPUBLICA: con el expediente acompañado, vista la
causa número un mil quinientos cincuenta y seis - dos mil quince,
en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de
indemnización por daños y perjuicios, los demandantes Carlos
Franklin Guarniz Alvarado y Leidis Vanesa Guarniz Alvarado,
han interpuesto recurso de casación de folios tres mil ciento
cincuenta y siete, contra la sentencia de vista de fecha once de
noviembre de dos mil catorce, de folios tres mil ciento treinta y tres,
dictada por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Cajamarca, que revoca la sentencia de primera
instancia de fecha veinticinco de noviembre de dos mil trece, de
folios dos mil ochocientos sesenta, que declara fundada en parte
la demanda, y reformándola declara infundada la demanda
interpuesta contra Minera Yanacocha S.R.L., Ransa Comercial
S.A. y Esteban Arturo Blanco Bar. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: Mediante escrito de fecha veinte de mayo de dos mil
dos, de folios doscientos treinta y siete, Gabriela Alvarado Mirando
en representación de sus dos menores hijos Carlos Franklin
Guarniz Alvarado y Leidis Vanesa Guarniz Alvarado, junto con
otros demandantes, interpusieron demanda de indemnización por
daños y perjuicios, señalando como pretensión que: a) Los
demandados les paguen solidariamente la suma de ocho millones
ochocientos mil dólares americanos ($ 8’800,000.00) por daño
moral y personal (a la salud); b) Los demandados cumplan con
pagar un seguro médico y seguro de vida a favor de los
demandantes, por una suma no menor de cien mil dólares
americanos ($ 100,000.00) por el lapso de treinta años, con
cobertura de todo riesgo, incluyendo enfermedades oncológicas;
c) Los demandados cumplan con descontaminar completamente y
de modo óptimo sus viviendas, de los materiales químicos cuya
presencia ha generado los daños que requieren reparación. Sin
embargo, el proceso sólo se siguió entre la citada demandante en
representación de sus dos menores hijos, toda vez que a los
demás demandantes se les excluyó por haberse homologado las
transacciones extrajudiciales que celebraron, siendo que la parte
recurrente en casación, solicitó el pago de $ 100,000.00 (cien mil
dólares americanos). Alega como sustento de su pretensión que:
a) El dos de junio del dos mil a horas 3:20 p.m. aproximadamente,
mientras la empresa Ransa Comercial S.A. transportaba mercurio
de propiedad de Minera Yanacocha, de Cajamarca a Lima, se
produjo el derrame de dicho elemento en el centro poblado de San

78842 CASACIÓN
Juan, por lo que aproximadamente cuarenta pobladores que se
encontraban por la zona recogieron parte del mercurio derramado
ignorando que se trataba de una sustancia tóxica; b) Luego a las
5:30 p.m. aproximadamente se produjo otro derrame de ciento
cincuenta y dos kilogramos aproximadamente, que comprendió
las localidades de Chotén, San Juan, La Calera, El Tingo,
Magdalena y San Sebastián de Choropampa, siendo este último
pueblo donde hubo mayor derramamiento; c) Los moradores
comenzaron a manipular el mercurio debido a su forma de brillo, y
procedieron a recogerlo empleando las manos; d) El tres de junio
del dos mil se presentó la primera víctima de intoxicación aguda
por exposición al mercurio, lo cual se presentó igualmente en los
días siguientes; e) El nueve de junio del dos mil Minera Yanacocha
empezó a ofrecer cien nuevos soles (S/. 100.00) por cada
kilogramo de mercurio recuperado que le hicieran llegar, lo cual
agudizó la intoxicación; f) Posteriormente pagó quince nuevos
soles (S/. 15.00) a cada persona que le ayude a limpiar, recoger el
material y subirlo al transporte de su propiedad; g) Recién el trece
de junio del dos mil Minera Yanacocha y las entidades públicas
tomaron cartas en el asunto, comenzando a realizar acciones de
monitoreo, limpieza y proporción de medicamentos a la población;
h) Se han encontrado niveles de contaminación en las viviendas;
i) No se ha realizado un tratamiento adecuado, pues a los
pacientes se les dio Penicilamina, la cual conforme a la Sociedad
Médica de los Estados Unidos de Norteamérica no debe
comercializarse; j) Minera Yanacocha no contó con un plan
maestro de contingencias y respuesta para emergencias; y, k)
Esteban Blanco Bar, chofer de Ransa Comercial S.A. que
transportó el mercurio manifestó en su declaración policial que no
estaba programado su transporte para dicho día, advirtiendo al
personal de Minera Yanacocha que no existían las condiciones
materiales para dicho transporte, más aún si la carga había sido
mal acomodada, siendo que los balones que contenían el mercurio
eran viejos, no obstante el personal de dicha Minera insistió en el
transporte. 2. CONTESTACIÓN: Minera Yanacocha S.R.L.,
contesta la demanda a folios novecientos veinte, argumentando
que: a) La pretensión indemnizatoria solo puede ser pretendida en
moneda nacional; b) No existe responsabilidad de su parte, toda
vez que la única actividad riesgosa fue la efectuada por Ransa
Comercial S.A., esto es, el transporte del mercurio; c) Los
pobladores han incurrido en grave imprudencia al negarse a
devolver el mercurio que recogieron y ocultándolo al interior de
sus viviendas; d) Hizo trabajos de monitoreo, recolección y
limpieza de mercurio en los lugares donde se detectó la presencia
de dicho elemento; e) No se ha demostrado la existencia de un
daño cierto y menos su cuantía; y, f) Los niveles de mercurio que
presentaron los demandantes inicialmente, fueron rápidamente
controlados mediante reubicación y tratamiento médico, habiendo
recuperado prontamente sus niveles normales. Ransa Comercial
S.A., contesta la demanda a folios un mil diez, expresando que: a)
Los nueve balones de mercurio fueron envasados y estibados por
personal de Minera Yanacocha S.R.L; b) Para la fecha del
accidente no estaba previsto el transporte del mercurio, pero el
personal de la Minera Yanacocha S.R.L. instruyó a su chofer para
que se continúe con el transporte, a pesar de haberse advertido un
deficiente envasado y estiba de la cara; c) Los demandantes no
han probado haber sufrido daños ciertos; y d) Los hechos se han
debido a que la población manipuló y recogió el mercurio. Esteban
Arturo Blanco Bar contesta la demanda a folios un mil quinientos
dos, alegando similares argumentos a los vertidos por Ransa
Comercial S.A. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se determinó
como puntos controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar la
existencia de daño a la salud a los demandantes como
consecuencia del derrame del mercurio ocurrido el dos de junio
del dos mil por un vehículo de propiedad de Ransa Comercial
S.A., conducido por Arturo Blanco Bar transportando producto de
propiedad de Minera Yanacocha S.R.L. 3.2 La obligación de
indemnizar de la parte demandada por el daño ocasionado como
consecuencia del hecho señalado anteriormente en base a una
responsabilidad individual o solidaria. 3.3 El establecimiento de
hechos propios de la demandante que resulten ser factores
determinantes o coadyuvantes al resultado dañoso. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fecha veinticinco
de noviembre de dos mil trece, de folios dos mil ochocientos
cincuenta y nueve, declaró fundada en parte la demanda,
ordenando pagar a los demandados de forma solidaria la suma de
treinta mil nuevos soles (S/. 30,000.00) a cada una de los hijos de
la demandante que a la fecha son mayores de edad, por concepto
de daño moral y daño a la persona, considerando que: a) El
proceso sólo se sigue con la demandante en representación de
sus dos menores hijos, que actualmente ya tienen la mayoría de
edad; b) El transporte de mercurio constituye una actividad
riesgosa; c) Está acreditado que el dos de junio del dos mil se
produjo el derrame de mercurio contenido en un balón de los
nueve que eran transportados por el chofer de Ransa Comercial
S.A., por encargo de su propietario Minera Yanacocha; d) Ello ha
causado daño en el medio ambiente y a los pobladores de la zona
que estuvieron en contacto directo con la sustancia, más aún si
alguno de ellos la manipularon e incluso ocultaron en el interior de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
su casa; e) Los hijos de la actora Carlos Franklin Guarniz Alvarado
y Leidis Vanesa Guarniz Alvarado en dicha fecha tenían nueve y
diez años de edad, y según sus análisis toxicológicos de fecha
diecinueve y veinte de junio del dos mil, el mercurio presente en su
orina fue en el primero de 88.72, 58.96, 51.72 y 40.80 ug/L, y en la
segunda de 35.88 ug/L; es decir por encima de los valores
normales que según el Informe del Centro de Información, Control
Toxicológico y Apoyo a la Gestión Ambiental de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (CICOTOX) deben ser menores a
20 ug/L; f) Por lo que al haberse sobrepasado los valores normales,
no puede concluirse que no ha existido un nivel de contaminación
aunque sea mínimo; g) Refuerza ello, que la demandada contrató
un seguro de salud especializado por exposición a mercurio por
cinco años, a favor de las personas afectadas (un mil doscientos
sesenta y cinco en total), el cual ha estado vigente hasta el uno de
diciembre de dos mil cinco; h) Además los hijos de la actora a
dicha fecha eran niños, y tal vez tengan algunas secuelas, o con
las que han tenido que convivir durante cierto tiempo; i) Tampoco
se les puede imputar que hayan obrado con imprudencia si
manipularon o recogieron el mercurio de la vía pública, por su
condición de niños a dicha fecha; j) Quien conducía el vehículo
actuó negligentemente, pues no se negó a transportar el mercurio
no obstante que advirtió del peligro de su transporte, por lo que
también es responsable su empleadora en aplicación del artículo
1981 del Código Civil; k) En el proceso penal se ha condenado al
chofer a dos años de pena privativa de la libertad suspendida,
ordenando pagar a las hoy demandadas solidariamente la suma
de novecientos cincuenta mil nuevos soles (S/. 950,000.00) como
reparación; y, l) Minera Yanacocha ha aceptado voluntariamente
su responsabilidad, en tanto ha celebrado diversas transacciones
extrajudiciales con los otros demandantes y otros afectados. 5.
FUNDAMENTOS DE LAS APELACIONES: Mediante escrito de
fecha trece de enero de dos mil catorce, de folios dos mil
novecientos quince, Minera Yanacocha S.R.L., interpuso recurso
de apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando
que: a) No se ha acreditado la existencia de una conducta
antijurídica con respecto a su representada; b) No se ha acreditado
la existencia de daño a la salud de los demandantes; c) No se ha
acreditado la existencia de daño moral en los demandantes; d) No
se han establecido los criterios objetivos en virtud de los cuales se
ha fijado el monto indemnizatorio; e) No se ha acreditado que
concurran los factores de atribución; y, f) No resulta procedente la
condena al pago de costos y costas procesales pues su
representada tenía motivos razonables y justificados para litigar,
por tanto correspondería la exoneración al pago de dichos
conceptos. Ransa Comercial S.A., mediante escrito de fecha trece
de enero de dos mil catorce, de folios dos mil novecientos cuarenta
y ocho, también interpuso recurso de apelación, expresando que:
a) Se ha omitido determinar a quién se le debe atribuir la
responsabilidad por la exposición al mercurio; b) No tuvieron que
ver con el envasado de mercurio, la elección y observación de los
envases, ni la carga o aseguramiento de los cilindros en el
vehículo, lo cual fue responsabilidad de Minera Yanacocha S.R.L.;
c) El derrame de mercurio fue consecuencia del deficiente
embalaje del mineral, lo que es atribuible exclusivamente a Minera
Yanacocha S.R.L.; d) Los demandantes no han superado los
niveles normales de mercurio en el organismo; y, e) El monto
ordenado a pagar resulta exorbitante. Esteban Arturo Blanco Bar
mediante escrito de fecha trece de enero de dos mil catorce, de
folios dos mil novecientos sesenta y dos, igualmente interpuso
recurso de apelación, invocando los mismos argumentos
expuestos por Ransa Comercial S.A. Por su parte, Carlos Franklin
Guarniz Alvarado y Leidis Vanesa Guarniz Alvarado, a través del
escrito de fecha dieciséis de enero de dos mil catorce, de folios
dos mil novecientos setenta y dos, interpusieron recurso de
apelación, manifestando que: a) Los montos ordenados a pagar
son diminutos; y, b) Se ha efectuado una valoración probatoria
arbitraria. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala
Superior en virtud de los recursos de apelación interpuestos, la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca, mediante sentencia de vista de fecha once de
noviembre de dos mil catorce, de folios tres mil ciento treinta y tres,
revocó la sentencia de primera instancia, y reformándola declaró
infundada la demanda, sosteniendo que: El hijo de la actora
presentó en su orina 88.72 y 51.72 ug/L, y su hija 35.88 ug/L, es
decir, no alcanzaron un nivel tóxico que en la orina es desde 150
ug/L y en la sangre desde 35 ug/L, siendo que si bien el primero de
los mencionados presentó en su sangre 4.80 ug/dL, el mismo
certificado que arrojó tal resultado señala que éste no implica
toxicidad, pues debe ser superior a 90 ug/dL. III. RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha
doce de junio de dos mil quince, obrante a fojas ochenta y cinco
del respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el
recurso de casación interpuesto por los demandantes Carlos
Franklin Guarniz Alvarado y Leidis Vanesa Guarniz Alvarado, por
la infracción de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado; 122 inciso 3 y 197 del Código
Procesal Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:
Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos durante el
transcurso del proceso así como en el recurso de casación, la
controversia en esta sede gira en determinar si los demandantes
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
han sufrido algún daño por la exposición de mercurio de la que
fueron objeto, que tuvo su origen en el derramamiento de dicho
metal en su localidad, de propiedad de Minera Yanacocha S.R.L.
mientras era conducido por un trabajador de Ransa Comercial
S.A., debiéndose determinar para tal efecto, el grado de mercurio
que presentaron en su organismo. Segundo.- Que, resulta
adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución Política
del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7
“(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Tercero.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Cuarto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
78843
precisar que la motivación aparente se configura cuando no se
responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de las
partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado Tribunal
en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Quinto.- Que, de la revisión
de la sentencia de mérito, se aprecia que la Sala Superior, ha
declarado infundada la demanda, bajo los argumentos consistentes
en: i) el nivel de mercurio presentado en la orina de los recurrentes
no llega a la cantidad considerada como tóxica, y ii) si bien el nivel
de mercurio presentado en la sangre del recurrente asciende a 40
ug/dL, dicha medida tampoco alcanza el nivel de toxicidad, el cual
conforme a certificado que determinó tal cantidad, debe ser
superior a 90 ug/dL. Sin embargo, omite efectuar un análisis
respecto a que según el Informe emitido por el Centro de
Información, Control Toxicológico y Apoyo a la Gestión Ambiental
(CICOTOX) y que es invocado como sustento del fallo de ambas
sentencias de mérito, el nivel normal de mercurio en la orina es
menor a 20 ug/L, habiendo los recurrentes sobrepasado dicha
medida conforme a los análisis toxicológicos de folios dos mil
ciento ochenta y tres a dos mil ciento ochenta y siete, siendo que
el citado Informe señala también que en los niveles superiores a
20 ug/L (en la orina) algunos individuos empiezan a manifestar
síntomas de intoxicación; asimismo, que el recurrente en su
sangre presentó 40.80 ug/dL, siendo que el Informe en mención
afirma que cuando los niveles en la sangre son superiores a 40 ug/
dL, hay aparición de síntomas de intoxicación (neurológico),
extremos que deben ser materia de esclarecimiento por parte del
órgano superior, siendo ello independiente del monto
indemnizatorio que considere prudente ordenar, de acuerdo al
nivel de mercurio presentado en el organismo de cada uno de los
recurrentes, de ser el caso, por tanto, la sentencia recurrida
adolece de motivación insuficiente. Sexto.- Que, las omisiones
advertidas en la fundamentación de la instancia de mérito, afectan
la garantía y principio no sólo del debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva, sino también de motivación de las
resoluciones consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º
de la Constitución Política del Estado, respectivamente, que
encuentra desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del
Código Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las
resoluciones judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en
éstas se respeten los principios de jerarquía de las normas y
congruencia, así como que contengan los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado y lo invocado por las partes; en consecuencia,
corresponde declarar la nulidad de la sentencia de mérito y
disponer que la Sala Superior emita nuevo pronunciamiento
teniendo en cuenta las directivas contenidas en la presente
resolución. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Carlos Franklin
Guarniz Alvarado y Leidis Vanesa Guarniz Alvarado; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha once de
noviembre de dos mil catorce, de folios tres mil ciento treinta y tres,
ORDENARON que la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Cajamarca emita nuevo fallo, conforme a las
directivas de la presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos contra Minera Yanacocha
S.R.KL. y otros, sobre indemnización por daños y perjuicios; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui. Integrando esta Sala Suprema el señor Juez
Supremo Miranda Molina, por licencia de la señora Jueza Suprema
del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-171
CAS. Nº1564-2015 LA LIBERTAD
Indemnización por Daños y Perjuicios. Motivación de las
resoluciones judiciales. Derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales obliga al órgano jurisdiccional superior, a
pronunciarse sobre todos los agravios formulados por la parte
impugnante en su recurso de apelación; lo contrario, implica un
supuesto de incongruencia procesal. Lima, veinticuatro de
septiembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA:
con el expediente acompañado; vista la causa número mil
quinientos sesenta y cuatro - dos mil quince, en audiencia pública
llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a
ley; emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En
el presente proceso sobre indemnización por daños y perjuicios,
Jorge Antonio Vargas Pérez, ha interpuesto recurso de casación,
obrante a folios doscientos tres, contra la sentencia de vista de
fecha veinticuatro de octubre de dos mil trece, obrante a fojas
ciento ochenta y siete, dictada por la Tercera Sala Civil de la Corte

78844 CASACIÓN
Superior de Justicia de La Libertad, que confirmó la sentencia de
fecha veinte de junio de dos mil trece, obrante a fojas ciento treinta
y seis, que declaró improcedente la demanda interpuesta por la
recurrente; en los seguidos contra el Banco Interbank Sucursal
Trujillo y otra, sobre indemnización por daños y perjuicios. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
nueve de marzo de dos mil cuatro, de folios cuarenta y tres, Jorge
Antonio Vargas Pérez, interpone demanda sobre devolución por
pago indebido e indemnización por daños y perjuicios contra el
Banco Interbank Sucursal Trujillo y otra, con la finalidad de que se
le restituya los US$ 34,000.00 (treinta y cuatro mil 00/100 Dólares
Americanos), monto que se encontraba depositado en la cuenta
Nº 600-300320207 a nombre de su extinto padre Genaro Vargas
Armas. Como fundamento de su pretensión, señala que su padre,
Genaro Vargas Armas, contrajo matrimonio civil con la demandada
Lina Hildebrandt Saavedra; sin embargo, dicho acto jurídico fue
declarado nulo mediante sentencia judicial dictada en el
expediente signado con número 754-2004 al observarse vicios en
su celebración. Con fecha trece de agosto del dos mil tres,
comunicó al codemandado Banco Interbank el fallecimiento de su
padre, quien era titular de la cuenta bancaria Nº 600-300320207,
con la finalidad de que ésta sea bloqueada hasta que se regularice
la sucesión intestada; empero, pese a dicha comunicación, el
Banco permitió que la demandada retirara US$ 34,000.00 (treinta
y cuatro mil 00/100 Dólares Americanos) de la cuenta mencionada,
hecho que le ha causado grave daño patrimonial (lucro cesante y
daño emergente), teniendo en cuenta que la co emplazada no
poseía ningún derecho sobre dicha cuenta al haberse declarado
nulo el matrimonio civil que mantenía con su progenitor. 2.
CONTESTACION El demandado Banco Interbank, mediante
escrito obrante a fojas cincuenta y nueve, contesta la demanda
alegando que no tenía conocimiento, a la fecha de retiro del
dinero, que el matrimonio celebrado entre José Genaro Vargas
Armas (titular de la cuenta) y Lina Hildebrandt Saavedra había
sido declarado nulo, por cuanto, si bien el retiro se efectuó el
veinticuatro de octubre del dos mil tres y la nulidad del matrimonio
se declaró el veintiséis de noviembre del dos mil ocho, también es
cierto que la comunicación de dicho hecho por parte del actor a la
entidad bancaria fue con fecha posterior al desembolso del dinero.
Asimismo, señala que se permitió el retiro del dinero a la
codemandada, en tanto, ésta ostentaba la condición de cónyuge
supérstite del causante, según se advirtió del Acta de
Protocolización de sucesión intestada de fecha veintitrés de
setiembre del dos mil tres y de la copia literal de la partida
electrónica Nº 11022685 del registro de Sucesiones Intestadas de
la Zona Registral Nº V – Sede Trujillo. 3. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Mediante sentencia de fecha veinte de
junio del dos mil trece, obrante a fojas ciento treinta y ocho, declaró
improcedente la demanda, alegando que si bien el matrimonio de
la codemandada con el padre fallecido del actor fue declarado
nulo mediante sentencia judicial con calidad de cosa juzgada,
también es cierto que a la fecha, no existe una sentencia judicial
que excluya a la emplazada antes citada de la masa hereditaria de
José Generado Vargas Armas. Asimismo, se determinó que el
codemandada Banco Interbank actuó de forma negligente al
entregar la totalidad del dinero obrante en la cuenta bancaria del
causante don José Generado Vargas Armas, teniendo en cuenta
que éste tenía conocimiento de la existencia de más herederos
inscritos en Registros Públicos desde el veinticuatro de octubre
del dos mil tres; sin embargo, optó por entregar el dinero a la
codemandada sin que ésta ostentara un poder universal sobre la
masa hereditaria, empero el demandante no acreditó la existencia
de algún daño causado. 4. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:
El demandante Jorge Antonio Vargas Pérez, mediante escrito
obrante a fojas cinto cincuenta y siete, interpone recurso de
apelación, exponiendo los siguientes agravios: (i) Que no se ha
efectuado una adecuada valoración de los documentos probatorios
incorporados al proceso, puesto que, se ha aplicado indebidamente
el artículo 1267º del Código Civil, referido al pago indebido,
teniendo en cuenta que si bien es cierto el Banco ha efectuado un
pago de manera irresponsable, lo cierto es que en mediante su
escrito de demanda no solicita la repetición de lo indebidamente
pagado, sino la devolución del dinero cobrado por parte de la
demandada y el pago de los daños y perjuicios por la actitud
negligente del Banco y mala fe de la demandada, y (ii) Que los
daños y perjuicios ocasionados se encuentran debidamente
probados y acreditados con los documentos que corren en autos,
pues pese a habérsele alertado oportunamente al Banco con la
muerte de su padre (titular de la cuenta), se entregó un dinero a la
codemandada, hecho que ha vulnerado el derecho patrimonial de
los legítimos herederos, más aún si se analiza que el matrimonio
entre la codemandada y su señor padre ha quedado sin efecto
legal, conforme se corrobora en autos. 5. SENTENCIA DE VISTA:
Elevados los autos a la Sala Superior, en virtud del recurso de
apelación interpuesto por el demandante, mediante sentencia de
vista de fecha veinticuatro de octubre de dos mil trece, obrante a
fojas ciento ochenta y siete, se confirmó la resolución apelada
señalando que mediante la documental de la Inscripción de
Sucesión Intestada con fecha veinticinco y veintiocho de
septiembre del dos mil tres, obrante a folios cincuenta se acreditó
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
que la codemandada Lina Hildebrandt Saavedra aún posee la
condición de heredera legal del causante José Genaro Vargas
Armas, en tanto, la nulidad de su matrimonio se efectuó con fecha
posterior al retiro del dinero de la cuenta del causante, lo cual fue
evaluado por el banco emplazado al momento de entregar el
dinero. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha doce de junio del dos mil quince, del
respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso
de casación interpuesto por el demandante, por las siguientes
causales: 1. Inaplicación del artículo 1969º del Código Civil; 2.
Aplicación indebida del artículo 1267º del Código Civil; 3.
Contravención del artículo 139º inciso 5 de la Constitución
Política del Estado. IV. DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE
PRONUNCIAMIENTO: Conforme a lo señalado se advierte que el
presente recurso de casación ha sido declarado procedente por
infracciones normativas de índole procesal y material; por lo que
corresponde a éste Supremo Tribunal emitir pronunciamiento, en
primer término por la infracción normativa procesal referida a la
vulneración del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales como componente del derecho a un debido proceso, a
efectos de determinar si la sentencia emitida por el Colegiado
Superior cumple con los estándares mínimos exigibles respecto a
los elementos del precepto constitucional invocado, o si por el
contrario la misma presenta defectos insubsanables que motiven
la nulidad del fallo emitido, correspondiendo ordenar la renovación
del citado acto procesal, o de ser el caso, la nulidad de todo lo
actuado hasta la etapa en que se cometió la infracción; ello
conforme a lo previsto en el artículo 396º del Código Procesal
Civil. En caso la sentencia de mérito supere el examen de dicha
infracción normativa procesal, se procederá con el análisis de las
infracciones normativas sustantivas que sustentan el pedido
revocatorio del recurso casatorio interpuesto. V. FUNDAMENTOS
DE ESTA SUPREMA SALA: Primero: Que conforme al
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN
NORMATIVA DEL ARTÍCULO 139º INCISO 5 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO. La parte recurrente
sustenta la causal en examen, alegando que está demostrado que
el Banco codemandado, a pesar de tener conocimiento que
existían otros herederos legales inscritos en Registros Públicos, le
entregó a la demandada Lina Hildebrandt Saavedra, la totalidad
del dinero depositado en la cuenta Nº 600-300320207, con fecha
veinticuatro de octubre de dos mil tres, demostrándose durante el
proceso que el Banco ha efectuado con negligencia, por tanto se
ha acreditado la conducta antijurídica respecto de la indemnización
que solicita el actor. Segundo.- Que, al respecto, resulta adecuado
precisar que, el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del seis de octubre de dos mil seis,
fundamento séptimo “(...) mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como
la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción
garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de
acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido
proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales (...) principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los
derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos
expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal,
los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer”. Tercero: Que, una de las reglas
esenciales que componen el derecho fundamental al debido
proceso, lo constituye la motivación de las resoluciones
judiciales, recogida expresamente dada su importancia en el
inciso 5) de la Constitución Política del Estado; derecho-principio
sobre el cual la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-
Lima, publicada el treinta y uno de agosto de dos mil siete,
fundamento sexto, ha establecido lo siguiente: “(...) además de
constituir un requisito formal e ineludible de toda sentencias
constituye el elemento intelectual de contenido crítico, valorativo y
lógico, y está formado por el conjunto de razonamientos de hecho
y de derecho en los que el magistrado ampara su decisión; por
ende, la exigencia de la motivación constituye una garantía
constitucional que asegura la publicidad de las razones que
tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus sentencias;
además, la motivación constituye una forma de promover la
efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es deber de las
instancias de revisión responder a cada uno de los puntos
planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de su
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Cuarto: Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0728-
2008-PHC/TC, de fecha trece de octubre de dos mil ocho, el
Colegiado Constitucional en mención, ha precisado que éste
contenido queda delimitado en los siguientes supuestos: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente. (...) en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico. b) Falta de motivación interna del razonamiento. (...) se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. c)
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas.
El control de la motivación también puede autorizar la actuación
del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el
Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez
fáctica o jurídica. d) La motivación insuficiente. Se refiere,
básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. e) La motivación
sustancialmente incongruente. (...) obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo
tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del
debate procesal (incongruencia activa). f) Motivaciones
cualificadas.- (...) resulta indispensable una especial justificación
para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación
de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al
propio derecho a la justificación de la decisión como también al
derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal”. Quinto.- Que, del análisis de la resolución materia del
presente recurso, se aprecia que el Ad quem ha confirmado la
improcedencia de la demanda, tras considerar que no se configura
el supuesto de cobro indebido regulado por el artículo 1267º del
Código Civil, según el cual el titular de la acción por pago indebido
es la persona que realizó el pago de manera errónea; por lo que el
demandante carece de legitimidad para obrar, pues éste nunca
realizó un pago indebido, sino el Banco; además, si bien se ha
declarado judicialmente la nulidad del matrimonio, mediante
sentencia que tiene la calidad de cosa juzgada, también lo es que,
la demandada todavía ostenta la condición de heredera, al no
haberse acreditado en autos que haya sido excluida de la herencia
dejada por su causante; por lo que es necesario que el actor en
primer lugar inicie acción a fin de excluir a la demandada de la
masa hereditaria, para luego peticionar la devolución por cobro
indebido. Sexto.- Que, éste Tribunal Supremo advierte que la
sentencia de vista, expedida en los términos antes descritos,
vulnera el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales
del actor, pues en ella se ha omitido emitir pronunciamiento en
torno a los agravios formulados en el recurso de apelación, de
fojas ciento cincuenta y siete, contra la sentencia de primera
instancia, dirigidos a cuestionar los argumentos que sustentan la
improcedencia de la pretensión de indemnización por daños y
perjuicios; concluyéndose que la resolución que motiva el presente
recurso, incurre en vicio de motivación sustancialmente
incongruente, que obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos
en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones
que supongan modificación o alteración del debate procesal;
razón por la cual debe declararse su nulidad. Séptimo.- Que, cabe
resaltar que la sentencia emitida en primera instancia, también
vulnera el precepto constitucional denunciado, toda vez que, la
motivación empleada por el A quo para declarar la improcedencia
de la demanda, respecto a la pretensión de indemnización por
daños y perjuicios, se basa en la supuesta ausencia de acreditación
del daño causado a la parte demandante; sin embargo, a criterio
de éste Colegiado Supremo, dicha motivación resulta ser
insuficiente, en tanto no se cumple con analizar en su integridad
los supuestos fácticos que originaron la interposición de la
demanda, la cual se basa en un supuesto pago indebido por parte
de la entidad financiera demandada a favor de la codemandada
Lina Hildebrandt Saavedra viuda de Vargas, que encuentran
78845
respaldo en los medios probatorios actuados en el proceso, y en
cuyo mérito incluso el juzgador ha determinado que el Banco
Interbank actuó negligentemente, pues del acta de protocolización
de sucesión intestada inscrita en Registros Públicos el veinticuatro
de septiembre de dos mil tres, obrante a fojas cuarenta y ocho, se
verifica que la demandada fue declarada heredera conjuntamente
con siete hijos del causante, siendo que el Banco entregó la
totalidad del dinero depositado a la demandada, a pesar de que
existían más herederos y que aún no se había dado la división y
partición de bienes; en tal tesitura, se vislumbra que la sentencia
de primer grado, no contiene el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada. Octavo.-
Que, por lo expuesto, al haberse establecido que las instancias de
mérito han incurrido en vicios de motivación, vulnerando con ello
el precepto constitucional consagrado en el artículo 139º numeral
5 de la Constitución Política del Estado, corresponde declarar la
nulidad de la sentencia de vista y la insubsistencia de la resolución
apelada, ordenándose que el Juez de la causa emita nuevo
pronunciamiento conforme a los fundamentos expresados en la
presente resolución. Noveno.- Que, finalmente, cabe resaltar que
al haberse declarado fundada la causal procesal desarrollada en
los fundamentos precedentes, no merece ser objeto de
pronunciamiento las causales materiales denunciadas en el
recurso sub examen, pues como ya se dejó establecido, el efecto
del amparo de la primera, es la nulidad de las resoluciones
expedidas en el proceso que declararon la improcedencia de la
demanda, y la renovación del acto procesal consistente en la
sentencia de primera instancia. VI. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por don Jorge Antonio Vargas Pérez, obrante a folios
doscientos tres; en consecuencia NULA la sentencia de vista de
fecha veinticuatro de octubre de dos mil trece, obrante a fojas
ciento ochenta y siete, dictada por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad; e INSUBSISTENTE, la
sentencia apelada, de fecha veinte de junio de dos mil trece,
obrante a fojas ciento treinta y seis, que declaró improcedente la
demanda interpuesta por el recurrente; ORDENARON que el Juez
de la causa emita nuevo pronunciamiento, conforme a las
consideraciones expresadas en la presente resolución;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por la
parte recurrente contra el Banco Interbank Sucursal Trujillo y otra,
sobre indemnización por daños y perjuicios; interviniendo como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Interviene el
señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia de la señora
Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.- SS. WALDE JÁUREGUI,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-172
CAS. Nº 1569-2015 ICA
OFRECIMIENTO DE PAGO Y CONSIGNACIÓN. Lima, doce de
junio de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, se procede a la calificación del recurso de casación, de
fojas ciento cincuenta y seis, interpuesto por el Abogado de la
opositora Maytte Isabel Peralta Avilés, contra el auto de segunda
instancia, contenido en la resolución número dos, de fojas ciento
cuarenta y ocho, del diecinueve de enero de dos mil quince; por
lo que, conforme dispone el artículo 391 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, esta Suprema Sala
procederá a revisar si el referido recurso extraordinario cumple
con los requisitos de admisibilidad y procedencia que exigen los
artículos 387 y 388 del mencionado Código, también modificados
por la ley aludida, y después de verificarlos, se podrá rechazar
de plano, declarar inadmisible, procedente o improcedente el
indicado recurso. Segundo.- Que, el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, establece
como requisitos de admisibilidad que el recurso de casación
se interpone: 1) Contra las sentencias y autos expedidos por
las Salas Superiores que, como órganos de segundo grado,
ponen fin al proceso; 2) Ante el órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada o ante la Corte Suprema; 3) Dentro del
plazo de diez días, contado desde el día siguiente de notificada
la resolución que se impugna, más el término de la distancia
cuando corresponda; y, 4) Adjuntando el recibo del arancel
judicial respectivo. Asimismo, si el recurso no cumple con los
requisitos previstos en los numerales 1 y 3, la Corte rechazará
de plano el recurso e impondrá al recurrente una multa no menor
de diez ni mayor de cincuenta Unidades de Referencia Procesal,
en caso de que considere que su interposición tuvo como causa
una conducta maliciosa o temeraria del impugnante. Tercero.-
Que, en el presente proceso no contencioso, Ronald Edmundo
Sánchez Torres presenta una solicitud sobre ofrecimiento de
pago y consignación para que se tenga por ofrecido el pago

78846 CASACIÓN
de la suma de ciento treinta mil nuevos soles (S/. 130 000.00)
a favor de la recurrente Maytte Isabel Peralta Avilés, quien
formula contradicción contra la referida solicitud, y aduce que
ésta debe ser materia de pronunciamiento en el proceso de
resolución de contrato y otro que se tramita en el expediente Nº
00589-2014-0-1401-JR-CI-03, por lo que pide que se declare
improcedente el ofrecimiento de pago y consignación. Cuarto.-
Que, la Segunda Sala Civil de Ica, mediante el auto de vista,
contenido en la resolución número dos, de fojas ciento cuarenta y
ocho, del diecinueve de enero de dos mil quince, revoca el auto,
comprendido en la resolución número cinco, de fojas ciento diez,
del diecisiete de octubre de dos mil catorce, que declara fundada
la contradicción formulada por Maytte Isabel Peralta Avilés, contra
la solicitud de ofrecimiento de pago en consignación; e infundada
la solicitud de ofrecimiento de pago en consignación formulada
por Ronald Edmundo Sánchez Torres; y, reformándola declara
improcedente dicha solicitud; y, sin pronunciamiento respecto
de la contradicción formulada por Maytte Isabel Peralta Avilés,
contra la solicitud de ofrecimiento de pago en consignación; e
infundada la solicitud de ofrecimiento de pago en consignación
formulada por Ronald Edmundo Sánchez Torres; dejando a salvo
el derecho de la parte emplazada, respecto al pago de las costas
y costos del proceso a fin que lo haga valer en la oportunidad
y vía procedimental que corresponda de acuerdo a ley. Contra
dicha resolución la opositora interpone recurso de casación.
Quinto.- Que, el recurso de casación interpuesto por la recurrente
Maytte Isabel Peralta Aviles, no cumple con lo dispuesto en
el referido numeral 1 del artículo 387 del Código Procesal
Civil, toda vez que, primero: En la contradicción solicitó que se
declare improcedente el ofrecimiento de pago y consignación,
al considerar que debe resolverse en el proceso de resolución
de contrato y otro; que el Juez, declara fundada la contradicción
formulada por la recurrente contra la solicitud de ofrecimiento de
pago en consignación; e infundada la referida solicitud. Sexto.-
Que, en el proceso no contencioso el artículo 755 del Código
Procesal Civil, dispone que la resolución de primera instancia que
pone fin al proceso es apelable con efecto suspensivo. Sétimo.-
Que, como la contradicción de la recurrente fue resuelta dentro de
lo peticionado, interpuso recurso de apelación, mediante el cual
cuestiono únicamente la falta de pago de costas y costos; que al
ser resuelto en segunda instancia, conforme a la improcedencia
solicitada por la recurrente, no tiene interés para recurrir, ya que
solo se limito a cuestionar el pago de costas y costos. Octavo.-
Que, respecto a la procedencia el artículo 802 del Código Procesal
Civil, dispone: “En los casos que establece el Código Civil, quien
pretenda cumplir una prestación, puede solicitar su ofrecimiento
judicial y, en su caso, que se le autorice a consignarlo con
propósito de pago. Cuando hay un proceso contencioso en que
se discute la relación material que originó o que esté conectada
a la obligación debida, el ofrecimiento y eventual consignación,
deben realizarse en dicho proceso siguiéndose el trámite que
corresponde al mismo.”. Noveno.- Que, los fundamentos de
hecho y de derecho en que se funda la solicitud aludida, están
siendo discutidos en un proceso contencioso sobre resolución
de contrato y otro, que tiene que ver con las mismas partes y
predio sub litis, por consiguiente, no resulta procedente esta
solicitud. Décimo.- Que, las resoluciones de primera instancia
expedidas en los procesos no contenciosos, ponen fin al
proceso, contra los cuales procede el recurso de apelación, y
aun que hayan sido revisadas en segunda instancia, no causan
estado. Undécimo.- Que, la referida resolución de revisión que
la recurrente impugna no es una resolución casable, toda vez
que no pone fin al proceso, pues no contiene una decisión o
fallo final y definitivo sobre el fondo de la controversia. Por lo que
conforme a los artículos: 128(1), 387 -inciso 1 y penúltimo párrafo-
y 802 de la referida norma procesal civil, resulta improcedente.
Por estos fundamentos, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación, de fojas ciento cincuenta y seis, interpuesto por el
Abogado de la opositora Maytte Isabel Peralta Avilés, contra el
auto de segunda instancia, contenido en la resolución número
dos, de fojas ciento cuarenta y ocho, del diecinueve de enero
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Ronald Edmundo Sánchez Torres con Maytte
Isabel Peralta Avilés, sobre solicitud de ofrecimiento de pago y
consignación; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Juez
Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
Artículo 128.- Admisibilidad y Procedencia.- El Juez declara la inadmisibilidad
de un acto procesal cuando carece de un requisito de forma o éste se cumple
defectuosamente. Declara su improcedencia si la omisión o defecto es de un
requisito de fondo.
C-1392274-173
CAS. Nº 1582-2015 AYACUCHO
Declaración de Herederos y Petición de Herencia. Vocación
hereditaria de la madre del causante. La madre del causante al
ostentar el segundo orden sucesorio, y al no existir cónyuge ni
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
descendientes del mismo, tiene derecho a ser declarada su
heredera. CC. 816, 817, 820, 828. Lima, veinte de octubre de dos
mil quince.- LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA: vista la causa
número un mil quinientos ochenta y dos - dos mil quince, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la
votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso de declaratoria
de herederos y petición de herencia, la demandada Filomena
Chanhualla Felices, ha interpuesto recurso de casación de folios
cuatrocientos cuatro, contra la sentencia de vista de fecha
veintitrés de diciembre de dos mil catorce, de folios trescientos
setenta y cuatro, corregida a folios cuatrocientos treinta y cinco,
dictada por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Ayacucho, que confirma la sentencia de primera instancia de
fecha diecinueve de junio de dos mil catorce, de folios doscientos
cuarenta y nueve, que declara fundada en parte la demanda,
interpuesta por Maximina Felices de Chanhualla y Javier Muñoz
Felices. II. ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de
fecha dieciocho de mayo de dos mil doce, de folios dieciséis,
Maximina Felices de Chanhualla y Javier Muñoz Felices,
interponen demanda de declaración de herederos y petición de
herencia contra Filomena Chanhualla Felices, señalando como
pretensiones: a) Se les declare herederos del causante Antenor
Chanhualla Felices, al tener la calidad de madre y medio hermano
(por parte de madre) del mismo; y, b) Se ordene concurrir junto con
la demandada, como propietarios del inmueble ubicado en el Jirón
Londres número 289, Distrito de Ayacucho, Provincia de
Huamanga, el cual tiene un área de 80.68 metros cuadrados, y se
encuentra inscrito en la Partida Registral número 11003330 de la
Oficina Registral de Ayacucho. Alegan como sustento de su
pretensión que: a) Son madre y medio hermano (por parte de
madre) de Antenor Chanhualla Felices, respectivamente; quien
falleció el cinco de setiembre de dos mil cuatro, en condición de
soltero y sin hijos; b) Dicho causante mediante escritura pública
del siete de febrero de mil novecientos ochenta y seis, adquirió un
terreno ubicado en Jirón Londres número 289, Distrito de
Ayacucho, Provincia de Huamanga, de 80.68 metros cuadrados e
inscrito en la Partida Registral número 11003330 de la Oficina
Registral de Ayacucho; en el cual construyó tres pisos; c) A la
muerte del referido causante, el inmueble pasa a ser propiedad de
la demandada por sucesión intestada tal como se observa de la
partida registral precitada; y, d) La demandada se ha declarado
como única heredera, a pesar de tener conocimiento de la
existencia de los demandantes. 2. CONTESTACIÓN: La
demandada Filomena Chanhualla Felices, contesta la demanda a
folios ciento once, alegando que: a) Cuando el padre de la
demandada y del causante falleció, la demandante los dejó en
abandonó, dejándolos al cuidado de sus abuelos, teniendo una
nueva relación con el padre del codemandante; b) El inmueble ha
sido adquirido y construido conjuntamente por la demandada y el
causante, quien fue un padre para aquella; c) Los demandantes
no conocen la forma de adquisición y construcción del inmueble;
d) La demandante denunció al causante por lesiones leves, siendo
condenado por ello; e) Ha demandado a la ahora actora por
violencia familiar; f) Los demandantes no se han ocupado del
proceso penal instaurado en mérito al asesinato del causante; g)
Los demandantes no han formulado oposición alguna a la
sucesión intestada; h) La demandada es quien ha afrontado los
gastos de fallecimiento del causante; e, i) El causante ha dejado
deudas que ha tenido que afrontar, razón por la cual vendió el
inmueble sub litis para poder cancelar las mismas. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si la demandada
Filomena Chanhualla Felices fue declarada como única heredera
del causante Antenor Chanhualla Felices. 3.2 Determinar si los
demandantes, no obstante tener vocación hereditaria para
suceder al referido causante, fueron preteridos en la declaratoria
de herederos. 3.3 Determinar si la masa hereditaria está
constituida por el inmueble ubicado en el Jirón número 289,
Distrito de Ayacucho, Provincia de Huamanga. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite correspondiente, la
Juez mediante sentencia de fecha diecinueve de junio de dos mil
catorce, de folios doscientos cuarenta y nueve, declaró fundada
en parte la demanda, esto es, fundada en cuanto a la demandante
Maximina Felices de Chanhualla e infundada respecto al
demandante Javier Muñoz Felices, considerando que: a) De la
partida de nacimiento y acta de defunción del causante, se
desprende la vocación hereditaria de la demandante, en su
condición de madre del mismo; por lo que resulta amparable su
pedido de ser incluida como heredera y que participe de la
herencia dejada por el causante, conjuntamente con la demandada
ya declarada como tal, sin que haya sido cuestionada por la
demandada tal condición, pese a operar la exclusión sucesoria
prevista en el artículo 817 del Código Civil, dada la condición de
heredera de segundo orden que excluye a los herederos
colaterales del cuarto orden (hermanos); y, b) El demandante
Javier Muñoz Felices, quien viene a ser medio hermano del
causante, no le corresponde concurrir como heredero, al haber
sido excluido por la heredera de segundo orden, es decir la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
demandante Máxima Felices de Chanhualla, madre del causante,
conforme lo disponen los artículos 817, 820 y 828 del Código Civil.
5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante escrito de
fecha cuatro de julio de dos mil catorce, de folios doscientos
setenta y tres, la demandada Filomena Chanhualla Felices,
interpuso recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que: No se ha valorado en forma conjunta los
medios probatorios, que acreditan las deudas dejadas por el
causante, incluidos los gastos por fallecimiento, y que han sido
pagados por la demandada, para lo cual ha tenido que enajenar el
inmueble sub litis, sin que la actora haya formulado oposición
alguna, siendo imposible jurídicamente lo ordenado en la apelada,
en tanto que el inmueble ha sido transferido a un tercero. 6.
SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior en
virtud del recurso de apelación interpuesto por la demandada, la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, mediante
sentencia de vista de fecha veintitrés de diciembre de dos mil
catorce, de folios trescientos setenta y cuatro, corregida a folios
cuatrocientos treinta y cinco, confirmó la sentencia de primera
instancia, acogiendo los mismos argumentos que esta última, y
agregando que: a) al haberse preterido los derechos de la
demandante, debe disponerse su concurrencia con la demandada
en calidad de copropietaria del inmueble sub litis; y, b) Advirtiéndose
de autos que el predio citado ha sido transferido a un tercero, debe
dejarse abierto el derecho de la demandante, a fin que utilice los
mecanismos legales pertinentes para que pueda revertir dicho
predio dentro de la masa hereditaria o que se le repare el daño
patrimonial sufrido, teniéndose presente la carga dejada por el
causante. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha doce de junio de dos mil quince,
obrante a folios veintiséis del respectivo cuaderno formado, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por la
demandada Filomena Chanhualla Felices, por la infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado; 364 del Código Procesal Civil; 660, 661,
665 segundo párrafo, 869 y 871 del Código Civil. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que,
estando a los argumentos expuestos durante el transcurso del
proceso, así como en el recurso de casación, la controversia gira
en determinar si la demandante Maximina Felices de Chanhualla
tiene derecho a ser declarada heredera del causante Antenor
Chanhualla Felices y concurrir con la demandada como heredera
del inmueble sub litis dejado por éste; asimismo, determinar si la
enajenación de dicho inmueble incide en la pretensión contenida
en la demanda. Segundo.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso de casación por normas procesales así
como normas materiales, corresponde en primer término efectuar
el análisis sobre la existencia del error procesal, y en segundo
lugar, de ser el caso, emitir pronunciamiento respecto de la
infracción normativa material, referida al derecho controvertido en
la presente causa. Tercero.- Que, resulta adecuado precisar que,
el artículo 139.3 de la Constitución Política del Estado ha
establecido como un derecho relacionado con el ejercicio de la
función jurisdiccional “la observancia del debido proceso y la
tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal Constitucional ha
señalado que supone tanto el derecho de acceso a los órganos de
justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, mientras
que sobre aquel ha expresado que significa la observancia de los
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos; resultando
oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC,
del 6 de octubre de 2006, fundamento 7 “(...) mientras que la tutela
judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos
de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir,
una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la
jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, significa la
observancia de los derechos fundamentales esenciales (...)
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencia constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
78847
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; aunado a ello,
corresponde precisar que la motivación aparente se configura
también cuando no se responde por ejemplo a las alegaciones o
pretensiones de las partes en el proceso, conforme a lo precisado
por el citado Tribunal en el expediente 0078-2008-PHC/TC.
Sexto.- Que, de la revisión de la sentencia de mérito, se aprecia
que el Colegiado Superior, ha declarado fundada en parte la
demanda, bajo los argumentos consistentes en que la demandante
ha acreditado ser la madre del causante conforme al acta de
nacimiento y de defunción del mismo, por lo que tendría derecho a
ser declarada única heredera de éste y ostentar la calidad de
propietaria del inmueble sub litis, sin embargo al haber peticionado
en su demanda concurrir con la demandada como heredera del
causante, corresponde ordenar dicha concurrencia; asimismo, se
precisa que al haberse enajenado el inmueble precitado, se deja a
salvo los derechos de la actora para que pueda revertir el predio
dentro de la masa hereditaria, o en su caso, solicitar la reparación
económica correspondiente, para lo cual se deberá tener en
cuenta la carga [pasivo] dejada por el causante; invocando para tal
efecto los artículos 664, 815, 816, 820 y 844 del Código Civil; 364
del Código Procesal Civil y Casación; en consecuencia, se
advierte que la sentencia de vista no incurre en alguna de las
deficiencias de motivación descritas en el quinto considerando de
la presente resolución, en tanto la Sala de mérito ha cumplido con
precisar de forma clara, congruente y suficiente los fundamentos
de hecho y derecho que sustentan su decisión, de manera que
dicho fallo no puede ser cuestionado por ausencia o defecto en la
motivación, por lo que corresponde declarar infundada la causal
de infracción normativa de los artículos 139, incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú. Sétimo.- Que, conforme a los
artículos 660 y 661 del Código Civil, desde el momento de la
muerte de una persona, los bienes, derechos y obligaciones que
constituyen la herencia, se trasmiten a sus sucesores; siendo que
los herederos responden de las deudas y cargas de la herencia
sólo hasta donde alcancen los bienes de ésta; asimismo,
corresponde a éstos la prueba del exceso, salvo cuando exista
inventario judicial. Octavo.- Que, por su parte el artículo 665 del
Código precitado, regula la acción reivindicatoria de bienes
hereditarios, precisando en su segundo párrafo: “Si se trata de
bienes registrados, la buena fe del adquirente se presume si,
antes de la celebración del contrato, hubiera estado debidamente
inscrito, en el registro respectivo, el título que amparaba al
heredero aparente y la trasmisión de dominio en su favor, y no
hubiera anotada demanda ni medida precautoria que afecte los
derechos inscritos. En los demás casos, el heredero verdadero
tiene el derecho de reinvidicar el bien hereditario contra quien lo
posea a título gratuito o sin título” Noveno.- Que, asimismo, los

78848 CASACIÓN
artículos 869 y 871 del mismo cuerpo normativo, regulan aquellos
gastos a cargo de la masa hereditaria, como son, del funeral,
incineración, provenientes de la última enfermedad del causante y
de administración, así como la obligación de pagar las deudas del
causante, respectivamente. Décimo.- Que, conforme a lo
establecido en las sentencias de mérito, la demandante Maximina
Felices Chanhualla, ha demostrado ser la madre del causante
Antenor Chanhualla Felices, y por tanto tendría derecho a ser
declarada la única heredera del mismo, conforme a lo establecido
en los artículos 816, 817, 820 y 828 del Código Civil; no obstante
en su demanda ha solicitado concurrir con la demandante respecto
a la herencia del causante, siendo que el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, prevé: “El Juez debe aplicar
el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido
invocado por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo,
no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos
diversos de los que han sido alegados por las partes.”; por lo que
se ha declarado que la demandante debe concurrir con la
demandada como herederas del anotado causante. (el subrayado
es nuestro). Décimo Primero.- Que, si bien es cierto, el inmueble
sub litis, ha sido transferido a Elile Faustina Torres García mediante
escritura pública de compraventa de fecha veintitrés de mayo de
dos mil doce, inscrita en los registros públicos el veinte de junio del
dos mil doce, según se advierte de la partida registral obrante a
folios ciento sesenta y uno, también lo es que ello en nada incide
en que la demandante sea declarada heredera del causante por
imperio de la ley, y en consecuencia se le reconozca al derecho de
copropiedad respecto al inmueble acotado; siendo que como
copropietaria del mismo, se encuentra facultada para interponer
las acciones legales pertinentes a efecto de incorporar nuevamente
dicho bien a la masa hereditaria, invocando de considerarlo
oportuno el artículo 665 segundo párrafo del Código Civil antes
descrito, caso contrario, esto es, de no solicitar la reivindicación
del bien o ser desestimada ésta, igualmente se encuentra
facultada para pretender la reparación económica por el daño
patrimonial que considere haber sufrido, debiéndose tener en
cuenta para tal efecto, las cargas [deudas y otros] dejadas por el
causante y que habrían sido asumidas por la demandada. Décimo
Segundo.- Que, en consecuencia, estando a lo expuesto
precedentemente, corresponde declarar infundadas las
infracciones materiales denunciadas en el recurso de casación. V.
DECISION: Por estos fundamentos: Declararon INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por la demandada Filomena
Chanhualla Felices, de folios cuatrocientos cuatro; en
consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de fecha
veintitrés de diciembre de dos mil catorce, de folios trescientos
setenta y cuatro; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos por Maximina Felices de Chanhualla y otro, sobre
declaración de herederos y petición de herencia; y los devolvieron;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-174
CAS. 1589-2015 ICA
EJECUCIÓN DE GARANTÍA. Lima, dieciocho de noviembre de
dos mil quince. VISTOS; con el mérito de la razón emitida por el
Secretario de Sala de fecha cinco de octubre de dos mil quince,
obrante a fojas cuarenta y ocho; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, se procede a calificar el recurso de casación interpuesto
por la ejecutada Carmen Alicia Belén Soto, a fojas doscientos
cuarenta y siete, contra la resolución de vista de fojas doscientos
cuarenta, del nueve de enero de dos mil quince, que confirma la
resolución apelada de fecha doce de agosto de dos mil catorce,
de fojas ciento noventa y dos, que ordena el remate del inmueble
sujeto a hipoteca. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, en ese sentido, se verifica que el
recurso de casación de fojas doscientos cuarenta y siete, cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
por la Sala Mixta de Chincha de la Corte Superior de Justicia de
Ica que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a la recurrente el
veintiuno de enero de dos mil quince, conforme a la constancia
de fojas doscientos cuarenta y dos vuelta, y el referido recurso de
casación fue interpuesto el treinta de enero del mismo año, es decir,
dentro del décimo día de notificado; y, iv) Se adjunta el arancel
judicial respectivo, conforme se aprecia de fojas veinticinco del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
cuaderno de casación. Tercero.- Que, al evaluar los requisitos
de procedencia previstos en los cuatro incisos del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
se verifica que a la nombrada casacionista cumple con el primer
requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez
que no consintió la resolución de primera grado le fue favorable
a sus intereses. Cuarto.- Que, la recurrente sustenta su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: La Infracción
normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú. Sostiene que al haberse rechazado su reclamo
por notificación defectuosa de la demanda en su domicilio real, se
ha permitido que las instancias de mérito resuelvan sin garantizar
el derecho de defensa y el debido proceso de la recurrente, y con
ello la defensa que se pudo haber ejercitado, generando que se
resuelva sin las bases del contradictorio dentro de un proceso
regular. Quinto.- Que, respecto a la denuncia descrita en el
considerando precedente, obra a fojas ciento ochenta y seis el
cargo de notificación que contiene la demanda y el auto admisorio
dirigido a la recurrente en su domicilio ubicado en calle Los Pinos
Nº 461 – 463, San Isidro, Lima, dirección que resulta ser la misma
que se consigna en la demanda y ha sido señalada por la propia
impugnante en el trámite del proceso; por consiguiente, no resulta
cierto lo alegado por ésta, en el sentido que se ha vulnerado su
derecho al debido proceso y el principio de motivación de las
resoluciones judiciales, máxime si la Sala Superior ha concluido
que los ejecutados pese haber sido debidamente notificados en
su domicilio real señalados en la demanda, no han formulado
contradicción al mandato de ejecución, hecho que motivó al juez
emitir el auto final que ordena el remate del bien. Sexto.- Por lo
expuesto, se puede concluir que, si bien la recurrente cumple con
describir con claridad y precisión la infracción normativa en que se
habría incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo
bajo análisis; sin embargo, no cumple con demostrar la incidencia
de dicha infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el
inciso 3 del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse con uno de
los requisitos exigidos por ley, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación interpuesto en todos sus extremos, de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la ejecutada Carmen
Alicia Belén Soto, a fojas doscientos cuarenta y siete, contra
la resolución de vista de fojas doscientos cuarenta, del nueve
de enero de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Banco de Crédito del
Perú con el Consorcio La Chacra Sociedad Anónima Cerrada y
otros, sobre ejecución de garantía; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
Por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra
esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS.
ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-175
CAS. Nº 1618-2015 JUNIN
INDEMNIZACION POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, doce
de octubre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el codemandado Juan Pablo
Sobrevilla Jáuregui, obrante a folios cuatro mil novecientos
ochenta, contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de
diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas cuatro mil novecientos
sesenta, que confirmó la sentencia de primera instancia obrante a
fojas cuatro mil setecientos sesenta y nueve, de fecha veintisiete
de agosto de dos mil catorce, que declaró fundada en parte la
demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín que, como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Mixta de
Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín, que emitió la
resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que
establece el inciso 3º del citado artículo, en tanto, la sentencia
de vista fue notificada el doce de enero de dos mil quince, y el
recurso de casación fue interpuesto el veintiséis del mismo
mes y año, IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente
arancel judicial. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón
a que las resoluciones apeladas le fueron adversas, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia la siguiente
causal: La infracción normativa por aplicación errónea del
artículo 1319º, 1320º y 1330º del Código Civil, arguyendo que
la sentencia de vista impugnada, al determinar la responsabilidad
civil del recurrente, no explica el razonamiento empleado o la
norma jurídica que sustentaría el dolo o la culpa del recurrente con
relación a la inejecución de obligaciones, ni mucho menos se ha
determinado el factor de atribución; ello teniendo en cuenta que no
basta comprobar judicialmente la infracción de la obligación sino
demostrar la existencia de los daños y perjuicios, en concordancia
con el artículo 1330º y 1331º del Código Civil. Finalmente, la Sala
comete una grave afectación a la norma mencionada, en tanto, se
dispone el pago de S/. 11,048.52 (once mil cuarenta y ocho 52/100
Nuevos Soles) a favor de la Municipalidad Provincial de Huancayo,
quien no fue parte del proceso, tomando sólo como referencia el
Informe Pericial Nº 02-2012/LIOO-JLLV, sin emitir análisis respecto
al Informe que contiene el anexo 53 del Informe Especial Nº 083-
2005-CG/ORHU, elaborado por la entidad demandante, en donde
se indica que el presupuesto para la obra de Pavimentación del
jirón Ramón Castilla asciende a S/. 95,887.97 (noventa y cinco mil
ochocientos ochenta y siete con 97/100 Nuevos Soles), siendo el
costo total de la obra S/. 120,258.00 (ciento veinte mil doscientos
cincuenta y ocho 00/100 Nuevos Soles) y no S/. 106,272.11
(ciento seis mil doscientos cincuenta con 97/100 Nuevos Soles),
lo cual implica un saldo a favor ascendente a S/. 3,985.89 (tres
mil novecientos ochenta y cinco con 89/100 Nuevos Soles), así
como la no acreditación de la responsabilidad y de daño material.
Sexto.- Que, con relación a la causal denunciada, se verifica que
su fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil; en tanto, se indica que la resolución recurrida vulnera los
artículos 1319º, 1320º y 1330º del Código Civil referidos a la culpa
inexcusable, la culpa leve, y la prueba de dolo y culpa inexcusable,
respectivamente; sin embargo, la parte recurrente no cumple con
explicitar de forma adecuada cuales serían los vicios in iudicando
incurridos por el Colegiado que vulneran la normativa invocada;
por el contrario, de la lectura del mismo se advierte que lo que
en realidad se pretende, es que éste Supremo Tribunal revoque
la sentencia, objeto de recurso de casación, con el propósito
de que el Colegiado asuma la tesis fáctica y probatoria que ha
postulado a lo largo del proceso, que sustenta la inexistencia de
responsabilidad civil del recurrente; actividad procesal que no
se condice con los fines del recurso de casación, los cuales, de
conformidad con el artículo 384º del Código Procesal Civil, son
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto
y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia; más aún si se considera que las instancias
de mérito cumplieron con su deber de motivación al aplicar e
interpretar la normativa aplicable al caso concreto y valorar los
medios probatorios que conllevaron a que se declare fundada en
parte la demanda, por lo que la causal bajo análisis deviene en
improcedente. Séptimo.- Que, además, en cuanto al extremo del
recurso de casación, referido a que el Ad quem, ha dispuesto el
pago de una indemnización a favor de la Municipalidad Provincial
de Huancayo, quien no fue parte del proceso; debe señalarse que,
dicho argumento no resulta plausible, toda vez que, de acuerdo
al artículo 22 inciso d) de la Ley Nº 27785, Ley Orgánica del
Sistema Nacional de Control y de la Contraloría General de la
República, la Contraloría tiene como atribución, disponer el inicio
de las acciones legales pertinentes en forma inmediata, por el
Procurador Público de la Contraloría General o el Procurador del
Sector o el representante legal de la entidad examinada, en los
casos en que en la ejecución directa de una acción de control
se encuentre daño económico o presunción de ilícito penal. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Juan Pablo Sobrevilla
Jáuregui, obrante a folios cuatro mil novecientos ochenta, contra
la sentencia de vista de fecha diecisiete de diciembre de dos
mil catorce, obrante a fojas cuatro mil novecientos sesenta, que
confirmó la sentencia de primera instancia obrante a fojas cuatro
mil setecientos sesenta y nueve, de fecha veintisiete de agosto
de dos mil catorce, que declaró fundada en parte la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad. En los seguidos
por la Contraloría General de la República contra Mauro William
Ayala Peña y otros, sobre Indemnización por daños y perjuicios.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.-
SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
78849
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-176
CAS. Nº 1630-2015 CUSCO
RETRACTO. Lima, quince de junio de dos mil quince.- VISTOS;
y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el
demandante Luis John del Castillo Andia, de folios doscientos
trece, contra la resolución de vista de fecha once de marzo de
dos mil quince, de folios ciento cincuenta y seis, que confirma la
resolución de primera instancia de fecha veintinueve de setiembre
de dos mil catorce, de folios ciento veintitrés, que declara nulo
todo lo actuado hasta folios treinta y cuatro e improcedente
la demanda por extemporánea; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley
número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a
los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Sala Mixta Liquidadora
y de Apelaciones de Canchis – Sicuani de la Corte Superior de
Justicia de Cusco que, como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Mixta Liquidadora
y de Apelaciones de Canchis – Sicuani de la Corte Superior de
Justicia de Cusco, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha
dieciocho de marzo de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el treinta de marzo de dos mil quince. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial de folios ciento setenta y uno
del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ciento treinta y tres; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, el recurrente denuncia como causales las siguientes:
Infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado; 1596, 1597, 1994 inciso 8
del Código Civil; e infracción de las formas esenciales para
la eficacia y validez de los actos procesales. Señala que no
se ha tomado en cuenta que es el órgano jurisdiccional quien ha
retardado la presentación de la demanda de autos, al haberse
demorado en declarar improcedente la demanda de retracto
presentada con anterioridad así como devolver los anexos de
la misma, como es el depósito judicial por la suma de diecisiete
mil trescientos nuevos soles. Recién el nueve de mayo de dos
mil trece pudieron ubicar la escritura pública de transferencia.
Recién han tomado conocimiento que el inmueble se encuentra
inscrito a nombre de los transferentes Manuel Quispe Alvaro y
Guadalupe Mamani Ortiz. Sexto.- Que, en relación a la causales
denunciadas, se advierte que las mismas carecen de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que el plazo de
treinta días calendario previsto en los artículos 1596 del Código
Civil y 497 del Código Procesal Civil computado desde que
el demandante tiene conocimiento de la transferencia, es de
caducidad, el cual no admite suspensión ni interrupción alguna,
no pudiéndosele atribuir al órgano jurisdiccional la responsabilidad
por la presentación de una demanda de retracto anterior a la de
autos ante juez incompetente, que originó un proceso de trámite
regular. Asimismo, dichas normas como el artículo 1597 del
Código Civil no establecen que el plazo de treinta días calendario
se computa desde que se cuenta con el documento que acredita
la transferencia, sino desde que se tiene conocimiento de la
misma. Por otra parte, el plazo de un año contenido en la última
parte del precitado artículo 1597, aplica para la inscripción de la
última transferencia, respecto a la cual se solicita la subrogación
en lugar del comprador. Cabe agregar que la causal de infracción
de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos
procesales, como se ha expresado en el recurso de casación, se
encontraba contemplada en el artículo 386 del Código Procesal
Civil antes de su modificatoria por la Ley 29364, vigente a la
interposición de la demanda, por lo que su invocación no se
encuentra acorde con las causales de casación contenidas en el
artículo 386 del Código Adjetivo vigente, siendo que sin perjuicio

78850 CASACIÓN
de ello, dicha causal se sustenta en la iniciativa del Poder Judicial
de enviar al Congreso de la República una propuesta legislativa
que de forma expresa señale que los procesos de retractos
son de conocimiento del juez civil, mas no en alguna infracción
normativa contendida en la resolución de vista. Sétimo.- Que,
siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandante Luis John del Castillo
Andia, de folios doscientos trece, contra la resolución de vista de
fecha once de marzo de dos mil quince, de folios ciento cincuenta
y seis; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Luis John del Castillo Andia y otra contra el Moisés Saraya Jara
y otra, sobre retracto; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Interviene el señor Juez
Supremo Miranda Molina, por vacaciones del señor Juez Supremo
Almenara Bryson. Interviene la señora Jueza Suprema Cabello
Matamala, por licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio
Rodríguez.- SS. WALDE JÁUREGUI, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-177
CAS. Nº 1648-2015 LIMA NORTE
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, cuatro de
diciembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por el demandado Dimas
Ramos Oyarce de folios cuatrocientos cinco, contra la sentencia
de vista de fecha diecisiete de setiembre de dos mil catorce, de
folios trescientos noventa y nueve, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha tres de marzo de dos mil catorce, de
folios ciento veintisiete, que declara fundada en parte la demanda
de obligación de dar suma de dinero; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha veinticinco de noviembre de dos mil catorce y
el recurso de casación se presentó el diez de diciembre de dos mil
catorce. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios
cuatrocientos cuatro del expediente principal y cincuenta y nueve
del cuadernillo de casación. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ciento treinta y nueve; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, el
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Estado y I del Título Preliminar del Código Procesal
Civil. Señala que no se le ha notificado con arreglo a ley al no
haber sido emplazado en su domicilio real ubicado en Manzana C,
Lote 60, Asentamiento Humano Los Rosales de Pro, Los Olivos,
conforme figura en la ficha RENIEC, lo cual atenta contra su
derecho de defensa y a probar, más aún si en el supuesto contrato
suscrito con el demandante no se precisa su dirección. Agrega
que en las notificaciones no se advierte constancias de preaviso
como tampoco la descripción del inmueble. Añade que la Sala
no ha emitido pronunciamiento respecto a tales agravios pese
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
haber sido invocados en la apelación. b) Infracción normativa
del artículo 50 inciso 6 del Código Procesal Civil. Manifiesta
que las instancias de mérito señalan que el demandante pagó
S/. 40,000.00 a otro grupo, cuando lo que realmente pagó fue
S/. 4,000.00. Agrega que la sentencia de vista se refiere a los
demandados cuando la demanda fue declarada infundada
respecto a Francisco Neptalí Palacios Mejía. Sexto.- Que, en
relación a la causal denunciada en el literal a), se aprecia que
la misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia,
toda vez que el recurrente ha sido notificado desde el inicio
del proceso en el domicilio al cual el demandante le dirigió la
carta notarial del veintiuno de noviembre de dos mil once y que
originó la respuesta del recurrente mediante otra carta notarial
del veinticinco de noviembre de dos mil once, mismo domicilio
en el cual se le notificó la sentencia, contra la cual el recurrente
interpuso recurso de apelación oportunamente, señalando recién
en dicho escrito su domicilio procesal. Asimismo se advierte de
los cargos correspondientes que todas las notificaciones han sido
realizadas conforme a ley, obrando los pre avisos de notificación
en el expediente. Por otra parte, la Sala Superior sí ha emitido
pronunciamiento respecto al agravio contenido en el recurso de
apelación de la sentencia, consistente en una falta de notificación
con arreglo a ley, conforme se desprende del considerando 3.2
de la recurrida. Séptimo.- Que, en cuanto a la causal descrita
en el literal b), también debe ser desestimada, toda vez que el
monto que el demandante pagó a otra agrupación musical no
fue materia de apelación por el recurrente, más aún si la Sala
de mérito confirmó el monto indemnizatorio considerando que
había sido fijado de forma prudencial por la juez de la causa;
que no es actividad propia del recurso de casación revalorar las
pruebas, que han sido merituadas por la Sala Superior, en tanto
dicha actividad es ajena al debate casatorio. Por otra parte, si bien
es cierto en la sentencia de vista no se emite pronunciamiento
respecto al otro demandado, sino únicamente respecto al ahora
recurrente, lo es por cuanto solo éste interpuso recurso de
apelación. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a
la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si
bien el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es anulatorio total así como revocatorio, dicha observancia no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación,
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Dimas Ramos Oyarce de folios cuatrocientos
cinco, contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de setiembre
de dos mil catorce, de folios trescientos noventa y nueve, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha tres de marzo
de dos mil catorce, de folios ciento veintisiete, que declara fundada
en parte la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Harold David Ruíz Viena contra Dimas Ramos
Oyarce y otro, sobre obligación de dar suma de dinero; y los
devolvieron. Interviene como ponente la señora Juez Suprema del
Carpio Rodríguez, por licencia del señore Juez Supremo Walde
Jáuregui. Integrando esta Sala Suprema el señor Juez Supremo
Miranda Molina.- SS. DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-178
CAS. Nº 1663-2015 PIURA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, dos de noviembre del dos mil
quince. VISTOS; con el mérito de la Razón del Secretario de Sala
del veinticuatro de setiembre de dos mil quince, obrante a fojas
treinta y siete del cuaderno de casación; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandada Liz Elfride Prieto Reto de Ruíz, a
fojas ciento cuarenta y tres, contra el auto de vista de fojas ciento
veintiséis, del diecinueve de marzo de dos mil quince que confirma
el auto apelado de fecha catorce de noviembre de dos mil catorce,
de fojas ochenta y siete que declara infundada la excepción de
incompetencia por razón de territorio deducida por la ejecutada Liz
Elfride Prieto Reto de Ruíz; y dispone el remate del bien inmueble,
ubicado en el Asentamiento Humano Villa Primavera Lote 19,
Manzana E-1 del distrito y provincia de Sullana. Por lo que,
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con
los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación de fojas ochocientos ocho, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Segunda Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin
al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a la recurrente el
seis de abril de dos mil quince, conforme a la constancia de fojas
ciento treinta, y el referido recurso de casación fue interpuesto
el veinte de abril de dos mil quince, es decir, al décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo a
fojas treinta y cuatro del cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista
satisface el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente
sustenta su recurso de casación, en la primera causal prevista por
el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia:
Infracción normativa de los artículos 24 y 59 del Decreto
Legislativo Nº 1049 y 19 de la Ley Nº 27278, alega que la parte
demandante aprovechándose de su desconocimiento sobre el
contrato, le ha sorprendido en la suscripción de la escritura pública
de préstamo con garantía hipotecaria, pues en ningún momento
le explicaron el contenido de la cláusula décima tercera, la que
no le fue leída por la parte responsable, ni se le concedió copia
del referido documento; asimismo el pagaré se ha llenado al libre
albedrío del ejecutante y sin el consentimiento de los ejecutados,
vulnerándose con ello el artículo 19 de la Ley 27278. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas, a reevaluar
las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas,
que de la Escritura Pública de Préstamo con Garantía Hipotecaria
otorgada por Liz Elfride Prieto Reto de Ruiz y Manuel Ruiz
Ludeñas a favor de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura
S.A.C. de fecha cinco de abril del dos mil trece, se advierte que los
ejecutados declararon expresamente someterse a los jueces de la
ciudad de Piura, tal como se puede apreciar de la cláusula décima
tercera, configurándose el supuesto contenido en el artículo 25º
del Código Procesal Civil, en lo relativo a la prórroga convencional
de la competencia territorial; siendo ello así, carece de sustento
lo alegado por la recurrente. Respecto a la infracción del artículo
19 de la Ley 27278, se advierte que ésta no ha sido materia de
agravio en el recurso de apelación, ni materia del contradictorio
por consiguiente no pueden ser incorporada en casación, toda
vez que este Supremo Tribunal no tiene la calidad de instancia de
mérito. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia de autos, no se
aprecia la vulneración del derecho al debido proceso o infracción
normativa de derecho procesal; asimismo, se advierte que el
Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios
puestos de manifiesto por la recurrente en su escrito de apelación.
Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que
la impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito
que no puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a
los fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, la impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendría aquélla
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Liz
Elfride Prieto Reto de Ruíz, a fojas ciento cuarenta y tres, contra
el auto de vista de fojas ciento veintiséis, del diecinueve de marzo
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
78851
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura
SAC con Liz Elfride Prieto Reto de Ruíz y otro, sobre ejecución
de garantías; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora Del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-179
CAS. NRO. 1670–2015 CUSCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. OCUPANTE
PRECARIO: Se configura la posesión precaria cuando se ejerce
sin título alguno, esto es, sin la presencia y acreditación de ningún
acto o hecho que justifique la posesión. Lima, veinticuatro de
noviembre de dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con
los expedientes acompañados; vista la causa número 1670 –
2015, en audiencia pública de la fecha y producida la votación
correspondiente, conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial,
emite la siguiente resolución: I. MATERIA DEL RECURSO: Que
se trata del recurso de casación interpuesto por la demandante
María Elena Sotomayor Rivas a fojas setecientos sesenta y
siete, contra la sentencia de segunda instancia de fecha veinte de
marzo del dos mil quince, de fojas setecientos cincuenta y cuatro,
que revoca la sentencia apelada de fecha nueve de julio del dos
mil catorce, de fojas quinientos cincuenta, que declara fundada la
demanda; reformándola la declara infundada. II.
ANTECEDENTES. 1. DEMANDA. Para analizar esta causa civil y
verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones: Por
escrito de fojas cincuenta y siete, María Elena Sotomayor Rivas,
interpone demanda de desalojo por ocupación precaria, contra
Edwin Demetrio Delgado Peña, a efecto de que la parte
demandada desocupe la tienda comercial Nº 112 en dúplex con el
Sótano Nº 12 ubicado en el Centro Comercial “Víctor Sotomayor
Arriola”, en la esquina Nº 501 de las Calles Trinitarias y Calle
Nueva del Cusco. Funda su pretensión en lo siguiente: 1) Que la
recurrente es propietaria del Centro Comercial Víctor Sotomayor
Arriola, conforme aparece del Asiento Nº 36 de la Partida
11011659, Tomo 256, fojas cuatrocientos cuarenta y nueve y
Asiento 31 de la Partida Tomo 119, fojas trescientos ochenta y dos
del Registro de Predios de los RRPP del Cusco, como tal con
pleno derecho de solicitar la restitución del inmueble, tienda Nº
112 en dúplex con el Sótano Nº 12 del Centro Comercial Víctor
Sotomayor Arriola; 2) Mediante carta notarial de fecha dieciséis de
abril del dos mil doce se ha requerido al demandado para que
cumpla con devolver el predio sub litis; y, 3) Que en la referida
carta notarial le ha hecho conocer al demandado que, el
documento llamado “constancia” del doce de agosto de mil
novecientos noventa y dos, obrante a fojas once, ha sido
cancelado en sus efectos, y por consiguiente no puede ampararse
en dicho documento para pretender prolongar su permanencia
precaria, en los inmuebles de su propiedad. 2. CONTESTACIÓN
DE LA DEMANDA. Mediante escritos de fojas cientos diecisiete y
doscientos ocho, Edwin Demetrio Delgado Peña y Juana María
Pascual Gabriel, respectivamente, contestan la demanda con
similares fundamentos, sosteniendo lo siguiente: 1) Que con fecha
treinta de junio de mil nove cientos noventa los demandados y la
Sucesión de Víctor Sotomayor Arriola suscribieron el contrato de
“Compromiso de Contratar” obrante a fojas sesenta y cuatro, con
el objeto de acordar la celebración de un contrato de compra venta
de la tienda Nº 108; 2) Que la parte demandada ha cumplido con
pagar el íntegro del precio pactado, quedando pendiente hasta la
fecha que la vendedora, sucesión de Víctor Sotomayor Arriola,
cumpla con su obligación de entregar el ambiente objeto del
contrato; 3) Al haberse vencido el plazo de entrega del inmueble
sub litis con fecha treinta de mayo de mil novecientos noventa y
uno, la Constructora Inmobiliaria “W” SA, con fecha doce de
agosto de mil novecientos noventa y dos, le entregó la posesión al
demandante de la tienda Nº 112, en dúplex con el Sótano Nº 012,
con un área total de 65.64m2, dejándose constancia de dicho
acto; 4) Que como quiera que han pasado mucho años sin que se
cumpla el contrato y habiendo transcurrido los plazos de ley,
interpuso demanda de prescripción adquisitiva de dominio
(expediente Nº 2007-01506-0-1001-JR-CI-03), la cual fue
desestimada, pues considera el Poder Judicial que los
demandados son usufructuarios, por consiguiente teniendo dicha
condición tampoco se configura la ocupación precaria. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS. Se ha establecido como puntos
controvertidos: a) Determinar si la parte demandada Edwin
Demetrio Delgado Peña y su esposa Juana María Pascual Gabriel
son ocupantes precarios del bien materia de litis; y, b) Determinar
si deben desalojar dicho bien, de ser el caso. 4. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el
Juez mediante sentencia de fojas quinientos cincuenta, su fecha
nueve de julio del dos mil catorce, declara fundada la demanda de
desalojo por ocupación precaria; tras considerar que: 1) La
demandante María Elena Sotomayor Rivas, es copropietaria del
Centro Comercial Víctor Sotomayor Arriola, lo está probado con el
Asiento Nro 36 de la Partida Nro. 11011659, Tomo doscientos
cincuenta y seis, fojas cuatrocientos cuarenta y nueve y el Asiento

78852 CASACIÓN
31 de la misma Partida, Tomo ciento diecinueve, fojas trescientos
ochenta y dos del Registro de Predios de los Registros Públicos
del Cusco, según las copias certificadas de fojas cinco a diez,
documentos las que no han sido cuestionadas por la parte
demandada; 2) Con el documento privado, denominado
compromiso de contratar, del treinta de junio de mil novecientos
noventa, celebrado por la Sucesión de Víctor Sotomayor Arriola,
como futuros vendedores, con los señores Edwin Demetrio
Delgado Peña y Juana María Pascual Gabriel, como futuros
compradores, se acredita que los primeros son propietarios del
inmueble sub litis; 3) Se ha determinado igualmente que el doce
de agosto de mil novecientos noventa y dos, la Constructora
Inmobiliaria “W” SA, en calidad de Empresa Contratista para la
ejecución de la obra del Centro Comercial Víctor Sotomayor
Arriola, facilita el uso de la tienda Nº 112 en dúplex con el Sótano
Nº 012, al señor Edwin Demetrio Delgado Peña, mientras se
concluya la tienda Nº 108, tal como se ha dejado constancia,
mediante documento privado. Es importante señalar que en el
referido documento se ha hecho constar igualmente el compromiso
del demandado Edwin Demetrio Delgado Peña devolver la Tienda
Nº 112 y sótano Nº 012, tan luego se le haga entrega de la tienda
adquirida Nº 108, haciendo hincapié que la paralización temporal
de la obra en conjunto, se debe a la coyuntura económica por la
que pasa el país; y, 4) A través de la carta notarial del dieciséis de
abril del dos mil doce, la actora en su condición de copropietaria
del Centro Comercial Víctor Sotomayor Arriola, en cumplimiento
de la constancia del doce de agosto de mil novecientos noventa y
dos solicita al demandado Delgado Peña le haga entrega de la
Tienda Nº 112, en dúplex con el Sótano Nº 12 y, a su vez, le
comunica al demandado que la tienda Nº 108 que ha adquirido en
dicho Centro Comercial se encuentra expedita para que la ocupe
en forma simultánea a la devolución que se le requiere; por tanto,
con dicha carta notarial, se ha puesto fin al plazo intemporal de la
constancia de fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y
dos, por lo que, estando al pedido del vencimiento del plazo
intemporal de la hoy parte demandante, se ha puesto fin de
manera unilateral, a los efectos del indicado documento, lo que
viabiliza la pretensión demandada. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN. Juana María Pascual Gabriel y Erwin Demetrio
Delgado Peña, mediante escrito de páginas quinientos sesenta y
uno y seiscientos quince respectivamente, interponen recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
1) Se ha incurrido en una motivación aparente o inexistente,
violatoria del derecho de probanza, pues el documento
denominado “Constancia” del doce de agosto de mil novecientos
noventa y dos contiene los requisitos establecidos en el artículo
140 del Código Civil, toda vez que se ha efectuado por agente
capaz, con objeto física y jurídicamente posible, fin lícito y con la
observancia de la forma prescrita por ley, de tal manera que es un
documento consensual, bilateral y sinalagmático válido; además
resulta un despropósito jurídico admitir que la actora María Elena
Sotomayor Rivas de por cancelada en sus efectos la referida
constancia, con solo la carta notarial del dieciséis de abril del dos
mil doce, no obstante que en ninguna parte aparece cláusula
alguna que, en forma expresa establezca que a la sola
presentación de la carta notarial se pueda dar por resuelta la
constancia de fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y
dos; y, 2) Que el problema entre la demandante y el demandado
es estrictamente contractual y prueba de ello es que Erwin
Demetrio Delgado Peña ha interpuesto demanda judicial, contra la
sucesión de Víctor Sotomayor Arriola, a fin de que el Poder Judicial
declare la resolución del contrato denominado “Compromiso de
Contratar” de fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y el
documento denominado “constancia” de fecha doce de agosto de
mil novecientos noventa y dos, acumulativamente y en forma
accesoria, que los demandados cumplan con devolverles o
restituirles el íntegro de la suma de dinero que han pagado
debidamente actualizada a la fecha, por peritos del REPEJ, más
sus intereses moratorios y compensatorios computados desde el
treinta de junio de mil novecientos noventa hasta la actualidad
(fecha de devolución de dinero – pago), indemnización por todo
concepto de daños y perjuicios (daño emergente, lucro cesante y
daño moral) no menor de S/. 800,000.00 más los intereses legales
y retención del bien inmueble Tienda Nº 112 en dúplex con el
Sótano Nº 012 con un área total de 65.64m2, ubicado en la
esquina conformada por la Calle Nueva y Calle Trinidad Nº 501,
Distrito, Provincia y Departamento de Cusco, hasta que los
emplazados cumplan con devolverles el íntegro del dinero pagado
y actualizado con intereses, y el pago de la indemnización con sus
intereses, así como el pago de costas; por tanto mientras el
contrato esté vigente y no haya sido declarado nulo o resuelto no
puede ampararse el desalojo. 6. SENTENCIA DE VISTA. Los
Jueces Superiores de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco expiden la sentencia de vista de fecha veinte de marzo
del dos mil quince, de fojas setecientos cincuenta y cuatro, que
revoca la sentencia apelada que declara fundada la demandada,
reformándola la declaran infundada, fundamentando la decisión
en lo siguiente: 1) Que el derecho que le asiste a la actora respecto
del inmueble reclamado se encuentra acreditado en virtud de la
inscripción registral de fojas diez, respecto del cual no existe
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
mayor cuestionamiento del demandado, no obstante, que por la
naturaleza del proceso no se discute el derecho de propiedad; 2)
Que no se configura la precariedad denunciada, pues, la parte
demandada ostenta un título que legitima su posesión; que en
autos no está probado haberse entregado al demandado la tienda
Nº 108, en los términos acordados, para colegir así, que la parte
demandada ocupa el inmueble reclamado precariamente, al
haberse extinguido el derecho que lo legitimaba; 3) Que revisado
el Incidente Nº 01716-2012-64, se advierte que se ha confirmado
la resolución que declara fundada la excepción de prescripción
extintiva de la acción deducida por la hoy demandante María
Elena Sotomayor Rivas, contra la pretensión postulada por el hoy
demandado Erwin Demetrio Delgado Peña, sobre resolución de
contrato, denominado Compromiso de Contratar de fecha treinta
de junio de mil novecientos noventa y la constancia de fecha doce
de agosto de mil novecientos noventa y dos. En tal sentido, dicho
contrato permanece a la fecha vigente, y como se tiene dicho, no
se advierte el cumplimiento del mismo para determinar la
precariedad del demandado, dentro del marco que el presente
proceso, por su propia naturaleza sumaria, lo permite; que en todo
caso, se ha constatado que el demandado tiene un título que
respalda su derecho de posesión, el cual conforme a las
consideraciones precedentes, no se ha probado que haya
fenecido. III. CAUSALES POR LAS CUALES SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN.
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha diecisiete de
junio del dos mil quince, de folios treinta y dos del cuaderno de
casación, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por la demandante María Elena Sotomayor Rivas, por
las siguientes causales: A) Contravención a las normas que
garantizan el debido proceso, indica que la errónea aplicación
del artículo 911 del Código Civil, conlleva que se concluya que los
demandados no son ocupantes precarios, infraccionando las
normas que garantizan el debido proceso, artículo 139 incisos 3) y
5) de la Constitución Política del Estado, pues no se ha tenido en
cuenta que la Carta Notarial de fecha dieciséis de abril del dos mil
doce, pone fin o extingue los efectos del documentos de fojas
veinte, en forma unilateral; esta trasgresión infracciona el artículo
197 del Código Procesal Civil que prescribe que el Juez debe
analizar y valorar con criterio lógico jurídico todo los medios
probatorios que sustentan su decisión, lo que no ocurre en la
sentencia de vista B) La indebida aplicación del artículo 911 del
Código Civil, señala que el Juez revisor no ha tenido en cuenta
que el artículo 911 del Código Civil, para determinar la calidad de
ocupante precario, se interpreta y aplica en los supuestos que
establezce la norma y que son: a) El demandado, mantenga
posesión de una bien, sin título, en este caso posesorio; y b)
Cuando el demandado ejerza esa posesión su título haya fenecido;
sin embargo, se ha sostenido indebidamente que el demandado
no tiene la condición de ocupante precario, haciendo una
valoración parcial y sesgada del documento de fojas once, ni se
menciona los documentos de fojas diecinueve y veinte, lo que
constituye también la infracción normativa de los deberes del
Juez, prevista por el artículo 50 del Código Procesal Civil, pues ha
quedado plenamente demostrado que el documento de fojas
once, como título posesorio del demandado, se ha extinguido el
dieciséis de abril del dos mil doce, como efecto de las cartas
notariales de fojas diecinueve y veinte, lo que determina sin
ninguna alternativa, ni lugar a dudas que, el Juez Superior dictara
la resolución cuestionada. IV. MATERIA JURIDICA EN DEBATE.
Que, la materia jurídica en debate en el presente proceso, se
centra en determinar, si la sentencia de segunda instancia incurre
en infracción normativa de las normas denunciadas, esto es, si se
ha vulnerado el derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, al haber incurrido en una indebida motivación de la
resoluciones judiciales; y, asimismo, si se ha interpretado de forma
errónea el artículo 911 del Código Civil, al considerar que la
demandada cuenta con título que justifique la posesión, sobre el
bien sub litis. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA.
Primero.- Ante todo, es menester precisar que, en materia de
casación es factible ejercer el control de las decisiones
jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no
las normas que garantizan el derecho al debido proceso, tomando
en consideración que éste supone el cumplimiento de los principios
y de las garantías que regulan el proceso como instrumento
judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho de defensa
de las partes en litigio. Segundo.- Habiéndose declarado
procedente el recurso por las causales de infracción normativa
material y procesal, en primer término debe dilucidarse la relativa
a la infracción normativa procesal, pues en caso se declare
fundado por dicha causal, en atención a su efecto nulificante,
carecería de objeto emitir pronunciamiento respecto de la otra
causal de derecho material. Tercero.- Que, se procede entonces,
al análisis de la infracción contenida en el ítem A) del numeral 3 de
la presente resolución, al respecto es pertinente indicar que el
Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Estado, comprende a su vez,
entre otros derechos, el de obtener una resolución fundada en
derecho, mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales
expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los
determinaron, norma que resulta concordante con lo preceptuado
por el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil y el
artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Del mismo
modo, debe precisarse que, la exigencia de la motivación
suficiente, prevista en el inciso 5 del referido artículo de la Carta
Magna, garantiza que el justiciable pueda comprobar que la
solución del caso concreto viene dada por una valoración racional
de los elementos fácticos y jurídicos relacionados al caso, y no de
una arbitrariedad por parte del juez; de allí que una resolución que
carezca de motivación suficiente no sólo vulnera las normas
legales citadas, sino también principios de rango constitucional.
Cuarto.- En el caso de autos, se denuncian defectos de motivación
porque no se habría interpretado adecuadamente una norma de
derecho material, esto es, el artículo 1911 del Código Civil
referente a la posesión precaria; empero, no se trataría
propiamente de un defecto de motivación, pues, el órgano
jurisdiccional ha explicitado los fundamentos básicos del
razonamiento que conlleva a la formación del juicio jurisdiccional.
Ahora bien, el hecho que la decisión sea contraria a los intereses
del recurrente no implica la existencia de un defecto en la
motivación, y, por tanto, no se verifica afectación al debido
proceso; en consecuencia, la infracción normativa procesal debe
ser desestimada. Ahora bien, la infracción de la norma material
será analizada seguidamente, atendiendo a que se ha denunciado
también dicha infracción normativa. Quinto.- Que así, en cuanto a
la denuncia contenida en el ítem B) del numeral 3 de la presente
resolución, referente a la infracción normativa del artículo 911 del
Código Civil, que regula la posesión precaria, y, al precedente
vinculante del IV Pleno Casatorio, se debe destacar previamente,
que en un proceso sobre desalojo por ocupación precaria, la
pretensión procesal está dirigida a que el emplazado desocupe el
inmueble materia de litis, por carecer de título, o porque el que
tenía ha fenecido; en consecuencia, por un lado, el accionante
debe acreditar ser propietario o, por lo menos, tener derecho a la
restitución del bien, tal como lo establece el artículo 586 del
Código Procesal Civil; y, por otro lado, la parte demandada debe
acreditar tener título vigente que justifique la posesión que ejerce
sobre el bien materia de controversia. En conclusión, el conflicto
de intereses en procesos de este tipo, está constituido por el
interés del accionante de que se le restituya el bien; y, el interés
del emplazado de no ser despojado de la posesión del mismo
bien, de lo que dependerá, entre otros supuestos, si éste tiene o
no la condición de precario, según el artículo 911 del Código Civil.
Sexto.- Que, a la luz de la doctrina mas difundida, en los términos
de Eugenio María Ramírez: “si la posesión precaria es la que se
ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido,
entonces “se posee precariamente cuando se usa un bien,
conociendo que es ajeno y sin intención de apropiárselo”1; por
ende, la precariedad es una especie de característica de la
posesión ilegítima de mala fe, cuyas causales para nuestra
dogmática jurídica son: a) Falta de existencia del título (nunca
existió); b) El título que dio vida a la posesión ha fenecido o
caducado. En ese sentido, se puede afirmar que el artículo 911 del
Código Civil nos conduce a establecer que deben probarse dos
condiciones copulativas: a) Que la parte demandante sea la titular
del bien cuya desocupación pretende; y, b) Que la parte emplazada
ocupe el bien sin título o el que tenía hubiere fenecido. Sétimo.-
Que, en el caso de autos, la parte demandada con fecha treinta de
junio de mil novecientos noventa, suscribió un contrato con César
Augusto Sotomayor Rivas, denominado “Compromiso de
Contratar”, por el cual acordaron la celebración de un contrato
definitivo de la tienda Nº 108, obra a ejecutarse en el Centro
Comercial, respecto al cual el demandado cumplió con cancelar el
precio; que el plazo para la ejecución era de once meses, y al
haberse truncado la conclusión del Centro Comercial, ante la
imposibilidad de entregarse la Tienda Nº 108, se le entregó la
posesión de los ambientes Tienda Nº 112, en dúplex con el sótano
Nº12, mediante constancia de fecha el doce de agosto de mil
novecientos noventa y dos; que en la referida constancia se
precisa que el señor Erwin Demetrio Delgado Peña, se
compromete ante la constructora a devolver la tienda Nº 112 y
sótano Nº 108, tan luego se le haga entrega de la tienda adquirida
Nº 108. Octavo.- Es pertinente indicar que el demandante
pretende cuestionar los efectos de la constancia de doce de
agosto de mil novecientos noventa y dos, así como el
incumplimiento por parte del demandado, señalando además que
dicho contrato ya no produce efectos, pues se ha extinguido por
efecto de la carta notarial dirigida por la demandante con fecha
dieciséis de abril del dos mil doce; al respecto es de señalar que la
resolución de contrato por incumplimiento de unas de las partes
del contrato denominado “Compromiso de contratar”, de fecha
treinta de junio de mil novecientos noventa y de la Constancia del
doce de agosto de mil novecientos noventa y dos, es una
controversia que no puede dilucidarse en el presente proceso
sumarísimo, pues debe ser ventilada en el proceso
correspondiente, como en efecto está siendo ventilada en el
proceso 01716-2012-0-1001-JR-CI-02, instaurado por Edwin
Demetrio Delgado Peña y otros, con María Elena Sotomayor Rivas
y otros, sobre resolución de contrato, proceso que se encuentra en
78853
trámite, según reporte de la página web del Poder Judicial https://
www.pj.gob.pe. Noveno.- Al respecto se advierte que el titulo que
justifica la posesión que ejerce la demandada sobre el bien,
materia de controversia, lo constituye la constancia de fecha el
doce de agosto de mil novecientos noventa y dos, obrante a fojas
once, acto jurídico que produce todos sus efectos jurídicos, pues
su ineficacia no ha sido declarada judicialmente; que, siendo ello
así, en consonancia con el Cuarto Pleno Casatorio Civil,
expediente Nº 2195-2011 Ucayali, que establece que: “Cuando se
hace alusión a la carencia de título o al fenecimiento del mismo, no
se está refiriendo al documento que haga alusión exclusiva al
título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico que le autorice a
la parte demandada a ejercer la posesión del bien, puesto que el
derecho en disputa no será la propiedad sino el derecho a poseer”;
se concluye que no se ha configurado la ocupación precaria,
materia de la pretensión, pues la figura del precario se va a
presentar cuando se esté poseyendo sin título alguno, esto es, sin
la presencia y acreditación de ningún acto o hecho que justifique
el derecho al disfrute del derecho a poseer; por lo que corresponde
desestimar la presente demanda. VI. DECISIÓN. A) Por estos
fundamentos de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por María Elena Sotomayor Rivas a fojas setecientos
sesenta y siete; en consecuencia NO CASARON la sentencia de
vista de fecha veinte de marzo del dos mil quince, de fojas
setecientos cincuenta y cuatro, que revoca la sentencia apelada
de fecha nueve de julio del dos mil catorce, de fojas quinientos
cincuenta que declara fundada la demanda, reformándola la
declararon infundada. B) DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por María Elena Sotomayor
Rivas con Edwin Demetrio Delgado Peña y otra, sobre desalojo
por ocupación precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por licencia del
señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta Sala Suprema
el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. ALMENARA
BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
RAMÍREZ CRUZ, Eugenio María. Tratado de Derechos Reales, Editorial Rodhas,
p. 531.
C-1392274-180
CAS. 1714-2015 LIMA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
dos de diciembre de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Se procede a calificar el recurso de casación interpuesto
por la demandante Carmen Graciela Santa Cruz, a fojas
ochocientos cuarenta y seis, contra la resolución de vista de fojas
ochocientos veinte, del tres de diciembre de dos mil catorce, en el
extremo que revoca la sentencia apelada de fojas seiscientos
treinta, del once de diciembre de dos mil trece, que fija una
indemnización a favor de la demandante en la suma de
S/.50,000.00; y reformándola la declara infundada, asimismo, el
extremo que revoca la misma sentencia apelada que fija una
pensión alimenticia para la demandante en la suma de S/.2,500.00,
reformándola fija la suma de S/.1,200.00. Por lo que, corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Antes de revisar
el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si
es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la justiciable
recurrente saber adecuar las agravios que denuncia a las causales
que para la referida finalidad taxativamente se encuentran
determinadas en la norma procesal civil, pues el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- En ese sentido, se
verifica que el recurso de casación de fojas ochocientos cuarenta
y seis, cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, toda vez que se interpone: i)
Contra la sentencia expedida por la Primera Sala de Familia de la
Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha
sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta

78854 CASACIÓN
fue notificada a la recurrente el dieciocho de marzo de dos mil
quince, conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
ochocientos treinta, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el uno de abril del mismo año, es decir, al décimo día
de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo,
conforme se aprecia a fojas cuarenta y cuatro del cuaderno de
casación. Cuarto.- Al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que la nombrada casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- La recurrente sustenta su recurso de casación, en la
primera causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La infracción normativa del
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, y del
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
Sostiene que en el décimo segundo considerando de la recurrida
se señala que la demandante acreditó sus problemas de salud
(certificado médico que diagnostica síndrome melancólico
depresivo, situacional desencadenado por crisis conyugal); sin
embargo, al momento de resolverse se omite pronunciarse al
respecto o tomarlo en consideración; por lo tanto, se vulnera el
principio de congruencia procesal y su derecho a un debido
proceso, al haberse declarado infundada la adjudicación
preferente del bien conyugal solicitada. B) La infracción
normativa del artículo 122 inciso 4 del Código Procesal Civil.
Alega que el octavo considerando de la recurrida solo se ha
referido superficialmente al tema de la infidelidad del demandado,
pero no a los demás argumentos como el hecho que tuvo que
reclamarle alimentos y que nunca ha pagado la pensión. En el
presente caso se han dado varias circunstancias señaladas en el
Pleno Casatorio los cuales no han merecido análisis de la Sala
Superior, como es el hecho que el juez debe velar por la estabilidad
económica del cónyuge que resulte más perjudicado por la
separación de hecho, así como para una decisión de oficio o a
instancia de parte sobre la indemnización o adjudicación de
bienes; que deben verificarse las pruebas, presunciones e indicios
que acreditan la condición de cónyuge más perjudicado a
consecuencia de la separación de hecho o del divorcio en sí. C) La
infracción normativa del artículo 139 inciso 3 y 9 de la
Constitución Política del Perú. Señala que existe una motivación
defectuosa, pues no existe una respuesta razonable, motivada y
congruente respecto a los agravios denunciados en su recurso de
apelación. D) La infracción normativa del artículo 345-A del
Código Procesal Civil. Reafirma que en el presente caso se han
presentado varias de las circunstancias señaladas en el
precedente judicial vinculante por lo que se debió disponerse la
adjudicación de los bienes de la sociedad conyugal, puesto que la
norma citada contiene un imperativo para el juez que es velar por
la estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado con
la separación de hecho. Sexto.- En cuanto a las denuncias
descritas en el considerando precedente, recaídas en los acápites
A), B), C) y D), se puede advertir que en abstracto están referidas
a la vulneración del derecho a un debido proceso y la motivación
de las resoluciones judiciales, por que no se habría fundamentado
debidamente los extremos de la sentencia de vista que se
impugna, consistentes en la indemnización, al ser considerada la
cónyuge más perjudicada y la pensión de alimentos denegadas
por la Sala Superior. Sétimo.- Que, como se advierte, dichas
alegaciones están orientadas a que este Supremo Tribunal realice
un análisis de las conclusiones fácticas a las que han arribado las
instancias de mérito, que han considerado en cuanto a la
pretensión alimenticia, que la impugnante luego de la separación
ha quedado en posesión de la casa que sirvió de hogar conyugal,
así como los bienes muebles que se encontraban en el inmueble;
que, además, el hecho de haber retirado el dinero que se
encontraba en la entidad bancaria a nombre de la sociedad
conyugal, y finalmente que la cónyuge no ha acreditado haber
efectuado el pago de las deudas según lo ha sostenido. En cuanto
al demandado, considera que éste percibe un sueldo de la
empresa donde labora, que no recibió el dinero retirado del Banco
por la demandante, ni las acciones entregadas a ésta; que solo se
dedicó a trabajar por eso es que no tiene nada, además de
padecer hipertensión arterial y enfermedad arterial periférica,
según certificado médico expedido por la Clínica Internacional, no
pudiendo ahora desplegar mayor actividad física; por todo ello,
debe fijarse el monto de la pensión de manera prudencial.
Octavo.- En cuanto a la indemnización, la Sala Superior ha
establecido que conforme al Tercer Pleno Casatorio en lo Civil
(Cas Nº 4664-2010- Puno) y al artículo 345-A del Código Civil, no
se ha acreditado que el retiro del hogar conyugal del demandado
hubiere sido consecuencia de una relación extramatrimonial, pues
los certificados migratorios y el video visualizado en la audiencia
de pruebas, no crean convicción en el juzgador si existe o no una
relación sentimental o convivencial entre el demandado y su
supuesta nueva pareja. Así mismo, se ha considerado que el
demandado a su retiro del hogar conyugal ha dejado todo los
bienes sociales, bajo la administración de la demandante, quien
además admite haber efectuado el rescate del dinero de la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
sociedad que se encontraba depositado en la entidad bancaria y
recibido los dividendos obtenidos de las acciones que poseía en la
empresa INCATRAK, así como el cargo que ostenta de gerente
general de la empresa Podermin Consultores S.A.; y, finalmente
que dicha parte posee bienes que habrían sido adquiridos durante
la convivencia con el demandado; por ello, no se puede determinar
quién de los cónyuges ha resultado ser el más perjudicado con la
separación. Noveno.- Por lo tanto, se puede concluir que, la
recurrente no cumple con describir con claridad y precisión la
infracción normativa en que se habría incurrido, conforme a la
exigencia del inciso 2 del artículo bajo análisis, ni cumple con
demostrar la incidencia de dicha infracción sobre la decisión
impugnada, como lo exige el inciso 3 del referido artículo; por lo
tanto, al incumplirse con los requisitos exigidos por ley, debe
declararse la improcedencia del recurso de casación interpuesto
en todos sus extremos, de conformidad con lo previsto en el
artículo 392 del Código Procesal Civil. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandante Carmen Graciela Santa Cruz, a fojas
ochocientos cuarenta y seis, contra la resolución de vista de fojas
ochocientos veinte, del tres de diciembre de dos mil catorce;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Carmen Graciela Santa Cruz Ambrosio de Rusell contra Edward
Norman Rusell Lamparski y otro, sobre divorcio por causal de
separación de hecho; y, los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-181
CAS. Nº 1730-2015 LIMA
Debido Proceso. Se vulnera el debido proceso cuando el órgano
jurisdiccional efectúa una valoración aislada de los medios
probatorios, infringiendo el mandato procesal contenido en el
artículo 197º del Código Procesal Civil, el cual dispone que todos
los medios probatorios deben ser valorados por el Juez en forma
conjunta y razonada, utilizando su apreciación razonada. Lima,
veintinueve de septiembre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa número mil setecientos treinta - dos
mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
sobre prescripción adquisitiva de dominio, la demandante Amalia
Rivas Chomba, ha interpuesto recurso de casación, obrante a
folios trescientos tres, contra la sentencia de vista de fecha
veinticuatro de marzo de dos mil quince, obrante a fojas doscientos
dieciséis, dictada por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirmó la sentencia de primera instancia
de fecha veintiuno de abril de dos mil catorce, corriente a fojas
ciento sesenta y siete, que declaró infundada la demanda
interpuesta por la parte recurrente contra la Sucesión de Pedro
Irala Rojas y otros, sobre prescripción adquisitiva de dominio. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha doce
de enero de dos mil doce, de folios sesenta, Amalia Rivas Chomba,
interpone demanda sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio
contra la Sucesión de Irala Rojas Pedro, y otros, a fin de que se le
declare propietaria del inmueble ubicado en el Jirón San Martin Nº
90 del distrito de Ate Vitarte- Lima, inscrito en la Partida Electrónica
Nº 46849191 del Registro de la Propiedad Inmueble de Lima. La
demandante, como sustento de su pretensión, señala que posee
el inmueble, descrito en el párrafo anterior, por más de treinta años
de manera pública, pacífica y como propietaria en una vivienda
que edificó sobre el terreno objeto de prescripción adquisitiva, en
tanto, el mismo se encontraba desocupado y baldío. 3.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Mediante sentencia de
fecha veintiuno de abril del dos mil catorce, obrante a fojas ciento
sesenta y siete se declaró infundada la demanda de autos,
alegando que la actora no logró acreditar la posesión continua
sobre el inmueble objeto de prescripción adquisitiva de dominio,
por cuanto, los medios probatorios aportados por la actora para
acreditar su pretensión resultan ser insuficientes, teniendo en
cuenta que éstos son esporádicos y por diversos lapsos de tiempo,
incumpliéndose así con el requisito de continuidad en la posesión.
4. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: La demandante, Amalia
Rivas Chomba, mediante escrito de fecha veintidós de mayo del
dos mil cuatro, interpone recurso de apelación, exponiendo los
siguientes agravios: (i) No se ha valorado los medios probatorios
presentados en el proceso de forma íntegra, conforme lo
consignado en el artículo 197º del Código Procesal Civil, lo cual
implica una vulneración a sus derechos de defensa y debido
proceso, (ii) No se ha valorado el hecho de que cumplió con la
exigencia del artículo 950º del Código Civil, en tanto, en el
supuesto negado de que no haya acreditado los treinta años de
posesión continua, lo cierto es que si acredita una posesión
pacifica, tranquila y pública por más de veinte años, razón por la
cual se debió aplicar el iura novit curia, (iii) No se ha valorado que
la parte contraria ha sido declarada rebelde en el proceso, por lo
cual se le debió aplicar la presunción relativa de la veracidad de
los hechos expuestos en la demanda, conforme lo estipula el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
artículo 461º del Código Procesal Civil, (iv) No se ha valorado la
declaración testimonial de Luís Alberto Asmal Silva, Ricardo
Alejandro Ataca Gastas y Angélica Flores Carrasco, testigos que
ratifican la posesión continua que ostenta en el inmueble sublitis.
5. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala Superior,
en virtud del recurso de apelación interpuesto por la demandante,
mediante sentencia de vista de fecha veinticuatro de marzo de dos
mil quince, obrante a fojas doscientos dieciséis, confirmó la
sentencia de primera instancia, que declaró infundada la demanda,
argumentando que los documentos aportados por la actora para
acreditar su pretensión, en su conjunto, no acreditan una posesión
continua sobre el inmueble, razón por la cual en el presente
proceso no se cumple el supuesto previsto en el artículo 915º del
Código Civil, pues la demandante no ha presentado prueba
fehaciente de estar poseyendo el bien inmueble a la actualidad, en
la misma forma que sostiene haberlo hecho desde hace más de
treinta años atrás, tan es así que la mayoría de los documentos
ofrecidos se refieren a una posesión desde mil novecientos
ochenta y cuatro hasta mil novecientos noventa y nueve. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha diecinueve de junio de dos mil quince, del
respectivo cuaderno formado, ha declarado procedente el recurso
de casación interpuesto por la demandante, por las siguientes
causales: (i) Infracción normativa del artículo 950º del Código
Civil; y, (ii) Infracción normativa del artículo 139º inciso 3 de la
Constitución Política del Estado, de los artículos VII del Título
Preliminar y 197º del Código Procesal Civil. IV. DELIMITACIÓN
DEL OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO: Conforme a lo señalado
se advierte que el presente recurso de casación ha sido declarado
procedente por infracciones normativas de índole procesal y
material; por lo que corresponde a éste Supremo Tribunal emitir
pronunciamiento, en primer término por las infracciones normativas
procesales referida a la vulneración del derecho a un debido
proceso, a efectos de determinar si la sentencia emitida por el
Colegiado Superior cumple con los estándares mínimos exigibles
respecto a los elementos del precepto constitucional invocado, o si
por el contrario la misma presenta defectos insubsanables que
motiven la nulidad del fallo emitido, correspondiendo ordenar la
renovación del citado acto procesal, o de ser el caso, la nulidad de
todo lo actuado hasta la etapa en que se cometió la infracción; ello
conforme a lo previsto en el artículo 396º del Código Procesal
Civil. En caso la sentencia de mérito supere el examen de dicha
infracción normativa procesal, se procederá con en análisis de la
infracción normativa sustantiva que sustenta el pedido revocatorio
del recurso casatorio interpuesto. V. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA: Primero: Que, conforme al
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA CAUSAL DE INFRACCIÓN
NORMATIVA DEL ARTÍCULO 139º INCISO 3 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO, DE LOS ARTÍCULOS
VII DEL TÍTULO PRELIMINAR Y 197º DEL CÓDIGO PROCESAL
CIVIL. La parte recurrente sustenta la causal en examen,
señalando que en los de la materia se puede apreciar que existe
contravención de las normas que avalan el derecho a un debido
proceso, como la contenida en el artículo 197 del Código Procesal
Civil que consagra la valoración integral de los medios probatorios,
más no aislada; y que en consecuencia, en autos no se valora en
lo absoluto pruebas plenas como las declaraciones testimoniales,
las mismas que fueron admitidas y actuadas en autos en la
audiencia única, en la que los tres testigos ofrecidos por su parte,
concurrentes coinciden con suma claridad en dar fe de su posesión
continua, pacífica y pública, por lo que con el ejercicio razonado
del principio de valoración de la prueba y el juzgador pudo
compulsar dichas testimoniales y presumir que su posesión, la
que ha sido corroborada con tales declaraciones de testigos que
viven cerca al predio de su posesión, por lo que en base a un
criterio de sana crítica y valoración razonada se pudo dar certeza
y recoger el valor probatorio de tales pruebas, máxime si la
demanda fue admitida sin posesión alguna de la contraria, incluso
la contraria no contesta la demanda, por lo que fue declarada en
rebeldía, en consecuencia, el juzgador pudo aplicar la presunción
relativa de verdad sobre los hechos expuestos en la demanda.
Segundo.- Que, el debido proceso, conforme se ha dejado
establecido en la Casación Nº 318-2002-Lima1, está definido como
el derecho fundamental de los justiciables, el cual no solo permite
acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también
a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el
fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una
resolución emitida con sujeción a ley. Asimismo, El Tribunal
Constitucional en la Sentencia Nº 09727-2005-PHC/TC2,
fundamento séptimo, sobre éste derecho ha señalado que significa
la observancia de los derechos fundamentales esenciales,
principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como
instrumento de tutela de los derechos subjetivos; tiene, a su vez,
dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter
formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con
las formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez
natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares
de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer. Tercero: Que, como se ha acotado,
78855
la parte impugnante, denuncia la vulneración de éste precepto
constitucional, al haber omitido realizar una valoración integral de
los medios probatorios actuados en el proceso. Al respecto,
resulta oportuno indicar, como ya ha quedado establecido en
reiterada y uniforme jurisprudencia, que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que tiene
como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema, por lo que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria;
sin embargo, ello no implica que la Corte Suprema no pueda
corregir a través de una sentencia de casación, vicios en la
valoración probatoria en que eventualmente hayan incurrido los
órganos jurisdiccionales que conocen un proceso, debiendo para
ello, examinarse si en dicha actividad valorativa, los jueces han
respetado los parámetros regulados en el artículo 197º del Código
Procesal Civil. Cuarto: Que, en ese sentido, conforme ha quedado
establecido en la Casación Nº 3643-2011-La Libertad, de fecha
quince de enero de dos mil trece, la norma aludida, impone al Juez
el deber de valorar la prueba en forma conjunta y razonada; deber
que se sustenta en que “la convicción (convencimiento de la
verdad de los hechos) a la que llegue el Juez con el análisis del
material probatorio debe ser transmitida a las partes de forma
adecuada (por escrito a través de una resolución judicial):
razonada y lógica”; dicha valoración razonada del material
probatorio evita la emisión de decisiones judiciales arbitrarias y
absurdas. Quinto.- Que, asimismo, en la Casación Nº
1460-2007-Arequipa, publicada en el Diario Oficial El Peruano el
tres de diciembre de dos mil ocho, se ha señalado que se configura
la infracción del artículo 197º del Código Procesal Civil, en dos
supuestos: cuando se omita valorar o por indebida valoración,
transgrediendo la regla de la prueba; en el primero de los casos se
da por la falta de percepción o la omisión de valorar la prueba
admitida y considerada como dirimente o esencial para el
esclarecimiento de los hechos lo que puede generar errores en la
logicidad que repercuten en la garantía del debido proceso; el
segundo de los supuestos, se encuentra directamente relacionado
con la determinación de los principios que debe tener en cuenta el
juzgador para apreciar las pruebas aportadas al proceso de una
manera u otra, y cuáles son los efectos que puede extraer de cada
uno de los medios de prueba. Sexto.- Que, del análisis de la
resolución materia del presente recurso, así como de la emitida en
primera instancia, se aprecia que los órganos jurisdiccionales han
declarado la infundabilidad de la demanda, tras considerar que la
demandante no ha acreditado con prueba fehaciente el estar
poseyendo el bien inmueble a la actualidad, ya que la mayoría de
documentos ofrecidos se refieren a una posesión desde mil
novecientos ochenta y cuatro hasta mil novecientos noventa y
nueve, sin adjuntar medios probatorios que sustenten la posesión
de los diez últimos años; sin embargo, éste Supremo Tribunal
advierte que la valoración que han efectuado las instancias de
mérito para arribar a dicha conclusión, constituye una valoración
aislada, que no ha sido analizada conjuntamente con los siguientes
medios probatorios ofrecidos por la parte accionante, tales como
los recibos de impuesto predial y arbitrios, de fecha veintitrés de
diciembre de dos mil diez; recibos de luz, de fecha diecisiete de
octubre de dos mil once; recibo de agua, de fecha dos de
noviembre de dos mil once; recibos de impuesto predial y arbitrios,
de fecha siete de diciembre de dos mil once; y Resolución de Sub
Gerencia Nº 067, de fecha dieciséis de marzo de dos mil doce;
obrantes a fojas treinta y ocho, treinta y tres, treinta y seis, treinta
y nueve y sesenta y siete, respectivamente; así como también se
debió valorar las declaraciones testimoniales actuadas en la
audiencia de pruebas cuya acta obra a fojas ciento treinta y siete;
medios probatorios que fueron ofrecidos por la parte impugnante a
fin de acreditar el cumplimiento de los requisitos exigidos por el
artículo 950º del Código Civil para adquirir el bien inmueble sub
Litis por prescripción adquisitiva de dominio, dentro de los cuales
se encuentra la continuidad en la posesión. Situación que nos
lleva a concluir que se ha infringido las normas procesales
invocadas, por lo que a fin de garantizarse el respeto del derecho
a un debido proceso, concordado con el de motivación de las
resoluciones judiciales, las instancias de mérito, se encuentran
obligadas a resolver el caso sub litis, fundamentando su decisión
en base a la valoración de las citadas instrumentales, ya sea para
establecer la concurrencia de los requisitos previstos legalmente
para usucapir, o para establecer su ausencia; sin embargo, como
ya se acotó, tanto el A quo, como el Ad quem, han omitido efectuar
el examen descrito en los considerandos concluidos; razón por la
cual, corresponde declarar la nulidad de la sentencia de vista y la
insubsistencia de la sentencia apelada, ordenándose que el Juez
de la causa emita nueva sentencia conforme a los fundamentos
expresados en la presente resolución. VI. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la demandante Amalia Rivas Chomba; en
consecuencia, SE DECLARA NULA la sentencia de vista de fecha
veinticuatro de marzo de dos mil quince, obrante a fojas doscientos
dieciséis, dictada por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima; e INSUBSISTENTE la sentencia de primera
instancia de fecha veintiuno de abril de dos mil catorce, corriente a

78856 CASACIÓN
fojas ciento sesenta y siete, que declaró infundada la demanda de
autos; ORDENARON que el Juez de la causa emita nueva
sentencia, conforme a las consideraciones expresadas en la
presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos por la parte impugnante contra la Sucesión de Pedro
Irala Rojas y otros, sobre prescripción adquisitiva de dominio;
interviniendo como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Publicada en el Diario Oficial El Peruano, el primero de julio de dos mil dos.
2
De fecha seis de octubre de dos mil seis
C-1392274-182
CAS. Nº 1794-2015 ICA
NULIDAD DE ACTO JURIDICO. Lima, dieciséis de noviembre del
dos mil quince. VISTOS; con el mérito de la razón emitida por el
Secretario de Sala del cinco de octubre de dos mil quince, obrante
a fojas cuarenta y dos; con el acompañado; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandante José Alberto Orcada Gutiérrez a
fojas ciento noventa y nueve, contra el auto de vista de fojas ciento
sesenta y siete, del once de marzo de dos mil quince, que
confirma el auto apelado de fecha veintitrés de diciembre de dos
mil catorce, de fojas ciento veintitrés que declara fundada la
excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante,
deducida por Marcelino Orcada Espino; en consecuencia, dispone
anular todo lo actuado dándose por concluido el presente proceso.
Por lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe presentar
además, una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que ha
incurrido el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas ciento noventa y nueve, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada al recurrente el treinta de marzo de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas ciento setenta y uno, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el quince de abril de dos mil
quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado
el arancel judicial respectivo a fojas ciento noventa y siete del
expediente principal y subsanada a fojas treinta del cuaderno de
casación. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la
primera causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los
artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
I, III, IV y IX del Título Preliminar; 50 inciso 6 y 197 del Código
Procesal Civil; 7 y 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial;
220 del Código Civil; y, apartamento inmotivado de
precedentes judiciales, alega que se ha vulnerado el derecho al
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, pues
no se ha efectuado una valoración conjunta y razonada de los
medios probatorios, dado que no se ha tomado en cuenta el
estado de salud mental deteriorada de la transferente de las
acciones y derechos; precisa el recurrente que el proceso trata
sobre la nulidad del acto jurídico y por ende la protección no
solamente se rige desde un punto de vista del interés privado sino
también desde un enfoque general de la comunidad, de allí que
esté legitimado para promover referida la acción cualquiera que
tenga interés; que no se ha tomado en cuenta lo establecido en las
resoluciones casatorias números 397-96-TACNA y 2558-2001-
PUNO, que establecen que los Jueces de mérito deben efectuar
una valoración conjunta y razonadas de los medios probatorios y
que la acción de nulidad de un contrato de bien ajeno no es
potestad exclusiva del comprador, sino también del heredero y del
copropietario, pues gozan de interés para obrar. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que
examinados los actuados, se advierte que los demandantes no
niegan que la vendedora Lourdes Nancy Orcada Gutiérrez, en su
condición de socia inscrita en el padrón de la Cooperativa del
Centro Comercial Señor de Luren transfirió los derechos y
acciones que le correspondían, por lo que no existe razón alguna
que legitime al demandante, ya que no es parte del contrato ni su
patrimonio se encuentra afectado. Además, no puede invocar
calidad de “heredero” por su sola condición de hermano, cuando
aquélla (su hermana), aún no ha fallecido; que, en el supuesto que
hubiere fallecido, encontrándose vivo su padre, aquél vendría a
ser heredero de segundo orden (no se sabe de la madre), por lo
mismo que no puede invocar la calidad de heredero, cuando no lo
es. Asimismo, el simple interés económico para legitimar la
actuación del demandante, no se manifiesta de forma alguna, ni
existe indicio alguno que así lo evidencie, o, que pueda hacer
dudar sobre la probable existencia de algún remoto perjuicio, por
lo que el amparo de la excepción de falta de legitimidad para obrar
del demandante, resulta ajustada a derecho y a lo actuado; siendo
ello así, carece de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.-
Que, por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la
vulneración del derecho al debido proceso o infracción normativa
de derecho procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal
Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios puestos de
manifiesto por el recurrente, en su escrito de apelación. Octavo.-
Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que el
impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria efectúe un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de
mérito que no puede ser traído a sede casatoria, por ser materia
ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser
desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha
cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber
descrito con claridad y precisión las infracciones normativas
invocadas; menos aún han demostrado la incidencia directa que
tendría aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por José Alberto Orcada Gutiérrez a fojas
ciento noventa y nueve, contra el auto de vista de fojas ciento
sesenta y siete, del once de marzo de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
José Alberto Orcada Gutiérrez con Marcelino Orcada Espino y
otros, sobre nulidad del acto jurídico; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
Por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS.
ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-183
CAS. Nº 1807-2015 AREQUIPA
RETRACTO. Lima, veinticuatro de junio de dos mil quince.-
VISTOS; con el expediente acompañado; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandante Beatriz
Rodríguez Paredes, de folios doscientos veinte, contra la
sentencia de vista de fecha doce de enero de dos mil quince,
de folios doscientos ocho, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha dieciocho de octubre de dos mil trece, de folios
ciento veintinueve, que declara fundada la oposición e infundada
la demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por el
Juzgado de Familia Transitorio de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
II) Ha sido interpuesto ante el Juzgado de Familia Transitorio de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha
sido notificada en fecha nueve de febrero de dos mil quince y el
recurso de casación se presentó el diecinueve de febrero de dos
mil quince. IV) No cumple con adjuntar el correspondiente arancel
judicial por encontrarse con auxilio judicial. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios ciento treinta y nueve; por lo que
cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente:
Infracción normativa del artículo 2 de la Constitución
Política del Estado. Señala que dicha norma regula el derecho
a la identidad, el cual ha sido vulnerado mediante la resolución
número cuatro emitida por el a quo, en tanto otorga plazos para
que el demandado pueda señalar la fecha en la que éste debería
someterse a la prueba de ADN, motivando con ello que dicha
prueba no se realice de forma inmediata. Agrega que el juez
señaló apercibimiento al demandado, el cual no fue levantado,
por lo que no se debió continuar con la diligencia de toma de
muestras y menos con las siguientes. Sexto.- Que, en relación a
la causal denunciada, se advierte que la misma carece de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que la resolución
número cuatro invocada no otorga plazo alguno al demandado
para que pueda señalar la fecha de realización de la prueba de
ADN, sino mas bien nombra inicialmente el órgano de auxilio que
llevaría a cabo dicha prueba, atribuyéndole a la demandante el
pago de la misma, extremo este último que fue variado a cargo
del demandado a través de la resolución número diez, a razón de
existir modificatoria legislativa, siendo que posteriormente se varia
de laboratorio responsable de la citada prueba a propuesta de la
demandante conforme se aprecia de la resolución número once.
Asimismo, el recurso de casación no expresa argumento alguno
dirigido a contradecir directamente los fundamentos contenidos
en el considerando tercero de la sentencia recurrida, referidos
a que la actora ni en la audiencia de toma de muestras, como
tampoco en la audiencia de apertura de sobre, requirió que se
acredite el pago al laboratorio, ni realizó ninguna observación
al peritaje realizado, incluso hasta la fecha en que se emitió
la sentencia de primera instancia, siendo que la prueba en
mención se habría realizado en el laboratorio de su elección, no
constituyendo la falta de requerimiento de acreditación de pago
causal de nulidad, más aún si dicho laboratorio ha entregado los
resultados de la prueba, lo que evidenciaría que se ha cumplido
con el pago correspondiente. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien la recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandante Beatriz Rodríguez
Paredes, de folios doscientos veinte, contra la sentencia de vista
de fecha doce de enero de dos mil quince, de folios doscientos
ocho; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Beatriz Rodríguez Paredes contra Adolfo Omar Miranda
Rodríguez, sobre filiación extramatrimonial; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
C-1392274-184
CAS. Nº 1835-2015 LAMBAYEQUE
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, dieciséis de noviembre del
dos mil quince. VISTOS; con la razón emitida por el Secretario de
Sala, el cinco de octubre de dos mil quince, obrante a fojas
veintiocho y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por la demandada
Empresa de Transporte Turismo Marañón S.R.L, a fojas ciento
78857
sesenta y siete, contra el auto de vista de fojas ciento cuarenta, del
veintiocho de enero de dos mil quince, que confirma el auto
apelado de fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce, de
fojas ciento cinco, que declara infundadas las contradicciones
propuestas por los ejecutados basadas en las causales de nulidad
formal del título y extinción de la obligación contenida en el titulo;
en consecuencia, dispone sacar a remate el bien inmueble
otorgado en garantía hipotecaria. Por lo que, corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el
recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en
que incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas ochocientos ocho, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Segunda Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada a la recurrente el doce de marzo de dos mil quince,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas ciento
cincuenta, y el referido recurso de casación fue interpuesto el
veintiséis de marzo de dos mil quince, es decir, al décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo a
fojas treinta y dos del cuaderno de casación. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista
satisface el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente
sustenta su recurso de casación, en la primera causal prevista por
el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia:
Infracción normativa de los artículos 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú, 720 del Código Procesal Civil y
apartamento del Sexto Pleno Casatorio Nº 2402-2012, alega
que se ha vulnerado el derecho al debido proceso, pues en el
estado de cuenta del saldo deudor, no se ha comprendido los
abonos y cargos o pagos a cuenta efectuados hasta por la suma
de $ 88,310.97 dólares americanos, conforme lo indica
expresamente en su contradicción, es decir el juez se limita a
verificar la existencia de los estados de cuenta de saldo deudor,
sin analizar ni verificar su contenido, así como confrontarlo con los
medios probatorios ofrecidos por los ejecutados referidos a los
pagos parciales de la deuda; asimismo, el estado de cuenta del
saldo deudor no tiene relación directa con la escritura pública de
fecha veintinueve de agosto de dos mil nueve, cuyo crédito es por
un monto de $15,000.00 dólares americanos, sino más bien se
identifica con el pagaré de $ 66,458.74 dólares americanos y las
letras de cambio de $ 10,548.40 dólares americanos y $ 14,932.20
nuevos soles. Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas
en el quinto considerando, éstas deben desestimarse porque
están orientadas a reevaluar las conclusiones a las que arriba la
Sala de mérito, entre ellas, que la escritura pública de hipoteca de
fecha veintinueve de agosto de dos mil nueve, cumple con los
requisitos que exige el artículo 1099º del Código Civil para su
validez; en cuya cláusula primera, se establece expresamente que
dicha hipoteca se constituye a favor de la ejecutante en garantía
de las facilidades crediticias otorgadas por la ejecutante, así como
cualquier obligación y/o deuda que mantenga el ejecutado frente a
la ejecutante, así como de todas las deudas y obligaciones
directas e indirectas que mantenga en el presente o en el futuro el
ejecutado y el garante frente a la ejecutante; que en el caso de
autos, el estado de cuenta de saldo deudor es el resultado de las
liquidaciones de tres créditos incumplidos por la suma de $
85,263.29 dólares americanos y S/ 14,960.17 nuevos soles; por
consiguiente ante tal incumplimiento se procede a la ejecución de
la garantía hipoteca que mantiene a su favor, hasta por la suma de

78858 CASACIÓN
US$.18,915.29 dólares americanos, sobre el inmueble ubicado en
Avenida Iquitos Nº 141-143-145-147-149, Sección Nº 63, oficina
504 - Quinto Piso, distrito de la Victoria, provincia y departamento
de Lima, inscrito en la partida electrónica Nro. 11881479, del
Registro de Predios de la Oficina Registral de Lima, tal como se
establece en la referida escritura pública y se consigna
expresamente, en el petitorio de la demanda; siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración del
derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha dado
cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto por la
recurrente, en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de lo
mencionado anteriormente, se concluye que la impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es que
esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido, lo
que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no puede
ser traído en casación, por ser materia ajena a los fines del
recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada. Noveno.-
Que, en conclusión, la impugnante no ha cumplido con los
requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas denunciadas;
menos aún ha demostrado la incidencia directa que tendrían
aquéllas sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos y
de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Empresa de Transporte Turismo Marañón S.R.L, a fojas ciento
sesenta y siete, contra el auto de vista de fojas ciento cuarenta, del
veintiocho de enero de dos mil quince; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Banco Financiero del
Perú con Empresa de Transporte Turismo Marañón S.R.L y otro,
sobre ejecución de garantías; y, los devolvieron. Interviene como
ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por
licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui integra esta Sala
Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. almenara
bryson, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, miranda molina, cunya celi,
calderon puertas C-1392274-185
CAS. Nº 1843-2015 CALLAO
Lima, veintiséis de junio de dos mil quince.- VISTOS; con los
expedientes acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por la demandante Robertina Cahuaza
Capuena de folios un mil trescientos sesenta y dos, contra la
sentencia de vista de fecha diez de octubre de dos mil catorce,
de folios un mil trescientos treinta y ocho, que confirma la
sentencia de primera instancia de fecha diecinueve de agosto
de dos mil trece, de folios un mil doscientos treinta y tres, que
declara improcedente la demanda de prescripción adquisitiva de
dominio; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del
Callo que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia del Callao, que emitió la resolución recurrida.
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha diez de diciembre de dos mil catorce y el recurso de
casación se presentó el veintidós de diciembre de dos mil catorce.
IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios un mil
trescientos sesenta del expediente principal. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios un mil doscientos cincuenta y uno;
por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causales las
siguientes: a) Infracción normativa del artículo 197 del Código
Procesal Civil. Señala que conforme a dicho artículo, todos los
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
medios probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada, sin embargo la Sala Superior
omite valorar las pruebas ofrecidas por la recurrente, los cuales
demuestran que ejerció la posesión del área total del inmueble sub
litis consistente en doscientos noventa y tres punto noventa y siete
metros cuadrados (293.97 m2) de forma ininterrumpida, como lo
son el certificado de prescripción adquisitiva, testimoniales, y el
hecho que la demandada Judith Torres Paredes no cuestionó la
posesión de dicha área. b) Infracción normativa del artículo
950 del Código Civil. Manifiesta que la Sala Superior adopta
un criterio errado al sostener que los procesos de usurpación y
desalojo por ocupación precaria demuestran que no ejerció la
posesión del bien en forma pacífica, por el contrario, prueban
que quien demandó en dichos procesos, aceptó o partió del
presupuesto que se encontraba en posesión del mismo. Agrega,
que el no pago oportuno del impuesto predial no puede ser
considerado como inexistencia de animus domini, toda vez
que en autos corren otros medios probatorios que acreditan
la posesión de la recurrente como propietaria, como lo son las
testimoniales y documentos privados dirigidos a la Cooperativa
demandada. c) Infracción normativa del artículo 139, inciso 3
de la Constitución Política del Estado. Argumenta que a partir
de la infracción a los artículos 197 del Código Procesal Civil y 950
del Código Civil, la Sala omite valorar la prueba aportada por la
recurrente. d) Infracción normativa del artículo 139, inciso 5
de la Constitución Política del Estado. Sostiene que la Sala al
no efectuar una debida valoración de las circunstancia de hecho
y de derecho que se desprenden de autos, ha emitido un fallo
carente de una debida motivación. Sexto.- Que, en relación a las
causales denunciadas, se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efectos de determinar que la recurrente ejerció la
posesión del total del área del inmueble materia de litigio en forma
ininterrumpida y pacífica, así como en calidad de propietaria, por
lo que correspondería reconocerle el derecho de propiedad a
través de la prescripción adquisitiva de dominio, como si esta sede
se tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice
con la naturaleza de este extraordinario recurso de casación,
cuyos fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo
y la unificación de los criterios de la Corte Suprema, debiendo
tenerse en cuenta por tanto, que no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar
los motivos que formaron convicción a la Sala Superior, en tanto
es ajeno al debate casatorio, más aún si contrariamente a lo
expresado en el recurso de casación, la demandada Judith Torres
Paredes en su contestación si cuestionó el área sobre el cual la
actora aparentemente habría ejercido posesión; asimismo, no
se advierte de la sentencia recurrida falta de motivación alguna,
en tanto la Sala Superior ha cumplido con precisar de forma
adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de hecho y
derecho que sustentan su decisión. Sétimo.- Que, siendo así, el
recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a
lo dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal.
Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º
del referido artículo 388, si bien la recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es anulatorio así como revocatorio, no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandante Robertina Cahuaza Capuena de folios un mil
trescientos sesenta y dos, contra la sentencia de vista de fecha
diez de octubre de dos mil catorce, de folios un mil trescientos
treinta y ocho; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Robertina Cahuaza Capuena contra Judith
Torres Paredes y otra, sobre prescripción adquisitiva de dominio; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA C-1392274-186
CAS. Nº 1847-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiséis de
junio de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, se procede a la calificación del recurso de casación, de fojas
mil setecientos sesenta y seis, interpuesto por Guillermo Ruíz
Caro Álvarez, contra la sentencia de segunda instancia, de fojas
mil seiscientos sesenta y nueve, del ocho de enero del dos mil
quince, que confirma la sentencia apelada, de fojas mil
cuatrocientos cincuenta y cinco, del veinticinco de junio de dos mil
catorce, que declara fundada la demanda de desalojo por
ocupación precaria; y, en consecuencia ordena que Guillermo
Rodolfo Ruiz Caro Álvarez, y los litisconsortes necesarios pasivos:
Hugo Díaz Díaz y Carlos Cáceres Navarro cumplan en un plazo de
seis días con desocupar y entregar los siguientes inmuebles: 1)
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Departamento Nº 704, ubicado en la Avenida 28 de julio Nº 466,
distrito de Miraflores y su estacionamiento vehicular Nº 26,ubicado
en el segundo sótano de la avenida 28 de julio Nº 458, distrito de
Miraflores; 2) Departamento Nº 804, ubicado en la Avenida 28 de
julio Nº 466, distrito de Miraflores, provincia y departamento de
Lima, y su estacionamiento- vehicular Nº 38, ubicado en la avenida
28 de julio Nº 458, distrito de Miraflores; 3) Departamento Nº 904,
ubicado en la Avenida 28 de julio Nº 466, distrito de Miraflores,
provincia y departamento de Lima, y su estacionamiento vehicular
Nº 01, ubicado en el segundo sótano de la avenida 28 de julio N
458, distrito de Miraflores, a favor de la parte demandante
Administradora de Comercio. Con costas y costos del proceso.
Por lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386º, 387º y
388º del Código Procesal Civil, modificados por la Ley Nº 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial; asimismo
efectuar una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación de la
justiciable recurrente saber adecuar los agravios que denuncia a
las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni integrarlo o remediar las carencias del mismo o
dar por supuesta la falta de causal; tampoco para subsanar de
oficio los defectos en que incurre la casacionista en la formulación
del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que
el recurso de casación cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme al artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, toda vez que se ha
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista, de fojas mil seiscientos
setenta, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días
contados desde el día siguiente de notificada la sentencia de vista
que se impugna, pues ésta fue notificada al recurrente el cinco de
febrero del dos mil quince, conforme a la constancia del cargo de
notificación, de fojas mil setecientos treinta y cinco; en tanto que,
el referido recurso de casación fue interpuesto el doce de febrero
de dos mil quince; y, iv) Adjunta el recibo del arancel judicial por el
presente recurso extraordinario. Cuarto.- Que, al evaluar los
requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del
artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface el
primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia, pues al
serle adversa la impugnó. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su
recurso de casación, en las siguientes denuncias: A) Infracción
Normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139º de la
Constitución. Indica que, la sentencia de vista ha infringido las
formas esenciales para la validez y eficacia de los actos
procesales, que inciden directamente sobre la decisión impugnada,
porque si se hubiera interpretado correctamente las normas
jurídicas referidas tanto en su escrito de apelación, como en el
presente recurso casatorio, en la decisión impugnada, se hubieran
aplicado debidamente, o, en su defecto se hubieren inaplicado,
por lo que la decisión de la Sala Superior, sería distinta. B)
Infracción Normativa del artículo 1562º del Código Civil. Alega
que la Sala Superior refiere que la Administradora de Comercio
Sociedad Anónima ha acreditado el título con el cual sustenta su
pretensión; sin embargo, no ha considerado que la Caja de
Pensiones transfiere el inmueble a la Administradora de Comercio
Sociedad Anónima, porque resuelve de pleno derecho el contrato
de compra venta que tenía con el recurrente por el supuesto
incumplimiento de pago; sin embargo, dicho fundamento es falso
porque al revisar los actuados del presente proceso, se evidencia
que la pretendida resolución de pleno derecho sustentada en la
Carta Notarial de fecha dieciséis de abril de dos mil ocho, no surte
plenos efectos legales porque siendo el contrato de compra venta
suscrito entre la Caja de Pensiones Militar Policial y el recurrente,
uno con prestaciones recíprocas, se debe tener presente para su
resolución extrajudicial: a) Que una de las partes contratantes falte
al cumplimiento de su prestación, total o parcialmente; b) Que la
parte que pretende la resolución no debe incumplir con sus
obligaciones. En el presente caso, la Caja de Pensiones Militar
Policial, en su calidad de vendedora ha incumplido con las
obligaciones a su cargo, al no brindar las facilidades para la
inscripción en los Registros Públicos de los bienes inmuebles,
materia de los contratos de compra venta, inobservando lo
señalado en el artículo 1549º del Código Civil. En conclusión: No
78859
se han cumplido con todos los requisitos para que se configure la
resolución de pleno derecho y, no hay incumplimiento del pago.
Sexto.- Que, en cuanto a la infracción normativa denunciada en el
acápite A) se advierte que el recurrente pretende cuestionar la
valoración probatoria efectuada por las instancias de mérito que
llevaron a concluir que la demanda de desalojo es fundada porque
la demandante Administradora de Comercio Sociedad Anónima ha
acreditado ser la propietaria del inmueble objeto de desalojo, en
tanto que el emplazado no ha demostrado en la secuela del
proceso la existencia de título o justificación para poseer los
inmueble materia de litis; por ello, la denuncia no puede ser
amparada. Sétimo.- Que, respecto a la denuncia contenida en el
acápite B), el recurrente se limita a solicitar que se revalore la
carta notarial con la que la Caja de Pensiones Militar Policial da
por concluido de pleno derecho el contrato de compraventa
celebrado con el demandado, por incumplimiento del pago de las
armadas pactadas, en el entendido que con dicha revaloración
debe concluirse que no se resolvió el contrato. En ese orden de
ideas se concluye que lo que pretende el recurrente es un
reexamen de la prueba actuada en el proceso, al encontrarse en
discrepancia con lo resuelto por los órganos jurisdiccionales,
análisis ajeno a la función casatoria, motivo por el cual la denuncia
debe desestimarse. Octavo.- Que, en conclusión, el casacionista
no ha cumplido con los concurrentes requisitos de procedencia
establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388º del Código
Procesal Civil. En tal contexto fáctico y jurídico, y de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 392º del referido Código Procesal,
en su tenor modificado por la Ley Nº 29364, corresponde
desestimar el recurso de casación en todos sus extremos. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación, interpuesto por Guillermo Ruíz Caro Álvarez a fojas mil
setecientos sesenta y seis; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Administradora de Comercio
con Guillermo Rodolfo Ruíz Caro y otros, sobre desalojo por
ocupación precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por impedimento
del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta Sala
Suprema el Señor Juez Supremo el señor Miranda Molina. SS. del
carpio RODRÍGUEZ, miranda molina, cunya celi, CalderÓn
puertas, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-187
CAS. Nº 1858-2015 LORETO
Desalojo por ocupación precaria. Lima, veintiséis de junio de
dos mil quince.- VISTOS; con el cuaderno acompañado, y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por los
demandados Ernesto Jiménez Valderrama y Carmen Jaramillo
de Jiménez, mediante escrito de fojas trescientos siete, contra la
sentencia de vista obrante a fojas trescientos, su fecha veinticinco
de noviembre de dos mil catorce, que confirma la sentencia
apelada de fojas ciento treinta y ocho, su fecha cuatro de diciembre
de dos mil trece, que declara fundada la demanda de desalojo
por ocupación precaria; en tal sentido, corresponde examinar los
requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso acorde a la
modificación establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
se tiene que el presente recurso satisface tales exigencias, esto
es: I) se impugna una sentencia expedida por la Sala Superior
que, como órgano de segundo grado, puso fin al proceso; II) se
interpone ante la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Loreto; III) ha sido presentado dentro del plazo legal, según consta
del cargo de notificación de fojas trescientos seis; y, IV) adjuntan el
arancel judicial respectivo a fojas trescientos ocho. Tercero.- Que,
en relación a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley, se
advierte que los impugnantes no han consentido la sentencia
de primera instancia que fue desfavorable a sus intereses, pues
interpusieron recurso de apelación a fojas doscientos dos, por
lo que satisfacen el presupuesto establecido en el inciso 1 de
la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contemplados en los incisos 2, 3 y 4
del precitado artículo 388º del Código adjetivo, debe señalarse en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente caso, los recurrentes
proponen las siguientes infracciones normativas: a) Infracción
normativa del artículo 465º del Código Procesal Civil, así
como del artículo VII del Título Preliminar del mismo Código:
señalan que al haberse declarado la existencia de una relación
jurídica procesal válida no se han observado los presupuestos
procesales de la demanda, entre ellos, los medios de prueba que
se ofrecen en la interposición de la misma, los mismos que se
encuentran entrelazados para la admisión del acto postulatorio;
sin embargo, pese a que el juez de primera instancia conoce el
derecho y tiene la oportunidad de salvaguardar el debido proceso
en el saneamiento, no lo hizo, provocando con ello la nulidad
de todo lo actuado hasta el referido acto en cuestión, pues dio
por válida la relación procesal al admitir como medio de prueba
determinante la sola presentación de la copia literal del predio en

78860 CASACIÓN
litigio, obrante a fojas once. b) Infracción normativa del artículo
233º del Código Procesal Civil: sostienen que se produce
el resquebrajamiento del artículo 233º del acotado Código al
ofrecer el demandante la ficha registral del inmueble en cuestión,
desnaturalizando la esencia del referido articulado, pues dicho
documento como instrumento de prueba por sí solo no basta,
pues a ello se debieron anexar otros documentos que produzcan
certeza tanto al Juez como a la parte demandada. c) Infracción
normativa de los artículos 188º, 198º y 199º del Código
Procesal Civil: manifiestan que no se ha analizado debidamente
la copia de la sentencia de vista de fecha veintitrés de abril de
dos mil doce, dictada en el proceso de nulidad de acto jurídico Nº
01093-2009, lo cual acreditaría que el medio probatorio ofrecido
por el actor ha sido obtenido por simulación absoluta. Quinto.-
Que, del examen de las alegaciones antes descritas, se advierte
que estas no satisfacen los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, pues no se describe
en forma clara y precisa en qué consisten las infracciones
normativas, menos aun se demuestra la incidencia directa que
tendrían aquellas sobre la decisión impugnada, por las siguientes
razones: El recurso de casación es un medio impugnatorio de
carácter extraordinario, pues su función se restringe estrictamente
a controlar la correcta aplicación de la Ley, esto es, su labor está
reservada a observar sólo los errores de derecho, excluyéndose
de dicho control la valoración de las pruebas. Por ello, la causal de
infracción normativa debe sustentarse en el error de derecho que
incida directamente en la decisión impugnada, es decir, que influya
o repercuta en la parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del
mismo, pues no basta la sola invocación de las normas de derecho
material o procesal que considera infringidas, pues el impugnante
debe explicar la naturaleza jurídica de dicha infracción, la que debe
estar desprovista de cualquier análisis a la valoración probatoria
efectuada por los Jueces de mérito. En cuanto a las alegaciones
propuestas en el acápite a) del considerando anterior, se aprecia
que no se describe en forma clara y precisa en qué consiste la
infracción normativa de los artículos VII del Título Preliminar y 465º
del Código Procesal Civil, menos aun se demuestra la incidencia
directa que tendrían sobre la impugnada en casación si se tiene en
consideración que los recurrentes no cuestionaron oportunamente
la resolución número cinco, obrante a fojas ochenta y dos, que
declaró saneado el proceso y por consiguiente la existencia de
una relación jurídica procesal válida entre las partes; por lo tanto,
ha precluído cualquier oportunidad para cuestionar dicha etapa
procesal. En cuanto a las alegaciones propuestas en los acápites
b) y c), se advierte que si bien se denuncia la infracción de los
artículos 188º, 198º, 199º y 233º del Código adjetivo, sin embargo,
tales argumentos están desprovistos de un análisis jurídico, por
el contrario se sustentan en la supuesta probanza del derecho
de la parte demandada, lo que implica –en realidad- un pedido
de control de la valoración probatoria realizada por los jueces de
mérito, labor que resulta extraña a uno de los fines del recurso de
casación, esto es, alcanzar la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto, de conformidad con el artículo 384º del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364. Sexto.-
Que, en cuanto a la exigencia prevista en el inciso 4 del precitado
artículo 388º, si bien los impugnantes cumplen con indicar el
pedido casatorio, ello no es suficiente para atender el recurso, toda
vez que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio
son concurrentes, conforme estipula el artículo 392º del Código
adjetivo. Por estas consideraciones y en aplicación de lo dispuesto
en el artículo 392º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
Nº 29364: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Ernesto Jiménez Valderrama y Carmen Jaramillo
de Jiménez, mediante escrito de fojas trescientos siete, contra la
sentencia de vista obrante a fojas trescientos, su fecha veinticinco
de noviembre de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Juan Del Águila Flores y Toti
Tuesta de Del Águila, sobre desalojo por ocupación precaria; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
De La Barra Barrera. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA C-1392274-188
CAS. Nº 1863-2015 LAMBAYEQUE
Lima, primero de julio del dos mil quince.- VISTOS; con el
expediente acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandante José Luis Olano Villarreal, a
fojas trescientos cuarenta y dos, interpone recurso de casación
contra la resolución de vista de fojas trescientos treinta y dos,
que confirmando la apelada, de fecha trece de enero del dos mil
catorce, resuelve declarar infundada la demanda interpuesta por el
recurrente contra el Banco de Materiales S.A.C. Sucursal Chiclayo
sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en
la Ley número 29364. Segundo.- Que, se verifica que el recurso
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige
el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la citada
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Ley; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lambayeque que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante
la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que la recurrente
fue notificada el nueve de abril del dos mil quince, conforme
se corrobora con el cargo de folios trescientos treinta y cinco,
e interpuso el recurso de casación el día veinte de abril de ese
mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a folios trescientos treinta y ocho. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple
con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente
no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa, la impugnó mediante su recurso de apelación de folios
trescientos cinco. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1.
Quinto.- Que, el recurrente invocando el artículo 388 del Código
Procesal Civil denuncia como agravios: a) La Contravención del
artículo 139 “inciso b” de la Constitución Política del Estado,
y artículo 12 del Decreto Supremo No. 017-93-JUS, sobre la
debida motivación de las sentencias para justificar el fallo judicial,
alegando que lo expuesto en la sentencia sobre las cláusulas
del contrato de préstamo suscrito en el accionante y el BANMAT
buscando exonerarla de responsabilidad sin tener en cuenta, que
son contratos de adhesión o la finalidad del contrato, así como
objetivo de la entidad prestamista generada por el Estado para
cumplir el objetivo constitucional de una vivienda digna, y b) La
Contravención de los artículos 1361 y 1362 del Código Civil,
respecto a la interposición de las cláusulas contractuales, según
las reglas de la buena fe y la común intención de las partes, en
base a una interpretación sistemática y unificada del contrato,
alegando que el Colegiado no motiva debidamente su sentencia,
al obviar realizar una debida valoración del contrato, según las
reglas de la buena fe y común intención de las partes conforme
lo mandan los dispositivos legales glosados, porque existe
indiscutiblemente un grave daño al accionante en su propiedad
y patrimonio, porque el demandante se endeudó para tener un
inmueble en perfectas condiciones y no un inmueble con techo
con desnivel de 7.5 cm. Sexto.- Que, en cuanto al agravio
denunciado y descrito en el literal a), debe señalarse en principio,
que el artículo 139 de la Constitución Política del Estado no
contiene ningún inciso b), desprendiéndose de su fundamentación
que este extremo del recurso de casación pretende sostener
una supuesta falta de motivación en la resolución recurrida; no
obstante, de los fundamentos de la sentencia de vista se advierte
claramente que para concluir en que en el presente caso no se
aprecia fraude, colusión o afectación al derecho constitucional
del debido proceso, la Primera Sala Civil señala que la cláusula
novena del contrato de préstamo corriente a fojas dieciséis del
acompañado, ha consignado que el BANMAT podrá efectuar las
visitas de inspección y/o supervisión que estime necesarias con el
objeto de comprobar la correcta entrega de materiales y avance de
las obras, por lo que tal entidad tenía la potestad de hacerlo o no
pero no la exigencia ya que no dice “debe”, entre otras razones, de
donde se evidencia que no es cierto como lo desliza el recurrente
que en la sentencia de vista recurrida se haya incurrido en falta
de motivación. Sétimo: Que, en lo que respecta al segundo
agravio, versando el presente proceso sobre una pretensión
netamente procesal, en la que debe analizarse la existencia de
fraude, colusión o afectación al debido proceso, conforme lo
establece el artículo 178 del Código Procesal Civil, es evidente
que la invocación de infracción normativa de normas de derecho
material, no resultan pertinentes, advirtiéndose en su lugar, de
la revisión del expediente que motiva la presente demanda de
nulidad de cosa juzgada fraudulenta que contra la sentencia de
vista materia de impugnación, el impugnante no interpuso recurso
de casación alguno, a través del cual podía invocar la infracción de
los dispositivos legales que ahora invoca. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante José Luis Olano Villarreal, de la página
trescientos cuarenta y dos, contra la sentencia de vista de
folios trescientos treinta y dos; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los
seguidos contra el Banco de Materiales sobre nulidad de cosa
juzgada fraudulenta; y los devolvieron; notificándose. Interviene
como ponente el Juez Supremo señor Cunya Celi. Interviene
el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia del señor
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-189
CAS. 1865-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, dieciocho de
noviembre de dos mil quince. VISTOS; con la razón del Secretario
de Sala de fecha trece de octubre de dos mil quince, obrante a
fojas cuarenta y uno; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se
procede a calificar el recurso de casación interpuesto por el
ejecutado Corporación Villa Sociedad Anónima Cerrada, a
fojas doscientos setenta y cinco, contra la resolución de vista de
fojas doscientos cincuenta y tres, del quince de enero de dos mil
quince, que confirma la resolución apelada de fecha doce de
junio de dos mil catorce, de fojas doscientos veintidós, que declara
infundadas las contradicciones; en consecuencia ordena llevar
adelante la ejecución hasta que los ejecutados paguen en forma
solidaria al ejecutante la suma de S/.913,696.00 nuevos soles,
más los intereses correspondientes, con costas y costos del
proceso. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la recurrente saber adecuar los agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas doscientos setenta y cinco cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la resolución expedida
por la Primera Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada a la recurrente el nueve de marzo de dos mil quince,
conforme al cargo de fojas doscientos sesenta y cinco vuelta, y el
referido recurso de casación fue interpuesto el veintitrés de marzo
del mismo año, es decir, dentro del décimo día de notificado; y, iv)
Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo, conforme se aprecia
a fojas treinta y siete del cuadernillo de casación. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista
satisface el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable a sus intereses. Quinto.- Que, la
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: A) La infracción normativa del artículo 139 incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Perú. Sostiene que en el auto
definitivo aparece la actuación del cotejo de firmas sin haberlo
admitido y sin darle la oportunidad de contradecir los argumentos
versados allí. La Sala Superior ha omitido pronunciarse sobre este
agravio, dejando un vacío al respecto. B) La infracción normativa
de los artículos 194 y 257 del Código Procesal Civil. Indica que
al no existir admisión del medio de prueba del cotejo de firmas, no
existe la motivación correspondiente; además, se ha vulnerado el
artículo 257 del Código Procesal Civil, porque el cotejo se ha
realizado utilizando la copia del documento nacional de identidad
de Zenón Villavicencio Ampuero, sin atender a lo previsto en el
citado artículo. Sexto.- Que, previo al análisis de las denuncias
descritas en el considerando precedente, se advierte de autos que
mediante resolución Nº 22, de fecha uno de agosto de dos mil
trece, se ordenó a los ejecutados que consignen los honorarios de
los peritos, en el plazo de cinco días, bajo apercibimiento de
rechazarse el medio probatorio ofrecido por dicha parte; que
78861
notificada dicha resolución conforme a ley, y no habiéndose
cumplido con lo ordenado se expidió la resolución Nº 23, de fecha
quince de octubre del dos mil trece, que resuelve rechazar la
pericia grofotécnica ofrecida, dejándose constancia del desinterés
de los ejecutados por establecer si la firma que aparece en las
letras de cambio puestas a cobro pertenecen al avalista Zenón
Villavicencio Ampuero. Tal hecho, ha sido considerado por las
instancias de mérito, quienes han resuelto el presente proceso
declarando infundadas las contradicciones y han ordenado el
pago de la suma de dinero puesta a cobro a favor del ejecutante.
Sétimo.- Que, teniendo en cuanto lo expuesto en el considerando
precedente, se puede concluir respecto a la denuncia contenida
en el acápite A), que no resulta cierto que se haya afectado el
derecho al debido proceso en su manifestación de motivación de
las resoluciones judiciales. A mayor abundamiento, se advierte de
la recurrida que la Sala Superior ha concluido que las letras de
cambio materia de ejecución cumplen con las formalidades
establecidas por ley; además si bien es cierto que la parte
ejecutada formuló contradicción bajo la causal de inexigibilidad de
la obligación, bajo el argumento que habría efectuado el depósito
a favor de la empresa Suministros de Comercio Exterior S.A.,
también lo es que dicha empresa no es parte en el presente
proceso, porque las letras de cambio fueron endosadas en
propiedad a favor de la ejecutante, conforme lo establece el
artículo 38 de la Ley de Títulos Valores. Octavo.- Que, respecto a
la denuncia contenida en el acápite B), como se tiene analizado en
el sexto considerando, se aprecia de autos que ante el desinterés
de los ejecutados para que se realice la pericia grafotécnica, el
juzgador en aplicación de los artículos 257 y 282 del Código
Procesal Civil, concluyó que los ejecutados no han cooperado
para lograr la finalidad de los medios probatorios, y que por el
contrario estaban obstruyendo la dilucidación de los puntos
controvertidos, al demostrar con su conducta procesal la falta de
interés en el esclarecimiento de los hechos, no resulta cierto lo
afirmado por esta parte, en el sentido que la firma del avalista sea
falsa. Noveno.- Por lo expuesto en los considerandos precedentes,
se puede concluir que, si bien la recurrente cumple con describir
con claridad y precisión la infracción normativa en que se habría
incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo bajo
análisis; sin embargo, no cumple con demostrar la incidencia de
dicha infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el
inciso 3 del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse con uno de
los requisitos exigidos por ley, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación interpuesto en todos sus extremos, de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el ejecutado Corporación
Villa Sociedad Anónima Cerrada, a fojas doscientos setenta y
cinco, contra la resolución de vista de fojas doscientos cincuenta y
tres, del quince de enero de dos mil quince; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Leoncio Alberto Cairo
Palomino con la Corporación Villa Sociedad Anónima Cerrada y
otro, sobre obligación de dar suma de Dinero; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. Por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui,
integra esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda
Molina. SS. ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-190
CAS. Nº 1871 -2015 HUÁNUCO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, uno de julio de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se
procede a calificar el recurso de casación, de fojas cuatrocientos
treinta y ocho, interpuesto por la demandada Vilma Orbezo
Piñan, contra la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número veintisiete, de fojas cuatrocientos treinta y uno,
del nueve de abril de dos mil quince, que confirma la sentencia
apelada número 105-2014, comprendida en la resolución número
21, de fojas trescientos noventa y uno, del trece de junio de dos mil
catorce, que declara fundada la demanda de nulidad de acto
jurídico, en el extremo referido a las causales de falta de
manifestación de la voluntad del agente y de nulidad del acto
jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público y las
buenas costumbres e improcedente en lo referido a la causal de
fin ilícito del acto jurídico. En consecuencia: se ordena que la
demandada entregue a la demandante el vehículo de placa CQG-
537, clase M1 automóvil marca Mazda, año 2004, modelo Demio,
color plata; con costas y costos del proceso. Por lo que corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el
recurso de casación se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción de los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad1,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento

78862 CASACIÓN
inmotivado del precedente judicial; asimismo presentar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación de la justiciable recurrente
saber adecuar los agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni integrarlo o
remediar sus carencias o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en los que
hubiere incurrido la casacionista, en la formulación del referido
recurso. Cabe precisar que esto último es diferente al supuesto
previsto en la norma que dispone la procedencia excepcional2 del
recurso de casación, ya que ésta es una facultad de la Sala Civil
de la Corte Suprema que aplica cuando considera que al resolver
el recurso, éste cumplirá con los fines de la casación3, para cuyo
efecto debe motivar las razones de la procedencia excepcional.
Supuesto que no se da en el presente caso. Tercero.- Que, en ese
sentido, se verifica que el recurso de casación, de fojas
cuatrocientos treinta y ocho, cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se ha interpuesto: i) Contra la sentencia de vista, de fojas
cuatrocientos treinta y uno, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huánuco que, como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente de
notificada la sentencia de revisión que se impugna, pues ésta fue
notificada a la recurrente el catorce de abril de dos mil quince,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
cuatrocientos treinta y seis, y el referido recurso de casación lo
interpuso el veintiocho de abril de dos mil quince, como se verifica
de fojas cuatrocientos treinta y ocho, es decir, al décimo día de
notificación; y, iv) Adjunta el recibo del arancel judicial por el
presente recurso extraordinario, a fojas cuatrocientos treinta y
siete-parte inferior. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que la nombrada casacionista satisface el primer requisito
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia, de fojas trescientos
noventa y uno, pues al serle adversa, la impugnó mediante el
recurso de apelación, de fojas cuatrocientos cinco. Quinto.- Que,
la recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal, prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a
cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos:
188, 191, 192, 233, 234 y 425 del Código Procesal Civil, pues
alega que mediante el contrato privado de transferencia vehicular
del tres de setiembre de dos mil once, presentado en copia simple,
adquirió el vehículo sub litis, el que debió ser valorado por la Sala
Superior, toda vez que mediante la contestación de la demanda
puso en conocimiento que existe un proceso pendiente en la
ciudad de Lima sobre el vehículo en litigio; señala que, adjunto
copia de la demanda para que se tuviera conocimiento sobre el
proceso de otorgamiento de escritura pública; asimismo sustenta
que para resolver la controversia no es fundamental, que el
contrato de transferencia vehicular, presentada en copias simple,
deben obrar en copias legalizadas para que puedan ser valoradas
como medio probatorio, toda vez que nuestra normatividad no lo
exige como imprescindible. Precisa que, el referido contrato
privado no ha sido declarado nulo por instancia judicial, de tal
modo que reviste valor probatorio mientras no se declare lo
contrario judicialmente, por lo que la Sala no ha tenido en cuenta
este hecho. Finalmente indica que su pedido casatorio es
anulatorio. Sexto.- Que, la casacionista para sustentar su recurso
se acoge a la causal de infracción normativa. Sin embargo,
primero: no cumple lo establecido en el inciso 2 del artículo 388
del Código Procesal Civil, esto es, no describe con claridad y
precisión en qué consistiría la referida infracción normativa, ya que
del análisis de su escrito, se tiene, que la invocación de dicha
causal es imprecisa; es decir, no alega de forma comprensible y
explícita en qué radicaría el error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, en el que habrían incurrido los
juzgadores; segundo: esta causal exige, conforme lo requiere el
inciso 3 del mencionado artículo 388 que tal infracción normativa
(anomalía, error o vicio de derecho en el razonamiento judicial
decisorio, en la lógica–jurídica, en la ratio decidendi, en el que
habría incurrido el juzgador) incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, lo que, en consecuencia,
tampoco cumple la casacionista, pues solo menciona artículos del
ordenamiento jurídico procesal, sin sustentar de forma puntual,
precisa, concreta y sin vaguedad, en qué consistiría la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada, debido a que
sus argumentos son difusos. Sétimo.- Que, pese a las deficiencias
del recurso de casación, por el principio de motivación de las
resoluciones judiciales, se debe precisar, que respecto a la
denuncia efectuada, se verifica que no puede ser atendible por
cuanto los fundamentos del recurso de casación son genéricos y
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
guardan relación con cuestiones de hecho y probanza, es decir, se
dirigen, únicamente, a cuestionar la actuación y/o valoración de
los medios probatorios y/o las conclusiones fácticas de las
instancias de mérito, con lo cual, la recurrente pretende que en
sede casatoria se vuelvan a re-valorar las pruebas (como: la copia
simple del contrato privado de transferencia vehicular del 03 de
setiembre de 2011, la demanda del proceso de otorgamiento de
escritura pública, entre otros), lo que resulta impropio y vedado a
los fines de la casación. Que, empero, la impugnante considera
que acreditarían que adquirió el vehículo sub litis; no obstante que
las referidas pruebas ya han sido objeto y materia de evaluación,
valoración conjunta y de pronunciamiento por parte de las
instancias de mérito, que han resuelto la controversia planteada
ante el órgano jurisdiccional determinando con claridad y precisión
que: la propia recurrente ha admitido la falsedad del acta de
transferencia vehicular del trece de diciembre de dos mil once,
ésta no tiene valor legal y que fue tachada en los Registros
Públicos, como se ve de fojas treinta y ocho, respectivamente.
Octavo.- Que, asimismo las Instancias de mérito han determinado
que conforme al acta de defunción y de sucesión intestada,
Abraham Palomino Delgado, falleció el tres de noviembre de dos
mil once, a fojas tres y nueve, siendo su heredera la demandante
Sandra Tereza Palomino Taipe. Sin embargo, a fojas dos, aparece
la copia el acta de transferencia de vehículo del trece de diciembre
de dos mil once, fecha en la cual el occiso Abraham Palomino
Delgado transfiere a favor de la recurrente dicho vehículo,
documento en el que además las partes contratantes declaran que
el pago del precio de venta se ha realizado en efectivo y al
contado. Por tanto, resulta evidente que el acta de transferencia
vehicular, materia de proceso, fue elaborado cuando el supuesto
vendedor estaba muerto. Noveno.- Que, respecto a la alegación
de la recurrente de que no se ha tenido en cuenta, al amparar la
restitución del vehículo sub litis, la copia simple del contrato
privado del tres de setiembre de dos mil once, ni el expediente Nº
429-2012-0-1803-JM-CI-03, sobre otorgamiento de acta de
transferencia vehicular, de fojas veintisiete y veintiséis, se tiene
que tanto el Juez como la Sala Superior, precisaron que el contrato
privado del tres de septiembre de dos mil once es un documento
que no genera convicción alguna respecto a la veracidad de su
contenido, pues carece de fecha cierta y se encuentra en copia
simple, por lo que no puede producir eficacia jurídica. Décimo.-
Que, con la boleta informativa de SUNARP y la declaración
asimilada de la recurrente, de fojas veinticuatro y treinta y uno, se
acredita que el vehículo sub litis se encuentra a nombre de la
demandante, en calidad de propietaria, lo que no ha sido
desvirtuado por la recurrente, por lo que se ha ordenado la
restitución de dicho bien. Por lo tanto, el órgano jurisdiccional no
ha incurrido en la infracción de las normas procesales denunciadas
en casación, las mismas que resultan impertinentes. Décimo
Primero.- Que, en conclusión, la casacionista no ha cumplido con
los concurrentes requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. En tal
contexto fáctico y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 392 del Código Procesal Civil, reformado por la
mencionada ley, corresponde desestimar el recurso de casación
en todos sus extremos. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación, de fojas cuatrocientos
treinta y ocho, interpuesto por la demandada Vilma Orbezo
Piñan, contra la sentencia de segunda instancia, contenida en la
resolución número veintisiete, de fojas cuatrocientos treinta y uno,
del nueve de abril de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Sandra Tereza Palomino
Taipe contra Vilma Orbezo Piñan, sobre nulidad de acto jurídico; y,
los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. Por licencia del señor Juez
Supremo Walde Jáuregui integra esta Sala Suprema el señor Juez
supremo Miranda Molina. SS. DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA
1
El Juez declara la inadmisibilidad de un acto procesal cuando adolece de un
defecto subsanable. Declara su improcedencia si el defecto es insubsanable.
2
Artículo 392-A.- Procedencia excepcional (Código Procesal Civil).-
Aun si la resolución impugnada (entiéndase el recurso) no cumpliera con algún
requisito previsto en el artículo 388, la Corte puede concederlo excepcionalmente
si considera que al resolverlo cumplirá con alguno de los fines previstos en el
artículo 384.
Atendiendo al carácter extraordinario de la concesión del recurso, la Corte
motivará las razones de la procedencia. Artículo incorporado por el artículo 2 de la
Ley Nº 29364, publicada el 28 de mayo de 2009.
3
El recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo
al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia.
C-1392274-191
CAS. Nº 1877-2015 LA LIBERTAD
EJECUCIÓN DE GARANTÍA HIPOTECARIA. Lima, treinta de
noviembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el ejecutado Guillermo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Cooper Falen de folios setecientos veinte, contra la resolución de
vista de fecha veinticinco de agosto de dos mil catorce, de folios
seiscientos noventa y cuatro, que confirma la resolución de primera
instancia de fecha seis de enero de dos mil catorce, de folios
seiscientos dieciséis, que declara infundadas las excepciones,
infundadas las contradicciones y ordena llevar adelante la
ejecución; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Tercera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha veinte de marzo
de dos mil quince y el recurso de casación se presentó el seis
de abril de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios setecientos dieciocho del expediente principal y
cincuenta nueve del cuadernillo de casación. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios seiscientos cuarenta y cuatro; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia como causales
las siguientes: a) Apartamiento inmotivado del precedente
judicial contenido en el VI Pleno Casatorio Civil recaído en
la Casación 2402-2012-Lambayeque. Señala que conforme
al precedente segundo, ítem i), literal b.3 de dicho Pleno, es
requisito acompañar a la demanda el saldo deudor que detalle
cronológicamente los cargos y abonos, la indicación del tipo de
operación, y las tasas y tipo de intereses aplicados, lo cual no se
ha cumplido, por lo que se debió declarar inadmisible la demanda.
b) Infracción normativa del artículo 2001 inciso 1 del Código
Civil. Manifiesta que la Sala afirma que el título de ejecución se
encuentra contenido en la escritura pública de constitución de
hipoteca de mil novecientos noventa y seis, pero para computar el
plazo de prescripción no tiene en cuenta la fecha de dicho título,
sino las fechas de vencimiento de los títulos valores, como lo son
el pagaré y dos letras de cambio a la vista, siendo inclusive que
respecto desde el vencimiento del pagaré hasta la interposición de
la demanda ha transcurrido el plazo de prescripción de diez años.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada en el literal a),
se aprecia que la misma carece de amparo legal en cuanto a su
procedencia, toda vez que el Pleno Casatorio Civil invocado fue
expedido con posterioridad a la presentación de la demanda de
autos, por lo que no puede ser invocado a efecto de determinar la
admisibilidad o no de la misma; siendo que sin perjuicio de ello, los
literales b.1 y b.2 del precedente segundo se encuentran referidos
a los supuestos existentes en la presente causa, es decir, letras
de cambio a la vista por operaciones en cuenta corriente y
pagarés, respectivamente; no obstante, también se cumpliría con
lo establecido en el literal b.3, toda vez que las liquidaciones de los
saldos deudores se encuentran conforme dicho literal. Séptimo.-
Que, respecto a la causal descrita en el literal b), se advierte que
la misma también debe ser desestimada, en tanto se encuentra
dirigida a cuestionar la decisión del Colegiado Superior de declarar
infundada la excepción de prescripción, lo cual no es revisable vía
recurso de casación, conforme a lo establecido en el artículo 387
inciso 1 del Código Procesal Civil, al no constituir una decisión
que ponga fin al proceso. Octavo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
78863
de casación interpuesto por el ejecutado Guillermo Cooper
Falen de folios setecientos veinte, contra la resolución de vista
de fecha veinticinco de agosto de dos mil catorce, de folios
seiscientos noventa y cuatro; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Fondo Nacional de
Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado – FONAFE
en representación del Ministerio de Economía y Finanzas contra
Mueblería Cooper S.R.L. y otros, sobre ejecución de garantía
hipotecaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-192
CAS. Nº 1894-2015 APURIMAC
OPOSICIÓN AL TRÁMITE NOTARIAL DE FORMACIÓN DE
TITULO SUPLETORIO. Principio de trascendencia.- Por este
principio contenido en el artículo 171 del Código Procesal Civil, no
resulta amparable declarar la nulidad por la nulidad misma, si la
subsanación del vicio no ha de influir en el resultado de la decisión,
máxime si de autos se advierte, que el proceso se ha desarrollado
con todas las garantías constitucionales del derecho al debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva. Lima, trece de octubre de
dos mil quince. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número 1894-2015, en audiencia pública de la fecha y producida la
votación correspondiente, emite la siguiente resolución: I. MATERIA
DEL RECURSO: Que se trata del recurso de casación interpuesto
por el demandado Ruperto Garay Anamaría a fojas doscientos
sesenta y tres, contra la sentencia de segunda instancia de fecha
treinta de marzo de dos mil quince, de fojas doscientos cincuenta y
cuatro, que revoca la resolución apelada de fecha veintisiete de
octubre de dos mil catorce, de fojas ciento ochenta y tres, que
declara improcedente la demanda de oposición a la formación de
titulo supletorio; reformándola la declara fundada; en
consecuencia, declara nulo el trámite respectivo, debiendo
notificarse al Notario Público, que se abstenga de proseguir el
trámite notarial. II. ANTECEDENTES. Para analizar esta causa civil
y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones: 1.
DEMANDA. Por escrito de fojas ciento dieciséis, Roy Henry Garay
Tamayo interpone demanda de oposición al trámite notarial de
formación de titulo supletorio del inmueble urbano ubicado en el
Jirón David Samanez Ocampo Nº 278 al 294, del Distrito y Provincia
de Abancay, con un área de 11,031.87 m2 contra Ruperto Garay
Anamaría, a fin que se declare fundada la oposición al debido
trámite notarial de formación de titulo supletorio e improcedente el
mismo. Funda su pretensión en lo siguiente: 1) Que, el demandado
Ruperto Garay Anamaria ha contraído nupcias con Adela Tamayo
Segura, habiendo procreados ocho hijos; que en el año dos mil seis
fallece la cónyuge sin dejar testamento, motivo por el cual el
demandado pretende sorprender a las autoridades y apoderarse de
todos los bienes que la causante dejó a todos sus hijos; 2) Que, en
el bien materia de litis existen edificaciones, en donde no solo reside
el demandado sino también todos los coherederos, a los que jamás
se les ha emplazado como tampoco a los colindantes, respecto a la
invocación de la pretendida posesión pacifica, permanente, pública,
ininterrumpida y directa de Ruperto Garay Anamaría; 3) Que,
conforme es de verse de la sentencia de divorcio, recaída en el
Expediente Nº 61-1989 obrante a fojas setenta y cinco, se aprobó la
propuesta de separación de patrimonios, en la cual a su finada
madre se le asignó los canchones I y II de la quinta “Huerfanita”, con
un área 7,197 m2 y, otros bienes detallados, por consiguiente el
demandado no tiene derecho al íntegro del bien sub judice; y, 4)
Que, de los medios probatorios anexados al trámite de oposición se
puede advertir que en el sistema automatizado de la Municipalidad
Provincial de Abancay, el inmueble sub litis se encuentra aún a
nombre de su señora madre Adela Tamayo Segura, con la anotación
de “litigio judicial con Garay Anamaria” por consiguiente no es cierto
que se den los supuestos de una posesión pacifica sobre este bien,
es más el recurrente y sus siete hermanos son los que han adquirido
esta propiedad, vía sucesión hereditaria, y se encuentran en
posesión pacifica e ininterrumpida desde el fallecimiento de su
señora madre. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA Mediante
resolución Nº 07, de fecha trece de junio de dos mil catorce, obrante
a fojas ciento treinta y nueve, se declara la rebeldía del demandado
Ruperto Garay Anamaria. 3. PUNTO CONTROVERTIDO. Se ha
establecido como punto controvertido determinar si procede
declarar fundada la oposición formulada por Roy Henry Garay
Tamayo al trámite notarial de formación de titulo supletorio, iniciado
por Ruperto Garay Anamaria 4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA. Culminado el trámite correspondiente, el Juez
mediante auto de fojas ciento ochenta y tres, su fecha veintisiete de

78864 CASACIÓN
octubre de dos mil catorce, declara improcedente la demanda, tras
considerar que los Notarios Públicos asumen competencia en la
materia de título supletorio, en mérito a la Ley de Competencia
Notarial en Asuntos No Contenciosos Nº 26662 y la Ley Nº 27333,
en cuyo numeral 6.1 establece el trámite para la formación de titulo
supletorio; sin embargo, en el caso de autos, el Notario que conoció
de dicho procedimiento no se ha ceñido estrictamente a lo
establecido en el artículo 5º inciso g) de la Ley Nº 27333, el cual
señala expresamente: “Si existe oposición de algún tercero el
Notario dará por finalizado el trámite comunicando de este hecho
al solicitante, al Colegio de Notarios y a la oficina registral
correspondiente. En este supuesto, el solicitante tiene expedito su
derecho para demandar la declaración de propiedad por prescripción
adquisitiva de dominio en sede judicial o de recurrir a la vía arbitral
de ser el caso”; por tanto, la demanda se torna improcedente por la
imposibilidad jurídica del petitorio. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN. Mediante escrito de la página ciento noventa y ocho,
el demandante Roy Henry Garay Tamayo, interpone recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que se
ha vulnerado el derecho a la debida valoración de los medios
probatorios; así mismo, el Juez ha efectuado una indebida
interpretación de los hechos y los dispositivos legales, como se
advierte del primer, tercer y cuarto considerando de la impugnada.
6. SENTENCIA DE VISTA. Los Jueces Superiores de la Sala Mixta
de Abancay Civil de la Corte Superior de Justicia de Apurímac,
expiden la sentencia de vista, de fecha treinta de marzo de dos mil
quince, de fojas doscientos cincuenta y cuatro, que revoca la
sentencia apelada que declara improcedente la demandada;
reformándola, declararon fundada la demanda; en consecuencia,
declara nulo el trámite de formación de titulo supletorio. Fundamenta
la decisión que, en el caso de autos, si bien es cierto el Notario que
conoció el proceso, ha admitido a trámite la Formación del Título
Supletorio, sin embargo éste no se ha ceñido estrictamente a lo
establecido objetivamente en el artículo 5º de la Ley Nº 27333, pues
por una parte, afirma que el predio materia de Formación de Titulo
Supletorio, es de un área de 11,031.876 metros cuadrados; empero
al formularse la oposición precisa que el área es de 7,197 metros
cuadrados; que conforme a la copia de la sentencia recaída en el
expediente No 61-1989, se ha dispuesto que los canchones I y II de
la Quinta Huerfanita, le corresponde a la sucesión, esto es, al
oponente y a sus hermanos; en tal virtud, el plano perimétrico que
se acompaña, no es del todo cierto, por cuanto no comprende la
extensión real, pues al solicitante solo le corresponde el área del
tercer canchón de la Quinta Huerfanita y no todo el área, en mérito
a la decisión judicial con carácter de cosa juzgada; que, igualmente,
no han sido notificados los herederos de la sucesión de Adela
Tamayo Segura, omisión que afecta el debido proceso administrativo
en sede notarial, por consiguiente, la oposición formulada tiene
sustento fáctico y normativo, lo que amerita amparar la demanda;
en tal virtud, la protocolización No 168 del Acta de Declaración de
Formación de Titulo Supletorio de Dominio de fojas ochenta y tres,
otorgada a favor de Ruperto Garay Anamaria, resulta ser nula de
puro derecho, sin eficacia jurídica, en aplicación del Artículo V del
Título Preliminar, en concordancia con el artículo 219 inciso 8 del
Código Civil. En consecuencia la impugnada se ha pronunciado con
arreglo a ley. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha primero de julio de dos mil quince, de
folios veintiséis del cuaderno de casación, ha declarado procedente
el recurso de casación interpuesto por el demandado Ruperto
Garay Anamaria, por las siguientes causales: A) Infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, VII y IX del Título Preliminar, 50 inciso6, 122
inciso 3, 197 del Código Procesal Civil y V del Título Preliminar
y 219 inciso 8 del Código Civil. Alega que la Sala de mérito ha
valorado los medios probatorios de forma parcial y se ha motivado
la sentencia recurrida de forma insuficiente, pues no correspondía
declarar la nulidad del testimonio de protocolización Nº 168 o acta
de declaración de formación de titulo supletorio; entonces, el
Juzgador ha incurrido en exceso y ha aplicado indebidamente las
referidas normas materiales. B) Infracción normativa del
Reglamento de la Ley de Regularización de Edificaciones, del
Procedimiento para la Declaración de Fábrica y del Régimen de
Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de la
Propiedad Común número 27157. Afirma el impugnante que
resulta inviable la aplicación del Reglamento indicado, pues
conforme al artículo 1, su finalidad es el saneamiento de la titulación
de unidades inmobiliarias en las que coexisten bienes de propiedad
exclusiva y de propiedad común, tales como departamentos en
edificios, quintas, casas en copropiedad, centros y galerías
comerciales o campos feriales; empero, en el presente caso no se
ha formulado una solicitud de titulación ante el Notario Público, sino
la de formación de titulo supletorio del inmueble de su propiedad, el
cual no posee las características de los bienes aludidos. Por esta
razón, y en virtud a los criterios de jerarquía y especialidad, resulta
aplicable el artículo 5 inciso g) de la Ley Nº 27333, Complementaria
la Ley de asuntos no contenciosos de competencia notarial, para la
regularización de edificaciones Nº 26662. IV. MATERIA JURIDICA
EN DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el presente
proceso, se centra en determinar si la sentencia de segunda
instancia incurre en infracción normativa de las normas denunciadas,
esto es, si se ha vulnerado el derecho a la debida motivación y
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
valoración de los medios probatorios al disponer la nulidad del acta
de declaración de formación de titulo supletorio; asimismo si resulta
inviable la aplicación del Reglamento de la Ley 27257, pues mas
bien el que resultaría aplicable sería el artículo 5 inciso g) de la ley
27333. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA. Primero.-
Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el control de
las decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al debido
proceso, tomando en consideración que éste supone el
cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio. Segundo.-
Habiéndose declarado procedente el recurso por la causal de
infracción normativa material y procesal, en primer término debe
dilucidarse la causal relativa a la infracción normativa procesal; por
cuanto, de declararse fundado por dicha causal, en atención a su
efecto nulificante, carecería de objeto emitir pronunciamiento
respecto de la otra causal de derecho material. Tercero.-
Procediendo al análisis de la infracción contenida en el ítem A) del
numeral III de la presente resolución, es pertinente indicar que El
Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Estado, comprende a su vez,
entre otros derechos, el de obtener una resolución fundada en
derecho, mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales
expliciten en forma suficiente las razones de sus fallos, con mención
expresa de los elementos fácticos y jurídicos que los determinaron,
norma que resulta concordante con lo preceptuado por el inciso 3
del artículo 122 del Código Procesal Civil y el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Del mismo modo debe precisarse que
la exigencia de la motivación suficiente, prevista en el inciso 5 del
referido artículo garantiza que el justiciable pueda comprobar que la
solución del caso concreto viene dada por una valoración racional
de los elementos fácticos y jurídicos relacionados al caso y no de
una arbitrariedad por parte del juez; de allí que una resolución que
carezca de motivación suficiente no sólo vulnera las normas legales
citadas, sino también principios de rango constitucional. Cuarto.-
Asimismo se debe entender que el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, una de cuyas expresiones es el principio de
congruencia, exige la identidad que debe mediar entre la materia,
las partes y hechos del proceso y lo resuelto por el juez; lo que
implica que los jueces se encuentran obligados, por un lado, a no
dar más de lo demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni a fundar
sus decisiones jurisdiccionales en hechos no alegados por las
partes, lo que significa que tienen la obligación de pronunciarse
respecto a las alegaciones efectuadas por las partes tanto en sus
escritos postulatorios como, de ser el caso, en sus medios
impugnatorios; y, por otro, a no omitir dicho pronunciamiento, pues
de lo contrario se produce una incongruencia, que altera la relación
procesal, transgrediéndose las garantías del debido proceso.
Quinto.- Que, en la misma línea argumentativa, resulta pertinente
considerar que el artículo 197 del Código Procesal Civil regula la
valoración de la prueba, en los siguientes términos: “Todos los
medios probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución
solo serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes
que sustentan su decisión”. En virtud del numeral glosado, los
medios probatorios forman una unidad y como tal deben ser
examinados y valorados por el Juzgador en forma conjunta,
confrontando uno a uno los diversos medios de prueba,
puntualizando su concordancia o discordancia, para que como
resultado de dicha valoración se forme convicción en el juzgador
respecto del asunto en litis. En esa perspectiva, Michele Taruffo
sostiene que: “la función principal de la prueba es ofrecer al juzgador
información fiable acerca de la verdad de los hechos en litigio. En
realidad, al comienzo de un proceso, los hechos se presentan en
formas de enunciados fácticos caracterizados por un estatus
epistémico de incertidumbre. Así, en cierto sentido, decidir sobre los
hechos significa resolver esa incertidumbre y determinar, a partir de
los medios prueba presentados, si se ha probado la verdad o
falsedad de esos enunciados (...)”1 Sexto.- Procediendo al análisis
de la sentencia recurrida se advierte que el Ad quem comienza con
el examen conceptual y normativo del proceso de titulo supletorio
en los considerandos 2.3.C al 2.3.G, para luego en torno al análisis
de la titularidad del predio sub litis en base a los hechos determinados
en autos -considerando 2.3.h de la recurrida-, determinando que en
el caso concreto, el predio materia de formación de titulo supletorio,
comprende el área de 11,031.876 metros cuadrados; empero en
ellos se comprende los 7,197 metros cuadrados de los canchones I
y II de la Quinta Huerfanita, que le corresponden a la sucesión, esto
es, al demandante (oponente) y a sus hermanos, conforme a la
copia de sentencia recaída en el expediente No 61-1989; por
consiguiente al solicitante solo le corresponde el área del tercer
canchón de la Quinta Huerfanita y no el área total, en mérito a dicha
decisión judicial que tiene el carácter de cosa juzgada; que siendo
así, la oposición formulada tiene sustento fáctico y normativo; en tal
virtud, la protocolización No 168- Acta de Declaración de formación
de Titulo Supletorio de dominio otorgada a favor de Ruperto Garay
Anamaria, resulta ser nula. Sétimo.- Así, del análisis de la sentencia
cuestionada se concluye que se han valorado los medios probatorios
en forma conjunta, y razonada de conformidad con el artículo 197
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
del Código Procesal Civil; asimismo se advierte una exposición
lógica, razonada y suficiente de los fundamentos fácticos y jurídicos
en mérito de los cuales el órgano de fallo resolvió la controversia;
que, siendo ello así, no se advierte que se hubiere transgredido el
principio de motivación de las resoluciones judiciales, contenido en
el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, como
erradamente sostiene el impugnante. Octavo.- En cuanto al
extremo alegado, que no correspondía declarar la nulidad del
testimonio de protocolización No 168 ó acta de declaración de
formación de titulo supletorio; resulta pertinente precisar que la
pretensión de títulos supletorios se tramita en procesos judiciales o
notariales que buscan que se otorgue el título de propiedad al
propietario que carece de documentos que acrediten su derecho. La
naturaleza de los títulos supletorios es distinta al de la prescripción,
pues aquél busca consolidar la propiedad, más no adquirirla. El juez
no declara al demandante propietario por el mérito de la posesión,
sino que ordena que, en razón de ella, se extiendan los documentos
acreditativos de la propiedad. La condición jurídica del demandante
no cambia, sigue siendo propietario, como lo era antes del proceso
judicial, pero ahora cuenta con los documentos -los títulos- que
acreditan su derecho. Al respecto Gonzales Barrón, señala: “la
formación del título supletorio (...) constituye un típico mecanismo
de titulación cuando el propietario necesita formalizar, regularizar o
sanear su derecho; en cambio, (...) el título supletorio presupone
la propiedad del demandante, si bien con ausencia de título
acreditativo: mientras que la usucapión es invocada normalmente,
por el solo poseedor (...). Esta característica es de su propia
esencia, por lo que el juez (o notario) tendría que rechazar la
pretensión del demandante que postulase su condición de mero
poseedor. En tal hipótesis, tendría que recurrirse a la usucapión”2.
Noveno.- Dentro este contexto dogmático, se advierte que la
presente demanda constituye una oposición a la formación de título
supletorio, en razón a que parte del predio materia sub litis es de
propiedad del actor y, por tanto no procede la solicitud del título
supletorio formulada por el demandado Ruperto Garay Anamaría,
pues como se ha señalado en el considerando precedente el título
supletorio presupone la propiedad del demandante y en el presente
caso no se da tal supuesto; siendo ello así, este Supremo Tribunal
arriba a la conclusión que la sentencia recurrida se ha pronunciado
de acuerdo a ley. Décimo.- En cuanto a la denuncia del ítem B) del
numeral 3 de la presente resolución, referente a la aplicación
indebida del Decreto Supremo Nº 035-2006-VIVIENDA (Reglamento
de la Ley 27157) que establece en su artículo 43.1 “(...)Esta
oposición debe formularse por escrito ante el notario, quien
suspenderá el trámite en el estado en que se encuentre y
remitirá lo actuado al Juzgado Especializado en lo Civil de turno
de la jurisdicción donde se ubica el inmueble (...)” , pues por
especialidad y jerarquía se debió aplicar la Ley Nº 27333 (Ley
Complementaria a la Ley 26662) que dispone en su artículo 6.1: “La
declaración notarial de formación de títulos supletorios para solicitar
la primera inscripción de dominio a que se refiere el Artículo 22 de la
Ley Nº 27157 se sujetará al mismo procedimiento establecido en el
artículo precedente, en cuanto sea aplicable”, concordado con el
artículo 5 literal g) que establece: “Si existe oposición de algún
tercero el Notario dará por finalizado el trámite comunicando de
este hecho al solicitante, al Colegio de Notarios y a la oficina
registral correspondiente. En este supuesto, el solicitante tiene
expedito su derecho para demandar la declaración de propiedad
por prescripción adquisitiva de dominio en sede judicial o recurrir a
la vía arbitral, de ser el caso”. Asimismo señala que en el presente
proceso no se trata de una solicitud de titulación ante notario sino de
formación de titulo supletorio. Décimo Primero.- Al respecto es de
señalar que tanto de la contestación de la demanda y de los
fundamentos de la apelación se advierte que dichas alegaciones no
han sido efectuadas por el demandado ni han sido materia de
agravio; por consiguiente no pueden ser incorporadas en casación,
toda vez que este Supremo Tribunal no tiene la calidad de instancia
de mérito, caso contrario, de ser admitidas en sede casatoria, se
vulneraría con ello el principio de contradicción; siendo ello así no
resulta amparable la presente denuncia; que a lo anterior se
adiciona que por el principio de trascendencia, contenido en el
artículo 171 del mismo Código, no resulta amparable declarar la
nulidad por la nulidad misma, si la subsanación del vicio no ha de
influir en el resultado de la decisión; que se verifica de autos que el
proceso se ha desarrollado con todas las garantías constitucionales
del derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva,
habiendo ejercido el recurrente su derecho de defensa, en todas las
etapas del proceso; que así con la observancia de dicha garantía
las instancias de mérito han establecido que parte del predio
materia de formación de titulo supletorio, es de propiedad del
demandante VI. DECISIÓN. A) Por estos fundamentos y de
conformidad con el artículo 397 del Código Procesal Civil:
Declararon INFUNDADO el recurso de casación, interpuesto por el
demandado Ruperto Garay Anamaría a fojas doscientos sesenta y
tres; en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de fecha
treinta de marzo de dos mil quince obrante a fojas doscientos
cincuenta y cuatro, que revoca la sentencia apelada del veintisiete
de octubre de dos mil catorce, de fojas ciento ochenta y tres que
declara improcedente la demanda de oposición a la formación de
titulo supletorio; reformándola declararon fundada la misma; en
78865
consecuencia, nulo el trámite respectivo, debiendo notificarse al
Notario Público, para que se abstenga de proseguir el trámite
notarial. B) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Roy Henry Garay Tamayo con Ruperto Garay Anamaría, sobre
oposición a titulo supletorio; y los devolvieron. Interviene como
ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
TARUFFO, Michele La Prueba, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.
Madrid 2008, p. 131
2
GONZALES BARRÓN, Günther. Los derechos reales y su inscripción registral, en
Gaceta Jurídica, Primera Edición, Febrero 2013, Lima, p. 442 y 443
C-1392274-193
CAS. Nº 1942-2015 LIMA
Lima, tres de julio de dos mil quince.- VISTOS; y CONSIDERANDO:
Primero: Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesta por la demandada Asociación de
Comerciantes del Mercado Central del Callao, a fojas mil noventa
y uno, interpone recurso de casación contra la resolución de vista
de fojas mil sesenta y nueve, que confirmando la apelada, de fecha
doce de noviembre del dos mil trece, resuelve declarar fundada la
demanda interpuesta por doña Eugenia Martha Ramírez Herrera;
medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley 29364. Segundo.- Que, se verifica que el
recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme
lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
citada Ley; toda vez que ha sido interpuesto: i) contra la sentencia
de vista expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia del Callao que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) ante la referida Sala Superior que
emitió la resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece la
norma, ya que la recurrente fue notificada el treinta de enero del dos
mil quince, conforme se corrobora con el cargo de folios mil ochenta
y siete, e interpuso el recurso de casación el día diez de febrero de
ese mismo año; y, iv) adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a folios mil noventa y cinco. Tercero.- Que,
respecto a los requisitos de procedencia contemplados en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
es de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en
el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó
mediante su recurso de apelación de folios novecientos cuarenta y
uno. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que,
la recurrente invocando el artículo 386 del Código Procesal Civil
denuncia como agravio: La infracción normativa del inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado y artículo
197 del Código Procesal Civil, concordante con los artículos
122 inciso 3 y 50 inciso 6 del mismo Código, alegando que al
expedirse la sentencia de vista no se ha cumplido con la obligación
de carácter procesal de valorar todos los medios probatorios en
forma conjunta, haciendo uso de los sistemas de apreciación de
la prueba como lo es el de la valoración razonada de la prueba
o sana crítica. Precisa que no se han merituado los acuerdos
adoptados en la Asamblea General Extraordinaria de fecha 26 de
junio del 2006 y del 30 de enero del 2006, a través de las cuales se
determinaron los plazos de cancelación para los socios que hayan
aportado hasta menos del 50% del pago por el valor de cada unidad
inmobiliaria y los que hayan aportado más del 50% de dicho precio,
acuerdos que dieron origen a la Carta Notarial que se le remitiera
a la demandante, requiriéndole el pago del precio fijado para la
venta del puesto No. 233. Tampoco se ha merituado la minuta de
Compra Venta suscrita entre la Municipalidad Provincial del Callao
y la Asociación de Comerciantes del Callao, la cual contiene una
cláusula adicional donde aparece en forma expresa e inequívoca el
precio de venta de cada puesto, el cual comprendía el abono de la
merced conductiva dejada de abonar y deudas de fraccionamiento,
pago con el cual cumplieron oportunamente todos los conductores.
Este medio probatorio sirve para acreditar que se ha incurrido en

78866 CASACIÓN
error en la resolución impugnada, al señalar que la demandante
habría cancelado el precio pactado por la venta del puesto No.
233, sin advertir que además del precio arancelario, también debía
pagarse la merced conductiva dejada de pagar anteriormente, cuyo
monto provenía de meses y años anteriores. Sexto.- Que, en cuanto
al agravio denunciado, de sus propios fundamentos se advierte que
la argumentación impugnatoria se orienta a establecer una falta
de valoración probatoria respecto a las “demás pruebas aportadas
al proceso”, tales como la Carta Notarial de requerimiento en la
cual se incluye dos puestos comerciales y no solo uno, acuerdos
que fueron aprobados en la Asamblea de Socios del 30 de enero
del 2006; al respecto es menester precisar que no existe falta de
valoración de la prueba, pues este medio probatorio sí ha sido
tomado en cuenta en tanto que lo relacionado a la denunciada
falta de motivación escrita de resoluciones judiciales a que se
refiere la denuncia de infracción normativa del artículo 139 inciso
5 de la Constitución Política del Estado, tampoco se presenta en
el caso de autos, desde que la propia impugnante ha reproducido
en su recurso de casación las razones que sustentan la decisión
de la recurrida. Sétimo: Que, con respecto al segundo agravio,
descrito en el literal b), debe dejarse claramente establecido que
el que se alegue que es respecto de dos puestos comerciales,
cuya disposición ha sido aprobada en la Asamblea de Socios del
treinta de enero del dos mil seis, en nada ha de incidir en la decisión
impugnada, toda vez que para declarar fundada la demanda, el
Juez Superior ha tenido en consideración que el requerimiento de
pago realizado por la Asociación demandada a la demandante,
no tiene asidero en incumplimiento alguno, sino más bien se basa
en nuevas decisiones tomadas por la Asamblea de la Asociación,
como lo es la asamblea general del 30 de enero del 2006, realizada
con posterioridad al cumplimiento de la prestación a cargo de la
demandante, por lo que no tiene la entidad para dar por resuelto
el contrato celebrado entre las partes; de donde se colige que al
no tener incidencia directa la infracción normativa denunciada, en
la decisión impugnada es evidente que el recurso de casación
deviene en improcedente en virtud al incumplimiento de la exigencia
prevista en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Asociación de
Comerciantes del Mercado Central del Callao, de la página mil
noventa y uno, contra la sentencia de vista de folios mil sesenta y
nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Eugenia Martha Ramírez Herrera sobre nulidad de acto jurídico;
y los devolvieron; notificándose. Interviene como ponente el Juez
Supremo señor Cunya Celi. Integrando esta Sala Suprema la
señora Jueza Suprema Cabello Matamala; por licencia del señor
Juez Supremo Walde Jáuregui. - SS. CABELLO MATAMALA, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-194
CAS. Nº 1942-2015 LIMA
Lima, tres de julio de dos mil quince.- VISTOS; y CONSIDERANDO:
Primero: Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesta por la demandada María Olga
Heredia Recavarren, a fojas mil noventa y siete, interpone recurso
de casación contra la resolución de vista de fojas mil sesenta y
nueve, que confirmando la apelada, de fecha doce de noviembre del
dos mil trece, resuelve declarar fundada la demanda interpuesta por
doña Eugenia Martha Ramírez Herrera; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante la referida Sala Superior que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la
recurrente fue notificada el veintinueve de enero del dos mil quince,
conforme se corrobora con el cargo de folios mil ochenta y siete,
e interpuso el recurso de casación el día catorce de enero de ese
mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de recurso
de casación a folios mil noventa y cinco. Tercero.- Que, respecto
a los requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
es de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en
el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó
mediante su recurso de apelación de folios novecientos cuarenta y
uno. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que,
la recurrente invocando el artículo 386 del Código Procesal Civil
denuncia como agravio: La infracción normativa del inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado y artículo
197 del Código Procesal Civil, concordante con los artículos
122 inciso 3 y 50 inciso 6 del mismo Código, alegando que al
expedirse la sentencia de vista no se ha cumplido con la obligación
de carácter procesal de valorar todos los medios probatorios en
forma conjunta, haciendo uso de los sistemas de apreciación de
la prueba como lo es el de la valoración razonada de la prueba
o sana crítica. Precisa que no se han merituado los acuerdos
adoptados en la Asamblea General Extraordinaria de fecha 26 de
junio del 2006 y del 30 de enero del 2006, a través de las cuales se
determinaron los plazos de cancelación para los socios que hayan
aportado hasta menos del 50% del pago por el valor de cada unidad
inmobiliaria y los que hayan aportado más del 50% de dicho precio,
acuerdos que dieron origen a la Carta Notarial que se le remitiera
a la demandante, requiriéndole el pago del precio fijado para la
venta del puesto No. 233. Tampoco se ha merituado la minuta de
Compra Venta suscrita entre la Municipalidad Provincial del Callao
y la Asociación de Comerciantes del Callao, la cual contiene una
cláusula adicional donde aparece en forma expresa e inequívoca el
precio de venta de cada puesto, el cual comprendía el abono de la
merced conductiva dejada de abonar y deudas de fraccionamiento,
pago con el cual cumplieron oportunamente todos los conductores.
Este medio probatorio sirve para acreditar que se ha incurrido en
error en la resolución impugnada, al señalar que la demandante
habría cancelado el precio pactado por la venta del puesto No.
233, sin advertir que además del precio arancelario, también debía
pagarse la merced conductiva dejada de pagar anteriormente, cuyo
monto provenía de meses y años anteriores. Sexto.- Que, en lo que
respecta al agravio denunciado, es de advertir el mismo se orienta
a establecer la falta de valoración en la sentencia de vista de los
acuerdos adoptados en la Asamblea General Extraordinaria de
fecha 26 de junio del 2006 y del 30 de enero del 2006, a través de las
cuales se determinaron los plazos de cancelación para los socios
que hayan aportado hasta menos del 50% del pago por el valor de
cada unidad inmobiliaria y los que hayan aportado más del 50% de
dicho precio, así como la minuta de Compra Venta suscrita entre la
Municipalidad Provincial del Callao y la Asociación de Comerciantes
del Callao, la cual contiene una cláusula adicional donde aparece
en forma expresa e inequívoca el precio de venta de cada puesto;
debiendo de precisar al respecto que aun cuando la impugnante
haya denunciado la falta de valoración de tales medios de prueba,
de sus fundamentos no se aprecia en qué medida tal valoración ha
de tener incidencia en la decisión impugnada, tanto más si ésta ha
concluido que el requerimiento de pago realizado por la Asociación
demandada a la demandante, no tiene asidero en incumplimiento
alguno, sino más bien se basa en nuevas decisiones tomadas por
la Asamblea de la Asociación, como lo es la asamblea general del
30 de enero del 2006, realizada con posterioridad al cumplimiento
de la prestación a cargo de la demandante, por lo que no tiene la
entidad para dar por resuelto el contrato celebrado entre las partes;
de donde se colige que al no tener incidencia directa la infracción
normativa denunciada, en la decisión impugnada es evidente
que el recurso de casación deviene en improcedente en virtud al
incumplimiento de la exigencia prevista en el inciso 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandada doña María Olga Heredia Recavarren, de la página mil
noventa y siete, contra la sentencia de vista de folios mil sesenta y
nueve; en los seguidos por doña Eugenia Martha Ramírez Herrera
sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron; notificándose.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Cunya Celi.
Integrando esta Sala Suprema la señora Jueza Suprema Cabello
Matamala; por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui. –
SS. CABELLO MATAMALA, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-195
CAS. Nº 2010-2015 JUNÍN
SERVIDUMBRE DE PASO. Lima, catorce de diciembre del
dos mil quince. VISTOS; con el cuaderno acompañado; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación interpuesto por el demandante Eleodoro Veliz
Suazo, a fojas doscientos treinta y cinco, contra la sentencia de
vista de fojas dos cientos diecisiete, del nueve de marzo del dos mil
quince, que confirma la sentencia apelada de fecha treinta y uno
de octubre del dos mil catorce, de fojas ciento cuarenta y uno, que
declara infundada la demanda de constitución de servidumbre de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
paso. Por lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por
lo que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe presentar
además, una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
procesal del recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista,
en la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese
sentido, se verifica que el recurso de casación de fojas doscientos
treinta y cinco, cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, toda vez que se interpone:
i) Contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Mixta de
Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso;
ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto
en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente el veinte de
marzo del dos mil quince, conforme a la constancia del cargo de
notificación de fojas doscientos veinticinco, y el referido recurso
de casación fue interpuesto el seis de abril del dos mil quince,
es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el
arancel judicial respectivo a fojas treinta y cuatro del cuaderno de
casación. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica que
el nombrado casacionista satisface el primer requisito, previsto en
el inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.-
Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a
cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos
139 incisos 3, 5 y 6 de la Constitución Política del Perú, 1035
del Código Civil, VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil y apartamento inmotivado del precedente judicial, alega
que se ha vulnerado el derecho al debido proceso y motivación de
las resoluciones judiciales, pues lo que se pretende es el derecho
de uso y servidumbre que ya lo venía ejerciendo años atrás,
como su usual cochera, por tanto el Ad quem desnaturaliza su
pretensión al tratarlo como una servidumbre de paso. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que
debe tenerse en cuenta que la servidumbre de paso, conforme a
nuestra normatividad, se otorga respecto a los bienes que carecen
de paso para su acceso; que en el presente proceso se aprecia de
la propia demanda, que el actor afirma que su predio tiene salida
a la Avenida Principal Los Incas del Barrio Pampa, hecho que se
ha probado además con el informe efectuado por la Municipalidad
de Quilcas, así como con la inspección judicial; por tanto no puede
ampararse la pretensión del demandante, pues no se configura el
supuesto normativo del artículo 1035 del Código Civil; siendo así,
carece de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración del
derecho al debido proceso o la infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por el recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendrían aquéllas
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Eleodoro
Veliz Suazo, a fojas doscientos treinta y cinco, contra la sentencia
de vista de fojas doscientos diecisiete, del nueve de marzo del
dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
78867
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Eleodoro Veliz Suazo con Dionisio León Sánchez
y otra, sobre servidumbre de paso; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.-
SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-196
CAS. Nº 2021-2015 LIMA SUR
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, seis de julio de
dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandante Newport Capital S.A.C. de folios
setecientos treinta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha
trece de noviembre de dos mil catorce, de folios seiscientos noventa
y ocho, que revoca la sentencia de primera instancia de fecha
dieciocho de octubre de dos mil trece, de folios trescientos cincuenta
y cinco, que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria, y reformándola declara infundada la demanda; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada,
se tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto
es: I) Se impugna una resolución expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima Sur que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que emitió la
resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que
establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida
ha sido notificada en fecha diez de febrero de dos mil quince y el
recurso de casación se presentó el veinticinco de febrero de dos mil
quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios
setecientos treinta y tres del expediente principal. Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se
advierte que lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada, no resulta exigible a la recurrente, en tanto la sentencia de
primera instancia no le fue adversa. Cuarto.- Que, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo
establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente
denuncia como causales las siguientes: a) Infracción normativa
de los artículos 1295, 1351 y 1666 del Código Civil. Señala que
se ha otorgado valor de contratos de arrendamiento y condonación
a declaraciones unilaterales contenidas en cartas emitidas por la
señora Alvarado, quien no actuó en representación de Corporación
Susana Alvarado S.A. b) Infracción normativa del artículo 164
del Código Civil. Manifiesta que se ha efectuado una incorrecta
interpretación y valoración de la carta notarial aportada por el
litisconsorte, pues la señora Alvarado emitió la misma en nombre
propio y no en representación de la Corporación precitada. c)
Infracción normativa del artículo 197 del Código Procesal Civil.
Sostiene que no se ha cumplido con valorar los medios probatorios
que sustentan su posición, como lo es la carta notarial de fecha seis
de abril de dos mil diez, mediante la cual se le solicitó al demandado
desalojar los inmuebles sub litis, sin embargo, en la recurrida se
señala que no existe prueba alguna que la Corporación haya dado
por concluido el arrendamiento celebrado a favor del demandado.
d) Infracción normativa del artículo 96 de Código Procesal
Civil. Argumenta que la carta notarial aludida en la recurrida fue
presentada por uno de los litisconsortes, por lo que se debió realizar
la audiencia complementaria regulada en dicho artículo 96, lo cual
no sucedió, imposibilitándolos de cuestionar dicho medio probatorio
e) Infracción normativa de los artículos 139, inciso 14 de la
Constitución Política del Estado; I del Título Preliminar y 51
inciso 2 del Código Procesal Civil. Alega que al no haberse
realizado la audiencia complementaria anotada, no se ha le ha
otorgado la posibilidad de cuestionar la carta notarial invocada en la
recurrida, la cual además ha sido valorada cuando la audiencia de
pruebas ya había sido llevada a cabo, por lo que se ha vulnerado su
derecho de defensa. f) Infracción normativa del artículo 139,
inciso 3 de la Constitución Política del Estado. Expresa que por
todo lo manifestado en las causales anteriores, se ha vulnerado su

78868 CASACIÓN
derecho el debido proceso. Sexto.- Que, en relación a las causales
denunciadas en los literales a), b) y c), se verifica que los
argumentos que las sustentan, se encuentran orientados más bien
a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y los
elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que las
cartas notariales dirigidas por Susana Alvarado Zavaleta al
demandado no constituyen contrato de arrendamiento o
condonación alguno, así como han sido emitidas a nombre propio y
no en representación de la Corporación Susana Alvarado S.A., y ha
cumplido con requerir notarialmente al emplazado el desalojo del
inmueble sub litis, no resultando cierto lo afirmado en la recurrida
respecto a que la citada Corporación no habría dejado sin efecto el
arrendamiento celebrado con éste, como si esta sede se tratara de
una tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los
criterios de la Corte Suprema, no siendo actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los
motivos que formaron convicción a la Sala Superior, lo que es ajeno
al debate casatorio; más aún si en la recurrida no se afirma que la
carta notarial, a la que alude como sustento de su decisión,
constituya un contrato de arrendamiento o condonación, sino que
acreditaría la existencia del primero de éstos que puede ser verbal
o escrito, y como señala la recurrente, la Sala afirma que
Corporación Susana Alvarado S.A. no habría dejado sin efecto el
arrendamiento existente con el demandado, por lo que la carta de
fecha seis de abril de dos mil diez invocada en el recurso de
casación no contradeciría tal afirmación, al haber sido emitida por la
actora Newport Capital SAC, según también la propia manifestación
de la recurrente. Sétimo.- Que, respecto a las causales descritas en
los literales d) y e), se advierte que las mismas carecen de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que el artículo 96 del
Código Procesal Civil otorga a los litisconsortes incorporados luego
de la audiencia de pruebas, la posibilidad de ofrecer medios
probatorios, los cuales pueden ser actuados en una audiencia
complementaria, siendo que en este caso, la prueba ofrecida fue un
documento consistente en una carta notarial, por lo que debido a su
naturaleza, no resultaba necesaria dicha audiencia conforme se
resolvió en la resolución número veinticinco que tuvo como ofrecida
tal prueba, no habiendo negado la recurrente haber sido notificada
con tal resolución, en consecuencia, se encontraba posibilitada de
cuestionar la anotada carta dentro del plazo legal, lo cual no
sucedió, no existiendo vulneración alguna a su derecho de defensa.
Octavo.- Que, en cuanto a la causal contenida en el literal f), se
aprecia que la misma también debe ser desestimada, en tanto se
sustenta en los argumentos expuestos para fundamentar las
anteriores causales. Noveno.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Décimo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es anulatorio principalmente, y revocatorio de forma subordinada,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación; en
virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo, norma
que prescribe que los requisitos de procedencia de este recurso
extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandante Newport Capital S.A.C. de folios setecientos treinta y
cinco, contra la sentencia de vista de fecha trece de noviembre de
dos mil catorce, de folios seiscientos noventa y ocho; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Newport Capital
S.A.C. contra Carlos Alberto Hurtado Alvarado y otros sobre
desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron. Interviene como
ponente el señor Juez Supremo Cunya Celi; Integrando esta Sala
Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia del
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-197
CAS. Nº 2023-2015 LIMA NORTE
Lima, seis de julio del dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Ismael Andrade Mora, a fojas
seiscientos ochenta y dos, interpone recurso de casación contra
la resolución de vista de fojas seiscientos cincuenta y uno, que
confirmando la apelada, de fecha seis de diciembre del dos mil
trece, resuelve declarar fundada la demanda interpuesta por
César Augusto Calderón López; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida
por la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de Justicia de Lima Norte que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la referida Sala
Superior que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo
que establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el
diecinueve de enero del dos mil quince, conforme se corrobora
con el cargo de folios seiscientos cincuenta y nueve, e interpuso el
recurso de casación el día treinta de enero de ese mismo año; y, iv)
Se adjunta el arancel judicial, por concepto de recurso de casación
a folios seiscientos setenta y seis. Tercero.- Que, respecto a los
requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, es
de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el
inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó
mediante el recurso de apelación de folios quinientos cuarenta y
dos. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, pues tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.- Que,
el recurrente invocando el artículo 386 del Código Procesal Civil
y denuncia como agravio: La infracción normativa del artículo
923 del Código Civil, del artículo 200 del Código Procesal
Civil y artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Estado. Señala que todas estas normas no se han cumplido en
la resolución que se impugna y que incluso el documento privado
figura probablemente a nombre del padre del demandante; que, el
inmueble carece de la numeración actual, por lo que no concuerda
con lo expuesto en la demanda, todo lo cual no ha sido objeto de
evaluación o análisis en la resolución que se impugna. Precisa que
la parte demandada ha presentado instrumentales que acreditan
que el predio sub litis no figura en Catastro, y que el demandado
ha presentado instrumentales que no han sido evaluadas por
el Colegiado, de las cuales salta a la vista que el demandado
conduce el inmueble desde hace mucho tiempo pagando los
tributos a la Municipalidad respectiva; que el demandante no
cuenta con título indubitable debidamente inscrito en los Registros
Públicos; que en la recurrida tampoco se ha explicado la razón
de la no aplicación de las normas mencionadas. Sexto.- Que,
resulta evidente la falta de claridad y precisión en el agravio
denunciado, en el modo en que ha sido planteado, desde que no
se aprecia qué fundamento impugnatorio se encuentra orientado
a sustentar cada una de las infracciones normativas denunciadas
en el recurso, debiendo de precisarse además que al referirse al
documento privado en el que figuraría el nombre del causante del
pretensor, lo que en realidad estaría pretendiendo el impugnante
es cuestionar el valor probatorio otorgado a los medios de prueba
actuados en el proceso, careciendo de relevancia el argumento
de que la parte demandada no habría presentado instrumentales
que acrediten que el predio sub litis no figura en Catastro y que
el demandado ha presentado instrumentales que no han sido
evaluados por el Colegiado, pues no señala cuáles son tales
instrumentales ni en qué sentido modificarían el sentido de lo
decidido. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandado Ismael Andrade
Mora, contra la sentencia de vista de folios seiscientos cincuenta
y uno; en los seguidos por César Augusto Calderón Pérez sobre
reivindicación; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
y los devolvieron; notificándose. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Cunya Celi; Integrando esta Sala Suprema
el Señor Juez Supremo Miranda Molina; por licencia del señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERON PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-198
CAS. Nº 2048-2015 JUNIN
DIVORCIO POR SEPARACIÓN DE HECHO. Lima, ocho de
julio de dos mil quince. VISTOS; con los acompañados; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a la calificación
del recurso de casación interpuesto por la demandada Yaneth
Maritza Turín Contreras a fojas trescientos veintitrés, contra la
sentencia de vista de fojas trescientos diez, de fecha dieciséis de
abril del dos mil quince, que revoca la sentencia contenida en la
Resolución número veintisiete del dieciocho de setiembre de dos
mil catorce, de fojas doscientos cuarenta y dos, en el extremo que
determina el cónyuge culpable y fija el monto indemnizatorio a
favor de la demandada, reformándola declara la inexistencia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
cónyuge culpable o inocente del divorcio, en consecuencia, sin
objeto fijar un importe indemnizatorio por daños, confirmándola en
lo demás que contiene. Por lo que, corresponde examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige
la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe además presentar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, cuya exigencia es para
lograr los fines principales del recurso extraordinario: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación de la
justiciable recurrente saber adecuar los agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente
se encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues
el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el
recurso de casación, ni de integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco
subsanar de oficio los defectos incurridos por la casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se ha interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida
por la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Junín a fojas trescientos diez, que como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del
plazo de diez días contados desde el día siguiente de notificada
la sentencia de revisión que se impugna, pues ésta fue notificada
a la recurrente el veinte de abril de dos mil quince, conforme a la
constancia del cargo de notificación de fojas trescientos veintidós,
y el referido recurso de casación fue interpuesto el cinco de mayo
del dos mil quince, dentro del plazo establecido por ley; iv) Adjunta
el arancel judicial por el mencionado recurso extraordinario a fojas
seiscientos dieciséis. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos
de procedencia previstos en los cuatro incisos del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
se verifica que la nombrada casacionista satisface el primer
requisito contenido en el inciso 1 del referido artículo, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia de fojas
doscientos cuarenta y dos, pues al no serle adversa, por ello no
la impugnó mediante recurso de apelación. Quinto.- Que, sin
embargo, se verifica que la casacionista incumple con las otras
tres obligaciones procesales exigidas por los incisos 2, 3 y 4
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
29364; pues, primero, no precisa ni invoca en cuál de las causales
sustenta su recurso, si es: I) en la infracción normativa; o, II) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial (conforme a
los términos del artículo 400 del Código Procesal Civil), previsto
en el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por la ley
aludida; segundo, en consecuencia, incumple con la exigencia de
demostrar la incidencia directa de la infracción normativa (toda
vez que no invoca una causal vigente) sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada, conforme lo requiere el inciso 3 del
artículo 388 del aludido Código; y, tercero, tampoco indica el
sentido del pedido casatorio. Sexto.- Que, la casacionista refiere
genéricamente la existencia de Contravención de las normas
que garantizan el debido proceso por infracción de las formas
esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales,
señalando que la Sala debió confirmar la apelada, pues no se ha
cumplido con valorar los medios probatorios ofrecidos por su parte
que corroboran que la separación de hecho se dio precisamente
por la violencia existente y generada por su cónyuge y si bien
en su momento no formuló la demanda correspondiente fue por
desconocimiento de los plazos para dicho proceso. Sétimo.-
Que, a pesar de las deficiencias del recurso de casación, por el
principio de motivación de las resoluciones judiciales, se debe
precisar, respecto a las alegaciones de la recurrente, que los
fundamentos del recurso de casación son genéricos y guardan
relación con cuestiones de hecho y probanza, es decir, se
dirigen, únicamente, a cuestionar la actuación y/o valoración
de los medios probatorios y/o las conclusiones fácticas de las
instancias de mérito, con lo cual, la recurrente pretende que en
sede casatoria se vuelvan a revalorar las pruebas, lo que resulta
impropio a los fines del recurso. Octavo.- Que, en conclusión,
la casacionista no ha cumplido con los concurrentes requisitos
de procedencia establecidos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil. En tal contexto fáctico y jurídico,
y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la mencionada ley, corresponde
desestimar el recurso de casación en todos sus extremos. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
78869
casación interpuesto por la demandada Yaneth Maritza Turín
Contreras a fojas trescientos veintitrés contra la sentencia de
vista de fojas trescientos diez de fecha dieciséis de abril del
dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Yonessi Saturnino Herquinio Chuquillanqui,
con Yaneth Maritza Turín Contreras sobre divorcio por separación
de hecho; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por licencia del señor
Walde Jáuregui, integra esta Sala Civil el señor Juez Supremo
Miranda Molina. SS. DEL CARPIO RODRIGUEZ, MIRANDA
MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA
BARRERA C-1392274-199
CAS. Nº 2052-2015 LAMBAYEQUE
ACCIÓN PAULIANA. Se vulnera el derecho a la motivación cuando,
por una parte, los órganos jurisdiccionales, al expedir sentencia
omiten pronunciarse sobre la materia del proceso; y, por otra,
cuando omiten efectuar una valoración conjunta y razonada de los
medios probatorios. Lima, trece de octubre de dos mil quince. LA
SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con los expedientes acompañados;
vista la causa número 2052-2015, en audiencia pública de la fecha
y producida la votación correspondiente, conforme a ley, emite la
siguiente resolución: I. MATERIA DEL RECURSO: Que se trata del
recurso de casación, interpuesto por el demandante Segundo
Eustacio Villareal Sánchez a fojas quinientos cuarenta y seis,
contra la sentencia de segunda instancia de fecha treinta de enero
de dos mil quince, de fojas quinientos cuatro, que confirma la
sentencia apelada de fecha quince de octubre de dos mil catorce,
de fojas cuatrocientos cincuenta y siete, que declara infundada la
demanda de nulidad de acto jurídico. II. ANTECEDENTES. Para
analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la
infracción normativa denunciada, es necesario realizar las
siguientes precisiones: 1. DEMANDA. Por escrito de fojas veintidós,
Segundo Eustacio Villareal Sánchez interpone demanda sobre
acción pauliana contra Heriberto Noriega Morales y esposa Eudosia
Alcántara de Noriega y Jorge Luis Noriega Alcántara, a fin que se
declare la ineficacia del acto jurídico contenido en la Escritura
Pública de compraventa de fecha veintiuno de Octubre del dos mil
ocho, del bien ubicado en la calle las Diamelas Nº 340, de la
Urbanización Federico Villarreal, por resultar un acto jurídico
concertado de fraude por el deudor para burlar el mutuo que se le
adeuda como acreedor. Funda su pretensión en lo siguiente: 1) Que
con fecha primero de marzo de mil novecientos noventa y siete,
otorgó a los esposos Heriberto Noriega Morales y Eudosia Alcántara
de Noriega, un préstamo por la suma de $ 8,000 dólares americanos,
el que estaba garantizado con garantía hipotecaria sobre el citado
inmueble; que posteriormente, con fecha veintidós de julio del
mismo año, otorgó un nuevo crédito por la suma de $ 7,500 dólares
americanos a Heriberto Noriega Morales, importe que se
comprometió a pagar en un plazo no mayor a quince días; 2) Ante
el incumplimiento del pago procedió a ejecutar la garantía real
otorgada hasta por 8,000 dólares americanos, en el proceso Judicial
Nº 1998-1362; asimismo demandó a Heriberto Noriega Morales por
el cobro de la suma de 7,500 dólares americanos, en el Expediente
número 2614-2007-0-1706-JR-CI-7, en el que recayó sentencia
firme con fecha diecisiete de septiembre del dos mil nueve; 3) Para
asegurar el pago de la deuda, solicitó copia literal de dominio del
inmueble de propiedad de su deudor, entendiéndose que había sido
transferido por el importe de S/. 30,000.00 nuevos soles a favor de
su hijo, con la finalidad de defraudar su acreencia y convertir en
irrecuperable su crédito. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
Mediante escrito cuarenta y cuatro, Jorge Luis Noriega Alcántara,
contesta la demanda, afirmando que con sus padres celebró un
contrato de compraventa respecto del inmueble sub litis de buena fe
y a título oneroso, amparado en la buena fe registral, con fecha
veintiuno de octubre del dos mil ocho, fecha en la cual no existía
proceso judicial contra su transferente, desconociendo la existencia
de alguna deuda. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS. Se ha
establecido como puntos controvertidos: A) Determinar si los
codemandados Eudosia Alcántara de Noriega y Heriberto Noriega
Morales adeudan una suma dineraria a favor del accionante, y, si
dicha acreencia resulta exigible a la fecha. B) Determinar si el acto
jurídico contenido en la escritura pública de compra venta del
inmueble sub litis de fecha veintiuno de octubre de dos mil ocho,
celebrado por los demandados, resulta ineficaz para el accionante,
al haberse efectuado mediando fraude con el propósito de perjudicar
una acreencia pecuniaria que mantienen los esposos Eudosia
Alcántara de Noriega y Heriberto Noriega Morales a favor del
demandante. C) Determinar si el codemandado Jorge Luis Noriega
Alcántara, ha adquirido de buena fe el referido inmueble y si por tal
motivo dicho justiciable se encontraría comprendido dentro del
supuesto contenido en el artículo 2014 del Código Civil. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fojas cuatrocientos
cincuenta y siete, su fecha quince de octubre de dos mil catorce,
declara infundada a demanda, tras considerar que: 1) Respecto de
las acreencias, relativas al expediente 1362-1998-J-CI-5, en él se
ordena que los esposos demandados cumplan con cancelar la

78870 CASACIÓN
suma de $ 364.64 dólares americanos y se aprueba los costos
procesales en la suma S/ 2,000 nuevos soles; por tanto se determina
la existencia de crédito pendiente de pago y costos procesales; en
cuanto al expediente 2614-2007-3-CI-1, en éste se requiere a
Heriberto Noriega Morales el pago de $/ 7,500 dólares americanos;
sin embargo, se advierte que este crédito es de uno sólo de los
miembros de la sociedad conyugal demandada; y, por ende no
podría privarse de los efectos de la transferencia efectuada por la
sociedad conyugal a favor de su hijo; y, 2) Se verifica de autos que
la minuta de compraventa es de fecha veintiuno de octubre del dos
mil seis, mientras que la fecha del crédito es del primero de marzo
de dos mil siete, es decir la transferencia cuestionada es anterior al
surgimiento del crédito, existiendo más de cuatro meses entre cada
acto; asimismo no se ha acreditado que se hubiera orquestado el
fraude para un futuro crédito, no siendo suficiente el parentesco
(que el adquiriente sea el hijo, y los transferentes los padres); por lo
tanto, al no haberse probado que el adquiriente conocía o estaba en
aptitud de conocer el futuro crédito, la demanda debe ser declara
infundada. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN. Mediante
escrito de la página cuatrocientos setenta y dos, el demandante
Segundo Eustaquio Villarreal Sánchez, interpone recurso de
apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que se
ha vulnerado el derecho al debido proceso, pues se ha valorado de
forma errónea los medios probatorios, entre ellos, el proceso de
ejecución de garantías, expediente 1362-1998-J-CI-5, mediante el
cual acredita que existe un saldo a pagar y cuya deuda se originó el
primero de marzo de mil novecientos noventa y siete y una segunda
deuda de fecha veintidós de julio de mil novecientos noventa y siete.
6. SENTENCIA DE VISTA. Los Jueces Superiores de la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, expiden
la sentencia de vista de fecha treinta de enero de dos mil quince, de
fojas quinientos cuatro, que confirma la sentencia apelada que
declara infundada la demandada sobre acción pauliana.
Fundamentan la decisión en que: 1) El artículo 195º del Código
Civil, determina que corresponde al acreedor, en este caso al
demandante, la carga de la prueba sobre: a) la existencia del
crédito; b) Si el crédito es anterior al acto de disminución patrimonial,
acreditar que el tercero hubiese tenido conocimiento del perjuicio a
los derechos del acreedor o que, según las circunstancias, hubiere
estado en razonable situación de conocer o de no ignorarlos y, el
perjuicio eventual de los mismos (artículo 195º.1 Código Civil); y c)
Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del
crédito, que el deudor y el tercero lo hubiesen celebrado con el
propósito de perjudicar la satisfacción del crédito del futuro acreedor
(artículo 195º.2 Código Civil); 2) En concordancia con lo señalado
en el ítem precedente, se tiene que es un hecho innegable la
existencia de los créditos referidos por el demandante, habiendo
quedado acreditado que el primer crédito ($ 8,000.00) se otorgó el
año mil novecientos ochenta y siete, conclusión que se extrae del
análisis de las copias de los actuados judiciales del expediente Nº
1362-1998-0- 1706-JR-CI-05, folio ciento setenta. En cuanto al
segundo crédito ($ 7,500.00), se aprecia del expediente
acompañado Nº 02614-2007-0-1706- R-CI-10, que esta acreencia
data también del año mil novecientos noventa y siete, y si bien la
demanda se interpuso en el año dos mil siete, ello no enerva en
nada la fecha de la acreencia; siendo ello así, las deudas son
anteriores a la fecha del acto jurídico materia de ineficacia, inclusive
si la fecha de éste último se computara desde la suscripción de la
minuta (2006), con lo cual el demandante ha acreditado el primer
elemento de la acción revocatoria; y, 3) Respecto del segundo
argumento, se tiene que en autos el demandante ha presentado la
copia certificada de la escritura pública de compraventa (folio dos),
extendida con fecha veintiuno de octubre del dos mil ocho, de la
cual se aprecia la realización del negocio jurídico materia de
ineficacia, y formalmente presenta todos los elementos de este tipo
de negocios que prevé el artículo 1529º del Código Civil, esto es, la
identificación del bien y el precio de venta. El cuestionamiento que
se hace respecto de esta transferencia es el supuesto “monto ínfimo
y diminuto”, y el consilium fraudis de los contratantes; sin embargo,
no se ha aportado elemento probatorio alguno que permita dar
mérito a dichas afirmaciones, y si bien no se ha negado la
familiaridad que existe entre los contratantes, está sola circunstancia
no resulta suficiente para concluir en la existencia del fraude, ya que
legalmente no está prohibido realizar negocios jurídicos entre
ascendientes y descendientes; y en cuanto al precio diminuto del
inmueble que se alega, en realidad la determinación del precio
queda al libre arbitrio de los contratantes, siendo que si bien un
inmueble puede estar cotizado en el mercado por un precio mayor
al vendido; sin embargo pueden existir consideraciones personales
para que dicho monto sea menor; a ello se agrega que ha debido
acreditarse con prueba idónea que el inmueble sub litis no tenía el
precio por el que se vendió, prueba que no ha sido presentada en
autos, siendo así, se llega a la conclusión que no se ha probado el
segundo elemento de la acción pauliana, por lo que la demanda es
inviable. III. RECURSO DE CASACIÓN. Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha ocho de julio de dos mil quince, de
folios veinticinco del cuaderno de casación, ha declarado procedente
el recurso de casación interpuesto por el demandante Segundo
Eustacio Villareal Sánchez, por las siguientes causales: A)
Infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución.
Alega que ha existido un deficiente análisis de las pruebas
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
aportadas como medios que acreditan su demanda; que al amparo
del principio de la carga de la prueba que establece el artículo 196º
del Código Procesal Civil se podrá verificar que no existe valoración
probatoria lo cual constituye una omisión procesal que vulnera su
derecho de defensa, debido proceso y motivación de las
resoluciones judiciales. B) Infracción normativa consistente en la
contravención a las normas que garantizan el debido proceso
al haber inobservado el artículo 195 del Código Civil. Indica que
la Sala Superior no advierte que la celebración del contrato de
compra venta de fecha veintiuno de octubre del dos mil ocho fue
concertada con el propósito de perjudicar el derecho que le asiste a
exigir el cobro de la obligación de pago, contra los esposos Noriega-
Alcántara, quienes reconocen ser propietarios de un inmueble
urbano ubicado en la calle Las Diamelas Nº 340- Urbanización
Federico Villarreal-Chiclayo y lo ceden en venta a favor de su hijo
don Jorge Luís Noriega Alcántara, pretendiendo con ello no honrar
el pago de la deuda ascendiente a $/.7,500.00 Dólares Americanos.
En conclusión, la finalidad única de dicho acto fraudulento
concertado ha sido sustraer los bienes y perjudicar en este caso al
recurrente Segundo Eustacio Villarreal Sánchez, al no contar el
demandado con otros bienes que puedan cubrir el pago del crédito,
por parte del deudor Heriberto Noriega Morales IV. MATERIA
JURIDICA EN DEBATE. Que, la materia jurídica en debate en el
presente proceso, se centra en determinar si la sentencia de
segunda instancia incurre en infracción normativa de las normas
denunciadas, esto es, si se ha vulnerado el derecho al debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva al no haberse valorado de
forma conjunta y razonada los medios probatorios e inobservado lo
prescrito en el artículo 195 del Código Civil, supuesto normativo,
que según el recurrente, se da en el presente caso. V.
FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA. Primero.- Ante
todo, en materia de casación es factible ejercer el control de las
decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al debido
proceso, tomándose en consideración que éste supone el
cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio. Segundo.-
Procediendo al análisis de la infracción contenida en el numeral 3 de
la presente resolución, es pertinente precisar que El Derecho al
Debido Proceso, consagrado en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, comprende a su vez, entre otros
derechos, el de obtener una resolución fundada en derecho,
mediante las sentencias en las que los jueces y tribunales expliciten
en forma suficiente las razones de sus fallos, con mención expresa
de los elementos fácticos y jurídicos que los determinaron, norma
que resulta concordante con lo preceptuado por el inciso 3 del
artículo 122 del Código Procesal Civil y el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Del mismo modo debe precisarse que
la exigencia de la motivación suficiente, prevista en el inciso 5 del
referido artículo 139 de Carta Magna la garantiza que el justiciable
pueda comprobar que la solución del caso concreto viene dada por
una valoración racional de los elementos fácticos y jurídicos
relacionados al caso y no de una arbitrariedad por parte del juez; de
allí que una resolución que carezca de motivación suficiente no sólo
vulnera las citadas normas legales, sino sobre todo principios de
rango constitucional. Tercero.- Que, el artículo 197 del Código
Procesal Civil regula la valoración de la prueba, en los siguientes
términos: “Todos los medios probatorios son valorados por el Juez
en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada. Sin embargo,
en la resolución solo serán expresadas las valoraciones esenciales
y determinantes que sustentan su decisión”. En virtud del numeral
glosado, los medios probatorios forman una unidad y como tal
deben ser examinados y valorados por el Juzgador en forma
conjunta, confrontando uno a uno los diversos medios de prueba,
puntualizando su concordancia o discordancia, para que a partir de
dicha evaluación el juzgador se forme una cabal convicción respecto
del asunto en litis, Michele Taruffo al respecto señala: “la función
principal de la prueba es ofrecer al juzgador información fiable
acerca de la verdad de los hechos en litigio. En realidad, al comienzo
de un proceso, los hechos se presentan en formas de enunciados
fácticos caracterizados por un estatus epistémico de incertidumbre.
Así, en cierto sentido, decidir sobre los hechos significa resolver esa
incertidumbre y determinar, a partir de de los medios prueba
presentados, si se ha probado la verdad o falsedad de esos
enunciados (...)”1. Cuarto.- Asimismo, si bien es cierto no está
dentro de la esfera de las facultades de la Corte de Casación
efectuar un nuevo examen crítico de los medios probatorios que
han servido de base a la sentencia recurrida, los que formarán
convicción para el respectivo pronunciamiento; no es menos cierto
que en algunos casos la arbitraria evaluación de la prueba por la
instancia inferior, origina un fallo con una motivación aparente que
no corresponde a los criterios legales ni para la selección del
material fáctico, ni para la apreciación lógica y razonada de la
prueba; o, en algunos casos se vulnera el derecho subjetivo de las
partes a intervenir en la actividad probatoria para demostrar sus
afirmaciones, lo que faculta a esta Sala Casatoria a revisar la
actividad procesal en materia de prueba, toda vez, que no solo la
admisión y la actuación del medio probatorio constituye una garantía
del derecho fundamental a probar, sino además que este medio de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
prueba –incorporado al proceso por los principios que rigen el
derecho probatorio, como pertenencia, idoneidad, utilidad y licitud-
sea valorado debidamente. Quinto.- Que la Sala de mérito arriba a
la conclusión que el acto jurídico contenido en la escritura pública de
compraventa de fecha veintiuno de octubre del dos mil ocho,
materia de ineficacia, formalmente presenta todos los elementos de
este tipo de negocios; y, respecto al cuestionamiento que se hace
del “monto ínfimo y diminuto”, y el “consilium fraudis” de los
contratantes, no se han acreditado dichas afirmaciones, y si bien no
se ha negado la familiaridad que existe entre los contratantes, está
sola circunstancia no resulta suficiente para concluir en el fraude; y
en cuanto al precio diminuto del inmueble que se alega, pueden
existir consideraciones personales para que dicho monto sea
menor. Sin embargo se advierte del considerando segundo de la
sentencia recurrida, que solo se limita a realizar un descripción
incompleta e aislado de los referidos medios probatorios (los
procesos judiciales cuya pretensión es el cobro de las deudas de los
esposos codemandados, la escritura pública de hipoteca y su
inscripción e registros públicos suscrito por los mismos, así como el
hecho del precio de venta y el parentesco de los suscribientes del
acto jurídico cuestionado), sin realizar un análisis del contenido de
los mismos apreciándolos en su conjunto, valorándolos con las
reglas de la lógica, la psicología y la experiencia de tal manera que
pueda sustentarse en ellos una conclusión acerca de la verdad de
tales hechos, a fin de dilucidar si los deudores han disminuido su
patrimonio a fin de perjudicar el cobro del crédito, pues se debe
tener en cuenta que la presente acción está dirigida a la conservación
del patrimonio del deudor, ante la transferencia de bienes de su
patrimonio, para impedir que el acreedor realice el cobro de su
obligaciones, no necesariamente exigibles sino solo existentes.
Sétimo.- Que, por lo tanto, esta Suprema Sala arriba a la conclusión
que la sentencia de vista de fecha treinta de enero de dos mil
quince, que confirma la sentencia apelada que declara infundada la
demanda de nulidad de acto jurídico, incurre en una motivación
defectuosa, en sus manifestaciones del derecho a probar y de la
debida valoración probatoria, observando criterios y principios
lógicos del razonamiento, lo que determina la nulidad insubsanable
de la recurrida a tenor de lo dispuesto en el artículo 171 del Código
Procesal Civil. VI. DECISIÓN. A) Por estos fundamentos, de
conformidad con el artículo 396 numeral 3 del Código Procesal Civil:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante Segundo Eustacio Villareal Sánchez obrante a fojas
quinientos cuarenta y seis; en consecuencia NULA la sentencia de
vista de fecha treinta de enero de dos mil quince, de fojas quinientos
cuatro; e, INSUBSISTENTE la sentencia apelada de fecha quince
de octubre de dos mil catorce, de fojas cuatrocientos cincuenta y
siete. B) ORDENARON que el Juez en lo Civil de Chiclayo de la
Corte Superior de Justicia de Lambayeque, emita nueva sentencia
teniendo en cuenta las consideraciones expuestas por este
Supremo Tribunal. C) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Segundo Eustacio Villareal Sánchez con Jorge
Luís Noriega Alcántara y otros, sobre acción pauliana; y los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del
Carpio Rodríguez. SS. almeNARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
1
TARUFFO Michele, La Prueba, Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A.
Madrid 2008. p. 131.
C-1392274-200
CAS. Nº 2060-2015 HUAURA
Lima, ocho de julio del dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento a
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
demandada Teresa Marlene Changanaqui Tasso, a fojas
trescientos diecinueve, contra la resolución de vista de fojas
trescientos ocho, que confirmando la apelada, de fecha
veinticuatro de julio del dos mil catorce, resuelve declarar fundada
en parte la demanda interpuesta por Lázaro Edibelrto Monteverde
Bazalar e Hilda Margarita Meléndez Montero de Monteverde
sobre reivindicación e indemnización; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley
número 29364. Segundo: Que, se verifica que el recurso cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la citada
Ley; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura que, como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la referida Sala
Superior que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo
que establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el
veinticuatro de marzo del dos mil quince, conforme se corrobora
con el cargo de folios trescientos diecisiete, e interpuso el recurso
de casación el día diez de abril de ese mismo año; y, iv) Adjunta
el arancel judicial por concepto de recurso de casación a folios
trescientos veintisiete. Tercero: Que, respecto a los requisitos
de procedencia contemplados en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por Ley número 29364, es de verse que
78871
el recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del
citado artículo, porque el recurrente no consistió la sentencia de
primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó mediante su
recurso de apelación de folios doscientos setenta y siete. Cuarto:
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Que,
la recurrente invocando el artículo 386 y siguientes del Código
Procesal Civil denuncia como agravios: La Contravención de las
normas que garantizan el derecho al debido proceso, señalando
haberse establecido en la recurrida que su parte no ha acreditado
tener titulo que la acredite como poseedora legitima respecto
del área de 99.54m2, por lo que deviene en ocupante precaria;
lo cual es totalmente falso y fuera de sentido lógico, ya que en
el expediente obra a fojas ciento cuarenta y cuatro, el contrato
de compraventa suscrito entre la demandada y el señor Vicencio
Changanaqui Castillo, en cuya segunda cláusula se expresa en
forma indubitable que en la fecha por su propia y espontánea
voluntad y sin expresión de ninguna clase cedió en calidad de
venta, una parte del terreno de 99.54 m2, asimismo que cuenta
con el Plano de Ubicación, donde se pueda verificar el área de
99.54 m2, agrega que respecto a lo preceptuado en el artículo
1529 del Código Civil, la Sala no ha querido tomar en cuenta que el
contrato de fojas ciento cuarenta y cuatro a ciento cuarenta y cinco
es totalmente claro, al señalar que se transfiere el área de 99.54
m2 y se paga el monto de cuatro mil quinientos Nuevos Soles
(S/. 4,500.00), inclusive prueba que se le transfiere la posesión
conforme al acta de inspección judicial de fojas doscientos cuarenta
y siete, con la cual se acredita que su persona se encuentra en
posesión e inclusive se acredita la existencia de construcción
de materia noble y sobre las cuales no existe pronunciamiento
alguno, por parte de la Sala, ni del juzgado. Sexto: Que, en cuanto
al agravio denunciado, si bien de los fundamentos de la sentencia
de vista que declara fundada en parte la demanda, aparece que
en relación al documento presentado por la recurrente se ha
señalado que éste no hace mención a la cosa y al precio, no
menos cierto es que la propia sentencia ha concluido que aún
cuando existiera una compraventa que favorece a la demandada
respecto a los 99.54m2, habría que tener presente que existe a
favor de los demandante no solo la prioridad en el tiempo, sino la
inscripción registral que no la tiene la demandada; aspecto este
último que al no haber sido cuestionado a través del recurso de
casación evidentemente determina el incumplimiento, por parte
del recurrente, en señalar la incidencia directa de la infracción
normativa denunciada en la decisión impugnada. Sétimo: Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Teresa Marlene
Chanagaqui Tasso, de la página trescientos diecinueve, contra
la sentencia de vista de folios trescientos ocho; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Hilda Margarita
Meléndez Montero de Monteverde y otros sobre reivindicación;
y los devolvieron; notificándose. Interviene como ponente la
señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez. Interviniendo
el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia del señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA
BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y
precisión la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial;
3. Demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada(..)”.
C-1392274-201
CAS. Nº 2083-2015 AREQUIPA
INFRACCIÓN CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA Y LA VIDA,
EL CUERPO Y LA SALUD. Lima, trece de julio de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Ricardo Andree Laura Godoy de folios
cuatrocientos veintiuno, contra la sentencia de vista de fecha
veintitrés de abril de dos mil quince, de folios trescientos noventa
y nueve, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
treinta de enero de dos mil quince, de folios trescientos cuarenta

78872 CASACIÓN
y tres, en el extremo que declara al recurrente como autor de la
infracción de la ley penal por falsificación de documentos, y la
revoca en cuanto al tiempo de la medida socioeducativa impuesta,
de cuatro a dos meses; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, que emitió la resolución recurrida. III)
Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha veintinueve de abril de dos mil quince y el recurso de
casación se presentó el siete de mayo de dos mil quince. IV) El
recurrente se encuentra exonerado de la presentación de arancel
judicial, conforme a lo establecido en el artículo 24, literal d) del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
aprobado por Decreto Supremo 017-93-JUS. Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios trescientos cincuenta y cuatro; por
lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia como causal
la siguiente: Infracción normativa por interpretación errónea
del artículo 427 segunda parte del Código Penal. Señala que
se ha interpretado de forma errónea dicha norma, toda vez que
la misma exige la existencia de un perjuicio, no siendo suficiente
la potencialidad de causar un daño, siendo que en el curso del
proceso se ha demostrado que no ha existido perjuicio alguno.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que
la misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia,
toda vez que contrariamente a lo sostenido en el recurso de
casación, no se aprecia la interpretación errónea invocada, en
tanto la norma hace alusión a la posibilidad de resultar algún
perjuicio; asimismo, un extremo de los argumentos casatorios
se encuentra dirigido a que se realice una nueva apreciación del
caudal probatorio, a efecto de determinar que no se ha acreditado
en autos la existencia de perjuicio alguno, sin tener en cuenta que
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio. Sétimo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Ricardo Andree Laura Godoy de folios
cuatrocientos veintiuno, contra la sentencia de vista de fecha
veintitrés de abril de dos mil quince, de folios trescientos noventa y
nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por el Ministerio Público contra Ricardo Andree Laura Godoy, sobre
infracción contra la Fé Pública, en la modalidad de falsificación de
documentos; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA C-1392274-202
CAS. Nº 2115-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, treinta y uno
de agosto de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada Rose Marie
Olin Dupont, obrante a folios ciento ochenta y seis, contra la
sentencia de vista de fecha veinte de enero de dos mil quince,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
obrante a fojas ciento setenta, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha veintiuno de mayo de dos mil catorce,
obrante a fojas ciento tres, que declara fundada la demanda; en
los seguidos por Katherine Garzón Salcedo, contra la recurrente,
sobre desalojo por ocupación precaria; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Superior que emitió
la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha veintisiete de marzo de
dos mil quince, conforme obra del cargo de notificación de folios
ciento ochenta y uno, y el recurso de casación se presentó el
diez de abril de dos mil quince, IV) La parte recurrente adjunta el
correspondiente arancel judicial de folios ciento ochenta y tres del
expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón que
fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte del recurso
de apelación de folios ciento sesenta y ocho, por lo que cumple
con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal anotada.
Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos
previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código
Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia como causales: a) La
contravención al derecho de defensa, principio de formalidad
y al principio de congruencia previstas en el artículo XI y VI
del título Preliminar del Código Procesal Civil; la Sala incurre
en error cuando considera que los dos nombres a pesar de ser
distintos, corresponden a la identidad de una misma persona, bajo
la idea del error material que fue susceptible de ser corregido al
amparo del artículo 407º del Código Procesal Civil, vulnerando el
principio de formalidad, pues se debió respetar que el proceso
deba ser seguido contra la persona que fue comprendida en el
petitorio de la demanda. Asimismo, en torno al agravio referido a
la imposibilidad de la recurrente de apersonarse al procedimiento
conciliatorio por no tener la identidad de la persona invitada a
conciliar, la Sala infiere que la emplazada tuvo conocimiento del
procedimiento y que dicho argumento lo debió hacer valer dentro
del mismo; empero la recurrente nunca ha negado que tuvo
conocimiento del mismo, sino que le fue imposible apersonarse
dado que no era la persona invitada a conciliar. b) Indebida
aplicación del artículo 407º del Código Procesal Civil,
señalando que el A quo mediante resolución número siete, decidió
corregir el nombre de la demandada, aduciendo que se trataba
de un error mecanográfico; sin embargo, su concepción de error
material no resultó aplicable al presente caso, pues dicho error
no provino del juzgador, sino de la propia demandante, quien
consignó en su demanda un nombre distinto al de la persona
que debió ser emplazada. Sexto.- Que, respecto a la causal
denunciada en el literal a), corresponde señalar que la misma no
supera el requisito de procedencia previsto en el numeral 3 del
artículo 388º del Código Procesal Civil, toda vez que el fundamento
de dicha causal está orientado a cuestionar supuestos vicios
procesales acaecidos en los actos de calificación de demanda y
emplazamiento, mas no el fondo de la materia litigiosa referido a
la condición de precaria de la demandada recurrente, respecto del
cual las instancias de mérito han determinado de forma categórica
que si se verifica dicha condición al no exhibir dicha parte título de
propiedad ni otro acto jurídico que justifique su posesión, en tanto
que la demandante ha acreditado ser propietaria del bien materia
de litis, mediante copia literal obrante a fojas tres; de lo que se
concluye que la infracción normativa no inciden directamente
sobre la decisión impugnada. Séptimo.- Que respecto a la causal
denunciada en el literal b), también resulta improcedente, pues
está dirigida a cuestionar lo decidido por la Sala Superior en torno
a la apelación de la Resolución Nº 07, que resuelve corregir el
nombre de la demandada precisándose que la demanda se
entiende contra Rose Marie Olin Dupont; y no en estricto lo decidido
en torno a la apelación de la sentencia. Octavo.- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface el requisito de procedencia
precisado en el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a
lo dispuesto en el artículo 392º del acotado Código Procesal. Por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Rose Marie Olin Dupont,
obrante a folios ciento ochenta y seis, contra la sentencia de vista
de fecha veinte de enero de dos mil quince, obrante a fojas ciento
setenta, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
veintiuno de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas ciento tres,
que declara fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Katherine Garzón Salcedo,
contra la recurrente, sobre desalojo por ocupación precaria.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-203
CAS. Nº 2122-2015 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, quince de julio del dos mil
quince. VISTOS; con el acompañado; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación de
fojas trescientos setenta y ocho interpuesto por el demandante
Fermín Quiroz Paz, contra la sentencia de segunda instancia de
fojas trescientos cincuenta y seis, de fecha veinticinco de agosto
de dos mil catorce, que revoca la sentencia apelada, de fecha tres
de setiembre del dos mil trece que declara infundada la demanda
reformándola la declara improcedente. Por lo que corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el
recurso de casación se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción de los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial; asimismo debe presentar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la
norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni integrarlo o
remediar sus carencias o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en los que
hubiere incurrido la casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación, de fojas trescientos setenta y ocho cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se ha interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista, de fojas trescientos cincuenta y seis expedida por la
Segunda Sala Civil de Lima Norte, que como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente de
notificada la sentencia de vista que se impugna, pues ésta fue
notificada a al recurrente el once de noviembre de dos mil catorce,
conforme a la constancia de fojas cuatrocientos ocho, y el referido
recurso de casación lo interpuso el catorce de noviembre de dos
mil catorce, es decir, dentro del décimo día de notificada; y, iv) Se
adjunta el recibo del arancel judicial por el presente recurso
extraordinario a fojas trescientos setenta y seis. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que el casacionista satisface el
primer requisito previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia, de fojas
doscientos setenta y nueve, pues al serle adversa, la impugnó
mediante el recurso de apelación, de fojas trescientos dos.
Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la
primera causal, prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La Infracción normativa de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución, y de los
artículos 50.6, 194, 446, 447 y 427 del Código Procesal Civil.
Indica que se ha vulnerado el debido proceso, la tutela jurisdiccional
efectiva, la motivación escrita de las resoluciones judiciales y el
derecho de prueba, al no haberse valorado las pruebas
documentales ofrecidas por el demandante; que las motivaciones
de la Sala Superior son insuficientes para acreditar que los
demandados son personas inciertas o que no existen, pues no
precisa debidamente porqué a dichos medios probatorios se les
considera insuficientes o porqué no resultan válidos a fin de
acreditar que el acto jurídico que contiene el testamento no cumple
con la formalidad que exige la ley al adolecer de falta de
manifestación de voluntad del testador al haber designado en el
testamento a los demandados como herederos pese a ser
personas inciertas. Que la competencia del juez fue admitida, con
78873
lo que no se ha ocasionado perjuicio o limitación alguna, empero
se ha vulnerado el principio de prohibición de reforma en peor, al
declararse improcedente la demanda bajo el amparo del artículo 8
del Código Procesal, Civil, referente a la competencia que se
determina por la situación de hecho, existente al momento de
interponer la demanda B) Infracción normativa por aplicación
indebida del artículo 969 Código Civil. Señala que en el caso de
no cumplir con la formalidad esencial del testamento es procedente
aplicar la norma pertinente, que en este caso sería el articulo 811
del Código Civil, que dispone la nulidad por defecto de formalidad,
esto es, que el testamento es nulo de pleno derecho por defecto
de forma. Finalmente indica que su pedido es anulatorio. Sexto.-
Que, el casacionista para sustentar su recurso se acoge a la
causal de infracción normativa. Sin embargo, primero: no cumple
lo establecido en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, esto es, no describe con claridad y precisión en qué
consistiría la referida infracción normativa, ya que del análisis de
su escrito, se tiene, que la invocación de dicha causal es imprecisa,
y demuestra sólo la discrepancia con el criterio o razonamiento
judicial, sin establecer diáfanamente el supuesto error en el que
habrían incurrido los juzgadores; segundo: esta causal exige,
conforme lo requiere el inciso 3 del mencionado artículo 388 que
tal infracción normativa (anomalía, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, la lógica–jurídica, en la ratio
decidendi, en el que habría incurrido el juzgador) incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, lo que, en consecuencia, tampoco cumple el
casacionista, pues solo menciona artículos del ordenamiento
jurídico sin sustentar de forma puntual, precisa y concreta, en qué
consistiría la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, debido a que sus argumentos son difusos. Sétimo.-
Que, sin perjuicio de las deficiencias del recurso de casación, por
el principio de motivación de las resoluciones judiciales, se debe
precisar que respecto a la denuncia efectuada, se verifica que los
Jueces Superiores, eligieron la norma procesal pertinente
emitiendo un fallo inhibitorio en atención a la aplicación de las
reglas de la competencia en materia sucesoria; por lo que, no
puede enervarse dicha decisión con argumentos de fondo sobre la
controversia que no han sido materia de pronunciamiento,
habiéndose privilegiado las normas procesales para no causar
indefensión a las partes intervinientes en el proceso. Octavo.-
Que, en conclusión, el casacionista no ha cumplido con los
concurrentes requisitos de procedencia establecidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. En tal contexto
fáctico y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto por el artículo
392 del Código Procesal Civil, reformado por la mencionada ley,
corresponde desestimar el recurso de casación en todos sus
extremos. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación de fojas trescientos setenta y ocho,
interpuesto por el demandante Fermín Quiroz Paz, contra la
sentencia de segunda instancia de fojas trescientos cincuenta y
seis, de fecha veinticinco de agosto de dos mil catorce;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Fermín Edgardo Quiroz Paz con la sucesión de Baltazar Santos
Alfaro, sobre nulidad de acto jurídico; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
C-1392274-204
CAS. 2156-2015 CAJAMARCA
Resolución de contrato. Lima, diecisiete de julio de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Víctor Alberto Hernández Guerrero, mediante
escrito de fojas doscientos ochenta y uno, contra la sentencia de
vista obrante a fojas doscientos cuarenta y tres, su fecha dieciocho
de marzo de dos mil quince, que confirma la apelada de fojas
ciento setenta y ocho, que declara fundada en parte la demanda,
con lo demás que contiene; en tal sentido, corresponde examinar
los requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso, acorde
a la modificación establecida en la Ley 29364. Segundo.- Que, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, se tiene
que el presente recurso satisface tales exigencias, esto es: I) se
impugna una sentencia expedida por la Sala Superior que, como
órgano de segundo grado, puso fin al proceso; II) se interpone
ante la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca,
que emitió la resolución impugnada; III) ha sido presentado dentro
del plazo legal, según consta del cargo de notificación obrante a
fojas doscientos setenta y dos; y, IV) se adjunta el arancel judicial
a fojas doscientos setenta y cuatro. Tercero.- Que, en relación
a los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, se advierte que
el recurrente no ha consentido la sentencia de primera instancia
que fue desfavorable a sus intereses, pues interpuso recurso de
apelación a fojas ciento noventa, por lo que satisface el presupuesto
establecido en el inciso 1 de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos contemplados

78874 CASACIÓN
en los incisos 2, 3 y 4 del precitado artículo 388º del Código adjetivo,
debe señalarse en qué consisten las infracciones normativas o el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
medio impugnatorio, el recurrente denuncia las siguientes causales
casatorias: a) Infracción normativa del artículo 139, inciso 5, de
la Constitución Política del Estado: sostiene que la sentencia de
vista infringe el deber de motivar las resoluciones judiciales, pues
no se basa en hechos probados ni en un razonamiento correcto,
tanto en la parte que confirma la apelada como en la que revoca.
Alega que respecto al extremo que declara fundada la pretensión
de resolución de contrato, así como el reembolso del precio pagado,
no se ha tenido en consideración que no está acreditado que los
actores hayan pagado el precio de trescientos sesenta y cinco mil
cuarenta nuevos soles, que indebidamente reclaman; asimismo,
no se ha tenido en cuenta que no se ha probado que el contrato
en cuestión no se concretó por decisión de la Junta General de
Accionistas de la Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo,
entidad que no aceptó la venta porque no se acreditó que aquella
se realizó en las condiciones ofertadas a los demás accionistas.
En cuanto al tema de la indemnización, señala que la impugnada
no ha cumplido con explicar cómo se habría producido el daño,
cuando los vendedores nunca tuvieron la condición de accionistas
de la universidad, razón por la cual no pueden argüir que dejaron
de percibir ganancia alguna. Agrega a ello que los actores no han
probado que tenían capacidad económica para abonar en efectivo
el precio de las acciones materia de transferencia. b) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial: señala que la impugnada se
aparta del precedente judicial contenido en la Sentencia Casatoria
número mil ochocientos treinta y seis guión dos mil dos guión La
Libertad; decisión en la que se estableció que el pago de intereses
compensa la indemnización por daños y perjuicios. Quinto.- Que,
del examen de las alegaciones antes descritas, se advierte que el
impugnante no satisface los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, pues no describe en
forma clara y precisa en qué consisten las infracciones normativas,
menos aun demuestra la incidencia directa que tendrían aquellas
sobre la decisión impugnada por las siguientes razones: El recurso
de casación es un medio impugnatorio de carácter extraordinario,
pues su función está orientada a controlar la correcta aplicación
de la Ley, esto es, su labor está reservada a observar sólo los
errores de derecho, excluyéndose de dicho control la valoración
de las pruebas; en tal sentido, la causal de infracción normativa
debe sustentarse en el error de derecho que incida directamente
en la decisión impugnada, es decir, que influya o repercuta en la
parte dispositiva del fallo, alterando el sentido del mismo, pues
no basta la sola invocación de las normas de derecho material o
procesal que se consideran infringidas, toda vez que el recurrente
debe explicar la naturaleza jurídica de dicha infracción, la cual debe
estar desprovista de la que debe estar desprovista de cualquier
análisis a la valoración probatoria efectuada por los Jueces de
mérito. En cuanto a la causal casatoria propuesta en el acápite
a) del considerando cuarto de esta resolución, se hace evidente
que mediante la supuesta infracción del deber de motivar las
resoluciones judiciales, lo que en realidad pretende el impugnante
es un nuevo control del aspecto fáctico o de los hechos ya probados
en el proceso, y en este caso concreto, se trata de cuestionar la
valoración conjunta y razonada de los medios probatorios, realizada
por los Jueces de mérito, labor que resulta ajena a los fines del
recurso de casación, contemplados en el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley 29364. En cuanto a la causal
casatoria contenida en el acápite b), descrita en el considerando
cuarto de esta resolución, es necesario anotar que la mencionada
sentencia casatoria no tiene la calidad de precedente judicial, de
conformidad con los presupuestos establecidos en el artículo 400
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, toda vez
que no ha sido expedida por el Pleno de los magistrados supremos
civiles. Sexto.- Que, en cuanto a la exigencia prevista en el
inciso 4 del citado artículo 388º, si bien el recurrente cumple con
indicar su pedido casatorio, ello no es suficiente para atender el
recurso, toda vez que los requisitos de procedencia de este medio
impugnatorio son concurrentes, conforme dispone el artículo 392
del Código adjetivo. Por estas consideraciones y en aplicación de
lo dispuesto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley 29364: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Víctor Alberto Hernández Guerrero,
mediante escrito de fojas doscientos ochenta y uno, contra la
sentencia de vista obrante a fojas doscientos cuarenta y tres, su
fecha dieciocho de marzo de dos mil quince; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Víctor Vicente Barrantes
Becerra y Berta Lucila Becerra Rojas de Barrantes con Víctor
Alberto Hernández Guerrero, sobre resolución de contrato y otros
conceptos; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo De La Barrera Barrera. SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA C-1392274-205
CAS. Nº 2185-2015 LIMA
Lima, veinte de julio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por el
demandante Rómulo David Villena Montes de folios quinientos
sesenta y siete, contra la sentencia de vista de folios quinientos
treinta y dos, del nueve de abril de dos mil quince, que confirmando
la apelada declara infundada la demanda de interdicto de recobrar
interpuesta a fojas treinta y tres; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida
por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante la referida Sala Superior que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que
el recurrente fue notificado el siete de mayo del dos mil quince,
conforme se corrobora con el cargo de folios quinientos setenta
y ocho, e interpuso el recurso de casación el día veinte de ese
mismo mes y año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación a folios quinientos sesenta y cuatro. Tercero.-
Que, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, es de verse que el recurso de casación cumple con
lo exigido en el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no
consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la
impugnó mediante su recurso de apelación de folios cuatrocientos
treinta y ocho. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria1. Quinto.- Que, el recurrente invocando el inciso 1
del artículo 387 del Código Procesal Civil denuncia como agravios:
a) La vulneración del artículo 897 del Código Civil, alegando
que en ninguna parte del expediente existe un solo documento
o declaración que conlleve a probar la calidad de servidor de la
posesión del recurrente para con la demandada. Precisa que
en el considerando octavo de la sentencia se afirma “de autos
se verifica que el demandado suscribió con el demandante un
contrato de servicio de seguridad de fecha diez de setiembre
de mil novecientos noventa...”; sin embargo, como se puede
verificar de dicho folio ese referido contrato de servicio de
seguridad no existe, solamente existe una afirmación unilateral
de la demandada que afirma que es su guardián, sin probarlo, y
b) La ausencia de una debida motivación y contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
alegando que la 3ª Sala Civil de Lima ha realizado una valoración
inexacta y antojadiza de los medios de prueba aportados al
proceso, más aún en este proceso civil, pese a que la demandada
fue declarada rebelde, muy por el contrario, sus seudo elementos
de prueba fueron valorados indebidamente en la sentencia de
Primera Instancia en perjuicio del recurrente, más aún cuando ni
siquiera corrieron traslado a fin de que el recurrente haga valer
su derecho de acuerdo a Ley, lo que afectó su derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva y su derecho de defensa. Sexto.- Que,
en cuanto al primer agravio, la infracción normativa denunciada
no es clara ni precisa al verificarse que el contenido esencial
del dispositivo legal invocado hace referencia al servidor de la
posesión, señalándose que no es poseedor quien, encontrándose
en relación de dependencia respecto a otro, conserva la posesión
en nombre de éste y en cumplimiento de órdenes e instrucciones
suyas, en tanto que el agravio denunciado alude únicamente a
la valoración de la prueba, al señalar que la instrumental de
fojas ciento noventa y ocho no constituye un contrato sino una
declaración unilateral sin haber cuestionado previamente dicho
documento a través de las cuestiones probatorias respectivas; a
lo que cabe agregar que en relación al dispositivo legal invocado
no se afirma su aplicación indebida, inaplicación o interpretación
errónea, advirtiéndose más bien que el recurrente refiriéndose a
los hechos pretende prolongar el debate de la cuestión fáctica
con la consecuente revaloración de la prueba actuada. Sétimo:
Que, respecto al segundo agravio, el recurrente insiste en que la
sentencia impugnada ha realizado una “antojadiza valoración” del
medio probatorio, cuando de la instrumental de fojas ciento noventa
y ocho se advierte que la afirmación vertida en la recurrida se
sujeta al mérito de lo actuado y al derecho y por ende la afectación
al debido proceso alegado por la impugnante no halla sustento
alguno, debiendo de declararse improcedente igualmente este
agravio. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandante don Rómulo
David Villena Montes, de la página quinientos sesenta y siete,
contra la sentencia de vista de folios quinientos treinta y dos;
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano; en los seguidos contra INMOBILIARIA
Y CONSTRUTORA GEDY S.A.C. sobre interdicto de recobrar; y
los devolvieron; notificándose. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-206
CAS. Nº 2186-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veinte de julio
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el demandado Enrique Mario Falcone
Schwarz de folios doscientos catorce, contra la sentencia de vista
de fecha catorce de abril de dos mil quince, de folios ciento setenta
y nueve, que revoca la sentencia de primera instancia de fecha
veintiuno de octubre de dos mil trece, de folios setenta y nueve,
que declara improcedente la demanda de desalojo por ocupación
precaria, y reformándola declara fundada la demanda; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por
la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido
interpuesto ante la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el
inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha cuatro de mayo de dos mil quince y el recurso
de casación se presentó el siete de mayo de dos mil quince. IV)
Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios doscientos
doce del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada, no resulta
exigible al recurrente, en tanto la sentencia de primera instancia
no le fue adversa. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia como causal
la siguiente: Infracción normativa del artículo 911 del Código
Civil. Señala que la actora ha manifestado en su demanda que
en el año dos mil tres acordó verbalmente con los demandados
entregarles el inmueble para que vivan gratuitamente por el plazo
de dos años; por tanto de forma errónea se ha concluido que
los emplazados son precarios cuando el título que justificaba su
posesión fue el permiso otorgado por la actora; y si bien es cierto,
ésta afirma que sólo se entregó el bien por dos años, también lo
es que ello no ha sido demostrado. Sexto.- Que, en relación a
la causal denunciada, se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efectos de determinar que los demandados no son
ocupantes precarios, toda vez que ingresaron al inmueble sub litis
con el consentimiento de la actora, no habiéndose acreditado que
tal consentimiento únicamente fue otorgado por dos años, como
si esta sede se tratara de una tercera instancia, propósito que no
se condice con la naturaleza de este extraordinario recurso de
casación, cuyos fines están circunscritos a la defensa del derecho
objetivo y la unificación de los criterios de la Corte Suprema;
en consecuencia, no es actividad constitutiva del recurso de
casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos
que formaron convicción a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno
al debate casatorio. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
78875
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Enrique Mario Falcone
Schwarz de folios doscientos catorce, contra la sentencia de vista
de fecha catorce de abril de dos mil quince, de folios ciento setenta
y nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Carmen Trixie Schwarz de Espinosa contra Enrique
Mario Falcone Schwarz y otra, sobre desalojo por ocupación
precaria; notificándose. Interviene como ponente el señor Juez
Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS,
DE LA BARRA BARRERA C-1392274-207
CAS. Nº 2200-2015 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, dos de diciembre de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Construcciones e Inversiones V
& E S.A.C. de folios novecientos seis, contra la sentencia de vista
de fecha dieciséis de marzo de dos mil quince, de folios
ochocientos setenta y nueve, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha dieciséis de julio de dos mil catorce, de folios
setecientos cuarenta y dos, que declara fundada la demanda de
nulidad de acto jurídico; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley número 29364.
Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el
inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha ocho de mayo de dos mil quince y el recurso de
casación se presentó el trece de mayo de dos mil quince. IV)
Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios cincuenta y
uno del cuadernillo de casación. Tercero.- Que, en lo referente a
los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no dejó consentir la resolución de primera
instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme
se advierte de folios setecientos sesenta y nueve; por lo que
cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente: a)
Infracción normativa de los artículos 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Estado; y 50 inciso 3 y 122 del
Código Procesal Civil. Señala que la Sala no ha proveído su
escrito de fecha diez de febrero de dos mil diez, por el cual
presentó medios probatorios. b) Infracción normativa de los
artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado; y
50 inciso 6 y 122 del Código Procesal Civil. Manifiesta que la
recurrida presenta contradicciones, toda vez que en ella se señala
que a la fecha de la minuta de trece de julio de mil novecientos
ochenta y siete, Vicente Díaz Arce no tenía facultades de
representación de Santa Lucía S.A.C., no obstante, considera que
tal situación no enerve la pretensión contenida en la demanda. c)
Infracción normativa del artículo 197 del Código Procesal
Civil. Sostiene que la Sala no ha valorado de manera conjunta y
razonada todos los medios probatorios, en tanto no se ha tenido
en cuenta la sentencia de vista por la cual se condenó a Bruno
Díaz Squindo por el delito de falsificación de junta de accionistas
de Santa Lucía S.A.C. d) Infracción normativa del artículo VII
del Título Preliminar del Código Civil. Expresa que la Sala debió
aplicar el principio de iura novit curia y declarar la ineficacia del
acto jurídico contenido en la escritura pública del cuatro de junio
de dos mil tres aunque no haya sido solicitada. Sexto.- Que, en
relación a la causal denunciada en el literal a), se advierte que la
misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia, toda
vez que el escrito de fecha diez de febrero de dos mil diez ha sido
proveído por la Sala de mérito mediante resolución número tres de
fecha seis de marzo de dos mil quince, de folios ochocientos
setenta y cuatro, decretando integrar a los autos las instrumentales
adjuntadas a través del referido escrito y tenerlas presente por el
Colegiado al momento de resolver. Séptimo.- Que, en cuanto a la

78876 CASACIÓN
causal descrita en el literal b); se aprecia que contrariamente a lo
sostenido en el recurso de casación, la sentencia de vista no
adolece de motivación incongruente, toda vez que en principio la
Sala afirma que a la celebración de la escritura pública del del
cuatro de junio de dos mil tres, don Vicente Díaz Arce no tenia
facultades de representación para celebrarla, mas no a la
celebración de la minuta de mil novecientos ochenta y siete, no
obstante, concluye que tal circunstancia no impide amparar la
demanda en tanto ello sería causal de ineficacia del acto jurídico
mas no de nulidad, no habiendo solicitado la parte demandada la
declaración de tal ineficacia, por lo que los fundamentos expuestos
por el Colegiado Superior resultan coherentes entre sí. Octavo.-
Que, en cuanto a la causal contenida en el literal c); se verifica que
el argumento que la sustenta se encuentra orientado más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, como si esta sede se tratara
de una tercera instancia, propósito que no se condice con la
naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines
están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación
de los criterios de la Corte Suprema, en consecuencia, no es
actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio;
siendo que si bien es cierto la citada Sala no hace referencia a la
sentencia de vista penal del nueve de diciembre de dos mil
catorce, ello en nada incide en el sentido de lo resuelto, toda vez
que la recurrida basa su decisión en acontecimientos distintos a la
validez de la junta de accionistas del dieciocho de agosto de dos
mil nueve. Noveno.- Que, en cuanto a la causal denunciada en el
literal d); la misma debe ser desestimada, toda vez que si bien el
artículo VII del Título del Código Civil, establece que los jueces
tienen la obligación de aplicar la norma jurídica pertinente, aunque
no haya sido invocada en la demanda, también lo es que ello debe
concordase con el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, conforme al cual, el Juez debe aplicar el derecho
que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por
las partes o lo haya sido erróneamente; sin embargo, no puede ir
más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de
los que han sido alegados por las partes; por lo que la ineficacia
invocada en el recurso de casación debió ser pretendida por la
recurrente a efecto que el órgano jurisdiccional emita un
pronunciamiento al respecto. Décimo.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Décimo Primero.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido
artículo 388, si bien la recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio total así como revocatorio, no es suficiente
para atender el recurso materia de calificación; en virtud a lo
dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo, norma que
prescribe que los requisitos de procedencia de este recurso
extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandada Construcciones e Inversiones V & E S.A.C.
de folios novecientos seis, contra la sentencia de vista de fecha
dieciséis de marzo de dos mil quince, de folios ochocientos setenta
y nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Víctor Díaz Silva contra Construcciones e Inversiones
V y E S.A.C. y otra, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.-
SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-208
CAS. Nº 2223-2015 LIMA SUR
Lima, veintitrés de julio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por los
demandados César Misael Meléndez Becerra y Zonia Elizabet
Abanto Santa María de folios trescientos veintitrés, contra la
sentencia de vista de folios doscientos noventa y dos, del once
de marzo de dos mil quince, que confirma la sentencia apelada
del seis de marzo del dos mil catorce, de folios ciento noventa y
siete, que declara fundada la demanda de desalojo interpuesta por
Miguel Alberto Celi Farfán sobre desalojo por ocupación precaria;
medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la citada Ley; toda vez que ha sido
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante
la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que los recurrentes
fueron notificados el quince de abril de dos mil quince, conforme
se corrobora con el cargo de folios trescientos diecinueve, e
interpuso el recurso de casación el dieciséis de febrero del mismo
año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de recurso de
casación a folios trescientos veintiuno. Tercero.- Que, respecto
a los requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
es de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en
el inciso 1 del citado artículo, porque el recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la impugnó
mediante su recurso de apelación de folios doscientos veinticinco.
Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto.-
Que, la recurrente, invocando el artículo 386 del Código Procesal
Civil, denuncia como causales: a) La interpretación errónea del
artículo 911 del Código Civil, alegando que tanto la sentencia
de 1ª instancia como la de vista, han incurrido en error, al haber
interpretado solo literalmente dicha norma, dejando de lado otras
formas de interpretación como por ejemplo la sistemática y la
ontológica, mediante las cuales se puede entender y comprender
que su posesión es conforme a los artículos 896, 950 y 952 del
Código Civil, normas que han generado su derecho con aptitud para
convertirlos en propietarios, y b) La contravención del artículo
139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado, alegando
que en el presente caso, la violación de este principio fluye de la
época en que el Juzgado Mixto de Villa El Salvador estuvo sujeto
a un largo periodo de reorganización asistido por los sucesivos
magistrados; como es de verse en autos, más de tres jueces han
visto este proceso, de ahí que por alguna influencia negativa a sus
derechos y para favorecer al demandante. Precisa que se han
emitido dos sentencias conexas: a) el 2º Juzgado Mixto Transitorio
de Villa El Salvador, declarar en su contra, fundada la demanda de
desalojo, que ha sido confirmada por la sentencia de vista, materia
del presente recurso y b) el 1er Juzgado Civil Transitorio de Villa
El Salvador ha declarado en el proceso abreviado que siguen las
mismas partes sobre prescripción adquisitiva de dominio con el
Expediente No. 265-2006, fundada su demanda, declarándolos
propietarios del mismo predio materia de autos. Sexto.- Que, en
lo que se refiere al primer agravio, es evidente que el mismo debe
ser declarado improcedente dada su falta de incidencia directa en
la decisión recurrida, en la medida que el argumento impugnatorio
de haberse incurrido en error, pues la interpretación del dispositivo
legal anotado es solo literal y no sistemática y ontológica, no va
a tener ninguna incidencia en la decisión basada en el hecho
de haber acreditado el actor su derecho de propiedad de modo
fehaciente a través de la inscripción registral de su derecho en los
registros públicos, así como que en el proceso de desalojo no se
discute acerca de la posesión de facto que alega el impugnante,
aspectos que resultan incontrovertibles, además de objetivos y
concretos. Sétimo: Que, en lo que respecta al segundo agravio,
de haberse producido un “largo periodo de reorganización asistido
por los sucesivos magistrados”, así como el hecho de que “ más de
tres jueces han visto este proceso, de ahí que por alguna influencia
negativa a sus derechos y para favorecer al demandante”, debe
dejarse claramente establecido que además de resultar subjetivas
tales argumentaciones, las mismas no se circunscriben a la
definición del derecho constitucional al debido proceso, debiendo
señalarse además que el recurrente ha tenido la oportunidad de
efectuados los reclamos en las instancias pertinentes. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por los demandados César Misael Meléndez Becerra
y Zonia Elizabet Abanto Santa María, de la página trescientos
veintitrés, contra la Sentencia de Vista de folios doscientos noventa
y dos; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron;
en los seguidos por Miguel Alberto Celi Farfán sobre desalojo por
ocupación precaria; notificándose. Interviene como ponente el Juez
Supremo señor Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS, DE
LA BARRA BARRERA
1
Artículo 388 del Código Procesal Civil: “(...) 2. describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392274-209
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CAS. Nº 2231-2015 AMAZONAS
Lima, veintitrés de julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
expediente acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el demandado Yvan Arostica Trigoso
de folios novecientos treinta y cinco y novecientos cuarenta y tres,
contra la sentencia de vista de fecha catorce de abril de dos mil
quince, de folios novecientos quince, que confirma la sentencia de
primera instancia de fecha uno de setiembre de dos mil catorce,
de folios ochocientos cuatro, en el extremo que declara fundada
la demanda, y la revoca en el extremo que declara infundada
la excepción de derecho de retención, y reformándola declara
improcedente dicha excepción; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Mixta de Chachapoyas de la Corte Superior
de Justicia de Amazonas que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Mixta
de Chachapoyas de la Corte Superior de Justicia de Amazonas,
que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro
del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la
resolución recurrida ha sido notificada en fecha veinte de abril de
dos mil quince y el recurso de casación se presentó el cuatro y cinco
de mayo de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios novecientos treinta y dos y novecientos cuarenta
y dos del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ochocientos veintitrés; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, el recurrente denuncia como causales las siguientes: a)
Infracción normativa procesal. Sostiene que la Sala Superior no
ha realizado una adecuada valoración de las pruebas aportadas;
no ha efectuado un análisis legal; no se ha pronunciado sobre al
derecho de retención de los lotes nueve y diez, respecto a los
cuales el recurrente es propietario y poseedor de buena fe; ha
involucrado abusivamente el principio de publicidad registral, sin
tener en cuenta que la inscripción registral no es constitutiva de
derechos; terminan concluyendo que la actora tiene mejor derecho
de propiedad cuando ello no ha sido alegado durante el proceso;
el recurrente adquirió los precitados lotes mediante escritura
púbica, manteniendo aún la posesión de los mismos; se ha
demostrado que los contratos de obra son de fecha siete de mayo
de dos mil cinco, es decir, anteriores a la demanda. b) Infracción
normativa de los artículos 219, inciso 3, 220 y 941 del Código
Civil, y por vulneración al debido proceso. Manifiesta que en la
contestación a la demanda se ha señalado que la compra venta
celebrada a favor de la actora es nula, toda vez que comprende
un área de carretera, por lo que se debió declarar su nulidad de
oficio conforme al artículo 220 anotado, y ordenar se le pague lo
edificado de buena fe o concederle la opción de pagar el valor
del terreno. Sexto.- Que, en relación a las causales denunciadas,
se verifica que los argumentos casatorios, se encuentran
orientados más bien a generar en este Supremo Tribunal una
nueva apreciación de los hechos con la subsecuente revaloración
de la prueba actuada y los elementos de juicio del proceso, a
efectos de determinar que el recurrente ha adquirido y poseído
los lotes nueve y diez sub litis de buena fe, y en el mismo modo
ha edificado sobre ellos, que no corresponde la reivindicación a
favor de la actora, y que la compra venta adjuntada celebrada a
favor de ésta deviene en nula, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema. Asimismo, respecto a la primera
causal invocada, no se precisa la norma infraccionada, resultando
los argumentos genéricos; contrariamente a lo sostenido en su
fundamentación, el Colegiado Superior sí ha efectuado un análisis
jurídico de la controversia sometida a su conocimiento; en un
proceso de reivindicación es factible pronunciarse sobre el mejor
derecho de propiedad, en tanto ambas partes procesales aleguen
dicho derecho; y no se ha causado agravio alguno, en tanto
78877
se deja a salvo el derecho del recurrente de accionar en la vía
correspondiente sobre los derechos que le pudiera corresponder
sobre las edificaciones, originándose un proceso en el cual se
analice la buena o mala fe así como el valor de las mismas, de ser
el caso. Aunado a ello, en relación a la segunda causal alegada,
no se explica cómo la supuesta comprensión de carretera en la
compra venta celebrada por la actora incidiría respecto a los lotes
nueve y diez materia de casación, máxime si como señalan las
sentencias de mérito, el recurrente habría adquirido dichos lotes
con posterioridad a la inscripción registral a favor de la actora.
Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface
los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que
se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del
acotado Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia
prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio parcial
así como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Yvan Arostica Trigoso
de folios novecientos treinta y cinco y novecientos cuarenta
y tres, contra la sentencia de vista de fecha catorce de abril de
dos mil quince, de folios novecientos quince; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Lidia Oritias
Cubas Olivos de Tisnado contra Yvan Arostica Trigoso y otros,
sobre reivindicación; y los devolvieron. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-210
CAS. Nº 2244-2015 LIMA
Nulidad de Acto Jurídico. Motivación insuficiente. Existe motivación
insuficiente cuando no existe el mínimo de motivación exigible
atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables
para asumir que la decisión está debidamente motivada, lo cual se
ha configurado en las sentencias de mérito. Const. 139, incisos 3
y 5. CPC. 122, inciso 3. Lima, trece de octubre de dos mil quince.-
LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA: con el expediente acompañado;
vista la causa número dos mil doscientos cuarenta y cuatro - dos
mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de otorgamiento de nulidad de acto jurídico, el demandado Top
Servicios e Inversiones S.A.C., ha interpuesto recurso de casación
de folios novecientos ochenta y ocho, contra la sentencia de vista
de fecha diecinueve de noviembre de dos mil catorce, de folios
novecientos cincuenta y cuatro, dictada por la Quinta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la sentencia de
primera instancia de fecha veintiséis de abril de dos mil trece, de
folios setecientos cincuenta y ocho, que declara fundada en parte
la demanda, y reformándola declara fundada la demanda en todos
sus extremos, interpuesta por Percy Badajos Rojas. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
quince de setiembre de dos mil once, de folios doscientos treinta y
tres, subsanado a folios doscientos setenta y seis, Percy Badajos
Rojas como Secretario General del Sindicato Único de Choferes
del Servicio Público de Lima y por derecho propio, interpone
demanda de nulidad de acto jurídico contra el referido Sindicato en
tanto estuvo representado por Oscar Raúl Romero Salas y Top
Servicios e Inversiones S.A.C., señalando como pretensiones
principales que se declare: a) La nulidad del acto jurídico y del
documento que lo contiene constituido por la minuta de
compraventa de fecha veinte de abril de dos mil once y escritura
pública de compraventa de fecha diecisiete de mayo de dos mil
once, en las cuales aparece como vendedor el Sindicato Único de
Chóferes del Servicio Público de Lima y como comprador la
empresa Top Servicios e Inversiones S.A.C., respecto del inmueble
ubicado en la Avenida Iquitos 657, 661 y 667, Distrito de La
Victoria, Lima, por el precio de $ 580,000.00 (quinientos ochenta
mil dólares americanos); b) La nulidad de acto jurídico y del
documento que lo contiene, constituido por la Asamblea General
Extraordinaria convocada ilegalmente por una supuesta directiva
del Sindicato Único de Chóferes del Servicio Público de Lima de
fecha veintitrés de abril de dos mil once, mediante la cual se
otorga poderes de disposición de bienes inmuebles, a tres
supuestos directivos del Comité Ejecutivo (Junta Directiva)
ilegalmente inscrito, como son a los supuestos Secretario General:
Oscar Raúl Romero Salas, Sub Secretario General: Jorge
Sánchez Febres y Secretario de Economía: Pablo Armando Reyes
Guerrero; y c) La nulidad del acto jurídico y del documento que lo
contiene constituido por la Asamblea General Extraordinaria de
Reconocimiento convocada ilegalmente por una supuesta
directiva del Sindicado de fecha seis de agosto de dos mil diez,
donde se reconoce ilegalmente a tres consejos directivos
anteriores, entre ellos, el conformado por los precitados directivos.

78878 CASACIÓN
Sustenta tales pretensiones en las causales de nulidad previstas
en el artículo 219, incisos 1, 4 y 8 del Código Civil. Asimismo,
solicita como pretensiones accesorias: a) Se declare la nulidad y
cancelación del Asiento C00002 de la Partida Registral número
07051947 del Registro de Propiedad Inmueble, de la Zona
Registral numero IX, Sede Lima, donde consta inscrita la
compraventa celebrada a favor de Top Servicios e Inversiones
S.A.C.; b) Se declare la nulidad y cancelación de los Asientos
A00003 y A00004 de la Partida Registral número 02301385 del
Registro de Personas Jurídicas, Asociaciones, de la Zona registral
número IX, Sede Lima, donde consta inscrito el reconocimiento de
comités ejecutivos y el otorgamiento de poderes a supuestos
directivos para disponer de bienes inmuebles, respectivamente; y
c) El pago de las costas y costos del proceso. Alega como sustento
de su pretensión: a) Respecto a la Asamblea General Extraordinaria
de Reconocimiento del seis de agosto de dos mil diez; el señor
Mario Barbaran Burgos por su estado de salud, desde hace un
año está alejado de toda actividad, por tanto no concurrió ni
participó en la misma, donde se le confiere un cargo de directivo
de Secretario Contador, lo cual se acredita con el certificado
médico y carta notarial remitida por su cónyuge solicitando la
nulidad de la fraudulenta inscripción de la junta directiva; asimismo,
José Idelso Cajan Morante falleció el veinte de enero de dos mil
nueve, Valeriano Alba Caballero, falleció el veintinueve de
diciembre de dos mil siete y Aristóbal Campos Tello, falleció el
quince de mayo de dos mil nueve, sin embargo aparecen como
asistentes a dicha Asamblea, con los números de asistencia
diecisiete, cuatro y dieciocho, respectivamente; aunado a ello,
Carlos Freddy Faustino Retuerto y Elmer Olivera Mejía no se
encontraban en la celebración de dicha asamblea, en tanto se
encontraban fuera del país; b) En relación a la Asamblea General
de fecha veintitrés de abril de dos mil once, vuelven a intervenir los
señores Barbaran Burgos quien se encontraba inmovilizado por su
mal estado de salud, Carlos Freddy Retuerto y Elmer Olivera Mejía
quienes estaban fuera del país; y, c) La minuta de compra venta es
suscrita por los supuestos directivos, con fecha veinte de abril de
dos mil once, cuando no tenían facultades para disponer del
inmueble sub litis, pues la asamblea de otorgamiento de poderes
fue el veintitrés de abril de dos mil once y el poder para su
disposición recién fue inscrito en registros públicos el dieciséis de
mayo de dos mil once. 2. CONTESTACIÓN: El demandado Top
Servicios e Inversiones S.A.C., contesta la demanda a folios
trescientos cuarenta y uno, alegando: a) El demandante tiene que
probar ser miembro, socio o tiene alguna relación con el Sindicato;
b) Se debe cumplir con lo establecido en el artículo 92 del Código
Civil; c) No se han indicado cuales son las causales de nulidad
previstas en el artículo 219 del Código Civil que sustentan la
demanda; d) La transferencia del inmueble se ha realizado en
virtud del derecho de propiedad que figuraba inscrito a favor del
Sindicato transferente; y, e) Es tercero de buena fe conforme a los
principios registrales, por lo que los actos que pudieran ser nulos
como son las asambleas cuestionadas, no le pueden afectar. Por
su parte, el demandado Sindicato Único de Trabajadores de
Choferes del Servicio Público de Lima, contesta la demanda a
folios trescientos sesenta y seis, expresando: a) El demandante
no tiene legitimidad para obrar; b) No se han indicado cuales son
las causales de nulidad previstas en el artículo 219 del Código
Civil que sustentan la demanda; y, c) La traslación de dominio de
propiedad se encuentra debidamente inscrita en registros públicos,
por lo que Top Servicios e Inversiones S.A.C. procedió a celebrar
la compraventa. 3. PUNTOS CONTROVERTIDOS: Se
determinaron como puntos controvertidos los siguientes: 3.1
Determinar si en la celebración del acto jurídico contenido en la
escritura pública de compraventa de fecha diecisiete de mayo de
dos mil once y la minuta de compraventa de fecha veinte de abril
de dos mil once, se ha incurrido en las causales de nulidad de:
falta de manifestación de voluntad del agente, fin ilícito y en el
caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca
sanción diversa. 3.2 Determinar si en la celebración del acto
jurídico contenido en la Asamblea General Extraordinaria de fecha
veintitrés de abril de dos mil once, se ha incurrido en las causales
de nulidad de: falta de manifestación de voluntad del agente, fin
ilícito y en el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la
ley establezca sanción diversa. 3.3 Determinar si en la celebración
del acto jurídico contenido en la Asamblea General Extraordinaria
de Reconocimiento fecha seis de agosto de dos mil diez, se ha
incurrido en la causales de nulidad de: falta de manifestación de
voluntad del agente, fin ilícito y en el caso del artículo V del Título
Preliminar, salvo que la ley establezca sanción diversa. 3.4
Determinar si resulta procedente la cancelación del Asiento
C00003 de Títulos de Dominio de la Partida Registral número
07051947 del Registro de Propiedad Inmueble. 3.5 Determinar si
resulta procedente la cancelación de los Asientos A00003 y
A00004 de la Partida Registral número 02301385 del registro de
Personas Jurídicas. 4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia
de fecha veintiséis de abril de dos mil trece, de folios setecientos
cincuenta y ocho, declaró fundada la demanda en cuanto a la
nulidad de las asambleas generales e infundada en cuanto a la
nulidad de la compraventa del inmueble sub litis, considerando
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
que: a) A la fecha de celebración de la asamblea del seis de
agosto de dos mil diez, los supuestos intervinientes en la misma,
José Idelso Caján Morante, Valeriano Alba Caballero y Aristóbal
Campos Tello se encontraban fallecidos; Carlos Freddy Faustino
Retuerto y Elmer Olivera Mejía se encontraban fuera del país
conforme a sus certificados migratorios; y si bien se adjunta un
certificado médico de Mario Barbaran Burgos de fecha veintisiete
de diciembre de dos mil diez que señala se encuentra imposibilitado
física y mentalmente para realizar cualquier actividad, éste no
precisa la fecha exacta de inicio de su enfermedad; b) Respecto a
la asamblea general de fecha veintitrés de abril de dos mil once,
Mario Barbaran Burgos ya se encontraba imposibilitado para
ejercer cualquier actividad, y Carlos Freddy Faustino Retuerto y
Elmer Olivera Mejía no se encontraban en el país; c) Por tanto,
resulta evidente que no se realizaron las asambleas cuestionadas,
pues los referidos asociados no podrían haber estado presente en
las mismas; d) No existe cargos de notificación que se les haya
notificado personalmente a cada socio de la Asociación
demandada; e) En consecuencia, dichos actos jurídicos son nulos
por falta de manifestación de voluntad del agente; f) No se
configura la causal de fin ilícito, toda vez que no se ha acreditado
que el Sindicato haya tenido la finalidad de adjudicarse ilegalmente
el inmueble; g) Tampoco se configura la causal de nulidad por ser
contrario a la leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres, toda vez que no se ha demostrado infracción a
ninguna norma de orden público ni a las buenas costumbres; y, h)
Conforme al artículo 2014 del Código Civil, Top Servicios e
Inversiones S.A.C. ha actuado de buena fe, en tanto ha adquirido
la propiedad a título oneroso inscribiendo su derecho, no
habiéndose demostrado que tuviera conocimiento de los vicios de
nulidad de las asambleas generales. 5. FUNDAMENTOS DE LA
APELACIÓN: Mediante escrito de fecha veintidós de mayo mil
trece, de folios setecientos noventa y siete, el demandante Percy
Badajos Rojas, interpuso recurso de apelación contra la sentencia
de primera instancia, alegando que: a) No existe una asamblea
general previa y que tenga como agenda la aprobación o no de la
venta del inmueble; y, b) Se ha interpretado erróneamente el
artículo 2014 del Código Civil, toda vez que Top Servicios e
Inversiones S.A.C. no es tercero registral, nunca ha obrado de
buena fe en tanto siempre supo de los conflictos directivos de la
institución y sólo es parte de la relación jurídica infectada con
nulidad. 6. SENTENCIA DE VISTA: Elevados los autos a la Sala
Superior en virtud de los recursos de apelación interpuestos, la
Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante sentencia de vista de fecha diecinueve de noviembre de
dos mil catorce, de folios novecientos cincuenta y cuatro, revocó la
sentencia de primera instancia declarando fundada la demanda en
todos sus extremos, sosteniendo: a) Si bien Oscar Romero Salas,
Jorge Sánchez Febres y Pablo Reyes Guerrero, al veinte de abril
de dos mil once, ostentaban el cargo de Secretario General, Sub
Secretario General y Secretario de Economía respectivamente,
del Sindicato Único de Chóferes del Servicio Público de Lima; sin
embargo, no tenían autorización expresa de la Asamblea General
de dicho Sindicato para disponer del inmueble sub litis; b) Top
Servicios e Inversiones S.A.C debió verificar si los supuestos
representantes contaban con autorización expresa para transferir
el inmueble, por lo que al no haberlo hecho, no resulta ser un
comprador diligente, no pudiendo alegar y considerarse que actuó
de buena fe, por el contrario al no actuar con la diligencia necesaria
ha actuado de mala fe; y, c) En consecuencia se ha acreditado las
causales de nulidad previstas en el artículo 219 incisos 1, 4 y 8 del
Código Civil, en todos los actos jurídicos cuestionados. III.
RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veintitrés de julio de dos mil quince, obrante a
fojas treinta y nueve del respectivo cuaderno formado, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el
demandado Top Servicios e Inversiones S.A.C., por la infracción
de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Estado; y 140, 156, 167 inciso 1, 1362, 2011, 2012, 2013,
2014, 2015 y 2016 del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE
ESTA SUPREMA SALA: Primero.- Que, estando a los
argumentos expuestos durante el transcurso del proceso, y
principalmente en el recurso de casación, la controversia gira en
determinar si el recurrente Top Servicios e Inversiones S.A.C. al
adquirir el inmueble ubicado en la Avenida Iquitos 657, 661 y 667,
Distrito de La Victoria, Provincia y Departamento de Lima,
mediante compraventa celebrada con el Sindicato Único de
Choferes del Servicio Público de Lima, ha actuado de buena fe,
por lo que la nulidad de las asambleas generales de fecha seis de
agosto de dos mil diez y veintitrés de abril de dos mil once, no
perjudicaría su derecho de propiedad. Segundo.- Que, habiéndose
declarado procedente el recurso de casación por normas
procesales así como normas materiales, corresponde en primer
término efectuar el análisis sobre la existencia del error procesal,
toda vez que, de resultar fundada la denuncia en dicho extremo,
dada su incidencia en la tramitación del proceso y su efecto
nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto
de la infracción normativa material, referida al derecho
controvertido en la presente causa. Tercero.- Que, resulta
adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Constitución Política
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el
ejercicio de la función jurisdiccional “la observancia del debido
proceso y la tutela jurisdiccional”. Sobre esta el Tribunal
Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en
la sentencia, mientras que sobre aquel ha expresado que significa
la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos
subjetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia Nº
09727-2005-PHC/TC, del 6 de octubre de 2006, fundamento 7
“(...) mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho
de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido
en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que
encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-
deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio,
significa la observancia de los derechos fundamentales esenciales
(...) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso
como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El debido
proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra
sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz
sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la
razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe
suponer”. Cuarto.- Que, una de las reglas esenciales que
componen el derecho fundamental al debido proceso, lo constituye
la motivación de las resoluciones judiciales, recogida
expresamente dada su importancia en el inciso 5) de la
Constitución Política del Estado; derecho - principio sobre el cual
la Corte Suprema en la Casación Nº 2139-2007-Lima, publicada el
31 de agosto de 2007, fundamento sexto, ha establecido lo
siguiente: “(...) además de constituir un requisito formal e ineludible
de toda sentencias constituye el elemento intelectual de contenido
crítico, valorativo y lógico, y está formado por el conjunto de
razonamientos de hecho y de derecho en los que el magistrado
ampara su decisión; por ende, la exigencia de la motivación
constituye una garantía constitucional que asegura la publicidad
de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar
sus sentencias; además, la motivación constituye una forma de
promover la efectividad del derecho a la tutela judicial, y así, es
deber de las instancias de revisión responder a cada uno de los
puntos planteados por el recurrente, quien procede en ejercicio de
su derecho de defensa y amparo de la tutela judicial efectiva”.
Quinto.- Que, en igual línea de ideas, cabe indicar que sobre este
tema el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del
caso; sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye
automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales. Así, en la sentencia recaída en el expediente Nº 3943-
2006-PA/TC, de fecha 11 de diciembre de 2006, el Colegiado
Constitucional en mención, ha precisado que éste contenido
queda delimitado en los siguientes supuestos: “a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión: por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente incapaz de transmitir
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión
(...); c) Deficiencia en la motivación externa: justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez o eficacia jurídica; d) La motivación insuficiente, referida
básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo a las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien (...) no se trata de dar
respuesta a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia vista aquí en términos generales, sólo resultará
relevante desde una perspectiva constitucional si es que la
ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo; e) La motivación sustancialmente incongruente, obliga
a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes
de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer por lo tanto, las desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (...)”; debiéndose
precisar que la motivación aparente también se configura cuando
no se responde por ejemplo a las alegaciones o pretensiones de
las partes en el proceso, conforme a lo precisado por el citado
Tribunal en el expediente 0078-2008-PHC/TC. Sexto.- Que, de la
revisión de la sentencia recurrida, se aprecia que la Sala de
mérito, ha declarado fundada la demanda en todos sus extremos,
bajo el argumento consistente en que al veinte de abril de dos mil
78879
once, los señores Oscar Romero Salas, Jorge Sánchez Febres y
Pablo Reyes Guerrero, ostentaban los cargos de Secretario
General, Sub Secretario General y Secretario de Economía del
Sindicato Único de Chóferes del Servicio Público de Lima,
respectivamente, no obstante, a dicha fecha no contaban con
facultades para disponer del inmueble precitado, siendo que Top
Servicios e Inversiones S.A.C. debió actuar diligentemente y
verificar si los mismos contaban con facultades para celebrar la
venta del bien a su favor. Sin embargo, omite efectuar un análisis
respecto si la asamblea general del veintitrés de abril de dos mil
once, por la cual se le otorga facultades de disposición a dichos
directivos, ratificaría la voluntad manifestada en la minuta de
compraventa del veinte de abril de dos mil once, teniendo en
cuenta que el poder de disposición otorgado fue inscrito el
dieciséis de mayo de dos mil once, y la escritura pública de
compraventa se celebró el diecisiete de mayo de dos mil once; o
en su defecto, si no existiría tal ratificación al adolecer la asamblea
en mención de causales de nulidad, conforme lo ha manifestado el
a quo. Séptimo.- Que, aunado a ello, se advierte que el juez de la
causa ha declarado infundada la demanda en el extremo referido
a la nulidad de la compraventa celebrada a favor de la empresa
Top Servicios e Inversiones S.R.L., considerando que ha actuado
de buena fe conforme a lo establecido en el artículo 2014 del
Código Civil, no habiéndose demostrado que tuviera conocimiento
de los vicios de nulidad de las asambleas generales; no obstante,
no realiza un análisis acerca si la referida compradora estuvo en la
obligación de actuar diligentemente, y verificar si las personas con
las que celebraba los actos de transferencia del bien sub litis,
contaban con facultades para ello debidamente inscritas, o si las
mismas habían sido obtenidas con arreglo a ley,
independientemente de que su transferente sea el titular registral
del bien, más aun atendiendo a que usualmente los actos
fraudulentos respecto a disposición de inmuebles, son celebrados
con supuestos adquirientes, quienes tienen pleno conocimiento
del actuar ilegal en las transferencias, u otras veces son simples
fachadas para que el vendedor obtenga la posesión y uso de un
determinado bien. Octavo.- Que, las omisiones advertidas en la
fundamentación de la instancia de mérito, afectan la garantía y
principio no sólo del debido proceso y la tutela jurisdiccional
efectiva, sino también de motivación de las resoluciones
consagrados en los incisos 3) y 5) del artículo 139º de la
Constitución Política del Estado, respectivamente, que encuentra
desarrollo legal en el inciso 3) del artículo 122º, del Código
Procesal Civil, en tanto para la validez y eficacia de las resoluciones
judiciales exige, bajo sanción de nulidad, que en éstas se respeten
los principios de jerarquía de las normas y congruencia, así como
que contengan los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado y
lo invocado por las partes; en consecuencia, corresponde declarar
la nulidad de las sentencias de mérito y disponer que el juez de la
causa emita nuevo pronunciamiento teniendo en cuenta las
directivas contenidas en la presente resolución. Noveno.- Que, en
consecuencia, habiéndose amparado el agravio de error in
procedendo propuesto en el recurso de casación, referido a la
infracción de las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, que amerita la nulidad de la sentencia de mérito,
conforme a lo previsto en el artículo 171º del Código Procesal
Civil, carece de objeto emitir pronunciamiento en torno a las
demás causales denunciadas. V. DECISION: Por estos
fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por el demandado Top Servicios e Inversiones S.A.C.
de folios novecientos ochenta y ocho; en consecuencia NULA la
sentencia de vista de fecha diecinueve de noviembre de dos mil
catorce, de folios novecientos cincuenta y cuatro, e
INSUBSISTENTE la apelada de fecha veintiséis de abril de dos
mil trece, de folios setecientos cincuenta y ocho; ORDENARON
que el Juez de Primer Juzgado Especializado en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima emita nuevo fallo, conforme a
las directivas de la presente ejecutoria suprema; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por Percy Badajos Rojas,
sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron; interviniendo
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR JUEZ SUPREMO
CALDERON PUERTAS ES COMO SIGUE: Concuerdo con el
voto del doctor Walde Jáuregui, debiendo precisar, en mi caso,
que debe examinarse en el caso de Top Servicios e inversiones
S.R.L si obró al momento de adquirir el bien, con la buena fe a
la que alude el artículo 2014 del Código Civil. S. CALDERÓN
PUERTAS C-1392274-211
CAS. Nº 2308-2015 LA LIBERTAD
DIVISIÓN Y PATICIÓN DE BIENES. Lima, seis de agosto de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Yober Damian Arce Torres de folios
doscientos cincuenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha

78880 CASACIÓN
dos de setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos treinta y
dos, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha tres
de marzo de dos mil catorce, de folios doscientos, que declara
fundada la demanda de divorcio por causal de imposibilidad de
hacer vida en común e infundada la reconvención de divorcio
por las causales de separación de hecho y violencia física y
psicológica; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, que emitió la resolución recurrida. III)
Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha dos de diciembre de dos mil catorce y el recurso de
casación se presentó el diecisiete de diciembre de dos mil catorce.
IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios doscientos
sesenta y ocho del expediente principal. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios doscientos dieciséis; por lo que
cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia como
causales las siguientes: a) Infracción normativa del artículo 121
del Código Procesal Civil. Señala que no se han compulsado
los medios probatorios ofrecidos por su parte, no se ha efectuado
valoración respecto de la artificiosa violencia psicológica alegada
por la actora, en la apelada se ha hecho una ínfima mención de
sus pruebas que demuestran la agresión física que sufrió y en la
recurrida no se toman en cuenta, no se ha precisado la influencia
de las pruebas sobre la decisión adoptada, y se ha minimizado
la importancia de sus pruebas. b) Infracción normativa por
aplicación indebida del aforismo “tantum devolutum quantum
appelatum”. Manifiesta que no se ha tenido en cuenta que al
apelar la sentencia también se ha cuestionado la indemnización
ordenada a pagar. c) Infracción normativa por trasposición de
la causa de separación. Sostiene que la violencia física ejercida
en su contra por la actora, nunca obtuvo respuesta alguna por su
parte mas que de autoprotección, siendo la conducta agresiva de
aquella la causa del quebrantamiento del matrimonio. d) infracción
normativa por inviabilidad del artículo 352 del Código Civil.
Alega que la aplicación de dicho artículo en la sentencia de vista
carece de sustento real y legal. e) infracción normativa respecto
a la reconvención. Argumenta que la separación de hecho
invocada cumple con los elementos objetivos, subjetivo y temporal
conforme se ha demostrado, siendo falso lo afirmado respecto a
que la actora y el recurrente han compartido diversas actividades
inherentes al hogar, habiéndose descartado el valor probatorio
de sus pruebas para convalidar la sentencia apelada. Sexto.-
Que, en relación a las causales denunciadas, se verifica que los
argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que el
quebrantamiento de la relación conyugal ha sido a consecuencia
de la conducta de la accionante, careciendo de responsabilidad
alguna el recurrente, así como que las causales de separación
de hecho y violencia física y psicológica invocadas por éste se
encuentran debidamente acreditadas, como si esta sede se tratara
de una tercera instancia, propósito que no se condice con la
naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines
están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación
de los criterios de la Corte Suprema. Sétimo.- Que, aunado a ello,
corresponde señalar: En relación a la causal contenida en el literal
a), que contrariamente a los sostenido en el recurso de casación,
la sentencia recurrida no adolece de falta de motivación alguna,
en tanto el Colegiado Superior ha cumplido con expresar de forma
adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de
derecho que sustentan su decisión. Respecto a la causal descrita
en el literal b), se advierte que la Sala de mérito ha emitido un
pronunciamiento de fondo conforme a los agravios expuestos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
en el recurso de apelación. En cuanto a la causal invocada en
el literal d), la aplicación del artículo 352 del Código Civil resulta
oportuna y legal acorde a lo resuelto por las instancias de mérito.
Asimismo, se advierte que en las causales alegadas en el recurso
de casación, a excepción de las expuestas en los literales a) y
d), no se precisa la norma infraccionada por la Sala Superior.
Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface
los requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que
se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del
acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia
prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio total,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Yober Damian Arce Torres de folios doscientos
cincuenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha dos de
setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos treinta y dos;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Gene Soledad Campano Alfaro contra Yober Damian Arce
Torres, sobre divorcio por causal de imposibilidad de hacer vida en
común y otros; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-212
CAS. Nº 2348-2015 JUNIN
EJECUCIÓN DE GARANTÍA. Lima, siete de agosto de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la ejecutante, Caja Rural de Ahorro y Crédito
Promotora de Finanzas Sociedad Anónima, obrante a folios
noventa, contra el Auto de Vista de fecha diez de septiembre de
dos mil catorce, que confirma el auto final de fecha veinticuatro
de marzo de dos mil catorce, obrante a fojas sesenta y cuatro,
que declaró fundada la contradicción formulada por los
ejecutados; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple
con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Superior Mixta Descentralizada La Merced
- Chanchamayo que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió
la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha siete de noviembre de dos mil
catorce, conforme obra del cargo de notificación, de folios ochenta
(reverso), y el recurso de casación se presentó el veintiuno de
noviembre de dos mil quince. IV) La parte recurrente adjunta el
correspondiente arancel judicial de folios cien del expediente
principal. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón
que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
del recurso de apelación de folios setenta y cuatro, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia la
siguiente causal: Infracción Normativa del artículo 1257º del
Código Civil; señala que la Sala Superior ha inaplicado la norma
en mención, al argumentar que las amortizaciones realizados por
los demandados fueron pagados antes de ser notificados con
la demanda; al respecto señala que no se ha tenido en cuenta
las fechas de pago realizadas por los demandados, las tasas de
intereses pactadas y el cronograma de pago adjuntado por los
propios ejecutados, donde claramente se puede apreciar cuanto
debió pagar el demandado el día del vencimiento del préstamo.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que
su fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil;
en la medida que, del análisis de los fundamentos del recurso, se
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
observa que éstos se encuentran orientados más bien a generar
en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos,
a efectos de acoger la tesis que la recurrente viene alegando
a lo largo del proceso, consistente en que las amortizaciones
parciales realizadas por los ejecutantes han sido aplicadas de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 1257º del Código Civil;
por lo que no se encuentra cancelada la obligación en el presente
caso; tesis que ha sido rechazada por las instancias de mérito,
siendo que la Sala Superior ha señalado que tales fundamentos
carecen de aplicación en el presente caso, por cuanto los aludidos
comprobantes de pago, que vienen a reputarse como recibos de
pago del capital, fueron otorgados sin reserva de intereses, lo
que hace presumir el pago de éstos, por así disponerlo en forma
expresa el artículo 1232º del código Civil, el cual establece: “El
recibo del capital otorgado sin reserva de intereses, hace presumir
el pago de éstos, salvo prueba en contrario”, y en autos no existe
ninguna prueba en contrario que acredite que esos pagos fueron
efectuados de acuerdo a la disposición contenida en el acotado
artículo 1257º del Código Civil. Séptimo.- Que, siendo así, el
recurso de casación no satisface el requisito de procedencia
precisado en el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme
a lo dispuesto en el artículo 392º del acotado Código Procesal.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la ejecutante, Caja Rural de Ahorro
y Crédito Promotora de Finanzas Sociedad Anónima, obrante a
folios noventa, contra el Auto de Vista de fecha diez de septiembre
de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por la recurrente contra Dany Alexander Vigo
Sánchez y otros, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-213
CAS. Nº 2373-2015 LIMA
Indemnización por Daños y Perjuicios. Indemnización por daños
y perjuicios con conducta imprudente de la víctima. Aquel que
mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una
actividad riesgosa o peligrosa, causa daño a otro, está obligado a
repararlo; salvo que el daño haya sido ocasionado única y
exclusivamente por la imprudencia de la víctima; siendo que en
caso exista responsabilidad del autor y comportamiento
imprudente de ésta, la indemnización deberá ser establecida
considerando ambas circunstancias. CC 1970, 1972, 1973. Lima,
veintidós de octubre de dos mil quince.- LA SALA CIVIL
PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA: vista la causa dos mil trescientos setenta y tres - dos
mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y
producida la votación con arreglo a ley; emite la siguiente
sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: En el presente proceso
de indemnización por daños y perjuicios, la demanda SOS
Emergencias Médicas S.A.C. ha interpuesto recurso de casación
de folios ochocientos ochenta y ocho, contra la sentencia de vista
de fecha veinte de marzo de dos mil quince, de folios ochocientos
veintiséis, dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que confirma la sentencia de primera instancia
de fecha veinticinco de marzo de dos mil catorce, de folios
setecientos once, que declara fundada en parte la demanda y la
modifica en cuanto al monto indemnizatorio ordenado a pagar,
fijándolo en doscientos veinticinco mil nuevos soles. II.
ANTECEDENTES: 1. DEMANDA: Mediante escrito de fecha
veinticuatro de junio de dos mil once, de folios ciento sesenta y
ocho, subsanado a folios trescientos sesenta y uno, Domitila
Cóndor Santiago interpone demanda de indemnización por daños
y perjuicios, señalando como pretensión que: Los demandados le
paguen en forma solidaria la cantidad de ciento veinte mil dólares
americanos o su equivalente en moneda nacional a la fecha de
pago, que en la actualidad asciende a trescientos treinta y seis mil
nuevos soles. Precisa que solicita por daño a la persona la suma
de setenta mil dólares americanos, por daño moral veinticinco mil
dólares americanos y veinticinco mil dólares americanos por lucro
cesante. Alega como sustento de su pretensión que: a) Con fecha
siete de agosto de dos mil diez, fue atropellada cuando estaba por
terminar de cruzar la avenida Morales Duárez y con ingreso a la
rampa peatonal Del vehículo de placa de rodaje QI 3860
(ambulancia) Unidad al servicio de la empresa SOS Emergencias
Medicas SAC, que se desplazaba a alta velocidad supuestamente
al auxilio de una persona en San Borja; sin observar las
señalizaciones de baja velocidad y el rompe muelle que existía a
escasos metros del lugar del atropello; b) El accidente, le ha
causado traumatismo vertebro medular dorsal con secuela de
paraplejia vertebral neurogénica, por lo que no podrá caminar,
habiéndosele pronosticado incapacidad de por vida; y. c) El
accidente no sólo le ha causado un daño irreparable, sino también
ha perjudicado su aspecto laboral y familiar. 2. CONTESTACIÓN:
El demandado Jacob Pérez Da Silva, contesta la demanda a folios
cuatrocientos cinco, alegando que: a) El siete de agosto de dos mil
diez, la empresa SOS Emergencias Medicas S.A.C recibe una
78881
llamada de emergencia para la paciente Patricia Guzmán Porras,
domiciliada en la Avenida San Luis número 2830, Departamento
102, Distrito de San Borja; paciente que sufre de insuficiencia
renal crónica terminal, y que al momento manifestaba síntomas de
insuficiencia respiratoria; b) Para cubrir esa emergencia se asigna
la ambulancia de placa QI 3860, la cual tiene la calificación de
ambulancia de Tipo II, es decir, está destinada para cubrir
situaciones críticas; c) La velocidad de circulación al momento del
accidente era de treinta a treinta y cinco kilómetros por hora; d) La
ambulancia en todo momento mantuvo encendidas sus luces,
circulina, altavoz, sirena; e) Cuando la ambulancia se encontraba
circulando, a la altura de la cuadra veintidós llegando al cruce de
la Calle Bruno Terreros, se percata que en la separadora central
había un vehículo estacionado y del lado derecho aparece
intempestivamente sobre la pista una señora quien duda y no
sabe si avanzar o retroceder y para no atropellarla gira al lado
izquierdo donde se llega a chocar contra el auto y de rebote llega
a atropellar a la demandante quien cae a una distancia aproximada
de metro y medio; lo cual es corroborado con la declaración del
testigo Juan Ismael García Prieto; y, f) La ambulancias cuando
tienen que cubrir emergencias medicas, por lo general, circulan a
excesiva velocidad por la naturaleza misma de sus servicios; ello
conforme a las resoluciones de Gerencia de Transporte Urbano de
la Municipalidad Distrital del Callao que se adjunte, que corroboran
lo que implícitamente reconoce la demandante, esto es, que
cuando se tiene que cubrir una emergencia médica las
ambulancias pueden excederse de los límites de velocidad. Los
demandados SOS Emergencias Médicas S.A.C. y su representante
legal Omar Ali Gómez García, contestaron la demanda expresando
los mismos argumentos que el demandado Jacob Pérez Da Silva,
no obstante fueron declarados rebeldes mediante resolución
número diez de fecha nueve de enero de dos mil trece, de folios
quinientos veintisiete, al no haber cumplido con subsanar las
observaciones formuladas por el a quo. 3. PUNTOS
CONTROVERTIDOS: Se determinaron como puntos
controvertidos los siguientes: 3.1 Determinar si corresponde que
los codemandados indemnicen solidariamente a la demandante
por daño a la persona, daño moral y lucro cesante como
consecuencia del accidente de tránsito ocasionado a la accionante.
3.2 Determinar si los codemandados han actuado con dolo al
momento del accidente de tránsito materia de litis. 3.3 Determinar
la naturaleza de los daños irrogados, así como la confluencia de
daños a la persona, daño moral y lucro cesante aludidos por la
actora. 3.4 Determinar el nexo causal entre la conducta de los co
demandados y el resultado dañoso que se hubiere generado. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: Culminado el trámite
correspondiente, el Juez mediante sentencia de fecha veinticinco
de marzo de dos mil catorce, de folios setecientos once, declaró
fundada en parte la demanda, ordenando que los demandados
paguen solidariamente a la demandante la suma de ciento
veinticinco mil nuevos soles a razón de cien mil nuevos soles por
concepto de daño a la persona, diez mil nuevos soles por concepto
de daño moral y quince mil nuevos soles por concepto de lucro
cesante; considerando que: a) Conforme a los medios probatorios
actuados, queda claro que la ambulancia estaba siendo conducida
a una velocidad no razonable, hasta el extremo de no sobreparar
en el rompe muelle que existía cerca al cruce de la Avenida
Morales Duárez con Jirón Bruno Terreros, no obstante estar
obligado a tomar precauciones en el manejo que existía cerca de
una intersección de calles, aún ante una situación de emergencia,
por cuanto la normatividad especial obliga a conducir con
prudencia; y, b) La demandante ha señalado que vio que venía la
ambulancia a velocidad tocando la sirena, no obstante cruzó la
calzada, lo que contribuyó al accidente de tránsito, no obstante,
ello no fue determinante para el mismo, sino la conducta del
conductor quien no maniobraba el vehículo a una velocidad
razonable, sin tener en cuenta que se encontraba cerca de una
intersección, rompe muelle y con vista a la peatón que cruzaba la
calzada. 5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN: Mediante
escrito de fecha veintisiete de mayo de dos mil catorce, de folios
setecientos treinta y tres, el demandado Jacobo Pérez Da Silva,
interpuso recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que: a) No se ha considerado que se trata de
una unidad vehicular de servicio de ambulancia que se dirigía a
cubrir una emergencia y por tanto la velocidad de desplazamiento
de esta unidad es, por ende, mayor a la de cualquier vehículo; b)
La paciente por la que se estaba viendo sufría de insuficiencia
renal crónica terminal, presentaba un cuadro de descompensación
hemodinámica y probable alteración de su medio interno (agua y
electrolitos) por lo que era necesario estabilizar in situ y trasladarla
al Hospital Loayza para que sea tratada adecuadamente y
salvaguardar su vida; c) Esta situación de emergencia evidenciaba
que la ambulancia debía acudir a cubrir el evento con una mayor
velocidad a la de cualquier otro vehículo; y, d) No se ha analizado
la conducta contributiva de la demandante en la comisión del
daño. Los demandados Omar Ali Gómez García y SOS
Emergencias Médicas S.A.C., a folios setecientos cuarenta y siete
y setecientos sesenta y ocho, respectivamente, apelaron la
sentencia de primera instancia, expresando los mismos
argumentos que el demandado Jacob Pérez Da Silva. Por su

78882 CASACIÓN
parte, la demandante Domitila Cóndor Santiago a folios setecientos
ochenta y nueve, interpuso recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia, señalando que: Los montos
indemnizatorios otorgados por daño a la persona, daño moral y
lucro cesante resultan diminutos. 6. SENTENCIA DE VISTA:
Elevados los autos a la Sala Superior en virtud de los recursos de
apelación interpuestos por la demandante y demandados, la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante sentencia de vista de fecha veinte de marzo de dos mil
quince, de folios ochocientos veintiséis, confirmó la sentencia de
primera instancia que declaró fundada en parte la demanda y la
modificó en cuanto al monto indemnizatorio, ordenando pagar
solidariamente a los demandados la suma de doscientos
veinticinco mil nuevos soles, sosteniendo que: a) Si bien la
demandante ha reconocido en el proceso penal que se percató
que la ambulancia tenía encendida la sirena, las luces, y que se
encontraba a más de media cuadra de distancia; este hecho no
puede configurarse como fractura del nexo causal, pues aun
cuando el artículo 2, inciso b de la Ley número Nº 27200, que
regula el uso de señales audibles y visibles en vehículos de
emergencia y vehículos oficiales, y el artículo 4 del Reglamento de
dicha Ley aprobado por Decreto Supremo número 021-2001-
MTC, señalen que la ambulancia tiene preferencia en el tránsito, y
el artículo 5 del referido Reglamento que cuando se responda a
una llamada de emergencia, el conductor del vehículo tiene
preferencia de paso e incluso puede pasar la luz roja de un
semáforo o una señal de pare; se debe previamente disminuir la
velocidad del vehículo a una compatible con la seguridad pública,
y cuando sea necesario puede exceder los límites de velocidad,
pero sin poner en riesgo la vida de los usuarios de la vía y de la
propiedad privada; y, b) Por lo que es criterio del Colegiado,
incrementar el monto indemnizatorio en cuanto al daño a la
persona de cien mil nuevos soles a doscientos mil nuevos soles y
confirmar los montos otorgados por el a quo en cuanto a daño
moral y lucro cesante. III. RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha diez de agosto de dos mil
quince, obrante a fojas cuarenta y ocho del respectivo cuaderno
formado, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por la demandada SOS Emergencias Médicas S.A.C.,
por la infracción normativa de los artículos 1970, 1972 y 1973
del Código Civil. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA
SALA: Primero.- Que, estando a los argumentos expuestos
durante el transcurso del proceso así como en el recurso de
casación, la controversia gira en determinar si la recurrente debe
ser declarada responsable del accidente de tránsito ocurrido el
siete de agosto de dos mil diez, producto del cual la demandante
padece traumatismo medular vertebromedular doral con secuela
de paraplejia vertebral neurogénica, y en su caso, si el monto
indemnizatorio ordenado a pagar por la sentencia de mérito
resulta acorde con lo actuado en el proceso. Segundo.- Que, el
artículo 1970 del Código Civil respecto a la responsabilidad por
riesgo establece: “Aquel que mediante un bien riesgoso o
peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro, está obligado a repararlo.” Tercero.- Que, el
artículo 1972 del Código Civil, en cuanto a la ausencia de
responsabilidad por caso fortuito o fuerza mayor, prevé: “En los
casos del artículo 1970, el autor no está obligado a la reparación
cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor,
de hecho determinante de tercero o de la imprudencia de quien
padece el daño.”; esto es, no existirá responsabilidad si el daño es
ocasionado única y exclusivamente como consecuencia de la
conducta imprudente de la víctima. (el subrayado es nuestro)
Cuarto.- Que, por su parte, el artículo 1973 del mismo cuerpo
normativo, en cuanto a la reducción de la indemnización prescribe:
“Si la imprudencia sólo hubiere concurrido en la producción del
daño, la indemnización será reducida por el juez, según las
circunstancias.” (el subrayado es nuestro) Quinto.- Que, el
artículo 1973 del Código Civil regula el supuesto en el cual, el
daño siempre es consecuencia de la conducta del autor, pero con
la contribución o participación de la propia víctima, es decir, existe
una concausa, toda vez que la víctima contribuye con su
comportamiento a la realización del daño, el cual no se hubiera
producido de no existir la conducta de la propia víctima. Sexto.-
Que, en el presente caso, se encuentra demostrado con las
declaraciones policiales y judiciales [proceso penal] de la
demandante, los demandados y testigos, que el vehículo
[ambulancia] era conducido a una velocidad no prudencial, no
obstante encontrarse cercano a una intersección que contaba con
rompe muelle, el cual no pudo ser sobrepasado por dicho vehículo
de forma adecuada y normal, debido al exceso de velocidad;
siendo que si bien es cierto los vehículos de emergencia cuentan
con las prerrogativas de ley en el supuesto de ocurrir efectivamente
una emergencia, ello no justifica la falta de diligencia del conductor
al pasar por la intersección donde ocurrió el accidente, y la omisión
del mismo de velar por la seguridad de los peatones. Séptimo.-
Que, no obstante, corresponde tener en cuenta, que conforme a
las pruebas antes mencionadas, queda corroborado también que
la demandante actuó de forma imprudente al cruzar la calzada, no
obstante haberse percatado de la llegada de la ambulancia a alta
velocidad, y con la sirena y luces de emergencia activadas, como
así lo señaló en su manifestación policial: “sí se percató que venía
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
una ambulancia que se encontraba más de media cuadra,
encontrándose prendida la sirena y circulaba a velocidad”, lo cual
ha sido corroborado con las testimoniales policiales; asimismo, la
actora en su declaración preventiva a nivel judicial penal, sostuvo:
“Para que diga si el día de los hechos la ambulancia tenía
encendida la sirena, las luces, etc. Dijo que sí”; lo cual también es
corroborado con las testimoniales actuadas en el proceso penal.
Octavo.- Que, siendo así, el evento dañoso fue consecuencia del
comportamiento del conductor del vehículo con contribución del
comportamiento de la víctima [demandante], como han concluido
las instancias de mérito; siendo que el juez de primera instancia
ordenó que los demandados paguen solidariamente a la
demandante la suma de ciento veinticinco mil nuevos soles a
razón de cien mil nuevos soles por daño a la persona, diez mil
nuevos soles por daño moral y quince mil nuevos soles por lucro
cesante, suma que es incrementada por la Sala Superior en
cuanto al daño a la persona, fijándola en doscientos mil nuevos
soles por tal concepto, y confirmando los montos ordenados
respecto a daño moral y lucro cesante, por lo que ordena se pague
el monto total de doscientos veinticinco mil nuevos soles. Noveno.-
Que, este Supremo Tribunal comparte el criterio utilizado por la
Sala Superior en cuanto al establecimiento del monto
indemnizatorio, en tanto la suma de doscientos veinticinco mil
nuevos soles resulta la adecuada para reparar los daños a la
persona, moral y lucro cesante, ocasionados a la demandante,
quien ha sido diagnosticada con invalidez permanente,
considerando que no podrá volver a caminar, desempeñarse en
las mismas condiciones en la labor que ejercía antes del accidente
[fotógrafa], valerse por sí mismas en sus actividades diarias, los
sentimientos de aflicción y angustia que tal situación le genera, y
la carga emocional para su familia, siendo que si bien el artículo
1973 del Código Civil prevé que la indemnización será reducida
por el juez si la víctima hubiera actuado de manera imprudente, la
fijación del monto de doscientos veinticinco mil nuevos soles no
implica que la Sala de mérito no haya podido establecer un monto
superior en caso no hubiera existido la conducta imprudente de la
demandada. V. DECISION: Por estos fundamentos: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandada
SOS Emergencias Médicas S.A.C., de folios ochocientos ochenta
y ocho; en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de
fecha veinte de marzo de dos mil quince, de folios ochocientos
veintiséis; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por
Domitila Cóndor Santiago, sobre indemnización por daños y
perjuicios; y los devolvieron; interviniendo como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-214
CAS. Nº 2377-2015 CUSCO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, diez de agosto de dos
mil quince.- VISTOS; con los expedientes acompañados; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
codemandada, doña Teresa de Jesús Medina Miranda de Loayza,
obrante a folios trescientos cincuenta y tres, contra la sentencia
de vista de fecha treinta de abril de dos mil quince, obrante a fojas
trescientos cuarenta, que confirmó la sentencia apelada, de fecha
cinco de septiembre de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
sesenta, que declaró fundada la demanda; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido
interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución recurrida.
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo. IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente
arancel judicial. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no
dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón que fue
desfavorable a sus intereses, por lo que cumple con lo dispuesto
en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, a
fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en los
numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en qué
consiste la infracción normativa o el apartamiento del precedente
judicial, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia
las siguientes causales: a) Infracción normativa por aplicación
indebida del artículo 984º del Código Civil; arguyendo que la
Sala califica la escritura materia de nulidad como una subdivisión,
empero olvida deliberadamente que este es solo la formalización
de un documento precedente, el cual fue otorgado en el año 2003,
cuando los demandantes aún no tenían la calidad de copropietarios.
b) Infracción normativa por inaplicación del artículo 978º del
Código Civil; señala que conforme a dicha norma la escritura
pública de fijación de linderos resulta válida desde el momento en
que la vendedora accedió a la parte del terreno que les transfirió,
mediante división y partición. c) Infracción normativa de los
numerales 2 y 3 del artículo 139º de la Constitución Política del
Estado, concordante con el artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil; señala que la Sala Superior no ha tenido en
cuenta que el documento privado de fijación de linderos y la escritura
pública que lo formaliza, son dos actos jurídicos distintos, siendo
que aún en el hipotético caso de que el primero de los mencionados
fuera nulo, la escritura pública no lo es, por estar sustentada en una
sentencia con calidad de cosa juzgada, la cual no puede ser dejada
sin efecto. Sexto.- Que, con relación a la primera y segunda de las
causales denunciadas, se verifica que la fundamentación de cada
una de ellas no supera el requisito de claridad y precisión exigido
por el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil; en la
medida que, de su análisis, se observa que aquella se encuentra
orientada más bien a generar en este Supremo Tribunal una nueva
apreciación de los hechos, a efectos de acoger la tesis fáctica que
la recurrente viene alegando a lo largo del proceso que sustenta la
validez del acto jurídico de escritura pública del contrato de fijación de
linderos, otorgada judicialmente con fecha veinticinco de agosto de
dos mil once, cuya nulidad ha sido declarada en el presente proceso;
tesis que ha sido rechazada por las instancias de mérito; pretensión
que contraviene los fines del recurso de casación, previstos en el
artículo 384º del Código Procesal Civil, los cuales son: la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia.
Séptimo.- Que, respecto a la causal denunciada en el literal c),
se advierte que sus fundamentos, tampoco satisfacen la exigencia
de claridad y precisión a la que se contrae el artículo invocado en
el considerando anterior, en la medida que si bien se alega que la
sentencia de vista ha trasgredido los derechos de tutela jurisdiccional
efectiva, el debido proceso y la cosa juzgada, lo cierto es que la parte
impugnante no cumple con explicitar de forma adecuada en qué
consiste el vicio procesal que conlleva a la vulneración que alega;
déficit argumentativo que conlleva a declarar la improcedencia de la
causal en estudio; máxime, si la Sala Superior ha señalado de forma
categórica que, en el fundamento 3.8 de la sentencia recurrida, que el
hecho de que la escritura pública del contrato de fijación de linderos,
haya sido otorgada judicialmente, no impide que en otro proceso se
examine la invalidez del acto jurídico contenido en dicho instrumento,
pues conforme a la jurisprudencia nacional en el proceso de
otorgamiento de escritura pública solamente se busca revestir de
determinada formalidad al acto jurídico, no discutiéndose en ésta vía
los requisitos para su validez. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
codemandada, Teresa de Jesús Medina Miranda de Loayza, obrante
a folios trescientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista de
fecha treinta de abril de dos mil quince, obrante a fojas trescientos
cuarenta; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por César Blanco Álvarez y otro contra la recurrente y otros, sobre
nulidad de acto jurídico; y los devolvieron. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-215
CAS. Nº 2381-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, diez de agosto
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado José Benigno Salazar Arista de
folios cuatrocientos treinta y tres, contra la sentencia de vista de
fecha veintiuno de abril de dos mil quince, de folios cuatrocientos,
que confirma la sentencia de primera instancia de fecha veintisiete
de junio de dos mil catorce, de folios doscientos noventa y seis,
que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
78883
Justicia de Lima, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha
veintisiete de mayo de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el diez de junio de dos mil quince. IV) Adjunta el
correspondiente arancel judicial de folios cuatrocientos treinta y
dos del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios trescientos sesenta y cuatro; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que,
el recurrente denuncia como supuestos de infracción normativa:
a) Contravención de las normas que garantizan el derecho
a un debido proceso. Señala que la sentencia recurrida no se
encuentra motivada e infringe el principio de congruencia, en tanto
no se ha efectuado un verdadero análisis de los documentos que
demuestran que no es precario, no se señalan las razones del fallo,
no encuadra las normas al caso concreto, no se hace mención a
sus pruebas, no se ha tenido en cuenta que el contrato verbal es
válido, y no se ha resuelto su pedido de interrupción del proceso.
b) Interpretación errónea del artículo 911 del Código Civil.
Manifiesta que según los documentos obrantes en autos está
acreditado que no es precario sino inquilino, en mérito al vínculo
que existió con la sucesión intestada del anterior propietario,
habiendo realizado los pagos correspondientes de forma puntual,
y la actora no le notificó de su condición de nueva dueña. Sexto.-
Que, en relación a las causales denunciadas, se verifica que los
argumentos que las sustentan, se encuentran orientados más bien
a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que
el recurrente ostenta la calidad de arrendatario del inmueble sub
litis al existir un contrato verbal de arrendamiento vigente con la
sucesión intestada del propietario anterior a los propietarios que le
transfirieron el inmueble sub litis a la actora, por lo que no tendría la
calidad de ocupante precario, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema, debiendo tenerse en cuenta que
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio. Sétimo.-
Que, asimismo, corresponde agregar en relación a la causal
descrita en el literal a), que contrariamente a lo sostenido en el
recurso de casación, la Sala Superior ha cumplido con precisar
de forma adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de
hecho y de derecho que sustentan su decisión. Por otra parte, el
veinte de abril de dos mil quince, el recurrente presentó un pedido
de suspensión del proceso, resolviéndose el mismo señalando
que se debe estar a lo resuelto en la sentencia, debiéndose tener
en cuenta que conforme al artículo 172 del Código Procesal Civil,
no hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de influir en el
sentido de la resolución o en las consecuencias del acto procesal,
por lo que habiendo el recurrente solicitado dicha suspensión en
mérito a un proceso penal seguido contra la sucesión de José
Linares Córdova por falsificación de documentos, el cual resulta
independiente a un proceso civil, y de nulidad de acto jurídico
seguido también contra dicha sucesión, no precisándose de qué
acto jurídico se trataría, más aún si el presente proceso se trata
de uno de desalojo por ocupación precaria que se tramita vía
sumarísima, no resultaba atendible el pedido anotado. Octavo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado José Benigno Salazar
Arista de folios cuatrocientos treinta y tres, contra la sentencia
de vista de fecha veintiuno de abril de dos mil quince, de folios

78884 CASACIÓN
cuatrocientos; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Droguería Importadora La Merced SAC
contra José Benigno Salazar Arista, sobre desalojo por ocupación
precaria y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-216
CAS. NRO. 2403-2015 CALLAO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, diez de agosto
del dos mil quince. VISTOS; con los expedientes acompañados; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el
recurso de casación interpuesto por el demandante Mario
Salvador Castro Gallo, a fojas mil cuatrocientos cuarenta y seis,
contra la sentencia de vista de fojas mil trescientos ochenta, del
dieciséis de octubre de dos mil catorce, que revoca el auto
apelado de fojas ciento nueve, del tres de junio de dos mil once
que declara infundada la excepción de prescripción; reformando
dicho extremo, declara fundada en parte la excepción de
prescripción propuesta por Basf Peruana S.A, en consecuencia,
prescrita la obligación consistente en honorarios profesionales y
honorarios especiales, por el período comprendido hasta el seis
de junio de dos mil cinco, que corresponde a los tres años
anteriores a la interposición de la demanda; confirmaron la
sentencia de fojas mil trescientos cuatro, del veinticuatro de enero
de dos mil catorce, en el extremo que declara infundada la
demanda, respecto del petitorio de pago de honorarios especiales,
por servicios de apoderado; e infundada respecto de la
indemnización. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las
agravios que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos incurridos
por el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas mil cuatrocientos cuarenta y seis, cumple con
los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, toda vez que: i) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Especializada en lo Civil Permanente de la
Corte Superior de justicia del Callao que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro
del plazo previsto en la norma, pues este fue notificado al
recurrente el veinte de marzo de dos mil quince, conforme a la
constancia del cargo de notificación de fojas mil cuatrocientos
cuarenta y dos, y el referido recurso de casación fue interpuesto el
treinta de marzo de dos mil quince; y, iv) El recurrente se encuentra
exento del pago de la tasa judicial por habérsele concedido auxilio
judicial. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la
primera causal, prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: A) Infracción normativa de los
artículos 1365 del Código Civil y 19 de la Ley Nº 26872. Alega
que se han inaplicado las referidas normas, pues el presente caso
se trata de un contrato de ejecución continuada, al que se le puso
fin, mediante carta notarial de fecha dos de octubre de dos mil
siete, fecha desde la cual debe contabilizarse el plazo prescriptorio;
y, estando a que se ha interpuesto la demanda el seis de junio de
dos mil ocho, notificada a la empresa demandada el diecinueve de
agosto de dos mil ocho, no ha operado la prescripción de las
pretensiones demandadas. B) Infracción normativa de los
artículos 41 de la Ley Nº 16587 y 1796 inciso 4 del Código
Civil. Señala que el derecho del apoderado no tiene porqué estar
incluido en el contrato de servicios, pues sólo es necesario recurrir
al acotado artículo 41 que estipula que el endosatario goza de
todos los derechos y obligaciones de un mandatario e incluso de
orden procesal; que dichas responsabilidades y obligaciones
comprenden los honorarios especiales peticionados en el presente
proceso; asimismo señala que el mandante está obligado frente al
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
mandatario a indemnizarle por los daños y perjuicios sufridos
como consecuencia del mandato. Sexto.- Que examinadas las
alegaciones descritas en el ítem A) del quinto considerando, ésta
debe desestimarse porque está orientada a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que
atendiendo al tenor de los contratos, ofrecidos como medio
probatorios, se establece que en ellos no se fija el momento en
que se cancelará el servicio, por lo que de conformidad con el
citado artículo 1759º del Código Civil, en el presente caso el
momento para solicitar la cancelación de los servicios prestados
es después de haber finalizado el servicio, vale decir, después de
haber logrado el objetivo trazado cual es la cobranza de las
deudas a favor de BASF Peruana S.A, fecha desde la cual se
debe contabilizar la prescripción; siendo ello así, carece de
sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, en cuanto a
la denuncia contenida en el ítem B), es de advertir que el Ad quem
ha establecido que el demandante solicita, en su petitorio, el
monto de los honorarios como abogado, por sus labores
recuperando deudas de la emplazada, y honorarios especiales por
su status de apoderado; sin embargo, no sustenta haber
desempeñado labor distinta a la recuperación de la deuda, de lo
cual resulta que estaría peticionando una suerte de doble
honorario por las mismas labores, un pago por la labor
desempeñada y otro por ostentar el status de mandatario conferido
por la Ley de Títulos Valores, honorarios que a mayor abundamiento
los señala en un monto arbitrario, deviniendo infundado este
extremo de la apelación. Octavo.- Que, de lo mencionado
anteriormente, se concluye que el impugnante al denunciar la
presunta vulneración del derecho al debido proceso y motivación
de las resoluciones judiciales, lo que pretende es que esta Sala
Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido, lo que
constituye una facultad de los Jueces de mérito que no puede ser
traído en sede casatoria, por ser materia ajena a los fines del
recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada. Noveno.-
Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con los
requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendrían aquéllas
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Mario
Salvador Castro Gallo, a fojas mil cuatrocientos cuarenta y seis,
contra la sentencia de vista de fojas mil trescientos ochenta, del
dieciséis de octubre de dos mil catorce; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Mario Salvador Castro
Gallo con Basf Peruana S.A, sobre obligación de dar suma de
dinero; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-217
CAS. Nº 2415-2015 CALLAO
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, trece
de agosto de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandante, Alicia Francisca Paz Paredes
viuda de Mori, a fojas setenta, contra el Auto de Vista de fecha
dos de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas cincuenta
y ocho, que confirmó el auto apelado, de fecha dieciocho de
noviembre de dos mil trece, obrante a fojas dieciséis, que
declaró improcedente la demanda; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte superior de
Justicia del Callao, que como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió
la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha veintiséis de enero de dos mil
quince, conforme obra del cargo de notificación, de folios noventa
y cinco, y el recurso de casación se presentó el dos de febrero
de dos mil quince. IV) La parte recurrente no adjunta arancel
judicial por interposición de recurso de casación, al contar con
auxilio judicial. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no
dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón que
fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte del recurso
de apelación de folios setenta y cuatro, por lo que cumple con lo
dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos
en los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal
Civil, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, del análisis de los fundamentos que sustentan el
presente recurso, se advierte que éstos adolecen del requisito de
claridad y precisión exigido por el numeral 2 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, en la medida que no se cumple con adecuar
los mismos a las causales reguladas en el artículo 386º del Código
Procesal Civil, omitiéndose así con especificar cuál es la infracción
normativa que incide directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial; observándose en su defecto, que el presente
medio impugnatorio extraordinario ha sido interpuesto como si se
tratase de uno ordinario de apelación; déficit argumentativo que
conlleva a declarar la improcedencia del recurso. Sexto.- Que,
siendo así, el recurso de casación no satisface el requisito de
procedencia precisado en el numeral 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder
conforme a lo dispuesto en el artículo 392º del acotado Código
Procesal. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandante, Alicia
Francisca Paz Paredes viuda de Mori, a fojas setenta, contra
el Auto de Vista de fecha dos de diciembre de dos mil catorce,
obrante a fojas cincuenta y ocho; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la recurrente contra el Banco
de Vivienda en Liquidación y otro, sobre nulidad de cosa Juzgada
Fraudulenta; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-218
CAS. Nº 2454-2015 LIMA
REIVINDICACIÓN. Lima, catorce de agosto de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Juan Carlos López Ponce de folios
ciento cincuenta, contra la sentencia de vista de fecha veintiséis
de mayo de dos mil quince, de folios ciento treinta y ocho, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha treinta y uno
de octubre de dos mil catorce, de folios ciento ocho, que declara
fundada la demanda de reivindicación; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha uno de junio de dos mil quince y el recurso
de casación se presentó el once de junio de dos mil quince.
IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios ciento
cuarenta y siete del expediente principal. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios ciento veinte; por lo que cumple con
lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, el recurrente denuncia como causales las siguientes:
a) Infracción normativa del artículo 923 del Código Civil.
Sostienen que la Sala ha debido considerar que tienen la calidad
de sub arrendatarios, habiéndoles cedido la posesión Carlos
Loyola López. b) Infracción normativa del artículo 197 del
Código Procesal Civil. Señalan que no se han valorado todos
los medios probatorios con criterio de unidad, como es el contrato
de sub arrendamiento, entre otros. Sexto.- Que, en relación a las
causales denunciadas, se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
78885
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efectos de determinar que el recurrente ostenta título
que justifica su posesión, al tener la calidad de subarrendatario,
como si esta sede se tratara de una tercera instancia, propósito
que no se condice con la naturaleza de este extraordinario
recurso de casación, cuyos fines están circunscritos a la defensa
del derecho objetivo y la unificación de los criterios de la Corte
Suprema, debiéndose tener en cuenta que no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto es ajeno al debate casatorio; máxime, si no se
expresa alegación alguna dirigida a contradecir los fundamentos
contenidos en la sentencia recurrida, referidos a que la supuesta
arrendadora de Carlos Loyola López no figura como propietaria
del inmueble sub litis en registros públicos, como tampoco corre
inscrito en dicho registro el arrendamiento y sub arrendamiento
alegados por los demandados, por lo que no sería oponible al
demandante. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio
así como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Juan Carlos López
Ponce de folios ciento cincuenta, contra la sentencia de vista de
fecha veintiséis de mayo de dos mil quince, de folios ciento treinta
y ocho; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Romualdo López Jiménez contra Juan Carlos López Ponce
y otra, sobre reivindicación; y los devolvieron. Interviene como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Integrando esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina, por licencia
del señor Juez Supremo Calderón puertas.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI C-1392274-219
CAS. Nº 2546-2015 CUSCO
ANULABILIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veinticuatro de
agosto de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandante Asociación
Pro vivienda Moyopata, de folios doscientos, contra la sentencia
de vista de fecha diecinueve de mayo de dos mil quince, de folios
ciento ochenta y nueve, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha dos de octubre de dos mil catorce, de folios
ciento cincuenta y seis, que declara infundada la demanda
de anulabilidad de acto jurídico; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cusco que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en fecha
veinticinco de mayo de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el nueve de junio de dos mil quince. IV) Adjunta el
correspondiente arancel judicial de folios ciento noventa y nueve
vuelta del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ciento sesenta y cinco; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, la recurrente denuncia como causales las siguientes: a)
Infracción normativa de los artículos VII del Título Preliminar,

78886 CASACIÓN
140, 210, 219.8 y 221.2 del Código Civil. Señala que los actos
jurídicos cuestionados son anulables porque han invocado el
Decreto Supremo 130-2001-EF, cuando el mismo se encuentra
referido al saneamiento de propiedades del Estado, no al trámite
para obtener nuevos bienes a favor del Estado, habiéndose
tergiversado la Resolución de Alcaldía 874-A-MC en el sentido
que el área intangible es aporte producto de la habilitación urbana,
siendo que la demandada nunca ha estado en posesión del área
sub litis. Agrega, que la recurrida incurre en error al señalar que
unilateralmente no se puede generar un acto jurídico. b) Infracción
normativa de los artículos 2 numeral 16 y 70 de la Constitución
Política del Estado, y 923 del Código Civil. Manifiesta que en
la recurrida no se ha amparado el derecho de propiedad privada
previsto en dichas normas. Sexto.- Que, respecto a las causales
denunciadas, se advierte que las mismas carecen de amparo legal
en cuanto a su procedencia, toda vez que si bien podría existir
algún vicio de nulidad en la sentencia recurrida al concluir que
un acto unilateral no puede ser considerado como acto jurídico,
también lo es que de conformidad con el artículo 172 del Código
Procesal Civil, no hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de
influir en el sentido de la resolución o en las consecuencias del
acto procesal, lo cual se configura en el caso de autos, en tanto
los argumentos expuestos en el recurso de casación resultan
insuficientes respecto a lo afirmado en las sentencias de mérito,
esto es, que conforme al artículo 8 del Decreto Supremo 130-
2001-EF, la actora debió oponerse judicialmente a la inscripción
registral tramitada a favor de la demandada una vez publicada la
relación de bienes materia de saneamiento, lo cual no sucedió, y
que de la Resolución de Alcaldía 874-A/MC-SG-89 se desprende
que el área sub litis fue considerada como intangible, siendo que
dicha resolución en su parte final señala que las características
de cada área figuran en el plano adjunto, el cual se ha tenido a la
vista en el proceso 655-99, precisándose en la sentencia emitida
en el mismo, que en dicho plano consta que el área intangible
corresponde a “Recreación – SERPAR”. Sétimo.- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido
artículo 388, si bien la recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandante Asociación Pro vivienda
Moyopata, de folios doscientos, contra la sentencia de vista de
fecha diecinueve de mayo de dos mil quince, de folios ciento
ochenta y nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por la Asociación Pro vivienda Moyopata contra
la Municipalidad Distrital de San Sebastián, sobre anulabilidad de
acto jurídico; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-220
CAS. Nº 2573-2015 LIMA
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, veintisiete
de agosto del dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandado Procurador Público del Poder
Judicial a fojas seiscientos veintinueve, contra la sentencia de
vista de fojas seiscientos siete, que declara fundada la demanda;
con lo demás que contiene. Por lo que, es pertinente examinar si
el recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir,
se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i)
en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr
los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
incurridos por la casacionista en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de casación cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil modificado
por la Ley número 29364, toda vez que se ha interpuesto: i)
Contra la sentencia de vista de fojas seiscientos siete de fecha
cuatro de mayo del dos mil quince expedida por la Cuarta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo de diez días, contados desde el día siguiente
de notificada la sentencia de vista que se impugna, pues ésta
fue notificada al recurrente el quince de mayo del dos mil quince
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
seiscientos diecisiete, y el referido recurso de casación lo interpuso
el veintiocho de mayo del dos mil quince, es decir, al décimo día
de notificado; y, iv) No adjunta el recibo del arancel judicial por
el presente recurso al encontrarse exonerado.. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que el nombrado casacionista
satisface el primer requisito previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia apelada de fojas
seiscientos siete y la impugnó mediante recurso de apelación de
fojas quinientos veinticuatro. Quinto.- Que, el recurrente sustenta
su recurso de casación, en la primera causal, prevista por el
artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia:
Infracción normativa del artículo 178 del Código Procesal
Civil. Afirma, que los señores magistrados han omitido un análisis
en cuanto al plazo de caducidad contenido en el artículo 178 del
Código Procesal Civil modificado por el artículo único de la Ley
Nº 27101, concordante con el artículo 2006 del Código Civil que
faculta a los jueces con una suerte de imperatividad a analizar
la caducidad del derecho, en aras de tutelar la seguridad jurídica
del Estado. De la norma acotada se desprende que el plazo de
caducidad de la acción de nulidad de cosa juzgada se produce
en dos momentos, a saber: Luego de 06 meses de ejecutada la
sentencia y luego de 06 meses de haber adquirido la calidad de
cosa juzgada; que la sentencia objeto del presente proceso quedó
consentida mediante la resolución de fecha treinta de junio de
mil novecientos noventa y nueve, debiendo contarse desde ese
momento el plazo de caducidad de seis meses para instaurarse
la demanda, haciendo el cómputo del plazo respectivo se tiene
que la acción caducó en diciembre de mil novecientos noventa
y nueve, deviniendo improcedente la demanda de autos, lo cual
debió ser advertido por el Juez a cargo del proceso a efectos
de hacer uso de sus facultades expresamente otorgadas en el
artículo 2006 del Código Sustantivo. Sexto.- Que, las causales
así sustentadas no satisfacen los requisitos de los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
29364; por cuanto la recurrente no expresa con claridad y precisión
en qué consisten las infracciones normativas invocadas, tampoco
la incidencia directa de las mismas sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada, pues el impugnante no ha precisado
el agravio que denuncia en la oportunidad procesal pertinente,
trayendo dicho argumento a esta sede casatoria que no es una
tercera instancia. Dentro de ese contexto se tiene que la nulidad de
cosa juzgada fraudulenta constituye un remedio excepcional que
permite la revisión de una sentencia judicial firme, siempre que se
dé el supuesto fraude o colusión afectando el derecho al debido
proceso, esto es, que se hayan presentado dentro del proceso,
maquinaciones, ardid, engaños, que perjudiquen a una de las
partes o incluso a terceros, apartándose de este modo de los fines
valiosos del proceso. Que el ordenamiento procesal establece,
además, como requisito que debe interponerse la demanda dentro
de seis meses de ejecutada o de haber adquirido la calidad de
cosa juzgada, si no fuere ejecutable. Que en el presente caso, la
Sala Superior ha establecido que se encuentra acreditado que en
el proceso sobre otorgamiento de escritura pública, la conducta de
Silvia Quiñonez Cabana estuvo dirigida a producir un apartamiento
dañoso de los fines del proceso, obteniendo una sentencia írrita,
ya que el mismo se siguió con una persona que a la fecha de
la interposición de la demanda había fallecido, por lo que en
todo caso, debía procederse a la representación de la sucesión.
Sétimo.- Que, en conclusión el recurrente, no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil. En tal contexto fáctico
y jurídico, y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, reformado por la mencionada ley,
corresponde desestimar el recurso de casación en todos sus
extremos. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por el Procurador público del
Poder Judicial a fojas seiscientos veintinueve contra la sentencia
de vista de fojas seiscientos siete, de fecha cuatro de mayo del
dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Leoncio Quiñones Cabana con Silvia Quiñones
Cabana y otro, sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta; y,
los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-221
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CAS. Nº 2605- 2015 SAN MARTIN
DECLARACIÓN DE UNIÓN DE HECHO. Lima, veintiocho de
agosto de dos mil quince. VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a
calificar el recurso de casación de fojas ochocientos cincuenta y
uno interpuesto por la demandante Juanita Aydee Guerra Pipa,
contra la sentencia de segunda instancia de fojas ochocientos
catorce, del catorce de abril del dos mil quince, que confirma la
sentencia apelada de fojas seiscientos setenta y cuatro del treinta
de setiembre del dos mil catorce que declara fundada en parte la
demanda, en consecuencia, declara la unión de hecho entre
Juanita Aydee Guerra Pipa y el extinto Carlos Alegría Ruíz, en
estado de convivencia desde el año mil novecientos ochenta y
cinco hasta el mes de noviembre del año dos mil uno, habiendo
procreado a dos hijas llamadas Karla Juana Alegría Guerra e Irma
Guadalupe Alegría Guerra; y, asimismo, declara fundada la
demanda de fojas doscientos sesenta y uno interpuesta por María
Belén Chujutalli Chávez, reconociéndose que la misma y el extinto
Carlos Alegría Ruiz han mantenido unión de hecho desde el mes
de diciembre dos mil uno hasta el ocho de diciembre del dos mil
once habiendo procreado un hijo llamado José Carlos Alegría
Chujutalli; con lo demás que contiene. Por lo que corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el
recurso de casación se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción de los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad1,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial; asimismo debe presentar una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación de la recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la
norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni integrarlo o
remediar sus carencias o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en los que
hubiere incurrido la casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación, de fojas ciento ochenta y seis, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se ha interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista, de fojas ochocientos catorce del catorce de abril del dos mil
quince, expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de
la Corte Superior de Justicia de San Martín que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente
de notificada la sentencia de revisión que se impugna, pues ésta
fue notificada a la recurrente el cuatro de mayo del dos mil quince
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
ochocientos veintitrés, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el catorce de mayo del dos mil quince, como se verifica
de fojas ochocientos cincuenta y uno, es decir, dentro del término
del décimo día de notificada; y, iv) Adjunta arancel judicial por el
presente recurso extraordinario a fojas ochocientos veintiséis.
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que la nombrada casacionista satisface el primer requisito previsto
en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia de fojas seiscientos setenta y
cuatro, pues al serle adversa la impugnó, mediante el recurso de
apelación, de fojas setecientos veintiocho. Quinto.- Que, la
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal,
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: A) Infracción normativa de los incisos 3 y 5 del
artículo 139 de la Constitución y artículo 4 del Código Procesal
Constitucional. B) Infracción normativa de los artículos 85, 86
y 88 del Código Procesal Civil Indica que se ha afectado la
garantía constitucional de la “tutela procesal efectiva” en su
agravio, garantía conceptuada por primera vez en el Perú, en el
artículo 4 del Código Procesal Constitucional, también el debido
proceso y el de economía procesal, al haberse acumulado
irregularmente dos procesos que se sustancian en vías diferentes;
que el de la recurrente se admitió en la vía del proceso abreviado
el trece de enero del año dos mil doce y el interpuesto por María
Belén Chujutalli Chávez, fue admitido posteriormente el uno de
marzo del año dos mil doce, como proceso de conocimiento; que
no se han fijado los puntos controvertidos por la inasistencia de
María Belén Chujutalli Chávez, y que al haber contestado la
demanda a fojas treinta y ocho se debió tener en cuenta sus
78887
cuestionamientos, para poder determinar dichos puntos
controvertidos. Sexto.- Que, respecto a las denuncias se verifica
que la decisión contenida en la sentencia de segunda instancia,
cumple con garantizar la tutela jurisdiccional efectiva y el derecho
al debido proceso, en su expresión de la motivación de las
resoluciones judiciales, pues la sentencia contiene una motivación
adecuada, coherente, precisa y suficiente, toda vez que los Jueces
de la Sala Superior han efectuado un razonamiento judicial,
empleando la lógica–jurídica para expedir una decisión que se
sustenta en la evaluación, valoración conjunta y razonada de los
medios probatorios aportados por las partes al proceso; señala de
forma precisa las normas aplicables, para decidir sobre el petitorio
y no existe error en su significado, es decir, contiene una
justificación fáctica y jurídica de la que ha resuelto la controversia;
por ello, la sentencia de vista sí se encuentra debidamente
motivada y no se verifican vicios que afecten el debido proceso.
Sétimo.- Que, así la Sala de mérito, ha determinado con claridad
y precisión que se acumularon los procesos por existir conexión
entre ellos, es decir, existe dos procesos civiles seguidos contra la
misma persona; que al no haber sido impugnada la resolución
número diez que acumula los referidos procesos, quedó
consentida, por lo que, dicho argumento no puede invocarse
válidamente en sede casatoria. Que María Belén Chujutalli
Chávez no se presentó a la audiencia de saneamiento y no
propuso sus puntos controvertidos por escrito, no obstante el Juez
cumplió con señalar en base a los hechos de la demanda, razón
por las cuales no se ha afectado el debido proceso. Octavo.- Que,
en conclusión, la casacionista no ha cumplido con los concurrentes
requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. En tal contexto fáctico y
jurídico, y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del
Código Procesal Civil, reformado por la mencionada ley,
corresponde desestimar el recurso de casación en todos sus
extremos. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación de fojas ochocientos cincuenta y uno
interpuesto por la demandante Juanita Aydee Guerra Pipa, contra
la sentencia de segunda instancia de fojas ochocientos catorce,
del catorce de abril del dos mil quince; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Juanita Ayde Guerra
Pipa con la sucesión de Carlos Alegría Ruiz y María Belén
Chujutalli Chávez, sobre declaración de unión de hecho; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
1
El Juez declara la inadmisibilidad de un acto procesal cuando adolece de un
defecto subsanable. Declara su improcedencia si el defecto es insubsanable.
C-1392274-222
CAS. Nº 2618-2015 TUMBES
REINVINDICACION. Lima, veintiocho de agosto de dos mil
quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado, Selecio Villegas Lima, obrante
a folios ochocientos cuarenta y dos, contra la sentencia de vista
de fecha catorce de abril de dos mil quince, de folios ochocientos
veintisiete, que confirmó la sentencia de primera instancia de
fecha diecinueve de mayo de dos mil catorce, de folios seiscientos
doce, que declaró fundada la demanda de reivindicación; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben
ser verificados de conformidad con la modificatoria establecida en
la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387º del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Tumbes que, como órgano
de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante
la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la
resolución recurrida ha sido notificada en fecha veintisiete de mayo
de dos mil quince, conforme obra del cargo de notificación, de folios
ochocientos treinta y seis, y el recurso de casación se presentó el
ocho de junio de dos mil quince. IV) La parte recurrente adjunta el
correspondiente arancel judicial de folios ochocientos cuarenta del
expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón que
fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte del recurso
de apelación de folios cuatrocientos trece, por lo que cumple con lo
dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en
los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración

78888 CASACIÓN
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Quinto.- Que, la
parte recurrente denuncia las siguientes causales: 1. Infracción
normativa del artículo 139º inciso 3 de la Constitución Política
del Perú, artículo I del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, artículo 7º de la Ley Orgánica del Poder Judicial y artículo
122º numeral 3 del Código Procesal Civil, señalando que la Sala
ha declarado fundada la demanda de reivindicación, sin tener en
cuenta que el demandante no solo debe acreditar la titularidad
del inmueble, sino también que éste se encuentre debidamente
registrado; asimismo, el Colegiado no ha considerado que el
demandante fue absuelto en el proceso penal sobre usurpación del
predio sub Litis iniciado por la familia Cori en su contra. Agrega que
se ha vulnerado el principio de congruencia, al haber determinado
las instancias de mérito, que los demandados han efectuado
construcciones de mala fe, cuando ello no fue postulado en la
demanda, ni tampoco fijado como punto controvertido. Sexto.- Que,
respecto a la causal denunciada, se verifica que su fundamentación
no supera el requisito de claridad y precisión exigido por el numeral
2 del artículo 388 del Código Procesal Civil; en la medida que si
bien se alega que la sentencia de vista ha incurrido en vulneración
de debido proceso, por no encontrarse debidamente motivada, y
por afectarse el principio de congruencia, lo cierto es que la parte
impugnante no cumple con explicitar de forma adecuada en qué
consiste los vicios sustanciales que conllevan a la vulneración
que alega; por el contrario, del análisis de los fundamentos del
recurso, se observa que éstos se encuentran orientados más bien
a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de
los hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada
en el proceso, a efectos de acogerse la tesis probatoria que la
recurrente viene alegando a lo largo del proceso, consistente en
que el área cuya restitución se demanda en el presente proceso,
se encuentra dentro del predio de su propiedad; tesis que ha sido
rechazada por las instancias de mérito, quienes luego de valorar el
Dictamen Pericial de fojas 432/450 han determinado que el área
materia de restitución se encuentra dentro del predio de propiedad
de los demandantes. Séptimo.- Que, en cuanto al extremo en
el cual se denuncia la vulneración del principio de congruencia
procesal, se advierte que éste tampoco satisface el requisito al
cual se contrae la norma señalada en el considerando anterior,
al no guardar correspondencia con los términos expuestos en el
escrito de demanda, obrante a fojas cuarenta y seis, y con el Acta
de Audiencia de Conciliación de fojas quinientos treinta y seis,
de los cuales se verifica que, la parte demandante postuló como
pretensión la demolición de lo edificado por haberse construido
de mala fe en terreno ajeno; habiéndose fijado como uno de los
puntos controvertidos el determinar si corresponde ordenarse a los
demandados la demolición de lo edificado en el predio materia de
litis a cuenta cargo y costo de los mismos. Octavo.- Que, siendo
así, el recurso de casación no satisface el requisito de procedencia
precisado en el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392º del acotado Código Procesal. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandado, Selecio Villegas Lima, obrante a
folios trescientos ochenta y uno, contra la sentencia de vista de
fecha catorce de abril de dos mil quince, de folios ochocientos
veintisiete, que confirmó la sentencia de primera instancia de fecha
diecinueve de mayo de dos mil catorce, de folios seiscientos doce,
que declaró fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Bertha Pilar Flores Rodríguez
y otro contra Selecio Villegas Lima y otra, sobre Reivindicación; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-223
CAS. Nº 2621-2015 TACNA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, veintiocho
de agosto de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandante Asociación
de Vivienda Los Granados de folios doscientos treinta y ocho,
contra la sentencia de vista de fecha veintisiete de mayo de dos mil
quince, de folios doscientos veintiocho, que confirma la sentencia
de primera instancia de fecha cuatro de marzo de dos mil quince,
de folios ciento noventa, que declara infundada la demanda de
otorgamiento de escritura pública; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Justicia de Tacna que, como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Tacna, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha uno de junio de dos mil quince y el recurso de
casación se presentó el diez de junio de dos mil quince. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial de folios doscientos treinta y
siete del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios ciento noventa y siete; por lo que cumple con lo dispuesto
en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en qué
consiste la infracción normativa o el apartamiento del precedente
judicial, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido
por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como
causal la siguiente: Infracción normativa de los artículos 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado. Señala que
respecto al petitorio sobre precio de terreno y pago del mismo, el
demandado no ha formulado contradicción alguna, por lo que debe
tenerse por reconocido; el referido precio se encuentra establecido
en las leyes invocadas en la demanda; no se han valorado los
Convenios ofrecidos como prueba, los cuales no han sido negados
ni tachados por el demandado; no se han compulsado todos los
medios probatorios; es incongruente que el órgano jurisdiccional
afirme que se adeuda el precio de venta; el demandado no ha
cumplido con exhibir el Convenio de fecha veintisiete de noviembre
de mil novecientos noventa y dos; y no se ha tenido en cuenta que
la compraventa puede realizarse mediante contrato o convenio.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que
los argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que la
recurrente ha cumplido con acreditar la existencia de los requisitos
exigidos para el otorgamiento de la escritura pública de compraventa
que reclama, como si esta sede se tratara de una tercera instancia,
propósito que no se condice con la naturaleza de este extraordinario
recurso de casación, cuyos fines están circunscritos a la defensa del
derecho objetivo y la unificación de los criterios de la Corte Suprema,
debiendo tenerse en cuenta que no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los
motivos que formaron convicción a la Sala Superior, en tanto ello
es ajeno al debate casatorio; máxime si lo expuesto en el recurso
de casación reafirma lo sostenido en las instancias de mérito,
respecto a que no existe un precio previamente convenido y por
tanto tampoco un contrato concluido y perfeccionado que amerite el
otorgamiento de la escritura pública correspondiente, corroborado
con lo afirmado por el demandado en su contestación, en relación
a que el precio de ochenta y cinco nuevos soles resultaría absurdo.
Asimismo, resulta adecuado agregar, que contrariamente a lo
sostenido en el recurso materia de calificación, en la sentencia de
vista no se afirma que se adeude el precio de venta, sino que no se
encuentra claramente establecido el mismo conforme a lo expuesto
por ambas partes procesales; advirtiéndose que la Sala Superior ha
cumplido con precisar de forma adecuada, suficiente y congruente
los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan su decisión.
Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los
requisitos de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista en
el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente cumple con
indicar que su pedido casatorio es anulatorio así como revocatorio,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código Adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandante Asociación de Vivienda Los Granados de
folios doscientos treinta y ocho, contra la sentencia de vista de
fecha veintisiete de mayo de dos mil quince, de folios doscientos
veintiocho; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Asociación de Vivienda Los Granados contra el Gobierno
Regional de Tacna, sobre otorgamiento de escritura pública; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-224
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CAS. Nº 2653-2015 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Lima, dos de
noviembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por la demandada Juana
Salazar Ayasta, obrante a folios quinientos dieciséis, contra la
sentencia de vista de fecha quince de junio de dos mil quince,
obrante a fojas quinientos cuarenta y cuatro, que confirmando
la sentencia de primera instancia obrante a fojas, de fecha trece
de marzo de dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos treinta
y seis, declaró fundada la demanda; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con los artículos 387 y 388 del Código Procesal
Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, en
tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, IV) La parte recurrente cumple con
adjuntar el correspondiente arancel judicial. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución
de primera instancia, por lo que cumple con lo dispuesto en el
numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, a
fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en
los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, el recurrente denuncia las siguientes causales:
1. Infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139º
de la Constitución Política del Estado, aduciendo que la Sala
Superior vulnera el principio de congruencia procesal, al no
haberse pronunciado por el íntegro de su recurso de apelación,
específicamente el agravio esbozado en el punto 3 de su recurso de
apelación, referido a la existencia del expediente Nº 02116-1999,
al cual se acumula el expediente 06422-2003 sobre nulidad de
acto jurídico que se tramita ante el Primer Juzgado Especializado
en lo Civil Transitorio de Chiclayo, los cuales, según alega, no han
sido valorados adecuadamente, por lo que, por la facultad que
le otorga el artículo 194º del Código Procesal Civil, el Juzgador
deberá solicitar copias certificadas de los referidos autos, a fin de
valorarlas y expedir sentencia conforme a ley; asimismo, no se ha
tenido en cuenta que en su recurso de apelación existe toda una
argumentación jurídica que demuestra que no tiene la condición
de ocupante precaria, la cual es entendida jurisprudencialmente
como una ausencia absoluta de cualquier circunstancia que
permita advertir la legitimidad de la posesión; siendo que en
autos ha quedado debidamente probado que existe un proceso
de nulidad de acto jurídico en el cual se cuestiona el título de
propiedad del actor; y, 2. Infracción normativa del artículo 911º
del Código Civil, señalando que existe una clara incidencia de las
infracciones normativas denunciadas en la decisión impugnada,
en la medida que el cumplimiento de la norma procesal habría
determinado que no se afecte su derecho a un debido proceso.
Sexto.- Que, del análisis conjunto de las infracciones normativas
denunciadas se aprecia que la fundamentación de cada una de
ellas, no satisface el requisito de claridad y precisión a que se
contrae el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
ello al advertirse que la parte impugnante no cumple con describir
de manera comprensible y explícita en qué consisten los vicios
in iudicando e in procedendo que conlleven a la vulneración de
los preceptos normativos invocados, así como los errores en
el razonamiento judicial decisorio en el que habrían incurrido
los juzgadores; por el contrario, del análisis de los argumentos
esbozados, se evidencia que los mismos están orientados a
obtener de ésta Sala Suprema una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente valoración de los medios probatorios
actuados en el proceso, a fin de que se acoja la tesis fáctica
postulada ante las instancias de mérito, que sustenta la
justificación de la posesión que ejerce sobre el predio sub litis;
empero la actividad que se pretende obtener de éste Colegiado
Supremo, no se condice con los fines del recurso de casación,
previstos en el artículo 384º del Código Procesal Civil, los cuales
son la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y
la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia; maxime, si el Ad quem, efectuando la respectiva
valoración probatoria, ha determinado que, la parte actora ha
78889
acreditado de forma plena ser propietarios del inmueble sub
materia y que dicha propiedad la han adquirido bajo la fe pública
del registro y que se encuentran amparados conforme al principio
de publicidad, legitimación y buena fe registral contenidos en los
artículos 2012º, 2013º y 2014º del Código Civil, que constituyen
una garantía en la transferencia de dominio de inmuebles y del
tráfico comercial; enfatizando que la existencia de un proceso
de nulidad del acto jurídico de compraventa a favor de la parte
demandante y la hipoteca a favor del Banco Industrial, no enerva
la eficacia jurídica de la hipoteca constituida, por tratarse de un
tercero registral amparado en el artículo 1214º del Código Civil
e igualmente la parte demandante que adquirió el inmueble sub
litis del citado Banco, de lo que se infiere que en el presente caso
no se configuran los supuestos del artículo 2020º del Código Civil
conforme al fundamento 53 del Pleno Casatorio sobre desalojo
por ocupación precaria; razones por las cuales corresponde
declarar la improcedencia de las causales objeto de análisis. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Juana Salazar Ayasta, obrante a folios
quinientos dieciséis, contra la sentencia de vista de fecha quince
de junio de dos mil quince, obrante a fojas quinientos cuarenta
y cuatro, que confirmando la sentencia de primera instancia
obrante a fojas, de fecha trece de marzo de dos mil trece, obrante
a fojas cuatrocientos treinta y seis, declaró fundada la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron; en los
seguidos por el procurador José Huerta Alatrista contra Zoraida
Ayasta Arrunátegui y Bertha Sandoval Medina; sobre Desalojo
por Ocupación Precaria. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-225
CAS. Nº 2700-2015 LIMA
Reivindicación. Lima, cuatro de setiembre de dos mil quince.-
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el
demandado Enrique José Llontop Quesquen, obrante a folios
doscientos cincuenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha
primero de abril de dos mil quince, de folios doscientos veintiocho,
que confirma la sentencia de primera instancia de fecha nueve de
mayo de dos mil catorce, de folios ciento veinte, que declara fundada
la demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y
procedencia deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido,
en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene
que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la
resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que
establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida
ha sido notificada en fecha veintiocho de mayo de dos mil quince,
conforme obra del cargo de notificación, de folios doscientos treinta y
cuatro, y el recurso de casación se presentó el diez de junio de dos
mil quince, IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios doscientos cuarenta y nueve del expediente principal.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir la
resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus
intereses, conforme se advierte del recurso de apelación de folios
ciento sesenta y ocho, por lo que cumple con lo dispuesto en el
numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de
examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en los numerales
2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, debe considerarse
que el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario
de carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse
de manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial, así
como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia como
causales a) Infracción normativa del artículo 139º inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, articulo VII del Título Preliminar,
artículo 50º inciso 6 y 122º del Código Procesal Civil, señalando
que la Sala al confirmar la apelada ha emitido una sentencia
inmotivada e incongruente, en tanto, no se sustenta jurídicamente la
decisión asumida y se declara el mejor derecho de propiedad del
inmueble sub litis a favor del demandante, pese a que éste no

78890 CASACIÓN
propuso dicha pretensión como parte de su demanda, razón por la
cual tampoco fue incluida como punto controvertido; en consecuencia,
se vulneró el derecho de defensa que asiste a la parte recurrente y el
artículo 122º del Código Procesal Civil; máxime, si se considera que
la Sala no ha emitido pronunciamiento respecto a los agravios
expuestos en el escrito de apelación presentado, específicamente, a
que en el proceso el actor no alegó tener el mejor derecho de
propiedad. Finalmente, se debe analizar que el Ad quem indica que
el contrato que sustenta la posición del demandado no contiene fecha
cierta, razón por la cual fue realizado con posterioridad al documento
que sustenta la posesión del actor, y que la parte emplazada no
aportó medio probatorio que enerve la buena fe del actor; sin
embargo, ello implica asumir un cuestionamiento no advertido por el
accionante, vulnerando así la normativa bajo análisis, teniendo en
cuenta que en autos obran medios de prueba que acreditan la
posición del recurrente; y b) Infracción normativa por inaplicación
del artículo 927º y 950º del Código Civil, indicando que el Ad quem
debía verificar si existía o no usucapión, como una situación de hecho
que originó el derecho de propiedad del recurrente, tal y como lo
establece el artículo 950º del Código Civil, y en tal caso declarar
infundada la demanda, teniendo en consideración que la pretensión
de reivindicación no se opone a quien adquiere el bien por usucapión,
según lo prevé el artículo 927º del Código Civil. Sexto.- Que, respecto
a la causal denunciada en el literal a), resulta inviable en sede
casatoria, en la medida que, si bien la parte impugnante alega un
supuesto vicio de incongruencia al haber omitido la Sala Superior
pronunciarse sobre los agravios dirigidos a cuestionar una
extralimitación del juez de primera instancia al emitir pronunciamiento
sobre el mejor derecho de propiedad a favor del demandante, a pesar
de no haber sido postulada como pretensión en el escrito de
demanda; debe advertirse que, lo denunciado por el recurrente,
carece de todo respaldo en los actuados, al verificarse que en el
fundamento cuarto de la sentencia de vista objeto del recurso, el Ad
quem ha señalado que la acción reivindicatoria, encierra un doble
efecto: uno declarativo, respecto del reconocimiento del derecho y un
efecto de condena, respecto de la restitución del bien; asimismo,
agrega en el quinto considerando que, la acción reivindicatoria tiene
como uno de sus efectos que se reconozca el derecho del propietario
frente al demandado y que dicha acción constituye el medio por
excelencia para la defensa de la propiedad y dentro de la misma se
puede discutir el derecho de propiedad. En consecuencia, este
extremo de la causal debe ser declarado improcedente. Séptimo.-
Asimismo, el extremo de la primera causal, a través del cual se
denuncia que el Ad quem incurre en vicio de incongruencia al concluir
que el contrato que sustenta la posición del demandado no contiene
fecha cierta, y que la parte emplazada no aportó medio probatorio
que enerve la buena fe del actor, cuando dicho argumento no había
sido deducido por la parte demandante; cabe señalar que, dicha
denuncia también deviene en inviable, pues debe tenerse en cuenta
que el examen de las circunstancias que se alega resultaba
indispensable conforme a la naturaleza de la pretensión postulada en
autos y la materia controvertida; razón por la cual corresponde
declarar la improcedencia de la presente causal. Octavo.- Que, con
relación a la segunda causal descrita en el literal b), se verifica que su
fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión exigido
por el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil; pues lo
que en rigor se pretende, bajo el cuestionamiento de una supuesta
inactividad probatoria por parte del órgano jurisdiccional, es que ésta
Sala Suprema analice un argumento de defensa que no fue propuesto
en la etapa procesal correspondiente (postulatoria), consistente en
que la parte demandada ha adquirido la propiedad del inmueble sub
litis por usucapión, el mismo que recién ha sido formulado con el
recurso de apelación, obrante a fojas ciento sesenta y ocho; y
respecto del cual el Ad quem ha señalado categóricamente que al no
haber sido propuesto en su oportunidad no fue materia de
pronunciamiento por el juez de primera instancia, situación que
impidió pronunciarse sobre ello en la sentencia de vista; máxime si el
recurrente al proponer su apelación solo acompañó copia de la
demanda sobre prescripción adquisitiva, que acredita solo el inicio del
proceso, medio que fue rechazado en esta instancia por resolución
consentida. Noveno.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface el requisito de procedencia precisado en el numeral 2 del
artículo 388º del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que
se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392º del
acotado Código Procesal. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
demandado Enrique José Llontop Quesquen, obrante a folios
doscientos cincuenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha
primero de abril de dos mil quince, de folios doscientos veintiocho,
que confirma la sentencia de primera instancia de fecha nueve de
mayo de dos mil catorce, de folios ciento veinte, que declara fundada
la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Realtors Property Developers Sociedad Anónima Cerrada contra
Enrique José Llontop Quesquen, sobre Reivindicación; y los
devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-226
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
CAS. NRO. 2722-2015 AREQUIPA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, siete de
setiembre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por Miriam Amparo Quispe Apaza a fojas quinientos
veintiocho, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
noventa y nueve, del veintiuno de mayo de dos mil quince, que
confirma la sentencia apelada de fecha veintidós de octubre
de dos mil catorce, de fojas trescientos ochenta y cinco, que
declara fundada la demanda; en consecuencia, ordena a la parte
demandada desocupen el inmueble ubicado en “calle Montreal
119, Urbanización La Isla del Cercado Arequipa o denominado
Calle frente a la calle Número dos, Sub Lote 6–A, Pueblo Joven La
Isla, Arequipa. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los
fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no
está facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para
integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta
y explícita la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio
los defectos incurridos por el casacionista, en la formulación del
referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que
el recurso de casación de fojas quinientos veintiocho cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige
el artículo 387 del Código Procesal Civil -modificado por la Ley
número 29364-, toda vez que se interpone: i) Contra la resolución
expedida por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de justicia de Arequipa que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado
dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue notificada
a la recurrente el cuatro de junio de dos mil quince, conforme a
la constancia del cargo de notificación de fojas quinientos ocho,
y el referido recurso de casación fue interpuesto el dieciocho de
junio de dos mil quince; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo a fojas quinientos veintiséis. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que la nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia
que le fue desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente sustenta
su recurso de casación, en la primera causal prevista por el
artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia:
Infracción normativa de los artículos 139 incisos 3 y 14 de
la Constitución Política del Perú y V del Título Preliminar del
Código Civil. Alega que se ha vulnerado el derecho al debido
proceso, pues no se le ha notificado la demanda, infringiéndose
con ello su derecho de defensa; asimismo señala que no se
ha tomado en cuenta la representación defectuosa de la parte
demandante, pues al ser un ciudadano extranjero debió cumplir
con los requisitos establecidos en la ley de extranjería y en el
presente caso ha realizado una gestión legal sin estar habilitado.
Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el quinto
considerando, éstas deben desestimarse porque están orientadas
a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito,
entre ellas, que del contenido del acta inspección judicial de fecha
dos de agosto del dos mil trece, obrante en el folio doscientos
sesenta y cuatro, se aprecia que en el segundo piso del inmueble
materia de litis se encontró en posesión a “Mónica Amparo
Quispe Apaza”, que, de los datos consignados en su Documento
Nacional de Identidad Nº 45703956, se advierte que su nombre
verdadero es Miriam Amparo Quispe Apaza, por lo que en las
cédulas de notificación se le ha consignado el nombre erróneo, lo
que constituiría un vicio en la notificación; sin embargo, la nulidad
se convalida tácitamente cuando el facultado para plantearla no
formula su pedido en la primera oportunidad que tuviera para
hacerlo; de lo actuado se desprende que la parte apelante pudo
haber planteado nulidad a partir de la fecha que fue notificada con
la resolución número veintitrés (folio doscientos setenta y ocho),
esto es, desde el veinticuatro de setiembre del dos mil trece, lo
cual no ha sucedido, operado la convalidación tácita; respecto al
fundamento a que el demandante italiano Vincenzo Mariani ha
otorgado poder a una ciudadana peruana no estando habilitado
para este acto, tal alegación carece de relevancia para los efectos
del presente proceso de desalojo, donde el demandante debe
acreditar derecho de propiedad sobre el bien en litis y la parte
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
demandada el título que justifique su derecho a poseerlo, extremo
que no ha acreditado la litisconsorte de forma alguna; siendo ello
así, carece de sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.- Que,
por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por la recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que la impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, la impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas invocadas;
menos aún han demostrado la incidencia directa que tendría
aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Miriam Amparo Quispe Apaza a fojas quinientos veintiocho,
contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos noventa y
nueve, del veintiuno de mayo de dos mil quince; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Vicenzo
Mariani con Angélica Bethy López Roque y otros, sobre desalojo
por ocupación precaria; y, los devolvieron. Interviene como
ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.- SS.
almenara bryson, walde Jáuregui, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-227
CAS. Nº 2739-2015 CUSCO
Obligación de Dar Suma de Dinero. Lima, siete de septiembre de
dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Rolando Rivas Esquivel, representante legal de
Corporación del Acero Cemento y Materiales de Construcción
E.I.R.L., de fojas ochenta y tres, contra el auto de vista de fecha
cuatro de mayo de dos mil quince, obrante a fojas setenta y dos,
que confirma el auto contenido en la resolución número seis,
de fecha veintisiete de octubre de dos mil catorce, corriente a
fojas cuarenta y uno, que resuelve llevar adelante la ejecución
hasta que la ejecutada cancele la obligación que persuade el
título valor ascendente a la suma de ciento dos mil trescientos
cuarenta y ocho con 71/100 nuevos soles (S/.102,348.71), más
intereses devengados, por devengarse, gastos, costas y costos
del proceso; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha tres de junio de dos mil quince, conforme obra
del cargo de notificación, de folios setenta y cinco, y el recurso de
casación se presentó el diecisiete de junio de dos mil quince, IV)
La parte recurrente adjunta el correspondiente arancel judicial de
folios setenta y seis, reverso del expediente principal. Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir la
resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable a
sus intereses, conforme se advierte del recurso de apelación de
folios ciento sesenta y ocho, por lo que cumple con lo dispuesto
en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que,
a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en
los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia como causal:
Infracción normativa por inaplicación del artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, así como los artículos
424º numeral 6 y 427º numeral 4 del mismo cuerpo legal, al
haberse resuelto apartándose del principio tantum apellatum
quantum devolutum, pues la Sala Superior obvia pronunciarse
78891
sobre los fundamentos de la apelación, en el cual se señaló
que “El Juzgado se encontraba en posibilidades de verificar si el
contenido del pagaré correspondía o no con el monto que figura en
la liquidación de saldo deudor, no hizo referencia a este medio de
prueba”, por lo que debió rechazarse liminarmente la demanda por
no existir conexión lógica entre el petitorio y los hechos invocados
en la demanda, pues la presentación de la liquidación de saldo
deudor difiere del contenido en el pagaré, por lo que existe una
errónea calificación de la demanda. Sexto.- Que, con relación a la
única causal descrita en el considerando anterior, se verifica que
su fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil;
en la medida que si bien se alega que la sentencia de vista ha
afectado el principio de congruencia, así como normas procesales
referidas a los requisitos de procedencia de la demanda, lo cierto
es que la parte impugnante no cumple con explicitar de forma
adecuada en qué consiste los vicios sustanciales que conllevan
a la vulneración que alega; máxime si el vicio que se describe,
no se condice con el mérito de los actuados, al no resultar cierto
que el recurrente en su recurso de apelación haya denunciado
incongruencia entre el contenido del pagaré y el saldo deudor;
verificándose que lo que en rigor denunció fue que el título valor
ofrecido como medio probatorio no es idéntico al título valor que
obra en el expediente, sustentando en que en éste último se
visualiza un pagaré perjudicado, por no contener fecha cierta,
pues en la copia se lee que “vence el 12 de febrero de 2014”; en
consecuencia, nos encontramos frente a un agravio inexistente;
razón por la cual corresponde declarar la improcedencia del recurso
sub examen. Séptimo.- Que, siendo así, el recurso de casación
no satisface el requisito de procedencia precisado en el numeral 2
del artículo 388º del Código Procesal Civil y su modificatoria, por
lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392º del acotado Código Procesal. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Rolando Rivas Esquivel, representante legal de Corporación
del Acero Cemento y Materiales de Construcción E.I.R.L., contra
el auto de vista de fecha cuatro de mayo de dos mil quince,
obrante a fojas setenta y dos; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Scotiabank Perú S.A.A.,
contra la parte recurrente, sobre obligación de dar suma de
dinero, y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-228
CAS. Nº 2747-2015 TACNA
REIVINDICACIÓN. Lima, veintiuno de setiembre de dos
mil quince.- VISTOS; con los expedientes acompañados; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
la demandada Lidia Juana Tapia de Rivera de folios un mil
trescientos treinta y uno, contra la sentencia de vista de fecha
cuatro de mayo de dos mil quince, de folios un mil trescientos
diecisiete, que confirma la sentencia de primera instancia de
fecha quince de julio de dos mil trece, de folios un mil doscientos
cuarenta y nueve, que declara infundada la demanda de nulidad
de acto jurídico, infundadas las tachas y oposiciones, fundada
la demanda de reivindicación, improcedente el cobro de frutos
e improcedente el pago de mejoras; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna
una resolución expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte
Superior de Justicia de Tacna que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala
Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Tacna. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en
fecha cinco de junio de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el diecinueve de mayo de dos mil quince. IV) No
adjunta el correspondiente arancel judicial por encontrarse con
auxilio judicial. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón
que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte de
folios un mil doscientos setenta y uno; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o

78892 CASACIÓN
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa de los artículos I y VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil y VII del Título Preliminar del Código
Civil. Señala que la demanda de nulidad de acto jurídico se
sustentó en la falta de manifestación de voluntad y fin ilícito por
falsificación de firma, sin embargo los puntos controvertidos sólo
se fijaron en base a la primera causal, habiéndose sentenciado
en tal sentido, por lo que el órgano jurisdiccional en aplicación de
las normas cuya infracción se denuncia, debió guiar el proceso y
aplicar el derecho de acuerdo a los hechos que aparecen en el
proceso, lo cual no sucedió vulnerándose el debido proceso. b)
Infracción normativa de los artículos 197 del Código Procesal
Civil y 140 inciso 1 del Código Civil. Manifiesta que no se ha
realizado una valoración conjunta de los medios probatorios,
como las instrumentales de fojas quinientos veintiséis, quinientos
veintisiete, novecientos ochenta y tres y novecientos ochenta y
cuatro que prueban la demencia senil de su madre, menos aún
se ha existido valoraciones esenciales respecto al informe emitido
por el Hospital correspondiente. Agrega, que se ha probado la
incapacidad de su madre, con las certificaciones en instrumento
público obrantes en las fojas arriba mencionadas. Sexto.- Que,
en relación a la causal denunciada en el literal a), se aprecia que
la misma carece de amparo legal en cuanto a su procedencia,
toda vez que la resolución que fijó los puntos controvertidos
respecto a la demanda de nulidad de acto jurídico no fue materia
de impugnación por parte de la recurrente, habiendo adquirido la
calidad de cosa juzgada, más aún si en el sétimo fundamento de
la sentencia de primera instancia se emite un pronunciamiento
respecto a la supuesta falsificación de la firma de la madre de
la recurrente, siendo desestimado tal extremo, lo cual tampoco
fue materia de impugnación en el recurso de apelación, quedando
consentido el referido extremo. Sétimo.- Que, respecto a la causal
descrita en el literal b), se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efectos de determinar que el acto jurídico contenido
en la escritura pública de compraventa de fecha veintiocho de
enero de mil novecientos noventa y siete deviene en nulo por falta
de manifestación de voluntad de la transfiriente, en tanto no se
encontraba con capacidad para celebrarlo, como si esta sede se
tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice con
la naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos
fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la
unificación de los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia,
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar
las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron
convicción a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate
casatorio. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a
la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si
bien el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso materia
de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del
Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Lidia Juana Tapia
de Rivera de folios un mil trescientos treinta y uno, contra la
sentencia de vista de fecha cuatro de mayo de dos mil quince, de
folios un mil trescientos diecisiete; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Bartolomé Cruz Tapia
contra Lidia Juana Tapia de Rivera y otro, sobre reivindicación y
otros; y los devolvieron; notificándose. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Integrando esta Sala
Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina por licencia del
señor juez Supremo Almenara Bryson.- SS. WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-229
CAS. Nº 2768-2015 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, nueve
de setiembre de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Juan Siesquén Santisteban
de folios doscientos veinticinco, contra la sentencia de vista de
fecha veintinueve de mayo de dos mil quince, de folios doscientos
diecisiete, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
nueve de marzo de dos mil quince, de folios ciento sesenta y
seis, que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala
Especializa Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque.
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha cinco de junio de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el diecinueve de junio de dos mil quince. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial de folios doscientos veintidós
del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se
advierte de folios ciento ochenta y cuatro, por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que,
el recurrente denuncia como supuestos de infracción normativa:
a) Inaplicación del artículo 923 del Código Civil. Señala que
resulta aplicable dicha norma, toda vez que ha acreditado su
derecho de propiedad. b) Infracción a las formas esenciales
para la eficacia y validez de los actos procesales. Manifiesta
que el artículo 586 del Código Procesal Civil establece que
pueden demandar, el propietario, arrendador, administrador y
todo aquel que considere tener derecho a la restitución de un
predio, y puede ser demandado el arrendatario, sub arrendatario,
precario o cualquier otra persona a quien le es exigible la
restitución; sin embargo si bien el recurrente es demandado no
tiene la condición de precario, sino la de propietario. Sexto.-
Que, en relación a las causales denunciadas, se verifica que los
argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que
el recurrente no es un ocupante precario, toda vez que habría
acreditado tener la condición de propietario respecto al inmueble
sub litis que posee, como si esta sede se tratara de una tercera
instancia, propósito que no se condice con la naturaleza de este
extraordinario recurso de casación, cuyos fines están circunscritos
a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los criterios de
la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad constitutiva
del recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni
juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala Superior,
en tanto ello es ajeno al debate casatorio, más aún si no precisa
aquellos elementos de prueba que desvirtuarían lo sostenido por
las instancias de mérito. Sétimo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, el recurrente no cumple con indicar su pedido casatorio.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Juan Siesquén
Santisteban de folios doscientos veinticinco, contra la sentencia
de vista de fecha veintinueve de mayo de dos mil quince, de folios
doscientos diecisiete; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Ramón Walter Bazán Alfaro contra Juan
Siesquén Santisteban y otros, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron; notificándose. Interviene como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Integrando
esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina, por
licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-230
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
CAS. Nº 2779-2015 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, nueve de septiembre de
dos mil quince.- VISTOS; con el expediente acompañado; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el
demandante Comité del Parque III de la Cooperativa de
Vivienda La Huayrona LTDA., de fojas mil quinientos siete,
contra la sentencia de vista de fecha ocho de mayo de dos mil
quince, obrante a fojas mil cuatrocientos ochenta y nueve, que
confirmó el auto contenido en la resolución ciento tres, de fecha
trece de junio de dos mil catorce, corriente a fojas mil trescientos
cincuenta y siete, en el extremo que resuelve declarar fundada la
excepción de prescripción extintiva deducida por el codemandado
Teófilo Rómulo Valverde Julca, en lo que respecta a la pretensión
de nulidad del Plano de Replanteo de Lotización de Habilitación
Urbana de los lotes 1,2,3,4,5y 6 de la Mz. Z-1, parte del área del
Parque Nº 3, con frente Jr. Los Terrazos de Lotización Nº 329-VI-
6459, distrito San Juan de Lurigancho, aprobado por Resolución
Directoral Regional Nº 598-81-VI-6455, de fecha nueve de
noviembre de mil novecientos ochenta y uno, expedida por la
Municipalidad Metropolitana de Lima; disponiéndose la nulidad de
todo lo actuado, dándose por concluido el proceso en dicho
extremo; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y
procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el
inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha quince de junio de dos mil quince, conforme
obra del cargo de notificación, de folios mil quinientos once, y el
recurso de casación se presentó el veinticinco de junio de dos mil
quince, IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios mil quinientos seis del expediente principal.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable
a sus intereses, conforme se advierte del recurso de apelación de
folios ciento sesenta y ocho, por lo que cumple con lo dispuesto en
el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de
examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en los
numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Quinto.- Que, la
parte recurrente denuncia como causales las siguientes: a)
Infracción normativa del artículo 73º de la Constitución
Política del Estado, arguyendo que la Sala no ha aplicado la
referida norma constitucional, ya que está demostrado que el
inmueble sub litis su destino es el de un parque y el hecho de
haberse inscrito fraudulentamente, esto da lugar a que el error y lo
ilícito no genera derecho porque se trata de un bien de dominio y
uso público, por eso es imprescriptible. b) Infracción normativa
del artículo 197º del Código Procesal Civil y motivación
aparente y deficiente de la resolución de vista, señalando que
la Sala no ha tenido en consideración el artículo precedente que
establece que todos los medios probatorios deben ser apreciados
en su conjunto con un criterio racional y de unidad por cuanto
existiendo instrumentos de naturaleza pública como los Informes
No. 172-2002-MLM de fecha trece de septiembre de dos mil dos y
No. 194-2002-MLM, expedidos por la Municipalidad Provincial de
Lima, mediante los cuales se establece que el área de 5,336 m2
está destinado al parque y que no existe la Mz. Z-1 en dicha área
territorial. Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada en el
literal a), resulta necesario poner de relieve que en reiterada
jurisprudencia de esta Sala Suprema se ha establecido que no
cabe invocar una norma constitucional como causal del recurso de
casación, porque contiene preceptos de carácter general, salvo
que exista incompatibilidad entre ésta y una norma legal ordinaria,
lo cual no ha sido explicado en el recurso sub examen; razón por
la cual, corresponde declarar la improcedencia de la presente
denuncia; tanto más si se tiene en cuenta que los fundamentos
que sustentan la causal propuesta han sido formulados de manera
genérica, sin especificar adecuadamente el error propiamente
jurídico que se considera se ha cometido en la resolución
impugnada, evidenciándose un verdadero propósito de la parte
recurrente de que ésta Sala Suprema efectúe revaloración de los
medios probatorios actuados en el proceso, a fin de respaldar la
78893
tesis referida a la naturaleza jurídica del bien materia de litis,
respecto del cual la parte recurrente aduce se trata de un bien de
dominio público, a pesar que las instancias de mérito han
determinado enfáticamente que constituye un bien de dominio
privado. Séptimo.- Que, respecto a la causal descrita en el literal
b), se verifica que su fundamentación no supera el requisito de
claridad y precisión exigido por el numeral 2 del artículo 388 del
Código Procesal Civil; en la medida que si bien se alega que la
sentencia de vista ha incurrido en vulneración del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales así como infracción del
artículo 197º del Código Procesal Civil, lo cierto es que la parte
impugnante no cumple con explicitar de forma adecuada en qué
consiste los vicios sustanciales que conllevan a la vulneración que
alega; por el contrario, del análisis de los fundamentos del recurso,
se observa que éstos se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada en
el proceso, a efectos de acogerse la tesis que el recurrente viene
alegando a lo largo del proceso, consistente en que el bien materia
de litis se trata de un bien de dominio público; empero dicha
actividad que se pretende generar en ésta sede casatoria,
contraviene los fines del recurso de casación contemplados en el
artículo 384º del Código Procesal Civil, los cuales son, la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia.
Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no satisface el
requisito de procedencia precisado en el numeral 2 del artículo
388º del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se
debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392º del
acotado Código Procesal. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
demandante Comité del Parque III de la Cooperativa de
Vivienda La Huayrona LTDA, contra la sentencia de vista de
fecha ocho de mayo de dos mil quince, obrante a fojas mil
cuatrocientos ochenta y nueve; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; y los devolvieron; en los seguidos contra Teófilo
Julio Rómulo Valverde y otros, sobre nulidad de acto jurídico.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.
Integrando esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda
Molina, por licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-231
CAS. Nº 2853-2015 DEL SANTA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, veintiocho
de setiembre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandada Empresa de Transporte War SAC,
a fojas quinientos sesenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas quinientos cincuenta y cuatro, del veintitrés de diciembre de
dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada de fecha ocho
de julio de dos mil catorce, de fojas quinientos ochenta y seis, que
declara fundada en parte la demanda de indemnización por
inejecución de la obligación; en consecuencia, cumpla la parte
demandada con cancelar la suma de 106,596.52 nuevos soles, e,
infundada en el extremo de la indemnización por concepto de
lucro cesante. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las
agravios que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos incurridos
por el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas 569 cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia de vista expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa que,
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificado a la recurrente el
treinta de abril de dos mil quince, conforme a la constancia del

78894 CASACIÓN
cargo de notificación de fojas seiscientos cincuenta y cuatro, y el
referido recurso de casación fue interpuesto el doce de mayo de
dos mil quince; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo
a fojas quinientos sesenta y seis. Cuarto.- Que, al evaluar los
requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que la nombrada casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le
fue desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente sustenta su recurso
de casación, de fojas 348, en la primera causal prevista por el
artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia:
Infracción normativa de los artículos 1315 , 1325 , 1981 del
Código Civil, 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú,
IX Título Preliminar y 188 del Código Procesal Civil. Alega que
se ha vulnerado el derecho a la debida motivación, pues no se ha
tomado en cuenta la responsabilidad vicaria; que estando al
razonamiento del Ad quem debería asumir toda la responsabilidad
ante la demandante por ser la dueña del vehículo que transporta
la mercadería; sin embargo no ha tomado en cuenta que este
traslado se realizó por actos de un subordinado, y por ende
también lo hace responsable por el supuesto daño causado;
asimismo indica que si bien se ha dado la inejecución de la
obligación, no es por causas atribuibles a la recurrente, sino más
bien debido a un caso fortuito o de fuerza mayor, siendo este un
evento extraordinario imprevisible e irresistible como es el robo;
que la Sala de mérito le atribuye al chofer una negligencia, por la
hora de salida y las paradas que realizó al transportar la
mercadería, sin embargo dicha afirmación no es exacta, pues no
existen estándares que establezcan una determinada hora de
salida, trayecto o paradas para la revisión del vehículo para
transportar una mercadería, máxime si las paradas efectuadas
corresponden a la verificación a tiempo del correcto estado de un
vehículo, a fin de evitar desperfectos que pongan en riesgo la
mercadería transportada y su propia vida. Sexto.- Que,
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que se
advierte de los autos, que ambos denunciados civiles José
Humberto Sandoval Ramos y Carlos Manuel Pozo Castro si bien
es cierto han intervenido de alguna manera en los hechos que han
generado la presente controversia; sin embargo como bien lo
señala el A quo en la venida en grado, son personas ajenas a la
relación obligacional derivada del contrato de transporte celebrada
entre la demandante y la demandada; ahora bien, exista o no
responsabilidad de éstos los denunciados civiles, la tendrán que
asumir los contratantes, máxime si se trata de una supuesta
inejecución de obligación contractual, en la que los denunciados
civiles tienen una cierta dependencia de una de las partes
contratantes; que en autos se ha acreditado un contrato de
transportes celebrado entre la demandante y la demandada,
contrato que no se ha cumplido a cabalidad, puesto que la
mercadería no ha llegado a su destino, consecuentemente la
responsabilidad en este caso estaría en la inejecución de la
obligación, siendo ello así, carece de sustento lo alegado por la
recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia de autos,
no se aprecia la vulneración del derecho al debido proceso o
infracción normativa de derecho procesal; asimismo, se advierte
que el Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios
puestos de manifiesto por la recurrente en su escrito de apelación.
Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que
la impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de
mérito que no puede ser traído a sede casatoria, por ser materia
ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser
desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, la impugnante no ha
cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber
descrito con claridad y precisión las infracciones normativas
invocadas; menos aún ha demostrado la incidencia directa que
tendrían aquéllas sobre la decisión impugnada. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Empresa de Transporte War SAC, a
fojas quinientos sesenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas quinientos cincuenta y cuatro, del veintitrés de diciembre de
dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Prosedisa SA con Empresa de Transporte War
SAC, sobre indemnización por daños y perjuicios; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE
JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERON PUERTAS C-1392274-232
CAS. Nº 2879-2015 LIMA
EJECUCION DE GARANTIA. Lima, veintiocho de setiembre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de casación interpuesto por la acreedora no ejecutante Norma
Bertha Morales Macedo, obrante a folios doscientos cuarenta y
seis, contra la sentencia de vista de fecha veintitrés de abril de
dos mil quince, obrante a fojas doscientos treinta y tres, que
confirmó la resolución número tres de fecha trece de enero del
dos mil catorce, que resolvió homologar el acuerdo pactado entre
las partes en el documento denominado “Transacción Judicial” de
fecha veintitrés de diciembre del dos mil trece; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en
la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Segunda Sala Civil Sub
especializada Comercial de la Corte Superior de Justicia del Lima
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, en tanto, la sentencia de vista fue
notificada el once de junio de dos mil quince, y el recurso de
casación fue interpuesto el veintitrés del mismo mes y año, IV) La
parte recurrente adjunta el correspondiente arancel judicial según
se advierte a folios doscientos cuarenta y cinco del expediente
principal. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia las siguientes
causales: a) Infracción normativa por interpretación errónea
de la norma sustantiva pertinente, señalando que la Sala se ha
limitado a aplicar la norma sustantiva, por simple formalidad, de
manera mecánica y desde el punto de vista dogmático formalista,
cuando la correcta interpretación de la norma debió hacerse desde
el punto de vista axiológico, respetando su derecho de retención,
y valorando los hechos y medios probatorios, para determinar que
su derecho de retención se encuentra debidamente acreditado
con la escritura pública de anticresis que obrante en autos, y b)
Infracción normativa por inaplicación del artículo 139º inciso
3 y 5, artículo 12º de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
modificado por la Ley Nº 28490, y artículo 122º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 27524, señalando
que se ha vulnerado las normas que garantizan el derecho al
debido proceso al incurrirse en vicios o errores in procedendo,
lo cual deviene en la nulidad de la resolución recurrida, teniendo
en cuenta que no se puede aplicar el principio de subsanación
para enmendar actos procesales irregulares que contravengan
las normas que garantizan el debido proceso o la infracción
de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos
procesales, conforme procedió el colegiado al desestimar el
derecho de retención del predio subjudice, en aplicación taxativa
de lo previsto en el artículo 1123º y siguientes del Código Civil,
Sexto.- Que, con relación a la causal denunciada en el literal
a), se verifica que su fundamentación no supera el requisito de
claridad y precisión exigido por el numeral 2 del artículo 388º del
Código Procesal Civil; en la medida que si bien se alega que el
Ad quem interpretó erróneamente una norma sustantiva, lo cierto
es que la parte impugnante no cumple con identificar la norma
que considera ha sido infraccionada en la sentencia recurrida, ni
mucho menos la incidencia que ésta tendría en la decisión asumida
por el colegiado; por el contrario, del análisis de los fundamentos
del recurso, se observa que expone argumentos genéricos que
en modo alguno enerva el criterio acogido por las instancias de
mérito, referido a que los acreedores no ejecutantes carecen de
legitimidad para cuestionar la homologación de la transacción
extrajudicial celebrado con el ejecutado el veintitrés de diciembre de
dos mil trece por versar sobre una relación jurídica absolutamente
independiente y ajena a aquella de la cual derivan los derechos
que invocan, razón por la cual la infracción alegada deviene en
improcedente. Séptimo.- Que, respecto a la causal descrita en
el literal b), se advierte que el argumento expuesto como sustento
de la infracción normativa alegada tampoco satisface el requisito
previsto en el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil, en tanto, se indica que la resolución recurrida es nula por
supuesta contravención a las normas que garantizan el debido
proceso y a su derecho de motivación de resoluciones judiciales;
sin embargo, la parte recurrente no cumple con explicitar de forma
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
adecuada en qué consisten los vicios procesales que conllevan
a la vulneración de los preceptos constitucionales que invoca;
exponiendo argumentos genéricos que no sustentan los supuestos
errores in procedendo que considera cometidos por las instancias
de mérito, defecto argumentativo que genera la improcedencia de
la causal materia de análisis. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Norma
Bertha Morales Macedo, obrante a folios doscientos cuarenta y
seis, contra la sentencia de vista de fecha veintitrés de abril de
dos mil quince, obrante a fojas doscientos treinta y tres, que
confirmó la resolución número tres de fecha trece de enero del
dos mil catorce que resolvió homologar el acuerdo pactado entre
las partes en el documento denominado “Transacción Judicial” de
fecha veintitrés de diciembre del dos mil trece; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por BBVA Banco
Continental contra Pedro Terrones Campos, sobre Ejecución de
Garantías; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRIGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-233
CAS. Nº 2893-2015 LA LIBERTAD
Indemnización por daños y perjuicios. Lima, cuatro de diciembre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la Empresa Agroindustrial Casa Grande S.A.A
(página quinientos sesenta y dos) contra la sentencia de vista de
fecha dieciséis de octubre del dos mil catorce (página quinientos
treinta y nueve), que confirma la sentencia de primera instancia de
fecha siete de junio del dos mil catorce (página cuatrocientos
noventa y dos), que declara fundada la demanda; recurso
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, se tiene que el presente recurso cumple
con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que
emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del
plazo que establece el inciso 3 del citado artículo, pues la
resolución recurrida ha sido notificada en fecha dieciocho de
marzo del dos mil quince y el recurso de casación se presentó en
fecha primero de abril del dos mil quince. IV) Adjunta arancel
judicial (página quinientos cincuenta y ocho y quinientos cincuenta
y nueve). Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
se advierte que la entidad recurrente no dejó consentir la sentencia
de primera instancia, en razón que le fue desfavorable a sus
intereses, conforme se verifica de página quinientos tres; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1 de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, para establecer el cumplimiento de los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código adjetivo, se debe señalar
en qué consisten las infracciones normativas denunciadas. En el
presente caso se denuncia la infracción normativa de los artículos
139 inciso 3 y 5 de la Constitución Política del Estado, artículo
I del Titulo Preliminar, artículo 50 inciso 6, artículo 122 inciso
3 del Código Procesal Civil. La recurrente sostiene que de la
revisión del documental probatorio- análisis de maduración de
caña de fechas veinticuatro de julio, doce de agosto y diecinueve
de agosto del año dos mil dos- se tiene que ello no vincula de
ninguna manera a las partes procesales, pues el hecho que se
haya realizado un análisis a la caña, no significa que ella sería
molida e industrializada por Casa Grande, sino que los análisis
sólo demuestran la intención de su representada de conocer la
calidad del producto para determinar luego, si contrata o no con su
propietario, siendo aquello sólo decisión de su representada.
Indica que la valoración que la Sala Superior realiza al informe
expedido por el analista de caña de azúcar-proceso de molienda
de las 80 toneladas métricas, resulta totalmente discutible y
polémico, toda vez que se le está dotando de valor a un informe
expedido por un tercero, que solamente se basa en los dichos y
premisas que indica el demandante. Señala que se trata de un
informe de parte que tiene un contenido parcializado a los
intereses del demandante, por lo que, de ningún modo permite
colegir que su representada haya contratado la molienda e
industrialización de ochenta toneladas métricas de caña de azúcar
del demandante. Agrega que la Sala Superior ha omitido
argumentar en su resolución sobre el elemento factor de atribución,
que también debe concurrir junto a los demás. Quinto.- Que, la
casación es el recurso extraordinario que tiene como objeto que la
Corte Casatoria anule resoluciones que ponen fin al proceso y que
78895
contienen vicios de derecho que interesan al orden público
subsanar. En esa perspectiva se tiene: 1. Recurso extraordinario
es aquel que la ley concede a las partes después de haberse
cumplido con el principio de la doble instancia. Se trata de un
recurso porque es un medio de “transferir la queja expresiva de los
agravios1” y resulta extraordinario por estar limitados los motivos
para su interposición, “por ser limitadas las resoluciones judiciales
contra las que puedan interponerse”2 y porque su estudio “se limita
a la existencia del vicio denunciado”3. Desde esa perspectiva
Devis Echandía ha señalado que las limitaciones que presenta el
recurso tiene tres aspectos: “1) en cuanto a las sentencias que
puedan ser objeto de él, pues sólo se otorga para alguna de las
dictadas por tribunales superiores en segunda instancia y en lo
civil además para las que dicten en única instancia en procesos de
responsabilidad civil contra jueces (...); 2) en cuanto a las causales
que sirven para que estas sentencias puedan ser revocadas o
reformadas, que están taxativamente señaladas; y, 3) en cuanto a
las facultades de la Corte en el examen y decisión del recurso,
pues no puede examinar errores de la sentencia que el recurrente
no acuse ni por causales que la ley no contemple.”4 2. El recurso
es analizado y resuelto por la Corte Casatoria, la que, a diferencia
de su antecedente el Tribunal de Casación, pertenece al órgano
jurisdiccional y se encuentra ubicada en la cúspide del aparato.
Ella administra justicia a los particulares, bajo la salvedad de que
sólo lo hace en los casos en que sirva al interés público y juzgando
no el mérito de la controversia, sino la sentencia de apelación5 o,
como dice Calamandrei, “administra justicia a los particulares sólo
en los límites en que ello puede servirle para conseguir su fin de
unificación de la jurisprudencia6”. 3. La casación impide reexaminar
el íntegro de la sustancia debatida: se trata esencialmente de una
jurisdicción de derecho que no permite modificar los juicios de
hecho (salvo los casos que tengan que ver con la relación
procesal, los errores in procedendo o el control de la logicidad) y
por ello no constituye una tercera instancia judicial. 4. Entre el ius
litigatoris y el ius constitutionis, la casación optó por éste último. Es
decir, lo que le interesa no es (fundamentalmente) subsanar el
error que pudiera estar perjudicando a una de las partes, sino
evitar los errores de alcance general. De ahí que Calamandrei
advirtiera que sólo cuando el interés individual y el público
concordaran podía accederse a la casación7. 5. Asimismo, cuando
la norma alude a infracción normativa hace referencia a las
equivocaciones que pudieran existir en la sentencia impugnada
sobre la correcta aplicación del derecho objetivo, las que deben
describirse con claridad y precisión8. 6. Finalmente, cuando indica
que debe demostrarse la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, lo que hace es señalar que el impugnante
tiene que establecer una relación de correspondencia entre los
fundamentos de la resolución que rebate y las infracciones que
menciona. Es, teniendo en cuenta estos parámetros que se emitirá
el pronunciamiento respectivo. Sexto.- Que, del examen de la
argumentación expuesta por la recurrente se advierte que la
causal denunciada no cumple con los requisitos exigidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código referido, al no describirse
en forma clara y precisa la infracción normativa denunciada, ni se
demuestra la incidencia directa que tendría dicha infracción sobre
la decisión impugnada, toda vez que la recurrente pretende
cuestionar con criterios fácticos y probatorios el criterio adoptado
por la Sala Superior, sin fundarse en argumento válido y
consistente alguno. A ello debe añadirse que la propia contestación
de la demanda desdice lo afirmado en el recurso de casación,
pues allí se señaló que no era un simple análisis de caña lo que se
efectuaba, sino que la operación no se había podido efectuar por
haberse paralizado la molienda por fuerza mayor (página
cincuenta). Hay que agregar que la Sala Superior se pronunció
sobre los extremos de la apelación y que fue el juzgado quien
indicó como factor de atribución (la culpa); consecuentemente la
causal deviene en improcedente. Sétimo.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4 del referido artículo 388, si bien el
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio, no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia
de este recurso extraordinario son concurrentes. Por estas
consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del Código
Procesal Civil: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la Empresa Agroindustrial Casa
Grande S.A.A (página quinientos sesenta y dos), contra la
sentencia de vista de fecha dieciséis de octubre del dos mil
catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad y los
devolvieron; en los seguidos con Segundo Chirinos Silva
Rodríguez, sobre indemnización por daños y perjuicios; integra
esta Sala Suprema el doctor Miranda Molina por licencia del
doctor Walde Jáuregui. Intervino como ponente, el señor Juez
Supremo Calderón Puertas.- SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en

78896 CASACIÓN
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción.
1
Gozaíni, Osvaldo Alfredo. Derecho Procesal Civil. Tomo II. Ediar. Buenos Aires
1992, p. 742.
2
Guzmán Flujá, Vicente C. El recurso de casación civil. Tirant lo Blanch, Valencia
1996, p. 15.
3
Calamandrei, Piero. Casación civil. Ediciones Jurídicas Europa-América. Buenos
Aires 1959, p. 55.
4
Devis Echandía, Hernán. Teoría General del Proceso. Tomo II. Editorial
Universidad. Buenos Aires, 1985, p. 643.
5
Calamandrei, Piero. Ob. cit., p. 16, p. 51.
6
Calamandrei, Piero. Ob. cit., p. 16.
7
Calamandrei, Piero. Ob. cit,, p. 18
8
“Infracción es igual a equivocación: imputar infracción de norma a una sentencia
es afirmar que en la misma se ha incurrido en error al aplicar el derecho con el que
debe resolverse la cuestión suscitada”. Montero Aroca, Juan – Flors Matíes, José.
El Recurso de Casación Civil. Tirant lo Blanch, Valencia 2009, p. 414.
C-1392274-234
CAS. Nº 2911-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Lima, treinta de
setiembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por la demandada, Adela
Alejandría Romero, obrante a folios ciento sesenta y cinco,
contra la sentencia de vista de fecha cuatro de junio de dos mil
quince, obrante a fojas ciento treinta y nueve, que confirmó la
sentencia apelada de fecha siete de octubre de dos mil catorce,
obrante a fojas noventa y siete, que declaró fundada la demanda
de desalojo; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo. IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente arancel
judicial a fojas ciento sesenta y dos Tercero.- Que, en lo referente
a los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no dejó consentir la resolución de primera
instancia, en razón a que las resoluciones expedidas fueron
adversas a sus intereses, por lo que cumple con lo dispuesto
en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que,
a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en
los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia las siguientes
causales: a) Infracción normativa por interpretación errónea
del artículo 911º del Código Civil; señalando que la precariedad
se da cuando una posesión es efímera, deficiente e insegura, es
decir, que no tenga ninguna justificación; empero este hecho no ha
sido debidamente probado; b) Infracción normativa del numeral
3 del artículo 139º de la Constitución Política del Estado;
arguyendo que las sentencias cuestionadas sólo han mencionado
en forma lapidaria las normas legales que invocan, sin contar para
ello con la debida motivación sobre los documentos presentados
por la recurrente; además, el inmueble cuya posesión ostenta
está ocupado por más de diecisiete años, posesión que ha sido
reconocida por la autoridad municipal, por lo que inclusive puede
acceder a la propiedad a través de prescripción adquisitiva de
dominio; no se ha valorado el hecho de que la impugnante no
solo ha aparejado documentos referidos a los servicios de agua
y luz, sino también documentos que prueban la instalación de
dichos servicios, los cuales constituyen título que justifica la
posesión, ya que para realizar la instalación es necesario estar
en posesión. Sexto.- Que, absolviendo en forma conjunta las
causales denunciadas por la parte recurrente, se verifica que su
fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil; en la medida que si bien se alega que la sentencia de
vista ha incurrido en vulneración al derecho a la motivación de
las resoluciones judiciales, así como la infracción de norma de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
derecho material (artículo 911º del Código Civil), lo cierto es que
la parte impugnante no cumple con explicitar de forma adecuada
en qué consiste el vicio que conlleva a la vulneración que alega
o los errores in iudicando o in procedendo que considera se han
cometido en la sentencia objeto de impugnación; por el contrario,
del análisis de los fundamentos del recurso, se observa que
éstos se encuentran orientados más bien a generar en este
Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración de la prueba actuada en el proceso, a
efectos de acoger la tesis fáctica que la recurrente viene alegando
a lo largo del proceso, consistente en que ostenta título que
justifica su posesión y por ende no es precaria; tesis que ha sido
rechazada por las instancias de mérito quienes coincidentemente
han determinado que, el actor ha acreditado su calidad de
copropietario del bien sub Litis, lo que se corrobora de la partida
registral de fojas seis; en tanto que los demandados al haber sido
declarados rebeldes no acreditan que su posesión se justifique en
título alguno. Séptimo.- Que, siendo así, el recurso de casación
no satisface el requisito de procedencia precisado en el numeral 2
del artículo 388º del Código Procesal Civil y su modificatoria, por
lo que se debe procede conforme a lo dispuesto en el artículo 392º
del acotado Código Procesal. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandada, Adela Alejandría Romero, obrante a folios ciento
sesenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha cuatro de
junio de dos mil quince, obrante a fojas ciento treinta y nueve,
que confirmó la sentencia apelada de fecha siete de octubre
de dos mil catorce, obrante a fojas noventa y siete, que declaró
fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Oswaldo Dionisio Núñez Sánchez contra
Adela Alejandría Romero y otro, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-235
CAS. Nº 2913-2015 LIMA ESTE
INFRACCIÓN CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL. Lima, treinta de
setiembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Margalida Tercida Lázaro
Bautista, apoderada del menor Jorge Luis Hidalgo Lázaro de
folios trescientos treinta y seis, contra la sentencia de vista de fecha
treinta de marzo de dos mil quince, de folios trescientos veintitrés,
que revoca la sentencia de primera instancia de fecha veintinueve
de setiembre de dos mil catorce, de folios ciento sesenta, en el
extremo que impone la medida socio educativo de internamiento
por cuatro años, y reformándola impone dicha medida por tres años,
y la confirma en lo demás que contiene; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados de
conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil Descentralizada Transitoria de Ate de la
Corte Superior de Justicia de Lima Este que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la
Sala Civil Descentralizada Transitoria de Ate de la Corte Superior de
Justicia de Lima Este. III) Ha sido presentado dentro del plazo que
establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida
ha sido notificada en fecha diecisiete de abril de dos mil quince y el
recurso de casación se presentó el treinta de abril de dos mil quince.
IV) La recurrente se encuentra exonerada de la presentación de
arancel judicial, conforme a lo establecido en el artículo 24, literal d)
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
aprobado por Decreto Supremo 017-93-JUS. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que la recurrente no dejó consentir la resolución de primera
instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme
se advierte de folios ciento setenta y nueve y ciento noventa y ocho;
por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causales las siguientes:
a) Infracción normativa de los artículos 184 y 195 del Código de
los Niños y Adolescentes. Señala que su menor hijo a la fecha de
ocurrencia de los hechos tenía catorce años edad, por lo que se le
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
debió imponer una medida de protección, o en su caso, una medida
socioeducativa atenuada y no la de internación. b) Infracción
normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Estado. Manifiesta que no se ha realizado una fundamentación
fáctica y jurídica coherente con los hechos; no se ha considerado lo
expuesto en su apelación respecto a que no existió intención de
ultrajar sexualmente a la menor supuesta agraviada, siendo que en
todo caso el proceso debió ser seguido por actos contra el pudor, no
existiendo pruebas objetivas que demuestren la responsabilidad de
su menor hijo por el delito de violación sexual; la recurrida no ha
sido debidamente motivada con mención expresa de la ley aplicable:
y no se expresan en forma coherente las razones fácticas y jurídicas
por las que confirma la apelada. c) Infracción normativa del
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado.
Sostiene que los tres años de internamiento impuestos atentan
contra los principios del Sistema de Justicia Penal Juvenil y de
interés superior del niño, toda vez que el infractor tenia catorce años
al momento de los supuestos hechos, y no tiene antecedentes de
infracción penal alguna; no existió premeditación, ni violencia,
siendo que los hechos se desarrollaron con consentimiento de la
supuesta agraviada, y el infractor debido a su edad no sabía que su
conducta se encontraba prohibida por ley. Sexto.- Que, en relación
a las causales denunciadas, se verifica que los argumentos
casatorios, se encuentran orientados más bien a generar en este
Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración de la prueba actuada y los elementos de
juicio del proceso, a efectos de determinar que el infractor a la
ocurrencia de los hechos tenía catorce años de edad, no tuvo
intención de ultrajar a la menor, no se ha acreditado la
responsabilidad de aquel por el delito de violación sexual, los
hechos se realizaron con el consentimiento de la supuesta
agraviada y el infractor no tenía conocimiento que su comportamiento
se encontraba prohibido por ley, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza de
este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los
criterios de la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio, más aún si al
día de los hechos [cinco de diciembre de dos mil trece], el infractor
tenía catorce años, once meses y veintinueve días de edad, es decir
era mayor a catorce años de edad, faltándole un solo día para
cumplir los quince años de edad. Sétimo.- Que, asimismo,
contrariamente a lo sostenido en el recurso de casación, la Sala
Superior no ha incurrido en falta de motivación alguna, en tanto en
la sentencia recurrida, se precisan los fundamentos de hecho y
derecho que sustentan su decisión, de forma adecuada, suficiente y
congruente, debiendo tenerse en cuenta el artículo 172 del Código
Procesal Civil, en el sentido que no hay nulidad si la subsanación
del vicio no ha de influir en el sentido de la resolución o en las
consecuencias del acto procesal; no apreciándose además
vulneración alguna al debido proceso. Octavo.- Que, siendo así, el
recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo
dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Noveno.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido
artículo 388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del
Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Margalida Tercida Lázaro Bautista,
apoderada del menor Jorge Luis Hidalgo Lázaro de folios
trescientos treinta y seis, contra la sentencia de vista de fecha
treinta de marzo de dos mil quince, de folios trescientos veintitrés;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el
Ministerio Público contra Jorge Luis Hidalgo Lázaro, sobre infracción
contra la libertad sexual; y los devolvieron. Interviene como ponente
el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-236
CAS. 2944-2015 HUAURA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintitrés
de setiembre de dos mil quince. VISTOS: y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por María Magdalena Natividad de Alvarado,
sucesora procesal de Marcial Alvarado Ventocilla, a fojas
doscientos treinta y nueve, contra la resolución de vista de fojas
doscientos treinta, del cuatro de junio de dos mil quince, que
confirma la resolución apelada de fecha nueve de julio de dos
mil catorce, de fojas ciento treinta y tres, que declara infundada
la demanda. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
78897
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de
la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así,
es obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar
las agravios que denuncia a las causales que para la referida
finalidad taxativamente se encuentran establecidas en la norma
procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar
las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que incurre
el casacionista, en la formulación del referido recurso. Tercero.-
Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas doscientos treinta y nueves, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez
que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Huaura que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada a la recurrente el dieciséis de junio de dos mil
quince, conforme a la constancia de fojas doscientos treinta y seis,
y el referido recurso de casación fue interpuesto el diecinueve de
junio del mismo año, es decir, dentro del décimo día de notificado;
y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo, conforme se
aprecia a fojas doscientos treinta y ocho. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que la nombrada casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia que
le fue desfavorable a sus intereses. Quinto.- Que, la recurrente
sustenta su recurso de casación, en las causales prevista por el
artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia:
A) Apartamiento inmotivado del IV Pleno Casatorio, recaído
en la Casación 2195-2011-Ucayali. Sostiene que en el citado
pleno se ha establecido que si en el trámite de un proceso de
desalojo, el juez advierte la invalidez absoluta y evidente del título
posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del Código Civil, solo
analizará dicha situación en la parte considerativa de la sentencia
y declarará fundada o infundada la demanda únicamente sobre el
desalojo, dependiendo del cual de los títulos presentados por las
partes es el que adolece de nulidad manifiesta. En consecuencia,
la Sala Superior estaba obligada a analizar si el título de la
demandada adolece de nulidad manifiesta. Por el contrario, se ha
señalado sobre la validez del título presentado por la demandada
que es un asunto que debe ser debatido en otro proceso más lato,
lo que si bien resulta verdadero, para el caso de autos no resulta
verdadero, porque como manda el citado precedente, estaba
obligado a analizar dicha situación en la parte considerativa
de la sentencia. B) Infracción normativa del artículo 911
del Código Civil. Alega que se ha interpretado erróneamente
dicha norma, porque no ha sido aplicada en la forma que ha
establecido el precedente vinculante. Además, la Sala Superior
se ha apartado de manera inmotivada del precedente vinculante,
pese a que en el recurso de apelación lo invocó como agravio.
La demandada alega que tiene título para poseer, sobre la parte
del inmueble materia de este proceso, que ocupa, en virtud de la
prescripción adquisitiva notarial que invoca. Sexto.- Que, respecto
a la denuncia contenida en el acápite A), en la recurrida se ha
señalado que la nulidad de un acto jurídico solo se tramita ante el
órgano jurisdiccional competente y no en un proceso de desalojo
cuya vía es sumarísima, entonces, al ostentar la demandada un
título que justifica su posesión, como es la escritura pública de
prescripción adquisitiva de dominio otorgada por notario público,
no puede ser considerada como ocupante precaria. Por lo tanto,
al declararse infundada la demanda interpuesta, no se advierte
que el juzgador se haya apartado de la doctrina jurisprudencial
vinculante establecida en el IV Pleno Casatorio en lo Civil.
Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el acápite
B), en el presente proceso, se ha concluido que si bien la parte
demandada ha acreditado legitimidad para reclamar la restitución
del inmueble materia de desalojo, por haberlo adquirido de su
anterior propietario mediante escritura pública de fecha veinte de
abril de mil novecientos ochenta y dos; sin embargo, no se ha
acreditado que la parte demandada no cuente con título alguno
que justifique su posesión del inmueble, al ostentar una escritura
pública de prescripción adquisitiva de dominio expedida por el
notario, instrumento público que mantiene su validez al no haberse
declarado su nulidad, por el órgano jurisdiccional competente.
Octavo.- Por lo expuesto en los considerandos precedente, se

78898 CASACIÓN
puede concluir que, si bien la recurrente cumple con describir
con claridad y precisión la infracción normativa en que se habría
incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo bajo
análisis; sin embargo, no cumple con demostrar la incidencia de
dicha infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el
inciso 3 del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse con uno de
los requisitos exigidos por ley, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación en todos sus extremos, de conformidad
con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por María Magdalena Natividad de
Alvarado, sucesora procesal de Marcial Alvarado Ventocilla,
a fojas doscientos treinta y nueve, contra la resolución de vista
de fojas doscientos treinta, del cuatro de junio de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Sucesión de Marcial de Alvarado Ventocilla con María
Obdulia Ameri Abanto, sobre desalojo por ocupación precaria;
y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-237
CAS. Nº2949-2015 CUSCO
OBLIGACIÓN DE HACER. Lima, veintitrés de setiembre de
dos mil quince.- VISTOS; con el expediente acompañado; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la
demandante Augusta Aguilar Guzmán de folios cuatrocientos
doce, contra la sentencia de vista de fecha dos de junio de dos
mil quince, de folios trescientos noventa y nueve, que revoca la
sentencia de primera instancia de fecha cuatro de noviembre
de dos mil catorce, de folios trescientos once, que declara
infundada la demanda de obligación de hacer consistente en el
otorgamiento de escritura pública de anticresis, y reformándola
declara improcedente la demanda; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna
una resolución expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco que, como órgano de segundo grado, pone fin
al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco. III) Ha sido presentado dentro
del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la
resolución recurrida ha sido notificada en fecha veintitrés de junio
de dos mil quince y el recurso de casación se presentó el siete
de julio de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios cuatrocientos diez vuelta del expediente principal.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable a
sus intereses, conforme se advierte de folios trescientos veintitrés;
por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como supuesto
de infracción normativa: Afectación al artículo 139 inciso 3 de
la Constitución Política del Estado. Señala que la sentencia
recurrida se pronuncia respecto a si existe o no obligación de dar,
confundiendo la pretensión con una de obligación de dar suma de
dinero; la recurrida señala que el mutuo anticrético ha sido resuelto,
lo cual tampoco ha sido materia de pretensión; la recurrida afirma
que el dinero mutuado se ha devuelto, pero dicho extremo nunca
ha sido expuesto, precisando además que tal devolución había
sido efectuado por cheque de gerencia, lo cual es falso, en tanto
no existe medio probatorio que así lo demuestre; en el presente
proceso únicamente corresponde verificar si se reúnen los
requisitos para el otorgamiento de la escritura pública de anticresis,
toda vez que se ha materializado la entrega del dinero y la del
inmueble, mas no evaluar contenido alguno. Agrega que Marleny
Mercado Salazar no tiene legitimidad, pues el mutuo anticrético
se encuentra vigente. Añade que no se ha considerado que los
dineros entregados se encuentran sustentados en diferentes
créditos otorgados por distintas financieras. Así también, sostiene
que el dinero entregado como mutuo nunca fue devuelto. Culmina
señalando que los contratos de arrendamiento fueron firmados
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
con chantajes y amenazas, no existiendo novación alguna.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que
los argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien
a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de
los hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada
y los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar
que nunca se ha efectuado la devolución del dinero mutuado
mediante cheque de gerencia, el dinero entregado al demandado
deriva de diferentes financiamientos otorgados por las entidades
correspondientes y suscribió contratos de arrendamiento bajo
amenazas y chantajes, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio; máxime si las
sentencias de mérito no han afirmado que la devolución del dinero
se habría efectuado mediante cheque de gerencia. Sétimo.- Que,
asimismo, se advierte que contrariamente a lo sostenido en el
recurso de casación, las sentencias emitidas se han pronunciado
acorde a lo manifestado por las partes durante el transcurso del
proceso, analizando si corresponde del otorgamiento de escritura
pública de anticresis, o por el contrario el demandado no se
encuentra obligada a suscribirle atendiendo a la configuración
de una novación objetiva conforme al artículo 1278 del Código
Civil, encontrándose lo manifestado por las instancias de mérito
acorde con lo debatido durante el proceso. Octavo.- Que, en
relación a que la litisconsorte no tiene legitimidad para obrar en
el presente proceso, ello carece de asidero legal, toda vez que
mediante resolución número seis de fecha cinco de diciembre de
dos mil trece se integró a la misma como litisconsorte necesario,
resolución que fue confirmada por la Sala Superior, no siendo
revisable dicha actuación al constituir una resolución que no
pone fin al proceso conforme exige el artículo 387 inciso 1 del
Código Procesal Civil. Noveno.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Décimo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio así como revocatorio, no es suficiente para
atender el recurso materia de calificación; en virtud a lo dispuesto
en el artículo 392 del Código adjetivo, norma que prescribe que
los requisitos de procedencia de este recurso extraordinario
son concurrentes. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandante Augusta Aguilar Guzmán de folios cuatrocientos
doce, contra la sentencia de vista de fecha dos de junio de dos
mil quince, de folios trescientos noventa y nueve; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Augusta
Aguilar Guzmán contra Jorge Rubén Somocurcio Zúñiga, sobre
obligación de hacer; notificándose. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMNARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-238
CAS. Nº 2992-2015 PIURA
DECLARACIÓN DE UNIÓN DE HECHO. Lima, veinticinco
de setiembre de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandante Elisa Yobeli Edquen Jiménez,
obrante a folios cuatrocientos quince, contra la sentencia de
vista de fecha quince de junio de dos mil quince, obrante a fojas
cuatrocientos cuatro, que revoca la sentencia de primera instancia
de fecha veintiséis de diciembre de dos mil catorce, obrante a
fojas trescientos cuarenta y tres, que declaró fundada la demanda,
y reformándola, la declararon infundada la demanda de unión de
hecho; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Piura, que emitió la resolución recurrida. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en
fecha veinticinco de junio de dos mil quince, conforme obra del
cargo de notificación, de folios cuatrocientos tres, y el recurso
de casación se presentó el diez de julio de dos mil quince, IV)
La parte recurrente adjunta el correspondiente arancel judicial
de folios doscientos cuatrocientos dos del expediente principal.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable
a sus intereses, conforme se advierte del recurso de apelación de
folios ciento sesenta y ocho, por lo que cumple con lo dispuesto
en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.- Que,
a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos en
los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal Civil,
debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, la parte recurrente denuncia como causales: a)
Infracción normativa de los artículos 50º inciso 6, 122º inciso
3 del Código Procesal Civil y artículo 12º del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; afectación
al derecho a un debido proceso; arguyendo que los criterios
emitidos en la resolución que se impugna, no se han ceñido
estrictamente a los hechos expuestos y probados por las partes,
contraviniendo lo dispuesto por el Art. VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil y del artículo 122º incisos 3 y 4 del mismo
cuerpo legal. b) Infracción normativa del artículo 276º del
Código Procesal Civil; porque existen indicios que valorados
en su conjunto demuestran que si cumple con los presupuestos
legales para que se ampare su pretensión. c) Infracción
normativa del artículo 277º del Código Procesal Civil;
arguyendo que de un razonamiento lógico-crítico de lo tramitado
en el presente proceso, es fácil concluir en determinar de que
la relación convivencial que mantuvo con Jaime Javier Jiménez
Calle, se ha producido desde el mes de agosto de dos mil diez
hasta el veintinueve de octubre de dos mil doce. d) Infracción
normativa del artículo 326º del Código Civil, por cuanto la Sala
no ha advertido ni valorado que en el presente caso se cumple con
los presupuestos exigidos por la norma para que se declare una
unión de hecho, por lo que se debe aplicar las reglas de sociedad
de gananciales por dicho periodo. e) Apartamiento inmotivado
del precedente judicial; toda vez que la decisión impugnada
es contradictoria con las decisiones vinculantes emitidas por los
juzgados especializados en lo civil a nivel nacional. Sexto.- Que,
con relación a la causal descrita en el literal a), se verifica que
su fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil;
en la medida que si bien se alega que la sentencia de vista ha
incurrido en vulneración de las normas que garantizan el derecho
a un debido proceso, tales como los artículos 50º inciso 6, 122º
inciso 3 del Código Procesal Civil y artículo 12º del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial lo cierto es que la
parte impugnante no cumple con explicitar de forma adecuada en
qué consiste los vicios sustanciales que conllevan a la vulneración
que alega; omitiendo fundamentar adecuadamente dicha causal,
razón por la cual corresponde declarar su improcedencia.
Séptimo.- Que, respecto a las causales denunciadas en los
literales b), c), d), se constata la fundamentación de cada una de
ellas tampoco supera la exigencia a que se contrae el numeral 2
del artículo 388 del Código Procesal Civil; en la medida que, de
su análisis, se observa que aquellas se encuentran orientadas en
rigor, a generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación
de los hechos con la subsecuente valoración de la prueba actuada
en el proceso, a efectos de acoger la tesis fáctica referida a que el
periodo convivencial con Jaime Javier Jiménez Calle se extendió
por dos años y dos meses; pretensión que contraviene los fines
del recurso de casación, previstos en el artículo 384º del Código
Procesal Civil, los cuales son: la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia. Octavo.- Que,
finalmente, la causal denunciada en el literal e), también resulta
inviable, por haber sido expuesta de manera genérica, sin
identificar cuáles son aquellas resoluciones judiciales con carácter
de precedente judicial, que han sido objeto de apartamiento
inmotivado por la Sala de mérito; defecto argumentativo que
amerita la improcedencia de la causal. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandante Elisa Yobeli Edquen Jiménez, obrante a folios
cuatrocientos quince, contra la sentencia de vista de fecha quince
de junio de dos mil quince, obrante a fojas cuatrocientos cuatro;
DISPUSIERON la publicación en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la recurrente contra Teresa
del Socorro Calle Arrese y Braulio Jiménez Barranzuela, sobre
declaración de unión de hecho; y los devolvieron. Interviene como
ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui. Integrando
esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina, por
licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio Rodríguez.- SS.
ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, MIRANDA MOLINA,
78899
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-239
CAS. Nº 3018-2015 LIMA
DEVOLUCIÓN DE DINERO POR PAGO INDEBIDO. Lima, dos de
octubre de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente acompañado;
y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por la demandada
María Teresa Seminario Seminario de folios doscientos cincuenta
y uno, contra la sentencia de vista de fecha nueve de junio de dos
mil quince, de folios doscientos cuarenta y tres, que confirma la
sentencia de primera instancia de fecha treinta y uno de julio de
dos mil catorce, de folios doscientos dos, que declara fundada en
parte la demanda de devolución de dinero por pago indebido; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben
ser verificados de conformidad con la modificatoria establecida en la
Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha siete de julio de
dos mil quince y el recurso de casación se presentó el veintiuno
de julio de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios doscientos cincuenta del expediente principal.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable a
sus intereses, conforme se advierte de folios o doscientos catorce;
por lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal la
siguiente: Infracción normativa de los artículos 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Estado; 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial; y 122 inciso 3 y 197 del Código Procesal Civil.
Señala que la entidad actora mediante Resolución 45-2009-DRH-
DGA/CR de forma unilateral y sin previa comunicación, vulnerando
su derecho a defensa y debido proceso, extingue el pago de su
pensión, por haber supuestamente realizado actividad económica
del dos mil a dos mil siete; existe error al señalar que se le otorgó
el cien por ciento de la pensión que le hubiera correspondido a su
causante, pues siempre se le pagó la suma de dos mil setecientos
sesenta y dos nuevos soles con cincuenta céntimos de nuevo sol;
no se ha acreditado que tenía actividad lucrativa, más aún si las
empresas que figuran en el Oficio remitido por SUNAT a la actora
le brindaron su apoyo económico, para lo cual tuvo que emitir
recibos de honorarios con el objeto de justificar dicho apoyo; no
se ha tenido en cuenta que no puede subsistir por su propios
medios al tener incapacidad permanente total; no sea agotado
la vía administrativa; no se ha acreditado que se haya cumplido
con la etapa de conciliación, no habiendo la actora subsanado
la observación formulada a través de la resolución número uno.
Sexto.- Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que
los argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que
la recurrente no percibía el cien por ciento de la pensión que le
hubiera correspondido a su causante y no desarrollaba actividad
lucrativa alguna que amerite la extinción del derecho a percibir
pensión de orfandad, como si esta sede se tratara de una tercera
instancia, propósito que no se condice con la naturaleza de este
extraordinario recurso de casación, cuyos fines están circunscritos
a la defensa del derecho objetivo y la unificación de los criterios de
la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los
motivos que formaron convicción a la Sala Superior, en tanto ello es
ajeno al debate casatorio. Sétimo.- Que, asimismo, respecto a los
argumentos referidos a la emisión de la Resolución 045-2009-DRH-

78900 CASACIÓN
DGA/CR, corresponde precisar que ello no es materia de debate
en el presente proceso, más aún si el Tribunal Constitucional ha
declarado infundada la demanda de acción de amparo que interpuso
la recurrente contra la misma (folios doscientos veinticuatro); no se
expresa argumento alguno dirigido a contradecir el fundamento
contenido en la sentencia apelada y confirmada por el órgano
superior, referido a que la pensión de orfandad no se le otorgó en
mérito a la incapacidad que pudiera sufrir, sino por ser hija mayor de
edad soltera; tampoco respecto a que en el presente proceso no se
exige el agotamiento de la vía administrativa por ser de naturaleza
civil, debiéndose precisar que la actora adjuntó a su demanda el
acta de conciliación, habiendo además cumplido con subsanar la
observación precisada en la resolución número uno, razón por la
cual se admitió a trámite la demanda mediante resolución número
dos, la cual quedó consentida, así como la resolución que declaró
improcedentes la excepciones deducidas por la recurrente, entre
las cuales se expuso el argumento consistente en la falta de
acreditación de conciliación previa y falta de agotamiento de la vía
administrativa. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio,
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandada María Teresa Seminario Seminario de folios
doscientos cincuenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha
nueve de junio de dos mil quince, de folios doscientos cuarenta y
tres; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
el Procurador Público del Poder Legislativo contra María Teresa
Seminario Seminario, sobre devolución de dinero por pago indebido;
y los devolvieron; notificándose. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-240
CAS. Nº 3050-2015 LIMA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
cinco de octubre de dos mil quince.- VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Juana Francisca Marca Auccase
de folios cuatrocientos cincuenta, contra la sentencia de vista de
fecha veinticuatro de junio de dos mil quince, de folios cuatrocientos
treinta y seis, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
diecisiete de noviembre de dos mil catorce, de folios trescientos
sesenta y seis, que declara fundada la demanda de divorcio
por causal de separación de hecho; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Segunda Sala Especializada de Familia de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima.
III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha diez de julio de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el veintitrés de julio de dos mil quince. IV) Adjunta el
correspondiente arancel judicial de folios cuatrocientos cuarenta y
ocho del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios trescientos ochenta y nueve; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.-
Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente: Infracción
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
normativa por contravención a las normas que garantizan el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y debido proceso.
Señala que lejos de evaluar en conjunto los medios probatorios, se
ha realizado un examen aislado, fraccionado y antojadizo de alguno
de ellos, atribuyéndoseles un sentido que en realidad no tienen; no
se ha tenido en cuenta que el proceso de violencia familiar culminó
con una conciliación; sólo se hace referencia a la declaración
testimonial de Marisol Pumacayo Marca mas no se evalúan las
brindadas por Naty y Karina Pumacayo Marca; no se ha valorado el
conjunto de material probatorio consistente en declaración de pare,
de testigos, fotografías, entre otros; la recurrente ha cuestionado las
pruebas ofrecidas por el actor; en la sentencia de vista no se realiza
un correcto razonamiento, pues la cohabitación no es sólo compartir
el mismo lecho, más aún si está fehacientemente probado que
viven en el mismo inmueble, no existiendo voluntad de interrumpir
la convivencia; las pruebas actuadas no demuestran la separación;
existen contradicciones en las pruebas ofrecidas por el actor; no se
ha emitido pronunciamiento respecto a los agravios de la apelación,
contraviniéndose el principio de congruencia procesal, así como el
derecho de motivación de las resoluciones. Sexto.- Que, en relación
a la causal denunciada, se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efectos de determinar que durante el transcurso del
proceso, el demandante no ha cumplido con acreditar la separación
de hecho por un periodo mínimo de dos años, causal que sustenta
su pretensión de divorcio, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio. Sétimo.- Que,
asimismo, contrariamente a lo expresado en el recurso de casación,
la Sala Superior ha cumplido con precisar de manera adecuada,
suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de derecho que
sustentan su decisión, habiendo emitido un pronunciamiento acorde
con los agravios expresados por la recurrente en su escrito de
apelación, por lo que la sentencia de vista no adolece de motivación
deficiente alguna. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación
no satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a
la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si
bien la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio, no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia
de este recurso extraordinario son concurrentes. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandada Juana Francisca Marca Auccase
de folios cuatrocientos cincuenta, contra la sentencia de vista de
fecha veinticuatro de junio de dos mil quince, de folios cuatrocientos
treinta y seis; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Germán Pumacayo Sime contra Juana Francisca
Marca Auccase, sobre divorcio por causal de separación de hecho;
y los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-241
CAS. Nº 3108-2015 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciséis
de octubre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandada Graciela Marina Medianero
Espino, a fojas trescientos cincuenta y cinco, contra la sentencia
de vista de fojas trescientos treinta y ocho, del dieciocho de mayo
de dos mil quince, que confirma la sentencia apelada de fecha
veintisiete de noviembre de dos mil catorce de fojas ciento sesenta
y nueve, que declara fundada la demanda; en consecuencia,
ordena a la parte demandada cumpla con desocupar el inmueble
ubicado en el Asentamiento Humano Muro Avenida Andrés
Avelino Cáceres Nº 814 - Pueblo Joven Muro - Chiclayo (Manzana
12 Lote 5) del Distrito y Provincia de Chiclayo, Departamento de
Lambayeque. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal de la justiciable recurrente saber
adecuar las agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil
-modificado por la Ley número 29364- toda vez que: i) Se impugna
una resolución expedida por la Segunda Sala Especializada en
lo Civil de la Corte Superior de justicia de la Lambayeque que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma,
pues ésta fue notificada a la recurrente el doce de junio de dos mil
quince, conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas
trescientos cuarenta y uno, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el veinticinco de junio de dos mil quince; y, iv) Se ha
adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas trescientos cuarenta
y tres. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica que
la nombrada casacionista satisface el primer requisito, previsto en
el inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.-
Que, la recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a
cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, I y VII del
Título Preliminar, 197, 424 incisos 5 y 6 del Código Procesal
Civil y 911 del Código Civil y apartamento inmotivado de
precedente judicial Casación Nº 2196-2011-Ucayali, alega
que se ha vulnerado el derecho al debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva y motivación de las resoluciones judiciales,
pues no se ha compulsado los medios probatorios ofrecidos
por la recurrente; señala que debería desestimarse la presente
demanda ya que no se han configurado los presupuestos de
hecho y de derecho que delinean la posesión precaria; indica que
el petitorio de la demanda no comprende la determinación clara y
concreta de la causal determinante de lo que se pide. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar
las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas,
que cabe precisar que los derechos de propiedad y posesión que
aduce la demandada vienen siendo conocidos en el proceso de
nulidad de actos jurídicos, como se aprecia de los anexos a folio
ciento ochenta, advirtiéndose que en efecto la demandada si bien
invoca interés y legitimidad para obrar respecto de actos que
cuestiona de nulos, la transferencia en que se basa el derecho a
poseer del demandante corrobora la carencia de la demandada de
título para poseer; siendo ello así, carece de sustento lo alegado
por la recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia
de autos, no se aprecia la vulneración del derecho al debido
proceso o infracción normativa de derecho procesal; asimismo, se
advierte que el Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a
los agravios puestos de manifiesto por la recurrente, en su escrito
de apelación. Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se
concluye que la impugnante al denunciar la presunta vulneración
del derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales, lo que pretende es que esta Sala Casatoria realice un
nuevo análisis de lo concluido, lo que constituye una facultad de
los Jueces de mérito que no puede ser traído a sede casatoria,
por ser materia ajena a los fines del recurso, por lo que dicha
causal debe ser desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, la
impugnante no ha cumplido con los requisitos de procedencia
establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haber descrito con claridad y precisión las
infracciones normativas invocadas; menos aún ha demostrado la
incidencia directa que tendría aquélla sobre la decisión impugnada.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Graciela Marina Medianero Espino, a
fojas trescientos cincuenta y cinco, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos treinta y ocho, del dieciocho de mayo de dos mil
quince; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Elvis Luis Moran Jiménez con Graciela Marina Medianero
Espino, sobre desalojo por ocupación precaria; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-242
CAS. Nº3122-2015 TUMBES
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciséis
de octubre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
78901
recurso de casación interpuesto por la demandada Yesenia
Milagros Oyola Vilela de folios ciento cincuenta y ocho, contra la
sentencia de vista de fecha treinta de enero de dos mil quince, de
folios ciento cuarenta, que revoca la sentencia de primera instancia
de fecha veinte de diciembre de dos mil trece, de folios ciento diez,
que declara infundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria, y reformándola declara fundada la demanda; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada,
se tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto
es: I) Se impugna una resolución expedida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Tumbes que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Tumbes. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada
en fecha dieciocho de junio de dos mil quince y el recurso de
casación se presentó el uno de julio de dos mil quince. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial de folios ciento cincuenta y
seis del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada, no resulta
exigible la recurrente, en tanto la sentencia de primera instancia
no le fue adversa. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causal la siguiente:
Infracción normativa de los artículos 911 del Código Civil y
586 del Código Procesal Civil. Señala que la demandante no
ha acreditado la inscripción registral del título de propiedad; la
recurrente se encuentra en posesión pacífica, pública, continua y
de buena fe desde el diez de febrero de dos mil cinco, en tanto el
inmueble se encontraba en abandono; ha realizado construcciones
en el mismo sin que la actora haya demostrado ser propietaria de
lo edificado en él; el contrato de compraventa alude a un inmueble
distinto al materia de litis; la cláusula sétima del precitado contrato
señala la obligación del comprador de ocupar el bien con su familia
en un plazo de noventa días, lo cual no se ha acreditado; y no se
ha demostrado la posesión precaria denunciada. Sexto.- Que, en
relación a la causal denunciada, se verifica que los argumentos
casatorios, se encuentran orientados más bien a generar en este
Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración de la prueba actuada y los elementos de
juicio del proceso, a efectos de determinar que la accionante no ha
acreditado el derecho de propiedad que ostenta su representado;
la recurrente no tiene la calidad de ocupante precaria; el contrato
de compra venta celebrado a favor del demandante establecía
la condición de ocupar el bien en un plazo de noventa días, lo
cual no se habría cumplido; y las edificaciones del inmueble no
son de propiedad del actor, como si esta sede se tratara de una
tercera instancia, propósito que no se condice con la naturaleza
de este extraordinario recurso de casación, cuyos fines están
circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la unificación de
los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción a la Sala
Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio; máxime si las
condiciones establecidas en el referido contrato de compra venta
y su cumplimiento o no, no constituye materia de debate de la
presente causa, y conforme al literal b), numeral 5.5 del fallo del IV
Pleno Casatorio Civil recaído en la Casación 2195-2011-Ucayali,
cuando el demandado alegue haber realizado construcciones o
modificaciones en el inmueble, lo único que debe verificarse es
si el demandante tiene o no derecho a disfrutar de la posesión
que invoca, dejándose a salvo el derecho del primero de éstos a
reclamar en otro proceso lo que considere pertinente. Sétimo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Octavo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien la recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.

78902 CASACIÓN
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Yesenia Milagros
Oyola Vilela de folios ciento cincuenta y ocho, contra la sentencia
de vista de fecha treinta de enero de dos mil quince, de folios
ciento cuarenta; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Vilma Marcelina Venancio Villanueva en
representación de Marcos Yacobi Mejía Torres contra Yesenia
Milagros Oyola Vilela, sobre desalojo por ocupación precaria; y
los devolvieron. Interviene como ponente el señor Juez Supremo
Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-243
CAS. Nº 3192-2015 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, siete de octubre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por la demandada Leonila Coral Panduro
de folios ciento sesenta y siete, contra la sentencia de vista de
fecha siete de noviembre de dos mil catorce, de folios ciento
cuarenta y tres, que confirma la sentencia de primera instancia
de fecha dieciséis de junio de dos mil catorce, de folios noventa y
cinco, que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II)
Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha veintiséis de marzo de dos
mil quince y el recurso de casación se presentó el trece de abril
de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial
de folios ciento sesenta y cinco del expediente principal. Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley acotada, se advierte que la recurrente no dejó consentir la
resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable a
sus intereses, conforme se advierte de folios ciento dieciocho; por
lo que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como
supuestos de infracción normativa: a) Aplicación indebida e
interpretación errónea del artículo 911 del Código Civil. Señala
que se omite analizar que el ingreso de la recurrente al inmueble
sub litis se dio con la autorización de la titular del bien, en calidad
de trabajadora del hogar, laborando en forma ininterrumpida
por más de diecisiete años, por lo no es ocupante precaria. b)
Aplicación de una norma de derecho material. Manifiesta que
la Sala efectúa una interpretación errónea al referir que la escritura
pública de donación mantiene su validez hasta que no se declare
judicialmente lo contrario, sin verificar todo el contenido de la
misma, en la cual no aparece incorporado ningún poder especial
a favor del demandante. c) Infracción a las normas esenciales
para la eficacia y validez de los actos procesales. Sostiene que
se vulneran los artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política
del Estado y I del Título Preliminar, 196 y 197 del Código Procesal
Civil, al no haberse valorado los falsos juramentos contenidos en
la escritura pública de donación, como que al entrega física del
inmueble se hacía a la suscripción de la misma, como tampoco los
medios de prueba ofrecidos por su parte. Sexto.- Que, en relación
a las causales denunciadas, se verifica que los argumentos
casatorios, se encuentran orientados más bien a generar en
este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos
con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y los
elementos de juicio del proceso, a efectos de determinar que no
se encuentra acreditado en autos la calidad de ocupante precaria
de la recurrente y que la escritura pública de donación otorgada
a favor del demandante deviene en nula, como si esta sede se
tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice con
la naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos
fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la
unificación de los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia,
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron
convicción a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate
casatorio, más aún si la validez de la precitada escritura pública
no corresponde dilucidarse en el presente proceso. Sétimo.- Que,
aunado a ello, corresponde precisar en relación a la primera
causal, que la causal de interpretación errónea de una norma se
configura cuando el Juez da a la norma correctamente elegida
un sentido equivocado, haciéndole producir consecuencias que
no resultan de su contenido; asimismo, existe aplicación indebida
de una norma, cuando se aplica una norma impertinente a la
relación fáctica establecida en el proceso; en consecuencia, no
es posible la configuración de ambos tipos de infracción respecto
a una misma norma material, como pretende la recurrente, siendo
por el contrario son excluyentes, es decir, no se puede aludir a
interpretación y aplicación “incorrecta”, “inadecuada” o “indebida”
de una sola norma, como lo es en este caso, el artículo 911 del
Código Civil. Octavo.- Que, por otra parte, en cuanto a la segunda
causal invocada, se alude a aplicación de una norma de derecho
material, cuando ello por sí no constituye infracción a norma alguna,
siendo que el supuesto de infracción normativa sólo subsume las
antiguas causales casatorias de aplicación indebida o inaplicación
de una norma de derecho material, supuestos que no se señalan
en el recurso de casación. Noveno.- Que, siendo así, el recurso
de casación no satisface los requisitos de procedencia precisados
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Décimo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien la recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Leonila Coral Panduro de
folios ciento sesenta y siete, contra la sentencia de vista de fecha
siete de noviembre de dos mil catorce, de folios ciento cuarenta y
tres; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jeremías Flores Torres contra Leonila Coral Panduro, sobre
desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron. Interviene
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-244
CAS. Nº 3230-2015 LIMA
INTERDICTO DE RETENER. Lima, diecinueve de octubre del
dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por la
demandante Municipalidad Distrital de Chorrillos, a fojas
ciento cuarenta y siete, contra el auto de vista de fojas ciento
veintiséis, del seis de mayo de dos mil quince que confirma el
auto apelado de fecha diecisiete de enero de dos mil catorce,
de fojas ochenta y seis, que declara improcedente la demanda.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por
lo que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii)
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así,
es obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar
las agravios que denuncia a las causales que para la referida
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar
las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos incurridos en
que incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas ciento cincuenta y dos, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Primera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin
al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a la recurrente el
diecisiete de julio de dos mil quince, conforme a la constancia del
cargo de notificación de fojas ciento cuarenta y tres, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el cinco de agosto de dos mil
quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) La recurrente
se encuentra exenta del pago de la tasa judicial, conforme a lo
prescrito por los artículos 47 de la Constitución Política del Perú y
24 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que la nombrada casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia que
le fue desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente sustenta su
recurso de casación, en la primera causal prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa de los artículos 194 de la Constitución Política
del Perú y II del Título Preliminar de la Ley Orgánica de
Municipalidades Ley 27972. Alega que se ha vulnerado el derecho
al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, pues se le ha
causado un perjuicio patrimonial la no amparar su pretensión, no
obstante tener la calidad de propietario del bien sub litis; que al
ejecutarse la orden judicial emitida por el Primer Juzgado de Paz
Letrado de Jesús María, en la cual se le reconoce como propietaria
a la demandada, sin haberse emplazado al recurrente en dicho
proceso, se ha vulnerado su derecho de defensa y contradictorio.
Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el quinto
considerando, éstas deben desestimarse porque están orientadas
a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito,
entre ellas, que según el artículo 606 del Código Procesal Civil,
que el interdicto de retener sólo procede contra perturbaciones
materiales de hecho sobre la posesión, realizadas por actos de
particulares, y no contra la perturbación de derecho; con lo cual
queda descartado como presupuesto de la pretensión incoada los
actos que devienen de una orden judicial, porque de ser así el
interdicto de retener estaría sirviendo para paralizar aquella orden
de desalojo o lanzamiento dispuesta en ejecución de sentencia
o resolución final con la calidad de cosa juzgada; siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por la recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que la impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, la impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas, menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendría aquélla
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
Municipalidad Distrital de Chorrillos, a fojas ciento cuarenta y siete,
contra el auto de vista de fojas ciento veintiséis, del seis de mayo
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Municipalidad Distrital de Chorrillos con María
Villena Carrera, sobre interdicto de retener; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-245
CAS. Nº 3291-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Lima, veintiuno
de octubre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la litisconsorte necesaria
pasiva Violeta Asencios Rodríguez, obrante a folios doscientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha dieciocho
de junio de dos mil quince, obrante a fojas doscientos diez, que
confirmó la sentencia de primera instancia obrante a fojas ciento
cuarenta y nueve, de fecha treinta de mayo de dos mil catorce,
que declaró fundada la demanda; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala Civil
78903
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, en tanto, la sentencia de vista fue
notificada el veintidós de julio de dos mil quince, y el recurso de
casación fue interpuesto el once de agosto del mismo año, IV) La
parte recurrente adjunta el correspondiente arancel judicial según
se advierte a folios doscientos cuarenta y cuatro-A del expediente
principal. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón
a que las resoluciones apeladas le fueron adversas, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia la
siguiente causal: Infracción normativa del artículo 65º, 93º y
95º del Código Procesal Civil, señalando que al apersonarse
como litisconsorte necesario solicitó la nulidad de todo lo actuado
hasta la notificación de la demanda, en tanto, la accionante omitió
demandarla en su condición de cónyuge del demandado, pese a
que tenía conocimiento de que ambos conducían el predio; sin
embargo, el A quo, incumpliendo la imperatividad prevista en el
artículo IX del Código Procesal Civil acepto su intervención como
litisconsorte, empero, declaró infundada la nulidad solicitada con
la finalidad de que se configure una notificación valida y así sanear
el proceso. Que dichos vicios procesales que fueron denunciados
vía apelación para que sean subsanados, no fueron tomados en
cuenta por el Ad quem, quien confirmó la apelada, a pesar de
que el Tribunal Constitucional mediante sentencia dictada en el
expediente Nº 0961-2004-AA/TC- LA LIBERTAD ya ha indicado
que se quebranta la forma establecida en el artículo 42, segundo
párrafo, de la Ley Nº 26435 cuando no se emplaza al litisconsorte
necesario en ninguna de las instancias judiciales, hecho que
vulnera el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil
y artículo 139º inciso 14 de la Constitución Política del Estado.
Sexto.- Respecto a la causal denunciada, se verifica que su
fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil;
en la medida que si bien se recurre formalmente en casación,
la sentencia de vista emitida por el Ad quem que confirmó la
sentencia apelada que declaró fundada la demanda de autos, lo
cierto es que la parte impugnante lo que en rigor cuestiona es
un supuesto vicio procesal acontecido en el trámite de primera
instancia, que radica en el hecho de no haber sido notificada con
la demanda conjuntamente con su cónyuge, alegando que dicha
observancia era necesaria por pertenecer el bien sub litis a la
sociedad de gananciales, que constituye un patrimonio autónomo;
empero a criterio de éste Supremo Tribunal, dicho argumento
resulta inviable en sede casatoria, ya que dicho cuestionamiento
no fue resuelto en la resolución objeto del presente recurso, sino
mediante auto de fecha tres de enero de dos mil catorce, obrante
a fojas ciento cuatro, a través del cual el Juez de la causa, admitió
la intervención litisconsorcial de la recurrente, como litisconsorte
necesario pasivo, declarándose infundada la solicitud de nulidad
de todo lo actuado deducida por aquella; extremo último que no
fue impugnado por la interesada, por lo que quedó consentido, no
resultando oportuno cuestionar dicha decisión judicial a través del
recurso de casación sub examen, tanto más si de la revisión de
los actuados, se aprecia que la impugnante tuvo la oportunidad
de ejercer su derecho de defensa dentro del proceso, ofreciendo
además medios probatorios que fueron valorados por las
instancias de mérito antes de emitir la decisión final. Finalmente,
debe tenerse en cuenta que, el artículo 101º del Código Procesal
Civil, establece que los terceros intervinientes se incorporan
al proceso en el estado en que éste se halle al momento de su
intervención; por lo que resulta correcta la decisión del A quo de
no declarar la nulidad de todo lo actuado, como lo pretende la
recurrente. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la litisconsorte necesaria
pasiva Violeta Asencios Rodríguez, obrante a folios doscientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha dieciocho
de junio de dos mil quince, obrante a fojas doscientos diez, que
confirmó la sentencia de primera instancia obrante a fojas ciento
cuarenta y nueve, de fecha treinta de mayo de dos mil catorce,
que declaró fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad. En los seguidos por Hilda Sonia Llanqui Alanoca
contra Bertildo Asis Gamarra, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,

78904 CASACIÓN
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-246
CAS. Nº 3328-2015 LIMA ESTE
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, veintitrés
de octubre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandante Berilda Aguedita Honores
Esquivel, a fojas cuatrocientos cincuenta y nueve, contra la
sentencia de vista de fojas cuatrocientos treinta, del veintisiete
de abril de dos mil quince que confirma la sentencia apelada
de fecha cinco de junio de dos mil catorce, de fojas trescientos
cincuenta, que declara improcedente la demanda. Por lo que
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con
los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales, así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de
la justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista,
en la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese
sentido, se verifica que el recurso de casación de fojas 808,
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige
el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia
expedida por la Sala Especializada en lo Civil Descentralizada
y Permanente de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior
de Justicia de Lima Este que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada a la recurrente el veinticinco de mayo de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas cuatrocientos cuarenta y dos,
y el referido recurso de casación fue interpuesto el tres de junio
de dos mil quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se
ha adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas cuatrocientos
cincuenta y cuatro. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
se verifica que la nombrada casacionista satisface el primer
requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente sustenta su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Inaplicación de
la doctrina jurisprudencial. Alega que la Sala de mérito no ha
tomado en cuenta sus declaraciones o manifestaciones expuestas
en autos, pues, si bien es cierto ha manifestado que ingresó a
ocupar el inmueble primero como inquilina, desde el quince de
diciembre de mil novecientos setenta y seis hasta el quince de
marzo de mil novecientos setenta y siete; sin embargo, desde que
desaparecieron los propietarios ha poseído a título de propietaria,
pagando todos los servicios (agua, luz, teléfono) e inclusive
el impuesto predial y los arbitrios del inmueble; en cuanto a la
remisión de la carta notarial con fecha veintiocho de mayo del dos
mil doce a los co-demandados María Luz Caballero y su esposo
Alejandro Rodríguez Nauta, ofreciéndoles la compra del inmueble
materia de litis, señala que remitió dicha carta no con la intención
de reconocer un derecho de propiedad, sino con la finalidad de
evitarse problemas. Sexto.- Que examinadas las alegaciones
descritas en el quinto considerando, éstas deben desestimarse
porque están orientadas a reevaluar las conclusiones a las que
arriba la Sala de mérito, entre ellas, que la declaración asimilada
de la actora al subsanar la demanda expresa que ingresó al bien
en virtud a un contrato de arrendamiento, es decir posee como
arrendataria; asimismo, con fecha veintiocho de Mayo de dos
mil doce, la actora remite una carta notarial a los demandados
Alejandro Rodríguez Naupa y María Luz Ruiz Caballero, quienes
eran los nuevos propietarios del bien, al haberlo adquirido de José
Manuel Gálvez Huamán, carta en la que les expresa su intención
de comprarles el inmueble sub litis; de lo que se infiere que la
demandante no se comporta como propietaria, pues reconoce
una posesión superior al ofrecer comprar el bien a su propietario,
consecuentemente se ha determinado que la actora carece de
animus domini en el ejercicio de la posesión; siendo ello así,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
carece de sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.- Que,
por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por la recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que la impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es que
esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido, lo
que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no puede
ser traído a sede casatoria, por ser materia ajena a los fines del
recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada. Noveno.-
Que, en cuanto al escrito de fojas cuatrocientos cuarenta y siete,
presentado por la impugnante el ocho de junio de dos mil quince
(ampliación del recurso de casación), no resulta atendible, toda
vez que el recurso de casación es extraordinario, eminentemente
formal y técnico, con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil, máxime si se tiene en cuenta lo señalado en el
sexto considerando de la presente resolución. Décimo.- Que,
en conclusión, la impugnante no ha cumplido con los requisitos
de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, al no haber descrito con claridad y
precisión las infracciones normativas denunciadas; menos aún
han demostrado la incidencia directa que tendría aquélla sobre
la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Berilda
Aguedita Honores Esquivel, a fojas cuatrocientos cincuenta
y nueve, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
treinta, del veintisiete de abril de dos mil quince; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Berilda
Aguedita Honores Esquivel con José Manuel Gálvez Huamán y
otros, sobre prescripción adquisitiva de dominio; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTA
C-1392274-247
CAS. Nº 3340-2015 JUNIN
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintitrés
de octubre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el ejecutado José Arístides
Guerra Urruchi, obrante a folios ciento diecisiete, contra el Auto
de Vista de fecha primero de julio de dos mil quince, obrante a
fojas ciento nueve, que confirmó el Auto de primera instancia de
fecha dieciséis de abril de dos mil quince, obrante a fojas sesenta
y cuatro, que declaró infundada la contradicción y fundada la
demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huancayo
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Primera Sala Mixta de la Corte Superior
de Justicia de Huancayo, que emitió la resolución recurrida. III)
Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, IV) La parte recurrente adjunta el correspondiente
arancel judicial según se advierte a folios ciento veintitrés (reverso)
del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón a que las resoluciones apeladas le fueron adversas,
por lo que cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia las
siguiente causal: Infracción normativa del artículo 139º incisos
3 y 14 de la Constitución Política del Estado y 197º del Código
Procesal Civil, señalando que el juez vulneró el principio de
debida valoración de la prueba al no apreciar adecuadamente
que quedó acreditado fehacientemente que el ejecutante en su
condición de sub contratista debía ejecutar la obra “Construcción
de Infraestructura Educativa del Colegio Unión”, y el demandado
en su condición de contratista tenía la obligación de hacer el pago
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
mediante valorizaciones mensuales, siendo la letra de cambio
Nº 2 la que es materia de cobro en el presente caso, el cual es
producto de un trato comercial entre el ejecutante y el ejecutado
que ya fue cancelado según se advierte de los recibos adjuntados
al proceso, reconocidos por el ejecutante. Que el juez tiene
la obligación de indagar sobre la relación causal que originó la
existencia de la letra de cambio, pues lo contrario es infringir el
artículo 197º del Código Procesal Civil. Finalmente, indica que la
indebida valoración de los medios probatorios ha sido materia de
recursos de casación en diversos expedientes, como la Casación
Nº 3632-2002, 4996-2006 y 1893-2007. Sexto.- Que, respecto
a la causal denunciada, se verifica que su fundamentación no
supera el requisito de claridad y precisión exigido por el numeral
2 del artículo 388 del Código Procesal Civil; pues si bien a través
de ella se denuncia la vulneración de los derechos a un debido
proceso y de defensa, lo cierto es que la parte impugnante no
cumple con explicitar adecuadamente en qué consiste el vicio o
vicios trascendentales en los que ha incurrido el Ad quem, que
conllevan a la trasgresión de los preceptos constitucionales
invocados; asimismo, en torno a la infracción del artículo 197º
del Código Procesal Civil, éste Supremo Tribunal aprecia,
que el recurrente no explica con claridad y precisión el vicio in
procedendo que corresponde a la naturaleza de la norma cuya
infracción se alega; verificándose que lo que en rigor se pretende
a través de la formulación de dicha causal, es que éste Colegiado
finja como instancia de mérito a fin de efectuar una revaloración
de los medios probatorios actuados en el proceso, que conlleven
a determinar la cancelación del monto consignado en la letra
de cambio que es materia de ejecución; lo que evidentemente
colisiona con los fines del recurso de casación, los cuales, de
conformidad con el artículo 384º del Código Adjetivo antes
anotado son: la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia; razones por las cuales corresponde declarar
la improcedencia del recurso sub examen. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el ejecutado José Arístides Guerra Urruchi, obrante a folios
ciento diecisiete, contra el Auto de Vista de fecha primero de julio
de dos mil quince, obrante a fojas ciento nueve, que confirmó el
Auto de primera instancia de fecha dieciséis de abril de dos mil
quince, obrante a fojas sesenta y cuatro, que declaró infundada la
contradicción y fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Efraín Alexander Huamán
Misari, contra el demandado José Arístides Guerra Urruchi,
sobre obligación de dar suma de dinero en proceso único de
ejecución; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-248
CAS. NRO. 3387-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiséis
de octubre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandado Domingo Guzmán Mansilla
Hurtado a fojas ciento catorce, contra la sentencia de vista de
fojas ciento ocho, del quince de julio de dos mil quince, que
confirma la sentencia apelada de fecha veintiocho de noviembre
de dos mil catorce de fojas ochenta y nueve, que declara fundada
la demanda; en consecuencia, que la parte demandada desocupe
el inmueble ubicado en el Jirón Prolongación Gamarra 765, Local
110-A, Victoria. Por lo que corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines
de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal de la justiciable recurrente saber
adecuar las agravios que denuncia a las causales que para la
referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en
la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil
-modificado por la Ley número 29364-, toda vez que: i) Se
impugna una resolución expedida por la Cuarta Sala Especializada
78905
en lo Civil de la Corte Superior de justicia de la Lima que, como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ante el referido
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha
sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta
fue notificada al recurrente el seis de agosto de dos mil quince,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas ciento
diez, y el referido recurso de casación fue interpuesto el diecisiete
de agosto de dos mil quince; y, iv) Se ha adjuntado el arancel
judicial respectivo a fojas ciento doce. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia que
le fue desfavorable. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su
recurso de casación, en la primera causal prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú, I y VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, alega que se ha vulnerado el derecho al debido
proceso y tutela jurisdiccional efectiva, pues se ha desestimado el
valor probatorio de un voucher con el cual acredita que el contrato
de arrendamiento seguía vigente, en forma posterior a la carta
notarial con la que supuestamente el demandante había puesto fin
a la relación contractual. Sexto.- Que examinadas las alegaciones
descritas en el quinto considerando, éstas deben desestimarse
porque están orientadas a reevaluar las conclusiones a las que
arriba la Sala de mérito, entre ellas, que la carta notarial que pone
fin al arrendamiento fue recibida el ocho de noviembre del dos
mil trece; que el documento que corre a fojas cuarenta y uno, al
que el demandado llama recibo de alquiler, si bien es cierto es
del veintiocho de enero del dos mil catorce, no es menos cierto
que no señala el concepto por el cual se paga, razones por las
cuales debe ampararse la demanda; siendo ello así, carece de
sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, por tanto,
en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración del
derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por el recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído a sede casatoria, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas denunciadas;
menos aún ha demostrado la incidencia directa que tendría
aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Domingo Guzmán Mansilla Hurtado a fojas ciento catorce,
contra la sentencia de vista de fojas ciento ocho, del quince de julio
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Miguel Ángel Leoncio Pinillos Basombrio
con Domingo Guzmán Mansilla Hurtado, sobre desalojo por
ocupación precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-249
CAS. Nº 3392-2015 CAJAMARCA
REIVINDICACIÓN. Lima, veintiséis de octubre del dos mil quince.
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por el demandante
Juan José Cabello Arce a fojas setecientos dieciocho, contra
la sentencia de vista de fojas setecientos cinco, del veintiocho
de abril de dos mil quince, que confirma la sentencia apelada
de fecha seis de abril de dos mil catorce, de fojas seiscientos
treinta y ocho, que declara infundada la demanda. Por lo que
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con
los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales, así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de

78906 CASACIÓN
la justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas 718, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del
plazo previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente
el quince de junio de dos mil quince, conforme a la constancia
del cargo de notificación de fojas setecientos quince, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el treinta de junio de dos mil
quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado
el arancel judicial respectivo a fojas setecientos treinta. Cuarto.-
Que, al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en
los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, se verifica que el nombrado
casacionista satisface el primer requisito, previsto en el inciso
uno del referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia
de primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.- Que, el
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo
efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú, VII del Título
Preliminar, 50 inciso 6 del Código Procesal Civil, 923 y 949 del
Código Civil y 70 de la Constitución Política del Perú. Alega
que se ha vulnerado el derecho a la debida motivación, pues la
fundamentación del fallo es aparente y alejada de la realidad,
como el hecho de afirmar que no se habría opuesto al peritaje;
asimismo el Ad quem divaga sobre la propiedad del recurrente,
sosteniendo que no se ha afectado en absoluto su posesión, sino
fuera así por qué estaría demandando y por qué el metraje de
los demandados es mucho menor que el de su titulo; que se ha
violentado su derecho a la propiedad que no solo emerge de su
titulo supletorio sino además de los tratos sucesivos del predio.
Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el quinto
considerando, éstas deben desestimarse porque están orientadas
a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala de mérito,
entre ellas, que del análisis del título supletorio de dominio a favor
del demandante Juan José Cabello Arce, de fecha tres de octubre
de dos mil seis, tramitado ante Notario Público, aclarado mediante
Instrumento Notarial Nº110, debidamente inscrito en los Registros
Públicos de Cajamarca, se acredita que el citado demandante es
propietario del predio urbano, ubicado en el pasaje Camino Real
Nº 145 del distrito de Baños del Inca, provincia y departamento de
Cajamarca, que por el frente limita con el pasaje Camino Real y
tiene una extensión de 13.40 ml; asimismo conforme a la ampliación
del informe pericial se concluye que las medidas perimétricas y
área del predio de propiedad del demandante, contrastadas en
campo y con ocasión de la inspección judicial, determinan la
inexistencia del faltante que reclama el actor; es decir, los peritos
han determinado que el actor posee y conduce el área total que
su título de propiedad le confiere y habilita, sin existir porción o
área cuya titularidad dominial ostente y no posea; siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por el recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído a sede casatoria, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas invocadas;
menos aún ha demostrado la incidencia directa que tendría
aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Juan José Cabello Arce a fojas setecientos dieciocho, contra la
sentencia de vista de fojas setecientos cinco, del veintiocho de abril
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Juan José Cabello Arce con Rodolfo Raúl
Orejuela Chirinos y otra, sobre reivindicación; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-250
CAS. Nº 3423-2015 CAJAMARCA
NULIDAD DE ACTO JURIDICO. Lima, veintisiete de octubre del dos
mil quince. VISTOS; con los expedientes acompañados; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a calificar el recurso
de casación interpuesto por la demandada María Teresa Vallejo
Martos a fojas ochocientos noventa y seis, contra la sentencia de
vista de fojas ochocientos cincuenta y seis, del cinco de junio de dos
mil quince, que confirma la sentencia apelada de fecha veinticuatro
de marzo de dos mil catorce, de fojas setecientos cuarenta que
declara fundada la demanda; en consecuencia, declara nulas y sin
efecto legal alguno, las cláusulas cuarta y sexta del testamento
otorgado por escritura pública de fecha veintidós de abril de mil
novecientos noventa y cinco, otorgada por Juan Adolfo Vallejos
Villegas; asimismo nulo la inscripción registral del testamento que
obra en la Partida Nº 1167046431, Tomo 08 y fojas cuatrocientos
treinta y uno, del Registro de Testamentos. Por lo que corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso
de casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe
puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la
Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los
fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar
las agravios que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en la
formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se
verifica que el recurso de casación de fojas ochocientos noventa y
seis, cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia
expedida por la Sala Especializada en lo Civil Transitoria de la Corte
Superior de Justicia de Cajamarca que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada a la recurrente el diecisiete de junio de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas ochocientos sesenta y nueve, y el
referido recurso de casación fue interpuesto el dos de julio de dos mil
quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el
arancel judicial respectivo a fojas novecientos seis. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, se verifica que la nombrada casacionista
satisface el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia
que le fue desfavorable. Quinto.- Que, la recurrente sustenta su
recurso de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386
del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Perú, alega que se ha vulnerado el derecho a la debida motivación de
las resoluciones judiciales, pues en el segundo considerando de la
sentencia recurrida se señala que existen casi once años de
diferencia entre la constitución de la empresa y el otorgamiento de la
escritura pública de testamento, siendo lógico que varios de los
bienes que fueron aportados en el acto constitutivo hayan sido
reemplazos por su deterioro; sin embargo, el demandante no
solamente no ha acreditado que dicho reemplazo se haya efectuado
de acuerdo con lo establecido en la Ley de Sociedades Mercantiles,
sino que no existe elemento fáctico alguno que permita
razonablemente hacer suponer al Ad quem tal atingencia, para
sustentar dicha prognosis; indica que el testador ha dispuestos
bienes propios y no bienes de la empresa Curtiembre Vallejos SRL
como erradamente concluye el Ad quem, porque a la data del
testamento, veintidós de abril de mil novecientos noventa y cinco, la
referida empresa ya se había disuelto por junta general extraordinaria
de socios del veintisiete de febrero de mil novecientos ochenta y
nueve. Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el
quinto considerando, éstas deben desestimarse porque están
orientadas a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala de
mérito, entre ellas, que es evidente que la afirmación de la recurrente
no se ajusta a la verdad, en la medida que el A quo ha argumentado
que existiera exacta identidad entre los bienes aportados en el acto
constitutivo de la empresa y los que fueron consignados en el
testamento; que, por el contrario, claramente ha señalado en el quinto
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
considerando de la sentencia recurrida que, muchos de ellos
coinciden, lo que sin duda alguna es verdad, pues ello se puede
corroborar en el cuadro comparativo graficado por la recurrente.
Además, que no se ha acreditado que la empresa Curtiembre Vallejo
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada hubiere entrado en
proceso de liquidación, esto es, se haya seguido el procedimiento de
designar el liquidador correspondiente, cancelar las deudas de la
persona jurídica y si existió un saldo a favor de los socios, y de ser así,
la forma en que se distribuyó entre ellos; además de no existir en los
Registros Públicos la supuesta liquidación de esta persona jurídica,
por tanto los bienes siguen perteneciendo a la referida empresa;
siendo ello así, carece de sustento lo alegado por la recurrente.
Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia
la vulneración del derecho al debido proceso o infracción normativa
de derecho procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior
ha dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto por
la recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de lo
mencionado anteriormente, se concluye que la impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es que esta
Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido, lo que
constituye una facultad de los Jueces de mérito que no puede ser
traído en vía de casación, por ser materia ajena a los fines del
recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada. Noveno.-
Que, en conclusión, la impugnante no ha cumplido con los requisitos
de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, al no haber descrito con claridad y precisión las
infracciones normativas invocadas; menos aún han demostrado la
incidencia directa que tendría aquélla sobre la decisión impugnada.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por María Teresa Vallejo Martos a fojas
ochocientos noventa y seis, contra la sentencia de vista de fojas
ochocientos cincuenta y seis, del cinco de junio de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Julio
Flavio Vallejo Chavarri con María Teresa Vallejo Martos y otro, sobre
nulidad de acto jurídico; y, los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.- SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA
CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-251
CAS. Nº 3475-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima,
veintinueve de octubre de dos mil quince.- VISTOS; con el
expediente acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el demandado Instituto Nacional de
Salud del Niño de folios mil treinta y cuatro, contra la sentencia de
vista de fecha dos de julio de dos mil quince, de folios novecientos
cincuenta y uno, que confirma la sentencia de primera instancia
de fecha veinticuatro de marzo de dos mil catorce, de folios
novecientos doce, que declara fundada en parte la demanda de
indemnización por daños y perjuicios; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una
resolución expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Lima que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Lima. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, pues
la resolución recurrida ha sido notificada en fecha once de agosto
de dos mil quince y el recurso de casación se presentó el veinte de
agosto de dos mil quince. IV) No adjunta el correspondiente arancel
judicial por tratarse de una entidad del Estado. Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios novecientos treinta y nueve; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia como causal
la siguiente: Infracción normativa del artículo 1321 del Código
Civil. Señala que se ha contravenido el principio de congruencia al
resolver una relación contractual cuando la pretensión consistía en
responsabilidad extracontractual; en la impugnada no se expresa
78907
en qué ha consistido la conducta antijurídica, esto es, en una
acción u omisión dolosa, culpa inexcusable o culpa leve; tampoco
se determina las causas que provocaron el daño, limitándose a
señalar hechos que no guardan conexión con el daño; y no se
ha determinado el factor de atribución, en tanto no se expresa
el factor de responsabilidad ni los riesgos sobre el despliegue
de la conducta del recurrente. Sexto.- Que, en relación a la
causal denunciada, se verifica que la misma carece de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que contrariamente
a lo expresado en el recurso de casación, no se ha vulnerado
el principio de congruencia, en tanto que si bien es cierto el
actor solicitó el pago de indemnización por responsabilidad
extracontractual, también lo es que los hechos que sustentan
su pretensión se encuentran referidos a la responsabilidad
contractual, por lo que correspondía aplicar el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, conforme al cual, el juez debe
aplicar el derecho que corresponda aunque no haya sido invocado
por las partes o lo haya sido erróneamente, conforme ha precisado
la Sala de mérito al absolver dicho agravio también formulado en
el recurso de apelación, no expresando en el recurso de casación
argumento alguno dirigido a desvirtuar tal fundamento contenido
en la sentencia de vista. Séptimo.- Que, asimismo, se aprecia que
el Colegiado Superior ha emitido un pronunciamiento conforme a
lo agravios manifestados en la apelación, habiendo desvirtuado
cada uno de ellos, acogiendo y confirmando los fundamentos
invocados en la sentencia de primera instancia, de la cual se
desprende un análisis respecto a la conducta antijurídica, nexo
causal, daño y factor de atribución, de manera que el recurrente
no puede alegar omisión de precisión en la recurrida respecto a
ello; máxime si los argumentos que sustentan la causal casatoria
se encuentra referida mas bien a la existencia de una motivación
deficiente, la cual no es sancionada por el artículo 1321 del
Código Civil, sino por normas de carácter procesal. Octavo.- Que,
siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es revocatorio, no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Instituto Nacional de Salud del Niño de
folios un mil treinta y cuatro, contra la sentencia de vista de fecha
dos de julio de dos mil quince, de folios novecientos cincuenta
y uno; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Enrique Aguilar Alvarado contra el Instituto Nacional
de Salud del Niño y otros, sobre indemnización por daños y
perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-252
CAS. Nº 3555-2015 PUNO
REIVINDICACIÓN. Lima, treinta de octubre del dos mil quince.
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por el demandante
Jorge Calsin Coasaca, a fojas cuatrocientos ochenta y dos,
contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos setenta y uno,
del catorce de julio de dos mil quince, que revoca la sentencia
apelada de fecha catorce de noviembre de dos mil catorce, de
fojas trescientos sesenta que declara infundada la demanda;
reformándola, la declara improcedente. Por lo que corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos
que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de
revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso
de casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir,
se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i)
en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr
los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en que incurre el casacionista, en la formulación del referido

78908 CASACIÓN
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación de fojas cuatrocientos ochenta y dos, cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Provincia de San
Román-Juliaca de la Corte Superior de Justicia de Puno que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso;
ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en
la norma, pues ésta fue notificada al recurrente el diecisiete de
julio de dos mil quince, conforme a la constancia del cargo de
notificación de fojas cuatrocientos setenta y siete, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el cinco de agosto de dos mil
quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado
el arancel judicial respectivo a fojas cuatrocientos ochenta y
uno. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica que
el nombrado casacionista satisface el primer requisito, previsto en
el inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.-
Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo
efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos 70 y 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, VII del Título
Preliminar, 122 inciso 4, 370 del Código Procesal Civil, 923
y 927 del Código Civil, alega que se ha vulnerado su derecho
a la tutela jurisdiccional efectiva y a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, evidenciándose error en la apreciación
y valoración de la pruebas, falta de logicidad y razonabilidad en
la fundamentación, pues por un lado se menciona que se debió
individualizar a quienes ejercen la posesión y, por otro lado, que
se trata de un área verde y que el bien no se halla individualizado;
asimismo no se ha pronunciado sobre los agravios del recurso
de apelación y se ha contravenido el principio de la reforma en
peor; que la pretensión reivindicatoria es un mecanismo de
protección del derecho de propiedad, y al emitirse una sentencia
sin pronunciamiento sobre el fondo se le está vulnerando su
derecho de propietario. Sexto.- Que examinadas las alegaciones
descritas en el quinto considerando, éstas deben desestimarse
porque están orientadas a reevaluar las conclusiones a las que
arriba la Sala de mérito, entre ellas, que si bien la pretensión de
reivindicación la ejercita el propietario; sin embargo, en el caso
de autos, dicha pretensión no estaría destinada a recuperar el
bien, por cuanto ninguno de los demandados se encuentran en
posesión, por lo que dicha pretensión de reivindicación no cumple
con los presupuestos fácticos y jurídicos para ejercitarla, lo cual
no va a permitir un pronunciamiento válido sobre el fondo del
asunto, y lo que es más importante, que este pronunciamiento
sea eficaz y útil; en consecuencia, la demanda ha devenido en
improcedente al no contener los requisitos de fondo que hagan
viable su procedencia; dejando a salvo el derecho del demandante
para que lo ejercite con arreglo a ley. Sétimo.- Que, de lo
mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Octavo.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendrían aquéllas
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Jorge
Calsin Coasaca, a fojas cuatrocientos ochenta y dos, contra
la sentencia de vista de fojas cuatrocientos setenta y uno, del
catorce de julio de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jorge Calsin Coasaca con
Julián Basilio Flores Céspedes y otros, sobre reivindicación; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. almenara bryson, walde Jáuregui,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, cunya celi, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-253
CAS. Nº 3559-2015 DEL SANTA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, cuatro de noviembre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por el codemandado Nilton César Moreno
Rodríguez a fojas cuatrocientos cincuenta, contra la sentencia
de vista de fecha veintiséis de mayo de dos mil quince, obrante
a fojas cuatrocientos treinta y cuatro, que confirmó la sentencia
de fecha veintisiete de noviembre de dos mil catorce, obrante
a fojas trescientos cincuenta y nueve, que declaró fundada la
demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia Del Santa, que emitió la resolución recurrida. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, IV) La parte recurrente cumple con adjuntar el
correspondiente arancel judicial de fojas cuatrocientos cuarenta
y siete. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia la
siguiente causal: Infracción de las normas que garantizan el
debido proceso como lo son el artículo 197º, 75º segundo
párrafo, II y VI del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
aduciendo que si se hubiese valorado debidamente los medios
probatorios, se hubiera advertido que la apoderada de la actora
no se encuentra facultada para interponer la presente acción
de nulidad de acto jurídico, sino solo para demandar desalojo
por ocupación precaria; asimismo, se ha omitido emplazarlos
para una conciliación extrajudicial, más aún que se ha expedido
resoluciones cuyos petitorios nunca fueron demandados en
el extremo del bien inmueble materia de litigio. Sexto.- Que, la
causal denunciada por la parte impugnante, en los términos en
que ha sido formulada, adolece del requisito de claridad y precisión
a que se contrae el inciso 2 del artículo 388º del Código Procesal
Civil, toda vez que, del análisis de los fundamentos que en ella
subyacen no se aprecia una exposición comprensible y explícita
de los vicios in procedendo, que conlleven a la vulneración de
los preceptos normativos denunciados; evidenciándose por el
contrario, que lo que en rigor cuestiona la parte recurrente, es
una supuesta valoración indebida de los medios probatorios
actuados en el proceso, actividad que no se condice con los fines
del recurso de casación precisados en el artículo 384º del Código
Procesal Civil; maxime, si se considera que, el examen del recurso
de casación no es la etapa procesal pertinente para debatir una
supuesta falta de representación de la parte demandante, la cual
debió cuestionarse en su debida oportunidad; agregándose a
ello que, no resulta plausible el argumento destinado a sostener
la improcedencia de la demanda, por falta de conciliación
extrajudicial, pues se observa que la pretensión de autos versa
sobre nulidad de acto jurídico, materia que al sustentarse en
normas de carácter imperativo, resulta indisponible. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por codemandado Nilton César Moreno
Rodríguez, contra la sentencia de vista de fecha veintiséis de mayo
de dos mil quince, obrante a fojas cuatrocientos treinta y cuatro,
que confirmó la sentencia de fecha veintisiete de noviembre de
dos mil catorce, obrante a fojas trescientos cincuenta y nueve,
que declaró fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por María Elizabeth Luna Castillo
de Kansato contra el recurrente, la Casa de Beneficios y Seguridad
Social del Pescador y Nelly Raquel Vílchez Jiménez de Moreno;
sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron. Interviene
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-254
CAS. Nº 3617-2015 LIMA SUR
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, cinco de
noviembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada Asociación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Deportiva José Carlos Mariátegui de folios cuatrocientos
quince, contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de abril
de dos mil quince, de folios trescientos cincuenta y ocho, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha veinticinco
de setiembre de dos mil catorce, de folios doscientos sesenta y
siete, que declara fundada la demanda de desalojo por ocupación
precaria; medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II)
Ha sido interpuesto ante la a Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima Sur, que emitió la resolución recurrida. III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del
citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificada en
fecha ocho de julio de dos mil quince y el recurso de casación
se presentó el veintidós de julio de dos mil quince. IV) Adjunta
el correspondiente arancel judicial folios cuatrocientos doce
del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia, en
razón que fue desfavorable a sus intereses, conforme se advierte
de folios doscientos noventa y tres; por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que, la
recurrente denuncia como causales las siguientes: a) Infracción
normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado; y 122 inciso 3 y 197 del Código Procesal
Civil. Señala que no se ha valorado el Oficio 027-71-VI-PJCM y
la Resolución Directoral 168-74-XR-JA-DL, los cuales demuestran
que la posesión de la recurrente se encuentra amparada en justo
título y de buena fe; la Sala cita los fundamentos de hecho de
las partes sin sustentar por qué la recurrente tiene la calidad de
precaria. b) Infracción normativa del artículo 122 inciso 4 del
Código Procesal Civil. Manifiesta que el a quo creó un nuevo
petitorio y resolvió sobre mejor derecho de posesión lo cual no es
materia del presente proceso, lo cual no fue advertido por la Sala. c)
Apartamiento inmotivado del IV Pleno Casatorio Civil. Sostiene
que existe apartamiento del citado Pleno al haberse analizado
de forma comparativa dos derechos de posesión, sin tener en
cuenta que el presente proceso está referido sólo al derecho de
poseer; y no se ha precisado los fundamentos por los cuáles el
Oficio 027-71-VI-PJCM y la Resolución Directoral 168-74-XR-JA-
DL han quedado sin validez o se han extinguido. Sexto.- Que,
en relación a la causal denunciada en el literal a), se verifica que
los argumentos casatorios, se encuentran orientados más bien a
generar en este Supremo Tribunal una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente revaloración de la prueba actuada y
los elementos de juicio del proceso, a efecto de determinar que
conforme a las instrumentales obrantes en autos, la recurrente no
tendría la condición de ocupante precaria, como si esta sede se
tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice con
la naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos
fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la
unificación de los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia,
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio.
Asimismo, contrariamente a lo expuesto en el recurso de casación,
la Sala Superior ha precisado de forma adecuada, suficiente y
congruente los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan
su decisión, determinando que la entidad demandante tiene
derecho a poseer el bien sub litis en virtud del derecho de uso
otorgado a su favor por COFOPRI. Séptimo.- Que, respecto a la
causal descrita en el literal b), se aprecia que la misma carece de
amparo legal en cuanto a su procedencia, toda vez que la juez
de la causa no ha incorporado una nueva pretensión, resolviendo
la materia controvertida de acuerdo a los argumentos expuestos
por la entidad demandante y la demandada, precisando por qué
la recurrente en la actualidad no tendría derecho para poseer,
siendo que ante dos derechos de posesión confrontados [siendo
ninguna de las partes propietaria], correspondía resolver cuál de
éstos prevalecía conforme al ordenamiento legal. Octavo.- Que,
en cuanto a la causal denunciada en el literal c), se advierte que
la misma también debe ser desestimada, en tanto que el IV Pleno
78909
Casatorio Civil establece la imposibilidad de resolver respecto al
mejor derecho de propiedad mas no de determinar quien tiene
derecho a ejercer la posesión sobre un determinado inmueble,
conforme se ha procedido en las instancias de mérito. Noveno.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal. Décimo.- Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio, no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandada Asociación Deportiva José Carlos Mariátegui
de folios cuatrocientos quince, contra la sentencia de vista de fecha
diecisiete de abril de dos mil quince, de folios trescientos cincuenta
y ocho; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por el Instituto Peruano del Deporte contra la Asociación Deportiva
José Carlos Mariátegui y otro, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-255
CAS. Nº 3647-2015 MADRE DE DIOS
DESALOJO POR OCUPACION PRECARIA. Lima, seis de
noviembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el demandado Florencio
Luna Vilca, obrante a folios ochocientos sesenta y ocho, contra la
sentencia de vista de fecha veintiséis de junio de dos mil quince,
obrante a fojas ochocientos cincuenta y tres, que confirmando
la sentencia de primera instancia obrante a fojas setecientos
cincuenta y nueve, de fecha trece de noviembre de dos mil catorce,
declaró fundada la demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos
de admisibilidad y procedencia deben ser verificados con la
conformidad establecida en la ley número 29364. Segundo.- Que,
en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por
la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, en tanto, la sentencia de vista fue
notificada el veintitrés de julio de dos mil quince, y el recurso de
casación fue interpuesto el doce de agosto del mismo año, IV) La
parte recurrente cumple con adjuntar el correspondiente arancel
judicial según se advierte a folios ochocientos sesenta y ocho
del expediente principal. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón a que las resoluciones apeladas le fueron adversas,
por lo que cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia las siguientes
causales: a) Infracción normativa del artículo 911º del Código
Civil, señalando que la posesión que ostenta fue reconocida por la
demandante por un plazo de seis meses mediante la Resolución
Nº 232-2011-SGATPYHU-MPT de fecha ocho de julio del dos mil
once, plazo que a la fecha de interposición de la demanda aún no
se había extinguido; b) Infracción normativa del artículo 896º
del Código Civil, indicando que por un lado el Colegiado Superior
reconoce que es posesionario en mérito al certificado de posesión
de fecha ocho de julio de dos mil once, empero luego señala
que dicho otorgamiento solo corresponde a una verificación de
hecho y no constituye un reconocimiento que afecte el derecho de
propiedad del titular; siendo que dicha situación concuerda con lo
descrito por la norma invocada, habiéndose emitido una sentencia
en contra del espíritu de dicha norma; y c) Contravención de las
normas que garantizan el debido proceso, refiriendo que la
Sala efectúa una apreciación errada del certificado de posesión
obrante en autos al indicar que dicho documento no constituye

78910 CASACIÓN
reconocimiento alguno que afecte el derecho de propiedad de
la actora, y en forma contradictoria indica que el demandado
se encuentra en posesión del predio sub litis. Sexto.- Que, del
análisis conjunto de las infracciones normativas denunciadas
se aprecia que la fundamentación de cada una de ellas, no
satisface el requisito de claridad y precisión a que se contrae
el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil, ello al
advertirse que la parte impugnante no cumple con describir de
manera comprensible y explícita en qué consisten los vicios
in iudicando e in procedendo que conlleven a la vulneración de
los preceptos normativos invocados, así como los errores en
el razonamiento judicial decisorio en el que habrían incurrido
los juzgadores; por el contrario, del análisis de los argumentos
esbozados, se evidencia que los mismos están orientados a
obtener de ésta Sala Suprema una nueva apreciación de los
hechos con la subsecuente valoración de los medios probatorios
actuados en el proceso, como lo es el certificado de posesión,
obrante a fojas cincuenta y ocho, a fin de que se acoja la tesis
fáctica postulada ante las instancias de mérito, que sustenta la
justificación de la posesión que ejerce sobre el predio sub litis;
empero la actividad que se pretende obtener de éste Colegiado
Supremo, no se condice con los fines del recurso de casación,
previstos en el artículo 384º del Código Procesal Civil, los cuales
son la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y
la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia; maxime, si el Ad quem, efectuando la respectiva
valoración probatoria, ha determinado que, si bien el emplazado
acreditó que la demandada expidió a su favor una constancia de
posesión, dicho documento fue otorgado como una verificación
de hecho y no como un reconocimiento que afectara la propiedad
de la titular; debiendo considerarse además que, el proceso de
titulación que inició no se opone al derecho de propiedad de la
actora, pues la lotización del terreno de mayor extensión es una
circunstancia expectaticia; razones por las cuales corresponde
declarar la improcedencia de las causales objeto de análisis. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Florencio Luna Vilca,
obrante a folios ochocientos sesenta y ocho, contra la sentencia
de vista de fecha veintiséis de junio de dos mil quince, obrante a
fojas ochocientos cincuenta y tres, que confirmando la sentencia
de primera instancia obrante a fojas setecientos cincuenta y
nueve, de fecha trece de noviembre de dos mil catorce, declaró
fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad.
En los seguidos por el procurador público a cargo de los asuntos
judiciales de la Municipalidad Provincial de Tambopata contra
Florencio Luna Vilca y otros, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-256
CAS. Nº 3654-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, seis de
noviembre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandado Efraín Rebaza Rodríguez, a fojas
setecientos veinticuatro, contra la sentencia de vista de fojas
seiscientos noventa y nueve, del dieciséis de junio de dos mil
quince, que confirma la sentencia apelada de fecha diecinueve
de setiembre de dos mil catorce, de fojas seiscientos veintiocho,
que declara fundada la demanda; en consecuencia, ordena que
la parte demandada pague solidariamente a Scotiabank Perú
S.A.A. la suma de USS 120,956.28 dólares americanos; más
intereses compensatorios y moratorios pactados, devengados y
que se devenguen. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar
en cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción
normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr los
fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal recurrente saber adecuar
las agravios que denuncia a las causales que para la referida
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar
las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta
de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas ciento cincuenta y dos, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Segunda Sala
Especializada en lo Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente el doce
de agosto de dos mil quince, conforme a la constancia de fojas
setecientos treinta y seis, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el veinticinco de agosto de dos mil quince, es decir, al
décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo a fojas setecientos ocho. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386
del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa de los artículos VII del Título Preliminar, 190,197
y 238 del Código Procesal Civil, alega que se ha vulnerado
el derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales, pues la Sala de mérito no ha tomado en cuenta que
la supuesta carta fianza nunca fue suscrita ni firmada por el
recurrente, además resulta insólito que la fecha que aparece en el
documento de fianza, no coincide con la fecha de los contratos de
leasing, habiéndose utilizado diferentes tipos de letras y lapiceros;
señala que el A quo en ningún momento ha dispuesto u ordenado
establecer la veracidad del supuesto documento mediante una
pericia grafotécnica; que la ejecutante en la carta de fecha cuatro
de setiembre de dos mil nueve solamente resuelve el contrato
modificatorio y no resuelve el contrato principal; señala que se
ha sentenciado de forma ultra petita al admitir u ordenar que se
pague por bienes que no ha recibido ni se ha beneficiado en forma
alguno. Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en
el quinto considerando, éstas deben desestimarse porque están
orientadas a reevaluar las conclusiones a las que ha arribado
la Sala de mérito, entre ellas, que la resolución del contrato se
ha efectuado en cumplimiento del procedimiento pactado entre
las partes (cláusula décima novena -literal “e” del contrato de
arrendamiento financiero), ejecutándose con la remisión de la
carta notarial de fecha cuatro de setiembre del dos mil nueve
(mediante el cual se precisa la causal de resolución). Por último,
respecto a la no suscripción del contrato de fianza solidaria, se
advierte de dicho contrato, que el recurrente firmó como persona
natural, asimismo consignó su número de DNI y no como afirma la
apelante, en el sentido de que el contrato era entre dos personas
jurídicas; siendo ello así, carece de sustento lo alegado por el
recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia de autos,
no se aprecia la vulneración del derecho al debido proceso o
infracción normativa de derecho procesal; asimismo, se advierte
que el Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los
agravios puestos de manifiesto por el recurrente, en su escrito
de apelación. Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se
concluye que el impugnante al denunciar la presunta vulneración
del derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales, lo que pretende es que esta Sala Casatoria realice un
nuevo análisis de lo concluido, lo que constituye una facultad de
los Jueces de mérito que no puede ser traído a sede casatoria,
por ser materia ajena a los fines del recurso, por lo que dicha
causal debe ser desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, el
impugnante no ha cumplido con los requisitos de procedencia
establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haber descrito con claridad y precisión las
infracciones normativas invocadas; menos aún han demostrado la
incidencia directa que tendría aquélla sobre la decisión impugnada.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Efraín Rebaza Rodríguez, a fojas
setecientos veinticuatro, contra la sentencia de vista de fojas
seiscientos noventa y nueve, del dieciséis de junio de dos mil
quince; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Scotiabank Perú S.A.A con Efraín Rebaza Rodríguez y otro,
sobre obligación de dar suma de dinero; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-257
CAS. Nº 3720-2015 AYACUCHO
PETICIÓN DE HERENCIA. Lima, nueve de noviembre de dos
mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Maruja Morales Amao de folios
doscientos seis, contra la sentencia de vista de fecha cuatro
de junio de dos mil quince, de folios ciento setenta y siete, que
confirma la sentencia de primera instancia de fecha diez de julio
de dos mil catorce, de folios noventa y tres, que declara fundada
la demanda de petición de herencia; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ayacucho que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Especializada en
lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, que emitió
la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha treinta de julio de dos mil
quince y el recurso de casación se presentó el siete de agosto de
dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de
folios doscientos dos del expediente principal. Tercero.- Que, en
lo referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios ciento seis; por lo que cumple con
lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto.- Que,
los recurrentes denuncian como causal la siguiente: Infracción
normativa del artículo 664 del Código Civil. Señala que los
demandantes no han postulado expresamente la pretensión de
declaración de herederos, habiendo la Sala Superior transcrito
únicamente parte del petitorio, siendo que la demanda fue admitida
sólo respecto a petición de herencia, por lo que se ha emitido
un pronunciamiento extra petita. Sexto.- Que, en relación a la
causal denunciada, se advierte que la misma carece de amparo
legal en cuanto a su procedencia, toda vez que contrariamente
a lo expresado en el recurso de casación, los accionantes
demandaron petición de herencia y asimismo solicitaron se les
declare como herederos de su padre, lo cual se encuentra acorde
con lo establecido en el artículo 664 del Código Civil, el cual regula
la figura de petición de herencia, habiendo las instancias de mérito
emitido un pronunciamiento acorde con lo pretendido. Séptimo.-
Que, siendo así, el recurso de casación no satisface los requisitos
de procedencia precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil y su modificatoria, por lo que se debe
proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 392 del acotado
Código Procesal Octavo.-. Que, respecto a la exigencia prevista
en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio así
como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Maruja Morales Amao
de folios doscientos seis, contra la sentencia de vista de fecha
cuatro de junio de dos mil quince, de folios ciento setenta y siete;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jesús Armando Morales Aguilar y otro contra Maruja Morales
Amao y otros, sobre petición de herencia; y los devolvieron.
Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.
Integrando esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda
Molina, por licencia de la señora Jueza Suprema del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI,
MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
C-1392274-258
CAS. 3744-2015 LIMA SUR
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, diez de
noviembre de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandado Julio Vásquez Rivera, a fojas
cuatrocientos cuarenta y tres, contra la resolución de vista de
fojas cuatrocientos treinta y dos, del veintiséis de junio de dos mil
quince, que confirma la resolución apelada de fecha veintisiete de
78911
abril de dos mil catorce, de fojas ciento sesenta y ocho, corregida
a fojas doscientos cuatro, que declara fundada la demanda; en
consecuencia, ordena que el demandado restituya y desocupe el
inmueble materia de desalojo. Por lo que, corresponde examinar
si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen
los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales, así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de
la justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran establecidas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas cuatrocientos
cuarenta y tres, cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, toda vez que se interpone: i)
Contra la sentencia expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Sur que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada al recurrente el veinticuatro de julio de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas cuatrocientos treinta y ocho, y
el referido recurso de casación fue interpuesto el doce de agosto
del mismo año, es decir, dentro del décimo día de notificado; y,
iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo, conforme se
aprecia de fojas cuatrocientos cuarenta. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que el nombrado casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable a sus intereses. Quinto.- Que, el recurrente sustenta
su recurso de casación, en la primera causal prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La
infracción normativa del artículo 911 del Código Civil. Sostiene
que se ha aplicado incorrectamente el citado artículo, puesto
que la Credencial de Posesión constituye título válido y justifica
plenamente su posesión sobre el área de terreno reclamada por
la demandante, toda vez que la Comunidad ostenta el derecho
de propiedad sobre el predio de mayor extensión inscrito en la
Ficha 40011, el mismo que se encuentra superpuesto totalmente
con el área de 11,986.25m2, ocupada por Mercado Sectorial Nº
01, transferida por la Municipalidad de Villa El Salvador a favor
de la demandante, dentro de la cual se encuentra comprendida
el área materia de desalojo, existiendo actualmente un proceso
de mejor derecho de propiedad, Expediente 5797-2000, tramitado
por ante el Vigésimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima.
Finalmente, el documento denominado Credencial de Posesión
no ha sido tachado ni cuestionado, por lo que conserva su
eficacia probatoria y no puede ser considerado insuficiente.
B) La infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú. Señala que la Sala Superior no se
ha pronunciado sobre la discrepancia que existe en cuanto al área
de terreno materia del desalojo, considerando que la demandante
reclama la restitución de un área de 200m2, mientras la posesión
que ejerce está referida a un área de 250m2, conforme lo acredita
con los medios probatorios que obran en autos, hecho que se
encuentra corroborado con la inspección judicial. Sexto.- Que,
respecto a la denuncia contenida en el acápite A), cabe precisar
que el análisis de las cuestiones fácticas a las que ha arribado
la instancia de mérito no es finalidad del recurso de casación, el
cual está orientado estrictamente a cuestiones de puro derecho.
Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el acápite
B), la Sala Superior ha establecido que el inmueble, materia de
desalojo, forma parte integrante de un área de mayor extensión y
que se encuentra inscrito a favor de la demandada en la Partida Nº
P031540886; por consiguiente, no resulta cierto que la resolución
materia de casación carezca de una debida motivación, ya que
la decisión adoptada por la instancia de mérito se encuentra
debidamente sustentada en los respectivos fundamentos fácticos
y jurídicos, los que resultan ser claros y precisos sobre lo que es
materia de litis. Octavo.-Por tal motivo, se puede concluir que, si
bien el recurrente cumple con describir con claridad y precisión

78912 CASACIÓN
la infracción normativa en que se habría incurrido, conforme a
la exigencia del inciso 2 del artículo bajo análisis; sin embargo,
no cumple con demostrar la incidencia de dicha infracción sobre
la decisión impugnada, como lo exige el inciso 3 del referido
artículo; por lo tanto, al incumplirse con uno de los requisitos
exigidos por ley, debe declararse la improcedencia del recurso
de casación interpuesto, en todos sus extremos, de conformidad
con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Julio Vásquez Rivera, a
fojas cuatrocientos cuarenta y tres, contra la resolución de vista de
fojas cuatrocientos treinta y dos, del veintiséis de junio de dos mil
quince; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Asociación de Comerciantes del Mercado Sectorial Nº 01
de Villa El Salvador con Julio Vásquez Rivera, sobre desalojo por
ocupación precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-259
CAS. Nº 3749-2015 LA LIBERTAD
INDEMNIZACION POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, diez
de noviembre de dos mil quince.- VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Lina del Carmen Amayo Martínez,
obrante a folios novecientos ochenta, contra la sentencia de vista
de fecha diecinueve de enero de dos mil quince, obrante a fojas
novecientos cincuenta y cuatro, que confirmando en parte la
sentencia de primera instancia obrante a fojas novecientos tres,
de fecha veintitrés de junio de dos mil catorce, declaró fundada
en parte la demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley número 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad
que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha
sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, que emitió la resolución recurrida. III)
Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, en tanto, la sentencia de vista fue notificada
el nueve de junio de dos mil quince de fojas novecientos setenta
y seis, y el recurso de casación fue interpuesto el veintitrés de
junio del mismo año, IV) La parte recurrente cumple con adjuntar
el correspondiente arancel judicial, según se advierte a fojas
novecientos setenta y ocho. Tercero.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primera instancia,
en razón a que las resoluciones apeladas le fueron adversas,
por lo que cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma
procesal anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento
de los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, la recurrente formula la
siguiente denuncia: Vulneración del principio de limitación
o del tantum devolutum quantum apellatum, arguyendo
que la Sala no se ha pronunciado por cada uno de los agravios
expuestos en el recurso de apelación, específicamente, al agravio
referido a la desestimación de la pretensión de daño emergente
a favor de la co demandada Ana Virginia Landeras Vanini, por
cuanto, a pesar de que ésta no acreditó la existencia de daño
en su contra, se ordenó su pago. Sexto.- Que, del análisis de la
denuncia formulada por la parte impugnante, se verifica que ésta
adolece del requisito de claridad y precisión exigido por el numeral
2 del artículo 388º del Código Procesal Civil, al no adecuarse a las
causales previstas en el artículo 386º del Código Adjetivo anotado,
esto es, no se cumple con identificar adecuadamente cuál es la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Efectivamente, éste Supremo
Tribunal advierte que la parte impugnante alega de forma genérica
una supuesta vulneración del “principio de limitación o del tantum
devolutum quantum apellatum”, empero no explicita de forma
adecuada en qué consiste el vicio que conlleva a la vulneración
que alega, ni cuál es la incidencia directa en la decisión asumida
por el colegiado; por el contrario, del análisis de los fundamentos
del recurso, se observa que éstos se encuentran orientados más
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
bien a que éste Tribunal realice una revaloración de la prueba
actuada en el proceso, en el extremo referido a la acreditación del
daño causado a la codemandante Ana Virginia Landeras Vanini,
pretensión que contraviene los fines del recurso de casación,
previstos en el artículo 384º del Código Procesal Civil, los cuales
son: la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto
y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandada Lina del
Carmen Amayo Martínez, obrante a folios novecientos ochenta,
contra la sentencia de vista de fecha diecinueve de enero de dos
mil quince, obrante a fojas novecientos cincuenta y cuatro, que
confirmando en parte la sentencia de primera instancia obrante
a fojas novecientos tres, de fecha veintitrés de junio de dos mil
catorce, declaró fundada en parte la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Ana Virginia
Landeras Vanini y Gustavo Alonso Landeras Vanini contra Lina del
Carmen Amayo Martínez; y los devolvieron; sobre Indemnización
por daños y perjuicios. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-260
CAS. Nº 3791-2015 JUNÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA, Lima, once de
noviembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el demandado Orlando Miguel
Navarro Aliaga de folios noventa y tres, contra la sentencia de
vista de fecha treinta de julio de dos mil quince, de folios ochenta
y dos, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha
cuatro de junio de dos mil quince, de folios sesenta, que declara
fundada la demanda de desalojo por ocupación precaria; medio
impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. Segundo.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por
la Sala Mixta Descentralizada de Tarma de la Corte Superior de
Justicia de Junín que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Sala Mixta Descentralizada
de Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín, que emitió
la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución
recurrida ha sido notificada en fecha seis de agosto de dos mil
quince y el recurso de casación se presentó el diecinueve de
agosto de dos mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel
judicial de folios noventa y dos del expediente principal. Tercero.-
Que, en lo referente a los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir la
resolución de primera instancia, en razón que fue desfavorable a
sus intereses, conforme se advierte de folios sesenta y seis; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria. Quinto.- Que, el recurrente denuncia como causal la
siguiente: Infracción normativa al debido proceso. Señala que
el apoderado inició el presente proceso con un poder otorgado por
la propietaria del bien sub litis, cuando ésta tenía noventa años de
edad, siendo el objetivo de aquel y el de otros vender los bienes
para obtener beneficios económicos, habiendo el mencionado
y el otro apoderado Oscar Luis Caymoc Leyva, otorgado poder
por acta y notarial a Luis Javier Leyva Aliaga, no figurando la
persona de Jennifer Kelly Díaz Navarro, la otra apoderada; y se
le declaró rebelde sin darle posibilidad a subsanación. Sexto.-
Que, en relación a la causal denunciada, se verifica que la misma
carece de amparo legal en cuanto a su procedencia, toda vez que
la validez del poder otorgado por la propietaria del inmueble a
favor de tres apoderados, entre ellos quien presentó la demanda
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de autos, no es materia controvertida en el presente proceso,
pudiendo el recurrente hacerlo valer en la vía correspondiente;
asimismo, el poder notarial otorgado por los apoderados de la
titular, Gualberto Oscar Granados Aliaga y Oscar Luis Caymoc
Leyva a favor de Luis Javier Leyva Aliga, se encuentra dentro de
las facultades que dicha titular les otorgó, habiéndose desistido
del poder por acta a favor del mencionado Luis Javier Leyva
Aliga al existir el poder notarial; por otra parte, se aprecia que el
recurrente no presentó escrito alguno de contestación, por lo que
el a quo no podía otorgar plazo para subsanar aquello que no
se había presentado. Séptimo.- Que, siendo así, el recurso de
casación no satisface los requisitos de procedencia precisados en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto
en el artículo 392 del acotado Código Procesal. Octavo.- Que,
respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo
388, si bien el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Orlando Miguel
Navarro Aliaga de folios noventa y tres, contra la sentencia de
vista de fecha treinta de julio de dos mil quince, de folios ochenta
y dos; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Jacinta Luzmila Aliaga Mayorca contra Orlando
Miguel Navarro Aliaga y otra, sobre desalojo por ocupación
precaria y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-261
CAS. 3816-2015 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, doce de
noviembre de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandada Lucia Rosalía Taco Taco de
Flores, a fojas doscientos noventa, contra la resolución de vista
de fojas doscientos cincuenta y siete, del ocho de julio de dos mil
quince, que confirma la resolución apelada de fecha dieciséis de
diciembre de dos mil catorce, de fojas ciento noventa y siete, que
declara fundada la demanda; en consecuencia, ordena que la
demandada restituya y desocupe el inmueble materia de desalojo.
Por lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe presentar
además, una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas doscientos noventa, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Este que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii)
Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la
norma, pues ésta fue notificada a la recurrente el treinta y uno de
agosto de dos mil quince, conforme a la constancia de fojas
doscientos noventa, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el catorce de setiembre del mismo año, es decir,
dentro del décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el
arancel judicial respectivo, conforme se aprecia a fojas doscientos
ochenta y siete. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que la nombrada casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable
78913
a sus intereses. Quinto.- Que, la recurrente sustenta su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil. Sostiene que se
encuentra acreditada su posesión en el inmueble materia de
desalojo, conforme al contrato privado de compra venta de fecha
trece de octubre de mil novecientos setenta y cinco, por ende, la
posesión que ostenta la ejerce a título de propietaria. No se han
valorado sus medios probatorios ofrecidos y admitidos en la
audiencia de prueba. B) La infracción normativa de los artículos
6 y 7 de la Ley de Conciliación y el artículo 7 de su Reglamento,
aprobado mediante Decreto Supremo Nº 014-2008. Señala que
se han inaplicado estos dispositivos legales, porque no se ha
acompañado a la demanda el acta de conciliación respectiva. C)
La infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú. Indica que se vulnera la garantía
de la debida motivación, al descartar la validez de sus medios
probatorios, ofrecidos y admitidos en la audiencia única, e inclusive
al no otorgar mérito probatorio al propio contrato y señalar indebida
e ilegalmente que no encuentra respaldo en otro elemento
probatorio que lo corrobore. Se vulnera el principio de congruencia
procesal, pues a pesar de ser un punto controvertido el haber
observado el incumplimiento formal del requisito de admisibilidad
de la demanda al no haberse adjuntado el acta del acuerdo
conciliatorio; sin embargo, no ha sido materia de pronunciamiento
por la Sala. Sexto.- Que, respecto a la denuncia contenida en el
acápite A), la Sala Superior ha concluido que el contrato de
compra venta de fecha trece de octubre de mil novecientos setenta
y cinco, por el cual la demandada refiere que adquirió el inmueble
materia de desalojo, no le causa convicción por ser una copia
simple a colores, más aun, si el notario público ha señalado que el
sello y firma que aluden a su persona en dicho documento son
falsos, conforme se corrobora con el documento que obra a fojas
ciento ochenta y uno; siendo así, no se acredita que la recurrente
cuente con título suficiente que le permita poseer el inmueble.
Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el acápite B),
obra en autos, el documento denominado constancia de asistencia
e invitación para conciliar, la cual deja constancia de la no
asistencia de la parte invitada Lucia Taco Taco y Tomás Flores
Mamani, asimismo, se señala nueva fecha para la realización de
la audiencia de conciliación. Siendo así, se puede advertir que con
dicho documento se dio por cumplido lo dispuesto por ley, aspecto
que ha tomado en cuenta el juzgador al momento de calificar la
demanda, declarar saneado el proceso y al momento de expedirse
las sentencias; por consiguiente no resulta cierto lo denunciado
por la impugnante. Octavo.- Que, finalmente en cuanto a la
denuncia contenida en el acápite C), no se advierte que se haya
vulnerado la garantía constitucional del derecho al debido proceso.
Lo cierto es que la impugnante pretende que este Supremo
Tribunal realice un análisis de las conclusiones fácticas a las que
arriba la instancia de mérito, lo cual resulta inviable por no
encontrarse dentro de los supuestos previstos en el artículo 384
del Código Procesal Civil (fines del recurso de casación). Si bien la
Sala Superior omite pronunciarse expresamente respecto a la
denuncia de la impugnante en el sentido que al escrito de demanda
no se adjuntó el acta del acuerdo conciliatorio; sin embargo, dicha
omisión no acarrea la nulidad de la sentencia de vista, en
aplicación del principio de trascendencia contenido en el artículo
171 del Código Procesal Civil, mas aún si se tiene en cuenta lo
señalado en el considerando precedente; además, porque no
resulta relevante para dilucidar el presente proceso, en el que se
ha concluido que el demandante se encuentra legitimado para
solicitar la restitución del inmueble de su propiedad y la demandada
no ostenta título alguno que justifique la posesión de su predio por
lo que tiene la calidad de ocupante precaria. Noveno.-Por tal
motivo, se puede concluir que, si bien la recurrente cumple con
describir con claridad y precisión la infracción normativa en que se
habría incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo
bajo análisis; sin embargo, no cumple con demostrar la incidencia
de dicha infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el
inciso 3 del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse con uno de
los requisitos exigidos por ley, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación interpuesto, en todos sus extremos, de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la demandada Lucia Rosalía
Taco Taco de Flores, a fojas doscientos noventa, contra la
resolución de vista de fojas doscientos cincuenta y siete, del ocho
de julio de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Juan Adalberto Tam Cornejo
con Lucía Rosalía Taco Taco de Flores, sobre desalojo por
ocupación precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto

78914 CASACIÓN
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-262
CAS. 3822-2015 MADRE DE DIOS
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, doce de
noviembre de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandado Alfredo Pérez Sánchez, a fojas
trescientos cincuenta, contra la resolución de vista de fojas
trescientos treinta y uno, del veintidós de junio de dos mil quince,
en el extremo que confirma la resolución apelada de fecha nueve
de diciembre de dos mil catorce, de fojas doscientos setenta y
ocho, que declara fundada la demanda; en consecuencia, ordena
que el demandado restituya y desocupe el inmueble materia de
desalojo. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los
requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe tener
presente que éste es extraordinario, eminentemente formal y
técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las
agravios que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas trescientos cincuenta, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Madre de
Dios que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente el
treinta de julio de dos mil quince, conforme a la constancia de fojas
trescientos treinta y siete, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el trece de agosto del mismo año, es decir, dentro del
décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo, conforme se aprecia a fojas trescientos cuarenta y
ocho. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable
a sus intereses. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso
de casación, en las causales previstas por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La infracción
normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, del artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, de los artículos 50 inciso 6 y 122 incisos 3 y 4 del
Código Procesal Civil. Sostiene que en el petitorio de la demanda
se ha demandado a Alfredo Pérez Sánchez y a Karina Pérez
Tejada, respecto a ésta ultima mediante Resolución Nº 12 se ha
aprobado el desistimiento formulado por el demandante; sin
embargo, en la parte resolutiva de la sentencia de vista se
comprende nuevamente a una persona que no es parte en el
proceso, es decir, a Karina Pérez Tejada. Asimismo, se ha
vulnerado el principio de congruencia procesal, toda vez que el
petitorio de la demanda se refiere a un predio de 200m2 y las
sentencias consideran que es de 500m2. La Sala Superior sin
fundamento alguno no se pronuncia en forma correcta respecto a
la calidad de poseedor que ostenta el demandado del inmueble
que es materia del presente proceso. B) La infracción normativa
de los artículos 941 y 942 del Código Civil. Señala que la
demanda no resulta amparable por existir construcciones en el
inmueble materia de desalojo efectuadas por el recurrente. C)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial, recaída en la
Casación 1780-1999-CALLAO. Sexto.- Que, respecto a la
denuncia contenida en el acápite A), no resulta cierto que la
resolución materia de casación carezca de una debida motivación
o que afecte el principio de congruencia procesal, toda vez que la
decisión adoptada por la instancia de mérito, respecto al fondo de
la controversia, se encuentra debidamente motivada con los
respectivos fundamentos fácticos y jurídicos, los que resultan ser
claros y precisos sobre lo que es materia de litis. Que si bien es
cierto que en la parte resolutiva de la sentencia de vista, se
consigna como parte integrante de la relación procesal a Karina
Pérez Tejeda, ello resulta ser un error material, que no incide sobre
el fondo de la litis, que no amerita la nulidad de la recurrida.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el acápite B),
la Sala Superior ha señalado que en el presente caso no se
discute los bienes que puedan existir en el sobresuelo del predio,
ni su valor, dejando a salvo el derecho del recurrente para que lo
haga valer en la vía correspondiente. A mayor abundamiento, en el
IV Pleno Casatorio en lo Civil, se ha establecido como doctrina
jurisprudencial vinculante que: “Cuando el demandado afirme
haber realizado edificaciones o modificaciones sobre el predio
materia de desalojo –sea de buena o mala fe-, no justifica que se
declare la improcedencia de la demanda, bajo el sustento de que
previamente deben ser discutidos dichos derechos en otro
proceso. Por el contrario, lo único que debe verificarse es si el
demandante tiene derecho o no a disfrutar de la posesión que
invoca, dejándose a salvo el derecho del demandado a reclamar
en otro proceso lo que considere pertinente”. Noveno.- Que,
finalmente en cuanto a la denuncia contenida en el acápite C), se
advierte que la citada casación no es una resolución que constituya
precedente que vincule a los órganos jurisdiccionales de la
República, por no haberse expedido bajo los lineamientos
establecidos en el artículo 400 del Código Procesal Civil. Décimo.-
Por tal motivo, se puede concluir que, si bien el recurrente cumple
con describir con claridad y precisión la infracción normativa o
apartamiento inmotivado en que se habría incurrido, conforme a la
exigencia del inciso 2 del artículo bajo análisis; sin embargo, no
cumple con demostrar la incidencia de dicha infracción sobre la
decisión impugnada, como lo exige el inciso 3 del referido artículo;
por lo tanto, al incumplirse con uno de los requisitos exigidos por
ley, debe declararse la improcedencia del recurso de casación
interpuesto, en todos sus extremos, de conformidad con lo previsto
en el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Alfredo Pérez Sánchez, a fojas trescientos
cincuenta, contra la resolución de vista de fojas trescientos treinta
y uno, del veintidós de junio de dos mil quince; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Dante Orcotoma Dueñas
con Alfredo Pérez Sánchez, sobre desalojo por ocupación
precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. SS. ALMENARA
BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRIGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-263
CAS. Nº3841-2015 HUAURA
IMPUGNACION DE ACUERDO. Lima, doce de noviembre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por la parte demandada conformada por Luis
Kobayashi Kobayashi y otros, obrante a folios tres mil quinientos
setenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha dieciocho de
junio de dos mil quince, obrante a fojas tres mil quinientos doce,
que revocando la sentencia de primera instancia obrante a fojas
tres mil ciento cuarenta y ocho, de fecha veinticinco de julio de
dos mil catorce, declaró fundada la demanda; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad a la modificatoria establecida en la Ley
número 29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley citada en la parte ultima del
considerando anterior, se tiene que el presente recurso cumple
con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huaura que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huaura, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado
artículo, en tanto, la sentencia de vista fue notificada el siete de
julio de dos mil quince, y el recurso de casación fue interpuesto
el veinticuatro del mismo mes y año, IV) La parte recurrente
cumplió con cancelar el arancel judicial por recurso de casación,
según consta en el comprobante de pago obrante a fojas tres mil
quinientos sesenta. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón
a que las resoluciones apeladas le fueron adversas, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia las
siguientes causales: a) Infracción normativa por aplicación
indebida del artículo 37º, 43º literal f) y 49º del Estatuto de
la Asociación Peruano Japonesa de la Provincia de Huaral,
refiriendo que la normativa en comento regula los casos en que
se pierde la condición de asociado, siendo éstas la expulsión
o separación por acuerdo de la junta directiva, las cuales no
corresponden ser aplicadas al presente caso, pues la Asociación
ha sostenido durante todo el proceso judicial de convocatoria de
asamblea, que los demandantes son asociados inhábiles por falta
de cotización; sin embargo, no está acreditado que al momento
de entablar la demanda de convocatoria de asamblea, se haya
cumplido con el trame de requerimiento por parte de tesorería,
respecto a las cotizaciones no pagadas, especificando que la
norma aplicable es la prevista en el artículo 85º del Código Civil,
toda vez que la solicitud fue presentada por más del diez por
ciento (10%) de los asociados hábiles, b) Contravención de las
normas que garantizan el debido proceso, indicando que se ha
infringido el artículo 139º inciso 3,5 y 13 de la Constitución Política
del Estado, concordante con el artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil al no motivarse adecuadamente la decisión
de revocar la sentencia apelada, considerando que fue éste
mismo órgano jurisdiccional que en segunda instancia confirmó
la sentencia que ordenaba convocar judicialmente la asamblea
general en el proceso judicial signado con el número 164-2004.
Sexto.- Que, con relación a la causal descrita en el literal a),
cabe indicar que, la misma no supera el requisito de procedencia
a que se contrae el artículo 388º numeral 2 del Código Procesal
Civil, ello si se tiene en cuenta que, el recurso de casación tiene
por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia; empero en el presente caso, es materia de
denuncia una norma de carácter particular, como lo es el Estatuto
de la Asociación Peruano Japonesa de la Provincia de Huaral; en
ese sentido, al no adecuarse la denuncia propuesta a las causales
previstas en el artículo 386º del Código Adjetivo anotado, y a
los fines del recurso de casación, la causal en examen deviene
en improcedente. Séptimo.- Que, del análisis de la causal
denunciada en el literal b), se advierte que también corresponde
declarar su improcedencia, al no satisfacer el requisito de claridad
y precisión exigido por el artículo 388º numeral 2 del Código
Procesal Civil; toda vez que, a pesar de denunciarse a través de
ella la contravención de normas que garantizan el derecho a un
debido proceso, lo cierto es que la parte impugnante no cumple
con explicitar adecuadamente en qué consiste el vicio procesal
que conlleva a la infracción del precepto constitucional invocado;
verificándose por el contrario, que este extremo del recurso ha sido
formulado de manera genérica, sin adecuar su fundamentación
a la causal propuesta, que se encuentra reservada únicamente
para el examen de vicios trascendentales que acarre la nulidad
de la resolución objeto de casación, defecto argumentativo que
conlleva a declarar su improcedencia. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por los demandado Luis Kobayashi Kobayashi y otros, obrante
a folios tres mil quinientos setenta y uno, contra la sentencia
de vista de fecha dieciocho de junio de dos mil quince, obrante
a fojas tres mil quinientos doce, que revocando la sentencia de
primera instancia obrante a fojas tres mil ciento cuarenta y ocho,
de fecha veinticinco de julio de dos mil catorce, declaró fundada la
demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los
devolvieron; en los seguidos por la Asociación Peruana Japonesa
de la provincia de Huaral contra Luis Kobayashi Kobayashi y otros,
sobre Impugnación de Acuerdo. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-264
CAS. Nº 3858-2015 LIMA NORTE
DERECHO DE POSESIÓN. Lima, trece de noviembre del dos mil
quince. VISTOS; con los acompañados; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandada Elizabeth Sonia Mariño Canchari
a fojas cuatrocientos veintitrés, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos sesenta y dos, del veinte de mayo de dos mil
quince, que confirma la sentencia apelada de fecha primero de
julio de dos mil catorce, de fojas trescientos uno que declara
fundada la demanda; en consecuencia, ordena a la parte
demandada desocupe el inmueble ubicado en Mz. 111 Lote 07
Comité 07 Asentamiento Humano Ar. Enrique Milla Ochoa, distrito
Los Olivos, provincia y departamento de Lima. Por lo que,
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con los
requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
78915
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la justiciable
recurrente saber adecuar las agravios que denuncia a las causales
que para la referida finalidad taxativamente se encuentran
determinadas en la norma procesal civil, pues el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en los que incurre el casacionista,
en la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese
sentido, se verifica que el recurso de casación de fojas
cuatrocientos veintitrés, cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada a la recurrente el diecisiete de junio de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas trescientos sesenta y siete, y el
referido recurso de casación fue interpuesto el primero de julio de
dos mil quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha
adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas cuatrocientos
veinte. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que la nombrada casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, la recurrente sustenta su recurso de casación, en la
primera causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal
Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los
artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, 12
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 50 inciso 6, 122 incisos
3 y 4, 245 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil, 896, 900, 901
y 902 del Código Civil y 6 de la Ley Nº 26872. Alega que se ha
vulnerado el derecho al debido proceso y la motivación de las
resoluciones judiciales, pues la Sala considera de forma errónea
que opera el derecho posesorio de una persona respecto de un
predio con la existencia de un titulo, sin tomar en cuenta que se
requiere además la tradición, es decir que la posesión sea
entregada a su destinatario; y, en el presente caso el demandante
no llegó a ocupar físicamente el bien; asimismo señala que el
demandante debió solicitar la conciliación en forma previa a la
interposición de la demanda, ante tal incumplimiento el Ad quem
debió declarar improcedente la demanda. Sexto.- Que examinadas
las alegaciones descritas en el quinto considerando, éstas deben
desestimarse porque están orientadas a reevaluar las conclusiones
a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que la ley define a la
posesión como el ejercicio de hecho de uno o más poderes
inherentes a la propiedad; que la ley también establece que la
forma ordinaria de adquisición de la posesión es mediante la
tradición; que bajo dicho marco, se conoce que el demandante
adquirió el derecho de posesión sobre el bien sub litis, en virtud a
la transferencia de posesión efectuada por Claudio Elmer Lino
Calixto y cónyuge a su favor, mediante contrato de fecha diez de
febrero del dos mil cuatro; que la legitimidad de esa transferencia
se verifica de las copias de las actas de diversas asambleas, en
las cuales se reconocía al transferente Claudio Elmer Lino Calixto,
como propietario del lote de terreno, lo que se corrobora con lo
informado por el Secretario General de dicha Asociación; siendo
ello así, carece de sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.-
Que en cuanto a la no presentación del acta de conciliación, esta
omisión no ha sido alegada como causal de nulidad, en forma
oportuna en la etapa correspondiente (contestación y
saneamiento); resultando de aplicación el principio de
convalidación previsto en el tercer párrafo del artículo 172 del
Código Procesal Civil; por consiguiente no puede ser incorporada
en casación, toda vez que este Supremo Tribunal no tiene la
calidad de instancia de mérito, no resultando por tanto amparable;
que a lo anterior se adiciona que por el principio de trascendencia
contenido en el artículo 171 del mismo Código, no resulta
amparable declarar la nulidad por la nulidad misma, si la
subsanación del vicio no ha de influir en el resultado de la decisión,
máxime si de autos se advierte que la recurrente no ha evidenciado
una actitud conciliadora frente al conflicto de intereses. Octavo.-
Que, por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la
vulneración del derecho al debido proceso o infracción normativa
de derecho procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal

78916 CASACIÓN
Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios puestos de
manifiesto por la recurrente en su escrito de apelación. Noveno.-
Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que la
impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de
mérito que no puede ser traído en vía de casación, por ser materia
ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser
desestimada. Décimo.- Que, en conclusión, la impugnante no ha
cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber
descrito con claridad y precisión las infracciones normativas
invocadas; menos aún han demostrado la incidencia directa que
tendría aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Elizabeth Sonia Mariño Canchari a fojas
cuatrocientos veintitrés, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos sesenta y dos, del veinte de mayo de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Félix Ángel Zavala Chávez con Elizabeth Sonia Mariño Canchari y
otra, sobre derecho de posesión; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.
Por licencia del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta
Sala Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS.
almenara bryson, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, miranda molina,
cunya celi, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-265
CAS. 3873-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, diecinueve de
noviembre de dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por el demandado Belisario Peche Peña, a fojas
ciento setenta y siete, contra la resolución de vista de fojas ciento
cuarenta y seis, del diecinueve de junio de dos mil quince, que
confirma la resolución apelada de fecha catorce de octubre de dos
mil catorce, de fojas noventa y tres, que declara fundada la
demanda; en consecuencia, ordena que el demandado entregue
al demandante la posesión del inmueble materia de desalojo. Por
lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple
con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe presentar
además, una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas ciento setenta y siete, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que,
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente el
catorce de julio de dos mil quince, conforme al cargo de fojas
ciento sesenta y uno, y el referido recurso de casación fue
interpuesto el treinta de julio del mismo año, es decir, dentro del
décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo, conforme se aprecia a fojas ciento setenta y cinco.
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable
a sus intereses. Quinto.- Que, el recurrente sustenta su recurso
de casación, en las causales previstas por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La infracción
normativa del artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil. Sostiene que no ha sido notificado con la demanda
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
ni con la sentencia de primer grado de acuerdo a ley. B) La
infracción normativa del artículo VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil. Alega que en la contestación ha indicado
que era inquilino desde hace más de cuarenta años, que al
comienzo los arriendos los cobraba el padre del demandante, pero
a la muerte de éste, el cobro lo realizaba Toribio Tello Salvatierra,
pero al fallecer también éste, ningún heredero pasó a cobrar los
arriendos. El demandante le ha enviado una carta notarial
indicándole que tuvo una conversación para acordar la merced
conductiva referente al inmueble materia de desalojo; por tal
motivo, se ha debido declarar improcedente la demanda. C)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial, contenido en
la Casación 2428-2001, LIMA. Sexto.- Que, respecto a la denuncia
contenida en el acápite A), obra a fojas sesenta y ocho, la
resolución Nº 03, que declara improcedente por extemporánea la
contestación de la demanda; así mismo, se advierte que el recurso
de apelación interpuesto por el recurrente contra la sentencia de
primer grado fue concedida mediante resolución de fojas ciento
trece; siendo así, no resulta cierto lo denunciado por el casante,
esto es, que se haya vulnerado la tutela jurisdiccional efectiva. En
todo caso, de ser cierta la alegación del impugnante, éste debió
ejercer su derecho en la primera oportunidad que tenía para
hacerlo, conforme lo dispone el artículo 176 del Código Procesal
Civil. Sétimo.- Que, en cuanto a la denuncia contenida en el
acápite B), se advierte que la contestación de la demanda fue
declarada improcedente por haberse presentado fuera del plazo
establecido por ley; pese a ello, el juzgador analizando los
argumentos descritos en la contestación de la demanda, concluye
que dichas alegaciones no han sido acreditadas; por consiguiente,
al no haber presentado el demandado medio probatorio alguno
que justifiquen su posesión, su condición es la de ocupante
precario. Así, en el IV Pleno Casatorio Civil, CAS Nro.
2195-20111-Ucayali, se ha establecido como doctrina
jurisprudencial lo siguiente: “1. Una persona tendrá la condición de
precaria cuando ocupe un inmueble ajeno, sin pago de renta y sin
título para ello, o cuando dicho título no genere ningún efecto de
protección para quien lo ostente, frente al reclamante, por haberse
extinguido el mismo. (...). 5. Se consideran como supuesto de
posesión precaria a los siguientes: 5.4. La enajenación de un bien
arrendado, cuyo contrato no estuviera inscrito en los registros
públicos, convierte en precario al arrendatario, respecto del nuevo
dueño, salvo que el adquiriente se hubiere comprometido a
respetarlo, conforme a lo dispuesto por el artículo 1708 del Código
Civil”. Octavo.- Que, respecto a la denuncia descrita en el acápite
C), las ejecutorias supremas expedidas por la Corte Suprema de
Justicia de la República constituyen precedente de carácter
obligatorio y vinculante para todos los órganos jurisdiccionales
solo si son emitidas conforme a lo establecido por el artículo 400
del Código Procesal Civil; por lo que esta denuncia también debe
desestimarse. Noveno.- Por lo expuesto en los considerandos
precedente, se advierte que el recurrente no cumple con demostrar
la incidencia de la infracción que denuncia sobre la decisión
impugnada, como lo exige el inciso 3 del referido artículo; por lo
tanto, debe declararse la improcedencia del recurso de casación
interpuesto en todos sus extremos, de conformidad con lo previsto
en el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Belisario Peche Peña, a fojas ciento setenta y
siete, contra la resolución de vista de fojas ciento cuarenta y seis,
del diecinueve de junio de dos mil quince; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Raúl Tello Blas con
Belsiario Peche Peña, sobre desalojo por ocupación precaria; y,
los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema
señora del Carpio Rodríguez. Por licencia del señor Juez
Supremo Walde Jáuregui integra esta Sala Suprema el señor Juez
Supremo Miranda Molina. SS. ALMENARA BRYSON, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS C-1392274-266
CAS. Nº 3929-2015 LIMA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, veintitrés
de noviembre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por Mauricio Jiancarlo Ormeño Colán, a fojas
cuatrocientos doce, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos, del veintiuno de mayo de dos mil tres, que revoca
la sentencia apelada de fecha treinta de octubre de dos mil doce
de fojas trescientos cuarenta y nueve que declara infundada la
demanda; reformándola la declara fundada; en consecuencia,
ordena que la demandada Emma Beatriz Villegas Muñoz cumpla
con otorgar la escritura pública de compraventa de fecha cuatro de
febrero de dos mil nueve, del 12% de las acciones y derechos que
corresponden al inmueble ubicado en Calle Los Pinos, Lote 07,
Manzana D-1, Calle Manuel Raygada 391, Urbanización Paseo
de la República, distrito de Chorrillos, Provincia y Departamento
de Lima, cuya área total es de 259.50 m2. Por lo que, corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos
que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal
Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Que,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales, así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de
la justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación a fojas cuatrocientos doce,
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil -modificado por la
Ley número 29364-, toda vez que: i) Se impugna una resolución
expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la
Superior de Justicia de Lima que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado
dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue notificada al
recurrente el dieciocho de noviembre de dos mil trece, conforme
a la constancia del cargo de notificación de fojas cuatrocientos
cinco, y el referido recurso de casación fue interpuesto el tres
de diciembre de dos mil trece; y, iv) Se ha adjuntado el arancel
judicial respectivo a fojas cuatrocientos nueve. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia, dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que el nombrado casacionista
satisface el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable. Quinto.- Que, el recurrente
sustenta su recurso de casación, en la primera causal prevista
por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: Infracción normativa de los artículos 139 inciso 5
de la Constitución Política del Perú, I del Título Preliminar,
197 y 427 inciso 6 del Código Procesal Civil y 1412, 1539 y
1549 del Código Civil, alega que se ha vulnerado el derecho a
la debida motivación de las resoluciones judiciales y valoración
de los medios probatorios; que no se ha efectuado una adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto, pues cómo se
puede amparar la demanda de otorgamiento de Escritura Pública,
cuando se ha acreditado de manera indubitable que la vendedora
Emna Beatriz Villegas Muñoz no ostentaba la propiedad del bien.
Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el quinto
considerando, éstas deben desestimarse porque están orientadas
a reevaluar las conclusiones a las que arriba las instancias Sala
de mérito, entre ellas, que el otorgamiento de la escritura pública
constituye una obligación del vendedor, conforme a los alcances
de los artículos 1412 y 1549 del Código Civil; que en consecuencia
es materia de este proceso la existencia del contrato respectivo
que conlleve al otorgamiento de la formalidad y si el vendedor
está obligado a ello; que, por el contrario, el derecho de propiedad
del comprador con relación a un tercero, debe ser materia de la
acción correspondiente sobre mejor derecho de propiedad u otra
acción idónea; siendo ello así, carece de sustento lo alegado
por el recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia
de autos, no se aprecia la vulneración del derecho al debido
proceso o infracción normativa de derecho procesal; asimismo, se
advierte que el Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los
agravios puestos de manifiesto por el recurrente en su escrito de
apelación. Octavo.- Que, se concluye así, que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es que
esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo establecido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en casación, por ser materia ajena a los fines
del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendrían aquéllas
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Mauricio
Jiancarlo Ormeño Colan, a fojas cuatrocientos doce, contra la
sentencia de vista de fojas cuatrocientos, del veintiuno de mayo
de dos mil trece; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Carlos Manuel Colan Villegas con Emma
Beatriz Villegas Muñoz y otros, sobre otorgamiento de escritura
78917
pública; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones del señor
Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta Sala Suprema el
señor Juez Supremo Miranda Molina, SS. ALMENARA BRYSON,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-267
CAS. 3936-2015 CUSCO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, veintitrés
de noviembre de dos mil quince. VISTOS; con los cuadernos
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por el demandado
Rímac Seguros y Reaseguros S.A.C., a fojas tres mil doscientos
setenta y siete, contra la resolución de vista de fojas tres mil ciento
cincuenta y uno, del tres de agosto de dos mil quince, que confirma
la resolución apelada de fecha treinta de julio de dos mil catorce,
de fojas dos mil quinientos ochenta y nueve, que declara fundada
en parte la demanda; en consecuencia, declara responsables
solidarios a Tomás Enríquez Olivares y Transportes Cruz del Sur
S.A.C., por los daños sufridos por Kenny Rolando Salas Kriseil;
ordena que se le indemnice con la suma de S/.2´000,000.00 y por
el daño emergente la suma de S/.200,000.00, debiendo Rímac S
y R. SAC., cubrir los montos indicados de acuerdo a la cobertura
del seguro. Por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos
386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley
número 29364. Segundo.- Antes de revisar el cumplimiento de los
requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe tener
presente que éste es extraordinario, eminentemente formal y
técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- En ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas tres mil doscientos setenta y siete, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada al recurrente el dieciocho de agosto de dos mil
quince, conforme al cargo de fojas tres mil ciento sesenta y cinco,
y el referido recurso de casación fue interpuesto el uno de
setiembre del mismo año, es decir, dentro del décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo,
conforme se aprecia de fojas tres mil doscientos cincuenta y uno
vuelta. Cuarto.- Al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, que deben
cumplirse conjuntivamente, se verifica que el nombrado
casacionista satisface el primer requisito, previsto en el inciso 1 del
referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable a sus intereses. Quinto.- El
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: A) La infracción normativa del artículo 139 inciso 5
de la Constitución Política del Perú, de los artículos VII del
Título Preliminar, 50 inciso 6 y 122 inciso 3 del Código
Procesal Civil. Sostiene que al no haberse sustentado la forma
de cálculo de los montos indemnizatorios amparados, la recurrida
incurre en una motivación insuficiente, pues no es suficiente
determinar que se hubiera producido daños por los conceptos
alegados y que los mismos sean susceptibles de resarcimiento,
sino que además el juzgador tiene la obligación de indicar de
manera clara y precisa cuáles han sido los parámetros asumidos
a efectos de poder cuantificarlos, pues hacerlo de otra forma
restringiría el derecho al contradictorio de las partes procesales.
B) La infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 14 de la

78918 CASACIÓN
Constitución Política del Perú. Señala que en la recurrida no
existe ninguna argumentación acerca de los medios probatorios
ofrecidos por los demandados, menos una valoración de los
mismos. Que ha debido actuarse el debate pericial admitido como
medio probatorio. C) La infracción normativa del artículo 123
del Código Procesal Civil. Alega que el criterio de la Sala
Superior no es razonable, habiéndose dejado de valorar las
pruebas por una interpretación arbitraria del instituto de la cosa
juzgada, toda vez que la existencia de un proceso penal no limita
en absoluto las facultades de las partes para probar sus
afirmaciones en el proceso civil. Que los jueces están impedidos
de valorar las pruebas y apreciar los hechos nuevamente, esta
vez, en el plano de la responsabilidad civil, en el que a diferencia
del proceso penal pueden utilizarse otros elementos y criterios de
imputación (ruptura del nexo causal, concausa, etc). Sexto.-
Respecto a la denuncia contenida en el acápite A), la Sala
Superior ha determinado que según el Certificado de Discapacidad
de fojas cien expedido por EsSalud el agraviado es persona
discapacitada totalmente dependiente en forma permanente;
asimismo el juez ha identificado correctamente el hecho generador,
el nexo causal, el factor de atribución y el daño causado, fijando un
monto indemnizatorio adecuado por el daño extrapatrimonial
(daño físico y daño moral), y patrimonial (daño emergente), que se
encuentran en proporción a la magnitud del daño a la salud física
ocasionada por el accidente de tránsito (grado de incapacidad
física y grado de evolución de la incapacidad) y el daño moral
(edad, proyecto de vida familiar, proyecto de vida profesional,
proyecto de vida laboral); que el monto indemnizatorio por el daño
emergente se ha fijado con criterio de equidad. Bajo ese contexto,
no resulta atendible lo denunciado por el impugnante, por el
contrario, se aprecia que la sentencia de vista materia de casación,
contiene los fundamentos fácticos y jurídicos en los cuales la
instancia de mérito sustenta su decisión de confirmar la apelada.
Sétimo.- En cuanto a la denuncia contenida en el acápite B), ésta
debe ser desestimada, por cuanto, no resulta viable que en sede
casatoria se realice una revaloración de los medios probatorios,
puesto que la finalidad del recurso de casación es la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia.
Octavo.- Finalmente, en cuanto a la denuncia contenida en el
acápite C), la Sala Superior ha establecido que ninguno de los
fundamentos de la apelación y las pruebas que según el recurrente
el juez de primera instancia habría omitido valorar, puede enervar
y dejar sin efecto lo resuelto en el proceso penal, debido a que la
responsabilidad de los demandados, ya fue objeto de decisión
judicial que tiene la calidad de cosa juzgada. Que, habiéndose
establecido una verdad jurídica no es procedente que en este
proceso se realice una valoración diferente de las pruebas
actuadas en el proceso penal, lo contrario, constituiría una
afectación del principio de la cosa juzgada, así como de los
principios de la predictibilidad y uniformidad de las decisiones
judiciales en íntima relación con el principio de seguridad jurídica;
que en ese sentido, no resulta atendible lo denunciado por la
impugnante. Que en sede casatoria, de acuerdo a lo establecido
en el artículo 384 del Código Procesal Civil, este Supremo Tribunal
se encuentra impedido de realizar un análisis de las conclusiones
fácticas a las que han arribado las instancias de mérito, por estar
reñido con los fines de la casación. Noveno.- Por lo expuesto, se
concluye que si bien el recurrente cumple con describir con
claridad y precisión la infracción normativa en que se habría
incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo bajo
análisis; sin embargo, no cumple con demostrar la incidencia de
dicha infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el
inciso 3 del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse con este
otro requisito exigidos por ley, debe declararse la improcedencia
del recurso de casación interpuesto en todos sus extremos de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandado Rímac
Seguros y Reaseguros S.A.C., a fojas tres mil doscientos setenta
y siete, contra la resolución de vista de fojas tres mil ciento
cincuenta y uno, del tres de agosto de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Rolando Salas Cárdenas, curador procesal de Kenny Rolando
Salas Kreisel con la Empresa de Transportes Cruz del Sur S.A.C.
y otros, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. Por vacaciones del señor Juez Supremo
Walde Jáuregui, integra esta Sala Suprema el señor Juez Supremo
Miranda Molina. SS. ALMENARA BRYSON, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI, CALDERÓN
PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-268
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
CAS. Nº 3936-2015 CUSCO
INDEMNIZACION POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, veintitrés
de noviembre de dos mil quince. VISTOS; con los cuadernos
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por el demandado
Tomás Enríquez Olivares, a fojas tres mil doscientos cuarenta,
contra la resolución de vista de fojas tres mil ciento cincuenta y uno,
del tres de agosto de dos mil quince, que confirma la resolución
apelada de fecha treinta de julio de dos mil catorce, de fojas dos
mil quinientos ochenta y nueve, que declara fundada en parte
la demanda; en consecuencia, declara responsables solidarios a
Tomás Enríquez Olivares y Transportes Cruz del Sur S.A.C., por
los daños sufridos por Kenny Rolando Salas Kriseil; ordena que
se le indemnice con la suma de S/.2´000,000.00 y por el daño
emergente la suma de S/.200,000.00, debiendo Rímac cubrir los
montos indicados de acuerdo a la cobertura del seguro. Por lo
que, corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con
los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en
que incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- En ese sentido, se verifica que el recurso de casación
de fojas tres mil doscientos cuarenta, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada al recurrente el diecisiete de agosto de dos
mil quince, conforme al cargo de fojas tres mil ciento sesenta y
cuatro, y el referido recurso de casación fue interpuesto el treinta
y uno de agosto del mismo año, es decir, dentro del décimo día
de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo,
conforme se aprecia a fojas tres mil doscientos veinte vuelta.
Cuarto.- Al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos
en los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, que copulativamente deben
cumplirse, se verifica que el nombrado casacionista satisface el
primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda
vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable a sus intereses. Quinto.- El recurrente sustenta su
recurso de casación, en la primera causal prevista por el artículo
386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: A) La
infracción normativa de los artículos 188 y 194 del Código
Procesal Civil. Sostiene que se debió ordenar de oficio que el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones aclare los dichos
y contradichos que según sostiene contienen los informes en
mención (Memorándum Nº 419-2007-NTC/14, Oficio Nº 4954-
20013-MTC/15 y Oficio Nº 815-2014-MTC/15). B) La infracción
normativa del artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil. Afirma que la afectación al debido proceso
consiste en no haber valorado adecuadamente las pruebas
ofrecidas y adicionales que generen convicción en el juzgador.
Sexto.- Respecto a las denuncias contenidas en los acápites A)
y B), éstas deben desestimarse, por cuanto, conforme al artículo
194 del Código Procesal Civil, es facultad del juzgador ordenar la
actuación de pruebas de oficio, cuando considere que las pruebas
ofrecidas por las partes sean insuficientes para formar convicción
y resolver la controversia; por lo tanto, el juzgador al no hacer
uso de esta facultad, ello no constituye un vicio procesal que
acarree la nulidad de la resolución expedida; en consecuencia, no
se advierte que se haya vulnerado el derecho al debido proceso.
A mayor fundamento, la Sala Superior ha determinado que en
el proceso penal ha quedado determinada la responsabilidad
del recurrente Tomás Enríquez Olivares, con las agravantes de
inobservancia de las reglas de tránsito, habiendo valorado las
declaraciones de los testigos presenciales del hecho, quienes
refirieron uniformemente que el ómnibus de manera temeraria e
imprudente y sin tener en cuenta la señal de bifurcación realizaba
su desplazamiento a una velocidad nada prudente. Sétimo.-
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Por lo expuesto, se concluye que el recurrente no cumple con
describir con claridad y precisión la infracción normativa en que
se habría incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del
artículo bajo análisis; por lo tanto, al incumplirse con éste requisito
exigido por ley, debe declararse la improcedencia del recurso
de casación interpuesto en todos sus extremos, de conformidad
con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Tomás Enríquez
Olivares, a fojas tres mil doscientos cuarenta, contra la resolución
de vista de fojas tres mil ciento cincuenta y uno, del tres de agosto
de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Rolando Salas Cárdenas, curador procesal
de Kenny Rolando Salas Kreisel con la Empresa de Transportes
Cruz del Sur S.A.C. y otros, sobre Indemnización por daños y
perjuicios; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones del señor
Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta Sala Suprema el
señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. ALMENARA BRYSON,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-269
CAS. 3936-2015 CUSCO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, veintitrés
de noviembre de dos mil quince. VISTOS; con los cuadernos
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por la demandada
Empresa de Transportes Cruz del Sur S.A.C., a fojas tres mil
ciento noventa y seis, contra la resolución de vista de fojas tres mil
ciento cincuenta y uno, del tres de agosto de dos mil quince, que
confirma la resolución apelada de fecha treinta de julio de dos mil
catorce, de fojas dos mil quinientos ochenta y nueve, que declara
fundada en parte la demanda; en consecuencia, declara
responsables solidarios a Tomás Enríquez Olivares y Transportes
Cruz del Sur S.A.C., por los daños sufridos por Kenny Rolando
Salas Kriseil; y ordena que se le indemnice con la suma de
S/.2´000,000.00 y por el daño emergente la suma de S/.200,000.00,
debiendo Rímac cubrir los montos indicados de acuerdo a la
cobertura del seguro. Por lo que, corresponde examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por
la Ley número 29364. Segundo.- Antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para el recurso de casación, se debe
tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal
y técnico, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en
cuál de las causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa;
o, ii) en el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe
presentar además, una fundamentación precisa, clara y pertinente
respecto de cada una de las referidas causales, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Que esta exigencia es para lograr los fines de la
casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de la recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- En ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas tres mil ciento noventa y seis, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda
vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada a la recurrente el diecisiete de agosto de dos
mil quince, conforme al cargo de fojas tres mil ciento sesenta y
cuatro, y el referido recurso de casación fue interpuesto el treinta
y uno de agosto del mismo año, es decir, dentro del décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo,
conforme se aprecia a fojas tres mil ciento setenta y uno vuelta.
Cuarto.- Al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en
los cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, se verifica que la nombrada
casacionista satisface el primer requisito, previsto en el inciso 1 del
referido artículo, toda vez que no consintió la sentencia de primera
78919
instancia que le fue desfavorable a sus intereses. Quinto.- La
recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera causal
prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncia: A) La infracción normativa del artículo 139 inciso 5
de la Constitución Política del Perú. Sostiene que no existe un
sustento legal que amerite el monto indemnizatorio, sino el simple
hecho de que el demandante interpuso una demanda de
indemnización por daños y perjuicios, pretendiendo que se le
abone la exorbitante y desmedida suma de US $3´000,000.00 por
daño emergente, lucro cesante y daño moral; que no se ha
valorado la resolución expedida por la Sexta Sala del Tribunal
Disciplinario Nacional de la PNP, así como el hecho de que el
interdicto se encontraba en estado de ebriedad y que por los
fluidos que el suministraron no se pudo determinar. B) La
infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú. Alega que se ha afectado el
debido proceso porque en el proceso penal se ha prescindido del
debate pericial de manera arbitraria y sin fundamento alguno. C)
La infracción normativa del artículo 197 del Código Procesal
Civil. Señala que no se ha valorado la resolución expedida por la
Sexta Sala del Tribunal Disciplinario Nacional PNP, ni el hecho de
que el interdicto se encontraba en estado de ebriedad, menos el
Informe Técnico Nº 118-DIVTRA-PNP-DIAT-C, en el cual se
evidencia que el accidente habría sido propiciado por la falta de
diligencia del interdicto al momento de conducir su vehículo y no
ha observado las normas de tránsito. Sexto.- Respecto a las
denuncias contenidas en los acápites A) y C), éstas deben ser
desestimadas, por cuanto, revisada la sentencia de vista materia
de casación, se advierte que aquella se encuentra debidamente
motivada en los fundamentos fácticos y jurídicos, los cuales
resultan ser claros y precisos, respecto a lo resuelto por la
instancia de mérito. De otro lado, no resulta viable que en sede
casatoria se realice una nueva valoración del caudal probatorio,
por no encontrarse dentro de los fines del recurso de casación,
conforme lo dispone el artículo 384 del Código Procesal Civil.
Sétimo.- Finalmente, en cuanto a la denuncia contenida en el
acápite C), la Sala Superior ha establecido que ninguno de los
fundamentos de la apelación ni las pruebas que el juzgador habría
omitido valorar pueden enervar y dejar sin efecto lo resuelto en el
proceso penal, toda vez que la responsabilidad de los demandados
ya fue objeto de decisión judicial, la cual tiene la calidad de cosa
juzgada. Además, que si bien en el proceso penal no se habría
realizado un debate pericial de los informes policiales por haberse
prescindido de dicha actuación, dicha resolución no fue objeto de
cuestionamiento por el sentenciado, ni por el tercero civilmente
responsable; sin embargo, lo cierto es que los citados informes sí
fueron actuados, conforme lo reconoce el demandado Tomás
Enríquez Olivera en su escrito de apelación, habiendo sido
valorados correctamente, conforme concluye la Sala Penal en los
fundamentos de la sentencia de vista; por consiguiente, no resulta
cierto lo denunciado por la impugnante, en el sentido que se haya
afectado el derecho al debido proceso. Octavo.- Que los
considerandos precedentes, permiten concluir a esta Sala
Suprema que, el recurrente no cumple con describir con claridad y
precisión la infracción normativa en que se habría incurrido,
conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo bajo análisis;
tampoco cumple con demostrar la incidencia que tendría dicha
infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el inciso 3
del referido artículo; por lo tanto, al incumplirse los requisitos
exigidos por ley, debe declararse la improcedencia del recurso de
casación interpuesto en todos sus extremos, de conformidad con
lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por estos
fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Empresa de Transportes
Cruz del Sur S.A.C., a fojas tres mil ciento noventa y seis, contra
la resolución de vista de fojas tres mil ciento cincuenta y uno, del
tres de agosto de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Rolando Salas Cárdenas,
curador procesal de Kenny Rolando Salas Kreisel con la Empresa
de Transportes Cruz del Sur S.A.C. y otros, sobre Indemnización
por Daños y Perjuicios; y, los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones
del señor Juez Supremo Walde Jáuregui, integra esta Sala
Suprema el señor Juez Supremo Miranda Molina. SS. ALMENARA
BRYSON, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-270
CAS. Nº 4014-2015 CAJAMARCA
ABANDONO MATERIAL Y MORAL DEL MENOR. Lima, siete de
diciembre del dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por los demandados Darío Mestanza Juárez y María

78920 CASACIÓN
Rosmery Mestanza Culqui, a fojas quinientos catorce, contra la
sentencia de vista de fojas cuatrocientos noventa y siete, del
nueve de abril de dos mil quince, que confirma la sentencia
apelada de fecha treinta y uno de enero de dos mil catorce de fojas
trecientos cincuenta y cuatro, que declara el abandono moral y
material de la niña Edith Marleny Mestanza Mestanza; ordena las
medidas de protección que en ella se especifica; declara la pérdida
de la patria potestad de los demandados y ordena que se informe
a la Secretaría General de Adopciones; con lo demás que contiene.
Por lo que, corresponde examinar si el recurso extraordinario
cumple con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe presentar
además, una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
procesal de los recurrentes saber adecuar las agravios que
denuncian a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de
casación de fojas quinientos catorce, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-, toda
vez que: i) Se impugna una resolución expedida por la Sala
Especializada en lo Civil Transitoria de la Superior de Justicia de
Cajamarca que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a los recurrentes el
quince de julio de dos mil quince, conforme a la constancia del
cargo de notificación de fojas quinientos nueve, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el tres de agosto de dos mil
quince; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas
quinientos once. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia, dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que los nombrados casacionista satisfacen el primer
requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable. Quinto.- Que, los recurrentes sustentan su recurso
de casación, en la primera causal prevista por el artículo 386 del
Código Procesal Civil, a cuyo efecto denuncia: Infracción
normativa de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, alegan que se ha vulnerado el derecho a la
debida motivación, pues no se ha sustentado en forma suficiente
la necesidad de privar a los demandados de su derecho a la patria
potestad sobre su menor hija, ni la necesidad de privar a ésta de
su derecho de filiación, ambos de naturaleza fundamental. El Ad
quem en forma errónea considera que el abandono material y
moral que declara se habría producido por el hecho de que los
demandados en un determinado momento pidieron el auxilio del
albergue Santo Domingo Sabio, para que les ayudara al cuidado
de su menor hija, sin tomar en cuenta que esta acción fue
ocasionada por su minoría de edad, sumado al hecho de no contar
con el apoyo de sus padres; que se ha vulnerado el principio del
interés superior del niño, pues uno de sus componentes es la
relación del niño con sus progenitores, independientemente de su
condición económica. Sexto.- Que examinadas las alegaciones
descritas en el quinto considerando, éstas deben desestimarse
porque están orientada a reevaluar las conclusiones a las que
arriba la Sala de mérito, entre ellas, que de los hechos se evidencia
que los demandados se han desentendido en reiteradas
oportunidades de su menor hija, incumpliendo sus obligaciones
que como padres están llamados por ley a cumplirlas, dejando
sola a la menor en el alberge con un cuadro de deshidratación
severo, entre otros males; que luego que la bebé se recuperó en
su primer internamiento en el Hospital Regional de Cajamarca, la
madre se la llevó a pesar que la denunciante le prepuso quedarse
en el albergue para que aprendiera los cuidados que debía brindar
a su hija, empero nuevamente la descuidó y tuvo que dejarla por
segunda vez en el albergue; es más, en una tercera oportunidad el
padre de la niña llevó a su pequeña hija al albergue, alegando que
su madre no le prestaba los cuidados que requería; vale decir,
reiteradamente los padres han descuidado a la menor, tanto en su
integridad física como afectiva, lo que no hace sino demostrar el
desinterés o negligencia de los progenitores. Lo cierto es que
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
ambos progenitores en sus declaraciones ante la Fiscalía
Provincial manifestaron que únicamente dejarían a su menor hija
hasta octubre del dos mil trece, situación que no aconteció,
demostrando más bien que a lo largo de sus cortos años la han
desamparado y se han acostumbrado a no tenerla a su lado, al
saber y ser conscientes que terceras personas la cuidan y le
brindan protección, estado de cosas que el órgano jurisdiccional
por el bienestar y favorecimiento de la niña está llamado a
prolongar a partir de la declaración de abandono; siendo ello así,
carece de sustento lo alegado por los recurrentes. Sétimo.- Que,
por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha dado
cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto por los
recurrentes en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de lo
mencionado anteriormente, se concluye que los impugnantes al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso y
motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretenden es que
esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido, lo
que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no puede
ser traído en casación, por ser materia ajena a los fines del
recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada. Noveno.-
Que, en conclusión, los impugnantes no han cumplido con los
requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún han demostrado la incidencia directa que tendría aquélla
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Darío
Mestanza Juárez y María Rosmery Mestanza Culqui, a fojas
quinientos catorce, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos noventa y siete, del nueve de abril de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Ministerio Público con Darío Mestanza Juárez y otra, sobre
abandono material y moral del menor; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. ALMENARA BRYSON, WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-271
CAS. Nº 4021-2015 LAMBAYEQUE
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, siete de diciembre del
dos mil quince. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por la
demandada Blanca Emilia Barrenechea Riquero, a fojas ciento
cincuenta y tres, contra el auto de vista de fojas ciento treinta y
seis, del seis de agosto de dos mil quince que confirma el auto
apelado de fecha veintisiete de enero de dos mil quince, de fojas
ciento sesenta y seis que declara infundada la contradicción
de inexigibilidad de la obligación propuesta por la ejecutada; en
consecuencia, dispone sacar a remate el bien inmueble otorgado
en garantía hipotecaria. Por lo que, corresponde examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir,
se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i)
en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr
los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no
está facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para
integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta
y explícita la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio
los defectos en que incurre el casacionista, en la formulación del
referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el
recurso de casación de fojas ciento cincuenta y tres, cumple con
los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida
por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada a la recurrente el catorce de agosto de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas ciento cuarenta, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el veintiocho de agosto de
dos mil quince, es decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha
adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas ciento cincuenta
y dos. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica que
la nombrada casacionista satisface el primer requisito, previsto en
el inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.-
Que, la recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a
cuyo efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, 122 inciso
3 del Código Procesal Civil, 1098 y 1099 del Código Civil,
apartamento de precedente judicial del Sexto Pleno Casatorio
Nº 2402-2012 Lambayeque. Alega que se ha vulnerado el derecho
a la debida motivación, pues la recurrida no se ha pronunciado
de acuerdo a ley, apartándose asimismo de lo establecido en el
precedente judicial, sin exponer de manera clara, lógica y jurídica
los fundamentos de hecho y de derecho que sustente la decisión
o fallo. Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en el
quinto considerando, éstas deben desestimarse porque están
orientadas a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala
de mérito, entre ellas, que la prueba del pago incumbe a quien
pretende haberlo efectuado; pues, si la apelante considera que
en la liquidación que sustenta la demanda, no se han tenido
en cuenta pagos parciales de las obligaciones demandadas,
corresponde a esta parte probarlo, tanto más cuando la ejecutada
no ha negado las obligaciones asumidas primigeniamente con el
ejecutante; que, de otro lado, las obligaciones fueron pactadas
según escritura pública en la cual se consigna como fecha de la
celebración, el once de diciembre de dos mil doce; sin embargo,
los pagos parciales, según recibos de folios setenta a setenta y
dos y las documentales de folios setenta y cuatro a setenta y siete,
se refieren a obligaciones vencidas en el año dos mil once, lo que
demuestran que dichos pagos no se condicen con la obligación
puesta al cobro; que siendo ello así, carece de sustento lo alegado
por la recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia
de autos, no se aprecia la vulneración del derecho al debido
proceso o infracción normativa de derecho procesal; asimismo, se
advierte que el Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a
los agravios puestos de manifiesto por la recurrente en su escrito
de apelación. Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se
concluye que la impugnante al denunciar la presunta vulneración
del derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales, lo que pretende es que esta Sala Casatoria realice un
nuevo análisis de lo concluido, lo que constituye una facultad de
los Jueces de mérito que no puede ser traído en casación, por ser
materia ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe
ser desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, la impugnante
no ha cumplido con los requisitos de procedencia establecidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
al no haber descrito con claridad y precisión las infracciones
normativas invocadas; menos aún han demostrado la incidencia
directa que tendrían aquéllas sobre la decisión impugnada. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Blanca Emilia Barrenechea Riquero,
a fojas ciento cincuenta y tres, contra el auto de vista de fojas
ciento treinta y seis, del seis de agosto de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Banco Continental con Blanca Emilia Barrenechea Riquero,
sobre ejecución de garantías; y, los devolvieron. Interviene como
ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.- SS.
almenara bryson, walde Jáuregui, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
cunya celi, CALDERÓN PUERTAS C-1392274-272
CAS. Nº 4031-2015 ICA
CUMPLIMIENTO DE CONTRATO. Lima, siete de diciembre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por la demandante Tomasa Olinda Ramos
Lavanda, representada por Modesto Julio Palomino Yauca, contra
la sentencia de vista de fecha nueve de septiembre de dos mi
quince, obrante a fojas ciento cincuenta y uno, que revocó la
sentencia de primera instancia, de fecha veinte de julio de dos
mil quince, que declaró fundada la demanda, y reformándola, la
declaró improcedente; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley número 29364.
Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Ica que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso.
78921
II) Ha sido interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ica, que emitió la resolución recurrida. III)
Ha sido presentado dentro del plazo que establece el inciso 3º
del citado artículo, IV) La parte recurrente cumple con adjuntar el
correspondiente arancel judicial de fojas ciento sesenta y ocho.
Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó consentir
la resolución de primera instancia, por lo que cumple con lo
dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal anotada. Cuarto.-
Que, a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos previstos
en los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código Procesal
Civil, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Quinto.- Que, el recurrente denuncia las siguientes causales: a)
Infracción del principio de legalidad, señalando que, si bien
es cierto el artículo 171º del Código Procesal Civil establece que
la nulidad se sanciona sólo por causa establecida en la ley; sin
embargo, puede declararse cuando el acto procesal careciera de
los requisitos indispensables para la obtención de su finalidad;
precisa que, en el presente caso, el Ad quem debió aplicar el
principio de conservación, pues si bien es cierto el rubro descriptivo
de la controversia sobre la que se pretende conciliar, versa sobre
una obligación de dar suma de dinero; en el contrato de préstamo
de dinero, se estipuló que en caso no se cumpla con pagar la
suma acordada, el demandado se obligó a transferir la propiedad
inmueble que se pretende a favor de la actora; y, b) La infracción
de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos
procesales, aduciendo que no existe norma legal que sancione
con nulidad absoluta el hecho de que la conciliación extrajudicial,
se haya instado a fin de llegar a un acuerdo en la controversia
para que cumpla con una obligación de dar suma de dinero y
no se pueda reclamar vía judicial lo estipulado en el contrato de
préstamo de dinero. Sexto.- Que, respecto a la causal denunciada
en el literal a), se observa que su fundamentación no satisface el
requisito de claridad y precisión exigidos por el inciso 2 del artículo
388º del Código Procesal Civil; toda vez que, los argumentos que
en ella subyacen están dirigidos a cuestionar –de forma vaga e
imprecisa- una supuesta irregularidad procesal incurrida por la
Sala de mérito, al inaplicar el principio de conservación de los
actos procesales; sin embargo, éste Supremo Tribunal advierte
que el análisis de la inaplicación del principio antes referido resulta
impertinente para efectos de resolver la presente causa, toda vez
que, el órgano jurisdiccional superior no ha empleado la institución
de la nulidad procesal, sino que ha declarado la improcedencia de
la demanda en virtud a lo previsto en el artículo 6º de la Ley de
Conciliación Extrajudicial – Ley Nº 26872, que exige la conciliación
extrajudicial de manera previa a la interposición de la demanda,
explicando que si bien a fojas seis a siete de autos, obra un Acta
de Conciliación Extrajudicial, ésta no acredita el cumplimiento del
requisito que estatuye la norma antes aludida, dado que en el
rubro de “descripción de la controversia sobre la que se pretendía
conciliar” se observa que la misma versó sobre obligación de dar
suma de dinero pretensión que no coincide con la pretensión de
obligación de hacer que es materia de demanda; razón por la
cual, corresponde declarar la improcedencia de la causal objeto
de examen. Séptimo.- Que, en torno a la causal descrita en el
literal b), se evidencia que sus fundamentos, tampoco superan el
requisito a que se contrae el inciso 2 del artículo 388º del Código
Procesal Civil, pues se exponen argumentos genéricos que no
identifican de manera comprensible y explícita cuáles son las
normas que se consideran infraccionadas en la sentencia materia
del recurso, defecto argumentativo que conlleva a declarar la
improcedencia de la presente causal. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por demandante Tomasa Olinda Ramos Lavanda, representada
por Modesto Julio Palomino Yauca, contra la sentencia de vista
de fecha nueve de septiembre de dos mi quince, obrante a fojas
ciento cincuenta y uno, que revocó la sentencia de primera
instancia, de fecha veinte de julio de dos mil quince, que declaró
fundada la demanda, y reformándola, la declaró improcedente;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron;
en los seguidos por la demandante Tomasa Olinda Ramos
Lavanda contra Luis Montenegro Alviar, sobre cumplimiento de
contrato. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Walde
Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,

78922 CASACIÓN
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-273
CAS. Nº 4033-2015 AMAZONAS
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, siete de
diciembre de dos mil quince.- VISTOS; con el expediente
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Orfelinda Chávez viuda de
Rabines de folios doscientos veintiuno, contra la sentencia
de vista de fecha dieciséis de setiembre de dos mil quince, de
folios doscientos nueve, que confirma la sentencia de primera
instancia de fecha quince de junio de dos mil quince, de folios
ciento cuarenta y ocho, que declara fundada la demanda de
desalojo por ocupación precaria; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna
una resolución expedida por la Sala Mixta de Chachapoyas de
la Corte Superior de Justicia de Amazonas que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante
la Sala Mixta de Chachapoyas de la Corte Superior de Justicia de
Amazonas. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida ha sido
notificada en fecha dieciocho de setiembre de dos mil quince y el
recurso de casación se presentó el treinta de setiembre de dos
mil quince. IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios
doscientos veinte del expediente principal. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios ciento cincuenta y nueve; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
Quinto.- Que, la recurrente denuncia como causales las
siguientes: a) Infracción normativa del artículo 911 del Código
Civil. Señala que existe error al señalar que el título que ostentaba
ha fenecido. b) Infracción normativa del artículo 122 inciso 4
del Código Procesal Civil. Manifiesta que la recurrida adolece
de motivación aparente e incongruente, no habiendo tenido en
cuenta que conforme a lo expuesto en la contestación y apelación,
la propietaria del bien es Marifelis Zagaceta Lucero y que ha
realizado edificaciones en el inmueble. c) Infracción normativa
del artículo 468 del Código Procesal Civil. Sostiene que la Sala
no se ha pronunciado sobre todos los puntos controvertidos. d)
Infracción normativa del artículo 197 del Código Procesal Civil.
Alega que no se han valorado los medios probatorios en forma
conjunta, omitiendo tener en cuenta los certificados de posesión
y otros documentos que resultan válidos. e) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial contenido en el IV Pleno
Casatorio Civil recaído en la Casación 2195-2012-Ucayali.
Expresa que no se ha tenido en cuenta que el presente caso
no se trata de un título fenecido, que no corresponde discutir la
validez del título que invoca el demandado, que se han efectuado
construcciones que sirven de morada, que la vía sumarísima no
es la correcta para tramitar la pretensión al haber transcurrido el
plazo para plantear acción interdictal. Sexto.- Que, en relación a la
causales denunciadas, se verifica que los argumentos casatorios,
se encuentran orientados más bien a generar en este Supremo
Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
revaloración de la prueba actuada y los elementos de juicio del
proceso, a efecto de determinar que el título que ostentaba la
recurrente para poseer el inmueble sub litis no ha fenecido, que el
demandante no es el propietario del inmueble, que la recurrente
ha realizado edificaciones en el mismo por lo no procede la
demanda, que existen otros documentos además del anticipo
de legítima que justificarían su posesión, como si esta sede se
tratara de una tercera instancia, propósito que no se condice con
la naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos
fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la
unificación de los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia,
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate casatorio.
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Séptimo.- Que, aunado a ello, corresponde precisar respecto a la
causal contenida en el literal e), que no se aprecia apartamiento
alguno al precedente judicial invocado, toda vez que conforme
se ha señalado en las sentencias de mérito, dicho precedente
establece que el juez debe verificar únicamente si le asiste al
demandante el derecho o no a disfrutar de la posesión, dejando a
salvo el derecho del demandado a reclamar en un proceso distinto
lo que considere conveniente, no siendo aplicable al presente
caso el supuesto de la acción interdictal del artículo 601 de Código
Procesal Civil, en tanto la recurrente entró en posesión del bien
desde mil novecientos noventa y ocho, en virtud de un anticipo de
legítima otorgado a su esposo ahora fallecido, el cual fue declarado
nulo, habiéndose resuelto improcedente el recurso de casación
y notificado al actor el diecinueve de mayo de dos mil catorce e
interpuesto la demanda de autos el veintitrés de mayo del mismo
año, más aún si el actor tiene derecho de propiedad inscrito,
siendo el proceso de desalojo la vía idónea para la tramitación de
su pretensión. Octavo.- Que, siendo así, el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Noveno.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4º del referido artículo 388, si bien la
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio
así como revocatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación; en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por demandada Orfelinda Chávez viuda
de Rabines de folios doscientos veintiuno, contra la sentencia de
vista de fecha dieciséis de setiembre de dos mil quince, de folios
doscientos nueve; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Angel Gabino Zagaceta Tafur contra Orfelinda
Chávez viuda de Rabines y otros, sobre desalojo por ocupación
precaria; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-274
CAS. Nº 4078-2015 LA LIBERTAD
OBLIGACION DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, nueve de
diciembre de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la demandada Alejandrina
Ramos Ruiz, obrante a folios ochenta, contra el auto de vista de
fecha primero de junio de dos mil quince, obrante a fojas sesenta
y nueve, que confirmó el auto final obrante a fojas cuarenta y
ocho, de fecha dieciséis de enero de dos mil quince, que declaró
fundada la demanda; medio impugnatorio cuyos requisitos de
admisibilidad y procedencia deben ser verificados de conformidad
con la modificatoria establecida en la Ley número 29364. En
los seguidos por el Banco Internacional del Perú- INTERBANK
contra doña Alejandrina Ramos Ruiz, sobre Obligación de Dar
Suma de Dinero. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a
los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se
impugna una resolución expedida por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad que, como órgano
de segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto
ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado
dentro del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo,
en tanto, la sentencia de vista fue notificada el trece de agosto
de dos mil quince, y el recurso de casación fue interpuesto el
veintisiete del mismo mes y año, IV) La parte recurrente cumplió
con cancelar el arancel judicial por recurso de casación, según
consta en el comprobante de pago obrante a fojas setenta y ocho
del expediente. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón
a que las resoluciones apeladas le fueron adversas, por lo que
cumple con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º
del Código Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia la
siguiente causal: Infracción normativa del artículo 690-D inciso
2 del Código Procesal Civil y vulneración del debido proceso;
aduciendo que la Sala Superior ha efectuado un razonamiento
totalmente errado de esta norma, ya que no ha tenido en cuenta
que en el supuesto negado de existir la deuda, no se debe incluir
los intereses generados hasta el 2014, al haberse considerado en
los pagos mensuales que se programaron en su oportunidad, por
lo que la obligación es inexigible; además, el Banco aprovechando
su condición ha procedido a emitir una letra a vista sin los más
mínimos requisitos y contraviniendo los acuerdos adoptados
para enriquecerse ilícitamente; que la carta que contiene el
saldo deudor nunca le fue notificada válidamente, pues fue
recepcionada por un tercero; habiéndose configurado la nulidad
procesal al contravenirse los artículos I del Título Preliminar y 50
inciso 6º del Código Procesal Civil y el artículo 139º inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, pues la Sala Superior no invoca
ni razona las normas contenidas en los incisos 1 y 2 del artículo
690-D del Código Procesal Civil, tampoco se ha tenido en cuenta
la Ley General del Sistema Financiero, que establece que si bien
las entidades financieras pueden girar letras a la vista, también
lo es que dicha letra debe girarse dentro del marco de la ley.
Sexto.- Que, con relación a la causal denunciada, se verifica que
su fundamentación no supera el requisito de claridad y precisión
exigido por el numeral 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil;
en tanto, no se cumple con describir adecuadamente los errores in
iudicando e in procedendo en los cuales ha incurrido la sentencia de
vista impugnada; por el contrario, del análisis de los fundamentos
del presente recurso se advierte que la parte recurrente, lo que
en rigor pretende es una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración probatoria; con la finalidad de que éste
Supremo Tribunal asuma la tesis fáctica expuesta a lo largo del
presente proceso, dirigida a sustentar la inexigibilidad del título
de ejecución en base a una supuesta invalidez de la notificación
del saldo deudor, y la contravención de los acuerdos adoptados
en el contrato de tarjeta de crédito; alegaciones que han sido
desestimadas por las instancias de mérito; razón por la cual,
corresponde declarar la improcedente del recurso en examen,
puesto que sus argumentos resultan ser contrarios al espíritu
jurídico del recurso de casación el cual tiene por fines: la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia. Por
estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Alejandrina Ramos Ruiz,
obrante a folios ochenta, contra el auto de vista de fecha primero
de junio de dos mil quince, obrante a fojas sesenta y nueve, que
confirmó el auto final obrante a fojas cuarenta y ocho, de fecha
dieciséis de enero de dos mil quince, que declaró fundada la
demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por el Banco Internacional del Perú- INTERBANK contra
doña Alejandrina Ramos Ruiz, sobre Obligación de Dar Suma
de Dinero; y los devolvieron. Interviene como ponente el señor
Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. WALDE JÁUREGUI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI, CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-275
CAS. Nº4153-2015 AREQUIPA
EJECUCIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, once de diciembre de
dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la ejecutada Giant S.A.C. de folios trescientos
treinta y nueve, ampliado a folios trescientos sesenta y cinco,
contra la resolución de vista de fecha dieciséis de julio de dos mil
quince, de folios trescientos siete, integrada a folios trescientos
cincuenta y cuatro, que confirma la resolución de primera instancia
de fecha trece de marzo de dos mil quince, de folios doscientos
veinticinco, que declara infundada la contradicción formulada por
la ejecutada y fundada la demanda; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. Segundo.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso. II) Ha sido interpuesto ante la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, que emitió la resolución
recurrida. III) Ha sido presentado dentro del plazo que establece
78923
el inciso 3º del citado artículo, pues la resolución recurrida y
su integración han sido notificadas en fecha doce de agosto y
veinticuatro de setiembre de dos mil quince, respectivamente, y
el recurso de casación y su ampliación se presentó el veintiséis
de agosto y nueve de octubre de dos mil quine, respectivamente.
IV) Adjunta el correspondiente arancel judicial de folios trescientos
treinta y siete del expediente principal. Tercero.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que la recurrente no dejó consentir la resolución de
primera instancia, en razón que fue desfavorable a sus intereses,
conforme se advierte de folios doscientos cuarenta y dos; por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1º de la norma procesal
anotada. Cuarto.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria. Quinto.- Que, la recurrente denuncia como
causales las siguientes: a) Infracción normativa del artículo 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado. Señala
que se ha vulnerado el derecho al debido proceso y motivación de
resoluciones judiciales, toda vez que no se ha considerado que a
la interposición de la demanda, el laudo arbitral cuya ejecución se
pretende no tenía la calidad de firme. Agrega que se ha vulnerado
el principio de prohibición de reforma en peor en tanto se ha
ordenado el pago de costas y costos procesales, habiéndose
integrado el auto de vista luego del plazo establecido en el artículo
172 del Código Procesal Civil. b) Apartamiento inmotivado
del precedente judicial contenido en las sentencias 00728-
2008-PHC/TC y Casación 1618-01-Loreto, Manifiesta no se
ha considerado tales pronunciamientos referidos al derecho de
motivación de resoluciones judiciales. Sexto.- Que, en relación a
la causal denunciada en el literal a), se verifica que los argumentos
casatorios, se encuentran orientados más bien a generar en este
Supremo Tribunal una nueva apreciación de los hechos con la
subsecuente revaloración de la prueba actuada y los elementos de
juicio del proceso, a efecto de determinar que el laudo arbitral cuya
ejecución se solicita con la demanda de autos no se encontraba
firme a la interposición de la misma, como si esta sede se tratara
de una tercera instancia, propósito que no se condice con la
naturaleza de este extraordinario recurso de casación, cuyos
fines están circunscritos a la defensa del derecho objetivo y la
unificación de los criterios de la Corte Suprema; en consecuencia,
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar
las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron
convicción a la Sala Superior, en tanto ello es ajeno al debate
casatorio; máxime si no se expresa argumento alguno dirigido a
cuestionar los fundamentos contenidos en las resoluciones de
mérito referidos a que conforme a la Ley General de Arbitraje, la
oposición al mandato de ejecución del laudo arbitral sólo procede
en caso se haya cumplido con la obligación o se haya suspendido
la ejecución de éste. Asimismo, no se vulnera el principio de
reforma en peor, en tanto sólo se ha procedido a integrar el auto
de vista en observancia del artículo 412 del Código Procesal Civil,
siendo que la integración ha sido ordenada en mérito al recurso de
reposición presentado por la demandante el siete de diciembre de
dos mil quince, no contraviniéndose derecho de defensa alguno
en tanto dicho extremo ha sido recurrido vía casación. Séptimo.-
Que, respecto a la causal descrita en el literal b), la misma carece
de amparo legal en cuanto a su procedencia, toda vez que las
sentencias cuyo apartamiento inmotivado se denuncia, no
constituyen precedente vinculante conforme a lo establecido en el
artículo 400 del Código Procesal Civil. Octavo.- Que, siendo así,
el recurso de casación no satisface los requisitos de procedencia
precisados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil y su modificatoria, por lo que se debe proceder conforme a
lo dispuesto en el artículo 392 del acotado Código Procesal.
Noveno.- Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4º
del referido artículo 388, si bien la recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es anulatorio así como revocatorio, no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación;
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código adjetivo,
norma que prescribe que los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la ejecutada Giant S.A.C. de folios trescientos treinta y nueve,
ampliado a folios trescientos sesenta y cinco, contra la resolución
de vista de fecha dieciséis de julio de dos mil quince, de folios
trescientos siete, integrada a folios trescientos cincuenta y cuatro;
en los seguidos por Constructora Valencia S.R.L., sobre ejecución
de laudo arbitral; y los devolvieron. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS. ALMENARA BRYSON,

78924 CASACIÓN
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-276
CAS. Nº 4208-2015 AREQUIPA
IMPUGNACIÓN DE PATERNIDAD. Lima, veintiuno de diciembre
de dos mil quince.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, viene a conocimiento de ésta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por el demandante Diego Abel Soto
Pérez a fojas cincuenta y seis, contra el Auto de Vista de fecha
veintiocho de agosto de dos mil quince, obrante a fojas cuarenta
y uno, que confirmó la Resolución número Uno, de fecha doce de
diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas nueve, que declaró
improcedente la demanda; Segundo.- Que, en tal sentido, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene
que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I)
Se impugna una resolución expedida por la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso. II) Ha sido interpuesto ante la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que emitió la resolución recurrida. III) Ha sido presentado dentro
del plazo que establece el inciso 3º del citado artículo, en tanto, la
resolución impugnada fue notificada el ocho de septiembre de dos
mil quince, y el recurso de casación fue interpuesto el veintidós de
septiembre del mismo año, IV) La parte recurrente cumplió con
cancelar el arancel judicial por recurso de casación, según consta
en el comprobante de pago obrante a fojas cincuenta y siete
del expediente. Tercero.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente
no dejó consentir la resolución de primera instancia, en razón a
que la resolución de primera instancia le fue adversa e interpuso
recurso de apelación, obrante a fojas once, por lo que cumple
con lo dispuesto en el numeral 1º de la norma procesal anotada.
Cuarto.- Que, a fin de examinar el cumplimiento de los requisitos
previstos en los numerales 2 y 3 del artículo 388º del Código
Procesal Civil, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Quinto.- Que, el recurrente denuncia la siguiente
causal: Infracción normativa del inciso 4) del artículo 427º del
Código Procesal Civil, aduciendo que, si bien existe un proceso
de filiación seguido ante el Segundo Juzgado de Paz Letrado del
Módulo Básico de Justicia de Mariano Melgar; no se ha tenido en
cuenta que el recurrente no tuvo conocimiento de dicho proceso
y como consecuencia de ello no pudo interponer el proceso de
nulidad de cosa juzgada fraudulenta por haber vencido el plazo, lo
cual le causó un estado de indefensión. Sexto.- Que, con relación
a la causal denunciada, se verifica que su fundamentación no
supera el requisito de claridad y precisión exigido por el numeral
2 del artículo 388º del Código Procesal Civil; en tanto, no se
cumple con describir adecuadamente los errores in procedendo
en los cuales ha incurrido la resolución de vista impugnada; por el
contrario, del análisis de los fundamentos del recurso se advierte
que la parte recurrente, lo que en rigor pretende es prolongar con
argumentos genéricos, el debate en torno a la supuesta afectación
al debido proceso en el proceso de filiación extramatrimonial que
la emplazada inició en su contra; no obstante que, el Ad quem,
ha establecido claramente que dicho cuestionamiento no puede
hacerse valer en la presente causa, conforme a lo previsto en el
artículo 4º de la Ley Orgánica del Poder Judicial; y en todo caso,
debió hacerlo ante el propio Juez de la causa o mediante la vía
de nulidad de cosa juzgada fraudulenta o la acción de amparo;
resultando improcedente que a través de un proceso judicial
se pretenda dejar sin efecto lo resuelto en otro proceso que ha
pasado en autoridad de cosa juzgada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante Diego Soto Pérez, contra el Auto de Vista
de fecha veintiocho de agosto de dos mil quince, obrante a
fojas cuarenta y uno, que confirmó la Resolución número Uno,
de fecha doce de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas
nueve, que declaró improcedente la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron; en los seguidos
por el demandante Soto Pérez Diego Abel contra Lesly Miriam
Mendoza Charco, sobre impugnación de paternidad. Interviene
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
como ponente el señor Juez Supremo Walde Jáuregui.- SS.
WALDE JÁUREGUI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, CUNYA CELI,
CALDERÓN PUERTAS
El Relator de la Sala que suscribe certifica: Que el señor Juez
Supremo Almenara Bryson, Presidente de esta Sala Suprema
no suscribe la presente resolución, habiendo dejado su voto en
relatoría de conformidad con lo acordado el día de la votación,
según consta en la tablilla y registro correspondiente, por cuanto
presenta una dolencia física en el miembro superior derecho, lo
que le imposibilita la suscripción. C-1392274-277
CAS. Nº 4268-2015 LIMA
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, seis de enero del dos
mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por
los demandantes Jorge Adler Rojas García, Maura Jesús
Berrospi Figueroa, Ana Cecilia del Pilar Rojas Berrospi y
Patricia del Pilar Rojas Berrospi a fojas cuatrocientos cinco,
contra la sentencia de vista de fojas trescientos veintitrés, del
dos de setiembre de dos mil quince, que confirma la sentencia
apelada de fecha veintisiete de enero de dos mil quince de fojas
doscientos once que declara infundada la demanda. Por lo que,
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con
los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales, así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de
la justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente
se encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues
el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el
recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias
del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal,
tampoco para subsanar de oficio los defectos en que incurre por
el casacionista, en la formulación del referido recurso. Tercero.-
Que, en ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas cuatrocientos cinco, cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada a los recurrentes el veintiocho de setiembre de
dos mil quince, conforme a la constancia del cargo de notificación
de fojas trescientos ochenta y nueve, y el referido recurso de
casación fue interpuesto el doce de octubre de dicho año, es
decir, al décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel
judicial respectivo a fojas cuatrocientos cuatro-A. Cuarto.- Que, al
evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro
incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, se verifica que los nombrados casacionistas
satisfacen el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido
artículo, toda vez que no consintieron la sentencia de primera
instancia que les fue desfavorable. Quinto.- Que, los recurrentes
sustentan su recurso de casación, en la primera causal prevista
por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto
denuncian: Infracción normativa de los artículos 139 incisos
3, 5 y 14 de la Constitución Política del Perú, 188, 197 y 603
del Código Procesal Civil y 905 del Código Civil, alegan que
se ha vulnerado el derecho a la debida motivación y valoración
de los medios probatorios, pues de los medios probatorios
ofrecidos y admitidos en autos, entre ellos, la inspección policial,
el contrato de alquiler y las fotografías, se ha acreditado que
los recurrentes han ejercido la posesión inmediata sobre su
propiedad; que asimismo, se ha interpretado de forma errónea el
referido artículo 905 referente a la posesión inmediata y mediata,
pues no se ha tenido en cuenta, en la resolución recurrida, que los
demandantes son posesionarios mediatos desde que se alquiló
el inmueble, según consta en varios contratos que se adjuntan,
así como poseedores inmediatos desde el momento en que los
inquilinos les hicieron entrega formal del inmueble, con lo cual
se demuestra que siempre han estado en posesión del predio
sub litis. Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas en
el quinto considerando, éstas deben desestimarse porque están
orientadas a reevaluar las conclusiones a las que arriba la Sala de
mérito, entre ellas, que con relación al hecho de la posesión por
los accionantes, si bien éstos presentan la escritura pública del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
año 1986, según la cual habrían adquirido el bien en propiedad,
sin embargo no existe medio probatorio alguno idóneo de que
ellos habrían estado ejerciendo la posesión inmediata sobre
el inmueble, máxime si ellos mismos manifiestan que habían
arrendado el bien a terceras personas quienes se habrían retirado
días antes del supuesto acto desposesorio; que, los medios de
pruebas aportados sólo tienden a acreditar en cierto modo la
propiedad del bien materia de litis, hecho que no es materia de
cuestionamiento en la presente acción; siendo ello así, carece
de sustento lo alegado por los recurrentes. Sétimo.- Que, por
tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha dado
cumplida respuesta a los agravios, puestos de manifiesto por
los recurrentes en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de lo
mencionado anteriormente, se concluye que los impugnantes al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretenden es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, los impugnantes no han cumplido
con los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito
con claridad y precisión las infracciones normativas invocadas;
menos aún han demostrado la incidencia directa que tendría
aquélla sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Jorge Adler Rojas García, Maura Jesús Berrospi Figueroa,
Ana Cecilia del Pilar Rojas Berrospi y Patricia del Pilar Rojas
Berrospi a fojas cuatrocientos cinco, contra la sentencia de vista
de fojas trescientos veintitrés, del dos de setiembre de dos mil
quince; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jorge Adler Rojas García y otros con Mercedes Guillen Gómez
y otro, sobre interdicto de recobrar; y, los devolvieron. Interviene
como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez.-
Por vacaciones del señor Almenara Bryson, integra esta Sala
Suprema el señor Juez Supremo Yaya Zumaeta. SS. TELLO
GILARDI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-278
CAS. 4271-2015 PIURA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, seis de enero
de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por
Manuel Rolando Bobadilla Ocaña, a fojas doscientos noventa y
dos, contra la resolución de vista de fojas doscientos sesenta y
seis, del dos de setiembre de dos mil quince, que confirma la
resolución apelada de fecha veintiocho de mayo de dos mil quince,
de fojas doscientos uno, que declara fundada la demanda. Por lo
que, corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple
con los requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
Segundo.- Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente
que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo
que tiene que estar estructurado con estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las
causales se sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Debe presentar
además, una fundamentación precisa, clara y pertinente respecto
de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Que esta exigencia es para lograr los fines de la casación:
nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación
procesal de la justiciable recurrente saber adecuar las agravios
que denuncia a las causales que para la referida finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que
incurre el casacionista, en la formulación del referido recurso.
Tercero.- En ese sentido, se verifica que el recurso de casación de
fojas doscientos noventa y dos, cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada al recurrente el veintiuno de setiembre de dos
mil quince, conforme a la constancia de fojas doscientos setenta y
cuatro, y el referido recurso de casación fue interpuesto el cinco de
octubre del mismo año, es decir, dentro del décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo,
78925
conforme se aprecia a fojas doscientos noventa y uno. Cuarto.-
Que, al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los
cuatro incisos del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, se verifica que el nombrado casacionista
satisface el primer requisito, previsto en el inciso 1 del referido
artículo, toda vez que no ha consentido la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable a sus intereses. Quinto.- Que el
recurrente sustenta su recurso de casación, en las causales
previstas por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo
efecto denuncia: A) La infracción normativa del artículo 122
inciso 3 del Código Procesal Civil. Sostiene que se ha
inobservado lo previsto en el artículo 424 incisos 5 y 7 del Código
Procesal Civil, toda vez que del escrito de demanda se advierte
que el petitorio principal es el de desalojo por ocupación indebida;
y, acumulativamente, el pago de suma de dinero. Respecto a la
pretensión principal, se ha invocado una institución no contemplada
en nuestro ordenamiento civil, resultando contradictorio y que en
las sentencias expedidas, se hayan pronunciado sobre desalojo
por ocupación precaria, figura prevista en el artículo 911 del
Código Civil, la que es distinta a la demandada. B) La infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil. Señala que en la
sentencia de vista no se ha hecho mención alguna al referido
precepto legal, el cual constituye el fundamento y la ratio legis de
la pretensión y demandada incoada. El recurrente no resulta ser
ocupante precario, en tanto la posesión que ejerce hasta la fecha
sobre el inmueble materia de litis, es producto de la suscripción de
un contrato del arrendamiento, por lo que el hecho de que se haya
vencido el plazo del arrendamiento no lo convierte en ocupante
precario, resultando indebido y hasta ilegal que se haya amparado
la demanda de desalojo por ocupación precaria. C) Apartamiento
Inmotivado del IV Pleno Casatorio recaído en la Casación
2195-2011. Indica que en la sentencia de vista se ha producido el
apartamiento inmotivado del mencionado precedente judicial,
específicamente el referido al punto 5 sub acápite 5.5 y al punto 7,
aplicables al presente caso, puesto que el demandante no es ni ha
sido nunca propietario del área donde se ha edificado la vivienda
objeto del desalojo, resultando ser un arrendador precario que ha
construido en bien ajeno, siendo el recurrente a la fecha el
propietario del terreno donde está construida la vivienda. Sexto.-
Respecto a la denuncia descrita en el acápite A), resulta aplicable
lo dispuesto en el tercero y cuarto párrafo del artículo 172 del
Código Procesal Civil, en razón de que el impugnante no lo
denunció en la primera oportunidad que tuvo para hacerlo y
porque la subsanación del vicio no ha de influir en el sentido de lo
resuelto por las instancias de mérito, quienes teniendo en cuenta
los puntos controvertidos fijados en la audiencia única con
asistencia del recurrente y su abogado que no realizaron ningún
cuestionamiento, han concluido que ésta parte procesal tiene la
calidad de ocupante precario por no haber acreditado la existencia
de título vigente que justifique su posesión sobre el inmueble,
materia del desalojo. Siendo así, corresponde desestimar dicha
denuncia. Sétimo.- En cuanto a la denuncia descrita en el acápite
B), de acuerdo a lo previsto en el artículo 384 del Código Procesal
Civil, no resulta viable que en sede casatoria se realice un análisis
de las conclusiones fácticas a las que arriban las instancias de
mérito, quienes han determinado que el demandante con la
Partida 00017381 acredita su derecho de propiedad respecto al
inmueble materia de desalojo; y, en relación al demandado, que
éste no ostenta título vigente que justifique su posesión del mismo
bien. No obstante ello, se aprecia que la Sala Superior, observando
bajo el principio del aforismo tantum apellatum quantum
devolutum, se ha pronunciado en la sentencia de vista, materia de
casación, sobre los agravios invocados por el impugnante en su
recurso de apelación; por consiguiente, no resulta cierto lo
denunciado por el recurrente, lo que implica que tal denuncia
también debe desestimarse. Octavo.- Finalmente, en cuanto a la
denuncia descrita en el acápite C), teniendo en cuenta que el
demandante es el propietario del inmueble materia de desalojo y
las construcciones existentes en él, conforme se aprecia del
contrato de alquiler de fojas veinticinco, según lo establecido por
las instancias de mérito, por lo que no es cierto lo alegado por el
impugnante, en el sentido que éste sea el propietario del bien y la
construcción. Por lo tanto, al no existir apartamiento inmotivado
del precedente judicial, corresponde también desestimar este
extremo denunciado. Noveno.- Por tal motivo, se puede concluir
que, el recurrente además de no cumplir con describir con claridad
y precisión la infracción normativa o apartamiento inmotivado en
que se habría incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del
artículo bajo análisis; no cumple por tanto con demostrar la
incidencia de dicha infracción sobre la decisión impugnada, como
lo exige el inciso 3 del referido artículo; en consecuencia, al
incumplirse los requisitos exigidos por ley, debe declararse la
improcedencia del recurso de casación interpuesto en todos sus
extremos, de conformidad con lo previsto en el artículo 392 del
Código Procesal Civil. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Manuel
Rolando Bobadilla Ocaña, a fojas doscientos noventa y dos,
contra la resolución de vista de fojas doscientos sesenta y seis, del
dos de setiembre de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio del Interior con

78926 CASACIÓN
Manuel Rolando Bobadilla Ocaña, sobre desalojo por ocupación
precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones del señor
Juez Supremo Almenara Bryson, integra esta Sala Suprema el
señor Juez Supremo Yaya Zumaeta. SS. TELLO GILARDI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, RODRIGUEZ CHÁVEZ, YAYA ZUMAETA,
DE LA BARRA BARRERA C-1392274-279
CAS. Nº 4292-2015 JUNÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, siete de enero
del dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.-
Que, se procede a calificar el recurso de casación interpuesto
por el litis consorte necesario pasivo Ademir Peter Cabello
Ynocente a fojas ciento setenta y cuatro, contra la sentencia
de vista de fojas ciento sesenta y cinco, del ocho de setiembre
de dos mil quince, que confirma la sentencia apelada de fecha
treinta de junio de dos mil quince de fojas ciento cuarenta y uno,
que declara fundada la demanda; en consecuencia, ordena
que la parte demandada desocupe el inmueble ubicado en la
Avenida. Huancavelica Nº 1099, distrito y provincia de Huancayo,
departamento de Junín. Por lo que, corresponde examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir,
se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i)
en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr
los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no
está facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para
integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta
y explícita la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio
los defectos en que incurre el casacionista, en la formulación del
referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que
el recurso de casación de fojas 174, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil -modificado por la Ley número 29364-,
toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la
Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia
de Junín que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del
plazo previsto en la norma, pues ésta fue notificada al recurrente
el veinticuatro de setiembre de dos mil quince, conforme a la
constancia del cargo de notificación de fojas ciento setenta vuelta,
y el referido recurso de casación fue interpuesto el nueve de
octubre de dicho año, es decir, al décimo día de notificado; y, iv)
Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo a fojas ciento setenta
y uno. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica que
el nombrado casacionista satisface el primer requisito, previsto en
el inciso uno del referido artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable. Quinto.-
Que, el recurrente sustenta su recurso de casación, en la primera
causal prevista por el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo
efecto denuncia: Infracción normativa de los artículos 194, 272,
274, 424, 425, 426 y 465 del Código Procesal Civil, alega que
se ha vulnerado el derecho al debido proceso, pues la demanda
ha debido ser rechazada, al no haberse adjuntado prueba alguna
que acredite la propiedad de la demandante; asimismo señala
que no se ha efectuado la inspección judicial, la cual es necesaria
en estos tipo de procesos a fin de poder dilucidar la controversia;
que mediante resolución Nº 11 de fecha diecinueve de mayo de
dos mil quince, se tiene por presentada por los demandantes la
escritura de compraventa de fecha tres de julio de mil novecientos
noventa y nueve e inmediatamente el Juez dispone el ingreso de
los autos para sentenciar, negándole así su derecho de presentar
alguna nulidad o tacha contra dicho documento. Sexto.- Que,
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que
respecto a la ausencia de título que justifique la posesión de la
parte demandada, que si bien con fecha veintinueve de noviembre
de dos mil cinco se suscribió la escritura pública de compra venta,
otorgada por Juliana Estela Jáuregui del Águila a favor de doña
Rocío Untiveros Peñaloza, respecto de los lotes números 1 y 2,
dicha escritura pública ha sido declarada nula, conforme se ve
del Expediente Nº 04928-2005-0-1501-JR-CI-02; que, asimismo
respecto al argumento que no se ha tenido en cuenta que en el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
referido proceso sobre nulidad de acto jurídico, el petitorio no
está dirigido en relación al lote 1, sino al lote 2, ubicado en la
calle Tarapacá; que se debe remarcar que el contrato de compra
venta celebrado por las partes comprendía el lote Nº 1, ubicado
en la Avenida Huancavelica Nº 1099 y, el lote Nº 2 ubicado en
el Jirón Tarapacá s/n; que cuando se declara la nulidad de dicho
documento, tal declaración afecta todo el acto jurídico; siendo ello
así, carece de sustento lo alegado por el recurrente. Sétimo.- Que,
por tanto, en el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración
del derecho al debido proceso o infracción normativa de derecho
procesal; asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha
dado cumplida respuesta a los agravios puestos de manifiesto
por el recurrente en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de
lo mencionado anteriormente, se concluye que el impugnante al
denunciar la presunta vulneración del derecho al debido proceso
y motivación de las resoluciones judiciales, lo que pretende es
que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de lo concluido,
lo que constituye una facultad de los Jueces de mérito que no
puede ser traído en vía de casación, por ser materia ajena a los
fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser desestimada.
Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante no ha cumplido con
los requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber descrito con
claridad y precisión las infracciones normativas invocadas; menos
aún ha demostrado la incidencia directa que tendría aquélla
sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Ademir
Peter Cabello Ynocente a fojas ciento setenta y cuatro, contra
la sentencia de vista de fojas ciento sesenta y cinco, del ocho
de setiembre de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Juliana Estela Jáuregui del
Aguilar con Rocío Untiveros Peñaloza y otro, sobre desalojo por
ocupación precaria; y, los devolvieron. Interviene como ponente
la Jueza Suprema señora del Carpio Rodríguez. Por vacaciones
del Señor Juez Supremo Almenara Bryson, integra esta Sala
Suprema el Señor Juez Supremo Yaya Zumaeta. SS. TELLO
GILARDI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, RODRIGUEZ CHÁVEZ,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1392274-280
CAS. Nº 4295-2015 PASCO
Desalojo por Ocupación Precaria. Lima, siete de enero de dos mil
dieciséis.- VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el demandado Julio Falcón Gamarra (fojas
doscientos diecinueve), contra la sentencia de vista de fecha seis
de julio de dos mil quince (fojas doscientos ocho), que confirmó la
sentencia de primera instancia del diecisiete de abril de dos mil
quince (fojas ciento cincuenta y nueve), que declaró fundada la
demanda sobre desalojo por ocupación precaria; por lo que debe
examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley Nº 29364.
Segundo.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley Nº 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Sala Mixta – Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de Pasco, que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido
interpuesto dentro del plazo de diez días de notificada con la
resolución impugnada, esto es, el tres de agosto de dos mil quince,
según constancia de fojas doscientos catorce, y presentó el
recurso de casación el doce de agosto del mismo año; y, IV)
Adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de
casación, según consta a fojas doscientos dieciocho. Tercero.-
Que, respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
acotada, se advierte que el recurrente no consintió la sentencia
expedida en primera instancia que le fue desfavorable al haberla
impugnado a fojas ciento setenta y cinco, por lo que cumple con lo
dispuesto en la norma procesal anotada. Cuarto.- Que, para
establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es
necesario que el recurrente señale en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En
el presente medio impugnatorio se denuncia: i) Infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil, y de los artículos
122, incisos 3 y 4, y 586 del Código Procesal Civil, concordante
con el artículo 139, incisos 3 y 5, de la Constitución Política
del Estado, arguye que la demanda tiene como pretensiones el
desalojo por ocupación precaria, la desocupación del bien y la
restitución de la posesión del bien ocupado en la residencia de
empleados, campamento 5-E Nº 201, segundo piso, San Juan
Pampa-Distrito de Yanacancha, provincia y Región de Pasco. De
lo expuesto se verifica más de una pretensión y la no exigencia al
accionante de aclarar el tipo de acumulación, para determinar la
relación de causalidad entre la pretensión principal y las
consiguientes. La Sala Superior no verificó la existencia de un
contrato laboral y de un convenio de conclusión de contrato por
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
mutuo disenso, el cual contenía prestaciones recíprocas,
incumplidas por ambas partes. La continuación del emplazado en
el bien, luego de concluido el vínculo laboral y la omisión de
devolución de monto retenido y pago de beneficios sociales. El
recurrente señala que las instancias de mérito no han establecido
a cuenta de que hecho se le retendría el cinco por ciento de sus
beneficios sociales, y si este monto retenido iba a ser materia de
devolución o no; si se acreditó lo acordado en la cláusula sétima
del convenio de término de contrato; si dicho convenio se suscribió
con representación suficiente; así como verificar la continuación
del uso y/o disfrute del bien por el emplazado después del treinta
y uno de enero de dos mil once, debido a que hay prestaciones
incumplidas, lo que justificaría su retención del bien, por ende ya
no tiene la calidad de precario. No se tomó en cuenta lo acordado
en el segundo párrafo de la cláusula cuarta, en la que se menciona
una negoción conjunta, siendo esto así el convenio en mención no
sólo cuenta con la cláusula quinta señalada, sino que en el
mencionado documento y segundo párrafo de la cláusula quinta
se ha considerado un monto retenido, ascendente a la suma de S/.
5,402.24 (cinco mil cuatrocientos dos soles con veinticuatro
céntimos) y que dicha condición prevalece hasta que se entregue
el bien inmueble. El demandante debió consignar la suma retenida
al momento de postular la demanda, para que se cumpliera dicho
presupuesto. Que el término de conclusión se daría hasta la
entrega de la vivienda, por ende se debió cumplir el abono a título
de gracia por parte de su ex empleador, así como la devolución de
la retención indebida, justificándose de sobremanera su posesión,
y su título de poseedor no habría fenecido. Que el pleno
jurisdiccional en el que se ampara la recurrida ha plasmado
“cuando se hace alusión a la carencia de título o al fenecimiento
del mismo, no se está refiriendo al documento que haga alusión
exclusiva al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico que
le autorice a la parte demandada a ejercer la posesión del bien,
puesto que el derecho en disputa no será el derecho de propiedad
sino el derecho de poseer”. Que de la cláusula sétima del convenio
se ha convenido que el empleador otorgaría al trabajador la suma
de S/.108,044.80 sin embargo de los medios de prueba ofrecidos
por el accionante referente a la hoja de liquidación por beneficios
sociales no se aprecia la consignación de dicho monto. ii)
Infracción normativa de los artículos 1426 y 1700 del Código
Civil, arguye que lo normado en el artículo 1426 del Código Civil
da el derecho de suspender el cumplimiento de la prestación a su
cargo hasta que se satisfaga la contraprestación o se garantice su
cumplimiento, entonces teniendo presente que no se ha dado
cumplimiento a las cláusulas quinta y sétima del convenio de
termino de contrato de trabajo por mutuo disenso, los demandados
optaron por suspender su obligación de entrega hasta que
satisfaga lo convenido por las partes. Los recurrentes indican que
no son precarios porque el título de posesionario del bien inmueble
de propiedad del accionante, está vigente y no ha fenecido. Que
conforme al artículo 1700 se tiene que vencido el plazo del
contrato, si el arrendatario permanece en el uso del bien
arrendado, no se entiende que hay renovación tácita, sino la
Constitución del arrendamiento, bajo sus mismas estipulaciones,
hasta que el arrendador solicite su devolución, la cual puede pedir
en cualquier momento. Quinto.- Que, del examen de la
argumentación expuesta en el ítem i) se advierte que el recurrente
no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código adjetivo, debiendo ser desestimada por
cuanto las instancias de mérito han establecido que la empresa
demandante ha acreditado ser propietaria del bien materia de litis
y el demandado no cuenta título vigente que justifique su posesión,
tanto más si el convenio de término de contrato por mutuo disenso,
es un documento válido y firmado por ambas partes, por el cual en
su cláusula quinta se acuerda que el trabajador se obliga a
entregar al cese del ejercicio del empleo toda la documentación o
información, vivienda asignada por la empresa y en general,
cualquier tipo de bien de propiedad del empleador que se haya
entregado y/o haya tenido acceso; siendo así el demandado al
haber cesado debió entregar el bien inmueble que se encontraba
ocupando, empero, a la fecha no se efectuó la respectiva entrega.
Así pues, la infracción normativa denunciada no demuestra la
incidencia que tendría sobre la decisión impugnada, sino lo que
pretende es cuestionar las conclusiones a las que arribó la Sala
revisora, y además lo pretendido involucra el reexamen de los
medios probatorios, lo cual es ajeno a las funciones de esta Corte
de Casación, de conformidad con lo prescrito en el artículo 384 del
Código Procesal Civil. Respecto a la causal contenida en el
acápite ii) se advierte que no cumple con los requisitos exigidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código adjetivo, debiendo ser
desestimada pues no demuestra la incidencia directa que tendría
sobre la decisión impugnada, ya que las normas denunciadas no
guardan relación con la materia controvertida. Sexto.- Que, en
cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del referido artículo
388, el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio total, sin embargo, ello no es suficiente para atender el
recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos de
procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
78927
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Julio Falcón Gamarra (fojas doscientos
diecinueve), contra la sentencia de vista de fecha seis de julio de
dos mil quince (fojas doscientos ocho); DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por la Empresa
Administradora Cerro SA con Julio Falcón Gamarra, sobre
desalojo por ocupación precaria; y los devolvieron. Interviene
como ponente la señora Jueza Suprema Rodríguez Chávez. Por
licencia del señor Juez Supremo Almenara Bryson, participa el
señor Juez Supremo Yaya Zumaeta.- SS. TELLO GILARDI, DEL
CARPIO RODRÍGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, YAYA ZUMAETA,
DE LA BARRA BARRERA C-1392274-281
CAS. 4331-2015 ICA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, trece de enero
de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Se
procede a calificar el recurso de casación interpuesto por la
empresa ALAMESA S.A.C., a fojas doscientos cuatro, contra la
resolución de vista de fojas ciento noventa y cuatro, del veintidós
de julio de dos mil quince, que confirma la resolución apelada de
fecha veintitrés de abril de dos mil quince, de fojas ciento cuarenta
y tres, que declara fundada la demanda. Por lo que, corresponde
examinar si el recurso extraordinario cumple con los requisitos que
exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. Segundo.- Antes de revisar
el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si
es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es deber procesal procesal de la
justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia a
las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- En ese sentido, se
verifica que el recurso de casación de fojas doscientos cuatro,
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, toda vez que se interpone: i) Contra la
sentencia expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Ica que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta fue
notificada al recurrente el catorce de setiembre de dos mil quince,
conforme a la constancia de fojas doscientos uno, y el referido
recurso de casación fue interpuesto el veintidós de setiembre del
mismo año, es decir, dentro del décimo día de notificado; y, iv) Se
ha adjuntado el arancel judicial respectivo, conforme se aprecia a
fojas doscientos tres. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que la nombrada casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso 1 del referido artículo, toda vez que no ha
consentido la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable a sus intereses. Quinto.- Que, para establecer el
cumplimiento de los incisos 2º, 3º y 4º del precitado artículo 388º,
el recurrente debe señalar en qué consisten las infracciones
normativas denunciadas; que en el presente caso, la recurrente
denuncia las infracciones normativas siguientes: A) La infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil. Sostiene que la
Sala Superior sustenta la recurrida en la errada interpretación del
citado artículo, al señalar que el derecho de propiedad obtenido
por la impugnante ha fenecido; por tanto, reúne el requisito de
ocupante precario a pesar de tener derecho inscrito en la Partida
02009227. B) La infracción normativa del artículo 2013 del
Código Civil. Alega que el derecho de propiedad de la recurrente
se encuentra protegido por el citado artículo, toda vez que si bien
existe una sentencia recaída en la demanda de mejor derecho de
propiedad, en ningún momento la sentencia dispone la cancelación
del derecho de propiedad inscrito a favor de la impugnante, solo
es declarativa en el sentido que ésta tiene mejor derecho y que se
proceda a desmembrar una parte del área adquirida, lo que a la
fecha no ha sucedido; en consecuencia, su derecho de propiedad
no se encuentra fenecido, lo que es requisito indispensable para
incurrir en la causal de ocupante precario a que se contrae el
artículo 911 del Código Civil. C) La infracción normativa del

78928 CASACIÓN
artículo 2014 del Código Civil. Señala que su derecho de
propiedad se encuentra protegido por el mencionado artículo, toda
vez que adquirió un inmueble de mayor extensión en subasta
pública de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Pisco, de
quien se encontraba facultado para efectuar la venta y, si
posteriormente se determinó que no tenía facultad, este hecho no
revoca el derecho de propiedad de la impugnante, pues la
declaración de mejor derecho de propiedad solo es declarativa, no
extingue el derecho de propiedad de quien tiene otro título, más
aun si en este caso tal derecho se encuentra protegido
registralmente y para que se dé la causal de ocupante precario se
requiere que el poseedor carezca de título, pues si bien solo se
analiza la posesión, el solo hecho de tener título de propiedad
comprende a la posesión. Finalmente, cumple con señalar la
naturaleza de su pedido casatorio como revocatorio. Sexto.-
Respecto a la denuncia descrita en el acápite A), conforme a los
supuestos establecidos en el artículo 384 del Código Procesal
Civil, este Supremo Tribunal se encuentra imposibilitado de
realizar un análisis de las conclusiones fácticas a las que han
arribado las instancias de mérito, quienes han determinado la
condición de ocupante precario del impugnante, por haber
fenecido el título que ostentaba y que justificaba su posesión en el
inmueble materia de desalojo; por lo tanto, este extremo
denunciado debe desestimarse. Sétimo.- En cuanto a las
denuncias descritas en los acápites B) y C), en el sentido que la
impugnante se encuentra protegida por el principio de la buena fe
registral y que en ningún momento la sentencia expedida en el
proceso sobre mejor derecho de propiedad ha dispuesto la
cancelación del derecho de propiedad inscrito a su favor. Al
respecto, la Sala Superior ha señalado que la demandada no
ampara o justifica su posesión en mérito a algún acto jurídico que
le permita la ocupación sobre el inmueble materia de desalojo,
pues si bien ésta ha adquirido el inmueble el diecinueve de agosto
de dos mil cinco de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Pisco,
con un área de 1,779.40m2, inscrito en la Partida 02009227; sin
embargo, con la emisión de la sentencia en el proceso sobre mejor
derecho de propiedad, dicha empresa ha visto disipar su derecho
sobre el área de 664.30m2, ya que por resolución de vista de
fecha catorce de mayo de dos mil doce, se confirma la sentencia
que declara fundada la demanda interpuesta por la Asociación
Mutualista de Empleados Civiles de la Fuerza Aérea sobre mejor
derecho de propiedad y cancelación del asiento registral, contra la
demandada Luz Marina Paredes Sanez, los sucesores procesales
de la citada Caja Municipal y la mencionada empresa; en
consecuencia se declara que la demandante tiene el mejor y
preferencial derecho sobre el inmueble de 664.30m2, materia de
desalojo, inscrito en los Registros Públicos. Siendo así, no resulta
cierto lo alegado por la impugnante, debiendo desestimarse
también estos extremos denunciados. Octavo.- Por tal motivo, se
puede concluir que, la recurrente además de no cumplir con
describir con claridad y precisión la infracción normativa en que se
habría incurrido, conforme a la exigencia del inciso 2 del artículo
bajo análisis; no cumple con demostrar la incidencia de dicha
infracción sobre la decisión impugnada, como lo exige el inciso 3
del referido artículo; en consecuencia, al incumplirse los requisitos
exigidos por ley, debe declararse la improcedencia del recurso de
casación interpuesto en todos sus extremos. Finalmente, si bien
es cierto cumple con señalar la naturaleza de su pedido casatorio
como revocatorio, debe considerarse que, en virtud a lo dispuesto
en el artículo 392º del Código adjetivo, los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes; en
consecuencia, el incumplimiento de cualquiera de ellos da lugar a
la improcedencia. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
empresa ALAMESA S.A.C., a fojas doscientos cuatro, contra la
resolución de vista de fojas ciento noventa y cuatro, del veintidós
de julio de dos mil quince; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Asociación Mutualista de
Empleados Civiles de la Fuerza Aérea con la empresa ALAMESA
S.A.C., sobre desalojo por ocupación precaria; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. TELLO GILARDI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA
BARRERA C-1392274-282
CAS. NRO. 4395-2015 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, quince de enero del dos
mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
se procede a calificar el recurso de casación interpuesto por el
demandante Oscar Hugo Ocampo Sotelo a fojas ciento nueve,
contra el auto de vista de fojas noventa y ocho, del diecinueve
de agosto de dos mil catorce, en el extremo que revoca el auto
apelado de fecha treinta y uno de octubre de dos mil trece, de fojas
treinta y dos, que declara infundada la excepción de prescripción
extintiva de la acción interpuesta por la demandada Luzmila
Maldonado Díaz de Quinto; reformándola la declara fundada;
en consecuencia declara la nulidad de lo actuado; dándose por
concluido el proceso. Por lo que, corresponde examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir,
se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta, si es: i)
en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación
precisa, clara y pertinente respecto de cada una de las referidas
causales, así como demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para lograr
los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico.
Siendo así, es obligación procesal de la justiciable recurrente
saber adecuar las agravios que denuncia a las causales que para
la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas
en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar
o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita
la falta de causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos
en los que incurre el casacionista, en la formulación del referido
recurso. Tercero.- Que, en ese sentido, se verifica que el recurso
de casación de fojas ciento nueve, cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil modificado por la Ley número 29364,
toda vez que se interpone: i) Contra la sentencia expedida por
la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido
presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues ésta
fue notificada al recurrente el veintiuno de noviembre de dos mil
catorce, conforme a la constancia del cargo de notificación de
fojas ciento cinco, y el referido recurso de casación fue interpuesto
el cinco de diciembre de dicho año, es decir, al décimo día de
notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial respectivo
a fojas ciento ocho. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de
procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se
verifica que el nombrado casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, para establecer el cumplimiento de los incisos 2º,
3º y 4º del precitado artículo 388º, el recurrente debe señalar en
qué consisten las infracciones normativas denunciadas; que en
el presente caso, la recurrente denuncia la infracción normativa
siguiente: Infracción normativa del artículo 1993 del Código
Civil, alega que se ha aplicado de forma indebida la referida
norma, pues la prescripción comienza a regir desde el día en que
puede ejercitarse la acción y en el presente caso el recurrente
ha tomado conocimiento del acto jurídico cuestionado el 01-02-
08, por lo tanto no es posible aplicar el supuesto normativo a que
se contrae el artículo 2001 inciso 1 del Código Civil. Sexto.- Que
examinadas las alegaciones descritas en el quinto considerando,
éstas deben desestimarse porque están orientadas a reevaluar las
conclusiones a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que el
contrato de compra venta, que se pretende anular, se suscribió
el siete de julio de mil novecientos setenta y dos e inscribió en
Registros Públicos el treinta y uno de julio de mil novecientos
setenta y dos, por tanto se ha celebrado durante la vigencia del
Código Civil de mil novecientos treinta y seis, que establecía que
la acción de nulidad de un contrato prescribe a los treinta años;
empero, si desde que entra en vigencia del Código Civil de mil
novecientos ochenta y cuatro, que data del catorce de noviembre
de mil novecientos ochenta y cuatro, transcurre el tiempo requerido
en él para la prescripción, ésta surte su efecto, aunque por dichas
leyes se necesitare un lapso mayor. En el caso de autos se ha
interpuesto la demanda, el veintiuno de marzo del dos mil trece,
desde la fecha de la inscripción en Registros Públicos de la referida
escritura pública ha transcurrido en exceso el plazo de diez años,
configurándose por tanto la prescripción; pues ésta comienza a
correr desde el día en que puede ejercitarse la acción, es decir
desde que tuvo conocimiento del acto jurídico cuestionado y, según
el artículo 2012 del Código civil, se presume, sin admitirse prueba
en contrario, que toda persona tiene conocimiento del contenido
de las inscripciones; siendo ello así, carece de sustento lo alegado
por el recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia
de autos, no se aprecia la vulneración del derecho al debido
proceso o infracción normativa de derecho procesal; asimismo, se
advierte que el Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a
los agravios puestos de manifiesto por el recurrente en su escrito
de apelación. Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se
concluye que el impugnante al denunciar la presunta vulneración
del derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales, lo que pretende es que esta Sala Casatoria realice un
nuevo análisis de lo concluido, lo que constituye una facultad de
los Jueces de mérito que no puede ser traído en casación, por ser
materia ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe
ser desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, el impugnante
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
no ha cumplido con los requisitos de procedencia establecidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
al no haber descrito con claridad y precisión las infracciones
normativas invocadas; menos aún ha demostrado la incidencia
directa que tendrían aquéllas sobre la decisión impugnada.
Finalmente, si bien es cierto cumple con señalar la naturaleza de
su pedido casatorio como revocatorio, debe considerarse que,
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392º del Código adjetivo,
los requisitos de procedencia de este recurso extraordinario son
concurrentes; en consecuencia, el incumplimiento de cualquiera
de ellos da lugar a la improcedencia. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Oscar Hugo Ocampo Sotelo a fojas ciento nueve, contra el
auto de vista de fojas noventa y ocho, del diecinueve de agosto
de dos mil catorce; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Oscar Hugo Ocampo Sotelo con Ernesto Quinto
Román y otra, sobre nulidad de acto jurídico; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. TELLO GILARDI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTA, DE LA BARRA
BARRERA C-1392274-283
CAS. Nº 4410-2015 LIMA SUR
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciocho
de enero del dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
Primero.- Que, se procede a calificar el recurso de casación
interpuesto por la demandada María Cristina Pecho Rivera a
fojas ciento ochenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
ciento cincuenta y dos, del treinta de julio de dos mil quince, que
confirma la sentencia apelada de fecha dieciocho de julio de dos
mil catorce, de fojas ochenta que declara fundada la demanda; en
consecuencia, ordena a la parte demandada desocupe el inmueble
ubicado en manzana C, lote 28, Sub parcela 1-A, urbanización
California Primera Etapa, distrito del Villa El Salvador, provincia
y departamento de Lima. Por lo que, corresponde examinar si el
recurso extraordinario cumple con los requisitos que exigen los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. Segundo.- Que, antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de
casación, se debe tener presente que éste es extraordinario,
eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es
decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales, así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta
exigencia es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico,
uniformizador y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de
la justiciable recurrente saber adecuar las agravios que denuncia
a las causales que para la referida finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal civil, pues el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas ciento ochenta y
uno, cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme
lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil modificado
por la Ley número 29364, toda vez que se interpone: i) Contra
la sentencia expedida por la Sala Especializada en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima Sur que, como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
referido órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma, pues
ésta fue notificada a la recurrente el dieciocho de setiembre de
dos mil quince, conforme a la constancia del cargo de notificación
de fojas ciento sesenta y seis, y el referido recurso de casación
fue interpuesto el primero de octubre de dicho año, es decir, al
décimo día de notificado; y, iv) Se ha adjuntado el arancel judicial
respectivo a fojas ciento setenta y ocho. Cuarto.- Que, al evaluar
los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se verifica que la nombrada casacionista satisface
el primer requisito, previsto en el inciso uno del referido artículo,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia que le
fue desfavorable. Quinto.- Que, para establecer el cumplimiento
de los incisos 2º, 3º y 4º del precitado artículo 388º, el recurrente
debe señalar en qué consisten las infracciones normativas
denunciadas; que en el presente caso, el recurrente denuncia las
infracciones normativas siguientes: Infracción normativa de los
artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú y IX
del Título Preliminar del Código Procesal Civil, alega que se ha
vulnerado el derecho al debido proceso, pues el pronunciamiento
sobre el llamamiento posesorio carece de motivación jurídica,
dado que independientemente del lugar donde la persona
aparezca domiciliada en la RENIEC, existe la posibilidad del
78929
domicilio múltiple, tal como lo establece el artículo 35 del Código
Civil, además se vulnera el procedimiento establecido en el
artículo 105 del Código Procesal Civil, en razón a que puso en
conocimiento de la parte demandante el llamamiento posesorio
y no se emplazó a los llamados, pese a estar debidamente
identificados, y habiéndose señalado y precisado sus domicilios
reales a fin de que sean debidamente emplazados, acto procesal
totalmente irregular, incluso contrario a la referida norma
imperativa. Sexto.- Que examinadas las alegaciones descritas
en el quinto considerando, éstas deben desestimarse porque
están orientadas a reevaluar las conclusiones a las que arriba la
Sala de mérito, entre ellas, que en lo que respecta a que no se
ha procedido a poner a conocimiento la demanda de desalojo a
los supuestos poseedores mediatos del predio materia de litis, lo
cierto es que la parte demandada no ha sustentado mínimamente
ser la guardiana del predio en controversia, pues la simple
alegación no resulta ser suficiente para dar trámite al llamamiento
posesorio; asimismo si bien la parte demandada señala que no se
ha considerado que una persona puede tener domicilio múltiple,
argumento que puede ser válido, empero el mismo no resulta de
aplicación en el presente caso, ya que la parte demandada, en la
supuesta calidad de guardiana del predio sub litis, debió sustentar
instrumentalmente su alegación para que así se proceda conforme
corresponda, según lo previsto en el artículo 103 del Código
Procesal Civil ( si el Juez considera procedente la denuncia) lo
cual no se ha dado en el presente caso; siendo ello así, carece de
sustento lo alegado por la recurrente. Sétimo.- Que, por tanto, en
el caso materia de autos, no se aprecia la vulneración del derecho
al debido proceso o infracción normativa de derecho procesal;
asimismo, se advierte que el Tribunal Superior ha dado cumplida
respuesta a los agravios puestos de manifiesto por la recurrente
en su escrito de apelación. Octavo.- Que, de lo analizado, se
concluye que la impugnante al denunciar la presunta vulneración
del derecho al debido proceso y motivación de las resoluciones
judiciales, lo que pretende es que esta Sala Casatoria realice un
nuevo examen de lo concluido, lo que constituye una facultad de
los Jueces de mérito que no puede ser traído en casación, por
ser materia ajena a los fines del recurso, por lo que dicha causal
debe ser desestimada. Finalmente, si bien es cierto cumple con
señalar la naturaleza de su pedido casatorio como anulatorio,
debe considerarse que, en virtud a lo dispuesto en el artículo
392º del Código adjetivo, los requisitos de procedencia de este
recurso extraordinario son concurrentes; en consecuencia, el
incumplimiento de cualquiera de ellos da lugar a la improcedencia.
Por estos fundamentos: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por María Cristina Pecho Rivera a
fojas ciento ochenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
ciento cincuenta y dos, del treinta de julio de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Casildo Vicente Huamaní Vera con María Cristina Pecho
Rivera, sobre desalojo por ocupación precaria; y, los devolvieron.
Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez.- SS. TELLO GILARDI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ,
RODRÍGUEZ CHAVEZ, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA
BARRERA C-1392274-284
CAS. Nº 4450-2015 LIMA SUR
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, diecinueve
de enero del dos mil dieciséis. VISTOS; con los expedientes
acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, se procede a
calificar el recurso de casación interpuesto por la demandada
Municipalidad Distrital de Villa El Salvador, a fojas cuatrocientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
dieciséis, del diez de agosto de dos mil quince, que confirma la
sentencia apelada de fecha once de setiembre de dos mil catorce,
de fojas trescientos veintidós, que declara fundada la demanda;
en consecuencia, declara propietario a don Juan Rolando Ponce
Escalante, del bien inmueble ubicado en Calle 24, Mz B, lote 17,
Parcela II-A del Parque Industrial Cono Sur de Lima del Distrito de
Villa el Salvador, con un área de 698.36 m2, inscrito en la Partida
Electrónica 43323830 de los Registros Públicos. Por lo que,
corresponde examinar si el recurso extraordinario cumple con los
requisitos que exigen los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. Segundo.-
Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios
para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se sustenta,
si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar además, una
fundamentación precisa, clara y pertinente respecto de cada una
de las referidas causales, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia
es para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador
y dikelógico. Siendo así, es obligación procesal de la justiciable
recurrente saber adecuar las agravios que denuncia a las causales
que para la referida finalidad taxativamente se encuentran

78930 CASACIÓN
determinadas en la norma procesal civil, pues el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el recurso
extraordinario, ni para integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en
la formulación del referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido,
se verifica que el recurso de casación de fojas cuatrocientos
cuarenta y cinco, cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que
se interpone: i) Contra la sentencia expedida por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Sur que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo
previsto en la norma, pues ésta fue notificada a la recurrente el
veinticinco de setiembre de dos mil quince, conforme a la
constancia del cargo de notificación de fojas cuatrocientos treinta
y seis, y el referido recurso de casación fue interpuesto el doce de
octubre de dicho año, es decir, al décimo día de notificado; y, iv)
La recurrente se encuentra exenta del pago de la tasa judicial
conforme a lo prescrito por los artículos 47 de la Constitución
Política del Perú y 24 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos de procedencia
dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica
que la nombrada casacionista satisface el primer requisito,
previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- Que, para establecer el cumplimiento de los incisos 2º, 3º
y 4º del precitado artículo 388º, la recurrente debe señalar en qué
consisten las infracciones normativas denunciadas; que en el
presente caso, la recurrente denuncia las infracciones normativas
siguientes: Infracción normativa de los artículos 139 incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Perú, 950 del Código Civil,
Leyes 24877, 26652, Ordenanzas Municipales 014-1999-MVS y
043-2002-MVES, alega que se ha vulnerado el derecho al debido
proceso y motivación de las resoluciones judiciales, pues ampara
la demanda de prescripción adquisitiva, no obstante que carece
del presupuesto subjetivo, es decir el animus domini en el ejercicio
de la posesión, como se evidencia cuando el actor solicita la
compra del inmueble sub litis con sujeción a los dispositivos
legales relacionados a la disolución y liquidación del Parque
Industrial de Villa el Salvador, Ley Nº 24887, mediante solicitud de
fecha quince de abril de dos mil ocho. Sexto.- Que examinadas
las alegaciones descritas en el quinto considerando, éstas deben
desestimarse porque están orientadas a reevaluar las conclusiones
a las que arriba la Sala de mérito, entre ellas, que en cuanto a la
alegación de la demandada respecto a que con la carta de fecha
quince de abril de dos mil ocho, mediante la cual el actor solicita la
compraventa del inmueble sub litis, se desvirtuaría la posesión
como propietario, es decir el animus domini, ello en modo alguno
afecta la posesión que la parte actora ha detentado sobre el predio
materia de litis a título de propietario, más por el contrario los actos
realizados han estado destinados a la formalización de la
propiedad adquirida por la posesión que ejercía, hecho valer
precisamente ante el propietario registral del predio a quien
demanda, lo que no implica desconocimiento o abdicación a su
calidad de propietario por usucapión a favor del titular registral; lo
que se corrobora con la solicitud de incorporación al sistema
predial de fecha veintisiete de junio de dos mil siete, en la que se
recauda, entre otros, copia del carnet de comunero, y del
certificado de adjudicación de la Comunidad Campesina Llanavilla;
siendo ello así, carece de sustento lo alegado por la recurrente.
Sétimo.- Que, por tanto, en el caso materia de autos, no se
aprecia la vulneración del derecho al debido proceso o infracción
normativa de derecho procesal; asimismo, se advierte que el
Tribunal Superior ha dado cumplida respuesta a los agravios
puestos de manifiesto por la recurrente en su escrito de apelación.
Octavo.- Que, de lo mencionado anteriormente, se concluye que
la impugnante al denunciar la presunta vulneración del derecho al
debido proceso y motivación de las resoluciones judiciales, lo que
pretende es que esta Sala Casatoria realice un nuevo análisis de
lo concluido, lo que constituye una facultad de los Jueces de
mérito que no puede ser traído en casación, por ser materia ajena
a los fines del recurso, por lo que dicha causal debe ser
desestimada. Noveno.- Que, en conclusión, la impugnante no ha
cumplido con los requisitos de procedencia establecidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber
descrito con claridad y precisión las infracciones normativas
invocadas; menos aún ha demostrado la incidencia directa que
tendrían aquéllas sobre la decisión impugnada. Finalmente, si
bien es cierto cumple con señalar la naturaleza de su pedido
casatorio como revocatorio y/o anulatorio, debe considerarse que,
en virtud a lo dispuesto en el artículo 392º del Código adjetivo, los
requisitos de procedencia de este recurso extraordinario son
concurrentes; en consecuencia, el incumplimiento de cualquiera
de ellos da lugar a la improcedencia. Por estos fundamentos:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la Municipalidad Distrital de Villa El Salvador, a fojas
cuatrocientos cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
fojas cuatrocientos dieciséis, del diez de agosto de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Juan Rolando Ponce Escalante con la Municipalidad Distrital de
Villa El Salvador, sobre prescripción adquisitiva de dominio; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora
del Carpio Rodríguez. SS. TELLO GILARDI, DEL CARPIO
RODRÍGUEZ, RODRIGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS,
DE LA BARRA BARRERA C-1392274-285
CAS. Nº 15859–2014 LIMA
Lima, diecisiete de Setiembre de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada, representada por el Procurador
Público Municipal de la Municipalidad Distrital de Chorrillos a folios
cuatrocientos veinte, contra la sentencia de vista de fecha
veintidós de setiembre de dos mil catorce de folios trescientos
noventa y seis, que confirmando la apelada de folios trescientos
cuarenta y tres de fecha veinticinco de noviembre de dos mil trece,
declara fundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder a
verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº 27584, en concordancia con el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala
que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del
plazo de diez (10) días de notificada la parte recurrente con la
resolución impugnada; y iv) no adjunta el arancel judicial
correspondiente por el recurso, por tratarse de una entidad del
Estado. Por lo que se cumple con los requisitos de admisibilidad
contenidos en la norma procesal antes citada Tercero: De otro
lado, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria, es de verse que el recurso de
casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo,
toda vez que la entidad recurrente no consintió la sentencia de
primera instancia, pues al serle adversa, lo impugnó mediante su
escrito de apelación de folios trescientos sesenta y tres. Cuarto:
Asimismo, debe considerarse que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el
artículo 386 del precitado Código Procesal, precisa como causales
casatorias: a) La infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; y, b) El
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal
sentido, la Municipalidad recurrente invocando el artículo 386 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, denuncia la
causal de Infracción normativa del artículo I del Título
Preliminar del Código Procesal Civil. Sostiene que la resolución
venida en grado, vulnera el derecho al debido proceso, toda vez
que ha inaplicado normas de derecho material como el establecido
en el artículo 49 de la Ley General de Servicios de Saneamiento,
artículo 6 de la Ordenanza Nº 096-MDCH-2006 (que aprueba el
Reglamento para la Ejecución de Trabajos de Empresa de
Servicios Públicos en Áreas de Dominio Público del distrito de
Chorrillos), artículo 7 de la Ordenanza Nº 203-MML (Reglamento
para la Ejecución de Obras en las Áreas de Dominio Público) y lo
dispuesto en los artículos 38 y 40 de la Ley Nº 27972 (Ley
Orgánica de Municipalidades), causándole con ello perjuicio, no
cumpliendo con valorar el hecho de que la empresa demandante
solo es una constructora contratista que celebró contrato con el
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL para
realizar actividades de mantenimiento de los sistemas de agua
potable y alcantarillado, entre otras prestaciones, y por lo cual le
es exigible la obligación de cumplir con lo establecido por el
ordenamiento legal vigente, para la respectiva autorización
municipal, más aún si el uso de bienes públicos debe ceñirse a un
control previo por parte de la autoridad municipal, regulado por la
Ley Orgánica de Municipalidades y la Constitución Política del
Estado. Agrega, que la empresa demandante pretende desconocer
las citadas Ordenanzas y la autonomía de la entidad edil, quien ha
respetado los principios de legalidad y del debido procedimiento
establecidos en el artículo IV del Título Preliminar de la Ley Nº
27444 (Ley del Procedimiento Administrativo General), y por ello
señala no se habría cometido ningún acto de abuso de autoridad
contra la accionante. Finalmente indica que su pedido casatorio es
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
revocatorio. Sétimo: En cuanto a la causal denunciada
precedentemente, ésta debe ser desestimada, toda vez que los
fundamentos que sostienen las normas supuestamente
transgredidas referidas al uso de bienes públicos, a la tramitación
para la autorización de ejecución de obras, a la competencia de la
autoridad municipal y sus ordenanzas, así como las referidas a las
que regulan el ordenamiento jurídico municipal, son similares en
los que basó los agravios de su escrito de apelación de folios
trescientos sesenta y tres, y que ahora nuevamente invoca; y por
tanto fue materia de pronunciamiento por la instancia de mérito,
que estableció que a la Municipalidad demandada no le
correspondía otorgar la autorización de ejecución de obras en la
avenida Caminos del Inca, Manzana I, Lote 25C, Urbanización
San Juan Bautista – Chorrillos. Octavo: Al respecto, es del caso
anotar, que el numeral 2 del artículo 3 de la Ordenanza Nº 203-
MML establece que corresponde a la Municipalidad Metropolitana
de Lima: “Autorizar la ejecución de obras en las áreas de dominio
público en el Cercado de Lima; y en áreas de jurisdicción
metropolitana como las vías expresas, arteriales y colectoras del
Sistema Vial Metropolitano.”; asimismo, el artículo 5 de la
Ordenanza Nº 341-MML2, dispone que: “(...) corresponde a la
Municipalidad Metropolitana de Lima la definición y aprobación de
las Secciones Viales Normativas y los Derechos de Vía de las Vías
Expresas, Arteriales y Colectoras; (...); en tanto que corresponderá
a las Municipalidades Distritales la definición y aprobación de las
Secciones Viales Normativas y los Derechos de Vía de las Vías
Locales”, precisándose en su artículo 6º que: “(...). Para el uso
temporal del Derecho de Vía de las vías Expresas, Arteriales y
Colectoras e Intercambios Viales, por la ejecución de obras u otros
factores o eventos no previstos, se requiere en todos los casos de
la autorización administrativa de la Municipalidad Metropolitana de
Lima (...)”; señalándose en el anexo 2 de esta última Ordenanza
en comento que la avenida Caminos del Inca es una Vía Colectora.
Noveno: Siendo ello así, correspondía a la Municipalidad
Metropolitana de Lima otorgar la respectiva autorización municipal
para la ejecución de la obra, conforme así lo hizo mediante
Autorización de Ejecución de Obra en Áreas de Uso Público Nº
532-2007-MML-GDU-SAU-DORP3, en la cual se consigna en el
rubro “Tipo de Vía”, que la dirección en donde se iban a realizar los
trabajos, correspondía a una “Vía Colectora”, y que la misma se
encontraba dentro de la jurisdicción en aplicación de las
Ordenanzas citadas en el considerando precedente; por lo que la
Municipalidad Distrital de Chorrillos carecía de facultades para
otorgar y sancionar a la empresa demandante. Décimo: De lo que
se concluye que la Sala de mérito se pronunció correctamente al
confirmar la sentencia apelada; por lo que, no habiéndose incurrido
en vulneración de derecho o garantía alguna, o que se hayan
infringido normas de derecho material o procesal, es de estimar
como no cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente, para hacer operante este medio
impugnatorio. Por estas consideraciones: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandada, representada por el Procurador Público Municipal de
la Municipalidad Distrital de Chorrillos a folios cuatrocientos veinte,
contra la sentencia de vista obrante a fojas trescientos noventa y
seis, de fecha veintidós de setiembre de dos mil catorce; en los
seguidos por CONCYSSA Sociedad Anónima contra la
Municipalidad Distrital de Chorrillos, sobre Acción Contencioso
Administrativa; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a
ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi.
SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, LAMA MORE
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
Aprueba el Plano del Sistema Vial Metropolitano de Lima.
3
De folios 28 del expediente principal.
C-1392276-1
CAS. Nº 15794–2014 LIMA
Lima, dieciséis de diciembre de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; el escrito de subsanación presentado por
EDECAÑETE Sociedad Anónima, de fecha seis de octubre de dos
mil quince, que obra a fojas setenta y tres del cuaderno formado
en este Supremo Tribunal y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto a fojas quinientos setenta y ocho, por la demandante
Empresa de Distribución Eléctrica Cañete Sociedad Anónima –
EDECAÑETE S.A. contra la sentencia de vista de fecha cuatro de
setiembre de dos mil catorce, obrante a fojas quinientos treinta y
seis, que confirmando la sentencia apelada de fojas cuatrocientos
treinta y dos, del dieciocho de marzo de dos mil trece, declaró
infundada la demanda; para cuyo efecto, se procederá a verificar
el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 35 inciso
3 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584, Ley que regula el
Proceso Contencioso Administrativo. Segundo: Que el Texto
Único Ordenado de la Ley que Regula el Proceso Contencioso
78931
Administrativo, Ley Nº 27584, aprobado por el Decreto Supremo
Nº 013-2008-JUS, en su artículo 36 prevé que los recursos tienen
los mismos requisitos de admisibilidad y procedencia que los
establecidos en el Código Procesal Civil. Tercero: Que el recurso
de casación interpuesto por la parte recurrente, reúne los
requisitos de forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364 de aplicación supletoria a los autos;
ello a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala
Superior que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto
dentro del plazo de diez (10) días de notificada la parte recurrente
con la resolución impugnada; y iv) Cumplió con adjuntar el arancel
judicial, conforme se puede advertir a fojas setenta y dos del
cuaderno formado en este Supremo Tribunal. Cuarto: Antes del
análisis de los requisitos de procedencia es necesario precisar
que el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario
de carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, su fundamentación por parte del
recurrente debe ser clara, precisa y concreta, indicando
ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Quinto: Por
otro lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por
el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que: “El recurso de
casación se sustenta en la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. Asimismo, cabe anotar que, el artículo 388º del acotado
cuerpo legal, establece como requisitos de procedencia del
recurso de casación: 1. Que el recurrente no hubiera consentido
previamente la resolución adversa de primera instancia, cuando
esta fuere confirmada por la resolución objeto del recurso; 2.
Describir con claridad y precisión la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada; y, 4. Indicar si
el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Sexto: Que es de
verse que el recurso de casación cumple con lo exigido por el
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364, toda vez que el recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, lo impugnó
mediante su escrito de apelación obrante a fojas cuatrocientos
sesenta y cuatro. Sétimo: Que, el artículo 388 incisos 2 y 3 del
acotado Código Procesal y su modificatoria, establecen que
constituyen requisitos de procedencia del recurso, la descripción
clara y precisa de la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada; para satisfacer ese
propósito la fundamentación de la infracción normativa denunciada
por el recurrente debe observar y respetar las exigencias técnicas
para presentar este recurso, por lo que es responsabilidad del
impugnante no solo precisar la causal, sino también fundamentar
la infracción y su importancia o incidencia respecto de la decisión
de la resolución que cuestiona. Octavo: En atención a ello, la
parte recurrente ha invocado como causales de su recurso: a)
Infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado. Refiere que la Sala de mérito,
emite un fallo con una motivación aparente e insuficiente, por
cuanto los fundamentos sobre los cuales se basa, parten del error
de considerar que la titularidad de las instalaciones de los
particulares recae en la concesionaria impugnante, sin considerar
que el hecho que produjo la interrupción del servicio eléctrico a
varios usuarios del Circuito de Playas de Cerro Azul y parte de las
Playas de Asia, de la provincia de Cañete, se dio como
consecuencia del desperfecto ocasionado en las instalaciones del
cliente particular “Playa Gallardo”, y no como consecuencia, del
hurto de conductores de la empresa recurrente, ya que ésta no
sufrió ninguna afectación a sus redes eléctricas. b) Infracción
normativa por interpretación errónea del artículo 1315 del
Código Civil. Señala que la venida en grado no tomó en cuenta el
factor de “irresistibilidad”, ya que la empresa demandante no se
encontraba en la posibilidad de evitar dicha falla en las
instalaciones del usuario “Playa Gallardo”, producto de un hurto de
cables, correspondiéndole dicha acción al citado cliente particular
al encontrarse bajo el deber establecido en el numeral 017.C del
Código Nacional de Electricidad. c) Infracción normativa por
inaplicación de lo establecido en el numeral 017.C del Código
Nacional de Electricidad, y en el artículo 88 de la Ley de
Concesiones Eléctricas. Sostiene que la primera de las normas
citadas se aplica en concordancia con la segunda de las
nombradas, y en tal sentido, se desprende que la responsabilidad
respecto del mantenimiento de las instalaciones particulares, es
del usuario, sin embargo, el Colegiado Superior pretende imputar
dicha responsabilidad a la recurrente. Finalmente de conformidad
con lo señalado en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal

78932 CASACIÓN
Civil y su modificatoria, indica la impugnante, que su pedido
casatorio es revocatorio. Noveno: Las causales denunciadas en
el literal a), b) y c), deben ser desestimadas, toda vez que los
fundamentos que sostienen las normas supuestamente
transgredidas, son similares en los que basó los agravios de su
escrito de apelación de fojas cuatrocientos sesenta y cuatro, y que
ahora nuevamente invoca; y por tanto fue materia de
pronunciamiento por la instancia de mérito, que estableció que si
bien la interrupción del servicio eléctrico ocurrido el catorce de
junio de dos mil once, fue producto del robo de conductor de la
Red MT 22.9 KV, también lo es que la accionante ha venido siendo
víctima de hurtos de conductores eléctricos en el mismo sector,
ocasionando perjuicio a otros clientes aparte del particular Playa
Gallardo, y por tanto, no puede ser considerado como un evento
extraordinario, imprevisible e irresistible, cuyos presupuestos son
indispensables para que un hecho ajeno a la voluntad de la
concesionaria pueda ser considerado como uno de fuerza mayor.
Décimo: Asimismo, precisa que la concesionaria, no adoptó las
medidas preventivas pertinentes a fin de evitar las sustracciones
de los conductores de electricidad o de reducir la incidencia de los
hechos delictivos antes descritos. Lo que se corrobora, con lo
dispuesto por el literal b) del artículo 31 de la Ley de Concesiones
Eléctricas, prevé como obligación de las concesionarias el
conservar y mantener sus obras e instalaciones en condiciones
adecuadas para su operación eficiente. Décimo Primero: En
consecuencia, la Sala de mérito se pronunció adecuadamente al
confirmar la sentencia apelada; por lo que, no habiéndose incurrido
en vulneración de derecho o garantía alguna, o que se hayan
infringido normas de derecho material o procesal, es de estimar
como no cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente, para hacer operante este medio
impugnatorio. Por estas consideraciones y de conformidad con lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto a fojas quinientos setenta y
ocho, por la demandante Empresa de Distribución Eléctrica
Cañete Sociedad Anónima – EDECAÑETE S.A. contra la
sentencia de vista de fecha cuatro de setiembre de dos mil catorce,
obrante a fojas quinientos treinta y seis; en los seguidos contra EL
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería -
ODINERGMIN, sobre Acción Contencioso Administrativa;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.-
Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI,
VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, LAMA MORE,
MALCA GUAYLUPO C-1392276-2
CAS. Nº 15441-2014 LIMA
Lima, quince de Junio de dos mil quince.- VISTOS: con
el acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la parte demandante Físicos y Gráficos Publicitarios
Sociedad Anónima Cerrada a folios doscientos dieciocho, contra
la sentencia de vista obrante a folios doscientos cuatro, de
fecha veintidós de abril de dos mil catorce, que confirmando la
sentencia apelada de folios ciento cuarenta y dos, de fecha
doce de marzo de dos mil trece, declara infundada la demanda
de folios cuarenta y dos; para cuyo efecto se debe proceder a
calificar si dicho recurso cumple con los requisitos de admisibilidad
y procedencia, conforme a lo prescrito en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, artículos modificados por el artículo
1 de la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, concordante
con lo dispuesto en el numeral 3.1 del inciso 3 del artículo 32
de la Ley Nº 27584. Segundo: Siendo ello así, se verifica que
el presente recurso impugnatorio cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil y su modificatoria; toda vez que ha sido
interpuesto: i) contra la sentencia de vista expedida por la Cuarta
Sala Especializada en lo Contencioso Administrativo de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) dentro del
plazo que establece la norma, ya que el recurrente fue notificado
el quince de agosto de dos mil catorce, conforme se corrobora
del cargo de folios doscientos catorce, y se interpuso el escrito
de casación el veintiocho de agosto del mismo año; y iv) adjunta
el arancel judicial correspondiente por el recurso de casación a
folios doscientos dieciséis. Tercero: De otro lado, respecto a los
requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, es de verse
que el recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del
citado artículo, toda vez que la empresa recurrente no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, lo impugnó
mediante su escrito de apelación de folios ciento cincuenta y
siete. Cuarto: Asimismo, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
y su modificatoria1. Quinto: Así, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
precisa como causales casatorias: a) La infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Sexto: Que, en cuanto a la sustentación del recurso, el
recurrente al amparo del artículo 386 del precitado Código, invoca
la causal de Infracción Normativa del artículo 139 incisos 3
y 14 de la Constitución Política del Perú. Sostiene que se ha
vulnerado la garantía al debido proceso y el derecho de defensa,
toda vez que la Municipalidad Distrital de Barranco no respetó los
pagos y descargo efectuados en el tiempo legal establecido por
dicha entidad edil, esto es, dentro del quinto día de notificado, así
como tampoco acató el mandato de la Ordenanza que dispone
la renovación automática de las autorizaciones municipales para
el rubro de publicidad exterior, actos de esencial trascendencia
para la validez del proceso, habiéndose pronunciado el Dictamen
Fiscal Superior Nº 893-2013-MP-N-2-FSCL por la revocatoria de la
apelada. Finalmente indica que su pedido casatorio es anulatorio.
Sétimo: En cuanto a la causal denunciada debe precisarse que
el Ad quem al emitir la impugnada concluyó, que la Notificación
de Infracción Nº 007689, girada al demandante por haber
incurrido en la conducta signada en el Código Nº 604-0801, por
instalación de publicidad exterior sin autorización, fue emitida a
las doce horas con cincuenta minutos del día veinte de julio de
dos mil diez, conforme fluye de la documentación de folios cinco
del expediente administrativo, y recepcionado en la misma fecha
por Henry Sarmiento Rojas, representante de la empresa actora2,
según consta en el acta de entrega de folios siete3, y el Informe Nº
074-2010-JGD-P.M, elaborado en la fecha en cuestión4. Octavo:
De lo que se concluye, que la Sala de mérito arribó adecuadamente
a su decisión confirmatoria, al considerar que lo señalado
precedentemente desvirtuaba la afirmación de la empresa
recurrente, de que fue notificada el día veintiuno de julio de dos mil
diez, y en tal sentido, el sello de recepción de la demandante que
se observa a folios cuatro5, no causa convicción, al no haberse
dejado constancia en el acta de notificación ni en el informe antes
referidos, que fuera recibido con sello, solo se especifica que
fue recepcionado y firmado por su representante. En tal razón,
al haber presentado su descargo contra la citada notificación de
infracción, el dos de agosto de dos mil diez, según folios dos del
expediente administrativo, este resultaba extemporáneo según
lo dispuesto por el artículo 14 de la Ordenanza Nº 140-MDB que
Aprueba el Régimen de Aplicación de Sanciones Administrativas
de la Municipalidad Distrital de Barranco; por lo que la causal así
propuesta deviene en improcedente. Por estas consideraciones,
al no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace
referencia el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en
ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del anotado
Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto a folios doscientos dieciocho por la parte demandante
Físicos y Gráficos Publicitarios Sociedad Anónima Cerrada,
contra la sentencia de vista obrante a folios doscientos cuatro, de
fecha veintidós de abril de dos mil catorce; en los seguidos por
el recurrente contra la Municipalidad Distrital de Barranco, sobre
Acción Contencioso Administrativo; ORDENARON la publicación
del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello
Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES
PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
Según el Informe Nº 074-2010-JGD-P.M., se identificó como Jefe de Proyectos de
la empresa demandante.
3
Del expediente administrativo.
4
Elaborado el 20 de julio de 2010, a folios 6 del expediente administrativo.
5
Del expediente administrativo.
C-1392276-3
CAS. Nº 14341–2014 AREQUIPA
Lima, veinticuatro de Agosto de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación obrante a folios doscientos
noventa, de fecha dieciséis de setiembre de dos mil catorce,
interpuesto por Servicio Cobranzas e Inversiones Sociedad
Anónima Cerrada, contra la sentencia de vista obrante a fojas
doscientos setenta y siete de fecha once de agosto de dos mil
catorce, que revocando la sentencia apelada de fojas doscientos,
de fecha veintiséis de julio de dos mil trece, que declara infundada
la demanda, reformándola la declara improcedente; para cuyo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
efecto se debe proceder a verificar el cumplimiento de los
requisitos previstos en el artículo 32, inciso 3 de la Ley Nº 27584,
en concordancia con el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364. Segundo: En
tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple
con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una
Sala Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante
la Sala que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto
dentro del plazo de diez (10) días de notificada la parte recurrente
con la resolución impugnada; y iv) Cumplió con adjuntar el
arancel judicial. Tercero: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que:
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado la
causal de Infracción normativa de los artículos 139 inciso 5
de la Constitución Política del Estado; 50 inciso 6 y 122 inciso
3 del Código Procesal Civil; 13 del Texto Único Ordenado
de la Ley Nº 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS. Sostiene
que la relación sustancial que detenta se acredita con el derecho
de acreencia que tiene derivado del proceso sobre ejecución de
garantías ventilado en el expediente Nº 9781-2000; por lo tanto,
se ha interpretado en forma incorrecta el artículo 13 del Texto
Único Ordenado de la Ley Nº 27584, Ley que Regula el Proceso
Contencioso Administrativo, Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS.
Quinto: En cuanto a los agravios denunciados, debe precisarse
que el Ad quem al emitir la impugnada concluyó que de lo actuado
en sede administrativa se advierte que doña Mónica Leonor
Cueva Gonzáles solicitó la inscripción de un contrato de compra
venta de inmueble de fecha cinco de marzo de dos mil ocho,
celebrado a su favor, ante Registros Públicos, siendo tachado el
título por el Registrador en razón a que los impuestos de autovalúo
y alcabala no fueron pagados, siendo apelada por la presentante,
ante lo cual, el Tribunal Registral mediante Resolución Nº 243-
2012 revocó dicha decisión y dispuso su inscripción. Sexto:
Asimismo, resaltó que en sede judicial, la actora Servicios
Cobranzas e Inversiones Sociedad Anónima Cerrada pretende
la nulidad de la citada resolución administrativa, alegando su
legitimidad para obrar en el hecho de que se viene tramitando un
proceso de Ejecución de Garantía, en el cual se ha adjudicado el
predio objeto de garantía a favor de Eleana Mara Alemán Zavala;
sin embargo, la existencia de la compra venta repercute en su
acreencia ya que podría anular toda la ejecución. Sétimo: De
lo antes expuesto, se colige que quienes ostentan la legitimidad
para obrar activa, para accionar en la presente causa, serían la
presentante de la rogatoria, el Registrador Público y el Tribunal
Registral, o en todo caso, la nueva propietaria registral del bien
sub litis, quien según la ficha registral corriente a folios treinta, es
la adjudicataria Eleana Mara Alemán Zavala, mas no, la recurrente
(Servicios Cobranzas e Inversiones Sociedad Anónima Cerrada),
pues, en el decurso del proceso no ha acreditado ser parte de la
relación jurídica sustancial del acto jurídico materia de inscripción
ni haber participado en el procedimiento registral, por lo tanto, su
actuación no se enmarca dentro del supuesto normativo previsto
en el artículo 13 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584,
Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo, Decreto
Supremo Nº 013-2008-JUS. Octavo: A mayor abundamiento, se
verifica que la accionante en su recurso de apelación señala que
cuando la presentante adquirió el predio, lo hizo en condición de
soltera, cuando en realidad se encontraba casada, con lo cual se
vulnera el artículo 315 del Código Civil, sobre disposición de bienes
sociales; ante ello, es menester indicar que dicho argumento está
destinado a cuestionar la validez y eficacia del acto jurídico de
compra venta, lo cual no resulta atendible en sede contencioso
administrativa, debiendo ventilarse dicha situación en una vía más
lata (conocimiento), asimismo tampoco resulta viable que a través
del presente proceso se cautelen acreencias de terceros que no
participaron en la relación jurídica material; por tal motivo, no son
de recibo los agravios deducidos. Por estas consideraciones, al no
haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en ejercicio
de la facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código:
78933
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
a fojas doscientos noventa, por Servicio Cobranzas e Inversiones
Sociedad Anónima Cerrada, contra la sentencia de vista obrante a
fojas doscientos setenta y siete de fecha once de agosto de dos mil
catorce; en los seguidos contra la Superintendencia Nacional de
los Registros Públicos – SUNARP y otros, sobre Impugnación de
Resolución Administrativa; ORDENARON la publicación del texto
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme
a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi.
SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, LAMA MORE C-1392276-4
CAS. Nº 14106-2015 LIMA
Lima, cuatro de diciembre de dos mil quince.- I. VISTOS; con el
expediente administrativo en dos tomos como acompañado y
escrito de subsanación de fecha treinta y uno de agosto de dos mil
quince obrante a folios ochenta y tres del cuadernillo de casación
formado en esta Sala Suprema: Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto el diecinueve de setiembre de dos
mil catorce, obrante a fojas doscientos veinte, por la demandante
Sociedad Minera Corona Sociedad Anónima, contra la
sentencia de vista contenida en la resolución número siete, de
fecha diecinueve de agosto de dos mil catorce, obrante a fojas
ciento setenta y tres, por la cual la Primera Sala Especializada en
lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima, resuelve confirmar la sentencia apelada contenida en la
resolución número seis, de fecha trece de agosto de dos mil trece,
de fojas ochenta y seis, que declaró infundada la demanda
incoada, en los seguidos por la empresa recurrente contra el
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería -
OSINERGMIN, sobre Impugnación de Resolución Administrativa.
II. CONSIDERANDO: Primero: Se debe tener en cuenta el
cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y procedibilidad
previstos en los artículos 35 inciso 3 y 36 del Texto Único Ordenado
de la Ley Nº 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, en concordancia con el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de
aplicación a los procesos contenciosos administrativos; así,
verificados los requisitos de admisibilidad previstos en el
modificado artículo 387 del Código Adjetivo precitado, el referido
medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: a) se recurre una
sentencia expedido por una Sala Superior que pone fin al proceso,
b) se ha interpuesto ante la Primera Sala Especializada en lo
Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que emitió la resolución impugnada; c) fue interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificado con la resolución
impugnada; y, d) ha cumplido con adjuntar el arancel judicial
correspondiente por recurso de casación conforme al escrito de
subsanación de fecha treinta y uno de agosto de dos mil quince
obrante a folios ochenta y tres del cuadernillo de casación formado
en esta Sala Suprema. Segundo: Antes del análisis de los
requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal y, que de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico en
función nomofiláctica por control de derecho sólo puede fundarse
en cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas
o de revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia, conforme lo prevé el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en
ese sentido su fundamentación por parte del recurrente debe ser
clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son las
denuncias que configuran la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, o las precisiones respecto al apartamiento inmotivado
del precedente judicial, de conformidad con el artículo 388 incisos
2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Tercero: Por otro lado, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
determina las causales del recurso de casación, a saber: 1)
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada y, 2) apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Asimismo, el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, establece que son requisitos de procedencia: 1)
que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso, 2) describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
3) demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, y 4) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado. Quinto: Se advierte de autos que la parte
recurrente cumple con el requisito estipulado en el artículo 388º,
numeral 1, del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1

78934 CASACIÓN
de la Ley Nº 29364, en la medida que no ha consentido la
sentencia de primera instancia que resultó adversa a sus intereses,
y declaró infundada la demanda contencioso administrativa
planteada. Sexto: Respecto al inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, sobre la infracción normativa, alega como
argumentos de su recurso, lo siguiente: 6.1 Vulneración al
artículo 230 inciso 4 de la Ley de Procedimiento Administrativo
General Nº 27444, al haber transgredido el principio de
tipicidad en el marco de un proceso administrativo
sancionador; asevera que la Sala sostiene erróneamente que las
sanciones se encuentran dentro de los cánones de tipicidad, sin
tomar en cuenta la flagrante violación a dicho principio, ya que la
Resolución Nº 112-2011-OS/TASTEM-S2 es nula toda vez que ha
imputado a la Sociedad Minera Corona Sociedad Anónima la
comisión de dos supuestas infracciones no tipificadas como tal,
contraviniendo el inciso cuatro del artículo 230 de la Ley de
Procedimiento Administrativo General, así la Sala pretende
confirmar la Resolución Nº 112-2011-OS/TASTEM-S2 en base a
normas que transgreden el principio de tipicidad (Resolución
Ministerial Nº 353-2000-EM/VMM), siendo normas sancionadoras
en blanco pues remiten de modo genérico a vulneraciones de un
conjunto indeterminado de normas, sin identificar de manera cierta
y precisa las conductas sancionables, a mayor abundamiento
existe un proceso con Volcán Compañía Minera Sociedad
Anónima, sobre nulidad de resolución administrativa, señalando el
Juzgado que la escala de multas aprobada Nº 353-2000-EM-VMM
a través de la cual se pretende sancionar a Corona por las
supuestas infracciones cometidas no tiene rango de ley, siendo
nula la resolución del Organismo Supervisor de Inversión en
Energía y Minería- OSINERGMIN. 6.2 De la revisión de la causal
de casación precitada, se advierte que el argumento de la
denuncia no se torna claro ni preciso, ya que si bien enuncia el
artículo 230 inciso 4 de la Ley del Procedimiento Administrativo
General Nº 27444, vinculado al principio de tipicidad en materia
sancionadora, no desarrolla un fundamento relacionado a la
materialización de dicha infracción en la sentencia de vista, ni
menciona cuales serían las razones por las cuales se habría
incurrido en la causal de infracción, sino que el impugnante, se
avoca a cuestionar la expedición de la Resolución Nº 112-2011-
OS/TASTEM-S2 al interior del procedimiento administrativo
incidiendo en su pretensión de nulidad citando un caso contra
Volcán Sociedad Anónima, asimismo cita la Resolución Ministerial
Nº 353-2000-EM/VMM que contendría las sanciones imputadas,
por lo que se advierte que describa la causal denunciada con
exactitud; correspondiendo declarar la improcedencia del
recurso en base al incumplimiento del requisito de precisión y
claridad en la descripción de la infracción normativa, conforme al
artículo 388 literal 2 del Código Procesal Civil. 6.3 Vulneración a
los incisos 8) y 9) del artículo 230 de la Ley del Procedimiento
Administrativo General Nº 27444; sostiene que en este caso se
atribuye a la Sociedad Minera Corona Sociedad Anónima haber
construido los polvorines, lo cual como se ha venido argumentando
a lo largo del proceso, no se ajusta a la realidad, es decir, no existe
relación entre los hechos atribuidos y la conducta verificada en la
realidad, por lo tanto no existe causalidad; agrega que la Sociedad
Minera Corona Sociedad Anónima no construyó los polvorines en
cuestión; y en todo caso, en el supuesto negado de haberlos
construido, estos estaban ubicados en lugares tales que, en caso
de explosión, no afectaban otras instalaciones ni se ponía en
riesgo la vida de las personas, cuestión que fue verificada por la
División de Control de Servicios de Seguridad, Control de Armas,
Munición y Exposición de Uso Civil-DISCAMEC, no obstante la
resolución del Tribunal de Apelaciones de Sanciones en Temas de
Energía y Minería-TASTEM es erróneamente avalada por la Sala,
no ha tomado en cuenta que no ha existido una conducta de
incumplimiento que pueda resultar sancionable. Añade que se ha
vulnerado el artículo 230 inciso 9) sobre el principio de licitud, ya
que compete a OSINERGMIN probar de manera fehaciente que
CORONA actuó ilícitamente, lo cual resultará imposible, pues ha
quedado demostrado que su empresa utilizó los polvorines en
mérito a las autorizaciones otorgadas por la autoridad competente
(DISCAMEC) al amparo de la legislación de la materia, añade que
la Sala no ha sustentado de manera fehaciente que la Sociedad
Minera Corona Sociedad Anónima ha actuado en contra del
cumplimiento de sus deberes ya que de los medios probatorios
que obran en el expediente administrativo no se desprende
incumplimiento alguno a la normativa. 6.4 Del escrutinio de la
causal de casación denunciada, se observa que la recurrente en
lugar sustentar en qué consistiría la infracción del articulado
invocado (artículo 230 incisos 8 y 9 de la Ley del Procedimiento
Administrativo General); se circunscribe a cuestionar un aspecto
de orden netamente fáctico vinculado a la construcción de
polvorines, sumado a un aspecto de prueba sobre la utilización de
las instalaciones de la empresa en virtud a autorizaciones
expedidas por DISCAMEC y los actuados obrantes en el
expediente administrativo, en tal sentido, no se observa un
desarrollo concreto y específico sobre la denuncia de casación
enunciada, sino más bien, la mención de aspectos de fácticos y de
prueba, que no cumplen con la exigencia de precisión y claridad
en la descripción de la infracción normativa bajo los alcances del
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil, razones por las
cuales el recurso resulta improcedente. 6.5 Vulneración al
numeral 1 artículo 10 de la Ley del Procedimiento
Administrativo General Nº 27444 al haberse dictado el acto
administrativo en desconocimiento de normas reglamentarias
(inciso a) del artículo 214 y el artículo 86 del Reglamento de
Seguridad e Higiene Minera); sustenta que respecto a las
infracciones imputadas, OSINERGMIN atribuye a la Sociedad
Minera Corona Sociedad Anónima el hecho de haber construido
los polvorines de dinamitas y accesorios en lo que constituye zona
de alto tránsito, sin embargo ello es inexacto y origina que la
resolución TASTEM, así como las sentencias que la avalan,
adolezcan de nulidad, al haberse emitido en contravención al
reglamento sobre la materia; añade que la Sociedad Minera
Corona Sociedad Anónima adquirió la Unidad Minera Yauricocha
en marzo del dos mil dos a través de concurso público promovido
por el Estado, Agrega que los polvorines fueron construidos antes
de ser transferidos a la Sociedad Minera Corona Sociedad
Anónima; contando con licencia de funcionamiento de DISCAMEC,
sin embargo la resolución TASTEM contraviene lo verificado por
DISCAMEC y considera que la Sociedad Minera Corona Sociedad
Anónima habría construido los citados polvorines; siendo emitida
la resolución y la sentencia de la Primera Sala, desconociendo el
Reglamento de Control de Explosivos de Uso Civil. 6.6 De la
revisión del sustento de casación en este acápite se advierte que
la recurrente, si bien invoca la infracción normativa del artículo 10
inciso 1 de la Ley del Procedimiento Administrativo General Nº
27444; no desarrolla un argumento vinculado a la materialización
de dicha causal en la sentencia de vista, sino que, por el contrario,
se avoca a cuestionar la base fáctica determinada por la instancia
de mérito respecto a la construcción de polvorines, sumado a
premisas de hecho tales como la adquisición de la unidad minera
y el concurso público entre otras; en tal sentido, el recurso no
cumple con la exigencia de precisión y claridad en la descripción
de la infracción normativa conforme al artículo 388 literal 2 del
Código Procesal Civil, citado en el segundo considerando de la
presente resolución, sino que se ciñe a la expresión de la
discrepancia con la instancia de mérito, basada en apreciaciones
de prueba que no corresponden ser debatidas en sede de
casación, en tal sentido, el recurso deviene en improcedente. III.
DECISIÓN: Por estas consideraciones, y conforme al artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto el diecinueve de setiembre de dos mil catorce, obrante
a fojas doscientos veinte, por la demandante Sociedad Minera
Corona Sociedad Anónima, contra la sentencia de vista
contenida en la resolución número siete, de fecha diecinueve de
agosto de dos mil catorce, obrante a fojas ciento setenta y tres,
emitida por la Primera Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima; en los
seguidos por la parte recurrente contra el Organismo Supervisor
de la Inversión en Energía y Minería- Osinergmin, sobre Acción
Contenciosa Administrativa; ORDENARON la publicación del
texto de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Rueda
Fernández.- SS. TELLO GILARDI, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, LAMA MORE, MALCA GUAYLUPO
C-1392276-5
CAS. Nº 14049-2014 JUNÍN
SUMILLA: Con la tutela judicial efectiva no solo se persigue
asegurar la participación o acceso del justiciable a los diversos
mecanismos (procesos) que habilita el ordenamiento dentro de los
supuestos establecidos para cada tipo de pretensión, sino que se
busca garantizar que, tras el resultado obtenido, pueda verse este
último materializado con una mínima y sensata dosis de eficacia.
Lima, veintisiete de octubre de dos mil quince.- LA SALA DE
DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.-
VISTA: La causa número catorce mil cuarenta y nueve – dos mil
catorce; en audiencia pública llevada a cabo en el día de la fecha,
integrada por los Señores Jueces Supremos: Tello Gilardi -
Presidenta, Vinatea Medina, Rodríguez Chávez, Rueda Fernández
y Lama More; luego de producida la votación con arreglo a ley, se
emite la siguiente sentencia: I.- RECURSO DE CASACIÓN: Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto a fojas cuatrocientos cincuenta y ocho, por el Centro
de Instrucción Regional Nº 31 VRAE – Pichanaki – Ejército del
Perú, contra la sentencia de vista de fecha veintidós de enero de
dos mil catorce, obrante a fojas cuatrocientos veinticuatro, que
confirmó la sentencia apelada de fecha treinta de setiembre de
dos mil trece, obrante a fojas trescientos veintidós, que declaró
fundada la demanda. II.- CAUSALES DEL RECURSO: Mediante
resolución de fecha diecisiete de agosto de dos mil quince, obrante
a fojas ciento veintitrés del cuaderno de casación, se ha declarado
procedente el recurso por las causales de: a) Infracción
normativa del artículo IV del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, que establece el principio de iniciativa de parte, es
decir, el proceso se promueve solo a iniciativa de parte, tal es así
que el accionante al interponer la demanda solicita la oposición al
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
saneamiento legal de la Parcela Nº 19 – El Recuerdo I, inscrito en
la Partida Electrónica Nº 11003542, sin embargo, la Sala Superior
al emitir la sentencia de vista declara nula la inscripción definitiva
contenida en el Asiento B0000002 de la Partida Electrónica Nº
11047276, declarando nula un asiento registral de una partida que
no ha sido demandada, consecuentemente resuelve ultra petita.
b) Infracción normativa del artículo II del Título Preliminar del
Código Civil, que señala que según esta norma, la ley no ampara
el ejercicio ni la omisión abusiva de un derecho, la que debe
sujetarse al principio del debido proceso previsto por el artículo I
del Título Preliminar del citado Código; empero la Sala Superior
transgrediendo dichos dispositivos legales se pronunció sobre una
Partida Electrónica cerrada, la signada con el Nº 11003542, toda
vez que dicha partida estaba cerrada desde el trece de setiembre
de dos mil once, es decir a la fecha en que se presentó la demanda
y se decretó el auto admisorio respectivo, no existía la Parcela Nº
19 – El Recuerdo I. c) Infracción normativa de los artículos 70
y 73 de la Constitución Política del Estado, sostiene que se
habría vulnerado el derecho de propiedad del Estado, por cuanto
su titularidad del predio en cuestión se encuentra registrado en la
Partida Nº 11047276, cuya nulidad no ha sido demandada, sin
embargo, ha sido declarada nula en forma arbitraria sin tener en
cuenta el debido proceso ni lo señalado por el artículo 196 del
Código Procesal Civil. d) Infracción normativa por vulneración
a los principios de legalidad y el debido proceso, por cuanto la
Sala Superior debió advertir que el trámite judicial de oposición al
saneamiento físico legal no era la adecuada para dejar sin efecto
la inscripción registral, que es un acto netamente administrativo,
por lo mismo el accionante debió adecuar su pretensión en lo
previsto por los artículos 1, 4 y 5 de la Ley Nº 27584, Ley que
regula el Proceso Contencioso Administrativo. e) Infracción
normativa por vulneración al principio de derecho de defensa
previsto por el artículo 139 inciso 14 de la Constitución
Política del Estado, refiere que a pesar que puso en conocimiento
de la Sala Superior de la existencia del cuaderno de medida
cautelar número 00377-2011-89-1505-JR-CI.01, en la que por
Auto de Vista Nº 494-2012 de fecha veintiséis de noviembre de
dos mil doce declaro nula la medida cautelar, variándola por una
de anotación de demanda y en cuyo cuarto considerando en forma
expresa a indicado que tanto en la demanda como en la medida
cautelar, se indica la Partida Electrónica Nº 11003542, solicitando
se tenga en cuenta al momento de resolver; sin embargo, la
instancia de mérito desestimó dicho pedido indicando que de
considerarlo necesario lo requeriría, lo que no paso en el caso de
autos, pronunciándose respecto a otra partida. III.-
CONSIDERANDO: Primero: Según se ha descrito
precedentemente, el recurso de casación ha sido declarado
procedente tanto en razón a infracciones normativas de carácter in
iudicando1, como a infracciones de carácter in procedendo2. En
ese sentido, dada la naturaleza y efectos del error in procedendo,
se emitirá pronunciamiento, en primer término, sobre esta
denuncia, pues resulta evidente que de estimarse la misma,
carecería de objeto pronunciarse sobre la causal restante, al
encontrarse perjudicada la validez de los actos procesales.
Segundo: En este sentido, cabe recordar que el artículo 139
inciso 3 de la Constitución Política del Estado consagra como
principio rector de la función jurisdiccional, dentro de nuestro
ordenamiento jurídico, la observancia del debido proceso; el cual,
conforme a la interpretación que reiteradamente ha sostenido la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, exige
fundamentalmente que todo proceso o procedimiento sea
desarrollado de tal forma que su tramitación garantice a las
personas involucradas en él las condiciones necesarias para
defender adecuadamente y dentro de un plazo razonable los
derechos u obligaciones sujetos a consideración3. Tercero: Uno
de los principales componentes del derecho al debido proceso se
encuentra constituido por el denominado derecho a la motivación,
consagrado por el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Estado, por el cual se garantiza a las partes involucradas en la
controversia el acceso a una respuesta del juzgador que se
encuentre adecuadamente sustentada en argumentos que
justifiquen lógica y razonablemente, en base a los hechos
acreditados en el proceso y al derecho aplicable al caso, la
decisión adoptada, y que, además, resulten congruentes con las
pretensiones y alegaciones esgrimidas por aquellas dentro de la
controversia. Cuarto: Este derecho no solo tiene relevancia en el
ámbito del interés particular correspondiente a las partes
involucradas en la litis, sino que también juega un papel esencial
en la idoneidad del sistema de justicia en su conjunto, pues no
debe olvidarse que una razonable motivación de las resoluciones
constituye una de las garantías del proceso judicial, directamente
vinculada con la vigilancia pública de la función jurisdiccional, por
la cual se hace posible conocer y controlar las razones por las
cuales el juez ha decidido una controversia en un sentido
determinado; implicando, en ese sentido, un elemento limitativo de
los supuestos de arbitrariedad. Razón por la cual su vigencia
específica en los distintos tipos de procesos ha sido desarrollada
por diversas normas de carácter legal, como los artículos 121 y
122 inciso 3 del Código Procesal Civil, por el cual se exige que las
decisiones del juzgador cuenten con una exposición ordenada y
78935
precisa de los hechos y el derecho que las justifican. Quinto:
Asimismo el Tribunal Constitucional, precisando el contenido del
derecho constitucional a la debida motivación de las resoluciones
judiciales como una de las manifestaciones del derecho a un
debido proceso, ha establecido que éste “(...) obliga a los órganos
judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, sin
cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o
alteración del debate procesal (incongruencia activa). (...)El
incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar
incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco
del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración
del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la
motivación de la sentencia (incongruencia omisiva)” (STC Nº
04295-2007-PHC/TC, fundamento quinto e)). Sexto: En principio,
cabe precisar que constituye pretensión en el presente proceso,
Formular oposición al Saneamiento Físico Legal que viene
realizando el Centro de Instrucción Regional Nº 31 VRAE –
PICHANAKI Ejército Peruano sobre el predio de su propiedad
privada ubicado en la Parcela Nº 19 de la parcelación Bajo
Pichanaki denominado El Recuerdo I, distrito de Pichanaki,
provincia de Chanchamayo, Junín de un área de veinticinco
hectáreas y siete mil ciento noventa y cuatro metros cuadrados
(25.00 Has y 7,194.00 m2). Séptimo: El Juez de primera instancia,
mediante sentencia de fojas trescientos veintidós de fecha treinta
de setiembre de dos mil trece, declaró fundada la demanda, tras
considerar que la Sala Civil de la Corte Suprema ha declarado
fundada la demanda del demandante, en consecuencia nula e
ineficaz la Resolución Nº 113-98-AG en donde se revertía el
dominio de los predios a favor del Estado, dejando a salvo el
derecho que pudiera tener el Estado para demandar vía judicial la
resolución del contrato de adjudicación, asimismo dejaron a salvo
los derechos de propiedad y de posesión que pudieran tener las
partes en dicho litigio, siendo que a pesar de ello, el Ejercito ha
venido efectuando el saneamiento físico legal del predio que
ocupa como si se tratara de un bien del Estado, cuando dicho
saneamiento establecido en el Decreto Supremo Nº 130-2001-EF,
no está referido al saneamiento sobre bienes de propiedad privada
de particulares, como la del demandante; por tanto, el Ministerio
de Agricultura no podía otorgar la constancia o certificado de
posesión de fecha veintinueve de setiembre de dos mil diez a
favor del ejercito, lo cual sirvió para iniciar el proceso de
saneamiento, deviniendo este procedimiento físico legal en
ineficaz. Asimismo, en el proceso de resolución de comodato
dirigido contra el Ejercito (855-2009) por supuesto incumplimiento,
se dicto medida cautelar ordenándose se conserve la situación de
hecho, la cual fue inscrita el ocho de enero de dos mil diez, por
tanto el Ejercito no podía continuar con el trámite de la inscripción
definitiva, tampoco el registrador inscribirla, máxime si la presente
demanda fue presentada dentro del plazo que establecía el
Decreto Supremo Nº 130-2001-EF; sin embargo, el Ejercito, pese
a conocer de la presente oposición, ha continuado con el trámite
de la inscripción, logrando su inscripción, después de la haber
absuelto la demanda, lo cual resulta irregular al contravenir las
normas de orden público y la constitucionalidad, por tanto, deviene
en ineficaz y debe anularse. Octavo: La Sala revisora, al resolver
el recurso de apelación emite Sentencia de Vista a fojas
cuatrocientos veinticuatro, de fecha veintidós de enero de dos mil
catorce, confirmando la apelada, al merituar que con las Fichas
Registrales de folios cinco y seis, y la Partida Registral de folios
siete, se observa que el Ministerio de Agricultura le adjudicó a
título gratuito el inmueble materia de inscripción a Rolando
Salvatierra Paredes, título que ha sido otorgado con fecha dos de
octubre de mil novecientos ochenta y uno, y que si bien, la
demandada refiere que el demandante perdió el derecho legal del
Contrato de Adjudicación a título gratuito 110-81, no lo ha
acreditado en la forma debida, más aún si de los recaudos del
escrito de contestación de la demanda se aprecia la Sentencia
emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de folios
cuarenta y tres, que declara nula e ineficaz la Resolución Suprema
Nº 113-98-AG, su fecha treinta de diciembre de mil novecientos
noventa y cinco, dejando a salvo el derecho que pudiera tener el
Estado para demandar judicialmente la resolución del Contrato de
Adjudicación si lo cree pertinente, igualmente dejaron a salvo los
derechos de propiedad y posesión que pudieran tener las partes
en litigio, no habiéndose acreditado en autos que respecto del
predio del Estado a través del Ministerio de Agricultura quien le
adjudicara el bien, haya demandado la Resolución del Contrato de
Adjudicación a título gratuito Nº 110-81, sin perjuicio de que dicha
sentencia se encuentra inscrita en la Partida Registral Nº 11003542
que tiene como titular al demandante. Noveno: Entrando al
análisis de los fundamentos de cada causal, tenemos que la
causal contenida en el literal a), se encuentra referida al
pronunciamiento ultra petita que se habría emitido al declarar la
nulidad de la inscripción definitiva contenida en el Asiento
B0000002 de la Partida Electrónica Nº 11047276. Décimo: El
artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
establece: “El proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la
que invocará interés y legitimidad para obrar. No requieren
invocarlos el Ministerio Público, el procurador oficioso ni quien

78936 CASACIÓN
defiende intereses difusos. (...)” En ese sentido, esta norma está
dirigida a la iniciativa de parte para el inicio de un proceso, y el
interés y legitimidad que se deberá tener para ello. Siendo, que en
el presente caso, se aprecia del escrito de demanda que el
presente proceso se ha iniciado a pedido de parte; no siendo
objeto de controversia, la falta de interés o legitimidad de la parte.
Décimo Primero: Asimismo, se aprecia que el extremo referido a
la nulidad definitiva contenida en el Asiento Registral Nº B0000002
de la Partida Electrónica 11047276 (ordenado por las instancias
de mérito), guarda relación directa con el aspecto de fondo,
referido a dejar sin efecto legal el trámite de saneamiento físico
legal realizado por el centro de instrucción Regional Nº 31 VRAE
PICHANAKI, sobre el inmueble Parcela Nº 19 de la parcelación
bajo píchanaki denominado “El Recuerdo I”, Chanchamayo, Junín,
de un área de veinticinco hectáreas y siete mil ciento noventa y
cuatro metros cuadrados (25.00 Has y 7,194.00 m2), pues al
cerrarse la Partida Electrónica Nº 11003542 (que contenía el
inmueble materia de saneamiento) se apertura la Partida
Electrónica Nº 11047276 que registra la propiedad a favor del
Centro de Instrucción Regional Nº 31 – VRAE Pichanaki,
trasladándose la propiedad a favor del demandado, pese a que el
artículo 8 del Decreto Supremo Nº 130-2001-EF, establece de
manera expresa que el ejercicio del derecho de oposición
suspende el proceso de inscripción registral definitiva, lo cual no
ha sido cumplido por la parte demandada, conforme se desarrollará
más adelante. Décimo Segundo: Asimismo, cabe señalar que el
derecho a la tutela judicial efectiva, conforme a lo establecido por
el Tribunal Constitucional4, constituye un derecho constitucional de
naturaleza procesal en virtud del cual toda persona o sujeto
justiciable puede acceder a los órganos jurisdiccionales,
independientemente del tipo de pretensión formulada y de la
eventual legitimidad que pueda o no, acompañarle a su petitorio”.
Agrega este tribunal que “[en un sentido extensivo, la tutela judicial
efectiva permite también que lo que ha sido decidido judicialmente,
mediante una sentencia, resulte eficazmente cumplido. En otras
palabras, con la tutela judicial efectiva no solo se persigue
asegurar la participación o acceso del justiciable a los
diversos mecanismos (procesos) que habilita el ordenamiento
dentro de los supuestos establecidos para cada tipo de
pretensión, sino que se busca garantizar que, tras el resultado
obtenido, pueda verse este último materializado con una
mínima y sensata dosis de eficacia”5. (resaltado agregado).
Décimo Tercero: En ese sentido, teniendo en consideración que
la ejecución de resoluciones constituye parte inseparable de la
exigencia de efectividad de la tutela judicial; y apreciando que la
decisión de declarar la nulidad del asiento registral, logrará la
ejecución de la sentencia, al permitir al demandante lograr la
efectividad del derecho que reclama y que está siendo reconocido;
no se aprecia infracción alguna a la norma en mención; deviniendo
la causal en infundada. Décimo Cuarto: En cuanto a la causal
referida a la infracción a los principios de legalidad y el debido
proceso, la parte recurrente considera que se incurre en infracción
de los mismos ya que el trámite de oposición al saneamiento físico
legal no es la adecuada para dejar sin efecto la inscripción
registral. Décimo Quinto: Al respecto, el artículo 8 del Decreto
Supremo Nº 130-2001-EF contempla la oposición al trámite de
saneamiento, estableciendo: “Las entidades públicas deberán
publicar por una (01) vez en el Diario Oficial El Peruano y en otro
de circulación regional, así como en la Página Web institucional, la
relación de bienes y actos materia de saneamiento. Los terceros
que se sientan afectados en algún derecho podrán oponerse
judicialmente a la inscripción definitiva. El Ejercicio del derecho de
oposición suspende el proceso de inscripción registral definitiva,
quedando vigente la inscripción provisional hasta que se resuelva
la oposición judicial” Décimo Sexto: Por tanto, se aprecia que la
pretensión materia de demanda se encuentra expresamente
contemplada en la Ley. Y si bien, se ha ordenado también la
nulidad de la inscripción definitiva contenida en el Asiento
B0000002 de la Partida Electrónica Nº 11047276, así como de la
inscripción provisional contenida en el Asiento G001 contenida en
la misma partida; no obstante, hay que tener en consideración que
la citada norma, establece en el artículo 11, un plazo de treinta
días calendarios a efectos que se formule la referida oposición,
cuyo ejercicio suspende el proceso de inscripción registral
definitiva, lo cual no ha sido acatado por la parte demandada,
pues la administración ha inscrito el cierre de la partida el trece de
setiembre de dos mil once, fecha que coincide con la publicación
de edicto de saneamiento físico legal del predio sub Litis, sin tener
en consideración que el plazo concedido para la oposición judicial
se encontraba vigente a la fecha de interposición de la demanda,
veintitrés de setiembre de dos mil once; máxime si conforme a lo
ya establecido, la nulidad registral guarda relación directa con la
efectividad de la sentencia emitida. Asimismo, se aprecia que en
el proceso contencioso administrativa no regula la pretensión de
oposición judicial al saneamiento; por tanto, no resultaría factible
que se recurra a dicha vía para solicitar la pretensión demandada,
así, tampoco se podría solicitar la nulidad de una inscripción
registral en dicha vía, al ser esta pretensión, consecuencia de la
oposición formulada y no de un acto administrativo firme emitido
por la administración; en consecuencia, la causal denunciada
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
resulta infundada; Décimo Séptimo: Respecto a la causal de
infracción del artículo 139 inciso 14 de la Constitución Política
del Estado; esta se encuentra sustentada en la existencia del
cuaderno de medida cautelar en el cual la Sala ha declarado la
nulidad de la medida concedida, variándola a una de anotación de
la demanda, en donde se hace referencia a la Partida Electrónica
Nº 11003542; la cual no ha sido tomado en cuenta por la instancia
de mérito, pese a haberse solicitado. Décimo Octavo: Sobre la
causal, de la revisión de los autos, se aprecia que la Sala Superior,
ante el pedido de la parte recurrente, de tener a la vista el cuaderno
de medida cautelar, mediante resolución número veinte de fecha
diecinueve de diciembre de dos mil trece resolvió declarar no ha
lugar por ahora lo solicitado, dejando expresa constancia que
se requeriría el referido cuaderno si el Colegiado lo considera
necesario; en ese sentido se observa que la instancia de mérito
denegó el pedido de la parte recurrente, y sujetó la valoración del
cuaderno de medida cautelar a la necesidad del mismo de acuerdo
a su apreciación; por tanto, no existía una obligación para la
valoración de dicho medio de prueba, sino una condición – que
resultare necesario- que no se dio en el presente caso, pues
resulta claro que no existe identidad de partidas, al haberse
cerrado la Partida Electrónica Nº 11003542 en mérito del trámite
de saneamiento físico legal y haberse subdividido en 3 parcelas,
entre ellas, la Partida Electrónica Nº 11047276 (declarada nula);
en consecuencia, la causal deviene en infundada. A ello se debe
agregar que dicho pedido de valoración del cuaderno fue realizado
en la instancia de apelación, es decir, posterior a la interposición
del recurso impugnatorio al recurso, siendo además que la
decisión adoptada por el Superior no fue materia de impugnación
por la parte recurrente. Décimo Noveno: En ese orden de ideas,
se aprecia de autos que la Sala Superior ha empleado en forma
suficiente los fundamentos que le han servido de base para
confirmar la sentencia apelada que declaró fundada la demanda,
observando, cautelando y respetando el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva, al debido proceso, la motivación de las
resoluciones judiciales, toda vez que, la sentencia de vista, cumple
con exponer las razones fácticas y jurídicas que determinaron la
decisión final, ello acorde a una valoración razonada de los medios
probatorios presentados; constatándose que los fundamentos de
hecho y de derecho son coherentes y congruentes, habiendo
establecido que la demandada ha reconocido que la Parcela 19
denominado “El Recuerdo I” le fue adjudicada a don Rolando
Salvatierra Paredes, lo cual se encuentra contrastada con las
fichas Registrales Nº 5336-PR, ahora Partida Registral Nº
11003542, de la que aparece que el Ministerio de Agricultura
adjudicó a título gratuito al demandante el inmueble sub litis.
Vigésimo: Entrando al análisis de las causales materiales, la parte
recurrente denuncia infracción del artículo II del Título Preliminar
del CC, alegando un ejercicio abusivo de un derecho, al haberse
pronunciado la Sala Superior sobre una partida electrónica (Nº
11003542) que se encontraba cerrada desde el trece de setiembre
de dos mil once, y que a la fecha de la demanda y auto admisorio
ya no existía la Parcela Nº 19 – Recuerdo I. Vigésimo Primero: Al
respecto, si bien la parte recurrente, a través de la presente causal
hace referencia también a una infracción al debido proceso por los
mismos fundamentos, al tratarse de una norma de derecho
material, corresponde que se analice de acuerdo a la naturaleza
de la misma; pues, no resulta pertinente el análisis del debido
proceso a través de una causal material. Vigésimo Segundo:
Ahora, a efectos de absolver los fundamentos de la causal;
resultan pertinentes los argumentos esbozados en el décimo
séptimo considerando, pues el cierre de la partida se realizó antes
de concluido el plazo concedido por el artículo 8 del Decreto
Supremo Nº 130-2001-EF para la oposición judicial; por tanto, no
se aprecia un ejercicio abusivo de la parte demandante; deviniendo
la causal en infundada. Vigésimo Tercero: En cuanto a la
infracción de los artículos 70 y 73 de la Constitución Política del
Perú, normas que establecen: “Artículo 70º. El derecho de
propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en
armonía con el bien común y dentro de los límites de ley. A nadie
puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa
de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y
previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya
compensación por el eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder
Judicial para contestar el valor de la propiedad que el Estado haya
señalado en el procedimiento expropiatorio. Artículo 73º. Los
bienes de dominio público son inalienables e imprescriptibles. Los
bienes de uso público pueden ser concedidos a particulares
conforme a ley, para su aprovechamiento económico.” Vigésimo
Cuarto: Conforme a lo señalado precedentemente, no resulta
pertinente el análisis del respeto al debido proceso a través de una
causal material; por tanto, lo referido a la vulneración del debido
proceso y de la carga de la prueba, no serán materia de análisis a
través de la presente causal, limitándose el presente análisis a lo
pertinente al derecho a la propiedad. Vigésimo Quinto: Sobre
ello, la parte demandante considera que se habría vulnerado el
derecho a la propiedad del Estado, por cuanto su propiedad se
encuentra registrado en la Partida Nº 11047276, cuya nulidad no
ha sido demandada, y sin embargo ha sido declarada nula. Al
respecto, conforme a lo señalado en los considerandos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
precedentes, si bien la partida Electrónica Nº 11003542 ha sido
cerrada en mérito del trámite de saneamiento físico legal y
subdividido en tres parcelas, entre ellas, la Partida Electrónica
11047276 a través de la cual se declara como propietario al Estado
representado por el Ejército Peruano Centro de Instrucción
Regional VRAE – PICHANAQUI), todo esto se realizó antes de
que venciera el plazo de 30 días calendario que concede el
artículo 11 del Decreto Supremo Nº 130-2001-EF para formular la
oposición judicial; siendo además que la publicación del edicto de
Saneamiento Físico legal sobre el predio sub Litis se realizó el
13.09.11, fecha que coincide con la del cierre de la partida matriz;
advirtiéndose de ello, un trámite irregular en el procedimiento de
saneamiento. Máxime si las instancias han dejado establecido que
la Sala Civil de la Corte Suprema declaró fundada la demanda
dirigida a la nulidad de la Reolución 113-98-AG que revertía el
dominio de los predios a favor del Estado, dejando a salvo el
derecho que pudiera tener el Estado para demandar vía judicial la
resolución del contrato de adjudicación, asimismo dejaron a salvo
los derechos de propiedad y de posesión que pudieran tener las
partes en dicho litigio; y a pesar de ello, el Ejercito ha venido
efectuando el saneamiento físico legal del predio que ocupa como
si se tratara de un bien del Estado, cuando dicho saneamiento
establecido en el Decreto Supremo Nº 130-2001-EF, no está
referido al saneamiento sobre bienes de propiedad privada de
particulares, como la del demandante; por tanto, el Ministerio de
Agricultura no podía otorgar la constancia o certificado de posesión
de fecha veintinueve de setiembre de dos mil diez a favor del
ejercito; en consecuencia la causal deviene en infundada. IV.
RESOLUCIÓN: Por tales consideraciones: declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas
cuatrocientos cincuenta y ocho, por el Centro de Instrucción
Regional Nº 31 VRAE – Pichanaki – Ejército del Perú; en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fecha
veintidós de enero de dos mil catorce, obrante a fojas cuatrocientos
veinticuatro; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos por don Rolando Salvatierra Paredes contra la parte
recurrente, sobre Oposición al Saneamiento Legal del Predio; y
los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Rodríguez Chávez.-
SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
LAMA MORE
EL VOTO DE LA SEÑORA JUEZ SUPREMO RUEDA
FERNANDEZ ES COMO SIGUE: I. VISTOS: I.1 De la sentencia
materia de casación. Es objeto de casación, la sentencia de vista
contenida en la resolución número treinta y cuatro, de fecha
veintidós de enero de dos mil catorce, por la cual la Segunda Sala
Mixta Descentralizada de la Merced de la Corte Superior de
Justicia de Junín, resuelve confirmar la sentencia contenida en la
resolución número dieciséis, de fecha treinta de setiembre de dos
mil trece, que resuelve declarar fundada la demanda interpuesta
por Rolando Salvatierra Paredes contra el Centro de Instrucción
Regional Nº 31 Vrae Pichanaki-Ejército Peruano, sobre oposición
al saneamiento físico legal del inmueble ubicado en la Parcela Nº
19 denominado “Recuerdo 1” Del Distrito de Pichanaki, Provincia
de Chanchamayo, Departamento de Junín, de un área de 25.00
hectáreas y 7,194.00 m2; en consecuencia: a) declara sin efecto
legal, el trámite de saneamiento físico y legal realizado por Centro
de Instrucción Regional Nº 31 VRAE Pichanaki-Ejército Peruano,
del distrito de Pichanaki, sobre el inmueble Parcela Nº 19
denominado “Recuerdo 1” del Distrito de Pichanaki, Provincia de
Chanchamayo, Departamento de Junín, de un área de 25.00
hectáreas y 7,194.00 m2; b) nula la inscripción definitiva contenida
en el Asiento B00002 de la Partida Electrónica Nº 11047276, así
como la inscripción provisional contenida en el Asiento G00001
contenida en la misma partida electrónica; c) remítase los partes
correspondientes a la Oficia Registral de Satipo para los fines de
ley. I.2 Del recurso de casación y de la calificación del mismo.
El Centro de Instrucción Regional Nº 31 VRAE- Pichanaki-Ejército
del Perú ha interpuso recurso de casación de fecha veintisiete de
febrero de dos mil catorce, que fue calificado procedente por auto
de fecha diecisiete de agosto de dos mil quince, por las causales
de infracción normativa de: i) artículo IV del Título Preliminar del
Código Procesal Civil; ii) artículo II del Título Preliminar del Código
Civil; iii) artículos 70 y 73 de la Constitución Política del Estado; iv)
vulneración a los principios de legalidad y debido proceso; y, v)
vulneración al principio del derecho de defensa previsto en el
artículo 139 numeral 14 de la Constitución Política del Estado. II.
CONSIDERANDO: Primero: Delimitación del objeto de
pronunciamiento en sede de casación. 1.1. Se advierte que las
infracciones procesales denunciadas están referidas a normas
procesales y materiales, y que en el caso de las procesales, la
denuncia versa sobre vulneración a las normas de los artículos IV
del Título Preliminar del Código Procesal Civil, y al artículo 139
numeral 14 de la Constitución Política del Estado, así como
vulneración a los principios de legalidad y debido proceso; dichas
normas se encuentran vinculadas al derecho fundamental al
debido proceso6, en sus expresiones del derecho a la defensa,
motivación, congruencia procesal, pronunciamiento conforme al
petitorio de la demanda, respeto del principio de iniciativa de parte.
1.2. Cabe puntualizar que los sustentos medulares del recurso de
78937
casación, residen en que la demanda interpuesta tiene como
pretensión la solicitud de oposición al saneamiento legal de la
Parcela Nº 19-El Recuerdo I, inscrito en la Partida Nº 11003542,
sin embargo, las sentencias han resuelto declarando la nulidad de
la inscripción contenida en el Asiento B00002 de la Partida
Electrónica Nº 11047276, que no era materia del petitorio de la
demanda; y en que, el trámite judicial de oposición en proceso civil
no es adecuado para anular la inscripción registral, que es un acto
netamente administrativo, por lo que se debió adecuar la
pretensión según la Ley del Proceso Contencioso Administrativo;
y a pesar que puso en conocimiento del cuadernillo cautelar en
que se dispuso la anotación de demandada en la Partida Nº
11003542, la Sala Superior desestimó su pedido indicando que de
ser necesario lo requeriría, pronunciándose respecto a otra
partida. 1.3. Asimismo, se anota que la infracciones a las normas
materiales de los artículos II del Título Preliminar del Código Civil,
70 y 73 de la Constitución Política del Estado, se sustentan en que
la Sala de mérito se ha pronunciado sobre una partida registral
cerrada, es decir, a la fecha que se interpuso la demanda no
existía la Parcela Nº 19 - El Recuerdo I, y que se ha vulnerado su
derecho a la propiedad por cuanto su titularidad del predio sub litis
se encuentra registrado en la Partida Nº 11047276, cuya nulidad
no ha sido demandada, sin embargo se ha declarado su nulidad.
1.4. Debido al carácter de las normas cuya infracción se ha
denunciado, se empezará por las normas procesales, en razón de
su incidencia en la decisión en el caso en el supuesto que se
declare fundada la casación en este extremo, careciendo de
objeto resolver las infracciones materiales. Segundo:
Pronunciamiento sobre la infracción procesal. 2.1. Como se ha
advertido en el considerando anterior, es sustento medular del
recurso de casación la infracción de las normas y principios
procesales, debido a que lo resuelto en las sentencias de mérito,
no guardan coincidencia y congruencia con el petitorio de la
demanda. Lo que resulta cierto, en tanto, la demanda de fojas
noventa y cinco contiene como pretensión: “Oposición al
saneamiento físico legal del Centro de Instrucción Regional
Nº 31”, ubicado en la Zona del VRAE-Pichanaki - Ejército Peruano;
en parte de la propiedad “El Recuerdo I” inscrito en la Partida
Registral Nº 11003542, solicitando se declare fundada la demanda
y se deje sin efecto el trámite de saneamiento físico legal. Sin
embargo, la sentencia de primera instancia y la sentencia de
vista han resuelto sobre pretensión que no es materia de la
demanda, que no fue admitida7, no fue punto controvertido en
el acta de audiencia8 de fecha treinta y uno de julio de dos mil
doce, ni materia de prueba; habiendo declarado además, de
fundada la demanda de oposición al saneamiento físico legal del
Centro de instrucciones Regional Nº 31 y sin efecto legal el trámite
de saneamiento, la nulidad de una partida que no era parte del
petitorio de la demanda, disponiendo en su parte resolutiva: en
consecuencia “Nula la inscripción definitiva contenida en el asiento
Nº B000002 de la Partida Electrónica Nº 11047276, así como la
inscripción provisional contenida en el Asiento Nº G00001 de la
misma partida electrónica”. 2.2. Cabe señalar en torno al principio
de congruencia procesal como parte integrante del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales; éste implica la exigencia
del Juzgador, de resolver el conflicto jurídico sometido a la
jurisdicción, garantizando la identidad entre la pretensión
contenida en la demanda postulada en el proceso y, lo resuelto en
la sentencia que pone fin al mismo; de modo tal que conjuntamente
garantiza el derecho de defensa de la parte emplazada pues le
permite organizar su defensa técnica y el acopio de caudal
probatorio, en base a la delimitación precisa del objeto de la
demanda. Es en virtud de dicho principio, que se encuentra
proscrito y se incurre en una afectación al debido proceso, cuando
se emite un pronunciamiento en el que se falle más de lo pedido
(ultra petita), distinto a lo pedido (extra petita) o menos de lo
pedido (citra petita). Determinando que las sentencias han
incurrido en infracción al debido proceso en la exigencia de
respetar el principio de congruencia recogido en el inciso 6 del
artículo 51 del Código Procesal Civil9, que establece como deber
de los jueces fundamentar los autos y sentencias respetando
los principios de jerarquía normativa y de congruencia, bajo
sanción de nulidad, principio que alcanza al deber de resolver en
coherencia con las pretensiones de la demanda y de los actuados.
Asimismo han vulnerado el debido proceso en su expresión de
observancia del principio de Juez y Derecho recogido en el artículo
VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil10, que prohíbe a
los jueces ir más allá del petitorio (ne eat iudex ultra petita
partium), esto es, excediendo las pretensiones de la demanda,
bajo pena de incurrir en incongruencia positiva11; cabe anotar
que en este caso no hay sustento alguno para un pronunciamiento
fuera del petitorio, en tanto el proceso civil además de regirse por
el principio de iniciativa de parte, se vincula con el principio
dispositivo, siendo las partes quienes en su demanda establecen
y definen sus pretensiones, debiendo puntualizar que en el
proceso civil los jueces no tienen facultades para incluir una
pretensión que no es materia de la demanda, no ha sido
admitida ni ha sido objeto de los puntos controvertidos; pues
el referido principio de Juez y Derecho establece con carácter
imperativo y por razones de seguridad jurídica y cautelando el

78938 CASACIÓN
derecho de defensa de las partes que “El Juez no puede ir
más allá del petitorio de la demanda”. Sentencias que no
cumplen con el estándar de motivación suficiente, que exige
resolver lo que es materia de la demanda, conforme a los hechos
controvertidos, expresando el razonamiento que llevó a identificar
la norma aplicable para resolver en un proceso civil y considerar
ilegales las actuaciones administrativas, el procedimiento
integrador, los fundamentos por los cuales considera que el
supuesto de hecho descrito en la disposición normativa se dio en
el caso concreto, y por último la derivación lógica de la
consecuencia jurídica12. 2.3. Es importante anotar que la
observancia del principio Juez y Derecho, no afecta derechos
fundamentales y más bien guarda compatibilidad con el derecho
constitucional a la tutela jurisdiccional efectiva, de que las causas
serán resueltas con respecto de los derechos del demandante y
del demandado, para el ejercicio o defensa de sus derechos e
intereses con sujeción a un debido proceso; por lo que no puede
haber tutela jurisdiccional efectiva si los jueces vulneran los
elementos esenciales del debido proceso, resolviendo y
restringiendo la defensa de la emplazada sobre un extremo no
demandando y no controvertido; por el contrario resolver más allá
de lo pretendido y controvertido en el proceso a favor del
demandante y en perjuicio de los derechos e intereses de la parte
emplazada afecta las expresiones anotadas del derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva y del debido proceso. 2.4. Constituye grave
vulneración al debido proceso y a la seguridad jurídica, no respetar
el procedimiento pre establecido por ley, pues en este caso vía
proceso civil se ha resuelto cuestionamientos y la nulidad de actos
administrativos realizadas por autoridades de Registros Públicos y
del Ministerio de Agricultura en un procedimiento administrativo;
cuestionamientos de fondo que residen en que: la Dirección
Regional Agraria no se abstuvo de proseguir con el proceso de
reversión del predio materia de litis (considerando 5.9 y 5.10 de la
sentencia apelada y considerandos segundo y tercero de la
sentencia de vista), que el registrador no podría inscribir el
saneamiento físico legal de una propiedad privada (sentencia
apelada considerando 5.14), que se continuó con el trámite
logrando la inscripción definitiva (sentencia apelada considerando
5.15), concluyendo las sentencias que la inscripción definitiva es
ineficaz, debe anularse y que la actuación del Registrador Público
no está de acuerdo a ley y por tanto el artículo 6 de la Ley Nº
26512 que invoca el Registrador Público en el asiento Nº B00002
de la ficha Registral de folios trescientos dieciocho, no es aplicable
al presente caso; que en consecuencia el saneamiento físico legal
del predio que ocupa el Centro de Instrucción Regional Nº 31-
Vrae – Pichanaki - Ejército del Perú no tiene eficacia legal, que la
inscripción registral preventiva y definitiva es nula e ineficaz;
razones por las que declaran fundada la demanda en todos sus
extremos (considerando 5.16 sentencia apelada); habiendo
resuelto en el proceso civil sobre cuestionamientos a la legalidad
de actuaciones administrativas, vulnerando lo previsto en el
artículo 4 numeral 1 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº
2758413que prevé el proceso contencioso administrativo para
dichas pretensiones, con emplazamiento, cautelando del derecho
de defensa de las autoridades administrativas afectadas, y con
intervención del Ministerio Público; lo que no ha sucedido en este
proceso, acreditando la vulneración al debido proceso en las
expresiones anotadas de respetar el procedimiento pre establecido
por ley y el derecho de defensa, por lo que resulta fundado el
recurso de casación. 2.5. Agréguese que al resolver las instancias
de mérito no han advertido las particularidades del caso, en que se
solicita la oposición al saneamiento físico legal y se declara nula la
inscripción definitiva contenida en el Asiento Nº B00002 de la
Partida Electrónica Nº 11047276, partida que devino de una
partida matriz objeto de independizaciones y que fue materia de
cierre, sin explicar cuáles son las consecuencias jurídicas de su
decisión sobre una partida que estaría cerrada y sobre las demás
independizaciones efectuadas a favor de terceros. Tercero:
Actuación en sede de instancia. 3.1. Atendiendo que el recurso
de casación resulta fundado por las consideraciones antes
expresadas, es que corresponde proceder a la actuación en sede
de instancia, conforme lo prevé el artículo 396 del Código Procesal
Civil. 3.2. En ese orden y advirtiendo que de acuerdo a los hechos
de la demanda y sus anexos, la presente acción se orienta a
cuestionar actuaciones administrativas del Ministerio de Agricultura
y de funcionarios de la Superintendencia Nacional de Registros
Públicos - SUNARP, en el procedimiento de saneamiento físico
legal e inscripción definitiva del predio ubicado en la Parcela Nº 19
denominado “Recuerdo 1” Del Distrito de Pichanaki, Provincia de
Chanchamayo, Departamento de Junín; la demanda civil resulta
improcedente dejando a salvo el derecho del demandante para
que lo haga valer en la vía contenciosa administrativa, conforme a
lo previsto en el artículo 4, numeral 1 del Texto Único Ordenado de
la Ley Nº 27584 y al artículo 148 de la Constitución Politica del
Estado que establece que las resoluciones administrativas que
causan estado son susceptibles de impugnación en la vía
procedimental contenciosa administrativa14. III. DECISÍON: Por
estas consideraciones, MI VOTO es porque se declarare
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el Centro de
Instrucción Regional Nº 31 VRAE – Pichanaki - Ejército del Perú
con fecha veintisiete de febrero de dos mil catorce, obrante a fojas
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
cuatrocientos sesenta y ocho, en consecuencia SE CASE la
sentencia de vista contenida en la resolución número treinta y
cuatro, de fecha veintidós de enero de dos mil catorce; y actuando
en sede se instancia se REVOQUE la sentencia contenida en la
resolución número dieciséis, de fecha treinta de setiembre de dos
mil trece, obrante a fojas trescientos veintidós, que resuelve
declarar fundada la demanda interpuesta por Rolando Salvatierra
Paredes, y REFORMÁNDOLA se declare IMPROCEDENTE la
demanda de autos; DISPONER la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
autos seguidos por Rolando Salvatierra Paredes contra el
recurrente, sobre Oposición al Saneamiento Legal del Predio; y se
devuelva.- SS. RUEDA FERNÁNDEZ
1
También llamado error de juicio, está constituido por los defectos o errores en la
decisión que se adopta, esto es, se produce un vicio en la aplicación de la ley
material o sustantiva o de fondo al momento de resolver el conflicto materia del
proceso.
2
También llamado error de actividad, está constituido por los defectos o errores en el
procedimiento, esto, es en la aplicación de las reglas formales o de procedimiento
que afecta el trámite del proceso o a los actos procesales que lo componen.
3
Corte IDH. OC-9/87 “Garantías Judiciales en Estados de Emergencia”, párr. 28.
4
Ver Sentencia 08123-2005-HC/TC, f.j. 6, “Mientras que la tutela judicial efectiva
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo
decidido en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra
todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder - deber de la jurisdicción,
el derecho al debido proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos
fundamentales esenciales del procesado, principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El
debido proceso tiene a su vez, dos expresiones: una formal y otra sustantiva;
en la de carácter formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver
con las formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez natural, el
procedimiento
5
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el exp. N.º 763-2005-PA/TC, f.j. 6.
6
El artículo 139 numeral 3 de la Constitución Política del Estado, dispositivo
normativo que recoge el derecho al debido proceso, como uno de los principios y
derechos de la función jurisdiccional, exige que en todas las instancias judiciales
se cumplan necesariamente todas las garantías, requisitos y normas de orden
público que han sido establecidas a fin de generar que todas las personas estén
en reales condiciones de poder defender de manera apropiada sus derechos. Así,
el debido proceso es una garantía procesal de inexorable cumplimiento en tanto su
observancia permite la efectiva protección de otros derechos fundamentales y el
acceso a la justicia
7
No aparece admitida en el auto número uno de fecha 30 de setiembre de 2011 de
fojas 35.
8
Acta de fecha treinta y uno de julio de 2012, de folios 198 a 199, que fija los puntos
controvertidos.
9
Artículo 50.- Son deberes de los Jueces en el proceso: 6. Fundamentar los autos
y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los principios de jerarquía de
las normas y el de congruencia.
10
Juez y Derecho.-
Artículo VII.- El Juez debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque
no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo,
no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los
que han sido alegados por las partes.
11
El principio de Juez y Derecho consagra a su vez el principio iura novit curia,
que en su traducción significa “el tribunal conoce el derecho”, obligando al Juez
aplicar el derecho que corresponde aún no haya sido invocado por las partes y
lo hayan realizado en forma deficiente; en este caso para resolver la denuncia
casatoria, interesa una de las expresiones del principio de Juez y Derecho, que
impide al Juez ir más allá del petitorio y de los hechos alegados por las partes
(ne eat judex ultra petita partium), implicando que el Juez no puede ir más allá
de lo pedido por las partes, bajo pena de incurrir en incongruencia positiva, ni
omitir pronunciamiento sobre aquellas admitidas (ne eat judex citra petita partium)
pues ello significa incurrir en incongruencia negativa, y cuando se concede algo
diferente a lo solicitado por las partes (ne eat judex cifra petita partium) se incurre
en incongruencia mixta; la exigencia del pronunciamiento debido en el proceso
civil (no Infra, citra ni extra petita), se vincula con la exigencia de motivación
coherente, adecuada y suficiente, contribuyendo a la seguridad jurídica, en razón
de la congruencia de la decisión judicial por la adecuación y correspondencia con
las pretensiones de las partes y el contenido de la sentencia. Como lo señala,
MONTORO BALLESTEROS, Alberto, Conflicto Social, Derecho y Proceso,
Universidad de Murcia, Poblagrafic S.A., 1993, Paginas 48 -49.
12
Conforme lo exige el precedente vinculante del Consejo Nacional de la
Magistratura, que señala: 16. Una resolución que cumpla con el estándar de
motivación suficiente debe contener una síntesis de la problemática del caso;
cómo es que el magistrado llegó a identificar la norma aplicable, el procedimiento
integrador (v.gr. analogía en los casos que la ley faculta) o el desarrollo continuador
del derecho; por qué es que considera que el supuesto de hecho descrito en la
disposición normativa se dio en el caso concreto –fundamentación del marco
fáctico-; y por último, la derivación lógica de la consecuencia jurídica a partir de
las premisas precedentes. La estructura lógica de la argumentación debe respetar
los criterios de razonamiento, deductivos, inductivos o de abducción, sea que se
empleen en el análisis de las premisas normativas, fácticas o probatorias.
17. La solidez de la argumentación se predica no solo de las premisas normativas
(interpretación o calificación jurídica) sino también respecto al juicio fáctico. Lo
importante aquí es resolver el problema planteado y que requiere una respuesta
adecuada, ceñida al ordenamiento jurídico como un elemento consustancial al
debido proceso y la tutela judicial efectiva.
13
Artículo 1.- Finalidad
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
La acción contencioso administrativa prevista en el Artículo 148 de la Constitución
Política tiene por finalidad el control jurídico por el Poder Judicial de las actuaciones
de la administración pública sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela de
los derechos e intereses de los administrados.
Para los efectos de esta Ley, la acción contencioso administrativa se denominará
proceso contencioso administrativo.
14
Acción contencioso-administrativa
Artículo 148.- Las resoluciones administrativas que causan estado son susceptibles
de impugnación mediante la acción contencioso-administrativa.
C-1392276-6
CAS. Nº 13888-2013 AREQUIPA
SUMILLA.- este Supremo Tribunal considera necesario precisar
que el proceso iniciado por la parte demandante es una acción
contencioso administrativo, proceso en el cual se impugna la
Resolución de Alcaldía Nº 048-2012-MDY de fecha tres de abril de
de dos mil doce1 (resolución que agota la vía administrativa del
procedimiento para obtener autorización municipal para colocar
panel publicitario), no obstante a dicho proceso la parte
demandante pretende acumular el proceso de revisión judicial del
procedimiento de ejecución coactiva en el cual se expidieron las
Resoluciones Nº 001-2012-MCP-OEC-DU-MDY, Nº 002-2012-
MPC y Nº 03-2012-MPC-OEC, siendo ello evidentemente inviable
en aplicación del artículo 7 del TUO de la Ley Nº 27584 que
dispone los requisitos de procedencia de la acumulación de
pretensiones en el proceso contencioso administrativo. Lima,
veintitrés de octubre de dos mil catorce.- LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.- VISTA la causa;
con lo expuesto en el Dictamen del Señor Fiscal Supremo en lo
Contencioso Administrativo; en audiencia pública llevada a cabo
en el día de la fecha con los señores Jueces Supremos: Sivina
Hurtado - Presidente, Walde Jáuregui, Acevedo Mena, Vinatea
Medina y Rueda Fernández; se emite la siguiente sentencia: I.-
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por don Juan Francisco Baraybar de Azambuja en
representación de la demandante Publimagen Corporativa
Sociedad Anónima Cerrada, de fecha cuatro de setiembre de dos
mil trece, obrante a fojas trescientos noventa y seis, contra la
resolución de vista de fecha doce de agosto de dos mil trece,
obrante a fojas trescientos ochenta y tres, que confirma la
resolución de fecha tres de agosto de dos mil doce, obrante a fojas
doscientos cuarenta y ocho, que rechaza la demanda interpuesta;
en los seguidos contra la Municipalidad Distrital de Yanahuara,
sobre Impugnación de Resolución Administrativa. II.- CAUSAL
DEL RECURSO: Esta Sala Suprema por resolución de fecha tres
de junio de dos mil catorce, obrante a fojas noventa y cinco del
cuaderno de casación formado ante esta Sala Suprema, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por
vulneración de su derecho constitucional a la tutela
jurisdiccional efectiva, alegando que en su escrito de
subsanación de demanda, precisaron que los actos administrativos
cuya nulidad ha sido demandada, se encuentran en el expediente
administrativo Nº 15089-2011, no formando parte de este
expediente la medida cautelar previa, por que debe concluirse que
en el presente proceso no se está impugnando ningún
procedimiento de ejecución coactiva, ni ningún acto que esté fuera
del expediente administrativo Nº 15089-2011; agrega haber
señalado en su escrito de subsanación que impugnan todos los
actos administrativos contenidos en el expediente Nº 15089-2011,
quedando por lo tanto fuera del petitorio de su demanda, las
pretensiones de nulidad de las resoluciones coactivas, ya que las
mismas no forman parte del mencionado expediente administrativo.
Finalmente señalan que su demanda debe ser admitida en
atención al Principio de Favorecimiento del Proceso, en aplicación
del 2º párrafo del inciso 3 del artículo 2 del Decreto Supremo 13-
2008-JUS, según el cual, en caso de que el Juez tenga cualquier
otra duda razonable sobre la procedencia o no de la demanda,
deberá preferir darle trámite a la misma. III.- CONSIDERANDO:
Primero: Mediante escrito de fecha nueve de julio de dos mil
doce, obrante de fojas ciento seis, Publimagen Corporativa
Sociedad Anónima Cerrada, interpuso demanda pretendiendo la
parte se declare la nulidad del proceso administrativo iniciado por
la Municipalidad de Yanahuara-Arequipa, expediente
Administrativo Nº 15089-2011, y en particular de las siguientes
resoluciones: a) Resolución de Gerencia Nº 799-2011-DU.OO.PP-
MDY, de fecha veintinueve de diciembre de dos mil once; b)
Resolución de Gerencia No. 017-2012-DU.OO.PP-MDY, de fecha
nueve de enero de dos mil doce; c) Resolución de Gerencia No.
050-2012-DU.OO.PP-MDY, de fecha veintiséis de enero de dos
mil doce; d) Resolución de Alcaldía Nº 047-2012-MDY, de fecha
tres de abril de dos mil doce; e) Acta de ejecución de Paralización
de Obra, de fecha veintinueve de diciembre de dos mil once; f)
Resolución Coactiva No. 001-2012-MCP-OEC-DU-MDY, de fecha
trece de enero de dos mil doce; g) Resolución Coactiva No.
002-2012-MCP-OEC-DU-MDY, de fecha veintiuno de febrero de
dos mil doce; h) Resolución Coactiva No. 03-2012-NDLL/CHA/
MPA, de fecha veintiséis de marzo de dos mil doce; i) el Informe
002-2012-DLPC, de fecha tres de enero de dos mil doce; y, j) el
acta de retiro de Elemento Antirreglamentario de fecha diez de
78939
febrero de dos mil doce. Asimismo solicita el Reconocimiento del
derecho de la Publicación Corportativa Sociedad Anónima
Cerrada; y la Indemnización de los daños y perjuicios causados a
la demandante. Segundo: Alega que el Gerente de Rentas Aldo
Ramos Gómez no quiso recibir el pago de mil setecientos tres
nuevos soles (S/. 1, 703.00) por concepto de costo de la respectiva
licencia por el plazo de un año, el cual fue fijado por la Subgerente
del Área de Desarrollo y Obras Públicas de la Municipalidad de
Yanahuara, de acuerdo al ordenamiento interno del Municipio
(TUPA): posteriormente el Gerente de Rentas de manera
sorpresiva exigió efectuar el pago por encargo de la empresa
Publimagen Corporativa Sociedad Anónima Cerrada, que abonara
la suma de (S/. 34, 000.00) treinta y cuatro mil nuevos soles como
verdadero costo de licencia del panel de publicidad. Señala que la
Municipalidad demandada no puede cobrar derechos superiores a
una Unidad impositiva Tributaria, conforme a lo ordenado en el
artículo 45º de la Ley de Procedimientos administrativo General.
La Municipalidad demandada pretendió cobrar una suma muy por
encima del límite máximo fijado por la Ley, amparándose en
documento TUSNE, el cual no tiene rango de ordenanza municipal
y constituye un documento paralelo al documento rector (TUPA)
Texto Único de Procesos Administrativo de la Municipalidad de
Yanahuara. Afirma que con fecha tres de enero de dos mil doce, el
señor Elvis Delgado Bacigalupo, Alcalde de la Municipalidad
demandada, ordena el retiro de inmediato del panel atropellando
el derecho constitucional del debido proceso. El día veintiséis de
diciembre de dos mil once Publimagen Corporativa Sociedad
Anónima Cerrada da inicio a la instalación de cinco postes de
concretos y una estructura metálica para la colocación de un panel
publicitario, sin contar la respectiva autorización Municipal,
conducta que se encuentra plenamente justificada, ya que la
empresa no iba a ceder ante el chantaje del Municipio demandado,
en cobrar un derecho casi diez veces por encima del límite máximo
fijado por la Ley. El mismo ejecutor coactivo de la Municipalidad
fiscal de Prevención del Delito iba a realizar un acto de ejecución
Forzosa, quien tuvo como argumento proceder a una Medida
Cautelar Previa. Con fecha dieciocho de enero de dos mil doce, se
notificó al recurrente la resolución Gerencial Nº 017-2012, de
fecha supuestamente nueve de enero de dos mil doce, la misma
que de manera arbitraria contiene una orden inconstitucional,
ilegítima y delictiva, dirigida al ejecutor coactivo de la Municipalidad
para que haga uso de sus atribuciones, y efectué en la vía de
Medida Cautelar Previa, el retiro o demolición del panel publicitario
de propiedad del recurrente. Señala que la Municipalidad de
Yanahuara no podía llevar a cabo su proyecto de demolición sin
obtener una autorización del Poder Judicial, luego de haber
agotado la vía administrativa, como así lo exige el 3) del artículo
49º de la Ley Orgánica de Municipalidad. Asimismo, afirma que la
Municipalidad demandada no ha iniciado ningún procedimiento de
Ejecución Coactiva, como bien se ha indicado en la demandada,
de manera que al no existir ningún proceso de ejecución coactiva,
no resulta de aplicación el artículo 23º de la Ley del Procedimiento
de ejecución coactiva. Tercero: Mediante Resolución Nº 1 de
fecha dieciséis de julio del dos mil doce, obrante de fojas ciento
setenta, el A quo resuelve declarar inadmisible la demanda de
acción contenciosa administrativa promovida por Publimagen
Sociedad Anónima Cerrada, y se le concede el plazo de tres (3)
días para que subsane las observaciones realizadas, bajo
apercibimiento de rechazarse la demanda. Considerando que la
parte demandante deberá precisar cuáles son los actos o
resoluciones administrativas que impugna, debiendo tenerse
presente que deben ser impugnadas a través de este proceso las
resoluciones que ponen fin a la instancia administrativa, tal como
se infiere de lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 15 y 20 del
Decreto Supremo No. 013-2008-JUS que aprueba el Texto Único
Ordenado de la Ley Nº25784. Cuarto: Mediante escrito de fecha
treinta y uno de julio del dos mil doce, obrante de fojas doscientos
cuarenta y tres, la parte demandante afirma subsanar la demanda;
señalando que no se ha iniciado procedimiento de ejecución
coactiva alguno, por lo que no resulta de aplicación el artículo 23
de la Ley Nº 26979-Ley del Procedimiento de Ejecución Coactiva.
Asimismo señala que impugna todos los actos administrativos
contenidos en el Expediente No. 1508-2011, tal y como se ha
individualizado de manera clara y precisa en el petitorio de su
demanda, reitera que para interponer la presente demanda se
debe agotar previamente la vía administrativa, de modo que con
arreglo a lo dispuesto por el inciso 1 del artículo 20 de la Ley Nº
27584, acompañan copia de la Resolución de Alcaldía No. 048-
2012-MDY, de fecha tres de abril del dos mil doce, y notificada el
día trece de abril del presente año dos mil doce; la misma que
pronunciándose sobre el fondo del asunto, puso fin al proceso
administrativo y dio por agotada la vía administrativa, conforme a
lo estipulado en el artículo 186.1 de la Ley del Procedimiento
Administrativo General. Quinto: Mediante Resolución Nº 02 de
fecha tres de agosto de dos mil doce, obrante de fojas doscientos
cuarenta y ocho, se resuelve rechazar la demanda Contencioso
Administrativa. Precisando que pese a las afirmaciones realizadas
por la parte demandante, y que se deberían derivar en el
desistimiento de las pretensiones referidas a las actuaciones
cautelares dictadas en dicho procedimiento de ejecución coactiva,

78940 CASACIÓN
por invocarse la caducidad de la medida cautelar previa dictada en
el expediente administrativo No. 002-2012-OEC-MCP-MDY, sin
embargo, se aprecia del nuevo escrito de demanda que, reitera
como pretensiones: “la nulidad de la (...) Resolución Coactiva Nº
001-2012-MCP-OEC-DU-MDY, (...) 002-2012-MPC, (...)
03-2012-MPC-OEC (...)” las que se han emitido dentro del antes
citado expediente administrativo, el cual de acuerdo a lo previsto
por el numeral 13.7 de la Ley Nº 26979, forma parte del
procedimiento de ejecución coactiva, el que tal como se refiriera
mediante Resolución No. 01-2012, y que como tal, solo puede ser
impugnado ante la Sala Civil respectiva. Siendo dicha decisión
confirmada mediante Auto de Vista de fecha doce de agosto de
dos mil trece, obrante de fojas trescientos ochenta y tres. Sexto:
Siendo ello así, debemos tener en consideración que el proceso
contencioso administrativo es la vía mediante la cual el Poder
Judicial ejerce el control jurídico de las actuaciones de la
administración pública sujetas al derecho administrativo en
salvaguarda de los derechos e intereses de los administrados,
tales como los actos administrativos, el silencio administrativo y
las actuaciones materiales administrativas. La finalidad de dicho
proceso es que el Juez declare la nulidad de tales actos cuando
vulneran los derechos fundamentales del debido procedimiento
administrativo, debido proceso, y los principios de integración,
igualdad procesal, favorecimiento del proceso, suplencia de oficio,
entre otros. Así está consagrado por el artículo 148 de la
Constitución Política del Perú lo cual tiene su desarrollo en el
artículo 1 y siguientes del Texto Único Ordenado de la Ley que
regula el Proceso Contencioso Administrativo Nº 27584, su artículo
4 dispone las actuaciones impugnables vía acción contencioso
administrativo son: 1. Los actos administrativos y cualquier otra
declaración administrativa; 2. El silencio administrativo, la inercia y
cualquier otra omisión de la administración pública; 3. La actuación
material que no se sustenta en acto administrativo; 4. La actuación
material de ejecución de actos administrativos que transgrede
principios o normas del ordenamiento jurídico; 5. Las actuaciones
u omisiones de la administración pública respecto de la validez,
eficacia, ejecución o interpretación de los contratos de la
administración pública, con excepción de los casos en que es
obligatorio o se decida, conforme a ley, someter a conciliación o
arbitraje la controversia; 6. Las actuaciones administrativas sobre
el personal dependiente al servicio de la administración pública.
En relación a la competencia funcional, dispone en su artículo 11:
“son competentes para conocer el proceso contencioso
administrativo el Juez Especializado en lo Contencioso
Administrativo y la Sala Especializada, en primer y segunda
instancia. Sétimo: Por su parte, en relación al proceso de revisión
judicial de procedimiento coactivo, el artículo 23 de la Ley Nº
26979, modificada por la Ley Nº 28165, dispone “El procedimiento
de ejecución coactiva puede ser sometido a un proceso que tenga
por objeto exclusivamente la revisión judicial de la legalidad y
cumplimiento de las normas previstas para su iniciación y tramite”,
la misma que debe concordarse con lo prescrito en el numeral
23.5 del acotado cuerpo normativo que señala “para efectos de
resolver sobre la demanda de revisión judicial, únicamente
corresponde a la Corte Superior resolver si el procedimiento de
ejecución coactiva ha sido iniciado o tramitado conforme a las
disposiciones previstas en la presente ley”. Conforme al numeral
23.1 del artículo 23 de la Ley Nº 26979, modificado por la Ley Nº
28165, el procedimiento de ejecución coactiva puede ser sometido
a un proceso que tenga por objeto exclusivamente la revisión
judicial de la legalidad y cumplimiento de las normas previstas
para su iniciación, con la finalidad de que se lleve a cabo la
revisión de la legalidad del procedimiento de ejecución coactiva,
en cualquiera de los siguientes casos: a) Cuando iniciado un
procedimiento de ejecución coactiva, se hubiera ordenado
mediante embargo, la retención de bienes, valores y fondos en
cuentas corrientes, depósitos, custodia y otros, así como los
derechos de crédito de los cuales el obligado o responsable
solidario sea titular y que se encuentren en poder de terceros, así
como cualquiera de las medidas cautelares previstas en el artículo
33 de la Ley; y b) Después de concluido el procedimiento de
ejecución coactiva, dentro de un plazo de quince días hábiles de
notificada la resolución que pone fin al procedimiento. El artículo
23.8, del dispositivo anotado señala que “para efectos del proceso
de revisión judicial será competente la Sala Contencioso
Administrativa de la Corte Superior respectiva, en el lugar donde
se llevó a cabo el procedimiento de ejecución coactiva materia de
revisión o la competente en el domicilio del obligado. En los
lugares donde no exista Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo es competente la Sala Civil correspondiente y en
defecto de ésta, la que haga sus veces”. Octavo: El proceso de
revisión judicial a diferencia del proceso contencioso administrativo
tiene por objeto verificar la legalidad y cumplimiento de las normas
previstas para el inicio y trámite de un procedimiento de ejecución
coactiva, no se permite un cuestionamiento de fondo sino de
forma, en consecuencia, se trata de un proceso contencioso
administrativo de carácter especial puesto que aquí no se va a
discutir la validez de una decisión administrativa sino simplemente
el cumplimiento por parte del ejecutor coactivo de las normas que
regulan el procedimiento de ejecución coactiva. Dicho de otro
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
modo, según los cuerpos normativos señalados en los
considerandos precedentes, en ambos procesos se cuestionan
actos administrativos distintos, ya que en el caso de la acción
contenciosa administrativa se ejerce el control jurídico de las
actuaciones de la administración pública sujetas al derecho
administrativo, cuestionándose el fondo del acto administrativo
impugnado, sin embargo en el caso del proceso de revisión judicial
tiene como único objeto la revisión de la legalidad y cumplimiento
de las normas previstas para la iniciación y tramite del
procedimiento de ejecución coactiva, cuestionamiento de forma.
Otra de las diferencias entre ambos institutos, es que en el caso
de la acción contencioso administrativo, la competencia general
para conocer dichos procesos la ejerce según el artículo 9 de la
Ley Nº 27584, en primera instancia el Juez Especializado en lo
Contencioso Administrativo del lugar del domicilio del demandado
o del lugar donde se produjo la actuación materia de demanda o
silencio administrativo; sin embargo en el caso del proceso de
revisión judicial de procedimiento coactivo según el artículo 23.8
de la Ley 26979 la competencia se ejerce por la Sala Contencioso
Administrativa de la Corte Superior respectiva, del lugar donde se
llevó a cabo el procedimiento de ejecución coactiva materia de
revisión o la competente en el domicilio del obligado. Noveno:
Examinada la demanda contencioso administrativo interpuesta
por Publimagen Corporación Sociedad Anónima Cerrada, la
misma contiene como pretensiones la nulidad de los actos
administrativos contenidos en : a) Resolución de Gerencia No.
799-2011-DU.OO.PP-MDY, de fecha veintinueve de diciembre de
dos mil once; Resolución de Gerencia Nº 017-2012-DU.OO.PP-
MDY, de fecha nueve de enero de dos mil doce; Resolución de
Gerencia Nº 050-2012-DU.OO.PP-MDY, de fecha veintiséis de
enero de dos mil doce; Resolución de Alcaldía No. 047-2012-MDY,
de fecha tres de abril de dos mil doce; b) Acta de ejecución de
Paralización de Obra, de fecha veintinueve de diciembre de dos
mil once; Resolución Coactiva No. 001-2012-MCP-OEC-DU-MDY,
de fecha trece de enero de dos mil doce; Resolución Coactiva No.
002-2012-MCP-OEC-DU-MDY, de fecha veintiuno de febrero de
dos mil doce; Resolución Coactiva No. 03-2012-NDLL/CHA/MPA,
de fecha veintiséis de marzo de dos mil doce; el Informe 002-
2012-DLPC, de fecha tres de enero de dos mil doce; y, el acta de
retiro de Elemento Antirreglamentario de fecha diez de febrero de
dos mil doce c) Reconocimiento de su derecho a obtener
autorización municipal para colocar panel publicitario; así como, d)
Indemnización por daños y perjuicios. Se advierte de las
pretensiones a), c) y d) que su trámite corresponde a la vía del
proceso contencioso administrativo conforme al inciso 1 del
artículo 4, inciso 1,2 y 5 del artículo 5 y artículo 11 del Texto Único
Ordenado de la Ley Nº 27584; mientras que la pretensión b) cuyo
objeto son resoluciones emitidas en el procedimiento de ejecución
coactiva, deben ser tramitadas con arreglo al artículo 23 de la Ley
26979 en la vía del proceso de revisión de procedimiento de
ejecución coactiva. Por tanto deviene improcedente dicha
acumulación de pretensiones de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 72 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584 que
dispone los requisitos de procedencia de la acumulación de
pretensiones en el proceso contencioso administrativo. Décimo:
Finalmente, se advierte que a fojas ciento setenta de la resolución
Nº 01-2012 expedida el dieciséis de julio de dos mil doce, se
declaró inadmisible la demanda y concedió tres días para que
absuelva las observaciones respecto a precisar los actos o
resoluciones administrativos impugnados que hayan puesto fin a
la instancia administrativa. La demandante mediante escrito
presentado el treintiuno de julio de dos mil doce, obrante a fojas
doscientos cuarenta y tres pretendió subsanar la demanda. Sin
embargo el juzgado mediante resolución Nº 02-2012 de fecha tres
de agosto de dos mil doce, obrante a fojas doscientos cuarenta y
ocho, rechazó la demanda por no haberse subsanado las
observaciones formuladas, pues en efecto la demandante anotó
en su escrito de subsanación que la demanda contencioso
administrativa la dirigía contra todas las resoluciones materia de
su petitorio, lo cual resulta procesalmente inviable por indebida
acumulación de pretensiones. Apelada que fue esta última
resolución la Sala Superior, mediante resolución numero 20, de
fecha doce de agosto de dos mil trece a fojas trescientos ochenta
y tres, confirmó el rechazo de la demanda. Décimo Primero: Por
lo expuesto, esta Sala Suprema concluye en que lo determinado
por las instancias de mérito han resuelto con arreglo de ley,
respetando el debido proceso, la pluralidad de instancias y el
derecho de defensa de la demandante, cuyo ejercicio ha sido
deficiente. En consecuencia no se ha vulnerado el derecho a la
tutela jurisdiccional efectiva de la recurrente, motivo por el cual
debemos declarar infundado el recurso de casación. IV.-
DECISION: Por estas consideraciones, declararon: INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por don Juan Francisco
Baraybar de Azambuja en representación de la demandante
Publimagen Corporativa Sociedad Anónima Cerrada, de fecha
cuatro de setiembre de dos mil trece, obrante a fojas trescientos
noventa y seis; en consecuencia: NO CASARON la resolución de
vista de fecha doce de agosto de dos mil trece, obrante a fojas
trescientos ochenta y tres; en los seguidos contra la Municipalidad
Distrital de Yanahuara sobre impugnación de resolución
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
administrativa; DISPUSIERON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a
ley; y, los devolvieron.-Vocal Ponente: Vinatea Medina. SS.
SIVINA HURTADO, WALDE JÁUREGUI, ACEVEDO MENA,
VINATEA MEDINA, RUEDA FERNÁNDEZ
1
Resolución que declara infundado el recurso de apelación presentado por la parte
demandante contra la Resolución Gerencial Nº 050-2012-DU-OO.PP-MDY y da
por agotada la vía administrativa.
2
Artículo 7.- Requisitos de la acumulación de pretensiones.
La acumulación de pretensiones procede siempre que se cumplan los siguientes
requisitos:
1. Sean de competencia del mismo órgano jurisdiccional;
2. No sean contrarias entre sí, salvo que sean propuestas en forma subordinada o
alternativa;
3. Sean tramitables en una misma vía procedimental; y,
4. Exista conexidad entre ellas, por referirse a la misma actuación impugnable o
se sustenten en los mismos hechos, o tengan elementos comunes en la causa de
pedir.
C-1392276-7
CAS. Nº 13721–2014 PUNO
Lima, diecisiete de Agosto de dos mil quince.- VISTOS; Con
los acompañados; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto a folios cuatrocientos treinta y nueve, por José
Arquímedes Murrieta Meza en representación de Toribio Edgar
Berrios Vilca, contra la sentencia de vista obrante a folios
trescientos noventa y cinco, de fecha cinco de setiembre de
dos mil catorce, que confirmando la sentencia apelada de fojas
trescientos veintinueve de fecha dieciséis de diciembre de dos
mil trece, declara infundada la demanda. Por lo que corresponde
examinar si el recurso cumple con los requisitos de admisibilidad
y procedencia establecidos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley Nº 29364. Segundo.-
Que, en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, el referido
medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) se recurre
una sentencia expedida por una Sala Superior que pone fin al
proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la resolución
impugnada; iii) fue interpuesto dentro del plazo de diez (10) días
de notificada la parte recurrente con la resolución impugnada;
y, iv) no ajunta la tasa judicial correspondiente, toda vez que el
recurrente cuenta con auxilio judicial. Tercero.- Que, respecto
a los requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388
del precitado cuerpo normativo, es de verse que el recurso de
casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado dispositivo
legal, toda vez que el recurrente no consintió la sentencia de
primera instancia que le fue adversa, la misma que fue impugnada
mediante su escrito de apelación de folios trescientos treinta
y uno; asimismo, en cuanto al requisito señalado en el inciso 4
de la referida norma, la impugnante ha precisado que su pedido
casatorio es anulatorio. Cuarto.- Que, antes de la revisión de los
requisitos de procedibilidad se debe tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con estricta
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
procedencia, esto es, se debe puntualizar la infracción normativa
que se denuncia, presentar una fundamentación clara y precisa
y pertinente respecto a cada una de las referidas causales y
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, exigencias que se derivan de los fines propios del
recurso extraordinario, esto es, de su función nomofiláctica y
uniformizadora de la jurisprudencia. Quinto.- Que, en cuanto a
las exigencias contenidas en los incisos 2º y 3º del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificada por la Ley Nº 29364, el
demandante invoca la causal de Infracción normativa de los
artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado,
93 y 99 del Código Procesal Civil. Argumenta que tiene la
condición de litisconsorte excluyente principal en la presente
causa, pues, tiene un interés propio que es incompatible con
los incoados por el demandante y demandado; sin embargo, la
Sala Superior no consideró que su ausencia dentro del proceso
sub examine, afecta el debido proceso e integración de la litis;
además, no tuvo en cuenta que en el expediente Nº 89-90-
2003, en el cual se tramitaba la oposición a la inscripción de la
posesión sobre el mismo predio, se le incorporó como litisconsorte
necesario. Sexto.- Que, en cuanto a la causal denunciada, se
advierte que la Ad quem al emitir la impugnada concluyó que en el
decurso del proceso sub materia sobre mejor derecho a la entrega
de parcela de tierras y otorgamiento de escritura pública, incoado
por Genaro Huaynacho López respecto de 357.66 Hectáreas del
predio rústico Fundo Iniquilla, contra Rural Umachiri Empresa
Agropecuaria Llaullinca Sociedad Anónima, el cual culminó
mediante sentencia que declara fundada en parte la demanda
en cuanto a 95.0099 Hectáreas, e infundada en el exceso de la
pretensión; el recurrente solicitó ser incorporado como tercero
excluyente principal en mérito a la Resolución Nº 28-2003 emitida
por el Tribunal Registral que dispone la inscripción del título
posesorio otorgado a su favor y el de su cónyuge respecto a una
78941
extensión de 1333.1340 Hectáreas, siendo declarado inadmisible
dicho pedido por no precisar el petitorio autónomo e incompatible
con el de las partes procesales, ante lo cual subsana, empero, el
Juez resuelve rechazar la solicitud al considerar que no cumplió
con el requerimiento, siendo confirmada dicha decisión por el
Superior Jerárquico. Sétimo.- Que, de lo antes expuesto, se
colige que el casacionista solicitó ser incorporado en condición
de tercero excluyente principal al proceso sub júdice, siendo
rechazado por el A quo al incurrir en omisiones formales y la
Sala de mérito confirmó dicha decisión, posteriormente, durante
el decurso del proceso no volvió a solicitar su incorporación;
además, se advierte que las partes procesales no se opusieron
a tal pedido. Octavo.- Que, en cuanto al expediente Nº 89-90-
2003, en el cual se ventila la oposición a la inscripción registral de
la posesión del Fundo Iniquilla tramitada por el ahora recurrente,
en el que fue considerado litisconsorte necesario, debe precisarse
que así expuesto el agravio no cumple con indicar en forma clara
y precisa su incidencia sobre la decisión impugnada -sentencia de
vista-, en tanto, que en el referido proceso se viene cuestionando
la inscripción de un derecho posesorio, mientras que en el proceso
sub examine, se ha determinado quien ostenta la condición de
propietario del predio materia de litis; por tal motivo, no es de
recibo el agravio deducido, menos si no se explica la colusión o
fraude que exige el artículo 178 del Código Procesal Civil, referido
a la nulidad de cosa juzgada fraudulenta, por tanto corresponde
desestimar los agravios invocados, deviniendo en improcedente
el recurso de casación en todos sus extremos. Por estas
consideraciones, y de conformidad con lo dispuesto por el artículo
392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a
folios cuatrocientos treinta y nueve, por José Arquímedes Murrieta
Meza en representación de Toribio Edgar Berrios Vilca, contra la
sentencia de vista obrante a folios trescientos noventa y cinco,
de fecha cinco de setiembre de dos mil catorce; en los seguidos
por Toribio Edgar Berrios Vilca contra Rural Umachiri Agropecuaria
Llaullinca Sociedad Anónima y otros, sobre Nulidad de Cosa
Juzgada Fraudulenta; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ,
LAMA MORE, MALCA GUAYLUPO C-1392276-8
CAS. LAB. Nº 13717–2014 CAJAMARCA
Lima, veintiséis de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por el Procurador
Publico Municipal de la Municipalidad Provincial de Cajamarca de
folios doscientos quince, contra la sentencia de vista de folios ciento
setenta y nueve, de fecha veintiocho de agosto de dos mil catorce,
que confirmando la sentencia de primera instancia, de folios ciento
dieciocho, de fecha doce de setiembre de dos mil trece declara
fundada en parte la demanda; en consecuencia se le reconoce la
existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado, con lo
demás que contiene; por lo que, corresponde examinar los
requisitos de admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos
35 y 36 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo.
Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos
para su admisibilidad, previstos en el artículo 35 numerales 1, 2, 3 y
4 de la precitada Ley, toda vez que ha sido interpuesto de la
siguiente forma: i) contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, que
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) ante la instancia que emitió la sentencia que se impugna;
iii) dentro del plazo que establece la norma, ya que la recurrente fue
notificada el dieciséis de septiembre de dos mil catorce, conforme
se corrobora de la constancia de folios ciento noventa y seis, e
interpuso el recurso de casación el treinta de septiembre de dos mil
catorce; y iv) al tratarse de un Gobierno Local, está exonerado del
pago del arancel judicial por la interposición del presente recurso,
conforme lo dispone el artículo 24, inciso g) del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Tercero.- Que, el
recurso cumple con el requisito de procedencia previsto en el
artículo 36 numeral 1 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del
Trabajo, porque la Municipalidad impugnate no consintió la
sentencia de primera instancia que le fue adversa a sus intereses, e
interpuso el recurso de apelación, conforme se aprecia del escrito
de folios ciento treinta y seis. Cuarto.- Que, el artículo 36 los
numerales 2 y 3 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del
Trabajo, establecen que constituyen requisitos de procedencia del
recurso, la descripción clara y precisa de la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada; para
satisfacer ese propósito la fundamentación de la infracción
normativa denunciada por el recurrente debe observar y respetar
las exigencias técnicas para presentar este recurso, por lo que es
responsabilidad del impugnante no solo precisar la causal, sino
también fundamentar la infracción y su importancia o incidencia
respecto de la decisión de la resolución que cuestiona. Quinto.-
Que, en ese sentido, el recurrente denuncia la causal de Infracción
normativa del artículo 38 del Decreto Supremo Nº 005-90-PCM.
Sostiene que la norma en mención es la que debió aplicarse, porque

78942 CASACIÓN
las entidades de la administración pública solo podrán contratar
personal para realizar funciones de carácter temporal o accidental
para el desempeño de tareas especificas, ya sea para trabajos para
obra, o actividad determinada, o labores en proyectos de inversión
y proyectos especiales, cualquiera sea su duración; tanto más, si la
disposición acotada contempla que esa clase de contrataciones no
genera derechos laborales de ninguna clase. Agrega, que la
demandante realizó labores especificas en proyectos de la
Municipalidad Provincial de Cajamarca, por lo que, no le
correspondía ser considerada como empleada sujeta al régimen de
la actividad privada. Añade que si bien es cierto, la norma que
regula las actividades laborales del sector público, antes indicada,
no formó parte de los alegatos de defensa de la emplazada, el Juez
de la causa, con base en el principio “Iura novit curia”, debió
emplearlo para resolver la presente controversia. Finalmente,
precisa que su pretensión casatoria es revocatoria. Sexto.- Que,
antes de analizar el recurso, se debe precisar que este proceso
laboral ha tenido como punto controvertido más importante
determinar si corresponde que a la demandante se le reconozca
con la emplazada, la existencia de un contrato laboral a plazo
indeterminado, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 37 de la
Ley Orgánica de Municipalidades, concordado con lo dispuesto en
el artículo 4 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº
728, desde el uno de mayo de dos mil once, en el cargo de “técnica
de campo II de la Sub Gerencia de Limpieza Pública de la
Municipalidad Provincial de Cajamarca”. Sétimo.- Que, con base a
lo antes expuesto, la infracción normativa indicada debe ser
rechazada. Ello es así porque, se tiene que en el presente caso, la
entidad Edil emplazada, en su defensa en la etapa postulatoria no
argumentó a su favor la aplicación del artículo 38 del Decreto
Supremo Nº 005-90-PCM « Reglamento de la carrera administrativa
», ni aquello formó parte del debate al interior del proceso; por tanto,
su posterior empleo en la parte decisoria transgrediría el derecho de
defensa y el principio de contradicción que le corresponde a la
accionante, pues la discusión sobre los alcances de esa norma
habría introducido otros supuestos no discutidos en la etapa previa.
Además, la situación fáctica descrita en la pretensión, en modo
alguno, encuentra su correspondencia jurídica en la norma
denunciada como no aplicada; pues la demandante estaba
vinculada con su empleador, por un «contrato verbal de trabajo»; sin
que esa situación la haya contradicho el impugnante; por tanto, lo
correcto fue tutelar ese derecho subjetivo de acuerdo con lo
dispuesto con el artículo 4 del Texto Único Ordenado, del Decreto
Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral,
aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR. Octavo.- Que, en
ese contexto, es manifiesto que la Municipalidad Provincial
demandada, faltó el respeto mínimo de los derechos laborales que
le correspondía a Alejandrina García Bernal, pues «la empleó de
manera verbal», sin formalizar su relación jurídica laboral en
ninguna fórmula contractual; que, ese imperativo de ser «contratado
bajo alguna de las modalidades» que prevé el ordenamiento laboral,
está previsto en el artículo 23 primer párrafo, de la Constitución
Política del Estado, y que forma parte del derecho fundamental al
trabajo, que constituye un límite al poder Estatal, que irradia sus
efectos en las relaciones de los particulares con todos los Poderes
y Órganos del Estado, lo que incluye a los Gobiernos Locales, y
entre las relaciones entre sujetos privados; y es que en el marco del
Estado Constitucional, el respeto de los derechos fundamentales
constituye un imperativo que el Estado debe garantizar frente a las
eventuales afectaciones que pueden provenir tanto del propio
Estado – eficacia vertical – como de los particulares – eficacia
horizontal –; más aún cuando, a partir del doble carácter de los
derechos fundamentales, su violación comporta la afectación no
sólo de un derecho subjetivo individual –dimensión subjetiva –, sino
también el orden objetivo de valores que la Constitución Política del
Estado incorpora – dimensión objetiva. Noveno.- Que, por tanto, la
infracción normativa denunciada no tiene incidencia con la decisión
que se cuestiona; y por el contrarío solo revelan que desde aquel
Gobierno local, no se respetaron los derechos laborales, ni se
cumplieron las disposiciones laborales de una obrero municipal. Por
tales consideraciones, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 36º de la Ley Procesal del
Trabajo Nº 29497, en ejercicio de la facultad conferida por el primer
párrafo del artículo 37º de la anotada Ley: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a fojas
doscientos quince por el Procurador Publico Municipal de la
Municipalidad Provincial de Cajamarca, contra la sentencia de vista
obrante a fojas ciento setenta y nueve, de fecha veintiocho de
agosto de dos mil catorce; en los seguidos por doña Alejandrina
García Bernal contra la Municipalidad Provincial de Cajamarca
sobre Reconocimiento de Derechos Laborales; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ C-1392276-9
CAS. LAB. Nº 13662-2014 AREQUIPA
Lima, veintiséis de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por la
demandada Inca Tops Sociedad Anónima Abierta a folios mil
veintiséis, contra la sentencia de vista obrante a fojas novecientos
treinta, de fecha veintiséis de setiembre de dos mil catorce, que
confirmando la sentencia de primera instancia, de folios
ochocientos ochenta y ocho, de fecha dieciocho de marzo de dos
mil catorce, declara fundada en parte la demanda; en
consecuencia, declaró desnaturalizados las prorrogas de los
contratos de trabajo modal del régimen especial de exportación no
tradicional y otros conceptos; por lo que, corresponde examinar
los requisitos de admisibilidad y procedencia dispuestos en los
artículos 35 y 36 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del
Trabajo. Segundo.- Que, se verifica que el recurso cumple con los
requisitos para su admisibilidad, previstos en el artículo 35
numerales 1, 2, 3 y 4 de la precitada Ley, toda vez que ha sido
interpuesto de la siguiente forma: i) contra la sentencia de vista
expedida por la Primera Sala Laboral Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, que como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) ante la instancia que
emitió la sentencia que se impugna; iii) dentro del plazo que
establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el
veintinueve de septiembre de dos mil catorce, conforme se
corrobora de la constancia de folios novecientos cuarenta, e
interpuso el recurso de casación el trece de octubre de dos mil
catorce; y iv) cumple con el pago del arancel judicial por la
interposición del presente recurso, conforme se aprecia a folios mil
veinticuatro. Tercero.- Que, el recurso cumple con el requisito de
procedencia previsto en el artículo 36 numeral 1 de la Ley Nº
29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, puesto que la
Municipalidad impugnante no consintió la sentencia de primera
instancia que le fue adversa a sus intereses, e interpuso el recurso
de apelación, conforme se aprecia del escrito de folios novecientos
siete. Cuarto.- Que, el artículo 36 los numerales 2 y 3 de la Ley Nº
29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, establecen que
constituyen requisitos de procedencia del recurso, la descripción
clara y precisa de la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada; para satisfacer ese
propósito la fundamentación de la infracción normativa denunciada
por el recurrente debe observar y respetar las exigencias técnicas
para presentar este recurso, por lo que es responsabilidad del
impugnante no solo precisar la causal, sino también fundamentar
la infracción y su importancia o incidencia respecto de la decisión
de la resolución que cuestiona. Quinto.- Que, en ese sentido, el
recurrente denuncia la causal de Infracción normativa de los
siguientes dispositivos legales: a) Artículo 80 del Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728. Sostiene que en la
sentencia de vista de manera indebida se ha aplicado el artículo
77 inciso d) del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº
728, por el que, se ha considerado la desnaturalización de los
contratos por simulación y fraude a las normas laborales; sin
embargo, no se ha tenido en cuenta, que para solucionar la
presente controversia, se debía emplear la norma denunciada,
que en su segundo párrafo, precisa que los contratos de trabajo
del régimen de exportación de productos no tradicionales se
regulan por el Decreto Ley Nº 22342, en el cual no se prevé la
desnaturalización de los contratos de trabajo por la forma, ni se
puede amparar el cambio de régimen de exportación no tradicional
al común. b) Artículo 32 inciso d) del Decreto Ley Nº 22342.
Alega que la Sala Superior de forma equivocada considera que se
ha desnaturalizado el contrato, por no haber seguido las
formalidades establecidas en el Decreto Ley Nº 22342; no
obstante, no tiene en cuenta que ese contrato, previamente, fue
aprobado, por la Autoridad Administrativa de Trabajo, decisión que
adquirió la calidad de firme; por lo que, en caso se considere
inválido, su cuestionamiento debe ser realizado en el procedimiento
contencioso administrativo. c) Artículo 32 del Decreto Ley Nº
22342. Argumenta que en la sentencia de vista se ha interpretado
de forma errada la norma en mención, al considerar que, si bien se
hace alusión a la necesidad de contar con los servicios del
demandante para “completar la atención a los contratos de
exportación para los que se le contrató”, se consignan la relación
de nuevos contratos, distintos a los primigenios, lo que
desnaturaliza las prórrogas bajo el régimen de exportación no
tradicional. Conclusión que no correspondería con el valor
normativo de la citada disposición, pues, con base a la totalidad o
por cuotas parciales del programa de producción, es posible
contratar cuantas veces sea necesario; lo que implica que es
válido celebrar la prórroga del contrato laboral, incorporando
nuevos contratos de exportación que genera el programa de
producción. d) Apartamiento de los precedentes vinculantes
del Tribunal Constitucional recaídas en los procesos signados
con números 03353-2010-AA, 03588-2010-AA, 03842-2010-AA,
03843-2010-AA, 04049-2010-AA, 04153-2010-AA, 00150-2011-
AA, 00247-2011-AA, 00828-2011-AA, 00966-2011-AA, 00968-
2011-AA, 01113-2011-AA, 01358-2011-AA, 01561-2011-AA,
01783-2011-AA, 01778-2011-AA, 01818-2011-AA, 02109-2011-
AA, 02174-2011-AA, 04062-2011-AA, 04409-2011-AA. Arguye
que en los procesos de amparo que se han entablado contra la
demandada, el Tribunal Constitucional ha considerado que se
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
presentará la desnaturalización del contrato de trabajo, solo
cuando no se haya cumplido con precisar la causa objetiva
determinante de la contratación, esto es, el contrato de exportación,
y no se presente la totalidad de los contratos de trabajo; en
consecuencia, en los demás casos, no existiría transgresión a la
norma laboral. Finalmente, precisa que su pretensión casatoria
principal es anulatoria, y la subordinada es revocatoria. Sexto.-
Que, antes de analizar el recurso, se debe precisar que este
proceso laboral ha tenido como punto controvertido más
importante determinar si se produjo la desnaturalización de los
contratos sujetos a modalidad suscritos por la actora, bajo el
régimen de exportación no tradicional, regulado por el Decreto Ley
Nº 22342. Sétimo.- Que, con base a lo antes expuesto, la
infracción normativa precisada en el acápite a) debe ser
rechazada. En el presente caso, primero, se verificó que la
demandante en su contrato primigenio y en los posteriores de
renovación, suscritos con su empleador, se presentan de manera
copulativa los elementos que exige la norma de cobertura
especifica, que regula los contratos de trabajo del régimen de
exportación de productos no tradicionales, a la que nos remite el
artículo 80 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº
728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral, aprobado por
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, en concreto al Decreto Ley Nº
22342 «Ley de Promoción de exportaciones no tradicionales»;
pero como no se cumplía con los requisitos ahí previstos, como
son la precisión del «a) contrato de exportación, orden de compra
o documentos que la origina »; y «b) el programa de producción de
exportación para satisfacer el contrato, orden de compra o
documento que origina la exportación» ; entonces lo segundo, fue
aplicar la norma general prevista en el artículo 77 del Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, que ampara la
desnaturalización de los contratos sujetos a modalidad, y se
consideran como uno a plazo indeterminado cuando se acredita la
simulación y el fraude en la contratación bajo un régimen especial;
por lo que, su tratamiento será uno común sujeto al régimen de la
actividad privada; por tanto, no se aprecia la aplicación indebida
de una disposición de cobertura general, ni la omisión de empleo
de otra de alcance especial; pues ambas fueron analizadas de
forma conjunta. Octavo.- Que, asimismo la denuncia a la norma
anotada en el acápite b) debe ser descartada. Esta posición se
sustenta en que, si bien es cierto, que en el artículo 32 inciso d) del
Decreto Ley Nº 22342, prevé que el contrato de trabajo sujeto al
régimen especial debe ser aprobado por la Autoridad Administrativa
de Trabajo; sin embargo, esa decisión no es incompatible con la
aplicación al presente caso de las normas de orden laboral, de
protección de los derechos del trabajador contemplados en el
Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, y considerar
desnaturalizado el vínculo laboral y comprenderlo dentro del
régimen común de la actividad privada; por cuanto la actuación y
decisión del Ministerio de Trabajo – entidad de la Administración
Pública – se desarrolla bajo el amparo de disposiciones de
naturaleza administrativa que protegen otros bienes jurídicos tales
como la correcta actuación de la función administrativa del Estado
y el procedimiento administrativo común desarrollados en las
entidades y los derechos e intereses de los administrados,
distintos a los derechos por el cual exige tutela la demandante, de
competencia exclusiva del órgano jurisdiccional, y que al interior
del proceso se enjuiciaron los contratos antes precisados, y se
declararon como no acordes con la realidad, ni el objeto para los
que fueron suscritos. Noveno.- Que, de igual manera, no es
admisible la causal prevista en el acápite c); por cuanto no se
aprecia de manera mínima afectación al valor normativo del
artículo 32 del Decreto Ley Nº 22342; debido a que conforme el
literal d), referido a que «los contratos se celebrarán cuantas
veces sea necesario», no se puede admitir que la prórroga del
primigenio acuerdo, se base en la existencia de nuevos
compromisos de exportación, sino que únicamente será por no
haber cumplido con la meta del programa para la exportación
contratada. Décimo.- Que, tampoco es válido el argumento de la
impugnante, en el sentido que el programa de producción genera
nuevos contratos de exportación; pues lo correcto es que «el
contrato de exportación genera un programa de producción», en el
que se aprecia una relación de género y especie, por lo que las
prórrogas del contrato de trabajo tienen como objeto cumplir con
las metas del programa y alcanzar la finalidad de la exportación.
Décimo Primero.- Que, finalmente no se puede admitir la
denuncia indicada en el acápite d), referida al apartamiento del
precedente vinculante, porque las sentencias del Tribunal
Constitucional a las que la recurrente hace acotación, no han sido
expedidas en los términos establecidos el artículo 40 de la Ley Nº
29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, a efectos que se posibilite
la revisión de la recurrida en sede casatoria; ni observan lo
dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional, que establece que las decisiones del
Tribunal Constitucional, constituyen precedente vinculante. Por las
razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 36º de la Ley Procesal del
Trabajo Nº 29497, en ejercicio de la facultad conferida por el
primer párrafo del artículo 37º de la anotada Ley: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a fojas mil
78943
veintiséis por la demandada Inca Tops Sociedad Anónima Abierta,
contra la sentencia de vista obrante a fojas novecientos treinta, de
fecha veintiséis de setiembre de dos mil catorce; en los seguidos
por doña Antolina Canaza Condori contra la recurrente sobre
Desnaturalización de Contrato y otro; ORDENARON la publicación
del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente:
Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ C-1392276-10
CAS. Nº 13539-2014 LIMA
Lima, catorce de Agosto de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación a folios doscientos noventa y
cinco, interpuesto por el demandante Luz del Sur Sociedad
Anónima Abierta, contra la sentencia de vista de fecha dos de
setiembre de dos mil trece, de folios doscientos sesenta y nueve,
que confirma la sentencia apelada de fecha veintiséis de octubre
de dos mil once, de folios ciento treinta y nueve, que declara
infundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder a
verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo
32 inciso 3 de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula el Proceso
Contencioso Administrativo, en concordancia con los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, conforme a las modificaciones
dispuestas por el artículo 1 de la Ley Nº 29364. Segundo: En tal
sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 32 inciso 3 de la Ley Nº 27584, así como en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria a los autos, el referido medio
impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) la impugnante presenta
su recurso de casación ante la Tercera Sala Especializada en lo
Contencioso Administrativo Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Lima, la cual emitió la resolución impugnada, ii)
tratándose de una resolución de segundo grado que pone fin al
proceso (sentencia de vista); iii) adjunta el arancel judicial
correspondiente, que obra a folios doscientos noventa y cuatro -
C. Asimismo, se verifica que el recurso ha sido interpuesto dentro
del plazo de ley, por lo que se cumple con los requisitos de
admisibilidad contenidos en la norma procesal antes citada.
Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de procedencia
contemplados en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, es de
verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el
inciso 1 del citado artículo, toda vez que la recurrente no consintió
la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, la
impugnó mediante su escrito de apelación a ciento cincuenta y
siete. Cuarto: Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto: Así, el
artículo 386 del precitado Código Procesal, precisa como causales
casatorias: a) La infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; y, b) El
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal
sentido, al amparo del artículo 386 del mencionado Código
Procesal, el recurrente denuncia la causal de Infracción
Normativa de los siguientes dispositivos legales: 1) Artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Refiere que la Sala
Superior emitió un fallo con motivación deficiente, al contener una
motivación aparente, ya que no cuenta con la consistencia
necesaria para arribar al resultado anotado; no existe congruencia
entre las premisas y las conclusiones; sin dejar de lado que se
evidencian errores, dado que no entiende a cabalidad cómo
ocurrieron los hechos, la interrupción y sobre todo la manera de
impedirlo, incurriendo en errores lógicos y falta de claridad en la
explicación de su razonamiento. 2) Artículo 1315 del Código
Civil. Sostiene que el citado dispositivo legal determina
explícitamente los requisitos que un evento debe cumplir para ser
considerado como caso fortuito o fuerza mayor; norma que ha sido
desnaturalizada por la Sala Superior al concluir que la interrupción
del servicio de energía eléctrica originado por la falla en las
instalaciones internas de un cliente (particular) no puede ser
considerado como un evento extraordinario, imprevisible e
irresistible para el recurrente; es decir, que según su criterio, el
impugnante sí tenía control respecto de la ocurrencia de este
hecho, pues es su obligación instalar un sistema de protección
que pueda operar selectivamente, de modo que producida la falla
interna en un predio, no se interrumpe el suministro a los demás
usuarios. 3) Artículo 88 de la Ley de Concesiones Eléctricas.
Alega que si bien la citada norma determina que la responsabilidad,
respecto del mantenimiento de las instalaciones particulares, es

78944 CASACIÓN
del usuario, la Sala afirma que era responsabilidad de Luz del Sur
Sociedad Anónima Abierta prevenir un hecho ocurrido en las redes
particulares y por ende no puede ser calificado como uno de
fuerza mayor. Además, precisa que la obligación de instalar un
sistema de protección en las instalaciones particulares del cliente,
es una obligación creada por la Sala Superior, lo que contraviene
el principio de legalidad, porque la Administración Pública sólo
puede declarar el derecho establecido en normas preexistentes y
no crear nuevos supuestos normativos mediante resoluciones a
través de las cuales se resuelven situaciones particulares. Por otro
lado, Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta no está en posición
legal para obligar a ningún usuario a comprar el equipamiento
necesario para evitar que sus fallas afecten nuestro sistema de
distribución dado que no tiene responsabilidad sobre las
instalaciones particulares de los clientes. 4) Artículos IV
numerales 1.1 y 1.2 del Título Preliminar, y 3 incisos 4 y 10 de
la Ley Nº 27444 - Ley del Procedimiento Administrativo
General. Afirma que la Sala Superior al convalidar la Resolución
de Gerencia General Organismo Supervisor de la Inversión en
Energía y Minería – OSINERGMIN Nº 620-2009-OS/GG vulneró lo
dispuesto en las normas citadas; al igual que OSINERGMIN, que
emitió una resolución que no se encuentra acorde a derecho,
creando obligaciones a Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta.
Finalmente, precisa su pedido casatorio como revocatorio.
Sétimo: La causal denunciada en el considerando precedente
debe ser desestimada, porque no obstante que el casante señala
de modo expreso cuáles son las disposiciones legales que, a su
criterio, se habrían infringido, los fundamentos que invoca no
demuestran la incidencia directa que tendrían sobre la decisión
final, teniendo en cuenta que los Jueces de mérito al resolver el
recurso de apelación por iguales motivos declararon infundada la
demanda, al determinar que constituye obligación de Luz del Sur
Sociedad Anónima Abierta conservar y mantener sus propias
obras e instalaciones en condiciones adecuadas para garantizar la
calidad del servicio de todos los usuarios, de modo que producida
una falla interna en un predio, no se interrumpa el suministro a los
demás usuarios de la misma red eléctrica, en atención a los
artículos 31 literal b) y 34 inciso c) de la Ley de Concesiones
Eléctricas - Ley Nº 25844 y la Resolución Ministerial Nº 366-2001-
EM/VME, que aprobó el Código Nacional de Electricidad. Octavo:
Ello es así, porque no resulta extraño ni raro que se puedan
producir fallas en las instalaciones eléctricas de los usuarios, sin
embargo, dada la especialidad de sus funciones se encuentra en
la situación de prever que las que se produzcan, concretamente,
que los desprendimientos de conductores o fase a tierra producido
en un predio determinado, no vayan a afectar a otros usuarios de
la red eléctrica. En consecuencia, el demandante no ha probado
que la interrupción del servicio eléctrico ocurrido el quince de junio
de dos mil nueve, en el distrito de Asia - Cañete, deba ser calificado
como un acontecimiento de fuerza mayor, provocado por el
desperfecto de las instalaciones internas del cliente (particular).
Noveno: Que, por otro lado, se debe precisar que tampoco existe
transgresión al derecho y deber del órgano jurisdiccional de
motivar las resoluciones judiciales, el que tiene como principio
básico, el de congruencia procesal, que exige la relación de
identidad entre la decisión y los puntos controvertidos, esto es, en
estricto la relación de correspondencia que debe haber entre los
que se pide y resuelve - en su dimensión objetiva, subjetiva y
fáctica -, por medio del cual se controla al órgano jurisdiccional,
que desde la perspectiva de la motivación interna y externa, haya
justificado el por qué emite una decisión en determinado sentido;
no obstante, mediante el examen de la corrección en la aplicación
de esa norma no se autoriza a cuestionar el criterio jurisdiccional
plasmado en la sentencia; por tanto, las alegaciones del recurrente
son inconsistentes. Décimo: En ese sentido, el recurso de
casación no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicables supletoriamente, para hacer operante este
medio impugnatorio. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo
388 del precitado Código Procesal, en ejercicio de la facultad
conferida por el artículo 392 del anotado Código: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a folios
doscientos noventa y cinco, interpuesto por el demandante Luz del
Sur Sociedad Anónima Abierta, contra la sentencia de vista
obrante a folios doscientos sesenta y nueve, de fecha dos de
setiembre de dos mil trece; en los seguidos contra el Organismo
Supervisor de la Inversión en Energía y Minería - OSINERGMIN,
sobre Proceso Contencioso Administrativo; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, LAMA MORE
C-1392276-11
CAS. Nº 13190-2014 LIMA
Lima, diez de Agosto de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto a folios doscientos cinco por la demandada Instituto
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la
Propiedad Intelectual - INDECOPI, contra la sentencia de vista de
fecha uno de setiembre de dos mil catorce de folios ciento sesenta
y ocho, que confirmando la sentencia apelada de folios ciento
trece de fecha trece de enero de dos mil catorce, declara fundada
en parte la demanda; para cuyo efecto se debe proceder a verificar
el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso
3 de la Ley Nº 27584, en concordancia con el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso (sentencia de vista); ii) se ha
interpuesto ante la Sala que emitió la resolución impugnada; iii)
fue interpuesto dentro del plazo de diez (10) días de notificada la
parte recurrente con la resolución impugnada; y iv) no adjunta
arancel judicial por concepto del recurso de casación, por estar
exonerado. Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, es
de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el
inciso 1 del citado artículo, toda vez que la entidad recurrente no
consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa,
lo impugnó mediante su escrito de apelación de folios ciento
treinta y seis. Cuarto: Asimismo, debe considerarse que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los numerales
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1.
Quinto: Así, el artículo 386 del precitado Código Procesal, precisa
como causales casatorias: a) La infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Sexto: En tal sentido, el recurrente al amparo del artículo
386 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
invoca la causal de Infracción normativa por interpretación
errónea de los artículos 114 numeral 114.2, 115 numeral 115.1
y 115.3 de la Ley General del Sistema Concursal, referidos al
trámite del recurso de apelación en sede concursal. Sostiene
que el Colegiado Superior interpreta incorrectamente las normas
descritas, al considerar que la Comisión de Procedimientos
Concursales no se encontraba facultada legalmente para emitir
pronunciamiento acerca de la procedencia o no del recurso de
apelación interpuesto por Inversiones Banco de Comercio
Sociedad Anónima - INVERPECO, y que en tal razón excediéndose
en sus funciones declaró la improcedencia liminar del citado
recurso impugnatorio; sin embargo, la aplicación correcta de los
artículos denunciados como infringidos, facultan legalmente a que
se verifiquen los requisitos de procedencia del recurso de
apelación, que implica que la Comisión en cuestión se pronuncie
sobre: (i) la identificación del vicio o error del acto recurrido, así
como, (ii) el agravio que produce la resolución impugnada. Agrega,
que la posición tomada por el Ad-quem limita las competencias de
la referida Comisión, como ente encargado de aplicar la legislación
vigente en materia concursal y, como consecuencia de ello, se
impediría la ejecución de una resolución válidamente emitida en
perjuicio del procedimiento concursal y de los demás acreedores
reconocidos en el procedimiento administrativo. Sétimo: En
cuanto a la causal denunciada precedentemente, debe ser
desestimada, toda vez que los fundamentos que sostienen la
norma supuestamente transgredida son similares en los que basó
los agravios de su escrito de apelación de folios ciento treinta y
seis, y que ahora nuevamente invoca; y por tanto fue materia de
pronunciamiento por la instancia de mérito, que estableció que la
entidad impugnante actuó excediéndose en sus facultades al
haber declarado la improcedencia liminar del recurso de apelación
interpuesto por la demandante, pues no basó su decisión en una
causal establecida por ley y menos aún en uso de sus atribuciones
legamente conferidas. Octavo: Ello es así, por cuanto el artículo
209 de la Ley Nº 27444, Ley de Procedimiento Administrativo
General dispone que el recurso de apelación deberá dirigirse a la
misma autoridad que expidió el acto que se impugna para que
ésta a su vez eleve lo actuado al superior jerárquico; asimismo, la
Ley Nº 27809, Ley del Sistema Concursal, en el artículo 114
establece los requisitos de procedencia del citado recurso
impugnatorio, mientras que en su artículo 115 numeral 115.3
precisa en cuanto al trámite del recurso en cuestión, que “(...),
debe sustentarse en diferente interpretación de pruebas
producidas o en cuestiones de derecho. Se presentan ante la
autoridad que expidió la resolución impugnada. Verificados los
requisitos establecidos en el presente artículo y en el Texto Único
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de Procedimientos Administrativos -TUPA, la Comisión concederá
la apelación y elevará los actuados a la segunda instancia
administrativa.”. De lo que se advierte, que las mencionadas
normas no autorizan al funcionario que emitió el acto impugnado a
calificar la admisibilidad o procedencia de la apelación presentada
por la empresa demandante. Noveno: Sin embargo, de la lectura
de la Resolución Nº 11687-2008/CCO-INDECOPI, de fecha veinte
de octubre de dos mil ocho2, se observa que la autoridad
administrativa declaró improcedente el antes mencionado recurso
de apelación, señalando que la decisión de no iniciar un
procedimiento sancionador contra la empresa S.G.L. Consulting
Sociedad Anónima Cerrada no produce ningún agravio en contra
del administrado que formuló la denuncia, y que ello constituía una
actuación de oficio, y por tanto no era susceptible de ser
impugnada; cuando la Comisión de Procedimientos Concursales
del INDECOPI, debió limitarse a verificar el cumplimiento de los
requisitos formales conforme así lo dispone la normatividad
especificada en el considerando anterior, sin emitir pronunciamiento
sobre la procedencia material del recurso, puesto que la norma
concursal no le facultaba para decidir ello. Décimo: De lo antes
expuesto, se colige que la Sala de mérito arribó adecuadamente al
confirmar la sentencia apelada, por lo que, no habiéndose incurrido
en vulneración de derecho o garantía alguna, o que se hayan
infringido normas de derecho material o procesal, es de estimar
como no cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente, para hacer operante este medio
impugnatorio. Por estas consideraciones: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a folios
doscientos cinco por la demandada Instituto Nacional de Defensa
de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
- INDECOPI, contra la sentencia de vista obrante a fojas ciento
sesenta y ocho, de fecha uno de setiembre de dos mil catorce; en
los seguidos por Inversiones Banco de Comercio Sociedad
Anónima - INVERPECO contra el Instituto Nacional de Defensa de
la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual –
INDECOPI, sobre Impugnación de Resolución Administrativa;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.-
Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI,
VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
De folios 14 del expediente administrativo.
C-1392276-12
CAS. Nº 13148-2014 LIMA
Lima, diez de agosto de dos mil quince.- I. VISTOS; con el
expediente administrativo como acompañado: El recurso de
casación interpuesto el diecinueve de agosto dos mil catorce,
obrante a fojas doscientos sesenta y uno, por la demandante doña
Giovanna Lucía Cuadros Manrique, contra la sentencia de vista
contenida en la resolución número diecinueve, de fecha
veinticuatro de enero de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
treinta, por la cual la Segunda Sala Especializada en lo
Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima, resolvió revocar la sentencia apelada contenida en la
resolución número catorce de fecha veintiséis de abril de dos mil
trece, de fojas ciento noventa y siete, que declaró fundada la
demanda incoada, con lo demás que contiene, y reformándola,
declararon infundada la demanda en todos sus extremos; en los
seguidos por la recurrente contra la Dirección General de Gobierno
Interior, Ministerio del Interior y doña Elsa Caren Castañeda
Cuadros, sobre Impugnación de Resolución Administrativa. II.
CONSIDERANDO: Primero: Se debe tener en cuenta el
cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y procedibilidad
previstos en los artículos 35 inciso 3 y 36 del Texto Único Ordenado
de la Ley Nº 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, en concordancia con el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de
aplicación a los procesos contenciosos administrativos; así,
verificados los requisitos de admisibilidad previstos en el
modificado artículo 387 del Código Adjetivo precitado, el referido
medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: a) se recurre una
sentencia expedido por una Sala Superior que, actuando como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso, b) se ha interpuesto
ante la Segunda Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; c) fue
interpuesto dentro del plazo de diez días de notificado con la
resolución impugnada; y, d) se ha cumplido con adjuntar el recibo
de la tasa respectiva por concepto de recurso de casación,
conforme al comprobante de fojas doscientos cincuenta y nueve.
Segundo: Antes del análisis de los requisitos de procedencia es
necesario precisar que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario1 de carácter formal y, que de acuerdo
a nuestro ordenamiento jurídico cuando se recurre en función
78945
nomofiláctica por control de derecho, sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o
de revaloración probatoria2, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia, conforme lo prevé el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en
ese sentido su fundamentación por parte del recurrente debe ser
clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son las
denuncias que configuran la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, o las precisiones respecto al apartamiento inmotivado
del precedente judicial, de conformidad con el artículo 388
numerales 2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364. Tercero: Por otro lado, el artículo
386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, determina las causales del recurso de casación, a
saber: 1) infracción normativa que incida directamente sobre la
decisión contenida en la resolución impugnada y, 2) apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Asimismo, el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, establece que son requisitos de procedencia: 1)
que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso, 2) describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
3) demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, y 4) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado. Quinto: En dicho contexto, se observa que no
es exigible a la parte recurrente, el presupuesto del artículo 388
numeral 1 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, en la medida que la sentencia de primera
instancia resultó favorable a sus intereses, siendo revocada por la
Sala de mérito. Sexto: Respecto del artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en
cuanto al sustento de su recurso, señala como causal del recurso
de su propósito la infracción normativa, de la siguiente manera:
6.1 Sostiene la parte recurrente que la resolución emitida por
Segunda Sala Permanente Especializada en lo Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, es
manifiestamente arbitraria, su decisión viola los requisitos
procesales señalados en la Directiva Nº 004-2009-IN-1501 V.C 12,
V.C 3; infringe los numerales 1.1, 1.2, 1.11 del artículo IV,
numerales 1, 2 y 4 del artículo 3, numerales 3 y 4 del artículo 5,
numerales 1, 2 y 4 del artículo 10 y numeral 2 del artículo 75 de la
Ley Nº 27444; el artículo 171 del Código Procesal Civil, vicio o
error que infringe el artículo 410 del Código Penal, concordante
con los numerales 2, 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución del
Estado, además impiden la correcta aplicación de la independencia
en el ejercicio de la función jurisdiccional, la debida motivación de
las resoluciones judiciales, sobre el particular existentes las
jurisprudencias casatorias Nº 3106-2001-Ucayali, Nº 1408-2001-
Lima y, Nº 4147-2001-Ica. Añade, que el recurso impugnatorio se
sustenta y se demuestra con la violación de la norma procesal,
legal y constitucional ya expuestas, vicio o error que le perjudica
incide directamente en la sentencia de primera instancia, porque
se otorga garantías personales contraviniendo los requisitos
señalados en la Directiva Nº 004 y otras leyes señaladas,
inaplicación que inciden directamente sobre la decisión
impugnada. 6.2 De la revisión del sustento de casación expuesto
por la parte recurrente, se advierte que el recurso incurre en
imprecisión y falta de claridad en la descripción de la infracción
normativa, ya que el mismo se avoca a una simple enumeración
de dispositivos legales (numerales 1.1, 1.2, 1.11 del artículo IV,
numerales 1, 2 y 4 del artículo 3, numerales 3 y 4 del artículo 5,
numerales 1, 2 y 4 del artículo 10 y numeral 2 del artículo 75 de la
Ley Nº 27444; el artículo 171 del Código Procesal Civil, vicio o
error que infringe el artículo 410 del Código Penal, concordante
con el numerales 2, 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución del
Estado); afirmando genéricamente la parte impugnante que, la
sentencia de vista violaría los artículos enunciados, sin un
desarrollo concreto y claro de las razones por las cuales se
materializarían la infracción o infracciones en la sentencia de vista;
asimismo, se advierte que se ciñe a una aseveración abstracta
respecto a que los vicios o errores le perjudicarían, sin describir a
qué yerros jurídicos haría alusión en concreto. En dicho contexto,
la enumeración de dispositivos legales sin un desarrollo específico
y, las aseveraciones genéricas sin relación al caso concreto, no
satisfacen la exigencia de precisión y claridad en la descripción de
la infracción normativa, acorde al presupuesto contenido en el
numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, razón por la cual el recurso así
planteado deviene en improcedente. III. DECISIÓN: Por estas
consideraciones, y conforme al artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, declararon:

78946 CASACIÓN
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto el diecinueve
de agosto dos mil catorce, obrante a fojas doscientos sesenta y
uno, por la demandante doña Giovanna Lucía Cuadros Manrique,
contra la sentencia de vista contenida en la resolución número
diecinueve, de fecha veinticuatro de enero de dos mil catorce,
obrante a fojas doscientos treinta; en los seguidos por doña
Giovanna Lucía Cuadros Manrique contra la Dirección General de
Gobierno Interior, Ministerio del Interior y doña Elsa Caren
Castañeda Cuadros, sobre Impugnación de Resolución
Administrativa; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Rueda Fernández.- SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO
1
“La casación no da lugar a un instancia, como sucede con las apelaciones de las
sentencias, pues precisamente existe contra las sentencias dictadas en segunda
por los tribunales superiores y que reúnan ciertos (...) . Se trata de un recurso
extraordinario, razón por la cual esta limitado a los casos en que la importancia del
litigio por su valor o su naturaleza lo justifica. Esa limitación tiene tres aspectos:
1) en cuanto a las sentencias que puedan ser objeto de él, pues sólo se otorga
para alguna de las dictadas por tribunales superiores en segunda instancia(...);
2) en cuanto a las causales que sirven para que estas sentencias puedan ser
revocadas o reformadas, que están taxativamente señaladas; y 3) en cuanto a
las facultades de la Corte en el examen y decisión del recurso, pues no puede
examinar errores de la sentencia que el recurrente no acuse ni por causales que
la ley no contemple...” En Devis Echandía, Hernando (1985) Teoría General del
Proceso. Editorial Universidad, Buenos Aires. Pp. 642-643
2
“No constituye, pues, una tercera instancia en al que puedan debatirse nuevamente
todas las cuestiones planteadas por las partes en el proceso y valorarse de nuevo
el material probatorio aportado a los autos, sino que, partiendo de los hechos
declarados probados en la sentencia recurrida, el tribunal de casación ha de
pronunciarse sobre la corrección de la solución jurídica que en ella se dio a la
cuestión de fondo, procediendo a casarla si se infringió la norma aplicable y a
resolver , en tal supuesto, lo que corresponda sobre el caso con arreglo a derecho.”
En Montero Aroca, Juan, Hernando (2009) El Recurso de Casación Civil. Tirant lo
blanch, Valencia. Pp. 575-576
C-1392276-13
CAS. Nº 13089-2014 CUSCO
Lima, cinco de agosto de dos mil quince.- I. VISTOS; con los
expedientes como acompañados: Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por Gilda Callañaupa Astete con
fecha veintiocho de agosto de dos mil catorce, obrante a fojas
cinco mil doscientos cuarenta y seis del expediente principal,
contra la sentencia de vista contenida en la resolución número
trescientos sesenta y uno, de fecha ocho de agosto de dos mil
catorce, obrante a fojas cinco mil doscientos ocho, emitido por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, en extremo
que declara fundada la demanda reconvencional interpuesta a
fojas ochenta y uno, interpuesta a fojas ochenta y uno por Samuel
Mendoza Gallegos, Francisco Guillen Béjar, Víctor Mendoza
Gallegos, Carlos Condori Béjar, Efraín Guillen Estrada, Silvestre
Salas Guadalupe y Basilia Celia Condori Huari, sobre nulidad de
título de propiedad e Infundada la demanda principal de fojas
veintiocho, interpuesta por Eduardo Callañaupa Béjar sobre
reivindicación y pago de frutos. II. CONSIDERANDO: Primero:
Requisitos de admisibilidad del recurso de casación. Se debe
tener en cuenta el cumplimiento de los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387º del Código Procesal Civil, artículo
modificado por el artículo 1º de la Ley Nº 29364, en el referido
medio impugnatorio, se cumple con ellos, a saber: i) se recurre
una sentencia expedida por una Sala Superior que pone fin al
proceso, ii) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la resolución
impugnada; iii) fue interpuesto dentro del plazo de diez días de
notificado el recurrente con la resolución impugnada; y, iv) se ha
adjuntado el recibo de la tasa respectiva por concepto de recurso
de casación. Segundo: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario1 de carácter formal y, que de
acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico cuando se recurre en
función nomofiláctica por control de derecho, sólo puede fundarse
en cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas
o de revaloración probatoria2, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia, conforme lo prevé el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en
ese sentido, su fundamentación por parte del recurrente debe ser
clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son las
denuncias que configuran la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, o las precisiones respecto al apartamiento inmotivado
del precedente judicial, de conformidad con el artículo 388
numerales 2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364. Tercero: Por otro lado, el artículo
386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, determina las causales del recurso de casación, a
saber: 1) infracción normativa que incida directamente sobre la
decisión contenida en la resolución impugnada y, 2) apartamiento
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Asimismo, el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, establece que son requisitos de procedencia: 1)
que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso, 2) describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
3) demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, y 4) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado. Quinto: En lo que atañe al requisito contenido
en el artículo 388º, numeral 1, del Código Procesal Civil, de autos
se tiene que por la sentencia de fecha uno de julio de dos mil trece,
obrante a fojas cuatro mil novecientos treinta y seis, se resolvió
declarar fundada la demanda de fojas veintiocho interpuesta por
Eduardo Callañaupa Béjar, sobre Reivindicación de tierras rústicas
y Pago de frutos en contra de Francisco Guillen Béjar, Moisés
Gamarra Aliaga, Samuel Mendoza Gallegos, Víctor Mendoza
Gallegos, Efraín Guillén Estrada, Bacilia Celia Condori Huari,
Raymundo Huillca Quispe, Isaías Barreto Valenzuela, Guadalupe
Teves Huamán, Carlos Condori Béjar, Martín Justiniani Quispe,
Aurelio Pumayali Carrasco, y Silvestre Salas Gallegos; en
consecuencia, a la impugnante, sucesora de la parte demandante,
no le es exigible lo prescrito en el artículo 388º, numeral 1, del
Código Procesal Civil. Sexto: En lo que atañe al requisito
contenido en el artículo 388º, numeral 2, del Código Procesal Civil,
la parte recurrente denuncia como causales: i) contravención de
normas que garantizan el derecho al debido proceso, ii)
vulneración del derecho a una tutela procesal efectiva, y iii)
inaplicación del artículo 949 del Código Civil. Séptimo: En lo
relativo a la causal de contravención de normas que garantizan
el derecho al debido proceso, la recurrente sostiene que la Sala
Superior: i) vulnera el derecho a un juez natural y el principio de
legalidad pues carecía de competencia para emitir pronunciamiento
sobre una pretensión que correspondía a la vía contencioso
administrativa, agrega que en el caso de autos el título de
propiedad Nº 6215 de fecha diecisiete de agosto de mil novecientos
noventa y cuatro, otorgado a favor de su padre era consecuencia
directa de un proceso administrativo tramitado por un órgano del
Estado, por ende si alguien pretendía impugnar a dicho
reconocimiento lo primero que debía haber hecho era oponerse a
esta titulación al interior de la propia institución hasta lograr una
respuesta afirmativa o negativa y luego recién acudir a la vía
judicial planteando la correspondiente demanda contenciosa
administrativa; así también refiere que los demandados plantean
una demanda reconvencional en la vía civil vulnerando
frontalmente el artículo 148 de la Constitución Política el Estado y
sin agotar la vía previa, no obstante, que en anteriores
oportunidades habían intentado varias acciones judiciales en la
vía contencioso administrativa con resultados adversos; sin
embrago, en este proceso sorprenden al órgano jurisdiccional y
logran que se acepte una demanda reconvencional vulnerando la
vía procesal establecida por ley, ii) emite pronunciamiento
respecto a una pretensión que había caducado, agrega que el
artículo 7 del Decreto Ley Nº 22747, establecía que las acciones
de contradicción de resoluciones administrativas ante el fuero
agrario solo podían ser interpuestas dentro de quince día útiles
computados a partir de la notificación de la resolución que agotaba
la vía administrativa; sin embargo, en el caso de autos ni se agotó
la vía administrativa ni mucho menos se interpuso la demanda de
contradicción de resolución de la administración dentro del plazo
de quince días, iii) incurre en error de incongruencia, sostiene que
la Sala de mérito revoca la sentencia de primera instancia, vale
decir, emite pronunciamiento de fondo, no obstante, que las tres
apelaciones interpuestas únicamente buscaban la nulidad de la
sentencia incurriendo en causal de incongruencia, en tanto, emite
un pronunciamiento más allá de lo que las partes habían solicitado
lo que afecta su derecho de defensa, y iv) vulnera el principio de
debida de valoración de la prueba, al respecto señala que se ha
realizado un razonamiento parcial, insostenible e ilegal sobre el
material probatorio aportado en autos, que el juzgador no ha
apreciado de manera adecuada (razonada e integral) la situación
del lugar donde se encuentran las parcelas adjudicadas a su señor
padre y materia de proceso dando lugar a una sentencia arbitraria,
limitada a un estudio y análisis parcial e indebido de lo actuado,
prescindiendo de una valoración legal e integral que hubiera
generado un resultado diferente en el proceso, y que es importante
diferenciar entre lo que es un resto arqueológico declarado
patrimonio monumental y el inmueble en el que se encuentran
dichos restos, siendo que en el caso de autos, la fortaleza de
Sacsayhuaman es diferente a las chacras y a las zonas urbanas
integrantes del parque que no tienen restos arqueológicos, por
ende el otorgamiento de un tratamiento similar a todas las áreas
del parque resulta atentatorio del derecho de propiedad de quienes
tienen sus títulos a su interior. Octavo: De lo expuesto se aprecia
que la recurrente no ha cumplido con describir con claridad y
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
precisión la infracción normativa que denuncia, en tanto, a lo que
atañe a las alegaciones recogidas en los puntos i), ii) y iii), se ha
limitado a exponer que la instancia de mérito carecía de
competencia para emitir pronunciamiento sobre una pretensión
que correspondía a la vía contencioso administrativa, que se ha
emitido una pretensión que había caducado, y que se incurre en
error de incongruencia, al emitir pronunciamiento de fondo, no
obstante, que las tres apelaciones interpuestas únicamente
buscaban la nulidad de la sentencia, sin expresar el sustento
fáctico y/o jurídico de las mismas y sin desarrollar de qué modo
cada una estás representan una vulneración a su derecho al
debido proceso en el caso en concreto. Asimismo, en lo que se
refiere al sustento anotado en el punto iv) la recurrente advierte
que la impugnante busca cuestionar el valor probatorio que la
instancia de mérito le ha otorgado al caudal probatorio, al indicar
que se ha realizado un razonamiento parcial, insostenible e ilegal
sobre el material probatorio aportado en autos; en ese sentido,
cabe reiterar que en nuestro ordenamiento jurídico, el recurso de
casación como medio de impugnación es de carácter especial,
permitiendo acceder a una Corte de Casación con cognición
específica para el cumplimiento de determinados fines, que en
nuestra legislación procesal civil son la adecuada aplicación del
derecho al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia, por lo que no se orienta
a reabrir el debate probatorio; en consecuencia, lo anotado
permite vislumbrar que el recurso de casación, no ha satisfecho el
requisito de procedibilidad establecido en el artículo 388º, numeral
2, del Código Procesal Civil, por lo que el mismo deviene en
improcedente. Noveno: En lo relativo a la causal vulneración
del derecho a una tutela procesal efectiva, la recurrente alega,
que su familia ha conducido los predios materia de proceso desde
sus ancestros, ha tramitado su titulación inclusive desde muchos
años antes que entrada en vigencia del Decreto Supremo Nº 06-
85, ha sido objeto de calificación y venta de un predio invadido por
los demandados malamente, han defendido ese predio por más
de veinte cinco años, y luego cuando acuden al Poder Judicial
buscando se tutele sus derechos, después de casi veinte años de
juicio reciben una respuesta injusta, ilegal ilógica que les pretende
dejar en el aire y con la obligación de pagar por los gastos
judiciales a quienes han actuado de tan mala fe con ellos. Décimo:
De lo expuesto se aprecia que la recurrente no ha cumplido con
describir con claridad y precisión la infracción normativa que
denuncia, pues se ha limitado a indicar una serie de alegaciones
sin precisar de qué manera ellas se vinculan con la supuesta
vulneración del derecho a una tutela procesal efectiva, en ese
sentido, cabe reiterar que si bien la modificatoria del artículo 386
del código adjetivo no requiere la identificación de la causal en la
formulación del recurso, señalando que éste se sustenta en
infracción normativa que incida en la decisión contenida en la
resolución impugnada; también, el artículo 388 del mismo código
exige en el numeral segundo como requisito de procedencia del
recurso, la descripción con claridad y precisión de la infracción
normativa, dicha exigencia procesal resulta ineludible pues
permite delimitar el objeto de pronunciamiento en razón de la
pretensión casatoria del recurrente, así como establecer si
realmente estamos ante una pretensión casatoria o ante una
pretensión de tercera instancia contrariando los fines de la
casación; lo anotado permite vislumbrar que el recurso de
casación, en este extremo, no ha satisfecho el requisito de
procedibilidad establecido en el artículo 388º, numeral 2, del
Código Procesal Civil, por lo que el mismo deviene en
improcedente. Undécimo: Finalmente, en lo que atañe a la
inaplicación del artículo 949 del Código Civil, la recurrente
sostiene que el referido artículo establece que la sola obligación
de enajenar un inmueble determinado hace al creedor propietario
de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario; sin
embargo, la sentencia de vista deja sin efecto una adjudicación
firme a través de la nulidad de un documento que no transmitía la
propiedad del bien. Duodécimo: De lo expuesto se aprecia que la
recurrente no ha cumplido con describir con claridad y precisión la
infracción normativa que denuncia, pues denuncia que se ha
inaplicado el artículo 949 del Código Civil; sin embargo, se ha
limitado a transcribir el dispositivo legal contenido en el citado
artículo y a afirmar que la sentencia de vista deja sin efecto una
adjudicación firme a través de la nulidad de un documento que no
transmitía la propiedad del bien, sin desarrollar y explicar de qué
modo lo resuelto por Sala de mérito infringiría el contenido
normativo del artículo 949 del Código Civil; lo anotado permite
vislumbrar que el recurso de casación, en este extremo, tampoco
ha satisfecho el requisito de procedibilidad establecido en el
artículo 388º, numeral 2, del Código Procesal Civil, por lo que el
mismo deviene en improcedente. III. DECISIÓN: Por estas
consideraciones, y conforme al artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Gilda
Callañaupa Astete con fecha veintiocho de agosto de dos mil
catorce, obrante a fojas cinco mil doscientos cuarenta y seis del
expediente principal, contra la sentencia de vista contenida en la
resolución número trescientos sesenta y uno, de fecha ocho de
agosto de dos mil catorce, obrante a fojas cinco mil doscientos
78947
ocho, emitido por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Cusco, en extremo que declara fundada la demanda
reconvencional interpuesta a fojas ochenta y uno; en los seguidos
por la Sucesión de Eduardo Callañaupa Bejar contra Francisco
Guilen Bejar y otros sobre Reivindicación y Pago de Frutos;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.
Juez Supremo Ponente: Rueda Fernández. SS. TELLO
GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
1
“La casación no da lugar a un instancia, como sucede con las apelaciones de las
sentencias, pues precisamente existe contra las sentencias dictadas en segunda
por los tribunales superiores y que reúnan ciertos (...) . Se trata de un recurso
extraordinario, razón por la cual esta limitado a los casos en que la importancia del
litigio por su valor o su naturaleza lo justifica. Esa limitación tiene tres aspectos:
1) en cuanto a las sentencias que puedan ser objeto de él, pues sólo se otorga
para alguna de las dictadas por tribunales superiores en segunda instancia(...);
2) en cuanto a las causales que sirven para que estas sentencias puedan ser
revocadas o reformadas, que están taxativamente señaladas; y 3) en cuanto a
las facultades de la Corte en el examen y decisión del recurso, pues no puede
examinar errores de la sentencia que el recurrente no acuse ni por causales que
la ley no contemple...” En Devis Echandía, Hernando (1985) Teoría General del
Proceso. Editorial Universidad, Buenos Aires. Pp. 642-643
2
“No constituye, pues, una tercera instancia en al que puedan debatirse nuevamente
todas las cuestiones planteadas por las partes en el proceso y valorarse de nuevo
el material probatorio aportado a los autos, sino que, partiendo de los hechos
declarados probados en la sentencia recurrida, el tribunal de casación ha de
pronunciarse sobre la corrección de la solución jurídica que en ella se dio a la
cuestión de fondo, procediendo a casarla si se infringió la norma aplicable y a
resolver , en tal supuesto, lo que corresponda sobre el caso con arreglo a derecho.”
En Montero Aroca, Juan, Hernando (2009) El Recurso de Casación Civil. Tirant lo
blanch, Valencia. Pp. 575-576
C-1392276-14
CAS. LAB. Nº 13028–2014 LA LIBERTAD
Lima, diecinueve de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por el demandado
NORSAC Sociedad Anónima, a folios mil ciento once, contra la
sentencia de vista obrante a folios novecientos ochenta y cuatro,
de fecha nueve de setiembre del dos mil catorce, que confirmando
la sentencia apelada de fecha veintiocho de noviembre de dos mil
trece, de folios ochocientos cuarenta y dos, declara fundada en
parte la demanda, con lo demás que contiene, para cuyo efecto se
debe proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
por los artículos 35 y 36 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal
del Trabajo. Segundo: En cuanto a los requisitos de admisibilidad,
el recurso de casación interpuesto por la parte emplazada, reúne
los requisitos de forma para su admisibilidad conforme a lo previsto
en el artículo 35 de la precitada Ley Nº 29497; esto es, que ha sido
interpuesto: i) contra la sentencia de vista expedida por la Primera
Sala Laboral de Trujillo de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece
la norma, según constancia de inconcurrencia para la notificación
de la sentencia, de fecha dieciséis de setiembre de dos mil
catorce, a folios mil diecisiete, e interpuso el escrito de casación el
treinta de setiembre del mismo año; y iv) adjunta tasa judicial por
concepto de recurso de casación, a folios mil ciento diez.
Habiéndose superado el examen de admisibilidad, corresponde a
continuación examinar si el recurso reúne los requisitos de
procedencia. Tercero: El artículo 36 de la Ley Nº 29497 – Nueva
Ley Procesal del Trabajo establece que constituyen requisitos de
procedencia del recurso: que el recurrente no hubiera consentido
previamente la resolución adversa de primera instancia, cuando
ésta fuere confirmada por la resolución objeto del recurso,
describiendo con claridad y precisión la infracción normativa o el
apartamiento de los precedentes vinculantes, demostrando la
incidencia directa de la infracción normativa sobre la decisión
impugnada, indicando si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Cuarto: Que, respecto al primer requisito de
procedencia, prevista en el inciso 1 del artículo 36 de la Ley Nº
29497, se debe tener en cuenta que la entidad recurrente cumple
con lo exigido en el citado artículo, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, lo impugnó
mediante escrito de apelación de folios novecientos veintiséis. Por
tanto, corresponde a continuación verificar el cumplimiento de los
requisitos establecidos en los incisos 2, 3 y 4 del dispositivo legal
acotado. Quinto: Antes del análisis de los requisitos de fondo
señalados ut supra, es necesario precisar que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria;
en ese sentido, la fundamentación por parte del recurrente debe
ser clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son
las denuncias que configuran las infracciones normativas
invocadas. Sexto: Que la parte recurrente, invocando los artículos

78948 CASACIÓN
34, y siguientes de la Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497,
denuncia la causal de Infracción normativa de los siguientes
dispositivos legales: a) Aplicación indebida de la Ley Nº 27626
e Inaplicación del artículo 4 del Decreto Supremo Nº 003-2002-
TR. Sostiene que el servicio de maquila, es una parte del proceso
productivo y que de acuerdo al Decreto Supremo Nº 003-2002-TR,
es susceptible de ser tercerizado con la finalidad que una empresa
contratista pueda desarrollar dichos servicios; tal como sucedió
con las empresas codemandadas. Por tal razón, refiere la empresa
impugnante, que resulta inadmisible que la Sala Laboral, al no
aplicar la norma antes citada y sus alcances, haya determinado
erróneamente que entre las empresas codemandadas no se ha
acreditado la existencia de tercerización de servicios, y que han
sido simples provisoras de personal, desconociendo los medios
de prueba presentados en autos. b) Inaplicación del artículo 23
numeral 23.2 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497
(carga de la prueba) y del principio del debido proceso.
Menciona que el Colegiado Superior al momento de emitir
sentencia no ha aplicado el principio del debido proceso, pues lo
resuelto no se condice con la realidad de los hechos, toda vez que
la recurrente y las otras empresas demandadas si aportaron
elementos suficientes, tales como los contratos de trabajo a plazo
determinado celebrados con el demandante, planilla electrónica,
boletas de pago y demás documentos, a efectos de demostrar que
el actor mantuvo únicamente vínculo laboral tanto con la empresa
Tejipol Sociedad Anónima Cerrada como con Palmas Plastic
Sociedad Anónima Cerrada. c) Inaplicación del plazo
prescriptorio de la Constitución Política del Estado de 1979, el
Código Civil, la Ley Nº 26513, Reglamento del Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728 y la Ley Nº 27022.
Alega la casante que celebraron con el accionante diversos
contratos a plazo determinado, los mismos que estuvieron
vigentes durante el período comprendido entre el veinte de febrero
de mil novecientos noventa y dos y el doce de marzo de mil
novecientos noventa y siete, en cuyo período la demandada
cumplió con cancelar los beneficios sociales respectivos; sin
embargo, el derecho a reclamar vía judicial por cualquier supuesto
adeudo de conceptos laborales ya habría prescrito en aplicación
de las normas laborales en comento, siendo extemporánea la
interposición de la presente demanda realizada el veintidós de
agosto de dos mil doce. d) Interpretación errónea del artículo 19
inciso j del Decreto Supremo Nº 001-97-TR, Ley de
Compensación por Tiempo de Servicios. Señala, que en
principio la citada norma define como alimentación principal al
desayuno, almuerzo o refrigerio de mediodía cuando lo sustituya,
y la cena o la comida; asimismo, refiere que se estableció en el
Convenio Individual de Movilidad y Refrigerio de fecha cuatro de
enero de dos mil ocho, reconocer a favor del trabajador un período
de descanso de diez minutos a fin de que sea utilizado para el
refrigerio a cargo de la empresa, dejándose expresa constancia
que este no sería considerado como alimentación principal y por lo
cual, no afectaría su naturaleza de remuneración no computable.
Sin embargo, alega que el Juzgado de Primera Instancia y la Sala
Superior Laboral, sin considerar lo expuesto, y sin cumplir con
valorar y analizar los medios de prueba presentados por la
empresa recurrente, concluyen que el refrigerio tiene carácter
remunerativo y por tanto lo integra dentro de la remuneración
computable, ocasionando un perjuicio a la impugnante; más aún si
no les corresponde asumir pagos entre el trece de marzo de mil
novecientos noventa y siete y el seis de enero de dos mil ocho, por
cuanto en dicho período no era empleadora del actor. e)
Aplicación indebida de los artículos 23 numeral 23.4 (carga de
la prueba) y 29 (presunción legal relativa) de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo Nº 29497, de los artículos 281 y 282 del
Código Procesal Civil, inaplicación del artículo 23.1 de la Ley
Nº 29497 y del artículo 5 de la Ley de Racionalización del
Sistema Tributario Nacional y Eliminación de Privilegio y
Sobrecostos del veintiuno de diciembre de mil novecientos
noventa y dos, e inaplicación del Principio del Debido
Proceso. Arguye que no le adeudan el pago de horas extras,
bonificación por trabajo nocturno y trabajo durante el día de
descanso semanal obligatorio y feriados por el período
comprendido entre el siete de enero de dos mil ocho y el diecinueve
de julio de dos mil doce; asimismo, indica que tampoco se
encuentran obligados a presentar sus registros anteriores a mil
novecientos noventa y siete, en tanto no era obligatorio y no
existen; agrega que en ningún momento obstaculizaron la
actividad probatoria, sino por el contrario cumplieron con exhibir
los documentos de prueba requeridos. f) Interpretación errónea
de los artículos 411 (costos) y 418 (procedencia de los costos)
del Código Procesal Civil. Indica que se establece el importe por
costos de manera excesiva y arbitraria, sin tener en consideración
la estructura legal que encierra el nuevo proceso laboral, dotado
de mayor celeridad y agilidad en el trámite del mismo, en virtud del
cual el despliegue profesional se habría reducido
considerablemente, en la medida que actualmente el proceso se
sujeta a las actuaciones procesales de conciliación y juzgamiento,
omitiéndose el engorroso y tedioso trámite procesal anterior que si
requería un mayor avocamiento profesional por parte de los
asesores legales colegiados; agrega que la parte demandante no
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
ha cumplido con adjuntar el recibo de honorarios cancelado así
como la Declaración de Pago del Impuesto a la Renta, requisitos
establecidos por las normas denunciadas. g) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial (horas extras). Refiere que
la instancia de mérito determina equívocamente que la empresa
recurrente no cumplió con presentar la documentación relacionada
con el tema de horas extras por todo el período demandado, pues
sí cumplió con las exhibiciones por el período comprendido entre
el siete de enero de dos mil ocho y el diecinueve de julio de dos mil
doce, y que por los primeros vínculos laborales comprendidos en
los años mil novecientos noventa y dos a mil novecientos noventa
y siete, por la antigüedad de los mismos ofrecieron medios de
prueba que acreditan que no adeudan suma alguna al demandante
por dicho concepto. Finalmente indica que su pedido casatorio es
revocatorio. Sétimo: Respecto a la causal invocada en el acápite
a), la impugnante denuncia la Aplicación Indebida de la Ley Nº
27626 en su conjunto, dispositivo legal que regula la actividad de
las empresas especiales de servicios y de las cooperativas de
trabajadores, sin especificar norma alguna que considere
pertinente al caso en concreto, no siendo posible sustentar esta
causal de manera genérica, sin individualizar el artículo que
considere de aplicación al presente proceso. Por otro lado
denuncia la Inaplicación del artículo 4 Decreto Supremo Nº
003-2002-TR, referido a la tercerización de servicios, sin embargo,
es pertinente señalar que de la revisión de la sentencia materia de
grado, se aprecia que el Colegiado Superior señaló las razones
por las cuales la tercerización de servicios se encuentra
desnaturalizado, toda vez que el servicio de maquila no se realizó
por un tercero con capacidad para ejecutar su prestación en forma
independiente, esto es, un tercero que ejecute los trabajos para la
principal, con capital, patrimonio, equipos, recursos, dirección
propia, autonomía técnica y asunción de riesgos propios. Siendo
así, corresponde declarar improcedentes las causales invocadas.
Octavo: En relación a las infracciones señaladas en los literales
b), d) y e), también deben ser desestimadas, toda vez que si bien
dichas causales versan sobre la carga de la prueba en el nuevo
proceso laboral, sin embargo, del análisis de la recurrida, se
verifica que no existe tal vicio, por el contrario, se advierte que, las
instancias de mérito coinciden en señalar que la tercerización de
servicios entre las empresas co-demandadas se encontraba
desnaturalizada, y por tanto los contratos suscritos entre el actor y
las demandadas Tejidos de Polipropileno – Tejipol Sociedad
Anónima Cerrada y Palmas Plastic Sociedad Anónima Cerrada,
resultaban inválidos, estableciéndose en consecuencia, como
única empleadora del demandante a NORSAC Sociedad Anónima,
constituyendo su relación laboral con esta última, una de
naturaleza indeterminada. De lo que se concluye, que los
argumentos expresados están dirigidos a cuestionar el criterio
asumido por el Colegiado Superior en relación a la valoración
probatoria efectuada. Noveno: Sobre la causal descrita en el
literal c), ésta es improcedente, toda vez que dicho agravio
mereció pronunciamiento de parte de las instancias de mérito, y
que ahora vuelva a invocar, que determinaron que el plazo
prescriptorio aplicable al caso sub litis, es de cuatro años,
computados a partir del día siguiente de producido el cese, según
lo previsto en el artículo 1 de la Ley Nº 27321; y habiéndose
determinado en autos que la contratación del actor es uno de
naturaleza indeterminada, se tiene que la fecha de inicio de la
prestación de servicios es del veinte de febrero de mil novecientos
noventa y dos hasta la fecha de cese, el diecinueve de julio de dos
mil doce, y considerando que la presente demanda se interpuso el
veintidós de agosto de dos mil doce su ejercicio se efectuó en
tiempo hábil. Décimo: En relación a la causal descrita en el
acápite f), debe ser desestimada, pues el Colegiado Superior ha
sustentado su decisión en causas razonables, para establecer la
suma de cinco mil nuevos soles por concepto de honorarios
profesionales, esto es, acorde con la naturaleza, complejidad y
duración del proceso, así como, se tuvo en cuenta la participación
activa y contínua efectuada por el abogado defensor del
demandante; encontrándose por tanto dicho monto fijado dentro
de los estándares de razonabilidad y proporcionalidad. Undécimo:
Respecto a la última causal g), apartamiento inmotivado del
precedente judicial, este extremo deviene en improcedente, por
cuanto no se encuentra acreditado que el Pleno Jurisdiccional así
como las sentencias que invoca, constituyan precedentes
vinculantes conforme lo prevé el artículo 40 de la Ley Nº 29497,
Nueva Ley Procesal del Trabajo, máxime si tampoco se ha
cumplido con demostrar la incidencia que tendría sobre la decisión
impugnada. Duodécimo: Por lo demás, si bien el derecho de
acceso a los recursos o a recurrir las resoluciones judiciales, es
una manifestación implícita del derecho fundamental a la pluralidad
de la instancia el cual, a su vez, forma parte del derecho
fundamental al debido proceso, ésta no debe ser utilizada de
manera irrestricta. Por tanto, al no haberse acreditado el
cumplimiento de los requisitos previstos en los incisos 2 y 3 del
artículo 36 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497, las
causales invocadas en el recurso de casación propuesto deben
ser desestimadas. En consecuencia, y de conformidad con las
facultades previstas en el artículo 37 de la Nueva Ley Procesal del
Trabajo, Ley Nº 29497: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de casación interpuesto a folios mil ciento once por el demandado
NORSAC Sociedad Anónima, contra la sentencia de vista obrante
a folios novecientos ochenta y cuatro, de fecha nueve de setiembre
del dos mil catorce; en los seguidos por Heder Manuel Sandoval
Rodríguez contra el recurrente y otros, sobre Pago de Beneficios
Sociales; ORDENARON la publicación del texto de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, de conformidad con el
artículo 41 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo; y
los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-15
CAS. LAB. Nº 12838-2014 TACNA
Lima, diecisiete de junio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, es materia de
pronunciamiento el recurso de casación interpuesto por Rubén
Mario Cutipa Villalba, de fecha veintinueve de setiembre de dos
mil catorce, obrante a fojas trescientos setenta, contra la sentencia
de vista de fecha diecisiete de setiembre de dos mil catorce,
corriente a fojas trescientos cuarenta y seis, expedida por la Sala
Laboral Permanente de la Corte Superior de Justicia de Tacna,
que confirmando la sentencia apelada de fecha veinticuatro
de junio de dos mil catorce declara fundada la excepción de
caducidad deducida por la demandada y, en consecuencia, nulo
todo lo actuado, por concluido el proceso; recurso que cumple
con los requisitos de admisibilidad, por ello se debe proceder a
calificar los requisitos de procedencia conforme a lo previsto en la
Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 29497. Segundo.- Como
fundamentos del recurso, el recurrente invoca: a) la infracción
normativa por inaplicación de los artículos 1996 inciso 3, y 1998
del Código Civil; y, b) la infracción normativa por inaplicación
de los principios pro actione, tutela jurisdiccional efectiva y pro
operario. Tercero.- Que, antes del análisis de los requisitos de
fondo, es necesario precisar que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento de los precedentes vinculantes dictados, sea por
el Tribunal Constitucional o por la Corte Suprema de Justicia
de la República. Cuarto.- En cuanto a la causal de infracción
normativa por inaplicación de los artículos 1996 inciso 3,
y 1998 del Código Civil, señala que estos artículos regulan la
interrupción y reanudación del plazo de prescripción, los cuales
debieron ser tomados en cuenta por las instancias de mérito
para reconocer su pedido de reposición a su centro de trabajo,
derecho que se encuentra consagrado por la Constitución Política
del Estado. Quinto.- Sobre la causal descrita, debemos señalar
que no reúne los requisitos de procedencia contenidos en los
numerales 2 y 3 del artículo 36 de la Nueva Ley Procesal del
Trabajo Nº 29497, debido a que no se verifica la expresión clara
y precisa de la supuesta infracción que alega, ni demuestran la
incidencia directa sobre la decisión impugnada; por el contrario,
se puede verificar que lo pretendido por el recurrente es que a
través de una nueva revisión de los hechos se determine la
interrupción de la caducidad, lo cual no resulta procedente, ya que
conforme señala la Sala de mérito, el artículo 2005 del Código
Civil la caducidad no admite interrupción ni suspensión, salvo la
excepción a que se contrae la parte final del citado artículo, es
decir cuando sea imposible reclamar ante un Tribunal peruano.
En ese sentido, debe declararse improcedente este extremo del
recurso. Sexto.- En cuanto a la causal de infracción normativa
de los principios pro actione, tutela jurisdiccional efectiva
y pro operario, alega que al haber interpuesto inicialmente una
demanda de amparo, el presente proceso debe entenderse como
una adecuación de su demanda a la vía abreviada laboral, toda
vez que al declararse improcedente el proceso primigenio se dejó
a salvo el derecho de recurrir a la tutela jurisdiccional efectiva; más
aún, si en el desarrollo de sus labores se encuentra demostrado
la existencia de una relación laboral, por la concurrencia de los
elementos esenciales de un contrato de trabajo y también por la
desnaturalización de la tercerización; razón por la cual, además
sostiene que se debieron aplicar los principios denunciados a fin
de cautelar sus derechos. Sétimo.- Como se advierte, lo descrito
incumple con los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 36 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497, toda
vez que sus alegaciones no precisan de forma clara la supuesta
infracción, así como tampoco demuestran la incidencia directa
sobre la decisión cuestionada, denotando una argumentación
sustentada en cuestionamientos fácticos y de revaloración
probatoria, más no, su intención de denunciar algún error de
derecho cometida en sede de instancia; por lo que devienen en
improcedentes. Máxime si, puede verificarse que la sentencia
de vista contiene las valoraciones esenciales y determinantes
que sustentan la decisión de confirmar la resolución apelada
que declara la caducidad del derecho de reposición. Por los
fundamentos expuestos y en uso de las facultades previstas en el
78949
artículo 37 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 29497,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Rubén Mario Cutipa Villalba, de fecha veintinueve de
setiembre del dos mil catorce, obrante a fojas trescientos setenta,
contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de setiembre de
dos mil catorce, corriente a fojas trescientos cuarenta y seis;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por
Rubén Mario Cutipa Villalba contra la Entidad Prestadora de
Servicios de Saneamiento Tacna Sociedad Anónima - EPS Tacna
S.A. y otros, sobre Reposición; y los devolvieron. Juez Supremo
Ponente Vinatea Medina.- SS. TELLO GILARDI, VINATEA
MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-16
CAS. 12747-2014 LIMA
Lima, treinta y uno de Julio de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto a folios
trescientos cuarenta y tres por la demandante, Procuradora
Pública Municipal de la Municipalidad Distrital de San Isidro,
contra la sentencia de vista obrante a folios trescientos veintiséis,
de fecha diez de julio de dos mil catorce, que confirmando la
sentencia de primera instancia, de folios doscientos ochenta y
dos, de fecha veintiuno de agosto de dos mil trece, declara
improcedente la demanda; por lo que, corresponde examinar los
requisitos de admisibilidad y procedencia de acuerdo con el
artículo 36 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584, Ley que
regula el proceso contencioso administrativo, aprobado por el
Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS, del proceso contencioso
administrativo –, y con lo dispuesto en los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por la Ley Nº 29364, aplicables
supletoriamente. Segundo.- Que, se verifica que el recurso
cumple con los requisitos para su admisibilidad, previstos en los
artículos 35 numeral 3, inciso 3.1 del Texto Único Ordenado del
proceso contencioso administrativo, y 387, numerales 1, 2, 3 y 4
del Código Procesal Civil y su modificatoria; toda vez que ha sido
interpuesto de la siguiente forma: i) contra la sentencia de vista
expedida por la Cuarta Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, que como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso
(sentencia de vista); ii) ante la instancia que emitió la sentencia
que se impugna; iii) dentro del plazo que establece la norma, ya
que la recurrente fue notificada el veinte de agosto de dos mil
catorce, conforme se aprecia de la cedula de notificación de folios
trescientos treinta y uno, e interpuso el recurso de casación el tres
de setiembre de dos mil catorce; y iv) al tratarse de un Gobierno
Local, esta exonerado del pago del arancel judicial por la
interposición del presente recurso, conforme lo dispone el artículo
24, inciso g) del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial. Tercero.- Que, el recurso cumple con el requisito
de procedencia previsto en el artículo 388 numeral 1 del Código
Procesal Civil, modificado ro la Ley Nº 29364, toda vez que la
impugnante no consintió la sentencia de primera instancia que le
fue adversa a sus intereses, e interpuso el recurso de apelación,
conforme se aprecia del escrito de folios doscientos noventa y
ocho. Cuarto.- Que, el artículo 388 numerales 2 y 3 del acotado
Código Procesal, establecen que constituyen requisitos de
procedencia del recurso, la descripción clara y precisa de la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial, así
como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada; para satisfacer ese propósito la
fundamentación de la infracción normativa denunciada por el
recurrente debe observar y respetar las exigencias técnicas para
presentar este recurso, por lo que es responsabilidad del
impugnante no solo precisar la causal, sino también fundamentar
la infracción y su importancia o incidencia respecto de la decisión
de la resolución que cuestiona. Quinto.- Que, en ese sentido, la
recurrente denuncia la causal de Infracción normativa del
artículo 148 de la Constitución Política del Estado; artículos 1,
3, y 4 inciso 1 del Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS, que
aprueba el Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584, Ley que
regula el Proceso Contencioso Administrativo, modificado
por el Decreto Legislativo Nº 1067; las Ordenanzas Números
312-MML, 950-MML y 1328-MML, normas que tienen rango de
ley conforme al artículo 200 numeral 4 de la Constitución
Política del Perú, y el Decreto de Alcaldía Nº012-2006-ALC/
MSI. Sostiene que en este proceso ha demandado la nulidad del
informe técnico de verificación de parte, elaborado por un
Ingeniero Civil, que fue presentado en el expediente administrativo
Nº 261824, en el cual el administrado, al amparo de la Ley Nº
27157 – Ley de regularización de edificaciones del procedimiento
para la declaración de fábrica y del régimen de unidades
inmobiliarias de propiedad exclusiva y común, solicitó el cambio
de uso de vivienda unifamiliar a oficinas, del inmueble ubicado en
la calle Los Laureles números 391, 395 y 399, Lote 12,
Urbanización Country Club, San Isidro, inscrito en la Partida Nº.
46681800, del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Lima y Callao; y que más adelante generó la indebida
inscripción registral vía regularización de la ampliación y

78950 CASACIÓN
remodelación de la fábrica del referido inmueble, pues contraviene
la disposiciones urbanísticas y de zonificación. Finalmente,
precisa que su pretensión casatoria es anulatoria. Sexto.- Que,
antes de analizar el recurso, se debe precisar que la demandante
promovió este proceso contencioso administrativo para que se «
declare la nulidad del informe técnico de verificación elaborado por
un Ingeniero Civil, contenido en el título “Nº 2010-000778589” del
tomo diario “0492”, presentado el diecinueve de octubre de dos mil
diez, que sustenta la ampliación y remodelación de la declaratoria
de fábrica del predio ubicado en la calle Los Laureles números
391, 395 y 399, Lote 12, Urbanización Country Club, San Isidro.
Sétimo.- Que, asimismo se debe tener en cuenta que un «acto
administrativo» es una declaración unilateral de voluntad –
“decisión” – efectuada por un órgano de la Administración Pública,
que puede estar contenido en una resolución administrativa o en
cualquier otro documento, y con efecto frente a terceros, dictada
en el ejercicio de una potestad administrativa, destinada a crear,
modificar o extinguir una relación jurídica administrativa, y que
produce efectos directos y concretos sobre los intereses,
obligaciones, expectativas o derechos de un administrado
determinado o de varios, conforme a lo establecido en el artículo 1
numeral 1.1 de la Ley del Procedimiento Administrativo General.
Octavo.- Que, con base a lo antes expuesto, las infracciones
normativas descritas en el quinto considerando de la presente
resolución, deben ser rechazadas. Ello es así, porque « el informe
técnico de verificación de parte, elaborado por un ingeniero civil »
que sustenta la ampliación y remodelación de la declaratoria de
fábrica del predio del administrado, cuya nulidad se pretende, no
es un acto administrativo, sino un documento privado, y por tanto,
no puede ser cuestionado en la vía judicial, en el que se realiza el
control jurisdiccional de los actos administrativos. En ese sentido,
los agravios denunciados no tienen incidencia con la decisión que
se cuestiona, que declaró improcedente la demanda; y por el
contrarío, solo revelan un desconocimiento manifiesto de lo que es
objeto del proceso contencioso administrativo, y de las actuaciones
impugnables, conforme a lo previsto en los artículos 3 y 4 del Texto
Único Ordenado de la Ley Nº 27584, Ley que regula el Proceso
Contencioso Administrativo. Por estas consideraciones, al no
haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en ejercicio de
la facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a
fojas trescientos cuarenta y tres por la demandante, Procuradora
Pública Municipal de la demandante Municipalidad Distrital de San
Isidro, contra la sentencia de vista obrante a folios trescientos
veintiséis, de fecha diez de julio de dos mil catorce; en los seguidos
por la Municipalidad Distrital de San Isidro contra Hsues Chyr Liao
Liao sobre Proceso Contencioso Administrativo; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ C-1392276-17
CAS. Nº 12667-2014 LIMA
Lima, treinta de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandante Constructora e Inmobiliaria Jovial
Sociedad Anónima a folios ciento ochenta y ocho, contra la
sentencia de vista de fecha catorce de julio de dos mil catorce
de folios ciento setenta y dos, que confirmando la apelada de
folios ochenta y cuatro de fecha tres de octubre de dos mil doce,
declara infundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder
a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº 27584, en concordancia con el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso (sentencia de vista); ii) se ha
interpuesto ante la Sala que emitió la resolución impugnada; iii)
fue interpuesto dentro del plazo de diez(10) días de notificada la
parte recurrente con la resolución impugnada; y iv) adjunta arancel
judicial por concepto del recurso de casación, a folios ciento
ochenta y siete. Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, es
de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el
inciso 1 del citado artículo, toda vez que la empresa recurrente no
consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa,
lo impugnó mediante su escrito de apelación de folios noventa y
nueve. Cuarto: Asimismo, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de
manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su
modificatoria1. Quinto: Así, el artículo 386 del precitado Código
Procesal, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Sexto: En tal sentido, el demandante invoca
la causal de: Infracción normativa del artículo 139 inciso 3
de la Constitución Política del Estado; artículos 121, 197
y artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
Sostiene que no obstante los pronunciamientos favorables al
cambio de zonificación Residencial de Densidad Alta a Comercio
Metropolitano solicitado por la recurrente, la Municipalidad
Metropolitana de Lima de manera inexplicable mediante Informe
Nº 0057-2009-MML-IMP-DE-DG, y sin sustento técnico apropiado
ha determinado que su pedido resultaba improcedente; asimismo,
la Sala Superior se ha limitado a repetir los fundamentos de la
Municipalidad; por lo tanto, no cumplió con realizar una adecuada
motivación y valoración de los hechos, afectándose su derecho
a la debida motivación de resoluciones judiciales. Finalmente
indica que su pedido casatorio es anulatorio. Sétimo: En cuanto
a la causal denunciada precedentemente, debe ser desestimada,
toda vez que los fundamentos que sostienen las normas
supuestamente transgredidas referidas al derecho al debido
proceso, tutela jurisdiccional efectiva, a la debida motivación de
resoluciones, y a la valoración de la prueba, son similares en los
que basó los agravios de su escrito de apelación de folios noventa
y nueve, y que ahora nuevamente invoca; y por tanto fue materia
de pronunciamiento por la instancia de mérito, que estableció que
al haberse emitido opinión desfavorable al cambio de zonificación
a Comercio Zonal CZ para el predio de su propiedad ubicado en
el Jirón Cápac Yupanqui Nº 1639 y 1641, del distrito de Lince,
con la finalidad de continuar con el funcionamiento de un taller
de confecciones de la Empresa Gorak Sociedad Anónima, no
correspondía otorgar lo solicitado por el recurrente, al ser una
zona residencial. Octavo: Ello es así, por cuanto si bien existe
un primer informe favorable2 para el cambio de zonificación de
Residencial de Densidad Alta a Comercio Zonal; sin embargo, la
entidad edil mediante Informe Nº 0057-09-MML-IMP-DE-DGP3
sostiene que en vista de los Planos de Zonificación del Distrito
de Lince y Lima Metropolitana, debe declararse improcedente
el pedido, dado que los lotes aledaños tienen principalmente
uso familiar y multifamiliar, y que las actividades de producción
de prendas de vestir a nivel industrial no son compatibles con
el entorno residencial de la zona, más aún si desde el año mil
novecientos noventa y uno hasta la fecha el área donde se ubica el
predio en cuestión ha tenido zonificación Residencial de Densidad
Alta. Noveno: De lo que se concluye que el uso predominante
del sector en el que se ubica el citado inmueble es el residencial,
más aún si tanto la declaratoria de fábrica como la licencia de obra
señalan que la edificación es de uso comercial. Por tanto, la Sala
de mérito se pronunció correctamente al confirmar la sentencia
apelada; por lo que, no habiéndose incurrido en vulneración de
derecho o garantía alguna, o que se hayan infringido normas de
derecho material o procesal, es de estimar como no cumplidos
los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente, para hacer operante este medio impugnatorio.
Por estas consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la demandante Constructora
e Inmobiliaria Jovial Sociedad Anónima a folios ciento ochenta y
ocho, contra la sentencia de vista de fecha catorce de julio de
dos mil catorce de folios ciento setenta y dos; en los seguidos
por Constructora e Inmobiliaria Jovial Sociedad Anónima contra la
Municipalidad Metropolitana de Lima, sobre Acción Contencioso
Administrativa; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
Informe Técnico Nº 064-2009-CIS, de fecha 24 de junio de 2009, emitido por la
División de Planeamiento de la Municipalidad Metropolitana de Lima, de folios 334
del expediente administrativo.
3
De fecha 04 de setiembre de 2009, a folios 342 del expediente administrativo.
C-1392276-18
CAS. Nº 12652-2014 LIMA
Lima, treinta de Julio de dos mil quince.- VISTOS: con el
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandante Empresa de Distribución Eléctrica
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de Lima Norte Sociedad Anónima Abierta – EDELNOR S.A.A. a
folios ochocientos once, contra la sentencia de vista de folios
setecientos ochenta y uno, del tres de junio de dos mil catorce,
para cuyo efecto se debe proceder a calificar si dicho recurso
cumple con los requisitos de admisibilidad y procedencia,
conforme a lo prescrito en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, artículos modificados por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria, concordante con lo dispuesto en
el numeral 3.1 del inciso 3 del artículo 32 de la Ley Nº 27584.
Segundo: Siendo ello así, se verifica que el presente recurso
impugnatorio cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil y su
modificatoria; toda vez que ha sido interpuesto: i) contra la
sentencia de vista expedida por la Primera Sala Especializada en
lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece la
norma, ya que el recurrente fue notificado el veintiséis de junio de
dos mil catorce, conforme se corrobora del cargo de folios
setecientos noventa y seis, e interpuso el escrito de casación el
diez de julio del mismo año; y iv) adjunta arancel judicial por
concepto de recurso de casación a folios ochocientos veinte.
Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de procedencia
contemplados en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, es de verse que el recurso de
casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo,
toda vez que el recurrente no consintió la sentencia de primera
instancia, pues al serle adversa, lo impugnó mediante su escrito
de apelación de folios seiscientos noventa y uno. Cuarto:
Asimismo, debe considerarse que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el
artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, precisa como causales casatorias: a) La
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal sentido, el
recurrente invoca como causal casatoria, la Infracción normativa
por aplicación indebida del inciso 1 del artículo 2001 del
Código Civil; Sostiene que la Sala Superior desconoce el tipo de
relación jurídica que existe entre la usuaria y la recurrente, siendo
esta una relación de consumo, en donde aquella es una
consumidora del servicio público (electricidad), y por tanto, se
encuentra dentro del ámbito de los consumidores en general,
afectando a las disposiciones legales existentes sobre la materia;
siendo el plazo aplicable para los reclamos por devoluciones de
pagos en exceso en el servicio público de electricidad de un (1),
año en virtud a lo previsto en el artículo 29 de la Ley de Protección
al Consumidor aprobada por Decreto Legislativo Nº 716; y en tal
razón, no existe vacío normativo para que la Sala erróneamente
aplique de forma general lo establecido en el inciso 1 del artículo
2001 del Código, por lo que considera que la recurrida debe ser
revocada. Finalmente indica que su pedido casatorio es
revocatorio. Sétimo: La causal denunciada descrita en el
considerando precedente debe ser desestimada, toda vez que
los fundamentos que sostienen las normas supuestamente
transgredidas son similares en los que basó los agravios de su
escrito de apelación de folios seiscientos noventa y uno, y que
ahora nuevamente invoca; y por tanto fue materia de
pronunciamiento por la instancia de mérito, que estableció, que
existe una norma especial que regula el derecho de los usuarios a
solicitar el reintegro de los pagos realizados en exceso por errores
de medición o facturación. Octavo: En ese sentido, del contenido
del artículo 29 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo
Nº 716, Ley de Protección al Consumidor, que establece: “los
pagos hechos en exceso del precio estipulado son recuperables
por el consumidor y devengarán hasta su devolución al máximo de
los intereses compensatorios y moratorios que se hubieran
pactado, y en su defecto el interés legal. La acción para solicitar la
devolución de estos pagos, prescribe en un (1) año contado a
partir de la fecha en que tuvo lugar el pago”; se observa que el
supuesto que dicha norma regula está referido específicamente al
plazo para solicitar la devolución de aquellos pagos efectuados en
exceso respecto de un “precio estipulado”, esto es, respecto a un
precio debidamente concertado, convenido o acordado; que no es
el caso de autos, en el que se encuentra en discusión el exceso
pagado por el usuario a consecuencia de la incorrecta facturación
de potencia contratada del período comprendido de octubre de mil
novecientos noventa y siete hasta mayo de dos mil, realizada por
la empresa recurrente en el Suministro Nº 0470595, toda vez que
78951
se aplicó cargo por potencia de 25.00 KW, cuando lo que había
convenido con la impugnante fue la opción tarifaria BT4, bajo
modalidad de potencia de 5.27 KW como valor facturable.
Noveno: En tal contexto, el artículo 92 de la Ley de Concesiones
Eléctricas aprobada por Decreto Ley Nº 25844, regula con carácter
especial, el derecho de los usuarios del servicio de electricidad
para exigir la devolución de lo pagado en exceso, cuando sean
producidos por la falta de una adecuada medición o por errores en
la facturación, supuesto al que le resultan de aplicación supletoria
las disposiciones del Código Civil, y en el caso específico, el
establecido en el inciso 1 del artículo 2001, que dispone que el
plazo prescriptorio para interponer la acción personal es de diez
(10) años, en atención a que el derecho de reintegro a favor del
usuario tiene la naturaleza de acción personal, por cuanto se
origina de una relación obligacional que se deriva de la prestación
del servicio de energía eléctrica. De lo que se concluye, que no se
acredita la vulneración de derecho o garantía alguna, o que se
hayan aplicado incorrectamente normas de derecho material o
procesal, habiendo el Colegiado Superior emitido con acierto la
sentencia impugnada, desestimando la presente demanda. Por
estas consideraciones, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo
392 del anotado Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto a fojas ochocientos once por la
demandante Empresa de Distribución Eléctrica de Lima Norte
Sociedad Anónima Abierta – EDELNOR S.A.A. a folios ochocientos
once, contra la sentencia de vista obrante a folios setecientos
ochenta y uno, del tres de junio de dos mil catorce; en los seguidos
contra el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y
Minería – OSINERGMIN y otro, sobre Proceso Contencioso
Administrativo; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a
ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi.
SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES
PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392276-19
CAS. Nº 12563-2014 LIMA
Lima, siete de Agosto de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto a folios trescientos cuarenta y dos, por la Procuradora
Pública Adjunta de la Procuraduría Pública Adjunta a cargo de los
Asuntos Judiciales del Instituto Nacional Penitenciario - INPE,
contra la sentencia de vista obrante a folios trescientos treinta y
uno, de fecha doce de setiembre de dos mil trece, que confirmando
la sentencia apelada del veintiséis de agosto de dos mil once, de
folios doscientos ochenta y ocho, declara infundada la demanda;
para cuyo efecto se debe proceder a verificar el cumplimiento de
los requisitos previstos en el artículo 32, inciso 3 de la Ley Nº
27584 - Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo,
en concordancia con los artículos 387 y 388 del Código Procesal
Civil, conforme a las modificaciones dispuestas por el artículo 1 de
la Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 32, inciso 3 de
la Ley Nº 27584, así como en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) el impugnante presenta su recurso de casación
ante la Segunda Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual
emitió la resolución impugnada, ii) tratándose de una resolución
de segundo grado que pone fin al proceso (sentencia de vista); iii)
no adjunta el arancel judicial correspondiente al encontrarse
exonerado. Asimismo, se verifica que el recurso ha sido interpuesto
dentro del plazo de ley, por lo que se cumple con los requisitos de
admisibilidad contenidos en la norma procesal antes citada.
Tercero: Que, en cuanto a los requisitos de procedencia
contemplados en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, se debe tener en cuenta que el
recurrente no consintió la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, conforme se aprecia del escrito de apelación obrante
a folios doscientos noventa y ocho, por lo que satisface el requisito
de procedencia a que se refiere el inciso 1 del artículo 388 del
mencionado Código Procesal. Cuarto: Que, debe considerarse
que el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario
de carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa

78952 CASACIÓN
de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con
lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria. Quinto: Así, el artículo 386 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Sexto: Que, en cuanto a la sustentación del
recurso de casación, la parte recurrente, invocando el artículo 386
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
denuncia la causal de Infracción Normativa de los siguientes
artículos: 39 y 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú.
Alega que la Resolución Administrativa cuya nulidad pretende fue
emitida sin contar previamente con los informes favorables de la
Oficina de Asesoría Jurídica y la Oficina de Presupuesto, por lo
que la Entidad no estaba autorizada a desembolsar suma de
dinero alguna por el pago de los adicionales de obra y mayores
gastos generales; más aún, si se tiene en cuenta que al ser el
Instituto Nacional Penitenciario – INPE una Institución del Estado,
la disposición de dinero está sujeto a ciertos requisitos que lo
justifiquen. En ese contexto, la Sala no ha tenido en consideración
que el Decreto Supremo Nº 039-98-PCM - Reglamento de la Ley
de Contrataciones y Adquisiciones del Estado - artículo 116, en
concordancia con la Directiva Nº 012-2000-CGOATJ-PRO,
disponen que el pago adicional de obra debe haber sido
previamente aprobado, mediante acto administrativo de la Entidad
contratante, situación que no se dio en el caso de autos. Agrega,
que la Sala Superior no puede basarse en suposiciones, como
que habría existido una simple comunicación entre las partes,
para señalar que efectivamente las ampliaciones y mayores
gastos contaban con la autorización respectiva. Finalmente,
precisa su pedido casatorio como anulatorio y revocatorio.
Sétimo: Que, la denuncia indicada en el párrafo que antecede
debe ser desestimada, porque el casante no cumple con expresar
de manera clara, precisa y concreta las razones de la infracción
que acusa, menos aún demuestra la incidencia directa que
tendrían sus fundamentos sobre la decisión final, toda vez los
Jueces de mérito al resolver el recurso de apelación por iguales
motivos que los que ahora expone determinaron, que se ha
efectuado un procedimiento con previo conocimiento y autorización
del INPE para la construcción de Obras Complementarias en el
Establecimiento Penitenciario de Challapalca - Puno, en vía de
regularización, por el monto ascendente a doscientos sesenta y
tres mil seiscientos cincuenta y nueve nuevos soles con ochenta y
seis céntimos. Ello se infiere tanto de los informes expedidos por
la propia Institución, como la Carta remitida por el General PNP
(R) Juan Nakandari Kanashiro, donde expresa la necesidad de
dichas obras, así como la formalización y ejecución técnica de las
mismas, teniendo en cuenta que la ley no exige formalidad escrita
o particular para que se dé un presupuesto adicional, sólo exige
autorización previa del INPE; además, de acuerdo al Acta de
Recepción del cinco de junio de mil novecientos noventa y siete,
las obras fueron recepcionadas por la propia demandante y
ejecutadas de acuerdo a los planos y especificaciones técnicas,
no encontrándose observación alguna; más aún, si aquellas han
sido constatadas in situ. En consecuencia, la parte actora no
puede eximirse del pago de la valorización correspondiente en
función de las formalidades que han sido superadas a través de
los actos antes descritos y que han sido reconocidos por la propia
entidad, a través de documentos emitidos por órganos de la propia
Institución antes de la emisión de la resolución administrativa
cuestionada. Octavo: Que, por otro lado, se debe precisar que el
hecho que se haya expedido un fallo adverso a los intereses del
recurrente, no configura la negativa del derecho constitucional
invocado como pretende sostener, toda vez que éste garantiza
que todo justiciable tenga el derecho a que se le haga justicia,
acudiendo al órgano jurisdiccional, a través de un proceso donde
se le brinden un conjunto de derechos y garantías mínimas en su
desarrollo, y que lo resuelto sea efectivo; sin embargo, ello no
implica que se dé la razón necesariamente al peticionante, sino
que ésta pueda ejercer sus derechos en el proceso con libertad y
en un plano de igualdad1, formando un “escudo” ante las posibles
arbitrariedades, lo que da lugar al “debido proceso”2. No
habiéndose incurrido en vulneración de derecho o garantía alguna,
es de estimar como no cumplidos los requisitos exigidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente, para hacer
operante este medio impugnatorio. Por estas consideraciones, al
no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace
referencia el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en
ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del anotado
Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto a folios trescientos cuarenta y dos, por la Procuradora
Pública Adjunta de la Procuraduría Pública Adjunta a cargo de los
Asuntos Judiciales del Instituto Nacional Penitenciario - INPE,
contra la sentencia de vista obrante a folios trescientos treinta y
uno, de fecha doce de setiembre de dos mil trece; en los seguidos
por el Instituto Nacional Penitenciario - INPE contra la Cuarta
División de Infantería del Ejército Peruano y otro, sobre Acción
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
Contencioso Administrativo; ORDENARON la publicación del
texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente:
Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA
GUAYLUPO
1
Cfr. MORALES GODO JUAN. Revista de la Maestría en Derecho Procesal,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Vol. 5 (1), 2014. Aclaración y corrección
de Resoluciones Judiciales, pagina 54.
2
Cfr. OSCAR A. ZORZOLI. Revista de la Maestría en Derecho Procesal, Pontificia
Universidad Católica del Perú, Vol. 3 (1), 2009. Teoría General del Proceso –
Naturaleza Procesal de las pruebas anticipadas Perú, pagina 3.
C-1392276-20
CAS. Nº 12425-2014 AREQUIPÁ
Lima, siete de Agosto del dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto a folios ciento cinco,
por la demandante Transportes Gil Muñoz Sociedad Anónima
Cerrada - SAC, contra el auto de vista obrante a folios noventa y
tres, de fecha uno de setiembre de dos mil catorce, que
confirmando la resolución apelada del trece de marzo de dos mil
catorce, obrante a folios cincuenta y dos, declara improcedente la
demanda; para cuyo efecto se debe proceder a verificar el
cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso 3
de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, en concordancia con los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, conforme a las modificaciones dispuestas
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido,
verificados los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº 27584, así como en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria a los autos, el referido medio
impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) la impugnante presenta
su recurso de casación ante la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, la cual emitió la resolución
impugnada, ii) tratándose de una resolución de segundo grado
que pone fin al proceso (auto de vista); iii) adjunta el arancel
judicial correspondiente a folios ciento tres. Asimismo, se verifica
que el recurso ha sido interpuesto dentro del plazo de ley, por lo
que se cumple con los requisitos de admisibilidad contenidos en la
norma procesal antes citada. Tercero: Que, en cuanto a los
requisitos de procedencia contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se debe
tener en cuenta que la recurrente no consintió la resolución de
primera instancia que le fue adversa, conforme se aprecia del
escrito de apelación a folios cincuenta y siete, por lo que satisface
el requisito de procedencia a que se refiere el inciso 1 del artículo
388 del mencionado Código Procesal. Cuarto: Que, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con
lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria. Quinto: Así, el artículo 386 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Sexto: Que, en cuanto a la sustentación del
recurso de casación, la parte recurrente, invocando el artículo 386
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
denuncia la causal de Infracción Normativa por: Contravención
del artículo 146 numeral 146.1 de la Ley Nº 27444; de las
normas que garantizan el derecho al debido proceso; y, de los
principios de proporcionalidad y razonabilidad. Precisa que no
existe una adecuada motivación conforme al contenido de lo
sancionado, porque en la Resolución Nº 0036-2014/GRA/GRTC-
SGTT no se determina en forma inequívoca los efectos jurídicos
en cuanto a la responsabilidad respecto a la propiedad y
autorización del sancionado con la medida preventiva. Refiere que
al no existir una debida motivación del artículo 146 numeral 146.1
de la Ley Nº 27444 - sobre medidas cautelares -, la imposición de
la sanción administrativa afecta su derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva y al trabajo, así como su derecho de defensa. Agrega, que
cualquier sanción a ser impuesta sobre el administrado debe
guardar cierto criterio de proporcionalidad al incumplimiento de la
conducta recogida por la norma. Añade que según el principio de
causalidad, la conducta del administrado, además de estar
tipificada en norma legal, debe guardar estrecha relación entre su
acción y el resultado que produce, pudiendo alegar alguna ruptura
del nexo causal por hecho fortuito, fuerza mayor o un hecho
determinante de un tercero, como en el caso de autos, pues según
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
manifestación del chofer de la Unidad A2 W958, un vehículo que
no pudo identificar, invadió el carril contrario, por lo que para evitar
un choque frontal hizo una maniobra que lamentablemente no
resultó. Finalmente, precisa su pedido casatorio como revocatorio.
Sétimo: Que, la denuncia indicada en el párrafo que antecede
debe ser desestimada, toda vez que la casante no cumple con
expresar de manera clara, precisa y concreta las razones de la
infracción que acusa, menos aún demuestra la incidencia directa
que tendrían sus fundamentos sobre la decisión final, teniendo en
cuenta que los Jueces Superiores al confirmar la decisión de
primera instancia y declarar improcedente la demanda,
establecieron que no se ha agotado la vía administrativa, toda vez
que la Resolución Administrativa cuestionada sólo ha dispuesto el
inicio de un proceso administrativo sancionador, y si bien el
artículo segundo de su parte resolutiva ordena la suspensión
precautoria de la prestación del servicio de transporte público de la
empresa demandante, dicha medida tiene el carácter de
provisional y variable, habiendo sido establecida en atención a lo
dispuesto por el artículo 236 inciso 1 de la Ley Nº 27444, así como
el artículo 26 numeral 26.2 de la Ley Nº 27181 - Ley General de
Transporte y Tránsito Terrestre; todo ello en atención a la
valoración inicial de los hechos, realizada por la Administración y
que sirvieron de fundamento para la apertura del procedimiento
administrativo sancionador. Octavo: En tal sentido, la Resolución
Gerencial Regional Nº 078-2014-GRA/GRTC que declara
infundado el recurso de apelación presentado por el representante
de la empresa demandante, ratifica en todos sus extremos la
Resolución Sub Gerencial Nº 0036-2014-GRA/GRTC-SGTT, no
impone una sanción definitiva a la empresa de transporte, por lo
que no causa estado al no haber sido emitida en última instancia,
de acuerdo a lo establecido por el artículo 218 inciso 1 de la Ley
número 27444 (debiendo considerarse al procedimiento
administrativo sancionador como una unidad), resultando aplicable
al caso de autos lo dispuesto por el numeral 427 inciso 2 del
Código Procesal Civil. Noveno: Que, por otro lado, se debe
precisar que el hecho que se haya expedido un fallo adverso a los
intereses de la empresa accionante, no configura la negativa del
derecho constitucional invocado como pretende sostener, toda
vez que éste garantiza que todo justiciable tenga el derecho a que
se le haga justicia, acudiendo al órgano jurisdiccional, a través de
un proceso donde se le brinden un conjunto de derechos y
garantías mínimas en su desarrollo, y que lo resuelto sea efectivo;
sin embargo, ello no implica que se dé la razón necesariamente a
la peticionante, sino que ésta pueda ejercer sus derechos en el
proceso con libertad y en un plano de igualdad1, formando un
“escudo” ante las posibles arbitrariedades, lo que da lugar al
“debido proceso”2. Décimo: Por tanto, no habiéndose incurrido en
vulneración de derecho o garantía alguna, o infringido alguna
norma de derecho material o procesal, es de estimar como no
cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
aplicable supletoriamente, para hacer operante este medio
impugnatorio. Por estas consideraciones, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente al caso de autos, en ejercicio de la facultad
conferida por el artículo 392 del anotado Código: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a folios
ciento cinco, por la demandante Transportes Gil Muñoz Sociedad
Anónima Cerrada - SAC, contra el auto de vista obrante a folios
noventa y tres, de fecha uno de setiembre de dos mil catorce; en
los seguidos por la recurrente contra la Gerencia Regional de
Transportes y Comunicaciones de la Región Arequipa y otro,
sobre Acción Contencioso Administrativo; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA
GUAYLUPO
1
Cfr. MORALES GODO JUAN. Revista de la Maestría en Derecho Procesal,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Vol. 5 (1), 2014. Aclaración y corrección
de Resoluciones Judiciales, pagina 54.
2
Cfr. OSCAR A. ZORZOLI. Revista de la Maestría en Derecho Procesal, Pontificia
Universidad Católica del Perú, Vol. 3 (1), 2009. Teoría General del Proceso –
Naturaleza Procesal de las pruebas anticipadas Perú, pagina 3.
C-1392276-21
CAS. Nº 12359-2014 LIMA
Lima, veinticuatro de Julio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante el Procurador Público Municipal de la Municipalidad
Distrital de Santiago de Surco a folios trescientos ochenta y uno,
contra la sentencia de vista obrante a folios trescientos sesenta y
cinco, de fecha diecisiete de julio de dos mil catorce, que
confirmando la sentencia apelada de folios ciento setenta y siete, de
fecha veintisiete de marzo de dos mil trece, declaró infundada la
demanda; para cuyo efecto se debe proceder a calificar si dicho
recurso cumple con los requisitos de admisibilidad y procedencia,
78953
conforme a lo prescrito en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, artículos modificados por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria, concordante con lo dispuesto en el
numeral 3.1 del inciso 3 del artículo 32 de la Ley Nº 27584.
Segundo: Siendo ello así, se verifica que el presente recurso
impugnatorio cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil y su
modificatoria; toda vez que ha sido interpuesto: i) contra la sentencia
de vista expedida por la Sexta Sala Especializada en lo Contencioso
Administrativo con Sub Especialidad en Temas Tributarios y
Aduaneros de la Corte Superior de Justicia de Lima que, como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso
(sentencia de vista); ii) ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece
la norma, ya que el recurrente fue notificado el treinta y uno de julio
de dos mil catorce, conforme se corrobora del cargo de folios
trescientos setenta y tres, y se interpuso el escrito de casación el
ocho de agosto del dos mil catorce; y iv) no adjunta el arancel
judicial correspondiente por el recurso, por tratarse de una entidad
del Estado. Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, es de
verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el inciso
1 del citado artículo, toda vez que la entidad recurrente no consintió
la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa, lo impugnó
mediante su escrito de apelación de folios doscientos cuatro.
Cuarto: Asimismo, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el
artículo 386 del precitado Código Procesal, precisa como causales
casatorias: a) La infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; y, b) El
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal
sentido, la Municipalidad recurrente invoca la causal de Infracción
normativa de los siguientes dispositivos legales: a) Vulneración de
los derechos fundamentales a un debido procedimiento
administrativo y a un debido proceso. Señala la entidad
recurrente que el Tribunal Fiscal no debió calificar la impugnación
de la parte demandada (Rogelio Fernández Barreda) contra la
cobranza de arbitrios contenida en las Resoluciones de
Determinación Números 03-02-03-00000851401 y 03-02-03-
0000851409 como una apelación de puro derecho, puesto que ello
implicaría: (i) que no se puedan actuar medios probatorios que
acrediten que los costos establecidos en la Ordenanza Nº 225-MSS
eran adecuados, y (ii) desconocer lo señalado por el Tribunal
Constitucional en el expediente Nº 0041-2004-AI/TC, concordante
con la sentencia recaída en el expediente Nº 00003-2009-PI/TC,
respecto al agotamiento de la vía administrativa antes de recurrir al
órgano jurisdiccional. En ese sentido, señala el casante, que
tampoco se pueden emplear retroactivamente los criterios acogidos
por el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el
expediente Nº 0053-2004-PI/TC, respecto al cálculo de los importes
por concepto de recolección de basura, barrido, lavado y limpieza
de calles, puesto que ésta fue expedida con fecha posterior a la
vigencia y ratificación de la Ordenanza Nº 225-MSS. Agrega, que
por tal razón, se debe tener en cuenta que la retroactividad de las
normas, en materia tributaria, no está permitida según la
Constitución Política del Estado. b) Contravención del artículo 3
inciso 4 de la Ley Nº 27444. Alega que para determinar la invalidez
de la Ordenanza Nº 225-MSS, el Tribunal Fiscal sólo empleó un
considerando, es decir, no se analizó adecuadamente los alcances
de dicha Ordenanza ni los diversos informes del cual fue objeto, por
tanto, se ha incurrido en falta de motivación, lo que incide en el
derecho fundamental a un debido procedimiento administrativo.
Finalmente indica que su pedido casatorio es revocatorio. Sétimo:
Las causales denunciadas descritas en los acápites a), y b), deben
ser desestimadas, toda vez que los fundamentos que sostienen las
normas supuestamente transgredidas son similares en los que basó
los agravios de su escrito de apelación de folios doscientos cuatro,
y que ahora nuevamente invoca; y por tanto fue materia de
pronunciamiento por la instancia de mérito, que estableció, que las
Resoluciones de Determinación Números 03-02-03-00000851401 y
03-02-03-0000851409, obrantes a folios diez, giradas por arbitrios
municipales insolutos correspondientes al predio del co-demandado
por el período del mes de diciembre del año dos mil cinco, al haber
sido emitida en atención a la Ordenanza Nº 225-MSS por los
conceptos de limpieza pública, parques y jardines, y serenazgo, que
sustenta el cobro de los mismos, en el área del terreno, área de
construcción del predio, el uso y la ubicación del predio, presenta
vicios de invalidez de conformidad con los criterios determinados
por el Tribunal Constitucional en las sentencias recaídas en los

78954 CASACIÓN
Expedientes Nº 0041-2004-AI/TC2 y Nº 0053-2004-AI/TC3, mediante
las cuales declaró la inconstitucionalidad de diferentes Ordenanzas
expedidas por la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco – y
otro4 –, proscribiendo la aplicación de criterios como el valor del
predio o el tamaño del mismo para la fijación de la tasa en caso de
los arbitrios antes señalados, por no cumplir con los requisitos de
validez de forma y fondo exigidos por el Decreto Legislativo Nº 776,
Ley de Tributación Municipal y la Ley Nº 23853, Ley Orgánica de
Municipalidades. Octavo: Según estas sentencias constitucionales
se debía tomar como criterios de razonabilidad para la validez del
cobro de los arbitrios, lo siguiente: a) limpieza pública, que involucra
el pago de servicios de recolección y transporte de residuos, barrido
y lavado de calles, señalando que “quien contamina más –por
generación de basura y desperdicios–, debe pagar un arbitrio
mayor”, y en tal razón, correspondía considerar el uso del predio y
el número de personas que habitan en el mismo5; b) parques y
jardines, que se da en función de los beneficios ambientales y
preservación de áreas verdes, recibiendo un mayor beneficio los
que viven con mayor cercanía, el criterio a tener en cuenta es la
ubicación del predio; y c) serenazgo, que tiene por finalidad brindar
seguridad ciudadana, cuyo uso se intensifica en zonas de mayor
peligrosidad, también es de aplicación la ubicación del predio.6
Noveno: Respecto a la aplicación retroactiva de las sentencias
constitucionales materia de debate, es preciso señalar que si bien el
artículo 81 del Código Procesal Constitucional establece que las
sentencias fundadas recaídas en un proceso inconstitucionalidad
tienen alcances generales y carecen de efectos retroactivos; sin
embargo, la Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 0002-2006-PI/
TC en su fundamento 35, interpreta los alcances de dicho dispositivo
legal, señalando lo siguiente: “El mencionado artículo regula este
efecto retroactivo de las Sentencias del Tribunal Constitucional,
permitiéndole modular sus decisiones y resolver respecto de las
situaciones jurídicas producidas durante su vigencia, evaluando el
entorno económico, jurídico y político, a fin de que no se perjudiquen
intereses superiores respecto a los que se han visto afectados por
la ley inconstitucional.”; e incluso en su sentencia emitida en el
expediente Nº 00053-2004-AI/TC, especificó en la parte resolutiva
que: “(...) los términos de esta Sentencia no habilitan en ningún caso
la continuación de procedimientos de cobranza coactiva en trámite,
ni el inicio de estos o de cualquier otro tipo de cobranza relacionada
con las Ordenanzas formalmente declaradas inconstitucionales o
que presenten vicios de constitucionalidad.”. De lo que se concluye,
que el Tribunal Fiscal tenía que aplicar las sentencias que declararon
la inconstitucionalidad de normas tributarias, procediendo
debidamente al disponer la suspensión definitiva de los
procedimientos de ejecución coactiva de la deuda contenida en la
Resolución de Determinación Nº 03-02-03-0000985415 por estar
basada en la Ordenanza Nº 225-MSS, en cumplimiento de lo
dispuesto por las normas descritas en el sétimo considerando y en
función a los criterios proscritos y declarados inconstitucionales por
el Tribunal Constitucional. Décimo: Por tanto, no habiéndose
incurrido en vulneración de derecho o garantía alguna, o que se
hayan infringido normas de derecho material o procesal, es de
estimar como no cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente, para hacer operante este medio
impugnatorio. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente al caso de autos, en ejercicio de la facultad
conferida por el artículo 392 del anotado Código: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a folios
trescientos ochenta y uno por el Procurador Público Municipal de la
Municipalidad Distrital de Santiago de Surco, contra la sentencia de
vista obrante a folios trescientos sesenta y cinco, de fecha diecisiete
de julio de dos mil catorce; en los seguidos contra el Tribunal Fiscal
y otro, sobre Acción Contencioso Administrativo; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
STC Nº 0041-2004-AI/TC, del 11 de noviembre de 2004.
3
STC Nº 0053-2004-AI/TC, del 16 de mayo de 2005.
4
Municipalidad Distrital de Miraflores.
5
STC Nº 0041-2004-AI/TC, fundamento 42.
6
Idem, fundamento 44.
C-1392276-22
CAS. Nº 12100–2014 LIMA
Lima, veintiuno de julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado y; CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta, de fecha
trece de marzo de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos
cuarenta y nueve contra la sentencia de vista de fecha nueve de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
enero de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos seis, que
confirmando la sentencia apelada de fecha dieciocho de marzo
de dos mil trece, obrante a fojas ciento cincuenta y siete declara
infundada la demanda; recurso que cumple con los requisitos
de forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en los
artículos 32 inciso 3 y 33 de la Ley Nº 27584, Ley que Regula el
Proceso Contencioso Administrativo, concordante con el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de
Ley Nº 29364, de aplicación supletoria al caso de autos; por lo
que corresponde examinar si el recurso reúne los requisitos de
procedencia. Segundo: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que sus
fines esenciales constituyen la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su fundamentación
por parte de la recurrente debe ser clara, precisa y concreta
indicando ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran
la infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto al
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Tercero: Que, el
Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula el Proceso
Contencioso Administrativo, determina el proceso contencioso
administrativo a que se refiere el artículo 148º de la Constitución
Política del Perú, estableciendo en su artículo 36º que los recursos
tienen los mismos requisitos de admisibilidad y procedencia que los
establecidos en el Código Procesal Civil. Cuarto: Por otro lado, el
artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de
la Ley Nº 29364, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Quinto: Por infracción normativa debemos
entender la causal a través de la cual el recurrente denuncia la
existencia de un error de naturaleza procesal o sustantiva que
incide directamente sobre el sentido de lo decidido. Los errores
que pueden ser alegados como infracción normativa pueden
comprender a los supuestos de aplicación indebida, interpretación
errónea o inaplicación de una norma, que como se ha señalado
pueden ser de carácter sustantivo o procesal. Sexto: En cuanto a la
causal de apartamiento de los precedentes del Poder Judicial, este
Supremo Tribunal precisa que se funda en el principio constitucional
del stare decisis, propio del sistema norteamericano que implica
una vinculación fuerte para los Magistrados del Poder Judicial,
respecto de las decisiones adoptadas por la Corte Suprema. En el
Perú, los órganos jurisdiccionales se encuentran vinculados a los
precedentes expedidos por la Corte Suprema de la República y el
Tribunal Constitucional, en nuestro caso, el artículo 22 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial prescribe: “Las Salas Especializadas de
la Corte Suprema de Justicia de la República ordenan la publicación
trimestral en el Diario Oficial El Peruano de las Ejecutorias que
fijan principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio
cumplimiento, en todas las instancias judiciales. Estos principios
deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias
judiciales, cualquiera que sea su especialidad, como precedente
de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepción decidan
apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar”. Sétimo.-
En referencia a ello, la parte recurrente denuncia como causales
casatorias: i) la infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Perú; y ii) la infracción normativa del
numeral 1.3 de la Directiva para la Calificación de Solicitudes de
Fuerza Mayor, aprobada por Resolución Nº 010-2004-OS/CD.
Octavo: Respecto a la infracción normativa del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú y del numeral 1.3
de la Directiva para la Calificación de Solicitudes de Fuerza
Mayor, aprobada por Resolución Nº 010-2004-OS/CD, sostiene la
recurrente que se ha emitido un fallo con una motivación deficiente,
pues la Directiva Nº 010-2004-OS/CD solo dispone que ante el
incumplimiento de entregar la solicitud al Organismo Supervisor
de la Inversión en Energía y Minería - OSINERGMIN, fuera del
plazo de las cuarenta y ocho horas de ocurrida la interrupción, se
declarará improcedente la solicitud. Sin embargo, al Organismo
Supervisor de la Inversión en Energía y Minería - OSINERGMIN
declaró improcedente la solicitud por una causal no establecida
en la norma, lo cual fue convalidado por el Juzgado y la Segunda
Sala Especializada en lo Contencioso Administrativo mediante
la resolución de vista, sin considerar que con dicha decisión se
transgrede el derecho de Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta al
debido proceso y se restringe su derecho de petición. Noveno: Las
denuncias casatorias que anteceden devienen en improcedentes,
por cuanto este Supremo Tribunal advierte que lo pretendido por
la recurrente es un nuevo pronunciamiento en sede casatoria de
lo resuelto en sede de instancia; lo que no se condice con los fines
del recurso extraordinario de casación, en tanto que esta sede
no es una tercera instancia, sino que más bien se orienta a velar
por el interés de la sociedad de allí que el objeto de la casación
no se oriente a enmendar el agravio de la sentencia, sino busca
la seguridad jurídica y la igualdad de los ciudadanos ante la ley,
por medio de la defensa del derecho objetivo y la unificación de los
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
criterios de la Corte Suprema. Mas aún que la Sala de mérito ha
determinado que el día de la interrupción del servicio eléctrico se
suscitó el dieciocho de julio de dos mil nueve, es decir un sábado,
y el día siguiente fue un día inhábil; concluyéndose que de una
interpretación sistemática del artículo 183, inciso 1 del Código Civil
y del artículo 87 de la Ley de Concesiones Eléctricas, el plazo es
de cuarenta y ocho (48) horas para dar aviso a los usuarios y al
Organismo Fiscalizador de la interrupción del servicio eléctrico, que
debe computarse como días naturales y no en días hábiles. Por
las razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del
acotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta,
de fecha trece de marzo de dos mil catorce, obrante a fojas
trescientos cuarenta y nueve contra la sentencia de vista de fecha
nueve de enero de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos seis;
MANDARON publicar la presente resolución en el diario oficial
El Peruano, conforme a ley; en los seguidos contra el Organismo
Supervisor de la Inversión en Energía y Minería – OSINERGMIN,
sobre acción contencioso administrativa; y los devolvieron. Juez
Supremo Ponente: Vinatea Medina. SS. VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO C-1392276-23
CAS. Nº 11968-2014 LIMA
Lima, veinte de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la Procuradora Pública de la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria de fecha veintiséis de agosto
de dos mil catorce, obrante a folios trescientos dieciocho; contra
la sentencia de vista de fecha trece de agosto de dos mil catorce,
de fojas doscientos ochenta y dos, que confirmando la apelada
declara infundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder
a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº27584, en concordancia con el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso (sentencia de vista); ii) se ha
interpuesto ante la Sala que emitió la resolución impugnada; iii)
fue interpuesto dentro del plazo de diez (10) días de notificada
la parte recurrente con la resolución impugnada; y iv) no se
adjunta el arancel judicial por concepto del recurso de casación,
por encontrarse exonerada. Tercero: Antes del análisis de los
requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese
sentido, su fundamentación por parte del recurrente debe ser
clara, precisa y concreta, indicando ordenadamente cuales
son las denuncias que configuran la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, o las precisiones respecto al apartamiento inmotivado
del precedente judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386
del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley
Nº 29364, señala que “El recurso de casación se sustenta en la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial”. En atención a ello la parte
recurrente ha invocado la causal de Infracción normativa del
artículo 170 numeral 2 del Código Tributario; artículo 54 del
Reglamento de la Ley General de Aduanas y el literal d) del
artículo 138 del Reglamento de Organización y Funciones -
ROF de Aduanas, aprobado por el Decreto Supremo Nº 115-
2002-PCM: Sostiene que el artículo 170 numeral 2 del Código
Tributario no debió ser aplicado al caso de autos, por cuanto,
la duplicidad de criterios en materia de clasificación arancelaria
está regulada por normas especiales, tales como el artículo 54
del Reglamento de la Ley General de Aduanas y el literal d)
del artículo 138 del Reglamento de Organización y Funciones
– ROF de Aduanas, aprobado por el Decreto Supremo Nº 115-
2002-PCM; además, la dualidad de criterio es determinada por
la Intendencia Nacional Técnica Aduanera, mediante resoluciones
que son de observancia obligatoria para las demás intendencias
a nivel nacional, según lo previsto por el numeral 7) rubro
VI “Normas Generales del Procedimiento Específico INTA-
PE.00.09 - Clasificación Arancelaria de Mercancías”; por lo tanto,
no se acredita una duplicidad de criterios, y como correlato sí
corresponde la aplicación de una multa por asignación incorrecta
de partida arancelaria, tal como lo determinó la entidad recurrente.
Quinto: En cuanto a la causal denunciada, debe precisarse que
la Ad quem al emitir la impugnada concluyó que Orbis Agente
78955
de Aduana Sociedad Anónima Cerrada en la Declaración Única
de Aduanas (en adelante DUA) de fecha diez de agosto de dos
mil siete, despachó un “Proyector Multimedia”, y consignó la sub
partida 8528.69.00.00; sin embargo, el Especialista de Aduanas
como consecuencia de la Diligencia de Reconocimiento Físico,
dispuso su rectificación a la sub partida 8528.61.00.00, lo cual fue
tomado en cuenta por el Agente de Aduana para despachar la DUA
de fecha veintidós de agosto de dos mil siete, objeto del presente
proceso; posteriormente, la Intendencia Nacional Técnica de
Aduanas mediante resolución publicada con fecha veintiséis de
marzo de dos mil ocho, dispone la clasificación de los proyectores
multimedia en la sub partida 8528.69.00.00, conforme lo realizó en
un primer momento la co-emplazada. Sexto: De lo antes expuesto,
se colige que la casante adoptó un primer criterio en razón a la
observación del Especialista de Aduana, para la clasificación de
un proyector multimedia en la sub partida 8528.61.00.00, luego la
Administración Aduanera estableció un segundo criterio mediante
resolución, para clasificar la misma mercadería en la sub partida
8528.69.00.00; en consecuencia, resulta evidente la existencia de
una duplicidad de criterios por parte de Aduanas; por tal motivo,
resulta aplicable al caso de autos, lo dispuesto en el artículo 107
inciso 2 del Código Tributario, en cuanto a que dicha situación
no es pasible de sanciones ni intereses; por lo que la causal así
propuesta deviene en improcedente . Por estas consideraciones,
al no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace
referencia el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en
ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del anotado
Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto a fojas trescientos dieciocho por la Procuradora Pública
de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria,
contra la sentencia de vista obrante a fojas doscientos ochenta y
dos, de fecha trece de agosto de dos mil catorce; en los seguidos
por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria
- SUNAT contra Orbis Agente de Aduanas Sociedad Anónima
Cerrada y otros, sobre Proceso Contencioso Administrativo;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.-
Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI,
VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-24
CAS. Nº 11922-2014 LIMA
Lima, veinte de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto a folios
trescientos cuarenta y dos por la empresa demandante Empresa de
Distribución Eléctrica de Lima Norte Sociedad Anónima Abierta –
EDELNOR S.A.A., contra la sentencia de vista obrante a fojas
trescientos ocho, del diecinueve de junio de dos mil catorce, para
cuyo efecto se debe proceder a calificar si dicho recurso cumple con
los requisitos de admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, artículos
modificados por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria, concordante con lo dispuesto en el numeral 3.1 del inciso
3 del artículo 32 de la Ley Nº 27584. Segundo: Siendo ello así, se
verifica que el presente recurso impugnatorio cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil y su modificatoria; toda vez que ha sido
interpuesto: i) contra la sentencia de vista expedida por la Primera
Sala Especializada en lo Contencioso Administrativo de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) dentro del
plazo que establece la norma, ya que el recurrente fue notificado el
veinticinco de julio de dos mil catorce, conforme se corrobora del
cargo de folios trescientos cincuenta y seis, e interpuso el escrito de
casación el once de agosto del mismo año; y iv) adjunta arancel
judicial por concepto de recurso de casación a folios trescientos
cuarenta. Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, es de verse que el recurso de
casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo,
toda vez que el recurrente no consintió la sentencia de primera
instancia, pues al serle adversa, lo impugnó mediante su escrito de
apelación de folios doscientos cincuenta. Cuarto: Asimismo, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo
establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el artículo 386 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, precisa como causales casatorias: a) La infracción normativa

78956 CASACIÓN
que incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del precedente judicial.
Sexto: En tal sentido, el recurrente invoca como causales
casatorias: a) Infracción normativa por aplicación indebida del
inciso 1 del artículo 2001 del Código Civil. Sostiene que la Sala
Superior desconoce el tipo de relación jurídica que existe entre la
usuaria y la recurrente, siendo esta una relación de consumo, en
donde aquella es una consumidora del servicio público (electricidad),
y por tanto, se encuentra dentro del ámbito de los consumidores en
general, afectando a las disposiciones legales existentes sobre la
materia; siendo el plazo aplicable para los reclamos por devoluciones
de pagos en exceso en el servicio público de electricidad de un (1)
año, en virtud a lo previsto en el artículo 29 de la Ley de Protección
al Consumidor aprobada por Decreto Legislativo Nº 716; en tal
razón, no existe vacío normativo para que la Sala erróneamente
aplique de forma general lo establecido en el inciso 1 del artículo
2001 del Código Civil, por lo que considera que la recurrida debe ser
revocada. b) Infracción normativa por violación del debido
proceso. Refiere que la resolución impugnada incumple el principio
constitucional de la debida motivación, que exige que el funcionario
o el Colegiado realicen un adecuado razonamiento tanto de los
hechos como de la interpretación de las normas, por lo que se le
estaría transgrediendo su derecho al debido proceso. Finalmente
indica que su pedido casatorio es revocatorio. Sétimo: Las causales
denunciadas descritas en los acápites a), y b), deben ser
desestimadas, toda vez que los fundamentos que sostienen las
normas supuestamente transgredidas son similares a los que basó
los agravios de su escrito de apelación de folios doscientos
cincuenta, y que ahora nuevamente invoca; y por tanto fue materia
de pronunciamiento por la instancia de mérito, que estableció, que
existe una norma especial que regula el derecho de los usuarios a
solicitar el reintegro de los pagos realizados en exceso por errores
de medición o facturación. Octavo: En ese sentido, del contenido
del artículo 29 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº
716, Ley de Protección al Consumidor, que establece: “los pagos
hechos en exceso del precio estipulado son recuperables por el
consumidor y devengarán hasta su devolución al máximo de los
intereses compensatorios y moratorios que se hubieran pactado, y
en su defecto el interés legal. La acción para solicitar la devolución
de estos pagos, prescribe en un (1) año contado a partir de la fecha
en que tuvo lugar el pago”; se observa que el supuesto que dicha
norma regula está referido específicamente al plazo para solicitar la
devolución de aquellos pagos efectuados en exceso respecto de un
“precio estipulado”, esto es, respecto a un precio debidamente
concertado, convenido o acordado; que no es el caso de autos, en
el que se encuentra en discusión el exceso pagado por el usuario a
consecuencia de la incorrecta calificación de potencia del período
de junio a octubre de mil novecientos noventa y siete, realizada por
la empresa recurrente en el Suministro Nº 0505499. Noveno: En tal
contexto, el artículo 92 de la Ley de Concesiones Eléctricas
aprobada por Decreto Ley Nº 25844, regula con carácter especial,
el derecho de los usuarios del servicio de electricidad para exigir la
devolución de lo pagado en exceso, cuando sean producidos por la
falta de una adecuada medición o por errores en la facturación,
supuesto al que le resulta de aplicación supletoria las disposiciones
del Código Civil, y en el caso específico, el establecido en el inciso
1 del artículo 2001, que dispone que el plazo prescriptorio para
interponer la acción personal es de diez (10) años, en atención a
que el derecho de reintegro a favor del usuario tiene la naturaleza
de acción personal. De lo que se concluye, que no se acredita la
vulneración de derecho o garantía alguna, o que se hayan aplicado
incorrectamente normas de derecho material o procesal, habiendo
el Colegiado Superior emitido con acierto la sentencia impugnada,
desestimando la presente demanda. Por estas consideraciones, al
no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en ejercicio de la
facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a folios
trescientos cuarenta y dos por la empresa demandante Empresa de
Distribución Eléctrica de Lima Norte Sociedad Anónima Abierta –
EDELNOR S.A.A., contra la sentencia de vista obrante a fojas
trescientos ocho, de fecha diecinueve de junio de dos mil catorce;
en los seguidos por la recurrente contra Organismo Supervisor de la
Inversión en Energía y Minería – OSINERGMIN y otro, sobre Acción
Contencioso Administrativo; ORDENARON la publicación del texto
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme
a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi.
SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
C-1392276-25
CAS. Nº 11636 –2014 LIMA
Lima, trece de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
interpuesto a fojas quinientos nueve por la Procuraduría Pública
de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria - SUNAT, contra la sentencia de vista dictada a folios
cuatrocientos sesenta y seis, de fecha veinticuatro de junio de
dos mil catorce, que confirmando la sentencia apelada de folios
trescientos cincuenta y cinco, de fecha treinta de mayo de dos mil
trece, declara infundada la demanda; para cuyo efecto se debe
proceder a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos
en el artículo 32, inciso 3) de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula
el Proceso Contencioso Administrativo, en concordancia con los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, conforme a las
modificaciones dispuestas por el artículo 1 de la Ley Nº 29364.
Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del precitado Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala
que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificada la parte recurrente con la
resolución impugnada; y iv) No adjunta arancel judicial al ser una
entidad del estado. Tercero: Antes del análisis de los requisitos
de procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuales son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364,
señala que: “El recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha
invocado la causal de Infracción normativa del artículo 62 del
Código Tributario, reglamentado por el Decreto Supremo Nº
085-2007-EF; y el artículo 147 del Texto Único Ordenado del
Código Tributario aprobado por Decreto Supremo Nº 135-
99-EF. Sostiene que en la etapa de reclamo no se cuestionó el
procedimiento seguido por la Administración para determinar
el valor FOB correcto de las Declaraciones Únicas de Aduanas
(DUAs) en cuestión, por lo que en su oportunidad el Tribunal Fiscal
no debió acoger dicho extremo, dado que aunque fue un aspecto
planteado en la apelación, no fue cuestionado al momento del
reclamo, por lo que devino en inimpugnable, conforme a los
términos previstos en el artículo 147 del Texto Único Ordenado
del Código Tributario; además, argumenta que si bien no se le
ha notificado al administrado el documento denominado Duda
Razonable, si se cumplió con otorgarle la oportunidad para que
desvirtúe los hallazgos encontrados, por lo que fue correcta su
decisión de considerar como parte del valor en Aduanas. Quinto:
En cuanto a la causal denunciada, debe precisarse que la Ad quem
al emitir la impugnada concluyó que la Administración Tributaria
Aduanera se encontraba obligada a comunicar a la actora la Duda
Razonable acerca del valor pagado o por pagar de las mercancías
consignadas en las Declaraciones Únicas de Aduanas, consistentes
en cajetillas de cigarrillos individuales con premios de un billete
de papel moneda con la denominación de un dólar americano.
Sexto: Asimismo, resaltó que en el Perú, la regulación sobre la
Duda Razonable en materia Aduanera se encuentra prevista en
las siguientes normas: a) Decisión 6.1 del Comité de Valoración
de Aduanas de la OMC; b) artículo 9 de la Decisión Nº378 -
Valoración Aduanera; y c) artículo 11 del Decreto Supremo Nº186-
99-EF incluido por el Decreto Supremo Nº 203-2001-EF. Sétimo:
De igual forma, indicó que de las normas glosadas se colige que la
Duda Razonable se presenta cuando la Administración Aduanera
tiene motivos para dudar de la veracidad o exactitud de los datos o
documentos presentados por el importador para sustentar el valor
declarado, y en tal caso, se debe seguir un procedimiento que
consiste en que la Administración de Aduanas debe comunicar
los motivos de duda al importador y otorgar un plazo razonable
para responder antes de adoptar una decisión definitiva. Octavo:
En cuanto, a las notificaciones corrientes a folios cuatrocientos
diez, quinientos cuarenta y tres, y mil veintitrés del expediente
administrativo, cursadas a la actora, se advierte que con ellas,
si bien la Administración Tributaria le requirió la documentación
aduanera y comercial sustentatoria; sin embargo, no cumplió
con comunicar la Duda Razonable que tenía acerca del precio
pagado o por pagar de las mercancías consignadas en las DUAs.
Noveno: De otro lado, debe precisarse, que las normas citadas
en los literales a) y b) del sexto considerando de la presente
resolución, tienen la categoría de normas internacionales, las
cuales son de observancia obligatoria, en tanto, nuestro país
es miembro de la Organización Mundial de Comercio - OMC,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
preceptos normativos que deben aplicarse preferentemente
en el caso de autos, respecto al artículo 147 del Texto Único
Ordenado del Código Tributario, pues, el citado dispositivo legal
restringe el derecho al recurso de la actora en sede administrativa,
al no permitirle cuestionar la omisión del Procedimiento de
Duda Razonable por parte de la Administración Tributaria en la
apelación por no haberla cuestionado en la reclamación; por tanto
los agravios así propuestos devienen en improcedentes. Por las
razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, aplicable supletoriamente al caso de autos, modificado
por la Ley Nº 29364, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del anotado Código: Declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto a fojas quinientos nueve
por la Procuraduría Pública de la Superintendencia Nacional
de Aduanas y de Administración Tributaria, contra la sentencia
de vista obrante a fojas cuatrocientos sesenta y seis, de fecha
veinticuatro de junio de dos mil catorce; en los seguidos por la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - SUNAT
contra British American Tobacco del Perú Sociedad Anónima
Cerrada y otros, sobre Impugnación de Resolución Administrativa;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.-
Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI,
VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-26
CAS. Nº 11611-2014 LIMA
Lima, trece de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandante Edwin Rubén Suclupe Urcia a
folios doscientos veintiocho, contra la sentencia de vista obrante a
folios doscientos catorce, de fecha veinticuatro de junio de dos mil
catorce, que confirmando la sentencia apelada de folios ciento
sesenta y seis, de fecha veintiséis de julio de dos mil trece, declara
infundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder a
calificar si dicho recurso cumple con los requisitos de admisibilidad
y procedencia, conforme a lo prescrito en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, artículos modificados por el artículo 1 de
la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, concordante con lo
dispuesto en el numeral 3.1 del inciso 3 del artículo 32 de la Ley Nº
27584. Segundo: Siendo ello así, se verifica que el presente
recurso impugnatorio cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del precitado
Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) contra
la sentencia de vista expedida por la Segunda Sala Especializada
en lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia
de Lima que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) ante el referido órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece
la norma, ya que el recurrente fue notificado el treinta de julio de
dos mil catorce, conforme se corrobora del cargo de folios
doscientos veintidós, y se interpuso el escrito de casación el
catorce de agosto del mismo año; y iv) adjunta el arancel judicial
correspondiente a folios doscientos veintisiete. Tercero: De otro
lado, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria, es de verse que el recurso de
casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo,
toda vez que el recurrente no consintió la sentencia de primera
instancia, pues al serle adversa, lo impugnó mediante su escrito
de apelación de folios ciento ochenta y uno. Cuarto: Asimismo,
debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en
ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el
artículo 386 del precitado Código Procesal, precisa como causales
casatorias: a) La infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; y, b) El
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal
sentido, el recurrente invoca la causal de Infracción Normativa
por interpretación errónea del artículo 27 del Decreto
Legislativo Nº 1084, Ley sobre Límites Máximos de Captura de
Embarcación; sostiene que el Colegiado Superior en su noveno
considerando, sin desvirtuar los fundamentos de su recurso
impugnatorio de apelación, repite lo expresado en la sentencia de
primera instancia, interpretando equivocadamente el dispositivo
legal denunciado, atribuyéndole un alcance que no le corresponde,
toda vez que, de acuerdo a los plazos establecidos por la propia
administración pública, mediante Decreto Supremo Nº
016-2007-PRODUCE, y su modificatoria el Decreto Supremo Nº
78957
013-2009-PRODUCE, un procedimiento administrativo
sancionador no debía durar más de cuarenta (40) días, y en el
presente caso, entre la comisión de la infracción y la siguiente
temporada de pesca fue de tres (3) meses y veinte (20) días, sin
contar con los casi tres (3) meses de duración de la temporada, de
manera que materialmente si era posible cumplir con los plazos
señalados por la norma en comento, y así ejecutar la sanción en la
segunda temporada de pesca del año dos mil diez, inmediata a la
comisión de la infracción, y no que se haga efectiva en las
temporadas posteriores de pesca, al ser la sanción inejecutable,
por haberse excedido el término de duración en su trámite por
negligencia de la emplazada, desnaturalizando así los fines de
dicho procedimiento. Por lo que, refiere, que el obligarle al pago de
una sanción fuera de los plazos y condiciones que regula la ley por
causas ajenas al recurrente, imputables a la entidad demandada,
transgrede sus derechos constitucionales. Finalmente indica que
su pedido casatorio es revocatorio. Sétimo: La causal denunciada
debe ser desestimada, toda vez que del estudio de autos, se
verifica que la entidad demandada ha acreditado que el
demandante como armador de la Embarcación Pesquera “Mi
Jesús Santos I” de matrícula PL-1601-CM, incurrió en la infracción
administrativa prevista en el numeral 96 del artículo 134 del
Reglamento de la Ley General de Pesca, por sobrepasar su Límite
Máximo de Captura por Embarcación (LMCE), durante la primera
temporada de pesca del año dos mil diez, hecho que se corrobora
con el Informe Técnico Nº 69-2010-PRODUCE/DIGECOVI-CP, del
tres de setiembre de dos mil diez2, obtenido de la Base de Datos
del Programa de Vigilancia y Control de la Pesca y Desembarque
en el Ámbito Marítimo, correspondiente a la Temporada de Pesca
del año dos mil diez. Octavo: En dicho informe se indica que
durante la temporada de pesca del año dos mil diez, la referida
embarcación pesquera sobrepasó en setenta punto noventa y
ocho por ciento (70.98%) de su límite máximo de captura de pesca
de anchoveta equivalente a cuatrocientos setenta y ocho punto
setenta toneladas métricas (478.70 TM) como exceso total,
restándole el margen de tolerancia de diez toneladas métricas
(10.00 TM) establecido por el artículo 54 del Reglamento del
Decreto Legislativo Nº 1084; y por tal motivo se le sancionó con
reducir el Límite Máximo de Captura por Embarcación (LMCE) en
mil trescientos setenta y seis punto diez toneladas métricas
(1,376.10 TM) para la siguiente temporada de pesca, sin perjuicio
de la multa equivalente a cuatro unidades impositivas tributarias (4
UIT) aplicable por el exceso de captura, ello de conformidad con lo
previsto por el artículo 27 del Decreto Legislativo Nº 1084, lo
contrario sería desnaturalizar la esencia de la citada normativa, en
cuanto a sus objetivos preventivos, disuasivos y correctivos.
Noveno: Asimismo, en cuanto a lo alegado por el impugnante,
respecto a la imposibilidad de aplicar la sanción de reducción de
pesca por encontrarse fuera de plazo; cabe advertir que cuando el
artículo 27 del Decreto Legislativo Nº 1084, Ley sobre Límites
Máximos de Captura por Embarcación, señala: “Al titular de un
permiso de pesca que durante una temporada sobrepase el Límite
Máximo de Captura por Embarcación autorizado y el margen de
tolerancia aprobado, se le descontará el triple del volumen del
exceso detectado del Límite Máximo de Captura por Embarcación
correspondiente a la siguiente temporada, expresado en toneladas
métricas, sin perjuicio de la multa aplicable por el exceso de
captura considerado dentro del margen de tolerancia...)”, debe
entenderse que la ejecución de la sanción impuesta se realizará
en la temporada de pesca inmediata siguiente de concluido el
correspondiente procedimiento administrativo sancionador en el
cual quedó debidamente acreditada la infracción. En tal razón, la
medida impuesta al demandante no adolece de causal de nulidad
prevista en el artículo 10 de la Ley Nº 27444, Ley de Procedimiento
Administrativo General. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
aplicable supletoriamente al caso de autos, en ejercicio de la
facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante Edwin Rubén Suclupe Urcia a folios doscientos
veintiocho, contra la sentencia de vista obrante a folios doscientos
catorce, de fecha veinticuatro de junio de dos mil catorce; en los
seguidos contra el Ministerio de la Producción, sobre Impugnación
de Resolución Administrativa; ORDENARON la publicación del
texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente:
Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
De folios 82 a 84 del expediente administrativo.
C-1392276-27
CAS. 11567-2014 LA LIBERTAD
Lima, trece de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el acompañado;
y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala

78958 CASACIÓN
Suprema el recurso de casación interpuesto por la demandante
Enma Gudelia Infante Montañez, obrante a folios noventa y ocho,
contra la sentencia de vista de fecha cinco de noviembre de dos
mil trece, de folios ochenta y siete, que resuelve confirmar la
apelada de fojas cuarenta y cinco, de fecha veinticuatro de mayo
de dos mil trece que declara infundada la demanda; por lo que
conforme a lo dispuesto en el artículo 33 de la Ley Nº 27584 –
Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo, se debe
proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
de dicho medio impugnatorio establecidos en los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente al caso
de autos, conforme a las modificaciones dispuestas por la Ley Nº
29364. Segundo: El derecho a impugnar constituye una de las
manifestaciones fundamentales de la tutela jurisdiccional efectiva,
proclamada como derecho y principio de la función jurisdiccional
en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Estado y, como tal, garantiza que a ninguna persona se le prive
de los recursos previstos por el ordenamiento jurídico, aunque su
ejercicio y dispensación están supeditados a la concurrencia de
los presupuestos y requisitos que haya establecido el legislador
para cada sector del ordenamiento procesal, por tanto, tiene
la calidad de derecho prestacional de configuración legal.
Tercero: Por su propia naturaleza, el recurso de casación es
un medio impugnatorio de carácter excepcional, cuya concesión
y presupuestos de admisión y procedencia están vinculados a
los “fines” para los cuales se ha previsto, esto es, la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia como
especifica el texto vigente del artículo 384 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente a los procesos contenciosos administrativos.
Cuarto: En el presente caso, se pretende que se declare la
nulidad del acto administrativo contenido en la Resolución de
Alcaldía Nº 611-2012-MDH del veinticinco de abril del dos mil
doce, obrante a folios cinco, que declara improcedente el recurso
de reconsideración contra la Resolución de Alcaldía Nº 394-2010-
MDH de fecha veintisiete de abril del dos mil once, que corre a
folios dos, que le impone a la demandante Enma Gudelia Infante
Montañez la multa ascendente a cinco Unidades Impositivas
Tributarias (5 UIT), por producir malos olores que contaminan el
medio ambiente perjudicando a los vecinos, incurriendo en las
infracciones contenidas en los numerales 8.02 y 8.03 del Cuadro
Único de Infracciones y Sanciones aprobado por la Ordenanza
Municipal Nº 05-2005-MDH emitida por la Municipalidad Distrital
de Huanchaco. Quinto: El texto del numeral 3 del artículo 35 del
Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula el
Proceso Contencioso Administrativo, modificado por el Decreto
Legislativo Nº 1067, texto aprobado por el Decreto Supremo Nº
013-2008-JUS, establece que el recurso de casación en el caso
de pretensiones cuantificables procede siempre y cuando la
cuantía del acto impugnado sea superior a ciento cuarenta (140)
Unidades de Referencia Procesal (URP). De este modo, la norma
en referencia, que tiene carácter especial en materia contencioso
administrativa, condiciona la procedencia del citado medio
impugnatorio al cumplimiento de las exigencias cuantitativas
previstas en ella. Sexto: Al respecto, haciendo una operación
aritmética, ciento cuarenta (140) Unidades de Referencia Procesal
(URP) equivalen a catorce (14) Unidades Impositivas Tributarias.
En consecuencia, siendo que el monto del acto administrativo que
es objeto de impugnación en el presente caso es de cinco (05)
Unidades Impositivas Tributarias, y por tanto es inferior a ciento
cuarenta (140) Unidades de Referencia Procesal (URP), como
exige la norma legal glosada en el considerando precedente,
como presupuesto necesario para la procedencia del recurso
interpuesto, de lo que se colige que la cuantía del petitorio es inferior
al exigido por el artículo 35, inciso 3.2, del Texto Único Ordenado
de la Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo
para la viabilidad del recurso de casación, deviniendo por tanto
en improcedente por cuantía el presente recurso, careciendo de
objeto el análisis de los demás requisitos previstos en el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364. Por
tales consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto a folios noventa y ocho por la demandante
Enma Gudelia Infante Montañez, contra la sentencia de vista
obrante a folios ochenta y siete, de fecha cinco de noviembre
de dos mil trece; en los seguidos por la recurrente contra la
Municipalidad Distrital de Huanchaco, sobre Proceso Contencioso
Administrativo; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron. Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-28
CAS. Nº 11524-2014 LIMA
Lima, diez de Julio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante el Procurador Público Municipal de la Municipalidad
Distrital de Santiago de Surco a folios cuatrocientos treinta y siete,
contra la sentencia de vista obrante a folios cuatrocientos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
dieciocho, de fecha veintiocho de mayo de dos mil catorce, que
confirmando la sentencia apelada de folios doscientos treinta y
dos, de fecha veinticinco de abril de dos mil trece, declara
infundada la demanda de folios cuarenta y ocho; para cuyo efecto
se debe proceder a calificar si dicho recurso cumple con los
requisitos de admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, artículos
modificados por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria, concordante con lo dispuesto en el numeral 3.1 del
inciso 3 del artículo 32 de la Ley Nº 27584. Segundo: Siendo ello
así, se verifica que el presente recurso impugnatorio cumple con
los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil y su modificatoria; toda vez que ha
sido interpuesto: i) contra la sentencia de vista expedida por la
Sexta Sala Especializada en lo Contencioso Administrativo con
Sub Especialidad en Temas Tributarios y Aduaneros de la Corte
Superior de Justicia de Lima que, como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) ante el referido órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) dentro del
plazo que establece la norma, ya que la Municipalidad recurrente
fue notificada el tres de junio de dos mil catorce, conforme se
corrobora del cargo de folios cuatrocientos veintiséis, y se
interpuso el escrito de casación el diecisiete de junio del mismo
año; y iv) no adjunta el arancel judicial correspondiente por el
recurso, por tratarse de una entidad del Estado. Tercero: De otro
lado, respecto a los requisitos de procedencia contemplados en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria, es de verse que el recurso de
casación cumple con lo exigido en el inciso 1 del citado artículo,
toda vez que la entidad recurrente no consintió la sentencia de
primera instancia, pues al serle adversa, lo impugnó mediante su
escrito de apelación de folios doscientos noventa y cuatro. Cuarto:
Asimismo, debe considerarse que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el
artículo 386 del precitado Código Procesal, precisa como causales
casatorias: a) La infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; y, b) El
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal
sentido, la recurrente invoca como causales casatorias: a)
Infracción normativa por vulneración de los derechos
fundamentales a un debido procedimiento administrativo y a
un debido proceso. Señala la entidad recurrente que el Tribunal
Fiscal no debió calificar la impugnación de la parte demandada
(Victorino Pacheco Bustamante) contra la cobranza de arbitrios
contenida en la Resolución de Determinación como una apelación
de puro derecho, puesto que ello implicaría: (i) que no se puedan
actuar medios probatorios que acrediten que los costos
establecidos en la Ordenanza Nº 225-MSS eran adecuados, y (ii)
desconocer lo señalado por el Tribunal Constitucional en el
expediente Nº 0041-2004-AI/TC, respecto al agotamiento de la vía
administrativa antes de recurrir al órgano jurisdiccional. En ese
sentido, señala el casante, que tampoco se puede emplear
retroactivamente los criterios acogidos por el Tribunal
Constitucional en la sentencia recaída en el expediente Nº 0053-
2004-PI/TC, respecto al cálculo de los importes por concepto de
recolección de basura, barrido, lavado y limpieza de calles, puesto
que ésta fue expedida con fecha posterior a la vigencia y
ratificación de la Ordenanza Nº 225-MSS. Agrega, que por tal
razón, se debe tener en cuenta que la retroactividad de las
normas, en materia tributaria, no está permitida según la
Constitución Política del Estado. b) Infracción normativa por
contravención del artículo 3 inciso 4 de la Ley Nº 27444. Alega
que para determinar la invalidez de la Ordenanza Nº 225-MSS, el
Tribunal Fiscal sólo empleó un considerando, es decir, no se
analizó adecuadamente los alcances de dicha Ordenanza ni los
diversos informes del cual fue objeto, por tanto, se ha incurrido en
falta de motivación, lo que incide en el derecho fundamental a un
debido procedimiento administrativo. Finalmente indica que su
pedido casatorio es revocatorio. Sétimo: Las causales
denunciadas descritas en los acápites a), y b), deben ser
desestimadas, toda vez que los fundamentos que sostienen las
normas supuestamente transgredidas son similares en los que
basó los agravios de su escrito de apelación de folios doscientos
noventa y cuatro, y que ahora nuevamente invoca; y por tanto fue
materia de pronunciamiento por la instancia de mérito, que
estableció, que la Resolución de Determinación Nº 03-02-03-
0000985415, obrante a folios diez, girada por concepto de arbitrios
municipales insolutos correspondiente al predio del co-demandado
por el período del mes de diciembre del año dos mil cinco, al haber
sido emitida en atención a la Ordenanza Nº 225-MSS por los
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
conceptos de limpieza pública, parques y jardines, y serenazgo,
que sustenta el cobro de los mismos, en el área del terreno, área
de construcción del predio, el uso y la ubicación del predio,
presenta vicios de invalidez de conformidad con los criterios
determinados por el Tribunal Constitucional en las sentencias
recaídas en los Expedientes Nº 0041-2004-AI/TC2 y Nº 0053-
2004-AI/TC3, mediante las cuales declaró la inconstitucionalidad
de diferentes Ordenanzas expedidas por la Municipalidad Distrital
de Santiago de Surco – y otro4 –, proscribiendo la aplicación de
criterios como el valor del predio o el tamaño del mismo para la
fijación de la tasa en caso de los arbitrios antes señalados, por no
cumplir con los requisitos de validez de forma y fondo exigidos por
el Decreto Legislativo Nº 776, Ley de Tributación Municipal y la
Ley Nº 23853, Ley Orgánica de Municipalidades. Octavo: Según
estas sentencias constitucionales se debía tomar como criterios
de razonabilidad para la validez del cobro de los arbitrios, lo
siguiente: a) limpieza pública, que involucra el pago de servicios
de recolección y transporte de residuos, barrido y lavado de calles,
señalando que “quien contamina más –por generación de basura
y desperdicios–, debe pagar un arbitrio mayor”, y en tal razón,
correspondía considerar el uso del predio y el número de personas
que habitan en el mismo5; b) parques y jardines, que se da en
función de los beneficios ambientales y preservación de áreas
verdes, recibiendo un mayor beneficio los que viven con mayor
cercanía, el criterio a tener en cuenta es la ubicación del predio; y
c) serenazgo, que tiene por finalidad brindar seguridad ciudadana,
cuyo uso se intensifica en zonas de mayor peligrosidad, también
es de aplicación la ubicación del predio.6 Noveno: Respecto a la
aplicación retroactiva de las sentencias constitucionales materia
de debate, es preciso señalar que si bien el artículo 81 del Código
Procesal Constitucional establece que las sentencias fundadas
recaídas en un proceso inconstitucionalidad tienen alcances
generales y carecen de efectos retroactivos; sin embargo, la
Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 0002-2006-PI/TC en su
fundamento 35, interpreta los alcances de dicho dispositivo legal,
señalando lo siguiente: “El mencionado artículo regula este efecto
retroactivo de las Sentencias del Tribunal Constitucional,
permitiéndole modular sus decisiones y resolver respecto de las
situaciones jurídicas producidas durante su vigencia, evaluando el
entorno económico, jurídico y político, a fin de que no se
perjudiquen intereses superiores respecto a los que se han visto
afectados por la ley inconstitucional.”; e incluso en su sentencia
emitida en el expediente Nº 00053-2004-AI/TC, especificó en la
parte resolutiva que: “(...) los términos de esta Sentencia no
habilitan en ningún caso la continuación de procedimientos de
cobranza coactiva en trámite, ni el inicio de estos o de cualquier
otro tipo de cobranza relacionada con las Ordenanzas formalmente
declaradas inconstitucionales o que presenten vicios de
constitucionalidad.”. De lo que se concluye, que el Tribunal Fiscal
tenía que aplicar las sentencias que declararon la
inconstitucionalidad de normas tributarias, procediendo
debidamente al disponer la suspensión definitiva de los
procedimientos de ejecución coactiva de la deuda contenida en la
Resolución de Determinación Nº 03-02-03-0000985415 por estar
basada en la Ordenanza Nº 225-MSS, en cumplimiento de lo
dispuesto por las normas descritas en el sétimo considerando y en
función a los criterios proscritos y declarados inconstitucionales
por el Tribunal Constitucional. Décimo: Por tanto, no habiéndose
incurrido en vulneración de derecho o garantía alguna, o que se
hayan infringido normas de derecho material o procesal, es de
estimar como no cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente, para hacer operante
este medio impugnatorio. Por las razones expuestas, al no
haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, en ejercicio de
la facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a
folios cuatrocientos treinta y siete por el Procurador Público
Municipal de la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco,
contra la sentencia de vista obrante a folios cuatrocientos
dieciocho, de fecha veintiocho de mayo de dos mil catorce; en los
seguidos contra el Tribunal Fiscal y otros, sobre Acción
Contencioso Administrativo; ORDENARON la publicación del
texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente:
Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
STC Nº 0041-2004-AI/TC, del 11 de noviembre de 2004.
3
STC Nº 0053-2004-AI/TC, del 16 de mayo de 2005.
4
Municipalidad Distrital de Miraflores.
5
STC Nº 0041-2004-AI/TC, fundamento 42.
6
Idem, fundamento 44.
C-1392276-29
78959
CAS. Nº 11472-2014 LIMA
Lima, diez de Julio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto a fojas cuatrocientos noventa y uno por la Corporación
Interandina Sociedad Anónima Despachadores Aduaneros, de
fecha diecisiete de julio de dos mil catorce, contra la sentencia de
vista de fecha veinticinco de junio de dos mil catorce, obrante a
fojas cuatrocientos sesenta y nueve, que confirmando la apelada
declara infundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder
a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº 27584, en concordancia con el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala
que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro
del plazo de diez (10) días de notificada la parte recurrente con
la resolución impugnada; y iv) Cumple con adjuntar el arancel
judicial por concepto de recurso de casación a fojas cuatrocientos
noventa. Tercero: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que:
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado la
causal de Infracción normativa del artículo 2 numeral
24 literales a) y d) de la Constitución Política del Estado;
el artículo 103 numeral 4 literal d) del Decreto Supremo Nº
129-2004-EF – Texto Único Ordenado de la Ley General de
Aduanas aprobada por Decreto Legislativo Nº 809; el Circular
INTA-CR.79; el Decreto Supremo Nº 013-2005-EF; artículo 39
del Decreto Supremo Nº 043-97-EF; artículo 46 del Decreto
Supremo Nº 006-2003-PCM; y el artículo IV inciso d) del Título
Preliminar del Código Tributario: Sostiene que se ha calificado
la infracción en forma indebida, sin que exista previamente el
supuesto normativo establecido por ley, lo cual le resta legitimidad
a la sanción impuesta, por cuanto, en el decurso del procedimiento
administrativo se aplicó de manera arbitraria la Circular INTA-
CR.79 del diez de febrero del año dos mil, como fuente de
obligaciones en sustitución de la inexistente obligación contenida
en el artículo 103 numeral 4 literal d) del Decreto Supremo Nº 129-
2004-EF; además, arguye que el Decreto Supremo Nº 013-2005-
EF portador de las tablas de sanciones aduaneras, el artículo
39 del Decreto Supremo Nº 043-97-EF; artículo 46 del Decreto
Supremo Nº 006-2003-PCM son ilegítimas e inconstitucionales,
pues, vulneran el principio de reserva de la ley para las sanciones,
prevista en la Constitución Política del Estado. Quinto: En cuanto
a las causales denunciadas, debe precisarse que la Ad quem al
emitir la impugnada concluyó que la actora en su condición de
Agente de Aduanas omitió consignar en dos (2) Declaraciones
Únicas de Aduanas de fechas doce y veinticinco de mayo de dos
mil seis, los códigos de los derechos antidumping para calzados
originarios de China; además, precisa que la Circular INTA CR.79
fue expedida en ejercicio de la facultad otorgada a Aduanas de
reglamentar normas generales y procedimientos operativos para
aplicar derechos antidumping que gravan las importaciones
de calzados provenientes de China, la cual fue publicada en el
diario oficial El Peruano el día doce de febrero del año dos mil,
y es de obligatorio cumplimiento para los Agentes de Aduanas
de conformidad con el artículo 100 incisos k) y l) del Texto Único
Ordenado de la Ley General de Aduanas. Sexto: Asimismo, resaltó
que el artículo 102 del Texto Único Ordenado de la Ley General de
Aduanas, establece que las infracciones serán determinadas en
forma objetiva y podrán ser sancionadas administrativamente, de
acuerdo, a la Tabla de Sanciones, aprobada por Decreto Supremo
Nº 013-2005-EF, también expedido en ejercicio de la facultad que
la ley otorga a Aduanas; en consecuencia, la conducta incurrida
por la actora se encuentra tipificada en el numeral 4 del literal d)
del artículo 103 de la citada Ley1. Sétimo: De lo antes expuesto,
se colige que la Sala de mérito arribó a su decisión confirmatoria,
al considerar que tanto la Circular INTA-CR.79 como la Tabla
de Sanciones, aprobada por Decreto Supremo Nº 013-2005-EF,
fueron expedidas en el ejercicio de las facultades de Aduanas, por

78960 CASACIÓN
tanto, gozan de la presunción de constitucionalidad, al no haberse
decretado lo contrario judicialmente; además, está demostrado
en autos que la infracción incurrida por la demandante se
encuentra prevista en norma con rango de ley; por tal motivo,
las causales así propuestas devienen en improcedentes. Por
estas consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación obrante a fojas cuatrocientos noventa y uno por la
Corporación Interandina Sociedad Anónima Despachadores
Aduaneros, contra la sentencia de vista obrante a fojas
cuatrocientos sesenta y nueve, de fecha veinticinco de junio
de dos mil catorce; en los seguidos por la recurrente contra la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y otros,
sobre Impugnación de Resolución Administrativa; ORDENARON
la publicación del texto de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza
Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA
MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ
1 TUO DE LA LEY GENERAL DE ADUANAS:
103.- Cometen infracciones sancionables con multa:
d) Los despachadores de Aduanas cuando:
4.- No consignen o consignen erróneamente en la declaración, los códigos
aprobados por la autoridad aduanera a efectos de determinar la correcta
liquidación de los tributos y de los derechos antidumping o compensatorios cuando
correspondan.
C-1392276-30
CAS. LAB. Nº 11389–2014 DEL SANTA
Lima, trece de mayo de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación de
fecha once de agosto del dos mil catorce, obrante a fojas
quinientos once, interpuesto por el demandante Jesús Pilco
Chambilla, contra la Sentencia de Vista de fecha veintiuno de julio
del dos mil catorce, obrante de fojas quinientos cinco, que confirmó
la sentencia apelada de fecha treinta de mayo del dos mil trece,
obrante de fojas cuatrocientos sesenta y seis, que declaró
infundada la demanda de autos; para cuyo efecto se debe
proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto por los
artículos 35 y 36 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº
29497. Segundo: Que, el derecho a interponer medios
impugnatorios constituye una de las manifestaciones
fundamentales del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva,
proclamado como derecho y principio de la función jurisdiccional
por el artículo 139 inciso 3, de la Constitución Política del Perú,
que garantiza que a ninguna persona se le prive de los recursos
previstos por el ordenamiento jurídico. También lo es, que al ser el
derecho al recurso un derecho prestacional de configuración legal,
su ejercicio y dispensación están supeditados a la concurrencia de
los presupuestos y requisitos que haya establecido el legislador
para cada sector del ordenamiento procesal. Tercero: Conforme
lo previsto en el artículo 37 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo,
corresponde a esta Sala Suprema examinar el cumplimiento de
los requisitos previstos en los artículos 35 (requisitos de
admisibilidad) y 36 (requisitos de procedencia) de la acotada ley,
resolviendo según corresponda. Cuarto: En cuanto a los requisitos
de admisibilidad del recurso de casación, el artículo 35 de la Ley
Nº 29497 contempla los siguientes: 1) Objeto del recurso: Sólo
cabe interponer el recurso contra las sentencias y los autos
expedidos por las Salas Superiores que, como órganos de
segundo grado, ponen fin al proceso. No procede el recurso contra
las resoluciones que ordenan a la instancia inferior emitir un nuevo
pronunciamiento: 2) Cuantía: Debe tenerse en cuenta los
siguientes supuestos: a) Tratándose de una demanda con solo
pretensiones cuantificables: a.1) el monto total reconocido en la
sentencia de segundo grado debe superar las cien Unidades de
Referencia Procesal (100 URP), de lo que se desprende que
cuando el empleador o el demandante interponen recurso de
casación necesariamente el monto fijado en la sentencia de vista
debe superar dichas cien Unidades de Referencia Procesal (100
URP) para que el recurso sea admitido; a.2) Para mayor precisión,
cuando el recurso de casación sea interpuesto por el demandante
será admisible si el monto fijado en la sentencia supera las cien
Unidades de Referencia Procesal (100 URP); y, si el monto es
inferior debe ser rechazado; a.3) Sin embargo, cuando la sentencia
apelada desestima íntegramente la demanda, tratándose de
obligaciones de dar suma de dinero debe tenerse presente el
monto del petitorio señalado en la demanda que debe ser superior
a cien Unidades de Referencia Procesal (100 URP) para que el
recurso de casación sea admitido, conforme a la interpretación
sistemática del artículo 35, numeral 1 de la Ley Nº 29497, y
artículos I, III y IV del Título Preliminar de dicha Ley, en atención a
los principios de igualdad y razonabilidad que privilegian los
derechos fundamentales a la tutela procesal efectiva y al debido
proceso, más aún en un proceso laboral que establece principios
y garantías de protección laboral; y, b) Cuando se trate de
demandas con pretensiones inapreciables en dinero no se
requiere el requisito de admisibilidad precedente, igual ocurre
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
cuando existe una pretensión cuantificable y otra inapreciable en
dinero; 3) Órgano ante el cual debe interponerse el recurso: Se
debe interponer el recurso de casación ante el órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; debiéndose limitar la Sala
Superior a remitir el expediente a la Sala Suprema sin más trámite
dentro del plazo de tres días hábiles, conjuntamente con el soporte
electrónico que contiene el registro de la audiencia en audio y
video, así como constancia de la formación del cuaderno de
ejecución correspondiente de ser el caso; 4) Plazo: El recurso de
casación se presenta dentro del plazo de diez (10) días hábiles
siguientes de notificada la resolución que se impugna; 5) Pago de
Tasa Judicial: 5.1) Corresponde adjuntarse el recibo de la tasa
respectiva. Si el recurso no cumple con este requisito, la Sala
Suprema concede al impugnante un plazo de tres (3) días hábiles
para subsanarlo. Vencido el plazo sin que se produzca la
subsanación, se rechaza el recurso; 5.2) El empleador debe pagar
siempre la tasa judicial salvo que se trate del Estado, por estar
exonerado del pago de gastos judiciales, conforme a lo prescrito
en el artículo 47 de la Constitución Política del Estado; 5.3)
Precísese que los empleadores están obligados a presentar en
todos los casos la tasa judicial. Y, en el caso de los prestadores de
servicios (trabajadores) no pagarán dicha tasa, cuando la
demanda contenga entre sus pretensiones una no apreciable en
dinero; 5.4) Conforme al artículo III del Título Preliminar de la
Nueva Ley Procesal del Trabajo – Ley Nº 29497, los trabajadores
solo pagan tasa judicial en aquellos procesos cuantificables en
dinero que superen las setenta unidades de referencia procesal
(70 URP), concordante con la Undécima Disposición
Complementaria de dicha Ley; 5.5) Además, conforme a la
Resolución Administrativa Nº 051-2014-CE-PJ, de fecha
veintinueve de enero de dos mil catorce, cuando la pretensión
supere las setenta unidades de referencia procesal (70 URP), el
trabajador pagará el cincuenta por ciento (50%) de la tasa judicial
correspondiente. Quinto: Con relación al cumplimiento de estos
requisitos, se advierte que el recurso de casación interpuesto por
la parte recurrente, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad; esto es: i) se interpone contra una resolución
expedida por una Sala Superior, que como órgano de segundo
grado pone fin al proceso; ii) ha sido interpuesta ante la Sala
Superior, que emitió la resolución impugnada; iii) ha sido
presentada dentro del plazo de diez días hábiles que establece la
norma; y, iv) no se cumple con adjuntar tasa judicial por derecho
de interposición del recurso, al haberse concedido auxilio judicial.
Habiéndose superado el examen de admisibilidad, corresponde a
continuación examinar si el recurso reúne los requisitos de
procedencia. Sexto: El artículo 36 de la Ley Nº 29497 – Nueva Ley
Procesal del Trabajo establece que constituyen requisitos de
procedencia del recurso: 1. Que el recurrente no hubiera
consentido previamente la resolución adversa de primera
instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución objeto
del recurso; 2. Describir con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento de los precedentes vinculantes; 3.
Demostrar la incidencia directa de la infracción normativa sobre la
decisión impugnada; 4. Indicar si el pedido casatorio es anulatorio
o revocatorio. Séptimo: Antes del análisis de los requisitos de
fondo, es necesario precisar que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria; en ese sentido, la
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa y
concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias que
configuran las infracciones normativas que se denuncia. Octavo:
Que la parte recurrente, invocando los artículos 34 y 35 de la
Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497, denuncia como causal:
Inaplicación del artículo 3 del Decreto Supremo Nº
007-2001-PRODUCE y de los artículos 6 y 7 del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, señalando que la Sala no analizó que las
gratificaciones y pago vacacional deben ser considerados como
conceptos remunerativos para el cálculo de la remuneración
indemnizable, la cual debe basarse en las semanas efectivas
laboradas, teniendo en cuenta que el artículo 48 del Decreto
Supremo Nº 021-2008-PRODUCE prevé que la bonificación por
renuncia voluntaria en ningún caso podrá ser inferior al monto de
la indemnización especial por despido arbitrario, incluyéndose
también los conceptos de gratificaciones y vacaciones. Noveno:
Del análisis de la causal esbozada en el considerando anterior, se
advierte que la fundamentación que sirve de base al presente
recurso, adolece del requisito de claridad y precisión exigido por el
numeral 2 del artículo 36 de la Ley Nº 29497, pues la misma, ha
sido descrita de manera genérica, vaga e imprecisa, sin especificar
adecuadamente en que consisten los errores in iudicando en los
que ha incurrido el Ad quem; siendo que en estricto no se denuncia
la ilegalidad de la sentencia objeto del recurso, sino por el
contrario, se evidencia un verdadero propósito de la parte
recurrente de que este Supremo Tribunal efectúe una nueva
apreciación de los hechos con la subsecuente valoración de los
medios probatorios actuados en el proceso, a fin de que se asuma
por válida la tesis fáctica postulada referente a la existencia de un
reintegro por el concepto de bonificación por renuncia voluntaria,
la cual fue desestimada por el colegiado mediante la sentencia
recurrida, por cuanto, en ésta se determinó que el monto abonado
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
por la emplazada fue superior al que le correspondía conforme a
ley, incluyendo gratificaciones y vacaciones, razón por la cual la
denuncia en examen deviene en improcedente. Por tales
consideraciones, al no haberse satisfecho las exigencias de fondo
a que hace referencia el artículo 36 de la Ley Procesal del Trabajo
Nº 29497, en ejercicio de la facultad conferida por el primer párrafo
del artículo 37 de la anotada Ley, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación de fecha once de agosto del dos mil catorce,
obrante a fojas quinientos once, interpuesto por el demandante
don Jesús Pilco Chambilla, contra la Sentencia de Vista de fecha
veintiuno de julio del dos mil catorce, obrante de fojas quinientos
cinco; en los seguidos por Jesús Pilco Chambilla contra la
Corporación Pesquera Inca Sociedad Anónima Cerrada, sobre
Reintegro de Bonificación; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a
dispuesto en el artículo 41 de la Ley Nº 29497; y los devolvieron.
Juez Supremo Ponente: Morales Parraguez.- SS. SIVINA
HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-31
CAS. Nº 10005-2014 PIURA
Lima, quince de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el Seguro Social de Salud - ESSALUD de fecha
diecinueve de junio de dos mil catorce, obrante a folios trescientos
sesenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha veintitrés
de mayo de dos mil catorce de folios trescientos cuatro, que
confirmando la apelada de fojas doscientos treinta y cinco de
fecha once de abril de dos mil trece, declara fundada la demanda;
para cuyo efecto se debe proceder a verificar el cumplimiento
de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso 3 de la Ley
Nº27584, en concordancia con el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364. Segundo:
En tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº29364, de aplicación supletoria a los autos,
el referido medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) se
recurre una sentencia expedida por una Sala Superior que pone
fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la
resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del plazo de diez
días de notificada la parte recurrente con la resolución impugnada;
y iv) no se adjunta el arancel judicial por concepto del recurso
de casación, por encontrarse exonerada, al tratarse de una
entidad del Estado. Tercero: Antes del análisis de los requisitos
de procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, señala que:
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado la
causal de Infracción Normativa de los siguientes dispositivos
legales: i) Artículos 6 y 10 de la Ley Nº 26790, modificada por el
artículo 1 de la Ley Nº 28791, y el artículo 33 párrafos segundo
y tercero del Decreto Supremo Nº 020-2006-TR; sostiene que
la sentencia de vista contraviene la norma y el fin de la seguridad
social, pues, acoge de forma incorrecta los postulados de la
Ley Nº 27360 - Ley que aprueba las Normas de Promoción del
Sector Agrario - Seguro de Salud Agrario que es un régimen de
seguridad especial, como lo dispuesto en sus artículos 7.2 inciso
a) y 9, de ahí que existe una interpretación errónea de los artículos
denunciados, soslayando la obligación de la accionante de que
responda al pago de sus aportaciones como corresponde mes
a mes por la totalidad de sus trabajadores, incluyendo al de la
trabajadora por quién solicita el reembolso de prestaciones
económicas -subsidio por maternidad-, el cual fue denegado con
arreglo a derecho; asimismo, precisa que se debió acudir a las
nomas específicas que regulan los aportes, coberturas, entre otros,
contenidos en el artículo 6 de la Ley Nº 26790 y su Reglamento -
Decreto Supremo Nº 009-97-SA. De allí que el artículo 9 numeral
9.2 de la Ley Nº 27360, debió interpretarse armónicamente con
las normas precitadas ya que no existe contradicción entre ellas,
sino mas bien, falta de precisión y para ello debe dilucidarse con
las normas especiales relativas a los aportes del seguro, lo cual
llega a inferir que el cuatro por ciento (4%) del aporte mensual al
seguro de salud para los trabajadores de la actividad agraria debe
tener como base imponible la remuneración mínima legal vigente.
ii) Artículo 540 del Código Procesal Civil; los artículos 2 inciso
78961
24 literal a), 10, 12, 138 y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado; y la Ley Nº 27444; alega que la impugnada
no valora el régimen contributivo de la seguridad social en salud
que es de carácter obligatorio para los afiliados regulares, más
aun si la Ley señala que se encuentra regido por la Ley Nº 27056
- Ley de Creación del Seguro Social en Salud y su modificatoria la
Ley Nº 28791. iii) Ley de Promoción Agraria; arguye que la Sala
de mérito hace tabla rasa a los contenidos de la Ley Nº 26790
que en su artículo 3 considera como afiliado regular al régimen
contributivo de la seguridad social en salud a los trabajadores
activos que laboran bajo relación de dependencia como prevé la
Ley de Promoción del Sector Agrario - Ley Nº 27360. Quinto: En
cuanto a las causales denunciadas en los acápites i), ii) y iii), debe
precisarse que la Ad quem al emitir la impugnada concluyó que en
atención al régimen laboral especial en el que se encontraba la
trabajadora de la empresa demandante, se debe preferir la norma
especial sobre la norma general; en tal sentido, corresponde
aplicar en el caso de autos la Ley que aprueba las Normas de
Promoción del Sector Agrario - Ley Nº 27360, y no así la Ley de
Modernización de la Seguridad Social en Salud - Ley Nº 26790,
más aún, si la norma que regula el Régimen Agrario es posterior
a la que regula el Régimen de Seguridad Social en Salud. Sexto:
Asimismo, resaltó que las normas aplicables al sector agrario
establecen que los aportes del cuatro por ciento que corresponde
abonar al Seguro Social se efectúa teniendo en cuenta lo percibido
o abonado al trabajador en el mes (remuneración mensual), siendo
un requisito que estos cuenten con tres meses de aportación; lo
cual se desprende del artículo 22 del Reglamento de la Ley Nº
27360, el artículo 9 inciso 3 de la Ley Nº 27360, y los artículos 4
inciso b y 12 del Reglamento de Pago de Prestaciones Económicas
aprobado mediante Acuerdo Nº 059-22-ESSALUD-99. Sétimo:
De lo antes expuesto, se colige que la Sala de mérito arribó a
su decisión confirmatoria, al considerar que la actora ha cumplido
con aportar el cuatro por ciento de la remuneración mensual que
percibe la trabajadora -dependiente- y que cuenta con más de
tres meses de aportaciones consecutivas, tal como lo exige la
norma, por tanto, cumple con los requisitos esenciales para recibir
su reembolso por subsidio de maternidad; además, se advierte
que la casante señala en forma genérica y confusa una serie de
normas, sin demostrar su incidencia sobre la impugnada; por tal
motivo, los agravios deducidos devienen en improcedentes. Por
estas consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto a fojas trescientos sesenta y tres por el
Seguro Social de Salud - ESSALUD, contra la sentencia de vista
obrante a fojas trescientos cuatro, de fecha veintitrés de mayo
de dos mil catorce; en los seguidos por Natucultura Sociedad
Anónima contra el recurrente, sobre Impugnación de Resolución
Administrativa; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-32
CAS. LAB. Nº 10955-2014 JUNÍN
Lima, veinticuatro de abril de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, es materia de pronunciamiento
el recurso de casación interpuesto por el demandante Marco
Antonio Canchan Landa, de fecha diecinueve de agosto del
dos mil catorce, obrante a fojas ciento sesenta y seis, contra la
sentencia de vista de fecha doce de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas ciento cincuenta y ocho, mediante la cual la Sala
Mixta Descentralizada de Tarma de la Corte Superior de Justicia
de Junín, confirma la sentencia apelada que declara improcedente
la demanda de reposición por despido fraudulento; recurso que
cumple con los requisitos de admisibilidad conforme lo dispuesto
mediante el artículo 35 de la Nueva Ley Procesal del trabajo,
Ley Nº 29497, por ello se debe proceder a calificar los requisitos
de procedencia conforme a lo previsto en el artículo 36 de la
acotada ley. Segundo.- Como único fundamento de su recurso,
el recurrente invoca la infracción normativa por incorrecta
aplicación del artículo 36 del Texto Único Ordenado
del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, aprobado por Decreto Supremo Nº
003-97-TR; del II Pleno Jurisdiccional Supremo en Materia
Laboral y la Casación Laboral Nº 8477-2013 - Junín; alega
que por principio de la condición más beneficiosa, contenida en
el principio protector de los derechos laborales, se debió aplicar
de forma supletoria lo prescrito en el artículo 2001 numeral 1 del
Código Civil, que dispone el plazo de prescripción de diez años,
conforme lo establece la Primera Disposición Complementaria
de la Ley Nº 29497 y la Corte Superior de Justicia de Junín en
el proceso recaído en el Expediente Nº 03569-2012-0-1501-JR-
LA-02. Más aún, si la Nueva Ley Procesal del Trabajo no
establece un plazo legal para demandar reposición por despido
incausado y fraudulento; debiendo reconocerse que de
conformidad con el artículo 2 numeral 24 ordinal a), nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer
lo que ella no prohíbe. Asimismo, se debe considerar que al
aplicarse los dispositivos legales y los pronunciamientos que
se denuncian, se vulneran los derechos constitucionales al

78962 CASACIÓN
trabajo y al debido proceso, reconocidos por los artículos 2,
incisos 15, 22, 24 y 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Estado. Tercero.- Que, antes del análisis de los requisitos de
fondo, es necesario precisar que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento de los precedentes vinculantes dictados, sea por el
Tribunal Constitucional o por la Corte Suprema de Justicia de la
República. Cuarto.- Absolviendo la causal denunciada, podemos
advertir que los argumentos que la sustentan están dirigidas
principalmente a cuestionar el razonamiento desarrollado por las
instancias judiciales de mérito, respecto al plazo de caducidad
para demandar reposición, el mismo que no podría ser modificada,
sino a través de una nueva valoración de los supuestos fácticos y
los medios probatorios, actividad reñida con la finalidad esencial
del recurso de casación, dado su carácter extraordinario que
solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas, no
así en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, como se
pretende en el presente caso. Quinto.- Por lo tanto, al no haberse
acreditado el cumplimiento de los requisitos previstos en los
incisos 2 y 3 del artículo 36 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo
Nº 29497, el recurso propuesto deviene en improcedente; tanto
más, si en el punto 3.2 del II Pleno Jurisdiccional Supremo en
materia laboral, publicado en el Diario Oficial el Peruano el cuatro
de julio de dos mil catorce, se acordó por unanimidad que “El plazo
de caducidad para interponer una demanda de reposición por
despido incausado o despido fraudulento es de treinta (30) días
hábiles de producido el despido calificado como inconstitucional,
de conformidad con el artículo 36 del texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por Decreto Supremo Nº
003-97-TR. (...)”. Por los fundamentos expuestos y en uso de las
facultades previstas en el artículo 37 de la Nueva Ley Procesal
del Trabajo, Ley Nº 29497, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandante Marco Antonio
Canchan Landa, de fecha diecinueve de agosto del dos mil
catorce, obrante a fojas ciento sesenta y seis, contra la sentencia
de vista de fecha doce de agosto de dos mil catorce, obrante a
fojas ciento cincuenta y ocho; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme lo
dispuesto por el artículo 41 de la Ley Nº 29497; en los seguidos
por Marco Antonio Canchan Landa contra Doe Run Perú
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada en Liquidación,
sobre Reposición; y los devolvieron. Vocal Ponente: Vinatea
Medina.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES
PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
C-1392276-33
CAS. Nº 10817–2014 LIMA
Lima, treinta de junio de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación de fecha treinta y uno de
julio de dos mil catorce, obrante a fojas ciento noventa y dos,
interpuesto por la parte demandante Inversiones Pesqueras
Nando Sociedad Anónima Cerrada contra la sentencia de vista de
fecha diecinueve de junio de dos mil catorce, obrante a fojas
ciento setenta y tres, que confirmando la sentencia apelada de
fecha doce de agosto de dos mil trece, obrante a fojas ciento
treinta y cinco, que declaró infundada la demanda, para cuyo
efecto se debe proceder a calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia de dicho medio impugnatorio conforme a dispuesto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364; norma que debe concordarse con los artículos
32 y 33 de la Ley Nº 27584, Ley que regula el Proceso Contencioso
Administrativo. Segundo: El derecho a los medios impugnatorios
constituye una de las manifestaciones fundamentales del derecho
a la tutela jurisdiccional efectiva, proclamado como derecho y
principio de la función jurisdiccional por el artículo 139, inciso 3) de
la Constitución Política del Perú, que garantiza que a ninguna
persona se le prive de los recursos previstos por el ordenamiento
jurídico. También lo es, que al ser el derecho al recurso un derecho
prestacional de configuración legal, su ejercicio y dispensación
están supeditados a la concurrencia de los presupuestos y
requisitos que haya establecido el legislador para cada sector del
ordenamiento procesal. Tercero: El Texto Único Ordenado de la
Ley Nº 27584, determina el proceso contencioso administrativo a
que se refiere el artículo 148 de la Constitución Política del Perú,
estableciendo en su artículo 36 que los recursos tienen los mismos
requisitos de admisibilidad y procedencia que los establecidos en
el Código Procesal Civil. Cuarto: En cuanto a los requisitos de
admisibilidad, el artículo 387 del Código Procesal Civil señala que,
el recurso de casación se interpone: 1. Contra las sentencias y
autos expedidos por las salas superiores que, como órganos de
segundo grado, ponen fin al proceso; 2. Ante el órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada o ante la Corte
Suprema, acompañando copia de la cédula de notificación de la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
resolución impugnada y de la expedida en primer grado, certificada
con sello, firma y huella digital, por el abogado que autoriza el
recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad. En caso de que
el recurso sea presentado ante la Sala Superior, esta deberá
remitirlo a la Corte Suprema sin más trámite dentro del plazo de
tres días; 3. Dentro del plazo de diez días, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, más el
término de la distancia cuando corresponda; 4. Adjuntando el
recibo de la tasa respectiva. Si no se cumple con los requisitos
previstos en los numerales 1 y 3, la Corte rechazará de plano el
recurso e impondrá al recurrente una multa no menor de diez ni
mayor de cincuenta Unidades de Referencia Procesal en caso de
que considere que su interposición tuvo como causa una conducta
maliciosa o temeraria del impugnante. Si el recurso no cumple con
los requisitos previstos en los numerales 2 y 4, la Corte concederá
al impugnante un plazo de tres (3) días para subsanarlo, sin
perjuicio de sancionarlo con una multa no menor de diez (10) ni
mayor de veinte Unidades de Referencia Procesal (20 URP) si su
interposición tuvo como causa una conducta maliciosa o temeraria.
Vencido el plazo sin que se produzca la subsanación, se rechazará
el recurso. Quinto: Con relación al cumplimiento de estos
requisitos, se advierte que el recurso de casación interpuesto por
la parte recurrente, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad; esto es: i) se interpone contra una resolución
expedida por una Sala Superior, que como órgano de segundo
grado pone fin al proceso; ii) ha sido interpuesto ante la Sala
Superior, que emitió la resolución impugnada; iii) ha sido
presentado dentro del plazo de diez (10) días hábiles que
establece la norma; y, iv) se cumple con adjuntar tasa judicial por
derecho de interposición del recurso. Habiéndose superado el
examen de admisibilidad, corresponde a continuación examinar si
el recurso reúne los requisitos de procedencia. Sexto: Que, el
artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, señala que el recurso de casación se sustenta en la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Asimismo, cabe anotar que, el
artículo 388 del acotado cuerpo legal, establece como requisitos
de procedencia del recurso de casación: 1. Que la recurrente no
hubiera consentido previamente la resolución adversa de primera
instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución objeto
del recurso; 2. Describir con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada;
y, 4. Indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio.
Séptimo: Que, el recurso de casación interpuesto cumple con la
exigencia de fondo prevista en el inciso 1 del artículo 386º del
Código Procesal Civil; pues de los actuados se aprecia que, la
recurrente interpuso recurso de apelación contra la resolución de
primera instancia, en tanto que la misma le fue adversa. Por tanto,
corresponde a continuación verificar el cumplimiento de los
requisitos establecidos en los incisos 2, 3 y 4 del dispositivo legal
acotado. Octavo: Antes del análisis de los requisitos de fondo
señalados ut supra, es necesario precisar que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria;
en ese sentido, su fundamentación por parte del recurrente debe
ser clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son
las denuncias que configuran las infracciones normativas que se
denuncian. Noveno: Que la parte recurrente, en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 384 del Código Procesal Civil, denuncia la
siguiente causal: Infracción normativa del artículo 67 de la Ley
Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General,
señalando que la Sala indica que las Capitanías de Puertos son
competentes por delegación para imponer sanciones a todo aquel
que infrinja la normativa existente a nivel de pesca; sin embargo,
no explica legalmente cómo se ha efectuado dicha delegación,
teniendo en cuenta que no existe ningún acto administrativo
expreso que determine que la Dirección General de Seguimiento,
Control y Vigilancia haya delegado a la Dirección General de
Capitanía de Puertos la función de aplicar sanciones por pesca
dentro de las 5 millas marinas; en consecuencia, la sentencia
recurrida vulneró el articulo en comento, pues en éste no se
contempla la delegación tacita o presunta, en concordancia con el
Principio de Legalidad. Asimismo, cuando el artículo 81 de la Ley
General de Pesca establece que las sanciones contempladas
serán impuestas por resolución del Ministerio de Pesquería o de la
autoridad delegada, está señalando que las funciones del
Ministerio de Pesquería puede ser ejercida a través de la entidad
que ha recibido legalmente la competencia, esto es, DIGSECOVI,
o la entidad delegada, razón por la cual no es precedente
vinculante el expediente Nº 1356-2004-AA/TC, toda vez que la
mencionada sentencia no expresa que tenga dicho carácter
conforme lo estipula el artículo VII del Código Procesal
Constitucional. Décimo: Con relación a la causal formulada en el
considerando anterior, este Supremo Tribunal verifica que su
fundamentación no satisface el requisito de claridad y precisión
establecido en el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, pues resulta evidente que no se está buscando la aplicación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
correcta del derecho objetivo al caso concreto; sino que reitera
una tesis postulada frente a las instancias de mérito que ha sido
ampliamente debatida y analizada en la recurrida, habiendo
establecido el Ad quem al respecto, que en el presente caso existe
sustento legal para que la Dirección General de Capitanías y
Guardacostas sea competente para fiscalizar las actividades de
extracción de recursos hidrobiológicos. En consecuencia, la
causal en examen resulta improcedente. Por estas
consideraciones, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Inversiones Pesqueras Nando Sociedad
Anónima Cerrada, de fecha treinta y uno de julio de dos mil
catorce, obrante a fojas ciento noventa y dos, contra la sentencia
de vista de fecha diecinueve de junio de dos mil catorce, obrante a
fojas ciento setenta y tres; en los seguidos por el recurrente contra
Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI), sobre
Proceso Contencioso Administrativo; ORDENARON la publicación
del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano
conforme a ley; y, los devolvieron. Juez Supremo Ponente:
Rueda Fernández.- SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA
GUAYLUPO C-1392276-34
CAS. Nº 10687-2014 LIMA
Lima, veinticinco de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto a folios
doscientos ochenta y uno, por la demandante Margarita Arotinco
Huayanay, contra la sentencia de vista obrante a folios doscientos
sesenta y ocho, de fecha doce de marzo de dos mil catorce, que
confirmando la sentencia apelada de fecha veintiocho de junio de
dos mil doce, de folios doscientos veinticinco, declara infundada
la demanda; para cuyo efecto se debe proceder a verificar el
cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso
3 de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, en concordancia con los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, conforme a las modificaciones dispuestas
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido,
verificados los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº 27584, así como en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, de aplicación supletoria a los autos, el referido medio
impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) la impugnante presenta
su recurso de casación ante la Quinta Sala Especializada en lo
Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima, la cual emitió la resolución impugnada, ii) tratándose de una
resolución de segundo grado que pone fin al proceso (sentencia
de vista); iii) adjunta el arancel judicial correspondiente a folios
doscientos ochenta. Asimismo, se verifica que el recurso ha sido
interpuesto dentro del plazo de ley, por lo que se cumple con los
requisitos de admisibilidad contenidos en la norma procesal antes
citada. Tercero: Que, en cuanto a los requisitos de procedencia
contemplados en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, se debe tener en cuenta que la
recurrente no consintió la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, conforme se aprecia del escrito de apelación obrante
a folios doscientos treinta y siete, por lo que satisface el requisito
de procedencia a que se refiere el inciso 1 del artículo 388 del
mencionado Código Procesal. Cuarto: Que, debe considerarse
que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese
sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad
con lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil y su modificatoria. Quinto: Así, el artículo
386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Sexto: Que, en cuanto a la sustentación del
recurso de casación, la parte recurrente, invocando el artículo
386 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
denuncia la causal de Infracción Normativa de los siguientes
artículos: 5 de la Constitución Política del Perú y, 600 y 850
del Código Civil. Alega que las Resoluciones Administrativas
cuya nulidad pretende fueron emitidas sin considerar lo dispuesto
por el artículo 5 de la Constitución Política del Estado; error en el
que incurrió también la Sala Superior al señalar que la licencia de
funcionamiento tiene carácter personal e intransferible y que no
puede ser heredada, sin precisar la norma que así lo establezca
ya que no es una transferencia, sino que se trata de derechos
sucesorios que le corresponden a los herederos del titular, como
son sus hijos, a quienes deben transferírseles los derechos que
contiene dicha licencia desde el momento de su fallecimiento,
acorde a lo prescrito por los artículos 600 y 850 del Código Civil;
78963
lo cual le corresponde también a la recurrente en su condición de
conviviente, por el régimen de sociedad de gananciales. Agrega,
que ninguna norma u Ordenanza Municipal señala expresamente
que la licencia de funcionamiento deja de constituir una herencia
para sus herederos en caso de fallecimiento de su titular. Sétimo:
Que, la denuncia indicada en el párrafo que antecede debe ser
desestimada, porque la casante no cumple con expresar de
manera clara, precisa y concreta las razones de la infracción que
acusa, menos aún demuestra la incidencia directa que tendrían
sus fundamentos sobre la decisión final, teniendo en cuenta
que los Jueces de mérito al resolver el recurso de apelación por
iguales motivos que los que ahora expone, declararon infundada
la demanda al determinar que la Licencia de Funcionamiento tiene
carácter personal e intransferible y que es otorgada únicamente
a quien lo solicite, no pudiendo ser heredada, transferida o
cedida a tercera persona, por lo que, no corresponde que la
actora reclame la titularidad de la misma. Ello es así, porque la
Ley Nº 28976 - Ley Marco de Licencia de Funcionamiento, en su
artículo 3 establece que se trata de la autorización que otorgan las
Municipalidades para el desarrollo de actividades económicas en
un establecimiento determinado, a favor del titular de las mismas;
y, el artículo 4 de la Ordenanza Municipal Nº 408-MSB, precisa
que es personal e intransferible; normas que se encuentran
amparadas en preceptos constitucionales como son los artículos
194 y 195 de la Constitución Política del Perú y la propia Ley
Orgánica de Municipalidades. Octavo: Que, asimismo, se debe
precisar que la licencia de funcionamiento por la cual la actora
pretende amparar su derecho, otorgada a Mariano Martín Ayhuasi
Riva, venció el seis de abril de mil novecientos noventa y cinco,
es decir, resulta inviable que realice cualquier pedido respecto de
un derecho extinguido. Por otro lado, sólo el matrimonio civil o la
unión de hecho reconocida por autoridad competente sirven para
reclamar derechos respecto a su causante, sin embargo, no obra
en autos documentos que acrediten alguna de las situaciones
descritas a favor de la demandante. Noveno: En consecuencia,
no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o garantía
alguna, o infringido alguna norma de derecho material o procesal,
es de estimar como no cumplidos los requisitos exigidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente, para hacer
operante este medio impugnatorio; además, la actora tampoco
precisa el sentido de su pedido casatorio, por lo que no cumple
con la exigencia del inciso 4 del Código Procesal acotado. Por
estas consideraciones, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo
392 del anotado Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto a folios doscientos ochenta y uno por la
demandante Margarita Arotinco Huayanay, contra la sentencia de
vista obrante a folios doscientos sesenta y ocho, de fecha doce de
marzo de dos mil catorce; en los seguidos por la recurrente contra
la Municipalidad Distrital de San Borja, sobre Acción Contencioso
Administrativo; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-35
CAS. Nº 10647-2014 LIMA
Lima, veintitrés de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con los
acompañados y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto a fojas trescientos sesenta y siete por la Procuraduría
Pública de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria – SUNAT, de fecha nueve de junio
de dos mil catorce, contra la sentencia de vista de fecha tres de
diciembre de dos mil trece, obrante a fojas trescientos uno, que
confirmando la sentencia apelada de fojas doscientos diecinueve,
de fecha veintinueve de agosto de dos mil doce, declara fundada
la demanda; para cuyo efecto se debe proceder a verificar el
cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso 3
de la Ley Nº 27584, en concordancia con el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364.
Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº29364, de aplicación supletoria a los
autos, el referido medio impugnatorio cumple con ellos, a saber:
i) se recurre una sentencia expedida por una Sala Superior que
pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala que emitió
la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del plazo de
diez (10) días de notificada la parte recurrente con la resolución
impugnada; y iv) no se adjunta el arancel judicial por concepto del
recurso de casación, al encontrarse exonerada, por tratarse de una
entidad del Estado. Tercero: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que sus
fines esenciales constituyen la adecuada aplicación del derecho

78964 CASACIÓN
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su fundamentación
por parte del recurrente debe ser clara, precisa y concreta,
indicando ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran
la infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Por otro
lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que: “El recurso de casación
se sustenta en la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial”. En atención
a ello la parte recurrente invoca como causal de su recurso: la
Infracción normativa del artículo 64 del Texto Único Ordenado
de la Ley General de Aduanas, aprobado por Decreto Supremo
Nº 129-2004-EF, que recoge las modificatorias dispuestas por
el Decreto Legislativo Nº 951. Sostiene que la Sala de mérito
incurre en error al establecer que la Administración debió ajustar su
actuación a lo dispuesto por la norma en comento, esto es, se aplique
el procedimiento de nacionalización automática de la mercancía
acogida al Régimen de Importación Temporal; sin tomar en cuenta
que al momento en que sucedieron los hechos se encontraba vigente
la Ley General de Aduanas aprobada por el Decreto Legislativo Nº
809, esto es, desde que se da la numeración de las respectivas
Declaraciones Únicas de Aduanas realizadas en el año 2001,
hasta el fin del régimen de importación temporal en el año 2006,
y por tal razón, señala la entidad recurrente, correspondía aplicar
esta última norma. Agrega, que si bien la demandante, en función
a lo dispuesto por la Segunda Disposición Transitoria del Decreto
Legislativo Nº 951, podía acogerse a los alcances del artículo 64 de
la Ley General de Aduanas, sobre la nacionalización automática de
la mercancía importada temporalmente, sin embargo, ello se daba
en la medida que cumpliese con los presupuestos necesarios para
dicho fin, lo que incluía nacionalizar la mercancía hasta un día antes
del vencimiento del plazo de importación temporal otorgado, lo que
no ocurrió en el caso de autos, por cuanto, refiere que, la empresa
accionante presentó tardíamente los pedidos de nacionalización,
el diecisiete de diciembre de dos mil siete; hecho que impide que
esta pueda acogerse a la figura de nacionalización automática. b)
Casación excepcional al amparo del artículo 392-A del Código
Procesal Civil; para que la Corte, conozca la presente causa, así
este medio impugnatorio no cumpliera con los requisitos previstos
en el artículo 388 del citado cuerpo legal. Quinto: En cuanto a las
causales denunciadas en los acápites a) y b), debe precisarse que
la Ad quem al emitir la impugnada concluyó que la actora mediante
diversas Declaraciones Únicas de Aduanas de fecha veintiocho
de diciembre de dos mil uno, solicitó la importación de nueve (9)
ómnibus marca Mercedes Benz procedentes del Brasil, para
destinarlos al servicio público de transporte terrestre, precisándose
que el plazo de tal importación vencía el veintiocho de diciembre
de dos mil seis, esto es, en el plazo de cinco años, de conformidad
con la Ley Nº 27502. Sexto: Asimismo, resaltó que la accionante
solicitó la nacionalización de la mercancía el diecisiete de diciembre
de dos mil siete; sin embargo, en atención a la aplicación de las
normas en el tiempo se tiene que antes que venciera el régimen
de importación temporal, es decir, con fecha cuatro de febrero
de dos mil cuatro, se encontraba vigente la Segunda Disposición
Transitoria del Decreto Legislativo Nº 951 que prescribía que
si al vencimiento del plazo autorizado no se hubiera concluido
con el régimen de acuerdo a lo señalado, la Superintendencia
Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT dará
por nacionalizada automáticamente la mercancía y concluido el
régimen de importación temporal. Sétimo: De lo antes expuesto,
se colige que la Sala de mérito arribó a su decisión confirmatoria, al
considerar que la nacionalización de los bienes debía realizarse por
la Administración Tributaria, esto es, por mandato imperativo de la
ley, sin necesidad de ser requerida por la parte demandante, ello en
estricta observancia de la aplicación inmediata de la norma vigente
a partir del año dos mil cuatro, es decir, cuando el pedido de la
demandante aún se encontraba dentro del período de los cinco años
establecido para el procedimiento de importación temporal; por lo
que las causales así propuestas devienen en improcedentes. Por
estas consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto a fojas trescientos sesenta y siete por la
Procuraduría Pública de la Superintendencia Nacional de Aduanas
y de Administración Tributaria – SUNAT, contra la sentencia de
vista obrante a fojas trescientos uno, de fecha tres de diciembre
de dos mil trece; en los seguidos por la Empresa de Transportes
Perú Bus Sociedad Anónima contra la Superintendencia Nacional
de Administración Tributaria y otros, sobre Impugnación de
Resolución Administrativa; ORDENARON la publicación del texto
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a
ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO
CAS. Nº 10647-2014 LIMA
Lima, veintitrés de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con los
acompañados y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
interpuesto a fojas trescientos treinta y tres por la Procuradora
Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio de
Economía y Finanzas de fecha treinta de mayo de dos mil catorce,
contra la sentencia de vista de fecha tres de diciembre de dos
mil trece, obrante a fojas trescientos uno, que confirmando la
sentencia apelada de fojas doscientos diecinueve, de fecha
veintinueve de agosto de dos mil doce, declara fundada la
demanda; para cuyo efecto se debe proceder a verificar el
cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso
3 de la Ley Nº 27584, en concordancia con el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley
Nº29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala
que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del
plazo de diez (10) días de notificada la parte recurrente con la
resolución impugnada; y iv) no se adjunta el arancel judicial por
concepto del recurso de casación, por encontrarse exonerada, por
tratarse de una entidad del Estado. Tercero: Antes del análisis de
los requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuales son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, señala que
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado como
causal de su recurso la Infracción normativa del artículo 64
del Texto Único Ordenado de la Ley General de Aduanas,
aprobado por Decreto Supremo Nº 129-2004-EF, que recoge
las modificatorias dispuestas por el Decreto Legislativo Nº
951. Sostiene que la Sala de mérito incurre en error al establecer
que la Administración debió ajustar su actuación a lo dispuesto
por la norma en comento, esto es, se aplique el procedimiento de
nacionalización automática de la mercancía acogida al Régimen
de Importación Temporal; sin tomar en cuenta que al momento en
que sucedieron los hechos se encontraba vigente la Ley General
de Aduanas aprobada por el Decreto Legislativo Nº 809, esto es,
desde que se da la numeración de las respectivas Declaraciones
Únicas de Aduanas realizadas en el año 2001, hasta el fin del
régimen de importación temporal en el año 2006, y por tal razón,
señala la entidad recurrente, correspondía aplicar esta última
norma. Agrega, que si bien la demandante en función a lo dispuesto
por la Segunda Disposición Transitoria del Decreto Legislativo Nº
951, podía acogerse a los alcances del artículo 64 de la Ley General
de Aduanas, sobre la nacionalización automática de la mercancía
importada temporalmente, sin embargo, ello se daba en la medida
que cumpliese con los presupuestos necesarios para dicho fin,
lo que incluía nacionalizar la mercancía hasta un día antes del
vencimiento del plazo de importación temporal otorgado, lo que
no ocurrió en el caso de autos, por cuanto, refiere que, la empresa
accionante presentó tardíamente los pedidos de nacionalización,
el diecisiete de diciembre de dos mil siete; hecho que impide que
esta pueda acogerse a la figura de nacionalización automática. b)
Casación excepcional al amparo del artículo 392-A del Código
Procesal Civil; para que la Corte, conozca la presente causa, así
este medio impugnatorio no cumpliera con los requisitos previstos
en el artículo 388 del citado cuerpo legal. Quinto: En cuanto a las
causales descritas en los acápites i) y ii), debe precisarse que la
Ad quem al emitir la impugnada concluyó que la actora mediante
diversas Declaraciones Únicas de Aduanas de fecha veintiocho
de diciembre de dos mil uno, solicitó la importación de nueve
(9) ómnibus marca Mercedes Benz procedentes del Brasil, para
destinarlos al servicio público de transporte terrestre, precisándose
que el plazo de tal importación vencía el veintiocho de diciembre
de dos mil seis, esto es, en el plazo de cinco años, de conformidad
con la Ley Nº 27502. Sexto: Asimismo, resaltó que la accionante
solicitó la nacionalización de la mercancía el diecisiete de diciembre
de dos mil siete; sin embargo, en atención a la aplicación de las
normas en el tiempo se tiene que antes que venciera el régimen
de importación temporal, es decir, con fecha cuatro de febrero
de dos mil cuatro, se encontraba vigente la Segunda Disposición
Transitoria del Decreto Legislativo Nº 951 que prescribía que si
al vencimiento del plazo autorizado no se hubiera concluido
con el régimen de acuerdo a lo señalado, la Superintendencia
Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT dará
por nacionalizada automáticamente la mercancía y concluido el
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
régimen de importación temporal. Sétimo: De lo antes expuesto,
se colige que la Sala de mérito arribó a su decisión confirmatoria,
al considerar que la nacionalización de los bienes debía realizarse
por la Administración Tributaria, esto es, por mandato imperativo
de la ley, sin necesidad de ser requerida por la parte demandante,
ello en estricta observancia de la aplicación inmediata de la norma
vigente a partir del año dos mil cuatro, es decir, cuando el pedido
de la demandante aún se encontraba dentro del período de los
cinco (5) años establecido para el procedimiento de importación
temporal; por tal motivo, los agravios así propuestos devienen
en improcedentes. Por estas consideraciones: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación obrante a fojas
trescientos treinta y tres por la Procuradora Pública a cargo de
los asuntos judiciales del Ministerio de Economía y Finanzas de
fecha treinta de mayo de dos mil catorce, contra la sentencia de
vista obrante a fojas trescientos uno, de fecha tres de diciembre
de dos mil trece; en los seguidos por la Empresa de Transportes
Perú Bus Sociedad Anónima contra la Superintendencia Nacional
de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT y otros, sobre
Impugnación de Resolución Administrativa; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA
GUAYLUPO C-1392276-36
CAS. LAB. Nº 10599-2014 LA LIBERTAD
Lima, diecisiete de abril de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero.- Es materia de pronunciamiento el
recurso de casación interpuesto por los codemandados Proyecto
Especial Chavimochic y el Gobierno Regional de La Libertad, de
fecha seis de agosto de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
ochenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha once de julio
de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos sesenta y ocho; el
cual cumple con los requisitos de admisibilidad establecidos en el
artículo 35 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal de Trabajo,
por ello se debe proceder a calificar los requisitos de procedencia
conforme a lo previsto en el artículo 36 de la citada ley procesal
laboral. Segundo.- Que, antes del análisis de los requisitos de
fondo, es necesario precisar que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento de los precedentes vinculantes dictados, sea por
el Tribunal Constitucional o por la Corte Suprema de Justicia de
la República. Tercero.- Como fundamentos de su recurso, el
recurrente invoca: infracción normativa del artículo 9 Texto
Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral, aprobado por el
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, señalando que la sentencia
de vista no toma en cuenta que el empleador está facultado para
introducir cambios o modificar turnos, días u horas de trabajo, así
como la forma o modalidad de la prestación de las labores dentro
de criterios de razonabilidad y teniendo en cuenta las necesidades
del centro de trabajo. Asimismo, argumenta que no se valora
correctamente sus argumentos y que la contratación obedece
a una circunstancia temporal, incurriendo en error al reconocer
la existencia del vínculo laboral. Además, tampoco se toma en
cuenta que existe prohibición expresa de otorgar incrementos
remunerativos, según el artículo 4 de la Ley de Presupuesto del
Sector Público para el año dos mil siete. Cuarto.- Absolviendo la
causal denunciada, podemos advertir que los argumentos que la
sustentan están dirigidas principalmente a cuestionar la valoración
probatoria y el razonamiento desarrollado por la instancia superior,
el mismo que no podría ser modificado, sino a través de una
nueva valoración de las pruebas actuadas en el proceso, actividad
reñida con la finalidad esencial del recurso de casación, dado su
carácter extraordinario que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas, no así en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, como se pretende en el presente caso.
Quinto.- Por lo tanto, al no haberse acreditado el cumplimiento de
los requisitos previstos en el artículo 36 numerales 2 y 3 de la Ley
Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, el recurso propuesto
deviene en improcedente; más aún, si las instancias de mérito
coinciden en señalar que el vínculo laboral a plazo indeterminado
se encuentra sustentado en la aplicación del principio de primacía
de la realidad por la concurrencia de los elementos esenciales
del contrato de trabajo, como son, la prestación personal del
servicio, la remuneración y subordinación; y por la invalidez de
la contratación administrativa de servicios, que otorga menores
derechos laborales; razón por la cual otorgan los beneficios
sociales reclamados. Sexto.- Cabe agregar, que en el punto 2.1
del II Pleno Jurisdiccional Supremo en materia laboral, publicado
en el Diario Oficial el Peruano el cuatro de julio del dos mil catorce,
se acordó por mayoría calificada que “Existe invalidez de los
contratos administrativos de servicios, de manera enunciativa,
78965
en los siguientes supuestos: (...) 2.1.3 Cuando se verifica que
previa a la suscripción del contrato CAS, el locador de servicios
tenía, en los hechos, una relación laboral de tiempo indeterminado
encubierta (...)”; supuesto dentro del cual se encuentra el presente
caso, y abona a la conclusión de las instancias de mérito respecto
a la invalidez de la contratación administrativa de servicios (CAS),
posterior a una relación laboral a tiempo indeterminado. Por los
fundamentos expuestos y en uso de las facultades previstas en el
artículo 37 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por los codemandados Proyecto Especial Chavimochic y el
Gobierno Regional de La Libertad, de fecha seis de agosto de
dos mil catorce, obrante a fojas doscientos ochenta y tres, contra
la sentencia de vista de fecha once de julio de dos mil catorce,
obrante a fojas doscientos sesenta y ocho; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano conforme al artículo 41 de la Ley Nº 29497; en los
seguidos por don José Isaí Amaya Palacios contra el Proyecto
Especial Chavimochic y otro, sobre Pago de Beneficios Sociales y
otros; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente Vinatea Medina.-
SS. VINATEA MEDINA, MORALES GONZÁLEZ, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, DE LA ROSA BEDRIÑANA
C-1392276-37
CAS. Nº 10572–2014 LA LIBERTAD
Lima, veintitrés de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación a folios cuatrocientos
sesenta y ocho, interpuesto por el codemandado Honorio
Guillermo Velásquez Castro, contra el auto de vista de fecha
diecinueve de setiembre de dos mil trece a folios cuatrocientos
cincuenta y uno que confirmando la apelada, declara fundada
la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante;
asimismo, declara nulo todo lo actuado, dándose por concluido
del proceso; por lo que corresponde examinar si el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad y procedencia establecidos por
los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por
la Ley número 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad, el presente recurso ha sido interpuesto: i)
Contra el auto de vista expedido por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante
la referida Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, conforme se corrobora
con el cargo de notificación de folios cuatrocientos sesenta;
y, iv) Cumplió con adjuntar el arancel judicial respectivo por
concepto de recurso de casación a folios cuatrocientos sesenta
y siete. Tercero.- Que, respecto a los requisitos de procedencia
contemplados en el artículo 388 del precitado cuerpo normativo,
se debe tener en cuenta que la resolución de primera instancia le
fue desfavorable, razón por la que interpuso a fojas cuatrocientos
trece, el respectivo recurso de apelación, por lo que se cumple
con el primer requisito de procedencia del mencionado dispositivo
legal. Cuarto.- Antes del análisis de los requisitos de procedencia
es necesario precisar que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal, por lo que tiene
que estar estructurado con estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su procedencia, esto es, se debe
puntualizar la infracción normativa que se denuncia, presentar
una fundamentación clara y precisa y pertinente respecto a cada
una de las referidas causales y demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada, exigencias que se
derivan de los fines propios del recurso extraordinario, esto es,
de su función nomofiláctica y uniformizadora de la jurisprudencia.
Quinto.- Que, en cuanto a la sustentación del recurso, el
recurrente, denuncia la causal de Infracción normativa del
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado y el
artículo 95 del Código Procesal Civil. Argumenta que si bien es
cierto dedujo la excepción de falta de legitimidad para obrar de la
demandante, el cual fue amparado por las instancias de mérito; sin
embargo, el Juez de acuerdo sus facultades previstas en el artículo
95 del Código Procesal Civil, debió incorporar como litisconsorte
necesario a la empresa L&S NASSI Sociedad Anónima Cerrada,
ello en atención a los principios de economía y celeridad procesal.
Sexto.- Que, al respecto, se advierte que la Ad quem al emitir la
impugnada concluyó que el codemandado -ahora recurrente- lo
que en buena cuenta pretende es el desistimiento de su excepción
propuesta, por cuanto, una vez amparado su pedido y concluido el
proceso, recién considera oportuno un pronunciamiento de fondo
a cargo de la Judicatura, toda vez que una vez resuelto, ocurrirá
que luego la empresa L&S NASSI Sociedad Anónima Cerrada
presente una nueva demanda argumentando los mismos hechos.
Sétimo.- Que, asimismo, indicó que la facultad del Juez de
integrar a la relación procesal a una persona, no significa que se
encuentre habilitado para conformar la relación procesal, cuando
la actora carece de legitimidad para obrar y sustituirla bajo la
figura del litisconsorcio necesario, es decir, la integración implica
que debe existir previamente una relación jurídica procesal, a la
cual se integran los litisconsortes, según sea el caso propuesto.

78966 CASACIÓN
Octavo.- Que, en consecuencia, se advierte que la Sala de mérito
justificó e invocó adecuadamente los fundamentos fácticos al
caso sub examine, toda vez que, absolvió el agravio deducido
por el casante, garantizando la observancia del debido proceso;
así como, la motivación y congruencia de la impugnada, por lo
que, corresponde desestimar el recurso de casación en todos sus
extremos. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, en ejercicio
de la facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
a fojas cuatrocientos sesenta y ocho por el codemandado Honorio
Guillermo Velásquez Castro, contra el auto de vista obrante a folios
cuatrocientos cincuenta y uno, de fecha diecinueve de setiembre
de dos mil trece; en los seguidos por doña Milagros Maria Nassi
Chávez contra el recurrente y otros sobre Nulidad de Cosa
Juzgada Fraudulenta; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-38
CAS. LAB. Nº 10542-2014 LIMA
Lima, diecisiete de abril de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero.- Que, es materia de pronunciamiento
el recurso de casación interpuesto por el Organismo Supervisor de
la Inversión en Energía y Minería - OSINERGMIN, de fecha
veintidós de julio del dos mil catorce, obrante a fojas setecientos
veinticinco, contra la sentencia de vista de fecha dos de julio del
dos mil catorce, obrante a fojas setecientos quince, mediante la
cual la Cuarta Sala Laboral Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima, revoca la sentencia de primera instancia que
declara infundada la demanda, y reformándola la declara fundada;
recurso que cumple con los requisitos de admisibilidad conforme a
lo dispuesto en el artículo 35 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo,
Ley Nº 29497, por ello se debe proceder a calificar los requisitos
de procedencia conforme a lo previsto en el artículo 36 de la
acotada ley. Segundo.- Que, antes del análisis de los requisitos
de fondo, es necesario precisar que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento de los precedentes vinculantes dictados, sea por el
Tribunal Constitucional o por la Corte Suprema de Justicia de la
República. Tercero.- Como fundamento del recurso, el recurrente
invoca: a) la infracción normativa por inaplicación del artículo 4 de
la Ley Nº 27699; la inaplicación de la Primera Disposición
Complementaria de la Ley Nº 26734; inaplicación del artículo 11.5
e interpretación errónea del artículo 8 del Reglamento de
Supervisión de las Actividades Energéticas y Mineras en
Osinergmin; y, aplicación indebida del artículo 3 de la Ley Nº
27626, Ley que regula la actividad de las empresas especiales de
servicios y de las cooperativas de trabajadores; b) la infracción
normativa por interpretación errónea del artículo 11.1 del
Reglamento de Supervisión de las Actividades Energéticas y
Mineras en Osinergmin; c) la infracción normativa por inaplicación
del artículo 9 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral,
Decreto Legislativo Nº 728; y, d) la infracción normativa del artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Cuarto.- En
cuanto a la causal a) de infracción normativa por inaplicación
del artículo 4 de la Ley Nº 27699; la inaplicación de la Primera
Disposición Complementaria de la Ley Nº 26794; inaplicación
del artículo 11.5 e interpretación errónea del artículo 8 del
Reglamento de Supervisión de las Actividades Energéticas y
Mineras en Osinergmin; y, aplicación indebida del artículo 3
de la Ley Nº 27626, Ley que regula la actividad de las empresas
especiales de servicios y de las cooperativas de trabajadores;
señala que la Ley legitimó al Organismo Supervisor de la Inversión
en Energía y Minería - Osinergmin a contratar personas naturales
(como el demandante) para que efectúen las actividades de
Supervisión, las cuales además son autónomas; que no estamos
en un caso de intermediación laboral y por ende no existe
prohibición de encargar a un tercero actividades principales y
permanente de la entidad; y, por último la Ley permite que se
contrate a estos terceros para prestar los servicios de supervisor,
independientemente de si se trata de actividades inherentes al
giro de negocio de Osinergmin. Quinto.- En cuanto a la causal b)
de infracción normativa por interpretación errónea del artículo
11.1 del Reglamento de Supervisión de las Actividades
Energéticas y Mineras en Osinergmin; menciona que la Sala
Superior infiere que el exceso del plazo en la contratación acarrea
la desnaturalización; sin embargo, no toma en cuenta que en una
relación contractual, como el caso de la locación de servicios,
nunca existirá subordinación independientemente del plazo
pactado para dicha contratación, siendo imposible, atendiendo a
la naturaleza de las instituciones, que por el transcurso del tiempo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
la naturaleza de alguna de ellas pueda variar. Sexto.- En relación
a la causal c) de infracción normativa por inaplicación del
artículo 9 de la Ley de Productividad y Competitividad
Laboral, Decreto Legislativo Nº 728; argumenta que en el
presente caso no se demuestran la concurrencia de los rasgos de
laboralidad; por ende, resulta equivocado lo determinado por la
Sala, toda vez que no determina la subordinación sin explicar los
motivos aparentes que le harían llegar a dicha conclusión y pese a
que se encuentra demostrado que el demandante siempre prestó
servicios de forma independiente, si que la demandada haya
ejercido poderes de dirección, fiscalización o sanción. Séptimo.-
Sobre las causales descritas, cuyo propósito es cuestionar el
vínculo laboral determinado en sede de instancia, debemos
señalar que no reúnen los requisitos de claridad y precisión
previsto en el inciso 2 del artículo 36 de la Nueva Ley Procesal del
Trabajo, Ley Nº 29497, toda vez que no describe infracción alguna;
por el contrario, se advierte que los argumentos se dirigen a
cuestionar la valoración probatoria efectuada en sede de instancia,
pretendiendo que en sede casatoria se efectúe una nueva revisión
y valoración de los medios probatorios, lo cual no resulta atendible.
Asimismo, tampoco demuestra la incidencia que tendrían sus
alegaciones sobre la sentencia recurrida, conforme lo exige el
inciso 3 del artículo 36 de la Ley Nº 29497; razones por las cuales
deviene en improcedente estos extremos del recurso. Máxime si,
como establece la Sala de mérito, la relación laboral se determina
por la concurrencia de los elementos esenciales del contrato de
trabajo, como son, la prestación personal de servicios, la
remuneración y la subordinación. Octavo.- En relación a la causal
d) de infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 5
de la Constitución Política del Perú; indica que la Sala determina
la existencia de una relación laboral, sin embargo, no se pronuncia
sobre los medios probatorios presentados por las partes ni mucho
menos ha señalado cuáles serían los supuestos rasgos
sintomáticos de laboralidad que apoyarían sus conclusiones, sino
que únicamente habría basado su decisión en suposiciones y
presunciones indebidas; asimismo, no explica cómo es que
determina que el cese se produjo el seis de mayo de dos mil trece,
teniendo en cuenta que el contrato concluyó el treinta y uno de
marzo de dos mil trece. Finalmente, señala que no se valora ni se
toma en cuenta la normativa laboral vigente así como la
jurisprudencia al momento de emitir la sentencia, omitiendo
también normas con rango legal y cuya aplicación ha sido
necesaria a efectos de arribar a una sentencia debidamente
fundada en derecho. Noveno.- Sobre la causal descrita, es
pertinente señalar que no se verifica la descripción clara y precisa
de la supuesta infracción que alega, así como tampoco demuestra
la incidencia que ésta tendría sobre la decisión cuestionada; por el
contrario, de los argumentos se advierte que lo pretendido por el
recurrente es que este Supremo Tribunal efectúe una revisión y
consecuente valoración de los medios probatorios actuados en el
proceso, lo cual no es factible en sede casatoria, dado su carácter
extraordinario que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas; por ello, al no cumplirse con los
requisitos establecidos en los incisos 2 y 3 del artículo 36 de la
Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497, debe declararse
improcedente este extremo; tanto más, si puede verificarse que
la Sala Superior ha cumplido con expresar las valoraciones
esenciales y determinantes que sustentan su decisión de amparar
la demanda, la misma que se apoya en la valoración conjunta y
razonada de los medios probatorios aportados por las partes
procesales. Por los fundamentos expuestos y en uso de las
facultades previstas en el artículo 37 de la Nueva Ley Procesal del
Trabajo, Ley Nº 29497, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Organismo Supervisor
de la Inversión de Energía y Minería - OSINERGMIN, de fecha
veintidós de julio del dos mil catorce, obrante a fojas setecientos
veinticinco, contra la sentencia de vista de fecha dos de julio del
dos mil catorce, obrante a fojas setecientos quince; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme lo dispuesto por el artículo 41 de la Ley Nº
29497; en los seguidos por Roy Abdon Cotrina Romero contra el
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería -
OSINERGMIN, sobre Pago de Beneficios Sociales y otro; y los
devolvieron. Vocal Ponente: Vinatea Medina.- SS. VINATEA
MEDINA, MORALES GONZÁLEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, DE LA ROSA BEDRIÑANA C-1392276-39
CAS. LAB. Nº 10318-2014 TACNA
Lima, diez de abril de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero.- Es materia de pronunciamiento el
recurso de casación interpuesto por la parte demandada Gobierno
Regional de Tacna, de fecha dieciocho de julio de dos mil catorce,
obrante a fojas cuatrocientos ochenta y seis, contra la sentencia
de vista de fecha nueve de julio de dos mil catorce, obrante a fojas
cuatrocientos setenta y tres; el cual cumple con los requisitos de
admisibilidad establecidos en el artículo 35 de la Ley Nº 29497,
Nueva Ley Procesal de Trabajo, por ello se debe proceder a
calificar los requisitos de procedencia conforme a lo previsto
en el artículo 36 de la citada ley procesal laboral. Segundo.-
Que, antes del análisis de los requisitos de fondo, es necesario
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
precisar que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o
de revaloración probatoria; en ese sentido, su fundamentación por
parte del recurrente debe ser clara, precisa y concreta indicando
ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada o en el apartamiento
de los precedentes vinculantes dictados, sea por el Tribunal
Constitucional o por la Corte Suprema de Justicia de la República.
Tercero.- Como fundamentos de su recurso, el recurrente invoca:
a) La infracción normativa del artículo 139 numerales 3 y 5 de
la Constitución Política del Estado (debido proceso, congruencia
procesal y motivación de las resoluciones judiciales); y b) La
infracción normativa por interpretación incorrecta de los artículos
4 y 10 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR. Cuarto.- En cuanto
a la causal contenida en el literal a), alega que la Sala de
mérito se limita solo a describir los antecedentes laborales de
la demandante y no da un sustento legal que corrobore con su
decisión; asimismo, no establece los documentos que acreditan
la subordinación y sus trabajos de naturaleza permanente,
más aún, si verificados los actuados y las alegaciones de la
demandante se aprecia que no demuestra la existencia de
órdenes o directrices por parte de la demandada y no hay indicios
de laboralidad, por lo que la relación laboral es inexistente en el
caso de autos. Quinto.- Como se advierte, lo descrito en la causal
descrita incumple con los requisitos contenidos en el artículo 36
numerales 2 y 3 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del
Trabajo, toda vez que, sus alegaciones no describen infracción
alguna, y además no demuestran la incidencia directa sobre la
decisión cuestionada, denotando una argumentación sustentada
en cuestionamientos fácticos, más no, su intensión de denunciar
algún error de derecho cometida en sede de instancia; por lo que
esta causal deviene en improcedente; tanto más, si tenemos en
cuenta que la sentencia de vista se pronuncia sobre todos los
agravios formulados en el escrito de apelación; en el que, luego
de una valoración conjunta y razonada de los medios probatorios
aportados al proceso, determina acertadamente la existencia de
un contrato de trabajo entre las partes procesales, exponiendo las
razones esenciales y determinantes que sustentan dicha decisión.
Sexto.- En relación a la causal indicada en el literal b), señala
que no se puede determinar la existencia de un contrato de trabajo
si no se encuentra demostrada la concurrencia del elemento
subordinación; asimismo, tampoco se puede alegar despido
incausado, cuando se trata de una culminación del vínculo por
vencimiento del contrato; además, se debe considerar que su
labor es brindar un apoyo para el fortalecimiento de las metas de
los “CLAS”, no teniendo implicancias en las responsabilidades que
sobre éstos recaigan, ya que los “CLAS” son personas jurídicas
que poseen ingresos propios y que al contratar personal, es
bajo su responsabilidad y bajo su normativa legal, no teniendo
el Gobierno Regional de Tacna cabida en este proceso, ya que
son impulsores del desarrollo de sus metas y no son titulares
de sus responsabilidades. Sétimo.- Como se advierte, la causal
descrita incumple con los requisitos contenidos en el artículo 36
numerales 2 y 3 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del
Trabajo, toda vez que sus alegaciones cuestionan la base fáctica
y la valoración probatoria establecida en sede de instancia, y
además no demuestran la incidencia directa sobre la decisión
cuestionada, denotando que no existe denuncia referida a algún
error de derecho cometido por las instancias de mérito; por lo que,
deviene en improcedente; más aún si, las instancias de mérito
determinan acertadamente, luego del análisis de los argumentos
de las partes y la valoración conjunta y razonada de los medios
probatorios actuados en autos, que entre las partes existió un
contrato de trabajo de naturaleza indeterminada por aplicación del
principio de primacía de la realidad; razón por la cual, también
estima la pretensión de reposición por despido incausado y
ordena la reincorporación de la demandante al cargo de limpieza
y guardianía de la Comunidad Local de Administración de la
Salud del Centro de Salud Leoncio Prado de la Red de Salud de
Tacna o en otro similar. Por los fundamentos expuestos y en uso
de las facultades previstas en el artículo 37 de la Ley Nº 29497,
Nueva Ley Procesal del Trabajo, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la parte demandada Gobierno
Regional de Tacna, de fecha dieciocho de julio de dos mil catorce,
obrante a fojas cuatrocientos ochenta y seis, contra la sentencia
de vista de fecha nueve de julio de dos mil catorce, obrante a
fojas cuatrocientos setenta y tres; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme
al artículo 41 de la Ley Nº 29497; en los seguidos por doña
Carmen Fresia Poma Zapana contra el Gobierno Regional de
Tacna y otro, sobre Reposición; y los devolvieron. Juez Supremo
Ponente: Vinatea Medina.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA
MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA
GUAYLUPO C-1392276-40
CAS. Nº 10249–2014 ICA
Lima, dieciséis de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de esta
78967
Sala Suprema el recurso de casación a folios doscientos noventa
y tres, interpuesto por el demandante Mario Orlando Ygnacio
Quintana, contra la sentencia de vista de fecha catorce de enero de
dos mil catorce, a folios doscientos ochenta y tres, que confirmando
la apelada, declara infundada la demanda, por lo que corresponde
examinar si el recurso cumple con los requisitos de admisibilidad
y procedencia establecidos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley Nº 29364. Segundo.- Que,
en cuanto a los requisitos de admisibilidad, el presente recurso
ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica,
que como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso (sentencia de vista); ii) Ante la referida Sala Superior que
emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo de diez (10)
días contados desde el día siguiente de notificada la sentencia que
se impugna, conforme se corrobora con el cargo de notificación
a folios doscientos noventa vuelta; y, iv) Cumplió con adjuntar
el arancel judicial. Tercero.- Que, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del precitado cuerpo
normativo, es de verse que el recurso de casación cumple con
lo exigido en el inciso 1 del citado dispositivo legal, toda vez que
la recurrente no consintió la sentencia de primera instancia que
le fue adversa; asimismo, en cuanto al requisito señalado en el
inciso 4 de la referida norma, la impugnante ha precisado que su
pedido casatorio es revocatorio. Cuarto.- Que, antes de la revisión
de los requisitos de procedibilidad se debe tener presente que el
recurso extraordinario de casación es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su procedencia, esto es, se debe puntualizar la infracción
normativa que se denuncia, presentar una fundamentación clara y
precisa y pertinente respecto a cada una de las referidas causales
y demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, exigencias que se derivan de los fines propios del
recurso extraordinario, esto es, de su función nomofiláctica y
uniformizadora de la jurisprudencia. Quinto.- Que, en cuanto a
la sustentación del recurso de casación, la demandante denuncia
la causal de Infracción normativa de derecho material de los
artículos 77, 1470, 1471, 1472 y 1537 del Código Civil. La
Sala Superior incurre en error al no señalar cuando se constituyó
como persona jurídica la Asociación de Ganaderos y Agricultores
de Santa Ana de Huaycahuacho; además, no señala cuándo
se ratificó del acto de compraventa materia de litis; asimismo,
la Sala de mérito se equivoca al indicar que Agapito Allauja
Cárdenas vendió a favor de la Asociación Hijos del Distrito de
Huaycahuacho Residentes en Ica bajo el documento denominado
promesa de compraventa, pues, son personas jurídicas distintas
y existe un plazo de vigencia, por lo que al no celebrarse el
contrato definitivo caduca dicha promesa, tornándose ineficaz
el acto jurídico. Sexto.- Que, en cuanto a la causal denunciada,
se advierte que la Ad quem al emitir la impugnada resaltó que el
actor pretende la nulidad de la Escritura Pública de compra venta
celebrada entre la Asociación de Ganaderos y Agricultores de
Santa Ana de Huaycahuacho en favor de la Asociación Santa Ana
de Huaycahuacho Residentes en Ica, con fecha quince de junio
de dos mil siete, mediante la cual se transfiere la propiedad del
predio denominado Fray Ramón, Lote 5, ubicado en el sector de
San Joaquín, Cercado de Ica, Provincia y Departamento de Ica,
con un área de 6,100 metros cuadrados. Sétimo.- Que, asimismo,
señala que el accionante tenía la posesión del referido predio
en virtud del contrato de compra venta celebrado entre Agapito
Allauja Cárdenas y su padre Emilio Ignacio Ramos, con fecha dos
de octubre de mil novecientos ochenta y siete, mediante el cual le
transfirió la propiedad; empero, el vendedor quien era propietario
registral transfirió nuevamente el mismo inmueble a la Asociación
de Ganaderos y Agricultores de Santa Ana de Huaycahuacho.
Octavo.- Que, debe resaltarse que la Asociación Santa Ana
de Huaycahuacho Residentes en Ica, ostenta un derecho
preferente al tener su derecho inscrito en Registros Públicos1 y
en observancia de la buena fe y el tracto sucesivo que acredita
al haber adquirido la propiedad del inmueble de su anterior
propietario registral, es decir, de la Asociación de Ganaderos y
Agricultores de Santa Ana de Huaycahuacho. Noveno.- Que,
de otro lado, la Sala Superior en el considerando sétimo de
la recurrida indicó que si bien la Asociación de Ganaderos y
Agricultores de Santa Ana de Huaycahuacho celebró el contrato
de compra venta del bien sub litis con Agapito Allauja Cárdenas, de
fecha seis de enero de mil novecientos noventa y siete, ésta aún
no gozaba de personería jurídica, advirtiéndose que al suscribirse
la ratificación del mismo contrato el día diecisiete de mayo de dos
mil siete, ya se encontraba inscrita en la partida 11001437 del
Registro de Personas Jurídicas del Libro de Asociaciones de la
Oficina Zonal Registral XI - Sede Ica, por tanto, dicha actuación
se encuentra prevista en el artículo 77 del Código Civil, que
establece que la eficacia de los actos celebrados en nombre de
la persona jurídica antes de su inscripción queda subordinada
a su ratificación luego de haber sido inscrita. Décimo.- Que, en
cuanto al contrato de promesa de compra venta de fecha ocho
de noviembre de mil novecientos ochenta y cuatro, el Tribunal de
alzada arguye que mediante dicho documento, Agapito Allauja

78968 CASACIÓN
Cárdenas se comprometió a vender el bien a la Asociación Hijos
del Distrito de Santa Ana de Huaycahuacho Residentes en Ica; sin
embargo, incumplió dicho acuerdo para venderlo a la Asociación
Santa Ana de Huaycahuacho Residentes en Ica; en tal contexto,
debe tenerse en cuenta que ésta última es propietaria registral y
tiene derecho preferente en virtud de los artículos 2014 y 2022
del Código Civil. Décimo Primero.- Que, de lo antes expuesto
se colige que la Sala Superior arribó a su decisión confirmatoria
al concluir que la Asociación Santa Ana de Huaycahuacho
Residentes en Ica es propietaria registral del inmueble sub litis;
asimismo, si bien la Asociación de Ganaderos y Agricultores de
Santa Ana de Huaycahuacho -anterior propietaria- celebró un
contrato de compra venta cuando aún no tenía personería jurídica,
dicho acto fue ratificado cuando ya se encontraba inscrita en los
Registros Públicos, es decir, cuando gozaba de existencia jurídica;
y con relación al contrato de promesa de venta, debe precisarse
que la Asociación emplazada tiene un derecho preferente; por tal
motivo no son de recibos los agravios deducidos. Que, siendo así,
y de conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, corresponde desestimar el recurso de casación
en todos sus extremos. Por estos fundamentos: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a fojas
doscientos noventa y tres, por el demandante Mario Orlando
Ygnacio Quintana, contra la sentencia de vista obrante a fojas
doscientos ochenta y tres, de fecha catorce de enero de dos mil
catorce; en los seguidos por el recurrente Mario Orlando Ygnacio
Quintana contra la Asociación Santa Ana de Huaycahuacho
Residentes en Ica, sobre Nulidad de Acto Jurídico; ORDENARON
la publicación del texto de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza
Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA
MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ
1
Ver folio ochenta y seis.
C-1392276-41
CAS. Nº 10205-2014 LIMA
Lima, dieciséis de junio de dos mil quince.- I. VISTOS; con los
expedientes administrativos como acompañado: Es materia de
calificación el recurso de casación interpuesto el veintiséis de junio
del año dos mil catorce por la demandante Roma Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada A&A Products,
obrante a fojas doscientos veintiuno del expediente principal,
contra la sentencia de vista expedida el dos de abril del dos mil
catorce, obrante a fojas doscientos diez del expediente principal,
que CONFIRMA la sentencia apelada dictada el nueve de julio del
dos mil trece, obrante a fojas ciento cuarenta y siete del expediente
principal, que declaró INFUNDADA la demanda. II.
CONSIDERANDO: Primero: Se debe tener en cuenta el
cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y procedibilidad
previstos en los artículos 35 inciso 3 y 36 del Texto Único Ordenado
de la Ley Nº 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, en concordancia con el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de
aplicación a los procesos contenciosos administrativos; así,
verificados los requisitos de admisibilidad previstos en el
modificado artículo 387 del Código Adjetivo precitado, el referido
medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: a) se recurre una
sentencia expedido por una Sala Superior que pone fin al proceso,
b) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la resolución
impugnada; c) fue interpuesto dentro del plazo de diez días de
notificado con la resolución impugnada; y, d) se ha adjuntado el
arancel judicial correspondiente por concepto de recurso de
casación. Segundo: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal y, que de
acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico en función nomofiláctica
por control de derecho sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia, conforme lo prevé el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en
ese sentido su fundamentación por parte del recurrente debe ser
clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son las
denuncias que configuran la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, o las precisiones respecto al apartamiento inmotivado
del precedente judicial, de conformidad con el artículo 388 incisos
2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Tercero: Por otro lado, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
determina las causales del recurso de casación, a saber: 1)
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada y, 2) apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Asimismo, el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, establece que son requisitos de procedencia: 1)
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso, 2) describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
3) demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, y 4) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado. Quinto: En lo que atañe al requisito contenido
en el artículo 388º, numeral 1, del Código Procesal Civil, se
observa que la parte recurrente, cumple la referida exigencia, en la
medida que no ha consentido la sentencia de primera instancia
que resultó adversa a sus intereses al declarar infundada la
demanda planteada; la que fue confirmada por la Sala de mérito.
Sexto: Respecto del artículo 388, inciso 2, del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, sobre la
infracción normativa, alega las siguientes causales como sustento
de su recurso: Séptimo: Infracción normativa del artículo IV,
parágrafo 1.1 del Título Preliminar de la Ley Nº 27444- Ley del
Procedimiento Administrativo General, señalando: 7.1 Que la
sentencia de vista inaplica dicha norma que establece el principio
de legalidad, transgrediendo e ignorando la vigencia del Decreto
Supremo Nº 028-2010-SA, que ordenó en términos imperativos e
inequívocos, que la solicitud administrativa sub – materia se
evalúen un plazo no menor a cuarenta y cinco (45) días ni mayor
a sesenta (60) días calendario, lo que no fue acatado ni cumplido
por el Ministerio de salud, no obstante tratarse de la única norma
aplicable a la que oportunamente se acogió, sin embargo la
sentencia de vista impugnada declara infundada la demanda,
respaldando tal actuación abusiva. 7.2 Al respecto, se advierte de
la fundamentación del recurso que el impugnante denuncia la
infracción del principio de legalidad, al haberse transgredido e
ignorado la vigencia del Decreto Supremo Nº 028-2010-SA, sin
embargo no cumple con precisar con claridad a que norma
específica de tal Decreto Supremo se refiere, puesto que el mismo
cuenta con cinco artículos y tres disposiciones complementarias y
transitorias. Por lo que el recurso no cumple con la sustentación
clara y precisa de la infracción que denuncia, tanto más cuando,
no hay otro desarrollo que las discrepancias con el pronunciamiento
jurisdiccional. 7.3 Como se tiene señalado en el considerando
segundo de esta resolución, en nuestro ordenamiento jurídico el
recurso de casación como medio de impugnación es de carácter
especial, y en función nomofiláctica no constituye una posibilidad
de acceder a una tercera instancia, no se orienta a verificar un
reexamen de la controversia ni a la obtención de un tercer
pronunciamiento por otro tribunal sobre la misma pretensión y
proceso; es más bien un recurso singular que permite acceder a
una Corte de Casación con cognición especial para el cumplimiento
de determinados fines, que en nuestra legislación procesal civil,
aplicable supletoriamente al caso de autos, se ha previsto como
tales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto,
la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia. En este orden el recurso de casación se encuentra
sometido a estrictas exigencias de procedibilidad previstas en el
artículo 388º del Código Procesal Civil; por lo que en este caso, el
incumplimiento, de la descripción clara y precisa de la infracción
normativa acarrea la declaración de improcedencia, como lo
sanciona el artículo 392 del mismo código: “El incumplimiento de
cualquiera de los requisitos previstos en el artículo 388º da lugar a
la improcedencia del recurso”. Octavo: Infracción normativa
del artículo 50º inciso 6 del Código Procesal Civil, al respecto
de la norma. 8.1 Señala el recurrente que dicha norma obliga a los
jueces a observar el principio de congruencia, al omitir pronunciarse
en lo relativo a la preclusión de la etapa del procedimiento
administrativo que impide a la Administración formular
requerimientos fuera del plazo de sesenta (60) días establecido en
el Decreto Supremo Nº 028-2010-SA.; agrega que la resolución de
abandono le ha impedido ejercer su derecho de impugnar una
eventual negativa a su solicitud de inscripción del producto
farmacéutico ASCOR a través de los recursos legales
correspondientes infringiendo el debido procedimiento
administrativo, habiéndose impedido ejercer su derecho de
impugnación, afectándose el debido proceso garantizado en el
artículo 139º inciso 3 de la Constitución Política del Perú. 8.2 En
este extremo del recurso se advierte que tampoco existe claridad
y precisión en la infracción denunciada, pues basa la sustentación
de omisión en el pronunciamiento en el Decreto Supremo Nº 028-
2010-SA, sin embargo no cumple con precisar a qué norma
específica contenida en tal decreto supremo se refiere, la cual
cuenta con cinco artículos y tres disposiciones complementarias
transitorias, circunstancia que tampoco le ha permitido describir
con claridad y precisión de qué manera se estaría vulnerando el
debido procedimiento administrativo, su derecho de impugnación,
el debido proceso, así como el principio de congruencia; extremo
que conforme a los artículos 388.2 y 392 del Código Procesal Civil
citados en el considerando 3 resulta improcedente. III. DECISIÓN:
Por estas consideraciones, y conforme al artículo 392 del Código
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
el veintiséis de junio del año dos mil catorce por la demandante
Roma Empresa Individual de Responsabilidad Limitada A&A
Products; en los seguidos por la parte recurrente contra el
Ministerio de Salud, sobre Acción Contenciosa Administrativa;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.
Juez Supremo Ponente: Rueda Fernández.- SS. TELLO GILARDI,
VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-42
CAS. Nº 10005-2014 PIURA
Lima, quince de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el Seguro Social de Salud - ESSALUD de fecha
diecinueve de junio de dos mil catorce, obrante a folios trescientos
sesenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha veintitrés
de mayo de dos mil catorce de folios trescientos cuatro, que
confirmando la apelada de fojas doscientos treinta y cinco de
fecha once de abril de dos mil trece, declara fundada la demanda;
para cuyo efecto se debe proceder a verificar el cumplimiento
de los requisitos previstos en el artículo 32, inciso 3 de la Ley
Nº27584, en concordancia con el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364. Segundo:
En tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº29364, de aplicación supletoria a los autos,
el referido medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) se
recurre una sentencia expedida por una Sala Superior que pone
fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la
resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del plazo de diez
días de notificada la parte recurrente con la resolución impugnada;
y iv) no se adjunta el arancel judicial por concepto del recurso
de casación, por encontrarse exonerada, al tratarse de una
entidad del Estado. Tercero: Antes del análisis de los requisitos
de procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, señala que:
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado la
causal de Infracción Normativa de los siguientes dispositivos
legales: i) Artículos 6 y 10 de la Ley Nº 26790, modificada por el
artículo 1 de la Ley Nº 28791, y el artículo 33 párrafos segundo
y tercero del Decreto Supremo Nº 020-2006-TR; sostiene que
la sentencia de vista contraviene la norma y el fin de la seguridad
social, pues, acoge de forma incorrecta los postulados de la
Ley Nº 27360 - Ley que aprueba las Normas de Promoción del
Sector Agrario - Seguro de Salud Agrario que es un régimen de
seguridad especial, como lo dispuesto en sus artículos 7.2 inciso
a) y 9, de ahí que existe una interpretación errónea de los artículos
denunciados, soslayando la obligación de la accionante de que
responda al pago de sus aportaciones como corresponde mes
a mes por la totalidad de sus trabajadores, incluyendo al de la
trabajadora por quién solicita el reembolso de prestaciones
económicas -subsidio por maternidad-, el cual fue denegado con
arreglo a derecho; asimismo, precisa que se debió acudir a las
nomas específicas que regulan los aportes, coberturas, entre otros,
contenidos en el artículo 6 de la Ley Nº 26790 y su Reglamento -
Decreto Supremo Nº 009-97-SA. De allí que el artículo 9 numeral
9.2 de la Ley Nº 27360, debió interpretarse armónicamente con
las normas precitadas ya que no existe contradicción entre ellas,
sino mas bien, falta de precisión y para ello debe dilucidarse con
las normas especiales relativas a los aportes del seguro, lo cual
llega a inferir que el cuatro por ciento (4%) del aporte mensual al
seguro de salud para los trabajadores de la actividad agraria debe
tener como base imponible la remuneración mínima legal vigente.
ii) Artículo 540 del Código Procesal Civil; los artículos 2 inciso
24 literal a), 10, 12, 138 y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Estado; y la Ley Nº 27444; alega que la impugnada
no valora el régimen contributivo de la seguridad social en salud
que es de carácter obligatorio para los afiliados regulares, más
aun si la Ley señala que se encuentra regido por la Ley Nº 27056
- Ley de Creación del Seguro Social en Salud y su modificatoria la
Ley Nº 28791. iii) Ley de Promoción Agraria; arguye que la Sala
de mérito hace tabla rasa a los contenidos de la Ley Nº 26790
78969
que en su artículo 3 considera como afiliado regular al régimen
contributivo de la seguridad social en salud a los trabajadores
activos que laboran bajo relación de dependencia como prevé la
Ley de Promoción del Sector Agrario - Ley Nº 27360. Quinto: En
cuanto a las causales denunciadas en los acápites i), ii) y iii), debe
precisarse que la Ad quem al emitir la impugnada concluyó que en
atención al régimen laboral especial en el que se encontraba la
trabajadora de la empresa demandante, se debe preferir la norma
especial sobre la norma general; en tal sentido, corresponde
aplicar en el caso de autos la Ley que aprueba las Normas de
Promoción del Sector Agrario - Ley Nº 27360, y no así la Ley de
Modernización de la Seguridad Social en Salud - Ley Nº 26790,
más aún, si la norma que regula el Régimen Agrario es posterior
a la que regula el Régimen de Seguridad Social en Salud. Sexto:
Asimismo, resaltó que las normas aplicables al sector agrario
establecen que los aportes del cuatro por ciento que corresponde
abonar al Seguro Social se efectúa teniendo en cuenta lo percibido
o abonado al trabajador en el mes (remuneración mensual), siendo
un requisito que estos cuenten con tres meses de aportación; lo
cual se desprende del artículo 22 del Reglamento de la Ley Nº
27360, el artículo 9 inciso 3 de la Ley Nº 27360, y los artículos 4
inciso b y 12 del Reglamento de Pago de Prestaciones Económicas
aprobado mediante Acuerdo Nº 059-22-ESSALUD-99. Sétimo:
De lo antes expuesto, se colige que la Sala de mérito arribó a
su decisión confirmatoria, al considerar que la actora ha cumplido
con aportar el cuatro por ciento de la remuneración mensual que
percibe la trabajadora -dependiente- y que cuenta con más de
tres meses de aportaciones consecutivas, tal como lo exige la
norma, por tanto, cumple con los requisitos esenciales para recibir
su reembolso por subsidio de maternidad; además, se advierte
que la casante señala en forma genérica y confusa una serie de
normas, sin demostrar su incidencia sobre la impugnada; por tal
motivo, los agravios deducidos devienen en improcedentes. Por
estas consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto a fojas trescientos sesenta y tres por el
Seguro Social de Salud - ESSALUD, contra la sentencia de vista
obrante a fojas trescientos cuatro, de fecha veintitrés de mayo
de dos mil catorce; en los seguidos por Natucultura Sociedad
Anónima contra el recurrente, sobre Impugnación de Resolución
Administrativa; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley;
y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS.
TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-43
CAS. Nº 10077-2014 LIMA
Lima, quince de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante el Procurador Público Municipal de la Municipalidad
Distrital de Santiago de Surco a folios trescientos cincuenta y
siete, contra la sentencia de vista obrante a folios trescientos
treinta y cinco, de fecha veintiocho de marzo de dos mil catorce,
que confirmando la sentencia apelada de folios doscientos
veinticinco, de fecha cinco de abril de dos mil trece, declaró
infundada la demanda de folios ochenta, subsanada a folios
noventa y cuatro y ciento tres; para cuyo efecto se debe proceder
a calificar si dicho recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, artículos modificados
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria,
concordante con lo dispuesto en el numeral 3.1 del inciso 3 del
artículo 32 de la Ley Nº 27584. Segundo: Siendo ello así, se
verifica que el presente recurso impugnatorio cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387
del Código Procesal Civil y su modificatoria; toda vez que ha sido
interpuesto: i) contra la sentencia de vista expedida por la Sétima
Sala Contencioso Administrativo con Sub Especialidad en Temas
Tributarios, Aduaneros de la Corte Superior de Justicia de Lima
que, como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) dentro del plazo que establece la
norma, ya que el recurrente fue notificado el diecinueve de mayo
de dos mil catorce, conforme se corrobora del cargo de folios
trescientos cincuenta y uno, y se interpuso el escrito de casación
el veintinueve de mayo del mismo año; y iv) no adjunta el arancel
judicial correspondiente por el recurso, por tratarse de una entidad
del Estado. Tercero: De otro lado, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria, es
de verse que el recurso de casación cumple con lo exigido en el
inciso 1 del citado artículo, toda vez que la entidad recurrente no
consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle adversa,
lo impugnó mediante su escrito de apelación de folios doscientos
cuarenta y cuatro. Cuarto: Asimismo, debe considerarse que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la

78970 CASACIÓN
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa
de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con
lo establecido por los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil y su modificatoria1. Quinto: Así, el artículo 386 del
precitado Código Procesal, precisa como causales casatorias: a)
La infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Sexto: En tal sentido, el
recurrente invoca la causal de Infracción Normativa por: a)
Vulneración de los derechos fundamentales a un debido
procedimiento administrativo y a un debido proceso. Señala el
impugnante que el Tribunal Fiscal no debió calificar la impugnación
de la parte demandada (Victorino Pacheco Bustamante) contra la
cobranza de arbitrios contenida en la Resolución de Determinación
como una apelación de puro derecho, puesto que ello implicaría
que: (i) no se puedan actuar medios probatorios que acrediten que
los costos establecidos en la Ordenanza Nº 225-MSS eran
adecuados, y (ii) desconocer lo señalado por el Tribunal
Constitucional en el expediente Nº 0041-2004-AI/TC, respecto al
agotamiento de la vía administrativa antes de recurrir al órgano
jurisdiccional. En ese sentido, señala el casante, que tampoco se
puede emplear retroactivamente los criterios acogidos por el
Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el expediente
Nº 0053-2004-PI/TC, respecto al cálculo de los importes por
concepto de recolección de basura, barrido de calles y lavado de
calles, puesto que ésta fue expedida con fecha posterior a la
vigencia y ratificación de la Ordenanza Nº 225-MSS. Agrega, que
por tal razón, se debe tener en cuenta que la retroactividad de las
normas, en materia tributaria, no está permitida según la
Constitución Política del Estado. b) Contravención del artículo 3
inciso 4 de la Ley Nº27444. Alega que para determinar la invalidez
de la Ordenanza Nº 225-MSS, el Tribunal Fiscal sólo empleó un
considerando, es decir, no se analizó adecuadamente los alcances
de dicha Ordenanza ni los diversos informes del cual fue objeto,
por tanto, se ha incurrido en falta de motivación, lo que incide en el
derecho fundamental a un debido procedimiento administrativo.
Finalmente indica que su pedido casatorio es revocatorio. Sétimo:
Las causales denunciadas descritas en los acápites a), y b),
deben ser desestimadas, toda vez que los fundamentos que
sostienen las normas supuestamente transgredidas son similares
en los que basó los agravios de su escrito de apelación de folios
doscientos cuarenta y cuatro, y que ahora nuevamente invoca; y
por tanto fue materia de pronunciamiento por la instancia de
mérito, que estableció, que la Resolución de Determinación Nº 03-
02-03-0003003987, obrante a folios quince, girada por arbitrios
municipales insolutos correspondientes al predio del co-
demandado por el período del mes de diciembre del año dos mil
cinco, al haber sido emitida en atención a la Ordenanza Nº 225-
MSS por los conceptos de limpieza pública, parques y jardines, y
serenazgo, que sustenta el cobro de los mismos, en el área del
terreno, área de construcción del predio, el uso y la ubicación del
predio, presenta vicios de invalidez de conformidad con los
criterios determinados por el Tribunal Constitucional en las
sentencias recaídas en los Expedientes Nº 0041-2004-AI/TC2 y Nº
0053-2004-AI/TC3, mediante las cuales declaró la
inconstitucionalidad de diferentes ordenanzas expedidas por la
Municipalidad Distrital de Santiago de Surco – y otro –, 4
proscribiendo la aplicación de criterios como el valor del predio o
el tamaño del mismo para la fijación de la tasa en caso de los
arbitrios antes nombrados, por no cumplir con los requisitos de
validez de forma y fondo exigidos por el Decreto Legislativo Nº
776, Ley de Tributación Municipal y la Ley Nº 23853, Ley Orgánica
de Municipalidades. Octavo: Según estas sentencias
constitucionales se debía tomar como criterios de razonabilidad
para la validez del cobro de los arbitrios, lo siguiente: a) limpieza
pública, que involucra el pago de servicios de recolección y
transporte de residuos, barrido y lavado de calles, señalando que
“quien contamina más –por generación de basura y desperdicios–,
debe pagar un arbitrio mayor”, y en tal razón, se debía considerar
el uso del predio y el número de personas que habitan en el
mismo5; b) parques y jardines, que se da en función de los
beneficios ambientales y preservación de áreas verdes, recibiendo
un mayor beneficio los que viven con mayor cercanía, el criterio a
tener en cuenta es la ubicación del predio; y c) serenazgo, que
tiene por finalidad brindar seguridad ciudadana, cuyo uso se
intensifica en zonas de mayor peligrosidad, también es de
aplicación la ubicación del predio.6 Noveno: Asimismo, se impide
el inicio o prosecución del cobro de deudas tributarias basadas en
ordenanzas municipales que presenten vicios de invalidez7. En tal
razón, procedió debidamente el Tribunal Fiscal al disponer la
suspensión definitiva de los procedimientos de ejecución coactiva
de la deuda contenida en la Resolución de Determinación Nº 03-
02-03-0003003987, inaplicando la Ordenanza Nº 225-MSS en
cumplimiento de lo dispuesto por las normas descritas en el sétimo
considerando y en función a los criterios proscritos y declarados
inconstitucionales por el Tribunal Constitucional. Décimo: Por
tanto, no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
garantía alguna, o que se hayan infringido normas de derecho
material o procesal, es de estimar como no cumplidos los
requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente, para hacer operante este medio impugnatorio.
Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias
de fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo
392 del anotado Código: Declararon IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto a folios trescientos cincuenta y siete por el
Procurador Público Municipal de la Municipalidad Distrital de
Santiago de Surco, contra la sentencia de vista obrante a folios
trescientos treinta y cinco, de fecha veintiocho de marzo de dos mil
catorce; en los seguidos contra el Tribunal Fiscal y otro, sobre
Acción Contencioso Administrativo; ORDENARON la publicación
del texto de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema Ponente:
Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ
1
Código Procesal Civil: Artículo 388.- “(...) 2. describir con claridad y precisión la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial; 3. demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada (...)”.
2
STC Nº 0041-2004-AI/TC, del 11 de noviembre de 2004.
3
STC Nº 0053-2004-AI/TC, del 16 de mayo de 2005.
4
Municipalidad Distrital de Miraflores.
5
STC Nº 0041-2004-AI/TC, fundamento 42.
6
Idem, fundamento 44.
7
STC Nº 0053-2004-AI/TC.
C-1392276-44
CAS. Nº 9962-2014 PIURA
Lima, once de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con el acompañado
y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por el Seguro
Social de Salud - ESSALUD de fecha dieciocho de junio de dos
mil catorce, obrante a folios trescientos sesenta y cinco, contra la
sentencia de vista de fecha veintiocho de mayo de dos mil trece
de fojas trescientos treinta y seis, que confirmando la apelada
declara fundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder
a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo
32, inciso 3 de la Ley Nº27584, en concordancia con el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio cumple
con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida por una
Sala Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante
la Sala que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificada la parte recurrente con
la resolución impugnada; y iv) no se adjunta el arancel judicial por
concepto del recurso de casación, por encontrarse exonerada, al
tratarse de una entidad del Estado. Tercero: Antes del análisis de
los requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuales son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, señala que
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente invoca la causal de
Infracción Normativa de los siguientes dispositivos legales:
a) Artículos 6 y 10 de la Ley Nº 26790, modificada por el
artículo 1 de la Ley Nº 28791, y el artículo 33 párrafo primero
del Decreto Supremo Nº 009-97-SA; sostiene que la sentencia
de vista contraviene la norma y el fin de la seguridad social, pues,
acoge de forma incorrecta los postulados de la Ley Nº 27360 -
Seguro de Salud Agrario que es un régimen de seguridad especial,
como lo dispuesto en sus artículos 7.2 inciso a) y 9, de ahí que
existe una interpretación errónea de los artículos denunciados,
soslayando la obligación de la accionante de que responda al
pago de sus aportaciones como corresponde mes a mes por la
totalidad de sus trabajadores, incluyendo al de la trabajadora por
quién solicita el reembolso de prestaciones económicas -subsidio
por maternidad-, el cual fue denegado con arreglo a derecho;
asimismo, precisa que se debió acudir a las nomas específicas
que regulan los aportes, coberturas, entre otros, contenidos en el
artículo 6 de la Ley Nº 26790 y su Reglamento - Decreto Supremo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Nº 009-97-SA. De allí que el artículo 9.2 de la Ley Nº 27360, debió
interpretarse armónicamente con las normas precitadas ya que no
existe contradicción entre ellas, sino mas bien, falta de precisión
y para ello debe dilucidarse con las normas especiales relativas
a los aportes del seguro, lo cual llega a inferir que el cuatro por
ciento del aporte mensual al seguro de salud para los trabajadores
de la actividad agraria debe tener como base imponible la
remuneración mínima legal vigente. ii) Artículo 540 del Código
Procesal Civil; los artículos 2 inciso 24 literal a), 10, 12, 103,
138 y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado;
y la Ley Nº 27444; alega que la impugnada no valora el régimen
contributivo de la seguridad social en salud que es de carácter
obligatorio para los afiliados regulares, más aun si la Ley señala
que se encuentra regido por la Ley Nº 27056 - Ley de Creación
del Seguro Social en Salud y su modificatoria la Ley Nº 28791. iii)
Ley de Promoción Agraria; arguye que la Sala de mérito hace
tabla rasa a los contenidos de la Ley Nº 26790 que en su artículo
3 considera como afiliado regular al régimen contributivo de la
seguridad social en salud a los trabajadores activos que laboran
bajo relación de dependencia como prevé la Ley de Promoción del
Sector Agrario - Ley Nº 27360. Quinto: En cuanto a las causales
denunciadas i), ii) y iii), debe precisarse que la Ad quem al
emitir la impugnada concluyó que en atención al régimen laboral
especial en el que se encontraba la trabajadora de la empresa
demandante, se debe preferir la norma especial sobre la norma
general; en tal sentido, corresponde aplicar en el caso de autos
la Ley que aprueba las Normas de Promoción del Sector Agrario
- Ley Nº 27360, y no así la Ley de Modernización de la Seguridad
Social en Salud - Ley Nº 26790, más aún, si la norma que regula
el Régimen Agrario es posterior a la que regula el Régimen de
Seguridad Social en Salud. Sexto: Asimismo, resaltó que las
normas aplicables al sector agrario establecen que los aportes
del cuatro por ciento que corresponde abonar al Seguro Social se
efectúa teniendo en cuenta lo percibido o abonado al trabajador
en el mes (remuneración mensual), siendo un requisito que estos
cuenten con tres meses de aportación; lo cual se desprende
del artículo 22 del Reglamento de la Ley Nº 27360, el artículo 9
inciso 3 de la Ley Nº 27360, y los artículos 4 inciso b y 12 del
Reglamento de Pago de Prestaciones Económicas aprobado
mediante Acuerdo Nº 059-22-ESSALUD-99. Sétimo: De lo antes
expuesto, se colige que la Sala de mérito arribó a su decisión
confirmatoria, al considerar que la actora ha cumplido con aportar
el cuatro por ciento de la remuneración mensual que percibe la
trabajadora -dependiente- y que cuenta con más de tres meses de
aportaciones consecutivas, tal como lo exige la norma, por tanto,
cumple con los requisitos esenciales para recibir su reembolso
por subsidio de maternidad; además, se advierte que la casante
señala en forma genérica y confusa una serie de normas, sin
demostrar su incidencia sobre la impugnada; por tal motivo, no
son de recibo los agravios deducidos. Por estas consideraciones:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación obrante
a fojas trescientos sesenta y cinco, interpuesto por la parte
demandada Seguro Social de Salud - ESSALUD, contra la
sentencia de vista obrante a fojas trescientos treinta y seis, de
fecha veintiocho de mayo de dos mil trece, en los seguidos por
Natucultura Sociedad Anónima contra el Seguro Social de Salud
– ESSALUD, sobre Impugnación de Resolución Administrativa;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.-
Jueza Suprema Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI,
VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-45
CAS. Nº 9940–2014 PIURA
Lima, once de Junio de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el Seguro Social de Salud - ESSALUD de fecha
nueve de julio de dos mil catorce, obrante a folios ciento setenta
y cuatro; contra la sentencia de vista de fecha treinta de mayo de
dos mil catorce de fojas ciento sesenta y dos, que confirmando la
apelada declara fundada la demanda; para cuyo efecto se debe
proceder a verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en
el artículo 32, inciso 3 de la Ley Nº27584, en concordancia con el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo
1 de la Ley Nº29364. Segundo: En tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, de
aplicación supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio
cumple con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida
por una Sala Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto
ante la Sala que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificada la parte recurrente con
la resolución impugnada; y iv) no se adjunta el arancel judicial por
concepto del recurso de casación, por encontrarse exonerada al
tratarse de una entidad del Estado. Tercero: Antes del análisis de
los requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada
78971
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº29364, señala que:
“El recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado la
causal de Infracción Normativa de los siguientes dispositivos
legales: a) Artículos 6 y 10 de la Ley Nº 26790, modificada por
el artículo 1 de la Ley Nº 28791, y el artículo 33 párrafo primero
del Decreto Supremo Nº 009-97-SA; sostiene que la sentencia
de vista contraviene la norma y el fin de la seguridad social, pues,
acoge de forma incorrecta los postulados de la Ley Nº 27360 Ley
que aprueba las Normas de Promoción del Sector Agrario - Seguro
de Salud Agrario que es un régimen de seguridad especial, como
lo dispuesto en sus artículos 7 numeral 7.2 inciso a) y 9, de ahí que
existe una interpretación errónea de los artículos denunciados,
soslayando la obligación de la accionante de que responda al
pago de sus aportaciones como corresponde mes a mes por la
totalidad de sus trabajadores, incluyendo al de la trabajadora por
quien solicita el reembolso de prestaciones económicas -subsidio
por maternidad-, el cual fue denegado con arreglo a derecho;
asimismo, precisa que se debió acudir a las nomas específicas
que regulan los aportes, coberturas, entre otros, contenidos
en el artículo 6 de la Ley Nº 26790 y su Reglamento - Decreto
Supremo Nº 009-97-SA. De allí que el artículo 9 numeral 9.2 de la
Ley Nº 27360, debió interpretarse armónicamente con las normas
precitadas ya que no existe contradicción entre ellas, sino mas
bien, falta de precisión y para ello debe dilucidarse con las normas
especiales relativas a los aportes del seguro, lo cual llega a inferir
que el cuatro por ciento (4%) del aporte mensual al seguro de salud
para los trabajadores de la actividad agraria debe tener como base
imponible la remuneración mínima legal vigente. ii) Artículo 540
del Código Procesal Civil; los artículos 2 inciso 24 literal a),
10, 12, 103, 138 y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Estado; y la Ley Nº 27444; alega que la impugnada no valora
el régimen contributivo de la seguridad social en salud que es
de carácter obligatorio para los afiliados regulares, más aun si la
Ley señala que se encuentra regido por la Ley Nº 27056 - Ley
de Creación del Seguro Social en Salud y su modificatoria la Ley
Nº 28791. iii) Ley de Promoción Agraria; arguye que la Sala
de mérito hace tabla rasa a los contenidos de la Ley Nº 26790
que en su artículo 3 considera como afiliado regular al régimen
contributivo de la seguridad social en salud a los trabajadores
activos que laboran bajo relación de dependencia como prevé la
Ley de Promoción del Sector Agrario - Ley Nº 27360. Quinto: En
cuanto a las causales denunciadas i), ii) y iii), debe precisarse
que la Ad quem al emitir la impugnada concluyó que en atención
al régimen laboral especial en el que se encontraba la trabajadora
de la empresa demandante, se debe preferir la norma especial
sobre la norma general; en tal sentido, corresponde aplicar en el
caso de autos la Ley que aprueba las Normas de Promoción del
Sector Agrario - Ley Nº 27360, y no así la Ley de Modernización de
la Seguridad Social en Salud - Ley Nº 26790, más aún, si la norma
que regula el Régimen Agrario es posterior a la que regula el
Régimen de Seguridad Social en Salud. Sexto: Asimismo, resaltó
que las normas aplicables al sector agrario establecen que los
aportes del cuatro por ciento que corresponde abonar al Seguro
Social se efectúa teniendo en cuenta lo percibido o abonado al
trabajador en el mes (remuneración mensual), siendo un requisito
que estos cuenten con tres meses de aportación; lo cual se
desprende del artículo 22 del Reglamento de la Ley Nº 27360, el
artículo 9 inciso 3 de la Ley Nº 27360, y los artículos 4 inciso b y 12
del Reglamento de Pago de Prestaciones Económicas aprobado
mediante Acuerdo Nº 059-22-ESSALUD-99. Sétimo: De lo antes
expuesto, se colige que la Sala de mérito arribó a su decisión
confirmatoria, al considerar que la actora ha cumplido con aportar
el cuatro por ciento de la remuneración mensual que percibe la
trabajadora -dependiente- y que cuenta con más de tres meses de
aportaciones consecutivas, tal como lo exige la norma, por tanto,
cumple con los requisitos esenciales para recibir su reembolso
por subsidio de maternidad; además, se advierte que la casante
señala en forma genérica y confusa una serie de normas, sin
demostrar su incidencia sobre la impugnada; por tal motivo, no
son de recibo los agravios deducidos. Por estas consideraciones:
Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación obrante a
fojas ciento setenta y cuatro, interpuesto por la parte demandada
Seguro Social de Salud - ESSALUD, contra la sentencia de vista
obrante a fojas ciento sesenta y dos, de fecha treinta de mayo de
dos mil catorce, que confirma la sentencia apelada, que declara
fundada la demanda; en los seguidos por Natucultura Sociedad
Anónima contra el Seguro Social de Salud – ESSALUD, sobre
Impugnación de Resolución Administrativa; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial

78972 CASACIÓN
El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ C-1392276-46
CAS. Nº 9807-2012 LIMA
Sumilla: En la sentencia recurrida se ha estimado que la
declaración que surtió efectos fue la presentada el cinco de abril
de dos mil y no la rectificatoria, sin considerar los efectos de esta
última declaración; con lo cual se incurrió en inaplicación del
artículo 88º del Texto Único Ordenado del Código Tributario. Lima,
diez de marzo de dos mil quince.- LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.- I. VISTOS; con
los expedientes administrativos como acompañados; la causa
número nueve mil ochocientos siete – dos mil doce; en Audiencia
Pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores
magistrados Sivina Hurtado, Presidente, Morales Parraguez,
Rodríguez Chávez, Rueda Fernández y Malca Guaylupo;
producida la votación con arreglo a la Ley, se ha emitido la
siguiente sentencia: 1.1 De la sentencia materia de casación Es
objeto de la casación la sentencia de vista de fecha veintiséis de
julio de dos mil doce, obrante a fojas mil cuatrocientos setenta y
cinco a mil cuatrocientos ochenta y cuatro del expediente principal,
por la cual la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, resuelve confirmar: i) la resolución número seis, de fecha
tres de setiembre de dos mil uno, obrante a fojas noventa a
noventa y uno, del cuaderno de excepciones, que declara
infundada la excepción de incompetencia e improcedente la
excepción de falta de agotamiento de la vía previa propuesta por
la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria-SUNAT, y ii) la sentencia contenida en la resolución
número treinta y uno, de fecha treinta y uno de agosto de dos mil
seis, obrante de fojas setecientos ochenta y siete a setecientos
noventa y ocho, que declara fundada en parte la demanda, en
consecuencia: i) para fines del Impuesto a la Renta del ejercicio de
mil novecientos noventa y nueve, el costo computable de los lotes
A-6 y A-7 del Fundo, San Andrés, es el valor revaluado de dicho
inmueble que fuera determinado al amparo de la Ley Nº 26283 y
normas complementarias, ii) inaplicable por control difuso al caso,
concreto, el párrafo tercero de la Sétima Disposición de la Ley Nº
27034, sin costos ni costas, debiendo determinar en ejecución de
sentencia el monto que la Superintendencia Nacional de Aduanas
y de Administración Tributaria-SUNAT, debe devolver o compensar
a la parte demandante por el exceso pagado por impuesto a la
renta del año mil novecientos noventa y nueve, como consecuencia
de la aplicación de la Sétima Disposición de la Ley Nº 27034, e
infundada la reconvención deducida por la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria. I.2. De los recursos de
casación A. La Procuraduría Pública de la Superintendencia
Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria-SUNAT,
interpone recurso de casación, mediante escrito de fecha cuatro
de setiembre de dos mil doce, obrante a fojas ciento veintiséis del
cuadernillo de casación, en el extremo que se declara fundada en
parte la demanda e infundada la reconvención, a fin de que se
declare la nulidad de la misma, o en su defecto se revoque dicha
resolución y reformándola se declare infundada la demanda y
fundada la reconvención. Por auto calificatorio de fecha treinta de
abril de dos mil trece, obrante a fojas ciento sesenta y cuatro a
ciento sesenta y nueve, del cuadernillo de casación, se declaró
procedente el recurso formulado por las siguientes causales: i)
Infracción de los artículos 139, numeral 3, y 148 de la Constitución
Política del Estado, de los artículos 54 y 157 del Código Tributario;
y del artículo I del Título Preliminar y del artículo 427, numeral 7,
del Código Procesal Civil. ii) Infracción del artículo 139, numerales
3 y 5, y 59 de la Constitución Política del Estado, artículo 50,
numeral 6, 121º, 122º, numerales 3 y 4, y 197 del Código Procesal
Civil. iii) Infracción del artículo 88 del Código Tributario, de la
Sétima Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 27034, de los
artículos 51, 74, 103 y 118 de la Constitución Política del Estado;
de los artículos IX y X del Título Preliminar del Código Tributario,
del artículo III del Título Preliminar del Código Civil, de la Ley Nº
26283; y el artículo 2 del Decreto Supremo Nº 120-94-EF. B- La
Procuraduría Pública del Ministerio de Economía y Finanzas,
interpone recurso de casación, mediante escrito de fecha cuatro
de setiembre de dos mil doce, obrante a fojas ciento dieciséis del
cuadernillo de casación, en tanto, confirmó la sentencia apelada,
la cual declaró fundada en parte la demanda, solicitando que se
revoque la sentencia de vista como la de primera instancia, y
reformándola, se deberá declarar infundada la demanda en todos
sus extremos. Por auto calificatorio de fecha treinta de abril de dos
mil trece, obrante a fojas ciento sesenta a ciento sesenta y tres,
del cuadernillo de casación, se declaró procedente el recurso
formulado por las siguientes causales: i) Interpretación errónea
del tercer párrafo de la Sétima Disposición Transitoria y Final de la
Ley Nº 27034. ii) Interpretación errónea del artículo 20 de la Ley
del Impuesto a la Renta. 1.3 Del Dictamen Fiscal Supremo. Con
lo expuesto en el Dictamen Fiscal Supremo Nº 2525-2014-MP-FN-
FSCA de fojas ciento noventa y seis a doscientos dos, es de la
opinión se declare fundado el recurso de casación, en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
consecuencia nula la sentencia de vista, debiéndose emitir nueva
resolución con arreglo a ley. II. CONSIDERANDO, 1: Delimitación
del objeto de pronunciamiento Como se tiene expuesto en esta
resolución, las casaciones fueron declaradas procedentes, en
total por cinco causales, resultando pertinente para un mejor
desarrollo ordenar las mismas conforme al detalle: i) Infracción de
los artículos 139, numeral 3, y 148 de la Constitución Política del
Estado, de los artículos 54 y 157 del Código Tributario, del artículo
I del Título Preliminar y del artículo 427, numeral 7, del Código
Procesal Civil. ii) Infracción normativa del artículo 139º, numerales
3 y 5, y 59 de la Constitución Política del Estado, artículo 50º,
numeral 6, 121º, 122º, numerales 3 y 4, y 197 del Código Procesal
Civil. iii) Infracción del artículo 88 del Código Tributario, de la
Sétima Disposición transitoria y Final de la Ley Nº 27034, de los
artículos 51, 74, 103 y 118 de la Constitución Política del Estado,
de los artículos IX y X del Título Preliminar del Código Tributario,
del artículo III del Título Preliminar del Código Civil, de la Ley Nº
26283; y el artículo 2 del Decreto Supremo Nº 120-94-EF. iv)
Interpretación errónea del tercer párrafo de la Sétima Disposición
Transitoria y Final de la Ley Nº 27034. v) Interpretación errónea
del artículo 20 de la Ley del Impuesto a la Renta. 2: Sobre la
denuncia de infracción de los artículos 139, numeral 3, y 148
de la Constitución Política del Estado, de los artículos 54 y
157 del Código Tributario, y del artículo I del Título Preliminar
y del artículo 427, numeral 7, del Código Procesal Civil. 2.1.
Estas infracciones han sido alegadas por la Procuraduría Pública
de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria bajo los fundamentos, que si bien esta Sala Suprema ha
ordenado mediante las Casaciones Nº 2064-2008-LIMA y 3838-
2009-LIMA que la Sala de mérito se pronuncie sobre el fondo de la
controversia, aplicando el control difuso de la norma cuestionada,
ello no le exime que analizando el fondo de la controversia,
examine la acumulación objetiva de las pretensiones objeto de
demanda a fin de determinar si se ha realizado en forma debida.
Agrega que por ende, dado que la pretensión accesoria de
devolución o compensación es de naturaleza administrativa, cuya
competencia una vez agotada la vía administrativa corresponde al
juzgado contencioso administrativo, las pretensiones acumuladas
no son competencia de un mismo juez, ni tramitables en una
misma vía, por lo que se ha producido una indebida acumulación
de pretensiones, la misma que es causal de improcedencia,
conforme a lo estipulado en el artículo 427, numeral 7, del Código
Procesal Civil. 2.2. Identificando que el sustento esencial del
recurso en este extremo se centra en que si bien esta Sala
Suprema por medio de las Casaciones Nº 2064-2008-LIMA y
3838-2009-LIMA ha establecido que la Sala Superior se pronuncie
sobre el fondo de la controversia, ello no la exoneraba de examinar
la acumulación objetiva de las pretensiones objeto de demanda a
fin de determinar si se ha realizado en forma debida, habiendo
precisado que las pretensiones acumuladas no son competencia
de un mismo juez, ni tramitables en una misma vía, lo que es
causal de improcedencia. 2.3. Al respecto, de autos se aprecia
que la Sala de mérito con ocasión de la apelación de la resolución
número nueve1, mediante resolución de fecha siete de marzo de
dos mil tres, obrante a folios quinientos cincuenta y ocho estableció
que la demanda interpuesta busca la constatación de una
incertidumbre, en relación a la existencia de un derecho material
del demandante, que habría un conflicto con otra norma, y
pudiendo ejercer el control difuso de la constitucionalidad de las
leyes, concluyó que la demanda no se encontraba incursa en
ninguna de las causales de improcedencia contempladas en el
artículo 427 del Código Procesal Civil, habiendo declarado la
nulidad de la apelada que declaraba improcedente la demanda.
2.4. En ese sentido, la Sala de mérito analizó y determinó que la
demanda de autos no se encuentra incursa en ninguna de las
causales de improcedencia contenidas en el artículo 427 del
Código Procesal Civil, habiendo establecido implícitamente que
no existía una indebida acumulación de pretensiones, siendo la
pretensión principal se declare que para fines de la aplicación del
Impuesto a la Renta del ejercicio mil novecientos noventa y nueve,
que el costo computable de los bienes adquiridos (Lotes A-6 y A-7
del Fundo San Andrés ubicados en el Km. 75 de la Carretera
Panamericana Sur) en el proceso de escisión (Cicsa y
Agroindustrias San Andrés S.A.) llevado a cabo en el ejercicio mil
novecientos noventa y siete, es el valor revaluado al amparo de la
Ley Nº 26283 y normas reglamentarias, y las pretensiones
accesorias se declare inaplicable, la Séptima Disposición
Transitoria y Final de la Ley Nº 27034, por contravenir los Principios
Constitucionales de No Retroactividad de las Leyes, Seguridad
Jurídica y los que regulan la potestad tributaria del Estado y se
ordene a las demandadas procedan a la devolución o
compensación del mayor Impuesto a la Renta indebidamente
pagado por Corporación de Ingeniería Civil Sociedad Anónima
Cerrada (CICSA) mediante declaración jurada presentada el cinco
de abril de dos mil, por la suma de ciento veintitrés mil quinientos
noventa y uno nuevos soles (S/. 123.591.00); admitiendo
pretensiones que están vinculados a asuntos tributarios, y que la
procedencia de la demanda ha sido convalidada por anteriores
ejecutorias en casación de fecha once de noviembre de dos mil
ocho que ordena pronunciamiento sobre el fondo, de fecha treinta
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
y uno de marzo de dos mil once, en igual sentido; además que en
el proceso se ha cautelado el derecho de defensa de las partes
protegido en el artículo 139, numeral 14, del Constitución Política
del Estado, y se ha actuado con la participación del Ministerio
Público como dictaminador; por lo tanto, no se advierte que exista
una infracción de los artículos 139º numeral 3, y 148º de la
Constitución Política del Estado, de los artículos 54º y 157º del
Código Tributario, y del artículo I del Título Preliminar y del artículo
427º, numeral 7, del Código Procesal Civil. Tercero: Sobre la
denuncia de infracción normativa del artículo 139º, numerales
3 y 5 y 59 de la Constitución Política del Estado, artículo 50º,
numeral 6, 121º, 122º, numerales 3 y 4, y 197º del Código
Procesal Civil. 3.1. Estas causales también han sido denunciadas
por la defensa de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria, señalando que la Sala de mérito no ha
valorado la declaración jurada rectificatoria del impuesto a la renta
del ejercicio de mil novecientos noventa y nueve; que si bien la
actora determinó su impuesto a la renta de mil novecientos
noventa y nueve, aplicando lo dispuesto en el tercer párrafo de la
Séptima Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 27034 (norma
cuya inconstitucionalidad alega) mediante declaración jurada del
cinco de abril de dos mil; también es cierto que dicha determinación
fue modificada por el contribuyente a través de una declaración
jurada rectificatoria del seis de abril de dos mil en la cual inaplicó
la norma en cuestión siendo esta última declaración la que surtió
sus efectos, lo cual ha conllevado a una deficiencia de motivación.
3.2. El fundamento de la causal se centra en que la sentencia
impugnada presenta una deficiente motivación, por no valorar la
declaración jurada rectificatoria del impuesto a la renta del ejercicio
de mil novecientos noventa y nueve en la cual se inaplicó el tercer
párrafo de la Séptima Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº
27034. 3.3. A efectos de determinar si la sentencia impugnada ha
incurrido en vulneración del derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, en primer orden de ideas, es importante
señalar que según lo establecido en la sentencia recurrida no
discutido por la recurrente, los fundamentos de los recursos de
apelación, fueron los siguientes: i) Estando la materia controvertida
vinculada a un beneficio tributario, debe tenerse en cuenta que las
exoneraciones no son indefinidas en el tiempo, pudiendo ser
determinadas por el Estado, en ejercicio del ius imperium, ii) La
Ley Nº 27034 se ha limitado a dejar sin efecto una exoneración,
sin desconocer el costo computable que la demandante habría
considerado en sus libros contables, y siendo aplicables sólo a las
transferencias de bienes realizados durante su vigencia; y iii) No
se ha tenido en cuenta que el Decreto Supremo Nº 120-94-EF,
estableció de manera ilegal un criterio distinto sobre el costo
computable, generando “una suerte de exoneración”. 3.4.
Asimismo, en la sentencia de vista, sétimo considerando (primer,
segundo y tercer punto), se ha señalado que: “ (...) considerando
lo expuesto por el accionante en su demanda, y que no ha sido
negado de modo alguno por la SUNAT, que en la declaración
jurada de Impuesto a la Renta correspondiente al ejercicio
gravable que efectuara el recurrente (...) se ha aplicado lo
dispuesto en el párrafo tercero de la norma cuestionada al
considerar como costo computable de los inmuebles que en dicho
año transfiere y que adquiriera de la empresa Agroindustrias en el
año de 1997 producto de la escisión que se efectuara en dicho
año, el valor que estos tenían antes de su revaluación y no así el
mayor revaluado que conforme a la Ley Nº 26283 (...) es relevante
el control de la mencionada norma legal, párrafo tercero de Sétima
Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 27034, pues la solución
del caso gira en torno a su aplicación o inaplicación para efectos
de determinar cuál es el monto del impuesto a la renta
correspondiente al 1999 que le hubiera correspondido pagar a la
recurrente (...) existe un perjuicio ocasionado por la normal legal
mencionada, desde que como consecuencia de haber aplicado la
misma, ello redunda en un incremento de la renta neta imponible
de dicho año (...)”(sic). 3.5. De lo anotado se tiene que en la
resolución recurrida no se ha considerado la declaración jurada
rectificatoria del impuesto a la renta del ejercicio de mil novecientos
noventa y nueve; sin embargo, ello obedece a que la sentencia de
vista se resuelve el petitorio de segunda instancia según los
fundamentos de las apelaciones, anotados en 3.3. de la presente
resolución, en los que no se cuestionó que no se tomara en cuenta
en la sentencia de primera instancia la declaración rectificatoria,
no incurriendo en nulidad la sentencia de vista al no pronunciarse
sobre un extremo no alegado conforme a las exigencias del
artículo 366 del Código Procesal Civil, y el principio tantum
apellatun quantum devolutum; en consecuencia, no se aprecia
que exista infracción del artículo 139, numerales 3 y 5, y 59 de la
Constitución Política del Estado, artículo 50, numeral 6, 121, 122,
numerales 3 y 4, y 197 del Código Procesal Civil. Cuarto: Sobre
la denuncia de infracción normativa del artículo 88º del
Código Tributario, de la Sétima Disposición Transitoria y Final
de la Ley Nº 27034, de los artículos 51, 74, 103 y 118º de la
Constitución Política del Estado; de los artículos IX y X del
Título Preliminar del Código Tributario, del artículo III del
Título Preliminar del Código Civil, de la Ley Nº 26283; y el
artículo 2 del Decreto Supremo Nº 120-94-EF. 4.1. Se aprecia
que el sustento de las causales denunciadas por la emplazada
78973
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria y en parte por el Ministerio de Economía y Finanzas se
fundamenta en que al considerarse que la declaración jurada del
cinco de abril de dos mil fue la que surtió efecto, sin observar que
la misma fue modificada por declaración jurada rectificatoria del
seis de abril de dos mil, la Sala de mérito ha inaplicado la norma
invocada que expresamente reconoce que la declaración jurada
rectificatoria surtió plenos efectos a los sesenta días hábiles
posteriores a su presentación, dado que no fue materia de
pronunciamiento por la administración tributaria. Añade que en la
medida que a través del artículo 2 del Decreto Supremo Nº 120-
94-EF se creó un beneficio diferente al previsto en el artículo 1 de
la Ley Nº 26283, transgrediéndola y desnaturalizándola se ha
vulnerado los límites al principio de potestad reglamentaria del
ejecutivo previstos en el numeral 8 del artículo 118 de la
Constitución Política del Estado, y del principio de jerarquía de las
normas, y que en conclusión se ha interpretado erróneamente la
Ley Nº 26283 y el artículo 2 del Decreto Supremo bajo referencia
pues no es lo mismo un beneficio de exoneración para el
transferente en el impuesto a la renta, y un beneficio para el
adquirente para efectos del impuesto a la renta, diferente al
régimen contenido en los artículos 103 y 105 de la Ley del
Impuesto a la Renta. 4.2. De lo anotado, trasciende que la
denuncia de infracción de las normas contenidas en las varias
disposiciones legales y constitucionales antes señaladas, se
centra en la infracción al artículo 88 del Código Tributario, presenta
como sustento esencial que se ha inaplicado la norma invocada, al
haber considerado que la declaración jurada que surtió efecto fue
la de fecha cinco de abril de dos mil, cuando según la norma
invocada la declaración jurada rectificatoria, del seis de abril de
dos mil diez, es la que surtió efecto dado que no fue materia de
pronunciamiento por la administración tributaria, dentro de los
sesenta días hábiles posteriores a su presentación. 4.3.
Determinando que en este caso se ha denunciado infracción a una
norma material de carácter tributario bajo el sustento de
inaplicación. Ahora bien, es importante precisar que, en el caso de
infracciones de normas materiales, la labor de la Sala Suprema se
orienta al control de derecho y no de hechos, de tal forma que para
absolver la denuncia de inaplicación de normas de derecho
material, se acude a la base fáctica determinada por las instancias
de mérito, ya que la recurrida confirma la apelada, luego establecer
cuál es el contenido normativo del dispositivo legal cuya infracción
se denuncia, seguidamente considerando la base fáctica,
establecer si la norma cuya inaplicación se denuncia resulta
aplicable al caso de autos, y finalmente verificar si se ha incurrido
en inaplicación de la misma en la sentencia de vista. 4.4. Así, la
sentencia cuestionada tiene establecido que: i) Se realizó un
“aumento de capital-escisión” por el cual un bloque patrimonial de
la Agroindustria (activos y pasivos) pasaron a formar parte del
patrimonio [por transferencia] a la Corporación de Ingenieros S.A.[
entidad receptora], dentro de dicho bienes se encontraba el
“Fundo San Andrés” lotes A-6 y A-7 ubicado en el kilometro 75 de
la carretera Panamericana Sur, por lo que se procedió luego de la
reevaluación con conforme a la Ley 26283, a su venta, tal y como
consta de la “relación de lotes vendidos en el ejercicio 1999”, y que
existen declaraciones de pago anual del impuesto a la renta-
tercera categoría, que obran a fojas noventa a noventa y cinco y
de fojas setenta y nueve a ochenta y cinco. ii) En la declaración
jurada de Impuesto a la Renta correspondiente al ejercicio
gravable mil novecientos noventa y nueve que efectuará el
recurrente, la misma que corre a fojas setenta y nueve a ochenta
y cinco, se ha aplicado lo dispuesto en el párrafo tercero de la
norma cuestionada al considerar como costo computable de los
inmuebles que en dicho año transfiriera la demandante y que
adquiera de la empresa Agroindustrias en el año de mil novecientos
noventa y siete producto de la escisión que se efectuara en dicho
año, el valor que estos tenían antes de su revaluación y no así el
mayor valor revaluado que conforme a la Ley Nº 26283 se
estableció y que existe un perjuicio ocasionado por la norma legal
mencionada, desde que como consecuencia de haberse aplicado
la misma, ello redunda en un incremento de la renta neta imponible
de dicho año. 4.5. De lo anotado se aprecia que la base fáctica del
caso materia de autos es la siguiente: i) Se realizó un aumento de
capital-escisión por el cual un bloque patrimonial de la Agroindustria
pasaron a formar parte del patrimonio de la Corporación de
Ingenieros S.A., dentro de dicho bienes se encontraba el “Fundo
San Andrés” Lotes A-6 y A-7 ubicado en el kilometro 75 de la
carretera Panamericana Sur. ii) Luego se procedió a su venta, tal
y como consta de la relación de lotes vendidos en el ejercicio mil
novecientos noventa y nueve. iii) La demandante ha efectuado
declaraciones de pago anual del impuesto a la renta-tercera
categoría-ejercicio mil novecientos noventa y nueve, que obran a
fojas noventa a noventa y cinco y de fojas setenta y nueve a
ochenta y cinco. iv) En la declaración jurada de Impuesto a la
Renta correspondiente al ejercicio gravable mil novecientos
noventa y nueve, que corre a fojas setenta y nueve a ochenta y
cinco, se ha considerado como costo computable de los inmuebles
que en dicho año transfiriera el demandante y que adquiera de la
empresa Agroindustrias en el año de mil novecientos noventa y
siete, el valor que estos tenían antes de su revaluación y no así el

78974 CASACIÓN
mayor valor revaluado, lo cual redunda en un incremento de la
renta neta imponible de dicho año. 4.6. Es necesario precisar que
cuando en la sentencia cuestionada se hace referencia a las
declaraciones de pago anual del impuesto a la renta-tercera
categoría-ejercicio mil novecientos noventa y nueve, que obran a
fojas noventa a noventa y cinco y de fojas setenta y nueve a
ochenta y cinco, se refiere, respectivamente: i) A la declaración
pago anual impuesto a la renta, tercera categoría, ejercicio
gravable mil novecientos noventa y nueve, presentada el seis de
abril de dos mil, y, ii) A la declaración pago anual impuesto a la
renta, tercera categoría, ejercicio gravable mil novecientos
noventa y nueve, presentada el cinco de abril de dos mil, y que
según el escrito de demanda, al describir los anexos refiriéndose
a la declaración presentada seis de abril de dos mil, indicó: “Copia
de la declaración jurada rectificatoria de la declaración Anual del
Impuesto a la Renta del ejercicio mil novecientos noventa y nueve,
presentada el seis de abril de dos mil”. 4.7. Habiendo identificado
la base fáctica, se procederá a establecer cuál es contenido
normativo del artículo 88º del Texto Único Ordenado del Código
Tributario2, apreciando que este último contiene más de una
norma; sin embargo, atendiendo a los términos del recurso de
casación se extrae que éste se refiere a las normas que establecen
que: i) Vencido el plazo para presentar la declaración referida a la
determinación de la obligación tributaria, la declaración podrá ser
rectificada, dentro del plazo de prescripción, presentando para tal
efecto la declaración rectificatoria respectiva. ii) La declaración
rectificatoria en caso determine menor obligación surtirá efectos si
dentro de un plazo de sesenta días hábiles siguientes a su
presentación la Administración Tributaria no emitiera
pronunciamiento sobre la veracidad y exactitud de los datos
contenidos en ella. 4.8. Considerando la existencia de dos
declaraciones juradas correspondientes al ejercicio mil
novecientos noventa y nueve, siendo una de ellas rectificatoria y
no habiéndose establecido en la base fáctica que la Administración
Tributaria haya emitido pronunciamiento sobre la veracidad y
exactitud de los datos contenidos en la declaración rectificatoria,
correspondía aplicar al caso de autos las normas anotadas del
artículo 88º del Texto Único Ordenado del Código Tributario,
fijando que la declaración que surtió efectos jurídicos fue la
declaración rectificatoria. Correspondiendo ahora verificar si en la
sentencia de vista se han inaplicados las referidas normas. 4.9. Tal
como se indicó al identificar la base fáctica fijada en la sentencia
de vista se ha señalado a la declaración jurada de Impuesto a la
Renta correspondiente al ejercicio gravable mil novecientos
noventa y nueve, que corre a fojas setenta y nueve a ochenta y
cinco, esto es, la presentada el cinco de abril de dos mil; de lo
anotado implícitamente se advierte que en la sentencia de vista se
ha estimado que la declaración que surtió efectos fue la presentada
el cinco de abril de dos mil y no la rectificatoria, habiendo llegado
a dicha conclusión sin considerar las normas que sí resultaban
aplicables al caso de autos, referidas a los efectos de la declaración
rectificatoria; por lo que, está Sala Suprema concluye que en la
sentencia de vista se ha incurrido en inaplicación del artículo 88º
del Texto Único Ordenado del Código Tributario. Quinto: Sobre el
control difuso de la Sétima Disposición Transitoria y Final de
la Ley Nº 27034, Ley que modifica el Decreto Legislativo Nº
774, Ley del Impuesto a la Renta. 5.1. En la sentencia recurrida
se sustenta que al efectuar la declaración de pago anual del
impuesto a la renta-tercera categoría-ejercicio mil novecientos
noventa y nueve, la demandante consideró la Sétima Disposición
Transitoria y Final de la Ley Nº 27034, Ley que modifica el Decreto
Legislativo Nº 774, Ley del Impuesto a la Renta3, señalando en el
sétimo considerando, primer punto, “se ha aplicado lo dispuesto
en el párrafo tercero de la norma cuestionada al considerar como
costos computable de los inmuebles antes de su revaluación y no
así el mayor valor revaluado, lo cual redunda en un incremento de
la renta neta imponible de dicho año”, para proceder a efectuar el
control difuso del anotado dispositivo legal. 5.2. Cabe anotar que
para efectuar el control difuso (control de constitucionalidad y
legalidad de las normas), se requiere previamente realizar el juicio
de relevancia, esto es, determinar sin lugar a dudas que la norma
respecto de la cual se quiere realizar dicho control es la aplicable
al caso en concreto, esto es, la Sétima Disposición Transitoria y
Final de la Ley Nº 27034, Ley que modifica el Decreto Legislativo
Nº 774, Ley del Impuesto a la Renta, se requiriere determinar que
dicha norma ha sido aplicada en el caso en concreto. 5.3. Al
respecto, como ya se estableció la declaración que surtió efectos
jurídicos fue la declaración rectificatoria, en aplicación de las
normas contenidas en el artículo 88º del Texto Único Ordenado del
Código Tributario, en la cual la demandante consideró, tal como lo
ha expuesto en el punto 6.6, último párrafo, de su escrito de
demanda, “como costo computable (...) el importe en el que nos
fue transferido por Agroindustrias, esto es el valor revaluado de los
mismos, en aplicación de lo dispuesto por la Ley Nº 26283 (...)”,
esto es, no consideró el valor original actualizado de acuerdo a las
normas del Decreto Legislativo Nº 797, sin considerar el mayor
valor producto de la referida revaluación, conforme a lo normado
al último párrafo de la Sétima Disposición Transitoria y Final de la
Ley Nº 27034, Ley que modifica el Decreto Legislativo Nº 774, Ley
del Impuesto a la Renta. 5.4. Asimismo, la demandante no ha
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
demostrado para que fines del impuesto a la renta de su ejercicio
mil novecientos noventa y nueve, antes de la interposición de
demanda la Administración haya emitido un acto administrativo
considerando la Sétima Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº
27034. En ese sentido, no es procedente el ejercicio del control
difuso a tenor de lo previsto en el artículo 14 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, pues la norma no es aplicable para resolver el
fondo de pretensión; lo cual no contradice la resolución casatoria
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil once, en tanto, esta
contenía un pronunciamiento nulificante. Además que los jueces
gozan de independencia conforme a lo previsto en el artículo 139,
numeral 10, de la Constitución Política del Estado. 5.5. Y siendo
que en la pretensión principal de autos, la demandante pretende
se declare que para la aplicación del Impuesto a la Renta del
ejercicio mil novecientos noventa y nueve, el costo computable de
los bienes adquiridos (Lotes A-6 y A-7 del Fundo San Andrés
ubicados en el kilómetro setenta y cinco (75) de la Carretera
Panamericana Sur) en el proceso de escisión (Cicsa y
Agroindustrias San Andrés Sociedad Anónima.) llevado a cabo en
mil novecientos noventa y siete, es el valor revaluado al amparo
de la Ley Nº 26283 y normas reglamentarias, alegando que dicha
pretensión se sustenta en una supuesta pretensión de la
Administración de aplicar la Sétima Disposición Transitoria y Final
de la Ley Nº 27034, Ley que modifica el Decreto Legislativo Nº
774, Ley del Impuesto a la Renta, para su ejercicio correspondiente
al año mil novecientos noventa y nueve; con lo cual busca
realmente que se realice un control abstracto de dicha norma
legal, lo cual es atribución exclusiva del Tribunal Constitucional vía
acción de inconstitucional de las normas, de conformidad con el
artículo 201 de la Constitución Política del Estado, concordante
con el artículo primero de la Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional; por lo que efectuando pronunciamiento sobre la
infracción denunciada resulta fundado el recurso de casación,
correspondiendo casar la sentencia de vista y actuando en sede
instancia, declarar que la pretensión principal demandada no
resulta amparable, siguiendo la misma las demás pretensiones
accesorias, así como la pretensión reconvencional promovida por
la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria (cuyo pedido casatorio en parte solicita que se declare
fundada la reconvención), al pretender por esta vía la aplicación
del control abstracto, sosteniendo la ilegalidad del Reglamento
aprobado por el Decreto Supremo Nº 120-94-EF, que trasgredió la
Ley Nº 26283, pues otorgó un beneficio no contemplado en ella,
con lo cual afectó el último párrafo de la Norma VIII del Título
Preliminar del Código Tributario y la facultad reglamentaria
otorgada por el inciso 8) del artículo 118º de la Constitución
Política del Estado; lo cual no corresponde realizar en un proceso
ordinario, siendo la vía para cuestionar en abstracto la ilegalidad
de las normas infralegales, la Acción Popular conforme a lo
señalado en el artículo 200, numeral 5, de la Constitución Política
del Estado. Habiendo determinado en sede instancia la infracción
del artículo 88 del Texto Único Ordenado del Código Tributario; en
consecuencia las pretensiones son infundadas, por lo que carece
de objeto emitir pronunciamiento respecto de las demás
infracciones normativas denunciadas. III. DECISIÓN, Por estas
consideraciones, declararon FUNDADO los recursos de casación
interpuesto por el Ministerio de Economía y Finanzas y por la
Procuraduría Pública de la Superintendencia Nacional de
Administración Tributaria- SUNAT, obrante a fojas ciento dieciséis
y ciento veintiséis respectivamente, en consecuencia, CASARON
la sentencia de vista de fecha veintiséis de julio de dos mil doce,
obrante a fojas mil cuatrocientos setenta y cinco a mil cuatrocientos
ochenta y cuatro del expediente principal, y actuando en sede de
instancia REVOCARON en parte la sentencia apelada en el
extremo que declara FUNDADA en parte la demanda,
REFORMÁNDOLA declararon INFUNDADA la demanda en todos
sus extremos, y la CONFIRMARON en la parte que declara
INFUNDADA la reconvención deducida por la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria- SUNAT, sin costas y costos,
ORDENARON publicar la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano, conforme a ley; en los seguidos por Corporación de
Ingeniería Civil Sociedad Anónima Cerrada contra el Ministerio de
Economía y Finanzas y otro, sobre Declaración Judicial ; y, los
devolvieron.- Juez Supremo ponente Rueda Fernández.- SS.
SIVINA HURTADO, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO
1
Resolución de fecha primero de de octubre de dos mil uno, obrante a fojas
cuatrocientos veintiocho a cuatrocientos treinta, por la cual se declaró
improcedente la demanda de autos.
2
“Artículo 88.- DE LA DECLARACIÓN TRIBUTARIA
La declaración tributaria es la manifestación de hechos comunicados a la
Administración Tributaria en la forma y lugar establecidos por Ley, Reglamento,
Resolución de Superintendencia o norma de rango similar, la cual podrá constituir
la base para la determinación de la obligación tributaria.
La Administración Tributaria, a solicitud del deudor tributario, podrá autorizar la
presentación de la declaración tributaria por medios magnéticos, fax, transferencia
electrónica, o por cualquier otro medio que señale, previo cumplimiento de las
condiciones que se establezca mediante Resolución de Superintendencia o norma
de rango similar. Adicionalmente, podrá establecer para determinados deudores la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
obligación de presentar la declaración en las formas antes mencionadas y en las
condiciones que se señale para ello.
Los deudores tributarios deberán consignar en su declaración, en forma correcta y
sustentada, los datos solicitados por la Administración Tributaria.
La declaración referida a la determinación de la obligación tributaria podrá
ser sustituida dentro del plazo de presentación de la misma. Vencido éste, la
declaración podrá ser rectificada, dentro del plazo de prescripción, presentando
para tal efecto la declaración rectificatoria respectiva. Transcurrido el plazo de
prescripción no podrá presentarse declaración rectificatoria alguna.
La declaración rectificatoria surtirá efecto con su presentación siempre que
determine igual o mayor obligación. En caso contrario surtirá efectos si dentro de un
plazo de sesenta (60) días hábiles siguientes a su presentación la Administración
Tributaria no emitiera pronunciamiento sobre la veracidad y exactitud de los datos
contenidos en ella, sin perjuicio del derecho de la Administración Tributaria de
efectuar la verificación o fiscalización posterior que corresponda en ejercicio de
sus facultades.
No surtirá efectos aquella declaración rectificatoria presentada con posterioridad
al plazo otorgado por la Administración Tributaria según lo dispuesto en el Artículo
75 o una vez culminado el proceso de verificación o fiscalización por tributos y
períodos que hayan sido motivo de verificación o fiscalización, salvo que ésta
determine una mayor obligación.
La presentación de declaraciones rectificatorias se efectuará en la forma y
condiciones que establezca la Administración Tributaria.
Se presume sin admitir prueba en contrario, que toda declaración tributaria es
jurada”.
3
SETIMA.- Reorganización de empresas o sociedades
No es deducible como gasto el monto de la depreciación correspondiente al mayor
valor atribuido como consecuencia de las revaluaciones voluntarias de los activos
con motivo de una reorganización realizada al amparo de la Ley Nº 26283, normas
ampliatorias y reglamentarias.
Lo dispuesto en el párrafo anterior también resulta de aplicación a los bienes que
hubieren sido revaluados como producto de una reorganización al amparo de la
Ley antes señalada y que luego vuelvan a ser transferidos en reorganizaciones
posteriores.
Los bienes que han sido revaluados voluntariamente conforme a lo
dispuesto en la Ley Nº 26283, normas ampliatorias y reglamentarias, que
posteriormente sean vendidos, tendrán como costo computable el valor
original actualizado de acuerdo a las normas del Decreto Legislativo Nº 797,
sin considerar el mayor valor producto de la referida revaluación.
C-1392276-47
CAS. Nº 9351-2014 LIMA
Lima, dos de junio de dos mil quince.- VISTOS; con el acompañado,
y CONSIDERANDO: Primero: Que viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación de fecha dos de junio de dos
mil catorce, obrante de fojas seiscientos sesenta y cuatro,
interpuesto por la parte demandada Instituto Nacional de Defensa
de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
- INDECOPI, contra la sentencia de vista de fecha veintinueve de
octubre de dos mil trece, obrante a fojas seiscientos seis, que
revocó la sentencia apelada de fecha dieciséis de enero de dos mil
trece, obrante de fojas quinientos cincuenta y seis, que declaró
infundada la demanda, y reformándola la declara fundada la
misma; para cuyo efecto se debe proceder a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio
conforme a lo dispuesto en los artículo 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, de aplicación
supletoria al caso de autos; norma que debe concordarse con los
artículos 32 y 33 de la Ley Nº 27584 que regula el Procedimiento
Contencioso Administrativo. Segundo: El derecho a los medios
impugnatorios constituye una de las manifestaciones
fundamentales del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva,
proclamado como derecho y principio de la función jurisdiccional
por el artículo 139, inciso 3) de la Constitución Política del Perú,
que garantiza que a ninguna persona se le prive de los recursos
previstos por el ordenamiento jurídico. También lo es, que al ser el
derecho al recurso un derecho prestacional de configuración legal,
su ejercicio y dispensación están supeditados a la concurrencia de
los presupuestos y requisitos que haya establecido el legislador
para cada sector del ordenamiento procesal. Tercero: El Texto
Único Ordenado de la Ley Nº 27584, determina el proceso
contencioso administrativo a que se refiere el artículo 148 de la
Constitución Política del Perú, estableciendo en su artículo 36 que
los recursos tienen los mismos requisitos de admisibilidad y
procedencia que los establecidos en el Código Procesal Civil.
Cuarto: En cuanto a los requisitos de admisibilidad, el artículo 387
del Código Procesal Civil señala que, el recurso de casación se
interpone: 1. Contra las sentencias y autos expedidos por las salas
superiores que, como órganos de segundo grado, ponen fin al
proceso; 2. Ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada o ante la Corte Suprema, acompañando copia de la
cédula de notificación de la resolución impugnada y de la expedida
en primer grado, certificada con sello, firma y huella digital, por el
abogado que autoriza el recurso y bajo responsabilidad de su
autenticidad. En caso de que el recurso sea presentado ante la
Sala Superior, esta deberá remitirlo a la Corte Suprema sin más
trámite dentro del plazo de tres (3) días; 3. Dentro del plazo de
diez (10) días, contado desde el día siguiente de notificada la
resolución que se impugna, más el término de la distancia cuando
corresponda; 4. Adjuntando el recibo de la tasa respectiva. Si no
78975
se cumple con los requisitos previstos en los numerales 1 y 3, la
Corte rechazará de plano el recurso e impondrá al recurrente una
multa no menor de diez ni mayor de cincuenta Unidades de
Referencia Procesal en caso de que considere que su interposición
tuvo como causa una conducta maliciosa o temeraria del
impugnante. Si el recurso no cumple con los requisitos previstos
en los numerales 2 y 4, la Corte concederá al impugnante un plazo
de (3) tres días para subsanarlo, sin perjuicio de sancionarlo con
una multa no menor de diez (10) ni mayor de veinte Unidades de
Referencia Procesal (20 URP) si su interposición tuvo como causa
una conducta maliciosa o temeraria. Vencido el plazo sin que se
produzca la subsanación, se rechazará el recurso. Quinto: Con
relación al cumplimiento de estos requisitos, se advierte que el
recurso de casación interpuesto por la parte recurrente, reúne los
requisitos de forma para su admisibilidad; esto es: i) se interpone
contra una resolución expedida por una Sala Superior, que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso; ii) ha sido
interpuesto ante la Sala Superior, que emitió la resolución
impugnada; iii) ha sido presentado dentro del plazo de diez días
hábiles que establece la norma; y, iv) no se cumple con adjuntar
tasa judicial por estar exonerado por Ley, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 47 de la Constitución Política del Estado.
Habiéndose superado el examen de admisibilidad, corresponde a
continuación examinar si el recurso reúne los requisitos de
procedencia. Sexto: Que, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que
el recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Asimismo, cabe anotar que, el artículo 388 del acotado
cuerpo legal, establece como requisitos de procedencia del
recurso de casación: 1. Que el recurrente no hubiera consentido
previamente la resolución adversa de primera instancia, cuando
esta fuere confirmada por la resolución objeto del recurso; 2.
Describir con claridad y precisión la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada; y, 4. Indicar si
el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Séptimo: Que, el
recurso de casación interpuesto cumple con la exigencia de fondo
prevista en el inciso 1 del artículo 386 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364; pues de los actuados se aprecia
que, la recurrente no interpuso recurso de apelación contra la
resolución de primera instancia, en tanto que la misma no le fuera
adversa. Por tanto, corresponde a continuación verificar el
cumplimiento de los requisitos establecidos en los incisos 2, 3 y 4
del dispositivo legal acotado. Octavo: Antes del análisis de los
requisitos de fondo señalados ut supra, es necesario precisar que
el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria; en ese sentido, su fundamentación por
parte del recurrente debe ser clara, precisa y concreta indicando
ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran las
infracciones normativas que se denuncian. Noveno: Que la parte
recurrente, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 384 del
Código Procesal Civil, denuncia como agravio: infracción
normativa por aplicación indebida del artículo 5 de la Ley Nº
27181 - Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre;
sustentando que si bien el Ad Quem ha tomado en consideración
lo señalado en el artículo 5 de la Ley General de Transporte y
Tránsito Terrestre, dicho artículo no ha sido debidamente aplicado
ya que implicaba la existencia de una justificación previa que
sustente la modificación de las condiciones de mercado del
servicio de transporte, lo cual no ha ocurrido en el presente caso
pues las consideraciones expuestas por el Ministerio de Transporte
y Comunicaciones, además de insuficientes son inoportunas, ya
que debía demostrar que antes de establecer el límite de asientos,
detectó la existencia de un problema que tendría que ser atendido
a través de la nueva regulación; que considero los costos y
beneficios de su implementación; y, que descartó otras medidas
que no solucionaban el problema público identificado o, de
hacerlo, resultaban mas gravosas para los agentes económicos y
consumidores. Décimo: Respecto a la causal invocada en el
considerando anterior, cabe precisar que, de los fundamentos
expuestos en la causal que se invoca, se advierte que ésta no ha
sido propuesta con la claridad y precisión que exige el artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364; toda vez que, la parte recurrente hace referencia a la
Aplicación Indebida que procede cuando la decisión judicial se
sustenta en una norma impertinente a la relación fáctica
establecida en el proceso, debiendo la parte recurrente señalar y
motivar cuál debe ser la norma aplicable al caso de autos. Siendo
requisito de esta causal denunciada, que la norma cuya
inaplicación se pretende, haya sido utilizada por la resolución
recurrida, caso contrario será imposible denunciar su impertinencia
o aplicación indebida; evidenciándose que dicho requisito no ha
sido cumplido por el recurrente. Siendo así, debe declararse
improcedente dicha causal. Por las razones expuestas, al no
haberse satisfecho los requisitos establecidos en el artículo 388
del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº

78976 CASACIÓN
29364, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del
anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la parte demandada Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual – INDECOPI de fecha dos de junio de dos mil catorce,
obrante de fojas seiscientos sesenta y cuatro, contra la sentencia
de vista de fecha veintinueve de octubre de dos mil trece, obrante
a fojas seiscientos seis en los seguidos por el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones contra la Empresa de Transportes
Murga Serrano Empresa Individual de Responsabilidad Limitada y
otro, sobre Proceso Contencioso Administrativo; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; y los devolvieron. Juez Supremo
Ponente: Morales Parraguez.- SS. VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RUEDA FERNÁNDEZ, DE LA ROSA
BEDRIÑANA, MALCA GUAYLUPO C-1392276-48
CAS. Nº 9136–2014 CAÑETE
Lima, veintitrés de Junio de dos mil quince.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación de fecha tres de
junio de dos mil catorce, de folios cuatrocientos cuarenta y siete,
interpuesto por la demandada He Builders Sociedad Anónima
Cerrada, contra la sentencia de vista obrante a fojas cuatrocientos
veintisiete de fecha veinticuatro de marzo de dos mil catorce,
que confirmando la apelada de fojas trescientos setenta y cinco,
declara fundada en parte la demanda de desalojo por ocupación
precaria; en consecuencia, ordena que los emplazados cumplan
con entregar totalmente desocupado el predio en el plazo de cinco
días, en la extensión de mil doscientos un punto ochenta y nueve
metros cuadrados (1,201.89), e infundado en cuanto al exceso
demandado de mil doscientos noventa y ocho punto once metros
cuadrados (1,298.11). Por lo que corresponde examinar si el
recurso cumple con los requisitos de admisibilidad y procedencia
establecidos por los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley Nº 29364. Segundo.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad, el presente recurso ha sido interpuesto:
i) contra la sentencia de vista expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cañete, que como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) ante la referida Sala
Superior que emitió la resolución impugnada; iii) dentro del plazo
de diez (10) días contados desde el día siguiente de notificada
la sentencia de revisión que se impugna, conforme se corrobora
con el cargo de notificación de fojas cuatrocientos treinta y tres; y,
iv) cumplió con adjuntar el arancel judicial a folios cuatrocientos
treinta y seis. Tercero.- Que, respecto a los requisitos de
procedencia contemplados en el artículo 388 del precitado cuerpo
normativo, es de verse que el recurso de casación cumple con
lo exigido en el inciso 1 del citado dispositivo legal, toda vez que
la recurrente no consintió la sentencia de primera instancia que
le fue adversa; asimismo, en cuanto al requisito señalado en el
inciso 4 de la referida norma, la impugnante ha precisado que su
pedido casatorio es anulatorio. Cuarto.- Que, antes de la revisión
de los requisitos de procedibilidad se debe tener presente que
el recurso extraordinario de casación es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su procedencia, esto es, se debe puntualizar la infracción
normativa que se denuncia, presentar una fundamentación clara y
precisa y pertinente respecto a cada una de las referidas causales
y demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, exigencias que se derivan de los fines propios del
recurso extraordinario, esto es, de su función nomofiláctica y
uniformizadora de la jurisprudencia. Quinto.- Que, en cuanto a
las exigencias contenidas en los incisos 2º y 3º del artículo 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley Nº 29364, el
recurrente invoca la causal de Infracción normativa de los
artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Estado, VII del Título Preliminar, 50 inciso 6, 188 y 197 del
Código Procesal Civil. Sostiene que la Sala Superior no ha
tenido en cuenta que la demandante omitió precisar cuáles son
los linderos y medidas perimétricas del inmueble sobre el cual
versa el proceso, por tanto, resulta evidente que se ha incurrido
en incongruencia procesal al haberse resuelto en virtud de un
petitorio con falta de claridad y precisión; además, no cumplió con
analizar que la delimitación del inmueble sub litis del accionante
está en su propio título, y que cualquier plano o interpretación no lo
puede cambiar, sino otra escritura de aclaración, en consecuencia,
el Juez no debió remitirse a lo expresado por el Perito Judicial.
Sexto.- Que, en cuanto a la causal denunciada, se advierte que
la Ad quem al emitir la impugnada resaltó que los emplazados
cuestionan que la Empresa actora no ha precisado el área materia
de desalojo en la demanda, empero, dicha afirmación no se
ajusta a la realidad, por cuanto, de la revisión del referido escrito
postulatorio se verifica que, si bien el espacio no se ha fijado en
el petitorio, este se encuentra claramente determinado en el punto
seis de los fundamentos de hecho “los demandados han ocupado
un área de dos mil quinientos metros cuadrados (2,500)”. Sétimo.-
Que, asimismo, precisó que de los tres peritajes y el informe
ampliatorio actuados en autos, se concluye que la zona materia de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
litis representa un triángulo cuya base (lado sur) tiene veinticuatro
(24) metros lineales que se encuentra dentro de los ciento noventa
(190) metros lineales del lado sur del inmueble perteneciente a
los demandantes, tiene un área de mil doscientos un punto
ochenta y nueve (1,201.89) metros cuadrados; además, se ha
determinado que no existe superposición de terrenos, por cuanto,
concurre entre el lote 7 y la parcela UC 10382 de propiedad de
los demandados veintidós (22) metros lineales que corresponde
a la propiedad de los demandados y al espacio de la antigua
carretera panamericana. Octavo.- Que, de lo antes expuesto,
se colige que los linderos y medidas perimétricas del predio
sub materia han sido determinados por los peritajes realizados
en el decurso del proceso; además, que los demandados se
encuentran en posesión de un área de mil doscientos uno punto
ochenta y nueve (1,201.89) metros cuadrados, perteneciente a
la parte actora, sin título que justifique dicha posesión, mientras
que la accionante acredita su condición de propietario registral,
tal como se verifica a folios diez; por tal motivo, no son de recibo
los agravios deducidos. Noveno.- Que, en consecuencia, ésta
Suprema Sala advierte que la Sala de mérito justificó e invocó
adecuadamente los fundamentos fácticos al caso sub examine,
garantizando la observancia del debido proceso; así como, la
motivación y congruencia de la impugnada; pretendiendo en
esencia la recurrente, un reexamen del caudal probatorio y una
nueva valoración de éstas, y así revertir la decisión final a su favor,
lo cual se desprende de sus propios fundamentos en el recurso
de casación, cuando argumenta que el Juez no debió remitirse
a lo expresado por el Perito Judicial; sin tener en cuenta que no
es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar la
prueba, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio. Por las
razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, en ejercicio de la facultad
conferida por el artículo 392 del anotado Código: Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a fojas
cuatrocientos cuarenta y siete por la demandada He Builders
Sociedad Anónima Cerrada, contra la sentencia de vista obrante
a fojas cuatrocientos veintisiete de fecha veinticuatro de marzo
de dos mil catorce; en los seguidos por Agroindustrial Ceres
Sociedad Anónima contra He Builders Sociedad Anónima Cerrada
y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron.- Jueza Suprema
Ponente: Tello Gilardi. SS. TELLO GILARDI, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ C-1392276-49
CAS. Nº 8883-2013 LIMA
Lima, seis de noviembre de dos mil quince.- LA SALA DE
DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: VISTA
la causa en discordia; con los Magistrados Supremos: Sivina
Hurtado, Walde Jáuregui, Acevedo Mena, Vinatea Medina,
Rodríguez Chávez, Rueda Fernández y Lama More; con los votos
suscritos de los Magistrados Sivina Hurtado, Walde Jáuregui y
Acevedo Mena, dejados oportunamente en la relatoría de esta
Suprema Sala, de conformidad con el artículo 149 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; obrantes a fojas
ciento treinta y cuatro a ciento cincuenta y dos del cuaderno de
casación; verificada la votación con arreglo a ley; adhiriéndose el
señor Juez Supremo Lama More al voto de los señores Jueces
Supremos Walde Jáuregui, Rodríguez Chávez y Rueda
Fernández. CONSIDERANDO: Primero: Mediante escrito de
fecha diecisiete de abril de dos mil ocho, obrante a fojas dieciséis,
el Ministerio de la Producción interpone demanda contenciosa
administrativa, a efecto de que se declare la nulidad de la
Resolución Directoral Nº 485-2006-PRODUCE/DGEPP, de
fecha uno de diciembre de dos mil seis, mediante la cual, se
resuelve otorgar a favor de Austral Group Sociedad Anónima
Abierta, una ampliación de permiso de pesca a la embarcación
“Malena”, a fin de que se dedique, además de la pesquería
originalmente autorizada, a la extracción de los recursos de jurel y
caballa, destinados al consumo humano directo, a la extracción de
los recursos anchoveta y sardina para el consumo humano
indirecto, con una capacidad de bodega de seiscientos cuarenta y
nueve punto ochenta y un metros cúbicos (649.81 m3), vía
sustitución de las capacidades de bodega acumuladas y de los
derechos de las embarcaciones operativas (no siniestradas)
denominadas “Ernestina” de doscientos ochenta punto ochenta y
siete metros cúbicos (280.87 m3) de capacidad de bodega y
“Nueva Cádiz” de doscientos ochenta y uno punto treinta y cinco
metros cúbicos (281.35 m3) de capacidad de bodega, ambas con
acceso a los citados recursos; y vía aplicación del saldo de
ochenta y siete punto cincuenta y nueve metros cúbicos (87.59 m3)
reservado mediante Resolución Nº 090-2006-PRODUCE/DNEPP,
de fecha veintiuno de marzo de dos mil seis. Segundo: El
demandante fundamenta su pretensión en lo dispuesto por el
artículo 68 de la Constitución Política del Estado, que establece
que el Estado está obligado a promover la conservación de la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
diversidad biológica y de las áreas naturales protegidas, el artículo
1 del Decreto Ley Nº 25977, Ley General de Pesca, que señala
que la finalidad de la Ley consiste en normar la actividad pesquera
con el fin de promover su desarrollo sostenido y de asegurar un
aprovechamiento responsable de los recursos hidrobiológicos,
optimizando los beneficios económicos, en armonía con la
preservación del medio ambiente y la conservación de la
biodiversidad; el numeral 11.1 del artículo 11 del Reglamento de la
Ley General de Pesca, aprobado por el Decreto Supremo Nº 012-
2001-PE, que dispone que el régimen de acceso a la actividad
pesquera extractiva está constituido por las autorizaciones de
incremento de flota y los permisos de pesca, el artículo 24 de La
Ley General de Pesca, que establece que las autorizaciones de
incremento de flota para embarcaciones pesqueras para consumo
indirecto, sólo se otorgarán siempre que se sustituya igual volumen
de capacidad de bodega de la flota existente; así como en lo
dispuesto por el artículo 12 numeral 12.1 del Decreto Supremo Nº
012-2001-PE, que es el Reglamento de la Ley General de Pesca,
referido a los recursos plenamente explotados, al disponer que en
el caso de recursos hidrobiológicos que se encuentren plenamente
explotados, el Ministerio de Pesquería no autorizará incrementos
de flota ni otorgará permisos de pesca que concedan acceso a
esas pesquerías, bajo responsabilidad, salvo que se sustituya
igual capacidad de bodega de la flota existente en la pesquería
de los mismos recursos hidrobiológicos. Precisa que, en el
presente caso, al emitirse la Resolución Directoral Nº
485-2006-PRODUCE/DGEPP, se han violentado dichas normas,
pues, si el aporte de la capacidad de bodega de las embarcaciones
pesqueras denominadas “Ernestina” y “Nueva Cádiz” era de
doscientos ochenta punto ochenta y siete metros cúbicos (280.87
m3) y de doscientos ochenta y uno punto treinta y cinco metros
cúbicos (281.35 m3), a ello se le agregó el saldo reservado de
ochenta y siete punto cincuenta y nueve metros cúbicos (87.59
m3), sumando estos aportes arroja un total de ochocientos
cuarenta y nueve punto setenta y un metros cúbicos (849.71 m3),
cantidad inferior a la capacidad de bodega de la embarcación
pesquera “Malena”, que es de ochocientos sesenta y siete punto
diecisiete metros cúbicos (867.17 m3), por lo que, existe una
diferencia entre la capacidad de bodega existente y el aporte
realizado de diecisiete punto cuarenta y seis metros cúbicos
(17.46 m3) –fojas veintiuno-. Tercero: A través de la sentencia de
primera instancia, obrante a fojas noventa y nueve, el Quinto
Juzgado Especializado en lo Contencioso Administrativo de la
Corte Superior de Justicia de Lima, declara infundada la demanda,
tras considerar que, la capacidad de bodega de la embarcación
que la va a sustituir no podría ser inferior, exigencia normativa que
se colige por lógica jurídica, toda vez que, no podría sustituirse
una capacidad de bodega de una embarcación de trescientos
metros cúbicos (300 m3) por otra embarcación cuya capacidad de
bodega solo alcance los doscientos metros cúbicos (200 m3), ya
que dicha diferencia imposibilitaría a la administración pública el
ejercicio de sus facultades de fiscalización y control respecto a los
cien metros cúbicos (100 m3) restantes que no han sido cubiertos
por la nueva embarcación. Cuarto: Interpuesto el respectivo
recurso de apelación, la Primera Sala Contencioso Administrativa
Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha seis
de setiembre de dos mil doce, obrante a fojas doscientos treinta y
nueve, revoca la sentencia apelada, y reformándola declaró
fundada la demanda, y en consecuencia nula de la Resolución
Directoral Nº 485-2006-PRODUCE/DGEPP, pues, considera que
al no darse la sustitución por igual capacidad de bodega sino por
una menor, no solo se vulneró norma expresa, sino que se afectó
el interés público al incumplirse el deber de protección que el
Estado debe a la sociedad para la sostenibilidad de los recursos
hidrobiológicos, porque si la bodega de la nave titular del permiso
es mayor, ello facilita que la extracción del recurso objeto de la
ampliación (anchoveta y sardina), pueda darse por esa capacidad
y no, precisamente por la menor, por ello la ampliación que no
cumple con la Ley pone en peligro la existencia de un recurso cuya
extracción ha alcanzado el máximo de sostenibilidad. Quinto:
Ingresando al análisis de las causales denunciadas, en lo relativo
a la supuesta infracción normativa del artículo 139 numeral 5
de la Constitución Política del Estado, cabe destacar que, la
Sala Superior no solo ha emitido pronunciamiento respecto a lo
medular en la presente controversia, al haber señalado que la
razón de ser de la disposición reglamentaria prevista en el numeral
12.1 del artículo 12 del Reglamento de la Ley General de Pesca,
aprobado por Decreto Supremo Nº 012-2001-PE, en cuanto
establece que la sustitución entre una embarcación y otra exige
igualdad en su capacidad de bodega, radica en el hecho que el
Estado debe proteger la sostenibilidad de los recursos
hidrobiológicos, ya que al tratarse de una bodega mayor, se puede
facilitar la extracción desmesurada del recurso objeto de
ampliación que en este caso es la anchoveta y la sardina, ya que
en la práctica puede darse una extracción por esa capacidad y no
precisamente por la menor, sino que también ha reparado en que
la solicitud de ampliación que no cumple con la Ley, pone en
peligro la existencia de un recurso cuya extracción ha alcanzado el
máximo de sostenibilidad, consecuentemente, es evidente que al
haberse discernido acerca de cuál es el sentido interpretativo
78977
correcto que debe tener el artículo 12 numeral 12.1 del Reglamento
de la Ley General de Pesca, aprobado por el Decreto Supremo Nº
012-2001-PE, habiéndose precisado incluso con relación al
argumento de defensa basado en el control posterior, que ello no
tiene eficacia práctica, pues, se habría configurado la imposibilidad
de restitución del recurso hidrobiológico indebidamente extraído,
es evidente que el derecho de las partes a una motivación escrita
de las resoluciones judiciales, consagrado como derecho
constitucional en el artículo 139 numeral 5 de la Constitución
Política del Estado, han sido respetados de manera irrestricta, por
lo que, la referida causal es infundada. Sexto: En lo que respecta
a la causal referida a la infracción normativa del artículo 12
numeral 12.1 del Reglamento de la Ley General de Pesca,
debe precisarse en primer lugar que, de acuerdo al mismo: “En el
caso de los recursos hidrobiológicos que se encuentren
plenamente explotados, el Ministerio de Pesquería, no autorizará
incrementos de flota ni otorgará permisos de pesca que concedan
acceso a esas pesqueras, bajo responsabilidad, salvo que se
sustituya igual capacidad de bodega de la flota existente en la
pesquería de los mismos recursos hidrobiológicos”,
consecuentemente, es evidente que la norma contiene una regla
destinada a evitar la sobreexplotación de los recursos pesqueros
que se encuentren plenamente explotados como es el caso de la
anchoveta y la sardina. Exigencia que la demandada reconoce
que no cumple, pues, la Embarcación “Malena” tiene una
capacidad de bodega de ochocientos sesenta y siete punto
diecisiete metros cúbicos (867.17 m3), mientras que, las
embarcaciones con las que se pretende sustituir a tal embarcación,
de nombres “Ernestina” y “Nueva Cadiz” más la reserva
establecida en la Resolución Nº 090-96-PRODUCE/DNEPP
logran una capacidad de bodega de seiscientos cuarenta y nueve
punto ochenta y un metros cúbicos (649.81 m3), por lo que, no se
cumple con lo ordenado en el Reglamento de la Ley General de
Pesca, aprobado por el Decreto Supremo Nº 012-2001-PE, de
sustituirse con igual capacidad de bodega. Sétimo: En tal sentido,
debe concluirse en que la infracción normativa denunciada en el
recurso de casación, basada en una supuesta vulneración del
artículo 12 numeral 12.1 del Reglamento de la Ley General de
Pesca, que establece que en el caso de los recursos hidrobiológicos
que se encuentren plenamente explotados – como es el caso de la
anchoveta y la sardina – el Ministerio de Pesquería no autoriza
incrementos de flota ni otorga permisos de pesca que concedan
acceso a esas empresa pesqueras, bajo responsabilidad, salvo
que se sustituya igual capacidad de bodega de la flota
existente en la pesquería de los mismos recursos
hidrobiológicos, no tiene amparo legal alguno, por lo que, el
recurso de casación debe ser desestimado. IV.- DECISIÓN: Por
tales consideraciones, declararon: INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por la demandada Austral Group Sociedad
Anónima Abierta, de fecha treinta de abril de dos mil trece, obrante
a fojas doscientos cincuenta y seis; en consecuencia, NO
CASARON la sentencia de vista de fecha seis de setiembre de
dos mil doce, obrante a fojas doscientos treinta y nueve;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por el
Ministerio de la Producción contra Austral Group Sociedad
Anónima Abierta, sobre Impugnación de Resolución Administrativa;
y los devolvieron.- Juez Supremo Ponente: Walde Jáuregui.-
SS. WALDE JÁUREGUI, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ, LAMA MORE
LA SECRETARIA DE LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA, CERTIFICA: el voto suscrito por el Magistrado Walde
Jáuregui, dejado oportunamente en relatoría en cumplimiento a
lo establecido en el artículo 149 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, el mismo que obra a fojas ciento
cuarenta y seis a ciento cincuenta y dos del presente cuaderno.
EL VOTO EN DE LOS SEÑORES JUECES SUPREMOS SIVINA
HURTADO, ACEVEDO MENA Y VINATEA MEDINA ES COMO
SIGUE: VISTA; con los acompañados: I.- MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por la
demandada Austral Group Sociedad Anónima Abierta, de fecha
treinta de abril de dos mil trece, obrante a fojas doscientos
cincuenta y seis, contra la sentencia de vista de fecha seis de
setiembre de dos mil doce, obrante a fojas doscientos treinta y
nueve, que revoca la sentencia apelada de fecha veintisiete de
julio de dos mil diez, obrante a fojas noventa y nueve, que declaró
infundada la demanda; y reformándola, declararon fundada la
misma, y en consecuencia nula la Resolución Directoral Nº
485-2006-PRODUCE/DGEPP; en los seguidos por el Ministerio de
la Producción contra Austral Group Sociedad Anónima Abierta,
sobre Impugnación de Resolución Administrativa. II.- CAUSALES
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de fojas ochenta
del cuaderno de casación, este Tribunal Supremo, ha declarado
procedente, el recurso de casación interpuesto por la demandada,
por las siguientes causales: a) Infracción normativa del artículo
139 numeral 5 de la Constitución Política del Estado, alegando
que la recurrida no explica, de manera razonada y coherente, las
razones por las cuales concluye que en este caso se estaría
afectando la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos y por

78978 CASACIÓN
ende el interés público. Indica que al no ser tres barcos los que
van a salir a pescar, sino solamente uno, el cual pescará dentro de
los límites de las capacidades otorgadas a la embarcaciones
“Ernestina” y “Nueva Cádiz”, y la utilización de un saldo reservado
ascendente a ochenta y siete punto cincuenta y nueve metros
cúbicos (87.59 m3), lo cual hace un total de seiscientos cuarenta y
nueve punto ochentaiún metros cúbicos (649.81 m3),
evidentemente se reducirá el esfuerzo pesquero y en consecuencia
se protegerá la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos.
Además, la Dirección General de Seguimiento, Control y Vigilancia
del Ministerio de la Producción, a través de la empresa SGS,
supervisa los volúmenes extraídos por los armadores con arreglo
a los límites establecidos en sus respectivos permisos de pesca,
razón por la cual no existe riesgo alguno de que se vaya a pescar
con la embarcación “Malena” más cantidad de aquello a lo que se
haya autorizado, lo cual asciende a seiscientos cuarenta y nueve
punto ochentaiún metros cúbicos (649.81 m3). Siendo así, puede
indicarse que la recurrida, sin pruebas ni sustento alguno, presume
que la recurrente podría utilizar la embarcación pesquera “Malena”
para realizar un mayor esfuerzo pesquero, sin respetar el límite de
seiscientos cuarenta y nueve punto ochentaiún metros cúbicos
(649.81 m3). Sin embargo, ello no ha sido acreditado, ni podría
serlo porque su empresa sólo realiza esfuerzo pesquero hasta el
límite de la capacidad de bodega autorizada para la pesca de
anchoveta y sardina, esto es seiscientos cuarenta y nueve punto
ochentaiún metros cúbicos (649.81 m3), por lo cual es evidente
que la recurrida carece de sustento; b) Infracción normativa por
interpretación errónea del artículo 12 numeral 12.1 del
Reglamento de la Ley General de Pesca, indicando que la Sala
Superior ha interpretado erróneamente dicha norma, ya que
pretende que para que proceda la ampliación del permiso de
pesca, vía sustitución, debe existir igualdad entre la capacidad de
bodega de la embarcación titular del permiso y la capacidad de
bodega de las embarcaciones ofrecidas para la sustitución. Dicha
interpretación errada de la norma denunciada se debe a que la
Sala Superior no ha aplicado los métodos de interpretación
normativa. Por tanto, el primer método que consideramos que
debe ser aplicado es el de la ratio legis, con el que se busca
esclarecer cual es la razón de ser de la norma. En ese sentido a
partir de la lectura de dicho artículo, se advierte que lo que
pretende la norma es que la capacidad de bodega autorizada sea
sustituida en su totalidad en la embarcación titular del permiso, y
que pesque solamente hasta el límite de la capacidad autorizada.
No importa el tamaño de la embarcación que es titular del permiso,
lo único que importa es que no se pesque más allá de aquello que
está autorizado. Dicho método puede ser complementado con el
sistemático y literal. De la interpretación sistemática se llega a la
conclusión de lo que busca el Reglamento es promover el
desarrollo socio-económico del país, siempre que se lleve a cabo
en armonía con la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos.
En este caso el permiso de ampliación de pesca, vía sustitución
fue solicitado sólo por la capacidad de bodega de las flotas
sustituidas hasta por seiscientos cuarenta y nueve punto ochenta
y un metros cúbicos (649.81 m3) y no por el volumen total de la
capacidad de la bodega de la embarcación, en consecuencia se
ha cumplido con sustituir la capacidad de la bodega autorizada de
seiscientos cuarenta y nueve punto ochenta y un metros cúbicos
(649.81 m3) para la pesca de anchoveta y sardina, en la
embarcación “Malena”, la cual al tener una capacidad superior
incorpora la capacidad de bodega de las embarcaciones
“Ernestina” y “Nueva Cádiz”; siendo esto así, es evidente que se
está cumpliendo con el objetivo de la norma, puesto que sólo se
está pescando anchoveta y sardina hasta el límite de la capacidad
de bodega autorizada. III.- CONSIDERANDO: Primero: Mediante
este proceso de lesividad el Procurador Público del Ministerio de
la Producción solicita la nulidad de la Resolución Directoral Nº
485-2006-PRODUCE/DGEPP, de fecha uno de diciembre de dos
mil seis, mediante la cual la administración le otorgó a Austral
Group Sociedad Anónima Abierta autorización ampliar el permiso
de pesca de la embarcación pesquera MALENA para que además
de la extracción de los recursos jurel y caballa destinados al
consumo directo, se dedique a la extracción de anchoveta y
sardina para consumo humano indirecto con una capacidad de
bodega de seiscientos cuarenta y nueve punto ochenta y un
metros cúbicos (649.81 cm3)vía substitución de las embarcaciones
ERNESTINA y NUEVA CADIZ ambas con acceso a dichos
recursos, y la aplicación del saldo de capacidad de bodega
reservado mediante Resolución Nº 090-2006-PRODUCE/DNEPP.
Pretensión que ha sido amparada en este proceso, por cuanto la
sentencia de vista, revocando la sentencia apelada de fecha
veintisiete de julio de dos mil diez, declaró fundada la demanda, y
en consecuencia nula totalmente la Resolución Directoral Nº
485-2006-PRODUCE/DGEPP, de fecha uno de diciembre de dos
mil seis. Segundo: La infracción normativa procesal desarrollada
como causal casatoria del recurso de casación, es el artículo 139
numeral 5 de la Constitución Política del Estado,
fundamentando defectos formales en la motivación de la resolución
recurrida. Tercero: Cabe precisar en primer lugar que la motivación
de las resoluciones judiciales constituye un principio y derecho de
la función jurisdiccional, consagrado en el artículo 139 numeral 5
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
de la Constitución Política del Estado, que informa la justificación
lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales y
legales, así como con arreglo a los hechos y petitorios formulados
por las partes, esto es, motivación de hecho in factum (en el que
se establecen los hechos probados y no probados mediante la
valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al
proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos
en los supuestos fácticos de la norma) y la motivación de derecho
o in jure (en el que se selecciona la norma jurídica pertinente y se
efectúa una adecuada interpretación de la misma). Principio y
derecho desarrollado en los artículos 122 numerales 3 y 4 y 50
numeral 6 del Código Procesal Civil. Cuarto: Dentro de este
contexto normativo, la sentencia de vista se ha apoyado en sus
fundamentos jurídicos y fácticos que enumera y que contiene las
reglas exigidas para su validez dentro de nuestro ordenamiento
procesal, por lo que no se advierten vicios trascendentales de
nulidad, en la decisión expresada en el fallo. Por ello, analizada la
sentencia de vista, desde el punto de vista formal no adolece de
un vicio interno que pudiera merecer la nulidad de la misma, por lo
que las infracciones normativas respecto del artículo 139 numeral
5 de la Constitución Política del Estado, y, los artículos 121, 122
numeral 3 y 4 y 50 numeral 6 del Código Procesal Civil propuestas
en el recurso de casación deben ser desestimadas; en
consecuencia, siguiendo el rigor procesal establecido en el artículo
388 numeral 4 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, que determina que el pedido del recurso casatorio principal
es anulatorio (que a su vez puede ser parcial o total) y el
revocatorio como subordinado, corresponde resolver esta última
pretensión subordinada. Quinto: La resolución recurrida, obrante
a fojas doscientos treinta y nueve, apoya su decisión expresando
que de acuerdo con el artículo 10 de la Ley Nº 27444, Ley del
Procedimiento Administrativo General, se puede declarar de oficio
la nulidad de los actos administrativos siempre que agravie el
interés público, y cuando haya prescrito dicho plazo sólo procede
demandar la nulidad ante el Poder Judicial. Sin embargo, la
sentencia de vista no establece expresamente respecto al interés
público que exige la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General, para solicitar ante el Poder Judicial la
nulidad de los actos, la justificación formal y material de dicho
requisito y de dicho presupuesto del proceso de lesividad, sin
justificar adecuadamente de acuerdo al principio de
proporcionalidad1 las razones para declarar la nulidad de la
Resolución, objeto de la pretensión procesal del demandante.
Sexto: Debemos advertir además que si bien en la sentencia de
vista, se señala cuales son los requisitos para solicitar la
autorización de incremento de flota y/o permiso de pesca; sin
embargo no se identifican los presupuestos jurídicos de grave
afectación al interés público que supere el test de proporcionalidad2
que corresponde cuando se trata de anular una decisión de la
administración que pudiera perjudicar los intereses del
administrado protegidos por los principios previstos en el artículo
IV del Título Preliminar de la Ley Nº 27444, entre ellos el principio
de legalidad, del debido procedimiento, de razonabilidad, de
informalismo, de presunción, de veracidad, de eficacia y el de
verdad material, tratándose de colisión de derechos fundamentales,
es decir protegidos por la Constitución Política del Estado. Sétimo:
Asimismo respecto al proceso de lesividad el artículo 202 numeral
202.4 de la Ley Nº 27444, establece que: “En caso de que haya
prescrito el plazo previsto en el numeral anterior, sólo procede
demandar la nulidad ante el Poder Judicial vía el proceso
contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga
dentro de los dos (2) años siguientes a contar desde la fecha en
que prescribió la facultad para declarar la nulidad en sede
administrativa.”, por lo que, de su interpretación literal se ha
determinado que en caso de que la administración pierda su
facultad de declarar de oficio la nulidad de sus propias resoluciones,
solo podrá solicitar la nulidad en un proceso judicial (denominado
doctrinariamente proceso de lesividad). Obviamente el interés
público debe ser demostrado en el proceso jurisdiccional y de
manera más intensa que en el procedimiento administrativo de
nulidad de oficio, ya que le corresponde al Poder Judicial controlar
los actos de la administración, en amplia observancia de los
principios rectores que regulan el procedimiento administrativo tal
como se describe en el artículo IV del Título Preliminar de la Ley
Nº 27444, concordante con el artículo 1 de la Ley Nº 27584 que
precisa: “La acción contencioso administrativa prevista en el
Artículo 148 de la Constitución Política tiene por finalidad el control
jurídico por el Poder Judicial de las actuaciones de la administración
pública sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela de los
derechos e intereses de los administrados. Para los efectos de
esta Ley, la acción contencioso administrativa se denominará
proceso contencioso administrativo”. La afectación al interés
público no se acredita con la simple afirmación de los supuestos
fácticos de la demanda, sino que requiere de desarrollo y
acreditación probatoria acorde con las normas precitadas, pues en
el caso concreto se trata de una licencia concedida expresamente
por una Resolución Viceministerial. Octavo: A efectos de analizar
la infracción normativa denunciada corresponde establecer
previamente que el ordenamiento jurídico y la doctrina determina
que debe existir una razón suficiente acreditada en el proceso de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
lesividad para anular un acto administrativo, que en el presente
caso lo constituye la Resolución Directoral Nº 485-2006-PRODUCE/
DGEPP. Debe advertirse al respecto que la pretensión de nulidad
debe justificarse en un interés público debidamente acreditado en
el proceso; más aún si la administración ha otorgado a un particular
dentro de un proceso típico la licencia respectiva para la
explotación de productos hidrobiológicos de consumo indirecto.
Se exige por ello al Estado en un proceso de lesividad que acredite
judicialmente la razón suficiente para la nulidad de un acto
administrativo firme producido conforme al artículo 186 de la Ley
Nº 27444. Noveno: Bajo el principio de sujeción o vinculación
positiva de la administración, se determina que las entidades
administrativas, sólo pueden ejercer actividades previa
autorización otorgada por una norma jurídica expresa,
entendiéndose que dicha vinculación positiva de la administración
a la ley es consecuencia de la aplicación del principio de legalidad
o de juridicidad en la actuación de la gestión administrativa.
Precisamente, la facultad discrecional está vinculada al proceso
de lesividad por el cual la administración va a pedir ante el Poder
Judicial la nulidad de una resolución administrativa expedida por
ella misma, la que debe efectuarse de acuerdo a los cánones de
las normas y al principio de razonabilidad. Décimo: Por ello,
García de Enterría3 distingue las potestades regladas de las
discrecionales que por atribución expresa y especifica se otorga a
la administración pública. La legalidad puede determinar todas y
cada una de las condiciones de ejercicio de la potestad (reglada)
o puede remitir a la estimación subjetiva de la administración el
resto de las condiciones de ejercicio de la potestad (discrecional).
El ejercicio de las potestades regladas exige a la administración la
constatación del supuesto de hecho y la aplicación de la
consecuencia de la ley, que no deja margen a juicio subjetivo
alguno. A diferencia de la potestad reglada, la discrecional
comporta una estimación subjetiva de la administración que no
constituye una facultad extra legal al margen del derecho; no es un
supuesto de libertad o arbitrariedad. La discrecionalidad es un
caso típico de administración legal mediante una apreciación de
circunstancias y mandatos que preceden al proceso aplicativo.
Undécimo: Por eso concluye García de Enterria que: “no hay,
pues, discrecionalidad al margen de la ley, si no justamente, sólo
en virtud de la Ley y en la medida en que la Ley haya dispuesto.”
Alberto Pérez Dayán4, precisa que: “... si bien queda claro que
toda la actividad de los órganos públicos, incluidos los
administrativos se halla sometida al principio de legalidad, también
resulta cierto y lógico afirmar que tal subordinación al orden
normativo puede variar el grado o intensidad de su influencia, de
ahí que partir de tal decisión gradual podamos encontrar una
actividad administrativa reglada en oposición a una actividad
administrativa discrecional.” (Subrayado nuestro). Se justifica la
clasificación de las potestades en virtud de la realidad por la cual
existen conceptos técnicos e indeterminados, así como ámbitos
en los cuales deben dejarse al arbitrio de la administración la
aplicación de los mandatos establecidos en la Ley. Las potestades
regladas son aquellas en las que la norma ha prescrito
específicamente todos los supuestos de aplicación por parte de la
administración, regulando el supuesto de hecho, el nexo jurídico y
la consecuencia de la subsunción lógica. En cambio las potestades
discrecionales son aquellas en las que el supuesto de hecho
normativo (antecedente: nexo y consecuencia) se encuentra
incompleto, por voluntad u omisión de la Ley, que permite un
ámbito de discrecionalidad o de libre decisión por parte de la
administración en aplicación de la norma jurídica. Duodécimo:
Por todo lo anteriormente expresado, se concluye que toda
facultad de la administración pública en el ejercicio de sus
funciones debe regirse por las normas constitucionales y legales,
a fin de emitir actos administrativos que no afecten el debido
procedimiento administrativo y que se vinculen con sus principios
esenciales, respetándose los derechos del administrado. Las
facultades de la administración no pueden exceder los límites de
la discrecionalidad de sus actos. Décimo Tercero: Respecto a la
infracción normativa sustantiva del recurso de casación de
Pesquera Empresa Austral Group Sociedad Anónima Abierta
consistente en la interpretación errónea del artículo 12 numeral
12.1 del Reglamento de la Ley General de Pesca. Aunado a ello
corresponde también tener presente lo dispuesto en el artículo
202 numeral 202.4 de la Ley Nº 27444: “En caso de que haya
prescrito el plazo previsto en el numeral anterior, sólo procede
demandar la nulidad ante el Poder Judicial vía el proceso
contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga
dentro de los dos (2) años siguientes a contar desde la fecha en
que prescribió la facultad para declarar la nulidad en sede
administrativa”. A ello cabe agregar la exigencia para la entidad
pública de la parte sustantiva contenida en el artículo 13 del Texto
Único Ordenado de la Ley Nº 27584 de la tipificación del agravio y
del interés público que justifique el sustento del proceso de
lesividad. De la interpretación literal y sistemática de las normas
en comentario, se aprecia que ellas desarrollan las causales de
nulidad de las resoluciones administrativas, sin embargo, la
Empresa recurrente fundamenta la infracción denunciada como
agravio, señalando que no se ha establecido en el proceso cuál es
el interés público afectado y el interés de la colectividad. La
78979
afectación del interés público no se acredita sólo con la enunciación
de la contravención de una norma en la demanda en un proceso
de lesividad, sino requiere de un desarrollo y fundamentación
adecuado a las exigencias jurídicas, atendiendo además que la
administración, mediante la Resolución materia de litis ha otorgado
al administrado, el acceso al recurso anchoveta con destino al
consumo humano indirecto mediante la formalidad y justificación
contenida en dicha resolución. La parte recurrente precisa
asimismo que, la Sala Superior ha efectuado una confusión de
conceptos entre el interés público y la afectación de normas
legales, como causal de nulidad de la resolución administrativa
impugnada; pues son conceptos diferentes y que en este proceso
no se han acreditado. Décimo Cuarto: Habiéndose establecido
que el proceso de lesividad: es la facultad de la Administración
Pública de recurrir ante el Poder Judicial para conseguir la nulidad
de sus propias resoluciones, cuando ya se han vencido todos los
plazos para declarar de oficio la nulidad de sus propias
resoluciones, es obvio que la administración debe cumplir en el
proceso judicial con los requisitos esenciales para la estimación
de su demanda, entre los cuales destaca como presupuesto
principal la demostración en el proceso del “interés público”.
Décimo Quinto: Al respecto, podemos señalar que la doctrina ha
establecido que no existe un concepto claramente definido, sobre
todo respecto de la concreción de su contenido y sus efectos
jurídicos. Se enfatiza que se trata de un concepto jurídico
indeterminado que se refiere a aquello que va encaminado al
quehacer de la administración pública y orientado en primera
instancia a actividades económicas, aunque no de manera
exclusiva. Por ello, el contenido del interés público puede variar
dependiendo de las condiciones políticas, sociales, económicas,
morales e incluso culturales de un país en un momento
determinado. Razón suficiente que requiere de una valoración
tanto por la autoridad administrativa en relación con el caso, como
por el juez con motivo del control del artículo 202 numeral 202.4 de
la Ley Nº 27444, en el supuesto que haya prescrito el plazo
previsto en el numeral anterior, en que sólo procede demandar la
nulidad ante el Poder Judicial vía el proceso contencioso
administrativo respectivo (proceso de lesividad), siempre que la
demanda se interponga dentro de los dos años siguientes a contar
desde la fecha en que prescribió la facultad para declarar la
nulidad en sede administrativa, ejercicio de la facultad discrecional.
Décimo Sexto: En ese sentido, “el interés público” al ser un
concepto jurídico indeterminado, debe ser evidenciado por la
autoridad, cuya actuación se encuentra también sujeta a su
consecución. Para asegurar su correcta definición e interpretación,
y en virtud de la sujeción de los poderes públicos al ordenamiento
jurídico por el principio de legalidad, es que existe la posibilidad de
su verificación por el Poder Judicial. Es un control jurídico que
garantiza la adecuación de la determinación y concreción del
interés público o general a las necesidades e intereses tanto
individuales como colectivos. En efecto, es tarea del Poder Judicial
evaluar cada caso concreto en un proceso de lesividad a fin de
determinar el interés público, el cual en caso de afectar
intensamente el interés particular, debe exigir el test de
razonabilidad y proporcionalidad, previendo en todo momento que
no se afecten los derechos fundamentales de los administrados;
es decir que la actuación de la administración tiene límites que
evitar que su decisión no constituya una ventaja de la autoridad,
prevaleciendo el principio de interdicción de la arbitrariedad.
Décimo Sétimo: A decir de García de Enterría y Fernández: “Esto
es lo esencial del concepto jurídico indeterminado: la
indeterminación del enunciado no se traduce en una
indeterminación de las aplicaciones del mismo, las cuales solo
permiten una –unidad de solución justa– en cada caso, a la que se
llega mediante una actividad de cognición, objetivable por tanto, y
no de volición”5. Al estar frente a un concepto indeterminado como
lo es “el interés público”, también es necesario que la facultad de
la administración se encuentra sujeta a los actos discrecionales de
la autoridad, toda vez que: “La discrecionalidad es esencialmente
una libertad de elección entre alternativas igualmente justas, o, si
prefiere, entre indiferentes jurídicos, porque la decisión se
fundamenta normalmente en criterios extrajurídicos (de
oportunidad, económicos, etc.), no incluidos en la Ley y remitidos
al juicio subjetivo de la Administración. Por el contrario, la
aplicación de conceptos jurídicos indeterminados es un caso de
aplicación de la Ley, puesto que se trata de subsumir en una
categoría legal (configurada, no obstante su imprecisión de límites,
con la intención de acotar un supuesto concreto) unas
circunstancias reales determinadas; justamente por ello es un
proceso reglado, que se agota en el proceso intelectivo de
comprensión de una realidad en el sentido de que el concepto
legal ha pretendido, que el proceso en el que no interfiere ninguna
decisión de voluntad del aplicador, como es lo propio de quién
ejercita una potestad discrecional.”6 De lo reseñado
precedentemente podemos concluir, que es deber de la
administración establecer y ponderar los conceptos indeterminados
y la discrecionalidad a fin de tomar decisiones adecuadas; no
hacerlo en el procedimiento administrativo típico ni en el proceso
de lesividad, conlleva a la consecuencia lógica de la desestimación
de la pretensión procesal de la administración demandante.

78980 CASACIÓN
Décimo Octavo: En consecuencia, cabe agregar que la Sala
Superior ha cometido infracción del artículo 12 numeral 12.1 del
Reglamento de la Ley General de Pesca, para declarar la nulidad
de la Resolución materia de litis, al no apreciar el incumplimiento
de la demostración del interés público y de los presupuestos
formales de la facultad discrecional señalada en el artículo 202
numeral 202.4 de la Ley Nº 27444, que debe ser concordada con
la exigencia prevista en el artículo 13 segundo párrafo del Texto
Único Ordenado de la Ley Nº 27584. Asimismo, se advierte
además no haberse acreditado una causal de nulidad absoluta del
acto administrativo impugnado. IV.- DECISIÓN: Por estas
consideraciones, NUESTRO VOTO es porque se declare:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandada
Austral Group Sociedad Anónima Abierta, de fecha treinta de abril
de dos mil trece, obrante a fojas doscientos cincuenta y seis; en
consecuencia, SE CASE la sentencia de vista de fecha seis de
setiembre de dos mil doce, obrante a fojas doscientos treinta y
nueve; y actuando en sede de instancia: SE CONFIRME la
sentencia de primera instancia de fecha veintisiete de julio de dos
mil diez, obrante a fojas noventa y nueve; que declara INFUNDADA
la demanda interpuesta; en los seguidos por el Ministerio de la
Producción contra Austral Group Sociedad Anónima Abierta, sobre
Impugnación de Resolución Administrativa; SE DISPONGA la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; y los devolvieron.- SS. SIVINA HURTADO,
ACEVEDO MENA, VINATEA MEDINA
LA SECRETARIA DE LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA, CERTIFICA: el voto suscrito por los señores Jueces
Supremos Sivina Hurtado, Acevedo Mena y Vinatea Medina,
dejados oportunamente en Relatoría en cumplimiento a lo
establecido en el artículo 149º del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, el mismo que obra de fojas ciento
treinta y cuatro a ciento cuarenta y seis del presente cuaderno de
casación.
1
El Principio de Proporcionalidad según lo refiere Angélica María Burga Coronel
en su artículo “El test de ponderación o proporcionalidad de los derechos
fundamentales en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional” es aplicado por
el Tribunal Constitucional como un mecanismo de control o interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos en el uso de las facultades discrecionales, y
exige que las decisiones que se toman en ese contexto, respondan a criterios de
racionalidad, y que no sean arbitrarias.
2
En la STC Nº 00579-2008-PA/TC, fundamento número 25 del Tribunal
Constitucional, se señala que: “El Test de proporcionalidad incluye, a su vez, tres
principios: idoneidad, necesidad y ponderación o proporcionalidad en sentido
estricto. En cuanto al procedimiento que debe seguirse en la aplicación del test
de proporcionalidad, se ha establecido que la decisión que afecta un derecho
fundamental debe ser sometida, en primer término, a un juicio de idoneidad o
adecuación, esto es, si la restricción en el derecho resulta pertinente o adecuada
a la finalidad que se busca tutelar; en segundo lugar, el siguiente paso consiste en
analizar la medida restrictiva desde la perspectiva de la necesidad; esto supone,
verificar si existen medios alternativos al adoptado por el legislador. Finalmente,
en un tercer momento y siempre que la medida haya superado con éxito los test o
pasos previos, debe proseguirse con el análisis de la ponderación entre principios
constitucionales en conflicto. Aquí rige la ley de la ponderación, según la cual
cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afectación de un principio,
tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro”.
3
García de Enterria Eduardo y Fernández Tomas-Ramón. Curso de Derecho
Administrativo I , 11 ed. España, Civitas. 1974/2002. (p.454 y ss.)
4
PEREZ DAYAN, Alberto; TEORIA GENERAL DEL ACTO ADMINISTRATIVO;
Editorial Porrúa, México, 2003. pág. 28.
5
García de Enterria, Eduardo y Fernández, Tomas-Ramón. Curso de Derecho
Administrativo I , 11 ed. España, Civitas. 1974/2002. (p.459)
6
García de Enterria ob cit. págs. 460-461.
C-1392276-50
CAS. Nº 8792-2014 LIMA
Lima, dieciocho de mayo de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado;y CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de
Lima - SEDAPAL, de fecha veintitrés de mayo de dos mil catorce,
obrante a fojas trescientos, contra la sentencia de vista de fecha
treinta de enero de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
ochenta y seis, que confirma la sentencia apelada que declaró
infundada; para cuyo efecto se debe proceder a calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio conforme a lo estipulado en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, de
aplicación supletoria al caso de autos; norma que debe
concordarse con los artículos 35 numeral 3 y 36 del Texto Único
Ordenado de la Ley Nº 27584, aprobado por el Decreto Supremo
Nº 018-2008-JUS. Segundo.- En tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente, se tiene que: i) se recurre una resolución
expedida por una Sala Superior que pone fin al proceso; ii) se ha
interpuesto ante la Sala que emitió la resolución impugnada; iii)
fue interpuesto dentro del plazo de diez días de notificada la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
recurrente con la resolución impugnada; y iv) adjunta el arancel
judicial por concepto del recurso de casación. Habiendo cumplido
con los requisitos de admisibilidad se procederá a calificar los
requisitos de procedencia de este recurso. Tercero.- Antes del
análisis de los requisitos de procedencia es necesario precisar
que el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario
de carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido su fundamentación por parte de la
recurrente debe ser clara, precisa y concreta indicando
ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Cuarto.- Por
otro lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente, precisa como causales
casatorias: a) La infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; y, b) El
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Quinto.- El
artículo 388 numerales 2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364, establece que constituyen requisitos de fondo
del recurso, que se describa con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, expresando
en cuál de las causales descritas en el artículo 386 del Código
acotado se sustenta y, según el caso, debe precisarse cómo debe
ser la debida aplicación o cuál es la interpretación correcta de la
norma de derecho material; cuál debe ser la norma de derecho
material aplicable; o en qué ha consistido la afectación del derecho
al debido proceso o cuál ha sido la formalidad procesal incumplida;
así como el demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada. Sexto.- Por infracción normativa debemos
entender la causal a través de la cual el recurrente denuncia la
existencia de un error de naturaleza procesal o sustantiva que
incide directamente sobre el sentido de lo decidido. Los errores
que pueden ser alegados como infracción normativa pueden
comprender a los supuestos de aplicación indebida, interpretación
errónea o inaplicación de una norma, que como se ha señalado
pueden ser de carácter sustantivo o procesal. Sétimo.- Como
fundamentos de su recurso, el recurrente invoca: a) infracción
normativa del Decreto Legislativo Nº 148 y del Decreto Supremo
Nº 0082-82-VI; b) infracción normativa de los artículos 1, 2, 90 y
Octava Disposición Complementaria Final de la Ley Nº 29338, Ley
de Recursos Hídricos; y c) Contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso. Octavo.- En cuanto a
la causal indicada en el literal a), alega que la Sala de mérito ha
señalado que dichos decretos son inconstitucionales pese a que el
Tribunal Constitucional no ha declarado la inconstitucionalidad de
los mismos. En ese sentido, tampoco se ha considerado que en el
artículo 100 del Código Procesal Constitucional se establece un
plazo de seis años para interponer un recurso de
inconstitucionalidad, los cuales son contados a partir de su
publicación, por tanto, vencido éste plazo, prescribe la pretensión.
Noveno.- Este Supremo Tribunal advierte que la denuncia
efectuada deviene en improcedente, por cuanto las alegaciones
propuestas por la parte recurrente fueron debidamente
desvirtuadas en sede de instancia, específicamente en los
considerandos segundo y tercero de la sentencia de vista, por lo
que se concluye que el impugnante realmente cuestiona el criterio
jurisdiccional de los Jueces de mérito, pretendiendo una
revaloración de la situación fáctica, propósito que no se condice
con los fines de este recurso extraordinario. Décimo.- En relación
a la causal contenida en el literal b), señala que el agua es un
recurso natural renovable y vulnerable, por lo que su administración
debe ser ejercida en armonía con el bien público, la Protección
Ambiental y el Interés de la Nación; siendo así, los titulares de los
derechos de uso de agua deben contribuir económicamente para
su uso sostenible y eficiente; criterio que ha sido recogido por la
legislación con posterioridad a los pronunciamientos del Tribunal
Constitucional, puesto que éstos han considerado que el cobro por
el uso de aguas subterráneas no constituye tributo. Undécimo.-
De la infracción alegada por la recurrente, descrita en el
considerando precedente, este Supremo Colegiado advierte que
el mismo se encuentra orientado a introducir cuestionamientos
que evidentemente no se encuentran en discusión en el presente
proceso, como es la preservación de las aguas subterráneas
como recursos naturales, por lo que deviene en improcedente la
infracción denunciada. Duodécimo.- En cuanto a la causal
señalada en literal c), señala que la sentencia recurrida adolece
de falta de motivación, pues, sus fundamentos se remiten a los
pronunciamientos del Tribunal Constitucional expedidos en los
Expedientes Nº 01837-2009-PA/TC y Nº 04899-2007-PA/TC que
declaran la inaplicación del Decreto Legislativo Nº 148, así como
del Decreto Supremo Nº 008-82-VI, considerando que la tarifa de
agua subterránea como un tributo, pese a que dichos fallos han
sido expedidos para casos concretos. Asimismo, no se ha
justificado por qué el cobro del Servicio de Agua Potable y
Alcantarillado de Lima - SEDAPAL respecto a ese concepto (tarifa
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
de agua) es injustificado. Décimo Tercero.- Que, analizando la
causal denunciada cabe advertir que la misma carece de base
real por cuanto no se advierte la concurrencia de vicios
insubsanables que afecten el debido proceso, en tanto la recurrida
contiene una motivación coherente, precisa y sustentada en base
a los hechos materia de probanza fijados en el auto de fecha siete
de setiembre de dos mil doce (fojas ciento cuarenta), absolviendo
las posiciones y contraposiciones asumidas por las partes durante
el desarrollo del proceso, valorando en forma conjunta los medios
probatorios aportados por las partes, utilizando el Juez su
apreciación razonada. En tal sentido, se verifica que el fallo
emitido en la sentencia de mérito no resulta atentatoria al derecho
al debido proceso, por lo que no se ha incurrido en infracción de
las normas denunciadas que afecten la tramitación del proceso y/o
los actos procesales que lo componen. En consecuencia, siendo
realmente la pretensión del impugnante lograr a través de este
recurso extraordinario una revaloración de los hechos y de la
prueba actuada en sede de instancia, debe advertirse que el
mismo no se condice con los fines del recurso casatorio previstos
en el artículo 384 del citado Código Adjetivo. Por estas
consideraciones, y en aplicación del artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado la Ley Nº 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL, de
fecha veintitrés de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas
trescientos, contra la sentencia de vista de fecha treinta de enero
de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos ochenta y seis;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos
contra el Tribunal Fiscal y otro, sobre Impugnación de Resolución
Administrativa; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Vinatea
Medina.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES
PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
C-1392276-51
CAS. Nº 8670-2014 AREQUIPA
Lima, diez de setiembre de dos mil quince.- I. VISTOS, con los
acompañados; en discordia integrada por los señores Sivina
Hurtado, Vinatea Medina, Morales Parraguez, Rodríguez Chávez,
Rueda Fernández y Lama More; con el voto suscrito por los
magistrados Sivina Hurtado y Morales Parraguez dejados
oportunamente en relatoría en cumplimiento a lo establecido en el
artículo 149º del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, el mismo que obra de fojas cincuenta y cuatro a
cincuenta y ocho del presente cuaderno de casación; verificada la
votación con arreglo a ley; adhiriéndose el magistrado Lama
More al voto de los señores Sivina Hurtado, Morales Parraguez y
Rueda Fernández. Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el demandante don Juan
Emilio Vizcardo Portilla, obrante a fojas setecientos once, de fecha
treinta de junio de dos mil catorce, contra la sentencia contenida
en la resolución número sesenta y dos, de fecha seis de junio de
dos mil catorce, obrante de fojas seiscientos noventa y tres, por la
cual se resuelve confirmar la sentencia apelada contenida en la
resolución número noventa y seis guión dos mil trece, del treinta y
uno de octubre de dos mil trece, de fojas seiscientos uno, que
declaró infundada en todos sus extremos la demanda y ampliación
incoada; en los seguidos por don Juan Emilio Vizcardo Portilla
contra don Humberto Augusto Tapia Concha y otros, sobre
Resolución de Contratos y otros. II. CONSIDERANDO: Primero:
Se debe proceder a calificar si dicho recurso cumple con los
requisitos de admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364; así, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el modificado artículo 387 del Código
Adjetivo precitado, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: a) se recurre una sentencia expedida por una Sala
Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso,
b) se ha interpuesto ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; c) fue interpuesto dentro del plazo de diez
días de notificado con la resolución impugnada; y, d) la parte
recurrente cumple con adjuntar el arancel judicial respectivo por
interposición del recurso de casación. Segundo: Antes del análisis
de los requisitos de procedencia es necesario precisar que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal y, que de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico
en función nomofiláctica por control de derecho sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia, conforme
lo prevé el artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364, en ese sentido su fundamentación
por parte del recurrente debe ser clara, precisa y concreta
indicando ordenadamente cuáles son las denuncias que
configuran la infracción normativa que incida directamente sobre
la decisión contenida en la resolución impugnada, o las precisiones
respecto al apartamiento inmotivado del precedente judicial, de
78981
conformidad con el artículo 388 numerales 2 y 3 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364.
Tercero: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, determina las
causales del recurso de casación, a saber: 1) infracción normativa
que incida directamente sobre la decisión contenida en la
resolución impugnada y, 2) apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Cuarto: Constituyen requisitos de procedencia
del recurso de casación previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, a
saber: i) Que el recurrente no hubiera consentido previamente la
resolución adversa de primera instancia, cuando esta fuera
confirmada por la resolución objeto del recurso; ii) describir con
claridad y precisión la infracción normativa; iii) demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada; iv)
indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese
anulatorio, se precisará si es total o parcial, y si es este último, se
indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio,
se precisará en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el
recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el
anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado.
Quinto: En ese orden de ideas, el recurso de casación se
encuentra sometido a estrictas exigencias de procedibilidad
previstas en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, cuyo incumplimiento acarrea
la declaración de improcedencia, como lo sanciona el artículo 392
del mismo código adjetivo, modificado también por el artículo 1 de
la Ley Nº 29364: “El incumplimiento de cualquiera de los requisitos
previstos en el artículo 388º da lugar a la improcedencia del
recurso”. Sexto: De autos se tiene que la parte recurrente
interpuso recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, mediante escrito de fecha veintinueve de noviembre de
dos mil trece, obrante a fojas seiscientos veintiocho, apelación que
le fue concedida por resolución número cincuenta y cinco, de
fecha dieciocho de diciembre de dos mil trece, obrante a fojas
seiscientos treinta y uno, por lo que la parte impugnante cumplió
con lo prescrito en el artículo 388 numeral 1 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364. Sétimo: En
el presente caso, la parte recurrente denuncia como causales
casatorias: i) La inaplicación del artículo 197 del Código Procesal
Civil; ii) La contravención de las normas que garantizan el derecho
a un debido proceso, por vulneración de los artículos I del Título
Preliminar, 50 inciso 5, 122 inciso 3 y 197 del Código Procesal
Civil; del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Estado, y de los artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, y, iii) infracción normativa del
artículo 168 del Código Civil; denuncias que se subsumen dentro
de la causal de infracción normativa. Octavo: En lo que atañe a la
denuncia de infracción normativa de los artículos I del Título
Preliminar, 50 numeral 5, 122 numeral 3 y 197 del Código
Procesal Civil; del artículo 139 numeral 3 de la Constitución
Política del Estado y de los artículos 7 y 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, alega la parte
recurrente que no se ha valorado las pruebas ofrecidas
oportunamente en segunda instancia (en el recurso de apelación),
pues la Sala de vista al absolver el grado no ha efectuado un
análisis en forma conjunta de las mismas. Noveno: De lo expuesto
advierte que la parte recurrente no ha cumplido con describir con
claridad y precisión la infracción normativa que denuncia, toda vez
que alega que la Sala de mérito habría infringido los artículos I del
Título Preliminar, 50 numeral 5, 122 numeral 3 y 197 del Código
Procesal Civil; del artículo 139 numeral 3 de la Constitución
Política del Estado y de los artículos 7 y 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; sin embargo,
sustenta su denuncia indicando de manera genérica que no se ha
valorado las pruebas ofrecidas oportunamente en segunda
instancia (en el recurso de apelación), pues la Sala de mérito al
absolver el grado no ha efectuado un análisis en forma conjunta
de las mismas; en ese sentido, cabe reiterar que si bien la
modificatoria del artículo 386 del código adjetivo antes citado, no
requiere la identificación de la causal en la formulación del recurso,
señalando que éste se sustenta en infracción normativa que incida
en la decisión contenida en la resolución impugnada; también, el
modificado artículo 388 del mismo código exige en el numeral 2
como requisito de procedencia del recurso, la descripción con
claridad y precisión de la infracción normativa excluyendo las
descripciones genéricas, como el caso de autos; la exigencia
procesal resulta ineludible pues permite delimitar el objeto de
pronunciamiento en razón de la pretensión casatoria del
recurrente, así como establecer si realmente estamos ante una
pretensión casatoria o ante una pretensión de tercera instancia
contrariando los fines de la casación; en consecuencia, lo anotado
permite vislumbrar que el recurso de casación, en este extremo,
no ha satisfecho el requisito de procedibilidad establecido en el
artículo 388 numeral 2 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364, resultando improcedente Décimo:
En lo que respecta a la denuncia de infracción normativa del
artículo 168 del Código Civil, sostiene la parte impugnante que
dicha norma trata sobre la interpretación objetiva, conforme a la
cual el acto jurídico debe ser interpretado de acuerdo con lo que

78982 CASACIÓN
se haya expresado en él y según el principio de la buena fe. En
ese sentido, sostiene el impugnante que en el caso de autos, al
existir primeramente una serie de traslaciones de dominio,
subvaluación de fundo rústico materia de litis en las posteriores
ventas, y sobre todo la posesión que siempre la ha ostentado y
que ninguno de los supuestos propietarios ni siquiera conoce el
terreno, por tanto se encuentra desvirtuada la buena fe, y por el
contrario ha existido mala fe que conlleva a la nulidad de dichos
actos jurídicos. Décimo Primero: De lo expuesto advierte que el
demandante no ha cumplido con describir con claridad y precisión
la infracción normativa que denuncia, toda vez que alega que se
ha infringido el artículo 168 del Código Civil; sin embargo, sustenta
dicha denuncia alegando que en el caso de autos se encuentra
desvirtuada la buena fe, y por el contrario ha existido mala fe que
conlleva a la nulidad de dichos actos jurídicos, con lo cual intenta
desvirtuar la base fáctica establecida por la Sala de mérito,
habiendo planteado este extremo del recurso de casación como si
fuera un nuevo recurso de apelación; en consecuencia, lo anotado
permite vislumbrar que el recurso de casación, también en este
extremo, no ha satisfecho el requisito de procedibilidad establecido
en el artículo 388 numeral 2 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, deviniendo en improcedente.
III. DECISIÓN: Por estas consideraciones, y conforme al artículo
392 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1º de la
Ley Nº 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandante don Juan Emilio Vizcardo
Portilla, obrante a fojas setecientos once, de fecha treinta de junio
de dos mil catorce, contra la sentencia contenida en la resolución
número sesenta y dos, de fecha seis de junio de dos mil catorce,
obrante de fojas seiscientos noventa y tres; en los seguidos por
don Juan Emilio Vizcardo Portilla contra don Humberto Augusto
Tapia Concha y otros, sobre Resolución de Contratos y otros;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el diario oficial El Peruano, conforme a ley; y se devuelva.- SS.
SIVINA HURTADO, MORALES PARRAGUEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ, LAMA MORE
EL VOTO DE LOS SEÑORES JUECES SUPREMOS VINATEA
MEDINA Y RODRÍGUEZ CHÁVEZ, ES COMO SIGUE: VISTOS;
con los acompañados; y CONSIDERANDO: Primero: El recurso
de casación interpuesto por el demandante don Juan Emilio
Vizcardo Portilla, de fecha treinta de junio de dos mil catorce,
obrante a fojas setecientos once, contra la sentencia de vista de
fecha seis de junio de dos mil catorce, obrante a fojas seiscientos
noventa y tres, que confirma la sentencia apelada, de fecha treinta
y uno de octubre de dos mil trece, obrante a fojas seiscientos uno,
que declaró infundada la demanda; para cuyo efecto se debe
proceder a calificar si dicho recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados
los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, el referido medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: i)
se recurre una sentencia expedida por una Sala Suprema que en
segunda instancia pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la
Sala Suprema que emitió la resolución impugnada; iii) fue
interpuesto dentro del plazo de diez días de notificado el recurrente
con la resolución impugnada; y, iv) además adjunta el arancel
judicial por concepto del recurso de casación. Tercero: Antes del
análisis de los requisitos de procedencia es necesario precisar
que el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario
de carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello, que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto, y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema; en ese sentido, su fundamentación por parte de la
parte recurrente debe ser clara, precisa y concreta, indicando
ordenadamente cuales son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Cuarto: El
artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, prescribe que: “El recurso de casación se
sustenta en la infracción normativa que incida directamente sobre
la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial”. Quinto: Por
infracción normativa debemos entender la causal a través de la
cual el recurrente denuncia la existencia de un error de naturaleza
procesal o sustantiva que incide directamente sobre el sentido de
lo decidido. Los errores que pueden ser alegados como infracción
normativa pueden comprender a los supuestos de aplicación
indebida, interpretación errónea o inaplicación de una norma, que
como se ha señalado pueden ser de carácter sustantivo o
procesal. Sexto: En cuanto a la causal de apartamiento de los
precedentes del Poder Judicial, este Supremo Tribunal precisa
que se funda en el principio constitucional del stare decisis, propio
del sistema norteamericano que implica una vinculación fuerte
para los Magistrados del Poder Judicial, respecto de las decisiones
adoptadas por la Corte Suprema. En el Perú, los órganos
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
jurisdiccionales se encuentran vinculados a los precedentes
expedidos por la Corte Suprema de la República y el Tribunal
Constitucional, en nuestro caso, el artículo 22 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial prescribe: “Las Salas Especializadas de la
Corte Suprema de Justicia de la República ordenan la publicación
trimestral en el Diario Oficial El Peruano de las Ejecutorias que
fijan principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio
cumplimiento, en todas las instancias judiciales. Estos principios
deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias
judiciales, cualquiera que sea su especialidad, como precedente
de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepción decidan
apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar”. Sétimo: En
el presente caso, el impugnante ha denunciado como causales
casatorias: a) infracción normativa por inaplicación del artículo 197
del Código Procesal Civil; b) infracción normativa por contravención
de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, por
vulneración del artículo 139 numeral 3 de la Constitución Política
del Estado, concordante con los artículos I del Título Preliminar, 50
numeral 5, 122 numeral 3 del Código Procesal Civil, y 7 y 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; y c)
infracción normativa del artículo 168 del Código Civil. Octavo:
Sobre las causales contenidas en los literales a) y b), alega el
recurrente que no se han valorado las pruebas ofrecidas
oportunamente en segunda instancia (en el recurso de apelación),
pues la Sala Superior al absolver el grado no ha efectuado un
análisis en forma conjunta de las mismas, lo cual afecta la garantía
del debido proceso. Noveno: Esta Sala Suprema aprecia de la
causal anterior que el recurrente ha cumplido con los requisitos
contenidos en el artículo 388 numerales 2 y 3 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, al haberla desarrollado con
claridad y precisión, además de haber señalado el agravio
ocasionado por la infracción normativa incurrida, así como la
incidencia directa de dicha infracción en la decisión cuestionada;
en consecuencia, este extremo del recurso casatorio resulta
procedente. Décimo: Con relación a la causal indicada en el
literal c), sostiene el recurrente que dicha norma trata sobre la
interpretación objetiva, conforme a la cual el acto jurídico debe ser
interpretado de acuerdo con lo que se haya expresado en él y
según el principio de la buena fe. En ese sentido, sostiene que en
el caso de autos, al existir una serie de traslaciones de dominio,
subvaluación del fundo rústico materia de litis en las posteriores
ventas, y sobre todo la posesión que siempre ha ostentado y el
que ninguno de los supuestos propietarios ni siquiera conoce el
terreno, por tanto se encuentra desvirtuada la buena fe, y por el
contrario ha existido mala fe que conlleva a la nulidad de dichos
actos jurídicos. Undécimo: Esta Sala Suprema aprecia de la
causal anterior que el recurrente ha cumplido con los requisitos
contenidos en el artículo 388 numerales 2 y 3 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, al haberla desarrollado con
claridad y precisión, además de haber señalado el agravio
ocasionado por la infracción normativa incurrida, así como la
incidencia directa de dicha infracción en la decisión cuestionada;
en consecuencia, este extremo del recurso casatorio también
resulta procedente. Duodécimo: Finalmente, cabe señalar que
conforme a lo prescrito en el artículo 388 numeral 4 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, entiéndase como
pedido casatorio principal el anulatorio, y en forma subordinada el
revocatorio. Por tales consideraciones, y de conformidad con lo
previsto en el artículo 391 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley Nº 29364, NUESTRO VOTO es porque se declare:
PROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
demandante don Juan Emilio Vizcardo Portilla, de fecha treinta de
junio de dos mil catorce, obrante a fojas setecientos once, contra
la sentencia de vista de fecha seis de junio de dos mil catorce,
obrante a fojas seiscientos noventa y tres; por las causales de:
infracción normativa por inaplicación del artículo 197 del
Código Procesal Civil; infracción normativa por contravención
de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
por vulneración del artículo 139 numeral 3 de la Constitución
Política del Estado, concordante con los artículos I del Título
Preliminar, 50 numeral 5, 122 numeral 3 del Código Procesal
Civil, y 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial; e infracción normativa del artículo 168 del
Código Civil; en consecuencia, SE DESIGNE oportunamente
fecha para la vista de la causa; en los seguidos contra don Fredy
Rommel Álvarez Yagua y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico y
otro. Se notifique. Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.- SS.
VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ C-1392276-52
CAS. Nº 8566–2014 LIMA
Lima, once de mayo de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado y, CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación
interpuesto por REPSOL Comercial Sociedad Anónima Cerrada.,
de fecha diecisiete de junio de dos mil catorce, obrante a fojas
doscientos setentitrés, contra la sentencia de vista su fecha
once de marzo de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
cincuentinueve, que confirma la sentencia de fecha seis de agosto
de dos mil ocho, en el extremo que declara infundada en cuanto
a la segunda pretensión planteada por la parte demandante,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
respecto a que se declare judicialmente que no ha incurrido en
las infracciones que se le imputan y/o que los avisos instalados
en su estación de servicios no constituyen elementos de
publicidad exterior conforme a lo establecido en las Ordenanzas
Mº 007-96-O-MSS y 210-MML Segundo: Que, el Texto Único
Ordenado de la Ley Nº 27584 - Ley que Regula el Proceso
Contencioso Administrativo, determina el proceso contencioso
administrativo a que se refiere el artículo 148º de la Constitución
Política del Perú, estableciendo en su artículo 36º que los recursos
tienen los mismos requisitos de admisibilidad y procedencia que
los establecidos en el Código Procesal Civil. Tercero: Que, el
recurso de casación interpuesto por la parte recurrente, reúne los
requisitos de forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto
en el artículo 387º del Código Procesal Civil modificado por la Ley
Nº 29364; por lo que corresponde examinar si el recurso reúne
los requisitos de procedencia. Cuarto: Antes del análisis de los
requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido su
fundamentación por parte de la recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial Quinto: Que, el artículo 386º del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley 29364, señala que el recurso de casación
se sustenta en la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Asimismo, cabe
anotar que, el artículo 388º del acotado cuerpo legal, establece
como requisitos de procedencia del recurso de casación: 1. Que
el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada
por la resolución objeto del recurso; 2. Describir con claridad y
precisión la infracción normativa o el apartamiento del precedente
judicial; 3. Demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada; y, 4. Indicar si el pedido casatorio es
anulatorio o revocatorio. Sexto: Que la parte recurrente denuncia
como infracción normativa al artículo 139º numerales 3 y 5
del de la Constitución Política del Perú; artículos 50 inciso
6 y 396 del Código Procesal Civil; señala que la Sala Superior
ha incurrido en un razonamiento aparente al expedir la sentencia
de vista, pues se limita a señalar que no se ha probado en sede
administrativa y judicial que no se cometió las infracciones que se
imputan y/o que los avisos instalados en su estación de servicios
no constituyen elementos de publicidad exterior conforme a lo
establecido en las Ordenanzas Mº 007-96-O-MSS y 210-MML,
sin explicar la justificación de su premisa. Afirma que en base
a los documentos ofrecidos como pruebas en la demanda la
Sala Superior podía realizar el análisis respecto del cuál era la
naturaleza de los supuestos anuncios. Séptimo: Que, analizando
la causales denunciadas cabe advertir que la misma carece de
base real por cuanto no se advierte la concurrencia de vicios
insubsanables que afecten el debido proceso, en tanto la recurrida
contiene una motivación coherente, precisa y sustentada en base
a los hechos materia de probanza establecidos en la resolución
que fija los puntos controvertidos, de fecha diez de octubre del
año dos mil cinco (fojas setentiocho), absolviendo las posiciones
y contraposiciones asumidas por las partes durante el desarrollo
del proceso, valorando en forma conjunta los medios probatorios
aportados por las partes, utilizando el Juez su apreciación
razonada. En tal sentido, se verifica que el fallo emitido en la
sentencia de mérito no resulta atentatoria al derecho al debido
proceso, por lo que no se ha incurrido en infracción de las normas
denunciadas que afecten la tramitación del proceso y/o los actos
procesales que lo componen; es más se verifica que lo alegado ha
sido debidamente desvirtuado por la Sala de mérito, por cuanto
señala en el considerando quinto de la recurrida que por sentencia
de primera instancia se declaró fundada la demanda respecto de la
primera pretensión autónoma interpuesta por REPSOL Comercial
Sociedad Anónima Cerrada, contra resolución número seis, de
fecha seis de agosto de dos mil ocho, por lo que no sólo se declaró
nula la Resolución Gerencial Nº 071-2005-GIPRI-GCDL-MSS de
fecha veintiuno de febrero de dos mil cinco, sino también ordenó
que la entidad demandada emita nuevo acto administrativo en la
que subsane las observaciones vertidas en la citada resolución,
lo cual permite afirmar que el órgano jurisdiccional al disponer
el reestablecimiento del procedimiento afectado con un vicio de
nulidad insubsanable, debido a la falta de motivación del acto
administrativo que agoto la vía administrativa, corresponde que
la propia entidad emplazada vuelva a evaluar los argumentos
expuestos y los medios probatorios presentados por la empresa
accionante, y a partir de ello emita un nuevo pronunciamiento bajo
observancia del principio de legalidad y del debido procedimiento
administrativo, mucho más si no se ha podido acreditar
fehacientemente durante el trámite del procedimiento en sede
78983
administrativa ni judicial que la empresa demandante no cometió
las infracciones que se le imputan y/o que los avisos instalados
en su estación no constituyen elementos de publicidad exterior
conforme a lo establecido en las Ordenanzas Nº 007-96-O-MSS
y Nº 210-MML. En consecuencia, siendo realmente la pretensión
del impugnante lograr a través de este recurso extraordinario una
revaloración de los hechos y de la prueba actuada en sede de
instancia, debe advertirse que el mismo no se condice con los
fines del recurso casatorio previstos en el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley N| 29364. Por las razones
expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de fondo a
que hace referencia el artículo 388º del Código Procesal Civil, en
ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392º del acotado
Código, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por REPSOL Comercial Sociedad Anónima Cerrada.,
de fecha diecisiete de junio de dos mil catorce, a fojas doscientos
setentitrés, contra la sentencia de vista su fecha once de marzo
de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos cincuentinueve;
y, MANDARON publicar la presente resolución en el diario
oficial El Peruano; conforme a ley. En los seguidos por REPSOL
Comercial Sociedad Anónima Cerrada, contra la Municipalidad
Distrital de Santiago de Surco, sobre impugnación de resolución
administrativa; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Vinatea
Medina.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES
PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
C-1392276-53
CAS. Nº 8538-2014 LIMA
Lima, once de mayo de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación
interpuesto por la demandante Empresa de Distribución Eléctrica
de Lima Norte Sociedad Anónima Abierta, de fecha trece de mayo
de dos mil catorce, obrante a fojas ciento setenta y siete, contra
la resolución de vista de fecha diez de octubre de dos mil trece,
obrante a fojas ciento cuarenta y nueve, que confirma la sentencia
de primera instancia que declaró improcedente la demanda;
para cuyo efecto se debe proceder a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio
conforme a lo establecido en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364; concordante con
los artículos 35 y 36 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584,
aprobado por el Decreto Supremo Nº 018-2008-JUS. Segundo.-
Que, por su propia naturaleza, el recurso de casación es un
medio impugnatorio de carácter excepcional, cuya concesión y
presupuestos de admisión y procedencia están vinculados a los
fines esenciales para los cuales se ha previsto, esto es, la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia,
como se especifica en el artículo 384 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
proceso contencioso administrativo. Tercero.- El artículo 387,
numeral 2, del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº
29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, establece que
el recurso de casación se interpone ante el órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada o ante la Corte Suprema;
por su parte, el numeral 3 de la norma en comento establece el
plazo de diez días para interponer el recurso de casación. Siendo
ello así, en el caso de autos, la empresa recurrente no cumple
con el requisito establecido en el numeral 3 del artículo 387 del
referido código adjetivo, por cuanto la Empresa de Distribución
Eléctrica de Lima Norte Sociedad Anónima Abierta fue notificada
con la resolución impugnada el trece de marzo de dos mil catorce,
conforme es de verse del cargo de notificación obrante a fojas
ciento cincuenta y cuatro, debiendo presentar el recurso como plazo
máximo el veintisiete de marzo de dos mil catorce (ante la Corte
Superior de Justicia o ante la Corte Suprema de la República), sin
embargo, el recurso de casación fue presentado el doce de mayo
de dos mil catorce, excediendo en demasía el plazo señalado por
ley. Por las razones expuestas y en aplicación de lo dispuesto
en el segundo párrafo del artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, RECHAZARON DE PLANO por extemporáneo el
recurso de casación interpuesto por la demandante Empresa de
Distribución Eléctrica de Lima Norte Sociedad Anónima Abierta,
de fecha trece de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas ciento
setenta y siete, contra la resolución de vista de fecha diez de
octubre de dos mil trece, obrante a fojas ciento cuarenta y nueve;
en los seguidos contra la Municipalidad Distrital de San Juan de
Lurigancho, sobre Impugnación de Resolución Administrativa; y
los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.- SS.
SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-54
CAS. Nº 8371-2014 LAMBAYEQUE
Lima, treinta de abril de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y CONSIDERANDO: Primero.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandante don José Santos Bardales
Mendoza, de fecha once de junio de dos mil catorce, obrante

78984 CASACIÓN
a fojas doscientos noventa y uno, contra la sentencia de vista
su fecha quince de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas
doscientos ochenta, que confirma la sentencia apelada que
declaró infundada la demanda; para cuyo efecto se debe proceder
a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio conforme a lo establecido en los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364;
concordante con los artículos 35 y 36 del Texto Único Ordenado
de la Ley Nº 27584, aprobado por el Decreto Supremo Nº 018-
2008-JUS. Segundo.- En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente,
se tiene que: i) se recurre una resolución expedida por una Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) se ha interpuesto ante la Sala
que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del
plazo de diez días de notificado el recurrente con la resolución
impugnada; y, iv) adjunta el arancel judicial por concepto del
recurso de casación. Habiendo cumplido con los requisitos de
admisibilidad se procederá a calificar los requisitos de procedencia
de este recurso. Tercero.- El artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Cuarto.- Por infracción normativa debemos
entender la causal a través de la cual el recurrente denuncia la
existencia de un error de naturaleza procesal o sustantiva que
incide directamente sobre el sentido de lo decidido. Los errores
que pueden ser alegados como infracción normativa pueden
comprender a los supuestos de aplicación indebida, interpretación
errónea o inaplicación de una norma, que como se ha señalado
pueden ser de carácter sustantivo o procesal. Quinto.- El
recurrente ha denunciado como causal la infracción normativa
por inaplicación de los artículos 3 numeral 2, 10 numeral 2
y 187 numeral 1 de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General, referidos a los requisitos de validez de
los actos administrativos, al exigir la determinación de su objeto
o contenido; agrega que, mediante expediente administrativo
iniciado ante la Gerencia de Tránsito y Transportes de la
Municipalidad Provincial de Chiclayo, el Gerente de la empresa de
transporte “Rey de Reyes” solicitó la conclusión de la habilitación
vehicular del vehículo con Placa de Rodaje Nº LO-9335, entre
otros, de propiedad del demandante. Sin embargo, del análisis
de las resoluciones expedidas se advierte que la Municipalidad
no ha emitido decisión alguna que se refiera expresamente a
sancionar al demandante (con la inhabilitación), no apareciendo el
vehículo de su propiedad en la parte resolutiva de las decisiones
administrativas cuestionadas. Sexto.- Siendo ello así, el recurso
de casación interpuesto deviene en improcedente por cuanto,
evidentemente lo que el recurrente realmente cuestiona es el
criterio jurisdiccional de los Jueces de mérito, pretendiendo una
revaloración de la situación fáctica, propósito que no se condice
con los fines de este recurso extraordinario; conclusión arribada
por este Supremo Tribunal en base a la revisión de la sentencia de
vista, de la cual se concluye que el Ad quem ha resuelto conforme
al punto controvertido fijado por resolución de fecha siete de mayo
de dos mil nueve, obrante a fojas cincuenta y tres, determinando
que el demandante no ha cumplido con hacer de conocimiento de
la Gerencia de Tránsito y Transporte de la Municipalidad Provincial
de Chiclayo, que el vehículo con Placa de Rodaje Nº LO-9335
había sido adquirido por su persona, por lo que correspondía la
conclusión de su habilitación vehicular, en tal sentido los actos
administrativos emitidos son validos, no encontrándose incursos
en ninguna de las causales de nulidad previstas en el artículo 10
de la Ley Nº 27444. Por estas consideraciones, y en aplicación del
artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado la Ley Nº 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante don José Santos Bardales Mendoza, de fecha
once de junio de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos
noventa y uno, contra la sentencia de vista su fecha quince de
mayo de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos ochenta;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos
contra la Municipalidad Provincial de Chiclayo, sobre Impugnación
de Resolución Administrativa; y los devolvieron. Juez Supremo
Ponente: Sivina Hurtado.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA
MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-55
CAS. Nº 8400-2014 LIMA
Lima, treinta de abril de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y, CONSIDERANDO: Primero: El recurso de
casación interpuesto por el demandante don Ernesto Neptalí Ríos
Montenegro, de fecha cinco de mayo de dos mil catorce, obrante
a fojas noventa del cuaderno de apelación formado por la Sala
Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República,
contra la sentencia de vista de fecha diecisiete de marzo de dos
mil catorce, obrante a fojas ochenta y uno del referido cuaderno,
que confirma la sentencia de primera instancia que declaró
infundada la demanda; reúne los requisitos de forma para su
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, concordante con el
artículo 36 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584, aprobado
por el Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS; por ello corresponde
examinar si el recurso reúne los requisitos de fondo. Segundo:
Antes del análisis de los requisitos de procedencia es necesario
precisar que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido su fundamentación por parte de la
recurrente debe ser clara, precisa y concreta indicando
ordenadamente cuales son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Tercero: Por
otro lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al caso de autos,
precisa como causales casatorias: a) La infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por infracción normativa debemos entender la
causal a través de la cual el recurrente denuncia la existencia de
un error de naturaleza procesal o sustantiva que incide
directamente sobre el sentido de lo decidido. Los errores que
pueden ser alegados como infracción normativa pueden
comprender a los supuestos de aplicación indebida, interpretación
errónea o inaplicación de una norma, que como se ha señalado
pueden ser de carácter sustantivo o procesal. Quinto: En cuanto
a la causal de apartamiento de los precedentes del Poder Judicial,
este Supremo Tribunal precisa que se funda en el principio
constitucional del stare decisis, propio del sistema norteamericano
que implica una vinculación fuerte para los Magistrados del Poder
Judicial, respecto de las decisiones adoptadas por la Corte
Suprema. En el Perú, los órganos jurisdiccionales se encuentran
vinculados a los precedentes expedidos por la Corte Suprema de
la República y el Tribunal Constitucional, en nuestro caso, el
artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, prescribe: “Las
Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la
República ordenan la publicación trimestral en el Diario Oficial El
Peruano de las Ejecutorias que fijan principios jurisprudenciales
que han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas las instancias
judiciales. Estos principios deben ser invocados por los
Magistrados de todas las instancias judiciales, cualquiera que sea
su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En
caso que por excepción decidan apartarse de dicho criterio, están
obligados a motivar”. Sexto: El recurrente ha denunciado como
causales casatorias: la contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, por motivación
defectuosa; interpretación errónea del artículo III del Título
Preliminar del Código Civil; e inaplicación del artículo 2120
del Código Civil y del artículo 62 de la Constitución Política
del Estado; denuncias que se subsumen dentro de la causal
de infracción normativa. Sostiene que, la Sala de mérito al
justificar el fallo apelado con la tesis de los hechos cumplidos a
una situación dada en la esfera de la ley anterior a la dación de la
Ley Nº 26702 en materia de caducidad, es decir, el artículo 2120
del Código Civil y el artículo 62 de la Constitución Política del
Estado, referido a la teoría de los derechos adquiridos, ha incurrido
en incongruencia procesal y sustantiva, utilizando para ello una
motivación arbitraria que atenta el debido proceso y el principio de
logicidad. En ese sentido, precisa que, la aplicación de la teoría de
los derechos adquiridos, es excepcional o especial para
determinados casos que la Ley o la Constitución Política del
Estado lo señale; en el caso que nos ocupa, esta excepción es por
mandato constitucional, garantizándose de esta manera la
intangibilidad de dichos contratos en tanto se aluda a derechos
adquiridos de origen contractual, a efectos de salvaguardar la
seguridad jurídica, como en el presente caso, donde las partes
han celebrado un contrato privado, basado en determinadas
reglas acordadas y legales que no pueden cambiar con una nueva
legislación. Sétimo: Las denuncias casatorias que anteceden
devienen en improcedentes, por cuanto este Supremo Tribunal
advierte que lo pretendido por el recurrente es un nuevo
pronunciamiento en sede casatoria de lo resuelto en sede de
instancia; lo que no se condice con los fines del recurso
extraordinario de casación, en tanto que esta sede no es una
tercera instancia, sino que más bien se orienta a velar por el
interés de la sociedad, de allí que el objeto de la casación no se
oriente a enmendar el agravio de la sentencia, sino busca la
seguridad jurídica y la igualdad de los ciudadanos ante la ley, por
medio de la defensa del derecho objetivo y la unificación de los
criterios de la Corte Suprema. Máxime si, en sede de instancia, la
Sala de mérito ha determinado que conforme al Asiento 3-D de la
Partida Nº 44663627, obrante a fojas quince, el contrato privado
se celebró el seis de agosto de mil novecientos noventa y tres,
siendo el plazo de veintisiete meses según lo consignado en el
punto nueve de la Resolución Nº 1084-2009SUNARP-TR-L,
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
materia de impugnación administrativa, venciendo el plazo del
crédito garantizado el seis de noviembre de mil novecientos
noventa y cinco, por consiguiente al tratarse de una hipoteca que
garantiza un crédito, el plazo de caducidad acorde a lo revisto en
el artículo 3 segundo párrafo de la Ley Nº 26639, vigente a partir
del veinticinco de setiembre de mil novecientos noventa y seis, es
de diez años, el cual habría vencido el seis de noviembre de dos
mil cinco, fecha en que se encontraba vigente el artículo 172
segundo párrafo de la Ley Nº 26702, que prohíbe la aplicación del
artículo 3 de la Ley Nº 26639 a los gravámenes de las empresas
del sistema financiero como el Banco de la Nación,
consiguientemente mal puede la demandante pretender que se
disponga la cancelación de dicha hipoteca al amparo de la Ley Nº
26639. Por estas consideraciones, y en aplicación del artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante don Ernesto Neptalí Ríos Montenegro, de
fecha cinco de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas noventa
del cuaderno de apelación formado por la Sala Civil Transitoria de
la Corte Suprema de Justicia de la República, contra la sentencia
de vista de fecha diecisiete de marzo de dos mil catorce, obrante
a fojas ochenta y uno del referido cuaderno; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano conforme a ley; en los seguidos contra la
Superintendencia Nacional de Registros Públicos - SUNARP,
sobre Impugnación de Resolución Administrativa; y los devolvieron.
Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.- SS. SIVINA HURTADO,
VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO C-1392276-56
CAS. Nº 7818-2014 LIMA
Lima, siete de abril de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado, y CONSIDERANDO: Primero: Que viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación de
fecha diez de junio de dos mil catorce, obrante de fojas seiscientos
cincuenta y tres, interpuesto por la demandante Scotiabank Perú
Sociedad Anónima Abierta, contra la Sentencia de Vista de fecha
dieciocho de marzo de dos mil catorce, obrante a fojas seiscientos
cinco, que confirma la sentencia apelada de fecha treinta y uno de
enero de dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos ochenta y
tres, que declaró infundada la demanda de autos; para cuyo efecto
se debe proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio conforme lo establecido
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de aplicación supletoria al
caso de autos; concordante con los artículos 32 y 33 de la Ley Nº
27584, Ley que regula el Proceso Contencioso Administrativo.
Segundo: Que, el Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27584,
determina el proceso contencioso administrativo a que se refiere
el artículo 148 de la Constitución Política del Perú, estableciendo
en su artículo 36 que los recursos tienen los mismos requisitos de
admisibilidad y procedencia que los establecidos en el Código
Procesal Civil. Tercero: Que, el recurso de casación interpuesto
por la parte recurrente, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364; por lo que,
corresponde examinar si el recurso reúne los requisitos de
procedencia. Cuarto: Que, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que
el recurso de casación se sustenta en la infracción normativa que
incida directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Asimismo, cabe anotar que, el artículo 388 del acotado
cuerpo legal, establece como requisitos de procedencia del
recurso de casación: 1. Que el recurrente no hubiera consentido
previamente la resolución adversa de primera instancia, cuando
esta fuere confirmada por la resolución objeto del recurso; 2.
Describir con claridad y precisión la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial; 3. Demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada; y, 4. Indicar si
el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Quinto: Antes del
análisis de los requisitos de fondo, es necesario precisar que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria; en ese sentido, su fundamentación por
parte del recurrente debe ser clara, precisa y concreta indicando
ordenadamente cuáles son las denuncias que configuran las
infracciones normativas que se denuncian. Sexto: Que la parte
recurrente, en aplicación del artículo 384 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, denuncia
como agravios: a) Infracción normativa de las garantías
constitucionales reconocidas en los incisos 3) y 5) del artículo
139 de la Constitución Política del Estado, al no cumplir la Sala
Superior su deber de motivar adecuadamente sus resoluciones,
afectando por lo tanto el derecho al debido proceso; señala que,
se habría afectado el principio de congruencia al desviar el debate
a una materia que no integraba los puntos controvertidos, y el
principio lógico de razón suficiente, en tanto que las razones de la
Sala Superior para confirmar la apelada no eran suficientes, b)
78985
Infracción normativa por interpretación errónea del artículo
1365 del Código Civil al considerar, a partir de dicha interpretación
equivocada, que el mismo no es aplicable al presente caso, al
señalar la Sala Superior que respecto al proceso materia de
estudio, nos encontramos ante un contrato de adhesión y que el
mencionado artículo no se aplica a contratos de dicha naturaleza,
c) Infracción normativa por interpretación errónea del artículo
6 de la Resolución SBS Nº 089-98, Reglamento de Cuentas
Corrientes, debido a ello la Sala Superior concluye (de manera
errónea) que no resulta viable que una entidad financiera cierre
una cuenta corriente sin expresión de causa alguna, a pesar de
comunicarlo al cliente con la debida anticipación, y d) Infracción
normativa por interpretación errónea de los artículos 85 y 50
incisos b) y c) del Código de Protección y Defensa del
Consumidor; a partir de la interpretación equivocada de dichos
artículos ha considerado la Sala Superior que la demanda debe
ser rechazada, pues concluye que, no es posible resolver un
contrato sin expresión de causa. Séptimo: Respecto a las
causales descritas en los literales b), c) y d), corresponde señalar
que, del análisis de las presentes denuncias se verifica que éstas
no cumplen con los requisitos necesarios para su procedencia,
pues si bien la parte impugnante ha cumplido con identificar como
normas supuestamente infraccionadas al artículo 1365 del Código
Civil, artículo 6 de la Resolución SBS Nº 089-98, Reglamento de
Cuentas Corrientes, y los artículos 85 y 50 incisos b) y c) del
Código de Protección y Defensa del Consumidor; no ha hecho lo
propio en cuanto a la exigencia de describir de forma clara y
concisa la interpretación acogida por la Sala de mérito, que se
considera equivocada, menos aún se ha cumplido con efectuar
una propuesta interpretativa de la norma cuya infracción se alega
en relación al caso concreto, limitándose la parte recurrente a
exponer argumentos que no se condicen con las causales
formalmente propuestas; verificándose que en el fondo lo que
pretende la recurrente, es que este Colegiado Supremo efectúe
una nueva apreciación de los hechos con la subsecuente
valoración de la prueba actuada en el proceso, a fin de que se
asuma por válida la tesis fáctica postulada frente a las instancias
de mérito; sin embargo, la actividad que se pretende obtener de
esta Sala Suprema resulta ajena a los fines del recurso de
casación, los cuales, conforme al artículo 384 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, son la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia; razones por las cuales las causales alegadas devienen
en improcedentes. Octavo: Respecto a la causal esbozada en el
literal a), corresponde señalar que, la infracción normativa
denunciada, en los términos en que ha sido expuesta, adolece de
la claridad y precisión que en su formulación exige el inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, pues aún cuando a través de él se denuncia
la vulneración del derecho al debido proceso, su fundamentación
no especifica cuáles serían los vicios sustanciales en que habría
incurrido la resolución objeto del presente recurso que ha
conllevado a la contravención del precepto constitucional
invocado; evidenciándose por el contrario, que lo que en realidad
pretende la parte impugnante, es cuestionar el criterio arribado por
la Sala, y no en estricto vicios o defectos trascendentales de la
resolución recurrida; agravios que no pueden ser amparados vía
la presente causal; tanto más, si la Sala Superior ha emitido
pronunciamiento de conformidad con la fijación de puntos
controvertidos, realizada a través de la resolución número cuatro
obrante a fojas doscientos trece, por la que se integra la resolución
número tres a fojas doscientos; siendo que además, de lo expuesto
por el Colegiado en el quinto considerando de su resolución, no se
puede desprender que se haya desviado el debate a una materia
que no integraba los puntos controvertidos, como mal entiende el
recurrente, en tanto que se trata de fundamentos adicionales a los
que determinan la resolución. Asimismo, corresponde señalar
que, en el presente caso no se ha producido afectación del
derecho constitucional a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, por cuanto la resolución objeto del presente recurso,
expresa de manera suficiente las razones de hecho y de derecho
que justifican su decisión; apreciándose por el contrario, que lo
que pretende el impugnante, es cuestionar los razonamientos a
los que ha arribado el colegiado Superior; circunstancia que no se
subsume en la causal invocada; por lo que respecto a este agravio,
el recurso resulta improcedente. Por las razones expuestas, al no
haberse satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia
el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo
1 de la Ley Nº 29364, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la demandante Scotiabank
Perú Sociedad Anónima Abierta, de fecha diez de junio de dos mil
catorce, obrante de fojas seiscientos cincuenta y tres, contra la
Sentencia de Vista de fecha dieciocho de marzo de dos mil
catorce, obrante a fojas seiscientos cinco; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano conforme a ley; en los seguidos por Scotiabank Perú
Sociedad Anónima Abierta contra el Instituto Nacional de Defensa
de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual

78986 CASACIÓN
– INDECOPI y otro; sobre Proceso Contencioso Administrativo; y
los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Sivina Hurtado.- SS.
SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO C-1392276-57
CAS. Nº 7623-2014 TACNA
Lima, siete de abril de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y CONSIDERANDO: Primero: El recurso de
casación interpuesto por el demandante Impulso Informático
Sociedad Anónima, de fecha diez de junio de dos mil catorce,
obrante a fojas ciento ochenta y uno, contra la sentencia de
vista de fecha doce de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas
ciento sesenta y nueve; reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, concordante con
el artículo 35, numeral 3, del Texto Único Ordenado de la Ley
Nº 27584, aprobado por el Decreto Supremo Nº 013-2008-JUS;
por ello corresponde examinar si el recurso reúne los requisitos
de fondo. Segundo: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido su
fundamentación por parte de la recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuales son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Tercero: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Cuarto: Por infracción normativa debemos
entender la causal a través de la cual el recurrente denuncia la
existencia de un error de naturaleza procesal o sustantiva que
incide directamente sobre el sentido de lo decidido. Los errores
que pueden ser alegados como infracción normativa pueden
comprender a los supuestos de aplicación indebida, interpretación
errónea o inaplicación de una norma, que como se ha señalado
pueden ser de carácter sustantivo o procesal. Quinto: En cuanto
a la causal de apartamiento de los precedentes del Poder Judicial,
este Supremo Tribunal precisa que se funda en el principio
constitucional del stare decisis, propio del sistema norteamericano
que implica una vinculación fuerte para los Magistrados del
Poder Judicial, respecto de las decisiones adoptadas por la Corte
Suprema. En el Perú, los órganos jurisdiccionales se encuentran
vinculados a los precedentes expedidos por la Corte Suprema de la
República y el Tribunal Constitucional, en nuestro caso, el artículo
22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, prescribe: “Las Salas
Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la República
ordenan la publicación trimestral en el Diario Oficial El Peruano de
las Ejecutorias que fijan principios jurisprudenciales que han de
ser de obligatorio cumplimiento, en todas las instancias judiciales.
Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de
todas las instancias judiciales, cualquiera que sea su especialidad,
como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso que por
excepción decidan apartarse de dicho criterio, están obligados
a motivar”. Sexto: La recurrente ha denunciado como causales
casatorias: i) La vulneración de los derechos a un debido proceso
y a la defensa; y ii) La vulneración del artículo 155 del Código
Procesal Civil. Sétimo: Sobre las denuncias contenidas en los
acápites i) y ii), sostiene la impugnante que han existido vicios en la
notificación de la Resolución Sub Directoral Nº 110-010-SDILSST-
TAC, por cuanto no le fue notificada en su domicilio real en Lima,
mas aun en el supuesto caso que se convalide la notificación por
cuanto fue realizada por el diario Correo de Tacna, dicho diario
solo circula en la provincia de Tacna, y la ley señala expresamente
que tiene que ser en el diario oficial y en uno de los diarios de
mayor circulación en el territorio nacional. Octavo: Las denuncias
casatorias que anteceden devienen en improcedentes, por cuanto
este Supremo Tribunal advierte que lo pretendido por la empresa
recurrente es un nuevo pronunciamiento en sede casatoria de lo
resuelto en sede de instancia; lo que no se condice con los fines
del recurso extraordinario de casación, en tanto que esta sede
no es una tercera instancia, sino que más bien se orienta a velar
por el interés de la sociedad, de allí que el objeto de la casación
no se oriente a enmendar el agravio de la sentencia, sino busca
la seguridad jurídica y la igualdad de los ciudadanos ante la ley,
por medio de la defensa del derecho objetivo y la unificación
de los criterios de la Corte Suprema. Máxime que, en sede de
instancia los Jueces de mérito han advertido que los fundamentos
de la demanda contrastan los de la solicitud de revisión, es
decir, que en la demanda se cuestiona y pretende la nulidad
del Auto Sub Directoral íntegramente con el argumento que la
Resolución Directoral Nº 110-2010-SDILSST-TAC se ha notificado
erróneamente, fundamentos que no se encuentran contenidos en
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
su solicitud de revisión. Determinando el Colegiado de mérito que
si bien el A quo desestimó la demanda declarándola improcedente,
sustentando en que se configura la causal de improcedencia de la
demanda establecido en el artículo 23 numeral 3 del Texto Único
Ordenado de la Ley Nº 27584, aprobado por el Decreto Supremo
Nº 013-2008-JUS, que se refiere a la falta de agotamiento de la
vía administrativa; no se ha tenido en cuenta que en el presente
caso se evidencia la falta de interés de la empresa demandante al
no haber empleado los recursos que le franquea la Ley Nº 27444
en sede administrativa. Por estas consideraciones, y en aplicación
del artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
Nº 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandante Impulso Informático Sociedad
Anónima, de fecha diez de junio de dos mil catorce, obrante a fojas
ciento ochenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha doce de
mayo de dos mil catorce, obrante a fojas ciento sesenta y nueve;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos
contra la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo
de Tacna, sobre Impugnación de Resolución Administrativa; y
los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.- SS.
SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ, MALCA GUAYLUPO C-1392276-58
CAS. Nº 6973-2014 DEL SANTA
Lima, treinta de marzo de dos mil quince.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Suprema Sala, el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante Beneficencia Pública de Corongo, de fecha trece
de mayo de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos setenta
y cuatro, contra la sentencia de vista de fecha tres de marzo de
dos mil catorce, obrante a fojas trescientos sesenta; para cuyo
efecto se procede a verificar el cumplimiento de los requisitos de
admisibilidad, conforme a lo prescrito en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, el referido medio
impugnatorio cumple con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia
expedida por una Sala Superior que pone fin al proceso; ii) se ha
interpuesto ante la Sala que emitió la resolución impugnada; iii) fue
interpuesto dentro del plazo de diez días de notificada la recurrente
con la resolución impugnada; y, iv) se encuentra exonerada del
pago de arancel judicial por concepto de interposición del recurso
de casación. Tercero: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
sólo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y
no en cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por
ello que sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta, indicando ordenadamente cuales son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
señala que: “El recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial”. Quinto: En el presente caso, para sustentar
su recurso de casación, la recurrente denuncia la contravención
de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
específicamente el artículo 197 del Código Procesal Civil,
señalando que se ha omitido precisar que el terreno cuyo desalojo
se pretende tiene como titular de dominio a una entidad estatal,
y por lo tanto es inalienable, imprescriptible e intangible, siendo
protegido por el articulo 73 de la Constitución Política del Estado.
Sexto: De la infracción alegada por la recurrente, este Supremo
Tribunal advierte que la misma se encuentra orientada a introducir
a la litis cuestionamientos que no han sido fijados como puntos
controvertidos (carácter imprescriptible del predio sublitis) en la
resolución de fecha veinticuatro de julio de dos mil trece, obrante
de fojas ciento cuarenta y nueve; infringiendo abiertamente los
fines del recurso de casación, lo cual impide a la sede casatoria
llevar a cabo la revaloración fáctica de los hechos involucrados
en la controversia, haciendo inviable el recurso. Asimismo, se
advierte que lo realmente cuestionado por la impugnante es la
situación fáctica establecida en sede de instancia, así como la
valoración de los medios de prueba efectuada por los Jueces de
mérito, pretendiendo forzar a esta Sala Suprema a emitir un nuevo
pronunciamiento sobre el fondo del asunto, lo que no se condice
con los fines del recurso extraordinario de casación, esto es, la
interpretación del derecho objetivo y la unificación de los criterios
de la Corte Suprema. Por estas consideraciones, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante Beneficencia Pública de Corongo, de fecha trece de
mayo de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos setenta y
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
cuatro, contra la sentencia de vista de fecha tres de marzo de dos
mil catorce, obrante a fojas trescientos sesenta; en los seguidos
contra doña Fausta Alva Nuñuvero y otros, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; MANDARON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los
devolvieron. Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.- SS.
SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-59
CAS. Nº 6863-2013 LIMA
SUMILLA: La ausencia de pronunciamiento, por parte de la Sala
Superior, en relación a los agravios expuestos por el apelante en
la que se denuncia la nulidad de la sentencia recurrida, afecta
decididamente el derecho al debido proceso, en su manifestación
del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales. Lima,
veintiuno de abril de dos mil quince.- LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:- VISTOS; con el
expediente administrativo que se acompaña, de conformidad con
el Dictamen Fiscal Supremo en lo Contencioso Administrativo; en
Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los
señores Jueces Supremos Sivina Hurtado – Presidente, Vinatea
Medina, Morales Parraguez, Rodríguez Chávez y Rueda
Fernández; producida la votación con arreglo a la Ley, se ha
emitido la siguiente sentencia: I. RECURSO DE CASACIÓN:
Viene a conocimiento de esta Suprema Sala el recurso de
casación de fecha doce de marzo de dos mil trece, interpuesto a
fojas doscientos doce, por la demandante Pesquera Hayduk
Sociedad Anónima, contra la Sentencia de Vista dictada el tres de
enero de dos mil trece, obrante a fojas doscientos dos, que
confirma la sentencia apelada, que declaró infundada la demanda.
II. CAUSALES DEL RECURSO: Mediante resolución de fecha
veintiséis de septiembre de dos mil trece, obrante a fojas ochenta
y uno del cuaderno de casación, esta Suprema Sala ha declarado
procedente el recurso de casación por las denuncias de: a)
Infracción normativa de los artículos VII del Título Preliminar, 50
inciso 6), y 122 numeral 4) del Código Procesal Civil; b) Infracción
normativa de los artículos 50 numeral 6), 121 del Código Procesal
Civil y artículo 139 inciso 5) de la Constitución Política del Estado;
c) Infracción normativa de la Quinta Disposición Final,
Complementaria y Transitoria del Decreto Supremo Nº
011-2007-PRODUCE - Reglamento del Ordenamiento Pesquero
de Jurel y Caballa; d) Infracción normativa del artículo IV numeral
1.1 del Título Preliminar de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General; e) Infracción normativa del artículo IV
numeral 1.2 del Título Preliminar, 3 numeral 4) y 6 de la Ley Nº
27444, f) Infracción normativa del artículo IV numerales 1.6 y 1.10
del Título Preliminar de la Ley Nº 27444, y g) Infracción normativa
del artículo IV numeral 1.15 del Título Preliminar de la Ley Nº
27444. III. CONSIDERANDO: Primero: El recurso de casación ha
sido declarado procedente en razón a las infracciones normativas
de carácter in iudicando como a infracciones de carácter in
procedendo. En ese sentido, dada la naturaleza y efectos del error
in procedendo, se emitirá pronunciamiento, en primer término,
sobre esta denuncia, pues resulta evidente que de estimarse la
misma, carecería de objeto pronunciarse sobre las demás
causales, al encontrarse perjudicada la validez de los actos
procesales. Segundo: En este sentido, cabe recordar que el
artículo 139, inciso 3, de nuestra Constitución Política consagra
como principio rector de la función jurisdiccional, dentro de nuestro
ordenamiento jurídico, la observancia del debido proceso; el
cual, conforme a la interpretación que reiteradamente ha sostenido
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, exige
fundamentalmente que todo proceso o procedimiento sea
desarrollado de tal forma que su tramitación garantice a las
personas involucradas en él las condiciones necesarias para
defender adecuadamente y dentro de un plazo razonable los
derechos u obligaciones sujetos a consideración. Tercero: Uno de
los principales componentes del derecho al debido proceso se
encuentra constituido por el denominado derecho a la motivación,
consagrado por el artículo 139, inciso 3, de la Carta Política, por el
cual se garantiza a las partes involucradas en la controversia el
acceso a una respuesta del juzgador que se encuentre
adecuadamente sustentada en argumentos que justifiquen lógica
y razonablemente, en base a los hechos acreditados en el proceso
y al derecho aplicable al caso, la decisión adoptada, y que,
además, resulten congruentes con las pretensiones y alegaciones
esgrimidas por aquellas dentro de la controversia. Cuarto: Este
derecho no solo tiene relevancia en el ámbito del interés particular
correspondiente a las partes involucradas en la litis, sino que
también juega un papel esencial en la idoneidad del sistema de
justicia en su conjunto, pues no debe olvidarse que una razonable
motivación de las resoluciones constituye una de las garantías del
proceso judicial, directamente vinculada con la vigilancia pública
de la función jurisdiccional, por la cual se hace posible conocer y
controlar las razones por las cuales el juez ha decidido una
controversia en un sentido determinado; implicando, en ese
sentido, un elemento limitativo de los supuestos de arbitrariedad.
Quinto: Ahora bien, a fin de determinar si un pronunciamiento
específico ha cumplido con el deber de motivación, en los
78987
términos antes reseñados, conviene recordar que una debida
motivación “exige explicitar (y justificar) las pruebas usadas y el
razonamiento. El razonamiento exigible a efectos de motivación
debe permitir pasar de los datos probatorios (las pruebas) a los
hechos probados, según las reglas de inferencia aceptadas y las
máximas de experiencia usadas”1. Es decir, el cumplimiento del
deber de motivación no requiere únicamente una declaración de
las razones por las cuales el juez ha decidido de un modo
determinado, sin importar cuáles sean éstas, sino que, por el
contrario, exige la existencia de una exposición en la sentencia
que no solo explique, sino que justifique lógicamente la decisión
adoptada, en base a las pruebas y demás hechos acontecidos en
el proceso, así como las normas aplicables al caso. Sexto:
Asimismo, es indiscutible que el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales sólo se encontrará válidamente satisfecho
en la medida que las razones expuestas por el juzgador para
justificar su decisión guarden adecuada relación con las
argumentaciones en base a las cuales las partes han sustentado
sus posiciones dentro del proceso o, dicho de otro modo, al
desarrollo del contradictorio; puesto que, si se acepta que la
esencia del proceso radica justamente en el desenvolvimiento del
contradictorio entre las partes, al punto que el resultado de aquel
debe corresponder necesariamente a éste último, la exigencia de
una decisión válidamente justificada solo puede ser satisfecha
cuando ésta responda adecuadamente a él. Séptimo: Esto no
quiere decir, por supuesto, que el derecho a la motivación imponga
al juez la obligación impostergable de pronunciarse en relación a
cada una de las alegaciones que las partes expresen en los
distintos actos procesales llevados a cabo en la litis –por
irrelevantes que éstas pudieran ser–, pues ya se ha explicado que
aquel se satisface en tanto que la fundamentación expresada con
claridad y coherencia lógica por el juzgador en su sentencia sea
suficiente para justificar razonablemente lo decidido. Sin embargo,
sí exige que los fundamentos de la decisión aborden
adecuadamente aquellos argumentos de las partes que resulten
razonablemente trascendentes para la solución de la controversia,
y siempre que la exclusión de alguno de ellos no afecte la
existencia de una justificación suficiente en su sentencia. Octavo:
Por otro lado, entre los distintos elementos que el juzgador debe
tener en cuenta para preservar el debido proceso de las partes,
conviene hacer mención a lo dispuesto en el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil –de aplicación supletoria a los
autos–a través del cual el legislador ha reconocido, la vigencia del
denominado principio de congruencia procesal, en virtud al cual
se impone al juzgador una regla de adecuación para el ejercicio
del poder jurisdiccional que ejerce dentro del proceso,
estableciendo para tal fin que la actividad realizada por éste al
interior de la litis deberá necesariamente ceñirse a lo peticionado
por las partes (tanto positiva [deber de pronunciarse sobre todo lo
pedido] como negativamente [prohibición de ir más allá de lo
pedido]) y mantenerse sobre la base de los hechos expuestos por
ellas, bajo el gobierno del principio dispositivo, sin poder incorporar
a la controversia hechos no alegados por ellas. Debe anotarse
que, la trasgresión del principio de congruencia, la constituye el
llamado “vicio de incongruencia”, que ha sido entendido como
“desajuste” entre el fallo judicial y los términos en que las partes
han formulado sus pretensiones, pudiendo clasificarse en
incongruencia omisiva o ex silentio – cuando el órgano judicial
no se pronuncia sobre alegaciones sustanciales formuladas
oportunamente- la incongruencia por exceso o extra petitum –
cuando el órgano jurisdiccional concede algo no planteado o se
pronuncia sobre una alegación no expresada – y la incongruencia
por error, en la que concurren ambos tipos de incongruencia, dado
que en este caso el pronunciamiento judicial recae sobre un
aspecto que es ajeno a lo planteado por la parte, dejando sin
respuesta lo que fue formulado como pretensión o motivo de
impugnación. Noveno: En este mismo sentido, se reconoce
pacíficamente dentro de la doctrina procesal –y así lo ha declarado
nuestra jurisprudencia2– que si bien el juez superior tiene plenitud
para poder revisar, conocer y decidir sobre todas las cuestiones
propuestas y resueltas por el juez inferior, la extensión de los
poderes de la instancia alzada está presidida por un postulado que
limita el conocimiento del superior históricamente en el aforismo
tantum appellatun quantum devolutum, en virtud del cual el
tribunal de alzada solamente puede conocer mediante la apelación
de los agravios que afectan al impugnante. Décimo: Bajo esa
premisa, resulta indispensable que el recurso de apelación
contenga agravios fundamentados con consistencia por quien lo
propone, indicando de modo específico el error de hecho o de
derecho incurrido en la resolución impugnada y precisando su
naturaleza, ya que el agravio u ofensa expuesto por el apelante
fijará el thema decidendum –la pretensión– de la Sala de
revisión, pues la idea del perjuicio constituye la base objetiva del
recurso. Así, los alcances de la impugnación determinarán los
poderes del Colegiado Superior para resolver de forma congruente
la materia objeto del recurso. En este sentido se señala que: “(...)
el apelante que promueve el juicio de apelación ha de determinar
cuál de sus peticiones rechazadas en primera instancia propónese
sostener en apelación, cuál de las demandas del contrario
acogidas en el primer grado se propone atacar (...) si la sentencia

78988 CASACIÓN
comprende varios extremos y sólo es impugnado alguno, se
entiende que el apelante se conforma con los demás (...)”3.
Undécimo: En el caso concreto, este Tribunal puede advertir de
fojas ciento diecisiete, que el recurso de apelación, que en su
momento interpuso la recurrente contra la sentencia dictada en
primera instancia por el Sexto Juzgado Transitorio Especializado
en lo Contencioso Administrativa de Lima, comprendía una
pretensión impugnatoria principal, la misma que era
nulificante, exponiendo el recurrente una serie de razones por las
cuales consideraba que la apelada era nula, al haber incurrido en
vicios de motivación; al respecto señala en su recurso a fojas
ciento veintiseite parte pertinente: “... la sentencia que se impugna
contiene una motivación aparente, pues declara infundada la
demanda, pero en sus fundamentos no expresa las razones
fácticas por las que adopta tal decisión, habiéndose limitado a citar
textualmente diversas normas y reproducir lo señalado por la
administración,....en la sentencia de primera instancia no se
explica las razones por las cuales llega a la conclusión de que no
es aplicable a Hayduk lo dispuesto en la Quinta Disposición Final
Complementaria y Transitoria del Decreto Supremo Nº
011-2007-PRODUCE....”; por otro lado, se aprecia también del
recurso de apelación, que contiene una pretensión subordinada, la
misma que es de carácter revocatorio. Duodécimo: En esta
medida, los agravios de la apelación y, en consecuencia, el
thema decidendum sobre el cual se desarrollaría la labor de la
Sala Superior de revisión fue circunscrito por la propia recurrente
tanto a la pretensión principal de naturaleza nulificante, como a la
pretensión subordinada de carácter revocatorio; por lo que, en
armonía con lo dispuesto por el artículo 366 del Código Procesal
Civil, según el cual “[quien] interpone apelación debe
fundamentarla, indicando el error de hecho o de derecho incurrido
en la resolución, precisando la naturaleza del agravio y sustentando
su pretensión impugnatoria”; el thema decidendum debía ser
adecuadamente abordado y absuelto por la Sala Superior en la
resolución apelada, y en cumplimiento de su deber de absolver el
grado en congruencia con los agravios que sustentaban la
impugnación. Décimo Tercero: No obstante, al resolver la causa
en apelación, la Sala Superior no ha analizado el argumento
central esgrimido por la demandante para solicitar la nulidad de la
sentencia apelada, apreciándose que en el sexto considerando de
su resolución, se ha limitado a emitir pronunciamiento de fondo a
fin de confirmar la recurrida en la que se declara infundada la
demanda; siendo ello así, se concluye que se ha infringido el
principio de congruencia procesal, en la medida que el Colegiado
no ha circunscrito su análisis a los agravios expresados por la
recurrente en su escrito de apelación, incurriendo con ello en
vulneración del derecho al debido proceso y a la motivación de las
resoluciones judiciales, consagrados en el artículo 139, incisos 3)
y 5) de la Constitución Política del Perú, y afectando, por esta
causa, la validez de lo decidido; razones por las cuales debe ser
estimada la invocada causal procesal; correspondiendo por tanto,
declarar nula la sentencia de vista, a fin de que se emita nuevo
pronunciamiento, atendiendo a las consideraciones expuestas en
la presente resolución. Careciendo de objeto emitir
pronunciamiento respecto a las causales materiales invocadas por
la recurrente, al haberse declarado la nulidad de la sentencia de
vista recurrida. Por tales consideraciones, declararon: FUNDADO
el recurso de casación de fecha doce de marzo de dos mil trece,
interpuesto a fojas doscientos doce, por la demandante Pesquera
Hayduk Sociedad Anónima; en consecuencia, NULA la sentencia
de vista dictada el tres de enero de dos mil trece, obrante a fojas
doscientos dos; y ORDENARON que la Sala Superior dicte un
nuevo pronunciamiento en atención a los lineamientos
precedentes; MANDARON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por
Pesquera Hayduk Sociedad Anónima contra el Ministerio de la
Producción, sobre Acción Contencioso Administrativo; y los
devolvieron. Juez Supremo Ponente: Morales Parraguez.- SS.
SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES PARRAGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
1
GASCÓN ABELLÁN y GARCÍA FIGUEROA: “La argumentación en el derecho”,
Editorial Palestra, Lima, 2005, p.422.
2
Casación Nº 1806-2003 de fecha doce de abril de dos mil cuatro.
3
CHIOVENDA, Giuseppe, Instituciones de Derecho Procesal Civil, volumen III:
Las Relaciones Procesales (Continuación). La relación procesal ordinaria de
conocimiento, traducción de E. GÓMEZ ORBANEJA, Madrid, Revista de Derecho
Privado, 1954, pp. 419.
C-1392276-60
CAS. Nº 6838-2014 LIMA
Lima, veintitrés de marzo de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandante Autoseguro - Asociación Fondo
Contra Accidentes de Tránsito (AFOCAT), de fecha seis de junio
de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos cincuenta y cinco,
contra la sentencia de vista de fecha dieciocho de marzo de dos mil
catorce, obrante a fojas doscientos ocho; reúne los requisitos de
forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364,
concordante con el artículo 35, numeral 3, del Texto Único Ordenado
de la Ley Nº 27584, aprobado por el Decreto Supremo Nº 013-
2008-JUS; por ello corresponde examinar si el recurso reúne los
requisitos de fondo. Segundo: El artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
presente caso, señala que el recurso de casación se sustenta en:
i) la infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada; y ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Tercero: El artículo 388,
numerales 2 y 3, del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
Nº 29364, aplicable supletoriamente al caso de autos, establece
que constituye requisito de fondo del recurso, que se describa con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, expresando en cuál de las causales descritas
en el artículo 386 de este Código acotado se sustenta y, según
el caso, debe precisarse cómo debe ser la debida aplicación o
cuál es la interpretación correcta de la norma de derecho material;
cuál debe ser la norma de derecho material aplicable; o en qué
ha consistido la afectación del derecho al debido proceso o cuál
ha sido la formalidad procesal incumplida; así como el demostrar
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Cuarto: La parte recurrente denuncia como causal la infracción
normativa del artículo 122 del Código Procesal Civil, señalando
que la infracción normativa se configura cuando la Sala Superior
entiende erróneamente que el numeral 4 del acotado artículo está
referido a la motivación o considerandos de las resoluciones, esto
se colige cuando se indica que: “(...) se aprecia que ellas contienen
en forma clara y expresa las razones por las cuales las autoridades
administrativas consideraron competentes para su conocimiento
(...)”, confundiendo el concepto establecido en el numeral 3 del
mismo artículo, el cual no fue denunciado en ningún momento.
Igualmente se configura la infracción denunciada cuando la
Sala Superior inaplica la sanción de nulidad de las resoluciones
prevista en el referido artículo, justamente por no existir una parte
decisoria o fallo con respecto de las articulaciones propuestas
en sede administrativa. Afirma que en la sentencia recurrida
no existe pronunciamiento sobre la incompetencia y/o nulidad
formulada en sede administrativa. Quinto: Analizando la causal
denunciada, cabe advertir que, la misma carece de base real por
cuanto no se advierte la concurrencia de vicios insubsanables
que afecten el debido proceso, en tanto la recurrida contiene una
motivación coherente, precisa y sustentada en base a los hechos
materia de probanza fijados en la resolución de fecha quince de
junio de dos mil doce, obrante a fojas ciento uno, absolviendo las
posiciones y contraposiciones asumidas por las partes durante
el desarrollo del proceso, valorando en forma conjunta los
medios probatorios aportados por las partes, utilizando el Juez
su apreciación razonada. En tal sentido, se verifica que el fallo
emitido en la sentencia de mérito no resulta atentatoria al derecho
al debido proceso, por lo que no se ha incurrido en infracción de
las normas denunciadas que afecten la tramitación del proceso
y/o los actos procesales que lo componen; es más se verifica que
lo alegado por la parte recurrente fue debidamente desvirtuado
en el considerando quinto de la impugnada. En consecuencia,
siendo realmente la pretensión del impugnante lograr a través
de este recurso extraordinario una revaloración de los hechos
y de la prueba actuada en sede de instancia, debe advertirse
que el mismo no se condice con los fines del recurso casatorio
previstos en el artículo 384 del Código Adjetivo, debiendo
declararse la improcedencia del recurso interpuesto. Por estas
consideraciones, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandante Autoseguro - Asociación
Fondo Contra Accidentes de Tránsito (AFOCAT), de fecha seis de
junio de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos cincuenta y
cinco, contra la sentencia de vista de fecha dieciocho de marzo de
dos mil catorce, obrante a fojas doscientos ocho; ORDENARON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano conforme a ley; en los seguidos contra el Instituto
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de
la Propiedad Intelectual – INDECOPI y otro, sobre Impugnación
de Resolución Administrativa; y los devolvieron. Juez Supremo
Ponente: Vinatea Medina.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA
MEDINA, MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-61
CAS. Nº 6774-2014 LIMA
Lima, dieciséis de marzo de dos mil quince.- VISTOS; con el
acompañado; y CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la demandada Empresa Regional de Servicio
Público del Norte Sociedad Anónima - ELECTRONORTE S.A., de
fecha quince de enero de dos mil catorce, obrante a fojas ciento
ochenta y uno, contra la sentencia de vista de fecha veinticuatro
de junio de dos mil trece, obrante a fojas ciento cuarenta y ocho;
para cuyo efecto se debe proceder a verificar el cumplimiento de
los requisitos previstos en el artículo 35, numeral 3, del Texto
Único Ordenado de la Ley Nº 27584, en concordancia con el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, de
aplicación supletoria a los autos, el referido medio impugnatorio
cumple con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida en
revisión por una Sala Superior; ii) se ha interpuesto ante la Sala
que emitió la resolución impugnada; iii) fue interpuesto dentro del
plazo de diez días de notificados los recurrentes con la resolución
impugnada; y, iv) se adjunta el arancel judicial por concepto del
recurso de casación. Habiendo cumplido con los requisitos de
admisibilidad se procederá a calificar los requisitos de procedencia
de este recurso. Tercero: Antes del análisis de los requisitos de
procedencia es necesario precisar que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido su
fundamentación por parte de la recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Cuarto: Por otro lado, el artículo 386 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
presente caso, precisa como causales casatorias: a) La infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada; y, b) El apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Quinto: El artículo 388 numerales 2 y 3 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, aplicable
supletoriamente al caso de autos, establece que constituyen
requisitos de fondo del recurso, que se describa con claridad y
precisión la infracción normativa o el apartamiento del precedente
judicial, expresando en cuál de las causales descritas en el artículo
386 del Código acotado se sustenta y, según el caso, debe
precisarse cómo debe ser la debida aplicación o cuál es la
interpretación correcta de la norma de derecho material; cuál debe
ser la norma de derecho material aplicable; o en qué ha consistido
la afectación del derecho al debido proceso o cuál ha sido la
formalidad procesal incumplida; así como el demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Sexto: Por infracción normativa debemos entender la causal a
través de la cual el recurrente denuncia la existencia de un error
de naturaleza procesal o sustantiva que incide directamente sobre
el sentido de lo decidido. Los errores que pueden ser alegados
como infracción normativa pueden comprender a los supuestos de
aplicación indebida, interpretación errónea o inaplicación de una
norma, que como se ha señalado pueden ser de carácter
sustantivo o procesal. Sétimo: Como fundamentos de su recurso,
la recurrente invoca: a) Vulneración del Derecho al Debido
Proceso; b) Infracción normativa del artículo 51 de la
Constitución Política del Estado; y c) Infracción normativa del
artículo 103 de la Constitución Política del Estado. Octavo: En
cuanto a la causal contenida en el literal a), la recurrente señala
que, las instancias de mérito incurren en motivación aparente, por
cuanto, no se analizaron todos los extremos de la demanda, en
especifico, la vulneración, en sede administrativa, del artículo 195
del Reglamento de la Ley de Concesiones Eléctricas y de los
artículos 51 y 103 de la Constitución Política del Estado, referentes
al Principio de Jerarquía normativa e Irretroactividad de la Ley,
respectivamente. Asimismo, no se ha considerado que la
Constitución Política del Estado prevalece sobre toda norma legal
o ley de inferior jerarquía, ni que el Organismo Supervisor de la
Inversión en Energía y Minería – OSINERGMIN no respetó el
principio del debido procedimiento administrativo sancionador al
imponer unas sanciones económicas, desconociendo lo previsto
en el artículo 195 del Reglamento de Concesiones Eléctricas.
Noveno: Que, analizando la causal denunciada, cabe advertir que
la misma carece de base real, por cuanto no se advierte la
concurrencia de vicios insubsanables que afecten el debido
proceso, en tanto la recurrida contiene una motivación coherente,
precisa y sustentada en base a los hechos materia de probanza
fijados en el auto de saneamiento de fecha dieciocho de octubre
de dos mil diez (fojas sesenta y nueve), absolviendo las posiciones
y contraposiciones asumidas por las partes durante el desarrollo
del proceso, valorando en forma conjunta los medios probatorios
aportados por las partes, utilizando el Juez su apreciación
razonada. En tal sentido, se verifica que el fallo emitido en la
sentencia de mérito no resulta atentatoria al derecho al debido
proceso, por lo que, no se ha incurrido en infracción de las normas
denunciadas que afecten la tramitación del proceso y/o los actos
procesales que lo componen, deviniendo en improcedente la
causal alegada. Décimo: En relación a la causal consignada en el
literal b), indica que en el presente caso, el Organismo Supervisor
de la Inversión en Energía y Minería - OSINERGMIN no cumplió
con notificar a la concesionaria previamente sobre cada una de las
deficiencias técnicas para su posterior subsanación, de
conformidad con el artículo 195 del Decreto Supremo Nº 009-93-
EM, Reglamento de Concesiones Eléctricas, procediendo, por el
contrario, a aplicar una sanción sustentada en una norma de
78989
menor jerarquía, como es el Procedimiento de Fiscalización y
Subsanación de Deficiencias en Instalaciones de Media Tensión y
Subestaciones de Distribución Eléctrica por Seguridad Publica,
Resolución Nº 011-2004-OS/CD, modificada por la Resolución Nº
154-2005-OS/CD, en el cual se dispone que las empresas
concesionarias de distribución deberán identificar las deficiencias
relacionadas con la seguridad pública en las instalaciones de las
redes de Media Tensión y Subestaciones de Distribución ubicadas
en su área de concesión y la subsanación correspondiente. Es así
que el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería
- OSINERGMIN desconoce el artículo 195 del Reglamento de
Concesiones Eléctricas que precisa que es dicho organismo quien
debe notificar las deficiencias para su subsanación y en caso de
incumplimiento aplicar la sanción, lo cual se omitió en el presente
caso, vulnerándose así el principio de razonabilidad al no haberse
analizado si existió o no la intencionalidad de la concesionaria,
acarreando a su vez la nulidad de la Resolución de Consejo
Directivo de OSINERGMIN Nº 026-2009-OS/TASTEM y de la
Resolución de Gerencia General de OSINERGMIN Nº 3225-2007-
OS/GG. Undécimo: Este Supremo Tribunal advierte que la
denuncia efectuada deviene en improcedente, por cuanto, las
alegaciones propuestas por la parte recurrente, fue debidamente
desvirtuadas en sede de instancia, tal como se observa del
considerando sexto de la impugnada, por lo que, se concluye que
el impugnante realmente cuestiona el criterio jurisdiccional de los
Jueces de mérito, pretendiendo una revaloración de la situación
fáctica, propósito que no se condice con los fines de este recurso
extraordinario. Duodécimo: Respecto a la causal indicada en el
literal c), argumentando que la multa que se le impuso tiene como
sustento la Resolución de Concejo Directivo Nº 011-2004-SO/CD,
modificada por la Resolución Nº 154-2005-SO/CD, la cual fue
aplicada retroactivamente a hechos ocurridos antes de su entrada
en vigencia al no haberse tomado en cuenta que las normas
nuevas no operan sobre hechos relacionados a situaciones
realizadas o consumadas en el pasado. En consecuencia, las
resoluciones impugnadas incurren en grave vicio o nulidad al
aplicar una sanción respecto a la instalación que se ejecutó
durante un periodo anterior a la vigencia del Procedimiento
aprobado por la Resolución de Concejo Directivo Nº 011-2004-SO/
CD, modificada por la Resolución Nº 154-2005-OS/CD, ello sin
explicar como una multa que se impuso a su representada, tiene
como sustento en una norma no vigente al tiempo de ocurridos los
hechos. Décimo Tercero: Sobre la denuncia anotada, este
Supremo Tribunal considera que el mismo deviene en
improcedente, por cuanto en sede de instancia se ha determinado
que la subsanación de las deficiencias identificadas (en el periodo
correspondiente al segundo semestre del año dos mil seis)
corresponde realizarlas a las empresas concesionarias sin que se
requiera que el regulador Organismo Supervisor de la Inversión en
Energía y Minería - OSINERGMIN les notifique, ello en aplicación
al artículo 195 de la Ley de Concesiones Eléctricas, Decreto
Supremo Nº 009-93-EM, así como de la Resolución de Consejo
Directivo Nº 011-2004-SO/CD (vigente desde el veintiséis de
enero de dos mil cuatro), por lo que, se concluye que el
impugnante realmente cuestiona el criterio jurisdiccional de los
Jueces de mérito, pretendiendo una revaloración de la situación
fáctica, propósito que no se condice con los fines de este recurso
extraordinario. Por estas consideraciones, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandada Empresa Regional de Servicio Público del Norte
Sociedad Anónima - ELECTRONORTE S.A., de fecha quince de
enero de dos mil catorce, obrante a fojas ciento ochenta y uno,
contra la sentencia de vista de fecha veinticuatro de junio de dos
mil trece, obrante a fojas ciento cuarenta y ocho; en los seguidos
contra el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y
Minería – OSINERGMIN, sobre Impugnación de Resolución
Administrativa; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a
ley; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Vinatea Medina.-
SS. SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA, MORALES
PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA FERNÁNDEZ
C-1392276-62
CAS. Nº 5573-2014 LIMA
Lima, seis de octubre de dos mil catorce.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por don Kion On
Kong Ton y doña Rosa Chin Chau en calidad de sucesores
procesales de la parte demandante, de fecha veintidós de abril de
dos mil trece, obrante a fojas dos mil setecientos treinta y tres
contra la resolución de vista de fecha veinte de marzo de dos mil
trece, obrante a fojas dos mil seiscientos noventa y uno; para cuyo
efecto se procede a verificar el cumplimiento de los requisitos de
admisibilidad, conforme a lo prescrito en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364.
Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, el referido medio impugnatorio
cumple con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida
por una Sala Superior que pone fin al proceso, ii) se ha interpuesto

78990 CASACIÓN
ante la Sala que emitió la resolución impugnada, iii) fue interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificados los recurrentes con la
resolución impugnada; y, iv) además adjuntan el arancel judicial
por concepto del recurso de casación. Tercero: Antes del análisis
de los requisitos de procedencia es necesario precisar que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, su fundamentación por parte del
recurrente debe ser clara, precisa y concreta, indicando
ordenadamente cuales son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Por
otro lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por
el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que: “El recurso de
casación se sustenta en la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello los recurrentes han invocado como
causales de su recurso la infracción normativa consistente en:
i) Aplicación indebida de los artículos 2001 numeral 1 y 2000
del Código Civil; ii) Contravención de los artículos 2 numeral
16, 70, 139 numerales 3, 5 y 8 de la Constitución Política del
Estado y los artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial; iii) Contravención de los
artículos 122 numeral 3, 188 y 197 del Código Procesal Civil;
iv) Inaplicación de los artículos IV y VIII del Título Preliminar,
1996 numeral 3 del Código Civil; v) Interpretación errónea de
los artículos 927 y 1993 del Código Civil; y, vi) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Quinto: Con respecto a las
siguientes infracciones normativas consistentes en la
aplicación indebida de los artículos 2001 numeral 1, 2000 y IV
del Título Preliminar del Código Civil; inaplicación de los
artículos VIII del Título Preliminar del Código Civil; y,
contravención de los artículos 2 numeral 16, 70, 139 numerales
3, 5 y 8 de la Constitución Política del Estado, los artículos 7 y
12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y el artículo 122 numeral 3 del Código Procesal Civil;
los recurrentes alegan que la acción de desalojo por ocupación
precaria es una real de carácter reivindicatorio, que es a su vez
uno de los atributos del derecho de propiedad contenido en el
artículo 923 del Código Civil; por lo que siendo la reivindicación un
atributo del derecho de propiedad y el desalojo por ocupación
precaria una parcelación de la acción real reivindicatorio, resulta
imprescriptible; por tanto, siendo que la propiedad por mandato
expreso de los artículos 2 inciso 16 y 70 de la Constitución Política
del Estado es inviolable y concede al propietario, entre otros
derechos, el de reivindicar el bien, la presente materia resulta
imprescriptible; norma que por cierto es concordante con el
acotado artículo 923 del Código Civil. Sexto: Esta Sala Suprema
advierte con respecto a las infracciones normativas que anteceden
que los recurrentes no sustentan en modo alguno por qué en el
caso de autos –en que la demandada no recibió del demandante
ni ejerció nunca una posesión tolerada ni asentida por el
demandante-, la acción no prescribe. Siendo ello así, se desprende
que la argumentación expresada en este extremo del recurso de
casación no cumple con el requisito normado por el inciso 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, exige “demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada”; razones por las cuales
deviene en improcedente. Sétimo: Con respecto a la infracción
normativa consistente en la interpretación errónea del artículo
927 del Código Civil, señalan los recurrentes que al considerar
que la acción de desalojo por ocupación precaria es una acción
real prescriptible, a pesar de que expresamente reconoce de que
esta acción real se encuentra fundada en el atributo de la
reivindicación, dice que dicha acción está sujeta a plazos
prescriptorios, lo cual es contrario a la propia naturaleza de la
acción y al criterio reiterado por la Corte Suprema. Asimismo, con
respecto a la infracción normativa consistente en la
interpretación errónea del artículo 1993 del Código Civil,
inaplicación del artículo 1996 numeral 3 del Código Civil y
contravención de los artículos 188 y 197 del Código Procesal
Civil, los recurrentes precisan que la prescripción se interrumpe
por la citación con la demanda o por otro acto con el que se
notifique al deudor, aun cuando haya acudido a un juez o autoridad
incompetente, en ese orden de ideas, vemos que la demandada al
interponer su excepción de prescripción extintiva de la acción
señala de manera expresa en la parte in fine lo siguiente: “Ofrezco
como medios de prueba de esta excepción los mismos de la
excepción de falta de legitimidad del demandante y del demandado
y los que ofrezco en la contestación de la demanda”, siendo así, la
Sala de mérito debió merituar la Escritura Pública Nº 7176 de
fecha tres de mayo de dos mil once que encuadra dentro de la
categoría “otro acto” al que se refiere la norma del artículo 1996
numeral 3 del Código Civil, incurriendo de esta manera en una
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
motivación aparente. Octavo: Esta Sala Suprema advierte con
respecto a las infracciones normativas que anteceden que los
recurrentes no cumplen con señalar en que sustentan que estos
actos constituyan una interrupción de la prescripción extintiva de
la acción de desalojo por precario. Siendo ellos así, se aprecia que
las alegaciones de los recurrentes no se encuentran dirigidas a
evidenciar que la Sala de mérito haya infringido lo dispuesto en las
normas que denuncia su infracción, sino que, por el contrario, los
argumentos expresados se dirigen más bien a rebatir el modo
como han sido valorados los hechos por las instancias de mérito,
con el propósito de convencer a esta Suprema Sala que sí se ha
configurado el supuesto de hecho contenido en los artículos
denunciados en el sétimo considerando de la presente resolución;
por lo tanto los recurrentes no cumple con los requisitos
establecidos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364; razones por las
cuales estos extremos del recurso también devienen en
improcedentes. Noveno: Por otro lado, los recurrentes denuncian
el apartamiento inmotivado del precedente judicial,
establecidos en las Casación Nº 16-95-ANCASH, Casación Nº
2464-2007-LIMA, Casación Nº 749-1998-TACNA, Casación Nº
1200-2000-CAMANA, Casación Nº 2013-2003-AREQUIPA,
Casación Nº 1399-2007-MOQUEGUA, Casación Nº
4930-2006-SANTA, Casación Nº 2792-2002-LIMA, Ejecutoria de
la Sala Superior Nº 29374-1997; entre otras. Sin embargo, se
observa que estas no cumplen con los requisitos establecidos en
el artículo 400 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo
1 de la Ley Nº 29364, para que tengan la calidad de precedente
judicial, deviniendo igualmente en improcedente este extremo del
recurso de casación. Por estas consideraciones, declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por don Kion
On Kong Ton y doña Rosa Chin Chau en calidad de sucesores
procesales de la parte demandante, de fecha veintidós de abril de
dos mil trece, obrante a fojas dos mil setecientos treinta y tres
contra la resolución de vista de fecha veinte de marzo de dos mil
trece, obrante a fojas dos mil seiscientos noventa y uno; en los
seguidos por don Luis Alberto Tavara Castillo contra doña Gracia
María Francisca Aljovin de Losada y otros sobre desalojo por
ocupación precaria; ORDENARON la publicación del texto de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a
ley; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Acevedo Mena.-
SS. SIVINA HURTADO, WALDE JÁUREGUI, ACEVEDO MENA,
VINATEA MEDINA
LOS FUNDAMENTOS ADICIONALES DEL VOTO DEL SEÑOR
JUEZ SUPREMO WALDE JÁUREGUI SON COMO SIGUEN:
Primero: Que es materia de pronunciamiento, el recurso de
casación interpuesto por don Kion On Kong Ton y doña Rosa
Chin Chau en calidad de sucesores procesales de la parte
demandante, don Luis Alberto Távara Castillo, contra la resolución
de vista del veinte de marzo del dos mil trece, de fojas dos mil
seiscientos noventa y uno, que revocando la resolución número
catorce, en el extremo que declara infundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción, la declara fundada, en
consecuencia nulo todo lo actuado y por concluido el proceso,
debiendo procederse a la verificación del cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, conforme a lo prescrito en el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, el referido
medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: a) se recurre una
sentencia expedida por una Sala Superior que pone fin al proceso,
b) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la resolución
impugnada, c) fue interpuesto dentro del plazo de diez días de
notificados los recurrentes con la resolución impugnada; y d)
además adjuntan el arancel judicial por concepto de recurso de
casación. Tercero: Los recurrentes, denuncian como causales: I)
La infracción normativa por aplicación indebida de los
artículos 2001 numeral 1 y 2000 del Código Civil, la
Contravención de los artículos 2, numeral 16, 70, 139
numerales 3, 5 y 8 de la Constitución Política del Estado, y
artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, La contravención de los artículos 122
numeral 3, 188 y 197 del Código Procesal Civil, y la inaplicación
de los artículos IV y VIII del Título Preliminar, 1996 numeral 3
del Código Civil, alegando que la acción de desalojo por
ocupación precaria es una acción real de carácter reivindicatorio,
que es a su vez uno de los atributos del derecho de propiedad
contenido en el artículo 923 del Código Civil; por lo que siendo la
reivindicación un atributo del derecho de propiedad y el desalojo
por ocupación precaria una parcelación de la acción real, resulta
imprescriptible; por tanto, siendo que la propiedad por mandato
expreso de los artículos 16 y 70 de la Constitución Política del
Estado es inviolable y concede al propietario, entre otros derecho
el de reivindicar el bien, la presente materia resulta imprescriptible,
norma que según refiere es concordante con el artículo 923 del
Código Civil; agregan que la prescripción se interrumpe por la
citación con la demanda o por otro acto con el que se notifique al
deudor, aún cuando haya acudido a un Juez o Autoridad
incompetente; agrega que la Sala de mérito debió ameritar la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Escritura Pública Nº 7176 de fecha tres de mayo de dos mil once,
que encuadra dentro de la categoría “otro acto” al que se refiere la
norma del artículo 1996 numeral 3 del Código Civil, incurriendo en
una motivación aparente; II) Interpretación errónea de los
artículos 927 y 1993 del Código Civil, señalando que al
considerar la acción de desalojo por ocupación precaria es una
acción real prescriptible, a pesar de que expresamente reconoce
de que esta acción real se encuentra fundada en el atributo de la
reivindicación, dicha acción está sujeta a plazos prescriptorios, lo
cual es contrario a la propia naturaleza de la acción y al criterio
reiterado por la Corte Suprema; y, III) Apartamiento Inmotivado
del Precedente Judicial, denunciando que la Sala de mérito se
habría apartado de las Casaciones Nº 16-95-ANCASH, Casación
Nº 2464-2007-Lima, Casación Nº 749-2998-TACNA, Casación Nº
1200-2000-CAMANA, Casación Nº 2013-2003-AREQUIPA,
Casación Nº 1399-2007-MOQUEGUA, Casación Nº
4930-2006-SANTA, Casación Nº 2792-2002-LIMA, Ejecutoria de
la Sala Superior Nº 29374-2997; entre otras. Cuarto: En lo
concerniente al primer agravio, descrito en el numeral I), además
de advertirse falta de precisión y claridad en el modo en que ha
sido propuesto este agravio, dado el conglomerado de normas
que se citan, sin que respecto de cada una de ellas se haya
desarrollado el respectivo argumento impugnatorio; cabe destacar
que la argumentación expuesta en este extremo del recurso se
circunscribe a señalar que la acción de desalojo es una acción real
de carácter reivindicatorio; no obstante, los impugnantes no han
cumplido con la exigencia prevista en el inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, toda vez que no han señalado cuál es la
incidencia directa de la infracción normativa invocada en la
decisión impugnada desde que de los fundamentos de la
resolución recurrida se aprecia claramente que el motivo esencial
por el que se ha declarado fundada la excepción de prescripción
extintiva radica en el hecho de haberse señalado que la acción
real de desalojo no es per se imprescriptible, porque está sujeto a
plazos prescriptorios y surge de un derecho real como es la
propiedad que es absolutamente prescriptible, caso contrario, no
existiría la usucapión o prescripción adquisitiva de dominio,
supuesto este último que además habría sido sometida a debate
en el presente proceso al haberse alegado en la vía de contestación
haberse adquirido la propiedad del inmueble por prescripción
adquisitiva de dominio, y que en tal sentido la demanda de
desalojo interpuesta en su contra, resultaría improcedente; a eso
se añade que los recurrentes tampoco han expresado nada en
concreto contra la argumentación de la resolución recurrida de no
existir regulación en nuestro ordenamiento civil y procesal civil
vigente sobre la regulación previa que señala que la acción de
desalojo sea imprescriptible, ya que el artículo 2001 del Código
Civil, establece que las acciones reales y/o personales prescriben
a los diez años, salvo disposición diversa de la Ley, por lo que al
no existir disposición en contrario, se puede concluir que las
acciones de desalojo prescriben, si se tiene en cuenta que los
plazos de prescripción son fijados por la Ley, consecuentemente,
al carecer el presente agravio de claridad y precisión en el modo
en que se propone, así como de una incidencia directa en la
decisión impugnada, es evidente que el recurso de casación
deviene en improcedente. Quinto: Con respecto al segundo
agravio, descrito en el numeral II), aún cuando de la redacción del
argumento impugnatorio en el que se sustenta este agravio se
aprecie que los impugnantes se refieran directamente a la idea
central de la resolución recurrida, no menos cierto es que la misma
pretende ser rebatida a partir de una supuesta conclusión contraria
a la propia naturaleza de la acción y al criterio reiterado por la
Corte Suprema, argumentos que tampoco tienen incidencia
directa en la decisión impugnada dada su vaguedad y además al
hecho que en la recurrida se aprecia el desarrollo de los
fundamentos que sustentan la prescriptibilidad de la acción que se
presenta en autos, respecto de los cuales los recurrentes debieron
de expresar las razones por las que se considera, la tesis de la
recurrida debe ser revocada o anulada, conforme lo exige el inciso
4 del artículo 388 del Código Procesal Civil. Sexto: Finalmente, en
lo que concierne a la denuncia de apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debe precisarse que los recurrentes, hacen
cita de una serie de ejecutorias que no constituyen un precedente
judicial, el mismo que debe reunir las exigencias previstas en el
artículo 400 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, además de referirse a casos objetivamente
similares. DECISIÓN: Por estas consideraciones, MI VOTO es
porque se declare IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por don Kion On Kong Ton y doña Rosa Chin Chau en
calidad de sucesores procesales de la parte demandante, de
fecha veintidós de abril de dos mil trece, obrante a fojas dos mil
setecientos treinta y tres, contra la resolución de vista de fecha
veinte de marzo de dos mil trece, obrante a fojas dos mil
setecientos noventa y uno; y se DISPONGA la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley;
en los seguidos por don Luis Alberto Távara Castillo contra doña
Gracia María Francisca Aljovin de Losada y otros, sobre desalojo
por ocupación precaria; y se devuelva.- SS. WALDE JÁUREGUI
EL VOTO DE LA SEÑORA JUEZ SUPREMO RUEDA
FERNÁNDEZ, ES COMO SIGUE: I. VISTOS: Viene a conocimiento
78991
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por don
Kion On Kong Ton y doña Rosa Chin Chau, (sucesores procesales
del demandante don Luis Alberto Távara Castillo) de fecha
veintidós de abril de dos mil trece, obrante a fojas dos mil
setecientos treinta y tres, contra el auto vista de fecha veinte de
marzo de dos mil trece, obrante a fojas dos mil seiscientos noventa
y uno, por la cual la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, resuelve: i) revocar la resolución número catorce,
expedida en la audiencia única de fecha veintiuno de enero de
marzo de dos mil doce, cuya acta corre en autos de fojas dos mil
noventa y tres a dos mil noventa y ocho, en el extremo que declara
infundada la excepción de prescripción extintiva de la acción, y
reformándola, declararon fundada la excepción de prescripción
extintiva, nulo todo lo actuado y por concluido el proceso, ii) que
carece de objeto emitir pronunciamiento respecto de la resolución
número quince, emitida también en la audiencia única y la
sentencia contenida en la resolución número veinte, de fecha
veinte de abril de dos mil doce, obrante de fojas dos mil doscientos
setenta y seis, que declaró fundada la demanda, con lo demás que
al respecto contiene; en los seguidos por don Kion On Kong Ton y
doña Rosa Chin Chau (sucesores procesales del demandante,
ahora litisconsorte activo don Luis Alberto Távara Castillo) contra
doña Gracia María Aljovín de Losada, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria. II. CONSIDERANDO: Primero: Se debe
proceder a calificar si dicho recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364; así, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el modificado artículo 387 del Código
Adjetivo precitado, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: a) se recurre una sentencia de una Sala Superior,
que actuando como órgano de segundo grado, pone fin al proceso,
b) se ha interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada, c) fue interpuesto dentro del plazo de diez
días de notificado la parte recurrente con la resolución impugnada;
y, d) además la parte recurrente ha adjuntado el arancel judicial
respectivo por interposición del recurso de casación. Segundo:
Antes del análisis de los requisitos de procedencia es necesario
precisar que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal y, que de acuerdo a nuestro
ordenamiento jurídico cuando se recurre en función nomofiláctica
por control de derecho, sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia, conforme lo prevé el artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en
ese sentido su fundamentación por parte del recurrente debe ser
clara, precisa y concreta indicando ordenadamente cuáles son las
denuncias que configuran la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, o las precisiones respecto al apartamiento inmotivado
del precedente judicial, de conformidad con el artículo 388 incisos
2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364. Tercero: Por otro lado, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
determina las causales del recurso de casación, a saber: 1)
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada y, 2) apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Asimismo, el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, establece que son requisitos de procedencia: 1)
que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso, 2) describir con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
3) demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, y 4) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y
si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la nulidad.
Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir la
actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado. Quinto: De autos se tiene que por la resolución
número catorce, expedida en la audiencia única de fecha veintiuno
de enero de marzo de dos mil doce, cuya acta corre en autos de
fojas dos mil noventa y tres, se declaró infundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción; en consecuencia, a la parte
impugnante no le es exigible lo prescrito en el artículo 388 numeral
1 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley
Nº 29364. Sexto: En el presente caso, el recurrente alega como
causal: i) infracción normativa por aplicación indebida de los
artículos 2001 numeral 1 y 2000 del Código Civil, ii) contravención
de los artículos 2 numeral 16; 70, 139 numerales 3, 5 y 8 de la
Constitución Política del Estado y, los artículos 7 y 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, iii)
contravención de los artículos 122 numeral 3; 188 y 197 del
Código Procesal Civil, iv) inaplicación de los artículos IV y VIII del

78992 CASACIÓN
Título Preliminar y 1996 numeral 3 del Código Civil, v) interpretación
errónea de los artículos 927 y 1993 del Código Civil y, iv)
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Sétimo: En lo
que atañe a la denuncia de infracción normativa por: i)
inaplicación de los artículos IV y VIII del Título Preliminar del
Código Civil, ii) contravención de los artículos 2 numeral 16;
70, 139 numerales 5 y 8 de la Constitución Política del Estado,
los artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial y artículo 122 numeral 3 del
Código Procesal Civil, y iii) por aplicación indebida de los
artículos 2001 numeral 1 y 2000 del Código Civil, los recurrentes
alegan que la acción de desalojo por ocupación precaria es una
real de carácter reivindicatorio que es a su vez uno de los atributos
del derecho de propiedad contenido en el artículo 923 del Código
Civil; por lo que siendo la reivindicación un atributo del derecho de
propiedad y el desalojo por ocupación precaria una parcelación de
la acción real, resulta imprescriptible; por tanto, siendo que la
propiedad por mandato expreso de los artículos 16 y 70 de la
Constitución Política del Estado es inviolable y concede al
propietario, entre otros derechos el de reivindicar el bien, la
presente materia resulta imprescriptible, norma que según refiere
es concordante con el acotado artículo 923 del Código Civil.
Octavo: De lo expuesto se aprecia que los recurrentes han
cumplido con describir con claridad y precisión la infracción
normativa que denuncia, pues alega que ello habría ocurrido, en
tanto, la acción de desalojo por ocupación precaria es una real de
carácter reivindicatorio que es a su vez uno de los atributos del
derecho de propiedad contenido en el artículo 923 del Código
Civil; por lo que siendo la reivindicación un atributo del derecho de
propiedad y el desalojo por ocupación precaria una parcelación de
la acción real, resulta imprescriptible, resultando también la
materia de autos imprescriptible; asimismo, ha cumplido con
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, pues precisamente por el auto de vista se declaró
fundada la excepción de prescripción extintiva; en tal sentido, lo
anotado permite vislumbrar que el recurso de casación, en este
extremo, ha satisfecho los requisitos de procedibilidad establecidos
en el artículo 388 numerales 2 y 3 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, deviniendo en
procedente. Noveno: En lo referente a la denuncia de infracción
normativa por interpretación errónea del artículo 927 del
Código Civil, sostienen los recurrentes que al considerar la
acción de desalojo por ocupación precaria es una acción real
prescriptible, a pesar de que expresamente reconoce de que esta
acción real se encuentra fundada en el atributo de la reivindicación,
dicha acción está sujeta a plazos prescriptorios, lo cual es contrario
a la propia naturaleza de la acción y al criterio reiterado por la
Corte Suprema. Décimo: De lo expuesto se aprecia que los
recurrentes han cumplido con describir con claridad y precisión la
infracción normativa que denuncia, pues alega que ello habría
ocurrido, en tanto, la Sala de mérito habría sostenido que la acción
de desalojo por ocupación precaria está sujeta a plazos
prescriptorios, a pesar que expresamente reconoce de que esta
acción real se encuentra fundada en el atributo de la reivindicación,
sosteniendo que dicha consideración es contraría a la propia
naturaleza de la acción; asimismo, ha cumplido con demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
pues precisamente por el auto de vista se declaró fundada la
excepción de prescripción extintiva; en tal sentido, lo anotado
permite vislumbrar que el recurso de casación, en este extremo,
ha satisfecho los requisitos de procedibilidad establecidos en el
artículo 388 numerales 2 y 3 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, resultando también
procedente este extremo del recurso en calificación. Décimo
Primero: En lo concerniente a la denuncia de infracción por
interpretación errónea del artículo 1993 del Código Civil,
inaplicación del artículo 1996 numeral 3 del Código Civil y
contravención de los artículos 188 y 197 del Código Procesal
Civil y 139 numeral 3 de la Constitución Política del Estado,
alegan los recurrentes que en el supuesto de que la acción de
desalojo fuera una acción prescriptible, precisan que la
prescripción se interrumpe por la citación con la demanda o por
otro acto con el que se notifique al deudor, aún cuando haya
acudido a un juez o autoridad incompetente, en ese orden de
ideas, vemos que la demandada al interponer su excepción de
prescripción extintiva de la acción señala de manera expresa en la
parte in fine lo siguiente: “Ofrezco como medios de prueba de esta
excepción los mismos de la excepción de falta de legitimidad del
demandante y del demandado y los que ofrezco en la contestación
de la demanda”; siendo así, la Sala de mérito debió merituar la
Escritura Pública Nº 7176 de fecha tres de mayo de dos mil once
que encuadra dentro de la categoría “otro acto” al que se refiere la
norma del artículo 1996 numeral 3 del Código Civil, incurriendo en
una motivación aparente. Décimo Segundo: De lo expuesto se
aprecia que los recurrentes han cumplido con describir con
claridad y precisión la infracción normativa que denuncia, pues
alega que ello habría ocurrido, en tanto, en el supuesto de que la
acción de desalojo fuera una acción prescriptible, la prescripción
se interrumpe por la citación con la demanda o por otro acto con el
que se notifique al deudor, en ese sentido, precisa que la
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
demandada al interponer su excepción de prescripción extintiva
de la acción señala de manera expresa en la parte in fine lo
siguiente: “Ofrezco como medios de prueba de esta excepción los
mismos de la excepción de falta de legitimidad del demandante y
del demandado y los que ofrezco en la contestación de la
demanda” y que siendo ello así, la Sala de mérito debió merituar la
Escritura Pública Nº 7176 de fecha tres de mayo de dos mil once
que encuadra dentro de la categoría “otro acto”; asimismo, ha
cumplido con demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, pues precisamente por el auto de vista se
declaró fundada la excepción de prescripción extintiva; en tal
sentido, lo anotado permite vislumbrar que el recurso de casación,
en este extremo, ha satisfecho nuevamente los requisitos de
procedibilidad establecidos en el modificado artículo 388
numerales 2 y 3 del Código Adjetivo ya citado, resultando
procedente. Décimo Tercero: Finalmente, en lo concerniente a la
denuncia de apartamiento inmotivado del precedente judicial,
el recurrente denuncia que la Sala de merito se habría apartado de
las Casaciones Nº 16-95-ANCASH, Casación Nº 2464-2007-Lima,
Casación Nº 749-1998-TACNA, Casación Nº 1200-2000-CAMANA,
Casación Nº 2013-2003-AREQUIPA, Casación Nº
1399-2007-MOQUEGUA, Casación Nº 4930-2006-SANTA,
Casación Nº 2792-2002-LIMA, Ejecutoria de la Sala Superior Nº
29374-1997; entre otras. Décimo Cuarto: De lo expuesto se tiene
que los recurrentes no han cumplido con describir con claridad y
precisión el apartamiento inmotivado de precedente judicial, toda
vez que el modificado artículo 386 del Código adjetivo antes
citado, establece como una de las causales en la que puede
sustentarse en recurso de casación el apartamiento inmotivado de
precedente judicial, siendo que la impugnante señala una serie de
ejecutorias que no constituyen un precedente judicial, siendo este
una resolución emitida por la mayoría absoluta de los Jueces
Supremos integrantes de la Sala Civil de la Corte Suprema de la
República, fijando criterios a efectos de que los jueces resuelvan
casos similares, de acuerdo al artículo 400 del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, lo señalado
evidencia que el recurso en calificación, en este extremo no ha
satisfecho el requisito de procedibilidad establecido en el ya
referido artículo 388 numeral 2 del Código Procesal Civil,
resultando improcedente. Décimo Quinto: En lo referente al
requisito contenido en el artículo 388 numeral 4 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, los
recurrentes solicitan que se declare fundada la casación, nula la
auto de vista y revocándola proceda a confirmar la resolución
número catorce emitida en la audiencia única que declaró
infundada la excepción de prescripción extintiva. III. DECISIÓN:
Por las razones expuestas, y de conformidad con lo previsto en el
artículo 391 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, MI VOTO es porque se declare PROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por don Kion On Kong Ton y
doña Rosa Chin Chau, (sucesores procesales del demandante
don Luis Alberto Távara Castillo) de fecha veintidós de abril de dos
mil trece, obrante a fojas dos mil setecientos treinta y tres, contra
el auto vista de fecha veinte de marzo de dos mil trece, obrante a
fojas dos mil seiscientos noventa y uno, sólo por las siguientes
causales a) infracción normativa por: i) inaplicación de los
artículos IV y VIII del Título Preliminar del Código Civil, ii)
contravención de los artículos 2 numeral 16; 70, 139
numerales 5 y 8 de la Constitución Política del Estado, los
artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial y artículo 122 numeral 3 del Código
Procesal Civil, y iii) por aplicación indebida de los artículos
2001 numeral 1, y 2000 del Código Civil, b) infracción
normativa por interpretación errónea del artículo 927 del
Código Civil, y c) infracción normativa por interpretación
errónea del artículo 1993 del Código Civil, inaplicación del
artículo 1996 numeral 3 del Código Civil y contravención de
los artículos 188 y 197 del Código Procesal Civil y 139
numerales 3 de la Constitución Política del Estado; SE
DESIGNE fecha para la vista de la causa oportunamente, en los
seguidos por don Kion On Kong Ton y doña Rosa Chin Chau
(sucesores procesales del demandante, ahora litisconsorte activo
don Luis Alberto Távara Castillo) contra doña Gracia María Aljovín
de Losada, sobre Desalojo por Ocupación Precaria. Se notifique.-
SS. RUEDA FERNÁNDEZ
Lima, seis de octubre de dos mil catorce.- VISTOS; y,
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por don Luis
Alberto Távara Castillo, de fecha veintidós de abril de dos mil
trece, obrante a fojas dos mil setecientos ochenta y nueve contra
la resolución de vista de fecha veinte de marzo de dos mil trece,
obrante a fojas dos mil seiscientos noventa y uno; para cuyo
efecto se procede a verificar el cumplimiento de los requisitos de
admisibilidad, conforme a lo prescrito en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364.
Segundo: En tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, el referido medio impugnatorio
cumple con ellos, a saber: i) se recurre una sentencia expedida
por una Sala Superior que pone fin al proceso, ii) se ha interpuesto
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
ante la Sala que emitió la resolución impugnada, iii) fue interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificada la parte recurrente con
la resolución impugnada; y, iv) además adjunta el arancel judicial
por concepto del recurso de casación. Tercero: Antes del análisis
de los requisitos de procedencia es necesario precisar que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que sólo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que sus fines esenciales
constituyen la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, su fundamentación por parte del
recurrente debe ser clara, precisa y concreta, indicando
ordenadamente cuales son las denuncias que configuran la
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada, o las precisiones respecto
al apartamiento inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Por
otro lado, el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por
el artículo 1 de la Ley Nº 29364, señala que: “El recurso de
casación se sustenta en la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial”. En atención a ello la parte recurrente ha invocado como
causales de su recurso la infracción normativa consistente en:
i) Aplicación indebida de los artículos 2001 numeral 1 y 2000
del Código Civil; ii) Contravención de los artículos 2 numeral
16, 70, 139 numerales 3, 5 y 8 de la Constitución Política del
Estado y los artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial; iii) Contravención de los
artículos 122 numeral 3, 188 y 197 del Código Procesal Civil;
iv) Inaplicación de los artículos IV y VIII del Título Preliminar,
1996 numeral 3 del Código Civil; v) Interpretación errónea de
los artículos 927 y 1993 del Código Civil; y, vi) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Quinto: Con respecto a las
siguientes infracciones normativas consistentes en la
aplicación indebida de los artículos 2001 numeral 1, 2000 y IV
del Título Preliminar del Código Civil; inaplicación de los
artículos VIII del Título Preliminar del Código Civil; y,
contravención de los artículos 2 numeral 16, 70, 139 numerales
3, 5 y 8 de la Constitución Política del Estado, los artículos 7 y
12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y el artículo 122 numeral 3 del Código Procesal Civil;
el recurrente alega que la acción de desalojo por ocupación
precaria es una real de carácter reivindicatorio, que es a su vez
uno de los atributos del derecho de propiedad contenido en el
artículo 923 del Código Civil; por lo que siendo la reivindicación un
atributo del derecho de propiedad y el desalojo por ocupación
precaria una parcelación de la acción real reivindicatorio, resulta
imprescriptible; por tanto, siendo que la propiedad por mandato
expreso de los artículos 2 inciso 16 y 70 de la Constitución Política
del Estado es inviolable y concede al propietario, entre otros
derechos, el de reivindicar el bien, la presente materia resulta
imprescriptible; norma que por cierto es concordante con el
acotado artículo 923 del Código Civil. Sexto: Esta Sala Suprema
advierte con respecto a las infracciones normativas que anteceden
que el recurrente no sustenta en modo alguno por qué en el caso
de autos –en que la demandada no recibió del demandante ni
ejerció nunca una posesión tolerada ni asentida por el
demandante-, la acción no prescribe. Siendo ello así, se desprende
que la argumentación expresada en este extremo del recurso de
casación no cumple con el requisito normado por el inciso 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364, exige “demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada”; razones por las cuales
deviene en improcedente. Sétimo: Con respecto a la infracción
normativa consistente en la interpretación errónea del artículo
927 del Código Civil, señala el recurrente que al considerar que
la acción de desalojo por ocupación precaria es una acción real
prescriptible, a pesar de que expresamente reconoce de que esta
acción real se encuentra fundada en el atributo de la reivindicación,
dice que dicha acción está sujeta a plazos prescriptorios, lo cual
es contrario a la propia naturaleza de la acción y al criterio
reiterado por la Corte Suprema. Asimismo, con respecto a la
infracción normativa consistente en la interpretación errónea
del artículo 1993 del Código Civil, inaplicación del artículo
1996 numeral 3 del Código Civil y contravención de los
artículos 188 y 197 del Código Procesal Civil, el recurrente
precisa que la prescripción se interrumpe por la citación con la
demanda o por otro acto con el que se notifique al deudor, aun
cuando haya acudido a un juez o autoridad incompetente, en ese
orden de ideas, vemos que la demandada al interponer su
excepción de prescripción extintiva de la acción señala de manera
expresa en la parte in fine lo siguiente: “Ofrezco como medios de
prueba de esta excepción los mismos de la excepción de falta de
legitimidad del demandante y del demandado y los que ofrezco en
la contestación de la demanda”, siendo así, la Sala de mérito
debió merituar la Escritura Pública Nº 7176 de fecha tres de mayo
de dos mil once que encuadra dentro de la categoría “otro acto” al
que se refiere la norma del artículo 1996 numeral 3 del Código
Civil, incurriendo de esta manera en una motivación aparente.
78993
Octavo: Esta Sala Suprema advierte con respecto a las
infracciones normativas que anteceden que el recurrente no
cumple con señalar en que sustenta que estos actos constituyan
una interrupción de la prescripción extintiva de la acción de
desalojo por precario. Siendo ellos así, se aprecia que las
alegaciones del recurrente no se encuentran dirigidas a evidenciar
que la Sala de mérito haya infringido lo dispuesto en las normas
que denuncia su infracción, sino que, por el contrario, los
argumentos expresados se dirigen más bien a rebatir el modo
como han sido valorados los hechos por las instancias de mérito,
con el propósito de convencer a esta Suprema Sala que sí se ha
configurado el supuesto de hecho contenido en los artículos
denunciados en el sétimo considerando de la presente resolución;
por lo tanto el recurrente no cumple con los requisitos establecidos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364; razones por las cuales estos
extremos del recurso también devienen en improcedentes.
Noveno: Por otro lado, el recurrente denuncia el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, establecidos en las
Casación Nº 16-95-ANCASH, Casación Nº 2464-2007-LIMA,
Casación Nº 749-1998-TACNA, Casación Nº 1200-2000-CAMANA,
Casación Nº 2013-2003-AREQUIPA, Casación Nº
1399-2007-MOQUEGUA, Casación Nº 4930-2006-SANTA,
Casación Nº 2792-2002-LIMA, Ejecutoria de la Sala Superior Nº
29374-1997; entre otras. Sin embargo, se observa que estas no
cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 400 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, para que tengan la calidad de precedente judicial,
deviniendo igualmente en improcedente este extremo del recurso
de casación. Por estas consideraciones, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por don Luis
Alberto Távara Castillo, de fecha veintidós de abril de dos mil
trece, obrante a fojas dos mil setecientos ochenta y nueve contra
la resolución de vista de fecha veinte de marzo de dos mil trece,
obrante a fojas dos mil seiscientos noventa y uno; en los seguidos
por don Luis Alberto Tavara Castillo contra doña Gracia María
Francisca Aljovin de Losada y otros sobre desalojo por ocupación
precaria; ORDENARON la publicación del texto de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, conforme a ley; y los
devolvieron. Juez Supremo Ponente: Acevedo Mena.- SS. SIVINA
HURTADO, WALDE JÁUREGUI, ACEVEDO MENA, VINATEA
MEDINA
LOS FUNDAMENTOS ADICIONALES DEL VOTO DEL SEÑOR
JUEZ SUPREMO WALDE JÁUREGUI SON COMO SIGUEN:
Primero: Que es materia de pronunciamiento, el recurso de
casación interpuesto por don Luis Alberto Távara Castillo,
contra la resolución de vista del veinte de marzo del dos mil trece,
de fojas dos mil seiscientos noventa y uno, que revocando la
resolución número catorce, en el extremo que declara infundada la
excepción de prescripción extintiva de la acción, la declara
fundada, en consecuencia nulo todo lo actuado y por concluido el
proceso, debiendo procederse a la verificación del cumplimiento
de los requisitos de admisibilidad, conforme a lo prescrito en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1
de la Ley Nº 29364. Segundo: En tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley 29364, el
referido medio impugnatorio cumple con ellos, a saber: a) se
recurre una sentencia expedida por una Sala Superior que pone
fin al proceso, b) se ha interpuesto ante la Sala que emitió la
resolución impugnada, c) fue interpuesto dentro del plazo de diez
días de notificados los recurrentes con la resolución impugnada; y
d) además adjuntan el arancel judicial por concepto de recurso de
casación. Tercero: El recurrente, denuncian como causales: I) La
infracción normativa por aplicación indebida de los artículos
2001, numeral 1 y 2000 del Código Civil, la Contravención de
los artículos 2, numeral 16, 70, 139 numerales 3, 5 y 8 de la
Constitución Política del Estado, y artículos 7 y 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, La
contravención de los artículos 122 numeral 3, 188 y 197 del
Código Procesal Civil, y la inaplicación de los artículos IV y
VIII del Título Preliminar, 1996 numeral 3 del Código Civil,
alegando que la acción de desalojo por ocupación precaria es una
acción real de carácter reivindicatorio, que es a su vez uno de los
atributos del derecho de propiedad contenido en el artículo 923 del
Código Civil; por lo que siendo la reivindicación un atributo del
derecho de propiedad y el desalojo por ocupación precaria una
parcelación de la acción real, resulta imprescriptible; por tanto,
siendo que la propiedad por mandato expreso de los artículos 16
y 70 de la Constitución Política del Estado es inviolable y concede
al propietario, entre otros derecho el de reivindicar el bien, la
presente materia resulta imprescriptible, norma que según refiere
es concordante con el artículo 923 del Código Civil; agregan que
la prescripción se interrumpe por la citación con la demanda o por
otro acto con el que se notifique al deudor, aún cuando haya
acudido a un Juez o Autoridad incompetente; agrega que la Sala
de mérito debió ameritar la Escritura Pública Nº 7176 de fecha tres
de mayo de dos mil once que encuadra dentro de la categoría
“otro acto” al que se refiere la norma del artículo 1996 numeral 3
del Código Civil, incurriendo en una motivación aparente; II)

78994 CASACIÓN
Interpretación errónea de los artículos 927 y 1993 del Código
Civil, señalando que al considerar la acción de desalojo por
ocupación precaria es una acción real prescriptible, a pesar de
que expresamente reconoce de que esta acción real se encuentra
fundada en el atributo de la reivindicación, dicha acción está sujeta
a plazos prescriptorios, lo cual es contrario a la propia naturaleza
de la acción y al criterio reiterado por la Corte Suprema; y, III)
Apartamiento Inmotivado del Precedente Judicial, denunciando
que la Sala de mérito se habría apartado de las Casaciones Nº
16-95-ANCASH, Casación Nº 2464-2007-Lima, Casación Nº
749-2998-TACNA, Casación Nº 1200-2000-CAMANA, Casación
Nº 2013-2003-AREQUIPA, Casación Nº 1399-2007-MOQUEGUA,
Casación Nº 4930-2006-SANTA, Casación Nº 2792-2002-LIMA,
Ejecutoria de la Sala Superior Nº 29374-2997; entre otras. Cuarto:
En lo concerniente al primer agravio, descrito en el numeral I),
además de advertirse falta de precisión y claridad en el modo en
que ha sido propuesto este agravio, dado el conglomerado de
normas que se citan, sin que respecto de cada una de ellas se
haya desarrollado el respectivo argumento impugnatorio; cabe
destacar que la argumentación expuesta en este extremo del
recurso se circunscribe a señalar que la acción de desalojo es una
acción real de carácter reivindicatorio; no obstante, los
impugnantes no han cumplido con la exigencia prevista en el
inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que no
han señalado cuál es la incidencia directa de la infracción
normativa invocada en la decisión impugnada desde que de los
fundamentos de la resolución recurrida se aprecia claramente que
el motivo esencial por el que se ha declarado fundada la excepción
de prescripción extintiva radica en el hecho de haberse señalado
que la acción real de desalojo no es per se imprescriptible, porque
está sujeto a plazos prescriptorios y surge de un derecho real
como es la propiedad que es absolutamente prescriptible, caso
contrario, no existiría la usucapión o prescripción adquisitiva de
dominio, supuesto este último que además habría sido sometida a
debate en el presente proceso al haberse alegado en la vía de
contestación haberse adquirido la propiedad del inmueble por
prescripción adquisitiva de dominio, y que en tal sentido la
demanda de desalojo interpuesta en su contra, resultaría
improcedente; a eso se añade que los recurrentes tampoco han
expresado nada en concreto contra la argumentación de la
resolución recurrida de no existir regulación en nuestro
ordenamiento civil y procesal civil vigente sobre la regulación
previa que señala que la acción de desalojo sea imprescriptible, ya
que el artículo 2001 del Código Civil, establece que las acciones
reales y/o personales prescriben a los 10 años, salvo disposición
diversa de la Ley, por lo que al no existir disposición en contrario,
se puede concluir que las acciones de desalojo prescriben, si se
tiene en cuenta que los plazos de prescripción son fijados por la
Ley, consecuentemente, al carecer el presente agravio de claridad
y precisión en el modo en que se propone, así como de una
incidencia directa en la decisión impugnada, es evidente que el
recurso de casación deviene en improcedente. Quinto: Con
respecto al segundo agravio, descrito en el numeral II), aún
cuando de la redacción del argumento impugnatorio en el que se
sustenta este agravio se aprecie que los impugnantes se refieran
directamente a la idea central de la resolución recurrida, no menos
cierto es que la misma pretende ser rebatida a partir de una
supuesta conclusión contraria a la propia naturaleza de la acción y
al criterio reiterado por la Corte Suprema, argumentos que
tampoco tienen incidencia directa en la decisión impugnada dada
su vaguedad y además al hecho que en la recurrida se aprecia el
desarrollo de los fundamentos que sustentan la prescriptibilidad
de la acción que se presenta en autos, respecto de los cuales los
recurrentes debieron de expresar las razones por las que se
considera, la tesis de la recurrida debe ser revocada o anulada,
conforme lo exige el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil. Sexto: Finalmente, en lo que concierne a la denuncia de
apartamiento inmotivado del precedente judicial, debe precisarse
que los recurrentes, hacen cita de una serie de ejecutorias que no
constituyen un precedente judicial, el mismo que debe reunir las
exigencias previstas en el artículo 400 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley 29364, además de referirse
a casos objetivamente similares. DECISIÓN: Por estas
consideraciones, MI VOTO es porque se declare IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por don Luis Alberto Távara
Castillo, de fecha veintidós de abril de dos mil trece, obrante a
fojas dos mil setecientos ochenta y nueve, contra la resolución de
vista de fecha veinte de marzo de dos mil trece, obrante a fojas
dos mil setecientos noventa y uno; y se DISPONGA la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme
a ley; en los seguidos por don Luis Alberto Távara Castillo contra
doña Gracia María Francisca Aljovin de Losada y otros, sobre
desalojo por ocupación precaria; y se devuelva.- SS. WALDE
JÁUREGUI
EL VOTO DE LA SEÑORA JUEZ SUPREMO RUEDA
FERNÁNDEZ, ES COMO SIGUE: I. VISTOS: Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesta por el litisconsorte activo don Luis Alberto Távara
Castillo, de fecha veintidós de abril de dos mil trece, obrante a
fojas dos mil setecientos ochenta y nueve, contra el auto vista de
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
fecha veinte de marzo de dos mil trece, obrante a fojas dos mil
seiscientos noventa y uno, por la cual la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, resuelve: i) revocar la
resolución número catorce, expedida en la audiencia única de
fecha veintiuno de enero de marzo de dos mil doce, cuya acta
corre en autos de fojas dos mil noventa y tres a dos mil noventa
y ocho, en el extremo que declara infundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción, y reformándola, declararon
fundada la excepción de prescripción extintiva, nulo todo lo
actuado y por concluido el proceso, ii) que carece de objeto
emitir pronunciamiento respecto de la resolución número quince,
emitida también en la audiencia única y la sentencia contenida
en la resolución número veinte, de fecha veinte de abril de dos
mil doce, obrante de fojas dos mil doscientos setenta y seis, que
declaró fundada la demanda, con lo demás que al respecto
contiene; en los seguidos por don Kion On Kong Ton y doña Rosa
Chin Chau (sucesores procesales del demandante, ahora
litisconsorte activo don Luis Alberto Távara Castillo) contra doña
Gracia María Aljovín de Losada, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria. II. CONSIDERANDO: Primero: Se debe proceder a
calificar si dicho recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad y procedencia, conforme a lo prescrito en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364; así, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el modificado artículo 387 del Código
Adjetivo precitado, el referido medio impugnatorio cumple con
ellos, a saber: a) se recurre una sentencia de una Sala Superior,
que actuando como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso, b) se ha interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada, c) fue interpuesto dentro del
plazo de diez días de notificado la parte recurrente con la
resolución impugnada; y, d) además la parte recurrente ha
adjuntado el arancel judicial respectivo por interposición del
recurso de casación. Segundo: Antes del análisis de los
requisitos de procedencia es necesario precisar que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal y, que de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico cuando
se recurre en función nomofiláctica por control de derecho, sólo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
sus fines esenciales constituyen la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia,
conforme lo prevé el artículo 384 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, en ese sentido su
fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa
y concreta indicando ordenadamente cuáles son las denuncias
que configuran la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o las
precisiones respecto al apartamiento inmotivado del precedente
judicial, de conformidad con el artículo 388 incisos 2 y 3 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364. Tercero: Por otro lado, el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364,
determina las causales del recurso de casación, a saber: 1)
infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada y, 2) apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Cuarto: Asimismo, el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la
Ley Nº 29364, establece que son requisitos de procedencia: 1)
que el recurrente no hubiera consentido previamente la
resolución adversa de primera instancia, cuando ésta fuere
confirmada por la resolución objeto del recurso, 2) describir con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, 3) demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, y 4) indicar si el pedido
casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese anulatorio, se
precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará
hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se
precisará en qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el
recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el
anulatorio como principal y el revocatorio como subordinado.
Quinto: De autos se tiene que por la resolución número catorce,
expedida en la audiencia única de fecha veintiuno de enero de
marzo de dos mil doce, cuya acta corre en autos de fojas dos mil
noventa y tres, se declaró infundada la excepción de prescripción
extintiva de la acción; en consecuencia, a la parte impugnante no
le es exigible lo prescrito en el artículo 388 numeral 1 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364.
Sexto: En el presente caso, el recurrente alega como causal: i)
infracción normativa por aplicación indebida de los artículos 2001
numeral 1 y 2000 del Código Civil, ii) contravención de los
artículos 2 numeral 16; 70, 139 numerales 3, 5 y 8 de la
Constitución Política del Estado y, los artículos 7 y 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, iii)
contravención de los artículos 122 numeral 3; 188 y 197 del
Código Procesal Civil, iv) inaplicación de los artículos IV y VIII del
Título Preliminar y 1996 numeral 3 del Código Civil, v)
interpretación errónea de los artículos 927 y 1993 del Código
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Civil y, iv) apartamiento inmotivado del precedente judicial.
Sétimo: En lo que atañe a la denuncia de infracción normativa
por: i) inaplicación de los artículos IV y VIII del Título
Preliminar del Código Civil, ii) contravención de los artículos
2 numeral 16; 70, 139 numerales 5 y 8 de la Constitución
Política del Estado, los artículos 7 y 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y artículo
122 numeral 3 del Código Procesal Civil, y iii) por aplicación
indebida de los artículos 2001 numeral 1 y 2000 del Código
Civil, el recurrente alega que la acción de desalojo por ocupación
precaria es una real de carácter reivindicatorio que es a su vez
uno de los atributos del derecho de propiedad contenido en el
artículo 923 del Código Civil; por lo que siendo la reivindicación
un atributo del derecho de propiedad y el desalojo por ocupación
precaria una parcelación de la acción real, resulta imprescriptible;
por tanto, siendo que la propiedad por mandato expreso de los
artículos 16 y 70 de la Constitución Política del Estado es
inviolable y concede al propietario, entre otros derechos el de
reivindicar el bien, la presente materia resulta imprescriptible,
norma que según refiere es concordante con el acotado artículo
923 del Código Civil. Octavo: De lo expuesto se aprecia que el
recurrente ha cumplido con describir con claridad y precisión la
infracción normativa que denuncia, pues alega que ello habría
ocurrido, en tanto, la acción de desalojo por ocupación precaria
es una real de carácter reivindicatorio que es a su vez uno de los
atributos del derecho de propiedad contenido en el artículo 923
del Código Civil; por lo que siendo la reivindicación un atributo
del derecho de propiedad y el desalojo por ocupación precaria
una parcelación de la acción real, resulta imprescriptible,
resultando también la materia de autos imprescriptible; asimismo,
ha cumplido con demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada, pues precisamente por el auto de
vista se declaró fundada la excepción de prescripción extintiva;
en tal sentido, lo anotado permite vislumbrar que el recurso de
casación, en este extremo, ha satisfecho los requisitos de
procedibilidad establecidos en el artículo 388 numerales 2 y 3 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, deviniendo en procedente. Noveno: En lo referente a la
denuncia de infracción normativa por interpretación errónea
del artículo 927 del Código Civil, sostiene la parte recurrente
que al considerar la acción de desalojo por ocupación precaria es
una acción real prescriptible, a pesar de que expresamente
reconoce de que esta acción real se encuentra fundada en el
atributo de la reivindicación, dicha acción está sujeta a plazos
prescriptorios, lo cual es contrario a la propia naturaleza de la
acción y al criterio reiterado por la Corte Suprema. Décimo: De
lo expuesto se aprecia que el recurrente ha cumplido con
describir con claridad y precisión la infracción normativa que
denuncia, pues alega que ello habría ocurrido, en tanto, la Sala
de mérito habría sostenido que la acción de desalojo por
ocupación precaria está sujeta a plazos prescriptorios, a pesar
que expresamente reconoce de que esta acción real se encuentra
fundada en el atributo de la reivindicación, sosteniendo que dicha
consideración es contraría a la propia naturaleza de la acción;
asimismo, ha cumplido con demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, pues precisamente por
el auto de vista se declaró fundada la excepción de prescripción
extintiva; en tal sentido, lo anotado permite vislumbrar que el
recurso de casación, en este extremo, ha satisfecho los requisitos
de procedibilidad establecidos en el artículo 388 numerales 2 y 3
del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley
Nº 29364, resultando también procedente este extremo del
recurso en calificación. Décimo Primero: En lo concerniente a la
denuncia de infracción por interpretación errónea del artículo
1993 del Código Civil, inaplicación del artículo 1996 numeral
3 del Código Civil y contravención de los artículos 188 y 197
del Código Procesal Civil y 139 numeral 3 de la Constitución
Política del Estado, alega la parte recurrente que en el supuesto
de que la acción de desalojo fuera una acción prescriptible,
precisan que la prescripción se interrumpe por la citación con la
demanda o por otro acto con el que se notifique al deudor, aún
cuando haya acudido a un juez o autoridad incompetente, en ese
orden de ideas, vemos que la demandada al interponer su
excepción de prescripción extintiva de la acción señala de
manera expresa en la parte in fine lo siguiente: “Ofrezco como
medios de prueba de esta excepción los mismos de la excepción
de falta de legitimidad del demandante y del demandado y los
que ofrezco en la contestación de la demanda”; siendo así, la
Sala de mérito debió merituar la Escritura Pública Nº 7176 de
fecha tres de mayo de dos mil once que encuadra dentro de la
categoría “otro acto” al que se refiere la norma del artículo 1996
numeral 3 del Código Civil, incurriendo en una motivación
aparente. Décimo Segundo: De lo expuesto se aprecia que la
parte recurrente ha cumplido con describir con claridad y
precisión la infracción normativa que denuncia, pues alega que
ello habría ocurrido, en tanto, en el supuesto de que la acción de
desalojo fuera una acción prescriptible, la prescripción se
interrumpe por la citación con la demanda o por otro acto con el
que se notifique al deudor, en ese sentido, precisa que la
demandada al interponer su excepción de prescripción extintiva
78995
de la acción señala de manera expresa en la parte in fine lo
siguiente: “Ofrezco como medios de prueba de esta excepción
los mismos de la excepción de falta de legitimidad del
demandante y del demandado y los que ofrezco en la
contestación de la demanda” y que siendo ello así, la Sala de
mérito debió merituar la Escritura Pública Nº 7176 de fecha tres
de mayo de dos mil once que encuadra dentro de la categoría
“otro acto”; asimismo, ha cumplido con demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada, pues
precisamente por el auto de vista se declaró fundada la excepción
de prescripción extintiva; en tal sentido, lo anotado permite
vislumbrar que el recurso de casación, en este extremo, ha
satisfecho nuevamente los requisitos de procedibilidad
establecidos en el modificado artículo 388 numerales 2 y 3 del
Código Adjetivo ya citado, resultando procedente. Décimo
Tercero: Finalmente, en lo concerniente a la denuncia de
apartamiento inmotivado del precedente judicial, el recurrente
denuncia que la Sala de merito se habría apartado de las
Casaciones Nº 16-95-ANCASH, Casación Nº 2464-2007-Lima,
Casación Nº 749-1998-TACNA, Casación Nº
1200-2000-CAMANA, Casación Nº 2013-2003-AREQUIPA,
Casación Nº 1399-2007-MOQUEGUA, Casación Nº
4930-2006-SANTA, Casación Nº 2792-2002-LIMA, Ejecutoria de
la Sala Superior Nº 29374-1997; entre otras. Décimo Cuarto: De
lo expuesto se tiene que el recurrente no ha cumplido con
describir con claridad y precisión el apartamiento inmotivado de
precedente judicial, toda vez que el modificado artículo 386 del
Código adjetivo antes citado, establece como una de las causales
en la que puede sustentarse en recurso de casación el
apartamiento inmotivado de precedente judicial, siendo que la
impugnante señala una serie de ejecutorias que no constituyen
un precedente judicial, siendo este una resolución emitida por la
mayoría absoluta de los Jueces Supremos integrantes de la Sala
Civil de la Corte Suprema de la República, fijando criterios a
efectos de que los jueces resuelvan casos similares, de acuerdo
al artículo 400 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley Nº 29364, lo señalado evidencia que el
recurso en calificación, en este extremo no ha satisfecho el
requisito de procedibilidad establecido en el ya referido artículo
388 numeral 2 del Código Procesal Civil, resultando
improcedente. Décimo Quinto: En lo referente al requisito
contenido en el artículo 388 numeral 4 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, el recurrente
solicita que se declare fundada la casación, nula la auto de vista
y revocándola proceda a confirmar la resolución número catorce
emitida en la audiencia única que declaró infundada la excepción
de prescripción extintiva. III. DECISIÓN: Por las razones
expuestas, y de conformidad con lo previsto en el artículo 391 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº
29364, MI VOTO es porque se declare PROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el litisconsorte activo don Luis
Alberto Távara Castillo, de fecha veintidós de abril de dos mil
trece, obrante a fojas dos mil setecientos ochenta y nueve,
contra el auto vista de fecha veinte de marzo de dos mil trece,
obrante a fojas dos mil seiscientos noventa y uno, sólo por las
siguientes causales a) infracción normativa por: i) inaplicación
de los artículos IV y VIII del Título Preliminar del Código
Civil, ii) contravención de los artículos 2 numeral 16; 70, 139
numerales 5 y 8 de la Constitución Política del Estado, los
artículos 7 y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial y artículo 122 numeral 3 del Código
Procesal Civil, y iii) por aplicación indebida de los artículos
2001 numeral 1, y 2000 del Código Civil, b) infracción
normativa por interpretación errónea del artículo 927 del
Código Civil, y c) infracción normativa por interpretación
errónea del artículo 1993 del Código Civil, inaplicación del
artículo 1996 numeral 3 del Código Civil y contravención de
los artículos 188 y 197 del Código Procesal Civil y 139
numerales 3 de la Constitución Política del Estado; SE
DESIGNE fecha para la vista de la causa oportunamente, en los
seguidos por don Kion On Kong Ton y doña Rosa Chin Chau
(sucesores procesales del demandante, ahora litisconsorte
activo don Luis Alberto Távara Castillo) contra doña Gracia María
Aljovín de Losada, sobre Desalojo por Ocupación Precaria. Se
notifique.- SS. RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-63
CAS. Nº 5487–2013 JUNÍN
Sumilla: En sede casatoria no se puede ir contra la base fáctica
establecida en la sentencia de vista impugnada. Lima, veinticuatro
de marzo de dos mil quince.- LA SALA DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.- I. VISTOS; la
causa número cinco mil cuatrocientos ochenta y siete – dos mil
trece; de conformidad con el dictamen fiscal del señor Fiscal
Supremo en lo Contencioso Administrativo, en Audiencia Pública
llevada a cabo en la fecha, integrada por los señores magistrados
Sivina Hurtado, Presidente, Vinatea Medina, Morales Parraguez,
Rodríguez Chávez y Rueda Fernández; producida la votación con
arreglo a la Ley, se ha emitido la siguiente sentencia: I.1 De la
sentencia materia de casación Es objeto de casación la

78996 CASACIÓN
sentencia de vista contenida en la resolución de fecha veinte de
julio del dos mil doce, obrante a fojas trescientos veintiuno, que
confirmó la sentencia apelada obrante a fojas doscientos ochenta
y siete, de fecha once de noviembre del dos mil once, que declaró
fundada la demanda incoada, con lo demás que contiene; en los
seguidos por don José Luis Hinostroza Miranda contra la
Municipalidad Provincial de Huancayo, sobre Impugnación de
Resolución Administrativa. I.2 Del recurso de casación y su
calificación A. La demandada Municipalidad Provincial de
Huancayo, interpone recurso de casación, mediante escrito de
fecha diez de enero de dos mil trece, obrante a fojas trescientos
treinta y siete, solicitando que se declare nula y además se
revoque la sentencia de vista. B. Por auto calificatorio de fecha
diez de setiembre del dos mil trece, de fojas treinta y seis del
cuadernillo de casación formado en esta Sala Suprema, se declaró
procedente el recurso formulado por la causal de Infracción
normativa, de la siguiente manera: a) Por valoración indebida de
los medios de prueba; y, b) Del artículo 73 de la Constitución
Política del Estado. C. El sustento de la causal de infracción
normativa por valoración indebida de los medios de prueba reside
en señalar que se ha valorado indebidamente al hacer mención
que la Municipalidad demandada supuestamente afectó la
propiedad al aperturar la calle Omar Yali, habiendo dividido el bien
en dos lotes, lo cual es completamente falso, porque conforme a la
Escritura Pública de Compra Venta de Acciones y Derechos de
fecha veintisiete de octubre de dos mil tres, en su considerando
cuarto se establece que el bien materia de transferencia se
encuentra compuesto por dos lotes, por lo que al momento de la
adquisición el área del que se pretende compensación ya era vía
pública, no pudiendo ser objeto de venta, al no encontrarse en la
esfera patrimonial de los vendedores. D. La causal de infracción
normativa del artículo 73 de la Constitución Política del Estado se
sustenta en que dicha norma establece que los bienes de dominio
público son inalienables e imprescriptibles, que el bien inmueble
está compuesto por dos lotes, por lo que no se puede hablar de
una compensación de área de terreno de trescientos ochenta y
uno punto cincuenta metros cuadrados (381.50 m2), terreno que
al ser considerado vía pública, no puede ser objeto de venta ni
compensación. I.3 Del Dictamen Fiscal Supremo De conformidad
con el Dictamen Fiscal Supremo Nº 1921-2014-MP-FN-FSCA, de
fojas cuarenta y cuarenta y cuatro del cuadernillo de casación, con
opinión de que se declare infundado el recurso de casación. II.
CONSIDERANDO: Primero: Delimitación del objeto de
pronunciamiento B.1 Es objeto de pronunciamiento en sede
casatoria el recurso formulado por la defensa de la demandada
Municipalidad Provincial de Huancayo, por infracciones
normativas consistentes en la valoración indebida de los
medios de prueba y del artículo 73 de la Constitución Política
del Estado. B.2 El argumento fundamental de tal recurso, reside
en señalar que se ha valorado indebidamente los medios de
prueba, puesto que de la Escritura Pública de Compra Venta de
Acciones y Derechos de fecha veintisiete de octubre de dos mil
tres, considerando cuarto, se establece que el bien materia de
transferencia se encuentra compuesto por dos lotes y al momento
de la adquisición el área materia de solicitud de compensación ya
era pública, por lo que al no encontrarse en la esfera patrimonial
de los vendedores no puede ser objeto de venta, por lo que se
afecta el artículo 73 de la Constitución Política del Estado que
establece que los bienes de dominio público son inalienables e
imprescriptibles. Segundo: Sobre el recurso de casación
formulado 2.1 Consideramos pertinente realizar la precisión
previa en relación a la denuncia de infracción de normas,
correspondiendo emitir el pronunciamiento de este Tribunal
Supremo respecto a las causales que han sido declaradas
procedentes en el auto de su propósito, en el orden que han sido
interpuestas. 2.2 Asimismo, es necesario tener presente que la
función nomofiláctica en casación, es función de cognición
especial, sobre vicios en la resolución por infracciones normativas
que incide en la decisión judicial; que en control de derecho,
velando por su cumplimiento “y por su correcta aplicación a los
casos litigiosos, a través de un poder independiente que cumple la
función jurisdiccional”1, revisando si los casos particulares que
acceden a casación se resuelven de acuerdo a la normatividad
jurídica2; en ese sentido, habiendo acudido en casación la entidad
demandada alegando infracciones de normas, ésta no apertura la
posibilidad de acceder a una tercera instancia, tampoco se orienta
a verificar un re examen de la controversia ni a la obtención de un
tercer pronunciamiento por otro tribunal sobre la misma pretensión
y proceso; es más bien un recurso singular que permite acceder a
una Corte de Casación para el cumplimiento de determinados
fines, como es la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia3, por lo que, sólo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o
de revaloración probatoria4. Tercero: Respecto a la causal de
Infracción normativa por valoración indebida de los medios
de prueba 3.1 Atendiendo a la infracción denunciada, es
importante anotar que la labor casatoria de la Sala Suprema se
orienta al control de derecho y no de hechos, de tal forma que
para absolver las infracciones denunciadas es necesario
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
acudir a la base fáctica fijada en la sentencia impugnada y a
los argumentos esgrimidos en la misma, examinando si guarda
coherencia con los hechos a partir de los cuales la Municipalidad
recurrente formula la sustentación de esta causal. 3.2 Extrayendo
de la sentencia de vista de fecha veinte de julio de dos mil doce
emitida por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que ha establecido la siguiente base
fáctica: 3.2.1 “5.1.- Que, los vendedores que otorgan la
compraventa a favor de la señora Hermelinda Miranda Segura
(madre del demandante), fueron propietarios por sucesión de un
área de 1529.49 m2 del inmueble ubicado en el Jirón Puno Nº 169-
173 del distrito y provincia de Huancayo, resulta que este inmueble
fue afectado por la demandada Municipalidad Provincial de
Huancayo para la apertura de la calle Omar Yali, habiendo dividido
el mismo en dos lotes ... (...)”. (numeral 5.1 del considerando
quinto). 3.2.2 “Que el demandante tiene legitimidad para obrar
conforme a la escritura pública de fojas ciento ochenta a ciento
noventa y nueve, en la cual ambos lotes de terreno le fueron
entregados al demandante y a sus hermanos, pero además de las
acciones y derechos que corresponde de la parte que fuera
afectada para la calle Omar Yali, y que según el plano de ubicación
de fojas 6 es un área de 381.50 m2. ... (...)”. (numeral 5.2 del
considerando quinto). 3.2.3 “(...) ... que, la demandada no tuvo
presente que al momento de emitir la Resolución de Gerencia de
Desarrollo Urbano y Ambiental Nº 312-2008-MPH/GDUA que al
demandante y a sus hermanos, le fueron entregados, también las
acciones y derechos que corresponde de la parte que fuera
afectada para la apertura del Jirón Omar Yali ... (...) ... que no
existía convenio alguno con los propietarios primigenios ... (...)”.
(numeral 5.4 del considerando quinto). 3.2.4 “(...) ... la demandada
ha actuado en contravención a las normas al haber dictado las
resoluciones cuestionadas y no habiendo acreditado en autos
haber realizado la expropiación forzosa, quedando demostrado
que con la emisión de los informes expuestos y con las
resoluciones emitidas pretende evadir su responsabilidad hacia el
demandante ... (...)”. (numeral 5.4 del considerando quinto). 3.3 En
tal sentido, el pronunciamiento de la sentencia de vista determinó
como base fáctica, que al demandante don José Luis Hinostroza
Miranda y sus hermanos don Iván Augusto y doña Giovanna Gaby
Hinostroza Miranda le fueron transferidos la totalidad de las
acciones y derechos del bien inmueble ubicado en el Jirón Puno
Nº 169-173 del distrito y provincia de Huancayo, de un área de mil
quinientos veintinueve punto cuarenta y nueve metros cuadrados
(1,529.49 m2), que incluyen las acciones y derechos que
corresponde a la parte afectada por la calle Omar Yali, de un área
de trescientos ochenta y uno punto cincuenta metros cuadrados
(381.50 m2), afectación que lo dividió en dos lotes, no habiéndose
realizado la expropiación forzosa, lo que no se tuvo presente al
emitirse la Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano y
Ambiental Nº 312-2008-MPH/GDUA. 3.4 Sin embargo, la
sustentación planteada por la demandada en su recurso de
casación (anotada en el numeral I.2 de la parte considerativa de
esta resolución), parte de la base fáctica que al efectuarse la
transferencia, el área materia de la solicitud de compensación ya
era pública, por lo que al no encontrarse en la esfera patrimonial
de los vendedores no puede ser objeto de venta. 3.5 La base
fáctica planteada por la Municipalidad recurrente, antes anotada,
es discrepante con la establecida por la instancia de mérito,
cuando omite señalar de qué modo una porción que formaba parte
de un bien de propiedad privada (ahora de los demandantes) pasó
a formar parte de un bien público, cuando no se efectuó la
expropiación del área cuya compensación es objeto de la
demanda y tampoco hubo convenio alguno con los
transferentes de dicho bien. 3.6 Resultando en consecuencia
infundada esta causal del recurso de casación, pues en sede
casatoria no está permitida ir contra la base fáctica establecida por
la instancia de mérito, tal como lo ha establecido esta Sala
Suprema en la Sentencia Casatoria emitida en el Expediente Nº
11420 – 2013-LIMA, de fecha siete de agosto de dos mil trece.
Cuarto: En cuanto a la causal de Infracción normativa del
artículo 73 de la Constitución Política del Estado 4.1 En
relación a la infracción normativa del artículo 73 de la Constitución
Política del Estado, su texto señala: “Artículo 73.- Los bienes de
dominio público son inalienables e imprescriptibles. Los bienes de
uso público pueden ser concedidos a particulares conforme a ley,
para su aprovechamiento económico.” 4.2 El artículo legal citado
contiene varias normas, estableciendo como primera norma el
carácter inalienable e imprescriptible de los bienes de dominio
público, y como segunda norma la posibilidad que tales bienes
puedan ser concedidos a particulares conforme a ley, para su
aprovechamiento económico. En cuanto a la primera norma (que
es la que nos interesa para el caso concreto), hace alusión al
carácter inalienable, significando ello que un bien de dominio
público no puede ser objeto de enajenación válida, en tanto el
carácter imprescriptible determina que dicho bien no pueda ser
objeto de adquisición a consecuencia del paso o transcurso del
tiempo. 4.3 En este entender se infringiría tal norma constitucional
si mediante la sentencia de vista objeto de recurso de casación se
habría establecido como consecuencia la enajenación o
adquisición por prescripción de un bien de dominio público. 4.4
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016 CASACIÓN
Procediendo al control de derecho y análisis en relación a la
infracción normativa, tenemos: 4.4.1 La parte recurrente
básicamente sustenta que el bien inmueble está compuesto por
dos lotes, por lo que no se puede hablar de una compensación de
área de terreno de trescientos ochenta y uno punto cincuenta
metros cuadrados (381.50 m2), terreno que al ser considerado vía
pública, no puede ser considerado objeto de venta ni
compensación. 4.4.2 Sin embargo, respecto al área de terreno de
trescientos ochenta y uno punto cincuenta metros cuadrados
(381.50 m2), tal como lo han determinado las instancias de mérito,
inicialmente formaba parte de un terreno de mayor extensión de
propiedad (privada) de los transferentes del demandante (que no
constituía un bien de dominio público), el cual fue afectado en el
área indicada al aperturarse la calle Omar Yali, no habiendo
realizado la Municipalidad demandada procedimiento de
expropiación o celebrado convenio alguno al respecto; de lo que
se colige que no se infringe tal norma constitucional, pues lo único
que ha conseguido el demandante, conforme a las sentencias de
primer y segundo grado es que “la demandada pague a favor del
demandante el valor de la tasación comercial actualizada del área
afectada de 381.50 m2.”, tal como se ha establecido en la parte
decisoria de la sentencia de primer grado, que fue confirmada por
la de segundo grado. 4.4.3 Descartándose de este modo en el
caso concreto que se haya vulnerado el carácter inalienable o
imprescriptible de un bien de dominio público, sino que por el
contrario, al haberse determinado como hecho que tal bien
formaba parte de una propiedad privada, al ser afectado para que
parte de ella se constituya una vía pública (calle), corresponde la
consecuencia jurídica que han establecido las instancias de mérito
conforme se ha anotado en el párrafo que antecede; resultando en
consecuencia también infundada esta causal del recurso de
casación. III. DECISIÓN Por estas consideraciones, resolvieron
declarar INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por la
entidad demandada Municipalidad Provincial de Huancayo,
mediante escrito de fecha diez de enero de dos mil trece, obrante
a fojas trescientos treinta y siete, en consecuencia, NO CASARON
la sentencia de vista contenida en la resolución de fecha veinte de
julio del dos mil doce, obrante a fojas trescientos veintiuno, emitida
por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín; en los seguidos por don José Luis Hinostroza
Miranda contra la Municipalidad Provincial de Huancayo, sobre
Impugnación de Resolución Administrativa; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial El Peruano,
conforme a ley; y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Rueda
Fernández.- SS. SIVINA HURTADO, VINATEA MEDINA,
MORALES PARRAGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, RUEDA
FERNÁNDEZ
1
HITTERS Juan Carlos, Técnicas de los Recursos Extraordinarios y de la Casación,
Librería Editora Platense, Segunda Edición, La Plata, pagina 166.
2
Cuando nos referimos al respeto del derecho objetivo no nos limitamos a una
referencia a la ley, sino al sistema normativo en un Estado Constitucional, mas aún
al Derecho mismo, respecto al cual expone Luis Vigo: “No se puede prescindir del
derecho que sigue después de la ley, porque de lo contrario corremos el riesgo de
tener una visión irreal o no completa del mismo. Pero esa operatividad y resultado
judicial resultan ser un foco de atención doctrinaria privilegiado actualmente, no
sólo por sus dimensiones y complejidades sino también por su importancia teórica
para entender el ordenamiento jurídico en su faz dinámica”. VIGO, Rodolfo Luis,
De la Ley al Derecho, Editorial Porrúa, México, 2005, segunda edición, Pagina 17.
3
Conforme a norma de aplicación supletoria, el artículo 384º del Código Procesal
Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, establece que el recurso
de casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia.
4
La casación en función nomofiláctica se orienta a garantizar en un estado social,
así como Constitucional la seguridad jurídica y no ha convertirse en una tercera
instancia; pues, como afirma Geny: “La existencia de un Tribunal de casación
es absolutamente necesario para garantizar en nuestro estado social una
firme organización jurídica: No se puede prácticamente satisfacer la necesidad
de seguridad de los derechos, que tan vivamente se hace sentir en nuestro
civilización, luchando por la homogeneidad centralizada contra tantas corrientes
hostiles, más que con la intervención de una jurisdicción superior, que aun fuera
de su contribución al establecimiento de la verdad jurídica abstracta, encuentre
en la organización de la justicia un arma fuerte y decisiva para asegurar a la vida
práctica el reinado continuo y soberanamente progresivo del derecho”. Citado
por Juan Carlos Hitters, Telesis de la Casación, En: Técnica de los Recursos
Extraordinarios y la Casación. Segunda Edición, Librería Editora Platense, La
Plata. pagina 168.
C-1392276-64
CAS. Nº 5178-2014 CALLAO
Lima, dieciséis de diciembre del dos mil catorce.- VISTOS; con el
acompañado, el recurso de casación interpuesto por la demandante
Pesquera San Luis Sociedad Anónima, de fecha siete de febrero
de dos mil catorce, obrante de fojas doscientos dieciséis, reúne los
requisitos de forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto
en los artículos 35 y 36 del Texto Único Ordenado de la Ley Nº
27584, Ley que regula el Proceso Contencioso Administrativo,
concordante con el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al caso
78997
de autos; por lo que, corresponde examinar si el recurso reúne
los requisitos de fondo; y CONSIDERANDO: Primero: El recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal, que conforme al artículo 384º del Código Procesal Civil,
tiene como fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al
caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia; en consecuencia, su fundamentación
debe ser clara, precisa y concreta, indicando adecuadamente
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial denunciado. Segundo: Que, el artículo 386
del Código Procesal Civil señala que el recurso de casación se
sustenta en: i) la infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, o ii) en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Tercero: Que,
constituyen requisitos de procedencia del recurso de casación
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley Nº 29364, aplicable supletoriamente al
caso de autos, a saber: i) Que el recurrente no hubiera consentido
previamente la resolución adversa de primera instancia, cuando
esta fuera confirmada por la resolución objeto del recurso; ii)
describir con claridad y precisión la infracción normativa; iii)
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada; iv) indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial,
y si es este último, se indicará hasta donde debe alcanzar la
nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir
la actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos,
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado. Cuarto: Se aprecia a fojas ciento
ochenta y tres, que la recurrente apeló la sentencia de primera
instancia que le fue adversa, cumpliendo así con el requisito
de procedencia previsto en el numeral 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley
Nº 29364. Quinto: La recurrente, invocando el artículo 387 del
Código Procesal Civil, denuncia como causal: Apartamiento
de precedentes judiciales; señalando que no se ha tenido en
cuenta las sentencias emitidas por el Tribunal Constitucional
recaídas en los expedientes Nº 08327-2005-AA/TC y Nº 03151-
AA, las cuales establecen el Principio de Congruencia, toda vez
que la sentencia recurrida no resolvió el agravio formulado en el
recurso de apelación, referido a que la infracción supuestamente
cometida no se encuentra prevista en una norma con rango de
ley. Sexto: En relación al agravio denunciado, se aprecia que
el mismo carece de amparo legal, toda vez que la sentencia
contenida en el expediente Nº 08327-2005-AA/TC no constituye
precedente vinculante conforme exige el artículo 386 del Código
Procesal Civil precedentemente citado, siendo que respecto
a la segunda sentencia invocada, no se precisa el año de su
expedición a efecto de verificar si cumple con tal calidad; sin
perjuicio de ello, corresponde precisar que contrariamente a lo
sostenido en el recurso de casación, la Sala Superior ha cumplido
con explicar por qué la sanción impuesta se encuentra sustentada
en una norma válida, invocando para tal efecto, lo establecido en
la Ley Nº 26620, Ley de Control y Vigilancia de las Actividades
Marítimas, Fluviales y Lacustres, el artículo 81 del Decreto Ley Nº
25977, Ley General de Pesca y la sentencia emitida por el Tribunal
Constitucional en el expediente Nº 1356-2004-AA/TC, extremos
respecto a los cuales no se ha expresado argumentación alguna
que los cuestione; por lo que el recurso así propuesto, no cumple
con los requisitos de procedencia previstos en los numerales 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir con
claridad y precisión la infracción normativa, así como demostrar
su incidencia en el sentido de lo resuelto, debiendo declararse
improcedente el mismo. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia el
artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por el artículo
1 de la Ley Nº 29364, en ejercicio de la facultad conferida por
el artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandante Pesquera
San Luis Sociedad Anónima, de fecha siete de febrero de dos mil
catorce, de fojas doscientos dieciséis, contra sentencia de vista
de fecha diecinueve de noviembre del dos mil trece, obrante a
fojas doscientos tres; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano conforme a ley; en los
seguidos por Pesquera San Luis Sociedad Anónima contra la
Marina de Guerra del Perú y otro, sobre Acción Contencioso
Administrativa. Juez Supremo Ponente: Walde Jáuregui.- SS.
SIVINA HURTADO, WALDE JAÚREGUI, ACEVEDO MENA,
VINATEA MEDINA, RUEDA FERNÁNDEZ C-1392276-65
CAS. LAB. Nº 5117-2014 CALLAO
Lima, diecisiete de octubre de dos mil catorce.- VISTOS; y
CONSIDERANDO: Primero: Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema, el recurso de casación obrante a fojas doscientos
cuarenta y seis interpuesto por el Procurador Público Adjunto a
cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial, contra la
sentencia de vista su fecha siete de marzo de dos mil catorce,
obrante a folios doscientos treinta y ocho; para cuyo efecto se
debe proceder a calificar si dicho recurso casatorio cumple con los
requisitos de admisibilidad y procedencia, conforme a lo previsto

78998 CASACIÓN
en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 29497. Segundo:
Conforme lo previsto en el artículo 37 de la Nueva Ley Procesal
del Trabajo, corresponde a esta Sala Suprema examinar el
cumplimiento de los requisitos previstos en los artículos 35
(requisitos de admisibilidad) y 36 (requisitos de procedencia),
resolviendo según corresponda. Así, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad del recurso de casación, el artículo 35 de la Ley Nº
29497 contempla los siguientes: 1) Objeto del recurso: Solo cabe
interponer el recurso contra las sentencias y los autos expedidos
por las Salas Superiores que, como órganos de segundo grado,
ponen fin al proceso. No procede el recurso contra las resoluciones
que ordenan a la instancia inferior emitir un nuevo pronunciamiento:
2) Cuantía: Debe tenerse en cuenta los siguientes supuestos: a)
Tratándose de una demanda con solo pretensiones cuantificables:
a.1) el monto total reconocido en la sentencia de segundo grado
debe superar las cien Unidades de Referencia Procesal (100
URP), de lo que se desprende que cuando el empleador o el
demandante interponen recurso de casación necesariamente el
monto fijado en la sentencia de vista debe superar dichas cien
Unidades de Referencia Procesal (100 URP) para que el recurso
sea admitido; a.2) Para mayor precisión, cuando el recurso de
casación sea interpuesto por el demandante será admisible si el
monto fijado en la sentencia supera las cien Unidades de
Referencia Procesal (100 URP); y, si el monto es inferior debe ser
El Peruano
Jueves 30 de junio de 2016
procedentes de invocación en el recurso de casación laboral, tiene
como antecedente directo la modificatoria que fuera introducida
por Ley Nº 29364, al capítulo de Casación en el Código Procesal
Civil; y que, al igual que ésta, ahora permite expresamente
denunciar tanto vicios materiales como procesales; asimismo,
éstos atendiendo a la apertura en la denuncia de normas
sustantivas o adjetivas, pueden eventualmente -con la finalidad de
dar mayor precisión al recurso casatorio presentado- ajustar su
denuncia a los supuestos que fueran previstos con anterioridad en
la Ley Nº 26636, esto es: a) la aplicación indebida de la norma,
señalando el error incurrido por el Juez, con precisión expresa de
la norma que se aplicó indebidamente, y de la que corresponde; b)
La interpretación errónea de la norma, desarrollando esta
denuncia, con la precisión de la norma interpretada erróneamente
en sede de instancia, cuál sería la correcta interpretación, y como
ello ha incidido en la decisión jurisdiccional cuestionada; c) La
inaplicación de la norma, argumentándose como la norma ha
dejado de aplicarse, asimismo las razones de la aplicación de
dicha norma al caso en concreto; ajustándose todas estas
exigencias a la formalidad que destaca al recurso casatorio,
reiterado en la jurisprudencia de este Tribunal Casatorio. Sexto:
Con relación a la causal de apartamiento de los precedentes
vinculantes dictados por el Tribunal Constitucional o la Corte
Suprema de Justicia d