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ARGENTINA
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DELASMALVINAS
LA GUERRA

Fotocomposición: S.A.,Combate
PhotoLettering delosPozc
465/467 y Fotocomposición Moreno
Everest, 1287 1' piso'
CapitalFederal.
lmpreso enlosTalleres Gráficosde Sebastián de Amorrort-
e HijosS A , EstebanDeLuca2241, Buenos Aires,en
Marzode 1987
Distribución errCaoital J. Vidale H.,Carlos
Federal:
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1680(CP1104),1erPiso,Ot.2Oy22.Sector"E"
Jefede Redacción:
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JorgeCastro,
LuisMarlaMafz,RoqueEscobar,JustoPiernes
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DaniloManzini;Emilio

Diagramación:
JustoAntonioSanz
Crúfr3 rb bbgfb dC Vo¡rrur tf
Maral lvesMadn; LulgRopp¡¡tdo/Armadal,tacional:Fwza Aéra¿
Arte:CarlosRoume Aryentina;La Nueve Provlnda;Eiétato Argeintino;
Ch. Rdrígwz
CarlosA. Garcla y RamiroBujeiro Muñoz;AvionsMaroolDagult: ütdó¡t GeneraldeFabrkncicrlrs
Mllttares;Coman& Generalde lnlanterlade Mañna;Gendarmería
AlejandroMalofiej Edit.Clfo
Cartograffa: Nacknal;Pref*tura Navd Argendna;@nando de AvieciónNavat
FMC@rDp/retion; ArÚpndde P,nfto Hgwto; ColegioMllitarde h
Nación;GADA@1; GA 3; Estela de lnlanteila;Compñta de b-
mencoc@2; AnlM P.qgl: H.R. Horcs / R.l. 25. Pellicari/Lópz;
MarcellvesMartin
Fotograffa: AntonioFalút; EduardoFené; Gustaw D'Antirchia;RaútAlfredo
CarlosVidal Pü¡zól:CarlosRíesCenteno.
 el BIM5
Cómocombat¡ó
Entre los que combatieron bien en'Malvinas están los hombres del Batallón de
Infantería de Marina (BIM) 5. Decir combatieron bien, para un soldado es todo. Y sin
embargo ¡hay tantas historias de coraje y heroísmo detrás de esa simple frase! En las
páginas que siguen van algunas. Tomadas como apuntesdirectos de los testigospresen-
ciales de los hechosy aún de boca de susmismos protagonistas.Historias que sobreviven
a la guerra para convencernosde que la buena madera del valor siguecreciendoentre los
argentinos y puede brotar con fuerza cuando quiera que sea necesario.
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 Recibió la medalla de la Nación Argentina al Valor
en Combate:un altísimo honor reservadoa hombres de
cualidadessobresalientes.Cuando era capitán de fra-
gata fue comandante de la unidad de Infantería de
Marina que combatióhastael últimq instantecontra los
ingleses:ya se había dado la orden de rendición y los
del BIM 5 seguíanpeleando. Se rindió sólo cuando
agotó por completo la munición y estaba,sin embargo,
en posición de contraataque.Tenía a su mando 700
hombres de su batallón, y alrededorde 200 efectivos
más del Ejército, con los que luchó en el momentomás
crítico y más feroz del ataque briuánico;pese a ello,
registró un grado increíblementeínfimo de bajas: 30
muertosy 105 heridos. Como contrapartida,estehom-
bre y su gente provocaron al enemigo el más alto
número de muertos:aunqueno lo reconocenoficial-
mente,en la zonadondepeleóel BIM 5 los británicos
perdieronmuchoshombres.La colinade Tumbledown
solamente,fue la tumba de docenasde guardias
galeses.
Se llama Carlos Robacio. Hoy, a cinco añosde la
guerraescapitánde navío.No le gustaparanadahablar .to
de sí mismo. Ni siquierale gustael elogio personalque ff t
cualquier argentinopuedehacerlehonestay desintere-
sadamenteporque se siente orgulloso de conocerlo.
Prefiere el silencio, el anonimato. La humildad
'r\ ,I
I

natural. Hastase sonrojay se emocionacuando, final-

mente, admite que es bueno no callar en ciertas cir-
cunstancias,y recordar lo vivido no para sí, sino para .¡l
t

los demás, para la historia, para no hacer inútil la

memoriade los que ofrendaronsu vida por Malvinas.
Aún los que estánvivos, como é1,ya dieronla vida una
vez. Vale la pena, pues, memorar algunosaspectos
salientesde la actuacióndel BIM 5 a travésdel testimo-
nio de su propio comandantedurante el conflicto
Malvinas.
"No hay aspectospersonales en los hechossalientes
-dice Robacio-. t¡ más importantees la actuaciónde
la unidad en su conjunto: esto demuestraque en las
peorescontingenciasque se puedenpresentar,un pe-
queño núcleo de argentinosque sientena estepaís y
creenen su patria,soncapacesde hacerlascosasbien.
El éxito del que sehabla,a pesarde la derrota.nos llena
de orgullo. Perono fue la obra de uno. Fue la obradel
conjunto,de la cohesión.de la confrranza, de la prepa-
ración,de la disciplina,de la organización."
"La mayor aptitud de un batallónde Infanteríade
Marina es atacar.Nuestraespecialidades el combate
anfibio: ir, atacar, tomar, consolidarposiciones.Lo
que impecablementese hizo el 2 de abril. Pero en
Malvinas tuvimos que hacer lo que menossabíamos.
que era defendernos.La aptituddefensivadel infante
de marinaes complementariaa su adiestramiento para
el ataque.De todosmodos,cuandohay un buengrado
d e pr epar ac ión, l a m i s i ó n p u e d e c u m p l i rs e
eficientemente.Por eso le cobramosmuy duro al ene-
migo el preciode lo que estabareconquistando. Nues-
tros muertos, los muertosde mi Ejército y de mi Fuerza
Aéreaque han quedado;los muertosde mi Armada que
están sembrandoel fondo del m¿u en semillas que
aseguranla reintegraciónde las Malvinasdefinitiva-
mente a nuestro territorio, aún cuando aparentemente
estuviéramosperdiendo."
"De los 74 días que pasamos allá, 44 recibimos
fuego permanentesin poder responder.Sólo los 4 ó 5
últimos días fueron de real combate p¿uanosotros...
Recuerdoun momentodel último día, el 14. a las l0 v
ó58
 C N ca¡lr¡s Robaci<t,
t¡uicn en ra gucna c.t¡tttantJtí
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Der: Me¡lalta La Nación
Argentina al Vakv ¿rr;r;;;'
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En medio de la batalla, Ia
compañía Mar del BIM 5 se
preparó para dar el contaataque
ordenado por el comandante del
batallón.
mediade la mañana.Era un momentomuy crítico. Nos
estábamosreplegandosobre SapperHill, desdeTum-
bledown y Williarns. Veo que el segundocomandante,
Daniel Ponce, capitán de fragata, cae., agotado,
rendido. El fue un segundocomandanteperfecto, un
ejemplo. Cuandocae, dos conscriptosvan a auxilia¡lo,
No estabaherido. Estabaagotado,no podía más. Pon-
ce ordenaa los conscriptosque lodejen; Ellos le dicen:
'Si hay que morir, morimos los tres'. Lo ayudaron, lo
levantaron, lo llevaron y los tres salieron con vida. A
esto yo le llamo cohesión.Todos sabíanlo que estaban
haciendo. Me conmovió la entrega del subteniente
Silva, del Ejército, que se incorporó a mi unidad cuan-
do se replegó el Regimiento 4. Silva era un valiente.
Vino y me dijo que lo destineen el lugar donde se iba a
luchar más duramente.Fue a Tumbledown. Murió con
sus 4 soldados, peleando con la mayor bravura. Allí
estabanlos galeses(muy buenos,como los paracaidis-
tas ingleses) y los famosos gurkhas, que eran pura
propaganda.Caíancomo moscas.También recuerf,oa
un conscripto que desobedeciómis órdenes. En un
momento del combate en que los britránicoseran recha-
zados, él corre detrás de ellos, baleándolossin parar.
Yo le ordeno que se detenga.Pero él sigue. El fuego
enemigolo alcanzay caemuerto. Yo mismo lo enterré.
Estaba 500 metros delante de las posiciones en que
debía estar... y rodeadosde enemigosmuertos. Actos
de arrojo así hubo a montones,aunqueno por desobe-
ceder mis órdenes."
"Yo no soy ni bravo, ni valiente, ni nada por el
estilo. Soy un hombre común. Tengo miedo cuando
cruzo la calle. Pero en Malvinas no pude tener miedo.
No pude tenerlo porque creo que Dios no me dejó
tenerlo, y la preocupaciónpor mis hombres, su entre-
ga, obviamenteno me podían permitir el privilegio de
tener miedo."
"Sí sentíamargura.Ha sido la más grandeamargura
de mi vida, en dos momentos críticos: uno, cuando
tuve que ordenar el inicio del replegue hacia Sapper
Hill; y el segundo,terrible, cuandoentró mi batallón,
desfilando, armas al hombro, entero, a Puerto'
Argentino. Eso significaba la rendición. Ahí aflojé.
Más de uno me habrá visto llorar. "
"A las 3 de la madrugadadel 14 de junio hicimos
uno de los contraataquesmás intensoscontrael enemi-
go, en Tumbledown, junto con la compañíade Ejército
del mayor Jaimet. Ellos son los que chocancontra los
gurkhas, Los nuestroseranmás o menos 150 hombres.
Ellos eran entre 800 y 1.000. Allí concentréfuego de la
artillería del Ejército (de los gfl¡pos 3 y 4, que me
apoyaronindiscriminadamente,con el coronelBalza y
el coronel Quevedo). Segúnme contó luego el general
inglés Wilson, de la Quinta Brigada -+on quien con-
versé cuando estuve prisionero- allí sólo quedó un
tercio en pie. Los barrimos. Aunque ahora lo niegue,
fue así. Todo un regimiento de ellos chocabacontra 60
u 80 hombres míos, y los bajábamossin asco, y los
paramos.Una de las preguniasque me hicieron fue por
qué no había contraatacado,si les habíamosquebrado,
el ataque. Yo tenla a la compañía Mar lista para el
contraataque.Pero la realidad es que, cuando podía-
mos hacerlo, ya no teníamosmunición. Por otra parte,
(Continúa en Ia página 662)
 El grupofantasma

aao de Ios dabajos importan-

ts cunpüdos pr hombrcs del
Bhi 5 (adenás del rcgimiento 3
& Infantcría del Ejércin y del
Batallón de futillería de Campa-
ila N" 1 de Infanterfa de Marina)
tue el sembndo de obstáculos
minados, alámbricosy oÍos. Se
calcula que fircrcn alrcddor de
17 mil las minas esparcidasen Ia
zona del Aercpuefto, Monte Wi-
üams, Haniet, Múdy Btook,
T*'o Sister y Sapryr HLII. Esas
minas causatonmuchasbajas en
las ñlas inglesas, Frc no basta- vehículos -+uenta el subficial y así... El peor enemigo no frrc esto,ademásde los nombndos.
ron Wa detenerlos. Ios galeres, primerc Soto-, y nos pasó algo wo solo en Malvinas: hum. una Losrecuetdobienprl,rque tlraoera
pr ejemplo, rc enconaaron en- incteíble. Enn doscamionesy un conjunción de enemigos". rubio y el ofro motocho.Yo les
rue/fos en ,n camp minado de jep, que nos *rían muy útiles. "EI último día, el 14 de junio dxfa "Luz" y "Sombn". Bue-
dospiemas:unaquereprcy&ta- Bueno, ya los dafamos,pe¡o se -<uenta Ponce-. tanbién fue de no, gritanns,gitamos fircrte,y
M hacia el mar y.oda hacia las rcs filler.on esonos salvó del fuegopropio.
Etdando. Uno a uno, combate, duro combate para
montañas.Btaban bajo fircgo de en Ia arfu. Aquí tenemos que nosofos. Reruetdo. en unade las Entorceslas dos fiaccionesar-
la Compuiía Obn del BIM 5, y rwon(ner que quienes nos aW- acciones, que yo estabacon los gentinastinmos haciaeI mismo
fuiüercn desviar: se nretiercn darcn a sac¿resos veúculos en- cabosSánchez,Valdézy Robles. Iado.Puo después llegó el mo-
en la ofra piema minada. Pu los cajúu fuercn Kelpts; unos kel- Venían tinndo los ingle*s. De mentomás üste de mi üda: la
elementosque rc enconíaron en pers que iban hacia Bahía pronto, nos vimos entre dos noticiadela rcnüción. Lleguéal
e.x lugar (carcos, coneajes, br- Agndable. Nos dimos cuenta, .fuegos. Ahí nomás nos entena- PuestoComando y nrepegunta-
ceguíes,cráteresen el suelo), ¡xt- enton@s, que de nada rert¡ía en moscomo pudimos,y vimos que rcn alguttos prqué llonba. ¿CG
do apwiatre que tuviercn gnn Ias islas tener vefficulos no úe- unode losladosque nostinbaen mo por qué lloraba? Yo, un
cantidadde bajas.Perc nuncase cuadu pan dansportarminas.EI popia aopa. Estopaú, sí, esto argenüno... Y habfamossido
sbá el númerc exacto, porque camino Eníamu que haerlo a psó en Malvin¿ls, como en oÚ:as vencidos. ¿Cómo por qué
es un hecho cietto queel conten- pie". Mtallas. En la osctridad, en me- Ilotaba...?"
diente victoriw & una guena "Por oüa pafte acota Oliva-, üo del amfute, huap.casr¡lsen El infqtnio & la guem hizo
rulta o üsimula sus@idas. Ios vehículos rcquisados eran que no se supo quién en quién. qte pft & estemisnn grupo,
Tambiénes w hecho cierto, y viejos. De uno de ellos sacamos Yo estaba con los conscriptos quehabfare:mbndominasnnta
reconrcido pr los argentinos, un nüador pn ponérrelo a ofro Gómez y Ayalacuando nrc pasó los ingleses,fiien el encargado
que en grut cantidad de casos derecogerlas,después ilel 14 de
esasminas fiiercn colrcadasmuy junio. Portdo lo queviviercnle
tarde, y que pr ello en muclns decían "los fantasmas": este
lugares no hubo tiempo para posaerencargode losbritánicos
entenarlas. Se coluarcn tatde confirmó eI rentidodel apifio,
po rq u e n o habf a m ed i o s plalftluecomofantasmas rccorie-
fuuado* Túo s hacfa a pie y rcn los camplminados y a nin-
a mano, a exepión del apyo gunode los argentinoslespasó
que bridó en -+n esE ctetF w nada.En cambio,Iosingleressu-
helicóptero de Prefectun. I-a frieron dos bajas, pesea que
gente encargada& estatarca(en- siemprcibat deaásde los nues-
ne ella. Ios subfrciales Simón aospar¿queno lespasannada.
Potlrcr,Daño Sotoy Luis Nfur- "Ntí huáounprcblemaiüo-
n Oüva) tenfa que teconer dos mático<uenta Pon*: noso0os
vc¡¡s pr dla 7 kilómeau, ida y a los inglew "ca-
les delclanlros
vrell¿ hastael hrcsto Comando. Irreolr","Irer9"r "nren"r "¡cui-
Siete kilónedos hacia ariba, dado!", pto psaban un entí-
a.m camino de twba y a v&s nrettbadelante y chaq.Dupués
hfu la rción del fiiego enemigo, de losdq acci&ntrc, nosrcleva-
, sbte kilómedos hacia abajo. rcn de esa tarca. Volvimos aI
"L'na vez fiiinns a rquisar unos Por las pripecias vividas, a estegruW le decían "los fantasmas"..
contineneeI 14 de juliq".
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\ iene de la página 660)
i -: ,)n moñento muY crítico'
' ¡ es¡ábamosrePlegandosobre
:.::er Hill, desde Tumbledown
'\:lliam s . "
662
había llegado la orden general de repliegue. Sobre
nuestrasposicionescaíanmil proyectilesde obusespor
hora, ademásdel bombardeonaval, más los avionesy
los helicópteros.Era tremendo.Así y todo, podíamos
haber contraatacado,de haber tenido un poco de
municiones.Pero, no hubieracambiadoel cursode la
batalla.La suefe estabaechada.Claro:los inglesesno
sabían mi situación real. Esperabanel contraataque
n u e s tro . R e z a b a n , me d i j eron, para que no
contraataciíramos. Pero... ¿con qué?... Cuando les
conté que nosotros éramos sólo un batallón, no lo
podían creer... Yo le preguntéa un oficial inglés--el
general Thompson- qué hubiera pasado si yo
contraatacaba.El me respondióque le habríaquebrado
por completo el ataque,y yo le dije: '¿Y entonces?'
'Entonces nada' -contestó el británico-. Hubiéramos
esperado24 6 48 horas más y pedíamosapoyo de los
aviones con bombas guiadas por laser de mil libras
cada una para aniquilarlosa ustedes."
"Es deciri'tuvieron suerteellos porque se nos acabó
la munición, y tuvimos suertenosotrosporque se nos
acabóla munición. Ellos teníanque gan¿Iro ganar. No
podemosolvidar la intervenciónde los EstadosUnidos
y la misión de Haig que, pienso personalmente,fue
para hacernosperder tiempo mientrasellos venían. Si
los inglesesperdían,Malvinas sehubieratransformado
en una hoguera y el fuego había prendido en otros
lugaresdel mundo para terminar con el coloniaje."
"Algo que recuerdosiempre,también,esel sistema
de comunicación.Es muy importantehaceralgo para
mantener la moral de la gente. Yo tenía uno muy
eficiente para comunicarme con todos, diariamente.
Todas las noches les hablaba, los aleccionaba,les
contabacómo iba la situaciónparaque la gentetuviera
ánimo. Les contaba los saludosque recibíamos,el
aliento, las cafas, en fin, todo lo que podía infundir
confianza. Después de la guerra me enteré que los
muchachosle llamabana esto "Radio Pavada""'
"También recuerdo que, en el momento de decidir
el contraataque, llamo a los oficiales de mi Estado
Mayor y les cuento mi plan. Tomo la carta y hago un
esbozode lasórdenes.Ellos semiranentresí' No dicen
nada.Cumplen.Perodespuésdel 14 de junio, a mí me
había quedadouna duda: ¿por qué se miraron entre
ellos?Un día selos pregunté.Me dijeronquepensaban
que yo estabaloco. Entonces,una vez que pasaronlas
cosasy todo terminó, yo seguípreguntando:¿Y uste-
desquéhubieranhecho,aúnasí?'Hubiéramoscumpli-
do la orden.' Punto."
ttYa saben que no
les tenemos miedo"
''Eso erael BIM 5. Eso eslo que vale. La confianza.
Pero quisiera destacarque en Malvinas cadauno luchó
con lo que pudo y con lo que tuvo. Todo lo que pudo, y
con todo lo que tuvo. No es un deshonor haberse
rendido. Los mismos ingleses,en la SegundaGuerra
Mundial, en Singapur,se rindieron antelos japoneses
en menos días de resistenciaque nosotros y teniendo
muchamás genteque los nipones'..Cuandose sepala
verdad, se sabráque los inglesestuvieron múchasmás
bajasde las queconfiesan:los muertosinglesessondel
orden de los 359 sólo dondecombatióel BIM 5. ¿De
dónde sacó esto? Ellos mismos me dijeron esta cifra
que, claro, oficialmente no la van a reconocer.Pero es
absolutamentecierto que por cada uno de nosotros
caíanseiso sietede ellos. Por algo elevaronel secreto
del casoMalvinas a 99 años.Peroalgúndía se sabrála
verdad. Como ahoraellos ya sabenque no les tenemos
miedo, que no somosindiosy que sussoldadosno van
a venir de pic-nic."
 ¡socoRRo!

' -: 'r.'rJi l" enfermero Angel

: .-i BIM 5
- - P;c'-.¿trde socono

Yo era encargadodel puesto

:::ncipal de socorro, como
,-.:.'jm1ero.Mi mbajo era auxi-
:: a cada herido. Buscarlo,
:::rlo, curarloy evacuarlo.Para
_:rar mayor protección, había-
.:rs cavadopozosdondeinstalá-
:¡?os a los heridos:era Ia única
:inera de salvarlosdel contínuo
de los ingleses.En el
-.mbardeo
:--tto eranos dtxe: entre ellos
:' suboficialesVíctor Palaveci-
-:. \Iiguel Arias y yo; todosdel
BI\I 5. Desde el primero de
::sro --cuandotuvimosun muer-
:.- .r sre¡eheridos-, el trabajode
:::fermería fue permanente,así
:'.mo el del médico, doctor Fe-
.:¡ío. _y/os dos odontólogos, te-
.:ri.'rfe.sSuárezy Méndez.Lo que
:::imente creabamiedo y zozo-
..: €ft el bombardeoincesante,
--: tantbiéncausóvíctimas. Los
-i.r-ies bombardeaban todo, no
- -p respeto por la Cruz Rojadel
-:- \l -< Tres vecestuvimos que
:...tJ¡¡ las carpascon la cruz
' :Jentificatoriabien grandey
'
{sí y todo, una bomba
- .,rhreuna de esascarpasde
- , r ) .! despedazó rodo. Nos llamabanpr radio, y a vecesen quirlas,en lacara, losbrazos,las había sido herido. Yo fui a
. .:'-rrr\porque nO eStábamOSpleno combate,ente las balasy piemas.EI casoque másme con- soconerlo...Cuando llegue...
,, -¡. -\irsotn)scstábamos de- lasbombas.Sí, desgraciadamen- movió, del batallón,de antesde estabamuerfo... Dios ntío. Se
-- -- Jn .-cntt.al pie del Long- te, me t<rcóatendera heridos que la guera. Uno de esosconscnp- llamabaRamíre2,..."
- rr-() n() n()\ quedábamOs se nos fueron. Las heridasmás tos con quien uno se encariña. (Del relato del suboficialpn-
- -- {¡¡uibantosni btennos comuneseran causadasDOre.s- ¿vio? Bueno: me avisaronque meroenfemteroAngel Quiroga).

66.1
 ..ARMAMENTOS...AR

Armasy equ
d
lnfantería

y proyectil
I Mortero cal 60 mm. conproyectil auto explosivo
fumígeno.
montadasobre
2 AmetralladoraMAG tipo 60-20 cal' 7'62 mm'
afuste.
mm'
3 Ametralladora pesadaBrowning cal' 12'7

i
IENTOS...ARMAMENTOS...ARMAMENTOS...ARMAM
ENTOS...ARMAMENT(

pos de la
) Marina

4 Ración "C": caja que contiene un sobre de café con leche azucarado; una lata de comida
preparada; cuatro paquetes de galletitas de agua; tres potes de mermelada; una batra de
chocolateo turrón; una tira de caramelos;un sopoftede hojalata (calentador);ocho pastillas de
combustible sólido; una cafterita de fósforos: un paquete de cigarrillos.
5 Mortero cal. 8l mn. con proyectiles: químico humoso, capacidadnormal y gran capacidad.
6 Equip:osde comunicacionesde las fraccionesde Infantería de Marina: mochila para llevar el
PRC-77; bobina con cable telefónico; teléfono alámbrico;equipo de comunicacionesradioeléc-
tricas PRC-77 y central telefónica de asalto.

',
t.
-l

:f \l 'r¡t
1t-;

:'74i"
iY;l?lh!.r J*S
 Entblemadel Batallón de
Infantería dc Marina N" 5
Abajo: posiciónde tirL¡de
ntorterode 80 mnl

TAI-toNDElNF.oEry

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j-¡¡¡-icia/ Miguel Angel
-i,¡ua1do comandoanfibio
:-::n comandóIa patrulla tras
lrne¿sbritánicasa Ia que se
-. referenciaen esta nota.
-::e

b'le:Ia radio no teníaalóancesuficiente. Vimos, duran- traductorCamilleti. Recuerdoque 1oprimero que hici
te todo un día y toda una noche, el movimiento de ftos mos fue, de paso, buscar un depósito de comida que
ingleses. El plan era recoger toda, toda Ia información habíamosescondidoa la ida. Fue imposible. El lugar
posible, y despuésregresar.Lo que más nosasombra- ya habíasido tomadopor los ingleses.Así, con unpoco
ba erala cantidadde helicópteros...Eran como langos- de frío y un poco de hambre, tras seishoras de camina-
tasque cumplían su trabajo automáticamente.Cuando ta, llegamos al punto indicado para tomar el
creímos tener un panorama, Basualdo decidió l\evar helicóptero. Eran las cinco de la mañana. Había una
urgente esa información. Antes, dividió la panulla en neblina espesa, como de tenor. El helicóptero no
dos: un grupo debía quedarsepara recoger más datos, estaba. Fuimos entoncesal otro punto de encuentro,
allí, en el lugar. EI otro debía marcharse y llegar a porque siemprese fija uno eventual. Tampocoestaba.
tiempo para tomar eI helicóptero que debía encontrarse Nunca supimospor qué esehelicóptero no llegó. En-
en determinado horario y lugar. Nos tocó imos a Ba- ,tonces. decidimos ir caminando.
sualdo, Carrasco, Ozán, Basilli .y a mí (recuerda Había, desdeallí, unosfiO kilómetros linealeshasta
Márquez). Se quedaron Pablo Alvarado, el enfermero Puerto Argentino. Pero, subiendoy bajando parecían
Pereira, Ios cabos Verón y López, y el capitán- muchosmás. Lo peor es que estábamossincomida. El
668

Grupo de suboficiales del
BIit 5 que participarcn de las
.¡;ciones en Malvinas. Al
;entro. el suboficial Iuan
\I:árquez, cuyo tesumonto se
ielan en estasPagtnas
'brujo' Canasco tenía apenasun cafecito de la ractón
Charlie. Y el frío, la pucha. Hacía tantofrío gue, en los
momentos de descanso,nos apretábamosentÍe noso-
tros para conservar al menos el calor humano. AI
segundodía de caminata,el 'viejo' López observóque
en una loma próxima se movían bultos, siluefas. No
sabíamossi eran ovejas o gente o qué sé yo. En ese
momento pueden apareceralucinaciones. Nos acerca-
mos más,con cuidado.¡Eran ingleses!...AI ratitose
perdieron. AI tercerdía ubicamosun cascode estancia.
Creímos que alguien nospodría brindar apoyo. Decidi-
mos dividir nuevamenteel grupo: Canasco y yo fui-
mos a ver qué pasaba. Los otros, si trascurrían dos
horassinnovedad,debíanseguirsu caminoy dejamos.
Bueno, nos acercamos a la estancia. Tuvimos que
decidir entonces quién entraba. El 'Brujo' Canasco
sabía algo de inglés. Fue é1. Yo me quedé a 100
metros. En diez minutos él tenía que dar señalesde
vida. Pasaron 10, 15, una hora. Nada. De pronto, vi
dos motos que venían hacia donde estaba yo. Me
escondí bien. Vi que eran uniformados, ingleses.Ha-
blaban entre sí. Buscaban algo. Discutían. Seguían
buscando. Y se hacía de noche. Esotal vez me ayudó.
Claro: me estabanbuscandoa mí, porque despuésme
enteré que Canasco había sido hecho prisionero. Era
evidente que la estanciaya había sido tomadapor los
ingleses, de modo que resolví volver solo a Puerto
Argentino. Recuerdo bien que, cuando vi las motos,
los tenía a una distancia como para hacerlos... trizas.
Apreté el arma. Entoncesme prcgunté: ¿tiro o no tiro?
Era como el ser o no serde los ingleses.Me pareció
prudenteno tirar, asíno levantabalaperdiz. Mi misión
era volver con la información. Empecé a caminar, de
nuevo, solo, medio perürto. EI único mapa de las
Malvinas que tenía, era un recorte de una revista
argentina. Por pura casualidad,me encontréal cuarto
día con el grupo de Basualdo.No sé. Yo pienso quepor
esascosasde Dios. Sabemosjuntos, aunque solosen
aquella madrugada, nos dio fuerzas. En el camtno
encontramos un helicóptero argentino destrozado: tal
vez el que nos tenía que haberrecogido. También nos
encontramoscon una fracción de comandosdel Ejérci-
to, que iban a tomar una estancia cuyos ocupantes,
Kelpers, hacían espionajey pasabaninformación por
radio a los ingleses. Y vimos, además,a una fracción
del Batallón 5 de Infantería de Marina, que sembraba
minas. Por suerte, estos encuentrosnos posibilitaron
comida. Ya cerca de Ia ciudad, estábamosmolidos.
Por radio informamos todo, y nos prometieron .tn
helicópteropara buscamos.Tampocollegó. Seguimos
caminando,y así volvimos a PuertoArgentino. Era el 7
dejunio. Habíanpasado seisdías. Despuésme dijeron
que cuandoel generalJofre seenteróque nos habíamos
orientadopor un mapita de lasMalvinas publicado en
'Anteojito', no lo podía creer."

'Hay gente que
se fue de baja,
que despuésde Ia guern sercthó
volunwiamente del BIM 5. Perc
que, como Iosconrcriptos que ya
no están,tambiénpaniciparcn en
la batallade Malvinas. Es el caso
de los señorcsNdo RuMn Cena,
quesedesempeñó comocab ffi-
gundo; Carlos Albeno Femán-
'dez, ex-cab primerc, y R5caño
Lucero, ex-conscripto drago-
nante, quienesaún hoy no dejan
de sentine parte del "glorioso
BIM 5".
.- J-
;\ucsua uilw Itu- PusJc
---^
Volveremos
"Apyábamgs, con morteros,
a doscompañías:la Mar y la Ná-
cítÍ --cuenta Femández-. Vivi-
mos momentosde intensaacción
y peügo, comocuandonos atacó
un Sea-Harier. Peto no estuvi-
mos tan cerca del enemigo.
Cuandoíbamosa pasar como fii-
silercs pan hacer eI conüaata-
que, tsrminó todo. Perc nosoüos
jamás nos rcndimos. Nos reple-
gamos organizadamente. Des-
puésnos enteramosquelos ingle-
res rczabanpara que no hieién-
- - - - ^-
vctJc ¡¡rvD 9J9 ^ ^ a *- . - - , , ^
9VttU@AlU9.
hacia el finaL, que nuncalo voy a
olvidar, prllrque nos senümos,
crcímos que esaábamossolos.El
cabo Rossi nos había'ordenado
que destuyéramos todo, para
que no les ptdien quedar nada
útil a los inglesx. Bueno, des-
Íüimos todo nrenos los fitsiles,
pr las dudas.Pero rcsulta quese
había dado la orden de confraata-
quey nosoarosno sabíamosnada
(de esto nosentenmos después).
h ponn no re sentíannás gt-
l \^ t^ ,1 ^ ^ tos, ni ruidos. ni nada. No sabía-
& awvn
confra un heücóptcto. En esove-
mos que larga un misí|, un
cohetazo. Tragame tiern, dije
yo. Lo veía venir. Perc pasó de
Iargo,pranibay explotól$os...
Entonces nos dimos cuenta que
había que replegarse, y nos
rcplegamos."
"Nosofros nos fuimos del
BIM 5 por nuestra voluntad
-aclan Cena-, pro si hubien
que volver a hacer Io mismo que
hicimos, Io haríamos ahora
mismo. No juzgamos decisiones

ndividualmente, ni siquien co-
mo guP'afirma Cena-. El fta-
balo fue generalizado, en
conjunto. De todos modos, yo
cnía a dos conrcriptos enfreña-
nos. .\'usbaumy Willis, de gran
:omytnamiento. En ningún mo-
.?ren¡Lrnos taltó munición. ni co-
:::i¿. nt abngo".
mdos, sabemosque no habría mos quépasaba. Decidimos salir supenbres o plíücas; errores o
cambiado el cur,riode la guern, del pzo y averiguar. EI cabo aciertos. Nosofos. antes como
que ya estabadefinida". Rossi fi¡e aI fiente. Volvió y nos militarcs y ahon como civiles,
üjo querc'había nadie. Salimos defendemosuna causa.justa.Por-
"Lo mÍo no es tan destacable tcdosdelpom... en esemomento que es justo defenderIo que es de
4 i ce Luceró-. Nosofos resguar- vimos un helicóptero inglés... uno como se puede. Si es por la
dábamosal Puestode Opncio Uno de los conscriptospeparó su guena, la harcmos. Yo estoy se-
nes,dondeestabaelcomandante. fusil pan tinrle. Tdos hicimos g.üo que Ia causa Malvinas no
Hubo un monento de confrtsión. Io mismo. Eran cuato frtsiles esLíprdida. Volvercmos".
 "en ese monrcnto yirnos fres
siluetas en Ia altun: eran Kcr,h
;on sus dos valientes cabos,
Cini y Benítez".
'bombardeo
670
Los locosdeSapperH¡ll
Pesea que los hombres del Batallón de Infantería de
Marina 5, en diferentes posiciones, tuvieron ocasión de
entraren combat€dkecto, batir al enemigoy hastahacer-
lo rcEoceder,no fueron pocaslas ocasionesen que sintie-
ron una franca sensaciónde impotencia. Esto fue notorio,
especialmente,anteel bombardeode loc buquesingleses
a las islas. El teniente Julio Binotti, segundojefe de la
CompañíaMarque seencontrabaen las aln¡rasde Sapper
Hill, cuentaqueesasensaciónno empezóen el final, sino
desdeel mismo l" de mayo: "Ese día vimos cómo un
buque británico tiraba sobre el aeropuerto. Era como
verlo desdeunatribuna,porqueeradedía; seían las2ó3
de la tarde. Y no @íamos hacer nada. Esta impotencia
de ver el fuego naval sobre nuestras tropas, sin que
nosoEjospudiéramos hacer nada, fue tenible.
Felo después,por la nahe de ese l" de mayo, el
lo recibimosnosoüos.Tuvimos un muerto, el
conscripo Caviglioli, y onceheridos,entreellosel subte-
niente de Ejército Gutiérrez, a quien le dieron porque
salió para verificar un pozo donde estabansus soldados.
Cuando volvía, una onda expansiva lo levantó por los
aires.
Esto nos hizo tomar contacto con la muerte muy de
cerca y muy pronto. Caviglioli fue el primer muerto del
BIM 5. Esebombardeofue uno de los rnáslargosde toda
la guerra: por la madrugadalos inglesesseguíantirando.
Su fin era destruir el radar antiaéreode Ejército, siruado
en nuesEaposición.De ahí que las alturasde SapperHill
fueronatacadascontínuay sistemáticamente, sin que los
ingleseslograransu objeúvo."
Esa CompañíaMar, al mandodel tenientede navío
Rodolfo OscarCionchi, frreuna de lasque--{espués de
haberhechorcplegara los británicos,combatiendocon
toda bravura- se prcparóparael contraataqueque había
dispuestoel capitán Robacio, comandantedel BIM 5.
Fue tambiénla que, en el último día y la última hora de
batalla, rechazóuna fracción helitransportadadel enemi-
go, bajandodos helicópterosinglesesy causándoles nu-
merosasvíctimas. Quiá por eso -€ntr€ tantasotras co-
sas- se ganaronel mote de "[,os locosde SapperHill".
"Tal vez lo más importante del combate-sostiene el
teniente Binotti- fue el contaataqueque estuvimosa
punto de concrctar.Eso demostrabaque, en ese lugar,
estábamosenterosy por allí los inglesesr¡ohabían@ido
pasar. Pero eso no sc hizo, de modo que, desechadoel
contraataque,una de las accionesmás impolantes fue la
 del último día. Despuésde estar casi hes mesesen un
pozo, soportandoun bombardeoinfernal, me sorprendió
la actitud ofensiva de mi Compañía. I-os mismos hom-
bres que la integraban, especialmentelos suboftciales,
fueron los que, a mí mismo, me quitaron el miedo y me
dieron coraje. Porrquecuando hubo que alisarse para el
contraataque, y salir del pozo, yo sentí un miedo
Eemendo. Se lo comenté a los suboficiales Ceballos y
Martínez, que estabanconmigo: Tengo miedo. Ellos me
ayudamn. Mi miedo erapersonal.I-apucha, me di cuenta
que una cosaera estarrclativamenteseguroen el pozo, y
otra salir al descubiertoy atrcaL Tuve rcal conciencia,
también, de cuántagenteiba a morir. Fue algo espantoso,
pero superable en unos minutos gracias a esa actitud
combativa de mi gente. Ahí me di cuenta del valor que
¡I
I
tienen el adiestramientoy la instnrcción. Siemp,reme lo
habíandicho, pero nurrcalo üví como entonces.Yo sentí
que era mi gente la que me llevaba adelante.Yo mismo
me embalé de nuevo por ellos. Y cuando empezarona
I llegar los jefes de secciones, mi actitud cambió. Me
olvidé del miedo. Empeé a dar órdenes, la ger'rtese
p,reparabacon entusiasmo.En minutos estuvimos todos
listos para conmahcar. Pero eso no pudo ser...
El capitán Robacio, es día, fr¡e el último que llegó a
nuestno puesto, caminando en medio de las bombas.
Erar¡más o nrenoslas 9 de la mañanadel 14 dejunio. Se
presentó entonces el jefe de la Compariía Charly" de
Ejército, y preguntódóndecoloc¿rse,totalmenteintegra-
do a la unidad. Era el capitán Varcla. En ese moniento,
nuestrocomandanterccibió la ordende ocupár el flanco
Sur del pueblo, en retirada. Yo no quería abandona¡mi
posición, los míos queían pelear... Robacio me ordenó,
entonc€s,que me quedaracomo escalónde retaguardia.
Caía una lluvia de bombas, de artillería tereste y naval
de los ingleses. Era casi el mediodía, cuando la unidad .
lnalizÓ su repliegue. Nosohos la seguíamoscubriendo.
De repenteescuchamosla aprroximaciónde dosheli';ópte-
ros, que pasarony se detuvieron defás de unos cclnfone-
doresde munición. Allf bajaroninglesesqueempez¿iona
hacemosfuego de morteros. Lns proyectilescaían como
papel picado... Nosotros, como dije, est¿ábarnos en el
escalón de rctaguardia y habíamosrecibido la orden de
resistir toda acciónenemigaparaevitar que el gruesode la
i,fi
.i
unidad fuera alcanzada.Así que mi companía cumplió
esaorden, porlo que éntramosen combatecon las tnopas
de esos dos helicópteros. En ese mofr¡ento la actuación
más destacadala cumplió el guardamarina.Alejurdro
Koch, que era el jefe de la tercera Sección. Cuando ya
tenía la orden de desprenderse,este oficial agarró'su
ameüalladora,disparócon todoypermitióel rcplieguede
sushombres, batiendocon fuego al enemigo. [¡ dio a un
helicóptero, que quedóechandohumo por ahí, delantede
él mismo. Hizo que los inglesesrehocedierany cayeran
en un campo minado. Tuvieron muchísimas bajas. El
mismo Koch trajo al hombro a uno de sus hombres,
herido. Era el conscriptoMonzón, que despuésmurió. El
otro helicóptero inglés fue bajado por la Browining
calibng12,7 del suboficial Vaca, mientas las anretalla-
doras y tiradores de la segundasección también abrían
fi¡ego.
Cuando le ordené al guardiamarinaDavis: "¡Listo,
nos vamos!" , él todavíaestabapensandoen el contraata-
que, y salió disparandohacia el frrente,o seaal revés. [¡
grité: "¿A dónde va?". Ahí recién se dio cuentaque
teníamosque replegar, que teníamosque ir hagia Puerto
Argentino y no hacia el oho lado. Es que Davis y sus
homb¡resestabanlistos para largar el contraataque.Fue
impresionantesu actitud ofensiva. Con él bajamosde la
dtura. Yo gritándolesque bajen, que bajen. Eran como la
una y media de la tardecuandoun conscripto, el "Topo"
Serángelis, de Villa María, Córdoba, se plantó y dijo:
"¡No señor.Yo me quedoacá y no me muevo!". Oho
hizo lo mismo. Queríanesperara suscompañeros.En ese
momento vimos Ees siluetasen la altura: eran Koch con
sus dos valientescabos, Cini y Benítez. Ellos confirma-
ron que aniba ya no quedabanadie. Entonces los dos
conscriptosque se queríanquedar, recién entonces,tran-
sigieron y bajan con nosotros.Posteriormente,me enteré
que el baallón antiaéreo, a órdenes del capitán Silva,
había dado orden de apoyo pam permitir el rcpüeguede
las fraccionesdel BIM 5. A esode las dos de la arde del
14 de junio llegamosal preblo. Allí nos conñrmaronque
todo había terminado. Que no se podía pelear más. En-
..."en Malvinas cada uno lu::,:
toncesdestn¡ímostodas nuestas piezas:armas, visores, con lo que pudo y con lo que
todo. I¿ bander¿de nuestraCompañíaMar fue a encon- tuvo. Todo lo que pudo ; c.v
trarse con su nombre, bien al fondo del mar." todo lo que tuvo".
t.f
GI
,I '|.l.t, ¡
 , .'*g.*;+,rli/,t#i

Bombas¡nexplotar

Mientras se iba desarrollandola ofensivabritánica que con-

vergeríasobrePuertoArgentino, al cañoneonocturnoque mar-
tillaba las posicionesde los defensores,sesumabael bombardeo
aéreoindiscriminado,aunquesin mayor punteríade los aviones
de la RAF. Esta secuenciafotográfica fue registrada el 25 de
mayo de 1982en las proximidadesdel aeropuerto.Una bomba
ha caído e ingenierosde Infanteiía de Marina se acercan al
artefacto sin explotar.

e
l_ -

Y
Foto I: el equip de ingenieros
de I M se aproxima al lugar
donde la bomba (un artefacto de
L000 libras frenado por *fi
t¿
paracaídas)ha caído sin estallar.
2: con los recaudos del caso Ia
bomba es examinada y 3, se
procede a su anulación La
bomba puede ser desactivada o
(4) detonarse por otro medio
para eliminar el peligro. Había
sido lanzada ese mediodía por
un Harrier GR 3 de Ia Royal Air
Fo¡ce