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QUIEBRA. CAPÍTULO IX.

INTRODUCCION

La quiebra – o concurso liquidatorio- es un proceso por el cual se liquidan todos los bienes
del deudor para hacer frente al cumplimiento de sus obligaciones. La quiebra puede ser
indirecta o directa.

1. Quiebra indirecta. Cuando fracasa el concurso preventivo. Es decir, en los


siguientes casos:
a. Si el deudor no presenta en término la propuesta de acuerdo preventivo.
b. Si el deudor no obtuvo las conformidades para lograr el acuerdo preventivo.
c. Si el deudor no obtuvo las conformidades de los acreedores privilegiados.
d. Si el juez declara procedente la impugnación del acuerdo.
e. Si el concursado no paga los honorarios.
f. Si el deudor no cumple (total o parcialmente) el acuerdo preventivo, o si
manifiesta en el juicio su imposibilidad de cumplir en el futuro (art 63).
g. En el caso del salvataje, cuando no hubiera ningún inscripto en el registro de
oferentes, o cuando no se hubiere obtenido ningún acuerdo, o cuando el acuerdo
no fuere homologado por el juez (art. 48).

Acreditada alguna de estas situaciones, el juez deberá dictar la sentencia de quiebra.

2. Quiebra directa. Cuando la quiebra no es originada por el fracaso del concurso


preventivo. Puede ser solicitada a pedido del deudor (quiebra directa voluntaria)
o de un acreedor (quiebra directa necesaria).
a. A pedido del deudor. El deudor deberá cumplir con los requisitos exigidos en el
art. 11 (requisitos formales para solicitar el concurso preventivo).
 Para los deudores matriculados y las personas de existencia ideal regularmente
constituidas, acreditar la inscripción en los registros respectivos. Las ultimas
acompañarán, además, el instrumento constitutivo y sus modificaciones y
constancia de las inscripciones pertinentes. Para las demás personas de existencia
ideal, los instrumentos constitutivos y sus modificaciones, aun cuando no
estuvieron inscriptos.
 Expresar las causas concretar de su situación patrimonial, la época en que se
produjo la cesación de pagos y los hechos reveladores.
 Acompañar un estado detallado del activo y del pasivo con dictamen de un CPN.
 Acompañar copia de los balances de los últimos 3 ejercicios.
 Acompañar una nómina de los acreedores. Además, debe acompañarse un legajo
por cada acreedor, en el cual conste copia de la documentación sustentadora de la
deuda denunciada.
 Enumerar los libros de comercio con expresión del ultimo folio utilizado y
ponerlos a disposición del juez.
 Denunciar la existencia de un concurso anterior.
 Acompañar la nómina de empleados.

Aunque la solicitud de quiebra haya omitido estos requisitos, el juez podrá declarar
igualmente la quiebra. Además, el deudor deberá poner todos sus bienes a disposiciones
del juzgado. Si se tratara de una sociedad, estas medidas también se aplicarán a los socios
ilimitadamente responsables que hayan decidido la petición de la quiebra.

Persona jurídica. El representante legal deberá solicitar la quiebra, previa resolución del
órgano de administración (directorio en SA o gerencia en la SRL). Dentro de los 30 días
deberá ratificarse el pedido acompañando la constancia de la resolución de continuación
del trámite adoptada por el órgano de gobierno (Asamblea en SA o reunión de socios en
SRL).

Prueba sobre los hechos reveladores del estado de cesación de pagos. Cuando la quiebra
es solicitada por el propio deudor, ¿es necesario que pruebe algún hecho revelador del
estado de cesación de pagos? La doctrina se encuentra dividida entre quienes consideran
indispensable la prueba por parte del deudor y quienes entienden que la confesión del
estado de cesación de pagos al solicitar su propia quiebra es suficiente prueba.

Desistimiento. El deudor solo puede desistir de su pedido de quiebra si demuestra, antes


de la primera publicación de edictos, que ha desaparecido su estado de cesación de pagos.
La solicitud del deudor de su propia quiebra prevalece sobre el pedido de sus acreedores
cualquiera sea su estado, mientras no haya sido declarada.

b. A pedido del acreedor. Cualquier acreedor cuyo crédito sea exigible puede pedir
la quiebra del deudor, excepto su cónyuge, los ascendientes, los descendientes. Si
los parientes mencionados cedieran sus créditos a terceros, ellos tampoco podrán
pedir la quiebra del deudor.

Requisitos.
 Probar la existencia del crédito y su exigibilidad –es decir, que se encuentre
vencido-,
 Que el deudor sea un sujeto concursable.
 Algún hecho revelador de la cesación de pagos del deudor.

El acreedor con privilegio especial, además deberá probar que el bien sobre el que recae
su privilegio no alcanza para cubrir su crédito. Dicha obligación no pesa sobre los
acreedores privilegiados laborales.

Trámite. Acreditados estos requisitos, el juez deberá citar al deudor para que, dentro del
quinto día de notificado, invoque y pruebe cuanto estime conveniente para que el pedido
de quiebra sea rechazado. La ley establece que no existe juicio de antequiebra, esto
significa que no puede haber una etapa probatoria muy extensa para debatir si debe
declararse la quiebra o no; por eso, luego de oír al deudor, el juez oirá al acreedor y
resolverá admitiendo o rechazando el pedido de quiebra.

Medidas precautorias. Antes de declarar la quiebra, a pedido y bajo la responsabilidad del


acreedor, el juez podrá decretar medidas precautorias para proteger la integridad del
patrimonio del deudor. Como para cualquier medida cautelar, antes de ordenarla el juez
deberá verificar la verosimilitud en el derecho, el peligro en la demora, y si fuera
necesario podría exigir una contracautela.

Desistimiento. El acreedor sólo puede desistir de su solicitud mientras el juez no haya


citado al deudor. Suele ocurrir que, ante el pedido de quiebra de un acreedor, el deudor le
pague para que aquél desista. ¿Qué pasa si de todos modos el juez declara su quiebra?
Dichos pagos deberán reintegrarse al proceso concursal.

Pluralidad de acreedores. En nuestro país no es necesaria la pluralidad de acreedores para


la declaración de quiebra. Es decir, el juez podrá declarar la quiebra (directa o indirecta)
aunque solo exista un acreedor.

SENTENCIA DE QUIEBRA.

Habiéndose reunido los requisitos para la procedencia de la quiebra –directa o indirecta-


, el juez deberá dictar la “sentencia de quiebra”. Dicha sentencia deberá contener:

a. La individualización del fallido. En caso de tratarse de una sociedad, la


individualización de los socios que tuvieran responsabilidad ilimitada.
b. La orden de anotar:
 La quiebra en el Registro de Juicios Universales de la jurisdicción que
corresponda;
 La inhibición general de bienes en los registros correspondientes.
c. La orden de entregar al síndico los bienes del fallido. Dicha orden debe ir dirigida
tanto al deudor como a los terceros que posean sus bienes
d. La intimación al deudor para que cumpla con los requisitos exigidos para pedir su
quiebra –si aún no lo hizo- y para que entregue al síndico –dentro de las 24 horas-
los libros de comercio y toda la documentación con la contabilidad.
e. La prohibición de hacer pagos al fallido. Los pagos realizados serán considerados
ineficaces.
f. La orden de interceptar y entregar al síndico la correspondencia del fallido.
g. La intimación al fallido, para que dentro de las 48 horas constituya domicilio
procesal en el lugar de tramitación del juicio.
h. La orden de comunicar a las autoridades competentes la prohibición de salida del
país que recae sobre el fallido.
i. La orden de vender los bienes del deudor y la designación de quien efectuara las
enajenaciones.
j. La designación de una persona para que lleve a cabo –dentro de los 30 días- el
inventario de los bienes del fallido;
k. La designación de audiencia para el sorteo del síndico.

Publicidad. Luego de dictar la sentencia, el secretario del juzgado deberá dar a conocer –
dentro de las 24 horas-

1. El estado de la quiebra.
2. Las disposiciones del art. 88
3. El nombre y domicilio del síndico.

Para ello deberá hacer publicar edictos durante 5 días en el diario de publicaciones
legales.

- Qué puede hacer el deudor frente a la sentencia de quiebra:


1. Pedir la conversión de la quiebra en concurso preventivo.
2. Interponer recurso de reposición.
3. Plantear la incompetencia del juzgado.
Conversión. Es el instituto mediante el cual el deudor solicita la transformación de la
quiebra en concurso preventivo. Para obtener la conversión de la quiebra en concurso
preventivo, el deudor deberá:

 Solicitarla dentro de los 10 días contados desde la última publicación de edictos.


 Ser un sujeto concursable.
 Cumplir con los requisitos formales exigidos por el art. 11 para solicitar su
concurso preventivo.
 En principio, la conversión procede únicamente cuando la quiebra haya sido
declarada a pedido de un acreedor, sin embargo, a partir del fallo plenario “PUJOL
JUAN C s/ propia quiebra” 30/05/02 se acepta la conversión aun cuando la quiebra
haya sido declarada a pedido del propio deudor.

NO procede la conversión cuando:

 La quiebra se haya declarado por incumplimiento de un acuerdo preventivo.


 Cuando la quiebra se haya declarado estando en trámite un concurso preventivo.
 Cuando el deudor se encuentre en el “período de inhibición” (1 año desde el
cumplimiento del último concurso preventivo).

Efectos del pedido de conversión. Presentado el pedido de conversión, el deudor no podrá


interponer “recurso de reposición” contra la sentencia de quiebra, y si ya lo hubiese
interpuesto, se lo tendrá por desistido. En cambio, el pedido de conversión no impide la
continuación del planteo de “incompetencia”. Si el juez considera que se han cumplido
todos los requisitos exigidos para la conversión, dejará sin efecto la sentencia de quiebra
y dispondrá la apertura del concurso preventivo. Si el juez desestima el pedido de
conversión, la quiebra queda consolidada. Dicha desestimación es apelable.

RECURSO DE REPOSICIÓN.

Contra el auto declarativo de la quiebra no procede el recurso de apelación, por ello la ley
le concede al deudor fallido el recurso de reposición. Es el recurso que tiene el deudor
fallido para dejar sin efecto la sentencia de quiebra declarada a pedido del acreedor. Debe
interponerse ante el mismo juez que declaró la quiebra. Únicamente puede interponerla
el propio deudor. Son parte en el trámite de reposición el deudor, el acreedor peticionante
de la quiebra y el síndico.

Requisitos. El deudor deberá cumplir los siguientes requisitos:


1. Interponer el recurso dentro de los 5 días contados desde que tomó conocimiento
de la sentencia de quiebra.
2. Fundar el recurso y ofrecer toda la prueba. El recurso debe estar fundado en la
falta de requisitos sustanciales para declarar la quiebra.
3. El recurso de reposición procede únicamente cuando la quiebra haya sido
declarada a pedido de un acreedor.

Resolución judicial. Luego de valorar las pruebas, el juez dictará una resolución
admitiendo o rechazando el recurso. Dicha resolución podrá ser apelada tanto por el
deudor como por el acreedor.

Levantamiento de la quiebra sin trámite. Es una variante del recurso de reposición que
posibilita el levantamiento inmediato de la quiebra sin necesidad de abrir el “incidente de
reposición”. De este modo, el juez puede revocar la sentencia de quiebra inmediatamente.
Para ello, el deudor deberá interponer el recurso de reposición y depositar el importe del
crédito cuyo incumplimiento probó la cesación de pagos y sus accesorios; los importes
de los créditos que al momento de la sentencia de quiebra estuvieran en trámite para
obtenerla; la suma fijada por el juez para responder a los gastos del juicio.

Efectos de la interposición del recurso. La interposión del recurso –con o sin tramite-
impide la liquidación de los bienes –exceptos de los bienes perecederos-. El resto de los
tramites de la quiebra siguen su curso, por lo tanto subsisten los efectos del
desapoderamiento y los personales del fallid.

Revocación de la sentencia de quiebra. La revocación de la sentencia de quiebra hace


cesar todos los efectos de la quiebra. Excepciones:

 Los contratos que hubiesen sido resueltos por la quiebra no renacen por su
revocación;
 Las ventas de los bienes perecederos quedan firmes, pero los fondos deben ser
entregados al deudor.

INCOMPETENCIA.

El deudor o cualquier acreedor, excepto el que pidió la quiebra, pueden solicitar al juez
que declare la incompetencia del juzgado para entender en la causa. Para que proceda el
planteo, el peticionante deberá cumplir los siguientes requisitos:
a. Si se tratara del deudor: deberá solicitar la incompetencia dentro de los 5 dias
contados desde que tomó conocimiento de la sentencia.
b. Si se tratara de un acreedor: deberá solicitar la incompetencia dentro de los 5 días
posteriores a la última publicación de edictos.

Son parte en el trámite de incompetencia el deudor, el acreedor peticionante de la


incompetencia, el síndico y el acreedor peticionante de la quiebra.

Efectos de la incompetencia. Si el juez declara la incompetencia ordenará el pase del


expediente al juzgado correspondiente, siendo válidas las actuaciones que se hubieran
realizado hasta entonces. En ningún momento cesa la aplicación de los efectos de la
quiebra, es decir, que si el juez admite la incompetencia ello no implica ni la revocación
de la sentencia de quiebra ni la nulidad de todo lo actuado.

CAPÍTULO X. EFECTOS DE LA QUIEBRA.

Efectos sobre la persona del fallido.

1. Inhabilitación del fallido.


2. Autorización para viajar al exterior.
3. Interceptación de correspondencia.
4. Deber de cooperación.
5. Derecho a trabajar.
6. Muerte o incapacidad del fallido.

Inhabilitación del fallido. El fallido queda imposibilitado para ejercer el comercio –por
sí o por interpósita persona-, integrar sociedad y para ser apoderado, administrador,
gerente, síndico, liquidador o fundador de sociedades, asociaciones, mutuales y
fundaciones. Si se trata de una persona física estará inhabilitada durante 1 año a partir de
la sentencia de quiebra. Si se trata de una persona jurídica, la inhabilitación será definitiva
a partir de la sentencia de quiebra. Sin embargo, la ley establece que el plazo de 1 año
puede ser reducido o dejado sin efecto por el juez –a pedido de parte y previa vista al
síndico- cuando el inhabilitado no hubiese incurrido prima facie en delito penal. Por el
contrario, la inhabilitación puede retomar su vigencia o prorrogarse si el inhabilitado es
sometido a proceso penal. En este supuesto, la inhabilitación durará hasta el dictado de
sobreseimiento o absolución, y si mediare condena hasta el cumplimiento de la accesoria
de inhabilitación que imponga el juez penal. La inhabilitación cesa:
 Aumentativamente al cumplirse el año, o el mayor o menor plazo fijado por el
juez.
 Cuando se produce la conversión de la quiebra en concurso preventivo o por
conclusión de la quiebra sin liquidación.

Al producirse la rehabilitación cesan las inhabilitaciones personales propia de la quiebra,


y a partir de ese momento los bienes adquiridos por el fallido no quedan sujetos a
desapoderamiento y liquidación.

Autorización para viajar al exterior. A partir de la sentencia de quiebra, el fallido no


puede ausentarse del país sin autorización judicial. Dicha autorización deberá otorgarse:
a) cuando la presencia del fallido no sea requerida por el juez o; b) en caso de necesidad
y urgencia evidentes. La prohibición de salir del país sin autorización dura hasta la
presentación del “informe general del síndico”. Sin embargo, el juez podrá extender dicha
prohibición sobre personas determinadas por un plazo máximo de 6 meses contados a
partir de la fecha fijada para la presentación del informe general del síndico.

Interceptación de correspondencia. Al decretar la quiebra, el juez libra un oficio a la


empresa de correos para que la correspondencia dirigida al fallido sea remitida al síndico.
Este deberá abrirla en presencia del fallido o del juez, entregando al interesado la que
fuera estrictamente personal. Esto tiene como fin detectar bienes del fallido.

Deber de cooperación. Cada vez que el juez o el síndico lo requieran, el fallido deberá
dar explicaciones sobre los créditos y su situación patrimonial. Si se negara a concurrir
para dar las explicaciones solicitadas, el juez podrá hacerlo comparecer por la fuerza
pública. Si se tratara de una persona jurídica, el deber de cooperar recaerá sobre los
administradores de la sociedad.

Derecho a trabajar. A pesar de encontrarse inhabilitado, el fallido conserva la facultad


de realizar tareas artesanales, profesionales o en relación de dependencia para poder
sustentarse. Hasta la rehabilitación, los ingresos percibidos estarán sometidos al
desapoderamiento siempre respetando el tope a la embargabilidad de los salarios.

Muerte o incapacidad del fallido. Ni la muerte, ni la incapacidad del fallido afectan el


trámite o los efectos del concurso. En caso de muerte, el fallido es sustituido por sus
herederos; y en caso de incapacidad, por su representante. Si bien el fallecimiento del
quebrado no hace finalizar la quiebra, éste continúa sólo con relación al patrimonio de
aquél; los efectos personales de la quiebra cesan con el fallecimiento del quebrado y no
se transmiten a los herederos.

Efectos sobre el patrimonio del fallido.

1. Desapoderamiento.
2. Incautación.
3. Conservación, administración y disposición del síndico.
4. Legitimación procesal del fallido.
5. Aceptación o repudiación de la herencia y legados.
6. Donaciones.

Desapoderamiento. A partir de la sentencia de quiebra, el fallido no puede ni disponer


ni administrar sus bienes. Cualquier acto de disposición o administración llevado a cabo
por el fallido sobre dichos bienes resultará inoponible a los acreedores. Bienes excluidos
del desapoderamiento:

 Los derechos no patrimoniales


 Los bienes inembargables
 El usufructo de los bienes de los hijos menores del fallido.
 La administración de los bienes propios del cónyuge.
 La facultad de accionar judicialmente en defensa de los bienes y derechos
excluidos del desapoderamiento.
 Las indemnizaciones percibidas por el fallido por daños materiales o morales a su
persona.
 Los bienes excluidos por otras leyes.

Incautación. Inmediatamente después de la sentencia de quiebra se procede a la


incautación de los bienes y papeles del fallido sujetos a desapoderamiento. Según el art.
177 el juez deberá designar un funcionario para que lleve a cabo la incautación, “pudiendo
ser un escribano”. En la práctica, el funcionario indicado por el juez suele ser el secretario
del juzgado de la quiebra o un oficial de justicia. La incautación se llevará a cabo a través
de:

 La clausura del establecimiento del deudor, de sus oficinas y demás lugares en


que se encuentren sus bienes y documentos;
 La entrega directa de los bienes al síndico;
 El despejo de los bienes del fallido que estuvieran en poder de terceros.

Los bienes imprescindibles para la subsistencia del fallido y su familia deben ser
entregados al fallido bajo recibo, luego de realizado el inventario.

Conservación, administración y disposición por el síndico. Por lo general, el síndico


será quien reciba los bienes tras la incautación. Luego de tomar posesión de los bienes
deberá encargarse de la conservación, administración, y en ciertos casos, de la disposición
de los mismos. Facultades y deberes del síndico:

 Cuando los bienes se encuentren en locales que no ofrezcan seguridad para la


conservación y custodia, el síndico deberá peticionar al juez todas las medidas
necesarias para lograr esos fines.
 Deberá procurar el cobro de los créditos adeudados al fallido e iniciar los juicios
necesarios para su percepción;
 Podrá otorgar quitas, esperas, novaciones y someter cuestiones a árbitros, pero
para ello deberá contar con la autorización del juez;
 Deberá pedir al juez la venta inmediata de los bienes perecederos, de los que estén
expuestos a una gran disminución del precio y de los que resulte muy cara su
conservación;
 Deberá pedir al juez la venta de bienes para obtener fondos cuando los existentes
no alcanzaren para cubrir los gastos del juicio;
 Podrá realizar contrato de locación o cualquier otro contrato sobre bienes, con el
fin de obtener frutos, previa autorización del juez.

Continuación de la explotación de la empresa:

1. Continuación inmediata. Una vez declarada la quiebra, debe procederse a la venta


de los bienes del deudor. Sin embargo, ante determinadas situaciones, el síndico
puede continuar con la explotación de la empresa sin autorización previa del juez.
 Cuando la interrupción de la explotación de la empresa pudiera causar un daño
evidente y grave al interés de los acreedores y a la conservación del patrimonio.
 Cuando la interrupción afectara un ciclo de producción que puede concluirse;
 Cuando el síndico considere que se trata de un emprendimiento económicamente
viable;
 Cuando las dos terceras partes del personal en actividad de la empresa o de los
acreedores laborales, organizados en cooperativa, soliciten la continuación al
síndico o al juez.
 Empresas de servicios públicos. Cuando la empresa preste un servicio público
imprescindible, ya que la interrupción abrupta causaría un daño grave a la
comunidad.
2. Continuación hasta la enajenación de la empresa en marcha. En todas las quiebras,
dentro de los 20 días de aceptado su cargo, el síndico debe informar al juez sobre
la posibilidad de continuar con la explotación de la empresa fallida y la
conveniencia de enajenarla “en marcha”.

Legitimación procesal del fallido. El fallido pierde la legitimación procesal en todo


litigio relativo a los bienes sujetos a desapoderamiento, siendo reemplazado por el
síndico. Puede, sin embargo, solicitar medidas judiciales conservatorias hasta que el
síndico se presente, y realizar las extrajudiciales en omisión del síndico.

Aceptación o repudiación de herencia y legados. Si antes de su rehabilitación el fallido


acepta una herencia o legado, dichos bienes ingresarán a su patrimonio y serán destinados
a pagar los gastos de la quiebra y a los acreedores. El fallido sólo podrá repudiar una
herencia en lo que exceda al interés de los acreedores. Si el fallido no acepta la herencia,
el síndico deberá presentarse en el expediente para recibir la herencia hasta obtener el
pago total de los acreedores y gastos de la quiebra.

Donaciones. Los bienes donados al fallido a partir de la sentencia de quiebra y hasta su


rehabilitación, ingresan a la quiebra y quedan sometidos al desapoderamiento. La cláusula
que imponga la condición de que los bienes donados al fallido no quedan comprendidos
al desapoderamiento es ineficaz respecto de los acreedores.

EFECTOS SOBRE ACTOS PERJUIDICIALES A LOS ACREEDORES.

Desde el momento en que se dicta la sentencia de quiebra se impide que el fallido realice
actos en perjuicio de sus acreedores. Los actos realizados por el fallido durante el “período
de sospecha” que hayan perjudicado a los acreedores o que hayan afectado la igualdad
entre ellos podrían ser revisados por el juez a los efectos de declarar su ineficacia.

Período de sospecha. El período que va desde que se exterioriza el estado de cesación de


pagos hasta que se dicta la sentencia de quiebra es denominado “período de sospecha”.
La fijación de la fecha de inicio del estado de cesación de pagos es fundamental para
determinar la oponibilidad de los actos realizados por el deudor antes de la quiebra. Tanto
para la quiebra directa como indirecta, el juez deberá determinar un día preciso en el que
comenzará a computarse el estado de cesación de pagos.

Determinación del período de sospecha.

 En la quiebra directa: para fijar la fecha de inicio del estado de cesación de


pagos, el juez tomará en cuenta:
a. La declaración del síndico en el “informe general” de la quiebra. Dicho informe
deberá contener la expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos,
hechos y circunstancias que fundamenten el dictamen.
b. La declaración del deudor al solicitar su propia quiebra. El deudor que solicitara
su propia quiebra deberá explicar las causas concretas de su situación patrimonial
con expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos y de los hechos
por los cuales éste se hubiera manifestado.

En los casos de quiebra directa, el efecto retroactivo de la quiebra tiene un límite de 2


años contados desde la sentencia de quiebra.

 En la quiebra indirecta: para fijar la fecha de inicio del estado de cesación de


pagos, el juez tomará en cuenta.
a. La declaración del síndico en el “informe general” del concurso y de la quiebra.
b. La declaración del propio deudor al solicitar su concurso preventivo.

En los casos de quiebra indirecta, el efecto retroactivo de la quiebra tiene un límite de 2


años contados desde la presentación en concurso preventivo.

Ineficacia concursal. Los actos realizados por el fallido durante el período de sospecha
que hayan perjudicado a los acreedores o que hayan afectado la igualdad entre ellos,
podrán ser revisados por el juez a los efectos de declarar su ineficacia. El acto declarado
ineficaz por el juez, será inoponible a los acreedores comprendidos en la quiebra, pero
tendrá plena validez entre las partes y respecto de terceros. Los bienes que ingresen a la
quiebra como consecuencia de la declaración de ineficacia quedarán sujetos al
desapoderamiento.

Los supuestos de ineficacia concursal pueden clasificarse en:


 Actos ineficaces de pleno derecho. Si durante el período de sospecha el deudor
realizó alguno de los siguientes actos, el mismo será declarado ineficaz de pleno
derecho (sin necesidad de petición expresa del síndico o de los acreedores)
a. Actos a título gratuito.
b. Pago anticipado de deudas.
c. Constitución de hipoteca o prenda respecto de obligación no vencida que
originariamente no tenía esa garantía.
 Actos ineficacias por conocimiento de la cesación de pagos. Los demás actos
realizados por el deudor durante el período de sospecha que perjudiquen a los
acreedores comprendidos en la quiebra podrán ser declarados “ineficaces”, si
quien celebró el acto con el fallido conocía su estado de cesación de pagos. La
acción revocatoria concursal caduca a los 3 años contados a partir de la sentencia
de quiebra.

Acción civil de fraude (acción revocatoria ordinaria). (art 120 LCQ) Cuando el acto
perjudicial a los acreedores fuera anterior al período de sospecha, podrá interponerse esta
acción civil, pero deberá probarse:

 El fraude del deudor;


 Que el deudor se hallaba en estado de insolvencia al momento de realizar el acto;
 Que el acto perjudicó a los acreedores;
 Que el crédito de quien intenta la acción es anterior al acto que se cuestiona.

Al igual que en la “acción revocatoria concursal”, el único legitimado para accionar es el


síndico; sin embargo, si el síndico no iniciara la acción, los acreedores podrán iniciarla a
su costa. Esta acción prescribe al año desde que el acto tuvo lugar o desde que los
acreedores tuvieron noticia del hecho.

Supuestos especiales.

1. Actos otorgados durante el concurso preventivo (art 121 LCQ). Cuando la quiebra
llega como consecuencia del fracaso de un concurso preventivo, los actos
realizados durante éste reúnen las condiciones para ser declarados ineficaces a
través de la “acción revocatoria concursal”, sin embargo, la LCQ aclara
expresamente que dicha acción no prosperará respecto de:
 Actos de administración ordinaria otorgados durante la existencia del concurso
preventivo;
 Actos de administración que exceden el giro originario pero que cuesten con
autorización judicial;
 Actos de disposición que cuenten con autorización judicial;
2. Pago al acreedor peticionante de la quiebra (art 122 LCQ). En el caso de que el
deudor, ante el pedido de quiebra de uno de sus acreedores, cancela dicha deuda
evitando la declaración de quiebra, pero de todas formas se decreta la quiebra, el
acreedor que ha cobrado deberá integrar lo percibido. La acción para exigir el
reintegro de lo percibido a la quiebra caduca a los 3 años contados a partir de la
sentencia de quiebra.

EFECTOS GENERALES SOBRE REALCIONES JURÍDICAS PREEXISTENTES.

Una vez declarada la quiebra, las relaciones jurídicas preexistentes se verán afectadas por
los siguientes efectos:

1. Sometimiento de todos los acreedores al régimen concursal.


2. Derechos de los acreedores hipotecarios y prendarios.
3. Conversión de prestaciones no dinerarias y dinerarias ajustables.
4. Vencimiento de las obligaciones del fallido pendientes de plazo.
5. Suspensión de intereses.
6. Compensaciones entre acreedores y el fallido.
7. Derecho de retención.
8. Fuero de atracción.
9. Restitución de bienes a terceros.
10. Readquisición de la posesión del enajenante.
11. Legitimación del síndico.

Sometimiento de todos los acreedores al régimen concursal (art. 125 y 126 LCQ).
Declarada la quiebra, todos los acreedores quedan sometidos a las disposiciones de la
LCQ. Únicamente podrán ejercitar sus derechos sobre los bienes desapoderados en la
forma prevista por dicha ley, por lo tanto, no podrán actuar en forma individual, debiendo
presentarse a verificar sus créditos y privilegios en la quiebra, a excepción de los créditos
con garantía real.
Derechos de los acreedores hipotecarios y prendarios (art. 126 LCQ). Los acreedores
hipotecarios y prendarios tienen dos opciones para cobrar sus créditos:

a. Esperar la liquidación general de bienes y cobrar con preferencia sobre el precio


obtenido por la venta del bien gravado; en este caso, deberán presentarse a
verificar el crédito.
b. No esperar la liquidación general de bienes y reclamar –en cualquier momento- el
pago mediante la venta del bien gravado.

Conversión de prestaciones no dinerarias y dinerarias ajustables (art. 127 LCQ). Los


acreedores de prestaciones no dinerarias (obligaciones de hacer, de dar cosas que no sean
dinero, etc.), de las contraídas en moneda extranjera o aquellas cuyo crédito en dinero
deba calcularse con relación a otros bienes, están obligados a verificar sus créditos por el
valor correspondiente en moneda de curso legal en la República Argentina, calculado a
la fecha de la declaración de quiebra.

Vencimiento de las obligaciones del fallido pendientes de plazo (art. 128 LCQ). Con
la declaración de quiebra se consideran vencidas de pleno derecho las obligaciones del
fallido pendientes de plazo. Como consecuencia de esto, los acreedores de dichas
obligaciones deberán presentarse a verificar sus créditos como si el plazo se hubiese
cumplido.

Suspensión de intereses. (art. 129 LCQ). Con la declaración de quiebra se suspende el


curso de los intereses, excepto los intereses compensatorios para los créditos con garantías
reales y los intereses compensatorios que correspondan a créditos laborales.

Compensaciones entre acreedores y el fallido (art 130 LCQ). Es un medio de extinción


de obligaciones que se lleva a cabo entre dos personas que reúnen la calidad de acreedor
y deudor recíprocamente, extinguiéndose las obligaciones hasta alcanzar el monto de la
menor. La compensación entre un acreedor y el fallido sólo se produce cuando se ha
operado antes de la declaración de quiebra.

Derecho de retención (art 121 LCQ). La quiebra suspende el ejercicio del derecho de
retención sobre los bienes susceptibles de desapoderamiento. Por eso, quien estuviera
ejerciendo este derecho sobre un bien del fallido, deberá entregárselo al síndico, sin
perjuicio del privilegio.
Fuero de atracción (art. 132 y 133 LCQ). La declaración de quiebra atrae al juzgado
todas las acciones de contenido patrimonial contra el fallido.

Restitución de bienes de terceros (art 138 LCQ). El tercero que haya entregado un bien
al fallido por título no destinado a transferible el dominio (comodato, leasing, locación,
etc.) puede pedir al juez la restitución del mismo, previa acreditación de su derecho.

Readquisición de la posesión del enajenante (art. 139 LCQ). El tercero que enajena y
entrega un bien al fallido podrá recobrar la posesión del mismo –excepto para inmuebles,
siempre que se cumplan las siguientes circunstancias:

 Que el fallido no haya tomado posesión efectiva del bien.


 Que el fallido no haya cumplido íntegramente con su prestación.
 Que un tercero no haya adquirido derechos reales sobre la cosa.

Legitimación del síndico (art. 142). La ley atribuye al síndico legitimación para ejercer
los derechos que surgen de las relaciones jurídicas patrimoniales establecidas antes de la
quiebra. Son nulos los pactos por los cuales se impide al síndico el ejercicio de estos
derechos.

EFECTOS SOBRE RELACIONES JURÍDICAS EN PARTICULAR.

1. Contratos en curso de ejecución.


2. Promesas de contrato.
3. Inaplicabilidad de la resolución por incumplimiento del fallido.
4. Contratos “intuitu persona”, de “ejecución continuada” y “normativos”.
5. Sociedades.
6. Contrato a término.
7. Seguros.
8. Protesto de títulos.
9. Alimentos.
10. Locación de inmuebles.
11. Renta vitalicia.

Contratos en curso de ejecución (art. 143 y 144 LCQ). Son los que al tiempo de la
sentencia de quiebra no se encuentran íntegramente cumplidas las prestaciones. Se
aplican las siguientes normas.
a. Si el fallido cumplió su prestación, el cocontratante debe cumplir la suya;
b. Si el cocontratante cumplió su prestación, debe solicitar la verificación por la
prestación que le debe el fallido;
c. Si hubiera prestaciones recíprocas pendientes, el cocontratante puede pedir la
resolución del contrato. Pero será el juez quien decida la continuación o resolución
del mismo, luego de oír la opinión del síndico.

Promesas de contrato (art. 146 LCQ). Las promesas de contrato realizadas por el fallido
no son exigibles en la quiebra. Sin embargo, el juez podrá autorizar su cumplimiento ante
el pedido del síndico y del tercero y siempre que el contrato pueda ser cumplido por la
quiebra.

1. Boleta de compraventa del inmueble. Sólo será oponible a la quiebra cuando:


 El adquirente fuera de buena fe y
 Hubiera pagado el 25% del precio antes de la declaración de quiebra.

Inaplicabilidad de la resolución por incumplimiento del fallido (art. 145 LCQ). En


materia contractual, cuando una de las partes incumple con su prestación, la otra puede
resolver el contrato unilateralmente. En cambio, la LCQ establece que a partir del
momento en que se declara la quiebra de uno de los contratantes, el otro no podrá resolver
el contrato por incumplimiento del fallido.

Contratos “intuitu persona”, de “ejecución continuada” y “normativos” (art. 147


LCQ). Ciertos contratos quedan resueltos automáticamente por la quiebra:

1. Contratos intuitu personae. Son aquellos que requieren una prestación personal e
irremplazable del fallido.
2. Contratos de ejecución continuada. Son aquellos cuya prestación se cumple
periódicamente, es decir, que no se cumplen de una sola vez.
3. Contratos normativos. Son aquellos que fijan el marco para la celebración de
contratos futuros. Desde la declaración de la quiebra no se celebrarán nuevos
contratos, por lo tanto, no tendría sentido mantener contratos normativos que fijan
el maco para contratos futuros.

Sociedades art. 149 y 150 LCQ). Si estando la sociedad en cesación de pagos algún socio
ejerciera el derecho de receso, deberá reintegrar al concurso lo percibido. Además, la
quiebra de la sociedad permite a los acreedores exigir a los socios la integración de los
aportes debidos a la sociedad.

Contrato a término (art 153 LCQ). Si al declararse la quiebra existiera un contrato a


término no vencido, habrá que determinar qué pasa con el saldo existente al momento de
la sentencia de quiebra:

 Si el saldo favorece al no fallido, éste podrá presentarse a verificar su crédito.


 Si el saldo favorece al fallido, el no fallido deberá pagar recién cuando se produzca
el vencimiento del contrato.
 Si no existen diferencias a favor de ninguno de los dos, el contrato se resolverá de
pleno derecho.

Seguros (art. 154 LCQ). La quiebra del asegurado no resuelve el contrato de seguro de
daños patrimoniales, siendo nulo todo pacto en contrato. El asegurador será acreedor de
la quiebra por la prima impaga.

Alimentos (art. 156 LCQ): Sólo se pueden reclamar en la quiebra los créditos
alimentarios adeudados por el fallido antes de la sentencia de quiebra.

Locación de inmuebles (art. 157 LCQ). Si al momento de la quiebra, el fallido fuera


parte en un contrato de locación de inmuebles, el mismo se regirá por las siguientes
normas:

1. Si el fallido es locador, la locación continúa produciendo todos sus efectos y el


locatario deberá pagar el alquiler al síndico;
2. Si el fallido es locatario y utiliza el bien para explotación comercial, se aplican las
reglas sobre contratos con prestaciones recíprocas pendientes, o las reglas sobre
continuación de la explotación de la empresa.
3. Si el fallido es locatario y utiliza el bien para su vivienda y la de su familia, el
contrato es ajeno al concurso.

Renta vitalicia (art. 158 LCQ). Si el contrato de renta vitalicia es oneroso y el obligado
a cumplirlo cae en quiebra, el contrato se resuelve y el beneficiario debe presentarse a
verificar en la quiebra. Si la renta fuera gratuita, el contrato también se resuelve, pero el
beneficiario no tendrá derecho a reclamar nada en la quiebra.

EFECTOS SOBRE EL CONTRATO DE TRABAJO.


La sentencia de quiebra produce la suspensión de los contratos de trabajo –sin goce de
sueldo- durante 60 días corridos. Vencido dicho plazo, el juez deberá decidir sobre la
continuación o no de la explotación de la empresa.

- Si decide la no continuación, el contrato de trabajo se considera disuelto desde la


fecha de la sentencia de quiebra.
- Si decide la continuación de la explotación, el contrato de trabajo continua.

Continuación del contrato de trabajo. Dentro de los 10 días corridos –contados desde la
resolución judicial sobre la continuación de la explotación-, el síndico deberá elegir el
personal que continuará trabajando. La continuación del contrato de trabajo no priva a los
trabajadores del derecho a verificar los importes adeudados anteriores a la quiebra. Los
sueldos que se devenguen a partir de la sentencia de quiebra serán pagados con la
preferencia del art. 240 y sin necesidad de verificar dichos créditos.

Extinción del contrato de trabajo.

 Despido del trabajador por el síndico.


 Cierre de la empresa
 Adquisición de la empresa por un tercero.

La adquisición de la empresa por un tercero implica la disolución de los vínculos laborales


existentes, por lo tanto, los trabajadores deberán reclamar sus indemnizaciones en la
quiebra.

CAPÍTULO XI. PERIODO INFORMATIVO DE LA QUIEBRA.

El período informativo de la quiebra –al igual que el concurso preventivo- abarca desde
el proceso de verificación de créditos hasta el informe general del síndico inclusive. El
procedimiento a seguir será diferente según se trate de una quiebra directa o indirecta.
Cuando la quiebra fuera indirecta se utilizará –en principio- la información obtenida en
el período informativo del concurso preventivo frustrado.

Quiebra directa.

 Proceso de verificación de créditos (art. 200 LCQ).


1. Verificación de créditos. Todos los acreedores y sus garantes –de causa o título
anterior a la declaración de quiebra- deberán solicitar al síndico la verificación de
sus créditos, indicando monto, causa y privilegio. El acreedor podrá presentar su
pedido de verificación hasta la fecha límite impuesta por el juez en la sentencia
de quiebra. El pedido de verificación de crédito deberá: a) hacerse por escrito y
en duplicado; b) adjuntarse los títulos que justifiquen el crédito con 2 copias
firmadas; c) constituir domicilio a todos los efectos del juicio. El pedido de
verificación produce los mismos efectos que la demanda judicial, es decir,
interrumpe la prescripción e impide la caducidad del derecho y de la instancia.
Por cada solicitud de verificación que presente el acreedor deberá pagar al síndico
un arancel equivalente al 10% del SMVM que se agregará a su crédito. El síndico
destinará lo recaudado a los gastos que le demande el proceso de verificación y
confección de los informes, debiendo rendir cuentas al juzgado. Quedaran
excluidos del pago del arancel los créditos laborales y os equivalentes a menos de
3 SMVM. Por cada acreedor que solicite la verificación de su crédito, el síndico
deberá crear un legajo agregando la documentación presentada por los acreedores.
2. Observación de los créditos. Vencido el plazo para solicitar la verificación, el
fallido y los acreedores que se hayan presentado a verificar, tendrán 10 días para
revisar el legajo de cada acreedor e impugnar u observar las solicitudes
presentadas.
3. Informe individual del síndico. Se aplican las normas sobre concurso preventivo
(art. 35 LCQ).
4. Resolución judicial sobre los créditos. Se aplican las normas sobre concurso
preventivo (art. 36, 37 y 38 LCQ).

Quiebra indirecta.

 Verificación de créditos.

En la quiebra indirecta se utilizará la información obtenida en el período informativo del


concurso preventivo frustrado; por lo tanto, los acreedores que hubieran obtenido
verificación de sus créditos en el concurso preventivo no deberán verificar nuevamente.
En este caso, el síndico se encargará de recalcular los créditos. Los acreedores posteriores
a la presentación del concurso preventivo frustrado sí deberán solicitar la verificación de
sus créditos en la quiebra a través de la vía incidental.

CAPÍTULO XII. LIQUIDACIÓN Y DISTRIBUCIÓN

Realización de los bienes.


 Oportunidad (art. 203 LCQ). Inmediatamente después de dictada la sentencia de
quiebra, el síndico debe encargarse de la venta de los bienes del fallido. Es decir,
que el “período informativo de la quiebra” y la “liquidación y distribución de los
bienes” se desarrollarán en forma paralela. Excepciones: no se llevará a cabo la
venta inmediata de los bienes cuando:
1. El fallido hubiese interpuesto recurso de reposición contra la sentencia de quiebra;
2. El juez hubiese admitido la conversión de la quiebra en concurso preventivo;
3. Hubiere recurso de apelación pendiente contra la sentencia de quiebra indirecta;
4. Hubiere recurso de apelación pendiente contra la sentencia de quiebra decretada
por extensión;
5. Se haya resuelto la continuación de la explotación de la empresa.

Una vez finalizado el proceso de verificación de créditos, el síndico deberá promover la


constitución del comité de control, cuya función será controlar la etapa liquidatoria.

 Formas de realización de los bienes (art. 204 LCQ). La realización de los bienes
debe hacerse en la forma más conveniente a la quiebra y será elegida por el juez
según el siguiente orden de preferencia:
1. Enajenación de la empresa o de los establecimientos. Esta modalidad debe
utilizarse cuando se haya decidido la continuación de la explotación de la empresa.
2. Enajenación en conjunto de los bienes que integren el establecimiento del fallido;
3. Enajenación singular de los bienes.

Enajenación singular de los bienes. (art. 208 LCQ).

1. El juez ordenará publicar edictos en el diario de publicaciones legales, y en otro


de gran circulación; si se tratara de cosas muebles, durante 2 a 5 días, si fueran
inmuebles, durante 5 a 10 días.
2. La venta se practicará por subasta pública, sin tasación previa ni base y estará a
cargo de un martillero.

Otras formas de enajenación.

 Venta directa de bienes. El juez puede disponer la venta directa de bienes, previa
vista al síndico y a la cooperativa de trabajo, cuando por su naturaleza, su escaso
valor o el fracaso de otra forma de enajenación, resultare de utilidad evidente para
el concurso. La enajenación podrá ser confiada al síndico o un intermediario,
institución o mercado especializado, y de concretarse requerirá la aprobación del
juez.
 Entrega de bienes a asociaciones de bien público. El juez puede disponer la
entrega de bienes a asociaciones de bien público, previa vista al síndico y al
deudor, cuando se trate de bienes invendibles o cuyas ventas resulten
improductivas. En la práctica, esta norma no suele aplicarse porque los bienes
invendibles son devueltos a su dueño.
 Venta de títulos y otros bienes cotizables. Deben ser vendidos en las instituciones
correspondientes, determinadas por el juez previa vista al síndico.
 Venta de bienes gravados con garantía real. Los acreedores titulares de créditos
con garantía real pueden reclamar el pago mediante la venta del bien gravado sin
necesidad de esperar la liquidación común del resto de los bienes. Para ello
deberán presentar ante el síndico los títulos correspondientes para su
comprobación. Luego de examinar los documentos, el juez ordenará la subasta de
los bienes objeto de la garantía.

Créditos. El síndico debe cobrar los créditos del fallido. También puede encomendar la
gestión del cobro de los créditos a los bancos oficiales o privados de primera línea o, con
autorización judicial, recurrir a otra forma que sea costumbre.

Plazos. Las enajenaciones deben efectuarse dentro de los 4 meses contados desde la fecha
de la quiebra o, si se interpuso recurso de reposición, desde que la quiebra quede firme.
El juez puede, por resolución fundada, ampliar el plazo en 90 días. El incumplimiento de
estos plazos da lugar a la remoción automática del síndico y del martillero.

Informe final. En este informe, el síndico da a conocer todo lo relativo a la enajenación


de los bienes y presenta un proyecto para llevar a cabo la distribución entre los acreedores
del dinero obtenido con dichas ventas. A los 10 días de aprobada la última enajenación,
el síndico deberá presentar el informe final en doble ejemplar. Contenido:

1. La rendición de cuentas de las operaciones efectuadas.


2. El resultado de la enajenación de los bienes vendidos.
3. La enumeración de los bienes que no se pudieron enajenar, de los créditos no
cobrados y de los créditos que se encuentran pendientes de demanda judicial.
4. El proyecto de distribución final. Aquí el síndico establece el monto y graduación
de los créditos.
Publicidad. Luego de la regulación de honorarios, deberán publicarse edictos por 2 días
en el diario de publicaciones legales, dando a conocer:

- La presentación del informe final;


- El proyecto de distribución final
- La regulación de honorarios.

Observaciones al informe final. Finalizada la publicación de edictos, el fallido y los


acreedores tendrán 10 días para formular observaciones. Las mismas sólo podrán referirse
a omisiones, errores o falsedades del informe. Si se presentan observaciones, el juez
deberá resolver dentro de los 10 días. Dicha resolución es inapelable, salvo que se refiere
a la graduación del crédito o a errores materiales.

Distribución.

- Pago de dividendo a los acreedores. Luego de aprobado el proyecto de


distribución, el juez ordenará el pago del dividendo a los acreedores. Formas de
pago.
a. Por cheque judicial.
b. Por planilla remitida al banco.
c. Por transferencias a cuentas bancarias indicadas por los acreedores.

Caducidad del dividendo concursal. El derecho de los acreedores a percibir los importes
que les correspondan en la distribución caduca al año contado desde la fecha de su
aprobación. La caducidad se produce de pleno derecho, y es declarada de oficio,
destinándose los importes no cobrados al patrimonio estatal, para el fomento de la
educación común.

CAPÍTULO XIV. CONCLUSIÓN DE LA QUIEBRA.

Modos de conclusión de la quiebra.

1. Conversión de la quiebra en concurso preventivo.


2. Revocación de la sentencia de quiebra por recurso de reposición.
3. Desistimiento de la quiebra por el deudor en la quiebra solicitada por él.
4. Vencimiento del plazo de 2 años desde la clausura del procedimiento de quiebra
sin su reapertura.
5. Avenimiento.
6. Pago total.
7. Otorgamiento de cartas de pago de todos los acreedores.
8. Ausencia de acreedores concurrentes.

Avenimiento. (art 255 LCQ). Es el acuerdo celebrado entre el fallido y todos sus
acreedores verificados, por el cual estos últimos dan su consentimiento para poner fin a
la quiebra. Normalmente, los acreedores dan su consentimiento a cambio de un acuerdo
por el cual el fallido se obliga a cumplir alguna prestación. Requisitos.

a. Unanimidad. Debe ser consentido por todos los acreedores verificados.


b. Forma. El consentimiento de los acreedores debe ser expresado por escrito con
firmas autenticadas por notario o ratificadas ante el secretario. Si bien suele
hacerse referencia “al acuerdo”, en realidad en el avenimiento existe una
pluralidad de acuerdos, es decir, distintos acuerdos con los diferentes acreedores.
Estos acuerdos son independientes unos de otros en el sentido que no es necesario
que haya igualdad entre las cláusulas.
c. Oportunidad. La petición de conclusión de la quiebra por avenimiento puede ser
formulada desde que concluye la verificación de créditos y hasta que se enajene
el último bien del fallido.
d. Garantizar el pago de los gastos y costas del juicio. Al disponer la conclusión por
avenimiento, el juez determinará la garantía que debe otorgar el deudor para
asegurar los gastos y costas del juicio y fijará el plazo pertinente.

Efectos. El avenimiento hace cesar todos los efectos patrimoniales y personales


provocados por la quiebra. Sin embargo, los actos realizados por el síndico o los
coadministradores conservan su validez.

Pago total. Habrá pago total cuando lo obtenido de la realización de los bienes alcanza
para pagar los créditos verificados, los pendientes de resolución y los gastos y costas de
la quiebra. El juez podrá declarar la conclusión por pago total, una vez aprobada la
distribución final. Si luego de pagar los créditos verificados, los pendientes de resolución
y los gastos y costas de la quiebra existiese remanente, deberán pagarse los intereses
suspendidos a raíz de la declaración de quiebra dando prioridad a los surgidos de créditos
con privilegio. Si luego de eso aun quedara remanente, será entregado al deudor.

Carta de pago. La carta de pago es un comprobante que emite el acreedor del fallido en
el que consta que ha percibido la totalidad de su crédito verificado. Por lo tanto, este modo
de conclusión de la quiebra se produce cuando todos los acreedores de créditos
verificados presentan dichos comprobantes autenticados en el expediente.

Ausencia de acreedores concurrentes. Habrá conclusión de quiebra por ausencia de


acreedores concurrentes cuando al momento de dictarse la resolución judicial sobre la
verificación de los créditos no exista petición de verificación de ningún acreedor.

CAPÍTULO XVI. PRIVILEGIOS.

Los créditos. Clasificación.

1. Privilegiados. Son aquellos créditos a los que la ley otorga una preferencia en el
cobro. Los créditos pueden tener privilegio especial o general:
- Con privilegio especial. Cuando la preferencia en el cobro recae sobre el
producido de la venta de un bien determinado (ejemplo, el acreedor hipotecario
se cobrará de la venta del inmueble sobre el que pesa su hipoteca).
- Con privilegio general. Cuando la preferencia en el cobro recae sobre el producido
de la venta de todos los bienes del concursado.
2. Quirografarios. Son aquellos que no tienen ninguna preferencia en el cobro.

Régimen de los privilegios. En materia concursal los privilegios solo pueden tener origen
en la ley y sólo regirán los establecidos por la LCQ. En caso de duda respecto del
privilegio, el crédito será considerado quirografario. Los créditos privilegiados –especial
o general- en el concurso preventivo mantienen su privilegio en la quiebra posterior. Los
privilegios se extienden exclusivamente sobre el capital del crédito, no sobre sus
accesorios, excepto en los siguientes casos:

- Se extenderá el privilegio a los intereses devengados a partir de la mora de los


créditos laborales con privilegio especial o general hasta por dos años anteriores
a la quiebra.
- Se extenderá el privilegio a las cosas, los intereses devengados y los intereses
compensatorios posteriores a la quiebra hasta el efectivo pago: de los créditos
garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los correspondientes a debentures y
obligaciones negociables con garantía especial.

Orden de pago de los créditos.

1. Créditos con privilegio especial.


2. Gastos de conservación y justicia.
3. Créditos con privilegio general.
4. Créditos quirografarios.
5. Créditos subordinados.

Créditos con privilegio especial (art. 241 LCQ).

a. Los créditos originados por gastos para la construcción, mejora o conservación de


una cosa, mientras exista en poder del concursado y siempre que el gasto haya
sido realizado por el deudor.
b. Los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por 6 meses y por
indemnizaciones tienen privilegio sobre las mercaderías, materias primas y
maquinarias del concursado.
c. Los créditos por impuestos y tasas que se aplican a determinados bienes, tienen
privilegio sobre éstos.
d. Los créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los correspondientes a
debentures y obligaciones negociables con garantía especial o flotante, tienen
privilegio sobre los bienes afectados a la garantía.
e. El crédito del retenedor a causa de la cosa retenida a la fecha de la sentencia de
quiebra, tiene privilegio sobre la cosa retenida.
f. Los créditos indicados en la Ley de Navegación, en el Código Aeronáutico, en la
Ley de Entidades Financieras y en la Ley de Seguros.

Los créditos con privilegio especial que resulten insatisfechos en su totalidad serán
considerados como créditos quirografarios y concurrirán como tales por el monto
insatisfecho.

Gastos de conservación y justicia (art. 240 LCQ). Luego de pagar los créditos con
privilegio especial, se pagarán los créditos originados luego de la apertura del concurso o
la declaración de quiebra por:

- La conservación, administración y liquidación de los bienes del concursado.


- El trámite del concurso (ejemplo: honorarios de los funcionarios que actuaron en
el proceso).

Dichos créditos se pagan con el excedente total del activo liquidado, es decir, con lo que
sobró del pago a los acreedores con privilegio especial. Si el total del activo liquidado es
insuficiente para pagar la totalidad de los créditos, la distribución entre ellos se hará a
prorrata.

Créditos con privilegio general (art. 246 LCQ).

1. Los créditos originados por remuneraciones y subsidios familiares debidos al


trabajador por 6 meses, vacaciones, SAC, fondo de desempleo y cualquier otro
derivado de la relación laboral.
2. Créditos por prestaciones adeudadas a organismos de los sistemas de seguridad
social, subsidios familiares y fondos de desempleo.
3. Si el concursado es persona física:
- Los gastos funerarios de la muerte del deudor;
- Los gastos de enfermedad durante los últimos 5 meses de vida;
- Los gastos de necesidad en alojamiento, alimentación y vestimenta del deudor y
su familia durante los 6 meses anterior a la presentación en concurso o declaración
de quiebra.
4. Créditos fiscales por impuestos y tasas adeudadas que no recaigan sobre bienes
determinados.
5. Créditos por facturas de crédito aceptadas hasta $20.000 por cada vendedor o
locador.

Créditos subordinados (art. 250 LCQ). Se llaman créditos subordinados a aquellos cuyo
pago se posterga hasta el pago total o parcial de otras deudas. La subordinación puede
tener origen legal o convencional.

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