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Resúmen del libro: “Planilandia; una novela de muchas

dimensiones”. De Edwin A Abbott.

Granados Arceo Jorge Rodrigo


Gruupo: 10

Esta novela fue publicada por primera vez en 1884, ha ocupado un lugar único en la
literatura científica fantástica a lo largo de un siglo. Esta encantadora narración de un
mundo bidimensional, obra de Edwin A. Abbott (1838-1926), eclesiástico inglés y
estudioso de Shakespeare, cuya vocación eran las matemáticas, se ha hecho famosa
como exposición de los conceptos geométricos y como una burla del mundo jerárquico de
la Inglaterra victoriana.

Planilandia es una historia subjetiva que relaciona las matemáticas y la fantasía dentro de
un concepto social muy abstracto. Se manifiesta ante el lector como una fantasía de
espacios extraños poblados por figuras geométricas; que piensan y hablan y tienen todas
las emociones humanas. No es ningún relato simple de ciencia-ficción. Su objetivo es
instruir, concientizar, o desviar la perspectiva de una idea centrada a una utopía posible,
está escrito de una manera sencilla y sutil pero esto no significa que sus letras carezcan
de complejidad. Planilandia, no se concibió en la época dela relatividad. Se escribió hace
unos setenta años, cuando Einstein el padre de la física no era más que un niño y la idea
del espacio-tiempo quedaba a casi un cuarto de siglo en el futuro. A nuestras ideas del
espacio y el tiempo les han sucedido muchas cosas desde que salió a la luz Planilandia.
Pero, a pesar de tanto hablar de una cuarta dimensión, los fundamentos de la
dimensionalidad no han cambiado. Mucho antes de que apareciese la teoría de la
relatividad, los científicos consideraban el tiempo una dimensión extra. En aquella época
lo veían como una dimensión aislada y solitaria que se mantenía aparte de las tres
dimensiones del espacio. En la relatividad, el tiempo pasó a entremezclarse
inextricablemente con el espacio para formar un mundo auténticamente cuatridimensional;
y este mundo cuatridimensional resultaría ser un mundo curvo. Tiempo, el tirano, domina
en Planilandia lo mismo que en nuestro propio mundo. Con relatividad o sin ella, aún
tenemos sólo una dimensión más que las criaturas de la imaginación de Abbott; aún
tenemos sólo tres dimensiones espaciales frente a las dos que tienen ellas.
A pesar de los años transcurridos, tan densos en acontecimientos, este relato de casi
setenta años de antigüedad no muestra el menor signo de envejecimiento. Se mantiene
tan lleno de vida como siempre, un clásico intemporal de perenne fascinación que parece
escrito para hoy. Desafía, como todo arte grande, al tirano Tiempo y a la abstracta idea de
su comprensión.

La primera “sección” del libro (no es que exista como tal; es sólo una percepción personal)
es en realidad una introducción al mundo de las figuras geométricas planas. Abbott se
transmuta en el ciudadano de clase media-alta, A. Cuadrado que describe a un público
tridimensional cómo es la vida en Planilandia, un extraño mundo en el que todo,
absolutamente todo, es plano, donde la tercera dimensión no existe más que en la mente
de unos pocos chiflados y cuya organización social corresponde a un rígido sistema de
clases en el que el número de lados de cada habitante es un símbolo de su inteligencia y
su posición. A partir de ahí, el señor Cuadrado se descuelga con una agudísima
descripción de ese sistema. Es una parte que cuesta leer con una cierta abstracción por lo
descarnado de sus explicaciones, tan clasistas y machistas que a veces hacen daño al
cerebro. Cuadrado hace hincapié, sobre todo, en la seguridad que da a la sociedad el
mantenimiento de ese sistema, y cómo los intentos de disidencia o de revolución son
abortados con sangre y sin piedad. La sociedad es tan restringida que ni siquiera el uso
del color está permitido como forma de identificación, por las diferentes circunstancias
históricas que han tenido consecuencias catastróficas.

Los habitantes de Planilandia sie pueden apreciar de diferentes formas y a cada una de
ellas se le atribuye un oficio; La sociedad en Planilandia se encuentra duramente
estratificada, en el fondo de la escala social y como la clase más baja están las mujeres,
que son líneas y por ende, incapaces de evolucionar. Las mujeres carecen de derechos,
se les prohíbe el acceso a la educación, se les describe como tontas, impulsivas y de
corta memoria hasta el punto de que se utiliza con ellas un idioma diferente, más simple y
emocional que el lenguaje científico y racional que usan entre los hombres. Apenas por
encima de las mujeres-líneas están los triángulo isósceles, que entre más agudos sean
más brutales son considerados y éstos fungen el papel de soldados y trabajadores.
Después de ellos se posicionan los triángulos equiláteros los cuales tienen una
disminución considerable de sus ángulos y por lo tanto son menos “peligrosos”, más
inteligentes y menos cerrados. Cabe mencionar que puede llegar a darse el extraño caso
de que un isósceles tenga un equilátero pero si esto sucede; el recién nacido es dado en
adopción por miedo a que en un futuro perturbe los ideales de su comunidad. En seguida
están los cuadrados, (figura que es el narrador) éstos poseen una mayor capacidad de
información e inteligencia, pues; son en su mayoría profesionales o caballeros que con el
paso del tiempo y la dedicación pueden llegar a ser una figura “perfecta” (con la aparente
perspectiva de una figura sin ángulos: un círculo) gracias a su descendencia. Los rectores
son polígonos de muchos lados o incluso círculos, denominados “sacerdotes”, que
pueden denominarse como la máxima autoridad, el ser que representa la perfección de la
existencia en su dimensión y la figura que se encarga de mantener el orden estableciendo
normas que pueden ser sancionadas con la muerte.

La segunda parte del libro es más teatral y también más subjetiva. Empieza con un sueño
o visión de Cuadrado en el que se encuentra en Puntolandia y en Linealandia, mundos
dónde las dimensiones son una o ninguna. Curiosamente, Cuadrado comienza a observar
en ambos mundos las mismas flaquezas y actitudes que pueblan el suyo: felicidad
sustentada en la creencia de ser los únicos del universo (o, más correctamente, en que
cada país se cree su propio universo) y negación sistemática de todo lo que pudiera
suponer un salto hacia adelante o el alejamiento del orden establecido; y, por supuesto, ni
hablar siquiera de una posible nueva dimensión, ya que no habría palabras para
describirla que ellos pudieran entender. Los intentos de Cuadrado por tratar de explicarles
que existen figuras “de varios lados” resultan infructuosos y, para el protagonista,
ciertamente frustrantes.

Tras este sueño, A. Cuadrado se va a encontrar con una tempestuosa sorpresa: la visita
de un extraño ser que dice llamarse Esfera y que proviene de un mundo donde existe una
tercera dimensión llamada “altura”. Llevado por Esfera hacia esos nuevos mundos,
(después de haber experimentado una serie de sucesos rebeldes por la idea lineal y necia
del cuadrado al no poder soportar el hecho de que existiera algo que para su ojo fuera
imposible) cuadrado queda fascinado ante las espectaculares posibilidades que ofrece un
mundo tridimensional y, a su regreso, tratará de explicar a sus contemporáneos todas las
maravillas que ha podido descubrir gracias a su “revelación”. Ello, sin embargo, le valdrá
las burlas y la incomprensión de sus conciudadanos en una sociedad aterrada ante
cualquier perspectiva de cambio en sus hasta ahora inamovibles creencias. Cuadrado
dará con sus cuatro esquinas en la cárcel, lugar desde donde escribe esta increíble
historia, enfrentado, sin embargo, a sus propias dudas sobre si sus descubrimientos
fueron tan reales como los vio o sólo fueron producto de su imaginación.

Este libro… a pesar de la poca extensión de su contenido; abarca un espacio infinito. Y


cada letra que lo compone tiene un significado relevante para la concepción de espacio-
tiempo que tenemos acerca de nuestro entorno. Sin duda alguna, es un texto filoso que
puede penetrar tu mente y destrozar la perspectiva que tienes de la realidad a una utopía
posible… ¿y si existe otra dimensión u otro universo con otra concepción de espacio-
tiempo-materia-energía (o no) y relaciones personales y sociales?, ¿podría afirmar que no
lo estoy haciendo? Es una pregunta sin suelo… pero espero por la humanidad que algún
día se pueda aterrizar ésa idea y si es posible: conocerla.

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