cuya fonía (sonido) puede llegar a ser semejante. Ej. imperio, emparentado, amputación, ambiente, ambiguo, ambo. Detrás de la n, d o b, se escribe siempre v. Esta regla lidia con el hecho de que el fonema de la v no se distingue de la b en casi ninguna variante del Español actual. Ej. envidia, envase, adverso. Si un verbo se escribe con h en su infinitivo, sus conjugaciones también la llevarán. Esto se debe a que los verbos conservan su raíz lexical, aunque su declinación varíe al conjugarse. Cuando la z se halle entre vocales débiles se tornará c. Como en los plurales de pez, lápiz o tamiz: lápices, tamices. Cosa que no ocurre en taza o pereza: tazas, perezas. Algunos tiempos y personas de verbos infinitivos terminados en -uir se conjugan con y. Como es el caso de huir, concluir, influir: huyó, concluyamos, influyeron. El modo imperativo de la segunda persona formal y plural de los verbos reflexivos perderá la n Así, no será levántensen sino levántense, a pesar de que la lógica indicaría la necesidad de esa n, como en tomen, apresen o disparen. La rr se empleará únicamente en posición intervocálica. Incluso cuando las palabras empiecen con ese sonido, con la r “fuerte”, se escribirá de todos modos con una sola letra. Por ejemplo: rápido, revolucionario, río. Pero ferrocarril, correr. Las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en n, s, o vocal. Se llama así a las palabras cuya sílaba tónica es la última. Por ejemplo: camión, trepó, pero tapiz, teñir. Las palaras llanas llevan tilde cuando terminan en una consonante distinta de n o s. Se llama así a las palabras cuya sílaba tónica es la penúltima. Por ejemplo: mártir, inútil, pero joven, mides. Las palabras esdrújulas siempre se acentúan. Se llama así a las palabras cuya sílaba tónica es la antepenúltima o anteriores (sobreesdrújulas). Por ejemplo: esdrújula, fósforo, cómpramelo, apócrifo. Los adverbios terminados en -mente conservarán tilde si los adjetivos de donde provienen la tienen también. Por ejemplo: inútilmente, apócrifamente, últimamente. Los monosílabos no se acentúan, a menos que haya riesgo de ambigüedad gramatical. Tal es el caso de dos palabras distintas que se escriben igual y requieren de diferenciación, como él/el, más/mas, sólo/solo y de/dé. Cuando una vocal débil en un diptongo lleve tilde, se tratará como sílaba aparte. Debido a que la vocal débil adquiere suficiente energía para romper el diptongo. Por ejemplo: maíz, laúd, ríanse, tíos. Las palabras compuestas, al juntarse, pierden (la primera) y conservan (la segunda) la tilde ortográfica. Por ejemplo: decimoséptimo, logicosemántico, santabárbara. La diéresis se escribe sólo para los casos en que la sílaba “-gue” requiere del sonido de la u. Normalmente, en esos casos, la u es muda, pero en palabras como ungüento o güero, la diéresis marca la sonoridad.
ESPRESION de CANTIDAD SINGULAR Y PLURAL SINGULAR Marca Singular Que Se Refiere A Un Elemento de La Palabra A La Que Se Refiere Es Una Palabra Que Puede Ser Utilizada de Dos Formas Principales