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APUNTES DE CLASE

DE
DINÁMICA DE SUELOS

Jorge E. Alva Hurtado, PhD


Profesor Principal
Facultad de Ingeniería Civil
Universidad Nacional de Ingeniería
Lima - Perú
CONTENIDO DEL
CURSO
DINÁMICA DE SUELOS

 Introducción
 Sistemas de un grado de libertad
 Propagación de ondas
 Propiedades dinámicas del suelo: módulo cortante y amortiguamiento
 Resistencia dinámica al cortante
 Sistemas de dos o más grados de libertad
 Respuesta de cimentaciones en semiespacio elástico
 Cimentación de máquinas
 Teoría de amplificación sísmica
 Interacción suelo-estructura
 Estabilidad de taludes y muros de contención
 Licuación de arenas
 Diseño sísmico de presas
REFERENCIAS DEL CURSO
DINÁMICA DE SUELOS

1) Arya S.C., O’Neill M. y Pincus G. (1979), “Design of Structures and Foundations for
Vibrating Machines”, Gulf Publishing Company, Houston..

2) Barkan D.D. (1962), “Dynamics of Bases and Foundations”, Mc Graw-Hill, New York.

3) Biggs J.M. (1964), “Introduction to Structural Dynamics”, Mc Graw-Hill, New York.

4) CISMID (1991), “Memorias del Seminario-Taller de Dinámica de Suelos”, 8-10 Mayo,


UNI, Lima.

5) Das B.M. (1983), “Fundamentals of Soil Dynamics”, Elsevier, New York.

6) Dobry, R. (1995), “Notas de Clase de Dinámica de Suelos”, Rensselaer Polytechnic


Institute, Troy, New York.

7) Ishijara, K. (1996), “Soil Behaviour in Earthquake Geotechnics”, Oxford Science


Publications, Great Britain.

8) Kramer, S.L. (1996), “Geotechnical Eartquake Engineering”, Prentice-Hall, New Jersey.

9) Prakash S. (1981), “Soil Dynamics”, Mc Graw-Hill, New York.

10) Richart F.E., Woods R.D. y Hall J.R. (1970), “Vibrations of Soils and Foundations”,
Prentice-Hall, New Jersey.

11) Whitman R.V. (1975), “Notas de Clase de Dinámica de Suelos”, Instituto Tecnológico de
Massachusetts, Cambridge.
CAPÍTULO I

PROBLEMAS DE INGENIERÍA QUE INVOLUCRAN A LA


DINÁMICA DE SUELOS

1.1 Cimentación de Máquinas


1.2 Efectos de Explosión Nuclear
1.3 Ingeniería Sismo-Resistente
1.4 Hincado de Pilotes
1.5 Compactación por Vibración
1.6 Otros Problemas de Ingeniería
1.7 Definición de Dinámica de Suelos
CAPÍTULO I

PROBLEMAS DE INGENIERÍA QUE INVOLUCRAN A LA


DINÁMICA DE SUELOS

En su práctica profesional, el ingeniero civil tiene muchos encuentros diferentes e


importantes con el suelo. El ingeniero civil utiliza el suelo como cimentación de estructuras y
terraplenes; utiliza el suelo como material de construcción; debe diseñar estructuras de
retención para excavaciones y aberturas subterráneas; y encuentra el suelo en un gran
número de problemas especiales. En el desarrollo de dichas tareas, el ingeniero se basa en
la Mecánica de Suelos, que es una disciplina que organiza de manera sistemática los
principios y el conocimiento de las propiedades ingenieriles del suelo. La Dinámica de
Suelos es una parte especializada de la Mecánica de Suelos que trata sobre el
comportamiento del suelo y la respuesta de masas de suelo durante la aplicación rápida de
carga, el uso de vibraciones para mejorar las propiedades ingenieriles del suelo y el uso de
transmisión de ondas para evaluar las propiedades del terreno.

En este capítulo se presenta la naturaleza de los problemas que involucra la dinámica de


suelos, ilustrando su aplicación mediante casos prácticos.

1.1 CIMENTACIÓN DE MÁQUINAS

Una máquina que produce vibraciones o fuerzas dinámicas desbalanceadas está


apoyada en un bloque de cimentación estructural, que reposa en el suelo. Las fuerzas
dinámicas de las máquinas causan movimientos en el bloque de cimentación, que si
son excesivos pueden:

1. Imponer condiciones no confortables o imposibles de soportar en el personal


que trabaja cerca de la máquina.

2. Causar daño a la máquina o tuberías de conexión.

3. Producir grandes asentamientos en la cimentación que pueden impedir el


funcionamiento apropiado de la máquina.

Los movimientos del bloque de cimentación adicionalmente serán transmitidos a


través del terreno a edificaciones o maquinarias adyacentes, pudiendo causar
movimientos no confortables o dañinos en dichas edificaciones, o pueden causar
asentamientos en la cimentación de dichas edificaciones.
La dinámica de suelos tuvo sus comienzos en Alemania, en 1930, cuando los
ingenieros de DEGEBO (Deutsche Forschungsgesellschaft fur Bodenmechanik)
empezaron las primeras investigaciones científicas de problemas de cimentación de
maquinaria. Aunque se desarrollaron importantes trabajos teóricos fundamentales en
dicha época, el enfoque inicial del estudio estaba basado en correlaciones empíricas
entre comportamientos y velocidad sísmica a través del suelo.

En los Estados Unidos y Europa Occidental se utilizaron dichas y otras correlaciones


hasta los años 50. Se realizó un excelente trabajo de relación de comportamiento
observado y teoría fundamental en la Unión Soviética, comenzando en el año 1930,
pero no se conoció en el mundo occidental sino hasta el año 1960.

En los Estados Unidos se logró durante los años 1955 a 1965 un conocimiento
fundamental de la relación entre comportamiento, teoría y propiedades esfuerzo-
deformación del suelo, principalmente debido al apoyo e interés del gobierno federal
en cimentaciones de antenas grandes de radar.

La cimentación de maquinaria es el problema más frecuente en dinámica de suelos,


los libros iniciales en esta materia tratan dicho tópico (Barkan, 1962; Major, 1962;
Richart et al, 1970).

Maquinaria Reciprocante y Rotativa

Las máquinas, tales como compresores y motores grandes, ocasionan fuerzas


dinámicas que varían sinusoidalmente, resultando en movimientos de la cimentación.

Cuando recién se instala una turbina bien diseñada, se originan fuerzas dinámicas
pequeñas. Sin embargo, el desgaste conduce a desbalance en las partes rotativas,
por lo que se desarrollan fuerzas dinámicas.

Ya que los turbo-compresores pueden ser dañados por movimientos dinámicos


pequeños de sus apoyos, o por pequeños asentamientos diferenciales de los mismos,
se debe realizar un cuidadoso diseño de los apoyos. Para facilitar las conexiones de
tubería, este compresor está apoyado por encima de la superficie del suelo mediante
un pórtico de acero o de concreto. El pórtico debe ser diseñado para evitar la
resonancia entre la frecuencia natural del pórtico y las frecuencias de operación de la
máquina. Como ejemplo se presenta el caso de un pórtico de concreto apoyado en
una platea de cimentación. El suelo consiste de 4 metros de relleno hidráulico (arena),
sobre un depósito profundo de arena ligeramente cementada. Fue necesario
responder a las siguiente interrogantes en el diseño:
1. ¿Podría la interacción entre el suelo y el pórtico estructural causar
frecuencias resonantes que coincidirán con una de las frecuencias de operación de
la maquinaria?

2. ¿Qué magnitud de la fuerza dinámica debe ser aplicada al suelo durante la


vida útil de la maquinaria?

3. ¿Cuán grande será el movimiento dinámico de la platea?

4. ¿Cuánto asentamiento diferencial de la platea ocurrirá como resultado de la


compactación de la arena por las fuerzas dinámicas?

5. Si el relleno debe ser densificado antes de la construcción de la cimentación,


¿qué densidad final debe lograrse?

6. ¿Qué magnitud de movimientos dinámicos se transmitirán a través del suelo


a edificaciones y maquinarias cercanas? y ¿podría reducirse el peligro de dicha
transmisión por alguna forma de tratamiento de la cimentación?

7. ¿Cuál es el espaciamiento requerido entre las cimentaciones de turbo-


compresores adyacentes?

En el ejemplo se decidió que para evitar la posibilidad de asentamiento diferencial, el


relleno hidráulico debería ser densificado.

A menudo el ingeniero geotécnico es consultado solamente cuando la maquinaria ya


ha sido instalada y se han desarrollado los problemas.

Como ejemplo se tiene un compresor de gas de tipo pistón que está apoyado sobre
un bloque masivo de concreto de cimentación, que descansa en arena media a
densa. Tales máquinas desarrollan fuerzas dinámicas desbalanceadas asociadas con
la aceleración de subida y bajada del pistón; las magnitudes de dichas fuerzas pueden
ser estimadas con bastante precisión. En este caso, con el compresor en operación,
los trabajadores de la fábrica notaron que los movimientos de la cimentación eran
excesivos. Se desarrollaron grietas en las paredes del local del generador adyacente.
El ingeniero de suelos que fue contratado para recomendar las medidas correctivas
debería responder a las siguientes interrogantes:

1. ¿Cómo deberían medirse los movimientos dinámicos para establecer la razón del
movimiento excesivo?
2. ¿Cuál es la mejor medida de reducción del movimiento, el incremento de la masa
o el incremento de la rigidez de la cimentación?

3. Si se indica el incremento de la rigidez, ¿ es mejor calzadura o grouting?

4. ¿En cuánto pueden reducirse los movimientos con las medidas de corrección
recomendadas?

Las mediciones realizadas con un sismográfo portátil de tres componentes, localizado


sucesivamente en diferentes puntos del bloque de cimentación, mostraron que los
movimientos resultaron principalmente del cabeceo alrededor de un eje horizontal.
Cálculos simples demostraron que la frecuencia natural en cabeceo era
aproximadamente igual a la frecuencia de operación del compresor.

El incremento de la rigidez de la cimentación se indicó como la mejor solución y los


ensayos de laboratorio en la arena mostraron que esto podría ser logrado
económicamente al inyectar en el suelo una solución de silicato de sodio, seguida por
una solución de cloruro de calcio. Estas dos sustancias químicas reaccionaron para
formar una solución gel que unió los granos de arena.

Como resultado del tratamiento, la amplitud de vibración se redujo a un sétimo del


movimiento original.

Otras Maquinarias Industriales

Existe una gran variedad de otros equipos industriales que causan cargas dinámicas
en las cimentaciones, tales como: prensas, vibradores, etc. El problema de diseñar o
mejorar la cimentación de dichas maquinarias es similar a aquél para maquinaria
reciprocante o rotativa, con la diferencia que las cargas pueden no ser sinusoidales o
periódicas.

Desarrollo de la Era Espacial

Una clase de problema de cimentación de maquinarias, especializada pero


importante, consiste en proporcionar una cimentación adecuada para antenas de
radar de gran precisión. Las fuerzas dinámicas ocurren conforme la antena se acelera
o desacelera, en elevación o en azimut. Es necesario asegurar que los movimientos
de la cimentación, ya sea movimientos dinámicos o asentamientos acumulados, no
causen errores agudos, y que las frecuencias resonantes del sistema antena-
estructura-cimentación no caen dentro del ancho de banda de operación del
servomecanismo de control de la antena.
Se ilustra una antena muy grande, con una antena tipo plato, apoyada sobre cuatro
pies de acero. Un par de ruedas en la base de cada pie corren en una pista circular de
113 pies de diámetro, por lo tanto la superestructura rota alrededor de un eje vertical.
La pista descansa en un anillo de concreto. El suelo es una arena gravosa media a
densa, compuesta por fragmentos de coral. Durante el estudio de factibilidad para el
sistema de radar, el cual condujo al establecimiento del criterio final del diseño, se
tuvieron que absolver las siguientes preguntas:

1. ¿Qué ensayos de campo y de laboratorio deberían realizarse para establecer el


comportamiento esperado del suelo cuando se cargue éste con el movimiento de
la antena?

2. ¿Cuál será la magnitud de la deflexión transitoria que ocurrirá en la viga anillo


durante el movimiento de la antena?

3. ¿Cuál será el asentamiento permanente durante la vida útil de la antena?

4. ¿Cuál es el efecto de la deflexión de la viga-anillo en la frecuencia de resonancia


fundamental de todo el sistema?

La absolución de estas interrogantes permitieron un balance económico entre las


rigideces de la cimentación, de la superestructura y otras partes del sistema. Para el
diseño final de la viga-anillo, fue necesario seleccionar un valor apropiado del módulo
de reacción de la subrasante para las condiciones de carga anticipadas. Una vez que
se inició la construcción, fue necesario desarrollar un sistema de medición para
verificar el comportamiento de la cimentación.

Una estructura muy especializada se utilizó en la plataforma del encendido de las


diversas etapas del cohete Saturno V en las Misiones Apolo. Estas plataformas
estaban apoyadas en pilotes de fricción en arenas y arcillas. Una pregunta importante
fue: ¿Causarán las vibraciones producidas por el lanzamiento una penetración
adicional de los pilotes?. El emplazamiento y diseño de los centros de control y otras
estructuras cerca de las plataformas de lanzamiento han requerido el estudio de la
transmisión de ondas a través del terreno y los métodos de aislamiento de
edificaciones contra la vibración.

También ha existido el requisito de verificar el comportamiento de los componentes


precisos de guía, como los giroscopios. Para estas plataformas deben conocerse las
vibraciones ambientales del tráfico y de los microsismos, para minimizarlos o para
aplicar las compensaciones adecuadas.
1.2 EFECTOS DE EXPLOSIÓN NUCLEAR

El estudio de los problemas civiles y militares ocasionados por el desarrollo de las


explosiones atómicas, ha dado un mayor ímpetu a la investigación en la dinámica de
suelos.

Aplicaciones Civiles

Las explosiones nucleares tienen un gran potencial para su utilización en la


excavación rápida de grandes masas de tierra, tales como: canales, puertos y cortes
profundos y largos para carreteras y ferrocarriles. Sin embargo, la realización de este
potencial se ha impedido por la política internacional y la preocupación pública sobre
el daño posible de la radioactividad.

Se ha dado considerable atención al uso posible de la energía nuclear en la creación


de un Canal de Panamá a nivel del mar. Aunque mucho del material excavado sería
en roca dura, la mayor parte sería en arcillas lutáceas fuertemente sobreconsolidadas,
del tipo estudiado por los ingenieros de suelos. Las preguntas sobre dinámica de
suelos en este estudio han sido:

1. ¿Cuál es la relación entre tamaño y profundidad de la carga y las propiedades del


suelo en relación al cráter resultante?
2. ¿Cuál es el efecto de los esfuerzos inducidos por una gran explosión en la
resistencia del suelo bajo las paredes del cráter?

3. ¿Continuarán estables los taludes de los cráteres cuando se produzcan grandes


explosiones para formar la sección siguiente del canal?

Los estudios han indicado que el costo de excavación utilizando explosivos nucleares
sería mucho menor que el costo de una excavación convencional.

Construcción de Protección

Las estructuras subterráneas de protección diseñadas para soportar explosiones


indirectas de bombas nucleares varían, desde personales hasta bases para misiles
balísticos intercontinentales. Para el diseño de una base ICBM se debieron absolver
las preguntas sobre los efectos de una gigantesca explosión cercana:

1. ¿Cuánto movimiento vertical y horizontal ocurrirá en los sitios de las estructuras?

2. ¿Cuán grandes serán los esfuerzos verticales y horizontales sobre la estructura en


profundidad?
3. ¿Cuánto aumenta la capacidad de carga de las estructuras por la interacción
suelo-estructura?

4. ¿Cómo se deberían diseñar las conexiones entre las estructuras para soportar los
desplazamientos relativos transitorios?

1.3 INGENIERÍA SISMORESISTENTE

La aplicación principal de la dinámica de suelos en los últimos tiempos ha sido en el


establecimiento de la relación entre las condiciones del suelo y los daños durante
terremotos. Aunque tal relación ha sido reconocida e investigada en el Japón desde
los años 30, en el mundo occidental ha recibido atención seria desde los terremotos
de Chile en 1960, de Alaska en 1964 y de Niigata en 1964. Una descripción excelente
de este problema aparece en los trabajos de Ohsaki (1969) y Seed (1969). El diseño y
construcción de Centrales Nucleares también ha contribuido grandemente al interés
en la Dinámica de Suelos.

Cimentaciones de Edificios

Un abastecimiento grande de agua de enfriamiento es esencial para la operación y la


seguridad de estas plantas; muchas plantas nucleares deben localizarse en depósitos
recientes de suelo, que están cerca de grandes depósitos de agua. En la primera
planta nuclear cimentada en suelo, el perfil estratigráfico mostraba arenas y arcillas
blandas cerca de la superficie y una secuencia profunda de arcilla rígida y limolita
sobre roca cristalina. El diseño y análisis de seguridad de esta planta incluyó las
preguntas en dinámica de suelos siguientes:

1. ¿Se aplican los criterios de diseño desarrollados para plantas nucleares


cimentadas en roca, o es necesario modificarlos para tomar en cuenta el efecto de
amplificación del suelo?

2. ¿Permanecerán estables las arenas durante un terremoto, o existe el peligro de


pérdida de capacidad portante o asentamiento por densificación?

3. ¿Cuál es la magnitud del desplazamiento relativo transitorio a ser considerado en


las conexiones críticas de tuberías entre edificaciones?

4. ¿Cómo se debe incorporar el efecto de la interacción suelo-estructura en el


análisis matemático para la respuesta dinámica de la estructura?
5. ¿Permanecerán estables los diques de los canales del agua de enfriamiento
durante un terremoto?

La parte más crítica de esta planta, el contenedor del reactor, se cimentó directamente
sobre arcillas rígidas. Las otras edificaciones se cimentaron a profundidades menores,
y la arena superficial se excavó y reemplazó por material granular selecto y bien
compactado.

Estas mismas preguntas se realizan en edificaciones y estructuras convencionales.

El efecto de amplificación del suelo sobre roca fue particularmente importante durante
el sismo de Caracas de 1967. La profundidad de la roca base variaba grandemente en
el Valle de Caracas y a lo largo de la zona costera cercana; el daño severo y la
pérdida de vidas se concentró en áreas pequeñas donde la frecuencia de resonancia
de depósitos profundos de suelo coincidió con la frecuencia de resonancia de edificios
altos. Actualmente existe un gran interés y esfuerzo para incorporar el efecto de las
condiciones locales del suelo en los códigos de construcción.

La pérdida de capacidad portante, como resultado de la licuación de suelos por


sismos, fue especialmente notoria en Niigata, Japón, durante el terremoto de 1964.
Efectos similares, incluyendo volcanes de arena y subsidencias causadas por
densificación repentina de la arena, han sido observados durante muchos terremotos.

Deslizamientos

Han ocurrido deslizamientos grandes durante terremotos. El deslizamiento de


Turnagain en Alaska involucró 12 millones de yardas cúbicas de tierra, destruyó 75
casas y tomó varias vidas. El deslizamiento cerca del Lago Riñihue en Chile, involucró
30 millones de metros cúbicos y represó la salida del lago. En los dos meses
siguientes el lago se elevó 26.5 metros y se represaron 2.5 billones de metros
cúbicos. Un bloque similar ocurrió en el lago Riñihue durante un terremoto hace 400
años, y cuando la masa del deslizamiento fue sobrepasada, se erosionó rápidamente,
generando una gran inundación que tomó muchas vidas y destruyó el pueblo de
Valdivia. En 1960 se realizó un gran esfuerzo para cortar un canal a través de terreno
menos erosionable, antes que el nivel del lago se elevara más, para minimizar los
efectos de la inundación subsecuente.

Cuando existan comunidades u obras importantes localizadas por debajo de masas


de tierra que puedan deslizarse durante un terremoto, se requiere un análisis
detallado de la estabilidad dinámica del talud. Más aún, es necesario llevar a cabo
estudios regionales sobre la susceptibilidad al deslizamiento. Por ejemplo, cuando se
planea un reservorio grande en una región susceptible a terremotos, es necesario
asegurar que no existe un riesgo significativo de desborde de la presa, como
resultado de deslizamientos repentinos en el reservorio.

Presas de Tierra

Se tiene una presa localizada en una región sísmica inmediatamente aguas arriba de
un área muy poblada. El suelo en el lugar era una arcilla muy blanda con inclusiones
de arena. El diseño requería respuestas a las siguientes interrogantes en Dinámica de
Suelos:

1. ¿Son las arenas susceptibles a la licuación?


2. ¿Cuál es la resistencia cortante de la arcilla durante terremotos?
3. Considerando la respuesta dinámica del suelo y el terraplén, ¿cuál es la magnitud
de los esfuerzos cortantes que ocurrirán en la arcilla durante un terremoto?

4. Para un terremoto dado, ¿cuánto será el asentamiento del borde?

5. ¿Cuál es el requisito del borde libre, en relación al grado de consolidación de la


arcilla bajo el peso del terraplén?

6. ¿Son los suelos a utilizarse en la construcción del terraplén resistentes a la


erosión en caso que ocurra un desborde o agrietamiento durante un terremoto?

7. ¿Cuál será el contenido de humedad utilizado para compactar el núcleo, para


minimizar el agrietamiento durante un terremoto?

Debido a malas condiciones de cimentación, la presa se diseñó con bermas anchas, y


se puso bastante atención a la selección de los materiales para el núcleo y las zonas
de transición.

1.4 HINCADO DE PILOTES

El comportamiento dinámico del suelo debe ser tomado en cuenta en la interpretación


del hincado de pilotes por medio de martillos de impacto, ya que cada golpe del
martillo causa una onda de esfuerzo en el pilote y de allí al suelo circundante. La
penetración durante cada golpe es rápida y está relacionada a la resistencia dinámica
del suelo. Muchas de las explicaciones recientes sobre el comportamiento del hincado
de pilotes toma en consideración estos fenómenos dinámicos.

Existen máquinas vibratorias para el hincado de pilotes. Estas operan estableciendo


una condición resonante para las ondas de salen y llegan al pilote, o una condición
resonante para el sistema suelo-pilote.
La posibilidad de daño a las edificaciones vecinas como resultado de las ondas de
esfuerzo transmitidas a través del terreno es de gran importancia en todas las
operaciones de hincado de pilotes.

1.5 COMPACTACIÓN POR VIBRACIÓN

Existen rodillos vibratorios que compactan el relleno hidráulico, en este caso por
debajo de los turbo-compresores. Fue necesario absolver las siguientes preguntas,
con referencia a la recompactación del suelo:

1. ¿Puede lograrse la densidad final por medio de rodillos vibratorios en la superficie


del relleno? o ¿es necesario excavar y recompactar el suelo en capas?

2. Si el suelo debe excavarse y recompactarse, ¿qué peso del vibrador debe ser
usado?, ¿qué espesor de capa debe usarse? o ¿cuántos pases se necesitan en
cada capa?

En este caso se decidió que el suelo debe excavarse y recompactarse en capas de


cuatro pies de espesor. Se encontró que esta forma de tratamiento era más
económica que la compactación por vibroflotación o el uso de pilotes.

Los rodillos vibratorios se utilizan para compactar todo tipo de suelo. Las vibraciones
se utilizan en ensayos de laboratorio para determinar las densidades máximas de
suelos granulares.

1.6 OTROS PROBLEMAS DE INGENIERÍA

Las ondas sísmicas se utilizan a menudo en investigaciones geotécnicas para


determinar la profundidad del basamento rocoso y para dar una idea general de la
naturaleza del suelo y las rocas del subsuelo. Se utiliza la medición de la velocidad de
propagación de ondas como base para decidir si se utiliza en la excavación de terreno
duro equipo mecánico o explosiones. La medida de la velocidad de propagación de
las ondas de corte in-situ se requiere en muchos estudios de ingeniería sismo-
resistente.

El efecto del tráfico en pavimentos y subrasantes se considera un problema de


dinámica de suelos, aunque efectos dinámicos verdaderos se presentan solamente
cuando los vehículos se mueven más rápido que las velocidades promedio. La
transmisión de vibraciones de trenes subterráneos en edificios cercanos es de gran
interés en los sistemas de transporte.
El daño o incomodidad en edificaciones cercanas, como resultado de explosiones en
canteras o excavaciones, está influenciado por las características del terreno a través
del cual las ondas de esfuerzo se transmiten y por el tipo de terreno por debajo de la
edificación. Los ingenieros geotécnicos a menudo se encuentran involucrados en
juicios de daños en relación a las explosiones.

Finalmente, existe una variedad de problemas especiales de problemas prácticos en


dinámica de suelos, tales como: la penetración de pequeños misiles en el terreno y la
dinámica del aterrizaje de vehículos en la luna.

1.7 DEFINICIÓN DE DINÁMICA DE SUELOS

Los ejemplos citados anteriormente han indicado la naturaleza y el alcance de la


Dinámica de Suelos. En general, los problemas de ingeniería goetécnica que
involucran la aplicación rápida de carga se considera que pertenecen a la Dinámica
de Suelos.

Con el objeto de ser más específicos acerca de la naturaleza de los problemas


dinámicos, es recomendable considerar el comportamiento de un sistema dinámicos
muy simple: una masa apoyada por un resorte. Para obtener una descripción
matemática total del comportamiento de este sistema, es necesario considerar:

(a) la inercia de la masa

(b) las características esfuerzo-deformación-tiempo del resorte, incluyendo el


comportamiento del resorte durante carga repetida.

Por ejemplo, a menudo el sistema real de masa-resorte se idealiza por un sistema de


masa puntual, resorte lineal sin masa y amortiguador lineal. La idealización de resorte
sin masa y el amortiguador juntos hacen uno de los muchos modelos posibles del
comportamiento del resorte real: un modelo simple que afortunadamente es suficiente
para muchos problemas.

La consideración de las características esfuerzo-deformación-tiempo es común a


todos los problemas en ingeniería geotécnica : problemas estáticos y dinámicos. En
todos los problemas el comportamiento real y complicado de esfuerzo-deformación-
tiempo debe ser reemplazado por un modelo matemático lo suficientemente simple
para cálculos prácticos. Este modelo idealizado enfatiza aquellos aspectos del
comportamiento real esfuerzo-deformación-tiempo que son importantes para el
problema en particular. Los modelos matemáticos utilizados en problemas dinámicos
a menudo difieren de aquellos utilizados en problemas estáticos, especialmente por la
inclusión de elementos que toman en cuenta los efectos de carga repetida. Sin
embargo, puede decirse que el comportamiento de los suelos no difiere grandemente
en problemas estáticos y dinámicos. Es decir, el comportamiento esfuerzo-
deformación-tiempo del suelo es diferente cuantitativamente, pero similar
cualitativamente para problemas estáticos y dinámicos.

Por otro lado, la necesidad de considerar la inercia cambia la manera de enfocar los
problemas. Esto es, los problemas en dinámicas de suelos son cualitativamente
diferentes de aquellos en mecánica de suelos, debido a la necesidad de considerar
los efectos de las fuerzas de inercia. Por lo tanto, cualquier curso de Dinámica de
Suelos debe enfatizar grandemente el rol de la inercia.

Puede decirse entonces que la dinámica de suelos consiste de:

1. Evaluación de las propiedades esfuerzo-deformación del suelo aplicadas a carga


dinámica.

2. Técnicas para calcular o estimar el rol de las fuerzas de inercia presentes durante
la carga dinámica.

3. Procedimientos y experiencia para aplicar este conocimiento a la solución de


problemas prácticos.

REFERENCIAS

1) Barkan D.D. (1962), “Dynamics of Bases and Foundations”, Mc Graw-Hill, New York.

2) Major A. (1962), “Vibration Analysis and Design of Foundations for Machines and
Turbines”, Akademiai Kiado, Budapest.

3) Ohsaki Y. (196), “The Effects of Local Soil Conditions upon Earthquake Damage”, Proc.
Specialty Session Soil Dynamics, 7th International Conference on Soil Mechanics and
Foundation Engineering, Mexico.

4) Richart F.E., Woods R.D. y Hall J.R. (1970), “Vibrations of Soil and Foundations”,
Prentice-Hall, New Jersey.

5) Seed H.B. (1969), “The Influence of Local Soil Conditions on Earthquake Damage”,
Proc. Specialty Session Soil Dynamics, 7th International Conference on Soil Mechanics
and Foundation Engineering, Mexico.
CAPÍTULO 6

SISTEMAS LINEALES DE UN GRADO DE LIBERTAD

6.1 Introducción

Este capítulo considera el comportamiento de sistemas con parámetros concentrados.


En estos sistemas la masa está concentrada en uno o más cuerpos rígidos (Fig. 6.1),
y estos cuerpos rígidos están conectados por resortes, que representan la flexibilidad
del sistema y posiblemente por otros elementos (tales como amortiguadores), que
representan las causas de la disipación de energía.

En algunos casos los sistemas idealizados de parámetros equivalentes son una


representación muy cercana de algunos sistemas estructurales y mecánicos reales.
Por ejemplo, el tanque de agua elevado de la Fig. 6.2a, que es susceptible a
movimientos horizontales causados por terremotos, se comporta similarmente a
cualquiera de los sistemas idealizados masa-resorte-amortiguador de la Fig. 6.2b. En
otros casos, un sistema de parámetros equivalentes proporciona una aproximación
conveniente y útil a un sistema continuo. Por ejemplo, el sistema masa-resorte de la
Fig. 6.3b, se utiliza para aproximar la respuesta de una viga (Fig. 6.3a), donde la
masa y la flexibilidad están distribuidas continuamente en la realidad.

Un sistema equivalente de parámetros concentrados se dice que tiene uno o más


grados de libertad, dependiendo del número de masas concentradas y del tipo de
movimiento que cada masa puede experimentar. Por ejemplo, la estructura reticular
que soporta el tanque de agua en la Fig. 6.2 es bastante flexible con respecto a
movimientos horizontales, pero bastante rígida con respecto a movimientos verticales.
Si se desprecian los movimientos rotacionales del tanque, el tanque de agua se
comporta esencialmente como un sistema de un grado de libertad. En algunos casos
el movimiento rotacional del tanque no se puede despreciar, por lo que se debe
considerar al tanque como un sistema de dos grados de libertad. La aproximación de
masas concentradas de la viga de la Fig. 6.3 tiene tres grados de libertad.

Un sistema de parámetros concentrados es lineal si la resistencia de los elementos


que conectan las masas es proporcional, ya sea al movimiento o a la velocidad de
movimiento.
El entendimiento del comportamiento de los sistemas de parámetros concentrados es
esencial al entendimiento de la dinámica de suelos. Se aprende a tratar con la inercia
y las más importantes consecuencias de la inercia.
6.2 Vibraciones LIbres

Se considera en primer lugar el sistema de un grado de libertad, no amortiguado,


mostrado en la Fig. 6.1a. Bajo condiciones estáticas, el peso de la masa comprime el
resorte y ocasiona en él una fuerza. En lo que sigue se trata de cambios en posición y
fuerza, conforme la masa experimenta movimiento dinámico.

Dos fuerzas dinámicas actúan en la masa durante el movimiento dinámico:

1) Fuerza del resorte: Si el movimiento x es positivo hacia abajo, la fuerza hacia


arriba en la masa es:
kx

2) Fuerza de inercia: La fuerza de inercia se opone a la aceleración de la masa. La


magnitud de esta fuerza en la dirección hacia arriba es:
Mx
donde x es la segunda derivada de x con respecto al tiempo t.

El equilibrio de fuerzas en la masa requiere que:

Mx  kx  0 (6.1)

Se puede verificar, por sustitución directa, que la siguiente expresión es una


solución de la ecuación diferencial 6.1

k t  B cos k t (6.2)
x  A sen
M M

donde A y B son constantes.

Si la masa se va a mover, debe dársele alguna perturbación inicial. Supongamos


que la masa ha sido dada un desplazamiento adicional estático x o por una fuerza
estática aplicada Fo = k xo, y que al tiempo cero, esta fuerza adicional se suprime
repentinamente. Las condiciones iniciales siguientes se utilizan para evaluar las
dos constantes en la Fig. 6.2.

t0 x  x o, x
 0

Se encuentra que A debe ser cero y B=x o. Por lo tanto, el movimiento resultante
de esta perturbación inicial particular es:
x  x 0 cos kt (6.3)
M

De aquí, la masa tendrá un movimiento periódico, entre los límites de x = -x o y x =


xo. El período del movimiento será determinado por las características del sistema
masa resorte M y k. El movimiento periódico resultante se conoce como vibración
libre.

El período T es el tiempo requerido por la masa para completar un ciclo y retornar


a su posición inicial ( x = xo ):

T  2 M (6.4)
k

La frecuencia fn (ciclos por unidad de tiempo) es:

fn  1 k (6.5)
2 M

Otra medida conveniente es la frecuencia natural circular , que tiene unidades de


radianes por unidad de tiempo

  2  2f  k
T M
(6.6)

Por lo tanto, existen varias alternativas para expresar la ecuación de movimiento,


ecuación 6.3:

x  x 0 cos ωt  x 0 cos 2 fnt  x 0 cos 2 t


T
(6.7)

La frecuencia de vibración libre fn se conoce como frecuencia natural. La


frecuencia natural depende de las propiedades del sistema, y será la misma
independientemente de la perturbación inicial dada al sistema.

Consideraciones de energía: Se evaluará ahora la energía dentro del sistema


masa-resorte a varios intervalos de tiempo después de la perturbación inicial.
Cuando el movimiento es máximo (x =  x0 cuando t = 0, T/2, T, 3T/2, etc.), la
velocidad del movimiento es cero. A estos tiempos, la energía se almacena en el
resorte.

E  1 k x0
2

2
(6.8)

pero no hay energía cinética. Por otro lado, cuando el movimiento es cero ( x = 0
cuando t = T/4, 3T/4, 5T/4, etc.), la velocidad es máxima.

 ) max  wx 0
(x

En estos intervalos de tiempo existe energía cinética

E  1 M ω2 x 0
2
(6.9)
2

pero no se almacena energía en el resorte. Aplicando la ecuación 6.6, se puede


demostrar que las ecuaciones 6.8 y 6.9 son iguales. La energía introducida en el
sistema por la perturbación inicial permanece constante a través del movimiento
subsecuente.

NOTA: Este análisis omite otros dos términos de energía: el cambio en la energía
potencial de la masa conforme se mueve y el trabajo realizado por la fuerza
estática de resorte actuando a través del movimiento dinámico. Sin embargo,
estos dos términos se cancelan mutuamente en todo momento.

Vibraciones libres amortiguadas: La Fig. 6.1b muestra un sistema masa-resorte


que además incluye un amortiguador. La fuerza ejercida por el amortiguador es
.
proporcional a la velocidad de movimiento, δ x . La ecuación diferencial de
movimiento es:

M x  δ x
  kx  0
(6.10)

Esta ecuación tiene diferentes formas de solución, dependiendo de la magnitud


del coeficiente de amortiguamientos δ. Definamos una expresión denominada
amortiguamiento crítico δcr:

δ cr  2 kM
(6.11)
También se usará la razón de amortiguamiento, D:

D δ (6.12)
δ cr

El significado de estas formas de solución será aparente en lo que sigue.

El caso más importante ocurre cuando D<1. En este caso, la solución de la


ecuación 6.10 para la misma perturbación inicial del caso sin amortiguamiento es:

x  x 0 e-ωDt (cos ω1t  D ω sen ω1 t) (6.13)


ω1

donde ω es la frecuencia natural circular no amortiguada, y ω1, es la frecuencia


natural circular amortiguada:

ω1  ω 1 - D 2

Utilizando fórmulas trigonométricas, la ecuación 6.13 se transforma en:

2
x  x 0 1   Dω  e-ωDt cos (ω1t  θ) (6.14)
 ω1 

donde :

 
θ  arc tg   Dω 
 ω1 

De la ecuación 6.14 se aprecia que el movimiento todavía es periódico, pero la


amplitud de movimiento decrece con el tiempo, como se muestra en la Fig. 6.4.

Aunque el amortiguamiento causa un aumento ligero al período de la vibración


libre, el aumento es pequeño si D es pequeño (si D = 0.2 el cambio es solamente
2%). El efecto principal del amortiguamiento es ocasionar que las vibraciones
libres se atenúen.

Siempre y cuando el amortiguamiento sea relativamente pequeño, la amplitud de


picos sucesivos xi y xi+1 en la Fig. 6.4, está dada por:
xi
 eωDt  e 2D
x i 1

El decremento logarítmico Δ está definido por:

xi
Δ  log  2D
x i 1
(6.15)

Si D>1, la solución de la ecuación 6.10 para las condiciones de frontera dadas no


contiene ya factor periódico y no representa ya un movimiento vibratorio. La
resistencia viscosa es tan grande comparada a la resistencia inercial, que la masa
no vibra sino simplemente se reduce de modo gradual a x=0. Es de interés
particular el caso donde la fuerza de inercia es completamente despreciable,
comparada a las fuerzas de amortiguamiento y de resorte. En este caso la
ecuación diferencial básica es simplemente:

δx  kx  0

La solución para las condiciones de frontera utilizadas en esta sección es:

-kt
x  x0 e δ (6.16)

El desplazamiento relativo desaparece de acuerdo a una función exponencial


simple de decaimiento. Las soluciones para diferentes condiciones de frontera se
estudian en la Reología.

6.3 Vibraciones Forzadas por la Aplicación de Cargas Periódicas

Se estudia a continuación el caso en donde existe una fuerza periódica aplicada a la


masa. Esta carga puede describirse por una de las expresiones siguientes:

P = Po sen Ω t
= Po sen 2π ft

donde Po = amplitud de la carga


Ω = frecuencia circular de la carga aplicada
f = frecuencia de la carga aplicada

La ecuación diferencial del movimiento para el caso con amortiguamiento es:

Mx  δx
  kx  Po sen Ω t (6.17)

La solución de esta ecuación para el caso donde el sistema está inicialmente en


.
reposo (x = x = 0 para t =0) es:

 Ω 2  Ω   Ω cos ω t  Ω  2D 2  Ω2 - 1 sen ω t 
1 - ω 2  sen Ω t - 2D ω cos Ω t   e
- ω Dt
 2D 1   1 
Po    ω ω1  ω2  
x
k   Ω 2 
2 2
2  Ω
1 - 
 ω   4 D  
  ω
(6.18)

donde ω, ω1 y D se han definido previamente en las ecuaciones 6.6, 6.14 y 6.12,


respectivamente.

La ecuación 6.18 es bastante complicada, por lo que es de utilidad examinar algunos


casos especiales.

Amortiguamiento pequeño: cuando D<0.1, es razonable omitir ciertos términos; la


ecuación 6.18 se reduce a:

x

Po sen Ω t - e
- ω Dt Ω
ω
sen ω t 
 
(6.19)
k 2
1- Ω
ω

El movimiento consiste de un movimiento periódico a la frecuencia de la fuerza


aplicada, más un segundo movimiento periódico a la frecuencia natural del sistema. El
segundo, vibración libre, es amortiguado y desaparece con el tiempo, como se ilustra
en la Fig. 6.5. En sistemas estructurales reales, la parte libre de la respuesta
raramente persiste por más de 25 a 50 ciclos, por lo que es suficiente considerar
solamente las vibraciones forzadas.

Vibraciones forzadas: usando solamente la parte de la Ecuación 6.18 que


corresponde a las vibraciones forzadas:
1 - Ω 2 sen Ω t - 2D Ω cos Ω t
Po  ω 2  ω
x
k
   
2
 Ω   4D 2 Ω
2 2

1 
ω  ω
(6.20)

Esta ecuación puede ser transformada a: (Den Hartog, p.64)

Po sen (Ω t - α)
x
k
   
2
 Ω   4D 2 Ω
2 2

1 
ω  ω
(6.21)

donde:

tg α  2D ωΩ (6.22)
ω - Ω2
2

La ecuación 6.21 puede ser interpretada como sigue:


(1) El movimiento es periódico con la frecuencia Ω de la función forzada.(2) Sin
embargo, el movimiento está por detrás de la fuerza aplicada mediante el ángulo de
fase α. Esto es, el movimiento alcanza un máximo después del instante en que la
fuerza es máxima. (3) La magnitud pico del movimiento x0, es el producto de la
deflexión Po/k que hubiese ocurrido si la fuerza P o fuera aplicada lentamente, y un
factor de carga dinámico DLF:

Po
xo  DLF
k

DLF  1

   
2
 Ω   4D2 Ω
2 2

1 
ω  ω
(6.23)

El factor de carga dinámico es función de la relación Ω/ω (ó f/fn) de la frecuencia de la


carga aplicada a la frecuencia natural, y del amortiguamiento D. El factor de carga
dinámico ha sido graficado en la parte (a) de la Fig. 6.6. Notar lo siguiente:
a. Conforme f/fn → 0, DLF → 1. Físicamente esto significa que las cargas aplicadas
cambian muy lentamente, comparadas con la velocidad (representada por la
frecuencia natural) a la cual el sistema puede responder; de aquí que la carga sea
esencialmente estática.

b. Conforme f/fn → , DLF → 0. Físicamente esto significa que la carga aplicada


cambia muy rápidamente, en comparación a la velocidad a la cual el sistema
puede responder. De aquí que la masa permanece inmóvil y resiste la carga
aplicada enteramente por inercia.
c. Conforme la relación de frecuencia / (ó f/fn) aumenta, el valor del DLF
aumenta hasta un pico y de allí disminuye. La relación de frecuencia a la cual DLF
es máximo se denomina condición resonante, y la frecuencia correspondiente (fr
ó r) se denomina frecuencia resonante.

d. El valor del DLF a la condición resonante es función del amortiguamiento D.

DLFmax  1
2D 1 - D 2
(6.24)

Esta relación está graficada en la Fig. 6.7. Si el amortiguamiento es pequeño,


DLFmax1/2D.

e. La frecuencia resonante es algo menor que la frecuencia natural y está dada por
la expresión:

Ωr fr
  1 - 2D 2 (6.25)
ω fn

f. Cuando D 12 , DLF es máximo para la condición estática /=f/fn=0.


Entonces no existe condición resonante verdadera.

g. Para las frecuencias muy lejos de la frecuencia resonante, y considerando un


amortiguamiento relativamente pequeño, el valor del DLF es relativamente
insensible al amortiguamiento. Si f/fn < 2/3 ó y f/fn > 3/2 D < 0.2, el uso de la
expresión para el caso no amortiguado es:

1
DLF  2
 f 
1  
 fn 

(6.26)
proporciona la respuesta dentro de un 10%.

La Tabla 6.1 resume las principales características de la relación DLF (respuesta


adimensional) vs. frecuencia.

El ángulo de fase  (Ec.6.22) está graficado versus la relación de frecuencia y el


amortiguamiento en la Fig. 6.8. A frecuencias de operación pequeñas, el movimiento
se encuentra ligeramente por detrás de la fuerza aplicada. Sin embargo, cuando f/fn
es muy grande, la fuerza y el movimiento tienden a estar en fases opuestas, es decir,
el movimiento disminuye conforme la fuerza aumenta y viceversa.
Consideraciones de energía: Cuando el coeficiente de amortiguamiento tiene un
valor diferente de cero, debe consumirse energía durante cada ciclo de vibración
forzada. Esta pérdida de energía puede evaluarse por integración del producto del
movimiento y la fuerza en el elemento amortiguador:

. T . Ω2
ΔE   δ x dx  δ  x 2dt  π x o2 δ
o ω
(6.27)

Dividiendo por la energía almacenada dentro del sistema como energía de


deformación y cinética, se obtiene la fracción de la energía que se pierde en cada
ciclo:

ΔE  2π Ω 2 δ
E ω k
(6.28)

Cuando el sistema está operando a la frecuencia natural, este valor llega a ser:

ΔE  4π D  2Δ  Ψ
E
(6.29)

Esto es, la fracción de la energía perdida por ciclo, es igual al doble del decremento
logarítmico. La cantidad E/E a la frecuencia resonante se le conoce como
capacidad de amortiguamiento ().

La energía perdida debe ser proporcionada por la fuerza actuante. El retraso de la


fase entre la fuerza y el movimiento es tal que la integral ∫ pdx sobre cada ciclo
produce el trabajo neto sobre el sistema.
Masa excéntrica: Los resultados anteriores dan la respuesta dinámica del sistema de
un grado de libertad, independientemente si Po varía o nó con la frecuencia, por lo
que representa una solución completa del sistema. Sin embargo, existe un tipo de
carga que es muy común, por lo que es útil tener un conjunto de gráficos para dicho
caso especial. Si la maquinaria de rotación tiene una masa desbalanceada, la fuerza
dinámica será:

P  M e 1Ω 2 sen Ω t (6.30)

donde:

Me = masa excéntrica
1 = brazo del momento de la masa excéntrica

La cantidad Me1Ω2 tiene unidades de fuerza y corresponde a Po.

La solución para este caso puede obtenerse al reemplazar Po por M e1Ω2. Es


conveniente escribir los resultados en la forma:

xo 
M e 1Ω 2
k
M 1 2
DLF  e f DLF
M fn
 
La cantidad (f/fn)2 DLF está graficada en la parte (b) de la Fig. 6.6. Algunas de las
características principales de estas curvas de respuesta son:

a. Conforme f/fn → 0, la respuesta → 0. Esto es debido a que la fuerza dinámica Po


es cero cuando la masa excéntrica está estacionaria.

b. Conforme f/fn → , la respuesta → 1. La fuerza dinámica Po llega a ser


sumamente grande cuando la frecuencia aumenta, y por lo tanto forza al sistema a
responder a pesar de su gran masa.

c. La respuesta adimensional en la condición resonante es la misma que cuando Po


es constante.

d. La frecuencia resonante es algo mayor que la frecuencia natural.

fr 1
 (6.31)
fn 1 - 2D 2
e. La frecuencia no amortiguada, que es una buena aproximación para la respuesta
con amortiguamiento pequeño a frecuencias muy lejos de la frecuencia natural,
está dada por:

2
 f 
 
 fn 
2 (6.32)
 
1 - f 
 fn 

Estas propiedades también han sido resumidas en la Tabla 6.1. La Fig. 6.8 se aplica a este
caso especial, como al caso donde Po es independiente de la frecuencia.
Tabla 6.1

Propiedades de la Relación Factor de


Carga Dinámica vs. Frecuencia

Fuerza Actuante Sistema Masa


Excéntrica

Respuesta adimensional
a f=0 1 0

Respuesta adimensional
a f =  0 1

Relación de frecuencia
1
resonante fr/fn 1 2D 2
1 2D 2

Respuesta adimensional
1
a f = fr
2D 1 D 2
1
2D 1 D 2

Respuesta adimensional
2
 f 
1 
 fn 

2  
para f << fr  f 
1 
 fn 
  f 
2

  1 
 fn 

 
ó

f >> fr
6.4 Vibraciones Debidas a Cargas Transitorias

Esta sección introduce el comportamiento de un sistema de un grado de libertad, bajo


la acción de carga transitoria, es decir una carga no periódica o periódica de duración
finita. Solamente se considerará unos cuantos casos de cargas transitorias.

Carga escalón: Una carga escalón se aplica instantáneamente y de allí permanece


constante (Fig. 6.9).

La ecuación diferencial gobernante es:

0 t  0
Mx  δx
  kx   (6.33)
 Po t  0

Para un sistema inicialmente en reposo (x  x


  0 a t  0) , la solución de la Ec.
6.33 es la suma de la solución estática P o/k, más la vibración libre amortiguada dada
por la Ec. 6.13.

Po  ω Dt  ω 
x 1 - e  cos ω1 t  D sen ω1 t 
k   ω1 

que para amortiguamiento pequeño es:

x
Po
k

1 - e - ωDt cos ω t  (6.34)

Esta solución se bosqueja en la Fig. 6.9. El desplazamiento al primer pico es


aproximadamente 2Po/k. Así, el desplazamiento máximo y la fuerza de resorte
causados por la carga aplicada repentinamente, es igual al doble de la carga estática.

Carga rampa: Como se ilustra en la Fig. 6.10, una carga rampa involucra un
incremento lineal de carga, seguido de carga constante. La ecuación gobernante para
amortiguamiento cero es:

0 t  0
 t
Mx  kx  Po 0  t  τ (6.35)
τ

Po t  τ
La solución del movimiento debe obtenerse en dos pasos. Primero se obtiene una
solución para 0 ≤ t ≤ τ, con las condiciones iniciales x  x
  0 para t = 0:

0 t τ x
Po t

- T sen ω t
k τ 2π τ

(6.36a)

Para t ≥ τ, la ecuación diferencial es exactamente la misma que la Ec. 6.1 para


vibraciones libres, y la solución deberá ser:

x  A sen ω t  B cos ω t (6.2)

.
Las constantes A y B se determinan igualando x y x de las ecuaciones 6.36 y 6.2
para t = τ:

tτ x
Po
k
2π t

1 - T sen ω τ  A sen ω τ  B cos ω τ

P
x  o  1 - cos ω τ   ω (A cos ω τ - B sen ω τ
k

Resolviendo para A y B y utilizando la Ec. 6.2:


tτ x
Po
1 
T
 sen ω (t - τ) - sen ω t   (6.36b)
k  2π  

La respuesta para una carga rampa consiste de vibraciones libres superpuestas sobre
la solución estática, como se ilustra en la Fig. 6.10. La amplitud máxima de
movimiento es función de τ/T, como se muestra en la Fig. 6.11. Cuando el período
natural del sistema es pequeño, comparado con el tiempo τ, la respuesta máxima
difiere solo ligeramente de la respuesta estática. El amortiguamiento reducirá más la
importancia de la vibración libre.

Pulso cuadrado: Un pulso cuadrado tiene una duración limitada. La ecuación


gobernante para un pulso cuadrado (Fig. 6.12) de amortiguamiento nulo es:

0 t0

Mx  kx  Po 0 t τ (6.37)
0 tτ

Como en el caso de la carga rampa, la solución debe obtenerse en dos etapas:

Po
0  t  x
k
1 - cos   
(6.38a)

2Po
tτ x sen   sen ( t  ) (6.38b)
k T

donde:

tg   cos   - 1 (6.38c)
sen  

La respuesta para 0 ≤ t ≤ τ es la misma que para carga escalón con amortiguamiento


nulo. Para t ≥ τ existen vibraciones sobre la posición cero; éstas se denominan
vibraciones residuales. La Fig. 6.12 muestra la respuesta para diferentes valores de
τ/T, la respuesta máxima y la magnitud de la vibración residual son función de τ/T
como se muestra en la Fig. 6.13. Para valores grandes de τ/T, la respuesta máxima
ocurre durante la vibración forzada, y para ciertos valores de τ/T no existen
vibraciones residuales debido a que el sistema tiene desplazamiento y velocidad cero
en el instante en que la fuerza aplicada es cero. Para valores pequeños de τ/T la
respuesta máxima ocurre durante la vibración residual. La respuesta máxima es 2P o/k
y se logra si es que τ/T > 0.5.

Es importante mencionar que los movimientos causados por un pulso de corta


duración (τ/T << 1) pueden obtenerse directamente con la aplicación de la ecuación
impulso-momento. El impulso es Po, ya que en este caso no se desarrolla fuerza en el
resorte durante la carga. El momento máximo durante la vibración residual
subsiguiente es M ωx0, de donde:

Po  Po P
xo      o 2 
M k k T

Este es el mismo resultado que el dado por la Ec. 6.38b para valores de τ/T
pequeños.

Carga sinusoidal de duración limitada: La ecuación diferencial gobernante, incluyendo


amortiguamiento es:
0 t0

Mx   x  kx  Po sen  t 0  t  τ (6.39)
0 tτ

Si la carga termina exactamente al terminar un ciclo de la función seno, entonces la


duración τ está relacionada a Ω por τ Ω = nπ, donde n es un número entero.

Para 0 ≤ t ≤ τ, esta ecuación es igual a la Ec. 6.17 y la solución es la ecuación 6.18.


Para amortiguamiento cero:


sen  t -   sen  t
x
Po  
0t  2
k 
1-  
 
(6.40a)

La vibración residual se determina igualando la vibración libre y la forzada en t=τ. Para


amortiguamiento cero:


-  sen  
P  
tτ x o
k 2 = A sen ω τ + B cos ω τ

1-  
 

. Po 1 - cos 
x 2
k  = ω (A cos ω τ - B sen ω τ)
1-  
 

Resolviendo A y B y utilizando la ecuación 6.2:

Po 2 (/)
tτ x sen n   sen ( t  )
k 1 - (/) 2 2
(6.40b)

donde:

tg   - sen   (6.40c)
1 - cos  
Para el caso especial de Ω/ω=1, el numerador y denominador de las ecuaciones
(6.40) se anulan. Una expresión alternativa para este caso se obtienen aplicando la
regla de H’ospital:

Po
0t  x (sen  t -  t cos  t )
2k
(6.41a)

- Po
tτ x n  cos  t
k
(6.41b)

La ecuación 6.41a se grafica en la Fig. 6.14a. La amplitud del movimiento aumenta


linealmente con el número de ciclos de fuerza aplicada, pero permanece finita en
tanto que la duración total de la fuerza es finita. De este modo, una fuerza sinusoidal
con Ω=ω causa movimientos muy grandes si se aplican muchos ciclos de la fuerza.

Las ecuaciones 6.42 se aplican para amortiguamiento nulo. Con amortiguamiento, los
movimientos se producen hacia los límites indicados en la Fig. 6.14b. El número total
de ciclos de carga requeridos para lograr la respuesta total amortiguada es
aproximadamente 1/2πD. Así, con 5% de amortiguamiento, el movimiento aumenta
durante los primeros 3 ciclos de carga y luego los ciclos sucesivos casi no aumentan
el movimiento. Si 2n<1/2πD, la respuesta máxima es menor que para vibraciones
forzadas, pero si 2n>1/2πD, la máxima respuesta transitoria es esencialmente la
misma que para la respuesta de estado constante.

La máxima respuesta no amortiguada y la magnitud de las vibraciones residuales no


amortiguadas están dadas en la Fig. 6.15 en función de τ/T para el caso de pulso
único (n=1). Existen similaridades y diferencias con el caso de pulso cuadrado (Fig.
6.13).

6.5 Vibraciones Forzadas Producidas por Movimientos Periódicos de Cimentación

Esta sección considera el caso cuando no se aplica fuerza a la masa, sino el apoyo
del resorte experimenta movimiento en la cimentación (ver Fig. 6.16). En lo siguiente,
x es el desplazamiento absoluto de la masa, s es el desplazamiento absoluto del
terreno e y es el desplazamiento relativo entre la masa y el terreno. Luego, y+s=x. Las
fuerzas actuantes en la masa son:
Fuerza del resorte ky
Fuerza de inercia Mx  M (y  s)
Fuerza amortiguadora  y

La ecuación diferencial de equilibrio es

My   y
  ky  - Ms
(6.43)

Comparando con la ecuación 6.17, se ve que el caso del movimiento de la


cimentación es equivalente al caso donde una fuerza - Ms se aplica a la masa. La
solución de la ecuación 6.43 determina el desplazamiento relativo de la masa.
Usualmente, éste es el de mayor interés, ya que determina la fuerza en la estructura.
En algunos problemas, tal como cuando se instala equipo sensible en una masa, la
aceleración absoluta también es de interés.

Movimientos sinusoidales de cimentación: El movimiento del terreno en este caso es:

S = So sen Ω t

Por lo tanto, las soluciones de la sección 6.3 son también aplicables, pero
reemplazando Po por –MSo Ω2 y además x por y. En particular, considerando
solamente vibraciones forzadas y omitiendo vibraciones libres, la amplitud yo de los
desplazamientos relativos está dada por:

  DLF
yo  So 

2
(6.44)

donde DLF está definida por la ecuación 6.23. Por lo tanto, la Fig. 6.6b puede ser
usada como un gráfico de yo/So versus f/fn. Se desarrolla resonancia a f/fn≈1, tanto
para movimientos periódicos de cimentación como para fuerza periódica aplicada.

6.6 Vibraciones Debidas a Movimientos Transitorios de Cimentación

Este es un problema de mucho interés, por su aplicación en la ingeniería sismo-


resistente. En esta sección se presentan diversas soluciones, con el objeto de lograr
un entendimiento de la naturaleza de la respuesta a los movimientos transitorios de
cimentación. Todas las soluciones siguen la Ec. 6.43, con funciones diferentes del
movimiento del terreno.
Movimiento seno-verso: Un pulso simple de movimiento del terreno seno verso (Fig.
6.17) está dado por:

0 t0 
S 
o 
S   (1 - cos  t) 0  t  τ   2 (6.45)
2  
0 t  τ 

Esta es la ecuación más simple del movimiento del terreno con desplazamiento y
velocidad cero al principio y al final de cada pulso.

La respuesta a este movimiento, para amortiguamiento cero, es:

y
- So   
2

 cos  t - cos  t 
1-  
0  t 
2 2


(6.46a)

 
2

y  -S  sen   sen   t  3 
1-  
tτ o 2
 

(6.46b)

Ambos, numerador y denominador se anulan para Ω/ω = 1, pero puede mostrarse que
la relación permanece finita. La Fig. 6.17 muestra la naturaleza del desplazamiento
absoluto para diferentes valores de τ/T = ω/Ω. La Fig. 6.18 presenta el
desplazamiento relativo máximo, el desplazamiento absoluto máximo y el
desplazamiento residual máximo, en función de τ/T.

Espectro de respuesta: Las curvas de la Fig. 6.18 son ejemplos de espectros de


respuesta. Un espectro de respuesta proporciona la respuesta de un sistema de un
grado de libertad a un movimiento particular del terreno, en función de la frecuencia
natural o período del sistema. Cuando el movimiento del terreno es muy simple, como
aquel de un pulso simple, el espectro de respuesta puede graficarse en forma
adimensional, como en la Fig. 6.18. Cuando el movimiento del terreno es más
complicado, el espectro se grafica en forma dimensional: por ejemplo centímetros de
desplazamiento relativo vs período natural del sistema. El ejemplo 6.1 proporciona un
espectro de respuesta típico en forma dimensional. Los espectros de respuesta se
utilizan para conocer cómo las estructuras de diferentes períodos se comportarán a un
movimiento del terreno dado, de modo de investigar rápidamente la respuesta relativa
de diferentes diseños propuestos.

Los espectros de respuesta se utilizan ampliamente para el análisis y diseño de


estructuras sujetas a movimientos transitorios del terreno; se discutirán seguidamente
algunos aspectos importantes del espectro de respuesta.

.
En cualquier sistema vibratorio, la velocidad relativa y es cero cuando el
desplazamiento relativo es máximo. Por lo tanto, de la Ec. 6.43, en dichos momentos:

M x  k y max

ó
x   2 y max

Siempre y cuando el amortiguamiento sea pequeño, la máxima aceleración absoluta


ocurre muy cerca al momento cuando el desplazamiento relativo es máximo, de modo
que:

x max
  2 y max
(6.47)

La cantidad ω2 │y│max se denomina seudo-aceleración y es una medida útil de la


aceleración absoluta máxima. La ecuación 6.47 es exactamente cierta para
amortiguamiento nulo.

Por analogía a la seudo-aceleración, la cantidad ω│y│ max se denomina seudo-


velocidad SV:

Sv   y max
(6.48)

La seudo-velocidad no está relacionada directamente a la velocidad relativa o


absoluta máxima. Sin embargo, puede demostrarse que la energía de deformación
máxima en el sistema dinámico es:

E max  1 MSv 2
2
(6.49)
Las ecuaciones 6.47 a 6.49 se aplican a un sistema no amortiguado bajo movimiento
periódico simple. Lo importante de indicar es que en general se aplican a cualquier
sistema dinámico que está sometido a movimiento de cimentación.

Debido a las relaciones simples entre y , Sv y


max
x
 max es conveniente graficar la
respuesta de un sistema dinámico en el papel gráfico espectral mostrado en la Fig.
6.19. Con este papel especial, es posible presentar simultáneamente el espectro de
respuesta de desplazamiento relativo, seudo-velocidad y aceleración absoluta. De
este modo, si un sistema con una frecuencia natural de 10 cps experimenta un
desplazamiento máximo relativo de 1 pulgada, la aceleración absoluta máxima (10g) y
la seudo velocidad (63 pulg/seg) pueden leerse directamente del gráfico.

El espectro de respuesta para un pulso simple de movimiento seno-verso del terreno


ha sido regraficado en la Fig. 6.20 para So=1 pulg. y Ω=62.8 rad/seg (f=10cps). Puede
verse que un sistema simple de un grado de libertad con una frecuencia natural de 5
cps, experimentaría un desplazamiento máximo relativo de 1.3 pulgs (y x
 =3.2g),
max

mientras que con fn=25cps: y =0.2pulg. y


max x
 max =14g. Varias relaciones muy
importantes entre la respuesta y el movimiento del terreno pueden entenderse con la
ayuda de esta figura:

a) Para sistemas con ω/Ω pequeño, la masa tiende a permanecer inmóvil, mientras
el terreno por debajo se mueve. De este modo, el desplazamiento relativo máximo
es igual al movimiento máximo del terreno.

b) Para sistemas con ω/Ω grande, el sistema muy rígido sigue al movimiento del
terreno muy de cerca, de modo que los desplazamientos relativos son pequeños.
La aceleración absoluta máxima de la masa es similar a la máxima aceleración del
terreno, pero puede ser algo amplificada debido a la dinámica del sistema. En el
ejemplo de la Fig. 6.20, la aceleración máxima del terreno es 5.1g, mientras que la
máxima aceleración absoluta de estructuras con ω/Ω grande varía de 10.2g a algo
ligeramente menor que 10g.

Las relaciones entre movimiento del terreno y respuesta para ω/Ω < <1 y para ω/Ω > >
1 son válidas para cualquier movimiento del terreno. Los ejemplos siguientes
consideran los factores que afectan la respuesta para ω/Ω ≈ 1.

Varios pulsos de movimiento de cimentación seno-verso: Las ecuaciones 6.46


también se aplican para n pulsos de movimiento de cimentación, donde ahora τ =
2nπ/Ω. La Fig. 6.20 muestra curvas para n→∞ y n = 4.

La curva para vibraciones forzadas continuas (n→∞) es:


y max  So
  
2

1-   
2
(6.50)

Para ω/Ω = 1/3, 3, 5,7,..., la respuesta máxima es realmente algo menor que la dada
por la ecuación 6.50, ya que para estas condiciones los términos de coseno en los
paréntesis de la ecuación 6.46a nunca son simultáneamente la unidad. Para todos los
otros valores de ω/Ω, incluyendo aquellos en la cercanía de 1/3, 3, 5, 7,...., existirá
algún tiempo durante un tren infinito de pulsos cuando los términos de coseno sean la
unidad simultáneamente.

La curva para n = 4 es virtualmente la misma que para la curva n→∞, excepto cerca
de ω/Ω=1. En la condición de resonancia cuatro ciclos de movimiento del terreno
causan una respuesta grande, pero finita, aún cuando el sistema es no amortiguado.

Dos movimientos superpuestos: Para ilustrar la respuesta de un movimiento del


terreno que contiene varias frecuencias, se considera el movimiento:

0 t 0 
S


S  o (1 - cos  t  1 (1 - cos n  t)  

0  t  τ    2 (6.51)
2 n  
0 t  τ 

Para n = 5, este movimiento se grafica en la Fig. 6.21. El desplazamiento máximo del


terreno es, para n = 4, aproximadamente (1+1/n)S o. La máxima aceleración del
terreno es (1+n)Ω2So.

La respuesta a este movimiento del terreno es una superposición de respuestas de un


pulso a Ω y n pulsos a nΩ. Un estimado razonable de la respuesta máxima puede
obtenerse añadiendo las respuestas máximas para estos dos sistemas de pulsos.
Esta suma presupone que las respuestas máximas de cada sistema ocurren
simultáneamente, que será verdadera cuando n≥4. La respuesta máxima para So =
1pulg., Ω = 62.8rad/seg. y n = 5 está dada en la Fig. 6.22. En el extremo de frecuencia
baja del espectro, el desplazamiento relativo iguala al movimiento máximo del terreno.
En el extremo de frecuencia alta, la aceleración absoluta es cercanamente igual o
igual al doble de la aceleración máxima del terreno. En el rango medio de frecuencias,
el espectro muestra dos picos-uno correspondiente a cada una de las frecuencias del
movimiento del terreno, con un pico agudo de los cinco pulsos en la frecuencia más
alta.
De este resultado, puede imaginarse el efecto de tener frecuencias adicionales en el
movimiento del terreno. La respuesta de estructuras con frecuencia natural pequeña
todavía será determinada por el desplazamiento máximo del terreno, mientras que la
respuesta de estructuras con frecuencia natural grande estará determinada por la
aceleración máxima del terreno. En el rango medio de frecuencias naturales, el
espectro mostrará un número de picos correspondientes a las frecuencias dominantes
en el movimiento del terreno. La extensión de este rango medio dependerá del
contenido de frecuencias del movimiento. Estos hechos se ilustran en la Fig. 6.23. La
Fig. 6.24 presenta ejemplos de espectros de respuesta calculados de acelerogramas.
El rango de períodos incluidos en la Fig. 6.24 coincide con el rango de frecuencias
principales contenidas en el movimiento del terreno, es decir, el denominado rango
medio de la Fig. 6.23.

Efecto del amortiguamiento: Las ecuaciones de la respuesta transitoria con


amortiguamiento son suficientemente complicadas, por lo que ejemplos simples para
ilustrar el comportamiento no pueden presentarse. Sin embargo, el efecto general del
amortiguamiento puede entenderse de discusiones anteriores. Para estructuras con ω
muy pequeña, el amortiguamiento tiene efecto pequeño en la respuesta, desde que el
desplazamiento relativo máximo es todavía igual al movimiento máximo del terreno.
Para estructuras con ω muy grande, el amortiguamiento disminuye la aceleración
máxima hasta el nivel de la aceleración máxima del terreno. El efecto del
amortiguamiento es máximo a las frecuencias intermedias donde los picos agudos de
la curva de respuesta no amortiguada se eliminan. Los efectos del amortiguamiento
se presentan en términos generales en la Fig. 6.23 y se muestran en la Fig. 6.24 para
movimiento del terreno de terremotos reales.
M M

x (b) x
(a) 
k
k

FIGURA 6.1 SISTEMAS DE UN GRADO DE LIBERTAD

M M

Resorte de
extensión

(b) Modelo idealizado

(a) Tanque real

FIGURA 6.2 TANQUE ELEVADO DE AGUA

(c) Viga real Resorte de


corte
M

M (b) Aproximación
de masas
concentradas

FIGURA 6.3 VIGA EN CANTILIVER


x

e  wDt
Xo

Xo

-Xo e  wDt
- Xo
Punto de tangencia casi en el punto de movimiento máximo

FIGURA 6.4 VIBRACION LIBRE AMORTIGUADA

Movimiento libre

Movimiento forzado

Movimiento total

FIGURA 6.5 VIBRACION FORZADA AMORTIGUADA


5 5
D=0
D=0
D = 0.1

4 4
D = 0.1

3 3
Xo Xo M
D = 0.2 Mel FIG
Po / k
UR
A
6.1
2 2 3
0.3 0.3
MA
XIM
0.4 A 0.4
RE 0.5
0.5
0.6 SP
1 1 UE
STA
A
UN
A
0 0 CA
0 0.5 1.0 1.5 2.0 0 0.5 1.0RG 1.5 2.0
A
f / fn f / fPU
n
LS
(a) En Función de la fuerza de excitación (b) Para el caso de masa O desbalanceada
0.2

FIGURA 6.6 AMPLITUD ADIMENSIONAL DEL MOVIMIENTO


Relación de amortiguamiento critico D

1 2 4 6 8 10 12 14 15
0.8 0.8

0.7 0.7

0.6 0.6

0.5 0.5

0.4 0.4

0.3 0.3

0.2 0.2

0.1 0.1

0 0
1 2 4 6 8 10 12 14 15

Xo k XoM
ó en resonancia
po Me 

FIGURA 6.7 AMPLITUD ADIMENSIONAL DEL MOVIMIENTO EN RESONANCIA


D
180° 0.1
0.2
0.3
 0.4
0.5
. 0.6

se 1.0

Fa
90°
de
o
úl
ng
A

0°0 1.0 2.0


FIGURA 6.8 ANGULO DE FASE


P x
p
Po o
2
k
p
o
k
t t

FIGURA 6.9 RESPUESTA A UNA CARGA ESCALON

P 2
T
Po  
10T  
Xk 4
3
Po 1

0
 t
(3  2 3 4
) tiempo

FIGURA 6.10 RESPUESTA A UNA CARGA RAMPA

X max k
1
Po

0
0 1 2 3 4

/T
FIGURA 6.11 MAXIMA RESPUESTA A UNA CARGA RAMPA
P 2 5
  T
Po 4
Xk
1 T
Po  
10

 (3)
0
 2 3 4 5

FIGURA 6.12 RESPUESTA A UNA CARGA PULSO

X max k
1
Po

0
0 0.2 0.4 0.6 0.8
 /T
FIGURA 6.13 MAXIMA RESPUESTA A UNA CARGA PULSO
0.2
ωt
X max 
2

Xk
Xk
Po
Po
1
2D

t t

1
2D

t  2π
ω

(a) no - Amortiguado (b) Amortiguado

FIGURA 6.14 AUMENTO DE MOVIMIENTOS DE LA CONDICION INICIAL DE REPOSO


PARA FUERZA SINUSOIDAL CON  = 

FIGURA 6.13 MAXIMA RESPUESTA A UNA CARGA PULSO


2.0

X max k
Po
1.5
X max
P

Po 1.0
X max durante vibraciones
residuales
 t 0.5
 

0
0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
/T

FIGURA 6.15 MAXIMA RESPUESTA PARA PULSO SENO MEDIO

x
y

FIGURA 6.16 SISTEMA MASA - RESORTE-AMORTIGUADOR CON MOVIMIENTO


DE APOYO
2 2 2 2
t 1 1 1 1
T 4 2 3
1 1 1
1
ys
So
0 0 0 0
1 1 3 1 1 3 1 1 3 1 1 3
2 2 2 2 2 2 2 2
t/ -1 -1
-1

So 1
-2

0
0 1
t

FIGURA 6.17 RESPUESTAS TIPICAS A UN MOVIMIENTO DE CIMENTACION SENO VERSO


(UN CICLO)
2

YR max

0
0 1 2 3 4  /T
2

Y  S max

S
o
1

0
0 1 2 3 4  /T
2

Y max 1

S
o

0 ω
0 1 2 3 4 /T 
Ω

FIGURA 6.18 CURVAS DE RESPUESTA PARA UN MOVIMIENTO DE CIMENTACION


SENO VERSO (UN CICLO)
500
50
0 0
0 g
50 0
25 500 10 25
0
00 0
g g 50
250 0 00
500 50
10 2 50 0
g
g

10

25
50

00
25

00
250 0

g
00 g
s 50
1
g’

De
0
25

sp
g
100
10 i ón

la
ac

za
50
0
g r

25
m
10 e le

ie

0
g.
50
Ac

nt

g
25

o,
100
se
g

pu
g/ 10

lg
50 0
5 25

.
g
10
ul g.
P g
50
se
5
2. g
d, g/
10

5
da ul 50
0 g 25
25 1.
ci P g
5.
0
lo

5
d,

2.
g
10
Ve da
5
– ci 25 0. 2. g
5

0
1.
do lo g
25 5.
eu 0. 0
g
Ve
10 1. .5
0 0
Ps –
g
do 10
0.

2.
25

5
0.

0.
50
eu

g
10 0
Ps g 05
0.
5.0 0. 0. 10

1.
02 25 0.

0
5 50

g
g 0. 02
g 50 25 .
.0 0
0. g0

0
0.

05
05.0 10
0

0.
10 0. 10
02 g 01
0. 00
0.

2.5 g 5 .
25

g 5 0 50
0. 0. 02 02
0.
g

00
0.
05 0 0.
5
g 01 g 05 005
0
0 0. 0.
0
0.

2.5
10

g 0
01

10
0.
g

00
0.

0.
00

0.

05
05
5

1.0 5
00 00
g

0. 0.
g

0.1 0.25 0.50 1.0 2.5 5.0 10 25 5.0 100 250 500 1000

Frecuencia. cps.
1.0
0.1 0.25 0.50 1.0 2.5 5.0 10 25 5.0 100 250 500 1000
FIGURA 6.19 LAMINA ESPECTRAL PARA GRAFICAR EL ESPECTRO DE RESPUESTA
Frecuencia. cps.

FIGURA 6.19 LAMINA ESPECTRAL PARA GRAFICAR EL ESPECTRO DE RESPUESTA


500
n =
n=4

10
De

00
250

sp
0

g
10

la
za

n
m


ie

ac
nt

er
o,

el
pu

Ac
lg
s.
100
10
0
10 g

50
g. g

5
se 5.0

25
lg/
0
1.

g
5
2.
pu
d, 10
g
da 2.5
ci

5
lo

0 .5

g
Ve
25

2.
0.6 0.

5
g
do
eu 1.0
Ps

1
1

0.
g
5
0.

1
0 .0
1

2.5
g

Seno verso
Sn = 1 pulgada
1
0.

F = 10 cps 00
01

1 0.
g

0.1 0.25 0.5 1.0 2.5 5.0 10 25 5.0 100 250 500 1000

Frecuencia natural de un sistema de un grado de libertad

FIGURA 6.20 ESPECTRO DE RESPUESTA PARA MOVIMIENTO DE CIMENTACION SENO VERSO


S 500

So

10
250

00
50
0
t

25
2

0

100

FIGURA 6.21 DOS MOVIMIENTOS SENO


VERSO SUPERIMPUESTOS

10
50
5.0

0
25
Respuesta al movimiento
combinado del terreno

10
2.5
5 ciclos a

5
50 cps.
D

5
2.
g.
es

2.
pl

5
az

se
1.0
am

lg/
ie
nt

0 1 ciclo a 10 cps. 01

1
1. 0.
o,

pu
pu

d,
lg

5
0.
.

0.
da

5
5
ci
25
0.

0.
lo
25

Ve

1
2.5 0. 00
1
0.
0 .1

do
eu
Ps S dado por ec. 6.51 con
S = pulg. F = 10 cps. N = 5
o

1
0.1 0.25 0.50 1.0 2.5 5 10 25 50 100 250 500 1000

Frecuencia natural de un sistema de un grado de libertad

FIGURA 6.22 ESPECTROS DE RESPUESTA PARA MOVIMIENTOS DEL TERRENO SENO VERSO SUPERIMPUESTOS
CAPITULO 7

SISTEMAS LINEALES DE VARIOS GRADOS DE LIBERTAD

7.1 Introducción

Cuando un sistema dinámico tiene dos grados de libertad (2-GDL), la respuesta


dinámica puede evaluarse por solución directa de las ecuaciones diferenciales; es
decir, las mismas técnicas que se utilizan para sistemas de 1-GDL. Cuando un
sistema tiene más de dos grados de libertad, es muy tedioso el obtener soluciones
directas a las ecuaciones diferenciales, por lo que se utiliza generalmente en ese caso
el método de los modos. En este capítulo se ilustrarán los dos métodos para enfatizar
algunos conceptos fundamentales y derivar fórmulas simples importantes. Mayores
detalles se obtienen de las referencias presentadas.

7.2 Vibración Libre de Sistemas de Dos Grados de Libertad

Existen dos tipos diferentes de sistemas de 2-GDL:

1) Sistemas con dos masas, donde cada masa tiene solo un grado de libertad.

2) Sistemas con una masa, donde esta masa tiene dos grados de libertad para su
movimiento.

a. Los dos movimientos son independientes (desacoplados); es decir, que


la existencia de un tipo de movimiento no necesariamente implica que
el otro tipo de movimiento se producirá.

b. Los dos movimientos son inter-dependientes (acoplados), de modo que


un tipo de movimiento induce al otro.

Estos diferentes tipos de sistemas se ilustran en la Fig. 7.1. El tipo 2a puede tratarse
simplemente como dos sistemas de un grado de libertad cada uno, utilizando los
métodos del capítulo anterior. En esta sección y en la próxima se tratarán los tipos 1 y
2b.

Vibración Libre de Sistema no Amortiguado de 2 Masas: La Fig. 7.2 muestra un


sistema de 2 masas típico: un edificio de dos pisos en donde los pisos solamente se
mueven horizontalmente. Los pisos proporcionan las masas y las columnas actúan
como resortes de corte. Las matemáticas serían las mismas si escogiésemos un
sistema de dos masas conectadas por resortes de compresión. En la Fig 7.3, x 1 y x2
son desplazamientos absolutos relativos a la cimentación.
Las ecuaciones que describen la respuesta de este sistema pueden obtenerse del
análisis que sigue. Las fuerzas actuantes en la masa inferior son:

..
Inercia M1 x1 positiva cuando 

Fuerza en resorte inferior k1 x1 positiva cuando 


Fuerza en resorte superior k2 (x1-x2) positiva cuando 

Las fuerzas actuantes en la masa superior son:

..
Inercia M2 x2 positiva cuando 

Fuerza en resorte superior k2 (x2-x1) positiva cuando 

Las ecuaciones siguientes representan el equilibrio de fuerzas:

..

M1 x 1 + (k1 + k 2) x1 - k 2 x 2 = 0 

 (7.1)
.. 
x + -
M 2 2 k 2 x 2 k 2 x1 = 0 

Se asume que la solución de las ecuaciones 7.1 es de la forma:

x1 = A1 sen ω t x 2 = A 2 sen ω t (7.2)

La sustitución en las ecuaciones 7.1 da:

- M1 A1  2 + ( k1 + k 2) A1 - k 2 A 2 = 0 


 (7.3)

- M 2 A 2  2 + k 2 A 2 - k 2 A1 = 0 

Estas ecuaciones pueden reacomodarse de modo de dejar solamente dos incógnitas:


ω y la relación A2/A1.

2
A 2 = k1 + k 2 - M1  = k2
2
(7.4)
A1 k2 k2 - M2 

La segunda igualdad conduce a la ecuación de frecuencia:

 + 
 4 -  k1 k 2 + k 2   2 + k1 k 2 = 0 (7.5)
 M1 M2  M1 M 2
La solución de la ecuación 7.5 dará dos raíces reales y positivas de ω. La razón de
amplitud correspondiente a cada ω puede determinarse de la ecuación 7.4. La
magnitud real de cada amplitud dependerá de la naturaleza de las condiciones de
frontera que excitan las vibraciones libres.

Una solución de la forma de las ecuaciones 7.2 es posible. Existen dos modos de
vibración posibles, correspondientes a las dos raíces ω I y ωII de la ecuación 7.5; el
movimiento total puede obtenerse por superposición.

x1 = A1I sen  I t + A1II sen  II t

 A 2I  A 
x 2 = A1I   sen  I t + A1II  2II  sen  II t
 A1I   A1II 
Más aún, una solución de la forma de las ecuaciones 7.2 pero con B cos ωt en lugar
de A sen ωt, también dará las ecuaciones 7.3 a 7.4, y la solución total de la vibración
libre sería de la forma:

x1  A1I sen  I t  B1I cos  I t  .....

A 
x 2   2 I  (A1I sen  I t  B1I cos  I t  .....
 A1I 
La aplicación de las ecuaciones anteriores se ilustra en el Ejemplo 7.1

Vibración Libre Acoplada de Sistema no Amortiguado de 1 Masa: El sistema mostrado


en la Fig. 7.5 tiene tres grados de libertad: traslación vertical, traslación horizontal y
cabeceo. El resorte y amortiguador horizontal proporcionan resistencia a la traslación
horizontal. El resorte y amortiguador vertical proporcionan resistencia a la traslación
vertical y cabeceo.

Si los resortes y amortiguadores verticales están colocados simétricamente con


respecto al centro de la masa, los movimientos verticales de la masa pueden ocurrir
independientemente de la traslación horizontal o cabeceo.

Sin embargo, un movimiento de cabeceo debe estar acompañado de movimiento


horizontal y viceversa. Para apreciar por qué ambos movimientos deben ocurrir
simultáneamente, primero asuma que existe una rotación alrededor del centro de
gravedad (CG). Esta rotación causará una traslación horizontal en la base (Z), y por lo
tanto se desarrolla una fuerza horizontal restauradora, que debe causar la traslación
de toda la masa. Alternativamente, suponga que toda la masa se traslada
horizontalmente. En este caso, una fuerza horizontal de inercia se desarrolla en el CG,
que causa un momento alrededor del punto Z y por consiguiente cabeceo de la masa.
Por lo tanto, existe acoplamiento entre las rotaciones y las traslaciones horizontales;
una debe acompañar y modificar a la otra.

Con el objeto de analizar este problema, se introducen las coordenadas de


movimiento indicadas en la Fig. 7.5. La traslación horizontal en el CG será:

y + L

M es la masa del bloque e I o es el momento de inercia de la masa alrededor de un eje


a través del centro de gravedad.

Fuerzas Horizontales

..
Inercia : M ( y +  L) + cuando 
.
Restauradora : ky y +  y y + cuando 

Momentos Alrededor de Z

.. ..
Momento de inercia horizontal : ML ( y + θ L) + cuando 
..
Inercia rotativa : Io θ + cuando 
.
Restaurador : K    + cuando 

Esto conduce a dos ecuaciones diferenciales

.. . ..

M y +  y y + k y y = - ML  

 (7.6)
.. . .. 
I  +    + k  = - ML y  

donde I es el momento de inercia alrededor de un eje a través de la base

I = M L 2 + Io (7.7)

Los lados de la izquierda de las ecuaciones 7.6 son exactamente las ecuaciones de
vibración libre en los modos horizontal y de cabeceo. Estas ecuaciones son copladas,
ya que  aparece en la ecuación de y, y viceversa. Si el resorte restaurador
horizontal el amortiguador estuviesen alineados con el CG, de modo que L = 0,
entonces estas ecuaciones se desacoplarían.

Con el objeto de estudiar la naturaleza de las vibraciones libres, se asume que


 y =  = 0 , de modo que las ecuaciones 7.6 son:
.. ..

M y + k y y = - ML  


 (7.8)

.. .. 
I + k  = - ML y 

asumamos la siguiente solución: *

y = B1 cos ωt θ = B2 cos ωt (7.9)

La sustitución en las ecuaciones 7.8 proporciona dos ecuaciones algebraicas:

- ω 2 M B1 + k y B1 = ML B2 ω 2 


 (7.10)

- ω2 I B2 + k θ B2 = ML B1 ω 2 

Estas ecuaciones pueden rearreglarse del siguiente modo, dejando dos incógnitas: ω
y la relación de amplitudes  = B2 / B1

B 2 ML ω 2 - M ω2 + k y
α= = = (7.11)
B1 - I ω2 + k θ ML ω 2

La igualdad entre los dos últimos términos conduce a la ecuación de frecuencia.

(ML ω 2 ) 2 - (k θ - I ω 2) (k y - M ω 2) = 0 (7.12)

Esta ecuación puede rearreglarse para dar:

Io 4 -  k θ + k y  2 + k θ k y = 0
ω  ω (7.13)
I  I M MI

La solución de la ecuación 7.13 produce dos raíces reales y positivas de ω:

 2
 2

2 2 
I  y   y   Io 
y  
 =
2 2
1 +     1 +    - 4   (7.14)
2 Io     I    

 
    
 

*
Un análisis cuidadoso probará que y y θ deben estar exactamente en fase (ó 180o fuera
de fase) si no existe amortiguamiento.
donde:

k
ωθ = ; la frecuencia circular natural de solo cabeceo.
I

ky ; la frecuencia circular natural de solo traslación horizontal.


ωy =
M

Puede usarse la Fig. 7.6 para determinar las dos raíces. La inspección de esta figura
mostrará:

I II
cuando ωθ  ω y : ω yθ  ωθ , ω yθ  ω y

I II
cuando ω y  ωθ : ω yθ  ω y , ω yθ  ωθ

Por lo tanto, la frecuencia natural acoplada más pequeña es menor que las dos
frecuencias desacopladas, mientras que la frecuencia natural acoplada más alta es
mayor que las dos frecuencias desacopladas.

Una vez que los valores de la frecuencia natural circular ω han sido hallados, los
valores correspondientes de la relación de amplitudes α = B 2 / B1 , pueden
encontrarse de la ecuación 7.11

La relación de amplitud será diferente en cada una de las dos frecuencias naturales.
Los valores reales de B2 y B1 dependerán de las condiciones iniciales que causen las
vibraciones libres. Soluciones de la forma

y = A1 sen ω t , θ = A 2 sen ω t

también conducirán a la ecuación 7.14 para las frecuencias naturales y a la ecuación


7.11 para la razón de amplitud. La aplicación de estas ecuaciones y gráficos al
problema de vibración libre acoplada se ilustra en el Ejemplo 7.2.

Vibraciones Libres con Amortiguamiento: Como en el caso de sistemas de un grado


de libertad, el amortiguamiento ocasiona un cambio en las frecuencias naturales y un
decaimiento gradual de las vibraciones libres. De nuevo, el cambio en la frecuencia
natural es insignificante si el amortiguamiento es pequeño.

7.3 Vibraciones de Sistemas Forzados de 2 GDL por Cargas Periódicas

Esta sección considera las vibraciones forzadas de un sistema de 2-GDL. Los


principios se ilustrarán por medio de un problema de vibración acoplada en un sistema
de una masa. Los mismos principios se aplican a vibraciones desacopladas de un
sistema de dos masas.
Vibraciones Forzadas Acopladas de Sistema no Amortiguado de una Masa:
Regresemos al sistema de una masa de la Fig. 7.5 y consideremos los efectos de la
aplicación de fuerzas periódicas como se muestra en la Fig. 7.9. Este sistema de
fuerzas puede ser resuelto en: (1) una fuerza vertical actuando a través del centro de
gravedad (CG); (2) una fuerza horizontal actuando a través de Z; y (3) un momento
alrededor de un eje horizontal a través de Z. La fuerza vertical a través del CG
causará solamente movimientos verticales y su efecto puede ser estudiado utilizando
las ecuaciones desarrolladas más adelante.

Sean P = P o sen Ω t y T = T o sen Ω t : la fuerza horizontal aplicada a través de Z


(t actuando a la derecha) y el momento aplicado en Z (t en el sentido de las agujas del
reloj) respectivamente, se asume que actúan en fase. Añadiendo los términos de
vibración forzada a la ecuación 7.6 y omitiendo el amortiguamiento, se tiene:

.. ..
M y + k y y + ML  = Po sen  t
(7.15)
.. ..
I + k  + ML y = T o sen  t

Asumamos que estas ecuaciones tienen soluciones de la forma (Nota: se asume que
las vibraciones libres son amortiguadas. Puede demostrarse que el ángulo de fase
entre la fuerza aplicada y la respuesta es cero ó 180 o, si es que se omite el
amortiguamiento):

y = y o sen Ω t , θ = θ o senΩ t (7.16)

La sustitución en las ecuaciones 7.15 conduce a las ecuaciones:

(- M Ω 2 + k y) y o - ML Ω 2 θ o = P o 

 (7.17)
- ML Ω y o + ( - I Ω + k θ) θ o = T o 
2 2

Resolviendo estas ecuaciones simultáneas


(k θ - IΩ2) Po + ML Ω 2 T o 
yo = 
( k θ - I Ω2)(ky - M Ω 2) - (ML Ω2 )2 


 (7.18)

ML Ω 2 Po + ( k y - M Ω 2) T O 
θo = 
( k θ - I Ω 2) (ky - M Ω2) - (ML Ω2 )2 

Comparemos el denominador de estas ecuaciones con la ecuación 7.12. Se aprecia


que el denominador se anula cuando Ω es igual a cualquiera de las dos frecuencias
naturales acopladas, es decir, la resonancia ocurre a estas frecuencias naturales. Con
manipulación algebraica se demuestra que el denominador se puede reescribir como:

MIo  (ω yθ
I 2

) - Ω 2 (ω yθII) 2 - Ω 2 

Por lo tanto, las ecuaciones 7.18 se pueden reescribir como:

I L 
(ωθ2 - Ω 2) P o + Ω 2 T o 
(MIo) Io
yo = 
[(ω yθI ) - Ω 2] [(ω yθII ) 2 - Ω 2]
2


 (7.19)

L2 2 2 To 
Ω P o + (ω y - Ω ) 
I Io 
θo = o I 2 2 II 2
[(ω yθ ) - Ω ] [(ω yθ ) - Ω 2] 

Con el objeto de estudiar las implicancias de estos resultados, asumamos Po = 0, es


decir, que solamente existe un momento dinámico aplicado. Entonces las ecuaciones
son:
T o LI ω
2 2
θ Ω

yo = 2 2 
kθ Io [(ωIyθ ) - Ω2] [(ωIIyθ ) - Ω2] 



To I
2 2
ωθ (ωy - Ω )
2 
θo = 2 2 
kθ Io [(ωIyθ ) - Ω2] [(ωIIyθ ) - Ω2] 
(7.20)
Las cantidades en el lado derecho sirven como factores de carga dinámicos. Supongamos
que:

I II
ω yθ < ωθ < ω y < ω yθ

Las relaciones de fase siguientes pueden deducirse de las ecuaciones 7.20

Angulo de fase a la
fuerza motora
Rango de Frecuencia
y 

 < y 
I
0o 0o

I
y  <  < y 180o 180º

y <  < y 
II
180o 0o

II
y  <  0o 180º

Las formas generales de los factores de carga dinámica se muestran en la Fig. 7.10

El punto alrededor del cual la cimentación rota (el punto donde la traslación horizontal
es cero) se encuentra a una altura h por encima del punto Z, tal que:

yo + h θo = 0

Utilizando las ecuaciones 7.20, se llega a:

2
h = L Ω
2 2
Ω - ωy

Cuando Ω es pequeño, h es pequeño y el centro de rotación se encuentra en la base


del bloque de cimentación. Conforme Ω aumenta, h toma progresivamente mayores
valores negativos, es decir, el centro de rotación se encuentra por debajo de la base.
Para Ω = ωy, el centro de rotación está a una profundidad infinita, lo que implica que la
base experimenta traslación sin rotación. Para Ω > ω y, el centro de rotación está por
encima del centro de gravedad, aproximando gradualmente al centro de gravedad
conforme Ω llega a ser muy grande.

El uso de los procedimientos presentados en esta sección para calcular la amplitud de


movimiento de un sistema dinámico se ilustra en el Ejemplo 7.3.

Vibración Forzada Acoplada de Sistema de una Masa Amortiguada: Con los términos
de amortiguamiento, las ecuaciones de equilibrio dinámico son:
.. . ..
M y +  y y + k y y + ML  = Po sen  t
(7.21)
.. . ..
I +    + k  + ML y = To sen  t

Es más conveniente resolver independientemente los dos casos:

Po = 0 , To  0

Po  0 , To = 0

y superponer los resultados

Para el caso de Po = 0, la porción de vibración forzada de la solución toma la forma:

y = (y o ) T sen (Ω t - α1 - α 2)
(7.22)
θ = (θ o ) T sen (Ω t - α1)

Sustituyendo las ecuaciones 7.22 en las ecuaciones 7.21, expandiendo las funciones
seno y agrupando términos en sen Ωt y cos Ωt, conduce a cuatro ecuaciones
simultáneas que pueden ser resueltas para yo, θo, α1 y α2. Esta solución es:

2
(y o) T = L T o Ω
(7.23a)
Io 2
X +Z
2

2
(ω y - Ω 2 ) 2 + (2 D y ω y Ω ) 2
(θ o) T = T o (7.23b)
Io 2
X +Z
2

 
X  ( wyI  ) 2   2 ( wyII ) 2   2  (7.23c)
2
 I 2
Z =   [(ωθ 2 - Ω 2 ) 2 (2 D y ω y Ω) 2  (ω y - Ω 2 ) 2 (2 D ω ) 2
z

 Io  (7.23d)
ML2
+ (2 D y ω y Ω) (2 D ω Ω)  2
x 2 2
(2 D y ω y Ω) (2 D ω Ω) Ω ] 4

2 D y ωy Ω
tg α 2 = 2 (7.23e)
ωy - Ω2

  2
(2 Dθ ωθ Ω) (ω y - Ω 2 ) 2 + (2 D y ω y Ω 2) + ML Ω 4 (2 D y ω y Ω)
2

I
tg α1 = (7.23f)
2 2 2
 2 2
(ωθ - Ω ) (ω y - Ω ) + (2 D y ω y Ω ) -
2 ML
I
2

4 2 2
Ω (ω y - Ω )

Para el caso To = 0, la parte de vibración forzada de la solución toma la forma:

y = (y o ) p sen (Ω t - α 3)
(7.24)
θ = (θ o ) p sen (Ω t - α 3 - α 4)

donde:

I (  2 - 2 )2 + (2 D    )2
( yo ) p = P o (7.25a)
M Io 2
X +Z
2

2
L 
( o ) p = P o 2 2
(7.25b)
Io X +Z


tg  4 = D2   2
2
(7.25c)
 - 

 
2
(2 D y  y ) (  2 -  2 ) 2 + (2 D    ) 2 + ML  4 (2 D   )
tg  3 = I (7.25d)
 
2
2 2 2 2 2
( y -  ) (  -  ) + (2 D    ) - 2 ML 4 2 2
 (  -  )
I

donde X y Z están dadas por las ecuaciones 7.23 c y 7.23 d. En el caso típico, donde
ambos Po y To son diferentes de cero (cuando una fuerza horizontal actúa en algún
punto por encima de la base de la cimentación), las ecuaciones 7.22 y 7.24 pueden
añadirse. Con el objeto de obtener la amplitud del movimiento superimpuesto, las
diferencias de fase deben tomarse en cuenta. El uso de estas ecuaciones se ilustra en
los Ejemplos 7.4 y 7.5. El trabajo numérico asociado es bastante tedioso, por lo que se
necesita un computador.

Ejemplo 7.1

Dado un sistema como el de la Fig. 7.2 con

k1 = k 2 = k M1 = M 2 = M
Frecuencias Naturales: La ecuación 7.5 se reduce a:

3k 2 k2
 -
4
 + 2 =0
M M

Esta es una ecuación cuadrática en ω², que puede resolverse para dar:

k 3 5 
2 =  
M  2 

k k
 I = 0.618  II = 1.62
M M

La frecuencia inferior se denomina frecuencia fundamental.

Relaciones de Amplitud: La ecuación 7.4 da:

A2 = k 2
=
A1  3 5   5 -1
k 1 - 
 2 

 A2   A2 
  =  1 = 1.62   =  II = - 0.618
 A1  I  A1  II

Los dos patrones de movimiento se muestran en la Fig 7.3. Estos dos modos de
vibración se denominan modos normales de vibración.

Las relaciones de amplitud α1 y α2 son exactamente las mismas si se asume los


movimientos B cos ωt ó A sen ωt, es decir:

 B2  =  B2  =
  I    II
 B1 I  B1 II
La solución completa para la vibración libre del sistema de dos masas es:
k k k k
x1 = A1 I sen 0.618 t + B1 I cos 0.618 t + A1 II sen 1.62 t + B1 II cos 1.62 t
M M M M

 k k   k k
x 2 = 1.62  A1 I sen 0.618 t + B1 I cos 0.618 t  - 0.618  A1 II sen 1.62 t + B1 II cos 1.62
 M M  
 M M

Condiciones Iniciales: Supongamos que la estructura está inicialmente desplazada de


modo que x1 = x 2 = x o ( x
1= x
 2 = o) , y después se suelta. Las cuatro
condiciones de frontera pueden ser usadas para encontrar las cuatro constantes A 1I,
B1I, A1II, B1II.

A1 I = A1 II = 0
B1 I = 0.724 x o
B1 II = 0.276 x o
Ambos, el modo fundamental y el segundo modo, participan en la vibración, como se
muestra por las ecuaciones siguientes:

k k
x1 = 0.724 x o cos 0.618 t + 0.276 x o cos 1.62 t
M M

k k
x 2 = 1.171 x o cos 0.618 t - 0.171 x o cos 1.62 t
M M
La variación de x2 con el tiempo se muestra en la Fig. 7.4

Ejemplo 7.2

Dados : Un sistema tal como se muestra en la Fig. 7.5, con los parámetros
siguientes:

M = 2,440 lb-seg²/pie ky = 9.64 x 106 lb/pie


I = 315,000 lb-seg²/pie kθ = 6.09 x 108 lb/pie/radián
L = 8.56 pies Io = I - ML² lb/pie/radián

Determinar: La vibración libre resultante de la condición inicial

y = yo = 0.1 pie θ = θo = o en t = 0

Solución : Primero se calcula las frecuencias naturales

9.64 x 106
y = = 39.5 x 102 = 62.8 rad/seg
2440

(f n ) y = 10 cps
6.09 x 108
 = = 19.3 x 102 = 43.9 rad/seg
3.15 x 105

(f n ) = 7 cps
2
y  Io
  = 2.04 = 0.432
   I
Usando la ecuación 7.14 ó la Fig. 7.6:

I I
 y  = 37.9 rad/seg (fn ) y  = 6.04 cps
II II
 y  = 109.0 rad/seg (fn ) y  = 17.5 cps

La Fig. 7.7 muestra esquemáticamente la relación entre estas frecuencias naturales


diferentes.

Relaciones de Amplitud

Usando la ecuación 7.11:

ML 1 2440 x 8.56 1
I = x 2
= x
I    315,000 (1.158 ) 2 - 1
 
   -1
 y 
1
= 0.0663 = 0.195 pies-1
0.34
1 -1
 II = 0.0663 x 2
= - 0.0801 pies
(0.403 ) - 1
Las vibraciones libres en cualquier modo involucran cabeceo y traslación. Desde que
αI > αII, el cabeceo será relativamente más importante (en relación a la traslación
horizontal) en el modo primario que en el secundario.

Las ecuaciones totales de movimiento (asumiendo solamente términos de coseno)


son:
y = B1I cos 37.9 t + B1II cos 109.0 t

θ = 0.195 B1I cos 37.9 t - 0.0801 B1II cos 109.0 t

θ en radianes, y en pies, t en segundos.

Condiciones iniciales: Los factores de amplitud están determinados para condiciones


iniciales de las ecuaciones siguientes:

yo = 0.1 = B1I + B1II (en pies)

θo = 0 = 0.195 B1I - 0.0801 B1II


B1I = 0.0291 B1II = 0.0709

y = 0.0291 cos 37.9 t + 0.0709 cos 109.0 t (en pies)

θ = 0.00568 cos 37.9 t - 0.00568 cos 109.0 t (en radianes)

La Fig. 7.8 presenta la naturaleza de los movimientos en dos puntos diferentes de la


masa vibrante.

Ejemplo 7.3

Considere el sistema del Ejemplo 7.2 y asuma que este sistema está sujeto a la carga
mostrada en la Fig. 7.11. Esta fuerza aplicada fuera del CG puede ser resuelta en una
fuerza vertical a través del CG más un momento To = 15,830 pie-libra alrededor del
eje horizontal a través de Z. La fuerza será positiva hacia abajo; y el momento
correspondiente también será positivo.

La constante de resorte para el movimiento vertical se tomará como k x = 14.35 x 106


lb/pie. La frecuencia natural para el movimiento vertical, que será desacoplado si los
resortes verticales son simétricos con respecto al CG, es igual a:

1 14.35 x 106
(f n ) x = = 12.2 cps
2 2440
Refiriéndose al Ejemplo 7.2, se sabe que existirán picos resonantes en la vecindad de
6 y 17.5 cps. Desde que la frecuencia de operación está en exceso de cualquiera de
estas frecuencias, la cantidad de amortiguamiento existente no tendrá mucha
influencia en la magnitud de los movimientos en la frecuencia de operación.

Movimientos verticales

Para amortiguamiento cero, el movimiento dinámico es:

Po 1
xo = 2
kx   
1 -  
x 
donde ωx es la frecuencia circular natural no amortiguada para movimientos verticales:
ωx = 2 π (12.2) = 76.6 rad/seg. A la frecuencia normal de operación Ω = 2π (30) =
189 rad/seg:

xo = - 0.0000625 pies = - 0.00075 pulgadas

El signo negativo significa que el movimiento está fuera de fase con la fuerza;

x = - 0.0000625 sen 189 t (en pies)


Traslación y Rotación Acoplados

Las ecuaciones 7.20 se aplican (existe fuerza horizontal cero). En la frecuencia de


operación normal:
yo = 0.00004405 pies

θo = -0.00000458 radianes

Movimientos Totales

Los movimientos totales debidos a la acción combinada de la fuerza vertical y el


momento se presentan en la Fig. 7.11.

ANALISIS MODAL DE SISTEMAS DE VARIOS GRADOS DE LIBERTAD

Conceptos Básicos
El movimiento ui (t) de la masa i de un sistema que tiene r grados de libertad, puede escribirse
como:

n=r
u i (t) =  Dn (t)  n  n (i) (1)

n =1
Φn (i) es la forma característica normalizada del modo n-ésimo. La forma característica
proporciona el patrón de deformación que será visto a cada instante de tiempo en que el
sistema está vibrando en el modo n-ésimo. La Fig. 7.3 muestra las formas características de
los dos modos del sistema de 2-GDL en el ejemplo 7.1. Las formas son normalizadas al
ajustar sus ordenadas para cumplir una condición conveniente, tal como el tener el máximo
desplazamiento en cada modo igual a la unidad.

Ψn es el factor participación del modo n-ésimo. Como su nombre lo sugiere, Ψn indica el grado
en el cual el modo n-ésimo participa en la vibración. Ψn depende de la carga pico más grande
aplicada al sistema y en la magnitud relativa de la carga aplicada a cada masa en cualquier
tiempo dado. (El método de modos trabaja solamente si la magnitud relativa de la carga
aplicada a cada masa es la misma en cada instante de tiempo). En la mayoría de problemas
de interés práctico (pero no en todos). Ψn disminuye conforme n aumenta.

Dn(t) es el factor de carga dinámico para el modo n-ésimo. Dn(t) depende solamente de ωn,
Dn y el tiempo-historia de la carga aplicada, y es idéntico a la respuesta de un sistema de 1-
GDL que tiene estos ω y D. Así, cualquier solución (para carga periódica o transitoria) ya
obtenida para 1-GDL puede ser utilizada. Este hecho proporciona al análisis modal su mayor
ventaja: la tarea de evaluar el comportamiento complicado de un sistema complejo de n-GDL,
se reduce a determinar y superponer las respuestas de n sistemas de 1-GDL.
Si Dn(t) se determina exactamente para cada n y se realiza la superposición total, la ecuación
(1) es exacta. Esto es posible usando una computadora, pero tedioso si la carga aplicada
transitoria es complicada. A menudo solamente se requiere la respuesta máxima, por lo que
se realiza la aproximación siguiente:

n=r
(ui )max   (Dn )max  n n (i)
n =1
o mejor aún:

n=r
(ui )max  
 max
( D n )  n  n (i )  2

n =1
Usualmente solo unos cuantos modos deben retenerse, y a menudo solo el primer modo se
utiliza, especialmente para trabajo aproximado.

Aplicación a Problemas Sísmicos

Para este caso, la ecuación (1) proporciona movimiento relativo y Ψ n es determinado por
..
cargas Mi S aplicadas a cada masa. El espectro de respuesta de Y max puede ser usado para
determinar (Dn)max para cada modo.

Para trabajo aproximado (tal como diseño inicial) se asume algunas veces que existe
solamente un modo para un edificio de muchos pisos y que la forma característica para este
modo es una línea recta con desplazamiento máximo en el techo (esta última suposición
ahorra el tener que calcular la forma característica). Estas suposiciones corresponden a tener
un coeficiente sísmico que varía linealmente con la altura hasta un valor máximo de Sa en la
parte superior del edificio. Así, el corte pico en la base Vmax del edificio es:

i= N
Vmax = Sa  (Zi / H) Mr
i =i
donde Zi es la elevación de la masa i-ésima y H es la altura total del edificio. Si los picos son
igualmente espaciados y de igual masa

1
V max =
Sa N M
2
donde N es el número de pisos y M es la masa por piso.
Para Fuerzas Aplicadas a las Masas

1  F
r
r nr

=
 M 
n 2 2
n r nr
r
La sumatoria es con respecto a las masas. Fr es la amplitud de la fuerza aplicada a la masa r-
ésima. Dn(t) de las soluciones para 1-GDL en la sección 6.3 ó 6.4

Para Movimiento de la Cimentación

Dn(t) de soluciones 1-GDL como en la sección 6.5 ó 6.6. El espectro de respuesta


proporciona Dn pico.

M  r
r nr

=
M 
n 2
r nr
r
Nota: Existen varias maneras como se manejan las unidades. Como está aquí escrito, el
enfoque más natural es:

Fuerza Aplicada : F tiene dimensiones de fuerza y Ψn de longitud.


Entonces Dn es la respuesta a fuerza unitaria
adimensional.

Movimiento de Cimentación : Ψ es adimensional y Dn tiene dimensiones de longitud.

RESPUESTA DE SISTEMA 2-GDL POR SUPERPOSICION MODAL

Forma de Modo:

2
k2 k - M2 1
12 = 1 11 = 2
= 2
k1 + k 2 - M1  1 k2

2
 22 = 1  21 = igual pero con  2
Factor de Participación: F1 = 0 F2 = Po

Po
n = 2
( M1  n 1 + M 2 )  n 2

Factor de Carga Dinámica:

2
n
D n (t) = 2 2 sen  t
n - 

  2
2
1
2
  1 1  
  +  - 2  +  
M  2+M M1  21 + M 2 
2   
 M1  11 + M 2 M1  21 + M 2 
2 2
  1 11 2 
x 2 = P o sen  t  
( 12 -  2 ) ( 2 2 -  2)
 
 
Después de cierta manipulación algebraica, el numerador se transforma en:

1
( k1 + k 2 -  2 M1)
M1 M 2

Como en la solución por sustitución directa.


3.0
3.0

2.5 2.5

II
 

2.0 2.0



H H 1.5
1.5
L L

1.0 1.0
I
 y
y

0.5 0.5

0 0
0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 0 5 10 15
o . H
/y
yo
FIGURA 1 IMPORTANCIA RELATIVA DE TRASLACION Y CABECEO DE BLOQUE DE CIMENTACION RECTANGULAR (L / B=2) EN LA
SUPERFICIE DE CUERPO ELÁSTICO ( Y = 0.35)
3 3

2 2
I
 y

 
II
 
 
1  1

H
1
L

0 0
0 0.5 1.0 1.5 2.0 0 0.5 1.0 1.5 2.0

θ. H
 /  estático
Yo

FIGURA 2 EFECTO DE LA FRECUENCIA HORIZONTAL RESONANTE EN LA RESPUESTA DE UN BLOQUE DE CIMENTACION


RECTANGULAR (I / IO = 2) SUJETO A CABECEO
2a Una masa, con dos grados de 2b Una masa, con dos grados de
libertad independientes libertad acoplados

1 Dos masas, cada una con


un grado de libertad

FIGURA 7.1 SISTEMAS CON DOS GRADOS DE LIBERTAD

X ω
2
/T  M2
Ω
Y  S max
Y  S max
S
o S
K2 o

Y  S max
X1
Y  S max
M1 S
o
Y  S max
S
o K1 S
o
Y  S max

S
o

FIGURA 7.2: EDIFICIO DE DOS PISOS CON COLUMNAS QUE


RESISTEN MOMENTOS

0 1 2 -1 0 +1
2 A2
A2

A1
A1

Segundo
Modo Modo
Fundamental

FIGURA 7.3 : PATRON DE DISTORSION PARA MODOS NORMALES DE VIBRACION


(EJEMPLO 7.1)
1.0

K
1.171 Xo cos 0.618 t
M
-1.0

0.4

0
K
t
-0.4 -0.171 Xo cos 1.62 M

1 M
0 1 2 3 4 5 6 7 t 8 9
2 K

1.0

Movimiento Resultante

-1.0

FIGURA 7.4 MOVIMIENTO DE LA MASA SUPERIOR EN EL EJEMPLO 7.1


Io

CG

L ky y

Z Y

Ke , e

FIGURA 7.5 SISTEMA CON MOVIMIENTOS HORIZONTAL Y


CABECEO ACOPLADOS

0.9
2 0.8
15.0  y  1.00
0.4    Io
  0.7
0.6
0.5 Io 0.5 I
10.0 0.80 0.4
0.6 I
0.7
0.8
5.0 0.9 0.60

00 0.40
1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
2
y 
   0.20
 

0
0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
2
 y 
  
 
FIGURA 7.6 GRAFICO PARA DETERMINAR LAS DOS FRECUENCIAS
NATURALES ACOPLADAS
Horizontal

Acoplado
Superior
Acoplado
Inferior

5 10 15 20

Frecuencia cps

FIGURA 7.7 FRECUENCIAS NATURALES EN EL


EJEMPLO 7.2
17’
C
En C Xc = (8.5)  = 0.0483 (cos 37.9t - cos 1.09 t) en pies

16’ Y Yc = Y+16 () = 0.1199 cos 37.9t - 0.0199 cos 1.09 t en pies.

X En D X D = Xc

YD = Y = 0.0291 cos 37.9 t + 0.0709 cos 1.09 t en pies.


D
Z
0.1

0.08

0.06
s 0.10
e
0.04 0.08
i
P s 0.06
e
- 0.02 i 0.04
P 0.02

0
D
0 -
y - 0.02
Yc
e - 0.02 - 0.04

xc - 0.06

- 0.04 - 0.08
- 0.10
YD
- 0.06

- 0.08

XD YD
- 0.1
FIGURA 7.8 MOVIMIENTOS EN EL EJEMPLO 7.2
 CG
T

 
Z P
(a) Fuerzas Aplicadas (b) Fuerzas y Momentos
Equivalentes

FIGURA 7.9 FUERZAS APLICADAS AL SISTEMA CON MOVIMIENTOS


ACOPLADOS


Y o
o

 y 

 y 

I II I II
Y Y Y Y
y y  y  y

FIGURA 7.10 NATURALEZA GENERAL DE LAS CURVAS DEL FACTOR DE CARGA


DINAMICA DE MOVIMIENTOS ACOPLADOS
3.5’ Movimiento en C (en 10-4 pulg) en el
momento que la fuerza es máxima
Po = 4525 lbs. a 30 cps hacia arriba
C

Debido a Debido a
movimiento cabeceo
horizontal
CG 16’ 5.29 8.79

0
Z Debido a 5
movimiento 7.
vertical
Movimiento
8.5’ resultante
7
Debido a 6
cabeceo 4.

FIGURA 7.11 FUERZA APLICADA Y MOVIMIENTO RESULTANTE EJEMPLO 7.3


PARTE II

PROPAGACION DE ONDAS

2.1 INTRODUCCION

Puesto que las vibraciones transmitidas por las cimentaciones (bien sean de las
estructuras hacia el suelo, como son las fuerzas de maquinaria, o del suelo hacia las
estructuras, como es el caso de sismos) se efectúan siempre a través de ondas, es
muy importante conocer los distintos tipos de ondas que se producen en el suelo y sus
mecanismos de propagación.

En problemas relacionados al terreno de cimentación se tendrán situaciones que van,


desde el caso de considerar un medio idealizado como homogéneo y elástico
(depósitos profundos de arcilla), hasta el caso más complejo pero más común,
consistente en un medio errático, con estratificaciones alternantes y con
características no lineales de esfuerzo deformación. Además, cuando se analiza un
suelo a través de probetas en el laboratorio, se tendrá un caso particular de medio no
contínuo por las condiciones de frontera allí existentes.

Los casos señalados se pueden analizar a partir del estudio de la propagación de


ondas, tanto en semiespacios infinitos homogéneos o estratificados, así como en
barras de longitud finita.

El presente capítulo no pretende cubrir el estado del arte en propagación de ondas,


sino simplemente presentar los fundamentos que se requieren para el manejo de los
conceptos que se tratan en la dinámica de suelos. Al lector que le interese profundizar
más sobre el tema, podrá consultar las referencias señaladas al final del capítulo.

Primeramente se indicarán los tipos de ondas elásticas existentes en un medio infinito,


posteriormente se analizará la propagación de ondas en un medio semi-infinito con
características tanto homogéneas como las de un medio estratificado, y finalmente se
describirá la propagación de ondas en barras.
2.2 PROPAGACION DE ONDAS EN UN MEDIO INFINITO

En un medio infinito, homogéneo e isótropo, sólo se pueden propagar los dos tipos de
ondas que corresponden a las dos únicas soluciones que se obtienen de las
ecuaciones de movimiento, que más adelante se señalan; estas dos clases de ondas
son las llamadas ondas de compresión, primarias o dilatantes y las conocidas como
ondas cortantes, secundarias o distorsionales.

Partiendo del análisis de equilibrio de un pequeño elemento como el mostrado por la


Figura 2.1, se llega a las siguientes expresiones conocidas en la literatura como las
ecuaciones de movimiento (los pasos para llegar a las mismas se pueden ver en la
Ref. 1)

2
u ε
  2 = (λ + G) + G 2 u (2.1)
t x
2
v ε
 = (λ + G) + G 2 v (2.2)
t 2
y

2
w ε
  2 = (λ + G) +G2w (2.3)
t z

donde:

2 2 2
2   
 = + + (operador laplaciano en coordenadas
x 2
y 2
z2
cartesianas)

u, v, w son los desplazamientos en las direcciones x, y y z


respectivamente.

 es la densidad de masa del medio (peso volumétrico/


aceleración de la gravedad).

νE
λ= constante de Lamé
( 1 + ν ) ( 1 - 2 ν)

E
G= módulo cortante
2(1 - ν)

 relación de Poisson

E módulo elástico de Young


ε = εx + εy + εz dilatación cúbica

y εx , εy , εz son respectivamente las deformaciones normales


en las direcciones x, y y z.

Derivando las ecuaciones 2.1, 2.2 y 2.3 con respecto a x, y y z respectivamente, y


sumando las expresiones obtenidas, se llega a la siguiente ecuación:

2
ε
  2 = (λ + 2G)  2 ε
t
ó
2
 ε
= v c 2  2 ε (ec. de onda de dilatación cúbica) (2.4)
 t2

donde:

λ + 2G
vc = (2.5)

Esta última expresión representa la velocidad de propagación de una onda dilatante o


irrotacional, o dicho en otras palabras, la dilatación ε se propaga con una velocidad
vc. Al numerador de la ecuación 2.5 se le conoce comúnmente como módulo dilatante
D, es decir:

(1 - ν) E
D = λ + 2G =
(1 + ν) ( 1 - 2ν )

Derivando ahora la ecuación 2.2 con respecto a z y a 2.3 con respecto a y, y


eliminando  mediante la substracción de las dos expresiones resultantes, se
obtiene:

2
w  v w  v
  
 y -z
=G
2

 y -z

t 2
   

o sea

2
  θ2x = G  2 θ x (2.6)
t
donde:
w v
θx = 2 
 y -z
, o sea es la rotación alrededor del eje x
 

La ecuación 2.6 se puede escribir también como sigue:

2
 θx
= vs 2  2 θ x (2.7)
t 2

donde:

G es la velocidad de las llamadas ondas cortantes o


vs 
 equivolumétricas y representa la velocidad de propagación de
la rotación x.

Las ecuaciones correspondientes a y y z se obtienen de manera similar a la


ecuación 2.7, y se puede decir que la rotación se propaga con la velocidad vs.

Además de la velocidad con que se propagan cada una de estas ondas existentes en
un medio elástico infinito, llamadas ambas ondas de cuerpo, tienen la siguiente
particularidad: en las ondas compresionales el movimiento de las partículas tiene la
misma dirección en que se propagan (véase Figura 2.2), mientras que en las ondas
cortantes los movimientos de las partículas son perpendiculares a la dirección de su
propagación. La relación entre las velocidades de estas dos clases de ondas está
dada por la expresión:

vc 2(1 - ν)
= (2.8)
vs (1- 2 ν )

la cual implica que vc > vs para cualquier valor de , y que para  = 0.5, vc adquiere un
valor teórico de infinito.

2.3 PROPAGACION DE ONDAS EN UN MEDIO SEMI-INFINITO

En un medio semi-infinito existe una frontera que permite obtener una tercera solución
a las ecuaciones de movimiento y así tener un tercer tipo de onda. Este tercer tipo
corresponde a las ondas superficiales llamadas de Rayleigh (en honor a quien las
descubrió), las cuales producen en las partículas movimientos elípticos (Figura 2.2) y
disminuyen rápidamente su amplitud con la profundidad.
La ecuación de la onda Rayleigh se puede obtener estableciendo un sistema de
coordenadas como el señalado en la Figura 2.3, y suponiendo una onda plana que
viaja en la dirección positiva de las x. Así, partiendo de que los desplazamientos u y w
se pueden escribir respectivamente como:

   
u= + y w= -
x z z x

donde  y  son funciones potenciales que resultan estar relacionadas


respectivamente con la dilatación y la rotación del medio, se obtiene, al sustituir u y w
en las ecuaciones 2.1 y 2.3, las siguientes expresiones:

  2     2   
  2  +    = ( + 2 G) ( 2  ) + G ( 2 )
x  t   z   t 2  x z
(2.9)

y
  2      2   
  2  -    = ( + 2 G) ( 2  ) - G ( 2 )
z  t  x  t
2
 z x
(2.10)

De estas ecuaciones se obtiene:

   + 2G 2
2
  = vc  
2 2
= (2.11)
t 2

y
   G  2
2
=     = vs 2  2  (2.12)
 t2 

Ahora bien, suponiendo una solución del tipo de onda sinusoidal viajando en la
dirección positiva de las x, se puede escribir

 = F (z) ei   t- N x  (2.13)
y
 = G (z) ei   t- N x  (2.14)
donde F(z) y G(z) son funciones que describen la variación de la amplitud de la onda
con la profundidad, y N=2 /LR (conocido como número de onda); LR es la longitud de
la onda generada. Al sustituir los valores de  y  dados por las ecuaciones 2.13 y
2.14 dentro de las ecuaciones 2.11 y 2.12, y considerar la condición de que la amplitud
de la onda superficial tiende a cero con la profundidad, los valores de F(z) y G(z)
resultan iguales a:

2
 N2  z
v 2
c
F(z) = A1 e
y
2
 N2  z
v 2
s
G (z) = A 2 e

Los valores de A1 y A2 se obtienen de aplicar las condiciones de frontera relativas a


que los esfuerzos cortantes y normales en la superficie del semiespacio deben ser
nulos. Aplicando dichas condiciones se obtienen las siguientes expresiones:

 2
(  + 2 G )  N 2 -  2  -  N 2

A1  vc 
-1 = 0 (2.15)
2
A2
2 i GN N 2 -  2
vs

y
2
2 2 
N - 2 iN
A1 vc
2
+1 = 0 (2.16)
A2 2 
2N - 2
vs
Añadiendo estas dos ecuaciones y haciendo algunos arreglos matemáticos, se llega a
la ecuación que da el valor de la velocidad con que se propagan las ondas Rayleigh:

 vR   vR     vR 2  
6 4 2 2
 vs   vs 
  - 8   +  24 - 16      + 16    - 1  = 0 (2.17)
 vs   vs    vc    vs    vc  

En la Figura 2.4 se muestra la relación que guarda v R/vs y vc/vs para varios valores de
la relación de Poisson ; obsérvese que vR es aproximadamente igual a v s,
particularmente para valores grandes de .
En cuanto a la variación de los desplazamientos con la profundidad, éstos se pueden
 
obtener a partir de las expresiones señaladas para u= + y
x z
 
w= - , así como de sustituir en ellas los valores de  y  dados por las
z x
ecuaciones 2.13 y 2.14.

Las expresiones que resultan (Ref. 1), son las siguientes:

  2 2 2 2
 N - 2N - 2
 2    
 2   vc   vs 
  N - 2  2 2
 vc
u = A 1 N i - exp - (zN) + N x
 N  2 
2
   N - 2
 
   vs + 1
2
 N

 
2  
 
2
 N - 2
vs 
exp  - (zN )   exp i (  t - N x) (2.18)
 N 
  

  
 

y
 2 
2

 2 N -   
2 2
 vc
2
2
- 2 
 N 2  N - 2
 vs  vc
w =A 1N  N exp  - - x
2  
 N2-  
N

N
 2
vs + 1  
 2
 N

 
2  
 
2
 N - 2
vs 
exp  - (zN )   exp i (  t - N x) (2.19)
 N 
  
  
  

De la observación de estas dos ecuaciones, se puede deducir que los términos dentro
de las llaves representan la variación respectiva de u y w con la profundidad. O sea:

i (  t - Nx)
u = U (z) A1 Ni e
y
w = W (z) A1 N e i (  t - Nx)

La variación de U(z) y W(z) con la profundidad para varios valores de , se indica en la


Figura 2.5. Para fines recordatorios, la Figura 2.6 señala la interpretación física del
concepto de longitud de onda que interviene en la figura anterior.

Debe señalarse que son las ondas Rayleigh las que trasmiten la mayor parte de la
energía generada por la vibración de una zapata sobre la superficie de un
semiespacio. (Cuando la zapata es circular, el 67% de la energía es trasmitida por las
ondas Rayleigh, mientras que las cortantes trasmiten el 26% y las de compresión el
7% restante). Por otro lado, en comparación con las ondas de cuerpo, las amplitudes
de las ondas Rayleigh disminuyen más lentamente con la distancia r al centro de la
fuente de excitación (mientras que la atenuación de las ondas P y S en la superficie es
proporcional a 1/r², en las ondas Rayleigh es proporcional a 1 / r ); la razón de esta
diferencia se debe al concepto del llamado amortiguamiento radial que se estudia en
el siguiente capítulo. Lo anterior hace, como se ilustrará posteriormente, que las
ondas Rayleigh desempeñen un papel muy importante en la trasmisión de vibraciones
en o cerca de la superficie.

Las ondas Rayleigh son generalmente fáciles de reconocer ya que usualmente tienen
una amplitud grande con frecuencia relativamente baja, según puede observarse en la
Figura 2.7.

2.4 PROPAGACION DE ONDAS EN UN MEDIO ESTRATIFICADO

En la mayoría de los casos reales se tienen depósitos de suelo constituidos por


estratificaciones, lo cual obliga a conocer la transmisión de vibraciones a través de
medios estratificados. En forma simplista se puede conocer lo que sucede con las
ondas que llegan a las superficies de contacto de dos estratos con propiedades
diferentes, partiendo del análisis de refracción y reflexión que experimentan cada una
de las ondas de cuerpo.

Sin embargo, con el objeto de considerar la división de la energía que se origina en el


punto de incidencia, es conveniente considerar primeramente el caso particular de la
descomposición de las ondas P y S al llegar a una superficie libre. Para ello resulta a
la vez conveniente tomar en cuenta que las ondas cortantes S se pueden
descomponer en una componente paralela a la superficie (ondas SH), y en otra
contenida en el plano vertical (ondas SV). La Figura 2.8 ilustra esta descomposición.

Cuando una onda dilatante P incide sobre la superficie libre del semiespacio, parte de
la energía se refleja a través de una onda cortante SV y parte a través de una onda P
(Figura 2.9). El ángulo de reflexión 1 de la onda SV está dado de acuerdo con la ley
de Snell

vs
sen  1 = sen 
vp
donde  es el ángulo de incidencia.

El ángulo 1 de la onda P resulta igual al de incidencia.

Al llegar una onda cortante SV a la superficie, toda la energía que se refleja se hace a
través de: a) una onda SV con un ángulo de reflexión igual al de incidencia (Figura
2.10), y b) a través de una onda P cuyo ángulo de generación está dado por:

sen  1 = sen  vc
vs
Existe un cierto ángulo de incidencia, llamado crítico, para el cual las ondas incidentes
P y S se reflejan horizontalmente (Figura 2.11); dicho ángulo depende únicamente de
la relación de Poisson.

-1  vc 
Para onda dilatantes  cr = sen  , y
 vs 
 vs 
Para ondas cortantes  cr = sen -1  
 vp 

La Figura 2.12 muestra la relación entre cr y  para el caso de ondas de incidencia
SV. Cuando los ángulos de incidencia son mayores, las componentes horizontal y
vertical de los movimientos del terreno se encuentran desfasadas, creando una
vibración del tipo elipsoidal; la Figura 2.13 muestra que para s = 45o el movimiento es
vertical y que para s =90o el movimiento se reduce a cero.

En el caso de una onda SH que llega a la superficie, toda la energía que se refleja se
hace a través de otra onda SH, la cual tiene un ángulo de reflexión igual al de
incidencia (Figura 2.14). Esta característica hace que existan procedimientos
especiales por medio de los cuales se generen este tipo de ondas y se facilite la
interpretación de los datos obtenidos mediante los métodos geosísmicos; el empleo
de dichos métodos se explicará en capítulos posteriores.

Ahora bien, para el caso de llegar una onda a la superficie de contacto de dos estratos
de características diferentes, se tendrá lo siguiente:
Al llegar una onda P sobre la superficie de contacto, se producen cuatro tipos de
ondas según se ilustra en la Figura 2.15a; dos ondas SV (una reflejada [P-SV 1] y otra
refractada [P-SV2]) y dos ondas P (una reflejada [P-P1] y otra refractada [P-P2]).

Para una onda SV incidente habrá cuatro ondas resultantes:

a) una onda SV reflejada (SV-SV1)


b) otra onda SV refractada (SV-SV2)
c) una onda P reflejada (SV-P1) y
d) una onda P refractada (SV-P2)

En cuanto a las ondas incidentes SH, parte de la energía es reflejada (ondas SH-SH 1)
y parte refractada (SH-SH2), pero nuevamente sólo a través de ondas SH; la razón de
no producir ondas P se debe a que las ondas SH no tienen componente normal en el
plano de contacto.

Los ángulos de reflexión y refracción pueden calcularse a partir de la ley de Snell, de


la cual se obtiene la siguiente expresión:

sen sen1 sen2 sen3


=== (2.20)

v p 1 vs 1 v p 2 vs 2
donde:

vp1 y vp2 son respectivamente las velocidades de las ondas dilatantes en los medios
superior e inferior, y análogamente.
vs1 y vs2 son las velocidades de las ondas cortantes de dichos medios.

Cuando la velocidad de una onda reflejada o refractada es mayor que la velocidad de


la onda incidente, puede haber un ángulo de incidencia crítico para el cual la onda
reflejada o refractada será horizontal; dicho ángulo se obtiene a partir de las
expresiones 2.20. (Por ejemplo, para una onda dilatante P incidente,
v
-1 p1
 cr = sen
vp 2
Existen en la literatura fórmulas y gráficos que proporcionan la cantidad de energía
que se trasmite a través de cada una de las ondas reflejadas o refractadas; véanse
por ejemplo las Referencias 1 y 2.

Cuando existen varios estratos se tendrán múltiples refracciones y reflexiones, según


puede observarse en la Figura 2.16, y el problema de propagación de ondas se vuelve
más complejo. Cuando el estrato superior es menos rígido que el que lo subyace, se
puede generar otro tipo de onda superficial conocida como onda Love; estos tipos de
ondas son originadas por las reflexiones totales múltiples de la capa superior, y son
ondas que se desplazan horizontalmente y producen movimientos transversales
horizontales. Ewing (Ref. 3) define a esta clase de onda como "la onda cortante
polarizada horizontalmente, atrapada en la capa superficial y originada por las
reflexiones totales múltiples". Jones (Ref. 4) demuestra que para altas frecuencias de
excitación, la velocidad de propagación de las ondas Love se aproxima
asintóticamente a la velocidad de propagación de las ondas cortantes en el estrato
superior, mientras que para bajas frecuencias dicha aproximación se refiere a la
velocidad de las ondas cortantes en el estrato inferior.

2.5 PROPAGACION DE ONDAS EN BARRAS

Cuando las ondas dilatantes o compresionales se propagan en medios que no son


infinitos, las condiciones de frontera modifican las ondas generadas haciendo que
éstas sean un poco diferentes a las señaladas hasta ahora. Por ejemplo, las ondas
compresionales que se propagan a través de una barra donde pueden haber
expansiones libres en el sentido transversal, tienen una velocidad de propagación que
resulta, según se demuestra más adelante, aproximadamente igual a:

E
vL = (2.21)

Esta velocidad es menor que la velocidad v c dada por la ecuación 2.5; la razón de ello
es que en un medio infinito o semi-infinito no existen desplazamientos normales a la
dirección en que se propagan estas ondas, mientras que en una barra dichos
desplazamientos son factibles. A esta clase de ondas compresionales en barras se les
conoce en la literatura con el nombre de ondas longitudinales.
La obtención de la ecuación 2.21 se puede hacer a partir del análisis de fuerzas
actuando en un elemento de barra de longitud x (Figura 2.17), que tiene una sección
transversal de área A.
Del equilibrio de fuerzas indicadas en la Figura 2.17 se obtiene:

   2 u
 x A =   x A  - 
2 
x  t 

Simplificando la expresión anterior se obtiene

 2
 u
+ =0 (2.22)
x t 2

Esta misma ecuación se puede expresar en otros términos, de la siguiente manera.


De la teoría de elasticidad se tiene:

 =E (2.23)

u
donde:  =-
x

Llevando 2.23 a 2.22, se obtiene

2 2
 u  u
E = (2.24)
x 2
t 2

que es la llamada "ecuación de ondas en una dimensión". La solución a esta ecuación


es del tipo
 E 
u = f  x  t  (2.25)
  

Ejemplo de funciones que satisfacen la condición anterior son las siguientes:

 E 
u = sen  x  t 
  
 E 
u = cos  x  t 
  

 E 
u =  x  t 
  
El significado físico de las implicancias de dicha solución se muestra en la Figura 2.18.
Para un tiempo cualquiera t1 (que puede ser t1=0), se tiene un cierto tipo de
desplazamiento caracterizado por una función que satisfaga la ecuación 2.25;
posteriormente, en el tiempo t2, se observará exactamente el mismo tipo de
desplazamiento pero en un lugar diferente. Es decir, el tipo de movimiento que se
observa es precisamente como el de una onda que se desplaza a una velocidad v L=
E /  . Analíticamente lo anterior se puede comprobar de la siguiente manera;
supóngase el signo negativo de la ecuación 2.25, y que t2 = t1 + t; se tiene entonces:

u |t = t1 = f (x - v L t )

u |t 2 = t1+  t = f [ (x +  x) - vL (t +  t ) ]

u |t 2 = t 1+  t = f [ (x + v L  t - vL t - v L  t ) ] = f (x - vL t ) ,

lo cual confirma lo antes señalado.

Es importante distinguir la diferencia que existe entre la velocidad de la onda y la


velocidad de la partícula. Para el caso de una onda de compresión como la mostrada
en la Figura 2.13, la velocidad de la partícula se obtiene a partir de la determinación
del esfuerzo:
u
x=E
x

de donde se obtiene que

u=
x x =x  t
vL
E E

Por lo tanto, la velocidad de la partícula es

.
u=
u  v
= x L (2.26)
t E
Obsérvese en esta última expresión que la velocidad de la partícula depende del valor
del esfuerzo aplicado, mientras que la velocidad de propagación de ondas depende
sólo de las propiedades del material.

Ahora bien, al analizar las ondas cortantes en barras, siguiendo un procedimiento


similar al descrito para las ondas compresionales, se llega a que la ecuación de onda
está dada por la siguiente expresión:

  2  
2 2
= vs (2.27)
t 2 x 2

donde  es el ángulo de giro y

G
vs = (2.28)

es la velocidad con la que se propagan las ondas cortantes en barras.

Este valor, como puede notarse, resulta ser igual al obtenido en el análisis de
propagación de ondas en un medio infinito o semi-infinito.

Obsérvese que conociendo las velocidades vL ó vs, los módulos E y G se pueden


obtener respectivamente mediante las ecuaciones 2.21 y 2.28.

En la práctica la determinación de CL y Cs se puede efectuar en el laboratorio a través


de probetas cilíndricas, las cuales constituyen barras de longitud finita. Si se
consideran por ejemplo las ondas longitudinales a través de barras, la solución a la
ecuación 2.24 en este caso se puede escribir en forma de series trigonométricas, de la
siguiente manera:

u = U ( A1 cos  n t + A 2 sen  n t ) (2.29)

donde:

U es la amplitud de los desplazamientos.

A1 y A2 son constantes que dependen de las condiciones de frontera.

n es la frecuencia circular natural de vibración del enésimo modo.

Al sustituir la ecuación 2.29 en la ecuación 2.24, se obtiene


 2 U  n2
+ 2 U=0 (2.30)
x 2 vL
La solución a esta ecuación diferencial es del siguiente tipo:

U = A3 cos
n x + n x
A 4 sen
vL vL

donde A3 y A4 son también constantes dependientes de las condiciones de frontera.


Por ejemplo, suponiendo un extremo fijo y el otro libre (Figura 2.19), dos condiciones
son las siguientes:

1) U = 0 |x = 0 (significa que en el extremo fijo los desplazamientos son


nulos)

U
2) = 0 |x = l (en el extremo libre las deformaciones valen cero)
x

Aplicando la primera condición se deduce que A3 = 0, y de la segunda se obtiene que:

cos  n = o
l
vL

de donde se deduce que

 vL
 n = (2 n- 1) , n = 1,2,3... (2.31)
2l

Lo anterior conduce a poder expresar la amplitud del desplazamiento de la siguiente


manera:

(2 n- 1)  x
U = A 4 sen (2.32)
2 l
En la Figura 2.19 se muestran los tres primeros modos de vibración de una probeta
circular y el significado físico de la constante A 4. Al sustituir la ecuación 2.32 en 2.29,
se obtiene la forma general de los desplazamientos:

(2 n - 1)  x  (2 n- 1)  vL t (2 n- 1)  vL t 
u = sen  (A 1 ) n cos + (A 2 ) n sen  (2.33)
2 l  2 l 2 l 
Para otras condiciones de frontera o para el caso de vibraciones torsionales se podrá
seguir el procedimiento descrito y obtener expresiones análogas a la ecuación 2.33.
La expresión correspondiente a la frecuencia circular natural bajo excitaciones
torsionales, considerando las mismas condiciones de frontera (un extremo fijo y el otro
libre), resulta exactamente la misma que la dada por la ecuación 2.31, sólo que en vez
de vL interviene vs.

REFERENCIAS

1) Richart, F.E., Hall, J.R., y Woods, R.D. (1970), "Vibrations of Soils and Foundations",
Prentice-Hall.

2) Mooney, H.M. (1973), "Handbook of Engineering Geophysics", Bison Instruments, Inc.

3) Ewing, W.M., Jardetsky, W.S., y Press, F. (1975), "Elastic Waves in Layered Media",
McGraw-Hill Book Co, New York.

4) Jones, R. (1958), "In-Situ Measurements of the Dynamic Properties of Soil by Vibration


Methods", Geotechnique, Vol 8, No. 1, Marzo, pp 1-21.
Z

 xz y
( xz  z)
z

x
xy X
z


XZ  xy
x (xy  y)
y
 x
x ( x  x)
x

Figura 2.1 ESFUERZOS ACTUANDO SOBRE UN PEQUEÑO ELEMENTO


(a)

(b)

(c)

(d)

Figura 2.2 NATURALEZA DE LOS DESPLAZAMIENTOS DE LAS PARTICULAS DE UN SUELO


DURANTE EL PASO DE a) ONDAS DE COMPRESION P, b) ONDAS CORTANTES S, c)
ONDAS RAYLEIGH R Y d) ONDAS LOVE L.
Superficie Frente de ondas

Porción de semiespacio
elástico

Figura 2.3 SISTEMA DE COORDENADAS EN UN SEMIESPACIO ELASTICO


0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
5 5

4 4

3 3

Ondas P

de 2 2
s
ore
Ondas S
Val

1 1

Ondas R

0 0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5

Relación de Poisson, 

Figura 2.4 RELACION ENTRE VS VC y VR, CONTRA LA “RELACION DE POISSON” 


0.0

0.2

 U (z) 
Componente horizontal U (z) 
0.4

0.6
 = 0.25  = 0.25
da  = 0.33  = 0.33
on ad 0.8  = 0.40
de did  = 0.50  = 0.40
ud fun
ngitPro  = 0.50
Lo 1.0

1.2
Componente vertical W (z)  

1.4

-0.6 -0.4 -0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2

Amplitud a la prof. z
Amplitud en la superficie

Figura 2.5 RELACION DE LA AMPLITUD DE LAS ONDAS RAYLEIGH Vs LA


PROFUNDIDAD (Ref. 1)
A

Amplitud

Tiempo

Longitud = Velocidad de onda


frecuencia

Figura 2.6 INTERPRETACION GRAFICA DE LA LONGITUD DE ONDA


u Onda P Onda S Onda R

(+ en la dirección de propagación)
t

1
(a)

Movimiento menor Mov. mayor

(+ hacia abajo)
1
t

(b)

Figura 2.7 SISTEMA DE ONDAS ORIGINADAS POR LA EXCITACIÓN EN UN PUNTO DE LA


SUPERFICIE DE UN MEDIO IDEALIZADO (Ref. 1)
SV Plano vertical de
incidencia
S
E

SH

Plano perpendicular al rayo


Rayo incidente incidente

Figura 2.8 COMPONENTES SV Y SH DE UNA ONDA CORTANTE S (Ref. 2)


P
1 
SV 1
P P
 
SV SV

Figura 2.10 REFLEXION DE UNA ONDA INCIDENTE


Figura 2.9 REFLEXION EN LA SUPERFICIE SV EN UNA SUPERFICIE LIBRE.
DE UNA ONDA INCIDENTE P.

d d d
d Superficie
cr 
a a
cr
a SV a
SV

 = 0°  = 20°
Figura 2.11 REFLEXION
d HORIZONTAL DE UNA ONDA P CUANDO UNASuperficie
ONDA SV
 = 30°
INCIDE CON UN ANGULO CRITICO.  = 34°
a
 = 30° 16’

d 40
d d d
cr Superficie
a a a a
30

 = 37°20  = 37° 1/2  = 40°  = 45°


d d d d d=0
a Sup. a a
a Para ondas SV
10 a

 = 50°  = 63°  = 75°  = 85°  = 90°

0
0.25 0.30 0.35 0.40 0.45 0.50

Figura 2.13 DESPLAZAMIENTOS (AMPLITUD Y DIRECCION) DE UNA PARTICULA


SUPERFICIAL
Figura PRODUCIDOS
2.12 ANGULO POR CRITICO
DE INCIDENCIA UNA ONDA SV LAS
PARA QUEONDAS
TIENE UN
SV,ANGULO
EN
DE INCIDENCIA  (Ref. 2).
FUNCION DE LA RELACION DE POISSON
 

SH SH

Figura 2.14 INCIDENCIA Y REFLEXION DE UNA ONDA SH

(a) Onda incidente P (b) Onda incidente SV c) Onda incidente SH

P-P1 SV SV-SV1 SH SH-SH1


P a a b
P-SV1 b
b SV-P1 b b
a
Medio 1 P1, vP1, vS1

Medio 2
P2, vP2 , vS2
e
f e P-P2 SV-P2
f
SH-SH2
P-SV2 f SV-SV2

sen a sen b sen e sen f


  
VP1 VS1 VP2 VS2

Figura 2.15 DISTRIBUCION DE ONDAS ELASTICAS EN LA INTERFASE DE


DOS MEDIOS ELASTICOS

Punto de excitación
( P

1)
)
(P - S

P1, vP1 , vS1


1 )
- P
(P ( P
( P

- P

P2, vP2 , vS2


- P

2
)
2
)

P3, vP3 , vS3

P4, vP4 , vS4

Figura 2.16 REFLEXION Y REFRACCION MULTIPLE DE ONDAS EN UN


SISTEMA ESTRATIFICADO (Ref. 1)
x

    x
x

Area A

x
Figura 2.17 FUERZAS ACTUADO SOBRE UN ELEMENTO DE UNA BARRA CONTINUA

u Movimiento observado en el Movimiento observado en el


tiempo t1 tiempo t2
t1 t2

x
x
V
L
(t2–t1)

Figura 2.18 DESPLAZAMIENTOS OBSERVADOS EN LOS TIEMPOS t1 y t2, PARA UN


FUNCION DEL TIPO SEÑALADO POR LA EC. 2 - 5

(a)

x
A
4 u1  A 4 sen (n  1)
2

3 x
A u2  A 4 sen (n  3)
(b) 4
2

5 x
A u3  A 4 sen (n  5)
4 2

Figura 2.19 PRIMEROS TRES MODOS NATURALES DE VIBRACION DE UNA BARRA


CON UN EXTREMO FIJO Y EL OTRO LIBRE
EFECTO DE LAS CONDICIONES LOCALES DEL SUELO EN LOS

MOVIMIENTOS SÍSMICOS DEL TERRENO

Robert V. Whitman

1.0 INTRODUCCIÓN

Se ha reconocido desde hace bastante tiempo que las condiciones locales del suelo
pueden tener un gran efecto en el daño causado por un terremoto. Tal efecto fue muy
evidente en el gran terremoto de Lisboa en 1755 y en casi todos los grandes
terremotos subsecuentes que afectaron ciudades grandes. El efecto de las
condiciones del suelo en el daño durante el terremoto de San Francisco de 1906 fue
muy reconocido en los estudios de dicho terremoto. Este tópico recibió considerable
atención después del terremoto de Kanto (Tokio) de 1923. El efecto de las condiciones
locales del suelo en el daño producido por los terremotos no es un problema nuevo.
Las normas sismo-resistentes de la mayoría de los países específicamente requieren
resistencias sísmicas diferentes para condiciones de suelo distintas.

La mayor parte del daño de terremotos a las edificaciones construidas sobre suelos
malos resulta de la falla parcial o total del suelo. Tales fallas incluyen: asentamientos
de diques en ríos, falla de estructuras de retención en las riberas, grandes
deslizamientos, asentamientos y fallas en la cimentación. Seed (1970) ha presentado
un excelente resumen descriptivo de tales fallas. Muchas de estas fallas fueron
causadas por la licuación total o parcial de depósitos granulares sueltos y saturados.
La posibilidad de tales fallas en un sitio específico requiere de un estudio especial por
expertos. El Apéndice B presenta una discusión breve sobre el fenómeno de licuación.
Este capítulo considera el efecto de las condiciones locales del suelo en los
movimientos sísmicos del terreno, y por lo tanto, en el movimiento de las edificaciones
cuando no existe falla del suelo. Las observaciones de campo y los estudios teóricos
de este efecto han sido resumidos por Ohsaki (1969) y Seed (1969). Mucho se
conoce del problema, aunque éste no se ha entendido totalmente. Existen diversas
maneras de llevar este conocimiento a la práctica. Una manera es el desarrollo de
movimientos sísmicos dependientes del sitio para ser usados como datos de entrada
en el análisis de estructuras importantes; esta metodología se está usando en el
diseño de edificios altos en San Francisco y Tokio. La segunda manera es la de guiar
el desarrollo de nuevas normas para edificaciones. Este capítulo trata principalmente
sobre la segunda manera, es decir, este capítulo discutirá como el coeficiente de corte
en la base C debe variar con las condiciones del subsuelo. Un gráfico de C vs T, el
período fundamental de una edificación, se llamará diagrama de coeficiente sísmico.

La Figura 1 ilustra varias formas diferentes de diagramas de coeficientes sísmicos que


incorporan las condiciones del suelo. Las formas más simples son las a) y b); donde
las ordenadas se multiplican por un factor que es independiente del terreno, es decir:

C(T) = Co (T) (1)

donde S es un factor de suelo y Co (T) es la función del coeficiente sísmico para una
condición de suelo de referencia. Ohsaki (1969) ha tabulado los valores de S
requeridos por las normas de 13 países. La Tabla 1 presenta ejemplos de dichos
factores, desde los simples utilizados en Canadá, hasta los más complejos utilizados
en el Japón.

Las Figuras 1c a 1f muestran propuestas más complicadas para introducir el efecto de


las condiciones locales del suelo en los diagramas de coeficiente sísmico; el efecto
del suelo varía con el período T.

1. La Figura 1c es de la norma chilena. La curva C vs T varía en su forma,


dependiendo del parámetro To. Dicho parámetro se relaciona a la frecuencia
característica del sitio del edificio que se está diseñando.

2. La Figura 1d presenta el diagrama de coeficiente sísmico propuesto por Muto en


1963 en el Japón. Las escalas de máximo coeficiente sísmico y período se
ajustan de acuerdo al tipo de terreno.

3. De acuerdo a las curvas propuestas en la Figura 1e, los edificios bajos y rígidos
con un período pequeño de T, serían diseñados para un coeficiente sísmico
mayor si estuviesen en terreno duro que si estuviesen en terreno blando. Para
edificios altos flexibles lo contrario es cierto.
4. La Figura 1f muestra el código desarrollado en la ciudad de México para tomar en
cuenta el efecto de la arcilla inusualmente blanda y profunda que existe en gran
parte de la ciudad.

Una gran variedad de métodos han sido propuestos para incorporar los efectos de las
condiciones del suelo en las normas sismo-resistentes de edificaciones. Un ingeniero
municipal expuesto a la selección de un código apropiado, o un ingeniero de diseño
expuesto a implementar dicho código, deben entender las ideas básicas en que se
basan las diferentes propuestas. Para entender dichas ideas básicas, es útil
considerar cuatro tipos de suelos:

I. Depósito de suelo superficial con una frecuencia característica.


II. Depósito profundo de suelo firme.
III. Depósito de suelo blando superficial suprayaciendo depósito profundo de suelo
firme.
IV. Depósito profundo de suelo blando.
Aunque estos cuatro casos no cubren todas las condiciones posibles de suelos,
sirven para presentar las consideraciones fundamentales.

2.0 ROL Y ESTADO DE LA TEORÍA

Con el objeto de entender apropiadamente el efecto de las condiciones locales del


suelo, se debe combinar la interpretación de registros de acelerogramas reales con el
análisis teórico. Hasta hace muy poco, ha sido necesario basarse fuertemente en la
teoría, ya que eran escasos los registros de acelerógrafos. Debido a que
recientemente se han instalado muchos acelerógrafos o serán instalados en el futuro,
pronto estarán disponibles mucho más registros en una variedad de condiciones de
suelos. Sin embargo, la teoría continuará siendo de vital importancia para analizar y
entender la gran cantidad de información existente, a veces confusa.

La teoría de amplificación sísmica, tal como existe actualmente, no es perfecta. Sin


embargo, en muchos casos las predicciones de la teoría están en concordancia con
las observaciones (Seed, 1969). Actualmente existe una gran experiencia en la
utilización práctica de la teoría y se entiende sus limitaciones y la manera como debe
ser usada. Utilizada con juicio ingenieril, esta teoría es una herramienta muy útil para
entender los efectos de las condiciones locales del suelo.

3.0 CASO I: DEPÓSITO DE SUELO SUPERFICIAL CON UNA FRECUENCIA


CARACTERÍSTICA
Para un depósito uniforme de suelo (Figura 2a), el período fundamental está dado por:

(3)
4H
To 
Cs

donde H = espesor del depósito


Cs = velocidad de la onda de corte

El caso I es tipificado por To < 0.5 segs. La siguiente tabulación indica combinaciones
típicas de Cs y H que satisface esta condición.

Cs (mt/seg) H (mts)
100 (arcilla muy blanda o limo) < 12.5
200 (arena suelta, arcilla blanda) < 25
300 (arena densa, arcilla rígida) < 37.5
400 (arena compacta, arcilla dura) < 50

Los depósitos de suelo con una profundidad mayor de 50 metros no pertenecen al


Caso I. las descripciones del suelo indicadas en la tabla tienen el propósito de dar un
idea muy general de las velocidades de ondas de corte en los suelos; para una mayor
discusión sobre la evaluación de las propiedades del suelo para casos específicos,
consultar el Apéndice A y Whitman (1969). Debido a que el suelo es nolineal, la
velocidad de la onda de corte, y por lo tanto el período fundamental, dependen de la
intensidad del terremoto, disminuyendo conforme aumenta la intensidad.

Condiciones Teóricas

La teoría de la amplificación sísmica puede ser usada convenientemente para indicar


los efectos esperados en un depósito superficial de suelo.

Espectro de Amplificación: Un espectro de amplificación es la relación del espectro


de amplitud de Fourier de los movimientos en la superficie del suelo, al espectro de
amplitud de Fourier de los movimientos en la roca infrayacente. De este modo, el
espectro de amplificación muestra como se amplifican por efecto del suelo las
diferentes componentes de frecuencia del terremoto.

La Figura 2b muestra un espectro de amplificación típico de un depósito de suelo


superficial. Este se caracteriza por un período predominante, que ocurre al período
dado por las ecuación 2. Picos menores, sin importancia, pueden ocurrir a períodos
muy pequeños. La relación amplificación es función de:
1. La relación de la impedancia sísmica del suelo a la impedancia sísmica de la roca
infrayacente.
(3)
(Cs ) suelo
(Cs ) roca

donde γ es el peso unitario. Como se discute en el Apéndice A, este factor toma


en cuenta la pérdida de energía en la roca infrayacente. De este modo, para una
roca dada, la relación de amplificación aumenta conforme el suelo suprayacente
se hace más blando.

2. El amortiguamiento interno dentro del suelo. Este amortiguamiento es


determinado por la magnitud de las deformaciones dinámicas que ocurren en el
suelo. Así, a más fuerte el terremoto, mayor el amortiguamiento y menor la
amplificación.

Es importante enfatizar un punto de la teoría: la amplificación de un afloramiento de


roca a la superficie del suelo es menor que la amplificación de la interface entre el
suelo y roca a la superficie del suelo. De este modo, la comparación de movimientos
medidos a varias profundidades puede sobreestimar la amplificación entre los
afloramientos superficiales de diferentes suelos o rocas.

Para los casos de interés, la relación de amplificación pico entre el suelo y un


afloramiento de la roca infrayacente está típicamente entre 3 y 6, con los valores
mayores aplicándose a los suelos blandos durante terremotos pequeños.

Aceleración Pico: Para el Caso I, el valor de To se encuentra dentro del rango de los
períodos predominantes de los terremotos. Por consiguiente, el efecto de la
amplificación de un depósito de suelo superficial causa que la aceleración pico en la
superficie del terreno exceda a aquella del afloramiento de la roca infrayacente. La
Figura 3 compara los movimientos del terreno calculados para el caso de la Figura 2.
Conforme el pico del espectro de amplificaciones aumenta, la relación de
aceleraciones pico aumenta; sin embargo, el incremento en la aceleración pico es
menor que la relación de amplificación pico. Para caso típicos, la relación de
aceleraciones pico calculada es de 1.5 a 4, con los valores mayores durante los
terremotos pequeños. En la Figura 3 se nota también el cambio en la frecuencia
predominante.

Espectro de Respuesta: La Figura 4 compara el espectro de respuesta calculado de


los movimientos en suelo y en roca. Para el período correspondiente al período
fundamental del suelo, las ordenadas del espectro del movimiento del suelo son
considerablemente mayores que aquellas para el espectro del movimiento en la roca.
De este modo, un edificio cuyo período fundamental es aproximadamente igual al
período fundamental del suelo, responderá más fuertemente si estuviese en suelo que
si estuviese en roca.

Un diagrama preparado con la relación de los espectros de respuesta a cada período


es muy similar al espectro de amplificación, aunque el pico de este diagrama no es
tan alto como el pico del espectro de amplificación.

Evidencia de Campo

Aunque existen algunas evidencias que apoyan las conclusiones generales de la


teoría (Ohsaki y Seed), todavía no es posible presentar evidencias que ratifiquen
totalmente la teoría. En particular, existen muy pocos registros de instrumentos
localizados en diferentes tipos de suelos en áreas cercanas. Un resumen de la
evidencia disponible se presenta a continuación.

Espectro de Amplificación: La Figura 5 presenta una comparación de espectros de


amplificación real y calculado (Dobry, 1971). La línea gruesa es un promedio de
espectros de amplificación de seis terremotos en un sitio dado, en base a mediciones
a diferentes profundidades en el Japón. Considerando que existen incertidumbres en
los datos de amplificación real introducidas por el procesamiento, la curva teórica
sigue bastante bien el comportamiento real.

Aceleraciones Pico: Existe un número de ejemplos en la literatura japonesa que


muestran que la aceleración pico aumenta conforme se llega a la superficie, en
concordancia con la teoría. Conforme a lo observado en terremotos leves, durante los
cuales el amortiguamiento interno es pequeño, el incremento está típicamente en la
relación de 3 a 4. La Figura 6 presenta aceleraciones pico observadas, principalmente
en sótanos de edificios a varias profundidades por debajo de la superficie del terreno
en Tokio. Debe enfatizarse que dicho incremento ocurre tanto en roca como en suelo,
debido a que la rigidez de la roca disminuye cerca de la superficie, parcialmente
debido a la meteorización y parcialmente debido a la disminución en el esfuerzo de
sobrecarga.

Espectro de Respuesta: La Figura 7 compara el espectro de respuesta calculado del


movimiento del terreno medido en suelo blando y en suelo firme, durante el mismo
terremoto. En cada diagrama las ordenadas espectrales han sido normalizadas a la
aceleración pico, por lo que el efecto de las condiciones del suelo se muestra solo en
la forma y no en las ordenadas del espectro. El cambio en el período al cual el
espectro tiene el pico es el resultado de la amplificación del suelo.

Daño a Edificaciones: La mayoría de evidencias respecto al efecto de las


condiciones locales del suelo es indirecta: en la forma de diferencias en el daño de
edificaciones cimentadas en suelos diferentes (Ohsaki, 1969; Duke y Leeds, 1963).
Los edificios pequeños, con período fundamental de 0.2 a 0.5 segundos,
generalmente experimentan mayor daño cuando están cimentados sobre suelo blando
que cuando lo están en suelo firme. Estas observaciones son en la mayor parte
consistentes con la teoría. Sin embargo, algunas de las diferencias en daños pueden
haber resultado de la falla parcial de suelos blandos, adicionalmente a diferencias en
los movimientos del terreno.

Perspectiva de la Evidencia de Campo: Considerando las comparaciones


disponibles entre las predicciones y las observaciones, puede concluirse que la teoría
puede usarse como una guía para escoger los diagramas de coeficientes sísmicos
para los trabajos de diseño. Sin embargo, está claro que se necesita más experiencia
real antes de esperar una mejor precisión de la teoría.

Estudios de Microtrepidaciones

Kanai y Tanaka (1961) han propuesto un método de microzonificación en base a


medidas de la vibración ambiental. Las vibraciones medidas son graficadas en la
forma de un espectro de amplitudes; en el trabajo original de Kanai se construyó este
espectro de una manera aproximada, recientemente se ha utilizado con este propósito
el análisis de Fourier. La Figura 8 muestra algunos resultados típicos; para identificar
los tipos de suelo ver la Tabla 1. El período y la magnitud del pico del espectro se
utilizan para determinar la zona sísmica; a período más largo y pico más alto se
espera un daño más severo durante un terremoto. Kanai ha correlacionado el período
y la amplitud observados, a los cuatro tipos de terreno considerados en el código
sísmico japonés.

Este enfoque fue desarrollado específicamente para predecir el efecto de los


depósitos superficiales de suelo en el daño de edificaciones de unos pocos pisos.
Para estas condiciones, las predicciones realizadas por el método de Kanai son
totalmente consistentes con las predicciones de la teoría de amplificación. Por esto,
existe una razón sólida de porqué el enfoque de Kanai ha estado de acuerdo con la
experiencia obtenida durante terremotos reales.

Método de Medvedev

El sismólogo ruso Medvedev (1962) ha propuesto un método para estimar el efecto de


las condiciones del terreno en la intensidad del terremoto, en base a dos factores:

1. La relación
( C D ) suelo
(4)
( C D ) granito
donde CD es la velocidad de onda compresional o dilatacional. La velocidad de
propagación de ondas del granito sirve como sistema de referencia. A menor valor
de esta relación, se espera un daño más severo durante un terremoto.

2. La profundidad del nivel freático. A nivel freático más superficial, se espera mayor
daño.

Estos dos factores se combinan en la ecuación


(5)
 ( C D ) roca  - 0.04h 2
n  1.67 log10  e
 ( C D ) suelo 

donde n es el incremento en unidades de intensidad equivalente a la escala de


Mercalli Modificada, y h es la profundidad del nivel freático en metros. La ecuación (5)
proporciona típicamente un incremento de 1 a 2 unidades de intensidad (equivalente a
un incremento en aceleración de 2 a 4) para terreno blando en comparación a terreno
firme. El método de Medvedev fue desarrollado originalmente para ser utilizado con
depósitos de suelos superficiales y edificaciones de pocos pisos.

La relación entre el método de Medvedev y la teoría de amplificación puede


entenderse con el ejemplo de la Figura 9. Cuando el nivel freático es muy bajo, la
relación CD/CS es la misma para suelo y roca. De este modo, las ecuaciones 3 y 4 son
equivalentes y el método de Medvedev y la teoría de amplificación predecirán las
mismas tendencias. El suelo de la Figura 9b tiene el mismo C S que en la Figura 9a,
por lo que la teoría de amplificación predecirá el mismo comportamiento en ambos
casos. La elevación del nivel freático significa que CD aumenta considerablemente en
el suelo y por lo tanto el primer término en la ecuación de Medvedev disminuye. Sin
embargo, este decremento se compensa con un incremento en el segundo término.
De este modo, los dos factores de Medvedev en conjunto proporcionan
aproximadamente los mismos resultados que la teoría de amplificación. Más aún, los
aumentos en la intensidad predichos por Medvedev son consistentes con la predicción
de aumento en las aceleraciones de la teoría de amplificación.

Resumen

Para el caso común de depósitos superficiales de suelo, las predicciones de la teoría


de amplificación están generalmente en concordancia con la experiencia real durante
terremotos; más aún, están en concordancia con los métodos semi-empíricos de
microzonificación propuestos por Kanai y Medvedev.

La Figura 10 resume el efecto de las condiciones locales de suelo y roca en el


espectro de respuesta (por decir, 5% de amortiguamiento) a una distancia dada del
epicentro del terremoto. Al aumentar la blandura del depósito, el pico del espectro
aumenta y se mueve hacia un período mayor. De este modo, la respuesta de edificios
bajos y rígidos está afectada seriamente por las condiciones del suelo. Por otro lado,
un depósito superficial de suelo tiene poco o ningún efecto en la respuesta del período
fundamental de edificios altos que tienen períodos naturales largos (aunque el suelo
superficial afectará la respuesta de los modos más altos de la edificación).

Basado en el estado actual del conocimiento, un diagrama de coeficiente sísmico del


tipo b en la Figura 1 debería ser usado para tener en cuenta las diferencias en los
materiales de la tierra cerca de la superficie dentro de una región pequeña. Esto es, el
factor suelo S debería ser independiente del período. Existen varias razones para esta
recomendación.

1. Debido a las incertidumbres en el período fundamental del suelo y en los períodos


fundamentales del movimiento del terreno de entrada, es difícil precedir el período
predominante del movimiento en la superficie del terreno. La utilización de un
valor constante de S para T<0.5 segs. cubre estas incertidumbres.

2. El uso de S constante para T>0.5 segs. reconoce que la contribución de los


modos más altos será afectada por las condiciones del suelo, y proporciona un
mayor conservadorismo en el diseño de edificaciones altas.

Con mayor investigación podrá ser posible usar un valor reducido de S para T>0.5
segs.

La Tabla 2 proporciona factores de suelo recomendados. Estos factores están basado


en ambas, teoría y experiencia, y consideran posibles problemas de asentamientos,
adicionalmente a los efectos de amplificación. En la segunda columna de la Tabla se
ha tomado como referencia una roca dura y cristalina encontrada a una profundidad
considerable; el factor del suelo para un suelo blando es 4. Sin embargo, es más
práctico utilizar afloramientos superficiales de la roca como referencia (tercera
columna), entonces el factor suelo para suelo blando es 2.2. En algunos sitios puede
ser deseable utilizar suelo firme como referencia (cuarta columna), en cuyo caso el
factor suelo para suelo blando es solamente 1.6.

4.0 CASO II: DEPÓSITO PROFUNDO DE SUELO FIRME

Varios lugares que han experimentado grandes terremotos están localizados sobre
depósitos aluvionales compactos mayores de 100 metros de espesor. Los ejemplos
principales son: Los Angeles, Caracas y Santiago de Chile.
Consideraciones Teóricas

Espectro de Amplificación: La Figura 11 ilustra la naturaleza del espectro de


amplificación para este caso. Varios picos ocurren dentro del rango de períodos de
edificios de interés práctico.

El período fundamental es mayor que en el Caso I, y tiene a coincidir con el período


de estructuras más altas. Debido a que la velocidad de propagación de la onda de
corte de un depósito aluvional compacto es bastante alta (300 a 450 mt/seg), el
amortiguamiento por radiación también es mayor que en el Caso I, por tanto la
amplificación en el pico fundamental generalmente es menor que en el Caso I. No
obstante, esta amplificación puede ser bastante importante.

Los picos de alto orden ocurren típicamente a períodos menores de 0.5 segs; esto es,
dentro del mismo rango de períodos para los cuales la amplificación ocurrió en el
Caso I. El amortiguamiento por radiación es menos importante para estos modos
altos, y por consiguiente cuando el amortiguamiento interno es pequeño, como el que
ocurre durante terremotos pequeños, los picos correspondientes a estos modos
pueden ser tan altos como el pico fundamental.

Aceleraciones Pico: La Figura 12 muestra aceleraciones calculadas en la superficie


del terreno para las condiciones correspondientes a la Figura 11 (el terremoto de
entrada es el mismo que el de la Figura 3, pero con una aceleración pico de 0.03 g).
La aceleración pico aumenta; incrementos típicos son factores de 1.5 a 3, con los
valores mayores aplicables a terremotos pequeños. Este aumento es ocasionado por
los modos altos del suelo; estos modos tiene picos de amplificación en el rango de los
períodos predominantes del movimiento de entrada. El modo fundamental no causa
un incremento en la aceleración pico, sino que amplifica las componentes de período
largo del movimiento del terreno.

Espectro de Respuesta: La Figura 13 compara los espectros de respuesta de los


movimientos en la superficie de diferentes profundidades de terreno aluvional
compacto. La variación de la profundidad del terreno aluvional tiene relativamente
poco efecto en la posición general del espectro para T<0.5 segs. Sin embargo, el
aumento en la profundidad del terreno aluvional tiene un efecto significativo en el
espectro a períodos largos, correspondientes a edificios altos.

Evidencia de Campo
No existe adecuada confirmación directa de estos resultados teóricos, aunque
Gutenberg (1957) ha mostrado que los depósitos profundos amplifican las
componentes de período largo del movimiento del terreno. Deben obtenerse registros
reales de acelerógrafos de sitios cercanos con diferentes profundidades de terreno
aluvional, antes que sea posible una confirmación adecuada.

Las observaciones del daño a edificios durante el terremoto de Caracas de Julio de


1967, proporcionan una fuerte confirmación indirecta de la teoría (Whitman, 1969;
Seed et al, 1970). La ciudad de Caracas está situada sobre un terreno aluvional
compacto cuya profundidad es menor de 100 metros. Sin embargo, en una parte de la
ciudad la profundidad es de 300 metros. El análisis de los patrones de daño indican:

1. En edificios de hasta 8 pisos, el porcentaje de daños es más o menos constante


para todas las secciones de la ciudad.

2. En edificios mayores de 8 pisos, y particularmente en aquellos mayores de 15


pisos, el daño fue mayor en la sección de la ciudad sobre el terreno aluvional más
profundo.

Estas observaciones muestran claramente que una mayor profundidad de terreno


aluvional amplifica significativamente el daño potencial de terremotos a edificios altos.

Resumen

La teoría, junto a la evidencia del terremoto de Caracas, muestran la necesidad de


prevenir contra el sacudimiento fuerte que puede ocurrir cuando el período
fundamental de un edificio alto coincide con el período fundamental de un depósito
profundo de suelo. Por lo tanto, el período fundamental del suelo debe incorporarse
en la norma. Cuando preocupan las diferencias en la profundidad del suelo, en lugar
de la diferencia en la naturaleza del suelo, parece ser que un diagrama de coeficiente
sísmicos del tipo (c) en la Figura 1 es adecuado. Un ejemplo es la siguiente fórmula
del código chileno.

Co T  To (6)

C  Co  2T/To  T  To
 1  (T/To )2 
El período del suelo To debe ser determinado de una combinación de la experiencia,
análisis cuidadoso de registros de terremotos y estudios teóricos. Usualmente no es
posible determinar To mediante microtrepidaciones, ya que las frecuencias altas
presentes en la vibración ambiental encubren las frecuencias bajas asociadas con el
período fundamental. Al utilizar la ecuación 6, To debe ser siempre por lo menos 0.4,
aún cuando el período fundamental sea más pequeño que este límite.
5.0 CASO III: DEPÓSITO DE SUELO BLANDO SUPERFICIAL SUPRAYACIENDO
DEPÓSITO PROFUNDO DE SUELO FIRME

Consideraciones Teóricas

Todavía este caso (que se bosqueja en la Figura 14) no ha sido estudiado


completamente desde un punto de vista teórico. El efecto de los depósitos blandos
superficiales entra a través de los modos altos, y la respuesta de estos modos altos es
bastante sensible a los detalles del análisis, especialmente lo asumido en relación al
amortiguamiento. Los resultados teóricos que han sido calculados no son
enteramente satisfactorios.

Sin embargo, puede decirse de manera general que el Caso III es una combinación
de los Casos I y II. Así, el modo fundamental del terreno aluvional compacto
amplificará los movimientos de período largo, mientras que los modos altos del
terreno aluvional profundo también amplificarán los movimientos de período corto. Los
depósitos de suelo superficial adicionalmente amplificarán los movimientos de período
corto. En referencia al efecto en las edificaciones, lo siguiente puede esperarse:

1. Edificios con T < 0.5 segs. El daño será mayor si estos edificios están cimentados
en suelo blando, que si están cimentados en terreno aluvional firme. La
profundidad del terreno aluvional firme por debajo de una edificación tiene poco
efecto en el daño a dicha edificación. De este modo, las conclusiones del Caso I
se aplican.

2. Edificios con T > 0.5 segs. El daño será mayor si un edificio está cimentado en
terreno aluvional firme de gran profundidad que si está cimentado en este
aluvional pero de pequeña profundidad. La presencia o ausencia de suelo blando
cerca de la superficie tiene poco efecto en el daño. De este modo, las
conclusiones del Caso II se aplican.

Evidencia de Campo
El daño en Valdivia y Concepción durante los terremotos de 1960 ha sido estudiado
en detalle (Duke y Leeds, 1963 y estudios posteriores en la Universidad de Chile).
Este daño fue máximo cuando existía suelo blando en la superficie. La gran mayoría
de este daño fue en edificaciones de 1 a 2 pisos. El comportamiento durante estos
terremotos es similar al Caso I. Por lo tanto, no es sorprendente que las predicciones
basadas en los métodos de Kanai y Medvedev se correlacionen bien con los patrones
de daño.
En ambas ciudades existen depósitos profundos de suelo firme. Con la teoría de
amplificación se trató de correlacionar el daño con esta profundidad total. Sin
embargo, desde que solamente existían muy pocos edificios con períodos mayores de
0.5 segs., no fue posible establecer dicha correlación. Más aún, desde que la teoría
para una capa blanda superficial sobre una capa rígida profunda todavía no es
confiable, la teoría no mostró correctamente el efecto de la capa superficial.

La experiencia de los terremotos de 1960 mostró el efecto de los depósitos blandos


superficiales, pero no dio indicaciones del efecto de la variación de profundidades del
terreno aluvional compacto. Sin embargo, el efecto del terreno aluvional profundo no
debe ignorarse al establecer una microzonificación o el código de edificaciones para
construcciones futuras, debido a que más edificios y más altos serán construidos en
éstas y otras ciudades con condiciones de suelos similares.

Resumen
Un diagrama de coeficiente sísmico para este caso debe reconocer ambos, el efecto
de depósitos blandos superficiales en edificios con períodos T<0.5 segs. y también el
efecto de suelo profundo en edificios con períodos más largos. Estos requisitos deben
cumplirse al combinar las ecuaciones 1 y 6:

Co S T  To

C  Co S  2T/To  T  To
(7)

 1  (T/To )2 

El factor suelo S se escogería en base a la velocidad de ondas de corte de los suelos


superficiales, mientras que To incorporaría el efecto del depósito profundo. Tal código
se aplicaría a muchas ciudades, como por ejemplo Boston, donde suelos muy malos
suprayacen depósitos profundos de arcilla. Tal condición probablemente se usaría
solo para T<1.5 segs. Si el período fundamental del suelo es mayor, se garantizan
condiciones especiales tales como las descritas en la sección siguiente. Como antes,
el To mínimo es 0.4.

6.0 CASO IV: DEPÓSITO PROFUNDO DE SUELO BLANDO

Consideraciones Teóricas
Espectro de Amplificación: La Figura 15 presenta el espectro de amplificación para
un depósito profundo de arcilla muy blanda. Este espectro es similar al de la Figura
10, con una diferencia importante: ahora el pico de amplificación en el modo
fundamental es distintivamente mayor que aquellos para los modos altos. Este cambio
ocurre debido a que en un depósito profundo de suelo blando el amortiguamiento por
radiación es menos importante, y las deformaciones (y por lo tanto el amortiguamiento
interno) son mayores.

Espectro de Respuesta: La Figura 16 compara el espectro de respuesta de


movimientos medidos en la parte superior del suelo con aquel para movimientos en el
afloramiento del suelo duro infrayacente. Existe un aumento en las ordenadas de los
períodos bajos. Sin embargo, lo más importante es el gran aumento en el rango de
2.0 a 2.5 segundos. Ahora el pico del espectro se ha trasladado a un período mucho
más grande.

Aceleración Pico: En el caso que corresponde a la Figura 16, la aceleración pico en


la parte superior del suelo fue dos veces la del afloramiento duro. En otros casos
investigados teóricamente, la aceleración pico disminuye.

Evidencia de Campo
El ejemplo clásico de este caso es el depósito profundo y blando de arcilla de la
ciudad de México. Los ejemplos de las Figuras 15 y 16 se aplican a las condiciones
del suelo de la ciudad de México, y han sido confirmados por registros reales de
acelerógrafos.

Se ha sugerido muchas veces que un depósito profundo y blando puede causar un


decremento en la aceleración pico. Aunque existe poca o ninguna evidencia en este
sentido, esto puede ocurrir durante un terremoto fuerte cuando el amortiguamiento
interno dentro del suelo aumenta.

Resumen
Para esta situación es apropiado utilizar un diagrama de coeficiente sísmico del tipo (f)
en la Figura 1. En este caso el coeficiente sísmico es menor para períodos muy
pequeños que para períodos intermedios. Sin embargo, la utilización de este
diagrama se justifica solamente para lugares donde existe considerable experiencia
real que haya sido estudiada en detalle.

7.0 CIMENTACIÓN POR PILOTES

La evidencia disponible sugiere que los pilotes no alteran los movimientos del terreno
en la base de un edificio (Ohsaki, 1969). Esto es debido a que los pilotes son lo
suficientemente flexibles para seguir los movimientos horizontales del suelo
(Yamamoto y Seki, 1970). Sin embargo, los pilotes pueden mejorar la habilidad del
edificio para resistir los efectos del movimiento del terreno –al reducir los
asentamientos estáticos (que pueden usar algo de resistencia de reserva del edificio)
y el movimiento dinámico de cabeceo. Debido a la necesidad de menor
conservadorismo, el factor suelo S puede reducirse para edificios cimentados en
pilotes.

Los cajones de cimentación de gran diámetro pueden ser lo suficientemente rígidos


para resistir el seguimiento de los movimientos de un suelo blando a través del cual
pasan (Ohsaki, 1969). Entonces, el efecto de amplificación de un sistema suelo-cajón
de cimentación será más parecido a un suelo firme que a un suelo blando. Así, para
edificios cimentados en cajones, el valor de To utilizado en la ecuación 7 podría ser
algo menor que el período fundamental del suelo.

Desafortunadamente hasta ahora no existen reglas sólidas para decidir cuanto deben
modificarse S y To debido a estas consideraciones.

8.0 ESPECTROS DE RESPUESTA Y TIEMPO-HISTORIA

El énfasis ha sido colocado en este capítulo en los códigos para reflejar condiciones
de suelo. Sin embargo, existe una tendencia creciente a requerir un análisis dinámico
para edificios alto e importantes.

Los principios discutidos en relación con los Casos I, II y III pueden utilizarse para
sugerir la forma posible de un espectro de respuesta general para diseño que
incorpore las condiciones del suelo.

SaoS T  To (8)

Sa  Sao To (S - 1) To  1 T  To
 T  T 
donde Sa es la aceleración espectral y Sao es la aceleración espectral para la
condición del suelo de referencia. Esta ecuación está graficada en la Figura 17. El
factor suelo S, que toma en cuenta el efecto del suelo superficial, puede ser menor
que en la Tabla 2, desde que la utilización del análisis dinámico significa menor
necesidad de conservadorismo. Por ejemplo, los valores siguientes podrían utilizarse:
Condición del Terreno S
Roca Expuesta 1.0

Suelo Firme 1.3

Suelo Blando 1.8

El efecto del suelo superficial en el espectro de aceleración disminuye para T>To. Esto
está en contraste con la ecuación (7), donde existía la necesidad de tomar en cuenta
las contribuciones de los modos altos, cuando se realiza análisis dinámico, la
respuesta de los modos altos se introduce directamente.

Para T>3 segs. y To>1 seg., la ecuación (8) se vuelve demasiado conservadora.
Tezcan (1972) ha presentado un enfoque más general para desarrollar el espectro de
respuesta incluyendo los efectos del suelo.

Los tiempos-historia cuyos espectros están ubicados por encima del espectro dado
por la ecuación (8) serían adecuados como datos de entrada para el análisis
dinámico. Gran precaución debe tenerse al utilizar tiempos-historia individuales
generandos por los procedimientos teóricos descritos en el Apéndice a, desde que
existe incertidumbre en la validez de los procedimientos y la selección de las
propiedades del suelo. Si tales procedimientos son utilizados para generar los

tiempos-historia condicionados al sitio, es esencial que un conjunto de tiempos-


historia se desarrollen al variar las condiciones de entrada asumidas.

9.0 COMENTARIOS FINALES

Los cuatro casos que han sido discutidos en este capítulo no cubren todas las
condiciones de suelo posibles, muchos problemas todavía permanecen por ser
resueltos mediante investigación teórica y análisis de registros de acelerógrafos. Por
ejemplo, la línea de separación entre los Casos II y IV no está clara. Sin embargo, el
entendimiento actual del efecto de las condiciones locales del suelo es casi igual al
entendimiento de la naturaleza y amplitud de los movimientos del terreno de los
terremotos para condiciones de suelo promedio. Esto es, el efecto de las condiciones
del suelo puede ser evaluado con casi la misma confianza que el coeficiente sísmico
de referencia Co.
TABLA Nº 1

EJEMPLOS DE FACTORES DE SUELO

CANADA ARGENTINA

General 1.0 Duro 0.75


Blando 1.5 Medio 1.00
Blando 1.25
Muy Blando 1.50

JAPÓN

Terreno/Estructura Madera Acero Concreto


I Roca 0.6 0.6 0.8
II Diluvial 0.8 0.8 0.9
III Aluvial 1.0 1.0 1.0
IV Muy Blando 1.5 1.0 1.0
TABLA Nº 2

FACTORES DE SUELO RECOMENDADAS PARA TOMAR EN CUENTA


EL EFECTO DE SUELOS SUPERFICIALES

Condición del Terreno de Referencia


Condición del Terreno

Roca Dura Roca Expuesta Suelo Firme


Roca dura y cristalina a
profundidad 1.0 0.6 0.4
(Cs > 1200 m/seg)
Roca expuesta con
intemperización mínima 1.8 1.0 0.7
(Cs  700 m/seg)
Arcilla firme, arena/grava
compacta, roca meteorizada
2.5 1.4 1.0
profundamente
(Cs  350 m/seg)
Arcilla blanda o limo
4.0 2.2 1.6
(Cs  120 m/seg)
APENDICE A

RESUMEN DE METODOS TEORICOS

1.0 TEORÍA UNIDIMENSIONAL

La mayoría de los análisis teóricos asumen que las ondas de corte que causan
solamente movimiento horizontal, se propagan verticalmente en el suelo, tal como se
muestra en la Figura A-1. Intuitivamente lo anterior es razonable cuando las
condiciones del suelo cambian lentamente en la dirección horizontal o cuando los
movimientos llegan como ondas de corte a través de la roca directamente del foco del
terremoto. Aún cuando las ondas en la roca están propagándose en una dirección que
es inclinada respecto a la vertical, la ley de reflexión de Snell nos indica que las ondas
dentro del suelo serán aproximadamente verticales.

Modelo Matemático del Suelo: En casi todos los análisis teóricos se representa al
suelo como un material viscoelástico lineal. En la realidad, el suelo no es lineal y la
viscosidad no es importante. Sin embargo, desde un punto de vista práctico, un
modelo viscoelástico lineal del suelo es aproximadamente equivalente a un suelo real
si:

1. El módulo elástico se toma igual al módulo secante para la máxima


deformación esperada.

2. La viscosidad se escoge de modo tal de causar la misma pérdida de energía


en un ciclo de carga que lo que ocurriría en el suelo (Dobry, 1970).

De este modo, es posible tomar ventaja de la simplicidad matemática de la visco-


elasticidad lineal (Whitman, 1969).

Métodos de Solución: Las soluciones de la teoría pueden obtenerse de dos


maneras, como se indica en la Figura A-2 (Roesset, 1969).

1. Por solución directa de las ecuaciones diferenciales parciales de un sistema


multicapa visco-elástico. A menudo se utilizan técnicas de análisis de Fourier en
este caso. Este enfoque es utilizado en el Japón y por algunos ingenieros en los
Estados Unidos (Donovan y Matthiesen, 1968), en México (Herrera et al, 1965) y
en Chile (Arias y Petit Laurant, 1965).

2. La solución de un sistema de ecuaciones diferenciales para un sistema de masa


equivalente. En este sistema equivalente, las masas representan el peso del suelo
y los resortes representan la rigidez del mismo. Este enfoque ha sido muy utilizado
en los Estados Unidos (Seed e Idriss, 1969).

Existen programas de cómputo que se basan en los dos enfoques. Todos los
programas tienen características que los hacen ventajosos para algunas situaciones
específicas y desventajosos para otras. En algunos casos los dos enfoques dan
resultados que son idénticos. En general, el primer enfoque toma en cuenta un efecto
que no puede ser tomado exactamente por el segundo: la energía que se “fuga” del
suelo hacia la roca infrayacente cuando las ondas que se reflejan en la superficie del
suelo alcanzan la interfase suelo-roca. Roesset (1969) ha sugerido una manera
aproximada para tomar en cuenta esta pérdida de energía en la solución de la masa
equivalente; el amortiguamiento total Dn en el modo n-ésimo se toma igual a:

( C)S 1
Dn  Di  (A - 1)
( C) R 2n  1

donde:

Di = relación de amortiguamiento interno


γ = peso unitario
C = velocidad de la onda de corte

Los subíndices S y R indican suelo y roca respectivamente. Cuando γ y C varían con


la profundidad, deben utilizarse valores promedio.

Evaluación de Parámetros: Independientemente del método de solución empleado,


es necesario evaluar varios parámetros para cada estrato de suelo (Whitman, 1969).

1. El módulo de corte efectivo o la velocidad de onda de corte efectiva para el nivel


esperado de deformación. Esto se logra en dos pasos.

a) Se determina el valor aplicable para deformaciones muy pequeñas, utilizando


uno o más de los métodos siguientes: a) métodos de medición de la
velocidad de ondas de corte; b) ensayos de laboratorio en muestras de suelo;
y c) uso de fórmulas empíricas como (Hardin y Black, 1966):

(3 - e) 2
C  1230 σ0 (A - 2)
1 e
donde:

e = relación de vacíos
σ 0 = esfuerzo efectivo principal promedio

c y σ 0 están en lbs/pulg2. Si se realizan mediciones in situ, es esencial medir


directamente la velocidad de la onda de corte; la medida de solamente la
velocidad de la onda compresional no será suficiente. Generalmente la
velocidad de la onda aumenta con la profundidad, y a excepción de suelos
muy superficiales, este aumento debe ser medido y considerado en los
cálculos.

b) El módulo o la velocidad se reduce al nivel de deformación esperado. Para


este propósito se utilizan los resultados de laboratorio. La Figura A-3 muestra
el rango de dicha información; una curva promedio puede utilizarse para
trabajos prácticos.

2. La relación de amortiguamiento Di para el nivel de deformación esperado. Esta


relación de amortiguamiento es igual a la mitad del coeficiente de pérdida de un
modelo visco-elástico. Ensayos de laboratorio muestran que Di (y el coeficiente de
pérdida), son para propósitos prácticos, independientes de la frecuencia. De este
modo, al utilizar superposición modal para un perfil de suelo con el mismo
amortiguamiento, Di debe ser el mismo para cada modo. Cuando el
amortiguamiento varía en el perfil, puede utilizarse el amortiguamiento modal
pesado (Dobry, 1971).

Se necesita un enfoque iterativo. Se realiza una primera estimación de las


deformaciones y se determinan factores de reducción y relaciones de
amortiguamiento correspondientes. Se obtiene una solución; se seleccionan
nuevos parámetros en base a las deformaciones calculadas; se obtiene otra
solución y así sucesivamente. La convergencia ocurre generalmente en dos o tres
ciclos de iteración.

2.0 TEORÍA BIDIMENSIONAL

Se ha efectuado algún trabajo teórico en relación a los efectos de la amplificación


bidimensional. Jones y Roesset (1970) han examinado el caso donde ondas planas
que se propagan con un ángulo con la vertical, excitan un estrato horizontal de suelo;
los análisis se han realizado para ondas SV, P y SH. Aki y Larner (1969) han
estudiado el caso donde ondas planas dentro de la roca encuentran un depósito de
suelo en forma de cuneta. La técnica de elementos finitos también se ha utilizado
(Dezfulian y Seed, 1970).

Estos estudios han dado resultados que son consistentes con aquellos de la teoría
unidimensional, en relación con la frecuencia selectiva de amplificación y de-
amplificación y con respecto a la magnitud general de la amplificación. Sin embargo,
la cantidad exacta de amplificación puede estar influenciada por los efectos
bidimensionales. Todavía existe mucho por aprender con respecto a los efectos bi y
tridimensionales, especialmente en referencia a las ondas de superficie.
APENDICE B

LICUACIÓN DE SUELOS

El problema de la licuación de suelos fue expuesto dramáticamente a los ingenieros en el


terremoto de Niigata, Japón, en 1964 (Seed e Idriss, 1967). Durante este terremoto, un
número de edificios sin otro tipo de daño se hundieron pocos metros en el suelo y rotaron.
Existieron otras evidencias que indicaron que la arena por debajo de estos edificios se
comportó temporalmente como un líquido durante el terremoto. Ha habido también otros
casos bien documentados de licuación durante terremotos, tanto antes como después de
1964, incluyendo un caso durante el terremoto de 1755 cera a Boston.

La naturaleza del fenómeno de licuación ha sido visualizada claramente mediante ensayos


de laboratorio. Si la distribución original de partículas de arena se perturba, las partículas
tenderán a moverse a una distribución más densa, con varias consecuencias posibles.

1. Si la distribución original es densa, el resultado puede ser simplemente una ligera


densificación y consecuente asentamiento de la superficie de la arena.

2. Si la arena es de densidad media y está sujeta a esfuerzos estáticos de corte (como el


peso de un edificio), puede ocurrir deformación cortante significativa con la
densificación.

3. Si la arena está inicialmente suelta, de modo que las partículas pueden moverse una
sobre otra sin interferencia, la arena puede fluir como un líquido.

Solamente el tercer caso representa licuación verdadera, aunque el mismo nombre se


aplica también al segundo caso. La licuación ocurre generalmente en arenas saturadas, sin
embargo también es posible en suelos secos.

La deformación cíclica del terreno durante terremotos es una manera particularmente


eficiente para rearreglar las partículas del suelo y por lo tanto ocasionar licuación (Seed y
Lee, 1966). Cada ciclo de deformación produce algún rearreglo y la tendencia resultante a
la densificación. Si el suelo está saturado, la densificación no puede ocurrir. En su lugar
existe una transferencia gradual de esfuerzo estático del esqueleto mineral a la presión de
poros. Esta reducción en el esfuerzo normal a través de los puntos de contacto entre
partículas facilita un rearreglo adicional. Finalmente, durante solo uno o dos ciclos, existe un
repentino gran rearreglo y transferencia total de todo el esfuerzo a la presión de poros.
Durante por lo menos parte de cada ciclo de deformación sucesivo, el suelo tiene las
características de un líquido.
Factores que Determinan la Licuación

Uniformidad y Forma de los Granos: Grandes deformaciones por cortante o flujo son sólo
posibles si los granos del suelo pueden moverse unos sobre otros, una vez que el rearreglo
empieza. La licuación es posible con todos los tipos de granos. La licuación es un problema
más serio si el suelo tiene un coeficiente de uniformidad de 2 o menor.

Tamaño de los Granos: La licuación no ocurre en suelos cohesivos (excepto “quick clays”);
las fuerzas interparticulares y formas de partículas son suficientes para impedirlo. Por otro
lado, la licuación es raramente un problema con suelos muy gruesos que tienen una alta
permeabilidad; el agua fluye rápidamente de la zona donde el rearreglo ocurre y por lo tanto
la densificación ocurre tan rápidamente que las grandes deformaciones por cortante no
pueden desarrollarse. Las arenas finas y los limos gruesos son los más susceptibles a la
licuación.

Densidad Relativa: Este es el parámetro más importante para determinar la susceptibilidad


a la licuación. Una arena al 40% ó 50% de densidad relativa puede fluir como un líquido una
vez que se disturba. Por otro lado, una arena con densidad relativa de 90% no puede
licuarse. Entre estos límites todavía existen controversias concernientes a la posibilidad de
licuación. Ciertamente que las arenas al 70% de densidad relativa se han comportado de
manera inaceptable cuando han estado sujetas a vibración semejante a la vibración de
terremotos, aunque no se hayan licuado en el sentido estricto de la palabra.

Resistencia a la Vibración: Aún la arena más suelta requiere alguna perturbación para
licuarse, mientras que una vibración muy fuerte puede causar el rearreglo de hasta la arena
más densa.

Predicción de Licuación
Como una aproximación gruesa pero útil (Whitman, 1971), existe una relación requerida
entre  c / σ v para ocasionar licuación y la densidad relativa, Figura B-1. Donde τ c es el
esfuerzo de corte dinámico en un plano horizontal, y σ v es el esfuerzo vertical efectivo en
este mismo plano. τc es igual a la fuerza requerida para dar una aceleración, a, al suelo
suprayacente.

Z
τc  a
g
(B - 1)

donde Z es la profundidad, γ es el peso unitario, g es la aceleración de la gravedad. τ c


también puede relacionarse a la aceleración pico, ap, en la superficie del terreno:
ap
τc    Z (B - 2)
g

El factor α toma en cuenta el hecho que no todos los picos de aceleración en un registro
real son del mismo tamaño, y que no todos los puntos que se encuentran por encima de la
profundidad tienen la misma aceleración pico. Cerca de la superficie del terreno,  =2/3.

Para una arena con una densidad relativa de aproximadamente 50%, el valor crítico de
 c /  v es aproximadamente 0.15. Si el nivel freático está en la superficie, entonces:

σv = γb Z (B - 3)

c 2/3  Z ap/g
y = = 0.15
σv γb Z

ap b 3
ó = 0.15 ≈ 0.11g
g γ 2

Una aceleración mayor causará licuación; una aceleración menor no causará licuación,
aunque el estado actual del conocimiento para predecir ésto no está bien definido.

Para densidades relativas mayores de 50%, existe muy poca evidencia de campo para
basarse en un estimado de la relación  c /  v crítica. Seed e Idriss (1971) han desarrollado
una presentación similar con mayores datos. La Figura B-1 se aplica a un terremoto con una
duración de movimiento fuerte de 20 segs. Con una mayor duración, se necesita un valor
menor de  c /  v para producir licuación. Puede efectuarse una corrección por duración
utilizando resultados de ensayos de laboratorio (Whitman, 1971).
APENDICE C

REFERENCIAS

1. Aki, K, y K.L Larner, 1969: “Surface Motion of a Layered Medium Having an Irregular
Interface Due to Incident Plane SH Waves”, MIT Dept. Earth and Planetary Sciences
Report.

2. Arias, A. y L. Petit Laurant, 1965: “Un Modelo Teórico para los Acelerogramas de
Temblores Fuertes”, Revista del IDEM, Universidad de Chile, Santiago, Vol. 4, N°1.

3. Dezfulian, H. y H.B. Seed, 1970: “Seismic Response of Soil Deposits Underlain by


Sloping Rock Boundaries”, Journal Soil Mechanics and Foundations Division, ASCE, Vol.
96, N°SM6, pp. 1893-1916.

4. Dobry, R., 1970: “Damping in Soils: Its Hysteretic Nature and the Linear Approximation”,
MIT Dept. of Civil Engineering Research Report R70-14.

5. Dobry, R., 1971: “Soil Properties and the One Dimensional Theory of Earthquake
Amplification”, Research Report R71-18, MIT Dept of Civil Engineering.

6. Donovan, N.C. y R.B. Matthiesen, 1968: “Effects of Site Conditions upon Ground
Motions During Earthquakes”, Symposium on Earthquake Engineering for Buildings, San
Francisco, California.

7. Duke, C.M. y D.J. Leeds, 1963: “Response of Soils, Foundations and Earth Structures to
the Chilean Earthquakes of 1960”, Bull. Seismological Soc. Am., Vol. 53, N°2.

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Latin America”, Proc. 4th World Conf. Earthquake Engineering, Vol. III, section J2, pp.58-
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9. Gutenberg, B., 1957: “The Effects of Ground on Earthquake Motion”, Bull. Seismological
Soc. Am., Vol. 47, N°3, pp. 221-251.

10. Hardin, B.O y W.L Black, 1966: “Sand Stiffness Under Various Triaxial Stresses”, Journal
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11. Herrera, I., E. Rosenblueth, y O. Rascón, 1965: “Earthquake Spectrum Prediction for the
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12. Jones, T.J., Jr. y J.M Roesset, 1970: “Soil Amplification of SV and P Waves”, MIT Dept.
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15. Ohsaki, Y., 1969: Effects of Local Soil Conditions upon Earthquake Damage”, Proc. Soil
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18. Seed, H.B., 1970: “Soil Problems and Soil Behavior”, Chapter 10 of Earthquake
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21. Seed, H.B. e I.M. Idriss, 1971: “Simplified Procedure for Evaluating Soil Liquefaction
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23. Seed, H.B. y K.L. Lee, 1966: “Liquefaction of Saturated Sands During Cyclic Loading”,
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Earthquake, Caracas.

27. Whitman, R.V., 1971: “Resistance of Soil to Liquefaction and Settlement”, Soils and
Foundations, Japan Society Soil Mechanics, Vol. 11, N°4, pp. 59-68.

28. Yamamoto, S. y T. Seki, 1970: “Earthquake Response of Multi-Story Building Supported


on Piles"” Proc. 3rd Japanese Symposium Earthquake Engineering, pp. 17-24.
Suelo
C (a) C (b)

Suelo Blando Suelo

Suelo Firme Suelo

Roca Roca

T PsT
eu
do

Vel
oci
C (c) C (d)
da
d,
Aluvial Pul
g/s
Diluvial eg.

Roca

1 T / To T / To

C (e) C (f)
Suelo firme

Suelo Blando

T T

Fig. 1 VARIOS TIPOS DE DIAGRAMAS DE COEFICIENTE SISMICO


(b)
(a) 5

4
SUELO N
Cs = 750 pies/seg. O
CI

 = 125 lb/pie3
A
C
D = 10%
FI 3
100 pies LI
P
M
A
E
D
N 2
O
Z
A
R

ROCA

Cs = 9000 pies/seg.

 = 132.5 lb/pie3 0
0 2 4 6 8 10 12

FRECUENCIA, c P S

Fig. 2 : RAZON DE AMPLIFICACION PARA UN PERFIL DE SUELO SUPERFICIAL


TERREMOTO TAFT N69W 21 JULIO, 1952 a max = 0.1g
.200
.180
.160

.140

.120

.
100
.080
0
.060
.040
g's .020
TA,
OLU .0
ABS -.020
ON -.02
-.040
ACI 0
-.060
LER
ACE -.080

-.100

-.120

-.140
-.160
0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0 7.0 8.0 9.0 10.0 11.0 12.0 13.0 14.0 15.0 16.0 17.0 18.0

TIEMPO, segs.

(a) EN LA SUPERFICIE

TERREMOTO TAFT N69W 21 JULIO, 1952 a max = 0.1g


(3)
.090
.080
.070
.060
.050

.040
.030
.020
.010

.0
A, g's -.010
OLUT
-.020
ABS
CION -.02
-.030
0
ERA -.040
ACEL -.050

-.060

-.070
-.080

-.090
-.100
0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 6.0 7.0 8.0 9.0 10.0 11.0 12.0 13.0 14.0 15.0 16.0 17.0 18.0

TIEMPO, segs.

(b) EN EL AFLORAMIENTO DE LA ROCA INFRAYACENTE

Fig. 3 MOVIMIENTO EN LA SUPERFICIE DE ENTRADA Y CALCULADO PARA EL PERFIL DE


LA FIGURA 2

Fig. 3 : MOVIMIENTO EN LA SUPERFICIE DE ENTRADA Y CALCULADO PARA EL


PERFIL DE LA FIGURA 2
TERREMOTO TAFT 21 JULIO, 1952 a max = 0.1 g

2% AMORTIGUAMIENTO

g’s
N,
O
CI
A
R SUPERFICIE
E
EL
C
A
O
D
U
E
S
P

ROCA

PERIODO, segs.

Fig. 4 COMPARACION DE ESPECTROS DE RESPUESTA DE ENTRADA Y EN LA SUPERFICIE DE


UN PERFIL DE SUELO SUPERFICIAL

Fig. 4 : COMPARACION DE ESPECTROS DE RESPUESTA DE ENTRADA Y EN LA SUPERFICIE DE


UN PERFIL DE SUELO SUPERFICIAL
ESTACION TOKIO AB PROMEDIO 6 SISMOS

S
DE
TU
PLI
AM
DE TEORICA
N
CIO
LA
RE

OBSERVADA

FRECUENCIA, cps

Fig. 5 CURVAS DE AMPLIFICACION TEORICA Y OBSERVADA


Aceleraciones en gals
(1 gal = 0.001 g)

EDIFICIO

0m 104
94 93 101

30 28 46 28
30 48

50
28
28 18 60 87 0m
42 40
17
21 30 22
30
26 33

KANTO-LOAM
50 m
(DILUVIAL)
ALUVIAL
CAPA INFERIOR DE TOKIO CAPA SUPERIOR DE
CAPA DE GRAVA DE TOKIO TOKIO (DILUVIAL)

Fig. 6 ACELERACIONES PICO PARA DIFERENTES PROFUNDIDADES Y SUELOS EN


TOKIO DURANTE EL TERREMOTO DE 1968 (Ohsaki, 1969)

D = 0.1

10
D = 0.1

10

T (segs) T (segs)

(a) Roca y suelo duro (b) Suelo blando multicapa

Fig. 7 ESPECTRO DE RESPUESTA (normalizado a aceleración pico) PARA CONDICIONES


DIFERENTES DE SUELO EN TOKIO (Ohsaki, 1969)
I ROCA
II DILUVIAL
III ALUVIAL
300 IV MUY BLANDO
200
)
I
%
(
100
ño
da
100
de
0 0.2
e 80
aj
120
60
nt
ce
80 II or
40
P
40
ia 20
nc 0
0 0.2 0.4 0.8 1.0
0
ue
III I I-II II II-III III II-IV
40
ec
Fr Clase de terreno
0
0 0.2 0.4 0.8 1.0
40 IV (b) Correlación entre el tipo del terreno y el daño a
0 estructuras de madera durante el terremoto de
0 0.2 0.4 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6
1923
Período, segs.

(a) Frecuencia de ocurrencia de varios períodos en


registros de microtrepidaciones en diferentes
tipos de suelos.

10
s
e
. n
s
IV
o
g r 5
e c
s
i
2
m
,
o -.140
,
g IV a
r
m 1 III
a
i
l 1.2 x
III á 0.5
s
m
á
m 0.8 II
II d
u 0.2
o
t
d
i
0.1
o
0.4 I l
í IV p
Per III Am
II
I 0.05

0.1 0.2 0.4 0.6


0.1 0.2 0.5 1 2
Período promedio, segs. Período predominante, segs.

(c) Correlación entre los períodos más largos (d) Correlación de amplitud y período
y promedios con el tipo de terreno predominante con tipo de terreno

Fig. 8 : USO DE MEDICION DE MICROTREPIDACIONES PARA CLASIFICAR EL TIPO DE


TERRENO (Kanai y Tanaka, 1961)
(a) Nivel freático bajo (b) Nivel freático alto

SUELO
SUELO
CD = 450 m/s
= 1.8 + 0 CD = 1500 m/s
CS = 200 m/s = 1.8 = 0.95 + 0.95
= 1.9
CS = 200 m/s

GRANITO GRANITO

CD = 5600 m/s CD = 5600 m/s

CS = 2500 m/s CS = 2500 m/s

Fig. 9 EJEMPLO DEL METODO DE MED VEDEV

Suelo blando

Suelo firme

á
,S
STA
UE Roca expuesta
SP
RE
DE
RO
CT
Roca meteorizada
PE
ES

Fig. 10 RESUMEN DE LOS EFECTOS DE AMPLIFICACION EN DEPOSITOS


SUPERFICIALES DE SUELO
(3)
RAZON DE ANPLIACION

5
Z = 600 pies

0
0 2 4 6 8 10
Fig. 11 ESPECTROS DE AMPLIFICACION PARA UN DEPOSITO DE SUELO
FRECUENCIA, cps
PROFUNDO DE 600 PIES

0.06

0.03
0

g's
ON, 0.03
ACI
LER
ACE

0.06
0 4 8 12 16 20 24 28
TIEMPO, segs.

Fig. 12 ACELERACION CALCULADA EN LA SUPERFICIE DEL TERRENO


(3)

D = 5%

0.2

g’s 300 pies


L,
RA
CT 900 pies
PE
ES 0.1 600 pies
ON
ACI
ER
EL
AC

0
0 0.4 0.8 1.2 1.6 2.0
PERIODO, segs.

Fig. 13 ESPECTRO DE RESPUETA (Promedio suavizado) PARA DIFERENTES


PROFUNDIDADES DE TERRENO ALUVIONAL

Fig. 14 SUELO BLANDO SUPERFICIAL SUPRAYACIENDO DEPOSITO PROFUNDO DE


SUELO FIRME
VS, m/seg

G, ton/m2
, %
VS = 30 G = 120 2.0
14 m
= 5.36
N
10
VS = 110 G = 1450
O
CI 8
= 5.36 12 m A
C 6
IFI
4
VS = 243 PL
M
A
G = 7700 40 m
E
2
D

 = 5.36
N
O
Z 1
A 0.8
VS = 1050 R
0.6
G = 201000 430 m
 = 5.36 (3)
PERIODO, segs.

VS = 2800 G= 201000
ROCA

 =0

Fig. 15 ESPECTRO DE AMPLIFICACION PARA UN DEPOSITO PROFUNDO DE ARCILLA MUY BLANDA


A, cm/seg2
COMPONENTE N-S
D=0%
COMPONENTE E-O

A, cm/seg2 D=0%

4
Período, seg. Período, seg.

ESPECTRO DE PSEUDO-ACELERACION ESPECTRO DE PSEUDO-ACELERACION EN


EN TERRENO DURO TERRENO DURO BLANDO COMPONENTE E-O

Fig. 16 ESPECTRO DE RESPUESTA PARA TERRENO DURO Y BLANDO EN LA CIUDAD


DE MEXICO (Esteva y otros, 1969)
DIRECCION DE
PROPAGACION EN
EL SUELO

SUELO
MOVIMIENTO DE
PARTICULAR EN
EL SUELO

ROCA

DIRECCION DE PROPAGACION
DE LA ONDA DE LLEGADA

MOVIMIENTOS DE PARTICULA EN
LA ONDA DE LLEGADA

Fig. A-1 PROBLEMA RESUELTO POR LA TEORIA DE AMPLIFICACION


UNIDIMENSIONAL
mn

Capa n hn kn

mn-1

Capa n-1 hn-1 kn-1

mn-2

m2

Capa 2 h2 k2
m1

Capa 1 h2 k1

ESTRATO UNIFORME MODELO DISCRETO

Fig. A-2 : PERFIL CONTINUO DEL SUELO Y DISCRETIZACION


30
%
to,
20
en
mi
ua
ig
ort 10
m
A
0
(3) Pseudo – Velocidad, Pulg/seg.
1.0
10-4%
@=
lente 0.8
equiva
o
Modul 0.6

@
lente 0.4
equiva
o
Modul 0.2

0
10-4 10-3 10-2 10-1 1

Deformación por cortante , %

Fig. A-3 REDUCCION DEL MODULO Y FACTORES DE AMORTIGUAMIENTO EN FUNCION


DE LA DEFORMACION
Licuación
0.4
Sin licuación
Mesa vibradora
Ambos en U de Chile

0.25
Alaska
Hokodate 0.3

Tehochapi
Hachinohe Ensayos en mesa

Niigata C
Vibradora sunami
c Hachinohe

 (3)
c Ensayos mesa v 0.2 Niigata
Vibradora Yoshimi B
v Coatzocoalcos
Niigata con relleno
55% de resistencia
seed y Lee
Depósitos fluviales
recientes y rellenos
Huachiparo

Presa Sheffield Ensayos mesa vibradora Lee y Seed


U de Chile (Whitman)
Concepción 0.1
0.15 Manila

0.10
Datos de depósitos fluviales recientes y 0
rellenos hidraúlicos (Dr = 55%) 0 20% 40% 60% 80% 100%
Densidad Relativa Aparente

Fig. B-1 CORRELACION EMPIRICA PARA EL DESARROLLO DE LICUACION


(Whitman, 1971)

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