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Este capítulo no concierne a la enseñanza del álgebra per se sino al proceso mental
de los estudiantes cuando trabajan en los ejercicios de álgebra de la escuela. Primera-
mente intentaremos describir la naturaleza de los procesos de razonamiento algebrai-
cos básicos. En segundo lugar el análisis permitirá un cuidadoso examen del rol de la
modelización en el razonamiento algebraico. Finalmente las consecuencias de mis con-
sideraciones sobre modelización y álgebra serán aplicadas a examinar resultados para
la aproximación funcional al álgebra.
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Anexo 1 - Las funciones polinómicas en la Educación Secundaria
habilidad aritmética incluida en llevar adelante las mismas operaciones con números.
Asumo con Collis (1972) y Filloy y Rojano (1989) que ambas son sustancialmente dife-
rentes. En otras palabras, este capítulo asume que el uso algebraico de letras corres-
ponde mínimamente a la habilidad de los estudiantes de imaginar que las letras ocu-
pan el lugar de un número que debe ser descubierto y la competencia de realizar los
cálculos aritméticos con esos números. Collis ha señalado que el uso de operaciones
algebraicas (operaciones aritméticas sobre letras desconocidas) requiere de quien re-
suelve, realizar estas operaciones aún cuando en los pasos intermedios cada opera-
ción no aparezca “cerrada”, sea como un único símbolo o como una entidad simbólica.
Por ejemplo, para encontrar r, el estudiante debe aceptar que A/∏ está en el lugar de
un número y debe identificar r como su raíz cuadrada. Collis sugiere llamar a esta
habilidad “aceptación de la falta de clausura”. Esta aclaración ayuda distinguir una
fórmula de una ecuación, distinción sin la cual no se puede avanzar en la investigación
en el dominio de la enseñanza del álgebra. En base a estas aclaraciones preliminares
acerca de lo que llamamos “desconocimiento” Diré ahora que las fórmulas se pueden
definir como dos expresiones simbólicas ligadas por un signo igual, que sólo requieren
cálculo directo sobre números conocidos, mientras que ecuación, aun cuando aparezca
sintácticamente idéntica a la fórmula, envuelve cálculos con números desconocidos.
Consecuentemente expresiones como y = 3x + 2 ó T = 9/5 C + 32 pueden ser vistas
como ecuaciones o como fórmulas dependiendo del tipo de actividad en la cual estén
incluidas porque, déjenme retomar, una expresión simbólica se vuelve una ecuación y
es tratada algebraicamente sólo en base al proceso mental de quien resuelve. Si a los
estudiantes se les pide encontrar y (ó T) dado x (ó C) las expresiones son fórmulas. En
cambio, si se trata de un punto o un par ordenado (x,y) que pertenece a la recta y =
3x + 2 o que satisfaga la condición y = 3x + 2, entonces la expresión simbólica puede
ser vista como una ecuación con dos incógnitas.
Estas consideraciones preliminares serían fútiles si se hubiera mostrado que los
años pasados en reemplazar letras en fórmulas finalmente garantizan el desarrollo de
las habilidades básicas incluidas en el estudio de letras como incógnitas, tal como
“aceptación de la falta de clausura”. Sin embargo mi experiencia como profesor, como
entrenador de profesores y como investigador coinciden en confirmar lo contrario. La
distinción entre el uso - fórmula y uso - ecuación en una igualdad que incluye letras ha
de ser considerada fundamental pero, hay que completarla con otras consideraciones.
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rente. Primeramente, puede ser usada como un valor indeterminado en una fórmula
como en P = 4a; en segundo lugar, puede ser considerada como una incógnita, como
en 2a + 3 = 7; en tercer lugar, como una variable, en A = ∏ r 2 (si r varía); y finalmen-
te, puede ser interpretada como un nombre polivalente como en la identidad anterior.
Se podría avanzar en una descripción sistemática de las diferencias entre los procesos
incluidos, pero las distinciones establecidas son suficientes para avanzar con el tema
propuesto.
2. Modelización en álgebra
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parte concreta del modelo. Todos los pedagogos acuerdan (aunque probablemente, no
exactamente en estos términos) que la familiaridad ganada por los estudiantes en el
modelo de magnitudes los habilitan para controlar su acción al resolver ejercicios en el
modelo matemático, los estudiantes pueden encontrar inspiración en la “punta” heurís-
tica provista por el modelo de magnitudes sobre cómo aplicar las reglas, sobre a qué
reglas se puede recurrir, sobre cuáles son las cantidades involucradas y demás.
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variable” al álgebra, las numerosas trampas escondidas aquí y allá en los ejercicios del
trabajo standard con funciones.
Conclusiones
En este capítulo, he tratado de señalar algunos componentes del álgebra esco-
lar. Primero he examinado tres tipos de interpretaciones de las letras: incógnita, varia-
ble e indeterminada identificando diferentes patrones de razonamiento en idénticas
expresiones simbólicas. Luego, he mostrado que las .unidades algebraicas son a veces
números y a veces magnitudes. En este punto es posible desplegar seis maneras parti-
culares de mirar el proceso de expresiones algebraicas.
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cantidad Magnitud
Incógnita X X
Variable X X
Indeterminada X X
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