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Introducción

Es fácil entender la fascinación de la matemática. Después de todo es una ciencia, o un lenguaje, donde
la verdad o falsedad de las proposiciones puede demostrarse con unos pocos pasos lógicos. Aceptando
un conjunto, cuanto más limitado mejor, de axiomas, la belleza de un mundo perfecto de teoremas no
manchados por lo cotidiano se despliega ante el practicante. La matemática es como un reino remoto
muy alejado de las preocupaciones de todos los días, donde uno puede perderse, aislarse o vivir una
vida relajada... o no. O al menos, así era hasta principios del siglo XX, cuando alguna de las más
preciadas convicciones matemáticas se tambalearon y derrumbaron ante el terremoto de algunas
nuevas demostraciones. La matemática, aunque extremadamente bella y abstracta (y esa abstracción es
un componente importante de su atractivo), no era tan perfecta como parecía.
El tío Petros y la conjetura de Goldbach a pesar de su título, que engaña con sinceridad, es realmente la
historia del sobrino, que crece fascinado por la figura de un enigmático anciano al que su familia de
comerciantes considera una oveja negra a pesar de su indiscutible y brillante pasado como matemático.
Pero tío Petros no es ahora más que un anciano que vive recluido en una casa de campo, rodeado de
libros de matemática que ya no lee, y enfrascado en los problemas del ajedrez. Un poco de rebeldía
juvenil se combina en el sobrino con la fascinación por el hombre hasta hacerle desear convertirse
también en matemático. Pero su tío le ofrece una prueba, demostrar una simple proposición
matemática. Si lo consigue, habrá probado tener talento para esa disciplina. Pero un verano de trabajo
no sirve de nada, y el joven se ve obligado a firmar un documento en el que asegura que jamás estudiará
matemática y parte a América para realizar sus estudios universitarios.
El problema planteado por el anciano es muy simple: demostrar que todo número par superior a dos es
la suma de dos primos. Expresable en pocas palabras, es sin embargo uno de los grandes problemas no
resueltos de la matemática, la conjetura de Goldbach. Cuando su compañero de cuarto llama la atención
del joven al hecho de que su tío le había planteado como prueba un famoso problema no resuelto, éste
estalla en cólera y decide enfrentarse al anciano.
La narración cambia después a la tercera persona, hasta ese momento el sobrino narraba en primera, y
asistimos a los esfuerzos del joven y brillante matemático Petros Papachristos por resolver la conjetura
de Goldbach y su fracaso. Pero la narración es misteriosa y no deja clara del todo los motivos y las
razones del fracaso. ¿Qué sucedió? ¿Qué hizo realmente que Petros abandonase la búsqueda de la
preciada demostración de la famosa conjetura, demostración que le hubiese garantizado la
inmortalidad en el panteón de los grandes matemáticos?
Continúa así una aventura fascinante que en menos de doscientas páginas entremezcla personajes
inventados con grandes matemáticos de principios de siglos (como Hardy, Ramanujan, Turing y Gödel).
Es evidente en su lectura que Apostolos Doxiadis podría haber escrito un libro de historia, pero al
decidir escribir una novela ha construido un ensayo sobre el placer y los peligros de la matemática.
El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el orgullo y la iluminación
casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y perfecta, tomándose gran cuidado en construir
los personajes y destacar sus motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que
tiene como eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con soberbia
resistencia, el peso de la trama.
Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son fáciles de entender hasta
por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho, da la impresión de que Apóstolos Doxiadis
podría ser un espléndido divulgador). Pero más importante, expone perfectamente por qué hay gente
capaz de dedicar toda una vida a demostrar teoremas que aparentemente no tienen mayor interés
práctico (la figura de Erdös viene inmediatamente a la cabeza). En general, cualquier persona que
alguna vez haya admirado la belleza de la matemática se identificará inmediatamente con el tío Petros.
Todos los que habiendo admirado la belleza de la matemática sabemos que estamos negados para ella,
nos identificaremos con el sobrino. Todos los capaces de disfrutar de una buena novela, leerán El tío
Petros y la conjetura de Goldbach con absorbente placer.
Resumen:
El libro trata de la relación de un joven griego con su tío, un hombre retirado que en el pasado fue un
gran matemático y cuya única meta en la vida fue demostrar la Conjetura de Goldbach. El tío, Petros
Papachristos, un prodigio de las matemáticas, estudió en la universidad de Berlín bajo la tutela de
Carathéodory, para después viajar a Londres a trabajar La Teoría de Conjuntos junto a Hardy,
Littlewood y Ramanujan. Con ellos trabaja unos años, pero más tarde decide abordar la conjetura de
Goldbach por su cuenta. Durante años, aislado del mundo y toda relación humana, trabaja en el
problema sin obtener aparentemente grandes resultados.

El argumento gira en torno a las averiguaciones que el joven realiza sobre su tío, sorprendido porque, a
pesar de las condiciones excepcionales de su tío según los entendidos, sin embargo por alguna
desconocida y enigmática razón, nunca ha llegado a publicar ni a realizar nada relevante dentro de la
investigación matemática. Poco a poco se van desvelando, a través de diferentes personajes, las
circunstancias que rodean este misterio, a la vez que se reflexiona (y en muchos momentos se critica
duramente) sobre la élite matemática.

Se trata la obsesión por el trabajo del investigador que puede desembocar no pocas veces (se citan
varios ejemplos reales) en problemas de salud; la inutilidad hoy en día del trabajo individual del
investigador frente a las ventajas de los grupos de investigación; la descripción de un época muy
interesante de la historia de las matemáticas con Hardy, Littlewood, Ramanujan, Hadamard, Gödel,
Caratheodory, y los problemas en los que trabajaron.

Destacar por supuesto la exposición clara y amena de algunos resultados matemáticos como la
conjetura de Goldbach o el teorema de incompletitud de Gödel

Sobre las matemáticas de la novela:

Aparecen los siguientes temas:

-Teoremas de la incompletitud de Godel.

-La conjetura de Goldbach. Es uno de los problemas abiertos más antiguos en matemáticas. Su
enunciado, conjeturado originalmente en una carta de Goldbach a Euler en 1742, es el siguiente: Todo
número par mayor que 2 puede escribirse como suma de dos números primos. La conjetura ha sido
investigada por muchos teóricos de números y ha sido comprobada por ordenadores para todos los
números pares menores que 2×10^16. La mayor parte de los matemáticos cree que la conjetura es
cierta.

- Otras cuestiones matemáticas aparecidas en la obra son: La criba de Erastótenes, el Principia


Mathemática de Russel y Whitehead, la hipótesis de Riemann, el último teorema de Fermat, los 23
problemas de Hilbert y algo de números amigos.

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