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CONTRA LAS PAISAS CONTRA LAS CALEÑAS

POR MARTA ORRANTIA POR ANDREA DÍAZ

Demasiado. Esa es la palabra que mejor describe a las paisas. Yo me pregunto qué piensa una mujer cuando le preguntan por su lugar
de nacimiento y responde con una frase que suena literalmente así:
Para empezar, ellas mismas la usan. Dicen "demasiado rico", o "Mirá, io joy másss caleña quel champússs". O mejor, ¿piensa una
"demasiado bueno" con ese sonsonete tan cansón, y uno debe entender mujer que da tal respuesta?
que no es algo feo, o malo, sino que les parece tan maravilloso que no
pueden describirlo. ¿Qué le ve de bueno compararse con una bebida hecha de maíz, panela y
Demasiado también es una palabra que aplica para describir su cocina. lulo, que además de ser color lenteja, no se sabe si es para tomar o para
Cuando una matrona paisa quiere demostrar amor, no sabe hacerlo en cucharear?
dosis chiquitas, y mientras más grasa tenga, mejor. Chicharrones, fríjoles ¿Acaso han oído decir a una bogotana: "Hola, yo soy más rola que el
con garra, carne en polvo, arroz, maduro, chorizo y arepa, no solo ajiaco"? No lo hacemos porque aunque nacimos en la capital del país —
constituyen el plato insignia que toda antioqueña de bien debe preparar no solo de un departamento como ellas—, sabemos que afuera de
a diario, sino que es su forma —la única, porque las matronas son bien Bogotá también hay vida. Pero las caleñas, en cambio, se comieron el
secas— de demostrar cariño a sus hijos. cuento de que "Cali es Cali y lo demás es loma".
Y hablando de hijos, de eso también tienen demasiado las paisas. ¡Qué Basta oír música con una de ellas para notar que su mundo se reduce a
raza más fértil, por Dios! Sacuden la sábana y salen hijos y como ellas cuatro canciones. Hagan la prueba. Pueden estar en un matrimonio, en
dicen que el niño viene con la arepa debajo del brazo, pues no escatiman un bar, en una tienda de barrio, en un concierto de la Sinfónica
esfuerzos para llenarse de arepas. interpretando música colombiana, o en la sala de una casa con el iPod en
Uno podría decir que a punta de fríjoles las paisas también se han vuelto random; pero si suena "Caaali... pa-changuero", la caleña presente se
demasiado. Masivas, es decir. Matrona que se respete pesa mínimo 80 para a cantar a grito herido, se aprieta el pecho con las dos manos, da
kilos (sin contar dos libras de bigote). vueltas sobre un mismo punto y baila como si esa canción fuera un
Otra característica de las matronas paisas es que son rezanderas. Y cántico de libertad después del fin de una guerra.
godas. Y criticonas (véase Tola y Maruja). Y mandonas. Todo eso en Y ni hablar de las conversaciones: todas se remiten a su ciudad natal.
demasía. Todo está cargado de una nostalgia como si vinieran de Rusia. Niñas: Cali
Pero hasta ahora solo he hablado de esas mujeres de 50 para arriba, las está a media hora de Bogotá en avión, pueden ir cuando quieran, no se
paisas de pura cepa, esas que nosotros, los cachacos, decíamos que eran sobreactúen. Esa nostalgia exagerada se ve mucho cuando hablan de
unas viejas de armas tomar, bravas y feas, que lo mismo domaban un comida: una caleña habla de los platos de su tierrita como si no hubiera
caballo que un marido o 15 hijos. punto de comparación. Pueden estar comiendo sushi, langosta o fritanga,
Las otras, las paisas jóvenes, son totalmente distintas, pero para nada siempre cierran los ojos y se saborean anhelando un sancocho valluno,
son mejores. Si uno se pone a pensar, la fama que tienen de lindas viene una lulada, un cholado, un manjar blanco, o los perros calientes de Mario
desde hace 20 años, tal vez menos. ¿Por qué? ¿Acaso mejoraron la Bross, así, con doble 's'. Es que a las caleñas les encanta esa letra, la 's'.
genética? Obvio que no, si son tan montañeras que todavía se casan con Siempre la añaden al final de una frase. "Oís, ¿vos te enterastes?", "ve,
el primo hermano porque es lo que tienen más cerquita. Lo que pasó es vos jupistes que…". Debe ser que voseo calentano sin 's' al final de cada
que descubrieron al que se ha convertido en su mejor amigo: el cirujano verbo no les suena tan bonito y por eso el énfasis permanente. Pero la 's'
plástico. A Medellín le dicen Silicona Valley porque todas han pasado por no es el único problema de las caleñas. Con ellas no se sabe si quieren
el quirófano para mejorarse. Se quitan quijada, se ponen culo, se aplanan decir 'm' o 'n' porque siempre confunden las dos letras, dicen "pam",
la panza, se sacan los gordos, se rebanan la nariz, se inflan las tetas, se pero también "puntocón".
chupan los cachetes, en fin. Lo que hay que hacer se lo hacen para poder Con las caleñas nunca se sabe. No se sabe si son fáciles o queridas en
vestirse con un trapito transparente y salir a tomar guaro en el Parque exceso porque abrazan a todo el mundo y son melosas con cualquiera.
Lleras o en la vía a las Palmas, porque también son demasiado lobas. No se sabe si de verdad son buenas amigas o están dando una puñalada
Y, como ellas no se conforman con poquito, no señor, cuando se operan, en la espalda. No se sabe si tienen buen culo o no porque porque casi
lo hacen en grande. No se ponen una talla, sino que se crecen las tetas a siempre usan los engañosos 'jeans symbol' (SiM bolsillos, dirían ellas). No
36 DDD. No se ponen un poquito de culo, que históricamente lo han se sabe si son tetonas o no porque todas usan magic up —el famoso
tenido chupado, sino que se clavan un par de repisas para que el novio brasier con relleno—, y eso lo sabemos porque caleña que se respete
les pueda dejar ahí la copita de aguardiente y el plato de chorizos. siempre viste blusa manga sisa de color vistoso, apretada y con escote
Todo eso lo tienen que hacer para compensar algo que les falta. Si que deja ver el brasier que es casi siempre de encaje, y lo más
tuviera que adivinar, diría que es cultura. Por ejemplo en la música, importante: color beige oscuro, parecido al champús.
pasaron de suspirar por Julio Jaramillo a matarse por Juanes. Y les gusta Por ese sentido de pertenencia exagerado con su ciudad es que las
porque no se baila apretadito, como la cumbia, o con swing, como la caleñas nunca pasan desapercibidas. Por no decir que siempre son unas
salsa, porque ellas no saben bailar. No pueden. Si les ponen algo distinto "aletosas", como ellas mismas dicen. Es imposible estar en el mismo
a un merengue, se mueven como si tuvieran un ataque de epilepsia. lugar con una mujer caleña sin que su presencia incomode. Si están en
Sus ejemplos de mujeres también dejan mucho qué desear. La mujer más cualquier esquina de Bogotá con frío extremo y lluvia, ellas son las únicas
representativa de la región es la ilustre Natalia París, el símbolo de la en ingeniárselas en ponerse ropa de tierra caliente para dejar ver su
mujer paisa, que tiene no solo demasiadas tetas sino también un exceso bronceado. Si están en una rumba siempre tienen que invadir la mitad de
de burradas comparables a las de George Bush. la pista para bailar el ritmo que sea con perfecto coqueteo y movimiento
En conclusión, las mujeres paisas son mucha cosa. Desde siempre, de cadera provocador. No es un secreto, las caleñas practican el baile
aunque ahora son peores. A mí me parece que esa reinvención de las embrujador que cautiva muchas miradas de hombres con mucha plata y
paisas no es para nada buena, porque se ven lindas, claro, pero no están poco gusto.
engañando a nadie. Apenas lleguen al cuarto piso se van al traste las Van a decir, estoy segura, que me retuerzo de la envidia porque no tengo
cirugías y sale a flote la genética. Se vuelven a inflar, gracias en parte a su tono de piel ni su sabor calentano, pero se equivocan. No me parece
que no han dejado de comer fríjoles embutidos por sus propias mamás halagador tener una personalidad arrolladora que me dé licencia de
como prueba irrefutable de su amor. Les sale bigote, se vuelven sacarme los calzones atrapados delante de cualquiera, o de saltar y
mandonas, neuróticas y criticonas. aplaudir cuando por fin entiendo un chiste y me muero de la risa. La
La única ventaja que tienen las paisas de hoy frente a sus mamás es que verdad, me parece perfecto ser una rola engreída y, de corazón, no las
se reproducen menos. La ventaja, claro está, es para nosotros. envidio.

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