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■Estudios Políticos

INTERVENCION ESTATAL,
REPRODUCCION DEL CAPITAL Y
LIMITES DEL "ESTADO DEL
BIENESTAR" EN LA PERIFERIA

■r-ji:
José Luis Salís González*

Introducción

En los países capitalistas actualmente "subdesairo-


llados" el modo de producción capitalista y el Estado/
Nación tienen una génesis particular.' Ambos son sobre
todo el producto de una agresión extema y de la inserción
subordinada de estas economías en la economía mundial.
No emergen por tanto de las entrañas de la vieja sociedad,
de las contradicciones propias a su configuración interna
originaría sino que son. por asi decirlo, derivados de la
expansión mundial del capital a partir de ciertos polos
dominantes.
En estos paises, también llamados "periféricos",' la
difusión de las relaciones mercantiles-capitaiistas es de
hecho incompleta y específica: esta difusión no compor
*)■• Cstedrálico-invesiigador del CIDE. ta sino una eliminación parcial de las relaciones de
producción preexistentes. Estas relaciones son más bien
!.• Cr. J.L. SoWiQoniÁXn.LatiuesiionderEiaiJansU'spayscapíialh-
tes "sous-diveloppés": quetques probUmes tic méihodc. en Critiques de sometidas a un proceso de desestructuración/adaptación
{'¿conomic poliiique (nueva serie) No. i3, Maspcro. París. 1980. Hay e;aremadamenie violento y caótico, en función de un
traducción ai español en el No. 12/13 de la edición latinoamericana de espacio social dominado crecientemente por la mercan
esta revista. cía y la valorización del capital. Dominación no implica
!.• Para una discusión sobre la pertinenciade la lerminologia corrien sin embargo generalización; las relaciones sociales pre-
temente utilizada para designar estos países, véase la introducción al capitalistas no se transmutan necesariamente en relacio
libro de P. Salamay P. Tisútt.i'indusiríalisúiioniianslesoiu-dévehp- nes capitalistas.'
pemem. Mnspero. Paris. 1982
La fetichización mercantil de las relaciones sociales
3.- La penetración del capital en los espacios "periféricos" comporta es así un fenómeno limitado. E insuficiente, en consecuen
incluso, a menudo, el surgimiento de relaciones sociales sub.ddiarías, cia. para constituirse en la base legitimante del poder.
inéditas, que no son propiamente relaciones capitalistas, pero que
tampoco son asimilables a la trama de relaciones sociales preexÉientes. Este debe incorporar, en un conjunto heterogéneo y
Cf. ul respecto C.S. Assadourian eKa\.Modos de producción en América contradictorio, elementos ideológicos cuyas raices no sé
¡Mlimi, Cuadernos Pasado y Presente No. 40, Buenos Aires, 1973. encuentran en las propias formas sociales mercantiles-
4.- Estos contenidos ideológicos extra-capitalistas pueden referirse a capitaiistas.' La complejidad de los procesos de legitima
la tradición, el nacionalismo, la religión o a le experiencia de luchas ción del poder traduce, en el plano político, la existencia
nacionales y populares. Tal es el caso, por ejemplo, de México con la de estructuras de clases sociales sumamente heterogéneas.
"revolución" de 1910 y la ideología que se gestó a raizde la misma o.
más recientemente, de Irán con el "islamismo integral". En los países
Los regímenes políticos, formas fenoménicas del Estado,
latinoamericanos con un pasado indigetia social y culturalmenie impor recogen en su constitución y en su acción esta heteroge
tante, su recuperación ideológica es un elemeniocentralen el proceso neidad. Su carácier puede incluso negar la naturaleza
de cottsúlidución de sus Estados/Nación modernos, es decir capitalistas. capitalista de clase del Estado, y expresar esta naturaleza
5.- Cf. Solls González, op. cii. de manera incompleta y deformada.^
38 ENSAYOS Estudios Políticos

Esta génesis especifica del capital y del Estado en la diferencia del "centro", la función de regeneración de
"periferia" tiende a particularizar la Intervención públi los Estados "periféricos" se caracteriza por dos rasgos
ca de los regimenes políticos. Esta intervención se desa fundamentales:
rrolla en los términos de una relación por lo general Primero, por una intervención creciente y ¿///•íc/o en
contradictoria entre una "función de regeneración del el ciclo del capital, orientada fundamentalmente hacia el
capital", que se desprende de ta naturaleza capitalista de desarrollo de las fuerzas productivas. Es esta intervención
clase del Estado, y una "función de legitimación" aso lo que ha permitido que el Estado aparezca sobre todo
ciada a campos históricos de clases sociales muy abiga como el productor de las mismas relaciones capitalistas,
rrados.' Déficit agudos de legitimación y la seculariza dando pie a una serie de teorizaciones —erróneas, por
ción de la crisis política manifiestan la existencia de esta cierto— que lo sitúan como condición previa a la exis
contradicción cuyo polo dominante es la regeneración tencia del capital y como el demiurgo de la historia y del
del capital. Esta contradicción tiende a ser resuelta "desarrollo";'
—transitoriamente— a través de la instauración de regí Segundo, por una gestión de la fuerza de trabajo
menes políticos mílitaro-polícíacos que por medios repre orientada sobre todo hacia la represión/integración de
sivos principalmente buscan asegurar la regeneración los trabajadores y que no contempla sino un débil desa
del capital. O bien a través de regímenes "populistas" rrollo relativo de los mecanismos de socialización estatal
apoyados en la colaboración de clases. Las llamadas de reproducción del salariado. En otros términos, se
"formas de Estado de excepción" se convierten asi en la trata de una gestión estatal de la fuerza de trabaja carac
regla en la "periferia". Como corolario, la democracia terizada principalmente por su incidencia en las condicio
representativa burguesa resulta más bien la excepción.' nes de utilización de la misma, y secundariamente por su
Sin embargo, es necesario llevar el análisis de esta papel en las condiciones úz producción y reproducción de
"especificidad genérica" de los regimenes políticos en la esta mcrcancia particular. Esta intervención, caracterís
"periferia" a un terreno más concreto. Los Estados tica de los Estados "periféricos", expresa los limites
"periféricos", en cuanto Estados capitalistas, son una estructurales, orgánicos, al desarrollo del llamado "Es
mediación necesaria para la reproducción del capital a tado del Bienestar", tal como éste se ha presentado en
escala mundial, y para la inserción subordinada y esta los países capitalistas "centrales". Como veremos, la
ble de sus economías en la división capitalista interna crisis que atraviesa actualmente el conjunto del mundo
cional del trabajo. En consecuencia, vertebran su inter capitalista, en particular el "subdesarrollado", no ha
vención, bajo la forma de intervención pública,' alrededor hecho sino poner dramáticamente de manifiesto los limi
de la dinámica seguida por la acumulación de capital,en tes mencionados y acentuar las tendencias de esta Inter
su doble dimensión nacional e internacional. vención. Aunque efectuada fuera del ciclo del capital, la
La llamada "función de regeneración del capital", misma debe ser considerada como parte de la función
siendo como en el "centro" el eje de la intervención estatal de regeneración del capital."*
estatal, es sin embargo especifica en cuanto a las moda
lidades que reviste. En diversos aspectos, ella es diferen
te a la de los Estados de las economías "centrales". 1.- La intervención de los Estados
Trataremos de mostrar en las páginas que siguen que, a "periféricos'* en el ciclo del capital
Según Saiama,son tres los factores que determinan
la intervención estatal en el ciclo del capital: a)el diferen
6.- Mis que funciones, ta regeneración del capital y la legllimacióndel cial existente entre las tasas de beneficio; b) la caida
poder constituyen,en nuestraopinión,comporrfeop/irac/dngenerales tendencia! de la tasa media de ganancia;c)el nivel alcan-
y diferendables(al menos en el plano analítico)de la intervención del
Estado. En la realidad efectiva, las acciones de éste,aunque ubicables
en uno u otro campo,noestán exentas de poseer unacieriaambivalen-
cia al respecto.
9.- Tal ese! caso de la CEPAL.odclos ideólogos laiinouincricanosdc
7.- Véase el trabajo de E. Mande!, Classes sociales ei crise poliilque en esa varíame del rerormismo denominada "nacionalismo-rcvoluciona-
Amérique Latine,en Critiques de l'économie poliiique(vieja serie)No. río". Aunque es ¡asto afirmar que el Estado en la "periferia" resulta
16-17, Maspero París, 1974. Hay traducción al espaAol en Ed. Siglo una condición previa a la existencia del capital nacíima! total, es
XXI. erróneo situarse por cilo en una concepción del "Estado-sujeto": ci
Estado "periférico" tiene a su vez como condición previa clccxi.siencia
8.- Arí como el régimen político es la forma de manifestación fenomé la expansión del capital a una escala mundial,es decir la existencia de
nica del Estado,la intervenciónpúblicaes la forma externa que reviste la ese capital comocapiia! luumiiai total. Cf. nuestro artículo ya citado.
iniervención estatal. Estas diferenciaciones emergen, desde luego, de
una concepción del Estado como una "abstracción real".Cf.al respec 10.- Por nuestra parle, ello no implica soslayar el carácter profunda
to H.[.efébvie, Del'Eiat.Coi. 10/18, París, 1976,asi como P.Salama, mente ambivalente de la gestión estatal de la fuerza de trabajo que.
Eioi el capital: l.'Eioi capiialisie comme "ahstracilon rvalle". Critiques aunque incidiendo fundamcmalmenic en la reproducción del capital
de réconomie politiquc (nueva serie) No. 7-8. Maspero. París. 1979 en ciianio capital variable, conlleva efectos a veces decisivos en los
(Itay traducción castellana en el No. 12/13 de la edición latinoamerica procesos de legitimación del poder, sea en cl marco del "WelCarc-
na de esta revista). State" o fuera de él.
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zado por el desarrollo de las fuerzas productivas." Estos El precio de mercado es la forma fenoménica del
tres factores expresan, en su imbricación variable en el valor. La oferta y la demandaftjan dicho precio, pero la
curso del desenvolvimiento histórico de la acumulación, cantidad de valor lo</efe/7ni/ia bajo la forma de precio de
el movimiento contradictorio del capital en su ciclo. Los producción." El precio de mercado fluctúa en tomo al
mismos incorporan de manera orgánica la presencia precio de producción, pero influye a su vez en las condi
constitutiva del Estado en dicho ciclo, en el seno de la ciones de formación del mismo. Entre ambos se operan
propia relación capitalista. Desde este ángulo, son a la diferencias susceptibles de reflejarse en una estructura
vez pumos de ponida y resultados sin cesar renovados de diferenciada de tasas de beneficio por la cual los capitales
la intervención estatal. Mientras que los dos primeros serán atraídos (o repelidos) por determinadas ramas.
expresan el papel del Estado como garante de la existen Asi, la competencia orienta la acumulación hacia las
cia y mantenimiento de las relaciones de producción ramas "de punta",es decir, aquéllas en las que el precio
capitalistas, el último expresa más bien el papel del de mercado es mayor que el precio de producción y en
Estado como productor directo de estas relaciones." donde,en consecuencia,las tasas de benefício son mayo
La tendencia a la perecuación (igualación) de las res. La sanción efectuada abstractamente a nivel de la
tasas de beneficio es una condición para la formación de producción se materializa así en la circulación.
la tasa media de ganancia y, en consecuencia, para la Sin embargo,surge una interrogante:¿por qué en las
transformación de los valores en precios de producción." llamadas ramas "de punta" el precio del mercado es
Este proceso consigna el pasaje de un nivel de abstracción mayor que el precio de producción, orientándose en
y de aprehensión de la realidad (el capital en general)a consecuencia las inversiones hacia las mismas? Una expli
otro (los capitales numerosos). Expresa igualmente una cación en boga (Matlick) nos remite a su elevada com
sanción social efectuada a nivel de la producción entre posición orgánica del capital." No obstante,ello resulta
las distintas ramas: aquéllas "de punta" se beneficiarán insuficiente a la luz de la experiencia: dentro de las
de transferencias de valor procedentes de las ramas"ve ramas "de punta" existen unas con alta composición
getativas". orgánica(petroquímica por ejemplo),pero también otras
Pero para que ello ocurra, para que el movimiento con composiciones sensiblemente bajas(microelectróni
del capital se efectúe, se requiere entonces de esta dife ca). Las ramas dinámicas no tienen entonces, necesaria
renciación entre las ramas,que no es otra que la existen mente, una elevada composición del capital.
cia diferenciada de tasas de beneñcio. La tendencia a la Ni las explicaciones puramente lecnológico-produc-
perecuación conlleva asi, necesariamente, una contra' livas, ni las que se remiten a las solas condiciones de
tendencia de desperecuación, siendo la competencia el mercado dan cuenta exacta de la itnátt\c\z a¡a despere
mecanismo por el cual se efectúan y se realizan ambas cuación de las tasas de benedcio; dicha tendencia(y por
tendencias. lo tanto el movimiento del capital)sólo puede ser cabal-
menie comprendida si se incorpora en el análisis, de
manera orgánica, la intervención de) Estado.
I !.• Cf. al respecto P. Salama y C. Mailiias. L'Eioi "airitévflopi'", El Estado interviene sobre el movimiento del capital
Maspero. París. t983. ScAalamos igualmente que este trabajo se inscri favoreciendo con sus políticas,directa o indirectamente,
be en la perspectiva ie¿ríco-metodol6gica abierta por estos autores, y ciertos lugares de valorización en detrimento de otros.'*
que debe mucho a Jas disciuiones e intercambio de opiniones que Con ello,forma parte constitutiva del proceso de desva-
sostuvimos con ellos. Este recottocimienlo.sin embargo,no invalida el íorízación/valorízación del capital, que desemboca en
hecho de que ta responsabilidad por lo que aquí escribimos es exclusi
vamente ntiesira.
tasas de beneficio diferenciales entre las distintas ramas,
acentuando las transferencias de valor entre éstas y dina-
J2.- La intervención estatal,al expresaneen la realidad efectiva como mizando en un sentido determinado la acumulación.
intervención pública, incorpora otras determinaciones a nivel de lo Esla intervención sin embargo, no es un sucedáneo a la
concreto sensible que pueden no responder a las exigencias de la ley del valor, no la sustituye sino que se inserta en la
regeneración del capiul. La existencia de una necesidad "objetiva"de
intervención del Estado, planteada por la acumulación, no significa misma orientándola y, eventualmcnte, reforzándola."
sin embargo que dicha intervención se realice o pueda realizarse. La El Estado ejerce así una suerte de "función-crisis", pro
intervención pública,forma de manifestación fenoménica de la inter visoria y complementaria, "purgando" al capital de sus
vención estatal,está inmersa en cada caso en campos históriots concre fracciones endebles y coadyuvando al desarrollo de sus
tos de clases socia tese incorpora determinaciones{políticas. Ideológi
cas o de otra índole)sin relación dircciae inmediata con la acumulación
de capital. Por ello, aunque vertebrada alrededor de la dinámica de
ésta última, la intervención pública es irreductible a la intervención 14.- Cf. Salama y Maihías. np. cii. p. 44.
estatal. Nuestro análisis, de acuerdo a lo anterior,se sitúa fundamcn- 15 - Ibidem. pp. 49-50.
lalmcnie al nivel más abstracto y general de la intervención del Estado,
aunque incorpora elementos intermedios pertenecientes a la "especifi 16.- Este es el senúdo real de las políticas macrocconómicas y sectoria
cidad genérica" de las formaciones sociales capitalistas "periféricas" les que. aún bajo ta fachada de una univeisalidad aparente, ejerces
(particularmente las latinoamericanas) y "centrales". efectos díferefKlados sobre agentes económicos de fuerzas desiguales.
17.. Cf. A. Lipieiz.Críiee//q/7of/o<t /'<íiírguo/?, Maspero,París,1979,
13 • Cf. K. Marx. £7 Capital T. 111. Vol. ó. Scct. segunda. Ed. Siglo
XXI. México. 1976.
pp. 372 y siguientes.
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fracciones más dinámicas. Asi, al actuar de manera mercancía. Como consecuencia, la naturaleza explota
relativamente suave y gradual sobre la desvalorízación dora e irracional de las relaciones sociales capitalistas es
del capital, el Estado atenúa pero no elimina las crisis. develada ante los ojos de los trabajadores y la base de
Desde este punto de vista, no es un sustituto a las contra legitimación del poder deviene frágil. La "comunidad
dicciones;sólo influye en las modalidades en que éstas se ilusoria de intereses" y el sistema de dominación en su
manifiestan." conjunto pueden entrar entonces en peligro. El Estado
El Estado actúa igualmente sobre la baja tendencia! está constrefiido a intervenir, bajo la forma de una"fun
de la tasa general de beneficio y sobre sus contratenden ción de legitimación",en la recomposición del consenso
cias. De este hecho se establece una relación orgánica social, o bien "contrabalancear" la perdida de legitimi
entre Estado y crisis. La crisis revela "el agotamiento de dad con el recurso a la fuerza. Su intervención es. así.
las contratendencias a la baja en la tasa media de benefi crucial para preservar en la crisis una articulación dada
cio. Este agotamiento traduce, parcialmente, la incapa entre explotación y dominación.
cidad de acrecentar suficientemente la tasa de explotación, De lo anterior se deduce que la crisis es impensable
es decir, esencialmente, de renovar las técnicas de pro sin el Estado. Pero su relación es profundamente com
ducción sobre la base de explotación presente de los pleja y contradictoria. El Estado puede influir sobre el
trabajadores. Es un revelador de la necesidad objetiva de desarrollo de la crisis, retardándola o precipitándola,
modificar las condiciones de explotación de la clase pero no puede ni engendrarla (sus gérmenes están inscri
obrera"." tos en la naturaleza misma de la relación capitalista)/!/
La existencia normal del capital es la crisis. Esta es aboliría o someterla completamente.^*
necesaria al capital para "sanear" sus condiciones de Pero la intervención del Estado no es un simple
funcionamiento y para retomar su acumulación sobre "momento negativo" de la acumulación de capital. Más
nuevas bases. Ello implica la reestructuración no sólo de allá de su papel como garante de las relaciones sociales
las relaciones entre el capital y el trabajo,sino entre los capitalistas, el Estado es. bajo ciertas circunstancias,
propios capitales numerosos. Sin embargo,nada garanti productor de las mismas, interviniendo de manera directa
za que sus efectos reestructuradores no rebasen ciertos en el sector industrial,en la creación de infraestructura o
"umbrales críticos" y se conviertan, de elementos de en la producción de energéticos. El alcance de esta inter
saneamiento,en elementos de desintegración del sistema, vención dependerá, básicamente, del grado de desarrollo
afectando negativamente las fracciones "sanas" del capi alcanzado por las fuerzas productivas en cada formación
tal y. con ello, la existencia del capital total. socio-económica concreta y de la manera en que se
La crisis apela a la intervención del Estado para inserta en el sistema capitalista mundial."
limitar sus efectos destructivos. De este hecho,el Estado En los países capitalistas "centrales", en donde el
ejerce una "función anti-crisis" de importancia decisiva capital pudo madurar y desarrollarse a través de un
para el capital. Pero a la vez, al ser parte constitutiva de largo —y accidentado— proceso de superación de las
¡as relaciones sociales capitalistas(una forma particular antiguas estructuras feudales, la acción del Estado sobre
de existencia de éstas) y participar de su naturaleza la tendencia a la perecuación de las tasas de beneficio y
contradictoria, el Estado es, en su intervención,elemen sobre la baja tendencia! de la tasa media de ganancia es
to consustancial al proceso mismo de la crisis. Su acción más importante que la que se ejerce sobre el desarrollo
encaminada a contrarrestar el descenso en la tasa de de las fuerzas productivas." Su intervención sobre el
ganancia puede, bajo ciertas condiciones, precipitar di ciclo del capital, aunque creciente y fundamental para
cho descenso." Este carácter ambivalente de la interven éste,se efectúa entonces por medios principalmente indi
ción estatal,esta gravitación simultánea sobre la tenden rectos.'* Siendo a la vez producto y productor de las
cia y las contratendencias a la baja en la tasa de ganancia,
establece en buena medida sus límites estructurales. Di
cha intervención, necesaria para el capital, no es sin 2t.- Cí. Salama y Maihiax. op. cii. p. 52.
embargo predeterminada;su eñcacia y su funcionalidad 22.- thid. p. 53.
no pueden ser postuladas a priorí.
Por otra parte. la crisis requiere del Estado para 23.- Et análisis del gasio público en lémiinos de su destino, reugrvpa-
do seccionaltnenie(gasto"económico",gasto "social" y gasto"admi
paliar sus efectos desfetichizadores. La crisis erosiona el nistrativo"), nos proporciona una visión bastante aproximada de las
tejido mercantil-capitalista y debilita el fetichismo de la tendencias estrucluialesde la intervención estatal,aunque muy general.
Para los países ■•ccntrales"consúltcse J. O'Connor. Thellscol Cmis of
Tf»eSia¡e{i\. Marlin's Prcss.N. York. 1973). I Gough.-S/fl/c/Tt/írnf/í-
18.- Véase Salama y Mathias, op. cli.. p. $0. ¡urc ¡n Aftvanced Capllolism (New l-eft Rcview No. 92. 1975) y B.
Théiei. I.esgianitcs leiidaiicrs de dMoppcmeni des dépcnsesputthqucs
19.- Ibidem. p. SI. en Franee (Critiques de récooomie politique —nueva serie— No. 3.
Maspero. París. 1978).
20.- C/. J.L. Solis González y C. Deirini. Hiflrxiotu mfthodotogiques
turtaqucsii<Hidel'Etatcapiialáie.enPia»»\\tiáu Marxisme.T.il.Ed. 24.- Indirectos en el sentidoquc ta expansión del capital en el "centro"
Antbropos. París, 1982(una versión ampliada apareció en la Revista no comportó una intervención masiva del Estado en el desarrollo de
de Análisis Económico. UAM-Azcapoizako. Vol. Til. No. I. 1984) las fuerzas productivas que implicara, entre otras cosas, la producción
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relaciones capitalistas, el Estado en los países"centrales" co de los lazos existentes entre los Estados/Nación, a
aparece sobre todo como el parame de estas relaciones. consecuencia de la crisis de los años treinta y de la guerra
En los países capitalistas "subdcsarrotlados",some posteriormente, proporcionará la coyuntura propicia
tidos brutal y rápidamente a las exigencias de valoriza para la viabilidad de tal proceso y para la liberación del
ción del capital (mundial primero, y después mundial y potencial industrializante de la propia economía de ex
nacional), las bases materiales necesarias a ese proceso portación.-*
deben crearse de manera apresurada, La intervención En los países "periféricos" donde estos procesos de
estatal en el ciclo del capital se orienta asi predominante scm¡-industrialización se operan, la intervención estatal
mente hacia el desarrollo de las. riierzas productivas. sobre el desarrollo de las fuerzas productivas, aunque
Esta ¡ntcr\'ención toma, en un primer momento,la forma continúa gravitando sobre la creación de infraestructura,
de creación de infraestructura encaminada a adaptarlas se orienta crecientemente hacia una parte estratégica de
economías de estos países a la división internacional del la sección 1 (producción de medios de producciónjcom-
trabajo.-^ Se tiende con ello a reducir la distancia existen prcndicndo la producción de ciertos bienes de capital
te frente al grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas pero, .sobre todo, de energéticos y de materias primas
productivas en los países del "centro". Dicha interven (capital constante circulante)."
ción .será, en sus orígenes, el medio por el cual se asegu Este ensanchamiento del campo de aplicación de la
rará y reforzará la inserción de estas economías en la intervención del Estado, aunque asociado a los obstácu
economía mundial como economías primario-expor los que encuentra la industriali7.ación suslitutiva de ma
tadoras. nufacturas ligeras, será al mismo tiempo uno de los
Sin embargo, además del hecho de constituir una elementos constitutivos del pasaje hacia una nueva mo
condición permisiva al desarrollo de la división interna dalidad de acumulación, centrada sobre la producción
cional del trabajo y a la integración del sistema capitalis de bienes a intensidad capitalista más elevada (bienes de
ta mundial,esta intervención de los Estados "perifcrico.s" consumo durable y algunos bienes intermedios y de
en la creación de infraestructura material será también, capital) y comportando una penetración masiva de fi r
en aisunos de estos paisc-s.-'" una de las condiciones mas transnacionalcs en los aparatos productivos locales.
previas para la iniciación de un proceso de industrializa Por ello, esta intervención coadyuvará a asegurar una
ción específico y limitado y para la unificación del espa
cio nacional. Paradójicamente,este procesóse operará a
menudo a contracorriente de los propósitos anti-indus- regímenes políticos csié marcado por la presencia de fracciones "anie-
trializantcs del capital imperialista y de los Estados del diluvianas" del capitaKhaccndados. laiif^undisias, burguesía "compra
"centro", y en oposición a los grupos de poder locales dora") pero muy vinculadas a la economía de exportación. Asi, las
contradicciones entre la emergente burguesía industrial y las anteriores
vinculados a la economía de exportación." El relajamicn- clases propiciarlas no alcanzaron nunca el antagonismo, y sus luchas
—que Indudablemente se dieron— se resolvieron fí nalmente en una
serie de compromisos.
cslaiat direciii de mcrcanclus. [:lto no quiere decir, desde luego, que
esta intcrvcneión haya estado loiaimcnte ausente:.sólo significa qucin 28.- Condición necesaria, desde luego, pero no sufícícnte. Además de
los factores señalados arriba (nota 16) y de la coyuntura abierta por la
mi.sma no .ilcanzó las proporciones que lomó en lii "perireria". De
crisis y la guerra, la semi-industrialización se opera en el contexto de
aquí el carácter apareniemetiie paradójico del lármino "Estado voóre-
ilesarrolludo" utilizado por Malliias y Salaina pura rcrcrirsc u los alian/as de clase "populistas" que empujaron a la transformapión de
los regímenes políticos precedentes. Es decir, el pasaje hacia la semi-
Estudos riel mundo capitalista "suhdcsarroUado".
industrialización estuvo signado por cambios sustantivos no sólo en la
25.-(/. .Salomu y Maihias. ii[>. ai. esfera económica sino también en el plano político. Estos últimos, sin
embargo, no implicaron un cambio en la naturaleza del Estado sino en
26.- Es decir, en los países "periréricos" donde la economía de cxpiir- el carácter de sus formas de manifestación externa, es decir en los
lación pudo suscitar un minimo de industrwlización.dcmoneilzaeióii regímenes polliicos.
y salarización de las relaciones soeiale.s y de desarrollo urbano y
portuario. Donde.además,la política del Pistado no se iradujosolanwn- 29.- Cf. al respecto los artículos de Mcireles, Fernandes. Saiama y
te en la creación de una ínfraesirucuira mínima, sino también en Guíllén Romo en el número 16-17 (vieja i>erie)deCritlques de i'économie
medidas encaminadas más directamente a sostener la demanda interna pollllquc, ya citado. En contraste con el "centro", los procesos de
(como sucedió, por ejemplo,en Brasil a través de la compra estatal de industrialización en la "periferia" se acompañan de una incapacidad
excedentes del sector cafetalero, o bien por medio de subvenciones a congénila para desarrollar sobre bases propias la sección 1 (producción
los exportadores afectados por la crisis). de medios de producción). Este carácter "trunco" (según la expresión
de Fajnzylbcr) de la industrialización "periférica" tiene desde luego
27.- Sin embargo,el pasaje baciu la semi-indusirialízación, ahi donde que ver con las condiciones especificas de surgimiento del capitalismo
tuvo lugar, no implicó una revolución demucráiíco-burguesacomocn y su estatuto dependiente y subordinado en la economía mundial. El
los ejemplos ■"clásicos" de Francia e Inglalctra (en donde se operaron Estado se hará cargo (de manera significativa en algunos casos) de la
antagonismos irreductibles entre la naciente burguesía industrial y las subsccción productora de bienes intermedios de producción, pero la
antiguas clases propietarias y en donde, finalmente, se consuma el subsección de bienes de capital quedará en lo fundamental ubicada al
tránsito hacia un Estado burgués). En estos países de la "periferia", cxiuricirtlc estas economías, en las economías del "centro". El dinamis
insertados ya al sistema capitalista mundial como economías primaiio- mo de osles regímenes de acumulación descansará entonces, en buena
cxportadoras, el Estado adquiere una naiuralaa capitalista de clase medida, en su capacidad para importar este tipo de bienes lo que, a
como resultada de esta inserción y de su ariiculaeíón con los Estados término, constituirá unodesus limites principales bajo la forma de una
de las economías del "centro" dominante aunque el carácter de sus tendencia secular y ampliada hacia el endeudamiento.
42 ENSAYOS Estudios Políticos

nueva modalidad de inserción de las economías semi- Este sesgo de la política económica, expresado for
industrializadas de la "pcrireria" en la economía mun malmente en las llamadas estrategias "dcsarrollistas",
dial, constituyéndose así en una de las condiciones de la acompañará (en algunos casos hasta fechas muy recien
configuración de una nueva división internacional del tes) la expansión del capital industrial en la "periferia".
trabajo durante la última postguerra.'" Conjuntamente con la intervención estatal en la creación
Esta inmixión del Estado en la sección I pasa, en de infraestructura y en la producción de energéticos y
general, por un proceso de dcsconcentración y "despre- otros insumos estratégicos,caracterizará giobalmente el
supuestación" del gasto público, asociado a la confor papel del Estado en los procesos scmi-indusirializantcs
mación de un sector productivo paraestatal cada vez operados en la postguerra. La crisis del capitalisnto
más importante." A través de éste, el Estado deviene mundial que se abre en los años setenta traerá consigo
parte constitutiva de la estructura productiva de estas no sólo la crisis de estos regímenes de acumulación
.sociedades. Puede entonces aparecer como el productor "periféricos", sino también de estas modalidades particu
directo de las relaciones capitalistas;/'arree asi preceder lares de inteiA'cnción estatal en el ciclo del capital,
al capital. exhibiendo su carácter limitado y contradictorio." El
En la fase previa n la expansión del sector manufac auge del discurso neoliberal en algunos de estos países,
turero. la intervención estatal sobre el diferencial de las clamando por una nueva forma de relación entre el
tasas de beneficio y sobre la baja lendencial de la tasa Estado y la economía, patentiza este cucstionamiento
media de gananciacs.de hecho, mínima,dado el incipien (aunque en gran parle meramente ideológico) de un
te tejido social capitalista y la forma embrionaria del Estado tradicionalmenle activo y "sobreíntcrvcntor"en
proceso de valorización. A medida que la scmi-indusiria-
lización se desenvuelve, estas intervenciones tienden a
ganar importancia,en función de la configuración(par
ticular) de las estructuras necc.sarias al movimiento del
capital y a la "interiorización" del centrodinámicodela
acumulación (sector manufacturero)en estas economías.
Tenemos así que el proceso suslitutivo de importaciones
se acompaña de un desplazamiento del eje de la política
económica hacia la política industrial,orientada hacia la
protección y el fomento a las nuevas actividades."

30.- Fenómeno que se uocia eon nuevas formas de inieroacionaliza-


ción del capiul descansando en exportaciones meirc^olitanasde capi
tal productivo prematuramente obsoleto, en dirección de los países ii.'^áSbiá
"periféricos" con mayor tamaño relativo y mayor grado de semí-
industrialización. Este proceso acentuará la heterogeneización de la
mv :
"periferia",introduciendo diferenciaciones entre estaseconomiasy en
sus modalidades de inserción en el mercado mundial. Vehiculado por
tas fírmas iransnacionales, dicho proceso tendrá sin embargo como
condición una política estatal favorableasu entrada,resuludo no sólo
de los obstáculos que encuentra la industrialización susiiiuiiva para
continuarse, sino también de una correlación de fuerzas sociales de
clase netamente a favor del capital.

31.- Esta "dcsconcentración" del gasto público y su canalización


erecienie a través de un sector paraestatal obedece, como en las
economías del "centro",a la necesidad de "reproducir al máximo un
crédito político"(Thérei, op. di.). Pero, a diferencia de ¿sus últimas,
ello no pasa por una "dcspolitización"dc las relaciones sociales sino al
contrario, por una "politización" de las mismas fundada sobre la idea
de que el Estado,a través de la ampliación de su sector juraesiaial,es
el actor principal de un proceso original c Indoloro de socialización
(una "tercera vía"). Ello ha permitido,en cierta medida,ta lepliinación
de estas políticas de apoyo a la acumulación y de las prácticas reformis
tas en el seno del movimiento obrero. Este es asi desorientado sobreel
carácter real de clase de las nacionalizaciones y expropiaciones que en
algunos cosos acompañaron el surgimiento y la expansión del sector
paraestatal.
32.- Cf. al respecto S. Lichtenszicjn. Cráisfinanciera iniemarianal c
potíticai económfeas en Amirica Latina, Guayaquil, 1984. panicular-
meale la tercera parte.
ENSAYOS Estudios Políticos 43

economías donde el capital no podia"marchar sobre sus .tu lugar estructural en la reproducción del capital y la
dos piernas"." orientación fundamental de sus intervenciones. Es sobre
Sin embargo, aunque la crisis se ha acompañado de esta base que podemos comprender cómo los Estados
un abandono relativo de las políticas industriales prece "periféricos" producto de la expansión mundial de las
dentes. centradas sobre un proteccionismo elevado y el relaciones capitalistas, de la formación del capitalismo
fomcnlo a una industria"de invernadero",es sintomáti como sistema mundial,se convierten a su vez en produc
co que en algunos países latinoamericanos,por ejemplo, tores y difusores de estas relaciones al interior de sus
el Estado continúe comprometido en la realización de formaciones sociales correspondientes,constituyéndose
gigantescos proyectos industríales concerniendo la pro asi en una mediación necesaria para la reproducción
ducción de energéticos, materias primas y ciertos bienes ampliada de este sistema." Mediación que sin embargo
de capital." Si bien estos proyectos han significado en está preñada de contradicciones y que recoge, en su
mucho una especie de "fuga hacia adelante" frente a la cxprc-sión más concreta, la riqueza de determinaciones
crisis, agravando sus dimensiones financieras, parecen que emanan de cada suciedad particular.
indicar también que en estas economías el capital no
puede continuar valorizándose, ni tampoco hacer frente
a su crisis, que a condición de contar con un apoyo II.- La intervención de los Estados
sustancial y masivo por parte del Estado en lo relativo al ^'periféricos" fuera del ciclo del capital:
desarrollo de las fuerzas productivas.'* proporcionalmcn-
tc más importante que el que se opera en el mismo la gestión de la fuerza de trabajo
.sentido en las economías del "centro".
La regeneración del capital, es decir del "valor que
No obstante, esta evolución particular de la inter se autovaloríza". implica la regeneración de aquella
vención de los Estados "periféricos" en el ciclo del capi mercancía cuyo valor de uso consiste precisamente en
tal no podría comprenderse a partir de una hipotética crear valor. La regeneración del capital tiene entonces
voluntad y prepotencia de éstos, o n partir de su supues como premisa la reproducción de mercancíaparticu-
ta utilización instrumental por los agentes del capital lar que es la fuerza de trabajo.
(local y/o imperialista). El lazo orgánico, estructural, Pero la especificidad de esta mercancía —la fuerza
entre Estado y capital en la "periferia" debe buscarse en
de trabajo— no reside únicamente en su valor de uso. De
la propia naturaleza de las relaciones sociales capitalistas hecho, esta particularidad, que la hace aparecer como
en su dimensión mundial,en la inserción subordinada de interior al capital, reposa sobre otra: que ta fuerza de
estas economías en la economía capitalista internacional trabajo existe al mismo tiempo como algo exterior al
y en la articulación especifica de sus Estados con los propio capital. Es este doble aspecto de su relación con
Estados de las economías del "centro". Es esta inserción
el capital lo que le confiere su carácter de mercancía
—dependiente y subordinada— lo que determina en cspecirtca, igual y a la vez diferente del resto de las
estas sociedades una evolución particular del modo de mercancías. Es a partir de aquí que se puede fundar la
producción capitalista y de sus crisis. Es ella igualmente creación de valor y de la plusvalía."
la que explica la naturaleza capitalista de estos Estados. En tanto que mercancía, la fuerza de trabajo es
intercambiada por una cantidad determinada de capital-
dinero(el salario)correspondiente enprf/icfpio a su valor
tj • V¿atc. para el caso mexicano, el trabajo Ue H. Culltín Romo, social." Quedaría porcilo sometida,como el resto de las
íMlliiKx éh- la iriMs en \U\iii' AAT/I. México. I9t{4,
.14.- <'/. A. f-üxlcy. líxperimeiiiay neiihherak\ en Amcrícn l.ailna.
CltiPLAN. Santiago. 1982. .37.. r/. SalafTiii y Muihius. op. ell.

35.- Por ejemplo, ••peiroliiación" del modelo de acumulación en 38.- Cí. B. Lauiicr y R- Türinjucla./ a forcé¡le íiavailcomme marchan-
México, o pariicipacíón estatal creciente en la producción de bienes dlsv partIeuMre.en Sur l'Etai. A.C.S.E.S., Bruselas. 1977. Asi también,
Inicrmcdios y de capital en Brasil. Véase sobre este punto G. Mathias, «le estos autores. Ecoir. forcé de iravail el salarial. PUG-Maspero.
Hiai n tapiial face á la crise: aoiet \ur lo iraníformoiioa iiciuelle iles 1978.
régimei poliln/in-f en Améntiue iMítie. en Perspecrives Lalino-Amérkai- 39.. Es necesario seóatar que. según Marx, el "valor social" de la
nes No. I. Par». 1980.
tuerza de trabajo comporta un r/r/nen/omnra/eAMfdnro que.aunque
J6.- Esta intervención del Estado sobre el desarrollo de las fueras inmerso en la totalidad capitalista, no está determinado por las condi
productivas tiene. scfiaJémoslo. necesariamente consecuencias sobre ciones inmediatas á.c\ proceso de producción y circulación de mercan-
la baja icndencial de la tasa media de ganancia y sobre la lendenciaa ta das; no es sujeto entonces al proceso de abstracción del trabajo que
perccuaeión de las tasas de benencio. Malliias hace notar justamente conduce al valor. Es poréstoquc.en tanto que valor de camhio,t\yii\oi
que "si la expansión y la modcrniaicii'm reciente de las empresas social de la fuerza de trabajo no es,s direrencis de las otras mercancías,
pública»(en América Latina)se produce csenelalmonte eit el sector de la expresión fenoménica del valor. El salario no puede ser asi reducido
bienes intermedios ele base(petróleo, pclroquimica. siderúrgica,ener bI precio de los bienes que entran en el consumo del trabajador: no es.
gía). e» porque actúa así. slmuliáncamenic, sobre la evolución de la según la expresión de Lipictz,"im bono por una canasta"(cf. Cristel
la«ji general de beneficio y sóbrela dircrcnciacióndelastasas.tfffoWa- Inflailon: Pouri¡uoi?, op. cu.). Veremos en seguida cómo este elemento
/«de beneficio que están a la base de un (cvcniual)rclanzamientoyde moral c Ijjsiórico está en relación (lógica) con la exterioridad de los
una orieniación específica de la» incersinnes" Ibidein. p. 1^. mecanismos de reproducción de la fuerza de trabajo.
44 ENSAYOS Estudios Políticos

mercancías,a la ley del valor,a las reglas del intercambio la piusvalia".'*^ La exterioridad de la fuerza de trabajo
de equivalentes, deviniendo interior al capital en tanto frente al capital viene a ser asi \z condición primera de la
que capital variable. existencia de las reIacionesdcproducci0ncapilalisias.es
Pero, en contraste con las otras mercancías,la fuer decir de la existencia de una sociedad en donde el sobre-
za de trabajo no es el resultado de un proceso de produc producto es apropiado a través del intercambio de equi
ción realizado bajo condiciones capitalistas. Su repro valentes.
ducción depende inseparablemente de otra reproducción: Pero para que la fuerza de trabajo sea asi reproduci
la del trabajador, realizada/uerode los imperativos de la da. para que su exterioridad frente al capítal.sea asegura
valorización, es decir fuera del ciclo del capiial.''" El da. se requiere de mecanismos encaminados a la repro
proceso de consumo productivo por el cual se reproduce ducción de los trabajadores que estén ellos mismos situa
el trabajador,aunque dependiendo de una manera variable dos fuera del ciclo del capital, fuera de las condiciones
de¡a comprado mercancías permitida pore!salario, se e^cc- /N/ner/iqrqs de la producción y circulación de mercancias.
tiía fundamentalmente al exterior de las unidades de aunque condicionados de manera estructural por su
producción capitalistas, incorporando otros elementos inserción en la totalidad social capitalista. Es aqui que
(trabajo doméstico, valores de uso producidos en el seno podemos situar la pertinencia para el capital de la sobre
de relaciones comunitarias o de otro tipo,o bien de una vivencia de loque Meillassoux denomina la"comunidad
manera pública) de carácter no-mercantil. Que ella sea doméstica".*' Esaquí igualmente que podemos ubicarla
realizada de una manera privada(enei seno de la familia) necesidad permanente para el capital de una gestión
y/o socializada (en el seno de instituciones comunitarias estatal de la fuerza de trabajo.
y/o estatales), ia reproducción del trabajador se sustrae Esta última —ia gestión estatal de la fuerza de traba
a ia iógica del beneficio, aunque permanezca ligada a la jo— resulta necesaria para:
circulación mercantil por una relación de tipo M-D-M —asegurar la exterioridad de ia fuerza de trabajo
(mercancía fuerza de trabajo—dinero(salario)—mercan- frente al capital. Dado que la reproducción de los traba
ciasr destinadas al consumo del trabajador).^' jadores se efectúa fuera del ciclo del capital y que ello
La fuerza de trabajo no adquiere entonces el estatuto implica, desde el pumo de vista de las exigencias de la
de mercancía sino a posieriori. en la circulación, en el valorización inmediata, la "esterilización" de una masa
momento que el trabajador se inscribe, en tanto que determinada de valor,se requiere de una instancia estatal
asalariado,en la trama de relaciones mercantiles-capita- para asegurarla conversión de un valor en un no-valor y
listas. El trabajador,portador de esta mercancía part icti- permitir con ello, ulteriormente, la producción ampliada
lar, se caracteriza asi por su entrada (relación salarial y de valor:**
sumisión al capital en el proceso de trabajo) y su salida —asegurar la inscripción de los trabajadores en las
(para proceder a su propia reproducción) permanentes relaciones mcrcantilcs-capitaiistas. asi como su someti
del conjunto de estas relaciones. miento disciplinado a las exigencias del proceso de traba
Ahora bien,"es porque ta fuerza de trabajo es. antes jo. Es decir, garantizar de grado o por la fuerza (cuando
de ¡a circulación, un no-valor que puede crear valor. Es la coerción propiamente económica no funciona más)la
porque ella es un no-valor que puede aparecer,entonces. compra-venta de la fuerza de trabajo,la transformación
reiterada de sus vendedores potenciales en vendedores
efectivos, asi como las condiciones de su utilización por
los capitalistas:
40.- Como lo remarcan t.auiicr y Toriajuda.•"el capiialismo se carjc- —finalmente, dado que nada asegura que "las rela
Uriza por la producción de mercancias por medio de no-mcrtam ias". ciones que determinan el valor social de la fuerza de
Cf. Laforcé de navait.... op. eii.. p. 291. trabajo comporten ipsofacto la reproducción de aquéllos
que son sus po.sccdorcs".*' una gestión estatal de la
41.- Esta exterioridad del proceso de reproducción del trabajador fuerza de trabajo es necesaria para llenare! vacío entre la
(que está detrás del eslalulo de la Tuerza de trabajo como un no-valor)
no es.según Lautier y Tortajada, una simple constatación empírica.Su cobertura de necesidades permitida por el salario y las
necesidad lógica deriva del hecho de que:"si este vaIor(dc ta Tuerza de necesidades singulares de las fuerzas de trabajo individua
trabajo) fuera idéntico a los otros, ello significaria entonces, en toda les. y ello en la medida que este vacío no pueda ser
lógica, que el mismo es igual al trabajo sociaimcnte necesario a la colmado en el seno de relaciones comunitarias y/o fami-
reproducción de ésta,al"quántum de trabajo social realizado en ella"
como nos dice Marx. Este valor incluirla entonces tanto el valor de los
medios de subsisierKia del trabajador como el trabajo necesario a su
consumo. Este trabajo sería entonces igualmente creador de valor.t...) 42.- I.a/arce de ira\ail...j>p. m.. pp. 273-274. Los autores subrayan.
El trabajador seenconiraria asi en la misma posición que el capitalista, 43.- Véase al respecto C. Meillassoux. Femmes. greniets «v capiiaiix.
es decir como propietario de la plusvalía que ese trabajo doméstico Maspero, París. 1975. Hay traducción cspaAola en Siglo XXI-
crearla, puesto que propietario de su Tuerza de trabajo. Eso nos lleva
entonces a negar la existencia de las clases sociales; clases que son el 44.- <7. Ah fura- de nawil. .. op. tU.. pp. 2KJ-284.
presupuesto mismo de la Tuerza de trabajo como mercancía, lo cual es
absui^o"{Laforcede navait.-..op. ch.. p,267). Una demostración más 45.- A. Capian. formesorialisíedu sataire ei l'Fiai.contribución ni
rigurosa de esta tesis se encuentra en £co/e,/orce de rrovoí/erja/or/oi. Coloquio "Actúa lité du Marxismc".organizado por la lini vcr.sidad de
op. cit. Liik i. gbril de 1980. p, 4.
ENSAYOS Estudios Políticos 45

liares.'"^ Al lado de una socialización "domésika" de la Correlativamente, la disolución de las relaciones


reproducción de la fuerza de trabajo aparece entonces sociales prccapitalista.s que acompañó la dominación de
una socialización estatal de esta reproducción, estable la mercancía y del capital en los paiscs "centrales", se
ciéndose entre ambas una relación de "•compiemcniarie- tradujo también en loque Marx llamó el "ejército indus
dad conflictual"(según la expresión de P.Salamn)varia trial de reserva", y no tanto en la subsistencia y eventual
ble según las circunstancias históricas. desarrollo de un sector productivo "informal" funcio
En los países capitalistas"desarrollados",la sociali nando al lado del sector capitalista.^* Así, de hecho, en
zación estatal de ta reproducción de la fuerza de trabajo los países capitalistas del "centro" la reproducción de la
ha devenido cada vez más significativa en relación a la fuerza de trabajo tendió a reposar cada vez más sobre
.socialización "doméstica", convirtiéndose en la caracte mecanismos estatales de socialización, en la medida que
rística dominante de la gestión estatal deesa mercancía el propio desarrollo capitalista iba debilitando las formas
particular. Se asiste en estos países, en los años dt^ comunitarias y domésticas a través de las cuales esta
"boom"de la postguerra, a una ampliación sin preceden reproducción se efectuaba en el pasado. En la medida
tes de las condiciones generales de reproducción del igualmente que. al mismo tiempo,el impulso de la acumu
salariado, "que pasa por la constitución y el rúpido lación intensiva permitía el fínanciamiento de esta moda
crecimiento del sistema de seguridad social, por una lidad especifica de la intervención del Estado.'®
parte, por el desarrollo masivo de la vivienda social, por En los países capitalistas "subdesarrollados", la re
otra parte, y por la continuación del crecimiento del producción de la fuerza de trabajo presenta particula
sistema educativo y cultural,finalmente".'"Tomando la ridades que tienen que ver con la especificidad de la
forma de una expansión del salario tw/úw/o(es decir,de génesis y desarrollo del modo de producción capitalista
aquél que no se deriva directamente de un alquiler deter y del Estado en e§tas sociedades. Asi. podemos constatar
minado de fuerza de traba jo y que está constituido tanto que la socialización "doméstica" de esta reproducción
de prestaciones monetarias percibidas individualmente continúa jugando un papel muy importante." La socia
—seguridad social, pensiones y asignaciones, etc.— como lización estatal, por el contrario, es en general bastante
de bienes y servicios consumidos colectivamente por los débil; el salario indirecto, aunque ha conocido un cierto
trabajadores —educación,salud,equipamientos colecti progreso en la fase expansiva de la postguerra"(como
vos), esta ampliación de la socialización estatal de la veremos, la crisis actual ha modificado negativamente
reproducción de la fuerza de trabajo ha permitido una esta tendencia), no ha bastado para armonizar normas
•cierta adecuación de las normas de consumo a las normas de producción que incorporan ya algunos elementos del
de producción "fordisias", caracterizando asi una nueva "fordismo" con normas de consumo que continúan bas-
fase de la regulación económica de estas sociedades
("regulación monopoiista" correspondiente a un régi
men de acumulación intensiva con consumo de masas).'" iiismos que cancunvn a lo rcpruclucdóntlelsistema como un lodo, cuenta
tenido de!estado de las esiriieiuras económieas y hsformas sociales"
[op. di., pp. 9-1 1).
46.- Según CnpiuM. Cbiii brcctui(y en consceiivnela lu necc.^iilDtlUcuna 49.- Como veremos en seguida, ct sector "informal",constiluido de
suciali/uelón fiiera ticl mcroacln de lu reproducción de la fuerza de ucilvidudes de sübrcvivcnclu muy hcicix>g¿ncas(aunque imbricadas en
irubajo) se dcrívn de lu conirudicción inherente a la fonii.i mcrcaniil y dominadas por la esfera cnpitnlls(a). no puede experimentar un
del saiuriü. es decir del hecho de que: "en las relaciones de cambín,la verdadero desarrollo sino en condiciones sociales igualmente heiero-
lógica de la cxpiiiincum implica qncdo.s fnenra.s(de imbajo Individua gineas. liste no c.s el cuso de los pulses del "centro", en donde el
les)con el mismo valor de uso sean pagadas al mismo precio,indepcn- capitalismo ha podido reducirá! míiximo(sin desaparecerlascomplc-
Uieniemenie de las necesidades objetivas queeadii uno de sus poseedo liimcnte sin embargo)la.s relaciones sociales no-cupíialistus. La domi*
res puedan rcspeciivamciiie tener. Hl hecho de que cadu uno dcésios nación del modo de producción capitalisia.nl pasar por esta disolución
recibo un salario que. en prninedid, cubre las necesidades, comporiii lIc la.s reiucione.s sociales preexistentes, desembocó en la constitución
un distancia miento inevitable frente ii cadu irabaiuilnr singular. Mien de un ejército industrial de reserva actuando (aunque de menos en
tras que. para unos,el salario permite sobrada mente su reproducción, menos)cotno mecanismo regulador de los.s.iiaríos y.cürrelniivainente.
pura otros el mismo no corresponde a sus necesidades y la reproduc en la expansión del "modo estatal de mantenimiento"(Captan)de la
ción lleuden rculiwirse a una escala reducida lo que.a líitnlno. resulto reproducción de los trabajadores. Para una crílicu de las posiciones
un peligro para la cxplotaeii^n". d'.. on. 4-51. que asimilan el sector "informal" de los países "subdesnrrotiados" a
un ejército Industrial de reserva, véase Salamu y Mathías. op. cit., asi
47.. Thcrct. 0/1. di., p. 74.
como Ci. Miithiiis. Ui haimoiion ci sim.\-iicee!iippeniaii: seciciir informel
4».- f/. iil res|>ecto M. Kvsiiliiu<m ciaiw\ ilu nipiiulhntv. el Wfl/c'í'et/fiurv/r. en Critiques de ríconotniepolilique(nueva serie)
Calmtinn-LÍ-vy. Pnris. 1976 (hay imduuctón española en lid. Siglo No. 25. Maspero. fttris. i98.i,
XXI) y R Bclycr. ¡.a anc riciiicllf: im- mi\f aii poi/ii ai pasiiccilvc 5(1.- Cf. R. Boycr. »/'. di.
lihioni/ui'. en Critiques de réeomimie poliiigue(nueva serie) No. 7-8.
Mnspcro. PiiiK. 1979 Según Boycr. "la lógica propia del modo de 51.- ('/. MeiUiissotix./'p. <■».. asi como Ch. Messiiitu.R. Meuniercial.
pr.uUicción capitulisia (..) tiene por efecto derivar una codificación Copiiaiisme ei apartheid. Maspero. París. 1979.
panifttlar de las reluciones sociales mas funda mentales: orgiinirución
de lu relación sala riiil. natura le/u de la concurrencia y déla centraliza 52.- Para e! caso mexicano, el estudio de J.W. Wilkie sobre ct gasto
ción del tapiliii. mecanismos de reproducción del equivalente general, público permite una apreciación (aunque limitada) de esta tendencia.
mudo de iiniculacitín en la división intcnuicionul del trabajo (..) í i. i.ii Heeotuaon .Mexicana. Uasio h'cderai r Cambio Sociot. F.C.E..
(J, irériwnnií» luiio d lámiim tle rccM/nddi ta ainjiiiu iiiii itc los iiwc'ti- México. 1978.
46 ENSAYOS Estudios Políticos

tame restringidas(lo que en lenguaje ccpalino expresaría por éstas en el"centro"(y porto tanto a "viabitizar" una
el carácter "concentrador y excluyente" de los modelos división capitalista internacional del trabajo) y a asegu
de acumulación periférica). Por otra parte, al lado del rar la inserción subordinada de estas economías en la
sector capitalista llamado "formal" (pero en estrecha economía mundial. Esta tendencia dominante de la inter
relación con él) se-asiste a la constitución y desarrollo vención del Estado orienta la utilización del presupuesto
hipertrofiado de un sector "informal", monctarizado. público e impone límites al financiamientode una socia
que no puede ser asimilado sin más a la noción marxiana lización estatal de la reproducción de la fuerza de trabajo
clásica de un ejército industrial de reserva, pero cuya en la "periferia". El gasto público.destinado fundamen
importancia para la reproducción de la fuerza de trabajo talmente a financiar las intervenciones del Estado en el
y de) conjunto de relaciones sociales no puede subesti ciclo del capital, no comprenderá sino una baja partici
marse." pación relativa de los llamados gastos "sociales": el
En efecto, habíamos señalado que, a diferencia de 'Malario indirecto conocerá así una expansión sumamente
los paises del capitalismo "central", la penetración de limitada." El "Welfare-State" carecerá en consecuencia
las relaciones mercantiles y la dominación del modo de una base material lo suficicntemenie amplia y sólida
capitalista de producción en la "periferia" no comportan para poder realizarse.
necesariamente la disolución o la eliminación de las Esta contradicción entre el debilitamiento de la repro
relaciones y formas sociales preexistentes: éstas son más ducción "doméstica" de la fuerza de trabajo y los obstácu
bien sometidas a un proceso de desestructuración/adap los que la propia acumulación erige, en las condiciones
tación, operado en una dimensión temporal extremada del capitalismo "periférico", a una eventual socializa
mente breve,en función de las exigencias impuestas por ción estatal de esta reproducción, será resuelta en una
la valorización del capital, pero sin transmutarse por derla medida por la emergencia del sector "informal".
ello en relaciones mercantiies-capitalisias. Este resulta de la búsqueda de actividades de susbsistcn-
En estas condiciones, el sector "doméstico" y las cin susceptibles de traducirse en un ingreso monetario y
relaciones comunitarias (entre ellas, notablemente, la de permitir asi la reproducción de una parte de la fuerza
llamada "economía campesina") permanecen en pie, de trabajo, tomando como referencia el conjunto de la
aunque mutilados y agredidos por el mundo de la mercancía. familia obrera o semi-prolciaria; reproducción que no es
Los procesos de (semi)industrialización y de urbaniza asegurada en el solo contexto de las relaciones salariales
ción caótica y acelerada observables en algunos países establecidas en el sector "formal" ni a través de los
"periféricos" se acompañan de una incorporación masi gastos "sociales" del Estado."
va (modalidad extensiva de la acumulación)de fuerza de Siendo en su constitución muy heterogéneo y. en
trabajo a la explotación asalariada, y de la subordinación consecuencia, teniendo contornos bastante diílciics de
del resto de los sectores de la economía(particularmente definir, el sector "informal" expresa en el fondo
de la agricultura) a las exigencias del desarrollo indus mos originales de salarisación incompleta o de scmisalari-
trial." Pero, paralelamente,estos procesos desembocan zación, es decir modalidades particulares de extensión
en una débil progresión de los salarios provenientes del del salariado y de difusión de las relaciones mercantiles
sector "formal" y en mecanismos de pauperización que monetarias en el contexto del ".subde.sarrollo".'' Es por
debilitan la capacidad de las instituciones familiares y ello que se puede afirmar,de una manera aparentemente
comunitarias para concurrir a la reproducción de la paradójica y en contraste con el "centro",que "clcriri-
fuerza de trabajo. miento dci salariado, la penetración de relaciones incrcun-
Por otro lado, la especificidad de la penetración y
difusión de las relaciones capitalistas evocan, como lo
hemos visto, una intervención muy importante del Esta SS.- Lüs gastos "económicos" rcprcsenlun alrcdetlor del SO'/'i del
do en el desarrollo de las fuerzas productivas (creación presupuesto del Estado de México, mientras que los gastos "sociulcs"
(educación, salud pública, bienestar y seguridad social), que son un
de infraestructura material primero, y luego participa indicador dula cvuiucíóiidcl salaria indírcciú. no ulcun/iinmús que un
ción estatal directa en el sector industrial),encaminada a 20% en promedio de ese presupuesto(el resto son gastos "administrati
reducir la distancia existente frente al nivel alcanzado vos"). cr. Wilkic. op. di, y SPP. l/iforiiiadiín sobre (lasto Piihlko
(1969-1978/. En contraste, las economías capitalistas del "centro"
muestran una proporción de los gastos "sociales" sobre el total del
gasto público de alrededor de un SO'.Í o más(véase TItéíCi, op. cu.).
53.- Matliias deílnc al sector "informal"como aquél que"comprende Estas cifras han tendido desde luvgoen ambos casosa bajaren los años
ÍBS acilvidadcs semi-asalariadas o lemporarlas,tcalizadascn pequeños recientes de crisis.
empresas(menos de 5 empleados) no organizadas juridicamcnic, asi
como el trabajo autónomo que caracteriza el cotnercio y ios servicios Só.- Ello determina, según Sulamu y Mathias. una disiribucíóit de
de débil productividad". Urbanisaiion a sous-dévehppemcm, ap. cli., roles al interior de la familia: "las actividades en el seno del sector
p. 21. formal permitirían la reproducción de los costos Rjos de la reproduc
ción de la fuerza de trabajo (alojamiciiio, salud, etc.) y aquéllas en el
54." Cr.sobreesté punto M. Guiciman, Capitalismoy rtforma agraria seno del sector informal permitirían la cobertura de los costos vuriu-
ERA.México, 1974. así como el número 5 de Criticas de la bles (alimentación)". l.'Kiai ".umivvehppé". op. di. p. 66.
economía poJiiica (edición latinoamericana) dedicado a la cuestión
agraria (particularmente el trabajo de Mandcl y el dcF.Gómezjara). 57.- cr. ibidem. p. 64.
ENSAYOS Estudios Políticos 47

tiles, no resultan aquí de una disminución relativa del relativamente secundaría en lo referente a las condiciones
sector no-mercantil, ni de un desarrollo de la socializa de su producción y reproducción, reviste una importancia
ción estatal de una parte de la reproducción de la fuerza fundamental en las condiciones de su utilización. En otros
de trabajo,sino que vcsuhan de mecanismos de empobre- términos,la acumulación "periférica" del capital se aso
cimiemo"** que acompañan a la acumulación "periférica" cia a una intervención del Estado r/cm/va para asegurar,
del capital y que encuentran un principio(aunque insufi por medios"extra-económicos"(represivos y/o integra-
ciente)de solución en la constitución de!sector"informal".'* (ivos), la inscripción de los trabajadores en las relaciones
La reproducción de la fuerza de trabajo en la "peri mercantiles-capitalistas y para fijar las condiciones de su
feria" se caracteriza asi por el hecho de no estar sometida explotación.
de manera predominante a una socialización estatal, Vimos que. en estas economías, la difusión de las
sino que continúa dependiendo fundamentalmente de relaciones de cambio es incompleta y especifica. La
una socialización "domestica" que.aunque minada por "interiorización" de estas relaciones en los agentes socia
el mundo de la mercancía, ha encontrado al mismo les es, en consecuencia, parcial y defectuosa. El fetichis
tiempo asideros(ciertamente endebles y relativos)en la mo mercantil no permite sino en una escasa medida que
constitución del sector"informal". El sector"informal", las relaciones de explotación capitalistas aparezcan y se
verdadera c.xcrcscencia del capitalismo"subdesarrollado", realicen como relaciones de cambio de equivalentes. Por
aparece asi orgánicamente ligado a la forma que asume su endeblez,el fetichismo de la mercancia no es suscepti
la reproducción de las relaciones sociales capitalistas en ble de representar una base sólida y homogénea de
estas sociedades.*" legitimación del poder. A una interiorización parcial y
Esta especificidad de la reproducción social, particu defectuosa de las relaciones de cambio en los sujetos
larmente en lo concerniente al proceso de reproducción sociales corresponde entonces una interiorización frágil
de la fuerza de trabajo y a los parámetros determinantes y superficial de la democracia formal burguesa y de su
del destino del gasto público, marcan los límites estruc calidad de "ciudadanos" jurídicamente libres e iguales
turales del llamado "Estado del Bienestar". La existencia entre si.*' El Estada "periférico" capitalista deberá bus
de mecartismos alternativos de socialización extra-estatal car en su propio fondo cultural (en la tradición, la
de la reproducción de la fuerza de trabajo(socialización religión o el nacionalismo) los contenidos legitimantes
"doméstica"/sector "informal") y las exigencias que el necesarios a un mínimo consenso. Paralelamente, los
ciclo del capital impone a la utilización de los recursos procesos de acumulación en estas sociedades se acompa
públicos(creación de irtfraestructura, producción estatal ñan,como lo hemos hecho notar,de modalidades exten
de capital constante circulante),determinan una tenden sivas de explotación del trabajo (plusvalía absoluta)
cia general hacia un débil desarrollo del salario indirecto, asociadas a bajos niveles de remuneración salarial y a
la cual se ve más o menos acentuada en cada situación mecanismos de pauperización(no sólo relativa sino tam
histórica particular según la dinámica —de expansión o bién absoluta)que tienden a debilitar aún más el fetichis
de crisis— de la acumulación, el estado de la lucha de mo mercantil: el trabajo no aparece como pagado en su
clases y la correlación existente entre las fuerzas sociales. totalidad y la naturaleza explotadora del sistema se
Sin embargo.la gestión estatal de la fuerza de traba transparenta.
jo en las economías capitalistas "periféricas", aunque En estas condiciones, la inscripción de los trabajado
res en las relaciones capitalistas no puede realizarse a
partir de la sola "fuerza ciega"de las leyes del mercado,
58.- Ibiit. p. 66. a partir de la sola coerción económica." Esta inscripción
requiere, para consumarse, de una intervención "extra-
59.- Esta insuficiencia fe maninesu desde el momenioenqueesen lo»
palMs capitailsiaf "tulsdcsarrollados"donde encontramos los Indices económica" en permanencia del Estado. Esta loma la
más elevados de moriulídad por hambre o enfermedades, lo que está forma de un conjunto de medidas represivas c "integra-
en reine Í6n con liis precarias condiciones de re|Hoducci6n de los iraba- livas"(combinadas en cada caso en proporciones varia
ladores. f-.l sector "Informar", aunque permite reproducir una pane de la bles) encaminadas a la transformación reiterada de ios
fucrra de inibajo y. consecuentemente, reducir la necesidad de una vendedores potenciales de fuerza de trabajo en vendedo
socialización estatal de la misma, no elimina compleiamenic esta
necesidad. De hecho, la crisis actual ha venido a pUniear dramática res reales, asi como a asegurar la disciplina y la adapta
mente. con la compresión del salario directo e indirecto y con ta bilidad de éstos en Jos procesos de trabajo.
erosión de la economía campesina y del propio sector "informal",la
hipótesis de un eventual colapso en el proceso de producción y repro
ducción de la fuerza de trabajo, de continuarse con las tendencias
presentes y su rerorzamienio con los llamados "programas de ajuste" 61.- Cf. E. Mandd. Cbsses sociales el crise potingue.... op. cll.
negociados con el FMI.
62.- Efl las econotnias dd "«entro",esta inscripción de los trabajado
60.- Podríamos establecer un vinculo entre la consiiiución y expansión res en las rdaciones mercaniiics-capiialislas no puede tampoco efec
del sector "informal" y la política del Estado: el primero seria, si no tuarse a partir de la sola coerción económica:requiere igualmente de la
alentado, por lo menos lolerad» por éste último. Esta relación, sin intervención dd Estado.Pero esta situación, a diferencia de la "perife
embargo, no está exenta de contradicciones, como lo muestra por ria". no es permanente: se presenta sobre todo en periodos de crisis,
ejemplo la historia reciente de los movimientos de "marginados"en cuando el rfecto desfetichizador de la misma deja al descubierto (asi
Amárica Latina. sea momeniineamenie)la verdadera naturaleza de las relaciones sociales.
48 ENSAYOS Estudios Políticos

Se asiste entonces,en estas economías,a la utilización El Estado aparece asi como un elemento central,
en una escala ampliada de la violencia estatal para obli orgánicamente necesario a ia sumisión del trabajo al
gar a los productores a someterse a las exigencias de la capital. Lo mismo que en el "centro", pero por razones
valorización del capital y para quebrar su resistencia de diferentes," la organización de la relación salarial incor
clase. H1 uso de los aparatos represivos del Estado e pora modalidades "cuasi-politicas" de fijación del sala
incluso el apoyo oficial más o menos encubierto a la rio y del conjunto de las condiciones de trabajo. Pero
violencia ejercida por los propios capitalistas individua esta "politización" de las relaciones económicas, lejos
les se convierten en medios corrientes para asegurar(o de reflejar o ser una consecuencia del grado de madurez
intentar asegurar) las condiciones de explotación de la o descomposición alcanzado por el capitalismo,*^ es al
fuerza de trabajo.*' contrario un síntoma de su carácter tardío e íiiposiasiado
Ello no excluye sin embargo la operación de ciertos en las formaciones sociales "pcriférícas". En contraste
mecanismos de "bienestar social"(seguridad social,edu con los países "ccniralc.s". la instauración de mecanismos
cación, salud pública, etc.) y de normatividad jurídica intcgraiivos y de arbitraje por el Estado comporta una
(legislación del trabajo, arbitraje) que, a diferencia del utilización sustancial mente mayor de la violencia, legal
"centro", no obedecen a una tendencia hacia una socia o ilegal, o bien su procesamiento a través de matrices
lización estatal de la reproducción de los trabajadores o ideológicas ajenas a la lógica capitalista. Dichos meca
a la formación de una norma de consumo masivo, sino nismos resultan, por asi decirlo, más "salvajes", menos
más bien a la necesidad de conirarrcsiar, en el plano codificados, o con una codiricación distinta a la deriva
económico y político, la debilidad de los mecanismos da de las relaciones de cambio.**
iniegrativos de la esfera mcrcantil-capilalista.*' Estando Asi, esta gestión estatal de la fuerza de trabajo,
limitados estructuralmente en su desarrollo,estos meca especifica en cuanto a su papel (marginal)en los proce
nismos no alcanzan a menudo a cubrir sino una propor sos de reproducción de la misma,es igual mente específi
ción reducida de las clases trabajadoras, introduciendo ca en cuanto a su papel(ccniral)en los mecanismos de su
diferenciaciones en el seno de éstas que acentúan su explotación y sumisión al capital. La presencia de csio.s
fragmentación política e ideológica y. en consecuencia, últimos de elementos aparentemente idcntillcabics como
su dependencia frente al capital y al listado. parte de una "regulación monopolista"(notablemente
Esta tendencia se acompaña en algunos casos de la de modalidades "cuasi-politicas" de fijación de los sala
incorporación de sindicatos obreros y de organizaciones rios), obedece más bien a modalidades particulares de
de masas al aparato de Estado. Estos organismos de los penetración y difusión de las relaciones capitalistas (y.
trabajadores controlados por el Estado, aunque "en en estrecha relación, a modalidades particulares de lu
mínima medida siguen articulando intereses rcivindica- intervención cslaial), y no a una hipotética sucesión
dorcs de la clase trabajadora,... principalmente sirven de necesaria (que recuerda a Rostow)de fases de acumula
"sistema de alerta" que comunica síntomas de posibles ción-regulación por las cuales toda economía capitalista,
amenazas sociales al Estado, y como mecanismo integra- "central" o "periférica", debería pasar.
dor forzoso dotado muchas veces de considerables facul En este sentido, aceptando la leiminologia de los
tades represivas legales o de hecho".*' Ellos significan "rcgulacionísias", no se trata de una "regulación desfa
para el Estado el reforzamiento de su base social (a sada",** sino de "regulaciones" especificas(cuya defini
menudo endeble) y un elemento de gran valia en la ción ciertamente está por hacerse)que han desarrollado
fijación de las condiciones de explotación de la fuerza de mecanismos y formas que Ies son propias. Estos mecanis
trabajo en términos favorables al capital. mos,aunque superficialmente similares a los desarrolla
dos en las economías del "centro", no son sin embargo
asimilables a éstos: en cada caso responden a modos de
operación determinados (es decir, bajo condiciones his-
63.- t)n ejemplo de ello lo tenemos en el tipo de respuestas de los
gobiernos "peririricos" rrcniea los movimientos reívindicaiivos de los
trabajadores, sobre todo cuando éstos se realizan de manera indepen
diente y autónoma. En América Latina, la historia de las huelgas
obreras «s, entre otras, la historia de una serie defcroces represiones en 66.- Para un análisis sobre la "politización" Je las relaciones económi
donde los Estados transgreden su propia "legalidad". cas en el "centro", véase J. iíabcrmas. Raison et lésiiiimié. Payot.
París. 1978, asi como C. OlTc. 1.a aholición iMconirolilcl mercado y el
64.- Dicho ésto, no podría no obstante subesilmaise el papel jugado problema de lo Icgilimidail. en El Estado en el cupiialisnio contempo
por las luchas organizadas de los trabajadores en la consiitucldn de ráneo. Si^o XXI. México. 1977.
estos mecanismos "integraiivos". Desde este punto de vista, éstos 67.- Cf. ibíd.
pueden ser. en sus orígenes,"conquistas" de las masas "recuperadas"
posteriormente por el Estado y el capital. Es el caso, por ejemplo,del 68.- Véase al respecto O. lanni ei al. Populismo y conirmliccioiics de
conjunto de"medidas sociales" adoptadas por los repmenes populis fíase en Latinoamérica, ERA. México. 197.3.aa como,parad caso de
tas bajo la presión de las masas trabajadoras en el coniextode los aftos México, A. Anguiano. £7 Esiailo v lo polliica obrera del cardcnismo.
treinta y cuarenta. ERA. México. 1976.

65.- T. Eveis. El Estado en la periferia copiialisia.Eá. Siglo XXI, 69.- Como lo propone, por ejemplo, G. Hernández en su tesis de
México, 1979. p. 133. doctorado (Universidad dcPans. t. i982).
ENSAYOS Estudios Políticos 49

La crisis que —como d resto del mundocapitalista—


atraviesan actualmente las economías "periféricas" no
es entonces superable por una vía similar a la que toma
ron las economías de] "centro frente a la gran crisis de
los años treinta (ésto es, a través del impulso al salario
indirecto para armonizar normas de producción con
normas de consumo). Sus regímenes de acumulación y
sus regímenes políticos son específicos. Sus modos de
"regulación" también lo son. Dichas economías incor
poran, en el juego de sus contradicciones internas, las
contradicciones de las economías del "centro" dominan
te y las determinaciones de la actual crisis capitalista
mundial, pero expresan estascontradicciones de manera
origina] (el ejemplo más patético es el de la deuda), en
función de su propia configuración interna. Estas ccono-
mias no reproducen entonces las contradicciones que
caracterizaron la crisis de los años treinta en las econo
mías "centrales". La eventual salida de su crisis presente
no puede ser tanto la misma.
De hecho los problemas que las economías "perifé
ricas", particularmente las másindustrializadas,"cono
cen a nivel de sus costos de producción, a nivel de su
endeudamiento,vuelven más imperativas queenel pasa
do las políticas industriales de competitividad, en un
momento en el que el contexto internacional es menos
favorable. El aspecto costo parece entonces prevalecer y
loma más difícil ahora un desarrollo significativo de la
socialización estatal de la fuerza de trabajo, a menos,
desde luego, que tenga por origen contradicciones de carác
ter socio-político".^'
En estas condiciones, en donde la búsqueda de una
salida capitalista a la crisis pasa poruña agresión masiva
y creciente en contra del trabajo viviente, en donde el
Estado se encuentra sujeto(como una dimensión más de
la crisis) a una crisis de finanzas públicas cada vez más
agüda, la gestión estatal de la fuerza de trabajo en la
"periferia" no puede sino acentuar los rasgos que le han
sido característicos. Asi, la crisis refuerza y estrecha los
límites del "Estado del Bienestar"," rompiendo al mis
tóricas particulares)de la ley del valor y de la intervención mo tiempo, de manera implacable, las alusiones del
estatal. Desde este punto de vista, los mecanismos de rcformismo tercermundista.
"regulación" comunes a las distintas economfas "peri
féricas" formarían parte de lo que Evers denomina su
"cspccincidad histórica generalizable". y no del nivel
más abstracto de las leyes generales del capital.'®

70.- De acuerdo con este criterio, la teoría de la "regulación" se


siiuaria. según nosotros, en el nivel de la "especificidad hisiórica
generalizable" de las economías capitalistas del "centro",al menosen
lo que loca a la caracterización de (ases ik acumulación-refutación
que ella propone.En este sentido,diclia leorialqucesti lejos aún de ser
homogénea) perieneceria a un nivel intermedio situado entre el nivel
de las leyes abstractas del sistema(e)análisis del capitalismo en su
"media ideal" como lo realiza Marx) y el anilisb concreto de una
sociedad capitalista "dcsarrollada"enparticular.Tcr)dtia entonces un 71.- Salaina y Mathias. op. cii.. p.69. Subrayado por los autores.
estatuto similar al de una teoría del capitalismo "periférico". Para
una discusión metodológica al respecto,véase nuestra tesis dedoctora 72.- Véase CEPAL.La crísit económica iniertucioñalyheapactaaddi
do iL'iiiversidad de Amiens. 1983). reipuetlo de Amórica Eornw.julio de 1983.

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