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LA CONSOLIDACION

A. ¿QUÉ ES LA CONSOLIDACIÓN?

1. Hacer algo logre firmeza y solidez. Afianzar, fortalecer.


2. La consolidación es el cuidado y la atención que brindamos al nuevo creyente con
la finalidad de afianzar su carácter, de manera que su vida cumpla con el
propósito de Dios: dar frutos que permanezcan y hacerlo un discípulo.

B. PROCESO DE LA CONSOLIDACIÓN.

Antes de empezar con el primer paso de la consolidación hay que verificar la


entrega. Hechos 2:41-42. “Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”
1. Retener.
2. Conservar
3. Integrar.

C. PROPÓSITOS DEL PROCESO DE CONSOLIDACIÓN.

1. Retener cada persona que el Señor añade a nuestra iglesia.

2. Cuidar de cada nuevo convertido hasta que dé frutos permanentes en el


Señor. Esto implica:
a. Ayudar a los nuevos creyentes a enfrentar los problemas en forma
práctica. Santiago 1:5: “Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada”
b. Darles ejemplo para demostrarles la posibilidad del cambio. 2
Tesalonicenses 3:9: “…no porque no tuviésemos derecho, sino por
daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.”
c. Ayudarles a crecer espiritualmente. 1 Pedro 2:2-3: “desead, como niños
recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación”
d. Protegerles de la confusión que generan las religiones. Efesios 4:14:
“para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de
todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error”
e. Apoyarles a que Cristo se forme en ellos. Gálatas 4.19: “Hijitos míos, por
quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado
en vosotros”
f. Ejercer un continuo ministerio de consejería orientado a estimular el
desarrollo del carácter.

3. Reproducir el carácter de Cristo en el nuevo creyente. Efesios 4:17-18 y 20-


21: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los
otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el
entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia
que en ellos hay, por la dureza de su corazón… Mas vosotros no habéis
aprendido asía Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él
enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.”

4. Hacer de cada creyente un hacedor de discípulos. Mateo 28:19: “Por tanto,


id, y haced discípulos a todas las naciones”
D. EL CONSOLIDADOR (A)

Es un padre o madre espiritual con un corazón apasionado, fiel, prudente y dispuesto


a servir, cuidar y formar a los nuevos creyentes hasta que estos lleguen a ser líderes
capaces de reproducirse en otros.

E. PREPARACIÓN DEL CONSOLIDAR PARA EJERCER LA CONSOLIDACIÓN.

La preparación del consolidador es la clave del éxito en ese proceso:

1. Vida en santidad.

Cualquier persona que desea ser usado por Dios en la Consolidación, debe vivir en
santidad. Debemos tener autoridad para consolidar, pero si hay pecados ocultos
no podremos ser eficaces en la consolidación. Recordemos que es una guerra
entre la luz y las tinieblas, y que nosotros estamos arrebatando almas de las
puertas del infierno y llevándolas al Reino de la luz, y para esto, hace falta
autoridad espiritual que solamente la tienen las personas que viven en santidad.

2. Amor por la gente.

El amor por la gente fue la clave del éxito de Jesús. Él vio a la gente
desamparada, sin afecto, sin contención. Hoy en día, en este sistema
individualista, las personas necesitan ser escuchadas y contenidas en un ambiente
de amor. Si no usamos amor para consolidar no haremos un trabajo eficaz, y no
estaremos afectando a la gente con el espíritu correcto. Por eso debemos pedirle
a Dios que nos ayude a desarrollar el amor hacia todas las personas.

3. Conocimiento de la Palabra.

Un consolidador debe tener conocimiento de la Palabra de Dios. En ella está la


fuente de toda sabiduría y crecimiento espiritual. Debemos leerla, escudriñarla y
meditarla; así hablaremos con mayor seguridad, dando el consejo de Dios, y no el
nuestro. Si conocemos la Palabra, el Espíritu Santo nos recordará los pasajes
adecuados en los momentos que lo necesitemos.

4. Entusiasmo.

Todas las cosas que hacemos la debemos realizar como para el Señor. En la
consolidación debemos usar el entusiasmo, sabiendo que le estamos ayudando a
Dios a rescatar las almas. Lo debemos hacer con pasión y empeño. Los gestos y
ademanes demuestran si hay o no un interés genuino por las personas.
5. Oración.

Si en algo debemos ser especialistas es en la oración. Debemos tener disciplina de


acudir a Dios en oración todos los días de nuestra vida. Debemos hacer oraciones
intercesoras por las personas que no se han entregado al Señor, aun cuando no
sepamos quienes son, ni los conozcamos directamente por nombre. Aprenderemos
a sentir dolor por las personas que no tienen a Jesús en su corazón.

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