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MAYA

Ubicación

Los pueblos mayas surgieron en el continente mesoamericano, considerado una de las seis cunas
de la humanidad, y llegaron a expandirse a lo largo de un territorio que abarca, hoy en día, el sureste
de México y el norte de Centroamérica: la totalidad de la península de Yucatán, la totalidad de
Guatemala y Belice, así como el occidente de Honduras y El Salvador.

Historia

La historia de la civilización maya es extensa: casi 3500 años de duración. Por ello se la suele dividir
en tres grandes períodos:

Preclásico. El que va de 2000 a.C. a 250 d. C., durante el cual se dan los primeros vestigios del pueblo
maya y los asentamientos lentamente se convierten en las primeras grandes ciudades de la región.
En el último lapso de este período (el llamado Preclásico tardío) se produjo el primer florecimiento
cultural de los mayas y, hacia el siglo I d. C., su primer colapso. Muchas ciudades fueron
abandonadas por causas que se desconocen.

Clásico. El que va de 250 a 900 d. C., en el cual ocurre un renacimiento de la cultura maya
equiparable sólo al vivido en Europa luego de la Edad Media o, en todo caso, a la Grecia de la
antigüedad clásica. Durante este período se producen grandes y sangrientas guerras, que
eventualmente condujeron a un nuevo colapso político y abandono de ciudades, en favor de las
regiones del Norte.

Posclásico. El que va de 950 a 1539 d. C., más o menos, durante el cual perduraron vestigios de la
cultura maya en ciudades ubicadas en territorios elevados, cuya organización en diversos estados
mayas obedeció a un consejo de reyes y reinos cuyas pugnas internas los dejó debilitados para la
llegada de los colonos españoles.

Contacto y conquista

Así como tantos otros pueblos originarios americanos, los mayas recibieron a los ejércitos
conquistadores españoles con las armas en mano. Sin embargo, las rencillas entre los diversos reinos
mayas fueron hábilmente aprovechadas por los ejércitos conquistadores, que formaban y rompían
alianzas a su conveniencia y en 1697 cayó la última de las ciudades mayas independientes, Nojpetén
del reino Itzá, a manos de Martín de Urzúa.

Organización política

Los mayas, a diferencia de los aztecas o los incas, no formaron un sistema político central, de un
único estado o reino. En vez de eso, se manejaban entre la convivencia de estados y cacicazgos
diversos, que eventualmente lograban un dominio regional temporario.
Todos, no obstante, consistían en variantes de una monarquía teocrática, cuyo rey era impuesto por
voluntad divina a partir de una élite política, por lo que las intrigas y alianzas entre las diversas castas
eran frecuentes y destructivas.

Organización social

Inicialmente, la sociedad maya se dividía entre la élite dominante y la masa de los plebeyos, un
orden que se sostenía en base a la fuerza militar y la tradición religiosa.

Sin embargo, el crecimiento sostenido de los estados mayas permitió el surgimiento de clases
económicas y políticas más complejas, que distinguió a sacerdotes de bajo rango, soldados,
artesanos y funcionarios del resto del campesinado y la servidumbre, o los esclavos.

Guerra

Los mayas fueron asiduos guerreros y presenciaron numerosos conflictos político-militares a lo largo
de su historia. Los reinos mayas competían entre sí por predominancia y la cultura bélica era central
en su concepción del mundo: la humillación o sacrificio de los guerreros vencidos, así como la
recompensa de los grandes luchadores con partes del cuerpo de los caídos eran prácticas comunes.

Sus armas predilectas fueron las cerbatanas, espadas de obsidiana y sobre todo el atlatl, una suerte
de lanzas largas, aunque en el período posclásico se impuso el arco y la flecha, empleados
comúnmente para la cacería.

Arquitectura

Las ciudades mayas variaban considerablemente en su arquitectura, si bien poseían características


semejantes. Cada estilo dependía de los materiales disponibles, la topografía específica y las
preferencias de la élite, cuyos edificios eran siempre los más duraderos.

Los templos ocupaban un lugar preferencial en la urbe maya, así como los palacios para los
gobernantes. Las casas de la plebe se hacían con materiales más blandos y por eso no perduraron,
por lo que ignoramos mucho respecto a las clases populares de los maya.

Escritura

Los mayas lograron el sistema de escritura más avanzado de toda la América precolombina, cuyos
inicios se estiman entre los siglos I y II d. C. en la costa de la actual Guatemala. Su sistema es muy
semejante a la escritura ístmica (logogramas) también mesoamericana, por lo que se sospecha que
surgieran en paralelo. Los mayas lo usaban para escribir en vasijas, murales y estelas.

Matemáticas

Los mayas crearon un sistema numérico con base en el 20, que consistía en rayas y puntos para
representar las cifras, con la absoluta innovación de que añadieron un signo para representar el
cero. Esto a menudo se considera un aporte maya a la humanidad, si bien pudo haber sido
antecedido por el sistema de los babilónicos.

Lengua

El idioma hablado por los mayas era diverso, es decir, no era uno solo. El protomaya ancestral habría
derivado en un conjunto de lenguas mayas, que obedecían a los distintos reinos que las hablaban:
la lengua huastecana, la quicheana, la mameana, etc. Sin embargo, la mayoría de los textos mayas
del period clásico encontrados están en choltí clásico.

AZTECA

1. Nombre

El término “azteca” es de uso muy posterior al fin de la civilización mexica, que jamás se llamó a sí
misma de dicha manera. Éste proviene del nombre mítico de procedencia de los pioneros
chichimecas que se asentaron en la región, de los cuales los mexicas provenían. Dicho lugar se
llamaba Aztlán y está contemplado en los restos de su tradición como una isla originaria.

2. Orígenes

La propia tradición mexica acusaba su origen como el resultado de una gran migración hacia el
altiplano mesoamericano, en busca del lugar designado para establecerse. Éste, de acuerdo a los
relatos aztecas, se ubicó en un islote del lago de Texcoco en el que había restos de antiguos
pobladores y asentamientos, y en donde presenciaron la señal otorgada por sus dioses: un águila
devorando a una serpiente sobre un nopal (símbolo que está en la bandera actual mexicana). Allí
los mexicas fundaron México-Tenochtitlán en 1325.

3. Ubicación geográfica

La extensión del territorio dominado por los aztecas corresponde hoy día a la mayor parte del centro
y sur de México, sobre todo en el correspondiente a la Cuenca de México, ubicada en el Altiplano
Central cuyo clima, para la época, era templado y húmedo a pesar de estar ubicado en el trópico.

4. Organización política

Inicialmente, la ciudad de Tenochtitlán se organizaba en torno a su altar, dado que la azteca era
una sociedad profundamente religiosa. De hecho, la ciudad era regentada por su tlatoani, es decir,
su orador, máxima autoridad en los asuntos citadinos.

En el posterior Imperio azteca, llamado por sus súbditos la Triple alianza, supuso la unión política
de las ciudades mexicas de Texcoco, Tlacopán y Tenochtitlán, cuyos tlatoani gobernaban juntos. Eso
hasta que la creciente influencia de la última ciudad ocasionó que el regidor de ésta fuese
considerado huëy tlahtoani o gran orador, cargo que los invasores europeos bautizarían en sus
crónicas como “emperador mexica”, ya que era básicamente un monarca (huëy tlatoque, “gran
jefe”) elegido por un concejo nobiliario.
5. Organización social

La sociedad mexica se componía de castas, encabezadas por una nobleza militar, dirigente de la
clase guerrera sumamente activa. Luego estaban los sacerdotes y encargados del culto, y luego
los plebeyos (macehualtin), encargados de las labores agrícolas y de ingeniería.

6. Educación

Los aztecas tenían un sistema educativo basado en dos etapas:

 Una primera de tipo obligatorio, en mano de los padres hasta los catorce años de edad,
supervisada por las autoridades del calpulli. En esta etapa se aprendían
los huëhuetlátolli (“dichos de los ancianos”) en los cuales se representaba el ideario azteca.

 Luego había dos modos formales de escuela: telpochcalli, para el aprendizaje de asuntos
prácticos y militares; y calmecác, para el estudio de la escritura, la astronomía, la teología y
el liderazgo.

7. Los calpulli

Los mexicas llamaban calpulli (“casa grande”) a una unidad social compleja, común a las diversas
comunidades nahuas conocidas, y que consistía en varios linajes emparentados por un antepasado
común de origen más o menos divino, y cuyos integrantes podían compartir cierto tipo de actividad
económica, sobre todo cuando se organizaban varios calpulli en barrios enteros.

8. Religión

Los aztecas tenían una religiosidad sincrética, que unificaba diversas creencias mesoamericanas
originarias, muy vinculada a la lluvia y a la agricultura. Algunos de sus dioses, de hecho, eran muy
anteriores a su propia existencia, como la serpiente emplumada Quetzalcóatl, del cual existían
diversas interpretaciones mitológicas.

La religión azteca, fundamentalmente guerrera, exigía sacrificios humanos para satisfacer la


voluntad divina, que llevaban a cabo con prisioneros de guerra y esclavos capturados de las
poblaciones vecinas. Estos sacrificios se llevaban a cabo en los templos y jugaron un rol importante
en la justificación de la conquista ante los ojos europeos, que vieron en semejantes prácticas la
confirmación de la inhumanidad o influencia satánica de los aborígenes.

9. Astronomía

Los mexicas prestaban especial atención al Sol, la Luna y a Venus, los cuales jugaban un rol
importante en su mitología. Sin embargo, ya distinguían y reconocían diversas constelaciones,
entre ellas las pléyades y la osa mayor, en las cuales se basaban muchos de sus ciclos temporales.
Para los aztecas los astros se dividían en dos grupos opuestos: Centzon Mimixcoa(“cuatrocientas
serpientes de nubes”) al Norte; y Centzon Huitznáhuac (“cuatrocientos meridionales”) al Sur.

10. Lengua
La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, hoy en día la lengua originaria con más presencia en
las comunidades indígenas mexicanas. Se estima que este idioma surgiera alrededor del siglo V,
fruto de protolenguas anteriores.

INCA

1. Ubicación geográfica

Los quechuas se ubicaron en la cordillera andina suramericana y extendieron su área de influencia


hasta el mar, ocupando una franja larga del continente en el territorio de los actuales Ecuador, Perú,
Bolivia, Chile y parte de Argentina.

En su momento de apogeo, el Imperio incaico había anexado poblaciones vecinas y


administraba casi un tercio de la extensión del continente. La gran capital del Imperio era la ciudad
de Cuzco, actual Perú.

2. Lengua

Los incas hablaban la lengua quechua clásica, adoptada como lengua oficial del Imperio a pesar de
que convivía con los idiomas aymara, mochica y puquina. Los primeros documentos escritos en
quechua provienen de los cronistas y misioneros europeos, quienes realizaron adaptaciones
fonéticas propias del alfabeto español. Los incas no conocieron la escritura alfabética, así que no
hay cómo representar hoy en día los sonidos originales de la lengua incaica.

3. Organización política

Los incas mostraron una de las organizaciones políticas más avanzadas de la América precolombina,
a través de una monarquía teocrática y absolutista, que se denominó a sí misma
como Tahuantinsuyo, es decir, los cuatro “suyos” o regiones, coincidentes con los puntos cardinales.

El gobernante de este Imperio era el Sapa Inca, quien administraba justicia durante todo el día en
la sede de su palacio, y era trasladado en hombros de sus súbditos a lo largo de las diversas
comunidades para atender las posibles disputas.

Le seguían en jerarquía un Auqui o príncipe heredero; un Tahuantinsuyo Camachic o concejo


imperial integrado por apus o funcionarios de cada uno de los cuatro “suyos”; los Tucuirícuc (“el que
todo lo ve”), especie de gobernadores o representantes imperiales; y finalmente el curaca o jefe de
la comunidad.

4. Sistema de transporte

Los incas fueron grandes constructores de caminos, uno de los cuales es el Qhapaq Ñam o Camino
Real, de 5.200 km de longitud. Era el eje central de una red de caminos e infraestructuras de
alrededor de 20.000 km de superficie, que recorría el imperio superando los posibles obstáculos
presentes y que confluían todos en la sede Imperial de Cuzco.

5. Los chasquis
La cultura incaica implementó un sistema de correo y mensajería imperial sumamente veloz, que
residía en chasquis o mensajeros corredores apostados en los distintos caminos, y que se pasaban
entre sí mensajes o paquetes entre puestos ubicados a 1.5 km de distancia el uno del otro. Los
relatos cuentan que a través de este sistema el monarca podía comer pescado fresco en lo alto de
su montaña cuando así lo dispusiera.

6. Organización militar

Al habitar un estado expansionista, la cultura incaica poseía un ejército fuerte y diestro, que contaba
con soldados profesionales así como reclutas puntuales para cada campaña.

Poseían grandes fortalezas para la defensa de su territorio y un sistema de reclutamiento constante


entre los distintos suyos que mantenía al ejército robusto. Eran particularmente hábiles en el
combate cuerpo a cuerpo y confiaban en la superioridad numérica para la victoria militar.

7. Organización social

La sociedad incaica se organizaba según dos clases sociales: la nobleza y la plebe, pero cada una
contenía a su vez diversos estratos:

 Nobleza. Consistía en la corte imperial, compuesta por el Inca o regente y la Coya o


emperatriz. Los asistía una aristocracia de sangre (descendientes de nobles) o de mérito
(veteranos de guerra).

 Plebe. Consistía de tres niveles:

o Hatunrunas. La masa del pueblo campesino, también mano de obra de las grandes
construcciones del imperio.

o Mitimaes o Mitimaqkunas. Pobladores que habiendo asimilado la cultura quechua


y demostrado fidelidad al Inca, eran enviados a regiones del imperio para servir de
colonos.

o Criados o siervos. Al servicio de los grandes señores.

8. Economía

La economía incaica se sostenía en base a una agricultura robusta, dedicada a la manutención del
pueblo y también a las ofrendas a los dioses, así como una ganadería en base a camélidos (llamas,
vicuñas, alpacas) y a la crianza del cuy.

La pesca también era una fuente importante de bienes, ya sea en el mar abierto o en los lagos (como
el Titicaca en Bolivia), así como el comercio con otras civilizaciones o tribus vecinas.

9. Cultura

Los incas fueron prolíficos edificadores, por lo que dejaron un legado arquitectónico, escultórico,
cerámico y pictórico importante, a pesar de que mucho fue abandonado o derruido durante la
conquista española.
Sus enormes templos de mampostería dedicados al Sol y a sus numerosas deidades, sus sistemas
de riego y de sembrado, así como la complejidad de su diseño urbano, evidencian una cultura con
un elevado nivel de planificación y capacidad técnica, que conoció la metalurgia, la cerámica, la
textilería y la orfebrería.

10. Literatura

Existió una literatura incaica, consistente en coplas de amor populares (harawi) o himnos de
alegría (haylli), así como una literatura épica, didáctica y dramática que contenía los valores
imperiales y las leyendas mitológicas, transmitida mediante métodos nemotécnicos de quipus o
cordones anudados.

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