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Abstract
The clinical psychologist is a sanitary professional implied in interventions associated
to attention deficit hyperactivity disorder (ADHD). He has capacity for the diagnosis, eva-
luation and treatment of ADHD. His work in the public sanitary environment is related with
Primary Care physicians. The clinical psychologist is located in multi-professional equip-
ment of mental health, in cooperation with social, sanitarian and educational services.
His role is to cooperate in the integral and integrated treatment of ADHD.
In his relation with Primary Care Paediatrics, can achieve the following roles: internal
consult, full evaluation of ADHD, psychopathological differential diagnose of ADHD, spe-
cialized therapies, treatment of comorbid psychopathology and cases with lack of thera-
peutic answer.
Key words: Paediatrics, Clinical psychologist, Primary Care physicians, Attention deficit
hyperactivity disorder.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
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evitablemente por los objetivos que se se citan las terapias conductuales como
pretendan conseguir. Si se pretende úni- potencialmente útiles en la intervención
camente hacer el diagnóstico del tras- sobre el TDAH y su comorbilidad, enu-
torno, lo procedente será utilizar los cri- merando y explicando un conjunto de
terios diagnósticos que se establecen en técnicas adscritas a dicha corriente tera-
el DSM-IV. Si la meta que hay que con- péutica. Esta descripción tiene utilidad,
seguir es determinar, con la mayor pero debe integrarse en íntima relación
exactitud posible, las deficiencias fun- con la implementación previa de un
cionales que experimenta un niño hipe- análisis funcional de la conducta. La
ractivo con el fin de planificar el progra- evaluación conductual se dirige a con-
ma de intervención más adecuado, el ductas problema “concretas” y tiene
proceso de evaluación será complejo como uno de sus objetivos identificar
ante la diversidad de factores que hay variables antecedentes (internas/exter-
que valorar y la pluralidad de fuentes a nas o ambientales) y consecuentes (in-
las que será preciso consultar. El análisis ternas/externas) de dicha conducta,
deberá ser multidisciplinar incluyendo considerándola como interacción entre
evaluación pediátrica, psicológica, psi- las dimensiones orgánicas (condiciones
copedagógica, neurológica y/o psiquiá- biológicas, habilidades y competencias,
trica en función de las necesidades de- perfil intelectual…) y las respuestas mo-
tectadas. toras (lo que el sujeto hace), fisiológicas
La mayoría de las guías clínicas médi- (actividad del sistema nervioso) y/o
cas recomienda incluir en la evaluación cognitivas (pensamientos, sentimientos,
del TDAH una historia médica completa atribuciones…). Evaluación y trata-
y un examen físico que descarte proble- miento, según este modelo, son dos in-
mática orgánica en el origen de los sín- tervenciones inseparables y dialéctica-
tomas, estudio de la clínica del trastorno mente relacionadas. Se trata de realizar
acompañado de la utilización de cues- una evaluación precisa (funcional) de
tionarios breves, valorar la comorbili- las dimensiones afectadas que permita
dad/diagnóstico diferencial y considerar desarrollar estrategias de intervención a
las circunstancias ambientales académi- través de objetivos específicos (acadé-
cas, sociales y escolares9,10. micos, conductuales/emocionales, so-
El PsC puede compartir dicha evalua- ciales, familiares y de seguridad). En de-
ción y colaborar en ella. Con frecuencia finitiva, si aplicamos técnicas conduc-
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tuales parece razonable realizar primero dos en casos de TDAH: test de em-
una evaluación conductual. parejamiento de figuras familia-
El PsC puede evaluar mediante el res/MFFT-20 (estilo cognitivo refle-
análisis funcional de la conducta y pue- xivo-impulsivo); test de figuras
de completar una entrevista clínica que enmascaradas/CEFT (estilo cogniti-
permita analizar la comorbilidad acom- vo dependiente-independiente de
pañándose de instrumentos diagnósti- campo) y test de STROOP (estilo
cos específicos de salud mental y reali- cognitivo flexible o rígido)12.
zar diagnósticos diferenciales con el ni- - Pruebas de atención sostenida/se-
ño sano, trastornos del estado de ánimo lectiva: test de atención sosteni-
o ansiedad, episodios maníacos, trastor- da/CSAT13, Conners’ continuous
nos de conducta, síndrome de Guilles performance test14, escala Magalla-
Tourette o trastornos de aprendizaje. nes de atención visual/EMAV15, test
Razonablemente esa entrevista incluirá de caras16, CEFT12.
evaluación de la dinámica familiar, so- - Pruebas para valorar TDAH y co-
cial y escolar. Estamos ante un campo morbilidad, como el child symptom
de interconsulta o potencial derivación inventory (CSI)7. La prueba sigue
desde pediatría a salud mental. criterios DSM-IV para psicopatolo-
Desde la perspectiva de la evaluación gía infantil y juvenil y necesita ex-
tradicional, el PsC tiene formación sobre ploración clínica complementaria
instrumentos que permiten una valora- para el diagnóstico clínico.
ción más completa de los casos de - Pruebas para exploración neuropsi-
TDAH, como pudieran ser los siguien- cológica y/o test de dificultades de
tes: aprendizaje. Cuando se considere su
- Escala de inteligencia de Wechsler necesidad por sospecha de altera-
para niños (WISC-R, WISC-III o ción neurológica o déficit de apren-
WISC-IV). Permite la evaluación del dizaje.
perfil intelectual, con especial aten- Siendo cierto que el diagnóstico de
ción al factor de independencia a la TDAH es clínico, estos instrumentos son
distracción y velocidad de procesa- útiles en su evaluación y permiten co-
miento, en casos de TDAH11. nocer dimensiones esenciales en la ex-
- Pruebas destinadas a medir estilos ploración del caso e intervención tera-
cognitivos frecuentemente afecta- péutica.
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brayar que esta información es muy re- ducta. Estos procedimientos pueden
levante para comprender el problema y agruparse en programas de economía
a quien lo padece, evitar las consecuen- de fichas o contrato de contingencias.
cias multidimensionales de esta com-
prensión, disminuir el sentimiento de Estos procedimientos han sido descri-
culpa y responsabilizar a la familia en la tos en el capítulo de tratamientos no
intervención terapéutica, favoreciendo farmacológicos. Sólo deseamos dejar
la adherencia al tratamiento. constancia de que su aplicación requie-
re la previa implementación de un aná-
2. Terapia de conducta lisis funcional de la conducta individua-
La terapia conductual, área en la que lizado y el conocimiento de los princi-
el PsC suele ser un especialista, ha sido pios del condicionamiento operante. A
referenciada en el capítulo de trata- modo de ejemplo, las rabietas de un ni-
mientos no farmacológicos. Esta moda- ño con TDAH deberían haber sido ana-
lidad terapéutica eficaz en el TDAH9,21,22 lizadas funcionalmente para comprobar
es especialmente relevante con sus tras- que es posible que sean mantenidas por
tornos comórbidos (trastorno de con- un refuerzo contingente en forma de
ducta, ansiedad, depresión o del apren- atención, para a continuación poder es-
dizaje). Las técnicas de modificación de tablecer un programa de extinción de la
conducta intentan manipular las contin- conducta mediante la retirada del re-
gencias ambientales y/o optimizar los fuerzo. A su vez, la familia debería co-
procedimientos de disciplina en la fami- nocer que en las primeras fases de apli-
lia y en la escuela. Es posible delimitar cación de la intervención es posible que
grandes bloques de intervenciones: la conducta en forma de rabietas se in-
Técnicas operantes dirigidas a incre- cremente para ir decreciendo gradual-
mentar la aparición de conductas dese- mente y que alternativamente debería-
ables (refuerzo social y/o material, mol- mos establecer el refuerzo de una con-
deamiento, modelado…); técnicas ope- ducta incompatible con las rabietas,
rantes de extinción que pretenden como pudiera ser pedir las cosas que se
eliminar o reducir los comportamientos desean de una forma correcta. A su vez,
negativos (castigo, la extinción, el coste esta conducta incompatible debería se
de respuesta, aislamiento…) y técnicas reforzada con un programa de refuerzo
operantes de mantenimiento de la con- continuo inicialmente (material y so-
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cer; también lo es que los niños con tuaciones complejas (aceptar críticas y
TDAH no nacen con el conocimiento de negativas, responder a bromas, pedir
las habilidades de relación social y sue- disculpas) y de resolución de problemas.
len experimentar dificultades en esta Este tipo de intervenciones suele reali-
área. El objetivo del entrenamiento en zarse dentro de un paquete de técnicas
habilidades sociales consiste en incre- que incluyen otros procedimientos aso-
mentar el reconocimiento de las con- ciados, destinados al desarrollo de requi-
ductas sociales adecuadas e inadecua- sitos previos a la interacción social (auto-
das y dotarles de las habilidades sufi- control, resistencia a la frustración…).
cientes para ejecutarlas correctamente.
Este entrenamiento se suele llevar a ca- Conclusión
bo en cuatro pasos: Los conocimientos actualmente dispo-
1. El profesional describe oralmente nibles indican que el tratamiento del
cómo realizar correctamente una habili- TDAH es multidimensional, multiprofe-
dad. sional, multisituacional e individualiza-
2. Demostración modelada de la ha- do. Se incluyen intervenciones en el
bilidad social. margen individual (psicofarmacológicas,
3. Ensayo verbal y/o conductual, y conductuales, cognitivas, psicopedagó-
práctica de los pasos en secuencia de gicas…), familiar (psicoeducativas,
una determinada habilidad. entrenamiento de padres, control am-
4. Retroalimentación o información al biental, terapia familiar…) y escolar (psi-
niño de los pasos que realizó bien y qué coeducativas, entrenamiento a profeso-
conducta necesita mejorarse. res, control ambiental, programas
Se entrenarían las habilidades sociales conductuales/cognitivos, psicopedagó-
más deficitarias en situaciones diversas, gicas….); coordinado la intervención
abordando no sólo el “qué hacer” y entre sistemas y profesionales. El des-
“cómo hacerlo”, sino también el “cuán- arrollo de los procedimientos terapéuti-
do” y el “dónde”. Se suelen incluir habi- cos tiene sentido tras una completa eva-
lidades de conversación (saludar, escu- luación, ajustándose a las necesidades
char, interrumpir correctamente…), ha- de cada niño y apoyándose en una ac-
bilidades de amistad (hacer amigos, tuación integrada entre los profesionales
decir gracias, unirse a un grupo, ofrecer sanitarios, educativos y sociales que se-
ayuda…), habilidades para afrontar si- an pertinentes.
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