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Desde tiempos remotos las carnes han formado parte de la dieta del hombre.
Los humanos se convirtieron en cazador activo hace unos 100.000 años,
reflejado en las pinturas rupestres. La carne se convirtió en una parte
predecible de la dieta humana hace unos 9.000 años, cuando los antiguos
pobladores de Oriente Próximo consiguieron domesticar una serie de
animales salvajes. Primero perros, después cabras y ovejas, más adelante
cerdos, vacas y caballos. La evidencia de la domesticación del ganado vacuno
data de entre 8.000 y 7.000 años atrás, en el suroeste de Asia.
En el mundo una variedad muy grande de mamíferos, aves e incluso reptiles
se consumen como carne. Sin embargo, el vacuno, cerdo y ovino, y en menor
cuantía el equino y caprino tienen importancia en la producción de
carne. Mientras que las aves más importantes son el pollo, pavo, pato y
ganso.
Por carne se entiende el tejido esquelético o músculo de ganado vacuno,
porcino, bovino, aviar y de otras especies. Incluye también las vísceras de
estos animales que se dividen en blancas (tuétano, criadillas y sesos) y rojas
(corazón, hígado, lengua, riñones, etcétera) de sabor más intenso y fibras más
cortas que el músculo esquelético... La importancia de la carne estriba en que
tiene una gran riqueza nutritiva, ya que sus proteínas son de alto valor
biológico porque contienen todos los aminoácidos esenciales para el humano.
La carne también es fuente de energía por la grasa que contiene, además es
necesaria para ciertos procesos biológicos, sin embargo, es uno de los
alimentos más perecederos por su alto contenido de agua, composición y pH,
lo que favorece el crecimiento de todo tipo de microorganismos, por lo que
puede ser un foco de infección si no se toman las medidas adecuadas para
su manejo, distribución y conservación. En general a las carnes de aves y
pescados se les considera carnes blancas, mientras que la del ganado de 4
patas se le considera carne roja. Esta diferencia se debe al contenido de
mioglobina en el músculo sin embargo, esta diferencia no marca distinción en
las propiedades nutricionales de las carnes, de hecho la grasa de pollo es
incluso más saturada que la de las carnes rojas, así que no hay razones reales
para pensar que es mejor consumir una u otra carne, en cuanto a la calidad
de las proteínas de uno y otro tipo, aunque mucho se habla de que las carnes
blancas son más saludables que las rojas.
1. Composición química de diferentes carnes (100 gramos)
2. Composición general de la carne (100 gramos)
COMPOSICION QUIMICA DE LA CARNE
El ruido es un agente físico que altera con las ondas a la carne modificando
su estructura.
Agentes químicos
Los agentes químicos contaminantes están constituidos por materia inerte
orgánica o inorgánica, natural o sintética, que alteran o modifican la calidad
de la carne, esta modificación química puede llegar a afectar a los
consumidores. Algunos de los agentes contaminantes químicos son: gases
tóxicos, metales pesados, halógenos, ácidos orgánicos e inorgánicos,
compuestos muy alcalinos, insecticidas, cianuros que producen alteraciones
por causas químicas. Las grasas de los alimentos se oxidan dando sabor y
olor característico al alimento, aun cuando se encuentran en baja proporción.
Agentes biológicas
Los agentes biológicos están constituidos por un conjunto de
microorganismos tales como: virus, bacterias, parásitos y hongos con los que
se puede descomponer la carne, son de diversos orígenes y al entrar en
contacto con el organismo pueden desencadenar enfermedades
infectocontagiosas, reacciones alérgicas o también intoxicaciones.
Por otro lado, los productos cárnicos como Las cecinas o embutidos son
aquellos derivados procesados y/o preparados total o parcialmente con carne,
vísceras, grasa, despojos (huesos, tendones y sangre) y otros subproductos
de animales así como ingredientes de origen vegetal, condimentos, especias
y aditivos.
La composición nutricional de los embutidos depende de los ingredientes que
contengan, y es tan variada como formas de elaboración, marcas, y empresas
que los fabrican.
El embutido tiene bastante mala fama nutricionalmente hablando, y es cierto
que la gran mayoría de los mismos es muy rica en grasa animal, kilocalorías
y sodio, pero hay algunas excepciones que comentaremos más adelante.
Cuanto más puro sea un embutido de carne, mayor proporción de esta tendrá,
y menor de grasa añadida. Por ejemplo, el chorizo, el salchichón, la longaniza,
el fuet y la sobrasada llevan añadida a la carne de cerdo y vacuno, fragmentos
de tocino; por este motivo, su contenido calórico se multiplica.
Las salchichas frescas sufren un daño similar al que sufre la carne fresca, a
pesar de que la sal y las especias puedan inhibir ciertos microorganismos,
debido a que poseen una población microbiana relativamente grande
(procedente en gran parte de los recortes de carne de cerdo utilizados en su
preparación).
En otro orden extremo, latas de carne o productos elaborados sometidos al
tratamiento de esterilización comercial, pueden deteriorarse debido a
procesamiento insuficiente o a fallas en la integridad de la lata e ingreso de
microorganismos dentro de la ella (Sofos, 1994; Price et al, 1976). Las
salchichas secas fermentadas y en general los productos crudos madurados,
usualmente se deterioran debido a microorganismos ácido tolerantes, que
pueden crecer a muy bajas actividades de agua como los hongos. La flora
final, sin embargo, depende de factores tales como composición e
ingredientes no cárnicos, temperatura de proces amiento, ahumado, tajado,
empaque y, por último, condiciones de almacenamiento.
Cambio en la coloración
El color de la superficie de la carne cambia de rojo brillante a café-pardo;
Empaque para productos cárnicos esto es tomado como indicador de frescura
visual por parte del consumidor.
Parte del cambio del color se debe a la oxidación de los pigmentos hemo (que
tienen un átomo de fierro (Fe) en el centro de la molécula).
Tanto la deoximioglobina como la oximioglobina son oxidadas formando
metamioglobina, la cual confiere el color café asociado al deterioro de la
calidad de la carne.
La oxidación de deoximioglobina es más rápida que la oximioglobina,
mientras que la de la mioglobina a bajas concentraciones de O2 (~ 5 a 7%)
es más rápida que a altas concentraciones en la que ocurre una oxigenación
(Dhananjayan et al., 2006).
Otros factores que pueden producir el cambio de color en la carne es la
presencia de bacterias piogenas con afinidad al azufre, lo cual promueve la
generación de sulfomioglobina, un pigmento de color verde. Otro tipo de
bacterias, sobre todo algunas relacionadas con el ácido láctico, como las
halotolerantes y catalasas negativas que crecen a bajas temperaturas, son
capaces de producir y acumular peróxido de hidrógeno en condiciones
aeróbicas que actúan como agentes altamente oxidantes que decoloran los
pigmentos de la carne (Sánchez et al., 2008). Producción de aromas
indeseables Estas reacciones de deterioro provocan un rechazo inmediato
por parte del consumidor, y dependiendo del tipo y de la carga microbiana
serán las características del olor.
EMAQUES PARA CARNE Y DERIVADOS
Oxígeno (O2): este gas acelera el crecimiento de las bacterias aerobias que
afectan la conservación de la carne; por lo tanto, su eliminación permite
alargar la vida de anaquel desde el punto de vista microbiológico. El O2 tienen
un efecto fundamental en el color de la carne, ya que a niveles altos (60 a
80%) se genera un color brillante, mientras que a niveles bajos (0.1 a 0.5%)
se favorece la oxidación del pigmento y favorece cambios en la coloración de
la carne. Una atmósfera modificada libre de O2 produce un color púrpura o
rojo oscuro.